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EL PAÍS, viernes 9 de enero de 2004 25LA CULTURA

MIGUEL MORA, MadridPaco de Lucía compuso Cositasbuenas en su casa de la selva deYucatán (México), donde ha vivi-do y buceado los últimos cuatroaños. Con la única compañía de sumujer y su hija pequeña, Antonia,pasó “dos años con sus noches”dándole a la guitarra y el Protools,“esa cosa mágica que te permitecomponer sin tener que escribirpartituras”. Luego, se vino a Tole-do, donde compró otra casa silen-ciosa, y grabó en los Estudios Mu-siquina de Madrid con Javier Li-món los ocho temas del disco. Elguitarrista quería hacer un álbum“con mucho cante, que es lo quemás me gusta”, y aprovechó el ti-rón informático para recuperar lavoz de su vida, Camarón de laIsla, en Que venga el alba, una bu-lería maravillosa, descarte de unavieja grabación. Para compartirnostalgias, invitó a Tomatito a me-ter su guitarra: “Y los dos llorába-mos como tontos oyendo cantar aJosé. ¡Parecía que estaba vivo y aca-baba de bajar a tomar un café!”.

Mucho más allá de la tecnolo-gía, Cositas buenas es ritmo y emo-ción, un disco hecho entre amigos:Diego El Cigala, El Potito, Alejan-dro Sanz (tocando el tres: ese díaestaba ronco), Guadiana, La Ta-na, Montse Cortés, Jerry Gonzá-lez, Alain Pérez... Todos ponen sucante o su toque, y hasta el guita-rrista se atreve a dejar un canteci-to propio (jaleado con tres olespor su hija). La creación sorpren-de por su fresca cadencia rítmica,hecha de alegría y pausas, maticesy flamencura. Ayer llegó el temidomomento de la promoción, y el ge-nio, pletórico de estrés, humor ysabiduría, aceptó conceder esta en-trevista telefónica antes de sumer-girse en una gira (“la última”) por25 ciudades de Norteamérica.

Pregunta. En todos sus discoshay revolución. ¿Qué toca esta vez?

Respuesta. Yo creo que el despo-jamiento de la técnica. Se acaba-ron la velocidad, los fuegos de arti-ficio, la rapidez desbordante. Aho-ra hay más sentimiento, he descu-bierto matices de armonías y rit-

mos distintos, y creo que el resulta-do es menos espectacular, pero mu-cho más interesante.

P. El ritmo es mucho más lento.R. Sí, hay síncopas donde antes

no las había. Y es un disco muyintimista.

P. Y con laúd y mandolina.R. Bueno, es un bouzouki, pero

es un disco hecho con pocos instru-mentos, algún bajo, percusiones...Y muchos coros. Echaba de menoshacer un disco de cante: la guitarrasola me aburre mucho.

P. ¿Qué criterio siguió para ele-gir a los cantaores?

R. Pues no los he elegido dema-siado. Iban pasando por allí. Co-

mo todo en mi vida: un caos. Aho-ra acabo de decidir que pasado ma-ñana me voy a México, pero sólohay dos billetes y necesito cuatro.

P. Creo que para la gira ha cam-biado completamente el grupo.

R. Sí, y como siempre me hapillado el toro. Con todo el dolorde mi corazón he decidido romperel grupo de los últimos 20 años.Estábamos viviendo de las rentas yme he obligado a demostrarme amí mismo que puedo hacer otrascosas aparte de vivir del cuento. Lomalo es que he formado el grupomientras tenía la casa en obras, to-do lleno de cemento, con los albañi-les en el salón, y estoy agobiado,desbordado. Tenemos 10 días paraensayar antes de la gira y al flautis-ta indio todavía ni le conozco. Sellama Shank, me lo recomendóMcLaughlin y toca la flauta debambú. Y vienen también dos can-taoras sevillanas, La Tana y su ma-dre, La Herminia, y El Negri y ElPiraña.

P. Dice Javier Limón que se hahecho un monstruo del Protools.

R. Es la primera vez que lo uso,y en el fondo es como un magneto-fón, pero te ayuda mucho, porquegrabas una cosa y si te sale bien elprincipio y el final, te ahorras tenerque tocarlo todo otra vez. Y a estaedad tocar mucho es malo, te due-len los riñones, la espalda... El Pro-tools ayuda sobre todo a compo-ner. La gente piensa: “Mira, ésetoca con la máquina”. Y no. Yosólo uso el audio, pero a veces mesiento en la máquina con un ciga-rrito y descanso de tocar. Aunquees malísimo descansar: ahora llegoa la gira, toco dos días y acabo conlos dedos como morcillas.

P. Supongo que lo más agrada-ble del ordenador habrá sido traer

otra vez a la vida y con ese realis-mo la voz de Camarón.

R. Fue precioso, muy emocio-nante, como si José no se hubieramuerto. Tuve la idea de repasar to-dos los masters y le oía cantar, ha-blar, reírse... Hay cantidad de le-tras que nunca sacamos, unas esta-ban desafinadas aquí o allá, otrastenían un trozo bueno y otro ma-lo... Ahora todo eso se puede corre-gir, así que creo que el próximodisco voy a hacerlo entero con lasvoces originales de José.

P. En el disco hay también uncante suyo, de usted. Pero dicenque el guitarrista que mejor cantaes Vicente Amigo.

R. No, no, el guitarrista que me-jor canta soy yo.

P. En los créditos sale tambiéncomo palmero, y en los coros.

R. Sí, parece que esta vez hetrincao por todos laos. A mí me damucha vergüenza cantar, lo que pa-sa es que hay coros en el disco queparecen fáciles pero son bastantecomplejos, así que los grabé en ca-sa con mi voz para que los quevenían los copiaran, pero como só-lo venían un día no daba tiempo.Yo tengo un tono de voz muy atípi-co, que los cantaores no tienen, asíque al final dejé los míos.

P. O sea, que si la cosa se damal con la guitarra siempre puedeprobar suerte como cantaor.

R. Sí, de aquí palante, me pon-

go una camisa de lunares, tipo cu-bano, ¡y a cantar!

