el reto 833

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• Año 18 • Número 833 • del 27 de mayo al 2 de junio de 2016 • Ciudad Juárez, Chihuahua • Director: Samuel Schmidt • www.elreto.com.mx El Reto EJEMPLAR GRATUITO diseño: Alfredo Peñaloza M.

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Semanario de politica, cultura y humor; semana del 27 de mayo al 2 de junio de 2016; CIudad Juarez, Chihuahua, Mexico; en portada, los candidatillos a gobernar Chihuahua, corral, chacho, serrano, el de morena, ¡ah, y el gober duarte! en "Debatidos"

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Page 1: El reto 833

• Año 18 • Número 833 • del 27 de mayo al 2 de junio de 2016 • Ciudad Juárez, Chihuahua • Director: Samuel Schmidt •

www.elreto.com.mx El Reto

EJEMPLAR GRATUITO

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La maravillosa máquina que aprovechaba los impulsos mecánicos gracias a la energía ca-lorífica y al cambio de estado de la materia, detonó la producción en masa de mercan-

cías. En palabras menos técnicas que las anteriores, eso significó producir pendejada y media a lo bestia. Pero como poca gente podía comprar tantas estupideces de un solo golpe, como complemento de la publicidad –medio por el cual se convence a una persona de comprar lo que no necesita–, se dio nuevo impulso al agio, que elegantemente se conoce ahora como crédito al con-sumo –sistema con cuyos engaños se envuelve a una persona que no tiene dinero para que lo gaste como si lo tuviera, principalmente comprando artículos y servi-cios que no necesita y cuyos intereses y plazos de pago provocarán un endeudamiento permanente–.

No pretendo que esta columnilla se convierta en una clase de economía, pues luego van a querer candi-datearme al Nobel en esa disciplina y a los compas que se dedican a esos rollos les ha costado mucho armar sus infames discursos para retóricamente envolvernos en un palabrerío sin pies ni cabeza, pero siempre admirable. El punto es que hoy solamente hemos de hablar de las ventajas para el traslado de personas y de cosas en este vertiginoso mundo moderno. Ya sé, algunos hablan de posmodernidad, preposmodernidad, plushiperprerre-contramodernidad o hiposubpreposmodernidad. La discusión se la dejaremos a los verdaderos merecedores del Nobel. A mí me provocan sueño esas pendejadas.

Hoy podemos presumir de las facilidades que nos brindan las máquinas que nos trasladan de un lado a otro. A velocidades muy altas, otras que evitan el vérti-go, por tierra, agua o el aire, la gente tiene posibilidades de llegar a cualquier lugar más rápido y con mucho menor esfuerzo que si solamente utilizara su cuerpo o el de alguna otra bestia viva.

Los cohetes de propulsión que exitosamente lan-zan mercaderías al espacio exterior (remember el satélite Centenario del fracasado Ruiz Sacristán) alcanzan casi los 25 mil km/h. Los trenes de alta velocidad superan los

350 km/h. Un auto común y corriente, con un guia-dor con ganas de desaparecer pronto, puede ir a más de 200 km/h. Un avión comercial, dependiendo de tipo de motores, tamaño y diseño del fuselaje y de las condicio-nes de temperatura y presión, puede llegar a velocidad crucero de entre 420 y mil km/h. Los autos de fórmula uno han alcanzado hasta los 450. ¿Tanta prisa para qué?

Para quienes pretenden la simpleza, lo común y co-rriente y mantener el cuerpo más o menos útil para lo necesario, los números anteriores no dicen mucho. Sin embargo, todos los días hemos de bregar por estas calles del señor para acudir a trabajar, ir a la escuela, adquirir los medios de sostenimiento, divertirnos un rato, ir de visita o simplemente echar el rol. Y ahí viene la bronca si vivimos dentro de cualquier ciudad.

“Las ciudades destruyen las costumbres”, dijo José Alfredo. Las ciudades matan cualquier forma de com-portamiento con dignidad. Lo peor de los seres huma-nos se exacerba en el medio urbano. Posiblemente en esos lugares puedan alcanzarse expresiones sublimes, no lo dudo, pero son las menos, las más extrañas. El homo homini lupus tiene sus mejores momentos en la ciudad, cualquiera que ésta sea.

Las ciudades de hoy están pensadas para los vehí-culos de motor. Ya ni siquiera para las bicicletas con alguna persona encima. Con el afán de que todo mun-do debe llegar más rápido a su destino –aunque éste signifique la muerte o una vida sin sabor–, se producen y se ponen en circulación millones de vehículos auto-motores cada año. Debido a intereses sobre cuyos orí-genes no hemos de hablar ahora, la gran mayoría de esos vehículos quema combustibles fósiles que produ-cen una espesa nata de dióxido y monóxido de carbono, además de otras gracias sobre nuestras cabezas y dentro de nuestros pulmones, creando un efecto invernadero

que calienta más y más la superficie de nuestro planeta y carcome nuestras entrañas.

Son tantos los automóviles que las arterias de las ciudades se encuentran esclerosadas y con trombosis. No existe el flujo continuo de las maravillas del auto-transporte porque la saturación detiene la circulación, se encadenan los obstáculos y el avance es cada vez más lento. El ideal de la modernidad, todo a tiempo porque time is money, se ha convertido en un recuerdo cada vez más borroso. Muchas veces es más conveniente y rápido caminar, con el riesgo de absorber más gases venenosos y ser aplastado por un vehículo cuyo conductor ya está hasta la madre.

