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Page 1: Libro Vitoria DEFINITIVO

VITORIA-GASTEIZ DESDE DENTROUNA CIUDAD DE VANGUARDIA

LA EXCUSA PERFECTA PARA CONOCER UNA CIUDAD CON MUCHO ENCANTO

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1ª edición: junio 2010

Edita: NAAXPOT S.L.U.

ISBN 84-xxxxx-xx-x

Depósito legal B-xxxxx-2010

© NAAXPOT S.L.U.

Dirección de arte:María Clé

Maquetación: Francisco Javier Fernández

Fotografía: Antoni Juan y Foto Quintas

Impreso en papel de XX g

Imprime: Xxxxxxxxxxxxxxxxx

Este libro está legalmente protegido por los derechos de la propiedad intelectual. Cualquier uso, fuera de los límites establecidos por la legislación vigente, sin el consentimiento expreso del editor, es ilegal. Esto se aplica en particular a la reproducción, fotocopia, traducción, grabación o cualquier otro sistema de recuperación de almacenaje de información.

La propiedad intelectual del contenido de cada capítulo corresponde a los autores del mismo, tanto del texto como de las imágenes. Las entrevistas son conversaciones entre el autor y sus invtados. Cualquier opinión vertida en las mismas han de ser respetadas y contextualizadas al momento en que tuvieron lugar.

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INTRODUCCIÓN 7

Cómo leer este libro 11

VITORIA-GASTEIZ, CAPITAL DE ÁLAVA Y DEL PAÍS VASCO 13

FESTIVAL DE JAZZ DE VITORIA,

EL INICIO DE UN RECORRIDO POR LA CIUDAD 23

Avant Jazz, 11 de julio de 2009 23

Primer día del festival, 12 de julio de 2009 25

Segundo día del festival, 13 de julio de 2009 28

Tercer día del festival, 14 de julio de 2009 34

Cuarto día del festival, 15 de julio de 2009 38

Quinto día del festival, 16 de julio de 2009 42

Sexto día del festival, 17 de julio de 2009 46

Séptimo día del festival, 18 de julio de 2009 49

José María y Ana 56

ENTREVISTAS CON:

Iñaki Añua 64

Juan Ignacio Lasagabaster 70

Naiara Esparza y María Clé 82

Senén González 92

Iñaki Cacho 98

José Barreira y Anabel de la Fuente 104

Toti Martínez de Lecea 112

Paquita Vives 122

Aurelio Martínez y María Ramos 128

Ana Isabel Bravo y Jimmy Bidaurreta 134

Juanma Lavín 146

Gorka Ortiz de Urbina 156

David Quintas 166

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EPÍLOGO 180

ANEXOS: GUÍA DE VITORIA-GASTEIZ 182

PLANO DE VITORIA 196

MAPA DE ÁLAVA 198

LISTADO DE FOTOS 200

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Conocimos a Toni por casualidad y por separado. Sucedió en Julio del 2009, después

de la semana del Festival de Jazz en Vitoria-Gasteiz y a estas alturas no sé por qué pero

no nos sorprende. A nuestro amigo le apasiona el jazz y nos lo transmitió al instante. Nos

explicó que quería escribir un libro sobre nuestra ciudad, de hecho ya lo había comen-

zado días antes, y se le veía entusiasmado por ello. Al principio nos sorprendió la idea,

nos chocó que alguien de Barcelona estuviera tan interesado e ilusionado por escribir

acerca de Vitoria, pero lo comprendimos rápidamente. Nos dio a entender que, al igual

que nosotros, sentía fascinación por nuestra ciudad y por esa razón nos dejamos con-

vencer fácilmente para embarcamos con él en esta excitante aventura.

Me atrevo a decir que a menudo tendemos a pensar que la ciudad donde vivimos es

como nuestra propia casa, de modo que, en ocasiones, parece que tenemos todo tan

a mano y tan visto que no dedicamos ni un segundo a observar ni valorar los pequeños

rincones que nos ofrece. Toni nos ofreció otra mirada y nos abrió los ojos despertando

nuestra curiosidad. Hizo que aparcáramos nuestra rutina y, a través de los distintos perso-

najes que aparecen en este libro y que van dejando su particular sello, descubrimos que

nuestra ciudad esconde secretos que merecen ser revelados dentro y fuera de aquí.

Este libro se puede interpretar de muchas maneras, tantas como personas intervienen a

lo largo de estas páginas. Puede ser un regalo inmejorable, también una completa guía

gastronómica y cultural dedicada a los oriundos y a los que deseen visitarnos, o incluso

un diario con sabor a música de jazz que nos marca el ritmo de la lectura. También es

un trepidante viaje desde las entrañas históricas de Vitoria-Gasteiz hasta el progreso

de nuestros días. Son muchos los lugares que pueden descubrir a través de sus páginas

pero, entre muchos otros, nos gustaría destacar el Anillo Verde, símbolo de la mentali-

dad ecológica y sostenible que representa los valores de nuestro municipio.

En este libro encontrarán una historia abierta a todo tipo de público ya que los que he-

mos prestado nuestras voces compartimos suelo pero nos diferenciamos en lo referente

a estilos de vida, con diversas miradas que enseñan algo nuevo.

Toni fue descubriendo amigos. Son ellos quienes nos hablan, no sólo de la ciudad, sino

de muchas cosas interesantes abríendonos las puertas de los escenarios donde transcu-

rren sus vidas, con diferentes profesiones, gustos y criterios.

Como ejemplo de lo que pueden encontrar en este libro, podrán descubrir a Toti Martí-

nez de Lezea en familia, en un entorno cálido y cercano, convirtiéndonos en cómplices

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de la entrañable conversación que mantiene con su madre y su marido. También visita-

remos la catedral de Santa María con Juan Ignacio Lasagabaster, quien nos mostrará

los entresijos de un proyecto tan complejo. Quién no querría disfrutar de un sabroso

besugo junto a Senén González en su propia casa, la sidrería Sagartoki. Podríamos ex-

tendernos mucho más pero son sólo unas pistas de cómo podemos vivir Vitoria-Gasteiz

desde dentro.

Dicho lo cual, ha llegado la hora de que nos presentemos. David Quintas y yo (María Clé

Leal) hemos acompañado a Toni en este paseo por los recovecos de nuestra ciudad

y nos ha dado la oportunidad de plasmar nuestra visión personal aportando nuestras

sensaciones con total libertad. Desde la fotografía y la ilustración hemos completado la

perspectiva acerca de nuestra urbe y alrededores.

Hemos disfrutado acompañando a un amigo, compartiendo su ilusión y rescatando

sensaciones que parecían olvidadas. Un libro escrito desde la admiración y con el máxi-

mo rigor de alguien que vive desde lejos esta ciudad como suya propia. Por ello reco-

mendamos esta amena lectura, para los que como Toni deseen captar la esencia de

una ciudad en constante evolución y para los que quieran embriagarse del encanto de

las paredes que los rodean. Así pues, les invitamos a sumergirse en este relato de viven-

cias que hemos querido mostrar.

Muchas gracias al autor.

David y María

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Sería conveniente, antes de que conti-

núen, que les advierta de que soy ma-

llorquín y afincado en Cataluña hace

más de veinte años y por tanto no vivo

en Vitoria. También debería advertirles

de que los textos, las entrevistas y algu-

nas de las fotos que aparecen en este

libro los he hecho yo mismo, a pesar de

que no soy escritor, ni periodista ni fotó-

grafo. Si todo esto no les disuade de se-

guir leyendo, será mejor que les cuente

cómo empezó el proyecto de escribir

este libro .

Desde hace unos catorce años, to-

dos los veranos, visito Euskadi. La razón

fundamental es que en esta tierra en-

cuentro muchas de las cosas que más

me emocionan: buena música, buena

comida, bellos lugares para visitar y

buena gente. Lo de la música tiene que

ver con mi afición al jazz y al saxofón,

que toco desde hace unos años. Mi afi-

ción por la música y, en concreto, por

el jazz se ve satisfecha en los festivales

que se celebran en estas tierras. Esa fue

la razón de mi primer viaje a Euskadi y

también de la primera visita a Vitoria. Mi

primer gran recuerdo de Vitoria tiene la

imagen de Mendizorroza y el sonido de

la música de jazz. Con los años se ha ido

estableciendo una relación con Vitoria,

con Álava y con Euskadi en general

que, sin temor a exagerar, podría cali-

ficar como de enamoramiento. Supon-

go que coincidirán en que uno no se

enamora sólo de personas, menos mal,

sino de cosas, de ciudades, de países...

IntroduccionVITORIA, 20 de mayo de 2009

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En este caso no fue un amor a primera

vista pero tampoco una simple aven-

tura de verano. Mi enamoramiento de

Vitoria ha sido progresivo, ha ido en au-

mento, y ahora está en uno de sus pun-

tos más álgidos, sobre todo después de

haber hecho este libro.

¿Qué cosas me han provocado ese

enamoramiento? Aparte del hecho de

satisfacer mis aficiones a la música, a

la buena mesa, etc., creo que hay dos

razones fundamentales. Por un lado las

que tienen que ver con la ciudad en sí

misma, y por otro lado las que tienen

que ver con los vitorian@s.

Vitoria-Gasteiz reúne todas las condi-

ciones para que me encuentre espe-

cialmente bien en ella. Es una ciudad

bonita, tranquila, que invita al paseo,

silenciosa, verde, con un clima que, a

pesar de su fama, me agrada especial-

mente. Está llena de rincones ineludi-

bles, ya tendrán oportunidad de com-

probarlo. El ritmo en las calles es sereno,

sin sobresaltos. El perfil de la ciudad es

llano, salvo el suave desnivel del casco

histórico, que se eleva por encima del

resto de la ciudad como una atalaya.

Vitoria es una ciudad verde: está salpi-

cada de parques y jardines y a su alre-

dedor, la joya de la corona, el Anillo Ver-

de, una proyecto de integración de la

ciudad con la naturaleza que la rodea.

Sobre el clima, hay quien soporta mal el

invierno de Vitoria, pero el resto del año

la temperatura es agradable con unas

noches de verano que te permiten sa-

lir con una chaqueta y dormir cubierto

por algo más que una sábana. Sobre

los vitorian@s sólo puedo decir que los

que he conocido me han parecido

muy amables, cercanos, accesibles y

me han hecho sentir uno más. Cuando

uno está de viaje lo que menos desea

es sentirse un extraño, sentirse un simple

turista. Los vitorianos te acogen de tal

modo que es difícil sentirse un extraño

en esta ciudad.

No sé si estas son suficientes razones

para escribir un libro. En cierto modo me

siento en deuda con Vitoria y querría

devolverle parte de lo que me ha dado.

Espero que con lo que van a encontrar

en las siguientes páginas quede claro mi

objetivo: rendir un homenaje a Vitoria y

a sus gentes y provocar, si no conocen

todavía la ciudad, la necesidad impe-

riosa de conocerla.

Les pido que me acompañen en un

recorrido un tanto desordenado, a

ratos a ritmo de jazz en el apartado

dedicado al festival, por momentos al

ritmo propio de la ciudad y a veces al

ritmo que marcan algunos personajes

que con su propia voz hablan en este

libro. Sobre éstos querría detenerme un

momento. Todos ellos se han prestado

con una especial facilidad a participar

en este proyecto. Sin duda la figura de

dos mujeres que comparten nombre

aunque no se conocen entre sí ha sido

clave. Por un lado Ana Isabel Bravo que

ha sido mi cicerone en estos años y que

es la principal culpable de todo este lío.

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Ana Isabel aparece entrevistada en el

libro y no me voy a extender demasiado

ahora. Sólo quiero decirles que es una

persona muy querida para mí y que ha

propiciado que mi relación con Vitoria

sea la que es. Curiosamente fue Ana Isa-

bel quien me dirigió a Ana Lasarte, aun

sin conocerla, tras solicitar la informa-

ción que le pedí: ¿cuál era la persona

idónea para que valorara mi proyecto

un tanto alocado de escribir un libro so-

bre Vitoria? Sin duda acertó.

Ana Lasarte, directora de la Oficina de

Turismo del Ayuntamiento de Vitoria-

Gasteiz, me ha dado su apoyo desde el

primer día. Cuando le comenté que me

gustaría que aparecieran en el libro vi-

torianos hablando de Vitoria, enseguida

me elaboró una lista de candidatos. Me

puso en contacto con toda una serie de

personas que me han enriquecido de

tal forma que lo que parecía imposible

se ha producido: que me enamorara

aún más de esta ciudad. El apoyo que

me prestó creo que tiene que ver más

con su compromiso con la ciudad que

con las responsabilidades de su cargo.

Todos los entrevistados con quien me ha

puesto en contacto me han dicho algo

así: “Si vienes de parte de Ana...”

Gracias a las dos “Anas”, sois las princi-

pales catalizadoras de este proyecto.

Espero que si continúan leyendo pue-

dan compartir conmigo este sentimien-

to por la ciudad y, en caso de que vivan

en Vitoria, cuando salgan hoy a la calle

espero que se sientan más orgullosos de

su ciudad y, si no tienen la suerte de vivir

en ella, dejen cuanto están haciendo y

vengan corriendo a Vitoria.

CÓMO “LEER” ESTE LIBRO

Este libro, sin ser una guía convencio-

nal, pretende ofrecerles un acompaña-

miento a través de la ciudad y de sus

alrededores. Sus acompañantes serán

vitorianos o personas que tienen una in-

tensa relación con Vitoria-Gasteiz y que

se han prestado a aconsejarles sobre

qué lugares ver, adónde ir, dónde pue-

den comer, tomar pinchos...

En el primer capítulo encontrarán res-

puestas a algunas preguntas que uno

suele y debe hacerse cuando quiere

conocer una ciudad. Este breve capítu-

lo les puede servir como primera toma

de contacto con la ciudad y con Álava.

Como no podría ser de otro modo,

continuaremos con un recorrido por el

Festival de Jazz. Si lo desean pueden

acompañarme en mi recorrido perso-

nal durante la semana de la edición

del festival de 2009. Les comentaré mis

vivencias de esa edición. En este mismo

apartado, Ana y José María, amigos e

inmejorables compañeros de viaje, que

nunca antes habían estado en Vitoria,

nos darán también su opinión sobre la

ciudad.

El grueso del libro es la transcripción de

las conversaciones que tuve el privilegio

de mantener con personas muy diversas

que se presentan a sí mismas y presen-

tan a su ciudad. Sus recomendaciones

les serán de mucha utilidad, tal como

si hicieran un recorrido por Vitoria con

cada uno de ellos. La primera entrevis-

ta, la mantuvimos con el director del

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Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz. Pero no sólo de jazz vive Vitoria. Ya lo descubrirán

en las transcripciones de las restantes conversaciones. No siempre tiene uno la oportu-

nidad de recorrer una ciudad con la historia que tiene Vitoria de la mano de Paquita

Vives o de Toti Martínez de Lecea, visitar la catedral de Santa María en compañía de

Juan Ignacio Lasagabaster, ir al restaurante Sagartoki con el mismo Senén González o

a la sidrería Mendiola con Iñaki Cacho. Podrán conocer los entresijos de la empresa

hostelera de Vitoria en boca de José Barreira y Ana Belén de la Fuente. Es un privilegio

visitar la Rioja Alavesa con Juanma Lavín. Les encantará perderse por los rincones de

la ciudad y de Álava acompañados de María Clé, Naiara Esparza, Aurelio Martínez,

María Ramos, Jimmy Bidaurreta o Ana Isabel Bravo. No podrán olvidar las imágenes de

Vitoria-Gasteiz gracias a la mirada de David Quintas. Todo eso lo podrán hacer miran-

do y leyendo este libro. Estos son a partir de ahora sus anfitriones en su visita a Vitoria y

Álava. Déjense llevar por ellos. Les aseguro que están en la mejor de las compañías, no

les defraudarán.

Por último, al final del libro, encontrarán una lista de bares, restaurantes, hoteles, mu-

seos, con sus respectivas direcciones y teléfonos. De este modo le facilitamos la bús-

queda de los lugares que le puedan interesar al lector.

Si me permiten un consejo, abran este libro por cualquier página y disfruten de la ciudad

y sus alrededores que son, junto a los vitorianos, los verdaderos protagonistas de este libro.

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Estas son algunas de las preguntas que

uno suele hacerse cuando pretende co-

nocer una ciudad.

1. ¿Dónde está Vitoria-Gasteiz?

Vitoria está en el País Vasco, en Álava, a

118 km de San Sebastián, 66 de Bilbao,

114 de Burgos, 86 de Logroño, 530 de

Barcelona y 351 de Madrid.

Está a unos 450 m de altitud sobre el ni-

vel del mar.

2. ¿Cómo llegar?

Vitoria tiene aeropuerto pero son pocos

los vuelos regulares. El aeropuerto de

Sondika (Bilbao) está a unos 50 minu-

tos de Vitoria por carretera. La ciudad

es muy accesible por carretera y está

muy bien comunicada con las ciudades

próximas.

3. ¿Cuál es el papel político-administra-

tivo de Vitoria?

En 1979 se proclama la comunidad au-

tónoma vasca. En 1980 Vitoria es elegi-

da la capital política y administrativa del

País Vasco.

4. ¿Cuántos habitantes tiene?

233. 277 en el padrón de 2007. Es nece-

sario precisar que el término municipal

de Vitoria tiene 65 poblaciones en una

extensión de 277 km2.

5. ¿Cuándo se fundó la ciudad?

Aunque hay una cierta polémica recien-

te al respecto, la fundación de la villa se

suele datar en 1181 y se atribuye al rey

navarro Sancho VI que le dio entidad ju-

rídica bautizando como Nueva Victoria

al conjunto urbano situado sobre la al-

dea de Gasteiz. Esta antigua villa se co-

rrespondería con el trazado actual de

las calles de Santa María, Fray Zacarías

y las Escuelas. En la primera ampliación

en 1202 se abrieron lo que hoy son las

calles de Correría, Zapatería y Herrería.

Posteriormente en 1256, en la tercera

fundación, se crean lo que actualmente

son las calles de Cuchillería, Pintorería y

Nueva. Esta última sería posteriormente

la calle de la Judería y, después de la

expulsión de los judíos, recuperó el nom-

bre de Calle Nueva. En 1431 Vitoria fue

declarada ciudad.

6. ¿Qué es la almendra medieval?

Es el trazado de la antigua ciudad me-

dieval que tiene una particular forma en

huso o almendra, de ahí su nombre. El

casco histórico de Vitoria-Gasteiz, que

incluye la almendra medieval, Los Arqui-

llos y la plaza de España, es patrimonio

histórico.

7. ¿Cuales son los edificios o lugares em-

blemáticos del casco histórico?

-Siglos XIII-XIV: catedral de Santa María,

iglesia de San Pedro, palacio-casa del

Cordón.

-Siglos XIV-XV: iglesia de San Miguel, El

Portalón.

-Siglos XV-XVI: torre de los Anda, iglesia

de San Vicente.

-Siglo XVI: palacio de Bendaña, palacio

Escoriaza-Esquibel, palacio de Villasuso,

Capi tal de Álava y del País Vasco

VITORIA-GASTEIZ

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palacio de Montehermoso, convento de Santa Cruz, Santo Cristo de San Ildefonso.

-Siglo XVIII: palacio del Marqués de la Alameda, plaza de España, plaza del Machete,

Los Arquillos (siglos XVIII-XIX)

-XIX-XX: Casa Museo de los Faroles.

8. ¿Qué es El Ensanche?

Es el resultado del proyecto urbanístico de ampliación de la ciudad a partir del casco

histórico. El Ensanche neoclásico se abre al sur de la ciudad. Justo Antonio Olaguíbel

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fue el arquitecto bajo cuya dirección se construyeron Los Arquillos, cuya función era y es

salvar el desnivel de la ciudad respecto de las partes más llanas, y la plaza de España.

A partir de ahí y de la plaza de la Virgen Blanca, se abre un entramado de calles, gran

parte de ellas peatonales. Hoy en día es un lugar de paseo obligado, donde pueden ir

de compras, tomar pinchos, comer de mesa y mantel...

El ensanche contemporáneo cierra el resto del caso histórico y tiene como arteria prin-

cipal la avenida de Gasteiz y como lugares reconocibles, el Museo Artium, el Palacio de

Justicia y el Centro Cívico y Palacio de Congresos y Turismo Europa.

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9. ¿Qué es el Anillo Verde?

Permítanme que me extienda un poco más en la información de este punto. La razón es

que el Anillo Verde es uno de los rasgos difereciales de esta ciudad. Es la joya “verde”

de una ciudad “verde”.

Se trata de un proyecto de alto valor ecológico, paisajístico e hidrográfico, en el que han

participado múltiples profesionales, bajo el impulso de las autoridades municipales, con

la intención de recuperar espacios naturales muy próximos a la ciudad.

Estos espacios naturales incluyen lagunas, bosques, praderas, ríos, tierras de labor, pe-

queñas aldeas, y garantizan una transición natural entre lo urbano y lo rural. La labor de

quienes han trabajado y trabajan en el Anillo Verde ha sido recuperar para la ciudad

espacios naturales, algunos de los cuales se habían degradado y otros estaban amena-

zados por la presión urbanística.

Las actividades que pueden realizarse en el Anillo Verde son múltiples: desde pasear en

bicicleta o andando a observar aves migratorias y animales en estado salvaje como el

visón europeo, ciervos, etc.

Estas zonas naturales, que ocupan unas 570 hectáreas, son:

-El bosque de Armentia, muy accesible desde la ciudad por el paseo de la Senda. Es

un bosque de quejigo. Tiene una basílica románica donde se venera a san Prudencio,

patrón de Álava desde 1644.

-Las balsas de Salburua, con dos lagunas principales, Betoño y Arcaute. Ha sido ne-

cesaria una intensa actividad de recuperación hidrológica después de que se dese-

caran. Tiene un interés hidrológico, paisajístico y faunístico de primer orden. Destaca

como punto de paso de aves migratorias y por la especie “estrella” de la zona: el visón

europeo.

-Parque de Zabalgana, a 4 km al oeste de Vitoria, con un bosque-isla, típico de la lla-

nada alavesa, rodeado de tierras de cultivo y con una fauna silvestre muy apreciable.

-Olarizu. A 2 km al sur de la ciudad, este monte es muy apreciado por los vitorianos por

muchos motivos, entre otros la celebración de una popular romería.

-El paseo del río Alegría, entre los humedales de Salburua y el río Zadorra, constituye un

importante corredor ecológico. Entre otras cosas cumple una función de regulación hi-

drológica, ya que se ha conseguido corregir las continuas inundaciones de los ríos Santo

Tomás y Errekaleor, con su derivación a través de su canal hasta el río Zadorra.

-El parque fluvial del Zadorra, que limita a la ciudad por el norte y que alberga múl-

tiples hábitats, es uno de los espacios naturales de ocio al aire libre para vitorianos y

visitantes.

-El río Errekaleor y el cerro de las Neveras completan las zonas sur y este del anillo.

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10. ¿Otras zonas recomendables para

pasear en Vitoria....?

No se pueden perder el recorrido de la

Senda, desde la plaza de la Virgen Blan-

ca hasta las campas de Armentia, una

visita por el campus universitario y la Ciu-

dad jardín, los nuevos barrios...

Es necesario recordar que Vitoria es la

ciudad de Europa con mayor superficie

verde por habitante. No deje de pasear

por lo múltiples parques urbanos.

11. ¿Dónde podemos comer?

La mayor concentración de bares de

pinchos está en el propio casco históri-

co, y en El Ensanche. También en esta

zona encontrará un buen número de

restaurantes.

12. ¿Cuáles son los eventos culturales de

la ciudad?

Semana de Cine Vasco. Febrero-marzo

Festival Azkena Rock. Mayo

Festival internacional de juegos. Junio

Festival de Big-Bands. Junio

Festival de Marionetas. Desde julio a

septiembre

Festival de cortos. Cortada. Finales de

junio-principios de julio

Festival de jazz. Jazzaldia. En la tercera

semana de julio

Concurso Internacional de Ajedrez. Últi-

ma semana de julio

Festival de Magia. Septiembre

Festival de Teatro. Septiembre-noviembre

Festival de Música Antigua. Septiembre

Fiestas de la Virgen Blanca. Del 4 al 9 de

agosto

Feria Internacional del Vino, puente de la Inmaculada en el mes de di-ciembre

13. ¿Cómo moverse por la ciudad?

Andando, por supuesto. Pero también

se puede “alquilar” gratis una bicicle-

ta, sólo presentando el DNI y firmando

un comprobante, puedes tener presta-

da una bicicleta durante 4 días. Tam-

bién puedes moverte en tranvía o en

autobús.

14. ¿Qué es el Artium?

El Artium es el centro-museo vasco de

arte contemporáneo. Está situado en

el centro, cerca del casco histórico, en

la calle de Francia núm. 24. Como en

el resto de los museos de Vitoria no se

paga entrada como tal. Se hace una

aportación voluntaria a la entrega del

ticket.

Tiene una colección estable de artis-

tas como Salvador Dalí, Pablo Picasso,

Joan Miró, Pablo Gargallo, José Caba-

llero, Antoni Clavé, Antonio Saura, An-

toni Tàpies, Joan Brossa, Manuel Viola,

Rafael Canogar, Pablo Palazuelo, Jor-

ge Oteiza, Rafael Ruiz Balerdi, Eduardo

Chillida, Andrés Nagel, Txomin Badiola,

Darío Urzay, Miquel Barceló, Cristina

Iglesias, Elena del Rivero, Bill Viola, Fa-

bian Marcaccio.

15. ¿Otros museos importantes?

El Museo de Naipes Fournier, Museo de

Arqueología, de Ciencias Naturales, de

la Armería... Encontrarán las direcciones

en el anexo al final del libro.

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16. Y sobre Álava, ¿qué debo saber?

Álava tiene una extensión de 3.037 km2 y unos 300.000 habitantes. Es la provincia vasca

situada más al sur, la más grande y la menos poblada. Está delimitada al norte y al

este por las cadenas montañosas que la separan de los valles vizcaínos, guipuzcoanos

y navarros y al sur por la sierra de Cantabria y el Ebro. En medio, la llanada alavesa.

17. ¿Cuáles son los enclaves naturales imprescindibles de Álava?

Los parques naturales de Gorbeia, Urkiola y Aizkorri

Los embalses de Ullibarri y Urrunaga

Las Salinas de Añana

La Rioja Alavesa

El valle de Aramaio

La llanada alavesa

El monte Izki

El parque natural valle de Valderejo

La sierra de Entzia

18. ¿Cuáles son las guías más recomendables?

En la Oficina de Turismo, junto a la sede del Parlamento Vasco, podrán adquirir algunas

guías que son imprescindibles:

-Guía de Vitoria-Gasteiz en todos los sentidos

-Patrimonio histórico artístico del término municipal de Vitoria

-Alava de tú a tú (guía delicatessen)

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Avant Jazz. 11 de julio de 2009.

De nuevo estoy aquí en Vitoria, y de nuevo siento el cosquilleo en el estómago que me

trae buenos recuerdos: está a punto de empezar una nueva edición del Festival de Jazz.

No sabría cómo explicar a quien no sea aficionado al jazz y que nunca haya asistido a

un festival lo que significa para mí. ¿Recuerdan las sensaciones que les producía la lle-

gada de la fruta de temporada, cuando de verdad existía la fruta de temporada? ¿Los

primeros melocotones, las primeras sandías? ¿Esos sabores y olores que estaban en la

memoria y que desde el año anterior uno no había podido disfrutar? Algo así es para mí

el inicio del festival. Es algo que sucede una vez al año, que espero de alguna manera,

que me retrotrae al año anterior por las mismas fechas, con ese recuerdo de sensacio-

nes, de vivencias, de música... iguales y distintas año tras año. Ha pasado un año desde

el último festival. Me han pasado muchas cosas, pero lo importante es que estoy aquí

de nuevo, para disfrutar del festival y de la ciudad.

Llegué ayer por la tarde, a tiempo para disfrutar del Avant Jazz con el que la organi-

zación regala a la ciudad y a los que estamos impacientes por disfrutar del festival. Al

espectáculo callejero no llegué a tiempo. Se trataba de un pasacalles del particular

grupo Rezikletas, que a modo de unos Les Luthiers vitorianos, con sus “bicikletas-instru-

mento musical”, nos hacen una propuesta interesante. Salieron de la plaza del Arca y

recorrieron las calles de la ciudad hasta el palacio de Villa Suso. Según leo en el periódi-

co fue un espectáculo divertido. Ya le preguntaré a Perico, baterista, que conocí en una

anterior edición del festival y que forma parte del grupo, qué tal fue.

Sí llegué a tiempo a la plaza del Machete, donde había dos actuaciones programadas:

Primital, que lidera Santi Ibarretxe, un excelente saxofonista-humanista, que combina

con una habilidad especial una excelente descarga de buena música improvisada,

con contundentes solos de saxo, aderezada con constantes observaciones y reflexiones

sobre la música, sobre la vida misma. Este hombre es todo un espectáculo y no deja a

nadie indiferente. No es frecuente encontrar un músico de calidad que tenga sentido

del espectáculo y que busque divertir, sin complejos, acercando a todos una música a

veces difícil para el gran público.

Festival de jazz de Vitoria-Gasteiz:el inicio de un recorrido por la ciudad

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En el intermedio entre las actuaciones,

(luego tocaban Jazzanova), un paseo

obligado para probar las primeras deli-

cias de la cocina en miniatura. Entré en

el bar Toloño, en la cuesta de San Fran-

cisco núm. 3. Es un bar con una decora-

ción moderna, con predominio del blan-

co, y con un público variado. Cuando

llego me encuentro fuera del bar a gen-

te cool de la ciudad, arreglados para el

sábado por la noche, tomando zuritos,

vinos y pinchos. La carta es una enorme

pizarra. Me decido por los chipirones en

su tinta. A los dos minutos tengo ante mí

un platito blanco, de negro contenido

con tres chipironcitos que parecen de

anzuelo. Están excelentes. Un zurito (una

cantidad de cerveza que da para dos

tragos) y al próximo local. De ahí me voy

a la calle de Dato. En el JG tomo la sar-

dina marinada y la chalota de rabo de

buey sobre patata panadera. Sin pala-

bras. Pruébenlo, ya me dirán.

Vuelvo a la plaza del Machete y escu-

cho Jazzanova, un grupo eléctrico que

hoy tiene invitado especial. El público

baila y disfruta. Son las doce y media

de la noche y se puede decir que esto

ya ha empezado. Para ser la primera

pre-noche ya está bien. También es

mi primer día de vacaciones. Vuelvo

a mi refugio del Gran Lakua, mi casa

en Vitoria. Por cierto, este hotel me

gusta cada vez más. Es el cuarto año

consecutivo que vengo. Está situado

en el barrio de Lakua, uno de los ba-

rrios nuevos de la ciudad. Es un hotel

funcional, aunque hace justicia a sus

cinco estrellas en muchos detalles. Sor-

prende el trato profesional y familiar a

la vez. Vichor me saluda como si me

conociera de toda la vida y me pre-

gunta si este año voy a hacer algún

recorrido en bicicleta. Es un recepcio-

nista con un porte que tiene algo de

aristocrático y una sonrisa permanente

y sincera. Voy al bar del hotel. Conoz-

co a Fátima, que trabaja aquí desde

hace seis años aunque no es la cama-

rera habitual del bar, hoy le ha tocado.

Me sirve un excelente gin-tonic. Parece

que Fátima es una fiel representante

de la cordialidad propia del lugar y me

atiende sonriendo tímidamente a ratos

y me acaba tratando como a un viejo

conocido.

Después de una agradable conversa-

ción llega el momento de retirarse a

descansar. Esto sólo acaba de empe-

zar.

Santi Ibarretxe

Page 25: Libro Vitoria DEFINITIVO

25

Primer día de festival,

12 de julio de 2009

Son exactamente las 22.05 de la noche

cuando escribo estas lineas. Estoy en la

terraza del Usokari. Me acabo de comer

un pimiento verde relleno de carrilleras.

Indescriptible. Como indescriptible el

día que he tenido.

Me he despertado a eso de las diez y

media (recuerdo al lector que estoy de

vacaciones). Me he dado una ducha

y he bajado a la cafetería del hotel.

Estaba Fátima detrás de la barra y me

ha saludado con esa sonrisa. Ya estoy

en casa. He leído la prensa, las críticas

sobre la noche de ayer. He desayuna-

do un pincho de tortilla y un pincho de

jamón. Luego me he ido al centro. He

dejado el coche cerca de la estación

y he subido por la calle de Dato. Me he

detenido en el Saburdi y me he toma-

do un pincho de morcilla de arroz con

pimientos sobre patata panadera. Ex-

celente. Luego he ido a los jardines de

Falerina, que son los jardines del palacio

de Montehermoso, actualmente uno

de los centros culturales del casco his-

tórico. Me he encontrado con Ana Isa-

bel Bravo, de quien les he hablado en

la introducción. Ana es saxofonista y hoy

tocaba con la banda municipal de Vi-

toria, con Ramón Cardo como director

invitado. El día era espléndido, con un

cielo azul y una temperatura desacos-

tumbrada en esta ciudad. “Para cuatro

días buenos que tenemos...” Exagera-

ciones, son muchos los días buenos que

tiene esta ciudad, una ciudad excelen-

te para visitar en verano, con una tem-

peratura alta durante el día y con unas

noches frescas que obligan a usar cha-

queta. El concierto ha sido muy bello,

con un repertorio muy adecuado para

el público que se ha congregado en

los jardines. Varias generaciones, desde

jubilados con sus nietos hasta jóvenes

cachorros de la sociedad vitoriana, ni-

ños bailando, parejas retozando en un

césped verde. Me he encontrado con

Aurelio, su hija y su nieta, que se llama

Amets (“sueño”, en euskera). También

he visto a Perico, que me ha dicho que

no estuvo ayer por la tarde con Rezikle-

tas, porque le coincidió con otro “bolo”.

Ha sido muy agradable reencontrarme

con todos. También he visto a Marina

González, que toca el bajo, aunque se

gana la vida como cocinera. Hemos

quedado para tocar un día de estos.

Después del concierto nos hemos ido a

comer todos juntos. Me han llevado a un

restaurante marroquí, Las mil y una no-

ches. Es una de las diferencias de Vito-

ria respecto al resto de las ciudades de

Euskadi: la proliferación de restaurantes

exóticos y la aceptación por parte de

los vitorianos. Mis amigos ya habían de-

cidido ir allí a comer y, por supuesto, nos

ofrecen a todos que los acompañemos.

Ten un amigo en Vitoria y automática-

mente tendrás muchos amigos.

El restaurante es muy agradable, hemos

comido bien, en un ambiente muy tran-

Page 26: Libro Vitoria DEFINITIVO

26

quilo, paredes con azulejos blancos y

azules y una pequeña fuente con un gri-

fo permanentemente abierto para simu-

lar el murmullo del agua de una de esas

bonitas fuentes de los patios árabes.

Durante la comida, risas, chascarrillos,

el ambiente de siempre. Si un vitoriano

te invita a acompañarle a comer no se

te ocurra rechazar su invitación, te vas

a perder un encuentro muy agradable.

Después de comer, Aurelio, María, su

mujer, y yo hemos ido a Mendizorroza,

empezaba el festival. Emoción. ¿Qué

sucederá este año? ¿Me gustará tanto

como siempre? Por lo que he oído so-

bre el programa de esta tarde, creo que

sí. El primer día del festival suele haber

una actuación doble por la tarde, el

picnic-jazz, que está dirigida a todos los

públicos pero sobre todo a las familias

que, con sus niños, pueden divertirse y

distraerse escuchando buena música

en directo. Para este día suelen progra-

mar música “bailable”. Y el jazz bailable

es el dixieland o, en general, la música

de Nueva Orleans de los años treinta.

Esta música la hemos oído mil veces y,

para el no iniciado, puede que ni siquie-

ra lo relacione con el jazz, este género

de música que a su vez reúne muchos

géneros. Este año el picnic-jazz no se

celebra en Armentia, una lástima, pero

es un buen test para Mendizorroza. El so-

nido, como siempre, impecable. La en-

trada es gratuita y el público es el mismo

que en Armentia y parecido al que esta

mañana estaba en el Jardín de Falerina.

Una acalorada Lillian Bouté en Mendizorroza durante el pic-nic jazz

Page 27: Libro Vitoria DEFINITIVO

27

Lillian Bouté

Page 28: Libro Vitoria DEFINITIVO

28

Tal vez el promedio de edad era menor

que el de esta mañana, pero varias ge-

neraciones coinciden en Mendizorroza.

Las actuaciones han sido excelentes.

Ha abierto el concierto Lillian Bouté,

imagino que por su apellido descen-

diente de franceses, negra criolla, con

una voz deslumbrante y una simpatía

que el público ha recibido con mucho

cariño. Después The Dirty Dozen Brass

Band, que no eran dirtys, ni eran una

dozen ni siquiera eran una brass band

salvo por la presencia de la tuba carac-

terística. Pero la descarga de música y

de ritmos ha sido brutal. Han acabado

el concierto haciendo salir al escenario

a varias chicas que han bailado, una

tras otra, con los músicos de la banda.

Qué raro, no han hecho subir a ningún

chico, y todas las chicas que han subido

eran especialmente guapas. Cosas de

músicos.

Mañana más.

Segundo día de festival,

13 de julio de 2009

Son las 13.20 del día 14 cuando me pon-

go a escribir. La verdad es que me he

levantado tarde y creo que lo van a en-

tender, porque el día de ayer fue largo

aunque se me hizo corto.

Me levanté temprano y me fui al centro

a buscar mi acreditación para el festival.

Me atendió Susana, jefa de prensa del

Festival de Jazz. La acompañé a la ofici-

na para firmar un contrato de cesión del

material fotográfico. Estuvo muy amable

Susana. Es su primer año como jefa de

prensa del festival. No debe de ser fácil

atender a tantas demandas. En la oficina

estaba Iñaki Añua. Me saludó brevemen-

te y siguió a lo suyo. Seguro que estos días

en que se concreta todo el trabajo de un

año deben de ser muy especiales para

todos los que participan en la organiza-

ción. Cualquier imprevisto puede provo-

car un desastre. Mientras estoy esperan-

do presencio cómo Iñaki le dicta una

nota de prensa a Susana explicando el

porqué de la ausencia de Lee Konitz: una

neumonía que, con 81 años, es motivo

más que suficiente para que no viaje. El

cuarteto anunciado se queda en trío de

lujo: Brad Mehldau, Jordi Rossy y Charlie

Haden. Un contratiempo que presencio

cómo se salva con absoluta normalidad.

No debe de ser la primera vez ni será la

última que Iñaki se enfrenta a un cambio

de última hora.

Ya con mi acreditación me fui a la calle

de Dato a comer algo. Los lugares de

siempre que irán apareciendo en estos

capítulos.

Después, ya repuesto y con energía su-

ficiente para superar el desnivel entre

la plaza de la Virgen Blanca y el pala-

cio de Montehermoso, me dirijo a los

jardines de Falerina. Todos los días a las

13.30 hay una actuación de diversos

tipos de música “negra” no necesaria-

mente jazz. En concreto hoy escucho a

una banda de blues de Donostia que

se hace llamar Stay Blues: Álvaro Fer-

Page 29: Libro Vitoria DEFINITIVO

29

nández (armónica), Paul San Martín (teclados y voz), Fernando Neira (bajo) y Karlos

Arnzegui (batería). Buen sonido y buen groove el de esta banda. Tengo mucho calor,

hace una temperatura desacostumbrada en la ciudad, aunque entre los árboles del

jardín corre aire. La gente está descalza sobre el césped. Jóvenes de estética intencio-

nadamente descuidada, otros con ropa de marca, jubilados que han salido a dar su

paseo matutino y se han visto gratamente sorprendidos por esta reunión musical, ma-

dres con sus niños, incluso unos malabaristas que juguetean con sus pelotas rojas y que

nos entretienen antes del concierto en un espectáculo espontáneo. Estos

días ha habido una reunión europea de malabaristas callejeros. Finali-

zaba hoy y supongo que estos deben de ser algunos de los rezagados que

se han quedado encantados con la ciudad.

Malabarista en el Jardín de Falerina

Page 30: Libro Vitoria DEFINITIVO

30 Ingrid Jensen en el Principal Antxokia

Vuelvo al hotel porque hoy vienen José

María y Ana. Son unos amigos que vie-

nen por primera vez a Vitoria y cuya

opinión la reflejaremos en las próximas

páginas. Será interesante conocer la im-

presión de unos primerizos que hacen su

inmersión en la ciudad durante el Festi-

val de Jazz.

Llegan sobre las 15.30 y nos da tiempo

de tomar un pincho en la cafetería, dar-

nos una ducha e ir al centro. Hoy em-

pieza una de las secciones del festival

que me parecen más interesantes: el

Jazz del siglo XXI. Esta sección se llama

así desde antes del cambio de siglo y su

espíritu es el de mostrar de algún modo

hacia dónde camina el jazz. Y creo que

cumple bien esta función. Presenta des-

de jóvenes promesas, hasta ilustres ve-

teranos que siguen en el camino de la

exploración constante. Para la apertura

tenemos a Gonzalo Tejada, músico local

que es un habitual en el circuito de jazz

de Euskadi. Se presenta con los catala-

nes David Xirgu a la batería y Roger Mas

al piano. Un trío soberbio. Xirgu es uno

de los bateristas más finos y creativos del

panorama del jazz en España. Y Roger

Mas se está consolidando como un pia-

nista de toque seguro con una capaci-

dad melódica que hace que sea muy

grato oírle tocar. Desde hace unos años

en el primer día del festival se hace una

propuesta de “conexión” entre un músi-

co local y uno foráneo, del panorama

internacional. Esta primera actuación

en el Teatro Principal es el “Konexioa”

de este año. Y el músico foráneo elegi-

do es la trompetista canadiense Ingrid

Jensen. Ingrid tiene aspecto de profeso-

ra de universidad, y se revela como una

Page 31: Libro Vitoria DEFINITIVO

31

acabado en la primera parte del con-

cierto. Hay que ver cómo comen estos

vitorianos cuando se reúnen en Mendi-

zorroza. Tradicionalmente teniendo en

cuenta la hora en que se desarrolla el

concierto de la noche, la gente suele

cenar bocata en Mendi. Esto le da un

toque bastante familiar a lo que es una

reunión jazzística de primer orden mun-

dial. Siempre me ha gustado especial-

mente esta mezcla de lo familiar, de lo

cotidiano, con la excepcionalidad del

momento que estamos viviendo. Una

actuación de jazz es siempre irrepetible.

Tal vez el sabor de un bocata también,

pero seguro que es más cotidiano co-

merse un bocata que oír en directo a

John Scofield.

Después actuaban The Blynd Boys of

Alabama, la banda de gospel más co-

nocida y reconocida en todo el mundo.

La aparición en el escenario es especta-

cular: tres negros que pasan los setenta

años, en fila con el brazo apoyado en

el hombro del que les precede y por

delante de ellos, a modo de lazarillo

humano, un miembro del staff que los

acompaña hasta tres sillas que están en

primera línea del escenario. El ser cie-

gos no les ha impedido recorrer todo el

mundo cantando gospel de un modo

estremecedor. Jimmy Carter, miembro

del grupo desde su fundación, Bishop Bi-

lly Bowers y Ben Moore entonan su músi-

ca de forma sentida y con una alegría y

vitalidad impropia de sus años. Aunque

es gracioso contemplar su actitud algo

maestra de la trompeta y del fliscorno.

Por momentos el sonido del trío me re-

cuerda al del mítico sello ECM. Un pla-

cer escuchar esta bellísima música, en

un entorno como el del Teatro Principal.

Si tienen oportunidad visítenlo. Tiene

una programación estable todo el año

y es una de las paradas obligadas de

la mayoría de las compañías de teatro

que están de gira por el país.

Salimos llenos de música y nos vamos al

Saburdi a comer unos pinchos antes de

dirigirnos al concierto de la noche en el

polideportivo Mendizorroza que hoy em-

pieza media hora antes de lo que sería

habitual. Por tanto comemos con cierta

celeridad. Nos queda un paseo de vein-

te minutos apretando el paso hasta el

polideportivo. Comemos bien y rápido y

llegamos puntuales a la actuación.

Hoy tenemos noche de gospel. En pri-

mer lugar, John Scofield actúa junto a

The Piety Street Band, un nombre que su-

giere el tipo de música que hacen, una

revisita a los espirituales negros, aunque

el líder de la banda, Jon Cleary, es un

blanco con espíritu negro. Un excelente

concierto. John Scofield se mueve con

facilidad en un registro musical que no

sé si había explorado en el pasado, pero

que se adapta perfectamente al sonido

de su guitarra y a su fraseo melódico. Un

gusto.

Después de un breve descanso intento

sin éxito hacerme con uno de los boca-

tas de buen jamón ibérico que venden

en el bar del polideportivo. Se habían

Page 32: Libro Vitoria DEFINITIVO

32

distraída cuando no tienen que cantar.

Salimos de Mendi y está lloviendo. Ben-

dita lluvia. Para una tarde-noche de julio

cuando hemos pasado unos días con

temperaturas cercanas a los treinta gra-

dos, se agradece el fresco de una lluvia

que no impide andar por la calle. Nos va-

mos al centro. Decidimos probar en uno

de los bares del centro y nos encontra-

mos que en el World Music está tocando

un quinteto local. Fantástico para acom-

pañar la primera copa de la noche.

Durante más de una hora van tocando

estándares con buen gusto. Me encuen-

tro a Pedro Salazar, buen bajista y mejor

persona. Pedro es amigo de Ana Isabel

Bravo. Fue ella quien me lo presentó en

una anterior edición del festival.

Page 33: Libro Vitoria DEFINITIVO

33

No tengo sueño y consigo convencer a

José María y Ana de prolongar un poco

más la noche. Nos vamos al Dardara, un

bar muy conocido en el ambiente noc-

turno de Vitoria. En el Dardara se puede

disfrutar hasta altas horas de la noche

de muy buena música en un ambiente

tranquilo. Tras repasar los acontecimien-

tos del día y charlar un buen rato, al fin

decidimos volver al hotel.

Hemos de reponer fuerzas porque se-

guro que mañana habrá muchas cosas

más.

The Blynd Boys of Alabama,

Page 34: Libro Vitoria DEFINITIVO

34

Tercer día del festival, 14 de julio de 2009

No voy a confesar a la hora que me he levantado ni la hora a la que me acosté ano-

che. A pesar de ello, Ana, José María y yo hemos aprovechado la mañana visitando

Treviño. El condado de Treviño es una curiosidad histórica y geográfica. Es una extensión

de terreno que pertenece a Burgos, pero que en su totalidad está rodeada de territorio

alavés, a modo de isla dentro de Álava. Tiene unos paisajes preciosos y les recomiendo

el paseo en coche a unos 15 km de Vitoria en dirección sur por la carretera de Burgos.

Después de comer, sin pena ni gloria, nos vamos al hotel. Ana y José María se van a

dormir la siesta. Mi disciplina me lo impide y me voy al concierto. Durante los días del fes-

tival hay, como en la vida cotidiana, días de todo y, en ocasiones, tienes que vencer la

pereza para no perderte un buen concierto que muchas veces no sabes si te va a gustar

o no. Si luego te gusta, como casi siempre, agradeces mucho el haberte sobrepuesto al

cansancio. Y eso fue lo que me ocurrió ayer. Escuché a una cantante que no conocía,

con una voz envolvente, interpretando una música bella y compleja, en gran parte

Lyambiko en el Principal Antzokia

Page 35: Libro Vitoria DEFINITIVO

35

compuesta por ella misma. Su actitud

sobre el escenario era la de una elegan-

te actriz que interpreta las letras de sus

canciones con profundo sentimiento. A

mi juicio un concierto para todo tipo de

público. Esta mujer puede contentar a

un aficionado exigente al jazz pero pue-

de ser una música audible para todo

aquel a quien, simplemente, le guste la

música y explorar cosas distintas. Ella es

Lyambiko, nacida en Alemania de pa-

dre tanzano. Es una de esas cantantes-

músico. Ha cursado estudios de saxo y

clarinete y de algún modo se deja notar

en los temas que compone y en la for-

ma de afrontarlos con una voz que mo-

dula a la perfección. Es un placer verla

en el escenario, su gesticular pausado,

su rostro delicado que pasa de esbo-

zar una tímida sonrisa a expresar, con el

ceño fruncido, rabia y emoción.

Después de la actuación del Teatro me

voy al hotel un momento. Tengo que

cargar la batería de la cámara y des-

pués a Mendi. Hoy haré de vitoriano de

pro, a ver si consigo comerme un boca-

ta en el polideportivo.

Sobre la actuación de esta noche no

me voy a extender, porque no voy a

encontrar palabras que le hagan justi-

cia. La ausencia de Lee Konitz suponía

un cambio importante en el programa

de hoy. De entrada eso ha tenido un

efecto secundario y es que han cam-

biado el orden de los grupos. Va a salir

primero el trío de estrellas, porque no se

les puede considerar de otro modo, con

Charlie Haden al contrabajo, el más ve-

terano, superviviente del auténtico free

jazz, Brad Mehldau, para algunos el me-

jor pianista del panorama jazzístico en

formaciones a trío, con el permiso de

Keith Jarret, y por último Jordi Rossy a la

batería, recuperado para esta gira des-

pués de haber decidido que aparcaba

las baquetas para dedicarse a tocar

el piano. El día anterior había tenido la

oportunidad de saludar a Jordi Rossy y

felicitarle por lo bien que toca la trom-

peta su hijo de quince años. Le había

escuchado la semana anterior en el Vi

i Jazz del Penedès, certamen jazzístico

con tres años de vida que se celebra en

Vilafranca del Penedès y que une dos

de mis grandes pasiones: el vino y el jazz.

Pues bien, su hijo salió como invitado del

grupo de Chano Domínguez con Paqui-

to de Rivera, nada menos. Si cerrabas

los ojos y escuchabas esa trompeta po-

días darte cuenta de que en la música

no importa la edad sino el talento. Ahí

hay mucho talento. Jordi Rossy, orgullo

de padre, estuvo simpatiquísimo. Da

gusto poder charlar con alguien que lo

es todo en su profesión y que se muestra

tan cercano.

Sobre el trío sólo les voy a decir una

cosa: fue un concierto memorable.

Cuando digo memorable lo digo en el

sentido más literal de la palabra. Esos

son los conciertos que, años después,

recuerdas y le cuentas a algún aficio-

nado al jazz: yo estuve en el concierto

de Brad, Charlie y Jordi en el 2009 en

Page 36: Libro Vitoria DEFINITIVO

36

Vitoria. Normalmente el efecto que pro-

duce en tu interlocutor, cuando explicas

que estuviste en un concierto como

este, es una mezcla de incredulidad y

envidia. Nunca había oído a Mehldau

así. Charlie Haden estuvo muy sólido al

contrabajo y con unos solos melódicos

y entendibles. Gracias maestro por resu-

mir así tu música. Y Jordi estuvo atento a

todo, respondiendo a todos los cambios

que le proponían Brad y Charlie y reser-

vándose un espacio discreto porque

esa música así lo requería. Me encontré

a Jesús, un amigo, que fue capaz de re-

sumir mejor que yo lo que había ocurri-

do: “Se me ha escapado una lagrimilla

por el ojo izquierdo”. A mí cuando me

emociono también se me escapan las

lágrimas de forma asimétrica y por eso

le entendí perfectamente. Y la verdad

es que no era para menos. Hubo mu-

cha emoción compartida entre un par

de miles de personas que estábamos allí

reunidas.

Después de esta maravilla, la responsabi-

lidad era para Jimmy Cob, último super-

viviente del sexteto de Miles Davis que

grabó hace cincuenta años Kind of Blue,

uno de los mejores discos de jazz de la

Jimmy Cobb

Vicent Herring y Javon Jackson

Page 37: Libro Vitoria DEFINITIVO

37

historia. El concierto era un homenaje a

esa grabación y se había montado una

formación similar a la de la grabación

original: una base rítmica de piano, con-

trabajo, batería, y saxo alto, tenor y trom-

peta como vientos. Los elegidos com-

ponían un cartel de lujo. Tal vez el más

reputado y con un estilo más próximo al

maestro Miles Davis es Wallace Roney.

Pero Javon Jackson al saxo tenor, Vicent

Herring al saxo alto, Larry Willis al piano y

Buster Williams al contrabajo estuvieron

fantásticos. El concierto no defraudó a

nadie. Fueron muy respetuosos con el

espíritu del disco original y desgranaron

una música excepcional. No era fácil

contentarnos después de lo que había-

mos oído. Por cierto, Jimmy Cobb, con

ochenta años, toca con la energía de un

joven de treinta y a unos tiempos impo-

sibles para otros bateristas más jóvenes.

La música da vida, sin duda o al menos

la prolonga.

A la salida de la actuación tengo un feliz

encuentro con Emili Iráculis, cardiólogo

que colgó el fonendo para dedicarse al

mundo de la empresa hostelera. Empa-

rentado con el fundador de la cadena

hotelera Silken, tomó la difícil decisión de

cambiar radicalmente de rumbo profe-

sional. Le veo contento y en plena forma.

Me alegro mucho por él.

Esta noche empiezan las actuaciones

del Jazz de Medianoche en el hotel NH

Canciller Ayala. Suele haber dos grupos

en dos salas separadas que interpretan

estilos distintos para contentar a una

gran variedad de público. El acceso es

gratuito y se suelen producir unas jam

sessions (reuniones espontáneas de mú-

sicos) que son dignas de recordar. No

en vano en este hotel se hospedan los

músicos que están tocando en el festival

y suelen mezclarse con el público y, en

ocasiones suben a tocar con el trío que

ocupa el salón principal. En este caso es

el trío de Gerald Clayton. Esta noche no

habrá suerte y no subirá nadie a tocar.

