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ESPIRITISMO PARA LOS NIÑOS
Cairbar Schutel
2014
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ESPIRITISMO PARA LOS NIÑOS
Cairbar Schutel
Publicación: 31 de marzo de 2014
TRADUCCIÓN: Ricardo Morante e María Reyna de Moran-
te
TAPA: Cláudia Rezende Barbeiro
REVISIÓN: Astolfo Olegário de Oliveira Filho
PUBLICACIÓN: EVOC – Editora Virtual O Consolador
Rua Senador Souza Naves, 2245
CEP 86015-430
Fone: (43) 3343-2000
www.oconsolador.com
Londrina – Estado do Paraná
Datos internacionales de catalogación de la publicación Bibliotecaria responsable Maria Luiza Perez CRB9/703
Schutel, Cairbar, 1868-1938.
S417e
Espiritismo para los niños / Cairbar Schutel; revisión: Astolfo Olegário de Oliveira Filho; Tapa: Cláudia Rezende Barbeiro; Traducción: Ricardo Morante e María Reyna de Morante. – Londrina, PR : EVOC, 2014. 46 p.
1. Espiritismo – Estudio y enseñanza. 2. Espiritismo
– Niños. I. Oliveira Filho, Astolfo Olegário de. II. Título.
CDD 133.907
19.ed.
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ÍNDICE
Introducción a la presente edición, 4
Nota preliminar, 7
1. Dios, 9
2. Religión, 11
3. La oración, 13
4. El Hombre y la inmortalidad, 17
5. La comunicación con los Espíritus, 21
6. La vida en el otro mundo, 24
7. Penas y goces futuros, 26
8. Vicios e pecados, 28
9. Las virtudes, 30
10. El trabajo, 31
11. La moral espírita, 33
12. La reencarnación, 34
13. Diversidad de mundos, 36
14. Nociones del Evangelio, 38
15. Espiritismo, 41
16. Oración, 45
17. Carta a Jesus, 46
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INTRODUCCIÓN A LA PRESENTE EDICIÓN
Cairbar de Souza Schutel, natural de Rio de Janei-
ro-RJ, nació el día 22 de setiembre de 1868 y desen-
carnó en Matão-SP el 30 de enero de 1938.
Divulgador espírita, uno de los más importantes de
la historia del Espiritismo en nuestro país, fundó el día
15 de julio de 1905 el Grupo Espírita “Amantes de la
Pobreza”, actual Centro Espírita “O Clarim”, ubicado en
la ciudad de Matão-SP, donde lanzó el mismo año el
conocido periódico espírita “O Clarim” y, 20 años des-
pués, el 15 de febrero de 1925, “La Revista Interna-
cional de Espiritismo”, publicación mensual dedicada a
los estudios de los fenómenos anímicos y espíritas.
Pionero de las transmisiones espíritas por medio
de la radio, Cairbar es autor de 17 libros importantes,
todos ellos publicados por la Casa Editora O Clarim,
también fundada por él:
• Espiritismo y Protestantismo – setiembre de
1911
• Histeria y Fenómenos Psíquicos – diciembre de
1911
• El Diablo y la Iglesia – diciembre de 1914
• El Bautismo - 1914
• Espiritismo para los niños - 1918
• Interpretación Sintética del Apocalipsis - 1918
• Cartas a Esmo - 1918
• Médiums y Mediumnidades - agosto de 1923
• Génesis del Alma - setiembre de 1924
• Espiritismo y Materialismo - diciembre de 1925
• Hechos Espíritas y las Fuerzas X... - mayo de
1926
5
• Parábolas y Enseñanzas de Jesús - enero de
1928
• El Espíritu del Cristianismo - febrero de 1930
• La Vida en el Otro Mundo - octubre de 1932
• Vida y Hechos de los Apóstoles - febrero de
1933
• Oraciones Espíritas - 1936
• Conferencias Radiofónicas - setiembre de 1937.
La obra que ahora divulgamos – Espiritismo pa-
ra los Niños - fue publicada originalmente en 1918 y
constituye, con seguridad, el primer intento de escribir
un libro espírita para que el niño lo lea directamente,
aunque también sea una obra que puede ser utilizada
provechosamente por los padres espíritas en la tarea
de la educación de sus hijos, tarea que no debe ni
puede ser descuidada por quien se declare espírita.
En efecto, se le preguntó a Emmanuel: “¿Cuál es
la mejor escuela de preparación de las almas reencar-
nadas, en la Tierra?”
Emmanuel respondió: “La mejor escuela sigue
siendo el hogar, donde la criatura debe recibir las ba-
ses del sentimiento y del carácter. Las instituciones
educativas, propias del mundo, pueden instruir, pero
sólo la institución de la familia puede educar. Es por
esa razón que la universidad podrá hacer al ciudadano,
pero solamente el hogar puede edificar al hombre. En
su grandiosa tarea de cristianización, ésta es la finali-
dad profunda del Espiritismo evangélico, en el sentido
de iluminar la conciencia de la criatura, a fin de que el
hogar se renueve y el nuevo ciclo de progreso espiri-
tual se traduzca, entre los hombres, en hogares cris-
6
tianos para la nueva era de la Humanidad”. (O Consola-
dor, pregunta 110, obra psicografiada por Chico Xavier.)
La decisión que nos llevó a lanzar la versión digital
de esta obra partió de tres hechos: el primero es que
la versión impresa de la obra se encuentra agotada en
la editorial; el segundo es que toda la producción lite-
raria de Cairbar Schutel pertenece al dominio público
desde enero de 2010, como establecen los artículos 33
y 41 de la Ley No. 9.610, del 19 de febrero de 1998.
