Download - Freud y El Metodo Psicoanalítico
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8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico
1/17
El
método
de
Freud
(Itgo+ eo3l)
psicoanalítico
-
8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico
2/17
Nota
introductoria
Ediciotes
en
demót
(1903
1904
1906
7924
t925
t942
r97
5
Fechaprobable
de redacción
del
trabaio.
En
L. Iiiwenfeld,
Dic
psychkcben
Zwangserschein-
ngen. Yiesbaden Bergmann,págs.5{l-jl.
. J(JN,
1, págs.
18.24.-(191t,2t-ed.,
áes.
t3-9;
192Q,
3e ed.; 1922,
4t ed.)
Tecbnik
and Metaps"rcbol.,
áes.
1.10.
GS, 6,
págs.
3-10.'
-
GV,
5,
pas
3-10.
Sá,
Volumen
complementario
,
págs.99-106.
Traducciones
e¡
castell¿¡o
*
19J0
(El
métodopsicoanalítico
e Freud>.BN
(17
vols.),
14, págs.
69-76.
Traducción
de Luís lópez-Balles-
terG.
1943
Igual
ftulo.
EA,14,
págs.
1-8.El
mismo
raductor.
1948
Igual
frulo.BN
(2
vols.),2,págs.30l-4.
El
mismo
t¡aductor.
195)
Igual
tltulo.
JR, 14,págs.57-62.
El mismo
maducto¡.
1967
lgltal
tltulo.
3N
(3
vols.), 2, págs.
3%-6.
El
mis.
mo traductor-
1972
l$al
tltulo. BN
(9
vols.),
3,
págs.
1003-6.
l mis-
mo t¡aductor.
Este trabaio ue originalmentena conribuciónal lib¡o
de
Liiwenfeld
ace¡ca
e
los
fenómenos
bsesivos.
onsidera-
do
por
Freud
como
el
ob¡e as neu¡osis
obsesivas,
egin
afirma
en su historial
cllnico del
(1909¿\,
JE, 10, pág.
221,
n. 2. Explica
Liiwenfeld
que
persuadió
a
Freud pará que
hiciera esta
on-
.."
(Cf..la
"Adve¡rencia
sobre la
edición en castellano",
sapra,
pÁg.
xnr
y
r. o.t
-
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r¡ibución
a
causa
de
las
grandes
modificaciones
ue
habh
**.iÁ.ti"¿á
su
técnica
.tde
qu" {ue¡a
descrita
por él en
f"*iiii'.¡ri
lin¡iilrio ttsgs¿\.
El
prefacioe
Lbwenfeld
data
de
-
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El
peculiar
método
psicoterapéutico
ue
F¡eud
aolica v
define como psicoanálisis
roviene
del
l.lamado
rocedimieí-
to
catártico acerca
del
cual informó
en 7895,
en los
fu¡udios
sobe
Ia bisteria,
escritos
en colabo¡ación
cón
'l6se-fT-¡eTéñ
La. te¡apiacqtártica ue un.d$cub¡im¡-ento e-EF intiñl
@r-
A,ulrült ¡
C.rlürrá
ú
ulen, unos
diez
añosantes,üabla
curado
con su
a¡rda
a
una
enfetma
histérica,
obteniendo
al hacedo
una inteleic.ión
sobre
la
patogénesis
e sus
slntomas.A
nlz de una
incitación
per-
sonal
de
Breuer,(GEíd)
r-9_romé_& pces
l
procedim.ienü
y
lo
puso
a
prueba
en i
nTñéio mayor
de
áfe¡mos.
'
El
procedimiento
atá¡tico enla ¡or
co¡diciónou,
unos
diez
añosantes.
€
I'u'*¡a
l"G
en
ese estado.
trasmuda-
qente
:
u'r*t¿aí
me|t
yoc"
áf.,aaa{,
TeDB
r
G
e,.b,nn&l
t
ti h>.¡¿
T"rq¿it
D[,utl.'1,-
ror notk{5
I t t .