En la otra sala está tocando el grupo de

Pepe Rivero, con una descarga de latin-

jazz frenética. Entre sus músicos está Ma-

nuel Machado, profesor de trompeta de

José María, a quien tengo la oportunidad

de saludar. Me parece un hombre cálido

y sincero, como su música. Después del

hotel, no os confieso la hora, nos vamos

al Mario’s, refugio de algunos de los noc-

támbulos de Vitoria, con música de los

años ochenta, española e internacional.

Creo que va siendo hora de que nos va-

yamos a la cama. Mañana será otro día.

Wallace Roney

Page 38: Libro Vitoria DEFINITIVO

38

Cuarto día del festival, 15 de julio de 2009

Buenos días. Digo buenos días porque son las 11.22 de la mañana del 16 de julio cuando

me siento a escribir. Ayer también fue un día largo.

Cada uno de los días en que estoy aquí tengo la sensación de que me ha ocurrido algo

grande y eso es fundamental para que el balance de las vacaciones sea de máximo

disfrute. Y lo más grande que nos sucedió ayer a Ana, José María y a mí, no nos entró por

el sentido del oído sino por el de la vista y el gusto. El lugar no fue una sala de conciertos

sino un salón comedor: el del asador Sagartoki. El asador Sagartoki está en la calle Prado

18, muy cerca de la plaza de la Virgen Blanca. Tiene una barra de cocina en miniatura

que no se la pueden perder. Es cita obligada, día sí y día también mientras estén en esta

ciudad. Su joven propietario-cocinero Senén González, que aparece en un capítulo

de estas páginas, ha hecho magia de platos tradicionales de la cocina vasca y desde

hace tiempo realiza una selección de materia prima que explica parte del éxito de lo

que después vas a encontrarte en el plato.

¿Qué comimos? Pues en primer lugar una ensalada de tomates de huerto ecológico.

Sí, eran sólo tomates, pero qué tomates. ¿Recuerdan ustedes cuando los tomates te-

Raynald Colom

Page 39: Libro Vitoria DEFINITIVO

39

nían sabor de tomate? Pues eso, no

hace falta decir más. Pero sí hace falta

decir más. No era sólo su sabor, eran sus

colores, sus texturas. Porque en el plato

te sirven unas seis o siete variedades dis-

tintas de tomates, de diversos tamaños,

con colores que van desde el amarillo

pasando por el verde, el rojo intenso

hasta un rojo granate con reflejos verdo-

sos que componía un plato bellísimo por

su sencillez. Para su información estos

tomates proceden de un huerto eco-

lógico de Vizcaya, cerca de Bermeo,

que se llama Lurdeia. Después, unos pi-

mientos de Guernika. Quien no los haya

probado que lo haga y, por favor, no

se confundan con otras especies de pi-

mientos verdes que se asan o se fríen. Se

pueden parecer, pero, sin desmerecer a

otros tipos de pimiento, no son iguales a

los de Guernika. Estos son finos y suaves

de sabor, y no repiten, cosa importante.

Después de los pimientos unas almejas a

la brasa. Almejas medianas de concha,

no excesivamente grandes, pero com-

pletamente llenas. ¿El sabor?: de mar,

por supuesto.

Con los primeros coincidimos que he-

mos acertado. Supongo que el tinto de

crianza Viñas de Gain de Artadi que he-

mos elegido también ayuda.

Vamos a por el segundo que es mono-

color: besugo asado. Sobre este tema

habría que detenerse un momento.

No esperen ustedes comer besugo del

Cantábrico en el País Vasco. El mejor

besugo que puedan ustedes comer lle-

ga de Tarifa pescado con anzuelo. Días

después, en mi encuentro con Senén

González voy a ser testigo de ello y com-

probaré como los besugos que le aca-

ban de llegar todavía tienen el hilo de

seda cortado en la boca. Este besugo

que vamos a comer es de Tarifa. Como

toda la materia prima que Senén tiene

expuesta en un mostrador de pescado

y verdura a la entrada del salón come-

dor, es de primera calidad.

Sobre el besugo voy a decir solo tres co-

sas: estaba en su justo punto de cocción

y era carnoso y muy sabroso. No puedo

seguir porque me viene a la memoria

esta comida y tengo reflejos físicos: sali-

vación, cierta inquietud, movimiento de

tripas... Dejémoslo aquí, vayan al Sagar-

toki y ya me contarán.

Con los sentidos muy agradecidos por

esta comida vamos al hotel para re-

coger unas cosas y volvemos al cen-

tro. Hoy tocan en el Teatro Principal

Raynald Colom y su quinteto, con José

Reinoso, excelente pianista uruguayo,

Marc Ayza a la batería, Tom Warburton

al contrabajo y Roger Blavia a la per-

cusión. Presentan temas de su último

disco. Raynald, nacido en Francia pero

desde niño criado en Cataluña, es un

trompetista de 31 años que domina su

instrumento, que luce una estética cool,

y que tiene una cabeza inquieta en la

permanente búsqueda de nuevas ideas

musicales. Lo que nos ofrece esta tarde

es música muy trabajada, muy equili-

brada. Me parece un concierto de un

Page 40: Libro Vitoria DEFINITIVO

40

músico sólido, que tiene cosas que decir

y que las dice. La banda están impresio-

nantes. Salimos todos encantados.

Nos encontramos con Marina y Usue y

nos comentan que Perico y Coco están

tocando en la terraza del café Dublín,

en plena plaza de la Virgen Blanca.

Buena estación de paso antes de llegar

a Mendi. El grupo es un quinteto con

batería, bajo, guitarra-voz, percusión y

vibráfono. Coco está guapísima y Peri-

co está en plena forma. Hablo de ellos

porque los conozco de otros años y los

aprecio mucho. Al resto de los com-

ponentes de la banda no los conozco

personalmente. Son Iosu Eizagirre, ba-

jista de Betagarri, Sergio López de Lan-

datxe, componente de Rezikletas e Iñi-

go Zárate, fundador de los Allnighters.

Suenan muy bien y el entorno favorece

el resultado final de una música que es

muy amable al oído. Escuchamos unos

temas y nos vamos a Mendi. Hoy toca

Pat Metheny. Seguro que han oído ha-

blar de él aunque no les guste el jazz.

En concreto hoy rememora un disco

del año 1997 que se tituló Missoury sky,

y que grabó a dúo con Charlie Haden

al contrabajo. La formación va a ser la

misma de entonces. ¿Que esperar de

un concierto de dos monstruos que se

encuentran por primera vez en años y

Pat Metheny

Page 41: Libro Vitoria DEFINITIVO

41

que homenajean una obra propia escri-

ta doce años atrás?

A mi modo de ver, lo mejor de estos con-

ciertos es tener la mente muy abierta y

no tener unas expectativas exageradas

porque puede ocurrir que se limiten a

estar impecables y a regalarte con una

música que has oído muchas veces, sin

que ocurra nada distinto. Eso último fue

lo que ocurrió. Ahora bien, la atmósfera

que provocaron evocaba la que en su

momento provocó el disco, que es muy

especial. Y esa magia la crearon en un

escenario de un polideportivo, en una

ciudad del norte de España muy aleja-

da de Missoury, en directo ante un par

de miles de personas allí reunidas. No es

poco.

Pat Metheny y Charlie Haden

En un receso me tomo un bocata de tor-

tilla. El pan está bueno y la tortilla tam-

bién. Hecho de menos el tomate y el

aceite en el pan. Entiéndanlo, para los

que desde niños hemos comido bocadi-

llos con el pan inevitablemente untado

con tomate, hay que hacer un cierto es-

fuerzo de adaptación.

La segunda parte promete ser una fies-

ta que no les podré relatar. Tuvimos un

pequeño contratiempo y tuvimos que

abandonar el polideportivo después del

segundo tema. Solo decirles que, por lo

poco que pude oír, Diego Amador toca

el piano como si lo rasgara. Demuestra

que el flamenco no sólo está en el ca-

jón, en la guitarra, en los instrumentos

más comunes de este estilo, sino que el

Page 42: Libro Vitoria DEFINITIVO

42

flamenco debe estar en el corazón del

músico.

Unas horas después, todo en orden, me

dirijo al hotel Canciller Ayala, al Jazz de

Medianoche, para ver si esta noche

Gerald Clayton es capaz de atraer a

músicos al escenario. Y vaya si lo hizo.

Un cuarteto de vientos de lujo: Llibert

Fortuny, Raynald Colom, Jorge Vistel y un

saxo tenor que creo que es el hermano

de Jorge. Músicos profesionales de mu-

cho talento que ponen a prueba hasta

qué punto están inspirados, en una jam

que tiene un cierto aire de competición

entre ellos. Es un regalo para todos noso-

tros. Están Ana, Jesús y Jimmy, muy disci-

plinados en segunda fila, creo que no se

han levantado ni para ir al lavabo, aten-

tos a todo. Después de lo que he escu-

chado puedo ir a dormir tranquilo, por-

que mañana habrá más, mucho más.

Quinto día del festival,

16 de julio de 2009

Bueno, ya hemos pasado el ecuador

del festival. Ayer se iniciaba la segunda

mitad y creo que la frenética actividad

diaria está haciendo mella. Hoy me he

levantado algo más cansado que en

días anteriores. Como cualquier viaje

en que tienes cierta ansiedad por ver y

conocer todo, algún día tienes un bajón

de energía. No pasa nada, uno se recu-

pera descansando un poco. Hoy toca

siesta. Llevamos cinco días consecutivos

de sesiones de ocho horas, más o me-

nos, de música al día. No se lo aconsejo

si ustedes no son unos grandes amantes

de esta música. Pero que sepan que

un festival de música ofrece esta posi-

bilidad. Y eso que no he podido asistir

a todo lo que está programado en la

calle y en locales que están simultánea-

mente programando a diario.

Si vienen a esta ciudad durante el fes-

tival no es necesario realizar todo este

recorrido que les propongo para poder

escuchar música a media tarde o por la

noche en locales de la ciudad.

Bueno, vamos a ceñirnos al guión y a

recordar el día de ayer. Nos levanta-

mos tarde, como todos los días, y deci-

dimos ir a La Rioja. La Rioja es una de

mis debilidades. Antes de continuar les

recordaré que una parte de la comar-

ca vinícola de La Rioja pertenece a Ála-

va, y se denomina de este modo: Rioja

alavesa. No hay una correspondencia

entre la región de la que procede la de-

nominación de origen Rioja y la comu-

nidad autónoma. Además de la Rioja

Alavesa, la región vinícola se divide en

Rioja Alta y Rioja Baja y estas dos per-

tenecen a la comunidad autónoma de

La Rioja. Quiero aclararles esto porque

cuando desde Vitoria se dirijan a La Rio-

ja, saliendo por la carretera de Burgos

a unos 40 km, se darán cuenta de que

entran y salen constantemente de Eus-

kadi y pasan a La Rioja y viceversa. Y es

que la frontera es caprichosa de modo

que la parte alavesa simula dos dientes

que se introducen en la comunidad de

Page 43: Libro Vitoria DEFINITIVO

43

La Rioja. Pueblos muy interesantes de la

Rioja Alavesa son Labastida, Samanie-

go, Leza y, sobre todo, Laguardia. Este

pueblo debería ser visita obligada para

cualquiera que se quede unos días en

Vitoria. Está a unos 55 km de la ciudad.

Desde unos kilómetros antes de llegar

por la carretera de Logroño se distingue

sobre una colina un núcleo de casas y

el campanario de una iglesia. Cuando

nos vamos acercando y rodeamos por

la carretera la antigua muralla, enten-

demos que estamos a punto de entrar

en un pueblo que mantiene el trazado

de una ciudad medieval fortificada,

conservando un aspecto que nos per-

mite imaginar cómo debía de ser la vida

de entonces: callejuelas estrechas que

apenas dejan pasar la luz del sol, casas

de piedra con un máximo de tres alturas

y todas ellas uniformes, su iglesia en un

extremo del huso que conforma la plan-

ta de la ciudad. Si llegan hasta la puerta

de Páganos, se les abrirá una impresio-

nante vista panorámica de La Rioja. No

olviden tomar unas fotos de las extensio-

nes de viña cuyas cepas muestran ya

en julio lo que va a ser su fruto, con unos

racimos que están todavía muy verdes.

Les hablaré más de la Rioja Alavesa en

otra parte del libro. Recorran esta fron-

tera serpenteante de la Rioja Alavesa

y disfruten de la visión de unos viñedos

que dan un vino exquisito. Si pueden

deténganse en una bodega. Hay visitas

guiadas, algunas programadas, que te

permiten hacerte una idea del proce-

so complejo y delicado que culmina

años después en nuestras casas o en

un restaurante cuando descorchamos

una botella de vino. Hay detrás de ese

primer sorbo mucho trabajo, mucha

dedicación y mucho cariño, y también

mucha paciencia para dejarlo enveje-

cer hasta que adquiere el punto que

pretende el hacedor de ese vino.

Por la tarde tuvimos una sesión musical

en el Principal Antzokia a cargo de Lli-

bert Fortuny al saxo, David Gómez, ba-

tería, y Gary Willis, bajo eléctrico. Trypha-

sic se llama el grupo. Conociendo al

líder del grupo y su sentido del humor

supongo que es un juego divertido con

la palabra que en catalán se utiliza para

denominar a un cortado con coñac o

un carajillo con leche. Bueno la cuestión

es que estos tres musicazos hacen algo

que no sabría describir, pero que vale

la pena escuchar. El espectáculo no es

convencional, hay mucha tecnología

en el escenario con algún sonido pre-

grabado pero, sobre todo, con las pe-

daleras para el saxo que Llibert domina

tanto como el propio saxo, del que es

un virtuoso. Espectáculo también visual

con imágenes proyectadas al fondo del

escenario desde el ordenador de Gary

Willis. Se añade a esto el sentido del es-

cenario y del espectáculo y el buen hu-

mor de Llibert. Muy bien por los tres, fue

un excelente concierto.

Por la noche nos esperaban unos mons-

truos del bajo eléctrico. A saber: Stanley

Clarke, Marcus Miller y Victor Wooten

Page 44: Libro Vitoria DEFINITIVO

44

que se hacen llamar SMV, junto a Fede-

rico González Pena a los teclados y Deri-

co Watson a la batería.

La unión de tres bajistas formando un

grupo de estas características es algo

sorprendente y muy interesante. Nor-

malmente el bajista tiene un papel capi-

tal en un grupo de música pero a la vez

tienen poco protagonismo para el gran

público. Estos, que son sin duda tres de

los mejores bajistas del panorama jazzís-

tico internacional, han decidido darle la

vuelta a este asunto y se desquitan con

creces. El espectáculo es de primera

calidad y creo que apto para todos los

público, con una exhibición de virtuosis-

mo individual y colectivo.

Marcus Miller toca además el saxo alto

y el clarinete bajo con un sonido y un

fraseo muy personal.

Después del descanso y el bocata per-

tinente, nos espera Stefano Di Battista

Quartet, con el líder al saxo alto y sopra-

no, Fabrizio Bosso a la trompeta, Baptis-

te Trotignon al órgano Hammond y Eric

Harland a la batería. La verdad es que

no era fácil hacerse de nuevo con el pú-

blico después de lo que acabamos de

oír y lo consiguieron al poco de empe-

zar a tocar. Este grupo hace una música

que suena original y fresca, dentro de los

caminos del jazz más ortodoxo. Y cada

uno de ellos tiene un discurso con su ins-

trumento que hace muy comprensible

su música, por no hablar de la simpatía

de todos ellos y sobre todo de su líder,

que nos hizo cantar a todo el pabellón,

Stanley Clarke

Llibert Fortuny

Stanley Clarke, Marcus Miller y Victor Wooten

Page 45: Libro Vitoria DEFINITIVO

45

repitiendo pequeñas frases musicales

que improvisaba sobre un estándar.

Y llegamos a la hora en que, como

siempre, nos dirigimos al hotel NH Can-

ciller Ayala, al Jazz de Medianoche, a

ver qué sucede hoy. Están las dos salas

prácticamente con empate técnico en

cantidad de público. El grupo de Pepe

Rivero está gustando a todo el mundo y

no me sorprende. Los ritmos latinos bien

interpretados por músicos como los del

grupo de Pepe hacen moverse al más

pintado. Contrasta esta música y se

complementa muy bien con la del trío

de Gerald Clayton. Este joven pianista

está dando clases magistrales de cómo

se puede crear magia con un piano.

Interpreta temas conocidos (estánda-

res) que desgrana con una originalidad

hipnotizante. Como hipnótico es el pul-

so constante del baterista Justin Brown,

que le acompaña, y del contrabajista

Joe Sanders. A pesar de que no han

tenido lugar las jams de otros años, oír

a Gerald Clayton a trío es un placer, no

hace falta más.

Intuyo que hoy vamos a portarnos bien,

aunque José María, que descansó ano-

che y hoy se echó una siesta, dice que

está maligno. No sé qué querrá decir,

pero a una hora prudente para lo que

viene siendo estos días, decidimos retirar-

nos y, antes de lo esperado, estábamos

dormiditos como unos chicos buenos. De

vez en cuando conviene descansar, y so-

ñar en las sorpresas que nos deparará el

día siguiente. Mañana continuará.

Stefano Di Battista

Marcus Miller

Fabrizio Bosso y Baptiste Trotignon

Page 46: Libro Vitoria DEFINITIVO

46

Sexto día del festival, 17 de julio de 2009

Esta mañana me he levantado con el

sonido del teléfono, demasiado tempra-

no para la hora a la que cerramos ayer

la noche. Quedo para desayunar como

todos los días con José María y Ana en

la cafetería del hotel. Estamos decididos

a tocar unos temas en el salón del hotel:

Ana al piano, José María a la trompe-

ta y yo al saxo. Supongo que el deseo

de tocar, imbuidos por el espíritu de jazz

del festival, puede a la vergüenza que

nos produce que nos oiga algún clien-

te y compruebe que no somos más que

unos aficionados voluntariosos. Tocamos

dos temas: Blue Bossa y There will never

be another you. Salimos airosos de la

prueba que José María, como siempre,

graba. José María viaja siempre con su

trompeta, ordenador, altavoces, graba-

dora... Después de esto parece que el

día se presenta bien, salvo por el hecho

de que tenemos “cuerpo de festival”.

Los excesos se pagan. Pero aun así de-

cidimos ir a comer. No queremos ir muy

lejos del hotel para poder echar una

siesta. Nos acercamos al Asador Hon-

darribia, en la calle de Hondarrribia, en

Lakua. El restaurante no tiene nada que

ver con la bellísima localidad medieval

guipuzcoana, sino que simplemente

toma el nombre de la calle en la que

está situado en la confluencia con la

calle de Barcelona, nos confirma Aran-

txa, la atenta propietaria. “Bueno, en

realidad, el restaurante es del banco”,

nos dice. Pero se nota que no es el ban-

co quien cocina. Sobre todo las pochas

con bonito, excelentes. La especialidad

de la casa es el cordero, pero cordero

comimos el día anterior, por lo que se

impone el pescado: txangurro, lubina

y tronco de bacalao. Salimos, como

dice José María, con la barriga llena y

el corazón contento. Y así llegamos al

hotel. A última hora decido saltarme el

concierto de esta tarde del Teatro. Que

me perdone Hadrien Féraud, joven ba-

jista francés que he visto y escuchado

en las jams del hotel y al que me habría

encantado ver liderando su grupo. Será

en otra ocasión.

Después de una siesta reparadora ya

estamos para ir a Mendi. Hoy toca ho-

menaje a Billie Holiday. Hoy, 17 de ju-

lio, hace 50 años que murió de cirrosis

hepática a los 44 años la irrepetible

cantante. Madeleine Peyroux abre el

concierto con su cantar desangelado

y su aspecto desaliñado. Creo que ha-

bría que recordar a algunas cantantes

que, si quieren cantar jazz, además de

tener técnica vocal, afinación, buena

dicción, swing, tesitura... habría que re-

cordarles, decía, que hay normas no es-

critas sobre la etiqueta en un escenario.

Eso sí lo sabe Dee Dee Bridgewater que

desde que aparece en el escenario y

sin necesidad de abrir esa espléndida

boca de relucientes dientes blancos

concentra todas las miradas de hom-

bres y mujeres que estamos allí. Esta

mujer derrocha estilo. Viste un pañuelo

Page 47: Libro Vitoria DEFINITIVO

47

Dee Dee Bridgewater

Page 48: Libro Vitoria DEFINITIVO

48

que oculta una cabeza completamen-

te calva. La viste, más que la oculta, en

la primera parte del concierto, porque

luego no tiene el menor inconveniente

en quitarse el pañuelo. Sigue estando

preciosa a sus espléndidos 59 años. Los

colores de su vestido me recuerdan a

África, a la sabana, a las mujeres africa-

nas vestidas con sus mejores galas. Pero

al margen de ese estilazo, Dee Dee nos

regala una actuación soberbia, apoya-

da por un trío al que se añade el saxo a

veces apabullante, por momentos fino

y delicado, de James Carter. Dee Dee

nos emociona a todos. Con su voz, su

forma de decir las letras, su habilidad

con el scat (solos de voz), con su ele-

gancia, con su simpatía. Para mí es otro

concierto memorable del festival. Me

llevo en la memoria a Dee Dee. Los mú-

sicos de jazz suelen ser muy longevos, in-

cluso aquellos que han llevado un estilo

de vida que podríamos calificar de mal-

sano. A mi modo de ver eso tiene una

doble explicación: la música en sí mis-

ma mantiene y prolonga la vida y, por

otro lado, cuando uno es muy querido

probablemente tiene más posibilidades

de vivir más. Desde la noche del viernes

somos muchos los que entregamos un

trocito de nuestros respectivos corazo-

nes a Dee Dee Bridgewater en justa re-

compensa a lo que ella nos hizo sentir.

Gracias Dee Dee.

Cuando uno acaba un concierto como

el de esa noche, cualquier cosa que

pueda ocurrir está de más. Pero tam-

bién es cierto que el deseo de oír buena

música es inagotable. Vamos al hotel.

Estamos un rato escuchando a Manuel

Machado a la trompeta. Este hombre

tiene alma. Pone algo de dentro de

cada nota. No hay fuegos artificiales a

pesar de que domina todo el registro

de la trompeta como para permitirse

algún efectismo. Luego cuando hablas

con él lo entiendes. Manuel Machado

desprende humanidad. Mientras, en el

salón donde está Gerald Clayton, está

todo el mundo embobado con lo que

hace este pianista de una madurez muy

por encima de su edad. Salimos a dar un

paseo y así vemos el resto de los locales

del centro en que a esa hora están pro-

gramando música. En el Molly Malone

está Afro Cuba Sextet. Una descarga de

ritmo con Lázaro Torralba a los bongos

y la voz. El local está atestado. Aunque

el nombre del local y el aspecto interior

es de taberna irlandesa, su ambiente no

es el propio de este tipo de locales. Es

uno de los bares más conocidos de la

noche de Vitoria y se puede tomar una

copa y disfrutar de un buen ambiente.

Nos acercamos al World Music y allí está

Kike Gutman con su grupo y desgranan-

do estándares con un chorro de soni-

do y volumen descomunal. A la vuelta

paramos en el Río Club, local in de la

ciudad en que programan desde hace

años música más funk, acorde al estilo

habitual del local. Tomamos algo en la

esquinita de la barra, que es el único sitio

que está libre.

Page 49: Libro Vitoria DEFINITIVO

49

A la vuelta al hotel se oye desde la puer-

ta un soprano algo nasal con un volu-

men y unos agudos que solo pueden

corresponder al saxo de James Carter.

En efecto, el simpático e imponente Ja-

mes Carter que se ha estado dando un

baño de multitudes en la cafetería del

hotel y luego ha subido al escenario a

tocar. La cafetería del hotel, los pasillos,

el salón, todo está abarrotado de públi-

co. Es viernes y eso se nota. Al público

habitual del festival se une el que sólo

puede permitirse prolongar la noche en

vísperas de sábado y domingo. Un gus-

tazo ver a músicos de jazz permanen-

temente homenajeados por su público

mezclándose con todos y charlando

animadamente. Eso es muy característi-

co de este festival. El hecho de que los

músicos se hospeden en el mismo hotel

donde se organiza el Jazz de Mediano-

che provoca ese contacto del público

vitoriano con sus ídolos. Algunos de ellos

han generado vínculos indestructibles

con la ciudad a propósito de ello. Es el

caso de Pat Metheny o de Wynton Mar-

salis, que al día siguiente presenta su

Vitoria Suite. Tal vez va siendo hora de

recogerse, no sin antes contemplar una

imagen que también quedará grabada

en nuestra memoria: a la entrada del

hotel nos cruzamos con Dee Dee Brid-

gewater que vuelve de dar un paseo

con su perrito que, según la prensa local,

ha viajado con ella en una pequeña

maletita blanca. Creo que es un schnau-

zer (no soy un experto en perros). No

puedo evitar recordar a Billie Holliday,

cuyo perro (creo que era un mastín) fue

el único ser viviente que la acompañó

hasta su lecho de muerte. Mañana más,

y punto y, no quiero decir final, diremos

punto y aparte por este año.

Séptimo día del festival,

18 de julio de 2009

Me despierto con una mezcla de pena

y alegría propia del último día de festi-

val. Alegría por todo lo que hemos dis-

frutado. Pena porque esto se acaba.

¿Por qué todo lo bueno en esta vida

se acaba?. ¿Tal vez porque si no fuera

así no sabríamos apreciarlo?. Me resisto

a creer esto. Para mí el cielo debe de

ser algo así como un festival de jazz que

dura toda la eternidad. Un festival de

jazz como el de Vitoria, con sus comple-

mentos: excelente comida, paseos rela-

jantes, temperatura agradable durante

el día, sol y cielo azul, y el fresco de la

noche que tanto se agradece en esta

época del año. Si no son ustedes aficio-

nados al jazz, denle ustedes la vuelta al

recorrido que les he propuesto. Convier-

tan al festival, en su viaje a Vitoria, en un

complemento ideal a todas esas cosas

que les acabo de mencionar y de las

que pueden a buen seguro disfrutar.

Hoy teníamos que levantarnos tem-

prano para tocar con Marina, bajista,

mujer encantadora, firme y tierna a la

vez. Una mujer de la tierra. Encontrarse

a Marina por la ciudad es una fiesta. Te

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50

escucha con atención y te abraza con

esa mirada vivaracha que me encanta.

Pues lo siento, Marina, nos caímos de la

cama cerca del mediodía. Ya que no

podemos ir a tocar, decidimos ir a re-

correr las sesiones matutinas del festival:

jardines del Museo de Bellas Artes de

Álava, que se estrena este año como

recinto del festival y los jardines de Fale-

rina. En los cuidados jardines del museo,

no olviden visitarlo, está tocando a dúo

August Tarrats, piano, y Txell Sust, voz. La

guapa Txell Sust, robada a la causa del

jazz por Alejandro Sanz, que de vez en

cuando vuelve a cantar jazz. En el jardín

hay desde ancianos en silla de ruedas,

madres despreocupadas y niños más

despreocupados aún que bailan diverti-

dos al son de la bella voz de Txell. Y que

luego digan que el jazz no se puede

bailar y que no hay cantera de aficio-

nados. Pregúnteles a los niños que acu-

den a esas sesiones matinales y tomen

ejemplo de ellos.

Seguimos por el paseo la Senda, atrave-

samos el parque de la Florida, llegamos

a la plaza de la Virgen Blanca y subimos

por la empinada escalera hasta la pla-

za del Machete, dejamos a un lado el

palacio de Villa Suso, más escaleras (ahí

me pregunta José María si hay todavía

que subir más) y ya llegamos al palacio

de Montehermoso y a los jardines de Fa-

lerina. Están tocando los Phat Fred con

Dave Wilkinson a la guitarra y voz, Cas-

par Saint Charles a la batería y Arecio

Smith a los teclados. Música con mu-

cho groove, pero, y que me perdone el

trío, echamos en falta a nuestro amigo

Tito Bonacera, uno de los bajistas más

emergentes del panorama musical ac-

tual, que, por incompatibilidad con otro

concierto, no ha podido estar ahí. Un re-

cuerdo para ti Tito desde Vitoria.

Y vamos a comer. Eso no se perdona.

Según José María, una buena comida

es esencial para mantener el tono en

estos días duros. Les propongo el bar

restaurante La Viña, en la calle de la Rio-

ja, 24. Una excelente barra de pinchos

da entrada a un local diáfano. Vicen-

te y Manolo regentan el local y saben

perfectamente a qué se dedican: a dar

de comer bueno, sencillo, casero con

excelentes materias primas. Tendrán difi-

cultades para decidir entre su variedad

de raciones. En nuestro caso probamos

el jamón, los cogollos con anchoas y

vinagreta de naranja (excelente la vi-

nagreta), almejas a la marinera (no se

las pierdan), panaché de verduras y

unas carrilleras que rezuman cariño en

su cocción. Nos atiende Inés, que des-

tila simpatía, y, poniéndonos en plan de

turistas, le pedimos si nos podemos tomar

una foto con ella. Se presta divertida.

Después de comer, acompaño a Ana

y a José María al hotel. Estos dos no se

saltan una siesta. Ya les he dicho que

me deben tres siestas y una noche de

descanso que es lo que me llevan de

ventaja por mi sentido de la disciplina

que me impide perderme ningún con-

cierto (bueno, uno, me he perdido uno

Page 51: Libro Vitoria DEFINITIVO

51

de los del programa). Justo antes de

salir tengo alguna duda, porque estoy

algo cansado. Pero como casi siempre,

sobreponerse tiene un premio, y es el

descubrimiento con que de nuevo me

obsequia el festival en su atrevida pro-

gramación de la tarde: Lionel Loueke,

guitarrista africano, de Benín, pero con

un amplio recorrido de aprendizaje ja-

zzístico en París y Berklee (Boston) lo que

ha dado como resultado un verdadero

mestizaje que me resulta grato escu-

char. Para rematar la mezcla, el bajista

es italiano, Maximo Biocalti, y el bateris-

ta es húngaro, Ferenc Nemeth.

La complicidad entre ellos es total y lo

reflejan en el escenario con diálogos

musicales constantes. Si alguien piensa

que la lengua universal es el inglés, es

porque no conoce el lenguaje musical.

La música no conoce nacionalidades

ni fronteras. Cuando dos músicos dia-

logan, aunque procedan de culturas

distintas, pueden provocar situaciones

como las que vivimos esta tarde.

Salgo muy contento del teatro y me en-

cuentro a Marina. Me disculpo por no

haber podido haber ido a tocar con ella

esta mañana. Está encantadora, como

siempre.

Y ya es la última noche de festival en

Mendi. Entro por la puerta de prensa y,

como siempre, me encuentro a Susa-

na. Es mi primera experiencia con una

jefe de prensa y debo de decirles que

ha sido muy grata. Susana es muy ama-

ble. Te ofrece ese tipo de amabilidad

sincera que tanto aprecio. Me ha dedi-

cado cada día unos minutos de amena

conversación. Gracias Susana, eres un

encanto, espero verte de nuevo el año

que viene.

Entro en el recinto e intento grabar imá-

genes en mi cabeza. Es el último día en

que veo todo esto. Miro a mi alrededor:

la gente divertida en las gradas, en los

pasillos... Hasta el año que viene no po-

dré volver a disfrutar de ese ambiente,

del cosquilleo en el estómago: ¿estará

bien el concierto? ¿qué sucederá hoy?

Esta noche abre la sesión Alain Touissant,

veterano pianista de Nueva Orleans

que además canta. No es fácil llenar un

Lionel Loueke

Page 52: Libro Vitoria DEFINITIVO

52

escenario como el de Mendizorroza con

un piano y la voz. Alain demuestra que a

sus 71 años se las sabe todas, porque lo

consigue. Con un inicio algo titubeante,

acaba haciéndose con el público con

un aplomo de músico con mucha ca-

rretera.

Y llega el momento culminante del festi-

val y tal vez de los últimos años. En estas

mismas páginas Iñaki Añua nos ha ex-

plicado cómo se gestó la Vitoria Suite.

Hoy, por fin, se presenta en sociedad.

El gran Wynton Marsalis se expone a los

oídos de los vitorianos. ¿Será su música

digna de esta bella ciudad? Cuando

aparecen en el escenario los quince

miembros de la Jazz at Lincoln Center

Orchestra se percibe una gran expecta-

ción en el público. Con sus trajes gris cla-

ro, impecables, ocupan sus respectivos

lugares. Hay una mezcla compensada

de veteranía y juventud. Wynton dirige

la banda desde su puesto de primer

trompeta. Nunca se situa en un lugar

protagonista. El protagonismo lo tiene su

música. Me encanta ese detalle de mú-

sico grande: no hace ningún gesto cara

a la galería. Cuando marca el tiempo,

con claridad y con energía, se coloca

la trompeta en la boca y toda la banda

suena desde el primer segundo como

una máquina de swing, melodía, buen

gusto... Pero no una máquina cualquie-

ra: es una máquina con corazón. Con

el corazón inmenso lleno de música de

Wynton y de todos sus músicos. Desde

Alain Touissant

Page 53: Libro Vitoria DEFINITIVO

53

ese momento lo que sucederá será algo

difícil de resumir. Antes les he dicho que

el cielo podría ser algo así como un festi-

val de Vitoria que durase toda la eterni-

dad. Desde ayer sé a qué suena el cielo:

a la Vitoria Suite interpretada por la Jazz

at Lincoln Center Orchestra dirigida por

Wynton Marsalis y con la colaboración

especial de Chano Domínguez en los

movimientos aflamencados con el Pira-

ña al cajón, Blas Córdoba al cante, To-

masito al baile flamenco y Jared Grimes

bailando claqué. Todo el polideportivo

estaba perplejo.

Me hace gracia el comentario de May-

te, de Benicassim, que ha venido “hu-

yendo del F.I.B.”, que me dice: “mueves

el abanico al ritmo de la música”. “No lo

puedo evitar”, le contesto. Estoy seguro

de que ahora todo el polideportivo se

mueve al ritmo de esta música, que la

ciudad se mueve al ritmo de esta mú-

sica.

Esa música preciosa en homenaje a Vi-

toria era el mejor regalo que Wynton le

podría hacer a la ciudad. Bien por Wyn-

ton, bien por todos. Pero, por favor, no

paréis de tocar. Wynton, ¿por qué sólo

has compuesto doce movimientos?,

¿por qué esta maravillosa Vitoria Suite

sólo dura una hora y cuarenta minutos?

Pero lo inevitable sucede, y la música se

acaba. El público, en pie, aplaude en

una salva interminable. Salen a saludar Alain Touissant

Jazz at Lincoln Center Orchestra

Page 54: Libro Vitoria DEFINITIVO

54

Wynton y Chano en representación de todos. Pero no volverán a tocar. La Suite empieza

y se acaba. Y se acabó. Estos días la grabarán en el Conservatorio Jesús Guridi. Afortu-

nadamente en unos meses todo el mundo podrá disfrutar de lo que nosotros ya hemos

sido testigos privilegiados.

Me resisto a abandonar el polideportivo. Me quedo un rato en la zona de prensa. Está

Andreu Buenafuente concediendo una entrevista. Después Iñaki Añua, exultante, hace

unas largas declaraciones a un periodista de un programa de radio. Imagino que ten-

drá muchas cosas que decir. Esa felicidad que siente Iñaki es lógica, después del largo

recorrido desde que le solicitó a Wynton que compusiera un blues como homenaje al

25 aniversario del festival. Ha tenido que esperar hasta la 33ª edición para disfrutar del

resultado. Enhorabuena a Iñaki, enhorabuena a todos los vitorianos.

Vamos al hotel a intentar atrapar los últimos momentos del festival. Estoy de suerte, apar-

te de escuchar a los músicos de la Lincoln en una excelente jam a la que se apunta

Chano Domínguez, tengo la oportunidad de conocer a Josep Vilaró y a su mujer. Hace

años que vienen al festival y que son, como el que escribe, unos enamorados del festival

y de Vitoria. Quedamos para charlar cuando volvamos a Cataluña. También conozco

a Naiara, que forma parte de la organización del festival y que seguro que también me

explicará cosas muy interesantes. Y además consigo hablar con Chano.

Antoni: Chano, ¿me puedes dedicar un minuto? Estoy escribiendo un libro sobre esta

ciudad y querría conocer tu opinión.

Wynton Marsalis

Page 55: Libro Vitoria DEFINITIVO

55

Chano Domínguez: Encantado, a mí

esta ciudad me encanta. Mira como

está esto (me señala los pasillos del ho-

tel, la cafetería, abarrotados). Esto es un

Festival con mayúsculas. Es lo máximo

como festival.

A: Y aparte del festival, ¿qué recomen-

darías a la gente que quiera venir a Vi-

toria?

CD: Que se vengan, que se vengan al

festival, pero además aquí se come muy

bien y la gente, cómo es la gente, son

muy amables, mira esto (me señala de

nuevo a todo el público congregado),

yo me he subido a la jam después de

estar tocando en Mendizorroza y es que

me apetece mucho por la gente.

A: A propósito de esto, ¿cómo ves lo de

estar tan cerca del público aquí en el

hotel, cosa que no ocurre en otros fes-

tivales?

CD: Esto es maravilloso, esto es una

maravilla de festival para el que da (se

señala) y para el que recibe (vuelve a

mostrarme la sala).

Le dejo. Está pletórico y creo que tiene

mejores ocupaciones que dedicarme a

mí su tiempo en esta noche triunfal para

todos.

No quiero que se acabe la noche. Pero la

música se acaba. No me quiero ir a dormir.

Acompaño a José María y a Ana al hotel

porque quieren despertarse a una hora

prudente para iniciar el viaje de vuelta.

Yo no podría dormir. Me recomiendan el

Jimmy Jazz bar y, no se hable más, allí me

dirijo. Descubro en seguida que la música

que voy a escuchar no es jazz, pero me da

lo mismo, solo quiero alargar un poco más

la noche para poder seguir recordando

todo lo vivido. Además me encuentro a

Laura Ortega, pianista y cantante, charla-

mos un rato y ya, con el sol despuntando,

me rindo a la evidencia. Salgo a la calle

y paseo por esas calles vacías intentando

fijar en mi memoria momentos, sensacio-

nes, todo lo que he vivido estos días. Hasta

el año que viene, Festival de Jazz de Vi-

toria. Mañana no hay más festival, habrá

otra cosa, ya les contaré.

Chano Domínguez jaleando a Dan Nimmer en el Jazz de Medianoche.

Page 56: Libro Vitoria DEFINITIVO

56

Paseo de la Senda, Vitoria

La conversación que aquí se reproduce

de forma textual la mantuvimos, mien-

tras caminábamos por el paseo de la

Senda, Ana, José María y yo. Ana y José

María son dos buenos amigos y ésta es

su primera visita a Vitoria. Con ambos

me une la pasión por la música. Son dos

excelentes compañeros de viaje, siem-

pre sonrientes y dispuestos a divertirse y

a disfrutar. También son dos excelentes

anfitriones. Me han invitado en varias

ocasiones a su casa y me han hecho

sentir como en la mía. José María es ti-

nerfeño, buena gente, enamorado de

la trompeta y del jazz. A Ana, que es

de Albacete y toca el piano, también

le gusta el jazz, como no podría ser de

otro modo. Han sido unos grandes com-

pañeros en esta edición del festival. Este

año voy a tener dos motivos de tristeza:

despedirme del festival y despedirme

de ellos. Ahí queda esta conversación

para el recuerdo.

Antoni: ¿Vosotros no habíais estado nun-

ca antes aquí? ¿Qué sabíais de la ciu-

dad?

José María y Ana: No, nunca habíamos

estado.

Ana: Yo había visto un reportaje recien-

te en el que se comentaba que era la

ciudad española con mayor calidad de

vida, y vi una zona de parques, con las

bicis...

José María: Esto es una delicia. La me-

jor ciudad para estar en esta época del

año con un ambientazo con el Festival

de Jazz. La verdad es que me he encon-

trado muy a gusto.

A: Tú, José María, que eres canario y has

vivido en Santa Cruz, en Las Palmas, en

Alemania, en Italia, en Barcelona y aho-

ra vives en Madrid, ¿qué ventajas le ves

a Vitoria, respecto de las ciudades que

conoces?

jose maria y ana VITORIA, 18 de julio de 2009

Page 57: Libro Vitoria DEFINITIVO

57

JM: La ciudad es muy bonita, aunque

en esta semana no la hemos visto como

quisiéramos, porque nos hemos centra-

do más en el festival, en la música...

A: ¿Y las siestas?

JM i Ana: (Risas) Sí, las siestas también.

A: Y los paseos, ¿qué os han parecido

los paseos?

Ana: Encantadores.

A: De los sitios que habéis visto, ¿qué es

lo que os ha gustado más? A alguien

que no haya venido nunca a Vitoria,

¿qué le recomendaríais?

JM: Bueno, por un lado, de esta ciudad

destacaría la comida, que está riquísi-

ma, un elemento que es clave y básico.

El primer restaurante, ¿como se llama-

ba?

Ana: Sagartoki.

JM: Estaba todo buenísimo, no se puede

dejar de ir.

A: O sea, que según tu opinión, lo pri-

mero que hay que hacer es llegar a la

ciudad, aparcar el coche y entrar en el

Sagartoki.

Nos reímos los tres. José María no es de

los que perdonan una buena comida.

JM: Teniendo en cuenta el programa

que tienes durante esta semana del

jazz, tienes que hacer una buena comi-

da al mediodía. Hay que aprovechar el

mediodía para buscar un poco de paz y

comer bien, que luego por la noche ya

vendrá la batalla.

A: Y tú Ana, de lo que has visto, ¿con

qué te quedas?

Ana: A mí me han encantado los pa-

seos, las zonas verdes, la tranquilidad...

Es como un retiro espiritual, luego, por la

noche, todo lo que ha sido la música, el

festival, me ha encantado.

A: Sobre el clima, ¿qué me decís?

Ana: Estoy encantada de ponerme

una chaqueta para salir por las noches.

Hace una temperatura ideal para estas

fechas de verano, templada durante el

día y fresquita por la noche.

Seguimos caminando tranquilamente

por el paseo de San Francisco de Vito-

ria, junto al Palacio de Ajuria Enea.

A: ¿Os imaginabais que el Palacio de

Ajuria Enea estaría en el núcleo urbano

y tan accesible?

Ana: Qué va, pensaba que estaría en

las afueras rodeado de medidas de se-

guridad.

JM: A mí me parece una ciudad muy

tranquila, con un muy buen nivel de

vida, y sin conflictos.

Ana: Gente en bici...

JM:...Se ve a todo el mundo muy relaja-

do.

Ana: A mí me han encantado los chale-

titos que hay cerca de Mendizorroza. Si

nos quieren ceder uno no diríamos que

no (risas). Me pasaría unos meses al año

aquí tan feliz.

JM: Yo creo que, dado que tienes este

festival, vale la pena dedicarle una se-

mana al año a Vitoria.

A: Y al margen del festival, ¿creéis que

es un buen sitio para pasar unos días?

JM y Ana (al unísono): Sííííí!.

Ana: Además los alrededores son muy

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58

bonitos, para salir de la ciudad y cono-

cer Álava. Me encantó la Rioja Alavesa.

Igual valdría la pena hacer una escapa-

dita y quedarse alguna noche en la mis-

ma zona para disfrutar más de las bode-

gas, el vino... Laguardia es precioso.

A: Álava tiene sitios precioso por cono-

cer, la llanada alavesa, las mugas con

Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra... Eso es

lo que tenéis que hacer cuando volváis

fuera del festival: conocer Álava.

Ana: Es que con el ritmo que llevamos

teníamos el tiempo justo para poder ha-

cer alguna salida al mediodía.

JM: El festival deja el espacio justo, sobre

todo si trasnochas.

A: Y sobre el festival, ¿qué os ha pare-

cido?

JM y Ana: Nos ha encantado, la música,

todo.

JM: Me ha sorprendido mucho la cali-

dad del sonido.

A: Y de las actuaciones, ¿qué es lo que

os ha gustado más?

JM: (resopla) Es complicado. Quizá el

homenaje a Kind of Blue, por lo especial

que era, fue lo que más me gustó.

Ana: Y Brad Mehldau, una maravilla.

A: ¿Y el Jazz a Medianoche?

JM: Es el sitio de fiesta ideal. Tienes dos

salas con música de mucha calidad

de estilos distintos, que, si te agobias un

poco de escuchar uno de los grupos, te

vas a la otra sala, el espacio está muy

bien, no estás agobiado de gente, y el

horario te permite alargar la noche lo su-

ficiente. Es un sitio genial, la verdad.

Yo recuerdo cuando me lo explicabas y lo

he entendido ahora que lo he visto, con

los músicos mezclados con el público.

Ana: Están muy próximos... Además ves

gente de todo tipo comentando los

conciertos.

JM: No hace falta ser un gran entendido

para disfrutar de toda esta música y de

este ambiente. Además es importante

llevar público a estos eventos.

A: A mí me da la impresión de que este

festival satisface a los entendidos pero

a la vez es una fiesta de la ciudad y los

vitorianos participan de ella todo lo que

pueden, al margen de cuánto les guste

el jazz, es la semana del jazz.

JM: Eso es fantástico: una semana de

fiesta del jazz. Normalmente se asocia

el jazz a una música más aburrida, se-

lecta,... En cambio aquí lo que se vive es

una fiesta.

A: ¿Qué os han parecido los vitorianos?

Ana: Muy auténticos.

JM: Son gente de verdad.

Ana: Sí, son muy amables. Aquí se está

tan tranquilo, igual es por eso que la

gente es así. No ves aglomeraciones ni

la crispación de otros sitios, no sé si es

por las fechas que estamos o es que

siempre es así... Y ahora después de esto

vuelve a Madrid, allí somos muchos por

metro cuadrado...

JM: Yo sólo puedo decir cosas buenas

de Vitoria. He decidido que volveré to-

dos los años, me guardaré una semana

de vacaciones para poder venir a este

festival.

Page 59: Libro Vitoria DEFINITIVO

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Ana: Sí, nos ha encantado, si nos lo po-

demos organizar y combinar los dos ve-

nimos toda una semana, si no, los días

que se pueda.

JM: Si te gusta esta música sería una lás-

tima desaprovechar el que es, en mi opi-

nión, el mejor festival de jazz de España.

El que no viene debe ser por que no lo

conoce.

A: Y ¿creéis que a una persona a la que

no le guste especialmente el jazz podría

disfrutar de la ciudad en esta semana?

Ana: Seguro que sí, pero la clave esta-

ría en seleccionar bien los conciertos a

los que asistir, para que al que no sea un

gran aficionado no le canse el ritmo de

conciertos que hay aquí estos días.

JM: Pueden disfrutar igualmente de la

tranquilidad de la ciudad, de la buena

comida. Para el que no sea aficionado

esto tiene que ser igualmente una expe-

riencia. Yo creo que hay que probarlo.

A: ¿Os imaginabais tanta zona verde?

Ana: Para nada, esta ciudad es exten-

sa y con muchísimas zonas verdes, par-

ques, arboles, paseos, es encantadora...

De repente pasamos junto al parque de

El Prado y Ana se fija en algo que José

María y yo no hemos percibido:

Ana: Para estar tan cerca del centro es-

tamos paseando y no se oye un alma...

Es una delicia pasear por aquí.

Y ahí lo dejamos. Gracias amigos, sois

los mejores compañeros de viaje. Os

tomo la palabra y os espero el año que

viene aquí, en Vitoria, por estas mismas

fechas.

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Despacho de Iñaki Añua, Vitoria.

Permítanme que empiece esta serie de

entrevistas por la que he tenido el privi-

legio de realizar al director del festival,

Iñaki Añua.

Las razones son dos. Una es obvia: es la

que se complementa con este recorrido

por el Festival de Jazz de Vitoria, aunque

ya han visto que no sólo hay jazz duran-

te un festival de jazz. La otra es crono-

lógica: para mí es la primera, no sólo la

primera para este libro, sino la primera

que hago en mi vida.

A ese respecto tengo que decirles que

he disfrutado mucho durante esta en-

trevista. Aunque cuando llegué a su

oficina del paseo de la Florida me sen-

tía como un impostor, con mi cámara

y mi grabadora, tengo que decir que

me podía más la curiosidad que la ver-

güenza. La inquietud que sentía era la

del primerizo. Qué buenos recuerdos me

ha dejado.

Eso no quita que, para mí, entrevistar a

Iñaki Añua es de una especial respon-

sabilidad. Supongo que la razón es la

mitomanía que siento por los músicos

de jazz y que se hace extensible a to-

das aquellas personas que han tenido

algún contacto con ellos. También a

todos aquellos que, sin ser músicos, han

conseguido hacer del jazz una forma de

vida honesta, sincera. Iñaki sería uno de

los más fieles exponentes de esto último.

Alguien que te confiesa que descubre

el jazz en los años cincuenta de la mano

de su hermano mayor, pionero en los

programas de jazz, y te recuerda la ver-

sión de Basin Street Blues que le convirtió

al jazz, merece toda la admiración de

aficionados más noveles como es mi

caso.

Me recibe Iñaki en su despacho del pa-

seo de la Florida, frente al edificio del

Parlamento, en pleno centro, cerca de

la plaza de la Virgen Blanca. Le expli-

co muy brevemente lo que pretendo y

no tarda ni un minuto en preguntarme

si tomo notas o grabo. Ahí está uno de

los rasgos que más me gustan de los vi-

torianos. Son amables pero directos. Te

miran a los ojos y te preguntan sin más.

No he tenido que hacer más preámbu-

los, ni quedar otro día ni concertar otra

INaki ANuaVITORIA, 23 de mayo de 2009

Page 65: Libro Vitoria DEFINITIVO

65

cita con un hombre que intuyo que está

permanentemente ocupado. Cuando

apreté el botón del Rec no podía imagi-

nar que en la próxima hora y media Iñaki

iba a desgranar anécdotas, momentos

históricos en la gestación del festival de

jazz que tanto admiro, momentos inol-

vidables para él y para cualquiera que

hubiera tenido el privilegio de vivirlos.

Al cabo de unos minutos descubro que

no hablaremos mucho de Vitoria. O,

mejor dicho, sí que hablaremos mucho

de Vitoria, pero de la Vitoria de Iñaki,

y de aquello a lo que él ha dedicado

gran parte de su vida y que ofrece a

su ciudad. Este hombre que tengo en-

frente es un enamorado de Vitoria. Tan-

to como lo es del jazz. Y tanto como lo

es del festival de jazz. Y un enamorado

de Vitoria y del jazz, que es el director

(en realidad presidente) del Festival de

Jazz de Vitoria, de qué me va a hablar

sino es del festival. Yo encantado, por

supuesto. Espero que ustedes también.

No todos los días se tiene la oportunidad

de hablar con un hombre entusiasta,

pionero, enamorado... qué más da de

qué y en qué ámbito haya desarrollado

su actividad.

El material y la información que me ha

facilitado Iñaki superan tristemente la

extensión de éste capítulo. Les reprodu-

ciré algunas de sus frases, de las anéc-

dotas más relevantes, que seguro que

ha contado en múltiples ocasiones pero

que las vuelve a contar como si fuera la

primera vez. Se le ilumina la cara cuan-

do habla de todos esos músicos que

tanto admira desde una admiración

sincera del buen aficionado al jazz. “No

tengo ni una sola foto con ninguno de

los músicos que he conocido”, me dice.

Empieza Iñaki contándome el origen de

su afición:

“...Mi afición al jazz es una afición here-

dada. Mi hermano Javier, mi hermano

mayor, tiene ocho años más que yo. Le

gustaba el jazz. Los veranos estudiaba

en Francia, tres meses en el Liceo de Pau

y traía discos cuando en España no se

publicaba más que un par de discos al

año y era muy difícil encontrar música

para poder escuchar. Él fue el que inició

que se hablara de jazz en esta ciudad.

Tenía una emisión de radio en los telúri-

cos años cincuenta, que se llamaba mú-

sica de jazz comentada (risas) y yo, que

siendo muy niño me gustaba mucho la

música clásica y me sigue gustando la

música clásica, de repente me ocurrió

lo que le ocurrió a san Pablo cuando se

cayó del caballo, de repente vi la luz. A

los doce años oigo una versión increíble

de..., que no es especialmente buena,

pero que para mí es muy especial, de

Basin Street Blues, grabada en el año 55

por Louis Armstrong and His All Stars y en-

tonces descubro el jazz.”

Todo esto me lo lanza Iñaki de corrido,

como si lo hubiera preparado. Conten-

go la respiración. Pronto voy a descubrir

que en su largo monólogo va a mante-

ner constante mi atención.

Page 66: Libro Vitoria DEFINITIVO

66

“Yo no inicié el Festival de Jazz. El Festival

de Jazz lo incia un colectivo que se lla-

ma Jazzteiz, que no me digas que no es

bonito, pero yo no lo he utilizado nunca

porque no es mía la idea, fue de ellos,

por eso no he querido nunca utilizar el

Jazzteiz. Montan los dos primeros festiva-

les, y el primero lo genera una sección

de la Diputación que se llamaba el Con-

sejo de Cultura y son los que inician el

festival...”

Cuando le preguntas a Iñaki cómo se

metió en todo esto...

“... Mi gusto por la música y el poder

promocionar la música que yo amaba

en mi ciudad me parecía que era un

desafío y que era algo lógico y normal.

Conocía a gente que tenía esa misma

inquietud. Inquietud cultural de gente...,

de veinteañeros, que yo no cogí el fes-

tival con veinte años, llevo 31 años diri-

giendo el festival, tengo 65, voy a cum-

plir el mes que viene 66, el Día Europeo

de la Música, el día 21 de junio. Eso lo

hicieron después y no por mi (risas) sino

por el año del tricentenario de Bach,

Scarlatti y Haendel. Pero coincide que

es el día de mi cumpleaños. También

es el aniversario de la Batalla de Vitoria.

Antes, cuando era pequeño, tiraban co-

hetes, ahora no porque se les molesta a

las cigüeñas...”

La proyección internacional de “su

amado” festival...

