episodio v_ el imperio contraataca - donald f. glut.doc

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la novela completa, el libro siempre es mejor que la pelicula, tiene detalles que definitivamente puede completar la vision de la pelicula

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  • Star Wars Episodio V El imperio contraataca

  • Tras la cada de la Antigua Repblica y el exterminio de los Caballeros Jedi, el emperador

    Palpatine gobierna implacablemente toda la galaxia. Slo un puado de hombres valerosos se oponen al reinado del tirano bajo la bandera de la Alianza Rebelde y mantienen viva la esperanza de la libertad.

    El emperador intent acabar de una vez por todas con los ltimos focos de resistencia mediante la construccin de la Estrella de la Muerte, una gigantesca nave de guerra capaz de destruir planetas enteros. Sin embargo, la intervencin de un puado de hroes logr una victoria inesperada para las fuerzas rebeldes y la destruccin de la mortfera amenaza. La Alianza Rebelde, enfrentada a una lucha desesperada, haba conseguido ganar un tiempo precioso, pero una batalla no decide una guerra, y su situacin segua siendo desesperada. El podero del emperador apenas haba mermado y el emplazamiento de la antigua base rebelde ya no era un secreto para nadie.

    Ahora, en el helado yermo de Hoth, un mundo apartado de las rutas ms transitadas, la Alianza ha establecido una nueva base. Hay una gran actividad mientras se comprueban los sistemas y se establecen los permetros defensivos. En el exterior, las patrullas, a lomos de peludos y malolientes tauntaun, vigilan la aparicin de posibles peligros. Una estela de fuego cruza el cielo de Hoth, y mientras Luke Skywalker decide investigarlo, su compaero y amigo Han Solo retorna a la base. Se acerca la hora en que deber abandonar la Rebelin y regresar a Tatooine para saldar una antigua deuda, un asunto por el cual l y su compaero Chewbacca tienen puesto precio a sus cabezas. Slo un aspecto lo retiene todava en Hoth: la hermosa y tozuda princesa Leia, por la que se siente atrado aunque ella se niegue a aceptar que haya nada entre ambos.

    A medida que transcurren las horas, los asuntos del corazn dejan paso a la preocupacin: Skywalker no ha regresado, y a la posibilidad de que le haya ocurrido algo se suma el temor de que las fuerzas del Imperio hayan logrado descubrir el escondite rebelde y estn preparando un ataque. Han Solo decide enfrentarse a la glida y mortfera noche de Hoth para tratar de encontrar a su amigo.

    Donald F. Glut El imperio contraataca Star Wars Episodio 5 ePUB v1.1 LittleAngel 13.10.11 Ttulo original: The Empire Strikes Back Traduccin: Horacio Gonzlez Trejo 1980 by Donald F. Glut 1980 Argos Vergara ISBN: 8470179160

  • I

  • A esto le llamo fro! la voz de Luke Skywalker rompi el silencio que mantena hace horas, desde que haba abandonado la base rebelde recientemente establecida.

    Iba montado en un tauntaun que, por lo que se poda apreciar a simple vista, era el nico ser viviente adems de l. Luke se senta cansado y solo y el sonido de su propia voz le sobresalt.

    Luke y sus compaeros, los miembros de la Alianza Rebelde, hacan turnos para explorar los yermos blancos de Hoth y reunir informacin acerca de su nuevo hogar. Todos regresaban a la base con un sentimiento mezcla de consuelo y soledad. Nada contradeca sus primeros hallazgos segn los cuales en ese fro planeta no haba formas de vida inteligente. Todo lo que Luke haba visto en sus expediciones solitarias eran llanos desiertos blancos y cadenas de montaas teidas de azul que parecan perderse en las brumas de los horizontes lejanos.

    Luke sonri tras el gran pauelo de color gris, semejante a una mscara, que le protega de los helados vientos de Hoth. Mir los glaciales yermos a travs de las gafas y se cio ms an en la cabeza la gorra forrada de piel.

    Curv hacia arriba una de las comisuras de los labios al tratar de distinguir a los investigadores oficiales que estaban al servicio del gobierno imperial. La galaxia est salpicada de asentamientos de colonizadores que se preocupan muy poco por los asuntos del Imperio o de su enemiga, la Alianza Rebelde, pens. Cualquier colono estara loco si hiciera una reclamacin en Hoth. Este planeta no puede ofrecer nada a nadie... salvo a nosotros. Haca poco ms de un mes, la Alianza Rebelde haba establecido un puesto avanzado en el mundo helado. Luke era famoso en la base y, a pesar de que slo tena veintitrs aos, otros guerreros rebeldes le llamaban comandante Skywalker. Semejante ttulo haca que se sintiese incmodo. De todas formas, ya estaba en condiciones de impartir rdenes a un grupo de soldados aguerridos, tantas eran las cosas que le haban sucedido y lo mucho que haba cambiado. A Luke mismo le resultaba difcil creer que haca solo tres aos era un ingenuo granjero en su mundo natal de Tatooine.

    El joven comandante espole a su tauntaun y le dijo: Adelante chica. El cuerpo gris de la bestia, el lagarto de la nieve quedaba protegido del fro por una capa de gruesa

    piel. Galopaba con sus musculosas patas traseras y sus patas tridctilas acababan en zarpas grandes y ganchudas que levantaban grandes penachos de nieve. La cabeza del tauntaun, semejante a la de una llama, caa hacia adelante y su cola serpentina se enroscaba mientras la bestia corra por la ladera helada. La cabeza cornuda del animal se mova de un lado a otro, zarandeada por los vientos que atacaban su hocico peludo.

    Luke dese concluir de una vez la misin. A pesar de la vestimenta gruesamente acolchada distribuida por los rebeldes, senta el cuerpo casi congelado. Pero saba que l mismo haba elegido estar all, que se haba ofrecido voluntariamente para recorrer los campos helados en busca de otras formas de vida. Se estremeci al ver la larga sombra que la bestia y l dibujaban sobre la nieve. Los vientos arrecian pens. Al caer la noche, estos vientos fros traen a los llanos temperaturas insoportables. Sinti la tentacin de regresar a la base ms temprano, pero saba que era importante demostrar sin lugar a dudas que los rebeldes estaban solos en Hoth.

    La tauntaun gir bruscamente a la derecha y estuvo a punto de hacer que Luke perdiese el equilibrio. Este an no se haba acostumbrado a montar seres imprevisibles.

    Sin animo de ofenderte le dijo a su montura me sentira mucho ms cmodo en la cabina de mi viejo y seguro vehculo terrestre.

    Pero para esa misin un tauntaun a pesar de sus desventajas era el tipo de transporte ms eficaz y prctico con que se contaba en Hoth.

    Cuando la bestia lleg a la cumbre de otra ladera helada, Luke la hizo detenerse. Se quit las gafas de lentes obscuras y parpade unos instantes, lo suficiente para que sus ojos se adaptaran al centelleo cegador de la nieve.

    Sbitamente desvi su atencin al ver aparecer en el cielo un objeto que pasaba como un rayo y que dejaba una persistente estela de humo mientras se hunda en direccin al horizonte brumoso.

    Luke se llevo rpidamente la mano enguantada hasta el cinturn utilitario y aferr los electroprismticos. Le recorri un escalofro capaz de competir con el fro de la atmsfera de Hoth. Lo que acababa de ver poda estar hecho por el hombre, incluso poda tratarse de algo enviado por el Imperio. El joven comandante, concentrado todava en el objeto, sigui su llameante recorrido y lo mir con atencin mientras se empequeeca contra el terreno blanco y se consuma en su propia luz

  • cegadora. Al or la explosin, la tauntaun de Luke se estremeci. De su boca escap un gruido de miedo y

    empez a rascar la nieve con nerviosismo. Luke palme la cabeza del animal e intent tranquilizarlo. Le cost trabajo or su propia voz a causa del viento que soplaba con fuerza.

    Clmate, no es ms que otro meteorito! grit. El animal se seren y Luke se acerc el comunicador a los labios. Eco Tres a Eco Siete. Han, viejo compinche, me oyes?

    Del receptor surgi un sonido cargado de esttica. Despus, una voz conocida domin la interferencia.

    Eres t muchacho? Qu ocurre? La voz sonaba un poco ms aguda que la de Luke y pareca pertenecer a alguien mayor que l.

    Durante unos segundos, Luke record clidamente la primera vez que haba visto al contrabandista espacial coreliano en aquella obscura cantina atestada de seres extraos de un puerto espacial de Tatooine. Ahora el coreliano era uno de los pocos amigos de Luke que no era miembro oficial de la Alianza Rebelde.

    He terminado la ronda y no he captado ningn indicio de vida dijo Luke por el intercomunicador y apret la boca contra el transmisor.

    En esta roca de hielo no hay vida suficiente para llenar un crucero espacial respondi Han y se esforz por hacer or su voz a pesar de los vientos sibilantes. He colocado mis marcadores de guardia. Volver a la base.

    Hasta luego se despidi Luke. An tena la mirada fija en la retorcida columna de humo oscuro que surga de un punto negro situado a lo lejos. Un meteorito acaba de caer cerca de aqu y quiero observarlo. No tardare mucho.

    Luke desconect el enlace de comunicaciones y dirigi su atencin a la tauntaun. El reptil se mova y descansaba el peso de su cuerpo primero en una pata y luego en otra. Lanz un profundo rugido que pareca denotar temor.

    Caramba, chica! exclam y palme la cabeza de la tauntaun. Que sucede... hueles algo? Aqu no hay nada.

    Por primera vez desde que haba partido de la base rebelde oculta, Luke tambin empezaba a sentirse inquieto. Si algo saba sobre esos lagartos de la nieve era que tenan sentidos agudos. Sin duda, el animal intentaba decirle a Luke algo, algn peligro, estaba cerca.

    Sin perder un segundo, Luke retir un pequeo objeto de su cinturn utilitario y accion sus controles en miniatura. El aparato era lo bastante sensible como para detectar incluso los ms nfimos indicios de vida pues responda a la temperatura corporal y a los sistemas vitales internos.

    Cuando empez a registrar los indicios, Luke se dio cuenta que no haba necesidad de continuar ni tiempo para ello.

    Una sombra pas por encima de l y cubri ms de un metro y medio del suelo. Luke se volvi y sbitamente pareci que el terreno mismo cobraba vida. Una inmensa mole de piel blanca y perfectamente camuflada entre los amplios montculos de nieve se abalanz salvajemente sobre de l.

    El muy ca... La barrena de mano de Luke no lleg a salir de la cartuchera. La enorme garra del wampa, la

    criatura del hielo golpe con fuerza y de lleno el rostro de Luke, lo derrib de su tauntaun y el muchacho cay en la nieve congelada.

    Luke perdi rpidamente el conocimiento, tan deprisa que no oy los chillidos lastimeros de la tauntaun ni el brusco silencio que sigui al sonido de un cuello al romperse. Tampoco sinti cmo ese atacante gigantesco y peludo agarraba salvajemente su tobillo ni que su cuerpo era arrastrado como un mueco sin vida por el llano cubierto de nieve.

    El humo negro an se elevaba de la depresin de la ladera de la colina donde haba cado el objeto volador. Las nubes de humo se haban reducido considerablemente desde que el objeto se estrellara contra el suelo y formara un crter humeante, y los helados vientos de Hoth dispersaban por los llanos el humo oscuro.

