El Barco De Las Fantasías:

Era el año 1950 en la ciudad de Valencia España, había terminado mis estudios y empezaba mi época en la universidad, pero mis padres dos empleados de la familia Gaal la familia más poderosa de valencia, a los cuales mis padres habían trabajado por más de 20 años; por todo el servicio prestado, ellos decidieron pagarme mis estudios universitarios en el exterior en la mejor universidad de Estados Unidos.

Al momento de saber que tendría que partir y alejarme de mis padres; mis ojos se inundaron de lágrimas y corazón se partió; mis padres también lloraron junto a mí, la noche antes de abordar el barco para partir a Estado Unidos, soñé todas las cosas maravillosas que habría en este lugar.

La mañana siguiente aborde el barco junto con otros jóvenes que también viajaban, para poder estudiar fuera y cumplir sus propios sueños. Al momento de partir vi como a mi madre lloraba, pero con una gran sonrisa en su rostro, lo cual lleno mi corazón de felicidad, con esa imagen guardada en mi memoria y alejándome más y más del puerto, me daba cuenta que mi propia aventura empezaba. Ya en alta mar nos hicieron reunir a todos los jóvenes en la proa del barco, donde nos organizaron en grupos y nos enseñaron nuestras habitaciones.

De igual manera nos asignaron labores, las cuales deberíamos cumplir. La primera noche no logre dormir, varios recuerdos de mi familia me llegaban a mi mente, pero lo más impresionante fue ver a mis compañeros de habitación llorando por su familia. Juan un joven que venía de la ciudad de Madrid fue con el primero que pude entablar conversación. Luego de que transcurriera la primera semana, mientras fregaba el piso de la popa del barco; vi a lo lejos una señorita de pelo castaño y con crespo, de piel blanca y de ojos color miel. Ella también me miro a lo lejos y como si nuestras metes se hubieran conectado, sonreímos; esa sonrisa tan encantadora podía hacer que todos mis problemas se olvidaran por un momento.

Esa misma noche mientras cenábamos vi esa linda señorita estaba sentada en una mesa, le pregunte a Juan por esa hermosa señorita; le pregunte si sabía cuál era su nombre; Juan sonriendo me dijo: ni lo sueñes es una niña de buena familia jamás se fijaría en alguien como tú. Pero si su nombre es Alexandra y viaja a Estados Unidos a estudiar Derecho. Al saber su nombre tome una decisión levante mi plato y me senté al lado de ella; ella muy sonrojada me pregunto mi nombre a lo cual le respondí; muy fijamente le pregunte si me podía sentar al lado de ella, ella me respondió que sí.

Durante la cena, la cual no fue muy larga por el oleaje del mar, nos tuvimos que retirar cada uno a su habitación, pero antes decidimos encontrarnos al día

siguiente para seguir platicando. Al día siguiente después de haber realizado mis labores, me aliste para irme a encontrar con Alexandra. Cuando llegue al lugar de la cita, me di cuenta que ya estaba ella; y que estaba sonriendo. Le pregunte cual era el motivo de la sonrisa, ella muy alegre me respondió; TODO es motivo de sonrisa la vida misma, las aves, las olas del mar.

Esa noche hablamos, ella me conto que venía…