el cuerpo -hanif kureishi

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1- Cuerpo mquina y cuerpo fustico tan diferentes?

En la novela de Kureishi se plantea una problemtica sobre el cuerpo que podramos enmarcar, siguiendo la sugerencia planteada en el Terico 1, dentro de las concepciones fusticas que las ciencias mdicas, junto con la informtica y la gentica estn llevando a cabo en los ltimos tiempos. As, lo que esa elite conformada por mdicos y cuerposnuevos est haciendo con el ser humano es proveerlo de recintos. Este eufemismo, que perturba a Adam porque no puede dejar de sospechar que cuando las cosas no se llaman por su nombre es porque se ha cado en el tab (con todo lo que ello implica: lo innombrable es aquello que no se puede discutir, ni problematizar, y precisamente esto es lo que el protagonista quiere: Es curioso. Aseguraste que queras por iniciados a personas inquisitivas como yo, y ahora no contestas a mis preguntas, le increpa a Ralph.) este eufemismo, digo, podra funcionar como una perfecta metfora de toda la novela: el cuerpo como un mero depsito en el que se instalara qu?. La mente, sin duda. A partir lo dicho, me permito dos hiptesis. La primera trata de la cuestin tica. En efecto, es precisamente esto lo que quiere cuestionar Adam, incluso antes de ser operado, y ni el mdico ni Ralph quieren discutir: Mi trabajo es alargar la vida le dice el mdico cuando el quiere una respuesta acerca del nuevo orden [en el que] los padres tendrn la misma edad que lo hijos Vemos cmo el cuerpo / informacin que proponen los fusticos no se presta a consideraciones ticas, a discusiones o a reflexiones, simplemente se trata de avanzar en la ejecucin de sobrepasar los lmites de lo humano. La otra se refiere a la oposicin mente / cuerpo. Parecera, a simple vista, que en la era fustica, a diferencia de lo que ocurre en el dualismo de Descartes, estaramos frente al mismo dualismo pero con las categoras invertidas: supremaca del cuerpo. En este punto, se me hace imposible evitar una breve pero decisiva reflexin acerca de la traduccin de la palabra con la que llaman al cuerpo que los newbodies se sacan, y, por supuesto, al que se ponen. La traduccin a recinto no me convence, ya que la palabra castellana alude a un lugar (bien que cercado dentro de ciertos lmites) , en tanto que la original en ingls (facilitie) alude a una instalacin, podra decirse, sanitaria: as se entiende mejor la perplejidad de Adam ante semejante eufemismo, pues el cuerpo es considerado un mero servicio. Esto nos lleva directamente a hacernos una pregunta: Un servicio para quin? O, mejor, El cuerpo est al servicio de quin o de qu? Creo que la respuesta a esta pregunta puede ser el inicio para columbrar cul es la diferencia entre la concepcin del cuerpo en la novela de Kureishi y la concepcin del cuerpo en Descartes, e indagar si hay o no tal dualismo con su consecuente cambio axiolgico en los trminos, en otras palabras, si la novela sustenta una primaca de la res extensa por sobre el cogito.

