el asesino de la regana - julio munoz gijon

8/9/2019 El Asesino de La Regana - Julio Munoz Gijon

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@RancioSevillano

EL ASESINODE LA REGAÑÁ

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© JULIO MUÑOZ GIJÓN, 2013

© EDITORIAL ALMUZARA, S.L., 2013

Reservados todos los derechos. “No está permitida

eproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiennformático, ni la transmisión de ninguna forma o pualquier medio, ya sea mecánico, electrónico, por fotocopior registro u otros métodos, sin el permiso previo y pscrito de los titulares del copyright.”

arrativaEditorial Almuzara

Director editorial: ANTONIO E. CUESTA LÓPEZ

Editor: DAVID GONZÁLEZ ROMERO

[email protected]@editorialalmuzara.com



Corrección: DECULTURAS, S. COOP. AND.

Conversión: Óscar CórdobaS.B.N: 978-84-15828-79-2

BIC: FA



UNO

Elisenda Trastamara tiene 84 años. Es lencargada de la tienda de la basílica d

a Macarena. Vive en una especie dpequeña vivienda anexa de la que saleEs primera hora y va a abrir el templo

Lleva una fregona. Abre y mira hacidelante para santiguarse ante NuestrSeñora del Santo Rosario y NuestrPadre Jesús de la Sentencia.

Si lo que Elisenda quería erpresenciar algo sobrenatural alguna veen la basílica, después de años d



dedicación, va a ver su deseo cumplidoAbre con una de las llaves de s

lavero la puerta que une su casa aemplo. Entra. Mira al techo y s

desmaya.Ha pasado menos de una hora pero

evidentemente, Elisenda no lo sabe. Sdespierta en brazos del consiliariprimero de la Hermandad. Hay gent

alrededor, mucha gente, gente que noconoce. Hay policías que hacen fotos, soye gente llorando en la puerta.

Una grúa baja del techo un cadáver qupende bocabajo. Se oyen gritos. Ecuerpo tiene una máscara dAnonymous, una camiseta negra en l



que puede leerse en letras rojas “NOHAY PAN PARA TANTO CHORIZO”,rastas y un pantalón ancho. Está colgadde una de las vigas con un cíngulo dnazareno.

Cuando llega al suelo, le retiran l

máscara y pueden verlo algo mejorendrá unos 25 ó 26 años, está lleno d

sangre y la causa de la muerte parece se

el apuñalamiento con una extraña piezriangular en el cuello. La carótida est

seccionada de manera limpia. U

miembro de la policía científica mircon curiosidad la herida del cuelloSaca unas pinzas de la maleta y extrae earma mientras le habla a un compañero.



--Cuidado con que salga publicadningún detalle en prensa... Pero... ¿Qudemonios es esto?

Nadie puede creérselo, el armhomicida es un afilado trozo de regañá.



DOS

A la luz de un cirio rojo alguien pegetras recortadas en un folio de E

Galgo.El incienso le da a la habitación enterun ambiente pesado. Todo está oscuro

Apenas entran unos cuantos rayos de lupor los agujeros de unas persianas quno están del todo cerradas. Si no fuerpor esos haces concretos podría ser dmadrugada. Es un bajo.

Él tiene manos grandes, dedos largoque pueden romper, fracturar, y que



ahora sin embargo componen una frascon delicadeza, una pinza y un cutterodeado por una guita.

E-S-T-O S-O-L-O...

Un rosario descansa en su muslo. Duna pequeña televisión de tubo, quleva horas encendida, salen gritos d

pánico. Se ve lo mismo una y otra vezaquella madrugada en la que el terrorecorrió la espina dorsal de la Seman

Santa de Sevilla. Es una retransmisiógrabada de Onda Giralda en VHS. Ésigue juntando letras.



A-C-A-B-A D-E C-O-M-E-N-Z-A-RS-E-R-Á-N...

Esas manos predestinadas a l

destrucción están dentro de unos guanteblancos de algodón. Parecen de algun

hermandad. Con una delicadezmpropia, se asegura de que cada letr

del mensaje quede bien pegada al pape

Acaba. Lo sostiene en alto. Sopla cocariño para secar el pegamento. Lo lepara sí mismo y lo mete en un sobre. N

iene remitente, pero sí destinatarioJefatura para Andalucía Occidental de lPolicía Nacional. Plaza del Duque 241002, HISPALIS.



Al ruido de aquella noche de SemanSanta que sale del pequeño televisor se añade de repente un crujido. Un

regañá se parte. Él muerde con violenciun trozo. Se levanta y lleva unas ropaarrugadas hacia la lavadora, están llena

de sangre y de pequeños restos dregañá partida.



TRES

Estación de Santa Justa. Final de laescaleras. AVE de las 12.

--¿Inspector Villanueva?--Sí, señor, ¿es usted Jiménez?--Afirmativo. Me mandan de l

Jefatura con la misión de recogerle levarle lo antes posible allí. La ciudaestá como loca con todo esto de “Easesino de la regañá”.

--Perfecto, lléveme, no hay tiempo quperder.

--Un momento que voy a comprar e



Estadio Deportivo, es que estocoleccionando una vajilla con lougadores del Betis, no sé si sabe qu

ayer le ganaron al Mallorca y, hombrequiero leerlo.

Villanueva le da dos palmadas en l

espalda con las que lo dirige en ldirección opuesta al puesto de revistade la estación.

--Mejor vamos a hacer otra cosaquédese conmigo y explíqueme qué eeso de “El asesino de la regañada”.

--De la regañá, se dice regañá. No digregañada que eso es otra cosa. Pase, ahestá el coche, se lo explicaré por ecamino.



Varios taxistas discuten de broma en lacola de los taxis de Santa Justa. Fuerde la visera de la estación un soagradable acaricia un gimnasio enormebares con mesas de aluminio que brilla un campo de fútbol de albero. E

coche de la policía local que conducJiménez se para en un semáforo quacaba de ponerse en ámbar. Villanuev

resopla sin que su nuevo compañero nsiquiera se percate.

--Verá, “El asesino de la regañá” e

como le han puesto hoy en el ABC acaso por el que le han mandado a usteaquí, inspector. La regañá es, para quusted se haga una idea, una especie d



orta dura de pan. La masa es parecida a de los picos, bueno, ustedes por ahí

en Madrid y eso, les dicen colines. Estmuy buena, la verdad, si no te la clavaen la carótida, claro, entonces ya es upoquito más desagradable. Es com

odo.--¿Tiene ese periódico para echarle u

ojo?

--Si me hubiera dejado comprar eEstadio Deportivo podría tenerlo, percomo ha venido usted con las prisas...

--Es igual, lo miraré más tarde en ePad, cuénteme lo que sepa.--Pues verá, en mi humilde opinión

Sevilla es una ciudad tranquila. Tien



sus cosas. Avanza, sí, que se hacenmuchas cosas de teatro y todo eso, perse mueve despacio. Eso hace que lgente sepa dónde pisa, esté contenta haya pocos problemas, crímenes quierdecir. Eso sí, cuando los hay, suelen se

bastante sonados. Lo que quiero decirles que esto no es Alicante, Valencia oMurcia, donde siempre ha

decapitaciones y cosas tela ddesagradables, aquí no, aquí no pascasi nunca nada.

--Está ya en verde. No pasaba nadhasta ahora, ¿no?--Honestamente yo tampoco lo ve

para tanto. Es un muerto, que sí, per



vamos... Probablemente un ajuste dcuentas. La víctima era uno de esoniñatos del 15M, ya sabe, los de lapancartitas y las historias que son medihippies y no han dado un palo al agua esu vida. Usted mejor que yo sabrá qu

dentro de esos grupos se escondeantisistemas, drogadictos y gente dconvivencia difícil. Demasiadas poca

cosas pasan. Se deberían dinero dporros, se hartarían de setas o dpastillas y a alguno se le fue de la

manos. Eso explicaría también laextrañas circunstancias del caso.--¿Qué circunstancias?--Sí, supongo que por eso lo habrá



legado, dese prisa, que nos esperan.Jiménez coge una bolsa del asiento d

atrás y se la ofrece a Villanueva. En unode los laterales de la plaza del Duque sencuentra la Jefatura. Todos los demáados de la plaza están ocupados po

negocios de El Corte Inglés. AVillanueva le llama la atención, Jiménerecoge el guante de su gesto.

--Curioso, ¿verdad? Uno de locorazones de la ciudad y comprado poiendas. Sabemos que los dueños de E

Corte Inglés en privado llaman a lplaza “Duque Nostrum”, como loromanos.

Villanueva y Jiménez suben en u



ascensor sin hablar hasta la plantséptima. Las puertas se abren y lerecibe el comisario principal parAndalucía Occidental, MigueRodríguez Durán. 64 años. Parecbastante compacto, fuerte. Tiene barb

cana y brazos fuertes. Aprieta la mano aestrecharla. Quizá más de la cuenta.

--Usted debe de ser Villanueva. Es u

honor, caballero, soy el comisarioRodríguez, acompáñeme a mi despachopor favor. Gracias por su trabajo, agent

Rodríguez, puede retirarse.--Jiménez, me llamo Jiménez.--Magnífico, Domínguez, gracias.La puerta del despacho se cierra detrá



de Villanueva y el comisario. stpropone a su invitado tomar asiento y ssienta detrás de una mesa llena dpapeles y carpetas. En la pared ddetrás, al lado de una fotografía de JuaCarlos I, hay una especie de calendari

en el que se lee “Faltan 23 días para eDomingo de Ramos”. Los números nson fijos. Cada día ese hombre deb

actualizar su cartel. Parece que Villanueva le llama la atención. Haambién un cuadro con el escudo de

Sevilla en un cristal, de esos que tieneun papel de plata arrugado detrás, compara dar textura.

--Inspector Villanueva, seré franco.



--Espero que no me hable de unreencarnación, comisario.

El comisario no se para ni de puntillaen el juego de palabras de su colegmadrileño y prosigue con preocupación

--Estamos acojonados. Queda meno

de un mes para la Semana Santa dSevilla y no sabemos cómo puedafectar este asesinato a la ciudad

Entenderá que para Sevilla esa semanes el momento medular del añocaballero, y no le hablo sólo de un

cuestión de fe. Justo antes de recogerlea portagayola, en el ascensor, he estadohablando con el presidente de lAsociación de Hoteleros Sevillanos. M



asesino ha incorporado a su obrelementos que representan la esencia dSevilla: la Semana Santa con el cínguloa Macarena, y por si fuera poco, es

extravagante detalle de la regañá.--De acuerdo. Me pongo manos a l

obra, no se preocupe, pero sobre todnecesito saber que tendré toda lcolaboración que necesite por su parte.

--Lamentablemente, Villanueva, lorecursos de esta Jefatura no son lomismos a los que usted estar

acostumbrado. Desde luego no tendrnjerencias del tipo “éste es nuestrcaso, no puedes dárselo a los federalesJack”. Aquí no nos gustan esas película



porque, sinceramente, por un ladomientras menos se trabaje, mejor, porque, por otro, a muchos agentes esthistoria les da bastante miedo. Sólpodrá disponer de Mínguez, que epolicía local. No es un lumbreras, per

se conoce la ciudad como la palma de smano.

--De acuerdo, me quedo con Jiménez

que así es como se llama. Nos vamos a mesa de información permanente de

15M a conocer el entorno de la víctima.

En ese momento entra Jiménez en edespacho. Trae un sobre en la mano.--Igual esa visita puede esperar

nspector, nos acaba de llegar una cart



del asesino.Todos se miran. Jiménez deja el sobr

color crema encima de la mesa.



CUATRO

“ESTO SÓLO ACABA DE EMPEZARSERÁN 7 REVUELTAS,

LATIGAZOS. QUEDAN DEUDAPOR COBRAR

El comisario está mudo. A duras penaacierta a decir:--Mandadlo a laboratorio por si ha

alguna huella.Villanueva asiente, pero parece qu

sabe que no habrá ninguna, seguramentno quiere decir nada por no parece



arrogante. En lugar de eso, le lanza Jiménez:

--Vamos a la Fábrica de Sombreros, euna casa okupa que frecuentaba lvíctima.

--Sé dónde es, está al lado de l

Hiniesta, que mi cuñado es hermano.El comisario asiente desde su silla.--Vayan, vayan, yo le mantendr

nformado cuando tenga resultados deaboratorio.Villanueva y Jiménez bajan e

ascensor sin hablar. Se montan en ecoche. Villanueva va leyendo en su iPadodo lo que hay publicado en prensa

Efectivamente la etiqueta “El asesino d



a regañá” es propiedad de ABCTambién es el periódico que tiene mádatos. Después de un buen rato buscandaparcamiento por el centro de la ciudalegan a la casa okupada.La Fábrica de Sombreros tiene un

mezcla rara de ambientes. Por un ladoparece ser un lugar alegre, por otro, ldesgracia se nota en cada cara

Panfletos, horarios de actividadecolgados de las paredes, todo muorgánico, muy vivo y, sin embargo, lleno

de caras sin expresión. Villanueva sacerca a un joven que está haciendo uarrón de barro en un torno.--Hola, somos policías, per



ranquilos, estamos buscando al asesinde vuestro compañero.

--No te preocupes, pasa, en el taller dencuadernación está José Ángel, era smejor amigo.

José Ángel está rodeado d

herramientas, botes de cola y pliegos dpapel. 27 años. Guerra perdida con lalopecia. Gafas de ver redondas

Pantalón de hilo y camiseta con ehashtag #spanishrevolution. Se saludanse presentan. José Ángel respond

educado y los invita a charlar en unmesa del patio.--Estoy seguro de que tiene que ver co

el videojuego. José lo olvidó porque y



pasó hace mucho tiempo y al finalafortunadamente, quedó en nada, amenos judicialmente.

--¿Qué videojuego? --preguntVillanueva.

--José estudió informática, tení

bastante talento con los lenguajes dprogramación y, bueno, ya da iguadecirlo, hackeó más de una y más de do

webs en pueblos de los fachas éstos deayuntamiento. Se divertía y era mucreativo. Una vez cambió la foto de

ndex de la página de un candidato a lJunta por la de Héctor Cúper, eentrenador ése que no ganaba nuncacomo el PP aquí, vamos. Antes, en 2002



creó por entretenerse un videojuegoodo Copyleft, y además sin querer gana

dinero, se llamó “Matanza Capillita”.Jiménez se levanta de repente.--¡Hijo puta, ése era el videojuego e

el que había que ir matando nazarenos!

--Bueno, técnicamente eran nazarenozombies. Usted parece que no es daquí, inspector, pero como puede ve

por la reacción de su compañero, ésta euna ciudad compleja en la que tocaciertas cosas se paga bastante caro, y

o que ha pasado me remito.--Hombre, es que encima era El GraPoder...

--Cállese, Jiménez, por Dios --replic



Villanueva y prosigue con el joven.--¿Recibió amenazas?--Sí, muchas. El problema vino cuand

el videojuego llegó a un grupo de hiphop sevillano. Se encapricharon dijeron que lo incluirían en su disco

Hasta ese momento el videojuego era udivertimento privado que no salió dnuestro grupo de amigos. Aquello, si

embargo, lo disparó todo y, claroempezaron las amenazas.

--¿De alguien en concreto?

--Bueno, la verdad es que llegaromuchas, honestamente nos reíamos de lmayoría porque o bien eran de gentmuy mayor a la que se le había ido l



cabeza o de capillitas mariquitas qudaban más pena que miedo. Pero hubuna que sí nos asustó más.

--¿Por qué?--No estaba escrita a mano, eran letra

recortadas de revistas, como en la

películas, y directamente llamaba a Jospor su nombre y le citaba en un sitio: lchocolatería Virgen de los Reyes d

calle Feria.--¿Llegasteis a ir?--No, desde luego que no. Decía cosa

como “pagarás tu ofensa”, no recuerdbien, creo que la ofensa se la querícobrar a latigazos pero... ¿Con ucíngulo? ¿Puede ser? ¿Se llama así?



Villanueva y Jiménez se miran.--Sí, es correcto, se llama así. ¿N

endrá esas cartas?--No, lo siento, no sabe cómo m

arrepiento de no haberlas guardado perno pensamos que fueran a se

mportantes.



CINCO

Hace un muy buen día. El sol calientpero no quema. Paco Flores ya h

comprado el aceite que necesita para spequeña freiduría. Camina al comenzael día. Va pensando, probablemente, en

a cantidad de pescado que tendrá qusacar hoy. Lleva la garrafa de aceite euna mano, y una bolsa de plástico copapel de estraza y un cuaderno Guerrerleno de cuentas en la otra.Deja en el suelo la garrafa de aceite d

a cooperativa de la Virgen del Espino



de El Pedroso.--Sus muertos, cómo pesa, coño.Se mete la mano en el bolsillo, saca u

manojo de llaves. Tiene dos de aluminiode color verde. El llavero es el logotipde Ford por delante y la dirección de

concesionario donde compró sfurgoneta por detrás. En relieve y copringue.

Son las 11 de la mañana. Se agachaMete la llave. La gira. Repite loperación en cada una de las do

cerraduras. Sube la persiana y sencuentra todo revuelto. Lo primero quhace es pensar en un robo, pero no. Eel centro del desastre hay un cadáver



Lleva camisa y pantalón oscuros, udelantal negro y una cartera de cuerogrande, en la cintura, como para cobraen un bar de modernos. Tiene los ojodesencajados y alguien le ha metido casa presión kilos y kilos de puntillitas po

a boca y las orejas. Tiene friturancluso en las fosas nasales. Está

mezcladas con sangre, y probablement

ágrimas.



SEIS

Villanueva sobrepasa como puede a lovecinos que se arremolinan alrededor d

a freiduría. El cordón policial le cuestmenos que los curiosos. Lo superenseñando la placa.

--Buenas, Jiménez, siento no habepodido llegar antes. Me ha cogido unespecie de paso de Semana Santa cosacos de arena en vez de Virgen y el taxha tenido que dar una vuelta.

--Sería San Gonzalo.--¿Cómo dice?



--Por la hora y la zona, digo, serían locostaleros de la hermandad de SaGonzalo.

--Perfecto. San Gonzalo. Muy bien¿Qué tenemos aquí?

--Oriol Fernández, joven chef de un

de los restaurantes de cocina dvanguardia de Sevilla, el Ratantal. Mhan contado que hacen chochadas de

ipo de catas de aceites, pero no me pidmuchos datos porque yo soy más dserranito y montadito de palometa co

roque... Y además, hay dos malanoticias.--¿Cuáles?--La primera es que el arma asesina h



vuelto a ser una cuña de regañá, por lque parece que tenemos caso. Y lasegunda, que nuestro hombre tienbastante paciencia y sangre fría. En estcaso no lo apuñaló, lo ató y tuvo lfrialdad de cortarle las venas de la

muñecas pasándole una y otra vez lregañá, una vez asfixiado a golpe dchoco, claro.

--¿Nadie oyó nada?--Sorprendentemente, nada de nada.Los curiosos se agolpan en la puerta

Gente joven en su mayoría. Villanuevhace como el que habla con Jiménezpero parece estar pendiente de las caraque observan. No sabe qué busca. Es u



gran fisonomista y aunque nunca le hpasado, no olvida que hay serial killerque vuelven a la escena del crimeocultos en el disfraz de cotilla. Intentretener todas las caras posibles compararlas con la escena del próxim

crimen, porque algo le dice que ésta nserá la última muerte.

--¿Este sitio está cerca del restaurant

de la víctima?--No, lo tuvo que traer hasta aquí po

alguna razón. Esta calle, Amor de Dios

está dentro de la zona de la Alameda; esdigamos, la parte modernita de lciudad...

--¿Qué quiere decir, Jiménez?



--Pues que me da a mí que nuestramigo tiene algo contra todo lo quhuela a moderno en la ciudad. A mampoco me vuelven loco muchas de la

chufladas que se hacen pero, hombre, nes para ponerse así; mira cómo ha

dejado a este pobre, harto puntillitas.--No está mal, Jiménez, no está ma

Ahora volvamos a la Jefatura, quizá e

cartero nos traiga noticias.Planta séptima de la Jefatura. Siete

ocho personas están alrededor de un

mesa. Todas miran algo que hay en ecentro cuando llegan Villanueva Jiménez. Jiménez se aventura.

--No digáis nada, ha llegado Correos.



El comisario les abre hueco para qupuedan ver la carta.

--Efectivamente, mismo formatomismo papel, misma manera de recortaas letras y distinto mensaje

“GAZPACHO DE FRESA... ¿DE QUÉ

Y DE CUÁNDO COJONES?”.Silencio.--No entiendo nada. Pero apostaría

que el Gazpacho de Fresa es uno de loplatos del restaurante de la víctimaJiménez, ¿sabe dónde está?

El restaurante Ratantal tiene la puertcerrada, sin embargo hay gente dentroodo el personal del local y alguno

amigos que tienen caras desencajadas



Villanueva llama con los nudillos.--Está cerrado, lo siento --dice uoven amanerado con un piercing en e

septum y dilataciones en las orejas.--Somos de la policía, abra, por favorCinco minutos después están sentado

en una mesa apartada VillanuevaJiménez, Rubén Mata, el encargado, Ruth Soler, segunda de cocina. Ruth e

a que habla.--Somos todos catalanes como Orio

Honestamente, desde Adriá, ser catalá

es una ventaja muy buena para secocinero, pero en Cataluña y Madrid yda el cante un poco si no eres de verdaexcepcional. Así que decidimos abrir u



poco las miras. Buscamos una ciudamenor, pero que no fuera un pueblo. Euna mera cuestión de target, ya sabcómo somos los catalanes: muy destudio de mercado.

--Ya --dice Villanueva y mira a

Jiménez que se encoge de hombros.--El caso es que nadie podrí

maginarse una cosa así, ¿sabe? E

restaurante tuvo lo que es una graacogida desde el principio. Con loprecios tan altos que tenemos, porqu

vaya precios, era complicado encontramesa muchas veces. La gente salícontenta con la comida y, sobre todocon el tipo de cliente que se encontrab



en la mesa de al lado. Verá, está feo queo lo diga, pero no eras nadie si n

cenabas de vez en cuando aquí. No lhablo de este rollo de futbolistas y cosade éstas así ordinarias, todo lcontrario: músicos, diseñadores

actores, periodistas, toreros, pero mádel lado de José Tomás que del de FraRivera, espero explicarme. La verdad

e digo que no sé qué ha podido pasarno había problemas con competencia, nnadie le había amenazado, es tod

demasiado raro.En este momento, Rubén, el encargadoejerce de protector.

--Agente, entienda que es un moment



complicado, podemos contarle pocmás, la verdad. Si nos disculpa...

