el control de la media maratón

El control de la media maratón. Breve historia de la evolución de las carreras populares. La aparición y

afianzamiento de la media maratón, su control y el trabajo de los Jueces. El método de lectura abreviado. Recomendaciones.

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E L C O N T R O L D E L A M E D I A M A R A T O N

INTRODUCCIÓN

Desde que en la década de los ochenta se propagara de forma casi desbocada la organización de millas populares en cualquier rincón del país –no había pueblo que no las incluyera en su programa de fiestas patronales- hasta nuestras fechas, el perfil del corredor aficionado ha variado notablemente.

Un tiempo antes del surgimiento de la fiebre por la distancia anglosajona ya había hecho su irrupción en varias ciudades españolas una distancia mucho mayor y al alcance de pocos privilegiados: la maratón. Se trata ésta de una carrera larga, exigente, dura, en ocasiones penosa y que requiere una preparación prolongada para poderla afrontar con unas mínimas garantías.

Estos motivos y, por otro lado, el escaso tiempo que los 1609 metros permiten disfrutar del asfalto, provocó una laguna que difícilmente se cubría con carreras del tipo “de tal pueblo a tal otro”, “subida al santuario de allá arriba”, “San Silvestre” o similares y los fondistas populares que poblaban parques y avenidas al ritmo del ¡uno, dos, uno, dos...! de los transeúntes aún poco habituados a la visión de aquellos locos que se levantaban al alba ¡para correr! fueron descubriendo, tímidamente al principio, una nueva distancia: la media maratón, que reúne en sí unos ingredientes inmejorables:

- Casi cualquier población dispone de callejero suficiente para una

carrera que incluso se puede hacer en varias vueltas. - Es lo suficientemente larga para el disfrute de los “devoradores de

kilómetros”. - Asequible para corredores esporádicos. - Además se prolonga durante un espacio de tiempo suficiente para

mantener la expectación entre el público sin llegar a aburrir. Así son pocas las millas que perduran, sólo las que han dispuesto de apoyo

continuado y en lo que a las maratones se refiere, sólo grandes ciudades (y alguna honrosa excepción) mantienen la distancia de Filípides .

Podemos hablar así de la existencia de una nueva prueba reina en ruta, la media maratón.

Cada vez se organizan más medias maratones y aquellas que sobrepasan el millar de corredores son cada día más frecuentes y es precisamente el nivel de las

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pruebas lo que va a exigir los efectivos humanos y materiales de que se debe disponer en cada carrera para su control con garantías.

DISTRIBUCIÓN DEL JURADO

1. El Juez Árbitro

Las funciones del Juez Arbitro pueden resultar tan complejas de redactar como queramos. Para simplificar y conseguir lo que podríamos definir como un manual resumiremos su trabajo a lo más básico.

El Juez Arbitro de una media maratón o cualquier prueba en ruta incluyendo el campo a través y de un nivel que podríamos definir como intermedio, debería encargarse de supervisar las cuestiones organizativas, amén de evidentemente las reglamentarias, en colaboración con los organizadores del evento.

Aunque lo ideal sería organizar una reunión previa, en la mayoría de las ocasiones ésta no puede llevarse a cabo. En todo caso y si no se dispusiera de tiempo suficiente siempre se ha de contactar unos días antes al menos con la Delegación de Atletismo, que debe ser nuestro punto de referencia pues allí se dispone de toda la información necesaria relativa a circuitos, horarios, organización, personal, jurado y sugerencias para el control de la prueba.

El día de la competición ha de personarse con suficiente antelación para hacerse cargo con garantías del control de la prueba.

Como ejemplo de la actividad tipo a desarrollar por un Juez arbitro en una prueba en ruta de las que se desarrollan habitualmente en nuestra Comunidad, y ordenadas de forma cronológica se podrían destacar las siguientes actividades:

1. Contacto con el Organizador.

• Número de inscritos. • Características del circuito. • Categorías e inscripciones (verificar que aquéllas se ajustan a reglamento y que éstas se realizan de acuerdo a la categoría de la prueba). • Apoyo de organización (personal en el circuito, voluntarios en meta, Policía Local, Protección Civil y, muy importante, asistencia sanitaria y ambulancia). • Utilización de sistema informático (código de barras o chip) y en caso afirmativo consultar posibles pasos de control en el circuito. • Colocación de personal ajeno al jurado tales como personal informático, avituallamientos en meta y obsequios a los corredores. • Si se considera necesario se acordará un repaso rápido al circuito en un vehículo de organización para supervisar el diseño, cruces de vías, colocación del personal de organización, puestos de avituallamiento y marcaje y localización de los puntos kilométricos. • Se acordará con la organización un vehículo para al menos acompañar a los primeros clasificados. Una motocicleta es un buen

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medio. Siempre que se pueda se evitará utilizar el vehículo de reloj de carrera.

