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boletín cinterfor 49 El Programa Regional Promoción de la participación de la mujer en la formación tØcnica y profesional: síntesis, orientaciones y futuro Silvia Galilea Sara Silveira En el segundo semestre de 1991, por iniciativa de la responsable del Area Mujer y Desarrollo, del Centro In- ternacional de Formación de Turín, de la Consejería Regional para la Mujer Trabajadora de la OIT y de Cinterfor, comenzó a ejecutarse el programa regional destinado a la Promoción de la Participación de la Mujer en la Formación Técnica y Profesional. Con esa iniciativa, las tres partes ejecutoras pretendían, en primer lugar, aprovechar la preocupación y atención manifestada, de larga data, en la región en cuanto a la necesidad de dar un nuevo impulso a las actividades de promoción y, en segundo término, favorecer y propiciar el traslado de metodologías y acciones exitosas desarrolladas en otros continentes para incrementar y mejorar las posibilidades y perspectivas de las mujeres en el ámbito laboral y educativo. Este artículo informa en tres grandes capítulos los antecedentes y desarrollo metodológico del Programa, las principales acciones desarrolladas en ese marco por las instituciones de formación profesional de los países de la región y las perspectivas de futuro en cuanto a su desarrollo y concreción. 1. Antecedentes y desarrollo metodológico del Programa Desde 1975, Cinterfor había ma- nifestado su preocupación por el tema cuando, a travØs del Proyecto 102 (For- mación profesional de la mujer, apro- bado por la Comisión TØcnica en 1970, luego convertido en Proyecto 3.l.l) facultó la realización del primer esfuerzo sistemÆtico para poseer un diagnóstico sobre la situación del empleo y la formación profesional de la mujer en nueve países de AmØrica Latina. En los inicios de la dØcada de los ochenta, Cinterfor renovó su apoyo a No. 132-133, julio-diciembre 1995

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El ProgramaRegionalPromoción de laparticipación dela mujer en laformación técnicay profesional:síntesis,orientacionesy futuro

Silvia GalileaSara Silveira

En el segundo semestre de 1991, poriniciativa de la responsable del AreaMujer y Desarrollo, del Centro In-ternacional de Formación de Turín, de laConsejería Regional para la MujerTrabajadora de la OIT y de Cinterfor,comenzó a ejecutarse el programaregional destinado a la Promoción dela Participación de la Mujer en laFormación Técnica y Profesional .Con esa iniciativa, las tres partesejecutoras pretendían, en primer lugar,aprovechar la preocupación y atenciónmanifestada, de larga data, en la regiónen cuanto a la necesidad de dar unnuevo impulso a las actividades depromoción y, en segundo término,favorecer y propiciar el traslado demetodologías y acciones exitosasdesarrolladas en otros continentes paraincrementar y mejorar las posibilidadesy perspectivas de las mujeres en elámbito laboral y educativo. Este artículoinforma en tres grandes capítulos losantecedentes y desarrollo metodológicodel Programa, las principales accionesdesarrolladas en ese marco por lasinstituciones de formación profesionalde los países de la región y lasperspectivas de futuro en cuanto a sudesarrollo y concreción.

1. Antecedentes y desarrollometodológico del Programa

Desde 1975, Cinterfor había ma-nifestado su preocupación por el temacuando, a través del Proyecto 102 (For-mación profesional de la mujer, apro-bado por la Comisión Técnica en1970, luego convertido en Proyecto

3.l.l) facultó la realización del primeresfuerzo sistemático para poseer undiagnóstico sobre la situación delempleo y la formación profesional dela mujer en nueve países de AméricaLatina.

En los inicios de la década de losochenta, Cinterfor renovó su apoyo a

No. 132-133, julio-diciembre 1995

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estas actividades propiciando el esta-blecimiento de unidades piloto de co-ordinación de la capacitación de lamujer en ocho países de la región, conel propósito de que sus experienciassirvieran de modelo de referencia parala puesta en marcha de iniciativas si-milares en otros países. Todo ello,sumado a la actividad desarrollada porla Consejería Regional para la MujerTrabajadora, respaldando las accionesgubernamentales, sindicales y empre-sariales para incorporar y aplicar lasnormativas de la OIT en materia deigualdad de oportunidades y trato paralas mujeres trabajadoras, creaba unterreno propicio para, ante las profun-das transformaciones económicas ytecnológicas que caracterizan al últi-mo decenio del siglo XX, encarar unnuevo programa de promoción de laparticipación femenina.

Paralelamente, la OIT contaba conla experiencia de proyectos con igua-les objetivos ejecutados en Filipinas,Pacífico Sur y en nueve países miem-bros de la Commonwealth Associationof Polytechnics in Africa (CAPA).Este último, en especial, resultaba deimportancia porque permitía la trans-misión de una metodología e inclusode los instrumentos básicos aplicadosfacilitando así un desarrollo más rápi-do y menos costoso.

En ese marco se invitó a institu-ciones de formación profesional (IFP),representativas de nueve países deAmérica Latina para que, a través dela designación de investigadoras, se

incorporasen al Programa cuyo obje-tivo de desarrollo era «el mejoramien-to de la situación laboral de las mu-jeres mediante la apertura de nuevasopciones ocupacionales, la recali-ficación del trabajo por ellas desem-peñado y la asistencia en la inser-ción al mercado de empleo (asalaria-do e independiente)».

Su ejecución se inició en setiem-bre de 1991 mediante un Taller deInducción realizado en la sede de Cin-terfor, en Montevideo, donde se acor-daron las pautas metodológicas y serealizó la revisión y elaboración defi-nitiva de los instrumentos de análisis.Participaron: el Consejo Nacional deEducación Técnica (CONET), de Ar-gentina; el Servicio Nacional de Apren-dizaje Industrial (SENAI), de Brasil; elServicio Nacional de Aprendizaje(SENA), de Colombia; el Instituto Na-cional de Aprendizaje (INA), de CostaRica; el Instituto Nacional de Capacita-ción Profesional (INACAP), de Chile;el Servicio Ecuatoriano de CapacitaciónProfesional (SECAP); el Instituto Na-cional Tecnológico (INATEC), de Ni-caragua; el Consejo de Educación Téc-nico-Profesional (UTU) y el InstitutoTecnológico ORT, de Uruguay; y el Ins-tituto Nacional de Cooperación Educa-tiva (INCE), de Venezuela.

También colaboraron con la re-misión de datos estadísticos otras cin-co instituciones totalizando, en laconstrucción del diagnóstico, docepaíses y quince instituciones de for-mación.

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El propósito de la fase de investi-gación fue el de «ofrecer a gobiernos,instituciones y organizaciones unmarco de referencia preciso para laelaboración de políticas y programaspara la promoción de la participaciónfemenina en el mercado laboral, enespecial en las áreas no tradicional-mente femeninas, con alto contenidotecnológico y en el quehacer empre-sarial».

La investigación realizó un diag-nóstico sobre los alcances de la pre-sencia femenina en el mercado labo-ral y en la formación, y sobre las con-diciones, los obstáculos y los elemen-tos favorecedores de esta participación.Para la aproximación cuantitativa seapeló al procesamiento de los datosestadísticos disponibles a nivel insti-tucional y de país y, en su ausencia,se procedió a elaborarlos. Esto fueespecialmente importante para aque-llas instituciones que, en el inicio de1990, aún no disponían, por ejemplo,de matrícula por sexo y especialida-des, lo que estaba indicando el gradode invisibilidad y desatención que laparticipación femenina merecía en laeducación técnica y en la formaciónprofesional.

