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Vol. 4. No. 1. (290-311) Enero-Junio 2019 ISSN: 2539-1518
Modelo de transferencia por procesos propuesto por Margarita
Amestoy de Sánchez para desarrollar la habilidad de observación
Elpidia Hernández Maldonado
Universidad del Atlántico
Meybin Pérez Padilla.
Institución educativa distrital el Santuario
Resumen
El presente artículo ilustra un ejercicio de carácter cognitivo cuya finalidad es la de implementar
el Modelo de Transferencia por Procesos, propuesto por la doctora Margarita Amestoy de
Sánchez, con el objetivo de desarrollar la habilidad de observación en diferentes contextos. Esto
se logró gracias a la adquisición de los fundamentos teóricos del modelo, el diseño y la aplicación
de talleres que parten de un nivel de desarrollo básico de observación, hasta llegar a un nivel de
mayor complejidad. Para realizar el diseño de los mismos, se tomaron insumos de los diferentes
procesos del modelo y se asumieron como subprocesos, siendo cada uno de ellos un indicador del
nivel de desarrollo de la destreza por taller. De acuerdo con la experiencia y la praxis obtenida
durante la implementación, se concluye que con el MTP (Modelo de transferencia por procesos)
se desarrolló la habilidad básica de observación.
Palabras clave
Habilidad de pensamiento, Modelo de Transferencia por Proceso, observación, Subprocesos.
Recibido 5/03/2019*Aceptado 17/05/2019
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1. Introducción
El análisis realizado por el Icfes (2010) sobre los resultados del estudio PISA 2009
y presentados por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico) sugieren un problema que merece atención en el contexto colombiano,
porque aunque la prueba mostró una moderada mejora en el desempeño de las
competencias de los estudiantes, este aumento no es suficiente para garantizar las metas
que el país se ha propuesto en materia de competitividad y equidad, ni tiene la velocidad
requerida para alcanzar estándares de calidad internacional en educación como lo plantea
la Revolución Educativa (2002). Según el análisis que realizó el ICFES (2010) sobre los
resultados PISA 2009, Colombia tiene, respecto a las habilidades de lectura, niveles de
desarrollo que son preocupantes a pesar de los avances observados desde 2006.
Prácticamente la mitad de los estudiantes no alcanzó el nivel 20, lo que significa que no
tienen las habilidades básicas de lectura que les permitan participar de manera productiva
en la sociedad moderna. Como consecuencia, estos jóvenes no podrían ingresar a la
educación superior para enfrentar los retos que implican seguir aprendiendo a lo largo de
sus vidas, lo que reduciría sustancialmente sus posibilidades de progreso individual,
social y económico.
Por otra parte, menos del 1% de los alumnos logró un desempeño sobresaliente en
las tres áreas evaluadas, lo que también muestra una seria desventaja del país en cuanto a
su capacidad de realizar innovaciones y de competir en igualdad de condiciones con otras
regiones (ICFES, 2010, p. 42). Tomando como referencia lo anterior, se considera que un
factor importante para elevar la calidad de la educación a nivel nacional lo constituye el
cambio en la práctica pedagógica de los educadores (Revolución Educativa, 2002). Por
tal razón, Margarita Amestoy de Sánchez propone en su programa Desarrollo de
Habilidades del Pensamiento, el uso del Modelo de Transferencia por Procesos, cuyo
objetivo es contribuir a satisfacer esta necesidad y desarrollar habilidades que propicien
un aprendizaje más perdurable, significativo y de mayor aplicabilidad en la toma de
decisiones y en la solución de problemas relacionados con las situaciones que el
individuo se enfrenta en su interacción con el medio (Sánchez, 1991, p.5). Este Modelo
de Transferencia por Procesos incluye el estudio de un conjunto de procesos que
propician el desarrollo de diferentes tipos de estructuras cognitivas. Se trata de que el
estudiante construya, sea por inducción o por deducción, los procedimientos de
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pensamiento que él utiliza progresivamente para adquirir conocimiento, administrar su
aprendizaje y verificar su progreso (Sánchez, 1991, p.6). Ahora bien, este proyecto
enfatiza en el proceso básico de observar, puesto que es la base para desarrollar las
habilidades de pensamiento más avanzadas.
La realización de observaciones se halla presente en las prácticas de enseñanza de
la mayoría de las carreras de formación profesional. Por ser tan habitual, se podría pensar
que se trata de una práctica fácil que no requiere mayores conocimientos y habilidades.
No obstante, las descripciones derivadas de esta actividad y expuestas por los estudiantes
a través de informes escritos o comentarios orales en clase, dan cuenta que, por lo
general, los propósitos iniciales que guiaron la actividad, lejos de conseguirse, se
extravían ante la ausencia de orientaciones respecto a qué y cómo observar (Amieva,
2008, p. 1). Dada la importancia del desarrollo de esta habilidad en la formación de todo
profesional, se considera importante centrar, incorporar y desarrollar de manera
significativa las prácticas de observación a la enseñanza. Por consiguiente, a partir de la
situación planteada se formula el siguiente interrogante: ¿Cómo se aplica el Modelo de
Transferencia por procesos propuesto por Margarita Amestoy de Sánchez para desarrollar
la habilidades de pensamiento, en particular la de observación?
