efectos sociales de la crisis financiera global en...
TRANSCRIPT
Efectos sociales de lacrisis financiera global en América Latina y el Caribe
Flacso Secretaría General
Francisco Rojas Aravena Secretario General.
Juany Guzmán León Coordinadora Académica Regional
Josette Altmann BorbónCoordinadora de Cooperación Internacional
Coordinadores de Informe:Josette Altmann BorbónFrancisco Rojas Aravena
Asistentes de investigación:Andrea Álvarez
Diseño, diagramación y producción:Perspectiva Digital S.A.
2009, FLACSO. Josette Altmann BorbónFrancisco Rojas Aravena
Las opiniones que se presentan en este trabajo, así como los análisis e interpretaciones que en él se contienen, son de responsabilidad exclusiva de sus autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de FLACSO ni de las instituciones a las cuales se encuentran vinculados. Esta publicación es uno de los resultados de las actividades desarrolladas, en el ámbito de la investigación y la difusión, por FLACSO-Secretaría General.
Este documento fue elaborado por la Secretaría General de Flacso como parte del programa de Gobernabilidad y Convivencia Democrática en América Latina y el Caribe apoyado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe
La crisis financiera global ha generado altos niveles de incertidumbre en todo el planeta. Esta sensación caracteriza los procesos que buscan resolver la crisis. Los diferentes actores toman sus decisiones en un contexto de la más alta indeterminación sobre los resultados. La perplejidad parecería ser un elemento central en la cotidianidad de los actores políticos, económicos, sociales y culturales. La incertidumbre ha incidido en pérdidas de confianza sobre las normas y reglas que regulan los mercados; sobre los controles de los procesos y las operaciones financieras, económicas y las de carácter político; sobre la capacidad de los Estados para encausar dichos procesos. Los consumidores pierden confianza en el mercado. Los ciudadanos reducen su confianza en los líderes y en los sistemas políticos para garantizar una situación de “normalidad”.
La estabilidad democrática se ve afectada de manera directa tanto en sus aspectos políticos, sociales culturales y económicos. La cohesión social se resiente y se incrementa la polarización. Los impactos sociales de la crisis son profundos y se mantendrán en el tiempo, más allá de lo que dure el ciclo económico y financiero de la recuperación. Las consecuencias de esto se manifiestan sobre la gobernabilidad y la convivencia democrática. Los déficit en las capacidades de gobernabilidad se podrían manifestar en crisis recurrentes de la estabilidad política, económica y sociales de las sociedades latinoamericanas y caribeñas.
La incertidumbre unida a la caída de la confianza incide directamente en la legitimidad de los diferentes actores en los sistemas democráticos. Las oportunidades para lograr una ciudadanía efectiva se reducen y crece la desafección. En este contexto la capacidad de los gobiernos para asegurar los mínimos sociales se limita. De allí que se requieran formas innovadoras para construir los consensos que permitan desarrollar políticas sociales más eficientes y efectivas en el contexto generado por la crisis financiera. De igual forma, impulsar políticas que fortalezcan las capacidades de gobernabilidad democrática, es decir mejorar las capacidades del Estado para responder a las demandas urgentes y complejas que emergen de la sociedad, posee una importancia vital. Alcanzar este logro permitirá en un contexto renovado obtener una creciente legitimidad y estabilidad del sistema político y superar las tensiones generadas por la crisis.
El análisis de los impactos sociales de la crisis financiera constituye un primer paso para poder definir políticas de mitigación y luego de superación de los problemas que está generando. Desde allí encontrar mecanismos que resuelvan las fracturas generadas en la cohesión social para mantener y fortalecer la convivencia democrática.
En este trabajo nos hemos concentrado en aquellos efectos sociales de la crisis financiera mundial relacionados con el incremento de la pobreza e indigencia, el aumento en las tasas de desempleo, una disminución en el envío de remesas, un
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO4 2
aumento de la desigualdad, el incremento de la violencia y de la inseguridad1. También los impactos sobre los sistemas políticos, su tensionamiento y polarización comienzan a expresarse2. Todo lo cual pone a prueba la fortaleza de las democracias latinoamericanas por el debilitamiento de la gobernabilidad y deterioro de la convivencia democrática en nuestros países3. La actual crisis financiera internacional surgió en un contexto de varias crisis o problemas de carácter global que complican aún más el panorama mundial presente y afectan de manera directa a la región de América Latina y Caribe. Otros desequilibrios globales como la crisis alimentaria, la crisis energética y el cambio climático, y pandemias como el virus AH1N1, están estrechamente ligados entre sí y comparten vínculos cuyas consecuencias sufren con mayor fuerza los estamentos más frágiles y vulnerables de todas las sociedades. En América Latina y el Caribe esas vulnerabilidades se explican principalmente por los altos niveles de desigualdad; pobreza e indigencia; inadecuado acceso a servicios de salud y educación de calidad; menores oportunidades laborales y persistentes sentimientos de discriminación, los que afectan particularmente a determinados grupos tales como pueblos originarios, mujeres, jóvenes y personas de tercera edad. En síntesis, grupos excluidos socialmente, exclusión que a su vez, se manifiesta en una inadecuada participación y representación política. A dicha exclusión “objetiva” cabe agregar una exclusión “subjetiva”, es decir, estos grupos poseen un bajo sentido de pertenencia en sus países. Todo lo anterior atenta contra la convivencia democrática, la gobernabilidad y el Estado de Derecho. La crisis económica está agravando esta problemática4. Por otro lado, están los otros desequilibrios globales como el cambio climático. El cambio climático es un problema del que se empezó a tomar conciencia hace ya algunos años. Ya en 1992 se celebró la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio climático. Desde ese momento se estableció que existía una preocupación “porque las actividades humanas han ido aumentando sustancialmente las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, y porque ese aumento intensifica el efecto invernadero natural, lo cual dará como resultado, en promedio, un calentamiento
1 Este trabajo es parte de una serie de documentos producidos por el proyecto sobre Gobernabilidad y Convivencia democrática desarrollado por FLACSO con el apoyo de la AECID. 2 Rojas Aravena, Francisco. “Siete efectos políticos de la crisis internacional en América Latina”. En: Nueva
Sociedad (en prensa). Buenos Aires, Argentina, 2009. 3 Altmann, Josette y Rojas Aravena, Francisco. “El desafío de la Unión Europea‐América Latina y el Caribe: transformar la crisis global en oportunidad para la cooperación” (en prensa). FLACSO, 2009. p. 4. 4 Altmann, Josette. Edit. Integración y cohesión social: Análisis desde América Latina e Iberoamérica (En prensa), 2009. p. 8; y Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Panorama social de
América Latina 2008. p. 83. En: www.eclac.org
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe FLACSO 5 3
adicional de la superficie y la atmósfera de la Tierra y puede afectar adversamente a los ecosistemas naturales y a la humanidad."5 Este problema es grave y trasciende a los cambios bruscos de temperatura, al aumento del nivel del mar y al aumento de los desastres naturales. Este ha sido uno de los factores principales de las crisis energética y alimentaria. Ya en la Cumbre sobre Cambio Climático del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) en San Pedro Sula (2008) se estableció que “existe un vínculo indisoluble entre el cambio climático, la prevención de desastres, la lucha contra la desertificación y la sequía, la generación y consumo de energía, la gestión integrada del recurso hídrico, el cambio de uso de suelo, el ambiente, la salud, la seguridad alimentaria y nutricional, los bienes y servicios ambientales, la educación y la paz social”6. En la XVIII Cumbre Iberoamericana (2008) también se abordó esta problemática y se estableció la necesidad de “incrementar acciones dirigidas a la educación ambiental para fomentar el respeto y cuidado de nuestro entorno, promoviendo la participación de la juventud como actor estratégico de la gestión ambiental y en el desarrollo sostenible, mediante programas que promuevan la recuperación y conservación del medioambiente, la reducción del riesgo ante los desastres, el uso eficiente de la energía, la conservación y uso sostenible de la biodiversidad y los recursos naturales para enfrentar los desafíos que plantea el cambio climático”7.
En diciembre de 2009 año se celebrará en Copenhague una Cumbre internacional sobre cambio climático. En esta se reunirán ministros y funcionarios de 189 países, entre otras cosas, para llegar a un acuerdo que sirva como sucesor del Protocolo de Kyoto, el cual expira en 2012. Uno de los principales objetivos es obtener un acuerdo que combine el respeto por el medio ambiente, la calidad de vida y la seguridad del abastecimiento energético a largo plazo. La agenda de la Cumbre plantea analizar temas como la reducción sustancial de los gases de efecto invernadero, el empleo de tecnologías limpias, la financiación de actividades para la protección del clima, la estrategia para evitar que la temperatura de la atmósfera aumente más de la que existía en tiempos pre‐industriales y la adaptación a los efectos del cambio climático.