2. Contacto con los Jueces.

• Contacto con los Jueces y el Director de Reunión si lo hubiera. • Si no hubiera nombrado Director de Reunión podrá nombra uno (si se dispone de jurado suficiente) o directamente asumir su responsabilidad encargando las funciones a los diferentes miembros del jurado.

3. No se olvidará de revisar el material del jurado o encargar que cada miembro del mismo revise aquello que ha de utilizar. 4. Salida.

• Una vez distribuido el jurado y tras recibir el visto bueno de la autoridad (Policía Local u organización) autorizará el inicio de la prueba. • Cuando la salida la efectúe una persona ajena al jurado, le deberá instruir en el manejo del revólver o detonador pidiéndole que no dispare hasta que reciba una señal acordada de antemano. ¡No olvidarse de recuperar el revólver!.

5. Tras darse la salida deberá desplazarse rápidamente con el vehículo permaneciendo a una distancia prudencial de los primeros corredores, de modo que mantenga un continuo control visual pero ni sirva de ayuda (cortando el viento) ni de molestia (quitando visibilidad y lanzando humo del vehículo a los Atletas). Controlará que ningún vehículo, ni siquiera bicicletas, acompañe a los corredores y si han de permanecer en carrera por tratarse de vehículos de organización, en ningún caso permitirá que se circulen delante o al lado de los corredores.6. Cuando la carrera llegue a su fin se dirigirá rápidamente a meta para observar el desarrollo de la llegada 7. Estará atento a cualquier contratiempo que pudiera surgir.

2. El Director de Reunión

Como en todo tipo de competición deberá cumplir con una serie de requisitos. Es nombrado por la Federación Territorial o la Delegación, habiendo de tratarse de un conocedor del Jurado que le acompañe, poseedor de un estatus dentro de su colectivo que le conceda cierto crédito entre sus compañeros y que además le permita la toma de decisiones con total confianza en la respuesta de los mismos.

Distribuirá a los Jueces de forma que se cubran todas las necesidades de la carrera y dependiendo de las características de la misma, intentando en todo

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momento que ningún puesto quede desabastecido adaptándose a las necesidades de cada prueba, intentando no dejar hueco a la improvisación.

Según la cantidad de Jueces disponibles, del nivel de la carrera y la participación, y aunque en algunos casos suponga redundar en las funciones del Juez Árbitro, podrá hacerse cargo de cuestiones como las siguientes:

- Efectuar una rápida revisión del material del jurado y de la competición, interesándose por todo cuanto considere oportuno. Es necesario conocer el circuito, número general de voluntarios y cantidad de ellos que pone a su disposición el

deben evitarse las aglomeraciones en meta Organizador, corredores inscritos y previsiones en meta como asistencia sanitaria, evacuación o controles paralelos de llegada que en ocasiones efectúa la propia Organización.

- Prever embudos y dobles embudos de llegada si son necesarios pues normalmente en este tipo de carreras no se nombra Director Técnico.

Cuando se habilita más de un embudo de llegada siempre debe quedar alguien con las ideas muy claras encargado de coordinar la apertura y cierre de los accesos.

- La salida, ya que en ocasiones el organizador le ofrece efectuar la misma al Concejal de deportes o a algún deportista o personalidad destacada de la localidad por poner unos ejemplos, teniendo que actuar de enlace entre aquél y el Jurado. En ocasiones el propio Director de Reunión puede dar el disparo de salida.

- La supervisión de la puesta en marcha del cronómetro del arco de llegada y/o el del ordenador de meta.

- Poner en orden a los corredores que lleguen en grupos a meta e, igualmente decidir los puestos en llegadas apretadas si no hay otro Juez encargado de ello.

- Recepcionar los resultados según vayan saliendo, para que el Juez Árbitro los pueda supervisar y pasarlos rápidamente a megafonía y secretaría de competición, comprobando periódicamente que la cantidad de dorsales registrados se corresponde con la de tiempos para, si no es así, detectarlo con premura y buscar una solución rápida.