P. En alguno de los temas, co-mo los tientos de El Cigala, haysilencios impresionantes.

R. El silencio lo da el ritmo. Lossilencios son muy sugerentes... Yotengo demasiado cerca de la narizeste disco como para ser objetivo,pero tengo la sensación de que esbueno. Sobre todo es que si es ma-lo me suicido, porque eso querríadecir que me he pasado dos años ymedio haciendo el primo.

P. En el documental que le hicie-ron para TVE habla de la angustiadel compositor, pero al final se tum-ba en una hamaca y dice: “No secrean nada, lo que hacemos los ar-tistas es estar tirados todo el día”.

R. Es que es verdad, coño, losartistas, los escritores, los músicossomos unos chaneladores y siem-pre estamos con el rollo de la an-gustia. El artista sufre, sí, pero mássufre un albañil subido en un anda-mio de seis pisos un 6 de enero. ¡YBach, que estaba siempre tieso ycada semana tenía que componeruna fuga para la catedral de Leip-zig! ¡Y sin calefacción ni comida enla nevera! Bueno, en la nevera no,en la alacena. ¡Y Van Gogh, el po-bre, siempre pelao, y sin oreja! ¡Yhoy los artistas nos creemos algo,unos fenómenos...!

P. Tampoco esas giras suyas de-ben de ser buenas para la salud.

R. Es trabajo duro, sí, sobre to-do para el sistema nervioso, te des-trozan. Es verdad que el que estápicando piedra ocho horas llega acasa, se acuesta, se duerme y no seacuerda de nada. Yo me tiro treshoras tocando y llego a la camacon los ojos como platos, o me to-mo una pastilla o no me duermo.Quiero cortar ya con las giras, ya

no puedo más. He hecho lo imposi-ble por cancelar ésta, porque Esta-dos Unidos no está para ir, te to-man las huellas como a un delin-cuente, tienes que levantarte cuatrohoras antes para que te registrenbien antes del vuelo...

P. A ratos se aprecia cierto soni-do judío en el disco. ¿Será la in-fluencia toledana?

R. Seguro que sí, he visto unaspartituras sefardíes de Toledo y separecen muchísimo al flamenco.

P. Y luego hablan de flamencopuro. Morente dice: “La purezaes para los nazis”.

R. ¡Es un pedazo de frase! Mela apunto para decírsela a losflamencólogos.

P. Tres bulerías, unos tangos,

dos rumbas... En Cositas buenashay mucho de eso que llaman esti-los ligeros...

R. Eso de los cantes ligeros tam-bién suena nazi. No hay cantesgrandes y chicos. Para mí es másrica una bulería que una siguiriya.Y yo no planifico lo que hago. Loúnico importante es el lenguaje, elflamenco, tener algo que contar.

P. ¿Y qué cuenta esta vez?R. Eso no se puede decir. La

música es abstracción pura. Cadafrase contiene muchas sensaciones,y desmenuzar cada una es imposi-ble. Bueno, imposible no, pero laentrevista duraría de aquí hastaque me vaya de gira.

“Ya no quiero velocidad ni fuegos artificiales”

“Creo que el próximodisco lo haré enterocon las voces originalesde Camarón”

“He acabado con lasgiras. Y más ahora,que te toman lashuellas y te registran”

Tras cinco años de silencio discográfico, el rey de la guitarra está de vuelta. Francisco Sánchez Gómez (Algeciras, 1947),Paco de Lucía, tiene listo su disco número 26. Se titula Cositas buenas, es rítmico y muy flamenco, suena tan genial como

siempre y, si cabe, con más sentimiento. Los ocho temas (a la venta el día 26) suponen su debú con el software musicalProtools —“una maravilla peligrosa: te engolosinas”—, que le ha permitido rescatar un cante inédito de Camarón.

Paco de Lucía, ayer en Toledo, junto al cartel promocional de su nuevo disco. / MIGUEL GENER

“Ese rollo de queel artista sufre...¡Más sufre un albañilen el andamio!”

Paco de Lucía / Guitarrista y compositor

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FIETTA JARQUE

Hay un momentoen que se puedeelegir entre loconocido, lo queuno domina, y larenovación, empe-zar otra vez casi

desde cero. Pocos tienen el ánimode hacerlo. Paco de Lucía (Algeci-ras, Cádiz, 1947) está ahora de giracon su nuevo disco, Cositas buenas.Después de veinte años ha cambia-do su sexteto, con el que “todo sona-ba solo”, por nuevos músicos, gentejoven e incluso nuevos instrumen-tos en el flamenco como la armóni-ca. “Al principio me daba miedo,pero ahora me han contagiado su ilu-sión. Estoy como si tuviera veinteaños”, dice. Él ha sido puente entrela generación anterior y la siguiente.Y ahora se une a los más jóvenes.Junto a Camarón de la Isla marcóun antes y un después en el flamen-co. En cuanto al toque, ha revolucio-nado la guitarra flamenca y la hallevado a los grandes escenarios in-ternacionales. Nadie mejor que élpara echar una mirada a un arte quecrece en medio de cambios radicalesy polémicos.

PREGUNTA. ¿Cómo ve el pa-norama del flamenco actual conrelación al momento en que ustedempezó?

RESPUESTA. Estamos en unaépoca nueva. Eso es algo difícil de de-finir, y más en arte. En el flamencosiempre ha habido un maestro queha marcado: en el cante, en el baile yen el toque. En una época anterior a

mí, Ramón Montoya fue el maestroque creó y tuvo sus seguidores. Siem-pre ha habido, por un lado, el guita-rrista que yo llamo completo, el quepuede salir a tocar solo, que tam-bién puede acompañar para bailar ypara cantar. Por otro lado está unguitarrista más corto, más flamenco,que en esa época podía ser Manolode Huelva, de ahí salieron alumnosaventajados que también crearon suestilo, que fueron Niño Ricardo, porun lado, y Sabicas, por otro. De ellosdos salimos Manolo Sanlúcar, Serra-nito y yo. Y siempre tocando su músi-ca. Hasta que de pronto aparecenlas grabaciones, aunque ellos ya gra-baban, pero a lo mejor tres, cuatro odiez discos en toda su vida. A mí yame toca casi grabar uno por año y yo

me propuse que cada disco fueseuno nuevo. Eso de alguna manerame obliga a seguir creciendo, aaprender. El disco es el que me obli-ga. La generación que hay ahora yatiene la idea de que cada disco debeser una creación. Quiero decir que,aunque yo tenga mis seguidores, és-tos agarran mis conceptos y hacensu propia música. Eso no pasabaantes. Nosotros copiábamos lite-ralmente, hoy lo que hay son in-fluencias. Cada uno busca su pro-pia identidad.