    Algo se agitaba en el interior del crter. Al principio slo hubo un sonido, un sonido mecnico y ronroneante cuya intensidad creci como

    si quisiera competir con el viento que ululaba. Despus la cosa se movi... algo brill bajo la luz clara de la tarde mientras se elevaba lentamente

    desde el interior del crter.

  • El objeto pareca una forma de vida orgnica aliengena, su cabeza era un horror de mltiples esferas parecido a una calavera, y sus ojos, como ampollas y de lentes oscuras, enviaban su glida mirada a travs de la extensin an ms glida del yermo. A medida que la cosa suba por el crter, por su forma se vio claramente que era una especie de mquina que posea un cuerpo grande y cilndrico conectado a una cabeza circular y provista de cmaras, sensores y apndices de metal, algunos de los cuales acababan en pinzas prensiles como las de los cangrejos.

    La mquina coron el crter humeante y extendi sus apndices en diversas direcciones. Despus se conect una seal en el interior de sus sistemas mecnicos y la mquina empez a flotar por el llano congelado.

    Poco rato despus, el oscuro androide de exploracin se perdi en el horizonte lejano. Otro jinete, protegido con ropas de invierno y montando un tauntaun de manchas grises, se

    desplazaba velozmente por las laderas de Hoth en direccin a la base rebelde de operaciones. Los ojos del hombre, que semejaban puntos de fro metal, miraban sin inters las cpulas de color

    gris opaco, las innumerables torretas de los caones y los colosales generadores de energa que constituan las nicas muestras de vida civilizada de ese mundo. Han Solo fren gradualmente su lagarto de nieve y tir de las riendas para que ste cruzara al trote la entrada de la enorme cueva de hielo.

    Han se alegr del calor relativo del enorme complejo de cavernas calentadas por las unidades de calefaccin de los rebeldes, que obtenan energa de los enormes generadores instalados en el exterior. Esa base subterrnea era una cueva natural de hielo y un laberinto de tneles anguloso que los lsers de los rebeldes haban abierto en una compacta montaa de hielo. El coreliano haba estado en lugares infernales de la galaxia, ms desolados, pero de momento no lograba recordar el emplazamiento exacto de ninguno de ellos.

    Desmont de su tauntaun y vio la actividad que se desarrollaba en el interior de la descomunal cueva. Mirara donde mirase, vea que trasladaban, ensamblaban o reparaban cosas. Los rebeldes de uniforme gris se apresuraban a descargar las provisiones y a ajustar los equipos. Tambin haba robots, en su mayora unidades R2 y androides de energa, que parecan encontrarse en todas partes, rodando o caminando por los pasillos de hielo y cumpliendo con eficacia sus innumerables tareas.

    Han empez a preguntarse si estara ablandndose con la edad. Al principio no haba mostrado el menor inters personal ni lealtad por ese asunto de los rebeldes. Su compromiso posterior en el conflicto entre el Imperio y la Alianza Rebelde comenz por una simple transaccin comercial en la que vendi sus servicios y la utilizacin de su nave el Millennium Falcon, el trabajo pareca muy sencillo: se trataba de llevar a Ben Kenobi, ms el joven Luke y dos androides, hasta el sistema de Alderaan. Cmo poda imaginar Han en aquel momento que tambin recurriran a l para rescatar a una princesa de la Estrella de la Muerte, la ms temida estacin de batalla del Imperio?.

    La princesa Leia Organa... Cuanto ms pensaba Solo en ella, con mayor claridad comprenda cuntos problemas se haba

    creado al aceptar los honorarios de Ben Kenobi. En principio, lo nico que Han haba querido era cobrar y largarse a toda prisa para pagar algunas molestas deudas que pendan sobre su cabeza como un meteoro a punto de caer. Jams haba tenido la intencin de convertirse en hroe.

    Pero algo le haba llevado a unirse a Luke y a sus locos amigos rebeldes cuando emprendieron el ya legendario ataque espacial contra la Estrella de la Muerte. Algo. De momento, Han no lograba descubrir qu era ese algo.

    Ahora, mucho despus de la destruccin de la Estrella de la Muerte, Han segua con la Alianza Rebelde y prestaba su ayuda para establecer esa base en Hoth, probablemente el ms lgubre de todos los planetas de la galaxia. Pero todo eso estaba a punto de cambiar, se dijo. En lo que a l se refera, Han Solo y los rebeldes estaban prximos a salir disparados en direcciones divergentes.

    Anduvo con rapidez cruzando por el hangar subterrneo, donde se encontraban varios cazas rebeldes atendidos por hombres de gris que eran ayudados por androides de diversos modelos. La mxima preocupacin de Han se centraba en el carguero en forma de platillo que reposaba sobre sus podios de aterrizaje recin instalados. Esta nave, la ms grande del hangar, haba acumulado algunas abolladuras ms en su casco de metal desde que Han se encontrara con Skywalker y Kenobi. Pero el Millennium Falcon no era famoso por su aspecto exterior sino por su velocidad: ese carguero segua siendo la nave ms veloz que hizo el recorrido de Kessel y que dejo atrs a un caza TIE imperial.

    Gran parte del xito del Falcon poda atribuirse a su mantenimiento, confiado ahora a las peludas

  • manos de una montaa de pelos pardos de dos metros de altura, cuyo rostro en ese momento quedaba oculto por una mscara de soldador.

    Chewbacca, el gigantesco copiloto wookie de Han Solo, estaba reparando el elevador central de Millennium Falcon cuando advirti que su compaero se acercaba. El wookie dej de trabajar, se levant el protector de su cara y dej ver su rostro velludo. De su boca surgi un gruido que pocos no wookies del universo podan traducir.

    Han Solo perteneca a esa minora. Chewie, fro no es la palabra respondi el coreliano. Cualquier da enviar al demonio este

    escondite y este fro que hiela! percibi las volutas de humo que salan del trozo de metal recin soldado. Cmo vas con esos elevadores?

    Chewbacca respondi con un gruido tpicamente wookie. De acuerdo dijo Han y coincidi plenamente con el deseo de su amigo de regresar al espacio, a

    otro planeta... a cualquier lugar que no fuese Hoth. Ir a comunicar que he regresado. Despus te echar una mano. En cuanto coloquemos esos elevadores, nos largamos de aqu.

    El wookie ladr, lanz una risa alegre y reanud su tarea mientras Han segua caminando por la cueva artificial de hielo.

    El centro de mando estaba a rebosar de equipos electrnicos e instrumentos de control que se extendan hasta el helado cielo raso. Al igual que en el hangar, el personal rebelde atestaba el centro de mando. La sala se vea repleta de controladores, soldados, encargados de mantenimiento y androides de diversos modelos y tamaos, todos los cuales procuraban diligentemente convertir la cmara en una base de trabajo que remplazara a la de Yavin.

    El hombre al que Solo haba ido a ver estaba ocupado tras una enorme mesa de control y fijaba la atencin en una pantalla de computadora que mostraba lecturas de brillantes colores. Rieekan, que vesta el uniforme de general rebelde, se irgui en toda su estatura para mirar a Solo a medida que se acercaba.

    General, no hay el menor indicio de vida en la zona comunic Han. Como todos los marcadores de permetro estn colocados, se enterar si alguien llama.

    Como de costumbre, el general Rieekan no sonri ante la impertinencia de Solo. Sin embargo, admiraba el hecho de que el joven asumiera una especie de pertenencia oficiosa a la rebelin. Las cualidades de Solo impresionaban tanto a Rieekan que a menudo pensaba en concederle el cargo de oficial honorario.

    Se ha presentado ya el comandante Skywalker? inquiri el general. Est comprobando un meteorito que cay cerca de donde se encontraba replic Han.

    Volver pronto. Rieekan ech una rpida mirada a la pantalla de radar recin instalada y estudi las imgenes

    parpadeantes. Debido a la actividad meterica de este sistema, ser difcil reconocer a las naves que se

    acerquen. General, yo... Han titube. Creo que ha llegado la hora de que me vaya. Han apart la atencin del general Rieekan para fijarla en una figura que se acercaba a paso firme.

    El modo de caminar de la mujer era gracioso y decidido y, de algn modo, su silueta de mujer joven pareca contrastar con su uniforme blanco de combate. Incluso a esa distancia, Han se dio cuenta de que la princesa Leia estaba preocupada.

    Es usted bueno para el combate coment el general y agreg: No me gustara perderle. Gracias, general. Ocurre que han puesto precio a mi cabeza. Si no le pago a Jabba el Hutt, ser

    como un muerto que camina. No es fcil vivir con un estigma de muerte... empez a decir el general mientras Han se volva

    hacia la princesa Leia. Aunque Solo no era un sentimental, se dio cuenta que en ese momento estaba muy emocionado. Supongo que es as, Alteza hizo una pausa, sin saber qu respuesta recibira de la princesa. Exactamente respondi Leia con frialdad. Su repentina reserva se converta rpidamente en

    verdadera ira. Han mene la cabeza. Haca mucho tiempo se haba dicho que los seres del sexo femenino

    fuesen mamferos, reptiles o de cualquier clasificacin biolgica an por descubrir estaban ms all de su escasa capacidad de comprensin. Mejor dejarlas envueltas en el misterio, se haba

  • aconsejado a menudo. Sin embargo, por lo menos durante un tiempo Han crey que en el cosmos exista como mnimo un

    ser del sexo femenino al que comenzaba a comprender. Pero se haba equivocado. Est bien dijo Han, no se ponga sentimental conmigo. Adis, princesa. Han le dio bruscamente la espalda y avanz por el tranquilo pasillo que comunicaba con el centro

    de mando. Se diriga al hangar, donde le esperaban dos realidades que comprenda: un gigantesco wookie y un carguero de contrabandista. No tena la menor intencin de dejar de caminar.

    Han! ligeramente jadeante, Leia corra tras l. El coreliano se detuvo y se volvi hacia ella con expresin fra.

    S, Alteza? Pens que habas decidido quedarte. La voz de Leia pareca denotar una autntica preocupacin, pero Han no hubiera podido asegurarlo. Ese cazador a sueldo con el que nos topamos en Ord Mantell me hizo cambiar de idea. Lo sabe Luke? Se enterar cuando regrese respondi Han bruscamente. La princesa Leia entrecerr los ojos y le juzg con una mirada que l conoca bien. Durante unos

    instantes, Han se sinti como uno de los carmbanos de la superficie del planeta. No me mire as dijo con severidad. Cada da me buscan ms cazadores a sueldo. Pagar a

    Jabba antes de que enve ms remotos asesinos de Gank y vaya usted a saber quin ms. Tengo que pagar el precio que han puesto a mi cabeza mientras la conservo.

    Evidentemente, esas palabras afectaron a Leia y Han percibi que estaba preocupada por l y que, quiz, senta algo ms.

    Pero nosotros te necesitamos afirm. Nosotros? pregunt. S. Qu puede decirme de usted? Han tuvo el cuidado de hacer hincapi en la ltima palabra pero, en realidad, no saba con certeza

    por qu lo haca. Quiz era algo que haca tiempo quera decir pero haba carecido del valor... no, se corrigi, de la estupidez de mostrar sus sentimientos. Pens que en ese momento tena poco que perder y estaba preparado para recibir la respuesta de Leia, cualquiera que fuese.

