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Carlos Alberto Rodríguez R. , Etica y salud: Algunos problemas específicos "Por esto es por lo que no he tenido nada que aprender con esta epidemia, si no es que tengo que combatirla al lado de usted. Yo sé a ciencia cierta ... que cada uno lleva en sí mismo la peste, porque nadie, nadie en el mundo esta indemne de ella. Y sé que hay que vigilarse a sí mismo sin cesar para no ser arrastrado en un minuto de distracción a respirar junto a la cara de otro y pegarle la infección. Lo que es natural es el microbio. Lo demás, la salud, la integridad, la pureza, si usted quiere, son un resultado de la voluntad, de una voluntad que no debe tenerse nunca. El hombre íntegro, el que no infecta a casi nadie es el que tiene el menor número posible de distracciones. iY hace falta tal voluntad y tal tensión para no distraerse jamás! Sí, Rieux, cansa mucho ser pestífero. Pero cansa más no serio. Por eso hoy día todo el mundo parece cansado, porque todos se encuentran un poco pestíferos. Y por eso, sobre todo, los que quieren dejar de serlo llegan a un extremo tal de cansancio que nada podrá librar/os de él más que la muerte" Camus. Le peste, 198. Summary: Nowadays, there is a great con- cem for ethical problems in the health field that goes beyond the members of this sector: In this sense, this paper refers to some aspects of this issue, with the purpose of creating greater aware- ness and conciousness in health areas and for all people. Resumen: Actualmente, hay una creciente preocupación por problemas éticos en el campo de la salud, que va más allá de los miembros de este sector: En este sentido, este artículo se refie- re a algunos aspectos de esta problemática, con el propósito sano de generar una mayor concien- cia y reflexión, tanto en el área de la salud, co- mo en el público en general. Sector salud El primer aspecto al que me referiré es acla- rar porqué hablo del sector salud. Los estudiantes de diferentes áreas de la salud (microbiología, odontología, farmacia, enfermería, tecnologías mé- dicas), se quejan constantemente de que, cuando reciben cursos de ética, se les imparte en términos de la ética médica, e insisten, con sobrada razón, en que cada uno de sus campos tienen problemas éti- cos específicos. Estas sugerencias me han permiti- do observar una infundada superioridad de la pro- fesión médica sobre las otras disciplinas de la sa- lud, tanto a nivel científico-tecnológico, como a ni- vel ético. En el sentido tecnológico algunos médicos asumen que su disciplina es la más importante en el área de la salud, lo que demuestra que no valo- ran e incluso desconocen el trabajo profesional de otras disciplinas de la salud. Esta actitud refleja prepotencia e ignorancia de estos médicos, por un lado, porque no toman en cuenta que en el mundo que vivimos, cada día se demuestra con más clari- dad, que el conocimiento se construye interdisci- plinariamente y, que en el caso del área de la salu- bridad, todas las disciplinas profesionales tienen Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XXXVII (93), 327-334, 1999

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Carlos Alberto Rodríguez R.

,Etica y salud: Algunos problemas específicos

"Por esto es por lo que no he tenido nada que aprender con esta epidemia, si noes que tengo que combatirla al lado de usted. Yo sé a ciencia cierta ... que cadauno lleva en sí mismo la peste, porque nadie, nadie en el mundo esta indemne deella. Y sé que hay que vigilarse a sí mismo sin cesar para no ser arrastrado en unminuto de distracción a respirar junto a la cara de otro y pegarle la infección. Loque es natural es el microbio. Lo demás, la salud, la integridad, la pureza, si ustedquiere, son un resultado de la voluntad, de una voluntad que no debe tenersenunca. El hombre íntegro, el que no infecta a casi nadie es el que tiene el menornúmero posible de distracciones. iY hace falta tal voluntad y tal tensión para nodistraerse jamás! Sí, Rieux, cansa mucho ser pestífero. Pero cansa más no serio.Por eso hoy día todo el mundo parece cansado, porque todos se encuentran unpoco pestíferos. Y por eso, sobre todo, los que quieren dejar de serlo llegan a unextremo tal de cansancio que nada podrá librar/os de él más que la muerte"

Camus. Le peste, 198.

Summary: Nowadays, there is a great con-cem for ethical problems in the health field thatgoes beyond the members of this sector: In thissense, this paper refers to some aspects of thisissue, with the purpose of creating greater aware-ness and conciousness in health areas and for allpeople.