--Lo entiendo perfectamente, perdonea insistencia pero, ¿cómo era l

víctima?Ruth no tiene problemas en segui

contando.--Él era un chico maravilloso. Un

excelente persona, renunció a mucha

cosas, ¿eh?, a su catalanismo, a sfamilia, a su masía... Verá, él erhomosexual y eso en Barcelona no es u

problema, ya sabe que somos mueuropeos, pero en determinadas zonafuera de la capital sí lo es, ya lo creque sí. Su familia tenía mucho dinero



enían buenas industrias textiles, perpoco respeto por otras opcionesexuales. No quiero mirar a nadie, pero primero que pensé fue en alguien d

su familia.Rubén vuelve a interrumpir.

--Son sólo conjeturas, agente, le repitque estamos muy tocados y ahora iguadecimos cosas que no pensamos de

odo. Le rogaríamos un poco ddescanso, igual puede volver otro día...

--No hará falta, ya tengo suficiente y l

entiendo, pero cualquier detalle noayuda. Ya nos vamos. Sólo una últimapregunta... ¿Tienen gazpacho de fresa ea carta?



En ese momento la cocinera y eencargado se miran con la cardesencajada. A Villanueva le sorprende

--¿Pasa algo?--Eh, bueno, la verdad es que n

sabemos si tendrá algo que ver, pero

hace unos meses llegaron unos clientes omar la cena. Era la típica cena d

negocios. Ninguno parecía mucho el tip

de clientes al que estamoacostumbrados. Venían enchaquetadosRecuerdo que uno venía mu

engominado y hablaba mucho de Jerezcomo con amargura. Se molestaroporque no les dejamos fumar purocuando se quedó el restaurante vacío. S



Dios, ¿es que el gazpacho éste tienntermediarios?”, “es que he visto l

cuenta y se me ha caído el alma a lopies”, “aquí para pedir un plato damón hay que venir con avalista, tome

buena nota”. Y eso que él no bebió, en

oda la comida sólo tomó zumo dnaranja, natural.

Villanueva se sorprende.

--Y ahora me dirán que no saben cómose llama ese cliente

Ruth y Rubén se miran. Ruth no dud

en contestar: “Sí. Aquel hombre erManuel Ver de Faruso”.



SIETE

Villanueva y Jiménez llegan a unnmensa mansión en el Plantinar.

--Hombre, por Dios, Criaturito, nseas pesado y deja a estos señores. Nadres que te doy en los hocicos. Tenga

ustedes cuidado que es muy cariñospero muy pesado, como una sandía dLos Palacios.

--No se preocupe, está bien --dicVillanueva mientras se quita al perro dencima.

--Miren, éste es el auditorio qu



enemos aquí para nuestras fiestas, nadde alcohol, eso sí, porque yo sólo tomzumo de naranja, tomen buena nota, sólzumo de naranja, bueno, y agua. Así qua me dirán ustedes en qué les pued

ayudar, porque me están esperando uno

señores a los que les tengo que mandaunos burofaxes de unas gestiones mumportantes. Yo todos los días puedo

mover 700 u 800 millones de pesetas¿saben?

Villanueva comienza.

--¿Conoce usted el restaurantRatantal?--¿Ratantal? Verán ustedes, yo soy

poco de comer fuera de mi casa, a mí m



gustan mucho las milanesas que hace mseñora, con papas fritas de perol, cuando tengo que comer fuera, porquesté en alguna reunión con señores, voa alguno de los restaurants que tenemopor toda la ciudad, tenemos una chacin

de Cumbres Mayores muy buena, mubuen solomillo al whisky...

Villanueva le interrumpe.

--El restaurante del que le hablo estcerca del acueducto, igual lo recuerdporque tienen gazpacho de fresa en e

menú. Varios testigos le sitúan a ustedallí al menos una vez.Manuel Ver de Faruso se mete el dedo

entre la camisa y su cuello y mueve l



cabeza. Levanta un teléfono de cable:--Señorita Jacinta, venga usted a po

Criaturito un momento y me hace efavor de llevárselo, por favor, quaunque sea un perro se entera de todo

o te preocupes, Criaturito, que tod

está bien.Don Manuel vuelve al investigador.--Efectivamente, sí estuve en es

restaurante, pero casi prefiero olvidarloo sé a qué vienen ustedes porque ya n

me queda más sangre que dar. ¿¿QUÉ

LE PASA A ESA JUEZA, DIOS MÍOQUÉ LE PASA QUE ME ESTÁEXIGIENDO, QUE ES QUE ME ESTÁCANSANDO??



--Tranquilícese, por favor.--Yo ya le he dicho que no suelo sali

de mi casa a comer fuera nunca. Soy uhombre muy ocupado y duermo trehoras cada cuatro días. Pero el demoniaquél que me compró el equipo, el qu

venía de Jerez, me convenció de quhabía que celebrar la operación en usitio bueno, que no fuéramos a ningun

de los míos que después los pagaréolían a fritanga. Él fue el que lo dijoPor lo visto alguien le había hablado d

ese sitio. Tomen buena nota de que donManuel Ver de Faruso reconoce suerrores y sabe que no se portó allí biecon los chicos del restaurant, pero



vamos a ver, yo acababa de vender eequipo, lo que había sido MI VIDA enos últimos 20 años. Yo iba de pequeño

con mi padre por la vía del tren a veos partidos del...Villanueva vuelve a interrumpi

bruscamente el discurso.--Escúcheme, el cocinero de aque

restaurante ha sido asesinado.

Jiménez completa.--Y en una freiduría.El empresario sevillano palidece.

--¿No habrá sido en La Isla?Responde sorprendido.--Exactamente.--Hombre, por Dios. Con lo que m



gusta a mí el cazón de esa gente. ¿Yentonces ustedes no vienen de parte da señorita jueza ésta como se llame?--Pues no, venimos, me temo, por alg

más serio: el asesino de la regañá.--Ah, sí... sí... he leído hoy el ABC

Que aunque no hay que justificar lo quha hecho la criatura, ya era hora de qusaliera un asesino de sevillanas manera

no uno que parezca forastero. A mí merecuerda al representante de ufutbolista alemán negro que m

vendieron, debe ser también una personsin escrúpulos. Es rapidísimo, mdecían... Me quedo mucho máranquilo, no tengo nada que ver



¿Quieren un licor de manzana? Es sialcohol. Lo hay también de mora, estmuy rico, los tengo para no bebesiempre zumo.

Jiménez en ese momento se lanzacomo si llevara tiempo conteniéndose.

--Yo tomaré uno, don Manuel. Demora. Y por cierto, ¿me podría haceuna foto con usted? Hay que ver con l

que hizo usted hace 20 años por eequipo...

--No me hago fotos normalmente, per

hacía tanto que nadie me reconocíaquello... qué rápido olvida la gente. Menía que haber gastado el dinero en Lo

Lebreros, que me lo ofrecieron por l



mismo. ¿Nos la puede hacer ustedVillanueva?

En ese momento, el teléfono dVillanueva suena y salva la situación.

--Inspector, al habla el comisariovengan deprisa a la Jefatura. Hay alg

en la segunda carta que tienen que verEs URGENTE.



OCHO

-Efectivamente, Villanueva, como ustedpensaba, ni en la primera ni en l

segunda carta del asesino había huellalguna. Aun así, decidimos buscacualquier pista, como manda e

protocolo. Como nos sorprendimos aencontrar que todas las letras habíasido recortadas de revistas sin ningúipo de relación, pensamos rápidament

en un kiosquero.--O en un peluquero --añade Jiméne

ante la cara de desesperación de



comisario.--Muy bien Jiménez, incluso en u

abuelo que vaya mucho a GarcíMorato; ahora, ¿puede callarse?

--Perdón.--El caso es que una de las letras

concretamente la Z, estaba recortada dun papel que no era una revista. Esrecorte proviene de un folio normal

corriente. Un folio que por el otro ladenía escrito una especie de horario

cuadrante por las rayas que puede

verse, un horario que pertenece a algque en su nombre tiene la parte dpalabra Erpet, que es lo que ha cuadraden la parte de atrás del trozo de papel.



--No sé si le sigo --avisa Villanueva.--No se trata de que nuestro hombr

enga algo que ver con algún sitio empresa que se llame Erpet, que pocierto, Google sólo nos ha dado comresultado una fábrica de cristalería d

Praga, no. Se trata de que nuestrasesino tenía un papel en casa de usitio con dos características: que tien

horarios y que tiene el conjunto de letraErpet en algunas de las palabras de snombre.

Villanueva de repente propone:--¿“pERPETuo”?Jiménez y el comisario rematan a

unísono.



--Perpetua. Capilla de adoraciópERPETua.

Villanueva tuerce el gesto.--Creo que necesito más datos.--Son pocos los que conocen l

historia de la capilla de San Onofre e

Sevilla, y eso que está situada en plencorazón de la ciudad, en la Plaza Nuevaa 25 metros de la puerta de

Ayuntamiento. Sólo la anuncia unpequeño cartel y pasa absolutamentdesapercibida al lado de la inmens

ienda de teléfonos que hay en lesquina. Verá, se trata de un templopequeño, al que acude el verdaderpoder económico de la ciudad, al meno



a parte cristiana que aquí eprácticamente el 100%. Entre todo eráfico de gente de la plaza casi nadie l

presta atención, pero, si uno se fija, vcómo llegan taxis con señoras dabrigos de pieles muy bien peinadas

odas horas, tanto del día, como de lnoche.

--¿Y qué hacen allí?

--Simplemente van y rezan. ESantísimo que hay en la capilla no puedquedarse solo ni un momento. Por es

hay una especie de horario en el que unse inscribe, de tal hora a tal hora y estallí, rezando o haciendo lo que seaevitando que la imagen esté sola ni u



segundo.--¿Y si en algún momento no hay

nadie? ¿Si hay huecos en ese horario?--Suele pasar poco, porque ya le dig

que entre la gente más poderosa de lciudad es una especie de lugar d

reunión, allí, de alguna manera lavan suconciencias por un lado y, por qué nodecirlo, establecen relaciones, no s

hacen negocios pero se acercan los quos hacen. Pero en el caso de que hay

huecos en el papel, como uste

pregunta... para eso está el capellánAun así, está bastante mayor y hace pocme contaron que tenía algunoayudantes, más jóvenes, no ordenados



pero muy religiosos claro. La letra de lcarta del asesino está impresa en upapel que por el otro lado llevaba eshorario. Villanueva, creo que nuestroasesino frecuenta ese sitio.



NUEVE

Villanueva y Jiménez van en eMetrocentro, una especie de tranvía qu

une Viapol con la Plaza Nueva. Vaento. Muy lento.--¿No había otra manera más rápida d

legar, Jiménez?--Pues no, y mire que conozco lciudad bien, pero, qué quiere que ldiga. Se puede tirar en coche por detrá parar en el Hotel Inglaterra y ahor

aparcar en un parking y pelearte luegcon las siesas de la Comisaría para qu



e paguen el ticket... pero es que a esthora están ensayando en la zona trehermandades con pasos de carga comel que vio usted el otro día, cuatrbandas de cornetas y están ya poniendas sillas de palo de la Carrera Oficial.

--¿Y entonces no se puede pasar con ecoche?

--¡Claro que no!

--¿Y el que viva ahí?--Pues, si le gusta la Semana Santa n

e importa y, si no le gusta, la playa d

Matalascañas está a una hora y tienunos chiringuitos magníficos.El Metrocentro les deja justo enfrent

de la capilla de San Onofre. Es ta



pequeña que casi ni se ve. Villanuevfrunce el ceño. Se acercan a la capillaJiménez interrumpe.

--¿Hay tiempo para tomarnos umontadito de pata de mulo en CasDiego? Está aquí mismo y ese queso n

o hay en Madrid, de hecho esa abaceríes el único sitio que lo tiene.

--Por supuesto que no.

--Pues yo es que estoy muy flojo, voy acercarme yo un momento a ver si estabierto sólo.

Son las 11:32 de la mañana de uviernes. Villanueva entra solo en lcapilla. Es oscura, silenciosa. Hay trepersonas sentadas separadas. Rezan



Villanueva entra y mira. Son dos beata un hombre. Ellas están bien arreglada a él se le ve corpulento, pero está d

espaldas. Silencio. Villanueva silenciel móvil. Camina casi sin hacer ruido.

Llega al libro de registro. El ruido d

as hojas suena en toda la capillaEfectivamente, no hay huecos en lohorarios. Cambia de página, nada. Todo

completo. Los apellidos son todorimbombantes: Ybarra, AstolfiBenjumea, Moliní, Orleans... El siti

rasmite paz. Villanueva se sienta en lcuarta fila de bancos. Justo detrás dehombre que es bastante ancho. De algunmanera irradia energía, tensión



Villanueva sigue allí en silencioesperando a Jiménez y captando. MiraObserva detalles: el altar, un cepillo enel que no hay monedas sino sobres coetra inglesa y apellidos largos, l

alfombra. Los hombros del hombre d

delante se mueven mínimamente. Parecque está rezando un rosario. Busca acapellán, pero nada. En ese moment

oca con la palma de la mano el hombrdel hombre de adelante y le susurra aoído.

--Oiga, perdone...De manera inesperada el hombre girel brazo en un movimiento preparado e da un golpe seco con el codo en l



mandíbula a Villanueva. Las beatas dos pendientes de perlas comienzan

gritar y el hombre, mucho más grande dpie y con una sudadera negra salcorriendo por encima de los bancosVillanueva reacciona como puede

parece mareado y sale detrás de élRápidamente el hombre grande gira a lzquierda y otra vez a la izquierda, e

una esquina en la que hay una tienda dMax Mara. Se cruza con Jiménez, quviene comiéndose un montadito, trae un

bolsa en la mano y no repara en nadaReacciona cuando ve a Villanuevasangrando por la boca, que llegcorriendo a él, y se para porque ser



--Oiga, mire usted, y le aconsejo quno me lleve la contraria, las que nhicieron nada son estas señoras ni estemplo. Su presencia aquí no es gratanspector, haga lo que tenga que hacer

pero hágalo rápido y no vuelva por aquí

--¡Inspector! --avisa Jiménez desdotro punto de la capilla.

--El asesino de la regañá se ha dejad

aquí una bolsa, es de la FNAC y dentriene un vinilo: José Manuel Poto. Jos

Manuel y Amigotes. Es un cantante d

rumbitas de aquí, mi mujer lleva toda lvida diciendo que es muy guapo y yoda la vida diciéndole que está calvo

Todavía tiene el precio: 14,95 €. Tom



a con el Poto.El capellán monta en cólera.--¿¿El asesino de la regañá, dicen?

¿Pero qué estupidez es ésa? No sólvienen a perturbar sino que ahorencima quieren asustar a mis fieles...

--Sólo estamos investigando, padreranquilícese. ¿Conocía usted a u

hombre de complexión fuerte que estab

sentado en esta fila hace un momento?--Mire, inspector, me da la sensació

de que usted no es creyente,

seguramente le parecerá éste un sitio dultracatólicos y de gente rara, pero nson cuatro los que vienen por aquí, serímposible que conociera a todo e



mundo.Una de las señoras no para de llorar.--Tranquilícese, señora Matamoros.Villanueva no ceja.--¿Tiene usted ayudantes?--Rotundamente no, qué más quisiera

¿Me puede dejar tranquilo ya?--Sí, disculpe, una última cosa, ¿l

mporta que mire el libro de horarios?

--Haga lo que le dé la gana, ese librestá a la vista de todos.

Villanueva se acerca a ver el libro

Sólo hay dos nombres escritos para eshora: Sra. Regla Matamoros y doñElvira Garvey, las dos beatas que aúloran y son consoladas por el capellán



ingún dato del hombre grandeVillanueva mira el libro y encuentra unhoja que está arrancada.

--Capellán, ¿ha arrancado usted esthoja?

El religioso se acerca. Mira el libro

pasa el dedo por el resto de papel ququeda y dice que no con la cabeza.

--Nunca había faltado ninguna hoja e

os 58 años que llevo aquí.--Capellán, no quiero asustar a nadie

pero la que falta es la hoja del 3 d

marzo, justo el día en el que apareció lprimera víctima. Coja el disco drumbas, Jiménez, nos lo llevamos.

Ha pasado una hora y media de tod



eso. En Casa Diego hay un hombrcorpulento que se acaba de un tragprácticamente la mitad de un botellíhelado de Cruzcampo.

--Dime la cuenta, Diego, tres botelline los dos montaditos de Pata de Mulo. Y

cóbrame esto también que lo voy necesitar para esta noche.

El hombre se mete la mano en e

bolsillo y paga. Lo que ha comprado última hora es un paquete de regañá.



DIEZ

La casa de José Manuel Poto está eEspartinas, a unos 12 kilómetros d

Sevilla. Tiene escrito, con letras dmensaque en la puerta: “Villa DéjamQuererte”.

Después de pasar por el HospitaPoliclínico de la Macarena y de que Villanueva le pongan cuatro puntos en enterior, él y Jiménez llegan a la casa ylaman a la puerta.Les abre la mujer del cantante. Ha

lamado antes por teléfono, así que all



saben de su visita. Les acompaña por uardín de césped. Hay un jazmín

arriates con geranios. No entran en echalet. Lo rodean y llegan a una pequeñcasita que tiene otro cartel en la puerta“Quitapesares”. Abren. Dentro hay poc

uz y unas diez o doce personas.Uno tiene una guitarra. Otros beben

Hay botellas de ron y whisky encima d

as mesas. José Manuel Poto tocpalmas sordas mientras una mujer cantuna versión por rumba de My Way d

Frank Sinatra. Hay sólo una persona dpie, hombre, que baila con sensualidadAl entrar Villanueva y Jiménez todos scallan de golpe. El cantante, poco pelo



ojos claros, ejerce de anfitrión.--Hombre, supongo que serán ustede

os agentes, pasen, pasen y siéntenseestamos de celebración porque mcompadre José Luis, del grupo “Siemprgual”, va a volver a ser padre.

Un hombre grueso, con el pelengominado hacia atrás, rizos en la nuc una camisa rosa metida por dentro

asiente y hace el gesto de brindar con ucubata en vaso de sidra hacia lopolicías.

--Verá, señor Poto, no sé si es el mejositio para hablar con usted teniendo ecuenta por qué venimos...

--Mire, señor policía, me da igua



hasta su nombre, usted viene a mi casa aquí se hace lo que digo yo, mis amigoson mi familia y ustedes si están aquson ya mis amigos, así que ustedes ssientan y están con nosotros un rato

iña, trae dos sillas para los señores

dos vasos con hielo, de tubo no, que estno es un bingo.

Ron con cola. Whisky. Risas. Suena

Vivo por ella, Ese toro enamorado de lLuna, 19 días y 500 noches y muchaotras canciones versionadas a rumba

Villanueva, con tres Coca-Colas solaen el cuerpo, se levanta y comienza mirar las fotos que hay colgadas en lpared. Las hay de otras fiestas: e



cantante anfitrión con un antigupresidente de la SGAE, otra toreanduna vaquilla, discos de oro, un carteenmarcado con mensajes de fanes, unfoto jugando al pádel con un epresidente del gobierno dedicada, otr

con Manuel Ver de Faruso... En esemomento Villanueva comienza a mirauna foto de familia, en el jardín, en l

que sale mucha gente, el cantantaparece de repente, lo coge por ehombro y amistosamente lo saca fuera

Ya es de noche. Corre un aire fresco quehuele a jazmín. Cierra la puerta. El ruidde la juerga suena sordo. Un SaBernardo viene corriendo y se sienta a



ado del cantante, para que lo acaricie.--Cada vez que veo mi foto con Manue

Ver de Faruso... Ay, qué amigos fuimosManolo y yo, en fin, el tiempo cura laheridas... ¿Y el hijo puta del perro ésteMe lo compré porque creí que venía co

el barril de whisky y cuando vi que ermentira casi lo devuelvo. Ya lo que pases que le he cogido cariño al cabrón

qué cabeza tiene, coño, ahora que lmiro... ¿En fin, qué quería preguntarmagente... VILLANUEVA?

El detective se queda petrificado poel hecho de que conozca su nombre, aúno se había podido presentar a nadie.



ONCE

-Verá, José Manuel...--Llámeme Pepe, José Manuel sólo m

dicen los fanes.--Muy bien, Pepe. Seguramente l

parecerá de lo más peregrino el motiv

de mi visita, pero debo reconocerle questoy absolutamente perdido y tengpocos sitios a los que agarrarme en unnvestigación importante que estolevando. Seguramente habrá leído alg

acerca del asesino de la regañá.Villanueva suelta el comentario como



si nada. Seguramente espera ver qureacción provoca. El cantante dcanción ligera sigue acariciando eenorme cráneo del San BernardoAsiente con la cabeza. Es uasentimiento absolutamente natural. N

iene prisa por nada. La noche huele azmín y a cloro de piscina en esardín. Hay grillos que cantan

Villanueva continúa.--Creo que he estado realmente cerc

del asesino. Siguiendo las pocas pista

que nos deja, llegué a una capilla y allcreo que estuve con él. Fue un encuentrrápido, pero le puedo garantizar qucontundente, de hecho mi mentón pued



probarlo.El cantante continúa acariciando l

cabeza del perro con una mano. Con lotra bebe sorbos de un cubata con lohielos casi derretidos completamente eun vaso ancho con una publicidad d

Brugal serigrafiada. No se inmutancluso parece interesado. Villanuev

continúa.

--Verá, José... Pepe, perdón, el caso eque en su huida, porque salió huyendde aquella capilla, se dejó esto.

En ese momento Villanueva saca evinilo de la bolsa de la FNAC y se lenseña al cantante, que lo coge.

--José Manuel y Amigotes, hombre, n



es Todo va por ella, que no vea aquellomenudo melocotonazo de disco. Estcasa, la del Rocío, el chalet de IslCanela y un montón de chucherías máme llegaron de aquí, y todavía me sigurentando. Pero, ¿qué quiere que sepa y

de esto? Aparte de que es un asesino coun excelente gusto musical, claro.

--Comprobé en la FNAC si el disc

había sido pagado con tarjeta, ese día en los últimos meses, pero nada, habísido abonado en efectivo poco tiemp

antes, por eso lo llevaría. Ya le dije queme parece incluso ridículo estar aqupero se sorprendería de los datos que hsacado algunas veces de intento



absurdos. Me preguntaba si con esto dos foros, o los clubes de fanes, l

sonaba a usted alguien que se significarpor ser especialmente violento, agresivo... con lo moderno.

