el miedo a lo sobrenatural en la literatura

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  • 8/19/2019 El Miedo a Lo Sobrenatural en La Literatura

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    ~ t

    MIEDO

    SOBRENATURALH P EN LA

    LOVECRAFT LITERATURA INTRODUCCl6NLa emociónmás vieja y más fuerte de la humanidades elmiedo y la más antigua y más fuerte claseae miedo es eltemor a lo desconocido. Muy pocos psicólogos querrán disputar estos hechosy el admitirlos debe establecer para siemprela pureza y dignidad del cuentode terror sobrenatural comouna forma literaria

    Sobre Q se des rg n todos los palos de una sofisticaciónmaterialista quese aferra a las emociones frecuentemente sentidas y los acontecimientos externos, así como a un idealismoingenuamente insípido que desprecia las motivaciones estéticasy pide una l iteratura didáctica para elevar al lector a ungrado aceptablede sonriente optimismo. Pero a pesarde todaesta oposición,el cuento macabro ha sobrevivido, se ha desarrollado yha alcanzado notables alturas de perfección; fundado como10 está, en un profundo y elemental principio cuyaatracción, si noes siempre universal, debe necesariamente serpunzante y permanente en las mentes de-quienes tienen la ensibilidad requerida.

    El atractivo de lo espectralmente macabro es generalmenteestrecho porque requiere del lector un cierto grado de imaginación y una capacidadpara despegarse de la vida diaria. Relativamente pocos están lo suficientemente liberados de la fascinación de l a d ia ri a rutina para responder a las llamadas delexterior, y los cuentos acerca de sentimientos y acontecimientos ordinarios, ode sentimentales distorsiones de dichos acontecimientos y sentimientos, ocuparán siempre el primer lugaren el gusto dela mayoría; correctamente, tal vez, puesto queel curso de estos asuntos ordinarios configurala mayor partede la experiencia humana. Pero los sensitivos están siempreentre nosotros y algunas veces un curioso rayo fantástico invade algún rincón obscuro dela más dura cabeza, de modoque ninguna cantidad de racionalización, reforma o análisisfreudiano puede anularpor completo la emoción del susurrodel rincón de la chimenea o del bosque solitario. En todoesto está implicadoun molde psicológico o una tradición tanreal y tan profundamente arraigada enla experiencia mentalcomo cualquierotro molde o tradición de humanidad, coexistente con el sentimiento religioso e íntimamente relacionado conmuchos aspectos del mismo, ademásde ser evidentemente unaparte de nuestramá s Íntima herencia biológica para liberaruna aguda potencia sobre una -muy importante, a pesar de noser numéricamente. grande, minoría de nuestra especie.

    Los primeros instintos y emocionesdel hombre formaron surespuesta al medioen el que se hallaba. Sentimientos definidos basados e n p la ce r y dolor, se desarrollaron alrededor delos fenómenos cuyás causas y efectosél entendía, mientras quealrededor de losqu e no podía comprender con éstos eluniverso lo a br um a en aquellos primitivosd ía s - fueron tejidas, naturalmente, las personificaciones, interpretaciones maravillosas y sensaciones de temor y miedo conforme era golpeada una raza quetema pocas y simples ideas yuna experiencialimitada. desconocido, siendo a la vez lo impredecible, seconvirtió enuna terrible y omnipotente fuente de bendicionesy calamidadespara nuestros antepasados, quese imponía sobrela humanidadpo r razones completamente crípticas y extraterrestres; que,po r lo tanto, pertenece muy claramente a las

    Traducciónde Jorge Velazco.

    esferas de existencia de las que no sabemo nada yen las queno tenemos intervención alguna. Asimismo, el fen6meno delsueño contribuyó a construir la noci6n de un mundo irrealy espiritual y en general, toda las condicionedel alvajeamanecer de la vida conducían tan fuertemente haciaun entimiento delo sobrenatural, que no nece itamos maravillarnopor la forma tan completaen que la esencia hereditariadelhombre se ha saturado con religi6ny upe tición. la tu

    ración debe observar e de deel punto de i la de un llanohecho científico, como virtualmente permanenteen lo qurespecta al subcon cientey a lo in tinto profundo puetoque a pesar de que el área de lo d c nocido eha v nidocontrayendo con tantemente durante mile deaño una infinita reserva de mi terio envuelve t davía a la abrumadora m •yoría del ca mo exterior mientr qu un vlO r iduo dpodero a asociacione inhernte per i t n t I j tY proceos que alguna vez fueron mi·terio . in imp rt rcuán bien explicado.e. tén en la actualidad. unmó i tuna fijaci6n i 1 gica realdc 1 vi jo in tint n outejido nervioso, que I pucdc hac r ob curmote p r tivaún para la ment con cicnte que ha id pur ad d tlas fuente depr digi .

    A cau a dc que rec rdalno I d1 r y 1 m o za de Imuerte má vivament queel placer, y a cau a d qu nu •tras entimienl acerca d aspect · n fi d 1 d s-conocido han ido capturadoy f rmali1.ad s de d 1 principio por rituale religi o. convenci nales ha caíd o r -natural en el hado del má ob cur y mal fico ct d 1misterio c6 mico para vivir principalment en nu . tropr pifolklore. ta tendencia etá naluralmcnt acrecentada p rel hecho de que la incertidumbrey 1 P ligr i mpre túnestrechamentealiado haciendo de cualquil:r cla de mundodesconocido un mundo de peligroy posibilidad maligna.Cuando se añade a e le entimicnto de micdo y mal la invitable fa cinaci6n de lo maravillo oy la curio idad, nace uncuerpo complejo de aguda emocione y provocaci6n imaginativa, cuya vitalidad debe necesariam nte er tan permanentecomo lami ma raza humana. Los niño tendrán iempre tmorde la ob curidad, y los hombre conment · en ibles al impulso hereditario temblarán iempre anteel pensamiento de1mundos escondido e in ondable de vida extraña que puedenpulsar en los golfos detrás de lo e trella o presionar e pantosamente a nuestro propio mundo, en dimen ionede conocidas, que únicamente los muertos y lo lunático pueden ati bar.

    Con esto fundamentos, ninguno puede maravillarse de laexistencia de una literaturadel miedo cósmico. Siempre ha exitido y siempre existirá,y no puede c itar e mejor ejemplo desu tenaz vigor queel impul o que aquíy allá conduce a e critares de inclinaciones totalmente opuestas a probaros fuerzaen este campo con cuento aislados, como i así de cargarande sus mentes ciertas farola. fanta males que de otra maneralos per eguirían. Aí Dickens escribió diversas narraciones ex

    trañas; Browning, el terrible poema hilde Roland Henry James, El giro l tomillo el Dr. Holme . la util novela Venller F. Marion Crawford,La litera superior y un ciertonúmero de otros ejemplos; la señora Charlotte Parkin GÜman.

    _ trabajadora social,El papel tapiz amarillo mientras que elhumoristaW. W. Jacob produjo ese pequeñoy eficaz trozomelodramático llamado garra del f Wrw

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    E t tipo de literatura de miedo no debe se.r confundido conunas ~ s ee x t e ~ a m e n t esimilar, per o muy dIferente. desd,e. elpunto de vista psicológico; la. l i t ~ r a t u r ~del ;lera IDJedo fíSICO

    del borrar mundano. Esa htera tura ~ e n ec I ~ r t a m e n t e~ u u~ r como lo t iene la convencional y a ~ ncapnchosa o .CO?llcahistoria de fan tasmas, donde el formalIsmo o el conoctn llen tojocoso del autor remueve el v er da de ro sentido de l o qu e esmorbosamente sobrenatural, pero estos trabajos no son partede la l iteratura del miedo cósmico en su más puro sentido. Elverdadero cuento de horror tiene a lgo más que el asesinatosecreto los huesos sangrantes, o una sábana con forma humana . arrastrando cadenas de acuerdo a una regla. Una cIerta atmos-fera expectante.y un inexplicable miedo de la;;, fuerzas e ~ t ~ -riores, desconocIdas, debe estar presente y tamblen debe eXIstiruna sugestión, expresada con una seriedad y prodigio que provengan de su tema, de las más terribles concepciones del cerebro humano, de una maligna y particular suspensión o defectode las leyes fijas de la naturaleza que son nuest ra única salvaguarda en contra de los asaltos del caos y de los demonios delespacio infinito.

    Naturalmente, no podemos esperar que todos los cuentosde terror se sujeten absolutamente a ningún modelo teórico .Las mentes creadoras no tienen par y la mejor de las fábricastiene sus puntos débiles. Más aún, mucha de las más selecta producción de terror es inconsciente, y a par ec e en fragment osmemorable di eminados a través de un mater ia l cuyo efectototal puede ser de una forma muy diferente. L l atmósfera esla cosa más i mpor tan te, puesto que el criterio final de autenticidad no es el desenlace de una trama sino la creación deuna sensación determinada. Podemos decir, como criterio general, que un cuento de horror cuya intenc i6n es enseñar o producir un efecto social , es aquel en que los horrores son f inalmente explicado y de vanecidos por causas naturales y que noe un cuento de miedo c6smico genuino, si bien pClmanece elhecho de que dichas narraciones a menudo po een, en ~ ~ e c c i o -n aisladas, toques atmo\féricos que cumplen todas las condicione de la verdadera litcratura de terror sobrenatural. Po rlo tanto, no debemos juzgar un cuento macabro por los intentosdel autor, ni por el ~ i m p l emecani. mo de la trama, sino po r elnivel emocional que alcanza en su punto meno mundano. Silas sensaciones adecuadas on excitadas, tal punto climáticodebe ser admitido por sus propios méritos como literatura dehorror, sin importar cuán prosaicamente se prolongue posteriormente. La prueba máxima del verdadero terror es simplemente ésta, se excite o no una profunda sensación de miedoen el lector, y el contacto con podercs y esferas desconocidas. ~ sutil actitud de e cucha temerosa, como si se esperara elb.allr de alas negras o el arañar de fOlmas y entidades exteT1

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    técnic moderna. Muchos de ellos fuer on t om ad os de las má sremotas fuentes or lc sy forman par te de la herencia perm a n e ~ t ede la humamdad. a sombra qu e s ~ aparece y exigeel entierro de SUS huesos, el amante dem or uaco que viene allevarse a su n ov ia aún viva, la muer te o el conductor de almasal reino de los muertos cabalgando en el v ie nt o nocturno e lhombre lobo, la cám r sel lada, el hechicero inmor tal todosellos pueden se r hallados en ese curioso cuerpo de o n o ~ i m i n -to medieval qu e el difunto Baring-Gould ensambló tan efectivamente en fo rma de libro. Dondequiera que la sangre místicadel ~ er a fuerte, la atmósfera de los cuentos popularesse haCIa mú. p u ~ t oque en l as razas lat inas hay untoque de racIonalidad básIca, que se ruega a poner aún en susextrañas supersticiones, muchas de las armonías encantadas tancaracterísticas de nuestros propios murmullos nacidos en el bos-que y criados en el hielo. ,

