el indice de peirce

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Indices y referencia en Peirce 1. PRAGMATISMO Y «VERDADERO» Charles 5. Peirce (1839-1914) ha sido conocido durante algún tiempo por la formulación de una máxima que explica el significado de términos generales a través de las consecuencias experimentales que tendrían, en ciertas circunstancias, las oraciones en las que figuran esos términos. Esta máxima, al menos según alguna de las formulaciones que de ella dio Peirce, está muy cerca de lo que después se llamó criterio operaciona- lista del significado. Peirce quiso proponer con la máxima una hipótesis () Convenciones de las referencias a la obra de Peirce: Collecred Papers of Charles Sanders ¡‘circe (ocho volsj. VoIs. 1-6 editados por C. Harsthone and P. Weiss, 1931-1935. (1. PrincipIes of Philosophy. II. Elements of Logie. III, Exact Logie (Published Papers). IV. The Simplest Mathematics. V. Pragmatism and Pragmaticism. VI. Scientific Metaphysics). VoIs. 7 y 8 editados por A. W. Burks, 1958. (VII. Science and Philosophy. VIII. Reviews, Correspondence and Biblio- graphy), Cambridge. Mass.: Belknap Press. La referencia se da indicando el número de volumen y el parágrafo correspondiente: p. ej.. 6.179 es el volumen VI. parágrafo 179, Wrftings of Charles Sanders ¡‘circe: A Chrono/ogica/ Edition. M. Fisch ed. Vol. 1. 1857- 1866. (1982). Vol. II. 1867-1871. (1984). Vol. III. 1872-1878 (1986). Vol. IV. 1879-1884 (1988>. Bloomington Indiana University Press. La referencia se da con las siglas SW. número de volumen y página. Semioties and Signíflc~. The Corresponden ce between Ch. 5. ¡‘circe and U Lady W’lhv. Edited by C. Hardwick. 1977. Bloomington Indiana University Press. La referencia se da con la sigla LW y el número de página. lije New Elemenis of Alarhematics. Cuatro vois. en cinco. Editado por C. Fisele, ¡976. Ihe Hague: Mouton. La referencia se da con la sigla NF, número de volumen y página. Además de estos materiales he consultado los manuscritos originales de Peirce en edición microfilmada, preparada entre 1963 y 1966 por The Houghton Library y Har- Anales del Seminario de Meta/Ysica, N’ 25-1 991/155-1 93. lid, Universidad Complutense. Madrid

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Teoría semiótica de Peirce

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  • Indices y referencia en Peirce

    1. PRAGMATISMO Y VERDADERO

    Charles 5. Peirce (1839-1914) ha sido conocido durante algn tiempopor la formulacin de una mxima que explica el significado de trminosgenerales a travs de las consecuencias experimentales que tendran, enciertas circunstancias, las oraciones en las que figuran esos trminos.Esta mxima, al menos segn alguna de las formulaciones que de elladio Peirce, est muy cerca de lo que despus se llam criterio operaciona-lista del significado. Peirce quiso proponer con la mxima una hiptesis

    () Convenciones de las referencias a la obra de Peirce:Collecred Papers of Charles Sanders circe (ocho volsj. VoIs. 1-6 editados por C.

    Harsthone and P. Weiss, 1931-1935. (1. PrincipIes of Philosophy. II. Elements of Logie.III, Exact Logie (Published Papers). IV. The Simplest Mathematics. V. Pragmatismand Pragmaticism. VI. Scientific Metaphysics). VoIs. 7 y 8 editados por A. W. Burks,1958. (VII. Science and Philosophy. VIII. Reviews, Correspondence and Biblio-graphy), Cambridge. Mass.: Belknap Press. La referencia se da indicando el nmerode volumen y el pargrafo correspondiente: p. ej.. 6.179 es el volumen VI. pargrafo179,

    Wrftings of Charles Sanders circe: A Chrono/ogica/ Edition. M. Fisch ed. Vol. 1. 1857-1866. (1982). Vol. II. 1867-1871. (1984). Vol. III. 1872-1878 (1986). Vol. IV. 1879-1884(1988>. Bloomington Indiana University Press. La referencia se da con las siglas SW.nmero de volumen y pgina.

    Semioties and Signflc~. The Corresponden ce between Ch. 5. circe and U Lady Wlhv.Edited by C. Hardwick. 1977. Bloomington Indiana University Press. La referencia seda con la sigla LW y el nmero de pgina.

    lije New Elemenis of Alarhematics. Cuatro vois. en cinco. Editado por C. Fisele,976. Ihe Hague: Mouton. La referencia se da con la sigla NF, nmero de volumeny pgina.

    Adems de estos materiales he consultado los manuscritos originales de Peirce enedicin microfilmada, preparada entre 1963 y 1966 por The Houghton Library y Har-

    Anales del Seminario de Meta/Ysica, N 25-1 991/155-1 93. lid, Universidad Complutense. Madrid

  • 156 del Castillo, R.

    que explicara cmo se comprenden los trminos a travs del concepto deresultados observables>,

    Se ha mostrado concluyentemente que Peirce se vio llevado por algu-na de estas versiones de la mxima a un problema: la explicacin de lanaturaleza de los condicionales contrafcticos. El modo como se com-prende el significado de una expresin se puede concebir traduciendo laexpresin a un condicional cuyo antecedente prescribe ciertas operacio-nes que han de realizarse. y cuyo consecuente especifica ciertos fenme-nos observables que tendrn lugar como resultado de esas operaciones sla proposicin es verdadera: el pragmatismo es el principio de que todojuicio terico que se exprese en una oracin en modo indicativo es unaforma confusa de un pensamiento cuyo nico significado si es que tie-ne alguno est en su tendencia a confirmar a la mxima prctica co-rrespondiente que se puede formular como una oracin condicional.cuyo antecedente est en modo imperativo (5.18). El significado de unapalabra es... la suma de predicciones condicionales con las que la perso-na que usa esa palabra tiene la intencin de hacerse responsable... (8.176).El significado de duro, para utilizar el ejemplo de Peirce. se podra es-pecificar mediante la parfrasis: no rayable por otras substancas, omejor. si lo rascas con otras sustancias, entonces no se rayara.

    Este tipo de criterio dc significado proporciona una explicacn plausi-Ile del modo como los usuarios de un lenguaje comprenden algunos tr-minos, pero s se toma el contenido del condicional asociado con durocomo siendo extensionalmente eduivalente a la disyuncin lgica o nose rasca con otra sustancia o no se raya, entonces, mientras no se rayeun diamante, la disyuncin ser verdadera, y en consecuencia podemosinferir tanto que un diamante es duro como que un diamante no es duro:es decir, es verdad que un diamante es duro y que un diamante no esduro mientras no pase el test del rayado, pues uno puede decir si p en-tonces q y si p entonces no q en todos los casos en que p est sincumplir. El modo como Peirce expone esto en 1878 es algo distinto pero

    vard Unvers ty. Sigo la n u merado n cIada en el Annotated Caalogue of he Paers ofCharles Sanders Peirce, 1967. Richard Robn (cd,). Amhers Unversty of Massaeh u ssets Press. (Agradezco al profesor J. Verical las facilidades que me ha proporcionadopara consultar este material), La referencia se da con la sigla MS y el nmero demanuscrito.

    Todas las traducciones de este escrito son un las.1. ,., deseo mostrar lo imposible que es que tengamos una idea en nuestra mente

    que no se relacione con otra cosa mas que con los concebibles efectos sensibles de lascosas. Nuestra idea de algo es nuestra idea de sus efectos sensibles. (540lY

  • Indicesy referencia en Peirce 157absolutamente equivalente a lo que se acaba de decir2. El hecho es quePeirce, consciente de este problema. introduce aos despus, en Tssuesof Pragmatism, importantes variaciones en la formulacin de la mxi-ma. Esas variaciones introducen asunciones en virtud de las cuales expli-quemos la plausibilidad que damos a una generalizacin del tipo Todoslos diamantes son duros. Intentan a su vez evitar otro absurdo al quetambin podra conducir una mala comprensin de la mxima: el de de-cir que no podemos entender un enunciado hasta despus de que hayasido verificado3. Peirce habla entonces de una especificacin del signif-

    2. Peirce presenta esta situacin en 1878 hablando de los diamantes que no hanpasado el test del rayado o que. por alguna circunstancia, no 1. entonces no puede tenerdiferencia prctica lo cue sostengamos de un dam ante que nunca es objeto de untest: No hay diferencia en absoluto entre una cosa dura y una suave mientras no sesometan a un test... podemos preguntar qu nos impide afirmar que todos los cuerposduros son ab sol nl amente suaves ha sta que los tocamos.,. 1 .a reflexin mostrar que larespuesta es sta: no habra falsedad a lgt na en ese modo de hablar, 1 mpl icaria unamodificacin de nuestro uso actual del lenguaje respecto a las palabras cliiro y suave.pero no (le sus significados. Pues no representa que un hecho sea diferente de lo quees: 1 nico que implica son ordenamientos torpes de los hechos.... (5,403).

    3. Corrigiendo la posicin de 1878 (vid. nota ant.) dice en 5.457: Decir, como da-ba a entender el art eu lo de 1878. que es as como un arbitrario u so del lenguaje cecicle urgani zar sus pensamientos es tanto como tomar pa rtido contra la real dad de lacual clad. dado que lo real es aquel lo que es tal cual es. con independencia de cmopien se en cuat u ier momento que es.... En realidad, las variaciones que Peirce i ntrodujo en la form u 1 acin de la n xima pragmtica pueden entenderse [ambin Comoun a precision del concepto de condiciones tic asertab 1 idac. Haciendo uso de Lasdistinciones que propuso en su pionera leona ce actos tic habla (vid. 2.315. 2.334-339.2.252. 3,433. 5.543, 5.473-476. 5.547. NE IV. 248-249. MS 517, MS L-75. vid tb. Brock1981). Pci ree conecta la nocin (le ictc ce asercin cte tina proposicion con la expc;icin sic ion que expresavms se refiere :i la evide ncia futura. 1) ice Pcirce: no puede tener sign ficado hacerserespo nsab le ce ti n suceso pasatlc i nclepencliente mente de st fttu ra confirmacin, Pe-ro afirmar un a proposicin es hacerse responsable cte su verdad, As que el nico signi fiCado t nc puede tener ti vi asercin sob re un stceso pasadc> es que. si en el futurose conti rma st verdad, a si qteda r cleterm i nado su significado (5.548., vitI. tb. Hookway: 1985 y Ayer: 1968), Ureo que las correcciones que voy a explicar evitan precisa-men te el malentend do a que puetie co)n cltic r el texto, an tericir y que cometieron algnn

  • 158 del Ciastillo, R.

    cado a travs del concepto de la posibilidad de verificacin. La forma delos condicionales, mediante los cuales se expresara el significado de tr-minos generales como duro, sera contraJctica: si se hubiera rascadocon otras sustancias, no se hubiera rayado. Al hablar de verificabilidad,la mxima exige tan slo una explicacin de cmo podra ser una pruebaconfirmatoria caracterstica y cules sedan sus resultados, no que laprueba se lleve a cabo: o sea. se exige tener una idea de los tipos de obser-vaciones que constituiran pruebas en contra o a favor de la verdad de unenunciado, y no que hayamos de ser capaces ahora, en el estado actualde investigacin, de poder crear las condiciones para hacer esas observa-ciones o de disponer de un mtodo para ponerlas en prctica en un n-mero fnito de pasos u observaciones. En consecuencia, la aceptacin deuna generalizacin del tipo todos los x son A no exige completa verifi-cacin, aunque bastara un caso para falsara. No puedo entrar aqu enms detalles sobre este punto. Considero que la mejor explicacin de lasvariaciones que Peirce introduce en la mxima y su relacin con el pro-blema de los contrafcticos la ha realizado Peter Skagestad, aunque Ayer,hace ya bastantes aos y desde otra ptica. desarroll interesantes refle-xiones sobre ese mismo problema en su exposicin de Peirce (vid. Ska-gestad: 1981, cap. 3: Ayer: 1968).