La crisis energética surge principalmente por el aumento en el precio de los combustibles y por la menor disponibilidad de estos recursos. El aumento del precio de la energía ha tenido una incidencia importante en el alza del precio de los alimentos porque ha incrementado los costos de producción y comercialización de los alimentos
5 Naciones Unidas, Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. New York, Estados Unidos. 9 de mayo de 1992. 6 Sistema de Integración Centroamericana (SICA) Cumbre sobre cambio climático y medio ambiente. San Pedro Sula, Honduras. 28 de mayo de 2008. 7 XVIII Cumbre Iberoamericana. Declaración de San Salvador. San Salvador. El Salvador. 29 al 31 de octubre de 2008.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO6 4
(fertilizantes y transportes).8 También ha estimulado la búsqueda de energías alternativas. Esta intensificación en la búsqueda y producción de nuevas fuentes de energía más amigables con el ambiente, así como el “boom” de los biocombustibles no están exentos de crítica por temas como el mal uso de los suelos y el uso de alimentos (en especial el maíz) utilizados para la producción de estos nuevos combustibles. Al igual que con los biocombustibles y los problemas ocasionados por el cambio climático ‐como puede ser la escasez de agua por mencionar uno‐ la crisis alimentaria es producto de luchas por la tierra, la disminución de la inversión en agricultura, el estancamiento en la productividad agrícola y de una mayor demanda de alimentos por el crecimiento demográfico y también por el crecimiento económico y un mayor consumo de los países más poblados del planeta9. Otros factores que pueden estar incidiendo son la apertura comercial y su énfasis en la agricultura de exportación en competencia con la agricultura para abastecer el mercado interno, así como el énfasis en la exportación de productos no tradicionales y el abandono de cultivos básicos en la dieta tradicional10. Los anteriores factores llevan a la conclusión de que la crisis no es de disponibilidad de alimentos, sino de carestía.11 A pesar de que América Latina y el Caribe es, en su conjunto, una gran zona productora y exportadora de alimentos, una proporción importante de la población se vio afectada por el encarecimiento de los principales productos agrícolas (trigo, maíz, arroz, soja, etc)12. Los precios internacionales de los alimentos aumentaron en promedio un 138% entre 2000 y 2008. Las mayores escaladas se verificaron entre 2006 y 2007, bienio en que los precios crecieron un 23,8% y entre 2007 y junio del 2008, período en que hubo un incremento del 40%. A mediados de 2008 los precios comenzaron a disminuir, aun cuando han permanecido en niveles superiores a los de 2006 y parece poco probable que los precios retornen a los niveles de periodos anteriores13. En este ámbito la comunidad internacional aboga por la soberanía alimentaria en la Declaración de la sociedad civil sobre la emergencia alimentaria mundial se estableció que “La respuesta a la crisis de alimentos actual (…) sólo es posible [superarla] mediante un cambio de paradigma hacia la soberanía alimentaria integral. (….) [La Soberanía alimentaria] se centra en la comida para los pueblos; valora a los proveedores de alimentos; localiza los sistemas de alimentos; asegura el control comunitario y colectivo
8 CEPAL, Panorama social de América Latina 2008, p. 55.
9 Evans, Alex. The feeding of the nine billion. Global food security for the 21
st century. Chatham House
Report, London, 2009. pp. 7‐8. 10 Díaz, Efraín. “Seguridad y crisis alimentaria”. En: Revista Centroamericana de Economía. II Época, año
14, No. 72. Julio/2008‐Marzo/2009, p. 53. 11 García, Juan Carlos. “El impacto de la crisis de los alimentos en América Latina y el Caribe.” En: ARI
152/2008‐24/11/2008, Real Instituto Elcano, p. 1. 12 Díaz, “Seguridad y crisis alimentaria”, p. 53.
13 CEPAL, Panorama social de América Latina 2008, p. 54.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe FLACSO 7 5
de la tierra, el agua y la diversidad genética; honra y construye conocimiento y habilidades a nivel local; y trabaja con la naturaleza”14. El desarrollar las capacidades nacionales en esta materia es un tema de prioridad que requiere de consensos y políticas públicas específicas. En la Declaración de la Cumbre Alimentaria del SICA (2008) se estableció que los Estados tienen la obligación de respetar, proteger y garantizar el derecho universal a la alimentación y que en la “justa lucha para ejercer la Soberanía y la Seguridad Alimentaria, debe eliminarse cualquier tipo de imposición, y/o especulación, y debe protegerse, tanto a las y los productores de alimentos, como a las y los consumidores”15. En la Reunión Regional de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe que tuvo lugar en la sede de la Secretaría Permanente del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) (2008) se destacó que el alza de los precios de los productos agrícolas más importantes tiene repercusiones negativas para los países exportadores de alimentos, así como para los importadores de alimentos. También enfatizaron que además de buscar que los alimentos sean accesibles para la población, también se deben crear medidas de estímulo directo a los productores agropecuarios directos, dentro de los cuales debería incluirse el establecimiento o perfeccionamiento de sistemas de seguro a la producción agrícola16. En la Conferencia de Alto Nivel sobre la Seguridad Alimentaria: los desafíos del cambio climático y de la bioenergía (2008) participaron 181 países. Allí se estableció que los alimentos no deberían ser empleados como un instrumento de presión política ni económica. Concluyeron que se deben crear políticas de corto plazo para ayudar a los más necesitados, pero que tampoco se pueden dejar de lado las políticas de mediano y largo plazo (mayor inversión en agricultura e investigación agropecuaria) para atacar las causas estructurales del problema. No se oponen al empleo de biocombustibles, siempre y cuando éstos respeten los pilares del desarrollo humano sustentable y no sean prioridad sobre la seguridad alimentaria (se debe evitar la competencia entre energía y alimentos)17. Otro desequilibrio global, aunque más reciente, es el de la pandemia de AH1N1 de 2009. En la actualidad las posibilidades de propagación de un virus de esta índole son mucho mayores que a inicios del siglo XX. Cualquier epidemia se puede extender más allá de su lugar de origen por la creciente interconexión entre las poblaciones y por el gran
14 Comité Internacional de Planificación para la soberanía alimentaria (CIP). Declaración de la sociedad
civil sobre la emergencia alimentaria mundial. 23 de mayo de 2008. 15 SICA, Cumbre Alimentaria. Managua, Nicaragua. 7 de mayo de 2008.
16 Reunión Regional de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe. Caracas,
Venezuela. 30 de mayo de 2008. 17 Naciones Unidas, Conferencia de Alto Nivel sobre la seguridad alimentaria: los desafíos del cambio
climático y de la bioenergía. Roma, Italia. 3 al 5 de junio de 2008.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO8 6
desarrollo científico‐tecnológico y de transportes operado en el último siglo. El transporte aéreo acelera la dispersión del virus, y a su vez, imposibilita impedir su transmisión a nuevas latitudes. Pero los avances producto de la globalización también posibilitaron que los hechos en México y los nuevos hallazgos sobre la enfermedad pudieran ser difundidos por todo el mundo con rapidez. Las acciones de la OMS y el desarrollo de las telecomunicaciones favorecieron que el sistema internacional de salud estuviera mejor preparado para hacer frente a esta amenaza18. Como la pandemia ocurrió en un escenario de crisis financiera global vino a ejercer mayor presión sobre las economías y sistemas de salud. Los Estados tuvieron que incurrir en varios gastos para hacerle frente (realización de exámenes, notificación de casos confirmados, atención a todos los pacientes, suministro de medicamentos, estudio de todos los casos sospechosos). De agravarse la tasa de contagio de la pandemia los sistemas de salud podrían ser rebasados, se ejercerían grandes presiones sobre las economías y podría alterarse el orden social19. El peso de la crisis financiera no puede entenderse si no se tiene claro el contexto anterior. Los efectos simultáneos de todos estos problemas han aumentado la vulnerabilidad de la región no sólo desde el punto de vista económico, también desde el punto de vista social y político.
La crisis se traslada a Latinoamérica La crisis se originó en Estados Unidos, específicamente en el sector financiero con el colapso del mercado de hipotecas desde el 2007, extendiéndose luego a otros sectores como la banca de inversiones en el 2008, afectando finalmente a la economía real, con la consecuente reducción del consumo, la inversión y el desplome de las expectativas de crecimiento y de la confianza de los consumidores20. A pesar de que el origen de la crisis es externo a nuestra región, esto no nos ha mantenido inmunes a sus efectos. La crisis se ha “trasladado” a América Latina y el Caribe (ALC) principalmente por la caída en los precios de sus materias primas y su consecuente impacto en el total de las exportaciones, las dificultades de acceso al crédito y la interrupción en los flujos de capital.21 Los efectos se manifiestan en todos los países de la región, pero de manera desigual. México, Centroamérica y el Caribe probablemente son los más afectados porque mantienen vínculos más estrechos con Estados Unidos. Por un lado, el peso de EE. UU
18 Córdova, José Ángel y Hernández, Mauricio. “La epidemia de influenza humana AH1N1 en México:
acciones y lecciones”. En: Foreign Affairs Latinoamérica. Vol. 9. No. 3. 2009. p. 68. 19 Córdova y Hernández, “La epidemia de influenza humana”, p. 62.
