UNICEF nos ha invitado a participar en este taller de
“Salud y Pueblos Indige-
nas” realizado en La Aca-demia Nacional de Cien-
cias, realizada el 10 de
marzo del 2011. La jornada fue inaugurada por Zulma
Ortiz especialista de UNI-CEF en Salud, como auto-
ridad de la jornada y por
Andrés Cuyul, especialista en temas indígenas. a quien
he tenido el gusto de cono-
cer durante una clase que dictó en el “Curso Superior
de Salud Pública” del Cole-gio Médico de la Provincia
de Buenos Aires en el año
2010.
Tomé contacto con el con-
cepto de “Buen Vivir” del
pueblo Mapuche en cuanto a Salud, así como de la
existencia de hospitales interculturales como el de
“Nueva Imperial” en Chile.
También de una alternativa
viva en Salud intercultural
para América Latina.
Hombre joven, de amplia
experiencia en el tema y de
dos culturas.
“la idea es realizar cam-
bios en la realidad, puntos de sensibilización para
abordar por los equipos de
Salud.
Tomamos esto como mate-
ria prima para trabajar en
las provincias, cada reali-dad es diferente, la lengua,
la cultura, la geografía…
El objetivo del taller es
elaborar una Guía de Ca-
pacitación en Salud Inter-cultural para Equipos de
Salud con enfoque a la
Salud indígena y migrantes de países vecinos. Por esto
la presencia de Luis Rome-
ro y la gente del hospital Paroissien, donde la pobla-
ción indígena pasa por el lado de la población mi-
grante. A modo de Puente
que facilita el entendimien-to del equipo de Salud con
el concepto de Intercultu-
ralidad y Participación”.
Tomamos este último con-
cepto y aceptamos desde La Matanza la responsabili-
dad de actuar como puente
entre la ciencia moderna y la cosmovisión indígena,
ya que nuestra gran pobla-
ción está formada por per-sonas transculturaldas,
migrantes y sus descen-dientes, provenientes del
norte argentino y países
limítrofes.
Taller sobre Salud Intercultural 2011. UNICEF
Los pueblos originarios somos interculturales hace varios siglos...
Quechua, proviene del territorio boliviano, traba-
ja en el Servicio de Paz y
Justicia (SERPAJ).
Trabajamos en esta idea de
tomar conciencia y generar
espacios donde discutir el tema de la medicina y la
educación.
Los problemas socioeconó-micos han generado expul-
siones y hay comunidades
enteras en Bs. As.
Los pueblos originarios
somos interculturales hace
varios siglos, hace falta que el resto de la sociedad
reflexione el tema de la
interculturalidad.
“Algo lindo está naciendo,
Aquí abajo entre los pobres,
En el corazón del pueblo”.
Dignidad y respeto del otro. 2
Una cultura de derecho y respeto. 2
Queremos estar presentes. 3
Nuestro aporte teórico, Dignidad es palabra, es puente. 4
Dignidad es una mirada, es el mañana. 5
El centro está en todos lados. 6
Primacía de la “relación interpersonal”. 6
Contenido:
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Volumen 2, nº 3
Marzo 2011
Luis Romero Wamani
vida de las personas, sea por cualquier motivo, por el color de piel, origen, etnia,
fe religiosa, orientación sexual, situación
económica…
Nuestra sociedad es muy creativa al mo-
mento de crear nuevas formas de discri-
minar.
Estamos pensando en una sociedad dis-
tinta, donde nuestros chicos y chicas puedan criarse en una cultura de dere-
cho, de respeto, donde puedan ser escu-
chados, aún en el disenso, para ir crean-
do nuevas culturas de convivencia.
Estamos preocupados por la temática de los Derechos y la Salud, en un país don-
de el aprendizaje de los derechos se rea-
lizó a partir de su violación permanente; hay otras formas y otros caminos para
internalizar esta problemática.
Nuestro país discrimina mucho, dentro del sector de Salud también se discrimi-
na.
Sabemos también que cualquier discrimi-
nación afecta la Salud y la calidad de
“Pertenezco al grupo del hospital Pa-
roissien, al que llamamos “La Intercultu-
ral” en la intimidad, mi presencia aquí es para tomar conciencia, tomar contacto
directo con gente que tiene la problemáti-
ca de la incomunicación, de la discrimi-nación. Para escuchar de boca de cada
uno cómo es su problemática local. Espe-
ro aprender de todos ustedes”.
“Soy Lic. En Terapia Ocupacio-
nal, trabajo en rehabilitación neu-ro-pediátrica en el hospital Pa-
roissien, estamos conformando en
nuestro hospital el Grupo de Salud Intercultural, el gran denominador
que nos une es el concepto de
“Dignidad”.
