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El Moderador 7 January, 2012 | created using fivefilters.org La doctrina del shock, documental. Antes de que accedan a este documental consideramos apropiado aclarar o contextualizar algunos términos. El documental basado en el libro de Noami Klein: “la doctrina del Shock”, narra la forma en la que los llamados “chicago boys” de milton friedman, utilizaron el descubrimiento de los electroshock de la psicología para borrar los recuerdos y regresar al sujeto a un estado infantil, y poder reescribir su historia, lo trasladan al contexto socio económico de los países en vías de desarrollo, para propinar shocks económicos (alza de impuestos, eliminación de subsidios y políticas sociales, aumento de precios, etc.) y así, permitir mejor saquear los recursos naturales y enriquecer a las trasnacionales. El Milagro de Chile El milagro de Chile es una expresión acuñada por el economista estadounidense Milton Friedman, para describir las reformas deliberalización económica que experimentó Chile  durante el gobierno militar. La frase pretende evocar un paralelismo con el milagro alemán, la extraordinaria recuperación económica de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. El milagro de Chile ha permitido un mayor desarrollo económico  en comparación a muchos de los países latinoamericanos. Sin embargo, ha contribuido a aumentar la brecha económica entre personas de alto y bajo nivel adquisitivo, a niveles insostenibles. Nacimiento, auge y caída del primer milagro chileno La llegada al poder de la Junta Militar tras el golpe de estado de 1973 que derrocó al gobierno de Salvador Allende, se encontró con un Chile en una situación económica extremadamente grave, con un 286% 1  de inflación, reservas de divisas casi inexistentes, y el PGB à la baja. Ya que el objetivo de la Junta Militar era terminar a un gobierno socialista, mas no implantar el liberalismo, muchas de las medidas del régimen fueron típicamente intervencionistas y un gasto público elevado debido à la cultura militar de los dirigentes, lo que condujo a mantener malos índices económicos. Para tratar de enderezar el rumbo económico, el gobierno militar confió el manejo económico a unos jóvenes egresados de economía en la Universidad Católica de Chile, la mayoría con postgrado en la Universidad de Chicago. De aquí vendría el apelativo por el que fueron conocidos, los Chicago Boys. Éstos venían de Estados Unidos trayendo una idea novedosa: el “ monetarismo“, perteneciente à la economía neoclásica. Consistía este en una economía no regulada, abierta al mundo, con un Estado pequeño y subsidiario, de riguroso equilibrio fiscal (limitar el gasto público y la burocracia), y el funcionamiento libre del mercado. Sus ideas estaban influenciadas por las de Milton Friedman y Friedrich Hayek, exponentes del liberalismo económico y enemigos del keynesianismo, que influyeron a los jóvenes durante su estancia en Chicago. Su primera intervención en el gobierno seria en la ODEPLAN ( Oficina de Planificación Nacional), en donde plasmaron sus ideas económicas en un documento conocido como “El Ladrillo”, un brevario de la aplicación de sus ideas a Chile. La Armada de Chile, que era la encargada del área económica dentro de la Junta Militar, se empezó a orientar por este texto, pidiendo asesoría a los Chicago Boys. Hasta entonces, el régimen militar había empleado métodos económicos tradicionales, que no prosperaron. La inflación continuaba en torno al 300%, el gasto publico seguía alto y el precio del cobre se desplomaba à la baja. Los Chicago Boys ingresaron al gobierno en 1975, haciéndose cargo del Ministerio de Hacienda (Jorge Cauas), el Ministerio de Economía (Sergio de Castro, líder de los Chicago Boys) y el Banco Central de Chile (Pablo Barahona). Para convencer a Augusto Pinochet (líder de la junta militar) de sus ideas, trajeron a su mismísimo maestro, Milton Friedman, quien en una corta charla frente a Pinochet (45 minutos) 2 le dio dos soluciones à la crisis que pasaba el país: la primera era por medio de una recuperación lenta del paciente (el país), pero advertía Friedman que este de tanto esperar podría morir. la segunda era darle al paciente un tratamiento de choque ( shock), para revitalizarlo, pero con efectos inmediatos muy graves. El tratamiento de choque consistía en reducir el gasto público en un 20%, despedir al 30% de los empleados públicos, aumentar el IVA (impuesto à la transferencia comercial de bienes muebles y activos M1 y M2), privatizar la mayor parte de las empresas estatales (la mayoría a precios ínfimos) y liquidar los sistemas de ahorro y de préstamos de vivienda. Tampoco hay que olvidar que los sindicatos estaban prohibidos y que la legislación laboral había sido eliminada. Hubo mucha disputa entre los Chicago Boys y economistas más clásicos, pero finalmente Augusto Pinochet se inclinó por la opinión de los monetaristas y se aplicó el tratamiento de choque. Los efectos iniciales fueron graves. En abril de 1974 la inflación  había alcanzado un 746,2%. 1  El PGB cayó en un 12%, la tasa de desempleo creció hasta el 16%, y el valor de las exportaciones se redujo en un 40%. Pero el sistema se empezó a afianzar a partir de 1977, iniciándose lo que se ha llamado el “boom”, con cifras positivas en todos los ámbitos, a excepción de la tasa de desempleo, siempre alta (alrededor del 20%) debido, entre otras cosas, a los despidos masivos de empleados públicos y de funcionarios de las empresas privatizadas. El “boom” duraría hasta la crisis de 1982, fuertemente iniciada por la recesión mundial de 1980, cuando producto de la crisis internacional de la cual Chile estaba desprotegida por su excesiva dependencia del mercado externo, el excesivo endeudamiento privado y la fijación del dólar (switch a tipo de 1

