el enigma maya

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Profecia Maya y la Arqueologia

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Page 1: El enigma Maya

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Page 2: El enigma Maya

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Page 3: El enigma Maya

El enigma maya

inmortalizar lugares de belleza simpar, y

junto a los cuales íbamos a realizar intere-

santes descubrimientos...

El vuelo hasta la tierra de los mexicas siem-pre es agotador. A las doce horas de mo-

vido vuelo trasatlántico teníamos que uni¡nada más anibar al aeropuerto interna-

cional BenitoJuárezde México D.E, un en-

lace directo hasta Cancún, lo que suponía

una larga espera ytres horas más de avión;

pero el destino merecía la pena, a pesar

de las 24 horas sin dormir que como un

vampiro energético se iban apoderando de

nuestro cuerpo en forma de cansancio. Y

es que hoy díia es fácil quejarse de periplo

tal, pero resulta obsceno cuando reflexio-

namos sobre aquellos hombres que con

rumbo incierto partían de las tierras de Ia

perla del Caribe, Cuba, adonde ya les ha-

bía supuesto la difícil travesía casi tres me-

ses de navegación desde la vieja Europa,

con la intención de conquistar nuevas tie-

rras para su rey y, por supuesto, para be-

neficio propio.

Esos primeros españoles llegaron a las

costas del Yucatán allá por 1519, y se en-

contraron con indrgenas por cuyas venas

ya circulaba sangre tolteca y maya.Y es que

esta última cultura, que dominó este vas-

to territorio durante casi un milenio, hacía

ya nueve siglos que había desaparecido.

Los conquistadores, acompañados del es-

cribano que daba fe de todas sus hazañas,

preguntaron con voz inquisitiva a los pri-

meros nativos que encontraron por el nom-

bre de esa nueva tierra en la que acaba-

ban de desembarcar. Los lefes de los cla-

nes tribales hablaron entre ell0s, y, narran

las crónicas -debatiéndose entre la reali-

dad y la leyenda-, que con no menos se-guridad, contestaron: Uuy-Tan, que no era

sino el reflejo del poco entendimiento que

iba a caracterizar la relación de unos y otros

en lo sucesivo, pues tal frase, en su dia-

lecto significaba: "¿Qué dicen éstos?". Así,

más guiándose por la fonética que por la

palabra escrita, el escribano, allÍ mismo,

dejó constancia del nombre de estas tie-nas e inscribió en un manuscrito, con ca-ligrafra excelsa, Yucatán.

Precisamente ahí, en las provincias de

Yucatán y Quintana Roo, se encuentra la

Rivera l\4aya, que, lejos de los grandes com-plejos hoteleros, ofrece una densa jungla

sembrada de ciudades, monumentos reli-

giosos, y la leyenda viva de esta gran civi-

lización que de un día para otro se tragó el

tiempo.

Y es que éste y no otro es el primer enig-

ma maya: cómo pudieron desaparecer de

repente los habitantes de estas ciudades-

estado que en enclaves puntuales supe-raron la población de doscientos mil habi-

tantes -como Palenque, en el Estado de

Chiapas, y a la que nos acercaremos más

adelante-, con unos avances científicos

que todavra hoy sorprenden, Muchas han

sido las teorías que sobre este asunto se

han esbozado, pero ninguna deflnitiva,pues poco es lo que sabemos de este pue-

blo. Algunos expeftos defienden que todo

se debió a una gran hambruna, ya que los

mayas dedicaban tanto esfuezo en reali-

zar monumentos para adorar a sus diosesque descuidaron la agricultura, no tenien-