Finalmente, pensamos que ofrecerla sin costo alguno a
nuestros lectores que se encuentran en Brasil y en el
exterior constituye un homenaje a Cairbar, considera-
do por numerosos compañeros nuestros y por noso-
tros también el Espírita número 1 de Brasil.
Londrina, 22 de setiembre de 2013
Astolfo Olegário de Oliveira Filho
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NOTA PRELIMINAR
Hace tiempo, algunos amigos insistieron para que
hiciéramos circular una obrita que reuniese, en pocas
páginas, lecciones sencillas sobre los principios funda-
mentales del Espiritismo.
Por falta de tiempo y de inspiración, nos demora-
mos en el desarrollo de esa tarea que nos parece, de
hecho, de gran valor para la divulgación de la Verdad.
Llegó ahora el momento de que cumplamos este
deber. Nos hemos esforzado tanto como ha sido posi-
ble para reunir en este librito de carácter pedagógico,
al alcance de todos, los principios más populares del
Espiritismo para que puedan, al mismo tiempo, en su
conjunto, dar a los lectores una idea sucinta de esta
esclarecedora y consoladora Doctrina.
Para este fin, hicimos como el pescador de perlas,
recogiéndolas de esta y de aquella obra de competen-
tes escritores que en su paso por la Tierra, dejaron el
trazo luminoso de su dedicación a la gran causa que
marcó la extraordinaria misión del ilustre Espíritu que
llamamos Allan Kardec.
Como aquellos amigos que nos sugirieron la publi-
cación de este librito, estamos convencidos de que
prestará buenos servicios a la divulgación y luces a los
principiantes que buscan orientarse en el Camino de la
Vida.
Que los Genios propulsores del progreso humano
abran la inteligencia de todos los que hojeen estas
páginas y la Doctrina que ellas encierran acceda a sus
corazones, para que el Reino de Dios pueda bajar a la
8
Tierra y el Supremo Director de nuestro planeta -
Jesucristo – nos tenga bajo su mirada protectora.
Cairbar
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1
DIOS
¿Qué es Dios?
Es la inteligencia suprema del Universo y la causa
primera de todas las cosas.
¿Cuál es la prueba de la existencia de Dios?
Todo prueba la existencia de Dios: las maravillas
de la Creación, nosotros mismos, nuestros sentidos y
el conjunto de nuestros órganos. Todo lo que el hom-
bre no hizo, es obra de Dios.
¿Dios tiene forma humana?
No. Dios es Espíritu, está en todas partes; su inte-
ligencia se irradia a todos los puntos del Universo.
¿Qué prueba que Dios está en todas partes?
El orden y la armonía admirables que se manifies-
tan tanto en las cosas mínimas como en las más gran-
des. Las almas que en las alas de la oración se elevan
hacia Él, sienten su presencia y el poder de su amor
inmenso, que se extiende a todos los seres sin excep-
ción.
Entonces, ¿Dios es la Fuente Suprema de la
Bondad y de la Justicia?
Sí, es el manantial donde bebemos las fuerzas de
las que carecemos para el desarrollo de nuestras facul-
tades intelectuales y morales.
10
¿Hay más de una persona en Dios?
La razón nos dice que Dios es un ser único, indivi-
sible. Cuanto más progresemos y nos revistamos de
virtudes, más comprenderemos a Dios.
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2
RELIGIÓN
¿Qué es la Religión?
Es la ciencia que nos conduce a Dios, volviéndonos
conocedores de nuestros deberes y nuestros destinos
después de la muerte.
¿La Religión puede entonces esclarecernos
sobre nuestro destino más allá de la tumba?
Perfectamente: ésta es una de las principales en-
señanzas de la Religión, pues vemos cómo su acción
no se limita a este pequeño mundo en el que nos en-
contramos.
En pocas palabras, ¿en qué consiste la Reli-
gión?
Amar a Dios con todo nuestro corazón, entendi-
miento y alma, con todas nuestras fuerzas, y al próji-
mo como a nosotros mismos.
¿Qué se debe hacer para amar a Dios?
1° – Elevar el alma hacia Él en oración.
2° – Tener confianza en Su bondad y en Su justi-
cia.
3° – Ser caritativo, es decir, aliviar y consolar a los
que sufren y hacer a los infelices todo el bien que se
pueda hacer.
4° – Dedicarnos al estudio de Su Ley, que es la
Religión.
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¿Qué debemos hacer para amarnos a noso-
tros mismos?
Estudiar y volvernos virtuosos, trabajar para nues-
tro progreso espiritual y para nuestro sustento en este
mundo; finalmente, ser buenos, humildes, leales y
caritativos.
¿Qué debemos hacer para amar al prójimo?
Hacer a nuestro semejante, en la medida de nues-
tras posibilidades, todo aquello que desearíamos que
los demás hicieran por nosotros.
¿Es lícito odiar a los que nos hacen mal?
Al consistir la Religión en la práctica de la Caridad,
es necesario perdonar siempre y pagar el mal con el
bien.
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3
LA ORACIÓN
¿Qué es la oración?
La oración es la elevación de nuestra alma hacia
Dios: por ella entramos en comunicación con Él y a Él
nos acercamos.
¿Atiende Dios a aquellos que oran con fe y
fervor?
Dios les envía siempre buenos Espíritus para que
los ayuden.
