el grabado en color por zieglerografia - maria concepcion saez del alamo

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  • 8/18/2019 El Grabado en Color Por Zieglerografia - Maria Concepcion Saez Del Alamo

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      PORT CIONES

    L

    GR B DO COLOR

    EN T LL TR

    VES

    DEL PROCESO

    DE

    L

    ZIEGLEROGR FI

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    GRABADOS

    é Ji., DIBUJOS

    HISTORIA CRÍTICA

    TÉCNICA

    M a CONCEPCION

    SAEZ

    DEL ALAMO

    Universidad de Salamanca

    Facultad de ellas rtes

    PORT CIONES

    L GR B DO COLOR

    EN

    T LL TR VES

    DEL

    PROCESO

    DE L ZIEGLEROGR FI

    CAJA DE AHORROS VIZCAINA

    Departamento Cultural

    BILBAO

    989

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    - D. Friedrich Groning, Agregado Cultural de la Embajada de Ale

    mania.

    - D. Jesús Hernández Rojo, Profesor Titular de Filología Alemana

    en la Universidad de Salamanca.

    - D. Manuel Parralo, Catedrático de Pintura de la Universidad

    Complutense de Madrid.

    8

    PREF CIO

    Ha

    transcurrido más de un año desde que nació este ensayo como

    tesis de doctorado. Sólo los miembros de m tribunal de tesis, algunos

    amigos artistas, los alumnos a los que enseño en la Facultad y otr os

    pocos de

    un

    breve curso que dí en Calella,

    el

    verano de 1987 han sido

    los únicos privilegiados en conocer el proceso de la zieglerografia que

    se expone en este libro, proceso con unas implicaciones plásticas muy

    interesantes y único medio además en grabado que permite plantear

    el color de un modo directo y sencillo, con toda la complejidad que

    el artis ta necesite, como veremos a traves del libro. .

    El hecho ahora de su publicación es para mí un gran reto, en

    cuanto que va a poder ser sometida esta obra a discusión general por

    mucho más público y muy variopinto, discusión en el sentido de si

    va a tener algo que decir al que BUSCA dentro de la gráfica y dentro

    del arte en general, en sus distintas vertientes, en su historia, en su

    investigación teórica, en su práctica, tan desnuda y arriesgada.

    En efecto, esta tesis da a conocer una técnica muy interesante, res

    catada del pasado y perfeccionada para el uso actual del artista; tam

    bién da a conocer a través de las ilustraciones un período de mi obra

    que ha sido muy determinante y que

    se

    ha hecho posible gracias a

    este proceso de color: estos grabados se han usado en su momento

    como pretexto inmediato para materializar, dentro del esquema de

    tesis, las posibilidades expresivas de la zieglerografia, pero realmente

    el desarrollo de m obra

    ha

    sido el motor más directo del inicio y desa

    rrollo de este trabajo.

    Pero no es sólo lo que da a conocer la tesis: además servirá ahora

    de punto de comparación o de discusión, como se prefiera, en cuanto

    que constituye un modelo posible de entre otro s de lo que debería en

    tenderse como una tesis doctoral en las Facultades de Bellas Artes,

    problema éste de gran controversia hoy por hoy entre doctorandos

    y profesores de las mismas. Pero sobre to do y en lo que al artis ta con

    cierne, este ensayo debería constit uir UN NUEVO MODO E EN

    TEN ER EL GRABADO, no ya sólo en lo referente a la zieglero

    grafia, y que es: que la gráfica, al igual que la pintura, la escultura

    9

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    o los medios audiovisuales considerad a corno técnica en

    misma

    queda vacía y anclada en los esquemas del pasado porque

    c t u l ~

    mente no es sino EL MEDIO PARTICULAR A TRAVES DEL

    CUAL

    EL

    ARTISTA SE EXPRE SA Y debe buscar la manera de

    plasmar libremente sus ideas sobre una superficie sea cual fueran las

    caracter ísticas de ésta o gracias a ellas pero no ya «en función de

    »

    y a partir de un esclavismo técnico asumido tradicionalmente corno

    handicap en el grabado.

    La publicación de una tesis de doctor ado suele constituir un terna

    espinoso para los editores en general por la especialización de los te

    rnas que se acostumbran a tratar corno es este caso por ello he de

    agradecer a la Caja de Ahorr os Vizcaína y muy en concreto a D. Leo

    poldo Zugaza su gestor cultural amante del arte y del grabado en

    particular su empeño en la publicación de m trabajo con todo el ri

    gor y cuidado que se aprecia en el libro.

    1

    Concepción Sáez del Alamo

    Salamanca junio de 1988

    INDI E

    INTRODUCCION .

    13

    1 EL COLOR EN EL GRABADO EN

    TALLA

    Consideraciones previas .

    17

    1.1. El concepto claroscurist a y el grabado de reproduc-

    ción

    · · · · · · · · ·

    .

    17

    1.2. Primeros procesos de grabado a color en talla y su

    posterior desarrollo en el siglo

    xx

    .

    20

    2 EL BARNIZ BLANDO COMO ANTECEDENTE DE

    LA ZIEGLEROGRAFIA .

    31

    2.1. Aparic ión histór ica: su función y aplicació n. . . . . . . . . .

    32

    2.2. Peculiaridades plásticas del barniz blando 35

    3 LA ZIEGLEROGRAFIA: un proceso innovador de gra-

    bado a col or en tal la. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

    3.1. Aparic ión histórica concep to general y aplicación al

    grabado en talla · · · 43

    3.2. Análisis comparativo entre el proceso de

    CREA-

    CION

    DE

    IMAGEN en la zieglerografia y las técni-

    cas de grab ado a color en talla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

    SUBINDICE AL PUNTO 3.3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57

    3.3. Desarrollo técnico del proceso. Factores determinan-

    tes

    · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·

    .

    3.3.1. La creación de la imagen .

    3.3.1.1. Los soportes y la separac ión simultá-

    nea de color .

    3.3.1.2. El barniz .

    3.3.1.3. Los útiles de dibujo .

    59

    61

    62

    63

    68

    11

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    3.3.1.4. Los papeles

    para

    el dibujado .

    3.3.1.5. Descripci ón general del proceso de di-

    bujado a color. La zieglerografia .

    3.3.2. La

    mordida

    de los soportes

    3.3.2.1. Factores materiales .

    3.3.2.2. Factores operativos. El sistema de

    mordida

    progresiva .

    3.3.2.3. El remordido .

    3.3.3. El proceso de estampación .

    3.3.3.1. El entint ado .

    3.3.3.2. La impresión .. '

    3.3.3.3.

    La

    sobreimpresión , ' .. .

    CONCLUSIONES .

    BIBLIOGRAFIA

    .

    2

    75

    82

    85

    86

    88

    92

    94

    95

    96

    115

    25

    29

    INTRODU ION

    Con

    este

    trabajo

    pretendemos hacer

    DOS APORTACIONES

    fundamentalmente: la primera y más importante

    por

    el carácter crea

    tivo que encierra, es la APORTACION PLASTICA personal en el

    campo

    del

    grabado

    a color en talla.

    La

    segunda,

    no

    menos interesan

    te, aunque de carácter más objetivo y que surge directamente de la

    anterior, consiste en poner a

    punto

    y

    dar

    a conocer

    un

    proceso de

    grabado en

    talla

    por

    el cual se puede realizar

    una

    imagen,

    con

    la com

    plejidad de color deseada, directamente sobre la matriz, es decir, sin

    necesidad de calcos ni trasferencias de color indirectas. Esto viene a

    ser, por

    tanto

    la

    APORTACION TECNICA

    representada

    en

    el pro

    ceso llamado «2ieglerografia» que aunque data de 1902 aproxima

    damente, es absolutamente desconocido y

    nada

    practicado

    en

    nuestro

    país, razón

    por

    la cual consideramos inminente su difusión y aprove

    chamiento, más

    aún

    teniendo

    en

    cuenta que

    no

    existe

    método

    alguno

    para el grabado

    en talla capaz de conseguir

    una

    separación directa

    de los colores, a la vez que se crea una imagen sobre la matriz.

    En

    base a estas dos razones, in tentaremos establecer

    un

    hilo

    con-

    ductor

    entre todas las partes del trabajo,

    para

    así comprender mejor

    las aportaciones reales a que nos llevará esta tesis,

    en

    particular la

    referida a los result ados plásticos.

    Este hilo

    conductor

    de los capítulos será el aspecto del

    COLOR

    ya que

    por un

    lado, las aportaciones plásticas se desarrollan funda

    mentalmente

    en tomo

    al color, y

    por

    otro, el proceso de la zieglero

    grafia, aportación técnica, tiene su fundamento en el manejo del co

    lor. Es, pues, este aspecto un elemento básico en esta tesis y

    habrá

    que

    tratar

    de definir claramente

    el

    papel que el color

    ha

    tenido en la

    historia del

    grabado

    en talla y la manera

    como ha

    sido o ha

    podido

    ser utilizado y enfocado en

    la

    imagen,

    para

    así dejar clara la impor

    tancia de

    un

    proceso como el que se propone.

    De ahí que, en el

    PRIMER

    CAPITULO, se harán

    una

    serie de con

    sideraciones previas sobre el concepto que de el color se

    ha

    tenido des

    de los inicios del grabado en talla y las maneras como se fueron resol

    viendo técnicamente problemas surgidos a p artir de dicho concepto.

    3

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    Este primer

    ~ n á 1 i s i s , s ~

    detendrá

    e v e ~ t u a l m e n t e

    al comenzar el siglo

    por una

    r ~ o

    de log¡ca en el trabaJo: porque a principios de este

    s ~ ~ o Walter l e g l ~ r elabora u n ~ r ~ de calcos simultáneos de separa

    Clo n

    de color, aplIcable, en pnnClplO a cualquier categoría de impresión.

    Mas adelante, en el capitulo tercero, se volverán a analizar estos intentos

    coloristas desde un punto de vista comparativo con la zieglerografía.

    Para

    la.

    a t e g ~ r í a de impresión en talla, que es la que se abordará

    en esta teSIS la Zleglerografia se desarrolla a través de la técnica del

    Barniz blando

    El barniz blando se convertirá pues en tema de un SE

    GUNDO CAPITULO por las implicaciones tan directas que tiene

    con la zieglerografia. Implicaciones por un lado de desarrollo técnico

    y P?r

    ?tro

    i m p i c ~ c i o n e s plásticas, ya que esta técnica posee unas

    cuhandades plastIcas, en cuanto a efectos gráficos, muy determina

    das, que lógicamente irán unidas al proceso de la zieglerografia en

    muchos de sus aspectos.

