Download - Mi hermoso amor prohibido
Mi hermoso Amor Prohibido…
Prologo.
Todo empieza el día del cumpleaños de la señorita Granger a la media noche en el lago
negro bajo la Luz de la Luna mágica del amor, La LUNA de nuestro amor esta Luna Llena de
amor verdadero que creció de ponto nuestro amor de verdad.
EL AMOR sincero el que de verdad vale...
Draco Malfoy...
Mortifago obligado buscando la oportunidad de poder salir de todo, obligado a matar por
su propia vida y MAS importante la vida de su madre....
Pero el amor es necio y le ara entregar su corazón a
la sangre sucia....
Draco Malfoy El asesino de mi vida fui yo por
cobarde....
Hermione Jane Granger
Mi corazón ya no puede amar a quien decía amar
simplemente todo cambia con el tiempo tu y yo
somos ahora, ¿Tal vez nunca lo ame? ¿Tal vez siempre te amé a ti? Ya no me importa ms
mi vida, mi vida eres tu Dejemos que esa luna llena cambie nuestras vidas, dejemos que el
amor nos embriague hasta las últimas consecuencias
de este AMOR PRHOHIBIDO.
Hermione
Solos tú y yo y nuestro amor a pesar de voldemorT y
esta guerra que nos quiere separar por siempre solo tú
y yo....
Porque simplemente TE AMO
Mi sangre sucia...
Mi Huron Saltarín...
Solos, juntos.
Hermione Granger. Día de termino del año escolar número 5, Londres Muggle
Abrí la puerta esperando que mis padres estuvieran allí... corrieran abrazarme y a preguntarme mil
cosas pero... no estaban.
Dejé el baúl a un lado sin ánimos para subirlo por la escalera, dejé a Crookshanks mi gato-kneazle
en el suelo al tiempo que caminaba arrastrando los pies y cerraba la puerta. No pude evitar llorar
un poco. Tan sola.
Porque desde que Voldemort había regresado ella estaba sola, sus padres prevenidos por ella
misma habían viajado lejos, a Australia y no regresarían hasta que todo acabara... si es que
ganaban, claro.
Miré con cuidado una foto familiar que yacía sobre la pequeña mesita de la sala de estar,
Crookshanks se me acercó y lamió mis lágrimas.
-Descuida. Estoy bien - le prometí mientras lo acariciaba.
Hermione Granger. Un mes antes de entrar al sexto año escolar de Hogwarts, Londres Muggle
Caminé siguiendo a Crookshanks, no tenía cabeza para recordar el camino a casa, nunca me había
alejado tanto, pero necesitaba respirar lejos de casa. Crookshanks se detuvo un momento, voltéo
a verme y luego señalo hacía adelante pero no se movió.
Levanté la cabeza y vi lo que él había visto, un chico rubio, no parecía estar bien, temblaba bajo la
lluvia, absolutamente mojado.
No era de mi incumbencia pero me acerqué. Toqué su hombro con suavidad, el se dio vuelta. Sus
ojos grises me recordaron las nubes que en ese momento cubrían todo.
-Malfoy - dije sin muestras de asombro
-Granger- dijo él, intentando como siempre ser frío, no me importó
Me daba igual lo quisiera o no pero lo cubrí con una parte de mi paraguas y le tomé del mojado
brazo mientras seguía a Crookshanks, no impuso resistencia.
Llegamos, venía con la llave convenientemente guardada en el bolsillo de los pitillos, lista para
usarse. Abrí.
-Pasa - ofrecí sin sonreír, me hizo caso como un zombi
Me quité el abrigo y lo colgué, deje mi paraguas a un lado y le quité la empapada chaqueta.
-Venite -conjuré, mi varita se posó en mi mano, apunte a la chimenea - Lacarnum Inflamarae
Ahora ardía la leña entregandonos calor, el salón estuvo caliente en cuestión de minutos.
-Tergeo -dije apuntando a la ropa de Malfoy, quedó seca
La habitación aún estaba desordenada, y él bueno... su cabello y todo eso, mojados.
-Tersus Tidy - dije ordenando así la habitación, luego acerqué uno de los sitiales al fuego - ven a
secarte Malfoy
Igual de zombie me hizo caso y se sentó, yo me moví hasta la cocina para preparar algo caliente,
entonces por primera vez en la noche, habló.
-¿No vienes a secarte?