    Como toda ficci6n encuentra primero un a extensa encarna-. ci6n en la poesí es en ella donde encontramos po r primeravez l a ent rada peIDlanente de lo horrible en la literatura corriente. La mayor parte de los ejemplos ant iguos, de m ane racuriosa, están en prosa, como los incidentes sobre hombres lobos en Petronio; lo s h n i ~ i l a n t e spasajes de Apuleyo; la corta,pero célebre carta de Phr uo el Jo ven a Sura y la extraña compilación Sobre acontecimientos maravillosos hecha po r Phlegon el l iber to griego del emperador Adr iano . Es en Phlegondonde encontramos· po r primera vez el espantoso cuento de la

    muerta novia, PhUinnion y Mochates relatado después po r Proelo y en tiempos modernos como base de la inspiración deLa ~ i de Corinto de Goethe y El · estudiante alemán deWashington rving Pero p ar a l a época en que los viejos mitosdel norte ~ forma literaria, y en el tiempo posterior, cuando lo homble aparece como un elemento c omún en la literatura del momento lo encontramos principalmente con vestido métrico, de la misma forma en qu e hal lamos l a mayorparte de la escritura estrictamente imaginativa que se hizo enla Edad Media Y en el Renacimiento. La s Eddas y Sagasescandinavas golpean con el horr or cósmico, y sacuden con elsevero miedo de mir y su abundancia sin forma, mientras quenuestro propio eowulf anglosajón y lo s posteriores cuentoscontinentales de lo s Nibelungos están llenos de siniestra fantasmagoría. Dante es un pionero de la captura clásica de la

    atmósfera macabra y en los sublimes versos de Spencer sepuede observar algo má s qu e escasos toques de terror fantástico en el paisaje, inCidentes y carácter. La l i teratura en prosanos da muerte de Arturd de Malory, en la que se presentan muchas situaciones fantasmales tomadas de las fuentesde .la primitiva balada e l r ob o de l a e sp ad a y habi lidad delca.dáver en la Capilla Peligrosa, realizado po r Sir Galahad),nuentras otros y má,s crudos ejemplos se encuentran, sin duda,asentados en l os baratos y amaril listas romanceros, vulgarmente p ~ r g e ñ d o sy devorados porlos ignorantes. En el dramade la época isabelina, con su Doctor Fausto las brujas enM a c b e t h ~el f an tasma en Hamlet y el horrible espanto deWebster, podemos discern ir fácilmente el fuerte vigor de lodemoníaco en . la m en te d el público. Un vigor intensificadopor el verdadero miedo a la brujería viva en la época, cuyos

    terrores, al principio más salvajes en el continente, principiarona enviar fuertes ecos a los oídos ingle ses conforme las cruzadas para cazar brujas del rey Jaime 1 progresaban. A la escondida prosa mística de la época se debe añadi r una largaserie de tratados de brujería y demonología que ayudaban a excitar la imaginación del mundo lector.

    A través de los siglos XVII y XVIII contemplamos una crecientemasa de baladas y leyendas fugitivas de s in iest ra forma, a pesar de q u ~esta masa transcurría debajo de la superficie de laliteratura cor tés y aceptada. Romanceros. de horror y temasmacabros se m ul ti pl ic ar on y podemos de sc ubr ir el ávido interés de la gente a través de obras como La s apariciones de lSeñora Veal de Defoe un cuento casero acerca de la visitaespectral de un a mujer mue rt a a un amigo distante, escritopara anunciar encubiertamente a un a malamente aceptada dis

    quisición teológica acerca de la muerte. La s capas superioresde la sociedad e st aban aho ra perdiendo su fe en lo sobrenatural y da ndo rienda suelta a un período de racionalismo clásico. Entonces, principiando con las traducciones de los cuentos orientales hec has e n el p er íodo de l a r ei na A na , y tomandoforma definitiva hacia la mitad del siglo, v iene la resurreccióndel sentimiento romántico, la época de un a nueva alegría de lanaturaleza y de un radiante fulgor de los tiempos pasados, esce-

    nas extrañas, audaces hazaña e increíbles maravi lla o ntimos primero en los poe tas, cuyo lenguaje adquiere nuevacual idades de maravil la , extrañeza y est remecimiento. Y fi-nalmente, después de la tímida aparici6n de una pocas e cnas macabras en las novelas de la época (tal como Lasaventuras de Ferdinand El conde Fathom de Smole tt ), el instinto liberado e p reci pi ta en el nacimiento d una nuevacue la lit eraria, la e cue la G6t ica , de imaginaci n horribl yfantást ica, escri ta en pro a corta y larga, cuya po ·terid d literaria estaba destinada a ee muy numero a, y n alguncasos muy esplendorosa de mérito artf tic , E verdaderamentenotable, cuando un o reflexi na obre el t ma, l que la narraci6n horrible, c om o una fonna l it erari a fija y académica

    mente reconocida, haya sido tan tardía en llegar a u n cimiento final. Su impulso y atm6 fera on tan vi j c m elhombre, pero el típico cucnto macabro dc la Iitcratura corriente es hijo del siglo XVIII,

    UI. L NOVEL GOTlC TEMPR A

    Los paisajes de ob e ~ i v o ssombra de O ian, las ca6ticas vis iones de William B1ake; las grotescas danza > de brujas enTa m O Shanter de Buros, el inic tro demoni mo de Cri thohely El viejo marillero de CoUerige, el fantasmal encanto de Kil-meny de Janles Hogg y los más rest ringidos enfoque de horrorcósmico en Lamia y mucho otros de los poema de Keat ,son ejemplos típicamente británico del advenimiento del horrora la literatura formal. Nue tros primos teut6nico del continente fueron igualmente receptivos a la creciente marea, Elcazador salvaje de Bruger y la aún más famo.a balada d 1 novio demonio de Lellora - ambas imitada en inglé por cotl,cuyo respeto por lo obrenatural fue iempre grande- on úni-camente una pequeña muest ra de la riqueza del mi terio quel a canc ión alemana había comenzado a proporcionar. ThomaMoore adaptó de esas fuentes la leyenda de la fant a mal n ov iaes ta tua ( us ad a post eriorment e por P rós per o Merimée en LaVenus de ll le y rastreable ha ta la má remota antigüedad)que tiene un eco tan escalofriante en u balada de El anillo;mient ras la inmor ta l obra maestra de Goethe, Fausto cruzando desde las simples baladas popuJares hasta la clásicacósmica tragedia de las edades, podría ser po tulada c o m ~la más elevada altura a la que llegó este impul o poético alemán.

    Pero ib a a ser un inglés muy brillante y mundano, nada me

    nosque

    el mismísimo H or ae e Walpole, quien da rí a a eseim -

    puJso naciente su forma definitiva y se iba a convertir en elverdadero fundador de la literatura de horror en el cuentocor to como una forma permanente, Muy aficionado al romancey mis ter io medievales como la diversión de un di letante y dueño de una imitación de antiguo casti llo gótico como habitaci6nen Strawberry Hil l, Walpole public6 en 1764, El castillo eOtranto un cuento de lo sobrenatural , el cual , a pesar de se r

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    I t mediocre y POCO convincente en sí mismo, esta-cob

    mdP e t i n ~ m d e nea eJ ercer un a influencia casi incomparable sobre

    s l tela literatura de hor ror. Aventurándolo a pnnclplo U D f c a I ? ~ n

    traducción del italiano hecha po r un tal WillJam~ ; h ~ ~Gent. , de un mítico C ? ~ u p h r i oM.uralto ~ ~ t o r

    O IO posteriormente u coneXlon co n el libro y reclblO unrecon , I d d 1 an placer po r su a mp lia e IDstantanea popu ~ n a a cu~ extendió a muchas ediciones, rápidas dramatJzaclO.nes y un aimitación total t an to e n Inglaterra como en Alemama.

    La historia, tediosa, artificial y m e l o d r a m á t i ~ ase e?cuentraaú n más d añ ad a p or un apresurado y prosaIco e s t i l ~cuyaurbana ligereza no permite, en parte alguna, la creaClon deuna verdadera a tmósfera d e h or ro r. Habla de Manfredo, unpríncipe usurpador y caren te de escrúpulos d e t e ~ a d o~ ~ n -contrar una est irpe , quien después de la mIsterIosa y subltamuerte de u ú nic o hijo, Caneado, al día siguiente de su boda,intenta desechar a su propia esposa Hipólita, y casarse con lad am a de t in ad a a l infortunado jove n, q uie n, po r cierto, habíasido apla tado po r la ca íd a obrenatural de un casco gigante ca n el patio del castillo.

    Isabela, l a n ov ia viuda, escapa de su destino y encuentra enlas criptas subterráneas bajo del ca tillo a un joven y noble •cuidador, Teodoro, quien p arec e s er un campesino a pesar deque recuerda extrañamente al viejo Lord Alfonso, quien regíael dominio ante. del tiempo de Manfredo. Un poco después ,f e n ó m c n o ~so br en at ur al es a olaron el c a tillo de varias manel aS : son decubiertos aquí y allá fragmen to de una gigantescaarmadura, un rctrato se sale caminando de su cuadro, un relámpago dt:slruye el edificio y el colosal e pectro de Alfonsoen amladura . e levanta de la ruina para a cender en mediode nubes que se abren al eno de San icolá. Teodoro, después de haber ganado en ma tri monio a la hija de Manfredo,Matilda. y de haberla perdido por la muerte (puesto qu e ellaes ac;c:iinada po r su padre accidentalmente) e reconocido como hijo de Al fo nso y heredero legítimo de la propiedad. El

    C\lento conc luye con la boda de Isabc la y . u preparación paravivir por siemp re fcliz mientras que Ma nfrcdo, cuya usurpa-

    ión fue la caU ia de la muerte sobrenatural de su hijo y de suspropio. pesares obrenaturale, se retira a un mona terio parahacer penitencia, en tanto que u entri tecida esposa buscaa ilo en un convento vecino.

    Tal es el cuento, tieso y mon6tono , y también despojado delv rdadero miedo có mico que hace a la literatura de horror.Sin embargo, tal er a la ed de la época po r aquellos toques dee ¡raña y espectral ant igüedad que el cuento refleja, que fueseriamente recibido po r los mús só lidos lec tores y e levado , apesar de su intrínseca ineptitud. a un pede tal de gran importancia en la historia l iterar ia . Lo qu e hizo la narración, po rencima de cualquier otra ca a, fue crear una típica novelaescenogrúfica. co n personajes títeres e incidentes, la cual, manejada con mayor ventaja por escritores más naturalmente aptos para la creac ión de horror, e t imuló el surgimiento de unae ~ c u e l agótica imi ta tiva , que, a su vez, inspi ró a los verdaderostejedores de terror c6smico, la generación de artistas reales qu eprincip ia con Poc . La parafernalia dramática de esta novelac o n ~ itía, primero que nada, en el ca tillo gótico y su gran

    antigüedad, enormes espacios y cor redores, a las abandonadasy de iertas, corredore húmedos, insalubres catacumbas ocultasy una galaxia de fan tasmas y terribles leyendas, como núcleodel suspenso y el miedo demoníaco. Además incluía al nobletiránico y malévolo como villano; la san ta , l argamente perseguida, y generalmente insípida heroína qu e sobrevive a lo smayores terrores y sirve como pu nt o de vis ta y foco p ara lasimpat ías del lec tor; el vale roso e inmaculado héroe, siemprede noble cuna pero a menudo con un disfraz humilde, la convenci6n de nombres ext ranjeros y a lt isonantes, en su mayorparte italianos, para los personajes; y un a infinita red de cualidades escénicas qu e incluye extrañas luces, húmedas puertassecretas, lámparas extinguidas, polvosos manuscritos ocultos,b isagras que rech inan , tapices que se mueven y efectos similares. Toda esta inst rumentac ión reaparece co n divertida cont inuidad, si bien co n un extraordinario efecto en algunas ocasiones, a través de la historia de la no ve la gótica y aún ennuestros días no está, en modo alguno, extinta, a pe sa r dequ e técnicas más sutiles la obligan ahora a presentarse co nuna forma menos ingenua y obvia. Un medio armonioso parauna nueva escuela había sido hallado y el mundo de la literatura no iba a tardarse en asir la oportunidad.