Un buen sistema puede consistir en utilizar personal de Organización que porte un código de barras o un chip determinado y que el programa detecte a cada paso. Se irán intercalando cada 10-20

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corredores para así poder corregir en una escala reducida. Si no se tiene apoyo informático se puede hacer igualmente.

- Recopilar todos los datos de los puestos de control para su utilización si se precisa.

- Mantener orden en meta, entendiendo que todos hemos de realizar nuestro trabajo, incluyendo a los periodistas, negociando si es necesario con el Organizador una zona reservada para los informadores.

- Recoger, si procede, una copia de los resultados para enviarlos a la Delegación o Federación correspondiente.

Puestos que necesariamente han de cubrirse en cualquier media

maratón:

Juez de salidas: Puede ser el mismo Director de Reunión o, en ocasiones incluso alguien ajeno al jurado.

Jueces de llegadas: Actuarán por parejas, anotando los dorsales de todos los corredores que pasen por meta en impresos apropiados y con caligrafía suficientemente legible, pues en muchas ocasiones son la única referencia de que se dispone.

Siempre que se pueda se doblará el equipo de llegadas. Cronometradores: Hoy en día casi cualquier Comité Provincial de

Jueces dispone de cronoimpresoras que facilitan enormemente el trabajo de los cronometradores. Si no es el caso, se deben utilizar cronómetros de 100 o 500 tiempos y transcribir las marcas manualmente.

Siempre que se pueda deberá existir al menos un cronometrador auxiliar.

Control de circuito: Los Jueces son situados a lo largo del circuito y en puntos con posibilidad de aparición de problemas por despistes de los Atletas o posibles atajos. Por lo que respecta a los corredores de élite o, llamémoslos de “delante”, que en determinados momentos pudiesen no estar del todo controlados por el jurado por no encontrarse en la cabeza de carrera propiamente dicha se puede decir que son ellos mismos sin saberlo los que ejercen su propio control.

ejemplo de medias maratones reales en varias vueltas y posible distribución de los Jueces de control de circuito

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Los Jueces allí destacados han de anotar todos cuantos corredores puedan, situándose preferiblemente en los extremos del circuito o lugares por los que es absolutamente imposible acortar. Generalmente la Organización distribuye auxiliares a lo largo del recorrido que, si bien no pueden considerarse como puestos de control oficiales, suelen desempeñar un trabajo importante de supervisión e indicación en giros y cambios de sentido pues aunque todo esté perfectamente señalizado, una persona siempre es más efectiva.

Control de vueltas y doblados: Es poco habitual, pero en ocasiones es necesario contar las vueltas de los corredores. Existen medias maratones que ya sea por el pequeño tamaño de la población donde se celebran o por conveniencia de los Organizadores se desarrollan en varias vueltas, siendo necesario el control de las mismas y por supuesto, llevar un control de doblados.

Control de primeros: (hombres y mujeres). Generalmente el control de los primeros hombres lo puede efectuar el propio Juez Árbitro. Si no es así, y en todo caso, en lo referente a las mujeres se precisará de la participación de uno o varios Jueces. Para ese cometido pueden desplazarse en motocicleta (guiada por otra persona) que facilita el movimiento y el paso por zonas de poca amplitud.

3. Juez de salidas

Como se ha dicho con anterioridad, en ocasiones ni siquiera es necesaria la participación de un Juez para efectuar la misma, debiendo dejar claro en todo momento a quien haya de dar el disparo que en ningún caso habrá de hacerlo hasta que el Director de Reunión o el Juez Arbitro se lo autorice, mediante un gesto discreto y siempre de acuerdo con el Director de la Carrera o responsable de Organización que habrá recibido el visto bueno de las Autoridades Locales.

Siempre que se de una salida en una media maratón con una participación media o alta, quien se encargue de ello habrá de colocarse aparte, si es necesario y no se ha previsto nada mejor incluso entre el público, pero a una distancia suficiente para que al menos los primeros Atletas escuchen la detonación, el resto de corredores -populares- aunque no perciban el sonido adecuadamente ya sea por la distancia o por el sonido ambiente, generalmente sobrecargado por la megafonía, no han de preocuparnos especialmente pues en cuanto la masa de competidores empieza a moverse arrastra tras de sí al resto.