--¿Cómo que agresivo con lo moderno

El tono es diferente en su preguntaParece un poco alterado. Villanueva ssorprende. Calla y deja hablar a

cantante.--No hay que ser agresivo con l

nuevo, hay que ser agresivo con lo qu

es una pedazo de mierda. Por supuestque tengo muchos fans que se enfadacon la porquería musical que se hachoy, pero como todos deberíamos hacer



¿Sabe usted quién es la Lady Faja ésa como se llame? Valiente mamarrachaMire, no quiero calentarme y desduego no comparto la forma de lo qu

está haciendo ese degenerado, percambiar por cambiar lo que está bien, n

iene ningún sentido. Mire, escuche esto“Para olvidar un amor / si se ha queriden las venas / has de cambiar el color /

a te vuelven las nenas”.El cantante asiente con la cabez

sonriendo. Sigue dando palillos con lo

nudillos en la pierna. Y retomacantando más agudo y más bajo aúnCasi susurra.

--“Para olvidar un amor / si se h



entregado la risa / duele tanto el valor duele taaaanto el pavor / que ya el doloni te avisa.”

--Muy sentido --responde Villanueva.--Ahora compare con esto, “Don no s

qué, don no sé qué, Alejandro... Don

call no sé cuánto, don´t call no scuánto, Fernando”, de la mamarrachahombre por Dios. En fin, Sevilla es un

ciudad especial, Villanueva. ¿Sabe poqué el escudo del Betis tiene trecbarras? Por la masonería. Aquí s

guarda un legado de siglos con lSemana Santa, esta ciudad ha sido cunde varias civilizaciones y todas, pocierto, sucumbieron al rey católico, e



una ciudad que tiene esencia, y no unmierda de ciudad-tienda de cartópiedra como Barcelona, o un nido dafter hours y maricas drogadictas comMadrid. Aquí se es serio, y no gusta quvengan a tocarnos los cojones. Perdon

que me ponga así, pero estoy harto dque haya artistas como la copa de upino, como alguno de los que están en l

fiesta de ahí dentro, o yo mismo, y quno tengamos ningún tipo de apoyo estemos malviviendo.

En ese momento se abre la puerta de lcaseta. Sale una persona de la fiesta. AVillanueva le suena su cara de loexpositores de discos de las gasolineras



--¿Pepito, estás bien?--Sí, sí, Manolo, no te preocupes, e

agente Villanueva ya se iba. Siento nohaber podido ayudarle. Vaya con Dios.

Villanueva asiente.--Sí, ya me marchaba, perdón po

haberle robado su tiempo y gracias poa invitación.--Y por cierto, quédese el disco qu

leva y escúchelo, es música buena.Situación incómoda. Villanueva parec

no saber si irse, porque Jiménez sigu

dentro. El de las gasolineras y eanfitrión bloquean la entrada invitándola irse. Entra entre ellos, disculpándosepara buscar a Jiménez. Su compañer



está sentado, con una copa en la manohablándole al oído a una de las cantantede Las Lunas que se ríe, imposibldeterminar a cuál de ellas hablaprobablemente habría sido imposiblambién a plena luz del día. Villanuev

o mira con reprobación. Jiménez suelta copa y se levanta despidiéndose de l

cantante.

--Te llamo, ¿eh, rubia? --Y hace egesto de llevarse la mano como si fuerun teléfono a la oreja.



DOCE

Madrugada. Villanueva no puede dormien su hotel. Ni siquiera está en pijama

sigue vestido. Da vueltas por lhabitación. Fuera hay silencio.

Está delante del ventanal de s

habitación en el hotel HABA Triana. Dadirectamente al río Guadalquivir. Puedver la Giralda, la Torre del Oro, y todoel skyline de la ciudad. El vinilo de JosManuel Poto descansa encima de unmesa auxiliar, al lado de un libro dpastas duras sobre los monumentos d



Sevilla y su provincia. MultiplicSevilla se titula. En ese momento, suena puerta. Es un camarero del hotel.--Buenas noches, han dejado esto par

usted en recepción.--¿Quién?

--Pues verá, no lo sabemos, es tarde, ecompañero estaba dentro, cuando hsalido ha encontrado el sobre en e

mostrador, tiene su nombre.Es un sobre extraño. A Villanueva se

e cambia el gesto. Coge el sobre

rápidamente reconoce el estilo.--¿Tienen cámaras que graben lrecepción?

--Desde luego que sí, señor. ¿Por qué?



--Tiene que enseñármelas ahormismo.

En la sala de seguridad, el vigilante ncontrola del todo bien el sistema dgrabación de las cámaras.

--Espere un momento que me aclare

¿FF es para adelante o para atrás?Los dos conserjes, un camarero d

habitación y Villanueva miran desd

detrás de la espalda del vigilante emonitor. Villanueva se desesperaFinalmente llegan al punto.

--Ahí, ahí. ¡Pare!En las imágenes se ve a la únicpersona que entra. No es un hombre altoencapuchado y de complexión grand



como espera Villanueva. Se trata de uoven con el pelo largo. No mucho

desde luego. No se distingue bienParece que lo tiene ondulado y podebajo de las orejas. Viste unopantalones anchos que parece que son d

ino. Unas sandalias que podrían ser diras de cuero y una camiseta de raya

horizontales. También lleva un bolso d

esparto colgado al hombro. Entra en ehall. No hace ningún ruido. Apenas se lve la cara. Saca del bolso un sobre y l

deja en el mostrador. Es el mismo quiene ahora Villanueva en la manomientras le habla al vigilante.

--Perfecto. No borre estas imágenes



envíelas a la Jefatura de la Policía deDuque lo antes posible.

--Hombre, una cosa, lo antes posibles ya mañana cuando venga ecompañero del siguiente turno, ¿no?

Villanueva está en su habitación d

nuevo. Lo tiene en las manos. Es usobre negro. Lo coge con miedo. Yasabe lo que es. No quiere abrirlo aún

como si quisiera retrasar lo quseguramente ya ha pasado. Lo hueleAlguien lo ha perfumado con incienso

Le da vueltas. Lo escruta. Parecdesesperado. Habla en voz baja para smismo.

--Hasta que no lo abra no podré leerlo



hasta que no lo lea no tendré la certezde que ha ocurrido otra vez. Villanuevasaborea cada segundo de tu existenciactual porque en ella buscas a uasesino que sólo ha matado a dopersonas, no a más, no a más. Pero es

se acaba.Abre el sobre negro. Saca, como temía

un folio de El Galgo doblad

perfectamente en tres. Letras de revistcomponen un mensaje:

DEL MOMENTO EN EL QUEMÁS CERCA HA ESTADO DE MíSÓLO HA SACADO UNAHOSTIA.



HOY HA VUELTO A HABER LEÑA... MARISMEÑA.



nvolucrado en la lucha antitaurina.El cuerpo del que fue Pere está justo e

el centro del albero de la MaestranzaJiménez y Villanueva están a dos metrosHa sido apuñalado por la espalda coseis o siete cuñas de regañá. Parece

banderillas. Con la sangre de la víctimel asesino ha escrito una frase en lierra amarilla: “Esto sí es tortura, jip

comeflores”.Villanueva suspira y niega con l

cabeza.

--¿Trabajaba en algo?Jiménez prosigue.--Bueno, trabajar... Ya sabe que esta

gente de los jerséis de lana no producen



Llevaba siete años preparando una tesisobre la biodiversidad de la marisma dDoñana.

--Ya... Vaya, “leña marismeña” -musita para sí mismo Villanueva.

--Sí, la verdad es que siete años a m

ambién me parecen una barbaridadSeguramente sería un niño de papá désos que va de hippie y que cuando s

harte tendrá un sillón cómodo...--No hablo de eso Jiménez, est

hombre estuvo anoche en mi hotel.

--Ah, es que como ha dicho usted lo d“Vaya leña marismeña...”. ¿Cómo questuvo anoche en su hotel?

--Estuvo anoche en mi hotel y no sól



eso, mire, me dejó este sobre escrito.Jiménez lo abre, lo lee y mira

Villanueva con terror.



CATORCE

Dos personas hablan en un bar.--Atiende, compadre, en Sevilla ha

dos tipos de personas, las que dicen qua calle Almirante Apodaca es la de la

Hemeroteca y las que dicen que es la de

Tremendo.Es jueves, sobre la una. El Tremendoestá lleno. Hay una conversación en ugrupo.

--Total, que el nota ése, erepresentante de las fuentes ésas dagua, vuelve a ir al taller a intenta



colocarnos a mi hermano y a mí unfuente de ésas con vasitos. Yo le digo lonormal, que a mí el agua me da ascporque ahí follan los peces y que poeso bebo Cruzcampo nada más, que estratada. Y va el colega y me dice que la

garrafas las hacen en Alemania y quson imposibles de rellenar.

--¿Imposibles? Venga ya, si eso es de

plástico malo.--Te lo juro, eso me dijo. Total, que l

digo que la traiga, que vale. Me la tra

el colega y me pongo a darle vueltas dodías al pitorro hasta que descubro que scaliento la boquilla se ensancha y lpuedo sacar. Total, que la relleno de



agua y al ponerla y darle al agua fría, scontrae y tira perfectamente.

--Qué arte más grande.--Pues figúrate el nota del agua

mosqueado porque habían pasado cuatrmeses ya y no le pedíamos garrafas. Y

venga a llamar. Y medio en broma medecía “que si yo tengo una hija que comun taco”, “que eso es imposible”, “hazt

alguna vez un té aunque sea”, “que nadmás que el agua que se evapora ya emás de la que falta”... Total, que un dí

viene, y al día siguiente vuelve pasarse de sorpresa. Y yo la habírellenado y el segundo día había máagua que el primero, ¿me sigue



compadre?--Sí, sí, perdona que ha pasado una tí

por ahí y me he despistado, pero vamosque el nota se queda mosqueado porquhay más agua, ¿no?

--Eso. Total, que mi hermano y yo y

decidimos decírselo pero de una manerguapa, ya verás.

--Miedo me da.

--Lo llamo y le digo que me hace faltuna garrafa, que se me ha acabado ya. Ecolega ni se lo creía. Me decí

“¡Hombre! Ya era hora”. Y yo, “sí, sí, lque tú quieras, vente mañana”. Al dísiguiente llega el nota con el carro esraro con dos garrafas, entra en el taller



me saluda y le digo: “Ahí tienes lfuente”. Y cuando se da la vuelta y miraa fuente... ¡Estaba toda rellena de Tinto

de Verano!Todo el grupo en la puerta del ba

estalla en carcajadas.

--Y sale mi hermano con un vaso dice: “Mira, y si le damos a lo azusale fresquito!”. Escucha, qué lote d

reír, en serio, el colega tirado por esuelo de la risa. Se hizo una foto con lfuente y todo para mandársela a lo

alemanes, y ahora no nos cobra ya lagarrafas porque dice que la foto que sha llevado vale más.

En otro grupo a pocos metros hay otr



el que está dando la cara y al que se lpueden partir.

--Sabes que eso no va a pasar, aunque parezca que estás solo sabes qu

estamos todos ahí detrás de ti, no tolvides de que somos una “empresa

fuerte.--Ya lo sé. Igual que espero que sepái

que esto no lo hago por nada más qu

porque creo en nuestra idea, porque estno puede seguir así.

--Bah, déjalo, no nos vamos

convencer los convencidos, ¿pido otrares?--La última, que me tengo que ir --dic

el hombre grande.



--¿Por qué?--Ya lo sabéis, mi madre tiene

Alzheimer.--¡Y la mía tiene papas con chocos

Anda, tómate la última, que siemprcaes. A cualquiera que se le diga la que

estás liando y viviendo con tu madre.Además, te tenemos que dar el cuartencargo, toma, anda.

--¿Ya? Ayer mismo estuve en laMaestranza. ¿No es demasiadprecipitado?

--Mira, “manos grandes”, que tieneas manos que parecen un catálogo dnabos, tú eres el brazo ejecutor, eremportantísimo, pero no te olvides d



que eres brazo, no más. No pienses, nes tu papel.

--Deben ser siete máculas. Y despuésdebe ser lo de la madrugá. Quedan 1días y cuatro operaciones por cerrar, nopuedes dormirte. No te preocupes por l

exposición, ya te digo que no estás soloToma.

Le entregan un sobre grande de pape

Kraft. El hombre grande lo abre. Dentrhay dos fotos: una de una mujer que mirunos planos en una obra con un casc

azul puesto, la otra, del proyecto de lorre Pelli ya finalizada.



pero hay muchísimos, este tiene USB es el segundo más barato, las cosas nestán en la Jefatura como parpresentarles un facturón, que luego spiensan cosas raras; ya se mosquearouna vez por los tickets de los taxis.

¿Bueno, para qué lo quiere, parambientarse investigando o qué? ¿Cómvan esas pesquisas?

--Bueno, pues la verdad es que no hamucho. Hay un patrón, desde luegoodas las víctimas podrían catalogars

dentro un mismo grupo, gente jovennnovadora en cualquier ámbito que, dalguna manera, amenazaron a la partmás rancia de la ciudad.



--Modernas, vamos.--Sí. Todas además aparecieron e

ugares de evidente tradición de lciudad, mire.

Villanueva señala con el índice variopuntos marcados con rojo en un map

nmenso que hay colgado de la pared.--De momento los tres puntos n

parecen describir ningún dibujo, me h

matado a proponer líneas esperando vealgo que me diera alguna pista, pero nencuentro nada. Lo dramático es qu

endríamos que esperar a que vuelva matar para añadir otro punto y ver sreconocemos algo. Y eso no puede ser.

--Lo bueno de que las víctimas sea



modernitos es que no hay tantos en estciudad.

--Ya, Jiménez, pero no podemoponerle protección a todo el que llevunas gafas de pasta, unas Gazelle escuche Radio 3.

--¿Unas Gazelle qué son?--Unas zapatillas, Jiménez.--Madre mía, con lo bonitos que so

unos buenos botos de Valverde... ¡Ycómodos!

Jiménez se señala abajo con la mirad

se levanta el bajo del pantalómostrándole las botas a Villanueva.--¿Quiere decir que ese calzado e

cómodo?



--¿Está de broma? Con estas botas hdo yo a ver a la Blanca Paloma cuatr

Rocíos ya. He pasado el Quema y no sme mojaron los calcetines ni un poquito

--¿Goretex?--Con todos mis respetos, Villanueva.

el coño de su prima Goretex. Son dpiel de becerro flor, color Arabiaengrasada con forro de piel de ciervo.

--Usted va mucho al Rocío, ¿no? Udía debería llevarme. Aunque sea otrciudad tiene mucha relación con es

parte de la ciudad que nos interesa¿verdad?--¿Con las modernas?--No, con las modernas no, con la otr



parte de la ciudad que nos interesa: lclásica.

--Ah, sí, sí, pero vamos, ahora hapoco que ver allí. Yo le llevo pero paraeso lo bonito es ir en la época. Es eacontecimiento religioso má

multitudinario del mundo, más de umillón de personas se juntan en esaldea, ¿sabe? Es impresionante.

--Bueno, de momento, seguimos con lnuestro. He estado investigando sitios desa mitad rancia de la ciudad...

--Rancia no, clásica, decente, normavamos.--Perfecto, Jiménez, la normal, y m

gustaría que nos pasáramos por alguno



de estos lugares.--A ver, ¿qué sitios son esos?Villanueva pasa las hojas de s

cuaderno y finalmente encuentra unhoja.

--Un bar que se llama Garlochí, l

ienda de artesanía Pasión del MundCofrade, y la redacción de la revista EZaguán de Sevilla.

--Droga dura, incluso para mVillanueva.

--Me alegra que diga eso, tengo l

sensación de que mientras más rancisea el sitio en el que investiguemos, mácerca estaremos de nuestro asesino. Pocierto, ¿qué era ese cartucho que traí



encima del tocadiscos? Lo ha dejadodo manchado de aceite.--¡Hostia, es verdad! ¡Lo

chicharrones! ¿Quiere?--No, déjelo, me gustaría vivir má

allá de los 40 sin gota.

--¿Gota? Yo tengo ya un chorrito.Villanueva y Jiménez entran en el ba

Garlochí. Significa, más o menos

corazón en caló. Es imposible describia cara de Villanueva. La de Jiménez s

es más sencilla: es de orgullo. No ha

diez centímetros de pared libre en todel local. Todo está repleto de esculturade vírgenes, ángeles y cristos. Havarios lienzos recubiertos con visillo



que retratan a varias de las caras máconocidas de la alta sociedad sevillanaLlama sobre todo la atención un lienzde la duquesa de Alba que tienclavados dos pendientes de pedreríreal. Hay clientes que rápidamente s

pueden identificar como habituales, grupos de jóvenes que beben ajenos oda la barroca decoración. Villanueva

Jiménez se acercan a la barra. Atiendendos personas, un joven marroquí dveintipocos y un hombre mayor, d

sonrisa usada y camisa impecable. Él equien se acerca.--¿Qué pasa, Pedro? ¿Cómo estás?El hombre se echa sobre la barra



sobre sus ochenta años y saluda con dobesos a Jiménez.

--¿Qué tal, Santiago? Vengo de trabajoe presento al inspector Villanueva, as

que no me pongas nada, que estoy dservicio.

--Encantado, inspector, pero buenopor muy de servicio que estén, uncervecita les podré poner, ¿no? ¿O

prefieren una jarra de sangre?Villanueva se revuelve.--¿Cómo dice?

--Tranquilo, inspector, no es nada raroes sangre... pero de Cristo. Simplementes una bebida que preparamos aquí. ¿Na conoce? Eso no puede seguir así, l



preparo una jarra, se hace con vodkaron, granadina, champán, nata y algunacosas que si le contara le tendría qumandar al asesino de la regañá para quno saliera de aquí ese cóctel.

Todos en el bar se ríen.

Ya con la jarra preparada, la barra eatendida ahora sólo por el camarerárabe. En una mesa aparte, presidida po

un azulejo que dice “El rincón de Luz”están los tres sentados.

--¿Por qué el “Rincón de Luz”

Santiago?--Bueno, como usted entenderá, almmía, nuestro bar es bastante singular, eshace que venga mucha gente y mu



La gente vuelve a reírse casi aunísono. Villanueva mira. Todo emundo parece disimular que estpendiente de lo que se cuece en esmesa.

--Seré claro, ¿por qué me ha gastado l

broma del asesino de la regañáPrecisamente veníamos aquí preguntarle por eso.

--Bueno, no sé el tiempo que lleva eesta ciudad, inspector, pero aquí se hacuna broma de todo. Es lo que se conoc

como guasa.--¿Guasa?--Sí, no sé de dónde viene, la respuest

estará en la historia, como dice e



programa ese... El caso es que, desduego, que es grave lo del malaje este

pero eso no quita que podamos hacebromas sobre eso. Antes de que llegaraustedes, un cliente me ha dicho ququitara una canción de Miguel Bosé, qu

como se enterara el de “la regañá”, iba venir a pegarle fuego al bar.

--¿Qué cliente fue?

--Entiendo su interés, inspector, peroese cliente se puede decir que es mayoque su madre, tiene 87 años, lleva tod

a vida viniendo y apenas puedsostenerse en pie. No es su hombre. Ncreo que tenga energía ni para partir urozo de regañá.



--Ya...--No puedo ayudarle mucho, me temo

pero de todas formas le diré que no ealguien temido ni mucho menos, ese tipde la regañá.

--¿Qué quiere decir?

Santiago mira hacia su copa. Parecarrepentirse de lo que ha dicho. Mete lcañita de su cóctel en la boca y s

decide.--Pues que hay mucha gente que d

alguna manera está de acuerdo con l

que hace.--¿Qué está usted diciendo?--Antonio Gala dijo una vez: “Lo peo

no es que los sevillanos piensen qu



ienen la ciudad más bonita del mundoo peor es que puede que tengan hast

razón”. Eso es así, inspector, no lo digoo, y para muchos, vivimos en u

momento en el que se destroza todo esque nos ha distinguido como lugar único

Hay muchas ciudades en las que comefoie y croquetas de boletus, ¿aquambién, coño? No. Aquí se com

carrillada, serranito, pavía, espinacacon garbanzos y croquetas del Ovidio, o demás, perdóneme porque no l

conozco y no sé de qué pie cojeanspector, son mariconadas. Desde luegque no hay que desear la muerte a nadiepero aquí en la barra del bar un



escucha muchas opiniones y parmuchos no había otra salida. Se estabacargando la ciudad. Para muchos, npara mí desde luego, que quede claroese asesino tiene dos huevos.



DIECISÉIS

Sábado por la mañana. El Pasaje de loAzahares. En pleno centro de la ciudad

entre calles de adoquines y casaantiguas, hay una especie de callejócon locales de tiendas extrañas

Villanueva es dirigido por Jiménez hasta tienda “Pasión del Mundo Cofrade”.La tienda se parece más al bar qu

visitaron ayer, al Garlochí, que cualquier otra cosa. Si alguien quiercomprar una Virgen de casi dos metroscirios o velas, o incluso un cáliz, ése e



el lugar que necesita. Lo atiende CaroloTreinta y pocos años. Rellenito. Camisceleste con rayas azules. Cránemportante. Pelo engominado haci

atrás. Barba apurada.--Ustedes deben de ser los agentes

Bienvenidos a este humilde negocio, yme dirán en qué podemos colaborar coustedes.

Es muy amanerado al hablar y amoverse. Sonríe sin parar.

--Verá, no se preocupe, es más que

nada una ronda de información; posupuesto no tenemos nada contra usted nsospechamos de nada, puede estaranquilo, lo único es que estamo



preguntando por algunos negocios de lzona, estamos investigando el caso deAsesino de la Regañá.

--Es tremendo, desde luego que spero... ¿En qué le puedo ayudar yo?

--Seguramente en nada, pero tenía qu

comprar unas velas y ya he decididaprovechar el viaje --añade Villanueva.

--Unas velas, eso es otra cosa; ¿quier

velas blancas de velatorio o un buecirio rojo?

--No lo tengo muy claro, ¿me la

enseña?--Claro.Villanueva y el dependiente hablan d

ipos de cera, de la rapidez con la que s



derrite o de la cantidad de modelos dmecha que hay. Jiménez no entiendnada y curiosea por la tienda. Drepente, la conversación cambia.

--Estando aquí, supongo que escuchara muchos clientes, habrá mucha

conversaciones--Hombre, claro, claro...--¿Y qué opina la gente de est

hombre, del asesino de la regañá?El dependiente traga saliva y gira l

cabeza. Es un gesto que le recuerda a

nspector al que hacía Manuel Ver deFaruso constantemente.--Se dicen muchas cosas inspector, y

sabe que Sevilla es una ciudad señoria



para muchas cosas, pero un pueblo parmuchas otras. La gente habla mucho, mácon casi un 30 por ciento de paro.

--¿Qué cosas se dicen?--Pues de todo, hay quien dice que l

ha visto dando vueltas por el barrio d

Santa Cruz buscando algún guiri al quclavarle la regañá, otros dicen que es ufantasma que no tiene sangre sino vin

de naranja, hay quien dice que es lreencarnación de un antiguo inquisidor os hay, incluso, que dicen que tiene qu

ver con el mismísimo Ver de Faruso.--¿Con Ver de Faruso, el ex presidentedel equipo?