do gente para trabajar los campos, pues a

pesar de las razzias que efectuaban cap-

turando a los habitantes de pueblos cer-

canos para trabajar como esclavos, la re-

alidad es que la gran mayoría terminaban

siendo sacrificados como ofrenda a esas

mismas divinidades. Si además a ello uni-

mos lo hostil de un entorno p0c0 apto pa-

ra sembrar alimentos, y que como ya he-

m0s comentado, las ciudades estaban su-perpobladas, esta tesis no estaría exenta

de argumentos. Pero regresando por unos

instantes a los controvertidos sacrificos hu-

manos -que al otro lado del Atlántico no

son defendidos-, sorprende comprobarque, de haberse producido estas ofrendas,

estaban revestidas de un salvajismo extre-

m0 que no concuerda con sus sorpren-

dentes avances culturales, pues n0 en va-

no se estima que los mayas ofrecían a las

alturas a más de cincuenta mil esclavos al

añ0, sacrificios en los que se abría el pe-

cho del condenado, se extraía el corazón

aún latente del condenado para ofrecerlo

al Sol, y más tarde, se t¡raba el cuerpo del

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Page 4: El enigma Maya

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o historiadores

fallecido, que descendía, en un espectá-

culo dantesco, dando tumbos por las es-

caleras de las pirámides ceremoniales, pa-

ra de este modo dar paso al siguiente. Es

precisamente este mismo hecho el que

mantiene viva la hipótesis de que los ma-

yas practicaban el canibalismo, pues para

alimentar a ciudades con tantos habitan-

tes no era suficiente con el maÍz o la poca

caza en los manglares del Yucatán; estas

muertes rituales, qué duda cabe, eran una

"fuente" impoftante de proteínas, pero es-

to, de momento, no es más que una hipó-

tesis.

Como decimos, esta barbarie resulta in-

compatible con un pueblo que conocía y

utilizaba el álgebra para calcular los movi-

mientos planetarios, que dominaban la as-

tronomía y las matemáticas de tal manera

que consiguieron calcular el diia solar y lu-

nar con tal perfección que sólo se ha po-

dido corroborar su cálculo cuando hemos

podido viajar al espacio disponiendo de

relojes atómicos. Así las cosas, ¿cómopodían llegar los mayas a dichos cálculos

en ese tiempo?

En la vieja Europa se consideraba a sus

descendientes salvajes, gentes embruteci-

das a las que se debía privar de su cultu-

ra; tales eran las órdenes que partíian

desde el trono español, porque había que

destruirtodo lo que fuese vesti$o o indicio

de su pagana cultura.

La historia ha de agradecer a un fraile

español de nombre Diego Landa que con-

siguiese salvar algunos códices -libros-mayas que guardaban pafte de sus cono-

c¡mientos. Gracias a ello, y a un tal Ordóñez

que trabajó junto a Landa, se logró que

esos manuscritos hayan llegado hasta

nuestros días, pues la mayoría, legajos in-

cunables de una cultura milenaria, fueron

pasto de las llamas. Landa, arriesgándose

a ser llamado por la lnquisición española,

escribió un libro que ha ayudado a com-

prender e interpretar una cultura que le fas-

cinó: Crónica de /as cosas del Yucatán, en

el que incluye un pequeño diccionario que

traduce el maya al español, y una interpre-

tación de sus jerogliticos. Aquí nos topa-

mos una vez más con esas coincidencias

difíciles de explicar, la similitud más que

evidente de pueblos que jamás hubieron

de confluir: la cultura egipcia, contempo-

que pueden resPonder con certeza

eni6mas[l[

Page 5: El enigma Maya

E El enigma maya

ránea a la maya, que también

utilizó la escritura jeroglflrica y

elevó pirámides a los cielos pa-

ra estar más cerca de sus dioses;

en el norte de África cambiaron el

nombre del dios Kukulkán maya por Ra;

ambas culturas dominaron las matemáti-

cas y la arqu¡tectura y de repente desapa-

recieron o involucionaron, como si algo ha-

ce miles de años hubiera ocunido en el

planeta que lo cambio para siempre...

No dejamos pasar el tiempo y a la maña-

na siguiente a nuestra llegada salimos

rumbo a Chichén lüa, la ciudad mágico-

religiosa maya por excelencia, ubicada acasi 300 km de Cancún, en las profundi-

dades de un selvático manglar infinito.

L¿ entrada a Chichén ha cambiado mu-

cho desde la última vez que estuvimos. En

todos los monumentos arqueológicos me-

xicanos, la afluencia masiva de turistas ha

captado la atención del lnstituto Nacional

de Arqueología -que maneja estas zonas-y las están modernizando continuamente,

a la vez que se continúa investigando y ex-

cavando en el lugar, intentando con ello

atisbar alguna explicación que aporte luz

a lo que aquí sucedió cientos de años

atrás.