Resumen: Actualmente, hay una crecientepreocupación por problemas éticos en el campode la salud, que va más allá de los miembros deeste sector: En este sentido, este artículo se refie-re a algunos aspectos de esta problemática, conel propósito sano de generar una mayor concien-cia y reflexión, tanto en el área de la salud, co-mo en el público en general.

Sector salud

El primer aspecto al que me referiré es acla-rar porqué hablo del sector salud. Los estudiantes

de diferentes áreas de la salud (microbiología,odontología, farmacia, enfermería, tecnologías mé-dicas), se quejan constantemente de que, cuandoreciben cursos de ética, se les imparte en términosde la ética médica, e insisten, con sobrada razón, enque cada uno de sus campos tienen problemas éti-cos específicos. Estas sugerencias me han permiti-do observar una infundada superioridad de la pro-fesión médica sobre las otras disciplinas de la sa-lud, tanto a nivel científico-tecnológico, como a ni-vel ético.

En el sentido tecnológico algunos médicosasumen que su disciplina es la más importante enel área de la salud, lo que demuestra que no valo-ran e incluso desconocen el trabajo profesional deotras disciplinas de la salud. Esta actitud reflejaprepotencia e ignorancia de estos médicos, por unlado, porque no toman en cuenta que en el mundoque vivimos, cada día se demuestra con más clari-dad, que el conocimiento se construye interdisci-plinariamente y, que en el caso del área de la salu-bridad, todas las disciplinas profesionales tienen

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áreas específicas que son de vital ayuda para eléxito de las otras disciplinas, sobre todo, en arasdel bienestar de la persona y la comunidad.

También refleja, por otro lado, la debilidadde las otras disciplinas, al no darse su lugar a ni-vel profesional y al admitir estar a la zaga delcampo médico.

En el sentido ético, si bien cada una de es-tas áreas cuenta con su respectivo código deonto-lógico, también es cierto que el mismo es ignora-do o desconocido por un sector de estos profesio-nales. Además no hay mucha certeza en cuanto ala aplicación de estos códigos por parte de los co-legios profesionales respectivos, como 10 de-muestran las investigadoras Muñoz y Venegas,cuando en la parte correspondiente a las conclu-siones sobre una investigación realizada a los co-legios profesionales del país y sus códigos de éti-ca, nos informan de las múltiples dificultades yen algunos casos la imposibilidad de obtener da-tos, sobre la aplicación o no del respectivo códi-gO.1Lo que me permite concluir que un sector delos profesionales de la salud adolece de una ver-dadera compenetración con su labor.

A partir de 10 dicho, sirvan de reflexión lossiguientes ejemplos:

En un curso de Ética Profesional para mi-crobiología, un grupo de estudiantes reali-zaron una investigación donde mostrabancasos de alg~nos médicos que presionan alos profesionales de laboratorio, para queles den los resultados de análisis clínicospocas horas después, ignorando que algu-nos de estos análisis implican cultivos querequieren como mínimo 48 horas.Con frecuencia estudiantes y profesionalesde microbiología expresan en los cursos deética profesional, como algunos médicospiden análisis clínicos que dado el posibleresultado, requieren de otro examen adicio-nal, por 10 que se les plantea la interrogantede si tienen o no derecho a hacerla sin con-sultar previamente al médico. Si 10 hacen,como efectivamente algunos 10 han hecho,han provocado el choque con algunos deesos médicos, pues éstos últimos conside-ran que son ellos los que atienden directa-mente al paciente y, quienes "saben" 10 que

se debe o no hacer. Y si no realizan el exa-men podría quedar la sensación de un traba-jo investigativo incompleto, que perjudica-rá probablemente al paciente.Técnicos de radiología me han expresadouna inquietud similar, pero en el campo es-pecífico de el\os. Algunos médicos solicitanuna placa radiográfica de un paciente, peropor los ángulos y la posición solicitada, lostécnicos de antemano saben que no servirá;evidentemente porque algunos médicos des-conocen el trabajo específico que realizan enese departamento. ¿Debe o no realizar el téc-nico la placa radiográfica en la posición queél considera correcta? Si 10 hace, probable-mente acarreará un choque con el médico. Ysi no 10 hace, probablemente el paciente seráel perjudicado. Además el sistema incremen-tará sus gastos, porque ese paciente regresa-rá, implicará nuevas placas, más las horasprofesionales implicará más gastos.Con frecuencia se ve en las clínicas y hos-pitales al personal de la salud, técnicos es-pecialmente, aparentando ser médicos. Meexplico, el común de la gente, a veces, enprimera instancia no diferencia a un técnicode un médico. Dada esta situación algunostécnicos, no sintiéndose identificados consu labor, se hacen pasar por 10 que no son.Esta confusión genera diversos problemas,tales como: que el paciente consulta a al-guien no indicado. El técnico incluso seatreve a dar diagnóstico para los que no es-tá capacitado. Y refleja el temor y la pobrecomunicación de algunos pacientes con res-pecto a algunos médicos prepotentes.