Todo se detiene, el ruido es ensordecedor. Nunca he sabido para qué pitan tanto los agentes de tránsito en todas partes del mundo, ¿son los nervios o se sienten empoderados con el silbato a todo decibel? El pavimen-to, sin importar su condición, se calienta más y más, los tiempos para alcanzar los lugares se duplican y tri-plican cada día. La gente tiene menos oportunidad de recuperar fuerzas. Las ciudades se estrangulan por kilo-métricos atados de autos encadenados trompa-con-cu-lo que penosamente avanzan a uno o dos km/h, si no es que menos.La modernidad nos alentó (en el sentido de aliento y lentitud), la modernidad nos arrejuntó, la modernidad nos ilusionó, la modernidad nos apende-jó, la modernidad no es más que una quimera. Nos encontramos rodeados de automóviles, autobuses, ca-mionetas, y cuantos vehículos quiera usted agregar, con el motor encendido y dizque circulando penosamente, calentando el ambiente, provocando malos humores, estorbando a la vida, llamando a la muerte que se acer-ca lenta, lenta, lenta. No nos alcanza porque cualquier hora es de rush hour traffic. Cuando llegue, será implaca-ble, igualitaria y equitativa, como no lo ha sabido ser la chingada modernidad que viaja en automóvil cuando anda por la ciudad… y a lo pendejo.

¡Movilidad! Pos Moderna, ¿no?RicaRdo León

historias cotidianas

227-2junio

mayo

2016

A partir de la difusión de la máquina de vapor de agua, la modernidad se nos vino encima cual avalancha en el Tibet en día de terremoto nepalino. Desde esos maravillosos días del último cuarto del siglo 18, durante los cuales el Thomas Newcomen y luego Santiago Watt lograron transformar energías y conseguir impulsos mecánicos con potencias diferentes a las de los seres vivos,

el amanecer de una nueva era se anunciaba. A los padres del consumo ad libitum les brillaron los ojillos y en su mirada tan sólo se dejaban ver los símbolos de la codicia y de nuestro santo padre Mr. US-Dollar-In-God-We-Trust.

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Dos debates vi en Chihuahua. Uno para presi-dente municipal dónde un candidato le espe-ta a otro un dicho popular que lo asemeja con un simio, cuyo andar tiene muy parecido. La

expectativa es que los ataques, despierten a la fiera que lleva dentro y tengamos un espectáculo propio de la arena política, que ha llegado muy bajo. El político agredido ignora nuestras expectativas y responde con moderación a los ataques. El pueblo defraudado, se adelanta al otro fraude que será más contundente, y muestra su desen-canto, porque la sangre no llegó al ruedo. Ni siquiera eso pueden hacer bien los políticos: entretenernos.

El otro debate para gobernador nos dio un poco más de carnita. Un candidato acusa a otro de ser parte de un cártel, a su vez es acusado de mentiroso por otro candi-dato; otro acusa a un candidato de ser un apéndice del gobernante en turno, para ser acusado de ser un vividor de la política porque no obstante no haber podido ganar una sola elección, lleva 25 años viviendo como gran se-ñor legislativo.

Un candidato acusa a otro de que sus hermanos tie-nen una conducta criminal, para que el acusado acuse a alguien ausente, de que un familiar tiene una conducta similar. Dicen que la familia no se escoge, aunque nos hacen pensar que si hay un criminal en la misma ese debe ser culpa de algún gen compartido.

Los debates mexicanos están lejos de ser debates por varias circunstancias:

1) Han caído bajo el mando del INE que impone re-glas castrantes cuya función es bajar el nivel discursivo y lo más jugoso del debate, que es la confrontación de ideas y diatribas. Porque algunos tienen ideas, aunque sea malas.

2) El formato del debate no deja que los políticos puedan enfrentarse de manera mínimamente decorosa, ni para insultarse. Plazos ultra cortos de réplicas y contra replicas para que no puedan largar largos argumentos.

3) Los políticos carecen de imaginación y en muchos casos de ideas. Son el producto de un sistema educativo hundido en la mediocridad. Un político reclama no haber entendido una pregunta y que la pregunta sea capciosa, aunque se refiere al ambiente, tema que ocupa los perió-dicos todos los días.

4) Aquellos que esperan que los asesores sean sabelo-todo anticipando ataques y contrataques, no consideran que la mala educación y pésima formación alcanza a po-líticos y asesores por igual.

5) Hay una expectativa de políticos y algunos acadé-micos para que los debates sean como ellos quieren, pero así no funciona la realidad.

Es cierto que sería bueno y sano políticamente que la sociedad pueda confrontar las ideas y modelos de país que tienen los políticos, pero a la sociedad en general le preocupa muy poco, en México, se sabe bien, que las pro-mesas de campaña, aunque se firmen ante notario, tienen menos valor que el papel en el que se inscriben. Entonces para escuchar ideas pomposas y mal elaboradas, mejor que nos den un espectáculo y mientras más sangriento mejor.

Los debates no generan impacto, el debate del pos de-bate menos, los comentaristas tienen un nivel inferior al de los políticos, sin considerar que algunos están pagados para que repitan lo que el candidato dijo o “quiso decir”.

A muchos políticos esos espectáculos les desagradan, pero son arrastrados a participar para evitar el escarnio, aunque saben bien, que, aunque les pongan sillas vacías, o los traten de avergonzar no pasa nada.

Si el debate no sirve para el voto, qué es entonces lo que lleva a la gente a la urna.

Algunos van motivados por el partido que los ha sa-bido convencer que su participación será recompensada políticamente, con alguna ganancia partidista. Todavía quedan residuos de ideología.

Otros van a votar con el propósito declarado que el otro no gane. Otros van motivados porque creen que su voto puede producir un cambio y analizan bien las op-ciones disponibles.

