el instante preciso en que los destinos se cruzan

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ANGÉLIQUEBARBÉRAT

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Elinstanteprecisoenquelosdestinos

secruzan

TraduccióndeMaríaEnguix

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ACoryn.AKyle.Avosotros

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LIBROPRIMERO

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Willington.EstadosUnidos.CostaEste

«Meencantaríavolveralinstanteprecisoenquelosdestinossecruzan»,dijolamadredeKylealsalirdelcuartodebañoconlasgafasdesolpuestas.Kylenoentendíanada.Claro,teníacincoaños,concincoaños,¿quiéncomprendeestaclasedecosas?Concincoaños,¿aquiénleextrañaquesumadrellevegafasdesolencasa?Concincoaños,¿cómonoibaacreerlacuandoellaleasegurabaquesololeescocíanlosojosoquesehabíadadoungolpe?No.Comotodoslosniñosaesaedad,elpequeñolaencontrabaguapa.Legustabaestarcercadeella.

Jugaba con sus coches y levantaba la mirada de vez en cuando. Algunos días la madre de Kylecanturreabaenvozbaja…yotrosseponíalasdichosasgafasoscuras.—¿Estásbien,mamá?—Juegacontuscoches,Kyle,porfavor.Sutonodevozeralúgubre,yelniñocomprendíaquenecesitabasilencio.Secallabaparacomplacerla.

Aguardaba—sin saberlo—aque se encontrasemejor.Aque salieradelbaño sin lasgafas.Aque sesentasealpianoydejaraquesusdedos,largosyfinos,sedesplazasenporlasteclasatodavelocidad.Kylesepreguntabacómopodíamoverlos tandeprisasinequivocarse.Avecesellacerraba losojosomiraba al frente.A lo lejos. «Quizá allí donde la lleve lamúsica.» Él se acercaba deslizándose consigilo. Tenía cuidado de nomolestarla. ¡Faltaría más! Cuando sumamá tocaba con tanta ligereza, élhubieradeseadoquesequedaraasíparasiempre.Lamúsicasalíadeellaparaentrarenél.Sefundíanenuno, y su mundo era hermoso. El niño aguardaba el instante en que ella posara las manos sobre lasrodillasparairasentarsejuntoaellaenlabanqueta.Mamáloacogíaentoncesensuregazoyledecíaaloído: «Unmúsico lee con las manos…», «Unmúsico cuenta la vida con los dedos…», «Unmúsicorespiraconlamúsica…».—Ponlosdedosaquí.Así.Esoes.Sinapretar.Relájalos…¿Looyes?¿Losientes?—Sí—murmurabaélescuchandocómolanotalesubíapordentro.—Lamúsicaviveentiahora.—Sí,mamá.

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Otrodía,sinveniracuento,lehabíadicho:—Kyle,creoqueloshombressiemprehannecesitadolamúsica.—¿Losprimeroshombrestambién?—Sí—contestólamadreriendo—.¡Losprimeroshombrestambién!Estoyseguradequeaprendieron

quesigolpeabanlostroncospodíancrearsonidosquelesharíanbien.—¿Porquenosabíanquéhacerconlasmanos?Lamadre repitió con esavoz suya tanparticular: «No sabíanquéhacer con lasmanos…»,y luego

añadióenseguida:—Porquelamúsicamataelaburrimientoyporquepuedehacertefeliz.—Pero,mamá,avecesloquetocasestriste.—Cuandoestástriste,lamúsica…puedeevitarque…Tetransportaaunmundodonde…Suvozsehizoinaudible,yKylesintiómiedo.—¿Dondequé,mamá?Ella cerró el piano de golpe.A él no le gustaba que no terminara sus frases y dejara de tocar. La

observómientrasvolvíaacolocarsobreelpianoeltapeteylaplanta.Mientraspasabaunamanoporeltabureteparaquitarleelpolvo, loponíaen su sitioydecíaconunavozqueyanoeraexactamente lamisma:—Ven.Tupadreestaráapuntodellegar.Entonces,endíascomoesos,sumamásemetíaenlacocina,yélcomprendíaquesuligerezasehabía

esfumado.Susmanosyanotocabanlascosascondulzura.Seponíanerviosaysemirabaelreloj.Echabaunvistazorápidoporlaventana.Alreloj.Porlaventana.Kylesesubíaaunasillaeintentabaaveriguardequéestabapendientesumadre.Solodistinguíaelarcegrandequeextendíasuslargasramassobrelaentrada.¿Veríaellacosasqueledabanmiedo?¿Veríaarañaspeludasyfeas?—¿Quémiras,mamá?Ella no respondía y se iba a poner la mesa. Colocaba los cubiertos y los vasos con precisión

milimétrica.Tododebíaestarimpecableyperfecto.Cuandonotocabaelpianodedicabatodosutiempoalastareasdelhogaryacambiarelaguadelosjarrones.Todoslosdías.Decíaqueeraimportantenodescuidarlascosas.—Si tienes una planta o un animal, hay que ser cariñoso con ellos. Darles de comer, hablarles,

acariciarlos.Tienesquemimarlos.Decirlesquelosquieres.Luego,depronto,sevolvíahaciasuhijo.—¿Meprometesquesiempreserásunbuenchico,Kyle?—Pero…yosoybueno,mamá,¿no?Lamadrenorespondía,olohacíacontantaindiferenciaqueelniñosabíaqueyanoleestabahablando

aél.Queyaestabaenotrolugar.Ellamirabaelreloj,yKylenoentendíaporquéteníatantomiedo.Niporquéllevabaesashorriblesgafasdesoldurantedíasenterosyporquéyanoqueríasaliralacalle

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cuandotodavíahacíabuentiempo.Niporquésudormitorioestabaenlaúltimaplantadelacasamientrasqueeldesuspadresestabaabajodeltodo…Kylesoloteníacincoaños.Concincoaños,entiendesalgunascosas…Peronotodas.Concincoaños,nodebesentrarunamañanaeneldormitoriodetumadreporquenosehadespertadoy

tampocodebesverlamancharojaoscuraqueseextiendeporlaalmohada.Justodebajodesumelena.

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2—Dígame.—Mamáestáacostadaylaalmohadaestároja.—¿Tumamáestádormida?—Creoqueno.Lamujercon laqueKylehablaba recibióunadescargaeléctricaque la recorrióde lacabezaa los

pies.JuliaDosSantossiemprehabíatemidooíresaspalabras.Sededicabaaaqueloficiodesdehacíacuarentaycincoañosy,cadatarde,volvíaacasarepitiéndosecomounaoración:«Todavíano.Yojaláquenunca».Aunasí,teníalaextrañacertezadequeterminaríaporsuceder.Erasuúltimodíadetrabajo.Aldíasiguientesejubilaría.Pero…nieldíasiguientenilosposteriores

podríaquitarsedelacabezalavozdeaquelniño.—¿Dóndevives,cariño?—Enunacasablancaconrosas.—¿Dónde?—EnWillington.—¿Tesabeselnombredelacalle?—preguntóJuliavolviéndoseinmediatamentehaciaelplanodela

ciudad.—No.—¿Sevelaiglesiadesdetucasa?—Sí.Enmicuarto.Julia trazó un círculo con el rotulador rojo en el plano de Willington. Luego pidió al niño que

describiesealgodelacallequelellamaselaatención.—Hayungarajeconcochesrotos.JuliacolocólapuntadelrotuladorenlaentradadelacalleAustin.—Lotengo.Ytucasa…¿quénúmeroes?—Laúltima.—Yasédóndevives,cariño.¿Cómotellamas?—KyleJen-kins—dijoseparandolassílabas.—Kyle,atiende:¿hayalguienmásenlacasacontigo?

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—No.Solomamá.—Cariño,espéranosenlapuerta.Notemuevas.Vamosenseguida.—¿Ymamá?—Yavamos,cariño.Espéranosfuera.Kyle no fue al porche a esperar la ayuda.Bajó al dormitorio de sumadre.No había cambiado de

postura.Nooía su respiración.Supoquenovolvería a hablar yqueprontoyano la vería nuncamásporque la meterían bajo tierra. Entonces trepó a la cama. Apartó la colcha y apoyó la cabeza en suhombro.Alomejorcantaba…Alomejorerafelizallídondeestuviera…

Unosminutosdespuésoyósirenasdecochesypisadasenlagravilladelaentrada.Oyóquesecerrabanportezuelasyquelollamabanagritos.Losruidosinvadieronsucabezayalguienabriólapuerta.

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Birginton,enlasafuerasdeLondres

CorynteníacincoañoscuandollegóTimmy.Sumadrehabíaidoadaraluzalhospitalyella,juntoconsus cuatro hermanos, esperaba a que su padre volviese. En cuanto él cruzó el umbral despachó a lacanguroydijoconunavozqueCorynnuncalehabíaoído:—¡Todavíasigueigual!¡Parecequelacosapintamal!¡Niños,dejadmetranquilo!Todosaljardín.Y

tú, Coryn, tráeme una cerveza. ¡Ay,maldita santaContracción! Si supieras lomucho que sufro por tumadre…Loschicoscorrieronaljardín.Ajugar.Areír.Yahacerelbobo.Aensuciarsecomogorrinosyseguir

riéndosemientrasellapermanecíaallídepie,escuchandolastoneladasdepalabrotasquesupadreibaencadenando. Conforme él movía ollas y cacerolas, la pequeña pensaba en su madre y en santaContracción.CoryneralaúnicaniñadelafamiliaBenton.Yporesoletocabaquedarseenlacocina.Ellapensaba

queeralonormal,porqueeraloquehacíasumadre.Delmismomodoquelonormaleratenermásfaenacuando,un invierno trasotro, sumamá ibaa lamaternidad.Durantedíasenteros,elpadremaldecíaasantaContracción,suplicabaasantaDoloresquedejasedetorturarasuadoradaesposaycertificabaquesumujer—sumadre,pensabaCoryn—erasencillamenteuna«santa»cuandocruzabaelumbralconelrecién nacido apretadito como una morcilla entre sus gruesos brazos. Aprovechando el momento, elpadreanunciabaqueeraelregalodeNavidad.Losmayoresexclamabanqueelpadreseburlabadeellos,yCorynpensabaquePapáNoelnovisitabaalasfamiliascononcehijos.Noporqueellosseportaranpeorqueotrosniños,sinoporquenocreíaquehubierasuficienteespacioensusacoparalosdiezchicosylaúnicachicadelafamiliaBenton.Pormásbuenaquefuera.

Losañostranscurrieron,seesfumaron.Desesperadamenteigualesunosaotros.Lasmismasbuenasnotas,el eterno pastel de frutas. Diez. Doce. Catorce velas sopladas. Coryn suplicó a santa Regla que suspadres no se dieran cuenta del cambio y la dejaran seguir yendo a clase.Le encantaba aprender y se

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esforzabamucho.Agachaba la cabeza, seponía jerséis anchos, se trenzaba la largamelena.Sindarsecuenta cumplió dieciséis años, y su padre comprendió, una mañana mientras desayunaban, que supreciosachiquillarubia,quebrincabaenesemomentoeneljardín,sehabíaconvertidodelanochealamañana—¡lohabríajurado!—enunajovencitaextraordinariamenteguapa.«Loveo.Losdemásloven.»Eraunhombreprácticoy,presadelpánico,hablóconsumejoramigo,Teddy,paraquelacontrataraen

surestaurante,queseerigíaorgullosoenlaesquinadelacalledelosBenton.Desoyólassúplicasdeldirectordelcolegiodesuhija,lasdesuprofesordeespañolylasdelapropiaCoryn.Pocoimportabaque fuera excelente en literatura y en matemáticas ni que estuviera dotada para los idiomas. Pocoimportabatodoloquedecíanlosprofesores.ClarkBentonteníamiedo,yademásnoveíamásalládesubilletero.Esejulio,encuantoacabóelcurso,Corynempezóaservirajornadacompletapescadofrito,filetes,

salsamarróngrasienta,patatasfritas,café,té,huevosypepinillos.Ylitros,litrosymáslitrosdecerveza.Esosí,aunadistanciarazonabledesucasaybajolamiradavigilantedeTeddy.Coryn era puntual y rápida en el trabajo. Cuando volvía a casa la aguardaba…más de lomismo.

Ademásdelalimpieza,teníatoneladasdecalcetinesporclasificarymontañasderopareciénlavadapordoblaryguardarentreelgriteríoincesantedesushermanos.Quecenaban«encasa»,aunqueyatuviesenunempleo.Cuestióndeahorrar.Cuestióndefamilia.PapáymamáBentonqueríantenerasuspolluelospiandoasualrededor.Corynparecíaserlaúnicaquesepreguntabaacercadesufuturo.Jamástendríatantos hijos. ¡Yque fueran chicos!Unoo dos, tres incluso, le parecía bien.Más no. Se ajustaría a lamedia.Sushijosno tendríanque soportar las risas, los sarcasmos, las burlas de losdemás cuando, aprincipiodecurso,algunosprofesoresteníanlapocadelicadezademostrarunasonrisainequívocaodeguardarsilencioalgomásdelacuentacuandooíandecuántosmiembrosestabacompuestalafamilia.Sí,Corynerayseríasiemprelaúnicachicaextraviadaentretantoschicos.«Ojalátuvieraunahermana.

Solouna.Habríasidomásvaliente»,sedecíaalacostarse.«Habríamossalidojuntas.»Peroalamañanasiguientesushermanoshablabantanaltoqueelladesaparecíaliteralmenteparaquenolamartirizaran,lareclamaranolaregañaranenexceso.Detodosellos,Timmyerasufavoritoporqueseportababienconella.Eraelúnicoqueretirabasuplatodelamesadeformaespontánea.TambiénibaalabibliotecaaporloslibrosdeCoryn.Porquelajovenadorabaleer.Todasesashistoriaspenetrabanenella,yleimpedíanpensarensuvida;

en todos los días que se parecían entre sí y que serían idénticos indefinidamente. Se quedaría enBirginton con la lluvia, el restaurante, los cubiertos sucios y los restos de comida en los platos…Entonces,cuandounrayodesolseabríapasoentrelasnubeseincidíaenunadelasmesasqueacababadelimpiarylahacíabrillartantoquelaformicagrissetransformabaenunespejo,entoncessí,eserayole daba fe—y acaso esperanza— en que las cosas serían diferentes. Creía que lo que las novelascontaban era posible. Que un hombre la cuidaría, que escucharía sus sueños. Que sabría admirar lasestrellasycontemplar la formacambiantede lasnubes.Quedisfrutaríaviendo losárbolesmecerseal

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viento. Ni él ni ella pronunciarían palabra alguna. Permanecerían así, felices. Felices tan solo decontemplarjuntoselmovimientodelasramas.Éllaabrazaría.Él…Él…«Élnuncavendráhastaaquí.Birgintonesunagujero.»

Sumadre,quenoerasordaniciega,seconfióundíaasumarido.—Corynestácadavezmásguapa,yesoesunpeligro.—GraciasaDios,trabajadondeTeddy.Noquedalejosdecasa,yloschicoslavigilan—repusoClark

arrebujándoseconlasábana.LaseñoraBentonlomiródehitoenhito.Clarkseincorporó.—¿Tienenovio?—Nonecesitaunnovio,loquenecesitaesunhombrequelapidaenmatrimonio.—¿Quelapidaenmatrimonio?—¡Clark!¡HaceyatiempoqueCoryncumpliódieciséisaños!—dijoconénfasisymiradasevera—.

Sabesperfectamentequeesdemasiadoguapaparaquedarsesinmarido.—¿Yquiénteayudaráconlacasa?—¡Loschicos!Yavasiendohoradequehaganalgo,losmuyholgazanes.—¡Noquerrán!—¡Puestendránquequerer!Corynnovaaquedarsesoltera…parasiempre.Esosíqueno.—Ya,ya—laatajóelpadre—.Losé.Ynote imaginas locontentoqueestoydequelosotrossean

varones.Hasidounasuerteteneraesoschicos,¿verdad?—¡Yquedure!—suplicólamadrejuntandosusgrandesmanos.Clarkapoyólassuyasenelvientredesumujer.Ellasuspiróydijoqueibaapedircitaalmédico.

DosmesesdespuéslaseñoraBentonvolviódelhospitalasegurandoquelosquistesnolaharíansufrirnuncamás.Notendríamásbebés.Puntofinal.—Despuésdetodo,tampocoestámal.Hayquetomarselavidacomoviene.Ysaliradelante.Loque

estoydiciendovaleparatodos.Paratitambién,Coryn.—Señalóconsuíndicegordezueloelvientredesuhija—.Porqueeresunachica.Corynreprimióunescalofrío,soñócontodaslasvidasquenotendríacuandosupadreteníapesadillas

enlasquesuniñabonitavolvíaconunvientrehinchadoynadiequeladesposara.«Loschicostomanalaschicascomotomaneltren.Cambiandeitinerarioy…»—TengoquecasaraCoryn—anuncióClarkaTeddy—.Encuantoveasentretusclientesaunmozo

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serioybienaseadoquelamiraunpocomásdelacuenta,melodices.Ypasoalaacción.Ycuandounoseempeñaenalgo…

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ClarkBentonnotuvoquerezardemasiadoasantaRapidezparaobtenerrespuestaasusplegarias.Pocodespuésunconcesionariodecochesde lujoabrió suspuertasapocoskilómetrosdeallíyun tal JackBrannigan fue a desayunar al Teddy’s.Coryn le sirvió, y él no le quitó los ojos de encima.Volvió aalmorzarallícadadíadelaprimerasemana.Sesentabaalamismamesaparaquelajovenloatendiera.Lamirabacomosemiraunpostre.Eraextremadamenteeducadoymuyelegante.Lehablabaconrespeto.Sonreía,yCoryn respondíabajando lamirada,pero sonreía también.MientrasTeddy tomabanota.AlséptimodíaTeddyllamóaClark.—¿Coryntehadichoalgo?—¿Qué?—preguntóelseñorBentonpatinandoconsuspantuflas—.¿Unbuenpartido?¿Buenapesca?—Esoparece.Esaseado.Educadoyambicioso.Bentonpadretradujoesaspalabraspor«premiogordo»ycomunicóaTeddyqueibahaciaallí.Dicho

yhecho,Clarkfuecorriendoalrestaurante.Enpantuflas.«¡Nohaytiempoparacambiarsedecalzado!»Quisooírelrelatootravez.Teníaqueescucharconsuspropiosoídos—yverconsuspropiosojos—lapalabra«ambicioso»enbocadesuamigo.—Pero¿cómodeam-bi-cio-so?—Comounvendedordecochesdelujo.—¿Elconcesionarionuevo?Teddyasintió.—¿Eldueño?—Tiempoaltiempo…—Tiempoaltiempo…Clarkvolvióacasacon lasmanosen losbolsillos.Y lacabezaen la luna.Eraunbuenpartido.Su

olfatoselodecía.Sinembargo,secuidómuchodecontarnadaasumujer.YaCoryn,menosaún.«¡Lasmujeres no saben nada de pesca!» Se durmió agradeciendo a santa Napia y al Señor que la suerteexistiera.Porprimeravezenmeses,esanocheroncóapiernasuelta.

Aúnhubounosdíasmásdeplegarias.Deabundantesplatospreparadosenlacocina,depostrecortesía

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delacasaservidoporlasdulcesmanosqueJackansiabadevorar.YCorynsonrióconmenostimidez.Jacknoestabamal.Aver,paraserexactos,eraunhombreapuesto.

Siempre llevaba corbata y no se quitaba la chaqueta para almorzar. Tenía elegancia. Ojos negrosintensos.Manoslimpiasyuñascuidadas.Alirsedecía:—Hastamañana,señorita.YCorynrespondía:—Hastamañana,señor.Jack laencontrabadeliciosa.Unbombón.Sobre todocuandosonreía.Parecíafrágil.Tandulce.Tan

deseable.Taningenua…«Perfecta.»AntesdequelasegundasemanafinalizasepropusocortésmenteaCorynirjuntosalcine.

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JackBrannigan llegóenunJaguar reluciente.Re-lu-cien-te.Abrióelportilloy recorrióelcaminoconinusitadacalma.Loschicosestabanenelpub,enelentrenamientodefútboloenclasedecatequesis.ElseñorBenton aguardaba de pie, con lasmanos en los bolsillos, en la terraza. Se había cambiado laspantuflasporloszapatosdelosdomingosimpecablementelustrados,unosespejosalosqueningúnrayofue a reflejarse, noobstante.Clarkobservóa Jackmientras este avanzabahacia la entradade la casacomosiloestuvieradesmontandopiezaapieza.Alfinyalcabo,¿acasonoeramecánico?Despuésdetreintaañosdesarmandotodoloquepillaba,sedabamaña.«Cuerpo:enperfectoestado.Piernas:fuertesy atléticas. Hombros: poderosos. Manos: robustas. Cabeza: nada mal.» Y de cuanto habría podidoadvertir en los ojos de Jack… no distinguió más que su color: oscuro. El atractivo hombre estabademasiado cerca, y Benton se maldijo por haber olvidado ponerse las gafas para la hipermetropía.Tendióunamanovigorosayencontróunamanodeacero.Unsaludoentremachotes.«Buenaseñal.»Elpadreleexplicóconfirmezaqueeltrayectoentreelcineysucasaapenasdurabaquinceminutosy

queapreciaríalapuntualidadalavuelta.—Porque,afindecuentas,¿quéclasedehombreseríaalguienquenosabemirarelreloj?—Llegaréalahora,señor.AlavueltaJackfuepuntual.Educado.Elegante.Teníaganasdepostre.

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Transcurrióunmesentero antesdeque lo invitaranoficialmente a cenar.Unmesdurante el cual JacktomólasmanosdeCorynentrelassuyas.Erantanfrágilesydelicadas…Nopodíasoltarlas.«Noquieroqueotrotipotoqueaestachica.Menecesita.»Yunatardelabesó.Enlaboca.Latomóentresusbrazosylavolvióhaciasí.Corynnoseloesperaba.Sobretodoporlosbesos.PorlasensacióndelalenguadeJack,quenodejabaespacioalasuya.«Noseparecealoqueheleído.»Cadabesolasorprendía.Peroterminóacostumbrándose.Asíescomodebíandeserlosbesos.«Sinduda…»Jackeraunhombreconexperiencia.«Contreintaaños,unosabecómobesaraunachica,¿no?»—¿Por qué seguirá soltero con treinta años?—preguntó Teddy, que secaba los vasos detrás de la

barra.—¡Uy!Puesnosé—respondióCoryn—.Estaríamáspendientedesucarrera.—¿Tegusta?—Creoquesí.—¿Crees?—No.Megusta.Es…unhombre.—Parecebuenapersona.¿Ganamucho?—¡Yoquésé,Teddy!Nolepreguntoesascosas.—Lostiposcomoélgananunafortuna,telodigoyo.Peropregúntaleporquénosehacasado.Más

quenadaporsaberlo…Coryn dijo que sí, pero no lo hizo.Nunca.A decir verdad, no tuvo ocasión. Jack hablaba por los

codos. ¿Acaso no era un vendedor de coches brillante? ¿Y no era Coryn la única chica entre tantoshombresquenuncalehabíancedidolapalabranipreguntadosuopiniónsiquiera?

Fueron al cine. Pasearon por el lago de Platerson, donde el padre pescaba tencas. Fueron a eserestauranteeleganteyrefinadoenelquehabíaunmontóndetenedores,yJackadorólamiradadeCoryncuandoestalepreguntó:—¿Cuál?—Delexterioralinterior.

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Lajovenrubiaseechóareír.—Erespreciosa,Coryn.Preciosadeverdad.Ella se sonrojó, tuvo mucho cuidado en no equivocarse de tenedor y se apresuró a contarle su

experiencia en aquelmaravilloso restaurante de Londres a la ancianaWanda, que servía desde hacíatreintaycincoañosenelTeddy’s.—¡Telodije!¡Quélástimanotenertuedad!—Wandasuspiró—.Jackesguapo,alto,fuerte,conlos

hombrosanchos,comosueñantodaslasmujeres,hastalasqueafirmanlocontrario.Hazmecaso,tuJackeselsueñodetodaslaschicas.—¡Peronotieneuncorcelblanco!—semofóLenny,elcocinero,queseunióaellas.—¡TieneunJaguar!¡Blanco!—Esonoesuncaballo.—¡Esundescapotable!¿Onoescierto,Coryn,quetumelenavuelaalvientocuandovaisenélaese

palaciodondetú,Lenny,noentrarásjamás?¡Nisiquieraalacocina!—Yamíqué.—¿Noesverdad,Coryn?—Sí—reconociósonriendolajoven.Lennydijo—yconfirmó—quelaschicaseranunastontas.—Todas.—Normal.Notegustanlaschicas.—Mentira. Sí queme gustan, pero no enmi cama. Y si yo fuera chica, esperaría otra cosa de un

príncipedecuento.—¿Comoqué,porejemplo?—preguntóCoryn.—Puesquetengaganasdetenermeentresusbrazos,sinmás.Porejemplo…yporencimadetodo.—¿Nohasvistocómolaagarra?—loatajóWanda.—¡Leeenny! ¡Joder!¿Dónde tehasmetido?—gritóTeddy—.¡Dos filetespocohechos! ¡Una tortilla

muyhecha!¡Unadepescadofritoytoneladasdepatatas!¡Tequieroenlosfogones,gandul!¡Yrapidito!Lennyseteletransportóasupuesto.—Levanlostíos,Coryn.Nosabenadadechicas,teloaseguro.Elcocineropusolosfiletesenlaplancha.«HevistocómolaagarraJack…ysiyofueraunachicame

gustaríaquemeagarrarandeotramanera.Esoestodoloquehedicho.»

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UnatardedeotoñoelpadredeCorynsubiósoloalcochedeJack.—Unamuchachacomomihijaesparacasarse,noparajugar.¿Entiendes?—Esaesmiintención,señorBenton.—LlámameClark.—¿Cuándoquierequenoscasemos,Clark?Acordaronlafechaysedieronunapretóndemanos.Comohombressatisfechosdehabercerradoun

buentrato.—Yopagaréelvestido.Corynesmiúnicahija.Esmiobligaciónregalarleelvestido.Yelbanquetese

celebraráenelrestaurantedeTeddy.Essupadrino.Seloprometí.—Pormínohayningúnproblema.Y,además,allíesdondenosconocimos.—¡Oh!Enelfondoeresunrománico,¿eh,Jack?Elfuturoyernoasintió.Luegoañadióqueencargaríalacomidaaunbuenserviciodecateringyqueeso

correríaporsucuenta.—¡Esosíquetelodejoati!—¿Clark?—Sí.—Preferiríaquenoeligieranunvestidoconencaje.Corynestanbonitaquenolehaceningunafalta.«Noquiereexhibiramihijacomountrofeo.Bien»,sedijoelpadre.

Exactamentecuatromesesdespuésdesuprimeravisita,Jackaparcóa lahoraconvenidadelantede lacasadelosBentonconunJaguarnuevo,aúnmásrelucientequeelanterior.Clarkdeseóquelosvecinossereconcomierandeenvidia.ElfuturomaridoregalóunabotelladeunvinoexcelentealpadredeCoryn,quejamáshabíaprobado—nivisto—ningunoigual.Yunimponenteramoderosastanespléndidascomofragantespara:—Usted,señoraBenton.—¡Oh!¡Nuncamehabíanregaladounasrosastanpreciosas!Nieldíademiboda…Jackhizocomoquenolahabíavistosonrojarseyaguardóaquehubieranservidoelpostreparasacar

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unestuchedelbolsillo.Apoyóunarodillaentierra,yloschicossoltaronunasrisitas.—Pero¡québurrossois,hijos!—lesriñólamadre—.Jackpensaráqueosheeducadofatal.Elpríncipenosemovió.Ysedeclaró.—Coryn,encuantotevi,quisequefuerasmimujer.Hoytelopido,yteruegoquemeaceptes.Abriólacajitadecolorazulmarino.Lajovenmiróelsolitarioconincredulidad.—¡Oh!Es…esmagnífico.Lamadreseinclinóparaadmirarlo.—Nisiquieratupadre,ymiraqueestabaenamoradodemí,fuetan…¡romántico!Todoelmundoaplaudió.ACorynleparecióestarviviendouncuentodehadas.Tendiólamano.Tan

fina.Tandelicada…Miróel fabulosodiamantedeslizarsepor sudedo índice,y luegoa Jackcuando,emocionadoysegurodesímismo,dijo:—Coryn,¿quieressermiesposa?—Sí—murmuróella,paragranaliviodesupadre.Clarksedijoque,porfin,estaba tranquilo.Suúnica—ydemasiadoguapa—hija ibaacasarsecon

honor.«¡Conhonor!GraciasaDios.»

Unavezasolasenlacocina,lajovensesintiórealmentedichosaaladmirarsudiamantebajolacrudaluzdelneón.Noviolapequeñaarañaquependíadeunhilosobresucabeza.Elbichito,atraídoporlosreflejos, produjo a toda prisa unos centímetrosmás de hilo. Solo para deleitarse con el brillo de lapiedra.Eldiamanteera…diamante.Teníaelpoderdeldiamante.«Yoestabaen locierto», sedijo lanovia.«Esposiblevivircomoenlasnovelas.»—Estálocoporti—exclamólaseñoraBentonentrandoenlacocina—.Esunanillonuevo.¡Noelde

sumadre!—Ytú,¿loquieres?—preguntóTimmy,queveníadetrás.Sumadrelesoltóunguantazo.Laarañasubiórápidamentepararesguardarseeneltecho.—Pero¿quéhedicho?—respondióTimmyaltiempoque,porlospelos,esquivabaotrotortazo.—¡Puesclaroqueloquiere!¡Jackesunabendición!¡Jackesunregaloinaudito!¡I-nau-di-to!Había separado cada sílabamirando a su hija, quien pensaba en PapáNoel, en los deseos y en el

diamante«i-nau-di-to».

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LabodasecelebróenlamodestaiglesiadeBirginton,dondeCorynhabíapasadotodassusmañanasdedomingoenmisa.Entrócondiecisieteañosdelbrazodesupadre.Durantelaceremonia,comodurantelossermonesde

su infancia, no escuchó nada. Esa vez no fue por aburrimiento o por evadirse en sus sueños, sinoúnicamenteacausadesuspies.O,mejordicho,deloszapatosdetacónquelatorturaban.—Sonlosmáselegantes—habíazanjadosumadre—.Hazmecaso.ConunmaridocomoJack,siempre

tienesqueirelegante,chic.—Meaprietan.—¡Yateacostumbrarás!—Podríallevarlosencasaparaablandarlosunpoco.—¡Nipensarlo!—gruñólaseñoraBenton,ycerróconcuidadolacaja—.¡Novasaestropearlosantes

delaboda!«¿Nuncahayqueusarlascosasparanoestropearlas?¿Hayqueguardarselossueñosparaquenose

desvanezcan?»—Coryn—dijoelreverendoGoodconunavozquelahizosobresaltarse—.¿Quieresblablablá…?Lajovendijo«sí»ycomprendió,enesemismoinstante,quenadielehabíapedidosuopinión.Osea,

que en el fondo no…Susmanos, tan finas y frágiles, temblaron un poco cuando firmó el registro. Elbolígrafoseleresbalóycayórodandohastasuspies.Jackseagachópararecogerloyluegobesóasujoven esposa, a la que encontraba conmovida y conmovedora. Pero lo que él interpretó como unaturbaciónamorosanoerasino temoryaprensión.«Cuando tienesdiecisieteaños,¿tecomprometesasíparatodalavida?»—Mesientoorgullosadeti—lesusurrósumadreamododefelicitación.

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LasmesasdelTeddy’shabíansidoreagrupadasformandounaU.LafamiliadeCorynestabaalcompleto.Todoslostíos,lastías,losprimos,lasprimas,laúnicaabuelaquequedabayqueperdíayalachaveta,Teddy,sumujer,sushijos,Wanda,Lennyyelrestodelascamarerasfueroninvitados.AntesdelacomidaJackdioundiscursoparaexpresarloorgullosoquesesentíadeformarpartedeesagranfamilia,él,quehabíacrecidosiendohijoúnicoyque,pordesgracia,habíaperdidoasuspadreshacíaunosaños.Todoslo bombardeaban a preguntas sin detenerse a escuchar las respuestas.Desfilaron deliciososmanjares,bromas,risas…Lashorastambién.DuranteesetiempoCorynmirabasudiamante,sualianzaysuvestidopara olvidarse de sus pies, que los zapatos de satén blanco estaban destrozando. En cuanto pudo seescabullóparairaponersesusviejassandalias,yalavueltalosreciéncasadosabrieronelbaileconunvalsentrelosaplausosdelosinvitados.LamadredeCorynsepercatódelroñosocalzadoquesuhijasehabía puesto a hurtadillas. Y mostró aquella mirada de decepción y reproche que solía anticipar unaccesodeira.PoresolareciéncasadanosesoltódelbrazodeJack.Sirvieronelchampán,elcafé,loslicores,yluego…Jack decidió que ya había llegado la hora de su postre particular. La puerta del Jaguar se cerró

pillandountrozodevelo.YelcochesealejósinhacerruidobajouncielodesprovistodeestrellasendirecciónalagrancasadeLondres.

JackllevóenbrazosaCoryndesdeelporchehastaeldormitoriodelaprimeraplanta.Corynreía.Estabaaterrorizada.Jackreía.Sabíaquesedeleitaría.Ellalerogóquerecordaraqueerasuprimeravez.Éldijoquelosabía.Quelaprimeravezeraimportante…Como lehabía sucedido con suprimerbeso, aCorynno legustó esa cosaduraque lapenetró con

fuerza. «¿Sedará cuenta?», pensómanteniendo losojos abiertosdurante aquello.Todo aquello.HastaqueJackrodóhaciaunladodelacamaconunestertor…¡Despuésdeeso!Sinmás…Corynvolviólacabezahaciaelotrolado.¡Ah,no!Nolloraría.Niporsuinfancianiporsuvirginidad.

De todas formas, ella no lloraba nunca. ¿No había sido la única chica entre diez chicos que habíanintentadoportodoslosmediosarrancarleunaslágrimas?Medianteelmiedo.Eltrabajo.Laguasa.Porgusto.Tirándoledelpelo.Jugando…No.Corynnuncahabíalloradodelantedesushermanos.«Novoya

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hacerlodelantedemimarido.»Maridoquesepusoaroncardeformaseguraytranquilizadorajuntoasuoreja,sibienellanopodíacerrarlosojos.Suvidaeratannuevacomoesaenormecasa.Laimpresióneralamisma.«Nosénada.»Prestóatenciónatodoslosruidos.Intentóidentificarlosenlaoscuridadyretenerlos para el día siguiente. Y los días posteriores. ¿Cuánto tiempo necesitaría para fabricarsereferencias? ¿Cuánto tiempo para dejar de sentirse terriblemente sola?Y luego, sin ninguna razón, sepreguntósiesacasaqueolíaapinturareciente,anuevo,tendríatelasdearañadebajodelosarmarios.Comoenlacasadesuniñez.«Sinduda.»Todaslascasasteníanarañas.«¿Yporquéestoypensandoenesto?¿Porquéahora?»«Piensasenesto—respondióunavozquenoreconociócomosuya—paranopensarenquetuspieste

torturanyquelossientestandestrozadoscomotuvientre.»

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CuandoKyle se subió a un escenariopor primeravez tuvo la exultante sensaciónde«estar vivo».Eljoven supo siempre que seríamúsico. Nunca había albergado lamenor duda. Ninguna incertidumbre.Algunas cosas son así. Algunas personas son así. Cuando decenas de periodistas le preguntaranmástarde:—¿Porquédecidiósermúsico?Kyleresponderíasindudarlo:—Porquenopodíaserdeotromodo.Sihubiesesidopintor,bailarín,equilibrista,escultor,enólogooinclusoescritor,habríaempleadolas

mismas palabras.Hacía lo que necesitaba para vivir.Acaso por influencia de sumadre, casi seguro.Acasoporqueteníauntalentoinnato,casiseguro.Kylesolosentíalanecesidaddetocarsuinstrumentoyeldeseodecorrertraslaschicas;cuantasmás,

mejor.Solopensabararasvecesen«eso».En«ella».Hacíatantosañosquesehabíamarchado…

Supadreseguíaconvidayenlacárcel.Eljovennuncahabíaidoaverlo.Nuncahabíaabiertoniunasolade lasdespreciables cartasque elCabrón le enviaba con regularidad.La abogada lehabía aseguradoque,dadosloshorroresinfligidosasumadre,nosaldríadeprisión.Janetambiénselohabíaprometido,yKylelahabíacreído,porqueJanecumplíasiempresupalabra.Suhermanastraeraquinceañosmayorqueély,comoesnatural,sehabíaocupadodelpequeñodespuésdequeelpadredeKylemataraasumadre.Janeestudiabay trabajabaenSanFrancisco.KylenisiquierarecordabalaépocaenqueJanehabía

vividoconellos.Lachicaodiabaalnuevomaridodesumadreyeste,porsuparte,nolatragaba.JaneselasingenióparaconseguirunabecaenlaUniversidaddeSanFrancisco.EstabalobastantelejosparanotenerquevolveraWillingtonmásqueunavezalaño.PorNavidad.DemaneraqueKylesoloconservabados recuerdos de su hermana: un camión y una grúa envueltos en papel blanco decorado con dibujoshechosporlapropiaJane.TodavíaseacordabadelPapáNoelextremadamenteestilizado.—¿PorquéPapáNoelvuelasobreunateladearaña?—¿Terefieresaesto?—respondiólajovenvolviendoaexaminarsuobra—.PeroKyle,¿novesque

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setratadeltrineoylosrenosparasujetarlasriendas?Kylevolvióamirareldibujoysepusoacontarlos.—Haydemasiados.Tehasequivocado.—¿Porqué?¿Sabescontar?—Puesclaro.Cuentolasteclasquemamátocaconlosdedos.Janenuncahabíasospechadoelsufrimientodesumadre.Nohabíavistoniunasoladelaspalizas,ni

lasquemadurasdecigarro.Nuncasehabíallevadobienconsupadrastro,ysequedabaadormirencasadesusamigaslomásamenudoposible.Solopensabaenponerelmáximodekilómetrosentreellayél.«Tengoquevivirmivida.»

Jane se llevó al niño a San Francisco, donde mandó enterrar a su madre. Kyle no hizo preguntas.Descubrióelcolegio,losamiguitos,lamaestraqueteníavozdepájaro.Legustabaverasuhermanaysunuevacasacuando regresaba. Janenococinababien,pero«¿yqué?».El saborde losalimentosno lellamabamucholaatención.Estabamásatentoaloqueentendía,aloqueresonabaensuinterior.Todoteníaun ritmo.Los taconesde la señoraMiller alpasarpor entre las filas.Las ruedaschirriantesdelautobúsamarillodelcolegio.Laspisadasquecrujíanenlacasa.Elgluglúdelfrigoríficoenrespuestaaladescargadeldispensadordeaguafríamientrassellenabaatrompicones,lacrepitacióndelaceiteenlasarténincandescente.Losbocinazosdelacalle,lassirenaslejanas.«Muylejanas…»Kyletamborileabaconlosdedosparareproducirelritmoyestarseguro,llegadalanoche,dememorizarlasmelodíasantesdedormirse.Las retenía,ysolooíaamedias lavozdeJane,quienhacíaesfuerzossobrehumanosporencontrarunhuecoparacontarlehistorias.—¿Nosabescantar?Janedejóellibro.—Nosoyexactamentecomomamá,Kyle.—Ya.Túeresmihermana…Mihermanamayor.Lamiróconextrañezayagachólacabeza.—¿Sí?Kylesiguiómirandohaciaunpuntolejano.—Quierotocarelpiano.Janeapuntóasuhermanoaclasesdepiano.Tendríaochoañosmásomenos.Loacompañabatodaslas

semanas y esperaba sentada en un banco a que terminase.A veces levantaba la cabeza de sus libroscuandounanota lahacíavibrarmásqueotra.Después lo llevabaacasay lodejabaalcuidadode lacompañeradecuartoquetuvieraenesemomentoparairseatrabajaralhospital,denoche.Porqueestabamejorpagadoyesolepermitía…—…estaraquícuandotedespiertas,hermanito.Puedoacompañartealautobús.

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—¿Ydespuéstevasadormir?—Despuésvoyalauniversidad.—¿Ynoduermes,Jane?—¡Sí,sobrelamarcha!Kyleno sabía loque significabaeso.Quisopreguntara Jane sihabíaunacamasobre«lamarcha»,

perosuhermanalometióenelautobús.Janeestudiabaytrabajabacomounadescosidasinquejarse.Teníamotivacióndesobra.Traslamuerte

desumadrecambiódeorientaciónprofesional.Dejólosestudiosdeenfermeríaysehizoasistentasocialparaayudaralasmujeresmaltratadasporsuscabrones-maridos-amantes-destructores…—…paraquenuncaseconviertanensusasesinos.Sabíamuybienqueeraporqueella,Jane,nohabíasidocapazdevernada.Seculpaba—amuerte—

pornohaber estadomáscerca,másaccesible.Másatenta.Sí, a la escucha, comounabuenahija.Nohabíadesempeñadosupapel.Habíametidolapataporegoísmo.¿Esocómosecompensaba?¿Cuáleralacondenaporese…crimen?¿Cómosevivíaconeso?«Haciendoloquehago.»Jane había leído que en todo elmundo, en todas las clases sociales, una de cada tresmujeres era

golpeada,maltratadayvioladaalolargodesuvida.Quelamitaddeloshomicidiosdelasmujereseraamanosdesusparejas.Quecadatresdíasunamujermoríabajolospuñosdeunhombrequesesuponíaquelaamaba.Queesosdatoseranestableseinmutables.Unaverdadcomountemplo.Queesosnúmerossetriplicabansiseteníanencuentaalasvíctimascolateralesysecontabanlossuicidios;siseteníaenconsideraciónalosniños.Que,pordesgracia,tambiénhabíamujeresquemaltratabanymataban…Yquesi sumásemos todos esos números desde la creación del mundo no sentiríamos vértigo sino un ascoprofundo.¿Quiéneracapazdecreerqueeraporamor?Jane jamás podría perdonar lo que era «imperdonable». Ella misma no se perdonaría. Lo que el

Cabrónlehabíahechoasumadrehabíadeterminadosuvida.YladeKyle.Poresohizocuantoestuvoensumanoparaquesuhermanonodejasedetocarelpiano.Paraquepensaraenotracosa…«Cuandoesimposibleolvidar.»—Kylenosolo tiene talento—aseguróJohnMansciewski,elprofesordepiano—.Tieneeso…Me

preguntoquémáspuedoenseñarle.Jane se echó a reír, y compró un piano; su coche nuevo tendría que esperar al año siguiente.Kyle

permaneciótodalatardeenelporchealacechodelosrepartidores.Cuandoporfincolocaronelpianoenelsalón,sesentófrenteaél.Enelsuelo.Doshoras.—Estuyo—lesusurróJanemientrascomían—.Puedestocarlo.—Losé.—Entonces…¿aquéesperas?—Estamoshaciéndonosamigos.

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Necesitaronexactamenteseisdíasycinconochespara«hacerseamigos».AlamañanasiguienteKyletocósininterrupciónyJanesupoqueseríaninseparables.Encuantoparófuecorriendoalcuartodesuhermana,sinaliento:—Nolovenderásjamás,¿verdad?—Puesclaroqueno.Unamigoesparatodalavida.CuandoKyle tocaba no habría sabido decir si lamúsica salía por sus dedos para resbalar por el

tecladoosielpianoloposeíahastaelpuntodefundirseconsualma.Tocaba…yvivía.Punto.Jane, por su parte, tenía la profunda convicción de que su hermano llegaría lejos. Lo imaginaba

recorriendoelmundocomounpianistavirtuoso.Estaríaextremadamenteeleganteconsuesmoquin.Seríamásaltoeinclusomásdelgado.Sealisaríaelpelo,peinándolohaciaatrás,yaquelmechónrebeldeyanolecaeríasobrelafrentetapándolelosojos.Lostendríacerradosmientraslasmultitudes,quesehabríandesplazadoparaverlo,loescucharíanysoloselevantaríanconpesardesuasientocuandoelmúsicosehubieramarchado, finalmente, después de ser reclamado a escena en numerosas ocasiones.Luego esacuriosaentidaddotadademilesdeojossedescompondría,ycadacualsellevaríaconsigounaemociónúnica.Una tarde Jane se sintió tan turbadamientras observaba a su hermano al piano que habría deseado

abrazarloparadecirletodoeso.Paradarlelasgracias.Comotodoslosespectadores.Peroseretiróasudormitorioporpudor.

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Fue en el instituto donde Kyle hizo amistades decisivas: Steve y Jet. Montaron un grupo de rock y,triunfalescomolosadolescentesqueeran,selocomunicaronaJane.—Entonces¿notocarásmúsicaclásica?—Puesnosé.Cuandoseaviejo,seguramente.Aver,másviejoquetúahora.Loschicosseecharonareír,yellalepreguntóquénecesitaba.—Unaguitarra.Janelecomprósuprimeraguitarrayfuesuprimeraespectadora.Kyleescribíaletrasincomprensibles

paralasqueellanoteníacalificativos.Lasberreóentodoslospequeñosescenariosquelosacogieron,ycuandoJaneloveíatirándoseporelsuelo,sedecíaquesusdoscolegasnoteníanlamismanecesidadimperiosadedarriendasueltaatantoexceso.Estabasorprendida.No,lociertoesqueestabapasmada.Habíacomprendidoquealgoestabalatente

enél.Laclasedepulsiónqueteanima,teexaltaopuededestruirte…Nohabíaimaginado,nidelejos,que esa pulsión fuera tan poderosa.Tampocopasaba nada porque se exteriorizara así, puesto que, detodosmodos,ibaaexteriorizarsetardeotemprano.Sí,erapreferiblequeKyleberrearaaquecantara,quesetiraseporelsueloaquellevaraesmoquin,quedestrozaralaspalabrasaquecometieracualquierotraestupidez.Eranpreferibles susespantosascamisetas, supintade fantasma, sumelenadespeinada,inclusoelinsoportablemechónqueletapabalosojos,averloprivadodesusalas.¿Quéharíasinalas?«UnpájarocomoKylesolopuedemorirsiseloenjaula.»—¡ContaldequelaSuertesefijeenél…!—confesóaSusie,sucompañeradecuarto,quecomíaun

muslodepollotrasotroadosmanos.—¿Quieresqueteayude?—¿Porquéno?—Pásamelamayonesayotromuslodepollo.¡Caray!Estánderechupete,¿nocrees?—Sí,sí—dijoJanesinhaberlosprobado—.¿Yquépropones?—¡PuesjuntasvamosarezarlealaSuerte!—Teloagradezco—repusoJane,sibiennolasteníatodasconsigo.

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LaSuertedecidiótomarsesutiempo.Kyleibaaclaseconlaguitarraalaespalda.Comíaconlaguitarraalaespalda,escribíaconlaguitarraalaespalda,caminabaconlaguitarraalaespalda.Janelepreguntósidormíaconella.—¿Conqué?—Conesoquellevasahí.—¿Laguitarra?Puessí.—¿Ytelavasconella?—Puesno…—Esverdad,sitúnotelavas.—¡Puessí!—¿Cuándo?—Puesenlaplaya.—¿Teestásquedandoconmigo?—Puessí.Oye,elsábadotocamosenBillard’s.¿Loconoces?—Puessí.—¿Vendrás?—Pueselsábadonopodré.—¡Ah,ya!QuehasquedadoconDan…JanesevolvióhaciaKyle.—¿Cómolosabes?—Pues,Jane,porquevivocontigo.—Penséquehabíasidodiscreta.—PuesesimposibleserlocuandoseestáenamoradocomotúloestásdeDan.Janehabíaconocidoaesehombre—unpoli—duranteunasprácticas.Nohabíasidoamoraprimera

vista. Dan estaba casado y tenía familia, pero poseía una bondad y una sensibilidad enternecedoras.Habíancolaboradoentreellos.Hablarondeestoydelootro.Ydeellos.Cadacualporsuparte,ambospensaronquecongeniaban.Quepodríancongeniar.Quepodríahabermás.SoloqueDanestabacasado…Puntoderupturadecualquiersueño.

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Añosdespués,cuandoJanesepostulóparaladireccióndeLaCasa,uncentroparamujeresvíctimasde la violencia conyugal, volvió a encontrarlo en su camino. Conmás frecuencia. Dan seguía siendopolicía,seguíacasadoyyaerapadredecuatrocríos.Sinqueloplanearan,Janeseconvirtióensuamante,porqueentoncesnohabíaotrasoluciónparasu

amor.Kylenuncahabíapuestoendudalossentimientosdesuhermana.—¿Notemolestavivirensecreto?Janeremovióunbuenratolabolsitadelainfusiónenlataza.—Notienesporquéresponderme,Jane.—Amar aDan—repuso cabeceando—y que élme ame implica… secretismo.De hecho,mi vida

entera gira en torno al secretismo. Gestiono una casa donde cada residente guarda una parte de sussecretos, bien porque son muy dolorosos, muy horribles, muy difíciles de verbalizar, bien porque lonecesitan.Abrirsees…—Suspiró—.Algunasdeesasmujeresnopueden.Esasí.Peroenverdadestoyconvencidadequeelsecretismotienesuscosasbuenas.—Nohascontestadoamipregunta,Jane.—Yo reprimocon firmezamisdeseosmientrasque túdespliegas tus alas con facilidad.Teadmiro.

Sabesserlibre,Kyle.—Quieroserlibre.—Prontoelmundoserátuterrenodejuegoyyosoloseréparatiesahermanamayoralaquedebes

visitarporNavidad.—VendrésiempreporNavidad.Eresmiúnicafamilia.

MientraslaseñoraSuertesetomabasutiempo,elgrupodemúsicosescogióunnombre.LosF…Comono lograban decidirse entre los FREE, los FIRE y los FUCK, terminaron por preferir los puntossuspensivos.«¡Cadacualeslibredeinventarseelrestoasugusto!»LosF…tocaronentodaslassalasminúsculasdeSanFrancisco.Despuésenalgunassalaspequeñas.A

vecesalgunaestrellalosinvitabaparaquelehicierandeteloneros,afindeestimularsuapetito.Cuantomayoreralasala,mayoreseransusganas,másimportanteeltrabajoymásdebíanesforzarse.EstoesloqueKyledijoexactamenteaJane,yconcluyó:—Yaves,tengoquedejarlosestudios.—¿Deltodo?—Puessí.Lassalassellenan.Nopuedohacerotracosa.Es,comoquiendice…necesario.—Creoquedeberíastomarteuntiempoparareflexionarun…—No.Loquetedigoesloquevoyahacer.EratalsuconvicciónqueJanecomprendióqueseríainútilcontradecirlo.Avecesesimposiblellevar

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doscosasbienalmismotiempo,sobretodocuandounadeellasestupasión,noladiscutes,teembargaytehacevivir.—¿Cuántassillas?—preguntóJaneporcuriosidad.—Nolascuento,Jane.Pero…bastantegente.—ElhijodeDanoshavistodosveces—dijomediosonriendo.—¿Y…?—Legustó.—Mola.Danmola.Suhijotienequemolar.La voz de Kyle retumbó vertiginosamente. Sintió que se le había escapado algo que suscitaría

preguntas.Miradasinterrogantes.—Noteparecesaél—dijoJaneasiéndolelamano—.Notepreocupes.—Físicamentesí.Hevistofotosyhabríapreferidoparecermeamamá.—¿Aunabuenamujermenuditaymorenita?—Nodigastonterías.Despuésnodijeronnadamás.Janenointentóaveriguardóndehabíaencontradolasfotos.¿Quémás

podíadecirse,sinoqueessimplementeinsoportableparecersealapersonaquemásodiasdelmundo?Leapartóelmechóndelosojos.—Puestampocoteparecestantoaél.—Tienesrazón.Teníapintadesaberpeinarse.—¿Tedrogas?—¿Aquévieneesapreguntademierda?—¡Contesta!—Comotú.Uncanutodevezencuando.—Hacetiempoquenofumo.—¿Yquémástedaesoati?—¡Kyle!Para,porfavor.Amamánolehabríagustado.Kylelamirófijamente.—Nuncahabíasdichoeso.—¿Qué?—Ese«mamá»conesavoz.Janeguardósilencio.Kyletambién.—¿Siguesechándolademenos?—continuóKyle.—Siemprelaecharédemenos.—Recuerdosupelonegroycómoolía.—Sí,esverdad.Suchampúteníaunaromapeculiar.—Noeraelchampú,eralalaca—lacorrigióKyle.

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Janenovolvióahacerningúncomentariosobreelaspectodesuhermano.Sobresumechóndemasiadolargo.Sobresuszapatillasdedeportesincordones.Kylenuncarevelódóndehabíaencontradolasfotos.Se concentró en todos los acordes que una guitarra podía dar en todas las posiciones posibles. Elartilugiomágicolehacíacompañíayconseguíaquesesintierabien.

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AvecesKylesepreguntabasilasuerteyeldonqueteníaeranunacompensaciónportodoloquehabíavividocuandoteníacincoaños.«¿Hayunprecioquepagar?¿Entodosloscasos?¿Ohayotracosa?»SienlacamanoconseguíaconciliarelsueñoyJanenoestabasolaensucuarto,eljoventemíairala

deriva,lejos,tantoqueleresultaríaimposiblevolver.Notabaquelafronteraerafrágil.«Irremediable.»Selevantabayseplantabadelantedelaventana.Clavabalamiradaenunárbol.Encualquiera.Incluso

la rama más pequeña le valía. Pensaba que las ramas servían para eso, para mantener firmes a laspersonascuandoestánsolasyperdidas.Cuandonisiquierapuedenyatocarmúsica.Cuandolanadaabresusfauceshambrientas…Conlasprimeraslucesdeldíaestabatanateridoqueloolvidabatodo.Sustemoresylasgafasoscuras

desumadre.Lafatigaledejabaunfuertedolordecabeza.Queerapreferiblealaderiva,peroqueseconvirtióenunacompañeraasiduayseinstalóasusanchas.Sinembargo,eljovennodijonadaaJane.Kyletambiénteníasussecretoscuandocaíalanoche.

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Kyle, Steve y Jet habían hecho el juramento de que serían estrellas del rock. Todos sus sueños semultiplicabanportres.Siendotres,setienemásfuerza,másmotivación,másseguridadenunomismo.Nohabíalugarparaladudaenlavidadelgrupo.Sencillamente,noteníantiempoparadesesperarse.Cadacualteníauntrabajilloparapodersubsistiryqueserviría—puessí,cómono—¡paragrabarelprimerálbum!Algunos sonreían con educación ante el anuncio del proyecto.Otros semofaban abiertamente.Peroellos,losF…,soloprestabanatenciónasudeseoyqueríanhacerlorealidad.AlaSuertelegustóoíreso,lomismoquelegustabasuenergíaysuconvicción.Poresarazónunbuen

día decidió que había llegado la hora. Iba a hacer su entrada. Una entrada curiosa. Espectacular yllamadaPatsi.

LapuertadelarmarioquehacíalasvecesdelamentablecamerinoempotradodetrásdelosretretesdelasalaBellevuevolóconungolpeseco.Deunapatada.Lostreschicossevolvieronaunaymiraronconlamismaexpresiónde«pero¡quédemonios…!»alachicaque,enjarras,estabaplantadaenelvanodelapuerta. Llevaba unos pantalones violetas excesivamente ceñidos y unas botas Rangers de color rosapintadasamano,y teníaunamelenapelirrojay rizada.Seacercóaellos sinapartar lasmanosde lascaderas. Los chicos centraron su atención en los dos obuses que los apuntaban bajo su camiseta depantera.Sedetuvoyescupióelchiclequemasticabaenlapapelera.—¡Canasta!Yapodéiscerrarlaboca,tíos.—¿Quién…tú…eres?—balbucióJet,sinestarsegurodelordencorrectodesuspalabrasnidesus

pensamientos.Lachicaexplosivaleshizounguiñoquelosremató.—MellamoPatsiGregor.—Hola,Patsi—respondieronlostresconunasonrisatanradiantecomovoraz.—¿Quéquieres?—preguntóJet.—Simedejáistocarenvuestrogrupo,osdarébuenasuerte.—¿Ah, sí? ¿Y eso?—dijoKyle apartándose elmechón—. ¿Tocas? ¿Cantas? ¿O es que tienes otro

trucoocultoenlosbolsillosdetusfabulosasmallas?

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Patsinodijonada,perocogióelbajodeSteve.Secolocó,yalprimeracordelostreschicosestabanboquiabiertosdenuevo.Patsieraelsonidoquelesfaltaba.Trabajarontodalanoche,ylachicaterminóinsinuandoentredostemasquesutíoteníauncolegaenunadiscográficadeLosÁngelesyquealomejoraceptabaconocerlos.El tíode la chica llamóa su amigo,quienmostró ciertas reservas, pero finalmente le enviaronuna

maqueta.Dosdíasdespuésllamaronasupuerta.Actuaroncomosiestuvieranenunescenario,dándolotodo…ymás.¿Quéfueloquecambió?Nuncalosupieron.Patsidijoalavuelta,mientrasadmirabansucontrato,que

ellaleshabíadadosuerte,yloschicosasintieron.Los F… grabaron un disco y constituyeron la primera parte de un grupo mítico que acaba de

reformarse.Elpúblicoseenganchóasusonido,alavozdeKyleyalosarrebatosdePatsi.Haymujeresquesabenllevarunacasa;Patsi,encambio,sabíallevarunescenario,apesardeserelúnicomiembrode la banda que no cantaba. Se ponía unos trapitos como para enloquecer a cualquiera. Causabafascinación, y a los hombres les gusta la fascinación, porquepuede llevarlos al límite,muy cercadelpeligro.Unpasomásy…APatsitodoestoleresbalaba.Loqueellaqueríaeratocarelbajomejorquecualquierchicoyblasfemarcomodiez.Semofabadelasconvencionesylascostumbres, legustabaloimprevisible.Seguíasusintuiciones.Justaseimpactantes.Hacíareír,eraguapa,eralibre.Patsielegía.Kyleesperóaqueseacercaraaél.Sabíaquetodoseandaría.Entrabaenelordendelascosas.Se

acostaría con una pila de tíos—entre ellos, dos de susmejores amigos—y, luego, una noche, iría abuscarloasucama.Poresosemostrópacienteysededicóacomponer.Noparabadeescribiryescribir.Susinceridadenbrutoylaemocióndesuvozhacíanlodemás.Seimpusoconnaturalidadcomoelautor,lavoz,elpianistayelguitarrista.Elqueestabaenprimeralíneaparahacervibrarlassalas.Elqueseaferrabaasumicrófonocomoaunarama.Por suparte, Jethacíamaravillas con labateríayStevenunca se sintiódesposeídode supapelde

bajistaporque,ademásdeocuparsedelsintetizador,devariosinstrumentoscomplementariosydehacerloscoros,seencargabadelastareasadministrativas,siempreautoritario,paternalydecidido.Progresaronconextremarapidez.Sehicieronunhueco.Comosielespacioqueveníanallenarenel

mundodelamúsicalosestuvieseesperandosoloaellos.Respondieronadecenasydecenasdepreguntasidiotaso sutiles.Posaronparamilesde fotosy siempreadmirarona supúblico.Elmismodíaque secumplían dos años desde la firma del contrato, su segundo disco arrasó. Realizaron una larga giramundial.LosF…estabanlanzados.Lesllovíangalardonesypremios.Laschicasibanyvenían.Unassequedabanmástiempoqueotras.Y

entoncesPatsidecidióquehabíallegadolahora.SecolóenlacamadeKyle.Porquequeríaestarenella.Kyleseemocionóyseenamoró,peroPatsijuróquenoprometíanadacuandolosperiódicoslossacaronenportada.

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CuandoJacksedespertó,despuésdehaberhechoaCorynsumujer,ellaaúnseguíaconlosojosabiertos.Sedisculpóporhabersequedadodormido,porhaberladesatendido.Laestrechóentresusbrazos.Ellasonrió,yéltuvoganasderepetirpostre.

Jack era feliz. Un joven recién casado, un hombre satisfecho. Su carrera era prometedora y tenía laesposaquehabíasoñado.Ingenua,extremadamentehermosa,joveneinocente.«Todaparamí.»Lacolmóde regalos.De vestidos.De flores. Jack era un hombre generoso.Le gustaba el postre…A cualquierhora.Encuantopodía.Encuantosuitinerarioselopermitía,hacíaunaltoparaasaltaraCoryn.Luegovolvíaaltrabajo,dejándolasola,conlaconsignadequeestuvieseguapaasuregreso.«Ahorasoyunamujercasada…»,pensabaellaensilencio. ¡Oh!Puedequesi la jovenesposahubiesehabladoenvozalta, el dejo de tristeza de su voz habría turbado a las discretas arañas de la gran casa. Puede quehubiesentejidotelarañasdondeunospiesimponentessehabríanenredado…PeroCoryneradenaturalezapocohabladora.Apenashacíapreguntas,yaceptósin rechistarqueel

viajedebodasseaplazarahastapasadosseismesesdelenlace.HabíasoñadoconGrecia,yviajaronaIslandia.SalíadelhotelmásforradaqueunárboldeNavidad,loquenoleimpidiópillarunagripequelediounafiebredecaballo.Mientrasestabapostradaenlacama,Jackseibadecaza,ysolosesintiómejorcuandoabriódenuevolapuertadelainmensa-y-preciosa-casadeLondres.CasaquenoeradeCorynenabsoluto.Lajovenlacruzabasindesordenarnada.Quitabaelpolvoalos

mueblesyrecolocabaescrupulosamentelasfiguritasdeMarylinBrannigan.Lasdecristalcostabanunafortuna.Lasdeporcelanaeran tan finasque la luzpodíaversea travésdeellas.Paradistraerse,paradesafiarsumíseroaburrimiento,enlosdíasdeverano,cuandoelsolestabaensucénit,Corynapoyabalosplatosenlasventanaseintentabaentreverformas.Peronadasedibujabaenellos,porqueeljardínera un gran cuadrado de césped vacío. Sin un árbol. Sin una flor. Jack decía que solo podar aquellahierbaya le llevabademasiado tiempo.¿Recogerhojasademás?¡Qué inutilidad!ACoryn le resultabaextrañotenerundesiertoverdeamododejardín.Sepreguntabaquépartidolehabríasacadosusuegra.Nohabíaniunbancoparasentarseosoñar,yechabademenoselsaucelloróndesuinfancia,quehabíaabrigadosusesperanzas,suslecturas,susmudasconfidencias.«¡Oh,cuántomeaburro…!»

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¡Cuestacreercuán largospuedenser losdíasycuánrápidospasan losaños!Unamañanade invierno,mientrasquitabaelpolvoalretratodesusuegra,Corynsediocuentadequellevabacasadaexactamentecuatroañosyquejamásensuvidasehabíasentidotansola.Lesobrabanlosdedosdelasmanosparacontarasusamigas.Tenía…«ce-ro».Noteníaanadieaquienllamarporteléfono.Nadieaquienhacerconfidencias,apartede…Jack.Al principioTimmy, su hermano pequeño, iba a verla…y a distraerla.Aparecía por sorpresa y le

contaba las tonterías que había dicho en clase, las que hacía en casa y todas las que había pensadoescribir enel tablóndeanuncios.Saltabadeun temaaotro,pasabade lo trivial a loesencial.De suprofesoradeliteraturaque…—…estanlentaquetequedasdormidoalmirarla.—¡Puesnolamires!—Esoesdifícil,porqueBonnieMillownoestánadamal.—Igualesporesoquenolaescuchas…—Laescucho,peromeaburro.—Todoelmundoseaburre,Timmy.Yotambién—dejóescaparCoryn.Suhermanolamiródehitoenhito.Corynlepreguntósileapetecíaunté.Élfruncióelceño.—¿Situvierasunbebéseríasmásfeliz?—Sí.Cuandodéaluz,serérealmentefeliz.—¿Comoentuslibrosfavoritos?Elhervidorsilbó,yCorynvertióaguaenlatetera.Timmysacódesumochilalasgalletasconpepitas

de chocolate que había birlado de la reserva especial de la señora Benton, y que ella acabaríabuscando…—¡…portodalasantaCasa!Timmylahacíareír.Ysoñartambién,consusdeseosdeserperiodistaparalargarsebienlejosydarla

vueltaalmundo.«Perovienerarasveces»,parecíadecirleMarylindesdesumarcoesedía.«¿Quéhasidodemivida?»¿EralamiradadesusuegraoelsolinvernalquienexigíaaCorynhacerbalancedeloscuatroañosque

acababandeesfumársele?Cuatroañosdedicadosaquitarelpolvoyadesearunhijomientrasesperabaa

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Jack…ysusdemostracionesdeamor.Todassusdemostracionesdeamor.Lajovensuspiróyvaloróelabismoquesehabíaabiertoentresussueñosdeadolescenteysuvidaactual.«Entreloimaginarioyloreal.»Nosintiótristezaniangustia.Selimitóahaceresaconstataciónimplacable,comocuandotedascuentadequeunaarrugasehainstaladoenturostroynadalaharádesaparecer.Creemosqueseremoseternamentejóvenes,peroesfalso.Queremosolvidar,peroesimposible.LevinoalamentelaimagendeTimmyysusonrisa.Susrecuerdosdeinfanciaytodassuslecturas.Suboda,sudiamante…Ytodasesascosasquedebería…Corynfuealacocina.Lanzóeltrapogrisalabasuracontalfuerzaquesonóalcaer.Eranlasoncey

media.Jackvolveríaparaalmorzar.Lavísperahabíadichoqueleapetecíanescalopesdeterneraypastafresca,yquehabíacompradolonecesarioparaquepreparasesusalsapreferida.Lajovenmujerrubiapelólascebollasbajoelaguafría.Finalmenteseconvenciódequeeraafortunada…Jackestabamuyenamoradodeella.Esanoche,por

suaniversariodebodas,cenaríanenunrestaurantequeJackhabíaelegidoparalaocasión.Sesacaríauncollarounospendientesdelbolsillo.¡Oh!Jackestabatanenamoradoqueavecesseponía…celoso.LamanoderechadeCoryntembló,ylaafiladahojadelcuchillolehizouncorteenelíndice.Brotóunagotadesangre.Luegounasegunda,unatercera,unacuartaytodounhilillo.Sintiónáuseas,perolajovenseenvolvióeldedoconunpañuelo.Terminólasalsa:echólacebollatroceadaalasartén,añadiólacrema,lasal,lapimientaylaspuntasdeespárragoquevolvíanlocoaJackencualquierestacióndelaño.Mirólahoraysumergiólospenneenelaguahirviendo.Sí,másvalíaqueenesaocasiónCorynnoañadiesealarecetaaqueldíaenlaferiadeatracciones,ni

aquelotroenelcoche,nieldelaparcamientodelcine,nieldelgarajedesublancacasa…nitodoslosquellegaríanenlosañosvenideros.

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UnosminutosmástardesonóelteléfonoyJackavisódequeseretrasaríamediahorita.Lajovenmetiólabandeja en el hornoy fue a desinfectarse el dedo.Lavisiónde la herida abierta volvió a provocarlenáuseas.Sepusounavenda.Recogió lospapelesquehabíancaídoa suspiesyviouna teladearañaminúscula en la esquina izquierda del lavamanos del cuarto de baño. Entonces una extraña voz dijoclaramenteensuinterior:«Eldíaenlaferia…».Corynseirguióysevioreflejadaenelespejo.Talcualestaba.Perdida.

Habíatranscurridomásdeunañodesdelaboda.LaprimaverahabíaregresadoaBirgintonylaferiadeatraccionesanualocupabalascalles.CorynpidióaJackquefueran,yéldijoprimero«puede»yluego«yaveremos».Peroellaselosuplicó.FinalmenteJackdijo«porcomplacerte».¡Oh!Corynadorabalasatraccionesyelolordelaspatatasfritas,tandistintodelasquehabíaservido

enelTeddy’s.Teníadebilidadporlasmanzanasrecubiertasdeazúcardeaquelrojotanintensoyporlasesponjosasnubesdealgodóndulce.Suspadressolíandarlesaellaysushermanosalgunasmonedasparaque se divirtieran a su antojodurante esos días de fiesta.Para que rieseny sintiesenmariposas en elestómagocuando lasatracciones los transportabanaunmundodondehabía ruido,vocesquegritaban,cantabanyrezumanvida.Jackhabíadicho«sí»y,durantetodaunavelada,Corynabandonaríaelsilencioasfixiantedelagran

casa blanca para recorrer las calles de su brazo. ¡Ay, había esperado tantas cosas…! Pensaba enreencontrar lassensacionesdesu infanciaycarasconocidas.Abrazarasusamigas.Volveravera lascamarerasdelTeddy’sy tambiénaLenny.No,aLennyno;élhabía terminadoporhacer lasmaletasymudarseaLondres.Entonces, del brazo de Jack, la joven esposa se había cruzado con antiguos conocidos, sonreído a

amigas («¿amigas?») que, bien la habíanmirado con envidia y sin detenerse a saludarla, bien habíanpasadode largofingiendonoreconocerla.«Lavida…»Corynseaferróconmásfuerzaalbrazodesumarido cuando este refunfuñó que no le gustaban las ferias. En general y en particular. Pero estabaenamoradoyseesforzaba«porti,preciosa».Lecomprópatatasfritas,unalgodóndulcearrugadoy—por

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fin—lahermosamanzanarojaconlaque(vayanasaberporqué)unaarañaminúsculasepeleabaparadespegarlaspataspresasenelazúcar.—¡Mira,Jack!—¿Qué?—¡Aquí!¡Laaraña!¡Estápegada!Jack cogió la manzana y aplastó el bichito entre sus dedos. Implacable, sin concederle la menor

oportunidad. Había tanto ruido a su alrededor que la joven no oyó el «crac» del caparazón, pero,extrañamente,ese«crac»retumbódeformadolorosaensusoídos.—¡Toma!—dijoéldevolviéndoleelpalito.Peroellatirólamanzana.—Yanotengohambre.Jacknegóconlacabezaysedetuvoenlacasetadetiroalblanco.Explotóunoaunotodoslosglobos,

que revolotearoncomopájaros asustados enuna jaulademasiadopequeñay, bajo los aplausosde losmirones, del patrón tatuado y su hijo granujiento, ganó un avestruz gigante que tiró a la primera decambio.—¿Porqué?¡Esmonísimo!—Noquieroircargandoporahíconunagallina.—Noesunagallina,¡esunavestruz!—Esunpájaroestúpido.Gordoyfeo.¿Oesquenuestrohijoquerráteneresebichoasqueroso?El peluche era espantoso, vale, pero gracioso. Coryn habría preferido regalárselo a sus hermanos

pequeños,quelehabríanreservadoundestinomásprometedorqueelsaltofinalalapapelera,oinclusoaTimmy,quequeríaalzarelvueloyvermundo.Soloquelosavestrucesnovolaban.Todoloquesabíanhacereraesconderlacabezabajolaarena.«Jacktienerazón.Elavestruzesunanimalestúpido.»—¡Venga!Regresamosacasa.—Pero¡Jack…!Porfavor,¡aúnnohemosmontadoenelgusano!—Nomegustaelgusano.—¡Amímeencanta!¡Porfavor!¡Porfavor,Jack!Coryn insistía y tiraba de la mano de su marido. Sentía unos deseos irresistibles de volver a

experimentar la sensación de ser arrastrada por aquella fuerzamágica, dejando entrever lasmiles dedeliciasquecesanjustocuandoquieresmásparaquevayascorriendoacomprarotrovale.Corynsonreíaysuplicaba.Jackterminóporceder.Corynrio.¡Cuántorio!Ygritódemiedoydefelicidad,lamelenaalviento.Sesintiólibreduranteunosminutos…PeroJacknoquisocomprarleotrovale.BajarondelaatraccióntanprecipitadamentequeCorynresbaló.Eljovenqueestabadetrásdeellala

sujetó con los brazos. Por reflejo. Sonrió por educación. La joven también. Jack agarró al tipo delhombro.

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—¡Amimujernilatoques!Ymirarla,menosaún,¿estamos?En esemomentoCoryn se sintió orgullosa.La verdad. Pensó que sumarido la defendería comoun

héroedenovela.QueJacksepelearíaporella.«¡Pormí!»Pero,tontadeella,confundíaloscelosconelhonor.Se fueron de la feria en el acto, y Jack cerró con un golpe la portezuela de su nuevo Jaguar rojo

brillante. Sin una palabra, sin unamirada, arrancó, y de la radio brotó unamelodía que conmovió aCoryn.Dosotresacordesdepiano,yunavoz.Tanturbadorescomounencuentro.Seechóhaciadelanteparaescucharmejor,perounanunciotontoaplastólacanción.Lajovenpreguntó:—¿Laconocías?—¿Qué?—gritóJackfrenando.—Lacanciónqueacabandeponer.¿Sabesquiénlacantaba?Jackvolvió lacabezahaciaella,yCorynno reconoció losojosdesumarido.Conungestobrusco

apagó la radio y dijo que le traía sin cuidado quién cantara esamierda.La joven no hizo caso de suinstinto,quelaconminabaacerrarelpico,ycometiólaestupidezdeinsistir:—Puesesunacanciónbon…Sinentendercómo—niporqué—Jacklesoltóunguantazotanpotentecomoinesperado.Coryndejó

escaparungrito.Yacontinuación…antesde tomarconscienciade loqueacabade suceder, antesdepensarqueeraelmomentodesalircorriendo,Jacklesuplicóquelaperdonara.Estabafuriosoporculpadeltipodelaferia.Nohabíapodidocontrolarseporqueestabacansado.Seesforzabatantoparahacerlafeliz…Queríaunafamilia.¡Oh!Laamabatanto…Queotrohombrelepusieselamanoencimalovolvíaloco.Nadie la querría nunca tanto comoél…Novolvería a pasar.Las cosas irían amejor en cuantotuvieranunhijo.Laveríacomoaunamadre.Lagentelaveríacomoaunamadre.Sí,debíantenerunhijo.Unhijo.«Perdón.»