La primera visión del templo mayor es

inolvidable, una pirámide de cuatro lados

con 65 metros de altura y 91 escalonespor cada cara más uno central que se ele-

va hasta la cúspide. lncreíblemente suman

un total de 365, como los días que tiene

el ciclo anual.Y es que los mayas no hací-

an nada al azar; estructuras, escalones y

orientación de estas obras maestras están

pensadas siempre con un sentido que

cuesta comprender. Por ejemplo, la orien-

tación de esta pirámide está ubicada para

que durante el equinoccio de primavera la

sombra de una serpiente baje sinuosa-

mente por las escaleras de la enigmática

construcción. Así las cosas, cómo lograron,

con los medios de los que disponian, le-

vantar estos centros ceremoniales que

además se funden con los fenómenos as-

trales de manera tan magistral, para invi-

tar, al menos un día al añ0, al gran dios a

que de nuevo descienda a la tiena por la

que caminó siglos atrás. Continuamos re-

coniendo el recinto sagrado hacia la base

nofte de la pirámide donde nos citamos

con el arqueólogo encargado de las nue-

vas excavaciones; no en vano se estabanproduciendo más descubrimientos.

Aquella fue una conversación informal en

la cual nos facilitó datos realmente incre-

íbles. Se está trabajando bajo la pirámide,

y nos acompañó a las excavaciones don-

de están descubriendo que bajo tierra hay

una estructura quizá mayor que la que te-nemos a la vista; nuevos escalones ba-jando hacia el inframundo, en un difrcil ca-

mino donde en ocasiones se topan con

Porejemplo, Kuculcán aparece como un

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A la izquierda, so¡Trendente im4en en la que podemnos ver a Kuotlcán, como si podara una especie de amadura.

Sobre estas lineas, el obsenatorio de Chiúén lta y abajo, detalle de la serTiente que hay en la base de la pirámide.

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enormes árboles que están ocultos bajo la

tierra, "lo que da una idea de la profundi-

dad a la que puede estar el principio real

de la pirámide", asegura nuestro am¡go, ro-

gándonos que no utilicemos su nombre,

pues todavía no pueden hablar a los me-

dios de estos descubrimientos.Y continúa:

"Estamos confirmando la altura de la for-

mación religiosa, y mucho nos tememos

que lleguemos a la misma que pueden te-

ner las pirámides de Giza en el descono-

cido Egipto para los mayas".

Nuestro compañero nos guía por la ciu-

dad hasta elfastuoso campo de pelota, allí

donde los equipos jugaban con una bola

de caucho a la que golpeaban con la ca-

dera hasta introducirla en unos aros de ple-

dra. Era en ese instante cuando el capitán

del equipo ganador era decapitado en el

campo, pues tal era el máximo honor al

que podiia acceder. De este modo iriia di-

rectamente a vivir a la casa de sus dioses.

Dloses que se perciben omnipresentes

en este Iugar. El templo de Chac, el dios de

la lluvia, es una de las construcciones más

destacadas de Chichén, pues el agua era

fundamental para sus vidas, en una tierra

rodeada de manglares y donde el único

liquido potable provenía de los cenotes

subtenáneos. Éstos, según contaban los

Page 7: El enigma Maya

El enigma maya

sacerdotes, se crearon cuando

cap un tremendo meteorito de

10 km de diámetro hace 65 mi-

llones de años en la península de

Yucatán, que entre otras cosas aca-

bó con los grandes saurios y creo una red

de túneles bajo tierra donde quedó alma-

cenada el agua. Este apocallptico suceso

ocurrido hace millones de años lo refleja-

ron los mayas en sus "estelas", libros depiedra situados en los centros religiosos y

donde plasmaron parte de su historia,tan-

to pasada como futura. Una sola reflexión:

es incomprensible que conocieran lo ocu-

rrido en pleno Cenozoico, ¿no creen?

Pero si algo deja perplejo en Chichén,

que parece una construcción en piedra

pefteneciente a un tiempo más presente,

ese es el observatorio astronómico, pues

al parecer esa pudo ser una de sus fun-

ciones... Desde allí estudiaban los plane-

tas y las estrellas, calculando el movi-

miento diario, llegando a tener un margen

de errorde un díra en 4.500 años, algo que

incluso resultaría sumamente complicado

con la tecnología actual. Desde aquí estu-

diaban el planeta Venus, y se regían por el

año venusiano y sus ciclos; estudiaban las

manchas solares e igualmente sus ciclos,

llegando a la aceftada conclusión de que

éstos eran de 1.340.000 díias, y que un

di;a solar era equivalente a 37 terrestres;

cálculos simplemente asombrosos. Ahora

bien, ¿por qué les interesaba tanto el es-

pacio exterior a los mayas?

