Download - Un loft minimalista
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………...3
CAPÍTULO 1: DISEÑO DE INTERIORES………………………………………………….8
1.1La arquitectura y sus significados……………………………………………………….8
1.2Diseño de interiores, principales acepciones…………………………………………10
1.3Modernismo y Funcionalismo: dos tendencias arquitectónicas…………………….11
CAPÍTULO 2: LOFTS………………………………………………………………………...17
2.1 Significados del término y generalidades……………………………………………...17
2.2 Reseña histórica………………………………………………………………………….18
2.2.1 Los comienzos…………………………………………………………………18
2.2.2 Cruzar el Atlántico……………………………………………………………..25
2.2.3 El movimiento londinense…………………………………………………….26
2.2.4 El loft hoy……………………………………………………………………….28
2.3 Características estructurales de los lofts………………………………………………30
2.3.1 En qué consiste un loft auténtico…………………………………………….40
2.4 Localización: el loft y el desarrollo urbano…………………………………………….42
2.5 Espacios exteriores e interiores………………………………………………………...44
2.5.1 Apariencia externa…………………………………………………………….44
2.5.2 Apariencia interna……………………………………………………………..45
2.6 Los aspectos sociales: perfil de mercado y rango de precios……………………….45
2.7 Las influencias del loft en la arquitectura convencional……………………………...48
2.7.1 Impacto en el diseño de interiores…………………………………………...48
2.7.2 La evolución del mobiliario…………………………………………………....49
1
CAPÍTULO 3: LOFTS EN ARGENTINA…………………………………………………....51
3.1 Generalidades…………………………………………………………………………….51
3.2 Los lofts en Buenos Aires y su evolución……………………………………………...51
CAPÍTULO 4: MINIMALISMO……………………………………………………………….65
4.1 El Minimal art……………………………………………………………………………..65
4.2 Minimalismo, una reflexión histórica…………………………………………………...66
4.3 Los antecedentes europeos…………………………………………………………….67
4.4 Minimalismo en el diseño de interiores………………………………………………..73
CAPÍTULO 5: LOFTS MINIMALISTAS……………………………………………………..78
5.1 El loft y el Minimalismo…………………………………………………………………..78
5.2 Ejemplos de lofts minimalistas………………………………………………………….80
CAPÍTULO 6: DESARROLLO PROYECTO DE CREACIÓN Y EXPRESIÓN…………92
CONCLUSIONES…………………………………………………………………………...101
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………………106
REFERENCIAS DE FIGURAS…………………………………………………………….111
2
INTRODUCCIÓN
El objetivo principal del presente trabajo es presentar un Proyecto de Creación
y Expresión del interior de un loft concebido bajo los principios del estilo minimalista.
Esta elección se basa en la idea de la compatibilidad entre el Minimalismo y loft, por
cuanto la autora del proyecto considera que aquel ambiente y el estilo son
perfectamente compatibles para la creación de un espacio habitable y confortable para
diversos usos, especialmente los domésticos y laborales.
En primera instancia, se realizará un breve recorrido por los términos
arquitectura, diseño de interiores, Modernismo y Funcionalismo. Posteriormente, se
presentará un marco de referencia teórico acerca de los principales conceptos, es
decir, la idea de loft y la del de Minimalismo, detallando el origen y las características
de ambos. La elección del tema reside sobre todo en el hecho de que hay una fuerte
tendencia mundial hacia el aprovechamiento de grandes edificios, antiguos almacenes
y fábricas de comienzos del siglo XX, los cuales se reciclan transformándose en
viviendas perfectamente habitables.
En el capítulo quinto se expondrán y analizarán una serie de trabajos
arquitectónicos en donde se proyectó la conjunción del entorno loft y el diseño
minimalista, y se analizarán los resultados obtenidos. En base a dicha información,
finalmente, se procederá a exponer el proyecto de un loft de estilo minimalista,
propuesta central del trabajo.
Los lofts son algunos de los pocos espacios que ofrecen muchas
oportunidades para diseñar cada área/zona y se prestan a estilos que pueden variar
desde el minimalismo hasta lo escenográfico.
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La idea rectora del proyecto fue la de a entender si el loft como vivienda
representa una nueva forma de hábitat. La investigación comprende desde la
evaluación económica, funcional y de diseño, hasta el reconocimiento y dominio de
nuevas demandas por parte de los usuarios. Con el presente proyecto se intenta
promover el interés por estos espacios, los cuales se corresponden con necesidades
actuales. El objetivo es, por lo tanto, estudiar el loft verificando su habitabilidad como
vivienda.
En base a esto, se intentará abordar en dicho ambiente el estilo minimalista
como un fenómeno de fin y principio de milenio que trae consigo una nueva forma de
vida, creando la necesidad de habitar espacios cada vez más amplios.
En toda el área de influencia de los países surgidos tras la Revolución
Industrial (como el Imperio británico) se construyeron edificios destinados a las nuevas
formas de producción, distribución y almacenamiento de mercancías. Y a falta de una
identidad específica para los nuevos programas, se recurrió a estilos reconocidos de la
arquitectura doméstica, es decir, a la manera de los grandes palacios.
Pero cuando estas edificaciones quedaron desafectadas de su destino
industrial original sufrieron el abandono por décadas, y entonces fueron
espontáneamente ocupadas por nuevos habitantes y funciones. Estos primitivos re-
funcionalizadores anglosajones denominaron a su nuevo habitáculo loft, es decir altillo
(nuevamente un componente de la arquitectura doméstica que ellos conocían). Y si lo
vieron como un altillo, ello se debía tanto a su apariencia interna de espacios vacíos e
inespecíficos como a la intención de uso que le dieron estos nuevos ocupantes. Se
trataba de un ámbito marginal a los estándares habitacionales establecidos, de
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especialidad indeterminada, luminosidad natural y bajo costo de acceso, apropiado
para la bohemia de pintores, escultores y artistas en general.
Cuando se observan las obras de Pollock, Motherwell o Schnabel, resulta
evidente que no han sido pintadas en una buhardilla. Repetidas veces se ha
mencionado la influencia que tuvieron en la historia del arte los cambios en la
composición química, la fabricación de pinturas o la sustitución de un tipo de cerdas
por otro, pero poco se ha dicho de la repercusión del taller del artista sobre su obra. Y
la principal transformación en la pintura de la segunda mitad del siglo XX es el cambio
de escala. En esa transformación tiene mucho que ver el traslado del taller de las
buhardillas hacia las fábricas y almacenes en desuso. Para pintar una tela del 15 m2
es necesario un amplio espacio.
Es por esto que cuando se habla de lofts, resulta obligatorio referirse al universo
de los artistas, porque fueron ellos los primeros que iniciaron la ocupación de
almacenes y talleres industriales, planteando su reconversión como viviendas y
estudios. Ascensio Cerver señala en su libro Lofts: Vivir y Trabajar en un Loft que, tal
vez, el ejemplo más conocido sea el de Andy Warhol y su famosa “Factory”. (Cerver,
1999).
La revolución de los lofts ha sido parte de un movimiento que fomentó el
reconocimiento del patrimonio arquitectónico de una ciudad y el valor de preservarlo.
Cuando emergió la vida en dichos espacios en el Nueva York de 1950, no se esperaba
que dejasen de ser un refugio bohemio para transformarse en un hogar de reconocido
encanto. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que el sistema se dejó
impresionar por la arquitectura de aristas toscas y, gracias a arquitectos y diseñadores
innovadores, los lofts se convirtieron en una tendencia puntera.
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Orianna Fielding Banks y Rebecca Tanqueray señalan en su libro Lofts (1999)
que existe algo en la idiosincrasia de su espacio que llama poderosamente la atención:
un loft parece ser el hogar perfecto para esta época. Por lo general, se ubica en el
centro urbano, en un espacio reciclado (lo que permite ser en palabras de las autoras
“…modernos y ecológicos…”) y, lo que es más importante, proporciona una amplitud y
luminosidad difíciles de encontrar en la vivienda tradicional. (Fielding Banks y
Tanqueray, 1990, p.10)
Otra ventaja consiste en su flexibilidad: al contrario de otros inmuebles (que
cuentan con una distribución previa de sus interiores) el loft es como un lienzo blanco
en el que se puede crear con plena libertad el hogar que se desee. El diseño es una
respuesta personal innovadora al desafío de crear un nuevo ambiente interior. Se
puede dejar intacto el espacio o dividirlo de acuerdo a la estética particular de cada
individuo.
De esta forma, entre lo urbano y lo rural surge algo intermedio; aparecen
lentamente nuevos prototipos que prometen otras formas de habitar, llamados lofts. De
la disolución de los límites a la continuidad del espacio, los individuos en general, y
más aún la juventud, que habita grandes ciudades como Buenos Aires, vive al ritmo
que impone una actividad diaria plagada de obligaciones y presiones y que deja poco
espacio para la introspección. Por consiguiente, un espacio libre apto para la
imaginación de la persona que lo habite, resulta sumamente óptimo para los tiempos
que corren.
Así, no debe sorprender encontrar en la actualidad propietarios de lofts que no
son artistas ni diseñadores, sino gente que, curiosamente se dedica a profesiones
pragmáticas. Banqueros, abogados o administrativos se suman al gusto de los
fotógrafos, diseñadores de moda o directores de cine que habitan los lofts. Todos ellos
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disfrutan manteniendo su creatividad en sus hogares y han contribuido a popularizar el
loft como un hábitat de estos tiempos. Perciben el gran espacio interior continuo y,
mediante diferentes factores que convergen al diseño, definen el carácter que desean
lograr: industrial, despojado, rústico, etc. Se podría afirmar que los interiores son en
gran medida el reflejo de la historia personal de quien los habita, de sus recuerdos,
sueños, viajes, gustos y sensibilidad.
El loft como vivienda no sólo representa una nueva forma de hábitat, sino que ha
dado origen a toda una gama estética, en la que se inspiran muchos interiores.
Fielding Banks y Tanqueray (1999) señalan que en las casas convencionales se
suelen tirar tabiques para ganar espacio, luz y versatilidad; los materiales industriales,
desde el acero inoxidable a los andamiajes, se están convirtiendo en elementos
domésticos imprescindibles y, por último, el mobiliario se está volviendo más versátil e
informal.
Es así como el loft se libera del concepto tradicional de la vivienda, así como de
las tendencias convencionales en decoración. Proporciona una libertad decorativa sin
precedentes y ha ampliado los parámetros del interiorismo. Ha creado confianza para
hacer lo que se quiere en el hogar y no lo que se debe. Todos estos y muchos más,
desarrollados a lo largo del proyecto, son los motivos por los cuales la temática del loft
ha sido elegida. Se ha tomado un tema poco desarrollado e investigado, debido a que
se trata de un fenómeno relativamente nuevo y actual, el cual ha desafiado los límites
del diseño de interiores.
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CAPÍTULO 1: DISEÑO DE INTERIORES
En este capítulo se presentan y definen las principales categorías conceptuales
desde las cuáles se abordará el Proyecto de Creación y Expresión, tales como
arquitectura y decoración de interiores, en tanto disciplinas, y Modernismo y
Funcionalismo, en tanto tendencias.
1.1 La arquitectura y sus significados
La arquitectura se define como el arte de proyectar y construir edificios. Con el
término se expresa “el arte de crear, con estructuras materiales relativamente estables
y sólidas, los espacios interiores y exteriores destinados a albergar las diversas formas
de vida humana”.
(Diccionario Enciclopédico Salvat, 1995, p. 301)
Según El Pequeño Larousse Ilustrado la arquitectura es el “arte de proyectar,
construir y adornar los edificios conforme a reglas determinadas”.
(García Pelayo y Gross. R, 1994, p. 93)
Por otro lado, el diccionario técnico Arquitectura y Construcción define al
término como “un arte y una ciencia que versa sobre el diseño y la estructura de los
edificios manteniendo unos criterios estéticos y funcionales” y al diseño arquitectónico
como un “proceso de análisis de un programa que resulta en la creación o
modificación de un edificio o estructura similar”.
(Broto C, 2000, p. 53)
Por último, según la enciclopedia Universitas Salvat “… los artistas, en general,
y en particular los que cultivan la arquitectura (…) han de poseer conocimientos de
8
algunas disciplinas académicas especiales”. En la arquitectura se resaltan tres
aspectos íntimamente ligados: científico, útil y bello, tres cualidades que no sólo han
de existir al mismo tiempo, sino que se deben complementar mutuamente.
Cascante V. (1969). Teoría estética de la arquitectura. Universitas Salvat, 4, 213-222.
La arquitectura se vale del material como medio práctico para su misión. Este
material viene en cada elemento limitado por una forma que debe reunir ciertas
condiciones para que su estabilidad quede garantizada; y estas condiciones las da la
mecánica. Hay, pues, una relación científica.
Por otro lado, así como la forma de cada elemento arquitectónico se relaciona
con la función que desempeña, la forma del conjunto está ligada con el fin inmediato
de convivencia a que se destina el edificio. Por lo tanto, la arquitectura, a diferencia de
otras artes completamente desinteresadas, cumple con un fin de utilidad.
Por último, como una de las bellas artes, está constituida por dos elementos,
idea y forma, íntimamente relacionados. La idea sale del espíritu del artista y se
materializa en la forma. El usuario se proyecta en la edificación arquitectónica a partir
de las expectativas que tiene sobre las cualidades formales de la obra terminada que
va a habitar.
A lo largo del tiempo la arquitectura ha tomado diferentes formas y estilos
según cada cultura y época, como la arquitectura egipcia, renacentista o barroca,
aunque a los efectos del presente trabajo interesará especialmente la arquitectura
moderna y, en particular, dos de sus etapas: el Modernismo y el Funcionalismo.
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1.2 Diseño de Interiores, principales acepciones
En su significado actual más atinente a este trabajo, es decir, en el contexto de
las artes, el término decoración fue introducido a principios del siglo XIX, referido
exclusivamente “a una composición de elementos ornamentales diversos con el fin de
crear en un espacio interior un ambiente determinado. Aunque la idea no hubiera sido
formulada, los hombres han tendido siempre a combinar arquitectura interior,
mobiliario, iluminación y pintura mural”
(Diccionario Enciclopédico Salvat, 1995, p. 1137)
El diccionario técnico Arquitectura y Construcción define a la decoración interior
o interiorismo como el “… arte que consiste en el proyecto ornamental, mobiliario y
otros acabados de un espacio arquitectónico interior”.
(Broto C, 2000, p. 181)
En relación a las definiciones citadas, la autora considera que el diseño de
interiores en la vida moderna debe definir la habitabilidad de los espacios según un
concepto, el cual será traducido en todas las variables ambientales tales como
iluminación, materialidad, espacio, color, texturas, distribución. La materia prima del
trabajo es el manejo del espacio, el cual se debe adaptar y modificar según las
necesidades y medios del comitente, buscando siempre la mejor solución espacial,
funcional, tecnológica y económica. Es decir que como la arquitectura, el diseño de
interiores también tiene una función útil, la cual se encuentra interrelacionada con la
funcionalidad estética y la económica.
Sin embargo, mientras la arquitectura se refiere al conjunto de la edificación,
incluyendo el aspecto exterior, el diseño de interiores se centra en las zonas bajo
10
techo. En general, debe haber cierta coherencia entre la forma y estilo del edificio en
su conjunto y la decoración de los interiores.
1.3 Modernismo y Funcionalismo: dos tendencias arquitectónicas
En una de sus acepciones, el modernismo es un “Movimiento artístico común a
las artes plásticas, la arquitectura, la literatura y la música, que se desarrolló a finales
del siglo XIX y principios del XX”
(Diccionario Enciclopédico Salvat, 1995, p. 2568).
Según los países en donde se difundió, recibió diferentes nombres. Así, se lo
llamó Art Nouveau en Francia, Liberty en Italia, Modern Style en Inglaterra, Jugendstil
en Alemania, Sezession en Austria, etc. Existen, entre todas las posibles formas de
nombrar a esta corriente de renovación artística, elementos que se van vinculando: lo
nuevo, lo moderno, la libertad, la juventud.
Los modernistas basan sus ideas en William Morris, debido a que pretenden
hacer del arte parte de la vida cotidiana y mejorar la calidad de los objetos industriales.
Sin embargo, a diferencia de Morris, fueron los primeros que pudieron superar la
dualidad arte y técnica y aceptaron a la máquina y los nuevos materiales.
Según el Diccionario Enciclopédico Salvat, las más logradas muestras del Art
Nouveau “… se dieron en la arquitectura y las artes decorativas”.
Las formas típicamente modernistas son aquellas que huyen del ángulo recto
para valerse, en cambio, de arabescos y molduras inspirados en la naturaleza,
llegando a un preciosismo y artificiosidad de gran refinamiento. El modernismo
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representó en sus comienzos una nueva búsqueda de dimensión espacial,
libertad compositiva y exuberante decoración.
(Diccionario Enciclopédico Salvat, 1995, p. 2569).
Refiriendo en términos generales sólo a una de las tantas expresiones del Art
Nouveau, esto es a la arquitectura de este estilo, importa señalar que “… en la
gestación del nuevo estilo intervinieron técnicas constructivas innovadoras del hierro y
el acero, y los cambios provocados por la industrialización y el crecimiento urbano, que
impusieron nuevos programas constructivos …” (Diccionario Enciclopédico Salvat,
1995, p. 2569).
Berto González Montaner señala en La enciclopedia de Clarín Patrimonio
Mundial: Obras y Movimientos en los siglos XIX y XX (2006), que en los materiales
utilizados por el modernismo se verificaba una intención de cambio con respecto a lo
preexistente. Afirma que la cerámica, el vidrio y el hierro forjado quizás fueron los tres
recursos que con mayor fuerza posibilitaron la identificación con este estilo. Por otro
lado, las formas eran redondeadas y entrelazadas, femeninas y de tipo orgánico.
(González Montaner B, 2006, Patrimonio Mundial: Obras y Movimientos en los Siglos
XIX y XX. Clarín, 2, 6-7).
Se podría decir que dentro de esta evolución de la arquitectura moderna en
términos de orientación estética suelen distinguirse dos generaciones. La primera de
ellas, anteriormente descripta, está caracterizada por el decorativismo excesivo del Art
Nouveau en abierta oposición a lo antiguo o medieval, y la segunda generación,
representada por arquitectos como Adolf Loos, Mies van der Rohe, Le Corbusier y
otros que definieron un estilo basado en la estrecha correspondencia entre la forma y
la función del edificio, el uso de estructuras reticuladas de acero u hormigón armado,
paredes ligeras y formas geométricas simples sin aditamentos decorativos. Por estas
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razones esta segunda generación fue llamada Proto-racionalista y funcional, también
conocida como Funcionalista (Diccionario Enciclopédico Salvat, 1995, p. 2570).