Pasaronlassemanas.Corynteníacuidadoconloquehacía.Muchocuidado.Nuncavolvióahablardelaferia. Sin embargo, de vez en cuando recordaba los dos o tres acordes de piano…La envolvían conextrañezaydesaparecían,dejandosiempreunahuella. ¡Oh!,Corynsabíabienporqué.Rescatabansussueñosdelolvido.Peroalcabodeunosmeses llegóapensarquehabía imaginadoesasnotas.Que lohabíaimaginotodo…Y,además,unamelodíatanhermosaeracomolashistoriasdeloslibros.Comoelresto…«Noexiste.¿Ysilapersonaquecompusoesomentía?¿Ysimimadreteníarazón?»Entonces,comounaalumnaaplicada,Corynseesforzómuchísimoporacostumbrarsealas«manías»

desumarido.«Asíes.»AJacknolegustabaquemirase,escuchaseoleyese…loquefuera.Menosaúnque se sentase al ordenador o queusara, sola, el cocheque él le había comprado. Jack controlaba elcuentakilómetros,mirabaelhistorialysiemprepreguntaba«porquéesto»y«porquéaquello»,«porquéasí»y«porquéasá».

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—¿Porqué tehadadopormirar este estúpidoprograma?¿Esporqueelpresentadoresguapo?¿Tegusta?—No,Jack.—Pero¡quéchorradasestándiciendo!Nopensarásperdereltiempoconeso,¿eh?—No,Jack.—Puespara.Túvalesmásqueeso,Coryn.Al cabo de las semanas la joven terminó por apagar el televisor y la radio para escuchar cómo la

gravilladelcaminoanunciabalavueltadesumarido.Nosabemosporquéaceptamoslascosas.Quizáporquelleganlentamente…Pocoapoco.Sinhacer

ruido.Quizáporquenotelasesperasynotedascuentadeverdad…¿Oesporquesontanhorriblesquenopuedescreértelas?Y,además,cuandoeres jovenyestássola todoelsantodíaenunacasagrande,sinunaamigaysin

familiares con los que hablar, a pesar de que, para colmo, tus padres siguen con vida y tienes diezhermanos, te sientes lejos de todo. Vives alejada de todo. Acabas por no saber relacionarte. Tienesmiedoaexpresarte.Poreso,¿quépuedeshacersinoresignarte?¡Ay! Si hubiese escuchado con atención a Jack… Después de la feria había dicho «no volverá a

pasar».No había jurado que no volvería a pasar «nunca».Habría que prestar siempre atención a laspalabrasquesalenespontáneamentedeotrasbocas…Porquevolvióapasar.Nomuyamenudo,nimuyfuerte.Almenosalprincipio.Ysiempreporamor.

«Si lohubierasabido,esemismodía tendríaquehabermelargadoa laotrapuntadelmundoydejaraJackconeseestúpidoavestruz»,sedijoCorynalverse«perdida»ymuypálidaenelespejo.Laheridadel dedo se le despertó de improviso y la cabeza le dio vueltas. Una nueva oleada nauseabunda seapoderódeellahastaelextremodehacerlacaerderodillasdelantedelinodoro.«¿Yquéopciónmequedaahora…?»

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LIBROSEGUNDO

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NoeraNochebuenay,porlotanto,noeraparacenarconsuhermanaporloqueelmúsicohabíavueltoaSanFrancisco,sinoporrazonesdeotraíndole.Elcabróndesupadresehabíaconsumidoenlacárcel,víctimadeuncáncerdepulmónfulminante.«¡Bravo!»YsiKylesehabíaseparadodelrestodelgrupoduranteunosdíasnoeradesdeluegoparaasistiralentierro,sinoparaverasuabogado.Yliquidartodaaquellamierda.Parasiempre.Kyle llevó a Jane a La Casa después de la entrevista. El sol relucía en un cielo parcialmente

despejado.Cadacualestabaabsortoensupropiopasado.Regresabacomoun tsunami, imprevisibleyamenazando con arrasarlo todo a su paso. Ambos deseaban—en silencio— que esa oleada fuese laúltima.Kyle giró en Boyden Street y miró una a una las nuevas casas de la larga calle. Dos plantas,

espaciosas, funcionales,un jardín trasero,árboles, floresenprimavera,balancinesal resguardode lasmiradas y piscinas aquí y allá. Recordó el papel pintado de su cuarto de la infancia enWillington.Cohetesrojosyamarillosqueseprecipitabanhaciaenormesestrellasqueélmirabasinpestañearantesde dormirse. Seguramente era la primera vez que lo recordaba con tanta precisión. En la planta bajaestabaelpiano…KyledivisóeltejadodelinmensoedificiodeJanequedespuntabasobrelosdemás.Habíapertenecido

aunricoindustrialqueenlavejezsehabíaenamoradodeItalia.AJanelegustabacontarasusresidentesqueGrahamBosworth y sumujer no se habían llevado un solo plato cuando semudaron a su nuevocastilloconvistasallagoMayor.HabíancedidolamansiónalaciudaddeSanFrancisco,quelahabíatransformadoenalojamientoparaestudiantes.Peroeledificio,demasiadoalejadodelasuniversidadesydetodoloquelesgustabaalosjóvenes,terminósiendounrefugioquealbergabaamujeressinningúnsitioadondeir.JanelobautizóLaCasaporqueeraexactamenteloquedebíaser.Kyleaparcódelantedelporche.Susojossedetuvieronsobrelascuatrocifrasdebroncequerelucían

al sol.La puerta estaba recién pintada en color burdeos.Apagó elmotor ymiró a Janemientras estabajabadelcoche.—¿Adóndevasahora?—AquemaresaporqueríadechaboladeWillingtondelaquesoyelúnicoheredero.—¡Kyle!

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—¡Tendríaquehaberlaquemadohacetiempo!Janesubiódenuevoalcoche.Sequitólasgafasdesol,lasdejóenelsalpicaderoymiróasuhermano

alosojos.—Esonohabríacambiadonada.Kyleapoyólacabezacontraelrespaldo.—¿Puedesdecirmecuándoseacabatodo?¿Cuandolapalmas?—¡Kyle!—exclamóJanedenuevo.Kylesuspiróprofundamenteyapretólamanodesuhermana.—Notepreocupes,venga.—Siempremepreocuparéporti.Kylesonrió.—Tampocomehaidotanmal,¿no?—Noesesoloquequeríadecir.—Séloquequeríasdecir.Lascosasiráncadavezmejor…Mañanaypasadomañana.—¿Cenasaquí?—Puede.Noséaún.Tengoqueiraprobarminuevaguitarra.—¿Estáapunto?—No.Billyestápreocupado.—Alfinal,tevieneinclusobienhabervuelto.—Sip.Voyamatardospájarosdeuntiro.—Intentaqueseantres.—¿Ycuáleseltercero?—Algodefinitivo.Algoquetransformetuvidaenunavidanueva.—Tomonota.Janeseinclinóparadarleunbeso.Dijoqueestabandesuerte,queelsolbrillabaconganas.Kylele

alcanzólasgafasoscurasasuhermana.Ellasusurrójustoantesdecerrarlapuerta:—Tequiero,Kyle.—Yotambién.Jane subió los escalones sin que, no obstante, su inquietud desapareciera. Pero ¿qué podía añadir?

Kylenohablaríamásaunque lodejaseatadoenelsótanosincomida.Sevolvióparaverlodarmediavuelta.Norecordabahaberdicho«tequiero»asuhermanodesdequeera…Desdehacíaaños.Kyle tuvocuidadodenoarrancarcondemasiadabrusquedadparanohacerchirriar losneumáticos.

Comosiempre,parecía sereno.Pordentro, sinembargo, lequemabaesoque loponíaenfermo.Habíadeseado tanto que la muerte del asesino lo aliviase de todo aquel odio… De pequeño no le habíaprestadomuchaatención.Deadolescente lohabíadesestabilizado,perturbadoymotivado.Aveces lo

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había inspirado.Ahoraquehabía cumplido treinta años, lo únicoquequería era dar carpetazo a todoaquelloyolvidar.Había dedicado noches enteras a imaginar cómo afrontaría ese gran día, había previsto decenas de

posibilidades. Había deseado que le llegase una liberación, y hasta había creído que así sería. Seequivocaba.Suodioeramás intensoaún.Nosesentía liberadodequienhabíamatadoasumadre.Sumuertenosolucionabanada,yKylecomprendióconterrorqueesesentimientonuncadesaparecería.«Latristezanoseborrafácilmente»,habíadichoJanehacíatiempo.—Creerlocontrarioesdeilusos—añadióenvozaltamientrasconsultabaelreloj.

Eranjustolastresycuarentaytresminutosdelatarde,yKyleavanzabaapasodetortugaporPrestonBoulevard.Echóotrovistazoalrelojysedijoqueibaaperdertodosutiempoenaquelatasco.Perdertodosutiempo.Atrapadosinsuguitarra.Todoloqueodiaba.Lavidaerademasiadocortaparadejarqueseesfumara tontamenteenunatasco.Y,por terceravez,elmalditosemáforoaunadistanciadeveintemetrosvolvióaponerseenrojosinquepudierapasarmásdeuncoche.Kyledioungolpealvolante,rabioso.Enunacallecercana,aunoscienmetrosdellugardondeKyleestabainmovilizado,unniñopequeño

volvíadelcolegiodelamanodesumadre.Lamadresonreíaalbebéquebabeabaenelcarrito.Elsemáforosepusoenverde.Lostresocuatrovehículosqueestabandelantedelmúsicoarrancarony

avanzaronunosmetros.Kyleteníaquesalirdeallí.Veíaenesounaseñaldesusituaciónfrentealpadreasesino.Bloqueaba su vida.Era evidente.Tan evidente comoquenopodía cruzar la raya blanca quehabíaasuizquierda.Sinembargo,asuderechaelcarrilestabalibre.Kyleechóunvistazoalretrovisor.Nadie.DiounvolantazobruscoyaceleróparairaMaineStreetydeahíaOakAvenue,pero…Seprodujoelchoque.

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Alcambiardeitinerario,alsalirsedeltrayectoprevisto,Kylepasódelaavenidainundadadesolaunapequeñacalleoscura.Muyoscura.Susojosnotuvierontiempodeacostumbrarsealasombra.¡Oh!Lepareciódistinguirunaformaqueseabalanzabasobreélydiounfrenazo,peroalmismotiemposeoyóunruidosordoyungolpe.Petrificadodemiedo,elmúsicobajódelcoche.Alprincipiosolovioloszapatospequeños,despuésalniñoqueyacíaenlacalzada.Inconsciente.Kylesintióquesevaciabadesangre.Devida.Oyósupropiavozimplorando:«¡PorelamordeDios,

no!».Aterrorizado,apoyólamanoenelpechodelchiquillo,cuandounamujercayóderodillasasulado.Su larga melena rubia le cubrió el rostro. Kyle contuvo la respiración. La mujer dijo con la vozquebrada:—¡Malcolm!¡Malcolm!¡Soymamá!¡Malcolm!¡Despierta,porfavor!—Nolohevisto—balbucióKyle.Ellanolooíayseguíahablandoasupequeño.Elpelolecaíaencascadasobreloshombros.Malcolm

abriólospárpadosyloscerróenseguida.Ellaledijoquenosemoviera.«Todovaairbien.»Kyle corrió a su coche y pidió ayuda. El tiempo se alargaba de forma extraña. Se oyó dando la

dirección exacta cuando vio a un bebé envuelto en un cochecito, a unos pasos sobre la calzada.Comprendióquelamadrelohabíadejadoallíparasocorreralotrohijo.Accionóelsegurodelcarritoyvolvió a acuclillarse junto a ellos.Dijo que la ambulancia estaba en camino. Lamadre no volvió lacabeza,peroKylesupoeneseinstanteprecisoquelohabíaoído.«Etérea.»Silehubieranpedidounadjetivoqueladefiniera,esoesloquehabríadicho.Etérea.Quizá

irreal.Supelodanzabaalviento.Kyleapenasadivinabasuperfilysuslabios,quemurmuraban.Tuvolacuriosasensacióndeveratravésdeella.Acasoenella.Sellevóunamanoalafrente.«¿Quéhehecho?»—Losiento.No…nolohevisto—balbuciódenuevo—.Dabaelsolenlaavenida,yconlasombra

quehayaquínolohevisto,selojur…Ellalevantólacabezaylomiró.Teníaalgoinsostenibleenlosojos.—Es culpamía—dijo en voz baja—.Nohe podido retenerlo cuando ha echado a correr detrás…

detrásdenoséqué…Y…estoyembarazadayconelcochecito…VolviólacabezaantesdequeKylepudieraversilaslágrimasdelavozlehabíansubidoalosojos.

Kyleapoyóunamanoensubrazo.Temblaba.Sucuerpoenterotemblaba.«¡Diosmío!¿Quéhehecho?»

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Elbebé llamóasumadre,quiense incorporóparacogerloyvolvióasentarse juntoasuotrohijo.Kylevioentoncesquedecenasdevehículosydepersonassehabíanagolpadoasualrededor.Nopensóniporunsegundoquealguienpudierareconocerlo.Esaideanisiquieraselepasóporlacabeza,niaélnianadie.Unniñoyacíaenelsuelo.«Sinduda»,elniñomagnetizabatodaslasmiradas.Ytambiénsumadre, tan hermosa. El viento levantaba sus cabellos. El músico oyó las sirenas a lo lejos. «Estashorribles sirenas…»,que llegaron enpocosminutos.Unospolicías abrieronpaso a la ambulancia.Eljovenseencontrórodeadodeuniformes.VioqueconducíanaMalcolmenunacamillahastaelinteriordela ambulancia.Unosmédicoshablabancon la jovenmadre,Kyle soplóenunalcoholímetro.Lamujersubióalvehículoconelbebé.—Quieroacompañarlosalhospital—dijoKyle.—Puesmuybien,porqueesexactamenteallíadondequierollevarlo—respondióunpolicíaconunos

hombroscomoparadesmontarlosmarcosdelaspuertas—.Vanahacerleunaanalítica.Kylenodijounasolapalabra.Estabaenayunas.Loquelohabíaembriagadonoteníanadaquevercon

el alcohol.Erapura rabia.Se resintiómás aún con elCabrón. «Inclusomuerto, siguepudriéndome lavida.»Kylehabríaqueridoexplicarletodoesoalajovenmujerrubia.Lohabríaentendido.Estabasegurode

ello. Pero el policía le hizo cumplimentar el atestado del accidente, comprobó las distancias, lastrayectorias, el impacto.Kyle se dijo que no había sangre en la calzada.Malcolm quizá no estuvieseheridodegravedad…«Sí,perohaperdidoelconocimiento.Diosmío,¿quéhehecho?»Elagenteplegóelcochecitocondestrezayordenóalmúsicoquesepusieraalvolantedesuautomóvil

de alquiler. Kyle obedeció al tiempo que se preguntaba por qué no estaba esposado en un vehículopolicial.Larespuestanosehizoesperar.—SeñorMacLogan,estáusteddesuerte.Nadielohareconocidoentrelamultitud.Kyle no reaccionó cuando el policía lo llamó por su nombre artístico. No tenía precisamente la

sensacióndeestardesuerte.—¿Aquévelocidadcirculaba?—No lo sé. Estaba en un atasco en Preston yme puse nervioso porque no nosmovíamos. Luego,

despuésdeno sé cuántos semáforos en rojo, salí por la derechay…meencontré toda esa sombra enMaine.Novialniño.Nolovi.—¿Llevabapuestassusgafasdesol?—Sí.—¿Porquéestabanervioso?—¿Tengoqueconfesarme?—SeñorMacLogan,sigaustedmiconsejode…fan:leconvienecooperar.Kyledijoquesupadreacababademorir.Elpolicíanorechistóysoloañadió:—Yaveo…

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ExistíanpocasprobabilidadesdequeelsargentoO’Nealpudieseverdequéibatodo.Kylenuncahabíacontadonadade su infancia, ni siquiera en las letras de sus canciones.Cuando le preguntabanpor suinspiraciónsonreía,yPatsi tomabaelrelevorespondiendo:«Yosoysuinspiración».Sabíaaguantareltirónycontrolabasuspalabras.Luegoañadía:—¡Loimportanteesquelevieneynolasuelta!Sinembargo,ciertavez,unastutoreporterodeunperiódicoinsistiómuchoaKylemirándolofijamente

alosojos.Ydijodemasiadodeprisaquehabíacosas…—…quesolomepertenecenamí.Kyle comprendió su error. Había superado una batería de entrevistas con preguntas mucho más

incisivas.Sesintió incómodo,divididoentre la tentacióndehablary lacertidumbredequehabíaqueguardarlossecretos.Steveadoptósuvozdehermanomayorparasusurrarle,unanoche,entrebastidores:—Solotienesqueconfesarquetegustanlaspelisenblancoynegrodelosañoscincuentaoqueodias

losraviolis,porejemplo.Sonríes,ytodoscontentos.—Contigoesfácil.Stevelomiróunratoantesdeañadir:—Haydíasquemeapeteceríaestarentupiel.Soloporvivirlasmontañasrusasenlasquetemontas.

Yhaynochesquetecompadezco.Poco a pocoKyle había ido dejando que hablaran «los demás». Pero ese día estaba solo frente al

sargento O’Neal. Por eso el músico se mostró prudente y le permitió llevar las riendas de laconversación.—Cuandolehayanhecholaanalíticadesangrepodrállamarasuabogado.Tendráalguno,supongo.—Sí.Nosésisemanejaen…Diosmío.Noacabodecreermequehayaatropelladoaeseniño.De

verdadquenolohevistovenir.—Esunaccidenteestúpido,comotodoslosaccidentes,perosiencontramosrastrosdealcoholode

cualquierotrasustancia…—Estoyenayunasynomedrogo.Lacomisuraizquierdadeloslabiosdelpolisetorció.—¿Esustedlaexcepciónentrelasestrellasdelrock?—Micurrotieneestoencomúnconelsuyo:cuandoestásdeservicio,notomasnada.—Yelservicionoterminanuncadeverdad…No,Kylenosedrogaba.Nifumabaningunaporquería.Lesentabamalysuvozseresentíadurantedías

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enteros. Prefería una buena cogorza de vez en cuando, pero hacía siglos que no había rebasado loslímites.—¿Sabesilamadredelniñohapodidolocalizaralpadre?—Noenmipresencia.Recordó lasdelicadasmanosde la jovensobreelpechodeMalcolm.Laalianza le resbalabaenel

dedoanular.Pensóquepodíahabérselecaídosinquesedieracuenta.Sintióconlamismaintensidaddeantesquetodoelcuerpoletemblaba.

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CorynnosoltólamanodeMalcolmenelserviciodeurgenciasdelHospitalGeneraldeSanFrancisco,salvodurantelaexploración.Habíarecitadolistasdepalabrasmentalmente.Erauntrucoalquerecurríacadavezqueseencontrabaenunasituacióndelaquedeseabahuir.Eneldentista.Enlaiglesiacuandoerapequeña.Enelginecólogo.AvecesenlacamaconJack…Atrapabalaprimerapalabraqueleveníaalamenteyconcentrabatodossuspensamientosenformarunafamilia.Flor/rosa/aciano/amapola/espino/narciso/violeta/ lila…Esedía,enlasaladeesperapintadadeunamarillolánguido,Corynrecordóloslargosañosduranteloscualeshabíadeseadotenerunhijo.Losañostranscurridosantesdequellegaraelsegundo.LarapidezconquehabíavueltoaquedarseembarazadayeseínfimosegundoenqueMalcolmhabíachocadocontra…Recitóotraserie:«Casa/colegio/coche/accidente/Malcolm/mano…Unamanoenmibrazo».El corazón le dio un vuelco y se levantó en elmomento en que su hijo reaparecía tumbado en una

camilla. Había recuperado el color. El médico que lo acompañaba aseguró que, aparte de lascontusiones,soloteníaunbrazoroto.—Deberemosoperarlodetodasformasporqueelhúmeropresentadosfracturas,perosonlimpias,por

decirloasí.Vamosacolocarleundispositivoreabsorbibleparaquesuelden.Seloheexplicadotodoasuhijoyestádeacuerdo.—VoyaserfuertecomoIronMan—dijoMalcolmsonriendo.—¿Teduele?—Nomucho.—Ledamoslonecesarioparamitigareldolor.Corynescuchóconatencióncadaunadelaspalabrasdelcirujanoytratódeverenlomáshondodesus

ojos.Parecíasincero.Añadióquelaoperacióntendríalugarseguramenteaúltimahoradelanocheoalamañanasiguiente.—Lamantendremosinformada,señora.¿Suhijoesalérgicoaalgo?—No.Llamaron al médico por megafonía y este dejó que la enfermera apuntara lo que Malcolm había

merendadoesatarde.Laenfermeradijoqueelanestesistadeguardialaatenderíacuantoantes,yCorynabrazóasuhijoantesdequeselollevaranparahacerlemásradiografíasyunaresonanciamagnética.El

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niñovolvióadesaparecertraslaspuertas,quesecerraronsinhacerruido,ylajovenmadresiguióaotraenfermerahastaelmostradordeadmisiones.Llevaba al bebé en brazos desde el accidente y el vientre empezaba a pesarle. Lo notaba duro y

contraído.Lehabríagustado sentarsey recuperarel cochecito. ¿Dóndeestaba, a todoesto?¿Lohabíaolvidadoenlaacera?—¿Hapodidohablarconsumarido,señora?—Sí.EstáconunclienteenSanMateo.Vendráencuantopueda.—¿Selohatomadobien?—Esoespero—dijoCorynconunsuspiroyevitandomiraralaenfermera,quiennorespondió.Ladejódelantedeuncubículoconlasparedesverdes,dondeunasecretariaquenollevabauniforme

leindicóqueentrase.Lediounospapelesyleexplicóconprecisióncómocumplimentartodosaquellosdocumentos.—Tómesesutiempoparaleerlosyrellenarlos.Losé,sonmuchos,perodesgraciadamentetodosson

necesarios.Elbebé,quegesticulabaygruñíadesdehacíaunrato,sepusoalloraraplenopulmón.—¡Uy, pero si su retoño estámuerto de hambre! ¿Quiere que vaya a buscar un bocado y algo para

beber?—Sí,porfavor.Gracias—dijoCoryn.—¡Séloqueesesto!Hetenidocincohijos.¡Asíquesiéntasecomoensucasa!LamujeracercóunsillónparaqueCorynseacomodaraenél.—¡Cincochicos!¿Seloimagina?¡Hetenidocincochicos!ElSeñornohatenidocorazón,nomeha

compensadoconunasolaniña.Corynnohizo comentarios.Teníauna ideamásqueprecisa, gráfica, de las familiasnumerosas con

predominio del género masculino. Se puso el bebé en el regazo y lo acunó. Antes de marcharse, lasecretarialepreguntósilemolestabalaradio.Lajovennegóconlacabezaylaobservómientrassalíadel despacho entre un torrente de palabras. Se zambulló en los ojos de la pequeña, y esta le sonrió.Estabafeliz.«¿Cuántosañosmáspodrénosentirpreocupaciónpormihija?»EnseguidapensóenJack.¿Quédiría?¿CómoreaccionaríaalveraMalcolm?Sehabíamostradofríoyparcoalteléfono.Suclientedebía de estar cerca. Coryn no pudo contener una mirada inquieta hacia la puerta del pasillo. Lereconfortó que siguiera cerrada. Echó un vistazo a su reloj, hizo un cálculo rápido del tiempo que lequedaba,rogóquelosatascosledieranunrespiromás…«DeberíapreguntarelnombredelcirujanoquevaaoperaraMalcolm.»Entoncesoyóunospasosapresurados.Coryncontuvolarespiraciónylapuertaseentreabrió.

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ElmúsicovioaCorynylehizoseñasconlamano.Lapequeñaseincorporó,curiosaporverloquehacíasumadre.—¿Puedosentarme?—preguntóKyleseñalandolasillavacíaenunrincóndeldespacho.Lajovenseapartóparadejarlepasar.—Losmédicosmehanexplicadolasituacióndesuhijo—dijoconunavozquedejóentrevertodosu

desasosiego—.¿Cómoseencuentrausted?La pregunta la desconcertó. Nadie solía preguntarle lo que ella, Coryn, sentía. Entoncesmusitó un

tímido«bien»mientrassesentabaalapequeñaenlaotrapierna.—Noseimaginacuántolosiento.Nosécómosemeocurriótomaresacalle.Dehecho,noibaenesa

dirección.DenohabersidoporeseatascoenPreston,nunca…CorynalzólosojosyKylesequedósinpalabras.—YotendríaquehaberretenidoaMalcolm—dijo—.Lollamé,perosiguiócorriendosinescucharme.

Yademásteníaelcochecitoy…Ellatambiéncalló.—Loherecuperado.Estáenrecepción.—Gracias.—Quería…queríadecirlequeestoy…totalmentesobrio.Laanalíticadesangrelodemostrará.Coryn inclinó ligeramente la cabeza. Sin sonreír. Sin hablar. Sumirada parecía haber huido a otra

parte. Se sentía culpable, habría juradoKyle. Pero ¿qué decir? ¿Qué hacer sino estrecharla entre susbrazos,comocantabaelgrupoMuseenlaradio?«Holdyouinmyarms.»Pero¿acasoKylepodíahacereso?¿Esoquedepronto tanto le apetecía?No, claroqueno.Todo loque se leocurrió fuedecirquehabíatraídolosdocumentosdelseguro.—Tendríaquemirarustedelcroquisyluegodeberíamosfirmarjuntos.Coryn asintió. Kyle acercó la silla al sillón de Coryn, apartó el portalápices y el teléfono de la

secretaria,ydejólashojasenlamesa.—AquíestámicocheyaquíMalcolm.—¿Yestacruzdeaquí?Encualquierotracircunstancia,Kylehabríaafirmadosintitubeos—sincontenersuemoción—queera

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ellugardeltesoro,perosonriótímidamenteydijo:—Esusted.Corynnotóquesesonrojabadelospiesalacabeza.Odelacabezaalospies,noestabamuysegura.—Meparecequeesexacto.¿Dóndedebofirmar?Kylepusoeldedoabajoyellaescribióunlegible«C.Brannigan»cuandolapuertaseabrió.Lamujer

soltóelbolígrafomientrassedabalavuelta.Kylehabríajuradoqueestabainquieta.—¡Ay, por un momento he creído que no podría volver! —exclamó la secretaria con un suspiro

mientrasbuscabaunhuecoensumesadondeponerelgranvasodeaguaquetraía—.¡Mehecruzadoconmilesdepersonasquenecesitabanmilesdecosas!Comosiempre…—Apagólaradio, laempujóa laizquierda y dejó el vaso—. ¿Le apetece también algo de beber a este papá que parece unmanojo denervios?—Muchasgracias—respondióKylerealmentenervioso—.Peroyonosoy…Sinescucharelfinaldelafrase,lamujerofrecióuntrozodepanalbebéysediomediavuelta.Estuvo

apuntodeaplastarasupasoaunacuriosaarañaminúsculadecolormarrónclaroquesedirigíahaciaabajocomotemerosadeperderseelcomienzodeunapelícula.LaarañaterminósucarrerarodandohastalosprimerospalcosparaveraKylelanzarunamiradaaCoryn.Cuandosonrieron.Sesonrieron.—¿Tengoquerellenartambiénestedocumento?—seapresuróaañadirella.—Sí.Aldorso.KylemirólosdedosdeCoryn,quedanzabansobrelahoja,ylosdelapequeñavestidaderosa,que

tiróelpanparaarrancarlede lasmanosasumadreelbolígrafo. Instintivamente,Kylese inclinóparatomaralaniñaentresusbrazos.—¿Puedo?Parecequetieneganasdeescribirporusted.—Sí—resoplóCoryn.Desde su escondrijo, la minúscula araña marrón vio como la baby girl pasaba de los brazos

intimidados de su madre a los brazos «nerviosos» de Kyle. Y notó la seriedad con que Coryn loescudriñaba.Vioquelasonrisadeljoventeníaunnoséquécapazdederretiracualquiera.Inclusoalaspequeñasbaby girls de ceño fruncido. Entonces el bichito de ocho patas suspiró, se repantigó y sefelicitóporhaberllegadoatiempo.—Dime,¿cómotellamas,muñequitapreciosa?—Daisy—murmurólamadresinlevantarlamirada.¡Oh!Corynnoteníaunaclaraconciencia,peroelnudoquesehabíaformadoensuestómagoparecía

confundirseconelquesentíadeniñaenlasatraccionesdeferia.Enelgusano…Cuandosoñabaconunasegundavuelta,yconunatercera.Cuandolossueñosiluminabansuvida…Cuando…—Pues,Daisy,tieneslosojosdetumamá.La joven dejó escapar una sonrisa muy discreta —pero una sonrisa al fin y al cabo— y siguió

esmerándoseencompletarcadalínea.Noestabaacostumbradaaesaclasedetareas;Jackseocupabade

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todo, naturalmente. Tanto que ese día, mientras se aplicaba rellenando las casillas, temía parecerestúpidayanalfabeta.BENTONCoryn;decasada:BRANNIGAN.NacidaenBirginton,ReinoUnido.Kyledijoqueélhabíanacidoenmarzo,dosañosantes.—PeroenWillington,enlacostaEste.¡Noestanexóticocomousted!—¡Oh!Birgintonnoeslomásexóticodelmundo.EstáenInglaterra.—Esopenséaloírsuacento.Coryndejóescaparotradesusdiscretassonrisas.Unpocomás«sonrisa»queantesyqueprovocólas

ganassúbitasdeKyledemontarseenunaatraccióndeferia.—¿DóndeestáexactamenteBirginton?—EnlasafuerasdeLondres.—¿EstádevacacionesenSanFrancisco?—No.Llevamosvariosañosviviendoaquí.—¿EchademenosInglaterra?Corynlevantólacabeza,sorprendida.—Nopiensoenello.Noheregresadojamás.—¿Porqué?Lajovennosupoquéresponderyseencogiódehombros.Sevolviódenuevohacialosdocumentos,y

KylecontuvosucuriosidadyseconcentróenDaisy,queenredabalosdedosensubufanda.Eralaprimeravezqueteníaenbrazosaunbebédecarneyhueso.Lasensaciónlodesconcertó,pero

legustó.Unbebé.Nosepareceanada.Teobligaapreguntartesi,undía,tendrásuno.Tuyo…Yconelmayordelosestupores,elmúsicosintióelintensodeseodetenerunhijo.Hastaentonceslacuestiónsehabía zanjado con un «no» sereno y definitivo.Con la vida que llevaba…Con lamujer con quien lacompartía… Con la infancia que había tenido… Con todas esas imposibilidades, el deseo no habíaaparecidoaún.PeroDaisyolíabien,aazúcaryaleche.Ynolequitabalosojosdeencima,comosieltrajínqueacababadeprovocarladivirtiera.Kylenosehacíaunaideadesuedad.«¿Menosdeunaño?¿Másdediezmeses?»Peroenvezdepreguntar,tomóconsumanolamanitadelicadadelaniñayestaleagarró índice.Lo apretó con todas sus fuerzas sin dejar de fruncir el ceño.Entonces en voz baja, sindarsecuenta,Kylesepusoacanturrear.Corynlevantólacabezadelospapeles.EralamelodíaquehabíaoídoconJackenelcocheeldíade

la feria. Justo antes del primer bofetón. En el transcurso de los últimos años había vuelto a oírla ensupermercados o en espacios públicos, siempre fragmentos.Le parecía preciosa.Ellamisma la habíacanturreadoalgunavezcuandoestabasola.Ylehabíapuestoletrapropia.¡Oh!Unaletrasinimportancia.Kylelamiró.Corynseatrevióapreguntarle:—Esacanción…¿Sabequiénlacanta?—Yo—respondiódivertido.

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—Sí,pero¿sabequiénlahaescrito?Kylesonriódeorejaaoreja.—Laescribíyohacemásdediezaños.Esunadelascancionesdemiprimerdisco.Coryn no bajó la mirada. En su rincón, la araña se enderezó sobre sus patas. La película parecía

cumplirlasexpectativas.—Lo…losiento.Noséquiénesusted.—¿HaoídohablardelosF…?—Puede.Sí.Elnombremesuena—continuóCorynconuntonodeexcusa—.Notenemostelevisory

rarasvecesenciendolaradio.—¿Legustaelsilencio?Coryn murmuró un «sí» que la desconcertó. Reordenó los documentos, planos, sin riesgos

emocionales.¿Cómoexplicarporquénoponíalaradio?¿CómoexpresarlomuchoqueodiabaqueJackla sorprendiera en su gran casa y no oírlo llegar? ¿Cómoverbalizar que sumarido habría insistido einsistidoensaberporquéescuchabaestooaquello,apuñetazolimpioenelvientre?SoloJackencendíalamalditaradioparaquelosniñosnooyerannadacuando…NotólamiradadeKylesobresushombrosyentoncesdijoquehabíacrecidoentrediezhermanos.—¡Uau!¡Diezhermanos!¡Ahoraentiendoquenecesitesilencio!—¿Cuántotiempohacequecanta?—preguntóellamientrasescribíalafechaeneldocumento.—Desde que tenía dieciséis o diecisiete años. Quiero decir que cuando tenía esa edad tomé la

decisióndededicarmeenserioalamúsica.LajovenpensóqueaesaedadellasehabíacasadoconJack.Agrupólashojasyseoyópreguntarlesi

tocabaalgúninstrumento.—Nopuedosubiralescenariosinoesconmiguitarra.Perodepequeñoaprendíatocarelpiano.Mi

madrelotocabademaravilla.—¿Yano?Kyleaguardóuntiempoantesderesponder:—Murióhaceaños.—Losiento.KyleyCorynsemiraronfijamente,laarañacontólossegundosyDaisysoltóungritito.—Mecomplacequeestacanciónhayallegadohastausted.Unacanciónqueperdura,engeneral,esuna

buenacanción.No,adecirverdad,aKyleleparecíamejorqueesacanciónhubiesemoradoenCoryntantosañosy

que a la joven le pareciese importante. Abrió la boca para decírselo cuando unas voces acaloradasrasgaronlosmurosdelespacio-tiempoquesehabíareplegadosobreambos.Lajovenmadrereaccionóalsegundo,recuperóaDaisyysepusocasienguardia.Jack acababade cruzar lapuerta.Enunospasoshabía alcanzadoaCoryny le apretaba el hombro.

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Estabafueradesí.

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5—¿DóndeestáMalcolm?—gritóJack.—Sumujernotienelaculpa—interrumpióKylelevantándose—.Soyyoquienhaatropelladoasu…JackhizoaunladoconbrusquedadaCorynyagarróaljovenporlaespaldadelabrigo.Elmúsicoera

alto,peroBranniganlosuperaba.Kylenoapartólamiradadeélyrepitióconcalmaquehabíasidounaccidente.Peroelpadrenoescuchabanada.Estabafurioso.Ycuandoestabaeneseestado,Corynsabíaquenoeracapazdecontrolarse.Entonces la joven intentó interponerse repitiendoqueMalcolmhabíacruzadolacallecorriendo,queKylenohabíapodidoverlo…Jacklaagarródelbrazoylaatrajodeuntirónhaciaél.—¿Cómopuedessaberloquehavisto?—¡Eh!Nohagaeso—gritóKylesintiendoqueloinvadíaunaintensarabia.Jacksediomediavueltayapuntóconeldedoalpechodelmúsico.—¡Tú!¡Vasadecirmeexactamentequéhacíasenesacalle!—¡Jack!¡Jack!¡Esculpamía!—¿Quéhacías,pedazodecabrón…?Enfermerasyenfermerosacudierondetodaspartesparahacerrazonaraesepadreque,sinembargo,

no dejó de proferir insultos. Hasta que el sargentoO’Neal apareció, entró también en el despacho yamenazócondeteneraJack.Asídesencillo.BranniganinspiróvariasvecessinquitarlosojosdeencimaaKyleyalpolicía.Luegoexigióverasu

hijo.Unmédicocaídodelcieloapoyóastutamentelamanoensubrazoylehablódelaoperaciónqueabuensegurotendríalugaralamañanasiguiente.Daisyapartólanarizdelcuellodesumamáysiguióconlamiradaalagraciosaarañamarrónquesalíaatodaprisadeldespacho.Aresguardodelairaydelospiesimprevisiblesdeloshumanos.—Suhijoseencuentrabien.—¿Cómopuededecirquemihijoestábiencuandoesteimbécilporpocolomata?—¡Señor!—intervinoelsargentoO’Neal—.Deberíairaverasuhijo.—Loacompaño—dijoelmédico.JacktomóaDaisyenbrazosyaCoryndelamano.Elmúsicoteníaelcorazóndesbocado.Observóa

la jovenmientras desaparecía, atrapado por unmal presentimiento. El sargento O’Neal le tendió los

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documentos, quehabían salidovolando en todas direcciones.Kyle dejó escapar unamuecade ira.Elpolicíalomiróconunasonrisadivertida.—Notienecríos,¿verdad?Elmúsiconegóconlacabeza.—Esasuhijoaquienhaatropelladousted.Nopuedodecirquenolecomprenda.—Esetíoestáchiflado.—Estemperamental.Yestácachascomounatleta.ElcantantesintióganasdegritaralsargentoqueJackatemorizabaaCoryn,quehabíaquemeterloenla

cárcelantesdequefuesedemasiadotarde.Peronoeramuyrealista,sobretodoensudifícilsituación.—Leaconsejoqueevitealpadreenunfuturopróximo—dijoO’Neal—.Guardelasdistanciasydeje

queseasuabogadoquienintervengaporusted.Kyle prometió comportarse a la vez que se preguntaba cómo podría verificar si sus temores eran

fundadosenelpocotiempoquelequedabadeestanciaenSanFrancisco.—Atodoesto,acabandedarmelosúltimosresultadosdesuanalítica.Sontodosnegativos,asíquees

libredevolveracasa.MañanapodráreunirseconlosF…comoestabaprevisto.Elmúsicoasintió.—¿Yadóndeselargaahora?—TenemosunconciertoelsábadoenMoscú.—La suerte está de su lado. —El policía sonrió al tiempo que metía sus enormes manos en los

bolsillosdesuspantalones—.Laúltimaveznopudeverlos.—Leharéllegarunasentradas,peronoquisiera…—Apreciosuamabilidad,Kyle.¿Cuándonosvisitarádenuevo?—Notengotodaslasfechasenlacabeza.—Solotienemúsicaenella,¿noesasí?KyleapuntóladireccióndelsargentoO’Neal,lefirmóunautógrafoyotrosdosparacadaunodesus

hijos.ElpolicíaledeseóunbuenconciertoenMoscúyconfesóquemiraríalasfotoseninternetconsuschicos,sibienseahorraríaexplicarlescómohabíaconseguidolosautógrafos.«Secretoprofesional.»Elmúsicolediolasgraciasysemarchó.Enelaparcamiento,sucorazónnohabíarecuperadoaúnelritmonormal.«Atropelloauncríoyloenvíoalamesadeoperacioneseldíaenqueentierranalbastardodemipadre…yvoyadarconunpoliqueesfanmío.Lavidaesabsurda…TengoqueencontraraCoryn.»Sí, ¿cómo podía Kyle calmar su corazón con semejantes ideas? En esos instantes no pensaba que

Corynlohabía«atropellado»aéltambién.Pensabaenella.Enloquehabíapercibido.Enloqueleponíafurioso.Enloquepodíahacer.Enloquehabíahecho.Sesubióalcoche,arrancó,pasópordelantedevariasfilasdevehículos,atisbóalolejoselcartelde

salida,pusoelintermitentey,enelúltimomomento,diolavueltaalaparcamientodosvecesenlugardeiraverasulutier.Unautomóvildejóunaplazalibre.Aparcómarchaatrás.Elsitioeraperfecto.Teníala

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puertadeentradadeledificioprincipalfrenteaél.SehundióensuasientoyrezóparaqueCorynyelcabronazo de su marido no se esfumaran por otra salida. No, no vacilaba sobre el calificativo queatribuíaaJack.Untipocomoélerasinlugaradudas—yenelmejordeloscasos—uncabronazo.Sediounahoraypermanecióapoyadoenelrespaldodelasiento.Denuevooyóelchoqueyelsilencio

que lo siguió. Malcolm no había gritado. Coryn tampoco cuando cayó de rodillas, con la melenaresbalándolesobreloshombros.Nopodíasoportarlo.Consultó susmensajes.Veintisietedesdeelaccidente.«¡Caray!», sedijo.«¿Ysime internaraenun

bosque,enSiberia?»¡Ah,claro!Kyleescaparíadelteléfono,peronodesuconciencia.Nidelrecuerdodesumadrecuandosalíadelbañoconlasgafasdesolpuestas.Todavíapodíaoírsuvoz,eltonoexacto,cuando decía al pasar junto a él: «Me encantaría volver al instante preciso en que los destinos secruzan».¿Cuándohabíacambiadoderumbosudestino?«¿Hoy,mamá?»Volvióaverelrojooscuroquemanchabalaalmohada.Recordólapielfríaypálidadesumadre.Oyó

lasmalditassirenas.¿Cómovaaolvidaresouncrío?No,KylenopodíavolveracasadeJaneycontarleque un chiquillo se había tirado prácticamente a las ruedas de su coche. Debía ver a Coryn paracomprobarlo. Para cerciorarse. Sonó su teléfono. Era Chuck Gavin, su abogado. Hablaron largo ytendido,yelcantantelerogóqueenviaseunjugueteaMalcolm.—Nosésiesbuenaidea.—Quieroquelohagas.Chuckexhalóunsuspiro.—PodríaenviarlevuestrosCD.—¿Yquédiablosquieresquehagaelcríoconeso?Tehedichounjuguete.¡Coches,camiones,puzles!—Vale,vale.¡Notealteres!—¿Cómoquieresqueestétranquilodespuésdehabermecargadoaesecrío?—Atropellado.Noeslomismo,Kyle.Kylesuspiró.—Esonomeayudamucho.—Losé.Soyabogado,nopsicólogo.—…—¿Kyle?—…—Noseréunamigoniunpsicólogo,perosoyunbuenabogado.Asíqueescanéameencuantopuedas

unacopiadelatestado.—LoharédesdeeldespachodeJane.—Lapelotaestáenmitejadoahora.Voyahacermitrabajoymeencargarédetodo.—Teloagradezco.—Nohaydequé,tellamoparatenertealcorriente.¡Ah!Ytepidoquenohagasnadasinconsultarme

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antes.

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Transcurrióunahora.Chucknosabíaquesuclienteestabasentadoenelcochevigilandolaentradadelhospital.Prontolaluzdeldíasedesvanecería,acentuandomássusinterrogantes.Comoenesasnochesenlas queKyle no salía a cantar al escenario ni se había vaciado lo bastante para caer en una nada decansancio.Desde la llamada de Jane aBratislava para comunicarle lamuerte delCabrón, desde el avión que

habíaestadoapuntodeperderporculpade labroncaconPatsi,desdesu llegadaaSanFrancisco,elmúsiconohabíaconciliadoelsueño.¡Oh!SiKylehubierapodidodormirbien,nadadeloocurridoesemediodíasehabríaproducido.«Nohabríaestadoapuntodemataraunniño.YnohabríaconocidoaCoryn…Lavidaesabsurda.»Elcorazónlediounvuelco.Podíaoírsuslatidos.Resonabancomohacíavariosañosquenolohacían.ElvientoglacialdelPacíficosefraguóuncaminohastaelinteriordelcoche,yKyleseestremeció.Se

subióel cuellodelabrigo.Ya llevabaunahoraymediaesperando.Erauna locura,pero loúnicoquepodía hacer era seguir aguardando; tenía que volver a verla. Tenía que saber. ¿Quizá prestaba másatenciónaloshombresyalascosasquelamayoríadelaspersonas?¿Oquizáeraporculpadelamañanaen que sumadre no había despertado?A saber. Todo era serio paraKyle. Las risas, las tristezas, lamúsica, los textos, lavidaordinariao lavidasingularquevivíacon losF…Los latidosdelcorazón.Todo.«TengoquevolveraveraCoryn.»Levantólacabezayatisbólamelenarubiaqueunaráfagadevientolevantó.Ylacomplexióncuadrada

de Jack al lado, con la pequeña en brazos. Coryn llevaba el cochecito vacío. Caminaba cabizbaja, acausadelviento.«Otalvezno…»Jackenfilóunacalle,a la izquierda.Elmúsico temióperderlosdevistaporculpadeunahilerade

columnas. Dudó si salir del vehículo y se deslizó al asiento del copiloto, desde donde vio a aquelcabronazocolocandoalbebéenel asiento traserodeun JaguarX-TypeEstateblanco.Seacercóa sumujer,queestabaplegandoelcochecito,yKyletuvolaimpresióndequeellaretrocedía.Elcantantebajólaventanilla,peroestabaaparcadodemasiadolejosparaoírnada…Entonceslesonó

elmóvil.«¡Mierda!»Sehundióenelasientopormiedoaque lodescubrieranyapagóel teléfonosinresponder.CuandoseincorporóvioaunjovenconpatinesaunosmetrosdelJaguar.Inmóvil.EnfrentedeBrannigan.¿Quéhabíapasado?Sinpensárselodosveces,Kylesalióysecolóentreloscoches.Elviento

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soplabacontantafuerzaqueleimpedíaoírlaconversación,perovioalcolosoacercarsealadolescente,quesealejóatodapastilladeallí.Elmúsicopermanecióescondidodetrásdeuntodoterreno,observandolaescenaypreguntándosequé

habría sucedido cuandode pronto el chico se detuvo.Dio un giro elegante e hizo un amplio corte demangasaJackantesdelargarse.«¡Mierda!¿Quéhaocurrido?»DuranteunossegundosBrannigansiguióconlavistaalchaval,quezigzagueabaentrelascallesconla

solturadequienseregodea.Corynestabasentadadelante.Sevolvióparahablaralapequeña,seinclinóy le acarició lamejilla.Desde su ubicación,Kyle no alcanzaba a ver la expresiónde su rostro, perohabríadeseadointerpretarsumirada.Jack se sentó al volante y arrancó.Elmúsico volvió presuroso a su coche. Sin un asomode duda,

empezóaseguirlos,concuidadodedejarunacortinadevariosvehículosentreellos.Habíapasadoalgo.«Sinduda.Pero¿elqué?»¿Jacklehabíalevantadolamanoasumujerohabían

tenidounaspalabras?Kyle maldijo al desconocido que había marcado su número y pensó que lo primero era encontrar

pruebas que demostraran si sus sospechas eran descabelladas o fundadas. Si Coryn estaba a salvo,aunqueélestuvieraconvencidodelocontrario.PensabaenCoryn.Soloenella.¡Oh!Sihubiesehechocasoasu instintoyasuprofunda«certidumbre»envezde razonar,alprimersemáforoen rojohabríabajado del coche, habría abierto la portezuela de Jack, lo habría agarrado del cuello de la chaqueta,comoelmuydesgraciadohabíahechoconélenelhospital,ylohabríalanzadoalasfalto.Habríamiradoalajovenmujerrubiaalosojosylehabríapreguntadoporquésehabíacasadoconsemejantecapullo.Pordesgracia,lavidadistamuchodesertansimple.

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Corynmantenía la cabezagacha.Comosiempre enesos casos.Nomirabanadaenconcreto.Susojosestabanabiertos,peroellaestabaencerradaensímisma.Enposiciónderepliegue.Deinvisibilidad.PorunaveznoescuchóaJackinsultaratodosloslerdosquenosabíanconducir.Porunavezpensóen

ella,ysedijoqueesedíasuvidahabíaexperimentadounainflexiónquehabíacambiadolatrayectoriade suórbitahabitual.No solohabíadescubiertoquiénera el autorde la canción, sinoque además lohabíaconocido…Esedía la lucecitaquedabaporextinguidaenel fondodeellahabíaencontradounnuevoaliento.Comosiunsoplodeoxígenopurolahubiesereavivado.EsedíaKylelehabíapreguntadocómoestaba,aella,aCoryn.YunchicosehabíaparadoenelaparcamientodelhospitalcuandoJacklahabíaempotradocontraelcocheaplastándoleelbrazo.Sedijo,sorprendidaeincrédula,quelaSuerteexistía.Luegolajovenseestremeció,horrorizadadesuspensamientos.¿Debíallamar«Suerte»alhechodequeMalcolmtuviesequesufrirtodoaquelloparaqueellasintieraeso?Valoróelcaminoquehabíarecorridoparatenerasuhijo.Enunaépocacreyóquelavidanosignificabanada.EsedíasupoquesinMalcolmellasehabríaconsumidoparasiempre.EsedíaCorynabriólapuertadesugrancasacalifornianaconlaintensasensacióndequenoeratan

invisible.Vislumbrósureflejoenelespejodelaentrada.Estabadespeinada,peroseviomenospálidaque de costumbre. De pequeña no soportaba sonrojarse delante de nadie. Cuando le pasaba en clasequería desaparecer. Ese día, en cambio, estaba extrañamente contenta de haber recuperado el colordelantedeKyle.¿GraciasaKyle?Nosentíavergüenzaalguna,sinounrarosentimiento.PuedequeJacknofueratodopoderoso.Suvidateníaunsentido.«Enfin,quizá…»«Almenosporestanoche.»

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Jackcreyóque lohabíaprevisto todoaislándola.Yprivándolade la tele, las revistasy loscontactos.Espiandohasta susgestosmás insignificantes.Se lahabía llevadoalotro ladodelAtlántico, lahabíainstaladoenunacasamaravillosa,imaginandoqueasíCorynsolopensaríaenél.Creíaquelepertenecía.Seequivocaba.CuandoJackabrió lapuertade lacasa,Daisyberreabaensusbrazos.Sehabíadormidoduranteel

trayectoyahorayanoteníaganasdequecargaranconella.Coryndesaparecióenelcuartodebañoparaponerleunpañallimpio.Lapequeñagruñóunosminutosmásysedurmiósobreelcambiador.Lajovenmadrelametióenlacamasinquelapequeñasedieracuenta.Permanecióunbuenratocontemplándolayse llevóunamano al vientre.Y juró que jamásde los jamases abandonaría a sus hijos. «Pase lo quepase…»

Kylehabíaaparcadoaunadecenademetros.Laslucesdelaplantabajaestabanencendidas,comoenlaplantadearriba.Ningúngritorasgabalaoscuridad.Sequedómirandolacasasinsabermuybienquéesperaba.Pensamientosconfusosyperturbadoresse

agolpabanensumente.Supadre—elCabrón—,sumadre,sumúsica,Jane,suirresistibleascensoconlosF…,Patsi.Elvínculoquetejenlosacontecimientos…Elvínculoquefundamentalavida.Sedijoqueesedíasucaminohabíasufridounerrordeseñalización.¿Estabaperdiendoelnorte?¿Sealejabadesussueñososeacercabaaellos?¿Cuáleshabíansidosusverdaderasambicionescomohombre?AesaúltimapreguntaKylesabíaquéresponder.LosF…eranlaculminacióndesusexpectativas.La

tierraenterasehabíaconvertidoensucampodejuego.DeSingapuraNuevaYork,pasandoporParís,Tokio,Bruselas yMoscú, había alcanzado y superado con creces sus primeras esperanzas. Sabía quehabían tenido una suerte inaudita de conocerse y de creer en ellos. Sí,Kyle estaba convencido de laexistencia de la Suerte. Sin embargo, alguna vez había pensado que tanta Suerte no podría durar. Leparecíainjusto.Aveces…indecente.«La prueba es que ahí estáMalcolm», se oyó decir en voz alta. Entonces, de golpe, elmiedo y la

culpabilidad—comoelhorrordeloquepodríahaberpasado—lecayeronencimaaplomo.Conmuchamásviolenciaqueenelmomentodelaccidente.Kylepensóquehabríabastadounasincronizaciónuna

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pizcamás cruel para que el niño chocara de frente contra su coche.No imaginó que la Suerte habíamodificadoelrecorridodelapelotaporcuyacausaMalcolmsehabíasoltadodelamanodesumadre,ymurmuró:«Lavida…».Lapuertadelgarajeseabrióyelmúsicoaterrizódenuevoenelpresente.Sehundióporinstintoensu

asiento. JackBrannigan sacaba labasura.Parecíaunpadrede familia acomodadocualquiera.Porque,paraconduciruncochecomoelsuyoyvivirenunamansiónderevistacomoesa,habíaqueganarselavidaporencimadelamedia.Unvecinoquesacabaalperrosedetuvocercadeél.Losdoshombressedieronunapretóndemanose

intercambiaronunaspalabras.EstabaclaroqueJacklecontabaqueunpiradohabíaatropelladoasuhijo.Susgestoseranexplícitos.Elvecinolediounapalmaditaamistosaenelhombroy,antesdevolverasuidílicacasa,abuenseguroledijoqueabrazaradesupartealadorableMalcolm.Brannigandesanduvoelcaminohastasuhogarconlasmanosenlosbolsillos.Nocabíadudadequeparatodoelvecindarioeraun tiponormal, incluso simpático.Sedetuvoen suporchey esperóun instante.«¿Quémira ahora eseimbécil?»AKylenolehabríagustadoqueJackmirase lasestrellas.Niquepensaraenellassiquiera.Que existiera un atisbo de poesía en el careto de «este hombre-de-negocios-que-se-digna-sacar-la-basura-con-sus-propias-manos».Perono,aquelcapullogirósobresustalonesycerrólapuerta.Laslucesseapagaronunaauna,locualobligóaKyleaarrancarelmotordelcocheysalirdelacalle

deCoryn.Pensóenquetemíaporella.Pensóensusonrisa,ensusdelicadosrasgos,ensusmejillasalsonrojarseyensuvozinusualmentesosegada.Ensupelosuaveybrillante.Sintióganasdetocarlo,denotarloentresusmanos.¡Oh,sí!¡ConsemejantespensamientosmásvalíaqueKylevolvieseacasadeJane!Quenoseperdieraenunmundotentadorypeligroso…«Semevalaolla.»ErahoradeirsedeSanFrancisco.PuedequePatsiyatuvieseganasdetenerunhijo.«Quiénsabe…»Quiénsabeporqué,Kylefuealcementerio.

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Localizar la lápida de sus padres apenas le llevó dos minutos. Segundo pasillo, séptima tumba a laderecha. Debajo del nombre de Clara Bondera, esposa de Jenkins, el de Buck Jenkins estaba reciéngrabado.ElCabrónhabíapedidoensutestamentoqueloenterraranconsumujer,yloshijosnohabíanpodido impedirlo. Qué absurdos todos esos procedimientos. Jane había encontrado numerosasdificultades para repatriar el cuerpo de su madre desde Willington y, al final, sin una sombra deinquietud,suasesinoacababadeunirseaella…Paratodalaeternidad.Yporprimeravezelmúsicosepreguntó qué mandaría grabar en su propia tumba. ¿Kyle Jenkins o Kyle Mac Logan? ¿El apellidoheredadodesuprogenitorosunombreartístico?«Herenegadodeély,sinembargo,sigueexistiendo.NoquieromorirsinhabermeliberadodelCabrón.»El viento frío le levantaba los faldones del abrigo. El músico se mantuvo inmóvil durante varios

minutosmirando fijamente las letras y las cifras. ¿Por qué sumadre había aceptadoy soportado todoaquello?¿Porquénosehabíarebeladoymarchado?¿Porquéél,Kyle,nohabíapodidoprotegerla?¿Porqué…porquéyporquéyporquéyporqué?«¿Porqué?»«Diosmío,tepidoquenofueraporamor.»Kylemiróalcielo…Violalunallena,resplandeciente,ydebajodeella,biendefinidas,lasramasde

unabedul.Laimageneraprecisa.Hermosa.Entoncesdecidióquehabíallegadolahoradevolveracasa.

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JackpenetróaCorynsinpreguntarsiledolíaelvientre,siestabacansadaositeníaganas.Rodósobresuespalda,acaricióladesumujer,agradecióalcieloqueMalcolmsolotuvieraunbrazorotoyselevantóparairareunirseconsuhijo.—Estaréjuntoaélcuandolollevenaquirófano.Corynnoescuchósuvozapaciguada,nomásquelosinsultosquehabíaproferidoenelinstanteenque

lapuertade lacasasehabíacerrado trasél.Losmurosde lagrancasablancaerandemasiadoreciosparadejarescaparsonidoalguno.Esanoche,envezderecitarlistasdepalabras,lajovencanturreóparasídoso tresnotas.Porqueesedíahabíancambiadoalgunascosas.Observóel recorridode la lunaatravés de la ventana. Estaba redonda y llena. Reluciente. Coryn pensó en la cara que el astro solomostrabaalasestrellas.«Ingeniosaaudacia…»Pensóensuhijo,quedormíaacausadelossomníferosenlahabitacióndelhospital,losintióentresus

brazos,lecantóalgunasnotasyrogóasantaDestrezaquefuesegenerosaconeldoctorStein.—¡Porfinapareces!¡Tehedejadodiezmensajescomomínimo!Kylecruzóelumbraly,bajolaluzimplacabledelosfluorescentesdelpasillo,Janecomprendióque

habíasucedidoalgo.Temblópordentroyaguardóaquesuhermanosesentaraalamesadelacocina.—Heenviadoaunniñoalquirófano.Noañadiónadamás,yJanerepasólaspalabrasmentalmente.Unaauna.Quizá lacosanofuera tan

grave.«Aver…¡Mierda,Kyle!Pero¿quéhashecho?»,pensó.—¿Y…?—Cuando me he despedido de ti este mediodía me he quedado atascado dos horas en Preston

Boulevard,yelmalditosemáforoseponíaenrojocadadosminutosynoavanzábamosy…Seinterrumpió.Despuésnegóconlacabeza.—EntonceshegiradoaladerechaendirecciónaMaineStreet,sinpensarlo.Hepasadodelsolala

sombra…LevantólosojoshaciaJane.—Nohevistoalcríoquecorríaporlacalzada.

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—¿Estágrave?—Tieneunadoblefracturadehúmero.Ycontusiones.—¿Yapartedeeso?—¿Cómoqueapartedeeso?Envíoauncríodecabezaalquirófanoytú…¿mepeguntas«apartede

eso»?Janedejóescaparunsuspiroqueexasperómásaúnasuhermano.Porfinpodíaverbalizarlascosas.

Laatrocidaddelascosas.—¡Malditasea,Jane!¿Notedascuenta?¡Elchiquillo,queestabaenplenaforma,tendráquellevarel

chismeesecuyonombreheolvidadodurantenosécuántotiempo,ytodopormiculpa!Esopornohablardelosriesgosdelaanestesiaylasposiblescomplicaciones.SielCabrónnohubiesedecididopalmarla,yonohabríatenidoquevenirynunca…Selevantóyañadióquesumadreteníarazónalpreguntarsecuándosecruzanlosdestinos.Janenodijo

nada.Noayudaríagrancosaqueañadiesequenoeratan«grave»oqueerahorrible,oinclusoqueKyleeraunpobretíoirresponsable…Otambiénqueyaerahoradequeseliberasedesupadre.Janejamáshabríapronunciadoesasúltimaspalabras.Sabíaloimposiblequeresultadeshacersedelainfancia.Delobuenoydelomalo.Acabasresignándote.Alpasadoyalpresente.Yambostienenlacapacidaddehacerqueelfuturosalteporlosaires.Janesacólabotelladewhiskydelaparadorysesirviódosdedos.Kylediounbuentragodelamisma

botella.Ladejóenlamesaysesentóotravezsinpronunciarunasolapalabra,perosusojosdecíanquepasabaalgomás,habríajuradoJane.—¿Y…?Miróasuhermanodehitoenhitoconlascejasalzadas.Kylevolvióalevantarse,sequitóelabrigoy

lo lanzóhaciauna silla,quecayóal suelo.Losobservóduranteunmomento, comosi losdosobjetosfuesencapacesdecolocarseensusitio,yluegodiounsegundotrago,depie.—Malcolm…,elniñoalqueheatropellado,estabaconsumadre.Sehabíasoltadodesumanopara

correrdetrásdenoséqué…Élhadichoquehabíaunaardilla,peroelpolihaencontradounapelota.—¿Esimportante?—¡Jane!¡Joder!Sepaseóporlaestanciaconlabotellaenlamanodiciendoquelodemenoserasaberquéperseguía

Malcolm.—Chocócontraelcoche,ybajéyviesoszapatitos…¡Mierda!Creíquesehabíaparadoelmundo.Me

agachéalladodelcrío.Escuchésirespirabay…Kylehizounapausa.—…entoncessumadresearrodillójuntoaél.«Entonces…»Kylevolvióa sentarse.VeíaotravezaCoryndecuclillas juntoa suhijo.Lamelena

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resbalándoleporloshombros,tapándolelacara.Susmanosquetemblabany,sobretodo,eltonodesuvoz.—¿Y…?Kylediootrotrago.Máslargoquelosanteriores.Janelearrebatólabotella,lepusoeltapónyfuea

guardarla.Kyleestirósuslargaspiernas.Apoyólasmanosdetrásdelacabeza.Ycerrólosojos.—Era…eracomosihubiesesurgidodeunsueño.—¿Guapaoextremadamenteguapa?Kylevolvióaabrirlosojos.Suhermanasefijóenquelosteníaenrojecidos.—Jane,nuncahabíavistoaunamujercomoella.—¿Deboentenderquetehasenamorado?Kylebajólasmanosyselasmetióenlosbolsillos.Él,quelasusabasiempreparapalpar,describiry

tocar,esanochepreferíatenerlasabuenrecaudo.—Logravenoseríaquemehubieseenamorado.Lograveesque…—MiróaJane—.Estácasadacon

untipoquedebedemedircomopocometronoventa…Yellaletienemiedo.Janequisoconocerloshechos.¡Oh!SefiabadelpresentimientodeKyle.Esanoeralacuestión,pero

sabía,porsuoficioyporcuantolehabíancontadotodaslasmujeresmaltratadasyoprimidasalasqueatendía,queloshechoscuentanlegalmentemásquelospresentimientos.Ala justicia le importanpocolospresentimientos,porquenosonunapruebatangible;sinembargo,unmoratón,unlabiohinchado,unacostillarota,unpartemédicooinclusouncuerposinvidaenunacamaesunmalditohecho.Kyle relató la llegadadeJack, lasmiradasdeCorynhacia lapuerta, lodelchicoconpatinesenel

aparcamientodelhospital.—Yavesquenosoyelúnicoquesehadadocuenta.—¿Ysirayóelcochedeltipo?Kylelonegó.—¡Loquecreoesqueesechicovioalgo!Ysifueasí,tuvounarranquedevalor…—…quetehabríagustadotenerati.Dejadetorturarte.Entusituación,nopodíashacermás.—Peroesquequierohacermás.CreoqueCorynestáenpeligro.—¡Uy!YalallamasCorynytodo…Kylesonrióy,conunavozqueconmovióaJane,añadióquenuncahabíaconocidoa«unachicaquese

llameCoryn,conuna“y”comoladeKyle».—MañanahablaréconDan.—¿Enserio?—Sabesquesí.Danhusmearáporsucasaconsuolfatodesabueso.Nuncasesabe.Puedequetenga

suertecomoelchicodelaparcamientoyveaalgosospechoso.Peroati…—leadvirtióJane—,ati tedesaconsejomuyenserioquetomescartasenelasunto.Kyleseloprometióyabrazóasuhermana.

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—Mevoymañanaporlatarde,¿quépodríahacer?Janelomiróunbuenrato.Suspiró,diciendoqueellaerayseríasiempresuhermanamayor,locualse

traducíaen«soy lapersonaquemejor teconoce».Sí, Janeera lamayoryactuabacomotal.Nunca lehabíafalladonitraicionado.Enlosdocumentosoficialeseranhermanastroyhermanastra.«Quéabsurdo.Janeestodalafamiliaquetengo.Miúnicafamilia.»Kyletampocolatraicionaríajamás,peronopudoevitarpensarenloquenodebíahacer…mientrasveíalafrágilsiluetadesuhermanadesaparecerporelpasillo.

Janesedesvistió,sepusosuviejopijamaysedesmaquillósinmirarseenrealidad.Noteníatiempoparaeso. Los años habían transcurrido sin que los contara. Por supuesto, Dan la llevaría a cenar por sucumpleaños,peroenuna fechaquenoeranecesariamente la exacta. ¿Quémásdaba, al finyal cabo?Kyle,esanoche,habíaevocadoaCoryn.Yeneseinstante,anteelespejo,Janepensó:«Unamujermás».Selehizounnudoenlagargantaysintiódeseosrepentinosdellorar.«Estoycansada.»Acumulabamuchascosasensuinterior.Habíaescuchadomuchoshorroresqueintentabacontrarrestar

contodassusfuerzas.Estabaenguerray,enlavidadelasmujeresqueLaCasaalbergaba,ellaeraunaisla.Janeysuequipohabíansalvadovidas.Kylehabríaqueridohacertantocomoellos.Pensabaqueloúnicoquehacíaeraescribir,cantarytocar.Suhermanarespondíaquesuchequeanualy«eso»yaeranmucho.—Lo importante es crear una brecha…Los artistas pueden hacerlo.Ami entender, es posible que

incluso sea sudeber—lehabía confesadounos años antesduranteunade susmuchas conversacionesnocturnas.Esanoche,encambio,sabíaquenadaeranuncasuficiente.PorCoryn,Janellamóporteléfonoapesar

delotardequeera.Danrespondióalprimertimbrazo.Laescuchóyleprometióqueharíaunarondaporlacasa,puesnopodíallamaralapuertaypreguntarleaaquellamujersisumaridoleestabapegandoenese preciso momento. Por Coryn, Kyle habría deseado hacer algo más que una canción que ellarecordaba.Sí.¿Quépodríahacer?¿Además…?«¿Ymejor…?»

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Kyleabrióunojoalasnueveycinco.Ledolíalacabeza.Lamigrañaestababiendespiertaypeleona.Ynosoloporculpadelwhisky.Kylepensóquesuaviónnosalíahastalascuatroyveintedelatarde.Antesdebíapasarporeltallerdesulutier,irarecogeruntrajedePatsi,hablarconsuabogadoydevolverelcoche…Janehabíadejadocafécalienteyunanota:«Estarétodoeldíaeneljuzgado.HehabladoconDan».Elmúsico se tomó tres tazasdecaféydosmuffins.Consultó su teléfonomóvil.UnmensajedeChuckGavinconfirmabalarecepcióndesucorreoelectrónicodeldíaanterioryresumíaladeclaraciónalasdoscompañíasdeseguros:«Nohaymalasnoticias.Voyademostrarquenopudisteevitardeningunadelasmanerasaesecríodescerebrado».Asuvez,Kyledejóunanotaa Jane:«Ayermedijistequematara trespájarosdeun tiro.Algoque

transformasemividaenunavidanueva.Esohehecho».Luego la rompió.Eraunanotadictadapor larabia.Escribióenotrahoja:«Vuelvoel24.Tequiero.K.».Suhermanaloentendería.El24solopodíasignificarel24dediciembre.Suvisitaanual.Exactamente

nuevemesesdespués.Laduchanoleaportóningúnbeneficio,nomásqueeltiempo,lareflexiónyesaspocashorasdesueño

mediocre.Lascosasleparecíanidénticasaldíaanterior.«Tengoqueverla.»Kylesevistiópensandoque,sinadahabíacambiado,lageografíatampocohabríaevolucionadoenel

espaciodeunanoche.LlamóporteléfonoaJanice,lamodistafetichedePatsi,paraqueenviaseelnuevotraje al taller de su lutier. Hizo la maleta en tres segundos y, sin esperar más, sin reflexionar, fuedirectamentealdomiciliodeCoryn.AlentrarensucalleviolagrancasablancayelnowhiteJaguarenlaentrada.Aparcóaunasdecenasdemetros,como lavíspera.¿Ibaa llamarla?Habíamemorizadosunúmero.Perolaideanoerabrillante,porqueelcochedelCabronazopodríaestarenelgarajey,claro,aJacknoleentusiasmaríaoíraKylealotroladodelalínea.Permanecióunbuenratorumiando.Preguntándosesilajovennoestaríayaalacabeceradelacamade

su hijo. ¿Qué había dicho el día anterior? Nada al respecto. ¿Y si llamaba con la excusa de que elabogadonecesitabaundato?Eratanarriesgadocomoridículo.Elmúsicoseconvenciódequeteníaquehaberotrasolución.«¿YsimeinteresosimplementeporMalcolm?»,sedijoenelinstanteenqueCorynsalíadelacasaconelcochecito.«¿LaSuerte?»Elmúsicosintióunapunzadaenelcorazón.Tuvo la entereza de no bajar del coche, sino que la siguió a distancia.Coryn anduvo doscientos o

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trescientosmetrosycruzóunacalleendirecciónaunpequeñosupermercado.«Gracias»,dijoKyleenvozalta.Aguardó a que entrase en él para salir del coche, no sin antes comprobar si Jack-el-Cabronazo

merodeaba por los alrededores. Notó el viento frío. Entró a su vez en la tienda. El enorme relojpublicitario indicabaencifras luminosas azulesqueeran lasoncey tresminutosyque la temperaturaexteriorerade50ºFahrenheit.BuscólasiluetadeCorynenlosprimerospasillosyatisbósumelena,quesedeslizóaunladocuandoseagachóparacogerunpackdeyogures.

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12—Buenosdías,¿cómoestá?—¡Oh!Buenosdías—respondiólamujermirandoenseguidaasualrededor.Kylelovioclaro.HabíatenidorazónalpensarquetemíaaltalJack.—Tengoquehablarconusted.—Aquíno—murmuróella.—Dondequiera.—Saliendodela tienda,a trescallesa laderechahayunparqueinfantil.Alfondodel todoveráun

rincónconcolumpios.—Laesperoallí.Recorrió a pie—y con el corazón palpitante—el trayecto queCoryn le había indicado.Contó las

calles. Cruzó el parque. Los columpios estaban, en efecto, a resguardo de las miradas. Las hojasprimaveraleshacíandepantallaalareneroylostoboganes.Aesahoraningunamadredefamiliaestabaallísentada.Kyleeligióelbancodelfondo,elmásprotegido.Permanecióatentoalossonidos.Apagóelmóvil. Seguramente apenas tendría unos minutos para estar con ella y no quería que una llamadainoportunalosredujera.Levantólacabeza,convencidodehaberoídoelcrujidodelaarenaalolejos.Unos segundos más tarde apareció Coryn. El viento le levantó la melena. Algunos mechones se lepegaronalacara,yellaselosapartóaunladoconlamanoylosalisó.DesprendíaalgoqueKylesolohabríapodidodescribirconmúsica,perosu razón le recordóqueelhechodecitarloallí, enun lugarapartado,eratambiénunaprueba.Noqueríaquelavieranencompañíadeotrohombre.«Pero¿quiereesodecirquenoamaaJack?»—Hola—dijoella.Kyleselevantó.Letendiólamanoenungestodeamabilidad,aunquelehabríagustadoabrazarla…

«Otra vez.»En esa fracción de segundo, al igual que el día anterior, sintió la límpida sensación y eldeseo irresistible de estrecharla entre sus brazos. «Hold you in my arms…» Eso es lo que lo habíaconmocionado,yseguíaconmocionándolo,perorespondió,turbado,feliz,ansiosoysonriente:—Holadenuevo.Se sentaron juntos, yKyle lepreguntóporMalcolm.Coryndijoque laoperación,quehabía tenido

lugar a primera hora de lamañana, se había desarrollado sin complicaciones, y que en principio no

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tendríanqueoperarlootravez.Jack,leexplicó,habíavueltoalhospitallavísperadespuésdedejarlasencasa,aellayaDaisy,yañadióqueiríaarelevarloamediodía.Losmédicos,concluyó,habíanaseguradoquesuhijoserecuperaríapronto.—Mesientoculpable—dijoelmúsico.—Yotambién—afirmóCoryn.Peroañadióenseguida—:Fueunaccidente.Kylelamiróalosojos.Ellalesostuvolamirada.—¿Quierequealmorcemosjuntos?Comolatardeanterior,Corynsesonrojóyagachólacabeza.—Nocreoqueseaconveniente.—Perdóneme.Noeramiintenciónponerlaenunaprieto—farfullóKyle,furiosoporsuosadía.—Mehabríaencantado—musitóCoryn,sorprendidadesuosadía.CorynlevantólamiradahaciaKyle,yélseaferrócomopudoa…loquepudo.Laverdad.Leexplicó

loquehabíasentido.QuelehabíaparecidoqueJackteníaun«comportamientoindebido»conella.Corynloescuchabasindejarentrevernadaysindecirnada.—Estaba en el aparcamiento del hospital, ayer por la tarde, cuando el chico con patines se detuvo

delantedesucoche.¿Quépasó?—JackestabaenfadadoporqueestabanerviosoporlodeMalcolmy…—Coryn—lainterrumpióKyle.Eralaprimeravezquepronunciabasunombreensupresencia.—Mipadrepegabaamimadre.Lamató.Es…Nopudoterminar.Nolesalieronlaspalabras.—Entiendo—respondióella,tanturbadaydesestabilizadaqueseoyódecirqueJacktrabajabamucho,

queteníaunasituaciónexcelente,queeraunbuenmarido—.Yquiereasushijos,yamítambién.—¿Yusted?—¿Yo?—¿Quiereasumarido?Seoyóunruidoderamasdetrásdeellos,ylajovenselevantódandounbrinco.Unospájarosecharon

avolar.—Tengoquevolveracasa—dijoella.Kylenoseatrevióareformularlapreguntayatendióalomásurgente.LediolatarjetadeJaneyle

explicóaquésededicabasuhermana.Queelcentroquedirigíaacogíaamujerescuandoloprecisaban,eltiempoquenecesitasenreponerse.Queallíestabanasalvo.Quelasescuchabanyquelasentendían…Corynlacogióentresusdedosylamiródossegundosantesdedevolvérsela.—Pensaráquesoyungrosero.Ellanegóconlacabeza.—Enotrascircunstancias,¿habríaaceptadoalmorzarconmigo?

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Corynsonriólevemente,yKylesesintiódesfallecer.—¿Ymehabríahabladodeloquequiereustedoinclusodeloquenoquiere?CorynsonriódenuevoaltiempoqueseagachabaparavolveraponerlealapequeñaDaisyelgorrito,

que esta había conseguidoquitarse.Kyle añadióque a él también le habría gustado comer con ella y,temerosodequesalieravolandoconelviento,lepreguntóquéesloquemáslegustabadelparque.—Lasramasdeesteabedul.Corynsefue,yKylesedesplomóenelbanco.Permanecióinmóvil.Comosiacabasederecibiruna

flechaenplenocorazón.Corynnohabíadudado.¿Cómoeraposiblealgoasí?¿Cómo te recuperasdealgoasí?Cerró los ojos, y no volvió en sí hasta que notó que el viento demarzo lo estaba dejando aterido.

«Holdyouinmyarms.»«¿Cómoterecuperasdealgoasí?»

