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FISIOLOGIA Y GENETICA DE LA NUTRICION
Publicaciones de Estudiantes
Autor: ANA BERTHA FRONTANA S. Titulo: FISIOLOGÍA Y GENÉTICA DE LA NUTRICIÓN
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INDICE
Fisiología y Genética de la Nutrición………………………………………………...... 3
Aparato Digestivo.……………………………………………………………………….4
Enzimas………………….……………………………………………………………... 5
Secreción del jugo Gástrico..……………………………………………………………8
Estómago..……………..……………………………………………………………….10
Intestino Delgado………………………………………………………………………12
Intestino Grueso………………………………………………………………………..13
Reguladores Hormonales………………………………………………………………15
Actividad del Colon……………………………………………………………………19
Absorción y transporte de nutrientes…………………………………………………..21
Absorción de los Principios inmediatos……………………………………………….22
Absorción de Hidratos de los Carbono……………………………………………….23
Absorción de la Grasas………………………………………………………………..25
Consideraciones en algunas patologías………………………………………………..27
Fisiología y enfermedad (factores que afectan la digestión)…………………………..28
Trastornos del sistema digestivo……………………………………………………….32
Enfermedades genéticas………………………………………………………………..36
Bibliografía……………………………………………………………………………..38
FISIOLOGÍA Y GENÉTICA DE LA NUTRICION
Lo que cualquier organismo es en un momento dado resulta de su origen genético, de la
influencia ambiental y de la interacción entre ambos factores.
En términos evolutivos, la especie humana fue moldeada por diversos retos que se
planteaban a su supervivencia en el largo periodo que precedió al invento de la agricultura.
Los diez milenios transcurridos desde que nos domesticamos han sido claramente
insuficientes para que nuestros genes respondan a unos desafíos nuevos y en rápido
cambio.
Durante cientos de milenios fuimos sometidos a una dieta variada en su composición y
limitada en su cantidad, sobre todo al final de las estaciones secas. Los robustos
mecanismos que el ser humano desarrolló para proteger sus órganos vitales frente a la
destrucción, por ejemplo mediante tejidos especializados en el almacenamiento de reservas,
debieron conferirle una indudable ventaja para la supervivencia durante el largo periodo
evolutivo en que vivió expuesto a hambres esporádicas. Estos mismos mecanismos
representan un difícil escollo para la pérdida de peso en los obesos, cuando pasan hambre a
causa de la dieta de adelgazamiento.
El Adipostato
Los mecanismos de regulación del peso corporal actúan de forma conjunta, modulando la
ingestión de alimentos (apetito / saciedad) y el gasto de energía; dificultan el aumento de
peso, al frenar el apetito e incrementar el consumo energético y, por el contrario,
contrarrestan la pérdida de peso mediante el aumento del apetito y la disminución del gasto
de energía.
La molécula que constituye la señal que conecta al tejido adiposo con el cerebro es una
proteína que se puede modificar genéticamente.
El control del peso corporal depende de muchos genes. Más de veinte genes ya han sido
relacionados con el peso y la composición corporal.
Los estudios realizados en humanos concluyen que la heredabilidad del peso corporal
supera al 50%, lo que deja en segundo plano la influencia ambiental. Sin embargo, los
factores ambientales tienen que ser responsables del rápido incremento de la obesidad, ya
que la constitución genética de la población no puede cambiar tan deprisa. También se han
descrito variaciones genéticas que bloquean la pérdida de peso en personas que realizan
frecuentes dietas y permanecen largos periodos, intermitentes de tiempo con una
alimentación muy baja en calorías.
FISIOLOGIA DEL APARATO DIGESTIVO
Los fenómenos mecánicos de impulsión y fragmentación de alimentos, los de naturaleza
química y los de absorción de principios nutritivos constituyen el fundamento fisiológico
del sistema que tiene como función regular la asimilación y la eliminación de alimentos en
los organismos. La fisiología del aparato digestivo comprende, una serie de fenómenos
motores, secretores y de absorción, que tienen lugar desde el momento de la ingesta del
alimento, hasta la eliminación final de los residuos no útiles para el organismo. Para ello a
de pasar el alimento por la boca, la faringe, el esófago, el estómago, el intestino delgado y
el intestino grueso, para terminar con la defecación, para la cual existe el ano o esfínter
anal.
El aparato digestivo está constituido por el conjunto de órganos y humores que intervienen
en el proceso de transformación de nutrimentos, para adaptarlos de forma que puedan ser
asimilados. Más que ningún otro sistema del cuerpo humano, los órganos digestivos nos
hacen ser conscientes cuando entran en acción y funcionan bien, y cuando están alterados y
necesitan atención. El hambre y la necesidad de vaciar los intestinos son dos de los
mensajes que no podemos ignorar por mucho tiempo. Una serie de trastornos corrientes,
como gastritis, el síndrome del intestino irritable, el trastorno del intestino inflamatorio y
las úlceras pépticas tienen un importante componente psicológico, y su tratamiento puede
suponer intervención tanto psicológica como física. No es por ello nada sorprendente que
los problemas digestivos sean tan corrientes. La comprensión de estos trastornos ha
avanzado mucho durante las dos últimas décadas. Por ejemplo, el reconocimiento de una
dieta rica en fibra ha permitido disminuir la importancia del problema del estreñimiento.
Otro avance importante es la identificación de la causa bacterial de las úlceras pépticas, lo
que ha permitido curarlas con medicamentos. Recientemente se ha transformado por
completo la gama de pruebas de diagnóstico de las que disponen los gastroenterólogos.
Actualmente, la endoscopia o examen de los órganos internos por medio de tubos de
visión, constituye el principal método para inspeccionar zonas como el esófago, el
estómago, los intestinos y los conductos biliares. Esta técnica permite reconocer cánceres
en una fase inicial.
El aparato digestivo consta de un conducto a lo largo del cual se disponen diversos órganos
y estructuras, que son atravesados por el alimento durante su proceso de transformación,
más las partes por las que pasa la porción sólida de los alimentos que es expulsada como
desecho. Asimismo lo integran otros órganos que intervienen en los procesos digestivos
aportando los jugos necesarios para tal fin. Los constituyentes básicos del aparato digestivo
humano son la boca, la faringe, el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino
grueso. Por su parte, las glándulas que segregan los jugos digestivos son las glándulas
salivales, las glándulas gástricas, el páncreas, el hígado y, asociados a este último, la
vesícula biliar y los conductos biliares.
El tubo digestivo está formado por:
La boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado, intestino grueso, y ano. y la faringe
musculosa. El tracto digestivo es un tubo muscular que se extiende desde la boca, a través
del estómago y los intestinos, hasta el ano. Su función es descomponer la comida en
sustancias que puedan ser absorbidas en la corriente sanguínea para su distribución a las
células, y eliminar los productos de desecho. Las glándulas salivales, el páncreas y el
sistema biliar conectan con el tubo digestivo y producen sustancias esenciales para una
digestión sana. Gracias a los movimientos peristálticos, que son contracciones rítmicas de
las fibras musculares lisas del aparato gastrointestinal. Las contracciones son iniciadas por
el sistema nervioso parasimpático. Esta actividad muscular puede ser inhibida por el
sistema nervioso simpático. Se trata básicamente de una tubería procesadora de unos nueve
metros de longitud. Las estructuras asociadas incluyen tres partes de glándulas salivales, el
páncreas, el hígado y la vesícula biliar con sus conductos asociados. Cada uno de estos
órganos juega un papel importante en la digestión. En cambio no tiene función conocida el
apéndice, un tubo corto y sin salida, adherido a la primera parte del intestino grueso.
Digestión bucal
La boca conforma la apertura anterior del aparato digestivo y es la cavidad por la que
penetra el alimento. El órgano presenta funciones relacionadas con la fisiología de la
digestión y la respiración e interviene también en la articulación de palabras. El orificio
anterior que la constituye se encuentra delimitado por los labios, cuyo movimiento es a su
vez regulado por las mejillas y el músculo esfínter oral. Los huesos maxilares sostienen,
por su parte, las arcadas dentarias, a las que compete la masticación del alimento. El límite
externo de las arcadas lo constituyen las encías, en las que se fijan los dientes. La cavidad
bucal queda delimitada por el paladar en la parte superior y la lengua, móvil y dotada de
papilas gustativas, en la inferior. En el fondo, la comunicación con la faringe se produce a
través de la cavidad que forman las amígdalas, la base lingual, el límite posterior del
paladar, el velo palatino y la úvula, campanilla carnosa que pende de este último. La saliva,
líquido alcalino viscoso que se mezcla con el alimento, es aportada por las glándulas
salivales, diferenciadas entre sublinguales, submaxilares y parótidas.
La boca aparece rodeada por unos pliegues de la piel, llamados labios. Dentro de la boca se
encuentran los dientes cuya función es cortar, trocear y triturar los alimentos (digestión
mecánica) En la boca encontramos también la lengua, que tiene una gran cantidad de
papilas gustativas, cuya función es la de mezclar los alimentos y facilitar su tránsito hacia
el esófago. En la cavidad bucal desembocan las glándulas salivales, que segregan saliva,
cuyas funciones son:
o actuar de lubricante
o destruir parte de las bacterias ingeridas con los alimentos
o comenzar la digestión química de los glúcidos mediante una enzima, la
amilasa o ptialina, que rompe el almidón en maltosa.
La saliva
La composición de la saliva es la siguiente: Agua 96% Moco, de efecto lubricante. Iones
(sodio, potasio, cloro, fosfato, bicarbonato y calcio) Sustancias orgánicas. (Urea, ácido
úrico, hormonas). La mezcla de la saliva con el alimento o insalivación, se produce con el
fin de:
Disolver los alimentos. Esto permite apreciar el sabor y reconocer la existencia de
cualquier sustancia extraña, tóxica, irritante, etc... Lubricación de los alimentos.
Facilitándose así la deglución. Inicio de la digestión de algunos hidratos de carbono,
gracias a la acción de la enzima amilasa. Acción bactericida por efecto de la lisozima.
Mantenimiento de la humedad en la cavidad bucal.
El volumen diario de saliva es de 1000 a 1500 cm3. Existe una secreción desaliva basal,
que se llega a multiplicar por cuatro al ingerir alimentos. El mayor volumen secretor
procede de las glándulas parótidas, seguidas por las submaxilares.
Enzimas
Amilasa salival o ptialina (inicia la digestión de los carbohidratos), galactosidasa
(descomponen la galactosa), lisozima (destructora de bacterias). Globulina
(Inmunoglobulina A).
Proteína R que protege a la vitamina B12 uniéndose a ella. Todo ello le otorga un pH de
6.3-6.8. El control de la secreción salival, se realiza mediante estímulos extra orales, visión
u olor de la comida, estímulos orales, la ingestión, y estímulos nerviosos.
El jugo gástrico, está formado por la mezcla de 1,5 a 2 litros de agua, electrolitos, ácido
clorhídrico, enzimas y moco. El HCl le confiere su pH ácido. La función del clorhídrico es
disminuir el pH del bolo y puedan actuar sobre él, los enzimas gástricos facilitando de este
modo la hidrólisis.
