el vocabulario de foucault por castro

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  • 8/19/2019 El Vocabulario de Foucault por Castro

    1/6

    ARQUEOLOGÍA

    (usz,

    S0);

    Ia relación

    entre

    deseo

    y

    razón

    (HS2,

    60); el nexo

    entre

    placeres

    de Ia

    mesa

    y

    placeres

    del amor

    (Hs2,

    61-54);

    la distin-

    ción

    entre

    sophrosyne

    y

    enkráteia (HSZ,75-

    82); Ia

    Iibertad

    y Ia

    esclavitud

    en la

    ciudad

    y

    en

    el individuo

    (respecto

    del

    gobierno

    de

    los placeres)

    (ll52,92-99);

    el

    peligro

    para

    la

    salud

    en

    razón

    del abuso

    de

    Ios

    placeres

    sexuales

    (HSz,

    134-138);

    la

    reproducción

    (HS2,

    148-150);

    la

    relación

    entre

    actividad

    sexual

    y

    muerte

    (tlsz,tSz);

    las políticas

    de

    Ia

    templanza

    (HSz,lg3-zo0)-

    Las

    categorías.

    Sobre

    Ia

    teo¡ía

    clásica

    del

    signo

    y

    su

    crítica

    de

    la

    doctrina

    de las

    categorías

    de

    Aristóte-

    Ies, cf.

    DE1,

    643-644.

    Voluntad

    de

    saber.

    Se_

    gún

    el

    resumen

    de los

    cursos

    del

    anuario

    del

    Collége

    de

    France,

    el

    correspondiente

    a

    los

    años

    1970-1971

    (cuyas desgrabaciones toda_

    vía

    no

    han

    sido publicadas)

    estuvo

    dedica-

    do

    a Ia

    voluntad

    de

    saber,,.

    Dos

    modelos

    .teóricos

    fueron

    tomados

    en

    consideración;

    Aristóteles

    y

    Nietzsche.,,El

    deseo

    de

    saber

    que

    las

    primeras

    líneas

    de

    la

    Metafísica

    co-

    locan

    a

    Ia vez

    como

    universal

    y

    como

    natu-

    ral

    se

    funda

    en

    esta pertenencia

    primera

    que

    ya

    manifiesta

    Ia

    sensación,,

    (DE2,

    243).

    Se

    trata

    de

    Ia

    pertenencia

    mutua

    entre

    conoci_

    miento

    y placer,

    y,

    al

    mismo

    tiempo,

    de

    la

    independencia

    de

    este

    nexo

    respecto

    de Ia

    utilidad

    vital

    del conocimiento.

    Aristote

    [238]:

    a§,

    1g7.

    DEl,

    g5,170_.171,

    361,374,391,

    451,

    453,

    457,742_744,

    768,77A,

    796,

    804,

    818.

    DE2,

    45,

    65,

    76,

    91,

    i06,

    242-243,

    403,

    577.

    DE3,

    395,

    539.

    DE4,

    140,

    3g7,399,

    550,

    673,

    673,

    699-701.

    rlt.,

    202,

    333.

    HS,

    79,

    26,

    28,

    5 6,

    7

    2,

    739,

    77

    g,

    1

    g2-

    1,g3,

    365,

    37

    1,

    37

    6_37

    7 .

    HSt,

    188.

    HS2,

    24, 45,

    48-56,58-64,

    68_69,

    75-78,

    81_

    82,

    86,

    gg,

    92,

    94-95,

    97

    -101,

    1[3,

    1 1

    g,

    \26,

    731,,

    134-1,35,

    1

    38-140,

    149

    _152,

    767,

    765,

    1

    84_1

    85,

    1

    91,

    793-197,

    200-202,

    21,4,

    224,

    22É,

    238,

    252,

    27g_

    280,

    284.

    HS3,

    55,

    109,

    131,

    74g,

    767,

    773-174,

    180,

    1

    97,

    789,

    203,

    208,

    215,

    271

    _272,

    27

    5_27

    6,

    284.

    MC,

    52,

    70,

    708.

    RR,

    82.

    Aristotle

    [1]:

    HS2,

    281.

    AnQunolo

    Gín

    (Archéotogie).

    Orden.

    les

    Mots

    et

    les

    choses

    lleva

    como

    subtítulo,.Una

    arqueología

    de

    Ias

    ciencias

    humanas',.

    EI

    prefacio,

    en

    efecto,

    presenta

    la

    obra

    no

    como

    una

    historia

    en

    el

    sentido

    tradicional

    del

    tér_

    mino,

    sino

    más

    bien

    como

    una

    arqueología

    cuyos

    problemas

    de

    método

    serán

    estudia_

    dos

    en

    una

    obra

    posterior

    (que

    será

    L,Ar_

    chéologie

    du

    savoir)

    (nrC,

    t:).ya

    en Histoirer

    de

    la

    folie

    á

    l'áge

    classique

    Foucault

    conce_

    bía

    su

    práctica

    de

    la historia

    como

    una

    ar-

    queología

    del

    saber

    (rü,,314).

    La

    arqueolo-

    gía

    no

    se

    ocupa

    de

    los

    conocimientós

    des-

    criptos

    según

    su

    progreso

    hacia

    una

    objeti-

    vidad,

    que

    encontraría

    su

    expresión

    en

    el

    presente de

    la

    ciencia, sino de

    la

    epistente,

    en

    Ia que

    Ios

    conocimientos

    son

    abordados

    sin

    referirse

    a

    su valor

    racional

    o

    a

    su

    obie-

    tividad.

    La

    arqueología

    es

    una

    historia

    ie

    las

    condiciones

    históricas

    de posibilidad

    del

    saber.

