¿Le estás adorando?

El Señor Jesús nos habló del dinero como un señor y dios, El Dijo:

“13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.” Lucas 16.13

El dios dinero exige toda tu devoción y dedicación. Mantiene tu meditación o preocupacion día y noche.

Para complacerle tienes que sacrificarle lo mejor de ti, muchas veces la familia.

Pues para poder tener todo lo que el te da, debes de descuidar la familia trabajando en exceso, así que tus hijos los educan otros y es muy poco lo que pueden compartir juntos.

Muchos hasta le entregan el alma, descuidándola totalmente; no van a la Iglesia de Jesucristo por servirle al dios dinero.

Los que le adoran son tan devotos, que no les importa el tamaño del sacrificio para obtener sus “bendiciones”, trabajan dos o tres turnos.

Sus adoradores hacen cualquier cosa por obtener los beneficios que su dios les da.

Unos matan a su prójimo por el dios dinero, otros mienten, roban, destruyen vidas vendiendo drogas, o se prostituyen por tener más de él.

Se traicionan amistades y destruyen hogares por rendirle culto a este dios.

Así como el diablo tentó al Señor Jesús, diciéndole que le daría la gloria de este mundo si postrado le adorare, así mismo está tentando a quienes creen en Jesús, ofreciéndoles la gloria de este mundo

Lo terrible es que los creyentes, han caído en esta tentación y están siendo seducidos por las riquezas y las cosas de este mundo.

“10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” 1 Timoteo 6.10

La gente lo busca porque les puede dar las cosas que desean; carros, joyas, casas etc. al entregarse a su adoración obtienen las cosas de este mundo, pero pierden la vida eterna. (nadie puede servir a dos señores, ¿recuerdan?)

“19 pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.” Marcos 4.19

El versículo anterior habla que muchos creyentes no entrarán al reino de los cielos por estar “engañados” en codicias y buscando riquezas, antes que buscar el reino de Dios y su justicia. Al desviar el camino, no pueden llegar a la meta.

“Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.” 1 Corintios 7.23

El Señor nos advierte, porque en realidad el hombre se esclaviza voluntariamente por dinero, por ganarlo hace las cosas más peligrosas y se somete a condiciones de trabajo extremas con peligro de la vida.

Nadie puede negar que para muchos se ha convertido en su dios.

“ Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6.33

La Palabra de Dios nos enseña como poner cada cosa en su lugar, el texto de arriba nos enseña que primero es Dios y El nos dará todo lo que necesitamos.

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Malaquías 3.10

El principio es el Diezmo, Te explico: Todo lo que existe es de Dios y El nos da la salud y la fuerza para trabajar y El exige como obediencia que de todo lo que ganemos demos el Diezmo a la Iglesia, o sea su “alfolí,”

“ Te lo diré de otra manera: Todo el dinero es muy sucio delante de Dios, viene de manos perversas o avaras, posiblemente haya pasado por drogas etc.

Cuando lo “sacrificamos” en el altar de Dios dando el diezmo el 90% que nos queda en la mano está santificado; porque lo hemos sacrificado. Harás más con el 90% que con el 100% es loco verdad? Pero así actúa Dios, es por fe.

No abundare más por no hacer más larga esta presentación, sólo te diré que funciona y si quieres una muestra.

Mira al pueblo Judío ellos en su mayoría practican este principio, y no se si estarás enterado pero el poder económico del mundo está en sus manos, las empresas más prosperas y grandes del mundo son de ellos.

Deja de adorar al dios dinero y levanta tus ojos a aquel que dio su vida en una cruz para salvarte.

El dinero va y viene, pero tu alma es eterna y ella tiene hambre del Dios vivo; Jesucristo, El promete salvarte y además suplir nuestras necesidades.

No en vano el Salmo 23 dice: “Jehová es mi Pastor y nada me faltará.” No pierdas tu alma por seguir al dios dinero, sigue a Cristo y EL cuidará de ti.

Lee la Biblia por ti mismo, no dejes que otro te la cuente, es muy importante.

Desnudos vivimos y desnudos vamos a salir de este mundo. Nadie se ha arrepentido en el lecho de muerte de no haber trabajado más, sino de no haber dado a Dios el primer lugar, de no haber disfrutado más a su familia por estar atrapado por el dinero.

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¡ A Dios Sea La Gloria ! Presentación: Fernando Regnault