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ACoryn le temblaban las piernas como nunca. ¿Cómo se había atrevido a tanto en tan poco tiempo?«¿Yo?»Consultósurelojehizouncálculopreciso.AlasoncehorasytresminutossetopaconKyleenelrefrigerador de los yogures del SweetyMarket. A las once y cuarenta y seis abre la puerta de casa.Cuarentaytresminutosintensos.«¿Losmásintensosdemivida?»EmpujóelcochecitodeDaisyconundeleite tandulcecomodesconocido.No,eldíaanteriornose

habíaequivocado.Kylehabíasentidolas«cosas».Lehabíahabladodeella.Habíavistoclaroenella.Y… habría querido almorzar con ella. Durante cuarenta y tres minutos había tenido una vidacompletamenteindependientedelavoluntaddeJack.Corynnoteníaunpelodetonta.Habíaentendidoqueelmúsicovivíasintiéndoseculpabledelamuerte

de sumadre. También había entendido que «en otras circunstancias» habrían podido almorzar juntos.Perohabríasidonecesariatodaunabateríadecircunstanciasdistintasparaquesusdestinosseforjarandeotromodo.«Muchas.Demasiadas.»Enesavida,enesepresente,noeramásqueundeseo.Enesadimensión,eneseuniverso,laverdadera

vidaalejabaaKyleyaCoryn.Enesavida,eneseinstante,lajovenmujerveíaelterriblesufrimientodeKyle,peronoelsuyo.Noeramuyconscientedeloqueellamismahabíadicho…odeporquélohabíadicho.LapequeñaDaisybalbucióalgoensutrona.Corynlesusurróqueelpuréestaríalistoenseguida.Sí,su

realidaderaesa.Estabaanteellayensuvientre.MientrasacariciabalamejilladelaniñapensóqueunapuertasehabíaentreabiertograciasaKyle…«Peroestaclasedepuertaconduceaunmundoquesoloexiste en lasnovelas.En lavida realunapuerta así sevuelve a cerrar.»Ladelmicroondas se abrió.ApenasmediahoradespuésCorynabriríaladeMalcolm.«Ycogeréamihijoenbrazos.»

Sinembargo,loqueCorynhabíaentrevistoentansolocuarentaytresminutosseguiríaobsesionándola.Durantedíasenteros.

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Kyletomódosaviones.Recorriómilesdekilómetrosyatravesóvarioshusoshorarios.Sesentíavacío.Comocuandoenunapesadillateparasalbordedeunabismonegro,sinfondo,yteexponesalafatídicacaídaapocoquetemuevas.—Disculpe,señor,¿seríatanamabledefirmarmeunautógrafo,porfavor?Esparamihija.—Sí,claro—dijoconunaatentasonrisa.Un padre de familia vestido de empresario le tendía una foto en la que aparecía con bermudas

hawaianasychanclasenlaorilladelmar,consumujeraunladoysuhijaalotro.Kylesonriódenuevo.Habríadeseadoseresepadre,conlaschanclasylasbermudasincluidas.—SellamaCoryn.Levantólosojos,lamiradaperdida.—¿Có…cómoseescribe?—C-O-R-I-N-N-E.Mimujeresfrancesa.Gracias.Esusteduntipoestupendo.Kyleestrechólamanovigorosaypensóquehabíatenidosuertedequeesetipoviajaseenelmismo

avión.«LaSuerte…Coryn…»Entonces, de pronto, llegaron las notas. Sacó su cuaderno y escribió de un tirón las bases de tres

melodías. Sonaban bien. Faltaban las letras, peroKyle estaba demasiado confuso para verlas. Iban atenerquemadurarenélantesdeunaeventualcosecha.Elciclodelavida,afindecuentas.«Estamosenmarzo,¿no?Enprimavera.»

Patsinoestabaenelaeropuerto,yKylelolamentó.Steveleexplicóquesehabíapuestofuriosa.TuvounaclaravisióndePatsi-poniéndose-furiosa.—DicequecadavezquevasaSanFranciscodespuéstodoesunamierda.—¡Noentrabaenmisplanesatropellaraeseniño!—Kyle… Tranqui, ¿vale? Yo no soy Patsi. Yo paso de mosquearme por nada. Del accidente ya

hablaremosmástarde.Envistadetucareto,pillauntaxiyveteadormir.—¿Adóndevas?

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—Aensayar.—¿Estáistodos?StevemiróaKylealosojos.—¿Dóndeestá?—Dondeledalagana…Perovendrádespués.—Voy.—No.Tienesmásnecesidaddedormirquedeensayar.—¿Estásseguro?—Tansegurocomolajaquecaquetienes.Stevecogióloquesuamigohabíatraído.—Esperoquenohayasolvidadosutrajenuevo.Kyle negó con la cabeza, añadió que se las había arreglado para recogerlo y que también tenía un

regalodepartedeBilly.Unnuevobajoqueeraunaauténticamaravilla.—¿Ytuguitarra?—Losastrossehanmostradomenosclementesconmigo.—Acuéstateencuantolleguesacasa.Stevelediounapalmadaenlaespalda,yelcantantesefueendirecciónalostaxis.—¡Eh,Kyle!¡Toma!KylealargólosbrazosparaatraparloqueStevelelanzaba.Erablandoypeludo.Inerte.Sintióganas

detirarlolejosdeél,peroSteveleindicóqueselopusieraenlacabeza.—¡PelamásqueenBratislava!¡Desdequellegamoshacaídomásdeunmetroymediodenieve!LascallesdeMoscúestaban,efectivamente,recubiertasdeunanievegrisysucia.Elcieloencapotado

seconfundíaconelasfalto.Kyleteníalaextrañaimpresióndequeseguíaenelavión,zarandeadoporesasensacióndemovimientoquesesiente inclusoenlacama.Nohabríasabidodeterminarconcertezaeldíaylahora.Eltaxistaconducíacomounloco,dandobandazosenmediodelacalle.Kylenotóunnudoenelestómagoyseacercóaélparaexigirleque fueramásdespacio.El tiposeencogiódehombros,farfullóalgoincomprensibleyalfinalaminorólavelocidad.Eltrayectohastaelhoteldurómásdeunahora,peroaKyleledabaigual.EnMoscúseguroquehabíachiquillosquesesoltabandelamanodesumadreparacorrerdetrásdenosesabíaqué…EncuantoKylebajódelvehículo,eltaxistasaliódisparadosalpicandounchorrodeaguanegruzcay

nievequeKyleesquivóporlospelos.Elmúsicoentróenelvestíbulo.Habitación312.Lasuiteestabadesierta. Lanzó la ropa sobre una butaca antes de desplomarse en la cama. Estaba tan aterido que sedurmióconlashapkaenlacabeza.

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15—¿Quéhoraes?—Mediodía—dijoPatsi.Estabasentadaenunabutaca,enfrentedeél,conlaspiernascruzadasylospiesapoyadosenelborde

delacama.Teníalasbotassuciasyhúmedas,perodetallescomoeselatraíansincuidado.ObservóaKylemientrasélmirabafijamenteeltechoaltísimoyblanquísimo.Muchomásdeslumbrantequelanievedeldíaanterior,aunquemuchomenosquelalámparadearañamonumentalcuyasbombillasfuncionabanaplenapotencia.LomismoquePatsi,aquienKyleencontrómuyguapa.Sindejardemirarlo,lajovendijo que el hotel databa del sigloXVIII y que la restauración de lasmolduras del techo, encargada aartesanos franceses, había costado un ojo de la cara a sumillonario propietario, el cual, al parecer,encontrabaútilmencionarloenlaprimerapáginadelfolleto.—Pornohablardelosfrescosdelvestíbuloydelospasillosrestauradosporitalianos.Peroviendotu

cara,imaginoquenohabráspodidoapreciarlos.Enlugarderesponder,Kyledijo:—Nohasdormidoaquí.Ellalomiró.—No.—¿Dóndeestabas?—Nosoylaclasedemujerquesequedaesperando.—Esoyalosé,Patsi.—¿Paraquéesperarsiséquemeencontraréaunzombi?—¿Deverdadpiensasquepodíanoir?—Yeso¿quécambia?Nisiquierahasidoalentierro.—TeníaqueiraSanFrancisco.—Respuesta estúpida, Kyle. Lo repito: ¿qué cambia que hayas ido? Jane podría haber hecho

perfectamenteelpapeleoporti.Tienetuautorización.—Teníaqueversunombreenlatumbaconmispropiosojos.—Comosiesofueraurgente.

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—¡Patsi,mierda!¡Nohemoscanceladoningúnconcierto!Nohemosperdido…—No.Perovuelvescontucaretodelosbuenostiempos.Kylecogiólashapkaqueteníaalladoyselatiró.Ellaselapusoydijoqueseríaprofesionalensayar

unmínimoantesdelconciertodeesanoche.—¿Dóndeestabas?—preguntódenuevoKyle.—Dondemedalagana,comohadebidodedecirteSteve.Yesosoloesasuntomío.—Vivocontigo.—Vivoconunasombra—replicóella.Kyle prefirió dejarlo correr. Patsi tenía razón. ¿Cuánto tiempo hacía que no habíanmantenido una

conversación? ¿Una conversación de verdad? ¡Oh! El sexo funcionaba entre ellos, desde luego. Laquímicaeneltrabajo,también.Pero,aldecirquevivíaconunasombra,Patsiacababademetereldedoenlallaga,enesoquesehabíacoladoinsidiosamenteentreamboscuandoseencontrabanasolas.Caraacara.Kylepreferíaelsilencioalenfrentamiento.Ellapreferíalasbatallasylasrespuestasalaspreguntasqueélconsiderabapeligrosasderesponder.Entonces,sí,pormomentos,enciertascircunstancias,Kyleseconvertíaensupropiasombra.YaPatsinolegustabairatientas.Lajovenselevantó.—Simehubierasescuchado,nohabríasidoalentierroynohabríasatropelladoaeseniño—soltó,y

pensó:«Sinduda».Kyleseincorporó.—Patsi,teloruego.Esoesloúltimoquemeapeteceoír.—Lomismodigo,créeme.Soloesperoquelospadresnonoshaganunapublicidadmortal.—Novandeesepalo.Kyle no estaba disgustado. Era normal que Patsi se lo preguntara.Hablaba en nombre del grupo y

resumíaelgruesodesusconversacionesdurantesuausencia.Saliódelacamayfuealcuartodebaño.Ellalosiguió.—Creoqueesagentenosabequiénessomosniloquehacemos.Noexistimosparaellos—dijoKyle.Patsilomirósorprendida.Laimagendeélreflejadaenelespejolerespondió.—Entonceslasaguasvuelvenasucauce.Ynosvienebienalmismotiempo.Patsidiomediavueltayanuncióqueibaaveralosdemás.—Pídemeuncafé.—¡Unamierda!Despuésdeducharse,Kylesepusodos jerséis, recogió lashapka tiradaporel sueloyacudióa la

suitedeSteve,quesiemprehacíalasvecesdesaladereuniones.Tocabahacerbalancedelasituación.Elcoloridofrescodellarguísimopasilloseimpuso.Dosangelotesrechonchossentadossobreunasnubesmásrechonchasaúnmanteníanuncuriosocombatecondiablillos rococósbajo lamiradadeuna jovenpastoraydeuncazadorconmallasygreñasrojizasyrizadas.Kylepensóquelosrestauradoresitalianosdebían de tener apetito porque las mejillas de la joven eran más redondas y rosadas que unos

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melocotones.Selehizounnudoenelestómago,quereclamabaunatazadecaféardiendo.Apretóelpasoyseencajólashapka.

Los otros tresmiembros del grupomiraban sin ver un debate político ruso en la tele.Con los brazoscruzados.SalvoPatsi,cuyaspiernastambiénestabancruzadasdebajodelamesabaja.Kylesesentóenelsofáquequedabalibreyempezósurelato.Locontótodo.Todoloquenoleshabía

explicado por teléfono. Fue preciso en los detalles.En el verde de la cazadora deMalcolmy en suscalcetinesdeSpidermanconunabonitaarañaazulsobreunfondorojo.HablódelsargentoO’Nealydelcinturónquedebíadeoprimirlelosintestinos.Deloloracrequereinabaenlasaladondelasenfermerashabíanbombeadoun litrodesangre.Losoltó todo.Salvo loquehabíasentidoporCoryn.Loqueellahabíaremovidoensuinterior.EsoestabaclasificadocomosecretodeEstado.Unacarpetaocultaenlomásprofundodeunpasillodesucorazón,sinningúnnombreescritoencima.Unacarpetaquesolo lespertenecíaaellayaél.«Nuestrosecreto.»—¿Yporquésesoltódelamanodesumadreeldichosomocoso?—preguntóJet.—Dicequeviounaardilla,peroelpoliencontróunapelota.—¿Esecríoesunmentiroso?—preguntóPatsi.—Noslasudasaberdetrásdequécorría.—Querrásdecirque«te»lasudasaberdetrásdequécorría—corrigióellasubiendountono.—Con cargarnos todas las ardillas de la tierra, asunto resuelto: los mocosos dejarán de estar en

peligro—intervinoSteveporprobaralgodivertido.—¡Joder,Steve!—¿Qué?¿Porquétienesquegritarsiempre,Patsi?—Porquetepensabasque,ahora,yo…—Losperiodistasnoseenterarán—cortóKyle—,siesoesloqueospreocupa.ElsargentoO’Neal

mehaaseguradoqueserádiscreto.—¿Yelpersonaldelhospital?—Noherepartidofotosdedicadasynadie,apartedelpoli…—¿QuépiensaChuck?—interrumpióJet.Elcantantenorespondiónada,perolosmiróunoauno.RecordóloscalcetinesdeMalcolmysupolo

quehabíaqueenviarle.Steveretomólapalabra:—Chuckestápensandoenunchequedelosgordos.—Novoyadejarqueos impliquéis.Yoestabasoloenelcoche.Podéis imaginaros loquequeráis,

peropormuydesafortunadoquesea,nohasidomásque…unputoaccidente.Ysi laprensallegaseasaber algo, no hay nada escandaloso que publicar.Yo estaba sobrio y, por las conclusiones del poli,existíanpocasposibilidadesdequepudieraevitarlo.Chucksabeloquetienequehacer.Confíoenél.

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—Entoncesnadadejuicios.—No.Enprincipio,no.—¿Enprincipio?—insistióPatsi.—Esonoesdelinterésdenadie.Eseaccidentesolomeconcierneamí.Ypunto.ElinterrogatorioysusdivagacionesnoasombrabanaKylelomásmínimo.Ungrupoesunaempresa.

Conunaimagenquerespetar,reuniones,desavenenciasydebatesparaavanzarjuntos.—Bueno,¿ysiahorahablásemosdecosasquenosconciernenatodos?—concluyóJetapartandolos

piesdePatsi—.¿Nohasdichoqueteníasdosotresideas?—Sí.—Aver,cuéntanosquésetehapasadoporlacabeza.Kyle salió dando zancadas hacia su habitación en busca de su cuaderno.Volvió con la guitarra. Se

sentóenunasillaytocóelprimertemaquehabíacompuestoenelavión.Luegolosotrosdos.—¿Dóndehasescritoeso,tío?—preguntóSteve.—Enelavión.¿Podemossacaralgodeaquí?¿Quépensáis?—preguntóinquieto.—Delprimero,sí—afirmóPatsilevantándose—.Delsegundo,puede.Perodelúltimo,nada.Esmuy

muuuytriste.No,no,esmuuuysensibleeero.—No estoy de acuerdo—dijo Jet—.Me gustan mucho los dos primeros. El tercero…Al tercero

habríaquehacerleunbuen…lifting.—¿Un lifting? ¡A la basura con él! O al retrete—confirmó Patsi—.Mientras viva, no tocaré eso

jamás.Los otros no respondieron, pero se sonrieron unos a otros, cómplices y divertidos. Los «mientras

viva»desucolegaselosconocíandememoria.Todos.Habíaparadaryvender.«Mientrasviva,jamásiréderosa.Sololasbotas»,«Mientrasviva,nopiensococinarymenosaúnlavar laropa»,«Mientrasviva,jamásplancharéropaquenoseamía…».—¿Ytú,Steve?—preguntóKyle,ysevolvióhaciaelsabiodelcuarteto.—Megustanlostrestemas.Inclusoeltercero,sí.Creoquepodemossacaralgodeese…—Steve,eresunanena.—Todavía no. Pero pienso en ellas. Es la clase de música que les gusta a las tías. A ver, a las

«normales»,noalastipoPatsi-que-nos-da-la-lata-con-sus-mientras-viva-desde-hace-años…Ellalededicóunasonrisaquehabríaderretidoaunregimientoyanuncióqueeranafortunadosdeque

tuviesemássentidodelhumorquelamayoríadelas tías«normales»,yqueyaerahoradeponerseencamino.Queeltiemposelesechabaencimayqueelconciertonoseretrasaría.SevolvieronhaciaKyle.—Noospreocupéis,estoyenforma.—Dateotraduchaytómateunlitrodecafé.—Creoquesobretodonecesitocomer.—¿Quéteapetece?

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—Loquesea,contaldequellene.¿Habéiscomidoalgorico?—¡Raviolisfríos!—respondieronriendo.—¿Quedan?TodosseprepararonmientrasKylesezampabadeprisaycorriendoalgoquepidióquelesubierande

la cocina. Casi habría preferido una lata de raviolis a esa especie de papilla de carne indefinible ypatatasinfames.—Aver,cuenta…—ledijoSteveacercándoseasuoídocuandoestuvieronsolosenelpasillo.—¿Qué?—Antes,cuandoJettehapreguntadoquésetehabíapasadoporlacabeza,sehacolado.Noseteha

pasadoporlacabeza,sinoporelcorazón.—¿Esunapregunta,Steve?Sonrió.—¿Desdecuándohenecesitadoyohacertepreguntas?—¿Creesqueselepuedesacarpartido?—Sí.—Patsinuncaestarádeacuerdo.Steveseechóareír.—¿Desde cuándo han dejado de sudárnosla los «mientras viva…» de Patsi?Venga, ¡muévete!Nos

estánesperando.

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Lacuentaatráshabíaempezado.Faltabanunosminutosparalahoraseñalada.Cadaunodelosmiembrosseguía su ritual de preparación antes de subir a escena. Cada cual respetaba el del otro. Steve leíaapaciblementeenunsillónapartado.Ellibroerasiempreelmismodesdesudebut,ynadiehabíapodidosonsacarlenuncasiloleíaunayotravezohacíacomoqueleía.Susrespuestasvariabandeundíaaotro,tantoquehabíandejadodeagobiarlo.CuandoStevedecidíacallarseeramásmudoqueunmuerto.YtantestarudocomoPatsi,que,porsuparte,estabaradiante.Podíahaberdormidodiezhorasoninguna,peroantesdecadaconciertoestabaexultanteconuntrajenuevo.Exigíadosespejosdepieparaadmirarsulo-que-sea-confeccionado-con-precisión,decaraydeespaldas.«Elescenarioesmivida.»Cuantomásseacercabalahora,másserenasesentía.AJet,encambio,leaterrorizabalaideadenotenersuficientesbaquetasderepuesto.Comosialgoasífueraposible.¿Cómohabríanpodidodesaparecercajasenterasdebaquetasnuevas?Comprobabalacalidadconlupay,apartedelasquecolocabadebajodesutabureteenelescenario,siempreseguardabaunparenelbolsillotrasero.—Hayquecomprobarlaruedaderecambioporsiacaso…—¿Porsiacasoqué,Jet?—Pues¡porsiacaso!—seenervaba.Sí, para poder enfrentarse al público, el batería necesitaba ese episodio de nerviosismo y

comprobaciones, cuando Kyle, por el contrario, confiaba plenamente en los demás. Sabía que susguitarrasestaríanpreparadassegúnsusindicaciones.Colocadasensuemplazamientoexacto.Antesdelaexplosión,permanecía sentadoenelhabitual sofáde los camerinosy semasajeaba las sienescon losojos cerrados. Repasaba el orden de las canciones, preguntándose si aún se las sabía. ¿Y si seequivocabadenotas?«¿Ysimequedoenblanco?»Kyleconfiabaenlosdemás,peroseangustiaba,ensilencio,cuandosetratabadeél.Y,paracalmarse,visualizabaunapuerta.Lapuerta.Laqueleconducíaal vacío absoluto.No tenía lamenor idea de cómo lo conseguía, pero en esosmomentos de extremaconcentración —incluso inmerso en pleno nerviosismo ajeno— lograba encontrar un camino paraalcanzaresesitiooscuroysolitariodondepodíaolvidarsedetodo.Elitinerariosiempreeraelmismo.Lapuertaestabasituadajustodespuésdelmiedoanosercapazde

dar el concierto. Según los días, el miedo era una fase de transición o un combate que librar. Pero

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indefectiblemente,alsuperareseterror,KyleJenkinssetransformabaenelKyle-Mac-Logan-de-los-F…Elartista.Artistaquesolovivíadurantelasdosotreshorasquedurabaelespectáculo.Ycomocasitodaslasnoches,laseñoraMigrañasehabíainvitadosola.Enplenoéxtasis.Volcabasu

dolor.Kyleconocíalasreglasdeljuegoysabíaqueseensañaríaconélhastaelinstanteenquepusieraunpieenelescenario.Donde,porartedemagia,desaparecería.¿IríalaseñoraMigrañaaparlotearconel señor Miedo o se instalaría entre el público para escuchar y disfrutar del espectáculo? Después,satisfecha—ono,dehecho—,volvía«acasa»paradisfrutardesuespaciodelunática.Stevemiróelrelojydiounapalmadacomoharíaunamaestradeescuela.Losotrostresdesfilaronal

momentoporlossótanoslaberínticosdelasalamoscovita.Podríahabersidocualquiersaladelplaneta.Todos los sótanos se parecen.Por lo visto, bajo tierra, todos los arquitectos delmundo comparten lamismaidea.Comodecostumbre,Steveabríalamarchacongrandeszancadas,mientrasquePatsiyJethablaban,

alborotaban y reían. El cantante se colocaba siempre el último, silencioso. Concentrado. Con lasensación de recorrer kilómetros enteros por las entrañas de cemento antes de escabullirse, como unclandestino,hacialosbrazosdelalibertad.Cuandolaoscuridadsehacíaabsolutaalfinaldeunpasillosabíanquesoloquedabalaeternaescalera

metálicapreviaalescenario.Kylenooíaresonarsuspisadasenlosescalones,únicamenteloslatidosdesucorazón,hastaquelosaplausosylosgritosestallaranconlaaparicióndeJetySteve.Amortiguabantodo lo demás. Patsi esperaba diez segundos antes de aparecer con lasmanos alzadas hacia el cielo.Desencadenabachillidosdejúbilo,agarrabasubajoyemitíanotascolocadasasumanera.EntoncessalíaKyle.Conunamiradayunafelicidadtanprofundacomoinfinita,KyleMacLoganabrazabaalamultitud.Por sí solo, ese instante durabauna eternidadybastabapara explicar por qué se dedicaba a aquello.«Soloporesto.»Poreseinstantedemagia,eseencuentroúnicoentrelaesperademilesdecorazonesylaenergíaqueteníaparaofrecerles.Avanzóhastaelmicro,locogióconunamanoyconlaotrablandiólaguitarra.—¡Buenasnoches,Moscú!¿Cómoestáis?Loshurrasylosgritoslosenvolvieron.Jetgolpeólasbaquetastresvecesyelespectáculoseelectrizó.

BastabaunamiradacruzadaentrePatsi,JetySteveparaalargaravoluntadunacanción,paramodularloquehabíanprevistoycompartirentreloscuatroloimprevistoylaintensidaddelpresente.Lamúsicalosfusionaba,puedequeinclusomásqueeso,algunasnoches.«Lalibertadestáenelescenario.»Esanocheenconcreto,enMoscú,nadiesospechóloqueKyleteníasobreelcorazónyenelcorazón.

NodejódesentirlaondulacióndelamelenadeCorynalresbalarleporloshombros…Cerrólosojosunpocomásquedecostumbre,suvozfuemásgraveyseaferróalmicrófonoconmásfirmeza.Paranoiraladeriva…«Porquezozobrar,esoyaestáhecho.»Supoquerarasveceshabíaalcanzadotantaintensidademocional.Parallegaraesenivelnobastabael

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trabajo, ni tampoco el talento y la armonía. Ciertas heridas personales tenían que abrirse másprofundamenteytransportarloaotradimensión.ElconciertodeMoscúfuecasimístico.Ysehizomítico.Sucedióalgoquelaprensacalificóaldía

siguientedeexcepcional.Unperiodistaescribióqueelespectáculohabíasido«unmomentodegracia.Memorable.Elgrupolograunpuntodemadurezyexploraconsutilezanuevassendas.KyleMacLoganesdefinitivamenteunodelosgrandes».Yadmitíaquenoencontrabaotrocalificativoparatransmitirloquehabíavivido.InclusoPatsi,albajardelescenario,leconfesóquehabíanotadoladiferencia.SusurróaKylealoído

que,despuésde todo, iraSanFrancisco lehabíasentadobien.Él laagarródelbrazoparaquenosefuera.—¿Ysitenemosunhijo?—Pero¿quétepasa?¿Estásenfermo?—lerespondióellaaltiempoqueseapartaba.Luegopermanecióinmóvil,inquietayaterrorizada.—Tehabloenserio,Patsi.Cásateconmigoydameunhijo.Ella le dedicó una sonrisa divertida y murmuró que se lo pensaría… Por lo general, nunca se lo

pensaba antes de dar una respuesta o una opinión. A decir verdad, estaba tan pasmada que no se leocurriópreguntarleporqué.Notodavía.QuizáesanocheKylehabríasidosincero.Lehabríaconfesadoqueunhijolouniríaaelladeporvida.

TendríaunabuenarazónparanovolverapensarenCoryn.Pero¿eraesaunabuenarazón?

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ElabogadodeKyletratóconelqueJackhabíasolicitadoensecreto.Conclusión:nohabríajuicio.Segúnloshechos,Malcolmhabíaprovocadoelaccidente.EraélquienhabíacruzadoMaineStreetsinmirar,saliéndose del paso de peatones. Quedó demostrado que Kyle no habría podido esquivarlo. Que suvelocidadysutrayectoriaerannormales.ChuckGavinexplicóclaramentequeunjuicioempañaríaparasiempre lacarreradelseñorBranniganenEstadosUnidosyque teníamásqueperderqueelcantante.Jackechópestes tras lasparedesdelabonitacasa,peroaceptóloscoches, lospuzlesyelmuñecodeSpiderman,asícomoeldineroenviadoporel imbécildelmúsico.Lopusoenlacuentadesuhijo.Legustabaserlegalconlosnúmeros.Asíeraél.Justo,generosopero,almismotiempo,cuandosumujernollevabaenelvientreasudescendencia,leatizaba.Podíavivircon«eso»sinque«eso»loperturbara.Pedíaperdón,¿ono?Lehacíaregalos,¿ono?Enlasclasesdeeducaciónreligiosalehabíanenseñado

queelperdónhacebienatodoelmundo.«Alperdonadoyalqueperdona»,decíasumadre.Esolohabíaretenidocomounaverdaddeesasquesetransmitendegeneraciónengeneración.—Perdóname,miamor.Tequiero.¡Oh,sisupierascuántotequiero…!Memoriríasinti,Coryn.Nolo

hago adrede. Es por ti, lo sabes muy bien. Te quiero, no volveré a hacerlo. Blablablá, blablablá,blablablá…Tehetraídoestasperlas…¿CuántasveceshabíaperdonadoCorynsinrazón?Demasiadas,sinduda.Habíaignoradolavocecita

quesusurrabaquetodo«eso»eransandeces.Porquehaycosasypersonasquenocambiannunca.Jacknotenía lamenor intencióndehacerlo.Pedíaperdóndespuésdecadanuevogolpe.Unpococomoquienpagaelpreciodealgo…Unpococomosisusactosnotuvieranconsecuencias.¿Acaso habría podido vislumbrar ella que tendría una vida así? ¿Una sucesión de embarazos, de

bofetadas,depuñetazosenelvientre,depiernasseparadas,depreguntasinsidiosas,todomezcladocondulcespromesas,regalos,confortdealtagama?Erasencillamenteimposible.¿Porqué?Porquelascosassonprogresivasynuncaocurrenfueradesucontexto.Losdíassesucedenunosaotrosycadaunoaportasugranitodearena,paraconstruirunahistoriarepletadehorrores.Elmañanaesportadordeesperanza.Máximecuando,durante losembarazosdeCoryn,Jacksecomportabaconnormalidad.Esdecir,no lellovíanlosgolpes.Éldejabaescaparalgunaspalabras.Palabrasabominables,peromenosdolorosasqueunpuñetazoenelvientre,porquelajovenmujernolasescuchaba.Y,además,elnacimientodesushijosconllevabaundesbarajustehormonalyemocionalintenso.Todas

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las alegrías cotidianas. Su olor. Sus bracitos alrededor del cuello. Su piel rozando la de ella. Sussonrisas… Las promesas de Jack, su amor… Coryn se sabía aislada, dependiente y a merced de sumarido,peronuncasehabíapreguntadosieranormalaceptar«eso».Noobstante, sensibleydelicadacomoera,tendríaquehaberpresentidoquenadacambiaríayqueJackprometíaloquenuncaseríacapazdecumplir.Sinembargo,creerlohabríasonadocomounacondenairrevocable…Estabanlosniños.Y,ahora,tambiénlavozdeKylequelepreguntaba:«¿Quiereasumarido?».¿Eramejor escucharaun Jackqueprometía loquenopodíacumpliroaunKyleque lepedíaque

almorzaraconél,cosaquenopodríahacer?«¿Quéquieredeciralmorzarconundesconocido?¿Quieredecirquelehabríagustadotenermeentresusbrazos?»

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Corynresistiódurantevariosmeses.Después,undíaenqueMalcolmestabaenclaseyJackvisitandoaunosclientesenLosÁngeles,empujólapuertadelabibliotecadelbarrio,sefuederechaalaseccióndemúsicayencontrórápidamentelosCDdelosF…LediounapiladelibrosilustradosalapequeñaDaisy,quesequedómaravillada,yellasesentóenunadelasbutacas.Escogióelprimerdiscoalazar,lopusocon cuidado en el reproductor y apretó el «play». En su casa, en Birginton, le encantaba escucharmúsica…Asuspadresysushermanoslesgustabatambién.Enparticularcuandoellachillabamásfuertequeellos.PeroaJackno…«No,aJackno.PeronodebopensarenJackahora.»Corynmantuvolosojosabiertosyescuchóatentamente.Contodasuconcentración.Nosabíamuybien

siellapenetrabaenlamúsicaosiera lamúsicalaquelaposeía.SonrióycambióelCD,cuandounaseñoradecabelloscanossentadaaunosmetrosdeellaseleacercó.—Unavezoíalpersonajedeunapelículadecir:«Labellezadelamúsicaesesto:quenotelapueden

quitar».Esdeltodocierto,¿verdad?—Esunabonitamaneradeexpresarlo—repusolajovenrubia,incómodaporhabersidodescubierta.Laancianaletocólamano.—Ami edad, por desgracia, pierdes la memoria y no recuerdas dónde has leído u oído algo. Al

principiomesentímuydecepcionadaporquemetraicionaramicuerpo.Luego,finalmente,meconvencídequenoeraparatanto.Loimportanteesloquetepasaaquí.—Sepusounamanobajoelpecho—.Ledeseounbuendía,señora.Yqueelbebéquetengaseaprecioso…Coryn comentó que le faltaba unmes, y la anciana se despidió de ella con una gracia elegante.La

jovensepreguntó,duranteunbreveinstante,siesaapariciónhabíasidounsueño.Ono.Consultóelreloj.Eltiempohabíapasadovolando.Soloquedabaunacanción.Apretóel«play»ycontuvolarespiraciónencuantosonaronlasnotasqueKylehabíatarareadoenelhospital.«¿QuieroaJack?»Sequitóloscascos.Nopodíaescucharelresto.Erademasiado.Excesivo.Ylebrotaronlaslágrimas.

Lasmalditas lágrimasquedebía controlar a todashoras.Ella, quepensabaque teníapoder sobre suslágrimas,enesosmomentoslaabrumaban.Entoncessepellizcólanarizeinspiróparaenviarlasalmásprofundodelosabismos.

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La jovenmujer rubia recorrió lascallesendireccióna sucasaempujandoelcochecitodeDaisy.Esamañanaelvientoparecíaprimaveral.Vientodemarzo.EltiempoenSanFranciscoesdesconcertante…BorralasestacionescomoCorynhabíacreídoquepodríaolvidaralmúsico.«¿Porquéheentradoenlabiblioteca?»¡Cuánto se lo reprochaba…! Tantos esfuerzos para nada. Días enteros acallando su corazón para

terminarahogándoseensupropiapena.Jamástendríaquehaberentrado.«¡Oh,jamástendríaque…»Derepente,Corynsedoblóendos.Suvientreseendureciócomounapiedra.«¿Ya?»

Aúltimahoradelmediodía,cuandoJackaterrizóenSanFrancisco,encendióelmóvilyvioquehabíarecibidocuatromensajes.UnodeKaty,suvecina.«¿Porquémellamaesavacagorda?»Respuestadelavacagorda:—¡Buenas tardes, Jack! Le llamo para avisarle de que Coryn ha tenido que ir urgentemente a la

maternidad.¡Vaaserpadredenuevo!¡Felicidades!¡Uy,olvidabadecirlequeMalcolmyDaisyestánenmicasa!¡Nosepreocupe,lesdarédecenar!Jackrecogiósucocheymarchóatodaprisaalhospital.—¿Porquénomehasllamadotú?Jackacababadeentrarenlahabitación432.Antesinclusodepreguntarsielbebéestababienocómo

se encontraba su mujer, hizo esa maldita pregunta repleta de palabras inapropiadas. Coryn tuvo unpresentimientosombrío.—Nohetenidotiempo.Haidotodomuydeprisa.Seapresuróaañadirquehabíasidoniña.Queestabaesperandoaqueélllegaseparaponerlenombre.

Jack tomó súbitamente concienciadeque el bebé estaba enuna cuna junto a la cama.Se inclinóparamiraralapequeña,quedormíaconlospuñoscerradoscontralaboca.—Esmorenacomoyo,peroguapacomotú.

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Corynseestremeció.Rogócontodassusfuerzasquelapequeñanoseleparecieramásadelante.—¿Christa?¿Esohabíamosdicho?Corynasintió.—¿Dóndeestabascuandotehaspuestodeparto?«Yaestamos.Vueltaaempezar.»Corynescogiólaspalabrasconprudenciayreviviórápidamentesus

actosysusgestos.¿Sehabíacruzadoconalguienquepudieradesmentirla?Laancianadecabellocano,claro,peroJacknohabíaentradoenunabibliotecaentodasuvida.—DaisynoconseguíadormirseysalíapasearlaantesdeirabuscaraMalcolm.Yelvientreseme

pusoduro.—¿Dóndeestabas?—Cercadelcolegio.—¿Porquénomehasllamado?—¡EstabasenLosÁngeles!—Sí.Pero¿porquénomehasllamado?—Nohepodido,Jack.Cuandohellegadoacasaapenaseracapazdecaminar.Porsuerte,Katymeha

visto.Ha llamado a urgencias.Ha ido todomuymuy rápido.He roto aguas incluso antes de llegar alhospital.JacksuspiróypreguntóporquéChristahabíanacidoprematuramente.—¿Cómoquieresquelosepa?—Alosotrosdoslostuvisteconretraso.Nopodíaimaginarmecuandomefuiestamañanaqueibasa

daraluzhoy.—Losé,Jack.Hapasadoasí,yellaestámuybien.Lapequeñagruñó,yelnuevopapálacogióenbrazos.—Mehabríagustadoquefuerachico.Corynsequedóparalizada.«¡Oh,no!Másniños,no.»Noqueríasercomosumadre.¡Nisiquierahabía

cumplidotreintaañosyyateníatreshijos!—Quierootrochico—afirmósumaridocomosilehubieseleídoelpensamiento.Corynmurmuró«sí,Jack»conlamiradabaja.—¿Hastacuándotienesqueestaraquí?—Puedoirmepasadomañanaporlamañana.—Vendréalasnueve.¿Cuántopesa?

AlasdiezycuarentayochodelamañanaCorynabriólapuertadelagrancasablancasimirarelespejo.Jack no le preguntó cómo había ido el parto ni si los dolores habían sido más soportables que losanteriores.Katy llamó inmediatamente a la puerta, traía aMalcolm y aDaisy.ACoryn le parecieron

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enormes.Antelaamabilidaddesuvecino,lavacagordanosedemorómucho,peronosefueantesdeinformarsesobrelaviolenciadelascontracciones.—¡Essolopara recordarmeque tengoque serprudenteynoolvidarmede tomar lapíldora!—dijo

acariciandolamejilladeChrista.Jackescuchósinoír.Seconcediótresdíasdepermisoylavidaretomósucurso.La jovenmujer rubia seguíanotando fuertesdolores en el bajovientre.Más intensosque lasveces

anteriores. Pero no les prestó atención. En el hospital le habían dicho que podía ocurrir durante losprimerosdíasdelposparto.Salvoqueelsufrimientopersistió,yleresultóinsoportablecuandoJacklaforzóalanochesiguiente.SoltóungritoquedespertóalbebéycontrarióaJack.SelevantóparacogeraChristayladejóenbrazosdesumadre.Conunamiradadereproche.Luego,enunafraccióndesegundo,Coryn se dio cuenta deque se le pasaba el enfado.Leplantóunbeso en lamejilla a lamaravillosa-princesa-que-cada-vez-se-parecía-más-a-su-mamáysusurróaloídodesumaravillosa-mujercita:—Estoycontentodevolveraverte.Rodeólacamaotravez,seacostóysepusoaroncaralinstante.Felizysatisfecho.Christaterminóde

mamarytambiénsedurmióenseguida.Corynno.Elvientreledolíamuchísimo.Cadavezmás.Inclusocuandoselevantóparairalbaño.Yfuepeorcuandosetumbódenuevo.Undolorviolentolaatravesóynotó que una humedad cálida se derramaba en cascada entre sus piernas. Coryn solo tuvo tiempo dearañarelhombrodesumaridoantesdedesmayarse.

La joven fue trasladadaenambulanciaalHospitalGeneraldeSanFrancisco,dondehabíanoperadoaMalcolm.Perdíamuchasangre.Flotabaentredosmundosy sentíaque lavida se leescurríaentre losdedos.«No,ahorano.Noquiero…»Unmédicocongafasredondasapareció.Leexplicóqueleinyectabaalgoparaanestesiarla.Queleharíaefectoalcabodeunoodosminutos.Quepodíacontarhaciaatrásconél.Dijo«20,19,18…»,peroCorynnocontó.VioaKyle,quepreguntaba:«¿Yusted?».Luegosupropioreflejoenlasgafasdelmédico.EraelavestruzqueJackhabíaganadoeneltiroalblancoy,silanadanolahubieraengullido,habríarespondido:—No,noquieroaJackcomosoñéqueamaríaaalguien.

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PatsidespertóaKyle.Todavíaeradenoche.Lasbocinassonabanalolejosenunaciudadcuyonombreignoraba.Como tampoco recordabaeldelpaíso el continentedondehabían tocado lanocheanterior.Porquehabíandadounconcierto.Eso…losabía.Pero¿aquéhorahabíanvueltoalhotel?—Noquierotenerhijos.—¿Qué?Nosabía, tampoco, si estabaenplenapesadillaoviolentamenteproyectadoa la realidad.Perouna

cosaeracierta:Patsidepie,mediodesnuda,con losbrazoscruzadossobreelpecho,mirándoloa losojos.—Respondoatupregunta.—Pero¿aquépregunta?—LaquemehicisteenMoscú.—¡Patsi!¡Estoydurmiendo!—Puesdespierta.Sesentóasuladoylozarandeósinmiramientos.—Escúchamebien…Novoyatenerningúnhijo.Ytampocoloadoptaré.Kyleseincorporó.—¿Porqué?—Noquieroqueuncapulloloatropelleeldíaenquesesueltedemimanoparasalircorriendodetrás

deunamalditaardilla.Seríaunamadreindigna,insoportable,difícildemanejar,irresponsable.¿Meves,Kyle?Mírame.¡Amí!Lohepensadomuybien.Essencillamenteimposible.—¿Yyo?¿Ysifueracapazdeserunbuenpadre?Patsilecogióunamano.—Tú eres Kyle Mac Logan. Eres parte de los F… Siempre estás metido en tu música, en tus

pensamientos,entumundo,alquenoquieroquemearrastres…¿Dóndeencajaahíuncrío?¡Sésincero!¡Reconócelo!Kylesedejócaersobreunaalmohadaymiróeltecho.—Estamosenlacarreteraelnoventaporcientodel tiempo—continuó—.¿Dóndecabeunniño?No

bajarédelescenarioparadarleelpechoynocederémisitioanadie,¿loentiendes?

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Setumbóasulado.Apoyólacabezaensuhombroyañadióquesí,quelohabíapensadomuybien.—Uncrío…Noesposible.Niparatiniparamí.Enfin,sinocambiamosdevida.Yyonoloharépor

nadadelmundo.KylesabíaquePatsinoseequivocaba.Eraexigente,perotambiénauténticayrealista.Seguradesus

elecciones.Poresomismo,Kylelahabíaquerido.Habíaaterrizadoensucamasolocuandoellalohabíadecidido.Habíadichoquenoprometíanada.Nisobreladuración.Nisobre…nada.—Cuandomehartedeti,melargaré—lehabíadicho.—Lascosasnosiemprefuncionanasí—habíarespondidoél.—Sí.Lo reafirmo.Teacuestasconalguien.Te largas.Loquieres.Tequedasunmomento.Luego te

largas.Eslaruedaquegira.—Y«siempre»,¿esonoexisteparati?—No.Aver,sí.Esposiblecuandoteenamorasalosnoventaañosytienesuncáncerextendido.—Noestoydeacuerdo.—Sonlasestadísticas.Los«siempre»tienensiempreunfinal.Aunquesoloseaporquenosmorimos…—Tedemostraréqueel«siempre»existe.—¡Sisupieraslopocoquemeimporta…!

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KyleagradecióaPatsisusinceridad.Ellasedurmióenelactocomotodaslasnoches,mientrasqueélsequedó contemplando el techo de una habitación que pertenecía a una ciudad cuyo nombre seguíaignorando. Se formaban sombras en él al capricho de los vehículos que pasaban.Como las nubes enplenodía,dibujabancarasyformasdantescas.Sevolvióhacia laventana,pero suhabitaciónestabaen lavigésima segundaplanta.Deesoestaba

seguro. Había sido él quien había apretado el botón del ascensor al entrar. A esa altura, ceroposibilidadesdequeunárbolviniesearescatarloconsusramas.VolvióapensarenelabeduldelparquedeCoryn.Y…enlajovenmujerrubia.«¿Existeel“siempre”?Malditasea,¿ysiPatsituvierarazón?»Suspensamientosdivagaronuntiempo

indefinidoy suplicó a la señoraMigrañaque lodistrajera.Pero comouna amante caprichosa, jugó alesconditeconél.SoloquedabaCoryn…¿Ysiúnicamenteestabaella?¿Habría dado ya a luz? Su vientre despuntaba bajo su jersey, peroKyle no habría sabido decir de

cuántosmesesestaba.Noteníaniideadelasunto.Todoloquesabíaeraqueelaccidentehabíaocurridoel23demarzoyqueestabaa…«¿Quédía,mierda?»Miróeltechosinmoldura.EramásbajoymodernoqueeldeMoscú.Losmueblesdelahabitación,también.Esosíqueloveía.Habíanotadolasuavidaddelanochecuandoeltaxilosdejóenelhotel.«Estamosenjunio.»Peroseguíasinsabereldía.Catorce.Quince.«¿Dieciséis?»Noexistíannotasdemúsicaquese llamaranasí.Niños tampoco.¿Seríaniñooniña?Sepreguntócómoseríadaraluz.Llevarunniñodentro.Lehabríagustadorealmenteteneruno,sí.Sinembargo,noeranirazonableniposible.Corynnoeraunaopciónrazonable…«Niposible.»

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Aquella noche, como ninguna otra, Kyle tuvo ganas de verla. De ver sus ojos, de zambullirse en sumirada.Cuandoalfinseconfesóque,despuésdetodoesetiempo,lascosasnohabíanevolucionadoniun ápice y que seguía sintiendo el irresistible deseo de tenerla entre sus brazos, se durmió. Paradespertarsesobresaltadounahoramástarde.Empapadoensudor.Susvisionesdantescasloabandonaronencuantoabriólosojos,peroelmalestarperduró,dejándoleladesagradablesensacióndeestarrodeadodesangre.Comosilamuerteseaproximara.Kylesesentóparaahuyentaresasimágenesysefrotólassienes. Habría querido que Patsi se despertara, pero dormía apaciblemente a su lado, con la cabezaocultabajolassábanas,dejandovislumbrarapenasunosmechonesrojizosalborotados.Prontoamanecería.Kylesaliódelacamayseacercóalaventana.Elsolasomabacontimidezdetrás

deunasnubesdelluvia.Rótulosdetodosloscoloresrelucíanenlascalles.Rótulosconideogramas.Lorecordódepronto.«EstoyenOsaka.»Seenfundólosvaquerosyelsuétertiradosenelsofáysequedócontemplandoelcielo.Yanohabíaestrellasvisiblesy,sinembargo,nohabíanhuidoalaotrapuntadelagalaxia.Estabanallí.Soloelentornoeradistinto.«No,lascosasnohancambiado.»Esapesadillano loabandonaría.Siemprehabía tenidounsueño ligero,difícil,avecesentrecortado

porpesadillasabominables.ErancomolaseñoraMigraña.Yanoluchabacontraellasporqueerainútil.Había soñado ya con gritos en el vacío, aullidosmudos,muebles rotos, la clásica caída desde un

precipicio,golpes…peroraravezconsangre.Quéextraño.«¿Porquéconsangre?»ConsultóelrelojquePatsihabíadejadoenlamesa.LascincodelamañanaenOsaka.MediodíaenSanFrancisco.MarcóelnúmerodeJane,quienrespondióalprimer timbrazo. Ibaalvolantey lepidióquenocolgaramientrasaparcaba.Oíaasuhermanocontantaclaridadcomosilotuvieraenelasientodelcopiloto.—¿Teduelelacabeza?—No.—Portuvoz,diríaqueonotehasacostadoonopuedesdormir.Kylenomencionólapesadilla.Suhermanasehabríainquietado.—¿QuétiempohaceenSan?—Porfinhamejorado.¿SeguísenAsia?—Sí,enOsaka.—¡Quésuerte!

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—Vente.—Enotravida.KyleguardósilencioyJaneselanzó.Imaginabaelmotivodesullamada.Cuandopermanecíaasíde

callado,ellacaptabaelmensaje.Esmás,leparecióquesehabíamostradoextremadamentepaciente.Porlogeneral,Kylelahabríabombardeadoapreguntassobrecualquierotroasunto.—Dansigueconsusrondas,¿sabes?Hamerodeadoporelbarriodedíaydenochey,enprincipio,no

haconstatadonadaanormal.—Mejorasí—dijoKyle—.Dalelasgraciasdemiparte.—Claro,notepreocupes.—Ytú,¿todobien?—enlazóKyle.—Sí.Tirando.—¡Uy!¿Cambiamosdeetapa?—EstanocheDanmepresentaalosfuturossuegrosdesuhijaAmy.Kyleemitióunprolongadosilbido.—¡Uau!¡Esosuenaformal!—Esoparece.—¿Estáscontenta?—Sip—dijoJaneresoplando—.Comounaadolescentequevaaconoceralafamiliadesunovio.—¿LaexdeDaniráalaboda?Janedejótranscurrirunoslevessegundos.Quepesaroncomounatonelada.Elpesoexactodeloque

habíaconsentidoparavivirsuamorconDan.Elhechodehabersidolaamante,eldurodivorcioaúnencurso,lasexigenciasdeArla,quesenegabaaquesushijospusieranunpieenLaCasa…—Noquierevermedesdesusitioenlamesa,ymepareceunabuenaidea,laverdad.—¿Paracuándoeslaboda?—¡Dentrodedossemanas!¡Ytodavíanoheelegidovestido!Dehecho,ibadecamino…—FelicitaaDanporsuhijaydalelasgraciasporlasrondas.¿Nohapensadoeninterrumpirlas?LavozdeKyledejóentreveralgoquenoasombróaJane.Lahermanapensóendecirlequemás le

valíaolvidaraCoryn…perosecontuvo.«Siemprehayquesabercerrarelpicoatiempo.»

EnOsaka,eldíayaamanecidoporcompletoprometíanubes.Kylecerrólosojos,lapesadillaeradurade roer.Pasó las hojasde su agenda.Sedetuvo en la letraS.Susojos recorrieron la páginahasta elHospital General de San Francisco. Hizo la llamada. Y colgó a toda prisa como si Patsi lo hubiesepilladoinfraganti.Sesirviómáscaféydiounbuentrago.Siguiódepie,dudando…Sopesandolosprosyloscontras.Consultóelrelojdenuevo.Lasdoceydiez.Nosolíafaltarlevalor.Eramásbiendirecto.Hacíapreguntasclaras.¿Paraquédudaryperderuntiempovaliosocuandosesabequelavidaesbreve,

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inclusosi sevivemucho?Dejó la tazaen lamesa, seapartóelmechóndel rostroycogióotravezelteléfono.Pulsósobreelúltimonúmeromarcadoylerespondióunaoperadora.PidióquelepusieranconlaseñoraCorynBrannigan.—¿Quéhabitación?—Nolosé.—¿Quéunidad?—Ladematernidad,creo.Lomantuvieronenespera,yantesdequeKyletuviesetiempodereflexionarsobreloquehacía,otra

personavolvióapreguntarleelnúmerodelahabitación.Respondióotravezquenolosabía.Lamujerlecomunicóqueen las listasdepacientesdeldíano figurabanadieconesenombre.Kylesedisponíaacolgarcuandolamujerleinformódequelotransferíaaginecología.—Nunca se sabe.Aveces faltan camasenmaternidadypasamosa laspacientes aginecología.No

cuelgue,porfavor.¡Oh!¿SabecuándohadadoaluzlaseñoraBrannigan?—Estosdías.«Respuestaidiota»,sedijoKyle,desamparado.Sinembargo,laenfermeranohizoningúncomentarioy

transfiriólallamada.Unavezmás,permanecióalaespera.Sinpensar.Sobretodo,nodebíarazonar.Unaterceramujer—a la que imaginó vieja y cansada por el tono de su voz— le pidió que aguardara denuevo.LuegoKyle repitió lomismoyescuchóelclicde las teclas.Finalmente, lavozanuncióconelmismotonomonocorde:—Nolahapilladousteddemilagro.LaseñoraBranniganacabademarcharseacasa.—¿Hadadoaluz?—Eso,señor,noselopuedodecir.Loqueveoenlapantallaesquehadejadonuestroservicioesta

mañana.Kyle se apresuró a decir que era un amigo íntimoyqueno conseguía ponerse en contacto con ella

porquetrabajabaenlaotrapuntadelmundo,enOsaka,yque…Laseñoranoescuchóelfinal.—Nodeberíadecírselo,perosuamigahaingresadoporunahemorragia.—¿Unahemorragia?—repitióKyle,estupefacto—.¿Despuésdelparto?¿Yelbebé?Lamujervacilóuninstante,paraluegoafirmarqueelniñoysumadreestabanbien.—¿Estásegura?—Señor,¡nodejamossaliralospacientesantesdequesecuren!—Gracias.Muchasgracias.Elmúsicoseapresuróacolgarantesdequelepreguntasensunombre.«Elniñoysumadreestánbien.»

No pudo contener una sonrisa. Siempre había pensado que las conversaciones entre personas no sereducíanaunaspalabras.Aunosgestos.Nisiquieraaunasmiradas.Quelascomunicacionesnosoloseestablecíanatravésdelaredviaria,delaredtelefónicaodeinternet.¿Eraloquehabíadicho,eltono

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quehabíaempleado,loqueesamujerllevabadentroolaalquimiadetodoestoloquelahabíadecididoadarleesainformación?Comotodoelmundo,Kylenonecesitabapruebasperoleencantabarecibirlas.Yaquíestabalaprueba

deque,apesardeladistancia,Corynyélseguíanconectados.Sedijoque,denohabercolgadoalprimerintento,quizáhubierapodidooírsuvoz.«¿Yluegoqué?»Actoseguidoel terrorseapoderódeél.¿YsiJackseenterabadequehabíallamado?Kylemiróel

horizonteysintió,delmismomodoquecuandosentíalamúsica,queelCabronazonolosabría.«Jamás.»

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Coryn había olvidado su pasador de pelo en la habitación que acababa de abandonar.Cuando se diocuenta,plantóasumaridoantelaspuertasdelascensoryfueabuscarloagrandespasosporellaberintode pasillos. Jack gritó, ella respondió que volvía enseguida. Pasó por delante del mostrador de lasenfermeras.Lallamaron.—¿SeñoraBrannigan?—Sí—dijoCorynvolviéndose.—Quétonta,creíqueyasehabíaido.—¡Oh!Heolvidadounacosaenlahabitación.—Silohubierasabidolehabríadichoaeseseñor,asuamigo—precisó—,queesperasealteléfono.—¿Miamigo?Ningúnamigo—niningunaamiga—lallamabajamás.Nisiquierasuspadres,queaguardabanaque

llamaseella.—SuamigodeOsaka.—¡Oh!—Corynsesonrojó—.Gracias.Laenfermeraarqueólascejas.—Queríasabersihabíadadoaluzylehedichoque…—¡Oh!Nopasanada—latranquilizóCoryn.Semarchó tan pronto como pudo hacia la habitación que había ocupado. Con el ánimo demasiado

agitadoparacalmarsucorazón.«MiamigodeOsaka…»AgradecióasanOlvidosusartimañasparaqueellaolvidaraelpasador—ysobretodohaberdejadoaJackplantadoconlamaleta,DaisydeunamanoyChristaenelotrobrazo—.Abriólapuertayseacercóalamesilladenoche.Extrajolaúltimarevistadelcajóninferior.Página32.Lafotoestabaunpocoborrosa,peroCorynlaencontrabaperfecta.Lehabíahechograciaquelabibliotecariadelhospitalledieraesarevistaenconcreto,entreunbuenmontón.Habíapasadolaspáginasleyendocadaunodelosartículos,habíamiradolasseccionesdemodayse

había preguntado qué aspecto tendría ella con aquellos trajes tan extraños como elegantes. Se habíasaltado las recetas de cocina —«Por piedad, recetas no…»— para dar con una fotografía. Se lehumedecieronlasmanos.AsíeracomoKyletrabajaba.EnlaimagenseveíaalosF…enelescenario.Yanteellosunamultitud,milesdebrazosenalto.Senotabalapasiónylaenergíadelconcierto.

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Había leído el reportaje que consagraba al grupo. Se había enterado de cómo y cuándo se habíaformado,ydeenquémomentoeléxitoleshabíatocadoconsusdedos.Habíamiradoelpardefotosdesuascenso,habíaleídoqueKyleyPatsiestaban«juntos»desdehacíacuatroaños.Lahabíaencontradomagnífica. Patsi rezumaba libertad, y la jovenmujer rubia se sorprendió envidiando a la jovenmujerpelirroja.Dehecho, envidiaba a todas lasmujeresque sabían imponerse.Sepreguntabadedónde sacabanel

valorqueaellacruelmentelefaltaba.Sí,CorynhabíaenvidiadoaPatsiporeso.Yporunsinfíndeotrasrazones…«Sinduda.»Corynhabíacamufladoesa revistaentreotrasenelúltimocajónde lamesilladenoche,empotrada

detrásde lacunadeChrista.Eraconscientedequese tratabadeunpequeñoactode rebeldía—«¿delibertad?»—,algomásfácildeacallarque lasvibracionesquenotabaensu interior.Lasbuenasy lasmalas.Lamúsicaylosgritos.SiKyleteníalasuertedeser talentoso,santaNaturalezahabíadotadoaCoryndeunamemoriaexcelente.«Esmiúnicoverdaderodonenlavida»,sedecíaensecreto.«¡Yquédon!Nosemeolvidanada.»Senegabaaversubellezaporquelaconsiderabaresponsabledesudestino.Creía que, de haber sidomenos guapa, o incluso literalmente fea, su padre no habría tenido por quécasarlatanjovenconJack…Lascosashabríansidodistintas.HabríatenidounnovietemajoconelquesehabríainstaladoenBirginton.Habríantenidounhijo.Puedequedos.HabríaseguidotrabajandoenelTeddy’s.Habríareídolasgraciasdeloscocinerosyorganizadoveladasconsusamigas.Sí,habríatenidoamigasconlasquehabríavaciadopintasdecerveza.Habríaidoaconciertos…«NohabríaconocidoaKyle.»Corynechóunvistazoporlaventana.«Quévida…»,pensó,sinsaberacienciaciertasievocabaladel

músico o la suya. «¿Qué tiempo hará enOsaka?»EnSanFrancisco el viento azotaba los árboles. Serecogiórápidamenteelpeloenunaespeciedemoñoyechóunúltimovistazoalafoto.Sonriómientrasvolvíaaleeralpie:«ConciertofaraónicodelosF…enSingapur.ElgrupoterminarásugiraasiáticaenOsaka».Habíanllegado,pues.«¿QuéhoraseráenOsaka?»No se preguntó por qué Kyle había llamado. Solo importaba que lo hubiera hecho. Sí, la había

llamado,yanteslehabíapedidoquealmorzaraconél.«¿Alomejoresmiúnicoamigo?»

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Elmúsicodejóel teléfonoysequedóclavadoenel sofá.Cogió laguitarradesenchufaday laabrazó.Tocó para las paredes. Tocó lo que había compuesto en el avión. El tema «tres».Había creado algobueno,losabía.Estabaenlocierto,ysabíaporquénolegustabaaPatsi.EsoaKyleledabaigualesamañana.Unsoloyúnicopensamientoleimpedíatenerdolordecabeza:«Corynestábien».

SieneluniversoexistierauncontableencargadodellevarlacuentadelnúmerodevecesqueCorynyKylehabían«sentido»alotroamilesdekilómetrosdedistancia,sehabríamareadohaciendolasumafinal.Losdossoñabanconelotrocomosiestuvieranjuntos,perolosdosselonegaban.Asumanera.Con

suspropiasmentiras.Noveíansinounmundode«imposibles»entresusvidasy,sinembargo,habíantendidounpuente.De

una forma u otra, su encuentro había dado lugar a poderosos vínculos. Desestabilizantes. Terribles.Muy…tentadores.EsamujerhabíapuestoapruebaloslímitesdeKyleyestehabíaabiertounabrechaenlamuralladeella.

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Coryn volvió junto a Jack, quien, plantado en elmismo sitio donde lo había dejado, la interrogó consequedad por su tardanza. Coryn respondió que había tenido que buscar el pasador por toda lahabitación.—¿Quétienedeparticular?—¡MalcolmmelohizoparaeldíadelaMadre!—dijo,sinañadirel«¿noteacuerdas?»queleardía

enloslabios.Perouncomentarioasíhabríacrispadosindudalosfrágilesnerviosdesumarido.

Lajovenmujerrubiaencontrólacasaenorden,comodecostumbre.Ningúnmédicohabíapreguntadoloquehabíasucedidorealmente,pueslasometieronaunarevisiónuterinadeurgencianadamásingresarenelhospital.Todoelpersonalsehabíaconcentradoenlaevoluciónpositivadelasituación,asícomoenelbienestardeladorablebebéydesumadre.Coryntampocohabíaexplicadonada.Sumaridovolvía todas las tardesdelsábadoconflores frescas.Regalóasucielounrelojcondos

diamantesincrustadosenelextremodelasagujas.ACorynlepareciófeo,perolediolasgracias.Jackevitó las relaciones sexuales como había ordenado con firmeza el médico. Se mostró paciente…«Forzosamente.»Aguardólasseissemanasprescritas,niundíamás,ysedesquitó.Exigiódenuevoquesumujer-con-

cara-de-muñeca-y-piel-de-terciopelosesometieraaél.Porprimeravezensuvida,Corynrogócontodassus fuerzas a santa Fecundación no volver a quedarse embarazada, jamás, y una noche de extremavalentía,unanocheenqueseacordódelafotodePatsienelescenario,Coryndijo«¿porqué?»cuandoJackencendiólaradioaltiempoquesedesabotonabaelpantalón.Sinmás explicaciones, Jack la agarró del pelo y la estampó contra la pared opuesta de la cocina.

Coryncayóderodillas.El labiosuperiorse lepartiósobrelosdientes incisivos,dejandoescaparunagotadesangrerojooscuroqueestallósobrelasbaldosasinmaculadas,seguidadedecenasdeotrasgotas.Jacksearrodillóimplorandosuperdón.Conunadulzurainfinitalelimpiólasangreyarticulóclaramenteen medio de un torrente de excusas que ella le pertenecía y que, puesto que le pertenecía, él podíadecidirlotodoensuvida.Porsubien.

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—Noqueríahacertedaño,peromehasobligado.Telosuplico,perdóname.¡Oh,miamor,sisupierascuántotequiero…!

Coryndisimulabaelcorteconcarmínyagachabaunpocomáslacabezaporlacalle.AMalcolmledijoquesehabíagolpeadocuandosedisponíaacogerunacucharaquesehabíacaídoalsuelo.Suhijosonrióyvolviócorriendoasusjuegos.Lajovensupusoqueelniñonohabíavistonada,envezdepensarquelehabíamentido.Yeldíaadíaretomósucurso.Corynjamásvolvióapreguntar«porqué».Jamásvolvióadecir«no».Lascosassiguieronsiendodesesperadamente idénticasmientras la jovenesperabaque losdíasfueranmuriendo.«¿Hastacuándo…?»

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LosF…aprovecharon unos días de relax en un hotel al borde de lamagnífica playa dePalmBeach,cercadeSídney.LesquedabancuatroantesdesubirsealescenarioenTailandia.Desdehacíadosnoches,Patsisehabíalargadoacasade«unaamiga»,dejandoaKylesoloensulujosahabitación.—¡Porque acabamos pisándonos el uno al otro en estos cuartuchos! ¡Porque me sacas de quicio!

PorquepiensocomoSteveyJet,ymeapeteceinstalarmeenLondres.—¡Hedichoquesí!—habíarespondidoél.Ellalohabíamiradofijamentealosojos.—Dicesquesí,peropiensasqueno.Dichoesto,diounportazo.¿EraeltemadeLondresloquelareventaba?¿Eraotracuestión?Comoen

cualquierrelación,lascosasempiezanairmalcuandoAquierealgodeloqueBnoquierenioírhablar,yesoqueparaAesfundamental.Losconsejerosmatrimonialesllamanaesto«unbachenaturalcausadoporlarutinadeldíaadía».Decualquierdíaadía.Lospsicólogossostienenqueguardarelaciónconunconflictomásprofundoqueafloraenunmomentodeadormecimientodelossentimientos.Lossexólogosexplicanqueunjuegoderopainteriordeencajenegroparalaseñoraseríalasolucióno,eventualmente,unviaje aVenecia con lamaleta llenade juguetes sexualesyotros…placeres.Hayquienes explican,fundamentándose en pruebas, que, en cualquier caso, la culpa es de las respectivasmadres. Losmássabios,comoSteve,concluyenconun«shithappens»queresumeconeficacialasituación.El productor del grupo, Mike Beals de Crank Label, les había ofrecido poner a su exclusiva

disposición elmítico estudio londinense The River, que acababa de adquirir, lo cual era tentador enextremo.Losmúsicosgozaríanallídetodolonecesarioparacrearasusanchas.Kylefueelúnicoquehabíamostradoreservas.—Pero¡siyalotenemostodo!—No. Nos falta tiempo. Cada vez que grabamos nos quejamos de la falta de tiempo. ¿En cuántas

ocasioneshemossuplicadotenerunespaciopropio?—habíarecordadoJet.—Amímevabienestapresión.Megustatrabajarconestaespeciedeurgencia.—¡Noesesoloquedecíasantes,Kyle!—…—Pero¡sitodavíaestoyoyendotusgritosdiciendoquetehabríasalidomejorconmástiempo!

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—Puede…¿Yporquénonoshacemosproductores,yadepaso?—¿Estásdispuestoaencargartedeeso?KyleyJetsequedaroncallados.Semiraron.Patsi,queseaplicabalaterceracapadeesmalterojo,se

soplólasuñasymiróaSteve.Jetsehabíavueltohaciaél.—Tú que sabes contar más de tres ceros —intervino Jet con impaciencia—, recuerda a nuestro

compañeroloqueelcontratodeLondressupondríaparanosotros.Stevesuspiró.Odiabaquelopusieranenelpellejodelárbitro,peroseapartólagorraacuadroshacia

atrás,semetiólasmanosenlosbolsillosy,coneltonomásneutroposible,resumió:—TrabajarenLondresimplicalibertadparacrearanuestrasanchas,ademásdereportarnosunbuen

fajodedólares.—¿Nospagaránendólares?—¡Kyle!¡Hostias!—reaccionóJet—.¿Lohacesadredeoqué?¡Habríaqueserimbécilpararechazar

unaofertaasí!ElmúsicointerrogóaSteveconlamirada.—Yotambiénsoypartidario.Mentiríasidijesequenosueñoconalgoasí.—Ya,perodeahíainstalarsedefinitivamentedondetecongelas…—¿EsqueenSannotecongelas?—Londresnotienemar.—TieneelTáaamesis—respondieronlosdoschicosacoro.—¿Estáshablandodelmar?—¡Mierda,Kyle!¡Cranknosofreceunestudio!Paranosotrossolitos.Ysabesquéestudio,¿verdad?—Desdeelpuntodevistaeconómico,seríacomosinostocaralalotería—insistióJet.Patsiguardósilenciodurantetodalaconversación,cosasorprendente.Kylerozósusbotasdetacones

vertiginososconlapuntadelassuyas.Lachicamascabachicleyestallabagloboshaciendoruido,conlosojoscerrados.NolosabriócuandoKyledijo:—¿Podremosircuandoqueramos?¿Enserio?—Sí.Estáenelprecontratoquenohasleído—dijoSteve.—Parecequehabéispensadomuchoenmí—repuso,sibiensearrepintióalinstantedesuspalabras,y

deltonoylarapidezconquelashabíapronunciado.—Dependedetiinteresartepornuestroprogreso,Kyle—repusoJet,cortante.—El estudio no es «nuestro», pero tendremos las llaves todo el tiempo. Si eso te tranquiliza, está

escritonegrosobreblanco.Aquí.Compruébalotúmismo.Steveseñalóconeldedolosdocumentosamontonadossobresusrodillas.Kylehabríajuradoqueselo

sabíadememoria.—¿Y si nos apetece grabar en otros sitios? ¿En otros países? ¿Si la inspiración nome viene en el

dichosoestudio?

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—¡Noveoporqué!¡Siemprehasdichoqueteimportabaunbledoelsitiodondecreas!¿Quétepasa?Patsi levantó sus falsas pestañas, que pesaban una tonelada.Los fulminó con lamiradamientras se

enroscabaunrizoenlosdedoscongestoirritado.—PasaqueestálejosdeJane—soltó,yescupióelchicleenlapapelera.Despuésselevantó,cruzólaestanciay,excepcionalmente,saliósindarunportazo.JetyStevemiraron

aKyle.Loentendían,pero también laentendíanaella.Patsino sabíade laexistenciadeCoryn,perohabíaasimiladoqueSanFranciscoseguíateniendoimplicaciones.—Vaya,parecequelacosaestáquearde.—Nosésiestáqueardeosiseenfría.—Yodigo«shithappens».Yseacabó—esgrimióSteve.—¿Paracuándosería?—Paracuandoqueramos,Kyle.Peroseptiembrepareceelmomentoideal.Cuadraríamosvariasfechas

europeas.—¿YtuLisa?¿Quépiensadetodoesto?—LisafilmadospelisalañoyadoraLondres—repusoSteve—.EncuantoaJet…Leshizolapeinetacomopuntofinal.Elbateríaacababadedarcarpetazoacincoañosde«problemas»

ynoteníaningunaintencióndereabrirelcaso.Steveteníarazón.Sepasabanlavidaenlacarreterayenlosaviones.ElpropioKyleyadescontrolaba

lugaresyfechas.Dehecho,sieneseinstantelehubieranpreguntadocuáleraelcolordelosmueblesdesucocinaenLosÁngeleshabríatenidoseriasdudaspararesponder.Bueno,delacocinadelacasaquehabíacompradoconPatsiydonde,porlovisto,ellayanoteníaganasdeponerunpie.Despuésdetodo,¿quémásdabaLondresoLosÁngeles?RespondióqueLondreseralaciudaddelamúsica.—Puedesaprovecharpararevisartuarmario—secongratulóStevelanzandounamiradaaJet.Alosdosselesaflojólamismarisaquecuandosalíandelcolegioeibanalaplayaconsusguitarrasy

sustablasdesurf.Losdossehabíanrendidoalamoda,aloquelachicaquelosacompañabaleshacíaponerse.Losdos,peronoKyle.Élsevestíaconloprimeroquepillaba.Losespejoserancomolasfotosolosartículosdeprensa,nuncalosmiraba.Lerobabamuchotiempo…¿Paraquédemorarteenalgoque,detodosmodos,nopuedescambiar?Adecirverdad, la fugacidaddel tiempo lo teníaobsesionado.Solo tenía treintaaños,peropensaba

queunavidanuncapodríaserlobastantelargaparaverlotodoyhacerlotodo.Todoconloquesoñaba.Ysinembargo…teníasuerte.Eraconscientedeello.Otrosteníanmenosventajas.«¿YCoryn?»—¡Kyle!¡Malditasea!Despierta.—¿Qué?¿Quépasa?Steveestabaacincuentametrosdeél.Suinmensocuerpoparecíaocuparporcompletolaestancia.

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—MikeBealshallegadoparalafirma.—¡Mierda!—exclamóelcantantesaltandodelacamadeunbote.—Patsiestáenmicuarto.Elcafétambién.Kylesepusolosvaqueros,lacamisetablanca,lasConverse.—¿Patsi…?—preguntó.—Sehaquemadoconelsol.Shithappens!—dijoconunguiño.KylesiguióaSteve.Elpasilloverdechillónimpactóensusojoscomosilovieraporprimeravez.Las

bermudasdefloresdesuamigo,también.PatsiestabaconversandoalegrementeconMikeBeals.Reían.NolanzóniunasolamiradaendirecciónaKyle,quiencogiólatazaqueJetletendía.Todossesentaronalrededordelamesa.Mikereleyóelcontratoconellos.Elcantantenohizoningunapregunta.Firmaronysalieronaalmorzaraunrestaurantedelaplaya.Elsoleratanintensocomoelverdechillóndelpasillo.Eljovennosequitólasgafasoscurasysemaldijoporhabersepuestovaqueros.Losdemásseburlarondeél.—Nosoyyoquienprogramalasfechasenestapartedelmundoenestaépocadelaño.—Ahoraquehablamosdefechas,lapróximavez,Mike,nonoscuelesunhuecodeunasemanaenesta

partedelmundo—soltóPatsi.—¿Porqué?¿Notienenbuenascremassolares?

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Patsi regresó a la habitación y a la cama de ambos. Hicieron el amor. Sin una palabra. Sin unaexplicación.Hicieronlasmaletasyviajaronenaviónparadarotrosconciertos.Eltrabajolessalíamejorquesusdíasoff.

AJaneleparecióqueLondresrepresentabaunaoportunidadformidableparaKyle.—EsonoteimpedirávenirporNavidad,¿verdad?—No.—Setevecansado.—Vuelvodelcurro.—Ynoduermes…—¿CómofuelabodadeAmy?Cuéntame.JaneevocólasonrisaradiantedeDancuandollevabaasuhijadelbrazoylamiradaasesinaquele

habíadirigidoArlaenlosaseoscuandosehabíancruzadodesafortunadamente.Lehablódelestupendomenú,delaúltimadeWoodyAllen,quelehabíaencantadoy,comosiempredesdehacíaunosmeses,sinqueKylelepreguntaseleinformódelasrondaspuntualesqueDanhacíaenlacalledeCoryn.—Laviosalirdecasaconsustreshijos.Sinnovedad,Kyle.Él no añadió nada y se dijo que, siendo así, Londres era una buena opción. Incluso excelente. Lo

alejaríadeSanFranciscoydela tentación,de losdíasdesoledad.Losdíasdevientoenlasramas…PorquelapesadillaensangrentadadeOsakaaúnnosehabíadesvanecido.Tantoeraasíque,devezencuando, el rojo oscuro, casi negro, volvía a su mente. Idéntico. Angustioso. Frío. Kyle no lograbatraducirloenmúsicaparadeshacersedeél.Como tampoco lograbahablarconPatsi.Le faltabavalor.Teníaunnudoenel estómagoyhabíaperdidodoso treskilos.Elmúsicohabríaquerido serunbuenhombre. Sin esforzarse. Ser bueno de natural. Pero en los últimos tiempos tenía la desagradablesensacióndenoser…«másqueuntipoqueesperayquenotienelasagallasdesincerarseconPatsi.OconCoryn».Sinembargo,¿dejaraPatsieraalgoviableenesosmomentos?Larespuestaconstabadedossimples

letras: N-O. Y llamar a Coryn, menos aún. Su intuición descargó un montón de malas razones. Para

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empezar, la lista de llamadas entrantes que figuraba en todas las facturas de teléfono, los horarios deJack, las preguntas que podía hacer a Coryn sobre este o aquel prefijo, las consecuencias de esaspreguntas…Kylesolopensabaenprotegerla.En tenerlaentresusbrazos.Si la llamaba, lapondríaenpeligro.Sí.Londreseraunaoportunidad.Aunasí,habíaalgoqueKyleMacLogannosecuestionaba:loque

habíasentidorespectodeBrannigan.ConindependenciadeloqueCorynlehubieradichodesumaridoenelparque.