Según el diccionario El Pequeño Larousse Ilustrado en el siglo XIX surge una
nueva arquitectura “… llamada funcional, que simplifica las líneas, subordina en cierto
modo lo artístico a lo utilitario y emplea profusamente los nuevos materiales de
construcción (vidrio, acero, hormigón armado, etc.)…” (1994, p. 303)
Se podría afirmar que el Art
Nouveau abrió el camino a la utilización de
los nuevos materiales como el vidrio y el
acero, pero sus formas seguían siendo en
extremo decorativas y onduladas. Así, el
arquitecto belga Henry van de Velde
proclamó en una de sus conferencias en
el año 1900 “¿Por qué habrían de ser más
estimados los artistas que construyeron
palacios de piedra que los artistas que los
13
Figura Nº1. Metro de París diseñado en estilo Art
Nouveau por Hector Guimard.
construyeron de metal?”. Según éste, el
hierro, el aluminio, el linóleo, el celuloide y
el cemento tenían profetizado un gran futuro. Ejemplo de una construcción típica de
este estilo son las entradas del subterráneo de París construidas por Hector Guimard
que se pueden apreciar en la figura número 1.
El Proto-racionalismo se alejó de la decoración excesiva preocupándose en
primera instancia por la función y haciendo corresponder a la forma con la utilidad. En
su libro A System of Architectural Ornament, el arquitecto americano Louis Sullivan
manifestaba ya en 1892 que el ornamento “… es un lujo intelectual, no un requisito
esencial” y que “favorecería mucho en nuestro provecho estético que nos
abstuviéramos enteramente de usar ornamentos a fin de que nuestro pensamiento
pudiera concentrarse (…) en la producción de edificios bien formados, elegantes en su
desnudez”. (Sullivan, 1996, p. 53)
El más grande discípulo de Sullivan, Frank Lloyd Wright, expuso puntos de
vista similares. Nikolaus Pevsner, crítico de arquitectura alemán, afirma en su libro
Pioneros del Diseño Moderno (2002), que Wright admiraba con entusiasmo “… el
nuevo ritmo simplificado de los futuros edificios, en el que el espacio es más
espacioso”. (Pevsner N, 2002, Pioneros del Diseño Moderno, p. 25).
Por otro lado, el austríaco Adolf Loos atacó al estilo vienés del Art Nouveau
(Sezession), señalando ya en el año 1908, en su libro Ornamento y delito, lo siguiente:
Cuanto más bajo es el standard de un pueblo, más profusos son sus
ornamentos. Encontrar belleza en la forma en lugar de hacerla depender del
ornamento es la meta a la que aspira la humanidad. Pues la belleza pura en
14
una obra es el grado en que alcanza utilidad y la armonía de todas las partes.
(Loos, 1972, p. 130)
Ejemplo de una obra arquitectónica funcionalista
es el edificio de la Bauhaus de Dessau
diseñado por Walter Gropius, el cual
se aprecia en la figura número 2.
Frank Whitford señala en su libro La
Bauhaus (1991) que fue construido un
complejo con
grandes ventanales y materiales como el vidrio, el acero y el hormigón armado. El
edificio contaba con una estructura prefabricada extremadamente racional. “Teniendo
en cuenta las dimensiones del complejo, sorprende la rapidez de su construcción,
prueba de las ventajas de los nuevos métodos y materiales empleados por Gropius”.
Se empezó en 1925 y estuvo listo para ser ocupado al siguiente año. (Whitford, 1991,
p. 205).
A modo de conclusión, y en relación a los autores citados, se podría afirmar
que el Movimiento Moderno tuvo su origen hacia finales del siglo XIX con el Arts &
Crafts y William Morris, quien planteaba un arte en donde se produjeran objetos bien
diseñados y accesibles a todos los niveles sociales, pero que no aceptaba a la
máquina y los nuevos materiales. Esta tendencia evolucionó hacia las líneas
onduladas del Art Nouveau y éste último, a su vez, comenzó un proceso de
depuración del ornamento y sus líneas adquirieron formas rectas, sobre todo a partir
de la Sezession Vienesa y la Escuela de Glasgow. Por su lado, el Funcionalismo,
según el cual la forma se adapta a la función, se olvida por completo del ornamento y
plantea la unión del diseño y la industria. Tiene en Adolf Loos, Le Corbusier y Peter
15
Figura Nº2. Complejo de la Bauhaus de Dessau diseñado
por Walter Gropius.
Behrens (autor del edificio de la fábrica AEG) y en los ex directores de la Escuela de
Bauhaus - Walter Gropius, Hannes Meyer y Mies van der Rohe - a sus principales
exponentes.
En este capítulo se han definido los límites del significado de la arquitectura y
se hizo una breve referencia a su relación con el concepto de diseño de interiores.
Tanto en uno como en otro ámbito hay estilos que varían según cada época y cultura,
y se han mencionado dos de estas tendencias: el Modernismo y el Funcionalismo.
Estos conceptos son aplicables a todas las viviendas, y particularmente compatibles
con los lofts. Debido a que los mismos son espacios logrados a partir de antiguas
fábricas remodeladas que conservan parte de sus estructuras a la vista, qué mejor que
el Racionalismo, que defiende la nobleza de los materiales industriales, para combinar
con estas construcciones.
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CAPÍTULO 2: LOFTS
El objetivo de este capítulo es realizar una reseña histórica describiendo el
origen y posterior desarrollo de los lofts, y delimitar sus principales características
estructurales. Posteriormente, se describirán los espacios exteriores e interiores y se
determinará en qué consiste un loft auténtico. Se hará una referencia a este tipo de
construcción desde el punto de vista social, perfilando al usuario ideal y sus rasgos.
Por último, se enumerarán las influencias y el impacto de los lofts en la arquitectura y
el diseño de interiores. Cabe aclarar que en dicha sección, debido a la escasa
bibliografía acerca de la temática (pues el fenómeno del loft es relativamente nuevo),
la autora se vio obligada, en ocasiones, a recurrir a fuentes electrónicas y diversas
notas de revistas y diarios actuales.
2.1 Significados del término y generalidades
El arquitecto argentino Luis Grossman afirma en el libro The Best of Lofts
(2001) que “…la palabra inglesa aluda a un ático o un desván, a la cámara o cuarto
17
que suele haber sobre un establo, o al piso alto de un almacén”. (Ojeda Riera O. y
Birgin A. [ed.], p. 8).
Hay una cualidad, la que sugiere la altura, que resulta sustancial en la noción
de loft. Grossman (2001) continúa brindando otros usos del término loft: “Cuando se
conjuga el verbo to loft, éste se refiere a lanzar la pelota en alto y el adjetivo lofty
indica gran altura, equivale a alto, encumbrado, elevado”.
El vocablo no designa tanto a una función (como sería el caso de casa, oficina,
laboratorio, etc.) cuanto a una serie de rasgos arquitectónicos. Un loft puede ser apto
para vivir y otro puede serlo para trabajar. Se puede también vivir y trabajar, que es lo
que suele ocurrir. Pero son los rasgos arquitectónicos distintivos los que hacen su
concepto: las plantas libres, los cerramientos mínimos, la exaltación del espacio (por el
dato ya eludido de la altura, al que se añaden los grandes ventanales y una luz muy
particular), pocos materiales y un clima que estimula la informalidad. La iluminación
singular y las perspectivas múltiples son parte sustancial de lo que Grossman llama el
“efecto loft”
El mismo afirma que “... el loft privilegia los valores del espacio por encima de
los funcionales. Importa más el regocijo que regala la amplitud y la luminosidad de los
espacios, que la posición a veces poco favorable del baño o la cocina”. (Ojeda Riera
O. y Birgin A. [ed.], p. 9). De este modo, se sobrepasan los límites tradicionales de los
departamentos, límites que pasan por las dimensiones y por las ideas.
2.2 Reseña histórica
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El loft se transformó, poco a poco, de un retiro bohemio y marginal a la
aspiración de hogar del nuevo milenio. A continuación se recorrerá el camino que han
atravesado estos espacios hasta convertirse en lo que hoy son.
2.2.1 Los comienzos
El origen del loft se sitúa en la ciudad de Nueva York en los años 50, en
Manhattan, principalmente en los barrios de Tribeca, Soho y el Barrio Oeste, zonas
que a finales del siglo XIX fueron las grandes protagonistas de una industria floreciente
y más tarde, olvidada.
María Luisa afirma en su artículo Un lofts soft de la revista D &D que “… los
nacieron en los barrios más abandonados de Manhattan y se multiplicaron como
hongos hasta convertirse en lugares codiciados por los yuppies de última generación”.
(1992, p. 17)
La necesidad de grandes espacios y los alquileres elevados de pisos y
departamentos hicieron que las fábricas y almacenes en desuso cobraran un gran
protagonismo para ciertos sectores de la población. En un principio, fueron utilizados
por estudiantes y artistas de una forma más o menos clandestina; con el tiempo fueron
rehabilitados y adaptados a restaurantes, tiendas, estudios de pintura o fotográficos y
galerías de arte. Rápidamente su uso se trasladó al ámbito doméstico, convirtiéndose
en viviendas de lujo, espaciosas y confortables que invitan a la calma.
Fielding Banks y Tanqueray explican en su libro Lofts que los artistas
comenzaron a ocupar los solares de industrias abandonadas en Manhattan,
especialmente en el Soho, para transformarlos tanto en viviendas como lugares de
trabajo. Las autoras señalan que resulta fácil imaginar sus motivos: “… los alquileres
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cada vez más desorbitados (…) los llevó a mudarse a edificios desocupados, en zonas
menos atractivas pero que les permitían vivir con más holgura económica” (1999, p.14)
Los artistas se vieron además movidos por razones profesionales: techos altos,
amplitud de espacio, ventanas gigantes, ¿qué mejores ingredientes para montar un
estudio? Es así como fueron, en primera instancia, estos bohemios artistas quienes
valoraron, por sobre todas las cosas, la gran superficie única de metros cuadrados,
junto a altos cielorrasos y grandes paredes vidriadas, factores que favorecían al
desarrollo de su trabajo.
Muchas de las características de estos espacios
hicieron posible su trabajo. En ellos se podía almacenar una
gran cantidad de obras de arte, disponían de grandes e
ininterrumpidas paredes y superficies que servían para colgar
lienzos o montar esculturas casi monumentales. Los
ascensores de montacargas y las anchas escaleras permitían
el transporte de materiales, herramientas y trabajos pesados.
Por otro lado, aquellos actores que no tenían acceso a teatros
más tradicionales pudieron desarrollar allí sus trabajos, para
luego presentarlos a audiencias razonablemente grandes. En
las figuras tres y cuatro se aprecian las antiguas fábricas de la ciudad de Nueva York.
Tradicionalmente, “… los pintores estaban
ubicados en los pisos superiores de los edificios,
mientras escultores, cuyos materiales y piezas
terminadas eran muy pesadas y difíciles de
manejar, usualmente se encontraban en los pisos
20
Figura Nº3. Fábricas de
producción en Nueva York.
inferiores o planta baja. (Slesin, Stafford, y Rozensztroch, 1996, The International Book
of Lofts, p. 15).
De esta forma, los artistas, pintores, y escultores no tardaron mucho tiempo en
descubrir
que esas grandes superficies, libres de decisiones
y de ambientes determinados para funciones específicas, eran ideales para conjugar
trabajo y vivienda en un mismo lugar.
La velocidad con la que un área como el barrio del Soho en Nueva York creció
tiende a esconder las largas discusiones de los primeros habitantes. No fue un camino
fácil. Fielding Banks y Tanqueray (Lofts, 1999, p. 15) afirman que “… los primeros
lofts, sin refinar y llenos de mugre de su pasado uso industrial, se oponían a la idea
convencional de hogar; eran primitivos, salvajes y rudos; cualidades que sus dueños
no podían permitirse cambiar”. Es así como las autoras señalan que para un
mantenimiento a bajo costo, los primeros habitantes gastaron lo mínimo para hacer
habitable el espacio, dejando las paredes intactas, con sus vigas, cañerías y ladrillo a
la vista, suscitando inconscientemente su aspecto industrial primitivo, que a la larga
sería un atractivo clave del loft.
Obviando las comodidades, la ocupación de estos espacios no fue fácil. Los
planes urbanísticos rara vez otorgaban estatus de vivienda a edificios que habían sido
fábricas, con lo que sus ocupantes se vieron obligados a pagar alquileres comerciales,
o incluso a abandonar el lugar, a menos que ocultaran con sutileza el hecho de que no
sólo trabajaban en esos espacios. En consecuencia, diseñaron camas a partir de
cojines, muebles con ruedas y todo aquello que hoy puede encontrarse como un
elemento estrictamente decorativo en un loft actual.
21
Figura Nº4. Antigua fábrica de 1910 ubicada
en la parte baja de Manhattan.
Es así como mucha gente vivió y trabajó en dispersos e incómodos lofts a lo
largo de años de ilegalidad y hostigamiento, ocultando que esos espacios estaban
siendo habitados y no simplemente utilizados como estudios. Serna cuenta que “Los
tempranos habitantes recurrieron a elaborar escapatorias, ya que las autoridades
municipales podían, con el consentimiento del propietario, echar al artista, el cual
había invertido tiempo, energía, y dinero en la renovación del ambiente”. (Inspección
para erradicar los lofts ilegales Serna, 2004. El Mundo. [Periódico en línea]. Disponible
en: http://www.elmundo.es/papel/2004/01/12/madrid/1556624.html)
Para disimular el hecho de que los lofts eran utilizados como vivienda, muchas
camas tenían roldadas que permitían que se las alzase contra el techo, en caso de
que algún inspector apareciera inesperadamente. Las compras eran mezcladas con
los elementos de trabajo y la basura era transportada entre los desechos artísticos
hacia otros vecindarios.
El Loft Style de los bohemios artistas
fue cada vez más adaptado por sectores de
mayor poder adquisitivo, y las autoridades
municipales comprendieron el potencial y el
poder del nuevo emprendimiento, por lo que
implementaron nuevas reglamentaciones.
Hasta los años setenta, vivir en un loft era
considerado algo incómodo y poco chic. Pero
hacia mediados de la década, se reconoció su
viabilidad como vivienda quedando legalizado,
permitiendo la ocupación de las viejas fábricas
22
Figura Nº5. Antiguas fábricas de la ciudad de
Nueva York.
parte baja
de
y su conversión en residencias. Las fotos de la figura cinco permiten apreciar el trabajo
en las fábricas en los comienzos del siglo XX, cuando todavía estaban en
funcionamiento.
Sólo al creativo artista se le ocurrió hacer de una fábrica su vivienda y lugar de
trabajo. Hacer una casa en una zona fabril claramente se contradecía con la idea
dominante de “hogar” de la clase media de aquel momento. Fue probablemente el
hecho de querer ganar espacio lo que frenó aquella resistencia inicial, y lentamente se
fue viendo al loft como un nuevo estilo de vida.
Dichos lofts propiciaron un innovador concepto
de vivienda, contrario a todo lo establecido hasta el
momento. Ya no se trataba de un ambiente para cada
función, sino que todo se encontraba dentro del mismo
espacio, proponiendo el encuentro de cada actividad
con la otra, articulándose y conjugándose entre sí,
generando como percepción final la de un espacio
continuo y fluido.
Surge, de esta manera, un espacio físico que ya
no está dividido en ambientes estructurados y rígidos;
se trata de un espacio que se convierte en elástico y dinámico, materializado de
acuerdo a las necesidades de sus propietarios o inquilinos. De esta forma, la
conversión de almacenes y fábricas en residencias de clase media ha significado no
sólo un revival de las antiguas zonas céntricas que habían caído en decadencia, sino
el desarrollo de una nueva conciencia.
23
Figura Nº6. Lofts residenciales
ubicados en la ciudad de París.
Se podría decir que los lofts, nacidos en los cincuenta, se popularizaron en el
Nueva York de los setenta. Según el artículo Vives en un loft, aprovecha todo el
espacio (s. d.), artistas de la talla de Andy Warhol, Mike Jagger o John Lennon los
pusieron de moda y hoy son el tipo de vivienda más moderno y actual.
Cuando Andy Warhol creó The Factory en 1963, y comenzó a producir los
discos de Lou Reed y la Velvet Underground, la vida en un loft se había
convertido en objeto de culto y dejó de implicar un estilo de vida marginal.
Pronto la clase media se sintió atraída por ese estilo de vida tan cool, que
implicaba la combinación de espacios, tan asequibles económicamente, y
enseguida adoptó el mismo estilo de vida, poblando distritos y edificios que
habitaban los artistas de la ciudad. En respuesta los artistas se mudaron más
hacia el sur, en una zona llamada Tribeca, con lo que el fenómeno loft se
propagó.
(Fielding Banks y Tanqueray, 1999, p. 16)
El loft, es decir, el nuevo espacio encontrado y adaptado a partir de las
sugestivas formas que engendró la ingeniería del funcionamiento industrial, puede
apreciarse en las imágenes de la figura siete.
Para conseguir este espacio vital, el hombre urbano echó mano de recursos
que rompieron con todo los cánones estéticos. La imagen que se intenta recuperar a
través de esta tipología es la no espacialidad de los lugares, la libertad para poder
pensar espacios personalizados, dinámicos, cuyos ambientes pueden transformarse
según la actividad que se quiera desarrollar, permitiendo distintas configuraciones del
espacio según las diversas ocasiones o funciones.
24
La revista española Consumer Erosky señala que “En la actualidad, las
viviendas tipo loft se han convertido en todo un fenómeno social que se traduce en una
forma de vida no convencional. Transformar naves industriales en domicilios se ha
transformado en la última tendencia inmobiliaria”. (Los “Lofts”, una opción distinta de
vivienda, 2006, p. 23. Disponible en http://www.consumer.es/web/es/vivienda/alquiler).