    En este segundo capítulo, pues, sólo se analizará la técnica del

    bar.niz blando como ANTECEDENTE directo de

    l

    zieglerografia

    aplicada al grabado en talla y

    no

    se abordarán aspectos técnicos con

    cretos, ya que en el capítulo tercero irán implícitos y con un enfoque

    ya directamente relacionado con el color.

    En

    el

    TERCER

    CAPITULO

    y último, la investigación se exten

    ~ e r á

    en e s a r r l l ~ r muy exhaustivamente el proceso que ha hecho po

    Sible plantear lmagenes a color de forma directa en el grabado en ta

    lla: la zieglerografia.

    Partiremos de un análisis con carácter histórico y más general

    donde se explicará el concepto general de este proceso el m o m e n t ~

    de su aparición y su .aplicación concreta al grabado en

    ~ l l a ,

    a partir

    todo ello de los escntos que Walter Ziegler publicó en Alemania en

    1912

    y

    1917.

    En un segundo punto de este capítulo se intentará evidenciar la

    importancia que este proceso tiene con respecto al momento de la

    CREACION

    DE

    LA IMAGEN en comparación con el resto de téc

    nicas consideradas actualmente como de

    grabado

    a color o más bien

    de estampación a color-en talla.

    El hecho de que la zieglerografia permita al artista

    un

    control di

    recto

    tanto

    d ~ ~ color como de los trazados generales, durante el pro-

    ceso de creaClOn sobre las pla nchas, constituye un hecho nuevo

    para

    el grabado

    a.

    color y de una importancia primordial, por lo que este

    a p a ~ t a d o se Illtroduce como argumento de gran interés en el recono

    CImIento de este proceso para el campo de la creación en color.

    14

    El tercer y último apartado del capítulo se centrará en el DESA

    RROLLO TECNICO de la zieglerografia. Hay que aclarar que Wal

    ter Ziegler no puntualizó ni desarrolló exhaustivamente este proceso.

    Este grabador, en

    un

    capítulo de su libro «Die Manuellen Graphis

    chen Techniken», se limita a describir de forma global el proceso ge

    neral, el principio básico, por así decirlo, de dibujado a color sobre

    varias planchas,

    por

    lo que se hacía imprescindible detenerse a pun

    tualizar cada paso necesario en el proceso, ponerlo a punto y perfec

    cionar y facilitar muchos datos técnicos omitidos por el

    autor

    en su

    descripción general.

    Por ello se ha partido de ir desglosando los distintos momentos

    del proceso, desde la creación de la imagen, pasando

    por

    la mordida

    de los soportes, el proceso de estampación y la sobreimpresión. De

    este modo cualquier artista o interesado en el medio tendrá a su dis

    posición un proceso perfectamente descrito y perfilado en

    todos

    sus

    puntos, de manera que pueda realizarlo

    por

    sí mismo en

    un

    taller o

    simplemente enseñarlo, a su vez, a otros.

    Por otro lado, y debido a la extensión de este punto el 3.3., se

    incluirá un SUBINDICE ACLARATORIO al comienzo del mismo,

    con el fin de que el lector y posible grabador pueda seguir cómoda

    mente el desarrollo general y

    puntual

    de los pasos técnicos.

    El cuerpo teórico de esta tesis se puede decir que queda cerrado

    con este tercer capítulo referido al proceso técnico de la zieglerogra

    fia. Ya sólo en las CONCLUSIONES se vendrán a resumir los pun

    tos más destacables demostrados con este trabajo y se volverá a insis

    tir en el interés concreto que para la Gráfica y los artistas tiene el

    proceso de la zieglerografia, así como la importancia de poder conse

    guir unos resultados plásticos no relacionados hasta ahora con la idea

    del grabado a color en talla.

    El hecho de escribir

    y

    explicar con palabras da tos de tipo histórico

    o aportaciones técnicas concretas tiene un sentido lógico, pero sin

    embargo, el campo de la imagen visual pienso debe tener su

    propio

    código de comprensión. Es por ello que, a pesar de estar tentados a

    escribir sobre las imágenes, que forman la aportación plástica de esta

    tesis y que acompañan, o mejor, formar parte, de esta disertación teó

    rica, encontramos mayor sentido en su simple exposición, con el ries

    go que aparentemente pueda suponer el juicio y la percepción subjeti

    va de una obra, aunque con la convicción de que van a tener un

    innegable interés plástico.

    En el campo de la documentación se han de señalar los muchos

    15

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    problemas

    para

    conseguir una BIBLIOGR AFIA específica referida

    a la técnica del barniz blando. Este proceso

    ha

    sido considerado tra

    dicionalmente como técnica auxiliar más que como

    una

    técnica autó

    noma compleja en su proceso y con resultados plásticos merecedores

    de ser tenidos co mo tal. La mayorí a de las veces aparece incluída en

    tratados generales sobre técnicas de grabado en donde los autores

    se

    limitan a describir superficialmente su proceso técnico sin profun

    dizar en más peculiaridades ni técnicas ni plásticas.

    Por otro

    lado en los tratados de historia del grabado tampoco

    aparece el barniz blando con

    una

    catalogac ión precisa y mucho me

    nos extensa en ocasiones ni aparece y

    por

    supuesto no existe un tra

    tad o específico sobre su historia y desarrol lo social que nos hubiera

    servido de gran ayu da

    para la estructuración y planteamiento del se

    gundo capítulo en particular.

    En concreto sobre la zieglerografia no existen más tratados que

    1

    escrito

    por

    Walter Ziegler y una co rta reseña técnica en un tratado

    general traducido al francés y escrito

    por

    el polaco Alex Krejca libro

    del que en principio recibí la información y la pauta para comenzar

    este estudio hace aproximadamente dos años.

    y ya sin más preámbulos pasemos a desarrollar lo que constitu

    yen las aportaciones al grabado a color en talla a través del proceso

    de la zieglerografia.

    16

    1

    EL COLOR

    EN

    EL GRABADO

    ENTALLA

    Consideraciones previas

    1.1. El concepto cIaroscurista el grabado

    de

    reproducción

    Podemos afirmar de modo genem.l que es a partir del impresionis

    mo cuando se

    comienza a

    tratar

    el concepto de «COLOR» en el sen

    tido en que lo enfocamos en esta tesis

    és

    decir el color como

    un

    ele

    mento plástico en sí que expresa y significa en las imágenes de

    un

    modo

    peculiar a través de sus valores de complementariedad y satu

    ración de sus variaciones de matiz y de luz etcétera en contraposición

    al concepto tradicionalmente denominado

    «CLAROSCURIST

    A» o

    «VALORISTA» o aquel planteamiento de la imagen en función de

    la luz y de la sombra y en donde el color como tal se supedita a la

    forma y al volumen. Este segundo empleo del color fue l imperante

    en

    todo

    el grabado realizado hasta aproximadamente mediados del

    siglo

    XIX

    Diferenciados estos dos conceptos

    por

    un lado el sentido lla-

    mémosle moderno del color y por otro el color bajo una visión

    claroscurista se podría pensar que este capítulo fuera a situarse en

    un desarrollo del color a par tir de mediados del siglo xIx comenzando

    con la revolución impresionista pero es un hecho admitido que ya

    desde los comienzos del grabado

    ha

    existido

    un

    gran interés

    por

    el

    color en las imágenes que

    se

    realizaban

    para

    blanco y negro y que

    es a parti r de estos intentos y búsquedas como se ha ido desarrollan

    la evolución de medios y procesos en la gráfica que

    han

    ido posibi

    htando

    cada

    vez

    con

    más propiedad los intentos puramente coloris

    tas de artistas posteriores.

    Este interés

    por

    el color en la est ampa desde principios del graba

    do y particularmente hacia los siglosXVII y sobre todo el

    XVIII

    en el

    grabado en talla encuentra su principal origen en el progresivo

    aumento

    de

    su rivalidad con la pintura a partir de la cual se realiza-

    17

  • 8/18/2019 El Grabado en Color Por Zieglerografia - Maria Concepcion Saez Del Alamo

    11/81

    ban la gran mayoría de los grabados, denominados

    Grabados de re-

    producción 1 ).

    El grabado por aquellos años no pasaba de ser un medio de difu

    sión visual relativamente eficaz, en una época donde la información

    estaba condicionada y supeditada

    al

    uso de la palabra y a lo más de

    los textos escritos. La pintura cumplió durante mucho tiempo la mi

    sión de informar y dar a conocer de forma visual, pero

    se

    trataba de

    un medio de escasa difusión por razones obvias.

    El

    nacimiento del

    grabado, con su capacidad de multiplicación, fue supliendo a la pin

    tura, aunque de forma menos eficaz en cuanto a verosimilitud se refe

    ría, ya que la pintura contaba con un factor fundamental y atrayente

    entonces:

    el

    color.

    El color, claro está, formaba parte del cuadro, y no sólo eso, esta

    ba SUPEDITADO

    al

    claroscuro de

    la

    imagen, a las luces y volúme

    nes de aquello que

    se

    representaba. Esta

    feliz

    circunstancia del color

    hizo posible que los grabadores

    se

    lanzaran más tarde a imitar literal

    mente los cuadros: al principio, la traducción de cuadros al blanco

    (1)

    Se ha de puntualizar que bajo el término «grabado de reproducción»

    se

    en

    tiende el concepto siguiente, según texto de A. Beguin:

    « .. En oposición a lo que es hecho totalmente por l artista, desde la concepción

    del dibujo hasta el elemento de impresión, y que

    se

    llama «original», la estampa

    de interpretación es realizada

    por

    un técnico a partir del dibujo de un artista».

    « ..Se

    le

    puede llamar asimismo «grabado de traducción». André Beguin, «Dic

    tionnaire Technique de L Estampe» Bruselas,

    1977

    pp. 224-225.

    Aunque actualmente decir «grabado de reproducción» podría prestarse a con

    fusión con los métodos fotomecánicos, tratándose de la época que se analiza, he

    mos decidido usar este término, en vez de «traducción» o «interpretación» pues el

    sentido queda claro y la mayoría de autores

    lo

    utilizan.