    De m? pregunt bruscamente. No s lo que quieres decir. Incrdulo, Han Solo mene la cabeza. No, probablemente no lo sabe. Qu es exactamente lo que se supone que debo saber? la ira volva a dominar su voz,

    probablemente a causa de que al fin empezaba a comprender, pens Han Solo. El coreliano sonri. Quiere que me quede a causa de lo que siente por m. La princesa volvi a enternecerse. S, claro, has sido una gran ayuda... hizo una pausa antes de agregar, para nosotros. Eres un

    jefe nato... Han la impidi terminar, interrumpindola en medio de la frase. No, Seora, no es eso. De pronto Leia mir directamente el rostro de Han con una mirada que, al fin, era totalmente

    comprensiva. Se ech a rer. Imaginas cosas. Que yo imagino cosas? Pens que usted tema que me marchara sin siquiera un... Han fij la

    mirada en los labios de la princesa, un beso. Leia ri con ms fuerza. Antes preferira besar a un wookie. Puedo prepararlo as el coreliano se acerc a ella, que estaba radiante incluso bajo la fra luz

    de la cmara de hielo. Crame si le digo que un buen beso no le vendra mal. Ha estado tan ocupada dando rdenes que se ha olvidado de ser mujer. Si se hubiese relajado unos instantes, podra haberla ayudado. Lo siento, querida, pero ya es demasiado tarde. Su gran oportunidad est volando por ah afuera.

    Creo que podr sobrevivir replic, obviamente molesta.

  • Buena suerte! Ni siquiera te importa que la... Han saba lo que iba a decir y no le permiti terminar. Por favor, evtemelo! la interrumpi. No vuelva a hablarme de la rebelin. Es lo nico en lo

    que piensa. Es usted tan fra como este planeta. Y crees que eres el nico capaz de dar un poco de calor? Si estuviera interesado, por supuesto. Pero creo que no sera muy divertido despus de decir

    esas palabras, Han retrocedi, la mir y la evalu framente. Volveremos a encontrarnos afirm. Es posible que para entonces se haya enternecido un poco.

    La expresin de la princesa haba vuelto a cambiar. Han haba conocido a algunos asesinos de mirada ms amable.

    Tienes la educacin de un bantha, pero no tanta clase respondi furiosa. Que disfrutes de tu viaje, experto! la princesa Leia se apart presurosa de Han y corri pasillo abajo.

  • II

  • La temperatura haba descendido en Hoth. A pesar del aire glido, el androide imperial de exploracin prosegua su perezoso desplazamiento por encima de los campos y las colinas cubiertos de nieve y sus sensores an se estiraban en todas direcciones en busca de seales de vida.

    Los sensores de calor del robot reaccionaron sbitamente. Haba encontrado una fuente de calor en las cercanas y sta era una buena seal de vida. La cabeza gir sobre su eje y las sensibles ampollas semejantes a ojos captaron la direccin en la que se originaba la fuente de calor. El robot de exploracin ajust automticamente su velocidad y avanz con el mximo de rapidez por encima de los campos congelados.

    La mquina semejante a un insecto slo fren cuando se aproxim a un montculo de nieve ms grande que ella misma. Los dispositivos exploradores del robot tomaron nota del tamao del montculo: casi un metro ochenta de alto y seis interminables metros de largo. De todos modos, el tamao del montculo slo era de importancia secundaria. Lo realmente sorprendente, si es que una mquina de reconocimiento poda sorprenderse, era la cantidad de calor que surga de debajo del montculo. Sin duda, el ser situado bajo esa colina nevada deba de estar perfectamente protegido del fro.

    Un delgado rayo de luz blanquiazul surgi de uno de los apndices del robot de exploracin, el intenso calor que emiti taladr el montculo blanco y dispers brillantes partculas de nieve en todas direcciones. El montculo empez a temblar y despus se estremeci. Lo que estaba debajo se sinti profundamente molesto por el rayo lser explorador del robot.

    Grandes trozos de nieve cayeron del montculo y en un extremo aparecieron dos ojos en medio de la masa blanca.

    Unos enormes ojos amarillos observaron como puntos gemelos de fuego al ser mecnico que sigui disparando sus dainos rayos. Los ojos ardan con un odio primitivo hacia la cosa que haba interrumpido su sueo.

    El montculo volvi a temblar y lanz un rugido que estuvo a punto de destruir los sensores auditivos del androide de exploracin. Este retrocedi algunos metros y ampli la distancia que lo separaba del otro ser. El androide nunca se haba topado con un wampa, la criatura del hielo, y sus computadoras le aconsejaron que acabara prontamente con la bestia.

    El androide hizo un ajuste interno para regular la potencia de su rayo lser. En menos de un segundo, ste alcanz su intensidad mxima. La mquina apunt con el lser a la criatura y la envolvi en una enorme nube de llamas humeantes. Poco despus, los vientos helados arrastraron las pocas partculas que quedaban del wampa.

    El humo se dispers y no quedaron pruebas materiales con excepcin de una profunda depresin en la nieve de que alguna vez hubiese habido all una criatura del hielo.

    Pero su existencia ya estaba correctamente registrada en la memoria del androide de exploracin, que ya haba reanudado la misin que tena programada.

    Los rugidos de otro wampa despertaron finalmente al joven y magullado comandante rebelde. A Luke le daba vueltas la cabeza, le dola intensamente y, a juzgar por lo mal que se senta, crea

    que le iba a estallar. Con un gran esfuerzo logr centrar la mirada y se dio cuenta de que estaba en una garganta de hielo, cuyas paredes serradas reflejaban la luz del crepsculo.

    Sbitamente not que colgaba cabeza abajo, con los brazos estirados y las puntas de los dedos a unos treinta centmetros del suelo nevado. Tena los tobillos entumecidos. Estir el cuello y vio que sus pies estaban cubiertos de hielo congelado y colgaban del techo y que el hielo formaba estalactitas en sus piernas. Senta la mscara congelada de su propia sangre pegada a la cara en los puntos donde la criatura del hielo le haba golpeado cruelmente.

    Luke volvi a or los gemidos bestiales, que sonaron ms intensamente al retumbar en el estrecho y profundo pasadizo de hielo. Los rugidos del wampa eran ensordecedores.Se pregunt qu lo matara primero, si el fro o los colmillos y las garras de la bestia que habitaba esa garganta.

    Tengo que liberarme, pens, tengo que librarme del hielo. An no haba recuperado por completo las fuerzas, pero hizo un decidido esfuerzo, se irgui y se estir hacia las ligaduras. Como todava estaba muy dbil, Luke no pudo romper el hielo, por lo que volvi a quedar colgado y el suelo blanco, se le acerc vertiginosamente.

    Reljate se dijo. Reljate. Las paredes de hielo se rompieron a causa de los bramidos cada vez ms estrepitosos del animal que se acercaba. Sus patas aplastaban el terreno helado y se acercaban aterradoramente. En poco tiempo, el horror blanco y peludo estara de regreso y probablemente

  • calentara al joven guerrero aterido de fro en las tinieblas de su panza. La mirada de Luke recorri la garganta y finalmente divis las herramientas que haba llevado para

    cumplir esa misin y que ahora se encontraban inutilizadas y en desorden en el suelo. El equipo estaba a casi un inalcanzable metro de distancia. ste inclua un aparato que llam poderosamente la atencin de Luke: una slida pieza con mango, provista de un par de pequeos interruptores y de un disco de metal colocado encima. El objeto le haba pertenecido a su padre, un ex caballero jedi que fue traicionado y asesinado por el joven Darth Vader. Pero ahora era de Luke y Ben Kenobi se lo haba regalado para que lo esgrimiera con honor contra la tirana imperial.

    Desesperado, Luke hizo esfuerzos extraordinarios por girar lo suficiente su cuerpo dolorido para llegar hasta el sable de luz. Pero el insoportable fro que recorra su cuerpo le fren y le debilit. Estaba a punto de aceptar su destino cuando oy que la gruona criatura del hielo se acercaba. Sus ltimas esperanzas prcticamente haban desaparecido cuando percibi esa presencia.

    Pero no fue la presencia del gigante blanco la que domin la garganta de hielo. Se trataba de esa relajante presencia espiritual que sola visitar a Luke en momentos de tensin o de

    peligro. La presencia que se le apareci por primera vez slo despus de que el viejo Ben, una vez ms en su papel jedi de Obi-Wan Kenobi, se desvaneciera en unos pliegues de tnicas oscuras despus de caer abatido por el sable de luz de Darth Vader. La presencia que a veces semejaba una voz conocida, un susurro casi mudo que se diriga a la mente de Luke.

    Luke el susurro volva a estar acosadoramente presente, piensa en el sable de luz en tu mano. La cabeza dolorida de Luke lati a causa de las palabras. Despus experiment un repentino retorno de las fuerzas, un sentimiento de confianza que le impuls a seguir luchando a pesar de su situacin aparentemente desesperada. Fij la mirada en el sable de luz. Estir dolorosamente la mano y la congelacin que sufran sus miembros cobr su precio.

    Cerr los ojos con fuerza para concentrarse. Pero el arma segua fuera de su alcance. Supo que necesitara hacer algo ms que forcejear para llegar hasta el sable de luz.

    Tengo que relajarme se dijo Luke, he de relajarme... La cabeza de Luke gir al or las palabras de su protector incorpreo: Luke, deja fluir la Fuerza. La Fuerza! Luke vio cmo se cerna la imagen invertida y semejante a un gorila de la criatura del hielo y sus brazos en alto que acababan en unas brillantes y enormes garras. Vio por primera vez el rostro simiesco y se estremeci al ver los cuernos parecidos a los de un carnero y la temblorosa mandbula inferior con los colmillos salientes.

    En ese momento el guerrero apart de sus pensamientos a la criatura. Dej de forcejear para coger el arma, relaj el cuerpo y dej que su espritu asumiera la sugerencia de su maestro. Sinti que le recorra ese campo de energa generado por todos los seres vivos y que una a la totalidad del universo.

    Como Kenobi le haba enseado, la Fuerza estaba en su interior para que Luke la utilizara como considerara conveniente.

    El wampa extendi sus garras negras y ganchudas y avanz pesadamente hacia el joven colgado. Sbitamente, como por arte de magia, el sable de luz salt hasta la mano de Luke. En ese mismo

    instante apret un botn de color del arma y descarg un haz parecido a una hoja que cort rpidamente sus heladas ataduras.

    Mientras Luke caa con el arma en la mano, la monstruosa figura que se cerna sobre l retrocedi un paso cautelosamente. Los ojos sulfurosos de la bestia parpadearon con incredulidad ante el zumbante haz de luz, pues era un espectculo desconcertante para su cerebro primitivo.

    A pesar de que tena dificultades para moverse, Luke se puso en pie de un salto, esgrimi su sable de luz ante la masa de msculos y pelo blanco como la nieve y la oblig a retroceder un paso y despus otro. Baj el arma y cort la piel del monstruo con la hoja de luz. La criatura del hielo, el wampa, chill y su terrible rugido de agona hizo temblar las paredes de la garganta. Se volvi, sali a toda prisa y su masa blanca se fundi con el terreno lejano.