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El Moderador

7 January, 2012 | created using fivefilters.org

La doctrina del

shock, documental.

Antes de que accedan a este documental consideramos apropiado

aclarar o contextualizar algunos términos.

El documental basado en el libro de Noami Klein: “la doctrina del

Shock”, narra la forma en la que los llamados “chicago boys” de

milton friedman, utilizaron el descubrimiento de los electroshock

de la psicología para borrar los recuerdos y regresar al sujeto

a un estado infantil, y poder reescribir su historia, lo trasladan al

contexto socio económico de los países en vías de desarrollo,

para propinar shocks económicos (alza de impuestos, eliminación

de subsidios y políticas sociales, aumento de precios, etc.) y así,

permitir mejor saquear los recursos naturales y enriquecer a las

trasnacionales.

El Milagro de Chile

El milagro de Chile es una expresión acuñada por el

economista estadounidense Milton Friedman, para describir las

reformas deliberalización económica que experimentó Chile

 durante el gobierno militar. La frase pretende evocar un

paralelismo con el milagro alemán, la extraordinaria 

recuperación económica de Alemania después de la Segunda

Guerra Mundial.

El milagro de Chile ha permitido un mayor desarrollo económico

 en comparación a muchos de los países latinoamericanos. Sin

embargo, ha contribuido a aumentar la brecha económica entre

personas de alto y bajo nivel adquisitivo, a niveles insostenibles.

Nacimiento, auge y caída del primer milagro chileno

La llegada al poder de la Junta Militar tras el golpe de estado de

1973 que derrocó al gobierno de Salvador Allende, se encontró

con un Chile en una situación económica extremadamente grave,

con un 286%

1

 de inflación, reservas de divisas casi inexistentes,

y el PGB à la baja.

Ya que el objetivo de la Junta Militar era terminar a un gobierno 

socialista, mas no implantar el liberalismo, muchas de las

medidas del régimen fueron típicamente intervencionistas y un 

gasto público elevado debido à la cultura militar de los

dirigentes, lo que condujo a mantener malos índices económicos.