--Sí, pero yo creo que es porque a es



señor se le echa de menos en la ciudadesde que dejó el equipo. Tambiéexiste el rumor de que serán siete lapersonas que asesine.

--¿Cómo?--Sí, ya le digo que son sól

habladurías, pero el siete es un númerclave en la ciudad. Una de las callemás bonitas es la de las Siete Revueltas

está aquí cerca por si quieren pasarsese llama así porque tiene siete girosSegún a quién se le pregunte, lo má

mportante o lo más odioso para otrosa Expo, fue en el 92, 9 menos 2 dambién 7. Una de las hermandades co

más tradición es la “Real e Ilustr



Hermandad Sacramental de NuestrSeñora del Rosario, Ánimas Benditadel Purgatorio y Primitiva Archicofradídel Sagrado Corazón y Clavos de Jesús

uestro Padre Jesús de la DivinMisericordia, Santísimo Cristo de la

Siete Palabras, María Santísima de loRemedios, Nuestra Señora de la Cabez San Juan Evangelista”, que par

ahorrarse uno toda esa barbaridad, sconoce como la hermandad de las SietPalabras. Ya para los precristianos era

un número místico. Existe el restaurantde Las Siete Lunas, donde se comeunas espinacas con garbanzoespectaculares y, no se olvide de un



cosa, cuente: Sevilla.--¿Que cuente qué?--Las letras, Sevilla, tiene siete letras.



DIECISIETE

Villanueva y Jiménez llegan al portal debarrio de Los Remedios en el que segú

a página web está la redacción de lrevista El Zaguán de Sevilla. Villanueviene un ejemplar en las manos. Es un

revista gratuita. Lo tiene más quojeado: entrevista a Olivia de BorbóVon Hardenbert, desfile flamencolamado “Gitanería” en el Real Club d

Labradores, baile de máscaras en loReales Alcázares o cómo presenta súltimo disco José Manuel Poto. E



portero electrónico responde.--¿Quién es?Jiménez se adelanta.--¡Policía, abra por favor!Dicho esto, se dirige a Villanueva.--Lo siento, siempre he querid

pronunciar esa frase.Abren y suben. La redacción es amplia

Muy amplia. Hay unas diez o doc

mesas, cada una con un ordenador alguien escribiendo. Les recibe unchica rubia de unos treinta años. A

Jiménez le gusta. Tiene la piel mumorena y una sonrisa rara. Según upequeño cartel que tiene en la mesa slama Mara.



--Buenos días, ¿en qué puedayudarles?

--Buenos días, no hay ningúproblema, señorita, simplemente es unronda de preguntas rutinaria. Nogustaría hablar con el director o e

editor, o la persona que esté al mando.--Santiago, Santiago Ezequiel Bruma

En un momento le llamo, siéntense si so

an amables.Dos minutos de espera. En el despach

de Santiago Ezequiel Bruma hay una fot

dedicada de Carmen Lomana y portadade la revista enmarcadas: la duquesa dAlba, Francisco Rivera Ordóñez o PititRidruejo. Es bastante alto, bien parecid



grande, muy grande. Lleva patillas dhacha y viste traje de chaqueta de dopiezas: la chaqueta verde y camisa destampado rojo, ambos de lana. Lcorona todo con una pajarita azuPodría tener el mismo estilista qu

Jaime de Marichalar y una buena cuentde cliente en la tienda El Ganso. Si llega los 30 años es por poco a pesar de s

estilismo. Les recibe desde la mesaEstá llena de papeles y tiene doordenadores. Villanueva no puede verl

as manos. Es grande. Muy grande.--Buenas, encantado de conocerlessiéntense y díganme en qué les podemoayudar.



Parece bastante nervioso. Villanuevdecide no andarse con rodeos.

--Me gustaría ver sus manos si no tiennconveniente.La cara del joven palidece. Se pasa la

palmas por los muslos de su pantalón d

ana en un gesto con el que intentsecarse el sudor debajo de la mesa. Laevanta y las ofrece, palmas haci

arriba. Villanueva las mira. Jiménez lamira. Los dos las contemplan unosegundos. Villanueva las coge y las toc

como si fuera a leer el futuro en ellasaunque lo que le gustaría de verdad eeer el pasado.--Está bien. Muchas gracias. Tien



usted unas manos muy suaves y bastantpequeñas, por cierto.

--Vaya, ¿y eso es bueno o malo?--Créame que para usted, bueno... par

mí, quizá, peor. Quería preguntarle qusabe del asesino de la regañá.

--Así que es por eso... Verá, fue unmalentendido de mi colaborador, no fucon mala fe, se malinterpretó y ya en e

número de esta semana hemos pediddisculpas a los familiares de lavíctimas, sean lo tiesos que sean.

--¿De qué habla?--Supongo que estarán aquí por eartículo que publicamos en el númeranterior. Tenemos una sección que s



lama “Buenos días, reina de Tarssis” ea que grandes nombres de la vida d

esta ciudad escriben sin ninguna censursobre lo que quieran. Lo suelen hacecon sobrenombres. Nuestros lectoresgente bien relacionada, suelen saber d

quién se trata, es una especie de secretde comunidad. Aun así, hacerlo bajo useudónimo es clave para que s

expresen como de verdad sienten lagrandes firmas de esta ciudad, siresponsabilidades. Ya le digo que no

hemos retractado, pero también le digque como estrategia de comunicaciónos ha venido muy bien porque ha tenidmucha difusión. Nos pasó lo mismo hac



Buenos días, reina de Tarssis.Buenos días, Sevilla. Sé que estás preocupada por estos tiemposextraños de furia, pero cree a estehijo tuyo enamorado de que notienes por qué.

“Eso lo dirás tú”, me dirás con esasonrisa de plata que retrató el poetay esa dulzura que tintinea en las

fuentes de los Alcázares. “Ya, yasé”, te respondería yo mirándote atus ojos de luz, “ya sé que hay poco

trabajo, que muchos de tus hijos lo pasan mal y que ahora, además, andasuelto un hombre peligroso, pero note preocupes, no tienes que temer.



¿Acaso San Fernando no matótambién por ti?”.

Esto fue lo que yo le conté a la bella doncella que es nuestra ciudady me escuchó. Estuvimos toda lanoche hablando, al olor de una dama

de noche y un jazmín y cuando yarayaba el alba por Guillena me dijo:“Cuánta razón tienes, pero qué

dolorosos son los medios de un finsano. Me vuelvo a quedar tranquila”.

¿Qué es lo que le dije? Puesescúchenme y ya verán que razón nome falta. Le puse el dolorosoejemplo de que a alguien le matan a



una hija. Doloroso trance, sin duda,y uno, aunque a veces tenga ganas,no puede pedir pena de muerte, no, pero, ¿acaso alguien pensaría mal deun padre que sin poder soportar eldolor, acabara con la vida de quien

lo más preciado le quitó? No una respuesta institucional, no

delegar en que alguien nos arregle lo

nuestro, mirar a la rabia a la cara eir decidido hacia aquello que nosataca y que, si no acabamos con él,

acabará con lo que queremos.Sevilla, nuestra enamorada, llevasiendo mucho tiempo atacada. Unasveces gritándolo en nuestra cara



como con ese absurdo proyecto delas Setas, y otras más en silencio.¿Por qué no había de comenzar adefenderse ya? Y, sobre todo, ¿por qué temer a quien viene asalvaguardar lo que queremos que

perdure? Yo no tendría valor dehacer lo que hacen otros, pero sí lotengo para quitarme la careta y decir

“¡Ole!”. Y encima con una regañá.Siempre tuyo, el Almirante.

Villanueva acaba de leer el texto mira al joven periodista.--¿Me puede decir quién escribió esto--El Almirante Topete.



--¿Perdone?--Como le he explicado, las firmas qu

escriben en “Buenos días, reina dTarssis” lo hacen desde el márespetado anonimato. Para la revista enteresante contar con firmas que sería

naccesibles por nuestros recursos y lúnica condición que ponen es que nuncsea desvelado quién escribe qué. L

siento, no puedo decírselo.Villanueva se levanta y se apoya en l

mesa. Se acerca a la cara del edito

amenazante y lo agarra por las solapas.--Mira, pijo blandito, o me dices quiéha escrito eso o vuelvo con una orden dun juez para matricularte a la fuerza e



una escuela taller de carpintería en ebarrio más chungo que haya en Sevilla.

--¡Vade Retro! ¡No hace falta ponerseasí! ¡Lo escribió el periodista ÁlvarBurguillos!



Finalmente llegan a una rotonda con ucartel en el que se lee Incosol. El cochatraviesa un arco y llega a un hotenmenso en lo alto de una colina. Nad

se ha tocado desde los 70.--¿Le gusta a usted Sabina, jefe?

--Pues mira, sí.--A ver si recuerda está canción: Cris

Cris, Cristina, dirige una oficina sentad

en la piscina de Incosol.--No me diga.--Efectivamente. Incosol era el sitio a

que durante los 70 y 80 venía la gente dmucha pasta. Jefes de Estado, lomejores artistas, todos venían aqudesde cualquier parte del mund



atraídos por su confidencialidad y posus tratamientos de salud a partir deagua. Dicen que tiene inclusquirófanos. Uno llega aquí, se hospeddurante un mes en el que no sale de esarco que acabamos de cruzar y cuand

vuelve a su casa pesa 20 kilos menosiene las orejas abrochadas y tetas d

goma.

--¿Y qué pinta aquí Álvaro Burguillos¿No me ha dicho que es uno de loperiodistas más tradicionales d

Sevilla? No lo veo poniéndose mápecho.--Bueno, creo que también hace

ratamientos que son curas, si



necesidad de operarse de nada“Renacimiento” le llaman. Estás aquodo el día de piscina en piscina

comiendo bien, durmiendo diez horas adía, sin quitarte el albornoz y vuelvecasi más nuevo que operándote.

En el hall de entrada hay una inmensrecepción y un sillón circular lleno dafricanos. Todo parece de los 70: e

gotelé de las paredes, las barandilladoradas de la escalera, la moquetancluso la ropa que visten los africano

parece de alguien que se preocupara posu aspecto, pero, efectivamente, en lo70. Jiménez y Villanueva llegan a lrecepción.



--Hola, somos el inspector Villanuev el agente Jiménez, hemos quedado co

el periodista Álvaro Burguillos.--Bienvenidos a Incosol. Ya nos ha

avisado. Está en la piscina tropical. Ssalen por esta puerta de cristales se l

encontrarán de frente. Intenten no pasar a siguiente piscina porque la h

reservado un cliente para él solo.

--¿Quién? --preguntó Jiménez.La recepcionista hizo un gesto haci

os africanos del sofá.

--Un jefe de Estado africano, éstos soalgunos de su seguridad. Allí Incosoiene mucho cartel.Villanueva y Jiménez avanzan por e



hall y salen a los jardines. No puededisimular que son policías por la manerde andar y las gafas Aviator. Atraviesanunas fuentes en las que hay ranas. Todoos clientes del hotel van vestidos co

albornoces. Reconocen varias caras

cantantes, empresarios, ex futbolistas.--Todo tiene un poco aire a secta -

apunta Jiménez susurrando.

Llegan a la piscina tropical y ven aperiodista. Tiene barba y gafas y estumbado en una especie de cama d

hidromasaje que está debajo de aguaHabla con alguien al lado que estambién dentro de la piscina y que mira

Es un famoso actor de la época del cin



de destape español que cuchichea.--Ésos son maderos, Álvaro. Ya

empezamos, como me hagan bromas dPepito Piscinas verás...

El periodista los ve y les saluda con lmano. Los agentes llegan a la piscina.

--Buenos días, señor Burguillos, soy enspector Villanueva y éste es m

compañero, el agente Jiménez.

De momento el actor los mira y sacomoda.

--Buenos días, seguramente conocerá

a mi amigo, los viejos rockeros tambiénecesitan de vez en cuando de cuidadosno le hagan bromas de su película dpiscinas que no lo lleva demasiado bien



¿verdad amigo?--Sí, sí, sí, bueno, bueno, yo os dej

ranquilos, te veo en el wellness, paromarnos una cervecita, encan.

encantado señores.El actor se aleja del grupo. Se queda

unos 15 metros. Toma el sol sentado eel bordillo de la piscina. Deja los piedentro del agua.

--Ustedes dirán a qué debo esta visita.--¿Vive usted aquí? --pregunt

Jiménez.

--Bueno, no exactamente, me sientcomo en casa, pero no vivo siempraquí, está relativamente cerca y lalterno con Sevilla. Gracias a Dios



escribir una columna de opinión puedhacerse desde cualquier sitio, se podrídecir que desde hace un par de añoestoy siete u ocho meses aquí y el resten mi Sevilla.

--Ahá.

--Sé lo que están pensando, que estdebe de salir por un dineral, ¿noBueno, a los dueños les gusta mantener

caras conocidas por aquí y a algunocomo a mi compañero, el del destape a mí nos hace precio, ¿verdad? --dic

evantando la voz. A 10 metros, el actoresponde:--Sí, sí, sí, desde luego, sí.--Discúlpenme la postura de



--¿Miguelón?--Sí, Miguel Rodríguez, el comisario

Es un gran amigo mío, ¿saben?Villanueva parece captar el énfasis d

a entonación del “¿saben?”.--No lo veo mucho, yo voy un poco po

ibre, la verdad. Pero cuente con ello so vemos. Mejor llámelo usted y así s

asegura. En cualquier caso, supongo qu

estará al tanto de todo lo relativo a“asesino de la regañá”.

--Ya, ya sé por qué vienen, ese niño

pijo no ha aguantado y les ha dicho quo escribí la Reina de Tarssis aquella¿verdad?

--Así es.



--Entiendo su preocupación, perhablamos de un género periodísticantiquísimo: la ironía. No sean tabásicos como el locaje.

--¿Locaje?--Bueno, la plebe, los civiles, la gent

que no es nada. Es un término que mpegaron mis compañeros periodistadeportivos, se refieren así a la afición

“Hay que tener cuidado con lo que sescribe que el locaje después...” Mhizo gracia desde el principio, viene d

oco, claro. Me fascina que el lenguajsea algo tan vivo y evolucione. En finetimologías aparte, que quede clarísimoo no tengo nada que ver con esa



muertes.

--Ni sé quién es ese hombre, ni m

parece bien que alguien vaya por ahajusticiando a gente porque sndependientemente de lo que haya

hecho. Para rectificar conductancorrectas está el buen gusto y, en

última instancia, profesionales en l

policía como Miguelón o ustedes, quhacen tan bien su trabajo.--¿Entonces por qué escribió lo qu

escribió?--Bueno, fue en parte idea del directo

de la revista, ese chaval quería algcontundente sobre un tema complej



para conseguir difusión. Yo entré arapo a cambio del anonimato y de una

cuantas comidas en los mejorerestaurantes de la ciudad, que son loque se anuncian en su revista.

--¿Cómo?

--El Zaguán de Sevilla aspira a ser ugrupo de presión y eso vale dinero, no da. Es una revista gratuita, con buena

firmas, que no cobra dinero por ningunde sus anuncios, simplemente, como éo llama, recibe “intercambios”.

--¿No se cobran los anuncios?--No en dinero. Créanme que, eSevilla, invitar a alguien a cenar en unde los restaurantes más caros d



Andalucía como el Robles, o el Oriza que al ir a pagar no le dejen a unporque invita la casa es casi mejor quel dinero. Se consigue una imagen qudespués da lugar a muchos otrofavores. Eso es lo que queremos todo

os que colaboramos en esa revista. Lfamilia de ese chico tiene muchísimoposibles, por un lado le pone u

chiringuito a su hijo para que estentretenido y por otro se labran unombre en la ciudad.

--Me parece siniestro. ¿Le puedpreguntar qué pretende como últimobjetivo ese chaval?

--A usted le parecerá una tonterí



seguramente, pero está trabajando, poca poco, para ser el próximo HermanMayor de la Macarena. Créame que eses ser más que alcalde en Sevilla.

En ese preciso momento el periodistse levanta de la silla y sin que nadi

entienda nada comienza a gritar.--¡YA LES HE DICHO QUE NO SÉADA! ¡QUIÉNES SE CREEN

USTEDES PARA VENIR A MI CASAA INCORDIARME CONSEMEJANTES ESTUPIDECES! NO

SÉ-NA-DA. ¿Les queda claro?Toda la piscina mira de repente hacia mesa en la que están. El actoambién. Burguillos vuelve a sentarse



Villanueva y Jiménez no entienden nadaJiménez incluso se ha asustado con eruido.

--Lo siento, pero creo que ya está bienecesito descanso y no que me moleste

con charlotadas. Les rogaría que s

marcharan.Se levanta y les ofrece la mano en alt

en señal de despedida. Tres vigilante

de seguridad aparecen del hotel y miraa escena desde lejos. Valoran si deben

entrar o no. Villanueva le da la mano

el periodista escritor hace una muecextraña que sólo ve el inspector.--Muchas gracias por atendernos

Siento las molestias.



--No se preocupe. Todo está bienAhora márchense, por favor.

Villanueva y Jiménez salen del recintode la piscina. Turistas, clientes, todoos miran marcharse con curiosidad

Todos menos el actor que hace como

que no los ve. Villanueva lo mira apasar a su lado.

--Adiós, espero que descanse.

Y se marchan. De camino, Jiménecalifica el último gesto de su jefe aactor.

--Guantá sin manos, jefe.Ya están fuera. Los dos caminan ensilencio por el parking del hotel hacia ecoche. Hay aparcados un Bentley, u



Jaguar, un par de Aston Martins, todoson cochazos en ese parking. Los doandan en silencio. Jiménez mira locoches y finalmente se atreve a decir.

--Cómo se ha puesto el abuelo, ¿no?--Cállese y ande Jiménez. Nos está

vigilando.--¿Vigilando?--Ese hombre tiene miedo: cuando m

ha dado la mano me ha pasado una nota.



DIECINUEVE

A unos 177 kilómetros de MarbellaSusana Abalde entra en su chalet d

Simón Verde. Es una de las zonaresidenciales más caras de SevillaTécnicamente está fuera, en otr

ocalidad, pero tan cerca que eprácticamente un barrio. Llega cansadaTiene los zapatos de seguridad llenos dbarro y cemento. Quizá por eso los deja la entrada. Se calza unas zapatillas quiene justo allí. Deja las llaves en u

vaciabolsillos diseñado por Alessi



cuelga los portarrollos con planos en lpercha de un mueble oriental. Es jovensobre unos 35 años. También, a pesar da poca luz que hay, parece guapa y

delgada. Se lava las manos en efregadero. Pulsa un mando a distancia

comienza a sonar un disco de Florence +The Machine. Camina por la casa medibailando y cantando estribillos en vo

alta. Llega a la cocina que es americananada la separa del salón. Coge ucuenco y se sirve unas uvas. Saca s

Pad del bolso y lo coloca en unpequeña barra de la cocina. Se sienta eun taburete y, mientras come, comienza repasar los planos de una obra. Parec



una torre.De repente, detrás de una cortin

emerge una sombra. Es bastante grandeSe aproxima hacia ella. Aunque lmúsica ahoga el sonido de los pasosLas zapatillas Victoria negras, propia

de costalero, apenas producen ningúsonido contra la tarima flotante de saucnoruego. Cuando la sombra está just

detrás de la chica la música cambia drepente. A mucho más volumen, amáximo del equipo de música Denon

suena la marcha de Campanilleros. Ellsalta. Se asusta. Mira su iPad y ve ereflejo en la pantalla de alguien justdetrás de ella. No le da tiempo ni



gritar, se gira y dos manos que casi noson humanas por su tamaño comienzan estrangularla. Ella abre la bocqueriendo gritar y los ojos casi se lsalen. Una voz que parece nacida demismísimo infierno le grita:

--¡Puta! Quieres dejarnos sin sepatrimonio de la humanidad, ¿no, zorraCon tu torre de mierda... ¡Te la puede

meter por el coño! ¡Entérate de que lúnica torre de esta ciudad es la Giralda

La joven y prometedora arquitecta dej

de resistirse y cae al suelo inánime.Las manos que hasta ahora estabaarrebatándole la vida que transitaba posu cuello ahora le comprueban el pulso



o tiene. Esas mismas manos, envueltaen guantes de algodón blanco dnazareno, apagan la música. Ahora, easesino le acerca la boca a su oreja, ealiento le huele a mistela y le canta algen susurro.

--“La giralda es chocolate. Turrón lTorre del Oro. El Postigo es un piñonat un flan la plaza de toros.” A ver s

pega ahí la torre Pelli, so puta.El asesino le araña los brazos y la

piernas con una regañá que deja allí. E

unos instantes desaparece como si nunchubiera estado.El cuerpo de la arquitecta está en e

suelo de la cocina lleno de cortes. Ha



pasado horas. El teléfono ha sonadvarias veces. De repente, casi ya dnoche, tiene una tos violenta. Larquitecta se despierta con la boca secaTiene toda la cara manchada dmaquillaje corrido de haber llorado. S

despierta milagrosamente y vuelve lorar. Apenas puede ponerse en piententa llegar con la mano hasta la barr

en la que se comía las uvas. Las tira asuelo. El cuenco se parte. Sigue tentandcon la mano. Tira un cuchillo

Finalmente su mano consigue que caigsu teléfono, marca como puede el 112.Habla. Da su dirección y pronunci

entre llantos: “No tarden, por favor”.



En ese momento, cierra los ojos y caal suelo.



VEINTE

Será una paciente protegida pero lhabitación del hospital Virgen del Rocío

es la misma que para cualquiera. Unele por monedas, cama de hierros, l

única diferencia es que la otra cama est

vacía y que hay dos policías en lpuerta. Villanueva y Jiménez estádentro, alrededor de la cama.

--Sabemos que está muy débil, dverdad que somos conscientes de ello...

Jiménez parece nervioso por svuelven a venir los médicos. Les ha



dicho hace un momento que traten de npresionarla.

--Está más floja que todas las cosasVillanueva. Al final nos echan de GarcíaMorato.

--No, no, está bien, entiendo que e

mportante también para mí por mumagullada que esté. Llegué a casmuerta de la obra...

Jiménez interrumpe.--Bueno, muerta, muerta casi se qued

uego...

Villanueva se lo come con la mirada.--El caso es que no noté absolutamentnada, todo estaba en orden, la puerta nparecía tener nada raro y llegué, pus



música, me preparé un poco de fruta apenas recuerdo poco más.

--¿No hay ningún dato que le venga a lmemoria? Entiendo que es pronto y quen estado postraumático no se recuerdodo, pero cualquier cosa, un olor, un

sensación, puede sernos de muchayuda.