    Éstas

    dependerían

    de

    la

    ,.experien_

    cia

    desnuda

    del

    orden

    y

    de

    sus

    modos

    de

    ser

    (ruC,13).

    Entre

    los,,códigos

    fundamen_

    tales

    de

    una

    cultura,,

    y

    las

    teorías

    científicas

    y

    filosóficas

    que

    explican

    por

    qué

    hay

    un

    orden,

    existe

    para

    Foucault

    una,.región

    in_

    termedia - anterior

    a

    las

    palabrag

    a

    las

    per-

    cepciones

    y

    a

    los

    gestos

    que deben traducir_

    Ia con

    mayor

    o

    menor

    exactitud

    [...];

    ,as

    sólida,

    más

    arcaica,

    menos

    dudosa,

    siempre

    más

    verdadera

    que

    las

    teorías,,

    (MC,

    1i)_

    que

    fija,

    como

    experiencia

    del

    orden,

    las

    condiciones

    históricas

    de

    posibilidad

    de

    los

    saberes.

    La

    arqueología

    se

    propone

    anali_

    zar,

    precisamente,

    esta

    ,,experiencia

    desnu_

    da

    del

    orden.

    En

    este

    nivel,

    el

    trabajo

    de

    Les

    Mots

    et les

    choses

    no

    nos

    muestra

    el

    movimiento

    casi

    ininterrumpido

    de

    la ratio

    europea,

    sino

    dos

    grandes

    discontinuidades:

    Ia que

    separa

    el

    Renacimiento

    de

    Ia

    época

    clásica

    y la

    que

    distancia

    a

    ésta

    de

    la

    Mo_

    dernidad

    (MC,

    13-14).

    Historia,

    monumen-

    to,

    documento.

    La

    arqueología

    del

    saber

    se

    sitúa

    en

    este

    cambio

    (ni

    reciente

    ni acaba_

    do)

    por

    el

    cual

    la

    historia

    redefine

    su posi-

    ción

    respecto

    de

    los

    documentos.

    La

    iarea

    primera

    de la

    historia

    ya

    no

    consiste

    en

    in-

    terpretar

    el

    documento,

    determinar

    si

    dice

    la verdad

    o señalar

    su valor

    expresivo,

    sino

    más

    bien

    en

    trabajarlo

    desde

    el

    interior:

     ella

    lo

    organiza,lo

    divide,lo

    distribuye,

    lo

    ordena,

    Io

    reparte

    en

    niveles,

    establece

    se-

    ries,

    distingue

    lo

    que

    es pertinente

    y

    lo

    que

    no

    lo

    es,

    señala elementos,

    define

    unidades,

    describe

    relaciones

    (,nS,

    r+).

    En

    otros

    tér-

    minos,

    en

    lugar

    de

    tratar

    los

    monumentos

    como

    documentos

    (lugar

    de

    la

    memoria

    del

    pasado),

    ahora

    los

    trata

    como

    monumentos.

    No

    busca

    en

    ellos

    las

    huellas

    que

    han podi_

    do

    dejar

    los

    hombres,

    sino

    que

    despliega

    un

    conjunto

    de

    elementos,

    los

    aísla,

    los

    agrupa,

    establece

    relaciones,

    los

    reúne

    según

    nive_

    les

    de pertinencia.

    Los

    efectos

    de

    superficie

    de

    este

    cambio

    de

    posición

    de

    la

    historia

    respecto

    del

    estatuto

    del

    documento

    han

    sido, en

    primer

    lugar, en el

    campo

    de la

    his_

    toria

    de

    las

    ideas,

    la

    multiplicación

    de

    las

    32

    /

    Vocabulario

    de

    Michel

    Foucault

  • 8/19/2019 El Vocabulario de Foucault por Castro

    2/6

    tt

    /

    llnt)noJ

    lorl) l^¡

    ap

    otrElnqr)o^

    -oanbrE,,

    ou[ur9l

    [e

    oppzrlrln

    EH

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    '(S6g

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    sa

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    -uarurof,

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    ourof,)

    e¡8o¡ebu

    -eB

    ap

    ru

    (o¡ensqns

    Iep

    srsrJguu

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    e¡3

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    ap e]uarred

    sa

    ou 'opuarlua

    o,(

    oruoc'e¡Soioanbre

    e1

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    EpEInr.u

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    Ercuelsrxe

    E[

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    Io

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    Ie

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    r¡41,,

    .u,r8o¡eaua8

    'e,r8o¡oag

    '(vsZ-lSz

    'Sv)

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    el

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    -urd

    ap

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    BI

    ep

    e,r8o¡oanbre

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    :eruelsrda

    el

    e

    sepulual¡o

    ou'secr8g¡oenbre

    sauorcdr¡csep

    sBrlo

    ep

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    1¡necnoC'soporu

    sopol

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    p

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    se,rSoloenbre

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    else,ug'sal?qes

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    ap

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    aulelsrda

    el

    .(696i)

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    ep

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    ep oluaruotu

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    serlo

    'spperlua

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    Á

    soporcunua

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    as

    e¡Bo¡

    -oenb¡e

    e¡ 'opecr¡ru3rs-ase{

    se uorcele:d

    -Jelur

    el

    ap

    e1

    ,i

    aluecr¡ru8rs-ugrcrsodo:d

    e1

    sa

    sslsrletuJo¡

    serSo¡opolau

    seI

    ap oleqerl

    ep

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    el

    sertuarl4tr

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    'sv)

    e¡rlela¡d

    -Jelur

    ru

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    ou

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    sol

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    srsrlgue

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    Eun auuap

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    e1

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    -sep

    soluerurcou(

    -o¡oanbre

    e1.(vtt

  • 8/19/2019 El Vocabulario de Foucault por Castro

    3/6

    ARQUITECTURA

    logía

    para

    referirse

    a

    la historia

    de

    lo

    que

    hace

    necesaria

    una forma

    de

    pensamiento.

