.r I ()anee
Se construye un refugio anti bombasen el jardfn; papá como buen patriota sealista en el ejército y la familia sobrellevacon alivio la decepción de que por su edadno sea destinado al frente sino a trabajarcomo mecanógrafo en una oficina ; las angustias de la madre, los amores clandestinos de la hermana mayor con un soldado canadiense; una vecina de corta edadque pierde a sus parientes.
Tamizadas por la nostalgia y el tiempo,la serie de estampas que Boorman despliega ante nosotros, si bien describe con justeza las duras condiciones del entorno trsico de la época - un Londresacosadoporlos bombardeos, el peligro constante, laescasez de alimentos- , también , y precisamente esa es su mayor virtud, lograrecrear el espíritu con que las vivió de niño.
Son pues, las de La esperanza y /a gloria, memorias entrañables y emotivaspero, desde luego, también divertidas.Desdela perspectiva de Billy, la guerratraeconsigo montones de novedades y posibilidades interesantes.
Como los adultos deben ocuparse deasuntos más graves, se tiene más tiempo
Juegos de guerra
Septiembre de 1939, la radio anuncia queGran Bretaña ha entrado a la guerra. LosRohan, una familia londinense común y típica, se ven de este modo envueltos enuna situación extraordinaria . El pequeñoBilly se ilusiona ante la perspectiva decambios y emociones en la rutina de unaexistencia apacible.
En La esperanza y /a g/aria (Hope andG/oryl. John Boorman -realizador de Aquemarropa, Amarga pesadilla, Exca/ibury Perdido en e/ Amazonas, entre las másnotables- rememora a través de Billy, supersonaje central, episodios, imágenes ysensaciones, fragmentos extraídos de supropio álbum de recuerdos familiares.
Rara vez la infancia es el encantadorjardfn del parafso que los adultos gustanidealizar . El juego prefigura y ref leja elmundo de los mayores . La mirada sin embargo, es distinta: los ojos nuevos del futuro adulto consignan la crueldad, la destrucción, las tortuosas relaciones, elabsurdo y la muerte... y aprenden .
Por Susana López Aranda
Cine
- 40
El jard'n de la Infancia
MEMORIASDE LA GUERRA
E
Pelrculas de guerra han habido cientos.La Segunda Guerra en particular, desdemuy temprano, quedó firmemente incorporada al acervo temático del cinematógrafo.
Examinada y tratada desde puntos devista distintos y aun opuestos que vandesde la propaganda abierta hasta la condenación pacifista, la Segunda Guerra haservido de recordatorio, exorcismo o advertencia; visitada una y otra vez en la memoria, conjurada mediante imágenespuestas en movimiento por el recuerdo, laoscura época del nazismo ha devenido enbestiario ilustrado y en campo de forja dehéroes y heroísmos mítlcos.
Si a casi medio siglo de distancia siguetodavía obsesionantemente presente, esquizás porque la vastedad de sus efectosy repercusiones se prolonga hoy en la angustiosa continuidad de un largo día sinpaz.
A pesar de que en los últimos tiempos,y obviamente en el cine anglófono, la herida de Vietnam pareciera relegarla, la Segunda Guerra Mundial para los europeossigue siendo una cicatriz lacerante. Siempre hay otras facetas del horror, siemprequeda algo por decir, algo por registrar.
Asr, no es extraño que en la mismatemporada hayan aparecido dos filmes europeos que de nueva cuenta vuelven sobre el problema; dos pelfculas que en distintos tonos y con texturas emocionalesdiversas, pero a fin de cuentas complementarias, incorporan otros rasgos al es-
. pectro total de aquella conflagraciónbélica.
Se trata de las más recientes producciones de John Boorman, inglés,y deLouisMalle, f rancés. Ambos, a pesar de S,,",S diferencias, comparten la experienciade unainfancia marcada por la guerra y en estaocasión; ambos eligieron para sus respectivas obras, un punto de partida semejante: los recuerdos de sus vivencias infantiles durante la guerra de ·papá.
_________________ 41
Adiós a la infancia
,LOS CLASICOS ENLA ACTUALIDAD
u.;
Por María Muro
Los mitos rescatados
En el teatro existen actualmente múlti ples manifestaciones con diversas vert ientes. Una de ellas cons iste en volver la mirada al pasado con objeto de revisar losgrandes textos para traerlos a nuestracontemporaneidad. Es el caso de PeterBrook , Peter Stein, Ariane Nnouchkine,por mencionar a algunos directores. Dentro de la cultura griega existe una enormeveta. Los grandescreadoresdel espectáculo teatral se han preocupado por rescatarlos mitos griegos. Profundizan en esas leyendas abigarradas para darnos la esencia, para examinar el confl icto dramáticoa la luz de nuestros días.
Durante el transcurso de este año hahabido en nuestra ciudad esa tendencia.Diferentes directores se han dado a la tarea de experimentar con los clásicos y revivir los textos hasta apropiárselos. Se lesda una vigencia de acuerdo a nuestrotiempo. Diversasobras aparecenen la cartelera, obras célebres que se transformanal ser reinterpretadas. Enestas circunstancias se encuentran Las. mujeres de Troya ,espectáculo de Miguel Sabido, Fedra, espectáculo de Héctor Mendoza y Lapasiónde Pentesifea, espectáculo de Luis de Tavi ra cod irigido por Raúl Ouintanilla.
