el cerro de la encantada - campo de calatrava
TRANSCRIPT
1
el cerro de La Encantada
2
3
el cerro de La Encantada
yacimiento arqueológicode la Edad del Bronce
en Granátula de Calatrava
4
EditaAsociación para el Desarrollodel Campo de CalatravaC/ Arzobispo Cañizares, 613270 Almagro (Ciudad Real)Telf/Fax: 926 261 [email protected]
Textos Catalina Galán Saulnier José Lorenzo Sánchez MeseguerIlustraciones Eva Vázquez MerinoDiseño y maquetación José Luis Sobrino Pérez
Fotomecánica e impresión Hermanos Lozano Artes Gráficas
Depósito legal: CR-493-2007
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquierprocedimiento y el almacenamiento o transmisión de sus contenidosen cualquier soporte sin permiso previo y por escrito de los titularesdel copyright.
el cerro deLa Encantadayacimiento arqueológicode la Edad del Bronceen Granátula de Calatrava
5
Un yacimiento arqueológico es... 7
La Historia y la Arqueología 13
El Cerro de La Encantada; un poblado, unaciudadela y una necrópolis 31
La vida y la muerte en el Cerro deLa Encantada 41
Lo que se ha conservado 47
Índice
6
7
Cuando el grupo humano que vivió enel Cerro de La Encantada decidióinstalarse en este lugar, construyó susviviendas para vivir y guardar en ellassus utensilios, sus armas de caza y depesca, además de todos los artefactosque fabricaba y utilizaba en su vidadiaria.
«Las cosas fueron bien», y con elpaso del tiempo su economía sedesarrolló y la población creció.
Las viviendas más antiguas sederrumbaron, y sobre sus escombrosse levantaron otras construcciones y seedificaron más viviendas, silos ytambién murallas que protegían a lapoblación y sus pertenencias.
Pero algunos siglos después, algocambió...
un yacimientoarqueológicoes...
7
8
Como en otros muchos casos a lolargo de la Historia, problemaseconómicos, políticos y socialesmarcaron el comienzo de una etapade decadencia que supuso el fin de loque había sido un importante núcleocultural.
Poco a poco la población fueemigrando y las condiciones de vidade los que se quedaron fueron cadavez peores.
Las viviendas abandonadas, en lasque sólo quedó lo que sus antiguosocupantes no pudieron o noquisieron llevar consigo, acabaron
8
99
por derrumbarse; primero sus techos y luego,sobre ellos, las paredes.
Las grandes construcciones como los silos y lasmurallas dejaron de ser útiles. Se abandonó sucuidado y mantenimiento y lógicamente empezarona derrumbarse sobre otros edificios y por lasladeras del cerro.
Finalmente, cuando aún gran parte de lamuralla oriental se mantenía en pie, los últimoshabitantes del Cerro de La Encantadaabandonaron definitivamente el asentamientoque más de 1.000 años antes habían fundadosus antepasados.
Allí quedaron abandonados viviendas,almacenes y murallas, los restos de lo quecomieron, las armas y herramientas que nollevaron consigo, los adornos que perdieron o no
99
10
11
quisieron seguir usando y losrestos de las vasijas que serompieron a lo largo de tantosaños. Y allí permanecierontambién las tumbas de aquellasgentes que, por alguna razón,fueron enterrados dentro de laciudadela o en sus proximidades.
Después, la tierra, el viento, elagua y el tiempo se encargaronde convertir las ruinas y todo loque quedó entre ellas, en lo queactualmente denominamosyacimiento arqueológico. Unenclave de nuestro PatrimonioCultural que guarda restos delpasado imprescindibles paraconocer nuestra Historia.
12
13
Cuando la Arqueología y la Historiaestudian el pasado, tratan de conocercómo fue la vida del hombre en laantigüedad y las relaciones entre losdiferentes grupos humanos, a fin depoder reconstruir el panorama mundialde cada época.
El trabajo conjunto de ambasdisciplinas ha permitido saber que en elpasado de la Humanidad se puedendistinguir varios periodos, diferenciadostanto por sus avances tecnológicos yculturales, como por los modos de vidaasociados a ellos.
La caza, la pesca y la recolección defrutos, bayas y raíces, fueron losmétodos de supervivivencia desde laaparición del hombre y durante losmuchos miles de años que duró laPrehistoria Antigua.