20 CEPAL, Panorama social de América Latina 2008, p. 5.
21 Altmann y Rojas Aravena, “El desafío de la Unión Europea‐América Latina”, p. 2 y CEPAL. Panorama
social de América Latina 2008. pp. 5‐6.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe FLACSO 9 7
como socio comercial es considerable, y por otro, estos países tienden a expulsar más migrantes hacia dicho país y habrá un impacto negativo en el envío de remesas. Los países sudamericanos tienen que enfrentar obstáculos diferentes. Pese a que estos países son más independientes de Estados Unidos y tienen una mayor diversidad de vínculos económicos y comerciales, estos se verán afectados por la disminución en el volumen y los precios de sus principales productos de exportación y en la disminución de la actividad económica global. En todos los países, las dificultades económicas tendrán un impacto político‐social potencialmente grave. Además, los problemas ya existentes de gobernabilidad, convivencia, violencia y erosión de los sistemas democráticos nos hacen más vulnerables a los efectos de la crisis. A pesar de ello, no todo es negativo. En la actualidad la región se encuentra mucho más preparada para enfrentar esta crisis que en cualquier otro momento de su historia. En el sexenio 2002‐2007 los países de América Latina y el Caribe tuvieron los mejores resultados en materia de crecimiento económico de los últimos 40 años, así como en los principales indicadores de desarrollo social. El número de personas en pobreza disminuyó en casi 10 puntos porcentuales y la pobreza extrema en 7 puntos porcentuales22. Otros rasgos actuales de las economías latinoamericanas, como su menor vulnerabilidad externa, una fortalecida solvencia fiscal y los elevados niveles de reservas posibilitarán la aplicación de políticas anti‐cíclicas destinadas a mitigar el efecto del entorno externo en el desempeño de la región23. Efectos sociales de la crisis financiera mundial 1. Aumento en las tasas de desempleo y deterioro en la calidad del empleo
El desempleo es uno de los indicadores sociales más afectados por la crisis financiera. De momento sólo hay datos preliminares por lo que todavía no hay certeza sobre la dimensión real del problema. Aun así, sí se puede afirmar que han aumentado, y seguirán aumentando, las tasas de desempleo. Lo importante es que dicho aumento se produce luego de cinco años de disminución en las tasas de desempleo, hecho que puede ayudar a atenuar el impacto de este fenómeno, pero que indudablemente producirá efectos en lo social y político.
22 Bárcena, Alicia. “La pobreza y la desigualdad en América Latina y el Caribe”. La Jornada, 20 de diciembre
de 2008. Disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2008/12/20/index.php?section=opinion&article=016a1pol 23 CEPAL, Panorama social de América Latina 2008, p. 45.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO10 8
Gráfico 1
Porcentajes de desempleo, 2000‐2008
Fuente: ILO, Global Unemployment Trends, 2009 (may update). En: www.ilo.org
Desde el 2003 no había retrocesos en este indicador en la región. Entre el 2004 y el 2008 el desempleo disminuyó del 11,0% al 7,4%. En cambio, para el 2009 se proyecta un aumento de la tasa de desocupación de más de un punto porcentual, que llevaría la tasa de desempleo a alrededor del 9%, lo que significaría que cerca de tres millones más de personas quedarán sin empleo24. La estimación de CEPAL es que habrá entre 17,2 y 18,1 millones de desocupados en la región25. De igual manera, según estimaciones de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), el desempleo podría estar entre un 8,1% y 9,2%, es decir, entre 22,6 y 25,7 millones de personas desempleadas en América Latina26.
24 CEPAL. Estudio económico para América Latina y el Caribe 2008‐2009. p. 13. En: www.eclac.org
25 CEPAL. Panorama social de América Latina 2008. p. 4.
26 Organización Internacional del Trabajo (OIT). Unemployment trends 2009 (may update). p. 15.
En: www.ilo.org
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe FLACSO 11 9
Cuadro 1 América Latina: Desempleo Urbano, 2000‐2008.
(Tasas medias anuales)
País 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 m)
Argentina a) 15,1 17,4 19,7 17,3 13,6 11,6 10,2 8,5 8,1 n)
Bolivia b) 7,5 8,5 8,7 ‐‐‐ 6,2 8,2 8,0 ‐‐‐ ‐‐‐
Brasil c) 7,1 6,2 11,7 12,3 11,5 9,8 10,0 9,3 8,0
Chile d) 9,7 9,9 9,8 9,5 10,0 9,2 7,8 7,1 7,9 n)
Colombia e) 17,3 18,2 17,6 16,6 15,3 13,9 12,9 11,4 11,6
Costa Rica f) 5,2 5,8 6,8 6,7 6,7 6,9 6,0 4,8 4,8 o)
Cuba d) 5,4 4,1 3,3 2,3 1,9 1,9 1,9 1,8 ‐‐‐
Ecuador g) 9,0 10,9 9,2 11,5 9,7 8,5 8,1 7,3 6,8 p)
El Salvador f) 6,7 7,0 6,2 6,2 6,5 7,3 5,7 5,8 q) ‐‐‐ Guatemala f) 2,9 ‐‐‐ 5,1 5,2 4,4 ‐‐‐ ‐‐‐ ‐‐‐ ‐‐‐
Honduras f) ‐‐‐ 5,5 5,9 7,4 8,0 6,1 4,6 3,9 ‐‐‐
México h) 3,4 3,6 3,9 4,6 5,3 4,7 4,6 4,8 4,9
Nicaragua i) 7,8 11,3 12,2 10,2 8,6 7,0 7,0 6,9 ‐‐‐
Panamá j) 15,3 17,0 16,5 15,9 14,1 12,1 10,4 7,8 6,5 r)
Paraguay f) 10,0 10,8 14,7 11,2 10,0 7,6 8,9 7,2 ‐‐‐
Perú k) 7,8 9,2 9,4 9,4 9,4 9,6 8,5 8,5 8,6 n)
Rep.Dominic. l) 13,9 15,6 16,1 16,7 18,4 17,9 16,2 15,6 14,0 s)
Uruguay f) 13,6 15,3 17,0 16,9 13,1 12,2 11,4 9,6 8,0
Venezuela l) 13,9 13,3 15,9 18,0 15,3 12,3 10,0 8,4 7,5
América Latina y el Caribe 10,5 10,4 11,4 11,4 10,5 9,2 8,8 8,1 7,5
a) 31 aglomeraciones urbanas. Nueva medición a partir de 2003.
b) Capitales departamentales más El Alto. Cifras preliminares a partir de 2005.
c) 6 regiones metropolitanas. Nueva medición a partir de 2002.
d) Total nacional. e) 13 áreas metropolitanas. Incluye desempleo
oculto. f) Nacional urbano. g) Nacional urbano, noviembre de cada año excepto
2001 y 2003. h) Incorporación progresiva hasta alcanzar 32 áreas
urbanas a partir de 2003. Nueva medición a partir de 2005.
i) Nacional urbano. Nueva medición a partir de 2003.
j) Nacional urbano. Incluye desempleo oculto. k) Lima metropolitana. Nueva medición a partir de
2002. l) Total nacional. Incluye desempleo oculto. m) Cifras preliminares. Promedio enero‐noviembre. n) Promedio enero‐setiembre. o) Datos de julio. p) Promedio de marzo, junio y setiembre. q) Dato no comparable con años anteriores. r) Datos de agosto. s) Datos de abril.