De esta forma, hace aproximadamente cinco décadas, surgió en Nueva York el
término loft para aludir a la habitabilidad de los edificios industriales de finales del siglo
XIX ubicados en el corazón de la ciudad. Al desplazarse la actividad productiva de
estos locales fuera del núcleo urbano, los artistas no dudaron en trasladarse a vivir a
ellos. El espacio, la luz y los alquileres bajos eran los principales atractivos de estos
pisos que acogieron movimientos bohemios y de vanguardia.
Los individuos del mundo del espectáculo y del arte descubrieron un espacio
amplio con alquileres bajos tanto para vivir como para trabajar. Hoy en día, el artículo
Los “Lofts”, una opción distinta de vivienda (2006), explica que “… estos recintos
industriales convertidos en viviendas se asocian a aquellas personas de profesiones
liberales bien remuneradas”.
2.2.2 Cruzar el Atlántico
Como se ha mencionado anteriormente, el loft es una creación norteamericana
originada en Manhattan. La mayoría de los edificios de lofts son antiguas fábricas que
25
Figura Nº7. Antiguas fábricas de Londres convertidas en Lofts.
se levantaron para proveer a la industria ligera y manufacturera: imprentas,
almacenes, fábricas de tejidos, tapicerías, lavanderías, naves de producción. Estos
edificios, tan predominantes en el barrio del Soho, concentraban la mayor densidad de
arquitectura en hierro de fundición de Estados Unidos.
Fielding Banks y Tanqueray explican que “… con antecedentes tan prósperos
en Estados Unidos, sólo era cuestión de tiempo que el loft llegase a Europa, gracias al
impulso de jóvenes empresarios que habían tomado contacto con el estilo de vida de
Nueva York” (1999, p.23). Las autoras señalan que en el año 1970, el escultor Yves de
la Tour Dáuverngne convirtió una fábrica en la zona del Bulevar St. Germain, en París.
En Inglaterra, mientras tanto, el arquitecto Tony Goddard creaba el primer loft en
Londres, convirtiendo un almacén abandonado de té, de la época victoriana (situado
en la ribera del Támesis), en el Muelle de Oliver, un complejo de 23 departamentos de
grandes dimensiones, equipados con lo imprescindible.
A pesar de que existía una clara demanda en Europa de este tipo de vivienda
diáfana, en esta primera fase, los lofts no alcanzaron popularidad a gran escala. En
Londres y en París, el estilo de vida en loft resultaba excéntrico y estaba reservado
para creativos artísticos y personajes pudientes. Se trataba más bien de un gusto
individual que de una demanda generalizada.
Esto se explica por varias razones: al igual que en Nueva York una década
antes, las autoridades de urbanismo no veían bien las incursiones en los
edificios industriales abandonados. La burocracia complicaba los trámites para
cambiar el uso de una propiedad inmobiliaria, lo que desanimó a los
entusiastas inminentes compradores.
(Slesin, Stafford y Rozensztroch, 1996, p. 24)
26
2.2.3 El movimiento londinense
Fielding Banks y Tanqueray (1999) afirman que en Londres, las cosas
comenzaron a cambiar a principios de 1990. Gracias al boom financiero proliferaron
edificios industriales por toda la ciudad y, al igual que en Nueva York, las autoridades
locales modificaron sus políticas. A partir del año 1994 los promotores de los lofts no
encontraban freno.
Las autoras continúan ejemplificando que George Kozlowski, del Kentish
PropertyGroup PLC, realizó la reconversión de una antigua fábrica de cerillas
Bryant&May en Boy, en la zona del East End londinense. Promocionados como los
Lofts neoyorquinos en el East End, contaban con los ingredientes perfectos: cocinas
de planta diáfana, fachadas con techos de doble altura y habitaciones situadas en
galerías en la parte posterior.
Esta tendencia de remodelar edificios tuvo mucho éxito en Londres. Lo que
propició tal éxito fue, en parte una cuestión de tiempo, pero también de calidad. El
sector de promotores inmobiliarios parecía preocuparse tanto por el producto en sí
como por los beneficios que obtendrían, por lo que eligió cuidadosamente el
emplazamiento de las viviendas. Así, reconvirtieron sólo aquellos edificios que, según
su criterio, tenían interés arquitectónico, y se aseguraron de que sus obras adquiriesen
caché gracias a la participación activa de arquitectos de renombre.
Con el apoyo de muchos arquitectos de prestigio, estos lofts londinenses se
convirtieron en una celebración de la arquitectura contemporánea así como un legado
del pasado industrial.
Slesin, Stafford y Rozensztroch (1996) remarcan que el público británico no
pudo evitar la tentación de esta nueva concepción de vivienda. Sin embargo, no sólo
27
les llamó la atención la arquitectura. Al igual que sus predecesores de clase media
neoyorquinos, a los londinenses les sorprendió el estilo de vida inherente a los lofts.
Los autores sostienen que el promotor inmobiliario Harry Handelsman fue quien
logró impactar a la sociedad británica con sus estrategias de mercado. Lideró una
campaña centrada más en el estilo de vida que en la propiedad en venta. Celebró la
reunión lúdica en un edificio recién acondicionado, lo habilitó como espacio de
exposiciones y creó el primero de los catálogos más gráficos y valiosos de la época.
Los proyectos de Handelsman y otros han hecho maravillas en Londres, pues
convirtieron zonas en declive económico en centros urbanos en alza (Clerkenwell,
Bankside, King´s Cross, entre otros). La moda de los lofts se ha extendido por toda la
isla.
Con el paso del tiempo, este tipo de residencias se extendió a otros países
europeos como, por ejemplo, España. Esta nueva forma de vivir y habitar el
espacio llegó hace una década a ciudades como Madrid y Barcelona, las
cuales cuentan con barrios específicos "lofteros".
(Los “Lofts”, una opción distinta de vivienda, Consumer Erosky, 2006, p. 23
Disponible en http://www.consumer.es/web/es/vivienda/alquiler/2006/05/09).
Carmen Serna (2004) afirma que “Ciudades como Nueva York, San Francisco,
Londres, París o Buenos Aires han acogido estas construcciones como parte de su
estructura urbana, y las han convertido en los hogares preferidos por profesionales
liberales que quieren habitar sin agobios” (Inspección para erradicar los lofts ilegales.
El Mundo. [Periódico en línea].
Disponible en: http://www.elmundo.es/papel/2004/01/12/madrid/1556624.html).
28
2.2.4 El loft hoy
Desde sus comienzos modestos de los años cincuenta, el loft se ha convertido
en este siglo en un bien de consumo más. En Estados Unidos, loft se ha difundido
desde su lugar de origen, Nueva York, hasta la mayor parte del resto de los centros
urbanos: Chicago, San Francisco, Los Ángeles y Detroit, entre otros.
En Europa el proceso ha sido más gradual. Como se ha mencionado, el
epicentro estaba en Londres y desde allí se irradió a Leeds, Bradford y Manchester.
En el resto de Europa, se extiende más lentamente. Aunque los habitantes de Bélgica
y Alemania siguen las últimas tendencias en diseño y son partidarios de habitar en un
loft, los promotores no se han atrevido a impulsar su desarrollo debido a restricciones
urbanísticas y al hecho de que existe una gran oferta de viviendas atractivas y
modernas de calidad (cosa de la que siempre ha carecido Inglaterra).
La causa de que esta invención norteamericana haya cautivado al mundo no
puede explicarse en una línea. Al parecer, el loft surgió en el momento oportuno y el
lugar adecuado. Los artistas fraguaron su identidad y ciudadanos de todo el mundo, lo
que implica todo tipo de gente, dispuestos a disfrutar de un estilo de vida más informal,
lo recibieron con los brazos abiertos.
Isaura González Gottdiener, arquitecta mejicana, afirma que ”… el mercado
inmobiliario ha reinventado el concepto de loft, presentándolo como una tipología de
vivienda singular, con más superficie y volumen que la vivienda tradicional, y un
programa más flexible”.
(La vida contemporánea, s. d., [Revista en línea]
Disponible en(s/f), http://www.loftcapital.es/historia-loft-profesional.htm).
29
A partir de los años noventa, las empresas especializadas en localizar este tipo
de espacios, restaurarlos, reformarlos y convertirlos en domicilios u oficinas, se han
multiplicado. Cualquier tipo de instalación es válida, desde un antiguo taller de coches
hasta una fábrica de textiles.
Sin embargo, más allá de su origen fabril, hoy en día se construyen obras
similares a las fábricas para generar los lofts, es decir, departamentos con techos
altos, gran luminosidad y sin paredes interiores (en ocasiones, con columnas divisorias
que permiten seguir manteniendo la idea del espacio único).
Por último, cabe mencionar que los lofts ofrecen una excitante alternativa para
los departamentos urbanos y, además, un camino para que los individuos expresen
sus propios puntos de vista a través del espacio en donde viven. Esta necesidad que
impulsó el movimiento permitió que haya llegado mas allá de los barrios comerciales y
fácilmente se lo pueda ver en el planeamiento y en la construcción de nuevas casas y
departamentos, y en la renovación de los preexistentes.
2.3 Características estructurales de los lofts
El arquitecto Hugo Kliczkowski expresa en su libro Lofts Minimalistas (2001)
que los lofts son espacios amplios y claros ubicados en antiguos edificios industriales y
almacenes caídos en desuso. Las reconversiones de estos inmuebles mantuvieron la
estructura y las instalaciones a la vista, conservando el espíritu de la construcción
fabril original. El resultado de esta intervención es el loft, un gran espacio con pocas
divisiones y grandes ventanales que le otorgan luminosidad natural.
30
Como se ha mencionado, el término loft, de origen inglés, describía un desván,
un ático o la planta superior de una fábrica. Actualmente, el concepto se aplica a un
espacio rehabilitado de gran extensión que conserva su aire fabril y cuya arquitectura
industrial asimila usos domésticos. Pero no sólo se trata una intervención
arquitectónica, sino que también describe un nuevo estilo de vida de los usuarios.
Esto quiere decir que el loft no sólo es un nuevo producto inmobiliario, sino que
constituye una novedosa forma de vida, una tendencia que lleva arraigándose y
desarrollándose en la sociedad desde hace ya varias décadas.
Para entender lo que es un
loft hay que estudiarlo como un
concepto y no como un producto. Se
trata de un espacio reciclado y único
y nunca una nueva construcción.
Ésta constituye la esencia y
característica principal que lo define.
Por lo tanto, un nuevo edificio de
departamentos con estética loft, aunque comercialmente se les pueda llamar así, no lo
son, pues escapan a los requerimientos esenciales que otorgan el significado.
Cabe aclarar que el loft no
tiene por qué estar construido en un
gran espacio industrial. Un viejo
local comercial, una casa de pueblo
olvidada en el tiempo, una granja
31
Figura Nº8. Interior de un loft actual
Figura Nº9. Interior de un loft actual
abandonada, o, por supuesto, una antigua gran nave industrial, pueden ser la materia
prima buscada para la
transformación y remodelación.
El estilo del loft puede ser minimalista, rústico o industrial, entre otros,
dependiendo en gran medida de la naturaleza de la construcción original (fábrica,
local, taller textil, etc). No es la estética la que hace al loft, sino su estructura, su
distribución y, por sobre todo, el fin que ha llevado a su construcción. Tanto la figura
número ocho como la nueve permiten apreciar los interiores de estas estructuras.
Muestran el aspecto completamente renovado que han adquirido los interiores de los
antiguos edificios industriales.
En síntesis, el concepto de loft se aplica cuando un espacio industrial ha sido
rehabilitado para uso residencial o profesional, el cual estará dotado de una gran
luminosidad y un ambiente muy amplio.
Las características principales de estos espacios son: gran cantidad de luz
natural; techos de al menos tres metros y medio de altura; instalaciones a la vista, ya
sean en madera o metálicas; reciclaje de materiales y elementos constructivos
preexistentes, pero conservando su aspecto industrial, y acabados en hierro, piedra,
ladrillo y acero. Las dimensiones de los lofts, que suelen partir de los 60 metros
cuadrados y llegan en ocasiones hasta los 300 metros cuadrados, junto a gran su
luminosidad y escasez de elementos de cerramiento, hacen de ellos el sueño de
cualquier diseñador de interiores.
González Gottdiener (s. d.) sostiene que estos espacios reúnen ciertas
particularidades arquitectónicas, de servicios y estéticas, tales como las siguientes:
diseño arquitectónico industrial (típico del original); excelente iluminación; sin
compartimentar; gran altura de techos; zonas comunes con acabados exclusivos, tales
32
como recepción, baños, ascensores, y, en algunos casos, zonas dedicadas a
actividades deportivas y plazas de aparcamiento.
Las siguientes son las principales cualidades que, según Kliczkowski (2001),
hacen al loft:
a) Estructura: En la mayoría de los casos “… el sistema portante no sólo se
aprovecha sino que se enfatiza y pasa a ser un elemento protagonista del ambiente. El
resultado es un ambiente sutilmente salpicado por las huellas industriales del pasado”.
(2001, p. 135)
En las siguientes imágenes pueden apreciarse las estructuras básicas, tales
como vigas y pilares metálicos.
33
b) Acabados: Los arquitectos y los clientes tienen apetencias muy diversas y es
difícil hablar de materiales habituales; cada uno aplica acabados diferentes según las
percepciones que quiera obtener, pero en los proyectos se aprecia una afinidad común
por el contraste entre superficies lisas, brillantes, impolutas y acabados rugosos,
normalmente recuperados de las edificaciones preexistentes.
La figura número 11 muestra algunos ejemplos de acabados según diferentes
materiales aptos para dicho uso.
34
Figura Nº10. Estructuras: Sistema de vigas y pilares metálicos, estructura de
hormigón, columnas y estructura metálica bidireccional.
c) Particiones: Las diafanidad de los lofts se mantiene gracias a divisiones
flexibles que no tienen una presencia obvia en los espacios. Algunos diseñadores han
optado por puertas correderas que desaparecen detrás de los muros, otros, por
pantallas móviles que permiten cambios en la distribución de la vivienda, y casi todos
utilizan materiales traslúcidos para que la luz fluya a través de las estancias
separadas. Las particiones pueden realizarse de diversas maneras, tal como queda
ilustrado en las próximas imágenes.
35
Figura Nº11. Acabados: yeso, cristal y parqué; hormigón, acero inoxidable y
madera; madera, hormigón y resina.
d) Ventanas: Los edificios industriales “… gozan a menudo de grandes
ventanales que permiten una ventilación eficaz y proporcionan abundante luz natural,
razón por la que la mayoría de los clientes prefieren conservarlas”. (Kliczkowski, 2001,
p. 145). En ocasiones, suele ser necesario reemplazar las viejas carpinterías de
madera por unas de aluminio que aseguren la estanqueidad, de manera que el
aspecto original varía sensiblemente. Las ventanas pueden estar ubicadas de forma
clásica vertical o bien inclinadas sobre el techo, pero siempre son amplias y muy
luminosas, tal como puede apreciarse en las imágenes de la figura número 13.
36
Figura Nº12. Particiones: tabique de madera y cristal; puertas correderas
translúcidas; puerta corredera de malla metálica.
e) Instalaciones: La habitabilidad de los lofts “… depende en gran medida de
sus instalaciones. La amplitud de los locales requiere una detallada iluminación y una
climatización eficiente que garantice la comodidad de los habitantes” (Kliczkowski,
2001, p. 156). En la mayoría de las viviendas, el cableado eléctrico y los tubos del aire
se han dejado vistos para evitar perforar los tabiques. De este modo, se facilita el
acceso al sistema en caso de reparaciones o mantenimiento y se conserva el
ambiente industrial de los interiores.
f) Reciclaje: La reutilización de parte de las edificaciones preexistentes es
constante, así que el reciclaje de algunos materiales y elementos constructivos es
evidente en casi todos los proyectos. Este aprovechamiento es un recurso coherente
con el espíritu de los lofts y, además, supone una reducción considerable de gastos.
Jorge Abad sostiene en el artículo Una casa de altura (s. d.) que un loft se
distingue por algunos rasgos básicos. En primer lugar, por sus líneas rectas, que
37
Figura Nº13. Ventanales ubicados en forma vertical e inclinada sobre el techo.
definen el espacio. Los materiales más característicos son el hormigón (también para
el suelo), el ladrillo, la madera (ambos aportan calidez), el hierro y el acero,
típicamente industriales. Una de las cosas que lo hacen atractivo (no sólo para
convertirlo en vivienda, sino también en estudio o despacho profesional) es su
luminosidad, gracias a sus grandes ventanales y altos techos, factores que permitirán
grandes posibilidades a la hora de decorar.
La luz fue precisamente aquello que buscaban sus primeros moradores, que
veían en estos inmuebles la posibilidad de tener en el mismo espacio la casa y el
estudio. Y es que los lofts son viviendas polivalentes, algo muy atractivo para
pequeños profesionales que ven en ellos la solución a las largas horas perdidas en los
desplazamientos hasta su lugar de trabajo.
Por otro lado, además de la luminosidad natural, también se ha mencionado a
la altura como una de las ventajas fundamentales de estos espacios. Sacar partido a
la altura es siempre la mejor solución para optimizar al máximo el espacio. Por eso, es
habitual en los lofts crear pisos superiores, abiertos a la planta baja, en los
que habitualmente se ubican el despacho y el dormitorio y, en ocasiones, también el
baño.
Para acceder al piso superior generalmente se colocan escaleras de madera o
en materiales como el hierro o el acero (que siempre reforzarán el carácter industrial).
Si el espacio es escaso, y no se quiere llenar las estancias con muebles que restarían
luminosidad y encanto a la vivienda, se puede aprovechar los huecos que quedan bajo
las escaleras para crear, por ejemplo, armarios o baños.
38
Las últimas tendencias para las viviendas más recientes hablan de espacios
abiertos, novedosas divisiones sin paredes, tecnología y muebles llenos de color y
brillo.
Diseñar el interior de un loft no es tarea fácil. La decoración suele estar
asociada a la sencillez, al Minimalismo, con muebles integrados al diseño
arquitectónico. Lo más usual es escoger poco mobiliario, pero funcional, de líneas
geométricas y preferiblemente en tonos claros (blancos o pastel) o incluso traslúcidos.
Por ejemplo, los armarios de cocina para guardar la vajilla en ocasiones pasan
desapercibidos ya que se utilizan puertas traslúcidas.
Las vigas vistas (ya sean de madera o de acero) también son elementos
característicos de estos espacios, como se ha mencionado al comienzo de este item.
Los colores utilizados para las paredes generalmente son fríos (grises, azules y sobre
todo blancos), pero también se utilizan tonos cálidos como vainilla, tierra o hueso.