P. Ahora todos quieren ser au-tores.

R. Eso es. Y de hecho, cada unoes autor.

P. Con todos los cambios queha habido en los últimos veinte

años, ¿cree usted que se ha dilui-do un poco el flamenco? ¿Hay queredefinirlo?

R. No tengo miedo de que sepierda la esencia del flamenco, por-que hay unas raíces muy fuertes yhay unos puristas por ahí (algunospesadísimos, que no hay quien losaguante) que están defendiendo esaesencia. Incluso yo. Yo soy un puris-ta dentro de mi aureola de revolu-cionario, vanguardista o creador. Si-go siendo un purista porque he res-petado siempre lo que me pareceque es respetable. Lo que no tengoes la obediencia que siguen los pu-ristas, pero sí el respeto que merecela esencia, lo antiguo, lo válido. Lamemoria.

P. En su opinión, ¿cuáles sonlos rasgos más distintivos de laguitarra flamenca?

R. La expresión y el ritmo sonmuy importantes. Un guitarrista tie-ne que tener más que ritmo, aire. Elaire es fundamental. En las nuevasgeneraciones de guitarristas, comose han pasado tanto tiempo en su ca-sa estudiando armonía, velocidad ytécnica, de pronto se han olvidadode que un rasgueado redondo, preci-so y rítmico es hasta más importan-te que todas las armonías que pue-den ir precedidas de ese rasgueado,que es el que remata toda una ideamelódica y armónica. Eso es algo delo que no nos damos cuenta, y me in-cluyo, porque soy un guitarrista queha vivido todo eso; he pasado mu-chas horas solo y he aprendido demis defectos. Ese rasgueado hay queestudiarlo tanto o más que las esca-las, las armonías y los arpegios, y to-

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JOSÉ LUIS Ortiz Nuevo se sacude cualquierpalabra que intente encasillarlo. Así, a su medi-da libre de poeta, flamencólogo, actor o direc-tor de escena, nació en 1980 la Bienal de Fla-menco de Sevilla para demostrarle al mundoque este arte podía enriquecerse y crecer ali-mentado por otras artes. Este año, desde el 2de septiembre y hasta el 10 de octubre, en Sevi-lla no se oirá más ritmo que el marcado por unbuen compás. En la 13ª bienal podrán verse117 actuaciones en 16 escenarios, entre ellos loscuatro teatros de la capital (Maestranza, Lopede Vega, Central y Alameda), y en los dos gran-des espacios al aire libre (Auditorio y Palen-

que). Las citas multitudinarias —como se espe-ra que sea el espectáculo Cositas buenas, de Pa-co de Lucía, en el Auditorio (14 de septiem-bre)— se alternarán con momentos para el re-cuerdo como el concierto-homenaje a JuanitoValderrama, a La Paquera de Jerez y, posible-mente, a Antonio Gades (Maestranza, 10 de oc-tubre).También hay 27 estrenos programados,entre los cuales se destacan D. Juan flamenco,de Rafael Campallo; El Mago, de Diego Carras-co; Carmen Amaya: Evocaciones, de JuanaAmaya, y Alicia, un montaje en el que el grupode teatro Los Ulen colabora con Rosario Tole-do y Kiko Veneno. M. M.

Es la máxima figura del flamenco actual y le acaban de otorgar el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Paco de Lucía ha cambia-do el rumbo de la guitarra flamenca, profundizando en la tradición y se ha abierto a otras músicas. Con sus palabras y las de artis-tas de la nueva generación, Babelia se convierte en punto de encuentro del cante, el toque y el baile de este arte gitano.

Paco de Lucía“No tengo miedo a que se pierda la esencia del flamenco”

Una bienal que enriquece

PANORAMA DEL FLAMENCO ACTUAL

“A los jóve-nes les cues-ta escaparde la som-bra de Ca-marón, perohay muchasmaneras dehacerlo sise tiene ca-beza, oído,y ganas deaprender”

Francisco Sánchez Gómez (Algeciras, 1947), Paco de Lucía, en La Almoraima (Cádiz). PABLO JULIÁ

2 BABELIA EL PAÍS, SÁBADO 28 DE AGOSTO DE 2004

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do esopara tener una técnica brillan-te y espectacular. Credibilidad, loque hagas tiene que tener credibili-dad. Por muy lejos que vayas armó-nicamente y pormuy loco que parez-ca, aquello tiene que oler y sonar aflamenco. Eso ya es bastante difícilde explicar porque ni uno mismo, aveces, sabe cuál es la frontera.

P. La base del flamenco es unaserie de toques y cantes con patro-nes muy definidos, muy estrictos,de los que no se podía salir. En es-te momento todo se ha volado.

R. Pero no ha volado de golpe, hasido poquito a poco. En mi caso hesido muy cuidadoso y he tenido te-rror siempre de quedarme fuera.Creo que yo soy un poco el puenteentre esa época y ésta. Y en algunamedida, me siento responsable, en-tre otros, de lo que está sucediendo.Claro, hay una cosa; los muchachosde ahora oyen a Camarón y no oyenaManuel Torre, ni a Chacón, ni a laNiña de los Peines. Y muchos guita-rristasme escuchan amí, y no a Sabi-cas, ni aRicardoni aMontoya, ni sa-ben de dónde vengo. Entonces ahíestá el peligro: que esa lucecita quese te enciende, que te da la intuiciónde saber de dónde venimos, no se lesenciende, y eso suena fuera de con-texto. Y no quiero que parezca enningún momento que estoy en con-tra de lo novedoso, ni de lo nuevo, nide la evolución.

P. En el panorama actual haymucho deseo de novedad y eso qui-zá pueda acarrear también pasosen falso. ¿Hay en el flamenco elpeligro del desarraigo?