Generalmente cuando se habla de problemaséticos en salud, se reduce el tema a analizar soloaspectos médicos, no valorando la dimensión deotras profesiones. El concepto salud no es única-mente la ausencia de cualquier enfermedad. La sa-lud involucra estabilidad física, mental, social eincluso espiritual. En este sentido comparto lo di-cho por Roy Rarnírez, cuando afirma que «Deacuerdo con esto, la conservación y la restauraciónde la salud no puede limitarse a un problema queserá resuelto solo por especialistas -los médicos

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en este caso- sino que en la solución de éste haydiferentes grados de participación y, por lo tanto,diferentes grados de responsabilidad de los distin-tos sectores de la sociedad-.?

El concepto de salud así concebido permitecomprender (como lo afirma Ramírez) la impor-tancia de los aspectos políticos, económicos y so-ciales, en la prevención de cualquier enfermedad.Para efectos de esta reflexión, me permite tenermás clara la importancia del trabajo interdiscipli-nario, del trabajo en equipo, de la comunicaciónconstante en los diferentes campos profesionalesentre sí, en pro del usuario en primer lugar, y de unmejor ordenamiento administrativo más eficiente.

Lamentablemente lo que ha venido aumen-tando en los hospitales y clínicas, es una crecien-te evasión de la responsabilidad de las tareas co-tidianas y poca compenetración con la labor rea-lizada en perjuicio de los usuarios, que antes quepacientes son personas y, como tales, merecen eldebido respeto. Sin duda alguna, no solo el cam-po de la salud, es el que sufre esta crisis, prácti-camente en todos los sectores sociales de nuestropaís lo que está imperando es un utilitarismo ne-gativo, donde la categoría de mercado se ha con-vertido en un valor absoluto. No es que esta ca-tegoría sea negativa, lo es cuando se absolutiza yniega otros valores, porque todo se subordina almercado y al egoísmo, generando intereses in-transigentes, viendo al usuario como medio y noun fin en sí mismo. Se llega a tal punto que:

«un pragmatismo ramplón y amoral se haimpuesto por todas partes y cualquier pillo a lasombra de una organización gremial y con unabogado inescrupuloso puede pisotear todos losprincipios y valores de la civilización, amenazary amedrentar a funcionarios probos y hasta man-dar a la cárcel a quien pretenda poner coto a susdesmanes-.:'

Casos delicados en los laboratoriosclínicos

Al respecto reflexiónese en los siguientescasos:

Inicio con el análisis de situaciones admi-nistrativas en los laboratorios clínicos, tanto de

hospitales como de clínicas periféricas de nues-tro país.

De acuerdo con la Caja Costarricense delSeguro Social los laboratorios de Microbiologíay Química Clínica tienen como objetivo funda-mental obtener resultados que se ajusten a lasnormas más estrictas de exactitud, fidelidad ycon fiabilidad, todo esto se logra con los conoci-mientos de los profesionales, con los métodos yprocedimientos actualizados y el debido ordenen el proceso y estudio.

Para lograr ese objetivo el laboratorio debeorganizar el trabajo eficientemente en unidadesdestinadas a fines específicos para lograr un me-jor aprovechamiento de los recursos disponibles.En el caso de la Caja Costarricense del SeguroSocial, esos laboratorios tienen las siguientes di-mensiones: hematología, química clínica, parasi-tología, microbiología, inmunología, inmunohe-matología, control y evaluación.

Esta clasificación de los laboratorios se hacetomando en cuenta factores tales como: costos delos reactivos y productos biológicos de corta dura-ción; ubicación geográfica; relación al volumende análisis por unidad de trabajo; participación delpersonal en procedimientos especializados por eltipo de técnicas y equipo que se emplea.