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Una sociedad distinta, donde nuestros chicos y chicas puedan criarse en una cultura de derecho y de respeto.
Espero aprender de todos ustedes. El gran denominador es el concepto de “Dignidad” y “Respeto del otro”
S ALUD I NT ER CULT UR AL
Ricardo Laguzzi, Lidia Miranda (enfermera Toba
de Formoza), Alicia Marano.
VOLUMEN 2 , Nº 3
Desde nuestra organiza-ción que es independien-
te, no es del Estado,
nunca hemos coincidido con las organizaciones
estatales, nunca nos
hacen participar en las
decisiones.
La mortalidad infantil de la zona no es nueva,
siempre ha existido, siempre hemos dicho cual es la mortali-
dad infantil en forma anual.
Hay hermanos indígenas espe-cializados que se deben integrar
en diferentes rubros, para ver
que perfil se va a tener en lo
sanitario.
Enfermero indígena de Tartagal, Salta.
Si bien es cierto que el Estado crea orga-
nizaciones para el pueblo indígena, nunca
participamos. Por eso el proyecto del Estado fracasa, toma en término general,
no toma en cuenta que existe el indígena.
En Tartagal hay una de las mayores con-centraciones de pueblos indígenas, son
las comunidades más castigadas.
De la comunidad Tonokote de Santiago del Estero. Forma parte del Encuentro
Nacional de Pueblos Originarios, des-
de este lugar toman la palabra.
Para que haya interculturalidad nos
tenemos que escuchar , estamos en el
proceso de que nos escuchen.
Hemos logrado el Instituto Nacional
de Asuntos Indígenas (INAI) en el año 1985, una lucha de nuestros ma-
yores. Nunca ha habido participación
de nosotros. Hace 26 años que no hay un componente indígena en ese lugar.
Se están definiendo cosas indígenas y
nosotros no estamos, nunca participa-
mos del contenido.
Si se va ha tratar los asuntos indígenas
queremos estar presentes.
Queremos la plenitud de nuestros dere-chos y nos hacemos responsables, no nos
quedamos solamente en la queja.
Nuestro pueblo en Santiago del Estero ha
logrado un acuerdo en Médicos Co-
munitarios y han nombrado un agen-te sanitario por comunidad, que se
capacita cada 15 días.
Nosotros hemos podido avanzar en la interculturalidad, esto no sucede
en todos los pueblos y en todos los
países.
fica que efectivamente podemos hacer aportes que sean útiles al equipo de salud
y la comunidad.
Queremos mejorar el servicio que se está
dando a las comunidades.
Del pueblo Coya, coordina el Programa de Salud Indígena de la provincia de Ju-
juy.
Han tenido experiencia en capacitación con talleres de Salud generados desde la
Capital Federal, con una visión generali-
zada. Cuando se llega al lugar especifico , no es acorde a las modalidades de las
comunidades.
El hecho de que estamos presentes signi-
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Hay hermanos indígenas especializados que se deben integrar en diferentes rubros.
Si van ha tratar los asuntos indígenas queremos estar presentes.
Queremos mejorar el servicio que se está dando a las comunidades.
AUQRJPRPAKUPA / Walter Barraza
María Mabel Pelo
Luis Ceferino
Si antes la “dignidad” era palabra ahora es “puente”. El puente tiene dos pilares
en sus extremos y una calzada o andari-
vel, que les sirve de unión. Dos pilares o lados que tomados en sí mismos son
“diferentes, distintos y distantes”. Esos
“lados” que son “diferentes y distintos”, se hacen “uno” en el andarivel del puente,
pero sin dejar de ser “diferentes y distin-tos”. Cuando los pilares en los extremos
son puestos en conexión por el puente, ya dejan de ser “distantes”. La “dignidad”
tiene más que ver con la “diferencia” que
con la lejanía. Esos pilares son nuestras individualidades, que al unirse en el
puente, se convierten en “nosotros”. El
“nosotros” no anula el otro que cada uno
es.
Quiere dos lados, que siendo diferentes, distintos, distantes, se hacen uno en el
puente.
Sin dejar de ser diferentes y distintos,
pero dejando ya de ser distantes.
Cuando el puente de la DIGNIDAD se
tiende, se habla el nosotros que somos y se habla el nosotros que no somos noso-
tros.
El puente que es la DIGNIDAD, hay el
uno y el otro.
Y el uno no es más ni mejor que el otro,
ni el otro es más y mejor que el uno.
La DIGNIDAD exige que seamos noso-
tros.
Pero la DIGNIDAD no es que sólo sea-
mos nosotros.
Para que halla DIGNIDAD es necesario
el otro.
Porque somos nosotros siempre en rela-
ción al otro.