Para la aproximación cualitativase apeló a encuestas de opinión, conformulario único para toda la regióny elaborados específicamente para cadauniverso. Así, se entrevistaron estu-diantes, docentes y directivos/as de lasIFP así como empleadores, personalfemenino en cargos técnicos o traba-

jadoras en áreasno tradicionales,microempresariasy, de existir, a los/las responsablesdel diseño de po-líticas en los Mi-nisterios de Edu-cación, Trabajo,Oficinas de laMujer y dirigen-tes sindicales enlas áreas de Polí-tica, Capacitacióny Mujer.

La aplicación de todos estos ins-trumentos permitió la composición deuna muestra regional verdaderamenterepresentativa y, como primer produc-to, se obtuvieron nueve informes quepermitieron la construcción del mar-co de referencia a nivel nacional.

Para analizar y uniformar los ha-llazgos de los diagnósticos nacionalesse realizó, en marzo de 1992 en lasede de Cinterfor, un Taller de análi-sis e interpretación de datos y reco-mendación de políticas. Este esfuer-zo de análisis comparativo mostró lasacentuadas semejanzas entre los dis-tintos países que avalaron caracteriza-ciones, de valor de género, acerca dela situación de la mujer las que sevolcaron en un documento de síntesisy sugerencias para la acción.

La etapa de investigación se ce-rró con la preparación de un docu-mento («Participación de la mujer en

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la formación técnica y profesional enAmérica Latina - Síntesis Regional»,elaborado por Sara Silveira, y editadopor Cinterfor/CIF/OIT en 1992). Coneste documento se buscó disponer deun instrumento de reflexión y diag-nóstico regional de utilidad para quie-nes tienen la responsabilidad de deci-dir políticas y elaborar estrategias des-tinadas a mejorar e incrementar laparticipación femenina en el mercadolaboral.

Con la solidez del diagnóstico queaportó la fase de investigación se en-caró la segunda etapa del Programa,destinada a «Desarrollar y perfeccio-nar la capacitación de directivos yresponsables de la planificación yprogramas de formación profesionalen el diseño e implementación de pla-nes de acción para promover la par-ticipación femenina en la formaciónprofesional, mediante un examencomparativo de las estrategias, polí-ticas y programas llevados a cabo anivel internacional». Para ello se rea-lizó en el Centro de Turín (set.-oct.1992) el curso «La mujer trabajado-ra y las profesiones técnicas» en elque participaron 20 representantes delas IFP involucradas, más el ServicioNacional de Capacitación y Empleo(SENCE), de Chile, que se incorporóasí en forma plena al Programa.

Es precisamente a partir de estaactividad formativa que puede hablar-se de la construcción de un estilo detrabajo, estructurado en torno a lacomplementación, la cooperación ho-

rizontal entre instituciones y países,la socialización de éxitos y fracasos,la creatividad para eludir los carrilesburocráticos y la incorporación de ladimensión afectiva como motor parala acción y como herramienta y meto-dología para el logro de la equidad.En efecto, el curso de Turín permitióconsolidar un grupo de trabajo inicia-do en Montevideo transformándolo enun equipo capaz de -a partir de un pro-ceso metodológico ampliamente par-ticipativo- generar sinergias e identifi-car debilidades y fortalezas de cadauno de sus componentes, de forma talde aprovechar éstas para que actúencomo apoyo y potenciación de aqué-llas. La posibilidad de conocer yevaluar experiencias de países einstituciones muy dispares pero conlos mismos objetivos así como la decompartir instrumentos y métodosconcretos de trabajo permitió la im-plantación de novedosos planes deacción y la elaboración de estrategiasde complementación entre los y lasparticipantes.

Este metodología se tradujo, encuanto a lo teórico, cuando a partirdel análisis de los materiales de la fasede investigación, se identificaron lasprincipales áreas claves o ámbitos enlos cuales es posible detectar discri-minación y obstáculos para el desem-peño laboral y profesional de las mu-jeres. Se definieron así tres grandesáreas prioritarias de intervención: elcontexto sociocultural, económico yeducativo; el mercado laboral; y el sis-tema de formación profesional.

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A su vez, en cada una de estaáreas se identificaron subáreas y losprincipales obstáculos para la plenaigualdad de oportunidades para lasmujeres. Así, por ejemplo, el análisisdel sistema de formación profesionalpermite identificar dos subáreas don-de se concentran las barreras aludi-das: la orientación profesional y laoferta educativa. Simultáneamente,cuando se focaliza la oferta educativase constata que elementos de discri-minación indirecta aparecen en variosniveles: en los contenidos y modelospropuestos que perpetúan los estereo-tipos de profesiones «femeninas» y«masculinas»; en los currículos einfraestructuras locales, pero tambiénen la inexistencia o en el sesgo de laspasantías e incluso en la metodologíade enseñanza-aprendizaje.

A partir de este esquema teó-rico se fueron desarrollando las ac-ciones del Programa así como los pla-nes de acción a ser realizados por lasinstituciones participantes. Estos re-flejan claramente las prioridades decada institución y las posibilidadestécnicas y materiales para su ejecu-ción.

Desde el punto de vista operati-vo, se definió una metodología de se-guimiento, consolidación y promociónde los planes de acción elaborados enla fase formativa del curso de Turín.Para ello se definieron los roles y res-ponsabilidades de los distintos com-ponentes del Programa y se elaboróun plan de trabajo con objetivos y

eventos preprogramados. Respecto delos primeros se estableció que:

� Los tres entes promotores delPrograma asumieron el compromisode mantener sus esfuerzos de coordi-nación en el diseño de estrategias y laobtención de recursos para continuardesarrollando las sucesivas instanciasdel mismo. Asimismo se comprome-tieron a alimentar en forma constantea las IFP, con información y materia-les, para consolidar y desarrollar lainstrumentación y capacidad de losresponsables de sus políticas destina-das a la mujer.

� La Consejería Regional para laMujer Trabajadora, el Consejero Re-gional en Formación Profesional yCinterfor, aprovechando sus viajeshacia los distintos países integrantesdel Programa, tomaron a su cargo elseguimiento de las acciones, la coor-dinación de las instancias de coopera-ción horizontal y el apoyo y sensibili-zación a nivel político tanto en el ám-bito institucional como nacional.

� Cinterfor asumió la responsa-bilidad de monitorear las actividadesmediante la sistematización semestralde sondeos de avance requeridos a lasIFP.

� Las/los representantes de lasIFP se comprometieron a ejecutar losplanes de acción elaborados, realizarla promoción del Programa tanto alinterior de las instituciones como anivel nacional, y a extremar los es-

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fuerzos y la creatividad para trabajaren forma conjunta con todas las orga-nizaciones comunales y regionalesdedicadas a la mujer. Además, pro-pusieron apoyar y ofrecer asistencia alas restantes IFP integrantes del Pro-grama en todas aquellas áreas o acti-vidades en las que poseían mayoresconocimientos o medios técnicos ade-cuados, concretando así la propuestade cooperación horizontal.