Otros simplemente van convencidos de la utilidad de votar a cambio de un premio inmediato, esos son los que venden el voto, porque saben por experiencia que ese día comerán bien. Es el precio de la miseria extrema y su ex-plotación política.

3 833 Entretelones

No posí. Ahora resulta que para los banqueros la volatilidad del peso es culpa de Trump, no de los datos fundamentales del gobierno mexicano, que llevan al país al desastre.

Debate. La lógica Javier Corral. Si el que controla el narcotráfico es el gobernador porque detuvieron a uno de sus hermanos, ¿en qué papel queda el que tiene a dos hermanos detenidos?

Y siguen. Moreira contrató más de 800 millones de deuda. Coahuila es el barril sin fondo de los hermanos que se llevan todo lo que pueden.

Necio. Al Bronco se le derrumba el Estado. Dice que los muertos tienen que ver con el crimen organizado, imaginamos que ahí va su amigo recién asesinado. Y no obstante eso, el sueña con el 2018. Houston, we have a problem! Llámenlo a tierra.

Si no pueden. Enviar a El Chapo a Estados Unidos es la mejor prueba que el gobierno no puede hacer su trabajo. Si no pueden garantizar que los presos no se escapen de las cárceles, tal vez sea hora que cambien de lugar y se vayan para adentro.

Protestan. Si con la energía que la iglesia protesta contra el matrimonio de gente del mismo sexo, protestara contra la pederastia, tendríamos una sociedad más sana.

Preocupados. La PGR dice estar preocupada por la elección en varios estados y tal vez tengan razón. Más preocupados estamos nosotros cuándo se denuncia la penetración criminal en las elecciones y la PGR no hace nada.

de debates e injuRias

samueL schmidt

Sorpresivo el twitt que sostiene que un candidato injuriado perdió toda credibilidad.Sorpresivo que la injuria suponga que destruye la credibilidad.

Sorpresivo que hay quién se devana el seso interpretando algo que fue todo menos un debate.

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La corrupción es un mal endémico en todo manejo de bienes de terceros y de algún grado de poder. Podríamos decir que es uno de los múltiples pecados relacionados con la

avaricia del ser humano. Su erradicación total es prác-ticamente imposible, como lo es, por ejemplo, erradi-car el homicidio o la prostitución. Pero no por ello el ser humano debe darse por vencido de establecer un sistema educativo fincado en bases morales y éticas, en establecer instituciones que prevengan la corrup-ción con métodos de transparencia, gobierno abierto y rendición de cuentas.

El enigma que tenemos en México, es que la co-rrupción se ha convertido en un sistema de vida y ha llegado a tales niveles que atenta contra la estabilidad social y pone en jaque al mismo Estado Mexicano, que podría ir hacia un “estado fallido”.

El 22 de julio, el politólogo Luis Rubio, escribió en el periódico Reforma que, “México logró su estabilidad en el siglo XX a través del orden priista, cuya esencia consistía en el intercambio de disciplina y lealtad al sis-tema a cambio de la promesa de acceso al poder y a la corrupción. Estos factores, promesa y acceso, le dieron coherencia y viabilidad al sistema político.

De esta forma, el cemento que mantuvo unido al sistema político postrevolucionario fue ese intercam-bio, donde la corrupción jugó un papel primordial en la estabilidad del país.”

La conclusión a la que llega es verdaderamente estremecedora: la corrupción dio estabilidad al país. Pero, debemos partir de la base que el sistema priista fue creado primordialmente para pacificar al país des-pués de una revolución sangrienta que costó un millón de muertos en un país de 12 millones de habitantes. Es

como si en estos momentos hubiera un movimiento armado que nos costara 10 millones de muertos. Creo que bajo dichas circunstancias la corrupción pudo ha-ber valido la pena. Pero distamos a casi 100 años del termino de la lucha armada en México, y ahora el sis-tema autoritario del PRI, aunque quiere regresar, ha dejado de existir como fue concebido, y nos encontra-mos en un entorno histórico radicalmente distinto al existente a principios del siglo XX.

Sin embargo, Luis Rubio reflexiona, a raíz de los cambios radicales realizados en Egipto y otros países islámicos como resultado de la llamada “primavera árabe”, en relación a los cambios de paradigma políti-co. “La gran pregunta para el México de hoy es cómo cambiar, cómo transformar al país sin acabar en el tipo de caos, o autoritarismo, en que concluyó aquella revolución. Un análisis de esta naturaleza fácilmente

puede conducir a la claudicación: “mejor no le mue-vas”. Pero el análisis es necesario para entender qué es lo que tiene que cambiar y cómo lograrlo de la mejor manera. El asunto de la corrupción es particularmen-te importante en este plano.”

Es por ello que debemos despejar ese enigma. Al combatir eficazmente la corrupción, ese engrudo de cohesión política deberá ser sustituido por algo que sea eficaz, que promueva la convivencia, que dé bien-estar, que impulse la participación de los ciudadanos en el quehacer público. Luis Rubio, nos deja con el enigma sin contestar. Yo me atrevo a sugerir que el sustituto de esa corrupción es la generación del bien-estar que se puede crear en México disminuyendo la corrupción, y que pase de ser un sistema de vida a una anomalía institucional, a un mal a combatir.

Sin corrupción se puede distribuir gran parte de la riqueza nacional que es generada por todos pero repartida a unos cuantos. Imaginemos un México sin moches en obras públicas, sin monopolios y agan-dalles de los empresarios, sin los grandes carteles de las drogas dominando bastas extensiones de nuestro territorio. Imaginemos que el gobierno se dedicara a promover la productividad y a los empresarios y cien-tíficos creativos, en lugar de tirar a la basura cientos de miles de millones de pesos en estructuras corporati-vas, con regalos que no generan más que pobreza. Las inversiones fluirían en abundancia, tanto nacionales como extranjeras.