    El romance a lemán respondió de inmedia to a la influencia

    de Walpole y pronto se convirtió en un prototipo de lo horrible y fantasmal. ~ Inglaterra, un a de las prn;neras. i J ; n i t a d o ~ a sfue la célebre senara BarbauId, después MISS Aikin qUIenpublicó, en 1773, un fragmento inconcluso l lamado Sir er-trand en el cual las cuerdas de l genuino terror .fueron verdaderamente tocadas po r una mano qu e no er a mexperta. Unnoble en un páramo oscuro y solitario, atraído po r el tañir deun a campana y luces distantes, p en et ra e n un extraño y antigu o castillo almenado, cuyas puertas se abren y se cierran ycuyos azules fuegos fatuos lo llevan a unas misteriosas escaleras que lo conducen a unas manos muertas y unas negras estatuas animadas. Un ataúd co n una dama muerta, a quien besaSir Bertrand, es hallado finalmente, y después del beso la escena se disuelve para da r lugar a un espléndido apartamento donde la dama, vuelta a la vida, o fr ec e u n banquete en honor desu salvador.

    Walpole admiraba este cuento, a pesar de que mostraba menos respeto a un vás tago aún má s prominente de su OtrantoEl viejo barón inglés de Cla ra Reeve, publicado en 1777. Esverdad que a este cuento le falta la. verdadera vibración de lanota del mis te rio y la oscuridad exterior que distinguen al fragmento de la señora Barbauld, y a pesar de ser menos crudoque la novela de Walpole y art ís ticamente má s económico enhorror puesto que sólo posee un a f igura espectral , es, sin embargo, definid amente muy insípido p ar a l a grandeza. Aquí tenemos, otra vez, al vir tuoso heredero de un castillo disfrazadode campesino y reintegrado a su herencia a través del fantasma de su padre; y nos encontramos aquí también con un casode amplia popularidad que llevó a muchas ediciones, dramatizaciones, y al final un a traducción al francés. La señorita Reeveescribió o tr a n ov el a de horror, i nfo rt una da me nt e inédita yperdida.

    La novela gót ica estaba a h or a a fi im a da como forma literar ia y los ejemplos se multiplicaron asombrosamente conformeel siglo XVIII marchaba a su fin. nicJw escri to en 1785 po rla señora S op hi a L ee , tiene un elemento histórico debatiéndosealrededor de la hermana gemela de María Estuardo, Reina deEscocia, y a pesar de estar desprovisto de lo sobrenatural,emplea la escenografía y el mecanismo de Walpole con gran

    destreza. Cinco años más tarde; toda.s las lámparas existentespalidecen ante el surgimiento de un a fresca clase luminosa, laseñora Ano Radcliffe (1764-1823), cuyas famosas novelasconvirtieron al terror y a la incertidumbre en una moda y quienimplan tó nuevas y más elevadas normas en el dominio de lomacabro y de la atmósfera que inspira terror, a pesar delprovocativo h áb it o d e déstruir sus propio: ; fantasmas al final,a través de elaboradas explicaciones mecánicas. A los familiaresarreos góticos de sus predecesores, la señora Radcliffe añadióun genuino sentido de lo extraterrestre en el ambiente y losincidentes, que se aproximaban mu y de cerca a lo genial. Cadatoque de la trama y de la acción contribuía artísticamente a laimpresión de ilimitado miedo que ella deseaba proyectar. Unospocos detalles siniestros, tales como un rastro de sangre enlas escaleras de un castillo, un gruñido de un a cripta distante,o u na temible c an ci ón en u n b os qu e de noche, le permitieronconjurar las má s poderosas imágenes de un inminente horror,superando con mucho los extravagantes y laboriosos productosde otros. Estas imágenes no son en sí menos potentes po r elh ech o de que sean desvanecidas po r un a explicación antes delfin de la novela. La imaginación visual de la señora Radcliffeer a muy potente y a pa re ce ta nto en sus deliciosos toques depaisaje (siempre en un a líilea amplia, brillantemente pictórica

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    y nunca en detal les precisos) como en sus fantasías de horror.Su principal debilidad, además del hábito de la desilusión prosaica, es una tepdencia hacia la historia y geografía erróneas yuna fatal predilección po r regar sus novelas con pequeños poemas insípidos atribuidos a uno u otro de los personajes.

    La señora Radcliffe escribió seis novelas: Lo s castillos deAthlyn y Dunbayne, 1789); Un romance siciliano, 1790);El romance del bosque, 1792); -Los misterios de Udolpho, 1794 ; El italiano 1797) Y Gastan de Blondeville, escritaen 1802, pero publicada por primera vez en forma póstuma en1826. De éstas, Udolpho es con mucho la más famosa ypuede ser tom d como el prototipo del primitivo cuento gótico en su mayor esplendor. s la crónica de Emily, una jovenfrancesa transplantada a un antiguo y portentoso castillo en losApeninos a causa de la muerte de sus pad res y al casamientode su tía con el señor del castillo, el típ ico noble, Montoni.Sonidos misteriosos, puertas abiertas, leyendas terroríficas yun horror sin nombre situado en un nicho detrás de un velonegro, operan en rápida, sucesión para enervar a la heroína ya su fiel sirvienta, J\nnette; pero finalmente, después de lamuerte de su tía, se escapa con la a yuda ·de o tr o compañerode prisión a quien ella había descubierto. En la ru ta a su tierrase detiene en un castillo lleno de nuévos horrores e l alaabandonada donde mora el fallecido castellano y la camamortal con el palio n r ~pero es finalmente devuelta a laseguridad y a la fel icidad con su amante Valancourt, despuésde aclarar un secreto que pareció, por un tiempo, envolversu nacimiento en el misterio. Esto es, claramente, tan sólo lareelaboración de un material familiar, pero está tan bien reelaborado que Udolpho será siempre un clásico. Los personajesde la señora Radcl iffe son marionetas, pero no lo son tanmarcadamente como aquéllos de sus predecesores. Y en cuanto a la creación de la atmósfera, se coloca muy preeminentemente entre todos los de su tiempo.

    De los incontables imitadores de la señora Radcliffe, el novelista americano Charles Brockden Brown, está colocado elmás cercano en espíritu y método. l igual que ella, hería suscreaciones con explicaciones naturales; pero, también al igualque ella, tenía un misterioso poder para construir atmósferasque dan a sus hor rq res una terrorífica vitalidad mientras permanecen inexplicados. Difiere de ella al descartar despectivamente la convención y propiedades externas góticas y al escoger escenarios americanos modernos para sus misterios, perosu repudio no se extiende al espíritu gótico y al tipo de incidentes. s novelas de Brown contienen algunas memorablesescenas de terror y aún supera a la señora Radcllffe al describirel funcionamiento de una mente perturbada. Edgar Huntlyprincipia con un son-ámbulo que cava una sepultura pero esposteriormente lastrado por toques de didacticismo godwiniano. rmond muestra al miembro de una sin iestra hermandad secreta n esa novela y en Arthur Mervyn, describe la plagade la fiebre amarilla, de la que el autor fue testigo en Filadelf iay Nueva York. Pero ellibÍ o más famoso de Brown es Wieland,o la transformación, 1798), en el que un alemán de Pennsylvania, devo rado por una ola de fanatismo religioso, escucha voces y asesina a su esposa a sus hijos como sacrificio. Suhermana Oara, quien narra la historia, apenas consigue escapar. La escena, situada en la boscosa propiedad de Mittingen,en los remotos dominios de Schuylkill, está pintada con extremaviyeza y los terrores de Oara, rodeados de tonos espectrales,mIedos acumulados y el sonido de extraños pasos en la casasolitaria, están todos, concebidos con verdadera fuerza artís-

    tica. Al final, ofrece una lisiada explicación ventrílocua, perola atmósfera es genuina mientras dura. Carwin, el malvado v e ~ -trílocuo, es un villano típico, de la c lase de Manfred o Montom.

    IV L CIMA DE L ROM N E GOTI O

    El horror en la literatura alcanza un a nueva malignidad con laobra de Matthew Gregory Lewis 1773-1818), cuya novelaEl monje 1796) alcanzó maravillosa popularidad y le ganóel apodo de Monje Lewis. Su joveQ autor, educado en Alemania y saturado con una tormen tosa canti dad de trad iciónteutona desconocida para la señora Radcliffe, se volvió al terror

    en formas mucho más violentas que las que su gentil predecesora se había atrevido nunca a pensar y p rodujo , como re ultado, una obra maes tra de activa pesadi lla cuya forma gó ticageneral está aderezada con historias incorporadas de fantasmas. La historia trata de un monje español, Ambrosio, qu e deun estado vanidoso de virtud es tentado al más degradadopunto del mal por un espíritu que aparece con la forma de ladoncella Matilda y quien finalmente es inducido a comprarsu rescate al precio de vender su alma al diablo, mientrasaguarda la muerte en manos de la Inquisición, pues él estimatanto el cuerpo como el alma ya perdidos. De inmediato, elesp íritu burlón se lo rapta a un sitio solitario y le dice queha vendido su alma en vano pues tanto el perdón como unaesperanza de salvación e taba a punto de llegar en el momento de su terrible negocio, y completa su sardónica traiciónechándole en cara todos sus antinaturale crímenes y arrojando su cuerpo por un precipicio mientras que arra tra sualma a la perdición eterna. La novela contiene algunas decripciones terroríficas, tales como el encantamiento de las b6vedas debajo del cementerio del convento, el incendio del convento y el últ imo fin del malvado abad. En la trama acce oria,cuando el Marqué de la Ci temas encuentra el e pec troerran te de su antecesora, La Monja Sangrant , hay mu hagolpes enormemente potentes entre lo cual son notabl . lavista del cadáver animado a la cabecera de la ama del marqués y el ritual cabalí tico por medio del cual el Judío • rran tlo ayuda a de cubrir y ahuyentar a U muerto verdugo. inembargo, l monje e ar rast ra tristemente cuand e leído 010un todo. Es dema. iado largo y difuso y mucha d u p t nciaestá e tropeada po r la petulancia y por una extrnñ m nteexcesiva reacción en contra de aquellos cánone del d e roque Lewis al princip io menospreciaba por gazm ños. Unagran cosa puede ser dicha del autor, el que nunca arruina uvisiones fantasmales con cxplicaciones naturales. Tuv ranéxito rompiendo la tradición de Radcliffe y expandiendo elcampo de la novela gótica. Lewis escribió mucho más que Elmonje. Su trama, El castillo espectro, fue pr ducido en 1798y después encontró ticmpo para e cr ib ir o tras ficciones enforma de bal adas, como Cuentos de terror 1799), Cuentosmaravillosos 1801) Y una erie de traduccione del alemán.