¿Existen fórmulas especiales para las ora-
ciones?
No. La Divinidad se preocupa poco de las fórmu-
las; las intenciones del suplicante son las que pesan en
la balanza de la Bondad Divina.
Entonces, ¿por qué existen, incluso en el Es-
piritismo, oraciones dictadas por Espíritus y que
han sido publicadas en libros?
Para enseñar a los hombres a razonar cuando se
dirigen a Dios y a hacerlo no sólo por medio de pala-
bras, sino también con sentimiento e inteligencia.
Entonces, ¿esas fórmulas no constituyen un
ritual?
El Espiritismo no tiene rituales ni formalismos. El
objetivo de los Espíritus al brindarnos una colección de
Oraciones, es ofrecer un modelo de cómo debe ser
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hecha la Oración, sin que por ello se restrinjan a las
palabras escritas. Es, además, como se ha dicho, vol-
ver a la oración inteligente y comprensible, y darle
sentido a la petición que debemos hacer al Supremo
Creador, para que aprendamos a pedir lo que nos con-
viene y lo que nos es útil.
¿La oración es agradable a Dios?
Sí, porque es un acto de humildad, es el reconoci-
miento de nuestras flaquezas y de nuestra inferioridad,
invocando la ayuda de los Poderes Superiores, siempre
solícitos a atender nuestros ruegos.
¿Qué pasa con las oraciones repetidas innu-
merables veces?
Ya dijimos que la bondad de Dios no está dirigida
a las fórmulas y al número de palabras, sino a las in-
tenciones de quien ora. Las interminables letanías, los
“Ave Marías” y “Padre Nuestros”, repetidos 5 ó 7 ve-
ces, los rezos pronunciados con los labios mientras
que el corazón no siente y la inteligencia no compren-
de, no tienen valor ante Dios. Jesús dijo: “No os ase-
mejéis a los hipócritas que piensan que por mucho
hablar serán oídos”. Lo esencial es orar bien y no mu-
cho.
¿Por quién debemos orar?
Por nosotros mismos, por nuestros parientes, por
nuestros amigos y enemigos de este y del otro Mundo;
debemos orar por los que sufren y por aquellos por
quien nadie ora.
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¿Es lícito recibir pago por las oraciones que
se hacen por otros?
La razón nos dice que Dios no vende su misericor-
dia, ni participa con los traficantes que comercian has-
ta con las cosas divinas.
Entonces, ¿los servicios y las oraciones pa-
gadas no llegan a Dios?
Absolutamente no. La oración es una manifesta-
ción del amor y de la humildad; aquellos que se elevan
por la oración al Supremo Creador deben revestirse de
desinterés y humildad.
¿Cuál es la oración al Señor?
Padre nuestro, que estáis en el infinito, santificado
sea vuestro nombre; venga a nosotros vuestro reino –
el reino del bien; que se haga vuestra voluntad en la
Tierra y en el espacio, así como en todos los mundos
habitados; dadnos el pan del alma y del cuerpo; per-
donad nuestras ofensas así como de todo corazón
perdonamos a los que nos han ofendido; no nos dejéis
sucumbir a la tentación de los malos Espíritus, pero
enviadnos a los buenos para que nos esclarezcan.
Os amo, oh mi Dios, con toda mi alma y quiero
amar a todos los hombres que, por vuestro amor, son
todos mis hermanos.
¿Cuál es la oración al Ángel de la Guarda?
Espíritus bien amados, Ángeles de la Guarda, voso-
tros a quien Dios en Su infinita misericordia permite
velar por los hombres, sed nuestros protectores en las
pruebas de la vida terrestre; dadnos la fuerza, el cora-
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je, la resignación, inspiradnos todo lo que es bueno;
reprimid nuestra inclinación al mal; que vuestra dulce
influencia penetre en nuestras almas; haced que reco-
nozcamos que un amigo leal está con nosotros, viendo
nuestros sufrimientos y participando de nuestras ale-
grías. No nos abandonéis; necesitamos de vuestra pro-
tección para soportar con fe y amor las pruebas que
Dios considere enviarnos.
¿Cómo debemos orar por los que sufren, en-
carnados y desencarnados?
Dios Todopoderoso, que ves nuestras miserias,
dignaos escuchar favorablemente los votos que os
dirigimos por amor a los que sufren, encarnados o
desencarnados. Dirigid hacia ellos, oh mi Dios, una
mirada de piedad y misericordia; abrid sus almas al
arrepentimiento y dadles los medios para expiar su
pasado. Extended especialmente vuestro amor a aque-
llos que hemos conocido y amado; enviad a sus almas
un rayo de esperanza, haciéndoles ver la grandeza de
sus destinos y la felicidad de volver a reunirnos algún
día en mundos mejores.
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4
EL HOMBRE Y LA INMORTALIDAD
Siendo la religión una ciencia que nos ense-
ña nuestro destino después de la muerte, ¿cuál
es la naturaleza íntima del hombre? ¿El hombre
es solamente un cuerpo?
No, el cuerpo humano no es más que el instru-
mento del que el Espíritu se sirve en este mundo para
trabajar por su adelantamiento. Cuando sobreviene la
muerte, el "hombre espiritual" abandona el cuerpo
como nosotros lo hacemos con la ropa vieja.
Entonces, ¿es al "hombre espiritual" a quien
le dan el nombre del Espíritu?
Efectivamente. Todas las criaturas son Espíritus
revestidos de cuerpos carnales.
