escenario geopolítico geopolítica del...
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Para algunos, el Caribe es tan sólo un área de gráciles palmeras, sol
radiante, música cadenciosa, mar azul, playas ensoñadoras con olor
a ron de caña, habitada por negros y mulatos amigables y jacarandosos.
Otros lo consideran como un conjunto de islas primitivas y desconocidos
vestigios del tutelaje de las potencias.
Pocos caen en cuenta que el Caribe es una de las zonas de mayor
interés político-estratégico del continente y eje fundamental de la comu-
nicación interoceánica, donde confluyen razas, idiomas, religiones, na-
cionalidades e intereses económicos.
En sentido general, podrían destacarse en el área cinco conjuntos
políticos: 1. Los grandes Estados continentales: Colombia, Venezuela y
México; 2. Centroamérica y Panamá; 3. Las Antillas menores; 4. Haití y
República Dominicana; 5. Cuba.
Alrededor del área han girado y siguen girando, con mayor o me-
nor intensidad en diferentes épocas y con diferentes motivaciones, los
intereses de los Estados Unidos, España, el Reino Unido, Francia, los
Países Bajos y Dinamarca. Estos intereses, que en ocasiones parecen
diluirse entre el vertiginoso devenir de los acontecimientos de las últi-
mas décadas, simplemente evolucionan. Así, de la defensa y garantía
de acceso al Canal de Panamá se pasa al control del tráfico de drogas,
y de la supuesta amenaza militar cubana contra los Estados Unidos a la
preservación de los intereses comerciales de multinacionales europeas
en países del área.
Escenario geopolítico
Geopolíticadel Caribe
JULIO LONDOÑO PAREDES
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Aunque resulta complejodefinir con precisión,aun geográficamente,
qué es el Caribe,puede afirmarse que está
enmarcado por el granarco de las Antillas
al oriente, por el istmo centroamericano
al occidente,por Colombia y Venezuela
al sur, y por la elipseformada por la península
mexicana de Yucatány la isla de Cuba al norte.
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caban la dimensión territorial que había venido figu-
rando en los textos de geografía, y que teníamos veci-
nos que antes considerábamos remotos y distantes.
Esta dinámica política es luego complementada
con la participación, conjuntamente con México y Ve-
nezuela, en importantes gestiones políticas y econó-
micas. Se dibuja así un “propósito nacional” que abrió
nuestra proyección hacia una zona en la que hemos
debido tener siempre una multifacética presencia.
Los grandes Estados continentales
De los tres grandes Estados continentales, Venezuela,
consciente de su proyección caribeña con 361 islas,
cayos e islotes frente a su costa, de un tiempo para acá
se lanzó afanosamente hacia el Caribe, buscando un
espacio político y económico entre las naciones
De la Colombia mediterránea a la Colombia
caribeña
Colombia, no obstante su doble condición de Estado
continental e insular, sólo hasta hace relativamente
poco tiempo comenzó a percibir la importancia del
Caribe. La circunstancia de que el poder político y
económico se hubiera concentrado desde los albores
de nuestra vida republicana en el interior del país,
unida a la tendencia de considerar a la periferia na-
cional como “territorios de misiones”, nos fue impri-
miendo una aguda mentalidad mediterránea.
Sin embargo, cuando a partir de la administración
López Michelsen Colombia se constituye en la pione-
ra de las delimitaciones marítimas en el continente,
los colombianos tomamos conciencia de que su juris-
dicción y soberanía se extendía a áreas que casi dupli-
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El Caribe en unmapa del mundo.Gerard Mercator,1569
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angloparlantes del área, así como en Haití y en las
Antillas Neerlandesas.
México, por su parte, ha ejercido y trata de seguir
ejerciendo una notable influencia política y económi-
ca en las naciones centroamericanas.
Ambos países, como grandes productores de pe-
tróleo, han utilizado este recurso como una llave para
su acción política y económica. Los dos coinciden en
haber tenido gobiernos marcados en un sentido u otro
por Ejecutivos casi omnipotentes dentro de los panora-
mas políticos de cada Estado: en el caso de Venezuela,
ejercido desde los tiempos de la disolución de la Gran
Colombia por un inocultable caudillismo militar, y en el
de México, por la presencia de un partido único, que
sólo hasta hace poco tiempo fue sobrepasada.
Colombia, sin las características de México ni de
Venezuela, pero con una privilegiada situación geo-
gráfica y política en el Caribe, se ha constituido en la
región como “el tercero en discordia”.
El difícil equilibrio entre los Estados continentales
Sin embargo, entre las grandes naciones continenta-
les, con frecuencia se han dado agudas diferencias, no
solamente cuando los intereses de México y de Vene-
zuela han rozado en el área, sino cuando, por razón de
su condición limítrofe o de su proyección marítima, Co-
lombia y Venezuela presentan intereses encontrados.
En efecto, la conocida expresión de Simón Bolívar,
de que “Venezuela es un cuartel, Colombia una univer-
sidad y Ecuador un convento”, no por su simplismo deja
de denotar un agudo sentido político y un profundo
conocimiento de las realidades políticas de nuestros
Estados, especialmente en lo que se refiere a las rela-
ciones colombo-venezolanas, que han estado siempre
afectadas por una ininterrumpida serie de altibajos.
