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El rol de los supuestos informacionales antropocéntricos en las evaluaciones morales sobre las transgresiones al ambiente natural
Lizette Yamile Pizza Becerra
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ciencias Humanas
Bogotá, Colombia
2017
El rol de los supuestos informacionales antropocéntricos en las evaluaciones morales sobre las transgresiones al ambiente natural
Lizette Yamile Pizza Becerra
Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de:
Magister en Psicología
Director:
PhD. Roberto Posada Gilède
Línea de Investigación:
Psicología del desarrollo y la educación
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ciencias Humanas
Bogotá, Colombia
2017
“El problema ambiental está mal planteado
(…), no es un problema que atañe solamente
a los ecosistemas naturales o que se pueda
solucionar simplemente con medidas
tecnológicas. Requiere la formación de una
nueva sociedad”
Augusto Ángel Maya
Agradecimientos
Deseo expresar un profundo agradecimiento a todas las personas que contribuyeron a la
realización de este trabajo investigativo. Especialmente, agradezco al profesor Roberto
Posada, director de esta tesis, quien orientó mi proceso formativo y me apoyó para realizar
un trabajo riguroso y de gran relevancia. Asimismo, agradezco a los estudiantes del
Colegio Claretiano de Bosa y a los universitarios cuya participación voluntaria hizo posible
esta investigación. Finalmente, agradezco a mi familia y a mi pareja por su constante apoyo
y comprensión.
Resumen y Abstract IX
Resumen
A partir de la importancia del antropocentrismo en la sociedad actual, este estudio busca
describir las variaciones de las evaluaciones morales de transgresiones al ambiente
natural cuando se ponen en consideración supuestos informacionales de tendencia
antropocéntrica. Asimismo, se explora si tales variaciones presentan diferencias en tres
momentos del desarrollo y qué tipo de supuestos informacionales pueden estar
relacionados con las acciones para prevenir transgresiones al ambiente. En el estudio, la
muestra estuvo constituida por 96 participantes, de los grados tercero, séptimo y
universitarios de primer año, a quienes se les realizó una entrevista semiestructurada
diseñada por la autora. Los resultados revelaron que los participantes de los tres grupos
de escolaridad realizan evaluaciones más positivas de las transgresiones al ambiente
cuando se presentan acompañadas de supuestos informacionales antropocéntricos,
siendo visible el rol que desempeñan éstos en la relación del ser humano con la naturaleza
y en la interpretación de las situaciones cotidianas. Además, los supuestos
informacionales acerca de las razones para prevenir las transgresiones a la naturaleza
tuvieron tendencia biocéntrica para la transgresión de maltrato animal y tendencia
antropocéntrica para la transgresión de desperdicio de energía. En lo que refiere a las
variaciones en los tres momentos del desarrollo, se encontró que los estudiantes de mayor
edad presentaron mayores variaciones en sus juicios morales sobre las transgresiones,
demostrando una mayor consideración de los supuestos informacionales
antropocéntricos. Finalmente, en la discusión se visibilizan las implicaciones de este
estudio para la educación ambiental
.
Palabras clave: Desarrollo moral, supuestos informacionales antropocéntricos,
razonamiento biocéntrico, problemática ambiental.
X Supuestos Informacionales Antropocéntricos
Abstract
Based on the importance of anthropocentrism in society, this current study seeks to
describe the variations of moral evaluations regarding environmental transgressions when
anthropocentric informational assumptions are considered. Furthermore, this study
explores whether such variations present differences in three grade levels and what kind
of informational assumptions are related to prevention of environmental transgressions. In
the study, third graders, seventh graders and first-year university students (N = 96), were
interviewed by the author. Results showed that all participants positively judged
environmental transgressions when they are accompanied by anthropocentric
informational assumptions, which makes visible their role in the human relation with nature
and in the interpretation of everyday situations. Regarding the informational assumptions
related to prevention of environmental transgressions, participant showed a biocentric
perspective for animal mistreatment transgression and an anthropocentric perspective for
energy waste transgression. Furthermore, older students presented greater variations in
their moral judgments about transgressions, showing greater consideration of
anthropocentric informational assumptions. Finally, environmental education implications
are discussed.
Keywords: Moral development, anthropocentric informational assumptions, biocentric
reasoning, environmental problems.
Contenido XI
Contenido
Pág.
Introducción .................................................................................................................... 1
Marco teórico ................................................................................................................... 3
Razonamientos morales ambientales ............................................................................ 3
El rol de la interpretación subjetiva y los supuestos informacionales ............................. 5
Supuestos informacionales acerca del ambiente natural ............................................... 8
Antropocentrismo y Biocentrismo................................................................................... 8
Dualismo Humano Naturaleza ..................................................................................... 10
Representaciones sociales del ambiente natural ......................................................... 11
El rol de los supuestos informacionales en los juicios morales de las transgresiones al
ambiente natural .......................................................................................................... 13
Los supuestos informacionales en diferentes momentos del desarrollo ....................... 15
Método ........................................................................................................................... 19
Participantes ................................................................................................................ 19
Diseño del instrumento y valoraciones ......................................................................... 19
Entrevista Semiestructurada. ................................................................................... 19
Cuestionario Sociodemográfico. ............................................................................... 22
Procedimiento .............................................................................................................. 24
Codificación de Datos. ............................................................................................. 24
Criterios de Confiabilidad. ........................................................................................ 29
Resultados ..................................................................................................................... 31
Estrategia analítica general .......................................................................................... 31
Caracterización sociodemográfica ............................................................................... 31
Expectativas y razones en la primera fase ................................................................... 32
Juicios morales y de severidad sobre transgresiones a la naturaleza .......................... 35
XII Supuestos Informacionales Antropocéntricos
Línea de base sobre la transgresión de maltrato animal. ......................................... 35
Línea de base sobre la transgresión de desperdicio de energía. ............................. 36
Situación acompañada de supuesto sobre la transgresión de maltrato animal. ....... 38
Situación acompañada de supuesto sobre la transgresión de desperdicio de energía.
……………………………………………………………………………………… 39
Comparaciones por condición, transgresión y grado de escolaridad en los juicios
morales y juicios de severidad ..................................................................................... 40
Atributos asignados a los personajes .......................................................................... 44
Supuestos informacionales sobre las razones de prevención de la transgresión a la
naturaleza ................................................................................................................... 45
Discusión ....................................................................................................................... 49
Conclusiones ................................................................................................................ 65
Anexo A. Entrevista Semiestructurada ....................................................................... 67
Anexo B. Cuestionario Sociodemográfico .................................................................. 69
Referencias ................................................................................................................... 71
Contenido XIII
Lista de figuras
Pág.
Figura 1. Porcentajes de las razones de las expectativas de acción según el tipo de
expectativa ...................................................................................................................... 34
Figura 2. Porcentajes de las razones de prevención de la transgresión por tipo de
transgresión .................................................................................................................... 46
Contenido XIV
Lista de tablas
Pág.
Tabla 1. Género, Escolaridad, Edad y Número de Participantes ..................................... 20
Tabla 2. Diseño de las fases de la entrevista por tipo de transgresión ............................ 23
Tabla 3. Categorías de las expectativas de acción en la primera fase de la entrevista ... 25
Tabla 4. Razones de las expectativas de acción ............................................................. 25
Tabla 5. Categorías de Justificación de los Juicios morales de la transgresión ............... 27
Tabla 6. Presencia de Supuestos Informacionales Coincidentes .................................... 28
Tabla 7. Razones de las acciones de los personajes para prevenir la transgresión ........ 28
Tabla 8. Razones de las expectativas de acción por tipo de fase abierta y grado de
escolaridad (Porcentajes) ............................................................................................... 34
Tabla 9. Promedios de los juicios morales y los juicios de severidad por tipo de condición
y transgresión ................................................................................................................. 35
Tabla 10. Justificaciones de los juicios morales por tipo de condición y transgresión
(Porcentajes) .................................................................................................................. 37
Introducción
Aunque en la historia de la humanidad se han presentado transformaciones
naturales del ambiente como las glaciaciones, las tendencias de desarrollo humanas que
se han manifestado desde la colonización, son las principales responsables del deterioro
ambiental (Ángel, 1990). En el caso de América Latina y Colombia, la actual situación
ambiental no sólo debe su gravedad al saqueo de los recursos mineros y agrícolas, sino
también a una larga historia de dependencia económica y la orientación de las políticas
en torno a las exigencias del mercado (Ángel, 1990). En este contexto, las principales
problemáticas ambientales que se han identificado en Colombia, son el déficit del agua,
la contaminación de las fuentes hídricas, la deforestación masiva, el agotamiento de los
suelos, la extinción de especies, la generación de residuos tóxicos industriales y las
emisiones de gases de efecto invernadero, las cuales apenas empiezan a ser
controladas por las autoridades pertinentes (Sánchez, 2002).
Ante esta situación, originada en las acciones humanas, cobran una relevancia
inconmensurable las investigaciones en psicología que han tratado de describir los
elementos que están presentes en la relación del ser humano con el ambiente.
Especialmente, se pueden destacar los estudios realizados por Kahn (2006), quien ha
planteado que los razonamientos en torno al ambiente, se construyen en la interacción
con el entorno natural, y aunque están relacionados con interpretaciones y creencias
culturales, se fundamentan en conceptos morales universales, los cuales incluyen
razonamientos referidos al bienestar, la justicia y los derechos que son intrínsecos al acto
(Turiel, 1983). En efecto, se ha demostrado que niños de diferentes edades y contextos
juzgan las transgresiones hacia elementos el ambiente como incorrectas utilizando
justificaciones referidas al valor intrínseco de la naturaleza y el bienestar de otros seres
vivos humanos y no humanos (Kahn & Friedman, 1995; Howe, Kahn, & Friedman, 1996;
Kahn & Lourenço, 2002).
Aunque se ha demostrado que los conceptos morales en la relación con seres
vivos humanos y no humanos son prescriptivos y universales, se afirma que los
2 Introducción
razonamientos morales presentan variaciones cuando se aplican en la vida cotidiana
para tomar decisiones, puesto que son complejizados por diferentes factores como la
interpretación de las situaciones (Wainryb, 2000). Tal interpretación, está constituida en
gran parte por creencias o supuestos informacionales, los cuales son afirmaciones sobre
lo que el sujeto considera verdadero en la realidad y por ello pueden orientar las
evaluaciones que hace sobre acontecimientos cotidianos (Wainryb, 2000). Esto implica
que, aunque el reconocimiento de la variación en los juicios le da cabida a la subjetividad,
desde la teoría no se está aceptando un relativismo en el nivel de los conceptos morales,
que como se mencionó, al estar referidos a cuestiones de bienestar y justicia, intrínsecas
del acto, son universales (Wainryb, Brehl & Matwin, 2005). Con frecuencia, en la vida
cotidiana se pueden encontrar casos ejemplificadores, cuando creencias que se retoman
en situaciones específicas, llevan a que los juicios se maticen y se realicen acciones que
transgreden el ambiente, como el supuesto informacional de que ‘siempre es necesario
un crecimiento económico’, el cual ha llegado a sustentar acciones como la extracción
minera que tienen un grave impacto en el ecosistema.
Sin embargo, desde la teoría de dominios del conocimiento social, apenas se está
empezando a estudiar a profundidad cuáles son las creencias asociadas a las decisiones
y cursos de acción elegidos por los sujetos cuando no favorecen a la naturaleza, a pesar
de que reportan reconocer su valor intrínseco. Tampoco se ha estudiado si tales
creencias o supuestos llevan a cambios en los juicios morales de situaciones específicas.
Por consiguiente, las preguntas que pretende explorar este estudio son: a) ¿Existen
diferencias en las evaluaciones morales de transgresiones al ambiente natural cuando se
ponen en consideración supuestos informacionales de tendencia antropocéntrica? Y
¿qué tienen en cuenta los participantes para justificar sus juicios morales?; b) ¿Qué
supuestos informacionales tienen en cuenta para explicar las acciones de prevención del
daño a la naturaleza?; c) ¿qué tendencias se identifican en tres diferentes momentos del
desarrollo, en lo referido a la relación entre los supuestos informacionales y los juicios
morales de los sujetos?
Con el objetivo de responder a estas preguntas de investigación, se realizó una
revisión teórica y se construyó una entrevista semiestructurada con situaciones
hipotéticas de transgresiones hacia el ambiente.
Marco teórico
En este apartado se presenta una revisión bibliográfica que inicia con la
descripción de los postulados de la teoría de dominios del conocimiento social acerca de
los razonamientos morales ambientales y el rol que juegan los supuestos informacionales
en la variación de los juicios morales de los sujetos. Posteriormente, se exponen algunos
de los supuestos informacionales que se han identificado en lo que refiere a la relación
del ser humano con el ambiente natural y los hallazgos acerca de su rol en los juicios
morales de las transgresiones. Finalmente, se describen las investigaciones que se han
realizado para explorar tendencias en el desarrollo acerca de la forma en que las
personas toman en cuenta estas creencias en sus juicios morales.
Razonamientos morales ambientales
Desde la teoría de dominios, Turiel (1983) propone que los sujetos construyen
conocimiento a partir de la interacción social recíproca y éste se organiza en dominios
específicos según los tipos diferentes de experiencias que se vivencian. De esta manera,
uno de los dominios del conocimiento social es el dominio moral, el cual integra los
razonamientos sobre los efectos intrínsecos de acciones que afectan principios de
bienestar, derechos y justicia, que son independientes de las convenciones sociales y por
ende son universales (Turiel, 1983). En efecto, a diferencia de lo que han planteado
múltiples aproximaciones teóricas, el dominio moral no parte del aprendizaje de
cuestiones convencionales o reglas sociales pues éstas son uniformidades arbitrarias
que coordinan la interacción entre individuos, se validan por consenso y son relativas al
contexto en el que tienen lugar, siguiendo un curso de desarrollo diferente al dominio
moral (Turiel, 1983). Asimismo, los razonamientos morales se diferencian de los referidos
al dominio personal, pues estos últimos se refieren a aspectos de la vida privada de las
personas, sus preferencias y gustos, que por ende no se pueden juzgar como buenos o
malos (Nucci, 2003).
Estos planteamientos se sustentan en múltiples estudios realizados con
entrevistas de juicios de criterio, dentro de contextos diversos, los cuales revelan que las
personas desde edades tempranas diferencian estos dominios (Smetana, 2006). Por
ejemplo, se ha demostrado que en diferentes culturas y grupos de edad, las personas
evalúan como incorrecto golpear a alguien sin provocación reportando justificaciones
4 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
referidas al daño causado y la injusticia de este acto infundado, sin importar si existen o
no reglas diferentes en tal contexto (Tisak & Turiel, 1978; Nucci & Turiel, 1978; Wainryb,
2000). Esta diferenciación resulta muy relevante pues implica que desde la teoría, se
reconoce a las personas como individuos autónomos que, partiendo de conceptos
morales universales, pueden realizar evaluaciones morales divergentes u opuestas a lo
que tradicionalmente ha planteado la sociedad en la que conviven o la cultura de la que
hacen parte.
Esta diferenciación de dominios también admite su combinación e interacción en
contexto, pues ante los acontecimientos cotidianos se puede hacer uso de los
conocimientos pertenecientes a más de un dominio. En ese sentido, se pueden encontrar
múltiples variaciones y diferencias entre las personas, según el peso que le conceden a
un aspecto sobre otro, la información que aportan a la situación y su nivel de desarrollo
en cada dominio del conocimiento (Nucci, 2003).
Aunque se han llevado a cabo múltiples estudios desde la teoría de dominios, la
mayoría de ellos han profundizado en los conceptos morales presentes en las relaciones
entre pares o ante situaciones contextuales propias de cada cultura. Sólo hasta hace dos
décadas, empezó a consolidarse una creciente línea de investigación que ha indagado
por los razonamientos morales que el ser humano construye en su relación con la
naturaleza. En esta área, la investigación realizada por Peter Kahn ha tenido una gran
relevancia. Sus estudios en diferentes contextos, han tenido el objetivo de determinar si
los niños razonan en términos de obligaciones morales en lo que refiere a transgresiones
ambientales prototípicas, como el acto de botar basura a un río cercano a la comunidad
(Kahn, 2006). Para ello, en sus estudios incluye preguntas de juicios de criterio en las
que por ejemplo se indaga si el niño continúa evaluando el acto como negativo, cuando
es una práctica común en su comunidad, o cuando no existe una regla que lo sancione
(contingencia de la regla). Los resultados revelan que, tanto en contextos urbanos como
rurales en la Amazonía, los sujetos juzgan transgresiones al ambiente como incorrectas;
argumentando justificaciones referidas al valor intrínseco de la naturaleza y el bienestar
de otros seres vivos (Kahn, 2006). Además, se ha demostrado que los niños tienen
conocimiento de la situación ambiental pues reconocen que las plantas y los animales
son importantes e identifican problemas ambientales (Kahn & Lourenço, 2002).
Marco Teórico 5
Estos hallazgos son relevantes pues demuestran que, aunque las personas
realizan transgresiones a la naturaleza, en situaciones prototípicas razonan moralmente
acerca del ambiente. Como ya se mencionó, en situaciones contextualizadas, estos
razonamientos se complejizan y varios factores como los supuestos informacionales, al
ser considerados en la interpretación de las situaciones, pueden llevar a diferentes
decisiones e inclusive a acciones incoherentes con los razonamientos morales. A
continuación, se describen algunos estudios que demuestran el papel que juegan los
supuestos informacionales dentro de la interpretación subjetiva de la situación y los
juicios morales.
El rol de la interpretación subjetiva y los supuestos informacionales
Si bien la investigación demuestra que los niños construyen conceptos morales
universales, conocerlos es insuficiente para entender sus vidas morales; pues
evidentemente las personas no siempre toman decisiones en concordancia con tales
conceptos (Wainryb & Brehl, 2006). En el ámbito del desarrollo moral, existen dos
perspectivas principales que han propuesto explicaciones a las inconsistencias entre lo
que los sujetos juzgan moralmente y las decisiones que toman, así como los
razonamientos sobre sus acciones. Por un lado, la teoría de la desconexión moral
propone que cuando las personas experimentan conflictos, en los que el comportamiento
evaluado como incorrecto, podría servir como un medio para alcanzar su propio
beneficio, ellos tienden a ajustar sus creencias fácticas y a resolver los conflictos a través
de la desconexión selectiva de la autocensura (Bandura, 1991). Se proponen
mecanismos como el desplazamiento de la responsabilidad o la distorsión de las
consecuencias, a través de los cuales las personas logran desconectarse de sus
controles morales y justificar sus acciones inmorales, de manera que, a partir de una
reestructuración cognitiva deliberada, las personas evitan sentir culpa (Wainryb, 2000).