El Reglamento Internacional de Atletismo nos indica cual ha de ser el proceso a la hora de poner en marcha una carrera en ruta. Por otro lado a cualquier Juez la experiencia, por escasa que sea, le viene a demostrar que dar la voz reglamentaria de salida ante una masa muy numerosa de corredores a los que muchas veces ha habido que empujar literalmente hasta la línea de inicio y que una vez allí cuesta contener, sólo puede acarrear problemas que pueden ser muy serios en ocasiones. Quizás haya momentos en los que la aplicación estricta del Reglamento pueda resultar perjudicial.

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CONTROL DE LLEGADA

4. Jueces de Llegadas

Si no se cuenta con el apoyo de medios auxiliares como el código de barras en el dorsal, sistema poco recomendable en carreras cortas y con mucha participación, que en ocasiones presenta problemas de lectura porque el escáner que lee el código en algunos casos necesita pasarse más de una vez sobre el mismo o incluso puede quedar inutilizado por las arrugas, lluvia, sudor, barro, etc. o por otro

lado, el transponedor (chip) muchísimo más fiable, sólo nos queda el trabajo

hay muchos modelos de chip en el mercado, aunque el principio siempre es el mismo dorsal con código de barras

exclusivamente humano. Para ello lo más usual es formar pareja/s de Jueces que en hojas anotan las llegadas, para lo cual se deben tener en cuenta los siguientes factores:

1. Es imprescindible numerar las hojas y que éstas admitan cantidades fáciles de sumar (50, 100 anotaciones). 2. Recomendable anotar en la hoja nº uno los 10 – 25 primeros corredores para poder cotejar rápidamente y continuar en la dos en el número siguiente al que se llegó en la primera hoja.

1ª Media Maratón de Ciudad 1ª Media Maratón de Ciudad 14 de Diciembre de 2003 14 de Diciembre de 2003

1 14 21 56 41 1 21 41 260 2 7 22 13 42 2 22 42 605 m 3 2 23 366 43 3 23 43 887 4 10 24 221 44 4 24 44 921 5 1 25 4 45 5 25 45 879 Gi 6 3 26 46 6 26 9 46 800 Gf 7 6 27 47 7 27 267 47 111 8 11 28 48 8 28 266 48 -- 9 16 29 49 9 29 268 49 501 10 8 30 50 10 30 44 50 603 m 11 29 31 11 31 45 12 25 32 12 32 36 13 26 33 13 33 -- 14 12 34 14 34 545

9

15 234 35 15 35 578 16 348 36 16 36 258 17 19 37 17 37 167 18 349 38 18 38 447 19 5 39 19 39 409 20 6 40 20 40 612 m

hoja nº 1 FIRMADO pasar al J. Arbitro hoja nº 2 FIRMADO pasar al J. Arbitro

ejemplo de anotación en las dos primeras hojas de llegadas de una ½ maratón claves: m = mujer, -- = sin dorsal,Gi = Grupo inicio (primer dorsal del grupo), Gf = Grupo fin (último dorsal del grupo).

3. Lo ideal es que el Juez anotador y el que lee los dorsales formen equipo habitualmente y así podrá existir una buena compenetración. 4. El anotador ha de confiar plenamente en su compañero y él, con una mano en su hombro si es preciso, lo dirigirá a lo largo del pasillo de llegada cuando éste se vaya saturando. 5. La lectura ha de hacerse contando con que la megafonía en ocasiones nos molesta, pero hay que trabajar con ese hándicap, y ha de efectuarse de forma clara y decidida reteniendo mentalmente dorsales de forma que se vayan leyendo acompasadamente y el anotador así no se bloqueará. 6. Se acordarán claves para dejar huecos en las casillas cuando se haya pasado algún dorsal por ir doblado o ser poco visible, debiendo existir alguien encargado de controlar esos supuestos, tomando nota y comunicándolo al anotador a la mayor brevedad. 7. Es más que recomendable, sobre todo en las carreras con varias vueltas que los organizadores faciliten a los corredores de élite los dorsales con números más bajos para un control más fácil y rápido.

8. Cuando se habilite más de un embudo de llegada siempre se numerarán las hojas junto con la clave que corresponda a cada equipo de llegadas, siendo preferible dejarlas tal y como queden después de cada corte para montar las de un equipo sobre las del otro y evitar así equivocaciones.