El ácido clorhídrico, se segrega en las células parietales u oxínticas, en el fundus del
estómago, y se forma por la unión del anhídrido carbónico más agua, según la siguiente
reacción:
Las enzimas presentes en el jugo gástrico son:
La pepsina, que se segrega también en el fundus en forma de un precursor, el
pepsinógeno que por acción del ClH se transforma en pepsina activa rompiendo las
uniones de las grandes moléculas de proteínas.
La catepsina, que también rompe las uniones de las grandes moléculas de proteínas.
La pepsina y catepsina tienen una acción relativamente importante.
La quimopsina o cuajo. Convierte el caseinógeno de la leche en caseína. La caseína
será ya atacada por enzimas protolíticas. Esta enzima es importante.
La lipasa, que actúa hidrolizando las moléculas de lípidos.
El moco presente también en el jugo gástrico sirve de protector de ésta para su
autodigestión.
Existen otras enzimas como:
Enzimas que actúan sobre las proteínas:
Tripsina: Que se segrega en forma inactiva o de precursor, el tripsinógeno. El
tripsinógeno se convierte en enzima activa por la acción de la enteroquinasa,
segregada por el duodeno ante la presencia del estímulo de proteínas (el
tripsinógeno es inactivo para no autodigerir el páncreas). Las grandes moléculas las
rompe en péptidos. La pepsina hidroliza los enlaces peptídicos.
Quimotripsina: Segregada también en forma de precursor, el quimotripsinógeno,
que se activa de forma similar.
Carboxilpolipeptidasa: Que rompe los enlaces peptídicos.
Enzimas que actúan sobre los hidratos de carbono:
Amilasa: Que hidroliza las grandes moléculas de almidón y glucógeno en más
pequeñas.
Maltasa: Que actúa sobre la maltosa hidrolizándola.
Enzimas que actúan sobre las grasas:
Lipasa
Lecitinaza: Que actúa sobre las lecitinas
Colesterolasa: Que actúa sobre el colesterol
La secreción de jugo pancreático en ayunas es muy escasa. La llegada del bolo intestinal al
duodeno determina la secreción de la secretina, que influye sobre el volumen de jugo
pancreático y sobre el contenido de bicarbonato. La causa de que se segregue la secretina
es el descenso de pH que se produce por la acción del ácido clorhídrico. Otra hormona la
pancreatocimina, que se libera de modo similar, actúa sobre la riqueza de enzimas
pancreáticas.
Enzimas que actúan sobre las proteínas:
Peptidasa: Convirtiendo la proteína sucesivamente hasta aminoácidos. Hay que
tener en cuenta que hay enzimas dipeptidasas, tripeptidasas, etc.
Enzimas que actúan sobre los hidratos de carbono:
Amilasa: Actúa sobre los hidratos de carbono complejos para convertirlos en
moléculas más pequeñas.
Maltasa intestinal: Que actúa sobre la maltosa convirtiéndola en 2 moléculas de
glucosa.
Lactasa: Que actúa sobre la lactosa desdoblándola en glucosa y galactosa.
Sacarosa o invertasa: Que actúa sobre la sacarosa convirtiéndola en glucosa y
fructosa.
Enzimas que actúan sobre las grasas:
Lipasa
En los enfermos de gastroenteritis hay una alteración de la lactasa y por tanto dificultad
para asimilar la leche. Una de las principales intolerancias es a la leche. En casos de
agresión intestinal uno de los alimentos a controlar en la leche y su tolerancia.
También se pueden alterar el resto de las enzimas y como éstas se encuentran en borde de
cepillo pueden perderse, aunque se recuperan fácilmente después de la alteración. En
algunos casos en los que se pierden estos enzimas no desaparece la actividad de absorción
y es debido a la existencia de la enzima llamada alfadextrinasa que está localizada en
profundidad y va a permitir la absorción.
Bilis:
La produce el hígado y se almacena en la vesícula biliar. Se produce en cantidad de 700 a
1000 ml. día. Contiene agua, electrolitos, siendo su principal componente los pigmentos
biliares y las sales biliares.
SECRECIÓN DEL JUGO GÁSTRICO
Fase cefálica: Por estímulos visuales como son el olor, vista,…
Fase gástrica: La llegada de alimentos al estómago determina la secreción de gastrina (en
el antro pilórico), que estimula la secreción de ClH pero no de enzimas.
Fase intestinal: Es lo estudiado en el condicionamiento de Pavlov. Introduciendo
alimentos directamente en el intestino se produce una secreción gástrica. Es poco
estudiada.
COMPOSICIÓN DE LOS JUGOS QUE VIERTEN AL INTESTINO
Bilis Jugo intestinal Jugo pancreático
Agua
sales inorgánicas
sales biliares
pigmentos biliares
ácidos biliares
grasas
colesterol
fosfatasa alcalina
agua
iones inorgánicos
mucina
lactasa, maltasa, sacarosa
lipasa intestinal
peptidasas
enteroquinasa
agua
iones inorgánicos
peptidasas inactivas
carboxipeptidasas
amilasa pancreática
lipasa pancreática
nucleasas pancreáticas
Dientes
Estructuras duras, calcificadas, sujetas al maxilar superior e inferior de los vertebrados y
algunos animales inferiores, cuya actividad principal es la masticación. En algunos
animales los dientes tienen también otras funciones, como roer, cavar o ser utilizados en la
lucha. En el curso de la evolución se han desarrollado distintas formas de dientes, desde las
simples hileras escalonadas de dientes cónicos que poseen los tiburones hasta las
estructuras más complejas habituales en los mamíferos.
Faringe
Es la faringe un conducto muscular membranoso que comunica la boca con el esófago.
También pone en contacto la nariz con la laringe, por lo que se considera que la faringe es
el punto en el que convergen los sistemas digestivo y respiratorio. El tejido de la zona
superior de la faringe es similar al que constituye el resto de los órganos de la respiración,
mientras que en su porción inferior tiene más semejanza con el del sistema digestivo. La
entrada de alimento a las vías respiratorias es impedida por la epiglotis, que es un cartílago
situado al principio de la laringe que la cierra cuando se traga el alimento, para que éste
pase al esófago.
En el hombre mide unos 13 cm. y queda delante de la columna vertebral. Alberga las
amígdalas y, en los niños, los ganglios adenoides. Como arranca de la parte posterior de la
cavidad nasal, su extremo más alto se llama nasofaringe. La inferior u orofaringe ocupa la
zona posterior de la boca. Termina en la epiglotis, un pliegue cartilaginoso que impide la
entrada de alimentos en la tráquea, pero no obstaculiza su paso al esófago. Las llamadas
trompas de Eustaquio comunican la faringe con el oído medio y equilibran la presión del
aire a ambos lados del tímpano. La faringe es un tubo muscular que comunica el aparato
digestivo con el respiratorio. Para que las vías respiratorias permanezcan cerradas durante
la deglución, se forma en la faringe un repliegue, llamado epiglotis, que obstruye la glotis.
De esta forma se impide que el alimento se introduzca en el sistema respiratorio. Al tragar
comida esta abandona la boca y viaja por la faringe o garganta para entrar en el esófago.
Esófago
Se denomina esófago al conducto que une la faringe con el estómago. Mide
aproximadamente unos 25 cm. de largo por 4 cm. de diámetro y es un órgano musculoso
encargado de conseguir que el alimento pase desde la faringe hasta el estómago mediante
contracción muscular.
En el ser humano tiene una longitud que oscila entre los 23 y los 25 cm., y su función
principal es el transporte del alimento hacia el estómago. Está formado por varias capas que
desde el exterior hacia el interior son: adventicia, muscular (con fibras longitudinales y
circulares), submucosa (con tejido conectivo, vasos sanguíneos y glándulas mucosas) y
mucosa, que también contiene este tipo de glándulas. Estas contracciones son de tres tipos:
Peristaltismo primario: Se produce tras la deglución, como consecuencia de la relajación
del esfínter esofágico superior. Esta contracción es más rápida con alimentos líquidos y
calientes, que en el caso de sólidos y fríos. Peristaltismo secundario: Originado por la
distensión local del esófago. Peristaltismo terciario: Muy débiles. El esfínter esofágico
inferior, tiene como principal función evitar que el contenido del estomago vuelva al
esófago. Este esfínter suele estar cerrado se abre para dar paso al bolo alimenticio.
EL ESTÓMAGO
El estómago está situado en la zona superior de la cavidad abdominal, ubicado en su mayor
parte a la izquierda de la línea media. La gran cúpula del estómago, el fundus, descansa
bajo la bóveda izquierda del diafragma; el esófago penetra por la zona superior, o curvatura
menor, a poca distancia bajo el fundus. La región inmediata por debajo del fundus se
denomina cuerpo. La parte superior del estómago, que recibe el nombre de porción
cardiaca, incluye el fundus y el cuerpo. La porción inferior, o pilórica, se incurva hacia
abajo, hacia adelante y hacia la derecha, y está formada por el antro y el conducto pilórico.
Este último se continúa con la parte superior del intestino delgado, el duodeno.
El alimento, tras pasar por el esófago llega al estómago. Dentro de las funciones gástricas,
hay que destacar la capacidad secretora, desustancias muy ácidas, cuya función, es la de
degradar mecánica del alimento. Al llegar la comida al estómago se realiza la mezcla y el
ataque por parte de los jugos gástricos. Además interviene en el control del apetito y regula
la flora intestinal.
Los jugos gástricos están compuestos por agua (98%), sales, ácido clorhídrico,
mucoproteínas, enzimas proteolíticas, factor intrínseco, secreciones endocrinas e
inmunoglobulinas.
Dentro de estas sustancias destacamos el CLH (ácido clorhídrico), secretado por las células
gástricas parietales, mantiene el pH necesario, ablanda la fibrina y el colágeno, controla el
paso de bacterias al intestino y estimula la secreción de secretina, estimulador a su vez de la
secreción pancreática biliar.
Existen tres vías fundamentales por las que se estimula la secreción ácida. Por vía paracrina
actúa la histamina, por vía endocrina la gastrina y por vía neurocrina actúa la acetilcolina.
Estas tres sustancias liberan mensajeros que estimulan las células parietales.
A su vez existen inhibidores de esta secreción, como son la presencia de CLH y de grasas
en el duodeno.
A la salida del estomago existe el esfínter pilórico, cuya función es dejar paso a las
sustancias pequeñas que abandonan el estomago e impedir el paso alas partículas grandes
que son impulsadas de forma retrógrada para que continúe su digestión.
Tejido
Los tejidos del estómago incluyen una cubierta externa fibrosa que deriva del peritoneo y,
debajo de ésta, una capa de fibras musculares lisas dispuestas en estratos diagonales,
longitudinales y circulares. En la unión del esófago y el estómago, la capa muscular
circular está mucho más desarrollada y forma un esfínter, el cardias. La contracción de este
músculo impide el paso de contenido esofágico hacia el estómago y la regurgitación del
contenido gástrico hacia el esófago. En la unión del píloro y el duodeno existe una
estructura similar, el esfínter pilórico. La submucosa es otra capa del estómago formada por
tejido conjuntivo laxo en el cual se encuentran numerosos vasos sanguíneos y linfáticos, y
terminaciones nerviosas del sistema nervioso vegetativo. La capa más interna, la mucosa,
contiene células secretoras; algunas segregan ácido clorhídrico, que no sólo neutraliza la
reacción alcalina de la saliva, sino que proporciona un carácter ácido al contenido gástrico
y activa los jugos digestivos del estómago. Estos jugos están secretados por un tipo
diferente de células. Las enzimas que se encuentran en el jugo gástrico son pepsina, que en
presencia de ácido fragmentan las proteínas en peptonas; la renina, que coagula la leche, y
tal vez lipasa, que rompe las grasas en ácidos grasos y glicerol. Un tercer tipo de células
producen mucosidades para proteger al estómago de sus propias secreciones. Los tejidos
del estómago, e incluso la mucosidad, son digeribles por los jugos gástricos. Sin embargo,
en condiciones normales, el revestimiento mucoso se renueva con más rapidez que se
elimina. Cuando un trastorno psicosomático o patológico impide la secreción adecuada de
mucosidad, la mucosa gástrica se erosiona y se forma una úlcera. Si la úlcera evoluciona se
puede perforar la pared del estómago y permitir que el contenido gástrico pase hacia la
cavidad abdominal produciendo una peritonitis.