Debe desterrarse la idea de que un loft es un inmueble de más de 150 metros
cuadrados, en el que siempre sobrará sitio. De hecho, muchos lofts que hoy se venden
suelen proceder de pequeños talleres artesanales (imprentas, carpinterías, etc).
Es por esto que una de las máximas en diseño de interiores difundida en todo
el mundo es lograr amplitud en poco espacio. Se tratan de adaptar las últimas
tendencias en decoración a estancias de pocos metros, para aprovechar el máximo
espacio posible. El resultado es un entorno innovador, espacioso, lleno de brillo y
color.
Aunque sólo se disponga de unos pocos metros, en este tipo de viviendas se
crea una gran sensación de amplitud; para ello se hace uso de efectos ópticos y de
39
iluminación: la luz, los grandes ventanales, el color, la ligereza de los muebles, sus
líneas depuradas. El estilo de los años setenta tiene gran peso en esta personalísima
corriente que busca, por encima de todo, la comodidad y el bienestar de sus
habitantes.
Debido a que se trata de espacios con muy pocas o nulas divisiones, se puede
emplear un código de colores básico para separar ambientes, creando barreras
cromáticas responsables de fraccionar las estancias. En la imagen de la Figura
número 14, puede apreciarse cómo el color de pared, suelo y techo delimitan
claramente la zona de estar, mientras que la pintura blanca da continuidad a
otros espacios.
(¿Vives en un loft? Aprovecha todo el espacio, s. d., Dispoible en:
http://mujer.terra.es/muj/articulo/html/mu219743.htm).
Por último, estas viviendas son ideales para hacer de la tecnología su principal
seña de identidad. Aunque van muy bien con los últimos equipos de música,
televisores de plasma o equipos de iluminación, también la cocina y el baño serán un
40
Figura Nº14. Divisiones cromáticas que separan los ambientes
pequeño reducto industrial, sin elementos contaminantes, donde la tecnología tiene la
última palabra, sin renunciar a la comodidad y el funcionalismo.
2.3.1 En qué consiste un loft auténtico
Es importante percatarse de que no todos los espacios que se venden como
lofts se acercan a la realidad. En base a los autores citados, la autora concluye que
para evitar tergiversaciones, hay que asegurarse de que cumplan los criterios y
tendencias que se indican a continuación:
- Espacio
Un requisito imprescindible. Incluso si el loft no se encuentra en un edificio
industrial, debe parecerlo, al menos en cuanto a sus dimensiones. Como ha se ha
mencionado anteriormente, los techos deben ser altos (de tres a cuatro metros o
incluso más)
El término espacioso no tiene porqué referirse al tamaño. Algunas
constructoras modernas ofrecen lofts en miniatura, dirigidos a jóvenes, con menor
poder adquisitivo, que proporcionan una sensación de amplitud aunque cuenten sólo
con setenta metros cuadrados. La clave está en realizar las mínimas divisiones
posibles.
Los lofts más auténticos apuestan el todo por el todo y carecen de habitaciones
separadas (aunque los más puristas consienten construir un baño apartado). Algunos
mantienen la superficie habitable y la cocina sin divisiones, pero disfrutan de
privacidad en los dormitorios, gracias a la separación mediante tabiques.
41
- Paisaje urbano
Puede dar lugar a confusión, ya que no es un requisito imprescindible. Existen
muchos edificios de lofts situados a las afueras de las grandes ciudades e incluso en
el campo. Sin embargo, es importante destacar que “… los trenes, el tráfico de coches
y los aviones sobrevolando la cuidad a altura baja, son elementos claves de la
experiencia loft. (Fielding Banks y Tanqueray, 1999, p. 42).
- Elementos industriales
Este ingrediente, mencionado anteriormente, es crucial. Duncan Chapman, de
Circus Architects en Londres, define al loft como “Un armazón prefabricado donde
suena el eco de su pasado industrial”. Por esto, desde el punto de vista genuino,
cuantas más chimeneas industriales y ladrillo visto, mejor, y si el loft no tiene estos
elementos de prestigio en la estructura, pueden ser añadidos como motivo decorativo.
- Interiores
Se ha señalado que lo que define a un loft es el espacio, la luz y su origen
industrial. Ahora bien, cómo combinar esos elementos es una cosa particular y
subjetiva. No hay un prototipo, ni un loft típico. Recogiendo las palabras de Paola Gallo
en su libro Loft in Italy, “Aunque los rasgos que caracterizan al loft son relativamente
específicos, lo que los hace excepcionales y multi-funcionales, lo que permite
experimentar estilos de vida alternativos en su interior, es la ausencia notable de
restricciones de diseño …” (2008, p. 135).
Aunque el loft tiene su propia categoría dentro de la clasificación de viviendas,
es el espacio habitado más versátil y, hoy en día, incorpora rasgos arquitectónicos que
42
proceden desde el refinamiento de los edificios comerciales hasta la rudeza de las
chimeneas industriales. Y la manera de decorar el loft es una elección personal. Puede
ser glamoroso, cómodo o lleno de elementos industriales, puede ser moderno o
clásico.
2.4 Localización: el loft y el desarrollo urbano
Slesin , Stafford, y Rozensztroch señalan en su libro The International Book of
Lofts (1996), que en la mayoría de los casos los lofts se concentran en las urbes, en
distritos menos favorecidos de la ciudad, donde abundan almacenes en desuso,
fábricas o bloques de oficinas en los que la reconversión es viable.
Esta localización no resulta atractiva desde el primer momento. Se encuentra
generalmente en un estado ruinoso, carece de lugares de ocio característicos de las
zonas residenciales y da sensación de frialdad. Se trata de áreas urbanas aparente
hostiles.
Kliczkowski (20001) sostiene que el loft representa una de las principales
tendencias del desarrollo urbano. Desde el punto de vista urbanístico, recuperar
fábricas, naves, talleres o almacenes integrados al entramado urbano ha propiciado
una revitalización de las zonas deterioradas. Ha significado el resurgir de antiguos
centros de la ciudad y, por encima de todo, el nacimiento de una nueva estructura en
un espacio urbanizado. Los habitantes de un loft defienden el pasado arquitectónico
de la ciudad incorporándolo a la vida cotidiana.
Según promotores inmobiliarios, cuando se habilita un loft se frena la
devaluación de esa zona, ya que atrae un flujo de gente adinerada y con inquietudes.
Un desarrollo bien planificado, pronto acarrea nuevos negocios y lugares de
43
esparcimiento. Sin embargo, muchos proyectos, en particular aquellos situados en
zonas más periféricas, han comenzado a incorporar sus propias áreas de recreo, tales
como cafeterías, gimnasios, tiendas, generando un microcosmos dentro de la ciudad.
Son fáciles de adivinar las causas por las que los gobiernos se han demostrado
más receptivos al fenómeno loft. En primer lugar, están convirtiendo zonas devastadas
en nuevos espacios urbanos. Atraen dinero y creatividad, y a la vez que honran al
pasado industrial, forjan la identidad del futuro.
Londres es uno de los lugares de mayor oferta de este tipo de inmuebles. Su
tradición industrial ha aportado un stock de edificios que ya no cumplen la
función para la que fueron concebidos, como los que se extienden a las orillas
del Támesis., los cuales, gracias a la arquitectura interior, se han transformado
en codiciadas viviendas, con acabados de alta calidad y muebles de diseño
vanguardista.
En Estados Unidos, San Francisco, Nueva York, Chicago, Atlanta o Los
Ángeles han visto florecer los lofts. Sin embargo, Latinoamérica no se ha
quedado atrás, especialmente Argentina, que cuenta con una oferta
considerable. En México, zonas como la Condesa o Polanco también vieron
surgir edificios nuevos de lofts.
(González Gottdiener, s. d.).
La recuperación de edificios industriales en Buenos Aires apenas comienza a
darse debido a los cambios de legislación en materia de uso del suelo que ya permiten
su adaptación. En este sentido, el artículo La legalidad en la habitabilidad de los lofts
(2006), de la revista española Consumer Erosky, evidencia que para que un loft sea
considerado como legal debe estar situado en suelo calificado como área residencial,
44
y no como área industrial. Es por esto que cuando se acondiciona un local industrial o
comercial como loft debe solicitarse el cambio de licencia para convertir el suelo en
uso residencial. Este trámite garantiza que el establecimiento cumpla con los criterios
de higiene, seguridad, condiciones de ventilación, salidas de humo, accesos, es decir,
los requisitos de vivienda establecidos en cada país.
2.5 Espacios exteriores e interiores
2.5.1 Apariencia externa
Como se ha mencionado anteriormente, los lofts son antiguos edificios
industriales, como molinos harineros, imprentas o almacenes de té. Estos espacios
sobredimensionados y estructuras simétricas constituían la materia prima perfecta
para la reconversión. Aquí viene la pregunta, ¿porqué resultan tan atractivos?, ¿qué
tienen estos edificios tan toscos que encantan a la mayoría?
Muchos cuentan con fachadas de gran plasticidad arquitectónica, tienen
motivos decorativos del Art Decó de los años veinte, pero tienen un atractivo añadido,
su naturaleza histórica. Los recuerdos están retenidos en cada superficie de la
estructura. Al habitar un loft, se lo puede combinar con lo mejor de los dos ámbitos,
honrando al pasado y al mismo tiempo siendo completamente moderno.
Fielding Banks y Tanqueray (1999) comentan que recientemente, los
promotores inmobiliarios se han fijado en propiedades comerciales de los años 60, 70
y 80 e incluso han empezado a construir sus propias estructuras para habilitarlas como
lofts. Aunque estos últimos carezcan de elementos originales de los primeros lofts
(como ser montacargas, puertas de hierro macizo) “… se mantienen fieles al prototipo
fabril y proporcionan a las viviendas techos altos, luminosidad y, por supuesto,
45
versatilidad de uso”. (1999, p. 33). Muchos arquitectos han comenzado a diseñar
planos que mezclan edificios antiguos con otros más modernos de su creación.
2.5.2 Apariencia interna
Solía ser fácil definir lo característico de un loft: una planta sin divisiones dentro
de un edificio industrial. Sin embargo, y como se ha señalado anteriormente, a medida
que se va extendiendo el fenómeno, los lofts no parecen encajar en esa descripción.
El término loft parece ahora referirse a hileras de bloques de oficinas de la década del
60 y 70.
Estos inmuebles no son considerados lofts en sentido estricto, pero ¿realmente
es tan importante? El loft originario obviamente es el ideal, pero puede ser igualmente
válida una vivienda construida en antiguos edificios públicos o comerciales mientras se
adscriba a la estética del loft y su distribución interna.
2.6 Los aspectos sociales: perfil de mercado y rango de precios
Según el artículo Los lofts, moda o estilo de vida (2004), publicado en el diario
de Madrid Cinco Días, quienes se interesan en los dichos espacios son principalmente
jóvenes profesionales. Una de las mayores ventajas de este tipo de residencia es que
supone un ambiente en el que se puede instalar el lugar de trabajo. De este modo, se
puede vivir y trabajar en el mismo lugar, ahorrando la adquisición de dos inmuebles
distintos. La consultora española King Sturge señala que “… el loft une el ejercicio de una
actividad profesional con el desarrollo de vida privada” y explica que “… cada vez hay más
personas que instalan su lugar de trabajo en casa”.
46
Pero no siempre hay que tener el despacho o el estudio en casa para vivir en un
loft. José Ramón Lajarín, responsable de Camden Town, la empresa pionera en España
en la búsqueda, rehabilitación, acondicionamiento y venta de estos espacios, entiende que
el loft es una opción de vivienda más barata, sobre todo para jóvenes que acceden a su
primer hogar, o separados o divorciados que ven disminuida su capacidad adquisitiva. Es
por esto que, debido al constante aumento de los precios de la vivienda, ésta es una
alternativa práctica para los jóvenes que tratan de adquirir su primera casa, ya que son
más accesibles económicamente que los pisos tradicionales.
Es así como el loft viene a dar respuesta a las nuevas necesidades. Según el
artículo Los lofts, una opción distinta de vivienda (2006), de la revista en línea Consumer
Erosky, hoy en día, cada vez son más las familias monoparentales, el cambio de
residencia es habitual, el divorcio es un fenómeno frecuente y el trabajo desde el hogar es
una tendencia actual. Estos son, entre otros, los cambios experimentados en las
sociedades occidentales en las últimas décadas, los cuales han dado lugar a la variación
en el modo de vida y en la concepción de la vivienda.
Por otro lado, estos espacios vienen a satisfacer anhelos de la sociedad actual. En
estos tiempos posmodernos, los individuos buscan diferenciarse. La gente pretende ser
única, particular, singular y, ante todo, original. Entonces, ¿qué mejor opción que un loft
para sentirse diferente? Salido Cobo señala en el artículo De taller mecánico a loft-oficina
(2008), del periódico El Mundo, que en Madrid y Barcelona muchos habitantes huyen del
encorsetamiento de una vivienda tradicional. Estos edificios industriales ofrecen la
posibilidad de desarrollar un espacio completamente individual, gracias a no tener
divisiones internas.
Cobo indica que el paso de los años también ha traído cambios en el uso de
espacios de la vivienda: se une la cocina y el cuarto de estar en una sola estancia,
47
apenas se come en la casa en la semana, pero se necesita una cocina amplia para
recibir visitas, se busca que el edificio tenga una terraza para cuando vengan los
amigos y no se necesita tanto pasillo, pero sí mucha luz y poco ruido y, por supuesto,
mucho espacio. Todas estas necesidades habitacionales surgieron a partir de la
reconversión de los viejos edificios industriales.
Es así como la demanda de lofts va en aumento y comprar este tipo de
vivienda se ha transformado en una muy buena inversión ya sea para alquiler o para
vivir. En resumen, estas residencias permiten un espacio para trabajar y vivir a la vez,
y resultan más asequibles que una casa tradicional, según expertos son un 30% más
baratas. Según el Reporte Inmobiliario, en el mes de diciembre de este año, un turista
alemán adquirió en San Telmo un loft de 32 metros cuadrados, reciclado con cinco
años de antigüedad sobre el Pasaje Giuffra, en U$ 34.000 (895 U$/m2), poco más de
25.000 Euros, menos de la mitad de inversión que hay que realizar por una plaza de
garaje céntrica en Madrid.
Para verificar el valor del loft en el mercado actual, la autora ha confeccionado
un cuadro comparativo entre departamentos y lofts ubicados en Buenos Aires, no sólo
en el mismo barrio, sino a pocas cuadras, y con los mismos amenities y servicios,
similar cantidad de metros y años de antigüedad. Es decir, se procedió a realizar una
comparación entre estos espacios y departamentos tradicionales que fueran de la
misma categoría. Fueron elegidos los barrios de Belgrano, San Telmo y Colegiales.
Los datos han sido brindados por Covello y Korn propiedades, dos de las más
prestigiosas inmobiliarias de la ciudad de Buenos Aires.
Tabla 1. Comparación de precios en el mercado actual entre lofts y departamentos
tradicionales.
48
2.8 Influencias del loft
El loft proporcionó un espacio abierto cuanto más se lo necesitaba y posibilitó
una decoración con muebles flexibles. A continuación se expondrán las influencias del
loft style en viviendas tradicionales, tanto en los espacios del hogar como en la
elección de sus muebles.
Fuente: Covello y Korn propiedades
Han sido elegidos lofts y departamentos de entre 100 y 120 metros cuadrados.
Al sacar el promedio el resultado es el siguiente: el loft está en U$1410 el metro
cuadrado y el departamento tradicional, en U$1916. Según el cuadro, este espacio es
un 33% más barato que la vivienda tradicional. Cabe aclarar que el loft del barrio de
Colegiales pertenece al famoso complejo de los Silos de Dorrego.
2.7 Las influencias del loft en la arquitectura convencional
El loft proporcionó un espacio abierto cuando más se lo necesitaba, a la vez
que permitió una decoración con muebles flexibles. A continuación se describe la
influencia que ha tenido este espacio en los departamentos tradicionales.
2.7.1 Impacto en el diseño de interiores
En la última mitad del siglo XX, ha cambiado la actitud con respecto al
concepto de vivienda. Mientras en su día se tasaban los hogares en función de
49
su número de habitaciones, en la actualidad no se valoran tanto estas
características físicas.
(Fielding Banks y Tanqueray, 1999, p. 180)
Lo que se busca luz, espacio. No se pretenden tantos tabiques, sino un
espacio multifuncional en el que poder cocinar, comer y entretenerse al mismo tiempo.
Las razones de este cambio son, en gran medida, socioculturales. Si se pretende
cocinar y al mismo tiempo charlar con otros huéspedes, entonces no es necesaria una
división entre la cocina y el comedor.
El anhelo de finales del siglo XX de un espacio abierto, o al menos, un espacio
semiabierto, es, por lo tanto, una respuesta ante un cambio de estilo de vida, pero el
propio loft ha desempeñado un papel instrumental. Es el escenario perfecto en el que
ensayar un nuevo concepto más informal de vida. Según el arquitecto británico
Duncan Chapman, la gente que habita en viviendas convencionales de todo el mundo
está tirando los tabiques para ampliar el espacio, la luz y la flexibilidad dentro de sus
hogares.
A medida que los propios lofts lleguen a saturar el mercado como solución para
reconvertir edificios, se puede suponer que se irá imponiendo ese estilo de vida, pero
adaptado a otro tipo de viviendas. La forma de vida que proviene de los lofts no debe
tomarse como una tendencia de última moda, sino que intenta establecerse,
generando un importante efecto en el diseño residencial.
2.7.2 La evolución del mobiliario
Los lofts no sólo han provocado un gran impacto con respecto a la distribución
de los interiores, sino también en la manera de decorarlos. A estos espacios sin
50
compartimentar se adaptan formas modulares que pueden servir para diferentes
propósitos y modificarse a voluntad: la mesa que se convierte en un cajón, por
ejemplo. El diseño de este tipo de mobiliario se ha popularizado incluso en las casas
convencionales.
Con los materiales industriales ha ocurrido lo mismo. La estética industrial tiene
su propio estatus y, en la actualidad, se explota en la decoración de cualquier tipo de
vivienda de todo el mundo.
