el "para todos" como retorno de lo universal
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V Jornadas Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea, Bs. As. 2014El "Para Todos" como retorno de lo universalMariangel Alvarez (UBA, Ciencias de la Comunicación)TRANSCRIPT
V Jornadas Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea, Bs. As. 2014
Título: El “Para Todos” como retorno de lo universal
Autora: Mariangel Alvarez (UBA, Ciencias de la Comunicación)
Introducción
Me interesa reflexionar en torno a la vigencia de las narrativas universales en la
sociedad contemporánea. Se indagarán algunas líneas de análisis acerca de las
operaciones discursivas que permiten que un relato asuma el lugar de representación de
lo universal y constituya una identidad política. Para ello, me voy a centrar en uno de
los discursos que, entiendo, asume el lugar de retorno de lo universal en la política
argentina. Analizaré algunos de los usos del significante “Para todos” en las medidas y
planes del período de Cristina Fernández de Kirchner en la Presidencia. Me interesa
pensar cómo se ha delimitando la identidad del “todos” como representación del
universal argentino, a través de un análisis de discursos presidenciales del período.
A partir de las distintas lecturas que realicé, fueron surgiendo preguntas acerca del
estatus de lo universal en una época en la cual proliferaron múltiples demandas
particulares, como correlato a la caída de las grandes reivindicaciones de la ciudadanía.
Indagaré acerca de lo que yo considero una tercera posición que trabaja Ernesto Laclau
en su obra. Una primera postura que recorre el autor, es aquella en la cual los relatos
universales asumen el lugar de destino único y último de todas las sociedades. Como
contrapartida a esta postura y a raíz de la caída de estos grandes relatos modernos,
surgió una disgregación de las identidades políticas, y un desmembramiento de esos
universales en múltiples demandas particulares. El autor considera que ambas categorías
no son excluyentes sino que permiten pensar el horizonte de lo político, implica
considerar el concepto de lo universal como dimensión de toda operación de
conformación de una identidad política, un proceso que afirma el autor es contingente y
dinámico y en el cual es imposible la erradicación del conflicto (Laclau; 1996). Desde
este punto de partida el objetivo es encontrar y problematizar acerca de estas
operaciones de conformación de un discurso político.
Las preguntas que este debate suscita provienen de dos ejes temáticos principales. Por
una parte, cuáles son las operaciones discursivas que permiten que un significante
asuma ese lugar de lo universal y porqué es una categoría vigente para pensar una
identidad política. Y por la otra, qué lugar ocupa en esta teoría lo particular, y la
imposibilidad que tiene ese universal de representar a la totalidad social.
PALABRAS CLAVE: Discurso-Universal-Conflicto-Operación-Identidad
1. Un nuevo lenguaje
A partir de los años 80 se ha dado un debilitamiento de las grandes narrativas que
sostenían la modernidad: el progreso inagotable de la razón, los grandes sujetos
colectivos, los sistemas económicos, la revolución como momento fundante y
transformador. Algunos autores llaman a esta era, Posmodernidad. Hace alusión Laclau
en Emancipación y Diferencia (1996) a la condición Posmoderna como un
“apartamiento generalizado de lo político” (p.149). Se asiste, afirma el autor, a la
muerte de El Sujeto y al surgimiento público de numerosas minorías (y no tanto), sus
demandas y con ello nuevos conflictos. Las continuadas crisis del sistema capitalista
pero así también los fracasos que demostraron los proyectos alternativos generaron un
desencantamiento por lo político y lo colectivo. Laclau plantea en Desconstrucción y
Pragmatismo (1998):
“En muchos países del Tercer Mundo, por ejemplo, el desempleo y la marginalidad social desembocan en identidades sociales destrozadas en el nivel de la sociedad civil y en situaciones en las cuales lo más difícil es constituir un interés, una voluntad para ser representada dentro del sistema político. En estas situaciones, la tarea de los líderes populares consiste, con bastante frecuencia, en proporcionar a las masas marginadas un lenguaje a partir del cual se vuelva posible la reconstitución de su identidad y su voluntad política ”. ( pp. 102 y 103)
Se lleva a cabo un abandono de las ideas universalizantes y se asiste a una explosión de
las particularidades. Se pierden los relatos que abarcaban a un gran número de personas
y proliferan gran cantidad de demandas que rechazan la idea de “lo universal”. Pero se
pregunta Laclau (1996): ¿son las relaciones entre universalismo y particularismo
simples relaciones de mutua exclusión? (p.46). Y contesta, que la lógica de la pura
diferencia es imposible en tanto esta ubicada en el terreno de lo político, las luchas
particulares apelan inevitablemente a lo universal.