En Las muieres de Troya, Miguel Sabidose basa principalmente en Las Troyanasy en Hdcuba, tragedias de Eurrpides. Lastransformaciones que hace son diversas.Sabido transporta la gran Troya en ruinasa un campo de concentración nazi, donde las mujeres permanecenhacinadas. Hécuba, la protagonista , es la Iidereza, quiense duele por todos sus hijos, por la muerte de Héctor, por lo que ha de suceder aPolixena o a Casandra. El lamento eternode Hécuba es la constante de Las mujeres de Troya.
Una y otra de las mujeres: Casandra,la vidente; Andrómaca, la mujer de Héc-
memoria. Ese conmovedor instante sobrevivió en el realizador y motivó una de susobras más sensitivas.
Julien Ouentin, alter ego de Malle, esa la vez protagonista y narrador de los hechos en Adiós a fos niños; con él penetra
mos al mundo del internado, a los salonesde clases, al atestado dormitorio, al refectorio, a Jos patios. El internado empero, noes un universo aparte, entre los estudiantes , los maestros y los empleados se reproducen las posiciones y tens iones delexterior.
Los pequeños discuten, casi siempresin saber más que lo que se ha ardo encasa, sobre las razones de la guerra , lasdecisiones gubernamentales, los jud íos.Julien, sin poder comprender lo irracionalde todo ello, escucha y observa . Poco apoco se irá integrando para él un panorama de la sociedad fraguada por la gentegrande: existe el odio, las diferencias declase, la injusticia. Ensu pafs ocupado están, además, la traición, el colaboracionismo, la complicidad del que calla, la delación.
El universo adulto, confrontado mediante la mirada infantil, parece más claramente corrompido e insano y su inf luencia es tan poderosa que contamina ycambia el sentido de la convivencia y laamistad entre los niños.
Con enorme delicadeza y sobriedad ,Malle recrea la frágil belleza de un intercambio de limpias miradas entre sus protagonistas -la ejemplar secuencia del piano tocado a cuatro manos- o las risueñasreacciones que colocan en el mismo pIano al austero sacerdote y al alumno durante la proyección de un filme de Chaplin,vale decir, que captura la frágil belleza dela inocencia.
Cuando el niño judío es apresado y llevado ante los asustados ojos de sus condiscfpulos, Julien descubre que nunca volverá a ser el mismo. La infancia haquedado atrás . o
La esperanza y la gloria (Hope and Glory)P, O YG: John Boorman I F: Philippe Rousselot 1M: Peter Martin I Ed: lan Grawford I Con:Sarah Miles(Grace Rohan), David Hyman (CIive Rohan), lan Banner (el abuelo), SebastianRice Edwards (Billy), Sammi Davis, GeraldineMuir I Dur: 110 mins. I Gran Bretaña, 1987.
Adiós a los niflos (Au revoir las anfants)P: Nouvellas Editions des Films, MK 2, StellaFilms I O Y G: Louis Malle I F: Renato Berta IM: Schubert, Saint Siiens I Ed: EmmanuelleCastro I Con: Gaspard Manesse (Julien Quentin), Raphael Fejto (Jean Bonnat), Francine Racette (Mme. Quentin), Philippe Morier-Genoud(padreJean), Stanislas Carre de Malberg / Dur:103 mins. I Francia, 1987.
o.I eí tre
libre; se puede vagar por las calles recogiendo esquirlas de metralla o t rozos de'vidrio; se pueden entablar encarnizadoscombates de barrio en los que los malossean siempre alemanes.
Jugando ent re los escom bros se encuentran cosas insospechadas -pistolas,joyas, trapos-; puede asimismo organ izarse la palomilla para dar rienda suelta asus deseos reprimidos y completar la destrucción alborozada de ventanales y espejos; hay además, infinidad de escond ites. .. Trastocado el orden de la sociedad,los niños como una horda de mini anarquistas celebran con ritos salvajes el merohecho de estar vivos.
Mediante Billy, el realizador puede revivir esa visión aguda e irónica que los niños reservan para juzgar los actos de susmayores. La excent ricidad del abuelo, elparloteo de las tras, las exageradas precauciones de las mujeres y ancianos frentea un joven pilot o alemán que ha caído enun plantfo de coles , vistas y ref ractadasa través de Billy, adquieren un inequfvoca y revelador aire de opereta.
Si la fantasfa infantil es capaz de trans formar las ruinas en un abigarrado campodejuegos, entonces un bombardeo a Londres puede convertirse en una fascinantefunción de fuegos de art ificio.
De regreso a Francia tras una productivaetapa en América - donde rodó filmescomo Niña bonita , Atlantic City o La bahfa del odio- , Louis Malle decidió, al mismo tiempo, volver a sus raíces más personales y profundas.
El recuerdo persistente de un sucesodecisivo en su vida es el tema central deAdiós a los niños (Au revoir les enisntsi , .que en un tono completamente distinto alde la cinta de Boorman, plantea la caraopuesta de la moneda: el f in de la infan cia en una Francia ocupada por las fuerzas nazis .
En 1944 en un internado para niños defamilia acomodada atend ido por religiosos, un niño que había ingresado hacfapoco y ya destacaba por su inteligencia,es descubierto y arrestado por la Gestapo. Su origen judfo y su verdadera identi dad hablan sido ocultados por el directordel plantel, por lo que éste es tambiénaprehendido.
Malle relata en su libro autobiográficocómo el niño fue despidiéndose de todosen la clase mirándolos fijamente a los ojos,como si quisiera retener cada rostro en la
)