    Para m ayor información sobre la historia y

    el

    sentido del grabado de reproduc

    ción cito a los siguientes autores:

    W.M.Ivins Jr., «I¡nagen impresa y conocimiento. Análisis de la imagen prefoto

    gráfica», Barcelona, 1975. En general consultar todo el texto, ya que es esclarecedor

    al respecto, pero particularmente pp. 138-149,157-8,225-230.

    A. Beguin, 1977, op. cit.

    pp

    224-5, 383,448-9

    Y

    prefacio.

    J. Bersier, «La Gravure», Paris, 1963, pp. 260.

    C. Roger-Mar x, «La Gr avure Originale au XIX siécle», París 1962, pp. 82,240-2.

    D. Sacilotto y

    D.

    SaIT, «History and Process ofPrintmaking», New York, 1978,

    pp.

    96.

    J. Duplessis, «Las Maravillas del Grabado» París 1873, pp. 328-331.

    F. Brunner, «A Handbook

    ofGraphic

    Reproduction Processes», Basilea 1962,

    pp. 313.

    18

    S. W. Hay er, «New Ways ofGravure», Londres 1966, pp. 186-216.

    M. Terrapon, «Le

    Burim>,

    Génova, 1974, pp. 98.

    y negro llegó a tal grado de riqueza que según palabras de M. Te

    rrapon «burilistas del siglo XV llegaron a hablar de color para es-

    timar el rendimiento de los grises» 2).

    Todas las técnicas que surgían lo hacían por un afán de imitar:

    la manera negra, para imitar las pinturas al óleo;

    el

    pointillé para imi

    tar los dibujos coloreados a la aguada; las ruletas se introdujeron

    para trazar líneas rugosas como las de la tiza;

    el

    agua inta

    se

    desarro

    lló para imitar la aguada de tinta china o las acuarelas;

    l

    barniz blan

    do, para imitar los dibujos a lápiz (3).

    Las tradicionales técnicas del buril y

    el

    aguafuerte a línea estaban

    sometidas a un rígido sistema de entramados, con unos códigos pre

    establecidos y aceptados como tales para reproducir todo tipo de es

    cenas u objetos, así como una extensa gama de grises. El color, por

    tanto, también estaba condicionado por esta sintaxis establecida. Va

    rios factores coincidieron en el siglo XIX para que ocurrieran funda

    mentalmente dos cosas: primera, que decayera totalmente

    el

    grabado

    de reproducción, dando paso

    al

    «grabado de creación», y segunda,

    que

    se

    liberara al color del encierro formal a que había estado someti

    do hasta entonces 4).

    Por un lado la aparición de la fotografía, convirtió en absurdo la

    continuidad del grabado de reproducción: ya no había nada que re

    producir manual y lentamente, pues la fotografía era capaz de hacer

    lo automática y rápidamente, y lo que era mucho más importante,

    con una total verosimilitud.

    Por otro lado

    el

    nacimiento, primero del impresionismo y después

    del fauvismo y expresionismo, constituyó un importante hecho, ya que

    sus artistaS erigen el grabado como un medio de creación autónomo, pe

    culiar y particularmente expresivo: nace

    así

    el «grabado de creación».

    Y, por supuesto, el nacimiento de la litografía, con su peculiar

    predisposición para

    el

    color, hace que en manos de CHERET , LAU

    TREC, BONNARD, RENOIR, VUILLARD, SIGNAC, entre mu

    chos,

    el

    color se aprenda a ver y entender de modo muy distinto a

    como

    se

    había empleado hasta entonces.

    (2) v. M. Terrapon, 1974, op. cit. pp. 94-95 Y «L eauforte », Géno va 1975,

    pp.

    106.

    (3) v. J. Duplessis, 1783, op. cit. pp. 328-331.

    (4) v. W. M. Ivins Jr. , 1975, op. cit. pp. 105-134,167-194.

    M. Terrapon, 1975, op. cit. pp. 106.

    C Roger-Mar x, 1962, op. cit. pp. 183-187.

    19

  • 8/18/2019 El Grabado en Color Por Zieglerografia - Maria Concepcion Saez Del Alamo

    12/81

    Es precisamente gracias a la aparición de la litografía, y en parti

    cular con su aplicación hacia

    el

    color, cuando en

    el

    último cuarto del

    siglo XIX

    el

    color encuentra al fin su libertad en

    el

    terreno de la gráfi

    ca. Las estampas japonesas además descubren a estos artistas que

    el

    color no sólo

    es

    aplicable en pintura, sino que

    se

    puede llevar a la

    madera, al cobre o a la piedra con unas implicaciones plásticas deter

    minadas.

    Hasta entonces

    el

    color en las estampas, siempre emparejado y

    violentado con el negro,

    se

    libera y

    se

    constituye en un elemento nue

    vo de creación, dejando a la forma como t l de lado, para pasar a

    formar parte de una nueva teoría de

    la

    imagen. La oposición de oscu

    ros y claros, de colores fríos y cálidos, los contrastes y la complemen

    tariedad de los colores, emancipan por

    fm

    los ojos de los artistas y

    progresivamente también del público

    en

    general.

    Todo este cocktail de acontecimientos, unidos a otros muchos de

    índole social y tecnológica, provoca un cambio de mentalidad y es

    tética tal, que hace posible y sienta las bases

    del

    grabado contemporá

    neo

    5).

    1.2. Prim eros procesos de grabado a color en tana

    y

    su posterior desa

    rrono en el siglo

    XX

    Por un lado, la demanda de color por parte

    del

    público,

    y

    por

    otro,

    el

    interés

    y

    la necesidad del artista hacia éste, hace que durante

    el

    siglo XVII

    se

    comiencen a hacer tentativas aisladas de color en

    el

    grabado en talla: las

    de

    HERCULES SEGHERS

    en

    Flandes, las de

    LASTMAN

    en

    Holanda o los ensayos con manera negra en Inglate

    rra, dan origen a unas constantes búsquedas de los grabadores hacia

    los procesos de color.

    Estos primeros intentos no utilizan la propia matriz entintada a

    colores, sino que la estampa era impresa a un color y coloreada pos

    teriormente con acuarela, o bien

    se

    imprimía directamente sobre telas

    o papeles de colores. Ya

    en

    China y Japón el coloreado con acuarela

    se venía haciendo desde largo tiempo

    en

    estampas a partir de tacos

    de madera.

    20

    5) v. W. M. Ivins Jr.,

    1975,

    op.

    cito

    pp. 135-158,208-214.

    M. Terrapon, 1975, op.

    cito

    pp. 107-8.

    G. Peterdi, «Printmaking», New York

    1959,

    pp.

    194.

    H. SEGHERS 1590-1645)

    fue

    incuestionablemente un gran pre

    cursor de la impresión moderna, aunque su concepción de la obra

    gráfica era distinta a la orientación que hoy en día se da al grabado

    a color: mientras que ahora

    se

    trata en gran medida de explotar todas

    las posibilidades de la impresión a color dentro del propio medio,

    Seghers rebasaba esta premisa, destruyendo la impresión m i s ~ a en

    su afán por crear «pintura impresa».

    El

    resultado real era mas una

    estampa coloreada que verdaderamente un grabado a colores.

    Es FRANCESCO BARTOLOZZI 1727-1815), hacia los años

    1765, quien plantea un primer método ortodoxo y organizado, e? el

    sentido de que toma los propios medios del grabado para la aphca

    ción y empleo del color.

    Se

    trata del entintado a l poupée que este

    grabador utilizaba para sus imágenes a la manera negra y al pointillé.

    Este constituye el primer intento de plantear una imagen a varios

    colores empleando UN SOLA PLANCHA, objetivo éste que será

    perseguido en el siglo

    XX

    por grabadores como Hay er o Divorne, por

    su comodidad y rapidez

    6).

    Sin embargo el método de Bartolozzi tenía sus inconvenientes, so

    bre todo considerando la época de la que

    se

    trataba: uno de ellos con

    sistía en una insalvable suavidad del color, particularmente en los to

    nos débiles. Además, la muñequilla o poupée no siempre aseguraba

    una colocación exacta de la tinta en

    el

    mismo lugar de la imagen, lo

    cual repercutía en la falta de regularidad en

    el

    tiraje: esto hizo que

    numerosos estampadores volvieran a utilizar

    el

    tiraje convencional

    iluminado con acuarela.

    Sin embargo, y a pesar de los inconvenientes que se encontraban,

    éste era un método que

    se

    prestaba muy bien al planteamiento claros

    curista de la época, ya que el color, o mejor,

    los

    valores tonales, coloca

    dos por yuxtaposición, podían difuminarse y fundirse, consiguiendo

    modelados y degradados de tonos sutiles.

    Es

    bajo

    el

    planteamiento

    colorista donde encuentra mayores inconvenientes, ya que en éste se

    emplean colores de distinta gama y complementarios incluso, en don

    de los fundidos quedan excluidos debido al ensuciamiento de los co

    lores, y los degradados por tanto también: así,

    el

    color resulta z ~ i f i -

    cado y disperso, complicándose la lectura de la imagen. En

    d e f i m t ~ v a

    el entintado a la poupée condiciona, en gran manera,

    el

    planteanuen

    to moderno po r color de una imagen.

    6) v. M. Terrapon, 1975, op. cit. pp. 107-8.

    21

  • 8/18/2019 El Grabado en Color Por Zieglerografia - Maria Concepcion Saez Del Alamo

    13/81

    Pero siguiendo con nuestro breve desarrollo histórico ya desde

    los inicios del siglo XVIII JACQUES-CRISTOPHE LE BLOND

    1 6 6 7 - 1 ? ~ 1 ) ,

    y n:ás tarde

    JACQUES

    GAUTHIER DAGOTY y sus

    cuatro

    hIJOS,

    habla planteado un sistema de impresión a color con tres

    planchas, basado en la teoría de Newton, en donde los tres colores

    fundamentales, amarillo, rojo y azul, mezclados,

    daban

    el negro y

    ausentes, el blanco.