“... El gran cambio se da en el quinto

aniversario, que vienen grandes estre-

llas. Vienen Muddy Waters en el último

concierto que dio en Europa antes de

morirse y viene la primera grandísima

estrella que es Oscar Petterson, que da

un concierto absolutamente memora-

ble que los que estuvieron allí lo tienen

absolutamente metido aquí (se señala

la sien) y yo también”

Eran otros tiempos para la ciudad...

“...Entonces Vitoria tenía un aeropuerto

que era internacional, tenía vuelos con

Frankfurt y con París, y yo no me acuer-

do de donde venía, pero la sala VIP era

un cuartito así, con dos butacas, y le me-

timos allí a Oscar y vino la policía a ver-

le el pasaporte y todas esas cosas y me

preguntó qué tal la venta y le dije que

bien, bueno, que bien, pero que eso no

era importante. Pero ¿cómo que no es

importante? Nosotros no arriesgamos el

dinero, la responsabilidad económica

la asume el safe bank, o sea la caja de

ahorros y nosotros somos voluntarios. En-

tonces me dijo: pues no es muy normal

encontrar en el mundo aficionados al

jazz que dan su trabajo por amor a la

música, por amor al jazz y que, sin em-

bargo, no ganen dinero. Yo creo que

eso influyó mucho en el comportamien-

to de Oscar aquella noche...”

Como concibe Iñaki el festival...

“...Me he puesto un poco en la situación

de cómo me gustaría a mí estar como

asistente en un festival de jazz. Es por eso

que la actividad del festival es densísima

durante todo el día, que si Farelina a la

Page 67: Libro Vitoria DEFINITIVO

67

mañana, la Brass Band por la calle, que

si luego comer porque vas a trasnochar,

que luego el teatro a media tarde, Men-

dizorroza, el Jazz de Medianoche, que a

veces puede durar hasta las siete de la

mañana.”

“...Para el que es realmente un aficiona-

do al jazz, las jam session son la esencia

del jazz. El asistir, prescindiendo de la

calidad de los solos, el asistir a ese mo-

mento de creación pura como es una

jam session, yo creo que es esencial y

primordial, En ningún sitio de España se

hacen jam sessions como las que hace-

mos aquí hace ya un buen montón de

años. Tampoco me he conformado con

que el festival fuera unos maravillosos

fuegos artificiales que se gastan en una

semana. Cuando nadie hacía concier-

tos para niños empezamos a hacerlos y

además siempre con grandes estrellas.

Los ha dado Wynton varias veces, Bo-

bby McFerrin, Herbie Hancock... Lo que

pasa es que en los conciertos para ni-

ños hay que traducirlos y se pierde mu-

cho tiempo en la traducción. Eso Wyn-

ton y yo lo hemos hablado varias veces.

Bueno, Wynton y yo somos amigos, creo

que eso trasciende, hay una relación

muy especial y por eso compone la Vi-

toria Suite y luego si quieres hablamos

de eso”

Y tanto que hablamos de eso, bueno

hablamos, el monólogo de Iñaki no ne-

cesita de ninguna ayuda, de ninguna

conducción por mi parte. Dejo que sus

palabras fluyan. Me subyuga cómo des-

grana pensamientos, reflexiones, anéc-

dotas... Y vamos a por la Suite.

“...Todo surgió de una conversación

con Wynton que tuvimos tres o cuatro

años antes del veinticinco aniversario, le

dije: “Me gustaría que me compusieras

un blues dedicado al festival”... Y Wyn-

ton se sonrió, y yo dándole argumentos

que si tal que si cual, y seguía riéndose

y bueno, al final, ya le dije: “No te rías

más, dime que no y ya está”. “No, no por

favor Iñaki, no, es que me río porque yo

no sé hacer cosas cortas. Te voy a hacer

una suite”. Estrenó cuatro movimientos

en el veinticinco aniversario...”

Consigo arrancarle algún dato sobre los

encantos de la ciudad, a parte de su

maravilloso festival...

“...Este paseo es una joya. Mucha gente

lo llama en broma el paseo de los car-

díacos. Esto es un privilegio que desde el

mismo centro de la ciudad en un cuarto

de hora estás en el campo. Creo que el

paseo entero, ida y vuelta, es una hora

hasta Armentia. Figúrate una cosa: el

primer festival que hice yo, que fue el

tercero, organizaba autobuses para ir

desde aquí desde la Virgen Blanca has-

ta Mendizorroza porque creíamos que

estaba lejos...”

Se refiere, cómo no, al paseo que va des-

de el paseo de la Florida hasta las cam-

pas de Armentia. Cuando le solicito que

me recomiende un restaurante no tiene

duda:

Page 68: Libro Vitoria DEFINITIVO

68

“El Portalón. Yo siempre he dicho que

muchos músicos no sabían como me

llamaba yo pero si sabían como se lla-

maba el restorán. Y de hecho, volviendo

a Wynton, la primera vez que vino y una

voluntaria lo fue a buscar al aeropuerto

de Biarritz al bajar del avión, saca una

nota que llevaba en el bolsillo de la ca-

misa y le dijo: “Portalón ahora”. “Es que

me he encontrado en París con fulanito

(no me acuerdo de quién era) y me ha

preguntado: ¿Adónde vas? y, entonces

me ha dicho: Ah, pues que te lleven a

aquel lugar maravilloso.”

“...Siempre les he llevado al Portalón.

Date cuenta que el Portalón es una casa

del siglo XV que es tres siglos más anti-

gua que su país. Y eso impresiona...”

Iñaki se declara un enamorado de la

Rioja Alavesa

“...Yo creo que La Rioja es muy bonita,

tenemos la sierra de Cantabria y al otro

lado un paisaje que tiene un color dife-

rente, la tierra tiene un color diferente,

el sol es diferente, la temperatura es di-

ferente, protegidos del viento del norte

por la sierra. Por eso es por lo que se

producen los vinos que se producen. Ahí

hay sitios maravillosos como Laguardia,

que es un sitio fantástico, un pueblo me-

dieval que si horadas la tierra te caes en

una bodega. Y tiene ese pórtico policro-

mado que es una locura,.”

“...Normalmente los llevo a Marqués de

Riscal... Con Wynton le llevé una vez a

otra bodega y para picar nos sacaron

croquetas, pimientos rojos y morcilla, y

entonces algunos miraban extrañados y

Wynton me pregunta: “¿Esto qué tiene?“

y le digo: “Arroz”. Me dice: “Ya, ya, lo del

arroz ya lo veo, pero lo otro qué es san-

gre ¿no?”. Digo: “Sí, pero no lo digas”...

Por si no lo saben, ahí tienen el menú típi-

co de una de las bodegas de la Rioja...

“... Hay unas cosas de picoteo, luego

las patatas con chorizo, las chuletillas y

luego el postre o tocinillo de cielo o ma-

millas, o esas cosas típicas de la cocina

riojana. Yo no sé qué suelen tomar de

postre, porque yo normalmente al pos-

tre no llego. Les encanta el ir probando

vino y todo eso.”

Más sitios cerca de Vitoria, para disfrutar

de la belleza de Álava.

Page 69: Libro Vitoria DEFINITIVO

69

“...O también, qué te voy a decir yo, un

sitio para pasear es la sierra de Entzia,

que es la sierra de Urbasa, Entzia se lla-

ma cuando es Álava y Urbasa cuando

es Navarra, que subes por el puerto de

Opakua y allí aparcas y empiezas a an-

dar y es plano, luego es cortado, con

siete km de planicie con unos hayedos,

con un césped, unas campas que ya

me gustaría a mí tener en casa esa al-

fombra...”

“Hay un sitio también muy bonito que

es el túnel de San Adrián, siguiendo una

calzada romana, hay que ir a Araia, y en

Araia vas hasta el final del pueblo y con

el coche se puede subir hasta una ex-

cavación petrolífera y desde ahí coges

la calzada romana que luego continúa

hasta la Galia. Es un sitio diferente entre

dos montes calcáreos que son muy em-

blemáticos. El monte de Aitzgorri es el

más alto del País Vasco y el Aratz.”

Bueno, después de casi dos horas de

una inolvidable conversación y cuando

le confieso que sufro por tener que resu-

mir todo lo que me ha explicado, apare-

ce una joven muy bella, su hija Jasone,

que presta su nombre, junto con el del

hermano pequeño de Wynton, Jason,

para titular uno de los movimientos de la

Vitoria Suite en un alegre juego de pa-

labras “Jason&Jasone”. La Vitoria Suite,

un nuevo motivo de orgullo para la ciu-

dad que da nombre a uno de los me-

jores festivales de jazz del planeta, pero

también un homenaje del gran Wynton

a su amigo Iñaki, vitoriano enamorado

de Vitoria y del jazz...

“...Si lo que te gusta es el paisaje, a mí

hay un sitio que me gusta mucho, que es

Álava, pero que está en la frontera con

Burgos, y es el nacimiento del río Ner-

vión. Ahí hay una cascada, que creo

que es la cascada más alta de Europa,

que en la época del festival tendrá solo

un hilillo de agua. Hay que ir hacia Or-

duña y luego tomar una desviación. Se

puede ir por carretera hasta quedarte

a unos cincuenta metros de la casca-

da y hay una rejilla metálica donde te

pones para asomarte, el que tenga vér-

tigo que no vaya. Es un sitio de monte

espectacular. Yo he sido montañero,

bueno no montañero sino espeleólogo,

cuando era joven y he andado mucho

por el monte...”

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70

Catedral de Santa María, Vitoria.

Hoy es lunes y estoy de lunes. Por mu-

chos motivos. En primer lugar porque

es el primer día de la semana posterior

al Festival de Jazz y todavía tengo al-

gún resto de la melancolía de ayer. En

segundo lugar porque después de le-

vantarme cada día a la hora en que la

vigilia vencía de forma natural al sueño,

esta mañana me despierta el timbre del

teléfono y la grabación del despertador

automático del hotel. ¿Por qué no se les

puede pedir a estas voces que te dejen

dormir un ratito más? Me levanto a las

ocho de la mañana porque a las nueve

me ha citado Juan Ignacio Lasagabas-

ter en las oficinas de atención al visitan-

te de la Fundación Catedral de Santa

María. Que te reciba el director del pro-

yecto de restauración de la catedral no

es cualquier cosa.

Llego puntual pero me encuentro con

el primer contratiempo: la puerta de

acceso de la plaza de las Brullerías está

cerrada. Doy la vuelta al edificio. Unos

obreros me indican un posible acceso,

cerrado por una valla. No quiero llegar

tarde, así que aparto la valla y entro

por una puerta trasera al actual edificio

de oficinas (el anterior está en obras).

Cuando voy a subir la escalera me doy

de bruces con un hombre que ensegui-

da me identifica sin conocerme. Es Juan

Ignacio. Me advierte que se acaba de

dar cuenta de que me iba a encontrar

con la puerta cerrada y que había sa-

lido a buscarme. Otro ejemplo de la

amabilidad vitoriana.

Nos intercambiamos las habituales pala-

bras de presentación y enseguida apre-

cio que me encuentro con un hombre

afable, sin ningún tipo de afectación,

que me va a dedicar su tiempo, de for-

ma muy generosa, en dos fases. La pri-

mera va a ser una amena conversación

de una hora y cuarto, y en la segunda,

jUAN IGNACIO LASAGABASTER VITORIA, 20 de julio de 2009

Page 71: Libro Vitoria DEFINITIVO

71

una hora después, me va a mostrar per-

sonalmente aquello que, entre otras

muchas cosas, me ha contado durante

la charla: la obra de restauración de la

catedral de Santa María.

Debo de confesarles que mi conoci-

miento sobre la historia y la construcción

de las catedrales en general y de la de

Santa María en particular es práctica-

mente nulo. De las obras de restaura-

ción lo único que sé es que son largas,

molestas y que llenan de andamios y

redes las paredes de edificios durante

años impidiéndote contemplar su be-

lleza. Pero después de hablar con Juan

Ignacio, enseguida me solicita que le

tutee, mi interés por esta extraordinaria

obra es completo. El reto es que les pue-

da trasmitir a ustedes el grado de co-

nocimiento, de capacidad didáctica y

de pasión por su trabajo mezclado con

una gran dosis de humildad que trans-

mite este hombre. Si es así, no duden

que una de las cosas que no dejarán de

hacer cuando vengan a Vitoria es visitar

las obras de restauración de la catedral

de Santa María y por otro lado pensarán

por qué en sus respectivas ciudades no

se inicia un proceso de excavación del

subsuelo de la catedral, que seguro que

oculta cosas muy interesantes.

Le pido a Juan Ignacio que se presente.

Juan Ignacio: Yo soy arquitecto y he es-

tado dedicado a la conservación del

patrimonio desde que comencé a tra-

bajar en la Diputación de Álava. Hasta

abril de 2008, fui jefe del Servicio de Pa-

trimonio Histórico-Arquitectónico y éste

es uno de los proyectos que impulsé des-

de allí y que ha tenido más éxito. Ahora

ocupa todo mi tiempo y es el colofón, a

mis casi sesenta años, de toda una vida

profesional.

Yo te puedo contar mi actitud personal

ante esta tarea y el cómo y el porqué

surgió esta historia: Por regla general,

al menos en mi caso, en la escuela nos

educaron como arquitectos de obra

nueva, de modo que la intervención

arquitectónica, de manera inconscien-

te, se tiende a asociar a un proyecto, lo

cual limita muchísimo el entendimiento

de aquellos edificios complejos que han

sufrido muchas etapas a lo largo de su

historia.

Por otro lado, hay una cuestión que es

la del ego asociado a la arquitectura

considerada como arte. Después de re-

flexionar mucho sobre este tema pienso

que el arte es, o mejor, debería ser, un

fenómeno mucho más democrático,

pues, en el fondo todos somos artistas y

si algo caracteriza al ser humano es la

percepción artística de las cosas.

Cuando te vas dando cuenta que tú

tan sólo eres una etapa más dentro de

un proceso histórico, acabas viendo

las cosas de otra manera. Por ejemplo,

de pronto comprendes que no sabes

nada sobre cómo se ha construido el

monumento que te ha sido encomen-

dado restaurar y que, por lo tanto, por

coherencia, es absolutamente impres-

cindible conocer lo que le ha sucedido

antes a ese edificio antes de proponer

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72

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73

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74

nada definitivo. De ahí te surge la idea

de que transformar un edificio histórico

sin tener en cuenta esta condición es

como manipular un documento. Como

dice Agustín Azkarate Garai-Olaun, ar-

queólogo y buen amigo, de quien he

aprendido mucho, sería lo mismo que

si para restaurar un ejemplar incunable

de El Quijote optases por cambiar frases

con el fin de “actualizarlo”.

Por ejemplo a mí me gusta recordar el

caso de San Román de Tobillas, un pro-

yecto en una ermita alavesa situada en

el valle de Valdegovía, de la que todo

el mundo decía que era románica. Allí

montamos un equipo de investigación e

hicimos cartografía en tres dimensiones

en colaboración con la Universidad, por

cierto que el equipo era casi el mismo

que el que luego formamos para la re-

dacción del Plan Director de la Catedral.

Yo iba con muchas ganas de aprender:

el trato con los arqueólogos y sus nuevas

técnicas de lectura de los edificios, la

cartografía tridimensional, etc. Y el estu-

dio arqueológico nos reveló ¡que lo más

importante del edificio y aquello que

hasta entonces todos considerábamos

sin gran valor, era precisamente el resto

de arquitectura mozárabe situado más

al norte de la Península Ibérica! Pensé:

“¡Horror! ¡No tocaré nunca más una pie-

dra de un edificio histórico sin antes ha-

berlo estudiado a fondo!”.

Después de esta experiencia surgieron

los problemas estructurales en la ca-

tedral y pensamos en aplicar la misma

metodología aunque de forma más or-

denada y detallada, con un enfoque de

conservación integral, aplicando el mé-

todo científico a su análisis pero también

considerando un punto de vista social.

Esta iglesia había llegado a un lamenta-

ble grado de deterioro, ocasionado por

la paulatina marginación del casco vie-

jo y, como consecuencia, de la propia

catedral. A pesar de que se hace una

restauración muy costosa en los años

sesenta, la iglesia se deja de usar y no

hay mantenimiento. Posteriormente fue-

ron aflorando problemas estructurales

larvados, ya existentes cuando se hizo la

restauración, que no se habían solucio-

nado del todo, o cuando no, se reacti-

varon por este motivo. El reto era plan-

tear una restauración, pero sobre todo,

que quedase garantizado su posterior

uso y conservación.

Pensamos que era posible utilizar ade-

más todo este proceso para poder

mostrar todo lo que estábamos apren-

diendo y conociendo de la catedral:

cómo se construyó, cómo se hizo la mu-

ralla que estaba oculta por la catedral,

cómo se plantearon sus fosos defensi-

vos, cómo se fundó la ciudad… Como

detalle, ahora sabemos que esa muralla

primigenia, resulta que data de unos

ciento cincuenta años antes de la fecha

que se consideraba hasta ahora como

de la fundación de la ciudad, 1181, con

el consiguiente revuelo entre los historia-

dores.

Además, evidenciar las nuevas po-

tencialidades del propio monumento,

como la posibilidad de ofrecer el ac-

Page 75: Libro Vitoria DEFINITIVO

75

ceso al triforio o al paso de ronda de la

muralla para, tras ascender a la torre

convertida en espectacular atalaya

sobre el entorno, entender cómo es el

urbanismo de la ciudad. Esto hizo que

durante el desarrollo del plan director

ensayásemos, con diferentes grupos de

personas, visitas-prueba guiadas. Con

motivo de la presentación del Plan las

visitas se organizaron finalmente y fue-

ron un éxito: Pasaron 100.000 personas

en cuatro meses. Eso facilitó sobrema-

nera la financiación del proyecto e hizo

que siguiésemos excavando en abierto.

Y a todo esto aparece el lema feliz de

“Abierto por obras”. Desde entonces

este lema es un condicionante para

la restauración, haciendo que sea un

proyecto muy didáctico y vinculado al

ciudadano. Además se ha convertido

en un auténtico reclamo turístico con el

que Vitoria-Gasteiz se proyecta hacia

afuera como una ciudad que cuida su

patrimonio.

En este punto ya estoy completamente

subyugado por lo que me explica Juan

Ignacio, por la complejidad del proyec-

to y por el acierto de haberlo llevado a

cabo. Prosigue Juan Ignacio.

J.I.: Con esta misma filosofía divulgativa,

ahora hemos diseñado un espectáculo

didáctico haciendo una proyección so-

bre el pórtico que recrea tres momentos

de la evolución de sus policromías a lo

largo de los siglos.

Ninguno de nosotros pensaba, en el ini-

cio de todo esto, que se llegaría tan lejos

y de manera tan coherente. Espero que

sea un indicador de que la sociedad

alavesa está madura para afrontar otros

retos como éste en la recuperación de

su patrimonio.

Me explica la particular relación con la

diócesis.

J.I.: Aquí hay una diócesis bastante con-

temporánea que se funda en 1862, en

el momento en que la ciudad pasa de

ser rural a ser industrial. En 1850 tendría

unos 15.000 habitantes, en el 1900 unos

20.000, en 1950 cuando yo nací unos

50.000, en 1975, 75.000 y en 2009 ya es-

tamos en 235.000.

En relación con la diócesis, ésta tuvo

una gran importancia a final del siglo

pasado, hasta el punto de que se de-

cide construir otra catedral nueva que,

además, es la segunda catedral, en

planta, más grande de España. Y esta

catedral impide que la otra se conserve

adecuadamente. En los años cincuenta

la diócesis de Vitoria se empobrece por-

que se disgrega en tres, una por cada

provincia, y se encuentra con dos ca-

tedrales: una sin terminar y la otra con

problemas serios que requieren de una

acuciante restauración. Durante el ter-

cer cuarto del siglo XX se consigue que

el Estado financie la finalización de la

catedral nueva y que se restaure la ca-

tedral vieja prácticamente a la vez.

Mientras tanto, el casco viejo es utiliza-

do como válvula de escape de la ciu-

dad: esta ciudad tiene un crecimiento

urbanístico muy rápido pero bastante

racional, si bien ocurre que muchas de

las cosas que no se quieren ver acaban

Page 76: Libro Vitoria DEFINITIVO

76

ubicándose en el centro histórico y los

vitorianos prácticamente le dan la es-

palda, salvo para ir a tomar unos vinos,

o para alguna comunión o una boda en

el caso de la catedral vieja.

Sobre lo que te explicaba de la dióce-

sis, cuando se decide iniciar el proyecto

de restauración nos ponemos rápida-

mente de acuerdo desde la Diputación,

con la que la diócesis tenía muy buena

relación, para conseguir una gestión

unificada y se origina la “Fundación Ca-

tedral Santa María” cuyos patronos son

la Diputación Foral de Álava, el Ayunta-

miento de Vitoria-Gasteiz y el Obispado

de Vitoria.

Donde estamos ahora trabajando es en

la cesión de uso. Hay dos cuestiones: por

un lado la cesión de las zonas del mo-

numento que no tienen relación con el

culto y por otro el uso consensuado, con

todas las precauciones que se quiera,

de los espacios de culto para otros usos

de carácter cultural y museográfico.

Le pregunto si en algún otro lugar se

está haciendo algo parecido.

J.I.: En alguna otra catedral como la

de Segorbe están haciendo alguna

cosa pero no hasta este nivel de deta-

lle. Lo que está claro es que este plan-

teamiento puede ayudar a mantener y

conservar el patrimonio. En ningún caso

se trata de discutir la propiedad, pero sí

llegar a acuerdos sobre el uso máxime

cuando se producen cuantiosas inver-

siones públicas.

Me entra la curiosidad sobre si todo este

patrimonio está escriturado. Me con-

firma que no, que la mayoría de estas

antiguas construcciones, por razones

obvias, carecen de documentos de

propiedad.

Me habla de las iglesias pinceladas del

XVI, poco conocidas. Se trata de iglesias

que se amplían y reforman en el siglo

XVI. Por lo general en esta zona de la

Península no hay suficiente riqueza para

hacer iglesias nuevas, salvo en La Rioja,

por lo que las iglesias en la franja que va

desde el norte de Burgos, sur de Vizca-

ya, sur de Guipúzcoa, parte de Navarra

y toda Álava se modifican y se pincelan

bóvedas y paramentos que luego en

algunos casos se cubrirán con retablos.

Ant: ¿Cuantos años lleváis en este pro-

yecto?

J.I.: La primera alarma aparece en 1994.

Se habían caído unos cascotes y apa-

recido grietas y fisuras alarmantes. En

la restauración de los años sesenta se

había producido una restauración “en

estilo” y “neogotizado” la iglesia al eli-

minarse los grandes arcos transversales

renacentistas que compartimentaban

la nave principal y se cambiaron algu-

nas cosas que no terminaron de resolver

antiguos problemas estructurales.

Me introduce un concepto curioso para

mí.

J.I.: Las iglesias y los edificios construidos

con piedra y cal funcionan de acuerdo

a la ley de la gravedad, a compresión,

y, si no se caen y aguantan, se “acomo-

dan” deformándose.

Page 77: Libro Vitoria DEFINITIVO

77

Sigue con el trabajo iniciado en el 94.

J.I.: Hicimos un estudio de los problemas

activos que tenía la catedral colocando

diversos sensores para seguir los movi-

mientos de la misma. Los trabajos de

monitorización obligaron a iniciar tam-

bién ya algunas obras de adecuación

en el edificio. A partir de ahí se fue ge-

nerando un clima favorable en la socie-

dad alavesa sobre todo con la apertura

de la obra al público. Pero no sé exac-

tamente cuándo se dio el punto de in-

flexión que nos ha llevado hasta donde

estamos ahora. También es cierto que,

al principio, como he dicho antes, no

éramos conscientes de la envergadura

del proyecto que íbamos a terminar lle-

vando a cabo.

Me explica que este proyecto es inter-

disciplinar y la importancia de la nove-

dad que representa trabajar con una

cartografía de tres dimensiones, cosa

completamente novedosa en proyec-

tos de esta complejidad. Eso les está

suponiendo la necesidad de desarrollar

sistemas informáticos que les permita

dar el soporte adecuado a su trabajo.

Sigue explicándome que en 1998 se cie-

rra el plan director, en 1999 se firman los

estatutos de la Fundación, en el 2000 ya

están haciendo obra de excavación en

abierto, a la vista del público, en el 2002

se inicia la restauración del pórtico y ahí

ya le ponen un andamio para la visita

del público y aparece el afortunado

lema “Abierto por obras”. Desde enton-

ces han pasado a visitar la catedral de

Santa María 100.000 persona por año. El

año que viene se llegará a la cifra de

1.000.000. Y no han podido pasar más vi-

sitantes por la limitación de visitas que se

autoimponen por motivos de seguridad

y por disponibilidad de guías (todas las

visitas son, por supuesto, guiadas aun-

que, recientemente, se permite ya ac-

ceder libremente al interior de la nave).

Me confirma que no ha habido ni un

solo problema de seguridad en todas

las visitas realizadas. Algún visitante pue-

de que haya sufrido algo de vértigo en

alguna parte del recorrido, pero les pue-

do asegurar que en ningún punto de la

visita las alturas son excesivas y además

los andamios y pasarelas dan mucha

sensación de seguridad.

Otra cuestión importante es que los vi-

torianos empiezan a tener percepción

de que se comienza a recuperar la ca-

tedral para la ciudad. Entre otras cosas

lo han hecho, además de a través de

las visitas guiadas, con un programa

denominado “Encuentros con la ca-

tedral”, organizando actos culturales,

presentaciones de libros, conferencias,

actividades musicales con conciertos

en el pórtico con música de diversos es-

tilos. Incluso se organizó una jornada de

comida conventual que acabó provo-

cando que el periodista Antxon Urrusolo

escribiera un libro sobre comida en los

conventos, que parece ser que es don-

de se originó la gastronomía y la escritu-

ra de recetas... Me sigue impresionando

lo que me explica Juan Ignacio y voy

Page 78: Libro Vitoria DEFINITIVO

78

entendiendo todo lo que este proyecto

representa para la ciudad.

En este punto de una conversación inte-

resantísima me veo obligado a que me

explique qué sitios aconsejaría visitar.

Teniendo en cuenta que es un experto

en patrimonio y en concreto sobre pa-

trimonio religioso, le pregunto sobre este

apartado. Apunten las iglesias que de-

ben visitar en Vitoria, aparte de la cate-

dral de Santa María:

J.I.: La catedral nueva. Sobre todo en los

detalles de las vidrieras y la escultura de

la ciruela de la cripta.

San Miguel. Iglesia gótica con el reta-

blo mayor del siglo XVII realizado por

Gregorio Fernández, extraordinario. A

mí me gusta en especial la capillita que

gestiona la Cofradía de la Virgen Blan-

ca, de estilo gótico pero manipulada en

el neoclásico y que es de las pocas que

se conservan policromadas completa-

mente en el XIX.

San Vicente. Iglesia gótica de salón (con

tres naves de igual altura) del siglo XV,

en la que es visitable la torre en un re-

corrido que la enlaza, mediante una pa-

sarela, por el exterior de la iglesia hasta

llegar hasta la entrecubierta, donde se

puede apreciar el sistema constructivo

del siglo XVI.

San Pedro. Con una portada gótica del

siglo XIV policromada excepcional que

todavía conserva restos de la policromía

del XVI. En su interior, a resaltar, los arcos

de acodalamiento renacentistas deno-

minados “del miedo” porque se hicieron

por miedo a las deformaciones que se

produjeron con ocasión de la sustitución

de las bóvedas originales de madera

Page 79: Libro Vitoria DEFINITIVO

79

por las actuales de piedra. En la cate-

dral de Santa María estos mismos arcos

se quitaron y no pasó nada.

Y sigamos con recorridos próximos a Vi-

toria.

J.I.: Empezamos recorriendo la Llanada

Alavesa por el camino de Santiago des-

de el túnel de San Adrián hasta Estavillo

y Salinillas de Buradón.

Salvatierra-Agurain, villa amurallada, es

visita obligada, con dos iglesias muy in-

teresantes.

Cerca de allí, la iglesia de Heredia con

unas bóvedas magníficamente decora-

das con policromías del XVI. De hecho

nosotros para preparar las proyecciones

de las policromías virtuales en el pórtico

de la catedral nos hemos basado en al-

gunos datos obtenidos de las iglesias de

Heredia y de Arbulo. Ésta, con unos me-

dallones impresionantes muy singulares

como muestra del arte policromado re-

lacionado con Flandes.

En Alegría puedes subir a la torre de la

iglesia, notable por su porte y altura, y

tener una vista realmente magnífica

sobre la llanada y el casco histórico de

esta villa medieval.

La iglesia de Estavillo, es poco conoci-

da, y tiene una portada del siglo XV muy

interesante.

Me gustan también las pequeñas igle-

sias del entorno de Vitoria-Gasteiz,

como las de Hueto Abajo, Legarda, Ar-

taza o Cicujano.

Y otra iglesia que está tan cerca que no

se suele visitar es la de Lasarte, que tiene

un ambón y un altar diseñado por Nes-

tor Basterretxea.

Lugares ineludibles en Vitoria, al margen

de la visita religiosa. Coincide con Iñaki

Añua en el paseo más bello de la ciu-

dad:

J.I.: Desde la Virgen Blanca, pasando

por el Parlamento y el paseo de la Sen-

da hasta Armentia, llegas a la basílica

románica de San Prudencio donde es-

taba el obispado más antiguo de Álava

antes de que se incorporase a Calaho-

rra. Además, en este paseo puedes

apreciar ejemplos de la arquitectura de

la burguesía vitoriana de finales del XIX,

con el palacio de Ajuria Enea, el de Au-

gustín hoy museo de Bellas Artes,...

Una parte de la ciudad que no se sue-

le visitar pero que es muy agradable es

la zona de la universidad. En sus proxi-

midades está la llamada “Ciudad Jar-

dín”, un barrio residencial muy cómodo

para pasear, porque nunca hay nadie,

y atractivo para quien le guste la arqui-

tectura “neovasca” pues allí se constru-

yeron en los años veinte unos chaletitos

muy representativos de esa tendencia

arquitectónica regionalista.

El Anillo Verde también hay que visitarlo.

El centro de observación de la natura-

leza “Ataria”, situado en el parque de

Salburua y todo el entorno natural de la

ciudad, incluidos los cercanos montes

de Vitoria.

Y ahora prepárense para ir de pinchos

J.I.: Muchos miércoles por la tarde voy

de pinchos con mis amigos por el cas-

co viejo. Me gustan mucho el Barrón o

el Querida María, cerca de la Catedral.

Page 80: Libro Vitoria DEFINITIVO

80

En los Arquillos, están el Toloño y el Za-

bala y subiendo por la calle Correría, la

Malquerida y el Tabanco. En la plaza de

la Virgen Blanca, el Dublín y en la plaza

de España, el Bastertxo y, sobre todo, el

Izartza.

El Sagartoki, que es ya un clásico y que

como asador es, además, excelente y el

que está enfrente: el Txapela.

Los consejos de Juan Ignacio para sen-

tarse a una buena mesa en Vitoria:

J.I.: En la plaza de Amárica está el Xixilu,

que tiene unas alubias maravillosas. No

muy lejos el Felipe de toda la vida. Otros

lugares a señalar para mi gusto son: El

Portalón, con su singular ubicación en

una casa de postas del siglo XV, el Zal-

diaran, posiblemente el más exquisito y

selecto de la ciudad, el Clarete, con una

imaginativa cocina, y muchos otros que

se me escapan ahora mismo…

Y ahora vamos a comer fuera de Vitoria.

J.I.: En Sarria, junto al pueblo de Mur-

guía, hay un asador que se llama Arlobi

y que me gusta especialmente. Otros

especialmente a señalar son el Refor de

Amurrio (no olvidar el Txakolí de la zona)

o el Erpidea situado a orillas del embal-

se de Ullibarri-Gamboa, entre otros mu-

chos que me dejo sin querer…

En la Rioja Alavesa, por ejemplo, los mu-

chos que se pueden (y deben) visitar en

Laguardia, Samaniego, Labastida, etc.

mientras se recorre esta maravillosa y

simpática tierra alavesa, investigando

sobre sus vinos.

Y luego, otros con buena relación cali-

dad precio, como el Puerta de Europa

y del mismo propietario el Lapatza en

dirección a Bilbao por la carretera que

va hacia Legutiano.

Y paisajes de Álava:

J.I.: El paisaje de las Salinas de Añana,

donde se está aplicando, también a

través de una fundación, un modo de

recuperación siguiendo un modelo

semejante al de la catedral. Toda esa

zona de Álava me encanta, el valle de

Valdegovía, el parque natural de Valde-

rejo, la torre de los Barona... Es uno de los

principales pulmones de Euskadi.

Page 81: Libro Vitoria DEFINITIVO

81

De la montaña me gusta mucho la villa medieval de Antoñana, muy cerca de los

montes de Izkiz, con unos hayedos preciosos. Llegando al pueblo de Markinez pue-

des empalmar de un valle a otro, entrando desde Antoñana, por el monte, para

acabar en Oquina y volver por Ullibarri de los Olleros hasta Vitoria”

Y como colofón de esta mañana, Juan Ignacio me guía por la impresionante e indes-

criptible obra de excavación y restauración de la catedral de Santa María. Empiezo

a hacerme a la idea de la envergadura de la obra emprendida. Por muy bien que lo

explique Juan Ignacio es necesario visitar la catedral y ver lo que se ha hecho y lo que

se está haciendo para entenderlo. Es un recorrido apto para todo el mundo, grandes

y pequeños. No sé lo pueden perder.

Visiten la Catedral de Santa María y ya me contarán.

Page 82: Libro Vitoria DEFINITIVO

82

Restaurante Xixilu, Vitoria.

Son las 2.42 del día 21 de julio. Ya sé que

no son horas, pero hace apenas una

hora que ha finalizado la cena que he

compartido con Naiara y María y no me

puedo acostar sin trasmitirles la impre-

sión que tengo ahora muy viva todavía.

El pasado sábado, el día de cierre del

festival, conocí en el Jazz de Mediano-

che a Naiara. La había visto días atrás

en Mendi. Llevaba una chapa de la

organización. Le pregunté qué hacía y

me dijo que desde hacía seis años tra-

bajaba como voluntaria acompañan-

do a los músicos, en una labor algo así

como de asistente personal. Le expliqué

el proyecto de este libro y le pregunté

si ella querría participar. Le pareció inte-

resante pero me dijo que no creía que

ella fuera la persona más indicada. En

algún momento de la conversación me

comenta que su amiga María Clé sí sería

una persona muy apropiada para apa-

recer en este libro. María es una ena-

morada de Vitoria, había vivido en Ma-

drid y había vuelto recientemente a la

ciudad. María es una joven diseñadora

premiada a nivel nacional. Me pareció

también muy interesante pero insistí en

que ella apareciera también. Nos inter-

cambiamos teléfonos y direcciones de

correo electrónico en mi esperanza de

VITORIA, 20 de julio de 2009

Page 83: Libro Vitoria DEFINITIVO

83

que Naiara cambiara de opinión.

Ayer domingo la llamé y quedamos

para este lunes. Me dijo que intentaría

que María la acompañara. Esta maña-

na, después de que me lo recomenda-

ra Juan Ignacio Lasagabaster, reservé

mesa para tres en el restaurante Xixilu,

en la plaza de Amárica número 2. Naia-

ra me volvió a llamar a las ocho en pun-

to y la emplacé a las nueve y media en

el Xixilu. Me confirmó que la acompaña-

ría María.

Cuando llego al Xixilu, las encuentro en

la barra. Acaban de llegar y han pedi-

do dos vinos blancos. Yo estoy nervioso y

algo acalorado, pero ellas se muestran

encantadoras.

Naiara es una joven esbelta, rubia de

media melena con un corte de pelo

divertido que le sienta muy bien. Trans-

mite simpatía y energía y tiene una

mirada entre divertida y tierna. Es una

excelente conversadora y es muy fácil

charlar con ella. Es inquieta, pero de esa

inquietud que me agrada, la inquietud

de quien hace muchas cosas, abarca

muchos aspectos distintos de la vida.

Compagina su trabajo como psicóloga,

con toda una serie de actividades de-

portivas, musicales...

María es morena, de pelo rizado, con

unos ojos muy expresivos que se abren

al compás de la fuerza que transmi-

te cuando habla. No levanta la voz

en ningún momento, no le hace falta.

Aunque en una descripción superficial

podríamos decir que María es más bien

chiquita, no lo es en absoluto. María es

enorme, en convicción, en ilusión, en

capacidad de apasionarse por lo que

hace y de transmitírtelo. Es diseñadora

de éxito precoz, bien merecido, pero no

es ella quien me lo explica, sino Naiara,

orgullosa de su amiga, que se encarga

constantemente de recordarme lo im-

portante que es María y la poca impor-

tancia que se da. Naiara es extremada-

mente generosa en protagonismo, que

quiere ceder a María. A mí me interesa

escuchar la conversación de las dos,

que al final se prolongará durante más

de dos horas que me pasan volando.

Lástima que sólo puedan ustedes leer

un extracto.

María: Lo que pasa es que Vitoria creo

que no está muy valorada, ¿no?

Naiara: Mucha gente de Bilbao no ha

venido en su vida a Vitoria.

M: Donostia y Bilbao la tapan.

Llega Javier López, el que va a ser nues-

tro camarero, para tomar nota. Le can-

tamos los primeros. Javier parece tener

prisa. El Xixilu está lleno. Nos hemos sen-

tado en la terraza después de que Ma-

ría José Sáez de Cortázar, la propietaria

del local, nos ha permitido cambiarnos

desde el salón interior. El bullicio del co-

medor nos iba a impedir grabar la con-

versación.

N: Chipirones a la plancha...

M: Ensalada cesar... y almejas a la ma-

rinera, eso serán los primeros que com-

partiremos”.

Javier: Vamos a los segundos.

Page 84: Libro Vitoria DEFINITIVO

84

N: Bacalao con patata panadera.

M: Para mí el rape a la plancha.

Antoni: Yo tomaré el lenguado.

Al cabo de un rato llega Javier y me

dice que se ha acabado el lenguado.

Pido rape con almejas.

Aunque yo prefiero tinto incluso con

platos de pescado, María no toma vino

tinto, por lo que nos inclinamos por un

blanco de Rueda. Será una buena elec-

ción.

A: ¿Naciste en Vitoria, Naiara?

N: Sí.

M: Yo nací en Madrid pero me vine al

año, o sea que me considero de aquí.

N: Yo nací en la clínica de la Esperanza,

como mi hermano

A: Pero has vivido fuera?

N: Sí, cinco años en San Sebastián estu-

diando la carrera y luego hice un más-

ter en Bilbao y me quedé tres años. Volví

aquí por trabajo.

Hablamos de cómo se relaciona la gen-

te joven en Vitoria, y surge el tema de la

cuadrilla, algo muy común en muchos

sitios de España, pero en Euskadi tiene

un plus.

N: Hasta los 25-26 años uno tiene que

estar con su cuadrilla y se debe a su

cuadrilla y como yo tenga un plan con

ella que no es de mi cuadrilla, y hayan

quedado para cenar y se enteren de

que no he ido con ellos, es un poco has-

ta “pique”...

...Eso lo refleja muy bien el programa

“Vaya semanita”, tendrías que verlo.

A: ¿Dónde se forman las cuadrillas? ¿En

el cole?

N: En mi caso sí, y luego al cambiar de

colegio a los 14 años, en la piscina del

estadio...

M: Esto es un pueblo, pero un pueblo-

pueblo, tú no te puedes imaginar como

nos conocemos todos.

N: Pero también va por barrios, yo en mi

trabajo, de los usuarios, no conozco a

nadie.

A: Y la cuadrilla ¿tiene algo que decir en

el tema de las parejas?

N: Las novias tienen que ser aceptadas

por la cuadrilla y es una criba muy dura.

Me parece muy curioso la importancia

de la cuadrilla. Cambiamos de tema.

A: Habladme de sitios a los que vais.

M: En el “Bode” no has estado, ¿no?.

N: Es un sitio alternativo, pasado el Du-

blín sigues recto y está al lado de la Oca.

Es un bar donde hacen bocadillos.

M: Es muy variopinto.

N: Hay de todo, desde el artistoide, el

pintas-pintas, de todo...

M: Estamos todos allí, es el único sitio que

conozco que es tan mixto.

N: También está el Gora, que es pare-

cido, no tanto, igual. Nosotras salimos

siempre por el casco viejo. Ahí se mezcla

un poco de todo.

Javier nos interrumpe con una cuestión

sobre lo que hemos pedido. Es simpá-

tico Javier. Lleva trabajando desde las

once de la mañana y no se le nota.

Luego nos dirá que al día siguiente libra

y piensa descansar y quedarse todo el

día en la cama.

Page 85: Libro Vitoria DEFINITIVO

85

Naiara y María coinciden en que se sien-

ten muy bien en esa terraza. Se les ha

pasado el “síndrome de lunes” y María,

según me confiesa Naiara, ha resuelto

la incertidumbre de a ver a qué venía.

María viene de su taller. Ha estado tra-

bajando hasta última hora en un dibujo

que tenía que entregar mañana. Me

parece muy responsable.

Llegan los chipirones a la plancha. Están

exquisitos.

M: Al “Bode” deberías. Al “Bode”, al Bo-

degón. Tienen una terraza que dan de-

sayunos.

N: Oye, ¿a ti te gusta el rock?.

A: No especialmente.

María: ¿Dónde le ibas a mandar?.

N: Al Iguana, que me gusta mucho.

Ponen mucho rock, soul, pinchan vini-

los. Entre semana está muy bien para

tomarte una cañita tranquilamente. Y

El Abuelo, que los martes hacen sesión

y músicos aficionados llevan sus instru-

mentos y tocan. El sitio es enano, es un

poco antrillo. Ayer estuvimos cenando

en La Riojana, que nos encanta para

cenar un bocata, es otro plan, más infor-

mal. El bocata de solomillo con setas e

Idiazábal está buenísimo.

María asiente y parece relamerse recor-

dando el sabor de ese bocadillo.

M: El Alaberi: los crepes, salados y dul-

ces, están buenísimos.

N: Luego otro sitio curioso para tomar

unos pinchos es Bodegas Rubio, pasado

el Portalón en la calle Coronación..

M: A mi me gusta más El Tulipán.

N: Ah sí, el del cerdito.

M: Ponen un cerdito de barro hueco que

llenan con alcohol, lo encienden y ahí te

haces a tu gusto chorizo o morcilla.

N: También está al lado del Portalón.

M: Te estamos diciendo sitios muy autén-

ticos.

No me puedo sustraer a la tentación de

preguntarle a Naiara a qué músicos de

jazz ha acompañado y adónde les lle-

vaba a cenar.

N: He ido con ellos al Portalón y al Sa-

gartoki.

A: ¿Y a quién has llevado?

N: Yo he ido al Portalón con los músicos

de Sonny Rollins. Él no pudo ir, estaba

muy cansado, acababa de enviudar.

Pero Sonny Rollins es un cielo. Se quedó

en el camerino ensayando solo. Dio un

concierto de 4 horas y luego estuvo fir-

mando autógrafos hasta las tantas.

Sonny Rollins es uno de mis ídolos de

siempre y estuve en los dos conciertos

que dio en Vitoria en el 2006 y en el

2008. Prosigue Naiara...

N: Luego me ha tocado también llevar a

Steps Ahead. Estuve con Richard Bona,

Mike Mainieri, Bill Evans,... Bill Evans es

majísimo. Me tocó llevarle a la lavan-

dería porque no le gustaba como le la-

vaban la ropa en el hotel. Y me los llevé

también a las piscinas, a tirarse por los

toboganes, se lo pasaron pipa.

No doy crédito. No me imagino a estos

monstruos del jazz tirándose como niños

por los toboganes de un parque acuá-

tico.

Page 86: Libro Vitoria DEFINITIVO

86

N: A estos los llevé a cenar al Portalón.

No bebía ninguno, no fumaba ningu-

no y uno de ellos del que no recuerdo

el nombre, Mike Stern, ¿puede ser?, era

también un cielo.

M: Yo no controlo nada de jazz.

N: La verdad es que en general son muy

majos todos. Algunos son más accesi-

bles y tienen más interés en conocer la

ciudad. También depende de la dispo-

nibilidad que tú tengas. Antes casi siem-

pre iba a Bilbao a buscarles al aeropuer-

to. Les llevaba al hotel, me quedaba a

cenar con ellos. También depende de

como vayan ellos de tiempo. Llegan,

tocan y hay que devolverles al aero-

puerto. En cambio Pat Metheny se ha

quedado una semana en Vitoria y está

encantado con la ciudad”.

Llegan las almejas a la marinera.

Hablamos de la energía que genera la

música. Naiara explica que ha visto a

músicos prácticamente resucitar cuan-

do suben al escenario. Hablamos de la

importancia de que hagan música en

directo en los bares. Estamos todos de

acuerdo.

M: A mí me sirve como terapia el escu-

char un concierto en directo.

N: Los del Jimmy Jazz, que fuiste tú el

otro día, que antes se llamaba Azkena,

quieren programar conciertos, pero el

último que programaron, de un músico

de Brighton, Dave Graham, estábamos

contados veinte personas. Y me decía

Iker, mira lo que nos cuesta traer a éste y

aquí sólo somos veinte.

Page 87: Libro Vitoria DEFINITIVO

87

Nos trae Javier los segundos, que tie-

nen un aspecto excelente. Mi rape con

almejas está muy sabroso. El plato de

rape de María es mayor que el resto y

bromeamos al respecto. Era Naiara la

que, según María, comía más y le debe-

ría haber tocado un plato más grande.

Pero Naiara parece encantada con su

plato de bacalao.

Hablamos de nuestros respectivos tra-

bajos. Naiara ha trabajado en hostelería

mientras estudiaba y nos explica su ex-

periencia. María se fue a estudiar diseño

a Madrid con veintidós años a IED. Pero

volvía a Vitoria todos los fines de sema-

na, se llevaba la máquina de coser en

el autobús para poder trabajar el fin de

semana.

M: Imagínate lo que pesaba eso, era

como la de Cuéntame. Mi padre tenía

que venir a buscarme. Yo tenía cla-

ro que iba a aprovechar al máximo el

tiempo en Madrid, pero estaba segura

de que iba a acabar en Vitoria. En Ma-

drid estuve muy bien, conocí la ciudad,

pero, aunque por mi trabajo Madrid

podría ser una ciudad idónea, no tenía

duda de que iba a volver. Aquí tengo

otras oportunidades.

Naiara insiste en que María Clé es una

diseñadora que cuenta con gran reco-

nocimiento en su profesión aunque pa-

rece que María no quiera hablar de ello.

M: En Vitoria soy feliz. Mi día a día es

diferente. El trato con la gente de aquí

es muy cercano. Me compensa a nivel

personal.

Page 88: Libro Vitoria DEFINITIVO

88

N: Yo me estoy reconciliando con Vitoria.

Es curioso lo diferentes que son Naiara y Maria. A María le encanta Vitoria, a Naiara le

está costando reconocer las ventajas de su ciudad. A María le encanta el invierno, a

Naiara el verano. Naiara aprovecha cualquier excusa para irse a pasar algún fin de se-

mana fuera, María, en cambio, sale de Vitoria lo justo y regresa cuanto antes.

María nos cuenta su actual proyecto en colaboración con una pintora. Nunca ha pin-

tado pero me enseña en su móvil lo que está haciendo y me parece interesantísimo.

Me hace gracia que insista en el formato de los cuadros, “formato grande”, me dice.

Le pregunto sobre el premio nacional de diseño que ganó. María preparó un proyecto

para licenciarse en IED y fue ese, el proyecto de una estudiante brillante, el que aca-

bó ganando, primero el certamen de Euskadi y luego el del Estado. María nos explica

cómo hizo absolutamente todo de forma artesanal, desde tejer personalmente las telas

que utilizó en sus vestidos hasta coser y planchar. “Tenía que presentar el proyecto al

mediodía y me llamaron a casa porque no llegaba y estaba planchando. Llegué tarde,

Page 89: Libro Vitoria DEFINITIVO

89

monté los vestidos en los maniquíes, y cuando estuvo todo listo, me senté y me puse a

llorar, no podía más...”. Hablamos de la pasión en el trabajo como forma de escapar de

la mediocridad. Naiara insiste en el estilo de María Clé. “Ves un dibujo y sabes que es

María Clé”. María reconoce que en la escuela le enseñaron a buscar ese estilo propio.

Le pregunto a Naiara sobre su trabajo. Transmite la misma inquietud y pasión que María.

Ella lo aplica a un trabajo menos artístico pero que tiene un elemento común con María:

ofrece algo de sí misma a los demás.

Llega Javier y nos pregunta cómo ha estado todo. Le confesamos que estaba todo

excelente. Y vamos a los postres. Parece que a Naiara le gusta especialmente el choco-

late. El dulce de chocolate lo ha montado especialmente María José Sáez de Cortázar,

“la jefa”, como dice Javier, aunque en realidad lo ha hecho la cocinera, Merche, como

reconoce después. “Está increíble”, dice María. Naiara se relame. Yo también pero por

la velada fantástica que me están haciendo pasar.

Page 90: Libro Vitoria DEFINITIVO

90

Entramos en el local para hacer unas

fotos y luego siguen más recomenda-

ciones:

N: Para los rockeros, el Hell Dorado

M: Que empiece por El abuelo

N: Y el Ibu Hot’s, todo eso es rockero.

N: Un paseo por las senda hasta las

campas de Armentia.

M: Y si puede ser en bici

N: Recorrer la ciudad en bici es impres-

cindible, olvidar el coche por una sema-

na. Hospedarse en el hotel Los Arcos en

la plaza del Machete.

M: Ir a dar una vuelta por Corre (la calle

de la Correría) de tiendas.

N: Ir a la librería Zuloa...

M: Ir a La Globería para hacer un regalo

y que te lo empaqueten allí.

N: A mi me gusta mucho ir a las cuatro

de la tarde a tomar un café a la plaza

del Machete, es mi plaza.

N: Los jueves en la calle Gorbea está el

pincho-pote: pincho y un pote por un

euro.

M: Y el viernes en Zaramaga.

N: Por la noche puedes ir por el casco

viejo, al Kistch, por ejemplo, y le pides a

Javi la música que quieras y te tomas un

pepinarde (Seagram’s con tónica, pepi-

no y flores). El Parral es un vegetariano

que está muy bien y, enfrente, el Gora,

que es de los mismos que el Jimmy Jazz.

M: Un bocata en La Riojana

N: En mayo el Azkena Rock Festival, im-

prescindible. Y si vienes a las fiestas de

Vitoria tienes que ir a las txoznas.

Y fuera de Vitoria:

N: Para mí el pantano, a pasar el día

tranquilamente, llevarte la comida, pa-

sear, ir en bici, con un librito, a pasar la

tarde,... Legutiano, Alegría hay muchos

pueblecitos que están muy bien.

M: El parador de Argómaniz.

Para ir a la playa...

M: En una hora estás en la playa. Suelo

ir a Sopelana.

N: Pero Laga y Laira son fenomenales.

La salvaje, cerca de Sopelana, para

perderte más.

N: Y de pinchos no puede faltar la tor-

tilla de patata manchada del bar del

deportivo alavés en la plaza de España.

M: Y los pinchos del Dólar...

Unos días después, María y Naiara me

llevan de paseo por el casco histórico.

Tienen la sensación de que no me han

hecho suficientes sugerencias para el

libro. Ese día María me presenta a su no-

vio Guillermo, un chico alto de cabello

rizado y hablar suave y pausado. En un

momento de descuido, María se dedica

a apuntar en un servilleta de papel del

asador 10 Erretegia lo siguiente (algunas

se repiten en la conversación previa,

pero les transcribo lo que me escribió en

la servilleta):

Aldapa: capuccino jamaicano

Aran hamburguesería: muy pequeñita

Restaurante el 7: bocatas. La Riojana:

bocatas de solomillo con setas e Idia-

zábal. El rincón de Luis Mari: serranito.

Tienda Basterra: productos típicos muy

selectos (“bizcocho ecológico”). Victo-

Page 91: Libro Vitoria DEFINITIVO

91

fer: tienda de conservas enfrente del bar 7. Kistch: café en la plaza del Machete. El “pe-

pinarde” y selección de cervezas.

En Judizmendi: Candela (café y copas) e Ibu Hot’s (conciertos y pub “rollo rockerote”).

En septiembre volví a Vitoria y María me dio una excelente noticia: junto con su socia

Patricia, han conseguido un local en la calle de la Correría, para montar su propio taller-

tienda. María está entusiasmada por este proyecto. Por fin podrá trabajar y vender su

ropa en su propio local. ¿Y cómo ha conseguido este local? La Agencia de Renovación

Urbana está potenciando el casco histórico para, entre otras cosas, hacerlo atractivo a

jóvenes profesionales que tengan proyectos que encajen con el casco. María presentó

su proyecto y en un tiempo récord le facilitaron el local en unas condiciones ventajosas.

Una excelente inciativa del inquieto y lúcido Gonzalo Arroita, el primer gerente de la

Fundación de la Catedral de Santa María. Meses después, en abril, tuve la oportunidad

de asistir a la inauguración de la tienda de María y Patricia. Se llama Tissue. Está en la

calle de la Correría número 36. Me hizo mucha ilusión ver la cara de felicidad de María y

de Paty. Son jóvenes, son muy profesionales, son un encanto. No olviden visitar la tienda

de María y Paty. Un nuevo motivo para visitar esta maravillosa ciudad. No se lo pierdan.

Page 92: Libro Vitoria DEFINITIVO

92

Restaurante sidrería Sagartoki, Vitoria.

Hoy he quedado con Senén González,

en el Sagartoki, restaurante que el jo-

ven restaurador ha convertido en una

referencia de la cocina de Vitoria y de

Euskadi.