Para tratar de enderezar el rumbo económico, el gobierno militar

confió el manejo económico a unos jóvenes egresados de

economía en la Universidad Católica de Chile, la mayoría con

postgrado en la Universidad de Chicago. De aquí vendría el

apelativo por el que fueron conocidos, los Chicago Boys. Éstos

venían de Estados Unidos trayendo una idea novedosa: el “

monetarismo“, perteneciente à la economía neoclásica. Consistía

este en una economía no regulada, abierta al mundo, con un

Estado pequeño y subsidiario, de riguroso equilibrio fiscal

(limitar el gasto público y la burocracia), y el funcionamiento

libre del mercado. Sus ideas estaban influenciadas por las de 

Milton Friedman y Friedrich Hayek, exponentes del liberalismo

económico y enemigos del keynesianismo, que influyeron a los

jóvenes durante su estancia en Chicago.

Su primera intervención en el gobierno seria en la ODEPLAN (

Oficina de Planificación Nacional), en donde plasmaron sus ideas

económicas en un documento conocido como “El Ladrillo”, un

brevario de la aplicación de sus ideas a Chile. La Armada de

Chile, que era la encargada del área económica dentro de la

Junta Militar, se empezó a orientar por este texto, pidiendo

asesoría a los Chicago Boys. Hasta entonces, el régimen militar

había empleado métodos económicos tradicionales, que no

prosperaron. La inflación continuaba en torno al 300%, el gasto

publico seguía alto y el precio del cobre se desplomaba à la baja.

Los Chicago Boys ingresaron al gobierno en 1975, haciéndose

cargo del Ministerio de Hacienda (Jorge Cauas), el Ministerio de

Economía (Sergio de Castro, líder de los Chicago Boys) y el

Banco Central de Chile (Pablo Barahona).

Para convencer a Augusto Pinochet (líder de la junta militar) de

sus ideas, trajeron a su mismísimo maestro, Milton Friedman,

quien en una corta charla frente a Pinochet (45 minutos)

2

le dio

dos soluciones à la crisis que pasaba el país:

la primera era por medio de una recuperación lenta del

paciente (el país), pero advertía Friedman que este de tanto

esperar podría morir.

la segunda era darle al paciente un tratamiento de choque (

shock), para revitalizarlo, pero con efectos inmediatos muy

graves.

El tratamiento de choque consistía en reducir el gasto público en

un 20%, despedir al 30% de los empleados públicos, aumentar el 

IVA (impuesto à la transferencia comercial de bienes muebles

y activos M1 y M2), privatizar la mayor parte de las empresas

estatales (la mayoría a precios ínfimos) y liquidar los sistemas de

ahorro y de préstamos de vivienda. Tampoco hay que olvidar que

los sindicatos estaban prohibidos y que la legislación laboral

había sido eliminada. Hubo mucha disputa entre los Chicago

Boys y economistas más clásicos, pero finalmente Augusto

Pinochet se inclinó por la opinión de los monetaristas y se aplicó

el tratamiento de choque.

Los efectos iniciales fueron graves. En abril de 1974 la inflación

 había alcanzado un 746,2%.

1

 El PGB cayó en un 12%, la tasa de

desempleo creció hasta el 16%, y el valor de las exportaciones se

redujo en un 40%. Pero el sistema se empezó a afianzar a partir

de 1977, iniciándose lo que se ha llamado el “boom”, con cifras

positivas en todos los ámbitos, a excepción de la tasa de

desempleo, siempre alta (alrededor del 20%) debido, entre otras

cosas, a los despidos masivos de empleados públicos y de

funcionarios de las empresas privatizadas.

El “boom” duraría hasta la crisis de 1982, fuertemente iniciada

por la recesión mundial de 1980, cuando producto de la crisis

internacional de la cual Chile estaba desprotegida por su

excesiva dependencia del mercado externo, el excesivo

endeudamiento privado y la fijación del dólar (switch a tipo de

1

cambio fijo), provocaron una nueva crisis, una de las más

profundas en conjunto à la de 1930 y la de principios de los años

setenta.