Aquí interesa plantear las estrategias y operaciones discursivas que transforman lo
universal en un horizonte posible. ¿Cómo sortear la brecha de la imposibilad y lograr el
para todos?:
“lo universal, como hemos visto, no tiene un contenido concreto propio (lo que lo cerraría en sí mismo) sino que es el horizonte siempre más lejano que resulta de la expansión de una cadena indefinida de reivindicaciones equivalentes”. (Laclau, 1996, p.67)
Y justamente es esa lógica de construcción y delimitación permanente la que hace a la
práctica, una práctica contingente y dinámica. Laclau introduce la idea de Cadena de
equivalencias, en cierto momento las distintas demandas confluyen y una demanda
particular asume la representación del resto a través de un significante vacío, que es
capaz de articular todas esas demandas. Esta ha sido una de las estrategias, que
considero, ha vehiculizado la política kirchnerista en la última década. Hablo de la
construcción de un nuevo lenguaje. Este lenguaje implicó un movimiento de apertura y
participación hacia vastos sectores de la sociedad antes excluidos en varios planos, pero
principalmente en el discursivo. La particularidad del kirchnerismo es constituir a través
de estos significantes a áquellos que están adentro del gran relato:
“cuanto más extensa sea la cadena de equivalencias que un sector particular viene a representar y cuanto más se transformen sus objetivos en un nombre para la emancipación global, tanto más vagos serán los vínculos entre ese nombre y su significado original específico y más se aproximará al estatus de un significante vacío”. (Laclau, 2011, pp. 63y 64)
La sociedad argentina, previa llegada al kirchnerismo vivía lo que suele denominarse
una crisis institucional, caracterizada por un descreimiento y desconfianza general en el
sistema político. La Presidenta Cristina Fernández enuncia lo que Eliseo Verón (1987)
denomina zona descriptiva del discurso político En tanto, el discurso oficial asume la
función de crear un punto de quiebre en la historia reciente, se divide en un antes y
depués de la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia. Según Verón, esta articulación
entre el pasado y el presente, permite asumir al líder político el lugar de fuente de
coherencia y racionalidad. Menciona la Presidenta:
“Por casa, a partir de aquella debacle formidable que se da en el 2001, comienza en el año 2003 una lenta recuperación que tiene por objeto recomponer una fuerte deuda social que nos había llevado a tener una desocupación en el año 2003 del 25 por ciento. El ex presidente Kirchner, que hoy me acompaña, asumió con el 22 por ciento de los votos, en mi país
había más desocupados que los votos que él obtuvo para llegar a presidente, parece una paradoja, pero revela claramente la situación en la cual estaba nuestro país.(...) estaríamos cumpliendo en este sexto año el crecimiento económico más importante de los 200 años de historia que estamos a punto de cumplir en el año 2010”1
No fueron solamente las medidas para paliar la crisis institucional sino que a su vez, se
fue construyendo un nuevo modo de discurso político. En el relato presidencial suele
encontrarse con frecuencia esta idea de la anterior Argentina y la nueva Argentina:
“(…) chicos de casi 20 años, ya votaban pero no podían mirar un partido de fútbol desde sus casas si es que no tenían que pagar el cable, y después decían que éramos una Argentina moderna. Yo no creo en esas modernidades. Yo creo que una Argentina que permite el acceso a estos bienes públicos, a estos bienes sociales, es una Argentina diferente, más plural, más abierta.”2
El significante “Para todos” logró sintetizar esta idea de lo que previamente era una
Argentina de pocos y ahora es una Argentina para todos. Como afirma Laclau, es
necesario que el significante no esté demasiado unido con el significado para que pueda
ser efectivamente llenado por varias demandas insatisfechas, pero que a su vez, pretende
erigerse como el “real universal”. Lo universal en el discurso, es la dimensión que da
cuenta de la ausencia de la plenitud social. El elemento fundamental es la imposibilidad
en lo social de un cierre definitivo:
“lo universal es el símbolo de una plenitud ausente, y lo particular sólo existe en el movimiento contradictorio de afirmar una identidad diferencial y, al mismo tiempo, de anularla a través de su inclusión en un medio no-diferencial”(Laclau, 1996, p.57)
Allí se encuentra la fuente de la tensión, ya que ese universal también requiere ser
encarnado en un particular. Ante la pregunta de Judith Butler: “¿Seguimos
coincidiendo todos en que “hegemonía” es una categoría útil para describir nuestras
disposiciones políticas?” (2011, p.14). Contesta Laclau que sólo a través de la lógica
hegemónica se constituyen las relaciones políticas. Argumenta que podemos encontrar
esta lógica, al pensar en la relación de representación como una relación desigual de
poder, que se funda sobre una desigualdad pero permite un particular representar al
1 http://www.presidencia.gob.ar/discursos/32202 http://www.presidencia.gob.ar/discursos/3554
resto y constituir el orden social. Lo desigual es inherente a lo social, pero se puede
convivir con esta diferencia.