    El cielo estaba mucho ms oscuro y, junto con la penumbra que todo lo invada, llegaron los vientos ms glidos. La Fuerza acompaaba a Luke, pero ni siquiera ese misterioso poder poda darle calor en ese momento. Cada paso que daba para salir de la garganta le costaba ms trabajo que el anterior. Por ltimo, mientras su visin disminua con la misma rapidez que la luz del da, Luke trastabill en un terrapln de nieve y perdi el conocimiento antes de llegar al fondo.

    En el muelle del hangar principal de la sub-superficie, Chewie preparaba el Millennium Falcon para el despegue. Apart la mirada del trabajo y vio un par de figuras bastante extraas que acababan de surgir de un rincn prximo para participar en la actividad rebelde que sola desarrollarse en el

  • hangar. Ninguna de las figuras era humana, aunque una de ellas tena forma humanoide y pareca un

    hombre con una armadura dorada de caballero. Sus movimientos eran precisos, casi demasiado para ser humanos, mientras avanzaba tiesamente por el pasillo. Su compaero no necesitaba piernas como las de los seres humanos para moverse, ya que se las ingeniaba bastante bien haciendo rodar su cuerpo ms corto y parecido a un barril con unas ruedas en miniatura.

    El ms bajo de los dos androides lanzaba bips y silbidos agitados. No es culpa ma, lata que funciona mal afirm el androide alto y antropomrfico, y seal con

    una mano metlica. No te ped que encendieras el calentador termal. Slo coment que en la cmara de ella haca un fro de congelarse. Pero se supone que es de congelarse. Cmo secaremos todas sus cosas? Ah...! Hemos llegado.

    See-Threepio, el androide dorado de forma humana, se detuvo para fijar sus sensores pticos en el Millennium Falcon.

    Artoo-Detoo, el otro robot, contrajo sus ruedas y su pata frontal y pos su fornido cuerpo metlico en el suelo. Los sensores del androide ms pequeo lean las conocidas figuras de Han Solo y su compaero wookie mientras continuaban con la tarea de remplazar los elevadores centrales del carguero.

    Amo Solo, seor dijo Threepio, que era el nico miembro de la pareja robtica equipado con una imitacin de la voz humana. Puedo hablar con usted? Han no estaba de humor para que le molestasen, menos an para ser fastidiado por ese androide.

    Qu quieres? El ama Leia ha intentado ponerse en contacto con usted a travs del comunicador le inform

    Threepio. Seguramente funciona mal. Han saba que no era as. Lo he desconectado replic bruscamente, mientras segua reparando la nave. Qu desea

    ahora su Seora? Los sensores auditivos de Threepio identificaron el tono desdeoso de la voz de Han, pero no lo comprendieron. El robot imit un gesto humano al agregar:

    Est buscando al amo Luke y supuso que estara aqu, con usted. Al parecer nadie sabe... An no ha regresado Luke? Han se mostr preocupado. Not que el cielo que vea ms all de

    la entrada de la caverna de hielo se haba oscurecido considerablemente desde que Chewbacca emprendiera las reparaciones del Millennium Falcon. Han saba cunto bajaba la temperatura de la superficie al caer la noche y lo letales que podan resultar los vientos. Baj de un salto del elevador del Falcon y ni siquiera dio la vuelta para mirar al wookie.

    Chewie, chale el cerrojo. Oficial de cubierta! grit Han, se acerc el intercomunicador a la boca y pregunt: Control de seguridad, ya ha comunicado su entrada el comandante Skywalker?

    La respuesta negativa hizo que Han frunciera el ceo. El sargento de cubierta y su ayudante respondieron presurosamente a la llamada de Solo. El comandante Skywalker ha regresado? pregunt Han con la voz cargada de tensin. No le he visto respondi el sargento de cubierta. Es posible que pasara por la entrada sur. Comprubelo! orden Solo, aunque oficialmente no estaba autorizado a dar rdenes, Es

    urgente! Mientras el sargento de cubierta y su ayudante se volvan y corran pasillo abajo, Artoo emiti un

    silbido de preocupacin cuya intensidad se agudiz inquisitivamente. No s, Artoo respondi Threepio volvi tiesamente el torso y la cabeza a Han. Seor, me

    permite preguntarle lo que ocurre? La ira creci en el interior de Han mientras responda con un gruido al robot. Ve a decirle a tu preciosa princesa que, a no ser que aparezca pronto, Luke es hombre muerto. Artoo silb histricamente ante la funesta prediccin de Solo y su dorado compaero, que a esas

    alturas ya estaba asustado, exclam: Oh, no! El tnel principal bulla de actividad cuando Han Solo entr a la carrera. Vio a un par de soldados

    rebeldes que utilizaban todas sus energas para contener a un tauntaun nervioso que intentaba escapar. Desde el otro extremo, el oficial de cubierta corri hasta el pasillo y pase su mirada por la cmara

    hasta que vio a Han. Seor dijo frentico, el comandante Skywalker no ha pasado por la entrada sur. Quizs

  • olvid registrar su entrada. Lo dudo replic Han. Estn listos los vehculos? Todava no respondi el oficial de cubierta. Ha sido difcil adaptarlos al fro. Tal vez por la

    maana... Han le interrumpi. No se poda perder tiempo con mquinas que podan averiarse y que

    probablemente lo haran. Tendremos que salir con tauntauns. Cubrir el sector cuatro. La temperatura disminuye demasiado deprisa. Ya lo s protest Han. Pero Luke est afuera. El otro oficial se ofreci espontneamente: Cubrir el sector doce. Que control prepare la pantalla alfa. Han comprendi que no haba tiempo para que control hiciera funcionar sus cmaras de vigilancia,

    menos an ahora que Luke probablemente agonizaba en los desolados llanos de arriba. Se abri paso entre los soldados rebeldes reunidos, cogi las riendas de uno de los tauntauns

    adiestrados y mont en el lomo de la bestia. Se desencadenarn las tormentas nocturnas antes de que cualquiera de vosotros pueda llegar al

    primer marcador advirti el oficial de cubierta. En ese caso nos veremos en el infierno gru Han, tir de las riendas de su montura e hizo

    salir al animal de la cueva. Nevaba copiosamente mientras Han Solo cabalgaba presuroso por el yermo montado en el

    tauntaun. Estaba a punto de caer la noche y los vientos ululaban y atravesaban su ropa de abrigo. Saba que

    sera tan intil como un carmbano a menos que pronto encontrara al joven guerrero. El tauntaun haba empezado a padecer las consecuencias de la disminucin de la temperatura. Una vez cada la noche, ni las capas de grasa aislante ni el pelaje gris enmaraado podan

    protegerlo de la intemperie. La bestia resollaba y su respiracin se haca cada vez ms dificultosa. Han rez para que el lagarto de la nieve no cejara, al menos hasta que lograra localizar a Luke. Hizo avanzar ms velozmente a su montura y la oblig a atravesar los helados llanos. Otra figura avanzaba en medio de las nieves y su cuerpo de metal sobrevolaba el terreno congelado. El androide imperial de exploracin hizo una breve pausa en pleno vuelo y movi sus sensores. Satisfecho de lo que haba encontrado, el robot descendi suavemente y se pos en el suelo. Como si fuesen patas de araa, varias sondas se separaron del casco de metal y quitaron parte de la

    nieve que se haba asentado encima de ste. Algo empez a adquirir forma alrededor del robot: un brillo pulstil que cubri gradualmente la

    mquina como si se tratase de una cpula transparente. Ese campo de energa se estabiliz rpidamente y repeli la nieve agitada que rozaba el casco del androide.

    Unos segundos ms tarde el brillo se apag y la nieve agitada form una perfecta cpula blanca que ocult por completo al androide y su campo de energa protector.

    El tauntaun avanzaba al mximo de velocidad, a decir verdad demasiado de prisa si consideramos la distancia que haba recorrido y el aire insoportablemente fro. Haba dejado de resollar para gemir penosamente y sus patas vacilaban cada vez ms. Han se compadeci de los sufrimientos del tauntaun pero, en ese momento, la vida de este ser slo era secundaria en relacin con la de su amigo Luke.

    A Han le resultaba difcil ver a causa de la nevada cada vez ms copiosa. Desesperado, busc alguna interrupcin en los llanos infinitos, algn punto lejano que pudiera corresponder a Luke.

    Pero slo vio las extensiones penumbrosas de nieve y hielo. Sin embargo, oy un sonido. Han tir de las riendas e hizo que el tauntaun se detuviera bruscamente en el llano. Aunque no

    estaba seguro, crey percibir un sonido diferente del ulular de los vientos que le azotaban. Se esforz por ver en la direccin de donde proceda el sonido.

    Despus espole a su tauntaun y lo oblig a galopar a travs del campo nevado. Luke hubiese podido convertirse en un cadver, en alimento para los carroeros, antes de que

    surgieran las primeras luces del alba. Pero an estaba vivo, aunque muy poco, y luchaba por permanecer as a pesar de las tormentas nocturnas que le atacaron violentamente. Logro levantarse dolorosamente de las nieves, pero un vendaval helado volvi a derribarle. Al caer, pens en lo irnico de la situacin: un granjero de Tatooin que haba madurado para luchar contra la Estrella de la Muerte

  • y que pereca, solitario, en un yermo extrao y, congelado. Tuvo que reunir a todas las fuerzas que le quedaban para arrastrarse medio metro ms, pero

    finalmente cay y se hundi en los montculos cada vez ms densos. No puedo... dijo en voz alta a pesar de que nadie poda or sus palabras. Pero fueron odas por alguien a quien Luke an no haba visto. Debes hacerlo las palabras vibraron en la mente del joven guerrero. Luke, mrame! Luke no poda ignorar la orden: la energa de esas palabras pronunciadas con suavidad era

    imponente. Luke hizo un gran esfuerzo por levantar la cabeza y vio algo que le pareci una alucinacin. Ante

    sus ojos se encontraba Ben Kenobi, que al parecer no se senta afectado por el fro y que iba vestido con las modestas tnicas que haba usado en el caluroso desierto de Tatooine.

    Luke intent llamarle, pero se haba quedado sin habla. La aparicin habl con el mismo tono delicado y de autoridad con que Ben siempre se haba

    dirigido al joven: Luke, debes sobrevivir. El joven comandante volvi a encontrar fuerzas para mover una vez ms

    los labios: Tengo fro... tanto fro... Debes ir al sistema de Dagobah, le inform la figura espectral de Ben Kenobi. Aprenders con

    Yoda, el maestro jedi que me ense a m. Luke prest atencin y se estir para tocar a la figura espectral.

    Ben... Ben... gimi. La figura no se inmut ante los intentos de Luke por llegar hasta ella. Volvi a hablar: Luke, eres nuestra nica esperanza. Nuestra nica esperanza. Luke estaba confundido. Antes de que lograra reunir fuerzas para pedir una explicacin, la figura

    comenz a diluirse. Cuando toda huella de la aparicin se esfum, Luke crey ver que un tauntaun cabalgado por un jinete humano se acercaba. El lagarto de la nieve avanzaba hacia l con paso vacilante. El jinete se encontraba demasiado lejos y la tormenta lo haca demasiado borroso para poder identificarlo.