El descubrimiento de la agricultura yla ganadería, es decir, la produccióncontrolada de alimentos, originó elcomienzo de la Prehistoria Reciente.Un periodo marcado por avancesderivados de la invención y difusión detécnicas que mejoraron la producciónagrícola, como el abono, el arado y elregadío, y la fabricación de útiles,herramientas o adornos, como la
la historiay la
arqueología
14
alfarería o los tejidos. Todos estosdescubrimientos permitieronmejorar el transporte de hombres ymercancías (navegación a vela,carros), las comunicaciones y lasrelaciones humanas.
Hace unos 7.000 años, un nuevohallazgo supuso el principio del finde la Prehistoria: la metalurgia.
A partir de ese momento seincorporaron a la vida de aquellospobladores, entonces ya expertos
15
campesinos ycomerciantes,nuevas actividadescomo la explotaciónde ciertos mineralesmetálicos y lafabricación deartefactos.
Primero usaron elcobre, más tardealearon este metalcon otros como elbronce, y por últimoconquistaron elhierro.
Por este motivo,en la última parte
de la Prehistoria Reciente sedistinguen tres etapas conocidascomo los períodos de «El Cobre» oCalcolítico, «El Bronce» y «El Hierro».
No todo el mundo conoció estasnovedades al mismo tiempo. Ladifusión de aquellas «nuevastecnologías» fue lenta y desigual,provocando diferencias en eldesarrollo económico y cultural de losdistintos grupos humanos.
16
Unos pocos asentamientos que hace 4.500años aún se hallaban en el periodo del Bronce,pues no conocían las ventajas del hierro,convirtieron sus antiguas aldeas campesinas enverdaderas ciudades. Crearon la escritura,saliendo con ello de la Prehistoria para entrar en laHistoria Antigua.
Los documentos escritos, en los que serecogen nombres, fechas y acontecimientos de lavida de un pueblo, nos permiten reconstruir suhistoria teniendo en cuenta esos datos y lo que la
17
Arqueología aporta. Esta ciencia localiza,excava y estudia los yacimientosarqueológicos y aporta el conocimientodesde la interpretación de los restos«fosilizados» de su vida diaria, de susedificaciones, costumbres funerarias yexpresiones religiosas.
Ahora bien, no todos los pueblos delperiodo del Bronce utilizaron la escritura, nisiquiera los que la usaron han dejadotestimonios escritos sobre todos los demás.
18
Por aquellas fechas...Hace unos 4.500 años, es decir, hacia el 2.500A.C., se asentó en el Cerro de La Encantada ungrupo de individuos, desde mucho tiempo atrásagricultures, ganaderos, pescadores, cazadores,recolectores de plantas útiles como el esparto,consumados artesanos y perfectos conocedoresde la metalurgia del cobre y tal vez del oro.
Su tecnología y sus costumbres eransemejantes a las de otros muchos habitantes dela Península Ibérica, pero muy diferentes de las depueblos que vivían por aquel entonces en tierraslejanas, como Irak, en el Medio Oriente, Grecia ylas islas del Egeo, en el otro extremo delMediterráneo, o Egipto en el Valle del Nilo.
En el Próximo y Medio OrienteYa hacía bastante tiempo por entonces que enMesopotamia y otros lugares del Medio Orienteexistían varios reinos con verdaderas ciudades enlas que había palacios, templos y murallas. Sus
habitantes, culturalmentemuy desarrollados,utilizaban un curiososistema de escriturasobre tablillas de arcilla:
la escritura«cuneiforme».
19
En EgiptoNo demasiado lejos, pero separadas por el grandesierto del Sinaí, se hallan las fértiles tierras delValle del Nilo, cuya explotación en esa mismaépoca era la base económica del Imperio Egipcio,un pueblo de cultura muy diferente pero tambiéncon un alto nivel de civilización.
Sus todopoderosos faraones, al mismo tiempo«dioses» y «jefes del estado», ordenaronconstruir grandes templos para sus dioses ygrandes tumbas para ellos mismos. En esosmonumentos, entre esculturas, relieves y enocasiones ricos tesoros, se han conservadomuestras de su particular sistema decomunicación: la escritura jeroglífica.
