etimolomías de felipe zapico alonso. 3ª edición

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3ª Edición

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Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición. Un libro de ebookprofeno

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Page 1: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

3ª Edición

Page 2: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

Felipe Zapico Alonso.

Mamífero anartista.

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Page 6: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

Reconocimiento - NoComercial - SinObraDerivada (by-nc-nd): No se permite un uso comercial de la obra original ni la generación de obras derivadas.

ETIMOLOMÍASde Felipe Zapico Alonso3a edición revisada y corregida

2015, [email protected]

Colección: Egagrópilas

Ideólogo Editorial: Felipe Zapico AlonsoDiseño y Maquetación: Sol Cabañas Arias

Fotografía solapa: Dulce Escribano

Depósito Ilegal: 2-2015Imprime: Reprográficas Malpe, S.A.Libre de I.S.B.N.

Otoño, 2015

Page 7: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

ÍNTRODUCCIÓN

Page 8: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición
Page 9: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

9

Etimolomías nace

de la admira-

ción por el co-

nocimiento, por

las enciclopedias,

diccionarios y res-

to de obras de re-

ferencia. Isidoro de

Sevilla nos ofreció

una recopilación del

saber acumulado des-

de los tiempos claros

a los oscuros.

Etimolomías nació como

una plaquette para una

editorial amiga trans-

formándose dos años

después en este volumen,

que se anuncia como Uno,

al que esperamos que se

le unirán algunos más en

un futuro incierto.

Etimolomías podría defi-

nirse como una especie de

sobras incompletas, re-

tazos de esto y lo otro,

totum revolutum de todo

lo escrito o descrito,

una amalgama de pensa-

mientos y visiones, aquí

están las canciones, los

cuentos y relatos, los

pensamientos, instantes

de mi vida, pensamien-

tos, meditaciones y otras

visceralidades, escritos

perdidos y encontrados,

la mayoría de las cosas

inventadas y desde lue-

go mi vida hasta hoy, o

al menos lo que se me ha

ocurrido mientras veo

como pasa, también es-

tán disparates, locuras

de menor cuantía, sus-

tos y penas, y alguna

alegría conveniente-

mente aderezada.

No estás ante un libro

de lectura continua

ni lineal, lo mejor es

ir abriendo al azar

y leer unas cuantas

páginas a modo de

un libro de horas,

sobre las que re-

flexionar y tomar

impulso para la

acción diaria.

Buen provecho.

Page 10: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición
Page 11: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

FELIPE ZAPÌCO ALONSO

ETIMOLOMÍAS(UNO)

Page 12: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición
Page 13: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

13

Nombre de mujer, de niña y apellido de un poeta. Es una palabra que se termina casi antes de empezar. Además de ser un nombre capicúa. También es un

palí

ndro

mo e

n sí

mis

ma,

fíje

se u

sted

tan

cor

tita

, co

n só

lo t

res

letr

a

s y encima dos repetidas y resulta que es un palíndromo. Y además resulta que es un nombre hebreo y que así se llamaba la supu

esta

mad

re d

e la

sup

uest

a vi

rgen

Mar

ía,

madr

e su

pues

ta a

su vez del supuesto niño Jesús... Pero eso es otra historia .

Page 14: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

14

rompemos la

ca

dena o estamos bien jod

ido

s . OBuitre, El.

Pisadas alarmantes por los pasi-

llos esquinados. Hasta las baldo-

sas tiemblan bajo los taconazos

del Buitre mientras enlaza sus ma-

nos a la espalda.

La cosecha de bofetadas se anuncia

irremediable a la puerta de las aulas.

Cada maestro sabe que si periódicamente no

tiene niños expulsados al pasillo, tendrá

problemas.

En una baldosa, los pies juntos sin pisar los

bordes, sin salirse de la raya y por supues-

to lejos de la pared, la espalda erguida, las

manos pegadas a las piernas, los dedos muy

juntos, los oídos alerta y los ojos queriendo

no ver tras la esquina.

Pasos, cuchicheos, bofetadas y rumor de so-

llozos.

Pasos que se acercan.

Miedo.

Pasos que casi doblan la esquina, aunque an-

tes harán una parada técnica para soltar un

par de hostias a un niño de 12 años.

Enfila el Buitre el principio del pasillo,

parsimonioso, de riguroso traje oscuro y los

cuatro pelos mojados hacia atrás. El Buitre

olfatea la presa en su cara arrugada.

A l

p a -

sar ante la

cristalera de vigilancia perpetua de la clase

de 8O A, el Buitre para su vuelo, da la vuel-

ta, abre la puerta sin llamar, con violencia, y

como después me contarán, se dirige al fondo

del aula, donde ordena ponerse de pie a Cosme

y le somete a una golpiza por estar leyendo

una novela escondida en el pupitre. El profe-

sor, en pie, demudado, no sabe qué hacer y or-

dena a la clase que se ponga en pie; no en vano

acaba de ser asaltada por el señor director.

Terror.

Dejando la clase interrumpida y desbarajus-

tada el Buitre continúa la ronda.

Avanza irremediablemente hacia mi baldosa, a

mis mejillas, a mis orejas, a mi miedo, dolor y

lágrimas.

Se dirige paternal y sarcástico hacia mí y,

justo cuando está a una baldosa de mi dolor,

Page 15: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

15

se detiene, abre su sonrisa de placer, y se

quita el enorme reloj de su muñeca derecha,

lenta, parsimoniosamente para guardarlo en

el bolsillo de su chaqueta. Siguiendo su sá-

dico ritual, con la

mano izquierda

tira con violencia

de mi oreja dere-

cha, quedando mi

mejilla izquierda

ofertada como un

cordero al sacri-

ficio.

Por favor que las

manos no se me

disparen a prote-

germe, por favor

mantente firme,

por favor no te

protejas, no te

protejas.

La mano dere-

cha desplegada en

toda su amplitud

se eleva hacia las

alturas para caer

Tengo compañeros

de juegosque ya no

estánleucemia, corazón y

pulmónse los

han llevadoa

todosen la

flor de su vida.

Tengo compañeros

de juegos queentraron en el corredor de la

muertealgunos

han salidoincluso

varias vecesotros quedaronallí para siempre jamás.

Tengo compañeros de juegosque se perdieronen la memoriasumemoriay se cambian el nombrepero no cambian susonrisasusrizosy nuncanuncame cambian mi nombre.

Com

pañeros de juegos

rauda y veloz sobre mi cara, que recibe el im-

pacto con gran dolor y las primeras lágrimas

saltan presurosas.

Parece ser que hoy el cabrón está de mal hu-

mor, porque la

sentencia no se

cumple hasta ha-

ber recibido tres

hostiones de ór-

dago, y eso que no

me defendí, no me

protegí… Ahora,

lo que lloré.

Y se va siguiendo

su ronda de placer,

placer de Alférez

Provisional.

El horror está

aquí, tan cerca,

que creo que ja-

más tendré que ir a

buscarlo al Congo.

Ah, se me olvida,

mi castigo es por

haber pedido una

goma a mi compañe-

ro de pupitre.

El Casco 23

Page 16: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

16

ost Políngano Epilogar.

Vivimos tiempos de lecturas rápidas y sin

saborear. De lecturas descuidadas y como

desganadas. Pero si has llegado hasta aquí

es evidente que te has deleitado con la lectura (y con-

templación de las fotografías que iluminan los textos).

Me gusta la frescura, me gusta la rotundidad, me gusta el

amor y su ausencia, me gustan los días y lo meses, me gus-

tan las distintas formas de ubicar los versos, las letras,

los juegos con las palabras, uniéndolas, separándolas.

Me gusta porque me da la gana y además me gusta porque

por más que he intentado atribuir to-

dos los poemas, muchos no he sido capaz,

pero muchos.

Laten dos voces pero resulta increíble

una voz de hombre y otra de mujer que di-

gan los días, las sombras, los silencios y

los anhelos de forma tan linda y bonita,

que rasuren nuestra respiración cuando

más tranquilos nos encontramos, creyén-

donos ya a salvo de sustos y respingo.

Meses y días, horas y amores, todos los

amores, en todas sus clases y variantes,

vertientes y embarcaderos. Amor y ausen-

cia, deseo y lluvia un atardecer picudo,

un respiro y vuelta al ataque, al bálsamo

“aunque te pasees indolente por mi vida”.

Gracias por dejarme poner este borrón

como colofón a tan lindo libro.

Oteo, Aratxa; Erme, Daniel.

De meses y días. 2013

Ignora

ncia

, no

tem

as q

ue ti

enes

rem

edio

.

No

más

pró

(oct

)logo

s.

Bustaid.

Pastilla milagrosa

que las amas de casa,

en el más maravillo-

so y extenso sen-

tido de la palabra,

tomaban en los años

60 y 70, con gran

regocijo, desparpa-

jo y colocón de esta

anfetamina de venta

libre y jolgoriosa.

Además, estas chicas

adelgazaban… Según

recientes estudios

de la Universidad

de Chichinabo, esta

pastilla también era

ingerida en cantida-

des importantes con

fines llamados re-

creativos, que viene

a ser para drogarse

contundentemente.

Antipsiquiatría.

P

Page 17: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

17

R osales, El Cafetín, El Caño,

La Dulzaina, por allí andábamos

recién cumplidos los

17 años, o menos, a

la Ruina casi ni ha-

bíamos llegado y la

Tierra allí estaba

entre redada y reda-

da. Cuando ya la cosa

se amplió, dispersó,

al CCAN, que si era

un bar o un club, en

magnas asambleas al

más puro estilo le-

ninista. Y en los es-

tertores del Toison,

que duraron y du-

raron como las pilas

del conejito y no ol-

vidar el Equilibrio y

el Yasinona, para los

más modernillos, y el

Oasis en su esplendor

a la sombra de Papa-

laguinda y bajo el que una leyenda afirma que

hay miles de pollos asados enterrados. Y vol-

ver al CCAN, que fueron años de horas y días

allí metidos casi sin salir, y una vuelta por

El Húmedo con el peta en la boca y los ta-

Estertor

de martillo

neumático

en la mañana

ebrio

sincopado

con dolor de cabeza.

legos pillados mal pesados, mal prensados y

mal cortados. Y de ahí al cielo antes de caer

al más estrepitoso

de los infiernos. Y

después al Berlín,

y allí de tan ama-

rillos nos creímos

chinos capuchinos,

caput, y la cosa ya

estaba que ardía y

las madrugadas nos

pillaban filoso-

fando en El Platón

junto a comisaría,

justo, justo antes

de terminar nues-

tros días en Layla,

allí en la esquina,

acodados, cantan-

do, saltando, vi-

viendo. Mención es-

pecial merece el 44,

aquel sitio perdido

al final de aquellas

Eras de Renueva decrépitas y abandonadas.

Allí sí que había peligro. Ah, por cierto la

música era muy importante en todos los ga-

ritos, nos gustaba la música, casi más que si

había chicas, total para qué.

Page 18: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

18

Traba

jand

o, p

ensa

ndo,

aña

dien

do, q

uita

ndo,

lim

ando

, subiendo... no, mejor bajando, dando color, un acento,

una

tos,

espe

rand

o qu

e al

guna

de

esta

s pa

labr

as hagan vibrar algo dentro de alguien... tal vez.

utbolines. Sala de juegos. Billares. Más o menos eso

es de lo que se trataba, de jugar un rato, en com-

pañía, con los colegas y meter duros en la máquina

de discos (años después supimos que se llamaba gramola y en

fino jukebox). Y Manolo enfrente del colegio, para la desban-

dada y horas perdidas, horas heridas, horas de aprendizaje

en la derrota, derrota de futbolín pero derrota al fin y al

cabo. Y el Méjico, el primero puesto a lo grande, hasta tenía

perritos calientes, hasta con mostaza, y billares, había hasta

billares de tres bolas, sin agujeros, para eruditos de las ban-

das. Y en el barrio, detrás de casa El Cicuta, con sus máquinas

de bolas (después resulta que las han llamado pin-ball) horas

y horas dale que te pego, a ver si hacías partida porque si no,

el gameover te llevaba irremediablemente a la inserción (vamos,

que se acabó la partida y mete más dinero capullo, así en tra-

ducción libérrima).

Y bueno, peleas, lo que se dice peleas, sí que había, y la sangre a

veces casi llegaba al río, pues también. Pero así eran las cosas,

en aquellos tiempos se autogestionaba la violencia, nos la repar-

tíamos unos a otros como podíamos, no como ahora que nos la apli-

can tipos a quienes no podemos devolverles ni una, de momento.

Page 19: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

19

Cancún MotelCancún MotelCancún MotelCancún Motel

Cancún MotelCancún MotelCancún MotelCancún Motel

Cincuenta pavos por tocar

cuando nadie nadie me escucha yacallados y sin

rechistardonde duele

duele de verdad.

Con ella te irásun par de veces o

quizá másabrazos de auxilio

dos piruletas de corazón.

Cancún MotelCancún MotelCancún MotelCancún Motel

ancún Motel

Hay flores marchitasmecheros marcadoscaricias perdidasoscura pasión

Cancún MotelCancún MotelCancún MotelCancún Motel

Cancún MotelCancún MotelCancún MotelCancún Motel

Cariño vete apurandotu ración semanal de placertu marido te va a llamary yo te tendré que llevarCincuenta pavos por tu rato de pasiónoculta pasióncincuenta

pavos

Cancún MotelCancún MotelCancún MotelCancún Motel

Te deseo lo mejorque no soy yodisparaste así sin mássin pestañearme explotó en toda la caracuando no te habías ni vestido aúnvestido aúny yo te tendré que llevar

oculta pasión

Cancún MotelCancún MotelCancún MotelCancún Motel

Cancún MotelCancún MotelCancún MotelCancún Motel

Page 20: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

20

Son los padresGibraltar son los padreslas Perseidas son los padresCascos&Arenas son también los padresla prima de riesgo son los padreslas bombas atómicas de Palomares son los padreslos Euromillones son los padresel sexo tántrico son los padreslos mercados son los padres, tirando a padrastros,la guardia civil son los padresy la

policía, los mossos y la ertxantxa,

los reyes son los padresy

los príncipes e infantes, duquesas y condes

son los padres, que lo sepas.El IPC son los padres

y el euribor son los padresel IBEX son los padres

son también los padres las clausulas suelolas preferentes

y todo el resto de estafas bancarias.

Las hipotecas son los padresTodo son los padres

Obama y Guantánamo y Fidel son los padres

y Stalin y Lenin y Mao

son los padreslos santos padres no

son más que señorines disfrazados

eso siurbi et orbe.

El yin son los padres

el yan son

desde luego

los padresinternet son los padres

facebook y google y

twitterson los padres.

Las bombas en los bancos

estafadores (todos) son los

padres.Siempre que algo

puedan ser los padreslo serán

tenlo claro.Y desde luego la poesía

son los padres.

Antología JaMuseu. 2014

Page 21: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

21

ouellebecq,

Michel. El día

que conocí a

este señor ha-

cía sol y para

ser primeros de mayo ya empezaba a

hacer calor. Compartí dos días con el

equipo de rodaje de La posibilidad de una isla, en Río Tinto y Beas de Segura.

Llegué a Río Tinto desde Badajoz, aunque

dando un pequeño rodeo me fui a comer a

Villa Real de Santo Antonio un estupen-

do bacalao a la brasa. Por la tar-

de me dieron una habitación en

un hotel que domina el pueblo

y la serranía y ya a la hora

de cenar vi a Houellebecq de

lejos, con su perrito, como

un fantasma que pasaba por

allí. Lo más divertido es

que yo por entonces portaba

unas patillas-bigotes unidas

y los miembros del equipo de-

terminaron que era el maestro

de armas... Nunca me han dicho nada

más bonito. Al día siguiente viajamos

hasta el Segura, donde continuaría el roda-

je, en esos sitios desolados y angustiosos. Hasta el día que

escribo esto nunca he leído nada de este hombre, aunque casi

seguro que lo voy a enmendar. Lo más curioso que vi fue el agu-

jero donde nace el río Segura, nace y mana y sale del agujero y

se precipita lento en busca del Mediterráneo.

Vóm

itos n

euróticos. Véase http://vomitosneuroticos.blog

spot

.com

/.

H Cuando el coñacy el anísse funden,

el hielo amanecey el sinsaborme vacía, hacia el vómito.Entonceshasta mi biliste necesita.

Desconfío del halagoque me regala

el oído.Desonfío de tus frasesamorosas,del trueque de

caricias,de la incógnita sabida,

desconfío, en fin,de vivir,

del mary de todo lo que sé.

Litro de versos 2009 y Banderines del Zaguán 66. 2010

55

63

Page 22: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

22

eicidas.

Cuando escribes de lo que

quieres, de lo que te rasca, de lo que toca las partes

blandas y sobre todo las partes más débiles, es cuan-

do sabes a ciencia cierta que debes hablar de ello.

Deicidas no está en Wikipedia, aunque un día intenté

ponerlo, pero se borró o se desoló de estar allí pa-

sando frío. Deicidas es rock y revuelta. Deicidas es

amor y cerveza. Deicidas es darse la vuelta, es volver

a empezar, volver a caer, volver a empezar, seguir,

sufrir. Deicidas es un nombre que se dice pronto y

bien, y al terminar el eco de su último fonema algunas

personas no saben que cara poner, si la de no enten-

der o la de no querer entender. Deicidas fue mi vida a

tiempo complejo, que ni fue completo, ni fue tiempo,

ni casi vida. Deicidas a contrapelo y extraviados,

lejos del calor, en salas inhóspitas. Deicidas, entre

canción y canción una col.

facebook

Moderno patio de Monipodio, lleno de Rinconetes y

Cortadillos, donde todos nos vendemos, exponemos,

contamos, mentimos, sentimos y gustamos o disgustamos.

Se puede paladear con todos los dedos o sólo con uno.

Es una cosa que nos irrita casi permanentemente, nos

llena de rabia muchas veces y muchas de las personas

que pululan por allí esas sí que nos irritan. Es la red

social, que no es ni por asomo lo mismo que la red social.

Es un invento del capitalismo que ha servido para reunir

conciencias críticas, agitarlas y servirlas muy frías.