2.1 Cuerpo / mente. Mente / cuerpo

Para comenzar, puede ser til tomar la concepcin del cuerpo cadver y la del cuerpo digital, y asignarle a ambas los mismos efectos: despersonalizacin, incomunicacin, matematizacin y taxonomizacin de los cuerpos: "alcohlicos, les dicen, ahora todo el mundo1 ha sido patologizado" El cuerpo mesurado y clasificado segn una nomenclatura mdica que lo encasilla siempre dentro de una enfermedad: es la gran herencia del cuerpo cadver que pervive en la medicina actual. Pues aqu se puede ver como el cuerpo es un autmata al que se le debe encontrar sus fallas para asignarle su lugar dentro del catlogo predeterminado que la ciencia mdica construy. As los alcohlicos de Kureishi, al ser nominalizados por la institucin encargada de detectarlos, aislarlos y curarlos, pierden su singularidad, sus deseos, su historia y su clase social para ser, simplemente, alcohlicos. De hecho, estos son "vagos que escapan de sus familias", toda una problemtica que pone en jaque conceptos altamente claves de la modernidad: la familia, y junto con ella toda una concepcin del deseo de estado, i.e., el deseo monogmico y hetero-sexual que fundamenta al gran fundamento del mundo burgus: la propiedad privada. Y, claro, tambin el trabajo, los vagos no trabajan. La concepcin fustica del cuerpo, aquella en la que se inscriben los mdicos y la sociedad secreta de los cuerposnuevos, tambin consideran al cuerpo como aislado de la persona, al disponer de ellos de tal manera que se los cuelga, congelados, a la espera de un virtual consumidor que los adquiera. Sin duda, es el desprecio por el cuerpo aunado en las dos concepciones lo que las une aqu: tanto el cuerpo cadver de los mdicos apunta directamente a una cosificacin del cuerpo en la que se lo asla como una mquina, nunca vinculado a la integridad de la persona; el dualismo cartesiano est ostentosamente presente. Pero Adam no adhiere acrticamente ni a esta concepcin del cuerpo ni a una concepcin fustica: Mi antiguo cuerpo y su sufrimiento representaban la vida que haba llevado, era la suma total de mis logros vuelta carne 1 La experiencia de una vida marcada en el cuerpo, quiz podamos encontrar aqu la verdadera clave de la novela: ni cuerpo / mente, ni mente / cuerpo, sino un todo que no podemos ni nombrar, atrapados en el dualismo que nos ensea esas dos palabras, siempre distintas. Hay otra frase que ilustra elocuentemente esto que quiero decir: el cuerpo es un mapa de la mente. Es decir, en tu cuerpo est todo tu ser, no hay una esencia ms all, tu esencia es carnal, pero eso que llamamos mente est, tambin es carnal, i.e., est en el cuerpo, que la muestra en cada arruga, en cada gesto. Porqu separarlos, entonces? A su vez, el cuerpo sin intervencin, el viejocuerpo, lo lleva a un escrutinio minucioso de Alicia, y luego de un encuentro de sexo con Patricia (escena de una descripcin pornogrfica), Adam encuentra que la manera de gozar de un cuerpo puede ser

escribindolo: quiero decir escribir sobre l, en todo el sentido de la preposicin: sobre como objeto y sobre como soporte, puesto que l est ah, metiendo sus narices entre los dedos de los pies para conocer el cuerpo de Alicia. Podramos ver en estas dos escenas (la fornicacin y la escritura de los cuerpos) una demostracin del dualismo cartesiano encarnado en el mismo Adam: goce del cuerpo con Patricia / goce de la mente con Alicia. Pero es una visin demasiado inocente, atrapada en un binarismo que nos hace ver la realidad de acuerdo con los presupuestos ya impuestos culturalmente; antes de concluir apresuradamente que se encuentra la oposicin cuerpo / mente, debemos preguntar: porqu la mente estara excluida en la primera escena y porqu lo estara el cuerpo en la segunda? Solamente si damos por sentado que hay, efectivamente, una escisin entre el cuerpo y la mente podramos decir esto. La relacin sexual est llena de sonidos vocales; podemos separar a stos, siguiendo a Kristeva, entre los semiticos y los simblicos: otra vez, cuerpo / mente. Pero lo que nos aleja inmediatamente del dualismo es la relacin entre lo semitico y lo simblico, que se da en dos planos. Por un lado, en una misma interaccin verbal encontramos sonidos articulados (signos lingsticos) y sonidos continuos (no discretos): aspiraciones, gritos, gemidos, etc Por otro lado, en los mismos signos lingsticos, los sonidos continuos estn presentes y forman una parte inextricable de la significacin: entonaciones de la voz, tono, volumen, en fin, todo aquello que queda fuera de la langue de Saussure y que podemos llamar, siguiendo a Martinet, indiscretos. As se ve en la escena sexual: sus ruidos eran honestos y francos [] Respira, respiraorden 1[] (pg. 43). En la misma frase, lo semitico y lo simblico. Este ltimo, por cierto, en su expresin ms potente, pues la orden es la encarnacin ms evidente del orden 2 simblico lacaniano: El Nombre del Padre Y en la escena con Alicia tambin est lo inextricable entre ambos rdenes: Me qued con los insectos muertos, la hoja, un par de bellos pbicos, una muestra de mugre, una muestra de sangre y de mucosa vaginal y un registro de las palabras1 (pg.46) Las palabras con los bellos pbicos, he aqu, unidos en la combinacin sintctica, a las esas supuestas muestras de le mente y a esos supuestos puro cuerpo, esos hilos apenas agarrados a la carne que difcilmente sean considerados como parte de la esencia humana en cualquier tipo de dualismo.