    Lo importante para la discusin que quiero plantear es que Peirce, fueconsciente de que la decisin entre generalizaciones como las del ejem-po anterior (los diamantes son duros o los diamantes son suaves)no se explicada sin una interpretacin adecuada de los condicionalescon antecedente incumplido, por una razn fundamental: s se carecierade medios para entenderlos. tambin se carecera de medios para enten-der el concepto de ley y de confirmacin, as como gran parte del uso ennuestro lenguaje de trminos disposicionales, que para Peirce no eranslo los predicados terminados en -ible> o -able. sino tambin predi-cados como es duro. es rojo, etc.

    Lo cierto es que la necesidad de una explicacin no extensional de losgiros condicionales expresa en Peirce una posicin de consecuencias mu-cho ms generales: la existencia de lo que llamamos un estado de cosases real slo por referencia a nuestra comprensin de ese estado en trmi-nos operacionales, o sea. a travs de giros condicionales. A su vez, la exis-tencia real de un estado de cosas es independiente de que sc proporeto-nen de hecho, en un estado de la investigacin, pruebas confirmatorias.aunque no puede ser absolutamente independiente de alguna prueba quese pudiera proporcionar en condiciones ideales. Un condicional se entien-de entonces, desde esta perspectiva, como un principio de inferencia ma-

    junto de pruebas que se toman como confirmatorias de la verdad del enunciado esslo una aproximacin al conjunto ideal de pruebas que confirmaran a la larga laverdad del enunciado (vid. tb. 5.556), y no la evidencia disponible.

  • Indices y referencia en Peirce 159terial (lo que Peirce llam un guiding principie principio rector) queno depende de la determinacin de caso dado alguno para su aceptacin,sin que eso signifique que se acepte independientemente de toda determi-nacin de casos de aplicacin, sino slo que no hay ningn caso particu-lar de cuya determinacin dependa su aceptacin. Esto es, en esencia, loque Peirce viene a decir con el ejemplo de la dureza. Pero el tema no aca-ha aqu.

    El problema de las condiciones de verdad de los contrafcticos puedeincluso ayudar a entender cmo concibe Peirce el concepto de verdad: lanaturaleza de los condicionales podra haberle conducido a la identifica-cin de verdadero con afirmacin justificada y a hablar de condicio-nes de asertabilidad para los contrafcticos en vez de condiciones de ver-dad. Si fuera as, un contrafctico no sera verdadero ni falso en formaindependiente de una situacin de conocimiento dada: slo sera unamanera de indicar las inferencias admisibles en esa situacin concreta.Pero Peirce no identific verdadero con que se puede afirmar justifi-cadamente aqu y ahora. Vemoslo: (i) Peirce nunca mantuvo que ver-dadero pero que no se puede asertar justificadamente tenga sentido.Que verdadero y que se puede afirmar justificadamente son dos co-sas no equivalentes en sentido formal se puede mostrar con el ejemplo deAyer (vid. Ayer: 1968): Supngase que se pide a alguien que tome dos pa-pelitos y que escriba en uno de ellos una lista de proposiciones verdade-ras y en el otro una lista de proposiciones que cree firmemente, pero deforma que las listas sean mutuamente excluyentes, que ninguna proposi-cin verdadera figure en la lista de aquellas que cree firmemente, y queninguna de las que cree est en la lista de proposiciones verdaderas. Estoes algo que esa persona no podda llevar a cabo racionalmente, aunque loque se le pide no es ningn caso auto-contradictorio. Se podra llevar acabo la tarea por casualidad si resultara que las proposiciones que secreen firmetnente resultan ser de hecho falsas, y en la lista de proposicio-nes no credas se eligen slo proposiciones verdaderas. La cuestin de suna proposicin es verdadera es lgicamente independiente de la cues-tin de si uno la cree verdadera pero el hecho de que no podamos llevara cabo tina accin racional al querer hacer la lista, muestra que asertarcreo que p y p es falsa o no creo p y p es verdadera es una contradic-cin pragmtica. Asi es como se pueden entender los textos de Peirce don-de parece mantener lo que luego sc vino a llamar teora de la redundan-cia de verdadero>. En The Fixation of Helief~> dice: ... el nico objetode la investigacin es el de establecer una opinin. Podramos especular ydecir que eso no nos es suficiente y que lo que buscamos no es meramen-te una opinin sino una opinin verdadera. Pero somtase a prueba esaidea y se probar que no tiene fundament. porque tan pronto como al-canzamos una creencia estable nos hallamos totalmente satisfechos inde-pendientemente de que esa creencia sea verdadera o falsa. Est claro quenuestro objeto no puede ser algo que est ms all de la esfera de nuestro

  • 160 del (astillo, R.acontecimiento, porque algo que no afecta a la mente no puede ser unmotivo para la accin mental. Lo mximo que se puede mantener es quebuscamos una creencia que pensaremos que es verdadera. Pero que es ver-dadera lo pensamos de cada una de nuestras creencias, y, en efecto. afi-marlo es una mera tautologa (5.375>.

    Segn esto, es verdad no aade contenido informativo o semnticoa nuestras creencias, o, dicho de forma ms general. no es una propiedadde un lenguaje. un conjunto de creencias o una teora. Si acaso, y segnlo que se deduce de la teora de la asercin de Peirce. seda una propiedaddel uso de ese lenguaje. En ltima instancia, puede entenderse que lo quePeirce est mostrando es que no es lo mismo una definicin que un criteriode verdad (vid. tb. 1.574. donde explica el carcter nominal de la defini-cin de verdad como correspondencia).

    (u) Aun cuando Peirce mantiene que la comprensin de la no-equiva-lencia entre verdadero y que se puede afirmar justificadamente nosirve para explicar que una oracin verdadera es aquella que se corres-ponde con la realidad (vid. 5.384. 5.533, 5.554. 8.126>, su dilucidacin delconcepto de verdad intenta dar cuenta de la posibilidad de convergenciadel conocimiento cientfico. Para Peirce, una presuposicin del mtodocientfico, y por ende un presupuesto de la razn, es precisamente laasuncin de un mundo independiente de las representaciones que de ltenemos en un momento, aunque no de toda representacin posible. Suteora de la verdad es por eso una teora de la verdad como lmite: ver-dad es la correspondencia de un enunciado abstracto con el lmile idealhacia el que una investigacin ilimitada conducida a las creencias centi-ficas (5.556). Obsrvese que en esta definicin incluye la idea de corres-pondencia, pero obsrvese tambin que el texto anterior es ms bien unaexplicacin del modo como damos contenido a esa idea. tina oracin esverdadera si pasa satisfactoriamente las pruebas que se tomen como con-firmatorias de la correspondencia del enunciado con la realidad, y esaspruebas o constreimientos operacionales son en s mismas algo a lo quenos vamos aproximando en la investigacin y no algo estiptlado. Losconstreimientos operacionales no son por tanto estipulaciones del signi-ficado de los trminos. No tienen la lerma: p es verdadero si sc observaeste o aquel resultado. Y no lo son. acletus. por algo que Peirce parecitener en consideracin (vid. Almecler: 1980): porque no podemos correla-cionar nuestras teoras con la experiencia oracin por oracion. sin~> pro-babil isticamente. Estos contreimientos ideales son los que impondra clconjunto ce investigadores si observasen y experimentasen ilimitadamen-te. Esto tiene relacin con 1

  • Indices y referencia en Peirce 161el objeto de la opinin final depende del contenido de aquella opinin(on what that opinion is). no por eso el contenido de aquella opinin de-pende de lo que t o yo o cualquier hombre pensemos. (5.048: vid th.SW. III, p. 28 y ss.). Como se ve. Peirce no identifica verdad con justifica-clon: se supone que la verdad es una propiedad constante de un enuncia-do, mientras que la justificacin puede perderla. Por ejemplo, con todaprobabilidad el enunciado las ballenas son peces era afrmable justifi-cadamente hace siglos pero hoy no lo es. Sera contraintuitivo decir quelas ballenas son peces era verdadero entonces, pues eso significara quelas ballenas no eran lo mismo que ahora, que algo ha dejado de ser unacosa para ser otra. Lo que Peirce hace es. ms bien, identificar verdadcon justificacin ideal. Y. por qu hace eso? Bien, creo que porque. sni siquiera la identificara con sta, o sea, si la idea de verdad sobrepasanincluso a la de justificacin ideal, el realismo que sostendra sera (paradecirlo en trminos kantianos) metafsico y no emprico4.

    4. Esto es una forma cte introducirse en la relacin que Peirce tiene con Kant. Lainterpretacin peirceana (le Kant es en cualquier caso un tpico central en la obra dePeirce y demasiado amplio como para entrar aqu en l (vid. Murphey: 1961. Skages-tac: 1981 y Hookway: 1985). En realidad, la critica de Peirce a Kant se deriva de lacomprens ion cltic Pci rce tiene del concepto kantiano ce Cosaens (vid. 5,257. 5.452.5.525. 8.13). y aqu i no voy a discutir cmo ley Peirce la tesis cte la Cosaen-si.

    Lo nico que me interesa para la discusin qte me ocupa es que cuando se diceque la verdad es independiente cte la justificacin aqu y ahora, pero no de toda justi-licacion. se est postulando un concepto cte verdad como limite y esto tiene al menosti na i nspi racion ka ntia na aunq tic no es ti n idealismo trascendental. Tambin es asicomo. despus ce Pci rce. otros realistas han i nterpretaclc> a Kant. y me refiero especi al mente a Put na m (vid1. Pu t nam: 1990. p. 41).

    La cl isti ucn a la cue aluda entre un real ismo como el ce Peirce y un realismometafstico consiste en que, segn el primero, si tanto un enunciado como su nega-cin puci eran afirmarse justificada mente. entonces no podemos (lar sentido a la icteacte que ese enunciado posea un valor cfe verdad, Peirce lo expresa as: La verdad esla prc>p edad que se liga a una proposicion abstracta que una persona podra afirmar.Esta propiedad dcpencie esencialmente de que no se tome esa proposcion como total-mcii te verdadera. Espera mos que a 1tra es una exp icaciOii (le los hechos, entonces no hay verdad conrespecto a esa cuestin>, (5.565>,

    Si el concepto de verdad fuera totalmente independiente del de justificacion. scon la idea dIC verdad quisiramos decir algo que sobrepasara incluso a la justifica-cin ideal, el realismo que mantendra Peirce sera metafsico y no pragmatista:

  • 162 del Castillo, R.

    Analizar la consistencia de este realismo pragmatista ha requeridoy sigue requiriendo gran parte de la atencin de los estudios que se dedi-can a Peirce. Su obra ofrece muchas formas de adentrarse en ese realis-mo. Su teora de la percepcin y su lgica abductiva son de las ms inte-resantes. Hay, sin embargo, una posibilidad ms modesta para introdu-crse en el realismo de Peirce: su teora de los ndices y del objeto dinmi-co. Y cmo puede conectarse la teora de los signos indicadores unaparte de su semitica con su realismo pragmatista? (John E. Smithdice: ... hay al menos dos maneras en las que Peirce expresa el correlatoreal o la independencia de la cosa real respecto del pensamiento. Una essu concepto del ndice o signo indicador, la otra es la doctrina del objetodinmico (Smith: 1983)).