Llego a las once y cuando reviso mi bol-

sa de mano tengo un ataque de páni-

co: no encuentro mi grabadora. Llamo

a Senén y no tiene inconveniente en

retrasar la entrevista, “tengo varios re-

cados que hacer”, me dice. Seguimos

con las muestras de la amabilidad de

la gente de esta tierra. Vuelvo al hotel

y no encuentro la grabadora. Sigue el

pánico, aunque tengo guardadas en

el ordenador todas las entrevistas, salvo

la de ayer por la noche. Vuelvo al co-

che y rebusco por todos lados. Al final

la encuentro en el maletero del coche:

había dejado allí la bolsa y se había caí-

do. Bueno, la recuperación compensa

el momento de inquietud.

Vuelvo al Sagartoki y espero a Senén

en la barra mientras tomo un zurito y un

minibocadillo de bonito con guindilla

en pan de centeno. Llega Senén, con

paso vivo y seguro. Me ofrece su mano y

aprieta la mía con energía. Esta energía

es una de sus principales características

del personaje que es Senén y parece

que la vierte en todo lo que hace. Me in-

vita a seguirle. Lleva una caja que deja

sobre una mesa. La miro curioso pen-

sando que es un utensilio ultramoderno

de cocina. Pero no: es una máquina de

bricolaje que no sé identificar. Están ha-

ciendo obras en la cocina y, sorpresa,

es Senén quien las dirige. “¿Es el mismo

Senén quien hace las pequeñas refor-

mas de su restaurante?”, me pregunto.

Pues así es, pero no sólo las pequeñas.

Me enseña un vivero de marisco que

ha habilitado al fondo del comedor in-

terior del restaurante y que ha hecho

con sus propias manos. Para acabar

SENEN GONZALEZ VITORIA, 21 de julio de 2009

Page 93: Libro Vitoria DEFINITIVO

93

de dejarme estupefacto me indica al

fondo del restaurante un espacio en el

que piensa habilitar una nueva cocina

que también va a hacer él. ¿Lo pueden

creer? El trabajo de restaurador es du-

rísimo, en horarios y dedicación, y este

hombre hiperactivo saca tiempo para

dirigir la ampliación y las mejoras de su

local, que entiendo que quiere como a

un hijo.

Pronto descubro que esto es para él

algo más que un restaurante. Es su casa.

Pasa aquí prácticamente todas las ho-

ras del día. “Voy a casa sólo para cam-

biarme”, y añade, “hace siete años que

no veo la televisión”. Antes de poner en

marcha la grabadora ya me está expli-

cando proyectos, sueños, que desgra-

na con toda naturalidad y un torrente

de convicción. No tengo duda de que

tengo ante mí a un hombre que puede

hacer todo aquello que se proponga.

Senén es riguroso, exigente, perfeccio-

nista, curioso... Es un hombre de éxito y

lo merece, pero bullen tantas cosas en

su cabeza que no creo que se deten-

ga a pensar en el éxito. Ante ustedes

algunas de las interesantes cosas que

en unos cincuenta minutos de entrevista

me cuenta Senén.

Senén: Hay varias fases, la fase de crea-

tividad, en la época en que comencé

aquí, hace seis años, en que intento apli-

car las técnicas modernas sobre todo a

los pinchos. Cuando lo intento aplicar a

la cocina, me doy cuenta que no tengo

un equipo lo suficientemente grande y

que la gente tampoco quiere compli-

carse la vida. Entonces empiezo a obse-

sionarme con la materia prima. Me doy

cuenta de que teniendo un mero de

ocho kilos pescado en el día y que llega

aquí graso, es que no necesita nada. El

besugo que te comiste el otro día no ne-

cesita nada. Yo como pescado todos los

días y lo prefiero a la brasa sin nada sin ni

siquiera esa emulsión de fumet que pre-

paramos (y que hizo las delicias sobre

todo de José María), sólo aderezado

con un poco de aceite de oliva. O como

las ensaladas de tomates que hacemos.

Para mí coger uno de esos tomates y

desestructurarlo para hacer cualquier

otra cosa me parece una aberración. La

calidad de ese tomate que me cultivan

unos agricultores ecológicos en Urdai-

bai, en Guernica, es... Llevo años detrás

de ellos para que me vendan y no sólo

he conseguido que me vendan sino que

me dejen un trozo de tierra en el que

puedan cultivar cosas nuevas y que mis

clientes lo puedan disfrutar aquí...

Nos interrumpe uno de los operarios que

tiene un problema con la cuchilla de

una máquina de cortar. Senén encuen-

tra una rápida solución. Este hombre

controla todos los detalles.

S: Al final lo que busco cada día es emo-

cionar a los clientes. Normalmente salgo

a las mesas para ver qué tal, y te das

cuenta que el 90% se van emocionados

y no has hecho nada, simplemente traer

un producto muy bueno y darle un pun-

to de cocción perfecto.

Page 94: Libro Vitoria DEFINITIVO

94

Antoni: Pero en los pinchos sigues inno-

vando...

S: En los pinchos sí, porque en los pinchos

la creatividad, a mi modo de entender,

está justificada. De hecho mi cocina

se define en eso, en emocionar con un

bocado en el pincho con una mezcla

de textura y de sabores. Por ejemplo,

el pincho de huevo con patatas. Aho-

ra voy a empezar un proyecto nuevo y

quiero preparar unas doscientas recetas

para hacer una franquicia de un bar de

tapas... Hago ensayos con un bioquími-

co con la ultracongelación. Es un pro-

yecto que tengo para poder financiar

otro proyecto de marcharme a un lugar

cerca del mar, de momento pienso en

Ibiza, e iniciar un proyecto de I+D+I, y se

trata de cocinar desde la tierra. Algo así

como lo que hacen estos amigos míos

en Urdaibai pero con más tiempo. Con

un ingeniero agrónomo, con tiempo y

con imaginación, ir desarrollando pro-

ductos cada vez de mayor calidad.

A: ¿Por qué Ibiza?.

S: Porque tengo muy buenos recuerdos

de ahí. (Luego me explicara que estuvo

trabajando en su juventud). Tengo bue-

nos amigos ahí, es un punto de referen-

cia mundial y es una ventana al mundo.

Pero bueno, he aprendido a esperar y

tener algo de paciencia y en lugar de

hipotecarme hasta las cejas, quiero ir

con todo pagado.

A: ¿Qué edad tienes ahora?

S: Treinta y tres. Este es mi sueño. Tam-

bién me gustaría crear una fundación

y colaborar a partir del mismo proyecto

Page 95: Libro Vitoria DEFINITIVO

95

de I+D+I con alguno de los países en de-

sarrollo que necesite ayuda y trasladar-

me allí, en los meses que tenga menos

trabajo en Ibiza, con parte de mi equi-

po. Ya que va a ser un sitio para ricos,

devolver parte de esa riqueza a gente

que más lo necesite.

A: ¿Y en qué sitio de Ibiza has pensado?

S: No sé. De momento necesito un sitio

con mucha agua. Después intentaré ha-

cerlo sin agua. Este es mi sueño. Toda la

energía que gasto en este negocio, des-

de las siete de la mañana hasta la una

que me voy a dormir sin parar, es para

eso, hasta el punto de que antepongo

mi vida personal por este proyecto, está

dirigida a esto.

Al final me autoanalizo y me doy cuenta

que lo que me gusta es compartir. Si con

lo que hago puedo transmitir emocio-

nes y provocar recuerdos a la gente, con

eso me doy por satisfecho. Partiendo de

que las emociones van caducando por-

que las vas conociendo. En la búsqueda

de emociones nuevas, para no aburrir-

me, está la clave. Porque también soy

así, creo que el trabajo me llevará a un

lugar donde cada día sea distinto. Creo

que enganchado a la tierra puedo

contemplar como cada día es distinto

y todo cambia. En el momento en que

empiezas a trabajar con la tierra nunca

se acaba, es infinito. Si pretendes conse-

guir el mejor tomate, eso no se acaba.

A: En la cocina os sometéis a un examen

constante, con cada cliente.

S: Yo el fallo no lo tolero. Todo tiene que

salir perfecto. Mi gente ya sabe cómo

quiero las cosas y cómo quiero que sal-

ga el trabajo. No puedo consentir que

un cliente de mi local no se vaya emo-

cionado.

A: Pero eso es durísimo, ¿no?

S: Soy un inconformista, un perfeccionis-

ta. Si se produce algún fallo, me cuesta

recuperarme. Me voy a la cama y le es-

toy dando vueltas.

Me detengo a decirle el motivo y la ra-

zón de ser de este libro. Es tal el torrente

Senén que no he tenido la oportunidad

de contárselo.

A: Adónde llevarías a un amigo si viniera

a visitarte?

S: Sin duda lo llevaría a visitar las bode-

gas de la Rioja Alavesa, a Riscal, Pierola,

Remírez de Ganuza. Y a ser posible, me

quedaría a comer en la bodega, lo que

me pongan, que me sorprendan.

A: ¿ Y algún sitio que recomiendes por

el paisaje?

S: Es espectacular subir al monte Gor-

bea. Suelo ir mucho a la casa del par-

que cuando siento la necesidad de

parar y meditar. El camino que subes al

lado del río que está en Murguía es muy

bonito con esas hayas centenarias, tan-

to en otoño, cuando se están cayendo

las hojas, como en primavera, con ese

río que suena constantemente, con esa

música. Necesito ir allí porque, aunque

la hiperactividad va conmigo, de vez en

cuando hay que parar y pensar.

A: ¿Sueles hacer vacaciones?

Page 96: Libro Vitoria DEFINITIVO

96

S: Cuando puedo. No libro ningún día.

Salgo los sábados, suelo salir a Río al

centro, al Círculo que ponen buena mú-

sica, o al Atura, que hay buen ambiente.

A: Y a comer, ¿sales a comer?

S: La verdad es que no suelo ir. Si voy a

comer, voy a Zaldiaran que hacen una

cocina que me interesa. Lo que ocurre

es que no suelo comer fuera de aquí

porque el producto que me llega, mejor,

no lo voy a encontrar. En Tarifa, donde

pescan el besugo con anzuelo, están

pescando hoy y yo tengo el producto

aquí mañana. Tengo el mejor chicha-

rro. La carne que me llega de Galicia

es espectacular. La persona que me la

trae me sirve a mí y a pocos restaurantes

más, cuando me llega, llamo a algún

amigo y le digo que se venga a comer

conmigo. Cuando te ocurre eso es jodi-

do ir a comer por ahí.

A: Y de pinchos, ¿vas?

S: Pocas veces, te recomendaría el To-

loño que hacen cosas muy interesantes

y que son amigos además. También voy

a comer pulpo en la parte vieja, a una

señora que hace un pulpo espectacu-

lar, en el bar Santiago. Lo del pulpo ha

sido una de mis fijaciones. Pero ahora ya

lo tengo dominado. Después de darle

vueltas, no me vale que salga medio-

cre, tengo un recuerdo en mi cabeza y

no me interesa nada que no sea mejo-

rarlo. Al final compro los pulpos vivos a

unos proveedores que tengo en Vigo, en

Coruña. Al día siguiente los tengo aquí

que todavía está cambiando la piel de

color. Los congelo en una máquina, que

se usa en medicina, a -80º. La compré

en mi afán de conseguir tener el mejor

atún rojo. Lo congelo y luego lo cuezo al

vapor a 105º con exactitud.

Ahora estoy cociendo marisco. He com-

probado que el bogavante está mejor

cocido de un día para otro y a baja tem-

peratura, a 75º. Estoy haciendo pruebas

porque es prácticamente nuevo para

mí. Por eso he fabricado una plancha

parrilla con agujeros para que le toque

el humo. Al final pretendo ser una refe-

rencia en cocina de marisco. En Vitoria

no hay tradición de comer marisco sal-

vo en Navidades.

Le pregunto a Senén por el invierno de

Vitoria, si realmente es tan duro como

para que la gente no salga de casa. Me

confirma que en invierno trabajan me-

nos. Aunque el Sagartoki no cierra. Son

muchas las familias que dependen de

su negocio.

Senén tiene muy claro lo que quiere:

que el Sagartoki sea una referencia.

Que la gente que venga a Vitoria lo

haga entre otras cosas por la calidad

de la gastronomía y, en concreto, por la

calidad del Sagartoki.

A: Por cierto, ¿tu naciste en Vitoria?

S: No, nací en Beasain, en Guipúzcoa.

Vine aquí a hacer la mili. Luego trabajé

unos veranos en Ibiza. Me encantaba,

pero me di cuenta que si seguía yendo

allí no iba a avanzar. También estuve en

Madrid, pero Madrid no es para mí. Yo

Page 97: Libro Vitoria DEFINITIVO

97

soy de campo, me gusta la tranquilidad,

me gusta la paz. Aquí en Vitoria había

conocido a gente, tenía amigos y me

decidí por venir aquí.

A: ¿Y lo de meterte en la cocina?

S: Eso empezó aquí con este proyecto,

aunque mi padre tenía restaurantes y

yo había trabajado de pequeño, lue-

go aquí aprendí de forma autodidacta.

Con el tiempo me he dado cuenta que

estoy enganchado a sentir, a sentir con

el paladar. A comerme unas lonchas de

jamón Joselito, que es espectacular, del

que tengo aquí. Si estoy fuera y no en-

cuentro, tengo mono. Voy a Ibiza y ten-

go unos sitios de referencia que repito,

pero aun así tengo mono de aquí.

A: Y fuera de tu restaurante ¿tienes refe-

rencias de sabores?

S: En pescado Elkano en Guetaria. Lue-

go me gusta la cocina de los grandes

maestros, Víctor Arguinzoniz, que tiene

un asador en Etxabarri, Juan Antonio

Zaldua, que tiene cuatro o cinco res-

taurantes en la zona de Vizcaya y que

además es una persona muy inteligente

con una filosofía que me gusta. También

Berasategui, Arzak, Subijana, Adriá...

A: Creo que estás convirtiendo a Sagar-

toki en el restaurante de referencia del

festival de jazz.

S: Yo a Iñaki le tengo mucho respeto

porque ha hecho mucho por la ciudad,

como Gonzalo Arroita, Juan Ignacio La-

sagabaster, son gente que hace que al

final la ciudad sea un proyecto común.

Esta gente me merece mucho respeto,

mucha admiración. Creo que en un res-

taurante el trato a la gente es lo primero,

que te hagan sentir como en casa. Bue-

no, si la cocina es mala está claro que

no es suficiente. Luego la calidad del

producto y, por último, el precio. Ahora

Iñaki me trae a estos y yo les trato como

se merecen. El otro día estuvo Madelei-

ne Peyroux y salió emocionada, me dijo

que en seis semanas de gira en ningún

sitio había comido como aquí.

A: En definitiva, que a cualquiera que

venga a Vitoria, que vaya al Sagartoki.

S: Seguro que saldrá emocionado.

Yo me fui emocionado el otro día, cuan-

do comí aquí con Ana y con José Ma-

ría. Hoy me voy impresionado de haber

conocido al artífice de estas emociones.

No olviden, en su visita, hacer un alto en

Sagartoki.

Page 98: Libro Vitoria DEFINITIVO

98

Domicilio familiar de Maite e Iñaki, Vitoria.

Hoy he quedado con Ana para que me

lleve de nuevo a la sidrería Mendiola.

Digo de nuevo porque hace unos me-

ses comí allí y me quedé impresionado.

En primer lugar debo decir que este res-

taurante no es una sidrería propiamente

dicha, aunque Iñaki presume de tener la

mejor sidra del mundo, sidra de Tolosa,

pero no tienen kupelas ni menú de sidre-

ría ni siguen la temporada de sidrería.

Les puedo aconsejar de primera mano

el chuletón a la piedra, del que luego

hablaremos y las alubias con sacramen-

to, pero que, en ambos casos, les reco-

miendo un ayuno previo a no ser que

sean unos verdaderos tragaldabas.

Mendiola está a unos tres kilómetros de

Vitoria saliendo por la carretera anti-

gua de Estella. Como sucede cuando

sales de esta ciudad, de repente te

encuentras en pleno campo. Mendiola

es un pueblo pequeño y la sidrería, en

una antigua y encantadora casona de

campo, se orienta hacia unos campos

de trigo y a las faldas del monte Olarizu.

Por cierto, no les he presentado a mis

anfitriones. De Ana Isabel, que ya ha

aparecido antes y aparecerá más ade-

lante, ya les hablaré con más detalle en

otro capítulo.

La prima de Ana, Maite, está casada

con Iñaki Cacho. El matrimonio tiene

dos hijos, Naiara, de veintisiete años, tra-

bajadora social en Barcelona, e Iñaki,

de dieciocho, a punto de empezar los

estudios de ingeniería informática en

Mondragón.

Iñaki regenta la sidrería Mendiola junto

a su socio José María. Su mujer, Maite,

junto con Idoia, esposa de Jose Maria,

se encargan de la sala. Iñaki tiene todo

el aspecto de un chicarrón del norte. Te

mira serio y habla con mucha vehemen-

cia con sentencias frecuentes. Luce un

aro en su oreja izquierda. Cuando sonríe

se le relaja la expresión y te das cuenta

de que dentro de ese corpachón se es-

conde un gran corazón. Maite tiene ese

aspecto tranquilo y bonachón de las

mujeres-madre. Es muy dulce en el trato

y aparenta ser una mujer bondadosa.

Cenamos en casa de la familia Cacho,

Ana, los dos Iñakis y yo. Al café se une

VITORIA, 22 de julio de 2009INAKI CACHO

Page 99: Libro Vitoria DEFINITIVO

99

Maite, que llega desde la sidrería. Hoy

era el día libre de Iñaki y había dejado a

su socio José María a los fogones.

Los Cacho viven en un dúplex en una

de las zonas nuevas de Vitoria. Tienen

una terraza enorme con un toldo que

nos protege del viento que sopla a ra-

chas esta noche y que yo agradezco

porque mitiga el calor. Se está muy a

gusto en la terraza.

La cena es informal. El plato estrella es

una sencilla ensalada de pepino y to-

mates que Maite, “La hierbas”, cultiva

en grandes maceteros en su terraza y

que recoge Iñaki minutos antes de su

preparación, a la luz de una linterna. De

la huerta al plato.

Empezamos la cena bien, sirviéndonos

una copa de vino, incluido Iñaki hijo,

para brindar por nuestra respectiva sa-

lud. El joven Iñaki acaba de volver del

camino de Santiago y parece que ha

sido una experiencia gratificante, salvo

la dificultad de la vuelta desde Santiago

de Compostela.

Le alabo a Iñaki el sabor del pepino y

su textura. Es curioso cómo puede ob-

tenerse un producto como éste en una

terraza urbana.

Hablamos de la dificultad que tiene tra-

bajar de cara al público, del examen

continuo que supone la hostelería. A lo

largo de su vida profesional, Iñaki acu-

mula muchas anécdotas al respecto y

nos divierte contándolas.

Iñaki: Recuerdo la época en que era

jefe de cocina del restaurante Olárizu.

En aquella época había dado cursos de

cocina, participaba en programas de

radio... Yo “he casado” a media Vitoria.

Me parece curiosa la expresión. No me

imagino a Iñaki con alzacuellos.

Habla con respeto de Zaldiaran y de

Gonzalo Antón, su propietario. Del Olá-

rizu se fue a la Peña Vitoriana.

Antoni: Oye, Iñaki, ¿a la cocina te has

dedicado toda la vida?

I: Sí, bueno, salvo un período de cuatro

años en que me aburrí de hacer croque-

tas, cuando estuve en Zaldiaran precisa-

mente. Mi primer trabajo en Vitoria fue

en el restaurante Garmendia, tristemen-

te desaparecido, en la calle Manuel Ira-

dier, y luego me fui al Dato 6. De ahí me

ofrecieron trabajar en Zaldiaran en el

82. Ahora se habla de crisis pero nadie

se acuerda de la de entonces. En esa

época me fui a Barcelona y estuve seis

meses. A la vuelta estaba de correturnos

y trabajé en todos los restaurantes de

Gonzalo Antón, Olárizu, Neguri, Asador

Aralar, Zaldiaran... En esa época conocí

a José Mari, mi actual socio, y a su futura

mujer, Idoia.

A: ¿A qué te dedicaste en los cuatro

años de paréntesis de la hostelería?

I: Me puse a vender cables, conectores,

altavoces... sonido en definitiva. Vendí

unas cajas por 75.000 pelas de la épo-

ca. Fui el único que consiguió vender

esos altavoces. Después me puse a ven-

der material de papelería.

Ana se ríe porque recuerda que toda-

vía tiene unos sacapuntas con forma

Page 100: Libro Vitoria DEFINITIVO

100

de zanahoria y de alcachofa de los que

distribuía Iñaki.

I: Hacía sustituciones de cocinero los fi-

nes de semana. Me iba hasta Lardero

(Logroño). La cuestión es que ganaba

cuatro veces más en las sustituciones

de fin de semana que con los lapiceros.

Entonces me llamaron del Andere y ahí

volví definitivamente a la cocina, de se-

gundo. Estuve muy bien. Luego quedó

vacante el puesto de jefe de cocina del

Olárizu y me lo ofrecieron a mí. Yo no lo

esperaba. Ahí estuve cinco años y pico.

Trabajamos mucho y bien.

A: Y lo de Mendiola ¿cómo lo montáis?

I: Eso es curioso también. Un día Arantxa,

mi hermana, se encontró con Enrique,

que había sido mi jefe en el primer tra-

bajo que tuve en Vitoria porque yo vine

con 18 años.

Ana: Tú naciste en Bilbao, ¿no?

I: Sí. Vivíamos en Basauri. Empecé en

Amorebieta a trabajar de cocinero. Mi

padre estaba en una sociedad gastro-

nómica y a mí lo de la cocina me gus-

taba. Suspendí tercero de bachillerato y

eso me marcó. Dos tías de José Ramón,

el del IKEA, hacían extras en Amore-

bieta, y fue él quien, a través de su tía

Raquel, me metió en el restaurante del

Cojo en Amorebieta. Me veo con cator-

ce años metido de cocinero con coci-

na de carbón. Nada sabe igual desde

que no hay cocinas de carbón. Ya sé

que parece la prehistoria. De ahí vine a

Vitoria con dieciocho años. En un princi-

pio iba a entrar al Portalón. Era también

José Ramón el que me facilitó el contac-

to. Pero en el Portalón me dijeron que es-

taba todo cubierto. Me tuve que volver

a Amorebieta. A los seis meses me llama

otra vez José Ramón para entrar en el

restaurante Garmendia y ahí sí que me

cogieron. Iba a sustituir a Enrique, que al

final no se fue, pero me cogieron igual.

Estaba Manolo Bayón de jefe de coci-

na. Ahí estuve de maravilla.

En la época de Olárizu, mi hermana

Arantxa había comido en la sidrería y se

encontró con Enrique que era quien lo

regentaba. Yo no sabía ni dónde estaba

Mendiola. Joseba, mi hermano, y Edur-

ne, su mujer, recién casados, Mayte y yo

fuimos un día. Era invierno y hacía un frío

que pelaba.

Me acuerdo de la imagen de abrir la

puerta del comedor y cuando vi aque-

llo... era el cielo. Se lo dije: “Cómo me

gustaría a mí tener algo así”. Me enamo-

ré de aquella casa, de aquellas vigas.

Después, cuando estaba en la Peña

Vitoriana, me enteré de que se vendía

una sidrería en Mendiola. Llamé a Enri-

que y confirmé que era la suya. Fuimos a

verlo. En mayo hará diez años.

Mis tíos tenían un caserío en Durango y

hacía que no veía una casa así... con

esa piedra, esas vigas, esas ventanas...

me enamoré.

Me explica que mantuvo el nombre de

sidrería porque ya era conocida así.

Llega Maite de la sidrería. Está cansada

pero igual de amable que siempre. Se

interesa Iñaki por la cena de Maite. Ha

cenado a las ocho. En ese momento

son la una de la madrugada.

Page 101: Libro Vitoria DEFINITIVO

101

Le explicamos que hemos comido un

pepino y dos tomates de su huerto de

macetas. Creo que Maite está orgullo-

sa.

Me estoy enterando de cosas que no

sabía, comenta Ana a su prima.

Seguimos con la sidrería Mendiola.

Maite: Cuando llegamos a Mendiola

había unos cestos de mimbre preciosos

con flores, colgados del techo, pero se

estropeaban con el humo de la cocina.

Iñaki me explica la razón del chuletón a

la piedra. Me dice que él no soporta la

cocina que se enfría en el plato. De ahí

lo de la piedra, que tiene la ventaja de

que cada comensal se acaba la carne

a su gusto, y siempre está caliente.

I: Un día fui a comer a Artxanda, al res-

taurante Artetxe, del amigo Basilio, y nos

sacó el chuletón a la piedra. Le pedí a

Basilio si tenía inconveniente en que utili-

zara el mismo sistema en Vitoria. Nos dio

permiso y de hecho le compramos las

piedras a él. Esas piedras son de granito

y las bases nos las diseñó un ingeniero

que había trabajado en proyectos ae-

roespaciales.

Nos reímos todos.

Reconoce que eso cambió la trayec-

toria de la sidrería y tuvo éxito desde el

primer momento.

Nos confiesa que no hay suficiente car-

ne gallega para abastecer a todos los

asadores que hacen chuletón en Euska-

di. Pero Iñaki considera que lo importan-

te es que el cocinero conozca al car-

nicero y la procedencia de la carne y

que el carnicero sepa tratarla. La cinta

(la pieza de carne) pasa un proceso de

curación previa a llegar al plato. La co-

rrecta manipulación de la cinta es clave

para conseguir el adecuado sabor del

chuletón.

Ana recuerda que también ha comido

excelente pescado en Mendiola.

Le pido que me aconseje algún lugar de

Vitoria donde comer.

I: El Tomo 1, de mi amigo Julián, en la

calle Pintor Tomás Alfaro, 11. Tiene una

muy buena barra de pinchos y platos

de cocina de mercado excelentes. Y los

huevos fritos con jamón de La Vinoteca

en la calle Castilla.

Maite e Iñaki recomiendan el Mesa y

la Bodeguilla Lanciego. “Allí el besugui-

to...”, recuerdan ambos.

Y la Cocina de Plágaro, en la calle Flo-

rida, 37.

Ana comenta que reservar es proble-

mático. Hacen cocina de autor. Iñaki

hace mención al atún rojo, la brocheta

de gambas con salsa de chipirones, el

arroz con almejas, entre otros excelen-

tes platos en la Cocina de Plágaro.

En Laguardia, recomiendan todos el

Amelibia. Iñaki tiene en la memoria un

cochinillo al horno deshuesado. Fueron

toda la familia Cacho. Iñaki hijo tam-

bién lo recuerda. Tiene, además, unas

vistas espectaculares sobre las viñas de

La Rioja. Ana, en cambio, recuerda un

postre de chocolate con aceite de oliva

y sal.

Page 102: Libro Vitoria DEFINITIVO

102

A ver qué nos cuenta Iñaki hijo sobre las

salidas de la juventud.

A: ¿Dónde sale la juventud?.

Iñaki joven: Salimos por el casco históri-

co. Las calles de la Pintorería y de la Cu-

chillería. Es zona de poteo y lo típico es ir

a comer unos bocatas que son enormes

y con eso ya cenas de sobras.

Ana: ¿Cuánto cuesta un “cachi”? (Un

“cachi” es un combinado tamaño fa-

miliar)

I.J.: Entre cuatro y cinco euros. En la calle

Zapatería jugamos al quinito. Se trata de

pedir un cubata y el precio de la copa

es el de la carta que te saca el camare-

ro. Las primeras veces que jugaba siem-

pre me salía a cinco o seis euros. La ver-

dad es que no me fiaba del todo...

A: ¿Y fuera de Vitoria?

I: En Landa, el Asador Erpidea (Ullibarri

Gamboa s/n), con vistas al pantano.

Maite recomienda la sidrería de Araia.

Le gusta esa forma tradicional de co-

mer en mesa corrida a pesar de las in-

comodidades que eso supone.

A: Y por el paisaje ¿qué destacaríais?

M: La Lece, entre Araia y Eguino, es una

garganta, una cueva.

Y El balcón de La Rioja, en el alto de He-

rrera, que tiene unas vistas panorámicas

de toda La Rioja.

Cerca de Murguia hay un monasterio

(Santa María de Oro), con unas peñas y

un restaurante.

Iñaki recomienda el asador de Sarria.

Page 103: Libro Vitoria DEFINITIVO

103

Ana: Aramaiona es un pueblo precioso.

I: Y el balconcito en Villarreal. Desde Le-

gutiano, si sigues un poco para arriba,

hay unos valles preciosos.

Hablamos de la juventud, de marcharse

de casa. Iñaki hijo cuenta cuánto le ha

echado de menos su madre los días que

ha estado en el camino de Santiago.

De ahí saltamos a la música, Iñaki hijo

toca la guitarra y el padre el teclado.

Creo que en todas las casas de Euskadi

hay al menos un músico.

Iñaki hijo cierra la entrevista refiriéndo-

se a un tópico de Vitoria y es que aquí

es muy difícil “pillar”, que sales fuera y

es otro mundo. No entraremos en ese

tema porque eso es delicado en todos

los sitios.

Antes de marcharnos, Iñaki padre

nos enseña su colección de coches

de scalextric que tiene guardados en

una vitrina. Nos marchamos felices de

casa de los Cacho después de ese to-

que de humanidad algo infantil.

Son cerca de las tres de la madruga-

da y antes de llevarme al hotel le pido

a Ana que me lleve a algún sitio que

esté abierto a esas horas entre sema-

na. Me lleva a Distrito 0, en Madre Ve-

druna,18, un local de la ciudad que

puedes encontrar abierto a horas in-

verosímiles y donde Roberto nos sirve

un excelente gin-tonic. Y de ahí a dor-

mir porque mañana nos espera un día

largo e intenso.

Page 104: Libro Vitoria DEFINITIVO

104

Gran Hotel Lakua, Vitoria.

Esta mañana he quedado con José

Barreira y con Anabel de la Fuente, ge-

rente y directora respectivamente del

Gran Hotel Lakua, en el que me hospe-

do desde hace cuatro años. Vamos a

desayunar juntos. Tal vez les sorprenda

pero es la primera vez que entro en el

restaurante del hotel. Hace cuatro años

que me hospedo aquí y nunca había

bajado al salón a desayunar. Suelo ha-

cerlo en la cafetería, mientras ojeo la

prensa. Anabel toma algo ligero, José y

yo sólo café. José nació en Atrave, pro-

vincia de Orense, pero vive en Vitoria

desde hace más de veinte años. Es un

hombre inquieto y emprendedor. Tiene

una clara visión empresarial y transmite

pasión por el mundo de la empresa en

general y de la hostelería en particular.

Es extrovertido y seguro, mira a los ojos

cuando habla. Es como un torrente. En

cambio cuando escucha, es paciente

y te dedica una especial atención. No

JOSE BARREIRA Y

VITORIA, 23 de julio de 2009

ANABEL DE LA FUENTE

Page 105: Libro Vitoria DEFINITIVO

105

es habitual que alguien que hable de

ese modo tenga esa facilidad para al-

ternarlo con la escucha atenta. Tiene

una gran capacidad de convicción y

no es gratuito el éxito que ha obtenido

en un mundo en que parece que se in-

trodujo de forma casual. Deduzco, por

la conversación que mantenemos, que

se siente empresario vitoriano. Su interés,

además de proyectar negocios, es la

promoción de la ciudad. Es un conven-

cido de las ventajas de Vitoria frente a

otras ciudades del País Vasco. También

es realista acerca de las debilidades de

la ciudad.

Anabel, en cambio, tiene una apa-

riencia tímida, pero tengo la impresión

de que detrás de esa fachada oculta

una constante ebullición de ideas en

su interior. Es el complemento ideal al

torbellino Barreira, no en vano lleva tra-

bajando con él desde hace años. De

vez en cuando asiente cuando José le

solicita que confirme alguna de las co-

sas que me explica y que se remontan

a años antes de la apertura del Gran

Hotel Lakua. Una de las cuestiones que

me hacen pensar en la fortaleza interior

de Anabel es que, entre otras cosas, or-

ganiza, desde el año 2007, el concurso

internacional de ajedrez “Liga de cam-

peones” de Vitoria. Anabel es ajedrecis-

ta y tras la muerte de su padre Jesús y,

en homenaje a éste, fue capaz de con-

vencer a seis campeones del mundo

de ajedrez para que participaran en la

primera edición del concurso, entre ellos

figuraba Karpov. Pero eso no queda ahí,

sino que utilizó el dinero que recaudó

para fundar un hospital en el Congo,

proyecto que ideó tras la impresión que

le produjo las carencias de este país

africano al que había ido de viaje. Todo

esto me lo cuenta en los cinco minutos

que estuvimos solos mientras esperába-

mos a José Barreira. Pero parece no dar

importancia a su labor en este sentido.

Anabel: Yo juego al ajedrez desde cría.

Mi padre murió un año antes de iniciar el

torneo. Inicialmente la idea surgió como

un homenaje, un memorial a mi padre

que había hecho mucho por el ajedrez

en Vitoria. Mientras estaba pensando en

cómo lo hacía coincidió que me fui al

Congo. Allí estuve en un centro de salud

con un ginecólogo. Me impresionó tan-

to lo que vi que decidí que debía hacer

algo para ayudarles. Fue por eso que

empecé a pensar en hacer un torneo

internacional con seis ajedrecistas que

habían sido campeones del mundo y,

con la recaudación del torneo, poder

fundar un hospital en el Congo.

Antoni: ¿Y como conseguiste que vinie-

ran?

Ab: Yo conocía ya a Karpov de la época

en que jugaba al ajedrez. Y enseguida

me dijo que sí. Eso ayudó a convencer

al resto.

En este momento llega José Barreira

y saluda con mucho brío para la hora

temprana que es.

En primer lugar José se cuestiona si es o

no una persona idónea para aparecer

en este libro. Sin duda lo es, ya lo verán.

Page 106: Libro Vitoria DEFINITIVO

106

José: Nací en Atrave, en la provincia

de Orense, y la primera vez que vine al

País Vasco fue para vivir en Durango. A

Vitoria vine por casualidad. En aquellos

tiempos era camionero. Fue una corta

experiencia la del camión. Había pa-

sado muchas veces por Vitoria pero

nunca había entrado. En una ocasión,

yendo a Barcelona precisamente, paré

en un restaurante en la entrada de Vito-

ria, el Lapatza. Vi a un amigo que esta-

ba aparcado allí y paré. El restaurante

estaba semicerrado y la dueña, que se

había quedado viuda, estaba hablan-

do con mi amigo, que a su vez lo había

sido de su marido. Él le estaba recomen-

dando que se fuera de allí, que qué iba

a hacer allí sola. Y ella le decía que si por

ella fuera se iría, pero que nadie quería

el restaurante. Como yo siempre he sido

un poco “metepatas”, que dicen en mi

tierra, me sumé a la conversación y le

dije que igual me lo quedaba yo. Y así

fue como empecé.

A: ¿Tenías alguna experiencia en restau-

ración?

J: No, bueno, algo en un pequeño bar

que tenía mi familia. Imagínate cuando

la señora me llama al cabo de unos días

y me dice que sí a la oferta que le hice.

Pensé, “y ahora que hago yo”. Estaba mi

mujer embarazada y tuve que llamar a

mi hermano para que se hiciera cargo

del camión. Yo no conocía a nadie en

Vitoria. Además los primeros seis años mi

familia continuó viviendo en Durango.

Esto fue el año 1984. La verdad es que

me integré muy bien en la ciudad. En

Vizcaya la gente es más espontánea en

el primer contacto. En cambio aquí esta

primera entrada cuesta un poco más

pero luego te consolidas mejor.

La gente se cree que soy de Vitoria.

También es cierto que conocí a gente

influyente en Vitoria: los Arregui, Donato,

Juanito Solaya... Yo era el alevín. Apren-

dí mucho de ellos. Me relacioné con VTV

(vitorianos de toda la vida).

Piensa que en Vitoria somos más los re-

cién llegados que los VTV. Aunque en mi

caso hay quien cree que soy VTV, hasta

que digo mi apellido, claro.

A: ¿Y como fue el paso de ese primer

encuentro casual con el Lapatza a tu

situación de ahora?

J: Pues el primer año nos costó mucho

levantar el Lapatza, pero después fue

una explosión y eso nos situó en el mapa

de la hostelería. En aquel entonces te-

níamos muchos clientes que transitaban

por la N-I. Y pensé que teníamos que

establecernos en la N-I que era la co-

lumna vertebral de Álava. Piensa que

para venir a comer al Lapatza desde la

N-I, los clientes tenían que hacer siete

kilómetros. Convencí a una serie de em-

presarios y conseguí apoyo económico

para llevar a cabo mi sueño que era el

de hacer el mejor establecimiento al

borde de la N-I y ahí surge el hotel Ruta

de Europa. Cuando lo estábamos cons-

truyendo la gente de Vitoria pensaba

que yo estaba loco. Donde lo construi-

mos no había agua ni había luz. Era una

gran apuesta tanto económica como

personal. Llegó un momento que de

Page 107: Libro Vitoria DEFINITIVO

107

tanto decirme que estaba loco casi me

lo creo hasta yo. Pero en realidad yo te-

nía mucha fe en el proyecto y eso sí que

fue un éxito que nos acabó de situar en

la hostelería de Álava y nos permitió ha-

cer otros proyectos. ¿Razones? Quería-

mos consolidarnos en todos los segmen-

tos de la hostelería. Ahora ofrecemos

desde menú del día, tenemos un asador

adquirido recientemente, el Auroretxea,

un hotel de cinco estrellas como es este,

un restaurante de calidad como el Dos

Hermanas. No te voy a decir que nuestro

objetivo sea estar en la élite, pero sí que

por volumen somos el grupo hostelero

más importante. Pero yo sigo teniendo

un cariño especial al Ruta de Europa.

Ese fue el gran salto. Pasamos de un es-

tablecimiento de 300 m2 a uno de 3.000,

con un comedor para 700 personas, una

plantilla de 60 personas.

A: ¿Cuándo te diste cuenta de que ha-

bías acertado con el Puerta de Europa?

J: La verdad es que tardamos poco en

tener éxito, pero en los primeros meses

estaba tan obsesionado que casi pierdo

el norte. De hecho la principal dificultad

fue digerir la cantidad de clientes que

tuvimos enseguida. No estábamos pre-

parados para ello. Con el resto de ne-

gocios no ha sido igual. Sigue siendo la

niña de mis ojos. La Junquera y el paso

del Ruta de Europa son equiparables en

volumen de circulación, imagínate.

A: Me han dicho que dais de comer

muy bien allí

J: Damos mucha importancia a la ca-

lidad, estamos en el segmento medio

pero de calidad. Ten en cuenta que

pasan por allí cada día 4.000 personas

de las cuales más de 1.000 comen, te-

nemos la cafetería abierta las 24 horas.

A: ¿Hay algún establecimiento pareci-

do en Euskadi?

J: Hace unos años una revista inglesa

nos hizo un reportaje y nos calificaba

como la mejor área de servicio entre

Lisboa y Londres. En el 94 no dudes que

era la mejor área de servicio de España.

Luego nos han copiado en otros sitios.

En el núcleo urbano de Vitoria sus esta-

blecimientos...

J: Son Dos Hermanas, cocina de gama

alta y el Asador Auroretxea, con horno

de asar, en el estilo de asador castellano.

Hablamos del Gran Hotel Lakua, que

considero mi casa en Vitoria.

J: Cuando lo de este hotel, me acuerdo

que las preguntas de los periodistas eran

si Vitoria necesitaba un hotel de cinco

estrellas. Yo les decía que no sabía si lo

necesitaba pero que se lo merecía.

Le explico mi visión de su hotel y sus vir-

tudes a mi juicio: la situación, el trato

profesional y familiar a la vez y el silen-

cio. Cuando le explico todo esto me

confirma que todo se pensó así desde

un principio.

J: Cuando voy a una ciudad quiero en-

contrar fácil el hotel, y este cumple este

requisito. Ten en cuenta que en Vitoria es

difícil encontrar un terreno como este.

Les pregunto cuál es el cliente tipo del

hotel. Tienen un poco de todo, desde

gente de empresa a familias, parejas de

Page 108: Libro Vitoria DEFINITIVO

108

todas las edades, etc. Anabel me co-

menta que a aquellos clientes que van

a estar un número suficiente de días les

suelen aconsejar un estudio o un apar-

tamento.

J: Tenemos gente que lleva dos años vi-

viendo en el hotel. En este caso son gen-

te de empresa o hemos tenido también

del Tau, pero el récord lo tenemos en el

Ruta de Europa, con un cliente que vi-

vió doce años. Era un señor que estaba

jubilado y el primer día que abrimos el

hotel apareció por allí y se quedó hasta

que se murió. Era como de la familia. Lo

curioso es que pagaba todos los días la

habitación y la comida. Pagaba como

un cliente de paso. Era de un pueblo de

por aquí. Lo sacaron hasta en El Correo.

Al final era uno más. Me dejó la heren-

cia. Tenía una escopeta y un teléfono

viejos y me lo dejó a mí.

Aquí en el Lakua hay quien se ha mon-

tado una pequeña oficina. También te-

nemos camas especiales pensando en

los jugadores de baloncesto. Y una suite

presidencial que puede ser vigilada por

personal de seguridad y quedar aislada

sin afectar al resto del hotel. Este hotel es

grande y había que pensar en un nicho

muy amplio de público.

José tiene cincuenta y cinco años. El

Gran Hotel Lakua se inauguró hace

ocho, cuando ya estaba muy bien po-

sicionado como empresario de la hos-

telería. Le comento que, a mi juicio, no

tenía ninguna necesidad de meterse en

ese fregado.

J: Cuando en la vida tienes lo necesario

para vivir, a partir de ahí, los negocios

son un juego y a los que nos gusta los ne-

gocios este es nuestro juego. Todo juego

tiene su riesgo pero el riesgo es lo que le

da la razón de ser.

Su actual ilusión es el proyecto de la

Ciudad del Motor. Me facilita un folleto

explicativo. Me cuenta que Epsilon-Eus-

kadi se han quedado en Vitoria, entre

otras cosas, por la confianza en este

proyecto.

Reconoce que los contactos y las rela-

ciones que le aporta el negocio de la

hostelería le produce un especial engan-

che y que la satisfacción y los disgustos

de la hostelería no se lo da otro negocio.

J: En este negocio hay vida. Un hotel es

como un pueblo pequeño. En este ne-

gocio cuando tienes un cliente estás

más preocupado de que esté a gusto

que no del margen de beneficio que te

pueda aportar.

A: Y en tu día a día, ¿qué haces?

J: Pues ir de un lado a otro. Me voy a to-

mar un café al Ruta, luego vengo un rato

aquí, voy a comer a otro lado...

Me dirijo a Anabel, que apenas ha in-

tervenido, y le introduzco de nuevo el

tema del ajedrez, una de sus pasiones.

A: ¿Tienes datos objetivos sobre la reper-

cusión que tuvo el primer certamen de

ajedrez?

Ab: Sí, tuvimos una página web que visi-

taron gente de todo el mundo en direc-

to, ahora no te puedo dar las cifras, pero

de todo el mundo.

Page 109: Libro Vitoria DEFINITIVO

109

J: Lo difícil de esto fue coordinar a los seis

campeones y traerlos, pero Anabel tie-

ne cara de buena y los convence.

Anabel hace como que no va con ella.

Continúa José.

J: Cuando el certamen internacional

de ajedrez me llamaba más gente de

fuera que de aquí. Además estaba lo

de la urna.

Eso se le ocurrió a Anabel. Era la primera

vez que jugadores de ajedrez disputa-

ban sus partidas dentro de una urna de

cristal.

A: ¿Cómo se te ocurrió eso?

Ab: Por necesidades del sitio. Quería-

mos que se pudiera ver en directo y a

la vez que no hubiera ruido. Al principio

se sorprendieron un poco pero luego ha

gustado y se hace en otros certámenes.

A: ¿Cómo es que conocías a Karpov?

Ab: Cuando jugaba habíamos tenido

en un momento un entrenador común.

Él era el bueno, claro.

José insiste en que fue el único que

no ha aceptado tablas a Karpov. En

una simultánea, José había quedado

ya mano a mano con el gran maestro

y éste, en un acto de generosidad, le

ofrece tablas, que José rechazó. Conti-

núa hablando de Vitoria.

J: Vitoria es una gran desconocida, pero

tiene unas grandes ventajas. Está en una

situación estratégica para hacer turismo

en Euskadi. Es el sitio ideal para el cuartel

general. Tienes La Rioja al lado, Bilbao a

cuarenta minutos, San Sebastián a una

Page 110: Libro Vitoria DEFINITIVO

110

val de Jazz, el Magialdia,...

Ab: Sí, y lo del otro día de los malaba-

ristas”.

Dos semanas antes había habido una

reunión internacional de malabaristas

y artistas callejeros. También me hablan

del certamen de gastronomía que se

hace a finales de febrero y principios de

marzo en Vitoria.

Y fuera de Vitoria a Anabel le encanta

el paseo por el pantano. José comenta

que es un recorrido desconocido para

muchos vitorianos

J: La zona de Amurrio y Llodio es pre-

ciosa. Y la peña de Orduña, te la reco-

miendo para ir en bicicleta de montaña.

Puedes ir hasta el pico, donde está el re-

petidor, por un camino de tierra, al pie

del cual puedes llegar en coche.

José es aficionado a la bicicleta.

J: Aquí hay varios puntos de salida en

bici de la ciudad. Puedes ir el domingo

por la mañana con tu bicicleta y te unes

al grupo sin problemas, no hace falta

que conozcas a nadie. El parque Arria-

ga, Mendizorroza...

Pues ahí nos quedamos un tanto em-

bobados los tres, reflexionando sobre

las ventajas que ofrece Vitoria frente a

otros destinos. Sin duda esta es una ciu-

dad maravillosa y que merece ser visi-

tada. Y son gente emprendedora como

José y cálida como Anabel quienes

ayudan cada día a que los visitantes de

la ciudad podamos percibirlo.

hora. Tienes cinco capitales de provin-

cia a una hora de coche.

Para conocer la ciudad, José aconseja

entrar en guías, Internet, etc.

J: Mira, por ejemplo, se habla mucho

de La Rioja pero lo que se conoce es el

vino, pero no se conoce bien el paisaje,

que debe visitarse en todas las épocas

del año. Se deben visitar bodegas. En los

hoteles facilitamos información y el con-

tacto. No quiero recomendar ninguna

en especial aunque siento cierta debili-

dad por las antiguas, como por ejemplo

la de Eusebio en Laguardia, que conser-

va la cueva antigua.

Otra cosa que hay que decirle al visitan-

te es que pregunte a la gente. Esta es

una tierra históricamente de transeúntes

y el vitoriano está acostumbrado a tra-

tar a los visitantes y cualquiera te puede

aconsejar y recomendar.

Además la relación calidad-precio de

los hoteles de Vitoria es muy competiti-

va. Tienes ofertas de fin de semana de

habitación en hotel de cuatro y cinco

estrellas entre cincuenta y cien euros.

Eso no lo pueden decir otras ciudades

de España. Y el aeropuerto de Vitoria

está abierto las veinticuatro horas del

día y aquí no hay problemas de slots.

Sigue con las ventajas de Vitoria.

J: Aquí hay que venir con la idea de ir a

pie. Esta es una ciudad que es llana y las

distancias son cortas. Que la gente que

venga se pasee. Y las autoridades de

aquí están al pie del cañón. Se hacen

muchas cosas. El Azkena Rock, el Festi-

Page 111: Libro Vitoria DEFINITIVO

111

Page 112: Libro Vitoria DEFINITIVO

112

Domicilio familiar de Toti, Vizcaya.

Hoy es un día especial. Voy a comer en

casa de Toti Martínez de Lecea. Toti vive

en Vizcaya y cuando supo de mi inten-

ción de entrevistarla para este libro me

invitó a comer el día que yo considera-

ra oportuno. Me gustaría explicarles mi

impresión de los contactos a través del

correo electrónico con Toti. Mi deduc-

ción por dos detalles que ahora les ex-

plicaré es que Toti es una mujer original

y muy trabajadora. Original por la tipo-

grafía y el color de la letra que utiliza en

sus correos, y muy trabajadora porque

contesta a los correos prácticamente

de forma inmediata a su recepción. Eso

sólo lo puede hacer alguien que pasa

mucho tiempo ante el ordenador y con

el correo permanentemente abierto.

Por otro lado, en el contenido de los tex-

tos hay un aire de proximidad que me

hace sentir muy cómodo mientras voy

hacia su casa. No sé si es habitual que

una escritora de renombre como es Toti

te invite a comer a su casa. Bueno, al

menos a mí nunca me había invitado

antes a comer una celebridad.

Eso me viene a la cabeza en algún mo-

mento mientras conduzco por la au-

topista. Hemos quedado a la una del

mediodía y 5 minutos antes de la una,

llamo por teléfono para advertir de mi

retraso. Se pone la madre, Juli, que tiene

una voz muy juvenil. Me pasa al marido

de Toti, Alberto, que le resta importancia

a mi retraso y me da unas instrucciones

muy precisas para llegar hasta su casa

con un hablar cadencioso. Oír a ambos

me hacen sentir aún más cómodo.

Llego al pueblo y enseguida encuentro

la casa que es preciosa, de arquitectu-

ra vasca tradicional, con una buganvi-

lia que flanquea la pequeña puerta de

madera. Llamo y me abre la puerta una

mujer que me recibe con una amplia

VITORIA, 23 de julio de 2009

TOTI MARTINEZ DE LECEA

Page 113: Libro Vitoria DEFINITIVO

113

sonrisa y me da la bienvenida en cata-

lán. Es Toti. Enseguida me ofrece pasar

y me presenta a su madre, Juli, que me

causa una profunda impresión. Es una

mujer guapa a sus ochenta y seis años

e irradia salud y alegría. Toti ha hereda-

do ambas cosas, supongo que de ella.

Alberto está en la “selva”. Aparece con

una botas altas de goma por la puerta

del fondo de la casa. Toti le indica que

me enseñe su selva mientras ella aca-

ba de preparar la ensalada. Pienso que

bromea hasta que, tras atravesar el sa-

lón, me enseña un enorme espacio en

la parte posterior de la casa limitado por

un muro que apenas se ve tras los bam-

búes y el resto de árboles que comple-

tan una vegetación frondosa, además

de tomateras que siembra en tiestos,

rosales procedentes de Sudáfrica, que

producen rosas que me asegura que

desprenden un olor inigualable, y otras

plantas que no sé identificar. Cuando

volvemos a entrar, Alberto sigue con-

tándome detalles de la casa, que es

preciosa, con una apariencia interior de

museo habitable y en el que puedes se-

guir algún rastro de la vida de los com-

ponentes de esta familia tan singular. No

voy a entrar en más detalles porque eso

pertenece a la intimidad del hogar de

Toti y Alberto (durante la conversación

descubriré que Juli vive independiente

en un apartamento en frente de esta

casa) pero no puedo evitar mencionar-

les que Juli es, entre otras cosas, ceramis-

ta. Sobre una estantería hay unas figu-

ras de cerámica de mujeres sin cara a

las que ha vestido con trajes de época

con unos tocados cuyo significado me

descifra Toti. Los adorna con una base

en la que aparece una pequeña pla-

quita metálica donde se lee “Juli”. Me

declaro un admirador de su trabajo y

le pregunto si expone. Se ríe quitándose

importancia. Pronto averiguaré que esa

risa estará presente durante toda la co-

mida, la misma risa que distingue a Toti y

que es, sin duda, terapéutica para ellas

pero también para mí. Oírles reír es un

placer. Alberto tiene un aspecto tacitur-

no, lo que le concede un interés espe-

cial por el contraste con las dos mujeres.

Nur, nieta de Toti, corretea por la casa y

aparece y desaparece siempre con una

sonrisa en los labios y con esos gestos de

timidez propios de su edad. Se profesan

amor mutuo la nieta y la abuela que, por

cierto, han estado nadando en la pisci-

na junto con Juli antes de que yo llega-

ra. Juli, con sus ochenta y seis años, sigue

nadando. No es tan extraño si tenemos

en cuenta que esta mujer fue campeo-

na de España de natación en 1945.

Nos sentamos a la mesa. Una botella de

Azpilikueta nos acompaña. De primero,

una ensalada de verano.

Alberto es de Bilbao pero parece que se

encuentra a gusto cuando va a Vitoria.

Toti: Vitoria es la ciudad pobre del País

Vasco, no en el sentido económico, sino

en el sentido de ser una gran descono-

cida. No tenemos playa como Donostia,

ni una industria como la de Bilbao, ni un

Page 114: Libro Vitoria DEFINITIVO

114

Gugenheim, ni los San Fermines de Pam-

plona.

Vitoria es más antigua que Donostia y

que Bilbao. Mantiene la almendra, el

casco histórico, y el Ensanche, lo que

se construyó a partir de que se tiraron

las murallas en el siglo XIX después de

la francesada, la calle Olaguibel, en la

que nací yo, justo en frente del antiguo

convento de San Francisco. Todavía ha-

bía ruinas del convento cuando nací yo,

aunque luego desapareció. Data del

siglo XIII, XIV, pero con la desamortiza-

ción, no sé si la de Mendizábal u otra,

porque hubo varias, se quedó vacío y

en ruinas.

Juli: Estuvo Hacienda.

T: Y ahora está el Gobierno Civil.

J: Hay un niño fantasma.

T: Dicen que de vez en cuando se oía

como si un niño jugara a la pelota.

J: Que le llaman Andresito. Juli se ríe so-

noramente

T: El que estuviera en una colina contri-

buye a que el casco histórico se man-

tenga tal como era en su trazado. Al es-

tar en un sitio incómodo, la gente se va a

vivir, cuando se construye el Ensanche,

a las partes más bajas. Subir la rampa

cuesta, por eso la polémica que hay. A

mí tampoco me gustan las rampas des-

de el punto de vista estético, pero el otro

día fui a Vitoria y subí por las rampas y,

como yo, subía mucha gente.

Se conservan un montón de palacios,

abandonados, y otros en uso como mu-

seos, salas de exposiciones. En la época

medieval, la judería, la calle Nueva den-

tro, se convirtió en zona depauperada

cuando se fueron los judíos. Luego llega-

ron los inmigrantes de la época. Cuando

yo era cría era la zona de la gente de

mala vida.

