espacio y arquitectura indigenas
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PaisajismoTRANSCRIPT
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INSTITUTO N DE ARQUITECTURA TROPICAL
INSTITUTO DE ARQUITECTURA TROPICALINSTITUTE FOR TROPICAL ARCHITECTURE
FUNDACION PRINCIPE CLAUS PARA LA CULTURA Y EL DESARROLLOPRINCE CLAUS FUND FOR CULTURE & DEVELOPMENT
EDITORIAL ON LINE AGOSTO 2006
ESPACIO Y ARQUITECTURA INDGENA : ALTERNATIVAS CREATIVAS
DE DESARROLLO SOSTENIBLE
TANITH OLRTEGUI DEL CASTILLO DE RUMMENHOELLER
PERU
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EDITORIAL ON LINE IAT
ESPACIO Y ARQUITECTURA INDGENA : ALTERNATIVAS CREATIVAS DE DESARROLLO SOSTENIBLE
Tanith Olrtegui del Castillo de Rummenhoeller
Este artculo fue presentado en la I CONFERNCIA LATINO-AMERICANA DE CON-STRUO SUSTENTVEL X ENCONTRO NACIONAL DE TECNOLOGIA DO AMBIENTE CONSTRUDO
18-21 julho 2004, So Paulo. ISBN 85-89478-08-4.
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RESUMEN
El espacio y la arquitectura indgena son pre-sentados aqu como muestra de otras formas
de ver e interpretar el mundo. En nuestro mun-do actual tan pluricultural y globalizado, el en-
tendimiento y rescate de los aspectos culturales de nuestras sociedades, entre ellos la distinta
nocin de uso y organizacin del espacio nativo brindan herramientas signicativas para en-
carar respuestas coherentes y mejor adaptadas a las distintas realidades que nuestros paises
presentan. Las intervenciones constructivas en reas rurales e indgenas no responden a los
requerimientos de estos grupos. Presentamos y criticamos diversos proyectos ejecutados en
paises sudamericanos y centramos la atencin en la conceptualizacin del tema del desarrollo
y la construccin sostenible, visando a una toma de conciencia y reexin en todos los
niveles de nuestro quehacer profesional.
1. INTRODUCCIN
Latinoamrica es escenario megadiverso en trminos de ora, fauna y tambin de pueblos
que habitan territorios ancestrales en equilibrio con su entorno. El rescate de las tecnologas
constructivas, patrones de asentamiento y vivienda de los grupos indgenas presenta un aporte al conocimiento de nuestros pueblos y
brinda insumos importantes al abordaje y con-ceptualizacin del tema del desarrollo sosteni-
ble en nuestros paises.
Como actores del ambiente construdo, la omisin u olvido de la variable cultural en la creacin del mismo, nos lleva a un tratami-ento lineal e idntico de las intervenciones;
densicamos nuestras urbes, las extendemos avanzando sobre reas rurales e inducimos el desarrollo de nuestras ciudades intermedias y pequeas por el mismo camino que ha condu-
cido a nuestros actuales centros urbanos, cada vez mayores, caticos y sin calidad de vida
para sus habitantes.
Presentamos una visin crtica de interven-ciones a travs de proyectos de desarrollo que involucran poblaciones nativas, estado y coop-eracin tcnica internacional y analizamos a travs de casos (en Per, Bolivia y Brasil) los aportes de la arquitectura indgena en la plan-icacin, dotacin de servicios y construccin sostenible.
2. CONCEPTUALIZACIN DEL TEMA
El concepto de desarrollo sostenible abarca objetivos econmicos, polticos, sociales, cultu-rales y ecolgicos; pero sobre todo considera al ser humano como pilar fundamental para el desarrollo, procurando mejorar su calidad de vida y bienestar social, haciendo uso racional y responsable de todos los recursos naturales y de la energa, sin daar el medio ambiente o el derecho que tienen las generaciones futuras de hacer uso de estos recursos.
No podemos desligar este trmino del concepto de multiculturalidad para promover el recono-cimiento de la importancia tanto de la biodiver-sidad como de la valorizacin de las formas de vida que han demostrado su eciencia para enriquecer el ambiente. Estas otras formas de vida, que usan, viven y construyen su espacio de manera diferente, deben ser tomadas en cuenta, al momento de intervenir en la creacin del espacio habitable.