    Sugerir aqu que la explicacin que Peirce ofrece de la relacin entresentido y referencia y ms concretamente de la conexin entre el compo-nente indicador de un lenguaje y la hiptesis realista, es similar, no digoigual. a la que produjo Putnam cuando conect la teora de la referenciadirecta con su realismo. Esta comparacin es posible de hecho ya laha considerado aunque muy brevemente Peter Skagestad (1981: 128-131)porque, adems, se ha propuesto otra, ms general, entre el realismo dePeirce y el de Putnam a propsito de sus conceptos de verdad

    Nc> podemos explica Pci rce en 1.554 aclarar el concepto ce verdad con la ideade correspondencia con la realidad. Que algo es real significa que posee una propie-dadt con independencia de que haya una representacin de ello corno poseyendo esapropiedad: muy bien, pero dime qu significa decir que un objeto posee una propie-dad.., el nico signi ficado que podemos ciar a la frase ce qce u ra cosa posee ti napropiedad> es el ce q ce algo es verdadero cte ella>. Otros textos muestran el mis mo agumento: Si habra o no realidad, es un problema del metafisico. no ce1 logico. l ncluso si el metafsico decide qcie donde no hay verdad no hay realidad, aun as, la cus-tincin entre e carcter de la verdad y el cte la realidiad es preciso y definido. (5.565)(1.574). Segn los principios pragmatistas. la realidad no es naca excepto la verdad celos en u ciadlos en los qcme se afirma eso real, (NF.: IV 161162).

    5. Christopher l-ookway ha dicho: Podemos aceptar que en la obra de Peircenos encontramos con uma ilustracin ce la tesis cje Pu tu ani dIc que si ahatdo na nl 05alguna forma de idicalismo trascendental nos veremos forzados si no querernos ver-nos conclucices al escepticismo a adoptar un a versin ce idealismo objetivo cj uegara otice la concordancia de n diestras facu 1 tacles cognit i vas com la real dad (FI,c>kway: 1983. p. 287), Sin embargo, ha siclo Peter Skagestacl quien ha sugerido ms acertaclanemte los pu ntos ce contacto entre el rea lismo imiterilo, ce Pu tnani y el rea lismo pragmatista de Peirce (vid. Skagestad: 1981. p. 5).

    Yo creo que en Reason. Truth and Hisrorv. el ec~ncepto ce verd mcl cte Pu tuani enea japrcticamente con cl que he explicado en esta seccion: verdad como justificacin,deal, Adems. Putnam Mude explcitamente en el segundo capitulo al concepto peir-ceano del conjunto ideal de predicciones condicionales (o cc,nstreimienlos operacid)-nales) para criticar la concepcion positivista ce la ce nci a. La cli st inci m de Putn ani

  • Indices y referencia en Peirce 163Limitar aqu la comparacin con Putnam al tema del componente

    indicador del significado de un signo. Putnam ha dicho: La referenciade nuestras palabras se determina (en algunos casos) tanto por el entornono-humano como por otros hablantes... la referencia de trminos comoagua. leopardo>, oro y otros, est lijada parcialmente por los pro-pios organismos y sustancias. Como el pragmatista Ch. 5. Peirce mantuvohace mucho, el significado de esos trminos est abierto a la ilimitadainvestigacin cientfica del futuro (Putnam: 1990, Pp. 109-110). Obsrve-se aqu la conexin entre la participacin del entorno mismo ligada se-gn Putnam con el componente indicador de los trminos y la tesis dePeirce sobre el carcter abierto de la especificacin del significado. Puesbien, es sta la conexin que me interesa y a la que aludir aqu.

    entre realisnio metafsico y un realismo emprico (o. como l lo llama. realismo in-terno) a travs del concepto de justificacin ideal, constituye como en Peirceuna reinterpretacin de Kant. Esto se observa especialmente en Referemice andTruth (Putnam: 1983. p. 85. y Putnam: 1990. p. 41). En The Manv kbces of Realism.Putnam utiliza el anlisis de la probabilidad de Peirce en Ihe Doctrine of Changesconlo tn ejemplo que ilustra un problema importante para la teoria general de la ra-cionalidad. aunque acaba criticando el concepto peirceano de justificacin a la larga.(Putnan: 1987. espc. The Importance of Peirces Puzzle). Todo esto, sumado quizsal hecho de qtte Putnam ha ido conpaginando progresivamente sus trabajos episte-niolgicos con otros sobre tica. normatividad. etc se puede tomar como evidencia deun desarrollo interesante de los pragmatistas y especialmente del Peirce tardio. (Su in-ters. adems, no se circunscribe a Peirce, y Dewey es objeto de anlisis en Episte-mology as Hypothesis).

    Sin embargo, Putnam ha calificado de malentendido la comparacin entre suconcepto de condiciones epistmicas ideales y el peirceano: Mucha gente ha pemsa-co que mi idealizacin era la misma que la de Peirce... una situacin (ciencia acaba-da) en la que la cotnun iclad esta ra em posicin para just ficar todo e nunciacto verdaclero (y descartar todo enunciado falso) (Putnan: 1990). No puedo entrar aqu en es-te punto. pcrque implica tina disetsin nis general sobre Putnam.

    Lo nico que quiero poner aqu de nanifiesto es que la relacin entre Peirce yPutnam merecera ser estudiada ms a fondo s es que se quiere emtender adecuada-mente la recuperacin del pragmatismo clsico. Recurdese que Rorty en Consequen-ces of Pragmatisin deca: si el pragmatista quiere ser sabio, no) ha ce sucumbir a latentacin ole rellenar el espacio vacio ce: 5 es verdadera si y slo si 5 es asertable

    co)n en el Ii n ce la investigacin d) segn los esquemas de nuestra cultu-ra>. c con cualquier otra cosa,.. Muchos pragnatistas (incluyndome a m mismo) nohemos siclc, lo suficientemente sabios cono para no sucumbir a esta trampa. La defi-nicin de verdad de Peirce como aquello hacia lo que converge la investigacin meha pa reciclo siempre una buena forma en la que uiJ pragmatista puede atrapar la in-tuicin realista ce que la Verdad es Una, Pero el pragmatista no debera intentar ha-cer eso, He de agradecer a las discusiones con Putnam que me haya persuadido pararechazar las seducciones de la definicin de Peirce. aunque claro est las razonesque tiene Putnan para hacerlo no son las mas (Rorty: 1982).

  • 164 del Castillo, R.

    Mi propsito, pues, es introducir cierta parte del realismo de Peirceacudiendo a sus explicaciones sobre el fenmeno semitico de la indici-dad. No mantengo que Peirce desarrollara una teora de la referencia di-recta como la de Kdpke o Putnam. Slo mantendr que Peiree busc ensu teora de los ndices lo que al realismo de Putnam le proporcion, almenos hace unos aos, su explicacin del componente indicador de lostrminos generales.

    II. SIGNIFICADO Y REFERENCIA

    Para Frege. la relacin entre los signos y la realidad era indirecta, me-diada por significados. entidades conceptuales intersubjetivas que consis-tan en el modo de presentacin de la referencia. Sabemos que Peirce,adems de desarrollar una lgica cuantificacional independientementede esto es Frege. dise tambin algunas distinciones en su semitica (es-pecialmente la de objeto inmediato y objeto dinmico de un signo) que sepueden poner en relacin con las de Sentido y Referencia de Erege. Sinembargo, hay razones para pensar que la distincin de Peirce, aun co-rrespondiendo en lo esencial a la de Frege. ftnciona de otro modo. Aquno trato de comparar los modelos de uno y otro, sino tan slo apelar auna comparacin que pueda resultar til.

    La semitica de Peirce se caracteriza por un modelo tridico constitui-do por la accin de elementois mediadores entre expresiones y objetos.Peirce intenta recoger parte de la tradicin que va de Ockham a Locke:las ideas, para parte de esta tradicion. son signos que significan cd)nceptos.su contenido: a su vez, los coticeptos esrn por cosas. Dice [circe: el ob-jeto de ttn signo es una cosa: su significado otra. Su objeto es la cosa uocasin a la que se aplica atmnqtme no est definida. Su signilmeacion es laidea que liga a ese objeto. sea en la forma de una suposicin. o como unaorden. o como una asercin (5.6). o es importante distinguir las dosfunciones de una palabra. Primero: denotar algo estar por algo. Segun-do: significar algo, o corno dice Mill connotar algo> (MS 345). Tambin, sedeca, los conceptos retienen las marcas felevantes epistmicamente parareconocer al objeto. Para Locke recurdesenos daban esencias noni-nales. Pues bien, Peirce tambin habla en muchas ocasiones de las repre-sentaciones como contenidos que retienen los rasgos necesaro.s para laidentificacin del objeto. lo que en su primera poca llatna base(ground) dc una representacin: los signos estn por un objeto no cmicuanto a la totalidad de sus aspectos sino por referencia a una especie ceidea que a veces he denoninado base (ground) del representanen(2.228).

    El concepto cte significado en su modelo sem iotico se d il ucicla a travsde la idea de traduccin: El significado de cualquier proflrencia. inscrip-emn u otro signo es st tracticcin a ti n signo ms conveniente pan lo>s

  • Indices y referencia en circe 165

    propsitos del pensamiento. pues todo pensamiento tiene lugar en formade signos (MS 94): El significado de un signo es el signo al que debetraducirse> (4.132): el significado es la traduccin de un signo a otro sIs-tema de signos (4.127). 0 sea, el significado de un signo se especifica atravs de otro signo o conjunto de signos que se dan conjuntamente conaqul o que podran darse en su lugar.

    Esto permite entender el modelo ms abstracto que Peirce formula:Un signo es algo A que lleva a algo B ..su signo interpretante determina-do o creado por l, a tener la misma clase de relacin con algo C. su obje-to, que l nismo tiene con C.> (NE:IV. 20-21). El carcter mediador deunos signos respecto a otros hace que Peirce los llame interpretantes (in-terpretants): un signo es slo un signo in actu en virtud de que recibe uninterpretante, o sea en virtud de que determina a otro signo del mismoobjeto (5.509). El concepto de interpretante es casi la piedra de toque detoda la semitica de Peirce. De hecho. ste clasifica distintos tipos de in-tercambiabilidad, esto es. de interpretantes. Esto es muy importante (vid..Jakb: 199

  • 166 del (?astillo, R.Peirce venia a decir algo similar: Un significado no es susceptible de

    de/7nirse No podemos~, de una vez, dar un conjunto definido de condicio-nes de aplicacin de una interpretacin. Dar el significado no es simple-mente dar otra figura: cada figura es un objeto intencional, pero el signi-ficado es lo que tienen en comn varios objetos intencionales. Un signopuede funcionar como signo en la medida en que es susceptible de inter-pretarse y la interpretacin siempre tiene lugar en la forma de otros sig-nos. El significado, por decirlo as, circula por la cadena aunque ningnmiembro lo posee en acto. El significado es ms bien la regla de consis-tencia de la cadena. Se entiende que si los signos se tienen como objetounos respecto a otros. Peirce est hablando hasta este momento de objetoo conjuntos de objetos como algo interno a las redes de representacin, alos sistemas de signos o teora, y eoncluya de forma general: El objetode la representacin slo puede ser una representacin cuyo interpretantees la primera representacin (1.339). Esto aclara el concepto de interpre-tante: signos que pueden llegar a ser mediadores entre otros signos y suobjeto. Los signos son tomados unos respecto a otros como objetos, y poreso unos son interpretantes de otros. porque cumplen el papel de un in-trprete que dice que un extranjero dice lo mismo que l dice (1.553). Laflechita del ejemplo de Wittgenstein interpreta al signo anterior porquedice que la otra figura representa lo mismo que ella representa. Sin em-bargo, el nico modo que tenemos de representar lo que el segundo signorepresenta es dar sucesivas traducciones, o sea, otros signos.