Y el otro es otro en relación a nosotros.
“DIGNIDAD”
Una palabra que mira hacia adelante.
Palabra que tal vez no encuentre en lo
inmediato su verdadero sentido.
Palabra que requiere del tiempo y del
viento para encontrar su lugar en el co-
razón de los todos que somos.
Palabra que habla mañana.
Palabra que viene de muy atrás y por eso
camina muy delante nuestro.
Palabra que es más grande que nosotros
y que sin embargo debe ser dicha.
Palabra que sólo se habla en común, que
exige el andar de todos para poder ser
pronunciada.
“DIGNIDAD”
Así habla esta palabra.
La “dignidad” está “muy delante nues-
tro”. No es un atributo de este mundo en el que vivimos. Ella viene de “muy
atrás”. Era el bien preciado de los hom-
bres verdaderos, y de los que quieren ser verdaderos, de aquellos que nos hablan
las historias viejas. Por eso va “delante
nuestro”, es “más grande que nosotros” y debe “ser dicha”, es decir, debe ser asu-
mida en el corazón. Pero no de un modo
individual.
La “dignidad” es un bien social, que “se
habla en común”, es decir, con la partici-pación de todos, que “exige el andar de
todos” para poder “ser pronunciada”, es
decir, efectivizada en el mundo.
El segundo modo de comprender la
“dignidad” es con la metáfora del puente.
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“Dignidad” es un puente.
Nuestro aporte teórico…
S ALUD I NT ER CULT UR AL
Volumen 2, nº 3
Pero el mañana no puede ser
si no es para todos
para lo que somos nosotros
y para lo que son otros.
La DIGNIDAD entonces es puente
y mirada y reconocimiento y respeto
entonces DIGNIDAD es el
mañana.
Una mirada a nosotros
Que también mira al otro
Mirándose y mirándonos
La DIGNIDAD es entonces
reconocimiento y respeto.
Reconocimiento de lo que somos y respe-
to a eso que somos, sí.
Pero también reconocimiento
de lo que es el otro
Y respeto a lo que es el otro
La “dignidad” es mirada cuando está llena de “reconocimiento” y de “respeto”.
Para lograrlo la “mirada” no debe ser
superficial, sino profunda. La “mirada” tiene al menos
tres direcciones. Al
“nosotros”, al “otro” y a “uno mismo”. Es una
“mirada” dirigida al “nosotros”, pero que no se
agota en ello, sino que sabe
que al mirar al “otro” y a “uno mismo” que no desapa-
recemos en el acto de mirar-
nos.
Por eso la “mirada” es acto
de “reconocimiento de lo que somos” tanto individual
como religadamente. Y es
“respeto”.
Entonces la DIGNIDAD debiera ser
el mundo.
Un mundo donde quepan muchos
mundos
La DIGNIDAD no es todavía.
Entonces la DIGNIDAD está por ser.
La DIGNIDAD entonces es luchar
para que la DIGNIDAD sea por fin
que incluye al otro y a nosotros.
La DIGNIDAD es entonces
una casa de un solo piso
donde nosotros y el otro
tienen su propio lugar.
Que eso y no otra cosa es la vida,
pero la misma casa.
el mundo.
Un mundo donde quepan todos los mundos.
Entonces la DIGNIDAD es y está por hacer.
Es camino por recorrer.
La DIGNIDAD es el mañana.
J. Seibold sj. Rev. CIAS. Año L, Nº 503, Junio
2001, pp 200-226
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“Dignidad” es el mañana.
“Dignidad” es una mirada.
“Dignidad es una casa.
El saber latinoamericano no es un saber fracturado, es uno sólo a modo de un
bloque. Podríamos representar al hombre
como un “estar siendo así” en el mundo,
en continua relación con él.
Este saber latinoamericano se caracteriza
por su oposición al europeo basado en la
racionalidad técnica. No descarta la cien-
cia ni la tecnología, sino al contrario le
crea un marco ético y cultural del cual la
ciencia carece.
Pensamos que Latinoamérica debido a su
historia, a su riqueza cultural y recursos
naturales ( no subestimados por el para-
digma científico dominante y muchas
veces exfoliados para beneficio indivi-
dual), tiene una oportunidad única de
sintetizar el conflicto entro lo científico
técnico y lo ético cultural.
Podríamos plantear un cambio de para-
digma. Desde el científico hacia uno nue-
vo basado en la diversidad cultural y los
Derechos Humanos.
En la medicina científico técnica como toda la racionalidad moderna, el centro
está en el sujeto. Mediante el pensamien-
to científico busca las leyes de la natura-leza para así poder dominarla, desarrolla
la tecnología como un medio que se transforma en un fin. Donde muchas ve-
ces los hombres son herramientas de la
tecnología. El mercado maneja la investi-gación y desarrollo a través del dinero,
visibiliza e in visibiliza las enfermedades.