19
20
Pero en el MediterráneoMientras las gentes de Mesopotamia y Egiptoabandonaban la Prehistoria, tal como atestiguanlos hallazgos de restos en los que se hace uso dela escritura, permitiéndonos reconstruir suhistoria, el resto de la humanidad no habíaalcanzado aún ese grado de desarrollo.
Muchos pueblos aún no conocían ni siquiera lametalurgia. Para otros, poseer objetos de cobre,y por supuesto de oro, era aún un verdadero lujo.Sin embargo, gran parte de los moradores de lastierras de la Europa mediterránea ya conocíanbien esos metales, e incluso algunos ya seencontraban inmersos en la “ Edad del Bronce”,puesto que lo utilizaban, junto a la plata, para susadornos, armas y herramientas.
Los habitantes de la actual Turquía, Grecia y lasislas Cícladas, Talia, Sicilia, Malta, Córcega y
20
21
Cerdeña, el sur de Francia, las islas Baleares eincluso la Península Ibérica ya eran expertos
campesinos. Poco a poco habíanido adoptando novedades comoel arado y el regadío, laexplotación de los metales y lametalurgia.
Este auge tecnológico provocóun gran desarrollo económico ycomercial. Aumentaron lasproducciones agropecuaria yartesanal. Esta última, además,se diversificó ya que las nuevasactividades necesitaban ypermitían fabricar nuevos tipos deobjetos. En este contexto sedesarrolló a su vez el comercio.
A los elementos tradicionalesde intercambio, unos de primeranecesidad (alimentos, pieles,
22
rocas para la fabricación de útiles y armas) yotros no necesarios para la supervivencia(adornos), se sumaron nuevas materias primas(los metales, la sal) y las manufacturas solicitadaspor aquellos cuya economía les permitía adquiriradornos de marfil o ciertas cerámicas decoradas,aunque aún vivieran en poblados y no enciudades.
Así, la demanda de «materiales de lujo» (marfil,ámbar, oro, plata, cobre, estaño, bronce),contribuyó al desarrollo y la complicación de lasrelaciones entre los distintos pueblos. El aumentodel nivel del vida, desde mediados del III milenioA.C., provocó también un incremento tanto de lapoblación como de los conflictos.
Se crearon nuevos asentamientos y muchospoblados se protegieron con potentesfortificaciones.
23
Se ocuparon nuevas tierras y las distintasgentes se fueron convirtiendo poco a poco endiversos grupos culturales semejantes entre sí,porque ser contemporáneos y mantenerdiferentes tipos de relaciones, pero distintos,porque sus antepasados y sus tradiciones lo erany ocupaban territorios con recursos explotablestambién diferentes.
Con una excepciónEl panorama de hace unos 4.500 años eracomplicado. Muchos pueblos de América, Oceanía,Australia y gran parte del Asia Oriental y de Áfricaaún vivían en la Prehistoria Antigua, otros yaconocían las ventajas de los metales y sólo unospocos, los que dominaban la escritura, habíanentrado en la Historia Antigua.
Paralelamente Creta y Tera y otras islas del MarEgeo y las costas de Grecia, constituían un grupocultural diferente al de sus contemporáneos: laCivilización Minoica, una cultura que desarrolló unaescritura todavía aún no decodificada, por lo que apartir de ella no podemos reconstruir su historia.
Gracias a una próspera economía, susgobernantes, conocidos como minos, vivieron ensuntuosos palacios como los de Cnossos yFaistos, decorados, como sus cerámicas, con
24
coloridas pinturas en las que representaban figurashumanas, de animales y de plantas, y consímbolos propios como la «doble hacha» y los«cuernos de la consagración».
A finales del III milenio A.C., hace pues más de4.000 años, la mayor parte de los pobladores dela Península Ibérica ya disfrutaban de muchas delas «novedades» de la época del Bronce, peroningún grupo humano había alcanzado un gradode desarrollo cultural tan alto que hiciesenecesaria, ni entonces ni hasta muchos siglosdespués, la existencia de verdaderas ciudades,palacios o grandes templos. Tampoco sussistemas económicos y políticos se hicieron tancomplejos como para necesitar un método deregistro y comunicación mediante algún tipo deescritura.
Esto no quiere decir que vivieran exactamenteigual que sus antepasados, prueba de ello es quemuchos aún utilizaban, por ejemplo, la cerámicacampaniforme.