Debemos generar una noción de que disminuir la corrupción a su más mínima expresión debe de ser la prioridad nacional. Necesitamos más que leyes, la ge-neración de una gran convicción nacional, una gran vocación hacia el orden institucional y dejar a un lado la cultura del oportunismo generada por la corrupción.

¿ES PoSibLE acabar coN

la corruPción?

427-2m

ayojunio

2016caRLos anguLo paRRa

Respecto al título de este artículo la respuesta es contundente: no. Pero, antes de que nos rasguemos las vestiduras de desesperación, voy a advertir que no realizaré un análisis jurídico de las ventajas

o desventajas del Sistema Nacional Anticorrupción, cuyas leyes secundarias se encuentran entrampadas en la Cámara de Senadores, y que se planea, para después de las elecciones, hacer un

período extraordinario del Congreso de la Unión para su aprobación. Sino que haré reflexiones relativas a qué se necesita para cambiar en México la “cultura de la corrupción”.

Última instancia

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Creer en el primero libera de trabajar ar-duamente y justifica la mediocridad. Me explicaré. Si yo digo que fulanito o sutani-to escriben estupendamente bien y sos-tengo también que son genios, yo estoy

eximida, es decir, desembarazada de la carga, la obligación de escribir bien lo que sea, incluso un mensaje electrónico, no hay nada que me obligue a tener cuidado. De tal suerte que si redacto mal alego que no soy ni especialista ni –me-nos– genio.

Por supuesto, como bien se imaginarán ustedes, y como no hay ideas tan “nuevas” que digamos, esto ha sido sostenido por grandes pensadores, los verdaderamente grandes –Aristóteles, Alexander Gerard, Nietzsche y otros tantos–. Por otro lado, existen escritores que hablan de ins-piración, de la musa, del soplo divino, de la revelación o de una visión, como si el trabajo no fuese fruto de su mente y su mano hubiese sido el instrumento para que “otro” es-criba. Eso es algo similar al estatus de los sacerdotes o los brujos, a los ojos del vulgo los mantiene en un nivel inal-canzable.

Respecto a la libertad para escribir lo que nos ven-ga en gana, es relativamente cierta. Cierta si escribimos y guardamos lo escrito en nuestro cajón personal. Para el resto de los textos que nos vemos obligados a crear, hay límites y circunstancias determinantes. Superfluo resulta decir que si se tiene que redactar una tesis y el autor es estudiante de química, su área de escritura está bastante restringida.

Por otra parte, la escritura por encargo es más común de lo que sabemos a ciencia cierta. Un ejemplo clásico es el del italiano Carlo Collodi, autor del famosísimo Pinocho. Se dice que Collodi ni siquiera toleraba a los niños, pero como necesitaba dinero aceptó el ofrecimiento de su amigo Fer-dinando Martini, quien fundó Il Giornali per i bambini, pri-mera publicación periódica para niños en Italia. Martini le pidió a Collodi, primero, unas traducciones de los cuentos de Perrault; luego Collodi escribió libros de texto escolar para enseñar geografía, inventándose para ello un perso-

naje llamado Gianettino. Después, empezó a redactar una historia para que apareciera en episodios. Así, Collodi re-dactó unas aventuras -unas niñerías las llamó él-, que se titularon originalmente Storia de un Buratino (Historia de un muñeco).

Un reciente caso de escritura por encargo, fue el li-bro publicado en homenaje al centenario del nacimiento de Rafael Bernal, autor de El Complot Mongol (1969). La obra resultante fue ¡Esto es un Complot! (2016). Se llamó a siete conocidos escritores de literatura negra contemporá-nea para que escribieran un relato a partir de la novela de Bernal, entre los que figuran Élmer Mendoza y Pedro Ángel Palou. No es esa, por supuesto, la primera vez que se lleva a cabo un proyecto de tales características. Otro libro, Érase 21 veces Caperucita Roja (2003), tuvo su origen en un taller para ilustradores que se llevó a cabo en el Museo Itabashi de Tokio. El editor pidió a los participantes que se sintie-ran libres para efectuar todos los cambios que desearan, así nacieron esas veintiuna historias distintas que utilizan como punto de partida el cuento clásico de Perrault.

De igual manera trabajaron Bethoven, Liszt y Schu-bert, entre cincuenta compositores de la época, quienes, a pedido de Anton Diabelli, quien les envió un vals, crearon una obra, cuyo conjunto ahora conocemos como las Varia-ciones Diabelli.

Incluso tenemos el asunto de la extensión del texto. Las publicaciones periódicas, tanto académicas como re-vistas y diarios, establecen límites en la extensión. Hay un magnífico artículo de Juan José Millás, titulado “Un adver-bio se le ocurre a cualquiera” –se lo recomiendo, lo encuen-tran en internet– que habla del asunto. Lo mismo encontra-mos en las convocatorias de concursos literarios.

Con seguridad ya están enterados de los escritores fantasmas -o negros, también les dicen- que han prolife-rado en la red. Ellos escriben de acuerdo a indicaciones y ceden la autoría por un pago. Redactan historias familiares, novelas, biografías, memorias, ¡hasta tesis de posgrado! Se trata de un trato comercial y cobran por página.

Muchos, muchísimos son los autores que admiramos y que de alguna manera u otra cumplían con un trabajo encargado, pensemos en quienes laboraron en periódicos: Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Guillermo Sheridan, incluso Ernest Hemingway, George Orwell y Ar-turo Pérez Reverte, sólo por citar algunos nombres. La lista es larga.