La sociedad actual requiere seres humanos que se preocupen por ser más
competitivos intelectualmente en diferentes contextos. Para lograrlo, es necesario de una
educación integral (técnica, científica y humana) que permita al estudiante desarrollar su
pensamiento con el objetivo de prepararlo para que interactúe de forma adecuada en los
contextos personal y laboral. Pero, sobre todo, para que genere nuevos conocimientos de
acuerdo con los cambios globales asociados a la tecnología, la proliferación de
información y los avances científicos. Teniendo en cuenta lo anterior, durante los últimos
años, la sociedad colombiana ha replanteado sus políticas educativas con el fin de
alcanzar mejores condiciones de desarrollo social y económico que permita a los
ciudadanos tener una mejor calidad de vida (Revolución Educativa, 2002) por medio de
una educación crítica, científica, ética y tolerante, que brinde respuestas a las necesidades
de cobertura, calidad, pertinencia laboral, capacitación técnica e investigación científica.
El presente trabajo está encaminado hacia el desarrollo de las habilidades básicas de
pensamiento, en particular la habilidad de observación. Para Margarita Amestoy de
Sánchez (1991, p.29), la observación es una habilidad de pensamiento básico y primitivo,
considerada como la clave o punto de partida para desarrollar las demás habilidades de
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pensamiento. Mediante la práctica de determinados ejercicios, se logra razonar de forma
consciente, ordenada y sistemática potencializando el intelecto que tienen los seres
humanos. En virtud de lo anterior, este proyecto responde a la necesidad de desarrollar
una habilidad básica de pensamiento, de tal manera que se utilice intencionalmente el
pensamiento y sus consecuentes procesos mentales. Así, de lo que se trata es de construir
juicios razonables que se vean reflejados en la solución de problemas y en la toma de
decisiones que permitan mejorar el rendimiento académico y la calidad de vida (Suárez,
Cabrera, Roa & Guzmán, 2007, p. 7).
El Modelo de Transferencia por Procesos incluye el estudio de un conjunto de
procesos que propician el desarrollo de diferentes tipos de estructuras cognitivas. Es
importante que el aprendiz construya por inducción o por deducción los procedimientos
de pensamiento que él utiliza progresivamente para adquirir conocimiento, administrar su
aprendizaje y verificar su progreso (Amestoy de Sánchez, 1991, p.6). Dada la
importancia del desarrollo de la habilidad de observación en la formación de todo
profesional, resulta significativo centrar, incorporar y desarrollar de manera ostensible las
prácticas de observación en la enseñanza. Por tanto, a partir de la situación planteada se
formuló el siguiente interrogante: ¿Cómo se aplica el Modelo de Transferencia por
Procesos propuesto por Margarita Amestoy de Sánchez para desarrollar las habilidades de
pensamiento, en particular la de observación? Para dar respuesta a este interrogante se
estableció como objetivo general del proyecto: Implementar el Modelo de Transferencia
por Procesos para desarrollar la habilidad básica de pensamiento de observación. Como
objetivos específicos, uno, comprender los fundamentos teóricos del Modelo de
Transferencia por Procesos para desarrollar la habilidad básica de pensamiento de
observación; dos, diseñar actividades por medio del Modelo de Transferencia por
Procesos para desarrollar la habilidad básica de pensamiento de observación y tres,
aplicar el Modelo de Transferencia por Procesos con el fin de desarrollar la habilidad de
observación.
Marco de referencia
Los referentes teóricos en que se basa este proyecto ayudan a comprender la
relación (teórica y práctica) entre el Modelo de Transferencia por Procesos y la
aplicabilidad del mismo en la enseñanza de destrezas básicas de pensamiento. De esta
manera, nuestros referentes teóricos son: Jean Piaget (1986), por su teoría del desarrollo
humano; Lev Vygotsky (1978,1987), por su teoría histórico sociocultural; Ángel Villarini
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(1991), por sus aportes acerca del desarrollo de las destrezas básicas de pensamiento y
Margarita de Sánchez (1991), por sus investigaciones encaminadas al desarrollo de las
habilidades básicas de pensamiento.
Piaget (1978) señala que la inteligencia consiste en la adquisición de un conjunto
de estructuras o esquemas que en el transcurso de la vida se organizan de una forma
determinada, implicando niveles de complejidad progresiva. Estas estructuras cambian
debido a los procesos de asimilación y acomodación de la información del intelecto
humano cuando interactúa con su medio social y natural. El proceso de asimilación
consiste en la internalización de un objeto o un evento a una estructura comportamental y
cognitiva preestablecida, mientras que la acomodación consiste en la modificación de la
estructura cognitiva o del esquema comportamental para acoger nuevos objetos y eventos
que hasta el momento eran desconocidos para el individuo. La adaptación está siempre
presente en estos dos elementos básicos, que en algunos momentos buscan la estabilidad
y, en otros el cambio, permitiendo al sujeto aproximarse y lograr un ajuste dinámico con
el medio (Villarini, 1997, p.42).