    El

    texto

    de Kant

    es'.

    Fortschritte

    der

    Meta-

    physik,

    et

    Gesamntelte

    Schriften,

    Berlín,

    Walter de Gruyter,

    t.

    xx,1942,

    p.

    341.

    Este

    es

    el terreno

    de

    la

    arqueología;

    no el

    de

    Freud,

    como

    piensa Steiner

    (D82,221).

    Véanse

    además:

    Enunciado,

    Episteme,

    For-

    ntació

    n dis curs

    iv a,

    Filo

    so.fía,

    S ab

    e

    r.

    Archéologie

    [273]:

    AN,

    24,55,98,100.

    AS,

    7

    5, 27, l7 3,

    177

    -17

    8,

    1

    82-1

    83,

    189-1

    90,

    192,

    794,

    199

    -200,

    206-209,

    212-273,

    215-216,

    218-223, 225,

    ?27

    -228,

    230-233, 235,

    239, 244,

    25\-252,

    255,

    265,

    268-27 1. DE1, 160,

    296,

    498-500, 543, 57

    5, 587,

    589, 595, 599,

    602, 606,

    663,

    676, 687,

    696, 708,

    730,

    771-772, 776-778,

    786-787,

    832,

    843-844.

    DEz,

    1.04,107,

    157-758,

    166-167, 173,

    182,

    792,

    207, 221,

    239,

    U2,405-406,

    521.-522,

    643-645,

    7 52,

    759,790,808,

    813.

    DE3,

    28-31, 37,39,88,167,

    235,300,399,

    404-405, 419,

    468,582, 585,

    678.

    DE4,

    42, 57

    ,

    71-72,

    196,

    283,393,

    437

    ,

    443,

    451.,

    457, 530,599,

    618, 632,652,730.

    I{F, 713,744,

    314.

    HS,468.

    HSl, 172. HS2,

    19. IDS,

    17,20,767,

    1

    9 1.

    MC, l3-1 5,

    64, L42,

    27

    4, 220-221., 229-230,

    27

    4, 287, 290,

    378,

    377,

    398.

    MMPE,

    26.

    MMPS,

    26.

    PP, 14, 20,

    89,

    92,

    197,

    238-239,

    256-258.

    ARQUITECTURA.

    (Architecture).El

    tema

    de

    la arquitectura

    está estrechamente

    ligado

    con

    la cuestión del

    poder. Foucault

    distin-

    gue,

    en efecto,

    una arquitectura

    del

    espec-

    táculo

    y

    otra

    de

    la

    vigilancia

    cuya forma

    paradigmática

    es

    el

    panóptico de Bentham

    (DE2,

    608).

    Esta

    relación

    entre arquitectu-

    ra

    y

    poder

    pasa

    por el modo en

    el

    que

    la

    organización

    del espacio

    distribuye

    el

    mo-

    vimiento de

    la

    mirada,

    determina

    la

    visibi-

    lidad.

    Tradicionalmente

    el

    poder

    es

    lo

    que

    se

    ve,

    lo

    que

    se

    muestra,

    lo

    que

    se

    mani-

    fiesta

    y,

    de

    manera

    paradojal,

    encuentra

    el

    principio

    de

    su

    fuerza

    en

    el

    movimiento

    por

    el

    cual

    se

    despliega.

    Aquellos

    sobre

    los

    que

    se ejerce

    el

    poder

    pueden

    quedar

    en

    la

    sombra.

    Ellos

    reciben

    luz sólo

    de esta

    par-

    te

    de

    poder

    que

    les

    es

    concedida

    o

    del

    re-

    flejo

    que por

    un

    instante

    los alcanza.

    El

    poder disciplinario

    se

    ejerce

    volviéndose

    invisible.

    Como

    contrapartida

    impone

    a

    aquellos

    que

    él

    somete

    un

    principio

    de vi-

    sibilidad obligatoria.

    En

    la disciplina, son

    los sujetos

    los

    que

    deben

    ser

    vistos

    (SP,

    189).

    La arquitectura

    de los templos,

    de los

    palacios,

    de los teatros,

    responde

    al

    juegü

    de

    la

    visibilidad

    en

    el ejercicio tradicional

    del

    poder

    (sr,

    zrS);

    la correspondiente

    al

    poder

    disciplinario será

    la

    arquitectura

    de

    34 / Yocabulario

    de Michel Foucault

    las

    prisiones,

    de los hospitales,

    de

    las

    es-

    cuelas.

    Véase:

    Panóptico.

    Architecture

    [163]:

    AN, 128.

    AS,

    49,52,62,

    7 5-7

    6,

    80, 82,

    129, 152, 196,

    242, 263. DE1,

    I

    48,

    212-214,225,240,

    471, 425,505, 507, 550,

    620,

    622,

    675,774,

    716,766,782,794, 843.

    D82,76,

    96,293,

    437,439,594,

    608,

    613,686,812.

    DE3,

    24, 34, 190, 192-193,

    404, 5L9,

    57

    6,

    698,

    7

    25,

    7

    36.

    DE4,

    220, 270-271,

    274-276,

    278-285,

    351,

    431,

    673, 7 52.

    W,

    62,253,

    573.

    HS3, 124.MC,

    52,242,

    244,

    250, 252,

    283, 293,

    298,

    303.

    MMPS,

    79.

    Nc,

    114,

    120, 201.

    PP,

    92,

    104,

    727, 179.

    RR,

    1

    5-16,

    44,74,

    99, 760,

    192. SP, 35, 717,

    747, 1.45,

    770,

    17

    4-1,7

    5, 188,

    190,

    204,

    208, 218, 241,

    252.