En este caso, ¿el Espíritu no nació cuando el
cuerpo nació?
El Espíritu vive desde antes, en el espacio, y se en-
carna en éste y en otros mundos tantas veces cuantas
fueran necesarias para su adelantamiento.
¿Los animales también son Espíritus?
También, pero mucho más atrasados que el hom-
bre, aunque inmortales y susceptibles de perfecciona-
miento, pues el progreso es una ley de Dios y, siendo
los animales criaturas de Dios, no sería justo que Dios
los crease para dejarlos morir para siempre. (1)
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(1) Aunque la palabra Espíritu sea casi siempre utilizada
para designar a la criatura humana cuando está desencarnada,
su utilización en lo concerniente a los animales también desen-
carnados se encuentra en la obra de Allan Kardec, como po-
demos verificar en la Revue Spirite de 1861, traducción publi-
cada por la Edicel, pp. 227 a 229; en la Revue Spirite de 1865,
Edicel, pp. 128 y 129; y en El Libro de los Médiums, cap. XXV,
ítem 283, pregunta 36ª.
Sobre la presencia de Espíritus de animales en el plano
espiritual, vea "El Espiritismo responde" de la edición 266, de
24/6/2012, de la revista "O Consolador". Éste es el link
http://www.oconsolador.com.br/ano6/266/oespiritismorespond
e.html
¿Cómo puede un Espíritu vivir en otro mun-
do sin cuerpo?
El Espíritu tiene el cuerpo de una materia fluídica y
cuanto más adelantado es, más sutil y brillante es el
cuerpo que lo reviste.
En este caso, ¿los Espíritus se reconocen
unos a otros?
Sí, puesto que tienen cuerpo. Se reconocen como
nosotros reconocemos a los parientes y amigos.
¿Incluso los Espíritus de los animales tienen
cuerpo?
Lo tienen, semejante, en apariencia, al cuerpo que
tenían en la Tierra. Es a ese cuerpo que le damos el
nombre del periespíritu.
¿Los Espíritus van más deprisa que noso-
tros?
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Mucho más deprisa que nuestros vehículos y avio-
nes más veloces; se transportan de un lugar a otro a
una velocidad increíble, como la del pensamiento, de
acuerdo al grado de adelantamiento y al trabajo que
tuvieran en el espacio.
¿Por qué no vemos a los Espíritus?
Por la imperfección de los órganos visuales, así
como tampoco vemos el aire que respiramos y las es-
trellas por la luz intensa del Sol.
¿Los Espíritus fueron creados buenos o ma-
los?
Dios creó a todos los Espíritus simples e ignoran-
tes; cada uno llegará más o menos rápido a la perfec-
ción, conforme al uso que hace de su libertad.
¿Quiere esto decir que no existen ángeles y
diablos tal como lo enseñan las sectas religio-
sas?
Efectivamente: así como no existen las penas
eternas ni el infierno.
¿Y aquellos que practican el mal aquí?
Sufren en la otra vida el castigo de ese mal y en-
carnan nuevamente para reparar las faltas cometidas.
¿El Espíritu puede, entonces, durar 1,000 ó
2,000 años?
Millares de millares de cuatrillones de años, y más.
El Espíritu nunca muere, el Universo es infinito y el
Espíritu es inmortal: cuanto más vive, más sabio y más
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feliz se torna, más libertad tiene para ir a donde quie-
ra; más conoce y aprecia las obras de la Creación.
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5
LA COMUNICACIÓN CON LOS ESPÍRITUS
¿Los Espíritus pueden entrar en relación con
nosotros?
Dios ha permitido que los Espíritus se comuniquen
con los hombres para darles la certeza de la inmortali-
dad.
¿De qué manera los Espíritus se manifiestan
a los hombres?
De varias maneras: volviéndose visibles, hablán-
donos directamente o con la ayuda de los médiums.
Nosotros, si fuéramos músicos, para probar de he-
cho lo que somos, podríamos silbar o cantar una aria.
Pero si no tuviéramos voz o no pudiéramos silbar, po-
demos tomar cualquier instrumento que conozcamos y
tocar la música que pueda demostrar a todos que so-
mos músicos.
Del mismo modo los Espíritus: unos se manifiestan
personalmente, otros lo hacen a través de otra perso-
na que sea médium.
Leyendo después "El Libro de los Médiums", de
Allan Kardec, comprenderemos el mecanismo de la
comunicación.
¿Pero se dice que se debe evocar a los Espí-
ritus?
No se debe evocar a un Espíritu que no se conoce,
o llamar a los Espíritus para fines inútiles. Debemos
siempre preferir a nuestros parientes o amigos en
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quienes depositamos nuestra confianza, pero siempre
para fines espirituales.
Entonces, ¿es peligroso evocar a cualquier
Espíritu?
¿Seríamos capaces de llamar a cualquier hombre
que no conociésemos para hacerle preguntas o inter-
cambiar ideas? Evoquemos de preferencia a nuestro
Ángel de la Guarda, a nuestros Espíritus Protectores, y
tendremos éxito.
¿Hay espíritus que velan especialmente por
nosotros?
Dios en su Bondad Suprema dio a cada uno de no-
sotros un Espíritu Protector, a quien llamamos Ángel
de la Guarda, encargado de velar por nosotros, inspi-
rarnos buenos pensamientos, ayudarnos con sus con-
sejos, consolarnos y sustentar nuestro coraje en las
pruebas de la vida.