2.2-Para salir del binarismo: la heterotopa

En el momento de la novela en que Adam vive su vida como cuerponuevo de manera ms desenfrenada es cuando el deseo se hace presente en su forma ms voraz, i.e. ms corporal: qu son el refinamiento y el intelecto comparado a una cogida sublime Pero, como ya

dije, Adam, no est all como un mero consumidor, sino como un experimentador crtico: lo que ms me molestaba era no poder discutir mi experiencia como cuerponuevo, y, por otro lado, slo si nos atenemos al binarismo del que estoy tratando de salir es posible considerar que una sublime cogida excluya a la mente, o que el intelecto excluya al cuerpo3

3-El problema tico: el cuerpo mercanca

Cuando Adam se embarca como partenaire de Patricia en la fiesta del yate, siente cierta perplejidad al corroborar que el barco est zarpando: [] consider la posibilidad de saltar al mar, pero no estaba seguro de que pudiera nadar tan lejos. pg 98 Como si presintiera que en ese viaje se encontraba el final de su experiencia, el final de sus vacaciones en un cuerpo nuevo, el choque cara a cara con las consecuencias de tamaa empresa fustica en la que se vea involucrado. Y tan es as que, cual trgico griego, va derecho a su destino cuando quiere escapar de l: Me apresur a travs de los cuartos, corredores y cubiertas del barco, buscando un sitio donde ella no pudiera encontrarme [] pg.99. Pero huyendo de ella se encuentra con l. Matte es la encarnacin de toda la problemtica tica que los fusticos no quieren ver. l, al igual que la ciencia fustica enceguecida en encontrar el cdigo humano, no quiere consideraciones ticas, no quiere discusiones, al igual que los mdicos que llevan a cabo las operaciones, l quier[e] vivir, no charlar pg.104. otra vez vemos el nfasis que se deja ver en la novela sobre la discusin, la curiosidad, la indagacin como una actitud crtica de Adam, contrapuesto a la negacin de toda palabra, al taboo impuesto por la lite fustica. Y es precisamente esta falta de reflexin, este ostentoso silencio el que se requiere para que un objeto acte como mercanca, porque hay algo que nunca debe decirse para que la fetichizacin de esta mercanca cobre toda su eficacia social: que es un problema de relaciones sociales, en la que las clases y sus luchas juegan un papel primordial. As en el marxismo clsico: cualquier objeto que pierde su valor de uso y adquiere su valor de cambio, oculta necesariamente su carcter de producto social, y es as como la mercanca circula como si fuera un producto natural , sin unas relaciones humanas que se reflejan y son reflejadas en ella. De ms est decirlo, esta fetichizacin es funcional a la clase dominante, i.e., en la novela de Kureishi, a la elite mdica y la elite de los consumidores que llevan a cabo el proyecto de los cuerposnuevos. Matte quiere el cuerpo de Adam. Por qu? Adam se carcome con la pregunta, no lo sabe. Es para el hermano, s, pero porqu no otro recinto. La unica respuesta que se puede arriesgar la da el mismo Matte: Los cuerpos tienen que adaptarse (pg. 107). Y el de Adam lo est, lo dice su marca en la cabeza. Lo desconcertante que para Matte, a pesar de que ya s ha entrado en la locura de querer conseguir un cuerpo a cualquier precio, los mdicos que hacen la operacin son como dioses (loc. cit.) Tenemos aqu una sntesis de las aspiraciones fusticas, ser como dioses. Pero el costado tico de estas aspiraciones no se