Conocer y respetar las diferencias de nuestras sociedades nos permite una convivencia en to-lerancia. A partir del entendimiento de otras realidades y formas de ocupacin del espacio se abren nuevas perspectivas de anlisis e interpretacin del mismo que nos dan insumos para proponer soluciones adecuadas a cada realidad no slo pensadas en trminos tec-nolgicos o econmicos. En muchos casos el costo social de las bien intencionadas interven-ciones constructivas en nuestros paises resulta ser muy alto y no puede ser cuanticado slo en valores numricos, lo barato resulta entonces caro.
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Rummenhoeller (2003:9)1 menciona que en la senda del desarrollo sostenible desde el punto de vista cultural la inversin que debe priorizar un pas en vas de desarrollo es en lo concer-
niente a la educacin y la cultura. La educacin multicultural que debe ser al mismo tiempo
intercultural no solamente ampla la base de conocimientos imprescindibles para el desarro-
llo; sino tambin las competencias culturales de la poblacin en un mundo cada vez ms globali-
zado. El fortalecimiento de la identidad cultural favorece un desarrollo basado en la conanza
en los propios conocimientos, habilidades y las instituciones que dan la base a la cohesin so-
cial. La senda del desarrollo sostenible requiere ciudadanos creativos, capaces de enfrentar condiciones cambiantes, de buscar nuevas
posibilidades, muchas veces de resultados inci-ertos y de asimilar ideas creativas provenientes
de diferentes esferas culturales.
En este punto gustara colocar en el debate nuestra responsabilidad como actores del
ambiente construdo. Fuimos formados y for-mamos nuevos profesionales en el campo de la
planicacin, el diseo y la construccin, pero ser que estamos debidamente capacitados y
calicados para enfrentar el reto de la construc-cin sostenible?. Desde los claustros universi-
tarios, ser que los contenidos de las currculas de carreras como Arquitetura e Ingenieria Civil estn pensadas en trminos sustentables?, en el campo profesional: Somos consecuentes a la hora de tomar partido por una u otra opcin
que sea acorde con el espacio existencial de la sociedad para la cual planicamos? Ser que
somos consecuentes a la hora de seleccionar y utilizar un material o sistema no contaminante
para nuestros edicios?
Pensamos y actuamos en consecuencia. El problema es que no nos ensearon a pensar
en trminos sustentables. Los valores de la globalizacin ejercen en la actualidad fuertes
presiones de cambio cultural, pero no tiene por qu producirse su adaptacin mecnica.
Las diferentes opciones que son el rechazo, la aceptacin o la aceptacin selectiva dependen de las actitudes y expectativas culturales.
No aceptamos que existe una va de desarrollo nica. Es la cultura que permite imaginarse una vida digna an en medio de condiciones muy diferentes a las de los pases desarrollados. Es en este contexto que quisieramos dirigir la aten-cin hacia formas diferentes de ocupacin del espacio fsico provenientes de la cultura ind-gena, como una alternativa viable de desarrollo sostenible.
1. 3. ESPACIO INDGENA: EL ASENTAMIENTO Y LA VIVIENDA
2. 3.1 Fundamento terico
La teora intrnseca del signicado sostiene que la forma como percibimos cualquier objeto est condicionada por conceptos que poseemos; stos conceptos o esquemas se crean lenta y principalmente a travs del lenguaje y otros sis-temas culturales de signos 2. Esta teora ar-ma, que son los esquemas los que determinan la percepcin. Es decir, nosotros no somos ms que receptores pasivos de estmulos exteriores, pero los percibimos siempre de acuerdo con ciertas expectativas previas. Estas expectativas pueden ser innatas pero la mayor parte de ellas son adquiridas.
Whorg 3 sostiene que el lenguaje congura tanto nuestro pensamiento como nuestro cono-cimiento de la realidad. Cada lenguaje al ser distinto de todos los dems, constituye una prueba de que cada cultura ve el mundo de una forma distinta.
1 Seminario Internacional sobre Desarrollo Sostenible, Ecologa y Multiculturalidad. Universidad Mayor de San Andrs, La Paz, Bolivia, 2003.