Es diferente. En su tiempo hubo de ser una

de las principales ciudades del mundo ma-ya, pero también de las más desconoci-

das, situación ésta que ha llegado hasta

nuestros díias. Se ubica a unos 40 km de

la costa, en mitad la selva, yfue nudo prin-

cipal de todos los caminos que unían las

grandes urbes mayas. No en vano, como si

de una gran calzada romana de se trata-

se, de aquísalía un camino sagrado que

llegaba a Chichén a través de la espesajungla y de pantanos infestados de coco-

drilos, como hoy día.

A salvo de incursiones enemigas, prote-

gida por un muro de vegetación que la ha-

tancía prácticamente inexpugnable, Cobá si-gue siendo un lujo para la vista, un lugar

en el que hay muy poco turista, y donde

siempre flota la sensación de que hay al-go mágico en el ambiente, como el copalque utilizaran los sacerdotes del viejo mun-

do maya para iniciar sus ritos, y que salía

de los árboles que hay en este infierno ver-

de. Como ya advirtiésemos unas líneas

aüás,junto al recinto principal hay un enor-

me lago rebosante de cocodrilos, que eran

sagrados en tiempos de mayas. Esa gente

algo debió de ver en este recóndito para-je para quedarse a vivir en un lugar en el

que la vida cone peligro a cada momen-

to, tanto de día como de noche...

Pero esta ciudad sorprende por otras

muchas cosas. Por ejemplo, la pirámide

principal, a la que se accede después de

caminar por un largo conedor de foresta,

tiene 120 escalones y una altura de cin-

cuenta metros. Se eleva majestuosa ante

bajo el claro cielo delYucatán, y en su mo-

mento fue el centro ceremonial máximo,

donde se realizaban los sacrificios cuyos"restos" todavía se aprecian en las zonas

oscurecidas de sus piedras, pues por aquí

siquiera cadáveres, y hablamos de

ci udades

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Page 8: El enigma Maya

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'::lf'i;., 'f_¡

corrieron úos de sangre perteneciente a los

prisioneros.

Precisamente aquíse encuentran, ocul-

tas en mitad de la espesura, las principa-

les "estelas" mayas, monolitos de piedra

donde fueron escritas y descritas sus le-

yendas, su vida y sus profecías. La famo-

sa profecía del "fin del mundo", que ad-

viefte de la inminente llegada del fnal de

los tiempos -según se asegura en libros,

reportajes y documentales de todo tipo-

el 21 de diciembre de2012, está escrita

en una de las estelas cubiertas de selva

que hay aquí, en Coba. Fuimos afortuna-

dos cuando logramos llegar hasta ella, ga-

bada en toda su superficie y acompaña-

da porel sonido de algunos guacamayos;

por nada ni nadie más, como si su men-

saje, el real, no interesara a agoreros o his-

toriadores, que para el caso...

Para entender esta cuestión: la cuenta

larga del calendario maya se inicia el 12

de agosto del año 3114 a.C., y supuesta-

mente termina el 21 de diciembre de

20t2, adaplando los cambios a los que

en siglos sucesivos le obligaría, primero el

calendario Juliano y después el Gregoriano,

que es el que rige nuestro tiempo. En es-

te lugar, como sólo son posibles estas co-

sas, tuvimos la enorme suerte de poder

entablar conversación con un auténtico

chamán maya,Antonio Cuxpaq, hombre en

el que la serenidad y la paz afloraban en

su rostro cuando hablaba de sus antepa-

sados, y que accedió a guiarnos hasta la

estela de las profecías.

Una vez allí, en las entrañas de la selva,

un monolito grabado a golpe de cincel mi-

les de años atrás se manifestaba en toda

su majestuosidad.Ya nadie lo vigila, y un

pequeño techado de paja lo guarda de las

inclemencias del tiempo. Ahora sí, ante

nuestros ojos estaba la profecía más bus-

cada y que más expectativas ha desper-

tado en los últimos años: la profecía del

fin del mundo.