Digestión
La penetración en el estómago de fragmentos de carne, cereales cocinados y productos
proteicos digeridos en parte estimula la secreción de jugo gástrico. Estos agentes originan
la formación en el extremo pilórico del estómago de una hormona, la gastrina. Cuando la
gastrina se absorbe, estimula las glándulas secretoras. La secreción gástrica se puede
estimular también por la simple visión u olor de la comida. Esto se denomina estimulación
refleja o cefálica. Las paredes del estómago vacío están en contacto una con otra. Cuando
el alimento entra en el órgano, las paredes se expanden y la cavidad aumenta sin que se
produzcan cambios en la presión intragástrica. La porción cardiaca del estómago almacena
la comida ingerida. Las ondas de contracción del músculo circular que van precedidas por
ondas de relajación (peristaltismo) se inician cerca de la zona central del cuerpo del
estómago, se propagan hacia abajo y finalizan justo antes de alcanzar el conducto pilórico.
Tales ondas de contracción, que pueden suceder a una frecuencia de tres por minuto,
maceran y mezclan por completo el alimento con el jugo gástrico. El alimento pasa
periódicamente desde el estómago hacia el duodeno; esto se debe a la contracción de los
músculos de la pared del estómago. Estos músculos están inervados por el nervio vago que
estimula la contracción de la musculatura gástrica y permite la apertura del esfínter situado
entre el estómago, el duodeno y el píloro. Debido a que la sección de estos nervios conduce
a una parálisis en sólo unos días, el estómago, al igual que el corazón, se debe considerar
como un órgano automático. Se desconoce si el automatismo está determinado en la
musculatura o en un mecanismo nervioso intrínseco. Las fibras nerviosas simpáticas en los
nervios esplácnicos tienen efectos opuestos a los del nervio vago e impiden el vaciamiento
gástrico.
Evacuación del Estómago
La evacuación se realiza merced a la presencia de ondas peristálticas que aparece en
condiciones normales a los 15 minutos después de empezar a comer. Cada cuarto o medio
minuto aparece una onda peristáltica. Estas hacen que los alimentos progresen. La onda se
dirige hacia el píloro que lo cierra, pero de cada 5 ondas, una sale del píloro dejando en esta
ocasión que el alimento salga.
Nosotros podemos regular la evacuación del estómago a nuestra voluntad. Existen una serie
de factores como los siguientes que lo posibilitan:
Volumen de comidas. A mayor volumen mayor actividad mecánica.
Osmolaridad de las comidas. A mayor osmolaridad, menor evacuación.
Consistencia de las comidas
Contenido en lípidos. Cuanta mayor grasa menor evacuación.
Temperatura. A mayor temperatura mayor evacuación.
También podemos utilizar medicamentos que actúen sobre el nervio vago influyendo sobre
la actividad mecánica del estómago.
Tenemos que darnos cuenta de la importancia del píloro, que actúa como esfínter
impidiendo el paso del contenido del estómago al duodeno y por ello cualquier patología
que lo afecte tiene gran importancia.
Hambre
Se sabe que en el ser humano, las contracciones del estómago vacío están asociadas con
espasmos de hambre. Sin embargo, el mecanismo del hambre es más complicado y sólo
está relacionado de forma secundaria con el estómago.
INTESTINO DELGADO.
El conducto intestinal delgado es la parte más larga de todo el aparato digestivo, con una
longitud de unos seis metros. Se puede considerar que está formado por tres partes:
duodeno, yeyuno e íleon, aunque la separación entre cada uno de ellos no presenta límites
definidos. Las principales funciones que desempeña el intestino delgado son el avance del
alimento procedente del estómago, el desarrollo de la fase terminal de la digestión con
jugos que segregan tanto sus propias glándulas como otras accesorias (hígado y páncreas)
y, por último, la absorción de los productos alimenticios que se liberan en la digestión para
que pasen a la sangre y, a través del torrente circulatorio, sean transportados a los lugares
del organismo donde son necesarios. Las paredes del intestino delgado constan de cuatro
capas concéntricas denominadas, exterior al interior, seroso, muscular, submucosa y
mucosa. La capa de tejido intestinal presenta pequeñas protuberancias en forma de dedo
llamadas vellosidades, de cuya superficie surgen otras más pequeñas, las
microvellosidades. Mediante estos salientes se aumenta la superficie intestinal unas 25
veces, lo que acrecienta la eficacia de la absorción. Cuando las enzimas digestivas han
disociado las grandes moléculas de proteínas, polisacáridos, ácidos nucleicos, lípidos en
sus subunidades constituyentes, los productos son absorbidos por la pared del intestino,
especialmente del intestino delgado. Incontables pequeñas eminencias en forma de dedo
llamados vellos, cubren toda la superficie de la mucosa intestinal, cada vello contiene una
red de capilares sanguíneos, y un capilar linfático en su centro, al cual son transferidos los
nutrientes. Los pliegues, vellos y microvellos juntos proporcionan una enorme superficie
por la que puede producirse la absorción. La absorción es un complejo proceso producido
en parte por simple difusión física, en parte por difusión facilitada y transporte activo. Las
distintas hexosas son absorbidas por transporte activo, por un proceso que requiere el gasto
de energía para mover las moléculas contra un gradiente químico. Las distintas hexosas,
glucosa, fructosa y galactosa, son absorbidas a diferente velocidad.
INTESTINO GRUESO
La última porción del aparato digestivo la constituye el intestino grueso, integrado por el
ciego, el colon y el recto. El ciego es la parte que comunica con el intestino delgado a
través de la válvula ileocecal, y en la que se encuentra el apéndice vermiforme, cuya
inflamación puede originar apendicitis, en cuyo caso es necesario extirparlo. El colon se
subdivide en cuatro secciones: colon ascendente, que va de abajo hacia arriba hasta la zona
inferior del hígado; el transverso, cuyo recorrido es horizontal de derecha a izquierda y se
sitúa a la altura de la décima costilla; el descendente, dirigido de arriba hacia a bajo y que
se ubica delante del riñón izquierdo; y, por último, el sigmoideo, que se incurva dos veces
sobre sí mismo, se sitúa en proximidad de la tercera vértebra sacra y continúa con el recto,
que termina en el orificio anal. Así, el aparato digestivo se comunica con el exterior del
organismo. La función básica del intestino grueso es la absorción del agua de los líquidos
que no han sido asimilados en el intestino delgado y también los electrólitos (sustancias
que, disueltas en agua, se descomponen para formar partículas cargadas eléctricamente).
Además, almacena las sustancias sólidas de desecho hasta que son excretadas. El resto de
las materias, una vez absorbidos los nutrientes, pasan del intestino delgado al grueso, o
colon, dispuesto en el abdomen en forma de U invertida, de mayor diámetro y paredes mas
gruesas que los segmentos precedentes. El intestino delgado desemboca de lado en el
colon, a poca distancia de su terminación, de modo que deja un fondo de saco llamada
ciego, de cuyo extremo todavía sobresale una proyección del porte de un dedo meñique,
llamada apéndice. Desde la unión de los dos segmentos del intestino, el colon ascendente,
como su nombre lo indica, se extiende en dirección vertical por el lado derecho del
abdomen hasta llegar a nivel del hígado, donde cambia de dirección en ángulo recto y, con
el nombre de colon transverso, cruza la cavidad abdominal por debajo del hígado y
estomago. Ya a la izquierda del abdomen, vuelve a doblarse en ángulo recto y a tomar
dirección descendente (colon descendente) hasta llegar al recto.
La parte final del tubo digestivo está formada por el colon el recto y el ano. Una corta bolsa
llamada ciego une el intestino delgado con el colon, el ciego, el colon y el recto forman el
intestino grueso. De 1,5m de longitud, el colon cambia productos digestivos de desecho en
una forma que el cuerpo excreta como heces por el recto y ano. Cuando la comida llega al
colon ya se han absorbido los nutrientes esenciales para las funciones del cuerpo.
Referencias de la figura
1- esófago 2- Estómago 3- cardias 4- píloro 5- curvatura mayor
6- primera porción del duodeno 7- segunda porción
8- asas yeyunales 9- asas iliales 10 – ciego
11- apéndice 12 colon ascendente 13- ángulo hepático
14- colon transverso 15- ángulo esplénico 16- colon descendente
17- sigmoides 18- ampolla rectal 19- esfínter anal
Reguladores hormonales
Una característica fascinante del aparato digestivo es que contiene sus propios reguladores.
Las principales hormonas que controlan las funciones del aparato digestivo se producen y
liberan a partir de células de la mucosa del estómago y del intestino delgado. Estas
hormonas pasan a la sangre que riega el aparato digestivo, van hasta el corazón, circulan
por las arterias y regresan al aparato digestivo, en donde estimulan la producción de los
jugos digestivos y provocan el movimiento de los órganos.
Las hormonas que controlan la digestión son la gastrina, la secretina y la colecistocinina.
La gastrina hace que el estómago produzca un ácido que disuelve y digiere algunos
alimentos. Es necesaria también para el crecimiento normal de la mucosa del
estómago, el intestino delgado y el colon.
La secretina hace que el páncreas secrete un jugo digestivo rico en bicarbonato.
Estimula al estómago para que produzca pepsina, una enzima que digiere las
proteínas, y al hígado para que produzca bilis.
La colecistocinina hace que el páncreas crezca y produzca las enzimas del jugo
pancreático, y hace que la vesícula biliar se vacíe.
Reguladores nerviosos
Dos clases de nervios ayudan a controlar el trabajo del aparato digestivo. Los nervios
extrínsecos (de afuera) llegan a los órganos digestivos desde el cerebro o desde la médula
espinal y provocan la liberación de dos sustancias químicas: la acetilcolina y la adrenalina.
La acetilcolina hace que los músculos de los órganos digestivos se contraigan con más
fuerza y empujen mejor los alimentos y líquidos a través del tracto digestivo. También hace
que el estómago y el páncreas produzcan más jugos. La adrenalina relaja el músculo del
estómago y de los intestinos y disminuye el flujo de sangre que llega a estos órganos.
Los nervios intrínsecos (de adentro), que forman una red densa incrustada en las paredes
del esófago, el estómago, el intestino delgado y el colon, son aún más importantes. La
acción de estos nervios se desencadena cuando las paredes de los órganos huecos se estiran
con la presencia de los alimentos. Liberan muchas sustancias diferentes que aceleran o
retrasan el movimiento de los alimentos y la producción de jugos en los órganos digestivos.