Respecto del plan de trabajo y susobjetivos, una síntesis apretada de lorealizado en los últimos tres añosmuestra las siguientes actividades:

� Publicación del documento«Reorientación de la formación pro-fesional de la mujer», elaborado porDaniela Bertino y Sara Silveira con lacolaboración de Petra Ulshoefer y Cin-terfor, Ginebra, IDP Women/WP 21,mayo 1994. Este documento se pu-blicó en el marco del Proyecto Inter-departamental para la Igualdad deOportunidades en el Empleo, de la OITy en él se buscó sistematizar las expe-riencias y metodologías exitosas enAmérica Latina y algunos países eu-ropeos, como guía y referente opera-tivo en el diseño de estrategias y polí-ticas en materia de formación profe-sional de las mujeres y de igualdad deoportunidades y trato en el empleo.

� Seminario Regional de Eva-luación de los Avances del Progra-ma, noviembre de 1993, Costa Rica.Fue copatrocinado y coauspiciado porel INA, cumpliendo así con su aporte

a la continuidad del Programa y sepreparó con base en los sondeos deavance sistematizados por Cinterforque permitieron el seguimiento de losplanes de acción elaborados en Turín.Además, mediante la constitución degrupos de trabajo temáticos se anali-zaron las acciones desarrolladas, losavances, las dificultades, aspectos amejorar y reforzar y los factores in-fluyentes en cada una de las siguien-tes áreas: campañas de sensibilización,orientación laboral, capacitación, in-serción laboral y cooperación bilate-ral e internacional. Igualmente se es-tableció un mecanismo de coordina-ción y monitoreo, así como nuevas lí-neas de acción tendientes a la consoli-dación y ampliación del programa.

� Realización de dos seminariossubregionales en el CONET, de Ar-gentina, sobre «Mujer, educación téc-nica y formación profesional», ins-trumentados sobre la base de la co-operación horizontal interinstitucional.Fueron coauspiciados por OREALC/UNESCO, OEA y Cinterfor y parti-ciparon los representantes de las IFPdel Cono Sur integrantes del Progra-ma y se amplió su influencia y pene-tración, incorporando a Bolivia y Pa-raguay.

� Formulación de un proyectoregional, referido al «Fortalecimientode la formación técnica y profesionalde mujeres de bajos ingresos» con fi-nanciamiento del BID/FOMIN, defi-nido como continuación y profundi-zación de este Programa, que sería

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ejecutado en Argentina, Bolivia, Cos-ta Rica y Ecuador y tendría a Cinter-for como responsable de la articula-ción y la asistencia técnica.

� Taller de seguimiento del Pro-grama (noviembre de 1994 en Santia-go de Chile) con la cofinanciación delos organismos ejecutores y del SENCE/Ministerio del Trabajo y PrevisiónSocial de Chile. Este taller tuvo tresobjetivos: la consolidación y evalua-ción del Programa enlas IFP fundadoras;la ampliación de laexperiencia a nivelregional involucrandoa nuevos países in-teresados; y la iden-tificación de instru-mentos y métodosconcretos de aplica-ción de dos grandesáreas prioritarias deacción: sensibiliza-ción y orientaciónprofesional y laboral.

Los principalesresultados de esteTaller son claros indicadores de loslogros de la metodología planteada:

� El Programa se ha extendidoa quince países de la región mediantela incorporación de las IFP de Boli-via, Honduras, México, Paraguay,Perú y República Dominicana.

� Las IFP se comprometierona buscar mecanismos que permitan

la continuidad del Programa y lareiteración de Seminarios Técnicos yde Seguimiento de los planes de ac-ción, apelando a la articulación deaportes entre IFP que actúen deanfitrionas -como ya lo hicieron el INAy el SENCE- y bajo la coordinaciónde los organismos ejecutores. Asimis-mo, la responsabilidad de alimentarun banco de materiales, centralizadoen Cinterfor, sobre la temática delPrograma y actualizar el Banco de

Datos de la Red deexpertos/as de Cin-terfor incorporandoáreas de conocimien-tos técnicos en géne-ro, orientación labo-ral y profesional paramujeres y promo-ción de la igualdad.

� Se elabora-ron instrumentos desistematización pa-ra la realización detalleres y campañasde sensibilizaciónasí como para accio-nes de orientación

profesional y laboral.

� Se distribuyó a las IFP un pro-grama informativo en Hypertexto rea-lizado por el Centro de Turín sobre«Mujeres y Formación Profesional enAmérica Latina» que constituye unnuevo aporte técnico al Programa.

� Se presentó el Programa Re-gional de la OIT «Capacitación para

CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACION, TURIN

ESCRITO POR:DANIELA BERTINO, SARA SILVEIRA

CON LA COLABORACION DE:PETRA ULSHOEFER Y DE CINTERFOR

REALIZACION MULTIMEDIAL:MAURICIO COSTANZA, STEFANIA BETTI,

MARIELLA BESATEALICIA CABALLERO, ERIKA VALDEBENITO

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la Búsqueda de Empleo para la Mu-jer en América Latina» y se puso adisposición de todas las IFP los ma-nuales elaborados para Chile, Colom-bia y Uruguay en su versión prelimi-nar, lo que facultará la extensión de lainiciativa a toda la región.

� Se definió un slogan comúny una propuesta gráfica de logo, apor-tada por el CONET de Argentina, parauna campaña regional de sensibiliza-ción. Para ella se previeron accionesde articulación entre las IFP y los equi-pos técnicos multidisciplinarios de laOIT: «Entremos juntos al 2000 conigualdad de oportunidades».

� Se definió una estrategia decolaboración horizontal entre las IFPy la OIT, de acuerdo con las necesi-dades y ofertas de cooperación yasesororamiento de las instituciones.

� Se realizó un exhaustivo tra-bajo de sistematización y recopilaciónde todos los materiales y experienciashabidas en el Programa hasta noviem-bre de 1993, que dio lugar a la publi-cación «Caminando hacia la igual-dad en la formación y el empleo: dosaños de experiencia en América La-tina», trabajo realizado por LigiaSánchez, que consta de un documentoprincipal y doce anexos.

� Por último, la evaluación delPrograma realizada por María Angé-lica Ducci, responsable del Departa-mento de Políticas de Formación dela OIT, quien participó en el Semina-

rio de Santiago de Chile, abrió posi-bilidades de difusión de la experien-cia a través de las publicaciones de laOIT y en su presentación, como ejem-plo de un programa novedoso y exito-so de igualdad de oportunidades, a laCuarta Conferencia Internacional delas Naciones Unidas, de Beijing.

2. Areas de impacto delPrograma: las principalesacciones desarrolladaspor las IFP

Como consecuencia del desarro-llo del Programa, las instituciones deformación profesional han abordadodiversas áreas y subáreas de interven-ción y establecido múltiples estrate-gias tendientes a superar los obstácu-los y barreras que atentan contra unaparticipación más equitativa y cualitati-va de las mujeres en el mercado labo-ral. Entre ellas merecen especial men-ción las que se glosan a continuación:

i) Sensibilización de géneroen la formación técnica yprofesional

Las acciones en este ámbito estándestinadas a combatir los estereotiposy resistencias que, provenientes delcontexto sociocultural y educativo,determinan no sólo las opciones y «ro-les» femeninos sino también lasubvaloración y discriminación quecaracteriza el empleo de la mujer.Precisamente, los aportes de las in-vestigaciones y metodologías con di-mensión de género han permitido mos-

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trar cómo funciones, roles, profesio-nes «típicamente masculinas», en uncontexto, resultan ser «típicamente fe-meninas» en otro. En estos procesos,la influencia de los estereotipos socio-culturales y el peso de la «opinión pú-blica» es tan determinante que actuarpara estimular la toma de concienciay la divulgación de otras alternativasaparece como la única estrategia efi-caz. Se trata de visualizar y valorar lacontribución femeni-na en el trabajo pro-ductivo y repro-ductivo, construyendopoco a poco un «mo-delo» de mujer que nosea sólo el reflejo deestereotipos sexuales.