    Desesperado, antes de perder una vez ms el conocimiento, el joven comandante rebelde grit: Ben! El lagarto de la nieve apenas poda mantenerse sobre sus patas traseras de saurio cuando Han Solo

    fren y desmont. Han mir horrorizado el cuerpo cubierto de nieve y casi congelado que yaca como muerto a sus

    pies. Vamos, compaero suplic a la figura inerte de Luke y en el acto se olvid de su propio

    cuerpo casi congelado, todava no ests muerto. Hazme alguna seal. Han no percibi el menor indicio de vida y vio que la cara de Luke, prcticamente cubierta de

    nieve, estaba salvajemente lastimada. Frot la cara del joven y tuvo buen cuidado de no tocar las heridas que se secaban. Luke, no lo hagas. No ha llegado tu hora. Al fin obtuvo una ligera respuesta: un gemido suave, apenas audible a causa de los vientos, bast

    para enviar una corriente clida a travs del cuerpo tembloroso de Han. Sonri aliviado. Saba que no me abandonaras aqu! Tenemos que retirarte de este lugar. Como saba que la salvacin de Luke y la propia dependan de la velocidad del tauntaun, Han

    camin hacia la bestia llevando en sus brazos al joven guerrero desmayado. Antes de lograr colocar el cuerpo inconsciente en el lomo del animal, ste lanz un rugido de agona y cay en un peludo montn gris sobre la nieve. Han acomod a su compaero en el suelo y corri hasta el lagarto de la nieve cado. El tauntaun emiti un postrer sonido que no fue un rugido ni un bramido sino un chirrido enfermizo. Despus la bestia call.

    Solo aferr la piel del tauntaun y sus dedos embotados buscaron un hlito de vida. Est ms muerto que una luna de Tritn dijo, sabedor de que Luke no poda orle. No nos

    queda mucho tiempo. Acomod el cuerpo inerte de Luke contra el vientre del lagarto de la nieve muerto y puso manos a

    la obra. Pens que quiz fuera un sacrilegio emplear el arma favorita de un caballero jedi de ese modo pero, de momento, el sable de luz de Luke era la herramienta ms eficaz y adecuada para cortar el

  • grueso pellejo de un tauntaun. Al principio el arma le result extraa al tacto, pero poco despus cort el cuerpo de la bestia desde

    la cabeza peluda hasta las escamosas patas traseras. Han recul ante el desagradable olor que surga del corte humeante. Recordaba pocas cosas que

    apestaran tanto como las entraas de un lagarto de la nieve. Sin reflexionar, arroj las entraas viscosas en la nieve.

    Cuando el cadver del animal qued totalmente destripado, Han coloc a su amigo dentro de la piel clida y cubierta de pelo.

    Luke, s que no huele demasiado bien, pero evitar que te congeles. Estoy seguro de que el tauntaun no vacilara si se diera la situacin inversa.

    De la cavidad destripada del lagarto de la nieve sali otra rfaga de hedor. Caray! Han estuvo a punto de vomitar. Amigo, por suerte ests desmayado. No quedaba mucho tiempo para llevar a cabo lo que era necesario hacer. Las manos heladas de Han

    se acercaron a la mochila de provisiones atada al lomo del tauntaun y revolvieron los elementos preparados por los rebeldes hasta localizar el contenedor del refugio.

    Antes de desenvolverlo, Han habl por el intercomunicador: Base Eco, me os? no obtuvo respuesta. Este intercomunicador no funciona! El cielo haba

    adquirido una oscuridad inquietante y los vientos soplaban con violencia, de modo que hasta respirar resultaba casi imposible. Han forceje hasta abrir el contenedor del refugio y, con los miembros rgidos, comenz a armar el nico elemento del equipo rebelde que quiz les protegiera a ambos... aunque slo fuese durante un rato ms.

    Si no armo el refugio a toda velocidad gru para s, Jabba no necesitar a los cazadores a sueldo.

  • III

  • Artoo-Detoo estaba junto a la entrada del hangar de hielo secreto de los rebeldes, cubierto por una capa de nieve que se haba posado sobre su cuerpo en forma de tapn. Sus mecanismos de regulacin interna saban que llevaba mucho tiempo en ese lugar y sus sensores pticos le indicaban que el cielo estaba oscuro.

    Pero la unidad R2 slo se preocupaba por sus sensores de exploracin incorporados, que an emitan seales a travs de los campos de hielo. Su prolongada y sincera bsqueda con los sensores de los desaparecidos Luke Skywalker y Han Solo no haba dado el menor resultado.

    El androide rechoncho lanz nerviosos bips cuando Threepio se acerc a l, andando rgidamente entre la nieve.

    Artoo, no puedes hacer nada ms el robot dorado inclin la mitad superior de su cuerpo girando en las coyunturas de la cadera. Ser mejor que entres Threepio volvi a erguirse en toda su estatura y simul un escalofro humano cuando los vientos nocturnos aullaron junto a su casco brillante. Artoo, se me estn congelando las juntas. Tendras la amabilidad de... de darte prisa... de...? antes de terminar la frase, Threepio regres a toda prisa hacia la entrada del hangar.

    La noche haba dominado por completo el cielo de Hoth y la princesa Leia Organa se encontraba en el interior de la entrada de la base rebelde, sufriendo una prolongada e inquieta vigilia. Se estremeci a causa del viento nocturno mientras intentaba penetrar las tinieblas de Hoth. Aguardaba junto al comandante Derlin, que tambin estaba muy preocupado, pero su mente se encontraba en los campos helados.

    El gigantesco wookie esperaba cerca y alz rpidamente la cabeza melenuda de las manos cubiertas de pelos cuando los dos androides, Threepio y Artoo, volvieron a entrar en el hangar.

    Threepio estaba humanamente acongojado. Artoo no ha logrado captar ninguna seal inform con pena, aunque opina que

    probablemente su alcance es demasiado limitado para que renunciemos a toda esperanza. De todos modos, se perciba muy poca confianza en la voz artificial de Threepio. Leia hizo un gesto de reconocimiento al androide ms alto, pero no habl. Dedicaba sus

    pensamientos a los dos hroes desaparecidos. Lo que ms la perturbaba era que descubri que concentraba su mente en uno de los dos: un coreliano moreno cuyas palabras no siempre podan interpretarse literalmente.

    Mientras la princesa mantena la vigilancia, el comandante Derlin se volvi para atender a un teniente rebelde que iba a darle el parte.

    Seor, con excepcin de Solo y Skywalker, todas las patrullas han regresado. El comandante mir a la princesa Leia. Alteza dijo con voz cargada de pesar, esta noche no podemos hacer nada ms. La

    temperatura est bajando vertiginosamente. Lo lamento, pero debemos cerrar la capa protectora. Derlin guard silencio unos instantes y despus se dirigi al teniente: Cerrad las puertas.

    El oficial rebelde se retir a cumplir la orden de Derlin y de inmediato la temperatura de la cmara de hielo pareci disminuir an ms mientras el pesaroso wookie aullaba apenado por los dos desaparecidos.

    Los vehculos rpidos estarn listos por la maana comunic el comandante a la princesa Leia. Nos facilitarn la bsqueda.

    Existe alguna posibilidad de que sobrevivan hasta que amanezca? pregunt Leia, sin esperanzas de obtener una respuesta afirmativa.

    S, la posibilidad existe, pero es nfima respondi el comandante Derlin con seria honestidad. En respuesta a las palabras del comandante, Artoo hizo funcionar los computadores miniaturizados

    del interior de su cuerpo metlico semejante a un barril. Slo tard unos segundos en hacer juegos malabares con diversos conjuntos de cmputos matemticos y culmin sus clculos con una serie de bips triunfales.

    Seora tradujo Threepio, Artoo dice que cuentan con una posibilidad de supervivencia entre setecientas veinticinco el androide protocolario se inclin hacia el robot ms bajo y protest: En realidad, me parece que no es necesario que lo sepamos.

    Nadie coment la traduccin de Threepio. Durante un rato rein un silencio solemne que slo interrumpa el estrpito retumbante del metal chocando contra el metal: las enormes puertas de la base rebelde se cerraron en la noche. Fue como si una deidad despiadada hubiese apartado sumariamente al grupo de los dos hombres que estaban en los llanos helados y anunciara sus muertes con un estrpito

  • metlico. Chewbacca exhal otro aullido de sufrimiento. Una muda plegaria, que a menudo se rezaba en un antiguo mundo llamado Alderaan, domin los

    pensamientos de Leia. El sol que ascenda por el horizonte norteo de Hoth era relativamente dbil, pero sus rayos

    bastaban para transmitir un poco de calor a la helada superficie del planeta. La luz se desliz por las colinas onduladas de nieve, luch por llegar a los rincones ms oscuros de las gargantas heladas y por ltimo se pos en lo que seguramente era el nico montculo blanco perfecto de todo ese mundo.

    Ese montculo cubierto de nieve era tan perfecto que sin duda deba su existencia a un poder que no era el de la naturaleza. Ms tarde, a medida que el cielo aclaraba cada vez ms, el montculo empez a zumbar. Cualquiera que lo observara se habra sorprendido al ver que la cpula de nieve pareca estallar y arrojaba hacia el cielo su capa exterior en un gran estallido de partculas blancas.

    Una mquina ronroneante comenz a guardar sus sensores retrctiles y su espantosa mole se elev lentamente del lecho blanco y congelado.

    El robot de exploracin se detuvo unos instantes en el aire ventoso y despus prosigui su misin matinal a travs de los llanos cubiertos de nieve.

    Algo ms haba invadido el aire matinal del mundo de hielo: una nave relativamente pequea y de morro chato con ventanas de cristales oscuros en la carlinga y caones lser montados a ambos lados. El vehculo rpido para nieve de los rebeldes posea un fuerte blindaje y estaba destinado a librar batalla cerca de la superficie del planeta. Pero esa maana la pequea nave haba salido para cumplir una misin de reconocimiento; avanzaba veloz por el amplio paisaje blanco y trazaba arcos sobre los contornos de los montculos de nieve.

    Aunque el vehculo rpido para la nieve poda albergar una tripulacin de dos hombres, en ese momento Zev era el nico ocupante de la nave. Sus ojos hicieron un registro panormico de las desoladas extensiones que se abran debajo y rez con la esperanza de encontrar los objetos que buscaba antes de que la nieve le cegase.

    Despus oy un suave bip. Base Eco grit lleno de alegra por el intercomunicador de la carlinga, he encontrado algo!

    No es nada extraordinario, pero podra tratarse de un indicio de vida. Sector cuatro seis uno cuatro por ocho ocho dos. Me acercar.

    Zev manipul exaltado los mandos de la nave, redujo ligeramente la velocidad e inclin lateralmente la nave al virar por encima de un montculo de nieve Acogi de buena gana la repentina fuerza de gravedad que le apretaba contra el asiento y dirigi el vehculo rpido para nieve hacia la zona de la dbil seal.

    Mientras el infinito blanco del suelo de Hoth se deslizaba por debajo, el piloto rebelde conect su intercomunicador a una nueva frecuencia.