Páncreas
La glándula pancreática está situada detrás del estómago y resulta imprescindible para la
vida. Su fisiología se centra en la secreción de sales alcalinas (bicarbonatos) con el objeto
de poder neutralizar los ácidos del estómago, así como las enzimas necesarias para la
digestión. Por otra parte, desempeña un papel decisivo en la producción de hormonas: la
insulina y el glucagón son las encargadas de regular la asimilación metabólica de los
carbohidratos. El páncreas está alojado profundamente en la cavidad abdominal y en el
adulto, mide alrededor de 12 a 20 cm. de largo y pesa de 70 a 120 gramos. La cabeza de la
glándula está opuesta a la curvatura menor del duodeno con el cuerpo y la cola
extendiéndose oblicuamente posterior al estómago hacia el hilio del bazo, muestra el
páncreas y sus relaciones con los órganos vecinos, la es un esquema de las estructuras
vasculares y su relación con el páncreas). En su parte posterior el conducto principal de la
vía biliar (colédoco) entra en la cabeza del páncreas y pasa a través del tejido pancreático
para alcanzar la ampula duodenal.
El páncreas está dividido en lóbulos, rodeados por el tejido conectivo que contienen vasos
sanguíneos, linfáticos, nervios y canales secretores exócrinos. Al examen microscópico el
tejido de los lóbulos está formado por acinos, que participan en la secreción exócrina.
Dispersos dentro de los acinos están los islotes de Langerhans (1% 2% de la glándula), que
son responsables de la secreción endocrina del páncreas (insulina). Las células acinosas
están especializadas en la síntesis, almacenamiento, y secreción de grandes cantidades de
proteínas, en la forma de enzimas digestivas. Durante el reposo, la parte superior de la
célula acinosa está llena con gránulos de cimógeno (formas inactivas de las enzimas).
Luego de la ingesta de una comida la secreción de las proteínas por parte de las células
acinosas se acompaña de una rápida disminución, tanto en el número como en el tamaño de
los gránulos de cimógeno.
El páncreas endocrino consiste en alrededor de un millón de islotes de Langerhans de
aproximadamente 0,2 mm de diámetro, típicamente redondos u ovales y separados del
tejido exócrino por finas fibras de tejido conectivo. Los tipos de células más comunes son
las células beta (en la mitad del islote) que secretan insulina y las células alfa (en la
periferia) que secretan glucagón. Las otras células son las células delta que secretan
somatostatina y un polipéptido pancreático
Hígado
El órgano hepático es la glándula más voluminosa del cuerpo humano. Su peso oscila en
torno a los 1,5 kg. No tiene una sola función, sino que desarrolla múltiples procesos
(almacenaje de grasas, carbohidratos y proteínas, producción de proteínas para la
coagulación sanguínea, etc.), pero de todos ellos el único que parece directamente
implicado en el funcionamiento del aparato digestivo es la síntesis de la bilis, sustancia
líquida y viscosa, de color amarillo verdoso, que interviene en la digestión de las grasas y
evita la putrefacción intestinal. Consiste en una masa continua de células, dividida en forma
incompleta por separaciones de tejido conectivo. Dentro de esta masa de células continua,
las subdivisiones de los conductos biliares y de los vasos hepáticos tienen numerosas
conexiones. A pesar de la estructura monolítica del hígado arbitrariamente se lo considera
compuesto por lóbulos.
Microscopia (visible a simple vista)
El lóbulo derecho y el izquierdo están divididos por un ligamento, llamado falciforme,
comprendiendo el lóbulo derecho cinco sextos y el lóbulo izquierdo un sexto de la masa
hepática. (Esquema de cara anterior y cara posterior del hígado).
Los segmentos del hígado se definen como las regiones servidas por una subdivisión de la
vena porta, de la arteria hepática y del conducto hepático común, que viajan juntos a través
de toda la masa hepática.
Por lo tanto, el lóbulo derecho puede dividirse en segmento anterior y posterior y el lóbulo
izquierdo, en medial y lateral. Este último, a su vez, puede subdividirse en superior e
inferior.
Aunque existen numerosas conexiones entre las pequeñas ramas de los canales biliares y
los vasos sanguíneos en un segmento hepático con sus estructuras correspondientes en los
segmentos adyacentes, los conductos biliares y los vasos sanguíneos, en cada segmento del
hígado, no pasa sus propios límites. El acino del hígado es un conjunto de células que
rodean un dúctulo y pequeñas ramas terminales de la vena porta y de la arteria hepática. El
acino hepático es la base para diferenciar las distintas zonas dentro del hígado. La zona
uno, representa el área de tejido hepático que rodea en forma inmediata al dúctulo biliar y a
las ramas terminales de la vena porta y la arteria hepática. La zona tres, comprende el
parénquima más alejado de estas estructuras, la región que rodea a la vena central. La zona
dos, está formada por el tejido hepático ubicado en las dos zonas anteriores.
El área portal o (espacio portal) contiene las pequeñas ramas de la arteria hepática y de la
vena porta, un pequeño dúctulo biliar interlobular y delgados linfáticos. El parénquima
hepático que rodea al espacio portal es llamado área periportal.
El sinusoide hepático: La sangre de las ramas terminales de la vasculatura que sale del área
portal a través de la placa limitante irriga una red compleja de espacios vasculares llamados
los sinusoides hepáticos que se encuentran como un sandwich entre las placas adyacentes
de las células hepáticas. El sinusoide hepático está compuesto de cuatro tipos celulares (la
célula endotelial, la célula de Kupffer, la célula en estrella y células granulares).
Hepatocito: El 60% de las células que constituyen el hígado humano son hepatocitos. Son
células polihédricas, de 20 a 30 micrones con núcleos redondos centrales o excéntricos.
Los hepatocitos tienen heterogeneidad estructural, que refleja su diversidad funcional. Por
lo tanto los hepatocitos en la zona uno difieren de aquellos en la zona tres.
Vena central: La sangre de las sinusoides fluye a la vena central localizada en la periferia
del acino hepático. Estos vasos fueron originalmente llamados vena central, debido a que
eran el centro del lóbulo hepático.
Vesícula biliar
La bilis se halla contenida en una pequeña vejiga en la que se elimina el exceso de agua. Si
la concentración biliar es excesiva, pueden producirse cálculos, que se deben extirpar
mediante cirugía. Un canalículo biliar se localiza entre cada par adyacente de células
hepáticas. Estos canalículos forman una malla ininterrumpida de canales que se
interconectan en todo el tejido hepático y son demasiado pequeños para ser vistos con el
microscopio común.
La bilis fluye luego a otros pequeños canalículos visible con el microscopio común que son
los llamados colangiolos o dúctulos .Los colangiolos al unirse recogen la bilis en distintas
partes del hígado y forman el conducto biliar interlobar que es el primer canal biliar que se
acompaña por una rama de la arteria hepática y de la vena porta.
Estos canales se unen con otros hasta formar conductos biliares mayores y así
sucesivamente hasta formar los dos conductos hepáticos principales que emergen de los
lóbulos derecho e izquierdo del hígado formando el canal hepático común.
Por fuera del hígado, al conducto hepático común, a una distancia variable, se agrega el
conducto cístico para formar conjuntamente el canal biliar principal o colédoco. Este
último pasa detrás de la primera parte del duodeno y primera parte del páncreas, y
desemboca en el duodeno junto con el canal pancreático principal.
El colédoco tiene aproximadamente unos 7,5 cm. de longitud. El lugar donde desemboca
en el duodeno se llama la ampolla de Vater. En la parte distal del colédoco hay una zona de
tejido muscular liso que forma un esfínter que regula el pasaje de la bilis al duodeno y fuera
descrito por Oddi. La vesícula biliar, que tiene una forma de pera, se encuentra unida a la
superficie inferior de los lóbulos derecho y cuadrado del hígado. Usualmente tiene
alrededor de 10 cm. de longitud y 3 a 5 cm. de diámetro almacena la bilis, la concentra y la
excreta en el momento adecuado.
Actividad en el colon
En cuanto al colon, no hay actividad enzimática. Cuando hay resección de colon, no influye
en la absorción. Pero su misión es la de reabsorber agua para concentrar heces.
En el colon derecho se pueden dar fenómenos de fermentación de hidratos de carbono y en
el colon izquierdo putrefacción de proteínas por bacterias y síntesis de algunas vitaminas.
La función principal del colon es convertir en heces el líquido del intestino delgado,
llamado quimo. Los millones de bacterias del colon producen vitaminas k y b, Así como
los gases de hidrogeno, anhídrido carbónico, sulfuro de hidrógeno y metano. El
recubrimiento del colon segrega moco para lubricar el interior del intestino y facilitar el
paso de las heces. El moco produce anticuerpos que protegen contra la enfermedad.
Absorción de agua de las heces
El sodio, el cloruro y el agua son absorbidos a través del recubrimiento del colon y pasan a
la circulación, de modo que las heces se hacen más secas. Se agregan bicarbonato y potasio
para tomar el lugar del sodio y del cloruro.
Consolidación de las heces
En el tracto intestinal viven miles de millones de bacterias, normalmente inofensivas
siempre que no se extiendan a otras partes del cuerpo. Se alimentan de la fibra no digerida
de la materia fecal y ayudan a reducir así la cantidad de heces que se producen. Al ser
excretadas, aproximadamente una tercera parte del heces se componen de estas bacterias.
El quimo en el intestino grueso
El quimo pasa del íleon (la última parte del intestino delgado) a través de la válvula
ileocecal. Cada vez que se abre la válvula, una parte del quimo es empujado desde el íleon
hacia el ciego para moverse por el colon ascendente.
Formación de desechos y defecación
Aunque las materias que llegan al colon han perdido mucha parte de sus componentes, el
conjunto todavía es líquido. Cierta cantidad de agua es absorbida en el intestino delgado,
aproximadamente la equivalente a la aportada por la bilis y el jugo pancreático. La
principal función del colon es absorber agua y reducir las deyecciones a consistencia
semisólida. En el colon se producen también los mismos movimientos que en el intestino
delgado, peristáltico y rítmico, aunque unos y otros son más lentos y perezosos que los
correspondientes en el segmento anterior. De cuando en cuando, movimientos peristálticos
más enérgicos impelen las materias hacia el recto; estos movimientos son mas frecuentes
después de haber comido, debido a un mecanismo reflejo por el cual la repleción del
estómago estimula el vaciamiento del colon.
Defecación
La defecación en parte es voluntaria, debido a la contracción de los músculos de la pared
abdominal y del diafragma, y a la relajación del esfínter externo del ano, y en parte
involuntaria, dependiente de la relajación del esfínter interno del ano y de la contracción
del intestino grueso y el recto, que impulsan las heces hacia el ano. La distensión del recto
y el estimulo resultante de los nervios de sus paredes es lo que despierta el deseo de
defecar. Si este aviso se desatiende, el recto se adapta al nuevo tamaño, el estimulo se
reduce y por fin desaparece.
Recto y ano
Recto: Forma parte del intestino grueso, y esta situado a continuación de este. Tiene forma
cilíndrica, excepto en su parte inferior, llamada ampolla. Se llama recto porque es mucho
menos flexuoso que el colon. Tiene por termino medio, 13 cm. de longitud. En su interior
presenta dos especies de válvulas (válvulas de Houston), una de ellas (la de Kohlrausch)
bastante visible en el lado derecho. En su parte inferior hay una serie de repliegues
curvilíneos, las válvulas semilunares de Morgagni, separadas entre si por las columnas del
mismo nombre.