ú
Et ¡
inell'rera
eüminar os slntomas
.patológicos,
Ia alcanzaba
ha-Erendo
et¡ocede_¡
l
paciente
hasta
el estadopsíquico
en
que
el slntoma
se hablapresentado
or primera
ver. Entotr-
ces
emerglan
en
el.enfe¡mo hionotizado
¡e:cuerdos, ensa-
mtentos
lmpulsos
hastaentonces
usentes
e su conciencia,
Y
tan
pronto
como,
p¡esa
de intensaJGálijGiici-dñEs-a-ÍEldi-
vas,
comunicaba
al médico
estos
procesos
anímicos
suvos.el
slntoma quedaba
uperado
no
retornaba
más. En
iu ía-
baio en cómún,ambosautóreselucidatonestaexoedencia.
susceptible
de repetición
regular, aflrmando
que
ei sl4tomá
ción
(
-
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@,-4,
bien,
que
os
slntomasdesaparezcan
or
sf mismos
cuando
a intervención
médica,
que
se basaen cie¡tas
p¡e-
misasace¡cadel mecanismo
síquico,
ogra
hacer
qu.
uinos
ptocesos
anímicos
pasen
a
un ci¡cuito
{Verlaal\
diferente
del
que
desembocó n la formación
de síntoma.
., Las modif cacion., ou. lFñiJr-,r n-lt]odñó)n el orocedi-
A>sr¿¿,Ár'
o,i.nto
c@
cegqbigr$la
trL.e.
técnicaiahota bien, estos
btindaron nuevos esultados
,
en
:-*.
Io
sucesivo, bligarona
adoptat
una
concepción iversaacer-
ca del rabajo terapéutico,
si
bien
no contradictoria con la
anterior.
El método
fi-tic? va
había renunciado la susestión;
Freuá
empren&ó-eT-segundo
paso:
abando¡4-I4fp¡rosis.
He
aquíei modoen
queioy
trát" a
rrr-éffiJii-iiEñr
Itgt¡def sob¡eellosninsuna nfluenciade ot¡a lndole. os invita a ten-
de¡secómodamente e espaldas obre
ryf¡i
mientrasé1,
sustraldo 6u
vista,
toma asientoen una silla situada
detrás,
Tampoco es
pide que
cierren los
olos,¡
y
evita
todo contacto
sag éq.entre os
personasgualmente-leitas,
a
c A-&Jrs
en
estado
de
hionosismediante
procedimiento.
Por
:'^Y f
qñ.té-aTor¡t
iodo
esñ¡zo
muscular ioda-imo-presióo
hpt'¡" ffiff s-'rJ,&;álJ"*id y-noá+'i"-.án*"io"u
-oc.orren¡,rb.atencí6n
ob¡e su
propia
actividad
anlmica.
Como es sabido, a
pesar
de la habilidad del
médico,el ser
o no hipnotizado depende del albeddo
del
paciarte, y
un
g¡an
número
de
personas
neutóticas no
pueden
ser
puestas
cso
ra
tenuncla a
un
sustituto de esa lndole.
enteramente atisfsctorio.
los oetrsamientosnvoluntarios,sentidoscasi siempre
tos.Y si no
podla
encontrarse
ingún
sustituto
para
esa
alta,
hubierasido moosible
habla¡ de influencia e¡aDéutica.
Ahora
bien.
iqreudhaltó en las ocur¡encias
e los
enfer-
tp
áco'c'tdc
como i
f
eriiirbadorei 6fé-so-á -áiiáilos
n ci¡cunstancias
o
mos
Pq¡.I& Son
thr
r
[f,¡
la descripcióo
ue
hizo del
procedimiento
n
Ia
inrerprc'
taciót dc los tacñot
(l900a\,
SE,4,
píg.
101,F¡eud ¿ún
recomen'
daba
quc
el sujeto mantuviesece¡tados
os ojos.l
sg¡n¡r
nvtnVhientés,
que
suelen¡urrt..