Engendrando hábito

Consumé tu ausenciaofendiéndome

y ofendiéndote a ti también.

Acopié gozosllegó el yermo

y fue tanta la tristezaque sólo pude escribirlo

No sabíano lo sabíaque tu faltaengendrase

hábito.

Litro de versos 2009 y Engendrando hábito 2010 y Excolma Salvaxe. 2014

Page 23: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

23

La vida es un susurrode

soledad entretenidahilvanando

crónicas para decorar un vacíodad al aire mi vozescrito en el viento

eseviento que agita la cebada

mientras veogente tristeabatida por

más palabras para olvidaren la

ciudad sin nombrey

el alma disponiblemientras

mi vida en la penumbraespera

la venganza de los malditoscuando

hasta los gatos acaban por suicidarse

y solo queda querespirar descontentorespirar descontentorespirar descontento

Poema realizado con los t ítulos de los blogs de estos amigos, poetas, escritores, blogueros, resistentes al fin.Gracias a: Anita Noire, Eva Gutiérrez Pardina, Maritornes, Xen Vinalia, Begoña Leonardo, José Ángel Barrueco, Mario Crespo, Julia D. Velázquez, Luis Miguel Rabanal, MJ Romero Nicieza, Ana Pérez Cañamares, David de San Andrés, Carlos Salcedo Odklas, Vicente Muñoz Álvarez, Julio César Álvarez.

Poetry Blog

Dejem

os d

e re

troc

eder

en cír

culo.

Page 24: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

24

Q, Susie.

Tema mítico del rock en su sinuosidad e ideal

para el movimiento de cadera, incluso sin

compañía. Resulta que no es obra de la Credence

Clearwatter Revival, sino de Dale Hawkins que

resulta que acompañó como guitarrista a Elvis,

sí, el rey. Y creó fundación y vivió allá en el

sur profundo, intentando donar guitarras para

que lo chicos no usen otras máquinas mucho más

perniciosas y sobre todo peligrosas.

Joplin, Baroja, Hendrix, Bukowski,

Sex Pistols, Radio 3, Biblioteca Pública del

Estado de León, Hassel, Camarón, Gardel,

Morcilla, Dogo y los mercenarios,

Los enemigos, Kubrik,

Ford, Simone,

Houston, Allen,

Siniestro Total,

Desperados, Lole y

Manuel, El Cabrero,

Holiday, Barón Rojo,

Los Chichos, Los

Chunguitos, ZZ Top,

Doctor Feelgod, Mano

Negra, Molotov, La Lupe,

Ruben Blades, Ramones,

escuchar, escuchar,

mirar, mirar, mirar, Silvio

(Fernández Melgarejo, no confundir por

favor), Fania All Stars, Deep Purple, Neil

Young, Kurosawa, Tarkowski, José Luis

Moreno Ruiz, Jean Larteguy, Moris, James

Brow, Kureishi, Burning, Sam Cooke, Bo

Didley, Maalouf, Godard, Belushi, Kusturica,

Roth, Coppola, Conrad, The Long Ryders,

Loach, Valle, (Seguiré el año que viene).

Instructor, Juez que en muchas

ocasiones, desde el primer día,

se convierte en juez prescriptor

Page 25: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

25

NEn la tapia del Mataderoestá

mi amigala que escupe

versoscomo si tal cosa

aunque casisiemprele salgan

con algo de sangrey un grumo

de vísceras calientesen la tapia del Matadero

está Teresa Naranjo Perez esperando

unautobús

donde fi jarseen

otrasmujeres que regresan

a sus casastambiénal borde

de la derrotadiaria

hasta mañana.

Goiti.

Artilugio que no sabía de donde vino ni

por dónde se fue. Plataforma trapezoi-

dal de tablas ensambladas que rodaba

sobre tres rodamientos de acero, dos

atrás, fijos, y uno delante con una es-

pecie de manillar que permitía girar.

Ante la falta de cuestas su funciona-

miento sólo era posible mediante trac-

ción animal, esto es, el resto de niños

que empujábamos como locos con la pro-

mesa de un viaje posterior. Así me rom-

pí el brazo derecho, y

como puede comprobar

quien lo desee, me lo

dejaron mal colocado,

hasta el día de hoy.

El goiti siempre ha es-

tado en mi memoria,

pero nadie parecía sa-

ber nada al respecto,

hasta que reciente-

mente, escuchando una

entrevista con un gru-

po musical vasco, salió el termino y re-

sulta que es un nombre vasco. ¿Cómo lle-

gó el goiti a mi barrio en León? Ni idea.

Tal vez los hermanos Guisuraga tuviesen

algo que ver. Además, también decíamos

agur, pero eso sí, sin mala intención.

Piratas,

náufragos y sirenas

de paseo marítimo.

Page 26: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

26

Tal día como hoy fueron todas las

explosiones nucleares

tal día como hoy me abandonaron

todas las mujeres que me

abandonaron

tal día como hoy son todos los

genocidios

tal día como hoy me extirparon el

alma

y algunos órganos internos

tal día como hoy se declararon todas

la guerras

yse perdieron todas la paces

tal día como hoy se elevaron todos

los muros

tal día como hoy se instauraron todos

los regímenes

tal día como hoy fracasaron todas las

revueltas

tal día como hoy comenzamos el

colegio

tal día como hoy se olvidaron todos

los besos

las caricias

y los versos

tal día como hoy se desató el

holocausto

tal día como hoy las mariposas de tú

estómago

murieron víctimas de tus ácidos

gástricos

tal día como hoy el capitalismo

dictaminó el hambre

diseminó la miseria

estableció la humillación

tal día como hoy nacieron todos los

salvadores de la patria

que por supuesto sólo se salvaron a

ellos

tal día como hoy una sonrisa tuya

me redimió por un instante

para la eternidad.

Tal día como hoy

Antología JaMuseu. 2014

Page 27: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

27

M emoria. Sombra y regodeo.

Silencio y tumulto. Calor, desasosiego y alum-

bre reflejando lo acumulado. Sorpresa y acu-

mulación de datos, modelación de sedimentos,

vida fósil y momificada. Sin pizca de gigas,

desando el sendero de la traición, del recuer-

do y pido que un continuo reseteo me sane de

la insanía de tanta memoria, tanto recuerdo,

tanta acumulación inútil de vida atrasada, más

allá de la fecha de caducidad.

Rasan

te, un

puto vuelo rasante de tus pestañas, me dejó

acrib

illad

o en

la c

uneta

. El ladrón de peras. 2011

ostalgia y otras mier-

das. Llevo una tem-

porada de más de dos

pares de años hundido

en la nostalgia, o tal

vez nadando entre ella.

Todo comenzó con un momentáneo revival de

Deicidas en la Fiesta de Elrin.com en diciembre

de 2007, y sin pensarlo dos veces participé

en el especial sobre Deicidas que nos preparó

Manuel Doval en Valladolidmusical, fotos, en-

trevistas, recuerdos...

A todo esto decidimos celebrar los 25 años del

nacimiento de la banda y ensayamos, y ensaya-

mos, y buscamos actuaciones, y tocamos en la

Cafetería del Auditorio de León, y allí se con-

voca y enorme ejercicio de nostalgia, de nos-

talgia y realidad, están casi todos, los de an-

tes, pero también los nuevos, los que podrían

ser nuestros hijos, y la nostalgia comienza a

disolverse un poco.

Pero antes de

esto, recupe-

ro para mi

espíritu y m i

cerebro a José Luis

Moreno Ruiz, que im-

pregnó todo mi ser con Su

rosa de sanatorio, y ahora

le sigo en su blog, y hay nos-

talgia, pero mucha vida, mucha

gente encantadora.

Y llega el 30 aniversario de Radio 3, y la nos-

talgia estalla, y escucho a Manolo Ferreras

(que hoy estrena blog), Carlos Faraco (pan con

membrillo), Moreno Ruiz y Luz Elez con su voz

que mece.

Ahora veo la película de casi famosos y el

chaval tiene 15 años en 1973, sigue a una

banda ficticia y siento nostalgia, de mis 13

años, de no haber escrito en Rolling Sto-

ne, de no haber ido de gira en un autobús.

Bueno, creo que es hora de irse a la cama, y

dejar la nostalgia en la almohada.

N

Page 28: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

28

N 341.

Carboneras-Venta del Pobre.

Hay carreteras de estas que vas y te las en-

cuentras. Huyes de una autovía buscando la

orilla, las olas que quieres que te salpiquen

y de pronto atravesan-

do por la mitad Car-

boneras te das cuen-

ta de que estás en una

Carretera Nacional,

que es la N-341 y que

casi antes de empezar

se habrá terminado.

Parece ser que esta es

de esas Carreteras Na-

cionales que unen lu-

gares industriosos o

industriales, o ener-

géticos, con otros la-

dos. No debemos ol-

vidar que al fondo de

Carboneras hay una horrorosa central tér-

mica, y desde luego nada mejor que unirla

con la Venta del Pobre, donde se puede to-

mar la A-7 y partir raudo al norte o al sur.

Pero nada, salimos de Carboneras asombrados

de esta Nacional, y aunque vamos con el depó-

sito que da gritos nos negamos a repostar en

la única gasolinera del trayecto, ya que es BP

y si siempre le hemos tenido gato, ahora más.

Una ruina nos ofrece un colorista grafiti

a nuestra izquierda,

mientras la carretera

discurre por las lo-

mas peladas de vegeta-

ción y tirando a erial,

anunciando la entrada

en alguna de las partes

componentes del Parque

Natural de Cabo de Ga-

ta-Níjar.

Resulta que esta Nacio-

nal sólo cuenta con 19

kilómetros de recorrido

y no nos ofrece la posi-

bilidad de zona de acci-

dentes, ni de casi nada,

aunque al principio nos avisa de que podemos

ser asaltados por el ciervo que nos persigue

por toda España.

Sin darnos cuenta llegamos al final, vamos

a contrapelo, a contracorriente, como casi

siempre, y terminamos en la Venta del Pobre

donde repostamos y nos piramos por ahí.

Litro de versos

Page 29: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

29

Damasco lejana y sola (2015 bis)

DamascoDamascoDamascoDamascoDAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Bashar al-AsadDAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Barak ObamaDAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Muamar el Gadafiy también

Mohamed al-Magariafy también

Nuri Abu Sahmainy también

Aguilah Salah Issa GwaiderDAM ASCODAM ASCODAM ASCO

David CameronDAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Hosni Mubaraky tambiénMohamed Hussein

Tantawiy también

Mohamed Mursiy también

Adli Mansury también

Abdelfatah Said Husein Jalil Al-Sisi

DAM ASCODAM ASCODAM ASCOBen Ali

y tambiénFouad Mebazaa

y tambiénMoncef Marzouki

y tambiénMohamed Béji Caïd

EssebsiDAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Nicolás Sarkozyy también

Françoise HollandeDAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Ali Abdullah Salehy también

Abd Rabbuh Mansur al-Hadi

DAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Silvio Berlusconiy tambiénMario Montiy también

Enrico Lettay también

Matteo RenziDAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Hamad ibn Isa Al Khalifah

DAM ASCODAM ASCODAM ASCO

José Luis Rodríguez Zapateroy también

Mariano Rajoy BreiDAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Mohamed VIDAM ASCODAM ASCODAM ASCOAbdalá IIDAM ASCODAM ASCO

DAM ASCOÁngela Merkel

DAM ASCODAM ASCODAM ASCOMahmud

Ahmadineyady también

Hasán RouhaníDAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Dmitri Medvédevy también

Vladímir Putiny también

Dmitri Medvédevy también

Vladímir PutinDAM ASCODAM ASCODAM ASCOAbdalá bin Abdelazizy tambiénSalmán bin AbdulazizDAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Omar Hasan Ahmad al-Bashir

DAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Abdullah Gül y también

Recep Tayyip Erdo�an

DAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Abu Bakr al-BaghdadiDAM ASCODAM ASCODAM ASCO

TodosTodosTodos

DAM ASCODAM ASCODAM ASCO

Pobre Damasco, de los cuentos y

maravillasPobre mundo de las

pesadillas.Pero Kobane resiste

Kobane da esperanza

Kobane triunfaKobane late en

nuestros corazones

Page 30: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

30

K alashnikov.

Si bien en mi infancia era más de Mauser y

después de la Stern, tan de maquis, tan de

resistente, no pude más que hacerme del AK-

47, que además de

algunos alfanjes

y lanzas creo que

es la única arma de

fuego que está o ha

estado en la ban-

dera de un país.

Arma asociada a

la liberación de

los pueblos, a las

luchas contra la

opresión… Qué mal

se lucha con armas

contra la opre-

Aspiro a poco,o tal vez a mucho,contrastar las estaciones,disfrutar de los ciclos lunares,si estoy en el mar deleitarme con el sinfín de las mareas.Otra luna llena de agosto,esta vez no nació roja de sangre atrasada,sobre las cinco de la mañana iluminaba el huerto,el seto,los arcos de los rosales,iluminaba tanto que hasta creí verte.

El ladrón de peras. 2013

Luna

llena

de

agos

to

sión, más que nada porque nos trae otra, y

otra y otra más, sólo cambian los nombres

de los tiranos. Y la película de Kusturica en

la que escuché por

primera la canción

de Goran Begrovic,

y supe que no todos

los serbios eran

sanguinarios, ni el

resto de exyugos-

lavos hermanitas

de la caridad.

En fin, que se sepa

que acepto dona-

ciones de esta he-

rramienta de jus-

ticia.

Page 31: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

31

Am

iga

de

conso

laci

ón, nunca

toca

rás

mi cu

erpo.

Est

ás t

atuad

a a

fueg

o len

to, ni te

olv

ido n

i lo

inte

nto

.A

par

eces

sól

o e

n s

ueñ

os,

invi

tándom

e a

tu

amor.

Me

des

pie

rto y

est

oy s

olo

, tu

rec

uer

do e

s dolo

r.A

hora

sab

es q

ue

yo e

xist

o, es

per

ando t

u

señal

y en

los

plieg

ues

de

tu c

ama

acar

icio

la

ilusi

ón.

Y m

ientr

as g

rita

s es

tás

SO

LA

LEJO

S T

RIS

TE B

USC

AN

DO

En m

is s

ienes

tú g

olp

eas.

Ere

s m

arti

llo y

unque

yo.

He

per

did

o la

par

tida,

nunca

he

sido b

uen

tah

ur.

Otr

os

hom

bre

s en

tus

bra

zos,

sól

o y

o d

e co

nfe

sor.

Est

alla

rás

en m

il p

edaz

os,

am

iga

de

conso

laci

ón.

Ahora

sab

es q

ue

yo e

xist

o, es

per

ando t

u s

eñal

y en

los

plieg

ues

de

tu c

ama

acar

icio

la

ilusi

ón.

Y m

ientr

as g

rita

s es

tás

SO

LA

LEJO

S T

RIS

TE B

USC

AN

DO

Dei

cidas

. Lan

drú

Se

Div

iert

e. P

ajar

es-Z

apic

o. 1987.

Amiga de Consolación

Page 32: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

32

Olvi

do s

inté

tico

met

abol

izado

y d

iscr

eto.

Olvi

do p

acta

doen

tre e

l ter

apeu

ta y

tu.

Pact

ado

por

los

cojo

nes.

Turu

rú.

Si m

e qu

iero

dej

ar c

aer,

déja

me

caer

déja

me

esta

llar

déja

me

estre

llarm

e.

Sin

más

sin

men

os

Déja

me

y al

guie

n te

con

tará

todo

el r

esto

.

Olvido sintético

arzán.

Siempre me gustó Tarzán; bueno, las películas de Tarzán. Pero claro, Tarzán el

auténtico, el moreno, entonces no sabía ni que se llamaba Johnny Weissmüller, ni

nada, pero cuando entraba al cine y el Tarzán era un tipo rubio, ya me fastidiaba toda la tarde.

El Tarzán auténtico era fantástico en unas películas que seguían reponiéndose una y otra vez,

un éxito permanente desde 1932... Seguía en los cines en la década de los 60 del siglo XX. Las

copias estaban fatal, se saltaban partes, se rompían, pero era una gran emoción verlas. Tal vez

toda la admiración me viniese de cuando los domingos por la mañana mi padre nos contaba sus

andanzas con Tarzán por la selva, tal vez. Terminando la edición de esto, conocemos la muerte

de Chita, que siempre hemos sabido que era Chito.

T

Page 33: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

33

C ornezuelo.

José el Mago pasaba las noches en la cocina, preparando

el cornezuelo de forma irreparable, irrefrenable.

Mientras sus hermanos predicaban otras drogas, más de

oblea y cilicio. El cornezuelo de José el Mago nunca produjo

monstruos pero sí inmensas charlas. El cornezuelo había

que esperarlo de Holanda, de allí lejos donde el hachís y

las putas estaban en un escaparate. El viaje en tren se

hacía rápido con el trip, el secante, el micropunto, el

dragón. El cornezuelo de centeno ha vuelto a las

panaderías integrales. Algún viejo resistente

afirma que tras zamparse dos buenas

hogazas ha visto amanecer a la

caída de la tarde.

u t é n t i c a .

En mi pueblo

y mis coetáneos

lo saben y nunca

lo he ocultado,

por más que algunos

quieran a deshoras y destiempos tocarme. En mi primera

juventud luché contra la instalación de una central

nuclear en Valencia de Don Juan, contra la explotación

capitalista, contra la fagocitación castellana,

contra muchas cosas, y todo ello desde la

Auténtica, sí la Falange Auténtica, de ahí pasé

directamente a donde sigo. Así que esos

que quieren tocarme insinuando que

se callen ya.

A

D igital.

El dedo con el que se nombra al amigo, al

pariente, a la amante para un puesto que

no sólo no merecen sino para el cual están

francamente incapacitados. Después también

fue algo que anunciaban en los cines con

respecto al sonido sónico que inventó el

señor Dolby. También se puede decir con

respecto a la conjunción desmesurada de

0 y 1 en un sistema llamado binario, que

quiere decir que sólo bines, que son los

agujeritos que se realizan

con el laser.

Page 34: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

34

T rompo, tacón, canicas.