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28

Cuando Jack volvió a casa aquelmediodía,Coryn tembló en cuanto oyóque aparcaba el coche en laentrada. Fue corriendo junto aChrista y la despertó para darle el pecho. Se parapetó tras su hija.Lapequeñasedejó,sorprendida.Miróasumadreysonrió.«Diosmío,cuántotequiero»,pensóCoryn.Sumarido abrió la puerta del dormitorio con expresión triunfante.Agitaba unos documentos con la

manotendida.Fuesusonrisa,sinembargo,loprimeroenloqueCorynsefijó.—Aversiadivinasloquees.—Desdeaquínolodistingo.—Estoscincopedazosdepapelsonenrealidadcincobilletesdeavión.—¡Oh!—murmuróella,aturdida.—¿Nopreguntasadóndevamos?—Sí,sí.Jacklaatravesóconlamirada.—Puesdilo.Coryntomóaire.Jackteníaganasdejugaresedía.Silehubiesenpreguntadocuándohabíaempezado

aqueljueguecito,nohabríasabidorespondersisumaridolohabíainstauradodesdeelprincipioosiellase había dado cuenta hacía poco. En cualquier caso, no tenía más opción que participar. Por esopreguntó:—¿Cuálesnuestrodestino?—LondresyBrighton.—¿Enserio?Londres…Oyó que Jack anunciaba que era el «mejor vendedor del año» de toda la redmundial de lamarca

Jaguar.LocondecoraríanoficialmenteenBrightonduranteelcongresoanual.—Heganado.Yosllevoconmigo.—¿Atodos?—preguntóconunainflexiónenlavozquelamentódeinmediato.JacksacóelpufysesentóenfrentedeCoryn,leacariciólamejillaylanuca.—Nocreerásquetevoyadejarsolaenestepaísdesalvajes.Osvenísconmigo,yaprovecharemos

paraverlacasademispadres.—¿Dormiremosallí?

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—¡Coryn!Sabesdesobraqueestáalquilada.Los ojos de Jacknodecían que sumujer era idiota, no, aguardaban a que preguntase dónde iban a

dormir.—¿Dóndenosalojaremos?—Enunhotelprecioso.Corynseesmeróporpronunciarlapreguntademilpuntosquesumaridoqueríaoír.—¿Cuál?Jackrecogiólospuntosysonrió.—EnelBarleyHousedeLondres,esequetegustótanto.—¡Oh!ElBarleyHouse—repitióCorynsindejardemiraraJack,queesperabayalapreguntadelos

diezmilpuntos.Lajovenlaveíaclaramentebailandoenelnegrodesusiris.Tuvoelfulgurantedeseodenoformularla

ydecirencambio:«¡Fantástico!¡Iréaveramispadresyamishermanos!».Peroesaclasedeiniciativapodía resultar muy dolorosa. Por eso, como una buena mujercita, preguntó con un bonito punto deinterrogaciónqueleformóunnudoenlagarganta:—¿Ypodremosvisitaramifamilia?—Podremos,enefecto.Corynsonrió.Habíautilizadotodoslospuntosqueélesperaba.Labesóenloslabios.—Tuspadresnuncahanvistoalasniñas.YMalcolmestámuymayorya.Ydespués,exactamenteconelmismotono,añadió:—¿Meperdonas?Coryn dijo «sí». Esas dos letritas valían dos millones de puntos. Coryn agachó la cabeza para

susurrarle la buena noticia a Christa. Jack tuvo que arrodillarse para ver los ojos de sumaravillosamujercita. Se sentía tan seguro de símismo como el día de la pedida demano…Coryn reprimió alinstantecualquierideaderebeliónporque«notengoagallasparacambiardevida».Diolasgraciasasumarido.—¿Cuándonosvamos?—Dentrodedossemanas.—Malcolmfaltaráaclase.—¿Yqué?¡Yasabeleerycontar!—¿Quieresdecírselotúalamaestraoquieresquelohagayo?Jackrespondióqueesoeracosasuyaysefueasudespachoconlasonrisaenloslabios.Coryntuvoel

súbitodeseodeversucarayloqueexpresabansusojoscuandoestabasolo.Luegoapartódesíesaideaypensóensuspadres.Sintióunescalofrío.¿NohabíansidoellosquieneslahabíancasadoconJack?Lomejorparaella.Queterminósiendolopeor.Sinembargo,ladichadevolveraveraTimmylaembargó.

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Sí,siLondreseraunarecompensaparasumarido,¿porquénoibaaserunregaloparaella?«VolveraveraTimmyserámiregalo.Tengotantoquecontarle…»

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CuandoelBoeingdelafamiliaBranniganaterrizóensuelolondinensehacíamuypocoqueeldeKylehabíallegadodeBangkok.PorunarazónmisteriosayqueincordióalnoventaysieteporcientodelospasajerosdelvuelodeCoryn,estosúltimostuvieronqueesperardentrodelavión.Algunos,comoJack,exigieronbajarenelacto.Latripulaciónhizocomoqueatendíasusdemandas,peronolosinvitóasalirhastaqueserecibióluz

verdedesdeelaeropuerto.Todossedirigieronapresuradamentealcontroldeaduana.Habíaniñosquelloraban.Mujeresmayoresqueamenazabanconpresentarunaquejayhombresdenegociosquejurabanque rescindirían su abono anual. PeroMalcolm,Daisy y Christa no se quejaron.Habían heredado lapaciencia de su madre y sabían esperar. Siguieron en silencio la fila hasta Inmigración, donde lospasajerosdelvueloprocedentedeSanFranciscodivisaronaunamultitudacaloradaa lo lejos,alotroladodeloscristales.Muyprontocorrióelrumordequehabíauna«estrella».Lasreivindicacionesanterioressedesvanecieron,sustituidasporlacuriosidad.Losnombrespasaban

de boca en boca.Coryn oyó el de Sharon Stone, el deAngelina Jolie y hasta el deGeorgeClooney.Todosintentabanaveriguarelnombreexactoparapoderrepetirlodetodaslasformasimaginables.Fueimposible. Porque el personal no decía ni mu. Invitaron cortésmente a los pasajeros a que fuesen arecogersusmaletas.—¡Quépandadeinútiles!—exclamóJackempujandoaCoryndelantedeél—.Espérameaquíconlos

niños.Ellaobedeció.Estabacadavezmásestresadaporlaideadevolveraverasufamilia.Desde que su marido le anunciara el viaje, la joven había concebido mil planes a fin de estar

preparadaparatodaslasdecepcionesposibles.Lasalegrías…Nohaynecesidadderevisarlas.Puedesrecibirlas por sorpresa. Pero las anti-alegrías…Más vale anticiparlas para digerirlas. Son como lasbofetadasenlacara.Lasmásdurassonlasquenovesvenir.Jackvolvióempujandoelcarritocargadocontodaslasmaletas.Incluidoeldoblecochecito,queno

desplegóporqueChristadormíacomounabenditaenlosbrazosdeCoryn.CargóaMalcolmyluegoaDaisy, que instaló cómodamente entre las piernas de su hermano, y la familia cruzó la aduana en untiemporécord.Jacklosdejósolosparairaporlasllavesdelcoche«¡quetieneeseimbécilincapazde

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levantarlapancartacomoesdebido!».Habíangratificadoalmejorvendedorconelcochemásgrande.Elmásbonito.Elmásblanco.«Yelmásdifícildeencontrar.»Lajovenaguardóconlosniñosylasmaletasenelvestíbulo,felizdepodersentarsecincominutos.Se

sintióextenuadaderepente.Durantelasúltimassemanassolohabíapodidodormirdoshorasseguidas.Yeneseinstante,coneldesfasehorario,apenassentíalaspiernas.Daisydormitabaencimadesuhermano,«que dentro de dos minutos caerá rendido también», pensó Coryn cuando volvieron a oírse gritos ypisadasapresuradasdesdeel fondode la terminal.Policías,agentesycuriosos rodeaban…«¿Aquiénrodeaban?»Pensó un instante enKyle y su grupo, pero pronto alejó de sumente esa idea. «Ridículo.Aunqueromántico.»Malcolmpreguntóquépasaba.Coryn le acarició lamejilla e, inclinándose sobreél,dijoqueno lo

sabía.Laespesamelenaleresbalóporlaespalda.YKyle tuvo la impresiónde…No,enverdaddivisóentreaquelloshombrosamododecortinauna

melenarubia,largayfluida.Sequedódepiedra.Unodelosgigantesquelosrodeabanapoyóunamanoensuhombroylosconminóaseguiravanzando.«¿QuéibaahacerCorynaquí?»,sedijosonriendoparasí.«Ridículo.Aunqueromántico.»Sintióunapunzadaenelestómago.«Vengoaquíparadejardepensarenella,yencuantoveounachicarubiaestiroelcuello.»

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Habíanreservadoalcampeóndelosvendedoresdecocheslamejorsuiteenelhotel«extraconfortable»que él había exigido. «Para mi mujer.» Coryn agradeció a Jack el detalle, deshizo las maletas y loobservómientrasseibaalaoficinadeLondres.Sumaridosehabíanegado,claroestá,aquefuerasolaacasa de sus padres, pero transigió en que saliera a tomar el aire con los niños por la tarde. Habíalocalizado por internet un parque cercano, así sabría dónde encontrarla… por si acaso. Patsi habríapreguntado«por si acaso ¿qué?», peronoCoryn.De todosmodos, se caía de cansancio, los niños secaíandecansancio,acababadeponersealloverytodossedurmieroninclusoantesdequeJackcruzaselapuerta.Por fortuna,ClarkBenton telefoneóy supoconvencera suyernodeque los llevaseacasa loantes

posibleparapoderdisfrutardesusnietos.Almáximo.—Esquetengounareuniónenlasede…—Bueno,¡puesvencuandohayasterminado!Cenaremosenfamilia.

CuandoCoryn bajó del coche le costó un poco reconocer a Lewis y Jessy, los gemelos deBrian, elnúmero dos de la hermandadBenton. Sumujer, Jenna, había sufrido poco después de darlos a luz uncáncerdeútero.Habíatardadoañosenrecuperarse.SushijosteníantresañosmásqueMalcolm,yparalaocasiónnohabíanidoaclase.Llegaroncorriendo,conelpeloenmarañado,chorreandosudordetantojugareneljardín,queseparecíamásauncampodeminasquealcéspedperfectamentecuidadodelosvecinos.Habríasidoimposibledefinirelcolorexactodesuszapatillas,perosusmejillasestabancomoparacomérselas.Olíanaairefresco,transpiraciónyhierba.TeníanlosojosdelosBenton,sindudarlo.Azules,profundosyvivos.«SeparecenalosdeMalcolm»,sedijoCorynmientrasabrazabaalosniños.—¿Vienesajugar?—¿Puedo?—Malcolmmiróasupadre.—¿Porquépreguntas?—exclamóClark,yempujóalchiquillohacialosotros.Clarkestrechóasuhijacontraél.Enfin,comopudo,porqueChristaseacurrucabacontrasumadre.El

abuelo se acercó susurrándole arrumacos. La niña lo fulminó con lamirada, pero no lloró cuando lacogióenbrazos.Elabueloseechóareír.Lapequeñaabriómucholosojosyloexaminó.Luegosonrió.

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ElabuelosevolvióhaciaCoryn,lafelicitóporhaberhechounbuen«trabajo»ydespuésseinclinóhaciaDaisy.—Hola,preciosa.Erestanrubiacomotuhermanaesmorena.—Hola,abuelo.—Pero¡miraquébienhablas!—Corynseocupamuybiendenuestroshijos.Clarkseincorporóydijo:—Esonolohedudadonunca,hijo.Elabuelofuehaciaelcoche—últimomodelo—conChristaenbrazos,Daisypegadaasustalonesy,

trasellos, Jack,quiencogióde lamanoaCoryn.Losdoshombresseextasiaroncon losacabados.Elsuegromiró a su yerno con todo el respeto que lemerecía y guiñó un ojo a su vecino preferido, queandabadecapacaídadesdequesuhija,«lapobre»,sehabíadivorciado.CorynpreguntócómoestabaBrian.—Estásaliendodelpozoycreoqueestáviendoaalguien…—¿Ylosdemás?Clarkhablócondetalledecadaunodesushijos.Trabajabantodos,yesoqueningunohabíacursado

estudiossuperiores.—Eltrabajosignificamuchoparaunhombre.HastaTimmy,consusartículosparaelperiódico,selas

apañasinnosotros.Añadió que todos acudirían esa noche, excepto Ben, que vivía en Manchester, y Jamy, que había

seguidoaunapelirroja-con-carácter-de-solteronahastaDublín.Los sobrinos de Coryn, acompañados deMalcolm, que ya tenía el pelo alborotado, se pegaron al

cochedeJackcomoimanes.Jackmiróelreloj.Teníaqueiralasede.Quisoentrarasaludarasusuegra,peroClarkexplicóquela

enfermeraleestabahaciendolacuraenlaspiernasyque,detodosmodos,laveríadurantelacena.—¡Coryn!¿Tequedascontuspadres?—ordenómásquepreguntó.—¿Adóndequieresquevaya?¡Hacesiglosquenoveoamihija!Brannigan apoyó una mano en la nuca de su mujer. La llamaría a lo largo del día. Ella dijo «de

acuerdo»ypensó«comodecostumbre».Supadrelesusurróaloído:—Viveslejosdelafamilia,perotienesunasuerteenvidiabledehaberconocidoaJack,¿eh?LaspalabrasqueCorynhabíaesperadodecirsequedaronatascadasensugarganta.Yesoquehabía

repasadoinfinidadderéplicas.Se lassabíadememoria.Inclusosehabíaentrenado,repitiendo:«Jackmepega, papá», «Jackme fuerza cuandonoquiero,mamá», «Jack juega a un juego extraño,Timmy».Peroeneseinstantesupoqueningunodelossonidosquepodríanformaresaspalabrassaldríajamásdesuboca.Delaangustia,sonrióparadeleitedesupadre.Ybajólosojos.Elpadrelallevódetrásdelacasa.

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—Venid,niños,voyaenseñaroselsitiopreferidodevuestramadrecuandoteníavuestraedad.—¡Oh, sigue en pie!—exclamó Corynmordiéndose el interior de lasmejillas ante el viejo sauce

llorón.Cuandolosleñadoresquisieroncortarlo,TimmysecogiótalberrinchequeelpadredeCoryntuvoque

detenerlos.Lespidióquepodasenlaparteenfermaycurasenelárbolquetodoscreíandestinadoaunamuertecertera.Elárbolhabíaresistidocontraloquequeríadestruirloyeldurovientodelinvierno.Alaprimaverasiguiente,tresinsignificanteshojasdeunverdeplateadosorprendieronatodoelmundo.—Ydesdeentonces,mira—dijoClarkapartandounarama—,¡parecequenosvaaenterraratodos!Corynacariciólaslargashojasaterciopeladas.—Teestoyviendocuandoteníascincooseisañosytecolumpiabasenlasramas.Tupelovolabaal

viento.Lajovenmujerserefugióbajoelfollajequecaíahastaelsuelo.Apoyóunamanoeneltronco.Tantos

caminos errados… Su padre solo había querido protegerla. ¿Cómo iba a echarle nada en cara? ¿Noalbergaba también ella los mismos temores? ¿Cómo destrozas los sueños de alguien? «¿Con quéderecho?»Noteníaelvalordehacerunacosaasí.Noenesemomento,cuandooyólavozestridentedelaseñora

Benton:—¿Coryn?—Ahora…ahoravoy—contestó.SupadresefueconDaisydelamanoyChristaenbrazos.Corynseapoyóeneltronco.Elcorazónle

latíadesbocado.«¿Quéhagoparasalirdeesta?»Era laprimeravezqueCoryn se loplanteaba.Sí, suvidahabía experimentadouna ligera inflexión

desdeelaccidentedeMalcolm.DesdeKyle.Laórbitaque recorríadía trasdíasedesviabade formacasiimperceptible,peroloscientíficosquesabenmediresetipodecosaslohabríanprobado,cálculosen mano. Se salía de su recorrido, sin duda, y si esos señores hubiesen despegado la nariz de suscuadernosrepletosdecifrashabríanaconsejadoalajovenmujerqueseinclinaraunpocomásylanzasellamadasdesocorroparaacelerarlosacontecimientos.PeronocontabanconlamadredeCoryn.

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31—Hijamía,estásradiante.ElmatrimonioySanFranciscotesientanbien.Estásmásguapaquenunca.¡Pues sí! Algunas cosas no varían lomásmínimo y siguen en elmismo lugar. Pormás que Coryn

hubiera fantaseado conpoderhablar con sumadrey conque esta la entendiera, en esosmomentosyapodíaconcluirqueeltiempoyladistanciasontraicioneros.Deformanlosrecuerdos.Larealidadsiguesiendolaquees.—¡Venamostrarmeesacositaqueseescondeentretusbrazos!DesdehacíadosañoslaseñoraBentonvivíapegadaaunasilladeruedas,conlasarticulacionesdelas

rodillas definitivamente destrozadas por los innumerables kilos acumulados embarazo tras embarazo.Teníalaspiernashinchadasylasvariceslatorturaban,peronosequejaba.Decíaquesermujererasabersufrir.«Todoslosmeseselcuerponostortura.Entraenelordennaturaldelascosas,gimotearnoarreglanada.» Para ella era ir en contra de la voluntad de Dios. Coryn sabía muy bien que era imposibledemostrarasumadrequeDiosnoexistíaenelverdaderomundodeloshombres.LaseñoraBentonteníafeysuhijanolatenía.Nohablabanlamismalengua.«Entonces¿paraquédesatarunaguerra?»—¿Cómoestás,mamá?—¡Comounamujervieja!Sígueme—dijoaccionandosusillacondestreza—.Tenemos trabajopor

delante.¡Estanochehayfiesta,niños!En cuanto Coryn cruzó el umbral de la cocina su madre le comunicó el programa que le tenía

reservado.HabíadichoaJennyquesetomaraeldíalibre.—Comoestástúaquí,novoyapagaraalguienparaquetemiremientrastrabajas.Vasaprepararnos

dosmagníficospavos,comoantes.¿Teacuerdas?«Claro,¿cómono ibaaacordarmede lashorasquehepasadoen tucocina?»Nosolo lascosasno

habían cambiado, sino que era inútil y desesperante creer que cambiarían some day. Era imposiblecorregir la imagen que tenían de Jack.Delmismomodo que era ridículo queCoryn dijese que habíasoñado con una vida totalmente distinta… en la que todos los Jack del mundo regresaban al estadoembrionarioporlasantaSelecciónnatural.—Peroalprincipioloquerías,¿no?—habríarespondidolaseñoraBentonconlospuñoscerradosy

losojoscargadoscomofusilesdeasalto.Sí,eracierto.CorynsehabíaenamoradodeJack.Sí,habíasucumbidoaélcomosupadre,sumadre,

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Wanda, sus hermanos y todo el mundo. No había prestado atención a los comentarios de Lenny, elcocinerodelTeddy’s.Sumaridoera…imprevisible.Sí,sehabíaconvencidodequeloqueexistíaentreJackyellaeraamor.Y luego, sincomerlonibeberlo,ocurrióelaccidente.HabíaconocidoaKyle…«¿Quéhagoparasalirdeesta?»—Pero ¡qué suerte la tuya!—exclamó lamadre cogiéndole lamano izquierda, donde brillaban los

diamantesdelrelojylosdelanillodecompromiso.La madre se puso las gafas, jugó con los reflejos y después añadió que Jack cumplía su contrato

matrimonialcolmándolasiempreconjoyasespléndidas.«Diréamishijasquedesconfíendelosdiamantes.»Queesmejoruntipoqueregalaunavulgarpiedra

recogidadeljardín.Inclusounoquesevayadepescaconsusamigotesdurantevariosdías,inclusounoquevuelvaacasaborrachocomounacubaysuciocomouncerdo,riendo.—¿LehascontadoaTimmyqueyoveníahoy?—¡Uy!TuhermanoestáhaciendounreportajeenelnortedeLondres,perohaprometidoquevendrá

estanoche.Losdemástambién.Enfin,losquepuedan.—¿Consusnovias?—No.Losquevienennotienennovia…onolatienenya.—¿YTimmy?—Timmynoexplicanada,yalosabes.Eramentira.Eraelquemásexplicaba,peronoaella.Solohablabaconquienessabíanescucharlo.Y

teníasuertedehabernacidoenesafamiliasiendovarón.—Detodosnuestroshijos,apartedeBrian,que-el-pobre-ha-perdido-a-su-mujer-que-descanse-en-paz,

túereslaúnicaquesehacasado«comoestámandado».Ereslaúnicaquehaseguidomiejemplo.Corynabriólapuertadelfrigoríficoybuscóloquenuncaencontraríadentro.—Peronotecreasquevamosasermenosestanoche—continuósumadrealtiempoquecerrabael

frigoríficoconungolpeseco—.Ymásvaleque tedesprisa. ¡Hayqueasarestospavosyquequedenbiendorados!CoryndejóaChristaensubalancín,enunrincóndelacocina,ysevolvióhacialasdosenormesaves

quereposabanenlamesa.Eracomosillevaranañosesperándola.Sinunapalabra,sepusoelinmensodelantalysedispusoapelarloskilosdecebollas.Seleescaparonunaslágrimas,perolaslágrimasdecebolla«nocuentan».LaseñoraBentonsesentóalamesaysepusoapelarlamontañadepatatasmientraspasabarevistaa

lavidadelbarrio.Quesifulanitadetalhacíaesto,quesilaseñoraBowiecomentabaaquello,quesilaseñoraZ…ACorynleimportabanpocosushistoriasdesupermercado,peroescuchaba,porquesumadreapostillaba «¿no te parece?», «¿no crees?», preguntas a las que tenía que responder, porque, de locontrario,lamadrelamirabaconojosinquisitivosydereprobación.TodoellosindejardemoverconelpieelbalancíndeChrista.

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Corynpensóque,curiosamente,sumadrehabíaconservadociertafinuradetobillos,apesardequesuspantorrillas estaban recorridas por miles de venas cuya visión le arrancaba deseos de gritar. Pensótambiénquelamirabacomosemiraaunaextraña.«Tantoscaminoserrados…»Comieron rápidamente, hablaron de las tiendas dondeCoryn hacía sus compras, del colegio. «¿Vas

montadoenunautobúsamarillo?»Malcolmrespondióque ibaandando.«Elcolegioy laguarderíanoquedan lejosdecasa.»«¿Estudiasmucho?»,«¿Essimpática tumaestra?»,«¡Oh!,¿esmuyvieja?»,«LaseñoraBowiedicequelamaestradesuhijopequeñoesdemasiadojoven»,«Tampocovienemaltenerexperiencia…»El resto del día se ahogó en preguntas sin importancia, olores de relleno y de asado. John fue el

primeroenllegar.ACorynledesconcertóverquesehabíaechadoencimatreintakilosdemás.«Treintayocho»,puntualizóél.Laabrazóy,comotodoelmundo,ledijoquehabíatenidosuertedehabersalidodeallí.TrabajabadecocineroenunrestaurantedemalamuertedeLondres.Erasudíadedescanso,asíque la ayudó a preparar los eternos crumbles, porque daban un programa en la tele que sumadre nopodía perderse.Nodijeron nada aparte de cosas tipo «pásame lamantequilla», «¿has puesto bastanteazúcar?»,«abreelhorno».Johnnoteníanoviadesde…—Claro…—dijo—.Medejóporqueestabademasiadogordoydeprontoganémáspeso.—¿Lopasasmal?—preguntóCoryn.—¿Porqué?¿Porloskilosoporlaguarraesa?—Túdirás.—Creoque,despuésdetodo,prefieroelpapeo—dijo,yselargóalcomedor.

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32

Jack llegó bastante tarde, almismo tiempo que sus cuñados. Permanecieron unmomento en el jardíncomentandoloséxitosprofesionalesdeBranniganyluegoentraronconlosniños,quegritaronqueteníanhambreysed.SeprodujotalalborotoderepentequeCoryntuvoqueirconChristaasudormitorioenlabuhardillaparadarleelpecho.Lapequeñanodejabademoverse.«¿QuédiabloshaceTimmy?»Subió laescalerademaderaycerró tantaspuertascomopudodetrásdeella.Elolorapolvoy los

tenacesefluviosdelacocinaeranlosmismosqueensurecuerdo.Amedidaqueascendía,lasimágenesleveníanenráfagas.Losgritos,losjuegosdepilla-pilladelsótanoalgranero,lasrisas,loslloros,lasalegrías,loscalcetinesdesparejadosporordenar…ChristasedurmióyCorynlapusoenelcapachoquesuspadreshabíanpreparado.Sesentóenlacamaysedijoquesuinfanciahabíasidofeliz.QueJackera«unaccidente…».YentonceslapuertaseentreabrióyTimmyasomólacabeza.Deunsalto,Corynselevantóyapretóa

su hermano contra ella. Permanecieron así un buen rato. El uno contra el otro. Había crecido unoscentímetrosyestabaexcesivamentedelgado.—¿Nocomesnada?—¡Notengotiempo!¡Voytodoeldíadeunladoaotro!—¿Detrásdequé?—Delapasta.Comotodoelmundo.Christaseremovió,perosinabrirlosojos.Timmyysuhermanasesentaronysemiraronunbuenrato.

Elchicobajólavozyleexplicóemocionadoque,demomento,soloeraunsimplearticulistadelTimes,peroquenoperdía laesperanzadeconvertirsecualquierdíaenunperiodistade renombre.Corríadeaquíparaalláparacubrirtodosloscampos.—Nosésiestábien,perohagoloposibleparaquemeveanentodaspartes.Yparaqueseacuerden

demí.—Parecescontento.—Meencantaloquehago.Mesientolibre.Comoelvientoquemuevenuestroviejosauce.Corynnodijonada.—¿Tienesnovia?Timmyesbozóunasonrisa.

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—¿Salesconchicas?—¿Túquécrees?¡Puesclaro!Peroescojomisobjetivos.—Puramentesexuales.—Exclusivamentesexuales—puntualizó—.Quierodisfrutardemijuventud.Coryn iba a decirle lomucho que lo envidiaba cuando la puerta se abrió y apareció Jack. Ella se

agachóparataparaChristaysalióalpasillonotandolamiradadeTimmy.Sumaridohizounamaniobrade distracción. Felicitó al joven por su ambición, alabada por su padre, y le preguntó cuánto lereportabanalmessuspalabras.—¿Hablasdelibrasesterlinasodelplacerdehacerloquemegusta?—Sabesdesobraqueyosolohablodebilletes,comotodoslosvendedores.—Heoídoqueereselmejordelaño.—Losoy.¡Yesperotusfelicitaciones,Timmy!

Cuandollegaronalamesa,Malcolmestabacontandosufamosaoperacióndebrazo.—Alparecer,fueelcantantedelosF…quienteatropelló,¿no?—preguntóelperiodistamientrasse

sentabaasulado.Coryncontuvolarespiración.—Sip.Peronomeacuerdo—respondióelniño.—Sedice«sí»,Malcolm,yno«sip»—lecorrigióCoryn.—¿Ytú?¿Loviste?—insistióTimmyvolviéndosehaciasuhermana.—¿Aquién?—respondióella.—¡AKyleMacLogan!¡AlmismísimoKyleMacLogan!—Sí,peronosabíaquiénera.—¡Qué dices, no me lo puedo creer! Mi hermana habría podido pedir un autógrafo a mi grupo

favorito…peronosabequiénesKyleMacLogan.¡Yatevale,quénegada!—¡Corynnoesningunanegada!Ledanigualesosimbéciles—intervinoJack.—¿Tehabríagustadopartirlelacaraoqué?—volvióalataqueTimmy,muyenforma.LamiradaoscuradeJacksedemorósobresucuñado,queseguíasonriendocomouncrío.—Esomehabríaaliviado,enefecto.—¡Detodasformas,meenvióunmontóndejuguetes!—exclamóMalcolm.—Podrácompensartecomoleplazca,peroesonoquitaquesigasiendounimbécil.—¿Quiénessonesos,losF…?—preguntóJohn—.¿Nosoningleses?—Sonunosgandulesquedanlavueltaalmundocantando—respondióJack.—Quizásean«gandules»—repusoTimmy—,perogananmáspastadelaquetúseráscapazdehacer

entuvida.

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Jacktaladródenuevoconlosojoslosdesujovencuñado,esquivosyjuguetones.Corynnotócomosiun viento fresco le barriera la cara. Aspiró una bocanada de aire vivificante, pero se limitó amordisquearelpanmirandosuplatoparanoestallarderisa.—¡Esonodurará!—Yonomepreocuparíamuchoporellos.—¡Amítambiénmeencantan!—exclamóJessy—.MeregalaronsuúltimoCDpormicumpleaños,¿y

sabéisqué?—¡Caray!Pero¿quiénesson?—insistióJohn—.¿Quécantan?—EntraenGoogleyloverás—intervinoJack.—¡Oh!¡Leshasinvestigado!ACorynselehelólasangre.—¿Qué pensabas? Tampoco iba a tragarme la versión de su abogado sin comprobarla. Para tu

información,John,eltipoqueatropellóamihijoeselcantante…—…guitarristaycompositor…—…deungrupoderock.Trestíosyuna…muñeca,digamos.—¡Patsiesgenial!—Noesmuyapetecible,encualquiercaso.Nosueñes,Timmy,estácasadaconelcantante.—No.Patsiestáencontradelmatrimonio.Perotienesrazónenalgo:elcantanteyellaestánjuntos.

Desdehaceaños.UnodelossobrinosdeCorynpreguntósiMalcolmhabíacobrado.LaseñoraBenton,elseñorBenton,

John,Brian,Markycasitodoslosdemáspreguntaron:—¿Cuánto?—Unabonitasumaquehecolocadoenunacuentabloqueada.Malcolmpodrádisponerdeellacuando

cumplalamayoríadeedad.CorynnosolodescubríacosasqueJacksehabíaguardadodecompartirconella,sinoqueademásno

legustabanadaelrumboqueestabatomandolaconversación.—¿Hancompradovuestrosilencio?—quisosaberelpadredeCoryn.—Mihijo provocó el accidente—repuso Jackmarcandounapausa que evidenció lomuchoque le

agobiaba el asunto—. Es un niño, y los peritajes han demostrado que el otro imbécil conducía a lavelocidadautorizada.Y,pordesgracia,nohubotestigos.—¿Túnovistenada,Coryn?Jackrespondióqueestabamuylejos.—¡Tendríaisquehaberlosllevadoajuicio!Nuncasesabe…—DavidcontraGoliat—comentóTimmy.Brannigansevolviófrancamentemolestohaciaelperiodista.—Nadietieneinterésenversucarreramanchada.Niellosniyo.Nitú.Poresoagradeceríaquetodos

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osmordieseislalenguacomomehecomprometidoahaceryo.—Esunacharlafamiliar,Jack—sedefendióTimmy.—Esculpamía—intervino la jovenmujerparaevitarqueaquellose les fuerade lasmanos—.No

pudereteneraMalcolm.—No—interrumpióelniño—.Yomesoltédelamanodemamá.—Pero¿porqué?—preguntóelabuelo.Malcolmsevolvióhaciaél.—Viunaardillaylaperseguí.Peroesculpamía—volvióaasegurarconunaautoridadquehizoque

todoslomirasenfijamente—.Selodijealpolicía.—¿Yporquéperseguisteaesaardilla?—preguntóJessy—.¡Unaardilla,menudagilipollez!—¡Jessy!¡Tuvocabulario!Malcolmseencogiódehombrosyrespondióquenolosabía.—¡Clark!¿Nodicesnada?Clarksiguióhaciéndoseelsordo.—¡Bueno!Comovuestroabueloparecedurodeoído—soltósuesposagolpeandoconlapalmadela

manolamesaenseñaldequehabíaperdidolapaciencia—,¿podemoscambiardetemadeunavez,porfavor?Porqueloúnicoimportanteesqueelniñoestábien.¡Coryn!¡Veabuscarlospavos!—¡Porfin!—dijoClarkrecobrandoeloídoderepente.LajovenobedeciómientrasquesumadresequejabaaJackdequesumaridonoestabasordocomo

unatapiasinoquepadecíasenilidadprematura.—Teacompaño,Coryn—corearonTimmyyJohn.Lostresseafanaronparacolocarlospavosasadosengrandesbandejasyfueronrecibidosconhurras

hambrientos.Eltintineodeloscuchillosylostenedoressustituyóalaspalabrasdurantelargosminutos,hastaqueTimmydijoconpicardía:—Siqueréisunaexclusiva,alparecerlosF…seinstalanenInglaterra.—¿Cómosabeseso?—inquirióJack.Corynapretóelcuchilloconlosdedos,yeljovensonrió,angelical.—Imagínate,hanllegadoelmismodíaquevosotros.—¡Ah!¡Asíqueporesohabíatantojaleoenelaeropuerto!¡Malditasea!¡Podríahaberaprovechado

paraacercarmeapartirlelacara!—añadióJackconsarcasmo—.¿Ycómoesqueaparecenelmismodíaquenosotros?Timmypusosumiradadevencedor,laquelehabíavalidounbuennúmerodesopaposdepequeño.—¿Creesquehanprogramadosucalendarioenfuncióndeltuyo?Jacktuvoquenegarconlacabeza.Forzosamente.Élhabíaelegidolasfechas,compradolosbilletesy

organizadoelviaje.—Pueshabrásidoporpuracoincidencia.

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—Perodime,Timmy-el-articulista,¿porquénoestabastúenelaeropuerto?Elarticulistasuspiródecepcionado.—¿Puedescreerquenohandadopublicidadasullegada?Meheenteradoporcasualidaddevueltaal

periódico,haceunrato.Peroesperotenerlaocasióndeentrevistarlosunodeestosdías.—¿Yparapreguntarlesqué?—¡Silapavadetumujerestababuena,porejemplo!—soltóJohn.Hubounacarcajadageneral.Jackdejósuscubiertosenlamesa.ElpadredeCorynapoyóunamanoen

subrazo,pueshabíanreservadoexpresamenteasuyernoelasientoasuderecha.ClarkBentondijoconunavozqueimponíarespetoatodos:—AnadieleimportalomásmínimosaberquiénenvióaMalcolmalhospital.Pordesgracia,esalgo

quenospuedepasaracualquieradenosotros.Túincluido,Jack.Loimportante,yloúnicoimportantedeverdad,comohaseñaladojuiciosamentemimujer,esqueelpequeñoestábien.—Y lo que amíme gustaría—continuó la señoraBenton—es que felicitéis ami hija, a quien he

educadotanbien,¡porsusmaravillosospavos!¿Alguienquiererepetir?John fue elprimeroen tender suplato conun«yo»golosoy laboca llena.Unverdadero«yo»que

apaciguólosánimos.TodosreconocieronqueCorynnohabía«perdidolamano»yBranniganmantuvosumalhumorbajo

control.Peroestabaconfundido.Corynsabíaya loque lediríaencuanto tomaran laprimeracurvaalfinaldelacalle.Esavisitaseríalaúltima.Secallabaporpuraeducación,porque,sibienpegabaasumujercuandosusnervioslosacabandequicio,porelcontrariorespetabaalosadultosylosmodales.Nodaría una segunda oportunidad al padre de Coryn para ridiculizarlo. Al día siguiente, alegaría comopretextoquelosniñosdebíandescansartranquilosenelhotel,envezdeirajugarallí…Poresolajovenmujermiróacadaunodesushermanosconunaatenciónparticular.Enlomáshondodesusersabíaquenovolveríaaverlosprobablementeen…«unasantaeternidad».Laconversaciónretomósucursonormal.CorynsefijóenqueJackconsultabavariasvecessureloj

condiscreción,buscandounaexcusaparavolveralhotel,peroTimmytuvolagenialideadepreguntarlesipodíaentrevistarloyescribirunartículosobresucarrera.ComoelcuervodelafábuladeLaFontaine,JackcediósinresistenciaalhalagoyelperiodistasecitóconélaldíasiguienteenlaoficinadeLondres.—Admirotuhabilidad—ledijoCorynmientraslavabalavajillaenlacocina—.Eresmuyfuerte.—No tiene nada que ver con la fuerza. Todavía no he conocido a nadie que se niegue a ver su

relucienteimagenenelperiódico.TimmycogióelplatoqueCorynletendíaynopudoevitarpreguntarleloquehabíapensadodeKyle.—Nada—respondióellaenvozbaja.—Perohablasteconél,¿no?¿Essimpático?Tienepintadeseruntíosimpático.

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Corynsonrióantelasonrisadesuhermano.Escogióconcuidadolaspalabras.Noporquenoconfiaseenél,sinoporqueloserroresolosdeslicesinvoluntariossiempreeranposibles.—Creoquees…unbuenhombre.Jackabriólapuertadelacocina.—¿Quéestáistramandovosotrosdos?—Tramamos limpieza—dijoTimmycolocándoleunapiladeplatos sucios en lasmanos—.¿Aqué

horatevienebienmañana?Coryn dijo que se las arreglarían muy bien sin ella. Levantó el primer crumble y huyó hacia el

reconfortantealborotodelcomedor.—¡Creoque es laprimeravezque comemos tarta enunaocasiónqueno esun cumpleaños!—dijo

Mark.—No sé cómo se las ha apañado la santaNaturaleza—dijoBenton padre—, pero todosmis hijos

nacieronendiciembreoenenero.—¡NoesobradelaNaturalezanidelSeñor!—dijounavozquenadietuvotiempodeidentificar.—¡Nadadeblasfemiasenlamesa!—interrumpiólamadre—.Además,Corynnacióenmarzo.—Corynesunaexcepción—dijoJackcogiéndolelamano—.Esunaprincesa.Miprincesa.Todoelmundoaplaudió.Bravo.«Jackesdeloquenohay.»Aojosdesufamiliaerayseríaunhombre

que no solo había logrado una exitosa carrera al otro lado del Atlántico sino, además, quien habíatransformadoalacriadaen…Lajovenseexcusóyselevantódelamesa.Subiólosescalonesdecuatroencuatropararefugiarse

juntoaChrista.

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Cuando Coryn salió desmaquillada del cuarto de baño de su magnífica habitación londinense no sesorprendió al ver que su marido la esperaba desnudo en la cama. Jack dijo sonriendo que no habíatomadopostre.Quenolevolvíalocoelcrumble.Lehizoelamorensilencio.Enfin,alamaneradeJack,mientrasellapensabaenunaseriedesordenadadecosasy,porprimeravez,enelfuturo.Enunfuturoqueseríasuyo.Jackexperimentóplaceryella,algonuevo.Perotanfugazcomolodesumarido.Sí,irseeralarespuestaalapreguntaquesehabíahechoesemediodía.Eraunarespuestafácil.Difícil

deponerenmarcha,porquenecesitaríaundestino.Unrefugio.Unsitioadondeir.«¿Cuál?»Encualquiercaso, no a casa de sus padres ni de sus hermanos, porque la devolverían en el acto a sumaravillosopríncipe.¿Ycómoatenderíasusnecesidades?¿Lasnecesidadesdetodos?Porquenoabandonaríaasushijos.«Jamás.»Aunenelcasodequeconsiguieraeldivorcio,nosabíahacernada.YtodavíaseríapeorsiJacklenegabalacustodiadelosniños…«¡Oh,no!Esono.»YsiTimmy…¿tuvieselasolución?¿Almenosunasolución?«No.Timmytienesuspropiossueños.»QuedabaKyle.«¿YsisoloteníaaKyle?»Seestremeció,yJacklatapóconlacolcha.«No.Soloes

santaCoincidencia,quesedivierteconsuspeoneseneltablero.»Corynnoconciliabaelsueñoysesintiócasialiviadacuando,alascuatrodelamadrugada,selevantó

para dar el pecho a Christa porque la niña gimió. Malcolm roncaba, su pelo rizado aún estabaenmarañado.ComolosrizosdeDaisy,queapretabaenelhuecodelbrazoasuconejoverde.Despuésdehabercambiadoalbebé,lajovenlaacostóenlacunadelhotel.Lapequeñamirólosdibujosdeldoselestrelladocomosilosvieraporprimeravez.Movióbrazosypiernas,y,contratodopronóstico,cerrólosojos en cuanto notó la colcha sobre ella. Sus negras pestañas se alargaban hasta el infinito. Corynbostezó.¿Elsueñolareclamabaporfin?Sedeslizóbajolassábanas,ysoñóconcometasyconVenus.Planetasycálculosde trayectorias.Números interminables trazadosa todavelocidadconuna tizaazulsobreunmapagigantescoporsussobrinos,quereíanmientrassumadrecontabayrecontabalaslibrasesterlinasylospaquetessorpresaqueMalcolmsacabadeenormesmaletas.

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Comoestabaprevisto, Jack se fue a la sede.La jornada se anunciaba intensay le alegrabahacer una«bonita» entrevista.AmediodíaCoryn salió al parque cercano al hotel. Jack había repetido «este deaquí».Avanzóconsigiloempujandoelcochecito,yexigióaMalcolmyaDaisyqueseagarraranaél.Caminaba despacio. Hacía un tiempo radiante, el cielo era un cielo ideal de septiembre. Los niñoscorrieron a tirarse por el tobogán y ella se dejó caer en un banco. «¿Qué haría Kyle en un parqueinfantil?», se preguntó cuando unamamámás o menos de su edad se sentó a su lado. Tenía el pelocortísimoydepunta,unafaldanegracasiigualdecortayunasmallasdecolorrosachillón.LamujersepercatódelamiradadiscretaqueCoryndirigíahaciasuspiernasydijoconunasonrisasegura:—¡Porestohoyelsolestádebuenhumor!Lajovenmujertrabórápidamenteconversaciónconellaylecontóconunhumorinesperadocómose

habíavistosoladespuésdecomunicarlanuevaalpadre,quienlehabíadadodosopciones:1)abortar;2)observarconquérapidezsedabaelpiro.—Marquélaopciónnúmerotres:largarmeyosola.Coryndejóescaparunarisa.—Lo sé. Estamos todos más o menos solos en este curioso planeta, pero al menos…Me habría

gustadoofrecerleunaverdaderafamiliaamihijo.Ytumarido¿enquétrabaja?«¡Oh!¿Mimarido?Puesmira…»LesonóelmóvilyJackanuncióqueprontoestaríadevueltaenel

hotel.«ConTimmy.»—Tengoqueirme.Miesposoestáapuntoderegresar.—¿Ya?Pero¡siacabamosdehacernosamigas!—Esquetengoqueirme.—¿Vuelvesmañana?—Mañanamevoy.—¿Ya?—Jack,mimarido,nosllevaaBrighton.—¿Tenéisfamiliaallí?—No.Tieneunseminario.—Cool!¡Esoquieredecirbuenacomida!

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—Paranosotrosno.—¿Porelbebé?Corynasintió.—¿VuelvesaLondresdespués?—Sí,perotenemoselaviónderegresoaSanFrancisco.—¡Uau!Vivesallí,yaveo…—dijolajovenmujerponiéndoseenpiedeunsalto—.Teacompaño.CorynintentócalculareltiempoqueJacktardaríaenreunirseconellas.Seodió,ytirósusmiedosde

avestruzalaprimerapapeleraquevio.Escuchabaasunuevaamiga,queledecíaquesellamabaMaryTwinstonyquehabíanacidoenGlasgowun14defebrero,alossietemesesysietedías.«Extraño,¿no?»Relatómilhistoriasgraciosasypatéticasdesuvida.Sutrabajodegrafista,quelepermitíaestarcerca

de su hijo alérgico a todo, los libros que devoraba, su amiga Julia, que eramodelo en laEscuela deBellas Artes… Londres le parecía la ciudad más genial del mundo, incluso si había que luchar porhacerseunhuecocuandoseeramadresoltera.—¡ConquemispadresnohubieranregresadoaGlasgow…!Pero…¿Teestoyaburriendo?—preguntó

interrumpiéndoseenmitaddelafrase.—No.Eresgraciosa.Bueno,eres…valiente.Corynsedetuvo.Habíanllegadoalhotel.Marylevantólosojosysequedóliteralmenteboquiabierta

contemplandolafachada.—¡Caray!¡Quénivel!¡Nomehasdichotodavíaaquésededicatumaridoparapagarteunsitioasí!—Vendecochesdelujo.—¡Mierda!¡Vivanloscarros!¿Sabesquetienessuerte?—Me acordaré de ti —dijo Coryn, y añadió que le habría gustado verla de nuevo si se hubiera

quedadomástiempo.—Y a mí. Nos habríamos hecho superamigas y habríamos salido de tiendas como auténticas

londinenses.Tehabríascompradojoyasdepacotillaalamoda.Nocomoesebrazaletequellevas.Pero¡mira!—dijosujetándolelamuñeca—.Debedevalerunapequeñafortuna.Corynseencogiódehombros.Esajoyateníaelvalorexactodesuprimerpuñetazoenelvientre.—Tehabríapuestomúsicadeverdadmientrasnostomábamosunascervezas.Buenacervezainglesa

queteembriagacomoningunaotray…—…habríamoscelebradojuntasloscumpleañosdenuestroshijos…—continuóCoryn.—…ytehabríacontadomisproblemasy túamí los tuyos.Porqueimaginoquetambiénlos tienes.

Inclusosituvidadeprincesaesparadarenvidia.—Sí…—Corynsuspiró—.Mehabríagustadoquefuéramosamigas.—Pero¿quédices?Somosamigasya,¿no?—¡Sí!—¡Mierda!¡SanFrancisconadamenos!—repitióMarydándoleuncodazo.

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—Eltiempoesfríoyhúmedoallí,muchomásdeloquesesuelepensar.—Alfinaltengosuertedeviviraquíytodo,¿verdad?—Másbien.CorynsonriócuandovioaMaryrebuscandoensuinmensobolso.Sacóunviejolibrosintapaquetodavíallevabaenelcantorestosdeunmontóndeadhesivos.Pasólas

páginascomosi se las supiesedememoriay lopartióporunsitiopreciso.Ledio laprimeraparteaCoryn,quien,enunactoreflejo,mirósiMalcolmlohabíavisto.PeroestabaencuclillasaunosmetrosconDaisyconlanarizpegadaalsuelo.—Toma.Quieroquetequedesestocomorecuerdomío.¡Comorecuerdodenuestralaaargaamistad!Lajovenmujerrubialeyó:«RitaHayworthylaredencióndeShawshankdeStephenKing».—Esunahistoriabonita.Yparecesunachicaalaquelesgustanlashistoriasbonitas.CorynsesorprendióabrazandoaMary.Conungestorápidodeslizóensubolsilloelbrazaletedeoro,

tan brillante como pesado.Y demasiado grande.Nunca habría tenido el valor de «regalarlo» de otramanera. Su nueva amiga era de esas mujeres que entenderían el mensaje. Y si Jack empezaba aincordiarlaconpreguntas,lediríaquelomásseguroesqueestuvieraenalgúnsitiodelagrancasadeSanFrancisco.Ariesgoderecibirotropuñetazoenelvientre.Esevaldríasuprecio.—Léelo.Ypiensaenmí.YpiensaenAndyDufresne.—¿QuiénesAndyDufresne?—Yaloverás…Unbuentío.Corynmetióellibroensubolso.Elregalodeunaamiganoserechazaba.Peroyaestabapensandoen

unesconditeidóneodelqueJacknosospecharía.Llamóasushijosyloscuatroentraronenelvestíbulodelhotel.MalcolmdijoquelashormigasdeLondreseranmásgordasquelasdeSanFrancisco.—¿Ah,sí?—respondióellamirándolofijamentealosojos.Suhijosonrióasuvezyentróenelascensor.Unaparejadeancianoslespidieronquelessujetaranla

puerta,loqueelniñohizo,maravillandoalseñoryalaseñoraWatson.Malcolmrespondióconeficaciaala doble avalancha de preguntas de aquellos dos maestros de escuela retirados que aún no tenían laincreíblesuertedeserabuelos.CuandoCoryncerrólapuertadesuhabitación,suhijosevolvióhaciaella,abriólosojosdeparen

par,arqueólascejasydijoqueesperabaquelosabuelitosBentonnolo«acribillaranasílapróximavezquevolvieran».Corynrespondióquehabíapocasposibilidadesdequelaspreguntasfuesenlasmismasysecontuvoatiempodedecir«oquehayaunapróximavez».Elchiquilloselanzósobreelsofá,sehizoconelmandoadistanciadelateleyempezóacambiardecanales.Luego,sindespegarlosojosdeunprogramasobreanimales,dijoquelegustaríatenerlamismateleenSanFrancisco,justocuandosupadreentró,todosonrisas,seguidodeTimmy.

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DespuésdebesaraCorynyalosniños,losdoshombressiguieronparloteandocomodosviejoscolegasynoescucharonaMalcolmcuandolescontóquelaspalomasinglesascorríanmuydeprisaenelparque.QuenoconseguíaatraparlasconDaisyyquelashormigas…Coryn se llevó enseguida a su hijo al cuarto de baño y lo duchó por segunda vez ese día. El niño

preguntó«porqué».—Porlacontaminación…—pretextólamadre.—¿EspeorqueenSanFrancisco?—Sí.YmañananotendrétiempoantesdeirnosaBrighton.—Mamá…—Sí—dijoelladistraídamentemientrasloenjabonaba.—Mamá…Suvozhabíabajadountono.Ellaalzólosojos,Malcolmteníaunaexpresiónseria.¿Habíavistoque

Marylehabíadadoellibro?Peroelniñoseabrazóasucuelloylaapretómuyfuerte.—Tequiero,mamá.Coryn se sintió contrariada. Su hijo estaba contrariado. ¿Se daba cuenta de las cosas?Crecía. «El

infiernoesunagangrena.AtraparáaMalcolm.LuegoaDaisy.AChrista…»Seleerizólapielylapuertaseabrió.EraJack.—Daosprisa.Osllevoalrestaurante.—¿Porqué?—preguntóMalcolm.—Paradarlasgraciasamicuñado.Locualimplicabaqueestesehabíamostradomuchomássutily,sobretodo,muchomáshábildelo

queCorynpodía imaginar.Terminódevestira losniños.Malcolm,asolas,en lahabitación.Malcolmquelesonreía tranquilo.Comosi lacontrariedadnuncahubieseexistido.Corynsepusolamáscaradesiempreyparticipóconnaturalidadenlaconversación.

Durante el postre Timmy anunció que había decidido marcharse como corresponsal de guerra aAfganistán.Suspadresnosabíannadaaúny,laverdad,matabaeltiempocomopodía.

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—Noshasembaucadobien,¿eh?—dijoJack—.¡Enhorabuena!—Pero¿porqué?—preguntóCorynaterrada—.¿Nopensaráscubrir…loshorroresdelaguerra?—Esoesjustoloquepiensohacer.—Tehasvuelvoloco.Locoderemat…—Necesitamospersonasque luchenpordefender las libertades—la cortó Jack conun aplomoque

pasmóaCoryn.—Pero¿esrealmenteparadefenderlalibertad?—dejóescaparCoryn.—¿Quiénloduda?—repusoJacksinpercibirlaironíaenlapreguntadesumujer.—Esque…espeligroso.—Elpeligronomedisgusta—afirmóTimmy.—¡Noteentiendo!¿Cómopuedesirteallíy…?—Quieroirparadenunciarloqueloshombreshacenaotroshombres.Tienequellegareldíaenque

tomemosconcienciadequetodoestotienequeparar.Corynnopudoañadirnadamássindesplomarse.Y,dehecho,todosguardaronsilencio.Timmyfueel

primero en despegar los ojos de su plato. Dijo que allí hacían falta personas como él, libres y sincompromiso.—Conseguirásquetematen—dijoella.—Seréprudente.—¡Coryn! ¿Aquéestás jugando?Tuhermanonecesita apoyo,nopájarosdemal agüero.Meparece

muyvalientequeseatreva.Esunaoportunidadparasucarrera.Elperiodistadiolasgraciasasucuñadoycogiósucámarafotográfica.—¿Medejáisqueoshagaunafotoatodos?Jacksenegócategóricamente.Noexplicóelporqué.Selevantóydijoqueerahoradeacostarse.Al

díasiguientedebíanmadrugarparairaBrighton.SedespidieronconabrazosenelvestíbulodelhotelyTimmylosacompañóhastaelascensor.Entraron

dosdesconocidos,Jacklossiguióconlosniños.Corynibaaentrar,perolaspuertassecerraron,dejandoasumaridoboquiabierto.—Puedequecuandotengabastantepastagraciasamisreportajesmepagueunmalditoviajeparaira

verte.—Nomegustatuproyecto—afirmóCorynmientrasapretabaelbotónporinercia.—Nadadeloquedigaspodráhacermecambiardeopinión.Perovoyaechartedemenos.—Yotambién.Miróasuhermano.AlgoatravesóaTimmy,yfruncióelceño.Ellaloabrazóydijoquepensaríaenél

todoslosdías.Elascensorllegóysecolódentro.—SiveoaKyle,¿quieresquelosaludedetuparte?—dijoélguiñándoleunojo.—Noloverás.—Corynsonrió.

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—¿Tanpocomeconoces?LeeelTimes.Vanasaltarchispas.Laspuertasemitieronunclicsedoso,yCoryndesapareció.Mesesdespués,Timmynoseperdonaríano

haber reaccionado a la extraña sensación que lo había atravesado. Pero en aquelmomento hizo casoomisodeesepequeñodesconcierto.Yloolvidó.

Durantelasprimerashorasdelanochenodejódellover.Jack,Malcolm,DaisyyChristanosedieroncuenta.Lajovenmujer,porsuparte,estabaenelmismoestadoquesihubieraingeridolitrosdecafeína.Teníaganasde leer.Ganasde leerunbuen libro.Se levantóconel sigilodeungatoycorrió riesgosinnecesariospararecuperarelregalodeMary,quehabíalanzadoaloaltodelarmariodeldormitoriodelosniños.Loalcanzódesplegandounaperchadealambreyahogóungrititodevictoriacuandosusdedosloasieron.Encontrórefugioenelcuartodebaño,alaentradadelasuite.Sesentóenlamoquetaconlaespaldacontralapuerta.EltemordequeJacklasorprendieraleparecióinfundado.Durantetodossusañosdematrimonioniunasolavezlahabíavistolevantarse,nisiquieraparairaorinar.Bajo el título había una frase escrita en letras violetas: «Este maravilloso libro pertenece a M.

Twinston».Coryn se sumió en la lectura.Desde las primeras líneas quedó atrapada por elmundo deAndy,injustamenteencarcelado…Quedoblabalaespalda,comoella.Quesufríahumillacionesygolpes,«como yo», pero él esperaba su hora sin renunciar a su sueño, sin renunciar a Zihuatanejo. Coryndevoraba las palabras. Eran deliciosas.Doblemente deliciosas, porque ese libro había pasado de lasmanosdeMaryalassuyasjustocuandosepreguntaba«quéhacerparasalirdeesta».

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ElartículosobreJaguarysobreJack-the-best-entre-todos-los-bestsepublicódurantelaestanciadelosBrannigan enBrighton, pero hizo el trayecto en el portafolio de Jack hasta San Francisco. Su retratofascinóalexcelentevendedor,quienloleyóyreleyódepieensusalón.Impasible.Corynpensóquesuhermanoerarealmentehábil,sutilytalentoso.«NopuedemarcharseaAfganistán.»Seprometióquelollamaríaparadisuadirlo,peroconeldesfasehorarioylavueltaalarutinanolohizo.EnSanFranciscolascosaserandecididamentedistintas.EnSanFranciscoCorynpensabaenlatarjeta

queKylelehabíadadoenelparque.Sinembargo, transcurrieronmuchosdíassinqueencontraseelvalornecesariopara…«¿Paraqué?»

Inclusodarformaasupensamientoeradifícil.Eracomotenerundeseoybalbucearlo.Eraquererytenermiedo.«Noeselmomento»,concluía,ylastareascotidianasleocupabanelrestodeltiempo.ComoelTimesquelajovencomprabaconregularidadparasaberloquehacíaTimmy,aunqueexistieraundesfaseentreelmomentoenqueél«abordabauntema»yelmomentoenqueCorynlodescubría.Jack, cuyo ego había recibido recientemente un buen golpe de shining, aceptó que el trabajo de su

genial-cuñado formase parte de las conversaciones en la gran casa blanca.Las lisonjas habían tenidorepercusionesyhabíangeneradootrosartículosenlaprensaestadounidense.Y,desdeluego,Jacknoerainsensiblealoshalagos.CadavezqueencontrabaunartículodeTimmy,suhermanalorecortabaconesmeroylopegababien

rectoenuncuadernoquehabíacompradoatalefecto.Jacknodecíanada.No,nohabíacambiado,peroesquesuartículoocupabalastresprimeraspáginasdelgrancuaderno…¡Oh!¡CuántolegustabaaJackserelprimeroentodo!

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Llegaron los últimos días de octubre y de buen tiempo en el hemisferio norte. Se levantó un vientopoderoso,queanunciabalallegadadelinvierno.EnLondresyenSanFranciscoseinstalólalluvia.Prontoelfríoentumeceríaalmundoydesfiguraría

losárboles.Lasramasquedaríandesnudas.Solounciegonopodríaverquerevelabanlaarquitecturadesuesqueleto.EnLondresyenSanFrancisco,MaryyCorynpensabandevezencuandoenAndyDufresne.Ensu

valentía,ensutenacidad,enlafuerzadelaSuerteyenlaconviccióndeAndydequeundíacaminaríadescalzoporsusueño.

Mary no descubrió el brazalete enseguida. Tenía abrigos de todos los colores y no fue hasta variosmodelosdespuéscuandovolvióaponerseelfamosoblazer.—¡Quéidiota!—dijotemblandoytapandoalbebéconlamanta—.Mipobrechiquitín,¡tumamáveun

rayodesolyseponeunachaquetaligera!Deberíasvigilarmemásdecerca.Metió lamano izquierdaenelbolsillo, fruncióelceñoysacóunobjetometálicoy frío.«Lamadre

que…»Sesentó,con laspiernasentumecidas,enelprimerbancoquevio.Contemplóunbuen rato lajoyaenlapalmadelamanoymiróasuhijo.—¿Yquéhagoahora?¿Sabes?,algoasí…debedevalerunafortuna.Adecirverdad,MaryTwinstonnoestabatansorprendida.Encualquiercaso,noporcómoCorynle

habíahechoelregalo.—Tengoquedarlelasgracias.FueenmetrohastaelBarleyHouse,dondeCorynsehabíahospedado,yfuealmostrador.«Graciasa

Dios,elconserjeesunhombremayorynounmocoso.»Mostróunasonrisasincerayexplicóquehabíaextraviado suagendayque teníaqueenviar sin faltaunacosaa suamiga, la señoraBrannigan,yquenecesitabasudirección…—Noestoyautorizadoafacilitarla.Perosimeentregasu«cosa»,puedohacérselallegarasuamiga.—¿Haríaesopormí?—Entraenmisfunciones,señora.

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—¿Tienealgoparaescribir?Elconserjelediopapeldecartayunsobre.Lajovenescribió:«¡Zihuatanejo!Unmillóndedólaresde

gracias.Tequiero.Mary».

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Comoencadaunadesussesionesdefirmadeautógrafos, losF…atraíana lasmasas.Losmediosdecomunicaciónnodejabande«mediatizar»,peroelgruponohabíaconcedidoningunaentrevistadesdesullegadaaLondres.Timmyseguíasoñandoconescribirsuartículo.Poreso,felizdehaberdescubiertoelparaderodelosmúsicosesemismodía,secolóentrelosespectadoresqueseapiñabanenlagrantienda.Habíagentedetodaslasedades.Habíafansquehablabandetodoslosconciertosquehabíanvisto.Envariasfechas.Envariospaíses.Envariosaños.Suconversaciónteníaalgodefascinanteytambiéndeterrorífico.Eran unamina de oro en detalles. Timmy localizó a cuatro Patsi con solomirar al frente.Ninguna era la Patsi que quería ver. Finalmente entrevió sumelena pelirroja. Su vestido con corpiñorojo.Sushombrostatuados.Perofuesusonrisalaqueloatrapó.Eratanluminosacomoencandiladora.UnachicajovenasuderechalepreguntósiseríatanamabledesacarunafotoconsuiPhoneporqueéleraalto.—¿Quéedadtienes?—preguntóTimmytrasdevolverleelmóvil.—Dieciocho.Eljovenlaescrutó.—NopongaslafotoenFacebook.—Mimadrenosabecómofunciona.—Unconsejo:notefíesdelasmadres.Lachicasonrióy,bruscamente,sindarsecuenta,TimmyseviopropulsadoanteKyle.LetendiósuCD

parapedirleunadedicatoria,lediolasgraciasyledejóunatarjetaprofesional.—Meencantaríahacerlesunaentrevista.Steverespondióquenoconcedíanningunaporelmomento.Suagendanolespermitía…Porinercia,

Kylemiró la tarjeta. «TimBenton.»En losúltimos tiemposelmúsico tenía susdudas sobre lugaresyfechas, pero unamemoria excelente para las notas, los nombres y las caras.De inmediato le vino unrecuerdopreciso.CorynsellamabaBentonantesdecasarseconaquelcapullo.Levantólacabeza.Teníaelcorazónacelerado.Aljovendelacamisarojayalohabíaengullidolamultitud.Kyleselevantóylodescubrióaunosmetros,alejándose.Sinreflexionar,fuetrasél.—Dígame, ¿no será por casualidad pariente de Coryn Benton? A ver, quiero decir, de Coryn

Brannigan.

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—Esmihermana—respondióTimmysinreprimirunasonrisa.—Tendrásuentrevista.—¿Enexclusiva?—Enexclusiva—confirmóKyle—.Lollamarémañana.

Al día siguiente telefoneó a Timmy. Se dieron cita e hicieron la entrevista. El músico había sabidoconvenceralosotrosmiembrosdelgrupodequetendría«gracia»hacerla.NolesdijoqueTimBentoneraeltíodelniñoquehabíaenviadoalhospital.Ymintiósinescrúpulos,afirmandoqueelperiodistaeraelamigodelamigodeunamigoyqueesperabaqueelreportajeabrieseaesejovenalgunaspuertas.—SabemosloqueeslaSuerte,¿no?Deentrada,lostresestuvierondeacuerdo.«Sinduda.»Estabanbiensituadosparasaberloqueeraun

relevo.¿Yquésehacíaenunrelevo?—Concentrarnosenlamanoquesetiende.Timmy se mostró contundente, encantador y cordial. Prometió a Kyle que nunca contaría nada del

accidenteyquequedaría«enfamilia».Laexpresióngustóalmúsico.Cuandoloacompañóasolashastaelascensordelhotel,elperiodistanopudocontenerseyledijoquelosaludabadepartedesuhermana.—Oh…—dijoKyle,comosihubiesetropezado.—Coryn ha pasado unos días en Londres con su marido y los niños. Llegaron el mismo día que

ustedes.Tienegracia,¿verdad?AKyleseleescapóunasonrisaalacordarsedelamelenarubiaquehabíaentrevistoenelvestíbulo

delaeropuerto.«Lavida…»,sedijoconunaemociónquelesubiócomounaflechaalcorazón.MiróaTimmyalosojosyleencargóquedevolvieraelsaludoasuhermana.—Discretamente—puntualizó.—¡Ah!Ustedtambiénsehadadocuentadequesumaridoesunpoco…nervioso.—¿Unpoco?—repitióKyle,sinsaberquémásañadir.—Si supiera de dónde venimos, se inclinaría a pensar que Coryn ha sido afortunada. Somos once

hermanos,yellaeslaúnicachica.Noleocultaréquemispadressehanaprovechadodeellamuchísimo.—Entiendo.LavozatronadoradePatsilesllegódesdeelextremodelpasillo.—¡Kyle!¡Teléfono!Jaaane…—Mihermana—dijoelmúsicoconunguiñocómplice.El periodista le dio una palmada en el hombro y también las gracias antes de desaparecer en el

ascensor.Estabamásquesatisfecho.Kyleestabamásquecontento.LaentrevistaseríabuenayKyleteníaelnúmerodeTimmy.«¿Paraqué?»,lepreguntósuconciencia.«¡Paraañadirlocomounadoquínmásalcaminodelaspruebas!»

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Los demás no supieron nunca quién era Timmy. ¿Para qué? «La vida…», se dijo de nuevo KylemientrasrecordabaellevebalanceodelamelenadeCoryn.Laluzquedesprendía.Lamúsicaquehabíasentido.

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Haydíasenquelosastrostomanconcienciadequeexistesydecideninclinarsesobreti.Dehecho,parademostrarlo, te conceden una lluvia de acontecimientos. Felices o infelices. Que te salvan o que tesacrifican.Olasdoscosasalavez…Ese 29 de noviembre los astros se las ingeniaron para que Coryn recibiese varias noticias que

imprimieronunserioacelerónalcambioiniciadoenelcursodesuvida.Aquellamañana,mientrassepeinabaenelcuartodebaño,Malcolmempujólapuertaysequedótras

ellacon losbrazosa loscostados, sinmoverse.Corynsevolvió.Suhijo teníaensusojosclarosunasombraqueladejóhelada.—Nohabíaardilla.Ellasearrodilló.—¿Yquéperseguías?—Mipelota.Peroledijealpolicíaquenoeramía.—¿Porqué?Elniñoseencogiódehombros.—¿Porquénoloexplicaste?—Papámeprohibióquelasacaraalacalle—murmuróabrazándosealcuellodeCoryn—.Noselo

contarás,¿verdad?—Teloprometo,Malcolm.Nuncaselocontaré.LajovenmujersiemprehabíavigiladoconelrabillodelojolarelacióndeJackconsushijos.Niuna

solavezhabíavistoqueleslevantaralamano.Eraestrictoyseveroconellos,perojusto.Sinembargo,esamañanacomprendióquehabíaolvidadoalgoesencial.Habíaolvidadomirarenlosojosdesuhijo.Yloquevio—esasombra—lasobrecogió.—¿Eradeestodeloquequeríashablarconmigoenelcuartodebañodelhotel,enLondres?—Sí.Corynrecibiósuprimeradescargaeléctricadeldía.Sesintióculpable.Ciega.Egoísta.Malcolmhabía

calladoesamentirademasiado tiempo, loque implicabaque Jack ledabamiedodeuna formauotra.Porqueesasombranoerasoloeltemorarecibirunabronca,sinoalgomásnegro.Muchomásdeloquehabíaimaginado.Miróasuhijoalosojosyprometióqueloprotegería.Siempre.Malcolmseabrazóde

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nuevoaellaysefuecorriendoacambiarseporqueesamañanaesperabanaunpayasoenelcolegioconunamáquinaparahacerpompasmuygrandes.—¿Melocontarás?—Sí.—¿Todo?—Sí,mamá.«¿Quépodemoshacerparasalirdeesta?»

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LasegundadescargaeléctricalarecibióCorynpocodespuésdedejarasuhijoenelcolegioyaDaisyenla guardería. La joven pasó por el Sweety Market, que tenía el privilegio de vender pan francés ynumerosos periódicos extranjeros. Entre ellos, el Times, gracias al cual Jack podía presumir en sudespachohablandodelestupendoartículoconlafirmadesucuñado.ACorynlegustabairalSweetyMarket.«Necesariamente…»Esamañanapensóque,enefecto,había

algo«tierno»entresusparedes.Compródosbaguettes,unosespárragosfrescos,elperiódico.Pasóporcaja, pensaba enMalcolm.Christadormía en el portabebésdemanoque Jack lehabía regalado. «¿YDaisy?¿Tendrámiedoellatambién?»Corynsedetuvoenelpasodepeatones.Abrióelperiódico,hojeólaspáginas,una,dos,tres,cuatro,cinco,ynocruzó.Unlargoartículoydosfotosocupabanunapáginaentera.Miróalfinaldelahojayleyó:«Escritopor

TimBenton».Elcorazónlediounvuelco.Todoaunasedijo:«Asíquemihermanolohaconseguido»y«VoyavolveraveraKyle».Esesegundopensamiento,quese leescapódirectamentedelcorazón, laimpulsóacerrarelperiódico,sonrojándoseporhaberformuladoesaideayfelizdehaberlatenido.¡Quéaudacia!Cruzólacalle, levantó lacabezaydejóqueelvientopeinarasumelenahaciaatrás.Olíaamarya

lejanía.Olíaaviajeyasal.Aportabasaborasuvida.Desvanecíasusnegrospensamientoscomonubesinútiles,yelsolpálidodeesedíadenoviembretuvodeprontounfulgorinesperado.Lomismoquelacarteraque,enlacalzada,ledioelcorreoenmano.Porlogeneral,yasíeradesde

hacía cuatro años, aquellamujer de uniforme que semovía como una sombra se limitaba a echar lascartasalbuzón.Lajovenaceleróelpasoparacogerlossobresylediolasgraciasporhaberlaesperado.—Quetengaunbuendía,señoraBrannigan.Corynsefijóenelselloinglésquedestacabasobretodolodemás.Unacartaalaatencióndelaseñora

CorynBrannigan…Terceradescargaeléctrica.UnacartaquenohabíanescritosuspadresniTimmy.Unacartaquelucíaenelbordeizquierdoellogodelhotellondinensedondesehabíanalojado…Corynsacólasllaves.Temblabatantoquelecostóabrirlacerradura.«¿Será…?No.Esimposible…»

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Corynyanosepermitíapensarcualquiercosa.Cerrólapuertablindada,dejóaChristaenelbalancíndelsalóny,sinsiquieraquitarseelabrigo,desgarróelsobre.Dentrohabíaunahojaplegadaencuatro.Leyó,temblando,lasescasaspalabrasescritasconletrasalargadasdetrazogruesoenelcentro.El mensaje que el conserje del hotel había enviado por correo una semana antes tenía la misma

intensidadquecuandofueredactado.Corynpronuncióenvozalta«Zihuatanejo»,ytuvolasensacióndequeMaryestabaconellaensusalónblanco.Era inútil escribirnadamás.Cuando laspalabras sonsuperfluas, sabendesaparecer.Sedijoqueel

tiempoyelespacionoerandimensionesinmutableseneluniverso.Esmás,esedíaseasemejabaaundíadeNavidad.Corynhabíarecibidolosregalosconlosquesoñabayquenoosabapedir.ElartículodeTimmyylacartadeMary.Dosregalos.«Bueno,tres,sicuentolasonrisadelacartera»,sedijodivertidaantesdequedarsepetrificada.Porquetambiénhabíarecibidounaadvertencia.Malcolmteníamiedodesupadre…Elcual,ynopodíavenirlemejor,estabadeviaje.Casiunregalocomplementario.«Soloquevuelveestanoche.»Lajovenechómásleñaalfuegodelachimenea,tapóaChristaconlamantaysesentóenelsofá.Los

espárragoscaptaronsumirada.Estuvoenuntrisdelevantarseparameterlosenelfrigorífico,peronolohizo.Abrióelperiódicoy leyó laentrevistadeTimmy.Estababienhecha,eraocurrentee impactante.Lasúltimaslíneaslaconmovieron:—«Novoyapreguntarlecuálessonsusfuentesdeinspiración,peromegustaríasaberaquéseaferra

cuando,comotodoelmundo,pasaunmaltranceensuvida».Kylehabíarespondido:—«Alasramasdelosárboles.Enparticular,deunabedul».Eran las últimas palabras de la entrevista. «En particular, de un abedul.» Palabras escogidas para

hacer diana. «Diosmío», se dijo Coryn.Miró las dos fotos. En lamás grande salían los tres chicossosteniendoen losbrazosaPatsi, tumbadaa lo largo.Era sencillamentemagnífica.Y la segunda…lasegundaeraunafotografíadeKylesentadoenunsofá.Solo.Sehabíaapartadoelmechónymirabaalobjetivo.ACoryn le pareció que tenía lamisma expresión que cuando le había preguntado si queríaalmorzarconél.¡Oh!Lehabríagustadotanto…Lehabríagustadotantooírdenuevosuvoz.¿LehabríadichoTimmyqueerasuhermano?

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Sí,eseartículo,sucontenido,eraunregalosuplementario.Loquesumabauntotalde…Coryncerrólosojos.Quizásequedódormida.Peroestuvosoñando,esoseguro,hastaqueChristadespertó.

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Metióa lapequeñaya saciadaen sucama,y aguardóaque su respiración fuera regulary fluidaparabajaralsalón.Buscólastijerasytuvocuidadodecortarconesmerolasfotos.Cuandodestapólacola,tuvounsobresalto.«¿Quéestoyhaciendo?¡Novoyaestartantaradacomoparaponeresteartículoenelcuaderno!»Porque,sí,habríaquesertotalmenteestúpidaysuicidaparaburlarseasídeJack.Teníaque…que…esconderlo.Habríapodidoecharloalfuego.Pero¿cómoibaarechazarunregalo?

Soloquedabalaposibilidaddeocultarlo.Selevantóyconsideróhastaelúltimorincóndelsalón.Luegotodoslosdelacocina,elcuartodebaño,elgarajeyelrestodelashabitaciones.Cadavezqueposabalamiradaenunsitio,alinstanteconsiderabaquenoeralobastanteseguro.«Perotengoqueencontrarlo»,sealarmó,yrogóasantaBuenaIdeaquelailuminara.Transcurrieronlosminutossindescubrirelesconditeidóneoyelpéndulodelsalónvomitódesúbitotresgolpessordos.Un frenesí se apoderó de la joven.Las tres.Debía apresurarse para llegar a tiempo a la salida de

clase.«¿Cómohepodidoperdertantotiempo?»GuardólacolaylastijerasenelsitiodecostumbreysubiódeprisaaldormitoriodondeestabaChrista.Metióelartículoenelúltimocajóndelacómoda,bajoelpapeldesedaqueseparabaelfondodelaropadelbebé.EnelmismositiodondeescondíaellibrodeMary.Eraelesconditemásfiable.Jacknoguardabalaropadelosniños…«Paraempezar,dejalasuyatiradaporahícuandoselaquita.»Christadormíatanprofundamentequenosedespertócuandosumadrelainstalóenelcochecito.Nola

vioponerseelabrigoconprisa,recogerelperiódico,losrecortescaídosalsueloimpecableylacartadeMaryallíenmedio.Comotampocolaviosaliraltrotehaciaelcolegio.Elvientoeramásfríoysoplabamásfuertequeporlamañana.Corynbajólacapotadelcochecitoal

máximoysesintióatravesadaporun terrorsúbito.¿YsiJack leíaelTimesenelavión?No,eraalgoimprobableenunvuelodoméstico.«¿Ysimepreguntasilohecompradohoy?Mentiré»,sedijotirandoelejemplaraunapapeleradelacalle.«Diréquenohabía.Oqueloheolvidado.Pero¿quéhehecho…apartedesoñar?»Retuvo hasta el último momento la carta de Mary, la invadió el pánico, titubeó, y luego leyó

atentamente la dirección antes de tirarla también. «¡Oh! Perdóname», pensó retomando la carrera. Lajoven mujer estaba tan confusa que le costaba concebir una idea coherente. «El día de hoy estádemasiado lleno de demasiadas cosas.» Tantos regalos de Navidad para una chica que nunca había

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esperadoninguno.Deprontolehabríagustado…«retrocederunosmeses.Paravolveravivirlotodo».Lebrotaronlaslágrimas.Sepellizcólanarizconfuerza.CorynviootravezlascifrasazulesyencursivaescritasenlatarjetaqueKylelehabíatendidoenel

parque, no muy lejos de allí. «(415) 501 7206.» La dirección no la había retenido. ¿Demasiadasemociones?No.EldíaqueKylequisodársela,ellanosehabíaatrevidoaleernadamásqueelnúmerodeteléfono.Ese número representaba la esperanza, tan loca como insensata. Existía. Como una respuesta a la

preguntaquelaatormentabadesdeInglaterra.«¿Quépodemoshacerparasalirdeesta?»