El segundo milagro

Ante la llegada de la crisis, el gobierno de Pinochet tesis de los

Chicago Boys, aplicando momentáneamente medidas de tipo 

keynesiano. Sin embargo, pasada la parte más cruda de la crisis,

volvió al sistema neoclásico con el nuevo ministro de hacienda, 

Hernán Büchi en 1985, el cual, con reformas menos ortodoxas

que sus predecesores, lograría revitalizar la economía. Esto es

nombrado como el “segundo milagro chileno”.

Para conseguir la reactivación, Büchi tomó las siguientes

medidas:

Fuerte reducción del gasto en el sector público, con

medidas como rebajar el gasto social y las jubilaciones.

Política de devaluación del peso en función del dólar muy

fuerte, que sobrepasasen la inflación. De esta manera, con

el dólar alto, se favorecían las exportaciones y se restringían

las importaciones.

Privatizaciones de las empresas que seguían siendo

estatales: empresas del acero (CAP), eléctricas (Enersis, 

Endesa), comunicaciones (Entel, CTC), azúcar (IANSA), LAN

Chile,Laboratorios Chile y otras.

Privatización de los bancos intervenidos por el gobierno

durante la crisis.

Control de las tasas de interés por el Banco Central y ya no

por el mercado.

Descenso controlado de los aranceles.

El resultado de su gestión fue el retorno al liberalismo económico

que implantaron los Chicago Boys, pero de una forma mucho más

controlada sin el dogmatismo que le imprimieron sus antecesores

y un crecimiento económico que llevaría a Chile a duplicar su

PGB en el lapso de diez años.

Su valoración

Por una parte, los partidarios del punto de vista de Friedman

argumentan que la situación actual de la economía chilena

reivindica sus teorías, pues consideran que la firma de acuerdos

de libre comercio con Estados Unidos, Canadá, China, Corea del

Sur, y la Unión Europea evidenciaría un mayor desarrollo

económico en comparación al resto de los países

latinoamericanos. En la misma nota, también remarcan la

membresía chilena en foros como la APEC y la OCDE. Destacan

además el hecho de que cuando llegó la democracia, no

revirtieron en gran medida la política económica realizada

durante el régimen militar. Durante el desarrollo de los años

1980 y 1990 se extendió este sistema por el mundo, primero por

gobiernos conservadores como los de Ronald Reagan y Margaret

Thatcher, pero después de la caída del comunismo sería

adoptado por la mayor parte del mundo, incluidos los gobiernos

socialdemócratas o socialistas renovados.

Las críticas incluyen argumentos políticos, económicos e incluso

históricos. Respecto a los argumentos políticos, el principal alude

fundamentalmente à la naturaleza ilegal e ilegítima del gobierno

de Augusto Pinochet, independientemente de sus logros

económicos. Se señala que el golpe de estado que derrocó al

presidente Salvador Allende, dio inicio a un Gobierno Militar que

fue responsable de violaciones a los derechos humanos, por

medio de las cuales se mantenía vigente su política económica.

Los argumentos económicos se centran en señalar que el

régimen militar significó un enorme aumento de las

desigualdades sociales. Por una parte, las privatizaciones

beneficiaron a los partidarios de la dictadura (mercantilismo

empresarial), al tiempo que la virtual supresión de los sindicatos

impidió a los trabajadores reclamar ninguna mejora de sus

condiciones. Como ejemplo, se cita que la tasa de desempleo

pasó de 4,3% en 1973, al 22% en 1983. Al mismo tiempo, los

salarios en términos reales (no nominales, sino contemplando la

inflación del periodo) perdieron un 40% de su valor. Prueba de

las desigualdades existentes sería que actualmente, más de tres

cuartas partes de la riqueza del país está en manos de no más de

veinte familias. También se suele señalar la grave crisis que

azotó el país entre 1982 y 1983 y que motivó a que el FMI

 tuviese que acudir en auxilio de la economía chilena, al mismo

tiempo que el Banco Central tuviese que ejecutar una operación

de salvataje de la banca privada; sin embargo, esta versión

ignora los graves efectos que tuvo en Chile la crisis internacional

de 1982.