Ellos son una muestra de que el buen escritor trabaja tenazmente y gracias a esa práctica constante logra do-minar los secretos, el arte de tal o cual discurso. Dijo José Saramago que “La importancia que puede tener usar una palabra en vez de otra, aquí, más allá, un verbo más certero, un adjetivo menos visible, parece nada y finalmente lo es todo”, en este asunto de escribir.

Sin una rutina y sin disciplina no sólo no se lograr es-cribir bien -o mejor-, ninguna actividad se domina. El tra-bajo diario, constante, es el que especializa a quien lo lleva a cabo, lo mismo para el panadero, que para el profesor o el escritor.

Escribir por encargoHay algunas ideas sobre la escritura que están muy arraigadas, principalmente, entre quienes no escriben o entre

quienes desean ser llamados escritores y no meterse a trabajar de lleno: el genio y la libertad.

Margarita Salazar Mendoza

dE mi cuadErno dE apuntEsEn lacultura

En lacultura

www.elreto.com.mx [email protected]

833pág.5

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Aunque todas estas razo-nes para no dejar usar el celular en el salón son válidas, no se debe de

perder de vista las oportunidades que se escapan por entre las manos a las instituciones educativas. “Au-laplanta.com” describe las tendencias que cambiarán al salón en el futuro (aunque muchas de estas ya están en práctica).

Definitivamente la más impor-tante es cómo el proceso de enseñan-za/aprendizaje se personaliza cada vez más. Los avances digitales son la única opción para llevar a cabo esta nueva faceta en el alumnado. Cada alumno entra al salón con una expe-riencia diferente, con una inteligencia distinta, y con un proceso de apren-dizaje diferente. Mientras el profesor siga optando por “hablar” esperando que el estudiante “escuche” la mayo-ría de la clase se sentirá perdida. No importa qué tan interesante sea la plática, pero para aquellos que basan sus experiencias visualmente, musi-calmente, o aprenden “haciendo” co-sas, se trata de una pérdida de tiempo.

La finalidad de un profesor es el aprendizaje y no la enseñanza. Los medios digitales ofrecen la oportuni-dad de que el alumno aprenda a su propio paso, con su propio estilo, y que sea personalmente responsable por adquirir el conocimiento necesa-rio para “pasar” la clase. El maestro se convierte en un consejero académi-

co, ayudando a evaluar los métodos y guiando a los alumnos a discernir lo bueno de lo malo. En este sentido, la “verdad” estudiantil se crea por un acuerdo mutuo en vez de brotar de una sola fuente.

Uno de los más grandes proble-mas en la educación es su conexión con el mundo real. Hablando con una muchacha este fin de semana, me ex-plicaba que no veía la educación su-perior como necesaria porque lo que se aprendía nunca de iba a utilizar en la vida real. Existe un vacío entre la teoría y los conceptos en el salón que

ya no puede ser ignorado. El valor de la educación sigue siendo un papel al terminar un curso, pero la aplicación de lo aprendido se termina en el aula. Cuando uno entra a un trabajo, tiene que aprender lo que se necesita hacer para realizar la labor diaria. La defen-sa educativa pasa después a ser que, sin las enseñanzas en la escuela, esa persona no hubiera aprendido hacer el trabajo. Esta mentira no puede seguir vendiéndose.

El aprendizaje activo requiere de una multitud de propuestas y me-tas que tienen como eje la pregunta:

¿Por qué estoy aprendiendo esto? Nos basta con investigar los nuevos mi-llonarios y ver cómo lograron más al salirse de la escuela porque decidieron aprender lo que se necesitaba, y no lo que un maestro dictaba. La educación debe de basarse en proyectos y retos donde los estudiantes desarrollen re-sultados aplicados a la sociedad.

Las bancas alineadas frente al maestro representan a los huesos de un dinosaurio. Los espacios deben de ser flexibles, cómodos y adaptables a la situación. Los estudiantes pueden trabajar en grupo, o no, si así lo desean.

Por último, el aprendizaje ya de-pende de un lugar y un horario. Con la comunicación instantánea al alcance de nuestras manos, se abre la posibi-lidad de aprender a diferentes horas, de experimentar con otros recursos virtuales, y de conectarse a otras co-munidades a miles de kilómetros de distancia.

Si no he convencido al maestro con estas posturas, me queda sólo una, la más importante. La tecnolo-gía nos lleva a la equidad. No debe de confundirse con la igualdad.

Para ello, es necesario entender la importancia que le da la UNESCO a la educación digital.

(continuará)

¿Y mi celular?(la tecnológica en la educación)

lo dijo luis

luiS caStañeda

6

[email protected]

27-2juniom

ayo2016

¿Qué se gana con quitar el celular a los alumnos? La respuesta parece ser clara: los estudiantes ponen atención, es mala educación, y en la

escuela se viene a estudiar. Nuestra lógica nos hace percibir al teléfono celular como una distracción porque en nuestra experiencia personal se

usa para textear, para el Face, y para hablar por teléfono.

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Artista de orígen croa-ta, principalmente su medio de expresión es el mural, aunque otras áreas plásticas no le son ajenas.

