es biblico decretar

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DECRETAR U ORDENAR ¿ES BIBLICO? Por Chuy Olivares ¿Es lo mismo que Pedir, Rogar y Clamar? Cuando el hombre sustituye el clamor, el ruego, la súplica, la oración verdadera por las órdenes y los decretos, en realidad lo que están es pecando de SOBERBIA. ES DIOS QUIEN DECRETA, DECLARA Y ORDENA CUANDO EL SIERVO DE DIOS SE HUMILLA Y LE PIDE CON FE. ¿SERÀ QUE LOS INCREDULOS QUE ELABORARON EL DICCIONARIO TIENEN MAS REVERENCIA DELANTE DE DIOS, QUE MUCHOS CRISTIANOS DE HOY EN DIA? Entre las palabras modernas manipulada por los falsos ministros para explotar la fe e introducir herejías destructoras esta esta expresión de “yo decreto” la cual es un atentado brutal con el principio de la soberanía de Dios y el Señorío de Cristo, y para ello vamos a analizar a fondo el sentido etimológico de esta terminología, para demostrar su mal uso dentro de la iglesia evangélica. Vayamos por partes para poder comprender mejor esta doctrina “herejía” que esta muy de moda en todas las iglesias del mundo, y será por medio de las definiciones de dichas palabras. La definición de “Decreto”: Decreto

1. Decidir o determinar una persona u organismo que tiene autoridad para ello: el juez ha decretado prisión para el detenido.

2. Decisión tomada por la autoridad competente en materia de su incumbencia, y que se hace pública en las formas prescritas.

3. decreto ley Disposición promulgada por el poder ejecutivo sin ser sometida al órgano legislativo competente.

4. real decreto Decreto aprobado en el consejo de ministros y sancionado por el rey. La definición de “Clamor”, “Rogar” “Suplicar”: Clamor

1. Grito fuerte. 2. Griterío confuso de una multitud 3. Emitir la palabra de manera grave y solemne; esp., dar voces lastimosas pidiendo favor y ayuda

rogar 1. Solicitar algo formalmente 2. Pedir algo con súplicas o con mucha humildad 3. Solicitar o pedir por favor. 4. Pedir por gracia [una cosa]. 5. Instar con súplicas.

súplica 1. Ruego o petición humilde y sumisa. 2. Documento con que se suplica o ruega alguna cosa. 3. Pedir algo dando muestras de humildad 4. Pedir o rogar con gran humildad y sentimiento, tratando de provocar compasión. implorar.

Diccionario de la lengua española Queda decretado que soy el ser más bello del universo... un hijo de Dios que llegó a este mundo a triunfar, estar sano, amar y ser feliz. Todo lo que afirmas-decretándolo... acaba por manifestarse, por cumplirse, porque estás teniendo la magia de vida de crear una vibración en tu espacio cósmico, con el poder de la vibración de tu voz y mente. Cuando se repite tres veces un decreto, es señal de que la presencia “yo soy” actúa con un determinado propósito: traer el resultado de lo que estamos pidiendo. Siempre empezaremos y acabaremos el decreto diciendo: “Yo soy el que yo soy”, es el principio y el final de todo decreto, simboliza la esencia divina que somos. Esta exclamación Yo soy el que soy, solo la pudo decir Dios a Moises, cuando le dijo asid iras a Faraon, Yo soy el que soy me ha enviado. En el sentido Bíblico se establece dos tipos de decretos. El primero emana de Dios al dar órdenes a su pueblo después de establecer estatutos o leyes (Núm. 9:14, Sof 2:3) y en segundo lugar las emanada por un rey o príncipe para establecer una determinada conducta en sus súbditos (Esd 6:3, Dan 6:15) como hizo el Rey Darios. Por lo tanto, para decretar hay que tener autoridad de gobierno o señorío, pues es función de aquel que gobierna sobre todas carne. LAS PERSONAS QUE SUPLICAN, RUEGAN Y ORAN ES PORQUE RECONOCEN QUE DI OS ES MAYOR QUE ELLOS, EN CAMBIO, LAS QUE DECRETAN, ES PORQUE SE CONSID ERAN IGUALES O MAYOR QUE DIOS…