Margarita Amestoy de Sánchez (1991, p.139) menciona en su Modelo de
Transferencia por Procesos que el pensamiento se adquiere por procesos que aumentan
gradualmente sus niveles de complejidad y abstracción, constituyendo acciones o
mecanismos mentales que el individuo utiliza en forma organizada y coordinada para
adquirir y elaborar la información. Es decir, está implícito el proceso de asimilación,
acomodación y adaptación, mencionado por Piaget y, por consiguiente, podemos decir
que ambos modelos de pensamiento guardan cierto grado de interrelación. Es necesario
precisar que el potencial de desarrollo humano no depende tanto de factores genéticos o
de la maduración (como lo plantea Piaget), sino de la ayuda de otras personas de un nivel
más alto de desarrollo y de la interacción del organismo con su medio ambiente, es decir,
la cultura. Esa ayuda tiene como objetivo el desarrollo cognitivo del individuo a través
de la capacidad para observar, solucionar problemas y construir cosas que por sí solo no
podría (Vygotsky, 1987). La teoría socio-cultural fue construida sobre la premisa de que
el desarrollo intelectual no puede comprenderse sin una referencia al mundo social del
niño. El desarrollo individual se entiende sobre la base de las raíces sociales de los
instrumentos que el niño utiliza para pensar. El contexto socio-cultural llega a ser
accesible al individuo a través de la interacción social con otros miembros de la sociedad
que conocen mejor el manejo y las destrezas de los instrumentos intelectuales. La
interacción social se convierte en el motor del desarrollo e introduce el concepto de
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“Zona de Desarrollo Próximo”, que se concibe como la distancia entre el nivel real de
desarrollo y el nivel de desarrollo potencial. Para determinar este concepto, en términos
propuestos por Vygotsky, se deben tener presente dos aspectos, a saber: la importancia
del contexto social y la capacidad de imitación (Villarini, 2001).
La teoría de Vygotsky fue importante para este proyecto porque la interacción
socio-cultural mediada por el uso de herramientas permite evolucionar hacia formas
cada vez más complejas y perfectas mediante un proceso psíquico de reestructuración y
reorganización cualitativa. En este caso, el Modelo de Transferencia por Procesos
pretende que la persona, al conocer los procesos y los procedimientos, desarrolle
habilidades de pensamiento (observación) que aplicará y transferirá -de manera
consciente- a diferentes contextos de su vida diaria (de Sánchez,2001).Teniendo en
cuenta las palabras de Villarini cuando afirma que “el pensamiento es la capacidad que
tiene el ser humano para construir una representación e interpretación mental significativa
de su relación con el mundo” (Villarini, 1991, p.10), podemos decir que el pensamiento
es un proceso que se inicia en la recepción (insumo) de la realidad y ésta se capta por
medio de los sentidos, así son transformados en percepciones o información que se
encuentran archivadas en la memoria y desde esa primera aprehensión se activan
procesos cognitivos condicionados por los conceptos y actitudes del pensamiento. Según
Villarini, la enseñanza orientada al desarrollo de pensamiento (1991, pp. 58-59) tiene tres
componentes que le dan su particular estructura, a saber:
a) Concepto: Regla que orienta la actitud de la destreza.
b) Destreza: Actividad básica del pensamiento en su procesamiento de información.
c) Actitud: Disposición que facilita la ejecución de la destreza en la aplicación del
concepto.
El pensamiento es la capacidad o competencia para procesar información y construir
conocimiento, combinando representaciones, operaciones y actitudes mentales en forma
automática, sistemática, creativa o crítica para producir creencias y conocimientos,
plantear problemas y buscar posibles soluciones, tomar decisiones, comunicarse e
interactuar con otros y establecer metas y medios para su logro (Villarini, 1997). Villarini
define la destreza de pensamiento como diversas actividades u operaciones que la mente
lleva a cabo sobre la información para reestructurarla u organizarla y producir un nuevo
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conocimiento. Las destrezas son procedimientos o “pasos” que se ejecutan sobre la
información.
El autor asegura que existen dos tipos de destrezas:
1. Las destrezas básicas, como aquellas que se limitan a un procesamiento simple de
los estímulos o información, como por ejemplo: observar, recordar, comparar con
información previa. Aunque simples, estas destrezas son necesarias (Villarini,
1991, p. 30). Las destrezas complejas o superiores no podrían emplearse si
primero las básicas no recibieran e interpretaran superficialmente la información.
2. Las destrezas avanzadas o complejas procesan la información a un nivel de mayor
profundidad o complejidad (relaciones y conexiones). El análisis, la evaluación y
la solución de problemas son procesos más complejos pues requieren de la
combinación de varias destrezas y una multiplicidad de conceptos. (Villarini,
1991, p. 30).
Villarini define la destreza básica de observar como la acción de fijar la atención en los
tributos o características de los objetos y describirlas mediante el uso del conocimiento
previamente adquirido. Esta habilidad se trabaja de la siguiente manera:
a) Establecer un propósito: Percibir un objeto a través de uno o varios canales
sensoriales.
b) Fijar la atención en las características del objeto.
c) Identificar las características del objeto mediante el uso de conocimiento previo
(Villarini, 2001).
La teoría de Villarini ha sido importante para este proyecto dado que el desarrollo de la
destreza de pensamiento de observar, es un requisito indispensable para que el aprendiz
obtenga el éxito académico y el máximo provecho de las asignaturas. Esto resulta ser un
proceso significativo porque mediante el desarrollo de la capacidad del pensamiento se
puede preparar al aprendiz para que sea mejor ser humano, mejor ciudadano, mejor
trabajador y mejor profesional (Villarini, 1991, p.3).