Ano: Por debajo del recto esta el canal anal, de unos cuatro cm. de longitud, revestido de
crestas verticales llamadas columnas anales. En las paredes del canal anal hay dos fuertes
hojas planas de músculos llamados esfínteres interno y externo, que actúan como válvulas
y que se relajan durante la defecación.
Absorción y transporte de los nutrientes
Las moléculas digeridas de los alimentos, y el agua y minerales provenientes de la dieta se
absorben en la parte superior del intestino delgado. Los materiales absorbidos atraviesan la
mucosa y pasan a la sangre, que los distribuye a otras partes del cuerpo para almacenarlos o
para que pasen por otras modificaciones químicas. Como dijimos antes, esta parte del
proceso varía dependiendo de los diferentes tipos de nutrientes.
ABSORCIÓN DE LOS PRINCIPIOS INMEDIATOS
La absorción de todos los principios inmediatos se realiza fundamentalmente en el intestino
delgado y fundamentalmente en las partes más proximales. Está facilitada gracias a una
gran superficie de absorción que oscila ente los 40, 50 a 55 metros cuadrados por la
existencia en la mucosa intestinal de pliegues y vellosidades. Así mismo, existen una serie
de espículas microscópicas (microbillis) que aumentan aún más la superficie.
CARACTERÍSTICAS DIETÉTICAS DE LOS PRINCIPIOS INMEDIATOS
HIDRATOS DE CARBONO
Sobre todo los que se presentan en forma de granos y tubérculos, constituyen la fuente más
disponible de alimentos. Es la más económica. Los hidratos de carbono están formados por
la combinación de Hidrógeno, Carbono y Oxígeno, sintetizada por las partes verdes de las
plantas a partir de la energía solar.
La unión de CO2 de la tierra con el H2O y la luz solar, mediante el proceso de la
fotosíntesis originan los hidratos de carbono y oxígeno que se libera. En ausencia de luz, la
reacción es invertida.
Podemos clasificar los hidratos de carbono desde un punto de vista nutricional:
Hidratos de carbono simples (mono y disacáridos)
Hidratos de carbono complejos (origen animal y vegetal)
IMPORTANCIA DE LOS HIDRATOS DE CARBONO SIMPLES
Dentro de los monosacáridos tenemos las pentosas y las hexosas
Tenemos la ribosa y desoxirribosa. A las pentosas se les ha estado dando poca importancia
en nutrición. Actualmente se les ve más importancia como precursoras de nucleótidos
(intervienen en mecanismos inmunitarios).
Hexosas
Tenemos la glucosa, fructosa y galactosa:
Glucosa: A la glucosa se le denomina también dextrosa. La glucosa es la forma
final de transformación de la mayoría de los hidratos de carbono. Abunda en las
frutas y en las hortalizas.
Fructosa: La fructosa también llamada levulosa, se encuentra en la fruta, en algunas
hortalizas, en asociación con la glucosa y en la miel.
Galactosa: La galactosa no existe de forma natural y se forma a partir de la
hidrólisis de la lactosa.
Dentro de los disacáridos tenemos:
Sacarosa: Es el azúcar común. Por hidrólisis se convierte en fructosa más glucosa.
Maltosa: También llamada azúcar de malta. Por hidrólisis por acción de la maltasa
se desdobla en dos glucosas.
Lactosa: Por acción de la lactasa se convierte en glucosa más galactosa.
Otros hidratos de carbono simples:
Existen otros hidratos de carbono como pueden ser los alcoholes, sorbitol y manitol.
Derivan de la fermentación del alcohol y tiene poder edulcorante similar al azúcar y en
función de su teórica insulinodependencia se ha utilizado en alimentos para diabéticos. Se
encuentra en casi todas las frutas pero en pequeñas cantidades. Destaca en cuanto al
manitol: azúcar, espárragos y zanahorias. Tiene una característica particular, y es que se
absorbe poco y produce diarrea. Se absorbe muy lentamente y parcialmente
insulinodependientes. El exceso en su ingesta puede producir ceguera.
Hay otro alcohol, el etanol, que se produce por fermentación del azúcar y su característica
es el de un aporte calórico importante frente a la glucosa.
IMPORTANCIA DE LOS HIDRATOS DE CARBONO COMPLEJOS
Se conocen también con el nombre de polisacáridos. En general sirven como sustancias de
almacenamiento. Destaca el almidón, dextrinas, celulosa y las pectinas.
El almidón, es la forma más común de almacenamiento de los hidratos de carbono.
Está formado aproximadamente por la unión de entre 250 y 1000 unidades de
glucosa. Es la forma más compleja en que se presentan los hidratos de carbono
sobre todo en los granos de cereales.
Las dextrinas, son productos derivados de la hidrólisis parcial del almidón. Son
moléculas menos complejas y al ser sustancias con menor peso molecular se
absorben mejor.
La celulosa es el principal constituyente de la materia leñosa de las plantas. La
caracteriza su indigeribilidad por los enzimas intestinales, pero puede ser
desintegrada por fermentación bacteriana. Precisamente por esta no digestión, tiene
su principal ventaja ya que así incrementa el bolo fecal y no engordan. Hay varias
clases como son la hemicelulosa, lignina, …
Las pectinas son un tipo de fibra que se encuentra sobre todo en frutas (manzanas).
Tienen propiedades coloidales. Son capaces de absorber agua y por tanto pueden
convertir unas heces líquidas en sólidas.
Dentro de los hidratos de carbono tenemos el glucógeno, como único
almacenamiento de hidratos de carbono en el hombre. Pero es muy poca la cantidad
de almacenaje de glucógeno. Se necesita 3 veces su volumen de agua. Por cada kilo
de glucógeno necesitamos 3 litros de agua.
Absorción de los hidratos de carbono
Hidratos de carbono. Un adulto promedio consume cerca de 300 Kg. de hidratos de
carbono al día. Algunas de nuestras comidas más corrientes, como el pan, las papas, los
pasteles, los dulces, el arroz, los espaguetis, las frutas y las verduras, contienen
principalmente hidratos de carbono. Muchas de ellas contienen al mismo tiempo almidón,
que es digerible, y fibra, que no lo es.
Los hidratos de carbono digeribles se descomponen en moléculas más sencillas por la
acción de las enzimas de la saliva, del jugo pancreático y de la mucosa intestinal. El
almidón se digiere en dos etapas: primero, una enzima de la saliva y del jugo pancreático lo
descompone en moléculas de maltosa; luego, la maltasa, una enzima de la mucosa del
intestino delgado, divide la maltosa en moléculas de glucosa que pueden absorberse en la
sangre. La glucosa va por el torrente sanguíneo al hígado, en donde se almacena o se utiliza
como fuente de energía para las funciones del cuerpo.
El azúcar común es otro hidrato de carbono que se debe digerir para que sea útil. Una
enzima de la mucosa del intestino delgado digiere el azúcar común y lo convierte en
glucosa y fructosa, cada una de las cuales puede absorberse en el intestino y pasar a la
sangre. La leche contiene lactosa, otro tipo de azúcar que se transforma en moléculas
fáciles de absorber mediante la acción de una enzima llamada lactasa, que se encuentra en
la mucosa intestinal.
Cuando nos tomamos un trozo de pan, hay una hidrólisis a moléculas más pequeñas hasta
llegar a las más simples, la glucosa, que será absorbida.
Los hidratos de carbono se absorben como monosacáridos: glucosa, fructosa y galactosa.
Absorción de la glucosa:
Si tomamos hidratos de carbono en más cantidad de la necesaria, el ciclo de Krebs se satura
y el acetil coenzima A, deriva en la formación de ácidos grasos en forma de triglicéridos.
Cuando dejamos de comer la reacción es reversible.
Cuando dejamos de comer, teniendo en cuenta que hay tejidos que necesitan
obligatoriamente de la presencia de la glucosa como son la médula renal y cerebro, se
pondrán en marcha unos mecanismos de compensación a partir de las reservas: El
glucógeno que es reserva, es muy escaso y se agota en 24 a 48 horas. Las proteínas son
convertidas en aminoácidos y pasan a piruvato. Es un mecanismo muy antieconómico pues
hace que se pierda músculo. Este mecanismo de neoglucogénesis está mediatizado por otra
hormona, el glucagón.
Absorción de la galactosa:
La galactosa procede de la hidrólisis de la lactosa y excepto en recién nacidos, se ve en
sangre en diversas patologías y nunca en personas normales.
La galactosa es convertida en el hígado en UDP Glucosa, convirtiéndose en GLUCOSA-1-
FOSFATO, que pasará a la vía glucolítica u oxidativa. En este proceso no se precisa
insulina y es por ello que los enfermos diabéticos pueden tomar leche.
Absorción de la fructosa:
La fructosa, también llamada azúcar de la fruta. Es una azúcar mal utilizada en diabéticos.
Hay que tener en cuenta que a los diabéticos hay que hacerles renunciar al sabor dulce.
La fructosa se transforma en el hígado en FRUCTOSA-1-FOSFATO, que es el producto
intermediario entrando en la vía glucolítica del PIRUVATO-ACETIL COA-CICLO DE
KREBS. No tiene como mediadora la insulina aunque en algunos procesos es necesario.
Existe un problema cuando tomamos fructosa con glucosa, que es lo habitual. Sigue un
camino derivado hacia un almacenamiento en forma de ácidos grasos. Esto hace que se
gaste gran cantidad de ATP. En esta conversión de FRUCTOSA-PIRUVATO-ÁCIDOS
GRASOS Y TRIGLICÉRIDOS, y por tanto la cantidad de ATP que se produce por
fructosa deriva en la formación de triglicéridos.
Si damos fructosa sola, si entra en el Ciclo de Krebs.
Hemos visto que como producto del ciclo de Krebs, se produce dióxido de carbono. ¿Qué
ocurre con él? Se elimina por pulmones, pero si comemos muchos hidratos de carbono
aumentan la presión de dióxido de carbono en sangre y haremos una respiración mucho
más profunda y si es enfermo bronquítico crónico, puede provenirle una crisis.
Absorción de las grasas
Grasas. Las moléculas de grasas son una importante fuente de energía para el cuerpo. El
primer paso en la digestión de una grasa como la mantequilla es disolverla en el contenido
acuoso del intestino. Los ácidos biliares producidos por el hígado actúan como detergentes
naturales que disuelven las grasas en agua y permiten que las enzimas descompongan sus
grandes moléculas en moléculas más pequeñas, algunas de las cuales son los ácidos grasos
y el colesterol. Los ácidos biliares se unen a los ácidos grasos y al colesterol y les ayudan a
pasar al interior de las células de la mucosa. En ellas, las moléculas pequeñas vuelven a
formar moléculas grandes, la mayoría de las cuales pasan a los vasos linfáticos cercanos al
intestino. Estos vasos llevan las grasas modificadas a las venas del tórax y la sangre las
transporta hacia los lugares de depósito en distintas partes del cuerpo.
Las grasas de la dieta están compuestas por triglicéridos (3 ácidos grasos y un alcohol que
suele ser el glicerol). Están compuestos también los triglicéridos por Hidrógeno, Oxígeno y
Carbono.