-En un minuto - dije sorprendida - voy en un minuto
Me apresuré y serví rápidamente cacao caliente en dos tazas.
-¿Te gusta con azúcar? - dije poco convencida
-Sí, gracias
Le puse dos de azúcar y luego volví a la salita y le tendí la taza.
-Sitial locomotor -conjuré y me senté al lado de Malfoy para poder calentarme al fuego
-No me has hecho preguntas - dijo, luego bebió un sorbo del chocolate - gracias - agregó alzandola
taza.
-No es nada - dije y luego le miré - no me debes respuestas, no me debes nada
-En eso te equivocas - me dijo sin mirarme - te debo más de cien disculpas Granger, eres una
buena persona. Intentaré tenerlo encuenta
-De acuerdo -fue todo lo que se me ocurrió decirle
Crookshanks se acomodó entre nosotros y se restregó en la alfombra, disfrutando del calor.
-¿Terminaste? - pregunté viendo que no tomaba de su taza
-Sí
-Wingardium Leviosa -las tazas se fueron a la encimera de la cocina - Tergeo
-Usas mucho la magia - observó Draco
-Soy una bruja, algún día tenía que pasar - dije alzando los hombros
-Eres una gran hechicera - asintió como para si mismo - y yo un gran idiota, será mejor que me
valla, para no dar la oportunidad a que se desagan de mi aún
-No puedes irte -dije mirando por la ventana como llovía a mares
-Pero...
-Sabes tan bien como yo, que Lucius no va a hecharte de menos - le dije, en cierto modo tenía
toda la razón
-Vale -dijo resignado, había acertado
Subí un minuto y volví con uno de los pijamas de mi padre, se lo entregué.
-Muggle, pero servirá por esta noche - le dije mientras se lo entregaba
-Gracias - dijo, pero yo supé que fue de corazón
-Ven - le dije para que me siguiera, señale una puerta - la habitación de invitados -señale la puerta
contigua - mi habitación por cualquier cosa
-Gracias
-Buenas noches
Hermione Granger. 29 días antes de entrar al sexto año escolar de Hogwarts, Londres Muggle
Me levanté temprano, aún hacía frío aunque fuera no llovía. Me había duchado de noche de modo
que me levante hacía el baño y me lavé los dientes, luego tomé mi varita y caminé hasta mi
ropero, elegí lo primero que vi, pitillos negros y una blusa negra también con blondas en la parte
de delante, eso, y mis zapatillas converse negras de cordones impecablemente blancos. Me vestí y
luego tomé nuevamente la varita.
-Estilius - mi cabello se alisó, mi ropa se vio aún más impecable. Era un hechizo genial
Bajé mientras lanzaba el mismo hechizó a diestra y siniestra.
-Tersus Tedy. Tersus Tedy. Tersus Tedy
No deje de repetirlo hasta que la casa entera estuvo en orden, entonces me acerqué a preparar el
desyuno.
Cuando Draco bajó la mesa estaba puesta y todo servido, yo estab poniendo un florero en el
centro.
-Orchideous - dije y orquídeas adornaron el florero
-Buenos días - saludó, bajando perfectamente arreglado claro, pero al parecer, la lluvia no había
dejado su ropa en el mejor estado. Suspiré, el desayuno no iba a desparecer...
Fuí hasta el armario de mi padre y saqué una camisa blanca, volví y se la tendí a Malfoy.
-La tuya esta hecha una pena
Se cambió con rápidez, cuando volvío lucía.... bastante mejor.
-Estilius -dije - ya esta mejor, tomemos desayuno
No fue tan desagradable, no hablamos casi nada, solo... comimos en paz... pero no solos. No. No
estaba sola ahora, había alguien ahí, alguien tan solo como yo.
-Gracias Granger - dijo cuando terminó
La magia lavó, guardo, sacudió... no había mucho que hacer.
Draco sacó de su chaqueta algo como un espejo, lo miró y volvió a guardarlo, soltó un sonoro
suspiro.
-Sigue allí- dijo afligido
En ese minuto, todo el rompecabezas se unió, no pude evitar estremecerme, puse una mano en su
hombro y esta vez se sobresaltó un poco.
-Quédate cuanto necesites - le susurré después de todo, así ninguno de los dos estaría solo... otra
vez.
Hermione Granger. 28 días antes de entrar al sexto año escolar de Hogwarts, Londres Muggle
Me levanté temprano, eran casi las 5 a.m pero no podía dormir, no después de saberlo...