    Sin embargo. para Peirce. afirmar que una traduccin no capta deltodo el significado y referencia de unos signos no implica que no poda-mos encontrar un esquema de traduccin mejor. Ciertamente, decir quehabda algo as como una sinonimia real al margen cte los procedimien-tos factibles ce interpretacin, sera un contrasentido: La idea ce signifi-cado es tal que envuelve alguna referencia a un propsito... parece natu-ral usar la palabra significado para denotar el interpretante intencionaldc un snbolo> (5.175): la laxitud de interpretacin que constituye la in-determinacin de un signo debe entenderse como una laxitud que podraafectar al logro de un propsito, pues dos, .signos cuyos significados seanequivalentes para todos los propsitos son absolutamente equivalentes.(5.448 n.). Esta idea de equivalencia respecto a los contextos de intencio-nes se relaciona directamente con lo que Peirce mantuvo sobre la vague-dad e indeterminacin en e uso de los signos (vid, P.C. 5..i()5, 5.447-449.tb. Brock: 1979 y Nadin: 1983). Dc esos anlisis de Peirce sobre vaguedadparece seguirse que la idea cte una mismidad del sentido y la referenciade varios trminos independiente de los procedimientos de interpretacinno tendra para l sentido. Pero, no obstante, tampoco hay que olvidarque [circe introduce la idea de convergencia entre traducciones o inter-pretaciones: reconocer que tn signo no traduce con exactitud el sentido yla referencia de otro signo es slo reconocer que es posible encontrar unatraduccin mejor, no que ninguna traduccin pueda captar el sentido y la

  • Indices y referencia en Peirce 167

    referencia reales: el objeto de la representacin slo puede ser una re-presentacin cuyo interpretante es la primera representacin. Pero unasede ilimitada de representaciones. cada una de ellas representando a laanterior, podra concebirse como poseyendo un objeto absoluto como li-mite. El significado de una representacin no es sino una representacin.De hecho no es otra cosa que esa misma representacin concebida comodesprovista de su ropaje irrelevante. Pero este ropaje nunca puede ser to-talmente eliminado sino slo sustituirse por algo ms difano. As que seproduce un regreso infinito... el interpretante es otra representacin a laque se entrega la antorcha de la verdad y, como representacin que es,tiene a su vez su interpretante. He ah otra regresin infinita (1.339).

    Como en su teora de la verdad, Peirce introduce aqu la idea de uncontexto ideal para la aplicacin de una interpretacin. Decir que unatraduccin de un signo no es perfecta es, segn l, pedir un desarrollomayor de ese signo en otros. Adems no podramos siquiera decir en quse diferencia una interpretacin de la otra si no se pudiese traducir (vidtb. .Jakb: 1990). Pero cuando dice que una serie de interpretaciones o teo-ras pueden tener un objeto como lmite, da precisamente el paso queQuine no da cuando afirma: No tiene sentido decir cules son los obje-tos de una teora hablando en sentido absoluto, sino cmo una teora so-bre unos objetos es reintcrpretable en otra... no tiene sentido decir culesson los objetos de una teora como algo distinto de decir cmo interpretaro reinterpretar esa teora en otra. Supongamos que trabajamos dentro deuna teora y estamos tratando con sus objetos. Dentro de esta teora basvca podemos mostrar cmo alguna teora subordinada, cuyo universo esun fragmento del universo bsico, puede reducirse, mediante una reinter-pretacin. a otra teora subordinada cuyo universo sea algn fragmentoms pequeo. Hablar de teoras subordinadas y de sus ontologas es sig-nificativo, pero slo en lo relativo a una teora bsica con su propia onto-logia primitivamente adoptada y en ltima instancia inescrutable (Qu-ne: 1969. pp. 50-51). No puedo detenerme en este punto, pero desde luegola comparacin entre la tesis de la indeterminacin de Peirce y la de Qui-nc merece ms anlisis0.

    6. Son las ideas de Peirce sobre la presencia de elementos no controlados en lapercepcin y su opinin sobre el modo holista de conferir evidencia a una teora loque podra poner en relacin su tesis de la indeterminacin de la referencia con la deQuine. Para la diferencia entre ambas tesis vase Almeder: 1980, 33-44 y Hintikka:1976. Hay que recordar tambin que Kuhn ha analizado la conexin entre traduc-cin e interpretacin en Comensurability, Comparability, Communicability yque. segn l, algunas familias de trminos de los lenguajes que queremos traducir nopueden de hecho traducirse, sino interpretarse. E interpretar para Kuhn, a diferen-cia de traducir, consiste en una situacin en la que no conocemos dos lenguas y lascorrelacionamos, sino precisamente una situacin en la que el intrprete slo dispone

  • 168 del (astillo. R.Todo lo anterior muestra en cualquier caso que Peirce introdujo un

    concepto de convergencia de interpretaciones en condiciones ideales, eilustra de forma ms general su concepcin del significado corno raduct-bilidad, clave de toda su semitica.

    La exposicin que be hecho resalta intencionadamente un punto:algo as como que la nocin de significado es relativa a las intenciones ycontextos y que en algunos casos el significado ha de entenderse como elmodo de presentacin de un objeto. Sin embargo. esta tesis se ha de pre-cisar. Peirce dice tambin que el objeto es independiente del signo: y sinembargo deberamos decir que el objeto no puede ser otra cosa que loque el signo representa que es. Por lo tanto, para reconciliar estas dos ver-dades, aparentemente contradictorias, hay que distinguir el objeto inme-diato y el objeto dinmico. (LW. p. 198). Distingue entonces Peirce entreobjeto inmediato y objeto mediato o dinmico de un signo: Esusual distinguir dos objetos de un signo. el mediato, fuera del signo, clin-mediato en l... El objeto mediato es el objeto fuera del signo. Lo llamodinmico. El signo debe indicarlo por alusin y esta alusin es, al menosen su sustancia, el objeto inmediato (LW, 83).

    El inmediato, dice en 4.536. es el objeto tal como el signo lo repre-senta y cuyo ser es dependiente de la representacin que de l se da en elsigno. En 8.183. el Objeto en tanto conocido en el signo y por lo tantouna idea, esto es, algo interno a la representacin. De lbrma general, yatenindose a bastantes textos, el objeto inmediato habra de ponerse enrelacin con aquellos aspectos del objeto que se retienen en su represen-tacin.

    Lo importante es que para Peirce esos significados (los objetos inme-diatos) son slo el modo de alusin a la referencia (objeto dinmico):ellos solos no determinan a aquello a lo que se aplican: el signo slopuede representar el objeto y hablar de l, pero no puede proporcionarconocimiento (acquaintance) o reconocimiento de l (2.231): el conoci-miento (acquaintance) no puede ser dado por una representacin o des-cripcin. (8.183).

    En una carta a James de 1909 explica qu naturaleza tiene el objetodinmico: Debemos distinguir entre el objeto inmediato esto es, el ob-jeto tal como es representado en el signo y el objeto. no digamos el real(porque puede ser ficticio...) sino dinmico, aqul que segn la naturalezade las cosas el signo> no puede expresar sino slo indicar y dejar que el in-trprete d con l por obsenacin colateral Por ejemplo, aptinto mi dedo a

    cte un lenguaje. En esos casos,

  • Indices jv referencia en Peirce 169lo que me refiero, pero no puedo hacer que mi interlocutor sepa quequiero decir si no lo ve, o si vindolo no est en su mente segregado delos objetos circundantes del campo de visin (8.314).

    El ejemplo ilustra algo del carcter de este objeto. aunque tambinpuede distraer la atencin sobre el punto esencial del argumento. El dedoapuntando no determina mejor la referencia que una descripcin, inclusosi acompaa a la proferencia de palabras indicadoras como esto yeso, porque. como reconoce el propio Peirce estas palabras son usadaspara que el interlocutor lleve a cabo un acto de observacin, pero noproporcionan ayuda al hacer la observacin (4.157). Sustituir una repre-sentacin del objeto, una descripcin del objeto, por un acto de ese tipono soluciona las cosas; un acto de ostensin requiere tanta competencialinguistica como una descripcin, o quiz ms: primero se ha de saberqu es sealar, segundo se requiere competencia sobre qu tipos de cosasse sealan7. Esto es a lo que Peirce se refiere cuando dice que el oyenteha de saber cmo estoy separando del continuo espacial circundante loque estoy indicando. La referencia u objeto dinmico parece sugenrPeirce se podra determinar ms,~q travs del uso reiterado de observa-cin colateral: por ejemplo, puedo observar otros contextos de uso deaplicacin de expresiones e intentar por induccidn excluir elcnentos co-presentes del campo original en el que se inc quiso sealar por primeravez el objeto de referencia. Observacin colateral ha de incluir obser-vacin del modo como el signo encaja en otros contextos con ciertos tro-zos del mundo. El objeto dinmico se impone a la mente en la percep-cin. pero va ms all de lo que la percepcin revela (LW, 196).

    Cuando Peirce asocia la referencia con la indicacin, no puede man-tener la falsa idea de que la indicacin sola pueda determinar vnculosdirectos entre sistemas de signos y trozos del mundo al margen de los es-quemas conceptuales. creencias o redes de intenciones, etc. que permitenidentificar y clasificar trozos del mundo. Sin esos esquemas la indicacines. por decirlo as, ciega. Y si es as, no tiene sentido preguntar cules oqu son los o>bjetos dIc un sistema de signos hablando absolutamente,sino preguntar cmo ese sistema es interpretable o reinterpretable enotro. O sea, no tiene sentido preguntar cul es la referencia, como no seapara reinterpretar un sistema en otro. Lo cierto es que la inescrutabilidaddel referente es tina expresin dc la tesis de [circede que todo signo tie-ne un objeto singular, aunque ese objeto singular puede ser un conjuntosingular o un continuo de objetos (5.447): si los objetos nadan en conti-

    7. Si apunta mos a un circulo rojo de papel podenios estar refirindonos a un ma-terial, a una forma o a din color. FI gesto cte sealar a su vez ha de ser comprendidode cierta forna porque puede significar que se nombra algo. pero tambin que seirece o se prc>h ibe algo.

  • 170 del Castillo, R.

    nuos, el recorte de un continuo es algo que la ostensin sola no propor-ciona. Por eso no tiene sentido decir de qu estamos hablando o cul esnuestra ontologa, como no sea para reinterpretar un modo de hablar deobjetos en otro. No admitir esto parecera contradecir los puntos mismosde partida de la semitica de Peirce. Peiree encuentra en su modelo se-mitico un punto de apoyo precisamente para esto: el signo debe tenerun objeto. pero algo es slo objeto de un signo si tiene tambin la natura-leza de un signo. Este era, en esencia, su modelo. De este modo, qu seanlos objetos depender radicalmente de los esquemas que nuestro sistemade signos posea para discriminar objetos.