    Los romances góticos, tanto inglese como alemane , aparecen ahora en una mediocre y abrumadora profu ión La mayoría de ellos eran sencillamente ridículo bajo la luz de ungusto maduro y la famo a sátira de la señorita Au ten, ElAbate Northanger, de ningún modo era una cen ura sin mrito a una escuela que e había hundido mucho dentro delah urdo. Esta escuela part icu lar e taba acabándo e pero antesde su extinción final surg ió la última y má grande figura en lapersona de Charles Robert Maturin 1782-1824), un oscuroy excéntrico clérigo irlandé . De ent re una amplia producciónde variedad literaria que incluye una confu a imitación deRadcliffe llamada La venganza fatal o la familia de Montorio 1807), Maturin produjo . finalmente, la vivida obra mae trade horror Melmoth, el vagabundo 1820), en la que el cuentogótico e caló alturas del más absoluto miedo e pectral, que nohabía sido conocido antes.

    Melmoth es la historia de un caballero ir landé quien obtiene del diablo, en el siglo XVII, una vida alargada en formasobrenatural por el precio de su alma. Si él puede persuadir a

    o tro de tomar el trato de sus manos y ocupar su e tado presente, puede ser salvado; pero n ~ n c puede arreglárselas parahacer esto, no ~ n p o r tcuán. aSiduamente persiga a aquéllocuya desesperaclOn los hace unprudentes y frenéticos. El mar-

    . co de la historia es muy torpe, implica una l o n ~ i t u dtcd io aepisodios .digresivos, n a r a c i ~ n e sdentro de narracione y e l a ~borados ajustes y comcldenclas; pero en vario puntos den trode su infinito vagabundeo, se ieote un poderoso pulso que

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    publicada en traducción inglesa antes de que aparecierael original. Los cuentos orientales se introdujeronen la literaturaeuropea al principio del sigloXVIII, a través dela traducciónfrancesa de Galland dela inagotablemente opulenta l y unaNoches que se había convertido en la reina dela moda, usadatanto como alegoría que como entretenimiento. El socarrónhumor que sólola mente oriental sabe cómo mezclar con lohorrible, había cautivado a una generación sofisticada hastaque los nombresde Bagdad y Damasco se hallaron tan libremente derramados enla literatura popular como los vistososnombres italianos y españoles iban pronto a estarlo. Beckford,muy cultivadoen el romance oriental, capturó la atmósferacon una receptividad poco usual y su fantástico volumen reflejó muy poderosamente el arrogante lujo,la disimulada desilusión la blanda crueldad, la urbana traición y el sombrío terrorespectral del espíritu sarraceno. Su aderezo de10 ridículoraravez anquilosala fuerza de su tema siniestro y su cuento marcharaudo, conuna pompa fantasmagóricaen la que la risa eslade los esqueletos que se divierten debajo de las cúpulas llenas de arabescos.Vathek es un cuentoque trata del nieto delcalüa Harun, quien atormentado porla ambición de obtenerpoder extraterrestre, placer y conoc.imiento, que animaal típicovillano gótico o al héroe del tipo de Byron (arquetipos esencialmente afines), se ve tentado porun genio maligno parabuscar el trono subterráneo de los poderosos y fabulosos sultanes preadamitasCIl los feroces salonesde Eblis, el demoniomahometano.Las descripciones del palacio y las diversionesde Vathek, desu esquemática madrela bruja Carathisy sutorre encantadabajo la vigilancia de cincuenta y un negrastuertas, de su peregrinación a las ruinas encantadas de Istajar(Persépolis) y de la impía novia Nouronihar, a quienél adquiere pérfidamente en el trayecto, de las primitivas torres yterrazas de Istajar bajola ardiente luz dela luna menguante,y del terrible y cíclopeo salón de Eblis, donde inducida porbrillantes promesas,cada víctimaes obligada a vagaren la angustia para siempre, con su mano derecha sobresu llameantecorazón, eternamente ardiente. Todas son triunfosdel coloridomacabro que elevan el libro a un lugar permanenteen las letras inglesas. No menos notables son los tresEpisodios deVathek escritospara ser insertados dentro del cuento como narraciones de los compañeros de desgracias de Vatheken elsalón infernalde Eblis, que permanecieron inéditos durantela vida del autory fueron descubiertosen fecha tan recientecomo 1909 por el investigador Lewis Melville mientras buscaba materialpara su obra Vida y cartas de William BeckfordBeckford, sin embargo, carece del misticismo esencial que caracterizala forma más aguda de lo horrible,por lo que suscuentos tienenun a cierta dureza racionalista latina y una claridad que obstacUlizaal puro miedo pánico.

    Pero Beckford permaneció sólo en su devoción por el oriente. Otros escritores, más cercanos a la tradición gótica y a lavida europea en general, se contentaron con seguir más fielmente en el caminode Walpole. Entre los incontables productores de literaturade terror en esa época puede mencionarsealteórico economista utópico William Godwin, quien continuó sufamosa pero de ninguna manera sobrenaturalCaleb Williams(1794) con suSto e n (1799), intencionalmente macabra,enel cual el tema del elixir dela vida, según lo había desarrolladola imaginaria orden secreta de los Rosacruces, es manejadocon gran ingenio a falta de una atmósfera convincente. Esteelemento rosacruz, alentado por una ola de interésen la magiapopular ejemplificada en el auge del charlatán Cagliostro yla publicación dela obra de Francis Barr:ett.t:l mago (180~ ),un curioso y compendiado tratado de pnnclplOsy ceremOniasocultas del cual se hizo una reimpresiónen fecha tan tardíacomo i896, figura en la obra de Bulwer-Lytton yse pierdeprofundamente dentro del sigloXIX representada porFaustoy el demonio y Wagner el hombre lobo A pesar de .no sersobrenaturalCaleb Williams tiene muchos toquesauténtICOS deterror' es l ~ historia de un' sirviente perseguido por un amoa q u ~ lha visto' cometer un asesinatoy. desp.liega una inven

    tiva y una eficiencia que lo han mantemdoVIVO

    y a la modahasta nuestros días.Fue puesto en escena comoEl cofre dehierro y en esa formaha sido casi igualmente,c e ~ e b r d o< od-win sin embargo, tenía demasiado del academlcocOnSCle?tey del hombre prosaico de pensamiento para crear unagenUInaobra maestra de horror. .

    Su hija, la esposa de ShelIey, roe mucho más exitosay suinimitable Frankenstein o el moderno Prometeo (1817), es

    uno de los clásicos de horror de todos los tiempos. Escrita encompetencia con su marido, Lord Byrony el d tor JohnWilliam Polidori, en un esfuerzopara demostrar la supremacíaen la elaboración de horror, elFrankenstein de la eñora Shelleyfue la única de las narracion,es rivales que se llevó basta unaacabada elaboración yla crítica no ha podido demostrar quelas mejores partesse deban a Shelley y no a ella.La novela,algo afectada pero apenas lastradapo r el didactismo moral,habla de un ser humano artificial hecho de despojos de cadáveres por Victor Frankenstein, un joven estudiante de medicinasuizo. Creadopo r su constructor en l a locura orgullosade la

    intelectualidad , el monstruo tieneuna inteligencia completa,pero padece deuna forma odiosa y repugnante. s rechazadopor la humanidad, se vuelve amargadoy a la larga principiael sucesivo asesinatode todos aquellos a quienes Frankensteinama profundamente, amigos y familia.Le pide a Frankenstein que fabrique una esposa para él, y cuando el estudianterehusa horrorizadopor miedo deque el mundo sea pobladocon dichos monstruos, se aleja de él con una terrible amenaza la de estar con él en su propia noche debodas : Esa noche la noviaes estrangulada y desde ese momento Frankensteintrata de cazar al monstruo aún en los yermos del Ártico. final, mientras busca refugioen el barco del hombre que cuentala historia, Frankensteines muerto po r el repugnante objetode su búsqueday creación de su orgullo presuntuoso. Algunas de las escenas deFrankenstein son inolvidable, como

    cuando el recientemente animado monstruo entra en el cuartode su creador, aparta las cortinas de su cama y lo mira bajola amarilla luz de la luna con ojos húmedo si ele puedellamar ojos .La eñora Shelley escribió otras novela, incluyendo la muy notable El último hombre pero nunca pudoduplicarel éxito de su primer e fuerzo. Tieneel verdadero toque del miedo có mico, no importa cuánto pueda el vimi -to retra arseen diver. o lugare. El doctor Polidoride arrollau idea para la competenciaen una historia corta a tante

    larga, El vampiro en la que contemplamo' a unuav vill nodel tipo verdaderamente gótico a byrone cy hallam s al nexcelentes pa ajcsde miedo cabal, incluyendouna t rri experiencia nocturna enun apartadoba 'que gri go.

    En e te mismo período, Sir Walter Scotte o up frceu ntemente delo horripilante, entrejiendo ete factor en mu has de.us novelas y poemas y alguna vece prduci ndo e t tide trozos narrativo independiente, tale com o r nUlratapizada o El cuento del vagabundo Willie en ¡ : 1 I ~ t 1 e ltrojo en este último, la fuerza de loe. p ctral y I dlab lcoestá realzada por una grote. ca encill zde di.cu o y aunóCera En 1830, Scott publicósu artas sobre demutlologfa ybrujería que aún es uno denue 'Iro,; mcjore compendio deconocimiento acerca dela brujería europea. Wa hington Jrving es otra figura fama a queno e tá de conectada delo macabro, puesto que a pe arde que la mayor parte de u fan-

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    ta mas son demasiado caprichosos y humoríst icos para fonnaruna genuina literatura espectral, un a marcada inclinación deesta dire ción e debe notar en muchas de sus producciones.El estudiante alemán de los Cuentos de un viajero (1824), esastutamente concisa y una efectiva presentación de la viejaleyenda de la muerta novia, mientras que, entrelazado dentrodel tejido cósmico de Los buscadores de tesoros en el mismovolumen, hay má s de una suge tión de aparición de piratas enlo dominios por lo que alguna vez el capitán Kidd vagó.Thomas Moore también se une a la j erarquía de los art is tasmacabros, con el poema Alciphrofl que después convirtió enla novela en pro a El epicúreo (1827). A pesar de que simplemente relata las aventuras de un joven atenien e embaucado

    por lo artificios de los ladino saccrdotes egipcios, Moore selas arregla para infundir mucho del genuino terror dentro deu relato de los miedos subterráneos y de las maravillas de

    bajo de los templos principales de Menfis. De Quincey revelamá de una vez en su terrores grotescos y grandes arabescos,su afición por lo macabro, a pesar de que una incoherencia ypompa académica le niegan la categoría de especiali tao

    E ta época vio también la aparición de William Harri onAinsworth, cuyas novelas románticas rebosan pavor y miedo.El capitán Marryat, además de escribir cuentos cortos talescomo El hombre lobo realizó una memorable contribución enEl buque fantasma (1839), basado en la leyenda del HolandésErrante, cuyo buque maldito y espectral zarpa para siemprecerca del Cabo de Buena Esperanza. Dickens tiene a vecesocasionales de tellos de terror, como en El guardavía un cuento

    que trata sobre una advertencia espectral conformada con unmolde muy común y adornada con un a verosimilitud qu e 10une con la moderna e inminente escuela psicológica, así comocon la agonizante escuela gótica. En es ta época estaba floreciendo una ola de interés en la charlatanería espiritista, mediumismo, teosofía hindú y ese tipo de asunto que se p ar ecemucho a la de nuestros días. Así qu e el número de cuentosde horror con un a base física o pseudo científica fue mu yconsiderable. De un cierto número de éstos, fue responsableel prolífico y popular Edward Bulwer-Lytton, y a pesar de laslargas dosis de turgente retórica y vacío romanticismo de suproducción, su éxi to en la elaboración de una cierta clase degrotesco encanto, no puede ser negado.

    a s y cerebro que sugiere algo de la filosofía rosa-cruz y algo de un a figura maligna e inmortal sugerida po r el

    misterioso cortesano de Luis XV, SI. Germain, sobrevive todavía como uno de los mejores cuentos cortos acerca de unacasa embrujada qu e jamás se han escrito. La novela Zanoni(1842), contiene elementos similares elaborados de una ma-nera más acabada e int roduce a una vas ta esfera desconocidade un ente que trata de penetrar a nuestro propio mundo yque está custodiado por un horrible morador del umbral ,quien asusta a todo.s q u ~ l l o sque tratan de entrar y fallan.