Sin perder totalmente sus tradiciones, fueronadoptando poco a poco las «novedades» que ibanconociendo gracias, sin duda, a las relaciones con«viajeros» de zonas con un grado de civilizaciónmás elevado.
2525
26
El resultado de ese proceso fue la existencia, yaen torno al 2.000 A.C., de grupos culturales quehoy reciben distintos nombres, bien en base alyacimiento arqueológico que más información haproporcionado o que se conoce hace más tiempo,como al cultura de El Argar, o bien en función delárea geográfica que en aquella época fue elterritorio ocupado por cada uno de ellos (BronceValenciano, Bronce del Suroeste, Bronce delGuadalquivir, etc.)
Uno de esos grupos culturales del BroncePeninsular ocupó las tierras manchegas y algunasde las que las rodean, como los Montes de Toledoy gran parte de la actual Comunidad Autónoma de
26
27
Madrid. Teniendo en cuenta las característicastanto de sus restos arqueológicos como de suterritorio central, bien diferenciados ambos deotros restos y áreas geográficas peninsulares, esegrupo ha recibido un nombre propio entre suscontemporáneos: el Bronce de La Mancha.
28
29
Aquellos hombres y mujeres vivieron en altoscerros, como el de La Encantada, y en otros máspequeños o «morras», como la albaceteña delQuintanar, en Munera o el conquense Cerro delCuco, en Quintanar del Rey, siempre rodeados defértiles tierras cultivables y con buen control visualde las vías y pasos de comunicación por los vallesde los ríos y de las sierras.
Pero tambien se instalaron en lugares llanoscomo Las Saladillas (Alcázar de San Juan) y LosSilos (La Solana), en Ciudad Real, El Tejar delSastre, en Madrid, y La Alberquilla, en Toledo.Construyeron complejos arquitectónicos muyespeciales, denominados «motillas», como ladaimieleña de El Azuer, la de Los Palacios enAlmagro, y la de Torralba de Calatrava, en lugaresmuy relacionados con el agua, y ocuparonpequeños abrigos rocosos, como el del Puerto deLas Gradas, próximo a Fuencaliente (Ciudad Real),e incluso grandes cuevas como la conquense deSegóbriga, en Uclés, y la madrileña de PedroFernández, en Estremera.
El elevado número de yacimientos arqueológicos,conocidos, casi un millar, y la diversidad deasentamientos, testimonian una amplia ocupacióndel territorio castellano–manchego que respondió asu gran potencial de recursos naturales explotables.
Esto explica que las gentes del Bronce de LaMancha alcanzasen un desarrollo social, político yeconómico que de alguna forma provocó conflictos,quizá entre ellos mismos, quizá con otros grupos y,como consecuencia, que ciertos núcleos depoblación, seguramente los más relevantes por sulocalización geográfica y por su importancia, seprotegiesen con fortificaciones de las que en elCerro de La Encantada se ha conservado uno delos mejores ejemplos.
30
31
En pleno Campo de Calatrava, unacomarca cuyo paisaje debe suscaracterísticas en buena parte a laantigua actividad de sus volcanes, entierras del actual municipio deGranátula de Calatrava, se encuentrauno de los yacimientos arqueológicosmejor conocidos del Bronce de LaMancha, y quizá también uno de losmás importantes: El Cerro de LaEncantada.
Para llegar fácilmentePoco después de salir de Granátula deCalatrava por la CM-413, antes degirar en dirección a Almagro, sedistingue de los cerros vecinos queconforman la Sierra del Moral el Cerrode La Encantada.
el cerro deLa Encantadaun poblado, una ciudadela y una necrópolis
32
El color rojizo de lostapiales de sus ruinasdestaca sobre losgrisáceos escarpesrocosos de cuarcitasque, al impedir un
acceso cómodohasta su cima,actúan comodefensa naturalfavoreciendo la
visibilidad delemplazamiento ydesde éste hacia elvalle.
Siguiendo por la misma carretera en dirección ala histórica población de Almagro, centroneurálgico del Campo de Calatrava, una vezsuperado el desnivel que marca el propio valle delJabalón, un camino, más largo pero mucho máscómodo, permite el acceso al yacimiento a pie ocon vehículos.