"o
l" ttama
de una exposición
'
,,
deliberada.
a¡aapoderarsee esas cu¡tencias,
teud exhor-
¡t
l{ta
a
los
enfermos
a
que
se deien ¡ en su¡
comunicaciones
tv P.ü0t
238
-
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(como
ha¡lan
en r¡na conversación
en
que
se h¿Uáse
de bue-
yes perdidos>.
Agqg¡le
€xbg¡1arbs
a
se
es
pasEpo-la
cabeza, unque es
parezca ue
no es im-
portante,
o
que
no_viene
l caso,
o
que
es disparatado;
or
el contario, les
de la comunicación ensamiento
ocur¡encia lgunos,
por
más
que
os
avergüence
les
resultepenoro
h"c.rio.
Giaii"s
a
sus esfue¡zos
caso
se desdeña,
que
en todo ofto
que
Plqqlon_
amnesia e
w',i¡ll
itn;[i' a;;
;;;;1",ñ;;
;; ;rffi¡#
i.i
1
$;,1
rff"Itt¿l
¿"1
tLq:7,5
tl
el r:¡lffiEid6 del
D.+'r'4
ser
decisivas
para
;r;;'
-;;iit'
ü;.;:rff;ü&d;:i"l"i;:
.-,^'"'
ciones
de tiempoo se desa¡ticulanos nexii-iáGales de talmodo que ¡esultanefectosncomp¡ensibles.
in
amnesia e
alguna
lase
¡o oriste historial
cllnico neu¡órico.G-lnsta
lgunaclase
no odste historial
al telato¡
a llenar
estas
agunas
e su
memoriamedia¡te
un
."forrad9,-$ "4d.,
ateniión, se advierte
-que
as ocu¡ren--
clas
que-Q9J&@sobte
este
punto
son
¡ef¡enadas
zwüch-]C,;
L,t^
dñn&en)
Wt
él con todos
os recursos e la crírica,
hasta
que
-rc64aca*
por
fin
siente
un franco malesta¡
uandose le
instala
rcil-
I
mente
el ¡ecue¡do.
De estaexperiencia,(F@iñffrQue
las
amnesias on el resultadode un procül@-3ifu 4_4r- ró¡oro;
PlPr
V
cttyo
motivo individualiza
en el
sentimientode
diaplacer.
n
cuanto
a las fue¡zas
sfquicas ue
han
origina-
T,c,B
-h
do esta
represión,
cree
registtarlai en la
reiistencia qui
se
o&*" i
opone
a
la reproducción.
Este factor
de la ¡esistencia
a
pasado
a
ser
uno de los
fundamentos
e su teorla. A
las oiu¡¡encias
que
suelen
de-
jarse
de
lado con toda
clasede
pretextos como
os
que
enu-
mera la, fó¡mula antetiot), Freud las conside¡a e'toGr de
Ios productos
pslquicos
eprimidos
(pensamientos
mocio-
nes),
desfiguraciones
e
estos
últimos
provocadas or
lá
re-
sistencia ue
se opone
a su reproducción.
mas
4gc¡as6.
Ahotabienl
valor
qoá -"Ti-lá-íZGGi
tica tienen
las
ocunenciasno deliberadasest¡iba
terapá.r-
-tua&q
en
este
vlnculo suyo
con
el
matedalpslquico
eprimido. Si uno
po-
see un procedimientoque permíta avanzatdesde as ocu-
rrencias
asta
o rcprimido,
desdeas desfiguracionesasta o
desfigurado, puede
también,
:in
rcc1¡¡¡L;14-hip¡a$ s, vol-
*6
Ye¡
asequlble la
conqenclao
oue
antesera lnconclente n
la
vida anlmica.
Sobre esa
base Freud ha
creado ln arte ¿e
iflteftrctaciótt
destinado, or
así decir,
ffi
lglggJ¡¡c fu
no delibe¡idas el cbntenido metálico
hg¡r-
sS¡S¡enlgC_fpdmidos.