--Lo siento, recuerdo que era bastant

grande y que tenía unas manos aún mágrandes, eran demasiado grandes incluspara su inmenso tamaño, aunque no sé s

fue una apreciación real. Imagino qucuando te están dejando sin aircualquier mano te debe parecer gigante.

--Ya...



--Recuerdo también que iba de oscurocon la cabeza cubierta por una especide capucha. Lo sé porque lo que vreflejado en la pantalla de mi iPad ermuy oscuro. Apenas se le distinguía lcara.

--¿Le dijo algo?--Sí, no lo recuerdo bien, pero critic

a obra de la torre Pelli y me insult

varias veces.--¿Cómo la insultó?--Me dijo “Puta”, eso lo recuerdo bien

--¿Tiene cámaras de circuito cerradoen casa?--No, lo siento, no me gusta

demasiado las cámaras.



--¿Alguna vez hubo alguien que sseñalara especialmente contra la obrque está realizando?

--Bueno, no sé si está al tanto de quha habido mucha polémica con esa obrapero a mí no me importa mucho, y

estuve en la ejecución de las Setas de lEncarnación y por allí también spasaban muchos locos. No sabrí

decirle en cuál de los dos proyectouvimos más. Lo normal en una obra e

que se acerque la gente para pregunta

curiosidades o simplemente para mirarpero tanto en las Setas como aquí, erlamativo porque había muchos, bueno

muchos, muchos, tampoco, pero habí



algunos que protestaban, se quejaban ncluso nos llegaban a insultar. Aquello

quizá por ser la primera vez, fue máduro, no lo entendía muy bien. Yo soy dSantander y allí nadie se plantea actuaasí, al menos hasta donde yo conozco

De manera que cuando comenzaron lamismas historias en Pelli yo ya me lomaba un poco a broma. De hecho

recuerdo que incluso tranquilizaba aresto del personal, porque la UTE duna obra no es la misma que de la otra

o era la única de todo el equipo quparticipé en los dos proyectos...--Perdone, ¿una UTE?--Son las siglas de Unión Temporal d



Empresas, ya sabe, en proyectodemasiado grandes, varias constructorase unen y actúan como un todo mientradura la obra.

--Ahá, muchas gracias, señorita, dverdad que ha sido de mucha ayuda, e

probable que recuerde más cosaconforme se vaya recuperando, si es ascualquier detalle, me gustaría que nos l

contara. Aquí tiene mi tarjeta.--Desde luego, inspector, así lo haré.Villanueva y Jiménez salen de l

habitación. A la derecha dejan una salaen la que seis enfermeras están sentadadetrás de un mostrador, hablando. Lopolicías dicen adiós pero ninguna l



nota. Villanueva mira a Jiménemientras esperan a que llegue el inmensascensor del hospital.

--¿Qué te parece, Jiménez?--Me he asustado cuando ha dicho l

de UTE porque había entendido e

LUTE. ¿Y a usted?--Pues que desde luego es nuestr

hombre, de eso no hay duda. Ni de es

ni de que tiene unas manos que podríadelatarlo. Otra cosa que me llama latención es que creo que este hombre n

rabaja solo.--¿Cómo dice?--Con un simple ordenador se pued

nvestigar mucho, y desde luego alguie



como el que buscamos es un loco, y loocos investigan todavía más. No m

extrañaría que una sola persona hubierpodido rastrear hasta llegar aprogramador del videojuego “MatanzCapillita”, al cocinero del Ratantal, po

supuesto al ecologista que había sidvisible en medios de comunicaciónpero... ¿Cómo iba a descubrir alguie

quién es la única persona que repite eel personal de dos obras? Eso no estpublicado en ningún sitio, así que,

bien este hombre es un loco qunvestigó y que se fijó en la cara de estchica y la reconoció en la obra de lorre, o tiene ayudas de gente con much



nformación.Villanueva y Jiménez salen de

hospital. Hace una mañana soleadaEntran en el coche. Jiménez pregunta.

--¿Adónde vamos?--Vaya hacia el Aljarafe. Le iré

ndicando. ¿Se acuerda de la nota dBurguillos, el periodista? Parece qualguien tiene algo que contarnos.

Villanueva le entrega un pequeño papedoblado a Jiménez:

El artículo de la revista fue unamanera de llamarles. Me tienenencerrado aquí porque esto ha idodemasiado lejos. Tienen que hacer



algo antes de las siete muertes.Vayan a hablar con José. Al dorsoestá su dirección. Intenten que suhermano Carlos no se entere. Sonhumoristas. La casa se llama “LaOmaíta”. Al dorso está la dirección.

Esto es más grande de lo que usted puede imaginar.



apadas con cortinas. Es unconstrucción bastante moderna. Ehumorista sale de la puerta y loencuentra. Viste unos pantalones anchosuna camiseta y una sudadera de ugimnasio que se llama SatoSport. Parec

que viene o va a hacer deporte.--Bienvenidos, muchas gracias po

venir tan pronto. Yo solo no me habría

atrevido a citarlos, pero cuando mlamó Burguillos entendí que hay vece

que uno tiene que ser valiente.

--Le agradecemos mucho scolaboración.--¿Les han seguido?--Hostia, pues yo la verdad es que n



me he fijado, como veníamos hablando.-responde Jiménez.--No se preocupe, hemos tomad

precauciones, no tiene por qué temer.--Perfecto, pasen dentro.El salón es espacioso. Muy elegante

En ese momento aparece un joven. Erubio. También atlético. Por su aspectoparece de fuera. Inglés o american

quizá.--Les presento a mi marido.--Un placer.

Por el acento efectivamente parecamericano. Los cuatro se sientan en usofá chaise longue frente a una grapantalla recogida de proyector. Jos



comienza a hablar.--Verán. No sé muy bien cómo hemo

legado a esto. Usted parece de fueranspector, seguramente se lo habrá

dicho ya muchas veces, Sevilla es unciudad distinta.

--Ya me voy haciendo a la idea, sí.--El caso es que aquí las tradicione

ienen un peso muy grande, se lo dig

o, que no tuve nunca problemas ereconocer mi homosexualidad y eso, fumuy traumático. Supongo que el humo

me ayudó, pero seguramente me costmás sufrimiento que a alguien en Madrio Barcelona.

--Me hago cargo perfectamente.



--Aquí hay gente muy inmovilista iene muchos ámbitos en los que exhibi

ese bloqueo a lo nuevo: Semana SantaRocío, Feria de Abril. Ésas son las máobvias, pero hay mucho más. Es como sse retroalimentaran unos con otros

comenzaran una especie de competiciópara ver quién es más clásico, quiésabe más de Sevilla y quién se adapt

más al cuerpo de creencias que ellolaman “sevillanas maneras”.--¿Sevillanas maneras?

--Sí. Mi hermano y yo somos mudiferentes, pero lo quiero aun más que un hermano. Puede imaginarse qurabajando juntos tenemos una relació



muy especial. El caso es que hace añocomenzó a contarme que comenzaba a icon un grupo de gente influyente de lciudad. Nunca me dio nombres, persiempre hablaba de “gente muy gordaJosé, del taco gordo”. A mí al principio

me hacía gracia, sonaba como unespecie de masonería de ranciosQuedaban, hacían sus reunione

secretas, se ponían tibios de botellines discutían de si el solemne triduo poaquí, de si el quinario por allá... Todo

nofensivo, me parecía a mí.--¿Su hermano se refería a ellos dalguna manera?

--Cuando vio que yo no estaba por l



abor de acompañarlo dejó de contarmcosas. Me contestaba con evasivas, peral principio, cuando estaba tan excitadcon la novedad, sí me dijo el nombreServa la Bari.

Villanueva no deja de escribir cosas e

su libreta.--¿Cuándo comenzó a preocupars

usted?

--Bueno, la impresión que tengo es qua cosa fue creciendo. Como ya le h

dicho, estas cosas tienen mucho d

competición entre ellos. Por lo poco qume llegaba, organizaban actividades era como si fueran cada vez subiendo eistón más y más. Comenzaban po



quedadas en cuaresma por los bares da ciudad comiendo tapas sin carne, qu

si bacalao, que si espinacas cogarbanzos, después ya fueron subiendel tono y llegaron las palizas.

--¿Palizas?

--Sí, ahí fue donde mi hermano sdistanció. Desde a inmigrantes, hasta okupas. Salían de cacería pero ellos n

se manchaban las manos. Contrataban gente para que lo hiciera por ellosSegún yo entendía, ellos decían qu

estarían en tal velador de bar o qupasearían por tal calle a tal hora y allícasualmente, se encontraban con unpelea que se quedaban a ver como s



fuera una obra de teatro.--¿Quiénes daban las palizas?--Neonazis, pero de fuera. No quería

a nadie de aquí. Son listos. Muchoienen contactos en Madrid. Lo

contrataban como si fueran sicario

sudamericanos de éstos que salen en eprograma de Mercedes Milá, quvienen, matan y se van. Les pagaban

es daban un billete de AVE ida yvuelta. Mi hermano intentaba ncontarme nada, pero más de una vez s

e escapaba. No sé sí eran uno o variospero de vez en cuando se le escapabacomentarios sobre un tal Juanito, que erel que más interés ponía en estas cosas



Por lo visto cobraba más pero lecompensaba.

--Juan Gálvez, creo que sé quién es. Euno de los líderes de los Ultrasur.

--El problema vino después. Empecé notar a mi hermano preocupado

Tuvimos incluso que cancelar la gira dnuestro espectáculo. Estábamos en eTeatro Häagen--Dazs de Madrid

cuando acabamos allí me pidió udescanso para volver a SevillaTeníamos programado Galicia

Barcelona... Económicamente fue udesastre, pero yo por mi hermano hago que sea, y ya te digo que sentía que l

necesitaba. Llegamos a Sevilla y s



preocupación fue en aumento. No mdecía nada pero de vez en cuandsoltaba cosas como “esto es de locos”“se está yendo de las manos”, y lo qucomenzó a preocuparme: “tengo qusalir de aquí”.

--¿Cuánto hace de esto?--Pues coincidió exactamente con l

aparición de “el asesino de la regañá”

Recuerdo incluso que le regalamos ucurso de cata de vinos biológicos y mdijo, después de ir un solo día, que l

sentía pero que no podía volver acurso, que me devolvería el dinero. Mhermano nunca habría hecho ninguna das dos cosas, ni dejar de ir a un sitio e



el que le dan vino gratis, ni intentadevolverme el dinero de un regalo quno puede aprovechar. Llámemparanoico, no sé si estoy dándoldemasiadas vueltas, pero creo que mhermano se ha metido en un lío del qu

quiere salir y no puede.--¿Por qué dice eso?--Porque mi hermano hace tres día

que ha desaparecido.



VEINTIDÓS

Jiménez y Villanueva salen de la casdel humorista y se meten en el coche

Villanueva saca el teléfono sin perder unstante y marca un número de teléfono.--¿Sara?

--Hola Julián.--Necesito volver urgentemente Madrid. Sácame dos billetes de AVEEs muy importante que pueda interrogaa Juanito Gálvez, el de los Ultrasurcuanto antes.

--Va a ser complicado, Julián. Ha



aparecido muerto esta mañana.--¿Cómo?--Pensábamos que era un ajuste d

cuentas sin más. ¿Tienes algún dato?--Mierda, no tengo datos pero, u

momento, dime una cosa, ¿dónde h

aparecido?--En el centro, en las escaleras de un

parada de Metro.

--¿De qué metro?--Espera que lo mire, Juan Gálvez h

aparecido muerto en Metro Sevilla.



VEINTITRÉS

-Mierda.Villanueva ni se despide. Cuelga e

eléfono y le da una patada a la guanterdel coche. Jiménez calla. No sabe dóndmeterse ni cómo calmarle. Vuelve

sonar el teléfono. Es el teléfono de lJefatura de Policía de Sevilla. Suena lvoz del comisario.

--¿Villanueva?--Sí--¿Ha leído el ABC?--No.



--Pues le recomiendo el número dhoy, porque nuestro hombre hcambiado el destinatario de sus cartasHay una nueva víctima, pero aún nsabemos dónde.

A Villanueva no le hace falta buscar un

kiosco. Consulta abc.es y lee el titular“El asesino de la regañá envía una carta ABC”.

--Busque un kiosco, quiero leer esto epapel.

La policía no impedirá que eltrabajo se concluya. Hay ya otra bofetada a los herejes. No fue tancruel, salió a mear tres veces.



Villanueva frunce el entrecejo. No

entiende nada. Jiménez le toca ehombro.

--Jefe, hay otro cadáver y sé dondestá. Vamos a la fábrica de Cruzcampo.

Han pasado más de tres horas. Todoos alrededores de la fábrica estálenos de curiosos. Villanueva, Jiménez

el comisario y un equipo de la unidad dsubsuelo de la Policía están encima duno de los depósitos de cerveza. Ha

varios buzos dentro del depósito d30.000 litros de cerveza. El comisarise desespera.

--Es el último depósito que nos queda



Jiménez, espero que su presentimientsea real.

Jiménez parece dudar de su instinto. So piensa y se atreve a hablar.--Verá, no es un presentimiento, señor

iene base científica, se trata de u

chiste.Villanueva se echa las manos a la car se da la vuelta. El comisario se sale d

sí mismo.--¿Cómo que un chiste?--Sí, ése de “Compadre, ¿te ha

enterado que Miguel se ha muertoCoño, si yo lo vi el martes y estaba tanormal. Pues se ha caído en un depósitde 30.000 litros de Cruzcampo. Hostia



qué muerte tan desagradable, ¿no? Pueno te creas, salió a mear tres veces”.

Todos los miembros del equipo siexcepción se quedan callados. Sólo soye una risa de Villanueva que se halejado un poco para evitar el ruido. E

comisario se dirige a Jiménez como unbestia.

--¿Sabe usted cuánto vale montar u

dispositivo de búsqueda como éste¿Sabe que hay que pagar 30.000 litrode Cruzcampo por cuatro depósitos

120.000 litros de cerveza porque se hametido buzos?--La verdad es que es el trabaj

soñado por más de uno que yo conozco



comisario.El comisario se acerca con furia

Jiménez. Éste hace el ademán dprotegerse cuando suenan golpes dentrdel depósito.

--Un momento, están avisand

comisario --dice un policía.El cable de acero de una grúa que s

metía en el depósito se tensa y vuelven

sonar golpes. Una polea mecániccomienza a tirar hacia arriba. Desde lcalle puede verse ese depósito. En l

calle, todos los curiosos y periodistaestán agolpados. Todas las cámaraapuntan a lo que saque esa grúaEfectivamente, del depósito sale e



cadáver de un hombre chorreandcerveza.



VEINTICUATRO

Una gran habitación en la que casi todes de aluminio contiene a todos lo

policías. Todos en el depósito dcadáveres están delante del cuerpo quaún huele a cerveza. El cadáver es mu

delgado, debe medir metro setenta iene las manos grandes. Un policíhabla.

--Se llamaba Claudio França. Erbrasileño y llevaba viviendo en Sevillunos cinco años. Se vino de Brasil posu novio, José María Maduit, él s



sevillano. Desde hace tres tenía unienda de delicattesens cerca de la call

Zaragoza, ya sabe, una de esas tiendapijas en la que te venden botellas dagua por seis euros y foie gras poveinticinco.

Están todos en el tanatorio de Virgedel Rocío. El comisario, Villanueva, upolicía que explica todo lo que se h

averiguado de la víctima, y Jiménez, quno se reprime.

--Coño con el agua, seis euros, menud

hostia.Todos vuelven a mirarle.--Vamos allá. ¿No nos acordamos ya

de que encontré el cuerpo?



--No se le conoce ningún tipo denemigos ni de problemas con nadie. Nha recibido amenazas nunca y erabsolutamente feliz por lo que noparece ver. La tiendanexplicablemente, le iba bastante bien

Murió asfixiado. Probablemente con unbolsa. Están analizándola, pero me juegmi carné del Sevilla a que era una bols

de Regañá El Guijo que encontramos euno de sus bolsillos. Había escrito umensaje: “Cata toda la cerveza ésta

sommelier de mojones. 6 de 7”.Villanueva sigue todos los datoatentamente y pregunta.

--¿Tenemos localizado a su marido



Me gustaría interrogarle.--Lo tiene en la habitación de al lado

Está velando el cadáver mientras vienesus familiares de Brasil.

Villanueva sale del depósito y mira lsala de espera. No le cuesta identifica

quién es Antonio. El marido es delgadoMide metro sesenta aproximadamenteVa vestido con un pantalón vaquero

estrecho, unos zapatos blucher, camispor dentro y flequillo largo.

--¿Antonio?

--¿Sí?--Soy el inspector Villanueva, sé quno es el mejor momento, pero mgustaría charlar con usted a solas.



que ofrecía Claudio. Yo trabajo en unestudio de arquitectura. Además tambiéhacía catering, cursos de cocina... eruna persona muy inquieta.

--¿Sabe si fue algún famoso alguna vea alguna cata?

--Pues no, no tengo ni idea, quizporque era de fuera, quizá porque era dfamilia acomodada, a Claudio no l

mpresionaban mucho esas cosasaunque hubiera aparecido Madonna, nme lo habría contado. Bueno, miento, e

caso de Madonna sí que me lo habrídicho.Llegan dos personas al lugar en el qu

están hablando Villanueva y el viudo.



--¡ANTONIO! ¡DIOS MÍO, QUÉCOSA MÁS TERRIBLE!

Lo abrazan rápidamente. Comienzan lorar. Villanueva se echa hacia atrás y

agacha la cabeza. La sube y se encuentrcon la mirada de José el humorista, e

Gachón de Triana, y su marido. Josasiente como pidiendo aprobación sique Carlos se dé cuenta. Su marido s

leva un dedo a los labios en señal dsilencio. Se acerca a Villanueva.

--Ya no puede hacerse nada, no le diga

que lo pusimos nosotros en el punto dmira, por favor.Villanueva asiente y se marcha.



VEINTICINCO

Cima de la Giralda. Entre cientos duristas, dos hombres habla

ranquilamente asomados a las ventanas--¿Se nos ha echado encima la Seman

Santa, eh?

--Sí, y da gusto llegar con todos lodeberes hechos. Las flores para lopasos ya están reservadas, los cirios.odo está a punto. O casi a punto, n

creo que en cuatro días que quedan parel Domingo de Ramos nuestro hombrno acabe su trabajo, ¿no es as



dando. Se acabará volviendo loca y sirará de su propia torre, si no, aiempo. No te preocupes por eso

grandullón, que agua pasada no muevmolino. Además, ya cuadraste lcabalística en la capital del Reino con e

mandril ése que nos hacía loencarguitos.

--Perfecto.

--¿Cómo va nuestro traidor?--¿Esa rata? Lo tengo en el sótano d

un Cash María atado. Pilla cerca de m

casa, así que voy a verlo a menudo parque no se nos muera antes de tiempoCreo que lo que más daño le esthaciendo es no decirle cómo queda e



Sevilla.--Nunca tuvo que haber entrado.--Ya, pero reconoce que echamos uno

ratitos muy buenos cuando se ponía coo del taco y lo de los tiesos.--Eso sí. Es lo que tienen lo

humoristas. Da pena, la verdad.--Yo lo veo como una herramienta, ya está.

Quedan en silencio un momento. Eercer hombre, hasta ahora callado, si

dejar de mirar el horizonte, le pregunt

al hombre de las manos grandes.--No todo va a ser trabajo, tendráimpio ya tu traje de diputado de tramo

¿no?



--Este año es especial, hermanoEncargué hace tiempo uno nuevoCuando sean los fuegos artificialequiero estar lo más presentable posible.

--Me parece genial. Intenta controlarteste año y no formes ningún poll

cuando se te cruce algún imbécil comotros años. A ver si vamos a cagarla afinal por una tontería.

--Descuida, seré paciente, sé que haun fin mayor. El Señor requiere mfuerza en otros caminos.

Vuelve a hablar el otro hombre, simirarlo.--Por cierto, y de último regalo... qu

bonita camisa llevas.



--Es de camisería Galán, de callSagasta.

--Ya, ya sé de dónde es, incluso sé queno te han dejado pagarla, para que veaque te cuidamos.

--Eh, gracias.

--Toma, el último sobre. Un diseñadono hace camisas tan bonitas desde luegoMás bien mariconadas. Lo único buen

es que se le ven las tetas a las tías coanta transparencia. En los desfiles

claro, porque yo todavía no he visto un

cosa así por la calle en mi vida.--Perfecto. Lo he entendidperfectamente. Está sentenciado.



VEINTISÉIS

Es por la tarde en los relojes pero ya sha hecho de noche en el cielo.

Villanueva está absolutamente perdidoCamina pensativo por la calle Tetuáno deja de mirar las caras de la gente

o sabe adónde ir. De repente, le llegun intenso olor a algo avinagrado. Mufuerte: adobo.

Hay un callejón que sale a la izquierdaVe gente en la puerta. A un lado decallejón está una tienda Zara, enfrente upequeño bar, “Blanco Cerrillo”



Villanueva entra y entre la gente piduna cerveza.

--¿Quiere adobo?Villanueva no sabe muy bien a lo qu

dice que sí pero asiente.Le ponen un pequeño plato co

pescado frito y se apoya en la barra escuchar. Hay una discusión entre dopersonas a gritos que siguen todos

Parece que bromean a pesar devolumen.

--Te digo que mi cartel de toros es má

antiguo.--Pero, vamos a ver, si no te acuerdade la fecha, ¿cómo estás tan seguro?

--Coño, porque tú eres un triste, y tú n



vas a tener un cartel de toros máantiguo que el mío, seguro, que me costun dineral.

--Vamos a ver, aunque no te acuerdesde la fecha, vamos a hacer uncomprobación. ¿De qué está hecho e

uyo?--¿Cómo que de qué está hecho?--Sí, de qué material, cojones.

--El mío de un papel muy antiguo, muantiguo. Muy viejo, viejísimo, el máviejo que hay, vamos, será papiro

odo.--Ea, pues ya está, el mío es máantiguo seguro porque en el mío laetras están escritas sobre una tela así.



que parece seda.A todo el bar le parece un argumento

ncontestable. La gente asiente murmura, todos están de acuerdo. Eotro hombre no parece darse povencido.

--Mira, te voy a decir una cosa y mvas a dar la razón en que mi cartel emás antiguo, ya verás, so enterado

¿Sabes quién es el primer espada qusale en mi cartel?

El bar entero se calla. Todo el mundo

espera acontecimientos. Villanuevparece pensar en el humorista que hperdido a su hermano y en lconversación que tuvieron sobre cóm



se compite en esa ciudad por ser más desa ciudad. El hombre del cartel de sedpor fin responde.

--No tengo ni idea. ¿Quién?Silencio total en el bar. Podrí

hablarse incluso de tensión. Finalmente

el hombre responde.--¡GLADIATOR! ¡Ole, Ole, Ole! --Y

el hombre comienza a dar saltos por e

bar con las manos arriba, como bailandsevillanas y riendo.