La primera impresiónDesde el último repecho de esecamino, las vistas del yacimiento ydel paisaje en que se encuentraexplican claramente los motivos quellevaron a las gentes del Bronce deLa Mancha a instalar allí uno de susnúcleos de población másimportantes.
Piedra para construcción en elpropio cerro, madera, bellotas, cazamayor y diversas plantas útiles,como el esparto, en el bosque quese extendía alrededor del cerro.
32
33
Fértiles tierrascultivables en el valledel Jabalón, cuyasaguas y riberasaseguraban juncos,pesca, caza menor…
Una situaciónprivilegiada por suamplia visibilidad de lasvías naturales quellevan hasta la caranorte de Sierra Morena.Una zona rica en minerales de cobre y de plata,en dirección a Valdepeñas, por el Este, hacia elValle de la Alcudia, por el Suroeste y haciaPuertollano por el Sur. Unas vías naturales quefueron usadas desde muy antiguo para trasladarel ganado por cañadas, cordeles y veredas, haciael mediodía en los inviernos o hacia el nortecuando los pastos manchegos se agostan.
La elección de un enclave como éste, indica quequienes se instalaron aquí supieron reconocer lo
34
que este territorio ofrecía. Fueron capaces deaprovechar y explotar todos esos recursosnaturales, y esto a su vez explica que, paraproteger un poblamiento estratégico, se hiciesenecesario construir murallas y estructurasfortificadas que sorprenden al visitante que seacerca hasta el pie del asentamiento.
Una cueva pequeña, pero muy útilAl pie mismo de la muralla que defiende el cerropor el Norte,hay una pequeña cueva que recoge elagua de lluvia cuando las precipitaciones sonabundantes.
Los ocupantes del cerro acondicionaron suentrada y retallaron su interior para poder recogermás cómodamente ese agua, limpia y potableporque llega al interior de la cueva ya filtrada entrelas rocas.
Es conocida como la Cueva de La Encantada,pues cuenta la leyenda que en ella vive una
35
bellísima doncella, hechizada y convertida enserpiente, que sólo recobra su apariencia de mujerla noche de San Juan, cuando «la bicha» cambiade «camisa».
Murallas, viviendas, silosFrente a la cueva se encuentra el poblado.Grandes murallas de mampostería, de piedrasmás grandes abajo y más pequeñas arriba, cuyaparte alta se construyó de tapial, protegen la cimadel cerro y, en su momento protegieron a quieneshabitaron en él, sus viviendas y sus pertenencias.Estas defensas no siempre fueron necesarias,puesto que en algunos momentos hubohabitaciones adosadas al exterior de la muralla, delas que apenas se han conservado algunos restosde sus cimientos.
36
Las excavaciones arqueológicas han permitidodescubrir varios tramos de las murallas querodeaban la parte más alta del cerro y que, juntocon los silos, más o menos circulares ysólidamente construidos, aislados o en grupo,conformaban lo que debió ser una ciudadela en laque refugiarse en momentos conflictivos. Almenos debió parecerlo. Varias puertas dereducidas dimensiones permitían el acceso y lasalida por distintos puntos del recinto.
Pese a lo espectacular de las edificaciones, lasviviendas no eran ni muy grandes ni deestructura complicada, aunque sí suficientementeconfortables para soportar los fríos inviernos y loscalurosos veranos manchegos.
Eran viviendas con sólidos cimientos de piedra ymuros de tapial. Su forma se adaptó confrecuencia a la roca natural del cerro, y suspequeñas dimensiones parecen indicar que la
37
mayor parte de las actividades cotidianas(cocinado, tejido, cestería, alfarería...) debíanrealizarse en el exterior, en función de lascondiciones climáticas.
De cualquier forma, la construcción de murallas,de viviendas sólidas y confortables y de unos silosperfectamente adaptados a la conservación ydefensa de cualesquiera que fuesen los productosalmacenados en ellos, son testimonio de una graninversión de tiempo, trabajo y medios materialespara su construcción, cuidado y mantenimiento.Todo esto supone un buen indicador del alto nivelde desarrollo tecnológico, económico y socialalcanzado por los habitantes del Cerro de LaEncantada en particular y por las gentes delBronce de La Mancha en general.