Se podría decir, por lo tanto, que el loft ha actuado como promotor de
tendencias y estilos. Proporcionó una planta diáfana en el momento en que los
individuos empezaban a percatarse de que el concepto “comedor” comenzaba a entrar
en desuso. Así, el loft presenta la principal cualidad de las viviendas del futuro:
grandes espacios flexibles que pueden evolucionar en el tiempo según las
necesidades de sus ocupantes.
En este capítulo se ha definido el significado del término loft, se ha realizado un
recorrido histórico desde su origen hasta la actualidad, se han descrito las
características estructurales que hacen a este espacio y los impactos que estos
factores han tenido en la vivienda tradicional, para concluir que el loft representa la
vivienda del futuro. Hoy en día, la gente busca en los hogares convencionales parte de
sus cualidades, tales como espacios multi-funcionales y grandes ventanales. Se
concluye que el loft viene a cubrir las necesidades contemporáneas de la sociedad.
51
3. LOFTS EN ARGENTINA
En la siguiente sección se desarrollará una breve reseña histórica de los lofts
en Argentina, para luego dar algunos ejemplos representativos de la ciudad de Buenos
Aires.
3.1 Generalidades
En Argentina no se conocía qué eran los lofts hasta mediados de la década de
los ochenta. Poco a poco se han ido popularizando, sobre todo entre los más jóvenes,
que se sienten atraídos por su estética industrial, por la sensación de libertad que dan
las superficies abiertas y luminosas y por las posibilidades que tienen a la hora de
distribuir los espacios.
En Buenos Aires,
estalló el boom inmobiliario
de los lofts hace entre 1896
y 1990; Los barrios
destacados en cuanto al
reciclaje de negocios y
construcción de lofts fueron
Palermo, Almagro y Belgrano, tanto que barrios como
Parque Patricios y Barracas son los elegidos para la
remodelación de antiguas fábricas. La figura 15 muestra
cómo el reciclaje de un antiguo complejo industrial
adopta el aspecto de un edificio de departamentos.
52
Figura Nº15. Edificio de lofts en
Parque Patricios.
3.2 Los lofts en Buenos Aires y su evolución
A pesar de que los lofts se hallan en edificios antiguos que han cambiado su
uso original y que, en principio, parecerían no estar preparados para albergar una
vivienda moderna, la evolución de la sociedad indica que sí pueden ser utilizadas a
tales fines. El crecimiento de Internet y demás medios de comunicación ha permitido
que un número cada vez mayor de personas decida trabajar en su casa. Las viviendas
tradicionales están poco preparadas para ello. Su distribución, el tamaño de las
habitaciones y la previsión de funciones responden principalmente a un programa de
dormitorio, cocina, comedor, sala de estar y servicios. Incorporar las actividades
laborales a la vivienda implica su radical transformación. No sólo se necesita más
espacio, sino que éste debe ser más flexible.
Carlos Liascovich explica en el artículo de Clarín, Giesso: el arquitecto en su
laberinto (2004), que el surgimiento los lofts se debió al arquitecto Osvaldo Giesso,
conocido como el introductor del loft en la Argentina a mediados de los 80, a partir de
lo que se había hecho con viejas fábricas textiles recicladas por artistas en Manhattan.
Durante un viaje en 1960 a los Estados Unidos para visitar a unos amigos
artistas radicados allí, observó que estaban viviendo en un edificio abandonado.
Giesso destacó que eran lugares muy accesibles donde los inquilinos se juntaban a
almorzar los fines de semana con un grupo de amigos y entre todos pintaban las
paredes y arreglaban los pisos. Además, remarcó entre las características primordiales
de estos ambientes, la amplitud espacial donde convivían todas las actividades juntas,
la muy buena iluminación y que todos los detalles eran fabriles sin ningún tipo de
refinamiento. A su vez, podían tener una altura de tres metros como también, del
doble.
53
Posteriormente a su primera visita, volvió a viajar a los Estados Unidos unos
años más tarde y visitó el loft de un norteamericano, donde notó que se accedía por el
dormitorio. Éste explicaba con ironía que gracias a esta distribución, si se encontraba
recostado en la cama, no tenía que levantarse para abrir la puerta. Evidentemente,
estos espacios abandonan los lineamientos establecidos por los hábitats tradicionales
y se adaptan a las necesidades de sus ocupantes.
Luego de sus visitas a
Norteamérica percibió en este nuevo
hábitat un espacio factible para
relacionar la vivienda con el trabajo.
Así, decidió buscar en dispersos
sectores de Buenos Aires edificios
abandonados capaces de ser
remodelados para dicha función.
El primero que encontró correspondía a un antiguo edificio destinado a garaje y
vivienda de la firma Canale e Hijos, ubicado en la calle Finochietto 615/631. Ofreció
comprarlo y en el año 1987 lo convirtió en siete unidades independientes, cuatro en
54
Figura Nº16. Finochietto 615/31. Fábrica de la firma Canale
e hijos
planta baja y tres en planta alta. Las mismas fueron enseguida vendidas a amigos
artistas, y una de ellas, un regalo para su hija.
En 1988, Giesso encontró otro antiguo
edificio de tres ambientes altos sobre la
avenida Paseo Colón 1127 que en sus
comienzos estaba destinado a departamentos.
Lo convirtió en 16 unidades pequeñas.
Luego de haber realizado estos lofts,
comenzaron a presentarse personas en su
estudio que le ofrecían realizar otros proyectos.
Le comentaron acerca de una vieja fábrica que iba a ser rematada (la antigua
fábrica de jabones Dubarry). Giesso adquirió el establecimiento y realizó la
reconversión.
La remodelación consistió en lograr 67 lofts
de entre 100 y 200 metros cuadrados.
La unidad tipo vivienda era de un
espacio de unos 100 m2 y 6 metros de
altura, para permitir un entrepiso
55
Figura Nº17. Paseo Colón 1127.
Figura Nº18. Anchorena 1175. Antigua fábrica de
jabones Dubarry.
correspondiente al dormitorio y baño. En
la figura 18 puede apreciarse la antigua
fábrica remodelada.
En 1989, con la exposición de Casa Foa en los lofts de Darwin se produjo la
gloria y perdición de estos nuevos espacios. Tras la exposición, los valores de los lofts
se elevaron considerablemente. Se trataba de una antigua fábrica de telas que hoy en
día tiene estudios de arquitectura, fotografía y diseño, productoras y empresas tech,
así como también viviendas particulares.
En la figura número 19 se
aprecia como la fachada en forma
de L es idéntica en ambas caras y
respeta dos niveles de igual altura,
con un remate más pequeño en la
parte posterior. Cerrada con ladrillo
a la vista, posee un aventanamiento
que se repite a igual ritmo. Un gran
portal de entrada invita a un pasaje cubierto largo, acho y con techos altos. Gracias a
la forma de L, una parte del loft se proyecta sobre Darwin y otra hacia Loyola.
Otro ejemplo más reciente, reciclado por el Estudio Manteola - Sánchez
Gómez, Santos, Solsona, Sallberry y asociados - es el Palacio Alcorta, que, como bien
muestra la figura número 21, ocupa una manzana completa en el corazón de Palermo
Chico. Años atrás no era más que un edificio militar construido en los años veinte. Las
oficinas miraban a un patio central donde ahora crece en elegante jardín junto a una
pileta larga y angosta.
56
Figura Nº19. Loft Darwin
Como explica
Diez en el artículo de la revista
Summa, Del edifcio Crysler al Palacio
Alcorta (1994), este edificio residencial
recorrió un largo trayecto que incluye
una concesionaria Chrysler con pista
de pruebas sobre su techo en sus
primeros años, un edificio militar y otro
residencial.
Del edificio se cuidaron especialmente su trazado radial, consecuencia de la
pista que recorría su terraza y que quedó como una impronta para la definición del
espacio interior del patio central (figura 20), y la volumetría y tratamiento exterior que
se mantienen en toda su extensión. Lo interesante es lo que se percibe desde su
exterior: su presencia urbana, su capacidad para calificar como espacio urbano y
configurar un entorno privilegiado.
57
Figura Nº20. Palacio Alcorta. Jardín y piscina.
Figura Nº21. Palacio Alcorta. Vista desde la calle
Figueroa Alcorta y Ocampo.
Figura Nº22. Palacio Alcorta. Entrada de la calle
Ocampo.
Alrededor de 160 unidades de vivienda, más sus cocheras, componen el
complejo, siendo la mayor parte de ellas lofts con entrepisos. Todos cuentan con
paredes de ladrillo a la vista, pisos con carpeta rústica y losas de hormigón. La
transformación funcional de este edificio reafirma que la preservación del carácter y la
integridad paisajística del barrio deben centrarse en las condiciones morfológicas del
entorno.
Del edificio se mantuvo el trazado radial, consecuencia de la pista que recorría
su terraza y que quedó como una impronta para la definición del espacio interior del
patio central. La volumetría y tratamiento exterior se mantienen en toda su extensión y
aún se retrotraen al proyecto original. El lenguaje interior intenta seguir los
lineamientos formales del edificio original. La fachada interior del edificio central se
conforma como una suerte de tambor circular, cuyo carácter se acentúa por el material
con el que está revestido: placas de piedra caliza.
El artículo Arquitectura Latinoamericana, Obras y reciclajes, de una página web
especializada en arquitectura, muestra cómo el complejo se subdivide en tres edificios
distintos de funcionamiento y accesos independientes. Sobre la avenida Figueroa
Alcorta se mantiene el acceso tradicional y
desde ahí se bifurcan las circulaciones
hacia dos núcleos verticales separados. En
este sector se desarrollan viviendas tipo
estudio, todas para que el propietario las
termine de definir. Las unidades del último
nivel tienen piletas de natación privadas en
las amplias terrazas.
58
Figura Nº23. Palacio Alcorta. Entrada de la calle
Marín Coronado.
Sobre la calle Ocampo, en el tramo central, se desarrolla una serie de lofts de
de mayor superficie, entre 250 y 350 m2. Las dos unidades del último piso, en dúplex,
tienen también piscinas privadas. A este edificio se accede a través de un
estacionamiento para coches. Desde la calle Martín Coronado, y también accediendo
por un estacionamiento para autos, se llega a dos halls y núcleos de ascensores que
abastecen a los departamentos de este sector, cuyas superficies y programas son
variables.
En el patio central hay dos piscinas,
fuentes y solarios comunes para los
propietarios de las unidades. Anexas a las
mismas, y para cada uno de los sectores,
se desarrollan áreas para bar, lugar de
reuniones y vestuarios que se abren sobre
los jardines centrales.
El criterio inmobiliario fue el de recuperar para este conjunto la calidad y el
ambiente que caracterizó a algunos edificios de Buenos Aires, como el Palacio de los
Patos, con una identidad propia dentro de la ciudad y con un carácter diferente al de la
oferta actual.
Vale destacar que este edificio, al igual que los lofts de Darwin, merece su
reconocimiento gracias a Casa Foa, que luego del éxito obtenido durante cinco años
consecutivos, apostó al nuevo acontecimiento de los lofts, situando las exposiciones
dentro de fábricas construidas a principios de siglo y dejando de lado la arquitectura de
prestigio de las anteriores muestras.
59
Figura Nº24. Palacio Alcorta. Entrada de la calle
Marín Coronado.
En 1993, Bernardo Dujovne y Silvia Hirsch en sociedad con el Estudio
Manteola - Sánchez Gómez, Solsona y Sallaberry, y Juan Carlos López y Asociados -
reciclaron los silos de Dorrego.
El reciclaje representó un gran desafío: convertir en
viviendas (172 lofts) el molino y la veintena de silos
erigidos por la Sociedad Minetti y Cía. entre 1921 y
1928, sobre la Avenida Dorrego y Zapiola.
El conjunto está formado por tres cuerpos:
el molino harinero, los silos de geometría regular
y los silos irregulares, todos orientados según la
dirección de las vías del ramal del ferrocarril que
llegaban hasta su interior. El tendido original de
las vías se mantiene en esta recuperación como
calle unificadora y de ingreso de los tres edificios.
A principios del siglo XX, estos silos época eran construcciones importantes en
la zona. El molino tenía una red de vías para el transporte de granos que lo
comunicaban con el ferrocarril.
La recuperación de este inmueble industrial para viviendas y oficinas impuso
soluciones varias: el edificio del molino cobró relevancia con el adosado de dos
cuerpos que generan grandes plantas continuas de aproximadamente 30 por 80
metros. Respetando las viejas fachadas, se produjo un tajo longitudinal con el
resultado de un patio-calle que, conservando la estructura portante original de cinco
60
Figura Nº25. Silos Dorrego. Entrada
sobre calle Concepción Arenal
Figura Nº 26. Silos de Dorrego. Calle esquina
Concepción Arenal y Zapiola.
pisos, es atravesado por vigas, columnas, puentes y escaleras metálicas acordes con
el carácter fabril del edificio. La estructura no responde a criterios ordenados
geométricamente sino a los requerimientos funcionales del antiguo molino; por lo
tanto, los espacios resultantes son distintos entre sí, tanto en planta como en corte, y
algunos, por su altura, han permitido la construcción de entrepisos.
La intervención en los silos
implicó un alto compromiso: llenar
un vacío, particionarlo en forma
vertical y utilizar el mismo sin
desvirtuar el carácter de las
construcciones. Los espacios
intersilos se usaron para las
canalizaciones verticales y núcleos
sanitarios, y se completó el
equipamiento del conjunto con un amplio jardín con piscina. El tratamiento de los
espacios exteriores, como el jardín, mantiene una unidad estilista con los interiores.
En el edificio del antiguo molino se operó por vaciado de estructuras existentes;
en lo silos, el proceso fue de llenado dentro de una piel dada. Justamente, el problema
residió en cómo abrir esa piel sin romper su tensión superficial.
Desde el punto de vista constructivo, los silos ofrecían, al cambiar de uso,
exceso de hormigón estructural, pero fue necesario incorporar el aislamiento térmico
que una vivienda necesita. Así, la superficie exterior fue recubierta mediante un
revoque poroso aislante y una pintura hidrófuga.
Cada vivienda está contenida en uno o dos cilindros de 4.6 metros de altura,
con un entrepiso que ocupa la mitad del círculo. El usuario completa a su manera la
61
Figura Nº 27. Silos vistos desde la calle Dorrego
vivienda ubicando la escalera interna, el baño y la cocina. La superficie exterior se
abre mediante aberturas verticales desde las que emergen los balcones. El resultado
es asombroso.
Si las plantas de los dos cuerpos ladrilleros del molino facilitaban, tras su
vaciamiento interno, la instalación de departamentos, con los silos ocurre lo contrario:
allí se procedió, entonces, al llenado de estos enormes cilindros de 5/7 a 10 metros de
diámetro, conservando su piel. Las envolturas de estos edificios, característicos de la
industria de una época, dan testimonio del pasado histórico.
Por otro lado, el caso más reciente de lofts es la llamada Algodonera. Ubicada
en el barrio de Chacarita, ha sido rehabilitada por Dujovne y Hirsch a fines de 1998.
Dicha edificación corresponde a otro edificio ícono de Buenos Aires realizado por el
arquitecto argentino Jorge Bunge entre los años 1935 y 1936, para la Manufactura
Algodonera Argentina, ubicada en la manzana de las avenidas Álvarez Thomas y
Córdoba, y las calles Santos Dumont y Concepción Arenal.
Exponente de una tendencia procedente, y uno de los mejores diseños de
Bunge, el edificio contó en su época con una arquitectura industrial avanzada. Varios
incendios, el más dañino de todos ocurrido en la década del cincuenta, dañaron el
inmueble y provocaron su desactivación y abandono por varios años hasta su
reconversión.
62
Dicha obra, destinada en sus orígenes a la manufactura de telas, consta
de dos niveles de subsuelo y cinco pisos. En
el quinto piso hay una terraza con césped y
árboles. La recuperación realizada por
Dujovne y Hirsch para transformar la
Algodonera en un nuevo hito urbano alberga
hoy un supermercado Ekono que ocupa
partes del subsuelo y la planta baja y el primer
piso, mientras que departamentos de oficinas
se ubican desde el segundo al quinto nivel.
Los ingresos al edificio se estudiaron
considerando los diferentes usos
programados en la propuesta. Por
Santos Dumont y Concepción Arenal
se accede a las viviendas, y en la
avenida Córdoba se halla la entrada
principal al supermercado.
En relación con los accesos se ubican los bloques verticales de viviendas, que
con los patios completan la planta habitacional. Los patios principales, a partir del nivel
+ 10.53 se abren con carácter de espacios urbanos. De dimensiones generosas,
permiten iluminar y ventilar adecuadamente las viviendas.
La estructura existente del edificio es en su mayoría un entrepiso sin vigas, con
columnas con capiteles que se han mantenido en todos los lugares posibles. La
totalidad de las instalaciones son nuevas. Los ascensores, con terminaciones de acero
63
Figura Nº 28. Antigua Algodonera convertida en loft
de oficinas vista desde Concepción Arenal.
Figura Nº 29. Vista desde la Avenida Córdoba y
Concepción Arenal.
inoxidable y puertas automáticas, dan cabida a ocho personas. Se ha conservado la
fachada, de manera que perdura la imagen del antiguo edificio.
El último ejemplo es el caso de Puerto Madero. A pesar de que su reciclaje
comenzó a principios de los años noventa, algunos docks permanecen aún hoy sin ser
intervenidos. Esta urbanización significó la mayor obra en su tipo que se haya
realizado en la historia de la ciudad de Buenos Aires y es - según la autora - el caso
más significativo en el auge de los llamados lofts.
La reconversión de los docks en viviendas, oficinas y restaurantes se fue dando
paulatinamente a lo largo de años. La remodelación de los abandonados depósitos
exigió que se mantuviera su envoltura de ladrillos rojos para conservar vivo su uso
originario.
El reciclaje de los antiguos depósitos fue el comienzo de la recuperación de un
extenso dominio urbano (170 hectáreas) negado a Buenos Aires desde el
establecimiento del puerto (1889-1898), que sustrajo a la ciudad de la presencia y el
goce del río fundador.
Con la licitación de los cinco primeros docks, en septiembre de 1991, comenzó
en Buenos Aires la renovación urbana más importante de la década: la incorporación a
la ciudad de estos antiguos depósitos de principios de siglo.
Algunos de los estudios que llevaron a cabo la reconversión de ciertos docks
fueron el de Manteola - Sánchez Gómez, Santos, Salsona, Sallaberry y Juan Carlos
López y Asociados -, como también el de Bernardo Dujovne y Silvia Hirsch.