Por su parte, Margarita Amestoy de Sánchez (2002, p. 142), con su Modelo de
Transferencia por Procesos, menciona que por medio del desarrollo de habilidades de
pensamiento se obtiene éxito académico, dando lugar a la generación de las estructuras
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cognitivas indispensables para construir, extender y transferir el conocimiento a variedad
de ámbitos, situaciones y áreas de saber con el objeto de interactuar satisfactoriamente
con el medio ambiente, y en general a controlar el desarrollo personal (intelectual y
emocional). Según esta autora, pensar es un proceso complejo que no está claramente
explicado; sin embargo, con fines prácticos y de investigación, se elaboran modelos
hipotéticos explicativos que pueden ser conceptuales u operacionales. Pensar de acuerdo
con el modelo de procesos, es un acto que involucra un constructo complejo y abstracto
(el pensamiento), y como tal está constituido por otros constructos también de diferentes
grados de complejidad y abstracción (Sánchez, 2002, p.133). Los procesos de
pensamiento constituyen acciones o mecanismos mentales que realiza la persona en
forma organizada y coordinada para adquirir y elaborar la información. La enseñanza de
procesos de pensamiento abarca una actividad destinada a desarrollar habilidades de
pensamiento, es decir, hábitos para aplicar, en forma natural y espontánea, los procesos
en cualquier acto físico o mental en el cual sean requeridos (Sánchez, 2002. p, 29). En su
texto Desarrollo de habilidades de pensamiento (1991), la autora señala que durante los
últimos años educadores y psicólogos han observado que el desempeño intelectual de los
estudiantes ha disminuido (1991, p. 5). La investigación demuestra que las dificultades
observadas aumentan conforme se alcanza mayor grado de escolaridad, se vuelve
apremiante en la universidad y además está presente en el desempeño profesional y
familiar. Se ha comprobado, asimismo, que muchas de estas dificultades tienen relación
con la carencia de habilidades para procesar la información y repercuten en el desarrollo
de esquemas que faciliten el almacenamiento, la recuperación y el uso apropiado de los
conocimientos. Por consiguiente, se buscan posibilidades que ayuden a corregir dicha
situación, y Sánchez contribuye a satisfacer esta necesidad propiciando el desarrollo de
habilidades para lograr un aprendizaje más perdurable, significativo y de mayor
aplicabilidad en la toma de decisiones y la solución de problemas relacionados con las
situaciones a las que el individuo se enfrenta en su interacción con el medio. En este
sentido, afirma:
[…] la práctica de procedimientos, bajo condiciones controladas, genera las
habilidades de pensamiento. El proceso existe por sí mismo, independientemente de
la persona que lo ejecuta, el procedimiento proviene de la operacionalización del
proceso y la habilidad es una facultad de la persona, cuyo desarrollo requiere de un
aprendizaje sistemático y deliberado (Sánchez, 2002, p. 139).
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Ella agrupa y ordena los procesos de pensamiento de acuerdo con sus niveles de
complejidad y abstracción: Procesos básicos, constituidos por seis operaciones
elementales: observación, comparación, relación, clasificación simple, ordenamiento y
clasificación jerárquica. Y tres procesos integradores: análisis, síntesis y evaluación.
Dentro de estas habilidades de pensamiento, el Modelo de Transferencia por Procesos
define la observación como el proceso que consiste en fijar la atención en un objeto o
situación para identificar sus características. Los procedimientos para realizar la
observación son:
a) Definir el propósito de la observación.
b) Enumerar las características del objeto o situación tomando en cuenta el
propósito, con el fin de transformarlo en una habilidad que permita aplicar
el conocimiento procedimental en diferentes contextos o situaciones.
La didáctica basada en este Modelo de Transferencia por Procesos es el pilar de este
proyecto, ya que se constituye en una estrategia de enseñanza– aprendizaje integral
apoyada en la reestructuración cognitiva del sujeto, tomando como base la reformulación
consciente y deliberada de los esquemas de procesamiento que resulten requeridos para
lograr que las personas piensen con claridad y desarrollen los modelos de procesamiento
mental utilizándolos con eficacia y efectividad. De esta manera, podrán aprender y
resolver los problemas que confronten en cualquier ámbito en el que tengan que
desempeñarse (Sánchez, 2002, p. 143).
El modelo de enseñanza: transferencia por procesos
En el Modelo de Transferencia por Procesos que desarrolló Sánchez, los procesos
son conceptos y cada proceso tiene un significado que lleva implícito una acción que lo
caracteriza. Ésta es ejecutada siguiendo el procedimiento que corresponde y la práctica de
procedimientos bajo condiciones controladas genera las habilidades de pensamiento
(2002). A continuación, se observa un esquema que ilustra la relación entre proceso,
procedimiento y habilidad y las categorías que constituyen el Modelo de Transferencia
por procesos, además de los insumos que se requieren para su desarrollo y funcionalidad
(Gráfico 1).
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Gráfico 1. Modelo de enseñanza de transferencia por procesos (Amestoy de Sánchez, 2002).
De igual manera, observemos un cuadro comparativo acerca de las teorías usadas en este
texto (Cuadro 1).
Cuadro 1. Comparativo de las teorías de los referentes teóricos usados en el
presente artículo
MARGARITA AMESTOY DE
SÁNCHEZ ÁNGEL VILLARINI PIAGET VYGOTSKY
PENSAMIENTO
El pensamiento es una habilidad que se puede desarrollar y la mayor parte de esto ocurre en la etapa de la percepción, cuando el sujeto reacciona ante los estímulos y responde según percibe su mundo.