833

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Cada país ofrece al patrimo-nio cultural de la humanidad, que nos corresponde a todos, la riqueza de sus nacionales y

celebro que podamos hoy referirnos a Fran-cia y en particular a Erik Satie, compositor sobresaliente, nacido el 17 de mayo de 1866, en Honfleur, en las costas de Normandía y cuya música aparte de deleitarnos represen-ta un hito. Como muchos artistas, su obra es reconocida hasta años después de su muer-te; mientras tanto viven y mueren como él, en la miseria. Satie, dueño de una fina ironía y estoicismo nunca se quejó ni acudió a sus muchos amigos en busca de ayuda. Al final de su vida vivió en un lugar minúsculo al que llegaba caminando en las madrugadas, ves-tido siempre con trajes de terciopelo, luego de tocar en cabarets.

Como compositor Satie, cuyo nom-bre era Eric Alfred Leslie Satie, fue precursor de diferentes movimientos más o menos actuales: surrealismo, minimalismo, músi-ca repetitiva y del Teatro del absurdo. Sus obras más conocidas son sus tres Gimno-pedias, seis Gnoseidas, Sarabandas, Veja-ciones, Tres fragmentos en forma de pera, Ojivas y muchas más a las que tenemos acceso en internet.

Desde pequeño su vida osciló entre Normandía y Paris, y tuvo contacto con la música por medio de su abuela, de su padre y una segunda esposa de este, pero las insti-tuciones de su tiempo lo diagnosticaron con poco talento musical y ello lo arrojó a desa-rrollar un estilo de composición peculiar; de-cía “antes de componer una pieza camino a su alrededor multitud de veces acompañado de mí mismo.” Por su carácter vanguardista, su obra provocó enfrentamientos entre los asistentes durante sus presentaciones por su ruptura de lo convencional.

Establecido en el Paris del fin de si-glo XIX, frecuenta el mundo nocturno de Montmartre y hace amistad con los poe-tas Mallarmé y Verlaine. De igual manera tuvo relación con Debussy, a quien debemos la orquestación de la Gimnopedia #1 que puede escucharse también en el blog de La Jornada http://www.jornada.unam.mx/ultimas/bloggero.info?pablo-espinosa/en-trada_2016-05-17una-fiesta-de-cumplea-nos-para-satie. Este blog de Pablo Espinosa contiene referencias muy valiosas respecto a diversos intérpretes de Satie entre los que descuella Aldo Ciccolini. En este blog, Espino-sa establece una fina conexión entre el tem-peramento del compositor y de los intérpre-

tes que está presidido por la libertad. Debajo de una composición fluye un temperamento y son los grandes intérpretes los que lo per-ciben y al reproducirlo vuelven a la vida una obra en una germinación maravillosa que se completa con la ensoñación y disfrute de aquel que la escucha. Como la luz de los as-tros lejanísimos, la música que nos llega tiene siglos viajando y somos afortunados de tener acceso. Por su inquietud espiritual funda una iglesia de la que termina siendo el único de-voto y que luego abandona.

Se le conoció solo una relación amoro-sa con una pintora llamada Susana Valadon, autora del retrato de Satie que incluimos, re-lación que dura solo cinco meses y cuya rup-tura le provoca un enorme dolor. Desde ese momento y hasta su muerte no le conoció ninguna relación.

Es en este tiempo cuando compone la obra Vejaciones, con la anotación de que habría que interpretarla 840 veces lo que hi-cieron años mas tarde Cage y Bloch durante veinte horas.

Satie es un compositor cuya música es indispensable conocer y disfrutar.

“Yo me llamo

Eriksatie, como todo

elmundo”

la inEpta cultura

antonio canchola caStro

Denuncia y participación ciudadana c i U Da D J Uá r Ez

Noa LevyBroker Owner

[email protected]

8 27-2juniom

ayo2016

La Secretaría de Seguridad Pública Municipal coordina a vecinos de 30 colonias, con pláticas informa-tivas y talleres sobre prevención del delito que para promover la cultura de la denuncia y la participa-ción ciudadana.

Los oficiales adscritos a la Policía Comunitaria son quienes llevan a cabo estos programas, con iniciati-vas como, Vecino Vigilante y Nosotros nos Cuidamos con Silbato.

Se fomenta el correcto uso de los números de emergencia y los teléfonos comunitarios, pues su misión es concientizar a la gente con la participación ciudadana y la cultura de la denuncia.

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Bertrand Russell en su libro El jardín de los placeres humanos habla de la envidia: “De todas las características de la ordinaria na-turaleza humana, la envidia es la más des-

afortunada; la persona envidiosa no solo desea infligir desgracia, y cuando lo hace, lo hace con impunidad, pero también dicta su propio descontento por la envidia. En lu-gar de obtener placer de lo que él tiene, se deriva el dolor de lo que otros tienen.”

A pesar de que la envidia es generalmente vista como algo negativo, Russell también cree que la envidia fue la fuerza impulsora detrás del movimiento hacia la democracia y debe ser soportada para lograr un sistema social más justo.

Los psicólogos han sugerido recientemente que puede haber dos tipos de envidia: la envidia socarrona y la envidia benigna, la benigna se expresa como un impulso de motivación positiva.

La biblia habla extensamente sobre la envidia, y nos invita a sacarla de nuestra vida y poder amar a los demás sin ver ni querer lo que ellos tienen, ya que nuestras po-sesiones vienen de Dios. En el libro de Job 5:4 leemos “Es cierto que al necio lo mata la ira, y al codicioso lo consume la envidia”, todo ese esfuerzo de envidiar a otra persona cae en la vanidad y se alimenta de celo, de un sentimiento de derecho que se merece y escatima su humildad convir-tiéndose en egoísta, como leemos en el libro de Eclesiastés 4:4 “He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su próji-mo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.”