Los laboratorios de la Caja Costarricensedel Seguro Social se clasifican desde una UnidadAuxiliar de Laboratorio, hasta laboratorios tipo 7,que corresponden a los Hospitales nacionales Ge-nerales.

Para la obtención de recursos materiales loslaboratorios deben hacer los respectivos trámitescon la Proveeduría local de cada Centro Clínico.

Sobre las normas de seguridad y procedi-mientos propios de cada laboratorio existe unmanual que debe ser de conocimiento de quieneslaboran allí, con el propósito de proteger su saludy la de otras personas. Tómese en cuenta que enlos laboratorios constantemente se manipulansustancias tóxicas y materiales potencialmenteinfecciosos.

A pesar de lo establecido suelen ocurrir ano-malías que alteran las normas éticas que debenimperar en un laboratorio. Por ejemplo, la desa-parición de reactivos, de equipos, usos de mate-rial y equipo de la Caja para procedimientos

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probados, cobros de servicios por parte de micro-biólogos y técnicos, falta de abastecimiento dereactivos para pruebas comunes por parte de laCaja. Otro problema serio es como algunos profe-sionales se "fugan" hacia laboratorios privados(algunos son sus dueños) en horas laborales de laCaja Costarricense del Seguro Social; a algunosincluso se les paga dedicación exclusiva. O por elcontrario, profesionales que utilizan sus horas la-borales en la Caja, para realizar sus trabajos pri-vados en los laboratorios de la Caja.

Probar estas anomalías a nivel legal es difí-cil, por "una especie de conspiración de silencio"que reina en estas situaciones, y quienes hacencomentarios, lo hacen bajo la condición de guar-dar su identidad, por posibles represalias.

Por ejemplo una de estas personas me co-mentó el caso de un microbiólogo que llega enocasiones al laboratorio con muestras biológicassin rotulación alguna y a veces sin la firma pre-via del médico, solicitando al técnico que le hagalos análisis respectivos, evitando despertar sos-pechas del director, y que una vez estén listos losresultados se los envíe con prioridad, alterandoasí el orden del resto de las muestras bien rotula-das y con la respectiva solicitud médica firmada.

La situación es delicada para los microbió-logos o técnicos honestos, puesto que, si no rea-lizan lo solicitado por el profesional, por ejemplouna prueba de Coombs Directo Monoespecífico,enviada a través de un intermediario tendrán pro-blemas posteriores.

También con frecuencia se sustraen tirasreactivas de orina, reactivos para Química Clíni-ca, pipetas de leucocitos y otros materiales. Otroabuso se da cuando se pasan muestras por el"Cell-Dyn" (máquina que hace la hematología) opor el "Syncron" (máquina que hace la bioquími-ea) con tubos que no son del hospital.

Otra situación anómala que suele darseaprovechando días de guardia, es que algunaspersonas introducen muestras de laboratorios ex-ternos, con nombres falsos, número de aseguradofalso, haciendo pasar las muestras como si fuerande consulta externa. O inventan un número de ca-ma y hasta se consiguen un sello de algún salón.Estos exámenes abarcan hematología, química,serología y banco de sangre entre otros.

Es importante dejar claro que aquí no se es-ta denunciado el ejercicio profesional en labora-torios privados. Siempre y cuando no se tengadedicación exclusiva en la ec.s.s., se tiene de-recho a ejercer donde se quiera. Tampoco se estádenunciado a todos los laboratorios privados, nimucho menos, existen laboratorios privados conequipo avanzado y excelente personal. Tampocose está poniendo en entredicho a los microbiólo-gos y técnicos que realizan sus funciones de for-ma honesta y justa, como corresponde.

Lo que aquí se denuncia es el abuso y lasfaltas a la moral que debe ser el estandarte de to-da persona y de los profesionales en particular.Lo que aquí se denuncia no es nuevo, el Dr.Mohs ya lo menciona en su artículo Hablemos demoral, cuando dice «hay muchos problemas deausentismo y bajo rendimiento; también relacio-nes inadecuadas entre personal de salud y los pa-cientes, pero esto no se percibe como un serioproblema social»."

