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Marea Atlántica: balance y desafíosPublicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)

Marea Atlántica: balance y desafíosEnviado por fernán el Mié, 06/15/2016 - 00:14 Artículos relacionados portada: Municipalismo en la era pospolíticaTanteando el terreno: un año en los municipiosFoto portada:

Sección principal: La PlazaCuerpo:

Las elecciones municipales del año pasado le dieron el gobierno a las opciones municipalistas en lastres ciudades de las Rías Altas, si bien gobernando en minoría. Marea Atlántica fue la que, enCoruña, desató el proceso. Su forma era la más afín a la idea de un partido-movimiento, y sudiscurso y posicionamiento político quizás el más innovador.

La ciudad es una anomalía. A pesar de su tamaño, aloja en su zona metropolitana a la másimportante de las multinacionales del sector textil. Su fundador, hoy en día el hombre más ricodel mundo, vive en uno de los enclaves de la conurbación, gobernado desde la Transición por unpartido surgido del movimiento vecinal de los años 70. Cada vez que regresa desde sus headquarters a una de sus mansiones, tiene que recorrer la Avenida Che Guevara y pasar pordelante de la estatua dedicada al guerrillero. En un extremo de la ciudad, las altas chimeneas de larefinería dominan el horizonte. En el otro punto, los enormes transatlánticos corren un velo queesconde a la vista las edificaciones costeras. Entremedias se amontona una masa ingente dedesempleados y precarios dedicados a las distintas industrias de los servicios, la logística, lahostelería, el comercio, las artes gráficas, la comunicación y el audiovisual.

Como en tantos otros lugares, la cultura cívica se rinde a lo fálico y smart. En los años 20 una desus sedes bancarias fue durante años el edificio más alto del país. En las décadas siguientes el

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ciudadano se quedó sin más falo que acariciar. Al final de siglo llegó el paseo marítimo que lasoficinas de turismo reivindican como el más largo de Europa. Y poco después un centro comercial deltamaño de los más grandes del continente, el único que subsiste dignamente de la media docenaconstruidos últimamente.

Sin más de lo que alardear, se dice que la cervecería central de la Estrella Galicia rivaliza enconsumo con sus homólogas alemanas. Tiene a su vez el dudoso mérito de condensar el mayorcomplejo financiero del Noroeste. Pero, tras el desfalco, poco queda para el orgullo. Rescatada laantigua Caixa Galicia con 9.000 millones de euros públicos, poco después el PP se la vendió alcapital venezolano privado por la novena parte. Durante la pasada campaña electoral los busesurbanos transitaban las calles carreteando la propaganda institucional de los populares: “Como nopodíamos hacerla más bonita, la hemos hecho más inteligente”. La utilización de los 11,5 millonesrecibidos para el proyecto de smart city confirma que hay más inteligencia en el nombre que en susgestores.

Con la crisis ninguna otra cosa parece posible sino gestionar la austeridad y limpiar de podredumbrelos despachos políticos

La semana pasada el pleno del Ayuntamiento lograba aprobar al fin los presupuestos. La Marea sequeja de una oposición desleal que ni se atreve a imponer una moción de censura, ni la dejagobernar. Por si fuera poco, la reforma de Montoro maniata a todos los gobiernos municipales,menguando la ya exigua autonomía municipal. En España los municipios gestionan un 14% del gastopúblico, la tercera parte que en los países escandinavos. Uno puede apostar sobre seguro a que, asídejada la economía en manos de los promotores y constructores, este dato tiene que ver conlos altos niveles de corrupción municipal vividos durante la época de la bonanza especulativa.

Con la crisis ninguna otra cosa parece posible sino gestionar la austeridad y limpiar de podredumbrelos despachos políticos. La Marea ha conseguido reducir la deuda municipal y cuadrar las cuentas,aumentando la transparencia. Campeones de la austeridad, se echa a la población en su contra alrecortar en fiestas. No hay dinero para proyectos estrella, o eso parece. El gobierno intenta'humanizar la ciudad' con pequeñas intervenciones que pasan desapercibidas, y en contrarrestar losataques intentando mostrar que aún sin experiencia ellos también pueden ser buenos y grisesgestores del gasto ordinario. ¿Qué otra cosa se puede hacer?

Lo más cercano a un proyecto emblemático es la Renta Social Municipal, de la cual no se beneficiarámás que una minúscula población, entre el 0,85% y el 1,65% más pobre. El programa departicipación avanza lento y consume las energías del grupo de gobierno, visitando cada meslos barrios para escuchar sus reivindicaciones y rendir cuentas. Con lo primero se pretende unaintervención económica, lo segundo apunta hacia la democratización. Ambas medidas, malencaminadas, evidencian la escasez de ideas al respecto.

En lo económico, cierto que está congelada la posibilidad de crear empresas públicas, pero lo que seproscribe no es más que una figura jurídica. La prohibición puede convertirse en bendición si le llevaal gobierno a pensar otras formas de empresarialidad social de índole cooperativa y en abiertoque se fugue de las lógicas propietarias y patronales de la empresa pública. Este cooperativismobien podría conectarse virtuosamente con los programas de 'Rentas Sociales', y contentar alpequeño comercio si se articula a través de 'monedas municipales', como las que existen entantas otras ciudades, grandes o pequeñas, incluso en barrios como Brixton, para crear empleo yrecuperar flujos de capital.

En España los municipios gestionan un 14% del gasto público, la tercera parte que en los paísesescandinavos

En lo democrático, resulta difícil crear una 'cultura participativa' al modo previsto. O es agonal, o losfuturos presupuestos participativos están abocados al fracaso. O se gobierna a golpe de plebiscitos oconsultas vinculantes desde ya, resucitando el entusiasmo popular y sus movimientos, o el plenoen el que están en minoría se impondrá para dar por muerta la legislatura. La escasez decompetencias municipales y el proceso centralizador de los últimos años tan sólo pueden sercombatidos de esta manera, apostando por una vía tan valiente como arriesgada, pero sin la cual

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nada es posible.

La democracia participativa y agonal, y la vigorización de la economía desde lo público y lo común,pueden ir de la mano y resultar políticamente efectivas si son ensambladas en arquitecturasestratégicas que no necesiten de lo fálico para erguirse en los emblemas del cambio. 'Ágorasciudadanas', en honor al 15M, espacios polivalentes, productivos-deliberativos, que congreguena la masa que malvive entre las chimeneas y los cruceros oceánicos. Ágoras conectadas en lasplataformas que pongan a su servicio las posibilidades del emergente Internet de las Cosas, con el big data que hasta ahora lo público no sabido explotar en términos productivos, para darle así unavuelta también a la desencaminada idea de la smart city. La ofensiva paralizante de la oposición nopuede más que ser contestada al ataque, con el movimiento y la inteligencia colectiva. Noqueda ya mucho tiempo para emprender este giro.

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Tipo Artículo: NormalAutoría foto: Marea AtlánticaInfo de la autoria: activista y sociólogoAutoría:

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Antón Fernández de RotaFormato imagen portada: sin fotoTipo de artículo: Opinión

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