Villanueva, como todos en el bar, no

puede evitar la carcajada. Sale con lcerveza a la calle. Se apoya en la parede Zara. En ese momento se le acerca uhombre mayor. Tendrá unos setent



años. Bebe una copa de vino. Lleva uncartera de piel.

--Usted no es de aquí, ¿no?--¿Perdone?--Disculpe que haya entrado así, ta

brusco, me llamo Nicolás, so

periodista y me he fijado en ustecuando éstos dos discutían. Me llammucho la atención cómo reacciona l

gente de fuera en esta ciudad antdeterminadas situaciones que aquí somás o menos normales. De hecho, esto

escribiendo ahora algo que va por ahPerdone, si le molesto me marcho.--Nada, nada, no se preocupe. M

estoy despejando. Ésta es una ciuda



compleja. Ya lo sabrá usted.--Ya lo creo, “Sevilla es una ciudad

con muchos hijos: hijos ilustres e hijohumildes, hijos sencillos e hijosoberbios, hijos enamorados de ella hijos enamorados de sí mismos... Pero

en definitiva, hijos que aguardan ldádiva de su madre”. Lo dijo José LuiManzanares, el arquitecto.

--Ya, ése es mi problema, alguno desus hijos...

--Cualquier ciudad debe ser extrañ

viniendo desde fuera, mucho más éstque se abre tan poco.--Ése es el problema, es cas

mposible penetrar. La gente, que parec



muy abierta de primeras, luego se cierren torno a los suyos, cuesta, ya le digo.--Si quiere sacarle cosas a la ciuda

iene que fijarse en los detalles. Nolvide esto, dele una vuelta a las cosas

Lo de darle una vuelta a las cosas es unfrase muy de periodista, le reconozcque yo la odiaba cuando era más joven

pero es muy útil. Escuche, seguramentesa discusión que ha escuchado en ebar, la de los carteles de toros, sea lo

más verdad que vaya a sacar esta nochde esta ciudad. Dígame una cosa, ¿lgusta?

--Es bonita, sí, no está mal.



--Ya, pero uno sabe a los diez minutode estar en un sitio si podría vivir allí no, ¿usted podría?

--Ciertamente no. Me parece una buenamante, pero no me podría casar coella.

--Ésa es una de las mejoredefiniciones que he escuchado de estciudad, enhorabuena. La meteré en m

ibro, si a usted no le importa. ¿Estaquí por trabajo?

--Sí, sí... llevo ya un tiempo.

--Espero que le dé tiempo a quedarspara Semana Santa, todos los años eespecial, pero éste yo creo que lo seraun más.



En ese momento le suena un mensajde texto al hombre. Saca el teléfono y lmira.

--Vaya, parece que mis nietos salen deconservatorio. Tengo que marcharme, hsido un placer para este pobre viejo.

--Igualmente, mucha suerte.El hombre se marcha, pero antes d

desaparecer se vuelve.

--Perdón por la descortesía. Me llamicolás Baras, por si quiere buscar e

ibro que escriba, le aseguro que su cita

a de que tendría a Sevilla de amantpero no de esposa saldrá. No deje nuncde aprender, ésa es la clave.

--Perfecto, Villanueva, me llamo



de Nicolás Baras.--Sí, debe haber algo, pero espere, qu

se lo miro en el ordenador.El joven se acerca a un ordenador

comienza a teclear en silencioVillanueva parece pensar en cualquie

cosa. La búsqueda acaba rápido.--Nos queda un solo ejemplar suyo. A

ver si está. Le acompaño.

El empleado camina diligente hacia efinal del local. Se para en la sección dEnsayo y busca entre los lomos con l

mirada y el dedo índice.--Aquí lo tiene.Villanueva lo coge con las manos. Lo

ee y palidece: el libro se llama Muert



en Sevilla.



VEINTISIETE

Es por la mañana. El día está despejada pesar de que es temprano. Unos sei

policías rodean un cuerpo extraño qupende de una viga en un patio.

--El cadáver lo encontró uno de lo

asistentes de uno de los modistas, dJosé Héctor.Villanueva y Jiménez entran en un

elegante casa-palacio del centro dSevilla. Villanueva se queda parado ee una placa en la que se dice que all

nació un famoso pintor. El agente de l



policía científica que les va contandodo, les acompaña.--No sé si usted estará má

familiarizado con muertes violentaspero le aseguro que por aquí, ésta es lpeor que recordamos.

Villanueva anda deprisa. Jiménez sigupensativo hasta que pregunta.

--José Héctor es el delgado alto, ¿no

¿O el otro?, no los voy a diferenciar emi vida... Joder, ¿aquí huele a limón ome lo parece a mí?

Los tres acaban saliendo a un típicpatio sevillano pero abierto al cieloParece un claustro. Tiene un pozo en ecentro. Lo cruzan varias vigas. En un



de ellas hay colgado un cadáver ququeda suspendido en el aire y sbalancea haciendo un poco de ruido. Lsostiene a la viga una tela de cologranate que lo tiene atado por la cinturaLos brazos y las piernas caen. Parec

una gran C bocabajo. Villanueva cascomienza a llorar. Varios policías loestán desatando siguiendo las órdene

del juez. El policía científico sigue.--Se llamaba Nino Piriti. Tenía 33

años. Era un prometedor diseñador d

moda. Se licenció en Saint Martins, unde las escuelas más prestigiosas demundo de la moda y comenzó mufuerte. Fue colaborador de Alexande



McQueen y vistió a gente como KyliMinogue. Sin embargo, parece que lacosas no le fueron siempre bien decidió volver a Sevilla. Llevaba pocmás de un año con una tienda propicerca de La Campana.

--¿Cómo ha muerto?--Aparte del evidente trozo triangula

de regañá que le ha perforado uno de lo

pulmones, parece que ha muertabrasado por dentro.

--¿Qué quiere decir?

--Alguien le obligó a tragar algo que lquemó vivo por dentro, y por el olor quhay, no creo que haya muchas dudas dque ese producto fue Agerul.



--¿Agerul?--Sí, es un quitagrasas muy potente qu

se fabrica aquí, en Sevilla. Yo lo uséuna vez para limpiar la grasa de umueble de la cocina y se llevó hasta lpintura. Imagínese lo que debe se

ragárselo.--Dios mío...En ese momento el ambiente se romp

con un alarido y un llanto que sigueabsolutamente desconsolado. Todos sgiran. José Héctor Gómez y Jos

Esteban Velázquez, diseñadoresevillanos, entran llorando al verlo todoUn agente sale a su encuentro comienza a tranquilizarlos. Se acercan



a escena y observan el cadáver ya en esuelo.

--Pero, ¿qué ha pasado aquí? Por eamor hermoso, si mañana es Domingde Ramos. ¿Qué ha pasado aquí...¿Quién puede ser tan malvado...? Y

coño... ¿Por qué huele a limpio?Villanueva se acerca a ellos y le

extiende la mano para saludarlos.

--Soy el inspector Villanueva. Esthombre ha sido intoxicado hasta lmuerte con un producto de limpieza.

Los dos diseñadores miran el cuerpo José Esteban añade.--Agerul, ¿no?--Efectivamente.



José Héctor se agacha para mirar dcerca el cadáver.

--Dios mío, es Nino, aquel chaval quacababa de llegar, ¿te acuerdas? El quhabía trabajado con McQueen.

--Ay, por Dios...

--¿Lo conocían?--Bueno, tampoco mucho. Nos l

habíamos cruzado en un par de fiestas

a verdad es que tampoco era muhablador. Acababa de llegar y parecía iun poco de vuelta con eso de venir d

Londres, imagínese, a nosotros quhemos desfilado ya en todo el mundo.

--Madre mía, qué horror, tan joven, es



sí, era un poco estirado. Verá, lo normacuando se llega a una ciudad como ésta más si tienes oportunidad, es pedi

ayuda y consejo a gente que ya nohemos abierto paso aquí. A él parecíaque no le hacía falta. Vendía mucho para

fuera, bueno, mucho... que vendía algoque en estos tiempos ya es bastante, pera verdad es que comenzaba a sona

aquí. Una duquesita le compró un par dvestidos, creo, la mujer de un torero dCórdoba otro y creo que alguna mujer d

futbolista también anduvo por su tienda.En ese momento José Héctor se fija ealgo y aparta a varios agentes hacia ecadáver.



--Un momento, por favor, déjenmpasar...

Se agacha, coge la tela granate con lque el cuerpo estaba atado a la viga comienza a buscar algo dentro. Levanta tela enseñando la etiqueta.

--Efectivamente, lo sabía, estas mangaan malamente hechas sólo podían ser d

una persona.

--¿De qué habla?--Agente, creo que le acabo de dar un

pista, este traje de flamenca con el qu

ha sido atado el cuerpo ha siddiseñado, o más bien perpetrado, pouna persona en concreto: Susy MaríMayoral.



VEINTIOCHO

Han pasado apenas quince minutosVillanueva y Jiménez aparcan como

pueden en un hotel, y caminan hacia eshowroom de Susy Marín Mayoral.

--Si es diseñadora, supongo que tendr

un control de a quién vende qué trajeso espero un descuido de nuestrhombre, nos ha demostrado que no es taorpe, pero a lo mejor sí es un hilo de

que tirar, por fin.Nadie les espera. Hay cinco o sei

personas dentro. Miran ropa y apunta



datos en papeles. Se giran al escuchaque Villanueva y Jiménez entran. SusMarín Mayoral se les acerca con malcara.

--Estamos cerrados, lo siento. Marcospor favor, cierra la puerta para que no

entre nadie.Se vuelve a lo que estaba haciend

dándoles la espalda. Todo est

desordenado. Hay ropa por todas partes--Soy el inspector Villanueva y éste e

el agente Jiménez.

Susy Marín Mayoral se vuelventonces, sorprendida.--Anda, qué barbaridad, perdón. Vaya

¿y cómo se han enterado del robo?, s



odavía ni siquiera nos ha dado tiempo lamar a la policía.--¿Robo?--Bueno, de hecho todavía no sabemo

ni si se han llevado algo. Supongo qupensarían encontrarse dinero aquí en ve

de trajes. Ya sabe, es el precio de seuna cara conocida, dentro y fuera de lmoda. Marcos me ha dicho que ayer vi

a dos hombres empujando un carro desos con chatarra y entraron a preguntasi teníamos algo, algo sospechoso, ¿no

Uno por muy de Rumanía que sea sabque en el taller de una modista no hachatarra. Un momento, por favor.

En ese momento le suena el teléfon



móvil.--Hombre, el niño de las bicicletas.

qué tal... Oye, ¿me puedes llamar en otrmomento? Que ahora no puedo hablaque me pillas con un lío... ¿Todo biencanarinho? Ea, pues yo que me alegro

a te llamo en otro momento con máiempo, gordito.

--Disculpen, les decía que huele a lode la chatarra éstos, de momento nohemos encontrado la puerta forzadamucho revuelo, pero llevamos un rato dnventario y parece que no falta nada.--¿Podría comprobar si le falta un traj

color granate con el escote en V y l



espalda descubierta?--Sangre de Trabajadera.--¿Perdón?--Ese traje al que usted se refiere l

bauticé Sangre de Trabajadera en honoa un costalero que falleció en el Arco

del Postigo hace unos años. Disculpenotro momento por favor...

El teléfono le vuelve a sonar. Lo mir

fastidiada.--Javi, me pillas con la policía en e

aller y todo... Sí, sí, todo está bien, no

han forzado la puerta pero parece questá todo, o casi todo, te llamo en otrmomento, ¿vale, gordito? Vale... Adiós.

La diseñadora cuelga el teléfono y s



gira a su ayudante.--Marcos, ahora llama el defensa

endrá cara... como si no hubiera pasadnada, y que digan que es maricón... efin, por dónde íbamos, ah sí, chicos¿“Sangre de Trabajadera” está?

Todos los colaboradores compruebasus papeles y ninguno lo tiene.

--Hijo de puta el chorizo maricón. Er

mi nueva colección. ¿No habrán sidéstos dos, no? Disculpe pero es quusted no sabe la envidia que me tiene

os dos loros ésos con la de desfiles qulevan ya y que no me dejan vivir.--Señorita Marín, me temo que hemo

encontrado su traje en casa de eso



diseñadores a los que creo que srefiere, pero también estoprácticamente seguro de que no tiennada que ver con ningún tipo despionaje industrial. Le seré claro: haasesinado a Nino Piriti envenenándolo

parece que el asesino ha usado su trajpara atarlo a una viga de la casa de suamigos.

Susy Marín Mayoral abre la boca directamente se desmaya. Villanueva ecapaz de cogerla antes de que choqu

contra el suelo en un acto reflejo quJiménez ni ha visto.--Rápido, Jiménez. Llame a un

ambulancia.



La ambulancia se lleva a la mujerVillanueva y Jiménez miran cómo scierra la puerta y se marchaAfortunadamente el hospital está mucerca.

--Jiménez, llame para que le ponga

protección. No sé si la utilización deraje en la escena del crimen es un avis

para ella o un simbolismo más d

nuestro asesino.--Perfecto, pero con el diseñador va

siete ataques; lo bueno, si se me permite

es que se supone que ya ha acabado¿Qué pasará ahora?Suena el teléfono de Villanueva. Ést

se separa para hablar. Está unos dos o



res minutos alejado. Vuelve a dondestá Jiménez con la cara desencajada.

--No hable tan rápido, y vamos acoche lo antes que podamos, acaba dlegar una carta a la Comisaría. Parec

que nuestro hombre tiene nuevos planes



VEINTINUEVE

La nota sigue las característicahabituales. Letras recortadas y pegada

con pegamento de barra. Ninguna huella

SEVILLA. UNO POR CADA

LETRA. UNO POR CADAREVUELTA. YA FALTA MENOSPARA QUE TODO SE CIERRE. NO SE PREOCUPEN, NOTENDRÁN QUE ESPERAR, LAMADRUGÁ YA ESTÁ AQUÍ.



El comisario no para de dar vueltapor su despacho. Villanueva y Jiméneestán sentados mirando la carta. Ecomisario sigue caminando de un lado otro del despacho hasta que por fin sdetiene.

--Me dijeron que usted era el mejorVillanueva. Me lo dijeron. ¿Sabe erabajo que me costó desplazar a mi

hombres de este caso y decirles quvenía uno de Madrid a hacer el trabajque ellos llevaban haciendo toda l

vida?--Imagino, comisario. Esto no estsiendo fácil para nadieDesgraciadamente, esclarecer un crime



no es algo matemático. Es mácomplicado.

--¿Algo más complicado? Le diré ques algo complicado: dentro de una horengo que ir al Ayuntamiento a ver a

alcalde y explicarle qué pasa. Tengo

después una rueda de prensa delante drescientos periodistas de aquí, de tod

España y de todo el mundo, por el amo

de Dios, me acaban de llamar de prenspara decirme que hay hasta mediongleses y americanos acreditados. ¿Y

por qué? Porque quieren que expliqucuál es la razón por la que todos los quhacían algo moderno en esta ciudadpintores, escultores, actores, músicos



están haciendo las maletas y se estáendo a vivir ¡a Huelva!, porque quiere

que explique si me siento responsablde que los hoteles de la ciudad estén 24 horas del Domingo de Ramos a un 1por ciento de ocupación y, sobre todo

porque quieren saber si tenemos la máremota idea de qué trama ese hijo dputa al que no cogemos ni po

equivocación.--No es una cuestión ni de dinero, ni d

magen, ni de nada, comisario, e

problema es que siete personas haperdido su vida.--Me sudan la polla esos siete niño

pijos a los que éste se ha follado. ¿L



entiende? Yo ya tengo que mirar por mpropio culo. He avisado al ejército, sencargará de la seguridad del JueveSanto. Las hermandades no han queridni hablar de suspender este año lSemana Santa. Para un año que n

lueve, me dicen... Estoy desbordadorespecto a usted, está fuera del caso. Nhay billetes para volver ya porque e

AVE está completo, así que tómeselo devacaciones si quiere, pero no interfieren ninguna investigación, se lo pido po

favor. Volverá el viernes a su casa ymuchas gracias por todo, o por nada.Jiménez y Villanueva están de pie

Jiménez parece no saber qué decir



Villanueva asiente y se marcha. Antes dsalir del despacho, el comisario habla.

--Ah, esto es muy violento, Villanuevaanto para usted como para mí, se l

aseguro, pero deje aquí su pistola.--No pienso dejar mi arma aqu

comisario.--Es una petición de su Comisaríaada personal.

Villanueva deja el arma en eescritorio. Sale del despacho sin daportazo.



TREINTA

Puerta de uno de los Cash María de lciudad. Una furgoneta blanca est

aparcada en carga y descarga. Trehombres descargan cajas de cartóblancas, sin ningún tipo de indicador

as meten en el sótano de la tienda cootal naturalidad. Abajo espera uhombre trajeado. Hay cientos de cajaapiladas.

--Éstas son las últimas.--Perfecto. Todo como acordamos

¿no?



--Desde luego. Llevamos varios mesecomprando pequeñas cantidades eiendas repartidas por toda la ciudadadie puede sospechar nada y, po

supuesto, nadie podrá tirar de ningúhilo una vez que pase todo. En la tiend

en la que más hemos comprado han sidsólo cuatro litros.

--Eso es. Perfecto.

--Aunque no seamos líderes, parnosotros es muy importante participar eesto, que nuestros nombres quede

relacionados con lo que va a pasar.--Así será. Las grandes historias sescriben con pequeñas letras, todafundamentales. Vuestra participació



será recompensada, ya sabéis que lagrupación nunca os dejará de ladosubid arriba y preguntad por JacintaQue os den un paquetito de jamón y umorcón a cada uno, anda, que os lhabéis ganado.

--Muchas gracias, señor.Los tres hombres suben la escalera

cierran la puerta tras de sí. El hombr

del traje observa los cientos de cajas dcartón blanco en el almacén. Se paseocando con la punta de los dedo

algunas. Sigue caminando. Llega a unpuerta de trastero. Saca una llave debolsillo. La abre y da la luz. Dentro estCarlos, el humorista de los Gachones d



Triana, el hermano desaparecido. Estamordazado y atado a una silla, sucio con los ojos fuera de sí. Tiene puestuna camiseta del Sevilla con el nombrde Dragutinovic en la espalda. Estlena de suciedad y sangre

probablemente vómitos. Huele malFrente a la silla tiene puesto un partidde fútbol. El hombre de las cajas se l

acerca.--¿Cómo estás, ratita? Seguro que ya t

estás acostumbrando a tu casita

¿verdad? Quién te lo iba a decir a tanto meterte con los tiesos y ahormírate, viviendo entre basura, en usótano oscuro, y todo por quere



odernos.El humorista comienza a emiti

gemidos a través de la mordaza. Parecque implora algo con la mirada.

--Vaya, parece que la ratita quieredecirnos algo, a ver, a ver con qué no

sorprende, que él es muy gracioso.El hombre le quita la mordaza. Parec

agotado. Mueve la mandíbula com

desentumeciéndola. Y por fin habla.--Vale que me tengáis secuestrado

vale que lleve más de 20 días comiend

sólo lo blanco del jamón, que parezcSamanta Villar, pero por favor, quítamea el gol de Oliveira en el derbi, que m

sangran los ojos.



El hombre abofetea al humorista que scae con la silla y comienza a lloraabsolutamente roto.

--Mira, hijo de puta, no te veo esituación de pedir nada. Nos ibas raicionar y todo se habría ido a toma

por culo por un culo gordo como tú. Amí el fútbol me suda la polla porque ysoy más de solemnes besamanos, per

a sabes quién ha pedido que eso seasí, y a Manolo no lo hace cambiar dopinión nadie. Ya sabes que lo que dice

un miembro va a misa, mucho más si epara castigar una traición como la tuya.El humorista no para de llorar.--Sé que vais a acabar conmigo. Lo sé



Voy a perder la cabeza, cabrón. Sé quesi no viene alguien y soluciona todo estno volveré a ver a mi familia. Sólquiero que les digas que su padre marido se equivocó, pero que nunca laolvidó. Y por favor, te lo pido por

favor, una cosa solo.--¿Qué quieres?--Habla con Manolo, pídele por e

Gran Poder que me deje ver una solvez, aunque sea una vez solo antes dque acabéis conmigo... la final d

Eindhoven.El hombre le vuelve a colocar lmordaza con desprecio. Lo levanta coa silla y lo vuelve a colocar frente a l



ele. Aún más cerca, Oliveira vuelve pegarle desde la frontal. Otra vez nlega Palop. Detrás de la mordaza e

humorista ríe histérico con los ojonyectados en sangre y comienza a canta

el gol entre risas y lágrimas.



TREINTA Y UNO

La habitación del hotel de Villanuevestá repleta de papeles. Jueves Sant

por la tarde.Villanueva tiene la maleta hecha. Ha

un billete de AVE encima de la mesilla

de noche para mañana. Está en eescritorio. Mira una y otra vez las fotode las víctimas. Lee y relee el librMuerte en Sevilla. Comienza a ordenasus ideas en voz alta.

--Maldita sea, vamos a ver, el librohabla de la muerte de un pinto



extranjero, pero aparte del título, no haninguna otra similitud. Por mucho qumire en los detalles como dijo aqueperiodista en aquel bar. “Dale unvuelta, dale una vuelta”, me decía.

Villanueva se asoma al gran ventana

del hotel. Hay lanchas de la armadpatrullando el Guadalquivir. Puede ver ntegrantes de la UME, la Unida

Militar de Emergencias, revisando una otra vez los bajos de cada uno de lopuentes. Varios helicópteros iluminan

con haces de luz la ciudad. Desde sventana puede ver destellos de sirenaque van y vienen y que no dejan dsonar. Villanueva corre la cortina de un



golpe. Es tarde, pero sigue pensando.Pasan las horas. Suena el móvil. Es u

mensaje de texto de Jiménez.

No sé si le importará mucho ahora, pero ha sido un placer trabajar con

usted. Mucha suerte a partir deahora. Quédese con el tocadiscos derecuerdo, ya me inventaré yo algo en

la Comisaría para justificar la pérdida.

A Villanueva le cambia la cara. Se lelumina. Tira el teléfono a la cama. Vacorriendo hacia una montaña de papelesLos aparta de un manotazo. Todo cae a



suelo. Debajo de todos está eocadiscos. Busca en otro rincón de l

habitación. Encuentra el disco de JosManuel Poto.

