elemelementos que disparan la conducta delictual de los adolescentes
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UNIVERSIDAD YACAMBÚ VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
ELEMENTOS QUE DISPARAN LA CONDUCTA DELICTUAL DE LOS ADOLESCENTES.
SEPTIEMBRE, 2013
Maestrantes: RIVAS JOSE
INTRODUCCION
La conducta antisocial es un problema que presenta serias
consecuencias entre los niños y adolescentes. Los menores que manifiestan
conductas antisociales se caracterizan, en general, por presentar conductas
agresivas repetitivas, robos, provocación de incendios, vandalismo, y, en
general, un quebrantamiento serio de las normas en el hogar y la escuela.
Esos actos constituyen con frecuencia problemas de referencia para el
tratamiento psicológico, jurídico y psiquiátrico. Aparte de las serias
consecuencias inmediatas de las conductas antisociales, tanto para los
propios agresores como para las otras personas con quienes interactúan, los
resultados a largo plazo, a menudo, también son desoladores.
Cuando los niños se convierten en adolescentes y adultos, sus
problemas suelen continuar en forma de conducta criminal, alcoholismo,
Drogadicción, afectación psiquiátrica grave, dificultades de adaptación
manifiestas en el trabajo, la familia y problemas interpersonales.
La conducta antisocial hace referencia básicamente a una diversidad
de actos que violan las normas sociales y los derechos de los demás. No
obstante, el término de conducta antisocial es bastante ambiguo, y, en no
pocas ocasiones, se emplea haciendo referencia a un amplio conjunto de
conductas claramente sin delimitar. El hecho de que una conducta se
catalogue como antisocial o delictual, puede depender de juicios acerca de la
severidad de los actos y de su alejamiento de las pautas normativas, en
función de la edad del niño, el sexo, la clase social y otras consideraciones.
No obstante, el punto de referencia para la conducta antisocial,
siempre es el contexto sociocultural en que surge tal conducta; no habiendo
criterios objetivos para determinar qué es antisocial y que estén libres de
juicios subjetivos acerca de lo que es socialmente apropiado
ELEMENTOS QUE DISPARAN LA CONDUCTA DELICTUAL DE LOS ADOLESCENTES.-
Cuando intentamos saber cómo surge un delincuente, debemos
averiguar cuáles son los predictores más importantes de la delincuencia, los
factores que pueden estar potenciando el desarrollo del comportamiento
antisocial y la actividad criminal desde la infancia a la edad adulta.
Autores como SERRANO GÓMEZ y FERNÁNDEZ DOPICO
manifiestan que normalmente concurren en el delincuente una serie de
factores que se estima influyen en el delito, aunque no siempre es así, como
tampoco los mismos factores concurrentes tienen idéntico valor cuando
inciden en distintos sujetos. Según ellos es difícil determinar todos los
factores que influyen en el delincuente, pues incluso resulta normal que ni el
propio sujeto lo sepa; por ello, no puede asegurarse de forma categórica que
tales o cuales factores han determinado la conducta criminal de una persona.
Destacan como factores concurrentes (influyentes) más importantes
respecto de los adolescentes, los siguientes: “en relación con el primer delito:
falta del padre o de su autoridad, fugas del domicilio, relaciones familiares,
deficiente situación económica, falta de madurez y de formación moral y
carácter influenciable. Para la reincidencia: amistades nocivas, falta de
autoridad paterna y carácter influenciable. Con respecto del último delito:
amistades nocivas, falta de formación moral, inmadurez, carácter
influenciable, falta de medios económicos y ambiente donde se convive.
Ahora bien La importancia de la familia en cuanto al normal desarrollo
de los niños y jóvenes, está fuera de toda duda. La familia Juega un papel
relevante en el proceso de socialización, el cual es definitivo en la primera
etapa de la juventud.