    ARS

    ER1TICA. Según

    Foucault, histórica-

    mente

    existen

    dos

    procedimientos

    para

    producir

    la

    verdad del

    sexo:

    laars eroticay

    lascientia

    sexualis.

    En Ia ¿rs erotica,laver-

    dad del sexo

    se

    extrae

    del

    placer

    mismo,

    tomado

    como

    práctica

    y

    reunido

    como

    ex-

    periencia. China,

    Japón,

    India,

    las

    socieda-

    des árabo-musulmanas

    se

    han dotado

    de

    vna

    ars erotica

    (HS1,

    77).

    En la

    scientia

    sexualis,

    en

    cambio,

    la

    verdad del sexo

    es

    del orden

    del

    discurso.

    .

    Aunque

    nuestra

    civilización

    haya

    dado lugar

    a una

    scientia

    sexualis,la

    ars

    erotica

    no ha

    desaparecido;

    ella

    subsiste

    en la

    dirección

    de conciencia,

    en la búsqueda

    de

    la

    unión espiritual,

    en el

    placer

    de

    la verdad,

    por

    ejemplo

    (Hsr,

    s+-

    95).

    r

    gno de

    los numerosos

    puntos

    en los

    que

    cometí

    un error en

    este

    libro

    lLa

    vo-

    lonté de savoir)

    es

    lo

    que dije de esta

    a,r

    erotica.

    Yo la oponía

    ala

    scientia

    sexualis.

    Pero

    es necesario

    ser

    más

    preciso. Los

    grie-

    gos

    y

    los

    romanos

    no

    tenían

    ninguna

    ars

    erotica

    en comparación

    con la ars

    erotica

    de

    los chinos

    (o.digamos que no era

    algo

    muy

    importante

    en su

    cultura).

    Ellos

    tenían

    una téchne

    toü

    bíou

    donde la economía

    del

    placer

    jugaba

    un papel muy

    importante.

    En

    este'arte

    de

    vivir', la

    idea según

    la cual

    era

    necesario

    ejercer

    un dominio

    perfecto

    so-

    bre

    sí mismo

    se

    convirtió

    rápidamente

    en

    el

    problema central.

    Y

    la hermenéutica

    cris-

    tiana de sí

    constituyó

    una nueva

    elabora-

    ción de esta

    téchne

    (DE4,

    390,

    615).

    r

    ¡.

    relación

    amorosa entre

    Marco

    Aurelio

    y

    Frontón,

    la ars

    erotica

    constituía

    uno

    de

    los

    temas de

    discusión

    (D84,794).

    Ars erotica

    [23]:

    DE3, 134,525-526.D84,

    390,

    61 5,

    794.

    HSl,

    77, 90,

    94-96.

    ARTAUD,

    ANTONIN

    (1896-1

    948).

    En

    Artaud

    se expresa

    Ia conciencia

    trágica

    de la

    locu-

  • 8/19/2019 El Vocabulario de Foucault por Castro

    4/6

    GALENo

    (129--20A).

    Foucault

    se

    ocupa

    par-

    ticularmente

    de

    Galeno en

    Le soL¿ci de

    soi,

    el

    tercer

    volumen

    de

    L'Histoire

    de

    la

    sexlta-

    lité,

    a

    propósito

    de

    la

    cuestión

    del cuerpo y

    del

    régimen

    de

    los aphrodísia

    en

    Ia

    cultura

    helenística

    del

    cuidado

    de

    sí mismo

    (HS3,

    1?7-156).

    En

    Galeno, los aphrodísia

    aparc-

    cen

    situados

    en

    tres planos

    diferentes:

    an-

    clados

    en

    el

    orden de Ia providencia

    demiúr-

    gica,

    ubicados

    en

    un

    juego

    de

    relaciones

    complejas

    y

    constantes

    con

    el cuerpo, y

    emparentados

    con un

    conjunto

    de

    enferme-

    dades

    (frS:,

    133).

    A

    partir

    de estos

    tres

    pla-

    nos de

    inserción,

    el

    pensamiento

    médico

    de

    Galeno

    mantiene

    una

    posición

    ambivalen-

    te

    acerca

    de

    los aphrodkia.Por

    un lado,

    és-

    tos

    son

    objeto

    de una

    valoración positiva;

    la conjunción

    sexual es algo

    natural

    que

    no

    puede

    ser considerado

    como

    malo.

    Pero, por

    otro

    lado,

    la dinámica

    de

    los

    aphrodísia

    es

    causa

    de

    numerosos

    peligros

    para

    el sujeto

    (la

    violencia

    involuntaria

    del

    acto, el

    expen-

    dio

    indefinido

    de

    esperma

    que

    produce

    ago-

    tamiento)

    y

    ello

    hace

    necesario

    un

    régimen

    adecuado

    (Hs3,

    134-135).

    por

    ello,

    Galeno

    acuerda

    un

    efecto

    positivo

    a la

    abstención

    (ffss,

    f+f-l+a).

    Los

    actos

    sexuales

    deben

    es-

    tar

    sometidos

    a

    un régimen

    extremadamen-

    te

    cauto (que

    debe

    tener

    en

    cuenta

    Ia

    edad,

    el

    temperamento

    de

    los

    individuos,

    el

    mo-

    mento

    favorable,

    las condiciones

    de

    la

    pro-

    creación),

    pero

    este régimen

    no

    es

    un

    siste-

    ma

    de prescripciones

    sobre

    Ia forma

    natu-

    ral

    o

    legítima

    de las

    relaciones

    sexualeq

    sino

    sobre

    las

    condiciones

    del

    uso

    de los

    place-

    res

    (HS3,

    1.47).

    .