Es igualmente im-portante hacer cam-pañas sobre los dere-chos básicos de las mujeres, sobre laigualdad de oportunidades y la impor-tancia de compartir, hombres y muje-res, derechos y deberes, afectos y res-ponsabilidades.

Todas las IFP que participaron enel curso de Turín realizaron accionesinternas de sensibilización y divulga-ción del Proyecto y la amplia mayoríaencaró campañas de sensibilizacióndirigidas a la comunidad local y, envarias situaciones, con alcance nacio-nal. Ellas han tenido disímiles dimen-siones y formas, desde afiches, logos,vídeos hasta campañas multimedia. Enel Seminario realizado en Chile se ex-tremaron los esfuerzos por suminis-

trar a las IFP instrumentos de siste-matización de las acciones de sensibi-lización y divulgación. Estos definencon precisión los objetivos, poblaciónmeta, lenguaje, contenidos principa-les, indicadores y estrategias más ade-cuadas tanto para Talleres de sensibi-lización (instrumento más significati-vo para actuar al interior de las pro-pias IFP y con las estudiantes o susfamilias) como para una Campaña de

Sensibilización (diri-gida tanto al interiorde las IFP como a losdiferentes actores so-ciales externos). Lasrecomendaciones ela-boradas para esta úl-tima llaman la aten-ción acerca de la ne-cesidad de dosificary equilibrar la repre-sentación gráfica y

las voces de hombres y mujeres, evi-tar los ejemplos ajenos a la poblaciónmeta, prever la utilización de mediosalternativos, tradicionales e informalesy cuidar especialmente la relación entrelos objetivos específicos de la campañay su lenguaje y contenidos temáticos.

En este ámbito se destacó el aportedel CONET, de Argentina, (actualInstituto Nacional de Educación Téc-nica: INET) ya que es la entidad que,potenciando su infraestructura técni-ca y los servicios de su TelescuelaTécnica, pudo desarrollar en formamás intensa y completa una campañamultimedia titulada «Las profesionesno tienen sexo», concebida y realiza-

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da con una visión latinoamericana ypara su uso por las IFP participantessobre los programas de capacitacióndesarrollados por la institución argen-tina. La campaña se subdividió entres etapas dedicadas respectivamentea: la motivación, la concientización yla información sobre ofrecimiento deopciones formativas. A su vez, parala producción de vídeos se propusie-ron diversos enfoques: testimonial,entrevistas y mesas redondas y edi-ción de material de archivos.

La aprobación de un slogan co-mún es otra conquista y avance delPrograma que muestra, además, lapotencialidad de la cooperación hori-zontal al poner al servicio colectivoesfuerzos y logros particulares en unaverdadera política de sinergias.

Se han desarrollado instancias si-milares a la descrita: entre otras, la delDepartamento Regional del SENAI deSan Salvador de Bahía, que instrumentóla campaña publicitaria «La capacidadno depende del sexo» mostrando muje-res en oficios no tradicionales, con da-tos de participación y alternativas deempleo, dirigidas a los padres, las alum-nas y los empresarios. El INATEC deNicaragua y el INFOCAL de Boliviadesarrollaron trípticos, spots televisivosy cuñas radiales adaptadas a cada unade sus sedes regionales, con guiones queinstruyen acerca de la escasa participa-ción femenina en el desarrollo nacio-nal, explican algunas de las causales dela segregación e informan sobre losprogramas de capacitación existentes.

ii) Investigación sobre lasdemandas del mercado y laadecuación de la oferta delsistema de formación

El conocimiento preciso y funda-do del mercado de trabajo, así comode la formación profesional requeridau ofrecida para acceder a él tiene unvalor estratégico cuando llega el mo-mento de abordar políticas de promo-ción de la igualdad de oportunidades.

Igualmente, para tornar «visible» laparticipación femenina en la actividadeconómica actual y reflexionar sobre susperspectivas futuras, identificando nue-vas alternativas y perfiles ocupaciona-les, se necesitan metodologías de análi-sis e indicadores capaces de captar lasverdaderas dimensiones del aporte y elrol femenino. De igual manera, la exis-tencia de servicios de bienestar talescomo el cuidado infantil o el acceso aprogramas de salud, que son condiciónclave para enfrentar eficazmente cual-quier acción de promoción del empleoo de capacitación de la mujer. Todo elloexplica la necesidad de investigacionesconstantes que, desde una óptica de gé-nero, aporten los elementos de análisisy sistematicen experiencias que retro-alimenten el desarrollo de nuevas meto-dologías.

Tal como se mostró en el primercapítulo de este artículo, el Programademostró con claridad la importanciade este instrumento metodológico des-de que se estructuró y obtuvo su soli-dez, a partir del conocimiento preciso

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de la realidad de la formación de lamujer latinoamericana. A lo largo deesos cuatro años de desarrollo, las IFPparticipantes se esforzaron por conti-nuar en esta línea. Especialmente,encararon investigaciones de segui-miento de egresadas de los programasformativos para evaluar su impacto.Entre ellas se destacan las realizadaspor el SENAI de San Salvador de Bahia,el estudio de seguimiento del Programade Capacitación Laboral para Jefas deHogar del SENCE, de Chile, y el demujeres en actividades agrarias rea-lizado por alumnos de la UTU, de Uru-guay. De igual modo, y buscando de-sarrollar instrumentos sensibles demedición acerca de los costos labora-les por género y sobre las caracterís-ticas de fiscalización de las condicio-nes laborales de la mujer, el SENCEse encuentra desarrollando la tabulacióny el análisis de la información que segenerará a partir del sistema nacionalinterconectado de las Oficinas Muni-cipales de Colocación, de Chile.

Otra contribución muy importantede las investigaciones es la de aportarconocimientos sobre nuevas alternati-vas laborales para la mujer tal comolo ha hecho el INATEC al encarar es-tudios de viabilidad para la creaciónde microempresas femeninas en Ni-caragua.

Evaluando la experiencia obteni-da hasta ahora por las instituciones enesta área de intervención, cabe seña-lar que, a futuro, será necesario in-crementar sus vínculos con los cen-

tros académicos, de modo de mejorarla instrumentación metodológica quese dispone. También deberían inten-sificarse los esfuerzos por obtenernuevos descriptores de desempeño la-boral que permitan registrar las califi-caciones femeninas, que habitualmenteno han sido tenidas en cuenta en ladefinición de perfiles y en la jerarqui-zación de puestos de trabajo. En elcontexto actual de cambios en la or-ganización del trabajo, este tipo decalificaciones, en su mayoría desarro-lladas en el ámbito doméstico (aptitudpara trabajar en equipo, nuevas for-mas de liderazgo, atención diversi-ficada, adaptación en el relacionamien-to interpersonal, etc.) comienzan nosólo a ser requeridas sino especialmen-te valorizadas. Resultaría necesario,pues, definir indicadores que, al in-cluirlas en la descripción de puestos,habiliten nuevas instancias de certifi-cación de ellas.