La critica histórica viene de la mano del historiador chileno 

Mario Góngora, que acusa al gobierno militar de haber olvidado

la solemne declaración de principios en que se restablecíà la

chilenidad del país y la economía, y por el contrario haberla

destruido al debilitar al Estado que para él es el formador de la

nacionalidad, con su políticas “neoliberales”. A su juicio esta

apertura global restringe à la nación convirtiéndola en parte de

un estado mundial, el cual es a su juicio “la peor de las tiranías

de la cual nadie podrá escapar a parte alguna”.

El Ladrillo

El ladrillo, es el nombre de un texto de política económica

 chileno, que establece las pautas del sistema neoliberal que

sería introducido en el régimen militar de Augusto Pinochet,

proceso llamado por sus adherentes como el “Milagro de Chile“.

Sus autores habían sido becados en la Universidad de Chicago,

donde tuvieron una fuerte influencia de Milton Friedman,

y dieron paso, a su regreso a Chile, al grupo de economistas

liberales conocido como “los Chicago Boys“. El Centro de

Estudios Públicos lo califica “un documento clave de la historia

económica chilena de este siglo”.

El ladrillo fue desarrollado en 1970, principalmente por

profesores de Economía de la Pontificia Universidad Católica de

Chile, para la candidatura presidencial de Jorge Alessandri. Sin

embargo, uno de sus autores, Alvaro Bardón, sostiene que ese

trabajo comenzó en 1972.

Jorge Alessandri no fue electo presidente existiendo, en todo

caso, dudas sobre si hubiera aprobado un programa económico

tan revolucionario. El texto tuvo que esperar al golpe de estado

 que derribara el gobierno de Salvador Allende, oportunidad en

que dicho libro fue presentado à la recién establecida Junta de

Gobierno como política económica, la que lo implementó.

El texto representó una verdadera revolución con respecto a las

políticas económicas en boga en aquel tiempo en Chile y en 

Latinoamérica, promovidas fundamentalmente por laCEPAL, las

que se caracterizaban por esquemas basados en la substitución

2

de importaciones, control de precios, restricciones à la

importación, aranceles de importación altos, mantención de

valores bajos de las divisas (y la consiguiente necesidad de

restringir su venta), etc. Al contrario de lo anterior, El ladrillo

 postuló la apertura del mercado interno, aranceles bajos

y uniformes, el fin de los controles de precios y de los subsidios,

etc.

Dicha política económica fue seguida durante todo el régimen

militar, y, sin ninguna modificación sustantiva, y también por los

gobiernos que le han seguido. En el área de las políticas públicas

formó la base de las iniciativas tendientes a reforzar el papel en

la economía del sector privado, así postuló la entrega al sector

privado diversas áreas de la economía, como el de la energía

eléctrica, el agua potable, las telecomunicaciones, el sistema de

pensiones, entre otros. También se puso énfasis en la necesidad

de orientarse a los mercados de exportación, dada la baja

cantidad de habitantes del país, lo que definía un mercado

interno reducido.

Es notable que los gobiernos sucesivos, de la Concertación de

Partidos por la Democracia, coalición de de centro-izquierda, han

proseguido con dicha tendencia, habiendo privatizado la

operación de los puertos e introduciendo esquemas de

concesiones al sector privado de carreteras y aeropuertos.

La autora del documental Naomi Klein (nacida en Montréal,

Canadá, el 8 de mayo de 1970) es una periodista e investigadora

de gran influencia en el movimiento antiglobalización y el

socialismo democrático. Es economista política, periodista

y escritora.

Caracterizada por su trabajo independiente en los medios

periodísticos, colaboró como columnista para los periódicos de

corte progresista como el The Guardian de Londres y The Globe

and Mail de Toronto. Naomi Klein ha participado en charlas en la

sociedad Miliband de la London School of Economics y es

doctora “honoris causa” en Derecho por la Universidad de King’s

College, de Nova Scotia. Alcanzó el puesto undécimo, el más alto

logrado por una mujer, en el Sondeo Global de Intelectuales, un

listado de los intelectuales más relevantes del mundo que

confecciona la revista “Prospect” junto à la revista “Foreign

Policy”.