Lo abre y lo mira. La primera cancióse llama Cuando vuelvas a casa

Comienza con el cantante diciendo “Olesa gente, lo primero que voy a decir eViva Sevilla, vivan los amigotes”

Villanueva comienza a leer todas laetras mientras escucha. Copia en u

cuaderno. Tacha vocales. Une palabra

con frenesí pero no encuentra nadaPasan las horas. Se echa las manos a lcara. Es casi la una de la mañana. Estfuera de sí. Comienza a hablar para é



mismo en voz alta.--Tiene que estar aquí. Tiene que esta

aquí, lo sé, coño, tiene que estar aquí.Sus gritos se solapan con los verso

del disco: “Y cuando vuelva / y a casen primavera / volveré a los pocos año

recorriendo sus plazuelas / y volveral calor de un cotarro / y a vivir uJueves Santo”. Villanueva salta sobre e

vinilo. Sigue hablando en voz alta.--“Dale una vuelta...” “Dale un

vuelta...”

Gira el disco para escuchar esa partotra vez. Al girar el disco al contrariooye algo, un pareado extraño. En esmomento Villanueva se ilumina



reproduce el disco al contrario, como sfuera uno de Led Zeppelin y buscara lvoz del demonio. Lo que encuentra es lvoz del cantante, pero en una rimsiniestra que se oye con increíblnitidez.

--Morirán inocentes, el jueves más quayer, pero no será culpa nuestra, será dJürgen Mayer.

Repite la operación. Y otra vez. Parecque quiere estar seguro. Lo apunta en scuaderno. Villanueva parece seguro

pero lo comprueba en su iPad.Sí, está en lo cierto: Jürgen Mayer eel arquitecto de las Setas de la plaza da Encarnación.



TREINTA Y DOS

Villanueva va a toda velocidad por epasillo del hotel. Llega a la recepción

pide un taxi.--¿Adónde quiere ir, señor?--¡A las Setas!

--Me temo que ahora mismo, en plenmadrugada, por muy poco multitudinarique sea ésta, tardará menos usted en icaminando, el taxi no puede entrar, lndico el camino en un mapa.Villanueva sale corriendo sin espera

al mapa. Gira a la derecha y cruza e



puente de Triana. Ve gente. Todo emundo tiene miedo. Parece fuera de sVa pensando en voz alta.

--Vamos, vamos, vamos, ya sé el día yel sitio, lo único que no sé es el cuándopero si todo el mundo está tranquilo e

que aún es todavía, no hay sitio para ea no, para el tardaste demasiado, n

hay sitio para el irreversible.

Villanueva esquiva patrullas de lPolicía Nacional. Camiones del ejércitoHay controles en cada cruce de l

ciudad. Atraviesa el puente. Sigue hastcalle Sierpes. Pasa cerca de BlancCerrillo, el bar en el que comió adobo habló con aquel periodista.



--“Fíjate en los detalles.” “Dale unvuelta.” ¡Aquel hombre me dio la clave

Por fin llega a las Setas. Se para justdelante. Las mira. Vuelve a correr. Hayvarias entradas, pero busca una econcreto: la de mercancías. Encuentr

una especie de túnel que baja y llevhasta la puerta. Está cerrada sin llaveEntra en un inmenso almacén vacío

Cierra la puerta intentando no haceruido. Jadea. Anda. Observa, y de unpuerta a unos doscientos metros sale un

sombra inmensa. Está vestida dnazareno. De negro. Se quita el antifaz enseña un rostro ancho. Es él. Por fin lve. Tiene nariz aguileña. La raíz de



pelo retrasada. Tiene rizos en la nucaSe cruje las manos. Son inmensas. Estdescalzo.

--Vaya, al final desentrañó el misteriodel disco. Fue un riesgo, pero nopareció divertido parodiar a todos eso

satánicos de mojones. Me presento, mlamo Juan, Juan Arrima.Villanueva comienza a acercarse.

--¿Qué va a pasar aquí?--Vaya, parece que no le van lo

formalismos, vayamos al gran

entonces. ¿Ve esta llave? Es la únicque abre esta puerta que hay a mespalda.

El nazareno se agacha. Choca la llav



contra algo metálico y deja caer la llavdentro.

--¿Y ve esta alcantarilla? Pues sacaba de llevar la única posibilidad, poremota que fuera, de que usted evitara lque tiene que suceder.

--Hijo de puta, ¿qué has tramado?--Puede verlo usted mismo, inspector

Hay una pequeña ventana en la puerta.

El inmenso nazareno se aparta. Saleja del sitio. Sabe jugar con ladistancias. Villanueva se acerca y mir

por la ventana, una especie de ojo dpez como de puerta de camarote dbarco.

--Ahí dentro está nuestro ex amigo e



humorista, seguro que lo conoce, el deaco y esas cosas tan graciosas. L

hemos puesto un partido de fútbol, parque se entretenga. Concretamente la finade la UEFA de la temporada 2005/2006Sevilla-Middlebrough. Sí, sí, la d

Eindhoven. ¿Ve todas esas latas que hayalrededor? Se preguntará qué son, pueo se lo explico. Son 700 latas de zota

que hemos vaciado en ese depósito quve y al que está atado nuestro humoristao lo que queda de él. El Zotal, querid

amigo, es un disolvente tremendamentpotente que se fabrica aquí en SevillaDe la tierra. Pocos saben que si smezcla con pólvora y alcohol s



convierte en una de las sustancias máexplosivas y destructoras que existenÚltima pregunta, ¿sabe de dónde se saca pólvora? No se preocupe, ya l

respondo yo, de la naranja, la inventaroos chinos, que antes de pone

supermercados ya se comían el talentoPues lo que hay encima del depósito dzotal es otro contenedor, algo má

pequeño, pero lleno de vino de naranjdel bar de Álvaro Perejil. Nuestramigo el humorista tiene unas cuerda

atadas a las muñecas, en el momento eel que suba los brazos para celebrar ugol, y le aseguro que lo hará, el vino caen el Zotal, se mezclan, reacciona y.



PUM! Se lo acabo de poner y, si norecuerdo mal, Luis Fabiano marcó en e29, yo de usted me iría ahora que puedee aseguro que lo va a celebrar co

ganas.Villanueva se abalanza sobre e

nazareno. Comienzan los golpes. Somanos grandes, que aprietan. La pelesigue. Caen al suelo. Los golpes s

suceden de manera confusa, Villanuevgolpea la cabeza del nazareno contra erregular suelo del almacén. El nazaren

se recompone. Lanza sus manos y cogel cuello de Villanueva. Logra darle ugiro a la pelea y ponerse encima denspector. Comienza a apretar el cuello



Cada vez más. Villanueva vdebilitándose. Su cuerpo pierde rigor está a punto de ceder. Entonces suena undisparo. Las manos que aprietanaflojan, y el inmenso cuerpo de nazarense desploma. Villanueva abre los ojo

hasta su límite y aun más la bocaApenas puede respirar. Intenta cogeaire. Se echa una mano al cuello

evanta la cabeza, ve a Jiménez aúempuñando el arma a unos diez metrosLe mira y sonríe.

--Villanueva, sabía que loconseguiría... Le he seguido porque lsabía, y al final he tenido que salvarle eculo, como en la fábrica de Cruzcampo.



Villanueva sonríe, intentrecomponerse. Con apenas un hilo dvoz y entre toses responde:

--Sí, esta vez ha sido incluso mejorJiménez, esta vez ha sido incluso mejor.

Villanueva se levanta. Jiménez y é

miran dentro de la habitación. Ehumorista de Triana está fuera de sí. Se cae la baba. Está delgado. Tiene ma

color de cara y no deja de mirar lpantalla ansioso. El Sevilla ataca coodo al conjunto inglés.

--Rápido, dispare al candadoEsperemos que no se asuste y se llevas manos a la cabeza.--Prefiero no hacer ruido ni chispa



con todo lo que hay ahí metidVillanueva, llámeme mijita.

Jiménez saca unas tijeras y udestornillador y abre el candadoVillanueva lo mira sorprendido.

--Soy del Polígono, jefe.

Abren la puerta. El humorista los mirsin verlos. Villanueva y Jiménez entracon mucho cuidado. El depósito d

disolvente es mucho más grande de lque parecía desde fuera y el de vino dnaranja está suspendido sin apena

sujeción. Villanueva y Jiménez lo miran--Cualquier movimiento podría verteel vino, tenga cuidado, Jiménez, poDios, a ver si va a cagarla al final.



Villanueva se acerca lentamente a lsilla.

--Amigo, tranquilo, amigo, estamoaquí para ayudarte.

--Sentaos, ahora trae mi mujer unoplatos de jamón en condiciones, coge

una silla hombre, que es la final de lUEFA y podemos ser campeonesraedme un botellín fresquito ya qu

estáis de pie.Villanueva está a un par de metros

Semiflexionado. Tiene los brazo

estirados. Gesticula con las manosuavemente.--Tranquilo, ese partido ya se hugado, es de hace años, es mu



mportante que no levantes los brazos.--¿Qué decís? Vosotros sois del Betis

seguro, cabrones, no os acerquéis qume cago en los muertos de Oliveira ya de su puta madre... Vamos, Daniel, subeahí coño, sube, cómo ha mejorado est

ugador, cuando llegó era una cabra...--Eso es, di que sí, qué bueno e

Daniel, pero una cosa..., ¿en qué minut

va el partido?--Yo qué sé, ahí lo pone, pero da igua

porque... ¡Este partido, lo vamos

ganar! ¡Este partido, lo vamos a ganar!El humorista mueve levemente lamanos acompañando sus vítoresVillanueva y Jiménez miran cómo s



mueven los cables. El depósito de arribse balancea. El líquido se queda aborde.

--Sí, sí, claro que lo vamos a ganarseguro, pero es importante que me digaen qué minuto va el partido.

--Niño, qué pesado eres con eminutito, haz el favor de traerme ubotellín y unos chicharrones, aunque se

para empapar... A ver, que veo menosque un gato metido en lejía, el minuto eel... el 27, ¿contento? Trae ese botellí

a.Villanueva y Jiménez se miran. Intentaacercarse pero no hay manera.

--Si no traéis botellín, aquí no s



acerca ni Dios, que vosotros soibéticos y me vais a cambiar el fútbopara poner el Sálvame ese, que os lo hdicho mi mujer, que como os vea cercpego un tirón de la cuerda ésta de lcisterna que tanto miedo os da. Venga, a

por el botellín. ¡Ar!En la televisión el partido sigue

Manolo Ladrón de Guevara lo narra.

Minuto 28. Ataca el Sevilla. El balópor la banda...

--Vamos Daniel, vamos, ponla niño

pónsela a Luisfa.Jiménez mira con miedo a Villanueva ye toca el hombro.--Villanueva, ésta es la jugada del gol.



Villanueva mira al humorista. Parecestar en otra parte. No oye a nada. Nhay nada que pueda hacer que aparte lvista de ese hombre del televisor. Ebalón de Daniel vuela desde la bandaVa a llegar a la cabeza de Luis Fabiano

El humorista está con la tensiócontenida. Los puños los tiene abajoEmite un ruido sostenido, algo com

“Uuuuuuuuh”. De repente, Jiménez lgrita con todas sus fuerzas:

--¡COMPADRE!

No consigue que despegue los ojos da pantalla. Remata Luis Fabiano y antede que el balón llegue a la porteríaJiménez grita aún más fuerte.



--¡¡COMPADRE!! ¡¡HAN METIDO ATU PRESIDENTE EN LA CÁRCELPOR ARREGLARLE MAL LOSPAPELES A LA TONADILLERA ENMARBELLA!!

El humorista se gira. No oye nada. N

ve el gol. No ve a Luis Fabiancorriendo y abrazándose con sucompañeros. No escucha la celebració

de la televisión. Con la camiseta deSevilla se derrumba en la silla, agacha cabeza y la hunde en sus manos.

--Pues para mí siempre será el mejopresidente de la historia.Villanueva se acerca rápidamente. L

sujeta las manos.



--Tranquilo, hombre, no se ponga asíSi no es sentencia en firme.

Le desata los cables y lo levanta.--Ya, si además en el Sevilla nadie e

mprescindible...--Vamos. Ahora tienes que descansar

Todo ha terminado.



TREINTA Y TRES

Sala de prensa de la Comisaría dSevilla. El comisario habla a través d

una sonrisa con su mejor trajplanchado.

--Desde luego nos hemos enfrentado

uno de los criminales más despiadados nteligentes que hemos conocido. Slamaba Juan Arrima y tenía 32 años

Hasta el momento no sabemos cuál ersu oficio actual, antes había estadvinculado al mundo de la comunicaciónLo que sí podemos asegurar es qu



había en marcha una operación conjuntde los mejores cuerpos de policía demundo habida cuenta de que corrípeligro la Semana Santa sevillana y quha sido uno de nuestros equipos, eresponsable de su solución.

Los periodistas apuntan cosas ecuadernos y cuchichean unos con otrosLos técnicos tienen las cámaras en lo

rípodes y charlan y ríen entre ellos siprestar atención a lo que dice ecomisario.

--Para el Programa de Ana Rosa¿podría confirmarnos si el asesino de lregañá era diputado de tramo en lEsperanza de Triana?



--No podemos darles más datos quos que les hemos dado.--En directo para Tiene Arreglo, de

Toñi Moreno. Comisario, ¿se sabe si ermiembro de alguna hermandad dSemana Santa?

--De momento ya le digo que npodemos dar más información que lque hemos dado.

--En directo para Las Mañanas dCuatro, de Marta Fernández. ¿Es ciertque era un fanático religioso que ademá

era nazareno...?Villanueva y Jiménez miran desde efinal de la sala de prensa.

--¿Por qué siempre preguntan l



mismo?--No lo sé, Jiménez, llevo 20 año

resolviendo cosas y ésa aún no la hentendido.

Salen de la sala. Llegan a lovestuarios. Villanueva coge su trolle

gris. Salen a la calle y Villanueva mirel reloj.

--Mi taxi debe de estar al llegar. H

sido un placer, Jiménez, espero quvolvamos a vernos, tiene un nuevamigo.

--Lo mismo le digo, si quiere volvealgún año a la Semana Santa... Supongque por mucho que llueva ya, peor qua de este año no la va a tener.



--Créame que ya me quedé satisfechde Semana Santa.

--Bueno, pues a la Feria, que está a lvuelta de la esquina. Me da a mí queste año en la Feria se va a liar.

--¿Cómo dice?

--Pues que al final, con esta SemanSanta tan rara que hemos tenido, muchose habrán quedado con las ganas d

arana, así que este año seguro que scoge la Feria con más ganas. Si quiereestá invitado a mi caseta.

--Me lo pensaré, muchas graciasamigo. Aquí está mi taxi. Nos veremos.--Cuente con ello.El taxi se marcha con tranquilida



calle abajo. Dobla una esquina desaparece.



TREINTA Y CUATRO

Desde fuera, el horno de famosas tortade aceite, en Castilleja de la Cuesta

parece cerrado y a oscuras. Son lacuatro de la mañana. Es martes. Llega ucoche, un Audi A8 azul oscuro. De él se

baja un hombre. Viste elegante. Llevuna gabardina fina que parece cara, coos cuellos levantados. Apenas se le v

el rostro. No hay absolutamente nadie ea calle. Llama siete veces con lo

nudillos a la puerta y dice en voz bajcerca de la puerta: “Pringá de l



Algaba”. La puerta se abre despacio y ehombre entra.

--Llegas tarde.--Lo siento.Alguien con capucha acompaña a

recién llegado por el horno vacío

Aparta una mesa y abre una trampilla eel suelo. Hay una escalera por la que lodos bajan. Llegan a una capilla secret

en la que hay unas quince personaalrededor de una. Todas visten túnicade penitentes con un extraño escudo e

el antifaz. Miran a los que acaban dlegar. El último se disculpa, se quita eabrigo, los zapatos y se pone una túnicaSe incorpora al círculo. No queda



huecos. Una de las personas parece eefe. Comienza a hablarle a la person

del centro.--Entendemos que te haces cargo de

especial momento que atraviesa nuestrorden. Quizá el más delicado de toda s

historia pero, sin duda, uno de los máapasionantes. El hermano Juan dejó lobra inconclusa pero mucho camin

recorrido. Sabemos que el listón estalto, pero también que es usted ecandidato ideal para continuar su obra.

comisario.Al hombre que habla no se le distingueSólo unos cirios morados iluminan lcapilla secreta. Grita.



--¡Traed la comunión! --grita esacerdote mayor.

Dos de los encapuchados salen decírculo. Van a una mesa y traen unbandeja de la que van cogiendo todoalgo: son aceitunas gordales. El hombr

del centro coge la última. Todos se lacomen. Vuelven a pasar la bandeja dejan los huesos, apurados al máximo

El último que deja el suyo es el quparece sacerdote mayor.

--Ya eres un miembro más de Serva l

Bari, es hora de que conozcas a tuhermanos de dolor.Todos los miembros de la reunió

comienzan a quitarse los antifaces y



presentarse.Todos están destapados y se mira

unos a otros. Todos, menos el líderParece que nadie conoce su identidad.

--Yo, como hermano mayor de Serva lBari, le doy la bienvenida hermano, no

vendrán muy bien sus conocimientos earmas y su reciente jubilación. Estamoseguros de que esta Feria será movidita

de momento ya tienes un encargo.Da dos palmas y otros do

encapuchados traen en una silla d

ruedas al periodista Burguilloamordazado y esposado.El comisario mira desde el centro

sonríe.



--Lo entiendo perfectamente, hermanmayor, le aseguro que esta Feria sermovidita.



PRÓLOGO

o podían quedarse fuera de este libros mejores tweets de la cuenta d

@RancioSevillano.Están igual que los escribieron su

autores.

Gracias a todos por llenar con vuestrngenio días en los que la cosa está tamala. Espero que os haga ilusióencontraros aquí.

Reírse es gratis. Eso que no nos lquiten.



@Ranciosevillano: Yo es que veo loaros olímpicos y estoy viendo e puente de Triana.

@Ranciosevillano: He cumplido umes con mi novia y le he compradun peluche en el Toys’r’us de Lo

Arcos.@hermanisisimo: En vez de l bandera, Gasol deberían haber saca

la cruz de guía del cachorro.@Ranciosevillano: En nuestra

olimpiadas en vez de a McCartne

cuando se encendiera el pebetertendríamos al Mani cantand“Candela, candela”.

@Ranciosevillano: I love Serrín floor



@mundozurdo: beduinos de lcabalgata de Triana desfilando eLos Juegos Olímpicos con Barhrein.

@Ranciosevillano: Piercing significzarcillo. No me liéis.

@Ranciosevillano: No es que est

tieso es que he pedido palodú dmarca blanca.

@Ranciosevillano: Ojú con lo

recortes. Me han preguntado en eModerniste que qué whisky quería le he dicho que el genérico.

@Ranciosevillano: A vuestra madre l pobrecita le decís que os pase más e pez de espada y luego vais al japonéa comer pescado crudo. Venga ya.



@_davidflores_: La antorcha olímpices perdida de vista en la botellona d portada de la feria. Los municipaleno se enteran de ná.

@juanmidelpino: Decir niki (jersey) braslis (calzoncillo), tenis (botines)

perikitos (dibujitos) y pa mí el mejo“calesitas” a los cacarritos.

@asaladoc: Helao de pinchito de

Salomón o muerte.@Beccary10: Estoy en Gelves. ¿Est

es Huelva ya?

@Ranciosevillano: Sevilla es eabrazo de Silvio y Paco Gandía.@Ranciosevillano: Me han dicho en l

farmacia que hay condones co



sabores y he pedido de palometa coroque.

@Paz_Quintero: Me llega enewsletter de Almacenes PéreCuadrado de José Gestoso.

@Ranciosevillano: ¡Modernos

Quedaros con la cocaína y dejadnolas coquinas.

@Ranciosevillano: Para qué quier

marihuana si tengo incienso.@Ranciosevillano: Hay tías en e

Kabuki que no es que vaya

maquilladas es que parecen un rascy gana.@mundozurdo: Se confirma que Zoid

y Kim Il-- Sung son la mism



persona.@Ranciosevillano: Elvis no est

muerto vive en Salteras.@Ranciosevillano: Bjork cantand

saetas.@binban6: Ir de Erasmus a l

Universidad de la Manzanilla, eSanlúcar de Barrameda.

@josepedazochava: Ir de Erasmus

Chipiona.@Ranciosevillano: Si Paquirrín lleg

a probar de chico con el Betis en ve

de con el Madrid el Villamarín ehoy un Sola Ricca.@svqcity: Si los Beckham llamaro

Brooklyn a su hijo, mi niña se va



llamar Sevilla Este.@ReyesFPalacios: Yo le voy a pone

a mi hija Puerta Carmona, es msevillano.

@pablo_mtnez: Para cuándo laplicación shazam-cofrade?

@labambola: Mi padre decí“argofifa” en vez de fregona. Supereso.

@RsalasJ88:#HayUnLugarEspecialEnElinfiernoPel que vista un DRamos traje d

chaqueta Blanco.@Ranciosevillano: En Sevilla I+D+es relanzar Tres sietes.

@Ranciosevillano: Cruzcampo e



homeopatía.@fercaballero6: Mira si tiene cabez

que se pela en dos veces.@abervaz: Si fuera un garbanzo

habría que echarlo en remojo en lesclusa.

@lolons84: Si tu cabeza fuera de ceralos nazarenos tendrían que salir colinternas.

@Old_Red_Lion: Si fuera gorrióntenía que entrá en er nio de culo...

@ASiguenD: Si fueras cerillo tendrí

que encenderte en la recta de loPalacios.@bramer23: Tiene tanta cabeza, que s

fuera el rey, las monedas tendría



asas.@poesiabasica: Más cabeza qu

reflejao en una bola del árbol dnavidá.

@Carlosconqueso: Tu madre, de chicote peinaba con un rastrillo par

acabar antes..@Alvaro_CH1: Si la cabeza fuera u

trompo no había cuerda pa liarlo

Oleee miarma! Jajaja!@RuntimeExceptio: En vez de piojo

tiene dibosaurios.

@davidjguru: Con esa cabeza, si fuer jilguero tendría que cantar en uquiosco de prensa.

@jjcadi: Si fueras costaler



necesitarías uno de los toldos de lcalle Tetuán pa hacerte el costal.

@fede_clavijo: Si tu cabeza fuera utomate habría que echarle la sal couna avioneta.

@andrelorendon: Cómo es la cabez

que pa encontrar a los piojollamaron al equipo A?

@JaviPalacios86: Si la cabeza fuer

una tostá habría que echarle el aceitcon periquitos.

@Ranciosevillano: Tiene cabeza par

llevar todas las cuentas de El CortInglés.@Ranciosevillano: Musiquito fu

seise.



@Ranciosevillano: Han descubiertque una de las placas más antiguadel tesoro del Carambolo es unseparata del primer capítulo dArrayán.