2 Charles Jenks y G. Baird. El signicado en Arquitectura, 1975.
3 Ibid.
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Por otro lado la cultura es dinmica y la al-teracin de las formas de localizacin indgena,
patrilocal, matrilocal, neolocal o variada, ha modicado las reglas de localizacin. Algunos rituales ya no son practicados, mostrando que el entendimiento y explicacin que los indge-nas tenan del mundo est cambiando, intro-
duciendo nuevos esquemas y formas de resolv-er los problemas as como la prdida parcial de
su cultura tradicional.
Esto explica en cierta medida la mayor acep-tacin de las formas mestizas respecto de las formas nativas tradicionales. En este proceso
de cambio la introduccin de la escuela en las comunidades nativas ha sido un factor deter-
minante, sobretodo considerando que general-mente no existen programas educativos bil-
inges ni rescate de las lenguas nativas. Conociendo la regla de oro de la perspectiva
estructural, la cual arma que: slo se conoce por diferencia4 y sabiendo que la diferencia en-tre hombre blanco occidental y hombre primitivo no pasa por la naturaleza sino por la cultura; la
diferencia es de organizacin y no de compo-nentes, podemos evaluar el comportamiento del
grupo nativo y sus respuestas fsicas. El pen-samiento silvestre organiza el mundo real como
una red de sistemas de signos; codica lo real como un sistema de elementos discontnuos y
cada experiencia es la lectura de un mensaje. A diferencia del pensamiento cultivado que organ-iza el mundo real como una red de propiedades
fsicas cuanticables; codica lo real como un sistema de propiedades contnuas (tiempo, es-pacio, velocidad, energa, etc.). Esta diferencia entre ambos pensamientos nos ayuda a com-
prender el mundo nativo y sus relaciones con la sociedad mestiza.
Al abordar el tema del espacio indgena ten-tamos entender la sociedad indgena como un sistema, integrando cultura, vnculos de
relacionamento, costumbres, mitologa y tradi-ciones, para entender luego el espacio y el
signicado de ste como parte integrante de este sistema.
3.2 Caractersticas del espacio indgena
Basados en el anlisis estructural podemos tener nuevas formas clasicatorias del espacio indgena, diferentes de las tipologas comun-mente usadas por el anlisis funcional. Parti-mos de una serie de oposiciones que denen estas formas por categoras (altura, tamao, conformacin, orientacin) 5.
Podemos armar que el espacio nativo reeja la estructura bsica del espacio humano: la existencia de un centro y de caminos que salen y llegan a l6. La organizacin social y los patrones de residencia de los grupos indgenas as como sus actividades productivas (agricul-tura de roza y quema, caza y pesca) se reejan con mucha claridad en las formas de ocupacin del espacio. La conformacin espacial de los asentamientos es producto de desplazamientos o migraciones motivadas tanto por impactos de fuera como por conictos entre parcialidades o grupos indgenas.
Los cambios de ritmo de permanencia en su territorio (por la delimitacin y dacin de tier-ras para caza y cultivos por la Ley de Comuni-dades Nativas -en el caso peruano- y por las constantes intromisiones en territorio selvtico por parte de colonos) ocasion desequilibrio ecolgico en el medio ambiente, los recursos comenzaron a escasear y esto motiv que los nativos dependieran ms an de las formas mestizas de intercambio para poder conseguir productos de consumo y bienes (como ollas, ropa, platos, etc.).
De nuestra experiencia de trabajo con comuni-dades amaznicas en Per, Bolivia y Brasil po-demos concluir que en planimetra, la mayora de los asentamientos es de conformacin sim-ple, sea concntrica o lineal. Los asentamientos complejos estn conformados por dos ncleos simples y por la combinacin de pequeos ncleos concntricos o lineales. Con respecto a la extensin, predominan los asentamientos grandes, en cuanto a la forma son comunes las
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lineales, ovales y mixtas (combinacin de las anteriores), variando su densidad entre disper-sos y concentrados.
4 Claude, Lvi-Strauss. Antropologa Estructural, 1979.
5 Tanith Olrtegui del Castillo. Estudio de los Patrones de Asentamiento y Vivienda del Grupo Yagua, Tesis de Bachiller en Arquitectura. Universidad Ricardo Palma, 1985.
6 Charles Jenks y G. Baird. El signicado en arquitectura, 1975.
La divisin fsica del asentamiento responde
a estructuras tradicionales de la organizacin social de los indgenas. Generalmente las
viviendas se localizan alrededor de un espacio central (conformacin simple), la manera cmo
delimita su espacio, sea virtual o realmente, muestra cmo el indgena aprecia su espacio habitable. Lo privado y pblico se presentan como cerrado y abierto respectivamente en
diversos grados.
