esperanza y un rincón cerca del cielo. historias en colaboración

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  • 7/26/2019 Esperanza y Un Rincn Cerca Del Cielo. Historias en Colaboracin.

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    Historias colaborativas.

    Club de lectura de Cairo Cinema Caf.

    I

    Esperanza

    Diablos tener que recordarla ahora, precisamente ahora. La fotografa -en sepia- se desliz de

    entre las hojas de mi vieja edicin de Paradiso, a la que acud acuciado por la soledad del primer

    desfiladero de la noche, alumbrado por una luna alta y perfilada que se ocult en el preciso

    instante en que no soport ms la pesada mortaja del insomnio. Quiero creer que no fu ms que

    el azar lo que me hizo encender a tientas la lmpara en la cabecera, localizar tan slo con el

    recuerdo tctil la ubicacin de aquella primera edicin, tan cara a mis afectos y abrirla en la exacta

    ubicacin en que muchos aos atrs sepult ese retrato que me interroga -ahora como entonces-

    en esa actitud retadora sobre el sof pulcramente cubierto por una sbana. La blusa blanca con

    una gran franja en la parte superior- es timorata cubierta sobre la que se apoyan con timidez las

    puntas de su cabello, largo y lustroso. Bajo el muslo derecho que tensa la mezclilla de sus jeans

    ajustados aquel estpido clavel. Con dolor regres al instante en que su boca arroj la pregunta

    que no supe entonces responder.

    Me detuve y cerr los ojos. Ese instante daba vueltas, dejando un vaco entre lo idlico y lo

    nostlgico. No pude ms. Regres la mirada hacia las desgastadas pginas y mov los dedos

    rpidamente, queriendo avanzar como si dejara atrs esa parte que me atormentaba. Devoraba

    las palabras que se volcaban ante mis ojos: la sopa de pltano y tapioca, el souffl de mariscos,

    ensalada de remolacha y esprragosEra imposible. Cada sabor y cada olor estaban impregnados

    en mi mente y se volvan tan reales que se apoderaban de m. Me levant y dej caer sobre la

    cama los recuerdos, pensando una vez ms que el tiempo algn da retrocedera y me hara saber

    la respuesta. Aunque no estaba seguro de comprender la pregunta.

    Me asom por la ventana y la luna estaba ah de nuevo. Tome un abrigo y decid salir a perder mis

    pasos mientras me reencontraba con el presente.

    Demonios y almas deambulaban juntos. La calle oscura acompaaba mi soledad, mientras la luna

    guiaba el camino y la breve brisa invernal susurraba detrs, o era su voz que retumbaba en mis

    pensamientos. Me sent en la banca frente al lago -la de siempre Cerr los ojos y me transport

    a aquella tarde de abril. Al abrirlos, las flores de primavera se mostraban en todo su esplendor. El

    sol luca radiante y contrastaba con el azul turquesa del lago. No estaba seguro de estar

    realmente ah. Pero en ese momento sent cmo sus delicados dedos rozaban con los mos. Mir a

    mi lado, y ah estaba. Esa sonrisa que haca que el tiempo se detenga. Ah, fue donde todo

    comenz.

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    Retir su mano de la ma y disfrut unos momentos de la cara que puse, record lo mucho que me

    desconcertaba que lo hiciera y olvid cmo se senta su ausencia. Tard poco en recuperar su

    mano, la secuestr sin tomar en cuenta que justo entonces le serva para sostener un aireador

    imaginario que se haba incluido no s en qu parte de una larga explicacin sobre la

    contaminacin del lago; era de esperarse, vemos una magnfica creacin del esfuerzo humano y

    de inmediato ella proyecta un caos ecolgico.

    -La naturaleza humana crea, pero carece de la visin para prever el desarrollo de los eventos que

    rodean a su creacin. Pero yo confo en que esto no es intencional, es falta de visin, y aquellos

    que pueden ver, tienen la responsabilidad de responder por sus colegas ciegos Ella confa?