¿Los Espíritus experimentan las mismas ne-
cesidades y sufrimientos que nosotros?
Los conocen porque ya han pasado por ellos, pero
no los sienten del mismo modo que nosotros, ya que
están exentos del cuerpo carnal.
¿Los Espíritus sienten cansancio?
No; sus fuerzas se reparan naturalmente sin el es-
fuerzo de los órganos.
¿Los Espíritus necesitan luz para ver?
Ven por sí mismos y en el otro mundo sólo hay ti-
nieblas para aquellos que están en expiación.
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Entonces, ¿los Espíritus ven las cosas tan
claramente como las vemos nosotros?
Más nítidamente, ya que su vista penetra donde la
nuestra no puede penetrar.
¿Los Espíritus oyen los sonidos?
Sí, oyen, e incluso perciben los sonidos que nues-
tros oídos no pueden percibir.
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6
LA VIDA EN EL OTRO MUNDO
¿Cómo está formado el otro mundo?
El otro mundo es semejante a este mundo. Tiene
casi todo lo que éste tiene y muchas cosas que éste no
tiene.
¿Está lejos de nosotros?
No, al contrario, nos envuelve y nos penetra.
¿Por qué no lo vemos?
Debido a su composición física. No es de materia
grosera como el nuestro, sino de una constitución sutil
y enrarecida, apropiada para sus habitantes, cuyos
cuerpos son también de materia purificada, menos
densa.
Entonces, ¿existen allá casas, árboles, flores,
parques, animales?
¿Y por qué no? Cuando lleguemos allá veremos
todo eso, y en la medida de nuestro adelantamiento,
encontraremos, además de esas esferas, otros mun-
dos aún más perfeccionados y menos densos.
¿En qué consiste la vida en el otro mundo?
En el trabajo, el estudio, el desarrollo del arte y la
ciencia, en la adoración del bien, en la verdadera ado-
ración a Dios. La vida en el otro mundo es esencial-
mente activa: cada uno tiene una tarea, cada cual tie-
25
ne su trabajo de acuerdo con su perfeccionamiento y
los conocimientos que posee.
Entonces ¿no hay en el otro mundo bohe-
mios y vagabundos como aquí?
Sí, en gran cantidad. Son esos Espíritus que, es-
tando más cercanos a nosotros por su condición de
materialidad, nos aborrecen y atormentan. Pero ellos
no pueden permanecer por mucho tiempo en ese es-
tado: pronto son llamados al orden y asumen una res-
ponsabilidad.
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7
PENAS Y GOCES FUTUROS
¿Cómo comprender las penas y los goces fu-
turos?
Las penas y los goces futuros son consecuencia de
nuestros actos. La razón nos dice que en la repartición
de la felicidad, que todos desean, los buenos y los ma-
los no pueden recibir la misma porción.
¿En qué consisten los goces en el otro mun-
do?
La mayor de todas las felicidades consiste en el
cumplimento del deber. En segundo lugar está el uso
que podemos hacer de todo lo que allá existe, sin de-
trimento de la Ley Divina.
Además, hay paseos muy agradables, viajes de re-
creo y de instrucción. Los goces en el Más Allá, al no
ser materiales como los de nuestro mundo, son, sin
embargo, más refinados de lo que podremos experi-
mentar aquí en la Tierra.
¿En qué consisten las penas?
En la privación de los goces, en la falta de libertad,
en el remordimiento por los crímenes practicados y por
las malas acciones, en las condiciones de infelicidad en
que quedan los reincidentes que no quisieron estudiar
ni practicar la caridad, en la ignorancia a la que se
entregaron por su indolencia.
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¿En este caso no hay cielo, purgatorio, o in-
fierno como enseñan las religiones?
La razón nos dice que no. El sufrimiento no está
localizado aquí o allá; es una condición del Espíritu que
infringe la Ley Divina. ¿No vemos, aun en este mundo,
cómo el sufrimiento es mayor en unos que en otros
aunque estén en el mismo lugar? Cada uno cosecha en
la otra vida lo que sembró. ”Quien siembra vientos,
cosecha tempestades”.
28
8
VICIOS Y PECADOS
¿Cuáles son los pecados que nos vuelven in-
felices en la otra vida?
Todas las faltas tienen por causa el orgullo y el
egoísmo. La autoestima desordenada con desprecio de
los demás, que hace que el hombre se eleve por enci-
ma de sus semejantes y se atribuya a sí mismo lo que
debería atribuir a Dios, es la raíz de todos esos vicios
que se propagan en los troncos del orgullo y del
egoísmo.
¿Qué se entiende por orgullo?
Es la más terrible de las enfermedades del alma:
es la pretensión que el hombre tiene de su superiori-
dad sobre los demás. Allí se originan la ira, la envidia,
la pereza, la lujuria y todos esos males que nos vuel-
ven sufridores.
¿La ira puede ser realmente un gran defec-
to?
Más que un defecto: es preferible que el hombre
sea lisiado que colérico: además de perjudicar al Espí-
ritu, perjudica al cuerpo.
¿Qué se puede hacer para combatir a la ira?
Ejercitar la paciencia, es decir, tratar de soportar
los sufrimientos conforme a los preceptos de Jesús,
reprimiendo los movimientos violentos de nuestra al-
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ma, ejercitándonos en la paz y esforzándonos por
mantener la calma.
Y la envidia, ¿es difícil combatirla?
Nada es difícil cuando se quiere. Comenzando por
evitar la crítica, la murmuración, la calumnia, termina-
remos extinguiendo a la envidia que nos hace sufrir.