Sin embargo, el enfoque de la desconexión moral no considera que tales creencias
fácticas podrían ser interpretaciones diferentes de acontecimientos ambiguos o sesgos
cognitivos que no son deliberados (Wainryb, 2000).
Por otro lado, desde la perspectiva de dominios del conocimiento social, se afirma
que la moralidad se expresa en el sujeto cuando puede realizar juicios acerca de lo que
está bien y lo que está mal; a la vez que reconoce que es capaz de causarle daño a otros
6 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
y de repararlo. Por consiguiente, las inconsistencias entre los juicios morales y la toma de
decisiones no implican necesariamente la omisión deliberada de los controles morales
para favorecer los intereses personales, sino que tales inconsistencias están
relacionadas con las creencias que el sujeto ha construido acerca del mundo social, las
cuales al alimentar la interpretación de las situaciones, juegan un papel primordial
cuando los conceptos morales son llevados a la complejidad de la realidad (Wainryb,
1991).
En efecto, según Wainryb (2000), las personas construyen supuestos
informacionales o creencias a lo largo de su desarrollo, las cuales son afirmaciones sobre
lo que consideran cierto. Tales creencias pueden ser diferentes entre sujetos respecto a
la misma situación e incluso bajo las mismas intenciones. Por ejemplo, aunque dos
personas tengan la misma buena intención de proteger un ecosistema, pueden tener
creencias muy diferentes sobre la manera adecuada de hacerlo, o sobre qué tan
necesario es exterminar algunas especies del sistema. De esta forma, cuando las
personas toman decisiones tienen en cuenta tanto los conceptos morales como las
creencias fácticas. Esto implica que las creencias construidas por las personas ante
situaciones sociales no son siempre simples racionalizaciones que se constituyen para la
desconexión, sino que también pueden provenir de interpretaciones diferentes de la
realidad, del desconocimiento o de razonamiento ilógico. Como concluyen Wainryb y
Turiel (1993), las situaciones sociales por complejas o simples que sean, implican
consideraciones conflictivas y decisiones multifacéticas, en las que el sujeto coordina
diferentes dominios, creencias e incluso metas sociales y personales.
Estas creencias fácticas que son conocidas como supuestos informacionales
tienen un efecto sobre la interpretación que las personas hacen de sucesos de la realidad
y así indirectamente pueden tener implicaciones sobre sus juicios morales, sus
decisiones o sus acciones (Wainryb, 1991). De esta forma, la construcción de los
supuestos informacionales juega un rol en el razonamiento moral después de que los
conceptos morales se han constituido como prescriptivos, lo que implica que el desarrollo
de los conceptos morales es independiente del desarrollo de los conceptos fácticos,
aunque ambos se constituyen a través de las experiencias de los sujetos (Wainryb, 2004;
Wainryb & Brehl, 2006).
Marco Teórico 7
En lo que refiere a la relación entre los juicios morales y los supuestos
informacionales, ya se han llevado a cabo diversos estudios. Uno de los primeros fue el
realizado por Wainryb (1991) en el que se compararon las evaluaciones de los
participantes ante dos situaciones referidas al bienestar, en una situación se expresó una
violación moral prototípica en la que un padre le proporcionó una nalgada a su hijo que
no estaba haciendo nada malo, y en la otra el padre le proporcionó el mismo castigo pero
cuando el niño se había estado comportando muy mal. En el estudio se evidenció que los
supuestos informacionales son una fuente de variación de los juicios morales, puesto
que, aunque todos los participantes juzgaron como incorrecta la primera situación, la
mayoría de los participantes que manifestaron creer en el castigo como un método
efectivo para enseñar a los niños, juzgaron positivamente la segunda situación.
También, se puede citar el estudio que llevaron a cabo Wainryb, Shaw, Laupa, y
Smith (2001), en el que les pidieron a los participantes que juzgaran la aceptabilidad de
pensamientos y acciones basados en diferentes tipos de creencias con las que ellos no
estaban de acuerdo. Los resultados revelaron que los sujetos tienden a hacer juicios
positivos tanto de acciones como de creencias en el dominio moral cuando estos son
consistentes con sus propias creencias. Pero cuando las creencias evaluadas son
divergentes en el dominio moral, se encontró que los sujetos hacen más juicios positivos
de las creencias divergentes que de las acciones que se derivan de tales creencias. Este
estudio también mostró que los participantes reportan creencias diferentes acerca de los
atributos de los otros dependiendo de si comparten sus mismos principios morales o
creencias psicológicas. Por ejemplo, los participantes calificaron con el atributo de
buenos a las personas que tenían sus mismas creencias morales y como malos a los que
tenían creencias morales divergentes (Wainryb, Shaw, Laupa, & Smith, 2001).
Los hallazgos presentados desde la teoría de dominios sugieren que
universalmente los supuestos informacionales de los sujetos pueden alterar sus juicios
morales (Wainryb, 1991), sin embargo, estas evidencias tradicionalmente se han
obtenido en situaciones de transgresión entre seres humanos. Teniendo esto en cuenta,
el presente estudio busca explorar el rol de los supuestos informacionales
antropocéntricos sobre los juicios morales, partiendo de la hipótesis de que tales
supuestos llevarán a evaluaciones morales más positivas de las transgresiones a la
naturaleza. Asimismo, se desea explorar las creencias sobre los tipos de atributos que se
asignan a las personas implicadas en tales transgresiones ambientales.
8 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
Supuestos informacionales acerca del ambiente natural
Si bien ya se ha documentado el rol que juegan los supuestos informacionales en
su relación con los juicios morales y se han identificado algunos supuestos específicos a
partir de las diferencias culturales (Wainryb, 1991; Wainryb y Turiel, 1995), desde la
perspectiva de dominios ha habido poca exploración sobre los tipos de supuestos
informacionales que han construido los seres humanos en su relación con el ambiente y
la naturaleza, los cuales podrían sugerir elementos para entender las inconsistencias
entre los juicios morales y las acciones, e inclusive para emprender estrategias
educativas.
Desde otras disciplinas, especialmente desde la filosofía, se ha hecho un extenso
análisis de las creencias e ideas que tradicionalmente el ser humano ha sostenido en su
experiencia con la naturaleza. Para este estudio, se realizó una revisión en la que se
identificaron dos creencias que, según algunos filósofos, fundamentan la perspectiva
sobre la relación humana con la naturaleza y los actuales estilos de vida, que son el
antropocentrismo en oposición al biocentrismo y el dualismo Humano/naturaleza.
Además, también se indagó por el estudio de las creencias que los seres humanos
suelen tener acerca de la naturaleza en el contexto de América Latina, el cual se ha
desarrollado desde la perspectiva de las representaciones sociales del ambiente. A
continuación, se presentan brevemente las perspectivas y hallazgos.
Antropocentrismo y Biocentrismo
Según Steiner (2005), los seres humanos desde muy temprano en la historia han
planteado sus estructuras de pensamiento atribuyéndose a sí mismos un rol central en el
orden de las cosas. Inclusive se puede decir que su naturaleza les proporciona un lugar
entre los animales y los dioses, aunque se evidencia que se perciben más cercanos a los
dioses. A estos pensamientos comunes se les ha denominado antropocéntricos y tienen
múltiples implicaciones en las acciones y pensamientos de los seres humanos frente a
otras especies, particularmente en lo que refiere a su deliberación moral. En efecto,
filósofos como San Agustín, Santo Tomás, Descartes e inclusive Kant, a partir del
antropocentrismo plantearon que sólo los seres humanos merecen una consideración
moral por su capacidad racional, su autodeterminación y el lenguaje que han
desarrollado, lo cual se mantuvo dominante por mucho tiempo en el pensamiento
Marco Teórico 9
occidental. Actualmente, se han reconocido algunos cuestionamientos a esta tendencia y
la filosofía occidental ha llegado a aceptar la atribución de un estatus moral a los
animales. Sin embargo, en términos pragmáticos y decisiones políticas la conclusión
siempre ha sido que los seres humanos tienen mayor prioridad y merecen mayor
consideración moral que cualquier otra especie (Steiner, 2005).
En este punto es importante aclarar que la perspectiva antropocéntrica no
necesariamente implica un pensamiento que justifica el daño a la naturaleza. Por el
contrario, como lo mencionan Cocks y Simpson (2015), en algunos casos el
antropocentrismo, puede llevar a la conservación del medio ambiente, enfocándose
completamente en el valor que tales acciones tienen para el ser humano y su bienestar.
Aunque el antropocentrismo ha predominado tradicionalmente, también se han
identificado perspectivas contemporáneas que plantean una visión holística de la relación
entre ser humano y naturaleza. Es el caso del biocentrismo, cuyo mayor exponente es
Callicot (1989, citado por Cocks & Simpson, 2015), en el cual se propone que la
preservación del ambiente tiene valor por sí misma y aunque se reconoce que los valores
morales son construidos por el humano (antropogénicos), se plantea que trascienden sus
intereses y no se reducen sólo a su bienestar. Desde esta perspectiva, toda la tierra tiene
un valor intrínseco, ya que todas las entidades naturales que la constituyen, conforman
una comunidad biótica y son un sistema ecológico (Callicott, 1995). Es así como las
consideraciones morales no pueden estar sometidas a los intereses individuales de
alguna especie en específico y por ende el deber de todas las especies, es
autopreservarse y no impedírselo al resto del Sistema (Callicott, 1995).
Aunque se ha afirmado que la diferenciación entre las tendencias
antropocéntricas y biocéntricas no tiene implicaciones prácticas en las acciones
cotidianas, pues ambas pueden fomentar el cuidado de la naturaleza (Cocks & Simpson,
2015), desde la educación ambiental no se soporta esta afirmación. Según Kopnina
(2013), la perspectiva antropocéntrica tiene el riesgo de llevar a la creencia de que la
naturaleza se puede poseer y que para el desarrollo sustentable, los seres humanos
están a cargo del mundo, lo cual puede motivar acciones diferentes y toma de decisiones
particulares en situaciones más específicas o ante dilemas contextuales.
10 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
Dualismo Humano Naturaleza
Relacionado con el antropocentrismo también se ha identificado el dualismo
Humano/naturaleza, el cual surge de la comparación entre la naturaleza, vista en su
mayoría como materia inanimada, y el ser humano, que forma parte del orden de la razón
y la autoconciencia (Plumwood, 2009). A partir del dualismo, el ser humano deja de
reconocerse como parte de la naturaleza y se identifica como opuesto a ella, lo cual
según Plumwood (2009) tiene dos implicaciones importantes. Por un lado, tal percepción
diferenciada perjudica la habilidad para vernos a nosotros mismos como parte del
ecosistema y de esa forma nos lleva a ignorar cómo la naturaleza soporta nuestras vidas.
Por otro lado, el dualismo refuerza la jerarquización, en la que se tiene la idea de que el
ser humano por sus características es superior a la naturaleza.
Este dualismo también se evidencia en el concepto de salvaje que ha tenido una
transformación a lo largo del tiempo, al menos en la cultura norteamericana. Según
Cronon (1995), lo salvaje pasó de tener una connotación demoniaca desde lo religioso a
plantearse en la actualidad como aquello inhabitado que se debe proteger de la acción
humana por su escasez.
Desde este concepto paradójico de lo salvaje no sólo se reproduce la idea
dualista, de que en la naturaleza no hay lugar para el ser humano, sino que también se
justifica la evasión de la responsabilidad del humano en la problemática ambiental, pues
lo aleja del sistema ecológico al que pertenece y lo ubica en un lugar afuera donde se
legitima la ubicuidad de sus intereses (Cronon, 1995; Plumwood, 2009).
Otros filósofos reconocen este dualismo como una realidad difícil de superar.
Ángel y Ángel (2002), afirman que la naturaleza tiene un orden armónico, más que
competitivo, en el que cada especie tiene un nicho o función y donde la evolución ha
implicado la adquisición de mayor complejidad por parte de los biomas. Sin embargo, en
contravía con ese proceso natural, la especie humana transformó el ecosistema para
crear la cultura y en vez de complejizarse, desarrolló la tecnología como herramienta
para simplificar los procesos. En palabras de Ángel y Ángel (2002), “la evolución arrojó a
esa especie [ser humano] fuera del paraíso ecosistémico y no ha podido ni puede
regresar a él” (p. 15). De esta forma, la problemática ambiental no implica una etapa
normal en la búsqueda de equilibrio del ecosistema, sino una crisis que fue causada por
Marco Teórico 11
la especie humana en su proceso de desvincularse de la naturaleza armónica (Ángel &
Ángel, 2002).
Estos planteamientos filosóficos acerca de las creencias sobre la naturaleza, han
encontrado sustento en las investigaciones realizadas desde la perspectiva de las
representaciones sociales, en las que se indaga por la percepción de los humanos sobre
la naturaleza y la situación ambiental actual. Es por ello que se considera relevante
presentar algunos de estos hallazgos en el siguiente apartado.
Representaciones sociales del ambiente natural
En el área de las representaciones sociales, se ha hecho bastante investigación
para explorar las creencias compartidas acerca del ambiente natural que los sujetos han
constituido en interacción con las prácticas culturales y grupales. Este interés parte de la
función que cumplen las representaciones para guiar la relación de los sujetos con el
ambiente y darle sentido a la situación actual. Hasta el momento, los hallazgos han sido
consistentes y específicamente en lo que refiere a América Latina se pueden mencionar
tres estudios.
El primer estudio, fue realizado por Polli y Camargo (2013) en Florianópolis, con
adultos entre los 18 y los 60 años, a los que se les preguntó qué es lo más importante
que saben acerca del medio ambiente y el agua. Se encontró que la representación más
común reúne las creencias acerca de las características del ambiente como espacio
natural en el que interactúan diferentes seres vivos. También, se identificó la
representación acerca de la importancia de conservar el ambiente para el mantenimiento
de la vida en general. Las demás representaciones encontradas refieren a los problemas
ambientales que generan preocupación y la relevancia de estrategias educativas para
promover su cuidado.
En otro estudio realizado por Flores (2008) en Ciudad de México, se les pidió a
estudiantes de licenciatura en educación primaria que identificaran los componentes del
medio ambiente, y se identificaron cinco tipos de representaciones a partir de lo
propuesto por Reigota (1990, citado por Flores, 2008). Dentro de estas representaciones
se encontraban tres antropocéntricas: a) las antropocéntricas utilitaristas, en las que el
sentido del medio ambiente depende del beneficio que proporciona para el ser humano
12 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
que como ser superior se separa de lo natural; b) las antropocéntricas pactadas, en las
que se reconoce la relación histórica entre ser humano y naturaleza en actividades
cotidianas así como el impacto que ha tenido la actividad humana; c) las antropocéntricas
culturales, en las que se destaca el aporte del ambiente a las identidades grupales. Estas
representaciones evidencian la presencia de una percepción dualista en la relación entre
hombre y naturaleza (Flores, 2008), lo cual es coherente con las perspectivas filosóficas
presentadas previamente.
En el caso colombiano, se puede destacar el estudio de Ávila (2012), quien aplicó
una encuesta a 200 estudiantes de bachillerato y 500 universitarios indagando sobre sus
representaciones sociales acerca del ambiente y las creencias asociadas a sus acciones.
Dentro de los hallazgos resulta notable que el 59% de los participantes afirmó no sentirse
responsable de la calidad del aire de la ciudad y el 52% dijo considerar que sus acciones
individuales no tienen consecuencias importantes sobre el ambiente. Asimismo, un
porcentaje considerable de participantes dijeron que la solución a la problemática
ambiental estaba en la creación de leyes más estrictas (29%) y en la aplicación más
rigurosa de las leyes existentes (21%), mientras que tan solo el 19% consideró
importantes los programas de educación.
Tomando en cuenta estos hallazgos junto con los análisis desde la filosofía se
pueden señalar dos puntos importantes a tener en cuenta. Por un lado, con el predominio
de la representación naturalista se evidencia el rol del dualismo, en tanto se separa al ser
humano de la naturaleza. Por otro lado, cuando los sujetos reportan que sus acciones no
tienen impacto en la problemática ambiental, se evidencia que no se reconocen como
integrantes del ecosistema y en ese sentido, esta creencia puede evitar que actúen para
detener la problemática ambiental o que sólo decidan actuar cuando llegue a afectar
directamente su propio bienestar o el de otros seres humanos.
De esta forma, es evidente que en su relación con la naturaleza, el ser humano
no solo tiene en cuenta sus conceptos morales, sino también múltiples supuestos o
creencias que ha construido, las cuales también informan sus cursos de acción ante
determinadas situaciones. Teniendo en cuenta la revisión realizada y la amplia variedad
de creencias que pueden existir, en este estudio se decidió hacer énfasis en los
supuestos informacionales de tipo antropocéntrico.
Marco Teórico 13
En este sentido, este estudio plantea la hipótesis de que los supuestos
antropocéntricos, al informar la interpretación que se hace de las situaciones, estarán
acompañados de evaluaciones morales mixtas y positivas de las transgresiones al
ambiente en situaciones cotidianas. En lo que refiere a los supuestos informacionales
relacionados con la evitación de las transgresiones o con las acciones de preservación
del ambiente natural, en este estudio no se tienen expectativas específicas, aunque se
cree probable que se presenten tanto creencias de tipo antropocéntrico como biocéntrico,
pues los sujetos no sólo suelen contemplar los beneficios para los demás seres vivos
sino también para sí mismos.
El rol de los supuestos informacionales en los juicios morales de las
transgresiones al ambiente natural
Como se mencionó previamente, desde la teoría de dominios del conocimiento
social la investigación es muy escasa en lo referente a la relación entre los supuestos
informacionales y los juicios morales sobre transgresiones al ambiente. Sin embargo,
existen estudios que evidencian el efecto que tiene la información que los sujetos toman
en cuenta cuando realizan juicios sobre transgresiones al ambiente y cuando coordinan
consideraciones de diferentes dominios. En especial, Kahn y Lourenço (2002), realizaron
un estudio sobre escenarios con problemáticas como la polución del aire. Les pidieron a
los participantes que evaluaran moralmente la práctica cotidiana de conducir un
automóvil para llegar al trabajo y según su respuesta les presentaron un
contraargumento, que se refirió a la polución del aire en caso de evaluación positiva, y a
la necesidad de transportarse para llegar al trabajo en caso de una evaluación negativa.