Sin saber cómo llegaba pero llegaba. Sin ne-

cesidad de un calendario oficial de juegos,

llegaba. Siempre llegaba el momento de cada

juego. Pero nunca sabías

cuándo iba a llegar. A ve-

ces sentías cierta añoranza

o ganas, o algo, por volver

a jugar al tacón, al gua, al

trompo… o cualquiera de los

muchos juegos que periódica-

mente y por espacio de unas

semanas consumían nuestras

esperanzas, anhelos y se

convertían en una auténtica

pasión monotemática. Eso sí,

hasta que repentina y abrup-

tamente eran sustituidas por

el nuevo juego al que dedicar

todo nuestro empeño.

Los utensilios para la mayo-

ría de estos juegos eran encontrados, pedi-

dos o mangados. Así, la visita a toda clase

de zapateros remendones era la tónica cuan-

do el juego de moda era el tacón; se le pe-

dían tacones gastados, que desde luego eran

los que mejor sacaban las pelis de la zona y

mej

or

se d

esli

zab

an.

Per

o y

la

s p

elis

, q

ue

era

n fo

togr

am

as

de

pel

ícul

a,

¿de

do

nde

salí

an?

Alg

uno

s d

esd

e lu

ego

pre

sum

ían

de

tene

r fa

mil

iare

s o

co

noci

do

s q

ue t

rab

aja

-

ba

n en

alg

uno

s d

e lo

s nu

mer

oso

s ci

nes

de

ento

nces

, y

se

pre

sum

ía q

ue l

os

roll

os

de

pel

ícul

a s

e ib

an

mut

ila

ndo

un

po

co e

n ca

da

ciud

ad

po

r la

que

pa

sab

an,

así

des

pué

s ha

-

bía

aq

uell

os

salt

os

ab

rup

tos

dur

ant

e la

s

pro

yec

cio

nes

que

ser

vía

n p

ara

org

ani

zar

alg

una

s d

e la

s b

ronc

as

más

go

rda

s q

ue s

e

po

día

n m

ont

ar

po

r a

que

l en

tonc

es,

grit

os,

silb

ido

s, y

más

de

lo q

ue s

e p

ued

a i

ma

gina

r.

Al

fina

l d

e la

inf

anc

ia a

pa

reci

ero

n in

clus

o

en l

os

esca

sos

y m

agr

os

qui

osc

os

uno

s vi

-

sore

s d

e p

lást

ico

pa

ra v

er l

os

foto

gra

ma

s

a l

a p

erfe

cció

n d

irig

iénd

olo

s a

una

fue

nte

de

luz,

co

n lo

s q

ue p

resu

mía

n lo

s q

ue s

e

lo p

od

ían

com

pra

r; y

si

dem

ost

rab

as

ser

un

bue

n,

inco

ndic

iona

l y

se

rvic

ial

am

igo

Page 35: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

35

te dejaban mirar alguna que otra vez por el

canuto mágico, donde podía aparecer un va-

quero, o un paisaje.

Una pregunta surge ahora con fuerza: ¿Dón-

de iban a parar todos los tacones, trompos,

canicas y demás ad-

minículos? Ni idea,

imagino que las

madres los expur-

gaban conveniente-

mente en aquellas

casas minúsculas,

donde la entrada

de más de dos ta-

cones suponía una

descolocación de

espacios. Pero lo

cierto es que casi

nunca, llegada la

nueva temporada

de un determinado

juego, teníamos la

herramienta ade-

cuada, y durante

unos días teníamos

que mirar jugar a

los más avispados e

ir viendo cómo nos hacíamos con ellas.

Un rodamiento de acero: aquello me llenó de

felicidad durante casi dos semanas, no había

canica de barro o cristal que pudiera contra

ella y como las reglas o reglamentos o eran

enormemente laxas o ni siquiera existían,

pues pegué unos buenos pepinazos con ella y

fue la única vez que conseguí atesorar una

gran cantidad de canicas conseguidas, eso

sí, en desigual liza.

Con respecto a las

normas, la verdad

que siempre había

alguno, mayor por

supuesto, que de-

cía esto es así, se

mide así, se saca

así, y todos obe-

decíamos sin re-

chistar.

El trompo siempre

estuvo asociado a

su presencia en el

quiosco, y veías

a los virtuosos,

dale que te pego,

algunos incluso lo

hacían volar des-

pués de haber ro-

tado por el suelo.

La cuerda para el

impulso se iba ha-

ciendo más y más oscura a medida que pasaban

los días y una moneda de dos reales servía

para hacer el tope, y que no se deshilachara

toda, además de servir de punto final del im-

pulso al lanzar al viento el trompo.

#zapiquismos

En los cuartos de banderashay ruido

de monedasrobadas

seguramenteagitarán la

patriaesa

para encubrir el cuerpodel delito

Page 36: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

36

Vincent Van Gogh. Las lágrimas se me

saltaron en su museo en Amsterdam, al ver tanta

belleza, tanta maravilla, y que nadie se lo dijo en

vida. Me pareció tal injusticia, tal indecencia de

esta sociedad que no pude reprimir la emoción, a pe-

sar de estar rodeado de gente, en una fila sin fin,

sin pausa, sin paz y sin tiempo para la meditación.

En la tienda (inevitable en to-

dos los museos, tenemos que

seguir consumiendo sin parar

sea cual sea el lugar en el

que nos encontremos) com-

pré una postal para Rafa.

Cuando le llegó me dijo

que era el cuadro que ha-

bía pintado en sus cla-

ses de bellas artes para

no sé qué trabajo. Si

antes ya estábamos

conectados, esto nos

dejó trabados para

siempre.

X en, Rabanal, Vinalia, Bufa. Un ser

extraordinario del que algunos afirman su inexistencia o

al menos que es una existencia que se diluye en la niebla,

pero Xen puede diluirse en cualquier momento, eso sí,

después de meditar durante un par de segundos antes

de soltarte la máxima, que en realidad aspira a mínima,

a cosa, a título de curiosidad. Xen vigila la vida, y a

quienes pululamos por ella. Bufa sabe que si bebe, tiene

que mear. Y esta puede ser una de esas máximas-mínimas.

Le gustó una camiseta de las mías y le busqué por toda

la puta península

para dársela y lo

logré aunque tuvimos

que armar el 15M para

conseguirlo, pero eso

es otra historia.AVEE AV

Page 37: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

37

Aparta de mi al

expertotodo experto

por definición

no tiene más

ideaque la de agradar

alque le paga

que nuncasomos nosotros.

Los expertos han

brotado a centenares

si nos tienen

que rebanar la

cabezainforme de expertos al

cantosi nos tienen

que cortar

una o ambas manos

los expertos lo

dictaminarán

¡¡¡y quién se atreve a ir

contra la decisión de los

expertos¡¡¡

Eso

si, nadie sabe

quién a intitulado

a semejantesbastardos

como expertos

todo lo más

son catedráticoso

altos funcionarios

enchufadoso

seres liberales a sueldo

de los estadoso

ladrones de cuello negro

y alma ausenteo

polítiquillos en espera de

mejor destinoo

desechos de tentaderoo

hijos insolventes de

poderososo

vaya usted a saber.

Expertos de todos los países

AutodestruirosYA.

ExpertosCada jornada

másadaptados

a larespiración

en cautividad

Ágora de poesía. 2014

Arrojar lamano

y esconderla

piedra.

Ágora de poesía. 2014

#aflorismos

Ágora de poesía. 2014

Page 38: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

38

Acopié gozosllegó el yermoy fue tanta la tristezaque sólo pude escribirlo.

Litro de versos. 2009

Son los días los que pasan,sólo los días.Tú permaneces hiriente,y no faltas ni un solo día.

Litro de versos. 2009

L u g a r

utópico lejos del

trópico, desde luego, lo mejor

de los franceses. La provincia

que reivindica su independencia

periódicamente, pero nunca llega a hacer

lo necesario. Pero de Quebec lo

que más gusta es que s e a

la patria chica de

Denis Arcan que

tanto y tanto me

ha hecho disfrutar

en las salas de cine,

desde la primera de

sus películas que

vi, El declive del

imperio americano,

a Jesús de Montreal, a la

oscarizada Las invasiones bárbaras, siempre ha

tenido esa visión distinta pero no distante

de las realidades humanas, tan lejano del

cine norteamericano y tan cerca del cine

atlántico, que me acabo de inventar,

porque quiero, me da la gana y porque,

como digo más arriba, soy un

insolente.

Quebec.

Voz en negrofundiendo el silencio.Ritmo rotode voz sin rostro.Castigando el sonidola ausencia de anhelo.

Litro de versos. 2009

Page 39: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

39

Una mañana vi que alguienme había leído desde

Corea, sí desde Corea.A los pocos meses aparecieron

dos señales en las profundidades de USA y allí

quedé.Pero hace poco

y después de haber desaparecido de Moscú

y otros sitiosapareció una señal

en San Petersburgo,Leningrado, Petrogrado.

Y a la mañana siguientefue el Bronx el lugar

el sitio.Y si cuento la de Andorra

(me lee un evasor)Y un jardinero fiel

de Parísse cierran las señales

de los lugaresno hispanos.

El ladrón de peras. 2013

Una mañana

Mojave. A pesar

de su nombre el desierto menos mojado de

Estados Unidos de Norteamérica.

Pirulo. El cumpleaños varias veces al

mes. El que se acompaña de un perrillo, unos galones legio-

narios, un carro y todas las cosas tiradas las encuentra y te

las regala, o vende o cambia. Vive en agujeros, en una tinaja,

y dice sentencias inocentes y acusadas.

Dam

asco. Y a día de hoy

un año después todos

Dam asco, en su ignominia.

Page 40: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

40

P eriód

ico.

Ant

igua

men

te r

ecor

tad

o en

tro

zos

cua-

dra

dos

igu

ales

y c

olga

dos

de

una

cuer

da

o al

ambr

e, s

erví

a

para

alg

o im

port

ante

. H

oy n

o le

veo

uti

lid

ad.

De

mom

ento

.

Revival

Sistema permanente

y rotatorio de re-

surrección de mo-

das, músicas, usos y

costumbres, siempre

en auxilio de la in-

dustria y su falta de

creatividad.

Mus

Poker hispano en el

que también gana el

que mejor engaña.

Y cualquiera que ha

jugado un par de

veces se considera

campeón del mundo.

Finley. Po-

siblemente la peor

agua tónica del mer-

cado. Pero al ser una

fórmula de la multi-

nacional de la cola,

ha probado hasta

que ha entrado en los

paladares. De todas

formas hoy en día si

no sabes de tónicas

traídas de la India

eres un pringado,

alabado sea Siva.

Oxímoron. Paso palabra (por si acaso).

C año roto,

Sonido. Pues eso,

música setentera que

mezclaba la rumba

lolaila y todo lo que

llegaba de Estados

Unidos, del funk, al

rock, y lo que pilla-

sen. Se mezcló, y se

agitó y con eso hemos

vivido hasta hoy. Con

Toretes y Vaquillas y

mucho Mami no me de-

jes solo....

Banquero, banco, banquete, fa-

milia de palabras que se pone las botas, antes

del festín, el reparto del botín.

Venus. Planeta que el año 2

01

2 se d

edicó a

realizar su último tránsito d

el siglo. Esperemos que otros

venus sean visibles, aunque sea de tard

e en tarde.

Page 41: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

41

Oh

tOñO

El ladrón de peras. 2013

Desviado. En la maravillosa y

congruente oratoria de mi abuela, sinónimo de

separado, separada, separados.

Com

bina

ción

. En

tre

otra

s m

ucha

s co

sas,

pre

nda

de

des

vest

ir,

que

no s

e sa

be s

i er

a pa

ra t

apar

o d

esta

par.

Ico

no d

el c

ine

espa

ñol

e

ital

iano

(en

est

e ca

so h

abit

ualm

ente

neg

ra)

en l

as é

poca

s ab

surd

as d

e

la t

iran

tez

sexu

al.

Rec

uerd

o d

e to

da

una

seri

e d

e m

ujer

es p

oder

osas

que

apar

ecía

n to

do

lo q

ue s

e po

día

con

ese

ves

tid

o en

la

pelí

cula

.

N ervios, El. A

rtista fla-

menco

que

firma

de

continuo contratos

con

las comp

añías más afam

adas y

los program

as

de

televisión m

ás d

elirantes. T

e p

ide

para

un café, te llama D

on Manuel y

tras pegar un

zapatead

o, cuen-

ta que está así p

or

culpa

de

una m

ala

mujer.

Bennet, Lo

u. N

oches d

e jazz

en una

cuev

a d

e Sa

lam

anca

, el Co

rrillo,

sud

or

y

lágrim

as,

aco

mp

aña

do

p

or

el

sax

o S

alem

Sa

lim, y

pa

sión a co

mp

ás.

Page 42: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

42

Silla.

A ver a quién no le ha pasado

el malentendido de la silla. ¿Que

no sabéis cuál es?

Situémonos, un bar, cafetería,

restaurante, mesón..., ya sea en su

interior o en una terraza; ruido, mú-

sica, risas...; nos dirigimos a sentarnos

alrededor de una mesa, velador, o lo que

sea, y siempre somos más que las sillas que

están a su alrededor; buscamos presurosa-

mente una silla vacía; la localizamos, iniciamos

la aproximación; miramos a ver si tiene un bolso,

chaqueta o algo encima; tratamos de no interrumpir

bruscamente la conversación de quienes poseen esa

silla de sobra e iniciamos el regateo.

Por favor, ¿está libre esta silla?

Y nos responden afables:

No, no... (y en ese momento la sueltas y ya empiezas a reti-

rarte), está libre, puede llevársela.

Segunda modalidad

Por favor, ¿está ocupada esta silla?

Sí, sí... (y cuando de nuevo inicias la retirada), puede llevársela.

No nos escuchamos, y menos ante hechos cotidianos y reiterativos.

Claro, el problema se agudiza cuando el malentendido llega a mayores y

nos encontramos con esta situación:

Por favor, ¿está ocupada esta silla?

No, no (y la coges e inicias el movimiento de llevártela).

Oiga, que le he dicho que NO está libre, ¿cómo tiene una

cara tan dura de llevársela? Oiga, que simplemente

le he entendido mal, pero hombre, no creo yo que

sea cosa de llamarme caradura.

Lo que pase a continuación depende de la clase

de mujeres que acompañen a cada contendien-

te. Lo normal es que no pase nada, pero si

tenemos la desgracia de ir acompañados

por una de esas mujeres embriscadoras,

lo tenemos claro, debemos rezar para

que el otro (tenga razón o no) sea

mucho más pequeño que nosotros y

no se encabrite, porque si no...

Bueno, la última vez acabé en

el cuartelillo, y ella encima

me dejó plantado por vio-

lento, después de haber

insultado al otro tipo

hasta límites que sólo

se podían saldar a

puñetazos. En fin,

otro día hablaré

de mis proble-

mas con las

mujeres.

Page 43: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

43

Dora estudia Bellas ArtesDora no es la misma de antes

Dora tiene un novio muy eleganteDora estudia geometría, Jesús que chica

tan finaDora está ya un poco harta de tanta rutina

Dora viene en ese tren procedente de

Salamancay aquí estamos otra

vez dispuestos a esperarla

Dora. Dora. Dora deja a los estudiantesDora, Dora, Dora

vuelve ser la de antesDora, Dora, Dora no tengas

prisaDora, Dora, Dora enséñame tu

nueva risaDora toca en un grupo de

dudosa reputación

y su máxima aspiración en tocar en el MadisonDora escucha a los Pretenders y no tiene los ojos verdes

Dora nos llama reprimidos ancestralesDora es una chica moderna y sin embargo ya no alternaella piensa que la gente es borde y se queda escuchando a La Mode Dora. Dora. Dora deja a los estudiantesDora, Dora, Dora vuelve ser la de antes

Dora, Dora, Dora no tengas prisaDora, Dora, Dora enséñame tu nueva risa

Deicidas. Moderno de cartón piedra. Pajares-Zapico. 1984

Dora

Page 44: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

44

streno, El. En la víspera de Reyes de 1984, nos estrenamos en directo, ante nuestros amigos. To

dos p

usieron m

ucho d

e su pa

rte, Grutélip

o nos p

restó el equip

o d

e sonid

o, M

anolo puso el transporte y Charo y Aurora nos mimaron, rellenándonos los vasos una y otra vez.

Nana

y l

as “

Choc

honi

s” n

os a

nim

aban

, lo

s Q

uint

a es

taba

n al

com

plet

o y

esta

ban

los

ECardiacos; es

e dí

a Ki

ke

decidió adoptarnos. Realmente no recuerdo muy bien el desarrollo del concierto

, ima

gino q

ue sería

basta

nte desastro

so, a

unq

ue en a

qu

el mo

mento

debió d

e parecernos genial: una cosa quedó clara, desde aquel preciso instante supimos quea

que

llo

era

lo n

uest

ro.

El g

rup

o es

taba

for

mad

o p

or Dora, Jose, Pájaro y yo mismo y nuestras pintas eran realmente terribles,

preciosas. La verdad es que disfrutamos muchísimo y creo que la gente se

divirtió de lo lindo. El primer concierto de rock que se programaba en el Club,

y nuestro bautismo o ensayo general con todo, incluso con amigos.

Pero no quiero acabar esta ráfaga de memoria tardía, sin decir lo importante

que fue el CCAN en nuestras vidas y no me refiero al grupo, sino a todos los

que hicimos horas y más horas, juntos, apiñados, ya fuera bailando o haciendo

pancartas, bebiendo o viendo películas, jugando o desfilando, riendo o

llorando. Para nosotros nunca fue un problema saber si estábamos en un Club o

en un bar. Estábamos donde queríamos estar, y allí se podía hacer casi de todo,

hasta enamorarse; eso sí continuamente.

Un beso para todos los fervorosos del Can-Can.

CCAN 20 años. Un cuarto de centenario. 1992.

Oscura, cámara.

Especie de caja donde se da

rienda suelta a los deseos.

Sin detección de portadora.

Page 45: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

45

R abia. Leo y no veo, que cierran el Chillida Leku por

falta de dinero y con un ERE para los trabajadores y siento pena.