Bajé sin prisa las escaleras para darme cuenta de que Draco Malfoy también había bajado, estaba
en el sillón mirando con acritud las llamas de la chimenea. Crookshanks estaba junto a él y se
acercó a mí cuanto percibió mi presencia.
-Hola Crookshanks - susurré bajito
-Miau -recibí como respuesta
Me acerqué a Malfoy, y me senté a su lado.
-¿Va todo bien?
-No -su voz me sorprendió, era dura, pero con trasfondo vulnerable
-El señor tenebroso sigue allí ¿verdad? - dije con tono grave y suave para no molestarlo
-Sí, y no se irá en un buen tiempo... hasta que yo... hasta que logre... hasta que me tenga a su
servicio y en sus filas.
-Ya veo - dije con voz casi arrulladora de suave, el estaba llorando, me acerqué y apoye su cabeza
en mi hombro, le acaricié el cabello mientras lloraba - todo va a salir bien. No pueden encontrarte
ahora.
-Tengo miedo - lloró, nunca lo había visto tan destruido tan... vulnerable y triste
-Lo sé - dije y seguí acariciando su cabello
Se aferró a mi como un niño a su madre, lloraba sin importarle quien fuera yo, al poco rato lloraba
y gemía débimente sobre mi regazo mientras yo trataba de tranquilizarlo con algunas nanas
(canción de cuna) muggles que me cantaban de niña.
Se quedó dormido al fin, pero ahora yo estaba intranquila. ¿Tanto quería Voldemort a Draco que
este tuvo que huir al Londres Muggle? ¿Qué planeaba hacerle?
Hermione Granger. 27 días antes de entrar al sexto año escolar de Hogwarts, Londres Muggle
-Buenos días - me saludó un tranquilo Malfoy entrando a la casa. Me asusté, venía cargado de
bolsas.
-Buenos, ¿qué es todo eso?
-Algo para la casa - dijo con un gesto como quitándole importancia
Me acerqué a inspeccionar, las bolsas, en su mayoría contenían comida, mucha comida.
-¿Tanto crees que comeremos? - dije sin dejar de mirar con los ojos bien abiertos la comida
-Bueno, me tendrás por aquí una buena temporada - se excusó pero había arrugado el ceño
-Gracias - dije sonriendole y dejo de lado la expresión seria para dar paso a una de... casi de
felicidad.
-Esto es para ti - me dijo al tiempo que me entregaba unas bolsas grandes (no de plástico ¿ok?)
Las abrí. Era ropa; cara, fina y muy hermosa ropa muggle.
-Muchas gracias - dije sin pensarlo
-Tienes una cara... - me dijo riendo de mi expresión sorprendida
Arreglé mi expresión rápidamente.
-Bueno... ve a probarte alguna de las cosas y yo arreglo lo del almuerzo por hoy - me dijo algo
ruborizado por mi sonrisa gigante
-Sí - obedecí
Hermione Granger. 20 días antes de entrar al sexto año escolar de Hogwarts, Londres Muggle
-Hola - saludé al rubio que salía de su cuarto, tenía ojeras - ¿pesadillas otra vez?
-No, esta vez a sido Crookshanks - dijo señalando un rasguño pequeño en su brazo sonreí - ¿Por
qué tan contenta?
-Porque HOY vamos a comprar los materiales para Hogwarts - le señale
-¿Vamos?
-Dumbledore a mandado nuestras listas juntas - le expliqué mientras le tendía la suya
-Definitivamente está en todo - susurró estupefacto
-Sí, lo sé - accedí
-Bueno, así que nos vamos de compras... - dijo no muy convencido
-¿Ocurre algo?
-Me deben estar buscando - dijo ceñudo
-Puedes hacerte pasar por muggle - sugerí - un sangre sucia, yo te disfrazo si quieres
Me miró cauteloso, pero no había segundas intenciones en mis palabras, era por su seguridad no
por sacarle algo en cara.
-Bien – aceptó.
-Mmmm, sí irreconocible - murmuré para mi
-Me siento extraño - se quejó
-No importa... ¡Nos vamos al callejón Diagon!
-¿Podríamos evitar la red flu? - dijo angustiado
-Nos aparaceremos - asentí
Tomo mi mano, y me aferré a ella.