    Foucault

    también

    aborda

    la cuestión de

    la parresía en

    el

    Tratado

    de

    las

    pasiones

    de

    Galeno

    (HS,370-374,37g-389)

    porque,

    para

    Galeno,

    no

    se trata

    sólo

    de

    curar

    las

    enfermedades,

    sino las pasiones

    y

    el

    error

    (HS3,72).

    Galien

    [131]:

    DEa, 2i7,356,358,

    ?92.

    HS,

    702,

    249,

    258,

    364,

    37

    0,

    31

    4-37

    6,

    37 8_392,

    387

    -

    389,

    391

    .

    IJS¿,

    64. HS3,

    68,

    7

    2,

    1

    t9,

    127

    -134,

    136_

    737

    ,139-144,147

    ,149,157-152,154-1

    55,

    159_l

    65,

    277.

    OD,

    66.

    PP,

    19',1,

    221, 245,

    259,

    261.

    GENEALocid,(Généalogie).

    Se

    habla

    de

    un,

    período

    genealógico

    de

    Foucault

    para

    refe-

    rirse

    a aquellas

    obras

    dedicadas

    al análisis

    de

    las

    formas

    de ejercicio

    del

    poder.A

    dife-

    146

    / Vocabulario

    de

    Michel

    Foucault

    rencia

    de cuanto

    ocurre

    con

    la

    arqueoloní"

    y

    con la

    noción

    de episteme,

    Foucaulr

    no;;

    escrito

    una

    obra metodológicu

    ul

    ..rp.,,^

    como

    sucedió

    con L'Archéologie

    a,,

    inuni)

    Sí existen

    una

    serie de

    principios

    merod;_

    lógicos

    para

    abordar

    el

    análisis

    del

    poOe,.

    que

    encontramos.

    especialmente.

    en

    . ¿,rr,e¡-

    ller

    et

    punir

    e

    "ll

    faut

    défendre

    la

    sociétc,,.

    nos hemos

    ocupado

    de

    ellos

    en

    el

    artículo

    Poder.

    Es

    necesario

    precisar

    que

    no

    debe-

    mos

    entender

    Ia genealogía

    de

    Foucault

    como una

    ruptura, y

    menos aún

    como

    una

    oposición

    a

    [a

    arqueología.

    Arqueologí¡

    v

    genealogía

    se apoyan

    sobre

    un

    p..rrp"u.i_

    to

    común:

    escribir

    la

    historia

    sin

    referir

    el

    análisis

    a

    la

    instancia

    fundadora

    del

    suJet0

    (DE3,

    147).

    Por

    orro lado,

    el

    paso

    de

    li

    ar.

    queología

    a

    la

    genealogía

    es

    una

    ampliación

    del

    campo

    de

    investigación

    para

    incluir

    de

    manera

    más

    precisa

    el

    estudio

    de

    las

    prácti_

    cas no-discursivas

    y,

    sobre

    todo,

    la

    relación

    no-discursividad/discursividad;

    dicho

    de

    otro modo:

    para

    analizar

    el

    saber

    en

    térmi-

    nos de

    estrategia

    y

    tácticas

    de

    poder.

    En

    este

    sentido,

    se trata

    de

    situar

    el

    saber

    en

    el

    ám-

    bito de

    las luchas.

    Una apreciación

    correcta

    del

    trabajo genealógico

    de

    Foucault

    requie-

    re

    seguir

    en detalle

    su

    concepción

    de

    las

    relaciones

    de

    poder (nos

    hemos

    ocupado

    de

    ello

    en

    Ios

    artículos

    Poder

    y

    Gobierno).Las

    luchas

    no

    son concebidas,

    finalmente, como

    una

    oposición

    término

    a

    término

    que las

    bloquea,

    como

    un antagonismo

    esencial,

    sino

    como

    un agonismo:

    una relación

    de

    in-

    citación

    recíproca

    y

    ala

    vez

    reversible

    (DE,t,

    238).

    En esta

    perspectiva

    se

    podría hablar

    de una genealogía de

    los

    saberes

    en el

    ám-

    bito

    de

    lo

    que

    Foucault

    llama

    gobernabrli-

    dad.

    .

    Nos

    hemos

    ocupado

    de la

    impronta

    nietzscheana

    en la genealogía

    de

    Foucault

    en

    el

    artícul

    o Nietzsche.

    Ontología

    históri'

    ca.

    Todo

    el proyecto

    filosófico

    de Foucault

    puede

    ser

    visto

    en

    términos de

    una

    genea-

    logía que

    tendría

    tres

    ejes:

    una ontología

    de

    nosotros

    mismos

    en

    nuestras

    relaciones

    c0n

    Ia

    verdad

    (que

    nos

    permite

    constituil'nos

    en

    sujeto

    de

    conocimiento),

    una

    ontolosía

    his-

    tórica

    de

    nosotros

    mismos

    en nuestras

    rela-

    ciones

    con

    un

    campo

    de poder

    (el

    modo

    en

    que

    nos

    constituimos

    como sujeto

    que

    ac-

    túa

    sobre

    otros)

    y

    una

    ontología

    histórica

    :

  • 8/19/2019 El Vocabulario de Foucault por Castro

    5/6

    al

    res

    du

    m

    del

    en

    como

    ueol

    pres

    las

    prá

    dicho

    en

    En

    en

    el

    de

    e rno).

    que

    I

    modo en

    que

    ac-

    histórica

    )

    (pr¿,

    618).