R. No, no tengo miedo a que sedesvirtúe el flamenco. Que hagan loque quieran, quien quiera y comoquiera. El que se queda fuera de jue-go es el individuo que se equivoca.El flamenco está enraizado y los fla-mencos, los gitanos, tienen el termó-metro en lamano. El flamenco es unsentimiento, una emoción, que si fal-ta es que falla algo, por muy brillan-te que seas en la técnica. Si hay algohoy es una técnicamuy superior a laque había antes, en baile, en cante yen toque. Pero, claro, a más técnica,menos personalidad. Antes un artis-ta vivía de un fandango. Había unfandanguillero que vivía toda la vidade un fandango y se le conocía por

eso. Había mucha más identidad enlos artistas de lo que hay ahora. Hoydía, como seha generalizado la técni-ca—yCamarón hizo tanto en el can-te, cualquier cosa que hace ahora uncantaor, ya la hizo antes Camarón,cualquier frase que haga un guita-rrista, pues por ahí ya estuve yo— esmás difícil de ver la identidad.

P. ¿Se ha perdido un poco laesencia de lo jondo?

R. No se ha perdido nada, se haganado. No estoy de acuerdo con lospuristas en eso. No se ha perdidoporquemientras haya diez personasque tengan esa pureza, la esencia es-tará ahí con la misma profundidadque la que tenían los viejos.

P. ¿Y es compatible lo jondocon el ordenador y las modernastécnicas de grabación?

R. En el disco hay y debe haberun tipo de licencia para que el resul-tado final, hagas lo que hagas, useslo que uses, tenga corazón. La técni-ca está bien, siempre que tengas al-go que decir. Para mí eso es válido.En mi último disco, por primeravez en mi vida, empecé a componeren una computadora. Yo siemprehabía grabado las composicionesparamis discos con unmagnetofónsencillo. Un casete con mi cinta. Laúnica diferencia es que en el casete

yo tenía que repetir la falseta cienveces hasta que me salía como yoquería, y cambiarla aquí y allí. Enla computadora yo la grabo dos ve-ces yme pongo amoverla.Mi espal-da no sufre tanto como antes. Alprincipiome daba reparo la compu-tadora, luego descubres que es co-mo el magnetofón de siempre perocon mil posibilidades más, pero esun arma de doble filo. Siempre hetratado de que lo que hago en undisco lo pueda hacer en el escena-rio. Porque ahí se te ve el rabo. Haymucha gente que en disco puede ha-cer lo que quiera, pero si luego su-bes a un escenario debes ser capazde demostrarlo.

P. ¿Ese dominio de la técnicaque tiene ahora casi todo el mun-do puede llegar a quitar corazón?

R. Pues sí. Aunque yo siempre hevisto que, cuanto más técnica ten-gas, te resultamás fácil poder expre-sarte. Si te falta técnica, pierdeslibertad para crear. Hay que tenersuficiente dominio técnico para po-der olvidarte de ello. Ahí es cuandopuedes empezar a expresarte.

P. En este momento, ¿hay crea-tividad en los artistas flamencos,tienen cosas que decir?

R. Sí, haymucha. Están los niñosque se comen los instrumentos, es-

tán pasaos. Piensa que han nacidooyendo lo que a mí, a Camarón, aSanlúcar y a toda esa generaciónnos ha costado años y años de darvueltas. En sus primeros años de vi-da ya han oído todo y lo han asimila-do. Es como subir al Himalaya, yellos ya han nacido cerca del pico.

P. Aun así, la influencia másfuerte que tienen es la de Cama-rón. Su presencia, su sombra, esmuy poderosa.

R. Sí, les cuesta mucho escaparsede ahí. Lo pasan mal y sufren.

P. Pero quizá habría que esca-parse.

R. Sí, claro. Lo que pasa es queson torpes, porque si yo fuera unode ellos sabría cómo escaparme, haymuchas maneras de escaparse. Loprimero que tienes que hacer es es-cuchar dentro de la discografía quese encuentra ahora mismo. Hay milfraseos que son vírgenes: deManuelTorre, de Chacón, de Pavón… Haycuarenta artistas que tienen cosasque si tú tienes la suficiente cabeza,oído, y ganas de aprender, de ahí sa-cas tu propia personalidad. Así es co-mo creció Camarón. Él creció oyen-do a toda la gente, y de aquí cogíauna cosa, de ahí otra, e hizo su pro-pio sonido. Y éstos, no. Camarón gra-baba una taranta en la que de pron-to había una frase que no era de lataranta; antiguamente tenías queser muy preciso haciendo los cantesporque los puristas te decían: no,esa frase no es así. Camarón cambia-ba esa frase porque le apetecía,porque no la sabía bien o por lo quefuera. Y ahora oigo a los cantaores jó-venes que cuando quieren ponersepuros hacen exactamente esa fraseque no era la original. Hay muchasmanerasde tener tupropiapersonali-dad, sólo que hay que tener imagina-ción y ganas de trabajar.

P. O sea que tendrían que olvi-darse de lo que es el padre paraellos, de Camarón. Inspirarse enél, pero olvidarse de él.

R. Por supuesto. Oírlo hasta sa-ciarte. Y luego buscar qué más hayademás de Camarón. Buscar todo lobueno y camuflarlo. Todos nos co-piamos unos a otros. No se crea de lanada. Es encontrar algo que sintoni-ce contigo y hacerlo tuyo. Es eso, noes más. No existe la creación pura.

DEVEZ en cuando hay que pararse a re-flexionar sobre lo que uno trae entrema-nos. Tomar conciencia del punto en queestamos, y del punto al que nos dirigimosen un horizonte previsible. Pero hay ma-terias particularmente difíciles de so-meter a este género de auscultación. Elflamenco, por ejemplo. Un arte que per-manentemente parece jugar un poco a laevasión, a la ambigüedad, al enigma, unarte que defiende —consciente o incons-cientemente, eso es difícil de determi-nar— su parcela de misterio como partedel propio prestigio.

Evidentemente, la difusión del fla-menco que hoy salta a la vista es un he-cho sin precedentes en su historia. Aban-donó hace tiempo ya su leyenda negra depertenecer a ambientes no edificantes yhabitados por gente poco recomendable,para instalarse incluso en santuarios delfamoseoy el glamour.Noestoy convenci-do de que esto seamejor que aquello, pe-ro en cualquier caso se trata de la facha-da, de la cara exterior del problema. Y loque nos interesa verdaderamente es lo dedentro. Lo que puede explicar y definir el

arte jondodenuestro tiempo.Esearte an-da extendiéndose más que nunca, cierto,tanto que se habla ya de un arte univer-sal.Loquenoquieredecir quecualitativa-mente avance en parecida medida. Másbien al contrario. El efecto difusión operaproporcionalmente en sentido contrario,restándole profundidad al arte, rebajan-do los valores que el aficionadoha estima-do tradicionalmentemás, como la jondu-ra, la comunión con la audiencia, la éticaexpresiva que jamás engaña.