    Con esto Le Blond pretendía llegar a exprimir todos los tonos de

    la paleta, a partir de tres planchas, una para

    cada

    color fundamental

    sobreimprimié ndolas con exactitud a base de ajustes perfectos (7). '

    Le Blond

    grababa

    sus planchas con herramientas que evocaban

    el dibujo al lápiz, como el berceau, la ruleta e incluso el buril con

    el fin de imitar los efectos del pastel y

    el

    lápiz. Sin embargo fue

    ~ o r e

    todo la técnica de l m ner negr la más utilizada por este artista,

    por encontrar un acercamiento en efectos muy grande con la pintura.

    De hecho sus cuaQros grabados tuvieron mayor éxito en Inglaterra

    que en Francia, y esto se explica precisamente porque él trabajó en

    Londres en el Centro de Grabadores en manera negra, y, al llegar a

    París, esta técnica, que apenas era conocida, estaba totalmente aban

    donada. Con la llegada de Le Blond se revalorizó no sólo en Francia

    sino también en Alemania lo mismo que en Inglaterra (8). Más tarde:

    hacia finales de su vida, añadió una cuarta plancha que contenía el

    color negro, el cual modelaba y envolvía

    Jos

    tres colores fundamen

    tales.

    Le Blond con este sistema acababa de descubrir el principio de

    la

    CUATRICROMIA,

    pero aunque su teoria era correcta, sin em

    bargo en la práctica no llegaría a conseguir los objetivos que más tar

    de

    por

    los procesos mecánicos se llegaron a a lcanzar (9).

    Sin embargo Le Blond

    no

    fue el único que utilizó varias planchas,

    pues

    LUIS-MARIN BONNET

    también lo empleó en grabados con

    la técnica de la manera del lápiz, que Charles FRANCOIS y Guilles

    DEMARTEAU

    habían puesto a punto, y que Bonnet llama «manera

    de pastel».

    . (7) Le Blon? en su libro «L'art. d'imprimer les Tableaux», escrito en 1756 y

    reImpreso en Genova en 1973, descnbe extensamente su principio básico. También

    J. Gauthier

    D

    Agoty en «Observations sur la Peinture et sur les Tableaux Anciens

    et Modemes», reimpreso en Génova en 1972, pp.l3 4, explica su sistema a su

    vez.

    (8) v. J c Le Blond, 1973, op.ciLpp. 80-1.

    (9) v. F.Brunner, 1962, op.ciLpp. 314-17, dentro del capítulo «Les Techniques

    de la Reproduction en Couleurs».

    22

    Hacia

    1767 Bonnet inventó la impresión a dos lápices sobre papel

    azul o gris, pero es a Le Blond a quien se le considera el verdadero

    inventor del grabado a colores en su sentido más puro, es decir, la

    cuatricromía.

    Muchas

    variantes fueron introducidas por los seguidores de

    Le

    Blond, algunas con

    gran

    éxito. Una de ellas es el resultado de incor

    porar

    al grabado el método del

    CAMAFEO

    de xilografia, que tuvo

    sus orígenes en el siglo XVI. Se empleaba para crear varios tonos den

    tro de una gama de color.

    Para

    ello se necesitaban tres tacos, uno

    para las medias tintas, otro para negros y un tercero para tonos claros

    y luces. El efecto era similar a los dibujos a tiza blanca. Este proceso

    se

    usaba en conjunción con otros nuevos, como la manera del lápiz,

    la

    manera

    negra, el pointillé o

    el

    barniz blando, de efectos gráficos

    suaves y delicados, fáciles de integrar co n el camafeo tradic ional (10).

    Posteriormente al descubrimiento de Le Blond aparece otro parti

    cularmente favorable para el color: EL AGUA

    TINTA.

    Entre las diversas expresiones del color en el grabado en talla rea

    lizadas por los artistas, el aguan inta ha sido, sin duda, considerada

    como más idónea para el empleo del color, tanto bajo un enfoque cla

    roscurista como e propio del color que nosotros apuntamos, es decir,

    basado

    en

    la

    armonía

    complementaria de las tintas que van confor

    mando así la imagen.

    El carácter gráfico del aguatinta, fundamentalmente de mancha,

    y sus posibilidades en la impresión a color, tanto de yuxtaposición

    como de superposición total o parcial de colores, han hecho de este

    medio una importante aportación al campo del color.

    Es evidente que existen técnicas, como e grabado a buril, por

    ejemplo, que

    por

    su severidad lineal no son especialmente indicadas

    para la expresión del color, no

    se

    adecuan a él, ya que su potencial

    gráfico de LINEA

    entra

    en contradicción con el sentido de

    mancha

    y modulación cromáticas, convirtiéndose en «trazos coloreados». Lo

    mismo se puede decir del aguafuerte a línea e incluso de la punta seca,

    pues se ha visto que

    son

    técnicas que

    cuando

    se las ha empleado para

    e

    color, se las ha forzado en exceso, reprimiéndose su potencial gráfi

    co propio, la línea, y sacrificando ésta en beneficio de la consecución

    (10)

    v.

    A.Gross, «Etching, Engraving and Intaglio Printing», Londres 1970,

    pp.

    136,

    Y A.M.Hind , «A History

    of

    Engraving and Etching», New York, 1963,

    pp. 311.

    23

  • 8/18/2019 El Grabado en Color Por Zieglerografia - Maria Concepcion Saez Del Alamo

    14/81

    de masas regulares de líneas, simulando manchas, que permitan la in

    tegración del color.

    Este -llamémosle- esfuerzo y virtuosismo técnico a que se debía

    someter

    el

    artista para

    el

    manejo

    del

    color, y los muchos recursos de

    estampación que debía emplear para integrar sus colores y ocultar la

    línea como tal, desaparece con

    el

    nacimiento del agua inta, que per

    mite realizar un grabado a colores con el carácter y efectos cromáti

    cos de una acuarela.

    Hasta entonces, los grabadores, advirtiendo el condicionante po

    der gráfico de técnicas como

    el

    aguafuerte a línea o

    el

    buril, se habían

    inclinado por otras más idóneas gráficamente al

    color, como

    es el

    punto y las masas de puntos, tales como la manera negra, la manera

    del lápiz o bien

    el

    pointillé, anteriores todas ellas a la aparición del

    barniz blando y del aguatinta: sin embargo estas técnicas resultaban

    costosas en su realización y no simpre de resultados apetecidos. Por

    lo general los grabadores se ayudaban mezclando estas técnicas con

    el aguafuerte o

    el

    buril, de manera que tuvieran más posibilidades y

    recursos en la realización de la imagen y en sus resultados con

    el

    co

    lor ll).

    En

    1768

    Jean Baptiste LEPRINCE, continuando las búsquedas

    de Fraw;ois Philippe Charpentier, referidas al dibujo lavado con áci

    do sobre

    la

    plancha, descubre

    en

    Francia el AGUA TINTA CON

    GRANO DE

    RESINA, presentando a la Academia Real de Pintura

    una memoria titulada «Plan del Tratamiento del grabado lavado», ya

    que el término de «aguatinta» como tal encontraría su nombre en In

    glaterra, donde

    fue

    introducida por Paul Sandby en 1775.

    El

    proceso del agua inta, unido al empleo de varias planchas con

    diversos colores iniciado por

    Le

    Blond, constituyó un avance muy

    importante pa ra

    el

    grabado a color.

    No

    muchos años después

    del

    descubrimiento de Leprince, este

    nuevo proceso se aplicó al grabado a color, principalmente para re

    producir

    los

    efectos de

    la

    acuarela.

    En un principio, durante

    el

    siglo

    XVIII,

    el agua inta en color

    se

    ha

    cía sólo con dos planchas. En la primera se dibujaba al trazo la totali

    dad de la imagen, y la segunda era

    la

    que contenía

    el

    aguatinta, en

    I

    1 Sobre la historia y desarrollo de las técnicas del pointillé y la manera del

    lápiz, antecedentes del barniz blando, consultar:

    24

    F.Weitenkampf, «How to appreciate Prints)), New York, 1929, pp. 145-161.

    W.

    Chamberlain, «Etching and

    E n g r a v i n ~ ,

    Londres

    1972,

    pp. 127-135.

    donde se situaban los colores al modo de la poupée.

    Se

    imprimia so

    bre

    el

    papel la primera plancha y después, exactamente ajustada, la

    segunda, que venía a colorear la prueba. Sin embargo, el proceso que

    definitivamente

    se

    acabó usando fue

    el

    de varias planchas sobreim

    presas, ya que así

    el

    artista podía obtener todos los tonos

    d ~ s e d o s

    y combinarlos por superposición, así como lograr una regulandad en

    el tiraje.

    Fran«oise JANINET introdujo su práctica en Francia. Este em

    pleaba varias planchas, a menudo siete y ocho, para los diferentes co

    lores, y considerado como verdadero color impreso, sus resultados

    fueron excelentes por su transparencia y luminosidad.

    Al

    igual que

    Janinet, Philibert Louis DEBUCO URT

    fue

    un maestro en

    el

    proceso

    del grabado a color, empleando

    el

    aguatinta puro y raras veces com

    binándolo con la ruleta.

    Del grabado en talla

    se

    puede decir queda anclado en estos proce

    sos de color durante todo el siglo XIX. La aparición de la litografia

    en un principio, y más tarde su aplicación al color, paralizan

    el

    posi

    ble desarrollo de nuevos procesos en

    el

    grabado

    en

    talla (l2).

    (12) Para una mayor información sobre

    el

    uso del color en la historia del graba-

    do

    consultar:

    F. Weite nkampf, 1929, op. cit. pp.246-255.

    M.C. Salaman, «The Graphic Arts

    of

    Great Britain» Londres,

    1917,

    pp.

    109-114.

    R. Todd, «WiIliam Blake s iIluminated painting», Print Coll ector s Quaterly,

    Nov.

    1948.

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    la

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    pp.

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    e.,

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    J. Gau thier D Agoty, 1972, op. cit. pp. 124-134.

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    M. Ter rapon, 1974, op. cit. pp. 95-6.

    J. Bersier, 1963, op. cit. pp. 307-1 L

    G. Peterdi, 1959, op. cit. pp. 193-6.

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    D. Roger-Marx, 1962, op. cit. pp. 183-7,207-13,224-231,242.

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    F. Brunner, 1962, op. cit. pp. 299-300, 311.

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    H. De1aborde, «La Gravure)), París 1882,

    A.

    Quantin éditeur, pp. 252-257.