    Eco Tres, soy Pcaro Dos. Me recibs? Comandante Skywalker, Pcaro Dos al habla. La nica respuesta que obtuvo fue la esttica que pasaba por el receptor de su intercomunicador. Pero despus oy una voz, una voz que sonaba muy lejana y luchaba por hacerse or en medio del

    ruido crujiente. Chicos, ha estado bien que pasaseis por aqu. Espero que no os hayamos obligado a madrugar. Zev acogi con entusiasmo el cinismo caracterstico del tono de voz de Han Solo. Volvi a

    conectar el transmisor con la base rebelde oculta: Base Eco, soy Pcaro Dos inform y alz la voz sbitamente. Los he encontrado. Repito... Al hablar, el piloto realiz una perfecta localizacin a partir de las seales que parpadeaban en las

    pantallas de los monitores de la carlinga. Redujo an ms la velocidad de la nave y descendi lo bastante cerca de la superficie del planeta para mirar con ms claridad un pequeo objeto que se destacaba entre los llanos cubiertos de copos de nieve.

    El objeto, un refugio porttil fabricado por los rebeldes, estaba encima de un montculo de nieve. En el lado de barlovento del refugio se vea una capa blanca compacta; apoyada con cuidado en la

    parte superior del montculo de nieve, apareca una improvisada antena de radio. Pero lo ms agradable fue ver la conocida figura humana que se encontraba delante del refugio

    contra la nieve y que agitaba frenticamente los brazos en direccin al vehculo rpido. Cuando hizo descender la nave para aterrizar, Zev se sinti profundamente dichoso de que al menos

    uno de los guerreros que le haban enviado a buscar siguiera con vida.

  • Solo una ventana de cristal grueso separaba el cuerpo maltratado y casi congelado de Luke Skywalker de sus cuatro vigilantes amigos.

    Han Solo, que gustaba del calor relativo del centro mdico rebelde, se encontraba junto a Leia, su copiloto wookie, Artoo-Detoo y See-Threepio. Han suspir aliviado. Saba que, a pesar del funesto ambiente de la cmara que le circundaba, al fin el joven comandante estaba fuera de peligro y atendido por las mejores manos mecnicas.

    Vestido nicamente con un pantaln corto de color blanco, Luke colgaba en posicin vertical dentro de un cilindro transparente provisto de una combinacin de mscara respiratoria y micrfono, la cual cubra la nariz y la boca. El androide cirujano Too-Onebee, atenda al joven con la habilidad de los mejores mdicos humanoides. Contaba con la cooperacin de su ayudante mdico androide, FX-7, que pareca un conjunto de cilindros, alambres y apndices coronados de metal. Con gracia, el androide cirujano accion un interruptor que hizo que un lquido rojo y gelatinoso se derramara sobre su paciente humano.

    Han saba que ese bacta poda obrar maravillas, incluso en pacientes de tanta gravedad como Luke. A medida que el lodo burbujeante cubra su cuerpo, Luke empez a agitarse y a delirar. Cuidado gimi... Criaturas de la nieve. Peligrosas... Yoda... V a ver a Yoda... nica

    esperanza. Han no tena la menor idea de lo que deca su amigo. Chewbacca, confundido tambin por los

    desvaros del joven, se expres con un ladrido wookie de interrogacin. Chewie, lo que dice tampoco tiene sentido para m respondi Han. Lleno de esperanzas, Threepio coment: Espero que funcione bien, si es que me entendis. Sera una verdadera pena que el amo Luke

    sufriera un cortocircuito. Este chico se encontr con algo que no era nicamente el fro observ Han tcticamente. Sigue hablando sobre esos seres dijo Leia observando a Solo, que tena la mirada torvamente

    fija. Han, hemos duplicado las medidas de seguridad agreg e intent darle las gracias. No s cmo...

    Olvdelo respondi bruscamente. De momento, a Han slo le preocupaba su amigo sumergido en el lquido rojo del bacta.

    El cuerpo de Luke chapote en la sustancia de color claro y las propiedades curativas del bacta comenzaron a surtir efecto. De momento pareca que Luke intentaba rechazar el flujo teraputico del lodo translcido. Finalmente renunci a sus murmuraciones, se relaj y se entreg a los poderes del bacta.

    Too-Onebee se apart del humano cuyo cuidado le haban confiado. Su cabeza en forma de crneo describi un ngulo para mirar a Han y a los dems, que estaban al otro lado de la ventana.

    El comandante Skywalker ha sufrido un dormi-choque pero reacciona bien al bacta anunci el robot; su voz dominante y autoritaria se oy claramente a travs del cristal. Ya est fuera de peligro.

    Las palabras del robot cirujano aliviaron inmediatamente la tensin que se haba apoderado del grupo situado al otro lado de la ventana. Leia suspir reconfortada y Chewbacca gru para manifestar su aprobacin por el tratamiento de Too-Onebee.

    Luke no poda calcular cunto tiempo haba delirado, pero ahora haba recuperado el pleno dominio de su mente y sus sentidos. Se sent en la cama del centro mdico rebelde. Pens que era feliz de volver a respirar aire de verdad, por muy fro que fuese.

    Un androide mdico retiraba de su rostro ya curado la almohadilla protectora. Sus ojos quedaron descubiertos y empez a percibir el rostro de alguien que estaba junto a su cama. Gradualmente logr centrar la imagen sonriente de la princesa Leia. Ella se inclin graciosamente hacia l y con delicadeza le apart el pelo de los ojos.

    El bacta est actuando bien coment la princesa mientras observaba sus heridas casi curadas. Las cicatrices desaparecern dentro de un da o dos. An te duele?

    Al otro lado de la habitacin, una puerta se abri estrepitosamente. Artoo lanz un alegre bip a modo de saludo mientras se deslizaba hacia Luke y Threepio se acerc ruidosamente a la cama:

    Amo Luke, me alegro de ver que vuelve a funcionar. Gracias, Threepio. Artoo lanz una serie de bips y silbidos de alegra. Artoo tambin quiere expresar su alegra Tradujo Threepio servicialmente.

  • Luke deseaba agradecer la preocupacin de los robots, pero antes de que pudiera responderles se top con otra interrupcin.

    Hola, chico Han Solo le salud alegremente mientras entraba con Chewbacca en el centro mdico.

    El wookie gru a manera de amistoso saludo. Pareces lo bastante fuerte para luchar con un gundark coment Han. Luke se senta fuerte y tambin agradecido a su amigo. Gracias a ti. Pequeo, ahora me debes dos Han dirigi a la princesa una sonrisa amplia y perversa. Bien,

    Seora agreg burlonamente, parece que se las ha arreglado para mantenerme cerca un tiempo ms.

    Yo no tuve nada que ver respondi Leia acaloradamente, molesta por la vanidad de Han. El general Rieekan opina que es peligroso que cualquier nave abandone el sistema antes de que los generadores estn en condiciones de operar.

    Es una buena explicacin, pero creo que usted no soporta la idea de tenerme lejos. Cerebro de lser, no s de dnde extraes tus ideas delirantes respondi la princesa. Divertido

    por esa batalla verbal entre las dos voluntades humanas ms fuertes con las que se haba topado en su vida, Chewbacca lanz una rugiente risa wookie.

    Re cuanto quieras, pelota de pelos agreg Han afablemente. No nos viste cuando estbamos solos en el pasillo sur.

    Hasta ese momento, Luke apenas haba prestado atencin al delirante dilogo. Han y la princesa haban discutido mucho en el pasado. Sin embargo, esa referencia al pasillo sur despert su curiosidad y mir a Leia en busca de una explicacin.

    Expres lo que senta verdaderamente por mi agreg Han y se deleit con el rubor sonrosado que apareci en las mejillas de la princesa. Vamos, Alteza, no puede haberlo olvidado.

    Eres un pastor de nerfos vil, engredo, tonto, desaliado... barbot furiosa. Quin me llama desaliado? sonri. Querida, le dir una cosa. Seguramente golpe muy

    cerca del blanco para hacerla saltar as. No te parece, Luke? S replic y mir incrdulo a la princesa. Me parece que s. Leia mir a Luke, y en su rostro ruborizado se trasluca una extraa mezcla de emociones. Durante

    unos segundos se reflej en sus ojos algo vulnerable, casi infantil. Despus volvi a cubrirse con la mscara de la dureza.

    Ah, te parece que s? pregunt. Supongo que no lo sabes todo sobre las mujeres, verdad? Luke reconoci en silencio que as era. Estuvo an ms de acuerdo cuando Leia se inclin y le bes con vehemencia en los labios. Despus la princesa se volvi, cruz la habitacin y dio un portazo al salir.

    Todos los presentes humanos, wookie y androides se miraron sin pronunciar palabra. A lo lejos, en los pasillos subterrneos, son una alarma. El general Rieekan y su controlador jefe conferenciaban en el centro de mando de los rebeldes. La princesa Leia y Threepio, que haban escuchado al general y a su oficial, se volvieron

    expectantes al ver que entraban Han Solo y Chewbacca. Una seal de advertencia resplandeca en la inmensa consola situada detrs de Rieekan, operada

    por los oficiales rebeldes de control. General llam el controlador de sensores. Seriamente preocupado, el general Rieekan mir las pantallas de la consola. Repentinamente vio

    una seal parpadeante que unos segundos antes no estaba all. Princesa, creo que tenemos un visitante comunic. Leia, Han, Chewbacca y Threepio se reunieron alrededor del general y miraron las pantallas del

    monitor que emitan bips. Hemos captado algo fuera de la base en la zona doce. Se mueve hacia el este agreg Rieekan. Sea lo que fuere es de metal comunic el controlador de sensores. Leia abri los ojos sorprendida y pregunt: No puede ser una de esas criaturas que atacaron a Luke? Podra ser nuestro? inquiri Han. Quizs un vehculo rpido? El controlador de sensores

    mene negativamente la cabeza. No, no hay seal de otro monitor surgi un sonido. Un momento, algo muy dbil...

  • Threepio camin tan deprisa como se lo permitan sus rgidas juntas y se acerc a la consola. Sus sensores auditivos sintonizaron las extraas seales.

    Seor, debo decir que domino ms de sesenta millones de formas de comunicacin, pero sta es nueva. Seguramente est en cdigo o...

    En ese momento la voz de un soldado rebelde son por el altavoz del intercomunicador de la consola:

    Estacin Eco tres ocho. Dentro de nuestro alcance hay un objeto no identificado. Se encuentra encima de la cordillera. Haremos contacto visual dentro de... sin ms, la voz se carg de temor. Qu demonios... Oh, no! Por la radio se oy un estallido de esttica y la transmisin se interrumpi por completo. Han frunci el ceo.

    Sea lo que fuere, no se trata de un amigo dijo. Echemos un vistazo. Vamos, Chewie. Antes de que Han y Chewbacca abandonaran la cmara, el general Rieekan ya haba enviado a los

    Pcaros Diez y Once a la Estacin tres ocho. El descomunal destructor galctico imperial ocupaba una posicin de prominencia letal en la flota

    del emperador. La nave elegantemente alargada era ms grande y an ms funesta que los cinco destructores galcticos estelares en forma de cua que la protegan. Esos cinco cruceros constituan las naves de guerra ms temidas y devastadoras de la galaxia y podan reducir a desechos csmicos todo lo que se acercara demasiado a sus armas.

    Varios cazas ms pequeos flanqueaban a los destructores galcticos, y esparcidos entre esa gran armada espacial se encontraban los infames cazas TIE.

    Una confianza absoluta reinaba en el corazn de todos los tripulantes de ese escuadrn imperial de la muerte, sobre todo en el del personal del monstruoso destructor galctico central. Pero en sus almas tambin arda algo ms: el miedo, miedo ante el simple sonido de las conocidas pisadas pesadas cuando retumbaban por la inmensa nave. Los tripulantes teman esos pasos y se estremecan cada vez que los oan pues traan a su tan temido jefe, que tambin era muy respetado.