64
En el caso de Dujovne-Hirsch, su
intervención consiste en la recuperación de
las memorias históricas de la ciudad, un
recorrido inverso que va a lo existente como
base de lo nuevo. Los viejos edificios son
analizados en función de potencialidades
funcionales y espaciales implícitas, en una
re-escritura de su organización tipológica en
base a las medidas y a la valorización de materiales. Buscan, de esta manera, un
diálogo entre lenguajes distantes en el tiempo. Se produce una interesante
superposición debido a un defasaje temporal inducido por la relación entre la
estructura preexistente y la configuración nueva del espacio.
Los docks son, al mismo tiempo, “nuevos y viejos”, es decir se prestan a una
utilización actual dentro de un edificio tipológico antiguo. En cuanto al desarrollo
urbano, se puede decir que Puerto Madero significó un desahogo para la
congestionada capital de Buenos Aires, y a su vez mejoró la relación con el río, que
por mucho tiempo se mantuvo olvidado y oculto de la urbe. En cuanto a la
arquitectura, la autora aprecia el hecho de que a lo moderno le toque intervenir
estructuras históricas consolidadas, encuentro que permite hallar un importante mix de
épocas. Se busca que la identidad arquitectónica del pasado conjugue con una
expresión contemporánea.
Las vicisitudes de las topologías urbanas en Buenos Aires permiten que
aquellos amplios y altos espacios que servían para las tareas de fabricar calzado,
almacenar (o tareas afines) y las calles interiores que recorrían los carros o camiones,
sean valorados hoy como una cantera de espacios, donde se puede sacar y modelar
los fragmentos a medida de la ciudad. Nada se pierde.
65
Figura Nº 30. Docks Puerto Madero con el ladrillo a
la vista.
Gracias a la reconversión de edificios en desuso, se obtienen sitios dignos para
vivir, conservando en la memoria los sucesos del pasado, pero convirtiéndose en parte
de una nueva visión de la ciudad. Son los docks de Puerto Madero los que mayor
impacto urbano han tenido. Allí se fundó un importante concepto de conservación y
renovación que ha redundado en una zona con una intensa vida comercial y
habitacional, recuperando el porteño la noción de que efectivamente Buenos Aires ha
sido y es un puerto importante.
En este capítulo se ha realizado un recorrido de los principales complejos
reconvertidos en lofts de la ciudad de Buenos Aires. Se ha descrito y analizado con
una mirada crítica el diseño de cada obra, culminando con los docks de Puerto
Madero.
66
CAPITULO 4: MINIMALISMO
En el presente capítulo se definirá el concepto de Minimalismo y describirán
sus principales características, entre las que resaltan su extrema simplicidad, sus
líneas puras, espacios despojados y colores neutros.
Se trazará una reseña histórica sobre el origen y posterior desarrollo de este
movimiento, surgiendo su denominación a finales de la década del sesenta como
reacción contra el subjetivismo del Expresionismo abstracto. Se establecerán sus
principales antecedentes europeos, entre ellos, el Suprematismo de Kasimir Malevich,
el Dadá de Marcel Duchamp, el less is more de Ludwig Mies van der Rohe y la crítica
al ornamento de Adolf Loos.
Por último, se abordará la aplicación del Minimalismo a la arquitectura y el
diseño de espacios interiores.
4.1 El minimal art
Según el diccionario de la Real Academia Española el Minimalismo es “Una
corriente artística que utiliza elementos mínimos y básicos, como colores puros,
formas geométricas simples, tejidos naturales y lenguaje sencillo”. (Diccionario de la
Real Academia Española, 2001)
El término Minimal art aparece por primera vez en un artículo publicado por el
crítico Richard Wolheim en la revista Arts Magazine en enero de 1965. Este artículo,
titulado Minimal Art analiza una de las cualidades de la estética moderna: la voluntad
de disolución del contenido pictórico. El autor de esa publicación, profesor de Filosofía
en la University College de Londres, expresa:
67
Si analizamos la situación del arte de los últimos tiempos en función de cómo
ha ido tomando forma durante los últimos cincuenta años, nos damos cuenta
de que se ha ido aceptando cada vez más un tipo de objetos que, aunque
dispares en aspecto, en intenciones y en impacto moral, tienen también un
rasgo característico o un aspecto común. Esto podría resumirse en la idea de
que comparten un contenido artístico minimalista.
(Wolheim, 1965)
4.2 Minimalismo, una reflexión histórica
Nueva York en los años sesenta: la supremacía americana se ha afianzado.
Estados Unidos pasa a ser la potencia más rica y poderosa del mundo. La estructura
de la sociedad norteamericana, con su organización social, su fuerte pragmatismo, su
sistema de consumo y de mercado y su ritmo acelerado de acción, marcará, a partir de
ahora, las pautas del comportamiento del arte occidental.
Es así como Martha Torres expresa en su libro Minimalismo, nuevos conceptos
(2003), que el Minimalismo aparece en este Nueva York del sesenta como una
renuncia a la singularidad desde el rechazo a la desenfrenada subjetividad del
Expresionismo abstracto. El término fue adoptado para designar a las esculturas de
los artistas Carl Andre, Donald Judd, Dan Fravin, Sol Lewitt y Robert Morris, así como
para señalar actitudes comunes en el ámbito de la arquitectura, el diseño, la música o
la danza.
La reducción de recursos plásticos es su principal característica. Las obras son
frías e impersonales, el papel del artista es de gestor intelectual. Dan Flavin afirma:
“Resulta para mí fundamental no ensuciarme las manos. Reivindico el arte como
pensamiento”. Según Bueno, los minimalistas “… propusieron una búsqueda de la
68
esencia, eliminando de la obra de arte cualquier evidencia de la mano del artista y
huyendo de la noción de arte como medio de expresión personal”.
(Bueno, 2002, p. 9)
Esto quiere decir que el autor presenta en lugar de representar. Mediante su
defensa de la geometría, la claridad y la precisión, los artistas minimalistas ponen el
énfasis en lo real, lo material, el aquí y ahora.
Los neones de Don Flavin, las planchas de metal de Donald Judd o el acero de
Richard Serra son materiales encontrados, prefabricados, que persiguen alcanzar con
su objetualidad una suerte de nueva objetividad. Según Barbara Rose, “… en
contraposición a la plenitud florida y barroca de la
angustiada generación anterior, la oquedad, la desnudez
del vacío son las cualidades del Minimal art …”
(Barbara Rose, 1965, p. 38)
En la figura 31 se puede apreciar una obra de
Donald Judd (uno de los minimalistas más radicales) de
extrema simplicidad formal y con materiales industriales.
Normalmente, se trata de obras tridimensionales con partes
geométricas idénticas y repetidas. Donald acuñó el término
Specifict object con el concepto de excluir concepciones
pictóricas y escultóricas convencionales. (Judd, 1965).
4.3 Los antecedentes europeos
Bueno (2002) sostiene que para definir al verdadero Minimalismo, es necesario
remontarse más allá de su aplicación a una corriente artística, buscando sus orígenes
69
Figura Nº 31. Donald Judd,
1990.Aluminio y plexiglás.
en el Movimiento Moderno, que se desarrolló en Europa después de la Primera Guerra
Mundial.
Los artistas del Minimal art reconocen deudas respecto de la tradición moderna
europea. En primer lugar, es preciso mencionar como antecedente al Proto-
racionalismo de Adolf Loos y su fuerte crítica a la ornamentación en su Ornamento y
Delito del año 1908, el cual ya ha sido citado en el capítulo uno.
Por otro lado, los proyectos minimalistas
examinan en un nuevo contexto las implicancias de las
decisiones estéticas de Kasimir Malevich. En 1915,
éste se preguntaba en su manifiesto: “¿Cómo hacer
valer la supremacía del sentimiento estético sobre las
referencias al mundo real?” (Malevich, 1915). El arte
suprematista no quiere ilustrar las historias de las
costumbres, ni estar al servicio de la religión o el
Estado, rechazando la función utilitaria. Se trata de un
estilo de pintura de formas básicas, abstracción
geométrica y colores puros. Con el famoso cuadro
Cuadrado negro sobre fondo blanco (1913) o su Blanco
sobre blanco (1918) llega a una máxima simplificación
de los recursos. En palabras de Philip Meggs, Malevich
“… se aleja tanto como es posible de las apariencias
naturales”. (2009, p. 343).
Otro antecedente del Minimal Art es el Dadaísmo y los famosos ready mades
de Marcel Duchamp, uno de sus exponentes. Para Duchamp, tanto el arte como la
vida son procesos del azar y de la elección deliberada. Esta filosofía de absoluta
70
Figura Nº 32. Kasimir Malevich.
Cuadrado negro sobre fondo blanco
(1913) y Blanco sobre Blanco (1918).
libertad le permitió crear sus ready mades, como su rueda de bicicleta montada en un
banco de madera, y mostrar el arte como objetos convencionales, un orinal, por
ejemplo.
El público se escandalizó cuando Duchamp pintó un bigote sobre una
reproducción de la Mona Lisa. Sin embargo, este acto no era un atentado
contra el cuadro. Más bien, se trataba de un ataque ingenioso contra la tiranía
de la tradición.
(Meggs, 2009, p. 309)
A criterio de la autora de este proyecto, el Minimalismo es un arte conceptual
que debe mucho al Dadaísmo de finales de la década de 1910. El Dadaísmo, así
como también el Suprematismo, se despegan de la intención de imitar la realidad. Es
decir que ya no importa la técnica, la perspectiva, sino que lo relevante es la idea
conceptual que lleva a crear la obra.
Bueno (2002) expresa que la necesidad del Minimalismo de remitirse a las
formas elementales, supone un retorno a la autenticidad, a la calidad intrínseca de los
materiales y las texturas, frente a la superficialidad y capacidad de ilusionismo del
objeto inútil. Es decir que como las vanguardias que lo preceden, y como se ha
mencionado en el párrafo anterior, no se pretende crear una ilusión del objeto. El
esfuerzo de reducción deja a la vista sólo lo imprescindible, sólo la esencia. Lo demás,
sobra. Y dentro de esta búsqueda de formas geométricas puras y desnudas, el color
juega un papel preponderante.
Por último, un tercer antecedente es la Escuela de Bauhaus - la cual abrió sus
puertas en 1919 - y sus tres directores, los arquitectos Walter Gropius, Hannes Meyer
y Ludwig Mies van der Rohe. Entre estos cabe destacar al último, quien con less is
71
more plantea uno de los preceptos del Minimalismo cuarenta años antes. Esta frase es
capaz de resumir una parte fundamental de las experiencias artísticas
contemporáneas. No se refiere a una moda o a una nueva tendencia, sino a una
posición que ha sido recurrente a lo largo del siglo.
De índole más ideológica que estética, los representantes de la Bauhaus
entendían a la arquitectura como un medio del que disponían para mejorar la
sociedad.
Esta pretensión de cambio social se plasmaba en varios aspectos, desde el
cambio en el modo de concebir la construcción de edificios, hasta la creación
de una simple silla. Sus premisas estéticas tendían hacia la universalidad,
promoviendo la simplicidad, honestidad, la estandarización, la economía de
elementos y la aplicación de la nueva tecnología, como oposición a la
ambigüedad, la ornamentación, el individualismo y la complejidad.
(Bueno, 2002, p. 50).
Es decir que la Escuela de Bauhaus tenía como premisas el Racionalismo y el
Funcionalismo para crear objetos universalmente válidos. Se buscaba la simplificación,
de manera que el producto se desprendiese de todo elemento que no fuera esencial.
La tendencia a la abstracción, a la simplificación y al elementalismo ha sido uno de los
motores de la vanguardia artística y arquitectónica del siglo.
Volviendo al arquitecto y último director de la Bauhaus Mies van der Rohe, éste
elabora sus ideas acerca de la pureza de las formas durante su ejercicio a cargo en la
dirección de la escuela, en Alemania, a principios de los año treinta. Poco tiempo
después, y debido al proceso de la Segunda Guerra Mundial, emigra a Estados
72
Unidos, país donde ya era conocido como arquitecto y diseñador influyente, y se
nacionaliza estadounidense.
Entrado en los años sesenta, participa en Nueva York del movimiento del
Minimal art. Su visión del Racionalismo y del Funcionalismo se ha convertido en un
modelo para el resto de los profesionales de su siglo.
A lo largo de su vida profesional luchó por conseguir una arquitectura de
carácter universal y simple, que fuese honesta en el empleo de los materiales y en las
estructuras. Su obra se destaca por la composición rígidamente geométrica y la
ausencia total de elementos ornamentales, pero su poética radica en la sutil maestría
de las proporciones y en la elegancia exquisita de los materiales (en ocasiones,
empleó mármol, ónice, travertino, acero cromado, bronce o maderas nobles),
rematados siempre con gran precisión en los detalles.
A partir de su noción de un espacio universal, convirtió los vacíos en una de las
piedras angulares de su trabajo. En los interiores, se propuso moldear estos vacíos,
proponiendo una nueva visión arquitectónica. Liberó al interior de las tradicionales
estructuras y cerramientos, como las columnas y las paredes, que hasta el momento
siempre se habían utilizado para crear compartimientos. Esta nueva concepción del
espacio recuerda a los actuales lofts, paradigma de un nuevo estilo de vida, basado en
una forma más libre. Hoy en día y en palabras de Bueno:
En nuestros interiores, el ‘menos es más’ de Mies van der Rohe deriva en
ambientes que encuentran su plenitud en la simplicidad geométrica, en la
austeridad del vacío, en la capacidad emotiva del color y en la fuerza vital del
presente. Se sustituye la ornamentación del espacio doméstico por una
búsqueda del máximo control sobre sus cualidades espaciales” (2002, p. 95).
73
Según Bueno, el hecho de eliminar todo elemento decorativo tiene dos
consecuencias. Una de las consecuencias es la posibilidad de dibujar una línea de
conexión directa entre arquitectura e interiorismo. La otra es la necesidad de ser
honesto con uno mismo, llegando a la esencia mediante una convicción que podría
calificarse como moral, no solo estética, ya que la eliminación de las distracciones
introducidas en las viviendas tradicionales por medio de los artificios decorativos, pone
al descubierto las imperfecciones de la arquitectura.
Otro miembro de la Escuela de
Bauhaus fue Marcel Breuer quien,
aunque encargado del taller de
ebanistería en Dessau, no realizó sus
diseños de muebles más famosos en
madera, sino en metal. Frank Whitford
sostiene que “Fue de gran originalidad
el empleo de tubos de acero curvado
en las sillas (…) El cuero o la tela para el asiento y el respaldo daban mayor
comodidad que la madera de sus primeros diseños” (1991, p. 173). Estas sillas
destacan por su extrema simplicidad y en ellas Breuer abandona el excesivo
decorativismo de sus primeros intentos
En resumen, entre los promotores del Minimal art de los años sesenta en
Nueva York hay un esfuerzo minimizador del Cuadrado negro sobre fondo blanco de
Malevich, el juicio contra el ornamento de Loos o el sistema tubular de los muebles de
Breuer. En todas estas obras predomina una actitud antiilusionista que busca la
esencialidad mediante la ausencia de elementos decorativos y el recurso a formas
geométricas repetitivas.
74
Figura Nº 33. Marcel Breuer. Tubo de acero y tela (1922). La
silla de la izquierda es de Mies van der Rohe.
4.4. Minimalismo en el diseño de interiores
Destaca Bueno (2002) que el Minimalismo en el diseño de interiores no puede
contemplarse como una tendencia estilística o una moda, sino que traspasa estas
fronteras, para convertirse en una auténtica filosofía de vida, que parece pretender la
construcción de una sociedad aferrada sólo a lo esencial.
Aunque los medios empleados son relativamente nuevos - hace algo más de
una década que el Minimalismo ejerce su influencia sobre la concepción del espacio
doméstico - la búsqueda utópica de un estilo de vida basado en la simplicidad viene de
lejos, tal como se ha confirmado a partir de sus antecedentes pertenecientes al
Movimiento Moderno. Hoy en día, la estética de pobreza voluntaria wabi-sabi japonesa
o la espiritualidad de la filosofía Zen, con su culto al vacío, son algunas de sus fuentes
de inspiración.
Vivir en un ambiente minimalista es una opción que implica un esfuerzo de
renuncia y contención, de liberación de todas las cosas inútiles, de reducción a
elementos básicos. Esto supone que, para lograr una vivienda donde el
Minimalismo tenga sentido, la honestidad con uno mismo, la capacidad de vivir
con lo mínimo, debe ser el primer paso. Así, a partir de una estrategia de
reducción formal, se potencian las cualidades espaciales y materiales de la
vivienda, creando una atmósfera que incide directamente en la experiencia
sensorial.
(Bueno, 2002, p.4).
El Minimalismo en el diseño de interiores se caracteriza por la extrema
simplicidad de las formas, líneas puras, espacios despejados y colores neutros, en un
ambiente con equilibrio y armonía. Busca lograr un entorno armónico funcional, fuera
75
del concepto de exceso, saturación y contaminación visual. Todo debe ser suavidad,
serenidad y orden, nada de elementos superfluos, de excesos, ni estridencias, es
decir, sobriedad sin ornamentación. Ante todo se privilegian los espacios amplios,
preferentemente altos.
Podría pensarse, que la filosofía
del Minimalismo persigue construir cada
espacio con el mínimo número de
elementos posibles, de forma que se
elimine o evite cuanto pueda resultar
accesorio.
Todos los elementos deben
combinar y formar una unidad, priorizando
el todo sobre las partes. Se da una clara
primacía a las líneas puras y bajas, casi al
ras del suelo, en ocasiones, con
monocromía absoluta en techos, pisos y paredes. Las fotografías de la figura 34
ilustran estos aspectos.
Colores
Una de las principales características del Minimalismo en el diseño de
interiores es el uso de colores puros, con superficies o fondos monocromáticos, de
tonos suaves, predominando el blanco y el crudo. También se incorporan los tostados
o el negro con sutiles toques de color para acentuar detalles. Cuando se piensa en el
blanco, no hay que olvidar que el mismo es un color con una amplia gama de
variaciones tonales capaces de multiplicar la luminosidad.
76
Figura Nº 34. Habitación y Living minimalistas.
No hay que abusar del contraste aportado por los detalles de color. Los
mismos, tal vez en un rojo o un naranja, pueden estar dados por una alfombra, un
almohadón o algún objeto único.
