el derecho a la cultura en la ciudad

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Resumen de: El derecho a la cultura en la ciudad La expresión cultural en la ciudad de México Ing. Arq. Ulises Paniagua Olivares M. Arturo España Caballero La ciudad es de quien la vive, de quien se manifiesta en ella en ese proceso simbiótico donde la urbe influye en el habitante y donde el habitante se apropia de los espacios públicos y las calles. Según la Carta mundial del derecho a la ciudad, planteada por primera vez en Quito en julio del 2004, el derecho a la ciudad es el usufructo equitativo de las ciudades dentro de los principios de sustentabilidad, democracia, equidad y justicia social. Es un derecho colectivo de los habitantes de las ciudades, en especial de los grupos vulnerables y desfavorecidos, que les confiere legitimidad de acción y de organización, basado en sus usos y costumbres, con el objetivo de alcanzar el pleno ejercicio del derecho a la libre autodeterminación...” (Unesco, 2004:2). ¿Cómo se consigue la autodeterminación que se menciona en la carta?, ¿qué relevancia tienen los usos y costumbres en la construcción de una ciudad y sus espacios? La clave a estas preguntas podría hallarse con seguridad en el concepto de cultura, del que forman parte los usos y las costumbres. La cultura como eje de identidad, de autoreconocimiento y autodeterminación social. Para J. B. Thompson la cultura de un grupo o sociedad, es “el conjunto de creencias, costumbres, ideas y valores, así como los artefactos, objetos e instrumentos materiales que adquieren los individuos como miembros de esa sociedad.” (Thompson, 2002:194). Otra definición que puede ayudar en la construcción de una idea sobre el derecho a la ciudad es la que nos brinda Gilberto Giménez, donde la cultura es “la organización social del sentido, como pautas de significados “históricamente trasmitidos y encarnados en formas simbólicas, en virtud de las cuales los individuos se comunican entre sí y comparten sus experiencias, concepciones y creencias” (Giménez, 2005: 67). Los símbolos, las creencias, las ideas de las que hablan Giménez y Thompson suelen manifestarse públicamente, bajo el reconocimiento legal, o sin él, para disfrute y comunicación de otros ciudadanos.

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Derecho a la cultura en la ciudad resumen seminario IPN

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  • Resumen de: El derecho a la cultura en la ciudad

    La expresin cultural en la ciudad de Mxico

    Ing. Arq. Ulises Paniagua Olivares

    M. Arturo Espaa Caballero

    La ciudad es de quien la vive, de quien se manifiesta en ella en ese proceso simbitico

    donde la urbe influye en el habitante y donde el habitante se apropia de los espacios

    pblicos y las calles. Segn la Carta mundial del derecho a la ciudad, planteada por

    primera vez en Quito en julio del 2004, el derecho a la ciudad es el usufructo equitativo de

    las ciudades dentro de los principios de sustentabilidad, democracia, equidad y justicia

    social. Es un derecho colectivo de los habitantes de las ciudades, en especial de los grupos

    vulnerables y desfavorecidos, que les confiere legitimidad de accin y de organizacin,

    basado en sus usos y costumbres, con el objetivo de alcanzar el pleno ejercicio del derecho

    a la libre autodeterminacin... (Unesco, 2004:2).

    Cmo se consigue la autodeterminacin que se menciona en la carta?, qu

    relevancia tienen los usos y costumbres en la construccin de una ciudad y sus espacios? La

    clave a estas preguntas podra hallarse con seguridad en el concepto de cultura, del que

    forman parte los usos y las costumbres. La cultura como eje de identidad, de

    autoreconocimiento y autodeterminacin social. Para J. B. Thompson la cultura de un

    grupo o sociedad, es el conjunto de creencias, costumbres, ideas y valores, as como los

    artefactos, objetos e instrumentos materiales que adquieren los individuos como miembros

    de esa sociedad. (Thompson, 2002:194). Otra definicin que puede ayudar en la

    construccin de una idea sobre el derecho a la ciudad es la que nos brinda Gilberto

    Gimnez, donde la cultura es la organizacin social del sentido, como pautas de

    significados histricamente trasmitidos y encarnados en formas simblicas, en virtud de

    las cuales los individuos se comunican entre s y comparten sus experiencias, concepciones

    y creencias (Gimnez, 2005: 67). Los smbolos, las creencias, las ideas de las que hablan

    Gimnez y Thompson suelen manifestarse pblicamente, bajo el reconocimiento legal, o

    sin l, para disfrute y comunicacin de otros ciudadanos.