Obieto de €ste traba,o interpretativo
-
Qpar
-
.61
l'
-
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,¡"tl
oo son sólo las ocu¡¡eBciagdel enfetmo, sino. también sus
k. r ./
sueños
--que
brindan a
vla de
acceso
más directa
para
el
¡d
-
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sólo
están
separadas
or
umbrales
de sumación
determina-
bles
en Ia pfáEifEdT6-lTddffii-rularse
¡rara
el rratamienro
mnguna
ot¡a
m€ta
que
una
cu¡ación
práctica
del enfe¡mo.
el
testablecimiento
e su capacidad
e rendimiento
de
eóae.
En
caro de.qle
la cu¡lo
sus
resultados
ean
ncomolitos,
sc-obtrenebásicamenterB_jm-p9lfa$9-_Eei9l¡4el esrado
psiqulco
gen€¡al,
mi€ntras
que
os
slntomas
pueden e¡sistir.
aunque
su-importancia
ab¡á
disminuido pata
el
enfermo
y
no le
pondrán
el
ma¡bete
de tal.
.Si
prescindimos
e -lni-ar_-djliSeS 9¡qr,
el
procedi-
mlento
re¡apéutico
s el
rnismo
qgg
todos
os
cuad¡os
into-
g3gg _ de la hrsteria,
an
variados,y
aun
para
todas as
üariedades
e Ia
neu¡osis
bsesiva.
e¡o
ello no
implica
quc
su aplicabilidad sea iresticta. Lt naturalezadei m¿todopsicoanalítico
upone
ndicaciones
contrainücaciones,
anto
con
_¡elación
las
personas
ue
debense¡ tratadas
uanto
a.l
cuadro patológico.
son
los casos
,u.|¡.utncl&:
con
escasos
violentos
o peligrosos;
obre
odo,
Iasdiversas
ariedades
e
la
neurosis
bseiiva.pensamiento
acción
obsesivos,
casos
d€.hiiteli.a
n
que
as obias
las
abulias esempeñan
l
pape)
principal;
pero,
además,
ódas
as expresiones
omáticas'de
Ia histeria, iempre ueel médicono tenga omo areaDe-
renton'a
a
rápida
eliminación
e los síntom¿s,
o*o
"u.éde
n
Ia ano¡exia.
En
ca¡g --?Sdprj¡_Li$s ia,
debe
esperarse
a
que
sob¡evenga
n estadio
más calmo;
en todos
os casos
en que
el agotarniento
erviosopresida
el cuadro,
e evita¡á
emplear
un
procedimiento
que
requierepor
sl mismo es-
l".t:o,
pry_.1.n Af+ g
y
duranre
un
lapso
debedesel-
renoerse
e
ta
pers)stenc_¡a
e
los sig g3j',
La pe¡sona ue hayade som-ete¡seon provecho l psico- an ,¡ell,¿fl
análisis
ebe
lenar
muchosffil io-if
En primer
Jugar,'tjene
que,
s€r.
apaz
de.
un estglqlltíq-
uico
normal; en
épocasde
conlrsron
o
de
.dep¡esión
n:Sb¡(él.ie¿-_¡g_ 9__S l gigg
adr
ni
siquiera
n
el caso
de una histeria.
iiemZs,
o¡responde
.,.io
exigirle
iertogrado
de inrelieencia
atural
v de
desa¡rollo
rik',lar.
eJgg;
en
personas
arentes
e ¡odo valo¡,
el médico
pronto
pierde
el interés
ue
e
permiteprofundizar
n
Javiáa anl-
mica del en_fermo.as rúlfo¡¡n¿cjors. acusadas"1caráctc¡.
ios rasgos
e
una constitución
ealmente
egenerativa,
eex-
terio¡iza¡
en
la cu¡a
como fuentes
de ¡esistencias
ue
es
muy
óiticil
vence¡. n
esamedida,a
constituciónn
sen€-
ral
il"none.ug
líTite
a la
posibilidad-F?iiádo-n
rnedíant.