    Antropologización. La

    ologización

    de

    la

    historia

    se

    opone

    tros

    mismos

    en

    nuestras relaciones

    moral

    (el modo

    en

    que nos

    constitui-

    sujeto

    ético

    que

    actúa

    sobre sí

    GBNB¿.r,ocÍ¡.

    pórea

    no

    es

    una

    sustancia;

    es

    el elemento

    en

    el

    que

    se

    articulan

    los efectos

    de cierto

    tipo

    de

    poder y

    la

    referencia de un

    saber,

    el

    engranaje

    por

    el

    cual las relaciones

    de

    po-

    der dan lugar

    a un saber

    pcsible y

    el

    saber

    reconduce

    y

    refuerza

    los

    efectos

    de

    poder

    (SP,

    34).

    H

    is to

    ria

    de Ia s exual idad.Esta

    obra

    es

    una

    genealogía

    de

    cómo

    los individuos

    han

    sido

    conducidos

    a ejercer

    sobre

    mis-

    mos

    y

    sobre los

    otros

    una

    hermenéutica

    del

    deseó, es

    decir,

    de

    cómo

    se

    ha

    formado

    la

    experiencia

    moderna de la

    sexualidad.

    Esto

    concierne específicamente

    a

    La

    volonté

    de

    savoir. Los dos últimos

    volúmenes,

    por

    su

    parte,

    intentan llevar a

    cabo una

    historia

    de

    los

    juegos

    de

    verdad,

    esto es, de

    aquellos

    juegos

    de

    verdad

    que

    le

    permiten

    al

    hom-

    bre pensar

    su

    propio

    ser

    (HS2,

    11-13).

    En

    estos volúmenes Foucault

    distingue entre

    la

    dimensión

    arqueológica

    y

    la dimensión

    ge-

    nealógica

    de la investigación.

    La

    primera

    se

    ocupa de

    las

    formas

    de

    problematización:

    cómo es

    pensado

    el

    ser

    del

    hombre.

    La

    se-

    gunda

    se ocupa

    de

    su formación

    a

    partir

    de

    las

    prácticas

    y

    de

    su transformación.

    De

    este

    modo,

    incorporando

    la

    genealogía

    de

    las

    prácticas

    de

    mismo, el

    proyecto

    entero

    de

    Ia

    historia

    de

    la

    sexualidad

    puede

    ser

    consi-

    derado

    una

    genealogía

    del hombre

    de de-

    seo

    (usz,

    ts).

    Ética. Los últimos

    volúmenes

    de

    Histoire

    de

    la

    sexualité

    y

    también

    L'Hernúneutique

    du saTer

    pueden

    ser vistos

    como

    una

    genealogía

    de

    la

    ética, esto

    es, del

    sujeto como

    sujeto de

    acciones éticas

    (nE4,

    397).

    Interpretación.

    En

    la intervención

    en

    el

    Colloque de Royaumont

    Nietzsche,

    Freud

    y

    Marx

    en

    julio

    de

    7964

    (DEl,

    564-

    579),

    Foucault aborda la

    genealogía

    como

    método de interpretación. Véase:

    Ni

    etzs che.

    Historia.

    En el extenso artículo Nietzsche,

    la généalogie,

    I'histoire

    (Dr:,

    136-156),

    Foucault

    se ocupa de situar la

    genealogía

    de Nietzsche

    respecto de las concepciones

    de

    la

    historia.

    Véase:

    Nietzsche.

    Arqueolo-

    gía. |...)

    mi arqueología

    debe

    más a

    la

    ge-

    nealogía

    nietzscheana

    que

    al estructuralis-

    mo

    propiamente

    dicho

    (DE1,

    599). Anti-

    ciencia/Erudición.

    La

    genealogía

    no opone

    Ia

    multiplicidad

    concreta

    de los hechos

    a la

    unidad

    abstracta

    de

    la teoría.

    No es

    un em-

    pirismo

    o

    un positivismo

    en el

    sentido ordi-

    nario

    del

    término. Intenta, más

    bien,

    opo-

    nellos

    saberes locales, discontinuos,

    desca-

    lificados,

    no

    Iegitimados,

    a la

    instancia teó-

    rica unitaria que pretende

    filtrarlos,

    jerar-

    quizarlos, ordenarlos en

    nombre

    de

    un

    co-

    Vocabulario

    de Michel

    Foucault

    I l4l

    arqueo

    n

    la

    sociét,

    el

    art

    no

    de

    Fouca,

    referi

    del

    suje

    de

    la

    ampliaci

    incluir

    la

    relaci

    requie

    esencial,

    de

    in-

    (oEa,

    hablar

    en el

    ám-

    impronta

    Foucault

    históri-

    Foucault

    genea-

    de

    con

    en

    his-

    rela-

    ntramiento

    oPerado

    Por la

    genea-

    a

    nietzscheana;

    busca,

    en efecto, un

    fun-

    rento

    originario

    que

    haga

    de

    la raciona-

    el

    télos

    de

    la humanidad

    (a.s.

    22-23).

    nealógico.

    En L'Ordre

    du dis-

    ,

    Foucault

    propone distinguir dos

    con-

    de

    análisis

    en

    el

    trabajo

    que

    proyec-

    n

    el

    Collége

    de France:

    uno

    crítico

    y

    otro

    lógico.

    El

    conjunto crítico

    pone en

    ionamiento

    el

    principio

    de inversión

    rsemenl):

    ve en las

    figuras

    del autor,

    a

    disciplina,

    de

    la

    voluntad

    de

    verdad

    juego negativo

    de recorte

    y

    enrareci-

    ento

    (raréfaction)

    del discurso

    y

    no

    una

    ión

    positiva.