-Deferatur - conjuré y aparecimos en el callejón Diagon
-¿Dónde empezamos? - preguntó, aún estabamos de la mano pero no pareció importarle
-Calderos, pociones y... ya veremos luego....
-¿Una escoba? - dije mientras me arrastraba a través de la multitud
-Sí, una más rápida aún que la de Potter
-¿Existe eso? - inquirí el puso los ojos en blanco
-Claro que sí - dijo señalando una escoba del mostrador....
-¿Listo para irnos? - le pinché luego de horas de tortura
-No, aún falta algo para ti - dijo buscando algo con la mirada
-¡¿Otra cosa?! me compraste todos los materiales y me regalaste 6, 6!! Vestidos
-Aún falta algo – insistió. Iba a soltarlo cuando llegamos a una librería-Bueno, escoge lo que
quieras - dijo con una sonrisa mientras me soltaba la mano por primera vez en el día...-¡Eres
excelente! - dije emocionada apretandolo en un abrazo luego de que me comprara los libros
-Que bien que te haya gustado - dijo riendo de buen grado, tomo mi mano de forma inconsciente
-Claro que me gustaron - dije yo abrazando la bolsa con mis libros -Bueno es hora de volver - dijo y
me abrazó - Deferatur
Nos aparecimos frente a la casa, entramos y dejamos las bolsas esparcidas en el suelo.
-Te quiero - me dijo de repente con una sonrisa-Te quiero - le devolví, me agradaba ese nuevo
Draco, ese que podía sonreír
Hermione Granger. 5 días antes de entrar al sexto año escolar de Hogwarts, Londres Muggle
-Falta tan poco - susurré contra su camiseta -¿No quieres volver al colegio? - me dijo preocupado
-No quiero dejar esto, más bien - expliqué sujetando su camiseta -No tienes porque dejarlo - me
prometió -Pero... lo sabrán - susurré dolida -No tiene porque ser así, mi vida dentro del colegio es
una historia aparte
-No voy a dejarte solo - le prometí -Cuento con eso - dijo burlón mientras se inclinaba para
besarme.
Hermione Granger. 1 día antes de entrar al sexto año escolar de Hogwarts, Londres Muggle
-Bauleo - conjuré - Bien, eso era lo último ¿nos vamos ya a la estación?
-Aguarda, por favor - me pidió mientras dejaba a su lechuza en la jaula - Estoy listo
-¿Nos aparecemos? - pregunté
-Sí - era obvio que estaba muy nervioso
-Caeca temporalis -lo hechice, no podía verlo había funcionado
-¿Qué has hecho?
-Invisible no pueden encontrarte Draco - susurré y tomé mi baúl con una mano y la suya con la
otra - Deferatur!
Hermione Granger. Primer día del sexto año escolar en Hogwarts
-Buenas noches a todos - saludó Dumbledore en la entrada al Gran Comedor - antes de que pasen,
me gustaría pedirles que las casas se mezclen en las mesas que quieran. Tenemos que mejorar la
convivencia entre las casas. Adelante
Draco me sonrió, el hechizo se había terminado y ahí estaba él de pronto, perfecto en su
impecable uniforme de Slytherin. Entramos rápido y nos sentamos en una de las 4 mesas (la más
vacía) uno junto al otro.
-Sean todos bien recibidos a un nuevo año escolar en Hogwarts. Comenzaremos con la selección
en unos minutos - anunció el director
Hermione Granger. Segundo día del sexto año escolar en Hogwarts
-Hermione... Hermione... HERMIONE! - me gritó Harry
Quería al igual que ayer escaparme pero esta vez me tomó por el hombro y me volteó para que le
mirara a la cara.
-¿Qué es lo que sucede Harry? - dije fingiendo
-Tú dime - dijo molesto - no nos escribiste en vacaciones, no nos hablas, viniste y te juntaste con
¿Malfoy? ¿qué te sucede Hermione? Has perdido la razón
-Quizás él me necesita más que ustedes en este momento - me quejé sin mirarlo a los ojos
-Te lo estás guardando Hermione, somos amigos - me dijo mirandome con desesperación
-Lo sé Harry, lo sé - dije y abracé a mi amigo - espera aquí.....
-Draco, necesito que me acompañes - pedí
-¿A dónde vamos?
-A hablar con Harry...
-Malfoy - saludó mi amigo
-Potter - dijo Draco, parecía resignado
-¿Me dirán ahora que sucede?