    Seguro, pero ni ella misma se lo cree, slo quiere confiar. Y pretende que yo me convenza con sus

    palabras domingueras. Cualquiera con dos dedos de frente puede ver que la gente es ciega por

    gusto y que ella se niega a aceptarlo, tambin por gusto.

    Estaba seguro de que seguira la misma secuencia de siempre: unas preguntas para medir mi nivel

    de atencin, fingirse ofendida, escucharme, mirarme con compasin y cambiar el tema. Mientras

    ella me acosaba con preguntas sobre fertilizantes y unas algas raras, yo disfrutaba por anticipado

    cmo se irritara con mi discurso: el mundo es imperfecto y hay que aprender a resignarse a las

    cosas sobre las que no tienes influencia.

    -Hace tres aosDijo, continuando con su interminable lista de especies desaparecidas del lago

    aun podamos ver garzas pescando

    Maldita frase! Sent mis manos solas en el fro de la noche

    -Esas no eran garzas Respond con los ojos cerrados, aferrndome al dilogo conocido Pero

    esas s eran garzas y este no era un deja v.

    En medio del fro quera vomitar, no por ese horrible olor que slo a cierta hora de la noche

    lograba despertar del lago, sino por la certeza de que ese olor comenz mucho despus que aquel

    anuncio de la desaparicin de las garzas. Pero an poda escucharla a lo lejos.

    -T no puedes saber si eran o no garzas porque ni sabas de este lago hace tres aos Claro que

    no poda saberlo, pero me gustaba contradecirla, su voz, a veces me irritaba su perfeccin, pero

    ese no era uno de esos momentos, justo entonces su voz me serva para recobrar el nimo y fue

    por ella que pude abrir los ojos, mirarla y continuar con el mismo dilogo a la luz del da.

    Aunque sabiendo hacia donde se dirigan los acontecimientos, ya no poda slo disfrutar ese

    momento y no tena idea de qu hacer si deca o haca algo que cambiara su rumbo. Se

    interrumpi y me pregunt qu me pasaba; qu me pasaba entonces? La primera vez estaba

    envidiando a las garzas por haber podido elegir largarse de ah; la segunda vez la envidiaba a ella, a

    su futuro.

    -Slo pensaba que las garzas de hace 30 aos se las arreglaban muy bien para vivir sin lago

    Ment.

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    Me sorprendi la facilidad con que le repet la misma respuesta simplona, sobre todo

    considerando que an no lograba sentir completamente el calor del da y que saba a dnde ira a

    parar todo aquello.

    -Y tambin los seres humanos, pero imagnate cmo le haran para vivir ahora sin la cantidad de

    energa que tenemos gracias a su construccin

    -Has admitido que alterar la naturaleza es provechoso

    -Es que ese no es el tema. Piensa en el lago como en ti mismo e imagnate su futuro. No te parece

    aterrador?

    No era necesario imaginarlo, lo conoca. Conoca muy bien el sentimiento de dejarse alimentar de

    podredumbre slo por crecer un poco ms. Tambin saba lo que era enfocarse en cumplir con el

    destino para el que se supona que haba sido diseado. Aun me dola el recuerdo de aquellos que

    antes me llenaron de emociones, pero que se haban ido uno a uno al darse cuenta de que cada

    vez estaba ms muerto. Conoca lo que es estar confinando un alma que quiere correr hasta serparte del mar.

    -Lo que me aterra es pensar que extraars este sitio si te llevo conmigoNo me enorgullezco de

    esa frase tan cursi, pero decid repetir un dilogo de una de nuestras primeras conversaciones, no

    poda dejar pasar la oportunidad, tem que despus ya no pudiera verla sonrer por m

    Ella volvi a detener el tiempo. Entonces mi tiempo era demasiado lento para seguirle el paso,

    figrate una computadora vieja intentando correr un programa pesado; esa hiptesis la desarroll

    en las largas tardes que pas hurgando en la herida, pudrindome, mantenindome a base de

    orgullo

    Es as que despus de unos segundos mi frase logr su objetivo y dibuj una pequea sonrisa, de

    esas que dicen mucho pero a la vez comprometen nada, me mir con duda, buscando la confianza

    que mis palabras no le dieron y dijo No me ests escuchando- fingi ofenderse mientras sonrea

    de nuevo, preciosa.