Como factores que interrelacionan a la familia con comportamientos
desviados, influyendo significativamente en futuras conductas
delincuenciales, se pueden citar los siguientes:
1.-Factores Familiares.-
Falta de supervisión o control de los padres. Generalmente los
padres no saben qué hace el adolescente dentro y fuera de casa. A medida
que los niños van creciendo es necesario que los padres ejerzan un cierto
grado de control sobre sus actividades, modificándolo en relación con las
experiencias, las capacidades y el grado de madurez de los mismos, de tal
forma que aprendan a asumir responsabilidades, pero sin correr riesgos ni
sufrir daños.
Por ejemplo: el hijo no comunica a sus padres dónde va, ni con quién;
sino que simplemente se le permite vagar por las calles sin ningún tipo de
control; los padres desconocen el paradero de su hijo y no establecen horas
fijas para volver a casa; no saben los nombres o las direcciones de los
amigos del niño; La ausencia de preocupación por parte de los padres o la
poca o nula intervención cuando el niño se encuentra en situaciones de
riesgo o peligro trae como consecuencia que este niño o adolescente se
pueda mezclar con amistades poco recomendables, presenta
comportamientos de los que se deduce consumo de drogas, alcohol entre
otras.
Actitudes crueles, pasivas y negligentes de los padres con los
hijos. (Violencia de padres contra los hijos). En estos supuestos, los padres
muestran sentimientos negativos, hostiles o crueles hacia el niño, que en su
forma más extrema lleva al abuso psicológico del niño, a través del cual éste
es humillado, atormentado y denigrado sistemáticamente, lo que se puede
manifestar a través de una tendencia irracional a culpabilizar
automáticamente al niño de los problemas, dificultades o fracasos de la
familia; atribuir al niño características negativas, denigrarle como persona,
tratarle injustamente y castigarle severamente.
En este caso los niños y adolescentes aprenden que la violencia
representa una medida eficaz para resolver conflictos. Convirtiéndose los
niños maltratados en un grupo de riesgo que al llegar a la edad adulta o
adolescencia caen en la delincuencia juvenil y desviación social, por ejemplo
al abuso de estupefacientes, prostitución, suicidio, y a comportamientos
violentos.
Es importante resaltar que los malos tratos en la infancia pueden
producirse: bien sea Por omisión. Comprende: a) carencias físicas:
abandono, falta de aporte alimenticio o de protección frente al frío; b)
carencias afectivas. Por acción. Abarca, por su parte: a) maltrato físico: en
forma de contusiones, por golpes, empujones, pateamientos, heridas por
instrumentos punzantes o cortantes, o quemaduras con líquidos o sólidos
calientes, o con objetos específicos, como cigarrillos; b) abuso sexual; c)
maltrato psíquico: coacciones, gritos, encierros prolongados, castigos
severos en demasía.
Disciplina férrea. El exceso en la disciplina y la rigidez en las
relaciones familiares, junto al uso excesivo del castigo (incluso físico) en la
educación de los niños y adolescentes, suele llevar a una situación de
tensión dentro de la familia en la que los niños desarrollan una agresividad
latente contra sus progenitores, que al no poder sacar a la luz dentro de
casa, tienen necesariamente que exponer en sus relaciones con los demás,
teniendo un comportamiento agresivo, que en un futuro desarrollarán con sus
propios hijos.
Conflictos familiares. La ruptura de la familia tradicional, sobre todo
por el aumento de separaciones y divorcios que dejan, con frecuencia, a los
hijos a cargo de uno de los padres generalmente la madre, que tiene que
trabajar obligatoriamente para sacar adelante a sus hijos, produciéndose una
desatención de los mismos, en muchos casos, ha sido esgrimido como una
de las causas generadoras de la delincuencia juvenil.
Si bien en cierto la disgregación familiar no influye directamente en la
génesis de la delincuencia. Es un factor añadido cuando se combina con una
falta de supervisión o de control, falta de comunicación, de afecto,
desatenciones, entre otros.
Malos ejemplos conductuales. Los padres son responsables de
garantizar que sus hijos tengan unas experiencias de aprendizaje apropiadas
y adecuadas. Está demostrado que los niños tienen una tendencia natural a
imitar el comportamiento que observan en casa, como modelo a seguir.
En la actualidad se han realizado estudios que determina la
importancia de un padre delincuente en la futura conducta delictiva de los
hijos.