Los ácidos grasos tienen una serie de átomos de carbono que le dan longitud a la cadena:
Ácidos grasos de cadena larga: Más de 12 átomos de carbono
Ácidos grasos de cadena intermedia: Entre 8 y 10 átomos de carbono
Ácidos grasos de cadena corta: Menos de 8 átomos de carbono
Los ácidos grasos se combinan con el hidrógeno. Serán ácidos grasos saturados aquellos
que tienen todos sus carbonos ocupados por átomos de hidrógeno y ácidos grasos
insaturados aquellos que sustituyen un átomo de hidrógeno por un doble enlace.
Según la longitud de cadena de los ácidos grasos que forman los triglicéridos y
distinguiremos:
Triglicéridos de cadena larga: Más de 12 átomos de carbono
Triglicéridos de cadena intermedia: Entre 8 y 10 átomos de carbono
Triglicéridos de cadena corta: Menos de 8 átomos de carbono
Nada tiene que ver la absorción de los triglicéridos de cadena larga con los de cadena
media y los de media con los de corta.
Más de 90% o 95% de los triglicéridos de la dieta están en forma de LCT (triglicéridos de
cadena larga). Los triglicéridos de cadena intermedia MCT, prácticamente no se encuentran
en los alimentos como tales aunque en los últimos diez años se obtienen por destilación
fraccionada del aceite de coco. Los triglicéridos de cadena corta, SCT, tienen muy poca
importancia en nutrición humana pero que se estudia como nutriente específico del
intestino, y aunque nosotros en dieta no los tomamos como tales, sí que los tomamos como
fibra vegetal de cuyo metabolismo se obtienen los triglicéridos de cadena corta.
La importancia de diferenciar los de cadena larga y corta es que tienen un mecanismo
distinto de absorción y pueden hacer de la nutrición un tratamiento.
Absorción de los L.C.T.:
Por acción de la lipasa son convertidos en ácidos grasos y monoglicéridos. El problema es
que estos ácidos grasos y monoglicéridos no se pueden absorber porque son insolubles en
agua y por lo tanto no pueden atravesar la pared intestinal. Tiene por tanto que haber un
mecanismo que permita su absorción esquemáticamente:
A los ácidos grasos y monoglicéridos se les unen las sales biliares procedentes del hígado,
formando entonces una partícula nueva llamada micela. La formación de ésta partícula
permite la solubilización de las grasas. Si no hay sales biliares no se produce la partícula y
por tanto no se absorben grasas.
La solubilización se produce en el yeyuno. La formación de la micela permite el paso al
enterocito de los ácidos grasos y los monoglicéridos.
Una vez que las sales biliares se separan de la micela progresan solas y en el ileon terminal
vuelven a reabsorberse y pasan al hígado constituyendo la circulación entero hepática, con
el fin de perder poca bilis.
Los ácidos grasos y monoglicéridos dentro ya de la célula vuelven a sintetizarse en LCT.
Los LCT ahora, se unen al colesterol formando una nueva partícula que se le conoce con el
nombre de quilomicrón. El quilomicrón abandona el enterocito pasando a la circulación
linfática que llegando a la vena subclavia izquierda pasa a la circulación sistémica. Una vez
en la circulación sistémica los quilomicrones son atacados por la enzima L.P.L.
(lipoproteinlipasa), que rompe el quilomicrón en triglicéridos y colesterol, siendo los
triglicéridos o utilizados en forma de energía o almacenado en algunas partes del cuerpo.
Absorción de los M.C.T.:
Por acción de las lipasas son convertidos igualmente en ácidos grasos de cadena media y
monoglicéridos, pero a diferencia de los ácidos grasos de cadena larga y monoglicéridos de
cadena larga, no precisan de la asociación de las sales biliares para su absorción y pasarán
directamente a través de la pared del enterocito.
Son sintetizados igualmente a triglicéridos pero no van a necesitar de la formación de
quilomicrones para pasar al sistema circulatorio. Además, van a pasar directamente a la
circulación sanguínea portal.
Por ello, en caso que falle la secreción de lipasa intestinal, los M.C.T. pueden ser
absorbidos como tales por el enterocito y gracias a una lipasa intracelular estos M.C.T. son
convertidos en ácidos grasos y monoglicéridos.
Diferencias entre los MCT y LCT.
En el número de átomos de carbono
Los LCT precisan de las sales biliares
Los LCT pasan a la linfa. Los MCT pasan a la sangre portal
Los MCT pueden absorberse incluso sin la presencia de lipasa intestinal.
Consideraciones en algunas patologías.
En caso de litiasis de colédoco, cáncer de páncreas, aparece una ictericia obstructiva. Por
consecuencia se va a impedir una secreción de bilis. Este enfermo no tendrá restricción de
hidratos de carbono ni tampoco de proteínas. En cambio las grasas no las va a poder utilizar
ya que no van a formar micelas y aparece un cuadro de mala absorción de grasas (diarrea,
pérdida de líquidos, pérdida de otros nutrientes). Pero como las grasas son esenciales,
entonces procuraremos que el enfermo tome grasas en forma de MCT que sí podrán ser
absorbidas al no necesitar de sales biliares.
Si la piedra se encuentra en la ampolla de Vater, también se encuentra obstruida la
secreción pancreática, pero no habrá problema con los MCT pues sí se podrán absorber.
En las pancreatitis crónicas, donde no hay secreción de jugo, podremos manipular la
alimentación dando hidratos parcialmente hidrolizados, dextrinomaltosa, daremos proteínas
en forma de polipéptidos y grasas en forma de MCT.
Hay otro detalle, decíamos que los LCT abandonan el enterocito a vía linfática y los MCT a
circulación porta. Es importante saber que en algunos traumatismos si se daña el conducto
torácico se puede producir un quilotorax. Hay que drenar y procuraremos que no se forma
mucha linfa y para ello evitaremos formación de quilomicrones suprimiendo grasas de
cadena larga por grasas de cadena corta.
Las grasas de cadena media tiene otras muchas aplicaciones y en compromisos importantes
el intestino se ve también afectado y entonces la absorción será comprometida. Por tanto la
administración de MCT favorece la absorción.
Absorción de las proteínas
A pesar de que la mayoría de las proteínas se absorben en forma de aminoácidos, algunas
se absorben en forma de péptidos, y en concreto los dipéptidos se absorben mejor que los
aminoácidos.
Los alimentos como carne, huevos y frijoles están formados por moléculas enormes de
proteínas que deben ser digeridas por enzimas antes de que se puedan utilizar para fabricar
y reparar los tejidos del cuerpo. Una enzima del jugo gástrico comienza la digestión de las
proteínas que comemos. El proceso termina en el intestino delgado. Allí, varias enzimas del
jugo pancreático y de la mucosa intestinal descomponen las enormes moléculas en unas
mucho más pequeñas, llamadas aminoácidos. Estos pueden absorberse en el intestino
delgado y pasar a la sangre, que los lleva a todas partes del cuerpo para fabricar las paredes
celulares y otros componentes de las células.
Vitaminas. Otros integrantes fundamentales de nuestra comida que se absorben en el
intestino delgado, son las vitaminas. Estas sustancias químicas se agrupan en dos clases,
según el líquido en el que se disuelven: hidrosolubles (todas las vitaminas del complejo B y
la vitamina C) y liposolubles (las vitaminas A, D y K).
Agua y sal. La mayoría del material que se absorbe del intestino delgado es agua, en la que
hay sal disuelta. El agua y la sal vienen de los alimentos y líquidos que consumimos y de
los jugos que las glándulas digestivas secretan. En el intestino de un adulto sano se absorbe
más de un galón de agua con más de una onza de sal cada 24 horas.
Fisiología y enfermedad.
La regulación de los procesos que se realizan en el aparato digestivo es llevada a cabo por
el sistema nervioso y por ciertas hormonas y, en algunas partes, también por sustancias
químicas. Como el resto de las partes del cuerpo, cada uno de los órganos que integran el
aparato digestivo es susceptible de padecer enfermedades. Estas pueden ser de muy distinto
origen: congénito, infeccioso, canceroso, ambiental o por inflamación. En cualquiera de los
casos es necesario tratar de evitarlas o si se han manifestado buscar un tratamiento
adecuado, para el aparato digestivo, y por tanto su correcto funcionamiento, resulta
imprescindible para la actividad vital. La terapéutica de este sistema comprende áreas
médicas de distinta índole. Así, la odontología, la gastroenterología y la cirugía son
disciplinas que centran sus estudios y tratamientos en los órganos digestivos.
Factores que afectan la digestión
Psicológicos:
Factor psicológico: emociones de cada persona (bulimia y anorexia), aspecto del alimento,
olor, color, sabor.
BULIMIA. Cuando La Comida Sustituye Al Amor
La bulimia es un trastorno psicológico que se focaliza en una ansiedad incontrolada por la
comida. Al punto de que quien la sufre llega a provocar los vómitos para poder seguir
comiendo. La persona bulímica puede presentar periodos de aparente normalidad en cuanto
a lo que normalmente ingiere pero en determinados momentos -en respuesta a situaciones
de estrés- siente una necesidad imperiosa de comer, incluso por la noche, convirtiéndose en
auténticos saqueadores nocturnos de frigoríficos. Lo que les lleva a aumentar de peso de
forma considerable.
Se trata de un problema que afecta a personas de ambos sexos y, aunque muchos de ellos
presentan una estatura y peso normales, sufren una tremenda adicción a la comida o a
determinados alimentos. Se trata de una enfermedad grave que puede derivar en problemas
digestivos muy serios y que precisa de tratamiento psicológico. En cualquier caso, es bueno
que el bulímico incorpore a su vida una serie de hábitos como estos:
· Comer a horas fijas.
· Comer en compañía de otras personas ya que ello le ayudará a controlarse.
· Manifestar sus sentimientos. La rabia, la tristeza y la angustia impulsan a compensarse
con la comida.
· No comer entre horas.
· Hacer ejercicio.
· Estar ocupado. El aburrimiento y la soledad pueden hacer que la persona llene su vacío
con la comida.
· No tener en casa alimentos ricos en azúcar.
· Abstenerse de usar laxantes.
· No provocar vómitos.
En definitiva, la comida puede provocar dependencia psicológica ya que se intenta tapar el
desequilibrio emocional compensándose con algo que le gratifica. Aunque después, como
todos los adictos, la persona se culpabilice por haber caído en ello.
ANOREXIA: Cuando Adelgazar Hace Peligrar La Vida
La anorexia es un trastorno psicológico y físico que se manifiesta con una disminución
alarmante de peso. Sus víctimas suelen ser jóvenes adolescentes de ambos sexos aunque es
mucho mayor la incidencia entre las mujeres que, a pesar de su delgadez, continúan
viéndose obesas y haciendo dietas para bajar de peso. Pueden pasar de un extremo a otro:
no comer ignorando la sensación de hambre o, por el contrario, comer exageradamente para
provocarse el vómito inmediatamente después. Si no se pone remedio, el anoréxico puede
llegar a morir por desnutrición, hipotermia o deshidratación.
Las causas de la aparición de la anorexia no están aún claras pero influyen:
· Las presiones escolares y familiares.
· La baja autoestima.
· Los traumas infantiles.
· El miedo a incorporarse al mundo de los adultos.
· Las dificultades de relación durante la adolescencia o la pubertad.
· El temor al fracaso o al rechazo.
· La necesidad afectiva y el deseo de llamar la atención.