ci_,L
psicoterapia.
ambién
ecrean ondiciones
esfavorables
a
ia
el
psiioanálisis
i la edad
del
pacienti
,ondu
"i
qui,ito
^J.l
d€rgg¡g
pues
en tal caso
ya
no
es
posible
dominar
i-lñ6á
dil mate¡ial síquico,
l
liempo¡eo¡e¡irlooa¡a a curación
24r
-
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d€ orn¿ d€masiado
argo,
y
la capacidad
c destiacer
ptocesos
psíquicos
mpieza
desfallecer.
aptas
pafa
segrin firma
Freud,
esmuy
que
esieprocedimientofae a nueshopoder-hacer.,Paran tra-
tamiénto
eficaz,Freude*ig9
nla"ot- g¡r S$te@l$
hástá tres eños: bero nos lntofma oue hasta ahofa,
a fau oe
asta
res años;
pero nos nfoima
que-Ta-sa
hora,
r,¡_---¿
Efi;sta;fas-¡i:;
fácilmente
se coligen,
debió aplicar
c-asi
enfe¡-
iempre
su
t¡atamiento
a casos muy
graves, personasenlet'
ma. desde hacía mncho tiemoo v oue- oo¡ así decir.
hablan
asdesde
hacíamucho iempo
y que,
por
así decir,
buscado n último refugio
en
su
nuevo
ptocedimiento,
ue
despertaba. uchas
.dudas.
Eg¡4¡9¡
f¡ig-lggs,
la dutación
del t¡atamlento
podrla
acortafse
mucho
y
se oDt€nqlla
nna
extraordina¡ia anancia n lo que concierne profilaris pa-
ra el
futu¡o.
-
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10/17
n l
üoDfe
PslcotefaPn
(tto>
¡rto+1)
I
I
l
I
I
I
-
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Nota introductoria
-
8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico
12/17
tef ia. ' .roqo
antes
(rÓ7rr, €n corsn()fac¡of¡
cu¡r
F' ¡n{LUr
GF[ffii)vo habla
publicado
os Estudios
obre a
histe'
/i4. donde. sob¡e.la
base del nuevo conoclmlento que oeoe'
Señores:
Han
pasado
unos
ocho años
desde
que,
a
pcdido
I lqmenrc¿¡n nrc"i.{e¡te de esta casa- el ¡rofesor Von Redc¡.
el lamentado
rtsidente
de
estacasa, l
profesorVon
c¡ ¡aúc¡¡Leuv
P¡lr
'.1.-
:--:-_'
tuve la oportunidad
de habla¡ aqul
sobre el
tema de la
his-
ia.1 Póro
antes
(1895),
en-coisho¡eqÉrlrg¡r-€lioctr¡¡
pued:o
decir
loltr¿umas
, l a
tadosde
r¡na
a lo
corporal,
deas
para
las cualeshablamoscreadolos té¡minos de
,
oy
son
conocidas
comprendidas
nive¡sal-
mente.No
hay
-ai
menosen
los
palses
e habla
alemana-
ninguna
exposiciónde la
histeria
que
no
las
tenga
en
cuenta
hasiacierto
punto, y
no existe
esPecialista
ue no compa¡ta
esta
docttina
al menosen
un t¡amo.
iY
ello a
pesar
de
que
esas
esis
y
esos
érminos,cuando
odavfa
elan
novedosos,
¡onaban
bastante
ext¡años
No puedodecir lo mismo del procedimientoe¡¿péutico
oue oiopusimos
a nuestros
colegas
simultáneamente
on
nuerti" áo.ttin",
el
cual todavla
hoy sigue
uchando
por
su
¡econocimiento.
Quizá
puedan
aduci¡se
azones
especiales
para
ello.