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EnLondres, el agua que circulaba ruidosamente por las cañerías de la ducha no despertó aKyle. LaseñoraMigraña lo saludaba con un buenos días. Esamañana lamuy zorra era discreta, cortés y casiamable,peroelmúsicosabíaqueesonuncaeraunapromesa.Migrañaeraunacompañeraimprevisible.Se volvía malvada, cruel y devastadora cuando se le antojaba. Si quería. Antes de que las cosasterminaranendrama.Kyleselevantóaporcafé.Litrosdecafémientraselaguaseguíagorgoteando.Seterminó la tostadaenelmomentoenquedejódeoírseel agua.Luegouna segunda,una tercera,yunamanzana,sinveraPatsiaparecer.Cuandoabriólapuertadelcuartodebaño,Patsiestabaapuntodesaliryloapartódesucamino.—¿Yaestásvestida?Nohuborespuesta.Solounamirada.Sombría.Muda.EnlaqueKylecaptóqueélnoestabalistopara

lavisitadeunenésimoapartamento.—¿Aquéhoratenemoslacita?—Tengolacita,porqueyosíestoypreparada—dijoponiéndoseelabrigodecoloramarillocanario

—.Túllegastardeytequedasaquí.—Detodosmodosesonocambianada,porquesiempreerestúquiendecide.—Decidoyoporqueatitelapelasaberdóndevamosavivir.Impasible,seapretóelcinturónalmáximo.Kylelaretuvoporlamuñeca.—Estoycansado.—Terepites,Kyle.Ymecansas.Sesoltóelbrazoconungestosecoyabriólapuertadelpasillodiciendoque…—…eshora,yaeshora,dequeveasaunmatasanosyaunpsicólogo.Tefacilitaríalavida…Yamí

también,porcierto.Luego,antesdequeKyleabrieralaboca,recapacitó.—Esverdad,loolvidaba,tegustasufrir.—Cierraelpico,Patsi.—¡No!—explotóella—.¡Notengoganasdecerrarelpico!Nomehacegraciavercómoteregodeas

entudoloryyanomehacegraciavivirconuntíoquenodejadeflagelarsepornohaberpodidosalvarasumadre.

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Kylenosuposiesasúltimaspalabrashabíansidoescogidasparafustigarloosiformabanpartedelagranfamiliadeloslapsos.PidióaPatsiquelodejaraenpaz.Loqueellanohizo.«Necesariamente.»Sequedómirándolounminutoentero,conlosbrazoscruzados.—Sabesquetengorazón.—Noestoydispuestoaescucharlo.—Tedoydosminutosparaquetevistas,sino…Secensuróellasola.—Sino¿qué?¿Harásqueponganelpisoatunombre?Así,cuandoestéshartademí,demismigrañas

ydemisestadosdeánimo,¿podrásecharme?—¡Quéperspicacia!Bravo.—Mevuelvoalacama.Dichoyhecho.Cerrólosojosyseloscubrióconunbrazo.OyóquePatsiseacercabaconpasotranquilo.—Yanomequieres.—Sí.—Mientes—afirmóella.Kyleabriólosojos.Patsiexpresabaelproblemaporfin.Lohabíavistoacercarseyalejarse.Lohabía

traducido incluso extrañay cobardementeporun«hazmeunhijo».Era inevitablequeundíauotro elproblemaquepesabacomouncieloplomizodenoviembre reventara.Patsiera lamásvalientede loscuatro.—Yo—continuólachica—nosésisigoqueriéndoteynosésitengomásganasdetienmicama.Kylesesentó.—Entoncestenemosquehablarenserio.—Ahorano—repusoella—.Tengocitaparaverunpisoquepromete.Megustaque lascosassean

clarasylimpias,yodiolaciénagaenlaquenadamos.—Patsi…Lomiróydijoquenodormiríaallíesanoche.Kyletuvoganasdepreguntarleadóndepensabair,pero

nolohizo.Ellasaliódelasuitesindarportazo.Ysincerrarlaspuertas.Era una mujer lúcida y resuelta. Había entendido que su camino había llegado a una encrucijada,

mientrasqueélsepreguntabacuándo—yporqué—lascosashabíanempezadoadesgastarse.¿Habíasidodespuésde conocer aCoryn? ¿Antes?Kyle era incapazdedistinguirlo.Patsi y él habíanpasadotantosañosdevidajuntos,detrabajojuntos,deamarse,admirarse,discutirporunanota,unacorde,unavariacióndetono…Seconocíanaldedilloyacasodemasiado.ASteveyJetlesparecíanormal.Vistodesdefuera,KyleyPatsisecomportabancomoerasucostumbre;perovistodesdedentro,seobservabanyanalizabandeotramanera.Unocontra el otro,yanoen equipo.Patsi había aborrecido loqueKyle

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había escrito a su vuelta, tras la muerte del Cabrón. Seguramente apreció en su música esa ínfimadiferencia.Dehecho,poralgohabíadichoyrepetidohastalasaciedad:—Notocaréjamásesetema.Pero¿cuándoseconsumeelamor?¿Tedascuentaenseguidaohacefalta tiempoparaque lascosas

afloren de una vez?Ni el uno ni el otro habrían sabido responder a eso. Si Jane hubiese estado allí,habría añadido que lomismo pasaba con la violencia. Patsi aborrecía a Jane. Las dosmujeres no seentendían.Laartistaconsiderabaquetrazarunarayasobreelpasadoeralaúnicavíadesupervivencia.Enfrentarseaélderaízcomohacíasu«casicuñada»erasencillamenteincomprensible.SufrircomoKyleerasuicida.NiélniJanelohabíanpretendidonunca.Kylesepusodeladoparahuirdelaluzblancaquesecolabaentrelascortinasmalcorridas.Laseñora

Migraña cobró intensidad, y él se precipitó al baño para vomitar. Expulsar de su cuerpo lo que nodigería.Siempreelmismoritual.Siemprelosmismoscalambres.Siempremeterlacabezabajoelaguapara lavarse.Elefectoseríacalmanteduranteunosminutos.Losnecesariosparavolversea lacamayhundirseenella.Patsi.Coryn.Patsi.Coryn…Migraña.Migraña.Migraña.Lashorassiguientesleofrecieronelvacíototalquenecesitaba.Lazorraseretiró.Acasoaspiradapor

el agujero negro que había engendrado. Durante unos instantes furtivos solo permaneció su ausencia.Como cuando recortas a un personaje de una foto. Kyle se sintió solo, perdido y con la sensaciónfrustrantedenoteneryapodersobrenada.Deverqueseleescapabalavida.Inevitablemente,loasaltólaimagendesumadreconsuvestidodefloressaliendodelcuartodebaño,conlasgafasdesolpuestasydiciendoenvozalta:«Meencantaríavolveralinstanteprecisoenquelosdestinossecruzan…».Kylenunca supo si hablaba para sí o si le estaba lanzando una llamada de socorro. Sí estaba seguro, encambio,dequeélhabíaestadoallí,juntoaella,ynohabíahechonada.¡Oh!Kylesabíaquesoloteníaentoncescincoaños.Aunasí,algunosdíashabríadeseadovolveratráseneltiempoycomprobarsihabíasidonegligente.Ono.Sihabríapodidohaceralgo.Ono.Sieraculpable.Ono.«¡Mierda!Patsi,tienesrazón.»

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EranlasdiezycuarentaminutosdelamañanaenLondresylasseisycuarentaminutosdelatardeenSanFrancisco.Patsinohabíavueltoporlanoche.YCorynestabaamilesdekilómetros…KyleseprometióqueenNavidadencontraríaelmediodevolveraverla.Deunaformauotra,tenía

quezanjarlacuestión.«Deunavezportodas.»Aúnnosabíaquélediría,peroladecisiónestabatomada.VolveríaaveraCoryn.Lediría loquesentíadecorazón.Susinquietudes.Sustemores.Yel trastornoqueellalehabíaocasionado.Esealgopreciosoyfrágilqueatesorabaydelquesealimentaba.Laesperayanoseríamuylarga.UnasjornadasmásdeactividadenaquelestudiodeLondresque,al

final,habíaacabadoporgustarle.Esedíaestaríaallí solo.Eraperfecto.Alsiguiente…grabaríanyeltrabajoseimpondría.

Amilesdekilómetros,salvandounocéanoyalbordedeotro,Corynsintióexactamenteelmismoalivioqueproporcionatomarunadecisión.«Haydíasenquelosastros…»

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«¿Cuánto tiempo tengohastaquevuelva Jack?», seplanteó la jovenmujer rubiamirandoel reloj.Erafactible…Acasoinclusoposible.«¿Ysihoyfueramiúnicaoportunidad?»Fue a la planta de arriba a toda prisa, comprobó que sus hijos dormían plácidamente y se puso la

chaqueta negra sobre el pantalón negro. Se subió la cremalleramirándose en el espejo de la entrada.CogiólagorranegraqueJackseponíaparasaliracorrerlosfinesdesemana.Seremetióenellalalargayrubiacabellera.Sacódoscuartosdedólardelmonedero.Abriólapuertadelaentradayobservólacalle.NiunsolocochecirculabaporElmStreet.Cerróconllave,bajóelcaminodelaentrada,dejólabasuraenelsitiodondeJacksolíahacerlo,miróalaizquierdayluegoaladerecha.Luegounavezmásala izquierda y salió a paso de carrera.El viento, a esas horas glacial, le quemaba los pulmones.Losmúsculos de sus muslos parecían desplegarse, y desde el colegio nunca había corrido tan rápido.RecorriósucalleygiróalaizquierdaporDicksonRoad.Lacabinatelefónicaestabaaunoscuatrocientosoquinientosmetrosdesucasa.Corynapenaspodía

respirar.Descolgóelteléfonoantesdereflexionarsobreloqueestabahaciendo.Introdujounamoneda,querodóconunruidoinfernalqueparecióresonarhastalaluna.Lanzóunamiradaalrededorymarcóel«(415)5017206».Alprimertimbrazo,unavozfemeninarespondió:—LaCasa.—…Lajovenmujerabriólaboca,peronopudoarticularsonidoalguno.Larespiración,elvalor,lavozle

fallarondepronto.Estabaapuntodecolgarcuandolavozdijo:—1918deBoydenStreet.Cojauntaxi.Pagaremoslacarrera.Colgó el teléfono. Tenía las manos húmedas. Sintió vértigo y apoyó la espalda en la pared. Los

músculosdesusmuslosestabandesgarrados.FueconscientedequehabíacruzadolapuertadibujadaporKyleunosmesesantes.Acababadeentrarenunmundodondecomprendíanloqueellaestabaviviendo.Unmundodondeletendíanlamano.Uncochepasóalolejosylerecordólafragilidaddelascosas.Corynserecobródeinmediato.Salió

delacabina,miróasualrededor,subióporDicksonhastasucalle.Nadie.Corriólomásrápidoquelefueposiblehastasucasa.Nosehabríaausentadomásdecuatroocincominutos.Noeramuchopero…síel tiemposuficiente

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paraqueJackhubiesevueltoporelotrolado.AminoróelpasoalverelJaguarblancoaparcadoenlaentradaconlosfarosapagados.Lapuertadelaentradadebíadeestarcerradaconllave.Comoladelgaraje…Sololequedabauna

solución.Llamaralapuerta.Mentir.Yesperarlosgolpes.

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LIBROTERCERO

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Pasaronlosdíasdesdelanochedelacabinatelefónica.Corynnorecibióningunamalditapaliza.Tirólagorra lejos entre los arbustos y pretextó que había salido a buscar el peluche de Christa, que noencontraba en casa. «He sacado la basura también. Como volvías tarde…» Jack la miró conincredulidad,peroCorynsepusoderodillas…yélolvidólabasurayelpeluche.Lajovenmujer teníaeldobledecuidado.Ydepaciencia.Dedudas.Cambiardevidaes…«¿Sería

posible de verdad?» Urdió planes. Los descartó. Los rescató. «Tengo que encontrar trabajo.» Pero¿dónde?¿Dóndevivir?Enelfondo,unasolapreguntalafrenaba.«¿Ysimequitaalosniños?»Esapreguntalehizoperdertiempo.LaNavidadseacercaba…AJacklegustabarecorrerlastiendas

abarrotadasparacomprarregalos.Legustabanlosjuguetes,losenvoltorios,losnudos,loslazosdoradosylasjoyasquesumujerresaltaba,sublimaba.Legustabairdelamanodesusublimeesposaymiraraquienlamiraba.Enconcreto,cómoloshombreslamirabanycómoesoshombreslomirabanycómoella,«mimujer»,agachabalacabezahaciendoelsilenciosorecuentodelosdíashastael«pronto».«QuizádespuésdeNavidad…»

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2

EraelúltimodíadecolegiodeMalcolmantesdelasvacaciones.Daisyestabaenlaguardería.Lajovenmujerrubiadejóelperiódico—neutro—enlamesadelsalón.JackpodríacomprobarporsímismoqueTimmynohabíapublicadonada.Dehecho,desdehacíauntiempoCorynnohabíavueltoaleernadadesuhermano.«ContaldequenoestéyaenAfganistán…»,sedijo.Considerólaideade«pedirpermiso»paratelefonearle.¿Ysilollamabadesdelacabina?Haríanfaltamuchasmonedas,yJackhacía—pedía—lascuentastodoslosdías.Oaldíasiguiente…«¿OeldíadeNavidad?»Terminó de guardar los platos y las tazas del desayuno y se afanó con la colada, para la cual «no

necesitoelpermisodeJack»,pensó.Desdesuescapadaalacabinadeteléfonolaasaltabaesaclasedeideas.Sí,Coryn seguía confeccionando listas, pero listasprecisasde loqueno teníaderecho ahacercomolasjóvenesmujeresconlasquesecruzabaalapuertadelcolegiodeMalcolm.Eneseinstante,mientrasdoblabalaropatraslacolada,pensóenlasprendasquedeberíaseleccionar.

Subió la primera pila al cuarto deMalcolm. La guardó, y se dijo que el niño necesitaba pantalonesnuevos.Fue con la segunda pila al cuarto deDaisy y luego abrió la puerta deChrista con elmayor sigilo

posible.Lapequeñadormíacomounángel,conlosbrazosencimadelacabeza.Corynpusolospetosenel primer cajón, los suéteres en el segundo y, por último, tiró del tercero para guardar los pijamas,pero…sequedóconeltiradorenlamano.Lefueimposibleabrirelcajón.Elpánicoseapoderódeella.Desde luego no podría pedir a Jack que la ayudara a arreglarlo. Si para ello tenía que volcar elcontenido,descubriríainevitablementeellibrodeMaryyelartículodeTimmy.Solosefijaríaenlafotode Kyle. «Dios mío», se dijo mientras corría al garaje para buscar el destornillador adecuado.Destornilladorquenoencontróenelbanco.Nientodoelgaraje.Nienelsegundocoche.Perosíeneljardín, donde su marido lo había usado dos días antes para reparar el columpio. Coryn lo cogió,desanduvoel caminoa todavelocidad, abrió lapuertaquedabaa la entraday se topódebrucesconJack.Llevabaunramoderosasenlamano;ella,eldestornilladoradecuado.—¡Uy!¿Estásarreglandoalgo?—Quería…Jackseinclinó:—Comoestoyaquí,yalohagoyo.¿Quéesloquehayqueatornillar?

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Corynvacilómediosegundo.Demás.EnseguidaeltonodevozdeJackpasóasersecoycortante.—¿Quées?LajovenmujerpermanecióinmóvilyJacklearrebatóloqueescondíaenlaotramano.Reconocióel

tiradorde lacómoda.Subióaldormitorio.Nosequitóelabrigoni losguantes.SiChristanohubieseestadodurmiendoensucama,Corynhabríahuidoenelacto.Habríacogido las llavesqueJackhabíadejadoenelmuebledelaentrada,habríacruzado«lapuerta»delalibertad,sehabríasentadoalvolantedelpreciosoJaguaryhabríaidoatodavelocidadalcolegioyluegoalaguardería.Habríasidolibre.«Libre…»Perosubebédormíaenlaprimeraplanta,yCorynsubiólaescalera.Cuandollegóaldormitorio,Jack

estabaderodillas,destornilladorenmano.Nolamiróniunasolavez,perotiródelasiderodelcajón.Sacóunaaunatodaslasprendasquehabíaenél.Ellaaguardójuntoalapuerta.Pensóinútilmenteenelrevólverque llevaba, enuna funda, bajo su chaqueta. ¿Cómohacerse con él? ¿Yquéhabríahechodetodasformas?Jacklamiró.Corynsequedópetrificada.Cuandoélteníaesosojos,lajovenentrabaenotromundo.

Lasparedessecerníansobreellaysololequedabaesperarlasmanosquelamoleríanapalos.MiróaChristadormidita…—Vaya, vaya, vaya…—dijo Jack levantando el libro y el artículo deTimmy—.Esto es lo quemi

adoradamujercitaescondeenlahabitacióndesuinocentehija.Selevantó.Estabaaunoscentímetrosdeella.Nogritaría.¿Paraqué?—¿Dedóndehassacadoestelibro?—DeLondres.Conocíaunachicaenunparqueymeloregaló…ElpuñodeJackgolpeódirectamenteelvientredeCoryn,quiencayóderodillas.—¿Tecreesquevoyatragarmeeso?Escondesunartículodeldesgraciadoeseyunlibropartidoque,

segúntú,tehandadoenLondres,cuandoyoséqueélestabajustoenLondres.Esperounaexplicación,miamor.Coryn se asfixiaba ymiraba los zapatos de Jack. Estaban perfectamente lustrados y anudados. Los

lazosdeloscordonesdebíandemedircasilomismoalmilímetro.Tardeotemprano,recibiríaungolpeconlapuntadeunodeellosenalgunazonadesucuerpo.Jacklaagarródelpeloylapusoenpie.Leapretabaelbrazo,ytodoloqueellapensófue:«Vaapasar

hoy.Hoyeselúltimodía».Alzólacabezaymiróasumaridoalosojos.—EllibroperteneceaMaryTwinston,alaqueconocíenLondres,yelartículoesdeTimmy.—¿Sobrequién?—SobreKyleMacLoganysugrupo.—¡Léelo!—leordenó.—…LamanodeJacklegolpeólacara,yesterepitióconfrialdad:

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—Léelo.«Va a pasar hoy.»Coryn empezó a leermientras Jack se paseaba arriba y abajo por el dormitorio.

Suplicarlequeparaseerainútil.JacknosetransformabaenotroJack.Eraesehombrevolubleyviolento.Coryn sabía que lo que le hacía era inexcusable. Inexplicable. Imperdonable.Y que ella nunca habíatenidoelvalornecesarionilaposibilidaddehuirdeél.Leíaycontrolabasurespiración.Suvoz.YJackse le acercó, sin avisar, sin asestarle un solo golpe. Pero con un giro rápido apretó con unamano elcuelloasumujer.Porprimeravez.—¿Yporquéloescondes?—Mehacesdaño,Jack.—¿Porquéloescondes?—Porquenomedejasvivir.LosgolpesquesiguieronfuerontanfuertesqueCorynfueincapazdeluchar.Cayóalsueloenvarias

ocasiones,encogida.Comounanimal.Elpárpadoderechose lehinchó tantoquenopodíaabrirlo.Lasangreperlabalamoquetarosa.Jackseguíaestirándoledelpeloparatumbarladeltodounosmetrosmásallá.Yotravezyotravezyotravezyotravezyotravezyotravezyotravezyotravezy…unaúltimavez.Sequedóinmóvil.Juntoalacama.EntrevióaChristaatravésdelosbarrotes.Lapequeñalloraba.Su

hijalloraba,perosusgritosnolellegaban.«Vaapasarhoy.»Jacksearrodillóencimadeellayleapretólagargantaconunadesusmanazasmientrassedesabrochabaelpantalónconlaotra.—Noeresmásqueunaguarramentirosayunazorra—murmuróaplastándoleelcuerpo—.Siemprelo

hesabido.Siemprehesabidoquemeescondíascosas.Comotambiénséquenosalisteabuscarelputopelucheporqueolvidastequitartuspelosdemigorra.Estavezseacabó,Coryn.Lefaltóelaire.Alzólavistacuantopudoparaverasuhijaporúltimavez.PerotodoloqueCorynvio

fueelbotónrojodelpesadomagnetófonoquelosniñoshabíanencontradoenlacabañadeljardínentrelasherramientas.EsamismamañanaMalcolmyDaisyhabíanestadojugandoconelaparato.Sehabíangrabado mientras cantaban y le habían hecho escuchar el resultado a Christa. Se habían reído todosjuntos…«¡Oh!Cuántosehabíanreído…»

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3KylellegóporfinacasadeJane.Solo.Patsi se había marchado unos días antes para no viajar con él y los otros miembros de los F…,

eludiendodepasounaentrevistaparaunacadenadetelevisión.Sumadreseencontrabamal.Locualnoeradel todo falso:Marion sehabía caídopor la escalerade sucasay, comoconsecuencia, lehabíaninmovilizadountobillo.Sinembargo,porculpadelasnevadasimprevistas,Kylenopudodespegarhastalamañanadel24de

diciembre,felizdeencontrarasientoenunodelosescasosvuelosprogramadosparaesedía.Comotodoslosaños,pasaríalaNochebuenayeldíadeNavidadenLaCasaconJane.Esanochetocaríaélsoloparaunpúblicoexclusivo.TendríaunosdíaspordelanteparaencontrarlaformadehablarconCoryn.Habíaleídoeninternetque«elconcesionarioJaguardeSanFranciscotienelasatisfaccióndeacogerlosdurantelas fiestas para que sean unas fiestas de verdad. Jack Brannigan los recibirá en persona». Kyle lointerpretó como una señal. Su razón le había recordado que si Jack trabajaba, los niños estarían devacaciones…«Tienequeocurrírsemealgunaidea»,sedijocontodalaconcentracióndequeeracapaz.ElavióndeKylehabíasalidoconbastanteretraso,perograciasaesoelcantantepudodormirdurante

buenapartedelvuelo.AlgoinauditoensusviajesaSanFrancisco.«ElCabrónestámuerto.Quemialmadescanseenpaz.»ElaeropuertoestabacasidesiertoporquelaNochebuenaacaparabaatodoelmundo.Salvoaquienes

estabandeservicio.AKylelegustabatocarenNavidadparaelpuñadodesupervivientesexiliadasenlaresidenciadesuhermana,ypornadadelmundohabríafaltadoasudeber.Demodoquesí,esanocheelmúsicoconsiderabaquetambiénélestaba«deservicio».MarcóelcódigodeaccesoaLaCasa,entróysediounapretóndemanosconDick,elconserje.—¡Contentodevertealfin!—¡Contengodehaberllegadoalfin!—Heescuchadoelpartemeteorológicoy,segúnparece,enLondreshacepeortiempoqueaquí.—Créeme,espeortooodoslosdías.Dicklodespojódesumaleta,suguitarraysuabrigo,yKylerecorrióellargopasillo.Lellegaronlas

vocesdesdeelgransalón.Como todos losaños,habíandecoradoel techoconguirnaldas.DibujosdePapáNoeljalonabanlasparedesyparecíanguiarlospasosdequieneraesperado.

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Habríanpuestovelasenlasmesas,yelpinomásgrandequehubieranencontrado,pordeseoexpresodeJane,presidiríaelsalón.Cuidaríadelospaquetesdelazosmulticolores,escucharíalasrisasdelosniños que tenían la desgracia—o la fortuna— de hallarse allí en esa época del año. Los observaríadesgarrando losenvoltorios, indiferentesa todo lodemás.EraNavidad,y Jane insistíaen recrearunafiestaenfamiliacondesconocidosque,sinembargo,teníanalgoencomún.Kylellegócontantoretrasoquetodoelmundoestabayasentadoalamesa,omásbienterminandode

cenar. Jane les había avisado de la llegada de la estrella, pero guardarían el secreto.No le cabía lamenorduda.En cuanto elmúsico abrió la gran puerta lo recibieron los aplausos.Un poco como cuando salía a

escena. Algunasmujeres chillaron, recuperando al instante sus quince años. Kyle, por su parte, teníasimplementelasensacióndevolveracasa.Alacasadondehabíacrecido.Pero,comosiempre,lamesaseleantojómásgrandequeensurecuerdo.Todoslosaños,alabrirlapuertaesperabacomountontoencontrarasuhermanacenandoenprivado

conDan.JanelediríaqueLaCasacerraba.Queelnegociotocabaasufin.Quesemarchabaaabrirunrestauranteenlaplaya.Encualquierplayadearenasblancasyfinas.Dondehicierabuentiempotodoslosdíasylasaguasdelmarfuerancálidas.PeroKylesabíadesobraqueaquellonoterminaríanunca.—OspresentoaKyle,mihermanopequeñoylaestrelladelafamilia…Denuevo, todo elmundoaplaudió.Almúsico le costó llegarhasta suhermana.Sedetenía conuna

palabraparatodos,aderechayaizquierda,paraaquellosniñosquequedaríanmarcadosparasiemprepor eso. «Esoque, sin embargo, nunca debería haber entrado en sus vidas.»Kyle hizo como si nada,comosisolofuera«el»cantante,ysesentóenlasillalibrejuntoaJane.Suhermanaletendióunplatollenoy,porprimeravezdesdehacíamuchotiempo,Kyledijo:—Tengohambre.—¡Espera!Estáfrío.Voyacalentarlo.—Yavoyyo—dijounavozdetrásdeellos.Kyle se levantó para darle el plato a la señoramorena y sonriente cuando, por el rabillo del ojo,

divisóenlaúltimasilla,alextremodelainmensamesa,aunamujerquellevabaaunbebéenbrazos.Laluzdelasalaerapobreylamujerteníaelpelocorto.PeroKylenotuvolamenorduda.Fue un segundo después cuando el miedo a que no fuese ella se apoderó de él. La mujer volvió

imperceptiblementelacabezahaciaKyle.Esbozóunalevesonrisa.Kylecomprendióqueibaaacostaralbebéylasiguióconlamiradahastaquedesaparecióporelpasillo.MalcolmylapequeñaDaisyibantrotandotrasella.Kylepensó,sorprendido,quelaniñapequeñaquehabíatenidoenbrazosenelhospitalyasabíacorrer.Peromáslesorprendiólapurafelicidadqueloembargó.Leentumeciólaspiernas.SiCorynestabaallí,eraporqueélhabíaestadoenlociertoyellahabíareunidoelvalor.¿Acasono

estabanenNochebuena?—Llegóhacedosdías—dijoJaneenvozbaja—.Tarde.

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—¿Porquénomellamaste?—Fueunpococomplicado.Locualsignificaba,enellenguajedeJane,extremadamentedifícil.—¿Cómoestá?—Solopuedeestarmejor.—Lomiróalosojos—.Teníasrazón,Kyle.—¿DóndeestáeseCabronazodesumarido?—Entrerejas.JaneapoyósumanoenladeKyleyJulydejóelplatoardiendobajosusnarices.—Elasadolohepreparadoyo.Yaverá,estoyhechaunagranchef.—Nomecabeningunaduda.Huelemuybien.Julysonrió.Ellatambiénrecordabasusquinceaños,yKyledevoróelplatobajolamiradadivertida

detodaslaspresentes,queseesforzaronporreanudarconnormalidadelhilodesusconversaciones.Élnodejódemirarelreloj.Corynnovolvía…—¿Quéhabitación?—preguntóaJaneconelúltimobocado.Suhermanalomiróconunacejaarqueada.Kylerepitiólapreguntaconfirmeza.—Veintitrés.Kyleempujósusillahaciaatrásysalióporlapuertaqueseencontrabajustoasuespalda.Recorrióa

grandes zancadas el pasillo hasta la habitación de Coryn, con el corazón en un puño, y llamó consuavidad. Oyó unos pasos que se acercaban de puntillas. La manija se movió y Coryn entreabrió lapuerta.Kyleentróenlapenumbradesurefugio.—Acabandedormirse—musitóelladeperfil.Kylepreguntósilosniñosestabanbien.Corynasintióylehizoentrar.Losdos,unoalladodelotroy

lobastantecercaparasentirelcalormutuo,contemplaronalostrescríosdormidos.—¿Esunaniña?—Sí.—Nacióenjunio,¿verdad?—susurróKyle,querecordabamuybieneldíadesullamadaalhospital.Coryn asintió. Ella también recordaba muy bien el mensaje de la secretaria. Dijo que se llamaba

Christa.—Esadorable.Elbebéarrugósupequeñanariz,ysalierondelcuarto.Lajovenmujercruzóelsuyoysalióenseguida

alpasillo,pormiedoyporreflejo.Jacknoestabaporallí,peroellaseguíatemiendoquelasorprendieraenunasituacióncomprometida.Corynforcejeóconlapuertaparacerrarlaconllave,manteniendoobstinadamentelacabezagacha.De

perfil.Kylelaobservaba.Letemblabanlasmanos.—Noestoyacostumbradaaestacerradura.En el momento en que el joven se acercó a ayudarla fue cuando vio su ojo izquierdo. Entonces

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comprendióporquéevitabamirarlodefrente.Apoyólosdedosensubarbilla.Ellanoopusoresistencia.Sus miradas se cruzaron. Se comprendieron. Kyle lo vio todo. El párpado hinchado, la herida en elpómulo,el labiohendidoylasmarcasoscurasquesobresalíanbajoelpañueloconelquesecubríaelcuello.Asícomolasquenoeranvisibles.Corynsetapólacaraconlasmanos.¡Oh!Noporcoquetería.Niporeldeseodedesaparecerynotenerqueexplicarporquéhabíaaceptadosufriraquello.No.Tansoloqueríacontenerelmarde lágrimasque leresultaba imposiblereprimirunsegundomás.EntoncesKylehizoloquehabíadeseadohacerdesdesuprimerencuentro.AtrajoaCorynhaciasíylaabrazó.«Holdyouinmyarms…»

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Coryn lloró duranteminutos enteros.Despacio y sin ruido.Ninguno de los dos semovió.YKyle nopensóennadamásqueenprotegerla.

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5—Sucamisaestáempapada—dijoellafinalmente.—¿Dequésirvenlascamisassinoesparaenjugarlaslágrimasdelaschicas?Ellasabíaporquéfingíadesenvoltura.Lellegóalomáshondodelalma.Kylelaencontróradiante.

Serena.Terriblementehermosa.Lapuertadelpasilloseabrióconunruido,recordándolesqueelpresenteeralarealidadquetocaba

vivir.AparecióJaneysedetuvo,comprendiendoenelactoquenopodíasermásinoportuna.—Kyle,cuandoestéslisto…Quierodecirqueteestamosesperando.Leshabíaprometido…—Yavamos.Jane desapareció con lamisma rapidez con la había aparecido, yCoryn pensó en las palabras que

Kyle acababa de pronunciar. «Ya vamos» y no «ya voy».Lamiró con expresión interrogante. Ella leindicóqueestabapreparada.Sinunapalabra,sinningúnmalestar,sinromperelvínculoqueloshabíaretenidounoalladodelotro,

avanzaron por el pasillo con una conciencia precisa de la intensidad del instante que acababan decompartir.Felices.Conmovidos.Abrumadosyperplejosporestarallí,juntos.Antesdeabrir lapuertadelsalón,elmúsicodijoquevolvería juntoaelladespuésde tocar.Coryn

sonrió, pero no lo siguió con la mirada cuando él se abrió camino entre las sillas. Los gritos loengulleron. «Necesariamente.»Una estrella… ¡de carne y hueso!Y que esa noche, amenos de cincometrosdelasprimerasfilas,seconvertíaenregalo.Todoslosasientosestabanocupados.Coryntuvoquesentarseencimadeunadelasmesasquehabían

arrimadoa lapareddel fondo.Kylesubióalescenario improvisadoy lo iluminó.«Elescenarioessuvida»,pensólajoven.Eratanevidentecomonatural.Kylesesentóalpiano,colocandoeltabureteenelsitioprecisoquedebíaocupar.Porqueellugardelascosassiempredebeserpreciso,¿ono?Undedoque resbala es una nota equivocada.Una presión demasiado fuerte y la emoción se esfuma…Huye ydesaparece.Lasutilezamuereylabanalidadsustituyeloexcepcional.Lomágico.«Nohacefaltamuchoparacambiarlotodo…»Kyle arrancó dos o tres notas al piano. Sus dedos se deslizaron sobre las teclas como si le

pertenecieranyentonócancionesparalaocasión.—PareceserquePapáNoellasoye—dijoconunguiñoalosniños—.Sipensamosenélconfuerza…

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Lamúsicainundólasalaysuvozenvolvióatodoelmundo.Coryndejósumenteenblanco—comolas otras personas allí presentes— y no dejó espacio para nadamás. Estaba segura de que todos sepreguntabansielartistaeraconscientedesusdones.Cantarytocartanmaravillosamentebienycontantaprecisiónemocionalera…mágico.¿Quéotrapalabrapodíaexpresarlo?Sí,Kyledebíadeserunpocomago.Dehecho,¿nohabíacaptadoloquelepasabaaella?Algodemagiateníaporfuerzaesehombreparapoderpercibirloquenadiehabíasospechadojamás.Kyleseseparódelpianoydijosonriendoquesehabíacalentado…yqueyaerahoradepasarala

guitarra.Tocóycantódenuevo.Estabaenotrouniverso.«Megustaríairadondeélva…»Doso tresveces—enverdad,muchasmás—Corynsupoqueelmúsico lamiraba.Aella.«Amí.»

Faltaban unosminutos para que ya fueraNavidad. Coryn no pudo evitar pensar en sus hijos…En eljuiciovenidero.Enelsiguienteyaterradorenfrentamiento.Eneldivorcio,quelaarrastróaotromundo.Elsuyo.Corynnovolvióalarealidadhastaqueunadelasmujeresdelaprimerafilapidióunacanciónenparticular…Kylerespondióquenopodíatocarlasolo,sinlosotrosmiembrosdelgrupo.OtrapersonadelpúblicopreguntósiPatsiyélhabíanhabladodematrimonio.Élsonrióydijoquesugiraactualeramuyexigente.—Tienesrazón—soltóunadelasespectadoras—.¡Hayquepensarsemucholodecasarse!¿Aquesí,

chicas?Cayeronotraspreguntasextremadamentepersonales,yCorynsesintiómásincómodaqueél.Bajóde

lamesaysefueasucuarto.«Miconciertohaterminado.»

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Jackestabadepiejuntoalaventanadesuceldacuandoelguardiaexigióqueseacostara.—Nilosueñes,colega.PuedequeseaNavidaddesdehaceunosminutos,peronadiesehaescapado

nuncadeaquí.Elpreso seplegóa susórdenesehizocomoquenoveía las llaves relucientesquecolgabande su

cinturayqueentonabanladulcemelodíadelalibertad.Canturreóparasusadentrosque«unbuendía…».—Apropósito,Brannigan,mañanatendráscompañía.—¿EsmiregalodeNavidad?Elguardiasoltóunarisita.—Pse.Enfin,yoquetútendríacuidadodenojugardemasiadoconél.Esunregalonervioso,quédigo,

explosivo.Jack subió al catre bajo la mirada tórrida del guardia, quien le deseó con guasa una muy «feliz

Navidad».Alocualrepuso:—Lomismodigo,señor.Ledolíatantolacabezaquesequedósentadorepasandounaaunalaspalabrasquehabíadichoalos

policías y a su abogadodurante los interrogatorios.Volvió a pensar en lo quehabía callado.EnMacLoganyenelartículoquelaestúpidadesumujerhabíahechodesaparecerjuiciosamentedeldormitorio.«Eres astuta.Yo también,mi amor.Y te agradezcode antemanoquemehayasdado carta blancaparaarrancarlelapielcontodalibertad.»Jackhabría sidounexcelenteajedrecista sihubiese tenido inclinaciónpor el juego.En fin,por ese

juego.LainexistenciadelartículosignificabaqueCorynnodiríanada.«Paraprotegeraldesagraciadodesucantante.»AsíqueJackharíalomismo.«Paranoatraerlaatenciónhaciaelpuntoexactodondequierogolpear.»¡Oh!¡Ytantoquesí!¡EsaeralanochedeNavidadydelosdeseos!Branniganhizosulistacomoun

niñomimado.Jugaríasuscartasconfinurayseríamuyprudente.NocomolaarañadescerebradaquetuvolainconscienciadecruzareltechojustoporencimadeunJackentrerejas.Laaplastóconlapalmadelamano.—FelizNavidad,zorra.

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Lo inefable. Los secretos. Las cosas que no contamos por pudor. Las cosas que nos guardamos pormiedo.Lascosasquecallamosapropósito.Lasquenopodemosrevelarporimposibilidad.¿Dóndemetemostodosestoshorrores?¿Enquéseconvierten?¿Decidennuestravida?

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Tresgolpessecretos.Comotresnotasdemúsica.Corynabriólapuerta.Kyleestabaallí,conunabotelladechampánenlamano.—¡FelizNavidad!Tambiéntraigozumodenaranja.—Gracias.—Teníamiedodequetehubiesesacostadoya.—No—dijo—.He…he…No pudo confesarle que se había quedado dando vueltas por su cuarto, tratando de ordenar

racionalmente sus locos pensamientos.Se había tomadodos vasos grandes de aguay había abierto laventana para dejar que el frío mordaz desinfectara la estancia de sus ideas negras.Mil veces habíadudadosivolveralcomedor.Peroasistiraldesplieguedecuriosidadnoeradecenteparalajovenmujerrubia.Demaneraquenoselehabíaocurridonadamejorquerecorrerlosdocemetroscuadradosdesuhabitación-salóntorturándoseelespíritu.YenesoKylehabíallamadoasupuertayestabaallí.Ensuhabitación.Sonriendo.—¿Puedo?—preguntóélseñalandoelsofáquehabíajuntoalapared.—Sí,sí.Sesentóy llenóunacopadechampánhastaelbordeydespuésotradezumodenaranja.Susgestos

eranseguros.Notemblócuandolevantólascopas,yCorynsedijoquenotabaquealgofluíaentreambos,comocuandosehabíanconocido.Laausenciadeextrañezaenpresenciadelotro,unsentimientoquelehacíasentirsenatural.Bien.«¿Completa?»Kyle lededicóunasonrisa;una invitación.Ellasesentóasu ladoyaceptó lacopadezumoque le

tendía.—Pideundeseo.Unogordo,hermoso.Irracional.—Creoqueyamehasidoconcedido.—Pideotro—añadiómirándolaalosojos.Corynagachólacabeza.—Jamáshabríaimaginadoqueundíatendríalafuerzade…—Cerrólosojos.¡Oh!¡Lasmalditaslágrimas!—Sinti,yo…

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—Sintiysintuvalentía,Coryn,noestaríasaquí.Tenloporseguro.Noquedabanadaqueañadir.Losdoslosabían.ElladiounlargotragoalacopadeKyle,notandoel

estallidodecadaunadelasburbujascontrasusmejillas,ysusaboryhastasumúsica.Kylelepasóelbrazo por los hombros, apagó la luz y la estrechó contra sí con lamayor de las delicadezas para nodespertar ningunade susheridas. ¿O fue ella la que se reclinó sobre él? ¿Cómo saberlo? ¡Yquémásdaba,alfinyalcabo!¿EraonoeraNavidad?YtodoloqueKyledeseabaesanocheerateneraaquellamujerentresusbrazos.Habríaqueridotenerelpoderdealiviarsusdolores.Deborrarlos.Oinclusodeabsorberlos.Teníasuficientefuerzaparaello.Perosabíaqueeradesesperantementeimposible.La luna tuvo tiempo de jugar al escondite con las nubes antes de que los músculos de Coryn se

relajaran.Entonces,de formaapenasaudible,empezóahablar.Del instanteprecisoenqueJackhabíaaparcadosucochedeslumbrantealaentradadelTeddy’s.—Yoacababadecumplirdiecisieteaños…yJackllamabatantolaatención…Enmicasa…SuvozquedósuspendidayKylemurmuró«losé».Durantelargosminutosellanodijonadamás.Kyle

sesumióensusilencio,ensumundo,comoCorynsehabíasumidoenelsuyo.Laimaginóentrandoenlaiglesiadelbrazodesupadre.Debíadellevarlamelenarecogidaenunmoño,ysuvelo,danzaralviento.Habíadicho«sí»yhabía firmado.Seguramentehabía jugueteadocon la alianzaen sudedoduranteelbanquete…¿Pensabaellaensunochedebodas?Kyle volvió a la realidad cuando Coryn evocó sus sentimientos mientras esperaba la llegada de

Malcolm.Habíaaceptado…elresto.Comocontrapartida,porqueyaerademasiadotarde.—Losé.Esunaidiotez.Peroolíatanbienyparecíatanllenodevida,tanvigoroso,quemedijeque

habíaquepagarunprecioportenerunbebétanguapo.Por suparte,Kylepensóque eseniñodebía llegar.Ynootro.De lo contrario esanocheCorynno

estaríaallí,entresusbrazos.Asalvo.«Lavida…»LajovennodijonadadelaprimerabofetadadeJack.Nidelasdemás.Nidelospuñetazos.Nidelas

patadas.Nidelasvecesquelahabíatumbadosobrelamesadelacocinaosobrelalavadora…Nideloqueellaveíaensusojoscuandoteníaganasdejugar.Kylenopreguntónadanidejóentrevernada.Coryndebíaexteriorizarloqueestuvieradispuestaacontarle.Élqueríaescucharloqueelladecidiesedecir.Queríasuspalabras.Aunasí,unarabiaasfixiantelecorroíacadavezmáslasentrañas.Rabiaqueveníaasumarsealaqueyasearrastrabaenlasprofundidadesdesuserysenegabaaabandonarlo.CuandoCoryn lecontó lodelcajónyeldestornillador, lehablódel libroquehabíaocultado.Kyle

supoquesiJackpudieraentrarenesemismomomentoenlahabitacióndondeestaban…«seríacapazdematarlo».—…YentoncesvilosojosdeChrista.Ylaluzrojadelmagnetófono.Alarguéelbrazoalmáximoyle

sacudícontodasmisfuerzas.

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CoryntampocodijoquesehabíaquedadomirandoaJackcuandocayódesplomado,sinconocimiento,sobre la gruesamoqueta rosa.Ni que le había quitado el arma que guardaba bajo la axila y lo habíaapuntadoconella.Queduranteunossegundoshabíatenidoelpoderdedecidirsobresuvidaosumuerte.Matarlo la habría enviado directamente a la cárcel. Sin sus hijos. Tampoco dijo que en ese precisominutohabíadeseadosusufrimiento.¿NohabíarepetidoJackunayotravez«yosintimemuero»?NodijonadadelartículodeTimmyquehabía tiradoal fuegopor instinto.PerocontóquehabíacogidoaChristaylasllavesdelbonitoJaguarblanco.Habíarascadolaimpecablepinturadelasdosportezuelasderechas contra las enormespiedrasque señalabanelprincipiode la entradade la casa.No sehabíadetenidoaatarasupequeñaensusillita,selahabíasentadoentrelasrodillas.Habíabajado a todogas a la guarderíayhabía recogido aDaisy sindecir palabra, bajo lamirada

atónita del personal. Luego fue directa al colegio y llamó tan fuerte a la puerta que la directora enpersonafueaabrir.Entonces, solo entonces, se desmoronó.Sintió un repentino e intensodolor en la cara, el cuello, el

vientre, laespalda,peroexigióquelacondujeranal1918deBoydenStreet.Unpolicíaquepatrullabaporelvecindariollegóalospocosminutosylaconvencióparairaurgencias.AllífueabuscarlaJane,quien se ocupó de los niños durante los exámenes y los cuidados médicos. Luego se sucedieron losinterrogatorios.Ydemadrugada Jane los llevó aLaCasa.Coryn no derramóni una sola lágrima.Locontótodo.Ocasi.CuandoporfinJanelediolallavedesuhabitación,lajovenmujerreclamóunastijeras.—¿Tijeras?Pero…—Paracortarmeelpelo.Janese las llevóy,mirándolaa losojos, ledijoqueconfiabaenella.Loquesignificaba«nadade

tonteríasni…».—Soloquierocortarmeelpelo.Soloelpelo.Lasdejarédelantedelapuertadentrodeunosminutos.Janevolvióapasar«unosminutos»mástarde.Enefecto,enelpasillohabíaunacantidadincreíblede

cabellosrubiosysedosos,ylastijerascolocadascuidadosamenteencima.Comose filtraba luzpordebajode lapuerta, Jane llamóparacomunicarlequehabíanencontradoa

Branniganerrandoporelvecindarioyque…

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—… lo han detenido. Si quieres, mañana podemos acompañarte a tu casa para que cojas algunascosas.—Noquierovolvernuncamásaesacasa.—Yomeencargarédetodo.—¿Hahablado?—preguntóCoryn,inquieta.—Dicequenoseacuerdadenada.Denadaenabsoluto.—Miente.—Sinduda.Todosdicenlomismo.Afirmanquehanperdidolacabezaenelsentidoliteralyfigurado.

Porquelesconviene.«Soloqueyolehegolpeado.»CoryncomprendióenseguidalatácticadeJack.Aprovechabaqueella

lehabíadadovariosgolpesenlacabezaparasostenerquenoteníaningúnrecuerdo,perotambiénparanomencionarelartículodesucuñadoniellibrodeMary.LetocaríaaCorynexplicarelmotivodelapelea.Demostrarquehabíahabidootras.Explicarlosgolpesytodolodemás.Deentrada,supoqueeljuicioseríatenso,peroesehechonoafectósudecisióndenodecirnadasobreelartículo.NadiedebíasospecharqueKylehabíadejadohuellas.—Kylemehabíacontadolotuyo.Corynnoreaccionó.—DespuésdelaccidentedeMalcolmestabamuyafectado.Mehablódeti.Esdecir,deloquetemía

porti.Lajovenmujerpermanecióensilencio,peroescuchóatentamentelaspalabrasdeJane,quienhizoun

breveresumendesuvidayconcluyóasí:—Quieroquesepasquetengounamigopolicía,unmuybuenamigo,quehizorondasportucallede

formadiscreta.Pordesgracia,nuncavionadaquenoshubiesepermitidoactuar.—Nadasefiltrabaalexterior.—Lo siento en el alma—confesó Jane cogiéndole unamano—.Y sobre todo siento rabia.Habría

podido…Corynlainterrumpióydijoqueellamismahabíatardadodemasiadotiempoenadmitirlo.QueKylela

habíasalvadocuandoquisodarlelatarjetadeLaCasa.—Perocuandolospolicíasmehaninterrogado—añadiómirándolaa losojos—leshecontadoque

consultélaguíatelefónicadespuésdelahemorragiayqueelnombreLaCasamehabíadadoseguridad.—Sialgunavezcambiasdeidea,estoyseguradequemihermanoaceptarásertestigo.—NoquierohablardeKyle.NoquieroqueJacktengaunsolomotivoparajustificarse.Silosacoa

relucir…—Esmejor,estoydeacuerdo.Nopodemospermitirquesuabogadopuedainsinuarquetumaridotenía

razonespara«perderlacabeza».—Nunca he hecho nadamalo—repuso la joven con una firmeza desconocida para ella—.Cuando

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empezóapegarme,Jacknoteníaningúnmotivo.Searrogóesederecho.—Puedesestartranquila,Coryn.Nodirénada,yvoyaencargarmedequevayanaporturopa.

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KylesedespidiódeCorynpocodespuésde las tresde lamadrugada.Sí,eramejorquevolvieseasuhabitación.Encuantoadormir…¿Cómohacerlodespuésdesemejantenoche?Despuésdeloqueellalehabíacontadoyloqueélhabíasentido.Mucharabiaymuchas—demasiadas—emociones.Pasópordelantedel cuartode Jane.Lapuerta estaba entornada.Llamó.Ella abrió, conel teléfono

pegadoalaoreja.Suvozteníala«tonalidad-Dan».Kylesedejócaerenelsofáyescuchódistraídamentelosúltimosretazosdelaconversación.—¿Dóndeestáaestashoras?—lepreguntócuandohubocolgado.—Deservicio.JaneseencogiódehombrosydijoqueDanlosvisitaríaaldíasiguiente.—Ytú,¿dóndeestabas?—ConCoryn.—¿Y…?—Ynada.Hemoshablado.—¿Quétehacontado?—preguntóJane,quenoqueríatraicionarlaconfianzadelajovenmujer.—Mehahabladodesuinfancia,decuandoconocióalCabronazo.Desushijos.Desuaislamiento.De

susoledad…ydelalucecitarojadelmagnetófono.Nomehadadodetallesdel«resto».—Muchas no consiguen verbalizarlo. Necesitan tiempo para comprender, necesitan tiempo para

admitirloshechosy…necesitantiempopararehacersuvida.Kyle y Jane semiraron. Lo sabíanmejor que nadie, recuperarse era como olvidar: un deseo en el

vacío.Kyleseapartóelmechóndelafrente.—Mepongoenfermo.Tendríaquehaber…—Noslodecimostodos,Kyle.Janesesentóalladodesuhermanoenelsofá.Notabasurabia,perotambiénlodemás.Kyleextendió

piernas y brazos. Dejó escapar un interminable suspiro. ¡Oh! Sabía muy bien lo que Jane estabapensando.—Larespuestaes«puede»—afirmócerrandolosojos.—Teestásmetiendodondenodebes.—Jane…Cállate,porfavor.

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—Nomegustaquehablesasí.Abrió losojosy le recordóqueellahabíasido laamantedeDandurantecasidoceañossinqueél

hicieraelmásmínimocomentario.—«Noeligesaquienamas.»¿Noestuyaestafrase?—¿YPatsi…?Trasunsilencio,Kyledijoconvozgrave:—Pues… para resumir las cosas, estamos en plena fase de reflexión sobre nuestro futuro. No

profesional,teloaseguro.—¿PorculpadeCoryn?—PatsinosabenadadeCoryn.Janehabría dichoque esmejor desconfiar de lo inefable, de las cosas queocultamosy de las que

callamos…Peroellatambiénsecontuvo.—¿Porquénomehabíascontadonada?Kyleseencogiódehombros.—Acabasdedecirquenecesitamostiempoparaentenderlascosas,¿no?—Patsilasentienderápido.—Patsitienesuerte.Añadió que no sabía muy bien en qué punto se encontraba. Estaba tan seguro de que Coryn lo

perturbabacomodequenoharía…—…nadaquenofueraayudarla.Porqueessimplementeimposible.¿Sabesloquesoyylavidaque

llevo?YloqueCorynnecesitanuncaseráuntipoqueevolucionaenunmundoparaleloysepasalavidaenlacarretera.Miródenuevoasuhermanaunbuenratoyconcluyó:—¿Ves?Losé.Mividanoescompatibleconlasuya.Janelomiróalosojos.Teníanunaexpresiónsincerayluminosa.«Casisinsombras.»—Pero…—Pero¿qué?—Estoyesperandoel«pero»quecasiveoentufrente.—Pero…—confesó— eso no cambia en absoluto el hecho de que podría haber funcionado entre

nosotros.Enotravida.Janenopreguntócómopodíaestar tanseguro.«Pregunta idiota»,habríarespondidoél.Parece tonto

decirlo,perocuandoestásatentotienescertezascomoesa.Kyle siguió hablando, y su voz adoptó esa vez una tonalidad que, en otras circunstancias, habría

arrancadounacarcajadasinceraasuhermana.—Tieneesasutileza,esafinura,esaelegancia…quemeacompañaránymefaltaránduranteelrestode

misdías.

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Jane apretó su mano y afirmó con tanta convicción como pudo que hacía bien en «mostrarserazonable».—Pero,malditasea,esperoqueesecapullosigaentrerejaslosañossuficientesparaqueellarehaga

suvidaconuntipodecente.—¡Oh!Nodeberíaspreocuparteporeso.Kyle se incorporó y preguntó con una inquietud apenas disimulada si Jane insinuaba queCoryn ya

habíaconocidoaalguien.—Apartedeti,nadiequeyosepa.—Memueroderisa.—Loquequierodecir—siguióella—esque,engeneral,lajuezaMacHenryesquienllevaestaclase

deasuntos.Noesunamujercomplacienteyese«capullo»nodeberíasalirdeprisiónmañana.—¿Ysisuabogadodemuestraquetuvounainfanciaterrible?¿Quesupadrelepegaba?—Nocreoqueseaelcaso.—¿Cómolosabes?¿Hasinvestigado?—No.—¿Quésabesdeélentonces?Janesuspiró.—Nograncosa.—¡Jane!Teloruego—suplicóKyle.—Loquesé,loqueDanhapodidoverdesuinforme,esqueJackBrannigannosehaquejado,comola

mayoría de los tipos de su calaña, de haber sufrido violencia durante su infancia. De su madre, enparticular.Élmismoafirmaquecreciócomohijoúnicoenunafamiliasinproblemasyacomodada.Supadreeramédicoysumadreseocupabadeél.Parecequenotienegrancosaquereprocharaningunodelosdos.—¿Intentasdemostrarmequenadaeshereditario?Janenegóconlacabeza.¡Oh!Sabíamuybienloquesuhermanoinsinuaba.—¿Estánmuertos?—Sí, desde hace años. Su padre sufrió un cáncer de pulmón y su madre un paro cardíaco poco

después.Corynnisiquieraloshaconocido.—Entoncesintentaráqueparezcapasional.—¡Kyle!¡Noseaspájarodemalagüero!¿Teestásvolviendounpirado?—Yono,Jane.Elpiradoesél.Aunquetratarlodepiradoseríaexcusarlo.—Notepreocupes.Nadievaabuscarlecircunstanciasatenuantescuandonolashay.—Siesnecesario, testificaré.Diréquenoté…algocuandohabléconCorynenelhospital.Esmás,

habríaquebuscartambiénaaquelchicodelaparcamiento,porque…—¡Kyle!—lointerrumpióJanenegandootravezconlacabeza—.Corynnoquierequehablemosdel

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asunto.Ytienerazón.—¿Esotehadicho?¿Porqué?—Sí,esomehadicho.Yno,másvalequenoteimpliquesenestahistoria,másalládelaccidentede

Malcolm.Hayqueevitarponerlaenunasituaciónembarazosa.—MiróaKyle—.Nosabesquépuedesuponerladefensa.Siaparecesensuvidacomoalgomásqueeltíoqueenvióasuhijoalhospital,harántodoloposiblepordesacreditarla.Repito:todo.Podríashastalegitimaraojosdealgunoslosgolpesqueharecibido.Kylepermanecióinmóvilyensilencio.—Noolvidesquelainterrogaránparaintentarquemetalapata.Siconsiguensembrareneljuradola

sospechadequealbergabalamásmínimasombradeatracciónhaciati,elcasoestaráperdido.—¿Yquépasaconestaresidencia?—Corynselasingenióparasalirdelpasocuandolepreguntaron.Dijoquemiróenellistíntelefónico

cuandotuvolahemorragiayqueelnombre,LaCasa,ledioseguridad.Losazaresdelavidahanhechoelresto.Kylesonrió,siesquepodíallamarsesonrisaaaquellaespeciedemueca.—Pero aquí nadie sabe lo del accidente de Malcolm, así que sería conveniente que fuéramos

discretos.Estacasaesgrande…—Tomonota.Nadiemehavistoentrarosalirdesuhabitación.Janeasintió.—Sin embargo, tenéis que poneros de acuerdo en que no habéis vuelto a veros entre el día del

accidenteyhoy.Yahoraestoypensandoqueseríamejorquenotepusierasencontactoconellahastaelfinaldeljuicio.Loquequierodeciresquenocometasla«tontería»depedirsunúmeroalacentralita,porejemplo.Amísolomellamaalmóvil.—¿Esseguro?—EstáanombredeDan.EsnecesarioqueCorynpuedadivorciarsecuantoantes.KylecaptóloqueJaneledabaaentender.Asuhermanayalehabíanpinchadoelteléfonoysehabía

metidoenunmontóndefollones.Janesepasólamanoporlafrente.Elmúsicoviolassombrasbajolosojosdesuhermanaysusprimerascanasperdidasentresusrizosmorenos.JaneañadióquetambiénledaríaaCorynunteléfonoseguro,pero…—…eltuyonoloes.Nuncasesabe.Enfin,compórtatecomosueleshaceraquíytodoirábien.Kylesonrióyselevantó.—Estabaricalacenadeestanoche.—Ah,pero¿lahasapreciado?Porquealavelocidadquelahasengullido…Kylenopuedoreprimirunbostezolarguísimo.—Veaacostarte.Estásenplenodesfasehorario.Ambos se levantaron y Kyle le pasó un brazo alrededor de los hombros a Jane. Dijo que estaba

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contentodeestar«encasa».Permanecieronasíunosinstantesmás,abrazados,luegosedieronunbesoysedesearon«lomejor»,comocadaaño.Kyleapoyó lamanoenelpomode lapuerta,perosevolvióbruscamente,conunaexpresióndeinquietudenelrostro.—Repiteloqueacabasdedecir.—Hedichoquevayasaacostarte.—No.Lodelahemorragia.¿Sabessifueposterioralparto?—No,fuedespuésdeunos…Secensuróylolamentóalinstante.—¿Quépasa?—…—¡Jane!—SiCorynnotehadichonada,nopuedocontártelo.—¿Quélehizo?Janesediomediovuelta.Kylelaretuvodelbrazo.—¡Jane!Escrutólosojosdesuhermana.—Puedequefueranfragmentosdemembranaplacentaria.Puedeque…Kylepalideció.Comprendióquiénlehabíaprovocadolahemorragia,sinlugaradudas.—Nomedigasqueencimala…Kylenopudoterminarlafrase.EstabatomandoconscienciadeloquehabíasidolarealidaddeCoryn.

Yduranteañosenteros.Derabia,golpeólapared.—Tendríaquehaberlomatado.¡Tendríaquehaberlomatadoenaquelaparcamiento!—No—dijo Jane con toda la firmeza de que era capaz—, lo que necesitamos es que permanezca

encerradoelmayortiempoposible.Esoesloquepodemos,yloquequeremos,conseguir.Yqueacepteeldivorcio.¡Oh!Kylesabíaquesuhermana tenía razón.PeronopodíadejardepensarenCoryn.¿Cómohabía

aguantado? ¿Con cuántas ramas de árbol se había desgarrado los dedos? ¿Había pedido ayuda algunavez?¿Porquénolahabíaconocidoélcuandoteníadiecisieteaños?¿Cómodormirdespuésdesabertodoeso?

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DurantetodalanocheKylerogóaMigrañaquelonoquease.Queabsorbierasustormentos.Susdeseosdeviolencia.Violasmanosfrágilesyligerasdesumadrerozandolasteclasblancasynegrasdelpiano.Recordó haberle preguntado cuáles prefería. Ella se había echado a reír, respondiendo que hay díasbuenosyotrosmenosbuenos.Avecesestástriste…—…yavecesunamariposaseposaenlaventanayentoncespuedestocarunamúsicaligera.Espor

esosdíasporloquehayquevivir,Kyle.Alniñoqueeraentoncesleparecíaquesumamálehablabadecosasmuyraras.Habríapreferidoque

dijeraqueeramagayqueteníapoderesparahacerbrotarlasnotas.Lehabríagustadoloquefueracontaldequeellanoestuvieratriste.Esanoche lehabríagustado tenerla juntoa élparapreguntarlequédebíahacer.Sinembargo, enel

fondo,sabíadesobraquesiemprehabíaestadosolo.Inclusocuandosumadreaúnvivía.«La vida…», pensó cuando las primeras luces de la mañana se colaron entre las cortinas de la

habitación. El despertador marcaba las ocho. Fue incapaz de salir de la cama. El cansancio, lasemocionesyeldesfasehorarioterminaronporarrastrarloaunsueñofallido.«Lavida…»,sedijodenuevo,ysedespertóconunsobresalto.Suteléfonomóvilestabasonando.No

fuelobastanterápidoparasacarlodelbolsillodesusvaquerostiradosporelsuelo.PeroaPatsilesobrótiempoparadejarlenounmensaje,sinodos.Pasaríaarecogerloaldíasiguientesobrelascincodelatardeparala…—…reuniónconMikeBealsencasadeSteve,enLosÁngeles.Aviónalassietedelatarde.Regreso

aLondresel29.Conciertoel31.Nuevasfechaseuropeas.Findelasvacaciones.Findelprimermensaje.«QuéincreíbleabismoentreCorynyyoyquéinsoportablesimilitud.»Lavoz

dePatsisiguióanunciandoqueelfutbolistaCarlosMerina,elídolodesujuventud,almorzaríaconellosdosdíasdespués.—Noséquéponerme…Peroimaginoqueesoatitedalomismo.Luegoconcluía:—Aún sin una respuesta precisa y exacta sobre nuestro «caso». Si voy a buscarte es porque no

queremos que nos hagas perder el tiempo no estando presente.No tienes elección,Kyle. Pase lo quepase,otravezencasadeJane.

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«Pase lo que pase, otra vez en casa de Jane.» No, Kyle no era el único que tenía inspiración.Respondió«OK»conunSMS.Envióelmensajeolvidandoañadir:«FelizNavidad».Seafeitó,seduchó,sepusounacamisablancayfuealagransalaconelpelohúmedo.

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Cuandoelmúsicoatravesólapuerta,localizóaCoryn,sentadaenelmismositioalfinaldelamesaconsushijos.Llevabaunjerseydecuellovueltoblanco.KylesiguiólosconsejosdeJaneysesentóensusitio.Oyóvarios«felizNavidad»,yrespondió:«¡Igualmente!».SelepasóporlacabezaenviarunSMSaPatsi.Peronohizonadaydevoró todoloquesirvieron, interviniendoen lasconversaciones.Aguardóprudentementeaqueterminaralacomidaparaencontrarlaocasióndehablarconlajovenmujerrubia.Para estar cerca de ella unmomentomás. Para sentirse… feliz. ¿Era o no eraNavidad? «¿A cuántosmomentoscomoestetenemosderechoenlavida?»Corynselevantóconelbebésinvolverseniunasolavezhaciaél.Kylelasiguiódiscretamenteconla

mirada.Janeapoyóunamanoensubrazo.—Ve a prepararnos el café, por favor. He dicho a todo el mundo que eras el rey del café. Y tú,

Malcolm,yaquepasasporaquí,¡veaayudaraKylealacocina!—Aver,¿cómovaesebrazo?—preguntóelmúsicocerrandolapuertadetrásdelniño.—Bien.Estoycurado.Pero—añadióconinquietud—mamáhadichoquenotengoquecontarquete

conozco.—¿Teacuerdasdemí?Elchavalasintió.—Entoncespodemosexplicarquesomosamigosdesdequeeresmipincheenlacocina.—¿Quéhago?Kylelepropusoquecolocaralastazasenlasbandejas.—Nohetenidolaoportunidaddedecírteloenpersona,Malcolm,perosientomucholoquepasó.Elniñoseencogiódehombrosyaseguróqueeraculpasuya,detodosmodos.Queahoraestabaatento

cuandocruzabalacalle.—¿Tehanpuestoclavos?—No.Mehanpuestounaespeciedetornillosquedesaparecensolos.—¿Notelosvanaquitar?—preguntóKylemientrasvertíaaguaenlascafeteras.—Bueno,handichoquenohacíafalta.—¿Yanoteduele?—¡No!Segúnelmédico,puedohacertodoloquequiera.Menosboxear.

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Transcurridosunpardesegundosañadióquenolegustabanlasriñas.EltonodeMalcolmimpresionóaKyle.Elpequeñodejólaúltimatazayalzólavistahaciaél.—Hedichoalapolicíaquenosabíalodemamá.Nosabíaloquepapálehacíaamamá.Elmúsicosearrodilló.—Noesculpatuya.—Esbuena,mamá.Noentiendoporquélehapegado.—Escomplicadodeentenderydeexplicar.Inclusoparanosotros,losmayores.Elcríolomirófijamente.SeparecíaaCoryn.«Tienesupeloysusojosclaros.»Kylepensóqueera

algobueno.—Loodio.Malcolmmetiólasmanoshastaelfondodelosbolsillosdesusvaquerosysoltómuydeprisaqueno

sabíaporquésumamánohabíacontadonada.—Avecesessoloporque…noesposibledecir lascosasenelmomento.Ydespués,yanopuedes.

Pocoapocopierdeslacostumbredehablar,sobretodocuandotienesmiedo.—¿Túyahastenidomiedo?—¡Milesdeveces!—¿Cuándo?—Cadavezquesuboaunescenario.—Yotambién,mepasaigualcuandolamaestramedicequereciteelpoema.La puerta se abrió y apareció Coryn, seguida de Daisy. Sonrió de una manera que habría podido

tumbaraKyledenohabertenidolamanoapoyadaenelhombrodeMalcolm.—Janemehapedidoquevinieraaayudaros.—Nonos las arreglamosdel todomal—respondió el joven levantándose y dando las gracias a su

hermana,aPapáNoel,alosastrosyalaSuerte—,peronosencantaquenosayudes.Corynechóunvistazoalasbandejasyprecisóquehabíanolvidadolascucharas.Confióelazúcara

DaisyylalecheaMalcolm.—VigilaaChristaensubalancín,porfavor.Losniñossalieron.Lapuertasecerró,KyleyCorynseencontraroncaraacara.—FelizNavidad—dijoél.—FelizNavidadatitambién.Deformatanmilagrosacomosimultánea,amboshicieronaunladosuatormentadanoche.Kylesolo

veíalasonrisadelajovenmujerrubia,quevolvióatransportarloalpresente.Laencontróinclusomáshermosaque lanocheanterior,yellanodijonadadelvacíoquehabía sentido tras supartida.Niquehabíapermanecidotumbadasincerrarlosojoshastaelamanecer.—¿Cómoestás?¡Oh!Corynmurmuróqueseencontrabamejorqueeldíaanterior.Ymuchomejorquedosdíasantes…

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ViolasojerasdeKyle,perofingiólocontrario.Haypreguntasquenosehacen.Sonriódenuevoypusola primera cafetera en una de las bandejas. Luego se apostó delante de la segunda, que terminaba sucometidoconruidoylentitud.Kyleseacercóaellaylepreguntócómoseloestabantomandolosniños.—Daisyesmuypequeña.PeroMalcolm…Levantólavistahaciaelmúsico.—Lehedichoquesupadremehabíapegadoyquenoeralaprimeravez.—Hashecholoqueteníasquehacer.Hayqueresponderasuspreguntas.Sumiradalaperturbó.¿Sabíaélporloquehabíapasado?¿Porloquehabíapasadorealmente?—Noteníasotrasolución,Coryn.Almarchartelosestásprotegiendotambiénaellos.Lacafeteraanuncióaltoyfuertequeyaestabalista.Corynalargólamanoparacogerla.Kyleestuvoa

puntodealargarlasuyaparatomárselaentrelosdedos.Peroel«fantasma»deJaneletiródelaoreja.Kyledijoquehabíahechobienenquitarselaalianza.Corynseacordódequelateníaenelneceser.—Júramequejamás,jamás…volverásconesedesgraciado.Pormuchoquetediga.Pormásexcusas

quetedé,porquetepediráperdón,esoseguro.Coryndejólacafetera.Lomiró,yélviotodosuodio.—Nosoymuyvaliente,perocreoquesílosuficienteparavivirsinélapartirdeahora.—¿PiensasvolveraInglaterradespuésdeljuicio?—¡Oh!Nolosé.Muchascosasdependendeljuicioydeldivorcio.—¿SabíasqueconocíatuhermanoenLondres?—No—respondióCorynsinvacilar—.Nonosllamamosmucho.Suinstintolahizomentir—inclusoaKyle—,peroporqueledictabaconautoridadquenadiedebía

sabernada,apartedeellaydeJack.Kyleleresumiólodeladedicatoria,latarjetadeTimmy,sucamisaroja entre el público. Ella dijo que no volvería a casa de sus padres. Que no lo entenderían y ladevolveríanaJackencuantopudieran.—Noquieroavisaramifamiliademomento.—¿Tienesdinero?Puedoayudarte…—Teloagradezco.Miabogadoseocupadetodo.Y…hedecididoconfiarenél.—Sinecesitascualquiercosa,Coryn,tepidoquemelohagassaber.—Lo que necesito—insistió ella como si hiciera una promesa— es salir de esta por mí misma.

DurantetodosestosañosJackmeharepetidoquesinélyonosoynada.Kyleasintió.Añadióquenoseloperdonaba.Quesihubieraseguidosuinstinto…—No,Kyle.Notienesnadaquereprocharte.Luegoinclinólacabezayafirmóquenuncasevieronenaquelparque.—Claro.Janemeloexplicóayer.Oanoche,nolotengomuyclaro.KylesonriódetalformaqueempujóaCorynacogerunadelasbandejas.Élhizolomismoconlaotra.

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Luego,comositalcosa,antesdeabrirlapuertalepreguntócómoestabaelabedul.Ellarespondióquehabíaperdidotodaslashojas.Ambos se colocaron a un extremode lamesa.Coryn sirvió las tazas yKyle las fue pasando a los

demás.Sesumaronalaconversacióndelcomedor.Sinescucharnada.Sinmirarse.Suscodosserozaban.Sus brazos se aproximaban por voluntad propia.Durante un buen rato se buscaron y solo sintieron elvacío.—Eslamía—dijoél—.Llénalahastaarriba.Mehesaltadoeldesayuno.Ellaleofrecióunatazaquecasirebosabaantesdevolverconprudenciaasusitio,enelotroextremo,

yélsesentóalladodeJane.—¡Oh!¡Mirad!¡Estánevando!—exclamóunodelosniñoslevantándose.—PeroenSanFranciscononieva,¿no?—¡Pueshoysí!

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Sí, era Navidad. Y como en una fiesta familiar ideal —donde todos se esfuerzan por evitar losenfrentamientosylasvocesalzadas—,traslospostresloscomensalessedistribuyeronentrelacocina,elsalón,lasmesasdondesejugabaalascartas,lossillonesylasaladeestardondeestabaeltelevisor.Esedíadebíaserapreciadoensujustovalor.Paralasmujeresquehabíansuperadoelúltimocombatecontrasímismas llegando hasta allí esaNavidad tenía que ser algo excepcional. Un recuerdo al que poderaferrarselosdíasdepánicoextremo.CorynsemezclóconelrestodelasacogidasenLaCasay,comoellas,realizóidasyvenidasentresu

cuarto,dondedabaelpechoaChrista,ylasdistintasestancias.SecruzóconKyleenvariasocasiones.Sesonrieron,divertidosporhaberlevantadolavistaenelmismomomento,ysebuscaronconlamiradahaciendomilesfuerzosporocultarlo.Las horas pasaron volando, los inusuales copos parecían como suspendidos y la luz declinó.

Encendieronvelasyalgunaslámparasaquíyallá.Conlapenumbra,lasguirnaldasrecuperaronsubrilloalegre.Losniñosreíanysedivertían.Algunoshacíancarrerasacuatropataspor lospasillos,algunoshacían carreras con sus coches, otros se entretenían conmuñecas u ocultándose por los rincones, losmayoresjugabanaserlosmayoresylostragonesreclamaronsúbitamentecomida.Fuenecesarioafanarsedenuevoenlacocina.Kyledudósiofrecersuayuda,peronohabríapodidoresistireldeseodeestarcercadeCoryn.DemasiadocercadeCoryn.Entonces se dejó atrapar por una cuadrilla de críos y agarró su guitarra por enésima vez ese día.

Canturreó,explicó,relatóyrespondióasuspreguntasmientrastodosmirabansusmanoscomoélhabíaobservadolasdesumadre.Y,enelespaciodeunossegundos,lajovenmujerrubiapermaneció,ellatambién,inmóvilenelmarco

de lapuertadelsalóny,«forzosamente»,pensóen lasmanosdeJack. ¡Oh!Esasmalditasmanos…Seinternópresurosaenelpasillooscuro.Tuvoqueapoyarseenlaparedparacalmarsurespiración.Cerrólos ojos. La asediaban demasiadas imágenes. Se despertaban demasiados dolores. Como la nochepasada,laembargaronmilesdesentimientos.Estupefactaporestarallí,ysinapenascreerlo.Lecostabaconvencersedequenadielalanzaríaporlafuerzaalosbrazosdeaquelindividuoquenosabíaamarla,que la golpeaba para hacerla callar y la violaba para satisfacerse. «Porque esta cosa no consentida,aunqueestemoscasados,essindudaunaviolación.»