En cuanto a las caractersticas de la vivienda indgena amaznica, es preciso considerar la existencia de una distinta nocin de uso del espacio, la cual se maniesta en caractersticas muy especcas, algunas de las cuales men-cionamos a continuacin: . Espacialmente la vivienda indgena es ilimitada . Las actividades de sus moradores no se circunscriben al predio . El mayor uso y vivencia de la vivienda se da fuera dela edicacin especialmente en las reas sociales Existe gran exibilidad en las reas de edicacin, es decir que stas pueden cambi-arse o adaptarse segn la necesidad presente . La subdivisin fsica del espacio en la vivienda nativa obedece a pautas culturales no autctonas . No es muy usual que las viviendas nati-vas sean equipadas, su uso principal es como espacio para dormir y cocinar, as como espa-cio destinado a depsito del hogar.
Grco 1 Transformacin del espacio nativo amaznico
Grco 2 Esquema del espacio nativo
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La correspondencia entre el medio ambiente y la ocupacin del espacio en comunidades
indgenas tanto en selva como en sierra es muy evidente en la adaptacin climtica de sus edi-caciones, el uso de materiales locales y formas vernaculares hacen que su respuesta fsica sea
coherente con sus usos y costumbres, siendo un reejo verdadero de una forma particular de
vida en el espacio.
En las comunidades andinas hay tendencia a los asentamientos pequeos concentrados
conformando tramas o retculas simples (calles y cuadras). El clima muy fro es determinante en la morfologa de las viviendas andinas, se
busca cerrar para ganar calor al interior, se construye casas pequeas de gruesos muros, generalmente de tierra, techos bajos cubiertos
de ichu (pasto seco que crece en las punas) y pocas aberturas. Hay divisiones mnimas al interior de las casas, mximo dos, una corre-
spondiente al estar-comedor y otra al dormitorio comn a toda la familia.
1. 4. ARQUITETURA INDGENA 2. 4.1 Fundamento terico
Para Saussuere la lengua es un contrato so-cial, haciendo un paralelo en arquitectura, G. Broadent7 arma que esta correspondencia se da en el estilo (que es un contrato social entre personas que acordaron que ciertos elementos arquitectnicos deban signicar ciertas cosas). Tanto Barthes como Lvi-Strauss 8 encontraron un paralelismo entre el lenguaje y la organiza-cin de 7 Ibid. 8 Ibid. las cosas fsicas (existen diversos sistemas, del vestido, comida, au-tomvil, mobiliario, etc.). Desde que nacemos siempre tratamos de orientarnos en el ambi-ente, y de establecer un cierto orden.
El desarrollo de la cultura se basa en la infor-macin y en la educacin y por tanto depende de la existencia de ciertos sistemas simbli-cos comunes. La participacin en una cultura signica que se sabe cmo usar sus smbolos comunes. La cultura integra la personalidad sin
Foto 2 Vista de un asentamiento nativo en la sierra del Per.
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gular de un mundo ordenado basado en ciertas interacciones signi cativas. Cuando el espacio
se convierte en un sistema de lugares signi ca-tivos, se presenta vivo para nosotros.
4.2 Caractersticas de la arquitectura indgena
Los elementos denotativos y connotativos de la arquitectura indgena re ejan el medio am-
biente y la cultura indgena, tienen un trans-fondo ideolgico y mitolgico que es la base
de su cultura. Por ejemplo en la orientacin y distribucin del espacio interior de las casas
comunales de los indgenas amaznicos, la uti-lizacin de materiales y su identi cacin con el-
ementos naturales vivos del medio ambiente, la similitud entre el cosmos y la envolvente de
la casa comunal, en cierta forma como la superposicin de dos mundos: uno terrenal en la base y otro superior en el cielo de la bveda celeste, la cual cubre la tierra que est en la parte inferior.
Con los aos se di un cambio en la vivienda indgena, del uso de las casas comunales, se pas a la vivienda individual, principalmente motivado por los misioneros que intentaron evangelizar a los grupos indgenas y se opusi-eron a que las familias clnicas viviesen juntas bajo un mismo techo.
El predominio de la vivienda individual reforz el cambio de una vida colectiva de participacin a una vida individual y de competencia entre los miembros del asentamiento. Cada uno se preo-cupa ms por su propio bienestar sin considerar los intereses del grupo.