limita una ilimitada ansia de poder por sobre lo natural, sino que alcanza (no podra ser de otro modo) confines econmicos. La fetichizacion mercantilista llega al punto de que no importa que haya gente que deba ser sacrificada en pos de fabricar la mercanca. Por supuesto, esta es la condicin para la fetichizacin: que las relaciones sociales parezcan naturales y se oculte que hay ganadores y perdedores, que todo parezca un efecto natural y no un conflicto social en el que una clase est siendo enajenada. Pero si en el siglo XIX, para Marx , este sacrificio era el de los proletarios que se alienaban al no participar de la plusvala, en la era digital expuesta en El Cuerpo los sacrificados lo son literalmente, con la sola condicin de que se los mate sin dolor. (Pg 108) La mercanca del cuerpo llega a convertirse en un signo: juventud, placer, belleza, y, last but not least , status social (solo unos pocos pueden ser cuerposnuevos.) Comienza a circular en la forma ms pura de valor de cambio: la moda. Matte ya sabe que en algn momento va a renovar: creo que cumplir otros diez aos [] en este recinto antes de mudarme a algo ms apropiado (pg. 104). Ms excitada por la moda est la compaera de operacin de Adam: Soy un poco demasiado alta [] Mi cintura es muy ancha. No me siento cmoda (pg97) La moda lleva a un cambio continuo, la renovacin de la mercanca es el busilis de la moda, ya que funciona como un signo al relacionarse con otras mercancas: as, los cuerposnuevos se sienten una elite y, apenas comenzada la mercantilizacin (en la novela asistimos slo al comienzo del descubrimiento), ya portan sus cuerpos en relacin con los de los otros que participan del mismo grupo: como los cantantes pop y la realeza, nos mantenemos unidos (loc. cit.) dice la cuerponuevo devenida en cantante.

4- A modo de, breve, conclusin

La concepcin fustica que emerge de los mdicos, de Ralph, de Matte apunta a un ansia de superacin del estado humano, de eso que de natural tiene el humano: el tiempo de su cuerpo. Si tenemos en cuenta que la concepcin prometica alude a el progreso del ser humano para mejorar su vida a travs de la ciencia y la tcnica, podemos ver, a parte de todas las diferencias, cierta semejanza: una mirada puesta en el futuro que permita grandes cambios. Subrayo grandes porque creo que aqu hay un rasgo tpico de la modernidad al que Adam, de algn modo, se sustrae.

Hay un pasaje a lo posmoderno, una crtica a la totalidad de la modernidad. Esta 5 siempre tuvo un especial atractivo en las grandes cosas : los grandes autores, los grandes edificios, las grandes ciudades, los grandes descubrimientos, el progreso interminable. Frente a esto, el protagonista reflexiona en, por y sobre su nuevo cuerpo: "quiz no sea cuestin una gran sola gran cosa, sino de aficionarse a muchas pequeas" Una vindicacin de lo menor, del fragmento, del detalle en contra de la unidad totalitaria del hombre burgus que es una cosa ultra definida y autoelegida (Marx: el burgus es el que se eligi a s mismo"). Esto lo separa de los dems cuerposnuevos que buscan grandes cosas: triunfar como actor (Ralph), como cantante (la que se oper con Adam), terminar un trabajo sobre psicologa infantil (el psiclogo infantil devenido psicloga que vive con Matte), o el mismo Matte, que quiere contribuir a hacer de los cuerposnuevos un negocio eterno Tampoco tiene el protagonista una meta a la cual llegar, y esta teleologa de la vida es tambin un rasgo de la modernidad: el hombre que se propone ser algo ya en su adolescencia y lo logra gracias a una hacendosa vida de esfuerzo en la que no caben las vacilaciones:"aunque careca del sentido de propsito de Ralph, no careca de 1 entusiasmo ", el entusiasmo como contrapartida del propsito utilitario. Nos encontramos ante un saber literario en esta novela, que por lo tanto no da respuestas unvocas a ninguna cuestin pero que plantea y permite discutir varias. Aqu me propuse explorar los sentidos que se despegaban al interrogarla a partir de mis dos hiptesis. Llego a la conclusin (pero se podran llegar a otras, claro) de que el cuerpo fustico opera la misma divisin cuerpo / mente que el dualismo de Descartes, de que la novela, a travs de su protagonista, critica esta postura y que se separa de lo que en ella hay de moderno, del binarismo, de la razn, del utilitarismo y de la totalidad de lo moderno.

Notas: 1-Subrayo yo 2- Para lo semitico y lo simblico, cfr. Kristeva Julia Revolution in poetics language ,que yo sepa, no hay traduccin castellana. Para discreto / continuo, adems de varios manuales o diccionarios de lingstica, cfr. Martinet Lingstica General 3-. Foucault Michel Las palabras y las cosas 4- Baudrillard Jean Crtica de la economa poltica del signo . Para el concepto de mercanca como lo tomo aqu, cfr. Marx Karl La mercanca en El Capital vol 1 5- cfr. Jammesson