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Yluego…estabanlosojosdeChrista.Habíanmiradoygrabadocadaunodelosgestosdesupadrecontra sumadre. Coryn no quería que su pequeña los recordase. ¡Oh, ojalá el casete hubiese duradoeternamenteparademostrarloshechosquetendríaquecontarunayotravez!Todo.Hastaelinstanteenque no le llegaba el aire a los pulmones. Cuando había extendido el brazo y golpeado y golpeado ygolpeadoasuvez.Cuando,desúbito,Jackquedóinerte.¿Dedóndehabíasacadolafuerzaparaapartarsucuerpodeldeella?Nuncalosabría.«Lohehecho.»Enese25dediciembre,pegadaa lafríapareddelpasillo, la jovenmujersenegóapermanecerun

segundomáspensandoenelhorrordelasituaciónpara,porelcontrario,verelinstanteenquelavidalehabía dado la posibilidad de conocer otra existencia. Esa fuerza que la había invadido la superaba.Ignorabasiesafuerzaseguíaenellaosilahabíaposeídodurantesolounmomento.Auncuandoelfuturoleproducíapánico,auncuandoeljuicioyeldivorciopodíanserparaellaunapruebamásduradeloqueimaginaba, aun cuando siempre estaría obligada a contener su pasado, Coryn no aceptaría nuncamásvivirbajolosgolpesylaautoridaddeJack.OdecualquierotroJack.Yaeralibre.Comoelvientoenlosárboles.Libre…depensarydevivir.LibredeguardaraKyleensucorazón.Porque,«¿quémáspodíahacer?».EstabaPatsi.Esehombrellevabaunavidatan…Unavidaenlaquepensaríanelunoenelotro.Confrecuencia.Puedequeconmuchafrecuencia.Esosíqueeraunfuturoviable.Entonceslajovenmujerrubiaabriódenuevolosojos.Oyólavozdelmúsico,quehablabaalosniños.Escuchóalgunasnotas.Condeterminación,volvióasituarsejuntoalmarcodelapuerta.Paraconjurarsumiedo.Todossus

miedos.Ymiraresasmanosquenopegaríananadie.Kylelevantólacabezaensudireccióny,porcentésimavezenesedía,susmiradasseenlazaron.Niél

niella sonrieron.Coryn fue laprimeraenapartarlaydesaparecióen lapenumbradelpasillohastasucuarto,dondesubebédormía.Elmúsicopidióaunaniñaconpecasyunacintarojaquerepitierasupregunta.Respondióconmúsica

yluegoselevantó.Sepaseódeunaestanciaaotra.Miróalosniños,alasmujeres.PensóquecualquieridiotahabríadichoquenoeracasualquesehubieraenamoradodeCoryn.Sinembargo,noeransumadreysupasadoloúnicoquelepermitían«sentir»algoporella.Siestabaenamorado,eraporqueCoryneraCoryn.NuncahabíasucumbidoaunasoladelasmujeresquehabíanpasadoporLaCasa.PerolociertoeraqueaKyle le importabanpocotodasesas teoríasy todosesosanálisis.Loquecontabaera loquesentíayloquetraducíaenmúsica.Loqueimportabaeraviviresahistoria.Quesehabíaconvertidoensuoficio.¡Ymenudooficio!¿Cómoprescindirdeél?Noeraposibleniparaél,niparaPatsi,JetoSteve…Ellostambiénconocíaneléxitoy,aunasí,no

teníanelmismobackground.Ningunodeelloshabíaencontradoasumadresinvidaunamañana.Cuandotenía cinco años.Asesinadapor el locode supadre.Patsi tenía unamadre cariñosay tolerante. Jet ySteve habían nacido en familias sanas y crecido siendo escuchados. Para tener éxito, nunca habían

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luchadocontranada.Parateneréxito,habíantenidotalentoysuerte,ytrabajabanconafánparavivirdeloqueadoraban.«Nuncapodrépararesto.Nunca…»

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Comoesevidente,todasesascosassepiensanenladistancia.Teangustiasenladistancia.Delmismomodoquerazonasdesdelejos.Aresguardodelotro.Entupequeñoypersonalmundodeinterrogantes.Peroestanilusoriocomoinútil,y,encuantoladistanciasefundiómásrápidoquelanievesobreelsuelodeSanFrancisco,Kylenohizosinoextendersubrazoparaatrapareldelajovenmujer.—Mira—dijoatrayéndolahaciaunaventanadelabiblioteca,desiertaenesemomentoacausadeuna

películafascinante.EllacogióelmóvilqueletendíaysedescubrióenunafotoconChristaenlosbrazos.Peronosevio.

Sololosmoretonesyelpelopajizoysinforma.—Estoyhorrible.—Estáspreciosa.Kyleleenseñólasfotosquelehabíahechosinqueellalosupiera,«conlamayordelasdiscreciones».

Corynestabasorprendida,peronodejóentreverlo.Kylesedetuvoenlaqueestabadeperfilymirabajugarasushijos.—Erestan…tantúenestafoto…—¿Comotúereslamúsica?Como antes con el abedul, aKyle le gustó que dijera aquello con esa voz. Segura y sosegada. Le

conmovióquelomiraraalosojos.Ledesconcertóqueellalepidieraunacopiadesusfotos,«lastuyas».—NocreoquepuedarecuperarloquehayenelordenadordeJack.—Ven.Echóunvistazoal pasilloy la llevóde lamanohacia el despachode Jane.Caminarondeprisa.El

tiempo transcurría deprisa…Ambos tenían la impresión de tener diecisiete años y la vida ante ellos.Perosusdadosyaestabanechados,ynadierecuperanuncaesaestupidezdelpasodeltiempo.Kyle cerró la puerta con llave, se sentódelantedel ordenadory lopuso enmarcha.Ella sevolvió

hacialosdoscuadrosdelapared.Lienzosabstractos,luminosos.—SondeunodeloshijosdeDan.—Tienetalento.—Esopiensoyo.—¿Quéedadteníasenestafoto?—preguntóCorynseñalandounmarcoconeldedo.

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—Diezaños.Janepensabaqueseríaunpianistavirtuoso.—Loeres.AKyleporpocoselecaeelmóvil.Corynsonrióyañadióquenoteníaelmismocortedepelo.—Melocortabamihermana.Yanoladejo.Habíaotromarcoenlapared.UnafotografíadeJanedelantedeLaCasa.Estabaclaroquelafotoera

deldíaenquehabíarecibidolasllaves.CorynreconocióaDickensegundoplano.Muchomásflaco,susbrazoscruzadosnodescansabansobresubarriga.El semblantedeJane teníaalgoqueseparecíaa laesperanza.Y luegoestabaLaCasa.Habíanpintado la fachadadesdeentonces, lapuertade laentradahabíapasadoenunosañosdelverdealburdeos,ylosárbolestambiénhabíancambiado,peroelconjuntoyaemanabaunaatmósferaprofundamentereconfortanteyapacible.ComosiLaCasahubieseencontradoalpropietarioadecuado.Comosi, juntos,eltrabajoporrealizarfueseposible.Comosielvínculoqueuníalascosas,losespacios,losseresfuerareal.EsafotoeralaEsperanza,yCorynlosintiócomotal.Kyle reconoció que élmismo había colaborado en las tareas de pintura. Que les había ocupado a

Steve,aJetyaélunveranoentero.—El pasillo y una parte del vestíbulo son obramía, aunque admito que estoymás dotado para la

música.AcercóunasillahaciaélyCorynsesentóguardandoelintercomunicadordelbebéenelhuecodela

mano.Kylepasólasfotosunaauna.Hizoclicsobrelaúltima,enlaqueellaobservabacómoMalcolmyDaisyhacíanreíraChrista.—Esmipreferida.—Sinreflexionar,añadió—:Cuandollames,apareceráestafoto.—Yanotengoteléfono.—Tendrásotro,undía.—Notellamaré,Kyle.Kyledejópasarunoodossegundos.—Losé.Perosiundíadecidesllamarme…Ellarepitió,sinpestañear,quenolollamaría…—…nunca.Prefieroqueimprimasesasfotos,porfavor.Sonreía,peroqueríaconvencerlo—yasegurarse—dequelaEsperanzanopermitíatodaslaslocuras.

Deseabaqueesomaravillosoqueexistíaentreellayélnoperdiesesu fuerza.Solodeseaba lomejor.«Sololomejor.»Kylerespondióasusonrisa.Razonablemente.Y,pormásquelointentó,laimpresorasenegóacooperar.—Noloentiendo—dijodespuésdemúltiplesintentosinfructuosos.Apagó los aparatos, se puso a gatas, desconectó los cables, volvió a conectarlos y reinició para

descubrirque…—…estamáquinademierdaseniegaareconocerahoramitarjetadememoriay,claro,nosemeha

ocurridoguardartusfotosenelordenador.

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Se excusó.Ella rio.Él le juró que lo conseguiría.Repitió el proceso paso a paso, y le explicó denuevo que, en teoría, una vez transferidas, algo que no lograba hacer, bastaría con que…La voz deChrista gimoteó a través del intercomunicador. Coryn acudió rauda junto a su hija y Kyle se quedósentadoenelsuelo.Confundido.«Jamás.»

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Lasmalditasfotosseguíanbloqueadasensuteléfonomóvilyelmúsiconoconseguíaentenderelporqué,si bien leparecía lógicoynormalque estuvieran en«su»aparato.PeroCoryn lasnecesitaba.Deunaformauotra,teníaquetransferirlas.«¡Mierda!»,repitióenvozalta.Eraobstinadoymetódico.Artistaypreciso.Porqueunartistasiempreespreciso,sobretodocuandolahabilidadlorehúye.Poresolointentórepetidasveces.Tantasqueolvidólahoradelacomida.Ycomodecostumbre,Jane

fueabuscarlo.—Creíaqueestabasensimismadocontumúsica.—¡Estasfotosnosedescargan!—¿Quéfotos?—LasqueleheprometidoaCoryn.Lepusoelmóvilantelasnarices.Janenodijonadaalprincipio.Eranbuenas,peroleharíandañosi

lasguardaba.Ylasmirabademasiadoamenudo.Kylerespondióqueeseerasuproblema.—¿YsiPatsilasencuentra?—Nadaquetemer.Janenegóconlacabeza.—Venacomeralgoqueteengordeunpoco.Kylepermaneciósentado,mirandoelvestidorojodeJanecomosilavieraporprimeravezesedía.—Esunvestidoparalaocasión.—EselregalodeDan.—¿Hallegado?—Yhavueltoairse.Perovolverámástarde.—Tequedabienesecolor.—TeníamiedodeparecermeaPapáNoel.—Asícambiasdelazulmarinoydelnegro.Ytambiéndelmarrón.—Tengountrajesastreverdeyunmontóndecamisetasdecolores,peronocreoqueseaelmomento

dehaceruninventarioprecisodemiguardarropa.—Notehecompradoaúnturegalo—dijoKylelevantándose—.Nohetenidotiempo…—Niyo.

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Kylepasóunbrazoalrededordeloshombrosdesuhermana.Recorrieronelpasilloyélpreguntóquéleapetecía.—Unacajaenormedebombonesbelgas.—Genial.TocoenBruselasel6deenero.Teenviaréuna.—Dos,porfavor.—Vale.—Ytú,¿dequétienesganas?Esdecir,apartedeloquenopuedestener…—Denada.Tengodetodo.Hastamigrañas.JanelelanzóunamiradaalaqueKylerespondióconunguiño.—Imaginoquemementiráscomosiempresitepreguntosihasidoalmédico.—Notengoporquémentirte.Voyaldelseguro.—¿Cuándohasidoaverlo?—Yanomeacuerdo.—¡Kyle!—Tengotreintaañosymigrañascomomillonesdepersonasenlatierra.¡Ynadiehamuertoporeso,

queyosepa!Yporunavez,Jane,ocúpatedetusasuntosyno…—Esloquepiensohacer—repusoellaesbozandounasonrisa.Kylesoltóunlargosilbido,comocuandoerapequeño,yañadióque,sinduda,eseeraeldíadelos

regalos.—Ahórratelossarcasmos.Yhablandodeltema,teruegoqueteencierresentucuartoestanoche.No

quierovertemerodeandoporelmíoporquenoestarédisponibleparaserelpañodelágrimasdenadie.Kyle se apartó elmechón de la frente. Se acercaban al comedor.Olía a fondue de queso. Jane se

preguntódeprontosielexotismodelproveedordecateringtendríaéxito.—¡Encualquiercaso,parecequelosniñossedivierten!Enefecto,loscríosestabanjugandocontrozosdepanquecaíandelospalillosyestirabanloshilosde

queso.—Desdeaquíparecentelarañas—dijoella.—Soloquesuoloresmenosintenso.Hablandodetelarañas,¿tededicasacriarlasdebajodelamesa

detudespacho?—Deberíassaberqueayudanaeliminarlosbichosquevuelanyreptan.—¡Ojaláacabaranconlosquecaminansobredospatas!—Rezaporqueesosuceda.—Yamegustaría.—Kyleresopló—.Pero¿aquiénselopido?PapáNoelyahapasado.—ImploraasantaAracne.

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16—Novasacreerme,peroestasdichosasfotosnoquierensalirdemimóvil—dijoKyle.Sehabía acercado a la jovenmujer rubia, que colocaba losplatos en el lavavajillas.Ella captó la

indirecta,peroafirmóqueterminaríanporobedecer.—¿Puedespasarmelosqueestánenlamesa,porfavor?—¿Loslimpioyoytúloscolocas?—Porquéno.Alguienentróyseofrecióaayudarlos,peroKyledijoqueselasarreglabanmuybienyque,detodos

modos,solohabíaunlavavajillasyunfregadero.LarespuestadivirtióaCoryny«noséquién»ahuecóelala,contentísimodequelodescargarandelastareasdomésticas.—Aver,dime,¿no teestarásplanteandodesaparecerantesdel juicio?—preguntóelmúsicoconun

tonofalsamentedespreocupado.—No.¿Porqué?Lamiróalosojos.—Coryn…—Puesclaroqueno.—Tienesquequedarteaquí.Tushijosytúestáisasalvoenestacasa.—Losé.—¿Loprometes?—Sí.—Di:«Loprometo».—Teloprometo,Kyle.Unestremecimientoinesperadorecorrióalmúsicohastalapuntadelosdedos,tantoqueelplatoque

estabalimpiandoseleescurrióhastaelcubodelabasura.SepercatódequeCorynfingía—muymal—quenosehabíafijadoenlaemociónqueellalehabíaprovocado.—Notelohabíadicho,peroTimmymecontóquenoscruzamosenelaeropuertodeLondres.Kyleexplicóquelehabíaparecidoentreversupeloperoquesehabíaburladodesímismo,yCorynle

confesóquehabíapensadoenélcuandoseprodujoaquellaaglomeración.—Mepreguntocómolollevas.

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—Lamayorpartedeltiempobastantebien.—¿QuéteparecióTimmy?—Llegarálejos.—QuiereirseaAfganistán.Tengomiedodequeyaestéallí.Kylerespondióenseguidaquequizáhabríasidomejorrechazarlaentrevista,yellasepreguntócómo

decirleaKylequeeseartículolehabíasalvadolavida,delmismomodoquehabríapodidoquitársela.¿CómopodríavivirKyleconeso?—EnLondresconocíaMary—prosiguióella.—¿Mary?—Lapersonaquemedioellibroque…Corynresumiósufurtivoeintensoencuentroconlajovenmujer.Elmúsicoquisosaberdequétrataba

lanovela.Enpocaspalabras,CorynevocóaAndy,sudeterminación,suvalentía,suesperanzaylaarenacálidadeZihuatanejo.—Es una historia bonita—respondió él, diciéndose que habría podido escribir la lista exacta de

aquelloconloqueCorynsoñaba:unallave/unacámaradefotos/unsueldo/unacuentabancariaasunombre/díasydíasdelibertadytranquilidad…Ynadiequeledestrozaraelcorazónnielcuerpo.—Avecesme pregunto qué hace posible que las cosas sucedan—continuó la joven secándose las

manos.—Mimadredecíasiempre:«Meencantaríavolveralinstanteprecisoenquelosdestinossecruzan».NohacíafaltaqueKylereconocieraquenuncaselohabíacontadoanadie.Corynlointuía.Delmismo

modo que ambos sabían que su encuentro había «cruzado sus destinos». Pero no se miraron. En eseinstante tenían demasiado miedo y demasiadas ganas. Y, sobre todo, pensaban que era demasiado…imposible.—¿Quedanplatos?—preguntóella.

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Elpostresesirvióalmismotiempoqueellosocupabansusasientosrespectivosalamesaysesumabanalaconversación.—¿Heladodechocolateopasteldecrema?Amboseligieronelheladodechocolate,cuyavisiónestimulóelapetitodeunapequeñaarañacuriosa

alojadaenelgrancandelabrodeltecho.Laarañaasomólacabezaparavercómosevaciabanlosplatosysepedíamáspor«puragula».Viocómolascucharillashacíanrápidasidasyvenidashacialasgrandesbocassonrientesymanchadas.Sedeslizóporsuhiloysebalanceóa izquierdayderechaparaoír losadjetivosquepronunciabanlasbocas,antelamiradadivertidadeunniño.Lasconversacionesgirabanentornoal tiempoy lasprevisionesmeteorológicas,y, comoesnatural,derivaronhaciael calentamientoglobalyelcambioclimático.Todoelmundoteníaunaopinión,yKyledijoquehabíavistoretrocederlosglaciaresenArgentinaenapenasdosaños.Hablódelosmaresydelosresiduosqueformabangrandesislotesoscuros…Ycuandoalguienlepreguntósipensabainvolucrarseenalgunacampañaecológica,laarañasuspiró:«¿YporquénopresidentedelaRepública?».Elanimalitosedesternillóderisaantesupropia ocurrencia y cayó en el plato de un niño, quien, en lugar de gritar espantado, observó cómopataleabaenlacremainglesayluegoescalabalamontañadepastel.Tiródelbrazodesumadre,quenoteníademasiadasganasdeescucharlo,cuandoelhermanomayor

levantó su cucharilla en vertical para aplastar al insecto. El niño le retuvo el brazo y, al segundosiguiente,elbichitohabíadesaparecidocomoporartedemagia.Sí.Esedíaeraundíade tregua.Lasarañasnoseríanaplastadasdeuncucharazo, lasmujereshablaríansintemorarecibirunguantazo, losniñossecomeríanlanataconlosdedos,Janesedecíaquenadiehabíallamadoalapuertaaún,queDaniríaesanoche…Pronto llegó la hora enque lasmadresdebían acostar a los niñospequeños.Elmúsico encontró el

mediodesusurraralajovenmujerrubiaquesalíaahacerdosotresrecados.—¿Ahora?—seextrañóella.—EstamosenEstadosUnidos,Coryn…Ytedejoesto—añadió.Lepusoenlamanounobjetocuyo

nombreellanisiquieraconocía—.Megustaríaqueescucharasmiúltimamaquetaysabertuopinión.—¿Miopinión?—Sí.Tengoganasdesabertuopinión.

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CuandolosniñosestuvieronprofundamentedormidosCorynpermanecióunosminutosdelantedelsofádondelavíspera…Mirólacolchaquehabíacolocadoporlamañana.Nadahabíacambiado.Lahuellade ambos seguía presente.Cogió el intercomunicador y se paseó por LaCasa hasta que sus pasos ladirigieronalabibliotecadesierta.Nocerrólapuertaasuespalda.Seapostódelantedelaventana,alfondo.Hacíaunbuenratoquehabíadejadodenevar.Sudedoapretóel«play»ysedejótransportarporlamúsica.

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CuandoelmúsicovioaCoryn,lajovenseguíajuntoalaventana.Estabasolaenlapenumbra.Inmóvil.Kylesabíaqueestabaescuchandosumúsica.¿Tendríalosojoscerrados?Parecíatanfrágil…¡Oh,peronocomounaniña!Sufragilidaderaladeunamujerquehabíasufrido.Selenotabaensuformadeestar.Tuvomiedodequesedesvaneciese.Empujólapuerta,yCorynpercibióelmovimientoenelcristaldelaventana.—Teencontré.Ellasonrió.Kyledejóelabrigoylabolsadeplásticoqueteníaenlamanoenunadelassillasyse

acercóaella.—¿Tegusta?Lajovenasintióconlacabezaymurmuró:—Mucho.—¿Yquétehacensentirestascanciones?—Son…son…Nosémuybiencómoexplicarlo.Kyleseacercómás.—Inténtalo.Dimequétehacensentir.Coryn no pensó que el músico estaba peligrosamente cerca—ni deliciosamente, de hecho— y se

concentróendarconlaspalabrasjustas.LehabíagustadoqueKylelazarandeasedeloshombros.Quelaayudasealiberarsedesuscadenas.Quefueseélquienlaempujaraatenerconfianzaensímisma.«Sí,queseaél.»Entonceslevinolaimagenydijoque,paraella,esasmelodíasteníanvolumenyque…—…mehacenpensarenunaola.Laimagenlegustóalmúsico.—Es laprimeravezquemecomparanconunaola.PerohecrecidoenSanFranciscoymepaso la

mitaddelañosobrevolandolosocéanos,asíquequizámeinspirensinquemedécuenta.—Encualquiercaso,lasdosúltimasmeparecenaudaces,emotivasy…—¿Y…?—…rebeldesymelancólicasy…—¿Y…?Ellalevantólosojoshaciaél.

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—Túeresasí,¿no?Noeraunapregunta.Kylelosabía,claro.Perosesintióconmovido.SeacercóaCoryncuantopudo.

Sentíadeseosdeoírlarespirar.Legustabaescucharlarespiracióndelagente,porquedabalamedidadesusemociones,yeneseinstantedesupresenteKyleteníalanecesidadacuciantedeconocerlaemociónprecisadelajovenmujer.Devalorarlaporsímismo.¡Oh!Peronoseloreconocióynisiquierapensóenello.Porque,enesoscasos,nodicesnada.Estás

en suspenso comounamarioneta que unamanomueve y hace danzar a su gusto.Te deleitas viviendotodas esas impresiones que se transformarán en recuerdos porque es imposible detener el tiempo.Dehecho,noquerríashacerlo.Lomejorsiguesiendo—yserásiempre—unaposibilidad.No, cuando el músico se acercó despacio a Coryn no pensaba en nada de eso. Solo era Kyle

respirando el mismo aire que ella. Por instinto, como cuando estaba sobre el escenario, acopló surespiraciónaladeella.Comosuvozalamelodía.Buscabaunmismomovimiento,unamismaonda,unamismatonalidad.Imposiblededisociar.Comolaspalabrasunidasalasimágenes.Exactamentecomolafluidezdelasolasquevienenafundirseconlaarena.«Coryntienerazón.»Tampocopensabaquetodosesosesfuerzosdeunidaderanparalucharcontrasuinfanciadestrozada.Tendiólamanoparaasirunodelosauriculares.—¿Pordóndevas?Enseguidalosupo.Sololamelodíahabíafinalizado.Elfamosotercertema.ElquePatsiqueríatirar

poreldesagüe.Lohabíacompuestohacíaunosmeses,cuandoeldestinohabíadecidido lanzarlosunohaciaelotro,ydesdeentonceslajovenmujernolohabíaabandonado.Corynerayaunasombramuchomásluminosaquetodaslaspersonasconlasquesecruzabayalasquefrecuentabaenesosmomentos.Ese día, a las once horas y cuarenta tres minutos de la noche, esa mujer apenas estaba a unos

centímetrosdeélynoexistíanadamás.Enelprecisoinstanteenquesepusoelauricular,supoquecadanotaeraunaesperanza.Yella,larespuesta.Corynmirabasinverlacalle.Estabainmersaenlamúsica.Kyleobservósuperfilysureflejoenla

ventana.Seguíaencontrándolaetéreaymaravillosamentehermosa.Ningunadesusabominablesmarcaspodría jamás restarle su gracia. Acaso por esemotivo aquel cabronazo le pegaba. ¿La golpeaba pormiedoaqueseleescapaseparasiempre?Kylesintióvértigo.«¡Diosmío!»Pero¿enquépensaba?Corynvolviólacabezahaciaélyelcorazónlediounvuelco.—¿Notendráletra?—Aúnnoheencontradolaspalabras.—¿Tienesideadeloquequieresescribir?—Todavíano.Peroterminaráporimponerse.—Asíescomoocurreentonces…Lascosasseimponenati.—Comoenlavida.Antesdequesucerebroleimpidieseloquefuera,elbrazodeKylerodeólacinturadeCoryn,yellase

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dejóabrazar.Sorprendidadenoresistirse.Cosaquetampocohizocuandoélletomóunamanoylaapoyósobresucorazón.Unaondaextrañalesubiódelospiesalasmejillas.Apoyólacabezaensuhombro,yKyleseconcentróenescucharsusinspiracionesyespiraciones.Quizálospintoressolovibrasenconlaslucesyloscoloresylospoetassolosintiesenlasemociones,peroél,elmúsico,escuchabalamúsicadesuvida.LarespiracióndeCorynerauncantoy,alapoyarlasmanosenella,sintiócadaunadelasnotasquelahabitaban.Entonceslevinolaletra.Justoentonces.Kylerecibiólaspalabrasunaaunaynecesitóverlosojosde

la jovenmujer.¡Oh!Quisomirarla,pero…Peroloquehizolevinodictadoporaquelsentimientoquepermanecíaocultoenlomáshondodesuser.Denuevo,supoexactamenteloqueibaahacer,delmismomodoquesupoquenodebíahacerlo.SuslabiossedeslizaronsobrelosdeCoryn.Ytodoestabaahí.Peroseoyóunportazoalolejos.Amenosquefueselamúsicaloqueseinterrumpió.

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Corynfuelaprimeraenreaccionar.Retrocedióunpasoylanzóunamiradadeincomprensiónalmúsicoantesdehuir.Kyleviocomosumúsicaseestrellabacontraelsuelo.Sellevólasmanosalassienes.Lacabezaibaaestallarle.«¿Quéhehecho?»

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Kyle permaneció durante variosminutosmirando por la ventana. Un instante antes esemismo cristalhabíatempladoelcalordeambos.Ydespués…lacondenadasuperficiefríasololedevolvíaunaimagenborrosayempañada.Estabasolo.Leflaquearonlaspiernas.Teníaqueescribirlaletraquehabíavisto.Conservaresaemociónporsiempre.Poresemotivocomponíamúsica,¿no?Paranoabandonarjamásloquelehacíavivir.Cogióunahojadepapeldeunamesaysepusoaescribirenellalaletra.Eracreíble.Sonabacreíble.

Expresabaloquellevabadentro.Porfin…Habíasalidoporfin,ylacabezaledolíadesesperadamente.Kyleestabafueradesí.Lúcido.Necesitaba una copa. Puede que varias. Recorrió el pasillo, lanzó las hojas y la bolsa de plástico

sobre la cama.Sepuso el abrigo, llamóaun taxi.En el primerbar que encontró, eligió lamesamásapartadaparaquelodejasenenpaz.Setomóunoscuantosvasosdewhisky.Bebió hasta que sus pensamientos se evaporaron en el alcohol. Esa noche necesitaba el vacío. El

tratamiento era efímero, lo sabía de sobra. Al día siguiente nada habría cambiado y tendría queafrontarlo.Peroesanochequeríaestarebrio.Ciegoysolo.Sinsentirnada.Nadademúsica.Nadadenotas.Nadadecantosquesalendelasentrañasarrebatandolaspasiones.¡Oh!¡CuántolehabríagustadoqueCorynloabofetearaenelinstantemismoenquesumanosehabía

deslizadoporsucintura!Ojalálehubieradadolaopción.—¿Lesirvootro?—Dejelabotella.—Señor,nodebería…—Dejeladichosabotella…,porfavor.—Ysuspiró.—¿Maldeamores?—No.Errorderuta.

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CuandoKyleabriólapuertadelaentradaconlaquellevabaforcejeandounosbuenosdiezminutoseranlasseisytreintaycincodelamañana.SetopódefrenteconDanysuscalzoncillosfloreados,seguidodeJane,quellegóatodaprisaenvueltaensubatajaponesa.—¿Erestúquienhaarmadotodoesteescándalo?Kylenorespondióylosapartóbruscamentedesucamino.Sedirigióalacocinarozandolasparedesy

sedesplomóenlaprimerasilla.—¿Dóndeestabas?Tehebuscadoportodaspartes.Janeencendiólaluz.—¡Apagaeso!DanledioalinterruptoreintercambióunamiradacómpliceconJane.Ellalesusurróaloídoqueiríaa

buscarlo en caso de que lo necesitara. Luego se plantó delante de su hermano con las manos en lascaderas.—Bravo.Kyle se había desplomado sobre lamesa. La cabeza bajo los brazos. Ella acercó un taburete y le

preguntóporlosucedido.—Errorderuta—balbucióél.—¿Qué?Repitiólasmismaspalabras.—Noentiendonada.Kylelevantódegolpelacabezaysepusohechounafuria.—¡Malditasea!Puesnoesmuydifícil, Jane.He llegadoexactamentedondenoquería llegar.Lohe

hechotodoalrevés.Hehecholocontrariodeloquemehabíaprometido.Hesalidodemivida.Janeapoyólamanoenladesuhermano.Éllarechazó.—Nosomoslibres,¿losabías?Lalibertad,estamierdadelibertadquecreemostener,noexiste.Son

todo…pamplinas.—Estásborracho—lointerrumpióconfirmeza—.Veaacostarte.—¡No!—Kyleselevantó—.Desvarío.¿Novesquedesvarío?—¡Cálmate!¡Kyle!Cálmate.

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Titubeóysedejócaerenlasilladenuevo.Largosminutostranscurrieronenelvacío.Luegomurmuró:—Yoquería…Yoqueríaserunhombredebien.Jane,mehabríagustadotanto…Sucabezadesapareciódenuevobajosusbrazos.Janevolvióaveralniñoquepermanecíaencama,

amuralladoenunsilencioasfixiante.Ellahabíacreídoquelamúsicalosalvaría,sí.Avecesunadudahabíaafloradocomounamala intuición,embargándola.Aveces, comoesanoche,estabaaterrorizada.¿Dóndeestánlasramasdeárbol?¿Aquépodemosaferrarnos,sino,paraevitarcaeralabismo?«Soloalaesperanzadequetodopuedecambiar.»Sino,¿quéseríaella,Jane?«¿Quésentidotendríamivida?»Kyleseincorporóyfarfullóquenecesitabadormir.Suhermanalollevóhastasucuartosujetándolo,lo

desvistiócomopudoylotapóconlasmantas.—Patsimehallamadoporteléfono.Noconseguíalocalizarteporelmóvil.Kylenoreaccionó.—Vienemañanaalascuatro.Buenono,dentrodeunrato—secorrigió—.Envistadelahoraquees

ya.Kylenosemovió.Janesabíaquesehacíaeldormido.—Tetraigounapalangana…Procuranoponerteperdidosiechaslasentrañas.

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El cantante se despertómil veces, como si alguien se divirtierametiendo tijeretazos en el black-outnauseabundodelalcohol,perofueincapazdemoversedelaposiciónenlaqueJanelohabíadejado.Lacabeza le pesaba diez toneladas y, sin embargo, su peso era más soportable que aquel que lo habíaaplastado. «¿Quéhehecho?»Lapregunta regresó a sumenteunayotra vezhasta que la puerta de sucuartoseabriódegolpe.VioaPatsienelumbral,vestidaconunabrigoverdemanzanaajuegoconunashapkadelmismocolor.—¡Fantástico!Aúndespatarradoentucama.Tengolaimpresióndequetepasasahílavida,¡ynopara

crearunexitazo!Kylecerró losojos.Patsino seequivocaba.Durante losúltimosmesesen lacarretera, sucama—

cualquiera—era su refugio, su casa.Y como en todas las casas, siempre hay que hacer la inevitablelimpiezaparaquitareleternopolvodelquenadiesedesprende.Patsidescorriólascortinasyabriólaventana.—¿Sepuedesaberporquéestásenesteestado?—Cierralascortinas.—Sonlascuatrodelatarde.Kylepermanecióinmóvil.Ellatambién.«Lascuatro.»—¡Menosmal que no he venido en taxi!Me daría vergüenza hacerlo esperar—exclamó dando un

portazoqueunaarañavagabundaevitóporlospelos.Elbichoserefugiódebajodelacama,sorteóhábilmentelaspelusasyseagazapó,sinaliento,ensu

nuevoescondite,satisfechodesaberporfinquiéndestrozabalaspuertaseneluniverso.Pero, puerta cerrada o puerta abierta, puerta cerrada de golpe o despacio, la dichosa realidad se

manteníainalterable.Eimplacable.«¿Quéhehecho?»KyleMacLoganseviocomoera.Pocoimportabaquecambiasedenombre.Poco

importabansusmelodíasysusletras.Pocoimportabaqueencandilasenalagente.Habíafracasadocomohombre.Yesaerasurealidad.Lavergüenzalorepugnabahastaponerloenfermo.Seincorporósobreuncodoyacertóenlapalangana.

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Corynestabacocinando.EnLaCasatodaslasacogidasechabanunamanodemaneraespontánea,perotambiénteníanunturnoasignadoparalascomidas.ACorynyalehabíatocadobarrer,hacerlacolada,meterlavajillasuciaenellavaplatosy,aúltimahoradeesatarde,comolacelebracióndelaNavidadhabíaterminado,seencontrósolapreparandovariosplatosdesalsaboloñesaparalosespaguetis.Teníalosojosenrojecidosporculpadelascebollas.Puedequenosoloporeso.LapequeñaChristadormíaapaciblemente en su balancín y, desde su puesto de trabajo, Coryn podía ver a Malcolm y a Daisydibujandoenunamesa.Enprincipio,todoestaba«comodebía»,ysinembargo…Kyle no se había dejado en ver en todo el día. Coryn había estado diez mil veces en un tris de

preguntaraJanesisuhermanoseencontrababien,afaltadepoderpreguntarsiseguíaenlacasa.PeroJane estaba ocupada y, sobre todo, no eraKyle. La jovenmujer rubia ya no sentía la confianza ni lacomodidaddelanocheanterior.Eldíaanteriorhabíasido25dediciembre,conregalosincluidos.Peroesedíahabíatocadoasufin.YCoryneradenuevolaCorynquesabíaalaperfecciónloqueledeparabaelfuturo.«Lavidanoesunsueño.»Durantetodalajornadaseaferróasuquehacermecánicamente,atendióamediasaloqueledecíansus

hijos.Se arrepentía, pero solopensaba en aquelbeso.Queno separecía ennada a losde Jack…Nisiquierahabíaduradounsegundo.¡Mediosegundo!Poresemotivo,cuandolecomunicaronqueerasuturnodeprepararlacomidaacogiólanoticiaconalivio.MáximecuandoPatsiacababadellegar.Resplandeciente.Fuerte.Seguradesímisma…¿Cómohabría

podido preguntar la jovenmujer rubia si Kyle estaba bien o hecho un lío como ella? ¿Cómo habríapodidoparticiparenlareunióndelsalón?Las residentes asaltaron a Patsi con las mismas preguntas personales. ¿Cuándo habían tenido el

flechazo?Unrumorinsistenteanunciabasuboda.¿Yparacuándoelbebé?—¡Uy, esa es buena!—exclamó Patsi—. ¡Es la primera vez queme la plantean! No, señoras, me

declaroantimatrimonioyantiniños…Soyunaestrelladelrock.¡Yeseesmiúnicotalento!Patsiselevantódelsofá.Sealisóelvestidoconunapliquedelaméplateadoenlacinturaysuspiró

profundamente.—Pordesgracia,soytanhumanacomovosotrasyporesonomelibrodecometerundíalamayorde

lasestupideces.

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Unavozexclamó:—¡RuegaasantaEstupidezqueseaindulgente!Patsi soltó una carcajada, las otras mujeres también. Giró sobre sus talones y desapareció por el

pasillodeseando«¡asantaEstupidezyatodasvosotrasunhermosofelizAñoNuevo!».Corynabrióconlapuntadelpielapuertadelacocina.Sí,Patsieraunaestrella,brillabacomounaestrella,ibavestidacomotalyhacíagaladesuseguridad.Paranoderrumbarse,Corynseagachóycambió labolsade labasura. Una cáscaramás y esa cosa inmunda vomitaría su admirable contenido por el suelo. «Comoyo…»—Hola.¡Oh!NovalíalapenaqueCorynlevantaralacabeza.Kyleestabaagachadojuntoaella.Noteníabuen

aspecto.Susojeraseranmáspronunciadasquelosdíasanteriores.Llevabapuestoelabrigo.—Hola—respondióellasindejardeafanarseconlabolsaylucharcontrasuslágrimas.Quisolevantarse,peroKylelecogióunamano.—Estánsucias.—Medaigual.Yahí,ladistancia—o,mejordicho,laescasadistancia—confirmósuteoría.Laverificóyvolvióa

verificarla.Y,comoporencanto, todos lospropósitos, todas lasdudas, todas lasdesesperanzas, todosloskilosdepolvoy todos los temoresque amboshabían contado lentamente, descontadoy recontadorecibieronunpuntapiéeneltraseromáseficazqueunescobazo,yfueronamoriralPaísdelosHorrores.KyleyCorynvolvíana estar eluno juntoalotro.Suscuerpos tomaronel controlporque la razón lesfallaba.—Queríadecirte…—Amítambiénmegustóesebeso—musitóellaatodavelocidadincorporándose.—¡Eh,Kyle!¿Dóndeestabas?Malcolmacababadeentrarenlacocina,seguidoporunaDaisyjadeante.—¿Dódeeztabaz?—repitiólaniña.Kylelatomóenbrazos.Lajovenmujeratrajoasuhijohaciaellae,instintivamente,echóunvistazoal

pasillopor temoraveraPatsi entrandodetrásdeellos.Daisy seabrazóal cuellodelcantante,quiencerrólapuertaconunempujón.—Estabamuymuycansado.—¿Yhasdormidomucho?—Sí.Muchomucho.—Pues¡quémalacara!—¡Malcolm!—interrumpióCoryn.—Tienerazón.Estoyhechounasco—dijomirándola—.Peroalmenosheconseguidoimprimirunas

copias.

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Sesacóunpaquetedefotosdelbolsillotraserodelosvaquerosycogiólabolsadeplásticoquehabíadejadoenlaencimera.—Sonpreciosasdeverdad.—¿Nohasdormidoporeso?—¡Malcolm!Kyleleacaricióelpelo.—Mira,heencontradotambiénunacámaradefotosquetúytuhermanapodéisutilizar.Corynlesdijoquefueranaguardarlotodoasucuartoyquecerraranbienlapuertaantesdevolver.—Gracias—dijoaltiempoqueseinclinabasobreelfregaderoparalavarselasmanos.Kylelaobservóensilenciomientrascerrabaelgrifoyselassecaba.Pensóqueeldíaanteriorhabía

tomadoesasmanosentrelassuyasyquenovolveríaahacerlonunca.«Esmejorasí.»Porsuerte,Christasedespertó.Elmúsicopasóalotroladodelamesa,liberóalaniñadelassujecionesdelbalancínylacogió.—Meestabapreguntandoprecisamentesitedespediríasdemí,pequeñaja.Christafruncióelceñocuandolapuertaseabrióbruscamente.Malcolmentrósinaliento.Fuedirectoa

ponerseunvasodeaguaquesebebiódeun tragosinapartar losojosdeellos.Con lamanoyaenelpomo,sedetuvoenseco.—¿Lacierro?—No—imploróCorynrecuperandoasubebé.Suhijoseescabullóylapuertasesalióconlasuya.—Deberíasirte,Kyle.—Sí.Debería.SeinclinóparabesaraChristaysostuvoelbrazodelajovenmujer.—Mehabríagustadotantoquelascosasfuerandeotramanera…—¡Kyle!¡Eslahora!¡Kyle!Variasvocesgritarondesdeladistancia,élnorespondióynosoltóelbrazodeCoryn.—Amítambién—dijoella.Como en el hospital unosmeses atrás, se sonrieron.Elmúsico se volvió sobre sus talones.Luego,

parándosedelantedelosfogones,levantólatapadeunaenormecacerolaymetióunacuchara.Probó.—Tevasaquemar.—Yaestáhecho.Entonces, exactamente como la víspera, supo tan bien lo que iba a hacer como supo que no debía

hacerlo.Pero¿cómoescaparaesetipodecosas?SeacercóaCoryn,letomólacaraentrelasmanosylabesó.—Tequiero.¿Había susurradode verdad esas dos palabras antes de desaparecer? ¿Deverdad la había besado?

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Corynoyóunasvocesquesealejaban.Noestabadeltodoseguradequeeseinstantehubieraexistido.Sepasólalenguaporloslabios.Teníanelsaborinequívocodeltomate.

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Duranteunosminutosreinóunsilenciototal.Lajovenmujerestabacontentadehallarseenlacocina.Sí,por segunda vez enmenos de diezminutos,Coryn se sintió plenamente feliz.Y sin culpabilizarse.Lanoche que había pasado torturándose ya no existía. Se había borrado cuandoKyle le había dicho «tequiero».Noeraunapromesa,sinounhecho.«Tequiero.»Lodemáscarecíadeimportancia.Noqueríanideseabamás.Ansiabavivirconlafuerzadeeseamor.Elquedemuestraquedosseressecomprendenysabenqueyanuncamásvolveránaestarsolos.Lascosaserandistintas.Enadelante,Corynsintiógerminarenellalaextrañaconcienciadeexistir.Su

vidaibaaempezar.«Mipropiavida.»

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LosfaroscegabanaKyleenlaautopista.SehabíasituadoenelasientodelcopilotoydejadoaPatsialvolante. Cerró los ojos y apoyó la cabeza en la fría ventanilla, lo cual no le impidió percibir lossilenciososreprochesqueellalelanzaba.Patsiaceleró,ysalieronenestampidaconlaviolenciadeunaavalancha.«Findelprimerasalto.»Uno-ceroparaPatsi.Kyle sabía que, en breve, como un eco, su voz los verbalizaría para iniciar el segundo asalto. Sin

ningunaduda.Siempreeraasí.—¿Teníaonoteníarazón?—terminópordecirPatsi—.Todoslosañospasalomismo.No,rectifico:

cadavezquevasaveratuhermana,tedeprimes,ytedurasemanas.Yviéndoteelcareto,juraríaqueesteañoeseljackpotuniversal.—¿QuétehadichoJane?—seinquietóKyle.—¿Jane?Sabesdesobraque,apartedesussaludosysuscomentariostontossobremipeloymiropa

quelahacensonreír,nodicegrancosaqueyopuedacomprender.—Oqueteinterese.—Sí,exacto.Queme interese. ¡Lavida sondosdías,Kyle!No tengoganasdeperderel tiempoen

conversacionesinútiles.—Tienessuerte,Patsi.Lascosasnosontanfácilesparatodoelmundo.—Todostenemosproblemas.Perosiquieresunbuenconsejo,novuelvasporaquí.—Sabesdesobraqueesonoesposible.—¡Sabesdesobraqueesonoesposible!—repitióconsornaella.—Déjalo,Patsi.La joven frenó de golpe y los neumáticos chillaron todo su descontento sobre la banda rugosa del

arcén.«Findelsegundoasalto.»Empateauno.Los combatientes se sientan en las esquinas y se curan las heridas sin quitarse los ojos de encima.

Suenalacampana.«Empiezaeltercerasalto.»—¿Nopensaráspararteaquí?—¿Quépasa,Kyle?Erestúelquequeríaquehablásemos,¿no?De nada serviría explicarle que el primer poli que pasara por allí quizá no fuera uno de sus fans

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incondicionales.Kyle se incorporó en su asiento y, para desafiarla, le preguntó si había reflexionadosobre«la»preguntaenlosúltimosdías…—…yencontradounarespuesta.Patsiguardódoso tres segundosde silencio.Luego, conunavozqueKyleno lehabíaoído jamás,

dijo:—Nomehaquedadootroremedio…Estoyembarazada.Kylecayónoqueado.Completamenteaturdido.Sucerebrotardóunossegundosenentenderelalcance

delaspalabrasqueacababadeoír.Patsihablódenuevo—lentamente—paraasestarelgolpefinal.—Peronosésiereselpadre.«DobleKOycombatenulo.»Niélniellaarticularonpalabra.Unhijo…¿Cómoeraposiblequellegaseunhijoenesosmomentos?

Laverdaderapreguntanoera«cómo»sino«porqué»llegabacuandonadieloquería.¿Quélugartendríaenestemundo?¿Conunosadultostanpocodignosdeesecalificativoparaeducarlo?Eso es lo que ambos se decían en silenciomientras sonaban las bocinas de los vehículos que casi

rozaban el suyo al pasar. Un camión gigantesco con un doble remolque cromado lleno de un líquidoindefinibletocóelclaxontresveces.Elrebufoquegeneróhizotemblarelcoche.Otroslosadelantarondándolesráfagasconlaslargas.Lapolicíanotardaríamuchoenaparecer.Peroaellosesolesresbalabaolímpicamente.¿Acasounamultapodíaserpeor?¿AcasoperderelaviónynollegaralareuniónencasadeStevepodíaserpeor?—¿Estássegura?Patsilofulminóconlamirada.—Losabíasantesdeirte,¿verdad?—Mehiceuntestquediopositivo.—¿Decuántocreesqueestás?—Noloséconexactitud.Esperolosresultadosdelaanalíticaparatenerlaconfirmacióndelafecha.

Bueno,delasegunda,porquetejuroqueellaboratorioselioconlasetiquetasymezclaronmistubosconotros.YcomoestamosenladichosaNavidad,sigoesperando.—¿Poresohasvueltoantesdeloprevisto?—Poresotedijequenoteníaunarespuesta«precisayexacta»sobrenosotros.—Patsisuspiróycerró

los ojos—.Nopuedes imaginar cómomeodio.Por primera vez enmi vidame…me encuentro justodondenuncahequeridoestar.ElmúsicorecordóquelanocheanteriorélhabíadichoesamismafraseaJane.Lasituaciónnolehacía

ningunagracia.Lodesesperaba.Ysondeólaprofundidaddelabismoporelquesehabíanprecipitado.—¿Cuántasprobabilidadestengodeserelpadre?—Segúnelmatasanos,dependedelasupervivenciadetusespermatozoidesenmiterrenohostil.—Concluyoquenohasfolladoconotrotíoelmismodíaqueconmigo.

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—Hechoelamor.—Esonolocambiamucho.—Locambiatodo—corrigióellavolviéndosehaciaél.Unrizopelirrojoseleescapódelashapka,yKylepensóentodaslasvecesquehabríasentidodeseos

dejugarconél.—¿Desdecuándo«haceselamor»conelotro?¿Olosotros?SemiraronduranteunbuenratoyPatsiconfesó:—DesdelagiradeLondres.Kylereflexionó.Patsihabíadicho«gira»yno«mudanza».—Pero…haceunañodeeso.—Exacto.Puedesestartranquilo,eselúnicotíoconelque…—¿Quiénes?—Notieneimportancia.—¿Quiénes,Patsi?Ellalesostuvolamirada.—¿Recuerdas laentrevistaparaAbsoluteRadio?¿Yquedespués fui a cenar solaconelperiodista

porqueteníasunadetusendemoniadasmigrañas?Kyleasintió.Recordabaconprecisiónlacaradelmenda.—Nuncahabríaimaginadoquefuesetutipo.—Noesél.Peroesanochefuecuandotuveeldesliz.Patsiesbozósuparticularsonrisayañadióqueelpropietariodelrestauranteadondeelperiodistala

había llevadoacenarcocinabadivinamente.Yteníaunosojoscomopara tumbara todas lasPatsidelmundo.—Penséquesoloseríaunpolvo.Porqueestabacabreadacontigo.—¿Y…?—…—Patsi,¿y…?—¿Quieressaberlotodo?—Sí.Ellaseincorporóenelasiento,seatusóelpeloysuspiróprofundamente.—Cuando volviste después del accidente, o debería precisar, cuando volviste «diferente», volví a

llamarlo.Ysi lohicefueporquetúestabasdesesperado,¡hastaelpuntodequequeríasquemecasaracontigo y te diera un hijo! Y ahora, mira, ¡estoy embarazada! ¡Mierda! Como pille al que estádivirtiéndoseahíarriba…

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«Hayvecesquelasbroncassonvomitivas.»EraunadelassentenciasfetichesdePatsi,quereservabaparalosdíasdegranlucidez.Hoyeraunodeellos.Poresoningunodelosdostuvofuerzasparaalzarlavoz.¿Paraqué?Suangustiabastaba.Eraproporcionalasuculpabilidad.Ella explicó que no había tardado mucho en comprender que Kyle estaba en otro lugar. Estaba

cambiado.Absorto.Melancólico.—Básicamente, alejado de mí. Pero tranquilo, cielo, no voy a cargarte con la culpa. Ni tú ni yo

tenemoselmonopoliode la traición.Ensuma,noshemosqueridoynoshemosperdidodevistacomomuchosidiotas.Túsabíasqueyoterminaríaentucamamientrasqueyosiemprehesabidoquesaldríadeella.ElmúsicolehablódeCoryn.Enpocaspalabras,resumiósurealidadyconcluyódiciendoquehacía

unasalsaboloñesadeliciosa.PatsisonrióyhablódelsabordeloshuevosalplatodeChristopher,susnáuseasysusantojosdemujerembarazada.Dijoloraraquesesentíaylopocoquesereconocía.Dijotambiénqueseodiabayseadoraba.Ysobretodoqueodiabaadorarse.—¡Maldita sea! ¡Es como si reconociera que me regodeo en esta catástrofe! Cuando, en realidad,

«esto»,estacosaquesehainstaladoenmí,nosoyyo.Esmiantiyoyestoyobligadaamentir…Hablódelashoras,delafuerzadelaVida,deloabsurdodelAzarquehacemuymallascosas.De

todoloquedejadeentenderse,detodoloqueseescapayunonosabeporqué.Desusantojosdechiliyvainilla. De su cuerpo, que no reconocía y le hacía sentir cosas antes inimaginables. Y que ahora lehorrorizabaelcaloryque,despuésdetodo,Londresnoestabamal.—Acausadelcalor…«Sinduda.»Kylenopudointerrumpirlaniagregarunsolocomentario.Se limitóamiraraesamujerperdida, la

antítesisdelaPatsidesiempre.Lamujerquehabíaamadoyquenovolveríaaamardelamismaforma.Losañoshabíantranscurridoenunsantiamén.Unavezmás,Patsiteníarazón.—Todoestoessencillamenteinviable.Ytú,¿nodicesnada?—Patsi…—¿Loentiendes…?—lointerrumpióconlamismavozdeantes,cuandohabíareconocidoqueestaba

embarazada—.«Esto»nosobligaareplantearnostodo.Nuestravida,ladelgrupo,lacontinuidaddeestagira,elpróximodisco,lapróximagira,Steve,Jet…ymismalditostrajes,queestánenelmaletero¡yen

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losqueyano cabrédentrodeunas semanas! ¿Te imaginas? ¿Te imaginas el lío?Puespeor aún…Undesastre,Kyle.Suvozsetornóimplorante.—Demomento,noséporqué,peronoquieroabortar.Kyleibaaabrirlaboca,peroPatsilevantólamano.—Lonormalesquenimeplantearaseguiradelante.Queestuvieseyaenlaclínica.Ysiembargono

puedo.¿Loentiendes?Kylemurmuró«sí»yquisocogerlelamano.Ellalarechazó.—Lomáshorribleesquenosésisabrésermadre.Nisiquieratedigoyaunabuenamadre…¡Mierda!

Soy…Es…—Patsi,siesmío…—¡Oh!¡Cierralaboca!Laverdad,haypocasposibilidadesdequeelbebéseatuyo.Anoserquetus

espermatozoidesvivanuna semanaenteray sigan siendo tanvigorososdespuéscomoparaeliminaralresto¡yfecundarelúnicoóvuloqueseguramentelibereentodamivida!Teníalágrimasadheridasasusfalsaspestañasy,esavez,fueellaquienapretólamanodeKyle.—Seríamuyfácil,¿aquesí?—¿Losabe?—Estácasado.—Mierda.—Exacto.Luegoañadió,desesperada:—Estoyenlamierdatotal…¡Imagínate!Enmividaheolvidadonada.Niunlugarniunanotaniuna

palabraniningunadetusideasniunasolamiradadenuestrosfans,yhabastadoconqueolvideunavez,unasolayúnicavez,tomarmeladichosapíldoray¡bingo!,mequedopreñadamuyprobablementedeuntíoalquepodríaquererduranteelrestodemisdías,peroqueestácasado,mientrasqueyovivoconuntíoqueyanomequiereyalquenuncavolveréaquererlosuficienteparaseguirviviendoconél…Deprontosellevólamanoalabocaydijogritandoque,paracolmo,ibaavomitar,loquehizoporla

ventanillasinbajardelcoche.LuegoselimpióloslabiosconelabrigodeKyle.—Solomequedarezarporquetúnoseaselpadre.Estecríonotendríaquehabersidoconcebidosin

amor.Sí,Patsi.«Desdeluegohayvecesenquelasbroncassonvomitivas.»

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Corynacostótempranoalosniños.Estabantanexhaustosporhabersequedadodespiertoshastalastantaslasúltimasnochesyporelcambioradicalquesehabíaproducidoensusvidasquenoseresistieron.Lajoven volvió a la cocina para ayudar a recogerla y, cuando las demásmujeres se fueron a descansar,regresóasucuartosinecharunvistazoalabiblioteca.La bolsa de plástico seguía encima de su cama. Junto al paquete de fotos. Las miró una a una.

Reflejabanlamiradadelmúsicosobreella.Unamiradaytodocambia.Unamiradayyanadaesigual…Unencuentro.Átomosqueseaferranydejanhuellasindelebles.Unavidaquesaledesuórbita.«¿Seráciertoqueexistelalibertad?»Cuandosacólacajadelabolsa,unsobredepapeldeestrazacayópesadamentealsuelo.Novionada

escrito en él. Lo abrió y descubrió con estupor e incredulidad una cantidad sorprendente de billetes.Habíaunahojacuidadosamenteplegadaencuatro.Lacogió temblando.Era la letradeunacanción,yCorynsupoalinstanteaquémelodíaestabadestinada.Kylehabíaañadidoapiedepágina:

Estacanciónestuya.Todatuya.Tequiero,Coryn,ynopuedovivircontigo.Lavida…

Coryntocóconlapuntadelosdedoscadaunadelaspalabrasytuvoquelevantarseparavolverensí.

«Lavida…»Contólosbilletes.Volvióacontarlos.Lasumaeratandescabelladaquenopudoimpedirquesumentedesarrollaseplanesirrealizables,irracionalesypeligrosamentetentadores.SeprohibiópreguntarsecómolohabíahechoKyle.LoquePatsiyélsedecían.Abrió lapuertadel

cuartoymiróasushijos—y,pordesgracia,tambiénlosdeJack—,quedormíancomoangelitos.¿Quéles diríamás adelante si alguna vez le planteaban si habían sido concebidos por amor? «Ojalá no lohagannunca»,pensó,sabiendonoobstantequelahoradeesapreguntallegaríatardeotemprano.«Debotenerunarespuesta.Larespuesta.»Guardó el sobre en el fondo del armario. Lo cerró con llave y se la metió en el bolsillo de los

vaqueros.Aldíasiguiente teníacitaconsuabogado,que leaconsejaríacómoenfrentarseaJack.«Noquieroir»,pensóalacostarse.

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Perosedespertóconunaideapositiva.«Undíamenoshastaquetermineeljuicio.Undíamenosparaserlibre.»

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LIBROCUARTO

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1—Señor Brannigan, ¿reconoce usted que ningún hombre, ni siquiera un marido profundamente

enamorado,tienederechoapegarasumujer?—¡Quieroamimujer!—gritóJack.—¡No está respondiendo a mi pregunta, señor Brannigan! Pero le agradezco su espontaneidad. El

tribunalhacomprendidoqueparaustedquererasuesposaledaderechoagolpearla.—¡Protesto,señoría!—seapresuróaintervenirelletradoBellafontes,elabogadodeJack.—Protestaaceptada—intervinoeljuezClervoy—.SeñorBrannigan,respondaalapreguntaformulada

porelletradoSeskin.Su abogado le lanzó una mirada tan cargada de «acuérdate-de-lo-que-te-he-dicho» que Jack se

recompusoenunafraccióndesegundo.Sedominóydisimulósu iraconhabilidad.Perfilósuperfectosemblantedecontrición.LevantólosojoshaciaelletradoSeskinyafirmó:—Notengoderecho.—Perolohizo.—Perdílacabeza.Coryn fue la única en darse cuenta de que el juicio daría un vuelco por culpa de esa frasecita

pronunciadaporunJack-que-perdía-la-cabezadevezencuando.Esaspalabrasinfluiríanenlaprimerasesión y en las siguientes, y seguramente también en las resoluciones.De forma irremediable.Haríanmellaenelánimodelosmiembrosdeljurado.Jackibabienafeitado,llevabaunacamisaazulrelajantealavistayhabíacolocadosusgruesasmanossobrelasrodillas,aresguardodelasmiradas.Ypocoimportabaloquelabellaesposahubierarespondidodurantesuprimerinterrogatorio,máxime

cuando,debidoalasdemorasadministrativas,susmoretoneshabíandesaparecido,sucejadisimulabasucicatrizyningunamarcaera realmentevisibledesde losasientosdel jurado. ¡Oh!Quedaban las fotos,claro.Habíanpasadodemanoenmano,perorivalizabanconlaprofundayampliaheridaenelcráneodeJack.Lajovenmujerrubiahabíagolpeadoconmuchafuerzayenrepetidasocasionesconelaparatodehierro…—…ynodeplástico,señorasyseñores—habíaafirmadoelabogadodeJackblandiendoelanticuado

aparato—.Faltópocoparaquelepartieraelcráneo.Jackhabíamostradosusnuevepuntosdesutura,quelasalapudoadmirarenvivoyendirecto,puesse

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habíacortadocasialcerolosnegroscabellos.Demaneraqueelhombre—quemirabaasuamadaconunos ojos que harían palidecer de envidia a cualquier mujer— podía fingir con facilidad que había«perdido» lamemoriaen losúltimos instantesquepasaron juntos. Jackeracapazdevendercualquiercosa,ydesempeñósupapeldemaravilla.¿Noeraacasoelmejorvendedordecoches?—Pareceserque«pierde»ustedamenudolamemoria—insistióelletradoSeskin—.¡Lapierdepor

amorasumujeryla«pierde»elúltimodía!¿Noresultaextremadamente…oportuno?—¡Protesto,señoría!MiclientenotieneporquésoportarlossarcasmosdelletradoSeskin.—Protestaaceptada.Formulepreguntasclaras.Ysinambigüedad.Lerecuerdo,detodasformas,que

lasesiónselevantarádentrodecincominutos.Elabogadoaceptóeljuegodeltribunal.Cogióeldestornilladorqueestabaalladodelmagnetófono,se

acercóyformulóunasencillapregunta.—¿Quéqueríahacerustedconestedestornillador?Jackrespondióquenolorecordaba.—Quería reparar el cajón inferior de la cómoda del dormitorio donde estaba el bebé. Subió sin

quitarseelabrigo.¿Porqué?—Nolosé.—¿Nolosabeonolorecuerda?—Nolorecuerdo.—¿Quéesloquerecuerda?—Lasrosasrojasquecompréenlafloristería.—¿Quéhabíaenesecajón,señorBrannigan?—¡Protesto,señoría!—Protestarechazada.Respondaalapregunta,señorBrannigan.—LaropadeChrista,mihija,supongo.—¿Noayudabaustedasumujerencasa?—Trabajomucho,letrado.—El tribunal lo ha entendidomuy bien, señor Brannigan. A este respecto, y ya que habla de ello,

quisieraquenosexplicaraporquévolvióasuhogaresedíaamediatarde.—Nolorecuerdo.—Peroacabadedecirquerecuerdahabercompradorosasparasumujer.—Recuerdoquehacíafríoenlacalleyquemedolíamucholacabeza.Untimbrazoestridenteinterrumpiólasesiónsinningúnmiramiento.Eranlascincodelatarde.Coryn

sevolvióhaciaJaneparanomiraraJack,perosabíamuybienquelosmiembrosdeljuradoobservabanaaquelhombre fuerte, locamenteenamoradode la jovenmujer rubia,que,pesea todo,había logradoreducirlo. Sabía que algunos de ellos estarían pensando que ella tenía parte de responsabilidad.Que

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incluso se lo había buscado…Corynhabría deseado con todas sus fuerzas que la últimapregunta delletradoSeskinhubierasido:—¿Porquéintentóesedíaestrangularasumujer,porloquesé,ademásdeviolarla?

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Sibienconsiguiómarcarseunostantos,enlosdíassiguienteselabogadodeCorynseenfrentóaunJackquesecentrabaensembrarladudaentrelosmiembrosdeljurado.Jackinsistióenloslargosmesesenquenoocurríanada,cuandolograbacontrolarse.Sí,eracapazdeello.Susojosdecían«selojuro»ysuspalabrasnuncaacusabanasumujerdenada.Jackhabía entendidoantesdeque su abogado se lodijeraque JaneMacLoganera lahermanadel

Pirado,apesardequeestehabíafirmadoelatestadoconsuverdaderonombre,KyleJenkins.«Nodicesquiéneres.Eresastuto,peroyo losoy tantocomotúomás,Pirado.»Cuandoel letradoBellafontes leinformó de ese detalle, Jack lo miró de hito en hito y le preguntó si había descubierto algocomprometedor.—No.Nada.ApartedequehizounavisitarelámpagoasuhermanaporNavidad,comotodoslosaños.

Sigue saliendo con Patsi Gregor. Y su esposa ha declarado que encontró la dirección en el listíntelefónico.Jackhizocomoquereflexionaba,yañadió:—Entoncesprefieronoveraesetipoeneljuicio.Porquenoolvidoqueeselhombrequeenvióami

hijoalquirófanoytengomiedodedejarentrever…midebilidad.AlabogadodeBranniganleparecióbien.Lefacilitabaconsiderablementela tareaquesuclienteno

acusaradenadaasumujer.Nideinfidelidadnidecualquierotrafalta.CuandoCorynhablódellibro,Jackdijoquesolohabíavistoel«M.Twinston».Reconoció,bajandolavoz,queeraceloso,quesiemprelohabíasido,inclusodepequeño.AfirmóqueloúnicoquequeríaeraprotegeraCorynysacarladeunentornodesfavorecido.Queríalomejorparaellayparasushijos.Estabacansado.¡Oh!Tancansadoqueavecesperdíalacabezahastaelextremodenopodercontrolarse.CuandoelletradoSeskinsacóarelucirlospuñetazosenelvientreylaspatadas,Jackpidióperdóny

nofuecapazdeexplicarporquéhabíapasadodeunabofetadaa«esosactos».—Pero¿porqué?—repitióelabogado.—Nolosé,letrado.Sinembargo,hecomprendidoqueestoyenfermoyquenecesitoayuda.«¡Bravo!», se dijoCoryn. «Ahora puede añadir que no volverá a hacerlo.»Y Jack soltó esa frase,

para,actoseguido,implorarconunavozanegadaenlágrimasdecocodriloqueleenviaranaterapia,quelocurasendesuenfermedad,quelocarcomíacomounanimal…

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Jackescogíasuspalabrasconinteligencia.Afirmóquesumujernuncahabíadicho«no»,loqueabrióunapuertagigantescaa suabogado,obstinado,noenelporquédeesaausenciade«noes», sinoenelnúmerodeviolacionesqueellahabíadeclarado.Corynrespondióquenolashabíacontado.—Entonces¿nosiempreeran…violaciones?—insistióelletradoBellafontes.Corynsequedócallada.Elletradoseacercóaella,mucho,ylatraspasóconlamirada.—¿Eransiempreviolaciones?—No.—¿Cómopodíasumaridoapreciarladiferenciasiustednosenegaba?—Aqueldíaséquequeríamatarme—repusoCoryntemblando.El letradoBellafontesechóunvistazoa losdocumentosqueteníaen lamano.ElabogadodeCoryn

objetó,envano.—Segúnelinformepolicial,usteddeclaróqueelseñorBrannigandijo«estavezseacabó».Nodijo

«voyamatarte»,¿noesasí?—Sí.—¿Dóndeestabanlasmanosdesumaridocuandolegolpeó?—Yanomeacuerdo.Seprodujounsilencio.Prolongado.Lasmiradasseposaronsobreunosyotros.Jackdijounaúltima

vezquenoacusabadenadaaCoryn.Porquesuobjetivoerareconquistarla.Punto.Yempezardecero.Peroeso,cómono,erasupequeñosecreto.Supostrepersonal,enciertomodo…Coryncomprendióquevolvíaaserinvisibleysepreguntósisumuertehabríacambiadolascosas.Se

convenciódequeno.SiemprehabríaalguienqueafirmaríaqueJackteníaderechoalperdónporqueibaapagarsudeuda.Habíagolpeado.Sehabíaarrogadoelderecho,lacostumbreyelplacer.Sinduda,quedaban los testimoniosde ladirectoradel colegioydelpersonalde laguardería. Jack

teníalosdesusempleados,paraquieneseraunjefeexigenteperojustoygeneroso.Katy,suvecina,nodijo sino la verdad. No había visto nada. Quedaba el asunto de la hemorragia, que no tenía unaconclusiónfirme.YlacicatrizimponenteenelcráneodeJack.LuegoescucharonlagrabacióndeMalcolm.Decíaquenosabíanadayquenuncahabíavistoasupapá

pegarasumamá…Corynsupoquelapartidaestabaperdida.ElabogadodeJackpudodecir,conlabocallenadesatisfacción:—Nohaymáspreguntas,señoría.

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Enverdad,Corynnoestabatriste.Estabafrustrada.Eraconscientedequelahabíanmanipuladoduranteel juicio y de que no había podido contar las cosas tal como habían sucedido.Había pasadomuchasnochesenLaCasaanalizandosuexistencia.Desuinfanciaacortadasehabíavistolanzadaapropulsiónalavidaadulta.Ylaconclusiónerasencilla:habíaperdidomuchotiempoennoexistir.HastaqueKylelehabíaenseñadoavivir.Jamásrenunciaríaaeseregalo.Hizoaunladocuidadosamentesuodioysuira«paravivir».Pusoen

un lugar destacado su determinación, y sintió, emocionada, la fuerza que la habitaba de nuevo. PensócadadíaenloqueKylehabíadichoyescrito:«Tequiero».Se aferraba a esas palabras cadavezque corría el riesgode tambalearse.En el juzgado, así como

metidaensucamaenlaoscuridad,ese«tequiero»fuesuárbol.Muchoantesdequefinalizaseeljuiciolajovenmujertuvolaconviccióndequenoserviríaparanada.

Yantesdequeseretiraranadeliberarmiróalosmiembrosdeljuradoysupoquiénvotaríacontraella.Yquiénladefendería.Supusoquenoobtendríaunaampliamayoría.MiróaJackque,comoentodas lassesiones,bajabalosojoscuandotocabayocultabajuiciosamentesusmanazas.Nosobrepasólalíneaquesuabogadolehabíamarcado.Semostrócortésyapasionado.Teníatestigos…Sí, Jack había sido muy hábil. Ni siquiera entonces comprendió Coryn hasta qué punto la había

manipulado.

Elveredictosepronuncióunmiércolesalascincoycincuentaytresdelatarde.Corynlevantólavistahaciael relojde lasala,comohabíahechoaldara luzasus treshijos.Oyóque teníacuatroañosdetreguahastaquetodoempezasedenuevo,porqueJackaseguró:—Conservaranuestroshijoseslomáspreciadoparamí.DeseodemostraraCorynquepuedocambiar

yquelosquieromásqueanadaenelmundo.Meesforzarécadadíayloconseguiré.No cometió ni un solo error en la elección del tono.Menos aún en la de sus palabras. Aceptó el

veredictoconunaliviomuybiendisimulado.

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No.CorynnopodíadesterraraJackdesuvida.Estabanlosniños.ElletradoSeskinseinclinósobreellaalsalirdeljuzgadoyletocóelhombro.—Lepasaráunapensiónimportante.—¿Esesasuformadedecirquelosiente?—intervinoJanesinpodercontenerunminutomáslaira

queleatenazabaelestómago.Janedejócaerconbrusquedadsumaletínalsueloyclavóenelabogadosumiradasombría.—Deverdad,nocreíqueelveredictoseríatanclemente.—¿Insinúaquehemostenidomalasuerte?—Desgraciadamente,separecemuchoamivida—intervinoCorynmirándolosaambos—.¿Quéme

aconseja,ahoraqueeldíamenospensadoesetipollamaráamipuertaparareclamarmeelderechodecustodia?—Dejequepasenlosañosdecárcel—dijoelletradoSeskin—.Encuantoasuterapia…—Jack no cambiará jamás —lo atajó la joven mujer con el semblante endurecido—. Aguardará

pacientementeyvolveráaserelJackdesiempreencuantosalga.—No.Porqueenesecasovolveríadeinmediatoalacárcel,ypormuchomástiempo.Corynlevantóunosojoshorrorizados.—¿Estáoyendoloquedice?—increpóJane.ElletradoSeskinprosiguió:—Tengafe,notienegrancosaquetemer.Estádivorciada.Sí,loestaba.Enelpapel.YtambiénsabíaquesiJacklohabíaaceptadocontantacomplacenciaera

paraconseguirunareduccióndesucondena.Paraacercarseasuobjetivosecreto.—Créame,entiendosuconsternación.Estoydesuparte…Nisiquierahapedidoverasushijos.—Porquenoquierequesushijosloveanaélenlacárcel—precisóJane.—Tododependetambiéndellugardondeseinstaleusted…—Mividaestáensuspenso.—No,Coryn—dijoJanetomándoleunamano.La joven se volvió hacia su abogado y preguntó si Jack podía pedir su traslado a Inglaterra en el

hipotéticocasodequeCoryndecidieramudarseallí.ElletradoSeskinreflexionóydijo:

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—Laleynoseloimpide.¿EstápensandoenvolveraInglaterra?—Enloquepiensoesennovolveraverlojamás.—Coryn…—Nosepreocupe, letrado,no loculpo.Mehadefendidocon lascartasque tenía.Aunque tenga la

sensacióndeserlaperdedora.

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Elcieloeradeunazulmatesalpicadodenubesdesgarradas.Enelcoche,CorynnoprestóatenciónaJaney su ira.Volvióaver a Jack, con loshombrosencorvados.Sí, sehabíamostradoarrepentidoenextremo.Yvoluntarioso.Porqueyahabíavisitadoaunterapeutayjuradoqueleresultabadegranayudaparaevitarsus«deslices».Esapalabralevinoalamemoria.LeparecióqueJackhabíadominadoeljuicio.UnavezenLaCasa,

la jovenmujer fue a buscar undiccionarioy releyó la definición. «Sustantivomasculino. Desacierto,indiscreción involuntaria.» No entendió por qué nadie lo había constatado. «¿Acaso las personas seponenadormitarencuantosesientansobresutrasero?»Jacknocometía«deslices».Eraunseregoísta,tiránico,violento,contradictorio,celosoycalculador.HabíasabidoexplicarporquéeneltelevisordesucasasolopodíanverseDVD.Diounaexcusaoriginalperoaceptable.Unaespeciedecontrolparental.—Muchospadrespreocupadosporloquepuedaafectaralcerebrodesushijossenieganaquevean

programasdetelevisión—habíaseñaladoelletradoBellafontes.Es una especie de verdad colectiva. La explicación de Jack parecía casi intelectual. Sí, las cosas

habíansufridounpequeño«desliz».Corynfijó losojoseneldiccionarioy locerrócon tanta fuerzaque laspáginascastañetearon.Jack

sabíamuybienloquehacía.Coryn,suúnicavíctimayelúnicotestigodesus«actos»,nocontabamásqueunvulgarjuguete.Jacksemostraríapacienteyesperaríasuhora.«EseeselplandeJack.»Devolvióeldiccionarioasuestanteríadelabibliotecayfueaapostarsejuntoalaventana,enelsitio

exactodondeKylelahabíabesado.Enelsitioexactodondesehabíadeleitadoconaquelprimerbeso.En el jardín habían florecido algunos brotes. Pensó en lo verdes que debían de estar las hojas de suabedul.CorynBenton, antes dedivorciarse: señoradeBrannigan, cerró losojosy los vio.Vio losojosde

Kyleyjuróatenersealadecisiónquehabíatomado.

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Porsuparte,unosmesesantesPatsitambiénhabíahechounaelección.Sola.Eranlasseisydiezdelatarde.Esperabaele-maildellaboratorio—sentada—delantedelapantalladesuordenador.Imprimióelinforme.Reflexionóymiróelmarqueseveíaalolejosdesdesudespacho.PensóquequeríaconservarsucasadeLosÁngeles,aunquesolofueseparavolver tresvecesalaño.Compraría lapartedeKyle.Teníamesespordelanteparaocuparsedelacuna,elcochecito,lospeleles…«¿Cuántasunidades?»,sepreguntóconesaespeciedealegríainquebrantablequesehabíaadueñadodeella.DecidiódeinmediatoqueKyleseríaelúnicoensaberquenoeraelpadre.NoavisaríaaChristopher.

Nodiríanadahastaelúltimoconcierto,previstoafinalesdeabril.Sepondríavestidosacampanadosalestilodelosañossesenta.Estiloque,porlodemás,solohabíaexplotadoenelescenario.En ese momento Kyle salió a la terraza con una taza de café humeante en la mano. Llevaba los

vaquerospreferidosdePatsiysubufandanegra.Sevolvióylavio.Comoenelescenario,lamiradadePatsifuesuficiente.Kylelaentendióyseacercóaella.—Estosanálisispruebanquemequedéembarazadaprecisamenteel3dediciembre.Yelúltimodía

quetúyyonosacostamosfue…antes.Elmúsicomiró las cifras, los índices y los términos extraños quedescubría por primera vez en su

vida.—¿Estásdecepcionado?—Esmejorparaelbebé.Yoyamehetorturadobastantepreguntándomesimimadresealegrócuando

supoqueesperabaunhijo.Patsiguardósilencio,yKylecontinuó:—Quiénsabesilascosasnoseperpetúandegeneraciónengeneración…—Tupadrenoeraunaestrelladelrock.Kyleasintióyañadióqueéltambiénhabíaestadoreflexionando.—Síundíatengounhijo,megustaríadecirlequefuedeseado.Noquieroquepiensequeloengendró

unmonstruo.Porquenosoportaríaqueaéltambiénleasustaraelfuturo.—¡Cielito…!Tienesquehacértelomirar.Desvarías.—Yalosé,Patsi.Sinembargo,lopeorparamínoeseso.—¿Yquées?

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—Lopeorseríaquemehubieradeseadoelmonstruo.Elasesino.KyleteníaenlosojoslafragilidadquePatsiodiabayque,sinembargo,lahabíahechocaerrendidaa

suspies.Nohabíadejadodequererlo.Loqueríadeotraforma.Suamorhabíavariadosuórbita.Sesentójuntoaélytomósusmanosentrelassuyas.—Olvidasunelementoesencial.—¿Ah,sí?¿Cuál?—Tulibertadderenegardeél.Tulibertaddevivirsinél.Patsiañadióqueaellanolecostabanadadecirlo,queellanopodíaimaginarsuluchainterna.—Pero eso no impide nada, siguemi consejo.Déjalo estar. Eres libre,Kyle.Ni siquiera estoy ya

encimadetitodoeldía.¡Ynoereselpadreindignodeunhijoquenoestuyo!Kylesonrió.—Asíque…nopierdasdiezaños.Llámala.—¡Oh! —Él suspiró con tal emoción que tuvo que levantarse del sillón de terciopelo violeta—.

Olvidasquenopuedo.Eljuicioserádentrodenada.—Puesescríbele.—Quiererehacersuvida.Debe…—Kyle…¡Mierda!Élcogiósuguitarra.Patsiselevantóparamirarlodefrente.—Enesecaso,nollamesaCoryn.¡Jamás!¿Meoyes?Nolaconozco,peronoseríabuenoquedespués

dequelehayanpartidolacaraduranteañosahoravayaadarconuntíodepresivoygallina.Untíoquenoestéalaaltura.—¿Creesquenolosé?Corynnonecesitaaalguiencomoyo,que…—¡Kyle,mesacasdequicio!Ynoteimaginascuántomealegrodehabertedadopuerta.¡Ydequeeste

críonoseatuyo!Patsidiomediavueltaydesaparecióporelpasillo.Sinembargo,tressegundosmástardereapareció,

conunamanoapoyadaenelvientre.—¿Yahoraqué?—Graciasporaguantarmeentucamahastaquetermineestamalditagira…Sellevólamanoalaboca.—¿Másnáuseas?—¡Encuantomelasrecuerdan!—Sedejócaerenelsillónconunsuspiro—.Cuandopiensoqueesto

puededurarhastaelparto…Kyleseleacercó.—¿Quieresunvasodeagua?Patsinegóconlacabeza.—Quieroquetoqueseltercertema.