    Aquí encontramos a una hermandad boódadQsa que. se man-tiene viva de época en época hasta qu e se reduce finalmentea un miembro único, y como héroe a un anciano hechiceroCaldeo, que sobrevive en el má s p r í s t i m l f l o t e i m i e nde sujuventud para perecer guillotinado durante la revolUClon fran-cesa. A p es ar d e estar lleno del espíritu coavencional del ro-mance, lastrado po r una poderosa de significados sim-bólicos y didácticos, y de no se r o n ~ t debido a su faltade un a perfecta realización atmosférica de las s i t u i o ~ e squesirven de bisagra al mundo espectral, Zonotd es en realidad unexcelente ejemplo de novela romántica y puede ser leída con

    genuino interés por un lector no demasiado sofisticadoEs di-vertido notar que al describir un int nt de iniciación dentrode la ant igua hennandad, el aut or no puede escaparse deutilizar el usual arsenal gótico de un casdlIo dentro del linajede Walpole. .

    En Una extraña historia (1862) , Bulwer Lytton muestrauna señalada mejor ía en la creación de ÜDágenesY humoreshorribles. La novela, ·a pesar de su enorme longitud, de unatrama muy art if icial apoyada po r oportunas coincidencias yde una atmósfera de homilétic a pseudo ciencia diseñada paraagradar al práct ico y conciso lector victoriano, es demasiadoefectiva como narración, evoca un interés instantáneo y lánguido y desarrolla· muchos cuadros y clímax potentes si bien algomelodramáticos. De nuevo nos encontramos al misterioso usuario del elixir de la vida en la persona del mago sin alma Mar

    grave, cuyos obscuros tratos resal tan co n dramática vivezaen contra de l moderno paisaje de un tranquilo pueblo inglésy de la manigua australiana, y de nuevo encontramos intimidaciones sombrías de un vasto mundo espectral de lo desconocido qu e se encuentra en el aire qu e nos rodea, en estaocasión manejadas con mucho má s grande poder y vitalidadque en Zanoni Uno de los grandes pasajes de encantamiento,donde el héroe es conducido por un maligno espíritu luminosopara elevarse en la noche durante su sueño, tomar una extrañavarilla egipcia, y conjurar presencias inombrables en el embrujado laborator io , con aspecto de mausoleo, de un famosoalquimista de t renacimiento, se encuentra verdaderamente entre las más importantes escenas de . terror de la literatura. Essugerido lo que es suficientemente justo y es contado lo quee suficientemente justo. Palabras desconocidas son dictadas

    dos veces sonámbulo y cuando él las repite la tierra tiembla y los per ros del campo aúl lan a unas sombras amorfas quese vislumbran y vagan fugaces a través del claro de luna.Cuando un tercer grupo de palabras desconocidas es sugerido,el espíritu del soqámbulo se rebela súbitamente a pronunciarlascomo si su alma pudiera reconocer el abismo último de horroroculto para la mente, y la apar ición final de un a novia ausenterompe el encanto maligno con la presencia del ángel bueno.Este fragmento ilustra muy bien cuán capaz era Lord Lyttonde progresar más allá de su pompa usual y de su arsenal romancero hacia la cristalina esencia del miedo artístico que pertenece al dominio de la poesía. Al describir ciertos detallesde encantamientos, Lytton estaba grandemente obligado consus ext raños y serios estudios de l ocultismo, en el curso delos cuales entró en contacto cón aquel extraño investigador y

    cabalista francés Alphonse Louis Constant ( Eliphas Levy ) ,quien decía poseer los secretos de la antigua magia y quienhabía evocado al espectro del ant iguo mago griego Apoloniode Tiana, quien vivió en l a época de Nerón.

    La tradición romántica, semigótica y cas i moral aquí representada se llevó muy dentro de l siglo por autores talescomo Joseph Sheridan Le Fanu, Wilkie Collins, el difunto SirH. Rider Haggard (cuya·novela Ella es extraordinariamentebuena), Sir A. Conan Doyle, H. G. Wells y Robert LouisStevenson, el últ imo de los cuales; a pesar de un a atroz tendencia al manierismo garboso, creó clásicos consistentes comoMarkheim l ladrón de cuerpos y l Dr lekyll y Mr HydeDe hecho, podemos decir que esta escuela todavía sobrevive,puesto que a ella pertenece claramente el cuento de horrorcontemporáneo que se especializa en sucesos< más que en detalles atmosféricos, que se dirige al intelecto más que a unatensión mal igna o a una verosimilitud psicológica y que tomauna posición definida de simpatía con la humanidad y subienestar. Tiene un a fuerza innegable y a causa de su elemento humano obtiene uD audi torio mucho más amplio queel que puede alcanzar la pura pesadilla artística. Si no es tanpotente como la últ ima, se debe a qu e un producto diluido nunca puede alcanzar la intensidad de una esencia concentrada.

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    Singular, como novela y c o ~ oobra de l iteratura de terror,se yergue la umbres borrascosas (1847), de EmilyBronte, con SUB lOa vistas de los páramos de Yorkshiredesolados y banidó8po r el viento y las vidas violentas y d i s ~torsionadasque C Ilo alientan. A pesar de ser básicamente uncuento acerca de la vida y de las pasiones humanas en agoníay conflicto, sus sitaciones épicamente cósmicas dan lugar alhorror de la ~ á sespiritual. Heatbcliff, el héroe y villano byrolÜaDO~ es un extraño granuja moreno, hallado en l s lles qjn o era un niño y hablando únicamenteextrañas p U m a hasta que es adoptado po r la- familia quetermina po r armiaat. El que es en verdad un espíritu diabólico

    más que un ser lmáIano, se sugiere en, más de un a ocasióny lo irreal es 6n más cultivado po r la experiencia de un visitante, quien encuentraa un niño fantasma qu e se queja en unaventana superior g lpe d po r una rama. Entre Heatbcliff yCatalina Earnshawse entreteje un amor mucho más profundoy terrible que el humano. Dos veces, después de l a muertede ella, él va a molestar s u tumba y es espantado por unapresencia impalpable que no puede ser sino su espíritu. Ese espíritu entra en su vida más y más y al ( inal él se siente segurode una inminente reunión mística. Dice que siente aproximarseun extraño cambio y cesa de tomar alimentos. En la nochese va a caminar fuera o abre las ventanas junto a su cama.Cuando muere, la wntana está todavía golpeándose abiertabajo la lluvia y un a extraña sonrisa llena la rígida cara. Loentierran en una tumba junto al montículo que él ha frecuen

    tado u ~ t dieciocho años y pequeño pastores dicen quecuando llueve camina todavía con su Catal ina en el patio dela iglesia y en el páramo. Sus rostros son vistos también en lasnoches lluviosas, debajo de aquella ventana superior de Cum-bres borrascosas El pavoroso ter ror de la señorita Bronteno es un simple eco gótico, sino una tensa expresión de lareacción temblorosa del hombre ante lo desconocido. A esterespecto, Cumbres borrascosas ~ e convierte en símbolo de unatransición literaria qu e marca el principio de una nueva y mássólida escuela.

    VI L LIT R TUR ESPECTR L N L CONTINENTE

    En el continente, el horror li terario se desarrol ló muy bien.Los célebres c u e ~ t o scortos y novelas de Ernst Theodor WilhelmHoffmann (1776-1822), son un ejemplo notable de purezaen el fondo y madurez en la forma, a pesar de que se inclinan a la veleidad y la extravagancia y carecen de los momentosexaltados de terrible y paralizante terror, que un escritor menos sotisficado podría haber conseguido. Generalmente muestran lo grotesco má s que lo terrible. Más art ístico que todolos cuentos de horror continentales es el clásico alemán Undine l 8 1 4 ~escrito po r Friedrich.Heinrich Karl, Barón de la MottePouque. En es ta h istori a de un espíritu acuático que se casacon un morta l y gana un alma humana, hay un trabajo deartesanía muy fino y delicaao que la hace notable en cualquier forma de l it er atur a y tiene una fácil naturali dad que lacoloca muy cerca del genuino mito folklórico. De hecho, sederiva de un cuento escri to por el físico y alquimista del renacimiento Paracelso en su Tratado de los espíritus elementales

    Undine, hija de un poderoso príncipe acuático, es cambiada po r su padre cuando niña por la J; ija de un pescador, conel objeto de que ella pueda adquiri r un alma al casarse con unser humano. Conoce al noble joven Huldbrand en la cabañade su paa re adop tivo, cerca del ma r y al borde de un bosqueencantado; se casa p ~ t ocon él y lo acompaña a su castillo

    ancestral de Ringstetten. Huldbrand, sin embargo, se aburrefinalmente de las afinidades sobrenaturales de su esposa y especialmente de las apariciones de su tío, el malicioso espírituboscoso de las cataratas Kuhleborn, aburrimiento incrementadopor su creciente afecto por Bertalda, quien resulta ser la hijadel pescador por quien Undine había sido cambiada. A lalarga, en un viaje por el Danubio, él es provocado por algúnacto inocente de su devota esposa a pronunciar las palabrasde enojo que la obligan a volver a su elemento obreoatural,del que ella puede, por la ley de su especie, regresar únicamente en una ocasión: para matarlo, aunque ella no quierahacerlo, si alguna vez él es infiel a su recuerdo. Po teriormente,cuando Huldbrand está a punto de casarse con Bertalda, Un-dine regresa para cumplir su tri te deber y le quita la vidabañada en lágrimas. Al er enterrado entre u padre en elpanteón de la igle ia del pueblo, una velada figura fem nina,blanca como la nieve, aparece entre lo. doliente, pero depude las plegarias no vuelve a ser vi tao En u lugar brota unpequeño manantial plateado, que murmurando c abre caminoalrededor dc la nucva tumba y se vacía en un lago vecin .habitante del pueblo lo muestran ha -ta cl ro mento presenty dicen que Undine y u Huldbrand e