    Pero ahora nos est diciendo que los esquemas por s solos no deter-minan aquello a lo que estn destinados a aplicarse. Si se quiere salir deeste crculo, ha de ampliarse el tipo de conocimiento que requiere saberusar el signo, y por eso Peirce precisa lo que entiende por aquella obser-vacin que nos pone en contacto con el referente: la observacin colate-ral no tiene que ver con la familiaridad con un sistema de signos. Lo quese aprende as no es colateral, sino slo los prerrequisitos para compren-der la idea que significa el signo. Por observacin colateral me refiero alprevio conocimiento (acquaintance) de lo que el signo denota (8.179):el objeto del signo es aquello con lo que se presupone un conocimiento(acquaintance) para poder transmitir alguna informacin sobre l (2.232).

    Es cierto que si la distincin de objetos. su determinacin, slo fueraposible por medios linglsticos nos moveramos en un crculo, porque lacaptacin de las situaciones a las que se refieren los trminos presuponeen cierto modo esas determinaciones. (Un crculo como ste se puede pre-sentar en un lenguaje si (i) por un lado, suponemos que la referencia delos trminos se aprende observando cmo cambian las condiciones deverdad de las oraciones en las que pueden aparecer: oraciones que hace-mos corresponder con estados de cosas holisticamente, es decir, todas enbloque y no componente a componente. Y (u) por otro lado, que las con-diciones de verdad de las oraciones son un resultado de la composicinde la referencia de sus partes, en cuyo caso presupondramos justamentela determinacin independiente de la referencia de cada parte).

    Sin embargo. Peirce parece referirse a algo mucho ms general: cuan-do se dice que los sistemas de signos. los lenguajes, determinan a travsde conceptos la experiencia, no se est diciendo que el lenguaje determi-ne lo que experimentamos. Un lenguaje nos proporciona conceptos queson medios para describir objetos de experiencia. Por ejemplo, un predi-cado, sea P, permite distinguir cosas que son P de las que no lo son. Peroel que un objeto determinado sea P o no. no est prejuzgado por la len-gua: debe decidirlo la experiencia. Por esto, algunas veces utiliza una me-tfora que ilustra este punto: un lenguaje se compara con una red de rela-ciones que, como un mapa. sirve para hacer posible la determinacin deun punto: Se pretende que los diagramas... proporcionen una mejorcomprensin de los estados de cosas, se los experimente, lea o imagine.

  • Indices y referencia en Peirce 171Sin embargo, una figura as no puede mostrar a qu es a lo que est desti-nada a aplicarse. propsito que no puede cumplir ningn otro diagrama.El dnde y el cundo de la experiencia concreta. o la ocasin o cualquierotra circunstancia identificadora del posible objeto al que se ha de apli-car el diagrama. son cosas que no pueden ser exhibidas diagramtica-mente. Describe, describe y describe, pero nunca podrs describir undato, una posicin... Podra objetarse que un mapa es un diagrama quemuestra posiciones: e indudablemente lo es, pero no hasta que se com-prenda la ley de proyeccin, y ni siquiera entonces si no se identificanpreviamente al menos dos puntos del mapa con puntos de la naturaleza.Pero. cmo puede llevar a cabo un diagrama esa identificacin? Si undiagrama no puede hacerlo. el lgebra tampoco, pues sta no es sino unaespecie de diagrama: y si el lgebra no puede, entonces el lenguage tam-poco: pues el lenguaje no es sino un tipo de lgebra. En un sentido deltrmino, seria desde luego extravagante afirmar que no es posible infor-mar acerca de qu estamos hablando, pero. en otro sentido, es del todocierto (3.419).

    Esto, dicho en dos palabras. significa que para Peirce. en algn senti-do, representar presupone la capacidad de referirse a algo. Volviendo alejemplo anterior: el lenguaje deja tambin indeterminado qu objetopuede ser P o no ser P. es decir, de qu objeto se est hablando. Se podraconectar este punto de vista con el resto de su trabajo sobre indetermina-cin y vaguedad (vid. Brock: 1979 y Nadin: 1983). pero se puede entendera partir de lo anterior por qu Peirce lleg a pensar que los procesos mdi-ciales tenan un papel importante en la identificacin de la referencia5.

    8. A riesgo de adelantar la discusin insistir en la relacin de esta posicin conlas astnciones realistas ce Peirce. Obsrvese que no todos los pragmatismos coincidi-rn en lo que Peirce quera decir. Wirtgenstein deca que slo con el predicado P> seapre noIian a clisti ngu ir cosas c ue som P y cosas dlue son no P. (Wittg. 1988. pf. 381).Ciertamente, es con e uso ce P como expresamos una diferencia objetiva. Cuandoaprende mos el uso del predicado podemos asociarlo con algu ma experiencia cual itativa semejante en varios casos, pero como no todo lo que nos parece P. lo es. y a la in-versa, esa setnejamisa no proporciona un criterio necesario ni suficiente de aplicacin.Para Wittgenstein es entonces el uso intersubetivo ce P lo que proporciona la dis-tincin P/no-P. Sin embargo. desde el punto de vista que he expuesto antes el hechoce que el criterio de aplicacin sea pblico no suprime la diferencia entre la regla deuso y el criterio dc aplicacin. La regla de uso proporciona el criterio de aplicacin.perol el hecho ce que se satisfagan las condiciones que expresa e criterio no es unadccisin co)nvetlcio)na 1. o sea. mio est com tenido en la reg a. La rega general sob re eluso ce P no tlice qu cosas son P. Se puede admitir que lo real es lo intersubjetivo.esto es absolutamente peirceano. Pero podramos decir que muchas interpretacionesno se emiten en virtud de la convencin sino que a veces compartimos convencionesP0N ue nuestra experiemc as coincicle n general mente. Adni i ti r esto es ac mit r lo sufi

  • 172 del castillo, R.

    Hl. LA TEORIA DE LOS INDICES

    Peirce usa el trmino ndice (mdcx) en su teora de signos para referir-se a una clase de signos relacionados con su objeto por algn tipo de co-nexin existencial o factual,

    En realidad, Peirce no habla en su semitica de tipos exeluyentes designos, sino de tipos de relaciones que un signo puede tener con su obje-to. La distincin entre los ndices y otros tipos de signos no es por esodiscreta, sino continua. Pero aunque Peiree dice cosas muy relevantes so-bre este tipo de problemas propios de la semitica, lo que interesa paraesta discusin es que la teora de los indices se puede entender corno unateora de la identificacin. Thomas Goudge lo entendi as (vid. Goudge:1964). cuando puso de manifiesto los aciertos y contradicciones a quePeiree se vio llevado por su modelo de indicidad. Goudge sugid que lasituacin que Peirce toma como paradigma de una teora de la identifica-cin es lo que Strawson llam en Individuos identificacin demostrativade particulares (vid. Strawson: 1959. p. 19). Esto es cierto de algunos ca-sos que expone Peirce, pero desde luego conduce a explicaciones con-traintuitivas si no se relaciona ese modelo con el resto de sus ideas sobrela relacin de un signo con su objeto inmediato y su objeto dinmico.

    En su sentido ms amplio, las formas de relacin que Peirce llamano-degeneradas entre los ndices y sus objetos son concebidas en muchostextos en trminos causales. la relacin que une al signo y al objeto esfactual o existencial: un ndice es un signo que se refiere al objeto envirtud de estar realmente afectado por ese objeto (2.248) (vid. ejemplosen 2.283-291). Los signos que determinen su objelo por la relacin exis-tencial que mantienen con l se pueden utilizar con fines comunicativos;de hecho, en su teora de la asercion se dice que no hay comuncaemonsin indices, pero aun as Peirce intenta caracterizar un tipo de signos quepudieran ser ndices aunque no se los usara en la comunicaemon: o sea,un signo. sea x. tal que, aun cuando x se est usando con fines comunica-tivos como ndice dey, un intrprete podra entender correctamente que.x

    ciente para el realismo que Peirce quiere hacer compatible con su pragnatismo. Dehecho, el propio Wittgenstein llega a admitir que hay una diferencia entre los nito-dos de medicin y la aplicacin de una medida. lase: entre las convenciones genera-les de uso de un trmino (las instrucciones para medir) y los ejemplos del trmino encasos particulares: a la comprensin por medio del lenguaje pertenece no slo unaconcordancia en las dlellniciones. sino tambin (por extrao que esto pueda sonar)una concordancia en los juicios. Esto parece abolir la lgica pero no lo hace unacosa es describir los medios de medida y otra hallar y forntlar resultados dIC mccliciones. Pero lo que llamamos medir est tambin determinado por una cierta c, (ibid. pf. 242) (La argt inc Vacio mi anteri

  • Indices y referencia en Peirce 173es ndice de y sin darse cuenta o sin plantearse la hiptesis de que x seest usando con propsitos comunicativos. Con el ejemplo de Alston, unaviador que sobrevuela una isla puede considerar que una columna dehumo es un ndice de que la isla est habitada, sin darse cuenta o sinplantearse siquiera la hiptesis de que el humo se estaba produciendoprecisamente para comunicar esa idea. Lo que aqu se quiere mostrar esque columnas de humo y vida humana suelen estar conectadas existen-cialmente, y eso basta para que el humo se tome como ndice de vida hu-mana. No es condicin necesaria que se use intencionalmente. En cam-bio, si un nafrago emite seales de humo segn algn cdigo. el aviadorno podr entender que ciertos dibujos de humo significan socorro s nosupone que los dibujos se estn produciendo intencionalmente paratransmitir una idea

    Esto arroja alguna luz sobre el tipo de relaciones que quiere caracteri-zar Peirce con la teora de los ndices. No obstante, resulta obvio quePeirce no puede aplicar la idea de conexin causal definida de esta formaa todo lo que quiere incluir bajo la categora de los ndices, y flexibilizael concepto de la conexin existencial que une a objeto e ndice hasta lle-gar a decir que el indice est por su objeto en virtud de su conexin conl. no importa que la conexin sea natural. attificial o meramente men-tal (8.368n). Una vez se reconoce ese punto, lo que acaba por caracteri-zar a los ndices para Peirce es que no se necesita conectar necesariamen-te con su uso lo que llama asociaciones por semejanza: es decir, son sig-nos que determinan su objeto sin mediacin de significados generales o,si se quiere, sin mediacin de conocimiento por descripcin. Resulta es-pecialmente interesante notar que es as como el ndice desempea su pa-pcI en un contexto de interpretacin: identifica el objeto de discurso(2.295, 8.411, 2.248, 2.299).

    En 2.330, un ndice es cualquier elemento que proporcione contactocon el objeto del signo, como el contexto de los interlocutores o cual-quier cosa que dirija la atencin en ese contexto como un dedo apuntan-do. Los ndices que se utilizan con fines comunicativos son expresionesde intenciones referenciales de un discurso, o del habla: lo que distingue,por ejemplo, un habla sobre el mundo de las hadas de un habla sobre elmundo real, u otro universo posible de discurso, no son medios descripti-vos, sino ndices. (8.365. 2.337, 2.536, 5.152). Ninguna descripcin distin-gue tipos de universo de discurso: los significados de los trminos son los

    9. Con otros indlices. como) seala Alston. como los bostezos, ocurre algo> distinto,.Si creemos que un bostezo se ha prodtcido intencionalmente para que los intrpretespiensen que se tiene sueo, justamente si se cree eso, entonces no se considera que elbostezo sea un indice real del sueo (vid. Alston. 1964). Vese Goudge: 1968 para indi-ces establecidos a travs ce conexiones causales.