Fuente: OIT, Panorama laboral 2008. En: www.ilo.org
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO12
El aumento en las tasas de desempleo empuja a muchos trabajadores al sector informal, con el consecuente deterioro de sus condiciones laborales y acceso a la seguridad social. Esto es preocupante en una región donde las condiciones laborales no son óptimas para gran parte de la población. En América Latina, con excepción de Chile, en todos los países un 40% o más de los ocupados trabaja por cuenta propia, en el servicio doméstico o en micro o pequeñas empresas de baja productividad e ingresos27. Además del problema del desempleo, se prevé que otra consecuencia directa es el deterioro en la calidad del empleo, lo que se manifiesta principalmente en recortes en la jornada laboral, precarización de las condiciones de trabajo y retrasos en los pagos y recorte de salarios. También se pronostica un impacto negativo en las categorías de trabajadores “vulnerables” y trabajadores “pobres”. Los trabajadores vulnerables son personas que contribuyen al sustento familiar, o trabajadores por cuenta propia con menor acceso a las redes de seguridad social que protegen contra la pérdida de ingreso durante tiempos difíciles. De cara a la crisis, la calidad de vida de este sector tenderá a deteriorarse. También se prevé un aumento en el número de trabajadores pobres, es decir, personas que no ganan lo suficiente para mantenerse a sí mismos y a sus familias, por encima del umbral de la pobreza de 2 dólares al día por persona. Todo lo anterior repercute negativamente en las condiciones de pobreza, de trabajo y genera un ciclo vicioso de inequidad y desigualdad. Según las Naciones Unidas, “cuando los aumentos de productividad son limitados, los incrementos de los salarios de los trabajadores en una economía suelen ser escasos, y no existe potencial adicional para crear nuevos empleos.”28 Los impactos de la crisis en el sector laboral son de gran importancia ya que el mercado de trabajo constituye el eslabón principal entre el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. La creación de empleo, la mejora de las remuneraciones reales—asociada al incremento de la productividad—y la cobertura y las características de la protección social de los ocupados son los mecanismos que permiten traducir el crecimiento en mayores ingresos y bienestar en los hogares. Entre 2002 y 2007 el incremento del ingreso laboral por ocupado fue el factor principal del incremento de los ingresos totales, particularmente en los países con mayores reducciones de la pobreza29. Esto significa que una reducción en el empleo podría tener las mismas repercusiones, esta vez a la inversa, en los indicadores de pobreza, la incrementaría.
27 CEPAL, Panorama social de América Latina 2008. p. 25.
28 Organización de las Naciones Unidas (ONU). Objetivos de Desarrollo del Milenio. Informe 2009. p. 10.
En: www.un.org 29 CEPAL, Panorama social de América Latina 2008. p. 74.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe FLACSO 13 11
Por último, el impacto por género y edad será desigual en cuanto a que es mayor en estos sectores de la sociedad. Las mujeres y los jóvenes son los más afectados por los cambios en el mercado laboral. 2. Cambios en las migraciones y disminución de las remesas
Los inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos se han visto afectados por la crisis económica al igual que los mismos estadounidenses, producto del desempleo. También sufren las consecuencias de la crisis en el sector hipotecario. Los trabajadores inmigrantes, en especial los procedentes de México y América Central, muestran una mayor concentración laboral que los trabajadores de origen extranjero nacidos en Estados Unidos en los sectores económicos más afectados por la recesión: el sector de la construcción30. Aún así hay estudios que demuestran que, aunque las remesas que los inmigrantes envían van a disminuir, su disminución será menor que la de los flujos privados de capital y de los flujos por ayuda oficial. Brevemente, según el Banco Mundial las principales razones por las cuales las remesas no disminuyen radicalmente en tiempos de crisis económica son: 1) Al representar un pequeño porcentaje de los ingresos de los migrantes, estos pueden seguir enviándolas aún en períodos de crisis; 2) Aún cuando los controles migratorios se hacen más rígidos, las migraciones no cesan, sino que los migrantes optan por permanecer más tiempo en el lugar de destino; 3) Ante la crisis algunos países aumentan el gasto social en infraestructura por lo que necesitan mano de obra; y 4) En los casos en que los migrantes sí retornan a sus hogares traen consigo una acumulación de los ingresos que obtuvieron31. Aunque los anteriores factores posibilitan que siga dándose un flujo continuo de remesas, la cantidad de estas sí ha disminuido. La baja ha sido mayor de lo que se creía en un inicio. Un estudio realizado en noviembre de 2008 por el Banco Mundial, especulaba que las remesas no caerían considerablemente, mientras que un estudio efectuado en marzo de 2009 afirmó que la reducción de las remesas sería entre un 5 y 8 %. Finalmente, el estudio de julio estableció que estas disminuirán entre un 7 y 10%32. Los datos anteriores son reflejo de la gran incertidumbre que existe en relación con la crisis en general y sus efectos en sectores específicos.
30 Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA). Recesión global, migraciones y remesas:
efectos sobre las economías de América Latina y el Caribe. Secretaria Permanente del SELA, Venezuela, 2009. p. 6. 31 Ratha, Dilip, Mohapatra, Sanket y Xu, Zhimei. Migration and Development Brief 8. Banco Mundial,
noviembre 2008, p. 12. 32 Ratha, Mohapatra y Xu. Migration and Development Brief 8. p. 7; Ratha, Dilip y Mohapatra, Sanket.
Migration Development Brief 9. Banco Mundial, marzo 2009. p. 1; y Ratha, Dilip, Mohapatra, Sanket y Silwal, Ani. Migration and Development Brief 10. Banco Mundial, julio 2009. p. 1.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO14 12
En el Cuadro 2 se muestra la evolución de las remesas enviadas a América Latina. El aumento que se observa en el cuadro mayoritariamente se atribuye al mejoramiento estadístico de la medición de remesas y no necesariamente refleja la situación real en el envío de las mismas33.
Cuadro 2 Remesas a América Latina, 2001‐2008
País 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 % de
PIB
Argentina 100 184 225 270 780 850 920 955 0,34
Bolivia 103 104,2 340 421,6 860 989 1050 1097 8,06
Brasil 2600 4600 5200 5624 5793 7373 7166 7200 2,29
Chile ‐‐‐ ‐‐‐ ‐‐‐ ‐‐‐ ‐‐‐ ‐‐‐ 800 880 0,52
Colombia 1756 2431 3067 3857,3 4126 4200 4521 4842 2,31
Costa Rica 80,25 134,82 306 320 400 520 582 624 2,34
Cuba 930 1138,5 1194 1194 1100 1000 1000 1200 2,29
Ecuador 1430 1575 1657 1740 1827 2893 3118 2822 5,87
El Salvador 1911 220 2316,3 2548 2830 3316 3695 3788 18,3
Guatemala 584,3 1690 2106 2680,7 2993 3610 4128 4315 12,7
Honduras 460 770 862 1134 1763 2359 2561 2707 21,6 México 8895 10502 13266 16613 20034 23053 26075 25145 2,47
Nicaragua 660 759 787,5 809,55 901 950 960 1056 18,1
Panamá ‐‐‐ ‐‐‐ 220 231 254 292 340 325 1,55
Paraguay ‐‐‐ ‐‐‐ ‐‐‐ 506 550 650 750 700 5,68
Perú 930 1265 1295 1360 2495 2869 2900 2960 2,56
Rep. Dominic. 1807 2111,5 2216,55 2438,2 2560 2747 3120 3148 7,47
Uruguay ‐‐‐ ‐‐‐ 42 105 110 115 115 130 0,51
Venezuela 136 235 247 259 272 300 331 832 0,35
América Latina y el Caribe
24290 32045 38048 44997 52868 61531 68405 69605 0,34
Fuente: SELA, Recesión global, migraciones y remesas, p. 13.
La reducción de las remesas obedece a la pérdida de empleos, la disminución de los ingresos de los inmigrantes, la desaceleración de las migraciones, así como a la persistencia de las deportaciones34. Cabe profundizar brevemente en dichas razones. Una consecuencia socio‐cultural interesante de los períodos de crisis es que estos tienden a exacerbar sentimientos racistas, xenofóbicos y discriminatorios. Se va cultivando mayor intolerancia y sentimientos de rechazo hacia los “otros”. En este caso aumentó la histórica xenofobia hacia los inmigrantes. Esto, aunado a sentimientos proteccionistas para con los trabajadores nacionales, provocó que la política migratoria y los controles fronterizos se hicieran más rígidos en Estados Unidos y la Unión Europea.
33 SELA, Recesión global, migraciones y remesas, p. 13.
34 SELA, Recesión global, migraciones y remesas, p. 4.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe FLACSO 15 13
En junio de 2008 el Parlamento de la Unión Europea aprobó la Directiva Retorno, un plan que ha sido ampliamente criticado y considerado como violatorio de los Derechos Humanos. Entre las principales críticas es que prácticamente se equipara a los “inmigrantes indocumentados” con delincuentes y prevé encarcelarlos hasta por 18 meses antes de su expulsión, sin juicio alguno. Estas medidas serían aplicables a personas que ya han vivido y trabajado en la Unión Europea, no sólo a los nuevos migrantes. Las personas repatriadas no podrían volver a la Unión Europa por un período de al menos 5 años.