Gr co 4 - Divisin interior de una casa comunal
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En la vivienda individual nativa se nota cada vez ms una alteracin de los elementos de-
notativos por el uso de materiales de fuera de la regin que son utilizados por copia de las
nuevas casas o la escuela que son construdas en las aldeas.
En algunas comunidades indgenas se observa un constante cambio en la bsqueda de nuevas
soluciones formales para sus viviendas; estos cambios van desde la distribucin espacial
hasta la forma exterior de las viviendas. El uso y experimentacin con materiales y estructuras nuevas demuestra el cambio que experimenta el grupo social que ante los diversos estmulos
y agentes de cambio se halla tambin en la bsqueda de nuevas estructuras para enfrentar
sus problemas.
La prdida gradual y progresiva de la identidad cultural de muchos grupos indgenas es sin
duda un problema que tiene otras causas que no pueden ser slo resueltas desde la arqui-
tectura; pero el correcto entendimiento y valor-acin del espacio habitable de estas culturas
nos marca las pautas de lo que podemos y no debemos hacer en trminos del espacio
construdo.
5. PROYECTOS DE DESARROLLO
En el marco de la cooperacin entre paises desarrollados y paises en vas de desarrollo, di-versos proyectos han sido ejecutados y se eje-cutan por la cooperacin tcnica internacional en convenio con los estados y algunas ONGs.
Muchos de stos se han orientado al mejorami-ento de la infraestructura de las reas rurales, en los sectores salud, educacin, vivienda y a
la creacin de nuevos proyectos de ecoturismo. Queremos analizar en este punto las experi-encias realizadas en diferentes pases y con grupos indgenas de la selva y los andes de
sudamrica.
5.1 Proyetos Ecotursticos
En los ltimos aos se ha enfatizado en el de-sarrollo de proyectos ecotursticos como una al-ternativa sostenible de generacin de ingresos para las poblaciones indgenas o campesinas en pases como Per, Ecuador y Bolivia. De manera especial se orient a las poblaciones que viven dentro de Parques Nacionales o Ar-eas Protegidas debido a que, por su ubicacin, estas sociedades indgenas tienen muchas restricciones, para desarrollar actividades econmicas de subsistencia.
El Albergue Ecoturstico Matsiguenka en la Zona Reservada del Parque Nacional del Manu, ubicado en la Reserva de Bisfera del Manu en la selva tropical del Per es ejemplo pionero en la regin; como proyecto de diseo y construc-cin sostenible no slo en trminos tcnico formales sino tambin como concepcin de trabajo conjunto entre el estado, a travs del Instituto Nacional de Recursos Naturales INRE-NA, dos comunidades indgenas Matsiguenka habitantes del Parque y la Cooperacin Tcnica Alemana GTZ.
Fue concebido por un equipo multidisciplinario (antroplogos, bilogos, arquitectos, ingeni-eros, tcnicos y maestros de obra) con gran profesionalismo y conocimiento de la cultura Matsiguenka; fueron contemplados los impac-tos socio-ambientales, planes de contingencia y monitoreo de las diversas actividades a ejecu-tar. La participacin de la poblacin nativa fue determinante y vital en la ejecucin de la obra y en el posterior funcionamiento del albergue, pues el proyecto apuntaba a una autogestin por parte del pueblo beneciario.
El proyecto arquitectnico fue diseado consi-derando las particularidades medio ambientales y culturales del pueblo Matsiguenka, utilizando en las instalaciones sanitarias y elctricas sistemas alternativos y fuentes renovables de energa. La propuesta formal en planimetra y volumetra se bas en los patrones, esquemas y proporciones de la arquitectura Matsiguenka.
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El conjunto se trabaj como una aldea indgena con casas distantes entre s, con espacios
abiertos y senderos de conexin; volmenes transparentes que permiten el paso del aire,
techos altos de hojas de palmera, muros per-meables que dejan circular el aire y protegen
del ardiente sol. Se pretenda as revalorizar la cultura material de los matsiguenka por medio
de su arquitectura y uso del espacio.