Antonio como buen chamán, comenzó

su plática lentamente.Y su opinión sobre

el asunto nos pareció más que acertada,

y diferente a lo que se cuenta o espera en

2012. " La profeciia -aseguraba Antonio-

va dirigida hacia nosotros los mayas. Miren,

mi hijo ya no habla maya, no sigue nues-

tros rituales religiosos, y es más, ya no le

lloy día luy vdentes

que se atevu a

ascender a la q¡mbre

de la pirándde de

Cobá, sin ser

consciarts de que

arh es más dua la

bdada; un desc€nso

por el que ciwtos de

anos ahás cayeron los

onpos de los

saqificados, o al

mgDs eso ¡Nqftm

los listoriadoru.

eni6masEE

Page 9: El enigma Maya

El enigma maya

interesa que le trasmita mi co-

nocimiento; sólo piensa en ir a

vivir al D.F y cambiar completa-

mente de vida, y al igual que me

pasa a mÍ les ocurre a todos mis

compañeros. Esta generación nuestra es

la última que ha mantenido vivas las cos-

tumbres. Quizá la profecia advierta de que

nuestro mundo y nuestra cultura desapa-

recerán en los años próximos.Ya nadie se

preocupa por saber quiénes fuimos, y de-

masiado que hemos mantenido nuestras

costumbres hasta el día de hoy, quizá la

víspera del fin".

Las reflexiones más inquietantes llega-

ron cuando le preguntamos por cómo de-

saparecieron sus antepasados, estando en

el máximo esplendor cultural y económi-

co: "Quizá los mayas no desaparecieron

-aseguró con voz ronca y seria por prime-

ra vez-; ellos dominaban el tiempo con talperfección que quizás estén aquí con no-

sotros en estos momentos, en otro plano

asüal o diferente campo de física cuánti-

ca. ¿Acaso no lo sienten ustedes?".

Vistahermosa es la capital de Tabasco y

la puerta de entrada a Palenque, uno de

los lugares más fascinantes de todo el

planeta. Con los nervios a flor de piel

llegamos en el primer vuelo de lamañana e iniciamos el camino en

autobús hasta el centro arqueológico,que se ubicaba en mitad de la selva, apoco más de dos horas del aeropuefto.

Así, con la mente rebosante de imáge-

nes de esta mágica c¡udad, atravesamos

las fronteras naturales del Estado de

Chiapas, la casa de los ind(enas zapatis-

tas y del subcomandante lVarcos. Desde

el ¡nstante que descendimos del avión la

humedad resultaba agobiante; aquí, al

contrario que en Yucatán o Quintana Roo,

nos encontrábamos en otro tipo de me-

dioambiente, en plena jungla tropical, y eso

se notaba.

Palenque, a nuestro parecer la cons-trucción maya más impresionante, por su

traza, porsu entorno, porsu conservación,y por los descubrimientos que en ella se

han realizado -y se van a continuar reali-

zando-, nunca está atestada de gente, co-mo puede ocuniren Chichén en días pun-

tuales. Aquícomenzó el movimiento zapa-

tista, y aunque hoy día está tranquila, el

ejército sigue manteniendo controles en

cada recodo del camino.

Así las cosas, repentinamente, surg¡en-

do como un sueño en mitad de la selva

aparecen, vestidas por una delicada bru-ma, varias construcciones que se elevan

majestuosas por encima de los centena-rios árboles, porque éstas son aún más

antiguas: porfin estamos en Palenque.

Asú con la tensión del que se sabe en

lugar especial, avanzamos por la calle prin-

cipal con respeto y admiración, el mismoque se repite en cada ocasión que acudi-mos al singular enclave. Caminamos en si-lencio, sin hablar, extasiados ante la mag-nificencia de los edificios de estuco en el

corazón de un manto verde infinito.Yen un

ejercicio obligado de imaginación desbor-

dante, "vemos" esta ciudad en su máximo

ap0ge0, con templos y edificaciones pin-

tados de vivos colores, y estas mismas ca-lles repletas de gente, incapaces de pen-

sar que este infierno verde no era buenopara la vida; que más allá de la espesajungla, las llanuras deTabasco se antoja-ban más benignas.Y entonces, ¿por qué

aquí? ¿Qué pretendían ocultar? 0 más

aún, ¿de quién querían protegerse?

Al final de la calle el corazón se encoge

al contemplar el ya legendarioTemplo delas lnscripciones, adornado con más de

650 glifos que fueron grabados en un tiem-po impreciso sobre su superficie, y cuya

traducción a dia de hoy se debate entre los

márgenes de la especulación. La mayoria

de los jeroglíficos mayas son rayas y pun-

tos, que dependiendo de su ubicación y

orientación geográfica significan una cosa

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7

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y más en tierra

rnaya,la profecía de 7017

extremadamente d iferente

Ariba, las excavaciones que se estfu rcaluardo a pie de phámide, en Chidtát llza,

están desvelando que el nlvd de la nrisna está nr¡y por debalo de nivd dd suelo, lo

que armentarh su alüra. A la izquiuda, detalh dd ro por el que habían de

inhducir la bola de pasta de caldro en elluqo de pelota. Sobrc estas líneas,

busto de Pakal, senor de Pdenque.