Los resultados revelaron que el 81% de los participantes evaluó como correcto conducir
el automóvil para el trabajo y sus juicios ante los contraargumentos fueron limitados por
cuestiones personales y morales. De esta forma, la coordinación de sus juicios mostró
tres tendencias, a) dominante, en la que uno de los juicios era priorizado sobre el otro; b)
contradictoria, en la que se presentaban valoraciones opuestas; y, c) contextual, en la
que presentaba el juicio como relativo al contexto específico. Los hallazgos de este
estudio son relevantes en tanto demuestran que a pesar de que las personas apoyen
comportamientos que saben que afectan el ambiente natural, eso no implica
necesariamente que no hayan desarrollado un rango de “sensibilidades morales
ambientales” (Kahn y Lourenço, 2002, p. 424). Además, se abre el interrogante acerca de
14 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
qué creencias y supuestos pueden estar jugando un rol en la coordinación de
consideraciones de diferentes dominios en lo referido a las transgresiones al ambiente.
Por otro lado, Ruckert (2016), realizó un estudio con niños de 7 y 10 años en la
región Noroeste Pacífico en Estados Unidos, donde habita el lobo gris, un animal que se
encuentra en vía de extinción. En el estudio se detectaron tres conocimientos principales
que refieren los niños en sus justificaciones sobre los juicios morales: a) los seres vivos
poseen necesidades biológicas y capacidades; b) en la naturaleza existen relaciones
ecológicas como las de las cadenas tróficas; y c) las entidades vivientes tienen un
propósito teleológico. Según Ruckert (2016), los resultados revelan que estos
conocimientos sobre biología favorecen la estructuración del razonamiento moral
ambiental de los niños y le dan forma a las justificaciones que reportan en sus
evaluaciones sobre las transgresiones a la naturaleza. Por ejemplo, se encontró que en
los niños de mayor edad, las justificaciones morales biocéntricas, suelen estar
acompañadas de la expresión de conocimientos de biología relacionados con las
necesidades de los animales que comparan con las necesidades humanas y es así como
les atribuyen gran importancia a las primeras.
De esta forma, se hace evidente la relevancia de profundizar en el estudio del rol
que desempeñan las creencias asociadas a la naturaleza en los juicios morales y las
justificaciones de estos, que pueden tomar tanto tendencias antropocéntricas como
biocéntricas. También, teniendo en cuenta que el daño al lobo gris pudo haber sido una
transgresión que los niños nunca han llevado a cabo, y por tanto puede ser percibida
como lejana al contexto inmediato, surge el cuestionamiento acerca de las diferencias
que pueden existir entre diferentes tipos de transgresiones y situaciones, por ejemplo,
¿los sujetos tienen en cuenta elementos diferentes cuando se trata de situaciones de
transgresión que ellos no han experimentado directamente?, ¿qué supuestos
informacionales se expresarán cuando los sujetos juzgan situaciones cotidianas de
transgresión al ambiente cercanas a su contexto?. En este estudio se tiene la hipótesis
de que las evaluaciones morales sobre las situaciones de transgresión a la naturaleza
presentes en el contexto cotidiano, pueden estar acompañadas de supuestos
informacionales que no sólo incluyen conocimientos sobre biología, sino que integran
conocimientos psicológicos dados los intereses que pueden estar en conflicto con la
conservación del ambiente.
Marco Teórico 15
Al respecto de las situaciones con conflicto de intereses, cabe mencionar la
investigación previa realizada por la autora, en el que se presentaron a los participantes
dos situaciones donde la conservación del ambiente natural podría verse dificultada por
los intereses de rendimiento económico de un empresario y por las propuestas
comunitarias de un alcalde. Se indagó por sus expectativas sobre el desenlace de las
historias y por las justificaciones de sus juicios morales. Los resultados revelaron la
existencia de una incongruencia entre lo que los participantes perciben que se va a hacer
(juicio psicológico) y lo que creen que se debe hacer (juicio moral), puesto que, aunque la
mayoría tenía la expectativa de que los intereses de rendimiento económico y las
necesidades comunitarias serían priorizados, juzgaron estas acciones como incorrectas
(Pizza, 2014). En las explicaciones de los participantes acerca de sus expectativas y
juicios morales se evidenció la presencia de supuestos informacionales relacionados con
conocimientos de biología, cosmologías, perspectivas del futuro, el impacto del daño
ambiental y la creencia de que la única opción que tenían los personajes era perjudicar al
ambiente (Pizza, 2014). En este sentido, el estudio sugiere que los supuestos que
informan tanto los juicios morales como los psicológicos pueden brindar pistas para
entender lo que las personas tienen en cuenta cuando priorizan el rendimiento
económico y la protección de la comunidad en detrimento del ambiente natural.
Sin embargo, en el estudio de Pizza (2014), también se presentaron acciones
que, aunque hacen parte del contexto, son lejanas de las experiencias personales de los
participantes, lo que puede limitar las consideraciones que hacen y los supuestos
informacionales que reportan junto con sus juicios morales.
Con el objetivo de superar esa limitación y a partir de las hipótesis mencionadas,
en el presente estudio también se exploraron las expectativas y juicios morales de los
sujetos, con la presentación de situaciones muy comunes en su vida cotidiana en las que
suele presentarse un daño ambiental y en las que podrían expresarse los dos supuestos
informacionales antropocéntricos que fueron identificados.
Los supuestos informacionales en diferentes momentos del desarrollo
Partiendo de la importancia que han demostrado tener los hallazgos sobre el rol
que juegan los supuestos informacionales en los juicios morales de situaciones
específicas, también se ha considerado relevante llevar a cabo investigación para
16 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
entender las características que tienen estos supuestos en diferentes momentos del
desarrollo y cómo puede cambiar su efecto sobre los juicios morales en diferentes
edades. Estos estudios han partido de la percepción de que las variaciones en los juicios
morales de los niños de diferentes grupos de edad encontradas, no refieren a diferencias
en los conceptos morales, sino más bien, refieren a diferencias en la forma como
interpretan y construyen las experiencias (Wainryb et al., 2005).
A nivel general, Wainryb y Turiel (1995) han planteado que estos supuestos
informacionales no son adquiridos automáticamente, sino que se construyen en las
interacciones que el sujeto tiene con el mundo real y social. En efecto, al implicar un
proceso de construcción, pueden presentarse sesgos en la interpretación y
procesamiento de la información o variaciones en diferentes situaciones y con el paso del
tiempo (Ross & Nisbett, 1991). En el desarrollo de estos supuestos, muchos recursos
participan, en especial destacan el papel de la religión y la ciencia los cuales reúnen
información que el sujeto, a través de diversas fuentes, toma para construir explicaciones
acerca de las diferentes facetas de la realidad (Wainryb & Turiel, 1995).
De esta forma, la construcción de supuestos informacionales puede suceder de
forma muy diversa y estar inherentemente relacionada con las experiencias del sujeto en
su contexto particular. Por esta razón la investigación se ha dirigido a estudiar aquellos
procesos del desarrollo que pueden caracterizar la forma en la que el sujeto percibe sus
propios supuestos y estados mentales, los de los demás y la forma en que los relaciona
con sus juicios morales. En este campo la investigación desde las perspectivas sobre la
teoría de la mente ha tenido grandes avances. Se ha encontrado que los niños, en
general, reportan espontáneamente sus estados mentales y los tienen en cuenta en el
momento de narrar situaciones de conflicto con otros. Sin embargo, la evidencia de
diferencias entre grupos de edad, sugiere que a lo largo del desarrollo los niños
complejizan sus entendimientos sobre las experiencias psicológicas de otros (Wainryb et
al., 2005). Por ejemplo, se ha encontrado que los chicos más jóvenes reportan en menor
número estados mentales en comparación con los chicos de mayor edad y hay
diferencias en los tipos de estados mentales, pues los de mayor edad reportan en mayor
número intenciones y reinterpretaciones de la situación (Wainryb et al., 2005).
Más específicamente, según, Wainryb y Brehl (2006), la investigación ha revelado
que los niños hacia los 3 años no entienden que las creencias son representaciones de la
Marco Teórico 17
realidad y que pueden ser diferentes entre personas. Hacia los 4 y 5 años, los niños
logran entender que teniendo acceso a diferente información, las personas pueden crear
representaciones diferentes de la realidad, aunque no aceptan las creencias que no son
iguales a las de ellos y sus evaluaciones morales sólo toman en cuenta sus propias
creencias fácticas, constituyendo juicios más categóricos que los de niños de mayor edad
(Wainryb & Brehl, 2006). Asimismo, antes de los 5 años, los niños suelen extender la
obligatoriedad de los conceptos morales a las cuestiones convencionales y personales,
de forma que tienden a predecir que las personas actuarán siguiendo las reglas de la
autoridad y que eso les proporcionará sentimientos positivos de felicidad (Kalish &
Shiverick, 2004; Wainryb, 2004).
Mientras tanto los chicos mayores de 8 años, tienden a darle mayor importancia a
las preferencias por encima de las imposiciones de la autoridad y asocian emociones
positivas a la satisfacción de estas preferencias (Kalish & Shiverick, 2004). Desde los 7
años, los chicos reconocen que otras personas pueden tener creencias diferentes y a la
vez válidas, pero todavía no aceptan los juicios morales diferentes que parten de estas
creencias divergentes (Wainryb & Brehl, 2006).
Es hasta los 9 años aproximadamente, cuando los sujetos empiezan a mostrar
mayor aceptación de las prácticas que previamente han juzgado como negativas, bajo la
condición de que se basen en creencias diferentes a las suyas (Wainryb, 2004).
Asimismo, entre los 7 y los 9 años los niños empiezan a contemplar posibles conexiones
entre diferentes estados mentales y a inferir unos a partir de otros, como en el caso de la
suposición de intenciones a partir de creencias (Wainryb & Brehl, 2006). Posteriormente,
hacia los 11 años, los niños pueden reconocer que una situación singular puede llevar
simultáneamente a sentimientos de valencia opuesta (Wainryb & Brehl, 2006).
Finalmente, hallazgos de un estudio realizado con estudiantes universitarios, muestran
que, aunque éstos reportan juicios negativos frente a una práctica en su propia cultura,
pueden juzgarla como positiva en una cultura diferente, siempre y cuando sea visible que
hay un consenso sobre esa práctica y que tanto perpetradores como víctimas tienen la
creencia de que genera consecuencias beneficiosas (Shaw & Wainryb, 1999). Esto
puede explicarse porque a esta edad los jóvenes pueden tomar la perspectiva de la
persona o cultura a la que están juzgando y a partir de ello, tratan de darle sentido a la
situación (Shaw & Wainryb, 1999).
18 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
Esta revisión sobre los hallazgos que toman en cuenta la perspectiva de teoría de
la mente, sugiere que en general los niños a mayor edad expresan mayor consideración
de los estados mentales y de las creencias que llevan a los otros a actuar de cierta
manera, e incluso los integran a sus razonamientos sobre juicios morales.
Estos hallazgos son consistentes con el estudio realizado por Ruckert (2016), en
el que se encontró que los niños de 7 años ya tienen en cuenta conceptos morales y
conceptos intuitivamente biológicos, pero al parecer no logran integrarlos a sus
razonamientos morales, pues presentan menos razonamientos biocéntricos. Mientras
tanto los niños de 10 años tendieron a presentar más razonamientos biocéntricos,
especialmente del tipo antropomorfizado. Según Ruckert (2016), esto sugiere que, a
través del desarrollo, hacia los 10 años, los niños logran integrar los conceptos morales
con los biológicos y lo expresan en el reconocimiento del estatus moral de los animales,
a partir de la identificación de similitudes y diferencias con los seres humanos. Esto
implica que los conceptos intuitivos de biología favorecen la estructuración del
pensamiento moral sobre la naturaleza.
Teniendo en cuenta la literatura revisada, en este estudio se espera que los
participantes de mayor edad reporten una mayor consideración de los supuestos
informacionales antropocéntricos, lo que puede llevar a mayores variaciones en sus
juicios morales de las transgresiones ambientales que se presentan acompañadas de
estos supuestos y posiblemente también, a una calificación de menor severidad para
estas transgresiones. Asimismo, se espera que los participantes de mayor edad
manifiesten una comprensión más compleja de los estados mentales de los personajes y
eso se manifieste en la asignación de atributos positivos.
Tomando el marco teórico en consideración, el objetivo de esta investigación es
explorar si existen variaciones en las evaluaciones morales y sus justificaciones, cuando
las transgresiones al ambiente natural se presentan en compañía de supuestos
informacionales antropocéntricos que son comunes en el contexto de la ciudad.
Asimismo, se tiene el interés de explorar qué supuestos informacionales reportan los
sujetos ante las acciones de prevención del daño a la naturaleza. Finalmente, se espera
identificar tendencias en tres diferentes momentos del desarrollo, en lo referido a la
relación entre los supuestos informacionales antropocéntricos y los juicios morales de los
sujetos.
Método
Esta investigación parte de un paradigma constructivista, en el que el sujeto
ocupa un papel activo en la construcción de conocimiento y en la interacción con el
ambiente. Por consiguiente, se ha planteado un diseño metodológico mixto cualitativo
interpretativo y cuantitativo, que permitirá acercarse al objeto de estudio sin desconocer
su complejidad y dando relevancia al contexto en el que se constituye.
Participantes
Teniendo en cuenta que en este estudio se pretende explorar la relación de los
supuestos informacionales con los juicios morales en diferentes momentos del desarrollo,
en el estudio se entrevistaron estudiantes de tres grupos de escolaridad diferentes, los
cuales fueron elegidos basados en la bibliografía que documenta el reconocimiento de
estados mentales, como intenciones y atribución de creencias, a lo largo del desarrollo
(Wainryb & Brehl, 2006). Como se aprecia en la Tabla 1, el primer grupo está
conformado por 32 niños de grado segundo, el segundo grupo por 32 jóvenes de grado
séptimo y el último grupo por 32 jóvenes universitarios de primer año. Todos los
participantes están vinculados a instituciones educativas distritales y son habitantes de la
ciudad de Bogotá, capital de Colombia. Cabe mencionar que tanto la selección de las
instituciones educativas como de los participantes se realizó con un muestreo por
conveniencia. De esta forma, se eligió al Colegio Claretiano de Bosa y a la Universidad
Nacional de Colombia por la disponibilidad de los espacios y los permisos de las
directivas. En lo que refiere a la selección de los participantes de grado tercero y
séptimo, se eligieron los primeros participantes en presentar el consentimiento informado
de sus padres. En el caso de los universitarios, se acudió a las facultades de ciencias
humanas, medicina e ingeniería para invitar a los estudiantes, y se eligieron aquellos que
tenían disponibilidad de tiempo para participar.
Diseño del instrumento y valoraciones
Entrevista Semiestructurada.
El diseño de la entrevista se hizo teniendo en cuenta que el principal objetivo de
este estudio es explorar si los participantes muestran diferencias en sus evaluaciones
morales de transgresiones al ambiente, cuando se ponen en consideración supuestos
20 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
Tabla 1.
Género, Escolaridad, Edad y Número de Participantes
Número de
niñas y jóvenes
Número de
niños y jóvenes
Grado de
Escolaridad
Edad
M (SD)
Total
16 16 Tercero 8.31 (0.47) 32
16 16 Séptimo 12.69 (1.95) 32
16 16 Primer año
universitario
18.72 (0.88) 32
Total: 96
informacionales de tendencia antropocéntrica. En ese sentido se seleccionaron dos
transgresiones al ambiente, maltrato animal y desperdició de energía, y con cada una se
realizó una entrevista compuesta por dos fases. Cada entrevista tuvo dos formas, una
con personajes mujeres y otra con personajes hombres, de manera que a cada
participante se le presentó la forma que correspondió con su género. Además, no se hizo
ninguna variación en el orden de presentación de las entrevistas entre participantes.
La primera fase de la entrevista fue abierta y consistió en narrarle a los
participantes una situación sin desenlace e indagar por sus expectativas sobre los cursos
de acción de los personajes. Una de las situaciones que se presentó fue la siguiente: “A
Amanda le gusta ir de caminata algunos fines de semana. El próximo fin de semana tiene
la opción de ir a ver una corrida de toros. ¿Qué crees que hará Amanda? ¿Por qué?”
Posteriormente, se le presentó a los participantes la segunda fase de la
entrevista, la cual de forma estructurada, incluyó dos tipos de condiciones. La primera
condición, fue la línea de base en la que se presentó la situación de la primera fase con
un desenlace de transgresión al ambiente, sin incluir supuestos informacionales. El
criterio principal que se tuvo en cuenta para diseñar la línea de base fue que las
transgresiones se presentaran en situaciones comunes dentro del contexto colombiano y
cercanas a la vida cotidiana de los participantes. En el caso del maltrato animal hubo dos
criterios adicionales. Por un lado, que el animal maltratado no fuera una mascota, pues
ese tipo de situación podría tener implícitas otras variables difíciles de controlar, como
por ejemplo, las emociones asociadas a la propia mascota. Por otro lado, que el
Método 21
personaje de la historia no realizara el maltrato directamente, ya que esto ayudaría a
evitar juicios guiados por la deseabilidad social. Por esta razón, la transgresión se
presentó enmarcada en una corrida de toros, donde el personaje de la historia no tortura
al toro directamente (no es el torero), sino que apoya el maltrato al asistir al evento.
En el caso del ejemplo que se presentó previamente, la línea de base fue:
“Amanda decidió ir a ver la corrida de toros”. Luego, se preguntó sobre el juicio moral de
la acción del personaje (“¿Crees que estuvo bien o no estuvo bien que Amanda fuera a
ver la corrida de toros?”), justificación del juicio moral (“¿Por qué crees que estuvo
bien/no estuvo bien?”), juicio de severidad (“En una escala de 1 a 5 donde 1 es muy malo
y 5 muy bueno ¿Cómo calificarías que Amanda haya ido a la corrida de toros?”) y
atributos del personaje (“Dime ¿Cuáles de las siguientes características describen a
Amanda? Ella es ¿Práctica o Complicada? Ella es ¿Moderna o Anticuada? Ella es
¿Considerada o Despreocupada? Ella es ¿Buena Gente o Mala gente? El propósito de la
línea de base, fue conocer cómo son los juicios morales de los participantes sobre un tipo
de transgresión al ambiente que es común en la cotidianidad, en ausencia de creencias o
supuestos.