No es envidiando a los otros, ni lo que tienen, que ob-
tendremos lo que deseamos.
¿La pereza es, entonces, un gran mal?
Es un abismo que nos separa de los bienes mate-
riales y espirituales. El perezoso es siempre un parásito
que vive a costa de los demás.
¿Qué se entiende por egoísmo?
Es el excesivo amor al bien propio, sin atender a
los demás. Este defecto neutraliza algunas cualidades
buenas que el hombre pueda tener, porque se vuelve
incompatible con la justicia, el amor y la caridad.
Finalmente, para conocer el mal, hagamos lo que
Jesús recomendó: “No hagas a otros lo que no quieres
que los otros te hagan”. La infracción de esa norma
constituye el pecado. No nos entreguemos a la gula, a
la sensualidad, a la lujuria. Seamos sobrios y castos, y
cumplamos nuestras obligaciones.
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9
LAS VIRTUDES
¿Qué es la virtud?
Es un estado del alma que nos acostumbra a ser
buenos y a hacer el bien.
¿Cuántas son las virtudes?
La virtud es una sola y es muy explícita - caridad.
¿Entonces la caridad no es hacer limosnas y
auxiliar a los pobres y enfermos?
Es todo eso y otras cosas más. Es ser paciente,
sumiso, sin vanidad y sin orgullo, amar y practicar la
verdad, consolar a los afligidos y enseñar a los que se
equivocan. En fin, el hombre virtuoso es el que cumple
sus deberes para consigo mismo, para con su prójimo
y para con Dios.
31
10
EL TRABAJO
¿Qué pensar del trabajo?
El trabajo es una ley de la naturaleza, indispensa-
ble para todos.
¿Dios no podía dejar de imponer al hombre
la condición del trabajo?
Dios puede hacer todo lo que quisiera y, si impone
el trabajo, es para que el Espíritu progrese por sus
propios esfuerzos y tenga el mérito de sus obras.
Además, ¿qué harían los Espíritus y los hombres si no
existiera el trabajo?
¿En el otro mundo también se trabaja?
Ya dijimos que la vida en el otro mundo consiste
en el trabajo.
¿Y el trabajo será tan penoso en la otra vida
como aquí?
Por supuesto que no, así como en los mundos más
perfectos el trabajo es menos material. Toda acción
inteligente es una especie de trabajo.
¿Entonces el trabajo existe en todo el Uni-
verso?
En la Naturaleza todo trabaja. Hasta Dios, como
dijo Jesús, trabaja sin cesar.
¿Sin el trabajo no habría progreso?
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Miremos a los ociosos e indolentes de nuestro
mundo, ricos o pobres, y veamos lo que ellos saben:
examinándolos bajo el punto de vista moral y espiritual
veremos a lo que se reducen estos individuos.
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LA MORAL ESPÍRITA
¿Qué es la moral?
Es el conjunto de reglas que se deben practicar
para hacer el bien y evitar el mal.
¿Cuál es la moral enseñada por el Espiritis-
mo?
Es la misma moral de Jesús, la moral cristiana, que
se resume en “hacer el bien a todos, inclusive a los
que nos hacen mal”.
¿En qué consiste la práctica de la moral espí-
rita?
La moral espírita tiene por base el perdón, porque
el odio y la venganza deben ser desconocidos por las
almas buenas.
¿Solo en eso consiste la moral?
No, ésa es la principal condición; pero la moral se
entiende por la beneficencia, la afabilidad, la generosi-
dad, la humildad, la indulgencia, el trabajo y el orden.
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12
LA REENCARNACIÓN
¿Será cierto que nosotros, después de morir,
reencarnamos nuevamente en la Tierra?
Si no fuera así, ¿cómo explicar las diferencias ma-
teriales, intelectuales y morales que se observan en los
hombres: - de la fortuna, salud, constitución física,
grado de inteligencia, grados de virtud y de vicio de
cada uno? Las aptitudes innatas prueban muy bien la
reencarnación.
¿Qué son las aptitudes innatas?
Son recuerdos vagos de encarnaciones anteriores,
como Mozart, componiendo música a la edad de 7
años, Pascal, matemático a los 12 años, y muchos
otros.
¿Entonces esos hombres que saben mucho y
son muy buenos prueban que ya vivieron mu-
chas veces en la Tierra?
Efectivamente, así como los salvajes son Espíritus
niños que salieron hace poco de los límites de la ani-
malidad.
¿Esos salvajes son seres como nosotros?
Lo son, y después de sucesivas existencias serán
sabios y santos, puesto que el progreso es concedido a
todos.
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¿Y cuando seamos sabios y puros necesita-
remos aún encarnar en la Tierra?
Está visto que no, a menos que vengamos en mi-
sión para enseñar a los que estén aquí.
¿Sólo en la Tierra encarnan los Espíritus?
Encarnan en la Tierra y en otros mundos que lla-
mamos planetas.
¿Por qué no recordamos las encarnaciones
pasadas?
Debido a la conformación de nuestro cerebro, pre-
parado para ocuparse sólo de esta existencia. Además,
es una gracia que Dios nos concede – el olvido de
nuestras faltas en el pasado. Pero cuando regresemos
al otro mundo recordaremos nuestras existencias en la
Tierra. Todo obedece a un plan divino.
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DIVERSIDAD DE MUNDOS
¿Existen muchos mundos habitados?