J: Vivían las prostitutas.

T: Son pisos incómodos, sin ascensor. No

es fácil recuperar toda esa zona, pero

con la gente que está al frente seguro

que se conseguirá.

Le pregunto a Juli.

A: ¿Naciste en Vitoria?

J: Sí, y toda mi familia.

Nació en la calle de San Prudencio,

donde ahora están los cines Guridi y el

Teatro. Es curioso que Toti estaba con-

vencida de que su madre había nacido

en Cercas Bajas.

Me explica Toti el juramento que los

procuradores de la ciudad hacían en

los aledaños de la actual plaza del Ma-

chete.

T: No se tiene noticia de que nunca se

tuviera que utilizar el machete. ¿Se pue-

de deducir de eso que todos los pro-

curadores cumplieron con su deber?.

Mentira.

Juli se ríe de nuevo, asintiendo.

T: Los cargos siempre estaban en las mis-

mas familias, los Álava, los Maturana, los

Calleja... Se los repartían. Solo podía vo-

tar el hombre propietario.

Nos situamos en el presente.

T: Vitoria ha crecido sobre todo en los

últimos treinta años. Juli y yo no conoce-

mos los barrios nuevos.

Page 115: Libro Vitoria DEFINITIVO

115

J: Cuando me lleva el autobús dando la

vuelta, lo he visto pero no lo conozco.

T: Cuando yo era cría ir al Seminario era

ir de excursión, ir al Batán, donde la Uni-

versidad y la ciudad jardín, ibas con el

bocata y te pasabas la tarde.

J: Cuando yo era chavala, todo eso

eran campos.

Le pregunto a Juli si hay alguna razón

para que se coma tan bien en el País

Vasco, y si siempre ha sido así.

J: Sí, siempre se ha comido bien. Y cierra

la frase de nuevo con una carcajada

J: Aquí los hombres cocinan bien, en las

sociedades...

T: Sí, pero en casa no mueven ni un dedo.

Alberto: Pero si a ti quien te enseñó a co-

cinar fui yo. Interviene Alberto por prime-

ra vez. Hasta el momento apenas había

pronunciado una palabra.

T: Yo no sabía cocinar, es cierto, pero me

enseñaste a freír un huevo, y luego ¿qué?

Le pregunto sobre las sociedades...

T: Eso es del siglo XIX, antes no existían. Es

una disculpa, para huir del matriarcado

vasco.

Me sirve un bonito con tomate que tie-

ne un aspecto excelente y su sabor lo

confirma.

T: El matriarcado vasco tal como se en-

tiende es un tópico en que se nos ve a

las vascas esperando tras la puerta con

un rodillo... En realidad el matriarcado

tiene su origen en la creencia en una

diosa madre.

A: ¿Cómo se ha mantenido hasta la ac-

tualidad ese papel de la mujer?

Page 116: Libro Vitoria DEFINITIVO

116

T: Este ha sido un pueblo de pescado-

res. En la costa los hombres dejaban las

casas en manos de sus mujeres durante

meses. También ha sido un pueblo per-

manentemente afectado por guerras,

y en las guerras pasaba lo mismo, las

mujeres se hacían cargo de la casa, de

los niños, de los enfermos, del campo...

Es verdad que la mujer vasca es muy res-

petada en casa y que tiene poder, en el

sentido de poder decidir. Y es que ade-

más los fueros vascos daban las mismas

oportunidades a una hija que a un hijo

en el sentido de poder heredar, cosa

que en otros pueblos no es así. Las mu-

jeres podían tener asiento en las Juntas

si eran propietarias. No tiene en cambio

poder económico, social... El poder está

en su casa.

De todos modos a los romanos, que eran

patriarcales, les llamó mucho la aten-

ción que eran las mujeres quienes here-

daban. Además tenían que pagar ellas

las dotes de sus hermanos.

Otra cosa curiosa, más reciente, es que

muchos hombres y mujeres no se ca-

saban hasta que tenían uno, dos o tres

hijos, de este modo aseguraban la des-

cendencia y que se quedara la propie-

dad en la familia.

Me sorprende esta afirmación. Qué mo-

dernos, comentamos. Y hablando de

adelantadas a su tiempo...

T: Juli empezó a nadar en la piscina de

Judizmendi, que fue un cementerio y

dehesa judía donde criaban ganado

para su consumo.

J: Sí, pero la piscina estaba más abajo.

Cuando se fueron los judíos, llegaron a un

acuerdo con las autoridades de Vitoria,

para que no se construyera en esas tierras.

T: En los años cincuenta, la comunidad

de los judíos de Bayona, viendo que du-

rante quinientos años habían respetado

ese acuerdo, dio permiso a que se cons-

truyese con la condición de que antes

se excavaran los posibles restos y se

construyese un monolito y se dejara un

pequeño jardín que es lo que hay aho-

ra. Va, cuéntanos, cómo ibas a nadar a

la piscina.

A: ¿Las piscinas eran mixtas?

J: Cuando Franco, no podíamos coinci-

dir en horario. Dejaban algún hombre

en el horario de mujeres, que eran los

peores horarios, por si alguna se ahoga-

ba.

A: ¿Cómo aprendiste a nadar?

J: Mi padre era muy deportista, era ci-

clista, y cuando hicieron la piscina era

el delineante de los que la construyeron

y entonces nos apuntó, en cuanto se

abrió, a mi hermana y a mí. Por lo visto el

que sería mi marido enseñaba a nadar.

Con la guerra estuvo preso, y cuando

salió me encontró nadando y me co-

rregía. Era amigo de mi padre pero nos

conocimos en la piscina. Hizo un club

para que los chavales fueran un poco

más animados. Luego me fui a Madrid

y me entrené en Canoe. En Madrid me

apuntó el que iba a ser mi marido.

T: Pero cuando fue campeona de Espa-

ña, no lo fue por el club natación Judiz-

Page 117: Libro Vitoria DEFINITIVO

117

mendi, sino por el Fortuna de San Sebas-

tián, porque se había enfadado con su

novio y se había cambiado de club. Le

recuerda Toti, dirigiéndose a mi.

Juli, se ríe de nuevo Quedó campeona

en 1945 en Zaragoza, según me dice en-

tre carcajada y carcajada.

J: En Montjuic fui subcampeona, ahí co-

nocí a Picornell, que necesitaba tres si-

llas para sentarse, de lo grueso que era.

T: Luego se casó y el último campeona-

to fue en A Coruña, cuatro días después

de haberse casado y de haber ido en

barco desde Pasajes hasta A Coruña...”

.J: Y quedé segunda.

T: Dejó de competir hacia 1947, cuando

se casó, aunque creo que nadó algún

campeonato después de nacer mi her-

mano.

A: ¿Nadaste en el extranjero?

J: No, pero fui preseleccionada para las

Olimpiadas de Londres.

A: ¿Cuántas chicas nadabais en esa

época?

J: En Vitoria dos y en San Sebastián otras

dos, que tenían que nadar en la dárse-

na porque no había piscina.

T: Eran nadadoras de verano.

J: Después seguí entrenando a chavales

en las piscinas.

En los campeonatos íbamos cada una

con nuestros albornoces, ajados, desco-

loridos, y viajábamos en tren en tercera

clase, en asiento de madera. Una vez

me tocó ir de Madrid a Barcelona.

T: ¿Y lo bien que os lo pasabais?

J: Eso sí.

Y de repente las dos se ríen en un uní-

sono perfecto y me doy cuenta de que

ambas ríen igual, con una risa estentó-

rea, que llena la casa y que me conta-

gia de una alegría que se respira en su

compañía.

A: ¿Y no te miraban mal por nadar?

J: Sí, pero a mi padre y a mi novio no les

importaba. Y mi madre era muy moder-

na. Pero la gente te criticaba. Cuando

llegó el turismo y se quisieron poner bi-

quini las que te habían criticado, ya no

tenían mucho que lucir, a buena hora...

Nos reímos todos.

Juli es todo un descubrimiento para mi

y ha sido un placer que me explicara

todo esto de primera mano.

Me cuenta Toti cómo llegó a hacerse

escritora. No era una buena estudiante,

primero en Veracruz y luego en el Co-

legio Francés. La consideraban “vaga y

tonta”. Su padre, un avanzado para la

época, la envió a aprender idiomas, a

Francia, Inglaterra, Alemania. En Alema-

nia conoció a Alberto, al que rechazó

en su primera petición de matrimonio.

Luego trabajó en DKW en Vitoria, pero

se aburría. Se fue a Londres y a la vuelta

en París se encontró de nuevo con Al-

berto y entonces si aceptó su petición

de matrimonio. También nos reímos de

las razones que aduce Toti para haber

aceptado en esta segunda ocasión.

T: “Si no me casaba con éste igual ya no

me casaba”.

Era muy joven, en realidad, pero eso es

lo que dice. Después Alberto regresó a

Page 118: Libro Vitoria DEFINITIVO

118

Basauri por trabajo y se instalaron en su actual casa. Desde hace un año Juli vive en

frente.

A: O sea, que eres independiente.

J: Sí, es mejor para ellos y para mí también. Estoy ahí mismo, así si me da un “pampurrio”

se darían cuenta y vendrían.

A: No tienes pinta de que te de un pampurrio.

Toti me mira con un gesto de complicidad. Prosigue con su historia.

T: Cuando volvimos me dediqué a la traducción de textos técnicos.

Alberto: Era muy valiente porque no sabía lo que estaba traduciendo.

T: Llegué a ir a alguna fábrica para ver lo que estaba traduciendo. Vivíamos en el pueblo

y teníamos críos pequeños. Aquí no había nada para los niños y se nos ocurrió montar un

guiñol para los críos. De ahí surgió el Kukubiltxo, que es un grupo de teatro que todavía

existe. Nos dedicamos a hacer teatro para niños en los pueblos los fines de semana,

durante cinco años. Eso acabó pero luego nos dedicamos a construir marionetas de

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119

A: ¿Y de eso cuánto hace?

T: Pues diez años, llevo escritos veintiséis

libros. Empecé escribiendo novela histó-

rica, que es lo que me gusta y sigo con

ello. La Calle de la Judería lleva ya trein-

ta y cinco ediciones. El primer editor me

la rechazó porque tenía muchas pági-

nas, el segundo porque no era su línea

editorial y el tercero porque la novela

histórica no tenía futuro.

Ahora hemos editado una serie de Nur.

El primero se llama Nur y el gnomo irlan-

dés, y este año Nur y la selva misteriosa,

y ahora estamos escribiendo Nur y las

puertas del dragón.

Todo esto lo dice mientras abraza a su

nieta que se deja, zalamera.

Volvemos al tema que me ha traído

aquí y hablamos de la amabilidad de

los vitorianos. Me dice que los alaveses

son cautos y no son combativos. Según

Toti, tienen un cierto complejo de inferio-

ridad respecto de Bilbao y de Donostia.

T: Vitoria tiene historia, una calidad de

vida extraordinaria, es bonita está bien

construida, incluso la parte nueva.

Ahí van algunas recomendaciones.

T: Yo creo que como el centro es peque-

ño, hay que verlo todo, el casco históri-

co, la zona del Ensanche... Lo de la ca-

tedral se ha hecho por la tozudez de los

que llevan el proyecto.

Para ir a comer.

J: Ahora hacen esas comidas tan así.

Donde esté un buen chuletón...

todo tipo, incluso con radiocontrol, por-

que la televisión quería un muñeco que

hablara antes de los dibujos animados.

Me llevé el muñeco y unos guiones y

así estuve cinco años de guionista para

televisión. Y algo que debía durar diez

minutos llegó a ser un programa de una

hora y media. La cuestión es que tam-

bién se acabó eso y volví a las traduc-

ciones. Hablando con un amigo le dije

que un día escribiría un libro y él me dijo

que no, que cuentos o guiones sí, pero

una novela, de eso no iba a ser capaz. Y

gané la apuesta.

Page 120: Libro Vitoria DEFINITIVO

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Page 121: Libro Vitoria DEFINITIVO

121

T: El Portalón. Comer en un edificio que

ha sido fonda, hospedería, casa de pos-

tas durante cinco siglos.

El Sagartoki también está muy bien.

Me hicieron un programa que estaba

comiendo pinchos, en el Sagartoki, en

el Toloño, en el Querida María y en La

Malquerida.

Fuera de Vitoria.

T: Nosotros venimos de La Lece, que es

una cueva que está en la frontera con

Navarra, que se la llamaba la frontera

de malhechores. Tenemos algunos Le-

ceas en el siglo XIII ahorcados en Aralar

y por ahí. Egino, Ilarduia, Araia, estos

pueblos entre Salvatierra y La Lece, esos

pueblos de la llanada alavesa.

Luego está Mendoza, de donde provie-

nen todos los Mendoza y la mayor parte

de las familias nobles españolas.

En el valle de Valdegobía, hay un sitio

encantador, que es Villañañe, donde

está la Torre de los Varona, donde siem-

pre ha habido un dueño que se ha lla-

mado Rodrigo de Varona. El último es

mayor y soltero. La torre está restaurada

y es una torre medieval perfecta.

Treviño es una zona preciosa y es alave-

sa, digan lo que digan.

Otro sitio que me gusta es Antoñana,

que es un pueblo fortaleza.

Laguardia, que fue navarra durante mu-

cho tiempo. Tiene el mejor retablo que

he visto en mi vida. Fue construido en el

XIV y repintado en el XVI.

La Puebla de la Barca. Ahí había una

barca que servía a los peregrinos de

Santiago para cruzar el río.

Labastida en su momento debió de ser

más importante incluso que Laguardia,

vistas las casas blasonadas.

Orduña, ni te cuento. Vizcaya y Álava se

disputan su propiedad. Es la primera ciu-

dad con nombre de ciudad, no es villa,

sino ciudad.

J: Y en Laguardia se come muy bien

T: Ayala, el valle de Ayala, es absoluta-

mente maravilloso, con la torre del can-

ciller.

Juli nos comenta que en sus tiempos ha-

bía subido de excursión a Olárizu.

Alberto me ofrece un pacharán que ha

hecho con endrinas de la selva.

Llegado el momento tengo que mar-

charme aunque no quiero. Toti me en-

seña fotos, le encanta guardar fotos de

la familia. Me muestra su despacho de

trabajo, que me recuerda a la habita-

ción de una adolescente, muy ordena-

da eso sí. El espíritu joven de Toti se refle-

ja en todo.

Sin duda, Toti y su familia me han cau-

tivado. Espero volver. Tomo unos libros

prestados, cosa que no suelo hacer

nunca, para tener la excusa perfecta

para volver a verles. Cuando abandono

la casa, camino de mi coche, me vuel-

vo para mirar la buganvilia de la puerta.

Quiero retener esta última imagen de

una tarde inolvidable. Espero que no

sea la última que pueda pasar en com-

pañía de ellos.

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122

Café Victoria, Vitoria.

Hoy me he despertado tarde porque

ayer estuve en Donostia en la tercera

jornada del Festival de Jazz y me acosté

tarde. Fue interesante ver a Hank Jones

con 91 años tocando el piano de forma

delicadísima y con extraordinaria preci-

sión dada la edad del músico. Después

tuve la ocasión de escuchar el trío de

Roy Haines con John Patitucci y Dave

Kikoski. Un lujo oírles a los tres y compro-

bar que Roy Haines, que llegó a tocar

la batería con Charlie Parker y Lester

Young, sigue igual de vacilón que siem-

pre pasados los ochenta.

Esta mañana he decidido ir a dar un

paseo en bici. Mi intención era ir hasta

Salburua pero por alguna extraña ra-

zón el bidegorri me ha conducido has-

ta el centro y allí me he encontrado

con las calles tomadas por los blusas y

las neskas. Hoy es fiesta de Santiago y

la ciudad lo celebra desde ayer por la

noche de este modo. Antes de volver

al hotel me he parado a comer en La

cocina de la Amama, en la calle de Los

Herran, 36. Me ha atendido Josetxu, el

marido de Fátima, la propietaria (así es

como se presenta a sí mismo). Josetxu

me ha aconsejado, después de decirle

que me apetecía comer “verde”, la en-

salada de ventresca. Estaba exquisita.

Les recomiendo este lugar. Es cocina de

mercado popular, como en casa, a pre-

cios económicos. El trato, el de siempre

aquí en Vitoria. Te hacen sentir uno más.

Josetxu me ha permitido meter la bici

en el local al advertirle de que no tenía

candado.

Después he vuelto al hotel y me he

apresurado a ducharme y cambiarme

porque se me hacía tarde. Había que-

dado con Francisca Vives a las cinco. A

las cinco y cinco he conseguido apar-

car y he llamado a Paquita, que ya me

VITORIA, 25 de julio de 2009

PAQUITA VIVES

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123

estaba esperando en la terraza del bar

Victoria, en la plaza de España. Cuando

le he preguntado cómo la iba a reco-

nocer, me ha dicho que era entre rubia

y pelirroja y que llevaba un vestido cla-

ro. Supongo que por modestia no me

ha dicho que tenía unos profundos ojos

azules y un rostro armonioso que le dan

un aspecto de una distinguida belleza.

La reconozco enseguida, tal vez por la

descripción o porque es la única per-

sona que está sola en toda la terraza

en medio del bullicio del día de fiesta.

Le comento lo que estoy haciendo y le

advierto que me gustaría grabar la con-

versación que vamos a mantener y que

con el ruido que hay en la plaza no po-

dré oír nada después. Decidimos entrar.

En el interior del bar tienen puesta músi-

ca latina que creo que tampoco me va

a ayudar demasiado a oír con nitidez la

grabación de nuestra conversación.

Paquita es una mujer que destila co-

nocimiento. Es precisa y concisa en las

respuestas y no elude ninguna cuestión.

Creo que es una persona modesta y

que me cuenta poco de lo que ha he-

cho, pero no hay duda de que estoy

ante una de las personas que mejor co-

noce el patrimonio histórico-artístico de

la ciudad y de sus alrededores. En su fa-

ceta de historiadora, profesora de Uni-

versidad y empresaria ha hecho y está

haciendo mucho para que este patri-

monio se conozca y se respete.

Todo cuanto me dijo fue muy interesan-

te y he procurado reproducir el máximo

del contenido de una conversación de

unos cincuenta minutos.

La primera sorpresa es que Paquita es

andaluza y tiene que echar cuentas

para decirme en qué año vino a Álava,

y acaba dudando entre el 82-83.

Paquita: Vine por trabajo, como profe-

sora. Ahora trabajo en la Universidad,

pero entonces en un colegio.

Antoni: Como neovitoriana ¿también

opinas que los vitorianos son especial-

mente amables?

P: Sin duda, son amables y abiertos. Yo

me siento vitoriana de adopción. Doy

clases en Bilbao pero sigo viviendo en

Vitoria.

A: ¿Siempre has enseñado historia del

arte?

P: En las enseñanzas medias, historia de

lo que fuera. En la Universidad, historia

del arte.

A: ¿Y cómo empezaste a dedicarte a

temas de patrimonio?

P: Hace unos 13 años montamos, con

Susana Arechaga, una sociedad para

dedicarnos al estudio, promoción y difu-

sión del patrimonio histórico de Vitoria y

de Álava. Hacíamos desde trabajos de

investigación, a recorridos culturales,

rutas...

Me confirma que el patrimonio de Ála-

va es un gran desconocido.

P: Mi opinión es que, dentro del País Vas-

co, Vitoria es un punto fuerte en lo que

se refiere a patrimonio. La declaración

del casco histórico de Vitoria como

conjunto monumental, la declaración

Page 124: Libro Vitoria DEFINITIVO

124

de elementos individuales, le da una

entidad que no tienen Bilbao o San Se-

bastián. Además tiene mucha variedad,

desde el arte medieval hasta el contem-

poráneo.

A: ¿Cómo mostrarías la ciudad desde

un criterio histórico?

P: Iniciaría una visita desde la plaza de la

Virgen Blanca por todo el casco históri-

co, luego mostraría el ensanche neoclá-

sico, y después la zona nueva.

Desaconseja una visita cronológica por

el casco histórico (lo subraya, no le gus-

ta que lo llamen “casco viejo”) porque

representaría ir de un lado a otro cons-

tantemente. Sí, en cambio, quiere pun-

tualizar que el casco histórico de Vitoria

no es el casco medieval, sino que es

medieval el trazado urbano y los restos

de los templos principales, pero la ma-

yor riqueza monumental del casco per-

tenecen al Renacimiento y al Barroco.

A: ¿Qué edificios civiles crees que son

más representativos?

P: Los cuatro palacios del Renacimien-

to: Villasuso, Montehermoso, Escoriaza-

Esquibel y Bendaña, y luego, en el ba-

rroco, el palacio de los marqueses de la

Alameda, por ejemplo. Además está el

Portalón, la Casa del Cordón...

Le pregunto por el origen del Portalón y

me confirma que era una posada que

estaba extramuros.

Destaca que históricamente el papel de

la ciudad ha sido el de encrucijada, un

lugar de paso de personas, de mercan-

cías...

Sobre las murallas de la ciudad...

P: Vitoria tuvo dos murallas. La primera

en la parte alta, con las tres calles que

serían, más o menos, Fray Zacarias Mar-

tínez, Santa María y Las Escuelas, con la

catedral vieja y San Vicente, estando

San Miguel fuera de la muralla. Luego

vino el ensanche de 1200 hasta donde

está la Diputación. Y posteriormente el

otro ensanche hasta la calle Nueva. Y

hasta el siglo XIX permanecieron las dos

murallas. Fuera de las murallas estaban

los campos de labor. A finales del siglo

XVIII se construye la plaza de España,

que es uno de los mejores ejemplos de

plazas neoclásicas en España y a partir

de ahí el ensanche del XIX, con Los Ar-

quillos, la plaza de la Virgen Blanca, la

calle Dato...

En esa época era alcalde el marqués de

Page 125: Libro Vitoria DEFINITIVO

125

la Alameda que, junto con los ilustrados,

empujan ese crecimiento.

A: ¿En qué posición relativa estaba Vito-

ria con relación al resto de capitales del

País Vasco en esa época?

P: Hasta la década de los sesenta del si-

glo XIX, Vitoria estaba muy por delante.

De hecho era conocida como la Atenas

del norte, por las personalidades del

mundo de la cultura, de la política que

había aquí como, por ejemplo, los Ortiz

de Zárate, Herrán, Mateo de Moraza, Be-

cerro de Bengoa... Luego llegó la indus-

trialización a Vizcaya, y Vitoria perdió el

tren, y eso que el tren ya había llegado

aquí.

A: ¿Y cuál era la riqueza económica de

Álava entonces?

P: Desde la Edad Media Vitoria ha vivido

del sector servicios, artesanado, manu-

factura. También tuvo su importancia la

ganadería y la agricultura, pero sobre

todo los servicios.

A: ¿Qué lugares de Vitoria son claves,

fuera del casco histórico, para entender

a la Vitoria actual?

P: Los Arquillos y la plaza España están

dentro de la declaración de conjunto

monumental. Fuera de esto, el parque

de la Florida, uno de los pocos jardines

históricos que quedan en España, del si-

glo XIX, y todo lo que es el recorrido has-

ta Armentia y también por el paseo de

las Universidades y de la Senda.

Le pregunto por las magníficas villas que

hay en el paseo que cita.

P: La mayoría se construyen en la primera

década del siglo XX. La burguesía adine-

rada, con el ensanche, busca mejores es-

pacios para construir sus residencias.

Siento curiosidad por Ajuria Enea, por

saber si hay alguna razón que explique

su actual uso.

P: Era de un particular, luego fue colegio

y el último propietario fue la Diputación,

pero no hay una determinada razón his-

tórica para ser elegida residencia del

lehendakari.

También me confirma algunas curiosi-

dades sobre los actuales propietarios de

edificios históricos.

P: El Portalón es de la Caja de Ahorros y

la Casa del Cordón es de la Caja.

Otra cosa curiosa es que el término mu-

nicipal de Vitoria es muy extenso, con

sesenta y cuatro pueblos, además de

Vitoria.

Page 126: Libro Vitoria DEFINITIVO

126

A: ¿Tienes un cariño especial por alguno

de los edificios históricos de la ciudad?

P: Sí, por el palacio de Montehermoso.

Uno de mis trabajos de fin de carrera de

un máster de arquitectura fue sobre el

palacio y he publicado la historia del

edificio y de sus moradores.

A: ¿Y lo del jardín de Falerina?

P: El jardín de Falerina es una obra de

teatro que se representó cuando una

princesa estuvo alojada allí, supongo

que el nombre lo toman de ahí.

Le digo que me parece un bonito nom-

bre, aunque la razón sea esa.

Le pido que me cuente la historia del

machete vitoriano que da nombre a la

plaza que va desde el palacio de Villa

Suso a Los Arquillos. Ya se lo pedí a Toti,

pero no me canso de escucharla.

P: El síndico, desde el siglo XVI, tenía el

encargo de velar por los ciudadanos y

el juramento de su cargo era público, los

otros no, pero el suyo sí lo era. Se com-

prometía a trabajar por los derechos de

la ciudad y juraba delante de ese ma-

chete de hierro que si no cumplía con

sus obligaciones le caería sobre la ca-

beza. Esa es la idea, vamos. Lo juraba en

esa zona. San Miguel era la iglesia jura-

dera, donde se juraron los fueros y don-

de los cargos municipales eran elegidos.

Hablamos también del papel de la Vir-

gen Blanca, patrona de la ciudad.

P: Si me lo preguntas oficialmente creo

que es la patrona desde el siglo XIX, pero

la Virgen Blanca está ahí desde el siglo

XIV, no exactamente donde está ahora,

y era considerada patrona de la ciudad

desde mucho antes del siglo XIX.

Hablamos del reciente descubrimiento

de restos de lo que podría ser una mu-

ralla que situaría el origen de la ciudad

ciento cincuenta años antes de lo que

se creía. Me razona el porqué de la

polémica creada. Parece que no hay

acuerdo sobre el valor del descubri-

miento.

A: A parte del palacio de Montehermo-

so, ¿qué otros edificos te parecen singu-

lares?

P: El palacio Escoriaza-Esquibel es una

joya del Renacimiento, de corte cas-

tellano. También el convento de Santa

Cruz, que es el único convento intra-

muros de monjas dominicas, en el cen-

tro del casco, habitado por las monjas

hasta la actualidad, con una excelente

fachada renacentista.

Le pregunto por otros lugares ineludibles

de Vitoria y de su término municipal.

P: Dos joyas del románico alavés: Ar-

mentia y Estíbaliz. La cabecera y los

relieves de la iglesia de San Prudencio

en Armentia son originales. Parte de

la estructura fue reafirmada en el XVIII

por Olaguibel, que fue el arquitecto de

la plaza España, con una intervención

bastante respetuosa.

El patrimonio alavés de las casas fortifi-

cadas es muy interesante. En Valdego-

bía hay algo que no conocen a veces

ni los alaveses, hay una casa-torre, que

ellos llaman castillo, que hasta hace

poco ha sido ocupada por los descen-

Page 127: Libro Vitoria DEFINITIVO

127

dientes de los que levantaron la casa en

el siglo XII. Está amueblada con muebles

del XVIII y del XIX. Tiene papel en la pa-

red pintado a mano. Sólo se conservan

tres en el mundo como estos.

La calzada romana desde Estíbaliz has-

ta Zabalgana. Hay en proyecto un par-

que arqueológico en Mariturri y Arkaia,

donde hay restos de unas termas roma-

nas. Hay tramos de camino de Santiago

que pasan por encima. Hemos hecho

una propuesta de marcar los trazados

de ambas: la calzada y el camino, para

que se pueda transitar andando o en

bicicleta.

Entramos en zonas particulares por el pai-

saje. Le llama especialmente la atención

el Anillo Verde. Cita también el parque

natural del Gorbeia y el de Valderejo,

cerca de Valdegovía. La zona de la sie-

rra de Cantabria donde está Arceniega.

También hace referencia al patrimonio

artístico de la Rioja Alavesa “no sólo es el

vino”, me dice.

Me confirma que Laguardia es conjunto

monumental, con Salvatierra y Arceniega.

Pasamos a temas gastronómicos.

P: En Vitoria, en el Saburdi y el de enfren-

te que no se cómo se llama, se comen

buenos pinchos. Pocos sitios hay que no

estén bien aquí en el centro. También

me gusta el Asador Machete.

Hablamos de eventos culturales espe-

cialmente destacables en la ciudad.

Me habla del Festival de Jazz, del cer-

tamen de magia, del festival de teatro,

del Festival de Música Antigua.

P: Cualquier momento para venir a Vito-

ria es bueno. El movimiento cultural que

hay en esta ciudad todo el año, otras

lo envidian. No podemos participar en

todos porque no hay horas al día para

ir a todo.

Y si quieren conocer a fondo el casco

histórico...

P: Las visitas teatralizadas nocturnas

las coordinamos entre Susana y yo y

creo que son muy interesantes para el

visitante de la ciudad. Este es el cuar-

to verano que se hacen. Es una forma

distinta de recorrer el casco histórico

de noche, te conduce una guía que te

explica la historia y aparecen unos per-

sonajes ambientados en la época que

contribuyen a entender mejor. Los tres

años pasados explicamos la Vitoria de

Carlos V, de la primera mitad del siglo

XVI y este año, el último tercio del siglo

XVI. El éxito es total.

A: ¿Qué público tenéis?

P: Ayer, de treinta y cinco que se pue-

den apuntar, había diez sevillanos, dos

navarros y el resto son todos de aquí.

Me parece que es un final adecuado

para esta conversación, dándoles la

clave para conocer el casco histórico

de una forma diferente. Le propongo

a Paquita que vayamos a tomar unas

fotos y, cómo no, nos dirigimos en un

breve paseo a su querido parque de

la Florida donde posará para mí, no sin

cierto pudor, una erudita enamorada

de Vitoria.

Page 128: Libro Vitoria DEFINITIVO

128

Domicilio familiar de María y Aurelio,

Alegría-Dulantzi.

Hoy es el último día que estoy en Vitoria

en este período de vacaciones-trabajo

que ha durado quince días. Me inva-

de una nostalgia anticipada. Sé que

en los próximos días echaré de menos

esta actividad frenética y sé que estaré

melancólico. Al avanzar este sentimien-

to parece que luego se me hace más

llevadero.

Como colofón a los días que he estado

aquí voy a tener un encuentro de ami-

gos. He quedado con Ana Isabel Bravo

y Jimmy Bidaurreta en casa de María y

de Aurelio en Alegría-Dulantzi. A Jimmy,

Aurelio y María los conocí a través de

Ana Isabel. Ana, a su vez, conoció a Au-

relio porque le dio clases de saxofón en

la escuela de Alegría. María es la mujer

de Aurelio, y ambos son grandes amigos

de Ana Isabel. Esa es una constante en

AURELIO MARTINEZ Y

VITORIA, 26 de julio de 2009

MARIA RAMOS

Page 129: Libro Vitoria DEFINITIVO

129

la vida de Ana Isabel: labrarse grandes

amistades. Es muy difícil conocerla y no

quererla. Jimmy y Ana Isabel tienen vín-

culos profesionales, ambos son músicos

y tienen proyectos en común.

A pesar de que esta fue una conversa-

ción a cuatro prefiero separarla en tres

apartados, reproduciendo la conversa-

ción tal como se produjo. En un primer

tiempo con Aurelio y María. Luego María

tuvo que irse a trabajar. Después conti-

nuamos con Ana y Jimmy. Posteriormen-

te cenamos y después de la cena fue

cuando empezamos con las recomen-

daciones a trío: Ana, Jimmy y Aurelio.

Aurelio y Maria

Como les decía, hemos quedado a

las 18.30 en la casa de Aurelio. Ana

me recoge en el hotel. Hace mucho

calor. Agradezco que Ana ponga el

aire acondicionado del coche a toda

máquina. Ana conduce rápido y ense-

guida llegamos, siguiendo la carretera

de Donostia, al desvío que te lleva a

Alegría. Alegría es un pueblo peque-

ño, del que luego nos hablará Aurelio.

Nos citamos con Jimmy en un bar del

pueblo para ir juntos a casa de María

y de Aurelio. Para mí es un encuentro

especial. Reconozco que no conozco

a ninguno con mucha profundidad,

tal vez más a Ana, pero los considero

amigos y ellos me hacen sentir como

si lo fuera. Llegamos al bar y ya está

Jimmy esperando. Apuramos un café

y nos vamos.

La casa de María y Aurelio es una vivien-

da en dos plantas, espaciosa, limpia y

decorada con buen gusto, muy confor-

table y fresca. Se agradece la excelen-

te temperatura del interior. Fuera sigue

haciendo un calor agobiante. La casa

tiene un salón amplio con sofá y buta-

cas en color claro separadas por unos

escalones del salón comedor.

María es de origen extremeño. Vivió

en Francia entre los seis y los diecisiete

años y desde ahí fue a Vitoria. María es

una mujer muy atractiva, de ojos claros

y mirada penetrante. Es una mujer in-

teligente que apoya cuanto dice con

argumentos sólidos. Es elegante tanto

en el porte como en sus ademanes y su

forma de hablar.

Aurelio tiene el pelo cano de un color

plateado que, junto a sus ojos azules,

limpios y claros, y su estatura le dan un

aire de artista de Hollywood, a lo James

Stewart. Le digo que parece un artista

de cine cuando veo sus fotos y se ríe.

Aurelio se ríe mucho, con una risa since-

ra. Es una de las personas menos afec-

tadas que conozco. Da la impresión de

que se lo pasa bien y te lo hace pasar

bien. Me da que Aurelio es un hombre

sabio, es de los que saben separar lo ba-

nal de lo importante. Creo que en eso

radica su buen humor.

Antoni: ¿Naciste en Alegría, Aurelio?

Aurelio: Si, nací en Alegría, en la época

en que se nacía en casa. Mis padres te-

nían un bar en el pueblo...

Page 130: Libro Vitoria DEFINITIVO

130

María: Los Martínez de toda la vida, son

muy importantes.

Reímos todos.

Aur: Me crié aquí, bueno, salvo el perío-

do en que me enviaron a estudiar inter-

nado a Estella...

M: Que te escapaste.

Aur: Sí, que me escapé.

M: Pero que se escapó literalmente,

¿eh?

Ant: ¿Cómo que te escapaste?

Aur: Pues nada, que me enviaron a estu-

diar internado en 1965 y no me gustaba

nada y en una ocasión que tenía que

hacer un examen, pues que estaba en

el internado y decidí que me volvía a

casa.

Ant: ¿Y qué edad tenías?

Aur: Pues once años

Estamos todos asombrados

Jimmy: ¿Y como viniste?

Aur: En autobús

Ant: ¿Y tenías dinero?

Aur: Pues imagino que sí. Mi madre esta-

ba en el bar haciendo croquetas o vete

a saber qué y me vio aparecer.

Me parece increíble que a un crío de

once años se le pueda ocurrir tal cosa.

Parece que a sus padres no les sentó

mal. Le enviaron a la escuela del pue-

blo, donde don Lucio hizo lo que pudo,

pero cuando se examinó de las mate-

rias de ese año...

Aur: Suspendí más asignaturas de las

que había. El pobre don Lucio... estába-

mos los niños del pueblo y yo que era el

más alto de todos... La cuestión es que

al año siguiente me matricularon en el

Colegio Bermar de Vitoria.

Aurelio trabaja en el Banco Basconia de

Agurain-Salvatierra. Le pregunto cómo

fue lo de dedicarse a la banca.

Aur: Pues cuando acabé me aconseja-

ron que estudiara algo de banca, que

iba a haber unas oposiciones. Me pre-

senté, aprobé y hasta hoy.

Ant: ¿Siempre en Salvatierra?

Aur: No, antes en Vitoria. En Salvatierra

estoy desde hace diecinueve años.

María tiene que echar cuentas para

decirme los años que lleva en Vitoria. Es

Page 131: Libro Vitoria DEFINITIVO

131

curioso que los padres de María fueron

a Vitoria desde un pueblo cercano a

París a consecuencia del mayo del 68.

Tuvieron la percepción de que se podría

reproducir un conflicto parecido al de

la Guerra Civil y no querían correr ese

riesgo. En cambio María tiene visión feliz

de aquella época. Ella tiene claro que

querían cambiar el mundo.

M: Nos parecía imposible que ese siste-

ma opresivo aguantara. Ahora parece

imposible que exista otro sistema. Éra-

mos jóvenes y nos sentíamos capaces

de todo, además íbamos todos juntos,

subíamos a los autobuses, no pagába-

mos...

María estuvo vinculada al activismo po-

lítico en la transición. Creo que es una

persona de profundas convicciones.

Le pregunto sobre su primera impresión

de Vitoria.

M: Me pareció que las chicas gritaban

mucho, se reían por todo. Sería la ado-

lescencia...

Ant: ¿Y la ciudad?

M: La ciudad muy bien, yo venía de un

pueblo francés, y ya sabes cómo son

los pueblos franceses. Bueno, lo único

que no me gustaba nada era que me

llamaran “franchute”. La única vez que

he golpeado a alguien en mi vida fue

a uno que iba en bicicleta, me llamo

“franchute” y le di tal golpe que lo tiré

de la bicicleta. Además me llamaban

Marie, pero eso no me importaba.

Estuve dando clases de francés, en aca-

demias. De hecho a Aurelio le conocí en

una academia en la que yo daba clases

de francés y el estudiaba inglés.

Aur: Te colabas en las clases de inglés.

M: Bueno, para aprovechar el tiempo.

Aur: Y me perseguiste.

M: Sí, te perseguí, asiente María no sin

cierta ironía, o al menos eso me parece

y nos deja la duda de si realmente fue

así.

Parece que se hicieron novios al coinci-

dir en las fiestas de Oreitia. Ella tenía die-

ciocho años y Aurelio diecinueve. Toda

una vida juntos. Tienen dos hijas y una

nieta que les perpetúa su ya habitual

sonrisa.

Ant: ¿Y lo de enfermería?

M: Empecé tarde a estudiar enfermería.

Con la salida de Francia, mis padres no

arreglaron los papeles para convalidar

los estudios que había cursado. Al llegar

aquí me puse a dar clases de francés

pero no podía hacerlo en escuelas ofi-

ciales así que lo hacía en academias.

Poco a poco el francés fue teniendo

menos demanda y los horarios eran

muy malos. Ya estaba casada cuando

me planteé retomar los estudios y me

presenté al acceso para mayores de

veinticinco años y lo aprobé. Estudié en-

fermería como podría haber hecho una

licenciatura en filología francesa, pero

al final hice enfermería que me encan-

ta. Yo de hecho lo que quería ser era re-

portera de guerra y pensé que, ya que

eso no lo iba a hacer, me dedicaría a ser

enfermera en lugares en conflicto. Pero

acabé los estudios, salió una oposición

Page 132: Libro Vitoria DEFINITIVO

132

en el hospital y la aprobé. Y no habían pasado dos años y me ofrecieron una supervi-

sión y luego la dirección de enfermería. Parecía que todo venía rodado y en un sentido

completamente distinto al que yo había planeado. Estaba muy contenta pero no era lo

que yo había previsto.

Ant: ¿Cuánto tiempo estuviste de directora de enfermería?

M: Cinco años. Yo lo hubiera dejado antes, pero nunca era un buen momento. Tenía muy

claro que iba a volver a la asistencia como enfermera, pero no había forma. Y además

la gente me decía que era un camino sin retorno o con difícil retorno. En parte me ayudó

el que recuperara la idea de irme fuera. Me fui a un proyecto de ayuda en Mauritania.

Aunque por mi edad y por la inexperiencia no era fácil que me aceptaran, me cogieron

por el francés. Nadie sabía francés. Pedí una excedencia y me fui.

Me parece muy valiente por haber tomado esa decisión, pero no me sorprende. Ya les

he comentado que María transmite una serena seguridad en sus convicciones.

Ant: ¿Y eso cuándo fue?

M: En el 2003.

Ant: ¿Cuánto tiempo estuviste?

Page 133: Libro Vitoria DEFINITIVO

133

M: Seis meses. Volvimos un mes antes de tiempo. Hacíamos un trabajo de formación sa-

nitaria, pero no fue exactamente como pensábamos. Volvimos un mes antes. A la vuelta

recuperé mi plaza y ahora estoy encantada.

Ant: Oye, Aurelio, y ¿lo de tocar el saxo?

Aur: Mi padre tocaba el acordeón y mi hermano también. Siempre me había quedado

la idea de estudiar música y por eso cuando volví a Agurain y tuve la oportunidad me

matriculé en la escuela y hasta ahora.

Ant: ¿Qué edad tenías?

Aur: Cuarenta años.

Interviene Ana para explicar que cuando ella llegó de profesora a la escuela, con vein-

tiún añitos, se encontró a Aurelio que estudiaba junto a su hija, alumna de la escuela,

y a la que le faltaba sólo un año para alcanzar el mismo nivel de estudios que en ese

momento tenía Ana. Se lo hicieron pasar mal. No entendía el humor de ambos, sobre

todo de Aurelio. Supongo que era exceso de responsabilidad por parte de Ana. Ahora

son muy amigos y se ríen al recordarlo. Aurelio la mira complacido y Ana explica con de-

talle, como en ella es habitual, lo que sentía entonces. Seguimos con ella y con Jimmy.

Page 134: Libro Vitoria DEFINITIVO

134

Domicilio familiar de María y Aurelio,

Alegría-Dulantzi.

Déjenme que me detenga especial-

mente en hablarles de Ana Isabel Bra-

vo. Ana Isabel es la principal culpable

de que ahora estén ustedes leyendo

esto. Si ella no me hubiera integrado

como lo hizo en esta ciudad no se me

habría ocurrido escribir este libro. La co-

nocí hace cuatro años en el salón del

hotel Lakua. Ella estaba al frente de un

cuarteto tocando estándares de jazz

alternando el saxo tenor y el alto, con

un sonido bello y profundo que me lla-

mó la atención. El que a esa hora yo

estuviera en el hotel era casual. Había

ido a cambiar la batería de mi cámara

después del concierto de Mendi y pen-

saba recoger la batería de repuesto e

irme corriendo al Jazz de Medianoche.

¿Qué razón me hizo cambiar de planes

y quedarme escuchando a Ana y a su

ANA ISABEL BRAVO Y

VITORIA, 26 de julio de 2009

JIMMY BIDAURRETA

Page 135: Libro Vitoria DEFINITIVO

135

cuarteto, con Perico a la batería, Pedro

al contrabajo e Iker Ruiz de Alegría al

piano? No lo sé, sinceramente. Podrían

pensar que fue por el reclamo de la

belleza de Ana, porque sería un motivo

suficiente, o la curiosidad de escuchar

a una mujer tocando jazz, o el oír es-

tándares que conozco bien, o tal vez

el sonido del cuarteto en su conjunto...

Seguramente hubo algo de todo eso,

pero años después pienso que fue un

golpe de suerte o bien, como podrían

interpretar otros, el destino que te une a

personas que influyen de forma podero-

sa en tu vida. Creo que Ana, que es aún

mucho más bella por dentro que por

fuera, es de esas personas que vale la

pena conocer en cualquier lugar y cir-

cunstancia. Ella fue quien me presentó

a prácticamente todas las personas que

luego he conocido en Vitoria. Y fueron

Ana y esos vitorianos los que involunta-

riamente me transmitieron una imagen

de la ciudad que, entre otras cosas, me

ha llevado a escribir esto.

¿Qué les puedo decir de Ana? Es mo-

rena de rasgos bien definidos que con-

forman una belleza muy propia del nor-

te. Tiene un pelo tupido y bonito y una

voz profunda que te embelesa. Habla

con mucha propiedad y con continuas

divagaciones que hacen que en muy

poco tiempo te cuente, al hilo de un

tema aparentemente banal, muchas

cosas interesantes. Es una excelente

saxofonista, extremadamente respon-

sabilizada de su trabajo y con una gran

capacidad didáctica. Pero por encima

de todo Ana se hace querer y no me

pregunten por qué. Creo que un poco

por todo.

Jimmy es de Donostia. Jimmy es alto, de

ojos claros que te miran fijamente. Tiene

una expresión singular, a veces como

ausente, pero sé a ciencia cierta que

está pendiente de todo y que escucha

y percibe lo que ocurre a su alrededor

aunque parezca que está en otra cosa.

Jimmy es brillante. Es muy interesante

charlar con él. Tiene ideas propias sobre

lo que le rodea y en especial sobre la

música. Parece estar siempre maqui-

nando algo. Lo conocí hace cuatro

años en el Gran Hotel Lakua cuando

vino a ver a Ana y a su cuarteto. Me lo

presentó Ana, por supuesto, y desde en-

tonces he tenido la oportunidad de ver-

le siempre que he ido a Vitoria.

Ant: ¿Estudiaste en Donostia?

J: Sí, estudié música en el conservatorio.

Estudiaba piano, pero luego empecé

con el fagot.

¿El fagot? Me sorprende este Jimmy

Ant: ¿Por qué el fagot?

J: Pues quería estudiar un instrumento

que no fuera el piano para tocar con

gente. En la escuela había un fagot

que no tocaba nadie y decidí empezar

con él. La verdad es que iba estudian-

do fagot pero no fue hasta los tres años

de tocarlo que al escuchar una graba-

ción de gente buena, me di cuenta de

lo bien que podría sonar el fagot. Hasta

entonces la verdad es que no era muy

Page 136: Libro Vitoria DEFINITIVO

136

consciente. De hecho vine a Vitoria por

trabajo, como profesor de fagot de la

escuela Luis Aranburu.

Ahí es donde conoció a Ana.

Ant: ¿Y cómo es que compaginas tu

música con el fagot?.

J: De hecho es raro que siga con la clá-

sica. Siempre me ha interesado otras

músicas. Me fui a Rotterdam a estudiar

música moderna.

Ant: ¿Qué estudiaste en Rotterdam?

J: El motivo por el que fui y lo que más

me interesaba entonces eran los ritmos

latinos. Pero en general mi interés esta-

ba fuera de la música clásica.

Ant: ¿Cómo empieza uno a componer?

J: Siempre he hecho música. Recuerdo

que de crío en casa había un piano. Em-

pecé tarde, a los trece años. Me acuer-

do que intentaba tocar con dos dedos,

con uno seguía de forma consecutiva

las teclas blancas y con otro las negras.

Como hay más teclas blancas que ne-

gras se iban creando intervalos distintos

y recuerdo como, sin saber lo que toca-

ba, de repente había intervalos que me

sonaban especialmente bien y paraba

ahí y jugaba con ellos, componía de al-

gún modo.

Ant: ¿Y lo de dirigir la Gasteiz Big Band?

Porque hubo antes una Gasteiz Big

Band ¿no?

J: Eso te lo explicará mejor Ana. Pero lo

de esa Gasteiz Big Band primera, en rea-

lidad dieron un único concierto, pero no

creo que eso se pueda considerar que

se formara una big band como tal.

Ana interviene.

Ana: Hace unos trece años, como forma

de aprovechar las posibilidades de los

músicos de la escuela, montamos una

asociación y empezamos a tocar reper-

torio de estándares de big band. Al prin-

cipio era un poco desastre, nos faltaban

instrumentistas.

Ant: O sea, que era mas bien un combo

grande.

Ana: Sí, algo así, pero luego sí que ya

éramos una big band con toda la for-

mación de metales.

Ant: ¿Qué repertorio hacíais?

Ana: Pues arreglos para big band de

temas clásicos. Tuvimos varias etapas. El

primer director fue Raúl Romo, que des-

pués se fue a Berklee. Luego asumió la

dirección Iker Sánchez y cuando éste lo

quiso dejar se lo ofreció a Jimmy.

Ant: ¿Tenías experiencia en dirección?

J: Ninguna, había estudiado alguna

cosa en Rotterdam de dirección co-

ral, pero nunca había dirigido una big

band.

Ant: ¿Y ...?

J: Pues nada, por un lado pensé que si

me lo ofrecía sería por algo y por otro

que tal vez era una buena oportunidad

para poner en práctica algunas ideas.

Según creo entender, Jimmy provocó

una pequeña revolución en la big band

al cambiar el concepto de la banda,

basada en la copia y la reproducción

de arreglos de otros, cada vez de mayor

dificultad, pero al fin y al cabo música

de otros, a buscar y encontrar un sonido

propio y un concepto musical arriesga-

do que combina sonidos pregrabados

Page 137: Libro Vitoria DEFINITIVO

137

con música en directo que se aparta

del repertorio clásico. No debió de ser

fácil.

Ant: ¿Cuándo se produjo el punto de

inflexión?

Ana: Con la presentación en el Festival

de Big Bands. Los primeros cuatro meses

no lo teníamos nada claro. Pero cuando

salimos y tuvimos el éxito que tuvimos y

sonó como sonó, nos quedo claro lo que

habíamos estado haciendo.

Llegaron a tocar en el Auditorio Nacio-

nal en Madrid. Han grabado un vinilo

que es precioso también desde el punto

de vista meramente estético.

J: Yo no sabía que tenían tantas dudas

durante esos meses. Tal vez si lo hubiera

sabido no sé si me hubiera atrevido.

Jimmy puede ser críptico a veces. Segu-

ramente no sentía la necesidad de ex-

plicar a los músicos de la banda qué era

lo que estaban haciendo en realidad

hasta que a él le pareció necesario. Se-

gún Ana, que lo vivía desde el otro lado,

este período fue duro, pero el resultado

les compensó con creces.

Ant: ¿En qué proyectos estás ahora?

J: Como instrumentista en Ortophonk y

con Makala. Por lo demás estoy produ-

ciendo cosas de Makala, también de

otra gente. Tengo un proyecto con el

sello Gaztelupeko Hotsak de recuperar

parte de su catálogo.

Una personalidad inquieta la de Jimmy

con un montón de ideas y de proyectos.

Ana no para de dar clases y de tocar.

Creo que es un fiel reflejo de como un

músico puede vivir de la música en el

País Vasco. En esta tierra es muy habi-

tual que varios miembros de la familia

toquen o hayan tocado un instrumento.

Eso supone la existencia de escuelas,

bandas, etc. Otra cosa es dedicarse a

la música profesionalmente.

Cuando le digo a Ana que la tengo que

entrevistar le entra la risa, pero rápida-

mente me cuenta:

Ana: Nací en Vitoria, en Txagorritxu. ¿Sa-

bes que txanagorritxu es “caperucita

roja” en euskera?

Ant : ¿Ahora tienes veinticuántos años?

Ana: Veintitreinta, ya tengo treinta. Tú

me conociste con veintiséis. ¿Vas a con-

tar como nos conocimos?

No sabe que ya lo he contado

Ana: Yo me acuerdo de cómo ibas tú

vestido.

Ant : ¿Ah, sí?, pues yo no me acuerdo.

Ana: Ibas de blanco, todo de blanco.

Pensaba que habías salido de Ibiza o

algo así.

Ant : Háblame de todos esos sitios en los

que has trabajado de músico. ¿Qué fue

lo primero que hiciste?

Ana: Pues empecé con nueve años a

cantar en un coro del colegio. El mo-

vimiento coral en el País Vasco es muy

importante. Todas las ikastolas tienen su

coral, con cantera propia, y suele haber

un coro juvenil. Yo iba al colegio Luis Do-

rao (ao, no es una errata), y ahí había

una chica, Inma Royo, a la que tengo

mucho que agradecer. Con nueve años

nos pilló a tres chicas de la misma edad,

Page 138: Libro Vitoria DEFINITIVO

138

y nos puso de jefas de coro. Vicki, Virgi-

nia y yo. Ellas también siguen dedicán-

dose profesionalmente a la música. Con

doce años nos empiezan a llevar a cur-

sos de dirección coral, y uno de nuestros

profesores es Juanjo Mena, que ha sido

director titular de la Sinfónica de Bilbao.

Íbamos las tres niñas y empezamos a ha-

cer nuestros pinitos con la dirección.

Después de eso fue ella quien nos diri-

gió al conservatorio a estudiar música

porque esa era nuestra carrera. Y ahí

fue un rollo casi de amigas. Yo quería

tocar el violín, bueno, no tenía muy cla-

ro si el violín o el violonchelo. Había un

anuncio de Timotei que salía una rubia

tocando el violonchelo, muy sensual.

Por otro lado mi padre toda la vida ha

querido tocar el saxo. Como tercera op-

ción tenía el saxo. Al final me decanté

por el saxo porque mi padre quería que

yo fuera un chico, pero le salí niña y dije

va, al menos le doy una alegría y toco

el saxo. Yo empecé a estudiar saxo pero

seguía muy centrada con lo de los co-

ros. Lo que ocurre es que me salieron

unos nódulos y tuve que dejar de cantar.

Fue entonces cuando me dije, pues me

pongo a dirigir.

Para tratarme los nódulos fui a un mé-

dico foniatra al que casualmente le

habían encargado hacer una terapia

a los cantantes del Centro Andaluz de

Vitoria. Ya me ves con catorce años de

asesora musical del médico foniatra

que trataba a la gente que hacía cante

jondo. Acabé el tratamiento foniátrico

pero los del Centro Andaluz me ofrecie-

ron dirigir un coro de música andaluza,

con grupo instrumental de dos guitarras

un teclado. Aquello era una fiesta.

Luego me ofrecieron dirigir un coro de

adultos, el Aritz Ostoa, que estaba vin-

culado a Eusko Alkartasuna. Sabes que

hay muchos coros vinculados a partidos

políticos, a sedes de montaña y tal, y

este era de Eusko Alkartasuna. Puse la

condición de que, aunque enseñára-

mos en la sede, estuviera abierto a todo

el mundo. Estuve un par de años diri-

giendo ese coro.

Ant: ¿Te pagaban?

Ana: Ahí me pagaban.

Ant: ¿Con catorce años?

Ana: Sí, con catorce años.

Ant: Así has amasado tu fortuna...

Ana: Pues con catorce años, entre una

cosa y otra, igual ganaba entre 15 y

20.000 pesetas al mes. Era una pasada.