En aquel iempo,
a técnica
del
procedimiento
ún
no
habfa sido áesarrollada;
o
pude proporcionaral lector
médico
del lib¡o
las indicacionei
que-lo
habrían
habilitsdo
oara ealizaroor sl
mismoun
tatami€nto
de esaclase.
Pero
iin dud" influy.n también azones e náturaleza
más
general.
I
[Se ¡cfierc
q
u¡¡
sctie de t¡e¡ conferencias
p¡onunciada¡
en
el
Colesio
de Médicos de Viena
los df¡s
14, 2l
y
28 de octub¡e
de
189t(o sea. nlere años
¡t¡ás) estasco¡fe¡mcias
nuoca fueton
pu-
blicadas.
pero
se las comentó
mucho en la
p¡ersa
médica
vieoes¡
(F¡eud.
1e95{). Un año más
ta¡de, el 2 dc mayo
de 1896,
pronunció
taobién una ionfe¡encia
sobre
cl-a
etiolo*fa
de la
histeriar
(1896c)
cn la Ve¡ein
fiir Psychiatrie und
Neuolo¡ie
(
Socicdsd
de Pslqulatrla
v Neu¡oloela) r v cs oosible
que
lo5
cocho ¡ñost ¡
que
álude en
cl
i-*to.."n-o¡odúcto dc una ónfusión ent¡e ¿mbas
oc¡sionc¡.]
247
-
8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico
13/17
i;-'------':-:-
,
\
Ue-pslse ¡E@
ogue
pateciéndoles
a
.-¡nugl¡os
médgos un
producto
del
mlstlcismomodemo, y
por
com¡xración
con
- = - - - - _ '
nu€st¡os
ecufsos erapéuticosísico-químicos,
uya aplica-
ción se
basae¡ conocimientos isiológicos,
un
producto
direc-
tamente
acientlfico, ndigno
del interés de un
investigadot de
1a na¡raJeza. Pe¡mltanme ustedes,entonces,que defienda
el
ins-
@iamter
Pslcho-
[
1897
y Ia de los antiguos.Scpatte
como
psicote-
rapia; con miras a la curación, se
inducla en los e¡{ermos
el
estado
de
,
que
todavla hoy nos
presta
idéntico
se¡vicio. Y aül?espi¡és
que
los
médicos descubric-
aqul
la causade la
psicote¡apia
y ponga
de relieve lo
que
en
ese
uicio
adversoha de tildatse
de incor¡ecto o de erróneo.
se
uicio
adversoha de tildatse
de in,
En
primer
lugat,
1es
ecordaté
que
liop
Pt
¡on otlos tecufsos erapéuticos,os
empeños
sicot€rapéuü-
cos
de una u ot¡a clase
nunca
desapatecieron
e a mcdicina.2
En segundo
ugat, las
te:
los
médicos
que más no seapotque
€n cuenta
en
el
proceso
mos-
tedes nientos
que
sobreeste
punto
debemos Ia
(
Liébeault,Bemheim). Un facto¡
que
de-
bgi¡,;itqud;6É¡osotroslóbusquémos,4*€_¡Sr"g*4-
cudquietp¡ocedimiento
e¡apéuticont¡oducido
or
el
mé-
dico. Casi siempre o haceen sentido avorable,peroa me-
nudo tambiénén
senúdo
desfavorable. emos aotendidoa
aplicar
a
estehecho
a
palab¡a
-
8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico
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guiarlo
y
reforzarlo?
A
esto,
y
sólo
a esto, los
¿lienta
¿
psicoterapia
ientlf
ca.
peflencn
muy en
de
que
a
el
médico:
influencia
pslouica
a uavés
de
ella.