    Suspir, Qu no la estaba escuchando? No, supongo que mi atencin se centraba ms en

    recuperar su mano, que iba y vena con la emocin de cada palabra; sin embargo poda repetir

    puntualmente todo lo que habamos hablado, cosa que prueba ser difcil cuando todo lo que

    quera hacer en realidad era llevrmela, robarla y tenerla para m, angustiarnos juntos por las

    cosas que estn fuera de nuestro control, hacerla rer y, por qu no, hacerla enojar de vez en

    cuando.

    -Ciertamente es bello- Dijo mientras miraba el amanecer

    Con esos ojos que sonren color canela Deb responder algo citar una frase no se lo que fuera

    pero con el tiempo detenido uno no va a ninguna parte y yo sigo aqu en mis recuerdos confusos y

    no creo reponerme o quiz responderle con otra pregunta

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    En ese momento despert.

    Volv a mi realidad.

    Y llor.

    Llore como nio al que le arrebatan el juguete por primera vez.

    Me deshice.

    Me deshice entre mi angustia y mi tristeza.

    Estaba muerto.

    Muerto por dentro.

    abril

    el lago

    ella

    Ella en el mundo imperfecto.

    Perfecta.

    Pero ella se haba ido.

    Se haba ido para no volver.

    Una oleada de irritacin conmigo mismo logr sacarme del remolino de auto compasin. Por quvine aqu? Por qu la recuerdo ahora, diez aos despus?

    Encontr en el bolsillo de mi abrigo la vieja fotografa. La desafi, sostuve su mirada retadora por

    ms tiempo que nunca, y poco a poco me apacigu.

    -Ya no hay garzas le dije en voz alta al retrato. Pero hay otras cosas. Puedo escuchar ruido

    desde varios puntos del lago. Creo que son mapaches. La vida regresa poco a poco al lago, a tu

    lago.

    Le pusieron tu nombre sabes? Parque Esperanza. Probablemente es una coincidencia; tal vez no,

    pero el caso es que ahora lleva tu nombre.

    Es tu lago. Empobrecido por la ausencia de garzas, pero luchando por sobrevivir.

    Comenzaba a amanecer. Tonos rosa y violeta intentaban teir el cielo y el lago ah en el Este, hacia

    el muro de la represa.

    Suspir. El mundo no se acomoda fcilmente a nuestros deseos; pero a veces, del compromiso

    entre nuestra falta de visin y la terquedad de la naturaleza, nacen cosas nuevas y frtiles.

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    Delicadamente pos la foto sobre una pequea ola a la orilla del lago.

    La vi alejarse poco a poco hacia el amanecer, hasta desaparecer por el borde rebosante de la

    represa.

    II

    Un rincn cerca del cielo.

    Ciertamente algo extrao estaba sucediendo, no estaba segura que fuera la nica en notarlo pero

    estaba segura que estaba perdiendo la cordura.

    Todo comenz durante aquella semana de finales de mayo, cuando como suceda cada que mi

    madre tena demasiado trabajo o compromisos que le impidiera realizar la tarea, era mi turno de

    suplirla en las visitas a la abuela, en realidad nunca he entendido porque mi madre se obsesiona

    tanto, religiosamente todos los meses visitaba el cementerio, se encargaba que todo estuviera

    limpio, dejaba flores y entablaba en un monologo para contar a la abuela como nos iba en la vida.

    Yo en realidad las veces que tena que suplirla solo le llevaba las flores y me quedaba un rato en el

    lugar.