El Aritz Ostoa me pagaba sobre todo for-

mación. Luego me llamaron del Ayunta-

miento para dirigir los coros de la tercera

edad. Fíjate, con esos abuelillos, yo que

no había conocido a mis abuelos... Yo

siempre he dicho que no he tenido ni

abuelos ni pueblo, pueblos al final estoy

trabajando en ellos y abuelos, me caye-

ron ¡noventa!. Que te hacen torrijas, que

te hacen muñecas, que te hacen pa-

ñitos, que te hacen manualidades... Al-

guien me regaló noventa abuelos de re-

pente. Estuve dirigiéndoles cuatro años.

Algún día, si puedo, volveré a los coros,

porque es muy grande. Una big band

instrumental supone un trabajo huma-

no a nivel colectivo que está muy bien,

Page 139: Libro Vitoria DEFINITIVO

139

pero la voz es otra cosa. La sensación de

levantar los brazos y que te dé un acor-

de un coro de voces es algo muy íntimo.

Lo echo de menos y no descarto volver.

Cuando empecé a tocar el saxo yo no

lo tenía muy claro y esa es otra manera

de hacer música, el instrumento es otro

tipo de vehículo... Yo hacía música a tra-

vés de las voces de los coros que dirigía.

En cuanto a lo del Conservatorio, em-

pecé a estudiar en el de Vitoria. A mi

profesor del Conservatorio tengo que

agradecerle sobre todo que me hizo

leer mucha música. Un buen día apa-

reció el catedrático del Conservatorio

del Bruc de Barcelona, un tal Bofill, que

nos vino a dar alguna master class, y nos

conoció a un chico que se llama Álvaro,

que está tocando en la big band de Bob

Sands, que se ha ido a Madrid, y a mí,

y nos aconsejó que contactáramos con

Josecho Silguero, que estaba en una es-

cuela de música de Errenteria, que ac-

tualmente es profesor del Conservatorio

de aquí, y empezamos a estudiar con él.

En esa época ya estaba metida en or-

questas de verbenas, primero con Aza-

bache, y después con Little Band. He

tocado siempre en charangas. Lo de las

charangas es muy importante en el País

Vasco. Mi charanga era Akelarre. Ahí es-

tuve tocando desde los once hasta los

veinte o así.

Ant: Y en lo que se refiere a la enseñan-

za, ¿en qué centros has dado clase?

Ana: A los veintiuno empecé en Alegría

con una plaza a tiempo parcial de pro-

fesora de saxo en la escuela municipal.

Simultáneamente daba clases en es-

cuelas privadas: colegio San Prudencio

en Vitoria, escuela de música Vedruna

del Sagrado Corazón. De ahí al Conser-

vatorio de Mondragón. Después me hi-

cieron directora de centro en Vedruna

y después saqué otra plaza en Amurrio.

Ant: ¿En qué año fue eso?

Ana: En 2005. Pero fíjate que el año pa-

sado estuve dando clase en Arámburu,

de donde había sido alumna.

Ant: ¿O sea que tienes dos plazas gana-

das a pulso?

Ana: Sí, la de Amurrio de media jornada

y la de Alegría a menos de media jor-

nada. Dar clases en tantos sitios me ha

permitido conocer a mucha gente.

Doy fe de ello. Es imposible pasear con

Ana por Vitoria sin que la salude un sinfín

de gente, niños y no tan niños. En Ale-

gría es una más, la conoce todo el pue-

blo. No he tenido la oportunidad de ir

con ella a Amurrio, pero seguro que será

igual.

Ant: También tocas habitualmente con

la banda municipal.

Ana: Con la banda municipal colaboro

desde 2001.

En las páginas dedicadas al jazz se hace

referencia a uno de los conciertos de la

banda municipal en el jardín de Falerina

en el que participa Ana. Me viene a la

memoria que unos meses atrás me lle-

vó a Alegría para que viera el ensayo

de unas bandas de niños. Fue todo un

espectáculo ver a unos cien niños en el

bonito auditorio municipal de Amurrio

Page 140: Libro Vitoria DEFINITIVO

140

con sus instrumentos. ¿Edades?, desde

siete u ocho los menores a dieciséis o

diecisiete años los mayores.

Ant: Cuéntame lo de los niños.

Ana: Hace dos años me ofrecieron diri-

gir la Banda Txiki en Amurrio. Son treinta

niños y ahí me lo paso en grande. Pero

lo que tú viste en Alegría era otra cosa.

Surgió hace cinco años, en que junta-

mos niños de Amurrio, Vedruna y Ale-

gría. Ya viste lo que montamos. Además

procuramos mezclar un repertorio más

clásico, con arreglos de temas que les

puedan sugerir algo a los niños. Otro

proyecto que tengo este año es hacer

intercambio entre bandas, irnos unos

días a un albergue con los profesores y

organizar un repertorio común. El año

que viene participaremos en el Festival

de Big-Bands de Vitoria con la Banda

Txiki.

Ant: Y tú, como instrumentista, ¿con

quién estás tocando?

Ana: De forma estable con Makala, que

es un DJ que trabaja en Euskadi Gaztea.

En los directos montamos una historia

parecida a una jam con DJ. Además

toco con la Gasteiz Big Band y ocasio-

nalmente con algún otro grupo como

el que me viste cuando nos conocimos.

Ana es feliz con su trabajo y así te lo

hace sentir. Le encanta estar metida en

un montón de cosas a la vez, ya ven.

Interrumpimos la conversación de la

historia de Ana a la hora de cenar. Des-

pués de la cena, en la sobremesa, vol-

vemos al tema de Vitoria y les pido que

Page 141: Libro Vitoria DEFINITIVO

141

recomienden sitios adonde ir. María no

está, se ha tenido que ir a trabajar.

Aur: Un restaurante que me gusta es el

Lemar, en la calle Extremadura. Es coci-

na de autor, con menú degustación.

Ana: Es difícil pedir por la carta que tie-

nen. ¿Te ha dicho alguien el Tulipán ne-

gro?

Aur: ¿Ese cuál es?

Ana: El de las morcillitas.

Aur: Ah sí, claro.

J: Pues yo te diría el Chimbo.

Ant: ¿Y eso qué es?

J: Un restorán.

Ana: En la “Cuchi”.

J: Es comida como la de antes, carne,

garbanzos... La última vez que estuve

coincidí con Jon Sistiaga. Otro que me

gusta es El Marmita-Co, en la avenida

Judizmendi, con un menú del día que

está muy bien.

Ana: Y es original. El restaurante está de-

corado con las paredes en negro.

¿Te puedo hablar de Labastida?, por-

que en Labastida, para irte a comer

las patatas con chorizo, las chuletas al

sarmiento, yo iría al Jatorrena. Ese es un

plan de domingo estupendo... O el Pe-

tralanda. El otro día estuve cenando allí

y muy bien.

Luego la marisquería Urrunaga. Está a

unos diez kilómetros de Vitoria yendo

hacia Legutiano.

J: Hacia Urrunaga.

Ana: El Dólar, de pinchos...

Aur: Hay mucha variedad.

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142

J: La Blanca, en la Virgen Blanca, ¿te

han hablado de ese?

Ant: No, de ese no, de la zona, pero no

de ese bar en concreto.

Ana: En esa zona está el Otxo Ballarin,

en la “Herre”. El Querida María también

me gusta.

J: Y la Malquerida.

Ana: Hay un gallego, El Camilo, que está

en Julian de Apraiz que es una zona fue-

ra del centro, bien de precio, el menú

y la carta. En Lakua, está la fragua de

Vulcano, de bocatas y racioncitas, en la

plaza Euskalerria. Luego está la Casa de

mi abuela. De ahí destacaría el trato.

J: Y el Dolomiti.

Aur: Ahí hacen una pizzas...

Ana: Y unos canelones con bacalao y

piperrada. Mezclan la cocina italiana y

la del país.

Aur: Cocinan también tradicional. Es de

un antiguo ciclista, de Paco Galdós. De

bocatas está muy bien el Taberna de los

mundos, en la plaza de los Fueros.

Ana: En cocina tradicional está el Felipe.

Aur: Hay un restaurante en Langarika

por la carretera, que tiene media doce-

na de mesas, con un menú que cambia

según temporada, que no me acuerdo

cómo se llama.

Y para oír música, tomar una copa:

Ana: El Iguana.

J: El Ibú, en Judizmendi.

Ana: Lo ha cogido el dueño del Iguana.

En El Nuevo, en el Portal del Rey, ponen

música de los ochenta y noventa. En el

bar de Falerina suelen traer DJ., funcio-

na por la noche hasta la una. Está tam-

bién El Dublín. ¿Del Hell Dorado te han

hablado?

J: Eso es un templo de la música, con

una programación estable y una larga

trayectoria, con mucho criterio. Hay mu-

chos grupos que giran en salas de me-

dio aforo y paran allí seguro.

Ana: Está en el polígono industrial de

Uritiasolo.

J: Hay actuaciones de todo tipo pero

son un referente en el mundo del rock. Es

un sitio muy especial, no sólo como local

sino como iniciativa.

Ant: ¿Y el sitio donde estuvimos ayer?

Ana: Se llama El pase

Jimmy: ¿Y el Cuatro Azules? Oye, ¿y El

Plaza?

Ana: Ahí se come bien también. Por

la noche ponen house. El Cuatro Azu-

les también es de house y debe haber

cumplido los veinticinco años, es un sitio

mítico. Para el que piense que Vitoria es

una ciudad con poco ambiente de no-

che, que empiece en los Cuatro Azules.

Santi es el DJ. residente que vive por y

para la música. Tiene un programa en

radio Vitoria.

Aurelio nos ha ofrecido un café y una

copa. Yo le digo que copa no quiero

pero sí café. Tomaremos Aurelio y yo.

Jimmy sí quiere copa y Aurelio aparece

con una botella de ouzo, el licor anisado

griego. Al final lo probamos todos.

Ana: Oye, ¿alguien te ha hablado del

Aldapa, de los cafés del Aldapa, que

Page 143: Libro Vitoria DEFINITIVO

143

significa “cuesta” en euskera?. Son los

mejores cafés de Vitoria. El Estitxu es un

bar que dan conciertos los jueves de

pequeño formato. Y si quieres alargar la

noche tienes que ir al Mario’s.

Aur: A mí me llevaron el otro día porque

me dijeron que tenían un muy buen gin-

tonic.

J: El refugio ¿te parece un sitio interesan-

te?.

Ana: Ahí antes se pinchaba rock, pero

ahora creo que ha cambiado el estilo

para gente muy jovencita.

Como veis quien lleva la voz cantante

en este tema es Ana. Conoce muy bien

Vitoria. Aurelio y Jimmy asienten sobre

los locales a los que se refiere Ana.

Ana: Hay tres locales de Vitoria de los

mismos propietarios que se diferencian

un poco por la sofisticación y la calidad,

y el precio también, que son el Archie,

Smokie y Vitoria Bar. Ahí sí que están

pendientes de todo, la música, la copa,

todo está muy cuidado. Luego está el

Monroe que no sé de quien es pero tam-

bién está muy bien.

Ant: ¿Y rutas fuera de Vitoria?

Ana: Otxandiano es muy bonito.

Aur: Pero Otxandiano ya es Vizcaya.

Olaeta es Álava, que está pegado, y ahí

hay un sitio que te ponen unas alubias,

que no se como se llama, que están

buenísimas. Es comida tradicional. Es tí-

pico ir a comer alubias con sacramentos

y un postre y ya está.

Aur: Rutas para bicicletas hay muchas.

La vía verde del antiguo vasco-navarro

hasta el pantano es preciosa. O ir al Ur-

basa y hacerte toda la planicie andan-

do o en bicicleta. El bosque de Izkiz tam-

bién es muy bonito y es una ruta fácil.

J: Las Salinas de Añana...

Ana: Okina Saseta, en la ruta del vino

y el pescado, la que iba de Logroño a

Pasaia, hay varios tramos en Álava. Este

es un tramo de unos seis kilómetros para

pasear que puedes ir con niños, hay pe-

ñas, barrancos, cascadas...”

Aur: La zona de Aramaiona es también

muy bonita, hay una sidrería muy reco-

mendable. Cerca de ahí está el panta-

no de Albina, muy recogidito, con pinos,

también para pasear en familia.

J: En Treviño puedes hacer psicofonías.

En Ochate, pasando el puerto de Vito-

ria. Aunque es provincia de Burgos.

Aur: Treviño es un regalo que le hicieron

a un conde.

Ana: Un souvenir.

Ana: ¿Y el puerto de Opakua?

J: ¿Y la cueva de la Lece?

Me avasallan entre los tres con tanta

información. Van diciendo sitios y se in-

terrogan los unos a los otros para reco-

ger su opinión sin esperar respuesta. No

es necesario, parecen estar todos de

acuerdo en sus recomendaciones.

Ana: Es imperdonable, pero no he ha-

blado de Amurrio, que es donde tra-

bajo. El Bideko para comer, El Refor... La

dueña del Bideko es guitarrista.

J: ¿Y el Erauskin?

Aur: Claro, aquí en Alegría, el mesón

Erauskin. Además el viernes tienen un

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144

menú especial, muy bien elaborado y bien de precio, y luego tienes derecho a cantar.

J: El repertorio es estilo karaoke.

Aur: Pero te puedes llevar tus cosas preparadas para cantar si quieres.

J: Pablo Abraira y ese estilo.

Ant: Hombre, Gavilán o paloma, un temazo.

Ana: ¿Lo podrías cantar?

Ant: No sé, no sé. De Iván, ¿os acordáis?, ¿y de Pedro Marín?

Ya se ve que vamos teniendo una edad...

Nuestra conversación deriva hacia un amigo común, José Larrakoetxea. Este es un per-

sonaje difícil de etiquetar. Larrako es de Bilbao, pero vivió en Filipinas y tiene algo de

inglés en el porte y en el habla. Ha asistido a todos los festivales de jazz del País Vasco

prácticamente en todas sus ediciones en los últimos cuarenta años. Debe de llevar en

su mente y en su corazón más de cien ediciones de festivales de jazz en Euskadi y en el

resto del mundo. En concreto, del festival de Donostia ha estado en 41 de sus 44 edicio-

nes. Se perdió tres: una, la primera, porque no se enteró de que se hacía un festival de

jazz, otra porque en esas fechas estaba fuera del país y la tercera porque se fue a la mili.

Toca la trompeta aunque no se dedica profesionalmente a ello. Lo conocí hace unos

años en Donostia. Dos días antes me encontré con Aurelio en Donostia y le presenté

a Larrako. Por eso aparece en la conversación. A Ana se lo presenté en una anterior

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edición del Festival de Jazz. Larrako es un amigo entrañable, con quien tengo contacto

pocas veces al año. Aprovechamos cualquier ocasión en que él se desplaza a Barce-

lona o yo a Euskadi para vernos. Un saludo a Larrako, aunque no sea de Vitoria, por su

particular forma de vivir y querer el jazz.

Aurelio: Pues ahora que lo dices, de las 33 ediciones del festival de Vitoria yo me he

perdido muy poquitas. He visto a Oscar Petterson, a Sara Vaughan, a Miles Davis, a Stan

Getz con Dizzie Gillespie... Por cierto, que Stan Getz llegó tarde por una cosa con una

chica cuando venía de camino para Vitoria desde Francia.

Stan Getz tenía fama de mujeriego y parece que hizo un alto en el camino por una

mujer mientras los vitorianos le esperaban en Mendizorroza.

Aurelio nos está poniendo los dientes largos. Es impresionante el elenco de figuras que

han pasado por el Festival de Jazz de Vitoria y tenemos ante nosotros a un privilegiado

que ha podido ver en directo a muchos de los grandes mitos del jazz.

La noche se va acabando. Supongo que insistir en que ha sido una excelente velada

es innecesario. Con Ana, Jimmy y Aurelio es muy difícil no pasar una excelente vela-

da. Nos ha faltado María en la cena, pero el trabajo es el trabajo. Mañana es lunes,

tendré que volver a mi casa, aunque a estas alturas ya tengo dudas de dónde está

mi casa.

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146

Hotel Villa de Laguardia, Laguardia.

Es el día de regreso a Barcelona. Pare-

ce que hace mucho tiempo que estoy

en Vitoria, parece que hace mucho

que salí de Barcelona. Fue el 11 de ju-

lio exactamente, pero parece que esto

ha pasado muy rápido a la vez. Siento

esa sensación paradójica del paso del

tiempo siempre que estoy especialmen-

te bien. Y en este viaje así ha sido. Por

otro lado, tengo una mezcla de sensa-

ciones y sentimientos. Estoy feliz por todo

lo que me ha sucedido, estoy triste por

marcharme, estoy feliz por la gente que

he conocido, estoy triste por no poder

pasar más tiempo con ellos.

Esté como esté ha llegado la hora de

partir y además no la puedo demorar

porque he quedado con Juanma La-

vín, presidente de la Ruta del Vino de

la Rioja Alavesa, región tantas veces

recomendada por nuestros amigos y

que merecía una entrevista a alguien

representativo, y Juanma, sin duda, lo

es. Hemos quedado a la una pero ya

me advirtió que se podría retrasar. Yo

ando también con retraso. Me faltan

unos treinta kilómetros para llegar a La-

guardia y son la una. Le envío un SMS

y me confirma que también llega con

retraso. Mejor, así no me siento culpable

y, mientras, me deleito contemplando

este paisaje que nunca cansa a la vista.

Voy atravesando los pueblos a ambos

lados de la frontera entre la Rioja Alave-

sa y La Rioja Alta. De repente sobre un

cerro aparece Laguardia. Es una visión

que me sigue sorprendiendo a pesar de

que no es nueva para mí.

Llego al hotel Villa de Laguardia, situado

fuera de la muralla, a pie de carretera.

Es una construcción que recuerda a las

casas solariegas, a las antiguas casas de

retiro de gente adinerada. El vestíbulo y

la cafetería son muy acogedores e invi-

VITORIA, 27 de julio de 2009

JUANMA LAVIN

Page 147: Libro Vitoria DEFINITIVO

147

tan al viajero a entrar y sentirse como en

casa. Me siento en una de las mesas de

la terraza interior. A través de los crista-

les veo un jardín muy bien cuidado y, a

juzgar por el atuendo de los turistas que

veo pasar, debe de haber una piscina

en el recinto. Luego lo confirmaré. Voy

a la barra y pido un crianza, ¿qué si no?

Mientras espero, preparo la cámara y

la grabadora, reviso y contesto algu-

nos correos electrónicos. Se respira paz

en este lugar. Al cabo de un rato llega

Juanma Lavín. Se presenta y me estre-

cha la mano. A pesar del retraso de

ambos no nos disculpamos especial-

mente. Él ya me había advertido y yo le

he esperado encantado. A primera vis-

ta Juanma me transmite cierta cautela.

Imagino que, como otras personas con

las que he contactado, no tiene claro

exactamente lo que estoy haciendo.

Después de unas frases corteses le expli-

co de qué se trata y enseguida tengo

otra impresión. Presiento que me va a

explicar muchas cosas y prometen ser

interesantes.

Le pido que se presente y lo hace de

una manera muy formal pero sin ningún

tipo de afectación, sino todo lo contra-

rio, como cumpliendo con un trámite

que exige el guión.

J: Me llamo Juan Manuel Lavín San-

tamaría, nací en Vitoria en el año 63,

desciendo de Laguardia por parte ma-

terna. Vivo en Vitoria pero trabajo en La-

guardia, entre Vitoria y Laguardia. Estu-

dié ciencias económicas y empresaria-

les y ahora soy director-gerente del hotel

Villa de Laguardia, del Centro Temático

del Vino y de una empresa de catering

que opera por todo el norte. Soy presi-

dente del proyecto Ruta del Vino de la

Rioja Alavesa en el cual estamos más de

cien socios. Están todos los ayuntamien-

tos, quince, las cuatro juntas administra-

tivas, y veintitrés núcleos de población

pequeñitos. Es un proyecto de dinamiza-

ción turística en el que están integrados

los concejos, restaurantes, bares y las

bodegas que estén abiertas al público.

Piensa que en la Rioja Alavesa hay más

de cuatrocientas bodegas pero no to-

das están preparadas para mostrar sus

entrañas y compartir sus experiencias.

También hay empresas de todo tipo de

servicios, porque en este proyecto no

sólo se habla de vino sino también de

patrimonio, de naturaleza, de sostenibi-

lidad, de arte, de gastronomía...

La Rioja Alavesa es una subzona de la

denominación de origen calificada Rio-

ja, de unos 314 km2 aproximadamente,

13.000 hectáreas de viñedo y 12.000 ha-

bitantes nada más. De estos, 2.000, son

propietarios de viñedos y 6.000 están di-

rectamente relacionados con el vino. Es

un valle que está entre la sierra de Can-

tabria y el río Ebro, con un microclima

especial, diferente al de otras zonas de

la DO (denominación de origen) Rioja.

Está totalmente salpicado de viñedos.

Es un mar de viñedos, con pueblecitos

medievales de 150 a 2.000 habitantes

el que más. Todo gira en torno al vino.

Aquí, en Laguardia, si ves el pórtico po-

Page 148: Libro Vitoria DEFINITIVO

148

licromado de la iglesia de Santa María

de los Reyes, verás que es uno de los

pocos en el que se compendia el arte

religioso con el mundo del vino.

Esta es la zona norte de la DO Rioja, en

la zona sur de Alava. La DO Rioja es una

comarca natural, dividida en tres subzo-

nas: Rioja Baja, Rioja Alta y Rioja Alave-

sa. La subzona Rioja Alavesa es la que

coincide con los territorios de la DO Rio-

ja que están dentro de Álava. La Rioja

Alta coincide con un trozo de la comu-

nidad de La Rioja y un trozo de Castilla

y León. No toda uva que se planta en

la comunidad autónoma de La Rioja es

DO Rioja. Hay una parte de la comuni-

dad autónoma que no está amparada

por la DO Rioja.

La Rioja Alavesa, aparte de que ha cui-

dado su patrimonio, ha cuidado mucho

su identidad. Además estamos entre

400-700 metros por encima del nivel del

mar, con inviernos fríos pero no en ex-

ceso y con veranos calurosos pero no

extremos, con unas características del

suelo especiales, son arcillo calcáreos

preferentemente, y unas temperaturas

medias a lo largo del año que permiten

realizar grandes vinos.

La Unesco enumeró cinco condiciones

para considerar que una zona fuera

considerada una región apta para la

producción de vinos de alta calidad

y La Rioja Alavesa es de las pocas que

cumplen esas condiciones.

La Sociedad Vascongada de Amigos

del País promueve en 1785 un concurso

sobre propuestas de mejora de los vinos,

donde Manuel Esteban Quintano, clé-

rigo de Labastida, elaborando al estilo

francés, consigue pasar el océano Atlán-

tico sin alterar la calidad del producto. Desde principios del XIX la Diputación

alavesa impulsa la mejora de produc-

ción de los vinos de Rioja Alavesa. Es

consciente del estado decadente y rui-

noso de los pueblos que componen la

Hermandad de Laguardia por la impo-

sibilidad de dar salida a sus vinos, par-

te principal de sus cosechas. En 1862 se

transmite el mensaje al Marqués de Ris-

cal, buen conocedor del mundo social

y mercantil bordelés, quien junto con su

hijo Camilo ven en Jean Pinaud a la per-

sona idónea para este cometido.

En 1862 se firma un contrato entre Pina-

ud y la Diputación Foral de Álava

El vino elaborado con las enseñanzas de

Pineau es bueno y satisface los palada-

res; pero el mercado no tiene esa refe-

rencia para introducirlo en sus intereses.

Se piensa en una campaña institucional

de promoción bajo la denominación de

“Medoc Alavés”. Con esta etiqueta par-

ticipan en la Exposición Internacional de

Bayona de 1864, donde obtienen una

medalla de oro. Al año siguiente en la

Internacional de Burdeos, consiguen no-

minaciones de plata y bronce. Mientras,

se van haciendo campañas en la Villa

y Corte madrileña del “Medoc Alavés”,

obteniendo muy buena aceptación.

Ese fue el primer vino despalillado que

se hizo aquí. En 1968 el marqués de Ris-

cal firmó un acuerdo con Jean Pinaud.

Page 149: Libro Vitoria DEFINITIVO

149

En las botellas ponía Rioja Alavesa. Aquí

siempre se ha tenido esa idea de identi-

dad de Álava. Se han cuidado los pue-

blos, el patrimonio...

Me habla de la importancia de la ven-

dimia en septiembre, como momento

álgido en que se produce el resultado

de todo el año. En esa época el bode-

guero ve culminar su trabajo de toda

una temporada.

Me comenta los distintos tipos de bodegas.

J: Hay cuatro tipos: las construidas por

grandes arquitectos (Calatrava, Ghery,

Maziers, Aspiazu...). Eso es relativamente

reciente. De hecho la primera bode-

ga de la Rioja Alavesa que hizo un ar-

quitecto fue Campillo en los noventa,

antes las hacían ingenieros. La segun-

da tipología son las grandes bodegas

centenarias: Palacio, Marqués de Ris-

cal... con muchos años de trayectoria.

El tercer tipo es la bodega familiar. Esa

no se puede comprar con dinero y que

pasa de padres a hijos. No hay ninguna

zona vitivinícola que tenga tantas bo-

degas familiares como la Rioja Alavesa.

Es una maravilla escucharles hablar de

sus padres, abuelos, bisabuelos... cómo

hacían el vino. Y la cuarta tipología son

las que están bajo tierra. Laguardia está

plagada de ellas, es como un queso

gruyere, completamente horadada por

cuevas. Allí se hacía el vino de macera-

ción carbónica, que es el vino típico de

esta zona.

Puedes visitar también edificios civiles como la Casa de las Primicias, que se

ha recuperado completamente. Ahí se

hacían los diezmos y primicias. Se en-

tregaba al clero la décima parte de las

cosechas.

La uva clásica es el tempranillo, pero me

advierte de que siempre en las cabece-

ras se ha cultivado la uva blanca.

En ese momento suena el teléfono y

Juanma pide la comida: un carpaccio

de wagyu (de buey de Kobe), unas ver-

duras y unas chuletillas. Voy a comer

con Juanma en el restaurante El Medoc

Alavés, en el mismo hotel Villa de La-

guardia. Un privilegio.

Seguimos hablando de los blancos.

J: Las siete varietales principales de la

zona son: tempranillo, garnacha tinta,

graciano, viura, malvasía, garnacha

blanca y mazuelo.

Llama la atención que en esta comarca

las bodegas siguen estando en manos

de propietarios de la zona, son pocas las

bodegas que han sido adquiridas con

capital foráneo.

Le pregunto si hay algún momento que se

pueda considerar como el despegue de

la zona. Me comenta que a partir de los

ochenta y sobre todo de los noventa ya

se empieza a cuidar mucho más la cali-

dad que la cantidad, de modo que en los

noventa se empiezan a tirar uvas al suelo.

El vino se empieza a hacer en la cepa.

Pero esto viene ya desde el siglo XIX.

Antoni: ¿Sigue habiendo sorpresas con

los vinos de aquí?

J: Mira, te voy a contar. Hay un pueble-

cillo que es Junta Administrativa, Salini-

Page 150: Libro Vitoria DEFINITIVO

150

llas de Buradón, donde todavía se produce sal, que tiene viñedos. Venden la uva a

la cooperativa de Labastida pero se reservan algo de uva para hacer vinos para su

propio consumo. Estuvimos el otro día en una jornada de puertas abiertas, en junio o así,

y probamos algunos vinos que eran verdaderas sorpresas. Tenían garnacha pura, por

ejemplo, y además mantienen viñas muy antiguas. Eso no es solo exclusivo de Salinillas,

en otros sitios puedes encontrar vino que el propietario hace para su consumo, a veces

también lo vende en pequeñas cantidades, y son vinos muy especiales.A: ¿Cuales son las joyas de le Corona?

J: Si quieres conocer bien la Rioja Alavesa, tendrías que visitar todo, porque cada bo-

dega es en sí misma una experiencia. Pero si hablamos de arquitectura, está Ysios, Viña

Real de CVNE, Campillo, Risca, Baigorri y Domecq. Familiares antiguas: Bodegas Loli Ca-

sado, Primicia, Muro, Casado Morales, M. A. Rubio, Sasazu, Cañas, San Pedro, por poner

algunos ejemplos. Pero hay cientos. Ahora entre seis establecimientos estamos hacien-

do lo que llamamos la Rioja Alavesa en familia. Tú puedes venir con niños y, todos juntos,

participar de la experiencia del vino, desde el viñedo. Ves una bodega familiar, comes

en una ermita en plan parrillada con sarmientos, luego vas a una bodega más grande,

Marqués de Carrión, por ejemplo. Luego al spa para hacer vinoterapia todos juntos. Al

día siguiente vas al centro temático del vino y allí se va haciendo un puzzle de todo lo

que has visto esos días hasta la comercialización. También hacemos experiencias sen-

soriales con olores.

Page 151: Libro Vitoria DEFINITIVO

151

Me explica lo que estamos comiendo. No había tenido la oportunidad de probar buey

de Kobe y en carpaccio está exquisito. Me comenta que también hacen hamburgue-

sas de wagyu que tienen mucho éxito.

J: La bodega de El Fabulista, que perteneció al fabulista Samaniego, en Laguardia, es

otra que merece la pena y se puede visitar.Con el proyecto de la Ruta del Vino de la Rioja Alavesa llevan cinco años. La valoración

que hace es muy positiva. Está considerado, dentro de las rutas del vino de España,

como uno de los proyectos mejor gestionados. De 40 socios iniciales se ha pasado a

110. Es una iniciativa que aúna esfuerzos entre instituciones y entidades privadas. Se ha

invertido en formación para poder adaptarse a recibir turistas.

Le pregunto sobre el formato de bodega-hotel.

J: Bodegas Palacio en los años noventa fue pionera en el alojamiento en la propia bo-

dega. Ahora Heredad Ugarte está haciendo un hotel. Domecq tiene una casa de hués-

pedes. Barón de Oña, también. Otro formato son los hoteles que tienen bodeguita.Ant: ¿Qué me puedes decir de las lagunas que rodean Laguardia?

J: Es uno de los iconos del turismo ornitológico. Se está poniendo esa zona en valora

turístico. Al Prao de la Paul, que es el mayor acuífero que hay, puedes ir andando, a

caballo, en bici,...

Si quieres hacer escalada están las paredes de la Sierra de Cantabria.

Page 152: Libro Vitoria DEFINITIVO

152

A: ¿Y sobre los colores de esta tierra?

J: Este es un territorio que se debe visitar

en diferentes épocas del año. Aunque

es un valle, en diez minutos te puedes

subir al balcón de La Rioja, la parte más

alta. Por eso no es lo mismo en enero,

que puede haber un poco de nieve y

que las cepas están durmiendo, en pri-

mavera con esos primeros brotes verde

claro. En verano el verdor es más intenso

y con una temperatura agradable, y en

otoño, el color es completamente distin-

to después de la vendimia. En octubre,

sacas fotos con días de diferencia y son

distintas. Es un mosaico de color.

Nos interrumpe amablemente María

con las verduras.

La iniciativa empresarial de la familia

Lavín empieza en Vitoria en la cafetería

Altair.

J: Luego de ahí empezamos con el ca-

tering, y de ahí montamos el centro Villa

Lucía en Laguardia primero para mon-

tar caterings, con unas carpas, viendo

el viñedo. Ahí mismo hicimos un centro

temático del vino, como punto de en-

cuentro sobre temas del vino, que abri-

mos en el 2.000, con múltiples espacios

para acoger congresistas. Es una finca

de unos 10.000 metros que fue de la

familia de El Fabulista de Samaniego.

Como no había plazas hoteleras para

acoger a la gente que venía, con otros

socios montamos el hotel, que abrimos

en 2002. La siguiente fase ha sido abrir el

Wine-Oil-Spa.

A propósito del menú típico de las bo-

degas de La Rioja, le comento que nun-

ca he conseguido hacer correctamen-

te unas patatas a la riojana en casa.

Ni corto ni perezoso se levanta y va a

buscar un libro que me regala. El libro se

titula La cocina casera de Luchi. Luchi

es Lucía Santamaría, la madre de Juan-

ma, que con 76 años sigue al frente de

los fogones de Villa Lucía. Este libro tiene

un enorme valor sentimental porque fue

el regalo que sus hijos le hicieron por su

cumpleaños. Recogieron recetas suyas

y de sus padres y fotografiaron, medio a

escondidas, los platos que su madre co-

cinaba, para poder ilustrar el libro que

ella desconocía que estaban haciendo.

El proyecto lo llevaron con tal secreto

que la sorpresa de la madre fue mayús-

cula.

A: ¿Qué aconsejas visitar en Vitoria?.

J: Indudablemente la catedral, el cintu-

rón verde, el casco medieval, Salburua

y todo eso. Que a quince minutos del

centro de Vitoria puedas encontrar cier-

vos,... y que no sea un zoo.

Ant: ¿Por qué crees que Vitoria es la

gran desconocida del País Vasco?

J: No tiene iconos como tienen otras

ciudades. Nosotros desde aquí, desde

el hotel, enviamos a la gente a Vitoria

y vuelven encantados. Además, desde

el Zabala, Zaldiaran, Ikea, etc. hasta el

Clarete, La cocina de Plágaro, las si-

drerías, puedes encontrar un sinfín de

restaurantes de diferentes precios y ca-

rácterísticas con una excelente gastro-

nomía. En la cafetería Altair, en la misma

Page 153: Libro Vitoria DEFINITIVO

153

ce días y te preparo un calendario que

no repites. Y una semana te tengo en la

Rioja Alavesa y no paras, y no sólo verías

bodegas.

No voy a desaprovechar esa invitación

seguro.

Le pido que me recomiende sitios de La-

guardia. Me recomienda sinceramente

la cocina tradicional de Luchi, su ma-

dre, en Villa Lucía.

J: Te recomiendo también las chuletas

con panchineta (la grasita que tiene el

cordero a su alrededor) del hotel Pala-

cio de Samaniego. El Bodegón, con una

excelente cocina tradicional. El Ameli-

bia, con cocina creativa basada en el

producto y con unas excelentes vistas a

los viñedos de La Rioja. La posada Ma-

yor de Migueloa, que es una casa del

XVI donde puedes comer, hospedarte y

ver su bodega, El Marixa también está

muy bien, el Castillo del Collado, La Mu-

ralla… Piensa que Laguardia tiene 1.400

habitantes y 20 establecimientos. Aquí

en la zona, Xisco, ex jugador de fútbol,

tiene un asador en Elciego donde tam-

bién dan muy bien de comer.

Le comento mi impresión sobre la ama-

bilidad de los vitorianos. Coincide Juan-

ma en que el vitoriano es amable, que

tal vez en un primer encuentro el vito-

riano, el alavés en general, te estudia,

pero luego...

J: Si hay nobleza en la mirada, ensegui-

da se abre y ya tienes un amigo. Eso

ocurre en Vitoria, en Álava, pero en par-

ticular en la Rioja Alavesa. Si te llevo a

avenida, puedes ir tomando pinchos

hasta el centro de la ciudad, tienes lo

de Senén (el Sagartoki), JG... Tienes mu-

chos sitios donde comer muy bien. Por la

tarde puedes coger una bici, que ahora

te la prestan gratis, y te das un paseo por

los alrededores...

Comparamos Vitoria y Gerona como

ciudades con paralelismos en lo refe-

rente a las líneas de promoción de la

ciudad. Son ciudades amables para el

visitante y para el residente.

Según Juanma, el vitoriano no es cons-

ciente de la importancia de Vitoria, se

hace de menos a veces.

J: Cuando sales fuera es cuando te das

cuenta de lo que tienes en casa. Tene-

mos unos museos que son una maravi-

lla y que no visitamos. Personalmente

procuro ejercer de vitoriano. Uno de los

trabajos con el tema de la ruta del vino

es hacer promoción fuera de la Rioja

Alavesa pero también de Álava y de

Vitoria. Cuando la gente viene y com-

prueba que lo que les has contado es tal

cual, te lo dicen y te lo agradecen.

Ant: Y fuera de Vitoria, ¿que recomien-

das visitar?.

J: El parque de Izki, la montaña alavesa

que está a treinta y cinco minutos de Vi-

toria y tiene muy fácil acceso. Otro sitio

son las cataratas de Gujuli. La zona nor-

te de Álava, la zona de Llodio y Amurrio.

Otra zona, hacia Otxandiano, que es

Vizcaya, pero yendo hacia allá, eso es

precioso. La zona del Valle Salado tam-

bién es una maravilla. Tú me das quin-

Page 154: Libro Vitoria DEFINITIVO

154

cualquiera de las bodegas familiares,

enseguida te ofrecerán bajar a la bode-

ga, tomar del jarro, ir al choco, lo que

sea... Aquí funciona mucho el boca-ore-

ja, el que viene vuelve, lo comenta a sus

amistades, y esos vienen también.

Distraído por la conversación no veo

que se acerca por detrás la camarera

que nos atiende muy discretamente

con una espléndida y muy generosa

ración de chuletas de cordero lechal

al sarmiento. Habrá cerca de una do-

cena de chuletillas que se amontonan

emanando un aroma ante el que no me

puedo resistir.

Page 155: Libro Vitoria DEFINITIVO

155

Hablamos de muchas cosas más, pero

están todas en mi memoria, pemítanme

que queden para mí algunas de ellas.

Les tengo que confesar que este viaje

no podía acabar mejor. Ha sido una

suerte conocer a Juanma, me siento un

privilegiado por haber podido compar-

tir mesa y conversación con él. Cuando,

ya en mi coche, pienso en lo que dejo

atrás, me siento tan afortunado que no

cambiaría ni un segundo del tiempo

que ha transcurrido desde que hace

quince días salí de Barcelona. Vuelvo

entre viñas, seguirán ahí cuando vuelva,

pero tendrán, seguro, otro color.

A: Yo, con tu permiso, las voy a comer

con las manos, si no, no las disfruto igual.

Parece estar de acuerdo aunque había

iniciado el gesto de usar cuchillo y tene-

dor, creo que por cortesía, pero ense-

guida me imita, intuyo que encantado.

No se pueden, no se deben comer las

chuletas con artilugios. Qué mejor ho-

menaje a ese cordero que pringarnos

nuestra propia piel con su carne, que

está riquísima.

Hablamos de la relación con el resto de

las zonas de La Rioja. Juanma considera

que la riqueza que se genere en los te-

rritorios que limitan con la Rioja Alavesa,

les supone también una riqueza a ellos.

Comentamos también la particularidad

de la posición geográfica y el hecho

de cruzar constantemente la frontera.

Juanma es consciente de la sorpresa

que eso genera en el visitante.

Nos interrumpe un amigo de Juanma,

César Sáenz de Samaniego, bodegue-

ro, que produce el único pacharán de

la Rioja Alavesa. Aupa, se llama.

J: Esta no es tierra de pacharán, por lo

que es una curiosidad que ha tenido tal

éxito que organizan el encuentro con el

pacharán. César enseña a los visitantes

de esta bodega a hacer su propio pa-

charán, con las endrinas que ellos reco-

gen, con la misma fórmula que se utiliza

para elaborar el Aupa. Luego se lacra

la botella y se la pueden llevar a casa y

consumirla después.

Page 156: Libro Vitoria DEFINITIVO

156

Hotel Silken Ciudad de Vitoria, Vitoria.

Ahora son las 20.30. He llegado a Vito-

ria sobre las cinco y media de la tarde

y a las seis he quedado con Gorka en

el vestíbulo del hotel. En esta ocasión,

para variar, me hospedo en el hotel ciu-

dad de Vitoria de la compañía Silken,

una de las cadenas hoteleras más im-

portantes del país con sede en Vitoria y

hoteles en diferentes partes del mundo.

Esta cadena es propiedad de la familia

Iráculis. Como les dije antes, Emili Irácu-

lis es amigo pero no le he avisado de

que me hospedaba en el hotel. Reservé

hace unos días por teléfono. El Ciudad

de Vitoria es un hotel de cuatro estrellas

y el fin de semana me cuesta 140 euros

en una oferta que llaman VIP: por el mis-

mo precio tienes habitación en la cuar-

ta planta, acceso al spa, check-out am-

pliado hasta las 16 horas del domingo y

acceso a la zona VIP del hotel. La ver-

dad es que el hotel está muy céntrico y

es muy bonito por fuera y acogedor por

dentro. La habitación es muy elegante,

con una estupenda cama king-size. Una

maravilla. Me han recibido muy bien en

la recepción sin ir recomendado. Ade-

más les voy a contar una anécdota.

Después de hacer la reserva a través de

la web me di cuenta de la oferta que

les comento. Decidí cambiarla pero al

anular la anterior reserva no acabé el

proceso de modo que simultáneamen-

te tenía dos reservas activas. A los 10 mi-

nutos me llamaron a casa desde el hotel

y me advirtieron de la posible confusión.

Me pareció todo un detalle de eficacia.

La cuestión es que ya estoy aquí de

nuevo, feliz y contento como siempre

que vengo a Vitoria. Después de dejar

las maletas me he ido a la cafetería La

Senda y me he tomado una caña. Un

pincho de tortilla y otro de ensaladilla

con salsa americana. Hasta que no me

VITORIA, 18 de septiembre de 2009

GORKA ORTIZ DE URBINA

Page 157: Libro Vitoria DEFINITIVO

157

carnar al Celedón de Vitoria en tercera

generación, por decirlo de alguna ma-

nera. El primero fue José Luis Isasi. Él y su

cuadrilla fueron los inventores de lo que

hoy tenemos como tal. El siguiente fue

Iñaki Landa y él me pasó el testigo.

Antoni: ¿La tradición de Celedón de

cuándo arranca?

G: Tiene ya 53 años. Antes de eso en Vi-

toria se hacía lo de todas las fiestas del

norte, un chupinazo, el pregón y se da-

ban por iniciadas las fiestas. Un año una

cuadrilla decidió hacer una broma: col-

gar un cable desde el tejado de la igle-

sia de San Miguel hasta el Ayuntamiento

que antes estaba en la plaza Nueva y

sacar un muñeco, que en principio de

llamaba Pepito, y luego salir uno de ellos

encarnando la figura del muñeco. Lo

que empezó siendo una broma es ahora

una tradición y no se entienden las fies-

tas de Vitoria sin el Celedón.

A: El nombre ¿de dónde procede?

G: Se supone que Celedón era un per-

sonaje de Zalduendo, un aldeano que

venía a las fiestas de Vitoria y que era

conocido y apreciado por su simpatía.

Esa es al menos la noción que yo tengo

sobre el origen del nombre. Aunque ya

te he dicho que al principio le llamaron

Pepito y luego le cambiaron el nombre.

La cuestión es que el 4 de agosto a las

seis de la tarde se tira el chupinazo, el

muñeco baja por el cable hasta la bal-

conada del edificio de Caja Vital y lue-

go aparezco yo vestido igual y atravieso

la plaza en sentido inverso hasta la bal-

conada. Llegar ahí e iniciar las fiestas.

tomo un pincho no tengo la sensación

completa de estar en Vitoria.

Una vez hecho esto me he ido al hotel a

esperar a Gorka. Estaba en el vestíbulo

y lo de siempre: ¿cómo le voy a recono-

cer? Al cabo de unos minutos aparece

un hombre de unos 40 años y pasa de

largo. Parecía que andaba buscando a

alguien. Al poco vuelve a pasar por de-

lante de mí. ¿Gorka? No, me dice, son-

riendo. Bueno, al menos no se lo toma

mal. Debe de ser de Vitoria. Me vuelvo

a sentar y entonces aparece Gorka con

un carrito en el que lleva a su bebé que

nació precisamente el día 24 de julio,

víspera de Santiago. Viene con su mu-

jer, Yolanda. Gorka es un ejemplar de

vasco-vasco, alto y corpulento con fac-

ciones propias del país y con unos ojos

azules que suavizan el conjunto. Me da

la mano sin abusar de su fuerza. Yolanda

me saluda y me da unos besos y curio-

seo en el carrito el aspecto del peque-

ño que impidió que nos entrevistáramos

Gorka y yo en julio tal como habíamos

quedado. Lo primero era lo primero. El

resultado mereció la pena, el peque-

ño de los Ortiz de Urbina tiene pinta de

que va a ser un vasco fortote como su

padre. A ver si tiene suerte y es guapo

como su madre.

La cuestión es que nos sentamos en un

sofá, excesivamente cómodo para mi

gusto, y empezamos la charla.

Gorka: Pues me llamo Gorka Ortiz de

Urbina y tengo la suerte de, el día 4 de

agosto, desde hace nueve años, en-

Page 158: Libro Vitoria DEFINITIVO

158

A: Me parece curioso que algo que se

inventó hace 53 años se haya converti-

do en una tradición tan querida.

G: Ten en cuenta que hace 53 años en

Vitoria habría 40 o 50.000 habitantes,

era un pueblo grande. Ahora si quisieras

hacer algo así no se podría. Pero en la

actualidad no se concibe la fiesta sin

Celedón.

A: Y tus antecesores, ¿viven?

G: José Luis Isasi falleció precisamente

el año en que se celebraba el 50 ani-

versario de Celedón. Teníamos previsto

aparecer los tres celedones y justamen-

te él no pudo porque había enfermado

y murió poco después. Fue una lástima.

El 50 aniversario fue muy emotivo para

los vitorianos, para Iñaki y para mí. Estu-

vimos viéndole a José Luis en Leza. Su-

pongo que para él también lo fue.

A: O sea, que la bajada de Celedón es

el inicio de las fiestas.

G: Sí, la verdad es que mi trabajo como

Celedón a las siete y media se ha aca-

bado. Luego a lo largo del año tienes

otros compromisos. Con el tiempo tomas

consciencia de que Celedón es uno de

los personajes más representativos de la

ciudad y hay un buen número de actos

a los que te solicitan que acudas. Yo voy

encantado.

A: Debe de ser un honor que te elijan

como Celedón?

G: Evidentemente. A mí nunca se me

había pasado por la cabeza. Creo que

a cualquier vitoriano que sea blusa le

preguntan si le gustaría ser Celedón y

seguro que te responde que sí encan-

tado. Iñaki llevaba veintiún años y lo

quería dejar. El año antes el presidente

de la asociación de blusas iba buscan-

do el candidato. Yo sé que estaba el

primero de la lista y la única condición

que puse es que pudiera hablar con

Iñaki para que me explicara de qué se

trataba exactamente y que me dieran

una semana para darles una respues-

ta. Es una responsabilidad y cuando

lo coges no sabes realmente en qué

consiste, y eso afecta a uno mismo y a

la familia. Mi mujer lo comprende muy

bien y me apoya. Ella sabe que desde

el día 4 de agosto durante unos días no

tiene marido.

A: El resto del año como Celedón ¿qué

haces?

G: Aunque el “trabajo“ de Celedón

como te decía, se acaba a las siete y me-

dia de la tarde del día 4, en realidad el

resto del año te invitan a prácticamente

todos los saraos de la ciudad, sobre todo

relacionados con la cultura. Te vas dan-

do cuenta de la magnitud del personaje

y de que es representativo de la ciudad.

Ahora mismo hay un cartel con una foto

de Celedón invitando a los vitorianos a

usar el tranvía. Eso te quita tiempo tanto

de la familia como del trabajo. En lo la-

boral, yo trabajo en Michelin y cuando

tengo que hacer algo relacionado con

Celedón, todo son facilidades. No se re-

cibe ninguna compensación económi-

ca y yo pienso que así debe ser porque

es un honor encarnar al personaje.

A: Y en la ciudad te debe de conocer

todo el mundo.

Page 159: Libro Vitoria DEFINITIVO

159

G: Eso es algo que no había previsto. So-

bre todo lo empecé a notar a partir del

cuarto año. Aquí cada uno tiene a su

Celedón en función de la generación a

la que pertenezca. Imagino que yo seré

el Celedón de la generación que ahora

son niños o adolescentes. Los más mayo-

res asocian a Celedón con mis antece-

sores. Pero sí que me pasa cuando voy

a ver el baloncesto que la gente me re-

conoce o cuando voy a una boda que

me cantan la canción de Celedón y en

ese momento lo que más te gustaría es

pasar desapercibido, pero lo aguantas

bien porque sabes que tiene que ver

con la importancia que para la ciudad

tiene el personaje.

A pesar de que Gorka es un hombrón

desprende un cierto aire de timidez y

seguro que todo esto que me cuenta

le habrá supuesto el tener que adaptar-

se. Pero no lo explica a modo de que-

ja, más bien al contrario, sino como un

síntomas de la repercusión de Celedón

entre los vitorianos.

A: ¿Y la tradición de los blusas y de las

neskas?

G: La verdad es que no sé exactamente

cuál es su origen, yo lo he conocido de

toda la vida. Eso es curioso porque el gu-

sanillo de blusa lo tienes sin serlo. Mi pa-

dre no ha sido blusa. Pero creo que cual-

quier niño que vea la ida y venida de los

toros tiene que pensar: jo, qué bien se lo

están pasando estos tíos. Yo no me metí

en una cuadrilla de blusas hasta los die-

ciséis años, conocí a alguien que estaba

en una cuadrilla y me metí. Me gustó la

historia y continué. Sabes que una de las

condiciones para ser Celedón es que

seas blusa. De hecho, Celedón depen-

de de la Comisión de Blusas y es elegi-

do por ella, no depende para nada del

ayuntamiento. Una vez que estás meti-

do en ello, a no ser que lo quieras dejar,

sueles continuar, pero eres elegido por

la asociación de blusas. Mis antecesores

estuvieron veintidós y veintiún años en

ello, a ver si yo estoy otros veinte o vein-

tiuno y lo dejo.

A: Siguiendo con lo de los blusas, ¿qué

hacéis exactamente?

G: La víspera de Santiago hay fiesta

grande, también depende del día de la

semana en que cae, si es viernes, como

este año, más fiesta todavía. Es un anti-

cipo de las fiestas de la Virgen Blanca.

Luego, al día siguiente, hay una serie de

eventos, como la carrera de burros que

es una tradición. Piensa que antes baja-

ban de los pueblos de alrededor las dife-

rentes cuadrillas y se hacían este tipo de

competiciones y eso se mantiene. Fíjate,

mi padre es de Aberasturi, que está a

unos siete kilometros de aquí, y me cuen-

ta que venía a Vitoria en carro con los

bueyes, imagínate. Vitoria era un pueblo.A: ¿Y lo de comprar ajos?

G: Eso es una tradición también, lo de

comprar esas ristras de ajos en la cues-

ta de San Francisco. Supongo que eso

tenía sentido antes, cuando comprabas

ajos para todo el año. Ahora la gente lo

sigue haciendo por tradición, habiendo

supermercados...

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162

Una de las cosas que nos diferencian

de otras fiestas del País Vasco es lo de

las cuadrillas de blusas, que hacen toda

una serie de actividades que en el fon-

do contribuyen a hacer la fiesta más del

pueblo. Fíjate, por ejemplo, las fanfarrias

que contratamos para las fiestas lo que

animan y llaman la atención.

A: ¿Y la vestimenta que utilizáis los blusas

y las neskas?

G: Eso era la antigua ropa de labor. Hay

una discusión eterna sobre si el pañuelo

rojo o a cuadros. Parece que el pañuelo

rojo era el de los días de fiesta y el de

cuadros el de ir a trabajar. Pero bueno,

hoy no tiene eso demasiado sentido y

creo que se elige más por diferenciar-

se que por otra cosa. Mi cuadrilla, por

ejemplo, lleva la blusa negra y en cam-

bio la de Celedón es de cuadros.

A: Ya me has dicho que tu padre es de

Aberasturi, pero tú, ¿naciste aquí en Vi-

toria?

G: Sí, yo nací en la clínica Arana, como

todos los vitorianos de mi generación,

hasta que se cerró, y ahora los partos se

hacen en Txagorritxu. Allí han nacido mis

dos hijos.

A: Volviendo a lo de la fiesta. Explícame

lo que haces tú desde que te preparas

como Celedón.

G: Mi labor empieza sobre las tres de la

tarde, que ya empiezas a estar nervioso

porque sabes que te quedan tres hori-

tas. Al piso de la Caja Vital suelo ir con

unos amigos. Iñaki Landa es uno de

ellos. A las cinco y media te empieza a

dar el pampurrio de lo que se te viene

encima. Empiezo a vestirme y a esperar

la bajada del Celedón. El muñeco tar-

da unos tres o cuatro minutos en bajar

pero a mí se me hacen eternos. Luego

ya sales, saludas, abres el paraguas, con

el puro en la mano y ya saltas al ruedo y

tiras para arriba.

A: ¿Cuánta gente hay ahí?

G: Unas 40 o 50.000 personas. Con unas

edades entre 16 y 35 años, más o menos,

con un ambiente de fiesta tremenda. La

gente te quiere tocar a toda costa, en-

tre otras cosas porque corre el bulo de

que el toca a Celedón liga en fiestas. A

mí me ayudan para cruzar la plaza unas

33-34 personas. Hasta hace tres años

era la policía municipal. Con José Luis

Isasi iba la policia con traje de gala. Le

dejaban pasar, podía estar hablando

con la gente, eran otros tiempos. Con

Iñaki Landa, los primeros doce o trece

años fue más o menos igual, pero luego

la cosa fue cambiando. Con el cincuen-

ta aniversario, siendo alcalde Patxi Laz-

koz, le hicimos una propuesta que per-

mitía, por un lado, quitarle esa respon-

sabilidad a la policía municipal y, por

otro, despolitizar sobre todo el tema del

txupinazo. La propuesta fue que los que

me acompañarían serían blusas y que a

cambio el txupinazo no lo tirara un políti-

co. Fue toda una apuesta y la verdad es

que ha salido todo muy bien. Por parte

del Ayuntamiento todo han sido facilida-

des y la gente ha respondido muy bien.

Entre los que nos ayudan se mete la fan-

Page 163: Libro Vitoria DEFINITIVO

163

farria, que hay que tener ganas para

meterse ahí con el saxo, los trombones...

Al final conseguimos que los que tiran el

txupinazo sea gente muy representativa

de la ciudad. Este año, por ejemplo, lo

han hecho los de la Asociación de Do-

nantes de Sangre, imagínate.