En el mismo orden, existe claranecesidad, principalmente en el contex-to de los organismos internacionalesde promoción, en cuanto a mejorarlos indicadores de evaluación y redefi-nir los objetivos de los programas so-ciales, en especial los de capacitaciónde los recursos humanos.

En cuanto a los programas hastaahora destinados a las mujeres, y da-das las urgencias de la situación eco-nómica, los esfuerzos en los últimosaños se han concentrado en la modifi-cación y mejoramiento de las condi-ciones presentes de la mujer.

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Los indicadores de éxito que seestablecieron, sin embargo, fueron detipo cuantitativo (cantidad de cursosdictados, de mujeres capacitadas y tra-bajando o microempresas funcionan-do). Este tipo de mediciones (objeti-vas y sencillas en su definición y veri-ficación) no son suficientes para tes-timoniar otros logros -igualmente sig-nificativos, aunque de carácter cualita-tivo y con efectos de largo alcance- queaporta una política de capacitación condimensión de género y fomenta la for-mación y el mejoramiento de la calidadde los recursos humanos del país.

Las experiencias internacionalesen programas de capacitación de mu-jeres han aportado contundentes prue-bas sobre el papel que desempeñan enla exitosa inserción laboral de la mu-jer, el mejoramiento de su autoestima,el derecho a elegir su vocación con in-dependencia de prejuicios y estereoti-pos, la reflexión acerca de deberes yresponsabilidades en el cuidado de loshijos, el estímulo y la confianza queen ellas provoca el comprobar quepueden desempeñarse con eficienciay éxito en múltiples ocupaciones, etc.

iii) Información y orientaciónprofesional-laboral

Esta área de intervención se ca-racteriza por constituir un eje centralpara un aprovechamiento eficaz y efi-ciente de las acciones de aprendizajey de formación, así como para unabúsqueda de empleo y una inserciónlaboral exitosa.

El objetivo de un servicio de in-formación y orientación profesional-laboral es servir de apoyo a las usua-rias y usuarios en la definición de suproyecto ocupacional y en el procesode búsqueda de empleo e incorpora-ción al mundo del trabajo.

Algunos de los países, como Ar-gentina, Costa Rica, Chile y Nicara-gua, disponen de instancias a partirde las cuales se puede implementar esteservicio. Sin embargo, disponiendoincluso de las instancias antes señala-das, se requiere de una serie de requi-sitos que otorguen al proceso de infor-mación y orientación profesional-la-boral un sello particular y específico.

Los principales elementos cons-titutivos de este proceso, sin los cua-les las acciones que se realicen en estecampo no serán conducentes al obje-tivo de visibilizar opciones y actuaren consecuencia, están referidas a losiguiente:

� Elaboración de instrumentosmetodológicos que den cuenta de unitinerario y de un proceso que las usua-rias y usuarios deben seguir para ellogro de la definición de su propioproyecto ocupacional y laboral. Enalgunos casos se trata de la elabora-ción de un manual que recoge un iti-nerario de acción que va desde la pro-pia definición del proyecto de vida deéstos hasta la incorporación al mundodel trabajo. En otros se han elabora-do diversas herramientas metodológi-cas que tienen por objeto satisfacer las

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necesidades de usuarias y usuarios entérminos de sus aclaraciones persona-les, de formación, de aprendizaje, deapoyo a la inserción laboral, etc. Lomás importante es contar con instrumen-tos científicos, por tanto probados en lapoblación objetivo, que permitan otor-gar una información y orientación rea-lista y con perspectiva de futuro.

� Preparación de materiales di-dácticos que sirvan de apoyo a los ins-trumentos de información y orienta-ción, especialmente cuando se tratantemas cuya modalidad de acción es eltaller o la discusión en grupo. Gene-ralmente éstos se traducen en ejerciciossobre el tema, simulación de diversosescenarios con una o varias situacionesdefinidas, cartillas, vídeos, etc.

� Definición del perfil del orien-tador, que tendrá como función y res-ponsabilidad el diseño de la ejecuciónde estas actividades y, junto a la usua-ria, su correspondiente acompaña-miento.

� Diseño del programa de ca-pacitación dirigido a los orientadores,a objeto de que éstos crecientementese profesionalicen y especialicen comointermediarios entre los instrumentosde información y orientación, y lospotenciales usuarios y usuarias.

� Creación y/o especialización dealguna instancia dentro de las IFP o enconexión directa con ellas, encargada dellevar a cabo la función de informacióny orientación técnica-profesional.

La confluencia de estos elemen-tos y la disposición de las IFP a abor-dar el tema, deberían dar como resul-tado un programa de información yorientación profesional-laboral. Estese percibe como una de las bases delquehacer en el ámbito de la forma-ción, en el contexto de una adecua-ción creciente de la demanda de for-mación a los requerimientos actuali-zados del mercado de trabajo y comouna forma de contribuir al crecimien-to personal y profesional de la fuerzade trabajo.

Los países que se encuentran in-volucrados en este Proyecto de pro-moción de la participación de la mu-jer en la formación técnica y profesio-nal, han debatido esta línea de inter-vención. El avance en su desarrolloes diferente de acuerdo con cada país.Colombia, Chile y Uruguay son losque se encuentran en una fase demayor alcance, puesto que son su-jetos del Proyecto «Capacitación parala Búsqueda de Empleo de la Mujeren América Latina», ejecutado porla OIT con financiamiento delGobierno de España y administradopor los Servicios de Empleo/Oficinasde la Mujer de cada país, referido es-pecíficamente a esta materia. Dichospaíses diseñaron sus respectivos ins-trumentos metodológicos, es decir, unManual y una Guía para el orientadortomando como referencia un perfildeterminado de la potencial usuaria,las condiciones reales de desarrollodel mercado laboral nacional y lasposibilidades concretas de su ejecución.

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Las principales fortalezas queaparecen en los países para abordaresta temática es que la información yorientación profesional-laboral surgiócomo una demanda real a las necesi-dades de las IFP, puesto que venía acomplementar y otorgarle una dimen-sión de mayor integralidad a los pro-gramas de formación.

Por otra parte, si bien es ciertoque el éxito de la formación no se mideexclusivamente por la inserción labo-ral de sus egresados, apoyar a una tran-sición fácil y fluida en el proceso debúsqueda de empleo aparece con unaconnotación altamente positiva.

La gran mayoría de las IFP dis-ponen de instancias dedicadas, o queestarían en condiciones de dedicarse,a este tipo de tarea; por lo tanto nosignifica una inversión de gran mag-nitud, al tiempo que se cuenta con for-madores que estarían en condicionesde asumir la orientación con la pers-pectiva de género. También, gran partede estas organizaciones tienen trayec-toria en el diseño de materiales didác-ticos y en el apoyo a las beneficiariasy beneficiarios de este tipo de meto-dología, específicamente jóvenes quebuscan trabajo por primera vez, ce-santes de larga duración, personas quedesean cambiar de empleo e inactivas.

Sin embargo, es necesario elegiraquella instancia que registre el ma-yor cúmulo de información sobre mer-cado de formación a fin de disponerde antecedentes que permitan mostrar

las distintas opciones a las usuarias yusuarios, sobre la base de una meto-dología de detección de necesidadesque fluya de manera permanente, sis-temática y rápida para mantener el sis-tema actualizado.