En la segunda condición de la segunda fase, la cual se llamó situación
acompañada de supuesto, se presentó a los participantes una situación de transgresión a
la naturaleza, en la que el curso de acción del personaje estuvo acompañado de uno de
los supuestos informacionales identificados para el estudio. Cabe mencionar que estos
dos supuestos fueron seleccionados después de realizar un pilotaje en el que se
pusieron a prueba cinco tipos de supuestos antropocéntricos. En el caso de la
transgresión de maltrato animal el supuesto relacionado fue la existencia de necesidades
alimenticias humanas que son naturalmente prevalentes; y en el caso de la transgresión
de desperdicio de la energía, el supuesto que se presentó fue la prevalencia del estilo de
vida contemporáneo en la relación del humano con la naturaleza. En este caso, también
se diseñaron las situaciones, teniendo en cuenta que fueran comunes en el contexto
colombiano y cercanas a la vida cotidiana de los participantes. Además, en lo que refiere
al maltrato animal, se tuvo en cuenta que así como en la línea de base, la transgresión se
presente de forma indirecta en la situación, por esa razón se eligió la compra de carne de
animales que han sido cebados en condiciones de maltrato, donde el personaje de la
historia no realiza el maltrato directamente (no es el granjero) sino que lo apoya al
comprar este tipo de carne.
22 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
A continuación, se presenta un ejemplo de este tipo de condición, con la creencia
que representa al supuesto en letra cursiva:
“En la familia de Natalia les gusta comer carne. Un día, Nicolás prendió la TV y
justo estaban diciendo que los cerdos y los pollos viven en lugares estrechos, con
poca iluminación y reciben hormonas para facilitar la producción de carne. Luego
Natalia salió a comprar algo para el almuerzo y pensó que las personas comemos
carne porque por naturaleza la necesitamos para alimentarnos y eso es más
importante. Entonces decidió comprar carne de cerdo para el almuerzo”.
En este caso, se indagó si los personajes se identificaban con la situación
(“¿Alguna vez te has encontrado en una situación similar a ésta?”) y si tenían el supuesto
informacional (“¿Alguna vez has pensado lo mismo que Natalia o algo similar?”). Esto
con el fin de asegurar que la situación y el supuesto informacional presentados, no están
alejados del contexto del participante. También, se indagó por el juicio moral de la
transgresión, la justificación del juicio moral, el juicio de severidad y los atributos de los
personajes, con el objetivo de conocer las características de estas evaluaciones morales
y compararlas con las obtenidas en la línea de base.
Finalmente, con el propósito de explorar qué tipo de supuestos informacionales
están relacionados con acciones de prevención del daño a la naturaleza, se le presentó a
los participantes un desenlace alternativo de la historia, en la que el personaje evita
realizar la transgresión y se preguntó las razones que explican su acción. El siguiente es
un ejemplo de esta parte de la entrevista: “Ahora quisiera contarte otra parte de la
historia. Imagínate que Marcela, la mejor amiga de Natalia, también vio el programa de
TV y decidió no volver a comprar carne de cerdo para el almuerzo ¿Por qué crees que
hizo esto?” En la Tabla 2 se sintetiza el diseño de la entrevista por tipo de transgresión, el
cual fue inspirado en el diseño metodológico de Posada y Wainryb (2008), y Pizza
(2014). Además, el instrumento completo de entrevista semiestructurada, puede
consultarse en el Anexo A.
Cuestionario Sociodemográfico.
En el estudio también se realizó un cuestionario sociodemográfico adaptado a
partir del que se incluye en la prueba saber para tercero, quinto y noveno del Icfes
(2016). Con este cuestionario fue posible realizar una caracterización de la muestra de
participantes en lo que refiere a la localidad en la que viven, las personas con las que
Método 23
Tabla 2
Diseño de las fases de la entrevista por tipo de transgresión
Transgresión Tipo de condición Aspectos evaluados
Maltrato
animal
Fase abierta 1 Expectativa de desenlace, razones
de la expectativa
Línea de base sobre corrida
de toros
Juicio moral, justificación del juicio
moral, severidad del daño y
atributos.
Situación acompañada de
supuesto sobre la compra
de carne que incluye
maltrato en su producción
Identificación con la situación,
presencia del supuesto, juicio
moral, justificación del juicio moral,
severidad del daño y atributos.
Desenlace alternativo de
prevención de la
transgresión
Supuestos informacionales sobre
las razones del curso de acción del
personaje.
Desperdicio de
energía
eléctrica
Fase abierta 2 Expectativa de desenlace, razones
de la expectativa
Línea de base sobre dejar
las luces encendidas en la
casa
Juicio moral, justificación del juicio
moral, severidad del daño y
atributos.
Situación acompañada de
supuesto sobre mantener el
celular cargando toda la
noche
Identificación con la situación,
presencia del supuesto, juicio
moral, justificación del juicio moral,
severidad del daño y atributos.
Desenlace alternativo de
prevención de la
transgresión
Supuestos informacionales sobre
las razones de acción del
personaje.
24 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
viven y su nivel educativo, sus experiencias de interacción con la naturaleza, y las
acciones de cuidado y deterioro del ambiente que realizan con regularidad en sus
hogares. El cuestionario sociodemográfico, se adjunta en el Anexo B.
Procedimiento
Antes de realizar las entrevistas se solicitó el consentimiento informado de los
padres de los estudiantes menores de edad en concordancia con lo planteado en la ley
1090 de 2006 que rige el ejercicio profesional de la psicología. Además, los participantes
firmaron un asentimiento en el que recibieron información sobre el procedimiento y
manifestaron que estaban de acuerdo con participar en la investigación.
Las entrevistas, fueron realizadas en las instituciones educativas en una sola
sesión de aproximadamente 30 minutos, y grabadas en audio. Posterior a la entrevista,
se realizó el cuestionario sociodemográfico. Las transcripciones se realizaron a través del
programa Hypertranscribe, y los análisis fueron realizados a través de los programas
NVivo 10 y SPSS 20.
Codificación de Datos.
En lo que refiere a la codificación de las entrevistas recolectadas, se adaptó el
sistema de categorías propuesto por los estudios revisados en el marco teórico
(Davidson, Turiel y Black, 1983; Kahn & Lourenço, 2002; Pizza, 2014; Ruckert, 2016), y
se incluyeron las categorías que emerjieron a partir de la revisión detallada de los datos.
Por un lado, en lo que refiere a la primera fase de la entrevista para cada
transgresión, a partir de los datos recolectados, se construyeron categorías nominales
para reunir las posibles expectativas sobre los cursos de acción de los personajes, las
cuales se describen en la Tabla 3.
En cuanto a las razones que los participantes mencionan para explicar el curso de
acción del personaje, se constituyeron las categorías que se describen en la Tabla 4. En
este caso, se tuvo en cuenta la proporción de presentación de cada categoría por cada
respuesta, dado que es posible que un sujeto reporte varios tipos de razones para una
misma expectativa.
Método 25
Tabla 3
Categorías de las expectativas de acción en la primera fase de la entrevista
Categoría Descripción Ejemplos
Curso de acción de
transgresión.
Incluye acciones que transgreden
el ambiente directa o
indirectamente
“Lo más probable es que
él vaya”. “Irse sin
apagarlas”.
Curso de acción de
prevención de la
transgresión.
Refiere a las acciones que evitan
las transgresiones al medio
ambiente
“Ella no va a la corrida”.
“Ella entra y apaga las
luces”
Tabla 4
Razones de las expectativas de acción
Categoría Descripción Ejemplos
Preferencias
Personales
Refiere a razones relacionadas con el
beneficio personal, intereses
económicos y los gustos.
“Porque le gusta la tauromaquia”.
“Cree que la fiesta es más
importante que cuidar el medio
ambiente”
Cuidado de la
naturaleza
La acción tiene el objetivo de cuidar la
naturaleza, lo que incluye prevenir el
gasto de energía y rechazar el maltrato
animal.
“Porque eso es cuidar el ambiente
y la luz”. “Porque es como una
especie de maltrato animal”.
Futuro de la
humanidad
La acción se justifica porque evita
consecuencias negativas en el futuro
de la humanidad
“Pues de aquí a mañana se
acabaría la energía y quedaríamos
sin luz”
Otros Las razones que no se incluyeron
antes.
“Porque quiere a la amiga”.
Para la codificación de los juicios morales de todas las transgresiones, se tomaron
las categorías utilizadas por Davidson, et al. (1983), asignando un puntaje en una escala
de tres a las evaluaciones de los participantes. Los valores posibles son: Está bien (1),
está bien y mal a la vez (2) y no está bien (3). En cuanto a la Severidad de la
26 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
transgresión, se constituyó una categoría, que incluye calificaciones de 1 a 5 otorgadas
por los participantes.
En lo que refiere a las justificaciones de los juicios morales, se utilizaron algunas
de las categorías propuestas por Kahn y Lourenço (2002), como las categorías de
Intereses personales (gustos), Bienestar antropocéntrico y Justicia biocéntrica. En lo que
refiere a las categorías de Valor intrínseco y Daño a la natualeza de Kahn y Lourenço
(2002), en este estudio se reunieron en una sola categoría denominada Importancia de la
naturaleza. También se tuvieron en cuenta las categorías utilizadas en Pizza (2014),
como Referencia a la autoridad y Razonamiento prudencial. De esta manera, junto con
las categorias emergentes, la codificación se realizó teniendo en cuenta las categorías
que se presentan en la Tabla 5.
También se indago por las características que los participantes atribuían a los
personajes de las historias, a partir de cuatro evaluaciones de atributo con categorías
dicotómicas. La primera evaluación de atributos incluyó las categorías de Buena Gente o
Mala gente, la segunda contuvo las categorías de Complicado o Práctico, la tercera
incluyó las categorías de Anticuado o Moderno; y finalmente la cuarta evaluación,
contuvo las categorías de Considerado o Despreocupado.
En lo que refiere a la identificación con la situación, la codificación fue
dicotómica, con valores de 1 para los participantes que reportaron haberse encontrado
en una situación similar y 0, para los que nunca se han encontrado en una situación
como esa. Por su parte, la presencia del supuesto informacional se codificó teniendo en
cuenta las tres categorías que se describen en la Tabla 6. En lo que refiere a las razones
para explicar el comportamiento de prevención de la transgresión de los personajes, la
codificación se realizó teniendo en cuenta la Tabla 7.
Además, se consideró pertinente codificar la presencia de creencias sobre el
isomorfismo entre el ser humano y la naturaleza para cada tipo de condición en ambas
transgresiones. De esta forma, en esa categoría no sólo se incluyeron los casos en que
el participante le atribuye características humanas a otros seres vivos (antropomorfismo),
sino también cuando reconoce alguna similitud entre ambos o se coloca en su lugar. Por
ejemplo: “Pues es que matar a un animal, son seres vivos, es como si a nosotros nos
hicieran el mismo daño, entonces nosotros también sentimos, y también nos da mucho
dolor”. En este caso la codificación fue dicotómica, se asignaron valores de 1 a los
Método 27
Tabla 5
Categorías de Justificación de los Juicios morales de la transgresión
Categoría Descripción Ejemplos
Justificaciones Antropocéntricas
Gustos Refiere al placer indirectamente asociado a la
acción transgresora
“si ella quería ir, fue, entonces
pues está bien que ella valla,
que vea eso”.
Bienestar
antropocéntrico
Incluye razones relacionadas con el bienestar
físico y psicológico de los demás seres humanos,
que incluyen las necesidades que se deben suplir
tanto en el presente como en el futuro.
“Porque de pronto pudo haber
sido peligroso que el toro se
escapara a donde están las
personas”. “La electricidad es
algo fundamental para
nosotros”.
Justicia
Antropocéntrica
La justificación reconoce la importancia de
mantener el equilibrio de los derechos entre las
personas, especialmente en favorecer una
distribución equitativa de los recursos naturales.
“Estaría quitándole la energía
eléctrica a otro hogar”. “Porque
se gasta electricidad y hay
gente que necesita más esa luz
que se gastó”.
Razonamiento
prudencial
Refiere a evitar consecuencias negativas
(independientes de la autoridad) únicamente para
el sujeto, priorizando su propio beneficio.
“Se le pudo recalentar el
cargador o explotar el celular”.
“Le llega muy caro el recibo”.
Referencia a las
tradiciones
Incluye razones relacionadas con la presencia de
costumbres o actos tradicionales en la sociedad.
“Puede ser que sea algo normal
de la región”. “Porque la
mayoría de las personas,
siempre comemos animales”.
Referencia a la
autoridad
Incluye razones relacionadas con la obediencia a
personas con autoridad o a reglas de un orden
social.
“Desde el aspecto social
realmente no esta infringiendo
ninguna norma”
Justificaciones Biocéntricas
Importancia de
la naturaleza
Refiere a la importancia de evitar el daño a los
seres vivos, entidades naturales o a la armonía
del ecosistema, a partir del reconocimiento de su
valor intrínseco.
“Porque los toros son animales
y son importantes, y no pueden
jugar con ellos así quieran,
porque son seres vivos”.
“Estuvo mal porque la
naturaleza necesita esa energía
que consumimos”
Patrocinio del
daño
Refiere a las acciones de apoyo económico que
favorecen que otros realicen un daño a seres
humanos y no humanos.
“Porque eso apoya a los toreros
a hacer más corridas de toros y
matar a más toros hasta
ponerlos en vía de extinción”
Justicia
biocéntrica
La justificación reconoce un trato justo hacia la
naturaleza o la percibe como merecedora de
derechos y libertad, a partir del reconocimiento de
una correspondencia equitativa entre el ser
humano y la naturaleza.
“El animal no les hizo nada a
ellos para que ellos vengan y lo
maten de la nada, sólo por
diversión”. “Porque son seres
vivos y tienen derecho a vivir”
Uso
irresponsable de
un recurso
Razones referidas a que el personaje no utilizó de
forma responsable elementos de la naturaleza y
que es su deber usarlos sólo cuando sea
necesario.
“Que es un gasto innecesario, y
si no hay nadie en la casa para
qué deja las luces prendidas, si
no se necesitan.”
Otros Respuestas que no se pueden incluir en las
categorías anteriores.
“Porque no se dejó convencer
de lo que dicen en televisión”.
28 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
Tabla 6
Presencia de Supuestos Informacionales Coincidentes
Tabla 7
Razones de las acciones de los personajes para prevenir la transgresión
Método 29
participantes que presentaron al menos una creencia isomórfica por tipo de condición y
transgresión. Mientras que los participantes que no reportaron ninguna creencia de este
tipo se les asignó el valor de 0.
Criterios de Confiabilidad.
Para medir la confiabilidad, se solicitó la evaluación de otro juez entrenado
previamente para categorizar las entrevistas. Este juez codificó el 20% de las entrevistas
obtenidas y a partir de ello se calculó el índice de Kappa de Cohen. En la codificación de
la fase abierta de la entrevista, se obtuvo un 100% de acuerdo entre jueces (Kappa = 1)
en las expectativas de acción y un 87% de acuerdo (Kappa = .85) en las razones de las
expectativas. En cuanto a la codificación de la segunda fase de la entrevista para ambas
condiciones en cada transgresión, se encontró un 100% de acuerdo entre jueces (Kappa
= 1) en los juicios morales, 85% de acuerdo (Kappa = .81) en las justificaciones de los
juicios, 100% de acuerdo (Kappa = 1) en los juicios de severidad y 100% de acuerdo
(Kappa = 1) en los atributos. En el caso específico de las situaciones acompañadas de
supuesto, hubo un 97% de acuerdo entre jueces (Kappa = .89) en la codificación de la
identificación con la situación, un 87% de acuerdo (Kappa = .77) en la pregunta por la
presencia del supuesto informacional y un 80% de acuerdo (Kappa = .73) en las razones
de los personajes para prevenir la transgresión.
Resultados
Estrategia analítica general
Se realizaron análisis descriptivos de todos los datos recolectados y para detectar
diferencias por grado y género en los juicios morales y de severidad, se realizó un
análisis de varianza (ANOVA) por transgresión, condición, grado de escolaridad, y
género con la condición y la transgresión como medidas repetidas. En lo que refiere a las
justificaciones de los juicios morales, a los atributos y a las razones de las acciones de
prevención del daño, se realizó un análisis multivariado de la varianza (MANOVA) y
ANOVAs subsecuentes por transgresión, condición, grado de escolaridad, y género, con
la transgresión y la condición como medidas repetidas. Para todos los análisis, se
realizaron comparaciones empleando el Test de Bonferroni para evaluar efectos
significativos intra-sujetos e inter-sujetos.
Caracterización sociodemográfica
Aunque en el estudio se entrevistaron habitantes de 13 localidades de Bogotá, la
mayoría de los participantes (52%) vive en la localidad de Bosa y el 16% en la localidad
de Kennedy, posiblemente por la ubicación de la Institución educativa. Al respecto de la
localidad de Bosa, los informes de la Secretaría Distrital de Planeación (2009), reportan
que más del 9% de la población está en situación de pobreza y más del 80% se
encuentra en los niveles 1 y 2 del Sisben. En lo que refiere a las problemáticas
ambientales, se plantean altos niveles de polución de gases por el alto tránsito vehicular
que caracteriza a la localidad. Además, en Bosa hay una alta contaminación de las
fuentes hídricas por el vertimiento de las curtiembres, los botaderos de basura en la zona
y los sedimentos mineros, (Comisión Ambiental Local, 2012).
Por otro lado, sólo el 50% de los participantes vive con ambos padres, el 38%
vive solo con la madre, el 5% solo con el padre y el 7% vive sin sus padres. El 70% de
los participantes vive con sus hermanos. En los casos en los que el padre vive con el
participante, se encontró que el 40% tiene formación secundaria y el 32% formación
universitaria. En el caso de las madres, el 30% tiene formación secundaria y el 41% tiene
32 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
formación universitaria. Además, la mayoría de los participantes cuenta con celular en su
casa (99%).