  • 174 del Castillo, R.

    mismos en un cuento que en un contexto de habla ordinaria, la distin-cin entre una cosa y otra se lleva a cabo con signos como erase unavez..., pero tambin con miradas o gestos o entonaciones, seales nodescrptivas que ayudan a determinar la relacin del habla con el mun-do, ndices del tipo de mundo al que se quiere hacer referencia: el objetode discurso no puede ser descrito en trminos generales,~slo indicado(3.363); de palabras

  • Indices y referencia en Peirce 115

    indicadoras, a las que Peirce llama en 8.365n designadores (designa-ions) y que son palabras que en cada una de sus ocasiones de uso locali-zan al objeto de discurso por relacin a la instancia (token) de si mismasque en aquel momento se escribe o se pronuncia: pronombres persona-les, pronombres demostrativos, pronombres relativos, nombres propios.adverbios de tiempo y lugar, etc... mo. Yo, aqu. esto, determinanuna referencia diferente segn los cambios en las condiciones de emisindonde tengan lugar. Yo no tiene diferentes significados en correspon-dencia a esas diferentes referencias. Al contrario, los ndices no son am-biguos, tienen un nico significado y justamente por esto es por lo que lareferencia vara de un contexto de emisin a otro de expresin. El pro-nombre dice Peirce es la parte del discurso que funciona como unndice y que no es inteligible al margen de las circunstancias de enuneta-cin (5.152-153). El significado lxico de los ndices no determina la re-ferencia. sino que da una regla para determinar la referencia por relacinal contexto de enunciacin de la expresin. La comprensin de los ndi-ces es la comprensin de las reglas segn las cuales esas palabras adap-tan su referencia al contexto. No podemos saber a qu se refiere alguiencuando usa esto si no sabemos delante de qu esta profiriendo esto oqu esta sealando. Este tipo de signos parecen proporcionarle un ejem-plo en el que se puede determinar un objeto sin la mediacin de elemen-tos descriptivos. Sin embargo. el hecho de que necesitamos saber a qutipo lgico pertenece lo indicado por un ndice basta para mostrar que eluso de esas palabras va ligado al uso de trminos generales. Un ndice di-rige la atencin sobre algo, se usa dice Peirce para que el interlocu-tor lleve a cabo un acto de observacin (4.157): por eso, el interlocutor

    It). La distincin de Peirce entre el signo como un tipo (type) y cada una de susinstancias (token), es una de las clasificaciones de signos de su semitica qtme ms seha utilizado en la literatura posterior (Reichembach. Har-Hillel, Geodman. etc...).Vase para la distincin de Peirce 2.244-246, 4.537. 8.334. 8.347, 8.363-364.

    Por otro lado, hay que advertir que Peirce distingue en 8.365n los ndices que lla-ma designaiians ce otros tipos die ndices que. como dice. sirven para afirmar he-chos: veletas, signos de latitud y altitud, relojes dic sol o patronesmedida (la yarda, elmetro). A stos los llama reagenro y seria interesante discutir brevemente las condicio-nes de su uso a travs de algn ejetnplo. La descripcin que Peirce da en 2.286 y 2.305del carcter de la yarda-patrn conduce a una posicin no muy distinta de la queWittgenstein mantiene con el metro-patrn de Paris. Estos ndices designan objetos

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    ha de saber hacia qu se est dirigiendo su atencin: Un designador nopuede denotar algo si la mente del intrprete no tiene ya conocimiento(acquaintance) de la cosa que denota (8.368).

    El hecho de que la sola ostensin o las palabras indicadoras no pue-dan identificar el objeto de referencia sin presuponer algn marco de in-tenciones o creencias que ineluya conocimiento descriptivo, parece con-tradecir la posibilidad de usarlos como medios de identificar la referenciaindependientemente del contexto. De hecho, en 2.305 llega a decir que losndices slo se refieren a su objeto indirectamente, a travs de descripcio-nes o imgenes que se han creado antes de ese objeto. y en 5.75 vuelve aplantear si los ndices guardan un componente descriptivo envuelto en suuso.

    Sin embargo, Peirce advirti que sin el uso de ndices los mtodosdescriptivos de identificacin seran vagos, Un mtodo descriptivo deidentificacin no puede determinar el objeto del discurso, por una buenarazn que Peirce obtiene a partir de su teora de los individuales: cual-quier conjuncin finita de descripciones o atributos verdaderos de un ob-jeto puede ser una condicin necesaria. pero nunca suficiente, para indi-viduar o identificar el objeto. Siempre podremos determinar ms el obje-to. El individuo existe como un lmite (vid. 3.93).

    Cuando Peirce mantiene que las descripciones no bastan para identi-ficar a un objeto, que ninguna descripcin general puede identificar a unobjeto (5A47n). hace que su teora de los indices vaya ms all y se en-frente al problema de la referencia como una relacin factual entre lasexpresiones y lo que hay. Y cuando habla de forma ms general del ndi-ce y lo asocia con las caractersticas de lo real, busca en esa teora ele-mentos que se puedan incorporar a su realismo y a su doctrina del objetodinmico. Esto explica por qu en la teora de los ndices se mezclanconsideraciones pragmticas y semnticas. El modo de distinguir descrip-ciones de algo real y descripciones de algo no real no es l mismo des-criptivo. La forma como identificamos a un personaje histrico o a unpersonaje actual no difiere dc la forma como se identificara a un perso-naje que nunca existi: damos descripciones, informes, modelos, etc....pero las descripciones no aseguran la referencia a algo real. Puede quelas descripciones que nos han permitido hablar de algo resulten falsas, encuyo caso nos veramos conducidos a tener que admitir que no hemoshecho referencia a nada. Este problema se halla latente en la teoria de losindices, y lo aclara ms su teora de las categoras, que no puedo abordaraqu.

    El caso de los nombres propios ilustra muy bien este problema: lacondicin que a veces pone Peirce para hacer referencias con xito a in-dividuos es que

  • Indices y referencia en Peirce 177

    u otros seres inteligentes opinen que es o no es el caso (4.354: subry.mo). Obsrvese que aqu se relaciona el uso de un nombre propio pega-do a su portador con el hecho de que el portador tiene una realidadindependiente ti

    Otras opiniones de Peirce sobre los nombres propios son ms ambi-guas que stas. A partir de muchos textos se llega a la conclusin de quepara Peirce los nombres propios connotan, significan: en 8.178 se trata dela identificacin de Napolen en la oracin Napolen was a lethargiccreature. Dice Peirce: Si el hablante nunca ha odo nada de Napolencon anterioridad, la oracin slo significar para l que esa persona ocosa a la que se ha pegado el nombre Napolen fue una criatura letr-gica. Es as, porque Napolen no puede determinar su mente a menosque el trmino en el contexto de la oracin dirija su atencin al hombrecorrecto, y eso slo puede ocurrir si, independientemente se ha formadoun hbito en l por el que ese trmino se asocia con una variedad de atri-butos de Napolen el hombre.

    En MS 345 tambin dice: Podemos reducir los trminos tanto que es-tn cerca de nada. o sea, que tengan un carcter individual ... Pero no,nunca puedes reducirlo a un individual. Dias que Daniel Webster esun individual? Lo es respecto al habla ordinaria, pero no lo es en sentidolgico estricto. Pensamos en ciertas imgenes en nuestra memoria unatarima con una figura noble pronunciando un discurso patritico y con-vincente, una estatua, cierto material impreso y decimos que el hombreque pronuncia el discurso, y el hombre de quien se hizo la estatua y el es-critor de ciertas obras tienen en comn el ser Daniel Webster. Entonces.incluso el nombre propio de un hombre es un trmino general del nomn-bre de una clase, ya que nombra una clase de sensaciones y pensamien-tos. Asi. el verdadero trmino individual, el esto y el eso absolutamentesingulares, no pueden ser alcanzados. Todo lo que tiene comprehensindebe ser general.

    Segn estos textos, el nombre propio se usa para hacer referencia almismo objeto slo si se presupone que el objeto es el mismo, y eso exigeun criterio de identidad expresado en trminos de descripciones o atribu-tos. Aunque de forma ms confusa. Peirce vendra a coincidir en lo esen-cial con Frege.

    Sin embargo. son muchas las veces en que Peirce intenta atribuir a los

    II. Si. como dice Peirce. en el sentido que yo le doy... un objeto ficticio, en tantoalgo) singular. debe ser denotado por un nombre propio (MS 612). entonces la condi-cin anterior la cumple tambin un nombre propio en un cuento, pues una vez ma-gi mi aclos 10)s personajes llega a ser ti m h ech real cmo se los ha i maginado y esto nopuede clestruirse slo por pensar que se pocrian haber imaginado de otro modo(5.152. .433).

  • 178 del Castillo, R.

    nombres propios justamente la capacidad de denotar sin connotar, es de-cir. mantiene que el origen de un nombre propio es demostrativo: o. Segn 2.329. Un nombre propio, cuando uno se encuentra con lpor primera vez, est existencialmente conectado con algn percepto uotro conocimiento individual del objeto individual que nombra. Entoncesy slo entonces es un ndice genuino. La siguiente vez que uno se en-cuentra con l. uno ya lo considera un icono de aquel indice. Una vezque se ha adquirido un conocimiento (acquaintance) habitual de l. seconvierte en un smbolo cuyo interpretante lo representa como un icono)de un ndice del objeto individual nombrado. Peirce quiere decir aquque el uso del nombre propio la de incluir como parte de su compren-sin en los sucesivos usos., despus de su introduccion en un contexto(una teora, un cuento, etc...). algo as como la apelacin o el recuerdo dela relacin existencial que tuvo con su objeto, y a esta apelacin la llamaicono de un ndice. Esta relacin factual de un trmino con algo real pre-sente en el momento de su introduccin babia sido ya considerada porPeiree cuando trat las relaciones de un signo con su objeto: A esta co-nexin real. fisica, de un signo con su objeto, sea inmediatamente o porsu conextn con otro signo, la llamo pura aplicacion demostrativa del sig-no (5.287). Esto es paralelo a la idea de que el papel del ndice es condu-cir al pensamiento a la experiencia particular o series de experiencias co-nectadas por relaciones dinmicas (4.56).

  • Indices y referencia en Peirce 179Una expresin es un nombre propio si y slo si es posible introducirlo

    como un indice de un individual. de tal modo que el nombre pueda serusado en situaciones diferentes de aquellas en las que el objeto est pre-sente y sealado indicativamente. Pero se reconocen dos pasos. Primero,algo as como el acto de bautizar al objeto. La relacin dinmica (4.56)entre el ndice y su objeto en ese momento se entiende en trminos nodescriptivos: Los ndices no asertan nada, dice en 2.291. Si el ndicefuera interpretado, el modo gramatical sera imperativo o exclamativo,como iMira!. (ibid.). En el caso del nombre propio Napolen. elimperativo corresponde al acto del bautismo: Llmate Napolen. Eneste primer momento, la relacin entre el nombre y el objeto es una rela-cin existencial o real. Se entiende que las relaciones espaciales de conti-glidad son un tipo de la relacin dinmica relevante aqu para Peirce: elndice tiene conexiones dinmicas (incluyendo espaciales) con el indivi-dual... (2.305).