En lo tcnico formal se rescat el lenguaje de-notativo de la arquitectura matsiguenka, el uso
de materiales de la zona, procesados segn
tcnicas indgenas, y con ciertas innovaciones mod-ernas que favorecan la conservacin y durabilidad de los mismos pero sin contaminar el medio ambiente. Los principios aplicados a las instalaciones sanitarias fueron ecolgicamente correctos, se aprovech el agua de la quebrada para abastecer de agua al al-bergue, se utiliz la energa solar para calentar el agua y obtener energa elctrica para iluminacin y un aparato de radio comunicacin. Los deshechos evacu-ados por los desages fueron separados para evitar contaminar el entorno y se ltr los residuos lquidos por medio de ltros de arena y piedras, siendo posible reutilizar el agua resultante.
Si bien hubo un buen manejo de la primera y segunda fase del proyecto, es decir durante la construccin e instalacin y primeros talleres de capacitacin para el personal indgena, la posterior fase de seguimiento, monitoreo y capacitacin no se llev a cabo debido a un cierto desinters de la fuente nanciadora quien con nuevos encargados en sus ocinas, no continu dando el apoyo y mostr poco cono-cimiento y criterio para acompaar el proyecto. Result realmente sorprendente que pese a esta situacin, la poblacin nativa encargada del proyecto continuara manejando las opera
Grco 5 Plot Plan del Albergue Matsiguenka
Grco 6 Ubicacin del Albergue Matsiguenka Foto 4 -Mdulo principal de ingreso al Albergue
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ciones logsticas y la atencin de los turistas en el albergue; ellos continuaron generando ciertos
ingresos por sus servicios y pese a sus caren-cias contaban con un pblico que buscaba la
oferta que ellos ofrecan.
Es importante recalcar la necesidad de un compromiso por parte de los involucrados en
proyectos de este tipo, en este caso luego de dos aos al salir el personal que inici el
proyecto, los sucesores tanto en la cooperacin tcnica alemana como en el estado, no dieron
el apoyo necesario a la comunidad indgena que ajena a los intereses polticos y de otras n-doles, se vi abandonada a su suerte. Al nal todo proyecto depende de las personas que lo
ejecutan y promueven.
En Bolivia se realiz un proyecto similar, en diciembre de 2002, el Sistema Nacional de Areas Protegidas SERNAP, en convenio con la Cooperacin Tcnica Alemana GTZ y la pob-lacin Aymara de Tomarapi en la regin del alti-plano boliviano, en el Parque Nacional Sajama, inaugur el Albergue Ecoturstico Tomarapi. Esta vez en un entorno totalmente diferente: sobre los 4,000 m.s.n.m., clima muy fro y seco, fuertes vientos y escasa vegetacin. La re-spuesta formal recre el lenguaje arquitectnico de la arquitectura aymara, construcciones pequeas, muros de tierra (adobes), techos de paja y pocos vanos. Se aplic tcnicas pasivas para acumulacin del calor al interior de las edicaciones, aprovechando el alto potencial de radiacin solar del rea. Tambin se emple dicha fuente de energa renovable para gen-erar energa elctrica y para calentamiento de agua. Los residuos de cocina y baos fueron tratados separadamente y se implement el uso de letrinas ecolgicas diurnas (que reciclan los residuos slidos para compost).
Foto 5 Nevado Sajama, PN Sajama, Oruro, Bolivia Foto 6 - Albergue Ecoturstico Tomarapi
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Foto 7 Etapa constructiva, techado doble Foto 8 - Vista interior del Albergue Tomarapi
Tenemos conocimiento que este albergue est funcionando y cuenta an con el apoyo de la
fuente nanciadora y con la asesora profe-sional que orienta los planes de monitoreo y
capacitacin; adems la comunidad de Toma-rapi realiza de manera entusiasta sus labores
de administradores y guas para los turistas de su albergue.
En el estado de Acre, Brasil, la Aldia Indgena Apurin intentaba en el ao 2000 iniciar un proyecto de ecoturismo en coordinacin con la Unio Internacional do Indio y la Universidade Federal do Acre, nanciado por la Fundacin Ford. Principalmente motivados por la construc-cin de una casa comunal para poder reunirse como lo hacan antiguamente a cantar, danzar y beber caiuma. La naturaleza eminentemente comunal de la sociedad apurin senta la falta de espacios sociales comunes donde reunirse y celebrar; cosa que su actual forma de vida y patrn de asentamiento individualista no lo-gra cubrir. Esta tentativa de ecoturismo no ha logrado concretarse hasta la fecha aunque la comunidad apurin de Boca do Acre s con-struy una casa comunal (ver Foto 9) donde se renen frecuentemente miembros del mismo grupo a celebrar estas tradicionales.