Así, en un ambiente caracterizado por el énfasis en la fluidez de la luz y del
espacio, las sutilezas del color cobran especial importancia, demostrando los infinitos
efectos que producen las variaciones de las texturas o del tipo de soporte. Los efectos
de mayor impacto se consiguen oponiendo visualmente texturas y colores, sobre
paredes que giran en torno al blanco o, en el otro extremo de la paleta cromática, al
negro.
Materiales
El material es otro de los puntos claves del Minimalismo. En la ambientación
Minimalista se utiliza la madera, tanto en pisos como en muebles, y materiales
rústicos: cemento alisado, vidrio, alambre de acero, venecita y piedras, principalmente
poco elaborados, mínimamente manipulados.
Textiles
Las telas que se utilicen en la decoración minimalista deben evitar lo agresivo y
barroco, aportando frescura e invitando a la relajación. Se deben dejar afuera las telas
estampadas y floreadas, optando por la austeridad de los lisos. Se prefieren textiles
rústicos en color marfil, texturas como el lino o lonetas. Cortinas, almohadones y
tapizados tendrán que obedecer a una unidad y un equilibrio. Las cortinas, si es que
las hay, deben ser blancas, de líneas rectas y simples; romanas o roller.
77
Muebles
Los muebles toman del concepto propio del Minimalismo, la simplicidad y la
funcionalidad. La austeridad en el diseño y en la cantidad de muebles es básica en la
decoración minimalista. En ocasiones, se diseñan mesas que a la vez tengan cajones
para almacenar libros, es decir, muebles multi-funcionales. A partir de esto, se cumple
con la premisa less is more, ya que a través de un mueble se cumplen dos funciones.
Paredes
En las paredes se trata de evitar todo adorno que esté de más, aunque puede
utilizarse algún cuadro destacado en presencia o importancia. Un cuadro de autor es
un buen recurso. Son características del Minimalismo las paredes lisas de colores
claros o revestidas con piedra, cómo único elemento de decoración.
Los espacios altos, tipo loft, con una segunda planta a la vista o entrepiso,
combinan muy bien con el concepto minimalista. El Minimalismo ofrece un orden
estético que se apoya en la no acumulación de objetos innecesarios que perturban la
visión, por lo que se dice que es un estilo acorde con las personas ordenadas.
Conceptos como reducción, síntesis, depuración, austeridad, orden, repetición,
desnudez ornamental o pureza material parecen haber dejado de llamarse
racionalistas, para ser definitivamente identificadas como minimalistas.
En síntesis, como características típicas de la arquitectura minimalista pueden
mencionarse las siguientes: economía de lenguaje y medios, producción y
estandarización industrial, uso literal de los materiales, austeridad con ausencia de
ornamentos, purismo estructural y funcional, orden, geometría elemental rectilínea,
78
precisión en los acabados, reducción, síntesis, sencillez y protagonismo de las
fachadas. La estética minimalista encuentra ejemplos típicos en las fotos de la figura
número 35.
Figura Nº35. Estética minimalista
En el presente capítulo se ha realizado una reseña histórica del Minimalismo,
verificando sus comienzos y sus antecesores modernos. Ha sido descrita y
analizada la filosofía del movimiento, la cual consiste, a grandes rasgos, en la
economía de los elementos a utilizar y en la abstracción geométrica de las formas.
Posteriormente, se detallaron las cualidades del Minimalismo en el diseño de
interiores, describiendo cómo son los colores, los textiles, los muebles y los
materiales a utilizar. Luego de este recorrido se verifica cómo el estilo minimalista
combina a la perfección con los lofts, para continuar, en el siguiente capítulo, con
ejemplificaciones de lofts decorados bajo estos criterios.
79
CAPÍTULO 5: LOFTS MINIMALISTAS
En este capítulo se establece la relación entre los lofts y el Minimalismo,
entendiendo a éste último como una posibilidad de diseñar aquellos espacios abiertos
y luminosos. Se ofrecen también algunos ejemplos que ilustran estas posibilidades
realizadas en diversos países del mundo y con diferentes enfoques.
5.1 El loft y el Minimalismo
La tendencia en decoración de los lofts suele ser minimalista, práctica y muy
funcional. En los dormitorios priman las líneas sencillas en colores neutros, con camas
que tienen cabeceras integradas o construidas en obra. Las mesas de noche son en
general ser bajas y de líneas simples. Las cocinas son completamente distintas a las
de nuestras abuelas, las cuales se encontraban recargadas de muebles. Cuentan con
espacios modulares que esconden electrodomésticos y permiten integrarla con el
salón comedor sin dividir la estancia con un tabique, ya que lo que se busca es sumar
espacios, creando un ambiente acogedor y organizado al mismo tiempo. Los muebles
suelen ser metálicos y de formas lisas.
Los materiales más utilizados son hormigón, cemento y aluminio. Los solados
pueden combinar grandes láminas de madera oscura o mármol, y en cocinas y baños
es habitual el uso de cemento alisado/pulido. El acero se utiliza en lavabos y cocinas y
el baño se caracteriza por tener espacios abiertos, de forma que la ducha,
habitualmente con suelo de piedra, queda abierta al resto del baño, recordando a las
de las piletas de verano.
Cómo se ha mencionado en el capítulo anterior, los salones se caracterizan por
la escasez de ornamentación. Las paredes acostumbran a ser lisas, nunca estucadas
80
y de color blanco, o bien dejan ver el cemento gris, que se combina con techos en
distintos tonos de blanco.
Es habitual que la calefacción quede integrada en el techo; apenas unas
ranuras dejan entrever su presencia. Por su lado, el techo puede ser liso, de cemento
pintado o de blanco, o bien con vigas de cemento natural.
Cuando no se dispone de metros cuadrados suficientes para crear una estética
loft, deben conectarse las zonas visualmente y se ha de atender a las siguientes
premisas:
- En primer lugar, verificar que la vivienda sea abierta y sin muros, o que haya una
altura considerable en los techos. De no haberla, pueden crearse sensaciones de
altura a través de la decoración.
- Luego, observar si los acabados son los mismos materiales que los de la vieja
construcción.
- Tratar de lograr una funcionalidad en el mobiliario sin renunciar al confort.
- Sustituir los tabiques por otros elementos divisorios como muebles (sillones), plantas
o láminas de cristal.
- Priorizar la luminosidad natural, verificando si los espacios están inundados por luz
solar, buscando también efectos de luz en los materiales utilizados.
El programa arquitectónico de estos espacios es principalmente de: sala y
comedor, cocineta, área de lavado, habitación y/o dormitorio-estudio, y de acuerdo al
sector cultural al que sea enfocado el diseño se implementan otros ambientes, por
ejemplo, jardín interior, taller o área de meditación.
81
5.2 Ejemplos de Lofts Minimalistas
En el presente ítem se exponen algunos ejemplos acerca de cómo se ha
resuelto el problema de diseño y la decoración de un espacio como el loft utilizando el
estilo minimalista, dando cuenta de cómo abordaron el tema diferentes arquitectos y
con qué resultados.
Ejemplo 1. Reforma de un ático
El proyecto consiste en la recuperación de un ático en el centro histórico de
Milán, que se ha convertido en un moderno apartamento de unos 90 m2 en forma de
buhardilla sofisticada y elegante
Se trabajó en la distribución de los espacios sin tener en cuenta la disposición
anterior, usando como concepto general la integración de todas las estancias en un
ambiente único y evitando puertas y particiones interiores. La unidad también se
persiguió a través de un sólo tipo de pavimento, una madera oscura cuyo tono
contrasta limpiamente con el blanco de los muros y los techos inclinados.
Cliente y arquitecto, que mantuvieron una intensa comunicación durante todo el
proyecto, se propusieron partir de cero siguiendo conceptos que hicieran evolucionar
la vivienda desde la restauración y la recuperación del inmueble original. Se tradujo la
antigua funcionalidad en formas útiles, simples y novedosas.
Teniendo en cuenta la inclinación del techo, se organizó un eje principal de
circulación en el centro del habitáculo, donde la altura es mayor. En el perímetro se
dispusieron los espacios que acogen las actividades relacionadas con el ocio y el
descanso.
82
Las estancias de servicio como el cuarto de baño, la cocina y los armarios, se
encuentran en volúmenes monolíticos que, reducidos a formas simples, generan
nuevas articulaciones del sistema de percepción espacial.
La clara sucesión de espacios sin fronteras drásticas provoca que la habitación
se funda en el cuarto de baño, la entrada se transforme en el cuarto de estar, y la
cocina, en el centro neurálgico del departamento.
Como todas las estancias de la casa, la cocina está abierta y da a la sala de
estar. Se compone de dos muebles enfrentados, uno de los cuales contiene las
instalaciones y está adosado a dos pilares estructurales por los que pasan las
conducciones de agua.
La habitación alberga la bañadera y la ducha, que aparecen como volúmenes
independientes. La ducha es un cuerpo de cristal y la bañadera, un cuadrilátero de
piedra. Ambos elementos están visualmente conectados con el resto del dormitorio.
Los sofás se diseñaron siguiendo las pautas del proyecto: cuerpos flotantes de
madera y almohadones de tela clara que combinan con la envolvente, que utiliza las
mismas tonalidades.
Debido a la inexistencia de particiones verticales que limiten las funciones
domésticas, se escogió una restringida paleta de materiales para unificar el ambiente
de la vivienda.
Los grandes ventanales inclinados recuerdan a las buhardillas de antaño y
proporcionan abundante luz natural. La iluminación artificial consiste en un sistema de
83
focos colocados a discreción por todo el loft. La figura número 36 permite entender de
qué manera han sido resueltos los espacios.
Ejemplo 2. Vivir y trabajar en un loft
El edificio donde se ubica el proyecto es una antigua fábrica de material
eléctrico del barrio de Gracia, en Barcelona. El loft ocupa la última planta de la
construcción, un lugar privilegiado ya que tiene acceso directo y privado a la terraza de
la cubierta.
El cliente se propuso rehabilitar el piso y convertirlo en vivienda y despacho. En
el planteamiento de la reforma resultaba esencial mantener el espacio iluminado,
abierto, que originalmente había cautivado a su propietario. De la misma forma, era
84
Figura Nº 36. Marco Savorelli. Ubicación: Milán, Italia.
Fecha de Construcción: 1999
importante que las estancias más privadas y las de servicio pudieran cerrarse de
forma independiente aunque conservando siempre la continuidad del espacio. Se
proyectaron unas cajas exentas que contienen el programa de servicio (baños, cocina
y armarios), y a cuyo alrededor se generan las diferentes estancias: la sala de estar, el
despacho y las habitaciones. De esta manera, la luz natural invade los espacios
principales de la vivienda y se filtra hasta la zona más interior.
Se han dispuesto unas grandes puertas correderas situadas en los volúmenes,
que permiten el control de la privacidad a voluntad del comitente, y que al mismo
tiempo conforman la superficie del loft como un espacio amplio y continuo.
Pinturas al óleo personalizan con intensidad cada espacio y pueden ser
apreciadas desde la generosa distancia que origina la distribución con iluminación en
conjunto. Una escalera metálica conduce al nivel superior, donde hay una pequeña
habitación destinada a office que tiene acceso a la terraza ajardinada que corona el
edificio.
Se han conservado los muros perimetrales de ladrillo, la estructura metálica
original y el techo abovedado. El nuevo pavimento es de madera oscura y los cuerpos
exentos se hicieron con yeso pintado de blanco.
La textura unidireccional de viguetas y bovedillas del techo contrasta con la
superficie continua y pulida de la madera oscura que se utilizó en el suelo. Las
estancias privadas se pueden incorporar al resto del espacio mediante puertas
corredizas que se colgaron de guías metálicas instaladas en los techos. La figura
número 37 muestra algunas fotografías donde pueden apreciarse los detalles
indicados.
85
Ejemplo 3. Vivienda para una actriz
La remodelación del edificio transformó en uso residencial lo que había sido
antiguamente una fábrica almacén. Dejar intactos los 4.5 metros de altura del proyecto
original perpetuó el carácter industrial del lugar, y dio a la vez una imponente
personalidad a las nuevas viviendas.
Cada planta fue dividida en cuatro espacios de 150 m2. El departamento
descrito a continuación es fruto de haber subdividido en dos uno de ellos. Tiene la
ventaja de ocupar una esquina del edificio, por lo que la obtención de luz natural
queda garantizada.
86
Figura Nº37. Arquitecto: Helena Mateu Pomar. Ubicación: Barcelona, España.
Fecha de Construcción: 1999
La profesión de la propietaria, actriz, condicionó el tipo de espacio buscado.
Así, el departamento tenía que poder ser utilizado tanto para ensayar como para
realizar una performance. Amplitud, luminosidad y versatilidad pasaron a ser los
objetivos prioritarios del proyecto.
La estructura preexistente se mantuvo: los pilares metálicos, el forjado de
bovedillas cerámicas y hasta las grandes ventanas originales. La planta se dividió en
dos zonas: por una parte, y en un único espacio, la cocina, el comedor y la sala de
estar; al otro lado, el dormitorio, el baño y el estudio. La primera, la más pública,
conserva los techos altos y disfruta de gran parte de la entrada de luz. En la segunda,
se ha añadido una planta intermedia que divide en dos el espacio en altura y
proporciona una sensación de intimidad en las estancias más privadas. Justo encima,
un espacio abierto de 1,50 m de altura alberga la biblioteca. Esta planta y el inferior
preexistente quedan conectados gracias a una escalera de madera.
Las paredes y los techos del loft han sido totalmente pintados de blanco, de
manera que no sólo no restan protagonismo a la estructura original, sino que además
la realzan. La nota de color, sin embargo, la encontramos en el suelo de la biblioteca,
sobre el que chocan los rayos de luz y del que rebotan en todas direcciones reflejos
azules. El suelo del departamento está revestido en su totalidad con madera maciza.
El arquitecto consigue un ambiente en el que cierta austeridad de recursos no
ha sido impedimento para lograr una gran riqueza de soluciones; ello prueba que un
presupuesto ajustado no debe ser la excusa de un resultado modesto. El volumen que
contiene el dormitorio, el baño y el estudio utiliza en su interior madera de haya
barnizada al agua. Las estancias se conectan a través de puertas correderas (algunas
de vidrio translúcido. En la figura 38 se aprecian algunas formas en que fueron
resueltas estas cuestiones.
87
Ejemplo 4. Vivienda junto al Támesis
El cliente compró un contenedor de 180 m2 en la quinta planta de un antiguo
almacén ubicado en la orilla del Támesis. El volumen, de forma irregular, estaba
conformado por un sistema de columnas circulares y vigas, una cuadrícula de ventana
y unas oscuras paredes de ladrillo visto.
Kliczkowski afirma que “Para proporcionar un contrapunto a la irregularidad
formal, el proyecto plantea una pared de 23 m de largo que separa la habitación de
invitados, el cuarto de los servicios, la cocina y los baños de la gran sala de estar”.
(2002, p. 132).
88
Figura Nº38. Arquitecto: Fran Fernández. Ubicación: Barcelona, España. Fecha de
Construcción: 1997
Este muro alberga todas las instalaciones y se interrumpe para hacer llegar la luz
de éste a la zona de la entrada. La retícula dibujada por las juntas del pavimento de
piedra refuerza la presencia del muro como geometría principal y organizadora del
espacio. Desde la puerta de entrada al piso, esta pared crea una perspectiva que
dirige la mirada hacia el río.
El final de la pared se convierte en la cabecera de la cama del dormitorio
principal, una habitación que se puede abrir o cerrar a voluntad hacia el gran salón
mediante una puerta corredera de cuatro metros. La división flexible, de cristal, que
separa la ducha del dormitorio puede cambiar su opacidad mediante un sistema
eléctrico y convertirse en transparente. Desde la cama puede contemplarse la Tower
Bridge a través de las ventanas.
“El proyecto se pintó de blanco y se intentó ocultar todas las instalaciones de
calefacción y de luz para proveer un espacio neutro que asimilara respetuosamente
todos los objetos que el cliente quiera colocar” (Kliczkowski, p. 133).
89
Ejemplo 5. Casa Silmu
Esta vivienda está ubicada en la planta baja de una antigua fábrica textil. El
edificio, de ladrillo rojo, fue construido en 1928 en el centro histórico de Helsinki y hace
unos años se rehabilitó para albergar viviendas. La planta baja sirvió originalmente
como oficina de la fábrica y posteriormente se convirtió en un espacio comercial. En
los años ochenta se cubrieron todas las vigas con un falso techo y se pavimentaron de
nuevo los suelos.
Según Kliczkowski “El objetivo del proyecto era redescubrir la antigua estructura
de la fábrica, que carecía de muros portantes, y convertirla en un departamento de
planta libre” (2002, p. 156). Todas las particiones verticales fueron eliminadas y se
derribaron los falsos techos. Se restauraron las vigas de hormigón, se pintaron con
cola teñida algunas partes del techo, y el ladrillo visto, una vez limpio, se rejuntó con
una mezcla de levadura y adhesivo.
Las viguetas de madera usadas en el entrevigado se utilizaron como montantes
para el pavimento de pino barnizado con el que se cubrió el suelo original. La acústica
del suelo fue mejorada gracias a un aislamiento de celulosa; así, además de absorber
la reverberación del sonido se amortigua el ruido que se produce al andar. El
90
Figura Nº39. Arquitecto: Mark Guard. Ubicación:
Londres. Fecha de Construcción: 1998
entarimado de madera no llega a los muros y deja un hueco que alberga las cañerías
de la calefacción.
La vivienda tiene forma de L; en el lado más corto se encuentra el baño y la
cocina, y en el otro - que recorre toda la profundidad del edificio - se ubican la gran
sala de estar y el dormitorio. Una escultura cubierta con contrachapado alberga el
horno y los armarios de la cocina. Las fotografías de la figura número 40 ponen de
relieve todos estos detalles.
Ejemplo 6. Loft a cuatro niveles
El proyecto ocupa los bajos de un edificio en Gracia, un barrio emblemático en
el centro de Barcelona. Toda la construcción fue objeto de una remodelación por parte
del arquitecto Joan Bach, que fue el primero en obtener las primeras plantas para
proyectar una vivienda con despacho incluido.
La particularidad del loft reside en la creación de cuatro niveles diferenciados
que permiten delimitar las cuatro zonas funcionales sin necesidad de levantar paredes.