    25

  • 8/18/2019 El Grabado en Color Por Zieglerografia - Maria Concepcion Saez Del Alamo

    15/81

    Hemos advertido que, en todos los procesos descritos el color ne

    gro, o lo 9ue es igual, la. plancha que realmente definía la imagen a

    tratar, esta presente contmuamente. Era como si en realidad se trata

    C:0LOREAR una imagen que ya de por sí era total, y que

    se

    I m ~ r n ; l I a en

    n ~ g r o .

    El .color negro definía, contorneaba y unificaba

    las Imagenes. Sm esta tmta, era como si la imagen no tuviera sentido,

    hasta punto el color como tal no se exprimía ni significaba apenas

    en la Imagen como ente autónomo, sino supeditado al claro-oscuro

    general. Los tres colores primarios y sus mezclas tenían una función

    específica dependiendo de la luz y la sombra. Así,

    el

    azul

    se

    utilizaba

    para las zonas que giraban hacia la gran sombra el negro);

    el

    amari

    llo, para los reflejos y luces más potentes;

    el

    rojo, con sus mezclas en

    los dos anteriores más el negro, producía los medíos tonos y venía

    a enriquecer

    el

    color de la imagen, pero todos los colores dentro de

    una potente estructura de claro-oscuro. Todo

    el

    desarrollo del trat a

    do de

    Le

    Blond sobre el color afirma este planteamíento, por otro

    lado acorde a los principios plásticos de la época

    13).

    Bajo este concepto del color, del negro como elemento unificador

    en la imagen, acorde como decimos a la pintura del momento, el gra

    b a d ~

    en talla p u ~ o ~ e s a r r o l l a r esta serie de procesos de color, y

    por

    lo mIsmo se consigUIeron resultados satisfactorios. Sin embargo con

    la revolución plástica que se anunciaba en el siglo XIX mucho ten

    drían que cambiar los procesos de color en el grabado talla, para

    poder desarrollarse acordes a las exigencias que los artistas imponían.

    y esto no sucedió. Se pretendía más bien continuar con los mismos

    medios, pero distintos fines, y ello terminó con la DECADENCIA

    GRABADO

    EN

    METAL, en donde la mano del impresor do

    mmaba, por la complejidad de color que

    se

    erigía a un medio que

    hasta entonces

    se

    había desenvuelto en unos márgenes mucho menos

    complejos y persiguiendo resultados muy diferentes.

    La litografia y los medios de reproducción fotomecánica más

    precisos y afines a los nuevos principios, son entonces p r e f e r i d ~ s por

    los artis;as, a los que eligieron recurrir debido a los resultados que

    consegUlan y por lo que se desarrollaron mucho más rápidamente.

    Reproduzco un texto de W. M. IVINS Jr. que resulta esclarecedor

    al

    respecto:

    «A finales del siglo

    XVIlJ

    se realizaron varias innovaciones notables

    en las técnicas gráficas y en los procedimientos de fabricación de sus

    (13) v. nota

    6.

    26

    materiales. Bewick desarrolló el método que permitía utilizar buriles de

    grabador sobre la madera. Senefelder descubrió la litografia; Blake

    realizó aguafuertes en relieve. A comienzos del siglo XX

    S t a n h o p ~

    Clymer, Koenig y otros introdujeron nuevas clases de prensas para tl-

    pos cuya potenc ia sobrepasaba a todas las conocidas hasta entonces.

    La

    máquina de Koenig no sólo estaba accionada por energía, en lugar de

    moverla el músculo humano, sino que su diseño mecánico exigía

    UN

    COMPLETO CAMBIO EN

    LOS

    METODOS de

    entintar las super-

    ficies

    de

    impresión,

    lo

    cual, a su vez, requería el abandono

    de la ~ ? t i g u a

    práctica de rebajar las superficies de los bloques y su sustltucwn por

    el sistema de «recorte». Lafotografia, aunque los primeros y vacilantes

    pasos en su dirección se dieron en el siglo XVIII no jugó un papel i ~ p o r -

    tante hasta mediados del siglo, y a partir de ese momento acarrero una

    revolución ingente, cuyo alcance ni siquiera hoy se reconoce plenamen-

    te» 14).

    Quizá fuera porque

    el

    siglo apor taba nuevas ofertas de crea

    ción como la fotografia, la serigrafia, el offset o la litografia sobre

    metal, que los grabadores no

    se

    han preocupado

    ~ I ? e n a s

    por buscar

    nuevas formas de creación a color dentro del tradiCIOnal grabado en

    talla.

    Excepcionalmente Walter Ziegler, a principio

    d ~ s i g l ~

    publica

    un nuevo método de dibujado directo a colores, el Ulll O eXistente en

    grabado en talla, y el hecho de que no

    se e s t i m a r ~

    en la

    m a n e ~ a

    en

    que esta tesis se propone hacer ahor a puede ser debido a dos m o t ~ v o s :

    que no tuviera la difusión necesaria o que los g r a b a d ~ r e s y artistas

    en general

    se

    encontrar an inmersos en otro mundo de busquedas nue

    vas y resultados sorprendentes, en donde el control directo del c ~ l o r

    en una imagen no fuera precisamente entonces un hecho de gran

    Im-

    portancia en el proceso de c r e a c i ó ~ de.sus imágenes. . ,

    Sin embargo hay razones para mclmarse por la pnme ra teon.a, ya

    que es constatable el hecho de que numerosos grabadores

    c o n t l ~ u a -

    ban y continúan manejando los antiguos procesos de color,. pa.rtIcu

    larmente la sobreimpresión de varias planchas, con las consigUIentes

    separaciones de color previas 15).

    (14) v. W.M. Ivins Jr., 1975, op. cit. pp. 136. Sobre la revolución fotográfica

    ver:

    G. Wakeman, «Victorian Book Illustration», Gran Bretaña, 1973, pp. 99-145.

    (15) Este hecho

    es

    constatab1e a través de los nuev?s: aunque e s ~ s o s

    t r a ~ a d o s

    que

    se

    van publicando últimamente, en donde

    se

    contmuan descnblendo SImilares

    27

  • 8/18/2019 El Grabado en Color Por Zieglerografia - Maria Concepcion Saez Del Alamo

    16/81

    También es evidente que, en nuestro siglo, sehan desarrollado al-

    gunas, aunque pocas, propuestas de impresión a color, que más ade-

    lante en

    l

    capítulo 3 punto 3.2. se analizarán, en relación con l a crea-

    ción de la imagen y comparativamen te con la zieglerografía.

    A pesar de tales propuestas y además de las ya ideadas en anterio-

    res siglos, el campo del grab ado a color en talla está en nna situación

    muy p recaria en relación con los avances plásticos de la época: se con-

    tinúa básicamente con los antiguos principios de calcos y reportes y

    los pocos procesos que han surgido son sólo en fnnción de la estam-

    pación, sin favorecer directamente el acto de creación de la imagen.

    Se

    continúa sin poder hacer imágenes directas a color sin tener que

    caer en el recurso del monotipo, y aún

    como

    decimos el artista

    se

    ve

    sometido al proceso de calcado y separación manual de colores

    de

    una

    imagen, con el consiguiente descontrol que ello supone du ran-

    te la elaboración de la imagen sobre las planchas.

    y

    sin embargo

    el

    grabado en talla a color no

    se

    abandona y artis-

    tas como Hay er continúan investigando en él porque saben de las

    grandes posibilidades plásticas con

    el

    color de este medio frente a

    otros, co mo la madera, la serigrafía o la litografía.

    Como ya se abordará en el punto 3.2 de esta tesis, es en el enfoque

    de la investigación don de se falla, ya que se intenta b uscar soluciones

    a través de RECURSOS

    DE

    ESTAMPACION. cuando en realidad

    lo verdaderamente importante y problemático dentro de la estética

    actual viene en el momento mismo de CREAR UNA IMAGEN, no

    en

    el

    hecho de imprimirla: impronta, espontaneidad

    y

    valentía en la

    creación son premisas que el artista antepone a cualquier resultado

    posterio r de estamp ación, y estas premisas, sin medios directos capa-

    ces de llevarlas a cabo, son imposibles de plantearse l6).

    La zieglerografia lo va a hacer posible frente a todas las demás

    propues tas de color existentes en el grabado

    en

    talla, sin grandes con-

    dicionamientos técnicos que esclavicen la realización de una determi-

    nada idea.

    procesos de grabado a color en talla a los ya existentes y que en nada se diferencian

    o vienen a

    aportar

    a los tradicionales, en cuanto a planteamientos indirectos del

    color.

    16) « ..Creo que puede afirmarse, en general, que l gran artista sólo ha utiliza-

    do

    habitualmente procedimientos gráficos cuando eran relativamente directos, y

    que el deseo de expresión es incompatible con los métodos indirectos, con la com-

    plejidad técnica y con la rutina lineal que caracterizan la mayor parte de las técnicas

    de interpre tación». W.M. Ivins, 1975, op. cit. pp. 225.

    28

    Si antiguamente los procesos de color s u r g i e r ~ n por un afán de

    traducir

    un

    concepto de color muy concreto

    r ~ f l e j a d o

    en cuadros o

    acuarelas, hoy en día

    l

    artista

    n ~ c e s i t ~

    crear dlr.ectamente c o ~

    el

    co-

    lor sobre sus p lanchas, ya no co piar m reprodUCir, y ello reqUiere po-

    der controlar visualmente en su totalidad una imagen.

    Bajo esta idea

    se

    afirma aún m ~ s

    el

    estado caduco de o f e r ~ a s de

    creación a color que actualmente tIene

    l

    g r a b ~ d o r

    y

    para

    abnr

    u n ~

    posibilidad nueva a este campo se propone la

    Z l e g ~ : r o g r a f i ~

    aparecI-

    da en su momento, pero sin la difusión ni reperCUSlO? ~ u f i c l e n t e s para

    que llegara hasta nuestros

    ? í a ~

    de la m i s m ~ forma

    1 gIca

    a como nos

    ha llegado por ejemplo la tecmca del aguatm ta.

    Con este breve pero necesario análisis histórico de los procesos

    de color existentes en el grabado en talla, ponemos en an.tecedentes

    la situación en que

    se

    encuentra

    el

    artista a la hora de manejar

    l

    color

    y de contro lar su imagen total, y ello nos va a dar el

    punt?

    de

    o m ~ -

    ración suficiente

    para

    poder valorar realmente las ventajas de la zle-

    glerografia en l graba do en talla. En el capítulo 3, punto 3.2 se volve-

    rá a insistir más concretamente en algunos de los procesos actuales

    de color m ás usado s y sus distancias con la zieglerografia en lo ,refe-

    rente a la creación de la imagen, pero por ahora

    se

    concluye aSl este

    capítulo,

    un tanto

    aclaratorio sobre

    el

    nacimiento de los procesos de

    color y su situación actual.