El proteccionismo migratorio no es del todo deseable en el largo plazo pues los negocios en períodos de crisis buscan más bien flexibilizar medidas a la hora de contratar y reducir costos de personal. En términos comparativos, los trabajadores inmigrantes tienden a ser más flexibles y trabajar por menores salarios que los nacionales. Además, muchos de los inmigrantes desarrollan los trabajos que los nacionales no desean hacer, por lo que el trabajo de los inmigrantes es aún más necesario. Aunque no logran detener completamente las migraciones, los controles migratorios han tenido un efecto negativo en el envío de remesas por la intensificación de las medidas de seguridad en las fronteras y las continuas redadas de las autoridades que dificultan el envío de estas35. La mayoría de los inmigrantes procuran no retornar, pero por las dificultades económicas han tenido que recurrir a medidas alternativas. Primero, muchos han reducido sus gastos. Segundo, se han traslado de residencia o han buscado trabajos en otros sectores. Tercero, han recurrido a sus ahorros para no detener el envío de remesas. Cuarto, los “reverse remittances” que consiste en que los familiares de los inmigrantes las giran con tal de que se mantengan en EE.UU o Europa. Envían dinero obtenido por la venta de activos que tienen en sus países de origen y, en los casos más extremos, venden sus casas y el resto de la familia también emigra36. Todas estas medidas las toman, entre otras cosas, porque las condiciones de vida siguen siendo peores en su país de origen pese al impacto de la crisis económica. Las migraciones son difíciles de contener. Y aunque existen distintas estrategias de los migrantes para enviar dinero a sus países de origen, las remesas han disminuido, lo que tendrá efectos socio‐económicos negativos en los países latinoamericanos. Según un estudio del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) “en 2009 se destaca que casi un millón de personas no podrán remitir dinero; que sólo 40 por ciento de quienes están desempleados continuarán enviando remesas, y que 25 por ciento de los que tienen empleo remitirán 10 por ciento menos del monto que enviaban.”37 Nuevamente, el impacto será desigual por países. Los más afectados son los países que más dependen de las remesas como México, El Salvador, Guatemala, Haití, República
35 SELA, Recesión global, migraciones y remesas, p. 11.
36 Ratha, Mohapatra y Silwal, Migration and Development Brief 10, p. 4.
37 SELA, Recesión global, migraciones y remesas, p. 4.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO16 14
Dominicana y Ecuador38. Además, gran proporción de la disminución en las remesas está concentrada en los países en los que estos flujos de dinero representan un porcentaje significativo del Producto Interno Bruto39. Ante la mayor rigidez de las políticas migratorias y la disminución en el envío de remesas, los países latinoamericanos han dirigido su atención a la problemática migratoria. En la XI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Mecanismo de Tuxtla en Guanacaste, Costa Rica, los mandatarios reiteraron el compromiso de combatir y prevenir el tráfico ilícito de inmigrantes y la trata de personas, pero también reiteraron que las soluciones para el problema de la migración se deben basar en el trabajo conjunto, no unilateral, entre las distintas regiones con base en el principio de responsabilidades compartidas40. 3. Desaceleración en la reducción de la pobreza e indigencia
La disminución del Producto Interno Bruto, así como del PIB per cápita, los problemas de los mercados laborales y la disminución en las remesas son indicadores que afectan directamente la incidencia de la pobreza y la indigencia. La buena noticia, sin embargo, es que el quinquenio previo de crecimiento económico y reducción de la pobreza posibilita que la región se encuentre más fuerte para enfrentar cualquier crisis que en cualquier otro momento del pasado. Pero en el contexto actual de crisis mundial, la cantidad de personas en pobreza o indigencia será mucho mayor de lo que habría sido si los avances hubiesen continuado ininterrumpidamente. Según estudio de Naciones Unidas sobre los Objetivos del Milenio “las proyecciones actuales sugieren que las tasas de pobreza en los países en desarrollo en general continuarán bajando en el 2009, pero a un ritmo inferior al registrado antes de la crisis”.41 Por otro lado, según CEPAL, “en 2008 habría continuado disminuyendo la incidencia de la pobreza, a un ritmo menor que en los años inmediatamente anteriores, mientras que habría crecido levemente la cantidad de pobres extremos o indigentes”42.
38 Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Crisis response in Latin America: is the “rainy day at hand”. p.
10. En: www.iadp.org 39 Orozco, Manuel. “Understanding the continuing effect of the economic crisis on remittances to Latin
America and the Caribbean.” En: Inter‐American Dialogue, 10 de agosto de 2009. En: www.thedialogue.org 40 XI Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla. Declaración de Guanacaste‐Guanacaste,
Costa Rica. 29 de julio de 2009. 41 ONU. Objetivos de Desarrollo del Milenio, pp. 6‐7.
42 CEPAL, Panorama social de América Latina 2008, p. 48.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe FLACSO 17 15
Cuadro 3 América Latina: Producto Interno Bruto por Habitante
(Tasas anuales de variación)
País 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008a)
Argentina ‐1,8 ‐5,4 ‐11,7 7,8 8,0 8,1 7,4 7,6 5,8
Bolivia 0,1 ‐0,6 0,2 0,4 1,9 2,2 2,6 2,4 3,7
Brasil 2,8 ‐0,2 1,2 ‐0,3 4,2 1,8 2,6 4,3 4,5
Chile 3,2 2,2 1,0 2,8 4,9 4,5 3,3 4,0 2,8
Colombia 1,3 0,6 0,9 3,0 3,1 4,2 5,3 6,3 1,7
Costa Rica ‐0,5 ‐1,0 0,9 4,4 2,4 4,0 6,9 5,5 1,6
Cuba 5,6 2,9 1,2 3,6 5,6 11,1 12,0 7,3 4,3
Ecuador 1,3 3,8 2,8 2,1 6,5 4,5 2,4 1,0 5,0
El Salvador 0,2 ‐0,2 0,4 0,5 0,1 1,3 2,4 2,9 1,3
Guatemala 1,2 ‐0,1 1,3 0,0 0,6 0,7 2,7 3,2 0,8
Honduras 3,6 0,6 1,7 2,5 4,1 3,9 4,2 4,2 1,7 México 5,1 ‐1,1 ‐0,1 0,6 3,2 2,3 3,7 2,0 0,6
Nicaragua 2,4 1,5 ‐0,6 1,2 4,0 2,9 2,5 2,4 1,7
Panamá 0,8 ‐1,3 0,4 2,3 5,6 5,4 6,7 9,7 7,5
Paraguay ‐5,3 0,0 ‐2,0 1,8 2,1 0,9 2,4 4,9 3,0
Perú 1,6 ‐1,1 3,7 2,8 3,9 5,5 6,3 7,6 8,2
Rep. Dominic. 3,9 0,1 4,1 ‐1,8 ‐0,3 7,6 9,0 6,9 3,0
Uruguay ‐1,8 ‐3,6 ‐11,0 2,2 11,9 6,6 6,8 7,2 11,2
Venezuela 1,8 1,5 ‐10,5 ‐9,4 16,2 8,4 8,5 6,6 3,1
América Latina 2,5 ‐1,0 ‐1,7 0,9 4,7 3,6 4,4 4,4 3,3
a) Cifras preliminares
Fuente: CEPAL, Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, 2008. En:
www.eclac.org
Según estimaciones de Naciones Unidas, el número de personas viviendo en condiciones de extrema pobreza en el 2009 será entre 55 y 90 millones más de lo previsto antes de la crisis económica mundial43. En la misma línea y según estimaciones del Banco Mundial, la proporción de personas que viven en extrema pobreza declinará tan sólo 0,6 puntos porcentuales, comparados con 1,3 puntos porcentuales promedio en los tres años anteriores al 200944. Para Latinoamérica y el Caribe se estima que el número de personas pobres aumentará de 37,6 millones (6,6% de la población) en 2008 a 40,3 millones (7,0% de la población) en 200945. Los efectos de la crisis sobre la incidencia de la pobreza extrema también están relacionados con las posibilidades de erradicar el hambre. Al respecto antes de la crisis financiera ya se habían empezado a sentir los efectos de la crisis alimentaria. La prevalencia del hambre en las regiones en desarrollo está aumentando, y ha pasado de 43 ONU. Objetivos de Desarrollo del Milenio, p. 6.