El flamencodeahoramismo llega a lu-gares y países impensables no hace mu-cho, pero es un arte de rango inferior alque nos hizo amarlo en tiempos pasados.Y conste queme refiero a todo el flamen-co, también la guitarra, de la que veni-mos diciendo que es la vanguardia, la fa-ceta de lo hondo que rompe barreras ymarca los nuevos caminos. Lo es segura-mente, gracias antes quenada, a ladecisi-va presencia dePacodeLucía y la escuelade jóvenes guitarristas que siguieron —ysiguen— sus pasos.

Es cierto que todos ellos se comenla guitarra. Pero hoy no nos basta quecasi todos los guitarristas consagra-dos después de aquella generaciónque lideraron Serranito, Sanlúcar yDe Lucía sean verdaderos fenómenosen ejecución técnica si su discurso ar-

tístico es vacío y se queda en un puroartificio más o menos espectacular.

Me preocupa, profundamente, algoque estoy viendo prácticamente a diarioen los conciertos —presuntos debiera es-cribir aquí— de guitarra solista. ¿Dóndeestánesos conciertos?Despuésde ladesa-parición de Sabicas, ¿qué otro es capazde dar un concierto en solitario de arribaabajo, a solas con su instrumento, sin na-diemás en el escenario?Nadie. Salen, ha-cen un tema testimonio de que sí sabentocar solos, y después ya se unen al prota-gonista losmiembrosdeungrupocon ca-jones y otras percusiones, teclados, flau-tas y/o saxos, chelos y/o violines, bajos,etcétera, instrumentos todos a una o endiversas combinaciones según los casos.

He visto recientemente —el 16 de ju-nio pasado, para ser exacto— a PepeHa-bichuela tocandounaguitarra, con salidapor cable hacia el exterior de una pastillaamplificadora, creo, y además conmicró-fono externo delante según su uso habi-tual. Uno de los temas que interpretó lohizo conel acompañamiento de tres cajo-nes. Pepe Habichuela, que tiene 60 añosy es un clásico de la guitarra flamenca enconcierto.

Obviamente, estos grupos suenan pa-recidoypierden identidad, en ellos la gui-tarra diluye sin remedio su sonido. ¿Por

qué, entonces? Para muchos, las razonesson exclusivamente comerciales, es loque el público pide y lo que el público vaa oír. No rechazo tal hipótesis, pero dudoque ella lo explique todo. El factor artísti-co nunca se puede dejar de lado, y laverdad es que la guitarra sola exige mu-chísimo más al tocaor. Me lo reconocíaEnrique de Melchor hace unos meses:“En cuanto veo entrar al grupo, me rela-jo, ¡ay que alegría, ya están aquí!”.

El cante y el baile tampoco presentanpanoramas que ilusionen demasiado. Elcante se halla persistentemente estanca-do. Desde que Miguel Poveda ganó laLámparaMinera en 1993, nada de nada.Así que los referentes obligados siguensiendo Enrique Morente, Diego Carras-co, José de la Tomasa, Carmen Linares yunos pocos más. En cuanto al baile, laconfusión es casi infinita. Se ponen enpie proyectos descabellados, que empie-zan y terminan en una sola representa-ción y cuyo único fin parece ser el cobrode suculentas subvenciones. Otros pro-ductos son formalmente brillantes, sinmás, y logran larga vida en los escenarios.Otros, en fin, frecuentemente conproble-mas para sobrevivir, son remansos depaz y belleza que se llaman Eva la Yerba-buena,María Pagés, IsraelGalván, BelénMaya, Javier Barón…

El precio de la universalidad

El calor de misrecuerdos. Anto-nio Mairena. Pasa-rela.Un ramito de lo-cura. Carmen Lina-res (con GerardoNúñez).Universal.Alma y corazónflamencos. Cama-rón de la Isla. Trescedés. Universal.Mi ADN flamen-co. Diego Carrasco.Nuevos Medios.El pequeño reloj.Enrique Morente.EMI/Virgin.Andando el tiem-po. Gerardo Núñez.ACT.Querencia. MayteMartín. Virgin.Zaguán. MiguelPoveda. HarmoníaMundi.Cositas buenas.Paco de Lucía. Uni-versal.Grabacionesen París,1956-1959. Ra-fael Romero/JuanVarea/Perico el delLunar Viejo. El Fla-menco Vive.La guitarra de Sa-bicas. Sabicas. Uni-versal.Cante mineroy de Levante.Montoya, Chacón,Vallejo y otros. Soni-folk.El cante flamen-co. Antología his-tórica. Lebrijano,Fosforito, LaPeriñaca y otros.Universal.Nuestro flamen-co 1 y 2. Maire-na, Caracol, Terre-moto y otros.RTVE Música.

ÁngelÁlvarez Caballero

PANORAMA DEL FLAMENCO ACTUAL

NOVEDADESDISCOGRÁFICAS

Paco de Lucía (izquierda) y Camarón de la Isla en 1973. JOSÉ LAMARCA

EL PAÍS, SÁBADO 28 DE AGOSTO DE 2004 BABELIA 3

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EL PAÍS, viernes 22 de octubre de 2004 LA CULTURA / 37

MIGUEL MORA, OviedoLleva casi 80 conciertos desde fe-brero y dice que está “medio locoy muy tocao”, pero mantiene unarapidez de cabeza y de dedos queasusta. Verle y oírle tocar es unfenómeno casi incomprensible, co-mo si dentro de la guitarra Paco deLucía (Algeciras, 1947) llevara es-condida a la Sinfónica de Londres.Hoy recibirá el Premio Príncipe deAsturias de las Artes, el primeroconcedido a un artista flamenco,“esa música tan relacionada pormuchos con el malvivir de los gita-nos”; ayer, pese a su alergia a lasentrevistas, aceptó hablar un ratocon este diario en la habitación desu hotel: “Soy un enfermito de laperfección y siempre he pensadoque lo que hago no vale nada. Pe-ro de tanto decirme que toco bien,con la edad voy empezando acreérmelo”.

