Gota de rocíoGota de rocío
Con SonidoCon Sonido
Santa Teresita del Niño Jesús
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La Naturaleza me enseñó que todas las flores son hermosas, y que la rosa y el lirio no le quitan a la humilde violeta su perfume ni
a la margarita su encantadora sencillez. Si todas las flores quisieran ser rosas,
la naturaleza perdería su gala primaveral y los campos ya no se verían esmaltados de florecillas…
Eso mismo sucede en el mundo de las almas, que es el Jardín de Jesús.
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Dios ha querido crear grandes santos, que pueden compararse a los lirios y a las rosas; pero ha creado también otros más pequeños
y éstos han de comformarse con ser margaritas o violetas destinadas a recrear los
ojos de Dios.
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El sol ilumina a la vez a los cedros y a cada florecilla,
como si sólo ella existiese en la tierra, del mismo modo se ocupa también
Nuestro Señor de cada alma personalmente,
como sino hubiera más que ella. [email protected]@gmail.com
Los relámpagos hacían surcos en las nubes oscuras y vi caer un rayo a corta distancia. Lejos de asustarme, estaba
encantada. ¡Me parecía que Dios estaba muy cerca
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Las maravillas de la naturaleza elevan hacia Quien ha querido sembrar de tanta
obra maestra esta tierra de destierro.
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La contemplación de la belleza siembra pensamientos muy profundos en el
alma. Se comprende ya en la tierra la
grandeza de Dios y las maravillas del
cielo. [email protected]@gmail.com
Si, en el orden de la naturaleza, Jesús se complace en sembrar a nuestros pies maravillas tan encantadoras, no es
sino para ayudarnos a adivinar los misterios, más ocultos y de un orden superior, que él opera a veces en las
almas.
Jesús, para alegrar nuestra vista e instruir nuestras almas, ha creado una multitud de
pequeñas margaritas. Al amanecer, sus carolas rosadas como éste
envía uno de sus cálidos rayos, las hojas forman una especie de corona.
Durante todo el día las margaritas no cesan de mirar fijamente al sol, y van girando como él
hacia la tarde; luego, cuando él desaparece, ellas cierran
enseguida sus rosadas. Jesús es el sol divino, y las margaritas son sus
esposas. Cuando Jesús mira a un alma, le da
inmediatamente su parecido divino, pero es preciso que esa alma no deje de fijar en el sólo
su mirada.
No envidies a las flores de los jardines.
Jesús no ha dicho: “Yo soy la flor de los jardines,
la rosa cultivada”, sino “Yo soy la flor de los campos y
el lirio de los valles”.
Sé una gota de rocío escondida en la corola divina
del Lirio de los valles. Una gota de rocío,
que hay de más sencillo y más puro?.
No son las nubes las que la han formado, pues el rocío desciende sobre las flores
cuando el azul del cielo está estrellado.
El rocío sólo existe por la noche. En cuanto el sol empieza a lanzar sus
cálidos rayos, hace destilar las preciosas perlas que brillan en la punta de las briznas de hierba de la pradera, y el rocío se torna
en ligero vapor. Durante la noche de la vida, su misión es esconderse en el corazón de la Flor de los
campos. Ninguna mirada humana debe descubrirla, sólo el cáliz que contiene la pequeña gotita
conocerá su frescor. ¡Dichosa gotita de rocío, tan sólo conocida
de Jesú[email protected]@gmail.com
“Que nuestras almas sean ésas gotitas de rocío ,muy pequeñas ante los ojos humanos pero grandes ante los ojos
de Dios, y así como en la rosa se encuentra metida, así nosotros estémos bien metid@s en el Corazón de Jesús y
abrazad@s a El.”
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Que Dios te llene de bendiciones.Y que permanezcamos unidos en el amor a Jesús.