    En segundo lugar, tenemos que advertir el uso referencial del nombrepropio: o mejor podramos decir el uso como parte de una oracin en laque hablamos de un objeto en una situacin en la que no est presente.Parece. pues. que el nombre, a diferencia de ste. aqu o ahora,est libre de contexto, pero el lazo entre la situacin indicial primitiva ycl objeto ha de conservarse segn ciertas convenciones de un grupo dehablantes: Es verdad que un nombre como George Washington es undbil sustituto de esto o eso, que debera prolongar la misma experienciaa la que se hace referencia ante los ojos del intrprete (NF. V. 175). 0sea, para toda referencia en diferentes situaciones posibles de un nombrepropio, ha de haber un orgen deictico en una situacin que es o fuepresente 2

    Si Peirce estuviera manteniendo que el uso de un nombre propio hade poder conectarse en algn punto con su uso indicial primitivo en elacto de nominacin, se habra aproximado a la teora causal de la refe-rencia: la referencia se determina a travs de cadenas causales. Hay unacto de bautismo con el referente presente. Despus, ese vnculo se trans-mite de hablante a hablante. La referencia de un nombre propio depen-dera entonces de algo dado existencialmente que ha jugado un papelcausal en la adquisicin del uso del trmino y que determina a qu se re-fiere. Un nombre propio. x, se refiere a x si est en una relacin decontinuidad causal con x: por ejemplo, si x es aquello que se bautiz conu>. La referencia de un nombre se fija gracias al hecho de que el ha-blante individual que lo> usa est unido causalmente a otros hablantesque estn en situacin de seleccionar al poseedor del nombre, o a algu-nos nombres de los que procede ese primer nombre. Cualquiera que use

    12. (itl Pape: 1982, Thibaud: 1987. Short: 1982, McCarthy: 1984.

  • 180 del Castillo. R.

    el nombre es un miembro de un colectivo que tuvo contacto con el porta-dor del nombre.

    Lo cierto es que cuando Peirce insiste en el origen demostrativo de losnombres propios, o en general en la independencia de la capacidad refe-rencial, utiliza ejemplos que de nuevo contienen la metfora del mapa ylas coordenadas. Supongamos que intentamos sustituir ndices comoaqu o ahora por descripciones de coordenadas. Esto no eliminarala indicidad temporal y espacial. puesto que el origen del sistema decoordenadas al que se refieren las coordenadas introducidas y las direc-ciones y unidades de su eje slo se pueden ensear y aprender con laayuda de signos indicadores. Aprender a usar coordenadas supone el usode ndices. A partir de este ejemplo, Peirce intenta extender la idea a otroscasos para poner de manifiesto la necesidad que tenemos de separar lafuncin referencial de un lenguaje de la funcin predicativa o descriptiva.

    Sea a travs de este tipo de metfora o de otras, lo cierto es que Peirceno llega a admitir que el uso referencial de las expresiones presupongasiempre un criterio descriptivo de identidad del objeto. Y en ese sentidose separa de Frege. Para ste, una oracin que contuviera ndices no ex-presara un pensamiento (Gedanke) completo. Mejor diebo, dependiendodel contexto se expresara uno u otro pensamiento. Los ndices eran paral nombres propios degenerados: no determinaban la referencia sin ayu-da del contexto. Adems, para Frege los nombres propios lgicos tenansignificado, sentido. Peiree, en cambio, considera que el nombre es aque-lla parte del discurso que est en lugar de un pronombre y que puede serequvoco. (5.152-153). No hay razn para decir que yo, t, eso. esto, etc...sustituyen al nombre; indican cosas de la forma ms directa. Es imposi-ble expresar a qu se refiere una asercin excepto por medio de un ndi-ce. Un pronombre es un ndice. Un nombre no indica el objeto que deno-ta. y cuando se usa para mostrar de qu se est hablando se requiere laexperiencia del oyente para enmendar la incapacidad del nombre parahacer lo que el pronombre hace. Por eso, el nombre es un sustituto imperfis-to del pronombre. (2.287 subry. mo).

    Peirce intenta no aceptar la equivalencia entre el uso de indicadorespuros y descripciones, y su argumento discurre para el caso de los nom-bres propios igual que cuando habla del origen indicador de la construc-cin de coordenadas. Si se afirma que la referencia de un nombre seaprende a travs de las propiedades de su referente, entonces se est su-poniendo que las descripciones se refieren a algo. Si la referencia seaprende a travs del conocimiento de un criterio de identificacin del re-ferente, entonces ya se ha supuesto lo que intentan atrapar las descripcio-nes. Peirce intent caracterizar un tipo de signos que permitieran hacerreferencia independientemente de los criterios de identificacin dcl obje-to a travs de distintos contextos en los que tiene lugar ese objeto. Preci-samente porque nos podemos referir sin significados, o sea, con un ndicedesnudo, a x e imaginarlo que puede ser o podra haber sido eso en otros

  • Indices y referencia en Peirce 181

    contextos. es por lo que podemos identificarlo como lo mismo en esosotros contextos. El origen indicial de un nombre propio podra explicarla idea de un indice que denota sin connotar. Que como ladc que la determinacin del objeto de un sistema de signos hace interve-nir necesariamente signos que entren en relaciones factuales con trozosdIc1 mundo o que los significados que proporciona un sistema no bastanpara determinar su objeto.

    IV. OBJETO DINAMICO Y REALISMO

    Como ya he dicho. el modo que tiene Peirce de discutir el problemade la referencia es la introduccin del objeto dinmico de un signo o con-junto de signos. Hay que precisar cmo se entendera esa nocin en elcontexto ms general de su teora del significado 4 Su modelo semitico

    3. Vase tanbin la relacin entre la i ndlicidadi y la teora de la percepcin dePeirce en Pape: 1981 y Hookway: 1985.

    14. En 8.183 y 8.314 se ofrecen ejenplos ms concretos de objeto inmediato y di-m nuco. En esos ejemplos, la olisti ncin es ms bien entre el objeto descrito en trmi-ms fenome mml stas y en t rmi nos realistas, Por ejemplo. hab anclo de la oracin elsol es azul dice Peirce: Si por a.ulet se quiere decir el objeto inmediato, que es la

  • 182 del Castillo, R.

    y su mxima pragmatista le haban llevado a mantener que internamentea un esquema de interpretacin la distincin entre significado y referen-cia se desdibuja: explicar qu es x es equivalente a proporcionar el signi-ficado de X.

    Segn el ejemplo de la carta a iames que comentamos, el objeto din-mico slo se puede indicar: no se puede determinar proporcionando unconjunto de propiedades necesarias y suficientes. Esto muestra ya el vn-culo de esta nocin con la dc ndice. A la vez, segn otras definictones. esel objeto de referencia en condiciones ideales: el objeto en las relacionesque mostrara un estudio ilimitado y final (8.183): El objeto que puedeestudiar la ciencia dinmica, o lo que en nuestros das se llama cienciaobjetiva (ibid.). Esto muestra la conexin del concepto con las posicio-nes realistas de Peirce en el tema de la definicin de verdad. La cues-tin es ahora: cules son si es que los hay y qu papel tendran loscomponentes indiciales del significado de los trminos generales. porejemplo trminos de clases naturales. cmo se relacionara ese cotnpo-nente con la idea de que el solo significado de un signo o conjunto designos no determina su objeto?

    Bien, lo primero que hay que decir es que Peirce, adems de asociar elobjeto dinmico con la indicidad tal y como vimos en 8.314. atribuye aeste una funcin prxima al de una condicin para la convergencia dcteoras y para la explicacin del catnbio de significado. Esto es muy claro.Short, por ejemplo, dice: el objeto inmediato es el mundo o una partedel mundo tal como el signo lo representa, mientras que el dinmico es elinundo o la parte de l que determina realmente el xito o fracaso dccualquier interpretacin del signo. (Short: 1981, p. 214). Carl R. Haus-man dice que el objeto dinmico funciona como una condicin para lostests de predictibilidad y convergencia de teoras.... La concepcin dePeirce del objeto dinmico se dlise~a para proveer constrenimientos atina teo>ra cientfica. El objeto dli n mico es lo que previene a una teorade ser radicalmente relativa. El objeto dlinamico es ti n a condlicion pa miique haya refbrencia en el futuro (Hausinan: 1987. p. 198). La opinin deShort y [la istran inc parece correcta, pero se podra , usti ficar ms. Creoque Peirce queda decir eso con su teora del objeto dinmico, o sea, fue

    cuali olaol ce la sensaci ti. eso slo se puede co)nocer por percepe im ([ tul a corta, en tonccs... se ha protacIo que la proposicion es verc adera.Sol pociria significar la ocasin ce sensaciomies variadas, en tanto objeto inniedliato>.o pt>dra sign i imear. e m lanto objeto> clinmico, nuestra interpretacin normal dIc esassensaciones en trminos de lugar. masa. etc.... Paralelamente a esta dlislimlcion, hab ra ce plantea rse la re acin cnt re diese ri pciomes dcl sen ti do comn y ctescri pcionescientficas.

  • indices y referencia en Peirce 183

    una forma de hablar de condiciones de convergencia, pero en cambio nocreo que dejara claro cmo operan ese tipo de restricciones o de condi-ciones de convergencia en relacin con el fenmeno de la indicidad. Me-jor dicho: a partir de su teora de los ndices slo se entiende que algunasconexiones causales entre el lenguaje y el mundo explicaran cmo po-dran funcionar esas restricciones, pero desde luego es a la luz de su tra-bajo ms general sobre induccin y abduccin como se llega a entenderlo que tena en mente. Aqu slo nos ocuparemos de lo primero. Unmodo como se podra conectar la idea de convergencia con lo que Peircebusc en su teora de los ndices podra ser el modo en que Putnam co-nect su realismo con su teora de la referencia directa.

    Supongamos que en un momento se cree que las ballenas son peces,es decir. se atribuye a las ballenas las caractersticas de los peces: de he-cho. esto ha ocurrido. Pero segn nuestro conocimiento biolgico actual,las ballenas no son peces. Entonces, el uso anterior de ballena no hizoreferencia ni a Moby Dick ni a sus semejantes, y el uso actual de cual-quier trmino puede no hallarse en mejor situacin que ste: podemos es-tar equivocados, la investigacin podra mostrar que no hemos estado ha-ciendo referencia alguna. Putnam mostr a travs de ejemplos como steel problema siguiente: si a la luz del estado presente de nuestra investiga-cin ningn trmino de la ciencia de hace ms de cincuenta aos hacareferencia, resultara que en virtud de una gran induccin ningn trmt-no usado ahora hace referencia.

    Aun sin presentar el problema de esta forma, la teora peirceana de laverdad como justificacin idealizada puede entenderse como un intentode dar sentido a la idea de referencia como una relacin a entidades ob-jetivas. Si la ciencia progresa es que a lo largo de la investigacin ha in-tentado vrselas siempre con el mismo universo: nuestros antepasadosslo crean que las mismas criaturas (que nosotros creemos que son ma-mferos) eran peces. Este problema es lo que en realidad impulsa la ma-yora de los argumentos de Peirce sobre el carcter de la nocin de refe-reneta. Si esto es cierto. Peirce estara diciendo que nuestros actos inten-cionales (esencialmente creencias cientficas y del sentido comn) presu-ponen la nocin de referencia. Veamos en qu sentido.