    Mi madre lo odiaba, pero al fin y al cabo termino aceptndolo porque a diferencia de ella yo

    pienso firmemente que los cementerios pertenecen ms a los vivos que a los muertos. A la abuela

    ya poco le importa si el mausoleo est sucio y con nidos de animales o limpio, resplandeciente ycon las mejores flores de la temporada.

    Ir al cementerio en realidad no me desagradaba, hablando del lugar, pues ciertamente no era un

    lugar para pobres, algo con lo que me encantaba molestar a mam. No era como aquellos

    cementerios donde todas las tumbas estn amontonadas y no tienes espacio entre recinto y

    recinto de manera que escuchas a la gente hablar con los muertos, o al menos lo que ellos

    piensan que hacen, no haba esa seccin de tumbas pequeas amontonadas una sobre la otra ni

    tampoco era palpable el ir viendo como las tumbas cambian de unas pequeas bastante feas a

    unas grandes y sobrecargadas de querubines.

    Un Rincn Cerca del Cielo era irnicamente el nombre que se le dio al lugar, originalmente haba

    sido un panten privado, y las familias con mayor poder adquisitivo de las ciudades haban

    decidido descansar en un lugar lejos del caos urbano. A diferencia de otros cementerios contaba

    con un gran jardn central del cual podas tomar diferentes senderos para ir a donde se

    encontraban los mausoleos. Haba un sendero principal que llevaba a las oficinas donde

    administraban el cementerio y ah mismo se encontraban las criptas para aquellos que no

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    pudieron descansar tan cerca del cielo. A decir verdad era un lugar bastante agradable para

    albergar un montn de huesos.

    Ese da en particular estaba algo nublado, cuando llegue al pequeo poblado iba con bastante

    prisa ya que tena que regresar antes de las 5 para un compromiso importante, por lo que al bajar

    de la estacin corr a la primera florera y compre cualquier tipo de flores que encontr y meencamine a Un Rincn Cerca del Cielo

    La entrada la formaban tres arcos de piedra caliza, cada columna terminaba en altos pinculos. En

    lo alto del arco del medio, estaba la figura de San Pedro, sentado en su trono, con una mano

    sealando al cielo y la otra amputada. En la base del trono tallado en la piedra poda leerse Un

    rincn cerca del cielo

    Los arcos enmarcaban una reja de hierro negro y el contacto frio con el metal dispar un

    sentimiento de frustracin, tantas veces haba cruzado por esos mismos arcos, tantas veces haba

    mirado a San Pedro, tantas veces y siempre haba estado all, completo.

    Pero ahora, no poda recordar que haca falta, que llevaba San Pedro en esa mano que ahora no

    exista ms?

    La tumba no estaba muy lejos, y tena el tiempo justo para dejar las flores y macharme, no poda

    permitirme llegar tarde al hotel esa tarde. Si volva a faltar a nuestra cita Ral jams me lo

    perdonara.

    Mas frio, las nubes ya haban ocultado el sol y ahora una brisa fresca me haca apretar el paso,

    pero ya estaba cerca, ya poda ver la lomita en la que mi abuela descansaba.

    Fue entonces cuando sent la primera gota, inocente y juguetona, resbalando por mi mejilla, la luzy luego el desfasado estallido me gritaba que era demasiado tarde.

    No llevaba nada para cubrirme, todos los reportes del clima haban pronosticado un da caluroso, y

    yo me haba vestido con el vestido que Ral me haba regalado, uno que nunca usaba porque mi

    madre lo haba descrito como un trajecito de cabaretera cuando se lo mostr.

    La segunda gota no fue nada discreta, fue una advertencia directa, era una gota gorda que revent

    justo en la parte descubierta de mis muslos.

    No iba a lograrlo, tena que salir de all ya mismo, estoy segura que si la abuela me vea desde el

    cielo lo entendera, pero no era as, porque estaba muerta.