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    . d lo macabro. Víctor Hugo, en cuentos tales como Ha n l ~ n iy BaIzac en La piel del asno salvaje Seraphita y LouisLambert emplearon lo ,sobrenatural en ~ y o ro menor grad?,aunque generalmente solo .como. un ~ e d l de l c n z ~ ralgunfin más humano Y sin la mtensldad smcera y demomaca q ~ ecaracteriza al artista nato de las sombras. Es en TheophileGautier cuando encontramos por primera vez UD auténtico sentido francés de l mundo irreal y aquí aparece UD misterio espectral que, a pesar de no ser continuamente usado, sepuede reconocer de inmediato como algo tan genuino comoprofundo. Cuentos cortos t l e ~como A vatar El pie d ~ l ~ momiay Clarimonde desarrollan atlsbos de escenas prohibidas queseducen, atormentan y algunas veces horrorizan, mientras quelas visiones egipcias evocadas en Una de las noches de Cleo-patra son de la más aguda y expresiva potencia. Gautier capturó la más íntima esencia del Egipto cargado de eones, consu vida críptica y arquitectura cíclopea y enunció, de un a vezpor todas, el e terno terror de su vasto mundo de catacumbas,donde al fin l del tiempo millones de rígidos y amortajadoscadáveres se levantarán en la obscur idad con sus ojos vidriosos, esperando algún llamado horrendo e indecible. GustaveFlaubert continu6 muy eficazmente la tradición de Gautier enorgías de fantasía poética como La tentac ión de San ntonioy si no fuera po r un sesgo fuertemente realista, bien podríahaber sido el architejedor de los tapices de terror. Posteriormente, vemos dividida la corriente produciendo extraños poetas yescritores fantásticos de escuelas simbólicas y decadentes, cuyos intereses macabros están realmente más centrados en lasanormalidades del in tinto y pen amiento humanos que en laverdadera esfera obrenatural, y sutiles cuentistas cuyos terrores derivan di rec tamente del negro pozo de la irrealidad cósmica. De la ú lt ima clase de poeta maldi tos , el expresivo poetaBaudelaire, muy influido por Poe, es el tipo supremo; mientras que el novelista p icol6gico Joris-Karl Huysmans, un verdadero hijo de la década de 1890, es a. la vez el resumen y final. La última clase, puramente narrativa, es continuada porProsper Mérimée, cuya Venus de Ille presenta en tersa y convincente prosa el mismo viejo tema de la estatua novia al queThomas Moore dio forma dc balada en L anillo

    Los cuentos de horror dcl podero o y cínico Guy de Maupassant, escritos conforme su locura final iba gradualmenteabsorbiéndolo, presenta individualidade muy propias, siendo unpoco el morboso derrame al exterior de una mente muy realista situada en un estado patológico, más que los sanos productos de una visión naturalmente dispuesta hacia la fantasíay de una sensibilidad a la ilusiones normale de lo nunca visto.Sin embargo, tienen el má profundo interés y estímulo, ysugieren maravillosa fuerza, la inminencia de terrores sin nombre y la implacable persecuci6n de un individuo con malaestrella por e pantosas y amenazadores representantes de lastinieblas exteriore.. De e tas historias, El horla es generalmente observada como la obra maestra. Relata la llegada aFrancia de un ser invisible, quien vive en el agua y en laleche, domina las mentes de los seres humanos y parece serla vanguardia de una horda de organismos extraterrestres, llegada a la t ier ra para subyugar y oprimir a la humanidad. Estatensa narración tal vez no tiene par en su tipo especial, a pesar

    de su deuda con un cuento escrito por el americano FitzJames O Brien, por los detalles que describen la presencia realdel monstruo invisible. Otras creaciones poderosamente siniestras de Maupassant son ¿Quién sabe? El espectro l El dia-rio de un Loco L Lobo blanco Sobre el río y los espantososversos titulados Horror

    Los colaboradores Erckmann-Chatrian enriquecieron la literatura francesa con muchas fantasías espectrales, tales comoEl hombre lobo en la que una maldición que se transmitellega a su fin en una tradicional atmósfera de castillo g6tico.Su poder para crear un estremecedor ambiente de medianocheera tremendo, a pesar de una tendencia hacia las explicacionesnaturales y las reflexiones científicas y pocos cuentos cortoscontienen un horror más grande que El oj o invisible donde unviejo y malvado hechicero urde nocturnos ensalmos hipnóticos,

    con los que induce a los sucesivos ocupantes de un cier tocuarto de hotel a colgarse de una viga. La oreja de la lechuzoy La s aguas de muerte están llenos de absorbente obscuridad y misterio y el último trata de la araña giagntesca empleada tan frecuentemente como tema por los escritores deficci6n macabra. Villiers de I Isle Adam, a su vez, siguió también la escuela macabra. Su Tortura por esperanza un cuento

    sobre un pr is ionero condenado a ser quemado en la hoguera,a quien se le permite escapar con Qbjeto de que vuelva asentir la congoja de la recaptura, ha. sido propuesto por algunos como el más turbador cuento corto de la literatura. Estetipo, sin embargo, es en menor grado par te de una tradiciónde horror que de una clase peculiar a la que pertenece, el llamado Cuento cruel en el que la inquietud de las emocionesse consigue a través de sufrimientos dramáticos, frustracionesy terribles horrores físicos. Casi completlUDente dedicado a estaforma está el escritor Maurice Level, cuyos muy cortos episodios se ha n introducido muy rápidamente a las adaptacionesteatrales en los aspectos espeluznantes del Gran Guiñol. Desuyo, el genio francés está inclinado más naturalmente a esterealismo tenebroso que a la sugesti6n de 10 invisible, puestoque este últ imo proceso requiere, para su mejor y más adecuado desarrollo en gran escala, el misticismo inherente a lamente del norte.

    Una muy floreciente rama de la literatura macabra, si bienhasta muy recientemente algo escondida, es l de los judíos,conservada viva y alimentada en la obscuridad por la sombría herencia de la primitiva magia oriental, la literatura apocalíptica y el cabalismo. La mente semítica, como la celtay la teutona, parece poseer marcadas inclinaciones místicas yla riqueza de horror oculto que sobrevive en los ghettos y en lassinagogas debe ser mucho más considerable que la generalmente imaginada. l cabalismo en, sí, tan prominente durantela Edad Media, es un sistema de filosofía que explica eluniverso como una emanación de la deidad e implica la existencia de extr¡¡.ños reinos espirituales y de seres düerentes de

    los del mundo visible, de los que pueden obtenerse tenebrososatisbos mediante ciertos encantamientos secretos. Su ritual estáencerrado dentro de las interpretaciones místicas del ViejoTestamento y atribuye un significado esotérico a cada letradel alfabeto hebreo, circunstancia que ha impartido a las letras hebreas una especie de fama espectral y una gran potenciaen la literatura de magia popular. l folklore judío ha preservado mucho del terror y el misterio del pasado, y cuando seestudie más completamente es seguro que ejercerá una influencia considerable en la literatura de horror. Los mejores ejemplos de sus usos literarios son, hasta la fecha, la novela alemana El golem escrita por Gust av Meyrink y el drama Eldybbuk escrito po r un novelista judío que usaba el seudónimo de Ansky . Este último, con sus obsesivas sugestionessombrías de maravillas y horrores que están más allá de todo

    alcance, se sitúa en Praga, y describe con singular maestríael antiguo ghet to de la ciudad co n sus espectrales y. puntiagudos aleros. l nombre se deriva de un fabuloso gigante artificial que se supone haber sido hecho y l\nimado por losrabinos medievales, de acuerdo a cierta f6rmula críptica. Eldybbuk traducido y representado en los Estados Unidos en1925, y recientemente producido como una 6pera, describe con

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    fuerzasingular posesión de un cuerpo vivo por el almamalvadade un hémbre muerto. Tanto golems como dybbuksson tipos fijO J.que sirven como i n g r e i e ~ t e sfrecuentes de lapostenor tradici6D judía.

    VII EDG R U N P

    En la década de 183 tuyo l ~ g run amanecer literario queno solamente afec la hlStona del cuento de horror, sinoladel cuento corto en 8U conjunto, moldeando indirectamenteel curso y el destiao de una gran escuela estética europea. Fueuna ~ para los norteamericanos el poder reclamar eseamanecercomopropio, puesto que vino en la persona de nues-tro muy i lustre e paisano Edgar Allan Poe. Lafamade Poe ha estado sujeta a curiosas fluctuaciones y en elmomentoactual está de moda entre la inteligencia avanzadaminimizarl importancia tanto de su personalidad artísticacomode su influencia, pero sería muy difícil para cualquiercriticomaduro y reflexivo negar el inmenso valor de su obray la persuasiva potencia de su mente como descubridor de vi-sionesartísticas. s verdad que el tipo de su perspectiva pudohabersido anticipado, pero fue él quien se dio cuenta porprimerav e ~de sus posibilidades y le dio su forma supremay expresiónsistemática. También es verdad que subsecuentesescritorespueden haber producido cuentos que individual-menteson más grandes que los suyos, pero debemos compren-der denuevo que fue únicamente él quien les enseñó me-diantesu ejemplo y precepto el arte que ellos fueron tal vezcapacesde llevar a más grandes realizaciones al tener el cami-no aclarado y un a guía explícita. Cualesquiera que hayan sidosus limitaciones, Po e hizo 10 que ninguna otra persona habíahechoo podría haber hecho y a él le debemos la moderna his-toriade terror en su estado final y perfeccionado

    Antesde Poe,· la mayor parte de los escritores de horrorhabían trabajado p r i n c i p l m e ~ t een la oscuridad, sin com-prensiónde las bases psicológicas del atractivo del terror yobstaculizados por una mayor o menor conformidad con cier-tas convenciones literarias vacías tales como el final feliz lavirtud recompensada y, en general, un profundo didactismomoral aceptación de los niveles y valores populares y esfuer-zosdel autor para ~ t r m t rsuspropias emociones dentro dela historia y alinearse con los partidarios de las ideas artifi-cialesde la mayoría. Poe percibió, por otra parte, la esencialimpersonalidad del artis ta verdadero y sabía que la funciónde la ficción creadora radica meramente en expresar e inter-pretarsucesos y sensaciones tal y como ellos son, sin importara qué tienden ni lo que prueban (bien o mal, atracción orepulsiónestímulo o depresión), y que el autor debe actuarsiemprecomo un cronista activo e imparcial más que comoun maestro, simpatizante o vendedor de opiniones. Poe vioclaramenteque todas las fases de la vida y el pensamiento sonigualmenteadecuadas como tema.para un artista y al sentirseinclinadopor su temperamento a lo extraño y tenebroso, deci-dió convertirse en el intérprete de aquellos poderosos senti-mientosy frecuentes acontecimientos que producen horror másqueplacer, decadencia más que avance, telTor más que tran-quilidady que son fundamentalmente adversos o indiferentesa losgustosy sentimientos exteriores tradicionales de la huma-nidady a la salud, salubridad y expansión del bienestar normalde la especie.

