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  • Publicacin cultural de La Industria Chiclayo-Trujillo (Per), marzo de 20144

    Patrimonio

    Mariana Mould de Pease

    Desde Tacna para ypor el mar de Grau

    errar las fronteras terrestre y martima entre elPer y Chile al trmino de la guerra entre ambos pasesque se extendi entre 1879 y 1883 es proceso ms quecentenario que debe concluir con el fallo de la corte in-ternacional de la Haya, emitido el 27 de enero del 2014que delimita la respectiva jurisdiccin sobre el mar quecomparten ambos pases. Sin embargo, no ha sido aspara la Cancillera chilena cuando afirma que el territo-rio peruano conocido como el tringulo terrestre, unrea de 37mil metros cuadrados, les pertenece descono-ciendo as que ese espacio es tacneo desde el Tratadode Paz y Amistad de 1929 suscrito en Lima. Adems,Chile ahora no quiere recordar que cuando ambos pa-ses suscribieron un convenio de pesca en 1954 conjun-tamente con el Ecuador sus gobernantes decidieron res-paldar con la fuerza su presencia en este espacio perua-no e incluso colocaron minas antipersonales en este lu-gar simblico para ambos vecinos, como converso enLima con los hermanos tacneos Mariana y AugustoBarrera Craverode origen trujillano.

    La autora de este trabajo es Rosa Troncoso, quien nos explica ladecepcionante realidad de las y los tarapaqueos que fueron atacadoscuando se aferraron a su nacionalidad peruana durante la chilenizacin desu territorio. Cuando llegaron al Per pasados los primeros momentos deeuforia patritica fueron insultados como chilenos y repatriados cuandobuscaban trabajo y vivienda. Este precedente me lleva a proponer que estedesarraigo no se repita en el Per del siglo XXI ante el tringulo terrestreen cuestin, por pequeo que sea.

    El nico ejemplarde este libro y sucartografa quetiene la BibliotecaNacional esta enla ColeccinFranklin PeaseG.Y. para lahistoria andina delPer segn elcatlogo digitalque se puedeconsultar porInternet. Esta esuna obra clavepara losargumentosperuanos enrelacin a tringuloterrestre tacneoque ahora Chiledisputa al Per

    Las y los residentes tacneos dan fe que en concor-dancia con el lema del escudo chileno que dice as:"Por la razn o por la fuerza",las autoridades guberna-mentales de nuestros vecinos sureos ejercen actual-mente soberana con el poder de las armas sobre esepequeo -muy pequeo- tringulo terrestre que formanel hito 1 y el punto Concordiacon las orillas del mar deGrau. Hay quienes han calificado de "insignificante",este tema siguiendo las pautas que rigieron nuestrasrelaciones bilaterales hasta que el vicealmirante Guiller-mo FauraGaigpublic en 1977 el libro "El mar perua-no y sus lmites".Este alto oficial de la Marina de Gue-rra del Per luego de una inaceptable decisin polticapersonal en contra de la posicin naval institucional entiempos del gobierno del general Juan Velasco Alvara-do se replanteaba como servir mejor a su pas, por loque se matricul para seguir estudios de Historia en laPontificia Universidad Catlica del Per, donde fuealumno -y contertulio- de Franklin Pease G.Y. (1939-99), mi esposo. Los argumentos de Faura as como lacartografa que elabor para sustentar y defender lanecesidad de replantear la frontera martima entre Chi-le y el Per fueron asumidos por algunos funcionarios

    de la Cancillera peruana desde la dcada de 1980 ysu importante contribucin personal fue gradualmenteolvidada quizs por su cuestionable proceder polticocomo oficial naval. El fallo de la Haya ha llevado arecordar las contribuciones histricas de Faura a nues-tro pas desde el siglo XXI,as como tambin la trascen-dencia de la palabra escrita e impresa.

    El fallo de la Haya -propongo- debe llevarnos tam-bin a no olvidar que la razn es el punto de apoyo dellema peruano "Firme y feliz por la unin" que por or-den del Congreso dada el 25 de febrero de 1825 debeacuarse en el revs de las monedas peruanas. Estadisposicin parlamentaria no ha sido derogada por loque desde la sociedad civil ahora debemos preguntar-nos y explicarnos por qu este concepto ha ido despa-reciendo de la realidad nacional. El usar la razn paraforjar nuestras relaciones bilaterales con Chile pasa -probablemente- por la recuperacin de este lema. Estarememoracin es pertinente para que nuestros vecinosy vecinas del sur de Amrica recuerden que el referidoTratado de Paz y Amistad de 1929 especifica que esetringulo es peruano y que por lo tanto deben abste-nerse de permanecer all por la fuerza.