    9

  • 8/18/2019 El Grabado en Color Por Zieglerografia - Maria Concepcion Saez Del Alamo

    17/81

    2.

    EL B RNIZ BL NDO COMO

    NTECEDENTE DE

    L ZIEGLEROGR FI

    N.o incumbe a este trabaj.o el desarr.ollar una larga y exhaustiva

    exp.osición s.obre el dud.os.o nacimient.o de la técnica del ba rniz bland.o

    y el emple.o que de ella se hiz.o en su m.oment.o debido s.obre t.od.o

    a

    que

    este capítul.o pretende ser el PUENTE

    DE

    UNION c.on el tema

    que verdaderamente ab.orda esta tesis EL

    EMPLEO

    DEL COLOR

    A TRAVES DE LA

    ZIEGLEROGRAFIA

    Sin embarg.o debid.o a que la té cnica del barniz bland.o es la base

    sustancial del pr.oces.o p.osteri.or elab.orad.o p.or Wal ter Ziegler se hace

    imprescindible situarla c.om.o antecedente básic.o y p.or tant.o ubicar-

    la en la hist.oria a través de su breve rec.orrid.o a partir del

    sigl.o XVIII

    así com.o plantear las raz.ones fundamentales de su desarr.oll.o y de-

    cadencia en virtud de su función y aplicación a

    partir

    de su surgi-

    mient.o.

    P.or

    .otr.o

    lad.o es imp.ortante también .observar a través del análi-

    sis de sus peculiar idades plásticas dirigidas hacia un planteamient.o

    m.on.ocrom.o y t.onal

    de

    la imagen la manera

    c.om.o

    de un medi.o se

    puede extraer su principi.o básic.o LA BASE BLANDA para

    pasar

    a tener .otras peculiaridades plásticas t.otalmente diferentes dand.o lu-

    g;lr inclus.o a

    una

    nueva técnica

    c.om.o

    es el cas.o de la

    ZIEGLERO-

    GRAFIA

    P.or estas necesarias raz.ones se plantea este capítul.o a

    m.od.o

    de

    intr.oducción general

    de 1 0

    que después se pasará a desarrollar de una

    f.orma muy exhaustiva n.o sól.o en

    su

    aspect.o técnic.o sin.o s.obre t.od.o

    en sus resultad.os plástic.os. P.or est.o además en este capítul.o

    n.o

    se

    describen

    l.os

    pas.os técnic.os del proces.o del barn iz bland.o que

    c.om.o

    desarr.oll.o punt ual n.o nos interesa debid.o a que

    s.ol.o

    se t.omarán del

    pr.oces.o algun.os aspect.os técnic.os que se mantienen

    para

    la zieglero-

    grafia c.on la finalidad plástica de las respuestas del c.ol.or y est.o p.or

    tant o hace variar un proces.o que tradici.onalmente se

    ha

    venid.o enf.o-

    cand.o para imágenes

    en

    blanc.o y negr.o

    o

    m.on.ocr.omas.

    31

  • 8/18/2019 El Grabado en Color Por Zieglerografia - Maria Concepcion Saez Del Alamo

    18/81

    2.1. Aparición histórica: su función y aplicación

    En el capítulo ante rior hemos visto a grandes rasgos la situación

    en que

    se

    encontraba

    el

    grabado en talla durante las dos apariciones

    de Le Blond por un lado y Leprince

    por

    otro, con el método de es

    tampación a cuatro colores y con la técnica del aguatinta y su pos

    terior aplicación al color, respectivamente.

    En esta coyuntura de avances e inquietudes técnicas y plásticas

    aparece, o mejor -como se ha

    dicho-

    reaparece, a mediados del si

    glo

    XVIII,

    la TECNICA DEL BARNIZ BLANDO.

    No están muy claros los orígenes concretos de esta técnica: algu

    nos autores hablan del suizo DIETRICH MEYER

    El

    Viejo (1572-

    1658),

    se

    sabe que hacia 1640 apareció una impresión de GIOVAN

    NI BA TTISTA CASTIG LIONE; pero cuando realmente se difunde

    como tal es en Francia, hacía mediados del siglo

    XVIII,

    probablemente

    por JEAN

    CHARLES FRANC;OIS.

    Se cree que

    el

    descubrimiento del barniz blando po r F r a n ~ o i s fue

    como consecuencia de su primera invención del grabado «a la manera

    del lápiz»:

    el

    afán por llegar a reproducir en una estampa los efectos

    del dibujo a lápiz y a tizas fue el objetivo más importante llevado a

    cabo por J.e. F r a n ~ o i s en su obra, yen general, por todos aquellos

    artistas que emplearon esta técnica. Las reproducciones de dibujos a

    través de la técnica del barniz blando eran, en su momento, extrema

    damente perfectas y totalmente convincentes.

    , En I?glaterra tuvo mayor auge que en Francia, ya que allí no ha

    bIa prolIferado tanto la manera del lápiz, anterior al barniz blando,

    como en este país, y algunos de los mejores ejemplos se encuentran

    en las obras de GAINSBOROUGH, ROWLANDSON, COTMAN

    I L P I N en parti cular las primeras pruebas fueron realizadas por

    Gamsboroug h y John Crome hacia 1770.

    Sin embargo esta técnica incipiente se cruzó a finales del XVIII

    con un revolucionario descubrimiento: LA LITOGRAFIA. Este

    c?nstituía un medio capaz de reproducir

    el

    efecto de los dibujos a lá

    pIZ

    con mayor fidelidad y más riqueza de grises que

    el

    barniz blando.

    Analizándolo desde nuestros días,

    se

    puede justificar en parte la

    atracción hacia la litografia a que

    el

    perfeccionamiento del barniz

    blando quedó en un punto de su descubrimiento aún escaso para la

    consecución de la variadas gamas de grises que conseguía la litogra

    fia. Max LIEBERMAN, por ejemplo, hacía mediados del siglo XIX

    investigaría en las variaciones de grano del papel y sus respuestas

    32

    las variaciones tonales, factor éste,

    el

    papel, de gran importancia par a

    el

    barniz blando, como más adelante veremos.

    Pero

    no

    fue esto lo general: en principio se dejó de investigar en

    la técnica del barniz blando al poco de su surgimiento, quedando en

    un estado de resultados plásticos mediocres comparado con la lito

    grafia, y ello puede explicar en gran parte el abandono de este medio,

    absorbido

    por

    otro, la litografia, capaz de conseguir unos resultados

    realmente sorprendentes en su momento.

    Lo novedoso del descubrimiento litográfico, sus resultados plás

    ticos, de un parecido asombroso a los grafitos; la agradable sensación

    de dibujar directamente sobre la piedra, en la cual se podía raspar

    y volver a poner materia grasa una y otra vez, con la consiguiente

    libertad que esto suponía para el artista; y además, las posibilidades

    que más tarde ofrecería para

    el

    empleo del color, hicieron que este

    nuevo medio fuera

    el

    centro de atención de los artistas a principios

    y finales del siglo XIX.

    Se cree que éstas son las razones fundamentales del escaso uso y

    desarrollo del barniz blando posteriormente a su aparición.

    Por

    otro

    lado, además de la aparición de la Iitografia,

    se

    encuentra el hecho

    estudiado de que to do el grabado en metal en general decayó casi ab

    solutamente hacia mediados del siglo

    XIX

    los numerosos descubri

    mientos en técnicas de reproducción y multiplicación de imágenes al

    finalizar

    el

    siglo

    XVIII

    y

    el

    gran interés

    por el

    color por parte del públi

    co y los artistas, desviaron su atención hacia nuevos medios, con

    el

    consiguiente aban dono del tradicional gr abado en cobre (1).

    Se

    advierte sin embargo que, ya en el siglo xx y en particular a

    par tir de 1919, se vuelve al empleo de esta técnica, así como al graba

    do en talla en general, aunque ya no con iguales fines que en épocas

    (1) Para una mayor situación histórica, consultar:

    A.M. Hind, «Notes on the History of Soft Ground Etching and Aguatint»,

    Print-collectors Quaterly, 1921, pp. 377-97.

    W.M. Ivins, «Imagen Impresa y Conocimiento. Análisis de la imagen prefoto-

    gráfica». Barcelona,

    1975

    pp.

    136-7.

    C. Roger-Max, «La Gravure Original au XIX siecle», Paris, 1962 pp. 82-182.

    A. Gross, «Etching, Engraving and Intaglio Printing», Londres, 1970 pp. 78-80.

    A. Beguin, «Dictionnaire Technique

    de L

    Estampe», Bruselas,

    1977

    pp.l05.

    M. Terrapon , «L Eau Fort e», Génova, 1974, pp. 92-94.

    J. Buckland-Wright, «Etching and Engraving», New York, 1973 pp. 98-99.

    F. Eichenberg, «The Art ofthe Print», New York 1976, pp. 215.

    M.e. Salaman, «The Graphic Arts ofGreat Britain», Londres, 1917 pp. 55-56.

    33

  • 8/18/2019 El Grabado en Color Por Zieglerografia - Maria Concepcion Saez Del Alamo

    19/81

    anteriores, es decir,

    el

    interés específico por la reproducción de dibu

    jos al lápiz, sino con otros muy distintos: la posibilidad intrínseca al

    barniz blando de conseguir efectos texturales con una gran facilidad

    de manipulación 2).

    Este nuevo enfoque del barniz blando encaja dentro de toda una

    nueva revolución plástica en aquellos años. Los nuevos conceptos

    plásticos aparecidos ya a finales del siglo

    XIX,

    tales como

    el

    plantea

    miento colorista y

    ya

    no claroscurista de la imagen, así como

    el

    uso

    arbitrario del color y la ruptura con los tradicionales esquemas de

    composición, unidos al alejamiento de la idea de «verosimilitud» de

    la imagen en favor de problemas puramente plásticos, desencadenan

    una serie de búsquedas dirigidas a enriquecer, ampliar y descubrir

    otras nuevas leyes y principios que

    se

    adapten y resuelvan las nuevas

    necesidades.