    Los espectros de Poe adquieren de esta manera una con-vincentemalignidad poseída por ninguno de sus predecesoresy establecenun nuevo nivel de realismo en los anales de laliteratura de horror. Aún más, el intento impersonal y artís-tico estaba auxiliado por una actitud científica no encontradamuya m ~ u oantes, por la cual Poe estudió la mente humanamásque la usanza de la ficción gótica y trabajó con ún cono-cimientoanalítico de las verdaderas fuentes del t enor quedoblóla fuerza de sus narraciones y lo emancipó de los absur-dos inherentes a la simple acuñación convencional de estreme-cimientosUna vez que este ejemplo fue implantado, los au-

    toresposteriores se vieron naturalmente forzados a conformarsea él con el objeto de poder competir, por lo que, de estaforma un cambio definitivo comenzó a afectar la corrienteprincipalde la escritura macabra. Poe implantó también unamodacon su acabada artesanía y a pesar que ahora algo desu propio trabajo parece ligeramente melodramático y pocosofisticadopodemos trazar constantemente su influencia encosastales como el mantenimiento de un solo humor y el

    logro d ~ una sola impresión en un cuento y el riguroso cortede los m c i d e n t e ~.que tiene.conexión directa con la trama yque van a partiCipar pronunentemente en el clímax. Puedeser dicho en verdad que Poe invent6 la historia corta en suactual forma. Su elevación de la enfermedad, perversidad ypodredumbre al nivel de temas expresables artísticamente tuvotambién efectos de infinito alcance, puesto que ávidamente ~ r o v e c h d opresentado e intensificado por su eminente ad-mirador francés Charles Pierre Baudelaire, se convirtió en elnúcleo del principal movimiento estético de Francia, haciendoa Poe, de esta manera, en cierto sentido, el padre de losDecadentes y los Simbolistas.

    Poeta y crítico por naturaleza y por suprema realizaciónlógico y filósofo por gusto y amaneramiento, Poe no era ~ninguna manera inmune a los defectos y afectaciones. Su pre-tensión de profundidad y oscura erudición, sus disparatadasespeculaciones de pomposo y elaborado pseudohumorismo ysus a menudo VÍtriólicosestallidos de prejuicios crítico debenser todos reconocidos y perdonados. Más allá y por encima deellos, y haciéndolos enanos hasta la insignificancia, está lavisión de un maestro del terror que se enseñorea alrededor ydentro de nosotros y el gusano que se retuerce y babea en elhorriblemente cerrado abismo. Al penetrar en todo supuradohorror dentro de la burla alegremente pintada que se llamaexistencia, y en la solemne mascarada llamada pen amiento ysentimiento humanos, esa visióntiene el poder de proyectar-se dentro de cristalizaciones y transmutaciones siniestramentemágicas, hasta que florece dentro de la estéril Norteaméricade las décadas de mil ochocientos treinta y cuarenta ese jardínde suntuosos hongos ponzoñosos, criado por la luna, que nisiquiera las pendientes inferiores de Saturno podrían reclamar.Los versos y los cuentos sostienen también la carga del pá-nico cósmico. El cuervo cuyo ruidoso pico taladra el corazón,el .espanto que tañe campanas de hierro en escaleras de pes-tilencia, la cripta de Ulalume en la noche negra de octubre,las espantosas agujas y cúpulas bajo el mar, la salvaje, horri-ble región que yace sublime, fuera del espacio, fuera del tiem-po , todas estas cosas y otras más nos miran de soslayo en-medio de rechinidos maniáticos en la hirviente pesadilla dela poesía. Y en la prosa bostezan abiertas para nosotros lasquijadas mismas de la hoya, inconcebibles anormalidades disi-muladamente sugeridas dentro de un horrible c o n o c i m i ~ n t oamedias por palabras de cuya inocencia apenas podemos dudarbasta que la resquebrajada tensión. de la profunda voz delnarrador nos convida a tener sus implicaciones sin nombre; pa-trones demoníacos y presencias dormitando mefíticamente has-ta que son despertadas en un fóbicoinstante a una chillanterevelación quecarcajea basta la locura súbita o explota en ecosmemorables y cataclísmicos. Un aquelarre de horror que haechado al suelo todo ropaje decoroso relampagea ante nosotros,una vista aún más monstruosa a causa de la mañana cientí-fica con que cada uno de los detalles está reunido y presentadocon una aparentemente fácil relación con el horror conocidode la vida material.

    Los cuentos de Poe son, naturalmente, de varias clases l-gunos de ellos contienen una esencia más pura de horror espi-ritual que otros. Los cuentos de lógicay raciocinio, antecesores

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    d l dern a h isto ri a de detectives, no deben ser inc lu idose a mo l1 s mm' im o dentro de la lIteratura so renatur ,mlen-en o ma , fI H ff

    algunos otros probablemente mu y m os por tras que l fmano, poseen un a extravagancia qu e los relega a a . r o n t e ~ ade lo grotesco. Todavía un tercer grupo trata de la pSlcologIa

    ormal y l a monomanía de una manera qu e expresa el terror~ r ono lo m ac ab ro . U n r ~ i u osustancial, sin embargo, r ~ -presenta a la literatura del nuedo sobrenatural en su forma ma sfina y le da al autor un sitio ~ e ~ a n e ~ t e,e. i n e x p u g n a b l ~c o ~ o.deidad y manantial de toda la flcclOn dlabohca m o ~ e m a¿ QUI.enpuede olvidar el terrible barco hinchado y s ~ s p e n d l d oen el filode la ondulada grieta abismal en El m nuscnto encontrado den-tro de una botella las tenebrosas. ~ i n u a c i o n e ~~ e su . i n c o n ~ ~ -grable edad y su m o D S ~ o ~ oc r e c l J ~ l 1 e n t osu tetrlCa tnpulaclOnde ancianos ciegos y su smlestra p ~ a haCIa e ~ sur, a toda ~ e l aa través del hie lo de la noche antártica, atraldo po r una lITe-sistible corriente diabólica hacia un vér tice de amedrentadoracultura que debe terminar en la destrucción? .

    Luego está el inenarrable Señor V aldemar q ~ l e npermaneceensamblado po r medio del hipnotismo d u r a n t ~siete meses d ~ s -pués de su muerte, emitiendo sonidos frenéticos hasta el IDl -mo momento ante del rompimien to del conjuro que lo con-vierte en una casi líquida ma a de abominable y d e t e s t a ~ l eputrefacción . E n narración de ~ Cordon Pym lo s Via-jeros llegan primero a una extrana tierra del polo sur pobladade ~ a l v a j e sasesinos donde nada es b a n ~ oy donde W?a ~ n o r m ebarranca rocosa tiene la forma de tltámcas letras egipcias qu eenuncian terribles arcanos primigenio de la tierra, y despuésun reino todavía má s misterioso, donde todo e blanco y dondehay amortajados gigantes y pájaros de pluIl as níveas g ~ a r d a nuna críptica cascada de bruma qu e se vaCla desde las mconmen urables alturas celestiales en un turbulento mar lechoso.Metzengerstein hor roriza con sus mal ignas suge ~ i o n e sde un amonstruo a transmigración; el noble demente qUIen quema lacuadra de su enemigo hereditario, el inmen o caballo desco-nocido que sale del edificio a r ~ i e n t e d ~ s p u éque el dueño ..haperecido dentro, el t rozo de antIgua taplcena donde e tá .tepdala figura del caballo gigante del antepasado dc la vlctlmaen las cruzadas el cual desaparece, cl impetuoso y con tan tcde ea dcl loco d e m on ta r al gran. cahallo y . u micdo y odiopo r el corcel, la profccías in significado quc se incuban os-curamente obre las casa cn conf licto y finalmente, el incen-dio del palacio del lunático y su muerte en él, ard iendo inde-fenso entre las llamas y sobre la vasta escalcra a horcajadasde la bestia qu e ha cabalgado tan ext rañamcnte. Después , elhumo que se levanta de las ruinas, toma la forma de un g ig an -tesco caballo. L homhre de l lIl lchedlllnhre que nos hablade alguien qu e vaga día y noche para mezclarse con r ío s degente como si tuviera miedo de estar solo, tiene efectos m { ¡ ~tranquilos, pero no implica ningún punto meno de miedo cós-mico. La mente de Poe nunca estuvo lejos del terror y el des-moronamiento y podemos ver en cada cuento, poema y diálogofilosófico, un a t ensa av idez por escudriñar los insondables pozos dc la noche, taladrar el velo de la muerte y reinar en lafantasía como eñor de los más espantosos misterios del t iem-po y del espacio.

    Cierto cuentos de oe poseen un a perfección casi absolutade forma artística qu e los hace verdadero s faros en la provincia de la his to ria cor ta . Poe podía da r a su prosa, cuandolo deseaba, una forma ricamente poét ica, empleando aquel es-tilo arcaico y o rien tali zad o que con enjoyada frasea, repetición casi b íb lica y recurren te fue ta n exitosamente e m p l e a d ~po r escritores posteriores como Oscar Wilde y Lord Dunsany,y en los casos donde hizo esto, tenemos un efecto de fan-tasía lírica casi narcótico en su esencia, un espectáculo deensoñación de. opio en el lenguaje de los sueños, con cadacolor innatural e imagen grotesca construidos a la vista enun a sinfonía de sonido congmente. máscara de l muerteroja Silencio Una fábula y Sombra Una parábola so n in-dudablemente poemas en todo el sentido de la palabra sa lv oen el métrico y deben tanto de su fuerza a la cadencia oralcomo a la fantasía visual. Pero es en dos de los cuentos me-nos abiertamente poéticos, Ligeia y caída de l casa deUsher especialmente en el último, donde uno encuentra lasverdaderas cimas de habilidad artística po r l as que Po e tomasu lugar a l a c ab ez a de los miniaturistas de la ficción. Senci-Uos y directos en su trama, ambos cuentos deben su magiasuprema al sagaz desarrollo que aparece en la selección y colocación de cada pequeño incidente. Ligeia clienta la historia

    de una primera esposa de misterioso y eDCUDlbrado origen,quien' retorna después de l a m ue rt e por medio de un a fuerzasobrenatural de voluntad a tomar posesión del cuerpo de un asegunda esposa, imponiendo incluso; en el último m ~ e n t osuapariencia física en el cadáver temporalmente reammado desu víctima. A pesar de una sombra de pro li jidad Y gran lan-guidez, la narración alcanza su terrible clfmu con i n e x . ~ r a b l ~fuerza. Usher cuya superioridad en detalle y proparc.lon esmuy marcada, sugiere estremecedoramente la oscura v I ~ adelas cosas in orgán icas y d esa rr ol la un a trinidad de e n t i d a d ~,anormalmente encadenadas al final de un a larga y solitariahistoria familiar, un hermano, su hermana gemela y s u increí-ble casa antigua, todos compartiendo un a sola alma y hallan-do una disoluc ión común en el mismo momento.