El pensamiento es la capacidad o competencia para procesar información y construir conocimiento combinando representaciones, operaciones y actitudes mentales en forma automática, sistemática, creativa o crítica, para producir creencias y conocimientos, plantear problemas y posibles soluciones, tomar decisiones, comunicarse e interactuar con otros, así como establecer metas y medios para
El pensamiento aparece cuando la función simbólica se comienza a desarrollar, aunque para el autor los esquemas de acción, los cuales serán la base para un posterior aprendizaje del lenguaje, comienzan a construirse en el periodo sensorio-motor Existen cinco niveles de pensamiento consecuenciales y evolutivos respecto al anterior: 1.Pensamiento simbólico
El pensamiento es una construcción social que se hace posible a través de la interacción con el medio que nos rodea, para luego ser procesado a través de un lenguaje y, finalmente, constituir un lenguaje interiorizado.
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su logro. 2.Pensamiento preconceptual 3.Pensamiento intuitivo 4.Pensamiento lógico 5.Pensamiento formal
OBSERVACIÓN
Proceso que consiste en fijar la atención en un objeto o situación para identificar sus características. La identificación ocurre en dos etapas: la primera, concreta, y la segunda, abstracta.
Fijar la atención en los atributos o características de los objetos y describirlos mediante el uso del conocimiento previamente adquirido.
Se da en las diferentes etapas cognitivas del ser humano, adquiriendo mayor destreza a medida que avanza a la siguiente etapa.
Considera que el niño aprende a través de la interacción con su medio ambiente y otras personas.
INFERENCIAS
DE LAS TEORÍAS
La observación es el medio por el cual se reacciona a los estímulos, y, por ende, se estimula el pensamiento.
El pensamiento es la manera en que el ser humano se relaciona con el mundo: para relacionarse con él debe percibirlo a través de la observación.
El ser humano posee desde su nacimiento un potencial de desarrollo neurocerebral que, dadas ciertas estimulaciones de condición social, se transforma en capacidad de pensamiento.
El pensamiento es una construcción social que se hace posible a través de la interacción con el medio que nos rodea, y esta es captada a través de los sentidos, y, por tanto, mediante la observación.
Antecedentes
Desarrollar una habilidad implica la superación de la siguiente secuencia de etapas:
conocimiento y comprensión de la operación mental que define el proceso;
concientización de los pasos que conforman la definición operacional del proceso;
aplicación y transferencia del proceso a variedad de situaciones y contextos;
generalización de la aplicación del procedimiento; y evaluación y mejora continua del
procedimiento. Para lograr la habilidad de aplicar el proceso de manera efectiva, es
necesario practicarlo hasta lograr el hábito de utilizarlo en forma natural y espontánea, en
variedad de situaciones y contextos, adaptándolo de acuerdo a los requerimientos de la
tarea (Sánchez, 2002). La enseñanza basada en procesos propone la aplicación de los
procesos como instrumentos para dos propósitos: a) el manejo del conocimiento, y b) el
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diseño de una didáctica que conduzca al logro del aprendizaje. Los procesos permiten
seleccionar y organizar los conocimientos que se van a impartir, conceptuar y
operacionalizar mediante una metodología de enseñanza efectiva, basada en un modelo
de aprendizaje activo, significativo y centrado en el constructivismo cognoscitivo, y
dirigido al desarrollo de la potencialidad de las personas, para aprender y aprender a
aprender. Por esta razón, se han realizado estudios que implementan este modelo, entre
ellos, se destaca Estrategias didácticas para activar el desarrollo de los procesos de
pensamiento aplicado en el nivel pre-escolar (Cañizales, 2004), el cual tuvo como
objetivo determinar la efectividad del Modelo de Transferencia por Procesos en la
aplicación de estrategias didácticas que activan el pensamiento del niño, y que arrojó
como resultado que el modelo funciona para activar dichos procesos, entre ellos la
observación. Así mismo, se encuentra el estudio Concepciones docentes sobre la
promoción del desarrollo de la destreza “observar” y su evidencia en la práctica
pedagógica (Escalante, 2009), cuyo propósito fue establecer si las concepciones sobre
promoción del desarrollo de la destreza de pensamiento “observar” de docentes del grado
transición (pre-escolar) son evidentes en su práctica pedagógica. Sus resultados
demostraron que las concepciones de los docentes evidencian la importancia del
desarrollo de la destreza de pensamiento “observar” como base para el desarrollo de
destrezas de pensamiento más complejas y facilitadoras de otros aprendizajes.
De igual forma, está la investigación sobre el desarrollo y la enseñanza de las
habilidades de pensamiento, cuya presentación propone y justifica un modelo integrado
de investigación y desarrollo aplicable a la construcción, implantación y evaluación de
proyectos para la enseñanza y transferencia de habilidades de pensamiento (VI Congreso
Nacional de Investigación Educativa, 2002). También, podemos encontrar el proyecto
Validación de una prueba de habilidades de pensamiento para alumnos de cuarto y
quinto de secundaria y primer año de universidad, el cual da a conocer los resultados de
un estudio psicométrico de una prueba elaborada con el fin de evaluar cuantitativa y
cualitativamente los procesos cognitivos básicos y superiores del pensamiento mediante
la comprensión lectora. Los dominios que se tuvieron en cuenta en este instrumento son
el cognitivo y el lingüístico, teniendo como marco teórico de referencia la Teoría de la
Modificabilidad Cognitiva Estructural de Reuven Feuerstein, complementada con
aspectos de la teoría basada en procesos, de Sánchez. A partir de esto, se concluyó que la
prueba de habilidades de pensamiento ha demostrado tener confiabilidad, tanto en su
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totalidad como en los diferentes ítems que la conforman por consistencia interna (Tapia
&Luna, 2010).