Yo con la policía municipal estaba en-

cantado. Piensa que eran diez minutos

más o menos (este año han sido ocho

minutos y medio) de sufrimiento, que eso

une mucho. Pero creo que hemos salido

ganando todos con el cambio.A: Y cuando llegas a la iglesia de San

Miguel, ¿qué haces?

G: Pues imagínate, los vivas típicos, de

gora Gasteiz, etc. Se canta la canción

de Celedón que dice “Celedón se ha

hecho una casa nueva con ventanica y

balcón”, y eso se repite. Piensa que en

ese momento eres como un rey mago

y todo el mundo está pendiente de ti.

También se dan unos mensajes muy bre-

ves porque si no nadie se entera a pesar

del micrófono y la megafonía. Normal-

mente dices cosas parecidas pero sue-

les tener un guiño como por ejemplo

este año con el Deportivo Alavés, otro

año con José Luis Isasi, otro con Juanito

Oiarzabal.A: Y después de todo esto ¿qué haces?

G: Luego es como una boda. Una vez

que se han marchado las autoridades,

se quitan las vallas y la gente sube y se

quiere hacer fotos contigo. Después so-

lía ir a casa de Patxi, un amigo, que vive

en la calle de la Correría, para darme

una ducha y empezar la fiesta. Ahora,

desde hace unos años me reservan una

habitación en Los Arquillos, que es un

bed and breakfast precioso y para mi

es perfecto. Además me dejan la habi-

tación que da a la balconada. Yo vivo

en la Puebla de Arganzón y tener un sitio

para descansar un rato, aunque sea tar-

de, me viene perfecto.A. ¿Cuánto dura la fiesta?

G: Desde el 4 al 9 de agosto.A: ¿Y qué pasa durante las fiestas?

G: Creo que no es lo mismo si eres blusa

que si no lo eres. Si eres blusa, como muy

tarde a las doce del mediodía tienes

que estar porque tienes actividades que

organiza tu propia cuadrilla o que te has

apuntado con otras cuadrillas.

A: ¿Como por ejemplo?

G: Pues el concurso gastronómico. Lue-

go a las cinco de la tarde vas a los toros

con la fanfarria. A las ocho, la vuelta de

los toros también con la fanfarria. Luego

sales por la noche de blusa con tu cuadri-

lla hasta la hora que sea. Por eso te digo

que si no eres blusa todo eso no tienes por

qué hacerlo y te puedes montar un fin de

semana o unos días de fiesta sin más.

Con algunos de la cuadrilla sólo nos ve-

mos en fiestas, imagínate.

A: ¿Y el resto del año la cuadrilla de blu-

sas tenéis actividades?

G: Puede ser que hagas alguna cena, o

una reunión para presentar las cuentas.

Que, por cierto, está bien que se sepa

que la fanfarria nos cuesta el doble que

la subvención que nos da el Ayunta-

miento. En nuestro caso, salir de blusa no

es barato.

Page 164: Libro Vitoria DEFINITIVO

164

A: O sea, que las fanfarrias las contratáis.

G: Te puedo hablar de mi cuadrilla, en nuestro caso es así. Este año la trajimos de fuera

y les tienes que pagar también las dietas, imagínate.A: Y la fanfarria os acompaña adonde vayáis.

G: Sí, a donde vayamos. A mí los dos días que más me gustan son los días 25 y el día 5,

que empiezas de blusa desde las nueve de la mañana.A: ¿Y viene gente de fuera?

G: Venimos notando que sí. Por las fechas esta es una fiesta que en presencia puede

ir de más a menos, vas perdiendo efectivos de la cuadrilla porque hay gente que des-

pués de los primeros días coincide que se toma vacaciones. Este año, al ser el día ocho

sábado, se notó un aumento otra vez y era de gente que venía de fuera, de Bilbo, de los

pueblos de alrededor.A: Respecto del resto de las fiestas conocidas de las capitales vascas, ¿ésta tiene algún

rasgo diferencial?

G: Una cosa que está muy bien es que en un paseo de unos treinta minutos, entre el

caso histórico, la plaza de la Virgen Blanca, la calle Dato... tienes un montón de cosas:

la banda municipal, fanfarrias que van y vienen, las cuadrillas... Eso no lo encuentras

en otras fiestas que a lo mejor son más espectaculares pero que está todo más disperso

Page 165: Libro Vitoria DEFINITIVO

165

A: ¿Y entre las cuadrillas tenéis rivalida-

des?

G: Sí, pero son piques sanos. A veces te

cruzas con otra cuadrilla, y la fanfarria

de una se pone a tocar mientras salta-

mos todos y luego para para dejar tocar

a la otra y seguimos bailando las dos

cuadrillas, cosas de este tipo.

A ver las recomendaciones del Celedón

de Vitoria.

G: Para tomar pinchos me gustan espe-

cialmente el Toloño y la Malquerida. El

Asador Machete y El Cube para comer.

La Huerta, El Saburdi, los de la calle Dato.

En general en Vitoria se come muy bien.

Y para pasear.

G: Esta ciudad tiene muchas zonas ver-

des y parques, pero yo querría llamar

la atención sobre el Anillo Verde. Antes

cuando tenía perro iba al lado de la

Mercedes o del pabellon Araba y eso

me encantaba. Esa zona es preciosa y

estás a dos minutos andando. O poder

hacer una escapada fuera, a la Rioja

Alavesa, a Labastida y Laguardia. Ha-

cia el otro lado, Aramaiona es precioso.

Además tengo familia allí y suelo ir y es-

toy enamorado, es el típico valle vasco.

También Agurain me gusta. Vitoria, Ála-

va tiene de todo.

Nos quedamos una rato más charlan-

do pero la conversación toma otros

derroteros. Comentamos el papel de la

ciudad en el País Vasco, las relaciones

con Bilbao y con Donostia, las diferen-

cias y similitudes entre guipuzcoanos,

vizcaínos y alaveses. Hablamos de mu-

chas cosas que no es preciso reprodu-

cir aquí. En cualquier caso lo que me

transmite Gorka/Celedón es que es

muy respetuoso con todo y con todos

pero que tiene sus propias ideas. A mi

modo de ver la elección de Gorka ha

sido muy acertada si lo que se preten-

día es que alguien representara los va-

lores de las gentes de esta tierra sin ol-

vidar el espíritu festivo que debe tener

el personaje de Celedón. Aupa Gorka

y gora Celedón.

Page 166: Libro Vitoria DEFINITIVO

166

un especial interés. Tiene 36 años, me lo

dirá después. Cuando le digo que en

el libro va a haber fotos enseguida me

pregunta por ellas. Me pregunta quién

las ha hecho. Cuando le digo que las

fotos las hago yo y que en mi vida he

tomado sólo dos clases de fotografías,

percibo una expresión en su cara que

podría calificar de verdadera alarma. Es

muy expresivo David y me parece muy

sincero. Me confiesa que le preocupa

que su ciudad no aparezca adecua-

damente reflejada en imágenes. Se

puede afirmar sin temor a equivocarse

que nadie tiene más y mejores fotos

de la ciudad y de sus alrededores que

los Quintas. Quintas fotógrafos son una

saga y tienen una empresa cuya filoso-

fía empresarial va más allá de los obje-

tivos meramente economicistas. Entien-

den que su razón de ser es aportar su

profesionalidad en el “registro de imá-

genes” a todos los acontecimientos que

se desarrollan en la ciudad. Además de

eso, David, en concreto, es experto en

fotografías de naturaleza. He visto unas

fotos suyas en un libro sobre el Anillo

Verde que son verdaderamente espec-

taculares. Los Quintas tienen un archivo

fotográfico que para mí lo quisiera. Y

Hotel Silken Ciudad de Vitoria, Vitoria.

Son las doce de la mañana y he queda-

do con David Quintas. Este va a ser uno

de los encuentros más fructíferos para el

buen resultado de este libro. Y la razón

fundamental tiene que ver con el com-

promiso con la ciudad de Vitoria que

David me va a demostrar. Dejen que

me explique. Llega David con puntuali-

dad británica. David es moreno de pelo

rizado. Es un hombre inquieto pero no

te produce ninguna tensión, más bien

al contrario, es relajante hablar con él y

desde el primer momento en que le em-

piezo a explicar el proyecto me muestra

VITORIA, 19 de septiembre de 2009

DAVID QUINTAS

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167

eso, unido al interés por su ciudad, pue-

de ser una oportunidad para este libro

y así se lo digo. Creo que sería bueno

que en este libro aparecieran buenas

fotos y David las tiene. En su mano está

el insertar sus fotos en este libro y así se

lo expreso. Creo que nos entenderemos

en ese aspecto.

Al cabo de unos minutos me confiesa

que ha calculado mal el tiempo del que

iba a disponer y posponemos la cita a la

una. A la vuelta me contará que el re-

cado era tomar una foto concreta de la

romería del monte Olárizu. A la una está

de nuevo en el hotel y nos sentamos en

uno de los sofás del vestíbulo del Silken

Ciudad de Vitoria. Le digo que se pre-

sente a sí mismo y resopla. Me hace reír

este David, creo que me voy a divertir.

David: Soy fotógrafo y poco más.

Antoni: Naciste en Vitoria.

D: No, nací en Zamora, pero vine con

dos años. Formo parte de un grupo de

fotógrafos, una empresa que se llama

Foto Quintas.

A: ¿La fundaste tú?

D: En su forma actual de funcionar, sí,

aunque mi padre era fotógrafo tam-

bién. Es una cosa medio familiar, pero es

un poco lío.

Te decía que vine con dos años. El tema

de la emigración siempre me ha intere-

sado mucho. Uno es emigrante e inmi-

grante a la vez, emigrante del sitio que

deja e inmigrante del sitio al que llega.

Lo de la identidad lo trato mucho en

mi trabajo. Me siento muy de fuera de

todos lados. Me gusta sacar lo bueno

de cada sitio. Hace poco he hecho un

libro de la cultura vasca en América. La

próxima vez que nos veamos te traigo un

ejemplar. Ahora estoy trabajando en lo

mismo pero aquí. Cómo el concepto de

emigrante e inmigrante chocan entre sí.

Si eres emigrante eres muy valiente y si

eres inmigrante eres una mierda, y eres

la misma persona. Le suelo dar poca

importancia a la procedencia de las

personas. Sólo me sirve para conocer su

perspectiva, desde dónde mira las co-

sas. Es por lo único por lo que a veces le

pregunto a alguien de dónde es o cuán-

to tiempo lleva aquí.A: ¿Cómo te dedicas a la fotografía?

D: Mi padre era fotógrafo y es como una

tradición familiar. Podría ser más román-

tico pero yo me dedico a la fotografía

casi sin querer. Hago fotos desde los

catorce años. Lo que he hecho ha sido

estudiar cosas fuera de la fotografía. Es-

tudié forestal porque me gusta mucho la

naturaleza.

Nunca he estado preocupado por lo

que iba a ser. Me preocupan más los

proyectos. La fotografía es un medio.

No me siento un fotógrafo. Me siento al-

guien que piensa en cosas, que cuenta

cosas, que le apetece participar en co-

sas y que con la herramienta que más

puedo aportar es con las fotos.

Hasta lo de la empresa yo vivía bastan-

te al día, tiraba fotos para financiarme

otras cosas, viajes, proyectos de coope-

ración... Y con la empresa esto no ha

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168

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169

Page 170: Libro Vitoria DEFINITIVO

170

cambiado demasiado. Además la es-

tructura empresarial nuestra no es muy

corriente. Estamos Víctor y yo, mi herma-

no Juan y cinco personas más. A: No sólo hacéis reportajes.

D: Hacemos prácticamente de todo.

Cada uno está especializado en una

cosa. Procuramos tener lo bueno de la

especialización y lo bueno de trabajar

en equipo con distintas visiones. Eso es lo

que vendemos de Foto Quintas. Cuan-

do hacemos proyectos globales hay un

toque de todos.

A: Pero al margen de estos proyectos

de Foto Quintas, ¿tienes proyectos per-

sonales?

D: También los tengo, son cosas peque-

ñitas, otro tipo de fotografía. Hay una

galería que lleva cosas mías en Madrid

pero son cosas más especiales. Comple-

menta a lo otro. Es otro canal. El canal

del arte contemporáneo es complica-

do. Lo exploro fuera de Vitoria para que

no se confunda con lo de aquí. Hace

dos años aquí, en Vitoria, sí que hice

una exposición con fotografía al micros-

copio del depósito de aguas. Fue un

homenaje en su 50 aniversario que fue

como volver a meter agua en el depósi-

to de forma conceptual.

No hay ninguna foto descriptiva. Son fo-

tos al microscopio ampliadas a cuatro

metros. El discurso de la escala siempre

me ha interesado mucho. Cómo puede

ser que la escala cambie tanto las co-

sas. Cómo un martín pescador, que es

una foto mítica que ha salido en mil si-

tios, metes la pluma al microscopio y tie-

ne una belleza increíble. La naturaleza

ya está creada y todo está ahí.

Esto que te explico sería más David

Quintas, pero no me interesa nada el

tema de los egos y las soberbias. En

nuestro equipo todos somos así: quere-

mos trabajar mucho, ganarnos la vida

sin complicaciones, que Vitoria salga

muy bien, eso es todo.

A: ¿Quiénes son vuestros clientes?

D: Uf, tenemos cerca de trescientos

clientes de todos los sectores. Institucio-

nes, reportajes, un poco de todo. Todos

tenemos nuestra especialidad y cubri-

mos todas. Yo estoy muy orgulloso, no sé

si se me nota...

A: Sí, se te nota.

D: Aunque creo que es más una casuali-

dad que mérito nuestro.

A: Y de la ciudad, ¿habéis fotografiado

todo?

D: En los últimos quince años todo. Te-

nemos un archivo importante. Hemos

sido por concurso los fotógrafos de Di-

putación y Ayuntamiento durante siete

u ocho años seguidos. Seguimos traba-

jando mucho para Juntas Generales,

Gobierno vasco, Mercedes, Michelin,...

Hace dos o tres años que estamos tra-

bajando fuera. En Madrid con el CESIC,

nos estamos especializando en archivos

históricos del XIX y XX. Fue algo en lo que

me formé. Y hemos trabajado en el ar-

chivo histórico de Vizcaya, de Bilbao, de

Bermeo, de Álava y ahora lo del CESIC.

Para la editorial Anaya también traba-

jamos en Aragón, Navarra... Por romper

un poco con las fronteras de Vitoria. Tra-

Page 171: Libro Vitoria DEFINITIVO

171

bajar fuera te enseña. Además yo per-

sonalmente necesito aire y cada año

procuro tener un proyecto fuera.

Hace dos años fue una exposición so-

bre café, comercio justo, en Indone-

sia, Ghana, Perú... Di prácticamente la

vuelta al mundo. Hace años estuve en

temas de colaboración en Perú con los

mapuches, era más joven y salí de lo de

la cooperación un poco así. Y me ape-

tecía volver a hacer algo. Cuando me lo

propusieron, porque fue un encargo, me

pareció interesante.

Y luego, el año pasado, fue lo de la cul-

tura vasca en América. Todo el mundo

habla de política pero no oigo hablar

de cultura, de qué es lo vasco, y eso me

apasiona, y lo digo con perspectiva, no

como vasco. Yo soy un amante de qué

es lo vasco, del espíritu emprendedor,

trabajando fuera mirando hacia afuera

y ese fue el proyecto de buscar en Amé-

rica la huella de la cultura vasca.

A: ¿Qué buscabas, lugares, personas?

D: Me pilló en una transición entre las

personas y el lugar. Yo soy más de luga-

res que de personas. Ya me llegará lo de

las personas. O eso me dicen. Todavía

ese rollo ecologista de joven me puede.

Desde un punto de vista de la ecología,

el ser humano es una cosa pequeña,

pero cada vez menos. Cuando te vas a

un discurso más intelectual te das cuen-

ta de que la persona es muy importante.

A: ¿Qué buscabas en América exacta-

mente?

D: La huella, arquitectura, marcas...

Cómo el paisaje se transforma con las

personas, de ahí lo de la transición que

te digo. Hay un proyecto que quiero ha-

cer aquí, en Vitoria, que es del paisaje al

paisanaje, que es un poco mi momento.

Quiero mostrar como las personas for-

man parte del paisaje y lo modifican. El

tema de la arquitectura, de los paisajis-

tas, todo eso me interesa.

Llegado a este punto tengo la sensa-

ción de que tengo ante mí no a un fo-

tógrafo sino a una persona que a través

de la fotografía hace una permanente

reflexión sobre lo que le rodea. Me pare-

ce interesantísima su visión y me admira

su humildad. “Me siento un privilegiado

por poder trabajar para proyectos tan

distintos, con personas que al hacerme

un encargo me transmiten su visión que

yo debo de respetar al hacer mi trabajo.

A mí me es muy difícil creerme bueno en

algo porque trabajo con gente que es

muy buena en su trabajo”.

A pesar de sentirse “pequeño”, según

dice, mi impresión es que a través de ese

conocimiento acumulado tan eclécti-

co, de ese continuo mirar a través de la

mirada de otros, David se ha convertido

en un artista total. Como fotógrafo sería

a la fotografía lo que un filósofo con una

cosmogonía propia es a la filosofía.

A: Supongo que debes de ser muy ver-

sátil para integrar esas distintas visiones.

D: Por eso te digo que hay excelentes

fotógrafos que igual es una gozada que

su mirada quede por encima de la de

quien hace el encargo, pero no es eso

lo que yo hago. En los proyectos descrip-

tivos, trato de contar lo mejor posible lo

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172

que me están contando. En los proyectos de autor, no, claro, esa sí que es mi visión.

Muchas veces se cree el artista que su mirada es incompatible con lo que se le solicita.

Todo eso no quiere decir que David no le dé la importancia a la fotografía que realmen-

te tiene: “Creo que la fotografía es una herramienta útil para que el mundo sea mejor”.

Volviendo a nuestra querida Vitoria:

D: Yo creo que es un sitio especial Vitoria. Es una especie de embajada de Suecia, de

país nórdico. Con sus desventajas, que yo soy muy crítico. Se podría decir que hasta

hay demasiada oferta cultural, oferta pública. Esto suena fatal, pero pienso que el que

venga todo tan rodado, tan fácil, puede generar cierta parálisis en gente que ve que no

hace falta moverse para que pasen cosas en esta ciudad y no se dan cuenta que esos

proyectos son el fruto del esfuerzo de personas que han luchado por ello.

Creo que esta última idea refleja la inquietud de David. Este hombre tiene un motor

interior que le lleva a encadenar un proyecto tras otro, pero siempre con criterio, y es el

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173

del interés, de la curiosidad que le genera, creo, todo cuanto le rodea.

Si hablamos de Vitoria, se reconoce un enamorado del casco viejo.

A: La intención de poner en valor el casco viejo pinta bien, ¿no?

D: Yo estoy muy ilusionado. Creo que se están haciendo las cosas muy bien y ahí hemos

de estar todos y tirar todos para adelante. Y las críticas que sean constructivas. El “no por

el no” no me vale, que se hagan propuestas.

Hace una reflexión curiosa acerca del urbanismo y de la vida en los diferentes barrios de

Vitoria. David cree que es bueno que los barrios tengan sus rasgos diferenciales, que si

uno opta por vivir en el casco es porque le gusta el “lío”, y los que se van a barrios más

tranquilos buscan otra cosa. Cree que eso hay que respetarlo, y hay que respetar la idio-

sincrasia de cada barrio. “Quiero vivir en una buhardilla en el casco viejo, que es don-

de vivo, con sus incomodidades, no quiero que me solucionen esas incomodidades. Si

quiero aparcar debajo de casa me voy a vivir a otro barrio”. Es de una lógica aplastante.

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174

Se confiesa un hombre más de naturale-

za que de eventos, de aglomeraciones,

pero los valora en su justa medida y se

siente orgulloso de todos ellos. A propó-

sito de esto, entiendo que debo de pre-

guntarle por el Anillo Verde y entonces

se le ilumina la mirada. Le he tocado la

fibra.

D: Ahí Vitoria está muy por delante de

muchas ciudades del mundo. Ya te he

dicho que me interesa mucho lo de la

escala. Las cosas no son solo lo que son

sino dónde están, para qué sirven. En

esto soy un poco disperso, pero ahora

estoy con el tema de las migraciones.

Cómo los bichos van de un lado a otro

del mundo y paran en una balsa como

Salburua, que para uno de Vitoria es

una charca con unos patitos. Esta sema-

na he estado haciendo unas fotos de

unas espátulas que van desde el norte

de Francia y que probablemente lle-

guen al norte de Senegal.

Un inciso. Como comprenderán no sé de

qué me está hablando. Al día siguiente

tuve el privilegio de ver publicada una

de esas fotos en el Correo. Se ve a dos

aves de largo pico, de plumaje blanco,

y están agrupadas en vuelo, una sobre

otra, en una composición y con un en-

cuadre que parece que las espátulas se

han puesto de acuerdo para posar para

David. Bravo, David, por estar allí, por tu

mirada, por tu rápido disparo. Él no me

hace la menor mención a la belleza de

la foto. Está alucinado con el hecho de

por qué esas aves paran ahí, de que

sean apátridas, de que traspasen fron-

teras. Me habla de una trascendencia

global de un hecho aparentemente tan

simple y tan complejo a la vez.

D: Hay que explicar eso, cómo el Anillo

Verde representa una transición tan bien

ordenada entre la ciudad y la naturale-

za. Antes yo llamaba al Anillo la piel de

la ciudad. Ahora he añadido a eso el

concepto de que también representa

las venas por las que la naturaleza entra

en la ciudad. Otras ciudades no tienen

piel, la ciudad se rompe y ya está.

David hacía fotos del actual Anillo Verde

antes de que existiera el proyecto como

tal. Sabe bien de lo que está hablando.

D: Cuando no teníamos coche, descu-

brimos que podíamos ir andando a un

sitio que era pura naturaleza. A un ma-

drileño háblale de esto, qué digo a un

madrileño, a cualquiera que viva en

una ciudad.

David cree que en los círculos de los afi-

cionados a la naturaleza, el Anillo Verde

es conocido. Pero coincide en que se

debe seguir haciendo difusión. Aunque

cree que lo más importante es que los

vitorianos se sientan orgullosos de ello y

que el boca-oreja hará el resto.

Descubrimos una pasión común y es la

del viaje en bicicleta. Coincidimos en

que difícilmente se puede encontrar

otra ciudad mejor que Vitoria para po-

der salir del núcleo urbano directamen-

te al campo, en esa transición tan na-

tural pero que, por infrecuente, es una

rareza.

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175

D: Eso hay que ponerlo en valor.

Ya lo sabéis, amantes de la bicicleta y

de los paseos por la naturaleza, aquí

tenéis vuestra ciudad. Por cierto, que

en Vitoria hay un servicio municipal de

préstamo de bicicletas, habéis oído

bien, son gratuitas.

D: Ese es el tema que te decía antes,

hasta las bicicletas son gratuitas.

A: A mí también me parece un poco

exagerado esto. A veces lo gratuito no

se valora lo suficiente.

Volvemos al tema de la escala.

D: Ahora estoy con un proyecto del Co-

rredor Paneuropeo. Vitoria está situada

de tal modo que si miras sólo el casco

histórico, eso es precioso, si te alejas un

poco más en altura luego están todos

los municipios de alrededor, luego las

montañas que rodean Vitoria. Te abres y

ves que estás en medio del Corredor Pa-

neuropeo que va desde los Urales hasta

la zona de Somiedo, en Asturias, y que

hay una conectividad ecológica brutal

y que por aquí tienen que pasar un mo-

gollón de especies.

A: Eso que dices sitúa al hombre en su

aspecto más “animal”, puesto que Vito-

ria fue en el pasado cruce de caminos

para el hombre y ahora entiendo que

eso va más allá, que es un corredor tam-

bién de otras especies.

D: Eso es. Hace tres años hicimos un tra-

bajo sobre Vitoria cruce de caminos. Es-

tás en medio de todo, de la Vía Augus-

ta, de la vía de Atapuerca, el camino de

Santiago, la reciente inmigración de los

años setenta...

Llegados a este punto mantenemos

una conversación interesantísima sobre

la cultura vasca. Pero permítanme que

quede entre nosotros dos la singular vi-

sión de David sobre este tema.

Para acabar le pido a David lo de siem-

pre, que me haga unas recomendacio-

nes para ustedes.

D: ¿De hostelería me hablas?

A: O de lo que sea. Me ha quedado cla-

ro que el casco histórico y el Anillo Verde

son lugares ineludibles.

D: El casco histórico y el observatorio de

Salburua. Y sobre todo esta ciudad es

superespecial en cada una de las épo-

cas del año. Vitoria tiene un valor muy

importante en lo estacional. Tiene cua-

tro estaciones muy marcadas y muy bo-

nitas. Son cuatro sitios distintos según la

estación en que la visites. En verano, es

una ciudad muy tranquila, coincidiendo

con uno de los festivales, o no. El invier-

no es muy bonito. No nieva tanto como

antes. Es una ciudad que se engalana.

Es un invierno del estilo de las ciudades

del norte de Europa. Cada zona de la

ciudad tendría su estación.

A: ¿Por ejemplo?

D: El Ensanche es para el invierno. Lo es-

toy pensando ahora, eh.

A: Sí, sí, sigue.

D: El Anillo Verde es para la primavera. El

otoño igual sería para el casco viejo. Y el

verano para los festivales, el Festival de

Jazz, el Azkena-Rock.

Insiste con el observatorio de Salburua.

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176

D: Es un sitio muy especial. Sientes cerca la ciudad, pero estás en plena naturaleza salva-

je. Saludas a las espátulas que luego irán a Doñana, pero puedes ver la cúpula del pa-

bellón Buesa Arena. Es como si estuvieras en muchos sitios a la vez. Es un lugar no lugar.

A: ¿Y en la provincia?

D: Me interesa mucho la conectividad y en ese sentido la vía verde del antiguo ferroca-

rril vasco-navarro. Es una forma de cómo llegar, cómo salir de la ciudad, como te lleva

al monte, hasta Navarra... Tenemos otra joya que es el pantano de Ullibarri-Gamboa

que tampoco está suficientemente potenciado. Puedes recorrer todo el perímetro, ir en

piragua...

Algunos bares...

D: El Iguana, el Rosy, El Erkiaga, en la zona de San Pedro, son esquinas que llevan ahí

treinta años, El Bodegón, hay que reivindicar esa zona del casco histórico menos cono-

cida pero no menos importante.

A: ¿Y restaurantes?

D: Yo soy de comida tradicional, el Asador El Machete y el Sagartoki son los sitios donde

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me siento mejor, como muy bien y me siento muy relajado. Tal vez haya restaurantes me-

jores pero ahí me siento a gusto y con Senén siempre nos echamos unas risas.

También El Clarete, menos conocido, es un sitio muy especial con otro estilo de cocina.

Cuando quiero sorprender a alguien lo llevo a El Clarete.

Y aquí lo dejamos. He quedado con María Clé en el Dublín. Vamos a comer juntos y de

paso hablaremos de la portada de este libro y de su dirección artística. David se ofrece

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a acercarme. Vamos en coche y charlamos por el camino. Seguimos hablando de las

fotos y de su posible colaboración en el libro. Aparcamos y seguimos andando por la

calle de Prado, atravesamos la plaza de la Virgen Blanca y entramos en el Dublín. María

está esperando. Nos recibe con una espléndida sonrisa. David y ella se saludan. Por

un momento me quedo mirándolos. ¿Qué hago yo aquí acompañado por estos dos

espléndidos artistas? La respuesta es simple: es Vitoria quien nos une. Es nuestra Vitoria.

Espero que también la de ustedes.

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EPILOGOSon las seis de la tarde. Acabo de dejar a María Clé frente a la Malquerida. Llevamos

todo el fin de semana trabajando en el libro y creo que prácticamente lo hemos cerra-

do. Falta insertar unas fotos de David Quintas y corregir los defectos de maquetación,

pero la mayor parte del trabajo está hecho. Siento una mezcla de pena, de orgullo,

de satisfacción.... Esos sentimientos encontrados que te producen aquellas cosas que

tienen un principio y un final.

Dejen que les cuente. El pasado viernes llegué a Vitoria. Esta vez me hospedé en la

posada Los Arquillos en la calle de los Arquillos número 1. Quería hospedarme aquí por-

que era una de las recomendaciones que aparecen en el libro. Se trata de un esta-

blecimiento que regenta Resu Díaz de Garayo. Hasta hace dos años y medio era una

antigua sastrería y está situado en un edificio histórico. Resu es un encanto y tiene un

gusto especial y ha decorado su establecimiento de modo que, aunque lo promocio-

na como bed and breakfast, tiene la apariencia interior de un confortable hotel de

al menos cuatro estrellas. Resu debe intuir que necesito descansar porque ha elegido

para mí una habitación cuya ventana da a la plaza del Machete. Me advierte que es

la habitación más silenciosa. Le confirmo que ha acertado. Las paredes son blancas, el

baño es moderno y está limpísimo y la cama es muy cómoda. La escalera que lleva a la

parte superior tiene unos motivos en las paredes que rememoran el antiguo uso del es-

tablecimiento. Si les gustan los hospedajes con encanto, este es su lugar ideal en Vitoria.

Por la tarde quedé con María en el bar The Man in the Moon, en la calle de Iradier. Nos

atienden muy bien y nos dejan trabajar en una de las mesas del local. Trabajamos hasta

las dos de la madrugada. María es una verdadera artista, además de una trabajadora

infatigable. Este libro, tras pasar por sus manos, ha pasado de ser un objeto con poca

gracia a ser algo delicado, moderno, artístico, con estilo. Al día siguiente volvemos a

quedar en idéntico lugar y con el mismo horario. El domingo por la mañana quedé con

David Quintas. Le enseñé el trabajo que había hecho con María y le gustó. Enseguida

me confirmó que insertaría fotos suyas en este libro. Una excelente noticia para ustedes.

Por cierto, David me ha regalado un ejemplar de su libro sobre las huelllas de los vascos

en América. No sé si tengo derecho a juzgarlo, simplemente quiero decirles que me ha

parecido extraordinario por las fotos y por lo que se puede llegar a decir a través de

imágenes.

Como les decía, tengo sentimientos encontrados. Por un lado me gustaría poder ver

esto en papel (ustedes ya lo están viendo así) y no sólo en el ordenador. Por otro lado,

me gustaría que se prolongara este proceso de finalización del libro porque ha sido

Vitoria, 25 de octubre de 2009

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una experiencia muy enriquecedora. De algún modo me siento orgulloso y satisfecho

por el trabajo realizado. Por otro lado, siento cierta inquietud por saber cuál va a ser su

acogida y no puedo evitar tener cierto temor a ser juzgado por cada uno de ustedes.

En cualquier caso quiero decirles que hay mucho cariño y mucho amor en este libro. Lo

hay en los textos, en las entrevistas. Lo hay en la forma en que María ha hecho la direc-

ció de arte. Ha sido un placer trabajar con ella y percibir su pasión por lo que estaba

haciendo. Sé que David se ha mirado este libro con ojos muy benévolos, rebajando su

nivel de exigencia técnica, porque creo que ha percibido que tenía alma. Él la tiene y

seguro que percibe a sus pares aunque en este caso se trate de un objeto, de un libro.

En fin, me encuentro como cuando despides a la chica que te gusta en el portal de su

casa y quieres besarla pero temes que te rechace. Como la situación es muy placente-

ra, aunque inquietante, la prolongas innecesariamente hasta el punto de poder llegar a

hacer el rídiculo. Y eso es lo que me pasa ahora: no quiero acabar este epílogo porque

eso significa cerrar, ahora sí, definitivamente, el libro. La situación es para mí muy pla-

centera, se lo aseguro, pero siento que debo cerrar este último momento con ustedes

para no parecer ridículo.

Aquí lo dejamos si les parece. Ahora voy a salir a pasear por Vitoria. ¿Me acompañan?

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BARES

Bares de pintxosAitzondo Getaria, 2Aldama Postas, 20Alkartetxe San Prudencio, 3Baztertxo Plaza España, 14Buenos Aires Portal de Castilla, 38Carey Manuel Iradier, 20Cube Francia, 24Dato 5 Dato, 5David Avda. Gasteiz, 89Dólar Florida, 26El 7 Cuchillería, 3El bodegón de Maese Escribá Reyes Católicos, 24El Pregón Plaza de la Provincia, 1El rincón de Luis Mari Rioja, 14El tulipán de oro Correría, 157El vagón Duque de Wellington, 14Erkiaga Herrería, 38Goliath Avenida Gasteiz, 89Gran Hotel Lakua Tarragona, 8Hamaika Independencia, 11Hondarribia Hondarribia, 24Iruñea 5 Pamplona, 5Izartza Plaza España. 5La Alacena Cuchillería, 33La Bodega Florida, 36La Bonita Florida, 49La Malquerida Correría, 10La Parada La Paz, 1La Taberna de Verne Donosita, 11La Unión Plaza España, 4La Viña Rioja, 24Let’s Go Landaberde, 25London Juan II, 6Manai Lascaray, 8MarmitaCo Avenida Judizmendi, 4Principal Avda. Gasteiz, 89Saburdi Dato, 32Sagartoki Prado, 18Sokoa Independencia, 26Tobarik Samaniego, 8Toloño Cuesta de San Francisco, 3

Tomo 1 Pintor Tomás Alfaro, 1Txapela Prado, 3Txiki Sancho El Sabio, 14Tximiso Manuel Iradier, 8Usokari Dato, 25Victoria Plaza España, 13Zeppelin Nieves Cano, 29

Cafeterías y pintxos101 Baiona, 101Alquimia Juan Carlos I, 4Archy Bar Ortiz de Zárate, 6Fragosca Reyes Católicos, 19Bluesman Venezuela, 12Café Caruso Enrique Eguren, 9Café Ensanche AldabeCafé Flo Olaguibel, 56Cafetería Alt Cercas Bajas, 6Cafetería Río Dato, 20Dakar San Prudencio, 17Deportivo Alavés Plaza Virgen Blanca, 1Distrito 0 Madre Vedruna, 18Down Street San Prudencio, 15Elizondo Cuchillería, 42Erdi Antonio Machado, 17Gakoa Santo Domingo, 13Gardoki Angulema, 4Guridi San Prudencio, 6JG Dato, 27Joker Aranzabal, 9Cocodrilo Correría, 47La Fragua Andalucía, 8La Fragua de Vulcano Zarautz, 15La Plazoleta Sierra de Aralar, 35Lascaray Lascaray, 4Laurel Avda. Juan Carlos I, 24Le Coup Beato Tomás de Zumárraga, 19Los Guaranís Portal de Castilla, 42 945 13 37 62Mainton Paseo de Ezquibel, 11Nut Avda. Ilustración, 52 945 35 84 52Oriente Pío XII, 20Ozono Zapatería, 62

GUIA DE VITORIA-GASTEIZ

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Parral Cantón San Francisco JavierSéneca Juan de Arrese, 11Taberna San Prudencio, 214 Azules Parque de la FloridaThe Man in the Moon Manuel Iradier, 7Toki Alai Vicente Aleixandre, 18Turandot Avda. Bruselas, 8Vinum Portal de Castilla, 53Vittoria Bar+Club Tanis Aguirrebengoa, 2

MusicalesDublín Plaza Virgen Blanca, 8Cairo Stereoclub Aldabe, 9Carajo Mateo Moraza, 11Compay Guitar Café Reyes de Navarra, 3El Tabanco de la Correría Correría, 46Elorza Pintorería, 6Estitxu Pintorería, 2Gora Cantón San Francisco Javier, 2Heineken Portal de Gamarra, 1Hell Dorado Venta de la Estrella, 6Ibú Jacinto Benavente, 6-8Jimmy Jazz Coronación,5Juke-Box San Prudencio, 11Kitsch Cantón San Francisco Javier, 2La Comarca Mateo Moraza, 15Menfis Nueva Fuera, 9Mur Mur Club Pintorería, 78Noventa y Siete Plaza Virgen BlancaStendhal Adriano VI, 22Warhol Vitoria Francia, 23Waslala Diego Mtz. de Álava, 5

CafeteríasAjuria Avda. Gasteiz, 36Araman Aramangelu, 1Salburua Fueros, 19Círculo Vitoriano Dato, 6El Jardín de Falerina Fray Zacarías, 2La Huerta Dato, 41Los Nardos Plaza de la EstaciónMarañón Plaza España, 10Prado Café Felicias OlabeSyldavia Siervas de Jesús, 5Zugaz Cuchillería, 85

CerveceríaCasa Juan Plaza de la Provincia, 16

HeladeríaHeladería Breda Dato, 27 Plaza Gral. Loma, 6

CockteleríasBatela Cruz Blanca, 8Kockae Adriano VI, 11Smoky Beato Tomás de Zumárraga, 33X-fera Gral. Álava (Pasaje Postas), 11

Con espectáculoCiudad de… Portal de Castilla, 8Cool Paseo de la Senda, 2

Pubs4 Azules Postas, 28Barrón Pintorería, 2Chupitería Zanzíbar Portal del Rey, 8Kokoa Adriano VI, 11La Ferretería Plaza España, 10Makalu Nueva Fuera, 7Moma Pintor Díaz de Olano, 2Om Oion, 14Paradise Avda. de la Ilustración, 56Plaza Postas, 5Quinta Avenida Duque de Wellington

Pubs irlandesesGuinnes Paseo de la Unesco, 6Molly Malone San Prudencio, 17O’Connors Prado, 11

TabernasBericus Areitio, 1Izaskun Eulogio Serdán, 20Lima Lima, 5

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DISCOTECAS

Buddha Bar Plaza Catalunya, 11Círculo Cultura Club General Álava, 5Datura La Paz, 5Jimmy Jazz Coronación, 5Santa Fe Dato, 40

RESTAURANTES EN VITORIA

AsadoresAsador 10 Erretegia Portal de Betoño, 44 945 28 87 07Asador Aurora Etxea Las Trianas, 15 945 15 76 57Asador Cordero de Burgos Antonio Machado, 35 945 17 01 91Asador Domaika Avda. de los Huetos, 62 945 22 57 97Asador Ekume Crta. Abetxuko, s/n. 945 27 75 80Asador Iradier Manuel Iradier, 23 945 23 24 76Asador Matxete Plaza del Machete, 4-5 945 13 18 21 y 945 14 93 85Asador Zabala Mateo de Moraza, 9 945 23 00 09Restaurante Asador Hondarribia Hondarribia, 24 945 17 94 24Restaurante Asador Orio Felicias Olave, 3 945 14 83 00Restaurante Sidrería Sagartoki Prado, 18 945 28 86 76Restaurante Benta Zaharra Elorriaga 945 26 32 27Restaurante Borda Berri Hueto Arriba, 5–Hueto Arriba 945 22 64 11Restaurante Busturia Avda. Zabalgana, 1 945 35 80 00

Cocina tradicional5ª Avenida Duque de Wellington 945 19 18 62Alaiki Bi Senda Valentín de Foronda, 25 945 17 27 74Albéniz Portal del Rey, 9 945 25 05 30 y 945 25 66 85Alkartetxe Errotegi San Prudencio, 3 945 14 13 43

Americano Pintor Teodoro Dublang, 47 945 14 63 28Andere Gorbea, 8 945 21 49 30Antiguo Felipe Fueros, 2 945 26 18 08Araba Avda. de los Huetos, 17 945 22 26 69Arkupe Mateo de Moraza, 13 945 23 00 80Artagan Avenida Gasteiz, 45 945 22 81 00Atenea Postas, 47 945 26 59 80Atxalde Pío XII, 14 945 25 77 02Barrachi Barratxi, 6 945 27 34 11Baskonia Avenida Gasteiz, 77 945 24 33 53 y 945 21 49 85Bilibio Errekatxiki, 3 945 28 85 95Carey Pintor Díaz de Olano, 13 945 00 19 41Casa Areso Domingo de Sautu, 25 - Murgia 945 43 02 20Casa Felipe Fueros, 28 945 13 45 54Casablanca Dato, 38 945 23 25 80Círculo Vitoriano Dato, 6Conde de Álava Cruz Blanca, 8 945 22 50 40Dakar San Prudencio, 17 945 13 53 29David Alfredo Donnay, 2 945 26 56 93Dólar Florida, 26 945 23 00 71Dos Hermanas Madre Vedruna, 10 945 13 29 34El Caserón Camino del Monte, 49 945 23 00 48El Coto Principal, 7 - Lermanda 945 29 12 52El Mesón Ortiz de Zárate, 5 945 14 61 91El Museo del Órgano Manuel Iradier, 80 945 26 40 48El Portalón Correría, 151 945 14 27 55Erkiaga Herrería, 38 945 27 65 08Ikea Portal de Castilla, 27 945 14 47 47

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Itxasberri Galicia, 7 945 28 53 67Izaga Beato Tomás de Zumárraga, 2 945 13 82 00La Bilbaína Francia, 22 945 25 44 00 “ Prudencio María Verástegui, 2La Bodega Florida, 36 945 23 00 14La Enoteca Ramón y Cajal, 15 945 13 94 27La Fábrica Barratxi, 41 945 12 04 60La Fragua Andalucía, 8 945 27 87 50La Huerta Dato, 41 945 14 94 51 y 945 14 94 53La Riojana Cuchillería, 33 945 25 02 39La Zuyana Crta. Betoño, 48 945 28 84 66Liparis La Paz, 11 945 23 51 94Maite Enea Olaguibel, 66 945 12 04 40Manai Lascaray, 8 945 14 52 63Manaos Pamplona, 45 945 17 38 15Mesa Chile, 1 945 22 84 94Mesón Ali Avenida de los Huetos, 23 94522 96 27Ñam! Zaramaga, 3 (C.C. Boulevard) 945 35 62 07Olarizu Beato Tomás de Zumarraga, 54 945 21 75 00Oleaga Adriano VI, 15 945 24 68 53 y 945 22 33 10Orense Plaza Fuente los Patos, 2 945 14 40 93Plazoleta Sierra de Aralar, 35 945 17 76 77Parlamento Prado, 28 945 27 14 65Séneca Julián de Arrese, 3 945 26 03 28Skala Ricardo Buesa, 4 945 22 10 16Slow Fueros, 29 945 28 76 81Taberna Esquíbel Adriano VI, 37 945 22 84 78Taberna Yaiza Crta. Bergara, 11 - Mendibil 945 29 95 01

Teide Avda. Gasteiz, 61 945 21 10 23Txako Crta. Bilbao, 12 - Espejo 945 35 10 63Txapela Prado, 3 945 13 52 91Urizar Gabriel Aresti, 7 945 19 11 90Urria Boulevard de Salburua, 42 945 06 84 04Benta Zaharra Elorriaga, s/n. 945 26 32 27Vinum Portal de Castilla, 53 945 23 26 87Virgen Blanca Plaza Virgen Blanca, 3 945 28 61 99World Music San Prudencio, 26 945 27 68 22Xixilu Plaza Amárica, 2 945 23 00 68Zabala Mateo de Moraza, 9 945 23 00 09Zabaltegi Avda, Judizmendi, 2 945 25 18 40Zapirón Avda. de los Huetos, 48 945 19 90 00Zeppelin Nieves Cano, 29 945 23 33 79

Cocina creativaAhoa Doce de Octubre, 1 945 26 08 75Ciudad de Vitoria Portal de Castilla, 8 945 14 11 00CRK Florida, 3 945 14 28 79Deslorian Urbina, 5 945 20 14 02Heineken Urban Concept Portal de Gamarra, 1 945 20 34 88Izarra Taberna-Jatetxea Mimintxa, 1. Bitoriano (Zuia) 945 43 00 73Izartza Plaza España, 5 945 23 55 33El Clarete Cercas Bajas, 18 945 26 38 74El Tabanco Correría, 46 945 20 28 42Esquibel Adriano VI, 37 945 22 84 78Lemar Extremadura, 5 945 27 56 20Querida María Plaza Santa María, 2 945 20 56 59

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MarmitaCo Avda. Judizmendi, 4 945 12 05 93Palacio de Elorriaga Elorriaga, 15 945 26 36 16Zaldiaran Avda. Gasteiz, 21 945 13 48 22

Cocina asiáticaFu Li Tu Paraguay, 8 945 22 03 22Mandarín Reyes Católicos, 11 945 27 37 00Wok Sushi Florida, 29 945 13 66 88

Cocina italianaLa Tagliatella Sancho el Sabio, 1 945 13 03 40L’Oliva Beato Tomás de Zumarraga, 70 945 22 10 03Pasta Caffe General Álava, 6 945 23 18 23 o 945 14 84 82Pizzería Dolomiti Ramón y Cajal. 1 945 23 34 26

Cocina internacionalLa vieja taberna de Praga Fueros, 26

MarisqueríasLa Habana Cuba, 5 945 27 21 48Margoa Tarragona, 8 945 18 10 00

Sidrerías en Vitoria y alrededores

Restaurante Kupeltegi Portal de Lasarte, 1 945 13 06 27Sidrería Armentegi Armentia, 6 945 13 21 01Sidrería-Asador Mendiola Larrumbe, 10 - Mendiola 945 13 98 90Sidrería-Asador Sagartoki El Prado, 18 945 28 86 76Sidrería San Prudencio Alto de Armentia, 8 945 13 15 65

Restaurantes vegetarianos

El Parral Cantón San Francisco Javier, 4 945 27 68 33El Museo del Órgano Manuel Iradier, 80 945 26 40 48

Taberna

Bericus Areitio, 1 945 10 20 04

Varios

Akerra Castillo de Astúlez, 6 945 23 49 44El Tabanco Correría, 46 945 20 28 42La Taberna de los Mundos Independencia, 14 945 13 93 42Pimpollo Portal de Arriaga, 10 945 14 27 85

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RESTAURANTES EN ÁLAVAAlegría - DulantziMesón Erausquyn Arrabal, 22 945 42 00 39

AmurrioArenalde Maitea Cerrajería, 1 945 89 24 26El Refor Maskuribai, 21 945 39 33 14

AramaioDukiena Barrio Azkoaga, s/n. 945 44 50 86

ArtziniegaTorre de Artziniega Cuesta de Luciano, 3 945 39 65 00

BerantevillaAsador Lola Mayor, 26 945 33 70 62

ElciegoMarqués de Riscal Torrea, 1 945 18 08 88Txisko Extramuros, 5 945 60 60 08

EscotaTaberna La Era Escota 945 36 21 58

GopeguiArtzegi Avda. Gorbeia, 2 945 46 40 26

IzarraAsador Izarra Estación, 5 945 43 71 65

LabastidaAsador Petralanda Avda. Diputación, 19 945 33 11 11El Bodegón Frontín, 31 945 33 10 27Hostal Jatorrena Florida, 10 945 33 10 50Ariño El Frontín, 28 945 33 10 24

LaguardiaAmelibia Barbacana, 14 945 62 12 07Antigua Bodega Cosme Palacio Crta. Elciego 945 62 11 95Biasteri Mayor (junto iglesia San Juan) 945 60 00 26El Medoc Alavés Paseo de San Raimundo, 15 945 60 05 60

Marixa Sancho Abarca, 8 945 60 01 65Posada Mayor de Migueloa Mayor, 20 945 62 11 75Centro Temático Villa Lucía Crta. Logroño, s/n. 945 60 00 32

LegutianoMarisquería Urrunaga Kurrua, 1 - Urrunaga 945 46 57 55Asador Urtegi-Alde Cruciaga, 13 945 46 57 01Haritz Ondo Crta. Elosu 945 45 52 70

LezaLaredo La Fuente, 12 945 60 50 18

LlodioTúnel Crta. Vitoria, 5 946 72 05 58

LuyandoOlaeta Restrego, 6 945 39 35 64

MaeztuLos Roturos Herrería, 10 945 41 02 50Izki Crta. Vitoria-Estella 945 41 03 88

MaroñoGuzurtegi La Plazuela, 6 945 39 94 38

MurgiaCarlos San Martín, 34 945 46 24 34

Nanclares de la OcaAsador-Merendero Rosa San Sebastián, 5 945 37 12 66Iruña Avda. Langraitz, 21 945 37 12 61

OionAvenida 38 Avda. de Navarra, 38 945 62 28 99La Cueva Concepción, 15 945 60 10 22Las Losas Avda. de Navarra, s/n. 945 60 11 52

OlaetaTaberna Goikoetxea Olaeta, 31 945 45 01 71

PáganosHéctor Oribe Gasteiz, 8 945 60 07 15

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HOSPEDARSE EN VITORIA5 EstrellasGran Hotel Lakua Tarragona, 8 945 18 10 00

4 EstrellasBarceló Hotel Gasteiz Avda. Gasteiz, 45 945 22 81 00Boulevard Zaramaga, 3 945 18 04 00El Caserón Camino del Monte, 49 945 23 00 48NH Canciller Ayala Ramón y Cajal, 5 945 13 00 00Silken Ciudad de Vitoria Portal de Castilla, 8 945 14 11 00AC General Álava Avda. Gasteiz, 79 945 21 50 00

3 ESTRELLASAlmoneda Florida, 7 945 15 40 84Gobeo Park Avda. de los Huetos, 48 945 19 90 00Holiday Inn Express Vitoria Paduleta, 59 – Pol. Ind. Júndiz 945 19 44 00Palacio de Elorriaga Elorriaga, 15 B

945 26 36 16

2 ESTRELLASDato Dato, 28 945 14 72 30Duque de Wellington Duque de Wellington, 14 945 17 57 07Desiderio Colegio San Prudencio, 2 945 25 17 00Páramo Gral. Álava, 11 – Pasaje Postas 945 14 02 40Gorbea Teodoro Glez. de Zárate, 50 945 14 49 26Barrachi Barrachi, 6 945 27 32 00Iradier Florida, 49 945 27 90 66Achuri Rioja, 11 945 25 58 00Amárica Florida, 11 945 13 05 06La Bilbaína Prudencio Mª Verástegui, 2 945 25 44 00

PensionesFlorida Manuel Iradier, 33 945 26 06 75Araba 2 Florida, 25 945 23 25 88La Paz La Paz, 3 945 13 96 66La Zuyana Ctra. Betoño, 48 945 28 83 00Portal de Bergara Portal de Bergara, 20 945 26 04 70Residencia Dato 2 San Antonio, 17 945 13 04 00Eguileta Nueva Fuera, 32 945 25 17 00Nuvilla Fueros, 29 945 25 91 51

Apartamentos turísticosMilenio Pamplona, 23 945 17 58 66San Fermín Pamplona, 45 945 17 58 66Ibaiondo 1 Duque de Wellington, 52 619 37 14 54Ibaiondo 2 Duque de Wellington, 52 619 37 14 54Irenaz Hondarribia, 1 945 10 41 04

Establecimientos con encanto

La Casa de los Arquillos Paseo de los Arquillos, 1 945 15 12 59

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HOSPEDARSE EN ÁLAVAAlegría - DulantziPensión Casa Antolín Fortaleza, 9 945 42 03 28

AmurrioPensión Ayala Ayala, 2 945 89 04 52

ArgómanizParador de Argómaniz *** Autovía N-1 - Madrid-Irun, km. 363 945 29 32 00

ArtziniegaHotel Torre de Artziniega Cuesta de Luciano, 3 945 39 65 00

ElburgoPensión Olaona Crta. Madrid-Irun, 364 945 30 70 33

ElciegoHotel Marqués de Riscal Torrea, 1 945 18 08 00Hotel Villa Elciego Norte, 1 945 60 65 97

ElosuHotel Haritz-Ondo Casa, 20-22 945 45 52 70

IzarraCasa Doña Lola Las Escuelas, 2 945 43 72 24

LaguardiaHotel Villa de Laguardia **** Paseo de San Raimundo, 15 945 60 05 60HR Castillo El Collado ** Paseo El Collado, 1 945 62 12 00

Hotel Antigua Bodega de Don Cosme Palacio ** Ctra. Elciego, s/n. 945 62 11 95

Hotel Posada Mayor de Migueloa ** Mayor, 20 945 62 11 75HR Marixa * Sancho Abarca, s/n. 945 60 01 65Hotel Pachico Martínez * Sancho Abarca, 20 945 60 00 09

LanciegoHotel Larrain * Mayor, 13 945 62 82 26

LlodioHotel Valle de Ayala * José Matía, 36 946 72 36 11Pensión Isasi Isasi, 3 946 72 81 81

MaeztuLos Roturos Herrería, 10 945 41 02 50

MurgiaHotel Nagusi *** Domingo de Sautu, 32 945 46 25 28Hotel La Casa del Patrón ** San Martín, 2 945 46 25 28

OionHotel Felipe IV ** Avda. Navarra, 28 945 60 10 56

QuejanaHotel Los Arcos de Quejana * Crta. Quejana a Beotegui, s/n. 945 39 93 20

RivabellosaHotel Julia * Rivabellosa 945 35 50 42

SamaniegoHotel Palacio de Samaniego ** Constitución, 12 945 60 91 51

San Román de San MillánHotel Andamur ** Pol. Ind. Okiturri, Parcela 1 945 30 40 44

SobrónHotel Durtzi * La Presa, 12 945 35 90 78

Subijana de ÁlavaHotel Ruta de Europa ** Ctra. N-1, km. 341 945 36 14 16

UrturiHotel Urturi Golf ** Arriba, s/n. 945 37 82 32

Villabuena de ÁlavaHotel Viura La Colina, 6 945 60 90 00HR Izadi 945 60 90 86

Vírgala MayorPensión Vírgala Ctra. Vitoria-Estella, km. 23 945 41 01 53

Page 192: Libro Vitoria DEFINITIVO

192

APARTAMENTOS / RESIDENCIASAmaritaAT Casas de Amarita Amarita, 30 945 29 99 56

BarojaAP El Rincón de Baroja Real, 21 945 36 70 75

LabastidaAP Solar de Quintano Barrajuela, 7 646 49 23 53

LermandaHotel El Coto ** Principal, 1 945 29 12 52

PaúlAP La Cabaña Rural de Paúl La Calera, 19 678 42 82 58

San Román de San MillánHotel Andamur ** Pol. Ind. Okiturri, Parcela 1 945 30 40 44

ESTABLECIMIENTOS RURALESCR: Casa Rural. A: Agroturismo AR: Apartamento Rural. CC: Casa de Campo.