A excepción de los baños, las estancias están comunicadas, al menos parcialmente,
91
Figura Nº40. Arquitecto: Olli Sarlin y Marja Sopanen. Ubicación: Elsinski, Finlandia. Fecha de Construcción:
1997
con el resto de la vivienda. La planta baja acoge la entrada, una pequeña recepción
del despacho y un toilette. Mediante una plataforma metálica accionada
mecánicamente se accede al dormitorio y al baño, ubicados encima del vestíbulo.
Desde el nivel de acceso, tres peldaños bajan a la sala de estar, que tiene
doble altura, y a un patio de dimensiones reducidas pero que, gracias a los muros
bajos que lo limitan, proporciona abundante luz natural a la vivienda. El doble espacio
de la sala alberga un pequeño altillo donde se ubica el estudio, que tiene vistas al
exterior.
La lógica que ha llevado a distribuir tan eficazmente la casa también ha regido
los criterios de la decoración: la elección de los muebles (algunos de exclusivo diseño
y otros muy económicos), el ajardinamiento exterior (de estilo zen) y la iluminación,
que se ideó para crear ambientes relajados.
Los detalles constructivos [como puede verse en la Figura número 41] se
diseñaron cuidadosamente para ofrecer acabados perfectos y soluciones que
hicieran más confortables la estancia en el loft. Un buen ejemplo de esta
diligencia son las claraboyas, que están dotadas de un mecanismo eléctrico
que permite mover sus cerramientos para aumentar la ventilación del conjunto
(Kliczkowski, p. 184).
92
En este capítulo se han mostrado y analizado ejemplificaciones de
remodelaciones de los lofts y su posterior decoración. Se detallaron las cualidades
estructurales de cada uno, las cuales pudieron apreciarse en todas las imágenes. En
base a esta información, y a la investigación desarrollada a lo largo de todo el trabajo,
en el capítulo siguiente se propone el Proyecto de Creación y Expresión de un loft
minimalista.
93
Figura Nº41. Joan Bach. Ubicación: Barcelona, España.
Fecha de Construcción: 2000
CAPÍTULO 6: DESARROLLO DEL PROYECTO DE CREACIÓN Y EXPRESIÓN
En este capítulo se explicará y demostrará cómo la autora del Proyecto de
Grado ha diseñado el interior de un loft. Con una planta ya existente, y en base a
todas las características analizadas y explicadas en los capítulos anteriores, se diseñó
un loft de estilo minimalista.
La idea de este Proyecto situado en la categoría de Creación y Expresión es el
diseño interior de un loft de la ciudad de Buenos Aires, ubicado en el barrio de
Palermo, en la calles Paraguay y Godoy Cruz, el cual tiene una amplitud de 80m2.
Los propietarios son una pareja joven
de clase media-alta, con un estilo de vida
propio. Cómo se ha observado en el capítulo
uno, según el artículo Los lofts, moda o estilo
de vida (2004), publicado en el diario de
Madrid, Cinco Días, quienes se interesan en
lofts son en general jóvenes profesionales.
94
Figura Nº42. 2008. Planta Baja
Figura Nº43. 2008. Planta Entrepiso
Ella es médica de 25 años y él es economista de 27 años, entendiendo así, el
poco tiempo que pasan en la casa. Es por eso que este tipo de vivienda es la indicada
para la pareja. Un solo espacio dividido en dos plantas, con mucha luz natural y
resoluciones interiores simples. En este caso, no se trata de propietarios que
instalarán un lugar de trabajo en la vivienda, sino de individuos que buscan un hogar
particular y huyen del encorsetamiento del departamento tradicional.
Una de las premisas del proyecto era buscar la manera de lograr un ambiente
funcional y cálido, en el cual los espacios estuvieran determinados cada uno con un rol
específico. Otro aspecto importante de la pareja que ayudó a definir las plantas fue la
ausencia de hijos, lo que ha permitido dividir de manera diferente el espacio y hasta
poder jugar con las combinaciones de los ambientes. La vivienda organiza y distribuye
las distintas zonas través de piezas llenas de identidad, carácter y una dosis extra de
color.
95
Figura Nº44. 2008. Living visto desde los ventanales.
La planta de doble altura permite habilitar un segundo nivel que aloja el dormitorio en
galería en la parte posterior. Ambos pisos se comunican por una escalera volada que
aparece como una escultura dentro del proyecto aportando singularidad gracias a su
aspecto flotante.
El acceso a la vivienda queda oculto gracias al muro divisorio con la cocina,
obteniendo una entrada privada y ordenada con visuales restringidas. Este muro
realiza una división flexible del espacio. Permite separar el acceso de la cocina, pero
se une al salón de estar, como también lo hace cocina, conservando la continuidad del
espacio.
De vuelta a la zona común de la vivienda, administra el espacio central el living
comedor, alrededor del cual se ubica la zona de la cocina y recreación que está
ubicada debajo del entrepiso como resguardándose al no tener muros divisorios.
Comedor, cocina y living forman parte del mismo ambiente sin paredes divisorias.
Como indica Cobo (2008) “… se une la cocina y el cuarto de estar en una sola
estancia”. Si se pretende cocinar y al mismo tiempo charlar con otros huéspedes,
entonces no es necesaria una división entre la cocina y el comedor. En palabras de
Tanqueray (1999): “El loft nos proporcionó una planta diáfana precisamente en el
momento en el que nos empezábamos a percatar de que el concepto de comedor
empezaba a estar en desuso”. Lo que se busca es sumar espacios, creando un
ambiente acogedor y organizado al mismo tiempo.
La planta baja también cuenta con un baño de visitas, el toilette, el cual
resuelve de manera inteligente la privacidad de la vivienda logrando que los invitados
no tengan que subir al entrepiso para hacer uso del baño.
96
En el segundo nivel se encuentra el dormitorio, que se abre al resto de la
vivienda a través de una baranda metálica que marca su límite. El mobiliario es
funcional y limitado a lo puramente necesario pero no cae en lo tradicional y/o
monótono. Como se ha visto anteriormente, la austeridad en el diseño y en la cantidad
de muebles es básica en la decoración minimalista. En palabras de Bueno, y según lo
visto en el capítulo cuatro:
En nuestros interiores, el ‘menos es más’ de Mies van der Rohe deriva en
ambientes que encuentran su plenitud en la simplicidad geométrica, en la
austeridad de vacío, en la capacidad emotiva del color y en la fuerza vital del
presente. Se sustituye la ornamentación del espacio doméstico por una
búsqueda del máximo control sobre sus cualidades espaciales” (2002, p. 95).
En el primer nivel, la parte central del loft cuenta con un sofá de dos cuerpos en
blanco y negro y a los costados, dos sillones sin respaldo en color blanco. En el centro
97
Figura Nº45. 2008. Living.
se ubica una mesa baja de aluminio, que combina a la perfección con todo el ambiente
de planta baja. En la pared se han amurado estantes de roble ubicando la televisión,
por un lado, y un escritorio por el otro. Se trata de un mueble multifuncional
característico de los lofts. En lugar de colocar una mesada para la televisión y un
escritorio, el estante de roble cumple con las dos funciones. La iluminación es un
artefacto de 4 bolas de cristal centrada para obtener una prolija distribución de la luz
artificial. Las pocas piezas encargadas de equipar la vivienda se destacan por su
diseño diferente.
La fuente de luz natural proviene de la gran ventana situada justo en frente de
la cocina. Gracias a sus dimensiones, aporta gran cantidad de luz a la vivienda
durante todo el día, siendo sólo necesaria la luz artificial al anochecer. Como se ha
observado en el capítulo uno y en palabras Kliczkowski (2001): “Los edificios
industriales gozan a menudo de grandes ventanales que permiten una ventilación
eficaz y proporcionan abundante luz natural, razón por la que la mayoría de los
clientes prefieren conservarlas”. Ello contribuye a que la distribución de luminarias a lo
largo del espacio responda más a necesidades puntuales que a motivos ambientales.
98
Figura Nº46. 2008. Cocina
El espacio de la cocina está elegantemente decorado en blancos y negros, los
que combinan con los muebles del living, puesto que como se ha sostenido en
anteriores capítulos el diseño del interior debe ser un todo coherente, una unidad.
Todos los elementos deben combinar priorizando el todo sobre las partes.
Volviendo a la cocina, la misma se distribuye en forma de L, donde el elemento
central es la mesa revestida en madera negra con sillas plásticas blancas, sector
iluminado por tres lámparas de aluminio. El límite entre la cocina y el living lo genera
una barra revestida también en madera negra donde se aloja la pileta de lavar. Sobre
la pared medianera se ubica la cocina y por encima de ella, estantes de guardado de
laca mate blanca.
El piso, de cemento alisado, brinda al espacio una sensación de frescura
manteniendo el ambiente con buena temperatura durante todo el año y más en verano
que es cuando se más se disfruta.
En este loft, nada es excesivo, por lo que podría decirse que estos interiores
siguen las máximas del Minimalismo con pinceladas de sofisticación, tales como
mobiliario de líneas rectas, colores neutros (blanco, negro y gris) con algunos detalles
de color proporcionados por el marrón rojizo de la madera y materiales como soldado
de cemento alisado, acero inoxidable y aluminio. Este tipo de materiales industriales
son según Jorge Abad (s. d.) característicos tanto de los lofts (pues, como se ha visto,
devienen de antiguos complejos fabriles) como de la decoración que sigue los criterios
del Minimalismo.
Las paredes blancas y lisas combinan con el piso gris de cemento alisado.
Como se ha observado en el ejemplo de vivienda para una artista en el capítulo
99
anterior, el blanco en las paredes no sólo no resta protagonismo a la estructura
original, sino que además la realza.
El loft queda limitado por una fachada con un gran ventanal que da acceso a
una terraza exterior. Dicha terraza está conformada por un deck de madera que
mantiene la misma idea de diseño que en el interior: materiales nobles y sencillos.
Este espacio da al pulmón de manzana y es muy utilizado. Acompañado de plantas,
suma a una atmosfera más llamativa y saludable.
La habitación se destaca por su sencillez y la pureza de formas, lo que
potencia la difusa iluminación. El elemento novedoso es el armario, el cual no cuenta
con puertas, abriéndose hacia el dormitorio y realizado en madera wengué. El resto
del espacio se decora con escasos muebles en maderas oscuras. Las mesas de
noche son bajas y de líneas simples.
La doble altura proporciona amplitud y dinamismo, creando un mundo
renovado, otorgando al usuario la calidad que se merece. El espacio, transparente y
100
Figura Nº47. 2008. Habitación.
flexible, presenta todos los requisitos para ser definido como loft: amplitud,
luminosidad y versatilidad, descritos en el capítulo uno según los autores Tanqueray,
Fielding Banks (1999) y Kliczkowski (2001), entre otros. Se trata de un lugar que
puede adaptarse a diferentes funciones, práctico como vivienda íntima y para recibir
invitados.
El baño cuenta con dos estantes abiertos en donde se ubican las toallas, los
accesorios y la bacha. Arriba se despliega en todo el ancho de la pared un espejo que
ayuda agrandar aún más el espacio. Los artefactos sanitarios son de primera calidad y
la ducha, de múltiples funciones, está separada por una mampara de vidrio
transparente.
En esta pequeña gran área se encierran las esencias del loft urbano
minimalista - simplicidad, excelente diseño, pureza de los materiales y muebles multi-
funcionales - que de algún modo constituyen la forma más emblemática que adquiere
101
Figura Nº48. 2008. Baño
el interiorismo hoy en día. Se trata de un espacio con distribución amplia e
interconectada, con capacidad de transformación inmediata.
En síntesis, este loft conforma un ambiente donde no falta ni sobre nada,
donde todos los elementos hacen a la comodidad y a la utilidad y, en algunos casos,
son multi-funcionales.
CONCLUSIONES
102
Los ambientes lofts y el estilo minimalista aparecieron casi simultáneamente en
la historia de la arquitectura y la decoración de interior. Por influencia especialmente
del Funcionalismo (según el cual la forma sigue a la función), pudieron confluir en una
síntesis llamada: “El Loft Minimalista” que abrió un amplio campo de posibilidades para
mejorar la calidad de vida de la población desde el punto de vista habitacional.
En un contexto como el actual hay que tratar que el diseño pueda desarrollarse
con normalidad y libertad. Muchas veces recae en la repetición de estilos establecidos.
Pero una observación basada en cuán diferente es cada individuo respecto de otro
permite ver que las personas son libres e independientes para generar el interior lo
más acorde a su personalidad, por lo cual no es necesario, ni es deber, seguir los
lineamientos de sociedad.
El loft logra que el espacio mismo pueda ser un medio de expresión personal,
es como un lienzo blanco en el que se puede crear con plena libertad el hogar que se
desee. Permite que el espacio mismo pueda ser un medio de expresión individual
donde el diseñador de interiores tiene un importante papel: debe entender a su
comitente y generarle el ámbito apropiado para que el lugar sea el reflejo del
propietario.
Surge como una tipología novedosa con vivencias espaciales muy diferentes a
las que se acostumbra ver. Adaptándose a la tecnología del momento y con un
lenguaje muy particular, el loft como vivienda se convierte en un lugar de transición
entre lo público y lo privado.
Se presenta así como un espacio único con total libertad para organizar la
vivienda según la forma de vida, y que permite crear ambientes determinados de
103
acuerdo a la actividad a desarrollar. Se lo puede calificar como un ambiente
multifuncional, flexible y despojado.
Genera constantemente ambientes nuevos y dinámicos, permitiendo disfrutar
sensaciones flamantes de apertura, integración y luminosidad. Por tanto, los
preconceptos sobre diseño y planificación espacial son irrelevantes, ya que cada
ocupante resolverá el interior a su parecer sin necesidad de ajustarse a una estructura
tradicional.
Vivir en loft representa dejar de lado los interiores convencionales, con sus
separaciones y divisiones, para habitar un ambiente versátil y menos formal. El
principal reto de estos espacios es mantener una intrínseca cualidad de apertura
mientras que se adecuan zonas de privacidad y soledad.
El Proyecto de Creación y Expresión desarrolla un espacio original, dejando a
la vista referencias pasadas de estructura y materialidad. Logra el desafío de mantener
la apertura con zonas de privacidad, a partir de divisiones flexibles como el muro del
acceso o la barra revestida en madera de la cocina.
El espacio ha sido diseñado en base a las cualidades formales del
Minimalismo. A criterio de la autora, y en función de la investigación realizada, en un
loft se pretende generar efectos ópticos de gran espacialidad, lo cual se logra a partir
del monoambiente y gracias a la reducción de elementos que promueve el
Minimalismo. Es decir, a partir de esta tendencia, se estudia el espacio, buscando no
llenarlo y rebalsarlo, sino todo lo contrario. Se colocan únicamente aquellos elementos,
colores y muebles que son esenciales, lo que contribuye a incrementar la sensación
de espacialidad.
104
Por otro lado, los lofts provienen de antiguos complejos fabriles y suelen dejar
las instalaciones y la estructura a la vista, conservando el espíritu industrial, lo cual se
condice con los materiales que utiliza el Minimalismo: cemento alisado, vidrio, acero,
entre otros, típicos de las antiguas fábricas del siglo XX.
Es así como se ha decidido diseñar el espacio bajo los criterios de esta
corriente, pues ambos (loft y Minimalismo) combinan a la perfección y tienen
cualidades formales similares. Las mencionadas anteriormente, y muchas otras, tales
como economía de lenguaje y medios, uso literal de los materiales, austeridad con
ausencia de ornamentos, geometría elemental, orden y sencillez.
Se ha considerado la estética del espacio al comienzo del proyecto, sabiendo
exactamente cómo se deseaba ver el ambiente final, lo cual ha proveído una
referencia a la hora de elegir los materiales y la forma de dividir e iluminar el espacio.
En este contexto, la estética del ambiente es vista por la autora como una parte
integral del proyecto, una actitud o expresión del diseño interior, y no como no una
decoración espontánea adherida al final.
Luego de tomada la decisión de diseñar el loft en base a los criterios
estéticos del Minimalismo, se han posicionado los sectores mediante una secuencia
lógica de interconexiones de zonas, de acuerdo con la frecuencia de uso. Se ha
observado la manera en que la luz natural afecta diferentes partes del espacio como
punto de partida para organizar el ambiente.
Por otro lado, de acuerdo al análisis y las investigaciones realizadas, puede
inferirse qué grado de aceptación tiene este proyecto en la sociedad. Debido a nuestro
estilo de vida, no se acepta que una familia con hijos viva en un ambiente único. La
105
sociedad está acostumbrada a que cada integrante de la familia tenga su espacio
privado.
Utilizar el loft como vivienda implica un cambio en las costumbres argentinas.
No sólo por el hecho de compartir todos los integrantes de la familia un mismo
espacio, sino también por el respeto y la comprensión del alcance de los límites del
otro, para así saber dónde comienzan los propios. Por ello, el mercado comprador
todavía se encuentra limitado a individuos solos o parejas, generalmente de
personalidad creativa.
Sin embargo, loft – en tanto espacio - y el Minimalismo – en tanto tendencia -
comienzan a cambiar las formas de habitar. Hoy en día, se utilizan muebles mutti-
funcionales; los edificios convencionales se han dejado de construir con el comedor
separado del living en forma de L, como era habitual; se tiran tabiques para ganar
espacio y luz, y los materiales industriales se están convirtiendo en elementos
domésticos imprescindibles.
Poco a poco, la vivienda tradicional va cambiando y adosándose a los
principios estéticos que rigen al loft y la corriente minimalista, eliminando de los
hogares todo aquello que no es esencial para, en consecuencia, ganar espacio y
luminosidad. En base a esto, el Proyecto de Expresión y Creación resulta sumamente
interesante, puesto que elige dos temáticas que influyen en la transformación que está
sufriendo la vivienda del siglo XXI.
¿Qué otras modificaciones se introducirán? Probablemente muchas otras. Se
puede suponer que se irá imponiendo este estilo de vida y los hogares convencionales
tomarán cada vez más elementos del mismo. Esta forma de habitar los espacios
intenta establecerse, generando un importante efecto en el diseño residencial.
106
Es así como el Proyecto de Creación y Expresión se ha centrado en las
cualidades que hacen al loft y al Minimalismo. Se ha diseñado el interior de dicho
espacio teniendo sumo cuidado en la elección de los muebles, texturas, colores y
materiales, buscando que todos los elementos fueran coherentes entre sí,
conformando una unidad conceptual y formal indisoluble.
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