-Sí. Todo esto es... por mi causa. Creo - empezó a decir Draco, le contó toda la historia, Harry
escuchó apretando los puños a veces
-Creo que deberías dejar que suceda - dijo al fin - dentro es más fácil
-Ya lo había pensado - le aseguró mi novio - pero..
-¿Pero...?
-Pero me da miedo Potter - confesó muy maduramente
-Ahora cuentas también con un amigo - le dijo el azabache, me contuve de abrazarlo
Le tendió la mano, y Draco la aceptó, se dieron algo como un medio-abrazo sonreí, Harry era una
gran persona sin duda.
Hermione Granger. Regreso de vacaciones de navidad del sexto año escolar en Hogwarts
-Draco - me asusté cuando lo encontré en uno de los pasillos, llorando a mares, lo abracé - Puedes
negarte Draco, puedes hacerlo, no es tarde.
-No....
-Tienes que dejar de llorar y afrontar el problema...
-Mira - me dijo y se subió la manga. Ver esa marca en su piel me dolió más a mí que a él
-¿Cuál es la misión? - pregunté
-Matar a Dumbledore, y arreglar el armario evanescente para que los mortios invadan Hogwarts
-¿Cuánto más?
-Dos semanas
Asentí, y le bese.
-Voy a por Harry - le susurré al oído
Mientras me alejaba lo oí claramente, susurró.
-La guerra comienza
-Acaba de empezar - estuve de acuerdo mientras me apresuraba a buscar a mi amigo.
Hermione Granger. 12 días antes de que los mortios invadan Hogwarts.
-Eso, es profesor, por lo que nos urgía hablar con usted - terminé de explicar
-Son unos jóvenes muy valientes... - dijo el profesor y luego se dirigió a Snape - Severus... el anillo
Severus le tendió algo, un anillo, un anillo muy desgastado como si hubiera sido golpeado sin
consideración alguna.
-¿Es.. el horrucrux? - dijo vacilante Harry
-En efecto, en efecto - Dumbledore señalo su mano inútil - Moriré inevitablemente en poco
tiempo. No hay necesidad por tanto de que Draco fragmente su alma.
-No dejaré que funcione su plan - habló Draco a mi lado, le tome la mano para infundirle confianza
-Tienes que ser fuerte - le dije al oído
-Algunas veces eso es lo que más cuesta Hermione... - suspiró
-Bueno, no se amarguen el día, lo mejor es tener listas las trampas - nos instó el director
-Es difícil - dijo Draco sin levantar aún la cabeza
-No importa, lo haremos juntos - le aseguré
Hermione Granger. 2 días antes de que los mortios invadan Hogwarts.
-Tengo el relicario - dijo Harry cuando nos encontramos con él en la sala de menesteres
-¿Dumbledore...? - empezó Draco
-Se recuperará - prometió mi amigo
-Tenemos que estar listos - dije
-Lo vamos a estar
Hermione Granger. Cuenta regresiva. Hogwarts.
-Bien hecho Draco - lo felicitó Bellatrix, Draco no respondió, espero a que estuvieran todos y
encabezó la marcha, los seguí bajo la capa de invisibilidad de Harry
Llegamos a la torre de astronomía, Draco estaba apuntando a Dumbledore, Snape al lado de
Bellatrix, otro mortífago al alcance de Harry, uno frente a mí. Conte mentalmente al mismo tiempo
que ellos.
Bellatrix se impacienta, mira a Snape amenazadora
Draco hace como que va a matarlo
-Ahora!
Draco se volvió y ataco a Bellatrix.
-Depulso
-Desmayo
-Everte Statum
-Fiendfyre -esa fue Bellatrix antes de caer inconsciente
Un fuego endemoniado nos rodeo... corrí con Draco a la siga para que nos siguiera. Lo hizo, todo
ardía... todo ardía pero ellos estarían a salvo.
-Fiendlocked - chillé aterrorizada
Volví a repetir el hechizo, el fuego paso a ser fuego, pero aún nos asfixiaba, me había quedado sin
voz.
-¡¿DRACO?! ¡¿HERMIONE?! - era la voz de Harry
no pude gritas, Draco estaba a mi lado, lleno de
cicatricez y quemaduras
-Grita de una vez Draco, aunque sea solo una vez -
susurré antes de caer en la inconsciencia pero
depués de escuchar como gritaba desesperado
-¡¡¡¡¡HERMIONE!!!!