Los planes “Para todos” consisten en, por ejemplo: electrodomésticos (a través del
canje de usados por nuevos), comestibles (a precios más bajos que el mercado), la
transmisión de deportes en televisión abierta y gratuitamente. En el uso del significante
“Todos” se está incluyendo a sectores que antes no podían acceder a esos bienes y a
partir de esas medidas podrán hacerlo. En este caso, la Argentina de todos, refiere a un
acceso ampliado a determinados bienes de consumo, ese era el vacío que ocupa el
discurso oficial Afirmaba la Presidenta:
“Me decía recién el ministro De Vido cuando le preguntaba cuándo llegamos a la totalidad, me dice que este fin de año vamos a estar en las 70 señales, 70 torres. Esto es cubriendo el 80 por ciento del territorio. Yo te doy un changuí de no llegar a las 70 –mirá que buena que soy-, lleguemos a las 50 y con que lleguemos a las 50 o a las 60, la mitad, estamos hechos para seguir adelante. Porque vamos a seguir adelante. (APLAUSOS)También la Televisión para Todos, TV para Todos, un poco el complemento también de Fútbol para Todos. Es que yo soy una Presidenta a la que no le gusta la Argentina de pocos. La verdad que me gusta la Argentina de muchos, de todos.”3
Judith Butler introduce el concepto de “universalidades en competencia” (2011, p.167).
En relación a la noción de universalidad como lugar vacío, la autora se pregunta si
existe algo previo a lo que se pueda apelar como lo universal: “¿pero es semejante
noción de universalidad alguna vez tan vacía como se postula que es? ¿o hay una forma
específica de la universalidad que sostiene la pretensión de ser “vacía”?” (2011, p. 172)
Laclau plantea que este significante vacío representa, justamente, esa totalidad
imposible de cerrarse. Afirma que todos los sistemas de significación se cierran de
modo catacrésico, esto quiere decir que la representación es siempre figurativa “Una
cierta particularidad transforma su propio cuerpo en la representación de una totalidad
inconmensurable” (2006, p.26). Interesa pensar ahora, de qué forma son interpelados
aquellos que no están adentro del discurso pero de todas formas lo hacen posible.
2. La cuestión de la Identidad y del sujeto3 http://www.presidencia.gob.ar/discursos/25190-inauguracion-de-una-nueva-estacion-digital-terrestre-en-jujuy-palabras-de-la-presidenta-de-la-nacion
La idea de un significante que toma la representación de varias demandas es
inseparable, como se mencionó, de la imposibilidad de eliminación del conflicto. Para
dar cuenta de este proceso, Laclau parte de la noción de Diferencia: algo es por su
relación negativa con lo que no es. En la misma línea, Chantal Mouffe (1998), toma de
Derrida la idea de “exterior constitutivo”. Ambos autores afirman, que la idea de
democracia es inseparable de la de conflicto, al ser imposible erradicarlo, los acuerdos y
los consensos son provisorios. Unido a la idea de Diferencia, Laclau toma el concepto
saussereano de sistema: en el sistema están los elementos que pertenecen a él y los que
quedan por fuera. La definición de lo que está dentro del sistema esta determinada,
también, por el exterior. De esta forma, el exterior se interioriza también como
identidad. Esa falta constitutiva es la que hace que se forje la identidad en base al otro.
Escribe Rodolphe Gasché (2008) en ¿Qué tan vacío puede estar el vacío?: “La
naturaleza diferencial de la identidad también hace que todas las identidades sean
equivalentes en la medida en que pertenecen a un único sistema, y comparten la
exclusión que fundamenta el sistema”.