    El

    conjunto

    genealógico,

    su

    parte,

    pone en funcionamiento las

    'as

    tres

    reglas

    metodológicas

    propuestas:

    incipio

    de discontinuidad

    (tratar

    los

    dis-

    como

    prácticas

    discontinuas,

    sin su-

    ner

    que

    debajo

    de los

    discursos

    efectiva-

    te

    pronunciados

    existe

    otro

    discurso, ili-

    silencioso

    y

    continuo,

    que

    es

    repri-

    o

    censurado),

    el

    principio

    de especifi-

    (considerar que los

    discursos consti-

    yen una

    violencia

    que ejercemos

    sobre

    las

    as,

    y

    que

    no

    hay

    providencia

    prediscur-

    a),

    el principio

    de

    exterioridad

    (no

    ir

    ha-

    r

    el

    núcleo

    interior

    y

    escondido

    del

    dis-

    el

    pensamiento,

    la

    significación; diri-

    hacia

    sus condiciones

    externas

    de apa-

    rión)

    (OD,

    54-55).

    La

    genealogía

    estudia

    formación

    a

    la

    vez dispersa,

    discontinua

    regular

    [de

    los

    discursos]

    (Oo,

    0z). Estas

    prácticas,

    crítica y

    genealógica,

    no

    son

    realidad

    separables;

    no

    se trata de dos

    inios

    distintos,

    sino de dos

    perspectivas

    análisis.

    La

    parte

    genealógica

    del

    análi-

    is

    se

    concentra,

    por

    el contrario,

    en las

    se-

    ries

    de

    formación efectiva del

    discurso,

    tra-

    ta

    de

    aprehenderlo

    en su

    poder

    de

    afirma-

    ción.

    Y

    entiendo

    con

    ello no

    un

    poder

    que

    se

    opondría

    al de negar,

    sino

    el

    poder

    de

    constituir

    dominios

    de

    objetos, a

    propósito

    de

    los

    cuales

    se podrá

    afirmar

    o

    negar las

    proposiciones

    verdaderas

    o

    falsas

    (OD,71-

    72).

    Alma.

    Surveiller

    et

    punir

    es

    una

    genea-

    logía

    del

    'alma'

    moderna

    (Sp,

    34).

    Apunta

    a

    mostrar

    cómo

    el alma es

    permanentemen-

    te

    producida

    en torno, en

    la superficie

    del

    cuerpo

    por

    el

    funcionamiento

    del poder

    que

    se

    ejerce sobre

    é1.

    Esta

    alma

    real

    e

    incor-

  • 8/19/2019 El Vocabulario de Foucault por Castro

    6/6

    GENIo

    nocimiento

    verdadero.

    En

    este

    sentido,

    las

    genealogías

    son

    anticiencjas.

    ,.No

    es que

    ellas

    reivindiquen

    el

    derecho

    lírico

    a

    Ia ig-

    norancia

    y

    al

    no-saber,

    no

    es

    que se trate

    del

    rechazo

    del

    saber

    o de

    la

    inscripción

    de

    los prestigios

    de una

    experiencia

    inmedia-

    ta,

    no

    captada

    todavía

    por

    el

    saber.

    No

    es

    de

    esto

    de

    lo que

    se

    trata;

    se

    trata

    de

    la

    in-

    surrección

    de

    los

    saberes,

    no

    tanto

    contra

    Ios

    contenidos,

    los

    métodos

    o

    Ios conceptos

    de

    una

    ciencia,

    sino

    [...],

    en

    primer

    lugar

    y

    ante

    todo,

    contra

    los

    efectos

    de

    poder

    cen-

    tralizadores

    que

    están

    ligados

    con

    la

    insti-

    tución

    y

    al

    funcionamiento

    de

    un

    discurso

    científico

    organizado

    dentro

    de

    una

    socie-

    dad

    como

    la

    nuestra,, (DE3,

    165;

    IDs,

    10).

     LIamemos,

    si

    ustedes

    quieren,,genealogía,

    al

    acoplamiento

    de

    Ios conocimientos

    eru-

    ditos y

    de

    las

    memorias

    locales,

    acoplamien-

    to que

    permite

    la

    constitución

    de

    un

    saber

    de

    las

    luchas

    y

    la

    utilización

    de

    este

    saber

    en

    las

    tácticas

    actuales,, (roS,

    S-t

    O).

    ,.La

    ge_

    nealogía

    sería,

    entonces,

    respecto

    del pro-

    yecto

    de

    inscripción

    de los

    saberes

    en

    Iaje-

    rarquía

    del poder

    propio

    de

    la

    ciencia,

    una

    especie

    de

    emprendimiento

    para

    desujetar

    los

    saberes

    históricos

    y

    hacerlos

    libres,

    es

    decir,

    capaces

    de

    oposición

    y

    de

    lucha

    con_

    tra

    la

    coerción

    de

    un

    discurso teórico

    unita_

    rio,

    formal y

    científico

    (ms,

    11).

    Historia

    de

    las

    ciencias.

    La

    historia

    de

    las

    ciencias

    se

    sitúa

    sobre

    el

    eje

    conocimiento-verdad,

    el

    eje

    que

    va

    de la

    estructura

    del

    conocimien-

    to

    a

    la

    verdad.

    La

    genealogía

    de los

    saberes,

    en

    cambio,

    se

    sitúa

    sobre

    el

    eje

    discurso_po_

    der, prácticas

    discursiyas-enfrentamientos

    de

    poder

    (IDS,

    159).

    Modernidad.

    Foucault

    aborda

    Ia

    mode¡nidad

    como

    un

    éthos (véa-

    se:

    Éthos);

    este

    éthos

    conlleva

    ur,

    ^ iitud

    rítica,

    de

    análisis

    de los

    límites.

    Esta

    crítica

    es

    arqueológica

    en

    su

    método

    (se

    ocupa

    de

    los

    discursos

    como

    acontecimientos

    histó-

    ricos) y

    genealógica

    en

    su

    finalidad;,,no

    de-

    ducirá

    de

    la

    forma

    de

    Io

    que

    somos

    Io

    que

    nos

    es

    imposible

    hacer

    o

    conocer,

    sino

    que

    extraerá

    de Ia

    contingencia

    que

    nos

    ha

    he_

    cho

    ser

    Io que

    somos

    Ia

    posibilidad

    de

    no

    ser,

    hacer

    o

    pensar

    Io

    que

    somos,

    hacemos

    o

    pensamos

    (DE4,

    574).