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    La casa tacnea donde naci Jorge Basadre,es propiedad del Banco de la Nacin.La biblioteca del historiador de la Repblicaes propiedad del Gobierno Regional de Tacna;y, los medios de comunicacin informan queya faltan 233 libros y 43 revistas de laColeccin Basadre que debe estar formadapor unos 4000 ttulos, que en el 2012 fueretirada de su casa natal para ser instaladaen otro local.Este es una situacin a resolverse por que lasociedad civil organizada en torno alpatrimonio documental peruano pone envigencia el lema: firme y feliz por la unin,

    Este libro no figura en el catlogo de la Biblioteca Nacional del Perdebido a que el primer repositorio documental bibliogrfico del pascarece de presupuesto para adquirir publicaciones del exterior. Este libroser parte de los fondos documentales de la Biblioteca Nacional cuandose concluya el proceso de instalacin all de la Coleccin Pease.

    La razn se expresa mejor y de manera perdurablea travs de los libros, por ello, ahora paso a citar loescrito por Sergio Gonzles Miranda y publicado enSantiago de Chile en el 2004 con el ttulo de "El dioscautivo: Las Ligas Patriticas en la chilenizacin com-pulsiva de Tarapac (1910-1922)". El ttulo de este li-bro alude a la divinidad precolombina Tunupa Tarapa-c en evidente rememoracin de un pasado comn ymuy lejano cuando no haba unos pases llamados Bo-livia, Chile y el Per. Los textos aqu reproducidos sontomados del captulo VI : titulado "Tacna y Arica: Elcorte al nudo gordiano" y llevan algunos comentariosmos para enfatizar la importancia y trascendencia dela sociedad civil organizada en torno a temas y asuntosidentitarios, en este caso cuando la chilenizacin deesta regin recurri al amedrentamiento y la extorcinpara y por la desperuanizacin de Tarapac entre 1910y 1922. Estas maneras de usar la fuerza contaban conel silencio cmplice de los peridicos del lugar y laanuencia del gobierno chileno en supuesto cumpli-miento del Tratado de Ancn que haba suscrito con elgobierno del general Miguel Iglesias.

    "Tacna y Arica es otra historia" [.] para el histo-riador y socilogo Gonzlez Miranda cuando se hizoevidente que desde 1925 con la mediacin de los Esta-dos Unidos de Amrica el Per avanzaba para darcumplimiento al plebiscito que debi ejecutarse enmarzo de 1894 y dice as:

    "Para 1926 la certeza de un triunfo en la consultano estaba en las cabezas de ninguna de las autoridadesde Per y Chile, pero la balanza se inclinaba para Chi-le, porque este pas tena la ventaja de que bajo su leyy organizacin se realizara el plebiscito. Para el Per el

    plebiscito no era viable bajo estas condiciones, por ello,se empe en que se declarara impracticable, siendosu principal argumento `el clima de violencia plebisci-taria generado por los grupos patriticos chilenos. Espor esta razn que la accin de los grupos xenfobostermin siendo cuestionada por las autoridades chile-nas, como el propio plenipotenciario don Agustn Ed-wards. Tambin cabe la pregunta si todas las denunciasrealizadas como violencia poltica fueron efectivamenteresultado de la accin de los grupos patriticos chile-nos, debido al inters peruano de demostrar la imposi-bilidad de una consulta limpia y sin intimidacin".

    "No cabe duda que muchas de las denuncias reali-zadas a la Comisin Norteamericana eran ciertas, alcabo que desde la expulsin de los curas en 1910 quela poblacin de Tacna y Arica estaba siendo objeto deviolencia antiperuana. Empero, la investigacin de la-veracidad de dichas denuncias nunca se ejerci porparte de la Comisin, dndole un crdito de confianzaa la parte peruana que cuestion su posicin de rbitroneutral, desde la perspectiva chilena." [.]

    La disputa sobre este pequeo sector en tierra firmeno es "insignificante" porque deber resolverse por los

    mecanismos de la razn humana y no a travs de ladesidia; y, se deriva de la divergencia en relacin alpunto final de la frontera terrestre, e inicio de los lmi-tes martimos entre ambos pases que segn el Per seencuentra en la costa, en la orilla del mar: Punto Con-cordia segn el Tratado de Lima del 3 de junio de1929, que puede consultarseen:

    http://www.congreso.gob.pe/comisiones/2008/segui-m i e n t o - d e m a n d a p e r u a n a / d o c u m e n t o s /TratadodeLimayProtocoloComplementario1929.pdf

    Y que Chile considera que se encuentra 182,3me-trostierra adentro hito 1 y la orilla del mar,segn elActa de Lima del 5 de agosto del 1930 que puede con-sultarse en:

    http://www.congreso.gob.pe/comisiones/2008/segui-m i e n t o - d e m a n d a p e r u a n a / d o c u m e n t o s /ActaLima5agosto1930.pdf .

    Esta divergencia se proyecta sobre el mar de Grauque baa la costa de Tacna y eventualmente ser diri-mida por los Estados Unidos de Amrica por lo que espertinente que en la medida de nuestras posibilidadespersonales, institucionales, empresariales analicemosque piensan nuestros vecinos sureos al respecto.


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