Innumerables. Sólo en nuestro sistema solar con-
tamos a los más cercanos a nosotros: Mercurio, Venus,
Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
¿Esos mundos son más grandes que la Tie-
rra?
Urano es 74 veces mayor que la Tierra; Neptuno
es 100 veces mayor; Saturno 864 y Júpiter 1,300; Ve-
nus y Mercurio son menores; y Marte es más o menos
igual a la Tierra.
¿Y la Luna?
Es un satélite de la Tierra.
¿Los otros mundos también tienen lunas?
No todos, pero Urano tiene cinco, Marte tiene dos,
Saturno diez, además de dos inmensos anillos lumino-
sos; Neptuno tiene dos, Júpiter tiene catorce.
Este mundo colosal, Júpiter, no está, como la Tie-
rra, sujeto a las vicisitudes de las estaciones, ni a los
cambios bruscos de temperatura: está favorecido con
una primavera constante.
¿Qué son las estrellas?
Son soles como el que nos ilumina, y si algunos de
ellos, a pesar de ser millones de veces mayores que el
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nuestro, parecen pequeños, es porque están a distan-
cias inmensas de nuestro mundo.
¿Esos soles alumbran Tierras como la nues-
tra?
Cada uno de ellos es el centro de un sistema pla-
netario como, por ejemplo, el Sol de nuestro sistema.
¿La constitución física de los mundos es
siempre la misma?
No; a veces difirieren en todo. Del mismo modo
sucede con los seres que los habitan. La armonía de la
formas fortalece, por la diversidad del medio ambien-
te, la Ley de Unicidad Divina.
¿Los mundos se extinguen?
Con el tiempo se transforman, como le ocurre en
la naturaleza a todo lo que no es espíritu. Sólo el espí-
ritu es inmortal.
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14
NOCIONES DEL EVANGELIO
¿Qué quiere decir Evangelio?
Buena Noticia – Noticia de la Salvación.
¿Quién es el fundador del Evangelio?
Jesucristo, el Regente de nuestro planeta, que vino
a la Tierra con la misión especial de traer, a todos, la
Religión del Amor.
¿Se debe leer el Evangelio?
Sin duda: sólo allí se narra la vida de Jesús y sus
enseñanzas.
¿En qué consisten estas enseñanzas?
En la práctica de la caridad y los deberes que te-
nemos para con nosotros, para con Dios y para con
nuestro prójimo.
¿El Evangelio enseña una doctrina diferente
a la del Espiritismo?
No podría enseñarla, porque la misión del Espiri-
tismo es predicar el Evangelio en espíritu y verdad.
¿Cuáles son los pasajes de las enseñanzas de
Jesús que se encuentran en el Evangelio?
Las enseñanzas de Jesús fueron orales y prácticas.
Él no se limitaba a hablar, enseñaba practicando. En
el Sermón de la Montaña, por ejemplo, Jesús resumió
Su doctrina. Al finalizar el discurso, cuando descendió
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del monte, se le acercó un leproso y se postró ante Él,
rogándole: “Señor, si quieres, puedes limpiarme”.
Jesús, extendiendo la mano, lo tocó diciendo:
“Quiero, queda limpio”. Y en ese mismo instante que-
dó libre de la lepra.
Y así, sucesivamente, el Maestro obraba, haciendo
entrar en todos Su palabra, no sólo por los oídos sino
también por los ojos.
Para que todos comprendan mejor, explicó en
forma de parábolas la Religión que debían abrazar. Es
así como vemos, por ejemplo, en la Parábola del Sem-
brador el medio de aprender Sus enseñanzas en la
figura de la tierra buena que recibe la semilla y produ-
ce frutos en abundancia (Mateo, XIII).
La Parábola del Tesoro Escondido y la de la Perla
enseñan el medio de buscar las cosas espirituales, es
decir, el “reino de los cielos”, y así en adelante.
¿Jesús enseñó la reencarnación?
Sí, en la conversación que tuvo con Nicodemo,
conforme el cap. III del Evangelio de Juan. Jesús dijo
a Nicodemo que éste debía nacer de nuevo para ver el
reino de los cielos. Después de la transfiguración,
cuando descendían del monte, anunció la reencarna-
ción del profeta Elías, que recibió el nombre de Juan
Bautista.
¿Y qué decía Jesús sobre la comunicación
con los Espíritus?
Su doctrina es la sanción de esta verdad. Si así no
fuese, Él no hubiera evocado a los Espíritus de Moisés
y de Elías, quienes se Le aparecieron en Tabor y con-
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versaron con Él en presencia de sus discípulos Pedro,
Santiago y Juan. Y el mismo Jesús no se hubiera apa-
recido y no se hubiera comunicado con sus discípulos
después de su muerte en el Gólgota.
¿Y Jesús también dijo algo sobre los mundos
habitados?
Queriendo dar a entender a sus discípulos que así
es, afirmó: “Hay muchas moradas en la casa de mi
Padre”.
¿La doctrina espírita tiene, entonces, la con-
firmación divina?
Hemos visto que sí, y por este pasaje del Evange-
lio se verificó muy claramente que el Espiritismo fue
anunciado y prometido por Jesús: “Os he hablado es-
tas cosas estando aún con vosotros: Mas el Consola-
dor, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi
nombre, os enseñará todas las cosas y os hará recor-
dar todo lo que os he dicho” (Juan, cap. XIV, 26).
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15
ESPIRITISMO
¿Qué es el Espiritismo?