    Es fácil comprender que, en este contexto,

    el

    planteamiento plás

    tico del barniz blando se enfocara más por sus posibilidades textura

    les, más casuales, informales y mecánicas que las posibilidades de di

    bujo modular y tonal, menos inquietante, por ser más conocido, en

    sus resultados a esos artistas buscadores, ansiosos de nuevas formas

    de expresión, y, en consecuencia, de nuevas técnicas.

    Por lo mismo se comprende que, en el siglo anterior y en la segun

    da mitad del XVIII, este enfoque textural no tuviera cabida en la

    plástica: eran años en que lo que

    se

    valoraba más era

    el

    dominio de

    la mano,

    el

    dibujo, y particularmente -como

    se

    indicó en

    el

    capítulo

    primero- el

    grabado de reproducción a partir de obras de otros ar

    tistas y con toda una sintaxis lineal establecida. En este enfoque, más

    naturalista por la misma razón, lo casual o lo mecánico, no controla

    do ni dirigido por la mano, no tenía cabida, bajo pena de un aisla

    miento y fracaso social del artista.

    Este corto recorrido histórico hasta

    los

    inicios

    del

    siglo

    xx

    nos

    puede dar una idea de la situación

    en

    que

    se

    encontraba esta técnica,

    de la que

    se

    puede añadir que incluso actualmente sigue siendo consi

    derada como un recurso auxiliar a otras técnicas vistas como más no

    bles, no

    se

    sabe muy bien porqué,

    y,

    por tanto, más desarrolladas y

    perfeccionadas técnicamente que la propia del barniz blando 3).

    2) Consul tar nota 4 de este capítulo.

    3) Esta idea la viene a corroborar el hecho de que, en numerosos tratados ge-

    nerales sobre técnica,

    ni

    siquiera incluyan al barniz blando en su d e s ~ r i p c i ó n técni

    ca. Cuando

    es

    incluída, los autores en su mayoría se limitan a explicar en cortas

    34

    2.2. eculiaridades plásticas

    del b rniz

    bl ndo

    Con un proceso técnico básicamente sencillo, en donde intervie

    nen fundamentalmente las variaciones de presión, el espesor del bar

    nizado y la cualidad del papel, la técnica del barniz blando tradicional

    responde a variadas exigencias plásticas, en función del uso que

    el

    ar

    tista haga de ella, pero es evidente que se presta más a q u e ~ l s pro

    puestas en donde intervienen los valores tonales y las relaCiOnes de

    claro y oscuro como elementos plásticos e s ~ n c i l e s e,n imagen.

    Es sabido que existen muchos planteanuentos plastlcos, pero para

    definir y concretar más claramente qué peculiaridades p l ~ s t i c s posee

    el

    barniz blando frente a otras técnicas, comenzaremos dIferencIando

    dos grandes campos, siempre bajo

    Un

    esquema de blanco y negro, ya

    que

    el

    aspecto del color será abordado más ampliamente y en toda

    su complejidad en

    el

    siguiente capítulo. .

    Para p lantear imágenes en blanco y negro

    eXIsten

    fundamental

    mente dos modos, tanto referidos a la línea como a la mancha:

    uno a través de VALORACIONES TONALES, con gamas y modu

    l c i ~ n e s de grises variadas, y otro, a través de VALORACIONES

    líneas el principio general del levantado y en muchos casos se omiten las posibilida

    des texturales que este medio posee.

    Para una mayor información sobre la técnica del barniz blando proponemos

    los tratados siguientes:

    J. Buckland-Wright, 1973, op. dt. pp. 99-102. .

    F. Brunner,

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    35

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    A su vez, los contornos, tanto de linea como de masas o trazos

    más anchos, pueden pasa r de una gran nitidez a una degradación pro

    gresiva, en virtud de la disposición de los puntos, que se alteran con

    las diferencias de presión al dibujar, concentrándose o dispersándose

    según hagamos mayor o menor presión.

    En todas las técnicas denominadas como «tonales» en

    el

    grabado

    en talla, como puedan ser

    el

    agua inta, la manera negra, la ruleta, en

    tre otras, el punto está presente inevitablemente como SISTEMA DE

    VALORACION. Sin embargo hay que distinguir en sus resultados

    el PUNTO MORDIDO, o punto negro sobre fondo blanco, del

    PUNTO EN RELIEVE, o punto blanco sobre fondo negro. El barniz

    blando, que pertenece al primer grupo, podemos decir que se «auto

    valora»,

    es

    decir, que no necesita, en principio, de posteriores RE

    SERVAS durante los mordidos,

    ni

    de bruñidos y retoques posteriores

    para crear los tonos. Esto produce en la imagen un efecto de gran

    unidad gráfica y concretamente, en los trazos y las masas valoradas,

    se aprecia una gran suavidad en las transiciones de tonos, en donde

    los puntos se van progresivamente aclarando u oscureciendo según

    hayamos presionado durante el dibujado. El mordiente después res

    peta esas distintas condensaciones de los puntos, horadando y ensan

    chando a la vez todos los puntos de la imagen. Por tanto, no es nece

    sario hacer reservas a pincel o de otro tipo, con riesgo de producir

    contornos y transiciones recortadas. Tal es el caso del segundo grupo,

    el

    punto o grano en relieve, cuyo principal exponente es

    el

    agua inta.

    AqUÍ,

    por tratarse de una técnica donde se depositan granos (puntos)

    de una forma regular, tanto en su disposición sobre la plancha como

    en su grosor, necesita de las reservas para poder valorar tonos en una

    imagen. Estas reservas de tono afectan a toda la superficie rehundida

    de la plancha, produciéndose un «escalón» en la misma superficie.

    Ello hace que la relación entre dos tonos de reserva sea

    por

    naturale

    za duro y recortado, y se deba tener riguroso cuidado en la diferencia

    de tiempos de mordido para disimular estas transiciones.

    Por otro lado, comparativamente con la Iitografia o con el dibujo

    a lápiz, dos medios de creación aparentemente similares en resultados

    al barniz blando, se advierte que en las imágenes grabadas al barniz

    blando los puntos, al ser puntos mordidos, RETIENEN TINTA en

    su interior, que luego en la estampa se traducen en relieves de tinta,

    de mayor o menor carga según e Índice de mordido, pero siempre

    con una may or potencia matérica que un dibujo o una litografia. Esta

    característica, sobre todo en las masas compactas de puntos, resulta

    38

    plásticamente tan atractiva, que hace que

    el

    barniz blando

    se d i f e r e ~ -

    cie sensiblemente de estos otros medios, ambos de una mayor plalll

    tud matérica debido a sus exigencias técnicas.

    En definitiva, el punto en sí aporta una serie de importantes ca

    racterísticas:

    por

    su variedad en concentración, regularidad y grosor

    se hace posible lo que hemos denominado «autovaloración tonal»;

    consecuencia de ello y de la ausencia de reservas posteriores,

    se

    hace

    posible la transición suave de tonos incluso en un mismo trazo y

    por

    pertenecer a las técnicas de punto mordido en el grabado ~ n . t a l l a la

    imagen, sucesión de puntos,

    se

    enriquece con la c r ~ matenca o re

    lieves de tinta que recoge e pape , aportando a la lmagen ese valor

    táctil tan atractivo que posee el grabado en talla.

    LA LINEA/TRAZO TONAL

    La línea tonal viene a ser, después del punto,

    e

    segundo

    c r á ~ t e r

    gráfico peculiar del barniz blando. También esta t é c ~ c se

    ha v e n ~ d o

    utilizando en imágenes con un enfoque puramente hneal, por declrlo

    de algún modo, en donde lo más importante es

    el

    serpenteo de la

    I ~ n e a

    en la superficie y

    ya

    no, como anteriormente, un enfoque claroscunsta,

    basado en la luz y las sombras. Esta línea posee un carácter tonal, eso

    en sus variaciones de presión, de anchura y de intensidad, caracterís

    ti::as

    que en el barniz blando se consiguen con una gran riqueza. .

    Debido, en gran parte, a los útiles que son empleados para dl?u

    jar, normalmente lápices, es, pues, la línea tonal otro elemento grafi

    co característico del barniz blando. El rendimiento del carácter pura

    mente caligráfico en muy grande en esta técnica y es también si

    quier e-- el modo más sencillo, técnicamente, de acceder al barlllz

    blando.

    El recorrido prolongado o interrumpido del lápiz, en su mayor o

    menor intensidad de presión sobre el barniz, y con unos diversos

    dos

    de

    dureza, hace que se puedan lograr, unidos a la carga expreSiva

    del artista, unas imágenes de gran sencillez y riqueza a la vez.

    La línea

    en

    es modulada con diferentes grados tonales desde

    que comienza su recorrido hasta que termina, en c o ~ t r a p o s i c i ó n

    por

    ejemplo, a una línea trazada al aguafuerte, al

    bunl

    e mcluso a pun

    ta seca a pesar de que es esta última más susceptible de produclr mo

    d u l a c i ~ n e s tonales, aunque de carácter gráfico muy diferente al bar

    niz blando.

    39

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    III

    ti

    llr

    :11

    11

    JI

    'Ii

    Ili

    1

    ¡I

    ir

    i

    I

    j

    d

    II

    \1

    1

    1I

    '1'

      :

    1

    1

    :

     

    1:

    1

    I

    I

    li

    II

    1I

    I

    I

    1

    1

    í

    li

    I

    I

    Los contornos de estas líneas, si es que en el concepto de línea

    se puede hablar de contorno o está ya implícito en ella, como deci

    mos, los contornos participan de estas modulaciones tonales, pudien

    do ser nítidos y claros, o evanescentes y dulces, dependiendo como

    ya se dijo de la dureza de los útiles, la presión ejercida y el grano

    del papel. H ablamos de los contornos, o si se prefiere, de los «lados»

    de las líneas, ya que suelen reflejar características concretas: recorde

    mos las barbas que a los lados contornos)

    e

    la línea provoca la pun

    ta seca; o la limpieza y nitidez de Una línea a buril; o la leve rugosidad

    de los contornos o lados de una línea grabada al aguafuerte, etcétera.

    En

    el barniz blando también se procuce esta diferenciación a través

    del contorno, que

    como

    decimos participa de las modulaciones

    tonales de trazado.