Su ruptura con la globalización implicó el estudio de las

influencias del capitalismo de finales del siglo XX y del sistema

de la Tercera Vía, así como en el impulso del sistema de

economía neoliberal y sus efectos en la cultura moderna de

masas. Fruto de sus investigaciones, ha escrito varios libros

como No Logo (2001), Vallas y ventanas (2003), La doctrina del

shock (2007), el guion del documental La Toma/The Take

(dirigido por Avi Lewis, centrado en la toma de una fábrica

recuperada por sus trabajadores bajo control obrero como forma

de lucha en contra de la globalización en el marco de la crisis

argentina y las movilizaciones ciudadanas entre 2001 y 2002)

y un gran número de artículos periodísticos y políticos.

La Doctrina del Shock 

La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre

 (en inglés The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism),

es un libro de 2007 de la periodista canadiense Naomi Klein.

En 2009 se realizó el documental The Shock Doctrine inspirado

en el libro bajo la dirección de Michael Winterbottom y Mat

Whitecross.

El libro sostiene que las políticas económicas del Premio Nóbel 

Milton Friedman y de la Escuela de Economía de Chicago han

alcanzado importancia en países con modelos de libre mercado

 no porque fuesen populares, sino a través de impactos en la 

psicología social con desastres o contingencias provocando que

ante la conmoción y confusión se puedan hacer reformas

 impopulares. Se supone que algunas de estas perturbaciones,

como la Guerra de las Malvinas, el 11 de septiembre, el Tsunami

 de 2004 en Indonesia, o la crisis del huracán Katrina pudieron

haber sido aprovechadas con la intención de empujar la

aprobación de una serie de reformas.

Sinopsis

El libro tiene una introducción, un cuerpo principal y una

conclusión, que se dividen en siete partes, con un total de 21

capítulos.

En la introducción se muestra la historia de los últimos treinta

años de la doctrina de choque económico que se ha aplicado

alrededor del mundo, desde América del Sur en la década de los

setenta hasta Nueva Orleáns después del huracán Katrina. Klein

introduce dos de sus temas principales. 1) En donde los

profesionales de la doctrina de choque tienden a buscar una

pizarra en blanco en el cual plasmar su ideal de crear economías

de libre mercado, en el que inevitablemente requiere

normalmente una violenta destrucción del orden económico

preexistente. 2) Las similitudes entre la crisis económica y la

doctrina original de la terapia de choque, una técnica

psiquiátrica donde se aplicaron choques eléctricos a los

pacientes con enfermedades mentales.

Parte 1, comienza con un capítulo sobre psiquiatría y la terapia

de choque, los experimentos encubiertos realizados por el

psiquiatra Ewen Cameron en connivencia con la CIA: cómo fue

un éxito parcial en la distorsión de los pacientes y regresión

original de la personalidad, pero ineficaz en el desarrollo de una

mejor personalidad de reemplazo. Se hace un paralelismo con la

terapia de choque económico, incluida una digresión sobre cómo

los organismos gubernamentales se aprovechan de algunas de

las lecciones aprendidas para crear más eficaces técnicas de

tortura. La tortura, según Klein, a menudo ha sido una

herramienta esencial para las autoridades que han aplicado las

reformas agresivas del mercado libre y se hace hincapié en esta

afirmación a lo largo del libro. Ella sugiere que por razones

históricas el movimiento de derechos humanos ha retratado

a menudo la tortura sin explicar su contexto, lo que ha hecho que

con frecuencia aparecen como hechos inútiles de sadismo. El

segundo capítulo presenta a Milton Friedman y su Escuela de

Economía de Chicago, que Klein describe como líder de un

movimiento comprometido con el libre mercado con las mismas

regulaciones que antes de la Gran Depresión.