Es muy importante que al tratamiento médico -en fases agudas necesitan ser internados en
un hospital- se sume la atención psicológica a fin de ayudarles a solucionar sus problemas
emocionales y evitar posibles recaídas. De hecho, los médicos han podido comprobar cómo
en muchos casos, cuando el paciente es capaz de afrontar sus conflictos y resolverlos, se
soluciona el problema de la anorexia.
Acción bacteriana:
En un recién nacido, el aparato digestivo es prácticamente estéril, no tiene implantado la
flora microbiana. Lo primero que se implanta con la leche materna es Lactobacillus,
también Escherichia coli en el íleon. Las bacterias del intestino grueso fermentan las
sustancias no digeridas, produciendo gases, ácidos y también puede que sustancias tóxicas.
Los resultados de diversos experimentos científicos demuestran que la alteración de la flora
intestinal (o bacterias intestinales) puede provocar problemas de salud como indigestión,
reducción de la inmunidad y propensión a la diarrea. Algunos de los factores que alteran el
equilibrio natural del intestino son el estrés, una dieta pobre, el consumo de antibióticos o
simplemente el cansancio.
Durante mucho tiempo se pensó que el intestino grueso, y en particular el colon, no
desempeñaba una función de gran importancia en el proceso de la alimentación. Sin
embargo, los estudios recientes indican que la microflora colónica representa un papel
fundamental en la salud y que hasta ahora se ha subestimado la función del intestino
grueso.
El sistema digestivo tiene normalmente más de 400 especies de bacterias
(buenas y malas), que trabajan en armonía para el mantenimiento de la
salud.
A las bacterias buenas o “beneficiosas” se les llama también Probióticos y
también se definen como: aditivos alimentarios de microorganismos vivos.
Los probióticos han sido consumidos por centurias alrededor del mundo, en
forma de alimentos fermentados o cultivados como yogur, queso cottage y
leche de granos.
Hoy día, existe evidencia científica que da soporte a la habilidad de los
probióticos para aumentar la resistencia del organismo a patógenos
entéricos (intestinales bacterias patógenas como la escherichia coli, la
salmonella, la staphilococus, la cándida, etc.,) acelerar la recuperación del
tracto gastro-intestinal después de un tratamiento con antibióticos,
estimular el sistema inmune, mejorar el sistema urinario y la salud vaginal y
asistir al aparato digestivo en la digestión de la lactosa (proteína de la leche)
Eli Metchnikoff (Premio Novel-1907), introdujo la teoría que el colon
contiene bacteria putrefacta y consumiendo leche fermentada, la vida se
puede prolongar y evitar la enfermedad.
Para ser considerado “probiótico”, la bacteria tiene que sobrevivir el medio
acidico del estómago, colonizar el intestino delgado y grueso y actuar como
una barrera en contra de bacterias patógenas. Adicionalmente, los
probióticos ayudan en el metabolismo de los carbohidratos y la absorción de
vitaminas en el tracto intestinal.
Los probióticos mas conocidos son el Lactobacillus, encontrado
primariamente en el intestino delgado y la Bifidobacteria en el intestino
grueso.
El Lactobacilus acidófilus es uno de los probióticos mas populares y además
de sus beneficios al tracto intestinal, se anota:
Producción de vitaminas del complejo B (B6, B12, ácido fólico, riboflavina,
Niacina, Biotina y ácido pantoténico, mejora la absorción del calcio, produce
enzimas como la lactasa, que ayuda a la digestión de la proteína de la leche
(lactosa) y a mejorar los síntomas del Síndrome de Intestino Irritable,
produce antibióticos naturales que ayudan en el control de bacterias
patógenas intestinales, ayuda en la digestión de los alimentos y al control de
la candidiasis intestinal.
El Acidófilus se puede consumir en forma de productos lácteos como el
yogur, queso cottage, productos naturales en forma de liquido o cápsulas,
que proveen una mayor concentración de la bacteria que la leche, el yogur
con Acidófilus u otros productos lácteos cultivados.
Además del Lactobacilus acidófilus el yogur contiene otras dos clases de
bacteria beneficiosa que son: el Lactobacilus bulgaricus y el Streptococcus
thermophilus, que ayudan en la digestión de los carbohidratos de la leche,
propiedad deseada para aquellas personas que sufren de intolerancia a la
proteína de la leche (lactosa). Se debe evitar aquellos productos que han sido
calentados en su procesamiento, ya que el calor destruye las bacterias
beneficiosas.
Muchas personas toman Acidófilus cuando viajan a otros países, como
prevención para las infecciones intestinales y como ayuda para la
recuperación del tracto digestivo, después de un tratamiento con
antibióticos, especialmente antibióticos de amplio espectro. Es también
recomendado a mujeres con infecciones vaginales a repetición.
Para seleccionar adecuadamente el suplemento de probióticos, tiene que
estar en refrigeración (liquido o cápsulas), las preparaciones de “secado por
congelación” (freeze drying) son mas estables y mantienen sus propiedades
por mas tiempo. Es recomendable revisar la fecha de expiración, porque si
han estado almacenados por mucho tiempo, es posible que pierdan sus
efectos beneficiosos. El yogur fresco, hecho en casa es una rica fuente de
probióticos.
Procesado del alimento: comidas frecuentes y en menor cantidad son mejores para una
buena digestión.
No sólo es importante la calidad de los alimentos que comemos, sino como los digerimos y
absorbemos. Para que los alimentos sean digeridos completamente, no dejen ningún
residuo tóxico y no interfieran con los procesos metabólicos, cada enzima y jugo digestivo
deben ser segregados en la cantidad adecuada y en el momento preciso y la pared intestinal
debe encontrarse en un buen estado de salud.
Si esto no es así, se produce una mala digestión o una mala absorción de los alimentos, lo
que puede estar relacionado con una infinidad de problemas de salud, ya que no sólo somos
lo que comemos sino que somos lo que absorbemos de nuestra dieta.
La Mala Digestión
Teóricamente, el proceso digestivo tendría que producirse con rapidez y eficacia para
obtener el máximo valor nutritivo de los alimentos que consumimos. Si la digestión es
lenta, los alimentos no digeridos pueden fermentar en el tracto digestivo, lo que produce
malestar y una ineficiente absorción de los nutrientes. El término dispepsia hace referencia
a la sensación de dificultad para realizar adecuadamente la digestión. Los síntomas más
comunes son ardor, dolor en el centro del pecho, pesadez de estómago, sabor ácido en la
boca, eructos, náuseas y sensación de que la comida viene a la boca (reflujo). Los síntomas
pueden ser debidos a múltiples causas entre ellas la úlcera de estómago, la esofagitis por
reflujo, las comidas muy pesadas, la toma de alcohol, el consumo excesivo de tabaco o la
toma de algunos fármacos como los antiinflamatorios.
Las causas de la mala digestión:
. Mala masticación: normalmente debido a que se come muy rápido. La masticación
cumple una función muy importante en el proceso digestivo. Si no se mastica bien, se
perjudica la digestión y se reduce la eficacia de las otras etapas del proceso digestivo.
. Comer demasiado: Cuanto mas comas, el sistema digestivo tendrá menos posibilidades de
hacer una digestión completa.
. Beber grandes cantidades de líquido con las comidas: el líquido diluye las secreciones
(ácido, enzimas y bilis) que son responsables del proceso digestivo. La dilución de estas
secreciones perjudica la eficacia de la función que cumplen e interrumpe el proceso
digestivo.
. Comer tarde: los procesos digestivos dejan de funcionar hacia el final del día, por lo que
comer a última hora es una causa común de problemas digestivos.
. Estrés: Es bien sabido que el estrés perjudica el proceso digestivo. Escasez de acido
estomacal o de secreción de enzima digestiva: Algunos individuos no producen la cantidad
suficiente de ácido estomacal y/o enzimas digestivas que les permitan hacer una digestión
normal.
Los síntomas de una mala digestión. Falta de energía: los alimentos mal digeridos no son
absorbidos por el torrente sanguíneo. Por lo tanto, gran parte de dichos alimentos queda en
el intestino en lugar de ser transportadas a las células para generar energía.
. Deficiencias nutritivas: Las vitaminas y los minerales esenciales para la vida provienen de
la alimentación, por lo que es muy probable que la mala digestión y absorción de los
alimentos produzca deficiencias nutritivas múltiples. Tales deficiencias pueden tener
consecuencias de gran alcance y a largo plazo, desde cansancio hasta una mayor riesgo de
sufrir afecciones cardiacas y cáncer.
. Malestar digestivo: Si el sistema digestivo es ineficaz, los alimentos no digeridos o
digeridos en forma parcial pueden fermentar en el intestino. Esto puede provocar gases -
eructos y flatulencias- así como hinchazón y dolor abdominal.
. Alteración del movimiento de los intestinos: la mala digestión genera constipación o
flojedad intestinal y a veces una combinación de ambas.
¿Que es la indigestión?
Indigestión es el término que se usa para describir el malestar abdominal que sentimos
después de comer. Cuando hay dolor, suele situarse en la parte superior del abdomen. Otros
síntomas comunes son náuseas, hinchazón y eructos en exceso. La indigestión en general es
consecuencia de una gastritis (una inflamación del recubrimiento del estómago), o una
ulcera en el estómago o en la primera porción del intestino delgado, llamada duodeno. Los
factores que contribuyen a una indigestión son el exceso o la escasez de acidez estomacal,
una masticación inadecuada y la ingesta de gran cantidad de comida.
Motivo de alergias
Las proteínas parcialmente digeridas son un factor fundamental en los problemas de
alergias. Cuando la digestión de las proteínas no es completa, estas pueden ser absorbidas
en la sangre parcialmente digeridas e inducir una respuesta alérgica a los alimentos. Al
exponer el sistema inmunitario a las proteínas parcialmente digeridas, este reacciona contra
ellas produciendo una respuesta alérgica que ocurre tanto en la pared intestinal, dando lugar
a irritación e inflamación, como de manera sistémica, produciendo problemas en la piel,
dolores de cabeza, infecciones frecuentes, fiebre del heno, asma o incluso problemas
mentales.
La digestión de las proteínas comienza en el estómago. Los jugos gástricos secretados en el
estómago contienen ácido hidorclorídrico, encargado de acidificar los alimentos y parar la
acción de la enzima salival. También contienen una enzima proteolítica denominada
pepsina encargada de la digestión de las proteínas. La pepsina necesita de un entorno ácido
para comenzar la ruptura de la proteína y por eso es tan importante que haya una suficiente
secreción de ácido hidroclorídrico en el estómago.
Trastornos Del Sistema Digestivo
Trastornos gástricos
Muchos de los síntomas que se atribuyen a enfermedades del estómago pueden estar
originados por trastornos psicosomáticos, enfermedades sistémicas generales o
enfermedades de órganos vecinos, como el corazón, hígado o riñones. Además de las
úlceras y el cáncer, las alteraciones gástricas incluyen: dispepsia (indigestión gástrica),
gastritis y estenosis, además de las originadas por las cicatrices de las úlceras curadas. El
tratamiento de las dispepsias (molestias pospandriales) es el de la entidad causal.