Pregunta. Cuando le dieron elpremio dijo que reivindicaba unamúsica maltratada.

Respuesta. Sí, y lo mantengo.Pero esto es el principio de unarelación mejor. Significa que lasinstituciones escolásticas, oficiales,han crecido por fin y empiezan avalorar esta música que no ha idonunca a la escuela, que surge deotro sitio, de la emoción. Es ungran paso adelante que el juradose liberara de la rigidez de pensarque el flamenco es la música dellumpen, de la taberna. ¡A ver si elpremio ayuda a que los flamencosllenen un poco la nevera, que ya vasiendo hora!

P. Igual sirve además para quese empiece a enseñar algo de fla-menco a los niños…

R. Sí, aunque no sé cómopodría hacerse, porque el fla-menco se aprende como loaprenden los gitanos, en fami-lia, oyendo a los hermanos, lospadres y los abuelos... Pero por

lo menos unas instrucciones bá-sicas podrían darles, y luegoque cada uno se busque la viday las borracheras.

P. Pero si el flamenco ya no esde noche...

R. Cada vez menos. La nochefue muy importante en una época,nos íbamos a una venta, comía-mos un pollo, bebíamos vino y pa-saban cosas mágicas. Ahora hayun sentido de la competitividadmuy fuerte, la gente se pone muytensa... La droga ha influido mu-cho en eso. La cocaína pone a lagente muy nerviosa. El vino eraotra cosa, por algo lleva miles deaños ahí. La coca lo único que ha-ce es poner unas colas larguísimasen los baños, y a todo el mundoloco por irse a otro sitio, es unestrés horroroso. Esperemos quenuestros hijos aprendan de nues-tros errores...

P. ¿Qué pensaría Camarón si leviera hoy aquí?

R. Estaría muy orgulloso, losdos hemos hecho mucho por rei-vindicar esta música, pasamos mu-chas fatigas, siendo niños y ya notan niños. Si me hubieran dado elpremio estando él vivo hubiera im-puesto de alguna forma que él vi-niera, lo hubiera compartido conél, me hubiera dado vergüenza ga-narlo yo solo. Camarón ha sidomuy importante en la evolución deesta música, y aunque ya no esté ledoy la mayoría de este premio, porlo menos un cincuenta y tantos

por ciento. Todavía lo echo de me-nos cada día.

P. ¿Y sus padres, qué cree quepensarían?

R. Serían los más felices delmundo. Mi padre sufrió mucho to-cando la guitarra por 20 duros pa-ra desayunar, y aunque era unhombre muy optimista no hubieraimaginado un premio así, tan se-rio, de tanto rigor, que no se dapor salir en las revistas o la tele,sino que distingue a gente que seencierra en un cuarto o un labora-torio para tratar de ayudar a otragente.

P. Quizá eso sirva para que elpaís pierda el miedo al flamenco.

R. Sí, seguro que va a ayudar aresolver un poco esa ignorancia,que, por cierto, no se da sólo enEspaña. Si te fijas, en todos lospaíses que tienen folclores ricos,los músicos están tiesos y tienen elfrigorífico vacío. Brasil, Cuba…Es como si sintieran vergüenza, to-dos adoran a los rockeros america-nos, pero a los suyos no los tienenen cuenta.

P. Exceso de cercanía…R. Sí, como decía un vecino

mío de Algeciras: “¿Ése cómo va atocar bien si yo lo conozco de chi-co y tenía la cabeza llena de granosy mi madre le quitaba el ham-bre?”. Ése es el sentir general, yaquí se multiplica con dos racis-mos: primero, hacia los gitanos,que han estado siempre margina-dos porque nosotros no hemos sa-bido respetar sus tradiciones y he-mos querido adaptarlos a nuestrasdictaduras y a nuestras democra-cias; y segundo, hacia Andalucía,que ha sido siempre muy pobre.

P. Pero el flamenco ya no es unfolclore.

R. No, no, es una música espe-cializada y muy sofisticada. Yo hevisto a músicos tan grandes comoMiles Davis o Chick Corea volver-

se locos con el flamenco y no po-der con él. Y muchos profesiona-les tampoco se enteran. Coreasiempre decía que en el mundo haycinco músicas: el jazz, el flamenco,Cuba, Brasil y África. Y era un tíomuy serio, le gustaba mucho ence-rrarse en un cuarto a estudiar.

P. Así que el secreto es ése, estu-diar.

R. ¡No queda otra! El listón es-tá muy alto, ahí fuera hay unosmúsicos fantásticos… Aparte delgenio, la facilidad y la educaciónbásica de la niñez, para decir algonuevo y sorprender te tienes quepasar todo el día dándole a la gui-tarra.

P. ¿Qué se siente cuando unollena teatros y otros guitarristas fla-mencos no logran casi ni ser pro-gramados?

R. Pues que yo tengo una tra-yectoria distinta, que va precedidade un prestigio, y que la gente queva a verme piensa que decir en laoficina que me han visto les daprestigio a ellos también, y querealmente no me van a oír porqueentiendan lo que hago, sino por lootro. Pero si sigo tocando no espor dinero ni por fama, sino preci-samente por eso, porque adoro elflamenco y quiero que la gente sedé cuenta de lo que vale.

P. ¿Le afecta que todo el mun-do diga que es el mejor?

R. Yo soy un enfermito de per-feccionismo y siempre he pensadoque no valgo; no me gusto nada,creo que lo hago todo mal, jamásoigo mis discos. Pero llega unaedad en que pienso que estoy equi-vocado, que no soy objetivo, quetengo un problema en la cabeza,que no estoy capacitado para juz-garme y que los objetivos son losdemás, y que si ellos dicen que tocobien, será verdad. Pero eso no quie-re decir que yo oiga un disco mío yme emocione, eh. ¡Eso nunca!