    Cuando di la vuelta la lluvia ya haba comenzado, poda ver a la gente al frente corriendo para

    buscar refugio y yo estaba a 4 segundos del desastre, los tacones arruinados, el maquillaje corrido.

    Pude imaginar la mirada de rechazo de Ral.

    Con alivio repar en un mausoleo con la puerta entreabierta, era mi nica salida, me quit los

    tacones y corr , en una mano el par de zapatos y en la otra el ramo de flores amarillas, tal vez

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    poda salvarme de la tempestad, tal vez solo pasara un momento ms , volvera el fulgor del sol y

    todo estara bien, llegue al mismo tiempo que el agua y en un reflejo de proteccin cerr la puerta

    tras de m.

    Hmeda oscuridad, sent mi corazn en la planta de los pies, empue el ramo y el crujido del

    celofn me record otra mano, esa mano de San Pedro, la mano que cuando an estaba unida albrazo sostena la llave a las puertas del paraso, y entonces lo supe, empuje la puerta para

    comprobar que ya no volvera a abrirse.

    Mi desesperacin en ese momento me hizo quedar plida -aunque la oscuridad dentro del

    pequeo espacio habra impedido que se notara- un breve mareo y un fro intenso recorrieron mi

    cuerpo y me hicieron perder un poco el equilibrio.

    Despus de unos segundos de ofuscacin, mi desaforada imaginacin comenzaba a hacer de las

    suyas: escuchaba el rugir de la lluvia acompaada a lo lejos de unos aullidos apagados y unas

    breves risas burlescas. Irnicamente cerr los ojos -aunque de todas maneras no poda ver nada-

    recordando que cuando era pequea le tema a la oscuridad de mi habitacin, cerraba los ojos ypareciera que me transportaba a un lugar seguro, donde me senta cobijada y protegida. Pero

    ahora mayor, estos remedios tranquilizantes ya no funcionan igual.

    La ansiedad no se hizo esperar y sent diminutos pasos sobre mi piel. Como si miles de insectos

    corrieran desesperadamente y subieran por mis piernas, recorrieran mis brazos y alcanzaran el

    cuello.

    Comenc a agitar mis extremidades para deshacerme de ellos y en ese momento sent que alguien

    respiraba detrs mo, una respiracin entrecortada muy cerca de mi oreja hizo que mi piel se

    enchinara y regresara de nuevo la desesperacin y angustia. No pude ms: lanc un grito ahogado

    que ms que miedo fue una catarsis que hizo me tranquilizara un poco. Me detuve un segundo e

    intent recuperar el ritmo normal de mi respiracin: inhalando profundamente por la boca y

    exhalando lentamente por la nariz, repetidas veces, hasta alcanzar el ritmo adecuado -despus de

    todo, el par de clases de yoga que tom estaban siendo tiles -.

    Ya con la calma recuperada y los bichos imaginarios ahuyentados, mi mente se esclareci y me

    puse a pensar cmo salir de ah. Le di dos empujones y una patada a la puerta y no cedi ni un

    centmetro. -FrustracinMi cita de las cinco creo que sera cancelada. Ral me matar.

    Aunque pensndolo bien, mi relacin con Ral ya era ms por costumbre. No me visualizaba a

    futuro con l. Creo que no lo quiero. Pero despus de un ao juntos para m ha sido toda unavidano creo tener la fuerza suficiente para iniciar algo nuevo con otra persona. A mis 23 aos y

    sin pareja, la vida ya no tendra sentido. Mis planes se habrn arruinado.