Leo que la limosna de 426 euros para parados de larga duración se va a

eliminar. ¿No era para eso el dinero que nos habían quitado a los funcio-

narios? La rabia se acumula.

Y desde la trinchera, el extremo, una mujer, una poeta, Ana Pérez Caña-

mares se pregunta:

¿Qué podemos hacer contra esta estafa, esta farsa, esta colosal y crimi-

nal tomadura de pelo?

Quieren vender Aena y Loterías, vender lo de todos para unos pocos, ven-

der. Antes me ponía contento cuando 10 series del gordo se quedaban para

el estado, para todos... ahora no sé si la mala hostia me permitirá escu-

char el sorteo.

Y menos impuesto a los

PYMES, pero a mí me

abrasan, pero claro sólo

soy un trabajador y no

me defiendo ni yo.

Trabajadores defendá-

monos.

Ya sabéis que no hay me-

jor defensa que un buen

ataque.

Sabotaje al estado, sa-

botaje a los bancos, sa-

botaje a los partidos,

sabotaje a todo dios.

Salud y brutalidad.

The Best ia

rio Ento

mof

ilia

. Véa

se B

esti

alis

mo

alad

o.

Page 46: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

46

Como cada mañana los dos

guardias civiles se cuadran

y saludan marcialmente al

magistrado cuando des-

ciende del coche, después

de que el es-

colta le haya

abierto la

puerta. Des-

ciende altivo

con su cartera

de cuero negro

sin fijarse en

nada ni nadie.

Los funcio-

narios que se

e n c u e n t r a n

en la ante-

sala del des-

pacho se levantan al entrar

su señoría y le dan los bue-

nos días distraídos, ante

su habitual ausencia de

contestación.

Atraviesa las enormes

puertas, llenas de dora-

dos y volutas, que cierra

inmediatamente tras de sí,

echando la llave con dos

vueltas.Se queda un instante ob-

servando el despacho, en-

ciende la luz del flexo

antes de correr las pesa-

das cortinas de terciopelo

verde.De un armario, estilo re-

mordimiento, saca la toga,

que se coloca, después de

dejar la americana en una

percha.Se sienta en la butaca, de

la cartera que está sobre

la mesa, junto al crucifijo,

saca una probeta de plás-

tico trans-

parente y

tapa roja con

rejilla.Se desaboto-

na la brague-

ta del pan-

talón de raya

d ip lomática .

Se saca la po-

lla y la menea

un poco hasta

que el glande

hace su apari-

ción, perezoso.

De la pro-

beta saca una

mosca a la que

arranca un ala

y se la deposi-

ta en el capullo

con delicadeza. El cosqui-

lleo comienza.

Repite la operación hasta

cuatro veces, y mientras

las moscas giran sobre sí

mismas alocadas, el ma-

gistrado reclina el sillón

y comienza a gemir, hasta

que una lágrima asoma de su

ojo izquierdo, justo cuan-

do las moscas ya se ahogan.

Culo más grano,

que te quise querer

y mira en lo que terminé.

Grano más culo,

de lo que pudo haber sido

a ese dolor trasero.

Bestialismo alado.

“el magistrado de la moral

se divierte con Lina y Chon”

Rosas Motel. Las Ruedas

Revista Ombligo. 2012

Page 47: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

47

Paro, miseria, ciudades viejas

hambre, miseria, ciudades negras

sudor, miseria, ciudades oscuras

dolor, miseria, ciudades fétidas.

GU

ER

RA

Trabajo, miseria, ciudades nuevas

saciedad, miseria, ciudades blancas

descanso, miseria, ciudades claras

alegría, miseria, ciudades verdes.

MI

ED

O

Paro, miseria, ciudades viejas

hambre, miseria, ciudades negras

sudor, miseria, ciudades oscuras

dolor, miseria, ciudades fétidas.

GU

ER

RA

Trabajo, miseria, ciudades nuevas

saciedad, miseria, ciudades blancas

descanso, miseria, ciudades claras

alegría, miseria, ciudades verdes.

XXXVII

Cosas (1981-2013)

S e toma la palabra en toda la Península, en todos

los lugares, las calles, ateneos libertarios,

centros ocupados, bares, esquinas y mercados.Se toma la palabra

para defenderlade tanto

tramposo.Se toma la palabrapara

defenderlade tantotanto

pomposo.

Se toma la palabrapalabra

que sangraque duele

que alivia.Se toma la palabra

que abrasaque raspa

que mancha.Se toma la palabra.

Campamento Dignidad Mérida. 2013

Page 48: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

48

Cena fríaYolanda pasa sus mañanas tranquila en su

trabajo. Realiza extracciones de sangre en

un laboratorio privado de una pequeña ciudad

en los límites de su país.

Raúl es médico. Conoció a Yolanda durante

sus prácticas en una clínica de desahucia-

dos; años después consiguió hacerse forense.

Se dedica a realizar autopsias, y le gusta su

trabajo, es meticuloso y certero en sus inci-

siones.

Mientras de-

s a r r o l l a n

su trabajo

diurno, a ve-

ces no pueden

evitar rela-

merse y sus

ojos se in-

yectan, amarillos, de deseo, gula y lujuria.

Son las menos veces, ya que han aprendido a

esconder, a ocultar, a mentir, a parecer los

más modositos del reino.

Ya caída la tarde Yolanda y Raúl regresan

a casa, una casa que tiene permanentemente

bajadas las persianas, donde no hay plantas

ni animales de ningún tipo. Una casa donde

rechina hasta el silencio.

No sab

íano

lo s

abía

que

tu f

alta

enge

ndra

sehá

bito

.

Litro

de

vers

os. 2

009

Me has dejado en barbecho

soy casi un erial,para ti,

un desierto.

Litro de versos. 2009

Vinalia Trippers Tales of the Crypt. 2011.

Una mesa larga, con un gran candelabro en el

centro, está siempre preparada. Dos platos de

la vajilla de la abuela Úrsula y los tenedores

de plata, de la Comandancia de Marina de La

Habana.

Un beso al cruzar el umbral es el saludo de

todos los días. Cada cual lleva rápidamente

su neverita portátil al frigorífico. Luego se

cambian y se ponen las galas de otros tiempos,

otros lugares, otras personas. Raúl enciende

las 15 velas

del candela-

bro.

Yolanda se em-

polva de blan-

co, blanquísi-

mo.

Los dos se tro-

piezan ante la

encimera, donde en un bol de cristal de Bohe-

mia comienzan a verter y desmenuzar su cena.

Raúl aporta hoy algunos trozos de cerebro,

logrados gracias a un accidente de tráfico.

Yolanda vierte siete tubos de sangre, de di-

versas tonalidades y texturas.

Otra noche de cena fría.

El amanecer les sorprenderá abrazados y con

una sonrisa rojiza en sus labios.

Page 49: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

49

Cuando llega

la Cuaresma, insatisfacción.

Si no vuelan las cigüeñas, insatisfacción.

Si echan chispas las bombillas, insatisfacción.

Cuando hace tanto frío, insatisfacción.

Dime, dime qué me dasDime, dime qué esperarDime, dime qué me dasDime, dime qué esperar

Si no hablas con las cosas, insatisfacción.Si no eres una gata, insatisfacción.Si tus ojos no se llenan,

insatisfacción.Si mis dedos no te

buscan, insatisfacción.

Dime, dime qué me dasDime, dime qué esperar

Dime, dime qué me dasDime, dime qué

esperar

Si se apagan

las pantallas, insatisfacción.

Si se escapa la locura, insatisfacción.

Si no piensas como ellos, insatisfacción.

Cuando acaba la reforma, insatisfacción.

Dime, dime qué me dasDime, dime qué esperarDime, dime qué me dasDime, dime qué esperar

Canción para Eva.

Deicidas.

Epístolas.

Letra de Zapico.

Insatisfacción

Page 50: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

50

C hica de ayer.

Llevo unos días dándole vueltas

a la Chica de ayer, para el que no

lo sepa nunca me ha gustado Nacha

Pop. Hace unos días viendo una

tanda de anuncios de televisión

ponen al nene de Julio Iglesias

con una recopilación de sus éxitos

y al final canta la Chica de ayer,

en último lugar y fin de anuncio.

Inmediatamente después comienza

otro anuncio, en este caso de un

disco de Nacha Pop en directo, en el

que la banda sonora es la Chica de

ayer, cantada por el público. En fin

todo ello me confirma que algo que

cante, guste o motive al tal Julio

Iglesias (junior por supuesto) no

puede gustarme a mí.

Prejuicios todos por

supuesto. Pero lo del

anuncio es curioso.

La

diferencia

entre te amo,

te lamo y te

llamo es tan

imperceptible

que a medida

que aumenta

la presbicia

la lengua se

me desenrolla

más y más.S esión continua. En los cines de aquellos años, se pagaba por entrar y podías pasar

la tarde entera viendo las dos películas que proyectaban una tras otra, hasta tres veces cada

una, con sus correspondientes nodos y todo lo demás. El gallinero solía ser un lugar peligroso, en

primer lugar para los acomodadores y en segundo para los que recibían los impactos en la butaca de

patio (así se llamaban las butacas de la parte inferior, que incluso podían estar hasta tapizadas).

aos, y Cam-

boya y es

más, Vietnam, tierra de promi-

sión que venció por la fuerza de

un pueblo a varios imperialismos;

al chino, al francés y al yanqui.

Desde la copas de las palmeras

o en estrechos túneles. Y tie-

nen también nidos de golondri-

na, verdes y sedosos, realizados

con algas. En Laos se escondió

un chorizo español llamado Luis

Roldán, que estuvo a punto de ser

nombrado ministro, pero le pi-

llaron antes. Vietnam, tan verde

y lleno de charlies, que venció al

menos a tres imperialismos, pero

hoy nada en el barro capitalis-

ta, como quien más y quien menos.

Todo esto se llamó Cochinchina, y

esa es una historia que os quiero

contar, pero será otro día.

L

Page 51: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

51

La que no está pero

siem

pre

es.

O n

o es

y

sie

mpr

e está. Se fue y me dejó tantas cosas, tantos encargos por hacer, tantas herencias por repartir. La vida a su lado fue un alboroto, un frenesí, u

n n

o pa

rar.

Sus

man

os,

sus

ojos

, su

mel

ena,

su

cabe

za

con tantos tesoros dentro. Torbellino en continua insatisfacción del m

ás acá al más allá. A

rrebato y lucid

ez sin parar de crear y de creer. Allá donde estés cuida de todos nosotros.

Eva

Page 52: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

Hace dos meses acompañé, tanto en Venezuela como en

Colombia, a Ramirito y tuvimos tan buen feeling, que al

final me convenció para que lo acompañara como hombre

de confianza a pasar el invierno en el campo y toda la

temporada en España. Justo antes de coger el avión para

acá, me pidió que metiera en mi maleta un paquete, apa-

r e n t e m e n -

te una caja

de zapatos,

aunque no

tuvo incon-

veniente en

contarme que

se trataba de

cocaína con

la que quería

obsequiar a

unos cuantos

amigos. La

verdad es que

no me per-

caté de que

pudiese su-

poner ningún

problema así

que no le di

ninguna im-

portancia.

Al llegar a

Barajas, sólo

pidieron el

visado y com-

probaron ru-

tinariamente

el pasaporte y pasamos al coche que nos vino a recoger.

Y a partir de ahí la cosa empezó a complicarse, aunque

yo seguía sin darme cuenta. Un tipo que se sentó junto

a mí en el coche pidió la maleta que puso sobre nuestras

piernas y la abrió de inmediato, revolvió la ropa hasta

que dio con el paquete y lo agarró, apartando la ma-

leta, que cayó contra la puerta. Rompió el envoltorio

y la bolsa de papel, por el agujero metió la alargada

y retorcida uña del meñique y el polvo se lo puso en la

boca, entre los dientes y el labio superior y después de

escupir comenzó a gritar que aquello era una mierda,

que dónde es-

taba la coca,

que qué había

pasado, que

qué había he-

cho. Yo res-

pondí que eso

era lo que me

habían dado.

Ramirito por

su parte,

sin parecer

p r e o c u p a r -

se, dijo que

yo debía de

haberlo cam-

biado, que

cómo se me

había ocurri-

do, que había

faltado a su

confianza. El

tipo de la uña

retorcida la

emprendió a

golpes contra

mí, que in-

tenté parar-

los como pude, mientras intentaba comprender el lío en

que me había metido, cuando el tipo sacó una navaja, y

aprovechando que el coche estaba casi parado, abrí la

puerta y me tiré del coche, me di un buen golpe, pero

el haber sufrido muchos empellones de los toros ayuda

Manuel Barrechina Gómez, natural de Maracay, Venezuela, con pasaporte,

convenientemente visado, de la República de Venezuela número 764859320943,

declara, de forma voluntaria ante este atestado de la Policía como le convie-

ne, y dice:

“No es que venga al caso, pero como se puede observar soy moreno, vamos, allá

le llamamos morenos a los negros, aunque también se puede ver que no soy negro

puro ya que sólo heredé ese color por parte de mi madre ya que mi padre era

blanco, bueno tampoco es realmente cierto, ya que también era moreno, pero

otra clase de moreno, gitano, un gitano de Madrid que se fue a vender telas y

puntillas puerta a puerta a Venezuela y allí nací yo.

Pero creo que ustedes no quieren que les hable de esto, sino de las vicisitudes

que me han llevado a estar aquí sentado prestando declaración, y la realidad

es que todo tiene que ver con mi trabajo, con mi pasión. Allá en mi país soy

banderillero y he acompañado a los más exitosos matadores de Venezuela e in-

cluso he acompañado de tercero a algunas figuras de gira por América. Esto es

importante dejarlo claro, ya que no quiero que piensen lo que no es.

S i quieres bailar.A José Luis Moreno Ruiz,

en quien aprendo cada día

Page 53: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

a saber rodar y ponerse en pie y correr. Así que corrí

y corrí, sin saber muy bien a dónde iba, sólo quería

alejarme de la carretera y del coche, del que pude ver

que se bajaba el tipo de la navaja e intentaba seguir-

me, pero yo estaba seguro de mi velocidad y corrí como

nunca lo había hecho, hasta que al mirar atrás en un par

de ocasiones

no vi a na-

die y comencé

a correr un

poco menos.

Corriendo por

descampados

llegué cerca

de Las Ventas,

donde cogí un

taxi”.

Eleuterio Ji-

ménez Ruiz,

natural de

Zafra, pro-

vincia de Ba-

dajoz, y re-

sidente en

Madrid con DNI

9 . 6 7 5 . 2 3 4 ,

declara como

testigo ante

el inspector

de policía que

signa infra.

“Aquella tar-

de, estábamos

sentados con-

tra la pared del bar de Rosario, seríamos como cinco

personas, entonces llegó el taxi y paró cerca del árbol

quemado de la esquina del descampado. Todos nos fija-

mos en que del mismo se bajaba un negro, sí, un negro.

Desde luego yo era el primer negro que veía en mi vida,

y creo que los demás también; bueno, el Pichote, que

había sido legionario, igual había visto alguno. Pues

eso, que se bajó el negro, todo elegante con su panta-

lón negro y una camisa de esas cubanas, blanca con bor-

dados. El tipo llevaba gafas de sol, miró a su alrededor

y se dirigió hacia nosotros y con ese acento tan dulce y

delicado que

tienen esas

p e r s o n a s ,

nos preguntó

si sabíamos

dónde estaba

la casa de la

tía Ángeles

la contrahe-

cha. Uno, que

es un bocas,

se lo dijo y

el negro se

fue hacía

allí, dándo-

nos las tar-

des.

Ay, ay, ay,

ay…..mi nie-

to, mi nieto,

mi nieto, Ma-

nuel, ay, ay,

que ya pensé

que no lo ve-

ría, ay, ay,

ay, qué ale-

gría en esta

mujer tan

triste, tan triste que no puede ni alegrarse de ver a

su nieto. Manuel, llevo muchos años esperándote, es-

perando que llegases para contarte lo que le pasó a

tu padre, que mataron a tu padre, que lo rajaron y lo

dejaron tirado en una cuneta, y todo por robarle, por

nada más, por robarle. Y llevo 30 años llorando y pidiendo a Dios que vinieses y

le vengases, en esta familia hace mucho que nos mataron o se murieron todos los

hombres y sólo nos quedas tú para vengar a tu padre, vengarnos a todos. Toma

esta faca y vete, vete y vénganos, mata al hijo de puta del José el chirlas,

vete y mátalo. Mátalo, hay qué alegría, Manuel, mi niño, pero ahora vete, vete

y cumple con tu padre y con tu familia.

Todos estos gritos y alaridos de la tía Ángeles la contrahecha, golpeaban las

sienes de Manuel, que agarraba la faca con tal fuerza que el mango se le grabó

en la palma de la mano, su abuela, su padre, Romerito, el cabrón de la coca,

todo se cebaba en sus sienes, el sudor, un sudor manantial, le impedía respirar.

Apoyó su espalda contra una tapia, y lloró de rabia y desesperación. Cayó de

rodillas, pero al cabo de pocos minutos se repuso, tomó conciencia de su obli-

gación, su compromiso con su familia, esa familia que sólo había conocido para

despedirse de ella, su padre, de golpe supo que su padre no había vuelto a su

lado porque lo habían matado, ese cabrón había matado a su padre, su padre no

le había abandonado, el cabrón le había robado a su padre, le había quitado a

su padre, ese padre que siempre quiso tener. Lo iba a matar, lo iba a matar, lo

iba a matar.

Anexo a la declaración de Manuel Barrechina Gómez, natural de Maracay,

Venezuela, con pasaporte, convenientemente visado, de la República de

Venezuela número 764859320943,

“sólo recuerdo la sangre, los gritos, las voces, la sangre, y que tenía la boca

seca, y los golpes, y los gritos. Sólo recuerdo esto y que me sentí muy feliz. Y

que por favor digan a mi abuela que ya está todo arreglado”.