Alteraciones De Las Porciones Altas
Esofagitis
La esofagitis por reflujo es una lesión de la mucosa esofágica causada por reflujo del
contenido gástrico o intestinal que penetra en el esófago. Según el agente causal se
denomina esofagitis péptica, biliar o alcalina. Para que se produzca un episodio de reflujo
tiene que reunirse dos condiciones: el contenido gastrointestinal ha de estar "presto" para el
reflujo y el mecanismo antirreflujo a nivel del extremo inferior del esófago ha de estar
perturbado. Este trastorno produce acidez y el principio básico del tratamiento es
neutralizar la sustancia atacante (como antiácidos y antagonistas del receptor H2 en la
esofagitis péptica, y colestiramina e hidróxido de aluminio en la esofagitis biliar). En
general, el tratamiento de casos no complicados incluye disminución de peso, dormir en
una cama con la cabecera elevada, antiácidos, suprimir los factores que aumentan la
presión abdominal, y evitar el tabaco y los medicamentos peligrosos. La esofagitis también
puede ser viral, causada por el virus de herpes simple. Y también puede ser una esofagitis
por cándida, ya que varias especies de Cándida son habitantes normales de la garganta y
pueden volverse patógenas en determinadas circunstancias (diabetes, tratamientos con
antibióticos...) produciendo esofagitis.
Tumores De Esófago
A los tumores benignos de esófago les corresponde menos del 10 % de todos los tumores
esofágicos. Cuando estos tumores son malignos el paciente presenta disfagia progresiva
(deglución difícil) y rápida pérdida de peso. El dolor torácico se origina cuando el tumor se
difunde a los tejidos periesofágicos, por lo tanto cuando se descubre la enfermedad suele
estar avanzada y su pronóstico es malo, la supervivencia de cinco años es del orden de 5 %,
siempre que el tumor se halla extirpado y se halla llevado a cabo un tratamiento con
radioterapia, quimioterapia o ambos. En más de un 60 % de los pacientes solo es posible
limitarse a un tratamiento paliativo.
También son dignas de mención las hernias o salientes de un órgano que se introducen en
una parte distinta del cuerpo. Con relación al tubo digestivo destacan las hernias de hiato,
que se producen cuando una parte del estómago se proyecta a través de la abertura del
diafragma por la que pasa el esófago.
Alteraciones Gástricas
Úlcera
Son muy frecuentes las úlceras pépticas que consisten en la obstrucción de la mucosa en la
zona del estómago, denominada úlcera gástrica o del duodeno (úlcera duodenal), quedando
sus paredes expuestas al ataque de los jugos digestivos e, incluso, pueden llegar a ser
perforadas. Se establece una pauta terapéutica atendiendo al tipo de alteración específica;
así, se combina una dieta (absoluta, blanda) con fármacos del tipo antiácido (almagato,
magaldrato) y bloqueantes de los receptores H2 (cimetidina, ranitidina) y de la bomba de
hidrogeniones (omeprazol). Se ha demostrado en estudios recientes, la existencia de una
bacteria (Helycobacter pilorii) que vive en el estómago de las personas que presentan
úlcera gástrica. Es resistente a la acidez del jugo gástrico y se piensa que es el agente
causante del 70% de las úlceras gástricas.
Hay varios factores que aumentan el riesgo de padecerlas: predisposición genética,
consumo de tabaco, consumo excesivo de café y alcohol y el uso regular de algunos
medicamentos como la aspirina. El estrés y la tensión nerviosa también pueden predisponer
a una persona a padecer una úlcera.
En la úlcera gástrica el dolor generalmente se debe y produce con y por la comida, mientras
que la úlcera duodenal duele por sí misma. A menudo hay una pérdida de sangre crónica
que aboca a una anemia por erosión superficial y, más seriamente, la úlcera puede
erosionar un vaso sanguíneo grande causando una fuerte hemorragia.
En tal caso, el paciente vomita sangre, hematemesis, y tiene deposiciones de color negro
intenso y consistencia pegajosa, llamadas melenas, debido a que la sangre ha sido
parcialmente digerida.
La posible perforación de la úlcera supone un serio y grave peligro por el vertido de
potentes sustancias químicas y enzimas a la cavidad peritoneal.
Gastritis
La gastritis erosiva, también conocida como gastritis hemorrágica o erosiones gástricas
múltiples, es causa frecuente de hemorragia de tubo digestivo alto, pero casi nunca grave.
Lo primero que hay que hacer es parar la hemorragia, en algunos casos hay que recurrir a
un lavado de estómago con una solución salina isotónica, y después se instituye un régimen
con antiácidos y cimetidina oranitidina cada hora.
Cáncer De Estómago
El cáncer gástrico o de estómago es uno de los más frecuentes en todo el mundo. Los
síntomas en sus primeras fases, que es cuando es susceptible de curación son mínimos o
nulos, por lo que los enfermos suelen consultar demasiado tarde. No se conocen las causas
aunque se culpa a la dieta y parece ser que esta dolencia posee un ligero elemento genético.
La extirpación quirúrgica del tumor es la única posibilidad de lograr la curación. La
búsqueda minuciosa de signos de metástasis a distancia evitará cirugía innecesaria. La
exploración física se completa con radiología de tórax, pruebas de funcionamiento
hepático, y ultrasonido abdominal.
Obstrucción
En el estómago, la única obstrucción significativa se da a nivel del píloro y se debe bien a
un desarrollo excesivo del esfínter muscular como se suele encontrar en bebés (estenosis
pilórica), bien en adultos a consecuencia de cicatrices de ulceras o neoformaciones de la
zona.
Alteraciones Intestinales
Estreñimiento
Uno de los trastornos más comunes es el estreñimiento, debido al paso lento del contenido
intestinal por el colon, con lo que se absorbe una cantidad excesiva de agua y las heces se
endurecen y se hacen difíciles de expulsar. Suele ser síntoma, simplemente, de una dieta
incorrecta, pero la acumulación de las heces ejerce una presión que puede producir la
dilatación de las venas, y provocar las dolorosas y molestas almorranas o hemorroides.
Obstrucción
Ante un estreñimiento absoluto es evidente la existencia de obstrucción, éste es uno de los
problemas más comunes que pueden ocurrir en relación a la luz del tracto. La obstrucción
suele tener su causa dentro y fuera del sistema. Si es total o virtualmente completa, el
líquido y los alimentos se acumulan detrás de la obstrucción y esto ocasiona varios efectos
en relación con el tiempo de obstaculización del sistema. Una característica común del
cuadro es el vómito, que normalmente se da en forma violenta y sin ningún esfuerzo según
el tipo. En la obstrucción alta el vómito suele contener alimentos rancios agriados y
presencia de bilis verde, y cuando la obstrucción es baja, se parece comúnmente a las
heces. El abdomen aparece tenso reflejando la distensión del intestino y siendo
especialmente prominente en la obstrucción del colon. No se evacuan gases ni heces. Una
vez que el intestino está distendido, se detiene virtualmente la absorción y las secreciones
liberadas en el intestino no son absorbidas. Como pueden totalizar ocho o más litros en
veinticuatro horas, el paciente se deshidrata rápidamente. Dependiendo de la causa puede o
no haber dolor.
El intestino delgado puede obstruirse por bandas de tejido fibroso llamadas adherencias,
que comprimen desde fuera, obstrucción extrínseca, o bien puede colapsarse una parte del
intestino a través de alguna de las aberturas naturales de la pared abdominal y se obstruye
como resultado de ello. Tal profusión constituye lo que se llama hernia, y aunque éstas sean
comunes, no lo es tanto la obstrucción por su causa. La más común de las obstaculizaciones
a nivel del colon es la debida a carcinoma, que puede asentaren cualquier punto o a lo largo
de todo el recorrido.
Diarrea
También son frecuentes las diarreas, debidos a un aumento en la actividad de los músculos
intestinales (retortijones) que determinan un paso muy rápido del contenido intestinal y el
agua no se absorbe en cantidad suficiente, por lo que las heces son líquidas. Las causas más
corrientes son infecciones víricas o bacterianas, algunos medicamentos y venenos y
situaciones de estrés.
Tumores Intestinales
En el intestino también pueden desarrollarse tumores. El cáncer de colon y recto es de los
carcinomas (tumor maligno) mas frecuentes tanto en hombres como en mujeres, es muy
común que estos tumores sean invasores y muchos de ellos se diagnostican primero por sus
complicaciones. El tratamiento del cáncer de colones básicamente quirúrgico y la curación
solo es posible cuando el tumor esta limitado a la pared intestinal.
La apendicitis es otro trastorno del intestino y consiste en la inflamación del apéndice,
debido a una infección. Cuando esto sucede ha de ser extirpado lo más rápidamente posible
para evitar complicaciones y suele tener un pronóstico favorable.
Alteraciones De Los Órganos Anejos
Trastornos hepáticos
Respecto al hígado, la enfermedad más corriente es su inflamación o hepatitis,
generalmente causada por virus. Las hepatitis víricas incluyen varios tipos como la
hepatitis A, propagada a través de alimentos contaminados y relativamente poco
importante, y la hepatitis B, propagadas por contacto con sangre o suero infectados o por
contacto sexual que es potencialmente mortal. También existe la hepatitis D, producida por
el agente Delta que coinfecta con el virus de la hepatitis B (H.B.V.), la duración de esta
infección depende de la duración de la infección por H.B.V. y no puede sobrepasarla.
La complicación más temida de la hepatitis viral es la hepatitis fulminante (necrosis
hepática masiva (por fortuna, es rara). Se presenta sobre todo en los casos de hepatitis B y
delta, los enfermos suelen presentar síntomas de encefalopatía y de hecho evolucionar a
coma profundo. Son complicaciones más raras de la hepatitis viral pancreatitis, miocarditis,
neumonía atípica, anemia aplástica, mielitis transversa y neuropatía periférica.
También son comunes la cirrosis, lesión degenerativa del hígado causada normalmente por
el abuso del alcohol y los cálculos biliares, o piedras en la vesícula, que son depósitos de
colesterol o de pigmentos biliares.
Trastornos Del Páncreas
El páncreas también se inflama, aunque las posibles causas no estén suficientemente claras.
Los efectos, sin embargo, pueden ser catastróficos, debido a posible suelta de secreción
externa de las proteasas pancreáticas por la inflamación, con lo que se inicia su auto
digestión.
La salida de las secreciones del órgano a la cavidad abdominal libre es causa de peritonitis
severa. Las secreciones endocrinas probablemente también se afectan, causando
dificultades para controlar el nivel de glucosa en sangre.
Enfermedades que se presentan en el hombre Genéticamente:
Los 46 cromosomas humanos (22 pares de autosomas y 2 de cromosomas sexuales) entre
los que albergan casi 3.000 millones de pares de bases de ADN que contienen alrededor de
de 30.000 a 40.000 genes que codifican proteínas. Las regiones que codifican ocupan
menos del 5 % del genoma (la función del resto del ADN permanece desconocida),
teniendo algunos cromosomas mayor densidad de genes que otros. Uno de los mayores
problemas es encontrar cómo los genes contribuyen en el complejo patrón de la herencia de
una enfermedad, como ejemplo el caso de la diabetes, asma, cáncer y enfermedades
mentales. En todos estos casos, ningún gen tiene el potencial de determinar si una persona
tiene o no la enfermedad. Poco a poco se van conociendo algunas enfermedades cuya causa
es la alteración o mutación de todo o alguna región de un gen. Estas enfermedades afectan
a todos los sistemas u órganos de nuestro cuerpo.