Por otro lado, el área de informa-ción y orientación técnica-profesionalse constituye en un área temática in-serta dentro de un sistema de forma-ción, con sus características naciona-les y sus especificidades regionales ylocales. Por tanto, los sistemas en sídeben contener la lógica y los princi-pios que regulan esta actividad demanera descentralizada. Ello signifi-ca diseñar metodologías de detecciónde necesidades de formación, califi-cación de los cursos de formación yde los organismos que los efectúan,información actualizada sobre deman-da del mercado laboral, los requeri-mientos que éste exige a los distintostipos de oficios, ocupaciones y pues-tos de trabajo, tanto a nivel nacionalcomo regional y local. Situación quepuede evaluarse para algunos casos co-mo un obstáculo porque sólo se desa-rrollan algunas de las actividades yéstas más bien en forma centralizada.

iv) Acciones de formacióntécnica y profesional

Prácticamente la totalidad de lospaíses integrantes del Programa reali-zan actividades de formación a travésde «acciones positivas» tales comocursos para mujeres y/o a través decursos mixtos. Lo característico de las

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acciones positivas en este ámbito estárelacionado con el hecho de que laespecialidad que se imparte en el cur-so es complementada con módulospertinentes al desarrollo de competen-cias necesarias al desempeño comofutura trabajadora, a saber: afirmar laseguridad en sí misma y la autoesti-ma, visualizar las posibilidades dedesarrollo de destrezas, habilidades ycapacidades, etc. Ello conlleva a unaformación más integral y preparatoriaal mundo del trabajo.

Explicaciones sobre esta situacióntienen que ver con la educación for-mal de las participantes. Si bien noexiste diferencia entre hombres y mu-jeres en términos de los años de estu-dio y el rendimiento, esta enseñanzano contiene el desarrollo de este tipode competencias, las que se acentúanmás en las mujeres, puesto que la cul-tura y la sociedad tiende a reproducirlos roles tradicionales de mujeres yhombres, siendo de éstos el espaciodel mundo público y de aquéllas sóloel espacio del mundo privado.

Las actividades de aprendizajedeben considerarse dentro de un con-texto que podríamos denominar pro-ceso de formación en donde se perfi-lan, además del curso mismo, accio-nes de investigación, de elaboraciónde metodologías de trabajo, materia-les didácticos, currículos, actividadesde sensibilización, de información yorientación, de nivelación, entre otras.Este marco ha sido abordado por lagran mayoría de los países, puesto que

las IFP ejecutan sus propias accionesy cuentan con recursos humanos es-pecializados en estas áreas, con la solaexcepción de Chile que tiene un siste-ma de formación profesional en queel Estado sólo cumple una funciónnormativa y de supervisión de las ac-ciones formativas, que son ejecutadasa través del sector privado.

El avance que las IFP han logra-do en este Programa se destaca sobretodo en el ámbito de la formación,puesto que esta es su especialización,lo que ha resultado beneficioso parasu institucionalidad. Sin embargo, apesar del reconocimiento institucionalque tienen los programas de forma-ción en la gran mayoría de los países,subsisten algunos problemas relativosa la formación de formadores y forma-doras, instructores/as de especialida-des técnicas con la óptica de género,y por ende, de los currículos y mate-riales didácticos no sexistas que abranel abanico de opciones no tradicionalesde formación a las mujeres. Esto seobserva a nivel de América Latina engeneral y deben ser líneas de acción quese concreten en proyectos específicospara una consolidación del proceso deformación que realmente iguale las opor-tunidades entre mujeres y hombres.

v) Unidades coordinadorasdel Proyecto

Otra característica importante parael funcionamiento eficaz de estas uni-dades se refiere al perfil profesionalde sus integrantes. La experiencia de

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los países indica que éstas deben serpersonas con elevado grado de califi-cación en los procesos de formacióny empleo.

La institucionalización de la ins-tancia encargada del Programa, porparte de las IFP, se ha definido de dosformas alternativas:

a) se ubica a nivel de asesoría dela autoridad máxima; o,

b) se ubica en algún departamen-to o división correspondiente al niveljerárquico de las IFP, como una uni-dad asignada a la jerarquía.

La alternativa a), en la que seubican las IFP de países como Argen-tina, Costa Rica, Chile y Nicaraguapermite, por un lado, generar espa-cios de discusión y de posible inclu-sión de la perspectiva de género másallá de las actividades propias de for-mación de mujeres, como por ejem-plo: la alternativa de diseñar e implan-tar un proyecto de formación de for-madores y/o instructores técnicos conperspectiva de género para desarrollarsus actividades en todo el quehacerde la formación. Por otro, al ubicarseen el nivel asesor de la autoridad máxi-ma, es decir, al lado de la toma dedecisiones, se abren mayores posibili-dades para realizar las actividades delPrograma y otras relacionadas, a tra-vés de los departamentos, divisionese instancias existentes y que obedecena la jerarquía institucional, asumien-do dichas actividades el carácter dehabituales y permanentes. Trayecto-ria que con el desarrollo del Progra-

ma se ha ido observando en los men-cionados países.

La alternativa b) -en la que seubican las IFP de Brasil, Ecuador yUruguay, entre otros- facilita que lasacciones de formación sean ejecutadaspor las instancias jerárquicas de la ins-titución, lo que favorece su real puestaen marcha. Sin embargo, la proyecciónfutura del Programa hacia otras áreasque lo complementan y le dan un senti-do de mayor integralidad (como es «eltener presente la perspectiva de géneroen el quehacer institucional»), al noubicarse en los niveles de decisión, re-sulta una estrategia importante pero nosuficiente para el logro de los objetivosde igualdad de oportunidades en el cam-po de la formación.

De esta forma, es preciso que lasdistintas IFP evalúen su situación, cla-rifiquen sus objetivos y definan quétipo de estrategia desarrollar, que enmuchas ocasiones significa utilizar si-multáneamente unas y otras, siemprey cuando sean aquellas que se han es-timado como pertinentes en el planconsignado al efecto. Se debe ser crea-tivo, innovador, audaz pero con senti-do de realidad y de oportunidad.

vi) Relaciones internas/externas de las IFP para eldesarrollo de las accionesvinculadas a la formación

Uno de los elementos centrales devinculación para la realización de unPrograma de esta naturaleza se refiere

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a la capacidad para vender la idea alinterior de la IFP, como en cualquierotro proyecto, pero con una caracte-rística adicional en este caso, en untema nuevo que a veces resulta inquie-tante en algunos sectores de nuestrassociedades, de nuestros países y, porende, de nuestras instituciones.

Es posible, incluso, que esta idease venda al interior del sector público-vale decir, Ministerios previo a lasIFP- y que resulte, en primera instan-cia, un Programa «vendido» desde elexterior a las instituciones de forma-ción. Aun en esa eventualidad, laposición en que se encontrarían las IFPes positiva para encarar la sensibiliza-ción del tema tanto al interior de lainstitución como hacia el sector pú-blico. Más aún si existen Ministeriosy/u Oficinas de la Mujer en los paí-ses, por cuanto ésas serán las entida-des con mayor vinculación para gene-rar una ambiente favorable y adquirircompromisos gubernamentales en lamateria. El caso de las IFP de Ar-gentina, Costa Rica, Chile y Nicara-gua dan cuenta de este sistema de re-laciones intersectoriales que ha optimi-zado el uso de recursos y ha provoca-do un impacto más amplio sobre lanecesidad de igualar las oportunida-des entre mujeres y hombres.