44 Banco Mundial, Global Monitoring Report 2009, p. 48.
45 Banco Mundial, Global Monitoring Report 2009, p. 48.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO18 16
un 16% en el 2006 a un 17% en el 2008. Para el caso de América Latina y el Caribe, Naciones Unidas proyecta que la prevalencia del hambre no aumentó entre el 2006 y el 2008, pero tampoco logró disminuir. Se proyecta que el porcentaje será nuevamente el 8%46. Y pese a que por la crisis financiera los precios han disminuido a nivel internacional, esto no ha contribuido para que a nivel local los alimentos sean más asequibles para la mayoría de la población, por lo que este indicador seguirá deteriorándose47. Por último, como habíamos establecido anteriormente, el impacto de la crisis es desigual entre los distintos países. Estas diferencias estarán directamente relacionadas con el grado de avance que presentaban los países en el logro del primer objetivo del milenio antes de la crisis. Brasil, Chile, Ecuador y México ya habían alcanzado la meta, mientras Costa Rica presentaba un 95% de avance. Otros cinco, Colombia, El Salvador, Nicaragua, Perú y Venezuela han avanzado a un ritmo similar o superior al esperado con porcentajes de progreso entre 65 y 90%. Las mayores brechas entre la situación actual y el umbral propuesto se observan en Bolivia, Guatemala, Honduras y Paraguay donde superan los 12%48. Es factible suponer que éstos últimos serán los más vulnerables a la crisis económica. 4. Otras posibles consecuencias: el potencial aumento de la desigualdad
La incertidumbre que rodea la crisis económica hace que todavía no sea posible cuantificar con algún grado de certeza cuáles serán sus efectos sociales más negativos. En los tres apartados anteriores hemos expuesto las proyecciones o datos preliminares que ya se tienen, más todavía es prematuro afirmar los grados en que pudo haber aumentado la desigualdad y la inequidad. Lo que sí es cierto es que, de aumentar, cabe analizar si el aumento obedece sólo a la crisis, o si es parte de una variable histórica de desigualdad, lo cual es una de las constantes en la región latinoamericana y caribeña. La experiencia histórica demuestra que cada recesión concentra el ingreso y amplía la brecha social. En 20 crisis macroeconómicas en América Latina, en todos los casos el nivel de pobreza aumentó y en los años posteriores se mantuvo en niveles más elevados que antes del shock. La desigualdad aumentó en 15 de los 20 episodios49. Hay ciertos efectos de la crisis que pueden profundizar la desigualdad. Primero, los trabajadores menos calificados representan usualmente la mayor parte de los ocupados de los estratos de menores ingresos. Entre ellos predominan trabajadores por cuenta propia y los asalariados precarios, cuyos empleos resultan usualmente más sensibles al
46 ONU. Objetivos de Desarrollo del Milenio, p. 11.
47 ONU. Objetivos de Desarrollo del Milenio, p. 4.
48 CEPAL, Panorama social de América Latina 2008, p. 18.
49 Organización de Estados Americanos (OEA). La crisis económica global: Efectos y estrategias políticas.
OEA‐Secretaría General, Washington D.C., 2009. pp. 8‐9.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe FLACSO 19 17
ciclo económico. Esto llevaría a que sus remuneraciones sean las más afectadas50. Muchos trabajan en la construcción, sector que como señalábamos anteriormente es uno de los más afectados por la crisis, también en América Latina. Segundo, el incremento del nivel de precios producto de la crisis alimentaria también tiene un impacto distributivo. La subida de precios de los alimentos afecta más a los más pobres por dos razones. Primero, por dedicar gran parte de sus recursos a la alimentación, de modo que el alza de los alimentos tiene un efecto directo y este es muy superior al del IPC. Segundo, los más pobres compran alimentos poco o nada elaborados, cuyos precios están más influidos por el precio de la materia prima, de modo que en coyunturas como la actual sufren más por el alza de precios que otros grupos con más capacidad de pago51. Por último, las restricciones al crédito han sido negativas para todos los estratos poblacionales, pero los más afectados son aquellas personas de menores ingresos al no ser considerados “sujetos de crédito” desde el punto de vista financiero. Esto afecta directamente y en mayor grado a las micro y pequeñas empresas, lo cual posee un efecto amplificador en el conjunto de los empleos. Todos los factores mencionados auguran un escenario nada favorable en relación con la desigualdad y la inequidad, de allí que será fundamental adoptar medidas y políticas públicas con el fin de prevenir estas situaciones de deterioro, en especial su impacto negativo en la polarización social y política. Estas afectan la estabilidad democrática, las capacidades de gobernabilidad y la convivencia democrática esenciales en la armonía de los sistemas políticos abiertos y democráticos.
50 CEPAL, Panorama social de América Latina 2008, p. 48.
51 García, El impacto de la crisis de los alimentos, p. 4.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO20 18
Cuadro 4 América Latina: Índice de Gini
País Año más reciente Índice
Argentina 2006 0,510
Bolivia 2007 0,565
Brasil 2007 0,590
Chile 2006 0,522
Colombia 2005 0,584
Costa Rica 2007 0,484
Ecuador 2007 0,540
El Salvador 2004 0,493
Guatemala 2006 0,585
Honduras 2007 0,580
México 2006 0,506
Nicaragua 2005 0,532
Panamá 2007 0,524
Paraguay 2007 0,539
Perú 2004 0,505
R. Dominicana 2007 0,556
Uruguay 2002 0,455
Venezuela 2007 0,427
Fuente: CEPAL, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2008. Santiago, Chile, 2009 y CEPAL, Anuario
Estadístico de América Latina y el Caribe 2007, Santiago, Chile, 2008 (dato de Uruguay) Disponibles en: www.eclac.org
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe FLACSO 21 19
Gráfico 2 América Latina y el Caribe: Distribución del Ingreso en el Quintil más rico
y en el Quintil más pobre
Nota: Los datos corresponden al año en que se realizó la última encuesta en cada país. Además los casos de Argentina y Uruguay refieren al área urbana. Fuente: CEPAL. Anuario de Estadísticas de América Latina y el Caribe. 2008. Santiago, Chile. 2009. En: www.eclac.org
La crisis no afecta a todos los grupos por igual Los grupos más afectados por la crisis son los que históricamente han sido más vulnerables en América Latina y el Caribe: las mujeres, los niños y jóvenes y los pueblos originarios. Incluso se ha afirmado que la crisis podría retrasar el progreso hacia la igualdad entre géneros, creando nuevos obstáculos para el empleo de la mujer. Las condiciones laborales de estas siempre han sido más precarias que las de los varones, expresado principalmente en los desiguales salarios. Las mujeres usualmente trabajan más en el sector informal, están representadas mayoritariamente en trabajos temporales, más inestables y forman una mayoría de los empleos en las industrias de exportación en muchos países en desarrollo52. Según la OIT, en la mayoría de las regiones el impacto en las tasas de desempleo será mayor para las mujeres, siendo esto más claro en Latinoamérica y el Caribe53. Por otro
52 OIT, Global Unemployment trends 2009 (may update), p. 11.
53 OIT, Global Unemployment trends for women, marzo 2009. p. 32. En: www.ilo.org
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO22 20
lado, la OIT aclara que los hombres se verán levemente más afectados que las mujeres en lo relacionado con el empleo vulnerable, pero que las desventajas previas e históricas que las mujeres ya enfrentaban en el mercado laboral las hacen más vulnerables a los efectos de la crisis54. Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de CEPAL, explica bien esta vulnerabilidad al establecer que “el punto de partida de las mujeres siempre es peor que el de los hombres” (un ejemplo es que el desempleo en la región es en promedio 3% mayor para ellas en comparación con los varones). Para ella uno de los problemas de las mujeres es que tienen la responsabilidad de las tareas domésticas y el cuidado de las y los hijos recaen sobre todo en ellas, por lo que deben hallar el modo de conciliar “la producción con la reproducción"55. Al igual que las mujeres, los jóvenes también se verán golpeados en el mercado laboral. Los jóvenes tienden a insertarse en empleos de peor calidad que los adultos; predomina en estos casos la inserción en sectores de baja productividad, precaria en cuanto a las condiciones de trabajo, frecuentemente desprovista de contraprestaciones de salud y afiliación a la seguridad social y con bajas remuneraciones56. Antes de la crisis, los jóvenes tenían 2,8 veces más probabilidades de estar desempleados que los adultos. Actualmente se proyecta que el desempleo juvenil de la región se incrementará entre 1,5 y 4,3 puntos porcentuales entre 2008‐200957. Las niñas y niños serán otro grupo afectado ya que, además de ser vulnerables, no tienen las herramientas para proveerse a sí mismos mejores condiciones de vida. Uno de los efectos negativos más preocupantes está relacionado con la incidencia de la pobreza y la desnutrición. Actualmente en las regiones en desarrollo más de la cuarta parte de los niños tienen insuficiencia ponderal (pesos por debajo del mínimo saludable). El escaso progreso entre 1990 y el 2007 en cuanto a nutrición infantil es insuficiente para poder alcanzar la meta en el 2015, y probablemente se vea deteriorado por las crisis alimentaria y financiera58. Este es un problema serio ya que la desnutrición infantil es una importante causa de mortalidad infantil, y por otro lado, una nutrición adecuada es clave para el desarrollo físico, emocional y psico‐social de los niños a largo plazo. En momentos de crisis económica una decisión muy común es el retiro de los menores del sistema educativo. Esta medida en el corto plazo puede resultar necesaria para las familias, pero a largo plazo coloca a estos niños en una situación de vulnerabilidad dado
54 OIT, Global Unemployment trends for women, p. 31.
55 Bárcena, Alicia cit. p. Cruz, Guadalupe. “México, mujeres y niñas pobres más afectadas por la crisis”. En:
Alterinfos América Latina, 27 de julio de 2009. Disponible en: http://www.alterinfos.org/spip.php?article3662 56 CEPAL, Panorama social de América Latina 2008, p. 31.