Bíblicamente hablando, somos entes espirituales; fuimos creados por Dios como cuerpo y alma, Dios sopló su espíritu de vida sobre nosotros y fuimos creados como seres vivientes, así trataremos a la envidia y al celo como espíritus que influencian el comportamiento de las per-sonas. El celo es un sentimiento negativo de inseguridad, una ansiedad que anticipa la perdida de algo que es de

mucho valor en referencia a una conexión humana, una mezcolanza de emociones de impotencia y disgusto. El diablo es celoso del lugar en el que Dios nos tiene (Bajo la sombra de sus alas Salmo 17:8), recordemos que la Palabra Divina dice que Satanás fue desplazado del lugar de Ala-banza creado para él (era un ángel de adoración a Dios) y al momento de su rebelión fue echado no solo de ese lugar sino de los lugares Celestiales y va a usar todos estos ma-lestares (espíritus) para venir en contra de la humanidad.

El espíritu de la envidia y el espíritu de los celos son muy diferentes, pero trabajan juntos en connivencia, por-que los celos son el miedo a la sustitución y la envidia es el descontento de la gracia especial y la habilidad que otra persona puede tener y el deseo de tenerlo. Somos envi-diosos de las posesiones de otro hombre y celosamente temerosos de perder lo que tenemos. La envidia aflige ver lo que los demás tienen.

Los celos entran en la escena dentro de la esfera de los negocios, religión, y en especial en los medios sociales, debido al temor de la gente a ser desplazados o cuando la envidia incita a tener lo que los demás tienen, la gen-te piensa que tiene el derecho a la misma devoción y lla-mado de los demás como si fuera de ellos mismos, eso lleva a una falsa humildad y egoísmo, oponiéndose a las instrucciones de Yeshua en la Biblia, de tratar de llevar su carácter en nuestra vida.

Justamente te conviertes en el conducto del odio permanente de Satanás odiando a los que te rodean, te vuelves el canal que bombea odio en tu casa, trabajo y lugar de culto alrededor de tu vida, te alienas por tu celo y envidia de todo lo bueno y positivo en la vida.

Una persona celosa y envidiosa tiene un entendi-miento muy estrecho de los demás, con un egoísmo nar-cisista que nunca tiene una buena palabra para aquellos que le rodean, les tratará de robar el corazón para sus propios propósitos, y la falsa humildad le dirá en su men-te: nadie me quiere y nadie me entiende, además yo soy mejor que todos y nadie lo puede ver, nadie me reconoce.

Hoy quiero alentarte lector a que mires a los que te rodean con ojos de gracia por lo que han logrado y no dejes que el celo y la envidia estropeen lo que Dios te ha dado en tu vida.

Se gozoso de lo que tienes, no siempre el pasto del vecino es más verde, nunca sabes por las que está pasando.

tiEmpos bíblicos

Kive SchMidt

9

La envidia es un sentimiento de descontento o avaricia, es la tristeza o pesar por el bien ajeno y el deseo de algo que no se posee.

Motivación positiva

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10 Última llamada

la crisis ambiental en la ciu-dad de México ha levanta-do mucho polvo hasta que

se descubrió el hilo de la madeja.

Primero estaba la cuestión de los dueños de autos que se queja-ban por la obligación de dejarlos parados. se ligaba el hecho que el transporte público es insuficiente para atender las necesidades del mayor centro económico y centro político del país.

Pero ahora resulta que parte central de la crisis es responsabili-dad del gobierno que ha importa-do gasolinas de baja calidad, con el propósito de ganar dinero, como si el trabajo del gobierno fuera ganar dinero. el problema es que ahora ha sido a cargo de la salud de mu-chos millones de personas.

nos llega el siguiente comenta-rio, proveniente de científicos muy serios.

confirmado y explicado por el presidente de la asociación de gasolineros del valle de México, Manuel roblesgil.

resulta que la razón de toda esta supercontaminación es la ga-

solina barata que está importando México de cHina.

la razón: es ligeramente más barata y el transporte es gratis, ellos la traen.

es mucho más eficiente para los coches y rinde más. el proble-ma es que contamina 500 veces más que la mexicana refinada en eeuu y 700 veces más que la gringa

Produce una cantidad de partí-culas sólidas que son terriblemen-te tóxicas.

Tanto que la secretaria de sa-lud propone cerrar las Gaso-lineras.

si se fijan, antes la contami-nación era una nata café sobre la ciudad.

ahora es una neblina grisácea que no se disipa. ¡igual que la que se ve en china, india o Paquistán que son los países más contamina-dos del mundo!!!

los responsables de esto deben ser enjuiciados como criminales.

Acto criminal

FANTASMA DE LA SEGURIDADLo advirtió Dwight D. Eisenhower

(presidente gringo de 1953 a 1961): “Va-mos derechito a la bancarrota, por perse-guir el vano propósito de lograr la segu-ridad absoluta”. Ike lo decía respecto de su país (y eso es precisamente lo que ha pa-sado), pero está sana advertencia también se aplica a todas las otras entidades políti-cas, a todas las organizaciones sociales, a todas las empresas, a todas las familias y a todos los seres humanos individuales. Y es que la inseguridad y la incertidumbre son características esenciales de este universo (o dimensión vibracional o plano de exis-tencia o como gustes llamarlo). De modo que pretender la seguridad absoluta es tan idiota como perseguir la eterna juventud, la inmortalidad o la felicidad perpetua. Comencé a entender esta sencilla pero in-cómoda realidad hace muy poco (sí, soy desesperadamente leeeeeeento), cuando me di cuenta de que, entre muchas otras fan-tasías, me había pasado la vida tratando de comprar seguridad a través de engordar las arcas de aseguradoras y de sus comisionis-tas. Ahora por fin lo entiendo: las primas que pagas son la factura por tu miedo, no la garantía de nada. Estoy, pues, comenzando a asumir la irremediable incertidumbre de mi destino.