    Ms alto que ellos, con su tnica negra y su toca del mismo color que le ocultaba la cabeza Darth Vader el Oscuro Seor del Sith entr en la cubierta principal de control y los hombres que estaban presentes guardaron silencio. Durante lo que pareci una eternidad, slo se oyeron los sonidos de los tableros de mando de la nave y el ruidoso resuello que proceda de la Pantalla respiratoria de metal de la figura de bano.

    Mientras Darth Vader observaba la disposicin de las estrellas, el capitn Piett corri por el amplio puente de la nave con un mensaje para el rechoncho almirante Ozzel, de aspecto perverso, que se encontraba apostado en el puente.

    Almirante, creo que hemos encontrado algo anunci nervioso y pase la mirada de Ozzel al Oscuro Seor.

    S, capitn? El almirante era un hombre sumamente confiado que estaba relajado ante su superior cubierto con

    una tnica. Lo que tenemos solo es el fragmento del informe de un androide de exploracin enviado al

    sistema de Hoth. Pero se trata de la mejor pista con que contamos desde que... Hemos enviado miles de androides de exploracin para que registren la galaxia le interrumpi

    Ozzel furioso. No quiero pistas sino pruebas. No pienso continuar una persecucin de un lado al... La figura vestida de negro se acerc bruscamente a los dos y les interrumpi: Habis encontrado algo? pregunt y la mscara respiratoria distorsion un poco su voz. El capitn Piett mir respetuosamente a su jefe, que se cerna sobre l como un dios omnipotente

    vestido de negro. Si, seor replic Piett lentamente y eligi con cuidado las palabras. Disponemos de

    controles visuales. Aparentemente, el sistema carece de formas humanas... Vader ya no prestaba atencin a las palabras del capitn. Volvi su rostro enmascarado hacia una

    imagen que brillaba en una de las pantallas visoras: la imagen de un pequeo escuadrn de vehculos rpidos para la nieve de los rebeldes que se deslizaban sobre los campos blancos.

    Ese es afirm Darth Vader sin reflexionar. Seor protest el almirante Ozzel, existen muchos asentamientos inexplorados. Podran ser

    contrabandistas... Es se! insisti el ex caballero jedi y cerr el puo cubierto por un guante negro. Skywalker

  • est con ellos. Almirante, rena las naves de patrulla y ponga rumbo al sistema de Hoth. Vader mir a un oficial vestido con uniforme verde y una gorra del mismo color.

    Se dirigi a l. General Veers, prepare a sus hombres. En cuanto Darth Vader habl, sus hombres se pusieron en accin para poner en prctica el terrible

    plan. El androide imperial de exploracin alz una gran antena en su cabeza de sabandija y emiti una

    seal aguda y de alta frecuencia. Los dispositivos exploradores del robot reaccionaron ante una forma de vida escondida detrs de un enorme montculo de nieve y advirtieron la aparicin de la cabeza parda de un wookie y el sonido de un gruido ronco. Las barrenas incorporadas al robot de exploracin apuntaron al gigante peludo. Antes de que pudiera disparar, el rayo rojo de una barrena de mano estall detrs del androide imperial de exploracin y mell su casco de color oscuro.

    Mientras se ocultaba detrs de un gran montculo de nieve, Han Solo comprob que Chewbacca segua oculto y despus vio que el robot giraba en el aire para hacerle frente. De momento, la estratagema daba resultado y ahora era l el objetivo. Han apenas se haba apartado del radio de alcance cuando la mquina flotante dispar y levant trozos de nieve del borde de su montculo.

    El coreliano volvi a disparar y dio en el blanco con el rayo de su arma. Oy que de la mquina mortal surga un chirrido agudo y un instante despus el androide imperial de exploracin estall en ms de un billn de piezas llameantes.

    ...sospecho que no queda mucho explic Han por el intercomunicador mientras conclua su informe a la base subterrnea.

    La princesa Leia y el general Rieekan seguan ante la consola a travs de la cual se haban mantenido en comunicacin constante con Han.

    Qu es? quiso saber Leia. Una especie de androide replic. No le di tan fuerte. Seguramente contaba con un sistema

    de autodestruccin. Leia se detuvo a meditar sobre esta informacin tan poco agradable. Un androide imperial murmur y dej traslucir cierta inquietud. Si lo era, no cabe duda que el Imperio sabe que estamos aqu advirti Han. El general Rieekan mene lentamente la cabeza. Ser mejor que iniciemos la evacuacin del planeta.

  • IV

  • Seis formas siniestras aparecieron en el espacio negro del sistema de Hoth y se cernieron como enormes demonios destructores, dispuestas a descargar las furias de sus armas imperiales. En el interior del ms grande de los seis destructores galcticos imperiales, Darth Vader se encontraba solo en una pequea habitacin esfrica. Un nico haz de luz brillaba sobre su casco negro mientras permaneca inmvil en su cmara de meditacin, elevada con respecto al suelo.

    Cuando el general Veers se acerc, la esfera se abri lentamente y la mitad superior se alz como una mandbula mecnica de dientes serrados. Para Veers, la oscura figura sentada en el interior del capullo semejante a una boca apenas pareca tener vida a pesar de que emanaba un poderoso halo de pura maldad, lo cual estremeci al oficial.

    Inseguro de su propio valor, Veers se adelant un paso. Tena que entregar un mensaje, pero, si era necesario, prefera esperar varias horas antes que perturbar la meditacin de Vader.

    De todos modos, Vader reaccion de inmediato: Qu quiere, Veers? Mi seor respondi el general y eligi con cuidado las palabras, la flota ha abandonado la

    velocidad de la luz. El explorador de comunicaciones ha detectado un campo de energa que protege una zona del sexto planeta del sistema de Hoth. El campo es lo bastante poderoso para desviar cualquier bombardeo.

    Vader se irgui en sus dos metros de alto y su manto se balance sobre el suelo. En consecuencia, la escoria rebelde est enterada de nuestra presencia furioso, cerr sus puos

    cubiertos por guantes negros. El almirante Ozzel abandon la velocidad de la luz demasiado cerca del planeta.

    Consider que el factor sorpresa era ms inteligente... Es tan torpe como estpido le interrumpi Vader, y respir pesadamente. Es imposible

    llevar a cabo un bombardeo correcto a travs del campo de energa. Prepare sus tropas para un ataque de superficie.

    El general Veers se volvi y abandon la sala de meditacin con precisin militar, dejando atrs a un furioso Darth Vader. Una vez a solas en la cmara, Vader activ una gran pantalla visora en la que apareci una imagen claramente iluminada del amplio puente de su destructor galctico.

    El almirante Ozzel respondi a la llamada de Vader, dio un paso hacia delante y su rostro ocup prcticamente toda la pantalla del monitor del Oscuro Seor. La voz de Ozzel vacil al anunciar.

    Seor Vader, la flota ha abandonado la velocidad de la luz... La respuesta de Vader iba dirigida al oficial que se encontraba ligeramente detrs de Ozzel: Capitn Piett. Como saba que era mejor no remolonear, el capitn Piett avanz en el acto mientras el almirante

    retroceda un paso y se llevaba automticamente una mano a la garganta. S, mi seor respondi Piett respetuosamente. Ozzel sinti nuseas cuando su garganta, como si fuese presa de garras invisibles, empez a

    estrecharse. Preprese para desembarcar tropas de asalto al otro lado del campo de energa orden

    Vader. Despus despliegue la flota para que nada ni nadie pueda salir del planeta. A partir de ahora tiene usted el mando, almirante.

    Piett se sinti simultneamente satisfecho e inquieto por la noticia. Cuando se volvi para cumplir las rdenes vio una figura que quizs algn da sera la suya. El rostro de Ozzel estaba horriblemente contorsionado, pues luchaba por aspirar una ltima bocanada de aire; despus cay muerto al suelo.

    El Imperio haba entrado en el sistema de Hoth. Los soldados rebeldes corrieron a sus estaciones de alerta mientras las alarmas ululaban por los tneles de hielo. Las tripulaciones de tierra y los androides de todo tipo de tamaos y modelos se apresuraron a cumplir las tareas asignadas, respondiendo con eficacia a la inminente amenaza imperial.

    Los vehculos rpidos y blindados para nieve fueron repostados mientras esperaban en formacin de ataque con el fin de volar la entrada principal de la cueva. Simultneamente, en el hangar, la princesa Leia se diriga a un pequeo grupo de pilotos de cazas rebeldes:

    Las grandes naves de transporte partirn en cuanto estn cargadas. Slo dos cazas de escolta por nave. La capa protectora de energa slo puede abrirse durante unas dcimas de segundo, por lo que tendris que permanecer muy cerca de los transportes.

    Hobbie, un rebelde veterano en muchas batallas, mir preocupado a la princesa y pregunt:

  • Dos cazas contra un destructor galctico? El can de iones disparar varias rfagas que deben destruir a cualquier nave que se encuentre

    en vuestro corredor de vuelo explic Leia. Cuando hayis salido de la capa protectora de energa, continuaris hasta el punto de reunin. Buena suerte! Algo ms tranquilos, Hobbie y los dems pilotos echaron a correr hacia las carlingas de sus cazas.

    Entretanto, Han trabajaba frenticamente para terminar la soldadura de un elevador del Millennium Falcon. Acab enseguida, salt al suelo del hangar y conect su intercomunicador.

    Todo listo, Chewie dijo a la figura peluda sentada ante los mandos del Falcon, intntalo. En ese preciso instante Leia pas a su lado y le dirigi una furiosa mirada. Han la mir con

    suficiencia mientras los elevadores del carguero se alzaban del suelo, despus de lo cual el derecho empez a sacudirse irregularmente, se separ en parte y cay con un violento estrpito.

    Se apart de Leia y slo percibi un atisbo de su rostro cuando la princesa alz burlonamente una ceja.

    Sujtalo, Chewie gru Han por el pequeo transmisor. El Avenger, uno de los destructores galcticos en forma de cuna de la armada imperial, se

    encumbr como un ngel de la muerte mecanizado en el mar de estrellas situado fuera del sistema de Hoth. A medida que la descomunal nave se acercaba al mundo de hielo, el planeta fue claramente visible a travs de las ventanas que se extendan ms de cien metros en el inmenso puente de la nave de guerra. El capitn Needa, comandante de la tripulacin del Avenger, miraba por una portilla principal y observaba el planeta cuando se le acerc un controlador:

    Seor, una nave rebelde se aproxima a nuestro sector le inform. Muy bien! respondi Needa con los ojos brillantes. Ser nuestra primera captura del da. El primer blanco sern los generadores de energa asegur el general Rieekan a la princesa. El primer transporte de la zona tres que se aproxime a la capa protectora dijo uno de los

    controladores rebeldes y rastre una imagen clara que slo poda corresponder a un destructor galctico imperial.

    Preparaos para abrir la capa protectora orden un operador de radar. Preparado Control de Iones dijo otro controlador. Un gigantesco globo metlico situado en la superficie helada de Hoth rot hasta situarse y curv

    hacia arriba la torreta de su gran can de torrecilla. Fuego! orden el general Rieekan. Sbitamente, dos rayos rojos de energa destructora salieron disparados por los fros cielos. Casi de

    inmediato adelantaron a la primera nave rebelde de transporte qu, avanzaba a toda velocidad y siguieron en camino directo hacia el enorme destructor galctico.