    El efecto de dibujos al t razo con carácte r tonal es, pues, otra pecu

    liaridad plástica del barniz blando, que le es afin

    por

    naturaleza, con

    unos efectos determinados que le diferencian del resto de técnicas de

    trazo en el grabado en talla.

    POSIBILIDADES TEXTURALES

    Como

    ya hemos explicado, el principio técnico del barniz blando

    consiste en que sobre una base blanda, aplicada en la superficie de

    una

    plancha, se presiona un papel con

    un

    útil determinado que descu

    bre el metal

    para

    luego ser atacado por el mordiente.

    Los términos «base blanda» y «presión ejercida» son básicos, ya

    que de ahí se deduce que todo aquello que se presione sobre

    el

    barniz

    base blanda) quedará registrado posteriormente en la estampa im

    presa con una absoluta fidelidad.

    Esta posibilidad intrínseca de poder registrar gran variedad de

    texturas, ha sido quizá la más explotada por artistas y aficionados

    al grabado en particular, debido sobre todo a lo sencillo del proceso

    y a su rapidez en conseguir los resultados. Es también, a nuestro jui

    cio, la posibilidad de la que más se ha abusado, en donde el juego

    con texturas y adornos gráficos ha servido más a fines efectistas y de

    corativos

    en

    la imagen que a

    un

    aprovechamiento plástico propio del

    medio. Los resultados casuales y sorpresivos en una

    imagen pueden,

    en determinados casos, ser la mayor motivación para un artista, y

    esto es positivo y ventajoso, pero esa parte de artistas que sólo buscan

    los resultados rápidos en una imagen detrás de otra, siempre termi-

    40

    nan

    usando e sta interesante posibilidad plástica del barniz blando de

    un modo mécanico y con fines más decorativos que realmente expre

    sivos o con

    una

    verdadera unidad gráfica en la imagen.

    A través de este medio se puede realizar

    una

    imagen sin necesidad

    de la mano directa del artista sobre la plancha; y se sabe, comparati

    vamente con el collage,

    por

    ejemplo, lo dificil que resulta o n s e g ~ i r

    una imagen en donde todos los elementos que la compongan esten

    ahí con

    un

    sentido a la vez propio y en función de los demás, y

    no

    ya

    de

    un modo casual o arbitrario.

    Muchos artistas han sabido ver estos condicionantes plásticos, y

    se ha usado de una forma combinada, es decir, impresiones de deter

    minadas texturas sobre barniz blando en combinación con otras téc

    nicas, como aguafuerte, agua inta o el propio barniz blando al tra

    zo 4).

    En nuestra opinión esta posibilidad de efectos texturales del bar

    niz

    blando viene a ser, pues, un RECURSO para un determinado

    momento en la imagen y con unas exigencias plásticas muy concretas,

    y

    no un

    fin propio de esta técnica, como se lo

    ha

    venido considerando

    entre muchos artistas. El registro tan grande y preciso de detalles que

    se producen cuando se presiona un elemento cualquiera sobre el bar-

    niz, tiene un poder gráfico tan fuerte, que es preciso estudiar pos

    teriormente en la imagen qué interesa resaltar, esconder o

    matizar

    en

    función de un determinado resultado.

    Como hemos dicho, este es un sistema fácil para conseguir textu

    ras grabadas, y por lo mismo, a posteriori resulta más dificil saber

    integrarlas en un contexto y con una función plástica sin que se apre

    cien como simples reportes de objetos, sobresaliendo de todo lo de

    más.

    La mano del artista posee un pulso determinado, unas variaciones

    y oscilaciones concretas que se advierten en sus imágenes con mayor

    o menor grado y esta característica choca bruscamente con un medio

    que «reproduce» literalmente una determinada textura o forma, con

    una perfección y regularidad tan evidentes, que siempre tiende a so

    bresalir.

    4) Algunos de estos artistas más representativos: Marc Chagall, Mary Cassatt,

    Sue Fuller, André Masson, S.W. Hay er, Ed Smith, James GiIlray o J. Buckland

    Wright, entre otros.

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    En

    esta descripción general de las técnicas Ziegler se está refirien

    do

    concretamente a la litografia en piedra, sobre la que hay que re

    portar

    materia grasa

    para

    así conseguir

    una

    imagen similar al dibujo.

    Esto así porque Ziegler, en un principio, dedujo su método a

    partir

    de la htografia, en la que ya A. Senefelder había hecho pruebas ante

    riores que Ziegler conocía. Así, existía un proceso que el

    autor

    descri

    be en su libro, llamado «proceso

    SenefeldeD>

    que viene a s er el

    punto

    de pa tida de las p osteriores deducciones de Ziegler

    para

    su empleo

    a

    vanos

    colores (Senefelder ideó un sistema sólo

    para

    blanco y ne

    gro). Este proceso es el siguiente, según texto original:

    « e

    toma papel de escribir que sea delgado pero sólido. e mete de-

    bajo de éste un papel de calcar lo más delgado posible, que ha sido ante-

    riormente preparado con una masa de grasa apropiada y se colocan am-

    bas cosas encima de

    una piedra litográfica. bien alisada preparada.

    Cuando se dibuja entonces con el lápiz sobre el papel, el papel de calcar

    se v a apretar contra la piedra por donde ha pasado el lápiz: la piedra

    entonces toma la masa de grasa del papel de calcar está lista para

    la imprenta, después de un tratamiento apropiado 3).

    A

    partir

    de esto, Ziegler deduce que

    si

    se hubiera ejecutado el di

    bujo cualquier lápiz de co lor en vez de

    uno

    negro, habría resulta

    do

    lógIcamente

    un

    «calco imprimible a color» (como

    él

    denomina a

    la piedra ya

    reportada

    con grasa) al igual que

    un

    lápiz.

    . . ~ i g u i e n d o con la misma idea, si ahora el dibujo a lápiz negro

    IrucIaI se coloca sobre una segunda piedra limpia, se mete un nuevo

    papel de calcar y se contin úa

    el

    dibujo con un lápiz de

    otro

    color, ob

    tenemos en la superficie del dibujo

    la

    combinación

    de

    ambos tonos

    el d e ~ l á p ~ y el de color, mientras que, en la segunda piedra, sólo

    habra regIstrado el segundo co lor como calco imprimible. La misma

    operación se puede repetir con

    un

    tercero o más colores sobre

    una

    tercera o más piedras.

    De

    este modo obtendremos tan tos «calcos im

    primibles» o piedras co mo lápices de color empleados.

    Con

    este proceso, por tanto, el artista elabora su imagen con colo

    r ~ ~ reales y o ~ t r o l á n d o l o ~

    n todo

    m?mento en cuanto a su disposi

    ClOn en el

    dIbUJO

    a

    excepClOn

    del matJz exacto y la proporción de los

    colores de m e z ~ l a que más tarde, en la sobreimpresión, ajustará; a

    la vez que conSIgue todos los calcos parciales

    de

    color sobre la piedra

    de

    una

    forma si multánea al dibujad o sobre el papel. Después sólo se

    (3) v. pp.

    59

    del apar tado «Zieglerographie», op. cit.

    44

    tendrá que

    entintar cada

    piedra con

    el

    color c o r r e s p o n d i ~ n t ~ allápi.z

    utilizado, resultando en la impresión final una estampa surular al dI-

    bujo original a colores.

    En

    este sencillo principio de calcos simultáneos de color se basa

    el

    método

    de Ziegler, que, como

    se

    puede ver, partió b á s i c a m e ~ t e de

    la litografia. Sin embargo, este principio también se podía

    aphcar

    al

    huecograbado.

    La

    técnica idónea

    para

    ello resultó ser

    EL BARNIZ

    BLANDO.

    Hasta

    entonces, y

    por

    lo que expresa Ziegler en su libro,

    en

    el gra-

    bado

    en talla o huecogra bado se manejaba el color de forma

    muy

    tra

    bajosa, con una

    plancha

    por

    lo

    g e n ~ r a l

    y entintan.do posteriormente

    a la poupée. Los artistas que

    trabajaban con vanas

    p l ~ n c h a s y con

    sobreimpresión

    eran una

    minoría, lo que

    no era

    de

    extranar

    pensando

    en lo complejo que resultaba la separac ón de .ca?a color

    para cada

    plancha, y sobre todo si se piensa en el tipo d e lmagenes

    tan

    elabora-

    das que

    por

    entonces se concebía n. . ,

    Ziegler,

    por tanto,

    con este método de r o d u c c l O ~ de placas par

    ciales de

    color

    en hueco grabado Y a traves del barruz b l a n ~ o hace

    posible que algo tan complejo com o era, Y es, el p l a n t e ~ r m e n t o d ~ 1

    color en huecograbado, se convierta en un sencillo y manejable medIo

    de creación.

    Para

    Zieglef además los resultados de

    una

    estampa a

    c o l ~ r

    hecha

    en huecograbado

    era

    inimitable en calidad, sobre t ~ d o ~ e b I d o a la

    riqueza de tonos en

    cada

    colo r que se pueden consegUIr, aSI como me

    diante las mezclas en combinación de unos colores con

    otros en

    la

    sobreimpresión (4).

    .

    ste proceso aplicado al huecograbado ZIegler lo

    denomma

    «PROCESO DE CALCO

    SOBRE BASE BLANDA».

    La

    diferencia

    con l mismo proceso apl icado a la Jitografia radica en el modo como

    se

    reporta

    la materia grasa. Hemos v i s t ~

    que.

    Jitogrll:fia es la grasa

    la

    que

    se deposita en

    la

    matriz (o calco ImpnmIble), r m e n t r ~ s que en

    l barniz

    blando

    la grasa (el barniz)

    se

    desprende de la matIZ y se re

    porta

    sobre

    el

    papel calco, dejando l metal al

    d e s c u b i ~ ~ o .

    A

    ~ x c e p -

    ción de esta inversión del principio, motivada

    por

    el dIstmto SIstema

    de impresión

    en

    talla, el

    modo

    de dibujado y cambio. de p l ~ ~ c h a s

    de color es el mismo, al igual que el proceso de sobreImpresIon de

    colores.

    (4)

    v.

    pp. 64 del apartado «Zieglerographie», op. cit.

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    técnicas concebidas y realizadas como para imágenes en blanco y ne

    gro, que más tarde,

    por el

    proceso de impresión, daban lugar

    al

    naci

    miento real del co