Parte 2, analiza el uso de la doctrina de choque para

transformar las economías de Sudamérica en los años setenta,

centrándose en el golpe de Estado en Chile dirigido por el

GeneralAugusto Pinochet. Se estudia la aparente necesidad del

apoyo de la tortura para las políticas impopulares asociadas à la

terapia de choque.

Parte 3, se refiere a los intentos de aplicar la doctrina de choque

sin la necesidad de violencia extrema en contra de amplios

3

sectores de la población. La terapia de choque leve deMargaret

Thatcher explica cómo se hace posible con la Guerra de las

Malvinas, mientras que la reforma del mercado libre en Bolivia

 ha sido posible gracias a una combinación de una preexistente

crisis económica y el carisma de Jeffrey Sachs.

Parte 4, se analizan informes sobre la forma en que la doctrina

de choque se aplicó en Polonia, Rusia, Sudáfrica y las economías

de los Tigres durante la crisis financiera asiática de 1997.

Parte 5, se introduce el complejo capitalismo de desastres en el

que la autora describe cómo las empresas han aprendido a sacar

provecho de tales desastres. Ella habla acerca de cómo el mismo

personal pasa fácilmente de puestos relacionados con la

seguridad y defensa de los organismos públicos de los Estados

Unidos a puestos en empresas lucrativas.

Parte 6, se discute lo que ha pasado en Irak tras la invasión de 

2003, que Klein describe como la más compleja doctrina de

choque con una plena realización que jamás nunca se ha

intentado.

Parte 7, explica acerca de los ganadores y de los perdedores de

la terapia de choque económico, de cómo reducidos grupos

a menudo hacen muy bien su trabajo moviéndose a lujosos

barrios privados, mientras que grandes sectores de la población

se quedan con la decadencia de la infraestructura pública, la

disminución de los ingresos y el aumento del desempleo.

En la conclusión no se recapitula sobre el resto del libro, sino

que se habla de la reacción contra la doctrina del choque y sobre

las instituciones económicas que la propagan como elBanco

Mundial y el FMI. América del Sur y el Líbano post-2006 se

analizan como fuentes de noticias positivas donde los políticos

están dejando atrás políticas de libre mercado, con alguna

mención de la campaña de la comunidad de activistas en

Sudáfrica y China.

Respuestas crítica

Alabanzas 

El Premio Nobel y ex economista jefe del Banco Mundial, Joseph

Stiglitz, escribió una reseña de La doctrina del shock para el 

New York Times, llamando al paralelismo entre la terapia de

choque económico y los experimentos psicológicos realizados por

Ewen Cameron “sobre dramático y poco convincente”

y afirmando que ” Klein no es un académico y no puede ser

juzgado como tal. Hay muchos lugares en su libro donde se

simplifica en exceso.” Sin embargo afirma que “el caso en contra

de estas políticas es aún más fuerte que la que Klein hace” y que

el libro contiene “una rica descripción de las maquinaciones

políticas necesarias para obligar a desagradables políticas

económicas en los países en resistencia.” Paul B. Farrell del Dow

Jones Business News afirmó que “hay que leer lo que puede ser

el libro más importante sobre la economía en el siglo 21″. John

Gray escribió en The Guardian: “Hay muy pocos libros que

realmente nos ayudan a comprender el presente. La doctrina del

shock es uno de esos libros.” William S. Kowinski del San

Francisco Chronicle escribió: “Klein podría haber revelado la

narrativa de nuestro tiempo”, y fue nombrado uno de los mejores

libros de 2007 por el Village Voice, Publishers Weekly, The

Observer y Seattle. Los irlandeses Times describe los

argumentos de Klein como “peso” con el Dr. Tom informes que

clonan “sistemáticamente y con calma se muestra al lector” la

forma en que los neoconservadores estaban íntimamente ligadas

a los eventos sísmicos que “dio lugar à la pérdida de millones de

vidas”. Cerca del final de la revisión del Dr. clonan ofrece una

síntesis de Klein-argumento central de que el proyecto

neoconservador no se trata de “la implantación de la

democracia”, pero una receta represiva de la maximización del

beneficio global para una pequeña élite. “Los neoconservadores

ver la proporción ideal de super-ricos-pobres como permanente

consistente con una súper clase de oligarcas empresariales y sus

compinches políticos de los 20%”. El 80% restante de la

población del mundo, los pobres “desechables”, que subsisten en

la “miseria planificada” que no pueden pagar una vivienda

adecuada, la educación o la asistencia sanitaria privatizada.