Aftersun especial Vinalia Trippers para Black Pulp Box. 2011

Page 54: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

54

que me ha apoyado durante este

año, que ha leído el libro y me ha

comentado las sensaciones que

ha tenido, a todos aquellos que

me han traído y llevado, a todos

los que han ido a las presentacio-

nes, a quienes nos han brindado

sus librerías, bares, bibliotecas,

salones o plazas para realizar las

presentaciones, a todos los que

habéis libado algún litro junto a

mí, a todos los que habéis presen-

tado, glosado, recitado el libro a

mi lado, yo al vuestro. Por supues-

to quiero dar una vez más las gra-

cias a Rafa por su trabajo gráfico

que sigue pareciéndome magnífico,

a Eloísa por su lindo prólogo que

no me canso de releer y a Héctor

Escobar, mi editor y sobre todo

amigo, a quien a pesar de los pe-

sares he sobrevivido hasta el día

de hoy.

Y quiero hacer una mención especial

a todos los amigos que he conocido

este año, en persona o en avatar,

L itro de

versos

Un año de Litro de versos, o litreando

o verseando. O por ahí ando.

Un día como hoy de hace un año,

presenté en León Litro de versos,

mi primer libro de poesía edita-

do en papel... y humo. Esa ma-

drugada nevó copiosamente.

Hoy un año después se acu-

mula el solsticio de in-

vierno, el eclipse de luna

y la ley Sinde... entre

otras cosas como la cri-

sis para los mismos,

el capitalismo más

rabioso y mordiente

de los últimos años

y una sensación

de derrota y

d e s e s p e rac ió n

innegable.

Pero lo que

quiero hoy es

agradecer,

agradecer

a todo el

m u n d o

y que ha-

béis sido mu-

chos y de mu-

chos siento que

la cosa va a ser

profunda y para

mucho tiempo. Gra-

cias por aparecer en

la vida y estar ahí

apoyando, sintiendo,

dando ánimo, contando,

informando, deleitando.

En fin, aunque no lo pa-

rezca no me gusta hablar

(o escribir) de lo mío de mis

cosas... quiero decir a todos

a quienes quiero y me queréis

que gracias y gracias por vues-

tra compresión y apoyo.

P.S. Ya hace un año, y no acabamos

con los litros, ya se avecinan litros

en Ponferrada y Salamanca, en Valen-

cia y Tarragona... espero terminar ya

los litros y poder empezar pronto con

los Balances Parciales.

Page 55: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

55

Muérd

em

e a

unque t

e a

marg

ue

muérd

em

e a

mor

hast

a m

ás

all

á d

e l

a n

iebla

muérd

em

e a

unque n

o s

epas

por

qué

muérd

em

ecl

ávam

e t

us

die

nte

scl

ávam

e t

u s

er.

Muérd

em

e,

muérd

em

e,

muérd

em

e.

Muérd

em

e a

unque n

o t

e g

ust

em

i sa

bor

de m

adru

gada

muérd

em

e s

in r

esp

eto

muérd

em

e m

ientr

as

me a

cunas

muérd

em

e,

muérd

em

e,

muérd

em

e.

Muérd

em

e a

unque t

e i

nto

xiq

ues,

muérd

em

e d

esp

aci

o o

depri

sam

uérd

em

e y

hazm

e d

año

muérd

em

e s

in e

spera

nza

muérd

em

e,

muérd

em

e,

muérd

em

e,

Muérd

em

e s

in s

ol

sin l

una

sin m

añana

sin f

alt

ar

una h

ora

muérd

em

e,

muérd

em

e,

muérd

em

e.

Muérd

em

e a

unque t

e a

marg

am

uérd

em

e a

unque t

e d

uela

muérd

em

e t

ranquil

ase

rena

muérd

em

ey d

esp

ués

máta

me.

Máta

me,

máta

me,

máta

me.

Muérdeme aunque te amargue

Page 56: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

56

Cuando las palabras se atasca

n en

la g

argan

ta, s

alen

dis

pa

radas p

or c

ualquier lado

Raíles heladosfrío matinal

sol esperanzadortranvía semidirectoceñido por la nieblalechosa y agorera.Pies calientesbrazos fríosvagón semivacíopulmones fumadores

periódicos y revistasun libro.

Cosas 1981-2013

ea fe veo en tu fazfécula fecal fardan las

faucesfarfanes y faquines fantasean

en el fangoesta faramalla va a cambiar

pues te quiero engañar.En el feo fango fantástico

veo con fe tu faz fecaly las fauces de farfanes y faquines

a fécula quiere fardar.Como te quiero embrollar

otra faramalla voy a inventar.La fécula fangosa farda

a farfanes y faquines la fantasía hace vera la fe

como fécula fecalno os quiero cansar

y la faramalla se va a terminar.

Cosas 1981-2013

F

Page 57: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

57

Salgo temprano a la ciudad provincialcomo casi todasestá desiertapara casi todosesfiesta no recuperable.Un yonki mete sus kleneexpor losojosa un único paseante,trabaja desde tempranopara llegar a su raciónde cielo infernal.Las calles están recién regadascomoen un

día neorrealista.En un bar de la plaza se trabaja

a destajoreformando una ría por montaditos

justo en donde partirán

lasdos

manifestacionesencontradasantagónicas

desesperadas.¿Cerraremos la

obra?Desayuno

yme diluyo

comoel

humodel anuncio de incineración“higiénica y ecológica”.

Y me voy al puente

aver

otros animalesy veo patosy gaviotas

y más patosy una tortuga

y golondrinas y aviones

pasando rasantes sobre mi cabeza

comiendo mosquitos

tomando barro

en la riberay

casi me olvidodel mundo

y su infierno

decada día.Y vuelvo

acasa

a por

la caja de consignas

que escupiry a

por los poemasque voy a gritar.

Después nos disolveremoscabizbajosesperandopara otro

mayola insurrección

queparece que no

llegaque no se quiere

y esperaremos

al 12 de mayoy

al 15 de mayoy

a todos los mayos

pero de insurrección

nada,como mucho allá

por el 40de

mayoclaro

nos concederángraciosamente

quitarnosel sayo

ypocomás.

Uno

de m

ayo

Excolma Salvaxe. 2014

Page 58: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

58

Las persianas golpean, a su aire, sobre los balcones.. A

dvie

rto

que

hoy

y só

lo h

oy p

uedo

mir

aros

al t

rasl

uz.

A

perpetuidad infinita

Aperpetuidad

infinitatus

labiostus

pechostu

sexo.A

perpetuidadinfinita

tu olvido

tu ovillotu

maraña.

Fotomatón, 2013

H ubiera pedido una beca

de la Diputaciónpara escribir esto

y beber con mis amigospero como quiere usted,

señor del despacho,que yo sepa lo que voy a

escribir,lo que voy a sentir,

que adjunte resguardosy currículas,

que me entreviste con usted,yo escribo sin su dinero

y usted bien se libra de mi.

Litro de versos. 2009

Lo nuestro

esmás

que bueno es

feromonal

Fotomatón, 2013Lo malo de hacer un listado de nombres, son los que te o

lvid

as, y

sob

re to

do d

e lo

s qu

e el

los

opin

an q

ue te

has

olv

idad

o

Page 59: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

59

De bolo en bolaUna alfombra rosa y redonda de Ikea en un pasillo

habitado por presencias, susurros, roces más allá

del rabillo del ojo.

Una alfombra rosa y redonda, por donde acceder al

mundo maravilloso de Alice...de Alice Cooper.

Una alfombra rosa y redonda por donde deslizarse

a otras partes, otros tiempos, otra música.

Y al llegar a casa, cansado, derrotado y sudado,

tan sudado... en mi cabeza repica esta estrofa

”otra noche que me luce el pelo, vuelvo a casa sin

una mala reina para mi colmena”. Intranquilo ante

el televisor, dolorido y solo. Así estoy ahora que

me pongo a contarlo, sí, necesito contarlo, quiero

contarlo, voy a contarlo todo mientras se me acaba

la gente a la que olvidar.

Sin dormir, sin dormir, estoy sin dormir no me

duermo y quiero dormir, quiero dormir, quiero

dormir, no puedo dormir... volvía a mí incesante

la imagen de aquella mujer, la que cuando lloraba

sólo derramaba una única lágrima que abrasaba su

mejilla para ir a detenerse sobre su labio, aquel

labio zigzagueante y agrietado, un instante sólo

un instante, tenue y embriagador. Un instante con-

tinuo. El llanto de una sola lágrima, aquella mujer

me atormentaba desde el primer día, desde la pri-

mera lágrima.

Parajodas.

Esas situaciones

que parece que no

pero joden y mucho. Metáfora.

Es lo contrario de salidaentró. También

se puede relacionar con algunas

sustancias prohibidas, y por eso no

podemos hablar de ellas.

Ao.VE

Ao.V

E

Page 60: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

60

El aullido del teléfono me devolvió a

la butaca. Mi voz sonó grabada dicien-

do que dejaran un mensaje al sonar la

señal. Reconocí el susurro de la chi-

ca de los ojos negros y la mente rosa,

citándome nueva, inútilmente. Subí el

volumen de la radio mientras borraba

el susurro rosa de los ojos negros e in-

útiles.

La caída de su mirada

me arrastraba siem-

pre, sin pestañear,

a su lecho arruga-

do y trágico. Cuando

abríamos de nuevo

los párpados nos

separábamos mudos,

abatidos y melan-

cólicos de ojos en

bandeja; testi-

monio de caricias

ciegas y finales.

La manzana cor-

tada había

comenzado a

oxidarse y la

torre de naipes se había derrumbado

de nuevo, así que aproveché la ocasión

para comenzar a formularme preguntas

interminables, defectuosas e inocuas.

Hasta morder el óxido, levantar torres

de naipes y por último adormecerme.

Escopetas con el cañón torcido, el pun-

to de mira desviado, palillos endure-

cidos, premios para olvidar. Todo ello

poco antes del concierto, mientras la

sirena de los coches de choque avisa

de una nueva vuelta, otro inicio, otra

canción en sus enormes altavoces dis-

torsionados, rotos, tan negros como

el alma de al-

gunos de los

feriantes, tan

negros como sus

pistolas ocultas

bajo la roulot-

te. Canciones de

amor y muerte,

canciones al bor-

de de las carrete-

ras, en las eras de

los pueblos. “Dame

veneno que quiero

morir, que prefiero

la muerte que vivir

contigo”; feria de

barrio, o pueblo poco

antes del concierto.

Con nuestras guitarras recorrimos no-

ches con hogueras de amor imposible,

noches de estrellas opacas, noches de

alcohol junto a los bosques y los ríos,

noches perdidas entre los sones de

canciones alegres, noches teñidas por

Retratos

Page 61: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

61

Consumé tú ausencia ofendiéndote

y ofendiéndome a mi también.

Litro de versos. 2009

los tañidos de canciones amargas. Y con

nuestras guitarras, ya rotas, volvía-

mos doloridos al raíl, al vagón, a la

línea férrea, de regreso.

Me había acostumbrado a sus abrazos

y reposaba en sus labios. No la que-

ría, al menos excesivamente. Pero no

podía prescindir de ella, su ausencia

me turbaba. Sólo encontraba sosiego

junto a ella, aunque no la quería, al

menos excesivamente. Era desmadeja-

da y huesuda pero la deseaba. A cada

una de mis acometidas pa-

recía que se iba a desenca-

jar. Creo que nunca obtuvo

placer conmigo. Acabada

la faena me vestí pre-

suroso y tras buscar la

puerta a tientas salí a

la escalera y bajé a la

calle. Los repartidores

de periódicos aceleraban marcha atrás

por direcciones prohibidas mientras

las cigüeñas, imperturbables, oteaban.

La cama me daba vueltas y el sol se co-

laba entre las rendijas. La cabeza fue

diluyéndose poco a poco en el dolor y

quedando atrapada entre la almohada y

mis brazos, consiguió dormirse.

Bien entrada la tarde, comenzaría el

vía crucis diario, cervezas y charla

al principio. Güisqui y piña antes de

acabar, con los ojos rotos y las manos

agarrotadas.

Abriendo la cápsula, una mitad. Tiran-

do el plástico al suelo. Con la tarjeta

separando los gránulos, sólo los bue-

nos, sólo los que colocan, el excipiente

para los patos del parque. Separando

las bolitas por colores, tirando las

inocuas, las del color no adecuado. Ma-

chacando, machacando las ricas, ricas,

machacándolas preparando su entrada

rauda, veloz por la nariz. Veloz, veloz,

rápida, rápida.

“Un semáforo va a

dar a luz, una no-

via vestida de tul,

se masturba sobre

un ataúd, parece que

anda suelto Belcebú,

Belcebú”.

Al volante de la fur-

goneta, la furgoneta de Avis, blanca,

aséptica, con su documentación foto-

copiada, a merced de los picoletos, en

cualquier cruce, en cualquier carrete-

ra, a la entrada de un pueblo.

Había amanecido sucio de nuevo. La

bruma oscura se enredaba entre las an-

tenas de televisión que arañaban hasta

el infinito el techo de la ciudad. El sol

era ahora, tan solo, un rasguño abierto

sobre la línea del horizonte.

Page 62: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

62

Dos de valium para aplacar al ácido.

Dos de valium para aplacar al mons-

truo. Dos de valium para perder la in-

consciencia y llegar – al menos- hasta

mañana. Bueno dos valium y una lata de

guisantes y otra de atún.

A esas horas, cuando los ojos casi no

existen y la garganta es de piedra. A

esas horas con la imaginación muerta

y el cuerpo tremendamente pesado. A

esas horas despierta la ciudad.

A esa horas cuando los sueños se des-

vanecen y ya es hora de irse a la cama,

aunque sea la propia. Cuando la certi-

dumbre es absoluta y las oportunida-

des se han perdido, tal vez todas jun-

tas, el lecho tragará la desesperanza

hasta más allá del mediodía.

El colchonero, lanero. El colchonero,

lanero. Señora el colchonero, lanero

ha llegado. Cambiamos su viejo colchón

de lana, por el fabuloso colchón de

muelles Pikolín. El colchonero, lanero

ha llegado. Señora, el colchonero la-

nero...

Ha vuelto a dolerme la pieza que me

falta, ha vuelto a dolerme; fuerte y

segura de su ausencia.

Simpatía por el relato. 2010 Kio

sco

Mar

iano

, sie

mpr

e es

tafa

s en

invi

erno

y e

n ve

rano

.El fin del mundopasó de largoporaquíhizo en juliobastante másdedos siglos.

Ycomo no cambiemoslas mareas (de colores)porcolumnas (de hierro)no volverá a pasarnuncajamás.

Escrito y leído en el recital del Fin del Mundo en el Bukowski de Madrid, un 21 de diciembre.

Page 63: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

63

Un reloj de mar

flotando en el agua

y el estuche arrojado

en la playa

donde intento olvidar que

en el bachillerato no

mencionaron nuncaiglú

pizzani

arcoíris

allí fue todo siempre

esternocleidomastoideoneperianosilogismo

metonimiao

mandorla.

Desde el colegio a la tumba

deberesdeberesdeberesdeberes

y

papá mariposa no

rebosa felicidady

mamá perro se traga

la pastilla azul.Mientras

nosotros solo

queremos

jugar al fútbol

en el patio

jugar al fútbol

en la consolajugar al

fútbol en la

x-box, la wii

y la tableta

ver fútbol en

la televisióny fútbol

total en el

ordenadory

de tarde en

tardebotar el balón de

color naranjay

hacer unas canastas

jugando al baloncesto de tres.

Saber que el hámstermurió

Palab

ras

de h

onor

que nunca

se escapó

sabera ciencia

ciertaque las gafas de

sol ya nunca te

las podrás

quitarpara mirar al

amorde frente ni

de perfilque a los amigos

ya sólo les

verásen vacaciones

cada vez de

más tarde en

tardetardetardetardeque el libro soñado

nunca lo escribirás

mientras pagas

la casadonde quedaron

la músicala alegríalos juegos

las floresdonde nunca

habrá paz

y ya nadie querrá

cantarni saltar dentro del

cochedonde el cariño

se volvióamistadyla piscina crió musgo

y ausencia

mientras se fundía

en la naturaleza

el paisajeen el que bailar

sin diversión

sin alegría

convertido todo

en un inútil sueño

dondeúnicamente dormir.

Imagina cuántas palabras. Alkibla. 2013.

Page 64: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

64

E spíritu Olímpico

Resulta que por un quítame allá esos lamas algunos

quieren boicotear las olimpiadas que se celebrarán

en Beijing, justo al lado de Pekín. Pero resulta que

el seleccionador español de baloncesto se queja de

que le tratan mal, por otro lado el equipo español

de Copa Davis denuncia al presidente de la Fede-

ración de Tenis por mandón y prepotente (¿pero

no son así casi todos los presidentes de algo,

hasta de comunidad de vecinos?).

El seleccionador nacional de fútbol ahí anda

con sus cosas. En ciclismo Contador sube

que se las pela, y este año no ha empezado

la campaña del dopaje, pero no desespe-

remos que nos queda el Tour.

Y en todo esto el tal Jiménez Losan-

tos se queja de que los del PP le de-

jan con el culo al aire, ¿y a mí qué

me importa? Ayer parecía el tema

más importante que sucedía en el

mundo mundial.

El precio del petroleo por las

nubes, pero nadie camina. Los

polos sin polo, sin helado,

fundiéndose a discreción.

Esto es el espíritu olim-

pico, quítate tú pa po-

nerme yo.

B ondad

corporativa.

Periódicamente nos bom-

bardean con anuncios llenos

de bondad, buenos deseos y

muy limpios en los que gran-

des corporaciones empresaria-

les ofrecen una visión sosegada y

muy distendida del mundo que nos

rodea: mucha naturaleza cristalina,

niños preciosos y listos, mujeres y

hombres interesantes y decididos...

¿pero qué nos están vendiendo estas

corporaciones?, pues dinero al borde

de la usura, centrales nucleares, pros-

pecciones petrolíferas en selvas vírgenes,

contaminación, consumismo desbocado, ex-

plotación y prejubilaciones que pagamos to-

dos. Y todo ello las más de las veces porque

se van a juntar con otra corporación o tal vez

saquen una oferta de acciones y quieren nuestro

dinero por segunda o tercera vez, nada mejor que

unas acciones de eléctricas para que no nos asuste

la factura de nuestro distribuidor.