Otro de los elementos importan-tes se refiere a las vinculaciones conlos organismos internacionales y go-biernos de países interesados en la te-mática y las oportunidades de aprove-char los espacios de colaboración para

generar iniciativas en los términos quesignifiquen beneficios mutuos. Mu-chas veces se desechan inconscientemen-te estas oportunidades, de modo que sedebe estar alerta a las condiciones pro-picias y a crearlas cuando no existen.

Algunos de los programas de for-mación para mujeres y otras activi-dades de apoyo que surgieron enpaíses de América Latina correspondenprecisamente a iniciativas y aportesde gobiernos, como el de Holanda conel Programa de Formación de Mujeresen el INFOCAL de Bolivia; y el de laComunidad Europea en el INA de Cos-ta Rica con el proyecto «Evaluación decampaña de sensibilización».

Por otra parte, el papel que handesempeñado permanente y sistemá-ticamente la OIT, específicamente Cin-terfor y el Centro de Formación deTurín, en cuanto a la motivación, sen-sibilización, patrocinio y financia-miento del Programa de Promoción dela Participación de la Mujer en la For-mación Técnica y Profesional en Amé-rica Latina, significó para las IFP queapostaron a esta iniciativa, su incur-sión en nuevos ámbitos de acción yuna nueva óptica de mirar, analizar yconcretar acciones de formación, aun-que ello se haya traducido, en primerainstancia, en planes piloto. La dispo-sición de estas instituciones interna-cionales y de otras en favor del trata-miento de la igualdad de oportunida-des, ofrece a las IFP recursos inestima-bles para abrir nuevas líneas de acción,sistematizar las experiencias piloto y

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otorgarles carácter de continuidad aaquellas que aparecen con altos gradosde eficacia en términos del logro de estaigualdad de oportunidades. Este Pro-grama se enmarca dentro de una políti-ca de equidad social y de género.

Una de las IFP que tiene expe-riencia sistemática en esta área esINATEC, de Nicaragua, que hamaximizado las contribuciones de dis-tintos gobiernos y de las organizacio-nes internacionales para el logro deavances en la igualdad de oportunida-des para mujeres y hombres en elámbito de la formación.

Un último elemento clave en elproceso de formación se refiere al pa-pel que deben desempeñar las organi-zaciones de empresarios y de trabaja-dores, no sólo porque tienen muchoque aportar al tema sino, sustancial-mente, porque son actores protagóni-cos de dicho proceso.

Las vinculaciones que con estossectores se logren, le otorgan a las ac-tividades a desarrollar un nivel de per-tinencia, de compromiso y deconfiabilidad que se visualizarán, en-tre otras cuestiones, en la calidad delproceso de aprendizaje y en la futurainserción laboral de las mujeres, porcuanto se llegará a acuerdos en el de-sarrollo de competencias para el tra-bajo y se tendrán actualizados conmayor periodicidad los currículos téc-nico-profesionales, materiales didác-ticos y metodologías de enseñanza-aprendizaje, al tiempo que se tenderá

a que los espacios de nuevos empleosque genere la economía se encuentrenacordes con este tipo de formación.Ello significa trabajar con las/los em-presarias/os y trabajadoras/es sobre eldiseño del plan de formación y los ser-vicios de apoyo requeridos para que lasmujeres dispongan de tiempo y tranqui-lidad para asistir a clases: cuidado in-fantil, flexibilidad en el establecimientode horarios en los cursos, entre otros.

En muchas IFP de los países in-tegrantes del Programa existen Con-sejos, Juntas o Comités a nivel de lasmáximas autoridades en que partici-pan los representantes de empresarias/os y trabajadoras/es como es el casode: CONET de Argentina, INA de Cos-ta Rica, INFOCAL de Bolivia, INATECde Nicaragua y SENATI de Perú.

Sin embargo, es preciso canali-zar esta participación desde las cúpu-las hasta las cámaras regionales o pro-vinciales y comunales, de manera deapoyar, con el funcionamiento de es-tas instancias, las metodologías dedetección de necesidades de formacióny su referente en una oferta pertinen-te, las distintas modalidades de apren-dizaje viables a las mujeres, los cur-sos de nivelación requeridos por al-gunos grupos específicos de mujeres,el desarrollo de prácticas laborales enempresas, pasantías, formación en laempresa y formación con contrato detrabajo, contrato de aprendizaje, etc,;todas formas de vinculación con elsector privado, en definitiva, con elsector empresarial y sindical. Estas

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vinculaciones no sólo aparecen bene-ficiando la formación sino seenmarcan dentro de la nueva culturade las relaciones laborales que enri-quecen y tienen una proyección en eldesarrollo personal y profesional delos actores.

A este respecto, la existencia deComisiones de Igualdad de Oportuni-dades en los Ministerios de Trabajo oEducación y en las IFP apoyan el de-sarrollo del tripartismo para la discu-sión de estos temas. En el caso deChile, la constitución de una de esasComisiones en el Ministerio del Tra-bajo y Previsión Social con participa-ción de representantes de las distintasdependencias del Ministerio, como esel caso del SENCE, ha significadofortalecer la ejecución de las medidascontempladas en la iniciativa del go-bierno sobre el Plan de Igualdad deOportunidades para las Mujeres 1994-99, por un lado, y por otro, abocarsedentro de su propio programa de tra-bajo, a la conformación de la comi-sión tripartita con representantes delas organizaciones de las empresarias/os y trabajadoras/es y del Gobierno,representado para estos efectos por elMinisterio del Trabajo y PrevisiónSocial y el Servicio Nacional de laMujer (SERNAM).

Dicha Comisión deberá abordar,entre otras cosas, la formación demujeres para acordar medidas a im-plantar por parte de los sistemas edu-cativo y de formación profesional vi-gente en el país.

3. Perspectivas de futuro

Las experiencias recogidas duran-te los casi cuatro años de ejecucióndel Programa evidencian, en formarotunda, la necesidad de abordar laformación de las mujeres desde unaóptica integradora que faculte la arti-culación entre las distintas acciones,aun las encaradas por actores diferen-tes, con el fin de colocar a las muje-res, objetos y sujetos del Programa,en una posición de mayores posibili-dades de competitividad en el merca-do. Esto también se traduce en mayo-res posibilidades de inserción laboral,no sólo en los empleos tradicionalessino en aquellos en los que predomi-na la participación masculina.

Si bien es cierto que no se cuentacon estudios de seguimiento específi-cos sobre el desenlace de las mujeresluego de finalizadas las actividades deformación, sí existen monitoreos ysupervisiones en el transcurso del pro-ceso. De ellos puede observarse quelas mujeres, cuando egresan de la ac-tividad específica, lo hacen con undesarrollo personal mayor del que te-nían en la situación de entrada al Pro-grama. Esta apreciación estaría indi-cando que se cumple parte de los ob-jetivos del Programa, por cuanto sepromueve esta participación femeninacon resultados personales y profesio-nales beneficiosos al grupo objetivo.

A pesar de los avances logradosen el Programa, se requiere profundi-zar en su desarrollo y procurar am-

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pliar su impacto a través de dos líneasde acción: las innovadoras de fortale-cimiento del Programa y las destina-das a profundizar en el Programa.