Igualmente, podemos resaltar entre los diferentes estudios Habilidades básicas del
pensamiento y competencia para aprender a aprender de Justo de la Rosa (2009),
donde se evidencia que aprender a aprender implica la conciencia, gestión y control de las
propias capacidades y emociones desde un sentimiento de competencia que permite el
desarrollo de las habilidades básicas del pensamiento. Esto hace que la persona tome
conciencia de sus capacidades y utilice sus habilidades para planificar, desarrollar y
evaluar el propio aprendizaje, y además se sienta motivada y disponga de la confianza en
sí misma, necesaria para utilizar el aprendizaje de forma autónoma y eficaz en los
distintos contextos.
2. Diseño metodológico
La metodología que se desarrolló para este estudio, estuvo enfocada en
implementar el Modelo de Transferencia por Procesos propuesto por Margarita Amestoy
de Sánchez (1991) para desarrollar la habilidad básica de observación. Además de
conocer los fundamentos teóricos y prácticos, tanto del modelo como de la destreza de
pensamiento en estudio, se adquirió la experticia en su aplicación no solo en la dinámica
misma del proceso llevado a cabo, sino también en la posibilidad de transferir dicho
conocimiento a diferentes contextos de la vida cotidiana. Para desarrollar esta experticia
fue necesario comprender que los fundamentos teóricos del Modelo de Transferencia por
Procesos están encaminados a dos propósitos, esto es: el manejo del conocimiento y el
diseño de una didáctica que condujese al aprendizaje de una destreza básica de
pensamiento (observar).
Si bien el estudio se orientó hacia la comprensión y aplicación del Modelo de
Transferencia por Procesos para un objeto de aprendizaje específico (una destreza básica
de pensamiento), lo cierto es que de acuerdo con la literatura revisada, dicha propuesta
puede ser trasladada a otros contextos y propósitos de enseñanza (Sánchez, 1991, p.6).
Gracias al Modelo de Transferencia por Procesos, se seleccionaron y organizaron los
conocimientos tomados como pretexto de enseñanza, de tal manera que el dominio
conceptual y operacional de la destreza de pensamiento y de observación se pudo
estructurar dentro de un modelo orientado hacia el aprendizaje activo, significativo y
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centrado en el constructivismo cognoscitivo, y dirigido al desarrollo de la potencialidad
de las personas (2002, p. 142). Los criterios tomados en cuenta para la comprensión y el
diseño de actividades aplicando el Modelo de Transferencia por Procesos, fueron los
siguientes:
a. La intencionalidad del acto mental y de la actividad mediante la cual se dirige el
uso de la capacidad intelectual del individuo.
b. La concientización del acto mental involucrado en el proceso.
c. El enfoque del sistema como instrumento de pensamiento, como producto de la
metodología de procesos y como fuente de retroalimentación y de optimización
del acto mental.
d. La participación activa del aprendiz en la construcción y refinamiento del
conocimiento.
e. Aplicación de un conjunto de estrategias didácticas para estimular el aprendizaje y
diagnosticar el progreso de los alumnos y el papel del docente como mediador del
proceso de enseñanza aprendizaje (Sánchez, 2002, p. 142).
A partir de estos criterios, se elaboró el proyecto encaminado a desarrollar la destreza
básica de observación, teniendo en cuenta las siguientes fases constitutivas del Modelo de
Transferencia por Procesos (Sánchez, 2002, p. 139): Justificación, objetivos,
introducción, preguntas de desarrollo, evaluación, proceso de mejoramiento y
verificación del proceso estudiado en el taller a través de preguntas específicas. Con el
desarrollo, aplicación y sistematización de este proyecto se ilustra un ejercicio de carácter
cognitivo para adquirir la experticia en el diseño, aplicación y transmisión idónea del
Modelo de Transferencia por Procesos para desarrollar la habilidad de observación en
diferentes contextos. Esta experticia se desarrolló con el diseño y aplicación de talleres,
partiendo de un nivel de desarrollo básico de observación, hasta llegar a un nivel de
mayor complejidad. Para realizar el diseño de los mismos, se tomaron insumos de los
diferentes procesos del modelo y se asumieron como subprocesos, siendo cada uno de
ellos un indicador del nivel de desarrollo de la destreza por taller. En tal sentido, de un
taller a otro se verificó que se hubiese gestado un “proceso de anclaje”1, es decir, se
1En la síntesis de diversas teorías cognitivas, el concepto de "anclaje" alude al proceso de asociar una
respuesta interna con algún disparador externo o interno a fin de que la respuesta pueda ser rápida y algunas
veces secretamente accesible. El anclaje es un proceso que, en la superficie, es similar a la técnica
"condicionante" usada por Pavlov (1926). El proceso de anclaje tiene como objetivo solidificar y transferir
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definieron unas pautas o criterios de verificación del desarrollo de la destreza de
observación a partir de los subprocesos empleados para la aplicación del Modelo de
Transferencia por Procesos. Gracias a la conceptualización propuesta para la aplicación
del modelo, se llegó a un ejercicio de comparación, relación y diferenciación entre las
propuestas de Sánchez (1991) y la de Villarini (1991), en función de los propósitos y
alcances expuestos por estos teóricos en relación con el desarrollo específico de la
destreza de pensamiento propuesta para la implementación de este estudio.