The Independent calificó al libro de “una cuenta convincente de

la forma en las grandes empresas y la política uso desastres

globales para sus propios fines”, mientras que Stephen Amidon

del New York Observer lo llama un “estudio de peso del corazón

oscuro del capitalismo contemporáneo

Mixta

Shashi Tharoor en el Washington Post dice que La doctrina del

shock tiene la crítica de Klein del capitalismo un paso

importante, pero también dice que Klein “es demasiado lista para

ver conspiraciones donde otros puedan discernir poco más que el

modelo todo-demasiado-humano del caos y la confusión, las

buenas intenciones y la codicia “

Críticas

En el London Review of Books, Stephen Holmes criticó su

ingenuidad para percibir y confundir la ortodoxia de libre

mercado “con el comportamiento de las empresas

depredadoras.” John Willman del Financial Times lo describe

como “una obra profundamente errónea donde se mezclan

fenómenos juntos y dispares para crear algo seductor, pero que

en última instancia, posee un argumento deshonesto.” Tom

Redburn en los estados de New York Times dice que “lo que ella

mas oculta es el papel necesario del capitalismo emprendedor en

la superación de la tendencia inherente de cualquier sistema

social establecido a caducar en el estancamiento”. Jonathan

Chait escribió en The New Republic que Klein “presta

sorprendentemente (pero, habida cuenta de sus premisas, no es

de sorprender) poca atención a las ideas de derecha. Ella

reconoce que el neoconservadurismo se encuentra en el corazón

del proyecto guerra de Irak, pero no parece saber qué es el

neoconservadurismo, y no hace ningún esfuerzo para

averiguarlo”. Robert Cole, de The Times dijo: “Klein se burla del

“complejo de desastres del capitalismo” y las ganancias y las

privatizaciones que van con él pero no proporciona una crítica

convincente argumentando los principios del mercado libre, y sin

ésta, La doctrina del shock desciende en una maraña de historias

que a menudo son preocupantes, a veces interesantes y, en

ocasiones, bizarras.” El economista Tyler Cowen, quien llamó à la

retórica de Klein “ridícula” y el libro de un “verdadero desastre

económico”, dice que el libro contiene “una serie de demandas

inventadas, tales como la sugerencia de que Margaret Thatcher

 creó la crisis de las Islas Malvinas para aplastar a los sindicatos

y endosar el capitalismo sin restricciones sobre un público

británico poco dispuesto.” Fred Kaplan, dijo que la

representación de Naomi Klein de la crisis constitucional de 1993

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de Rusia como un “enfrentamiento entre capitalistas al estilo de

Chicago y los demócratas honorables es ridícula”.Johan Norberg,

del Instituto Cato critica el libro diciendo que “El análisis de

Klein es erróneo y sin esperanza en prácticamente a todos los

niveles”. Norberg encuentra fallas en aspectos específicos de los

análisis, como las protestas de Tiananmen de 1989, que afirma

no aplastar à la oposición a las reformas pro-mercado, pero en

realidad causado la liberalización de residencia durante

años. Klein respondió en su sitio a tanto Norberg y reclamar

tanto había tergiversado sus posiciones. Klein afirma Norberg

había erigido un hombre de paja, afirmando que su libro es sobre

un hombre, Friedman, pero que en realidad es de una “tendencia

multifacética ideológica”. Norberg nuevo Klein respondió que

“defiende realmente solamente uno de sus demandas centrales

que critiqué. En lugar ella da la impresión que acabo de intentar

encontrar pequeños errores aquí y allí en su libro.

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Tags: Avi Lewis, capitalismo, El Ladrillo, El Milagro de Chile,

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