AcostaCR Izpiliku Mendia, 6 - Zigoitia 607 44 83 93

AdanaCR El Rincón de Adana Perralta, 7 – San Millán 647 80 99 08

AldaA Biltegi Etxea Carretera, 3 945 40 60 42

AmaritaAR Casas de Amarita Amarita, 30 945 29 99 56

Amezaga de ZuiaCR Casa de los Abuelos Rekalde, 5 - Zuia 945 46 26 59

AmurrioA El Txakoli Aldai, 40 945 89 07 03

ApellanizA Villa de Elezpara Elespara, 12 945 41 02 35

AprikanoA Maribel Aprikano, 13 - Kuartango 945 41 02 35 y 629 41 22 77

AraiaA Mendiaxpe Salsamendi, 22 - Asparrena 945 30 42 12 y 646 10 45 84

AriñezA Abaienea Ariñez, 30 945 29 06 40 y 656 75 86 73

Baranbio - AmurrioCR Olako Ctra. Vitoria-Bilbao por Altuna, km. 33,35 945 89 17 04 y 667 51 19 05

BarojaAR El Rincón de Baroja Real, 21 945 36 70 75

BarrónCR Torre Samaniego Barrón, s/n. – Ribera Alta 945 36 23 50

Page 193: Libro Vitoria DEFINITIVO

193

BernedoCR Gaztelubidea Cementerio Viejo, 2 660 47 87 37

BovedaA Herranetxe La Iglesia, 36 - Valdegovía 945 35 31 82

CárcamoA Casa Ansotegui Cárcamo, 9 - Valdegovía 945 35 10 05

ElosuA Atxarmin Ctra. Elosu, 1 – Legutiano 945 45 50 87 y 670 42 25 24CR Bentazar Barrio Ollerías, s/n. 945 45 58 88 y 676 09 81 62

ElciegoCR La Cueva Extramuros Norte, 36 945 60 64 40

EspejoA Patxo Etxea Ctra. Bilbao, 5 945 35 10 16CR El Molino – Errota Enea Ctra. Bilbao, 5 670 05 33 24

Etxabarri-IbiñaA Behitegi Eliza bidea, 13 945 46 02 18

FaidoCR Basarte Etxea San Miguel. 2 945 40 32 38

GantzagaA Muru Gantzaga, 18 - Aramaio 945 44 53 65

GopegiCR Quopiki Areatza, 3 - Zigoitia 685 71 91 91

GujuliCR Ugarzabal Barrio Abajo, 2 - Urkabustaiz 690 84 47 73

GurendesCR Arbaieta Etxea Barrio Abajo, 26 945 35 32 00

HijonaA Arantza Etxea Etxabilo, 2 - Burgelu 945 29 30 94

Hueto ArribaCR Los Huetos 649 47 04 73

IzarraCR Santorkari Mayor, 14 616 86 37 96

LabastidaAR Solar de Quintano Barrajuela, 7 646 49 23 53

LaguardiaA Larretxori Portal de Páganos 945 60 07 63

LalastraA Valderejo Etxea Real, 2 945 35 30 85

Lapuebla de LabarcaA Barquero Etxea Mayor, 25 945 62 72 18

LasernaA Señorío de las Viñas Mayor, s/n. 945 62 11 10

LegutianoCR Urkiola Enea La Unión, 3 945 14 53 36

LekamañaCR Lekandero Lekamaña, 16 - Amurrio 630 62 98 23

LezaCR El Encuentro Herriko Plaza, 3 660 58 37 36

LezamaCR Iruaritz Bº San Prudencio, 29 945 89 26 76 y 609 43 91 89CR Usko Cruce Baranbio- Lezama, 23 945 89 19 67 y 619 46 63 43

LlodioCR Ane Miren Etxea Larrazabal, 18 B 946 72 66 83 y 656 70 66 46

LuyandoCR Urdinetxe San Lorenzo, s/n. 945 89 08 04 y 670 47 77 27

MaeztuCR Izki Ctra. Vitoria-Estella, s/n. 945 41 03 88

MaroñoA Guzurtegi Bº Oruro, 7 - Ayala 945 39 94 38

Page 194: Libro Vitoria DEFINITIVO

194

MarquinaCR Albertegui Berretin, 4 - Zuia 945 43 04 07A Perrenku Perrenku, 1 - Zuia 945 40 30 93

MarquinezA Basibide Etxea Basibidia, 19 - Bernedo 945 37 90 48

MaturanaCR Sagasti Zahar Sagasti Zahar, 10 - Barrundia 945 31 71 58

MuruaCR Gorbeia Dominizubi, 9 – Zigoitia 945 46 42 01 y 649 28 81 41A Guikuri Goikuri, 1 - Zigotia 945 46 40 84 y 615 78 23 23

NarvajaCR Apezetxea Uriarte, 4 945 31 24 81

NavaridasA Carpe Diem Enrique Privado, 7 945 60 51 72CR Vinae et Oliva El Tesoro, 39 618 57 46 59

OkondoA Olabarrieta Beheko Irabien, 14 945 89 81 46

OlaetaA Etxebarri Caserío Etxebarri - Aramaio 945 45 01 23

OrbisoA Marivi Herrería, 9 945 45 50 30

OsmaA Casa Urrutia Santa Marina, 9 627 08 27 99

OzaetaA Adela Etxea Elizako bidea, 8 945 31 70 33

PaúlCR La Cabaña Rural de Paúl La Calera, 19 678 42 82 58

Peñacerrada - UrizaharraCR Errota Avda. Urizaharra, 1 945 36 70 62

Salinas de AñanaCR Gesaltza Etxea Perruchico, 1 945 13 15 15

Salinillas de BuradónA Areta Etxea Mayor, 17 945 33 72 75

Salvatierra - AgurainCR Zadorra Etxea Zadorra, 21 656 71 61 26

SamaniegoCR La Molinera Etxea Bº Zurriarte, 22 945 62 33 75

SarriaA Gorbea Bide Pagazuri, 8 945 43 00 46

SojoA Ibaizar Sojo, 4 - Ayala 945 39 66 86

TuyoA Araiko Etxea Real, s/n. 945 37 30 68A Toki Eder Crta. La Iglesia, s/n. 945 37 31 65

TuyoA Araiko Etxea Real, s/n. 945 37 30 68A Toki Eder Crta. La Iglesia, s/n. 645 91 94 25

UncellaA Uxarte Uncella, 12 - Aramaio 945 44 51 46

UrturiA Aitonaren Etxea Abajo, 4 - Bernedo 945 37 81 47A La Casa de los Artilleros La Plaza - Bernedo 945 37 81 74

ZaitegiCR Lizardi Nagusia, 2 A 945 46 09 76

ZalduondoCR Aitzkomendi Errotalde, 5 679 90 85 31CC Eikolara Arbinatea, 30 945 30 43 32CR Sorginetxe Errotalde, 5 B 679 90 85 31

Page 195: Libro Vitoria DEFINITIVO

195

MUSEOS EN VITORIA

Artium – Centro-Museo Vasco de Arte ContemporáneoFrancia, 24945 29 90 00

Centro Cultural MontehermosoFray Zazarías Martínez, 2945 16 18 30

Museo de Bellas ArtesFray Francisco de Vitoria, 8945 18 19 18

Catedral de Santa MaríaPlaza de la Burullería945 25 51 35

Bibat – Arkeologia-Fournier de Naipes MuseoaCuchillería, 54945 20 37 07

Museo de Ciencias NaturalesSiervas de Jesús, 24945 18 19 24

Museo Diocesano de Arte SacroCatedral de María Inmaculada. Cadena y Eleta, s/n.945 15 06 31

Museo de ArmeríaFray Francisco de Vitoria, 3945 18 19 25Museo de los FarolesC/ Calle Zapatería, 35 Telf: 945 277 077

MUSEOS EN ÁLAVA

Museo de alfarería vascaOllerías, 9. Elosutlf: 945 455 145

Museo etnográfico de ArtziniegaArtziniegatlf: 945 396 001

Museo arqueológico La HoyaYacimiento de la Hoya, S/N. LaguardiaTeléfono 945 621 122

Museo Vasco de gastronomíaMaestro Elorza 11. Llodio946 724 330

Museo etnográfico de Felix MurgaAldai, 5. Amurrio945 891 450

Museo heráldico de MendozaMendoza945 181 617

Museo de cerámica de OlleríasOllerías945 455 145

Museo de QuejanaQuejana945 399 264

Page 196: Libro Vitoria DEFINITIVO

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Page 198: Libro Vitoria DEFINITIVO

198

Peñalba692

Zaballa632

Idubaltza691

Beraskola666Alto del Pando

547

Puerto de Garate278

Pagonabarra599

Pagolar720

Gallarraga902

Ganekogorta998

Kamaraka795

Areta

Puerto de Trabakua440

Puerto de Elgeta461

Puerto de Kanpazar457 Puerto Deskarga

587Puerto de Mandubia

574

Puerto deEtxegarate

658

Puerto deOtzaurte

652

Arlaba1258

Puerto de Udana574

Aldaia790

Berein782

Puerto de Herrera1100

Belabia970

Cerro Blanco657

Puerto de Vitoria788

Olarizu710

Arbulo581

Arzubiaga543

Araca642

Lendiz850

Urbina698

Puerto de Urkiola700

Puerto de Bikotx604

Puerto de Barazar604

Puerto de Zaldiaran780

Arrieta999

Zaldiaran978

Busto976

Cerro901

Sesturri790

Txulato946

Atxabal1172

San León1228

Las mugas589

Quintanilla673

Atalaya568

Somo902

Atalaya907

Cantoblanco1009

Cotorrillo1084

Montemayor1103

Arantxaga923

Kruzeta1171

Repico1188

Peña Alta1108

Olvedo930

Peña Risca1006

Costoria1032

Alto del Corral842

Puerto dela Barrerilla

497

San Pedro709

Astobiza577

Elorritxugana721

Escoritas639

Peregaña625

Eskutxi1185

Unguino1105

Urieta1133 Tologorri

1068

Babio582

Puerto de Orduña880

Peña Lisa973

Alto del Rodi1031

Raso1046

Batxikabo1199

Karria1130

Arrayuelas1124

Cueto1367

Mota1315

Vallegrull1126

Lerón1236

Puerto de Angulo700

Arando943

LermandaCastillo

663

VITORIA-GASTEIZ

AskartzaArgandoña

ZerioElorriaga

ArcauteIlarratza

Estibaliz

Matauco

Villafranca

Aberásturi

Andollu

Trokoniz

Hijona / Ixona

Añua

Gáceta

Egileta Erentxun

Gauna Adana

ACILU

Txintxetru

Ullibarri-JauregiUribarri-Jauregi Gereñu

Jauregi

Oreitia

Argomaniz Etxabarri-Urtupiña

Arrieta

Audikana

Dallo

Heredia

Gazeo

Ezkerekotxa

Langarika

AlaitzaEgileor

Arrizala

Alangua

Opakua

Okariz

Munain

Mezkia

AmetzagaAsparrena

Eguilaz-Egilatz

Vicuña / Bikuña

San Románde San Millán / Durruma

Urabain

ORDOÑANA/ERDOÑANA

Albéniz / AlbeizIlarduia Egino

AndoinIbarguren

Puerto de Opakua1020

Iturrieta

Kontrasta

EturaGebara

HermuaLarrea

Zuhatzola

Barria

NarbaizaAspuru/Axpuru

Zuazo de San Millán/Zuhatzu Donemiliaga

Gordoa

Luzuriaga

Galarreta

Arriola

ZALDUONDO

ASPARRENA

ASPARRENA

SAN MILLÁN/DONEMILIAGA

ARAIA

SALVATIERRA/AGURAIN

IRURAIZ-GAUNA

ALEGRÍA-DULANTZI

ALEGRÍA-DULANTZI

Maturana

Mendíjur

Urizar

Garayo

OZAETA

BARRUNDIAElgea

Marieta

LarrintzarNanclaresde Ganboa/

Langara-Ganboa

UllíbarriGamboa

Arroiabe

Mendibil

Amárita

LandaGoiainUrrunaga

Nafarrate

Betolaza Urbina

Luko

Ziriano

Miñano Mayor/Miñao

Retana

DURANA

ARRAZUA-UBARRUNDIA

Ullíbarri-Arrazua

ArzubiagaGamarraMenor

Zurbano/Zurbao

Aránguiz / ArangizAbetxuko

Antezanade Foronda

Mendiguren

Etxabarri-Ibiña

Mendarozketa Miñano Menor/Miñao Gutxia

Apodaka

Artaza de Foronda

Letona

GOPEGI

Murua Acosta / Okoizta

ZestafeLarrinoa

Eribe

BuruagaBerrikano

Ondategi

Manurga

Olano

Zárate

ZaitegiJugo

Markina

Sarria

MURGIABitoriano

DomaikiaAperregi

Lukiano

Gilierna

Ametzaga (Zuia)

Altube

Larrazketa

BeluntzaIZARRA

Abezia

Ondona

Goiuri

Oiardo

Apreguíndana /Apregindana

URKABUSTAIZ

Uzkiano

Unzá / Untzaga

Artómaña

Delika

Aloria

Inoso

Paul

Tertanga

ORDUÑA

Lendoño AbajoLendoño Arriba

LekamañaSaratxo

Lezama

MendeicaBelandiaAgiñaga

EtxegoienMadaria

SalmantónMaroño

MenoioOzeka

Lujo Luxo

IzoriaOlabezar

RESPALDIZA/ARRESPALDITZA

Murga

Zuaza /Zuhatza

Menagarai

BeotegiRetes deLlanteno /

Erbi

Sojo

Costera/Opellora

Sojoguti / SoxogutiLlanteno

Campijo

Santa Koloma

Orrantia

MendietaRetes

de Tudela /ErretesTudela

Gordeliz

ARTZINIEGA

El Berrón

BALMASEDA

Peñueco

Otxaran ZALLAAranguren

GUEÑES

Sodupe

GORDEXOLA

AvellanedaBezi

ArroyosCarral

GARAPE/SOPUERTA

GALDAMESARTZENTALES

Palacio

El Suceso

Biañez

Ambasaguas

CONCHA

VILLAVERDE TURTZIOZ

Nava de Ordunte

Hormes

VILLASANA DE MENA

VALLE DE MENA

Cadagua

Viergol

Santa Olalla

Relloso

Villabasil

Oteo

Momediano

Villaventin

QUINCOCES DE YUSO

Río de Losa

Cozuela

Quejana/Kexaa

Angulo

Luiaondo

Murueta

LLODIO / LAUDIO

Onsoño

Larrinbe Baranbio

OROZKO

ARAKALDO

Bengoetxea

ZUBIAUR

ZEBERIO

Areiltza-Olatzar

ArkulandaZeberiogana

Ereñotza

Etxazo

Ibarra

Berganza

ARRANKUDIAGA

UGAO-MIRABALLES

Zollo-Elexalde

ARRIGORRIAGA

ZARATAMO

GALDAKAO

ArkotxaUsansolo

BEDIA

Zaramillo Arbuio

BILBAO

ALONSOTEGI

BASAURI

LEMOA

AMOREBIETA-ETXANO

BoroaErletxe

Etxano

San Migel

Euba

Bernagoitia

IGORRE

ARANTZAZU

Gorozika

Aiuria

Gerrikaitz

Bolibar

GARAI

IURRETA

Oromiño

DURANGO

IZURTZAABADIÑO

MAÑARIA

BERRIZ

MALLABIA

Berano

ERMUA

ZALDIBAR

ELORRIOApatamonasterio

Axpe

Arraño

DIMA

ARTEA(Gaztelu-Elexabeitia)

AREATZA

ZEANURI

Indusi

OTXANDIO

Gantzaga

Etxaguen

Arexola

Uribarri

IBARRABarajuen

Etxaguen(Zigoitia)

San Pedro

Ollerías / Ollerieta

Elosu

Arriola

ARAMAIO

ZIGOITIA

ZUIA

LEGUTIANO

UntzillaAlzaga

Azkoaga

SuñaOlaeta

ESKORIATZA

ARETXABALETA

ARRASATE/MONDRAGÓN

San Prudentzio

Zubillaga

BERGARA

ELGETA

EIBAR

ETXEBARRIA MENDARO AIZARNAZABAL

ERREZIL

BEIZAMA

URRETXU

Ezkio-Itsaso

ANTZUOLA

LEGAZPI

OÑATI

Olabarrieta

TelleriarteGaragaltza

ArantzazuLEINTZ-GATZAGA

ZEGAMA

ZERAIN

MUTILOA

SEGURA

IDIAZABAL

Goialdea

ORMAIZTEGI

GABIRIA

Iurre

BEASAIN

ORDIZIA

LAZKAO

OLABERRIA

ATAUN

Lazkaomendi

ALTSASU

OLAZTI

Ziordia

LARRAONA

ARANARACHEEULATE

SAN MARTIN

Onraita/Erroeta

Róitegui/Erroitegi

Musitu

IbisateArenaza/Areatza

Aletxa

Cicujano/Zekuiano

SabandoLeorza/Elortza

MAESTU/MAEZTU

Azáceta

Berroci

Vírgala Mayor/Birgara Goien

VírgalaMenor/BirgaraBarren

Apellániz/Apinaiz

Atauri

San Vicente de Arana/Done Bikendi Harana

Oteo

Korres Orbiso

Ullíbarri-Arana/Uribarri Harana

ZUÑIGA

Galbarra

Acedo

Antoñana

SANTA CRUZDE CAMPEZO/

SANTIKURUTZEKANPEZU

Bujanda

GENEVILLA

San Románde Campezo /Durruma KanpezuQuintana

CAMPEZO/KANPEZU

ALDA

Arriaga Betoño

Gamarra Mayor/Gamarra Nagusia

Junguitu/Jungitu

Arkaia

Otazu

Gamiz

Bolívar

Arechavaleta

MendiolaGardelegiLasarte

Berrosteguieta

Castillo/Gaztelu Monasterioguren

Armentia

Zuazo de Vitoria/Zuhatzu

Crispijana/Krispiñana

Ali / Ehari

Lopidana

Aeropuertode Foronda

Estarrona

Asteguieta

Gobeo

Gometxa

Eskibel

Zumelzu / Zumeltzu

Margarita

Lubiano

Ullibarri de los Olleros/Uribarri Nagusia

Okina

Ajarte

Aguillo

Arluzea

San Vicentejo

Ascarza

Uzquiano

Doroño

Arrieta

Markinez

Sáseta

UrartePáriza

Laño

BajauriObécuri Urturi

AngostinaNavarrete

Meano

MARAÑÓN

LAPOBLACIÓN

CABREDO

AGUILAR DE CODESAZUELO TORRALBA DEL RÍO

ESPRONCEDA

NAZAR

MENDAZA

SORLADA ETAYO

MUES

ANTZIN

MURIETA

OCO

LOS ARCOS

EL BUSTO

BARGOTA ARMAÑANTZASSANSOL

TORRES DEL RÍO

ARAS

LAZAGURRIA

MENDAVIAARRUBAL

AGONCILLO

VIANA

MOREDADE ÁLAVA

OYÓN-OION

LabrazaBarriobustoYÉCORA/IEKORA

KRIPAN

Viñaspre/Biasteri

ELVILLAR / BILAR

LANCIEGO/LANTZIEGO

LEZA

NAVARIDAS

LAGUARDIA

LAPUEBLADE LABARCA

ELCIEGO

VILLABUENADE ÁLAVA /ESKUERNAGA

BAÑOS DE EBRO/MAÑUETA

SAMANIEGO

El Campillar Assa

Páganos

CENICERO

FUENMAYOR

Laserna

BAÑOS DE EBRO/MAÑUETA

ABALOS

SAN VICENTEDE LA SONSIERRA

TORREMONTALVOSAN ASENSIO

Ribas de Tereso

GIMILEO

BRIONES

RODEZNOZARRATÓN

HARO

Briñas

HORMILLEJA

HERVIAS

BAÑARES

CASTAÑARESDE RIOJA

CASALARREINA

CUZCURRITA DERÍO TIRÓN

TIRGO

ANGUCIANA

SAJAZARRA

VILLALBA DE RIOJA

GALBARRULI

Baroja

Albaina

Mesanza

Faido

Samiano

Torre

San Martín de Galvarín

Pedruzo

Argote

Saraso Ogueta

Marauri

Dordoniz

FrancoArmentia

Arana

Moscadorde Treviño

San Martín ZarTaravero

Moraza

Zumento

Villanueva Tobera

Araico

GrandivalOzana

Muergas

AñastroCucho Treviño

GolernioOcilla y Ladrera

Zurbitu Meana

Villanuevade la Oca

Lapuebla de Arganzón

Busto de Treviño

San Estebande Treviño

Burgueta

Pangua

Tobera

Santurde

Mijancas

Lacervilla

Escanzana

Portilla

Ocio

Berganzo Payueta/Pagoeta

PEÑACERRADA/URIZAHARRA

Montoria

Loza

Pipaón

Salinillas de Buradón/Gatzaga Buradón

Santa Cruz del Fierro

PIEDRAMILLERA

VillaverdeLAGRÁN

BERNEDO

Villafría

Ternero

MIRANDA DE EBRO

Ircio

Lacorzanilla

Lacorzana

Rivaguda

PEAJE

Estavillo

Quintanilla dela Ribera

RIVABELLOSA

Igay ManzanosVillabezana Melledes

Antezana dela Ribera

Leciñana dela OcaSan MiguelTuriso

Caicedo-Sopeña

Salcedo

Hereña

Mimbredo Villaluenga

Leciñanadel Camino/Leziñana

MolinillaCaicedo-Yuso

Villambrosa Arreo

Viloria Castillo-Sopeña

Alcedo

Puentelarrá/Larrazubi

Fontecha

Bergüenda/Bergonda

Bachicabo

Zubillaga

Bellojín

Villamaderne

Tuesta

Espejo

Villanañe

Angosto

Barrio

Barrón

Atiega / Atiaga

SALINAS DE AÑANA/GESALTZA-AÑANA

Basquiñuelas

Arbígano

Paúl

POBESAnúcita

NuvillaLasierra

Montevite OllávarreSubijana-Morillas

Morillas NANCLARESDE LA OCA/

LANGRAIZ OKA

IRUÑA DE OCA/IRUÑA OKA

Subijana de Álava/Subillana Gasteiz

Víllodas

Trespuentes

Eskota / Axkoeta

Ormijana

Aprikano

Uribarri-Kuartango

Artaza / Artatza

Villamanca

Urbina de Basabe

MarindaSendadiano

ZUHATZU-KUARTANGO

Urbina Eza

Etxabarri-Kuartango Hueto Abajo-Oto Barren

Mártioda

Mendoza

Ullibarri-Viña/Uribarri-Dibiña

Mandojana

Legarda

Guereña

ForondaHueto Arriba

Tortura

Katadiano

Anda

Abornikano

Andagoia

Luna

ArchúaSanta Eulalia

IñurritaGuillarte

GuineaKarkamu

Osma

Astúlez

Caranca

Mioma

VILLANUEVADE VALDEGOVÍA

Fresndea

Basabe

Valluerca

Quintanilla

Acebedo

Pinedo

CorroTobillas

Bóveda

Valpuesta

San Millán deSan Zadornil

Gurendes

Arroyo deSan Zadornil

SAN ZADORNIL

Villafría

Lalastra

Ribera

Quejo

Nograro

JURISDICCIÓN DESAN ZADORNIL

Pedrosa de Tobalina

Ranedo

Herrán

Promediano

QUINTANA - MARTÍN GALINDEZ

VALLE DE TOBALINA

Santocildes

Montejo de Cebas

FRÍAS

Tobera

Santa M.ªde Garoña

Barciña del Barco

S. Pantaleón de Losa

VALLE DE LOSA

Lahoz

Villamardones

Ranera

Sobrón

LANTARÓN

AÑANA RIBERA ALTA/ERRIBERAGOITIA

VALDEGOVÍA/GAUBEA

BERBERANA

SANTA GADEA DEL CID

LANTARÓN

COMUNIÓN

RIBERA BAJA/ERRIBERA BEITIA

ARMIÑÓN

Jokano

KUARTANGO

Llorengoz

Villaño

Villalba de Losa

Ziorraga

Lejarzo

Añes

LARRABETZU

IRURAIZ-GAUNA

ARRAIA-MAEZTU

VALLE DE ARANA / HARANA

BERANTEVILLA

ZAMBRANA

LABASTIDA /BASTIDA

AYALA/ AIARA

OKONDO

AMURRIO

Fuidio

San Cristóbal888 Toloño

1254

PEÑACERRADA-URIZAHARRA

Jaunden1035

Eskamelo1292

Cerrvera1384

Recilla1381

Palomares1446 Cruz del Castillo

1432

Semendia1042

Peña del León1391

San Tirso1384

Peña Alta1243

Puerto de Bernedo990

Joar1416

Costalera1251

Cruz de Alda1120

San Cristóbal964

Bitigarra1169

Hornillos994

San Cristóbal1145

Murube1135

Arrigorrista1143

Achuri1104

Santa Elena1110

Puerto de Azáceta890

Itxogana1062

Indiagana1101

Arraialde1044Capilduy

1175

Izarza

Almurrain879

Puerto de Okina850

Pagogan1029

San Justi1028

San Cristóbal1057

Mantxibio937

Soila990

Muela1056

Arburu1046

Ballo1197

Legumbe1113

Olano1082

Arbarain1118Albeiz

1012

Umandia1012

Allarte1244

Aratz1445

Pinpil1276

Malkorra1242

Artia1175

Aumategi1190Mugarriluce

1109

Elgeamendi943

Usakoatxa912

Puerto de Arlabán616

Albertia868

Jarindo896

Puerto deCruceta

700

San Adrián813

Murugain778

Tellamendi835

Orisol1130

Motxotegi716

Motxetegi816

Oketa1031

Eribe695

Berretín1226

Burbona935

Gorbeia1482

La Liana866

Chinchularra845

Puerto de Altube630

Atxabal896

Armikelo888

Amaritu787

Cruz de Ganalto898

Puerto deAiurdin

680

Lorricho1023

Oteros1036

San Vítores892

Tuyo805

Tuyo

Montemayor734

San Formerio752

DESOJO

LABASTIDA

ELGOIBAR

AZKOITIA AZPEITIA

SORALUZEPLACENCIA

Arriano

B I Z K A I A

B I Z K A I A

G I P U Z K O A

ALEGIA

ZUMARRAGA

A-4623

A-2602A-4625

A-3636

A-4624

A-2604

A-3634

A-624

A-4621

A-3641

A-3641A-624

A-3624

A-3626

A-4620A-4618

A-4619

A-3630

A-4622

A-3622

A-3620

A-4609

A-4610A-4612

A-3618A-4614

A-4615

A-4613

A-3931

A-625

A-3638

A-3632

A-4616

BI-2522

A-4603

A-3616

A-4602

A4601

A-624

A-625

A-4604

A-4423 AP-68

A-4421

A-2521

A-4422

A-4608

A-4907

A-4605 A-4906

A-2625

A-2522

A-4418

A-624

A-3612

A-4419

A-4420 A-4415

A-4417

A-4416

A-4414

A-4413

A-4356

A-3314

N-622 A-3600

A-3600

A-3610

A-4412

A-4411

A-4410

A-4407

A-4408

A-4409

A-3608

A-3608

A-4404 N-240

A-4403

A-4016

A-3006

A-4402

A-4401

A-627

A-3014

A-4011

A-4028A-4010

A-4009

A-4027

N-240

A-3604

A-4405

A-3601

A-4406

A-4307

N-622

A-4312

A-4311

A-4313

A-4309A-4310

A-3302

A-3606 A-4308

A-3302

A-3302

A-4359

A-4358

A-4314

A-4302

A-3302

A-4345

A-4303A-4360

N-102A-4163

A-4164A-4101

A-4102 A-3

102

A-4132

A-4128

A-2124

A-4127

A-4126

A-132

A-4119

A-4118

A-4117

A-4120

N-104

A-2130

A-4107

A-4159

A-4121

A-3110

A-3112

A-3010

A-4002

A-3108

A-4134

A-4003 A-4004

A-4108

A-4013

A-4014

A-3012

A-4012

A-3022A-4015

A-4005

A-1A-4109

A-4110 A-3100

A-3016

A-3016

A-3012

A-4019

A-3018

A-4007

A-4017

A-4018

A-3012

A-4115A-4116

A-3020

A-4020

A-3138A-4158

A-4114

A-1

A-4113

A-2128

A-4130A-4112

A-4112

A-4141

A-4140

A-4111

A-3110

A-4137

A-4138

A-4139

A-4136

A-4135

A-3114

A-4160

A-3116

A-2128

A-3118

A-4131

A-4161

A-2128

A-132

A-126

A-4125A-4124

A-3136

A-4154

A-3136

urre/Ihurre

Aríñez

Arbulo/Arbulu

ELBURGO/BURGELU

28

25

26

27

23

29

33

34

30

31

32

35

40

50

55

57

60

61

62

47

63

36

48

22

24

37

38

39

41

42

43

44

45

46

49

51

52

53

54

5658

59

64

13

16

17

18

19

14

15

5

6

8

7

20

21

1210

9

11

1

2

3

4

S IER

R A D E C A N T A B R I A - TO L O

Ñ O

Km

Río Ugalde

Page 199: Libro Vitoria DEFINITIVO

199

Peñalba692

Zaballa632

Idubaltza691

Beraskola666Alto del Pando

547

Puerto de Garate278

Pagonabarra599

Pagolar720

Gallarraga902

Ganekogorta998

Kamaraka795

Areta

Puerto de Trabakua440

Puerto de Elgeta461

Puerto de Kanpazar457 Puerto Deskarga

587Puerto de Mandubia

574

Puerto deEtxegarate

658

Puerto deOtzaurte

652

Arlaba1258

Puerto de Udana574

Aldaia790

Berein782

Puerto de Herrera1100

Belabia970

Cerro Blanco657

Puerto de Vitoria788

Olarizu710

Arbulo581

Arzubiaga543

Araca642

Lendiz850

Urbina698

Puerto de Urkiola700

Puerto de Bikotx604

Puerto de Barazar604

Puerto de Zaldiaran780

Arrieta999

Zaldiaran978

Busto976

Cerro901

Sesturri790

Txulato946

Atxabal1172

San León1228

Las mugas589

Quintanilla673

Atalaya568

Somo902

Atalaya907

Cantoblanco1009

Cotorrillo1084

Montemayor1103

Arantxaga923

Kruzeta1171

Repico1188

Peña Alta1108

Olvedo930

Peña Risca1006

Costoria1032

Alto del Corral842

Puerto dela Barrerilla

497

San Pedro709

Astobiza577

Elorritxugana721

Escoritas639

Peregaña625

Eskutxi1185

Unguino1105

Urieta1133 Tologorri

1068

Babio582

Puerto de Orduña880

Peña Lisa973

Alto del Rodi1031

Raso1046

Batxikabo1199

Karria1130

Arrayuelas1124

Cueto1367

Mota1315

Vallegrull1126

Lerón1236

Puerto de Angulo700

Arando943

LermandaCastillo

663

VITORIA-GASTEIZ

AskartzaArgandoña

ZerioElorriaga

ArcauteIlarratza

Estibaliz

Matauco

Villafranca

Aberásturi

Andollu

Trokoniz

Hijona / Ixona

Añua

Gáceta

Egileta Erentxun

Gauna Adana

ACILU

Txintxetru

Ullibarri-JauregiUribarri-Jauregi Gereñu

Jauregi

Oreitia

Argomaniz Etxabarri-Urtupiña

Arrieta

Audikana

Dallo

Heredia

Gazeo

Ezkerekotxa

Langarika

AlaitzaEgileor

Arrizala

Alangua

Opakua

Okariz

Munain

Mezkia

AmetzagaAsparrena

Eguilaz-Egilatz

Vicuña / Bikuña

San Románde San Millán / Durruma

Urabain

ORDOÑANA/ERDOÑANA

Albéniz / AlbeizIlarduia Egino

AndoinIbarguren

Puerto de Opakua1020

Iturrieta

Kontrasta

EturaGebara

HermuaLarrea

Zuhatzola

Barria

NarbaizaAspuru/Axpuru

Zuazo de San Millán/Zuhatzu Donemiliaga

Gordoa

Luzuriaga

Galarreta

Arriola

ZALDUONDO

ASPARRENA

ASPARRENA

SAN MILLÁN/DONEMILIAGA

ARAIA

SALVATIERRA/AGURAIN

IRURAIZ-GAUNA

ALEGRÍA-DULANTZI

ALEGRÍA-DULANTZI

Maturana

Mendíjur

Urizar

Garayo

OZAETA

BARRUNDIAElgea

Marieta

LarrintzarNanclaresde Ganboa/

Langara-Ganboa

UllíbarriGamboa

Arroiabe

Mendibil

Amárita

LandaGoiainUrrunaga

Nafarrate

Betolaza Urbina

Luko

Ziriano

Miñano Mayor/Miñao

Retana

DURANA

ARRAZUA-UBARRUNDIA

Ullíbarri-Arrazua

ArzubiagaGamarraMenor

Zurbano/Zurbao

Aránguiz / ArangizAbetxuko

Antezanade Foronda

Mendiguren

Etxabarri-Ibiña

Mendarozketa Miñano Menor/Miñao Gutxia

Apodaka

Artaza de Foronda

Letona

GOPEGI

Murua Acosta / Okoizta

ZestafeLarrinoa

Eribe

BuruagaBerrikano

Ondategi

Manurga

Olano

Zárate

ZaitegiJugo

Markina

Sarria

MURGIABitoriano

DomaikiaAperregi

Lukiano

Gilierna

Ametzaga (Zuia)

Altube

Larrazketa

BeluntzaIZARRA

Abezia

Ondona

Goiuri

Oiardo

Apreguíndana /Apregindana

URKABUSTAIZ

Uzkiano

Unzá / Untzaga

Artómaña

Delika

Aloria

Inoso

Paul

Tertanga

ORDUÑA

Lendoño AbajoLendoño Arriba

LekamañaSaratxo

Lezama

MendeicaBelandiaAgiñaga

EtxegoienMadaria

SalmantónMaroño

MenoioOzeka

Lujo Luxo

IzoriaOlabezar

RESPALDIZA/ARRESPALDITZA

Murga

Zuaza /Zuhatza

Menagarai

BeotegiRetes deLlanteno /

Erbi

Sojo

Costera/Opellora

Sojoguti / SoxogutiLlanteno

Campijo

Santa Koloma

Orrantia

MendietaRetes

de Tudela /ErretesTudela

Gordeliz

ARTZINIEGA

El Berrón

BALMASEDA

Peñueco

Otxaran ZALLAAranguren

GUEÑES

Sodupe

GORDEXOLA

AvellanedaBezi

ArroyosCarral

GARAPE/SOPUERTA

GALDAMESARTZENTALES

Palacio

El Suceso

Biañez

Ambasaguas

CONCHA

VILLAVERDE TURTZIOZ

Nava de Ordunte

Hormes

VILLASANA DE MENA

VALLE DE MENA

Cadagua

Viergol

Santa Olalla

Relloso

Villabasil

Oteo

Momediano

Villaventin

QUINCOCES DE YUSO

Río de Losa

Cozuela

Quejana/Kexaa

Angulo

Luiaondo

Murueta

LLODIO / LAUDIO

Onsoño

Larrinbe Baranbio

OROZKO

ARAKALDO

Bengoetxea

ZUBIAUR

ZEBERIO

Areiltza-Olatzar

ArkulandaZeberiogana

Ereñotza

Etxazo

Ibarra

Berganza

ARRANKUDIAGA

UGAO-MIRABALLES

Zollo-Elexalde

ARRIGORRIAGA

ZARATAMO

GALDAKAO

ArkotxaUsansolo

BEDIA

Zaramillo Arbuio

BILBAO

ALONSOTEGI

BASAURI

LEMOA

AMOREBIETA-ETXANO

BoroaErletxe

Etxano

San Migel

Euba

Bernagoitia

IGORRE

ARANTZAZU

Gorozika

Aiuria

Gerrikaitz

Bolibar

GARAI

IURRETA

Oromiño

DURANGO

IZURTZAABADIÑO

MAÑARIA

BERRIZ

MALLABIA

Berano

ERMUA

ZALDIBAR

ELORRIOApatamonasterio

Axpe

Arraño

DIMA

ARTEA(Gaztelu-Elexabeitia)

AREATZA

ZEANURI

Indusi

OTXANDIO

Gantzaga

Etxaguen

Arexola

Uribarri

IBARRABarajuen

Etxaguen(Zigoitia)

San Pedro

Ollerías / Ollerieta

Elosu

Arriola

ARAMAIO

ZIGOITIA

ZUIA

LEGUTIANO

UntzillaAlzaga

Azkoaga

SuñaOlaeta

ESKORIATZA

ARETXABALETA

ARRASATE/MONDRAGÓN

San Prudentzio

Zubillaga

BERGARA

ELGETA

EIBAR

ETXEBARRIA MENDARO AIZARNAZABAL

ERREZIL

BEIZAMA

URRETXU

Ezkio-Itsaso

ANTZUOLA

LEGAZPI

OÑATI

Olabarrieta

TelleriarteGaragaltza

ArantzazuLEINTZ-GATZAGA

ZEGAMA

ZERAIN

MUTILOA

SEGURA

IDIAZABAL

Goialdea

ORMAIZTEGI

GABIRIA

Iurre

BEASAIN

ORDIZIA

LAZKAO

OLABERRIA

ATAUN

Lazkaomendi

ALTSASU

OLAZTI

Ziordia

LARRAONA

ARANARACHEEULATE

SAN MARTIN

Onraita/Erroeta

Róitegui/Erroitegi

Musitu

IbisateArenaza/Areatza

Aletxa

Cicujano/Zekuiano

SabandoLeorza/Elortza

MAESTU/MAEZTU

Azáceta

Berroci

Vírgala Mayor/Birgara Goien

VírgalaMenor/BirgaraBarren

Apellániz/Apinaiz

Atauri

San Vicente de Arana/Done Bikendi Harana

Oteo

Korres Orbiso

Ullíbarri-Arana/Uribarri Harana

ZUÑIGA

Galbarra

Acedo

Antoñana

SANTA CRUZDE CAMPEZO/

SANTIKURUTZEKANPEZU

Bujanda

GENEVILLA

San Románde Campezo /Durruma KanpezuQuintana

CAMPEZO/KANPEZU

ALDA

Arriaga Betoño

Gamarra Mayor/Gamarra Nagusia

Junguitu/Jungitu

Arkaia

Otazu

Gamiz

Bolívar

Arechavaleta

MendiolaGardelegiLasarte

Berrosteguieta

Castillo/Gaztelu Monasterioguren

Armentia

Zuazo de Vitoria/Zuhatzu

Crispijana/Krispiñana

Ali / Ehari

Lopidana

Aeropuertode Foronda

Estarrona

Asteguieta

Gobeo

Gometxa

Eskibel

Zumelzu / Zumeltzu

Margarita

Lubiano

Ullibarri de los Olleros/Uribarri Nagusia

Okina

Ajarte

Aguillo

Arluzea

San Vicentejo

Ascarza

Uzquiano

Doroño

Arrieta

Markinez

Sáseta

UrartePáriza

Laño

BajauriObécuri Urturi

AngostinaNavarrete

Meano

MARAÑÓN

LAPOBLACIÓN

CABREDO

AGUILAR DE CODESAZUELO TORRALBA DEL RÍO

ESPRONCEDA

NAZAR

MENDAZA

SORLADA ETAYO

MUES

ANTZIN

MURIETA

OCO

LOS ARCOS

EL BUSTO

BARGOTA ARMAÑANTZASSANSOL

TORRES DEL RÍO

ARAS

LAZAGURRIA

MENDAVIAARRUBAL

AGONCILLO

VIANA

MOREDADE ÁLAVA

OYÓN-OION

LabrazaBarriobustoYÉCORA/IEKORA

KRIPAN

Viñaspre/Biasteri

ELVILLAR / BILAR

LANCIEGO/LANTZIEGO

LEZA

NAVARIDAS

LAGUARDIA

LAPUEBLADE LABARCA

ELCIEGO

VILLABUENADE ÁLAVA /ESKUERNAGA

BAÑOS DE EBRO/MAÑUETA

SAMANIEGO

El Campillar Assa

Páganos

CENICERO

FUENMAYOR

Laserna

BAÑOS DE EBRO/MAÑUETA

ABALOS

SAN VICENTEDE LA SONSIERRA

TORREMONTALVOSAN ASENSIO

Ribas de Tereso

GIMILEO

BRIONES

RODEZNOZARRATÓN

HARO

Briñas

HORMILLEJA

HERVIAS

BAÑARES

CASTAÑARESDE RIOJA

CASALARREINA

CUZCURRITA DERÍO TIRÓN

TIRGO

ANGUCIANA

SAJAZARRA

VILLALBA DE RIOJA

GALBARRULI

Baroja

Albaina

Mesanza

Faido

Samiano

Torre

San Martín de Galvarín

Pedruzo

Argote

Saraso Ogueta

Marauri

Dordoniz

FrancoArmentia

Arana

Moscadorde Treviño

San Martín ZarTaravero

Moraza

Zumento

Villanueva Tobera

Araico

GrandivalOzana

Muergas

AñastroCucho Treviño

GolernioOcilla y Ladrera

Zurbitu Meana

Villanuevade la Oca

Lapuebla de Arganzón

Busto de Treviño

San Estebande Treviño

Burgueta

Pangua

Tobera

Santurde

Mijancas

Lacervilla

Escanzana

Portilla

Ocio

Berganzo Payueta/Pagoeta

PEÑACERRADA/URIZAHARRA

Montoria

Loza

Pipaón

Salinillas de Buradón/Gatzaga Buradón

Santa Cruz del Fierro

PIEDRAMILLERA

VillaverdeLAGRÁN

BERNEDO

Villafría

Ternero

MIRANDA DE EBRO

Ircio

Lacorzanilla

Lacorzana

Rivaguda

PEAJE

Estavillo

Quintanilla dela Ribera

RIVABELLOSA

Igay ManzanosVillabezana Melledes

Antezana dela Ribera

Leciñana dela OcaSan MiguelTuriso

Caicedo-Sopeña

Salcedo

Hereña

Mimbredo Villaluenga

Leciñanadel Camino/Leziñana

MolinillaCaicedo-Yuso

Villambrosa Arreo

Viloria Castillo-Sopeña

Alcedo

Puentelarrá/Larrazubi

Fontecha

Bergüenda/Bergonda

Bachicabo

Zubillaga

Bellojín

Villamaderne

Tuesta

Espejo

Villanañe

Angosto

Barrio

Barrón

Atiega / Atiaga

SALINAS DE AÑANA/GESALTZA-AÑANA

Basquiñuelas

Arbígano

Paúl

POBESAnúcita

NuvillaLasierra

Montevite OllávarreSubijana-Morillas

Morillas NANCLARESDE LA OCA/

LANGRAIZ OKA

IRUÑA DE OCA/IRUÑA OKA

Subijana de Álava/Subillana Gasteiz

Víllodas

Trespuentes

Eskota / Axkoeta

Ormijana

Aprikano

Uribarri-Kuartango

Artaza / Artatza

Villamanca

Urbina de Basabe

MarindaSendadiano

ZUHATZU-KUARTANGO

Urbina Eza

Etxabarri-Kuartango Hueto Abajo-Oto Barren

Mártioda

Mendoza

Ullibarri-Viña/Uribarri-Dibiña

Mandojana

Legarda

Guereña

ForondaHueto Arriba

Tortura

Katadiano

Anda

Abornikano

Andagoia

Luna

ArchúaSanta Eulalia

IñurritaGuillarte

GuineaKarkamu

Osma

Astúlez

Caranca

Mioma

VILLANUEVADE VALDEGOVÍA

Fresndea

Basabe

Valluerca

Quintanilla

Acebedo

Pinedo

CorroTobillas

Bóveda

Valpuesta

San Millán deSan Zadornil

Gurendes

Arroyo deSan Zadornil

SAN ZADORNIL

Villafría

Lalastra

Ribera

Quejo

Nograro

JURISDICCIÓN DESAN ZADORNIL

Pedrosa de Tobalina

Ranedo

Herrán

Promediano

QUINTANA - MARTÍN GALINDEZ

VALLE DE TOBALINA

Santocildes

Montejo de Cebas

FRÍAS

Tobera

Santa M.ªde Garoña

Barciña del Barco

S. Pantaleón de Losa

VALLE DE LOSA

Lahoz

Villamardones

Ranera

Sobrón

LANTARÓN

AÑANA RIBERA ALTA/ERRIBERAGOITIA

VALDEGOVÍA/GAUBEA

BERBERANA

SANTA GADEA DEL CID

LANTARÓN

COMUNIÓN

RIBERA BAJA/ERRIBERA BEITIA

ARMIÑÓN

Jokano

KUARTANGO

Llorengoz

Villaño

Villalba de Losa

Ziorraga

Lejarzo

Añes

LARRABETZU

IRURAIZ-GAUNA

ARRAIA-MAEZTU

VALLE DE ARANA / HARANA

BERANTEVILLA

ZAMBRANA

LABASTIDA /BASTIDA

AYALA/ AIARA

OKONDO

AMURRIO

Fuidio

San Cristóbal888 Toloño

1254

PEÑACERRADA-URIZAHARRA

Jaunden1035

Eskamelo1292

Cerrvera1384

Recilla1381

Palomares1446 Cruz del Castillo

1432

Semendia1042

Peña del León1391

San Tirso1384

Peña Alta1243

Puerto de Bernedo990

Joar1416

Costalera1251

Cruz de Alda1120

San Cristóbal964

Bitigarra1169

Hornillos994

San Cristóbal1145

Murube1135

Arrigorrista1143

Achuri1104

Santa Elena1110

Puerto de Azáceta890

Itxogana1062

Indiagana1101

Arraialde1044Capilduy

1175

Izarza

Almurrain879

Puerto de Okina850

Pagogan1029

San Justi1028

San Cristóbal1057

Mantxibio937

Soila990

Muela1056

Arburu1046

Ballo1197

Legumbe1113

Olano1082

Arbarain1118Albeiz

1012

Umandia1012

Allarte1244

Aratz1445

Pinpil1276

Malkorra1242

Artia1175

Aumategi1190Mugarriluce

1109

Elgeamendi943

Usakoatxa912

Puerto de Arlabán616

Albertia868

Jarindo896

Puerto deCruceta

700

San Adrián813

Murugain778

Tellamendi835

Orisol1130

Motxotegi716

Motxetegi816

Oketa1031

Eribe695

Berretín1226

Burbona935

Gorbeia1482

La Liana866

Chinchularra845

Puerto de Altube630

Atxabal896

Armikelo888

Amaritu787

Cruz de Ganalto898

Puerto deAiurdin

680

Lorricho1023

Oteros1036

San Vítores892

Tuyo805

Tuyo

Montemayor734

San Formerio752

DESOJO

LABASTIDA

ELGOIBAR

AZKOITIA AZPEITIA

SORALUZEPLACENCIA

Arriano

B I Z K A I A

B I Z K A I A

G I P U Z K O A

ALEGIA

ZUMARRAGA

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9

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1

2

3

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S IER

R A D E C A N T A B R I A - TO L O

Ñ O

Km

Río Ugalde

Page 200: Libro Vitoria DEFINITIVO

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Pág 7. De arriba a abajo: Dee Dee Bridgewater en Mendizorroza. Una pareja en un banco de la plaza

del Machete. El parque del Prado. Antoni Juan.

Pág 8 y 9. Plaza de la Virgen Blanca. Foto Quintas.

Pág. 12. Palacio Zulueta. Foto Quintas.

Pág. 14 y 15. Vista aérea del casco históricode Vitoria. Foto Quintas.

Pág. 17. Ciervo en Salburua Foto Quintas.

Pág. 19. Sierra Salvada. Foto Quintas.

Pág. 22. Estatua de Wynton Marsalis en el parque de la Florida. Antoni Juan.

Pág. 24. Santi Ibarretxe en la plaza del Machete. Antoni Juan.

Pág. 26-27. Lillian Bouté en Mendizorroza. Antoni Juan.

Pág. 29. Malabaristas en el jardín de Falerina.Antoni Juan.

Pág. 30. La trompetista Ingrid Jensen en el teatro Principal. Antoni Juan.

Pág. 32-33. Los Blynd Boys of Alabama enMendizorroza. Antoni Juan.

Pág. 34. Lyambiko en el teatro Principal. Antoni Juan.

Pág. 36-37. Jimmy Cobb, Vicent Herring, Javon Jack-son y Wallace Rooney en Mendizorroza. Antoni Juan.

Pág. 38. Raynald Colom en el teatro Principal.Antoni Juan.

Pág. 40-41. Pat Metheny y Charlie Haden enMedizorroza. Antoni Juan.

Pág. 44. Llibert Fortuny en el teatro Principal. Satnley Clarke, Marcus Miller y Victor Wooten

en Mendizorroza. Antoni Juan.

Page 201: Libro Vitoria DEFINITIVO

201

Pág. 45. Stefano di Batista. Marcus Miller. Fabrizio Bos-so y Baptiste Trotignon en Mendizorroza. Antoni Juan.

Pág. 47. Dee Dee Bridgewater en Mendizorroza. Antoni Juan.

Pág. 51. Lionel Loueke en el teatro Principal.Antoni Juan.

Pág. 52. Alain Touissant en Mendizorroza. Antoni Juan.

Pág. 53. Jazz at Lincoln Center Orchestra enMendizorroza. Antoni Juan.

Pág. 54. Wynton Marsalis en Mendizorroza.Antoni Juan.

Pág. 55. Chano Domínguez jaleando a Dan Nimmer en el Jazz a Medianoche en el

hotel NH Canciller Ayala. Antoni Juan.

Pág. 56. José María y Ana junto a Mendizorroza.Antoni Juan.

Pág. 59. Larry Willis en Mendizorroza. Antoni Juan.

Pág. 60-61. Paseo de la Senda. Foto Quintas.

Pág. 64. Iñaki Añua. Cedida por Iñaki Añua.

Pág. 68-69. El Portalón. Foto Quintas.

Pág. 70. Juan Ignacio Lasagabaster en su despacho. Antoni Juan.

Pág. 72-73. “Abierto por obras”. Catedral de Santa María. Foto Quintas.

Pág. 78. Vista de las obras de la catedral através del triforio. Foto Quintas.

Pág. 80-81. Anillo Verde. Foto Quintas.

Pág. 82. María Clé y Naiara Esparza en el Xixilu.Antoni Juan.

Pág. 86-87. La Malquerida, calle de la Correría.Foto Quintas.

Page 202: Libro Vitoria DEFINITIVO

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Pág. 88-89. Pantano de Ullibarri-Gamboa.Foto Quintas.

Pág. 91. Tissue, calle de la Correría número 36.La tienda de María y Paty. Foto Quintas.

Pág. 92. Senén González en el Sagartoki. Antoni Juan.

Pág. 94. Sagartoki detalles: pincho, comedor yexpositor de verduras. Antoni Juan.

Pág. 97. Cuesta de San Francisco. Foto Quintas.

Pág. 98. Iñaki Cacho en Mendiola. Antoni Juan.

Pág. 102. Chuletón a la piedra. Fotografiado ycomido por Antoni Juan.

Pág. 103. Sidrería Mendiola al atardecer. Antoni Juan.

Pág. 104. José Barreira y Anabel de la Fuente.Antoni Juan.

Pág. 109. Salto del Nervión. Foto Quintas.

Pág. 111. Paseo en bici por Sierra Salvada.Foto Quintas.

Pág. 112. Toti Martínez de Lecea en su casa.Antoni Juan.

Pág. 115. Toti y Juli, su madre. Alberto. Toti ysu nieta Nur. Antoni Juan.

Pág. 118-119. Palacio Escoriaza-Esquibel Foto Quintas.

Pág 120. El Portalón. Foto Quintas.

Pág. 122. Paquita Vives en el parque de la Florida. Antoni Juan.

Pág. 124-125. La plaza del Machete desde la iglesia de San Miguel. Foto Quintas.

Pág. 128. Aurelio Martínez y María Ramos en la terraza de la sidrería Mendiola. Antoni Juan.

Page 203: Libro Vitoria DEFINITIVO

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Pág. 130. Iglesia de Alegría-Dulantzi desde lossoportales de la plaza. Antoni Juan.

Pág. 132-133. La torre de los Varona, Villanañe.Foto Quintas.

Pág. 134. Ana Isabel Bravo en la terraza de la sidrería Mendiola. Jimmy Bidaurreta en Alegría-Dulantzi.

Antoni Juan.

Pág. 140. Erausquin y Dolomiti, Antoni Juan. En el centro, restaurente Xixilu. Foto Quintas.

Pág. 141. La Viña, el Tulipán de Oro y El Dólar.Antoni Juan.

Pág. 144-145. Chopera en Salburua. Foto Quintas.

Pág. 146. Juanma Lavín en Laguardia. Antoni Juan.

Pág. 150-151. Viñedos de Alava. Foto Quintas.

Pág. 154-155. Garza Real. Salburua. Foto Quintas.

Pág. 156. Gorka Ortiz de Urbina frente a la puerta del hotel Silken Ciudad de Vitoria. Antoni Juan.

Pág. 160-161. Bajada de Celedón, plaza de la Virgen Blanca. Foto Quintas.

Pág. 164-165. Plaza del Machete, asador Machete. Foto Quintas.

Pág. 166. David Quintas. Antoni Juan.

Pág. 168-169. Mendixur. Foto Quintas.

Pág. 172-173. Observatorio en Salburua. Foto Quintas.

Pág. 176-177. Salburua nevado. Foto Quintas.

Pág. 178-179. Edificio Ataria, Salburua. Foto Quintas.

Pág. 181. Posada de los Arquillos.Cedida por Resu Díaz de Garayo.

Page 204: Libro Vitoria DEFINITIVO

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