Sé
{iE
gustiñ-,.,stedet
mucho
de aquella
i
Pero. ,¡no
se¡íamás
adeorado,
más acertado
n la
ma'
yoría de
ios casos,
decir
que
pugde
influirse,
sobre
o
moral
áe un
hombre
con
recurso;
mórales,
ale decir,
pslqücos?
habitu¿l consuelo qoe tan liberalmente
un
cl
es
en
la me-
dida
en
que
bien,
señotes
opinión a
que
el áteta
Viiche¡
dio expresión
clásica
en ¡u
parodia
del
Fausto:
ái*nt"r"or
a
los enfermos,
iPronto
estarásano
de nq9'
\l
ooi,r, no
., sino
uno
de los
métodos,
sicoterapéuticos'
ólo
,|J
o1.'-no
.t ,ino
,roo
d. los
méiodos
psicoterapéuticos'
ólo
^,- ,',-. :-r.I"^.i,
-
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f1
/.
No es
todavla
posible,
a consecuencia
e las muchas
rcsüiccionesprácticas
que
afectaron
mi activided, señalar
de
mane¡a
definitiva
las indicaciones
contraindicaciones
e
este ¡atamiento.
No obstante,
rataréde
elucidar on
ustedes
árgunos
untos:
1.
Además
de la enfermedad.
s
Dreciso
omar
en cuenta
el
valo¡ de una
persona
n
ot¡os.campos,.
debe echaz¿rse
a Ios enfermos ue
no
pos€an
ierto grado
de cultura
y
un
catácte¡
en
alguna meüda
confiable.
No
puede
olvidarse
que
también
hay
personas
anas
u€
¡o si¡vin
para
nada,
y
que
con excesiva
acilidad se
tiende, en
el caso de esas
Der.
sonas
de escaso
alor,
a atribuir a la
enfetmedad odo lo
que
las
welve incapaces ara
Ia eústencia,
con tal
que
muls.
tren algúnasomode ieurosis.Sustento l puntodi vista de
quc
la neurosis
en
modo alguno
estampa;n sus
portadores
el ma¡bete
de dégenéré,
eio q,re
con-mucha ¡ecuencia
e
asocia on
asmanifestaciones
e a
degeneraciónn
un mismo
inüviduo.
Ahora
bien, á
psicoterapit
analíticano es
un
pro-
cedimientopara
tratar la degeneración
europática;
l ion-
tario,
encuent¡a
n
esta
su límíte. Tampocoes
aolicablea
personas
u€
no
sesientenlevadas
a terapia
or
su
padecer,
sino que sólo sesometena ella por o¡den de susparientes.
En
cuanto
a la
propiedad
de
qué
el enfermo
seasusceptible
de
educación
aia que pueda
á;licá¡sele l t¡atamiento
sico-
analítico,
eberemoi
xamínarlá
odavladesde tro
punio
de
vlsfa.
_
2.
Si se
quiere
actuar sobre
seguro,
es preciso
imitar la
elección
personas
ue
posean
n estadonormai,
pues
en
el
procedimiento
sicoanalítico
os apoyamos n él
para
apro-
piarnosde lo patológico.Las psícosis,os estadósde con-
fusión
y
de depresión rofunda
dirla:
tóxica),
son,
pues,
inapropiados ara
el
psicoanálisis,
l
menos al
comohóy lo
pfacticamos.
No descatto
otalrnente
que
una modificación
apropiada
del
procedimiento
nos permita
superat esa con-
r¡aindjcación
abordar
sluna
psicote¡apia
e as
psicosis.
3.
La
edad
de los enfe¡mos
umple
un
papelen
su selec-
ción para
el tratamiento
psicoanalltico:
or
una
pa¡te,
en la
mediáa
n
que
aspersonasue.. "..rcána la cincuentenala sobrepasanuelen
a¡ecer e Ia
plasticidad
e los
procesos
anlmicos
de la
que
dependea
teraoia
los
ancianos
a
no
son
educables--
y,
pór
ot¡a
prrt..
porqu.
el mareriai
que
debe¡ía
eelaboraise'
durcbdrbeiten\'
¡oiongarla
ndefinida.
mente el
tratamiento.