Existen otra serie de factores familiares como Falta de comunicación
entre padres e hijos, carencias afectivas, falta de enseñanzas de valores
sociales, entres otros son factores determinantes que llevan a un
adolescente a delinquir.
2.- Factores Socioeducativos.
La escuela es junto a la familia el otro gran agente de socialización de
nuestra sociedad, en la que los niños y adolescentes aprenden a tener un
comportamiento socialmente correcto acorde con las más elementales
normas de una convivencia pacífica en sociedad. No se debe olvidar que la
época escolar es un tramo en la vida de las personas por el que todos los
niños deben de pasar y que incide profundamente en su desarrollo personal.
El fracaso escolar es otro factor determinante para el aumento de la
delincuencia juvenil, se ha reconocido que el que el éxito escolar es uno de
los mejores preventivos de la delincuencia. Otro factor que esta alcanzando
un gran auge en nuestros días y, que por ello preocupa en gran manera al
conjunto de la sociedad (principalmente a padres y educadores), es el
considerable aumento de la violencia en la escuela, también denominada
vandalismo escolar, se puede producir de varias maneras: puede consistir
en agresiones físicas por parte de los alumnos contra profesores o contra
sus compañeros, (el bullying).
3.-Factores socioambientales.
Son muchos los factores socioambientales que determinan la conducta
delictual en los adolescentes tales como, la clase social, las amistades, el
desempleo, los medios de comunicación, la violencia de los medios de
comunicación, las drogas, este último factor que desarrollaremos a
profundidad.
Los adolescentes y las drogas.-
El consumo de drogas constituye en la actualidad un importante
fenómeno social que afecta especialmente a los adolescentes, La
prevalencia del uso y abuso de drogas en la etapa adolescente y adultez
temprana son altas, Ante la alta disponibilidad, en la actualidad los
adolescentes tienen que aprender a convivir con las drogas, tomando
decisiones sobre su consumo o la abstinencia de las mismas. El proceso de
socialización, con la familia, amigos, escuela y medios de comunicación es
importante en ello. La percepción de riesgo y los factores de riesgo, junto al
ocio, tiempo libre y vida recreativa, son elementos que debemos considerar
para comprender esta problemática.
Aunque el consumo de drogas ha existido a lo largo de la historia en
las últimas décadas ha tomado una nueva dimensión. Hoy es clara la
relación directa entre sociedad desarrollada y consumo abusivo de drogas.
Estos consumos son distintos a los consumos puntuales y ritualizados de
otras culturas o de la nuestra en otros momentos históricos.
La adolescencia es una edad crítica para la formación de la persona.
En la misma tiene que desarrollarse a nivel físico, emocional, social,
académico, etc. La búsqueda de la autonomía e identidad son elementos
definidores de la misma. Esto se va a ver favorecido o no por su historia
previa, por el apoyo/no apoyo y comprensión de su familia, existencia o no
de problemas en la misma, grupo de amigos, etc. Tampoco se debe olvidar
que la adolescencia es un largo período de tiempo que luego continuará en
la vida adulta. El consumo de drogas es uno de los aspectos con el que se
tiene que enfrentar y decidir la persona en función de su medio socio-cultural,
familiar, de sus amigos, etc. Debemos ser conscientes de que la
experimentación con las drogas se ha convertido en un hecho habitual en los
adolescentes de las sociedades desarrolladas (Blackman, 1996). Un gran
número de ellos experimentan con el tabaco y el alcohol, en un lugar
intermedio el hachís, y en menor grado con otras sustancias, como ya hemos
visto anteriormente. Una experimentación temprana con estas sustancias
facilita la posterior experimentación con otras sustancias. Saber convivir con
las drogas (Funes, 1996) y saber que un porcentaje muy elevado de
adolescentes van a consumir drogas, es un hecho que hay que saber,
conocer y reconocer, para poder actuar y ayudar a estas personas.