57 OIT, Global Unemployment trends 2009 (may update), p. 12.
58 ONU, Objetivos de Desarrollo del Milenio, p. 4.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe FLACSO 23 21
que sus posibilidades de insertarse al mercado laboral en empleos de calidad disminuyen drásticamente. Por último, otro grupo vulnerable es el de los pueblos originarios (indígenas) porque en Latinoamérica estos grupos socio‐culturales son los que tienen mayor incidencia de pobreza e indigencia, altas tasas de analfabetismo, son los más afectados por la desigualdad, sufren una alta discriminación y han sido históricamente excluidos de participar y auto‐representarse adecuadamente en política. La mortalidad infantil y la mortalidad entre los menores de 5 años son mucho más altas en la población indígena. Las estimaciones para el promedio regional señalan que la mortalidad infantil entre los indígenas es un 60% mayor que entre los no indígenas59. A los indígenas, cabe agregar los afro‐descendientes quienes sufren de problemas similares en los anteriores indicadores. La crisis afectará a todos los segmentos socio‐poblacionales, pero estos grupos sufren los peores efectos. Además de las consecuencias generales de la crisis también lidian con su vulnerabilidad histórica, vulnerabilidad que los coloca, a priori, en una situación de desventaja para enfrentar las graves consecuencias de la crisis. De allí que se incremente la demanda de más amplias medidas de mitigación, lo que se alcanza con mejores políticas sociales que requieren de un amplio consenso político. Los efectos sociales de la crisis podrían repercutir en la estabilidad democrática América Latina y el Caribe es una región donde históricamente no se ha logrado la cohesión social y donde grandes proporciones de la población sufren de exclusión social. Estos problemas se manifiestan en el inadecuado acceso a la salud, el empleo, la educación, los servicios públicos, infraestructura, etc. Pero estos problemas de corte principalmente socio‐económico tienen un impacto en la esfera política, especialmente sí se ven acompañados de una distribución desigual del ingreso. También los altos índices de pobreza, especialmente la pobreza extrema, tienen un costo socio‐político alto. En un contexto de crecimiento económico se generan ciertas expectativas de bienestar en la población, pero como dicho bienestar no alcanza a todos los miembros de la sociedad, el resultado es un sentimiento generalizado de injusticia social. La sensación de injusticia que provocan los altos índices de inequidad inevitablemente genera conflicto, desencanto, enojo y violencia con importantes consecuencias tales como la inseguridad para el conjunto de la población, la reducción de la credibilidad de los gobiernos y sus instituciones; tolo lo anterior debilita las bases de la democracia, gobernanza y el Estado de Derecho y la convivencia democrática60.
59 CEPAL, Panorama social de América Latina 2008, p. 67.
60 Altmann, Integración y cohesión social, p. 9.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO24 22
La cohesión social y la inseguridad ciudadana mantienen una relación dialéctica. “Tanto la falta de mecanismos de fomento y construcción de cohesión social pueden incidir en crear sociedades más inseguras, o al menos afectar la percepción de las personas en este sentido; como también la inseguridad en aumento rompe el tejido social y afecta de manera directa los componentes subjetivos de la cohesión social, y de manera indirecta sus elementos estructurales”61. Los impactos de esta situación en la convivencia democrática se manifiestan en un incremento de la desconfianza, en la ruptura de normas de convivencia, en una polarización política y la ruptura de la amistad cívica. Muchos de estos problemas ya eran manifiestos antes de la crisis. América Latina y el Caribe es la región más violenta del mundo con altas tasas de homicidio. De igual manera, estudios como el Latinobarómetro y el Iberobarómetro muestran que, aunque todavía existe un fuerte apoyo a la democracia en la región, los niveles de insatisfacción con la misma son cada vez más altos. En 2008 únicamente un 44% de la población señaló tener confianza a los gobierno. Otro dato importante es que las poblaciones han perdido confianza de que los Partidos Políticos y los Congresos puedan resolver sus problemas, así como se ha visto reducida la esperanza en el Poder Judicial, todo lo cual afecta la legitimidad de las instituciones democráticas62.
Gráfico 3 América Latina: Tasas de muerte por homicidios (2003‐2006)
(Por 100 mil habitantes) Fuente: OPS. Base de datos de Indicadores Básicos. En: www.paho.org
61 Beirute, Tatiana. “Cohesión social y seguridad ciudadana”. En: Altmann, Integración y cohesión social, p.
105. 62 Altmann y Rojas Aravena, “El desafío de la Unión Europea‐América Latina”, pp. 8‐9.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe FLACSO 25 23
Asimismo, en los últimos años se ha visto la emergencia de nuevos actores políticos y sociales, en especial los pueblos originarios, debido a las crisis institucionales y al agotamiento en los sistemas de partidos. El populismo reaparece con fuerza. No extrañaría entonces que la crisis venga a profundizar estos escenarios, lo que a su vez podría tensionar más la situación de inseguridad y violencia de la región63. A medida que la incertidumbre económica y social provocada por la crisis aumenta, lo mismo ocurrirá con la incertidumbre política. Una de las paradojas de la crisis en el caso de América Latina es que en el contexto de esta, las demandas de los ciudadanos se hacen más fuertes, pero las posibilidades de los gobiernos de atender esas demandas disminuyen. Esto lleva a que se manifieste una mayor insatisfacción con los gobiernos democráticos. El desarrollo de la gobernabilidad democrática está ligado a una combinación virtuosa que considera cuatro dimensiones esenciales: el fortalecimiento político institucional; el desarrollo económico y social; la integración o inclusión social; y la promoción de un ambiente regional e internacional de paz y estabilidad64. Por esta razón, las medidas para hacer frente a la crisis deben tomar en cuenta las cuatro dimensiones para superar la coyuntura histórica actual, e idealmente, para superar los problemas estructurales de la región.
RECOMENDACIONES DE POLÍTICAS La crisis económica tuvo un origen externo a la región, pero los gobiernos latinoamericanos sí pueden llevar a cabo políticas que atenúen sus efectos negativos en la población, especialmente en los sectores más vulnerables. Con el fin de diseñar e implementar políticas públicas se debe promover un diálogo de expertos gubernamentales, de académicos y de la sociedad civil para generar un intercambio de distintas visiones y proyección de escenarios. Se deben construir foros de diálogo político entre un amplio abanico de actores (gobiernos, empresarios, sindicatos, ONGs y académicos) desde donde se podrán construir los consensos básicos y desarrollar una significativa voluntad política. Se deben promover agendas con acciones, tanto nacionales como internacionales, para promover la reactivación económica y del crecimiento. Como primera recomendación, no se deben bajar los gastos estatales en el sector social. Por ejemplo, la restricción en gastos de Educación, Salud y Protección Social no permitiría apoyar a las familias más pobres justo en el momento en que requieren mayor apoyo. Además, la contracción del
63 Altmann y Rojas Aravena, “El desafío de la Unión Europea‐América Latina”, p. 10.
64 Rojas Aravena, Francisco. Desarrollo, gobernabilidad democrática y transparencia en el Arco del Pacífico
Latinoamericano. FLACSO‐Secretaría General, Costa Rica, 2009. p. 13.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO26 24
gasto llevaría a una disminución significativa en los contratos de obra pública, lo cual contribuiría a la quiebra de empresas y a aumentar el desempleo65. Para enfrentar la situación del desempleo se deben apoyar las acciones de la Organización Internacional del Trabajo en este campo. Es difícil evitar el aumento en las tasas de desempleo, más para atenuar sus impactos hay opciones viables como la promoción de “empleos de emergencia” y la ampliación de la cobertura temporal de los seguros de desempleo y sus beneficiarios potenciales (seguros de desempleo no contributivos). También es imperativo mejorar la calidad de inserción laboral de amplios sectores de la población, lo que significa garantizar salarios suficientes, contratos estables, condiciones de trabajo seguras, acceso a los sistemas de salud y afiliación y aporte a los sistemas de previsión social, todo lo anterior redunda en una reactivación económica más rápida.66 La disminución de las remesas es otro de los problemas. Lo que sucede con las remesas está en relación directa con las políticas migratorias, por lo que en este aspecto, la promoción del diálogo interregional y del diálogo de la región con EE.UU y la Unión Europea es de suma relevancia para evitar el proteccionismo migratorio en los principales lugares de destino de los migrantes latinoamericanos. Ello previene adicionalmente a evitar violaciones a los Derechos Humanos. La reducción de la oferta de crédito es otra consecuencia de la crisis financiera mundial. Esta consecuencia afecta a todas las personas y empresas, pero principalmente a las pequeñas y medianas empresas, usualmente no consideradas como “sujetos de crédito” en la Banca Privada. En este escenario se deben promover Bancos de Desarrollo y el otorgamiento de micro créditos para estos sectores. La crisis afecta a todos, pero de manera desigual, por lo que las políticas deben tomar en consideración los grupos más vulnerables ante la crisis económica. Se deben generar ideas y diseñar programas de protección para los sectores más afectados (mujeres, jóvenes, niños(as) y comunidades indígenas y afro‐descendientes) a través de políticas promocionales, dirigidas a eliminar prácticas de asistencialismo. Se deben crear programas que incidan en las causas—y no sólo en los efectos—de la pobreza, asignando instrumentos más fuertes a los sectores más débiles en el marco de una estrategia de desarrollo sostenible con amplia participación ciudadana. Las políticas implementadas deben ser intersectoriales e interinstitucionales con la participación de los gobiernos, las municipalidades, ONGs y organizaciones internacionales que tengan un estrecho vínculo con la cooperación comunitaria y para el desarrollo. Dichas políticas también deben tener como ejes la promoción de la