Siempre es conveniente mantener un pasillo de llegada como oficial y utilizar el segundo sólo en caso de necesidad y por el tiempo estrictamente necesario hasta que se descongestione el primero.

la Juez que dicta los dorsales dirige continuamente 9. La forma más práctica de dictar a la anotadora, que confía en ella plenamente los dorsales es como sigue:

- Se leerán agrupando las cifras en bloques lógicos. Ejemplo: “veinte cuarenta” en lugar de “dos mil cuarenta”, “tres catorce” en lugar de

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“trescientos catorce” u “ocho veintiuno” por “ochocientos veintiuno”. Nunca se cantarán los números por cifras. Ejemplo: “uno cuatro siete” o “seis cero nueve”, etc. - Este tipo de lectura está contraindicado para números que no empiezan fonéticamente igual que su equivalente. Esta limitación afecta a los “cientos” y a los “quinientos”. Ejemplo: es más práctico leer “quinientos catorce” en lugar de “cinco catorce” o “ciento veintiuno” en lugar de “uno veintiuno”, pues induce a confusión.

Tampoco es práctico leer los números con un cero en el centro pues se fragmentan demasiado. Ejemplo: es mejor leer “ochocientos ocho” por “ocho cero ocho”o “ciento seis” por “uno cero seis”.

- El método de lectura abreviado -vamos a llamarlo así- encuentra su mejor aplicación en dorsales de tres cifras, pudiendo llegar a suponer en cualquier caso, ya sean tres o cuatro las cifras del dorsal, un ahorro de tiempo calculado sobre mil corredores de una media maratón real y con una lectura ininterrumpida de unos 4 minutos,que pueden suponer el equivalente a unos 200 dorsales y si además se dispone como apoyo suplementario de una grabadora de voz el trabajo puede resultar un juego de niños.

Tiempo invertidoMétodo habitual, en prueba con 18

dorsales de tres lectura ininterrumpida. minutos 4cifras Método agrupado, en prueba con 14 minutos

Lectura ininterrumpida. minutos 200 Método habitual, en prueba con 25 corredores

dorsales de cuatro lectura ininterrumpida. minutos 4 aproximadamente cifras Método agrupado, en prueba con 21 minutos

lectura ininterrumpida. minutos SOBRE MIL CORREDORES AHORRO VENTAJA

10. El ahorro de tiempo que puede llegar a suponer la lectura de dorsales por bloques no es algo insignificante especialmente en aquellos momentos en que los corredores irrumpen en oleadas y donde cada segundo es vital. Este hecho comienza a manifestarse en un media maratón aproximadamente y dependiendo del nivel y participación (aunque básicamente todas las carreras siguen un mismo patrón) desde la 1h. 25min. hasta la 1h. 40min., alcanzando la cumbre sobre 1h. 28min.-1h. 35min. pues 1h. 30min. es la meta para muchos corredores populares y como toda meta que se precie unos la alcanzan y otros no, de ahí ese margen por delante y por detrás.

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11. Equivocaciones: de esta manera se eliminan los errores por similitud fonética; “seiscientos” por “setecientos y viceversa” y “ciento” por “...cientos”, terminación ésta última que hace que muchísimos números se parezcan.

CRONOMETRAJE

5. Cronometradores

Es obligación del jurado registrar los tiempos de todos los corredores que lleguen a meta, pudiendo utilizar los resultados informáticos, si se dispone de ellos, de forma provisional, de manera que el Juez Árbitro pueda cotejarlos con los de los Jueces, procediendo a darlos como válidos si no plantean problemas y tras los reajustes que fuesen necesarios. Según el artículo 165.2 del vigente Reglamento de la IAAF los Jueces cronometradores deberán situarse en línea con meta, a un mínimo de cinco metros y en una plataforma elevada, pero estas condiciones fuera de un estadio son difíciles de conseguir y operativamente habrá casos en que deban incluso obviarse en parte debiéndose mantener cuando menos un cronometrador oficial y otro de apoyo en línea con meta.