En fin que me parece aborrecible esta bondad corpo-

rativa que no hace más que apelar a los buenos senti-

mientos de la mayoría de la gente y sólo en su

beneficio y engañando, engañando mucho. No só

lo n

eces

ito u

n re

seta

do, d

esde

hac

e tie

mpo

, sin

o un

botó

n de

pau

se, a

unqu

e se

a un

vist

o y

no v

isto..

. qué

cab

eza.

Page 65: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

65

Prescrip

ción

de

inoc

enci

a.D eposita una rama... que

llegará hasta el próximo pantano, man-

da un suspiro y llegará hasta el mar,

allí donde Lisboa se disuelve en el sol

poniente.

Pod

ría hacer

una antología

de

versos leídos en una m

añana, la mayoría

recién hechos, con sus m

anchas de café, d

e

carmín, co

n las letras perd

idas p

or cortes

del fluid

o eléctrico, con gotas d

e txiri-

miri, co

n dolor y

amor, palab

ras estan-

cadas en las gargantas, p

odría hacer una

antología, la verdad

que en m

i cabeza ya

está hecha y so

n sólo las 11:17.

Las amistades perentorias.

Enero 2013.

Por fin acabó este enero Tourmalet,

este enero Aubisque, este enero que ha

sido una cuesta desde el último enero,

hace ya tantos años.

Co

n la

ay

uda

de

dios

Esa

muj

er d

ice

que

est

á cu

rad

a co

n la

ay

u-

da

de

dios

esa

muj

er t

omó

su q

uim

iote

rapi

a

con

la a

yud

a d

e di

os e

sa m

ujer

se

som

e-

tió

a ci

rugí

a co

n la

ay

uda

dio

s es

a m

ujer

cont

rajo

el

cánc

er c

on

la a

yud

a d

e di

os.

A

me

pasó

alg

o m

uy p

arec

ido

eso

sí s

in l

a

ayud

a d

e di

os.

En un abril y cerrar de ojos.Dándom

e cuerda.

Page 66: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

66

Paseando esta mañana por León me

topé con varias realidades (como se

dice ahora a las cosas y demás zarandajas).

Parece ser que desde hace unos años en León

se quema una falla(sic) en la noche de San

Juan. Dentro de poco

habrá más de uno que

diga que esta es una

tradición ancestral de

nuestro pueblo, na-

ción, aldea, etc.

La cosa que van a que-

mar este año es un

homenaje a Tintín,

imagino que en uno de

esos manidos y abu-

rridos centenarios,

milenarios, o diversos

aniversarios. Con un

cohete de Tintín via-

jando a la Luna, y los

personajes de Hergé

por allí.

También quiero mani-

festar que Tintín nun-

ca ha sido santo de mi devoción, y si digo

santo es porque ese es el aspecto que siem-

pre me ha dado, entre pijo y tonto, por no

Allá contra el

fondo, donde se abaten

dos montañas sobre ellas

mismas, la luminaria

del faro marino regala

migajas de esperanza a los

terráqueos.

introducirme en otros marasmos ideológicos.

En días pasados León fue una fiesta militar,

desfiló hasta la cabra de la legión y volaron

unos helicópteros carísimos y que matan muy

bien.

Un megageneral le dio

una bandera enorme

(de España, claro) al

alcalde y este raudo y

veloz antes de que lle-

gase el otro (alcalde

por supuesto) fué y la

colocó en un mástil del

copón.

Así hoy están muy cer-

ca, Tintín y la mega-

bandera nacional (de

España y realidades

nacionales adyacentes)

y al verlo se me ha ocu-

rrido el lema de Tin-

tín y cierra España, a

modo del santo y seña

de nuestros ejércitos

e incluso del Capitán

Trueno.

Pues eso, que hay que tener cuidado cuando

se pasea, sobre todo por las alucinaciones.

Page 67: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

67

Cardiacos,

a lo hecho pecho. ¿Cuántos

pueden decir lo mismo? Muy pocos, casi

ninguno. ¿Acaso alguno de “esos” se ha atrevido a

mostrar sin caretas, sin engaños, su obra completa hasta el

momento? Cardiacos nos presenta, tal como fueron grabadas, sus

mejores canciones, esas que nos han hecho vivir en el otro lado.

Pioneros de la discografía independiente, actuando en directo a degüello,

dirigiendo desde el caos reinante (79), la nueva mirada, el nuevo odio; en definitiva

la magia perdida y encontrada ante sus escenarios. Avanzadilla desechada por

sordera general; vanguardia hasta hoy mismo, avanzada desprevenida

del atraso imperante del uno al otro confín.

Hoy llega a tus manos lo que puedes considerar una especie

de OBRAS COMPLETAS hasta el día de hoy (dentro de diez años

el segundo volumen), donde podrás degustar canciones

diferentes; distintas etapas, épocas y formaciones, pero todo

ello ligado a su propio estilo, el estilo Cardiaco, fuera de

modas, siempre investigando, creando escuela (bastante

mal aprovechada por cierto) y sobre todo el gusto, ese gusto

tan exquisito que siempre han demostrado al componer sus

canciones, gusto por la música, no por el “mercado”.

Cuando acabes de escuchar esta selección, si no has descubierto

diversas y desconocidas sensaciones, esto no es lo tuyo, lo siento.

SENTAR CÁTEDRA, esto es lo que hacen los Cardiacos, cátedra sin importar los

alumnos, una lección de cómo se deben de hacer las cosas para ser honesto con

uno mismo (qué raro suena esto hoy en día, ¿no?).

Advertencia última; cuando se está en la “onda”, hay que tener cuidado,

porque la onda siempre acaba en la orilla, y los Cardiacos no

tienen final, ni paradero fijo.

Si te encanta este disco, prepárate: en breve

continúa el ritmo de los Cardiacos.

Epístola

de un fan; a propósito de

Ethics and Ethylics.

Cardiacos, una música

redonda.

Page 68: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

68

El día que Pulgarcito salió cantando en

Pop-Grama el tema de Qué demasiao, de-

dicado a El Jaro, recuerdo que me impactó

tanto que antes de salir de casa pillé un

destornillador de los gordos y me lo metí

en el forro de la cazadora.

La noche empezaba entonces a eso de las

siete de la tarde por el Hú-

medo entre bares de toda la

vida y los modernos, El Ro-

sales y El cafetín.

Tomando birras y más bi-

rras y esquivando alguno

de los canutos que se fuma-

ban a la americana, fuimos

dando tumbos hasta que las

pelas empezaron a decaer.

Las posturas de hachís no

llegaban ni a china chicha-

rrera.

Hernán se sacó los nuncha-

cos que llevaba en la espal-

da, metidos entre el pantalón y la caza-

dora, y realizó su exhibición, dándose dos

buenas hostias en la cabeza.

Quedábamos ya cuatro apoyados contra

una pared sin saber si silbar o dar pata-

das a un bote y de pronto saqué el des-

tornillador y les dije: “¿Sabéis para que

es esto? Esto abre todos los triángulos de

los coches.”

Un golpe seco en el plástico amarillo del

destornillador y ya estaba el triángulo de la ven-

tanilla delantera desencajado. Girarlo rápidamen-

te y quitar el seguro. Abrir las puertas y subir

los colegas. Un volantazo fuerte y el clausor a la

mierda, tirar de los cables por atrás y allí estaban

todos esperando la descarga eléctrica.

Rojo con amarillo y motor en marcha, luces y a toda

hostia por la avenida.

Los 1430 siempre fueron como un trueno, pena de no

haber encontrado un F1 por ningún lado.

Los 1430 torpedean que dan gusto al reducir a toda

hostia y chirrían las ruedas en las curvas.

Un, dos, tres, a toda hostia, risas de chavales en el

interior, un, dos, tres, peligro, peligro en el ex-

terior.

“¡A la gasolinera de La Copona, venga, dale, dale!”

En la gasolinera de la Copona están los picoletos

tomando algo, será la patrulla del amanecer. Freno

de mano, trompo, inestabilidad, izquierda, dere-

cha, fuertes cabeceos. A todo gas, para abajo, co-

rre, corre que te van a echar el guante.

“¡Por el camino, por el camino!”, grita uno a mi lado.

Allá me voy, a todo gas, ¡zas!, ramas, ¡zas!, barro,

se me va el coche y caemos a una reguera, donde

queda el coche varado. Salimos como podemos y co-

rremos, corremos, mientras nos reímos, nos desco-

jonamos de la risa, corremos no sabemos por dónde

y mucho menos hacia dónde.

Clarea el día y entramos en la ciudad. En la churre-

ría París el churrero y la churrera están en plena

discusión, con lanzamiento de objetos incluidos.

Mañana será otro día. Otro más.

N unch

acos

.

Vinalia Trippers Spanish Quinqui. 2013

Page 69: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

69

Escanéeame el alma

y ponla en tu perfil

Hechicero.

Un hechicero africano reparte oc-

tavillas en la plaza mayor p

rego-

nando sus p

oderes. M

e mira y

no me

ofrece el papelito. ¿H

abrá sid

o por

lo que vio o p

or lo que no vio?

V a

rad

o en

cas

a co

n el

lum

bago

ram

pant

e en

tre

mi

culo

y m

i

espa

lda,

y l

as n

ubes

tan

bla

ncas

se

ense

ñore

an d

el a

zul

lím

pid

o, t

ras

la

lluv

ia d

e ay

er.

Y yo

aq

uí v

arad

o si

n

play

a si

n ay

a co

n ay

yy

yy

yy

yy

yy

yy.

Port fin m

e encuentro,

el capitán errab

undo d

e los

30

mares...

Dis

léxi

co.

Soy

dis

léxi

co d

e pa

lab

ra,

obra

y

omis

ión. So

y

pes

imis

ta

vita

l y

opt

imis

ta d

iari

o.

Rem

aque.

Bodrio,

normalm

ente am

ericano y

cinematográfico, q

ue trata de m

e-

jorar un prod

ucto ya d

e por sí d

e

gran calidad

en su origen y en su

originalidad

.

Page 70: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

70

Una semana republicana que terminó ya. Una

semana en la República más cercana (al menos al oeste). Una

semana de saudade, sol, niebla, eléctricos arriba y abajo, y el

Tajo interminable e indescifrable.

He visto y olido cosas maravillosas, espléndidas, increíbles.

Pero como Top One, voy a quedarme con Las

tentaciones de San Antonio, de El

Bosco, que se encuentra en el Mu-

seo Nacional de Arte Antiguo, y que

bien merece los 5 euros de la entrada

para acercarse a esa maravilla, ese

raudal de imágenes, de crítica a los

poderosos, y menesterosos, del clero

del Papa al último monaguillo y los se-

res de a pie, no nos libramos de nues-

tras miserias, miedos y alucinaciones.

Casi se me saltan las lágrimas al estar

ante el tríptico, se me secó la garganta

y un leve temblor acechó mis labios.

Una semana republicana, rodeado de ca-

mellos, que ofrecían pistolas y collares,

maría y coca, pasteis de belem y bacalhau

a go-go. Pero la Churrasqueira de en-

frente, con el pollo a la brasa más deli-

cioso, con su picante y limón exprimido.

Y el sonido de los eléctricos resuena en mi

mente, ahora que ya el yerno dice que él

no fue, en esta mierda de país monárquico

y de las jons.

HTC(Poema post futurista)

Cada cual presume

ymucho

de su aparato

telefónico.

El mío tiene

vida propia

más bien

ajena,

ajena a mí.

Llama a siniestro y

siniestro,

él solo,

sin más ni más,

llega a enviar

mensajes

(eso sí, más

ininteligibles de lo

habitual)pero lo que

mepreocupa

últimamenteesque me

aparece

continuamente

la brújula

y

ya me estoy

escamando, a

pesar de mirar

a mi

alrededor

no entiendo a

dónde apunta.

Page 71: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

71

Ortopedia mentalortopedia mentales la tónica generalVas vestido muy elegantevestido muy elegantesiempre, siempre, dando el cante.

Oh no, oh no, oh no, no, no, noPaseaba por allíy fue entonces yo los víajustandose al disfrazmiedofue lo que sentí

Moderno de cartón piedraModerno de cartón piedralo eres por dentro y por fuera

Moderno de cartón piedraModerno de cartón piedralo eres por dentro y por fuera

Ritmos vomitivosritmos vomitivoscon sello multinacionalmis esquemas echas por tierracuando cuelgas en tus hombrosla bandera de Inglaterra

Moderno de cartón piedraModerno de cartón piedra

lo eres por dentro y por fuera

Moderno de cartón piedraModerno de cartón piedra

lo eres por dentro y por fuera

Si vuelvo la vista atrásrecuerdo que eras

troskistaahora te va el rollo

sudistaTémpera en la

cabezacrestas obsoletassigues pensando que estás al día

Oh no, oh no, oh no, no, no, no

Paseaba por allícuando entonces

yo los víajustándose al

disfrazmiedo

fue lo que sentí

Moderno de cartón piedra

Moderno de cartón piedralo eres por dentro y por fuera

Moderno de cartón piedraModerno de cartón piedra

lo eres por dentro y por fuera

Moderno de c

artó

n pi

edra

M

oderno de cartón piedra

Moderno de cartón piedra. Pajares-Zapico.1985.

Page 72: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

72

Aquella tar-

de tenía bien

cubiertas las

espaldas.

Esta vez no iba

a tener que

engañar a na-

die, ni a nadie le importaba ya lo que pudiese o no hacer.

No sólo me había dejado mi novia, irremisiblemente, sino

que mi amante más pertinaz y mi último entretenimiento se

habían fugado juntas, después de que se me hubiese ocu-

rrido mezclarlas en una ocasión en la que se me había ido

la olla de mi parte más oscura y lúbrica.

Aquel club, bueno aquel puticlub siempre había sido mo-

tivo de risa y bromas entre los amigos y también las ami-

gas, a todo el mundo le parecía un nombre muy adecuado,

oportuno y original.

Así, pues aquella tarde indiqué por medio del intermiten-

te derecho mi intención de girar y al pisar el freno quedó

claro que iba a parar.

Estacioné allí, en medio de la explanada, aquí no tenían

esas vallas o mamparas que tanto había visto junto a la

nacional IV, para proteger la privacidad de los puteros.

Aquí era una explanada monda y lironda, mal asfaltada (si

es que alguna vez lo había estado) y peor iluminada.

Si tengo que decir la verdad era la primera vez que iba a

un comercio de estos, no por nada, más que nada que por

follar y por un móvil nunca había tenido necesidad de pa-

gar. Pero nunca es tarde, para casi nada.

Lo que sí había asistido a miles de conversacio-

nes, cuentos, historias y fabulaciones. Mi ami-

go el calefactor siempre decía que lo mejor es

Imprevisto, El

No

s d

esc

erra

ja

mo

s

ta

l po

lvo

qu

e qu

ed

am

os

trem

end

am

ente c

ha

mu

sc

ad

os

ir según abren

que están du-

chaditas y pri-

morosas, el

periodista di-

tirámbico afir-

maba que mejor

cuando hay po-

cas para ele-

gir que si no es

mucho peor y te

vas con la que

no deberías, el

husmia siempre

esperaba al fi-

nal acechando

a la que menos

se había movi-

do en toda la

noche para ver

si conseguía

un descuento o

un extra gra-

tis..., y así un

extraordinario

catálogo de re-

ferencias, in-

venciones y ma-

reos.

Entré en el sitio

de las luces de

colores, y todo

Page 73: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

73

se volvió rojizo o similar. Las chicas

que se agrupaban en la esquina de la

barra, se volvieron displicentes sin

decidirse por cual iba a atacar la pri-

mera. Que atacó, y vaya si atacó.

Mientras yo me quedaba cautivado con

la camarera rubia, una negra impre-

sionante se me acercó, y

mientras preguntaba a la

camarera que si sólo era

camarera y antes de que

pudiese contestarme, la negra me me-

tió mano como casi nadie me lo había

hecho nunca (ahora recuerdo aquella

preciosa lesbiana, que me dio mi me-

recido bien dado), sobre todo por lo

imprevisto (por mí) y la camarera ru-

bia me dijo con voz de gatita que no

sólo era camarera... pero mis partes ya

estaban en manos de otra, nunca tan

literalmente.

Antes de darme cuenta estaba pagan-

do, a la chica le dieron una llave, algo

doblado dentro de un plástico y un

condón (pensé, joder sólo un condón,

esto tiene que ser rápido).

Me cogió de la mano y subi-

mos las escaleras iluminadas

por otra luz rojiza, tan

rojiza que casi era ne-

gra... bueno, yo me en-

tiendo.

Antes de darme cuenta estaba con los

pantalones en el suelo, y los calzonci-

llos por allí andaban, en un bidé que

aun hoy no sé de dónde cojones había

salido me escaldó la polla y me abrasó

los huevos, que quedaron jabonosos de

ese gel de Mercadona que produce no

se qué secuelas... ni dónde. Subiendo

los brazos hasta el techo ella se que-

dó desnuda al tiempo que

de un manotazo me tiró en

la cama, donde previamen-

te había puesto la cosa do-

blada una especie de sábana

desechable –eso esperaba-

pero sobre todo ajustable, eso era lo

más importante.

Se metió el condón en la boca y antes

de que se me pusiese en forma me la

amarró y al meterla en su boca me puso

el puto condón, joder qué habilidades

tenía la tía, y ahí empezó a meneárme-

la dentro de su boca, yo de lo acojo-

nado que estaba no sabía si intentar Tanto anhelar ser un macho alfa para quedarse en p

erpe

tua

vers

ión

beta

.Todo

fue

de m

utuo

des

acue

rdo.

Nos encanta ver el lado oscuro, siempre que no nos salpique.No hay nada m

ejor que el destiempo.

Page 74: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

74

tocarle algo, además de que todo estaba

lejos de mis manos, el culo en casa dios,

las tetas a contramano y del coño

mejor no hablar porque todavía no se lo ha-

bía ni visto.

Yo, que me creía un amante dentro del per-

centil de lo normal, vamos que casi todas

parecían irse a gusto, me encontraba allí

intentando saber qué tenía que hacer, mo-

viendo los brazos sin llegar a ningún lado y

con miedo a que entrasen los kosovares por la

puerta y me pusieren el culo a modo.