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Page 11: El enigma Maya

E El enigma maya

una

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u otra, muy similar a lo que ocurre con el

código binario de los ordenadores actua-

les; una interesante "causalidad"...

Palenque fue descubierta por el primer

occidental en 1773, y desde entonces se

estudia e investiga a diario, sacando a re-

lucir continuamente nuevos hallazgos. Fue

sin embargo en 1952 cuando alcanzó no-

toriedad mundial gracias al arqueólogo

Alberto Ruz. É1, como otros antes, se cer-

cioró de que la supedicie de este temploposeía una base con forma piramidal, con

un templete en su parte superior. Pues

bien, a ras de suelo aparecÍan varias hen-

diduras que se hallaban tapadas por laarena. lndicó a sus ayudantes que se ar-

maran con troncos y paciencia infinita, y

que comenzaran a mover lo que sólo él

veía como una losa móvil. lncrédulos co-menzaron a trabajar bajo la dirección deRuz, y la aparente losa comenzó a ceder,

se movió en dirección vertical, y descubrió

unos carriles ocultos por las escorias. Al

retirar la piedra enmudeció: habn una es-

calera con varios peldaños que desapare-

cían bajo montañas de escombros; era, en

aberración histórica en un mundo que

no

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Page 12: El enigma Maya

Sobre stas lheas, impresiomnte im4m de la cjdad de esü¡co, Palenque, diferente a ualquier ota pedeneciente a la

civilización maya. Er la oha página, represedación de lfuqlc'án, la seniente ernplunada. Y nás abaio, la muede stá

presente en losfrisos de los templetes de ChidÉn lün.

cierto modo, la bajada hacia el pasado

maya, y un descubrimiento que se atisba-

ba importante.

Casi un año estuvo Ruz, con paciencia

y buen hacer, limpiando la escalera para

despejar aquellos escasos 25 metros que

culminaban en una antecámara funeraria,

en cuyo interior descansaban los cuerpos

de seisjóvenes vestidos de rojo con el crá-

neo deformado. l¿ úlüma pista de que per-

tenecían a la aristocracia maya la dieron

las lncrustaciones que hallaron en sus

dientes, todos por ciefto afilados, c0m0 co-

nespondía a esta casta. Las paredes es-

taban decoradas con las siniestras imá-

genes de los nueve señores del inframun-

do, los poderosos Bolontiku, y junto a

éstos, una piedra triangular que se pre-

sentaba como la entrada a la cámara mor-

tuoria de un personaje desconocido; sí,

desconocido, porque la arqueología ame-

ricana negaba la función funeraria detem-plos y pirámides mesoamericanas. Pero se

equivocaron, en el interior de ésta se en-

contraba el cuerpo de un regente, al que

llamaron Pakal.

El rostro del difunto estaba cublerto por

una máscara de jade. Fue entonces cuan-

do Ruz, emocionado y consciente de que

pasaba a la historia, aseguró que "más que

la tumba de un rey me pareció entrar en

el último descanso de un dios".

Hace años conocimos a León, que en-

tonces trabajaba de guarda en Palenque

y que a cambio de una botella de licor nos

permitió pasar la noche en el recinto sa-

grado, una de las madrugadas mágicas e

inolvidables de nuestra vida. É conoce los

secretos de Palenque, y en ese instante

nos confirma que las escavaciones más

recientes podrían sacar a la luz en unos

meses la nueva tumba de otro personaje

del que nada se sabe. Metidos en disqui-

siciones varias, como experto en el tema

que es, le preguntamos cómo desapare-

cieron de aquícerca de doscientas mil per-

sonas sin dejar rastro; sin dejar cadáveres

ni rastro de cerámicas, joyas o de vida.

León nos miró a los ojos y después dirigió

lentamente su mirada a los cielos... "No

puedo dar otra explicación amigos". No ha-

cíia falta; era más que suficiente.

Los códices mayas

20lz,los señoresdeltiempoMiguel Blanco

La Esfera de

los Libros,

2009.

''fr:J'

enilomas@B