    Pero la verdad, Ral no me quiere como yo a l. Esos jueves de pker y sus amigos son mala

    influencia. Siento que no le da tanta importancia a la relacin y ya nada es igual que antes. Siento

    que al principio, l disfrutaba de mi compaa. Ahora nicamente me busca para tener sexo.

    creo que tiene razn mi madre, este vestido s parece de cabaretera -. Todos los hombres son

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    iguales. Cuando me convenci de hacerlo por primera vez, dijo que me amaba y que pasaramos

    toda una vida juntos. Ahora se ha acabado esa magia. Quiero viajar por el mundo y conocer gente

    sin preocuparme por nada. Necesito nuevas emociones. -Debo dejar de procrastinar- !Odio mi vida

    rutinaria!, !Odio a Ral! !Odio que mi madre me diga que hacer, ya no soy una nia! Odio a mi

    abuela! ella ya est mejor ah cantando con los angelitos, mientras yo aqu encerrada en este

    cuchitril con cucarachas imaginarias por su culpa.

    Pensndolo bien, creo que estoy mejor aqu dentro. No est del todo mal, excepto por este bolso

    barato de imitacin de piel que Ral me regal en nuestro aniversario -creo que fue para que

    combine con el vestido de cabaretera-. Y adems, me critica que lo lleno con toda clase de cosas

    inservibles. Porque los hombres no nos entienden? no saben que las mujeres tenemos

    necesidades?. Esperacosas inservibles.creo que s lo tengo todava debe estar por aqu, no

    recuerdo haberlo sacado. Pensndolo bien, s traigo muchas cosas inservibles. Bingo! Aqu est.

    Esa lamparita de led que compr en el tianguis saba que me servira alguna vez.

    La luz me ceg un poco.

    Wow!, esta tumba es ms grande de lo que parece -Sr. Abraham Reynolds 1806-1869- y muy

    vieja. Aunque se ve que en su familia no tienen una madre como la ma que lo visita tan seguido ya

    que est un poco descuidada. Ese rincn con el florero lleno de polvo y restos de flores marchitas

    necesita un poco de vida. Creo que les dejar las de mi abuela, seguro que ella ni lo notar. Y

    pondr en el centro este florero sobre esta repisa que slo tiene llaves viejas y slo hace ver ms

    viejo este lugar. Espera! Ser posible tener tanta suerte? Me detuve y tom el llavero entre las

    manos por un momento. Aunque se ve vieja, es el tipo de llave antigua que abrira este lugar. No

    pierdo nada con intentarlo. Una vuelta a la derecha, otra msclic! El rechinar ms glorioso que

    pude haber escuchado en mucho tiempo. Despus de todo, la familia de don Abraham es

    precavida! -o descuidada- pero sea como sea, ha acabado con mi agona. Hasta luego Sr.

    Reynolds. Disculpe si perturb su sueo eterno.

    Debo darme prisa, antes que se haga ms noche.

    Im in and out of love, Im running back and forth between our hearts, but I wont give us up

    Tantas veces he escuchado esa cancin y no puedo dejar de hacerlo. Me recuerda la primera cita

    con Ral. La pasamos tan bien.

    Son las siete apenas, si me doy prisa no llegar tan retrasada. l entender que fue una situacin

    inesperada y no se enojar. Anso verlo. -As que vamos cochecito, da lo mejor de t-.

    ...You keep me falling for you;

    Im out knowing for you, Im out here hanging

    Era dar vuelta del lado del tercer arco, luego a la derecha, despus del rbol torcido, y el camino

    pedregoso, doscientos metros y de nuevo a la derecha. O era a la izquierda? -oh no! maldita

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    suerte la ma!- Creo que mi madre tiene razn en que tengo una mente dispersa. Derecha! s, era

    a la derecha. Slo cincuenta metros ms y salgo a la carretera camino a casa. -mmm, ese rbol no

    estaba.- O ser que faltarn unos metros ms?. Seguir avanzando. -Me estoy preocupando de

    nuevo.- No recuerdo mucho este paisaje y es difcil la visibilidad a esta hora. -Debo incluir un mapa

    en mi bolso. S, lo tendr en cuenta para agregar.- Estoy perdida y no quiero llorar, pero no s en

    donde estoy. Mejor pregunto.