M. M., OviedoLos investigadores han entendi-do ya cómo y por qué se produ-ce el cáncer, y ésa ha sido laprimera revolución de la oncolo-gía, pero falta la segunda y másimportante: aprender a utilizarel conocimiento adquirido enlos últimos 20 años para preve-nir y tratar la enfermedad, y cu-rar a los pacientes. Tres de loscinco oncólogos —no llegaron atiempo Tony Hunter y RobertWeinberg— que han obtenido elPríncipe de Asturias de Investi-gación Científica y Técnica,Joan Massagué, Judah Folkmany Bert Vogelstein, animaronayer a los jóvenes científicos, du-rante un encuentro con estudian-tes organizado por el InstitutoOncológico de la Universidadde Oviedo, a emprender ese ca-mino que, según calculó Vogels-tein, puede durar todavía 10 o15 años. “Estamos satisfechoscon lo hecho hasta ahora”, resu-mió Massagué, “pero lo más im-portante no es el éxito de ayersino el experimento de hoy”.

Barcelonés residente en Esta-dos Unidos desde 1982 y actualdirector del programa de Biolo-gía y Genética del Cáncer del Me-morial de Nueva York, Mas-sagué explicó primero sus hallaz-gos sobre la cadena de informa-ción que manejan las células an-tes de empezar a transformarse ydividirse, y luego reconoció queahora falta por averiguar lo másimportante: cómo y por qué seproduce la metástasis, la palabraletal para cerca del 90% de lospacientes: “Ése es nuestro actualreto y el de muchos otros gruposde investigadores: saber cómo de-sarrollan las células las capacida-des que las permiten viajar a co-rromper los órganos vitales des-de órganos que no son vitales”.

Anticipación

Vogelstein, de la UniversidadJohns Hopkins y autor de la iden-tificación de los genes cuya muta-ción causa el cáncer de colon, su-brayó la idea: una vez terminadala revolución que ha permitido“entender esta enfermedad bási-camente genética en la que inter-vienen no uno sino varios ge-nes”, la próxima generación de-berá “encargarse de aplicar eseconocimiento a la práctica pre-ventiva y terapéutica”. El profe-sor de Harvard Judah Folkman,que en los años sesenta descu-brió cómo se produce la angiogé-nesis tumoral (la capacidad delos tumores para crear vasos san-guíneos propios que les permitennutrirse y crecer) y después sinte-tizó diversas proteínas que ayu-dan a bloquear ese proceso, apun-tó algunas vías para el futuro:“Necesitamos terapias menostóxicas y ser capaces de diagnosti-car precozmente a partir de bio-marcadores. El objetivo es llegara tratar el cáncer como se tratanlos problemas cardiacos: antici-pándonos”.

PACO DE LUCÍA / Guitarrista

“Le doy a Camarón la mayoría del premio”

PREMIOS PRÍNCIPE DE ASTURIAS 2004

Los oncólogosesperanla segundarevolución

Paco de Lucía, en Oviedo. / RICARDO GUTIÉRREZ

“¡A ver si el premioayuda a que losflamencos llenen unpoco la nevera, queya va siendo hora!”

Los Premios Príncipe de Asturias 2004 se entrega-rán esta tarde en la tradicional ceremonia en elteatro Campoamor de Oviedo (TVE-1, 18.00), queeste año por primera vez estará presidida por donFelipe acompañado de su esposa. Está prevista la

asistencia de la Reina y de Iñaki Urdangarín, ade-más de los presidentes de siete de las ocho comuni-dades (excepto el del País Vasco) del Camino deSantiago; el presidente del Congreso, Manuel Ma-rín, y las ministras de Cultura, Carmen Calvo, y

Educación, María Jesús Sansegundo, entre otrasautoridades. La presencia de doña Letizia, segúninforma Efe, ha obligado a algunas modificacionesen la organización de la ceremonia, como la am-pliación de la mesa presidencial en un metro.

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EL PAÍS, sábado 8 de mayo de 2010 vida & artes 49

cultura

Revolucionario y virtuoso del fla-menco a partes iguales y enor-mes, Paco de Lucía, que se ha pa-sado prácticamente toda su vidacon la guitarra en una mano y lamaleta en la otra, ya no viaja tana menudo como antaño. “A mí yasólo me mueve del sofá algo quesea importante para el flamen-co”. A sus 63 años, conver-tirse hoy en Boston enDoctor Honoris Causa amanos del Berklee Colle-ge of Music, consideradala mejor universidad delplaneta para los músicos,le ha parecido lo suficien-temente importante co-mo para superar su fobiareciente a atravesar lasfronteras estadouniden-ses —“es que con esto delterrorismo ahora te tra-tan como un delincuenteen los aeropuertos”—. Elhonor lo compartirá conla africana Angelique Kid-jo, con Kenneth Gamble yLeon Huff (arquitectosdel llamado sonido Filadel-fia) y con el jazzista Ken-ny Barron. Horas antesde la ceremonia, Paco deLucía aceptó conversarcon EL PAÍS, algo real-mente inusual en un per-sonaje que tiene parecidaalergia a las entrevistasque a lasmedidas de segu-ridad de los aeropuertos.

Pregunta.Este recono-cimiento se une a una lar-ga colección de premios yhomenajes a su carrera.¿Todos los premios sabenigual o la percepción cam-bia con la edad?

Respuesta. El sabor nocambia con la edad, cam-bia por el premio en sí.Los hay que son una chu-flería, cuando el que te losda lo que quiere es lucirseél, y otros como el de hoyque son premios impor-tantes. Y eso que yo nun-ca digo que un premio esimportante porque paramí siempre es un coñazo… Te to-ca hacer un viaje y aquí ademásme toca ponerme el birrete, conlo ridículo que yo me siento conel birrete… Además, no me gustaqueme halaguen, siempre me hadado vergüenza, pero si hay algopor lo que yo me muevo del sofáde mi casa es por el flamenco.Por eso estoy aquí. Porque el fla-menco siempre ha sido maltrata-do, es unamúsica que en nuestropaís ha sido una música de terce-ra y cuarta categoría y ahora estauniversidad, considerada la me-jor del mundo para la música, re-conoce su valor.