existen multitud de modelos de cronómetros con impresora

en el mercado

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Visto esto se pueden plantear distintas variantes que solucionen la colocación de los Jueces dependiendo de las características del arco de meta empleado; si no se usa, evidentemente, no se presenta problema alguno. La primera opción contempla la situación de los Jueces en línea, sobre ella y dentro del arco. Esta ubicación facilita el control a los cronometradores pero acarrea un estorbo visual para los fotógrafos de prensa, la televisión si la hubiese y el público espectador en general. En muchos casos es la única opción posible. En segundo lugar se puede colocar a los cronometradores, siempre en línea con la llegada, pero desplazando el arco con respecto a la misma. Esta variante conlleva una mejora estética pero impide la buena visibilidad de los Jueces que deben mantener una atención continuada sobre el desarrollo de la carrera; además el efecto psicológico que el arco de llegada ejerce sobre los corredores por ser su referencia de meta les supone un engaño al encontrarse desplazado de su posición natural. La tercera posibilidad es la más apropiada en todos los sentidos. En arcos con las columnas huecas y que en cuyo interior puedan situarse los cronometradores se dispondrá, si es posible, una superficie traslúcida a la altura de la vista que permita vislumbrar la llegada de los corredores. Los Jueces se sitúan en línea con meta y aparentemente es como si no estuviesen.

dependiendo del diseño del arco de meta existen varias posibilidades para situar a los cronometradores

Una vez colocados los cronometradores en la mejor ubicación posible según las características de cada prueba se procederá a registrar el tiempo de todos los corredores sin excepción, quedando otros Jueces encargados de ordenar a los Atletas en meta y decidir sus puestos correspondientes, así como colaborar en otras cuestiones que puedan surgir como desplegar los dorsales que vayan doblados, advertir sobre aquellos Atletas que no los lleven (hecho éste que deberá reflejarse en las hojas de campo con una clave previamente acordada), atender a quienes se detienen una vez alcanzada la meta procurando que no entorpezcan la entrada del resto, comunicándolo a quienes anoten los dorsales, diciéndoles el número

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correspondiente de viva voz si es preciso y animando a los Atletas para que no se paren, hablándoles con suavidad y educadamente ya que surte más efecto de esta forma. En lo relativo a la agilidad con que se deben adjuntar los tiempos a las hojas de llegadas y en caso de que no se utilicen medios técnicos que faciliten el trabajo, siempre se pueden sacrificar aquellos a la hora de transcribir los resultados para aligerar su publicación y la entrega de trofeos, pues lo verdaderamente importante en este tipo de carreras es el orden de llegada, las marcas se pueden añadir posteriormente.

5. Cronometrajes intermedios

En todas las medias maratones deberían registrarse los tiempos parciales de los corredores y corredoras de cabeza (los sendos primeros puestos siempre), si no se puede en todos los puestos kilométricos sí al menos en los kilómetros 5, 10, 15 y 20. Para ello se colocarán Jueces en cada control que se encargarán de registrar los tiempos y los dorsales a quienes corresponden. Esta distribución es la ideal pero habitualmente resulta difícil de cubrir por las limitaciones de jurado a que nos vemos obligados de manera frecuente.

Otra opción más viable consiste en situar Jueces móviles a lo largo del circuito con motocicletas encargados de seguir al grupo de cabeza masculino de un lado y al femenino por otro. En este caso se presenta el problema que si el primero se destaca del resto, hecho bastante frecuente en las mujeres, debido a la mucho más reducida participación con respecto a los hombres que provoca una “disolución” de las mismas dentro del grupo, puede resultar imposible registrar los tiempos del primer o primera corredores. Para evitar esto, en lugar de seguir a los Atletas y si se dispone de varias motos, los Jueces pueden moverse hasta los puntos de control alternándose de forma que ninguno quede desabastecido. La variante de usar bicicletas plantea muchos más inconvenientes ya que los Jueces que circulen con ellas deben tener un buen control sobre las máquinas para poder tomar las anotaciones y moverse con soltura entre los corredores, además de necesitar una buena forma física y predisposición para efectuar un trabajo de esas características.

CONTROL EN CIRCUITO

6. Control de paso

A la hora de buscar una buena colocación de los Jueces de control a lo largo del circuito es imprescindible hacerlo de forma que se disponga de buena visibilidad para la anotación de los dorsales, intentando evitar la ubicación en puntos de giro, ya que los Atletas pasan demasiado rápido y, contando con que casi siempre portan un solo dorsal pueden resultar en extremo difíciles de observar. Tampoco debe optarse por una colocación inmediata al giro ya que antes del mismo los corredores buscan la mejor situación para efectuarlo y para salir de él después: se desplazan de su posición natural de carrera produciéndose un “baile” de dorsales.

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Igualmente, para evitar el desorden de los corredores, se debe huir a toda costa de la colocación próxima a avituallamientos y descensos pronunciados. En este último caso porque los Atletas aumentan sensiblemente su velocidad de desplazamiento.