En la cosmovisión precolombina el cen-
tro se halla en la naturaleza. Busca la
armonía, equilibrio e integridad.
El hombre contempla la naturaleza, no
pretende dominarla, aparece el Miedo
latinoamericano a las fuerzas naturales.
En este nuevo punto de partida de la me-
dicina latinoamericana, el centro está en
todos lados. Pasa del sujeto a la naturale-
za y de la naturaleza al sujeto. Mediante
la ciencia trata de descubrir las leyes de la
naturaleza, de predecir los eventos, toma
decisiones, adquiere eficiencia y eficacia.
Pero siempre en un marco ético de cuida-
do del entorno natural. Con primacía de
la ética y lo cultural sobre la eficacia.
midad “toca” a ambos. Ambos de-
ben llevar a cabo el movimiento de
su propio des-cubrimiento, cada
uno con la ayuda del otro y dentro
de un proceso de maduración inter-
personal. Esto no significa que en
este proceso no se den conflictos,
rupturas, retrocesos y también avan-
ces significativos y verdaderos re
comienzos.
En la relación “médico paciente” los principios éticos de buscar el
bien, evitar el mal, equidad y
justicia se ejercen en forma uni-
lateral, del médico hacia el pa-
ciente. En cambio en la
“Relación Interpersonal”, basada
en el “nosotros”, los principios
están vivos en la relación, tanto
para el paciente como para el
médico, y fluyen de uno al otro.
Es necesario llegar a sentir lo
que siente el otro.
Lo que llamamos relación interper-
sonal se basa en la Amistad
El movimiento de la intimidad entre
dos personas, que quieren ser ami-
gas de verdad, no se logra por el
esfuerzo de una sola de ellas, sino
por la apertura y donación de am-
bas, ya que ambas se han compro-
metido a avanzar en una amistad
profunda y recíproca. Por eso en la
relación terapéutica no hay en ver-
dad intimidad, por más que el
psicólogo conozca muchos aspectos
íntimos de su paciente, que, incluso,
él mismo desconoce. En esta rela-
ción terapéutica falta la reciproci-
dad.
El psicólogo debe permanecer neu-
tro en esa relación y no puede dar a
conocer a su paciente sus propios
sentimientos y estados íntimos de
conciencia.
Por el contrario la relación de inti-
Cuando el otro deja de ser una
amenaza para nosotros y se con-
vierte en el ámbito en el que
pueden ser acogidos nuestros
bienes y nuestras heridas, nues-
tras debilidades y falencias,
nuestras desnudeces y vulnera-
bilidades, entonces estamos pre-
parados para crecer llenos de
confianza y sin temores.
Requiere de: Respetabilidad que
garantiza la independencia de
cada uno.
Buscar el bien honesto del otro.
Reciprocidad que nos enriquece
como personas.
Intimidad como cercanía entre
dos personas.
Emancipatoriedad donde se
estimula al otro a crecer en li-
bertad.
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Nuevo enfoque para la Medicina Latinoamericana: “El centro está en
todos lados”.
Primacía de la “Relación Interpersonal” frente a la relación “médico paciente”.
“ Ver al otro tal cual es y
mostrarnos tal cual somos, con
nuestras falencias y virtudes,
nuestros logros y fracasos”
S ALUD I NT ER CULT UR AL
De tanto ir y venir , hice una huella en el campo.
Para el que después anduvo, ya fue camino liviano
En infinitos andares fui la gramilla pisando
Rasté mi poncho en los talas,
Me hirieron pinchos de cardos
Las huellas no se hacen solas
Ni con sólo el dir pisando
Hay que rondar madrugadas, maduras en sueño y llanto.
Vientos de injustas arenas, fueron mi huella tapando
Lo que antes fue clara senda, se en llenó de espina y barro
Parece que no hubo nada, si se mira sin mirarlo
Todo es malezal confuso, pero mi huella está abajo.
Desparejo es el camino, hoy ando senderos ásperos
Piso la espina que hiere, pero mi huella está abajo.
Tal vez un día la encuentre, los que sueñan caminando
Yo les daré desde lejos, mi corazón de regalo.
Atahualpa Yupanqui
A. Juan Manuel de Rosas 5975
(Ruta 3 Km 21)
San Justo
Provincia de Buenos Aires
Argentina
HO SPI TAL DI EGO P ARO I SSI EN DE
L A MAT A NZA
Teléfono: 54-11-15-6469-2317
Fax: 555-555-5555
Correo: [email protected]
Hondo sentir, rumbo fijo corazón y claridad.