En lo que refiere a las experiencias significativas con la naturaleza en el último año,
el 82% de los participantes dijo haber visitado un parque con amplias zonas verdes. En
contaste sólo el 23% visitó una reserva natural o área protegida en ese tiempo.
Finalmente, el 80% de los participantes aseguró que regularmente en sus
hogares, realizan acciones de cuidado del ambiente, de las cuales el ahorro de energía
que fue mencionada por el 28% de los participantes y el reciclaje de residuos por el 19%
son las de mayor frecuencia. Asimismo, el 49% de los participantes admitieron que en
sus hogares se realizan acciones que deterioran el ambiente. Las acciones de deterioro
más frecuentes fueron el desperdicio de energía con electrodomésticos (26%), el
desperdicio de agua (23%) y el desperdicio de energía a través de la iluminación (15%).
Cabe mencionar que en la mayoría de los casos los participantes atribuyeron estas
acciones a otros miembros de la familia.
Expectativas y razones en la primera fase
En la primera fase, se pidió a los participantes que predijeran el curso de acción
de los personajes. Los resultados revelan que la mayoría de los participantes tienen la
expectativa de que los personajes no muestren cursos de acción que transgredan la
naturaleza. En el caso de la Corrida de toros, el 61,5% de los participantes reportó la
expectativa de que el personaje no iría a la corrida de toros. A nivel general, las razones
de las expectativas fueron en gran parte referidas a las Preferencias personales (56%),
es decir que la acción del personaje se explicó por el gusto que le generan otras
actividades diferentes a la corrida, como la de ir de caminata, aunque en los casos en los
que se tenía la expectativa de asistencia a la corrida, también se presentaron razones
referidas a la diversión que le proporciona la corrida. También se destacó la razón de
Cuidado de la naturaleza (39%), en la que la mayoría de los participantes enfatizaron su
rechazo al maltrato animal, como lo muestra la respuesta de una niña de séptimo
“Porque creo que a ella no le gustaría ver la muerte de un toro, cómo sufre un animal por
culpa de nosotros”.
Asimismo, en el caso de la fase de las luces encendidas, el 68% de los
participantes predijo que el personaje se devolvería a apagar las luces. Las razones que
Resultados 33
aportaron se refirieron a las Preferencias personales (44%) y al Cuidado de la naturaleza
(43%), mientras que sólo un pequeño porcentaje de participantes (9%) mencionó razones
referidas a las necesidades que se tendrán en el futuro. Específicamente, dentro de las
razones referidas a preferencias personales, se puede destacar la creencia de que la
fiesta es más importante, como lo demuestra esta respuesta:
Sólo porque las luces quedaron prendidas no creo que [se devuelva], y además
pues dejar las luces prendidas, sí, se gastan muchos recursos, pero digamos en
este momento para él es más importante llegar a la fiesta porque ya va tarde
(joven universitario).
Dentro de esta categoría, también se incluyó un gran número de respuestas
referidas a intereses económicos, por ejemplo, “si las apagan pues es mejor para el
bolsillo”, respuesta de un joven universitario. En cuanto a las razones de Cuidado de la
naturaleza, estas refirieron a la importancia de evitar un gasto energético y a la
responsabilidad del ser humano frente a la actual situación, como lo ilustra la respuesta
de un niño de séptimo “para cuidar el medio ambiente, o sea, la situación en la que
estamos es delicada y necesitamos gente que colabore con ese tema”.
Además, se realizó un análisis multivariado de varianza (MANOVA) del uso
proporcional de cada categoría por grado de escolaridad, el tipo de fase abierta y el
género con los tipos de fase abierta como medida repetida. Se encontró un efecto
principal por tipo de fase abierta (corrida de toros y luces encendidas) (p < .01) y por
grado de escolaridad (p < .01). En lo que refiere al género, no se encontraron efectos
significativos. Como se muestra en la Tabla 8, las ANOVAs subsecuentes revelaron
diferencias significativas entre los grados de tercero y universitarios en la referencia a
razones de Cuidado a la naturaleza, F(2, 93) = 4.192, p = .02, pues los primeros
mencionaron más razones de este tipo. Asimismo, se encontraron diferencias
significativas por grado en la razón de preferencias personales F(2, 93) =7.955, p < .01,
pues los participantes de tercero la refirieron en menor medida que los de séptimo y los
universitarios. Finalmente, se encontraron diferencias significativas por tipo de Fase
abierta en la razón de Futuro de la humanidad F(1, 93) = 12.043, p < .01, puesto que este
tipo de razones sólo fueron mencionadas en la fase abierta sobre las luces encendidas
en la casa.
34 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
Tabla 8
Razones de las expectativas de acción por tipo de fase abierta y grado de escolaridad
(Porcentajes)
Nota: los porcentajes en la misma fila que tienen diferente subíndice revelaron diferencias
estadísticamente significativas con p < .05
Finalmente, cabe mencionar que como lo muestra la Figura 1, las razones de la
expectativa que reportaron los participantes fueron diferentes según el tipo de
expectativa. En ambas fases cuando los participantes reportaron que el personaje haría
una transgresión la mayoría de las razones mencionadas refieren a las preferencias
personales. Mientras tanto cuando predijeron que el personaje no haría la transgresión
reportaron razones referidas al cuidado de la naturaleza en su mayoría.
Figura 1. Porcentajes de las razones de las expectativas de acción según el tipo de
expectativa.
Resultados 35
Juicios morales y de severidad sobre transgresiones a la naturaleza
En este apartado, se presentan los análisis descriptivos de los juicios morales, las
justificaciones y los juicios de severidad realizados en cada condición y diferenciados
según el tipo de transgresión. Posteriormente, se presentan los análisis realizados para
encontrar diferencias en los juicios morales y las justificación según el tipo de
transgresión, condición, grado de escolaridad y género.
Línea de base sobre la transgresión de maltrato animal.
La mayoría de los participantes evaluó negativamente la transgresión de maltrato
animal. En la Tabla 9, se muestran los promedios de los juicios morales y los juicios de
severidad por condición y transgresión. Dentro de la escala de 1 a 3, donde 3 implica un
juicio negativo, el 80% de los participantes dijo que era incorrecto asistir a la corrida de
toros (M = 2.68, SD = 0.68). Tan sólo el 13% de los participantes dijo que era correcto y
el 7% aportó una calificación mixta (bueno y malo a la vez).
En lo que refiere a las razones que los participantes aportaron para justificar su
juicio, el 78% son biocéntricas, mientras el 19% son antropocéntricas. Específicamente,
se encontró un 46% de respuestas referidas a la justificación de Importancia de la
naturaleza.
Tabla 9
Promedios de los juicios morales y los juicios de severidad por condición y transgresión
Nota: las Medias en la misma fila que se señalan con diferente subíndice revelaron
diferencias estadísticamente significativas (p < .01). En el caso de las diferencias por tipo
de condición se utilizan los subíndices a y b, y en el caso de las diferencias por tipo de
transgresión, los subíndices c y d.
36 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
Estas respuestas estuvieron centradas en el reconocimiento del valor intrínseco
de los toros como miembros de la naturaleza, lo cual se ilustra en la siguiente respuesta:
Porque lo que hacen en esas corridas de toros no es cultura como dicen en esos
países, no es arte, no es algo que deban hacer como una tradición. Solamente es
matar un animal y seguir acabando con su especie. Yo no sé por qué la gente le
gusta tanto ver un toro morir (niño de séptimo).
También cabe destacar que como se muestra en la Tabla 10, se presentaron un
21% de respuestas referidas a la justificación de Patrocinio del daño, soportadas por la
creencia de que asistir a la corrida de toros permite que la práctica siga vigente, como lo
explica un joven universitario “porque seguir asistiendo él y personas como él, va a hacer
que se propicien más eventos como ese (…) que se haga espectáculo a partir de la
muerte de un animal”. En cuanto a las justificaciones antropocéntricas, las relacionadas a
los Gustos fueron las más frecuentes (11%).
Asimismo, en las evaluaciones sobre la severidad del acto, dentro de una escala
de 1 a 5, donde 1 es muy negativo y 5 es muy positivo, el 37% de los participantes
calificó la asistencia a la corrida de toros con la severidad más alta (1) y el 32% con
severidad alta (2). En este caso, como lo muestra la Tabla 9, el puntaje promedio de
severidad fue 2.03 (SD = 0.97). También, la mayoría de los participantes justificó su
calificación con razones biocéntricas (68%), referidas a la Importancia de la naturaleza
(39%) y Patrocinio del daño (24%). Además, sólo el 28% de las justificaciones fueron
antropocéntricas, siendo las justificaciones referidas a los Gustos (16%) las que más
sobresalieron.
Línea de base sobre la transgresión de desperdicio de energía.
En cuanto a los juicios de la línea de base sobre dejar las luces encendidas en la casa,
se encontró que el 96% de los participantes lo evalúo como incorrecto (M = 2.93, SD =
0.36). Como se observa en la Tabla 10, las justificaciones que aportaron los
participantes, fueron en su mayoría de tipo antropocéntrico con un 74% y el 26% fueron
biocéntricas. El 36% de las justificaciones estuvieron referidas al Bienestar
antropocéntrico incluyendo razones como “porque en el momento en que la energía se
empiece a agotar no será solo ella la que tenga que quedarse sin energía, sino que va a
afectar a muchas más personas” (niño de séptimo). Asimismo, el 28% de las
justificaciones refirieron al Razonamiento prudencial (“la factura le puede llegar muy cara”
Resultados 37
niño de tercero) y el 24% son justificaciones sobre la Importancia de la naturaleza. Estas
últimas justificaciones suelen fundamentarse en la creencia de que el gasto de energía
implica un gasto de agua, como lo ilustra la respuesta de una niña de tercero “Es que si
ella deja las luces encendidas, ella está gastando agua. ¿Y QUÉ ES LO QUE HAY DE
MALO EN GASTAR AGUA? Pues que los animales se mueren sin beber nada” (El texto
en mayúscula es la pregunta que realizó el entrevistador).
Tabla 10
Justificaciones de los juicios morales por tipo de condición y transgresión (Porcentajes)
Nota: los porcentajes en la misma fila que tienen diferente subíndice revelaron diferencias
estadísticamente significativas con p < .05. En el caso de las diferencias por tipo de
condición se utilizan los subíndices a y b, y en el caso de las diferencias por tipo de
transgresión, los subíndices c y d.
38 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
Respecto a la severidad del acto, el 49% de los participantes lo calificó con
severidad 1 y el 41% con severidad 2. El puntaje promedio de severidad en esta línea de
base fue de 1.64 (SD = 0.72). El 62% de las justificaciones que los participantes
reportaron son de tipo antropocéntrico, y el 28% son de tipo biocéntrico.
Específicamente, el 36% de las justificaciones refieren al Bienestar antropocéntrico y el
16% a Razonamiento prudencial. En el tipo biocéntrico sólo se destacaron las
justificaciones relacionadas con la Importancia de la naturaleza que fueron el 26% de las
respuestas.
Situación acompañada de supuesto sobre la transgresión de maltrato
animal.
La mayoría de los participantes se identifican con esta situación, en la que la que
el sostenimiento de la producción de carne que incluye maltrato se acompaña del
supuesto de la existencia de necesidades alimenticias humanas que son naturalmente
prevalentes. Por un lado, el 91% de los participantes reportó haberse encontrado en una
situación similar. Asimismo, el 61.5% manifestó que alguna vez ha tenido en cuenta el
supuesto informacional del personaje. El 23% mencionó tener parcialmente el supuesto y
el 16% dijo nunca haber pensado algo similar.
En lo que refiere a las evaluaciones morales de esta situación acompañada de
supuesto, en contraste con la línea de base, el 62% de los participantes evalúo como
correcto que el personaje comprara carne para el almuerzo a pesar del maltrato (M =
1.54, SD = 0.76), el 21% lo evaluó como bueno y malo a la vez y el 17% lo evaluó como
incorrecto. En este caso, el 74% de las justificaciones que dieron los participantes fueron
de tipo antropocéntrico, y el 24 % fueron biocéntricas. Como se ilustra en la Tabla 10, se
destaca la referencia al Bienestar antropocéntrico, que se presentó en el 51% de las
respuestas y a los Gustos que se presentó el 13% (“Pues si a ella le gusta su carne de
cerdo, yo también la compraría, a pesar de ver la TV”, respuesta de una joven
universitaria). Las referencias al Bienestar antropocéntrico estuvieron acompañadas de
creencias acerca del valor nutricional de la carne, por ejemplo:
Creo que sería malo no comprarla ya que en primer lugar no se alimenta uno
mismo y no se aprovecha la producción tan grande que están haciendo. AHÍ ME
EXPLICASTE POR QUÉ NO SERÍA MALO PERO ¿POR QUÉ SÍ ES BUENO?
Resultados 39
porque la carne de cerdo yo creo que es el alimento que tiene más proteínas para
un ser humano poder estar sano y poder estar bien. (niño de séptimo)
En cuanto a las justificaciones relacionadas con la Importancia de la naturaleza
(18%), la mayoría refieren al sufrimiento de los animales, como lo muestra la respuesta
de un niño de séptimo “porque la verdad todos los animales sufren apenas los matan, y
pues al comerlos están haciendo mal”.
En lo que refiere al juicio de severidad de este acto, el puntaje promedio fue 3.50
(SD = 0.85), puesto que el 42% de los participantes lo calificó con 4 y el 36,5% le
atribuyó un puntaje de 3. El 66% de las justificaciones de los participantes fueron
principalmente antropocéntricas y el 31% fueron biocéntricas. La justificaciones más
común fueron las referidas al Bienestar antropocéntrico que se presentaron en un 47,5%,
seguidas de las justificaciones sobre la Importancia de la naturaleza que corresponden al
27% de las justificaciones y Gustos que corresponde al 8%.
Situación acompañada de supuesto sobre la transgresión de desperdicio de
energía.
Un gran porcentaje de los participantes, reportó identificarse con la situación
dilemática acerca de dejar cargando el celular toda la noche que se presentó
acompañada del supuesto de la prevalencia del estilo de vida contemporáneo en la
relación del humano con la naturaleza. Específicamente, el 87% de los participantes
manifestaron que ellos o sus familiares se han encontrado en esa situación. En cuanto al
supuesto informacional, el 57% de los participantes reportó haberlo pensado, mientras el
23% dijo tener el supuesto parcialmente y el 20% dijo que nunca lo había pensado.
En cuanto al juicio moral, el 57% de los participantes evaluó como incorrecto dejar
cargando el celular toda la noche (M = 2.34, SD = 0.83), el 23% lo evaluó como correcto
y el 20% como correcto e incorrecto a la vez. Como lo muestra la Tabla 10, el 78% de las
justificaciones que los participantes manifestaron fueron de tipo antropocéntrico y sólo el
18% fueron de tipo biocéntrico. En este caso, el 47% de las justificaciones refieren al
Bienestar antropocéntrico, el 26% a Razonamiento prudencial y sólo el 13% a la
Importancia de la naturaleza. En la categoría de Bienestar antropocéntrico los
razonamientos giran en torno a todas las posibilidades que aportan los artefactos
eléctricos para mejorar la calidad de vida y responder a situaciones de emergencia, como
40 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
es visible en esta respuesta de un niño de séptimo “porque él como se fue a trabajar, el
necesita, el celular para él es vital porque ahí tiene todos sus contactos, llamadas y
mensajes de notificaciones del trabajo o de la empresa que son importantes”. Mientras
tanto, los Razonamientos prudenciales, refieren a evitar que se dañe el celular, la
posibilidad de un corto o un incremento en el costo de la factura. Como ejemplo está la
respuesta de un niño de tercero “se le pudo recalentar el cargador o explotar el celular”.
En lo que refiere al juicio de severidad del acto, la calificación promedio fue 2.85
(SD = 1.00). La calificación más común fue 3, la cual fue aportada por el 45% de los
participantes, seguida por el 2, que corresponde al 22% de la muestra. Nuevamente, la
mayoría de las justificaciones son de tipo antropocéntrico, pues constituyen el 71% de las
respuestas, mientras el 17% es de tipo biocéntrico. Así, el 47% de las justificaciones
refieren al Bienestar antropocéntrico, el 20% a Razonamientos prudenciales y el 13% a la
Importancia de la naturaleza.
Comparaciones por condición, transgresión y grado de escolaridad en los
juicios morales y juicios de severidad
Adicional a los análisis descriptivos, se buscó detectar diferencias en las
evaluaciones morales de los sujetos. La ANOVA realizada reveló diferencias
significativas por tipo de condición F(1, 90) = 170.085, p < .001, pues se reportó un
mayor número de evaluaciones negativas en la línea de base, en comparación con la
situación acompañada de supuesto. También hubo diferencias significativas según el tipo
de transgresión F(1, 90) = 63.730, p < .001, pues en la transgresión de desperdicio de
energía hubo evaluaciones más negativas que en la de maltrato animal. También fue
significativa la interacción de la transgresión con la condición F(1, 90) =20.890, p < .001,
pues en ambas transgresiones hubo juicios más negativos en la línea de base que en la
situación con supuesto. En lo que refiere al grado de escolaridad, el análisis reveló
diferencias significativas F(2, 90) = 4.372, p = .02, dado que los participantes de tercer y
séptimo grado aportaron juicios negativos en mayor medida que los universitarios.
Específicamente, en la situación acompañada de supuesto, se observó que hubo mayor
número de evaluaciones positivas en el grupo de universitarios que en el de grado
tercero F(2, 90) = 6.429, p < .01. Asimismo, en la transgresión de desperdicio de la
energía, se observó que en comparación con los hombres, las mujeres reportan en
mayor medida juicios negativos F(1, 90) = 6.004, p = .02.
Resultados 41
Por otro lado, la ANOVA sobre el juicio de Severidad señaló diferencias
significativas por tipo de condición F(1, 90) = 256.147, p < .001, al revelar que los
participantes atribuyeron menor severidad a la situación acompañada del supuesto que a
la línea de base. También se revelaron diferencias por tipo de transgresión F(1, 90) =
35.427, p < .001, ya que el desperdicio de energía fue juzgado con mayor severidad que
el maltrato animal. En lo que refiere a las diferencias por grado de escolaridad F(2, 90) =
6.192, p < .01, se encontró que los universitarios evaluaron con menor severidad las
acciones de los personajes, en comparación con los participantes de séptimo.