Todo ello sugiere la relevancia de la etapa adolescente respecto al
inicio en el consumo de drogas. Lo cierto es que la historia se ha acelerado
en el último siglo respecto a los siglos anteriores y en cada década o dos
décadas tenemos una generación nueva o cohorte nueva que se diferencia
de la anterior en gustos, modo de vestir, metas, etc.
Una explicación ampliamente extendida es que los adolescentes
llevan a cabo conductas de riesgo que ellos ignoran o que infraestiman, pero
que probablemente tengan consecuencias negativas.
El tema de las drogas y su relación con la delincuencia juvenil, debe
abordarse desde dos puntos de vista bien diferenciados. En primer lugar,
resaltando el problema de las drogas y su consumo por la juventud. En
segundo lugar, examinando la delincuencia de los drogadictos y toxicómanos
y, la transformación cualitativa que ha sufrido la delincuencia juvenil en torno
al mundo de las drogas.
Un inciso, antes de entrar de lleno en la relación entre delincuencia y
drogas. No se puede afirmar, ya que la evidencia empírico-científica lo
desmiente, que la mayor parte de las personas que se drogan delinquen, ni
que la mayor parte de las personas que delinquen sean drogadictas. la
correlación droga – delincuencia – desviación social, si bien existe, y se
confirma en relaciones estadísticamente significativas, no es capaz, por sí
sola, de dar cuenta ni del hecho de la drogadicción, ni del hecho de la
delincuencia, ni del hecho de la desviación social. Ahora bien, aunque no
pueda hacerse sistemáticamente una asociación mecánica entre droga y
delincuencia, no puede menos que concluirse que “el crecimiento de la
delincuencia juvenil y el aumento del consumo y tráfico de drogas están
íntimamente relacionados”.
Delincuencia juvenil y drogodependencia
Entrando ya en el mundo de la delincuencia juvenil cuyos autores son
los drogadictos y toxicómanos, hemos de diferenciar siguiendo a lo
manifestado por el autor OTERO LÓPEZ, José M. en su libro Delincuencia y
droga: concepto, medida y estado actual del conocimiento, págs. 39-40
establece que la delincuencia funcional, que es aquella en la que el adicto se
encuentra obligado a delinquir para proporcionarse los medios económicos
que le permitan comprar el producto, y la delincuencia inducida que se
corresponde con la situación del individuo que tras consumir drogas, los
efectos de las mismas aumenten la probabilidad de que se involucre en
actividades delictivas.
Dentro del primer grupo (delincuencia funcional), hay que señalar que
la particular idiosincrasia de los toxicómanos o drogodependientes, hace que
este grupo de jóvenes se distingan de otros delincuentes juveniles, porque
cometen sus delitos con el único objetivo de poder adquirir las sustancias
estupefacientes que necesitan para su consumo. Este tipo de delincuentes,
pueden cometer diversos tipos de delitos, (la mayor o menor gravedad de los
mismos ira acorde con la influencia que le cause la intoxicación por el
consumo de estupefacientes o la influencia del síndrome de abstinencia)
pero bajo una única motivación: conseguir los medios económicos
necesarios para asegurarse la próxima dosis. Como delitos más habituales
se pueden citar: los robos con fuerza en las cosas o con violencia o
intimidación en las personas, falsificación de recetas médicas, etc.
El segundo grupo (delincuencia inducida), opera (sobre todo el
alcohol) como un facilitador o desinhibidor de conductas violentas. Se puede
relacionar con delitos contra las personas, contra la libertad sexual, contra la
seguridad del tráfico y, ocasionalmente, contra el patrimonio.
Delincuencia juvenil producida en torno al mundo de la droga.
La delincuencia juvenil creada en torno al mundo de la drogadicción, o
delincuencia relacional o periférica, que es aquella que se produce en torno
al consumo de drogas es un tipo de delincuencia con unas características
propias, sumamente interesantes como la utilización de menores por parte
de la delincuencia adulta relacionada con las drogas.