38
Puerta Oeste
Puerta Suroeste
Puerta Sur
Puerta Sureste
38
39
Puerta Norte
Puerta Noroeste
Puerta Este
Puerta Noreste
40
41
la vida y lamuerteen el cerro de La Encantada
Conseguir materias primas como lamadera para la construcción, cubrir lasnecesidades del hogar (cocinado, caloren invierno) y para los hornos dealfareros y metalurgistas; la arcilla parala fabricación de los tapiales y lacerámica; la piedra; los metales: elcobre y la plata, para útiles, armas yadornos.
Cazar, pescar, recolectar, trabajar latierra y cuidar el ganado paraasegurarse los alimentos y materialesderivados como pieles, lana, hueso oesparto con los que fabricar vestidos,bolsas, correas, tejidos, cestos ycuerdas, útiles o adornos, así comootras cosas necesarias.
Controlar qué faltaba y por qué cosase trocaría para obtenerlo… Esas y
42
otras muchas y variadas actividades, algunascotidianas, otras estacionales, otras seguramentemás distanciadas en el tiempo, fueron lasocupaciones que tuvieron a lo largo de su vida loshombres y mujeres que habitaron en el Cerro deLa Encantada.
Explotar los recursos naturales de su territorioy organizar sus contactos con otras gentes paraconseguir lo que no había en él no debió sersiempre tarea fácil, pero sus preocupaciones ibantambién más allá de la supervivencia, el buenfuncionamiento de la economía y las relacionescon sus vecinos y viajeros de zonas muy lejanas.
Entre los restos arqueológicos que se hanconservado en el yacimiento merecen unaespecial atención los correspondientes a susprácticas funerarias y los relacionados con el cultoa una o varias divinidades cuyas característicasaún se desconocen.
43
Los hombres del Bronce de La Manchaenterraron a algunos de sus muertos dentro de laciudadela (cuando ésta dejó de cumplir su funciónde fortaleza para proteger a los vivos y suspertenencias), y en sus alrededores, en grietas dela roca natural, en fosas excavadas en el suelo deantiguas habitaciones abandonadas y, enocasiones, dentro de edificios que se hanidentificado como templos.
Los templos son recintos de construccióncuidada, con cimientos de mampostería y alzadosde tapial. En su interior a menudo se hallan bancoscorridos y otras estructuras de pequeñasdimensiones, cuidadosamente estucadas, como
43
44
sus paredes, suelos y techos, en los que sedepositaron abundantes recipientes de cerámica,de distintas formas y tamaños, junto a otrosobjetos para diferentes usos, todos ellosdepositados sobre suelo y bancos a modo deofrendas.
Uno de esos edificios de culto, el llamadoComplejo 7, albergaba en su interior, en el centrode su parte más ancha, un altar de cuernos:pequeña estructura también estucada ycuriosamente con la misma forma que aquelsímbolo tan ampliamente representado en elMediterráneo oriental y tan típico de la CulturaMinoica, conocido como los «cuernos de laconsagración».
Muchas sepulturas se revistieron con lajas depiedra o mampostería; en otras, especialmenteen las infantiles, el difunto fue introducido en unrecipiente de cerámica antes de ser enterrado.
45
En la mayoría se depositó un solo cadáver,siempre en posición encogida, aunque en algunasse han hallado restos de más de un individuo.
En muchos casos, no en todos, hombres,mujeres y niños fueron enterrados con armas decobre, adornos de concha e incluso de plata, útilesde hueso o vasos cerámicos que quizá conteníanalgún alimento, objetos todos ellos queconstituían su ajuar funerario para el «más allá».
Estas sepulturas informan sobre laconsideración con que los habitantes del Cerro deLa Encantada enterraron a algunos de susmuertos, y también sobre las característicasfísicas de aquellas personas, como por ejemplo suestatura que, especialmente en el caso de lasmujeres, los diferenciaba de otras poblaciones delBronce de la Península Ibérica.
45
46
47
lo quese haconservado
Además de los restos arquitectónicos(murallas, cimientos de viviendas, silos,templos) y de sepulturas, en el Cerrode La Encantada se han halladomultitud de útiles, herramientas, armasy objetos de adorno custodiados en laacatualiad en el Museo de Ciudad Real yde los que puede verse una pequeñaselección expuesta en sus vitrinas.
Apenas se han conservado algunosfragmentos de muchos de esosobjetos, la mayoría integrados enrealidad en la basura acumulada durantelos más de 1.000 años de ocupacióndel cerro (en parte «reciclada» para laconstrucción de los tapiales).