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—¿Yanoloaborreces?—Ahorasoyunaespectadoramás.Elmúsicosonrió.PatsileapartóelmechóndelosojosyselorecolocóalamaneradeKyle.—Atodoesto—dijoconindiferencia—,encuantoal«siempre»…puedequetuvierasrazón.—¡Oh!—Perocuandotedije«conmigono»,enesonomeequivocaba.—Entonces¿elinvisiblemanestu«siempre»?Patsisuspiró.—¿Cuándopiensascontárselo?Ellaseencogiódehombrosyprecisó:«¡Despuésdeljuicio!».—Noeresmejorqueyo,alfinyalcabo.—Sí.Porquelehablo,ledigoqueloquieroyencuantoalodemás…puesescomounplatoquese

cueceafuegolento.¡Aúnnoestálisto!Yporesonohallegadolahoradesentarsealamesa.—Deberíascontarlequeeselpadre.—¡Nomedigasloquetengoquehacer,Kyle!¡Toca!PatsicerrólosojosdurantetodoeltiempoqueKylecantó.

ViajaronaLondres,Bruselas,Berlín,ynodijonadaaChristopher.Aúnno.Seguíasuestrategia.NiKyleninadiehabríanpodidodisuadirla.LaartistaocultósusnáuseasysusvómitosaSteveyJet.Atodoslosque trabajabanen lagira.Subióal escenario sinmodificarunápice suactitud.Fingió seguirenplenaformaymantuvoel tipo sin flaquear, liberando tan solo sumalhumor conunpocomásde estruendo.DormíaapiernasueltaalladodeKyle.Soloporunmotivo.—¡Paraquelosperiodistasmedejenenpaz!

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7

MientrasquePatsiocultabasusnáuseasysusprimeroskilosbajosusnuevosvestidosacampanados,quecombinabaconbotasymallas,Kyleenterrabasumalestarunpocomás,ysolodejabaqueafloraseenelescenario.Elpúblico aplaudía conganasmientrasqueél se sentíadesfallecer cadavezmás.Patsi nodejabade repetirleque el juicio, el desfasehorario, lagira, los«estanocheno», los«ahorano», los«necesitamostiempo»ydemáseranexcusas«baratas».—Sabesquetodoelmundodiceunacosayquiereotra.Patsiteníarazón,comosiempre.Kylesabíamuybienquesoloelmiedoseloimpedía.Sumonumental,

asfixiante,paralizanteeinfectomiedodelastimaralamujerqueamaba.Denoestarasualtura.Noobstante,undía,cuandoacababandeaterrizarenGrecia,Kyledejósumaletajuntoalacamadel

hotely,sinmirarelcieloazulnilahora—sinpensar—,marcóelnúmeroprotegidodeJane.Suvozleconfirmóquedormía.Janedijoqueeranlascuatrodelamadrugaday,sobrelamarcha,leinformódelasentenciadeljuicio.—TengoquehablarconCoryn.Dilequelallamarémástarde.—Noestáaquí.Sehaido.Selehelólasangre.—¿Cuántohace?—Llevatresdíassinaparecer.—¿Quéquieresdecir?Janecallóunossegundos.Kyleseimpacientó.—¡Jane!Resumió enpocaspalabras el juicio, el divorcio exprés, la separacióndebienes, que se reducía a

pocascosaspuestoqueJackhabíatenidolaastuciadeformalizarunacuerdoprematrimonial.LacasadeSanFranciscoeralaresidenciaoficialdelaempresayladeLondressololepertenecíaaJack.Corynhabíavendidotodassusjoyas,tambiénlaalianza.Habíahechoalgunasbúsquedasdeempleo.—Sus hijas nacieron aquí. Tiene derecho a quedarse. Le propuse, incluso, que ocupara la nueva

vacantequevoyacrear.Eracierto.Fue loque Janehizo lamañanade lahuidadeCoryn.Peroantesdeque la jovenmujer

pensaraenlarespuesta,elpequeñoPedroentrógritandoquesumamáestabaenladuchayquenoquería

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abrirlapuerta.JaneacudiócorriendoalaseoyCorynllamóal911.Dioladirecciónyenunosminutosapareciólaasistenciamédica,echandoabajolapuertadelcuartodebaño.Johanna,lamamádePedro,yacía sentada en supropia sangre en laducha.Corynestaba enprimera líneay lovio todo. «Estonoterminarájamás.»—Cuandofuiallamarasupuertadescubrílosarmarioscasivacíos.—¿Sefuecontodassusmaletassinquenadielaviera?—Yo…Estoestaballenodepolicíasydegente…—¿Cómosefue?¿Entaxi?¿Cómodiablos?—¡Kyle!Habíarecuperadoelsegundocoche.—¿Dejóalgunanota?¡Oh,sí!YtantoqueCorynhabíadejadounanota.Janevaciló,yelmúsicogritóquequeríasaberlo.

Janedesplególahojaqueaguardabaenlamesitadenoche.—Escribió: «Unamujer maltratada terminará siempre encerrándose en un cuarto de baño si no ha

sucumbidoalosgolpes.Seconvencerádequeeslaúnicasalida.Noquieroserunadeellas.Porfavor,Jane,nomebusques.Quieroreconstruirmivida».JaneañadióqueCorynleagradecíasuayudayblablablá…Estabaganandotiempo,perosabíaquesu

hermanoacabaríapreguntando:—¿Esoestodo?—Tambiénescribió:«DigraciasyadiósaKyledemiparte».Transcurrióunminutolargo,queexplicabatodaslasimplicacionesdeese«gracias».Janenocreíaque

eldineroqueCorynhabíaretiradodesucuentabancarialebastaseparavivirmuchotiempoescondida.—¿Porquénomehascontadonada?—Confiaba…confiabaenquevolvería.Yanoshapasa…Kylecolgó.«DigraciasyadiósaKyle.»«DigraciasyadiósaKyle.»«DigraciasyadiósaKyle.»

«DigraciasyadiósaKyle.»«DigraciasyadiósaKyle.»«DigraciasyadiósaKyle.»«DigraciasyadiósaKyle.»«DigraciasyadiósaKyle.»«DigraciasyadiósaKyle.»Habíareaccionadodemasiadotarde.Porcobardía.Porpuracobardía.Yeraconscientedeello.Kylepermaneciósentadoenelsuelomirandoporlaventana.Elcieloexhibíaunazulimplacableque

notolerabaningunanube.Kyleolvidóeldía,ellugar,elhotel,quésalalosacogeríaparaelconciertodeesanoche.Estabasoloydestrozado.Sesentíasoloydestrozado.Cogiólaguitarraqueestabaasuspiesy,sindejardemirarelcieloazul,sepusoatocar.Yacantar.Sinpúblico.Sinnadiequeloescuchara.SinCorynentresusbrazos.

Ihopeyou’reallrightIhopethingsturnedoutrightIwishyouahappylife

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IhopeyouthinkofmesometimesSometimesImightgocrazySomedaysI’llbecrazyOh!MylovepleaseforgivemeOh!Myloveplease[1]

Kylelanzólaguitarraalotroextremodelahabitación.Luegosuteléfono.

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8—¡Kyle!¿Estásescuchando?—Sí.—Puesnoloparece.—Sigue,Steve.No,elcantantenoestabaescuchando.Hacíadíasqueyanoprestabaoídoanadie.NisiquieraaPatsi

cuando le cogía lamano, llegada la noche. Lamayor parte del tiempo permanecía callado y solo seanimabacuandosubíaalescenario.Escribíacosasqueibandirectasalapapelera.Patsilasrecuperaba,las leíaconojoshorrorizadosy las rompíarápidamente.UnanocheKylemurmuróquepasabapágina.Ellarespondió:«Fantástico».Patsisupoqueambosmentían.Laechabademenosysiempreloharía.Eraunsinsentido,claro.Yno

obstante…real.Tanrealcomoesacositaquelajovenmujernotabamoverseenunlugardesucuerpocuyaexistencianosospechaba.—Pues os iba diciendo —continuó Steve, nada convencido— que Mike Beals acaba de firmar.

Sudáfrica,estábien.—¿Cuántos?—preguntóPatsi,inquieta.—¿Cuántosqué?—¡Cuántosconciertos,bobo!—Dos—dijoSteve.—¡Dos!Esunaminiminigira.—Dostampocoestá tanmalparaSudáfrica. ¡Ycuandotocamosenunestadionos llevamosunbuen

pellizco,Patsi!—¡Steve!Tevuelvessusceptibleconlavejez.—¡MepreguntositedascuentadelcurroquemepegoydeloqueMikesacrificaparaquetúsubasa

menearelculoenunescenario!Dehecho,podríaañadirqueenestemomento…Patsiabriólaboca,ylacerrócuandoKylepreguntó:—¿Desdecuándotocamosporlapasta?Loschicossevolvieronhaciaélauna.—¿Quépreguntademierdaesesa?

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—Nuncahashechoascosalapasta,Kyle.—No.Esverdad.Peroinsisto,porquedeprontomepreguntodesdecuándotocamosporlapasta.—Básicamente desde siempre—dijo Jet, que no era elmás parlanchín del grupo. Se irguió en su

asiento.Losotrostressevolvieronhaciaél,yseencogiódehombros—.¿Quépasa?¿Porquémemiráisasí?Soycomotodoelmundo,comotodosvosotros.¿Eldinero?Puesmeheacostumbradoaélynolehagoascos.Nomásquetú,Kyle,quetieneslosbolsillosagujereados.NomásqueSteve,quetienegustosmuycaros,ynomásquePatsi,quesepuleloquenohaganadoaún.Punto.SehizoelsilencioycadacualanalizólaspalabrasdeJetasumanera.—Sudáfrica…—terminóaceptandoPatsienvozalta—.¿Porquéhandichoquesí?—¡Porque hasta ahora no hemos ido nunca! ¡Porque siempre hemos querido ir! ¡Porque llevamos

meses negociando! ¡Porque las fechas son las adecuadas, antes del último concierto en Nueva York!¡Mierda!¡Patsi…!¿Quétepasa?—Nada.Queestamosunpocohechospolvo,¿no?—respondió.—Estáshechapolvo,querrásdecir.Perohazunesfuerzo.Dentrodepocopodrásdescansar.¿Crees

queaguantarás?—semofóSteve.—¿Cuándotocamos?—preguntóKyleantesdequePatsiestallara.—Elsábadoyeldomingodelasemanaqueviene.—¿Ya?¿Yelmaterial?Steveintervinoparaexplicarlesqueeldecoradosería…—…mássobrio.Nopodemoshacernadamásconunplazotancorto.—Unestadio.Undecoradominimalista.Amímeparecequeseverá…¡vacío!—Patsisuspiró.—Contamoscon tupresencia—repusoSteve—.Yves,eso tedeja tiempoparadescansarantesdel

concierto.—Habrásconstatado,Steve,quenohedichonimuyquenoobje…—¿Yporquénonosvamosdespuésdelconciertodemañana?LostressevolvieronsimultáneamentedenuevohaciaKyle.—Sí.¿Porquéno?—repitió.—¿Parahacerturismootravez?¡No,gracias!—dijoPatsimientrasdesenroscabaeltapóndelfrasco

deesmaltedeuñasnegro—.Sisupieras,cariño,cómonosagobiantusvisitasaloszoos,alasexposylosmuseos…—Osagobiaquehagaturismo.Osagobiaquemeduelalacabeza.Osagobiaquemequedeacostado.

Osagobia…—¡Yabasta!—leinterrumpióPatsilevantándose.Stevealzólasmanosparapedirtiempomuerto.—¡Tútambién,Steve!¡Nosagobiascontuperpetuopeaceandloveytussorpresitasdeúltimominuto!—¿Quétecrees,quetúnonosagobias,Patsi?Estamoshastalasnaricesdetuscrisis,detusnerviosy

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de todo lodemás.Estaríabienquedijeses«sí»devezencuandoy sinprotestar,paravariar.Quenovayasdeestrellaconnosotros.¡Mierda!—¿Deestrella?Sepusolamanoenelcorazón.—¡Nuncaheidodeestrellaconvosotros!—¡Demuéstralo!YhaztúestanochelaentrevistaconlagentedelWQY10.—¿Porqué?—¡Hostia!¿Nopuedesdecir«sí»?—Teestoypreguntando«porqué».Jetsuspiróysefueamirarporlaventana.Stevehizounesfuerzosobrehumanopornotirarloporla

malditaventanayKyleemprendióelvueloporesamaravillosaventana.—Tepongoensituación—continuóStevecomosinopasaranada—.WQY10esmásrolloclásico.—¿Porqué?¿Ahorasomosclásicos?—¡Terepites,Patsi!—¡Yamíqué!¡Quierounarespuestaamipregunta!¿Porquétenemosqueaguantarotraentrevista?Ya

lohemosdichoyrepetidoto…Stevelearrancódelasmanoselfrascodeesmalte.—Porquelaperiodistahapreparadosutrabajoyporquetambiénesnuestrotrabajo…¡Oh!¡Mierda,

Patsi!Steve no podía más. Estaban cansados. Los cuatro. El final de una gira era tan angustioso como

predecible.Siempre era lamisma cantinela.Desfogaban sus nervios por turnos.Necesitaban airearse.Distanciarse.Apalancarseenalgúnsitioynomoverse,perolesdabaunmiedodemuertevolveralvacíodelcomúndelosmortales.Ellosnoteníanunarutinareconfortantesobrelaquedormircomobenditosnibolsas de basura que sacar como todo el mundo. Sin escenarios. Sin desafíos. La cuenta atrás noavanzabaenelbuensentidoparaellosy,esavez,losproblemasparecíanmultiplicarse.Aqueldía,noobstante,parasorpresadetodos,Patsicedióehizolaentrevista.Semostrócomoerade

ordinario. Indómita e imprevisible. Pasaba olímpicamente de lo que la gente pensara de ella. Patsisiempreeraauténtica.Sincerayjusta.Además,estabaembarazadayalterada.Cuandolajovenperiodistalepreguntósiundíaaceptaríasumarseaalgunacausa,laroquerarespondiósindudarlo:—No.—¿Porqué?—Porquehaydemasiadaspordefender.—Sí,pero…—¡Nohayperosquevalgan,cielo!Sololaimposibilidaddeelegirunaúnicacausa.Porqueseríadel

todoinjusto.Pero,porfavor,escribequesiempreheaceptadotocarparacualquierasociaciónquemelopidiese.

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—Hedeentenderquesiguenegándoseauncompromisocomoelmatrimonio…—¡Uy,uy,uy!—exclamóPatsiirguiéndoseensuasiento.Los chicos contuvieron el aliento. El terreno se tornaba resbaladizo. Intercambiaron una mirada

impotente,peroPatsifuemásrápidaqueellos.—Cielitomío, punto uno:me gustaría queme dejaran en paz de una vez por todas con la eterna y

cansinapreguntadelmatrimonio,ypuntodos…Recobró aliento y lanzó una mirada a Kyle, quien se hundió en su asiento para disfrutar de la

continuacióndelespectáculo.—…y,comoibadiciendo,puntodos:miúnicodeseoesdemostraralplanetaquelasmujeres,todas

lasmujeres, son libresdehacerypensar loquequierany, sobre todo,quenodebendudarnunca.EncuantoacasarmeconKyleMacLogan,noentraenmisplanesynoentraránuncaporque…Seviointerrumpidaporlaperiodista.—Perosíqueentróenelpasado,¿noesasí?PatsicruzóotramiradaconKyle.Sesonrieron.Laperiodista soltóun rápido«ya lohanhecho,¿es

eso?»,quehizoestallarderisaalaartista.—Nosésialdespertarteestamañanaerasconscientedequehoyeratudíadesuerte,cielito.Porque

esta tarde tienes tu exclusiva. Kyle y yo nos separamos. Y ya de paso… ¡puedes anunciar que estoyembarazada!Peroantesdequetepreguntesquiéneselpadre,teresponderéqueestecríoesdeunmanynounaconcepcióndivina.—¿Pone esto en peligro al grupo?—dijo el cielito dando un respingo, regocijándose de estar en

primeralínea.—Estonoponeenpeligronadadenada—continuóPatsimientrasSteveyJetdigeríanelplatofuerte

—.Seguiremos trabajando juntos.Nosconcederemosunamerecidapausadespuésdenuestrosúltimosconciertos. Daré a luz dentro de unosmeses y, después, grabaremos un nuevo disco y concederemosentrevistasyharemosunagirafantásticaytendrérabietascuandomehaganpreguntasestúpidas.—¿Yquédecísvosotros,chicos?—preguntólaperiodistavolviéndosehaciaellos.—PensamoslomismoquePatsi—respondieronlostresacoro.Sí.Comodecostumbre,laartistateníaeldondeencontrarelmomentooportuno.Exactamentecomoel

díaenqueentróenelcamerino-armariodeloschicosdandounpuntapiéalapuertaylearrancóelbajoaStevedelasmanos.Dabaenelclavo.KylehabríadeseadocolocarleunaboladecristalentrelasmanosparaqueledijesedóndediablossehabíametidoCoryn.Porque,demomento,nadieconocíasuparadero.

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Jackseincorporóensucama.LeyóatentamenteelartículoquerelatabalasconfesionesdePatsi.«AsíqueelPiradoseseparadesumujer—sedijo—.AsíquelamíavolveráaLondres,adondeélyasehamudado…»ElpresoBrannigan se levantó, cogióunahojadepapel enblanco, la alisóy escribiódel tirón, sin

tachaduras:Apreciadísimoletrado:Lohepensadobienyladecisiónestátomada.Quieroquepidamitrasladoaunacárcelinglesacuantoantes.Atentamente,

JACKBRANNIGAN

JackignorabacuáleseranlosplanesdeCoryn.Solohacíaconjeturas.Pero¿acasopodíainstalarseesa

zorraenotro lugarqueno fuera Inglaterra?Probablementeno.Lapensiónque lepasaba ledaríaparavivir,peronoparahacermilagros,desdeluego.TimmyhabíadichoqueelPiradoganaba…«¿Quéesloquehabíadicho?¡Ah,sí!“Ganamáspastadelaquetúpodríasganarentuvida”.»Jack se enjugó la frente. Plegó con esmero el folio en dos y luego en cuatro. Las esquinas se

superpusieronalaperfección,ylometióenunsobre.Al día siguiente se lo entregaría al guardia. Todo se iría engranando. «Poco a poco, voy

acercándome»,pensómientras tachabaundíadelcalendarioyaplastabaconelpie laarañaquehabíacometidolaimprudenciadepasarpordelantedeél.—Nopuedesevitaraplastarlas,¿eh?—preguntóKlaus,sucompañerodecelda.—¿Porqué?¿Lesprofesasunaadoraciónespecial?—Totalmente.Nomegustanlosmosquitosydeberíassaber,Brannigan,quelasarañassoncomoyo.—Niquelodigas…—Noolvidesquelosmosquitossoncomolasputas.Techupanlasangreparaquetemueras.Ysabes

quélestengoyoreservadoalasputas,¿verdad?Jackseexcusóyprometióqueseríamástoleranteconlasarañas;noqueríaponernerviosoaKlaus-el-

exterminador-de-prostitutas,ymenosaúnquesusesfuerzoscayeranensacorotoporunaestúpidapelea

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sobreinsectos.Loprometióconsinceridad,yKlaussetiróunpedoensuapestosocatrerepitiendoqueibaaredactarunmanualsobre«lasmilyunamanerasdedescuartizaratodaslasguarrasdelagalaxia».«Undíamenos…»

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Lamañana enque el pequeñoPedro irrumpió a gritos en el salóndespués de ver a sumadre con lasmuñecasensangrentadasCorynhizolasmaletasparasalirhuyendo.Fuecomosilahubierancogidodelamanoparaguiarla.SeechóalacarreteraysedejóllevarhastaBattleMountain,enNevada.NoesperaríaaqueMalcolmterminaseelañoescolar,mientraselladigeríaelproceso,eldivorcio,su

vidaconJackylasprimerascartasqueestehabíahechollegarasushijosa travésdesusrespectivosabogados.Lashabía redactadosabiendoqueella leeríay releería lascariñosaspalabrasdeesepadreque senegabaaque sus«adorablescriaturas» loviesenenun locutorio rodeadodecompañeroscuyorecuerdo lesprovocaríapesadillas.Decíaqueera comounviaje largo,peroque losquerría siempre.Queesemaravillosoamoreramásfuertequetodo.Quenadapodríadestruirlo.CorynsabíamuybienqueJackdecíaestaspalabrasenserio.Delmismomodoquesabíaquellegarían

muchasmáscartasenelfuturo,postalesdecumpleañosydeNavidad.Yqueellatendríaqueleerlas…«YtampocohayqueolvidaraKyle.»La joven mujer no había tenido tiempo de cambiar el estado civil de su pasaporte. De hecho, ni

siquiera se le había ocurrido y no fue consciente de ello hasta que rellenó el formulario que larecepcionistadelCowboyInnletendió.Utilizósuapellidodecasada,perodeformacasiilegible,yparacolmoconunafaltaortográficaquenosaltóalosojosdeaquellaseñoradeedadindefinible.LamujersentíamáscuriosidadporelnuevocortedepelodeCoryn,quediferíaconsiderablementedeldelafotodelpasaporte.—¿Cuántosdías?—preguntóconunmarcadoacentoquesorprendióaCoryn.—Varios—respondióechandounvistazoasushijos,queseguíandentrodelcoche.—Latelenofunciona,peroellectordeDVDsí.Corynsalióderecepcióncargadaconunabuenadocenadepelículasqueentusiasmaronalospequeños

yquevieronenbucle.¿Fueeseelmotivoporelquesequedóallívariosdías?¿OporquenadiefueallamarasupuertalaprimeranochequepasóenBattleMountain?Quizáelnombrenofueracasualidad…Sabíaconcertezaquelibrabaunaespeciedecombate,yseaferrabaalaúnicaideaquenoseleibadelacabeza.«Tengoquedesaparecerporquequisomatarme.Yvolveráaintentarlo.»Corynurdióunplanmientraspaseabaconsushijosporlascallessoleadas,conplenalibertad.«Con

plena libertad.» Por primera vez en su vida había conducido durante cientos de kilómetros sola. Y

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tambiénporprimeravezpodíaapreciaresesentimientonuevoqueledejabaentreverdequéeracapaz,perotambiénlaposibilidaddevivirdíasdepaz…Aunquealgunasnochesseguiríaninterrumpidasporpesadillas y visiones de policías que venían a esposarla para conducirla al locutorio, donde un Jacksonrientelesusurrabaqueenlacárcelnoservíansupostrefavorito.Corynsedespertabaconunsobresalto,peroelsoldeNevadaselevantabatempranoyespantabalas

nubes como losmalos sueños. «Debo tener suerte.»Miraba a sus hijosmientras dormían, y los veíaseguirlacontotalconfianza.EnelcocheexplicóaMalcolmquehacíaloquehacíaporsubien.Porelbiendeloscuatro.Que,aunquenopodíaexplicárselotodo,debíaconfiarenella.Éllaescuchósinhacerniuncomentario.Parecíacomprenderytirabadesushermanas.«Nuncalessoltarélamano.»Unamañana,justoantesdelalba,llegarondeuntirónaLasVegas.Pasaronallílanochesinquenadie

lepreguntasenada.Corynabandonósucocheenunaparcamientogigantesco.Tomaronunautobúshastaelaeropuertoy,porúltimo,compraronunbilleteaNuevaYork.CorynlopagótodoconeldineroqueKylelehabíadejado.«DigraciasyadiósaKyle.Dilequelequiero.»Pero,claro,lasúltimaspalabrasCorynnotuvoelcorajedeescribirlas.

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Kyleviajó—solo—aSudáfricaeldíaenqueCorynysushijossalierondeLasVegas.Elmúsicopensóquepasartresdíasenunentornodesconocidolepurificaríaelespíritu.Puedequeinclusoleinspirase.Lajovendivorciadarezóporquesusplanessalieranbien.Alllegaralapuertadeembarqueesamañanacreyóqueunpolicíalainterceptaríaantesdeembarcar.Perosoloseenfrentóalmalhumordelaazafata.Sinelmenorpercance,loscuatroseacomodaronensusasientosyCorynaguardóconangustiaaqueelaviónllegaseaNuevaYork.

El avióndeKyle aterrizó en Johannesburgo cuando el deCoryn rozaba el asfalto de las pistas deLaGuardia.Paraserabril,elcalorylahumedadenambasciudadeseraninusuales,ylatemperaturaeramásomenossimilar.ElmúsicofuerecibidoporunaazafataqueloacompañóamablementeasunuevodestinomientrasqueCorynserelajóalcomprobar,unavezmás,quenadieparecíainteresadoenellos.RecuperóelcochecitodeChristaylasentóenél,cargóelequipajeysedirigióconsustreshijosalmostradordeinformación.Laempleadalefacilitóunfolletoconloshotelesdelaeropuertoyledevolvióunamiradaincrédula cuando Coryn le preguntó dónde podía encontrar una cabina telefónica. Lamujer alargó lamanoyselaindicóconelíndice.—Nodoycambio—añadió.—Gracias.Tengoalgunasmonedas—respondióCoryntropezandoconlacorreadelbolsoquehabía

conseguidometerbajoelcarrito.«Demasiado equipaje», pensó mientras buscaba en la lista a qué hotel llamar. Marcó primero el

númerodeunoconellogotipodeunárbolqueseparecíacuriosamenteaunbaobab.¿Porqué?Asaber…Teníanunahabitacióndisponibleparaloscuatro,ylaempleadaleinformódequeunalanzaderaconelmismologotiposalíacadamediahoradelaeropuertocondestinoalestablecimiento.

Kyle cruzó el aeropuertodeDantu enun Jeepquedebíadehaber sido caqui enunavida anterior.Elvehículo frenó conun ruidode chatarra al piedeunminúsculo avióny el piloto lo invitó a subir.Le

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comunicóquesuguíallegaríaconunligeroretraso.ElmúsicosacósuteléfonoycomprobóconsorpresaqueteníamáscoberturaqueenplenoLondres.MarcóelnúmerodeJane.—Heleídoelartículo.Enfin,losmúltiplesartículos…FelicitaaPatsidemiparte.—Notengonadaqueañadir.—¿Seguro?Podríashabermellamado,porejemplo…—¿TienesnoticiasdeCoryn?—No.—¿YDan?¿Sehaenteradodealgo?—¡Aúnno!¡LavidarealnotienenadaqueverconHollywood!Lascosasvanacámaralentacuando

novanliteralmenteensentidocontrario.YniBruce,ArnoldoSylvestersoncolegasdeDan.EltonodeligerezaqueJaneimprimióasuspalabrasnoalivióasuhermano.—Soloquierosaberdóndeestáysiseencuentrabien.—Esfuerte,Kyle,másfuertedeloquecrees.—Nolaencontraréjamás—murmuró.—Túfacilitastesuhuida.—…—Lomejorseríaquelaolvidaras—dejóescaparJane.Denohaber tenidoalpilotoadosmetrosdeél,Kylehabríaperdido lapaciencia.Puedequehasta

hubieragritadocomoenelescenario.Secontuvo.—Noteoigo…—¡Kyle!Escu…Colgóysedijoasímismo:—Jamáspodré.—¿Hadichoalgo,señor?—preguntóelhombrecillonegro,calvoybigotudoquesubíaabordo.—No,no.—¿AlmenoslehandadolabienvenidaaÁfrica,señorMacLogan?Elmúsicoasintióyelhombrecillosesentóasulado.—EstoymuycontentodeestarenÁfrica.—Levaaencantarloquemepropongoenseñarle.—Estoyseguro,señor…—…Calendish.Aiméparalosamigos.Mimadreescanadiense.DeahílodeAimé…El guía estrechó la mano del joven con un vigor intencionado y sondeó sus ojos. Kyle sintió un

escalofrío.¿Eraposiblequesuguíapudiera—osupiera—leerlelospensamientos?—Kyleparalosamigos—añadió,pensandoqueunguíaleveníadeperlas.El piloto anunció que tenía autorización para despegar. La hélice aceleró poco a poco su rotación,

comoenunapelículadelosañoscincuenta.Elavióncarraspeó,resoplóyfinalmentesepusoenmarcha

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sobre la pista irregular, levantando una polvareda roja a cada metro recorrido. Kyle se preguntó sidespegaríanalgúndíacuando,desúbito,rozaronlacimadelosárboles.Aiméseñalóalaizquierdaconlamano.Elmúsicodivisólasprimerasjirafas.Lasjóvenescorríanconagilidad,lasadultasarrancabanhojas.—Losárbolesdelosquecomenesasmadressonacacias.—¿Dóndeestánlosmachos?—Elmachofingeestarenlaoficina,peroseguramenteestáconunadesusamantes.Sinembargo,esun

enamoradotiernoymimoso.Kylesonrió.—¡Ahí!¡Mire!Ungrupodeantílopesparecíasalirdelmismoarbustodandobrincosimposibles.—¡Jamás habría imaginado que todos estos animales estarían tan cerca del aeropuerto!—exclamó

Kyle.—¡Enocasionescruzanlaspistas!¡Avecesmedigoquealgunosecolaráporsorpresaenunodelos

avionesyseacomodaráparapedirunaCoca-Colalight!Elmúsico sonrió de nuevo, pero nopodía despegar los ojos del paisaje.Los colores y la luz eran

muchomásintensosallí.Decontrastesmuchomásfuertes.Apenascincominutosdespués,Aiméseñalóala derecha con el índice. Dos leones dormitaban tumbados en una sombra que parecía dibujada paraellos.Kyleapuntóconsucámaraysacótantasfotoscomopudo.Seinclinóparacontemplarlosárboles.—Sonbaobabs,¿verdad?—Sí.Baobabsmuymuyviejos—respondióAimécomprobandosucinturón—.Dicenquetienenmás

dedosmilaños.Algunossalvaronaloshombresgraciasasusfrutos,otrossalvaronlavidadequienesserefugiaronenellosyotrossobreviviránanuestracontaminación.—Heleídoenalgúnsitioquelosbaobabstienenlacapacidadderegenerarse.—Exacto.Esosárboles tienenmilvirtudes.Perosiquieresabermiopinión, laprincipalesqueson

simplementemajestuosos.ElpaisajeacaparótodalaatencióndeKyle.Ganaralturaenesemomentoparecíalomásconveniente.

DespuésdeunoslargosminutosAimélomiró.—Estámuysilencioso.—Estoyfascinado.—Esoestábien.Lamayoríadelagentehablademasiado.—¿Quiénhablamás?—Lositalianos.Ydespuéslosafricanosqueconocensupaísaldedillo.Conelturismodemasas,mi

clientelahaaumentado.Hepasadodelosaventurerosalosaprendicesdeaventureroy,porúltimo,alosaficionados a los documentales de la tele. Estos últimos solo ven África como si sobrevolaran laspáginasdeuncatálogodeviajes,yesoenelmejordeloscasos.

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—Esperoquenomeincluyaenlapeorcategoría.Elguíasevolvióhaciaél.—No.Ustedesunhombrequeamalosárboles.Loveo.Aquítenemosundicho:«Unhombrequeama

losárbolesesunhombre».

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Coryn volvió a cruzar el inmenso vestíbulo del aeropuerto en sentido inverso. Malcolm tenía unaurgenciaquenopodíaesperarallegaralhotel.Desanduvieronelcamino,yellanodespególosojosdelasseñalesamarillasqueindicabanlaubicacióndelosaseos.EmpujabaaChristaconunamanoytirabadeDaisy con laotramientrasque suhijo, aferradoal cochecito, repetíaqueno llegaba.Apretaronelpaso,Corynabriólapuertaydescubrióconalegríaquenohabíacola.Malcolmsealiviójustoatiempo.YCoryn, sinaliento, aplastadaporelpesode sumochila,pensóotravezquecargabacondemasiadoequipaje.Equipaje que subió sin ayuda del chófer al minibús que los condujo al hotel. «Mañana habrá que

rehacertodoestetrayecto…»Peroesoseríaaldíasiguienteyloimportanteeraponersearesguardoesanoche.Lafatigalainvadiódenuevojustocuandocerrólapuertadelaminúsculaestancia.Comositodasu

energíalaabandonaseconaquelchasquido.Sesentóenlacama.MalcolmyDaisyhicieronlomismoenlacamadeenfrente.Lamiraronfijamenteydijeronalunísono:—Tengohambre.—Quedaos aquí.Voy a ver qué tienen en recepción.Sobre todo, no abráis.Vuelvodentrode cinco

minutos.Nomás.Con Christa en la cadera recorrió el pasillo de un color beis horrendo hasta el vestíbulo, cuya

decoración era tan desmoralizante como la del resto del hotel. Solo el enorme baobab verde pintadosobre el mostrador parecía vivo. Encontró sándwiches y patatas fritas de bolsa en la máquinaexpendedora,ypidióalaempleada,vestidaconunachaquetadelmismobeisqueeldelasparedes,queladespertaraalasseis.—Descuide,señora.Noservimosdesayuno,peroencontrarácaféaquímismo.Cuantoquiera.Corynlediolasgraciassinapartarlavistadelárbol.Laempleadanolevantólacabeza,perodijocon

vozhastiada:—SobretodonomepregunteporquéWestendHotelhaescogidoestelogotipoy,porfavor,nomediga

queesunaobramaestra.Corynsonrió,ydesapareciólomásrápidoquepudoparaquelaempleadalaolvidasemásrápidoaún.Losniñosdevoraronlacomida.Corynpicoteósinhambrerepitiéndosementalmentesucometidodel

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díasiguiente.DuchóasushijasylasacostómientrasMalcolmsepreparaba.ElcríosedeslizójuntoaDaisycuandoCorynempezóacontarlahistoriadeRicitosdeOro.Lasniñascayeronalprimercuenco,MalcolmcerrólosojosalsegundoyCorynguardósilencio.Peroelniñodijoquenodormía.—¿Quieresquesiga?—No.Elpequeñolamiróalosojos.Ellasearrodillóyleacariciólacara.Desdesuhuida,Malcolmhabía

escuchadosinhacerpreguntasinútiles.Durantetodosesosdíasdevidaextrañanohabíapreguntadonada.Esa noche sus ojos reflejaban lamisma confianza que cuando le prometió: «Te ayudaré,mamá».Contodo,aCorynleparecióqueestabamásserio.Besóasuhijoyleagradeciósuayuda.Malcolmmurmuróque vigilaría a sus hermanas mientras ella se duchaba. Coryn lo besó otra vez. Le dijo «te quiero,Malcolm»yfuealcuartodebaño.No,nolloraba.No,noalteraríasusplanes.«No,nopiensoecharmeatrás.»Extraeríasufuerzadela

miradadesuhijo.«Tengoquehacerlo»,pensómientras revisabaporenésimavezsusdocumentos.Sudinero.SusbilletesdeaviónaLondresyaGlasgow.Todoseguíaahí.«Voyahacerlo»,dijomirándoseenelespejo.Desdeeldíadelosrabiosostijeretazos,elpelolehabíacrecidounoscentímetrosysucorteseparecía

aldeKyle.Surostronorevelabaningunahuelladelosucedidoenlagrancasablanca.«Quérápidoseregeneralapiel.»Eracierto,sucuerpoyanoledolíacadavezquerespiraba,peronadiepodríaimaginarjamáslaprofundidaddelosmoretonesqueJackhabíadejadoenella.CoryncerrólapuertamuydespacioyseacostójuntoaChrista.Lassábanaserantanreciascomolas

de un convento.La jovenmujer estiró las piernas.Losmúsculos le temblaban de cansancio, pero eraincapazdedormir.«Demasiadoequipaje.»Sevolvióycontó losavionesquepasabanvolandoaunosmetrosdeltejado.«Mañana…Mañana…»,einevitablementesupensamientovolvióaKyle.¿Quéharía?¿Dóndeestaría?«¿Ahora?»OjaláCorynsehubieradetenidoaleerlosperiódicos.Ojalánohubieraqueridodesaparecerenelmás

recónditodelosmotelesdeBattleMountainconlamúsicadefondodeBlancanieves,ToyStoryyLos101dálmatas.¡Ojaláselehubieraocurrido!Perotodalaconcentracióndelajovenestabapuestaensusnecesidadesfuturas.NosabíanadadelaexplosióndelaparejaPatsi-Kyle.¿Habríaalteradosusplanesdehaberseenterado?¿Cómosaberlo?

ElavióndeKyletocólapistacuandoelsolbrillabaenotrapolvaredaroja.Lasvolutasdanzaronunbuenratodetrásdeellos.Laatmósferaseguíasiendoardienteydensa.Elaireolíaa tierra.Laesperadelalluvia era perceptible en cada ser vivo con el que se cruzaba. Los perros arrastraban las patas, losescasos gatos que vio arrimados a las paredes jadeaban. Aimé mostraba más o menos el mismo

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semblante que todo elmundo y dijo que esa noche cantaría para que lloviese.Kyle reconoció que éltambiéncantaba.—¿Paraqué?—preguntóelguía.—Paraquelagentemequiera,supongo.Larespuestalesalióespontáneamente,poniendopuntoyfinalalaconfusiónqueloperseguía.Siempre

habíasabidoporquéhacíamúsica.Pero¿cantar?Sí,¿porquédecidióundíaquecantaría?Esanocheelguía le había invitado a responder. Kyle no se sintió mejor, pero le gustó que Aimé se riera de suspalabras.¡Oh,sí!Aljovenlegustósurisaprofundayronca.—Esunarazónmuybuena.Sobretodoconlaschicas—añadióapoyandounamanoensuhombro.—¿Ycreequefuncionatambiénconloselefantes?Aiménegóconlacabeza.—Creoqueloselefantes,ylaselefantas,prefierenelsilenciodelasabana.—Tendrécuidado.—¡Ah!—exclamóelguíariendo—.Túyyovamosahacerunviajefantástico.

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Coryndurmiótanpocoperotanserenamentecomoelmúsicoensuesteraafricana.Abriólosojosmuytempranoysedirigióalcuartodebañosindespertaralosniños,luegofueabuscaruncafétriple,lecheygalletas.Asuvuelta,losmayorescomieron.MalcolmsevistióyayudóaDaisymientrasCoryndabaelpechoa

Christa.—¿Veremozjamázpapá?—preguntóasuhermano.ElcorazóndeCorynseparalizó,suhijolevantólavistahaciaella.—Nomientrassigaenlacárcel—respondióelniño.—¿Porqué,mami?Coryn se arrodilló junto a su hijamayor y la apretó contra ella. La niña no había hecho antes esa

pregunta.Habíaseguidoasufamilia,yCorynhabíaconfiadocobardementeenque,puestoqueera tanpequeña,nomostrarainterésnunca.Habíadejadopasareltiempo,aplazandoalmáximoelcaraacara.Perohabíallegadoelmomento.—Queroverpapá.—No,Daisy.Papáhapegadoamamá,poresolohanmetidoenlacárcel,paracastigarlo—intervino

Malcolm,queestabadepieconsumochila—.Yatelohedicho.Venga,vamos.Daisy siguió a su hermano al pasillo sin mirar a su madre. Coryn tenía las piernas paralizadas.

Malcolmhabía asumidopor sí solo la responsabilidad de explicar las cosas.A sus seis años y pico.¿Cómoeraposibleunavidaasíparalosniños?¿Cómoibanaarreglárselas?¿Ycómoseloperdonarían?«Siesquemeperdonanalgúndía…»Coryncerrólapuerta.«Lohagoporsubienyporelmío.»EncuantosalieronalacalleDaisyviounpájaroquerozabaelsueloyacaparótodasuatención.La

lanzaderaconelbaobabverdepintadoaparcóasuspies,ylosniñossesentaronsinobjetarnada.Corynforcejeóconelcochecitoporqueunadelasruedasvolvióaatascarseenlapuertay,porprimeravez,elpánicoseapoderódeella.Enfacturaciónlediríanquedebíallevarloenbodega,puesasíhabíaquedadoestipuladolavísperaparaelvueloaNuevaYork.AlllegaralmostradorCorynseguíasinencontrarunasolución,hastaquelaencantadoraazafatadeBritishAirwayslepropusoconunaagradablesonrisaquelosubieraabordo,yaquenollevabaequipajeenbodega.Corynasintió.«¿LaSuerte?»—Voy a avisar a mis compañeros del avión. No le quite esta etiqueta. ¡Así ahorrará tiempo a su

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llegada!—Gracias.La azafata le insinuó que había sido precavida llegando antes, porque esperaban a dos grupos de

chinosdeunmomentoaotro.—¡Afortunadamenteparaustedsonmenosmadrugadores!—¡GraciasasantaPereza!—exclamóCoryntomandoconcienciadesuenormecansancio.Laguapaazafatarioyconsultósureloj.—Tienetiempodetomarseunbuencaféantespasarelcontroldeseguridad.—¡Meparecequelonecesitodeverdad!—respondióellapensandoquehabíaolvidadoporcompleto

eldichosocontrol.—Lacafeteríaestáenmitaddeestevestíbulo,aunospasos,yencontraráalladounazonadejuegos

paralosniños.Corynlediolasgraciasysiguióalospequeños,quehabíanoídolapalabramágica:«juegos».Tenía

miedo… ¿Qué hacer? ¿Su plan era todavía posible? Compró un café y, como tenía tiempo, se sentó.MalcolmyDaisypegaronlanarizalasventanasparaseguirconlamiradaeldespeguedelosprimerosaviones.Corynteníalaespaldamolida,elcafénosabíaanada.Christa,quejugabasobresusrodillas,sequitóunodeloscalcetines,yCoryncomprendióque,paracolmo,habíaolvidadolosdelavísperaenelcuarto de baño delWestend Hotel. Tuvo ganas de reír. De desternillarse de risa y de gritar. Estabacansada. Pero se sentía libre. Vio aparecer a lo lejos al primer grupo de pasajeros chinos. No teníaninguna idea en perspectiva. Colocó a Christa en su cochecito, cargó las mochilas y, en el últimomomento,volvióasentarse.¿Porqué ibaacomplicarse lavida?¿Nodecíasumadreque lomásfácilsiempreeralomejor?Llamóasushijosylosreunióasualrededor.Juntosmiraronelflujoderuidosospasajeros,luegolos

empujódelantedeella,ensentidoinverso,hastalaparadadetaxis.«¿Bastaráestoparadespistar?»Untaxistaseencargódesusmaletas.DijoconunmarcadoacentodeEuropadelEstequenoibanmuy

cargadosparaserturistas.Corynsonrió,élleabriólapuertadeltaxi.«Notengootraelección.»—Laestacióndeautobuses.—¿PortAuthority?Sinproblema.Más tarde,mientrasatravesabanBrooklyn,el taxista lamiródetenidamenteporel retrovisor.Coryn

rogó a todos los santos que conocía que no la bombardease a preguntas. El joven insinuó que sinecesitabaotrosserviciosélpodríaayudarla.Corynlesostuvolamiradaylediolasgraciasconunavoztandecididacomopudo.—¿Quiereescucharmúsica?Sonrió.«Música…»—¿Quémúsicalegusta?YosoymuyfandeChaikovski.Coryndijoqueeraperfecto.EltaxistapusounCDycondujosinañadirnadamás,sibienmirándolade

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vezencuando.Corynvalorólaimprudenciadehaberelegidountaxi,perosindudaalgunaeraelmediomásrápidocontresniñostanpequeños.Eltrayectofuelargoylentoacausadelintensotráfico,peroChaikovskidurmióaMalcolmyaDaisy

hasta su destino. No vieron nada del túnel QueensMidtown ni de los rascacielos a lo lejos. Ni delintensosol.CorynpensóquenuncahabíavisitadoNuevaYorkyqueprobablementenovolveríaahacerloen su vida. Cuando el taxi los dejó en la estación, pagó la carrera y dejó una propina razonable ydiscreta.—Quetengaunbuenviaje,señora.El taxistaañadióalgoensu lengua.Corynsedijoqueseríanpalabrasamables.Revisó lasmaletas,

echóunvistazoaChrista,quesehabíaquedadodormida,ycogióaDaisydelamano.Eltaxidesaparecióyloscuatroseinternaronenlamultitud.Lajovenmujernomiróningúndestino,sololahoradesalidadelsiguienteautobús.Elprimeroestaba

encuartaposición.Fueelbueno.Comprólosbilletesysubieronabordo.«Esunaseñal»,sedijojustoantesdequelaspuertassecerraran.«Somoscuatroenelcuartoautobús.»

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Eraelúltimoconciertodelagiray,comosideunatradiciónsetratara,losF…laacabaríanenNuevaYork,dondelahabíaniniciado.Entreambasfechashabíatranscurridomásdeunaño.Elespectáculosehabíarenovadocontinuamente.Encadapaís.LoúnicoinvariableparaKyleeranlosintensossegundosenque, al subir al escenario, abrazaba a lamultitud con lamirada.Ese instante eraúnico.Divino.Nadapodíacompararseconaquello.Peroesedía,sesentaminutosantesdeesaemoción,pensóquesefijaríaenelpelodelaschicasdelas

primerasfilas.Soloporquesí.Soloporsiacaso…«Solo…»Elmúsicono teníanoticiasde la jovenmujer rubia.Eraevidente.Porquedehaberlas tenidohabría

comido con más apetito y habría cantado con menos violencia. Coryn, fiel a su promesa, no habíallamadoanadie.NiaJaneniasuabogadoniaTimmyniasuspadres.NiaKyle.SobretodoaKyleno…Yconformepasabanlosdías,másseconvencíaéldequenotendríanoticiasdeella.«Jamás.»Mirólahoraensuteléfonomóvil,comprobódepasoquenohabíamensajesysemetióbajoladucha

de los sótanosdelMadisonSquareGarden.Limpiarsede todoy recuperar el ánimo.Sinverlo llegar,experimentóunpoderosomareoquelehizocaerderodillas.«Coryndesapareceymequedosinsangre.»El mareo se desvaneció. Poco a poco el músico pudo distinguir las líneas en ángulo recto que

dibujabanlasbaldosas.Laluzsetornóparticularmentecruda.Sedijoquenohabíacomidolosuficiente.Selevantó,cerróelgrifodeladuchaysalió.

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JustoantesdesubirlaescaleraquellevabaalescenarioKyletuvootromareo.Menosfulgurantequeelprimero,perolobastanteintensoparaobligarloasentarseenlosescalonesypermanecerunossegundosconlacabezaentrelasrodillas.Steve,queesanocheeraelúltimo,paravariar,searrodillóasulado.—Estoybien—lotranquilizóKyle.—No.Noestásbien.El cantante se levantó, apartó a su amigo y subió de cuatro en cuatro los últimos escalones que lo

conducían a sumundo. Las voces que lo reclamaban le infundieron fuerza. Olvidó los problemas, lamigrañay laacusadafatigade lassemanasanteriores.Loolvidó todo.Miróalpúblico.Sonrió.Luegocogióelmicrófonoconlasdosmanos.—¡Buenasnoches,NuevaYork!Ylasalaloabrazó.Kylevioalzarselosbrazos,oyólosaplausos,lasmilesdevocesquecoreabansus

letras sin una sola nota falsa y ascendían hasta él para decirle lo mucho que todos lo querían. Sesorprendióyendomáslejosdeloquenuncahabíaestadomientrasque,porsuparte,Jet,SteveyPatsisedijeronque,despuésdecatorceañosviviéndolo«todo»juntos,aúnpodíansorprenderse.Kylepensóqueerasumejorconcierto.Rompiódosguitarrasysedespellejólasrodillastirándoseporelsuelo.Sintiótalfuerzaquelepareciótocarlaeternidad.Noprestóatenciónalostresocuatrolapsusdememoriaquenopasarondesapercibidos aPatsi.Ella le susurróun ansioso«¿estás bien?».Él aseguróque sí. Patsi losiguióconlavistaunpocomásquedecostumbreyStevehizoexactamentelomismo.Laúltimacanciónterminócomounosfuegosartificiales.Estiraronlossolosalmáximo.Kyletuvola

sensacióndesalirvolando,yelpúblicoconél.Entoncesseacercóalmismísimobordedelescenarioy,no, ninguna chica tenía el pelo lo bastante rubio. Sin aliento, rasgó las cuerdas de su guitarra paraarrancarle la última nota cuando sus piernas perdieron apoyo. Tuvo la nítida certeza de precipitarsedesde el escenario en medio de un silencio estridente. Lo percibió absolutamente todo. El golpe, suinmovilidad,elmovimientoasualrededor,JetcorriendohaciaélylasonrisaaterrorizadadePatsi.Ydespuéslosgritos.Lassirenas…«Mehecaídodelescenario.Hesalidodemivida.»

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Cadavezquepodía,ycontrariamentealoquehacía«enlibertad»,Jackleíayreleíatodoslosperiódicosytodas lasrevistasde labibliotecade lacárcel.Aquienesseburlabandeél lesdecíaquelegustabamantenerse«informado».Enrealidad,buscabaunafotoenunarevistasobrefamosos.DesdequelaPerrasehabíalargado,todoslosdíassepreparabaparadescubrirunafotodelaZorrapaseandoaorillasdelTámesisconsunuevoamor,quellevaríaa«miscríosenbrazos».Ese día Jack descubrió una foto grande del Pirado en una camilla. Lo invadió simultáneamente el

agradablecalorqueacompañasiempreaunabuenanoticiayelsudorquecertificalamala.VioaCoryn,«miCoryn»,sujetándolelamanomientrasque«mishijosledibujancorazonesygolondrinas».«Voyamatarlo.Voyamatarlo.»BranniganpasódíasreflexionandoysiguióelrestablecimientodelCapullo-agotadoenlosartículosde

prensa.LeyóquePatsideseabaasuextodalafelicidaddelmundoenlosbrazos«deunachicamuchomás buena que yo». Jack se enjugó la frente y controló su respiración. Preguntó a su abogado si eraposiblecontrataraundetective.Eltipolesaliómuycaroymásomenoseficiente.EnseguidadioconelrastrodelcochequeCorynhabíaabandonado,conalgunasbolsas,enelsótanodelaparcamientodeuncasinodeLasVegasyluegodescubrióquehabíacompradobilletesaLondresparaellaysushijos,peroapartirdeahílascosassecomplicaban.Jackpreguntósiunaprimaparaeldetectiveseríasuficiente.Elabogadonegóconlacabeza.Quedabaelrecursoalasautoridadesinglesasylabuenayfielprensa.DurantedíasBranniganleyótodoslosperiódicos,rogóydeseólamuertedelPirado.«Tardeotemprano,elvientocambia.»Sinembargo,elpresoolvidabaqueeltiempoesantetodoimprevisible,caprichosoydesconcertante.

Así,despuésdetodaslasemocionesytodoslosacaloramientos,unatarderecibiólavisitadesuqueridoabogado,asícomounaduchafría.Pornodecirescocesa.—Las autoridades inglesas acaban de confirmarme que su mujer no compró solo los billetes a

Londres,sinotambiénunenlaceaGlasgowparaeldíasiguientedesullegada,conotracompañía,porsupuesto.MarcóuntiempodesilencioqueJackodió.—¿Acasovaadecirmequenuncapusieronunpieensudestinofinal?—preguntóconironía.—Efectivamente,nuncaembarcaronparaEscociaporque,comousteddice,nuncapusieronunpieen

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Inglaterra.—¿Loqueimplica…?—Lo que implica, Jack, que, de un modo u otro, su exmujer y sus hijos se desvanecieron en el

aeropuerto.O,loqueparecemáslógico,quesalierondeallídespuésdefacturar.—¿Cómoseexplicaquenosupierannadadeestohastaahora?—preguntóelpresoconunafrialdady

unamiradamuymaldominadas.—¡SeñorBrannigan!—Elabogadotorcióelgesto—.¿Deborecordarlequesumujernoeslapersona

queestáenlacárcel?—Leruegoquemedisculpe,letrado.—Tengoquevérmelasydeseármelasparaconseguirinformacióndeunapersonalibreque,además,no

esestadounidense.—¿CreequeCorynsigueenEstadosUnidos?—Es una posibilidad. Comprenderá, Jack, que es demasiado tarde para modificar su petición de

trasladoaInglaterra.—Claro,claro…—Cabeesperar,yenelloconfío,quelereduzcanlapenaensupaísyque…¡Oh!AJackletraíasincuidadolaperoratadesuabogadoysecentróensuspropiasideas.«ElPirado

está ilocalizable para la prensa. Coryn no se ha marchado.» Vio en ello una confirmación de sussuposiciones.¿PorquéibaairaInglaterra?EsamismatardeeldetenidoBrannigansesubióasucamastro.Klausretomólacontinuacióndelrelato

de sus aventuras oficiales—y oficiosas— cuando una araña descerebrada se aventuró a recorrer elarmazóndelacama.Jackobservóalinsectoyloaplastóconregocijocuandolotuvoasualcance.Unadelaslargaspatitasdelbichoseagitóconvulsivamenteduranteunossegundos.DespuésJackhizoloquesu compañero de celda le había enseñado. Con un gesto seco atajó sus sufrimientos inútiles y borrómentalmenteundíadelcalendarioqueculminabaconsulibertad.

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17—Buenosdías,Kyle.—Buenosdías,doctor.El joven estaba junto a la ventana cuando oyó que llamaban a la puerta. El médico entró en la

habitación,visiblementeincómodo.Seveíaalalegua.Sesentóenlacamaparafingirserenidadydejópasardosotressegundosantesdemirarloalosojos.—Imaginoquenotraebuenasnoticias.—Losientomuchísimo,Kyle.—Entonces…espeor.—Metemoquesí.Elmúsico siguió de pie junto a la ventana, pero se volvió paramirar al exterior.El cielo era gris

desdehacíavariosdías,elvientoparecía incapazdebarrer todas lasnubesyaesaprimaveraenSanFranciscoleresultabatandifícilimponersecomoelañoanterior.—¿Quédicelagenteenestoscasos?—Nada,lamayoríadelasveces.—¿Porquepresientenloquevaapasarlesoporquenoloimaginan?—Nuncahetenidoelvalordepreguntarles.

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18—¡Mamá!¡Mamá!—gritóMalcolmmuyalarmado.Estabaplantadoenmediodelpasillodelatienda,enfrentedelexpositordelosperiódicos,yapuntaba

conelíndicetembloroso.Corynseacercóconelcorazónpalpitanteyleyó:«KYLEMACLOGANSECAEDEL

ESCENARIO».LajovencogiólarevistayleyóenteroelartículodeNewsweek.Hablabadelúltimoconciertoenel

MadisonSquareGardenynoexplicabanadamásquelafotodeportada.Seveíaalmúsicoaferradoasuguitarracomosielagotamientolohubiesevaciadoporcompleto,yenlafotoencajadaabajo,unacamillaqueseprecipitabadentrodeunaambulancia.Corynbuscófrenéticamentelafechaydescubrióqueaquelnúmerodelsemanarioerade…¡finalesdeabril!Levantó lavistayvioenelexpositorunadocenadeNewsweekydeTimeconportadassimilares.Malcolmletiródelamanga.—LlamaaJane.—No.—¡Mamá!¡EsKyle!—Malcolm—explicóellaarrodillándose—,sabesdesobraquenopodemosdecirnada.—Eresmala.Corynabrazóconfuerzaasuhijo.—¿PoquélloraMalcolm?—preguntóDaisy,quehabíaconseguidoempujarelcochecitoconChrista

dentro.CuandoCorynpasóporcaja,latenderacogiólarevistaylamiróalosojos.—¿Sí?—preguntóCoryninquieta.—Esunnúmeroantiguo.—Melollevodetodosmodos.—Entoncesesgratis.—Gracias.—¿Quierelasotrasrevistasamericanastambién?—¿Nolasvende?—Notodas…Lapruebaesquesequedanacumulandopolvoenlosestantes.

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CoryndiolasgraciasaMaríaMonteroysalióconsushijosalaparcamiento,volviendoasupequeñacasa,cuatrocallesmásarriba.Malcolmencendiólatelenadamásentrarysesentóenelbordedelsofá.Lajovenmujermetiólacompraenelfrigorífico.Teníalacabezaenotrolugar,yanosabíaelordendelascosas, loquehabíaquehacer, loquepodíahacerparanoponerseenpeligro.Ganaba tiempoy loperdía.Sepreguntóquépodíaentendersuhijoconelescasoespañolquelehabíaenseñadoyporquéseinquietabaporeso.Luegoreleyóelartículoaconciencia.Hojeólasotrasrevistas,yenunaencontróunpequeñorecuadroqueprecisabaqueelcantantedelosF…setomabaundescansodespuésdeunagiraagotadora.Agradecíaelapoyodesusfans.Le temblaban lasmanos.Malcolmtenía lamiradafijaen lapantallaypasabadeunacadenaaotra.

Ellasesentóasuladoylepreguntósiteníaalgunasmonedas.Elniñofueasucuarto,sacódeunsobretodaslasqueteníayvolvióconlasmanosllenas.—Tequedasaquíyvigilasatushermanas.CoryncorrióalacabinaymarcóelnúmeroqueKylehabíaanotadodebajodelaletradelacanción.

Una voz entrecortada le anunció que el teléfono estaba saturado. Sin pensarlo, llamó a LaCasa.Unapersonaquenoreconociódescolgó,yCorynpreguntódeinmediatocómoestabaKyle.Lajovenmujeralotroladodelalíneavacilóunsegundo,yluegodijoqueelmúsicoseguíaguardandoreposo.—¿Quierequeledéalgúnmensaje?—Dígalequedeseoqueserecupere.—Tomonota.¿Yustedes…?—Soy…Colgó.¡Oh,cuántolehabríagustadoestar«enotraparte»!Yempezardecero.QueKylelatuvieseotra

vezentresusbrazos…«TendríaquehabermequedadoenNuevaYork.»

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En poco tiempo el músico supo que sufría una forma de leucemia extremadamente rara. Se habíanregistrado muy pocos casos en el mundo y, por lo tanto, muy pocos tratamientos habían probado sueficacia.O,mejordicho,todoshabíandemostradosuineficaciaylosenfermoshabíanfallecidoalcabodeunosmeses.Kylequisosaberunafecha.Elmédicorespondió«puedequeunaño»convozvacilante.Kylevolvióaformularlelapregunta.—Probablementeseismeses.—Estamosa25demayo.Eljovenaceptósinrechistarlosmedicamentosqueelmédicoleprescribió.LoquecomplacíaaJaney

aPatsi.Él…¿cómodecirlo?Élnoestabatansorprendidoporloquelepasaba.Nuncasehabíadetenidoapensarquesemejantecastigopudieraborrarlodelalistademográficaterrestre,nuncasehabíasentidoenfermo,ysinembargorecibiólamalanoticiasinasombrarse.Laguardóenelcasillerodelas«historiasineludibles»paranosucumbiraellaypensóquenuncatendríatiempoparaterminarlatercerapartedelascosasquehabríapodidohaceraún.«YahorayasíquenovolveréaveraCoryn.»—¿Y esto…? ¿Es nuevo?—preguntó Patsi hojeando el calendario triangular que llevaba dos días

encima de la mesita de noche de Kyle—. Pero… no veo el año. ¿Noviembre tiene dos días y juliocincuenta?—EsunregalodeJet.Dicequesirveparasoñarrezándolealdiosdelasplayas.Noparacontarlos

díasquemequedanantesdemorir.—Esingenioso.—Eslaverdad,Patsi.Ellahizocasoomisoa suspalabrasy siguiómirando lasdoce fotografías,diciendoquesobre todo

debíaimaginarsetomandoelsolencadaunodeesosmaravillososlugares.—Meparecequenotendrétiempo.—Entonces¿porquénopruebas losnuevos tratamientosde tumatasanos?—repusoelladejandoel

calendarioconcuidado.—Sí,porquéno…—¡Mierda,Kyle!Cualquieradiríaquetienesganasdepalmarla.¡Lucha!Diquenoestásdeacuerdo.

¡Quenoquieres!¡Quenohallegadolahora!

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—Patsi. Estoy luchando. ¿Qué te crees?—La miró a los ojos—. Lucho cada minuto para no veradónde…adóndemellevatodoesto.Estoyenprimerafila.Loabrazó.—Avecesmepreguntosinohasqueridotodoesto.Sinohasqueridodejardevivir.Kyle no semovió.Notaba que su corazón latíamás rápido de lo normal. Patsi pensó en la sangre

enferma que acabaría destruyéndolo. Y en lo demás. «Necesariamente.» Dijo que si se hubieranesforzadoportriunfarensuvidajuntos,puedequeélnohubierallegadoaesepunto…—…ysigosinsaberporquédejédequererteyporquétú…Patsisesoltódesuabrazoysesentóen lacama.Locontemplóduranteunminuto largoy laasustó

descubrirlopálidoqueestaba.Noobstante,dijo,contodatranquilidad,queestabaenfadada.—Me gustaría encontrar al responsable y partirle la cara, y no puedo evitar pensar que si ella no

hubieradesaparecidoynotehubieradejadocomounimbécilsindarnoticias…—Corynnotienelaculpadenada.Patsiseagachópararecogersubolsomaldiciendosuenormebarriga.Yesoskilosquetemíanovolver

aperdernuncamás.—¿Cómoestá?—¿Quién?—Tubebé.—¡Oh!Genial,considerandolospuntapiésylospuñetazosquemeda.Sieschico,tejuroquemevaa

oírcuandosalga,ysieschica…Secalló.—Sieschica…—repitióKyle.—¡Lediréquehasalidoasumadre!Kylesonrió,yPatsilelanzóuncojínyleanuncióquenopodríavolverhastadentrodedosdías.Se

acercóparadarleunbeso.—JetmehadichoquepasaríaySteve…—Voyaprobaresosnuevos…—lainterrumpióKyle.—Gracias.

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Eltratamientoempezóunmartesy,deentrada,Kylenolosoportó.Fuenecesariomodificarlasdosisyrehidratarloporvíaintravenosaporquevomitabatodoloqueingería.Padecióinyeccionesdetodotipoque lo sumieron en una suerte de estado comatoso. Al cabo de varios días ya no tuvo fuerzas paralevantarse para ver lo verdes que estaban los árboles.Sin embargo, su conciencia no sufrió lemenoralteración.KylenopodíaolvidarqueyahacíaunañoycasitresmesesquehabíaatropelladoaMalcolmyCoryn

habíacaídoderodillasasulado.Volvíaaverelmovimientodesumelena.Ytodolodemás…Elcolorrosadodesusmejillas,comoeldelasparedesdeldespachodondehabíatenidoaDaisyentresusbrazos.Peroelcentrodondelocurabanconlamayordelasdiscrecionesnoteníalasparedesrosas,niazules.ElestablecimientoestabaespecializadoenotramedicinamuydistintayteníalaventajadehallarseenSanFrancisco. El músico necesitaba a Jane, a Patsi y a todos los demás. Todos ellos se turnaban a lacabeceradesucama.TodosintentabanqueSanFranciscoparecieralaciudadmáshermosadelmundo.—¡Ysabemosdeloquehablamos!—dijoJet.—¡Túlohasdicho!—añadióSteve.Ninguna de sus visitas hizo nunca la menor referencia a las dificultades que atravesaban para

protegerlodelacuriosidadmalsana.Delante de él, sus amigos solo hablaban de sus proyectos.Kyle los escuchaba. Fingía creerles. En

rarasocasioneshastallegabaacreerlescuandosemostrabanespecialmenteconvincentes.Unamañana,muytemprano,inclusose«vio»poruninstanteenelestudiodeLondres,guitarraenmano.Oyósupropiavozentonando«Sometimes…».Peroesedía,tumbadoenlacama,Kyletuvoqueconcentrarsepara«oír»conclaridadlavozdeCoryn

yapreciarelsabordeltomateensuslabios.«¿Ysinohubieranadamejor?»

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Hubodíasenqueelagotamientoimpidióalmúsicopracticareseejerciciodememoria.Díasenquesoloveíael cuadradode laventana,quepasabadelnegroal azulmásomenosmate,ydenuevoa lamásprofunda negrura. Largos días en que la voz de Coryn no era sino un murmullo lejano y él estabaatrozmenteaterrorizado.Díasabominablesenquesedespertabasudando,yotrosenquecreíaqueseríaelúltimo.HubotantosdíasenqueKyleestuvosoloensucama…Sinmúsica.Sinnotas.Sinimágenes.Solo.Yhuboundíaenquenodurmióniunsegundo,ysedijoqueel finalestabacerca.Loaplastaríany

exterminaríancomoaunvulgarbichodelquehabíaquedeshacerse.Fueundíalluviosoysinfin,enelquenolograsdistinguirlamañanadelatarde.Unodeesosdíasenqueeltiempohacehuelgayentristecehastaelllantoatodoslospayasosdelatierra,undíaenelqueolvidashastalaexistenciadelsol.Sol que, sin razón aparente, disipó las nubes como si les hubiera propinado un guantazo para

mandarlasapaseo.Elastrodesplegósuslargosrayoslomáslejosposibleeinclusounpocomás…hastaSanFrancisco,cuyascasasycallesatravesóparairadarenlahabitacióndeKyle.Podríahaberoptadoporincidirenlaalmohada,perodibujóenlaparedsombrasyformasqueeljovenencontró«patéticas».Sin perder la calma, el sol prosiguió su camino. Elmúsico siguió con lamirada sus estiramientos

sobre la silla, cuyometal hizo resplandecer hasta el punto de deslumbrarle, sobre el polvo de aqueltelevisor que el enfermomiraba a veces anulándole el sonido, y lo vio posarse sobre el calendariotriangulardeJet.Cuandoelbateríaselohabíaregalado,Kylelehabíadadolasgraciassinmirarunasoladelasfotosy

sinrezarjamásanadie.Sospechabaquedebíandesermaravillosas,puestodoslosquelovisitabanseextasiabanalcontemplarlas.HabíamentidodiciendoquereflejabanelParaíso,«bueno,elterrenal».Aveces tenía la sensación de que esas fotografías se burlaban de él, pero estaba demasiado débil paraalargarelbrazoylanzaraquelchismealretrete.Entonces,cuandoesedíaelsolseposósobreelcalendarioconinsolenteinsistencia,Kylecomprendió

que hacía demasiado tiempo que se había encerrado en su habitación, a la espera de pinchazos,transfusiones,pastillas,perotambiénaguardandolasvisitasdeJane,Steve,JetyPatsi.Ydelresto…Lohabíasoportado todosin rechistaryhabíaobservadoa lasenfermerascuandopasaban laspáginasdelmalditoobjetountantoincómodasperoconamabilidad.Sintióqueunairasordalorecorríapordentroy

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seincorporóaduraspenas,convencidodequeyanopodríasoportarlounsegundomás:nilacompasióndelosotrosnilasmedicinas.Nisurabiaporsabersecondenado,porverseabatidoenplenovuelo…ypor«laausenciadeCoryn».¡Oh!KyleaborrecíaaJetporhaberledadoeseestúpidocalendariomortalmentetriste.Alargólamano

paraasirloyestamparlocontralaparedafaltadepoderenviarlomáslejos.Sinembargo,enelmomentoenque lo tuvoentresusdedosdescubrióunapequeñaarañacalentándoseal solypavoneándoseen lablanca arena. Sin saber por qué, elmúsico contuvo su impulso.Y detuvo lamirada.Que se derramóinevitablementehaciaelpiedefoto.Haciaelnombredelfotógrafoyeldelaplaya.

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KylenoesperaríaaquePatsidieraaluz.Teníahambre.TeníaganasdesalsadetomateydeloslabiosdeCoryn.Saliódelacamaenelinstanteenquelaenfermeraentrabaconsuhabitualcuencodepastillas.—¡Oh!¡Nadadelevantarsesinllamarnosantes,joven!Loregañó,peroKyleleordenóqueregresarapordondehabíavenidoparairabuscaralmédico.—Nohallegadoaún.—Entoncestengalaamabilidaddeavisarloydígalequevengaavermeloantesposible.—Pero…—Porfavor,Maggie—insistióllamándolaporsunombredepila.Laenfermerainclinólacabezaaunladoysaliódelahabitacióncaminandohaciaatrás.Kylesedio

una ducha y no semiró en el espejo para ver qué cara tenía.Ya estaba vestido, había desayunado ycerrabasuordenadorcuandoeldoctorBristolentróconlasmanosenalto.Elcantantetambiénlevantólassuyas.—Antesdequemediganada,mevoy.—Pero,Kyle,¡noesrazonable!Estádemasiadodébilpara…—¿Paraqué?¿Leparecemásrazonablepadecerunaleucemiaquenadiesabecurar?—Seloruego…—Noherespondidobienaningunodesustratamientosdeúltimorecurso.—Podemosintentarduplicarlasdosis.Probarlaradiación.—Sehahartadoderepetirquelaradiaciónesinútilenmicaso.—¿Porquénointentarlo?—Mevoyahoraquetodavíapuedocaminaryantesdeperderelpelo.Ydequeustedacabeconmigo

consustratamientos.—Kyle,ensuestado…EldoctorBristolseautocensuró.—Noquieromoriraquí.Ayúdeme.Porfavor.Sí,elmúsicoselargó.Dejandolosregalosquesusfanslehabíanenviado,perollevándosetodoloque

elmédicopudo suministrarle para aguantar.Se subió a un taxi para ir a ver a Jane.Lanoticia corriócomolapólvoraporquePatsiyaestabaallíyfueellaquienleabriólapuerta.

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—¿Dequévaestadecisióndemierda?—Esmidecisión.Yahasprotestadobastanteporquenohacíanada.Ahoraséloquevoyahacer.Kylenotóqueletemblabanlaspiernasylasmaldijo.—Veaprepararmeuncafé.—Nohacefalta,telotraigoyo—dijoJane.Se sentaron los tres en la cocina yKyle explicó que se iba en busca deCoryn.Al igual que Jack,

estabaalcorrientedesuhuidaysabíaquenohabíallegadoaInglaterra.IgualqueJack,queríavolveraverla.PeroadiferenciadelCabronazo,teníaunaideadesuposibleparadero.NodijonadamásaJaneniaPatsi.Anuncióquequeríachampán.Nadielenegónada.Kylehabíatomadounadecisiónyexigióquenolepusierantrabas.Alfinyalcabo,erademasiadotardeparamostrarserazonable.—Loúnicoquesientoesnoestaraquíparaelparto.—¿Yamíqué?Túnoereselpadre.JaneyPatsiintercambiaronunamiradademasiadointensaparaqueelmúsiconosepercatara.—¿Estáaquí?Ella apoyó las manos en la camiseta naranja fluorescente, donde las letras «I LOVE PATSI»

amenazabanconreventar.—Estáencasademispadres.—¡Tomaya!¡Quéhazaña!—Inesperada.Imprevista.Ineludible.Tanimposiblecomoelhechodequeestoyembarazada.APatsi lehabríagustadodecir:«Pruebadequeel Implacablenosiempre tienerazón».Pero¿cómo

pronunciarsemejantespalabrassindesmoronarse?—¿Ahoraespolígamo?—¡Yatevale,Kyle!Veoqueestásenforma.EntoncesKylesevolvióhaciaJane,quedijo:—IlovePatsi!—¡Máschampán!—concluyóKyle.

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Elchampánfueunamablesomnífero.Patsivolvióacasadesuspadresparareunirseconsuman,aquienlosotrosllamabanX.Janedormíaprobablemente,yelmúsicoselevantóapesardequeeranlastresycuarentayochodelamadrugada.Seencontrababastantebien.Enfin,nodemasiadomalencomparaciónconlosdíasylassemanasanteriores.Y,milagro,noledolíalacabeza.Seencerróeneldespachodesuhermana sin hacer ruido. Sus guitarras no estaban allí: habían sido repatriadas. Se preguntó por uninstante dónde estaba su teclado. Steve no le había contado nada al respecto. O puede que Kyle lohubieraolvidado.Sinembargo,noeraesoloquelepreocupabaenesemomento,ycuandolapáginadeinicio deGoogle se abrió, escribió el nombre de la playa de arenas blanquísimas que el día anteriorhabíadetenidolacarreradelapequeñaarañaamantedelsol.TecleóunatrasotralasletrasZ-I-H-U-A-T-A-N-E-J-O.Yreleyócongrandeleiteloquehabíadescubiertolavíspera.Dosleyendasexplicabanelnombredeestaciudad.Comohabíahechoeldíaanterior,eligiólasegunda

paracreerenella.EnlenguaindígenalallamabanCihuatlán,«latierradelasmujeres».¿Cómonoselehabía ocurrido antes? Abrió todos los cajones del despacho de Jane, todos los armarios repletos deinformes,yestuvoapuntode iradespertarlacuando finalmenteencontró loquebuscaba.Suhermanaregistraba por fecha las llamadas entrantes no identificadas. «Nunca se sabe», decía. «Un día podríanecesitaresosnúmerosdeteléfono.»Kylerepasóunaaunalaslistasycomprobóquesolohabíaunprefijoextranjero.Bingo.Loidentificó

enseguidayagradecióquedebidoasuprofesiónhubieseviajadotanto.EraelprefijodeMéxico.«Sinduda.»Cogióelmóvilymarcóelnúmero.Veintetonosresonaronenelvacío.Debíadeserelnúmerodeunacabinatelefónica.LlamóaAmericanAirlines.Elsiguientevuelosalíaalcabodeunaspocashoras.CuandoJanedespertara,encontraríadebajodesutazónunanota:«Iloveyou».

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Elmúsico reunió algo de ropa, cogió su pasaporte, escogió una de sus guitarras y salió de LaCasa.SaludóaDicken laentrada,aquienhizo jurarqueguardaríasilencio.Si losmédicos tenían razón, lequedabannoventadíasparaencontraraCoryn,yKylesetemíaquenofueransuficientes.Sinembargo,enningúnmomentoselepasóporlacabezaquepudieramorirantes.Habíarecuperadolaesperanza,ylaEsperanzaleinfundiólafuerzavitalquelehabíafaltadocruelmentedurantemeses.SalióalacallecuandoeltaxisedetuvodelantedeLaCasa.Porprimeraveznadieseapeabadeél

parasalvarsedeunfinalcertero;eraélquiensubíaparahuirdelamuerte.Bajólaventanillayrespiróelairedelaciudad.Pesealosefluviosdelyadensotráficomatinal,el

músicoquisosentirelpenetranteolordelPacífico.