65 Carrera, Fernando. “El soporte fiscal de la gobernabilidad”. En: Informe Guatemala, agosto 2008.
66 CEPAL, Panorama social de América Latina 2008, p. 32.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe FLACSO 27 25
autogestión y la solidaridad comunitaria para que sus beneficiarios también sean actores activos en la búsqueda de su mayor bienestar socio‐económico. Algunas recomendaciones de políticas a implementar son las siguientes:
a) Promover estrategias y acciones que mejoren la salud y educación en mujeres, jóvenes, niños(as) y, en particular, las comunidades indígenas y afro descendientes. Al hablar de educación, la educación secundaria y técnica se convierte en prioridad. Mejorar la calidad de la educación secundaria y técnica contribuye con un mejor acceso de los jóvenes a empleos de mayor productividad.
b) Contribuir en la prevención y eliminación de toda forma de violencia y discriminación contra la mujer, jóvenes, niños(as) e indígenas.
c) Creación de políticas públicas que promuevan el acceso de estos grupos a los procesos de toma de decisión y espacios de poder en la vida pública y política.
d) Ampliación en la cobertura, así como de la calidad de los servicios públicos.
Las políticas públicas anteriores, relacionadas con los grupos más vulnerables son esencialmente las mismas: acceso a las oportunidades que mejoren su calidad de vida, igualdad ante los derechos económicos, sociales y políticos, equidad en la distribución de la riqueza, respeto a la diversidad, etc. Se deben complementar adecuadamente las políticas de corte universal con las políticas selectivas. La idea de la selectividad se desarrolla conforme se va superando la perspectiva del derrame como efecto subsidiario de la política económica sobre el campo de lo social. Se usa para diferenciarse de la política universal y de la idea de impacto puntual que acompaña a la idea de focalización. Antes separadas, ahora se busca que ambas políticas (universales y selectivas) sean parte de una misma estrategia, que permita que la acción de las políticas selectivas facilite el “enganche” de sus beneficiarios a las políticas universales67. Además, las principales políticas deben ser de carácter integral y holístico. Esto con el fin de que el impacto de esas políticas logre cambiar las características estructurales de la región, y no sólo los efectos de la coyuntura actual de crisis económica.
67 García, Ana Isabel. “La paciencia de los pobres. Políticas sociales e integración en Centroamérica.” En:
Altmann, Integración y cohesión social, p. 93.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO28 26
BIBLIOGRAFÍA Libros y artículos Altmann, Josette. Edit. Integración y cohesión social: Análisis desde América Latina e
Iberoamérica. (En prensa). Altmann, Josette y Rojas Aravena, Francisco. “El desafío de la Unión Europea‐América Latina y el Caribe: transformar la crisis global en oportunidad para la cooperación”. (En prensa). FLACSO, 2009. Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Crisis response in Latin America: is the “rainy
day at hand?” En: www.iadp.org Banco Mundial. Global Monitoring Report 2009. En: www.bancomundial.org Calderón, Fernando. “La inflexión política en el cambio socio‐cultural de América Latina." Camou, Antonio. “Gobernabilidad”. En: Baca, Laura; Bokser‐Liwerant, Judit; et. al. Comp. Léxico de la política. FLACSO y Fondo de Cultura Económica, México, 2000. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Anuario Estadístico de
América Latina y el Caribe 2008. En: www.eclac.org CEPAL. Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe 2007. En: www.eclac.org CEPAL. Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2008. En: www.eclac.org CEPAL. Estudio económico para América Latina y el Caribe 2008‐2009. En: www.eclac.org CEPAL. Panorama social de América Latina 2008. En: www.eclac.org Córdova, José Ángel y Hernández, Mauricio. “La epidemia de influenza humana AH1N1 en México: acciones y lecciones”. En: Foreign Affairs Latinoamérica. Vol. 9. No. 3. 2009. Díaz, Efraín. “Seguridad y crisis alimentaria”. En: Revista Centroamericana de Economía. II Época, año 14, No. 72. Julio/2008‐Marzo/2009. Evans, Alex. The feeding of the nine billion. Global food security for the 21st century. Chatham House Report, London, 2009.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el Caribe FLACSO 29 27
García, Juan Carlos. “El impacto de la crisis de los alimentos en América Latina y el Caribe.” En: ARI 152/2008‐24/11/2008, Real Instituto Elcano. Organización Internacional del Trabajo (OIT). Unemployment trends 2009 (may update). En: www.ilo.org OIT, Global Unemployment trends for women, marzo 2009. En: www.ilo.org OIT, Panorama laboral 2008. En: www.ilo.org Organización de Estados Americanos (OEA). La crisis económica global: Efectos y
estrategias políticas. OEA‐Secretaría General, Washington D.C., 2009. Organización de las Naciones Unidas (ONU). Objetivos de Desarrollo del Milenio. Informe
2009. En: www.un.org Orozco, Manuel. “Understanding the continuing effect of the economic crisis on remittances to Latin America and the Caribbean.” En: Inter‐American Dialogue, 10 de agosto de 2009. En: www.thedialogue.org Ratha, Dilip, Mohapatra, Sanket y Silwal, Ani. Migration and Development Brief 10. Banco Mundial, julio 2009. Ratha, Dilip y Mohapatra, Sanket. Migration Development Brief 9. Banco Mundial, marzo 2009. Ratha, Dilip, Mohapatra, Sanket y Xu, Zhimei. Migration and Development Brief 8. Banco Mundial, noviembre 2008. Rojas Aravena, Francisco. Desarrollo, gobernabilidad democrática y transparencia en el
Arco del Pacífico Latinoamericano. FLACSO‐Secretaría General, Costa Rica, 2009. Rojas Aravena, Francisco. “Siete efectos políticos de la crisis internacional en América Latina”. En: Nueva Prensa, (En prensa). Buenos Aires, Argentina, 2009. Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA). Recesión global, migraciones y
remesas: efectos sobre las economías de América Latina y el Caribe. Secretaria Permanente del SELA, Venezuela, 2009.
Efectos sociales de la crisis financiera global en América Latina y el CaribeFLACSO30 28
Noticias Bárcena, Alicia. “La pobreza y la desigualdad en América Latina y el Caribe”. La Jornada, 20 de diciembre de 2008. Disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2008/12/20/index.php?section=opinion&article=016a1pol Carrera, Fernando. “El soporte fiscal de la gobernabilidad”. En: Informe Guatemala, agosto 2008. Cruz, Guadalupe. “México, mujeres y niñas pobres más afectadas por la crisis”. Alterinfos América Latina, 27 de julio de 2009. Disponible en: http://www.alterinfos.org/spip.php?article3662 Documentos y resoluciones Comité Internacional de Planificación para la soberanía alimentaria (CIP). Cumbre de la
sociedad civil sobre la emergencia alimentaria mundial, 23 de mayo de 2008. Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla. Declaración de Guanacaste en la XI Cumbre. Guanacaste, Costa Rica, 29 de julio de 2009. Naciones Unidas, Conferencia de Alto Nivel sobre la seguridad alimentaria: los desafíos del cambio
climático y de la bioenergía. Roma, Italia. 3 al 5 de junio de 2008.
Naciones Unidas, Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. New York, Estados Unidos, 9 de mayo de 1992. Reunión Regional de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe. Caracas, Venezuela. 30 de mayo de 2008. Sistema de Integración Centroamericana (SICA) Cumbre sobre cambio climático y medio
ambiente. San Pedro Sula, Honduras, 28 de mayo de 2008. Sistema de Integración Centroamericana (SICA) Cumbre Alimentaria. Managua, Nicaragua, 7 de mayo de 2008. XVIII Cumbre Iberoamericana. Declaración de San Salvador. San Salvador. El Salvador. 29 al 31 de octubre de 2008.
Facultad Latinoamericana de Ciencias SocialesSECRETARÍA GENERAL
�acsosg@�acso.org