48
49
Un ejemplo representativo seríanlos restos de útiles de cocina que,lógicamente y como se hace en laactualidad, se desechaban cuandoya no servían, bien porque sehabían roto o porque eransustituidas por piezas de mejorfactura.
Este es el motivo de que sólose hayan conservadoprácticamente completos losobjetos de los «ajuaresfunerarios» y aquellos que sedepositaron en algunos de lostemplos. A consecuencia de queestos edificios se incendiaron yfueron abandonadosinmediatamente, quedó sepultadobajo sus escombros todo lo quehabía en su interior.
50
Para la Arqueología cualquier resto del pasadoes importante, puesto que puede proporcionarmucha información sobre la utilidad de losdiferentes artefactos, el origen de los materialescon que se fabricaron y, en ocasiones, sobre la
procedencia delos propiosobjetos.
La mayoríade las piezasrecuperadas enel Cerro de LaEncantadaestánrelacionadascon las tareascotidianas queaquellosmanchegos delBronce llevarona cabo en sus
50
51
viviendas o junto a ellas, en sus bosques, suscampos…
Molinos de mano, machacadores de piedra,cuchillos de cobre y espátulas de hueso que, contoda probabilidad y junto a otros utensilios demadera que no se han conservado, sirvieron parapreparar los alimentos que se almacenabancocinaban, servían y consumían en recipientes decerámica de diversos tamaños y formas comotinajas, ollas, cazuelas y otros vasos carenados,cuencos o copas.
También han aparecido pesas de telar de barrococido, agujas y punzones de hueso y cobre parala fabricación y cosido de tejidos de lana y defibras vegetales y para la cordelería, la cestería yel trabajo del cuero, junto a los que seencontraron vasos coladores para la fabricaciónde queso.
52
Otros objetos de piedra, como las mazas paramoler el mineral, los moldes de fundición y losafiladores, y los crisoles de barro refractario«hablan» de un trabajo absolutamenteespecializado como la metalurgia del cobre, desdela obtención del metal hasta la fabricación de útilesde usos domésticos y artesanales (punzones,cinceles, sierras), armas (puñales, cuchillos,puntas de flecha, hachas) y objetos de adorno(brazaletes, zarcillos, cuentas de collar).
El cultivo de la tierra, la ganadería, la producciónartesana de cerámica, de tejidos, cestos, objetosde cuero (y seguramente otros productos comociertas plantas útiles o sal), la metalurgia y elcomercio, permitieron que los habitantes delCerro de La Encantada alcanzasen un «alto nivelde vida» en relación con sus contemporáneos dela Península Ibérica.
Esto se deduce, entre otras razones, de laexistencia en el yacimiento de objetos de adornopersonal entre los que se encuentran cuentas decollar y colgantes de piedra y hueso, pero tambiénanillos, brazaletes y zarcillos de cobre y de plata.
Hay piezas conocidas como «botones deperforación en V» fabricadas sobre hueso y sobre
53
marfil, un materialnecesariamente importadodesde lejanos países, puestoque en aquella época no habíaelefantes en las tierraspeninsulares.
Los botones y otrosadornos de marfil confirman loindicado por otras evidenciasarqueológicas, como el ritualfunerario (muy diferente delde épocas anteriores), lapresencia de templos, copas
de cerámica de pie alto y el «altar de cuernos» del«Complejo 7»: que los habitantes de este
53
54
importante asentamiento del Bronce de LaMancha estaban de alguna forma relacionadoscon culturas de tierras muy lejanas, del extremooriental de la cuenca mediterránea.
Tuvieron que ser sociedades cuyos complejossistemas comerciales y la situación geográfica quemantenían, les permitían obtener fácilmente elmarfil, que conocían la metalurgia de la plata(desconocida por los antepasados de loshabitantes del Cerro de La Encantada), cuyasprácticas funerarias incluían la utilización desepulturas en fosas, cistas y urnas o pithoi y detemplos, y para quienes tenía un especial sentidoel símbolo denominado «cuernos de laconsagración», que en la Península Ibérica no seha identificado solamente en el yacimientomanchego sino también en los almerienses de ElOficio y de Almizaraque.
El Oficio
55
Cerro de La Encantada
56