En el caso específico de los LaboratoriosClínicos, se suelen dar otras situaciones que aten-tan contra la moral de un buen profesional, talescomo:

delegar funciones propias del microbiólogoen técnicos o personas que no tienen la de-bida preparación.dedicación mínima en el trabajo profesio-nal, limitándose a hacer lo que se le pide yno lo que se puede y se debe hacer en prodel bienestar social.el no transmitir conocimientos adquiridosen cursos y seminarios de actualización,que más que beneficio propio, debe impli-car el beneficio común en pro de un mejory más eficiente servicio.algunas personas olvidan que detrás de ca-da examen clínico hay una persona involu-crada, y asumen su labor como simples"despachadores" de exámenes clínicos.falta de discreción en el manejo de la infor-mación de los resultados, olvidando la im-portancia del secreto profesional, cuandoasí lo amerita el caso.negarse a hacer exámenes a pacientes conSIDA, como fue el caso de un Hospital Na-cional en meses anteriores.

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dejar exámenes firmados sin haber realiza-do el correspondiente procedimiento.falsificación de resultados si una muestrasale mal y peor aún, cuando ni siquiera sehizo el correspondiente estudio.

Situaciones similares se dan en las otrasdisciplinas de la salud. En este sentido, le corres-ponde al personal, especialmente a los profesio-nales y, en el caso al que me refiero a los miem-bros de los Laboratorios de Microbiología y Quí-mica Clínica de los hospitales y clínicas del país,una gran responsabilidad moral, empezando porquienes ocupan los puestos de jefatura; de estamanera, se logrará la buena marcha y un mejorcontrol de calidad de la labor que se realiza.

Importancia del usuario como persona

Los casos mencionados nos deben situardesde la perspectiva de las personas que solicitanlos servicios profesionales. En términos genera-les se debe tomar en cuenta que si bien para lostrabajadores de la salud estar en los hospitales oclínicas es parte de su vida cotidiana, no lo es pa-ra quienes consultan los diferentes servicios desalud. Una cosa es estar regularmente en un lugardesempeñando una función y otra es ir a solicitarun servicio, se da aquí una relación que general-mente y por la costumbre da seguridad a quienbrinda el servicio, situación ésta que a veces ge-nera la mala atención al usuario.

Por otro lado, debe tomarse en cuenta queel usuario de las diferentes áreas de la salud, ade-más de encontrarse en un ambiente extraño al su-yo, llega en situaciones difíciles de enfermedad,dolor y sufrimiento. A este tipo de usuario tam-bién le preocupa la apariencia física, puesto que,el dolor y la enfermedad son de orden psicoso-mático y su estado orgánico no está en armonía.

En un alto porcentaje de las consultas tam-bién se refleja la preocupación por la falta de di-nero, situación que le angustia debido a la difi-cultad para conseguir los medicamentos si el sis-tema estatal no se los suple; también por la au-sencia a su lugar de trabajo, lo que acarreará po-sible disminución en el salario y hasta el despido.

Si es cabeza de familia la situación se agravará,puesto que, debe pensar en los ingresos necesa-rios para la subsistencia de quienes dependeneconómicamente de él o ella.

Si debe internarse en un centro hospitalario,el medio ambiente le será extraño, como ya seapuntó, y la sensación de estar fuera de su hogarconlleva más ansiedad, tristeza o pesimismo, aveces, por la ignorancia ante el diagnóstico y eltratamiento médico que recibirá.

Lamentablemente esta situación de enfer-medad se ve incrementada por el maltrato, elirrespeto e incluso la agresión al usuario, cuandose le contesta soezmente, o en términos incom-prensibles para el paciente; cuando se le realizanexámenes clínicos sin la menor consideración aldolor que sufre; cuando sin previa consulta al pa-ciente se le exhibe ante estudiantes de diferentesáreas de la salud como si fuera un objeto de ex-perimentación; o finalmente entre otros tantosfactores que podríamos seguir enumerando,cuando no se le da la importancia que merece ala información de su expediente clínico.

Sobre los expedientes clínicos, cabe resaltarque la información contenida no solo es de im-portancia para el profesional, como guía para eldiagnóstico, tratamiento, o incidencia de otrasenfermedades, sino que también es importantedesde el punto de vista estadístico (informaciónfamiliar, tasa de natalidad, defunciones, etc.),desde el punto de vista legal, es un documento alque puede acudir el usuario en caso de atenciónno adecuada; y desde el punto de vista ético, por-que se refiere a la existencia de un ser humano.Por lo tanto, debe ser de uso discrecional, lo de-be manipular solo el personal autorizado y con fi-nes benéficos para el paciente.