    Las intenciones cientficas y del sentido comn son que un trmino serefiera slo a aquellas cosas que estn en una relacin de mismidad conejemplos que sealemos en el mundo real. Las definiciones ostensivas ylas operacionales tienen este mismo presupuesto. Y no obstante, como larelacin de mismidad es terica, esto es, es una relacin cuya determina-cin atae a las teoras cientficas, tal determinacin podra exigir un es-tudio ilimitado y. por supuesto, cualquier aproximacin a ella es falible.Creo que un objeto dinmico, segn la terminologa de Peirce, es precisa-mente el objeto de esas presuposiciones referenciales.

    En otro momento dice Peirce que el objeto dinmico es la Realidadque por algn medio interviene en determinar al signo en su representa-

  • 184 del Castillo, R.

    cin (4.536). o el objeto realmente eficiente, pero no inmediatamentepresente (8.343). El ltimo texto ha conducido a algunos a pensar que elobjeto dinmico es algo como la Cosa-en s Pero no es cierto y el propioPeirce lo aclara: ... en el anlisis formal de una proposicin. una vez quese toma como predicado todo lo que las palabras transmiten, permaneceun sujeto que no se puede describir y que, a menos que se prescriba algu-na forma de encontrarlo, slo se puede sealar o indicar de alguna otramanera. Sin embargo la Ding an Sk/I no puede ser indicada ni encontra-da. y en consecuencia ninguna proposicin puede referirse a ella, ni sepuede predicar de ella algo verdadero o falso (5.525). La indicahilidad de-termina en algn sentido de qu estamos hablando, pero. cul es esemedio por el que el objeto constrie en el signo o conjunto de signos suposible representacin?: qu tipo de relacin factual es sa que une alobjeto con el signo? Slo puede ser la relacin que tiene el trmino consu objeto si aquel tiene un componente indicial. Pero Peirce. segn lo quehemos visto, slo insiste en la necesidad de indicar aquello a lo que tene-mos intencin de referirnos, sin concretar ms la relacin que tiene la in-dicacin y lo referido.

    La presencia de indicidad en los trminos generales se puede explicarmediante la conexin del uso de los trminos con la situacin u objetoque sirvi de paradigma cuando se produjo. Cuando se introduce un tr-mino en un contexto de investigacin, sea por primera vez, sea por exten-sin de algn otro contexto, se presentan situaciones del nuevo contextoque sirven como paradigma. Esto recuerda en algn sentido a los bautis-mos de individuos mencionados en la seccin anterior, slo que ahorahablamos de referencia de trminos que se refieren a clases o a magnitu-des fisicas: de forma que la identidad de la referencia del trmino depen-de de la relacin de mismidad de cualquier objeto al que se pueda apli-car el trmino con las cosas particulares que funcionan como paradigmay que podemos indicar con definiciones ostensivas u operacionales. En-tindase, la definicin ostensiva esto es litio slo dice que algo es litios es lo mismo que esto, as que esta diefinicion se basa en el supuesto deque este trozo de sustancia que sealo es lo mismo que la mayora de losejemplos de lo que hemos llamado litio. Si la investigacin muestraque el presupuesto era falso, entonces se retira la dlefinici~n ostensiva.Pero la ostensin es imprescindible. Puede que todo lo que asociamos aun trmino general sea falso, pero ste se referir a su extensin igual queNapolen se refiere a Napolen: Napolen podria no haber sido gene-ral. ni amar a Josefina. ni siquiera llamarse as, pero no puede ser el casoque Napolen no haya sido Napolen. De igual modo, aquello a lo quese refiere un trmino de clase natural es a la clase misma, hayamos des-cubierto ya o no lo que define la relacin de mnismidad correspondiente.p. ej. naturaleza ltima, origen. etc... Los trminos generales tienen uncomponente indicial aunque su uso requiere una competencia nas com-pleja que la de un nombre propio. La referencia de los trminos genera-

  • Indices y referencia en Peirce 185

    les se fija indicialmente: identificamos cosas que pasan nuestros testsoperacionales o que satisfacen esencias nominales y decidimos que el tr-mino se refiere a todo lo que tenga la misma esencia real que esa

    No creo que estas ideas contradigan las tesis de Peirce. Es cierto quedice cosas como Es fcil establecer cules son las esencias de los objetosartificiales. La esencia de una estufa es que est destinada a (is intendedto...) dar calor. Pero respecto a la esencia de objetos naturales, si tienenalguna. no podemos drsela por el momento. Slo podemos dar la esenciade nuestros nombres para tales cosas (6.337, subry. mo). Esto pareceraindicar que slo las esencias nominales nos proporcionan medios de cla-sificacin, pero yo dira sobre todo por referencia al resto de lo quePeirce dice sobre clases naturales que arriba no se niega exactamenteque se pudieran dar esencias reales.

    Segn el criterio de la mxima, el significado de un trmino general sedetermina a travs de las expectativas concebibles sobre la clase de obje-tos que se cree caen bajo la extensin del trmino. Entender el significa-do de un trmino general, T, era, segn la mxima, saber cmo podranconfirmarse oraciones del tipo x es 1. Como ha sugerido Bruce Altshu-lcr. el objeto inmediato en estos casos podra entenderse como esas ex-pectativas. Esto es cierto, porque quedamos en que para Peirce el objetoinmediato era el modo de representacin del objeto. En un ejemplo queutiliza Peirce. el significado de litio se interpreta en trminos de unconjunto de operaciones que nos ponen en contacto con un ejemplar delitio. (

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    de litio no son realmente litio, en otras palabras: damos sentido a la ideadc que algo debe pertenecer a una clase o a un gnero natural de cosasincluso si los tests de que disponemos no bastan para demostrar si eso essuficientemente parecido (lo mismo) a la gran mayora de nuestros ejem-plares. El modo como la mxima nos permite interpretar el significadodel trmino no implica que ese significado sea rodo el significado que unconcepto llega a tener Hay innumerables series de predicciones condi-cionales envueltas en el significado... pero cuantas pruebas se hayan po-dido realizar no agoraran su significado (1.615 subry. mo). Si los girosoperacionales expresaran todo el significado del trmino, entonces cadavez que se descubriera o estipulara un test distinto. el significado y la re-ferencia del trmino variaran. Si el significado total de los trminos enun momento de la investigacin consistiese en las consecuencias experi-mentales conocidas en ese estado, entonces los trminos tendran un va-br heurstico sin el supuesto de que se refieren a algo ms que a las con-secuenetas experimentales conocidas en ese estado.

    Pero Peirce tambin deca que el significado no es suficiente para pro-porcionar conocimiento del objeto de un conjunto de signos. Cul es elobjeto de un signo o conjunto de signos. es algo que no puede inferirseslo a partir de significados (objetos inmediatos) sino a travs de la expe-riencia. El significado de litio es el modo como determinamos su refe-rencia en un estado de la investigacin: sin embargo, si hablamos de pro-greso del conocimiento, la referencia no ser lo mismo que el significadoaunque en cada estado de la investigacin nuestro modo de acceso a ellahaya de ser necesariamente a travs de significados. Puede que la nicamanera de explicar de qu estamos hablando cuando usamos litio seaproporcionar definiciones operacionales. Los significados ofrecen fornasde descubrir un objeto del mundo, o. de forma mas general. presentan losatributos relevantes para identificar objetos. Pero el objeto dinmico delitio es todo lo que sea de igual naturaleza que los ejemplos indicadospor la definicin operacional aunque puede que los ejemplares que te-nemos etiquetados no sean realmente litio. Lo importante es que en lasintenciones relerenciales un trmino se refiera a todo lo que tenga la mis-ma naturaleza que algunas cosas particulares que podemos sealar, a es-tas cosas, a esta sustancia llamada litio. Y el uso (le trmino est co-nectado causalmente con las cosas que estn sirviendo de ejemplares. Lareferencia del trmino (el objeto dinmico> es esa esencia misma, y elmodo como es realmente eficiente en nuestra teora es que el trmino serefiere a todas las cosas con la misma naturaleza, la conozcamos ya o no,que resulten tener esas cosas. Este es el nico modo en que lo indicadopuede afectar a sus posibles representaciones. Un sistema dc signos (unateora) no puede determinarlo slo con significados: el objeto no es slolas consecuenetas experimentales. Slo se puede indicar y dejar que unainvestigacin ilimitada se acerque a l: las definiciones operacionales.como la ostensin, nos proporcionan ejemplares. cosas sealadas cuya

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    naturaleza, sea la que sea, habr de ser (a de cualquier cosa que est en laextensin del trmino.

    La indicidad podra participar en el significado de los trminos gene-rales del modo siguiente: la forma de ensear a alguien los criterios paradecidir cundo se ha encontrado o producido un individuo del tipo bus-cado incluye necesariamente poner en escena un ejemplo de confronta-cin directa tan paradigmtico como se pueda imaginar y decir ante l:He ah uno, o esto es uno: luego, mostrar olro y decir he aqu otro.Parte de la transmisin del significado ha de incluir cosas reales dadasexistencialmente. En resumen, el nico sentido en que el objeto dinmicopuede afectar o influir en su representacin es que la referencia de un tr-mino depende de la naturaleza real que descubramos en las cosas parti-culares que sirven como ejemplares.

    El trmino que aplicamos para hablar de una especie animal tienepor extensin un objeto dinmico. Dado que, segn nuestra teora actual,las ballenas tienen cierta naturaleza y dado que ballena se refiere sloa las cosas que tengan la misma naturaleza que los ejemplares particula-res de ballenas con que en algn momento se ha conectado causalmenteel uso del trmino, entonces. se sigue que una ballena necesariamente tie-ne esa naturaleza. Describir un hipottico animal o imaginar un mundodonde haya animales con todas las caractersticas superficiales (esencianominal) de las ballenas pero sn su naturaleza (esencia real), es describirun mundo en el que un animal es parecido a las ballenas, no un mundodonde las ballenas son otro animal. Este es el mismo argumento que elde Putnamn con sus ejemplos de agua. Hablar de un mundo posible enel que una sustancia tiene todas las propiedades superficiales (se bebe, esincolora. insabora, llena ros y mares, etc...) y pasa nuestros tests opera-cionales pero no es H20 sino XYZ. es hablar de un mundo en el queXYZ se bebe, es incoloro. etc... pero no es agua.

    Este tipo de explicacin no contradice lo que Peirce dijo sobre los mo-dos de clasificacin natural, y se pueden utilizar algunos ejemplos. Unejemplo frecuente en Peirce es la historieta del estudiante en una obra deMolire. En ella se pregunta a un estudiante de medicina por qu el opiohace dormir a la gente. Su respuesta es que lo hace porque tiene una dis-posicin dormitiva, una propiedad o disposicin (power) dormitiva. DicePeirce, a propsito de esta ancdota de la vii-tus dormitiva: Decir que lagente duerme despus de tomar opio porque tiene una propiedad o dis-posicin (power) somnfera no es otra cosa que decir que la gente duermedespus de tomar opio porque la gente duerme despus de tomar opio(8.12). En 1902. en cambio, dice as: Es muy fcil rerse ahora del viejofisico que al contestar a la pregunta de por qu el opio hace a la gentedormir, dijo que era porque el opio tena Una propiedad dormitiva. Esuna respuesta que conduce a vaguedad en extremo. Sin embargo, aun in-ventada para mostrar qu significado tan pobre puede tener una abstrac-cin. la respuesta del fisico contiene una verdad que la filosolla moderna

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    ha negado normalmente: que hay realmente alga en el opio que explica elque siempre haga dormir a la gente (4.234). La diferencia entre el opiotiene una disposicin dormitiva y el opio hace dormir no es una dife-rencia semntica: quiero