En todo control de circuito, intermedio, de paso o como se le quiera denominar debe intentarse registrar la mayor cantidad posible de dorsales aunque resulte complicado en los primeros momentos Aun así los que logren anotarse. pueden resultar de gran valor cuando se cotejen con los resultados finales. Se intentará tomar desde el primero hasta el último, escribiendo de arriba hacia abajo y en folios en blanco si es un solo Juez el que hace el trabajo (sí, un solo Juez bien preparado puede hacer el trabajo solo). Cuando se aproxime un grupo se anotarán sólo los dorsales que se puedan,

en algunas carreras es necesario el control de las vueltas reflejando el hecho mediante una clave. En caso de que un Atleta no lleve dorsal

o resulte ilegible, en su lugar se escribirá un guión.

7. Control de vueltas

El contar correctamente los pasos que efectúan los Atletas implica llevar un control exahustivo de todos los corredores.

Este trabajo puede ser muy fácil en carreras de pocas vueltas y escasa participación, pero en cambio en carreras con circuitos reducidos o con vueltas combinadas de distintos tamaños puede llegar a resultar complicado.

No es absurdo pensar que en carreras fuera de la pista puedan cometerse fallos a la hora de contar las vueltas, ya que un ligero despiste es algo que puede suceder a cualquiera y sería presuntuoso no reconocerlo. Para intentar evitarlo debe procederse a anotar en cada paso y al igual que los Jueces de circuito todos los Atletas que se pueda y, en todo caso, los primeros y los últimos para poderlos comparar. En pruebas que se conocen los dorsales se pueden cumplimentar hojas de anotación apropiadas para llevar un control más fiable por más de un Juez simultáneamente, pero esto sólo es aplicable a carreras con poca participación, por lo que en la práctica muy pocas veces puede llevarse a cabo.

¿Qué hacer si creemos que hemos contado alguna vuelta mal?, un desliz como este puede alcanzar dimensiones catastróficas en pruebas importantes o de cierto nivel. Para ello, el haber observado con atención el desarrollo de la carrera nos debe ayudar a solventar el error. Cuando un Atleta va doblado o no pertenece al grupo de cabeza se percibe con facilidad por la diferente forma de progresar con respecto al resto, además el aspecto físico general del corredor nos puede decir mucho sobre él. Igualmente, conocer el nivel de la prueba llegado el momento nos

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puede sacar de más de un aprieto: con un rápido y sencillo cálculo se pueden llegar a deducir fácilmente los tiempos parciales aproximados de los Atletas. Sólo hace falta un poco de práctica.

RESUMEN

• Se ha de conocer el nivel de la prueba. El circuito, sus limitaciones, cruces, posible existencia de doblados, etc.

• Personal de organización en el circuito: imprescindibles en cruces de vías y recomendables en puntos con posibilidad de error o infracción.

• Revisión del circuito si se considera necesario. • Distribución del jurado.• Seguimiento de la prueba.• Control de llegadas y tiempos continuado pero sin resultar

agobiante. Debe confiarse en el jurado. • En cuanto se detecte un problema o error, aislarlo y

solucionarlo.• Cotejo y visto bueno de los resultados de organización si los

hubiere pues es el modo más rápido. Imprescindible revisar los 25-50 primeros clasificados en cuanto se pueda para, entre otras cosas, agilizar la publicación oficial de puestos y tiempos.

• Intentar registrar siempre a las mujeres diferenciándolas de los hombres tanto en meta como en los puestos parciales de control.

• Una vez terminada la carrera, permanecer en el lugar un tiempo prudencial por si hubiese cuestiones por resolver (siempre al menos el Juez Arbitro y/o director de Reunión).

ANOTACIÓN FINAL Como nota final sólo cabe resaltar que para el buen desarrollo de cualquier

evento la única aportación imprescindible es el trabajo humano. Aunque la tecnología nos asista cada día con mayor intensidad, sólo el trabajo de los Jueces es el que determinará cuál es la decisión más idónea para cada situación.

Hasta que las máquinas puedan discernir entre un pensamiento lógico y otro que no lo es y que en ocasiones puede ser el acertado nuestra labor seguirá siendo necesaria, y es la experiencia y la valía de todo nuestro colectivo lo que en definitiva marca el éxito de nuestra actividad, tan necesaria como la de los Técnicos y los propios Atletas: las reglas no tienen sentido si no hay quien vele por su cumplimiento y una competición no puede existir sin ellas.

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