    Los dos rayos rojos iguales alcanzaron a la enorme nave y volaron su torre de mando. Las explosiones desencadenadas por el estallido hicieron balancear la enorme fortaleza volante, que perdi el control. El destructor galctico se hundi en el espacio profundo mientras el transporte rebelde y los dos cazas de escolta partan hacia la seguridad.

    Luke Skywalker, a punto de partir, prepar el equipo contra el mal tiempo y observ a los pilotos, artilleros y las unidades R2 que se apresuraban a cumplir sus tareas. Ech a andar hacia la fila de vehculos rpidos de la nieve que le aguardaban. A mitad de camino, el joven comandante se detuvo junto a la seccin de cola del Millennium Falcon, en la que Han Solo y Chewbacca reparaban frenticamente el elevador derecho.

    Chewie, cuida de ti mismo y vigila a este muchacho quieres? pidi Luke. El wookie lanz un ladrido de despedida, dio a Luke un gran abrazo y volvi a ocuparse de los

    elevadores. Los dos amigos, Luke y Han, se miraron atentamente, quiz por ltima vez. Espero que hagas las paces con Jabba dijo Luke por ltimo. Chico, enloqucelos respondi alegremente el coreliano. El joven comandante se alej mientras su mente se inundaba con los recuerdos de las hazaas

    compartidas con Han. Se detuvo, se volvi para mirar el Falcon y not que su amigo segua con la vista fija en l. Mientras se observaban fugazmente, Chewbacca les mir y supo que cada uno deseaba lo mejor para el otro, dondequiera que les llevasen sus respectivos destinos personales.

    El sistema de altavoces interrumpi sus pensamientos. El primer transporte ha pasado un locutor rebelde dio la buena noticia.

  • Al orla, las personas reunidas en el hangar aplaudieron. Luke se volvi y corri a su vehculo rpido para la nieve. Cuando lleg vio que Dack, su joven artillero de aspecto rozagante, le esperaba junto a la nave.

    Seor, cmo se siente? pregunt Dack entusiasmado. Como nuevo, Dack. Y t, cmo ests? Dack sonri de oreja a oreja. En este momento me siento capaz de vrmelas yo solo con todo el Imperio. Claro respondi Luke suavemente, comprendo lo que dices. Aunque slo se llevaban unos pocos aos, en ese momento Luke se sinti varios siglos ms viejo. La voz de la princesa Leia surgi por el sistema de altavoces: Atencin, pilotos de los vehculos rpidos... al or la seal de retirada reunos en la ladera sur. Vuestros cazas estn preparados para el despegue. Se transmitir en cdigo uno cinco una vez

    efectuada la evacuacin. Threepio y Artoo se encontraban entre el personal que se mova a toda velocidad mientras los

    pilotos se preparaban para partir. El androide dorado se inclin ligeramente para dirigir sus sensores hacia el pequeo robot R2. Las sombras que jugaban sobre la cara de Threepio dieron la sensacin de que su placa facial se alargaba hasta formar un ceo fruncido.

    Por qu ser que cuando las cosa parecen resueltas todo se viene abajo? pregunt. Se inclin hacia delante y palme cariosamente el casco del otro androide. Cuida del amo Luke y tambin de ti mismo.

    Artoo lanz unos silbidos y unos sonidos breves a modo de despedida y despus gir para deslizarse por el pasillo de hielo. Threepio salud tiesamente y vio cmo se alejaba su fiel y rechoncho amigo.

    A un observador hubiera podido parecerle que a Threepio se le humedecan los ojos, pero no era la primera vez que una gota de aceite se atascaba en sus sensores pticos.

    El robot con forma humana finalmente gir y se alej en direccin contraria.

  • V

  • Nadie en Hoth oy el sonido. Al principio, sonaba demasiado lejos para que los vientos ululantes lo transmitiesen. Adems, los soldados rebeldes que combatan el fro mientras se preparaban para el combate estaban demasiado ocupados para prestar atencin.

    En las trincheras excavadas en la nieve, los oficiales rebeldes daban rdenes a gritos para hacerse or entre los vientos huracanados. Los soldados se apresuraron a cumplir las rdenes, corrieron sobre la nieve cargando al hombro armas pesadas parecidas a bazookas y clavaron esos lanzarrayos letales en los bordes helados de las trincheras.

    Los generadores de energa de los rebeldes, situados cerca de las torres de los caones, comenzaron a saltar, zumbar y chisporrotear con ensordecedores estallidos de energa elctrica suficiente para alimentar el enorme complejo subterrneo. Por encima de esa actividad y de los ruidos poda percibirse un sonido extrao, un golpeteo agorero que se acercaba y haca temblar el terreno congelado. Cuando estuvo lo bastante cerca para llamar la atencin de un oficial, ste se esforz por ver en medio de la tormenta y busc el origen de los golpes pesados y rtmicos. Otros hombres desviaron la vista de sus tareas y vieron algo que pareca una serie de partculas en movimiento. Los pequeos puntos parecan avanzar en medio de la ventisca a paso lento pero constante, levantando nubes de nieve a medida que se aproximaban a la base rebelde.

    El oficial cogi los electro-prismticos y enfoc los objetos que se acercaban. Haba unos doce que avanzaban decididamente entre la nieve y que parecan seres de un pasado inexplorado. Pero se trataba de mquinas y cada una de ellas acechaba como un inmenso ungulado sobre sus cuatro patas articuladas. Caminantes! El oficial identific los transportes blindados y todo terreno del Imperio y se estremeci. Cada mquina iba fabulosamente armada con caones situados en la parte anterior, a la manera de los cuernos de una bestia prehistrica. Los caminantes avanzaban como paquidermos mecnicos y sus armas y caones giratorios lanzaban un fuego mortal.

    El oficial aferr su intercomunicador. Pcaro Jefe... estoy a punto de llegar! Punto cero tres. Estacin Eco cinco-siete, estamos en camino. Mientras Luke Skywalker responda, una explosin rode de hielo y nieve al oficial y a sus

    aterrados hombres. stos ya estaban al alcance de los caminantes. Los soldados rebeldes saban que su tarea consista en desviar la atencin mientras las naves de transporte partan, pero ninguno estaba dispuesto a morir bajo las patas de esas horribles mquinas ni a ser vctima de sus armas.

    De los caones de un caminante surgieron olas brillantes de llamas naranjas y amarillas. Nerviosos, los soldados rebeldes apuntaron contra los caminantes y cada uno de ellos sinti que

    unos dedos glidos e invisibles atravesaban sus cuerpos. De los doce vehculos rpidos para la nieve, cuatro tomaron la delantera y se elevaron a toda prisa

    para marchar sobre el enemigo. Uno de los transportes blindados todo terreno dispar y err por muy poco al aparato ladeado. Una rfaga de fuego convirti a otro vehculo rpido para la nieve en una bola llameante que ilumin el cielo y desapareci.

    Al mirar por la ventana de la carlinga, Luke vio el estallido de la primera baja de su escuadrilla. Enfurecido, dispar los caones de su nave contra un caminante, pero slo recibi una lluvia de

    disparos imperiales que estremecieron su vehculo rpido con la barrera de fuego antiareo. Cuando Luke recuper el control de la nave, otro vehculo rpido para la nieve se uni a l: Pcaro Tres. Se arremolinaron como insectos alrededor de los caminantes que avanzaban

    implacablemente y pisando muy fuerte, al tiempo que otros vehculos rpidos seguan intercambiando disparos con las mquinas imperiales de asalto. Pcaro Jefe y Pcaro Tres revolotearon junto al caminante que abra la marcha, se separaron y despus ambos se ladearon hacia la derecha.

    Luke vio cmo se inclinaba el horizonte mientras maniobraba su vehculo rpido entre las partes articuladas del caminante y sala de debajo de la monstruosa mquina. El joven comandante volvi a volar horizontalmente y contact con la nave compaera:

    Pcaro Jefe a Pcaro Tres. Te recibo, Pcaro Jefe inform Cua el piloto de Pcaro Tres. Cua, divide tu escuadrilla en pares dijo Luke por el intercomunicador. A continuacin el vehculo rpido para la nieve de Luke se lade y gir mientras la nave de Cua

    se alejaba en direccin contraria, acompaada de otro aparato rebelde. Los caminantes prosiguieron la marcha a travs de la nieve sin dejar de disparar con todos sus

    caones. Desde el interior de una de las mquinas de asalto, dos pilotos imperiales divisaron las armas

  • rebeldes, que se destacaban en el campo blanco. Los pilotos hicieron maniobrar al caminante hacia los caones cuando advirtieron que un solitario vehculo rpido para la nieve arremeta en forma temeraria hacia la portilla visora principal, disparando con todas sus arnas. Un impresionante estallido relampague en el lado exterior de la ventana impenetrable y se disip al tiempo que el vehculo rpido para la nieve ruga en medio del humo y se perda en lo alto.

    Mientras se encumbraba y se alejaba del caminante, Luke mir hacia atrs. Ese blindaje resiste demasiado bien las barrenas, pens. Tiene que haber alguna otra forma de atacar a esos monstruos, algo que no sea potencia de fuego. Durante unos instantes, Luke pens en algunas de las tcticas sencillas que un granjero utilizara contra una bestia salvaje. Despus hizo girar su vehculo a fin de arremeter una vez ms contra los caminantes y tom una decisin.

    Grupo pcaro se dirigi a todos por intercomunicador, preparad los arpones y los cables de remolcar. Id contra las patas. Es la nica posibilidad que tenemos de detenerlos. Hobbie, ests conmigo?

    S seor respondi de inmediato una voz tranquilizadora. Bien, pues no te alejes. Al enderezar la nave, Luke tena la firme decisin de deslizarse con Hobbie en formacin

    cerrada. Viraron juntos y descendieron hacia la superficie de Hoth. Dack, el artillero de la nave de Luke, se sacudi en la carlinga a causa del brusco movimiento del

    aparato. Procur no soltar el arma de arpn que sostena en la mano y grit: Caramba! Luke no logro encontrar mis abrazaderas. Las explosiones estremecieron la nave de Luke y la sacudieron violentamente en medio del fuego

    anti-areo que la rodeaba. Por la ventana divis a otro caminante que, al parecer, no fue afectado por la plena potencia de fuego de los vehculos de ataque de los rebeldes. Esa maquina pesada se convirti en el blanco de Luke mientras perda altura y trazaba un arco descendente.

    El caminante disparaba directamente contra l, lo que creaba un muro de rayos lser y de fuego antiareo.

    Aguanta, Dack, y preprate para lanzar el cable de remolcar! grit en medio, de las explosiones.

    Otro estallido estremeci el vehculo rpido de Luke. Mientras luchaba por recuperar el control de la nave, sta se tambale. A pesar del fro, Luke empez a sudar copiosamente mientras haca desesperados intentos por enderezar la nave que caa. De todos modos, el horizonte segua girando ante sus ojos.

    Aguanta Dack! Preprate, que casi hemos llegado! Te encuentras bien? Dack no respondi. Luke logr virar; vio que el vehculo rpido de Hobbie mantena el rumbo