Desde el punto de vista antropológico sedebe tener en cuenta que:

"el hecho fundamental del hombre es queno puede llegar a ser hombre más que a través dela palabra, la obra y el amor de los demás. Nin-guna opción, ninguna apertura hacia el futuropuede realizarse sin una dependencia fundamen-tal de los demás y sin una profunda solidaridadcon ellos". 5

A nivel personal y profesional nadie se reali-za y progresa sin los otros, a los que van destinados

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sus servicios profesionales. En el campo de la sa-lud, el paciente es la razón de ser de todo el perso-nal de la salud ( profesionales y administrativos).

Un paciente no se reduce a un número deexpediente, o a un dato estadístico. Un pacientees fundamentalmente PERSONA, con un valorintrínseco, con sus propios derechos y su digni-dad,es un ser humano concreto e irrepetible.

De esta manera, considero que el servicio alusuario debe implicar una atención integral, queinvolucre apoyo biológico, psicológico, social eincluso espiritual. Muchas veces un buen trato tie-ne un mayor efecto terapéutico que cualquier me-dicamento, en este sentido, también he escuchadoy yo mismo lo he vivido sobre la buena atenciónque han dado algunos funcionarios en CentrosHospitalarios o clínicos, independientemente delcargo que ocupen, sea un profesional o un funcio-nario que cumple funciones administrativas. En-tre otras cosas, porque hubo un trato cortés y res-petuoso, se dio énfasis al usuario, en la medida delo posible (y es posible) se les llamó por el nom-bre. A quién le correspondía tener un vínculo pro-fesional con el paciente se identificó y especificóla función que realizaba, lo que redunda en unamejor orientación del paciente, en circunstanciasque ya señalamos son difíciles, «Sencillamente,tratarle como lo que es: un ser humano, que nodeja de serIo por el hecho de enfermar»."

El personal de salud debe tener en cuenta elnivel cultural y religioso del enfermo, para expli-carIe (a quien le corresponde hacerlo) en térmi-nos asequibles la enfermedad que tiene y el trata-miento a seguir. Guardar silencio cuando se con-sidere prudente, lo que involucra estar preparadoante las posibles preguntas. Tener presente el se-creto profesional en todo momento. Así el pa-ciente sabrá que recibe una atención integral.Valga aquí la oportunidad para mencionar de losMandamientos de los Servidores de los Enfer-mos, elaborados por San Camilo, el N°4, queafirma: «Cuídame como quisieras tú ser atendi-do, o como lo harías con la persona más queridaque tengas en el mundo». Y la breve oración delmédico de Pío XII, que dice: «Haz, Señor, queseamos sinceros al aconsejar, diligentes en el cu-rar, ajenos al engaño, suaves al anunciar el mis-terio del dolor y de la muerte».

El deber moral del funcionario de salud

Todo funcionario de la salud y en especiallos profesionales deben plantearse muy seria-mente, si lo que busca es simplemente un benefi-cio económico y status profesional; o si en pri-mer lugar, su servicio va dirigido al bien común,no dejando de lado, por supuesto, la obtención deprestigio y el beneficio económico.

Si opta por lo primero, como parece sucedercon algún sector de profesionales, ha olvidado larazón de ser de cualquier profesional, la de ponersus conocimientos al servicio de los demás y enpalabras de Juan Pablo 11,una situación así gene-ra «un grave drama que no puede dejamos indife-rentes: el sujeto que, por un lado, trata de sacar elmáximo provecho y el que, por otro lado, sufre losdaños y las injurias es el mismo hombre»."

Si como es lo deseable, sigue el segundocamino, deberá consagrarse de lleno en su servi-cio, lo que implica no limitarse a los conocimien-tos que ha adquirido, porque el aprendizaje espermanente. Por eso, debe actualizar sus conoci-mientos a través de conferencias, lecturas, con-gresos, reuniones, no sólo de su disciplina, sinode disciplinas afines. De tal manera, que se gene-re una activa y constante comunicación entre to-das las instancias de la salud, para enriquecer laformación científico-tecnológica y, sobre todo,para brindar un mejor servicio al usuario, ya quede lo contrario:

«El no cumplir con esta obligación funda-mental de estudiar y aprender continuamente lositúa en el terreno peligroso de la incompetenciaque, en tratándose de enfermos, puede compro-meter su salud y su vida. Y como suele ocurrirnosa todos, el saber no alcanza para resolver algúnproblema, deberá cumplir con el deber que le im-pone la ética de su profesión: llamar en su ayudaa quien más sepa, siempre con el claro objetivo deuna mejor atención por el bien del enfermos.f