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Todavía Dios sigue siendo Dios y el hombre sigue siendo una criatura y obra de sus manos. Mientras esa sea nuestra realidad, el hombre deberá postrarse en humildad ante el rey y reconocer su grandeza y de forma reverente presentar ante el rey cualquier petición. Dios se reserva el derecho de responder o abstenerse de responder. No es un Dios que obedece sino un Dios que responde. Dice: "Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye". (I Juan 5:14) Esta verdad presentada por Juan es muy diferente al mover religioso moderno donde instruyen erróneamente a la gente a crear un cuadro interior (visualizar) para luego "decretar" y "declarar" cosas para pretender obtenerlas. En lo que se refiere a los cristianos, presentamos ante el rey nuestro clamor y él decide si dar respuesta. Cuando aquello que pedimos no nos conviene, simplemente Dios no lo dará: Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. (Stg. 4:3) En cambio, el cuadro religioso moderno procura poner al hombre como el que todo lo puede por medio de la "palabra hablada". Visualice, cree y obtenga al confesar lo que desea, dicen muchos. El ejemplo bíblico dado por Dios es el clamor, el ruego y la súplica en fe. Esperando la respuesta de un Dios de amor que da todo a su tiempo. He visto que muchos en diversas iglesias tienden a mezclar las oraciones con toda clase de órdenes sobre las cosas y como si la fe tratara de ordenarle con nuestra boca a las cosas para que cambien. Jesucristo dijo que nuestra fe es hacia Dios: Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. (Marcos 11:22) Los ejemplos que tenemos en la Biblia de la respuesta de Dios surgen cuando reconocemos la grandeza de Cristo y la insuficiencia nuestra. Jesucristo se encontró a dos ciegos en el camino los cuales clamaban por misericordia: “Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: !!Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Y la gente les reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: !!Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos. Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron”. –Mateo 20:30-34 Jesús los condujo a pedir y luego hizo el milagro. Se nos dice: Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. (Lucas 11:9) Nuestra posición frente a Dios nunca será de menosprecio ni tampoco igualando el hombre a Dios, sino que el hombre como criatura tiene que tener reverencia reconociendo la grandeza de Dios y lo limitado del hombre. Cuando el hombre reconoce la grandeza de Dios y lo limitado del ser humano, es el momento que Dios interviene a favor del hombre con sanidades y milagros. En los Salmos se nos dice que al mirar a Dios hay que tener reverencia ante la grandeza de Dios: A ti alcé mis ojos, a ti que habitas en los cielos. He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros. –Salmo 123:1-2 No sé en que momento muchos cristianos encontraron la licencia para en vez de rogar, clamar (orar), pedir y suplicar, ahora los vemos decretando y declarando. No encuentro un solo texto en la Biblia que sustituya el clamor por el decreto. Ya que son dos cosas diferentes. En el clamor el hombre es completamente dependiente de Dios. Pero en el decreto, el hombre se pone en el lugar de Dios como si fuera el hombre el que obtuviera algo por medio de la palabra hablada. Creo que Jesucristo es nuestro sanador, nuestro salvador, nuestro sustento, nuestro todo, pero nuestra posición hacia Dios no puede ser a manera de orden sino de ruego. Ni tampoco puede ser una mezcla de ordenes y ruegos, sino simplemente ruegos. ¿Será que nos hemos engreído en gran manera? Creo que la posición que nos corresponde para agradar a Dios es la misma que tuvo la mujer pecadora que se postró a los pies de Cristo: Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien

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perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados? Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz. (Lucas 7:36-50) ¿Rogar o decretar? !!Sea así, oh Jehová, si no te he rogado por su bien, si no he suplicado ante ti en favor del enemigo en tiempo de aflicción y en época de angustia! (Jeremías . 15:11) pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. (Lucas 22:32) respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. (II Cor. 12:8) Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque a ti oraré. (Salmo 5:2) En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. (Salmo 18:6) Llegue mi oración a tu presencia; Inclina tu oído a mi clamor. (Salmo 88:2) tú oirás desde los cielos su oración y su ruego, y ampararás su causa. (II Cr. 6:35) Ahora, pues, oh Dios mío, te ruego que estén abiertos tus ojos y atentos tus oídos a la oración en este lugar. (II Cro. 6:40) Oh Jehová, sálvanos ahora, te ruego; Te ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora. (Salmo 118:25) Si el decretar es una función de autoridad suprema o gobierno ¿Sobre qué base ciertos ministros o pastores dan decretos a las personas que les ministran? ¿Y dónde aparece esta terminología en el Nuevo Testamento? Si Ud. busca una concordancia y consulta si aparece esta palabra en el Nuevo Testamento, vera que no aparece ni una sola vez, porque Jesús nos hizo siervos y no gobernantes soberanos. El usar este término dentro de la iglesia por parte de un hombre es incorrecto, y además se vuelve herético cuando le ordenamos a Dios que haga lo que yo quiero. ¿Quién le dice a un presidente o jefe superior “yo te ordeno”? ¿¿Quiénes somos nosotros para ordenarle a Señor Jesús o a Dios que haga lo que yo le ordeno? Esto es incorrecto, inmoral e impensable dentro del sistema de un reino Uno de los principios doctrinales más importante dentro de la teología cristiana es la proclamación de la SOBERANÌA DE DIOS. ¿Qué significa soberanía? Soberano es el “«poder absoluto y perpetuo de una República»; y soberano es quien tiene el poder de decisión, de dar leyes sin recibirlas de otro, es decir, aquel que no está sujeto a leyes. Pero recordemos que aun todos los príncipes, reyes y gobiernos del mundo están sujetos a Dios, porque de el han emanado. “Si decimos que tiene poder absoluto quien no está sujeto a las leyes, no se hallará en el mundo príncipe soberano, puesto que todos los príncipes de la tierra están sujetos a las leyes de Dios y de la naturaleza y a ciertas leyes humanas comunes a todos los pueblos” Por lo cual la SOBERANÌA ES ATRIBUTO EXCLUSIVO DE DIOS, Y NADIE PUEDE USURPAR ESTE DERECHO. Por lo tanto, nadie puede decirle a Dios lo que tiene o no tiene que hacer, y todo el que hace decreto, además de EXALTARSE, USURPA EL PAPEL QUE NO LE CORRESPONDE Y QUE ES DE DIOS, convirtiéndose en un BLASFEMO. Así que ten cuidado tu que te dices ser conocedor de las escrituras y sigas usando ESTE término para manipular a la gente o TRATAR DE MANIPULAR A DIOS. Tales ministros comenten acciones HERETICAS, por lo tanto, APÀRTATE DE ELLOS.