Esa situación ha estado enmarcada en Venezuela
por un peligroso “síndrome de despojo territorial”, ba-
sado en la errada creencia que Venezuela salió siem-
pre perdedora en los procesos que llevaron a la defi-
nición de la frontera terrestre entre los dos países, lle-
gando a extender falacias como la supuesta parcializa-ción de los árbitros en favor de Colombia y la incapa-
cidad de los negociadores venezolanos para “enfren-
tar a los colombianos”. Estos absurdos planteamientos
Colombia, México y Venezuela han trabajado conjuntamente en magnas tareascomo la del Grupo de Contadora, que fue definitivo en el logro de la paz
en Centroamérica, y la del Grupo de los Tres,que ha contribuido a consolidar la relación mutua y el comercio interestatal.
MAPA DEL MUNDO(Detalle).
Juan de la Cosa,1500
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fueron aprovechados por personajes que detrás de la
“defensa de la patria”, hacían uso y abuso en su pro-
pio beneficio de la extraordinaria riqueza de la nación.
La llegada de Chávez al poder demuestra con elo-
cuencia la saturación del pueblo venezolano de las
costumbres políticas y la injusticia social sobre las cua-
les venían navegando.
No obstante, en esta cíclica relación bilateral se
han logrado hitos fundamentales que han hecho mar-
char juntos a los dos países en temas como la integra-
ción —renovada y fortalecida durante las administracio-
nes de Virgilio Barco y Carlos Andrés Pérez—, que hoy
es pilar fundamental de la economía de los dos países y
ejemplo en el continente.
Colombia, México y Venezuela han trabajado con-
juntamente en magnas tareas como la del Grupo de
Contadora, que fue definitivo en el logro de la paz en
Centroamérica, y la del Grupo de los Tres, que ha con-
tribuido a consolidar la relación mutua y el comercio
interestatal. Los tres países fueron además los fundado-
res del Grupo de Río, que se constituyó en el verdade-
ro foro político regional, en épocas en que la OEA no era
otra cosa que un organismo burocrático y formal.
El complejo grupo centroamericano y Panamá
Si entre los grandes países continentales del Caribe
se presentan a veces no muy sutiles diferencias, entre
los centroamericanos las cosas han sido aun más com-
plicadas.
Panamá, durante muchos años, se sintió parte de
América Central, pero no de Centroamérica. No sin
razón, ya que sus orígenes y características eran dife-
rentes. Durante el conflicto centroamericano formaba
parte con Colombia, México y Venezuela, del Grupo
de Contadora, y más tarde del Grupo de Río, hasta
que expulsado de éste, volvió sus ojos hacia las nacio-
nes de la subregión.
Los demás Estados, con excepción de Costa Rica,
fueron víctimas de una larga sucesión de dictaduras
militares que desembocaron en el conflicto centroame-
ricano, con sangrientas manifestaciones en El Salva-
dor, Nicaragua y Guatemala.
Un caso especial es Nicaragua, que imbuida de
un absurdo afán de desconocer todos sus Tratados de
Éramos una visión con el pecho de atleta, las manos de petimetre, y la frente de niño. Éramosuna máscara, con los calzones de Inglaterra, el chaleco parisiense, el chaquetón de Norte-Amé-rica y la montera de España. El indio, mudo, nos daba vueltas alrededor, y se iba al monte, a lacumbre del monte, a bautizar a sus hijos. El negro, oteado, cantaba en la noche la música de sucorazón, sólo y desconocido, entre las olas y las fieras.
JOSÉ MARTÍ
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carácter territorial, y dominada durante muchas déca-
das por la represión y la dictadura, vio en la acción
contra todos y cada uno de sus vecinos, incluida Co-
lombia, la llave para sortear su permanente inestabili-
dad interna.
Centroamérica, que ha estado siempre recostada
hacia el Pacífico, tal vez por la agreste topografía que la
separa de la costa Caribe, debe proyectarse concerta-
damente con los demás actores en el área, para ser más
fuerte económica y políticamente, dejando atrás la men-
talidad localista que para algunos todavía persiste.
Las Antillas menores
Son un gran conjunto de islas que constituyen una amal-
gama de colonias, Estados independientes y territorios
autónomos que hablan desde el papiamento hasta el
inglés. Las naciones angloparlantes han ido creando
paulatinamente una mayor conciencia de unidad políti-
ca y económica; CARICOM es una muestra de ello.
Sin embargo, las diferencias entre unos y otros son
también inmensas. Entre las naciones angloparlantes,
Jamaica, Trinidad, Barbados y Guyana tienen el mayor
peso y ejercen un liderazgo evidente en la región. Han
generado un importante sentido de independencia
frente a las demás naciones del área y frecuentemen-
te, en foros como la OEA y las Naciones Unidas, mantie-
nen posiciones comunes que les generan fuerza en
cierto tipo de negociaciones.