@Guadairo: En Sevillaeste hay un

calle que se llama Shandy.@Ranciosevillano: Triana pid

oficialmente el rescate a Lo

Remedios.@Ranciosevillano: Jonsi cantando “T

tiene perro, tú tiene perro ni na” en l

caseta del Lipassam.@Guadairo: Sevilla es la única ciudaen el mundo que le pone a unavenida el nombre de una cerveza.



@josesur: El Antique es la marc blanca de HMYV.

@mario_balbontin: Porque lo llamaSevilla Este cuando quieren deciCórdoba Oeste?...

@Arsa_quillo: yo cuando salgo de l

S-30 me santiguo...@jjcuellarruiz: No es bajito. Es qu

está lejos.

@Ranciosevillano ¿La dieta Dukaque dice del lomo en manteca?

@CurroGee: Tú no has probao lo

molletes de Olivares con carnmechá... con eso tienes parsobrevivir sin comer nada 1 semanen Irak.



@obdriftwood: Antequera está eMálaga, pero el mollete sólcircunstancialmente.

@cuch_illo: La zurrapa de lomo eantidepresiva.

@Ranciosevillano: Me he comprad

una camisa con tantos botones en ecuello que me están saliendrozaduras detrás de las orejas.

@Ranciosevillano: Me acabo denterar de que en otras partes de planeta ahora es invierno, ¿alguie

sabe en qué país es mañana Domingde Ramos?@asaladoc: He perdido mi iPad en e pasillo del baño de la Taberna e



Perejil de Mateos Gagos. Por favoRT.

@mario_balbontin: Acabo de ver una niña más bonita que un llamado“tachao”.

@Ranciosevillano: Para las langosta

no hay crisis. Las de La Dorada estánadando a espaldas en la pecera sigomas y riéndose de la gente.

@Ranciosevillano: El próximBread&Butter podría celebrarse eCoripe.

@CeciliaMCano: Triste porque no hencontrado un greatest hits de Björ por bulerias. Debe estadescatalogado.



@Ranciosevillano: No es que hagcalor, es que están sacando a loniños de Piscina Sevilla coespumadera.

@Ranciosevillano: En Marinaleda stienen que vender pocas mantillas

¿no?@Ranciosevillano: Siempre Así van

versionar por rumbitas la melodía de

afilador.@Ranciosevillano: Cualquie

camarero de los arquitos de l

Pañoleta es capaz de hacer con untiza el doble de operacionematemáticas que un procesador Intel.

@hipstericaXXIII: ¿Qué es más difícil



encontrarse con alguien en Chipionao en la portada?

@rociorosido: Rancio es comer umostachón y rebañar lo quemaíto quse queda en el cartoncito.

@Ranciosevillano: Me han ofrecid

“hierba” un nota por la calle y creque me iba a vender berzas. Vayacorte.

@Arsa_quillo: He comprado u paquete de 7 días, todo IncluidoMatalascañas: 650€, tasas de autobú

incluidas. Era eso o “Hawai”.@Ranciosevillano: De aquí a 3 añolos pasos serán patrocinados. Yaveréis yendo a ver a las 7 en Larañ



al Señor de Emasesa o a N. Señorde El Corte Inglés.

@FranGamDom: Empezaremos coPolvillo en antifaces de LoPanaderos.

@ChariMedina1: Lanjarón para l

Sed, Fontvella para Las Aguas.@ManuelGcia_Toro: El teléfono de l

esperanza patrocina al cristo de

desamparo y abandono.@Sr_Cofradias: Arnidol y trombocid para las Tres Caidas. Friskies para e

Cachorro.@Sr_Cofradias: Mango y Zara parJesus despojado de sus vestiduras.

@dolca: Los cuadernillos Rubi



patrocinarían “La O” con totaseguridad.

@cogeloahi: Veterinaria la herradur pa los caballos!!!

@salesmartin: La cruzcamp patrocinará la sed. Segurisimo!!!!

@Ranciosevillano: Era una mujer tafea tan fea tan fea... que era coja y lllamaban la fea.

@Gazpaman: Mi nombre de callreferido es General POLAVIEJACada vez que paso y lo leo es u

“UIIII, casi”@Ranciosevillano: Ya nadie vende jilgueros ni postales.

@Ranciosevillano: Lo más modern



que he hecho en mi vida ha sid pronunciar la C de SanCti Petri.

@Ranciosevillano: Está la cosa malaSe está muriendo gente que no shabía muerto NUNCA.

@Ranciosevillano: En el C2 u

modernito empuja sin querer a unabuela. Esta dice: “Niño cuidao quvoy a tener que salir con Betadine e

el bolso!” (Verídico).@Ranciosevillano: El botellín d

Cruzcampo es la unidad métrica de l

risa.@Ranciosevillano: A mi equipo defutbito le pusimos “jornada ddescanso”. La gente veía DrinkTeam



Jornada de Descanso y ganábamo porque no venían (Verídico).

@Ranciosevillano: A ti te gusta loestrafalario. A mí el escapulario.

@Ranciosevillano: Tú te vas al FIBYo voy de capea.

@Ranciosevillano: Habla tan poco qusi fuera un personaje de comic en vede bocadillos iba a tener montaitos.

@Ranciosevillano: Se empiezdiciendo Carrefour en vez dContinente y se acaba yendo a ver a

Great Power.@jaimeabeja: En vez de responder co“¿ein?” o “¿cuálo?” habría que decimás eso de “¿la mujer de quién?



cuando no entiendes algo.@Ranciosevillano: Si el Betis hubier

fichado a Messi de chico el contratse habría firmado en un papel destraza.

@Ranciosevillano: Abres menos qu

el John Fulton estudio.@Ranciosevillano: Ojo que yo sé l

que es trabajar que lo he visto.

@xvenir4ever: Nada como pedir poreyes un Balón de Reglamento. Ojo adato Balón de Reglamento.

@hermanisisimo: Eso ha sío arta, nvale rajá, ar negro no lo quier porque es un chupón, y otras frases dfutbol de barrio.



@jtumblepop: RT a @RanciosevillanoMe quedo pa to mis compañeros y pmí primero lo de “apuñalar con unregañá”. Dará que hablar!

@Ranciosevillano: Cómo me fastidique Valencia tenga un filtro d

Instagram y Valencina de laConcepción no.

@Ranciosevillano: ¿Flash? ¿Flag

¿Flax? ¿Polo-flash? ¿Flá? ¿Flan¿Flas? ¿Flac? Un Kelia, vamos.

@Ranciosevillano: Sevilla en inglé

se dice ArriquiTown.@jjcadi: Puedo tirar ya el garbanzentre algodones del Danone?

@yo_soy_eI: ¿Tieso? La mojama a



lado mía es crema nívea!@Ranciosevillano: Envuelvo lo bocatas de filetes empanadocalentitos en papel del ABC. Comoes el más conservador...

@Ranciosevillano: Si está mala l

cosa que vengo de echarle suela a lonáuticos.

@JP_Rojo_: La sagrada familia d

Barcelona que es, una iglesia o unescuela taller?

@LuisMarquezP: Ha

@rancioislandes? Pepeson emuerto? Siempregur asiRos? LBjork de la Puebla? Miarmotir!

@obdriftwood: Pues yo he visto



alguien freírse el pájaro del azulejdel cristo de burgos para merendar.

@Ranciosevillano: Si lo de#CodiceCalixtino pasa en Sevillnace un grupo de capillita paramilitares y aparece en medi

hora.@Ranciosevillano: Más que d

mechas yo soy de carne mechá

#sevillahoy.@SantiAlonso9: Dos amigos que va por la calle y se despiden: --Adio

Bizco!!! + Adios Chavales!!!@Ranciosevillano: Si en Sevilla pide“unas situnas” es gratis. “Una tapa dolivas por favor” son 2 pavos.



@Ranciosevillano: F5 is not a choiceStay Rancio!

@Ranciosevillano: En la lista despera para caseta de feria le llegó eturno ayer a Aníbal González.

@Ranciosevillano: Hay un jeque qu

quiere comprar La Mortaja. H prometido a Jean Michel Jarre dmuñidor.

@Ranciosevillano: El puente dTriana es el paso fronterizo más belldel mundo.

@Ranciosevillano: En la primera citirte a comerte una tarta vegetal dePatio San Eloy y creerte sexy aún.

@Ranciosevillano: Eau de Zotal.



@Ranciosevillano: Gotelé is olschool.

@capria Más caliente que Robocop eÉcija.

@marianodiazsan: Matémonos cerveza.

@Ranciosevillano: El médico me h preguntado que cuántas veces al dí bebo fino. Y a mí me ha salido

responder “A veces, muchas vecesmás de cuatro veces”.

@Ranciosevillano: ¿Clima? En Sevill

hay solo dos estaciones: la de lcalor y la de Santa Justa.@saraarguijo: Hoy mi #FF es par

@Ranciosevillano aunque lo qu



realmente se merece es la Medalla dla Ciudad.

@Madreimperfecta: Que triste es seguiri, ¿Verdad?

@Ranciosevillano: Un gótico es comel muñidor de La Mortaja pero co

flequillo en vez de patillas. ¿No?@Ranciosevillano: Poker en La

Vegas no. Siete y media en un zaguán

@Ranciosevillano: Quiero unos botode Valverde con cámara de aire.

@jm_maldo: El que haya ido má

veces a la Plaza de España que Matalascañas... duda de él, no digna!

@JEnriqueOrtega: Y al que se le



ocurrió mezclar el adobo con ecazón? Eso si q es de premio Nobel.

@kike_marina: Una acaba de decirmque soy un rancio, qué respondo?

@Ranciosevillano: Para mañana mácalor. En el tiempo de Canal Su

dicen que van a llover puntillitas. Poencima de 800 metros 90% d probabilidad de adobo.

@Ranciosevillano: La gente se estmetiendo en lo de los pollos asadode Puerta Carmona porque se est

más fresquito que en la calle.@manudelgado: San Joaquín bendit patrón de los botellines fresquitos.

@Ranciosevillano: ¿Merendamos



follamos? Yo vengo sin pan.@Bukowski: Más caliente que u balón embarcao.

@caracolo: voy a dormir la siesta eel suelo del pasillo con una sábantirá.

@AntonioCachuli: Eres más antiguque una cancela verde, que lo balcones de palo, que el campo...

@SrDaine: Tomándome un gintonic eel Picalagarto a la salud d@Ranciosevillano.

@Ranciosevillano: A ver si este añocuando acabe la feria alguien avisa ade los cacharritos de López dGomara que no se va el tío.



@Ranciosevillano: A Thom Yorke loecharon para atrás en el primecasting de Se Llama Copla.

@Skolkornikov: Yo no me creeré lo dque estamos en crisis hasta que nvea cerrar “Los Vázquez”.

@Ranciosevillano: En el Aljarafe hacuatro grados menos de temperatura está a cinco minutos del centro d

Sevilla. Ya.@MrFanshawe: Kurt cobain no llegó

tocar en la caribbans, no?

@Ranciosevillano: Coria del Norte Guillena Conakri. Los límites de mmundo.

@yulhory: Y en medio Taiwán d



Aznalfarache.@Guadairo: Para cuando la

oposiciones a Muñidor?@yo_soy_eI: El parque Alcosa es e

casco histórico de Sevilla Este.@Trisco: Y no olvidemos Camas

probablemente el pueblo más feo demundo, pero precioso comparado coHuelva, Málaga y Valencia.

@Ranciosevillano: FIB, Sonar Primavera Sound no tienen carreroficial.

@RETUS77mca: La quinta avenida dSevilla es Puente y Pellon?@the406man: Moción por ponerle

@Ranciosevillano una estatua e



placentines mirando pa la catedrá enfrente der trini, donde el quiera!QUE GRANDE!!

@Ranciosevillano: OMG significa OMi Gazpacho!

@Rafastarter: @noeve_ Te ruego

fervorosamente sigas @Ranciosevillano . Verdademiarmeras como puños.

@Ranciosevillano: Crisis de valorees pedir un zumo de melocotón en ESalvador.

@Ranciosevillano: No es que haycrisis en Occidente, es que hainvitado a Eduardo Prieto de Cana47 al club Bilderberg.



@JeM_4: Me desconciert@Ranciosevillano... Es una parodiaEs real?

@Ranciosevillano: Salgo tan poco dSevilla que cuando vuelvo dChipiona tengo jet lag.

@Evocador: Hoy quiero hacer #FF un gran descubrimiento@Ranciosevillano me parto el ojet

con él y su “sevillanía”.@Ranciosevillano: Para saber si lo

meses tienen 30 o 31 días me cuent

los nudillos.@Ranciosevillano: El equivalente asenado de Roma en Sevilla son loescalones del patio San Eloy. Ah



reside la soberanía.@caracolo: Qué GRANDE e

@Ranciosevillano!@lolo_paez: Calor en Sevilla? Nah

Acabo de ver a un girasol poniéndos protección factor 50 debajo de u

pulverizador de Robles Laredo.@Ranciosevillano. Fanta e

masculino. UN Fanta.

@magumesa: Mi #FF par@Ranciosevillano porque no s puede tener mas arte siendo u

profundo.@Ranciosevillano: ¡Gaditanos! EAntique por el Manteca. ¿Hace ecambio?



@Ranciosevillano: Sigo la cuentoficial en twitter del silencio. Pertotal, para nada.

@iron_farru: Levantarte en Agosto las 4:40 coger el llamador y ver podonde iría el calvario a esa hora...

@Ranciosevillano: ¿Si sois tan dciencia en vez de religión por qué nsacáis el Arianne de La Cartuja e

procesión?@Ranciosevillano: Llegará el día en e

que habrá chinos en hermandades

cuando te cruces delante de udiputado de tramo no te echará cerate hará una llave.

@Ranciosevillano: El muesli est



acabando con las tostadas con ajo. Yhay que decirlo así.

@Ranciosevillano: Lo que me gusta mí es entrar a una discoteca y pedirlal DJ, lo último de la CenturiMacarena.

@mario_balbontin: “Con el EstadiOlímpico lo mejor que podían haceera sellarlo con silicona y hacer u

pantano”. Oído en taxi.@jaimeabeja: Seguro qu

@Ranciosevillano llama al vin

“moyate”.@Arsa_quillo: Si José Manuel Sothubiera nacido en USA cantaría en lSuperball y no echando tardes co



Juan y Medio.@Ranciosevillano: Si Bill Gate

hubiera nacido en el Cerro hoy serícapataz y no tendríamos el liazo estde la Internet.

@Ranciosevillano: Qué bonito e

indicar por iglesias cuando t preguntan por una calle.

@Ranciosevillano: Por si lo esto

haciendo mal cuando me pedís RT eRedoble de Tambores no? A ver svoy a estar jodiendo a medio Pio XI

para nada.@Ranciosevillano: ConferenciaMarketing Agresivo en el ReaCirculo de Labradores. Ponente: L



Anselma. Título: Muy bonita la salv pero pide.

@MrFanshawe: Todo el mundo sabque @Ranciosevillano es Eva MariMacías.

@Bukowski: Pensaba que sól

quedábamos tres o cuatro qurecordaran Madre in Japan, esa obrmaestra.

@deniman: Dicen que masaenfurecidson los de el Terrat. Yo creo quedetrás de @Ranciosevillano est

Inma Soriano.@Ranciosevillano: María del Monttiene más discos que New Orde¿Casualidad?



@ismaelnaz: Gracia@Ranciosevillano. Ya hacía falta qualguien defendiera la Sevilla eternami arma.

@Ranciosevillano: Que la tele deTussam retrasmita cofradías todo e

año. Alcalde óyenos.@Ranciosevillano: Los moderno

como no tienen Rocío se han tenid

que inventar el Sónar.@Ranciosevillano: ¡Es que hasta e

Calonge es bonito!

@Ranciosevillano: lo contrario detípico sevillita con camisa rosa gomina es el típico sevillita cocamisa azul y gomina.



@Ranciosevillano: Si me escribes lcuenta con tiza no me da tanto coraj pagarla #sevillahoy y ayer.

@ildecortes: El verdadero padrón dSevilla es que Pepe el Muerto te echla persiana contigo dentro.

@Hispamail: A un tío mío@Pepe_Muerto le preguntó una veque si no tenía casa, del tiempo qu

llevaba en la barra.@capria: Un poco pasado de hora pero tenía que hacerlo. #FF

a@Ranciosevillano Seguimientobligatorio.@Ranciosevillano: Pascual Gonzále

es el target tipo de la cartera Aluma.



@javisoleil: Otro #FF par@Ranciosevillano! Yo pensaba q erasevillano pero comparao contigstuve d Erasmus!

@mundozurdo: Qué pena la mía, qu pena la mía, qué pena mía, que e

pollo va volando pa Puntumbría. EPali, Dadá en estado puro.

@abyss82: Mi #FF par

@Ranciosevillano... Profundismandaluz al límite!

@Ranciosevillano: Myweapon par

los Erasmus.@Ranciosevillano: Yo no voy a ECorte Inglés yo todavía voy al Lubre

@Ranciosevillano: Cuando l



profesora repelente decía “in englis please” ahí no, ahora cuando la guirdel Fundición no se entera sí nosoltamos, ¿No?

@Ranciosevillano: Según ABC hadescubierto un mosaico en Itálica e

el que sale Tom Martín Benítez.@Ranciosevillano: Alimento biológicos que es comprar naranja

en una rotonda ¿no? Ah no, eso ecomercio justo.

@Ranciosevillano: Máximo Valverde

ligando solo en el Antique.@JrgLora: Si juntas todo los tweets d@Ranciosevillano te sale un pregóde Semana Santa de Sevilla.



@Minimaiko: Me estoy riendo carcajadas yo sola co@Ranciosevillano. Estas cosas savisan, hombre.

@Ranciosevillano: Carlos Herrera enuestro Tom Wolfe.

@Ranciosevillano: Lo bueno de ligaen Groucho es que la que sea ya tienla hipoteca pagada.

@lauravivero88: No eres sevillano sno has visto la foto de carnet d@carlosherreracr expuestas en l

casa de fotos del centro.@El_piloto: Tener un puesto en lohippies de El Duque da más dinerque los restaurantes de Juan Robles



P SALO.@Ranciosevillano: Más serio que u

suegro de Felipe II.@Ranciosevillano: La vida no es un

caja de bombones, la vida es un pavía.

@Ranciosevillano: AVE aMalascañas, coño.

@NoUso: Queremos qu

@Ranciosevillano se haga HermanMayor de Twitter.

@acostahlm: No es sevillano quien n

ha ido de excursión a “la Danone” eel Polígono El Pino.@Ranciosevillano: Si soy sevillan

que si tuviera que matar a alguien l



apuñalaría con un cacho de regañá.@Ranciosevillano: La niña de l

Curva en Las Siete Revueltadiciendo “yo así no puedo”.

@AlvCantero: Tuiteas desde e pasado.

@Ranciosevillano: En algún sitio AmWinehouse intenta telonear a Silvio.

@Ranciosevillano: Wui wui wui, qu

la abuela ya está aquí. Te da cuen, tda cuen, el winston a 300.

@JP_Rojo_: Viendo la repetición d

las imágenes del Corpus2012 por AJazeera.@SrDaine: A mi Cristobal Soriame

negó la entrada a la EM por grita



Viva el Betis.@Ranciosevillano: Mantilla is coo

Mantillo is not.@Ranciosevillano: Esparto is sexy.@bramer23: @Ranciosevillano: Ha

que tenerle un poco de espeto a lo

malagueños.@Ranciosevillano: Cuando tengo hip

mis amigos me dicen “90% d

probabilidad de lluvias parael juevesanto”. Y se me pasa.

@caracolo: @Ranciosevillano es d

lo mejorcito que he descubierto estaúltimas semanas. SEGUIDLOPUTAS.

@Ranciosevillano: Conozco a má



gente en Chipiona que en SevillEste.

@Ranciosevillano: Hay seises que haacabado siendo gorrillas en BamiSon juguetes rotos.

@lolo_paez: Fíte si está la cosa mal

que pasé por el Garlochí y estaba uquerubín y un Niño Jesús dandflayers con la 2a copa gratis.

@Ranciosevillano: He dicho “hashtagen mi Casa Hermandad y me hadado un kleenex.

@Ranciosevillano: ¡Pepe el muerto euna franquicia sueca!@Ranciosevillano: La primer

conexión que hizo Andalucía Directo



fue en una mercería que había donddespués hicieron la Torre del Oro.

@santi_salas: Debía llevar bastantehoras sin reírme. Hasta ahora. Ldebo a@Ranciosevillano una cervezen El Rinconcillo.

@McMinnsWorld: Recomiendo @jotero81 seguir @Ranciosevillano dicen que tuite

desde una tasca con serrín en esuelo.

@Ranciosevillano: Han repetido e

Canal Sur un capítulo de la primertemporada de Arrayán. Ha salido lPlaza del Triunfo y todavía no establa Giralda.



@Ranciosevillano: La primera vez quescuché lo de Gran Hermano pensque era un concurso de HermanoMayores encerrados en los Servitas.

@hermanisisimo: Los Sevillamoreivindicamos que vuelva Agustí

Bravo a C47. ¡Zoido oyenos!@Ranciosevillano: Juan y Medio es u

spin off de Tate Montoya.

@Ranciosevillano: ¿Que te caes de t bici con la cera de los cirios en lo pasos de cebra? Pues Matalascaña

está a una hora.@xvenir4ever: En el dulio del cristin ponían hamburguesa de tortilla eso sque era cocina fusión y no lo qu



hacen ahora...@Ranciosevillano: Ir a El Rincón de Nazareno. Pedir unas alpargatas desparto. Aclararle que eres pronadosevero.

@Ranciosevillano: El fotógrafo Lui

Crux pasa a ser miembro de plenderecho de la agencia Magnum.

@Ranciosevillano: Del Nido y Loper

en un Conversaciones del BancSabadell.

@Ranciosevillano: Me voy a tatuar u

geranio.@hermanisisimo: El reportajfotográfico de boda en Isla Mágica.

@Ranciosevillano: El mejor regal



para una mujer de por ahí será udiamante, para una de aquí es umantón de Manila de FelicianForonda.

@Ranciosevillano: Más peligro quLady Gaga en Pichardo.

@Ranciosevillano: En Sevilla, la Juntde Gobierno de la Macarena mandmás que el club Bilderberg.

@Ranciosevillano: Croqueta d boletus de qué. Montaditos de pringá



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UNODOSTRES

CUATROCINCOSEISSIETE

OCHOUEVE

DIEZONCEDOCETRECECATORCE

QUINCE



DIECIS ISDIECISIETEDIECIOCHO

DIECINUEVEVEINTEVEINTIUNOVEINTIDÓSVEINTITRÉSVEINTICUATROVEINTICINCO

VEINTISÉISVEINTISIETEVEINTIOCHOVEINTINUEVE

TREINTA

el asesino de la regana - julio munoz gijon

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