  • Pero, cmo debe establecerse el derecho a la manifestacin cultural en los

    habitantes de una ciudad? Ese sera el reto a evaluar en la construccin de un urbanismo del

    futuro, aunque seguramente podramos encontrar en la ciudadana una bsqueda a esta

    necesidad. Segn Jordi Borja, la ciudadana es un concepto propio del derecho pblico,

    que adems se ha independizado de la ciudad a partir del siglo XVIII () se habla de

    ciudadana social, administrativa, cultural, laboral, etc. (Borja, 2005, 21:22) As, para este

    autor acceder al derecho a la ciudad es posible a travs de la reivindicacin social, que

    incluye conceptos como identidad, memoria, y desde luego, cultura. La ciudad, a travs de

    su reivindicacin cultural, a travs de la identidad y la colectividad, es capaz de exigir sus

    derechos. As: La ciudad es histricamente reconocedora y protectora de los derechos del

    individuo. Pero no hay ciudadanos solos: los derechos individuales tienen una dimensin

    colectiva; sin derechos y deberes colectivos reales no hay ciudad. (Borja, 2005: 22). La

    liga entre estos ciudadanos solos para ya no estarlo es la identidad cultural, la cual se

    manifiesta y tiene derecho a manifestarse de diversas maneras. La Carta mundial del

    derecho a la ciudad, en uno de sus apartados menciona la relevancia de ello al declarar que

    es interdependiente de todos los derechos humanos internacionalmente reconocidos () e

    incluye () todos los derechos civiles, polticos, econmicos, sociales, culturales () que

    ya estn reglamentados en los tratados internacionales de derechos humanos. (Unesco,

    2004:2) En el artculo 1 de dicha carta, en adicin, se alude tambin al concepto de

    identidad cultural, al declarar que:

    Todas las personas tienen derecho a la ciudad sin discriminaciones de

    gnero, edad, condiciones de salud, ingresos, nacionalidad, etnia, condicin

    migratoria, orientacin poltica, religiosa o sexual, as como a preservar la

    memoria y la identidad cultural...(Unesco, 1994:2)

    Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones de esta carta nos encontramos ante

    un problema fundamental al abordarla; la manera en que podran legitimarse los enunciados

    de sus artculos, es decir, el cmo puede llevarse a buen fin en materia de leyes aquello que

    originalmente representa buenas intenciones. La cultura, finalmente, es actualmente

    legitimada por el Estado, y todas las manifestaciones que no entren en este rango parecer

    ejercer una representacin clandestina, no oficial. Para manifestarse culturalmente, lo que

  • suele ocurrir generalmente a travs de un impulso artstico o creativo, el ciudadano

    encuentra formas de hacerlo a pesar de todo, formas a las que le invita el Estado, otras que

    tolera el Estado, y otras que suceden bajo sus propios medios y que al no ser reconocidas

    oficialmente cobran un significado simblico de gran relevancia dado el mensaje que

    brindan y la aceptacin en determinados grupos culturales que las reconocen. Es el ejemplo

    de los escritores de culto, del arte urbano, del stencil y de movimientos como el muralismo

    y la accin potica.

    Es la cultura slo valida desde la perspectiva del Estado, desde su legitimizacin

    oficial? O es un derecho que le corresponde a los ciudadanos, ms all de cualquier

    aprobacin oficialista? Este par de preguntas pretenden estudiarse a travs de esta

    presentacin, teniendo como eje fundamental la relacin entre la ciudad y la cultura.

    SEPI TECAMACHALCO, 2015.