    Esa casa que se ve a lo lejos parece tener encendida una luz. No creo que haya otro lugar cerca as

    que bajar y espero alguien me diga cmo salir de aqu. Ojal no interrumpa su cena o que sea un

    viejo malhumorado.

    -Estos tacones no estn hechos para caminos pedregosos.- Ya estoy aqu. Tocar dos veces para

    no parecer muy desesperada. -toc, toc. Buenas noches! Alguien ah?

    -Uf!, esta familia no lee muy seguido sus correos-. Su buzn est lleno de correspondencia por

    revisar. Seguro tiene muchas deudas. Pobre seor, pobre Sr. Abraham Reynolds!.

    No sala de mi asombro cuando la puerta se abri lentamente.

    Era la ex novia de Ral tan acre como las hojas que caen en un otoo tardo, ahora tena que lidiar

    con ella, percib un olor a menta al momento que vislumbr su zapatilla roja creo que la tena

    debajo de su paladar; en un dj vu record que eran de aquellas que Ral me ofreca antes de

    convencerme para hacer el amor como en una especie de engao o tal vez era para combinar lo

    de cabaretera? -Ma! Cre que lo habas olvidado, por favor pasaLa duela del piso hizo que mis

    tacones atrajeran la atencin de todos los invitados, alcanc a ver un par de regalos infantiles

    cuyos moos azules hicieron darme cuenta que efectivamente era un fiesta para la futura llegada

    de un beb.

    Entr al tocador inmediatamente as sin pedir permiso y al entrar no pude evitar dejarme llevar

    por la pulcritud de las cosas, me lav la cara inmediatamente pues estaba empezando a sofocarme

    un poco a pesar de no estar en el sepulcro de Abraham Reynolds se senta la misma opresin en el

    pecho, mi respiracin se converta en un agotamiento, mir desconsoladamente al espejo y vi

    como mis dedos se derretan como velas, mientras la piel de mi tenue rostro se erosionaba

    dejando entrever mis venas y dems tejidos , los muros de las paredes parecan acercarse cada vez

    ms a mis tacones de terciopelo hasta que la desesperacin me hizo salir inmediatamente,

    nuevamente la ex novia de Ral pareca me esperaba pues casi la beso cuando la encontr y no

    not sino hasta ahora que era ella la que estaba embarazada haba pasado tanto tiempo? Quiz

    no tanto desde la ltima vez que sent que el tiempo se haca eterno cuando estaba enamorada de

    mi prometido o cuando temblaba de nervios cada que posaba sus dedos en mi nuca para

    tranquilizarme cuando no conciliaba el sueo Ral me estaba engaando! Soy una paranoica-

    claustrofbica? Lo que sea ya no me produce sentir alguno Ral me dijo que an te sigue

    esperando en la cafeteraOh cmo pude haberlo olvidado!- ; ni siquiera me desped, lo anterior

    fue casi como un sueo, el mes pasado fuimos al funeral de su ex novia pero deb confundirla,

    seguro era otra.

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    An puedo llegar a la cita son apenas las 7:50 maldito Audi de segunda! Por qu no me compr

    el Mercedes? Oh espera aqu lo tengo en mi llaverito, la carretera parece hecha de cristal a causa

    de la lluvia pero no puedo darme el lujo de ser cautelosa.

    A lo lejos escucho a alguien que dice:

    Est regresando! Relajada, tranquila, respira hondopoco a poco abre los ojos , ests aqu con

    nosotros recurdalo mantn la calmapero lo que menos poda hacer era mantener la calma, Ral

    llevaba ya dos meses desaparecido y yo no me pregunten como yo s que l sigue en sta tierra

    sigue cerca y lo nico que quiero es saber que est bien y si no quiere ya nada conmigo yo s

    quiero de l an que sea un dame tiempo-Es todo por hoy Ma-Muchas gracias Abraham.

    Confusa cerr la puertaese hombre es esAbraham Reynolds!!