En esta línea, afirma Laclau (1996) que el modo de definir al contexto del sistema, es
plantear como amenaza a la identidad lo que esta por fuera de él. Por lo tanto, se
desprende que el antagonismo sea constitutivo de toda identidad, y esta misma
imposibilidad hace a las identidades diferenciales pero también equivalentes. Y de aquí
surge, justamente, la posibilidad que un particular pueda asumir el rol de representación
de un universal, por lo tanto, que la relación entre lo particular y lo universal sea una
relación hegemónica como se mencionó en el apartado anterior. En esta línea, según
Verón (1987), una de las características del discurso político es organizar en torno a él,
al adversario. La identidad propia se define a través de límites. Es tan importante lo que
es enunciado como aquello a lo que Laclau llama contexto. Aún así, teniendo en cuenta
este punto, menciona Urs Stäheli (2008), hay que diferenciar el antagonismo que se
produce, de los que quedan más allá del límite discursivo, y lo que se plantea como
amenaza a ese sistema: “el sistema discursivo sólo se vuelve antagónico cuando
construye aquello que excluye como una amenaza contra sí mismo”( p.294). Una
dimensión esta dada por aquellos que son nombrados y que en términos de Verón
constituyen al contra-destinatario, con los cuales se pretende crear una discusión o
polémica, por ejemplo en el relato presidencial, se hacen presente estos destinatarios en
términos de “ monopolios” “algunos empresarios” “cierta prensa”:
“(...)Muchas veces en las tensiones entre lo que es el poder de la ciudadanía y las corporaciones, que siempre van a seguir existiendo, pero las corporaciones, que las hay, ya sean económicas o porque pueden ser hasta de carácter cultural también, lo importante es que no se vuelvan monopólicas. Porque cuando esas corporaciones se vuelven monopólicas, cuando esas corporaciones pretenden adueñarse de la vida, de la opinión, del patrimonio y del honor de los argentinos, vivimos en una sociedad menos democrática, vivimos en una sociedad más extorsiva, más sometida a la presión del qué van a decir o qué me van a poner si digo o hago tal o cual cosa.”4
Pero hay otras particularidades que no están mencionadas en el discurso de los que están
incluidos en el todos, ni tampoco como amenazas al sistema. Son los que en el relato
presidencial, no estan interpelados. En relación a esto se puede mencionar la siguiente
postura de Žižek (2011) acerca de las exclusiones:
“La universalidad pasa a ser real precisa y únicamente cuando vuelve tematizables las exclusiones sobre las cuales se funda, cuestionándolas continuamente, renegociándolas, desplazándolas, o sea, asumiendo la brecha entre su propia forma y su propio contenido” (p109)
Los planes para todos, como se mencionó engloban políticas de acceso a determinados
bienes de consumo, son planes de accesibilidad. El todos, esta dirigido a determinado
sector: el que previamente no podía acceder a esos bienes, “para todos” es la puerta de
“acceso a”. Y el otro, la amenaza, son quienes impiden o dificultan lograr ese objetivo.
Las preguntas que deja abiertas el debate es qué sucede con aquellos que no están
mencionados en el discurso oficial ¿Cuáles son esas exclusiones, no tematizables, sobre
las que se funda este significante? ¿Cómo se articula el conflicto que no se plantea en
términos de amenaza? ¿ Cuáles son esas otras universalidades en juego? ¿Qué
operaciones impiden que éstas asuman ese lugar de representación?.
4 http://www.presidencia.gob.ar/discursos/3554
BIBLIOGRAFÍA
Butler Judith, Laclau Ernesto y Žižek Slavoj, 2011 Contingencia, hegemonía, universalidad. Diálogos contemporáneos en la izquierda. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica
Critchley, Simon y Marchart, Oliver (comps.) 2008 Laclau. Aproximaciones críticas a su obra. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica
Laclau, Ernesto y Mouffe Chantal, 1987. Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia. Madrid. Siglo XXI.
Laclau, Ernesto, 1996 Emancipación y Diferencia. Buenos Aires. Ariel
Laclau, Ernesto, 2006 Ideología y Posmarxismo en Filosofía política del curriculum, Anales de la Educación Común. Año 2 N°4. Publicación de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires
Mouffe, Chantal (comp.) 1998 Desconstrucción y pragmatismo. Buenos Aires. Paidós
Verón, Eliseo, 1987 “La palabra adversativa. Observaciones sobre la enunciación política”, en AA.VV.: El discurso político. Lenguajes y acontecimientos, Buenos Aires. Hachette..