En lo que concierne a las Justificaciones de los juicios morales, se realizaron dos
análisis, uno comparando las categorías globales (Justificaciones antropocéntricas,
biocéntricas y otros) y otro sobre las categorías específicas. En ambos casos se realizó
un análisis multivariado de varianza (MANOVA) con el tipo de transgresiones y tipo de
condición como medida repetida, para detectar diferencias en el uso proporcional de las
justificaciones por grado de escolaridad, transgresión, tipo de condición y género. En lo
que refiere a las categorías globales, se encontró un efecto principal por transgresión (p
< .001), por condición (p < .001), en la interacción de la transgresión con la condición (p <
.001), en la interacción del grado con la transgresión (p = .04), en la interacción del grado
con la condición (p = .02) y en la interacción de la transgresión, la condición y el grado (p
= .02). En relación con el género no se encontraron efectos significativos y por eso se
excluyó de los análisis siguientes.
Posteriormente, las ANOVAs subsecuentes revelaron diferencias significativas
por tipo de transgresión en las justificaciones antropocéntricas F(1, 93) = 61.374 p < .001,
que se refirieron en mayor medida dentro de la transgresión de desperdicio de energía y
biocéntricas F(1, 93) = 61.187, p < .001, que se refirieron en mayor número dentro de la
transgresión de maltrato animal. Igualmente, se encontraron diferencias por tipo de
condición en las justificaciones antropocéntricas F(1, 93) = 74.239 p < .001 y las
biocéntricas F(1, 93) = 103.065, p < .001, pues hubo mayor presencia de justificaciones
antropocéntricas en las situaciones acompañadas de supuesto y mayor presencia de
justificaciones biocéntricas en la línea de base. Esta tendencia fue mayor en interacción
con la transgresión de maltrato animal F(1, 93) = 59.927 p < .001. También se
encontraron diferencias significativas en la interacción del grado con la transgresión y la
situación, puesto que en la línea de base de la transgresión de maltrato animal, las
justificaciones de tipo biocéntricas F(2, 93) = 5.171, p < .01, fueron más reportadas por el
42 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
grado séptimo que por los participantes de grado tercero que refirieron en mayor número
justificaciones antropocéntricas F(2, 93) = 5.198 p < .01. Asimismo, en la línea de base
de la transgresión de desperdicio de energía, se encontró que los niños de séptimo
refirieron mayor número de justificaciones antropocéntricas que los universitarios F(2, 93)
= 5.198 p < .01.
En el caso de las justificaciones específicas, se encontró un efecto principal por
grado de escolaridad (p < .001), por transgresión (p < .001), por condición (p < .001), en
la interacción del grado con la transgresión (p < .001), en la interacción del grado con la
condición (p < .01), en la interacción de la transgresión con la condición (p < .001) y en la
interacción de la transgresión, la condición y el grado (p < .01). Tampoco se encontraron
efectos significativos por género.
Como lo muestra la Tabla 10, las ANOVAs subsecuentes revelaron diferencias
significativas por tipo de transgresión en las justificaciones relacionadas con la Justicia
biocéntrica F(1, 93) = 15.144, p < .001, Patrocinio del daño F(1, 93) = 35.676, p < .01,
Importancia de la naturaleza F(1, 93) = 12.684, p < .01, Gustos F(1, 93) = 22.751, p <
.001 y Referencia a las Tradiciones F(1, 93) = 9.425, p < .01. Estas justificaciones que en
su mayoría pertenecen al grupo de categorías Biocéntricas se presentaron con mayor
frecuencia en la transgresión de maltrato animal. Mientras tanto la mayoría de
justificaciones antropocéntricas como la de Bienestar antropocéntrico F(1, 93) = 14.792,
p < .001, Razonamiento prudencial F(1, 93) = 77.670, p < .001 y Justicia antropocéntrica
F(1, 93) = 11.308, p < .01, se presentaron en mayor proporción en la transgresión de
desperdicio de la energía. También las respuestas incluidas en la categoría de Uso
Irresponsable de un recurso F(1, 93) = 10.941, p < .01, se presentaron en mayor
proporción en esta transgresión.
Asimismo, como era de esperarse las justificaciones referidas al dominio moral se
presentaron significativamente en mayor proporción en la condición de línea de base. Las
ANOVAs fueron significativas en los casos de la Justicia Biocéntrica F(1, 93) = 8.047, p <
.01, Patrocinio del daño F(1, 93) = 24.646, p < .001, Importancia de la naturaleza F(1, 93)
= 38.486, p < .001 y Justicia Antropocéntrica F(1, 93) = 9.681, p < .01. Sólo las
justificaciones relacionadas con el Bienestar antropocéntrico F(1, 93) = 64.118, p < .001,
se presentaron con mayor frecuencia en la condición de situación acompañada de
supuesto que en la línea de base.
Resultados 43
En la interacción de la transgresión con la condición también se hallaron
diferencias significativas, puesto que para la transgresión de maltrato animal, se encontró
que las justificaciones acerca de la Justicia Biocéntrica F(1, 93) = 8.047, p < .01,
Importancia de la naturaleza F(1, 93) = 6.667, p = .01 y Patrocinio del daño F(1, 93) =
24.646, p < .001 fueron reportadas en mayor medida en la condición de línea de base
que en la situación acompañada de supuesto. En contraste, las justificaciones sobre el
Bienestar antropocéntrico F(1, 93) = 27.554, p < .001 tuvieron mayor presentación en las
situaciones acompañadas de supuesto informacional que en la línea de base. En el caso
de las justificaciones referidas a la Justicia Antropocéntrica F(1, 93) = 9.861, p < .01,
estas fueron más comunes en la línea de base de la transgresión de desperdicio de
energía eléctrica, que en la de maltrato animal.
En cuanto al grado de escolaridad, se encontraron diferencias significativas en la
justificaciones referidas al Uso Irresponsable de un recurso F(2, 93) = 6.382, p < .01, las
cuales fueron reportadas en mayor proporción por los universitarios que por los
participantes de tercero y séptimo. Adicionalmente, se encontró que los universitarios
hicieron mayor referencia a justificaciones sobre el Patrocinio del daño F(2, 93) = 8.501,
p < .001, que los niños de tercero.
También se revelaron diferencias significativas en la interacción del grado con la
transgresión. Para la transgresión de maltrato animal, se encontró que los participantes
de tercero reportaron respuestas referidas a la Importancia de la naturaleza F(2, 93) =
4.303, p = .02, en mayor medida que los universitarios. Mientras, estos últimos hicieron
más referencia a justificaciones acerca del Patrocinio del daño F(2, 93) = 8.501, p < .001
en comparación con los de tercer grado. Para la transgresión de desperdicio de la
energía, se observó que los universitarios reportan con mayor frecuencia justificaciones
de Uso Irresponsable de un recurso F(2, 93) = 6.382, p < .01, en comparación con los
demás grupos y justificaciones de Razonamiento prudencial F(2, 93) = 6.127, p < .01, en
comparación con los participantes de grado séptimo. En contraste, las justificaciones
referidas al Bienestar antropocéntrico F(2, 93) = 4.351, p = .02, fueron más reportadas
por los participantes de tercero y séptimo que por los universitarios.
En lo referido a la interacción del grado con la condición, hubo diferencias en las
justificaciones sobre Justicia Biocéntrica F(2, 93) = 3.747, p = .03, que dentro de los
estudiantes de séptimo fueron más reportada en la línea de base que en la situación con
44 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
supuesto. También, se encontró que en la línea de base, los universitarios reportaron en
mayor medida justificaciones relacionadas con el Patrocinio del daño F(2, 93) = 8.720 p <
.001, en comparación con los demás grupos.
Finalmente, los análisis arrojaron interacciones significativas de la transgresión, la
condición y el grado. Los participantes de grado séptimo reportaron justificaciones de
Justicia Biocéntrica F(2, 93) = 3.747, p = .03 en mayor medida para la línea de base de
maltrato animal que para la de desperdicio de energía. Asimismo, el grado séptimo y los
universitarios reportaron más justificaciones referidas a los Gustos F(2, 93) = 3.809, p =
.03 en la situación acompañada de supuesto de la transgresión de maltrato animal que
en la de desperdicio de energía. En cuanto a las justificaciones de Patrocinio del daño
F(2, 93) = 8.720, p < .001, para la línea de base de maltrato animal, estas fueron
reportadas con mayor frecuencia por los universitarios, en comparación con los demás
grupos. Mientras tanto, en la línea de base de desperdicio de energía, los universitarios
reportaron en mayor medida que los demás grupos, justificaciones referidas al
Razonamiento prudencial F(2, 93) = 3.575, p = .03.
Atributos asignados a los personajes
En lo que concierne a los atributos asignados a los personajes de las historias se
realizó un análisis multivariado de varianza (MANOVA) con el tipo de transgresiones y
tipo de condición como medida repetida, para detectar diferencias en el uso proporcional
de los atributos por grado de escolaridad, transgresión, tipo de condición y género. Se
encontró un efecto principal por grado de escolaridad (p < .01), transgresión (p < .01),
condición (p < .01), en la interacción de la transgresión con la condición (p < .05), y en la
interacción del grado con la transgresión (p < .05). En relación con el género no se
encontraron efectos significativos y por eso fue excluido de los análisis posteriores.
Las ANOVAs subsecuentes revelaron diferencias significativas por tipo de
transgresión en la primera pareja de atributos (buena gente/mala gente) F(1, 93) =
19.443, p < .01, la tercera pareja (moderno/anticuado) F(1, 93) = 31.895, p < .01 y la
cuarta pareja (considerado/despreocupado) F(1, 93) = 22.571, p < .01, pues en la
transgresión de maltrato animal hubo mayor reporte del atributo buena gente y en la
transgresión de desperdicio de energía, mayor mención de los atributos moderno y
despreocupado.
Resultados 45
En lo que refiere al tipo de condición, se hallaron diferencias en la primera pareja
de atributos F(1, 93) = 21.175, p < .01, la tercera pareja F(1, 93) = 14.059, p < .01 y la
cuarta pareja F(1, 93) = 26.356, p < .01. En este caso, se encontró mayor asignación de
los atributos buena gente y moderno en la situación acompañada de supuesto, mientras
despreocupado tuvo mayor atribución en la línea de base. En la interacción de la
transgresión con la condición se encontró que en la transgresión de maltrato animal, el
atributo moderno tuvo mayor presencia en la situación acompañada de supuesto F(1, 93)
= 9.410, p < .01.
Finalmente, según el grado de escolaridad, se encontraron diferencias
significativas en la primera pareja de atributos F(2, 93) = 4.640, p < .05, la segunda
pareja (práctico/complicado) F(2, 93) = 4.297, p < .05 y la cuarta pareja F(2, 93) =
15.358, p < .01. En efecto, mayor número de universitarios asignaron el atributo de
buena gente en comparación con los de séptimo y el atributo de práctico, en
comparación con los de tercero. Asimismo, mayor número de universitarios y estudiantes
de séptimo reportaron el atributo despreocupado. En la interacción del grado con la
transgresión se encontró que mayor número de universitarios asignaron el atributo de
buena gente que los de séptimo en la transgresión de maltrato animal y en comparación
con los de tercero en la transgresión de desperdicio de energía F(2, 93) = 3.298, p < .05.
También, en la transgresión de desperdicio de energía, mayor número de participantes
de séptimo y universitarios reportaron el atributo de práctico en comparación con los de
tercero F(1, 93) = 9.410, p < .01
Supuestos informacionales sobre las razones de prevención de la transgresión a la
naturaleza
Al final de la condición de situación acompañada de supuesto, se les presentó a
los participantes un desenlace alternativo de prevención del daño, en el que otro
personaje evitaba realizar la transgresión a la naturaleza, y se indagó por las creencias
del participante acerca de las razones que llevaban al personaje a ese curso de acción.
Como se observa en la Figura 2, en el desenlace alternativo al maltrato animal, el 55%
de los participantes dijo que el personaje tenía la creencia de que beneficiaría a la
naturaleza al dejar de comprar carne, por ejemplo una niña de séptimo respondió
“Porque ella sentía que los animales necesitaban ayuda, y pues ella pensó que para
46 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
Figura 2. Porcentajes de las razones de prevención de la transgresión por tipo de
transgresión.
salvarlos, toca dejar de comer carne”. También, el 19% mencionó que el personaje
tendría en cuenta las Consecuencias personales o económicas que implica la
transgresión, especialmente en términos del peligro que implican las hormonas para la
salud. Esto es visible en las respuestas de una universitaria “Pues yo creo que pensaría
en la carne que estaba consumiendo que puede que no sea de buena calidad,
justamente por la forma como se mantienen los animales”. Asimismo, el 12% manifestó
que la posibilidad de tener acceso a información sobre el trato de los animales,
disminuiría el consumo de carne.
En contraste, en cuanto al desenlace alternativo al desperdicio de energía, el 32%
de los participantes dijeron que el personaje tendría en cuenta sus creencias acerca de
las consecuencias personales y económicas, dentro de las que se mencionaron cortos
circuitos, daño de la batería y costo del servicio de energía. Para ejemplificar se puede
tener en cuenta la respuesta de una niña de séptimo “pues sumó cuánto gastaría y
cuánto le llegaría el recibo de la luz, me imagino yo”. También se presentó un 16% de
creencias referidas al beneficio de la humanidad, como es visible en esta respuesta
“porque le preocupaba más el bien de los demás que el bien en sí mismo de ella” (niña
de séptimo).
Además, se realizó una MANOVA con el tipo de desenlace como medida
repetida, para detectar diferencias en el uso proporcional de las razones del curso de
55%
4%
19%
10% 12%12%16%
32%
9% 8%
0
10
20
30
40
50
60
Beneficio de lanaturaleza
Beneficio de lahumanidad
Consecuenciaspersonales yeconómicas
Disposicional Información
Prevenir maltrato animal Prevenir desperdicio de energía
Resultados 47
acción del personaje por grado de escolaridad, tipo de desenlace y género. En el análisis,
sólo se encontró un efecto principal por desenlace alternativo (p < .01). En relación con el
género y el grado no se encontraron efectos significativos.
Las ANOVAs subsecuentes revelaron diferencias significativas por tipo de
desenlace en la razón de Beneficio de la humanidad F(1, 93) = 10.020, p < .01,
Consecuencias personales y económicas F(1, 93) = 6.962, p < .05 y Razones
circunstanciales F(1, 93) = 6.769, p < .05, se usaron más en el desenlace alternativo al
desperdicio de energía. En contraste, la razón de Beneficio de la naturaleza F(1, 93) =
58.746, p < .01 se utilizó más en el desenlace alternativo al maltrato animal.
Creencias isomórficas
Se realizaron análisis descriptivos para explorar la presencia de Isomorfismo en
cada tipo de condición y transgresión. Se encontró que la mayor presencia de
isomorfismo se dio en la condición de línea de base sobre la corrida de toros, pues el
23% de los participantes incluyó este tipo de creencias. Al analizar la presencia de este
supuesto según el grado de escolaridad, se encontró que el 32% de los participantes
pertenecen a grado tercero, el 46% pertenecen a grado séptimo y el 23% son
universitarios. En lo que refiere a la línea de base sobre dejar las luces encendidas en la
casa, sólo el 2% de los participantes presentó creencias isomórficas y todos pertenecían
al grado de tercero. En la situación acompañada de supuesto sobre la compra de carne
que incluye maltrato, 8% de las entrevistas incluyeron creencias isomórficas, y la mitad
de estas entrevistas eran de niños de tercero. Finalmente, en la situación acompañada
de supuesto sobre mantener el celular cargando toda la noche no se presentaron
creencias isomórficas en ningún caso.
Discusión
Como se mencionó en la primera parte de este texto, la relación del ser humano
con la naturaleza, históricamente ha estado mediada por las ansias de desarrollo
económico de las sociedades. Eso ha tenido implicaciones importantes no sólo a nivel
mundial sino a nivel local, al punto que aunque se han identificado las características de
las problemáticas ambientales y se ha determinado el rol fundamental de las personas en
el alcance de las soluciones, la problemática continúa agravándose. ¿Cómo podemos
explicar que el conocimiento de la problemática no nos haya llevado aun a minimizar
nuestras acciones de transgresión a la naturaleza?
La problemática ambiental tiene múltiples variables implicadas, cuya
transformación requiere un proceso complejo, como las regulaciones ambientales
débiles, las tradiciones culturales arraigadas y las relaciones económicas en el proceso
de globalización. Específicamente en lo que refiere a este último aspecto, la problemática
tiene implicaciones diferentes según el nivel de desarrollo económico de los países. En
efecto, se ha demostrado que las naciones desarrolladas están utilizando a las naciones
en vía de desarrollo como almacenes de suministros al consumir gran parte de sus
recursos naturales, al mismo tiempo que las emplean como depósitos de residuos
cuando les envían los desechos que quieren eliminar y colocan las industrias más
contaminantes en estos territorios (Dunlap & Jorgenson, 2012).
Aunque todos estos hechos evidencian la complejidad de la problemática
ambiental, la relación con la naturaleza la construimos todos los días y muchas de
nuestras decisiones parten de razonamientos acerca de cómo debe ser esa relación con
los demás seres vivos y elementos naturales (razonamientos morales) (Howe et al.,
1996; Kahn & Friedman, 1995; Kahn & Lourenço, 2002) y acerca de cómo funciona la
realidad y nuestro rol en ella (supuestos informacionales) (Pizza, 2014; Ruckert, 2016). A
partir de las descripciones que se han hecho desde la filosofía y los estudios empíricos
50 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
en representaciones sociales, este estudio planteó la hipótesis de que en los contextos
cotidianos los supuestos informacionales de tipo antropocéntrico, específicamente, los
referidos a las necesidades alimenticias humanas y al estatus del estilo de vida
contemporáneo, pueden llevar a evaluaciones morales positivas de las transgresiones a
la naturaleza a partir de su efecto en la interpretación que las personas hacen de las
situaciones.