Líneas innovadoras defortalecimiento del Programa

Estas líneas se ubican en los ám-bitos de las relaciones estrechas en-tre el sector privado y el sector públi-co para enfrentar de manera más per-tinente la formación y, en consecuen-cia, de mayor aprovechamiento parala población objetivo que participa enlas acciones.

� Involucrar crecientemente alas organizaciones de empresarios yde trabajadores en la estrategia de de-finición de las actividades contenidasen el Programa. Ello incluye la parti-cipación en las acciones de sensibili-zación, especialmente en los mediosde comunicación, para que dicho sec-tor se sienta dispuesto a abrir suspuertas a la participación de las muje-res en sus unidades productivas. Tam-bién se refiere al diseño de nuevasfórmulas de vinculación con el sectorempresarial en el proceso de aprendi-zaje, especialmente por la vía de laspasantías, prácticas laborales, contra-tos de trabajo, etc., que acrediten anteel sector las verdaderas potencialida-des de las participantes y su proyec-ción futura. Ello contiene además unaparticipación en el diseño del procesode aprendizaje propiamente tal y enlas etapas de supervisión; lo que ga-rantiza calidad y acuerdo entre los

actores interesados en la formación delas mujeres.

Esta línea realmente alcanza unadimensión vital para aquellas IFP quese encuentran en procesos de privati-zación y/o en procesos de moderniza-ción y de reestructuración en térmi-nos de las funciones, responsabilida-des y compromisos que deban asumir.

Esta participación creciente delsector privado debe contemplarse aescala nacional, regional y local. Elobjetivo es que las distintas IFP lo-gren simultáneamente desarrollar es-tos medios, a fin de permitir que losaportes y los beneficios del desarrolloeconómico y social sean recibidos demanera equitativa entre las localida-des del país, teniendo presentes lasprioridades gubernamentales.

Los mecanismos para lograr estalínea de involucramiento y compromi-so del sector empresarial y sindicalpueden ser de distinta índole. Debie-ra recurrirse a los medios formales,es decir, la participación de ellos enlos Consejos, Comités u otras instan-cias de que disponen las IFP; a la crea-ción de una Comisión Tripartita so-bre la igualdad de oportunidades paralas mujeres en el trabajo, en donde laformación alcanza una importanciacrucial; organización o reorganizaciónde instancias comunales, del gobier-no local, como Consejos de desarro-llo comunal en que los distintos acto-res que componen lo que se denomi-na «las fuerzas vivas», se ocupan del

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tema empleo y aportan en el desarro-llo de algunas de las actividades.

La réplica del tripartismo a nivelregional y local puede constituirse enun instrumento energizante y de pro-yectiva, especialmente cuando el temade la organización de los sectores seha superado y en la medida que lasinstancias nacionales funcionen, pues-to que ambas podrían nutrirse de susexperiencias y retroalimentar el siste-ma de participación.

La responsabilidad de generar unamejor calidad de vida le correspondeal Estado y al conjunto de los actoreseconómicos y sociales. Por tanto, unaforma de enfrentar la situación es ocu-parse del tema empleo tanto en su acce-so como en su calidad y de las compe-tencias necesarias para un desempeñoeficaz y eficiente de la formación.

� La práctica de la integralidadde las acciones y de la necesidad delos acuerdos intersectoriales a nivelgubernamental para enfrentar exito-samente el Programa. Una visión mo-derna de la planificación social hablade la multidimensionalidad de los pro-blemas y de las situaciones, por ende,de que sólo una planificación que con-ciba todas las dimensiones intervi-nientes en la situación dará luz sobrelas alternativas de caminos a seguir.Las IFP pueden disponer de la mejorvoluntad y de recursos para empren-der y continuar el Programa de for-mación técnica y profesional de muje-res, no obstante, habrá aristas en las

que lógicamente se deberá conectarcon otros entes especializados en eltema, por ejemplo: cuidado infantilpara que las mujeres puedan asegurarsus participación en los cursos de for-mación; definición de proyectos pro-ductivos que pudiesen resultar del pro-grama de formación; el desarrollo deacciones de apoyo a la formación enconjunción con entes de la comuni-dad; etc.

� El diseño de estudios de se-guimiento y de evaluación del Pro-grama. En general, las actividadesde formación técnica y profesional sonmonitoreadas y seguidas durante eltranscurso de la actividad, pero casison inexistentes en las IFP el desarrollode las evaluaciones de resultados y deimpacto de los programas. La inversiónen este tipo de estudios es imprescindi-ble para detectar las necesidades delPrograma y de las acciones y es una delas mejores formas para retroalimentarlos conocimientos y aprendizajes y es-tar dispuestos a cambiar lo que puedaaparecer como no correspondiente a unescenario presente y futuro.

Líneas para profundizaren el Programa

� Las actividades de sensibili-zación al interior de las IFP sonactividades que deben transformarseen permanentes y sistemáticas. Las ex-periencias desarrolladas por las IFPson aún más bien pilotos, por tanto enel escenario de proyectar el Progra-ma, estas acciones adquieren el

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carácter de «habituales», a fin depermear a la institución de la pers-pectiva de género, más allá de las per-sonas que desarrollan el Programa. Laidea es que el programa continúe apesar de que sus pioneros ya no exis-tan.

� Otra línea que debe constituir-se en permanente es aquella relativa alos servicios de apoyo a las activida-des de formación, sean éstas dirigi-das sólo a mujeres o a cursos mixtos.Específicamente servicios de módulosde acompañamiento a las actividadesformativas: de autoestima, desenvol-vimiento en el mundo del trabajo, cur-sos de nivelación cuando el grupo lorequiera, etc. También es preciso di-señar un sistema de información yorientación profesional-laboral queincluya no sólo actividades de orien-tación, sino aquellas vinculadas a laintermediación laboral, es decir aquelproceso que tiene por objetivo gestio-nar la demanda de trabajo e interme-diar con la oferta disponible, conside-rando expresamente las característicastanto de una como de otra. Ello signi-fica pensar en redes de interconexiónentre instancias que se ocupan de lacolocación laboral, para disponer delos antecedentes necesarios en un mar-co en que simultáneamente se prestenlos otros servicios mencionados.

� Dentro de las mismas accio-nes de formación deben abordarse conmayor profundidad la formación deformadoras/es e instructoras/es conla óptica de género y los materialesdidácticos y metodologías que respe-ten la diversidad, como la única ma-nera de que se avance en el enfrenta-miento global del proceso de aprendi-zaje. Algunas IFP disponen de perso-nal idóneo para enfrentar esta tarea,otras no lo tienen, por tanto debenreforzarse los acuerdos y las coopera-ciones horizontales con otras institu-ciones de América Latina y del mun-do y con organismos internacionalesexpertos en la materia. Esto se tradu-cirá en la definición de algunos pro-yectos de formación de formadores,de criterios básicos para generar ma-teriales didácticos, metodologías, etc.

� Sistematizar las distintas ex-periencias regionales y locales de for-mación técnica y profesional, a fin dedetectar si es preciso aplicar o refor-mular las metodologías de detecciónde necesidades para que se correspon-dan con la oferta de la institución deformación profesional. Tener presen-tes los criterios generales de estas me-todologías para que puedan flexibilizarsea las condiciones específicas de las co-munidades y sus propios desarrolloseconómicos y sociales.