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Por segunda vez en su vida, dos hombres—que amaban a la misma mujer— iban a cruzarse en unaeropuerto.Porque el abogadode Jackhabía recibidopor fin las instruccionespara el trasladode suclienteyhabíaacudidopresurosoalacárcelunosdíasantes,alvolantedesupreciosocochenegro,paracomunicarlelabuenanueva.BranniganlediolasgraciasysedespidiódeKlaus,quienprometiófugarseencuantotuvieraocasión.«Haycientosdeputasesperándome,colega.»Jackhabíapreparadosubolsadeantemano.Él también teníaunaviónquecogerhaciauna libertad

inminente y le gustaba la puntualidad más que cualquier delicatessen. De modo que cuando lepresentaronalpolicía rechonchoque sería su acompañante lo interpretó comouna señal excelente.SesubióaltaxipolicialynopidióquebajaranlaventanillaporqueelolordelmarletraíatansincuidadocomoeldelospedosdeKlaus.Hizosuscálculos.«Menosuno…Resultado:hoy.»

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JackbajóesposadoyescoltadoporelsargentoMalone,embutidoenuntrajebarato.LosdoshombresfueronlosprimerospasajerosenembarcarabordodelavióncondestinoaLondres.

Jackaseguróqueteníaunasganasinconteniblesdeiraorinar.EloficialcacheóaBranniganylequitólasesposasdelantedelapuertadelosaseos.—Nadadetrucos.Mequedóaquídelanteconmipipa,yquesepasquesiemprehesidoelprimeroen

puntería.Jacksedijo«mierda»mientrasabríalapuerta.Sesentóencimadelatapadelinodoroyesperóatener

unabuenaidea.«¡Mierda!¡Mierda!¡Mierda!»Elpoliaporreólapuertayelpresogritóquenecesitabamástiempo.—Tedoydossegundos,Bran…El resto de la frase fue inaudible. Si Jack hubiese salido en ese mismo instante, si se hubiera

preguntadoporquénohabíaoídoelfinaldelafrase,sielcafédelacárcelhubieseestadounpocomáscargadodecafeína,nohabríaperdidountiempoprecioso.Tantasnochesrezandoparanada.Maquinandoplanesparanada.Unafuga…siempreesunsueño.¡Oh!Habíadeseadotantoescaparsedelvehículo,oescabullirseasullegadaalaeropuertooantesdeembarcar…Peroteníaqueresignarse:laoportunidadnosehabíapresentado.Lohabíanesposadoalgordinflón.Jackdecidiótirardelacadenaunavez.Luegootra.Lecostabaevacuartodalamierdaquelocorroíapordentro.Cuandoporfindecidiósalir,alprincipionovioaMalone.Estabaarrodilladoenelpasilloacuatro

metros de él, ayudando a una anciana torpe a quien se le había volcado el contenido del bolso.Milagrosamente,elpolicíaledabalaespalda.Jackmiróhacialaportezueladelaviónynovioanadie.«Nadie.»Estabaabierta.Leabríasusbrazosylemanifestabasuamor.«Ahoraonunca.»Sinvacilarlomásmínimo,bajódelaviónsonriendo.Recorrióelpasilloensentidoinversoapasos

agigantados. Aceleró cuando resonaron unos gritos. El policía acababa de comprender que lo habíanburlado, y Jack echó a correr como en su vida lo había hecho.Derribó a todos los imbéciles que lebarrabanelpaso,asegurandoavozencuelloqueelhombrequeloseguíaibaarmado.Nadiehizonadapor detenerlo. Saltó, empujó, franqueó los obstáculos. Unas mujeres chillaron. Zigzagueó hacia laspuertas. Unosmetrosmás y tendría una vida nueva a su alcance. No se volvió ni una sola vez paracomprobarsihabíadejadoatrásalpolicía.

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—¡Unpasomásydisparo,Brannigan!Jacksequedóinmóvilysepusolasmanossobrelacabeza.Habíaconfiadodemasiadoenlalentitud

deaquelpolirechonchoymuchomenosjovenqueél.—¡Derodillas!Comomuevasunsolopelodelculo,tejuroquedisparo.El sargentoMalone se acercó resollando. Jack le dio un puntapié en la entrepierna. El policía se

desplomócomounamarioneta,ylapistolasedisparó,peroelproyectilnoalcanzóaBrannigan,quienhabía reemprendido la huidayyadesaparecíapor entre los curiososquepermanecían clavados en susitio. Y… santa Coincidencia maldijo a ese canalla por no haber tenido la delicadeza de darle lasgracias.

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UnregimientodepolicíasfrenóelavancedeltaxideKylecuandoseaproximabaalaterminal.Elmúsicoacertóaverapenasquemetíanunacamillaenunaambulancia.Curiosopornaturaleza,encircunstanciasnormaleshabríaqueridosaberloquesucedía.Peroesamañananoteníatiempoqueperder.Seconcentróensuvueloyensupasaporte.Cumpliótodoslostrámitessinmiraratrásyseacomodóensuasientoconalivio.Cincohorasdesueño intensomás tarde tomóelenlaceaZihuatanejo.Superiplo lo tenía totalmente

absorto.Organizólasbúsquedasysupopordóndeempezar.Primeroalquilaríauncocheypediríaquelerecomendasenunhotelenlaplaya.Lamásbonita.Lamáspequeña.LaclasedeplayadondeCoryntalvezllevaríaasushijos.Conunpocodesuerte,lajovenvolveríalacabezayselanzaríaasusbrazosalverlo.«Notengounsegundoqueperder.»

Eranlassieteycincuentaysietedelatardecuandodejósuguitarraysuequipajeenlahabitación.Lasoficinasmunicipalesestabanyacerradas.Kylesolicitóunplanodelaciudadenlarecepcióndelhotelyfue a sentarse a la terraza de un restaurante de la playa. Pidió una cerveza, pescado y verduras a laplancha.Ytomate.Lacamareraesperóaqueguardara susdocumentospara servirleelplatoy,denuevo,Kylenotó la

sensacióndehambre.¿Volveríalavidaacorrerporsusvenas?Durantetodoeldíasehabíapreguntadosideverdadseencontrabamejorosoloeranimaginacionessuyas.«Novoyatorturarmeahoracontonteríasasí,¿aqueno?»Encuantohuboterminadoelúltimobocadodesdoblóelplanoytrazóuncírculoalrededordetodosy

cadaunodeloscolegios.Zihuatanejoteníaentornoasesentaycuatromilhabitantes.CatorcecolegiospodíanacogeraMalcolm,repartidosportodalaciudad.Pensóporuninstanteenextendersubúsquedaatoda el área metropolitana, pero su intuición le dijo que perdería un tiempo precioso. Solo podríavigilarlos uno a uno—y eso suponiendo que Coryn dejase a Malcolm por la mañana y volviese abuscarlo por la tarde—, lo cual implicaba catorce días de búsqueda, veintiocho oportunidades deencontrarla, interrumpidas por los fines de semana. Por suerte, las vacaciones habían terminado y los

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niñoshabíanvueltoalcole.Consuerte,loshijosdeCorynnoestaríanenfermos.«Consuerte,ellaestaráenZihuatanejo.»AldíasiguienteKyleseplantaríaaprimerahoradelantedelprimercolegiodesulista,nosemovería

del sitiohastaque llegaseelúltimoalumno,enseñaría la fotode la jovenmujera lospadresyen losrestaurantesdelbarrio.Eraconscientedeque talvezyano se llamaríaCoryn.Ni losniñosMalcolm,DaisyyChrista…¿Ysisehabíateñidoelpelo?«No.Debotenersuerte.Lanecesitoahora.»

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Losprimerosdíasdebúsquedapasaronvolando. Interrumpidospor losdosprimeros finesdesemana,que pasaron en un santiamén. Transcurrió otra semana, exactamente como Kyle había previsto. Nodesesperó jamás, hizo caso omiso a susmiedos ymostró la foto de Coryn tantas veces como le fueposible.Esa en laquemiraba a sushijosmientras jugaban.Lagente semostró amabley cortés, peronadiepudoayudarloynadieleofreciólamenorpista.Kyleconseguíahacerseentendersiempreconsuespañol rudimentario. Es más, todos comprendieron que buscaba a la mujer que amaba, y solo unapersonalepreguntósinoera«elmismísimo»KyleMacLogan.Unjovendeunosveinteaños.Elcantanterespondiódemasiadodeprisa:—Afortunadamenteparamí,no.Notó que la mirada del chico se demoraba en sus hombros cuando giró sobre sus talones para

marcharse.Elmúsicodedicóeldíaenteroarecorrerlaciudad.Yaconocíatodaslascallesprincipalesytodaslas

playas le eran familiares.Devez en cuando se sentaba enunade ellas.Observaba a la gente durantehoras.Yaconocíaaloshabituales.Seponíansiempreenelmismolugar,ycayóenlacuentadequeélhacíalomismo.«¿Acasotodostenemosuninstintoposesivoquenosempujaacreerqueelsitio-de-una-veznosperteneceparasiempre?Opuedequelohagamosporquenosresultatranquilizador…Amenosqueseaunaviejacostumbredecuandoíbamosaclase.Oquizáseaporlasferomonas…»Sí,Kyledejabaquesumentedivagara…Todovalíaparanopensaren laCosaque roía su sangre,

puesnosentíaelmenordeseodetocarnideescucharmúsica.Suguitarradormíaapoyadaenlaparedtodas las noches. Ella tampoco tenía ganas de que la alejaran de sus pensamientos. La prioridad delmomentoera«otra»yeltiempocorríamuyrápido.

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Ochentayseis.Ochentaydos.Setentaynueve.Setentaytres…Ynadanuevo.Kyleviviódosdíasdeextremocansancioquelerecordaronqueestabaenfermo.Enfaseterminal.Se

vioobligadoatumbarsedurantetodaunatardeynotuvofuerzasparalevantarseporlanoche.Porsuerte,elcalorloanestesióprofundamentesinprovocarlepesadillasinquietantes.Sedespertóaldíasiguientealas tres de la tarde, igual de agotado. Las piernas lo torturaban. «Ahora no. Estoy tan cerca delobjetivo…Ahorano,Diosmío,porfavor»,sesorprendiórezando,cuandoJanelollamóporteléfono.—¿Cómoestás?—Bien—mintió.—Elclimadetulugardeveraneoparecesentartedemaravilla.—Nointentesquetedigadóndeestoy,Jane.—Danacabarádescubriéndolo.—¿Selohaspedido?—No—mintióasuvez.—Dehecho,meimportaunbledo.—Kyle,sienalgúnmomentoteencuentras…—¡Porfavor!Déjamehacerloquetengoquehacer.Janediounlargosuspiro,peroañadióquenolegustaríaqueestuviesesoloylejosdeunhospital.—Graciasporrecordármelo.—¡Oh!¡Kyle!Te…Janeseserenó.Seguramenteteníarazón.Laopinióndelosmédicosnodabalugaraequívocos.¿Qué

habríahechoelladeencontrarseensusituación?¿Perderíauntiempopreciosoexasperándose?¿Quiénno se jugaría el todo por el todo para vivir el último amor de su vida? Acaso el único que era tandeseado.—Apropósito,cuandoencuentresaCoryn,dilequetengonoticiasparaella.—¿Buenasomalas?—Másbienbuenas.—¿Jackhamuerto?—Aúnno.

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Kyleseincorporósobreuncodo.Milesdereceptoresseactivaronensucerebro, infundiéndoleunaenergíarenovada.—Cuenta—exigió.—EldíaquetelargasteibanatrasladaraBranniganaInglaterra,peroelviajenosaliócomoestaba

previsto.—¡Ah!Asíquetodoeljaleoenelaeropuertoeraporeso…—Branniganconsiguióburlarlavigilanciadelúnicopolicíaqueloescoltabaysebajódelaviónantes

deldespegue.—Teloruego,dimequehizoelcapulloyqueelpoliledisparó.—Hizo,enefecto,elcapullo.Nosémuybiencómosucediótodo,pero,encualquiercaso,consiguió

tiraralpolialsueloysalircorriendo.Y…aversiadivinas.—¡Jane!Ahórramelo.—Loatropellóuntaxiquellegabaenesemomentoatodavelocidad.Kylesequedómudo,pensandoquelahistoriaserepetíaextrañamente.Yqueunosminutosmástarde

sutaxilohabríaatropellado…Suhermanaconcluyó:—Branniganestáencoma.—¿Cómotehasenterado?—MellamósuabogadoparaquecomunicaralanoticiaaCorynencasodeque…—¿Quéledijiste?—¿Quépodíadecirle?¿Quemihermanosabedóndeseesconde?—¡Nolosé!—Kyle,nohedichonada.—¿Cuáleselpronóstico?—Elabogadonomehacontadonadamás,locualnosignificaquenolosepa.—Detodasformas,noexistendiezmilposibilidades.—No,enesotienesrazón.1)Jackdespiertayvuelvealacárcelporunchorrodeaños.2)Lapalmaél

solitoy¡yupi!3)EnelsupuestodequesequedecomounvegetalyenelsupuestodequeencuentresaCoryn,ellatendráquecontárseloasushijosy…—¿Laprensahabladelasunto?—lainterrumpióKyle.—No, no. No hay ningún artículo. Pero según el abogado de Jack, es una posibilidad. Está

considerandoseriamentelaideadequepubliquenunafotodeCorynydesushijosentodoelpaís.—Mierda.—EntoncesestásenEstadosUnidos.—¡Mierda,Jane!—YahehabladoconSeskin,elabogadodeCoryn,paraversipuedehaceralgoparaimpedirlo.Pero

igualseríamejorquereapareciese.Lanecesitaremos,deunaformauotra.

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—CorynnoquierequeJacklaencuentre.—¿Hastacuándopodráesconderse?Kyleentendióloqueinsinuaba.—Sémuybienquenosoyeterno—murmurópensandoquenisiquieraeracapazdeprotegerla.Janedijoquelosentíaenelalma,yelmúsicopermanecióensilencio.—¿Enquépiensas?—Enlahipótesisquenohasmencionado.—¿Cuál?—Podríacargármelo.—¡Kyle!—Insisto.Sidebohacerlo,loharé.Reza,pues,paraqueesecabronazolapalmeporvoluntadpropia.—¡Medasmiedo!—Amítambién.—¿Enserioqueharíasalgoasí?—No,porquenotendrélaoportunidad.Jane repuso que prefería hacer como que no había oído nada, mientras que su hermano pensaba

horrorizadoque,desgraciadamente,seríacapazdehacerlo.—SivesaCoryn…Kylesuspiró.—Porfavor,Kyle,cuídate.—¿Porqué?—Porvosotrosdos.Kyle recibióesaúltima réplicacomo lapromesadeun futuro.Lehizo felizque Jane los imaginara

juntos.Eraunaespeciedereconocimiento.Yaeranunoparaalguieny«forzosamente»…esocontaríaenlabalanzadelaSuertecuandohiciesesuscuentas.Suhermanaeraeltestigodeloquelosuniría.Siemprehacefaltauntestigo.Comounaprueba.Paralosdíasenqueelmiedosepareceaunvientosiberianoquedejaundesiertoglacialasupaso.Undesiertoqueapestaamuerte.

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Kylecomiósinhambreyluegosalióatomarelaire.TeníalaextrañayhorripilantesensacióndequeJackse lohabíapuestoenbandeja. Inaccesible,peronoporellomenospeligrosa.«Conunpocodesuerte,moriráantesqueyo.Conunpocodesuerte, lesobreviviréyCorynserá libre.Conunpocodesuerte,podrétenerlaentremisbrazos…»Trasperderdosdíasdecolegio,setorturabapornohabersidomáseficaz.Habíaforzadolamáquina

y,comoresultado, todossusplanesseretrasaban.NoseatrevióapensarsiquieraquehabíaperdidoaCoryn.Permanecióhorasyhorassentadoenlaplayapróximaasuhotel,juntoalaorilla.Elsoldelfinaldelatardeseponíapocoapoco.Duranteunosminutoselmarcobróuncolorazulintenso,profundoycasi eterno.Hizo relucir los charcos aquí y allá.Una luz dorada envolvió las cosas y a los seres.Elhorizontedesapareció,yKylesiguióenvueltoenaquellacalidezoyendolasrisasdeunosniñosaquienessusmadresprohibíanmeterlasmanosenlasbolsasdepatatasfritasparadevorarlasadoscarrillos.Loscríos se lanzaron al agua salpicándose. Él nunca había tenido su ligereza. Jamás tendría un hijo quejugaríaasí,entrerisas,conjurandotodasudesgracia.Sinembargo,todoesotendráqueacabarseenunmomentodado.«Mimuertesupondráelfindeestafamiliamaldita.»Kyleselevantóydeambulóporlascalles,centrándoseentodaslasbúsquedasqueyahabíallevadoa

cabo.UnavezmásmarcóelnúmerodeteléfonoquehabíaapuntadoencasadeJane.Unavezmásnadiedescolgó.Suspasoslollevaronaotraplaya,dondesesentódenuevoenlaarenaparaobservaralagente.No

envidió la despreocupación de esas personas. Las admiró. La vida parecía atravesarlas con tantafacilidad…Había una pareja joven, a su izquierda, que se besaba fogosamente al abrigo de una barcaza.Más

lejos,lasdosmadresseguíancharlandomientrassushijosconstruíanahoracastillosenlaarena.Ningunadeellasechóunvistazoasusmagníficascreaciones,absortascomoestabanensucháchara,yloscríosaprovecharonparameterlasmanoshastaelcodoenlabolsadepatatasfritas.Sefueronriendo.Algunoscorredorespasabanporlaplaya,solosoenpareja.Losperroslosseguíanladrandoaunosmetros.Yelsolsesumergióenelocéano.Laluzsedesvaneció.Enpocosminutoslaplayasevaciócomosi

alguienhubierapasadolaúltimapáginadeunlibroyKylesequedósolo.Estabaoscuro.Yanoquedaba

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ningúnniñojugandoallí.Nicorredores.Niperrospegadosasustalones.Nienamorados.Setumbóenlaarena,aplastadoporlarealidad.PorprimeravezdesdesullegadaaMéxico,sintióunmiedoextremo.Tuvo la sensaciónde serarrastradoa lasprofundidadesdelocéano,dondeyanohabíaviday solo

reinabalaMuerteaterradorayfría,abriendosusfaucesabisales…EntoncesseaferróaJackcomoaunaboyaquelehizosubiralasuperficie.«Elodio…»Elpoderdelodioseapoderódeél,yvolvióalhotel.Lanzósuszapatillasalaotrapunta

de la habitación y se desplomó completamente vestido en la cama. Jack. Jack. Jack. Jack. Jack. Jack.Jack.Jack.Jack.Jack.Jack.Jack.Jack.Jack.Jack.Jack.Jack.Jack.Jack.Jack.Jack.Jack…Esehombreloroíapordentromásquela«cosa»quelodevoraba.«Losdíasestáncontados.Lossuyos

ylosmíos.Nodeboserelprimeroenirme.»Kyle se levantóy sebebióunacerveza,queno lehizoningúnefecto.Suespíritu estabademasiado

agitado.Lasconsecuencias…Losmiedos…«Megustaríavolveralinstanteprecisoenquelosdestinossecruzan…¿Ysimueromañana?¿Ysinodespiertomañana?»Selevantóotravezyencendióelmóvil.Sinmirarquéhoraera,marcóelnúmerodeChuckGavin,su

abogado.Estedescolgóalsegundotono.—¿Dóndeestás?—AntelaspuertasdelParaíso,yestoyesperandoquemeabran.Chucksoltóunarisa.—¿Hasredactadolosdocumentosquetepedí?—Sí.—¿Todo?—Sí,Kyle.Estátodoarreglado.Justocomomepediste.—Teloagradezco.Adiós.ColgósindartiempoaChuckahacerlemáspreguntas.Consultósusmensajes.Cero.«Lasoledadno

me abandona.» Era pasada la medianoche y otro día acababa de irse. Definitivamente.Irremediablemente.«Menosuno.»

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31«QuieroteneraCorynentremisbrazos.»Sexagésimoséptimodía.Elrelojdelaiglesiadiolascuatrodelamañana.Eralaprimeravezqueoía

lascuatrocampanadasdesdesu llegadaaMéxico.Esperóa lascinco.A las seis,yoyóel timbredelteléfonodesuhabitación.Elconserjeerapuntual.Kylediounrespingoaldescolgarlo,peroencuantoseincorporósintióunmareo.Pensóenlacenaolvidada.Volvióaacostarse.Cincominutos…Cincominutosdenadaquesealargaroncasiunahora.Cuando volvió a abrir los ojos comprendió de inmediato que llegaría tarde al colegio que tenía

previstoparaesamañana.«Nopuedoperderotrodía.»Echóunvistazorápidoalplanoyalalista.Yanole quedaba elección.Cambió sus planes.Cogió un bollo de la barra de la cafetería y semetió en sucoche.Tardóexactamentedoceminutosenllegar.Faltabandosminutospara lasochocuandoaparcóaunoscincuentametrosdelaverja.Habíademasiadoscochescerca,yKylesemaldijopornosercapazdedistinguir la entrada.Lacampana sonaríadeunmomentoaotro.Semaldijomás todavía.Tendríaquehaberselevantadocuandodebía.Tendríaquehaberseguidosuplaninicialalpiedelaletrayacudiralcolegio que había previsto visitar ese día. «Tendría que…» Tendría que haber sido razonable yalimentarsebien.Tendríaque…Tendríaque…Lavidatendríaque…Cuandoalolejos,alprincipiodela calle, una silueta esbelta y grácil apareció. Llevaba el pelo recogido en una cola de caballo y unvestidoblanco.Seagachóparabesaralcríoquelaacompañaba,lerecolocóeltirantedelamochilayobservó sinmoverse cómo cruzaba la verja de la escuela.Cuando el niño se volvió, ella le lanzóunbeso,yaKyleseleentumecieronlaspiernas.

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32Eraella.EraCoryn.Cadadía,Kylehabíaesperadoverlaaparecer.Cadadía, lahabíabuscado,perseguido,repitiéndose

cómoactuaríaalencontrarla.Laspalabrasquelediría.Peroesamañana,alverlaenlacalle,sesintiótotalmenteasombradoeincréduloantesusueñoconvertidoenrealidad.Nadieestáentrenadoparaalgoasí.Losbomberosseentrenanparacombatirelfuego,ytodosdeberíamosimitarlosparasaberquéhaceren caso de que el corazón nos arda. Kyle tuvo la impresión de que la Suerte lo había conducidodirectamentehastaCoryn.Permanecióclavadoensuasientodelcocheobservandoalajovenmujerrubiamientrassealejaba.Coryn recorrió la calle en dos zancadas. Kyle sabía que no tendría fuerzas para alcanzarla a pie.

Arrancó,eintentónoperderladevista.SonaronbocinasensordecedorascuandocortóelpasoavariosvehículosalgirarpordondeCorynhabíaido.Leresbalabaolímpicamente.Tocólabocinaasuvez,peroellanosevolvió.Caminabamuyrápido,escabulléndoseentre los transeúntes.Kyle teníaquesalirdelcochedeuna formauotra.Sedetuvoen secoenel instante enqueella abría lapuertadeunacabinatelefónica, unos metros más adelante. Kyle la vio descolgar el auricular, introducir unas monedas ymarcarunnúmeroatodaprisamientrasconsultabasureloj.Desúbito,colgóyagachólacabeza.Sumanoseguíaapoyadaenelauricular.Kyleabriólapuerta.Ellalevantólavista.Sí.CorynselanzóalosbrazosdeKyletalcomoélhabíasoñado.Deseado.Anhelado.Esperado.Sí,

se lanzó a sus brazos y lo apretó contra ella para convencerse de que era él, de carne y hueso.Unarealidadensupresente.Quenoeraotradesusvisiones.Queeranlosbrazosdelmúsico,ynootros,losquelalevantaban.Quesuvozledecía«tequiero».Queestabanlosdosenelescenario.QuelaSuerteylosMilagrosexistían…Élpensóquelequedabansesentaysietedías,perodijo:—Sabíaqueteencontraría.«Holdyouinmyarmsfortherestoftime.»

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LassábanasestabantiradasalpiedelacamadeCoryn.Susropastambién…Elventiladordeltechonorefrescaba lomásmínimoel airedeesamañana.Loúnicoqueconseguíaeracomplicar lavidadeunfrágilyminúsculomosquitoqueselasveíaydeseabapararevolotearconcoherenciaenlaestancia.Elmosquitonosepercatabadenada.«¿Enquéestaránpensandolosmosquitos?»,sepreguntólaaraña

que había tejido su tela durante horas. Si el muy bobo tuviera siquiera una sola neurona, habríainterrumpidosuestúpidovuelo.Sehabríaposadosobreunaparedyhabríacontempladocómoelamorembellecealosseres.Loshabríaenvidiado.Habríarogadoaldiosdelosmosquitosqueloreencarnaraenhumanoensupróximavida.Aunquesolofueraporundía.Aunquesolofueraduranteunminuto.Así,habríatenidolasuertedesentirloqueesamarcomoKyleyCorynseamaban.Peroelmuycretinolosignoró,lisayllanamente.Zumbóenlapenumbradelascortinascorridasyse

lanzócomounciegoalaredquelaarañahabíatejido.Laarañaseacercó,aterradora,yacaricióconunadesuslargaspataslacabezadeltemblorosoinsecto.—¿Quéhasvistodemaravillosohoy,jovenMosquito?—¿Hoy?Nadamejorqueotrosdías,señoraAraña.La araña pensó que el bicho alado era inclusomás cretino de lo que había supuesto. Exhibió una

sonrisadepiedad.—¿SabesquéeselAmor,Mosquito?—¿ElAmor?Eeeh…no,señoraAraña.—¡Quélástima!—dijoestremeciéndosedegolosoplacer.Seinclinósobreelpobrebicho,quevioelreflejodesucabezaenlososcurosojosdelaaraña.Fuetal

suterrorqueabandonóenelactotodaideadelucha.Laarañajugueteóconél,diovueltasasualrededor,retrocediódosotrespasos.—Mosquito, tienesmucha suerte.Hoy no tengo hambre porqueme he embriagado deAmor…Una

oportunidadasínovolveráapresentarse.Poreso,lapróximavezqueoigaspalabrasdeAmor,queveascariciasdeAmor,tratadeescucharlasymirarlasparanoolvidarlasnunca.Mosquito se loprometió,pero,adecirverdad,noentendiógrancosade loqueArañahabíadicho,

apartedequeeseenormeadefesionoteníahambre.HuyóvolandotanlejoscomopudomientraslaseñoraArañaseacurrucabaenelfondodesured.YrogabaquelaamarancomoKyleamabaaCoryn.

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34—¿Dóndeestántushijas?—Enlaguardería—dijoCorynmientrasdejabaunabandejarepletadetostadasconquesoyfrutaenla

cama—. Pensaba mirar los anuncios clasificados, pero la directora es tan parlanchina que me haretrasado…Corynmurmuróqueaveceslosretrasosteníanunsentido,yluegoañadiómirándoloalosojos:—¿Cuándosalistedelhospital?—Yamelohaspreguntado,miamor.—Ynomehasrespondido,miamor.AKylelehorrorizabanlasmentiras,peronoqueríahablarledesuenfermedad.Sencillamente,parano

darvida,fuerzaoinclusocréditoalabestiaquesolobuscabadestruirlo.Kyledevoróunarodajademelónyundurazno.Coryncontóloquehabíaleídosobreél.«Terecuperas

ybuscasinspiraciónenunaislaparadisíaca…»KylelabesóyleexplicóquePatsisehabíahechocargodetodocuandoelcansanciopudoconél.Su

cuerposehabíarendidodespuésdeunmesdetensionesypresiones,viajes,desfaseshorarios,maletasyenergíavolcadaendarlotodoenelescenario.Sí,habíaingresadoenelhospitalydespuésenunaclínicadereposo.Y,porúltimo,ensuhabitación«paradisíaca»enlaresidenciadeJane.Soloysininspiración.—Undía—añadiórápidamente—supedóndeencontrarte.—Dimequeestásbien.—Mesientomejor—ledijobesándoladenuevo.Kylenomentía.¿Acasohabíaexperimentadounasensaciónsemejanteenlosúltimosmeses?No.Nien

unasolaocasión.—¿Mejor?—Estoybien.Mesientobien.Ytodoloquequieroesestarcontigoyhacerteelamorunayotravez.Laabrazó.—Tuausenciahasidohorrible.Ellaleapartóelmechóndelafrente.—¿Cómosupistedóndeencontrarnos?—¡Oh! Por desgracia no lo comprendí hasta hace poco. Resulta que una mañana recibí la visita

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inesperadadeunrayodesol.Kyleexplicócómohabíaincididoenelfamosocalendario.—Aquellamañanaviporfinelnombredelaplaya:Zihuatanejo.Unnombreasínoseolvida.Corynsonrió.—Mehanhechofaltaexactamenteveintitrésdíasparaencontrarte.Sentíaqueestabasaquí.Igualque

cuandotevijuntoaMalcolmsentíquecambiaríasmivida.Kyleledesgranótodaslascosasquehabíatenidoquesuperar.Susdudas,susmiedos,laseparaciónde

Patsi,elembarazodeesta,subebé,alquenohabíaconocido,losúltimosconciertos,África,suinfancia,en fin, los pocos recuerdos de ella que no dejaban de acecharlo. Y su encuentro… en Navidad. Lacarenciaylaobsesión.«Mimiedoymifaltadevalor.»Grecia.Losbaobabs.NuevaYork.Ni una sola vez pronunció el nombre de Jack.Coryn se percató, pero no dijo nada.Kyle no había

olvidadoelmensajedeJane,no,perohacíalomismoqueconeldichosocáncer:ganabatiempo.Yeseinstante,enesepresentequeestabaviviendo,compartiendoconella,era…Kylenoteníapalabrasparadefinirlo,perosupoporprimeravezquécolorotorgaralosojosdeCoryn.Erancomoelazuldelmarquehabíacontemplado la tardeanteriorcuandoel solparecíacolgadopara siempreenel cielo, justoantesdequelaluzsedesvaneciera.Susojosemanabanesafuerza,esecaloryesaeternidad.—CuandovolvíaSanFranciscoporNavidadmehabíapropuestoverte,deunaformauotra.Yahí

estabas,enLaCasa…

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35—Volvíahacermeinvisibleporinstinto.Perosihuifueporculpade…—Jackyyo.—Tú…—Coryn le acarició unamejilla—. Tú… porque eres lo que eres. Y Jack porque, de una

manerauotra,intentaráencontrarmeytardeotempranomematará.Losé.Se le apagó la voz. Jack la arrastró de nuevo a un pasado que quería borrar de su vida. Había

desconectadodelarealidadysentíapánico.—Coryn,escúchame.Tengo…—Novolveré—continuósinprestarleatención—.Novoyacaerenlatrampa.Nomeatrevo…Kylelecogiólasmanosyañadióqueteníaalgoquedecirle.Ellasesentóenseguida.—Hahuido—dijoCorynpalideciendo.—Estáenelhospital.Kylelecontóloquesabía.AñadióquehabíaqueesperaraqueelCabronazoseconsumierasolo.—El tiempo no ha cambiado nada. No siento ninguna compasión por él. Ni el menor deseo de

perdonarlo.Cadadíapiensoenloquehizoconmividaduranteaños.Piensoensusmanos…Noconsigodeshacermedeellas.—Losé—dijoélabrazándolaconfuerza.¡Oh,sí!Losdoslosabían.Lasvidasseentrelazandemaneracuriosa…—…yelodionoterminanunca—dijoella—.Nuncasedebilita,yesomedesconsuela.—¿Porqué?Túnotienesqueexcusarte.Yoséloqueeselodio.Esunmonstruocontraelqueluchas

todatuvidaparaquenotemate.—QuierohablarconJane.Sevistieron sindecirpalabra,valorandoelpesode loque losaplastaba.Su felicidaddependíade

Jack.Quéfatalidad…Seguíaejerciendoesepodersobreella.Sobreambos,enadelante.Eserepulsivohombreseguíaproyectandosusombraydecidía,enciertomodo,sufuturo.Coryn sintió náuseas cuando Kyle le subió la cremallera del vestido. A él su espalda le pareció

preciosa,ynopodíaimaginarsequeamilesdekilómetrosotramanosubíatambiénotracremallera.Conelmismosilencio.Perosinningunaemoción.

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ElmóvildeKyleanunciódosmensajes.UnoeradeJane.SereducíaaunaspocaspalabrasqueeljovenquisooírdebocadesuhermanaantesdecomunicarnadaaCoryn.Fuealsalón,yJanenofingiósorpresacuandoKyle le dijo que la joven-mujer-rubia-de-su-vida estaba en la estancia contigua, sentada en elbordedelacamaponiéndoselassandaliasyconelpelocayéndoleporlacara.JanerepitiópalabraporpalabraloqueelabogadodeCorynlehabíatransmitido.«JackBranniganhadejadoderespirar.»—Nosénadamás.Enfin,demomento.Jane añadió que tenía una cita para no sucumbir a la tentación de preguntar dónde estaban en ese

maravilloso minuto, ni cómo se encontraba él. Prefería esperar a que tanto Coryn como su hermanodecidierandecírselo.«HedeseadolamuertedeJack.Yyotambiénvoyamorir.»KylecolgóyCorynloobservóensilencio.Teníaunamanoapoyadaenelmarcodelapuerta.—Jackhadejadoderespirar.Hamuerto.Lajovenmujerquisoescuchardenuevoesaspalabras,comoKylehabíahechoconJane.Elmúsico

repitiólafraseliberadora.Corynnosemovió,luegoseleparalizóelrostro.—¿Quévoyadecirlesalosniños?—Laverdad.

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EnunminutoKylerecordótodalainjusticiaquesehabíacometidocontraél,contraellos,ysintióqueuna ira fría lo invadía. Recordó retazos de conversaciones con el personal sanitario. Pensó en lostestimoniosquehabíaleídoenelhospital.Entodoslosenfermosquereconocíanelinevitablemomentoenquelarazóndelaenfermedadquepadecíancobrabasentido.«Soyunhombrecondenadopornohaberhechonada.»Laslágrimasasomaronasusojos.Yafindeocultarsuturbaciónseinclinóparaponerseloszapatos…cuandounacuriosaarañaverdeseaventurósobrelaalfombra.Debajodesunariz.—¡Espera!—dijo Coryn sujetándole por el brazo—. Cuando tuve a Christa había una araña en el

techo, encima de la cuna. Llamé porque no la alcanzaba y la señora asiática que vinome dijo: «Lasarañasencasadanbuenasuerte».Mientras hablaba, la joven mujer consiguió coger la araña con una revista y la condujo hasta la

ventana.Luegoobservócómohuíaatodavelocidad.—Estáasalvo.Corynpensó«comoyo»,perodijoqueerahoradeirabuscaralosniños.Elmúsicotomósumano,la

besóyconfesómientrascaminabanporlacallequetambiénhabíasidograciasaunaaraña…—…comodescubrídóndeteescondías.—¿Dóndeestabalaaraña?—EnlaplayadeZihuatanejo.Kyle olvidó el segundomensaje de sumóvil.Era de sumédico: le informaba, crudamente, que las

analíticasrealizadasenlosúltimosdíasenMéxicolehabíanllegado.Pordesgracia,noofrecíansignosdemejora.

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En los primeros días que siguieron a su liberación aCoryn le costó relajarse.Decía que sus hijos lapreocupaban.SobretodoMalcolm,quenohabíalloradoniexteriorizadonadacuandolediolanoticia.ElniñosehabíatomadoloshechosconcomedimientoyDaisyhabíamiradoasuhermano.—¿Qué significa la muerte para ellos? —acabó murmurando la joven mujer en la penumbra del

dormitorio.Lamuertenuncaesgratificante,nisiquieracuandolibera.

CorynsenegócategóricamenteaasistiralentierrodeJackenSanFrancisco.Encargóasuabogadoqueleenviaraelcertificadodedefunciónyqueseocuparadetodo.Undía,despuésdehaberdejadoaMalcolmenelcolegio,llamóasuspadres.Sumadreregistrólos

hechos—«tudecisión»—sinhacerningúncomentario.Lajovenmujerprometióllamarlos,peroloharíararasveces.EmpezóunalargacartaparaTimmy.Hizovariosintentosylatiróalapapeleraentodosellos.Decir

lascosasimplicaba…Necesitabatiempoparaescribirlas.Demodoqueesofueexactamenteloquepusoenlatarjetapostalqueeligióconesmero.«Necesitotiempo.Aquíelcieloeslímpidoyelmarcálido,ylosniñoshacencastillosdearenaquetegustaríaaplastarriendo.Tequiero.Cuídate.Coryn.»Malcolmfirmóylasniñasgarabatearonloquepudieron.Kyleescribió:«Palmerasalavista»,consuletrafinayclara,yfirmó.SonrióaldárselaaCoryn,quiensonrióasuvezalleeresascuatropalabras.SepusolassandaliasycaminódeprisahastalaoficinadeCorreos.Feliz.Intensamentefeliz.Volviócorriendoy,conlavoztanclaracomolaescrituradeKyle,dijo:—Nuncame iré de este país.Nuncame iré de este lugar dondeme has encontrado y dondeme he

liberado.Esaquídondequierovivir.Kyleañadióqueteníarazón.Queesnecesarioalgonuevoparaempezardenuevo.Quehayquedejar

atráslosmalosrecuerdosyloslugaresquenoslosrecuerdanparavivircomosiolvidáramos.Patsinoestabaequivocada,despuésdetodo.CuantomástiempopasabaéltambiénenelsoleadoycoloridoMéxico,menospensabaensumaldita

cuenta atrás. Y menos sufría. De hecho, los tratamientos fuertes habían sido su mayor tortura. Las

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dichosas analíticas eran las que lo habían abocado al desastre, asignando a su cuerpo una fecha decaducidadprecoz.Comolaquefiguraenlosyogures.Siunoseloscomeunsegundo,unahoraoinclusounosdíasdespuésnocaeirremediablementeenfermo.Nimuere…«¿Verdad?»Sentadoenlaterraza,frentealPacíficoinsinuándoseentrelaspalmeras,Kyledescubriópocoapoco

que nunca antes la Esperanza lo había habitado hasta tal extremo. La Esperanza se convertía en unarealidadtangible.Extrañamentefísica.SeaferróaCoryncomosi le insuflaralavidamisma.Cadadíaeraesencial.Losminutos,únicos.Yllegabaaconvencersedequeélteníalasuertedesaberlo.

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Porlamañanaelsolentrabaenlashabitacioneseinundabalaterrazadelacasitaconvistasalaplaya.Luegopasabadetrásdelaspalmerasqueacariciabaneltejado.Lasombranorefrescabamucho.Malcolmdecíaquesentababienenlospies,yya.—¿Cómollegasteaestacasa?—preguntóelmúsicocuandoconsideróqueCorynpodíahablar.Había aguardado a que las niñas estuvieran en la guardería y Malcolm en el colegio. Quedaban

exactamentecuarentayseisdías.—¿Quieressabersuhistoria?—Yla tuyadesdeNavidad.Quierosabercómollegasteaquí.Loque tuvistequepasarparavenira

Zihuatanejo.Corynfueaprepararuncafésuave,yKyleseacomodóbajolasombrilla.Podíaverlamoviéndosepor

lacocina.Susgestosfluíancomounamelodía.Habíaconocidoapocaspersonasquefuerantanelegantespor dentro y por fuera.Y eso que había conocido amucha gente.De formamás omenos fugaz. Perosiempre intensa.Conlavidaque llevaba,que todos losmiembrosde losF…llevaban, losencuentrossiempreeranmedidos,cronometrados,ysetornabanconcentrados.Laspreguntas,precisas.Lashistorias,apasionadas…Porquehabíaquemarcharse.Siemprehabíaquecambiardelugar.«¿Sonmásfuerteslasrelacionescuandosabesqueeltiempodisponibleescortoydeterminado?¿Oes

otracosa?»KyleseguíaconlamiradafijaenCoryn.Lamelenalecaíasobreloshombrosy,desdehacíaunosdías, se la sujetabadetrás de las orejas cuando agachaba la cabeza.Despejando su cara.PoruninstanteKyletuvoelestúpidotemordequepudierahuirdenuevo.Dequelodejara…otravezsolo.Ellasevolvióysonrió.«Corynnoharíanuncanadaparecido.»Lajovenmujerdijodesdelacocinaqueelcaféestaríalisto…—…endosminutos.Kyledescontólossegundosconprecisión.Habíanacidoconelsentidodelritmo,¿no?Cuatro.Tres.

Dos.Uno,yCorynllegódescalza.Dejólabandejaalasombraysesentóenfrentedelcantante.Doblólasrodillashastalabarbilla.Selasrodeóconlosbrazos.—Paraempezar,fuegraciasatiquepudellegarhastaaquí.Graciasaloquedejasteconlacámarade

fotos.Élsonrióyellainiciósurelato.BattleMountain.LasVegas.Elcalorasfixianteylaconstantebondady

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cooperacióndesushijos.CómohabíansalidodeNuevaYorkparallegarenautobús,unosdíasmástarde,aunapequeñaciudaddeMontana,casienplenanoche.Hacíamuchofrío,lospequeñosestabanrendidosysepegaronaella.—El cartel azul del motel justo enfrente de la estación de autobuses se reflejaba en la carretera

húmeda.Estabaagotada,creoquenohabríatenidofuerzasparairmáslejos.Corynlecontóqueabriólapuertadelmotel.RellenóelpapeleoconChristaenbrazos.Lapropietaria,

unamexicanaentradaenloscuarenta,miróalosniñosquebostezabanydijoqueteníalibreunestudiogrande.Contrescamas.La jovenmujerpagódossemanasporadelantadosinsabermuybienporqué.Solo porque necesitaban reposo, porqueMalcolm, Daisy y Christa necesitaban reposo, tanto que loscuatroapenassalíanparapasearseporlascallesfrescasdeChatinga.—Noteníaniideadequéhacer.Mesentíalibreyperdida.Teníamuchocuidadoyevitabaalosgrupos

demadresenelparque,aunquemedecíaquedespuésdelasvacacionesMalcolmtendríaqueiraclase.Quería desaparecer y vivir sin volver a ver nunca a Jack. Y una noche llamaron a la puerta de lahabitación.Estabaaterrorizadacuandolaentreabrí.Lamexicanadijoquequeríahablarconmigoyqueesperabaquelosniñosestuvierandormidos.

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40—Séqueteescondesy,comoestásenmicasa,quierosaberquéhashecho.Corynnotuvootraelecciónquecontarlosucedidobajolamiradainquisitivadeladueñadelmotel.

Habríasidounatonteríamentirle,ylargarseerasencillamenteimposible.Lajovenmujerhabló,perolamexicananoesperóaqueCorynterminara.—Mimadredecía:«Unamujernodenunciaaotramujer».Megustatufranqueza,yahoratecontaréyo

mi historia. Nací al otro lado de la frontera. No teníamos nada.Nada en absoluto. Cuandomi padremurió,nosquedóaúnmenos.Mientrasqueaunoskilómetroshabíadetodo.LleguéaEstadosUnidoscondieciséisaños,en1972,trashabercruzadolafronteraclandestinamente.Trabajécomoilegalduranteunalarga década, con el miedo en el estómago. Desempeñé todos los empleos miserables que solo los«invisibles»aceptaban,hastaqueelAzarmecondujoaestemotel,regentadoporunhombremaravillosoquemedesposó.Yquemeofreció,ademásdesuamor,lalegalidad.Mividacambióporcompleto.Nosoy rica,peroyano soypobre.Siempreheenviado lonecesario ami familiaparaquemishermanosestudiaran. Cuando se fueron de casamimamá regresó para vivir con la suya a orillas del Pacífico.Luegomiabuelamurió…yyofuiabuscaramimadre.Ahoracuidodeella.Sisupierascuántolahabíaechadodemenos…Pero…—Lamujer suspiró—.Es la vida.Esmivida.Duermocon la concienciatranquilayyanoestoyobligadaaescondermeparaexistir.Poreso,créeme,cuandoviquequeríaspasardesapercibida, que bajabas la vista, por no hablar de tu acento… comprendí que vivías como unasombra.Ysabesquevengodeunpaísdondeloscoloresdanlavida.Corynmurmuróqueestabaperdida.—Aldesposarme,Jamesmedevolvióloscolores.Asíqueenciertomodoyotambiéntengoesepoder

ahora.Peroloquepuedohacerportinosésiloaceptarás.Lamexicanateníalosojosdeunnegromásoscuroqueelébano.—Sinoquieresquetumaridotedescubra,nopuedesquedarteenEstadosUnidos.Yoquetúmeiría.

Dejaríaestepaís.—NoquierovolveraInglaterra.Lamexicanarioamandíbulabatiente.—¡NoteestoyhablandodeInglaterra!¡Hacedemasiadofrío!Tehablodesol.Demúsica.Decolores.

DeMéxico.DeZihuatanejo.

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41—Lloré —confesó Coryn—. Por no caerme de espaldas. Zihuatanejo sonaba como un sueño. Le

preguntésierabruja,magaodiosa.Merespondió«nosé»conunarisaincreíble.Hizoexactamenteloquemehabíaprometido. Ignorocómolohizo,peromeconsiguiópermisosderesidenciapermanentes.TomamoseltrenhastaSanDiego,dondeembarcamosenunbarcocuyopropietarioeraunconocidosuyo.Elviajepormardurócuatrodíasycuatronoches,duranteloscualesvomitédemiedo.Todoeltiempoque habíamos pasado en los caminos había tenido la extraña sensación de sentirme protegida.Inaprensibleeintocable.Perocuantomásnosacercábamosanuestrodestino,más…Kyleletomólamanoylabesó.—Entonces desembarcamos en Zihuatanejo. Era lamañana del quinto día. Estaba amaneciendo. La

playaestabadesiertayunodelosmarinerosmetrajohastaestacasa,delaquedealgunamanera…soylaguardianalegalalaesperadequelamexicanavuelvaundía.—¿Ysicomprounacasaaquí?Lajovenmujerselevantó,asustada.—¿Porqué?¿Noquieresvolverasubiraunescenario?Kyleselevantótambién.—Quieroestarsegurodepoderencontrarte.Corynnopreguntósipensabamarcharse.Nicuándo.Cogióalcantantedelamanoylocondujoasu

cama.Lacamadeambos.Kyleestuvoapuntodepedirlequesecasaraconél,peroenesecaso…tendríaqueconfesárselotodo.

Hacerseanalíticas.Decirlascosasera…Kylenoterminabadedecidirse,asíqueselimitóapreguntarcuáleraelnombredelamexicana.—AnunciacióndelaVega.PeroahorasellamaAnunciaciónWillburg,yconmuchoorgullo.

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Kyle,Corynylosniñossolovisitaroncuatrocasas.Laúltimafuelabuena.Podíaverseelmardesdecasitodas las habitaciones. Tenía un encanto irresistible. Reunía todos los detalles que habían enumeradopara divertirse. Más uno: un amplio jardín sombreado. Los antiguos propietarios les ofrecieron susviejosmueblesdemaderaagrietadaydescoloridaporlabrisamarina.KyleyCorynlosconservaron.Setrasladarontanprontocomolosplazoslegalesylasobrasselopermitieron.KylehizoquelapusieranasunombreyaldeCoryn.Casiolvidóqueelcontadorindicabatreintayundías.Unmesexacto.

Desdesureencuentroelmúsicosehabíaescapadoparahacerselasanalíticas.Decíaqueteníacomprasquehaceryvolvíacon losbrazoscargadosdeCDyvídeosdeartistasmexicanos. Instalóun flamantetelevisor, un lector deDVDy una cadena demúsica.Compró también un coche grande, dos guitarrasresplandecientesyunamandolina.Sinembargo,apenastocósusnuevosinstrumentos.Ysoloconlapuntadelosdedos.CuandoCorynlepreguntóporqué,respondióqueprimeroteníaque«amaestrarlos».Pensó enunpiano…En su tecladopara los conciertos, yunamañanadecidióque se lo enviaran a

México,auncuandolaempresadetransporteslediounafechadeentregaposterioralaqueélteníaenmente.Nosediocuentahastaqueabriólapuertadelcochedelantedelacasa.Losniñosseleecharonalcuello. Con el mismo ímpetu con que lo habían hecho el día en que apareció a la salida del cole.MalcolmyDaisyloabrazaronmuyfuerte.Christasonriócontimidez.Esedíalachiquitina,depieenlaterraza,gritabadandopalmas:—¡Cal!¡Cal!Elmúsicola tomóenbrazos.Ansiabatomarlaenbrazostodoslosdías,y tuvoquereconocerseasí

mismoque, en ciertosmomentos, la otra parte de su ser, la quehabría queridoolvidar, borrar, negar,rechazaro,mejordicho,destruir,yanoexistía.Sinembargo,losresultadosllegabantresdíasdespuésdelasmalditasanalíticasdesangre.Idénticos.Sinmejoría.Perosinempeoramiento.Kylerespondía:—¿Seríamáslógicomorirme?¿Desaparecer?Noesesoloquequiero,doctor.

Elvigésimoquintodía se esfumó lentamente.Elduodécimo.El séptimo.El cuarto.Y llegóelnúmero

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cero.Ynopasónada.Kylevolvióacontarloscon losdedos.Luegoenel calendario. Jane llamódosveces.Patsitambién.SteveyJetlomismo.—¿Sehanpuestotodosdeacuerdo?—preguntóMalcolm.—Puede.Estántodosunpocopirados,¿sabes?—¿Quésignifica«pirado»?—Raro.—¡Ah!Entoncescomotú.—¿Creesquesoyraro?—Puessí.Unpoco.—¿Yporqué,Malcolm?—Comprasguitarrasnuevasynolastocas.—Voyacontarteunsecreto—dijoelmúsicoapoyandolasmanosenloshombrosdelniño—.Escomo

conlaschicas:haymomentosenlosquehayquesonreír,yotrosenlosquehayqueactuar.Luego,muydeprisa, elniñoañadió,despuésdemirarhacia la cocinadonde sumadrepreparaba la

comida,queechabademenosasupadre,yquehabríapreferidoodiarlo.Kyleselollevódelamanoadarunpaseoporlaorilladelmar.Corynlosviodesdelaventana,ycuandovolvieronnolespreguntódequéhabíanhablado.—Yaestá.¿Comemosenlaterraza?—Claro—dijoelmúsicohaciéndosecargodelabandeja.Coryn tenía lamismasonrisaque losdíasanteriores,yKyle se sintióprofundamente felizporello.

«Hoyesundíacomocualquierotro.»Sirviólosplatos.Hablarondelasobrasqueprontoconcluiríanenlanuevacasa.Luegodetodoydenada.CorynacostóalosniñosmientrasKylequitabalamesasinmirarunasolavezalmaroscuro.Aesahora,másvalíaesperaraVenus.

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Llegóeldíasiguiente.ElsolselevantóyKylesedijo«másuno».Saliómuytempranodecasa,cuandotodosseguíandurmiendo,bajólaescaleraqueconducíaalmarysesentóenelúltimoescalón.Llevabaconsigolaguitarra,laqueloacompañabadesdehacíatantosañosyqueaúnnohabíatocadoenMéxico.Alsacarladesuestucheunashojasrepletasdenotasydeletrascayeronasuspies.Tambiénunsobre.Elmúsico recordó que lo había encontrado entre su correo en la residencia de Jane, cuando decidióabandonar lascuatroparedesdeaquelhospital…Esesobre llenodeselloshabía llamadosuatenciónentre todos los demás.Antes de irse lometió en la funda de su instrumento sin detenerse a abrirlo ydespués lo olvidó.Miró el nombre del remitente. La enviaban desdeWillington, una tal señora DosSantos.Habíaviajadopordistintasdireccionesantesdellegaraladesuhermana.Kylepensóqueeseeraeldíaidealparadescubrirelmensajedeaquellamujerquevivíadondeélhabíanacido.Lacartaeracortaylaescritura,vacilante.Peronolaspalabras.Laleyódosveces.Ysonrió.«Tenía

queleerlahoy.»Kylemiróunbuenratolafotoynotólosprimerosrayosdesolqueseposaronsobresushombros.Doblólahojaconcuidado,lametiódenuevoenelsobreydespuéslapusoenelmismositiodondelahabíaencontrado.Cogiólaguitarra,ysusdedosreanudaronloquesabíanhacerdesdesiempre.«Másuno.Másuno.Másuno.Másuno.Másuno.Más…»No oyó a Coryn cuando ella se plantó en lo alto de la escalera para contemplarlo durante largos

minutos. Estaba tocando. «Más uno.» Tocaba con facilidad y ganas. «Más uno.» La brisa del martransportóalgunasnotashasta la jovenmujer.Algunasnotasdemúsicaybastantemás.Muchomás.Seatusóelpeloycerrólosojos.ComoaqueldíaenqueelvientodeSanFranciscolehabíasabidoaviajeyasal.«Másuno.»Rogóquelosdíasdejarandecontarseybajólaescalera.Elmúsicosintiósupresencia.Apoyólaguitarra.—No,nodejesdetocar,Kyle.Nodejesdevivir.Éllevantólavistahaciaella.—Séquehoyesundíaespecial.Kylesonrió.—¿Ycómolosabes?—¿RecuerdaseldíaqueteolvidasteelteléfonocuandofuisteapescarconMalcolm?—Muybien.

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—EsedíaPatsillamó.Fingióquellamabaporquesubebélahabíadespertadoylonotabapesadísimo.«Unamezcladeartistaycocinerosolopuededarunresultadopenoso»,medijo.Despuésmepreguntótresvecescómoestabasantesdecolgarmederepente.Lallamé,yterminóreconociendoqueeramejorqueyolosupiera.—¿Estásenfadadaconmigo?—«Tómameentusbrazos.»—¿Ysitepidieraquetecasarasconmigo?—Larespuestaes«sí».Yañadió:—Tenemosmásquelosdemás,Kyle.Sabemoselpreciodecadadía.Permanecieronunbuenratomirandoelmar.Pocoapoco,minutoaminuto,elaguapasódelgrisalgris

azulado. Y prometía seguir aclarándose. Las ramas de algunas palmeras danzaban al viento. Seenganchaban unas a otras y se desenganchaban para reengancharse de nuevo.Coryn recordó todas lasvecesquehabíaanheladovivirconunhombrequedisfrutasemirandoladanzadelasramas.Niélnielladijeronunapalabra.Permaneceríaninmóvilesyseríanfelices.«Nomeheequivocadodesueño.»—Perodimeunacosa…—lepidióKyle—.Nuncamehascontadoaquiénllamabaslamañanaquete

encontré.—Ati.Enfin,alnúmerodeLaCasa,porqueeldetuantiguomóvilestabacancelado.Yresultaque

estabasdelantedemí.

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LahistorianodirádequécoloreraeltrajedenoviadeCoryn.NicuáleraelcolordelosojosdeKyle.Siempreesnecesariountoquedemisterioydeindefinición.Desorpresa.¡Oh!Alajovenmujerrubialeencantabansusojos.Variabanconel tiempoylaluz.Consusemociones.Habíanrecuperadolachispaque loshacíavibrarymirarasualrededor.Brillabanconunafuerza inusitada.«Kyle tieneunafuerzainusitada»,pensabaCorynaldormirsecadanoche.Lahistorianodirácuántotiempolesquedabadevidaencomún.PerosíquePatsidioaluzencasade

suspadresaunpreciosohombrecitoalcualllamósimplemente—yparasorpresadetodos—Peter.—Con un padre que se apellida Mann, ¿qué esperabais, que lo llamase Spider? ¡No soy tan

irresponsableniestoytantaradacomosiemprehabéiscreído!Spidersoloes…sucuartonombredepila.—¡No!—exclamarontodosauna.—¡Preguntadasupadre!ChristopherMannni lodesmintióni loconfirmó.Perosonrióalconfesarlesquehabíaencontradoa

unamujerindependiente,yPatsiañadió:—Os había contado que este crío era el hijo de unman, ¿no?Nuncamentí. A nadiemás que a la

prensa.Lahistorianodirá, tampoco,si lasarañas tienenuncódigosecretoparacomunicarseentreellas.Si

hayquecreerenello…Sihayqueaplastarlasollevarlasalarepisadelaventana.Perodiráqueningunode los enamorados suponuncaque el doctor JohnMendes se había criado conunpadre violento.NosupieronqueelmédicoterminóabriendoelexpedienteconelinformedeJackBrannigan,olvidadoporlapolicía en las urgencias del hospital. Informe que había transitado de servicio en servicio, subidoescalerasenbrazoscargadosyterminadosucarreraallímismo.No,KyleyCorynnosupieronqueunafinaydelicadaarañahabíacaptadoelinterésdelmédico.Esta

sehabíacoladopordebajolapuertayescaladolosmueblesparaterminaracomodándoseenmitaddelexpediente rojo. Donde su pequeña presencia negra atrajo la aguda vista de JohnMendes. Desde suinfancia, profesaba adoración por los insectos. En especial por las arañas. Había criado decenas. Aescondidas de su padre. Porque a su padre no le habría hechoni pizca de gracia descubrirlo.Habríasentidounhormigueoensusenormesmanosylehabríapropinadounabofetadadecampeonato.Seguida

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deotrasmuchas.Ytodastanbestialescomolasqueestampabacuandoperdíalosnerviospormisteriosasrazones.AJohnselehabríacortadolarespiraciónyhabríacaídosobresuspequeñasrodillas.Peroelmédicohabíasidounniñointeligente,prudenteyavispado.Enparticularconlasarañas.Cada

vezquedescubríaunalallevabaaljardínyermo,dondesupadreestabademasiadoborrachoparahacernada.Elniñorecogíaarañasybotellasvacías.Ynodecíanadacuandosuviejolerobabalaspocasmonedas

queganabagraciasasustrabajillosenlascasasdelosvecinos.¿Nodebeunhijocomplacerasupadre?«Claroquesí»,pensabaJohn.«Ymipadreadoraconlocuraelwhisky.Sobretodoeldemalacalidadyelquedestruyeconeficaciasuscélulashepáticas.»El niño apostó, y esperó a llevarsemuchomás que su apuesta inicial. Para lo cual debió aguardar

variosaños.Perofinalmentesuprimerdíadesuertellegó.Alviejolediagnosticaronunacirrosiscuandocumplió cuarenta años. «¡Feliz cumple, papaíto!» John consideró que la muerte de su padre fue susegundodíadesuerte.Exactamenteunañomástarde.«Puntofinal.»Cuandotuvoedadparaempezarsusestudiosuniversitariosdudóentredosopciones:¿entomologíao

medicina?¿Los insectoso loshombres?Ni siquierahoysabíaporquéhabíaescogidoa loshumanos.¿Habíasidoporlamuertedesupadre?¿Porotrarazón?Ese lunes, a las cincoy cuarentaydos enpuntode lamadrugada, JohnMendes llevóa lapequeña

arañahastalarepisadelaventanadesudespachoenlaplantabaja.Laobservómientrasavanzabahaciaelprimerarbusto.Leparecióquesevolvíaparadedicarleunasonrisita.Elmédicomoviólamano.Sunocheseterminaba.Elcansancioloinvadiódegolpeybostezóalpasarpordelantedelexpedienterojo.«¿Rojo?¡ROJO!»Soloentoncesfueconsciente:«Unexpedienteescarlataenelhospital,¡imposible!».Lascamisasson

rosas o azules, según se sea —evidentemente— mujer u hombre. Lo cogió y leyó: «Recluso JackBrannigan».Sin un atisbo de duda, John recorrió atentamente lo que debía ser transmitido a la policía inglesa.

Quedabaclaro.Precisoeinequívoco.Unahistoriabienhilada,afindecuentas.Quereleyóconcuidado.Sudedosedeslizabaporcadaunadelasfrases.Consultóensuordenadorelinformepocooptimistadel«PacienteJackBrannigan».Después,pensativo,sedijoquefaltabaalgo.Solounapalabra.JohnMendessaliódesudespacho,apretóel«3»delascensor,pasópordelantedeldespachodelas

enfermerasy sealegróalverquesolo laobesa Janetestabadeguardia.Laenvióabuscarun lotedemedicamentosalafarmacia,alotroextremodeledificio.Ellarefunfuñó,élfruncióelceño.Laenfermeraapartósusillón,quegruñómásfuertequeella,yselevantó.Elmédicolasiguióconlamiradamientrassebamboleabacomo…«loqueera».Despuésdemanipular el volumende los timbresde aviso John fuedirectamente a la habitaciónde

Jack.Entrósinllamar.—MiqueridoCabrón, pues nodudode que perteneces a esa infame congregación, vamos a ver si,

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ahoraqueestásdescansadoyhasaprovechadotanbientuvidaparadestruir ladelosdemás,vamosaver,decía,sipuedesrespirarcomounmachote.Túsolo,seentiende.Clic.Johnsequedómirandolascostillasquenuncamásvolvieronaelevarse.Cuandolacosaestuvoclara,

elmédicoregresóalpasillo,seplantótraselmostradordeJanetantesdequeellaestuviesedevuelta,corrigió el volumende los timbresde avisoy seprecipitódenuevo junto al «enfermo»para esperar,pacientemente, que el pánico general interviniese. Cuando unamultitud irrumpió en la habitación deldesdichado,elmédicoanuncióquehabíallegado…—…demasiadotarde.Janet refunfuñó,peroobedeció lasórdenesy transmitió elmensajeprecisandoque«JackBrannigan

habíadejadoderespirarsolo».JohnMendesvolvióasudespacho,seapostóenlaventanaypensóenlapequeñaarañanegra.«Siemprehayquemiraralrededor…Nuncasesabe,puedessalvarunavida.»Su oficio le había permitido salvarmuchas.Ese día se añadirían a su cuenta cincomás. «La de la

pobremujerdeJack-el-monstruo,ladesustresinfeliceshijosylatuya,Arañita.»EncuantoaladeKyle,puestoqueJohnnoconocíasuexistencia,nolacontabilizó.Unextra.Y lahistoria dirá conun inmensoplacer queKylevolvió a subir a un escenarioyque sumujer se

levantó cuatro mañanas seguidas sintiendo náuseas. La quinta se precipitó al baño… Nueve mesesdespués,unaniñaqueelmúsicoquisollamarJuliavinoalmundo.«Lavida…»Y,«forzosamente»,lahistoriaterminarácuandoundía,debuenamañana,CorynllamóaJane.—Sehaidoentremisbrazos.

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Epílogo

Coryn Jenkins nunca habló de su primera bofetada, de las circunstancias de esta o del artículo de suhermano. Jack murió llevándose el secreto a la tumba. Ella se iría igual. Hay cosas que no puedesdesvelaranadie.Nisiquieraatusseresmásqueridos.Unassemanasdespuésdeladesaparicióndesuamor,Corynguardósuscosasyencontróenelfondo

desucarteraunacartadirigidaalseñorKyleMacLogan.Estabafechadael12dejulio…FranqueadadesdeWillingtonelmismodía.Corynrecordóqueeralaciudadnataldesumarido.Cuandolasacódelsobrecayóunafoto.Deunamujermayorconelpelocanosoyuncortesevero.Sinembargo,susonrisarezumabaunaternuramaternal.Hola,Kyle:MellamoJuliaDosSantosyhoysoyunamujermuyvieja.Lavidaseha tomadosu tiempoparahacermeentenderciertascosas.No

tengoningunapruebadequeseaselchicoenquienhepensadotodoslosdíasdemivida.Sinembargo,tengolacerteza.Nuncanoshemosvisto,peroundíahablamosporteléfono.Túteníascincoaños.Eramiúltimodíadetrabajo…Tehellevadodentrode

mítodosestosaños.No he tenido hijos.Mi vida…La vida…En fin, sé que tú lo entenderás. Siempre he seguido tu trabajo, yme siento orgullosa de la

personaenlaquetehasconvertido.Megustaríadecirtequehepensadoenticomoenunhijo.

JULIA

CorynsabíaquiéneraJulia,sabíatambiénquesehabíamarchadojustoantesdelnacimientodesuhija.

CotejósufotoconladeKyle.Lasmiróunbuenrato.MirólaimagendeKyleunbuenrato.Amilesdekilómetros,JanesesentóalpianodelagransaladeLaCasa.Lasdosmujerescerraronlos

ojosylamúsicainvadióelespacio.

Page 302: El instante preciso en que los destinos se cruzan

Notasyagradecimientos

Unanovelaesunacosamisteriosa.Brota.Yseexpandecomoununiverso.Tienesuscódigosysusleyes.Fascina,altera,conmueve…Escribirlaesuntrabajodeaventureroycasideexplorador.Esúnico.ComosuBigBang.Paraestanovela,elBigBangsetornóunaevidenciaenelinstanteenquelaterminé.Comositodaslas

emociones, todo el esfuerzo, todas las sorpresas hubiesen convergido en el punto final para decir:«Ahora,¿lohasentendidoya?».Hacediezodoceaños,talvezmás,videsdemiventanaaunhombrequesellevabaaunamujeraun

rincón. Como es natural, pensé en dos enamorados. Luego comprendí que no se trataba de eso enabsoluto.Salíalacalley,porsuerte,otrosvecinostambiénlohicieron.Porsuerte,uncochesedetuvo.Fuerepugnante.Peroenrealidadesmásqueeso.Aveces…nohaynadieparaayudar.Veoyescucholoqueescribo.Yescriboloquesientenlaspersonas.Meconmuevenloslazosquelas

unen, sus historias, sus vidas, lo que son.Me siento poseída por este no sé qué extrañoque toma lasriendas.Esunafuerzacreativa,ellamismasenutredeotrascreacionescuandosirvenalanovelamejorquecualquierotrapalabra.1.CuandoKylesientedeseosdetomaraCorynentresusbrazos,laspalabras«Holdyouinmyarms»

seimpusieron.Sabíadesobraquenoeran«mías»,peroencajabanalaperfección.Mejorquecualquierotra descripción.Están extraídas de la canciónStarlight del grupoMuse.Letra ymúsica deMatthewJamesBellamy,©Warner/ChappellMusic.2.Delmismomodo,cuandoCorynconocealaancianaenlabiblioteca,laréplicadeAndyDufresne

«La belleza de lamúsica es esto: que no te la pueden quitar» se escribió sola. Estas palabras estánextraídasdelapelículaCadenaperpetua,adaptacióndelanovelacortadeStephenKingRitaHayworthylaredencióndeShawshank.3.QueMary regalaseaCorynesanovela (la cualperteneceal libroLas cuatro estaciones) nome

extrañó.Loquemedejó estupefacta es lo queKyledescubrió al buscar enGoogle«Zihuatanejo».Encuantoleílasdosleyendastuveunodeesosaccesosdeemociónintensaqueprocuraeloficiodeescritor.Comoél,elegíuna,laqueseadaptabaamisnecesidades.Quisieraañadirquedurantelaescritura«fuiadar»convariosreportajesyartículossobrelaviolencia

conyugal.Exactamentecomosimelos«deslizaran»entrelasmanos.Hastaelpuntodequehellegadoa

Page 303: El instante preciso en que los destinos se cruzan

interrogarme acerca del Azar y la Inspiración. La implicación de una cosa con otra… Y lascoincidencias.Desempeñanunpapelimportanteenestahistoria.Comoenlavida.Creoqueocurrelomismoconlos

encuentros.Vayamiagradecimientoamiseditores,CarolineLépéeyMichelLafon,porsusconsejos,suentusiasmoysuconfianza.Atodasaquellasyatodosaquellosquemeinspiranyporquienessientoelmayordelosrespetos.Aestacosanuevaymaravillosaquemehaguiadoalolargodelaescrituradelanovela.Amispersonajes,sinquienesnadaseríaposible.Aloseditoresdemisobrasanteriores:PascalGuilbertdeLaMainMultipleyMoniqueLeDantecdeMorriganeÉditions.Y,porsupuesto,avosotros.Encuantoalasarañas…Marydiría:«¡Mierda!¡Vivanlasarañas!».

Page 304: El instante preciso en que los destinos se cruzan

Uninstanteessuficienteparaquedosvidascambienparasiempre.LamañanaenqueKyleentróenlahabitacióndesumadreylahallómuerta,suvidadiounvuelco,perdióla inocencia y dejó de creer en la felicidad. Entonces era un niño de apenas cinco años, ahora, dosdécadas después, se ha convertido en una popular estrella de rock. Aun así no puede olvidar, losrecuerdospesandemasiado,ynitansiquieralamúsica,sugranpasión,consiguesatisfacerloplenamente.Coryn, casada por conveniencia familiar con un hombre rico, posesivo y violento, también se sienteaprisionadaensupropiavida.Madredetreshijos,seveincapazdeabandonarelinfiernodomésticoenelqueelúnicocredoes«meperteneces».Pero,enelinstanteprecisoenquelosdestinosdeKyleyCoryn,dosalmassolitarias,secruzandeformainesperada,susvidasnovolveránaserlasmismas.

Unaconmovedoranovelasobreelencuentrodedosalmasgemelas,dosjóvenesquesesientensolosenelmundoyestándestinadosa

conocerse,comprenderseyamarse.

«Unlibroinolvidable.»BlogSonged'uneNuitd'été

«Unanovelamaravillosa.Conmovedora.Intensa.Magnífica.»

BlogLesdéblogueurs«Unaoladeamor,esperanzaymelancolíanosenvuelvealacabarestahistoria,aunasíunosesiente

afortunadodehaberdescubiertounamagníficahistoriadeamor.Unanovelaquevadirectaalcorazón.»

Blog221BbouquinStreet

«AngéliqueBarbératnosregalaunverdaderomensajedeesperanzaynosinvitaaluchar,anodejarnuncadecreerenlossueñosy,sobretodo,enlavidamisma.»

BlogPassionbooks

Page 305: El instante preciso en que los destinos se cruzan

AngéliqueBarbérat,denacionalidadfrancesa,seinicióenlaescrituraaunaedadmuytemprana.Madrede seishijos, sehaespecializadoencontar cuentosen las escuelasyhapublicadodiversasobras.ElinstanteprecisoenquelosdestinossecruzanfueautoeditadaenFranciaytuvounaexcelenteacogidaentre los lectores.A raíz de este éxito fue publicada por la editorialMichel Lafon y pronto captó elinterésdelacríticayloslibreros.Ahora,llegaaEspañadelamanodelselloGrijalbo.

Page 306: El instante preciso en que los destinos se cruzan

Títulooriginal:L’instantprécisoùlesdestinss’entremêlentEdiciónenformatodigital:enerode2017©2013,Éditionsdel’épée©2014,ÉditionsMichelLafont©2016,PenguinRandomHouseGrupoEditorial,S.A.U.TravesseradeGràcia,47-49.08021Barcelona©2017,MaríaEnguixTercero,porlatraducciónAdaptacióndeldiseñooriginaldeportadadeMichelLafon:PenguinRandomHouseGrupoEditorialFotografíadeportada:©JoséLuísPelaez/Iconica/GettyImagesy©PhilipLange/AgeFotostockPenguinRandomHouseGrupoEditorialapoyalaproteccióndelcopyright.Elcopyrightestimulalacreatividad,defiendeladiversidadenelámbitodelasideasyelconocimiento,promuevelalibreexpresiónyfavoreceunaculturaviva.Graciasporcomprarunaediciónautorizadadeeste libroypor respetar las leyes delcopyright al no reproducir ni distribuir ningunaparte de esta obrapor ningúnmedio sin permiso.Alhacerlo está respaldando a los autores y permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores. Diríjase a CEDRO(CentroEspañoldeDerechosReprográficos,http://www.cedro.org)sinecesitareproduciralgúnfragmentodeestaobra.ISBN:978-84-253-5493-9Composicióndigital:M.I.Maquetación,S.L.www.megustaleer.com

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[1]Esperoqueestésbien/Esperoquetodovayaamejor/Tedeseounavidafeliz/Esperoquepiensesalgunavezenmí/Avecespodríavolvermeloco/Algunosdíasloestaré/¡Oh,miamor,perdóname,porfavor!/¡Oh,miamor,porfavor!

Page 308: El instante preciso en que los destinos se cruzan

Índice

Elinstanteprecisoenelquelosdestinossecruzan

LIBROPRIMERO

Capítulo1

Capítulo2

Capítulo3

Capítulo4

Capítulo5

Capítulo6

Capítulo7

Capítulo8

Capítulo9

Capítulo10

Capítulo11

Capítulo12

Capítulo13

Capítulo14

Capítulo15

Capítulo16

Capítulo17

LIBROSEGUNDO

Capítulo1

Capítulo2

Capítulo3

Page 309: El instante preciso en que los destinos se cruzan

Capítulo4

Capítulo5

Capítulo6

Capítulo7

Capítulo8

Capítulo9

Capítulo10

Capítulo11

Capítulo12

Capítulo13

Capítulo14

Capítulo15

Capítulo16

Capítulo17

Capítulo18

Capítulo19

Capítulo20

Capítulo21

Capítulo22

Capítulo23

Capítulo24

Capítulo25

Capítulo26

Capítulo27

Capítulo28

Capítulo29

Capítulo30

Page 310: El instante preciso en que los destinos se cruzan

Capítulo31

Capítulo32

Capítulo33

Capítulo34

Capítulo35

Capítulo36

Capítulo37

Capítulo38

Capítulo39

Capítulo40

Capítulo41

Capítulo42

Capítulo43

Capítulo44

Capítulo45

LIBROTERCERO

Capítulo1

Capítulo2

Capítulo3

Capítulo4

Capítulo5

Capítulo6

Capítulo7

Capítulo8

Capítulo9

Capítulo10

Capítulo11

Page 311: El instante preciso en que los destinos se cruzan

Capítulo12

Capítulo13

Capítulo14

Capítulo15

Capítulo16

Capítulo17

Capítulo18

Capítulo19

Capítulo20

Capítulo21

Capítulo22

Capítulo23

Capítulo24

Capítulo25

Capítulo26

Capítulo27

LIBROCUARTO

Capítulo1

Capítulo2

Capítulo3

Capítulo4

Capítulo5

Capítulo6

Capítulo7

Capítulo8

Capítulo9

Capítulo10

Page 312: El instante preciso en que los destinos se cruzan

Capítulo11

Capítulo12

Capítulo13

Capítulo14

Capítulo15

Capítulo16

Capítulo17

Capítulo18

Capítulo19

Capítulo20

Capítulo21

Capítulo22

Capítulo23

Capítulo24

Capítulo25

Capítulo26

Capítulo27

Capítulo28

Capítulo29

Capítulo30

Capítulo31

Capítulo32

Capítulo33

Capítulo34

Capítulo35

Capítulo36

Capítulo37

Page 313: El instante preciso en que los destinos se cruzan

Capítulo38

Capítulo39

Capítulo40

Capítulo41

Capítulo42

Capítulo43

Capítulo44

Epílogo

Notasyagradecimientos

Sobreestelibro

Sobrelaautora

Créditos

Notas