En efecto, los resultados encontrados aportaron soporte para sostener esa
hipótesis, puesto que al igual que en estudios previos (Kahn, 2006), la mayoría de los
participantes evaluó como incorrectas ambas transgresiones en la línea de base e
inclusive la mayoría de los participantes calificó con las severidades más altas (1 y 2)
estos actos, demostrando su rechazo a la transgresión. En contraste, al presentarle a los
participantes las mismas transgresiones al ambiente, acompañadas de supuestos
informacionales, sus juicios mostraron variación y hubo un mayor porcentaje de
evaluaciones positivas de la transgresión. Esta variación en los juicios morales es
consistente con los hallazgos de Wainryb et al. (2001), quienes demostraron que cuando
las transgresiones son presentadas junto a supuestos informacionales que los
participantes comparten, el número de evaluaciones positivas que reportan es mayor.
Igualmente, los resultados demostraron que en las situaciones acompañadas de
supuestos, los participantes describen a los personajes con atributos positivos, como
buena gente y moderno, posiblemente porque comparten perspectivas morales similares
a las del personaje, lo cual es consistente con los hallazgos del estudio de Wainryb et al.
(2001).
En lo que refiere a las justificaciones de tales juicios, los resultados revelaron que
las justificaciones morales biocéntricas se presentaron en mayor medida en la línea de
base, especialmente las relacionadas con la importancia de la naturaleza, el patrocinio
del daño y la justicia biocéntrica, mientras que las justificaciones antropocéntricas se
presentaron en mayor medida en la situación acompañada de supuesto, especialmente
la que refiere al Bienestar antropocéntrico. Este contraste en los juicios y justificaciones
reportados por los participantes según el tipo de condición también fue evidenciado en el
estudio de Severson y Kahn (2010), en el que se encontró que los niños campesinos
juzgan como negativa la exposición a pesticidas en una situación hipotética, pero al
preguntarles por el uso de pesticidas en su propia huerta, el 84% de los niños mostró
aceptación de su uso. En este caso, sus juicios positivos estuvieron basados en
Discusión 51
justificaciones sobre el beneficio económico que implica para sus familias y en la
ausencia de un daño físico para los seres humanos (Severson & Kahn, 2010). Dentro de
las explicaciones que Severson y Kahn (2010) ofrecen para entender este resultado,
mencionan la presencia del supuesto informacional acerca de que “ellos [los niños]
estaban a salvo de los daños de los pesticidas” (p. 254), la cual sería una creencia de
tipo antropocéntrico. En definitiva, los resultados de ambos estudios permiten sugerir
que, al interpretar las situaciones a partir de los supuestos informacionales de tendencia
antropocéntrica, los participantes tienden a proporcionar argumentos que también tienen
una inclinación antropocéntrica, desde la que sólo contemplan la transgresión como un
daño o beneficio para el ser humano, descuidando su consideración del valor intrínseco
de la naturaleza.
Adicionalmente, en este estudio se reveló que el contraste entre los juicios y las
justificaciones fue mayor en el caso de la transgresión de maltrato animal, en la que hubo
un número mayor de justificaciones del tipo biocéntrico en la línea de base y a su vez
mayor número de justificaciones de tipo antropocéntrico en la situación acompañada de
supuesto. Para analizar los hallazgos sobre esta transgresión, cabe mencionar, que la
línea de base presentó el maltrato en el contexto de las corridas de toros, las cuales
desde el año pasado han generado un debate, difundido en los medios de comunicación,
entre quienes afirman que las corridas deben detenerse porque son una barbarie y
quienes plantean que la tauromaquia es una expresión cultural que fomenta el libre
desarrollo de la personalidad (Pulido, 2017). No obstante, en las entrevistas ninguno de
los participantes mencionó dicho debate, tampoco hicieron referencia a las leyes que
respaldan las corridas y la mayoría de participantes interpretó como una transgresión
moral prototípica el acto en sí mismo de las corridas y su apoyo. De esta forma, es
posible que este número significativo de justificaciones biocéntricas en la línea de base
de maltrato animal tenga que ver con el rol fundamental que juegan los animales en la
vida de los seres humanos y el tipo de interacciones que se establecen con ellos. En
efecto, como lo dicen Myers y Saunders (2002), los seres humanos somos seres sociales
y establecemos relaciones de cuidado con los seres con los que podemos interactuar.
Dado que los animales poseen características que directamente nos permiten
identificarlos como otros sociales, el reconocimiento de su valor intrínseco resulta más
sencillo. Según Myers y Saunders (2002), estas características son, a) la agencia, que se
define como la capacidad de movimiento propio; b) la afectividad, por la excitación
52 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
emocional que se comparte con ellos; c) la coherencia, referida a su integridad corporal;
y d) la continuidad que se basa en la posibilidad de que las interacciones se regularicen y
se conviertan en una relación. Posiblemente estas características de los animales,
explican la razón por la que en este estudio la mayoría de los razonamientos isomórficos
de los participantes se encontraron en la transgresión referida al toro, mientras que en el
caso de las demás transgresiones se presentó muy poco isomorfismo. Esto no implica
que sea imposible construir relaciones de cuidado con otros elementos de la naturaleza
que no poseen las características para identificarlos como otros sociales, sino que en el
caso de los animales, este proceso sucede de forma más rápida y directa. En ese
sentido, es visible que los participantes de este estudio pudieron reconocer la importancia
intrínseca del bienestar del toro que muere en la corrida al identificarlo como otro social,
mientras que en el caso de la energía que se desperdicia, resulta más complicado
reportar justificaciones referidas al valor biocéntrico.
Sin embargo, aún cabe preguntarse, si los participantes identificaron directamente
el valor intrínseco del animal en la línea de base, ¿por qué hubo mayor variación en los
juicios y las justificaciones para el caso del supuesto de las necesidades alimenticias
humanas prevalentes que también se presentó en una transgresión de maltrato animal?
Asimismo, ¿Por qué esta situación acompañada de supuesto fue juzgada con mayor
número de juicios positivos, en comparación con la situación referida al desperdicio de
energía? Para explicar este hallazgo, se ofrecen dos alternativas. Por un lado, Clayton
(2000), ha hecho varios estudios para explorar qué tipo de principios morales y de justicia
prefieren las personas para resolver conflictos ambientales en contexto y ha encontrado
que las personas asignan una alta puntuación al derecho público sobre los recursos
ambientales y a la importancia de no excluir a ningún ciudadano en la toma de decisiones
sobre las regulaciones ambientales, entre otros tipos de justicia que también se califican
como importantes. De esta forma, es posible que los participantes hayan presentado
mayor variación de sus juicios morales ante el supuesto informacional sobre las
necesidades humanas naturales porque le atribuyen mucho valor al derecho humano a
una alimentación adecuada y además conciben a la naturaleza como recurso público
para suplir dicha necesidad a pesar de que implique apoyar el maltrato animal. En
definitiva, los razonamientos de los participantes ante esta situación y el supuesto que la
acompaña llevan a que el reconocimiento de los animales como otros sociales pase a un
segundo plano. Esta percepción de la naturaleza como un recurso público para el
Discusión 53
bienestar humano se ejemplifica en esta respuesta de un niño de séptimo, “porque creo
que sería malo no comprarla ya que en primer lugar no se alimenta uno mismo y no se
aprovecha la producción [de carne] tan grande que están haciendo”. En contraste, para el
caso de la corrida de toros, los razonamientos de los participantes no tendieron a
centrarse en el riesgo de poner en peligro algún derecho humano fundamental y por ello
el reconocimiento del valor intrínseco del animal se expresó contundentemente.
La otra alternativa posible es que los participantes hayan percibido que el tipo de
maltrato que sucede en la ceba de animales no tiene un fuerte impacto en el ambiente o
es inevitable y por ende no consideran fundamental detener esta transgresión en sus
juicios y justificaciones. En efecto, algunos estudios han mostrado que los conocimientos
sobre ecología y el sentido de competencia, que refiere a la percepción de que se tiene la
capacidad de generar un impacto en el ámbito ambiental, pueden ser factores
determinantes para que las personas detengan las acciones que deterioran el ambiente o
realicen acciones proambientales (Hungerford & Volk, 1990; Chawla, & Flanders, 2007).
Una respuesta de un niño de séptimo ilustra cómo el bajo sentido de competencia tiene
repercusión en su aceptación del maltrato animal, “Es inevitable debido a que nosotros
como siempre producimos carne, nosotros sí asesinamos a los cerdos, pero pues es
inevitable porque cuando uno piensa en comida, lo primero que piensa, o mejor dicho el
plato principal es carne”.
Ambas alternativas presentadas son coherentes con los planteamientos del
estudio e inclusive se puede sugerir la posibilidad de combinarlas, es decir, que los
participantes percibieron este tipo de maltrato animal como un mal necesario o mínimo
que resulta justificable cuando se trata de satisfacer el derecho público a una
alimentación adecuada. Sin embargo, aún se requiere mayor investigación para
esclarecer las razones por las que en este caso no se establecieron relaciones
isomórficas con los cerdos. Además, cabe reconocer que estas conclusiones son
limitadas puesto que no se hizo una evaluación sobre los conocimientos previos de los
participantes acerca de cada transgresión y es posible que ellos sólo contaran con la
información proporcionada durante la entrevista sobre las condiciones en las que sucede
la ceba de animales. Si fuera así, en sus juicios morales no sólo habría implicada una
percepción mínima y antropocéntrica de este tipo de maltrato sino también un
desconocimiento de su impacto negativo en el ecosistema, el cual puede ser incluso
54 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
mayor que el derivado de las corridas de toros. Futuros estudios podrían explorar el rol
de estos conocimientos previos.
Por otro lado, para resolver la pregunta acerca de las razones por las que el
contraste entre la línea de base y la situación acompañada de supuesto fue menor en la
transgresión de desperdicio de energía, también es posible centrarse en las
características tanto de la transgresión presentada como del supuesto que la acompañó.
En lo que refiere a la transgresión del desperdicio de energía, es importante tener
en cuenta que al inicio del año 2016 hubo una campaña importante de ahorro de energía
en Colombia. En los medios de comunicación se dio a conocer que el fenómeno de El
Niño, había desencadenado una gran reducción en la cantidad de energía que producían
los embalses, dado el aumento de la temperatura (Restrepo, 2016). Ante esta situación el
Presidente de la República propuso la campaña “Apagar paga”, que llevó a la
implementación de un esquema de tarifas diferenciales, en el que se castigaba con una
multa a los usuarios que mostraran un incremento en el uso de energía y se premiaba a
los usuarios que ahorraran energía con la reducción del costo de su recibo. La campaña
fue difundida haciendo énfasis en que si se alcanzaban las metas de ahorro de energía
sería posible evitar que se implementara un racionamiento de la energía (Comisión de
regulación de energía y gas, 2016). Aunque la medida tuvo corta duración porque se
debilitó el fenómeno de El Niño y terminó antes de lo esperado, logró sensibilizar a las
personas sobre el uso de energía y se alcanzaron las metas de ahorro que se habían
proyectado (Comisión de regulación de energía y gas, 2016). Al parecer este
acontecimiento pudo tener un efecto en los resultados de este estudio. De hecho, en el
cuestionario sociodemográfico, el ahorro de energía fue la acción de cuidado del
ambiente que los participantes mencionaron con mayor frecuencia, y a la vez el
desperdicio de energía a través de los electrodomésticos y la iluminación también estuvo
dentro de las acciones de deterioro al ambiente más frecuentemente reportadas. Estos
resultados demuestran que los participantes no sólo reconocen el desperdicio de energía
como una transgresión, sino que están sensibilizados acerca de la relevancia de las
acciones para favorecer su cuidado. Asimismo, durante la entrevista varios participantes
hicieron alusión a que en Colombia nos encontramos en un momento álgido en el que el
ahorro de energía es urgente. Esto se evidencia en la respuesta de un niño de séptimo
“pues porque en la época que estamos ya han hecho muchas campañas y todo eso, tú
ves propagandas de que apaguen la luz, porque para ayudar al planeta”. Igualmente, en
Discusión 55
esta respuesta de una universitaria “porque piensa que gastar energía no es muy bueno,
o sea pues ahora que se dice tanto que hay que ahorrar energía”.
Posiblemente la publicidad que se realizó a principio de año informó los
razonamientos de los participantes acerca del consumo de energía y cómo su producción
estaba ligada a la disponibilidad de agua, llevando a que calificaran con la severidad más
alta la transgresión de desperdicio de energía. Como lo dijo un universitario “el problema
es que está haciendo un gasto innecesario de luz y por lo tanto de agua para producir
esa energía”.
Sin embargo, cabe mencionar que en esta transgresión las justificaciones de los
juicios fueron predominantemente antropocéntricas tanto en la línea de base como en la
situación acompañada con supuesto. De hecho, todas las justificaciones de tipo
biocéntrico que los participantes mencionaron hicieron referencia al valor intrínseco del
agua que se requiere para la producción de energía, pero no a la energía como tal. Al
igual que en el estudio de los participantes no reportaron la relación que existe entre el
consumo de energía proveniente de combustibles fósiles y el cambio climático. Tal vez el
conocimiento de esta relación habría permitido que los participantes manifestaran mayor
número de justificaciones biocéntricas, teniendo en cuenta que existe mayor
conocimiento acerca de las consecuencias del cambio climático en el equilibrio de todo el
ecosistema.
En lo que refiere a las justificaciones antropocéntricas, se encontró que
significativamente la justicia antropocéntrica se presentó en mayor medida en la línea de
base, es decir que los participantes se centraron en la creencia de que el desperdicio de
energía imposibilita que otras personas accedan a ese servicio, al cual tienen derecho
como lo dijo una niña de séptimo “Porque hay personas en el mundo que necesitan luz, y
nosotros acá los Bogotanos desperdiciamos el agua y la luz”. Posiblemente, los
razonamientos mostraron esa tendencia antropocéntrica y no la biocéntrica porque la
energía en sí misma no es percibida como un recurso importante para otros seres vivos.
Por esta razón, se considera relevante proponer futuras investigaciones en las que se
indague con mayor profundidad sobre otros tipos de transgresiones en las que el daño a
todo el ecosistema o al menos a los seres no humanos, sea reconocido más
explícitamente por todos los participantes.
56 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
En lo que refiere al supuesto informacional de prevalencia del estilo de vida
contemporáneo, aunque sí demostró tener un rol en las evaluaciones morales de la
transgresión de desperdicio de energía, llevando a mayor número de juicios positivos y
mixtos, su efecto fue menor que el que se halló para el supuesto de necesidades
alimenticias humanas prevalentes. En efecto, al igual que en el estudio de caso hecho
por Gómez y Moncada (2015), los participantes reconocieron la importancia del uso de la
energía para la calidad de vida, e inclusive en el grupo de universitarios, se manifestó el
reconocimiento de que el celular es un artefacto electrónico que se ha vuelto
indispensable para sobrevivir en los entornos académicos y laborales, como es el caso
de la universitaria que justifica su juicio positivo diciendo “Si, por comunicación o porque
lo necesite, es que en este momento uno sin celular ya no es nada. Uno ya se vuelve
dependiente de eso, por eso estaría bien”. Sin embargo, a nivel general se observó que
los participantes aún no reconocen al celular como el satisfactor de una necesidad
humana fundamental o universal y por esa razón plantean que es posible disminuir su
uso cuando se trata de reducir el desperdicio de la energía. Inclusive, hubo casos en que
los participantes argumentaron que el celular no era tan indispensable porque en el
pasado cuando no había celular, las personas lograban sobrevivir.
En ese sentido, el rol del supuesto informacional de prevalencia del estilo de vida
que se observó en este estudio pudo haber estado limitado por el tipo de artefacto
electrónico con el que se asoció. Por consiguiente, se requiere indagar en futuros
estudios si los participantes continuarán privilegiando el cuidado del ambiente ante otras
acciones que son más representativas del estilo de vida contemporáneo pero
inevitablemente contribuyen a la problemática ambiental. Específicamente, sería
interesante evaluar el caso de los medios de transporte contaminantes que después de
varias décadas, se han convertido en algo fundamental para el desempeño de
actividades económicas diarias.
En definitiva, es posible afirmar que los supuestos informacionales
antropocéntricos tienen un rol principal en la interpretación de las situaciones cotidianas y
de esta manera es que pueden llevar a evaluaciones positivas de las transgresiones al
ambiente. Esto no quiere decir que necesariamente todos los razonamientos
antropocéntricos lleven a transgresiones a la naturaleza, pues como lo argumenta Norton
(1984), si las personas contemplan todas las formas en que el ambiente puede influir en
la calidad de vida humana y asegura el bienestar de futuras generaciones, tendrían
Discusión 57
suficiente motivación para comprometerse activamente con acciones de cuidado del
ambiente, sin necesidad de percibir un valor intrínseco en el equilibrio de la naturaleza.
Para Norton (1984), el problema no radica en que sólo importen los intereses humanos
sino en tener una visión reducida de cuáles son los verdaderos intereses humanos. Sin
embargo, desde otras aproximaciones afines con el presente estudio, el
antropocentrismo sí es problemático porque reduce las formas en las que los humanos le
damos sentido al cuidado de la naturaleza (McShane, 2007). No sólo nuestras acciones
hacia el ambiente, sino nuestros sentimientos, se diversifican cuando podemos valorar el
entorno más allá de la satisfacción de las necesidades humanas, lo cual se evidencia en
las sensaciones de cuidar un animal o en el vínculo a un espacio natural (McShane,
2007). Además, se ha encontrado que las personas con un interés biocéntrico, tienden a
involucrarse en acciones de protección al ambiente en mayor proporción que aquellas
que sólo presentan intereses antropocéntricos (Gagnon & Barton, 1994). Estas últimas, al
tener una perspectiva utilitarista tendrán menor tendencia a proteger el ambiente cuando
interfiera con la acumulación de riqueza o con algún otro bien material (Gagnon & Barton,
1994). De esta forma, los hallazgos del presente estudio, aunque no desconocen que las
creencias antropocéntricas pueden llevar a la protección de la naturaleza, destacan las
implicaciones negativas que ha tenido esa visión utilitarista del ambiente en tanto
justificación para llevar a cabo acciones que deterioran la naturaleza. Asimismo, en este
estudio se resalta el valor de construir creencias biocéntricas pues amplían las formas en
que el ser humano concibe su relación con la naturaleza y le permiten identificarse como
miembro de un ecosistema en el que todos los miembros no solo tienen necesidades,
sino que principalmente tienen funciones fundamentales.