De repente casi de un salto se ensartó en mi

polla, más bien me ensartó a mi dentro de ella.

Y en cuatro movimientos mientras perdía la

mirada más allá de mí, mucho más, eyaculé de

forma absurda, sin orgasmo y con una enorme

sensación de vacío, o no, yo qué sé.

Ella estaba vestida, echándome de la cama y

recogiendo la sábana, metiendo en una bolsa

el condón con mi resumen de vida y casi sin

darme tiempo a atarme los zapatos ya está-

bamos en la planta baja y yo saliendo como

sin querer mirar a la camarera rubia, de mi-

rada lánguida y pechos exuberantes.

En el coche puse a todo volumen una canción

que no recuerdo y volví a la carretera, pero

seguía sin saber a dónde diri-

girme. Ni yo ni mi vida.

Underground Boys.

Neurotica Books. 2013. ¿ Por q

ué le

dic

en p

arad

a m

ilita

r si

se

mue

ven

sin

para

r?

Qué cerca está el im

aginario popular y el imaginario copular.

E xpolio a un

pueblo.1. Nos roban 2. Se lo reparten 3. Pretenden que volvamos a llenar la bolsa.

Psicopatrias, los más peligrosos serial killers.

Poetas. Hay poetas que llevan su obra esculpida en la cara, otros sólo su cátedra.

Page 75: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

75

Benidorm.

Nunca jamás había pen-

sado visitar Benidorm

pero allí he estado. En

los últimos días veo nu-

merosos reportajes en

las televisiones mono-

temáticos de la ciudad

rascacielo.

Lo que más me sorpren-

dió fue la cantidad de

portugueses que había

disfrutando del mar

calmado y templado.

Los abismos genera-

cionales, grupos muy

jóvenes y parejas ma-

yores.

Pero lo mejor fue que en

una de las salas de cine

proyectaban pelícu-

las impensables en

mis ciudades habi-

tuales, y esto es

un buen tanto a

su favor.

E scribo del natural pero pinto de mem

oria

, recuerdos y pesadilla

s.

Creo que

te conocí

detrás de

la barra

de un bar o

algo parecido

o podría ser

en aquel Caño

Badillo, que tanto

añoro, sus horas

largas de mahous y humos.

Y siempre me encantó tu sonrisa,

enmarcada por ese sempiterno bigote mejicano

de la ribera, de nuestra ribera.

Tiempo después me enteré que eras poeta y me

previne, no me gustaban mucho los poetas por

aquella época (muchos siguen sin gustarme hoy

en día) pero te leí y vi que eras otra cosa,

eras un ser certero, angular e incluso

profundo en la sencillez.

Así que no sólo te tengo que agradecer

que me iniciases a esa poesía viva y

diferente a la engolada, acrobática,

falsa, sino el que pudiese confiar en

alguien, porque siempre he sabido que

eres de confianza.

Hemos pasado de siglo sobradamente, y

siempre tu sonrisa me ha aliviado en cada

escaso y urgente encuentro, y tus viandas han calmado mi alma, desde el

estómago.

Gracias Aldo por ser, estar y mucho más.

Al lado do Aldo.

A ld

o I

love

you

.

Page 76: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

76

ob

res

de

sole

mni

dad

.

Hac

e un

os

días

un

amig

o m

e en

señó

un

BOE

do

nde

apa

recí

a

el

regi

stro

d

e un

a

nuev

a fu

ndac

ión

(que

días

más

tar

de

ha r

ecog

ido

la

pre

nsa

y l

a bl

ogos

fera

a r

aud

ales

) pa

ra s

oste

ner

a lo

s p

obre

s ve

rgo

nzan

tes.

Lo

leím

os y

pen

sam

os

que

era

un

mo

ntaj

e. A

sí q

ue n

os f

uim

os a

la

pá-

gina

web

del

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E y

res

ultó

que

sí,

que

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alg

o

ofic

ial,

fíj

ate

tú,

del

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E. A

llí

entr

e m

arq

uesa

s

y B

orb

ona

s se

est

able

cía

que

ay

udas

en a

tod

as

las

seño

ras

que

lle

gase

n d

esp

ués

de

hace

r te

nid

o

un b

uen

pasa

r a

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itua

ción

de

pob

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verg

on-

zant

es,

vam

os q

ue n

o d

en v

ergü

enza

, si

no q

ue l

a

sien

tan

por

ve

rse

en

esa

situ

ació

n.

A l

os d

os o

tre

s dí

as p

a-

seab

a p

or e

l Pa

seo

Fluv

ial

de

Bad

ajoz

, y

vi

lo

q

ue

nunc

a an

tes

habí

a vi

sto

en

dir

ecto

, vi

vir

deb

ajo

del

pue

nte.

Co

n ve

rgüe

nza,

hice

una

fot

o, y

des

pué

s m

e d

ediq

ue a

ver

la e

n

casa

, es

tos

son

otro

s p

obre

s, p

obre

s d

e so

lem

-

nid

ad,

noto

rios

, nu

nca

han

teni

do

un b

uen

pasa

r,

per

o ah

ora

disp

one

n d

e ti

end

a d

e ca

mpa

ña,

te-

levi

sor

(sin

TD

T),

y u

n m

ont

ón d

e b

olsa

s y

rec

i-

pien

tes,

caj

as d

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rtón

y c

oche

cito

de

niño

. Es

-

tos

pob

res

no h

an s

ido

ni m

arq

uese

s si

bor

bo

nes,

per

o se

guro

que

tie

nen

más

dig

nid

ad q

ue t

odos

ello

s, y

que

nos

otro

s, j

unto

s.

M edusas y sandías.

Ayer me quedé prendado de la información de la

sensación revitalizante sexual (masculina por

supuesto) de la sandía. Y eso lo investigan se-

sudos médicos y doctores. Además es muy bue-

na para el co-

razón y no sé

cuantas cosas

más. Ahora

resulta que

es casi tan

buena como

el whisky que

como decía

aquel resulta

que es diu-

rético, va-

sodilatador y encima emborracha. Pues nada,

espero llegar al mercado y que quede alguna

sandía, que por cierto este año vienen enormes.

En otra noticia de gran calado de innovación

y desarrollo veo que las temidas medusas que

aterran nuestras costas (bueno a las bañistas,

pero es más poético aterrar costas) van a ser

compradas por los chinos para comérselas...,

¿volverán enlatadas en salsa de soja? Como

dijo el refrán, lo que uno no quiere el otro

lo desea. En fin que hoy la cosa ha sido entre

gastronómica, sexual e i+d+i.

Por razones de fuerza

menor quedan suspendidas las

sorpresas, hasta nuevo aviso;

por sorpresa.

P

Page 77: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

77

C o s e c h a d o r a s ,

zorros de fuego y ampollas

Estos dinosaurios de

las carreteras, avanzan

renqueantes antes de llegar

a su destino

y devorar

los trigales

y otras

h i e r b a s ,

escupir el grano y tirar la

paja. Además estorban, pero

mucho. Recuerdo una película

de Alan Ladd en la que llevaban

estas cosas en camiones,

Estados Unidos años 40.

Hoy se lanza

el Firefox

3, si puedes

descárgatelo,

ya sabes, es el

que usamos los que más

navegamos.

El calor aprieta y las

ampollas empiezan a

aparecer en los pies, ni

cremas, ni tiritas, ni

geles, nada funciona.

S i naciste pa

martillo del cielo te caen los

clavos.

Contaba sus cosas el otro día

en la radio Ruben Blades, ac-

tual Ministro de Turismo de

Panamá y furioso salsero, y

claro pusieron Pedro Nava-

ja, con esa frase final o co-

lofón de ese tema canción,

narración, cuento, relato.

Unos días antes asistí a la

representación de Edipo en el

Teatro Romano de Mérida, y

todo era lo mismo, el destino

no lo cambia el más pintado,

y como quieras modificar una

predicción, oráculo o viden-

cia, mucho peor. Aunque cla-

ro, ¿sólo somos celulitas in-

defensas ante el destino? Y yo

qué sé.

La experiencia de asistir a una

buena representación en Méri-

da es sensacional, espero que

llegue la nueva temporada para

volver. Los actores magníficos

y el coro maravilloso.

Dam asco.

Y a día hoy tres años después todos Dam

asco, en su ignominia que crece y crece

desmesuradamente.

RasYa sea a ras de suelo o a ras de cielo, lo jodido es el ras.

Presente.

El presente pasó de largo por aquí ya hace tiempo.

Page 78: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

78

Antes de nada deciros que yo no creo en los

jueces, ni en la justicia, me dé la razón (ju-

rídica) o me la quite. Yo nunca he ido a pedir

que quiten un crucifijo, pero recuerdo per-

fectamente que allá por el año 1978, sí has

leído bien 1978, quité todos los crucifijos

(y ya de paso los retratos del rey recién

ascendido) del

instituto de

La Palomera

y los escondí

en un armario.

Como siem-

pre he pensado, más acción directa y menos

tonterías.

Desde luego no tengo que decir que la mez-

colanza que se hace de la religión católica en

todos los órdenes de este país es insoporta-

ble para aquellos que no comulgamos con ellos.

Pero como con la edad me estoy volviendo un

moderado que me asusto algunas mañanas,

voy a contaros mi visita (tal vez todo sea

inventado) a la librería Selezyx Dominica-

nen en Maastricht (sí donde el tratadito).

Me sorprendió ver una iglesia desacralizada

en tan buen aspecto (en España la mayoría

son ruinas, después de siglos de desamor-

tización en manos de los ricos del pueblo).

Lo que me dejó

helado fue el pi-

quete de curitas

que reclamaban

la devolución a

la iglesia, y lo

mejor fue que nadie les hacía caso.

Dentro el montaje es espectacular, me gustó

mucho, esto sí es una librería y no las fnac

y demás factorías/fechorías de la cultura

actual.

Lo mejor es que dentro tiene una cafetería

en el ábside y es un lugar encantador para

tomar un café y leer un poco.

rucifijos,

desamortizaciones y librerías.

iem

po

d

e

fasc

ícul

os.

Ha

n co

-

me

nz

ad

o

los

me

nsa

-

jes

pu

bli-

cita

rio

s e

n te

lev

isió

n d

e

las

nu

eva

s co

lecc

ion

es

en

fasc

ícul

os

qu

e añ

o t

ras

año

en

do

s te

mp

ora

da

s a

nu

ales

,

nav

ida

d

y

fin

del

ve

ran

o,

se a

nu

nci

an

úni

cam

ent

e p

or

tele

vis

ión

, y

q

ue

a

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pro

voca

n e

n es

ta é

po

ca e

s-

tiva

l u

na

lig

era

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ost

alg

ia

al a

nu

nci

ar

el f

inal

de

alg

o

y e

l co

mie

nzo

del

tra

baj

o,

el c

urs

o,

lo c

otid

ian

o.

Fasc

ícul

os

cole

ccio

nabl

es

a t

od

o c

olo

r, r

ecu

erd

o l

os

pri

me

ros

qu

e co

mp

ré -

con

gra

n es

fue

rzo

- L

a H

isto

ria

de

Esp

aña

y A

sí f

ue

la S

e-

gu

nd

a G

ue

rra

Mu

nd

ial.

Hoy

se h

ace

n fa

scíc

ulo

s d

e la

s

cosa

s m

ás

inve

rosí

mil

es,

had

as,

co

ches

, so

lda

do

s,

muñ

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s...

Es t

iem

po

de

fasc

ícul

os.

.. y

alg

o s

e m

e es

tra

ng

ula

muy

de

ntro

.TC

Page 79: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

79

S e

me

enfo

sca

la m

irad

a al

reco

rdar

más

all

á d

e

lo v

ivid

o.

De mis antiguas con-

versaciones con al-

gún galerista y ar-

tistas varios siempre

me causó estupor y gracia el con-

cepto de acto creativo. Esto viene a colación por

una noticia, de buena tinta con nada de leyenda urbana, de algo

sucedido en el MUSAC hace un par de semanas. Resulta que un muchacho

en riesgo de exclusiones vitales varias se puso a mear en una pared.

Parece ser que se montó gran escándalo con llamada a la policia, etc.

Y yo me pregunto, ¿no estaría realizando un acto creativo? No lo sé

pero si fuese un afamado artista, incluso se hubiese llevado una pas-

ta por hacer lo que hizo.

Aunque otra idea que me surge es que tuvo la irreflenable necesidad

de mear al ver lo que veía, ya fuera por el gusto o el desagrado de

aquello que veía.

Por último, dado el ambiente interno del MUSAC de callejón sombrío,

oscuro, desangelado, ¿no creen ustedes que esto invita a buscar

una esqui- na para

echar una meadita?

A cto creativo en el MUSAC.

D istur

bio

s.

Hab

itua

lmen

te l

o qu

e

prov

ocan

los

ant

i.

ngie

.

S

uena

si

mul

táne

amen

te

en

mil

es d

e di

scot

ecas

de

tod

o

el m

und

o y

tod

os l

os

baca

laos

se

af

erra

n

a su

co

pa o

bir

ra m

iran

do

com

o so

n si

emp

re

otro

s lo

s q

ue a

rrim

an t

odo.

No q

ueda

de la

nad

a qu

e fu

imos

ni c

eniza

ni h

umo

siqu

iera

.De

lo q

ue n

i fui

mos

nada

se

sa

be.

#aflorismopara Uberto

El que canta lo que habita en la memoria. 2014

Page 80: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

80

Las Sobras de Benefi cencia.Los amantes circunfl ejos

Dado que tengo la certeza, de nuevo, de no ingresar en el club de los millonetis,

permaneceré en mi orilla. La orilla de aquellos que detestamos lo que pasa, cómo

son las cosas. En estos días recuerdo los disparos al aire de nuestros tiempos, y

claro siempre decíamos al aire de los pulmones.

Con el asesinato, por un disparo de policías,

del compañero Grigoropoulos la rabia, el odio

se ha destapado, o tal vez tenido la excusa que

buscaba hace tiempo.Trampa, La

Pero, todo acabará en unas nuevas elecciones y ya

está, cambiaremos a los que se dicen de derechas

por los que se dicen de izquierdas, o más o menos.

En un país, Grecia, que si bien expulsó a sus monar-

cas, los partidos han otorgado la dirección de los

mismos de forma hereditaria. Y ya está la rabia, servirá para catalizar un buen

número de votos, que darán una exigua mayoría al Pasok, ya, ya está, nada cam-

biará para que todo siga igual, la rabia, el odio, se refugiarán en las zonas di-

fusas, en las mejores mentes y la puta democracia será otra vez la manida fiesta,

la fiesta de la democracia, en la que todos ganan, porque todos perdemos.

Siempre nos han querido vender a los atenienses frente a los espartanos, y yo

cada día me decanto más por los espartanos, con sus cosas. Pero la supuesta

democracia que irradió al mundo (con un considerable retraso) Atenas, me deja

frío, cuando no estafado, cuando no cabreado.

Ya sabes, vota y luego no te quejes si la mano te huele a mierda.

Llevamos una eternidad de muertos, de mártires a su pesar, para acabar siempre

todo con unas elecciones que no sirven para nada.

Catarsis

Page 81: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

81

Una vez más te lo pidouna vez nada más

una vez te lo pidouna vez más

dame tu amor¡oh! corazón achatarrado¡oh! corazón

vapuleado¡oh! corazón tan

dilatadoque el whiskey ya pasa a

placerque el whiskey ya pasa a

placer.Una vez más te lo pido

una vez más no me hagas rogaruna vez más amor mío

sé que lo hice muy fatal¡oh! corazón achatarrado¡oh! corazón de forexpán

¡oh! corazón de madera con nudos y ramas por cortarcon nudos y ramas por cortar¡oh! corazón valvulado¡oh! corazón sin bypass

nadie me marca tus pasos¡oh! corazón de metal¡oh! corazón de metalDime si nunca las cosas

ya volverán a rularlas reglas las rules las

cosasno me dejan olvidar

¡oh! corazón achatarrado¡oh! corazón de quita y pon

¡oh! corazón de plastilinatus huellas se marcan sin mástus huellas se marcan sin más tus huellas se marcan sin más

orazón achatarradoc

Page 82: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

82

Como si de un martes de resurrección se hubiese tratado, resucitamos. To-

dos, nosotros y quienes saltaban bajo el escenario. Como si de un martes de

resurrección se hubiese tratado, el dolor, el manto morado y triste, todo

se tornó luminoso, brillante, soñado.

Y en este martes también se acabó la cerveza, y van dos conciertos en lo

que esto sucede..., por lo que se ve nuestra música anima al trasiego de

cerveza y algunas que otras bebidas espirituosas.

Como ya es una vieja costumbre saltamos al escenario a los acordes de la

sintonia del Hombre y la Tierra, magnífica pieza, que además nos dedica-

mos a toda la fauna ibérica y foránea que nos seguía esa noche. A partir

de ese momento ya todo fue alboroto, saltos, aplausos, sudor y lágrimas,

pero de cocodrilo.

En grupo comandado a los tambores por el conduntente baterista To-

más, fue ejecutando los temas, ejecutando ya que Tomás aporrea sus

bártulos de una forma que saltan disparados los trozos de baqueta y

contundencia compaginada por Ricar al bajo, creando una sección rít-

mica a prueba de todo.

La primera canción fue Ahora que veo salir el sol (Epístolas), que pone a la

gente a tono en esos primeros momentos en los que no sabes si sonará bien,

si los monitores (por donde los músicos escuchamos la música) funcionarán,

si la gente comenzará a irse a la segunda canción, si el cantante se quedará

afónico, si se romperán las cuerdas, el parche de la caja... eso y mucho más.

Parece que volvió a funcionar y una tras otra fuimos repasando las cancio-

nes de todos nuestros discos, desde el primer E.P.

Lo hice sin mala intención al tun tunido.M

art

es d

e re

surr

ecci

ón.

Page 83: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

83

El indiferente

Ese que mira

para otro

ladooque aunque

esté en el

epicentro de la

catástrofe

afirma no ver

nadaeseque se encoje de

hombros

y silba

ese que

no siente

más que sus intestinos

eseque dice ser apolítico

no meterse en líos

no buscar

problemas

eseel indiferente

nisiquiera temblará

lamadrugada

enquellamen a su puerta

ypor supuesto

noseráel lechero

quién vaya a

por él.