De igual manera, se definieron fases para estructurar la forma en que se ejecutó la
aplicación para cada uno de los subprocesos que determinaron el desarrollo de la destreza
básica de observación. Previo a la aplicación de los talleres, se hizo un trabajo de
contrastación por parte de pares académicos, para definir el perfil de los evaluadores a
partir de las siguientes características:
Docentes en ejercicio en un área de formación específica al interior de una
institución educativa media vocacional o de Educación Superior, con una experiencia de
entre 10 y 15 años y con un nivel de formación de Especialista o Magister, cuyo título
estuviese directamente relacionado con educación. Los criterios de evaluación que los
pares tuvieron en cuenta para realizar su evaluación y retroalimentación de los talleres
fueron el de la claridad y la de precisión. El proceso de los talleres se registró y evaluó a
través de unas rúbricas de evaluación y verificación del proceso de aprendizaje orientado
a entender el proceso de comprensión, incorporación y dominio desde el punto de vista de
la experticia. Esto se documentó en una rúbrica evaluativa del proceso de aplicación que
parte del nivel de desempeño bajo hasta llegar al desempeño superior, permitiendo a los
participantes de este proyecto comprender las fases y criterios que posee cada una de las
fases del Modelo de Transferencia por Procesos en cada uno de los subprocesos de la
observación y el nivel de complejidad de observación que desarrolló.
experiencias aprendidas. Una gran cantidad de aprendizaje guarda relación con condicionamiento, y el
condicionamiento guarda relación con el tipo de estímulos que se asocian a las reacciones. (Dilts, 2008)
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Fases de la investigación
3. Resultados
Al finalizar las fases de este proyecto, se obtuvo como resultado la comprensión
de los fundamentos teóricos del Modelo de Transferencia por Procesos (MTP) y de la
destreza básica de observación por medio de consultas de la literatura y el trabajo de
campo. Las fuentes bibliográficas consultadas fueron Vygostky (1978, 1979, 1987,
1995), Piaget (1976, 1978, 1986), Villarini (1991,1997, 2001, 2006) y Sánchez
(1991,1992, 1999, 2002). Para tal efecto, se tomó a Vygotsky y a Piaget, por ser los
pioneros en la construcción teórica y práctica de cómo se estructuran las teorías sobre la
cognición humana. Se escogió a Villarini por su desarrollo teórico sobre el concepto de
destrezas de pensamiento y a Sánchez por su propuesta acerca del Modelo de
Transferencia por Procesos y la destreza básica de observación.
FASE
ACTAS
Nº DE HORAS TRABAJADAS
ACTIVIDADES DESARROLLADAS
Fundamentos
teóricos
1-11
194 horas trabajadas
individualmente
*Lecturas acerca del tema.
*Esquematización de la teoría por medio de mapas
conceptuales.
*Cuadro comparativo de las teorías estudiadas
Diseño de
rúbricas y
talleres
12 -18
176 horas trabajadas
individualmente
*Rúbrica de las fases y criterios del MTP. (40 horas)
*Instrumento de evaluación de pares.(11horas )
*Matriz de evaluación y autoevaluación del proceso.(40
horas)
*Rúbrica de evaluación y autoevaluación del proceso de
aplicación.(40 horas)
*Talleres (45 horas)
Aplicación de
rúbricas y
talleres
19 – 25
116 horas de trabajo
*Instrumento de evaluación de pares. (4 horas)
*Talleres. (48 hrs)
*Transcripción de los talleres. (32 horas)
*Rúbrica de evaluación y autoevaluación del proceso de
aplicación (32 horas)
306
La adquisición de la teoría permitió al autor del presente artículo comprender, a
través del diseño de una rúbrica, los criterios que posee cada una de las fases del Modelo
de Transferencia por Procesos (de aquí en adelante lo llamaremos MTP), según el
subproceso a desarrollar. Su diseño se realizó en 40 horas de trabajo para, posteriormente,
crear con eficacia y objetividad, en 11 horas de trabajo, un instrumento de evaluación de
pares académicos que validaran la claridad y precisión de los criterios de cada uno de los
subprocesos planteados en el proyecto. De igual manera, se diseñó en 40 horas una
rúbrica de evaluación y verificación del proceso de aplicación con el objetivo de conocer
los niveles de desempeño que debe alcanzar el aprendiz, teniendo en cuenta los
indicadores de logros de cada uno de los subprocesos. Seguidamente, utilizando como
referente la rúbrica anterior, se diseñó, en 40 horas, una matriz de evaluación y
autoevaluación del proceso de aplicación. Y, finalmente, el diseño de talleres implicó 45
horas de trabajo. La evaluación realizada por los pares académicos implicó dos horas de
trabajo para un total de 4 horas.