Se observa una preocupante utilización, por parte de la delincuencia
organizada adulta, de menores para la realización de ciertas tareas como:
correos (para transportar la droga de un lugar a otro); funciones de vigilancia
(para avisar de la llegada de patrullas de policía o de cualquier otro problema
que pueda perturbar el mercado de la droga que allí se desarrolla);
depositarios de la misma; pequeños “camellos” (generalmente para la venta
de droga a otros menores, en ambientes donde los adultos tienen difícil
acceso).
El problema más grave de esta delincuencia juvenil, creada al amparo
y bajo el manto de las mafias de la droga es, pone de manifiesto las
exorbitantes cantidades de dinero que llegan a mover estos niños y
adolescentes. Se trata de sumas de dinero de tal entidad que pueden
trastornar el equilibrio familiar especialmente cuando son familias de escasos
recursos económicos o en las que el único que aporta dinero es el hijo, por
estar el padre desempleado. En estos casos, el dinero de la droga penetra
en el fondo de las relaciones familiares y las condiciona fuertemente,
llegando a producirse un cambio de rol en las relaciones familiares,
convirtiéndose el hijo, gradualmente, en el cabeza de familia para terminar
por contar más que el padre.
Además, para no perder el beneficio económico que el dinero de la
droga representa, la familia entera se convierte en cómplice de esa
criminalidad organizada y entra en la cultura del silencio. No sólo no
reprenderán la conducta del hijo, sino que le ayudarán en sus “trapicheos” y
le defenderán en caso de una posible detención del mismo.
Las consecuencias del consumo de Drogas en los Adolescentes.-
En la actualidad, en el mundo existe una gran variedad de tipos de
drogas con diferentes efectos y daños colaterales. Estos son consumidos en
su mayoría por jóvenes, ya que son mas propensos a caer en este vicio
debido en muchos casos a problemas propios o sociales.
Las drogas más consumidas por los jóvenes son la marihuana y la
cocaína una más dañina que otra. Para que las consecuencias de su
consumo sean visibles, el adolescente ya debe haber consumido la droga
regularmente llegando a convertirse en adicto. En lo fisiológico, el joven
experimenta diferentes cambios y alteraciones en su sistema nervioso
central, que lo lleva progresivamente a una intoxicación general, lo cual
puede conllevar a un ataque cardiaco. En lo mental, el joven comienza a
tener diferentes trastornos: se deprime fácilmente, es un poco neurótico y
sufre de alucinaciones y tendencias paranoicas. También con el paso del
tiempo el adicto se vuelve literalmente un esclavo de la droga, pudiendo
hacer lo que sea para conseguirla y con el tiempo se pude ver envuelto en
actos violentos, ya que bajo los efectos de la droga se puede cometer
hechos delictivos.
Los adolescentes abusan de una variedad de drogas, tanto legales
como ilegales. Las drogas legales disponibles incluyen las bebidas
alcohólicas, las medicinas por receta médica, los inhalantes (vapores de las
pegas, aerosoles y solventes) y medicinas de venta libre para la tos, la gripe,
el insomnio y para adelgazar. Las drogas ilegales de mayor uso común son
la marihuana (pot), los estimulantes (cocaína, "crack" y "speed"), LSD, PCP,
los derivados del opio, la heroína y las drogas diseñadas (éctasis). El uso de
las drogas ilegales está en aumento, especialmente entre los jóvenes o
adolescentes. La edad promedia de la que usa marihuana por vez primera es
14, y el uso del alcohol puede comenzar antes de los 12. El uso de la
marihuana y el alcohol en la escuela se ha convertido en algo común.
El uso de las drogas esta asociado con una variedad de
consecuencias negativas, que incluyen el aumento en el riesgo del uso serio
de drogas más tarde en la vida, el fracaso escolar, el mal juicio que puede
exponer a los adolescentes al riesgo de accidentes, violencia, relaciones
sexuales no planificadas y arriesgadas y el suicidio
Las drogas no solo tienen consecuencias negativas para quienes las
usan. También se ven afectadas las personas que rodena al drogadicto,
especialmente las de su entorno más cercano, como familiares y amigos. No
es sólo la vida del drogadicto la que está en juego.
El joven, al estar en un estado de divagación toma actitudes que no
son propias de él, sino que lo llevan a ser más agresivo y conflictivo.