    Estas fantásticas concepciones, tan torpes en manos pocoexpertas, se convierten, bajO la prosa de Poe en vivos y con-vincentes terrores que van a espantar nu est ras noches; ytodo a causa de que el autor comprendió perfectamente elauténtico mecanismo y la fisiología del miedo y de la maravi-l1a los detal les esenciales que hay que. enfatizar, las inFon-gruencias precisas y los pensamientos que hay que seleccionarcomo pre liminares o concomi tantes del hor ror, las alusiones eincidentes e xa ct os q ue hay' que arrojar previa e inocentementecomo símbolos o representaciones de cada paso· mayor haciael espantoso desenlace po r venir, lo s preciosos ajustes de fuer-za acumulat iva y la infalible eficacia para encadenar las partesque hacen una impecable unidad en el desarrollo y en el cen-telleante momento climático, los delicados matices de ambientey valores de l paisa je que hay qu e seleccionar para estable-ce r y s ost en er el ánimo deseado y vitalizar la ilusión deseada;principios de esta clase, y docenas de otros má s oscuros, de-masiado alusivos para ser descritos o aú n plenamente com-prendidos po r cualquier comentarista ordinario. Puede habermelodrama y falta de sofisticación; se cuenta de un fastidiosofrancés que no podía tolerar leer a Po e excepto a través de

    las traducciones urbanas y gálicamente moduladas de Baude-laire, pero toda hue lla de esas c os as e st á completamente eclip-sada po r un potente e innato sentido de 10 espectral, lo mal-sano y lo horrible, que borbotean hac ia afuera de c ada una

    Dibujos de Newton Lima[Escola Superior de DesenhoIndustrial. Río de Janeiro]

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    bosa introspección desarrolladapo r la vida incomunicada enlos bosques lejos de diversiones normalesy de cualquier humo r recreativo, atormentada por mandamientos para el examen de conciencia teológico, encerrada dentro de la repr siónantinatural de las emocionesy formando obre todo una simple y torvalucha po r la supervivencia; todas esta cosas conspiraron para producirun medio ambiente en el que los ominosos susurrosde siniestras ancianaseran oído mucho másalládel rincón delhogar y en el que lo s cuentos de hechicería eincreíbles monstruosidades secretas persistieron mucho más alláde los temibles días dela pesadillade Salem.

    Poe representala más nueva, desencantada y técnicamenteacabada de todas las escuelas macabras que surgieronde tanpropicio ·medio.Otra escuela, la tradiciónde los valores morales, benévola moderación y fantasía dulce y deliberadamá s omenos teñidacon lo caprichoso, estuvo representadapo r otrafigura famosa, incomprendida y solitaria de las letras norteamericanas, el tímido y sensitivo Nathaniel Hawthorne, vá tagode la antigua Salem y bisnieto deun o de los antiguo juecede brujas más sanguinarios.En Hawthome carecemos de laviolencia, el atrevimiento,el gran colorido, el intenso sentidodramático,la malignidad cómica y la indivisible e impersonalfuerza artísticade Poe. En lugar de ello, aquí está un almagentil sujetapo r el puritanismo dela primitiva ueva Inglaterra, sombría y pensativa, y apenadapo r un univer o inmoralen donde todo trasciende los patrone convencionale quenuetros antepasados pensaron pararepre entar la ley divina einmutable. El mal,un a muy real fuerzapara Hawthome, aparece en todas partes como un acechante adversario y conquitador, el mundo visiblese vuelve en su fant ía un teatr deinfinita tragedia y angu tia, con muchas invi ibleinOu ncisemiexistente revoloteando obre y dentro de batallandpor la supremacía y moldeandolo. de. tin . de lo indefenmortales que f.orman u vana y autoengañada p blacin.herenciadel horror norteamericanoer a uya en 1 má inlenso grado yél vio un lóbrego tropelde vago e pectr . delrde los fenómeno comune de la vida. Pero n stabn 1 . uficientemente de intere. ado para valuarla imprc jone en aciones y bellezas de la narración n í mi m a. H wth rnnece itaba urdir su fanta.ía en tina f brica tranquilament -lancólica de moldes didácticos o alegóricos, enI cual u humildemente resignado cinimo pudiera de. plegar conin nua

    valuación moral la perfidiade una raza humana qu n díadejar de apreciary llorar a p sar del c n imientde.u hipocresía. Entonce ,el miedo sobrenatural nuncaes un objeto primario en Hawthorne. a pesar de que us impu\.o. estaban tanintensamente entretejidos dentro de u pen;onalidad que nopuede evitar sugerirlo conla fuerza del genio cuando nos llamaal mundo irrealpara ilu trarel medilabundo ennón quede apredicar. . .

    Las insinuacione de Hawlhorne de lo hornble lempre gentiles elusivas y restringida pueden er de cubiertas a travéde t ~ su obra. El humor que produjo etoo cuento halló undelicioso desahogoen el teutonizado recuento de mitologíaclásica para niños contenidoen Un lihro maravilloso y Cuentosde Tanglewood; en otras ocasiones . e ejercitaban mo.ldeandouna cierta extrañeza e intangible brujería o malevolenCia:obreacontecimientos que no estaban de tinados a ser verdaderamente sobrenaturales, comoen la macabra novela pó. tU Da Elsecreto del r Grimshawe la cual invi te con una peculiar especie de repulsión a .unaco a q u ~exi le todaVÍa en Salem,colindando con el antiguo cementeno de lacal1e Charter. EnEl fauno de mármol cuyo di eño fue bosquejadoen una villaitaliana quese suponía e taba e pantada, un tremendof o n ~ ode genuina fantasíay misterio palpita justo másal1á de la V S-ta del lector común; Y atisbosde sangre fabulosa en venas mortales son sugeridos duranteel curso de un romanceen el queno podemos evitarel sentirnos intere.ad o a pesar d ~ lo per tentes íncubos de alegoría moral, propaganda .anll papl tay una prudencia puritana que ha motivadoal e cntOf mod moO. H. Lawrence a exprear un anhelo de trataral autor de unmodo muy indigno.Septimius Fe/ton u ~ novela pó tumadetinada a ser escrita e incorporada en el mconcluso o m n c ~deDolliver toca el tema del elixir dela vida de un ~ ~ s omenos capaz, mientras que las notaspara un cuento Jamas ecnto que iba ase r llamado La huella ancestral muestra lo queHawthome pudohaber hecho con su inten o tratamiento~ euna vieja superstición inglesa aquella del ance tral~ maldItolinaje cuyos miembros dejan huellasde angre al cammar que

    la mentalidad creativa del artista y estampanla marca indelebledel genio supremo.Lo s

    . u ¡ ~ de Po e están vivos de un a manera quemu ypocos otros esperar estarlo.

    on l a pute de los escritores fantásticos, Poe sobresale en 1ós inc:identes Y amplios efectos narrativos más queenel trazo de ~ j s Su protagonista típico es generalmenteun caballeródt antigua familia y opulenta circunstancia,mo -reno, varonil, OtJulloso, melancólico, inteleCtual, altamente sensitivo, caprkj10s,. introspectivo, aislado y algunás veces ligeramente loco;uuabneme tiene una cultura profunda en extraña

    tradicióny eR6veladamente ambiciosode penetrar en los pro-

    hibidos secre del universo. Además de tenerU nombre altamente sonoro,SQ¡ carácter deriva obviamentepoco de la primitiva novela puesto que claramenteno es el héroe tiesoni el diab61IéoViDano del romance de Radcliffe o Ludovico.Indirectamente,sin embargo, poseeun a especie de conexióng e n e a l ó g i c a ~qu e sus cualidades lóbregas, ambiciosas yantisociales SUFien fuertemente al t íp ico héroe byronianoquien, asu es definitivamente un descendiente de los Manfredos, Montonisy Ambrosios góticos.~ a l i d a d e smás particularespa.rec l estarderivadas de la psicología propia de Poe,guien ciertamerIt poseía muchode- la depresión, sensibilidad,aspiraci6n loca, sOledad, Y capricho queél atribuye a sus arrogantes y soUt íi s víctimas del destino.

    VID. L TRA.DICl jN MACABRAEN LO S EST OS UNIDOS

    El públioopamel qu e Po e escribió, ap es ar d e ser crasamenteinsensible a su arte, de ningún modo estaba desacostumbradoa los horroresqu e trató. Los Estados Unidos, además de heredar la oscura tradición folkIórica deEuropa tenían un acopio adicionalde asociaciones macabraspara respirar, de modo que las leyendas espectrales habían sidoya reconocidascomo fructuosos temaspara la literatlÍra. Charles Brockden

    ¡ Brown habíalogrado fenomenal~ m co n sus r o m n c e ~rad-cliffianos y el má s ligero tratamiento hechopo r WashmgtonIrving de los temas misteriosos se había convertido pronto.en

    . clásico.Esta reserva adicional procedíade los vehementes -tereses teológicos y espirituales de los primeros colonos, comoPaul E1mer More ha señalado, además dela extraña y

    prohibida naturaleza del ambienteen qu e estaban inmersos.Los vastosy fantasmales bosques virginalesen cuya perpetuapenumbra todos los terrores podríanmu y bien acechar; lashordas de cobrizos indiosc u y ~ sextraños y silenciosos ros.trosy violentas costumbres sugerían~ e r t e m e n ~ erastr?s de ongeninfernal;la rienda suelta que sedIO por la mfluencla de la teocracia puritana atOdo tipo de nocionesco n respecto a lar ~ -lación del hombrey el austero y vengativo Dios de losCal.VInistas y el sulfúreo adversario de ese Dios,ep. ~ o l l t rd e qUienranto se tronaba cada domingo desde los púlpi tos; y la mor-í

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    . ntaImente tanto en Septimius Felton como en Elaparece mCI ereto del Dr. Grimshawe. .

    secLl parte de los cuentos de Hawthorne exhiben el ho-

    a mayoa en el ambiente o en los incidentes, hasta un gradoITor ya se ., t ble retrato de Edward Randolph en Leyendas de

    muynoa . d' b l El l ¡ ovincial tiene sus momentos l o I OS ve o ne-a c s al) El d. d l Ml nistro (basado en un mCI ente re y uespegl e II d t

    b · oso I'mplican mucho mas de o que e os Icen mlen rasamlCl e Ethan Grand fragmento de una bra maJ ~ r g aque Jamas

    ~ ecompletada, llega a ~ l c n z rlas m ~aute?,tlcas a turas del. do cósmico con su vmeta de la salvaje reglOn cerol, sus ar-

    mle 1 d , d ddientes y desolados hornos de ca y.s? e s ~ n p c l O n. e peca 01'imperdonable a lo Byron, cuya dificil vida termma. con u1?atemible risotada en la noche mientras busca descanso en mediode las llamas del horno. Algunas de las n o ~ a sde ~ a w t h o r n enos hablan de los cuentos macabros que hubiera es:nto de haber vivido un poco más, hay un argumento partIcularmenteintenso que trata de un extranjero d e s ~ o n c e r t a ? t eque a p a r e ~ eaquí y allá en asambleas públicas y qUIen es fmalmente S ~ g u l -do para hallar que va y viene desde u? a s e p u l u ~ amuy antigua.

    Pero delante de todo, como una umdad ~ r t l s u c aacabada e ~ -tre todo el material macabro del autor, esta la famosa y exqUisitamente labrada novela La c s de los siete gabletes en quela inlplacable resolución de una maldición a n c e s t ~ a lse desarrolla con un poder sorprendente en contra del. slmestro f o n ~ ouna antiquísima casa de Salem, una de esas picudas casas goticas que fOlmaron la primera construcción regular ?e nuestrospueblos costeros de Nueva I ~ g l a t e r ~ ~pero. que dieron lugardespués del siglo xvn a los mas f a m l ~ l a r c stejados de ~ ? sa g ~ a so clásicos tipos del Rey Jorge conOCidos a.hora como colomales . De estas viejas casas góticas con picachos, escasamenteuna docena pueden verse hoy en día en sus condici.ones orig nales en todos los Estados Unidos, pero una muy bien conocIda para Hawtborne está todavía en la calle Turner, en Salem,y es señalada con dudosa autoridad como la escena i n s p i r a d o ~ adel romance. Tal edificio, con sus aleros espectrales, sus chimeneas apiñadas, su flotante segunda historia, sus grotescoscandelabro