Con el objetivo de confirmar el aumento en el nivel de complejidad de la
observación, se realizó la transcripción de los talleres en 32 horas de trabajo, 16 horas
para los talleres de cada aprendiz. Finalmente, en 32 horas de trabajo, se conceptualizaron
y descubrieron los niveles de desempeño en la habilidad de observación en la matriz de
evaluación y autoevaluación dispuesta para verificar el proceso de aplicación. Con la
aplicación de estos talleres, se pudo obtener como resultado que el Modelo de
Transferencia por Proceso sí es pertinente para desarrollar la observación de objetos o
situaciones en diferentes contextos, puesto que el modelo permitió a los aprendices
reconocer las fases y criterios que posee el MTP en cada uno de los subprocesos de la
observación y el nivel de complejidad de observación que desarrolló. La aplicación
permitió la sistematización del MTP, por el uso reiterativo de cada fase que integran este
modelo, partiendo de un nivel de observación básico hasta llegar a un nivel de
observación complejo, enfocado en la relación de características, consistente en
establecer un nexo entre dos características de un objeto o situación referidas a una
misma variable (Amestoy, 1991). A continuación, se describe el proceso de complejidad
en la adquisición de la destreza básica de observación:
307
- Observación, observación directa, observación indirecta, observación de
características, observación de semejanzas, observación de diferencias,
observación enfocada en la comparación y observación enfocada en la relación.
Es también factible anotar que, para que haya un nivel de observación básico, son
necesarios dos procedimientos: primero, definir el propósito de la observación y sus
características, ya que en la observación directa e indirecta los procedimientos aumentan
su nivel de complejidad porque es necesario definir el propósito de la observación y
reconocer si el objeto o situación observada se dio de forma directa o indirecta. Segundo,
conocer si se estableció contacto a través de la observación personal con el objeto o
situación observada o si la observación se logró mediante conversaciones con otras
personas, lecturas de libros o información suministrada por medios masivos de
comunicación (Amestoy, 1991). Posteriormente, en la observación de características se
define el propósito de la observación y además se realizan preguntas orientadas a
identificar las características de los objetos o situaciones con el fin de formular la
descripción de forma organizada y coherente. En la observación de semejanzas y la
observación de diferencias se define el propósito de la observación y se identifican las
variables de interés, esto es, un tipo de característica que permita organizar las
observaciones, ya sea identificando las semejanzas o las diferencias con el fin de elaborar
la lista de diferencias o semejanzas de los objetos o situaciones. Por último, verificar el
producto obtenido. En la observación enfocada en la comparación, el nivel de
complejidad se presenta en que no solo se define el propósito de la observación y se
identifican las variables que definen el propósito, sino que se establecen semejanzas y
diferencias entre las características de dos objetos o situaciones, considerando dicha
característica independientemente, es decir, se trata de identificar variable por variable,
que los pares de objetos o situaciones que se compara sean semejantes o diferentes entre
sí para finalizar con la verificación del producto último. Finalmente, la observación
llegó a su mayor nivel de complejidad cuando se definieron e identificaron las variables
que precisan el propósito y las características semejantes y diferentes, correspondientes a
cada variable, con el propósito de establecer interrelación entre dos características de un
objeto o situación referidas a una misma variable, formular las relaciones y revisar el
producto final (Amestoy, 1991). Su importancia radica en que se llega a un paso más del
procesamiento de la información puesto que se consideran pares de características de una
308
misma variable provenientes de la comparación y se conectan mediante una proposición
que establece un nexo entre ellas.
4. Conclusiones y recomendaciones
A partir de que la implementación del Modelo de Transferencia por Procesos
propuesto por Margarita Amestoy de Sánchez es pertinente para desarrollar la habilidad
de observación, es recomendable:
a. Emplear las matrices de este proyecto en aulas de clase, orientadas a desarrollar
la habilidad básica de observación por medio del MTP.
b. Realizar actividades de aplicación teniendo como punto de partida los diseños
propuestos en este proyecto dirigidas a alcanzar el desarrollo de la habilidad de
observación
c. Ser muy concreto en el proceso a desarrollar, abarcando un número limitado, de
tal manera que pueda, además de hacerse experto, llevarlas a cabo. No es
conveniente abarcar demasiado.
Con el propósito de enriquecer este estudio formativo, surgen los siguientes
interrogantes:
1. ¿Cómo se puede aplicar el MTP para desarrollar la habilidad de observación en
aulas de clase con grupos de estudiantes, donde el seguimiento personalizado es
prácticamente inviable (se piensa en aulas de clase con un número superior a 20
estudiantes)?
2. ¿Qué tipo de estudios comparativos, tanto cuantitativos como cualitativos, se
pueden desarrollar con el fin de analizar y comprender el impacto cognitivo del
MTP para desarrollar la habilidad de observación con otra estrategia de
enseñanza?
3. ¿Es posible ampliar y profundizar los alcances del MTP para desarrollar la
habilidad de observación en diferentes áreas del conocimiento?
4. Al implementar el MTP para desarrollar la habilidad de observación, ¿es posible
mejorar las relaciones en grupos de trabajo cuando se presentan problemas o
diferencias?
309
5. ¿Es posible generar una plataforma de formación y gestión para la aplicación del
MTP y así lograr un desarrollo de la habilidad de observación en los maestros que
se están formando?
310
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