Tienen, sin embargo, la debilidad de estar gene-
ralmente a la espera de la ayuda o de la ventaja delibe-
rada, en las relaciones de carácter político o económi-
co. Han permanecido también encerradas en sí mi-
mas en medio de una profunda desconfianza. Son prag-
máticas y tienen una economía basada fundamental-
mente en el turismo, el azúcar, el banano y la caña.
Haití y República Dominicana
La isla de La Española alberga a dos Estados de gran-
des contrastes, que en común sólo han tenido las lar-
gas dictaduras de las que fueron víctimas, uno con
Rafael Leonidas Trujillo y otro con François Duvalier.
Haití pasó de las épocas del legendario “Rey Cris-
tóbal” a ser un Estado que no padece ni siquiera de
pobreza absoluta, sino de miseria absoluta, con una
clase dirigente que con contadas excepciones ha sa-
queado los pocos recursos del país. República Domi-
nicana estará siempre abocada a “arrastrar” en mayor
o menor grado los problemas haitianos, hasta tanto su
vecino logre salir de la postración política y económi-
ca en que por muchos años ha estado sumida.
Cuba
Castro ha afrontado exitosamente durante 42 años el
constante acoso militar, político y económico de los
Estados Unidos, inspirado por los grupos anticubanos
de Miami. Ningún país en el mundo puede mostrar un
logro de esas características, especialmente estando
a 90 millas de la costa de los Estados Unidos.
Con la caída del socialismo y de la Unión Soviéti-
ca, tuvo que afrontar una prueba mucho más comple-
ja que la del absurdo embargo económico de los Esta-
dos Unidos. Casi todos dieron por desaparecido el ré-
gimen cubano, pero se equivocaron…
Muchas consecuencias tuvo ese “período espe-
cial”, como se llama en Cuba la crisis que siguió a la
desaparición de la Unión Soviética. Una de las más
notables fue el cambio del marco de la economía, que
estaba basada anteriormente casi de manera exclusi-
va en el azúcar y en el níquel que compraban los so-
cialistas a precios preferenciales, pasando hacia el tu-
rismo y la apertura, incluida la despenalización de la
tenencia del dólar.
Pero además, Cuba cambió también la dirección
de sus relaciones internacionales. La tradicional pug-
nacidad con algunos países latinoamericanos y caribe-
ños, dio paso a una relación amistosa y estrecha con
esos gobiernos. También cambió la actitud hacia la
mayor parte de las naciones europeas, que no obstan-
te ser aliadas de los Estados Unidos en la OTAN, mantie-
nen ahora frente a Cuba una estrecha relación políti-
ca y económica.
La importante presencia militar cubana en África
ha dado paso a la de médicos, agrónomos y entrena-
dores deportivos, que poco a poco han ido cubrien-
do también zonas pobres y remotas de muchos paí-
ses de América Latina y del Caribe, frecuentemente
con voces de protesta y desacuerdo en el ámbito
doméstico.
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Sin duda, de los Estados del Caribe Cuba es uno
de los que tiene mayor dinámica y liderazgo en sus
relaciones internacionales. En los foros internaciona-
les, muchas veces dice lo que los demás no se atreven
a afirmar públicamente.
Sin embargo, la revolución sigue abocada, como
los demás Estados de la región, a complejos retos que
van desde la carencia y el deterioro de la vivienda,
hasta las dificultades para el abastecimiento de hidro-
carburos, que cada día requiere más para consolidar
logros en un mundo inexorablemente globalizado, del
que incluso Cuba difícilmente podrá abstraerse…
Conclusión
El Caribe es uno de los más apasionantes escenarios
geopolíticos del mundo. Colombia es parte fundamen-
tal de la región, y su permanente desafío es el de tra-
bajar estrecha y permanentemente con los Estados que
la conforman. La mentalidad que antes nos marcaba,
de vivir encerrados mirando hacia nosotros mismos,
ha dado paso a una nueva era.
Sin embargo, esa política debe, no sólo mantener-
se, sino estimularse y consolidarse. Más en esta épo-
ca, en la que Colombia está en el vórtice del huracán
de un conflicto interno en el que todos quieren opi-
nar. Ahora somos mucho más vulnerables que años
atrás. Ahora, grupos similares al de Contadora y el de
Apoyo que fundamos para buscar soluciones al con-
flicto centroamericano, se organizan para tratar de
contribuir a la solución de nuestro propio conflicto.
¿Quién lo iba a pensar?
JULIO LONDOÑO PAREDES,coronel en retiro.
Ex ministro de Relaciones Exteriores,ex embajador ante el gobierno de los EstadosUnidos y Panamá, y ante las Naciones Unidas.
Actual embajador en Cuba.
LA ISLA DE CUBA.Paolo Forlani,Venecia, 1564
Anchos caminos, naturales esplendideces; bondadoso carácter, benévolo gobierno, inquietud por me-jora y por riqueza; mujeres americanas y cristianas, hombres inteligentes y afectuosos, viejo arte, ansiacreciente, señorial ciudad, deleitoso clima, pintorescos pueblos, seguro bienestar, fantástico crecimien-to de fortuna; he aquí lo que a todo el mundo ofrece Guatemala, fertilísimo campo, California agrícola.
JOSÉ MARTÍ
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