MIKHAIL TALMe deleita revisar las partidas de este

sensacional jugador de ajedrez (juego que fue mi pasión en los años 70, en el cual

siempre fui pésimo), el Mago de Riga, campeón mundial de 1960 a 1961 (en que se rumoró haber sido deliberadamente en-fermado por la URSS, que usaba su mono-polio ajedrecístico como arma en la Guerra Fría). Humilde y bromista, Tal fue quizá el mejor atacante que ha visto este juego. Siempre te va a maravillar su prodigiosa capacidad de sorprender con movimientos tan inesperados como contundentes. Algu-nas frases suyas: “Tuve suerte, porque 1960 fue bisiesto y pude ser campeón un día más. Pero eso no me preocupa, porque el título de campeón es provisional, mientras que el de excampeón es eterno”; “el ajedrez ocupa en mi vida un 100%, más 10”; “si prohibiesen el ajedrez, probablemente me haría contrabandista”; “el hombre acepta sin problemas que una máquina corra más que él, pero difícilmente aceptará que pien-se mejor que él” (díselo al campeón mun-dial Garry Kasparov, derrotado en 1997 por Deep Blue, la computadora de IBM); “hay dos clases de sacrificios: los correctos y los míos”; “bueno, Lasker cometía erro-res en todas sus partidas y yo solamente en una sí y en otra no” (al ser comparado con Lasker); “un jugador de ajedrez es primor-dialmente un actor. Se sienta en el escenario preguntándose qué jugada le va a agradar más a la concurrencia”; “para mí, el tablero de ajedrez es un campo de batalla y no los libros de un contable”; “los aficionados al ajedrez y los lectores sólo son felices cuan-do un gran maestro se arriesga, más bien que cuando se limita a mover los trebejos”.

guiLLeRmo FáRbeR

sarcasmos

El fanático de una ideología cualquiera no sólo no desaprueba las atrocidades cometidas por su propio bando (igual si es de derecha, de izquierda o de extremo centro), sino que además tiene una notable capacidad para ni siquiera oír hablar de ellas. / A veces tus deseos son órdenes, y a veces tus órdenes son deseos.

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de junio 2016

Número 833

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El río reversible suele ser prosopopeya: en la confusión de las aguas, el alma que busca o titubea mira su propia tribulación. Así le ocu-rre a Polífilo en su Hypnerotomachia y a Octavio Paz en su Piedra de sol, donde el río que “avanza y retrocede” le descubre fisuras de

tiempo y memoria, esclusas que vierten en el presente el flujo del pasado y el contraflujo de lo posible.

Más que una forma del laberinto, el río es el laberinto original. En sus Meta-morfosis Ovidio anota que Dédalo diseñó su laberinto en Creta mientras obser-vaba el retorcido flujo de su eventual sinónimo, el frigio Meandro:

Non secus ac liquidis Phrygius Maeandrus in undisludit et ambiguo lapsu refluitque fluitqueocurrensque sibi venturas adspicit undaset nunc ad fontes, nunc ad mare versus apertumincertas exercet aquas...

Las traducciones de esta estrofa magnífica extreman variantes retóricas para preservar ese “refluitque fluitque” que hace de la boca un río instantáneo. Dicen que es “flujo y contraflujo”; “titubea, es ambiguo”; “sus aguas son incier-tas, su curso variado”; “se vuelca contra sí mismo”; “se detiene, avanza y regresa”; “unas veces fluye hacia su desembocadura, otras hacia su fuente”. Es una pecu-liaridad hídrica, pero también imagen del flujo de la historia repetitiva, con sus corsi e ricorsi, como en la Ciencia nueva de Vico. Y es símil también del “enigma

femenino”: la cabellera de Artemisa, dice su Himno homérico, es un vasto caudal de ríos y cascadas; sus danzas imitan los meneos del Meandro y sus vestidos, en sus bordados laboriosos, reproducen sus dialécticos torrentes.

El río indeciso que se equipara al poeta en pesquisa espiritual deslum-bra en “Residencia en Francia”, en el noveno libro de El preludio, el poema de Wordsworth (del que Paz tomaría después el epígrafe y aun el pathos de Pasado en claro). Su primera estrofa, con su propio “refluitque fluitque” al final, dice así:

Even as a river –partly (it might seem)Yielding to old remembrances, and swayedIn part by fear to shape a way direct,That would engulph him soon in the ravenous sea–Turns, and will measure back his course, far back,Seeking the very regions which he crossedIn his first outset; so have we, my Friend!Turned and returned with intricate delay.

Con más osadía que pericia, la vierto al “lenguaje hablado” que enco-miaba Wordsworth: “Así como un río –en parte (parecería) por ceder a viejas remembranzas, y fluctuante en parte por temor a la ruta que lo llevaría veloz al mar goloso– gira y desanda camino por volver de regreso a regiones ya nadadas en su inicio, así, del mismo modo, amigo, hemos ido y venido con tardanza sinuosa.”

guillerMo Sheridan

Leo que una firma de ingeniería hidráulica ha logrado revertir a voluntad el curso del Due-ro para extraerle electricidad adicional: de nuevo la ciencia atareada en copiar a la poesía. Antes los ríos desandaban su camino por motivos de otra índole: cuando cantaba Orfeo los ríos alteraban su curso para ir a escucharlo y, en la iconología cristiana, el Jordán invierte su flujo para asistir al bautizo de Jesús.

El río reversible

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núm.833

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HELGUEraFiSGÓN del 27 de MAYO al 2 de JUNIO2016

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