Foto 9 Casa comunal Apurin en la Aldia Indgena Boca do Acre, Estado do Acre, Brasil.
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5.2 Proyectos Educativos
En el sector educativo, la problemtica es comn en nuestros paises. Los gobiernos cen-trales y locales enfrentan la carencia de infrae-
structura dotando de alternativas diseadas desde los centros urbanos por profesionales sin el conocimiento de las formas de vida rurales o
indgenas. Las intervenciones en estas reas son evaluadas slo en trminos tcnico-nan-cieros y los factores culturales son considera-
dos como obstculos generadores de conictos o apenas como impulsos para un desarrollo ya denido en trminos materiales y econmicos.
El divorcio entre los requerimientos en las reas rurales y la infraestructura que se construye se
hace evidente desde el inicio, pues las escuelas no brindan los espacios necesarios para que se pueda impartir clases, generalmente para
varios niveles de diferentes edades y dictadas por uno o dos profesores.
En lo tcnico, las construcciones emplean indiscriminadamente materiales considerados
nobles como cemento, lminas de zinc, ladril-los y vidrio, que requieren de mayor costo en transporte y mano de obra calicada para su
instalacin, con el inconveniente adicional que al deteriorarse nadie en la aldea o comunidad
sabe repararlos o tiene los insumos necesarios para ello. Otro aspecto deciente es la adap-tacin climtica en las zonas rurales de selva
tropical o sierra, donde las temperaturas y
humedad son extremas y uctuantes; adems estos materiales no permiten crear una sen-sacin de confort al interior de las edicaciones, trayendo como una de las consecuencia el ausentismo escolar porque nadie quiere ir a estudiar a una caja cerrada y calurosa o fra, segn sea el caso.
Adems del aspecto fsico, otro problema es el de los contenidos que son impartidos en las escuelas. La falta de programas de educacin bilinge y currculas adaptadas a las diver-sas realidades de la poblacin, no hace sino abrir ms la brecha de desentendimiento entre nuestros pueblos, evitando el fortalecimiento de nuestras identidades culturales e impidiendo que avancemos en la senda del desarrollo sostenible antes mencionada. Sin embargo hay intentos de aporte en este campo. Entre 1991-1992 desarrollamos un modelo alternativo de escuelas para Comuni-dades Nativas de la cuenca del ro Madre de Dios, en la selva suroriental del Per. Se trata-ba de una sala base para alumnos de distintos niveles. La planta de este tipo de escuela est orientada en el sentido Este-Oeste, con el piso elevado del suelo; las paredes de madera cor-tadas en tiras que al colocarse dejan intersticios de separacin que permiten el paso del aire al interior y propona un techo alto de hojas de palmeras.
Grco 8 - Alternativa de escuela para Comunidades Nativas
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Pese a que esta propuesta fu solicitada por algunas comunidades, resultaba muy adecuada
y viable de ejecutarse a bajo costo, no lleg a implementarse por intereses de rmas cont-
ratistas vinculadas al gobierno local.
5.3 Proyectos de Salud
En el campo de la salud tenemos el mismo panorama. Las construcciones en reas rurales
o indgenas son realizadas de manera lineal y nica, con formas y tcnicas tradas desde
la capital. Naturalmente es un problema de intereses que en la mayora de los casos es
decidido al inicio por las autoridades polticas. Como se mencionara en el caso anterior, los
proyectos son otorgados a empresas construc-toras que entregan un producto estndar que
precisa de insumos industrializados que deben ser transportados desde los centros urbanos,
generando entre otros aspectos, mayores costos de construccin y al nal no tienen nada
que ver con los verdaderos requerimientos de las poblaciones a servir.
En este caso tenemos como ejemplo un Pro-totipo9 desarrollado para la Fundacin Nacional
de Salud FUNASA, en el ao 2000 en Ro Branco, Acre, pero que no fu implementado
por motivos de ndole poltico, pese a presentar una alternativa tcnica constructiva, formal, cul-
tural y econmicamente sostenible y viable de ejecutarse. No siempre es cuestin de falta de presupuesto, en muchos casos las decisiones
de los gobiernos locales recaen en funcion-arios no calicados o corruptos que por un lado carecen del conocimiento preciso de la realidad particular de sus poblaciones y por otro lado no
muestran compromiso ni voluntad de realizar una buena gestin.