Los profesionales de la salud deben tenerpresente que, a través de su ejercicio profesionalno solo emiten juicios de carácter científico-tec-nológico, sino también emiten juicios de índoleética; así consta en el arto 8 del código del Cole-gio de Microbiólogos y Químicos Clínicos deCosta Rica, en el arto 8 del Colegio de Cirujanos

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Dentistas de Costa Rica, en los artículos 4, 5-12Y15 del Código de Moral Médica, artículos 1 y 2del Código de Ética Farmacéutica, artículo 3 delCódigo del Colegio de Enfermeras de Costa Ri-ca, artículos 4 y 5 del Código del Colegio de Tra-bajadores Sociales de Costa Rica.

En esos juicios éticos se deben valorar, laautonomía, la beneficencia, la privacidad, la noinducción de daño, la calidad de la vida, y la jus-ticia distributiva.?

Conclusión

No me cabe ninguna duda de que los aspec-tos científicos y tecnológicos, son fundamentalespara el progreso de la salud comunitaria. Perotambién este «progreso de la técnica y el desarro-llo de la civilización de nuestro tiempo, que estámarcado por el dominio de la técnica, exigen undesarrollo proporcional de la moral y la ética». 10

Solo de esta fonna, se puede lograr una verdade-ra dimensión humana integral, donde se dignifi-que el trabajo de los funcionarios de la salud y lavida de los pacientes.

En los casos de controversia y conflictivi-dad ética que se presentan con frecuencia en elárea de la salud, lo más adecuado es que domineel principio del diálogo, y si es posible se llegueal consenso, para así generar una eficacia comu-nicativa, donde se valore al otro (llámese al otrofuncionario, sean éstos profesionales o adminis-trativos, y el usuario) como alguien (entiéndasePERSONA) y no como algo (objeto), porquefundamentalmente «se trata de conocer más pro-fundamente las fuentes del sufrimiento y de redu-cirio solídariamente».'!

El usuario no es un medio, es un fin, y en elorden de los fines sentencia Kant:

«el hombre (y con él todo ser racional) esfin en sí mismo, es decir, no puede nunca ser uti-lizado sólo como medio por alguien (ni aun porDios), sin al mismo tiempo ser fin; que, por tan-to, la humanidad, en nuestra persona, tiene quesemos sagrada, es cosa que sigue ahora de suyo,porque el hombre es el sujeto de la ley moral, porconsiguiente, también de lo que es en sí santo, de

lo que permite llamar santo a todo lo que esté deacuerdo con ello». 12

Con respecto a los problemas cotidianos quesuelen presentarse en las diferentes unidades desalud, tales como los señalados anteriormente, sepueden resolver cuando se definan con claridadlos perfiles profesionales de los funcionarios y enlos casos donde ya existan, cuando se cumpla conellos como corresponde. Además es convenienterealizar evaluaciones periódicas y rigurosas decada unidad en pro de un mejor ambiente laboraly de un mejor servicio al usuario. Junto con esteesfuerzo conjunto, se debe considerar que mu-chos problemas se evitarían si las personas cum-plieran con honestidad y ahínco su trabajo.

Finalmente recuérdese con toda seriedadque la salud no se reduce solo a un bienestarorgánico, la salud conlleva esfuerzos conjuntospor una mejor alimentación, una mayor higie-ne en los hogares y lugares de trabajo, una me-jor 'Planificación familiar y campañas perma-nentes en favor del medio ambiente y de la jus-ticia social.

Para salir adelante en tan ardua tarea se re-quiere de políticas administrativas y económicasclaras, muy buena disposición personal paracumplir en el trabajo con verdadera vocación yluchar por lo que Marciano Vidalllama acertada-mente un mínimo moral cornün'? que considerela sociedad pluralista y secular donde vivimos,para generar un diálogo libre y público.

Notas

1. (Cfr. Muñoz y Venegas, 1996).2. (Ramírez y Alfaro, p. 159).3. (Mohs, 3 de abril de 1991).4. (Mohs: 3 de abril, 1991).5. (Gevaert, p. 239).6. (Monge, p. 242).7. (Redemptor Horninis, p. 73).8. (Villalpando, p. 6).9. (Cfr. Castillo p. 425-430).10. (Redemtor Horninis, p. 69).11. (Mieth, p. 27).12. (Kant, p. 846).13. (Cfr. VidalI994).

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