La relevancia de este hallazgo se traslada al ámbito educativo, puesto en las
últimas décadas, se ha incrementado la importancia otorgada a la educación ambiental
desde las instituciones educativas. Dentro de las propuestas de educación ambiental, un
enfoque con gran acogida es la educación para el desarrollo sustentable (ESD) que hace
énfasis en las tres ‘P’s, personas, planeta y provecho económico (people, planet and
profit), y plantea que la educación ambiental no se reduce a la educación en ciencias
naturales sino que debe integrar la preocupación por el cuidado del ambiente con los
factores socioeconómicos implicados en el concepto de desarrollo, como los derechos
humanos, la pobreza, inequidad de género y paz (Kopnina, 2011). Sin embargo, este
enfoque se ha caracterizado por tener una dirección antropocéntrica, puesto que sólo
58 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
considera a la naturaleza por su valor instrumental, privilegia las preocupaciones
económicas de las grandes elites y subestima los costos sociales y ambientales del
desarrollo a largo plazo (Kopnina, 2011). Como lo dice Kopnina (2011), esta tendencia
antropocéntrica en la educación ambiental dificultará que se eduquen ciudadanos que
reconozcan las causas antropogénicas en el deterioro de la naturaleza y que privilegien
el cuidado de la naturaleza por encima de los intereses de crecimiento económico. Sólo
la inclusión de una perspectiva biocéntrica en la educación permitirá la formación de
ciudadanos activos que se reconozcan a sí mismos y a los demás organismos de la
naturaleza como nudos fundamentales de la red ecosistémica, y lleguen a cuestionar la
superioridad moral que se le ha atribuido al humano (Kopnina, 2011). Asimismo, una
educación con tendencia biocéntrica podrá contribuir en que los estudiantes reconozcan
el impacto de sus acciones en el ecosistema, no sólo en lo que refiere a las
transgresiones que cometen sino también a la importancia de las acciones que las
previenen.
Por esta misma línea, este estudio buscó explorar los supuestos y razonamientos
que están implicados en las acciones que previenen las transgresiones a la naturaleza,
con el objetivo de explorar qué tipo de tendencias tienen estas creencias. Aunque se
partió de la hipótesis de que se presentarían ambas tendencias, antropocéntrica y
biocéntrica, en estos supuestos, no se tuvieron expectativas previas sobre la
predominancia de una u otra en cada transgresión.
Antes de discutir los resultados hallados al respecto, cabe mencionar que en el
estudio, la mayoría de los participantes mostró la expectativa de que los personajes no
llevarían a cabo transgresiones hacia la naturaleza y en ambos casos sus razones
refirieron tanto a la importancia del cuidado de la naturaleza como a las preferencias y el
beneficio personal, revelando que los participantes contemplan supuestos de tipo
antropocéntrico y biocéntrico en la explicación de las acciones que evitan una
transgresión al ambiente. Cabe aclarar que estos hallazgos se diferencian de los de
Pizza (2014), en las expectativas de los participantes, pues ellos en la mayoría de los
casos, afirmaron que se realizarían transgresiones a la naturaleza, por ejemplo, el 70%
de los participantes predijeron que al no llegar el carro que recoge la basura, un
empresario botaría los desechos al río. Sin embargo, en lo que refiere a las razones de
las expectativas, en el estudio de Pizza (2014), un porcentaje considerable de los
participantes (55%) manifestó que el personaje priorizaría sus intereses económicos, lo
Discusión 59
cual coincide con las razones de preferencia y beneficio personal que los participantes
aportaron en el presente estudio.
En lo que refiere a la presentación de los desenlaces alternativos, en los que
explícitamente se le preguntó al participante por las razones de prevención de la
transgresión a la naturaleza, sus respuestas fueron diferentes según el tipo de
transgresión. Específicamente, hubo mayor número de supuestos informacionales
referidos al beneficio de la naturaleza para explicar la decisión del personaje de evitar el
maltrato animal. Como se mencionó antes, estos resultados pueden estar relacionados
con el tipo de relaciones que se construyen con los animales, pues al interactuar con
ellos se los reconoce como otros sociales que merecen cuidado (Myers y Saunders,
2002). En efecto, se ha encontrado que el aumento de empatía hacia un ser u objeto,
lleva a mayor reporte de argumentos morales para explicar el comportamiento moral
hacia ese ser (Berenguer, 2010). Por ejemplo, Schultz (2000), demostró que cuando las
personas toman la perspectiva de un animal que está siendo maltratado y se ponen en
su lugar, expresan mayor número de preocupaciones ambientales biosféricas, mientras
que si establecen empatía con otro ser humano reportan preocupaciones altruistas. Al
relacionar estos hallazgos, puede decirse que dadas las características de la interacción
que se puede establecer con los animales, para los participantes de este estudio resultó
más sencillo empatizar con ellos y así, proponer un mayor número de razones centradas
en el beneficio de la naturaleza. Mientras tanto, en la prevención del desperdicio de
energía, el daño realizado al agua, el aire y en general a las relaciones entre los
organismos del ecosistema, no se percibe directamente, lo cual hizo difícil para los
participantes manifestar empatía hacia algún ser en específico y por ende sus supuestos
sobre las razones de prevención se centraron en las consecuencias personales y
económicas, así como en el bienestar de la humanidad. Estos hallazgos soportan la
hipótesis de que el contacto con los animales y las relaciones que se establecen con
ellos puede servir de puente para que empecemos a preocuparnos e interesarnos por
establecer relaciones con el resto del ambiente natural (Myers y Saunders, 2002).
También, es posible que las razones que proporcionaron los sujetos estén ligadas
a la información que poseen sobre las implicaciones del daño que el personaje está
previniendo. Según Berenguer (2010), ante la presencia de información sobre los efectos
del daño ambiental para la naturaleza, las personas suelen manifestar mayor número de
razones biocéntricas para rechazar el daño, mientras que si se presenta información
60 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
sobre el efecto en los seres humanos, las personas reportan mayor número de razones
antropocéntricas en el rechazo del daño. Esta explicación es consistente con los
hallazgos de este estudio pues como se explicó previamente, el año pasado, en
Colombia se realizó una gran campaña en la que se sancionó económicamente a las
personas que desperdiciaban energía y por ende gran parte de la información que
promovió la campaña estuvo centrada en los efectos negativos para el ser humano,
dejando de lado las consecuencias que tiene dicha transgresión en el equilibrio del
ecosistema.
Cabe mencionar que estos hallazgos acerca de las creencias que acompañan las
acciones de prevención del daño a la naturaleza, aportan elementos para desarrollar
estudios adicionales en los que se explore el rol de supuestos específicos, tanto de tipo
biocéntrico como antropocéntrico, en las decisiones de las personas sobre prevención de
las transgresiones al ambiente o su conservación en la cotidianidad.
Por otro lado, en lo que refiere a las tendencias en el desarrollo sobre la forma en
que los sujetos integran los supuestos informacionales a sus evaluaciones morales, los
resultados aportan soporte para sostener la hipótesis de que los participantes de mayor
edad presentan más variación en sus juicios morales cuando las transgresiones están
acompañadas de supuestos informacionales. En efecto, a nivel general los participantes
universitarios reportaron mayor número de evaluaciones positivas y de menor severidad,
especialmente en las situaciones acompañadas de supuesto. Estos hallazgos son
consistentes con los de Shaw y Wainryb (1999) quienes encontraron que a mayor edad
los adolescentes expresan mayor consideración de los supuestos informacionales que
están relacionados con las acciones de otros y los relacionan con sus juicios morales. De
esa forma, es posible sugerir que los universitarios del presente estudio tomaron la
perspectiva de los personajes de las historias y al constituir un entendimiento más
complejo de sus acciones (contemplando múltiples variables), juzgaron con menor
severidad las transgresiones realizadas. En contraste, se ha encontrado que a menor
edad los sujetos tienen mayor dificultad para integrar los supuestos informacionales a sus
juicios (Shaw & Wainryb, 1999) y esto puede explicar que los estudiantes de grado
tercero hayan sido el grupo que atribuyó mayor promedio de severidad a las situaciones
que se presentaron acompañadas de supuestos. Estas afirmaciones también encuentran
sustento en los hallazgos sobre los atributos asignados a los personajes, pues al igual
que en el estudio de Wainryb et al. (2001), los participantes de mayor edad reportaron
Discusión 61
mayor número de atributos positivos, incluso cuando no compartían los supuestos
informacionales de los personajes. Mientras tanto los niños de menor edad en
comparación con los universitarios tendieron a utilizar mayor número de atributos
negativos ante divergencias con el personaje en lo referido tanto a los supuestos como a
las concepciones morales.
Adicionalmente, en este estudio se encontraron diferencias entre los participantes
de los tres grados de escolaridad para las justificaciones de los juicios. Por un lado, se
observó que los universitarios usan en mayor medida justificaciones de razonamiento
prudencial, las cuales, al pertenecer al dominio personal, refieren a la seguridad
personal, la comodidad y a evitar consecuencias negativas como la posibilidad de un
corto o que el celular se dañe. Como se ha demostrado, a mayor edad las personas
aseguran que habrán emociones de felicidad al satisfacer sus propias preferencias por
encima de las reglas de la autoridad y por ende atribuyen gran importancia a las
preferencias personales, aunque no dejan de contemplar los aspectos morales (Kalish &
Shiverick, 2004).
Por otro lado, fue evidente que los participantes de mayor edad, reportaron un
mayor número de justificaciones de tipo biocéntrico, como el Uso Irresponsable de un
recurso y Patrocinio del daño. Mientras tanto en la transgresión de desperdicio de la
energía, la justificación de Bienestar antropocéntrico fue utilizada en mayor medida por
los participantes de tercero y séptimo. Estos hallazgos son consistentes con los de Kahn
y Friedman (1995) quienes en su investigación también encontraron mayor uso de
razonamientos biocéntricos en los participantes de mayor edad y por ello plantearon que
estos razonamientos surgen a través de la integración jerárquica de los razonamientos
antropocéntricos. Asimismo, Ruckert (2016) plantea que los chicos de mayor edad tienen
conocimientos biológicos más avanzados y a diferencia de los niños de menor edad,
logran hacer una integración de estos conocimientos a sus conceptos morales. De esta
forma, los universitarios utilizan mucho más la justificación biocéntrica referida al
patrocinio del daño puesto que logran reconocer una transgresión en los espectadores
que aunque no realizan el maltrato a los toros directamente, con sus actos impulsan este
tipo de espectáculos y permiten que la transgresión se conserve. Esto se ilustra en la
respuesta de un universitario:
62 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
Creo que el espectador también contribuye a que todo ese espectáculo se siga
prolongando durante todos los años, porque si ya las personas no fueran, pues la
práctica no se seguiría haciendo. Entonces de cierta manera él es responsable
por asistir.
En consecuencia, aunque la mayoría de justificaciones de los niños de menor
edad fueron antropocéntricas, surge el interrogante acerca de las razones por las que, en
la línea de base sobre la transgresión de maltrato animal, presentaron mayor uso de la
justificación biocéntrica de Importancia de la naturaleza. Para resolver este interrogante
existen varios aspectos a considerar y se acude a las propuestas teóricas acerca del
desarrollo de los razonamientos antropocéntricos y biocéntricos en relación con los
conceptos sobre el mundo biológico. Por un lado, es posible que la presencia de esta
justificación biocéntrica se pueda explicar teniendo en cuenta que la mayoría de niños
aludieron a la muerte del toro y en algunos casos se estableció una relación de
semejanza entre el toro y los seres humanos, como se evidencia en esta respuesta de
una niña de tercero “Porque él es un animal, él es cómo nosotros; él es como una
persona (…), el toro puede morir o puede salir herido”. En efecto, Carey (2000) ha
encontrado en diversos estudios que los niños menores de 6 años tienden a hacer
inferencias en las que identifican características humanas en los animales, pero no
características animales en los humanos. A partir de ello, su perspectiva teórica propone
que universalmente el desarrollo en el dominio de los conocimientos de biología implica
un cambio conceptual en el que el entendimiento temprano de los niños es
antropocéntrico, pues toman a los humanos como punto de referencia para aproximarse
a otros seres no humanos, y posteriormente se convierte en biocéntrico cuando logran
reconocer a los humanos como animales y organismos biológicos (Carey, 2000).
Sin embargo, desde otra perspectiva teórica se incluyen los factores contextuales
y se plantea que los razonamientos antropocéntricos no son naturalmente la respuesta
inicial de los niños, pues han encontrado razonamientos biocéntricos en niños menores
de 6 años. Específicamente, puede mencionarse el estudio de Ross, Medin, Coley y
Atran (2003), en el que se demostró que los niños de una cultura indígena en Estados
Unidos (Menominee), mantienen un razonamiento ecológico a lo largo de todo el
desarrollo. En comparación, los niños en el área rural, presentan razonamientos
antropocéntricos que tienden a aminorarse hacia los 8 años y los niños del área urbana
presentan este tipo de razonamientos en la organización del conocimiento biológico,
Discusión 63
incluso hasta los 10 años. En efecto, las experiencias de contacto con la naturaleza que
tienen los niños en el área urbana no son tan intimas y el único animal sobre el que
suelen tener un conocimiento profundo es sobre el ser humano (Ross, Medin, Coley &
Atran, 2003). De esta forma, Ross, Medin, Coley y Atran (2003) concluyen que la
cantidad e intimidad del contacto que tienen los niños con los animales y las plantas, así
como el marco cultural tienen una influencia crítica en el desarrollo de los razonamientos
biológicos intuitivos. Por la misma línea, Herrmann, Waxman y Medin (2010) aseguran
que la perspectiva antropocéntrica es aprendida y emerge hacia los 5 años de edad,
pues no encontraron evidencia de razonamiento antropocéntrico en los niños de 3 años
que viven en el contexto urbano. En lo que refiere al presente estudio, se observó que,
aunque la mayoría de los participantes tienen contacto con los parques y zonas verdes,
sólo el 23% reportó haber visitado una reserva natural. Por consiguiente, al agrupar los
hallazgos con la última perspectiva teórica, se sugiere que la ausencia de experiencias
significativas con la naturaleza, que caracteriza al contexto urbano, influyó en el
desarrollo de los razonamientos morales de los participantes y permitió que se
presentaran desde una perspectiva antropocéntrica del mundo biológico. Inclusive es
posible que estas experiencias en el contexto urbano también aporten soporte para
explicar cómo los supuestos informacionales antropocéntricos pueden tener un rol
importante en la variación de los juicios morales sobre transgresiones a la naturaleza.
Asimismo, parece relevante sugerir que en futuros estudios se explore a
profundidad qué mecanismos o conocimientos llevan a que las personas lleguen a
privilegiar una visión biocéntrica de la naturaleza aun cuando en su contexto predomina
una visión antropocéntrica del ambiente. Específicamente, sería relevante investigar el
papel que tiene la educación en el desarrollo de los razonamientos biocéntricos y
antropocéntricos, dado que como se señaló antes, el hecho de que se encuentren mayor
número de razonamientos biocéntricos en los universitarios, permite suponer que estos
también están relacionados con la posibilidad de construir una visión integradora y
sistémica del ambiente desde la educación ambiental en las instituciones.
Conclusiones
En conclusión, las tendencias de desarrollo económico y el impacto que ha tenido
la acción humana para mantener la actual problemática ambiental hacen relevante el
estudio de los razonamientos implicados en la relación del ser humano con la naturaleza,
y en las transgresiones ambientales. Los hallazgos de este estudio brindan evidencia
para sostener que mediante su efecto en la interpretación de las situaciones, los
supuestos informacionales de tipo antropocéntrico pueden favorecer evaluaciones
positivas de las transgresiones al entorno natural y a su vez justificaciones de los juicios
centradas en el bienestar antropocéntrico y el beneficio personal. Para futuros estudios
se propone explorar el efecto de estos supuestos antropocéntricos en otros tipos de
transgresiones al medio ambiente, pues se observó que las características de la
transgresión también pueden llevar a variaciones en la relación de los juicios morales y
aun se requiere mayor investigación para explicar este resultado.
Asimismo, se evidencia que los supuestos que acompañan las acciones de
prevención del daño a la naturaleza, pueden tener tanto una tendencia antropocéntrica
como biocéntrica dependiendo de la información en la que el sujeto se enfoque e
inclusive de las creencias que haya construido respecto a cada transgresión. Estos
hallazgos señalan la importancia de continuar explorando los razonamientos que
acompañan las acciones de prevención del daño a la naturaleza que pueden estar
relacionadas con el activismo ambiental.
En lo referido al desarrollo del proceso de integración entre los supuestos
informacionales y los juicios morales, se observó que a mayor edad los supuestos
informacionales pueden llevar a mayores variaciones en los juicios morales pues existe
una mayor tendencia a tomar la perspectiva del otro y por ende a considerar más
ampliamente la complejidad de las situaciones. A su vez, las justificaciones biocéntricas
son contempladas en mayor medida por los participantes de mayor edad que por los de
66 Supuestos Informacionales Antropocéntricos
menor edad, quienes aportan más justificaciones antropocéntricas. Estos resultados
parecen estar relacionados con la construcción de una perspectiva antropocéntrica
después de los 3 años, la cual es favorecida por las características de las experiencias
urbanas con la naturaleza. Sin embargo, se requiere mayor investigación para aceptar
esta hipótesis pues aún no se tiene suficiente sustento para negar la posibilidad de que
universalmente, el primer paso en el razonamiento sobre el mundo natural es
antropocéntrico.
Finalmente, este estudio confirma el rol fundamental que tiene la educación en el
cuestionamiento de creencias como las antropocéntricas que no sólo permiten que se
continúe privilegiando el crecimiento económico a costa de la integridad de la biosfera, sino
que limitan las posibilidades de relación entre el ser humano y la naturaleza. La educación
ambiental en el contexto colombiano tiene la tarea de promover el reconocimiento del ser
humano, no como un ser superior sino como integrante de un sistema ecológico, que tiene
sus propios ritmos de equilibrio y en el que la interacción armónica de todos los organismos
es indispensable.
A. Anexo: Entrevista Semiestructurada
Transgresión de maltrato animal
68 Título de la tesis o trabajo de investigación
Transgresión de desperdicio de la energía
B. Anexo: Cuestionario Sociodemográfico
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