Es una Revelación divina que abarca todos los co-
nocimientos humanos y promueve su progreso bajo los
cimientos de una ciencia superior, que trata de la na-
turaleza, origen y destino de los Espíritus, así como
sus relaciones con el mundo corporal.
¿Existe o existirá más adelante otra revela-
ción que nos dé más verdades o que traiga más
conocimientos que el Espiritismo?
No, porque el Espiritismo no detendrá su acción;
dice la primera palabra pero nunca dirá la última.
¿Qué se puede pensar de aquellos que afir-
man que el Espiritismo es un peldaño para con-
vertirse en una verdadera teosofía?
No saben lo que dicen; desconocen el Espiritismo;
no lo estudiaron en sus diversas manifestaciones.
¿Y una nueva ciencia qua apareció con el
nombre de Metapsíquica no sobrepasará los
principios espíritas? (2)
No los puede sobrepasar, puesto que esa ciencia
no es más que una “hipótesis de estudio” que va más
allá de la hipótesis psíquica, es decir, de la antigua
psicología.
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(2) La pregunta hoy tendría sentido si, en vez Metapsíqui-
ca, se dijese Parapsicología (Nota de la Editora O Clarim.)
¿Pero la Metapsíquica constata como verídi-
cas las manifestaciones que el Espiritismo dice
que son espíritas y anímicas?
Una razón más para que el Espiritismo ejerza su
acción entre los sabios y los letrados.
¿Cuál es el motivo por el que las religiones
han combatido el Espiritismo?
Por el apego a las ideas arraigadas, el instinto de
conservación del dominio que poseen sobre las multi-
tudes, el interés por los bienes materiales en unas, el
respeto humano y prejuicio en otras y, en gran parte,
mala fe. ¿No le ocurrió lo mismo al Cristianismo cuan-
do Su Fundador vino a traer al mundo la Noticia de la
Redención? Esto le hizo decir: “Nadie que bebe el vino
viejo quiere el nuevo, porque dice que el viejo es me-
jor”.
¿El Espiritismo es accesible a todos?
Sí, porque no tiene dogmas, ni misterios, si subter-
fugios.
¿No habrá peligro de enseñarlo a los niños y
a los ignorantes?
El Espiritismo es una voz maravillosa que habla to-
das las lenguas, de modo que puedan comprenderla; a
los sabios les habla la PALABRA DE LA CIENCIA, a los
pequeñitos y humildes, la PALABRA DEL AMOR.
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¿Qué podemos decir de los que afirman que
el Espiritismo no puede ser abrazado por perso-
nas torpes y analfabetas, pues correrían un gran
riesgo?
Al no tener nada que decir y no pudiendo refutar
una doctrina que mal comienzan a entrever, van di-
ciendo lo que les viene a la cabeza, para ser tomadas
como personas juiciosas y escrupulosas.
Entonces los que evocan a los Espíritus sin
conocimiento, por mera diversión, ¿no corren el
riesgo de perjudicarse?
Este es otro caso, y aquí el Espiritismo no tiene
ninguna responsabilidad. Evocar Espíritus no es ser
espírita ni estudiar el Espiritismo, así como hacer es-
truendos con pólvora comprimida no es ser cohetero ni
estudiante de pirotécnica. Una cosa es el uso, otra el
abuso.
¿De manera que podemos, sin asustarnos,
estudiar el Espiritismo?
¡No podemos, debemos estudiarlo! Quienquiera
que sea, encontrará en el Espiritismo lo que no en-
cuentra en ninguna parte, en ningún colegio, en nin-
guna academia, en ninguna iglesia, y así se orientará
en el mundo de incertidumbres en el que se encuen-
tra. El Espiritismo es el lazo que une a los Espíritus,
uniéndolos todos a Dios.
Seamos parte de esta asamblea, de esta escuela,
revestidos de buenas intenciones, con el deseo de ins-
truirnos. Así, estaremos bajo la protección de los Espí-
ritus buenos que dirigen este movimiento de espiritua-
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lización humana, y permaneceremos bajo la Paterni-
dad de Dios.
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16
ORACIÓN
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado
sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad así en la Tierra como en el cie-
lo.
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy.
Perdona nuestras deudas, así como nosotros per-
donamos a nuestros deudores.
Perdona nuestras ofensas, así como nosotros per-
donamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentaciones, mas líbranos del
mal.
Así sea.
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17
CARTA A JESUS
Mi maestro y Señor Jesús.
¡Alabado sea Tu iluminado Espíritu!
En los momentos penosos de mi vida me he afe-
rrado a ti y nunca dejé de merecer Tu misericordia.
En los momentos de alegría y abundancia en mi
vida, nunca dejé de darte gracias y cantar alabanzas a
Tu incomparable Espíritu.
Ayúdame, Señor, en mis deficiencias, suple mis de-
fectos, llenas mis claridades con Tu beneplácito y no
permitas que, por mis defectos, Tu doctrina sea moti-
vo de escándalo y Tu palabra sea manchada.
Soy tu discípulo y Te amo como el fiel can que
ama a su dueño. Soy un niño ignorante. ¡Ten compa-
sión de mí!
Bendice a todos los Espíritus, mis hermanos, que
me sostienen y dales fuerza para que obre conmigo Tu
amor.
Alabado sea Dios, nuestro Padre Celestial, a quien
conozco Señor, por Tu intermedio y a quien amo y
adoro, si guardo Tus mandatos.
Cairbar Schutel
(Oración hecha a las 10 de la noche, el 19 de marzo de
1936.)