El llmite
inferior de edad sólo se de-
termina
segrínos
ndividuos;
os
jóvenes
ue
no han llegado
todavla
a
la
pubertad
a
menudoconstituven
n te¡renoóbti
mo
para
a
influencia
erapéutica.
253
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vienen
en
este
conflicto
que
se übra
en la vida anlmica
del
oaciente:
si losran
movetlo a
que,
a
los fines
de
alcanzar
üna meior
comirensión,a..pt.
"lgo
que
hastaentonces
a-
bla
rechazado
reprimido
)
a
consecue¡cia
de
la
automática
regulación del displacet,
habrán
conseguido
rcalizat con él
ciáto rabaio ed.riativo. Ya es educaciSn,en el casode un
hombre
que
no abandona
ícilmente a cama
po¡
la mañana
tarnpr"no-,moverlo a
que
lo haga.
En términos
generales,
pueden
concebit
el tatamiento
psicoanalítico omo una
pos-
edrcación
de esa lndole
paftt
úflcer
resistencias nte¡iores.
Ahora bien, en
ningiín
punto
es
más necesaria
sa
posedu-
cación
en
los neuróticos
que
en lo
que
atañe
al elemento
anímico
de su vida sexual.
Es
que-en
ninguna
parte
la
cultura y la educaciónhan provocadodaños tan grandes
como aqul,
y
aqul
justamente,
omo
la experiencia
e los
mostrará, e
hallarán
as
etiologlas
de las neurosis
uscepti-
bles de ser
dominadas; l oto elemento
tiológico,
el aporte
constitucional,
oses dadocomo
algo nmutable.
ero
esto
plantea
l
médico n importante
equerimiento.
o sólo
ie-
n
qua
rat él mismo un
cafácter
ntegro
-,
omo suele
decir el
principal
perso-
naiede Auch Einer, la novelade Vischer-; también ieneque
haber supetado en
su persona a
mezcla
de lubticidad y
moiigate¡fa.ón
que,
por
dlsdicha, antos
ot¡os
suelenabor-
dar los ¡¡oblemassexuales.
Este
s
quizás
el lugar
Da¡a
hace¡ ot¡a observación.
é
que
mi insistencia
n eI
papel
de
lo sexual
en
la
génesis e
lás
psiconeurcsis
a llegadoa
ser notoria
en vastos
cfrculos
También sé
que
de
póco
aprovechan
al
gtan
público
las
rest¡icciones
precisiónes
e una
idea;
el vulgo
tiene-muy
pocoespacio'en u memoria,y de una tesis¡etienesólo su
trrl.l"o in bruto, se c¡ea
una
versión ext¡ema
ácil de
te-
sistrat.
Tal vez a muchos
médicos
e es
haya ocurrido
am-
tién
vislumbrar,
como si
fuera el contenido
de
mi docttina,
oue
en
último análisis econduzco
as
neurosis
a la absti
nenciasexual.
En las
condiciones
n
que
vive
nuest¡a
so-
ciedad,esta
no es ra¡¿.
iQué
sug€rente,
on semejante
re-
misa.eludir
el t¡abaioso
odeo de
la cuta
pslquica
y
aspirar
Do¡un caminodirecio a Ia curación, ecomendandoa prác-
iica se"ual
como medio
terapéutico
Y bien;
no conozco
nada
que pudiera
moverme
a-
sofocar
esaconclusión
i
ella
fuera
áo¡récta.
Peto
Ia cosa€stá
en
ot¡a
patte. La
privación
v la abstinencia
exuales
on
apenas
no
de los
facto¡es
ue
ántrrn
.n
juego
en
el meca¡ismo
de la
neurosis:
si
sólo
existiera
esá a"ctor,
a consecuencia
o
serfa a
enfermedad'
sino el
libertinaie.
El oto
factor,
igualmente
ndispensable
v oue se olvidá con excesiva acilidad,es la repugnancia
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sexual
del
neu¡ótico,
su incapacidadpara
amar:
el
rasgo
psíquicoque
he
llamado