P.Yeso que usted dijo queque-ría evitar venir a Estados Unidos,adonde vino por primera vez sien-do un adolescente…

R. Es que ahora te tratan muymal, la policía se ha vuelto muy

agresiva. Cuando yo llegué a fina-les de los sesenta era diferente.Aunque quizás el diferente erayo. Venía lleno de ilusiones y ga-nas de vivir y de conocer, perointuyo que el país eramejor de loque es hoy día, era más inquieto,más idealista…

P. ¿Y qué es lo que cambiadoen usted con la edad?

R. Las cosas dan más pereza.P. ¿En qué sentido?

R. Uno no se hace sólo viejoporque te faltan las energías, sinoporque te faltan los estímulos delos 20 años, las ganas de reconoci-miento, las ganas de que te quie-ran, que es en el fondo lo quebuscamos todos los artistas.

Cuando eso ya lo has conseguido,ya no lo buscas, y eso era un mo-tor que te hacía pelear. Aún tengoesa energía cuando me subo alescenario, pero para todas lasotras cosas, no.

P. Más allá de los premios,¿qué es para usted el éxito?

R. Tocar bien. Y dentro de mitradición crear un camino porque sea aceptado y pueda influiry del que puedan copiar los de-

más profesionales de mi música.El resto es agradable, lo de ganardinero y que te llamen “maestro”,pero el éxito con mayúsculas esque te reconozca la gente de tuprofesión.

P. ¿Se podría plantear la vidasin música?

R. Me encantaría porque conlamúsica sufromucho, por la res-ponsabilidad. Me encantaría serun espectador, entoncesme pasa-ría el día oyendomúsica, pero co-mo soy el protagonista y estoysiempre encima del escenario, elsentido del perfeccionismo quetengome damás sufrimiento quesatisfacciones. Me encantaría po-der vivir sin la música, sería feliz.

P. ¿Y no lo es?R. Sigo teniendo las mismas

obsesiones de siempre. Que si nome gusta lo que hago, que si vale

o no vale, que si la gente está ton-ta o soy yo el que los engaño… Séque es una obsesión que no esreal, pero existe en mi cabeza.

P. ¿Y no se apacigua con laedad?

R. ¡Qué va! Y mira que cuandoyo tenía 20 años siempre pensa-ba: “¡Qué ganas de tener 50 parapoder disfrutar con lo que hago.porque esto es un castigo, así nose puede vivir!”. Pues nada, ahora

es peor.P. ¿Por qué?R.No lo sé, es un senti-

do crítico muy fuerte queyo creo que viene de mipadre, que siempremede-cía: “Eso no vale nada, nosabes, tienes que apren-dermás, tocarmás”…Pue-de que sea por eso.

P. ¿Se ha planteado al-guna vez dejar de tocar?

R. Muchas veces.P. ¿Y por qué vuelve?R. Porque de repente,

aunque estés cabreadocon la guitarra, te subes aun escenario y no sabesqué sucede. Lo llaman ins-piración o duende. Depronto empiezas a tocar,sientes que todo fluye, al-go empieza a flotar en elaire y no hay estímulomás fuerte que ese. Nohay droga o sensaciónque se le parezca y cuan-do sientes eso no hay ma-nera de dejarlo.

P. ¿En algúnmomentode su carrera tuvo miedoal fracaso?

R. No. Eso es funda-mental, no hay que plan-tearse si vas a llegar o no,si te vas a hacer rico o site vas a hacer famoso.Hay que tocar la guitarrapara disfrutar, porque elmúsico puede llegar a serel hombre más feliz delmundo con que la ollahierva y tengas un camas-tro donde acostarte. Lamúsica per se te va a ha-cer feliz, serás un triunfa-dor, aunque estés tieso.Enciérrate en tu casa, tra-baja y trabaja. Ten disci-

plina, disfruta de lo que haces.Esa es la única manera de llegararriba, de ganar dinero, de hacer-te famoso.

P. Está trabajando en un disconuevo, ¿cuál es el reto para al-guien con una discografía tan le-gendaria como la suya?

R. Para mí lo más importantecuando uno aborda un proyectonuevo es crear la sorpresa. Y esoes lo que busco, el lugar por don-de no ha pasado nadie, que el queescuche se sorprenda, y es muydifícil, porque todos vamos porlugares comunes. Sólo si me sor-prendo a mí mismo sorprendo alos demás. No es fácil.

P. ¿Qué le queda por hacer?R. Pues… ¡todo! Lo único que

he hecho enmi vida ha sido tocarla guitarra. ¡Una vida pobrísima,imagínate!

A veces pasa: la copia era eloriginal. Y lo que todos pensa-ban que era el original, era enrealidad la copia. Los análisisrealizados en los laboratoriosdeFlorenciaArt-Test han certi-ficado el milagro. Un retratode mujer, considerado duran-te décadas una copia apañadaen el siglo XVII a partir de laSagrada Familia o La perla,atribuida a Rafael y expuestaenelMuseodel Prado, era real-mente un fragmento originalpintado por el genio de Urbinopoco antes de morir.

La obrita yació con su mar-co suntuoso en un almacén dela galería Estense de Módenadurante largos años; ahora,gracias a la intuición del su-perintendente interino de laciudad,MarioScalini, queapre-ció varios elementos “troppo ra-faelescos como para que fuera

una mera copia”, la tecnologíaha confirmado el hallazgo. Elrostro, pintado sobre una tablade 35�30 centímetros, es se-gún Scalini un fragmento deuna versión inicial de la Ma-donna della Perla, y Rafael lopintó entre 1518 y el año de sumuerte, 1520. El erudito ha ex-plicado que el “finísimo trazodel dibujo y el marco, una so-berbia pieza del siglo XVI quenunca se habría utilizado si lapintura hubiese sido de pocacalidad” le hicieronpensar queese primerísimo plano era al-go más que un duplicado.

Scalini ha bautizado el cua-dro como La Perla de Módenatras cotejar que en el inventa-rio de la Quadreria Estense delPalacio Ducal, elaborado en1663, figuraba un “retrato demujer” de Rafael que nunca seencontró. Debería ser este.

El guitarrista Paco de Lucía, ayer en Boston. / arthur pollock

Los expertoscertifican unnuevo cuadrode Rafael

Arriba, el nuevo rafael. Abajo,detalle de La perla. / efe

PACO DE LUCÍA Guitarrista

“Me encantaría poder vivir sinla música... con ella sufro mucho”BARBARA CELIS

Boston

MIGUEL MORA, Roma

“Que te quieranes en el fondo loque buscamostodos los artistas”

“Trato de buscarla sorpresa, el lugarpor donde noha pasado nadie”