    No

    se

    trata

    de

    lle_

    var

    a

    cabo

    una

    genealogía

    de

    la

    Moderni_

    dad,

    sino

    de

    la

    Modernidad

    como

    cuestión

    (DE4,

    6s1).

    Genealogie

    [2]:

    DE1,

    567.

    IDS,

    147.

    Généalogie

    [185]:

    AN,

    39,53,56,

    Bg,Z1g,

    258,

    266,

    27

    0, 27

    5,298,

    307.

    L5,22_23,

    235.

    DEt,

    334,

    550,

    563,567,572,577_578,595,

    5gg,

    613,

    6'72,

    696.

    DE2,

    33,

    136-138,

    140_141,

    t4r-r,

    150-154,

    156,

    287,

    372, 447,

    452,

    544,55;-,.i

    753,

    808,

    815.

    DE3,

    29,39,

    104_10s,

    lqs.

    r¿,,..j,

    i68.

    235,

    422,

    573,590,

    605.

    oao.

    rr_r,',ri

    171,

    383.

    386.

    393,

    397,406.423,541,

    S¿o

    .0.-

    609,

    618,

    626,674,681,702.731.

    HF,

    ¡sr',

    ,, '

    HS.

    180.

    HS1,

    156,

    158.

    HS2.

    tr_rZ,

    r¡_ln

    ,. '

    rDS.9-13,

    58,62.66,68,

    104,

    121,725,

    ror,irí

    159,170.

    MC,

    100,

    724,292,316.

    NC,

    4.

    oD-6;'

    pp.

    41.

    80. 239.

    Sp. 27.

    34.

    194,

    205,

    225.

    GENIo

    (Génie).

    La

    arqueología

    pone

    enr,o

    paréntesis

    [a

    noción

    de

    genio,

    urf

    iorno

    ,rn-

    bién

    las categorías

    de

    crisis

    ¿.

    tu

    .on.i.n.iu

    o nuevas

    formas

    del

    espíritu,

    como

    explica_

    ción

    psicológica

    de los

    cambios

    en la

    ilisio-

    ria

    del

    saber (lS,

    32;D81,677).

    Gén

    ie

    197):

    AN.

    99.

    AS,

    32,

    8s,

    1 91.

    273.

    DEI

    82.117

    .

    192.

    19't

    ,215,327

    _328.

    419,

    46t.

    596,617

    ,

    6E4,

    693-691,

    81

    1.

    DE2,

    11,

    166,

    168,

    223,

    261',.

    266,

    326,

    394, 485-486,

    497,

    523,722.

    DFj,203,

    240,

    475,

    573.

    DE4,

    143,

    259_260,

    646.

    HF,

    40,

    181.

    209-210,

    339,

    431.

    439_440.

    444,

    546.61J,

    642.

    IJ},26,

    102.

    HSl,

    104,

    210,

    244.IDS,

    1s6.

    MC,

    126,

    232,

    242.

    MMPE,

    37.

    MMPS,

    37.

    NC.

    28,

    38.

    49,

    84.

    102.

    OD,

    10.

    RR.

    99,

    102.

    Sp,21c.

    253,314.

    GNOSTICISM

    O

    (G

    no

    s

    is,

    gnos

    tic

    s

    me).

    Fou_

    cault

    no

    se ha

    ocupado

    mayormente

    de

    la

    problemática

    del gnosticismo.

    Como

    se

    pue_

    de

    leer

    en

    el

    artículo

    Cuídado,ru

    pr o.rpu-

    ción

    ha

    sido

    servirse

    de

    la

    noción

    de

    cuida-

    do

    de

    para

    llevar

    a cabo

    una

    lectura

    de

    los

    textos

    de la

    Antigüedad

    clásica y

    hele-

    nística

    desde

    el

    punto

    de vista

    de

    las

    prácti-

    cas

    de

    mismo.

    Foucault

    se

    centra

    en el Al-

    cibíades

    1 y

    extiende

    el

    análisis

    hasta

    los co-

    mienzos

    del

    cristianismo

    y

    las

    elaboracio-

    nes

    ascéticas

    del

    monaquismo

    cenobítico.

    En

    este

    recorrido

    hay

    una

    tesis que

    domina

    el cuadro

    de

    la

    interpretación

    de Foucault:

    el

    acceso

    a la

    verdad

    requiere

    un

    trabajo

    del

    sujeto

    sobre

    mismo,

    una

    serie

    de

    prácti-

    cas

    como

    la

    anachóresis

    o la

    nteditación.

    Foucault

    se

    sirve

    del

    concepto

    de

    espiritua-

    lidad

    para

    hacer

    referencia,

    en

    términos

    generales,

    a este

    trabajo

    de

    transformación.

    Ahora

    bien,

    la

    gnosis

    puede

    aparecer

    como

    la

    gran

    objeción

    histórica

    a esta

    tesis.

    El

    pro-

    pio

    Foucault

    da

    cuenta

    de

    ello en

    L'Herné-

    neLttique

    du

    sujet

    (HS,

    18).

    Pero

    la

    gnosis,

    y

    rodo

    el

    movimiento

    gnóstico,

    es

    precisamen-

    te un

    movimiento

    que sobrecarga

    el acto

    de

    conocimiento,

    [al

    que]

    se da,

    en

    efecto.

    ia

    soberanía

    en

    el

    acceso

    a

    la

    verdad.

    Se

    so-