Los temas de educacin, salud y vivienda son puntos lgidos en la problemtica de los paises
en vas de desarrollo, son reas en las cuales se requiere inversiones urgentes pues de ello
depende la mejora de la calidad de vida de nuestras poblaciones. Sin embargo, dado el centralismo an reinante en muchos paises,
cuanto ms nos alejamos de los centros urba-nos, las intervenciones en infraestructura estn ms lejos de alcanzar niveles satisfactorios de habitabilidad y calidad que respondan a los req-uerimiento y exigencias de estas poblaciones.
6. CONCLUSIONES
Crecemos aceleradamente. Hemos tomado conciencia de ello y queremos hacerlo de man-era sustentable, la pregunta es Cmo?. La tendencia en paises en vas de desarrollo es, que los proyectos de desarrollo sean mane-jados por los gobiernos locales, los municipios tendrn la decisin sobre el destino de los fondos econmicos. La cuestin actual es que el personal encargado es incapaz de realizar una buena gestin por carencia de cono-cimientos, formacin y criterio apropiado. Las intervenciones en reas rurales o indgenas se limitan a ser copias de soluciones aplicadas a las ciudades, los centros urbanos interme-dios y pequeos son concebidos como la fase inicial del proceso que conduce a las grandes urbes caticas y sin calidad de vida para sus habitantes. El desarrollo urbano es pensado siguiendo pautas y principios de fuera, se est planeando linealmente dando respuestas idnti-cas a sociedades diferentes.
No existe una va nica de desarrollo, nuestra riqueza cultural debe ser tomada en cuenta. La diversidad no es nicamente de sapos y orqu-deas, sino tambin de hombres. Hombres que piensan, sienten, actan y perciben el mundo de manera diferente. Es hora de crear espacios habitables de acuerdo a nuestros particulares usuarios y sus requerimientos, no de seguir las tendencias marcadas por los paises desarrol-lados.
El rescate de otras formas de vida y adaptacin al medio debe ser la premisa para enfrentar el reto del desarrollo y construccin sostenible; primero por medio del conocimiento y difusin del mismo, luego por el ejercicio profesional re-sponsable al intervenir el espacio habitable. Por qu inducir por ejemplo a ordenamien
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tos territoriales densos en forma de retcula o damero slo para economizar cables y tuberas
al momento de dar luz y agua?; podra pen-sarse por el contrario en asentamientos dis-
persos donde cada vivienda es autrquica en trminos de captar su propia agua y energa?.
Claro que esto requiere de profesionales au-daces y creativos que sean capaces de imagi-nar otros sistemas y tcnicas diferentes a los
ya conocidos; y se es precisamente el reto. La construccin sustentable en Amrica Latina debera intentar revertir el cuadro presente de destruccin de ecosistemas y cambios climti-
cos; deberamos estar planeando soluciones constructivas que no agoten los recursos natu-rales como el agua y las fuentes de energa no renovables y controlen los residuos que actual-
mente son mayores que la basura urbana.
El desarrollo sostenible requiere de profesional-es y pblico comprometido en todos los niveles,
desde los centros de formacin en las univer-sidades y an desde las escuelas, hasta los
niveles de ejecucin de obreros y tcnicos pas-ando por industriales, profesionales liberales
y comerciantes. Este compromiso serio por parte nuestra es tal vez la base para la creacin
de una conciencia ecolgica sostenible que nos gue en la ruta del tan deseado desarrollo
sostenible.
Nuestra riqueza cultural es tan amplia y vari-ada que necesitamos conocerla, divulgarla y
trabajar desde y para ella. En nuestra bsqueda por encontrar soluciones viables de desarrollo
sostenible para nuestros pueblos seamos creativos al disear espacios nuevos y que los espacios que creemos se presenten vivos para
todos nosotros. Se trata al n y al cabo de ree-jar el espacio existencial de nuestras diversas sociedades, del espacio que habitamos y que
pretendemos dejar a nuestros hijos.
9 Prototipo de Posto de Sade para Aldeias In-dgenas, desarrollado por la autora en convenio con la Inio Nacional do ndio UNI y la Universi-dade Federal do Acre UFAC.
REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS
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