Estudios sobre el consumo en jóvenes por debajo de la edad universitaria
indican que presentan comportamientos anormales, mayor rebeldía,
relaciones más difíciles con sus padres y asociación más frecuente con
amigos delincuentes.
En un estudio realizado en estudiantes universitarios, se mostró que
ciertas habilidades como la memoria y le aprendizaje están alterados en
aquellos jóvenes que usan marihuana con mucha frecuencia aún después de
descontinuar su uso por 24 horas. En conclusión, las consecuencias que
traen consigo el consumo de drogas son que cambian totalmente la vida del
joven convirtiéndola mucha veces en un rechazado social, en otros casos, en
vivir una vida de miseria.
CONCLUSIONES
Dentro de las causas favorecedoras de la delincuencia juvenil,
podemos a señalar primeramente: la Privación socio-económica, que incluye
bajos ingresos, vivienda deficiente, familia numerosa y desempleo. En
segundo lugar Padres y hermanos con comportamiento antisocial. Tercero:
Escasa vigilancia paterna y comportamiento severo y errático en la crianza
de los hijos. Cuarto: Hogares rotos y separaciones tempranas, causadas por
la falta de armonía familiar, Baja inteligencia y fracaso escolar, Elevada
impulsividad, Toma de decisiones racional y Amigos delincuentes. Estos
factores o variables pueden, en mayor o menor medida, concurrir/influir en la
aparición de una conducta antisocial o delictiva en los niños y jóvenes, así
como en el uso de las drogas.
Actualmente, la violencia generada por los adolescentes y jóvenes a
consecuencia del consumo de drogas es un problema que atañe a la
sociedad, por esto es necesario incluir a la población en el análisis y
ejecución de soluciones que significa una contribución valiosa para los
programas y un estímulo para la transformación de actitudes. La prevención
y el control de conductas violentas reclaman la acción coordinada de
diferentes sectores sociales como el de educación, salud entre otras.
Entender la droga y su adicción como problemas de salud pública
ayuda a discernir una enfermedad prevenible y tratable. El consumo de
drogas es una conducta adquirida a menudo transmitida por coetáneos que
son consumidores no dependientes y que todavía no muestran los efectos
negativos del consumo de substancias ilícitas. A menudo las consecuencias
del consumo de drogas demoran en manifestarse y por lo tanto no siempre
son aparentes, por lo cual los consumidores pueden llevar una vida en
apariencia normal y productiva antes de que los efectos echen raíz. Durante
este período de “luna de miel” el consumidor puede dar la impresión de que
su consumo de drogas no es peligroso, y posteriormente otros con los que él
tenga tratos también decidan consumir drogas. En este sentido, el
consumidor “ocasional” es un vector importante de la difusión de esta
enfermedad
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
DAVID, Pedro R: Globalización, prevención del delito y justicia penal,
Zavalia, Buenos Aires, 1999.
MELÉNDEZ SÁNCHEZ, Felipe: Consideraciones criminológicas en
materia de estupefacientes, Dykinson, Madrid, 1991.
www.monografias.com
Informe charla sobre las Drogas.-
El grupo conformado por Cabeza Adolkis, Castro Elvis y Jenny
Rivero, nos dirigimos al colegio Privado Simón Rodríguez ubicado
en la ciudad de Acarigua, el día Martes 24 de septiembre de 2013,
e impartimos una charla sobre Drogas a los alumnos de 6to grado
y algunos de1er año, con edades que oscilan entre 11 y 13 años
de edad, para ello nos apoyamos con laminas en power point y el
uso del video bin, pudimos notar el interés de los niños y
adolescentes sobre el tema incluso hubo bastante participación
por parte de ellos, consideramos que con ello logramos
concientizar a ese grupo de niños sobre el consumo de drogas y
sus consecuencias, también utilizamos videos con ejemplos sobre
el consumo de las drogas, al finalizar la charla la institución nos
solicito impartir esa misma charla a los alumnos de 2do año a 5to
año, quedando comprometidos con ellos para una próxima
oportunidad.