A Isla Correyero

Voces del Extremo Madrid. 2013

Estalló un vaso a nuestros piesdos bofetadas sirvieron para

educarlelas mujeres me admiraron esa

nochepero durmieron con los hombresque se habían quedado quietos

muy quietos.

Descubro entre el ruidola lentitud de tu mirada

y la noche progresaal compás de Harlem Nocturno

cuando el saxo callala lentitud de tu mirada, seguida de

tu hermoso culose ahoga

entre los hielosde mi penúltima copa.

Tragos 2008 y Banderines del Zaguán 66. 2010

Page 84: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

84

La Bahía de las Libélulas

Acudí buscando toneladas de arena y conchas

para tapar el enorme hueco que me habita

y a veces me circunda. Busqué unos opérculos para las grietas

más pequeñas pero no quedaban. La argamasa marina fraguó momentáneamente y

un silbido del Adriano me cortó la respiración.

En la Bahía de las Libélulas me espera una bandada

de ellas y se aparean a

la vista de todos

como nosotros ya nunca lo haremos.Leña añejaapilada en loshuecosy sílabasleña que sedesmorona al elegirel tronco másdeseado.

#aflo

rism

os

Para disimularemboscarse

algunos se colocantacones

otros gabardina raídaese libro bajo el brazo

pero se les notaque apestan a pesebre

Pala

bras

con

tra e

l Bal

ium

10

Page 85: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

85

C iudad deshilvanada.

La ciudad se dirime en la hora

incierta de la luz tamizada, allí

donde termina el empedrado, el

asfalto, el alfabeto amarillento

y póstumo, los resabios de los

serenos.

La ciudad se agota donde el verde

manda y comienza el infinito paseo

a los insectos que aplauden, a los

insectos que cantan, a los insectos

recitadores de ocaso a ocaso, allí,

donde ya no se ve más que el canto

del gallo, contra la madrugada.

La ciudad se alborota, pagana, con

el voceo de mercancías, la llegada

de nuevas sustancias, el tren

correo con la prensa, y la carta

que nunca llega, por todo ello

la ciudad se alborota y a veces,

incluso se engalana.

La ciudad oblicua y tangente y

esparcida lejos de los matorrales,

poblada de faroles, farolas,

señales, fantoches de todo tipo,

de sombrero y visera, de gorra de

plato, de avión que planea, ciudad

tocada en su danza, en su nada,

en su vacio.

La ciudad distante, encaramada

de atardeceres, deslumbrada

por bagatelas, chismes, rumores

de aguas antiguas. La ciudad

candente, en la que todo ocurre

sin decirse, como un sonido

sordo de hojas estallando en

las aceras, estrellándose en

los bordillos; en la que algunos

saben todo, incluso lo que ha sido

imposible, lo posible, y sobre

todo un repertorio interminable

de jamases.

La ciudad que se desvanece tras

cada abril quebrantado, la

ciudad que no llega ni a mediados

de mes, la ciudad luciérnaga,

sirena, caracola errante.

La ciudad que desde el mirador,

me brinda, como traca final, el

rumor de tus pasos, tan cerca, tan

lejos, tan distantes, que pierdo

la vista, detrás del cristal.

Proa 2014.

Todavía es primavera

pero en estaslatitudes

es casi veranola primera chicharra

se anuncia desbocada

convocandoa

sus hermanasa frotarselas patitasmientras

yo me

deshidratosobre todo

del cerebro.

Casi verano

Page 86: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

86

Fine Young Cannibals.

Estoy medio viendo la película Los

jóvenes caníbales, y me pongo a en-

redar. Resulta que sale el doctor Ga-

non, haciendo de un trompetista que

podría ser Chet Baker en sus inicios.

Pasiones y despasiones sureñas, lle-

vadas al norte. Sale una cantante

que es Pearl Bailey que me ha gustado

mucho, indagando resulta que traba-

jó con Nixon, ¡toma castaña! Sigue el

rollo amoroso, de cada cual con quien

no quiere, la película es de 1960, y

cuando busco el título original re-

sulta que es All The Fine Young Can-

nibals y el grupo de los ochenta tomó

de esta película su nombre.

Ahora llegamos al corte de venas.

Bueno se cierra el círculo de tar-

de de búsqueda documental, texto,

imagen y sonido.

Fuera croan las ranas, ¿lo resisti-

remos en verano?

Es por la mañana y he recordado

que el cantante de Fine Young Can-

niblas, Roland Gift, actuó en la

película Sammy y Rosie se lo mon-

tan dirigida

por Stephen

Frears, y es-

crita por mi

adorado Ha-

nif Kureishi,

guionista y

escritor de

los ochenta

al que debe-

mos desde Mi

hermosa la-

vandería, El

Buda en los

suburbios y

el Álbum ne-

gro.

Bueno pues

espero que a

lo largo del

día no me dé

por seguir

a u m e n t a n d o

las relacio-

nes relacio-

nas con la

relación.

Ogro. El ogro siempre fue

malo malísimo, aunque muchas veces

daba incluso más pena que los payasos

del circo, pero no el de la tele, sino

esos circos de verdad, tan tristes y

malolientes, donde los payasos lloran

de verdad lágrimas de mentira y los

domadores se consumen entre copas

de ron esperando que las fieras sean

buenas y no les arranquen nada de

cuajo, o sin cuajo. Los ogros antes

de Shrek no eran verdes, pero daban

más pena que los payasos del circo,

aunque a veces hiciesen ademán de

comerse a algún niño desvalido.

Page 87: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

87

Pedal CosCo

s

peda

l

Cos p

edal

Cos p

edal

Cos p

edal

peda

l, ped

al, pe

dal, p

edal.

Cos p

edal

digo

desa

hucio

s, de

sahu

cios,

desa

hucio

s,

desa

hucio

spe

daldig

o

desa

hucio

s, de

sahu

cios,

desa

hucio

s, de

sahu

cios

cos

digo

desa

hucio

s, de

sahu

cios,

desa

hucio

s, de

sahu

cios

cos,

cos,

cos,

cos,

cos,

cos

desa

hucio

s

peda

l, ped

al, pe

dal, p

edal

cos p

edal

digo

desa

hucio

s.

A la p

uta ca

lle

a la p

uta ca

lle

a la p

uta ca

lle,

pero

desa

hucio

s

aquí

no

desa

hucia

ni dio

s

ni pe

dal

ni co

s.

Peda

l cos

desa

húcia

te

Peda

l cos

piérde

te

Peda

l cos

, ped

al co

s, pe

dal c

os

cláva

te la

peine

ta

fuerte

muy fu

ertey

entré

gate

a la c

lausu

ra

peda

l ped

al pe

dal

cos p

edal

lárga

te

y no v

uelva

s.

Page 88: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

88

Drink after drinkI was swallowing the bile

of the daily tragediesof the tragic nightsin which to do that

drink after drinkwait for a hug

a whispermaybe a kiss.

Traducción de Leo Moreno Pons de este poema de

Tragos

Trago tras trago fui engullendo la bilis

de las tragedias diariasde las noches trágicasen las que hacer que

trago tras tragoesperar un abrazo

un susurrotal vez un beso.

Etcétera, etcétera, etcétera

Cuando algo nos puede interesar...etcétera.Si de algo nos queremos informar...etcétera.Siempre, en cualquier lugar...etcétera.En libros y revistas veo publicar...etcétera.Nunca me he de enterar...etcétera.Enmudecen las letras.

Puntos suspensivos y etcétera...etcétera.

No lo puedo resistir...etcétera.

Quiero saberetcétera.

Por favor, me pueden indicar...etcétera.

Aún en esta soledad lo debo de aguantar...etcétera.

Cosas 1981-2013.

Page 89: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

89

K ilómetro. Unidad de m

edida, pero así como el patrón del Metro se donde conserva, no tengo ni idea de

don

de

se c

onse

rva

el p

atró

n d

el k

ilóm

etro

…au

nque

tal

vez sólo sea necesario multiplicar ese metro unas cuantas veces. Devoro kilómetros y

los veo todos, no dejo ni uno sin observar sin regardear. Y me cruzo con tantos camioneros de fortuna, a los que tarareo la canc

ión.

.. L

o m

alo

de

los

kiló

met

ros

son

los

guri

pas

apos

tad

os,

que

te p

aran

, te

preguntan y casi siempre se las ingenian para quitarte de la cartera los euros y del perm

iso los puntos. Pero los bordes de los kilómetros son lo m

ejor, con sus rastrojos, riberas, pantanos, llanuras, valles, hoces, montañas, túneles, bajadas y subidas, cunetas flor

idas

y a

vec

es,

hast

a bo

rros

os r

ecue

rdos

.

Page 90: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

90

L a tierra para quien la trabaja.

Esa frase, dicho, consigna la he repetido desde la adolescencia. Y nunca supe por

qué le tenía tanto apego. Resulta, que lo de inclinar el lomo con una azada en la

mano nunca ha sido lo mío, más bien siempre he renegado de ello.

Pues aquí llevo dos fines

de semana en plan Gran-

jero último modelo (serie

americana de mi infancia)

dale que te pego a la aza-

da, haz agujeros, plan-

ta, limpia, quita malas

hierbas, alisa, traslada.

Por todo ello no he podi-

do comentar todavía mi

sensación tras el Cuarteto de Invierno. Pues bien,

en primer lugar fue estupendo, cálido y acogedor

el lugar, esa pequeña sala de la Biblioteca Públi-

ca de León. Víctor más que coordinador debería

anunciarse como director, ya que esa es su labor,

dirigirnos a los participantes, lectores y músi-

cos, y crear una acción de lecturas entrecruzadas,

música alveolada y caos y desconcierto. La música

estuvo bien, quiero destacar a Miguel Urueña, el

violinista, a quien no conocía y me encantó. Fonso

y Gonzalo, perfectos, pero ya están vistos y oídos

en múltiples ocasiones, y lo que te rondaré morena.

Y gracias a todos los que fuisteis al acto, por

vuestro calor, cariño y paciencia. Prometo más co-

sas en breve.

ivimos en un continuo campeonato de liga y en una perpetua cam

paña electoral.

V

Page 91: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

91

El afilador toca el chifloy las nubes se van amontonando.

Dos gotas han caído en mi muñeca izquierda.El sol se resiste y

el afilador espera que le lleve dos cuchillos y unas tijeras.Y que le deje tu lengua,

toda la nochehasta mañana

para que ya no duela.

Para Manolo Ferreras en

el día de su cumpleaños

Gatos y Mangurrias. 2012

Poem

a an

tes

de la

torm

enta

Poem

a con chiflo a lo lejos

Vuelve el afilador, su chiflohoy es en medio de la tormenta, otra tormenta,otra ciudad.Y me despojo de mi alma, o lo que seay se la entregopero él me dice que no puedehacer nadaque espere a que paseel hojalateroque tal vezme la pueda remachar.

Gatos y Mangurrias. 2012

Page 92: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

92

Ahora está em-

pezando a de-

jar de tener

esa supremacía

y les sienta

muy mal, se re-

vuelven y ahora

que admiramos

el arte tal vez

a quien habría

que quemar se-

ría a Rouco.

Pero como hay

que ser glo-

bales, no me

importa decir

que los “minis-

tros” de todas

las religiones

son parecidos, mandan en todo, si pueden viven de

todos, y si les dejas imponen todo, de los ayatolás,

a los lamas, pasando por los verborreicos evange-

listas, y siguiendo por todas las sectas, contrasectas

y no voy a volver a olvidarme de nuestro clero, para el

que también ideé la frase que encabeza el post Cloro

al clero, ahora amplificada a toda clase de clero, sin

importar raza, latitud o longitud, por cierto tampoco

importa el género.

Ya puestos voy a comentar la cosa del autobús ateo,

pues hombre el plantar cara a la supremacía creyente

está bien, pero ser tan respetuosos con el “probable-

mente” pues parece cosa de meapilas, lo siento.

Un viejo y que-

rido amigo me

escribe para

contarme que

utilizó recien-

temente una

de mis frases

“lo bonita que

era la costum-

bre tan espa-

ñola de que-

mar iglesias”,

resulta que va

y se lo dice a

alguien que iba

a registrar un

contrato para

restaurar las

vidrieras de

la catedral...,

vaya ojo.

Todo esto me ha

puesto a dar vueltas a la cabeza.

La verdad es que pensándolo ahora,

la relación que ha tenido la igle-

sia católica con el pueblo, la gen-

te, durante 1700 años ha sido para

dejar un resquemor general, unas

ganas incontenibles de quemar la

iglesia, por lo que de poder abso-

luto (económico, político, social y

moral) suponía.

C lor

o al

cle

ro.

Zumo y licor,retardando los latidos,

manoseo en un reservadode discoteca castellana

y un alaridorompiendo la noche,

cuando ya las estrellasboicotean su destello

y los tricorniossobresalen arrogantes.

Litro de versos.2009

Page 93: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

93

Lunapen

a

Los Hondos, Z

apico.

Llamamos, llamamos ta

ntos ratos

Tantas noches ta

ntos vasos

Repletos de olvido

Quisimos

Quisimos s

oñar tiernos a

brazos

Caricias al viento

Desdén hilvanado

Supimos

Supimos lo cierto

Las noches v

acías

Las manos c

rispadas

Señales tiradas

Luna pena, pena luna

Días torcidos, s

emana soñada.

Luna pena, pena luna

Días torcidos, s

emana soñada.

Corrimos,

Corrimos d

eprisa sa

ltando al vacío

Llega la caballería

Rompiendo

Rompiendo las marcas, l

a manos herid

as

Rodillas ra

spadas.

Mentira y caricias

Siluetas, siluetas fa

ntásticas e

nciendo la vista

La sombra magnífic

a

Luna pena, pena luna

Días torcidos, s

emana soñada

Luna pena, pena luna

Solos esta

mos y así e

staremos

Se acaba ya el tiempo, se

acaba ya el tiempo

Se acaba ya el tiempo, se

acaba ya el tiempo

Se acaba ya el tiempo, se

acaba ya el tiempo

Se acaba ya el tiempo, se

acaba ya el tiempo

caba ya el tiempo

Page 94: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

94

La cul-

pa de todo la

tuvo un porrón de mistela.

Y una foto, para que al hacerme el chuli-

to bebiese y bebiese hasta que los dientes

quedaron pegajosos. Todo ello ocurrió en el

Benito donde habíamos sido convocados por

fuerzas telúricas (o por correo electróni-

co, pero queda mejor fuerzas telúricas) y

allí se personaron amigos variados y di-

versos, de los de verdad y de los de feis-

buk que ahora ya son de verdad. Y la abun-

dancia de cámaras, camarazas y camaritas.

Seguramente tendremos fotos de todos los

perfiles, para su utilización después de la

rueda de reconocimiento, pues todos que-

remos reconocimiento, aunque sea en una

rueda para descubrir al culpable, algo que

casi ninguno queremos ser.

Hubo poesía y sobre todo divertimento.

Aunque la poesía puede ser dolor, hubo di-

vertimento y disfrute.

Dolores de poesía e n lo s b a r e s

Des

pué

s d

el p

orr

ón d

e m

iste

la,

hub

o c

aña

s y

cer

veza

s (t

er-

cio

s p

or

sup

uest

o).

Hub

o a

bra

zos

y b

eso

s, h

ubo

po

esía

y r

e-

encu

entr

os

y r

ecue

rdo

s, r

ecue

rdo

s. H

ubo

po

eta

s en

pre

senc

ia

cont

inua

y o

tro

s en

pre

senc

ia a

lter

na.

A a

lgun

os

les

pre

sta

-

mo

s la

vo

z, s

ólo

la

vo

z, c

om

o a

Lui

s M

igue

l R

ab

ana

l y

Ald

o Z

.

Sa

nz y

de

sus

garg

ant

as

en l

a l

eja

nía

lle

gó a

lto

y c

laro

el

son

de

sus

letr

as,

sus

ren

glo

nes,

sus

ver

sos.

En p

rese

ncia

est

uvo

To

ño M

ora

la,

Ild

efo

nso

Ro

drí

guez

, S

ilvi

a

Día

z Ch

ica

, J

org

e Pa

scua

l, X

en R

ab

ana

l, V

ícto

r M

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iez,

Jua

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r-

los

Paja

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Elo

isa

Ote

ro,

Vice

nte

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y F

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ieb

la e

sto

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narr

a.

En o

casi

one

s no

se

oía

a l

os

po

eta

s, b

ien

po

rqu

e no

ha

bía

mic

ro o

est

e

se a

cop

lab

a c

on

los

ver

sos,

o t

al

vez

ha

bía

ver

sos

qu

e se

aco

pla

ba

n

al

mic

ro,

igu

al

qu

e o

tro

s se

aco

pla

n a

l ce

reb

ro y

alg

uno

s, u

nos

po

cos,

Page 95: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

95

se acoplan al

corazón. Pero

ay de aquellos

que se acoplan

a la garganta y

no se sueltan,

no se sueltan;

cómo duelen.

Tras varias

cervezas, oru-

jos, cubatas y

otros pólenes,

después de re-

citar en la calle

a la puerta del

Bardalla, con

gran emotividad

y frío por parte

del respetable,

que solicitó la

oreja y el rabo

de alguno de los

participantes,

así como el in-

dulto de alguno

de los ausentes.

El Cafetín fue

un runrún de

recuerdos, de

botellas de

mistela añejas

y aceitunas ma- tuti

nas,

ant

es d

el p

rim

er p

oem

a,

del

pri

mer

am

or,

del

pri

mer

do

lor.

Ba

jo s

u a

rco

fa

lso

de

es-

cay

ola

dec

lam

am

os,

co

nta

mo

s, n

os

heri

mo

s y

no

s cu

ram

os.

Aq

uí s

e un

iero

n a

l gr

upo

do

s p

oet

as

esp

ont

ánea

s,

Ena

y N

uria

.

La l

eta

nía

co

ntin

uó b

ajo

la

luz

de

la c

ate

dra

l a

esa

s ho

ras

en l

as

que

la

no

che

dev

uelv

e la

luz

re- cogida durante el día

y la envía de dentro a

fuera a través de sus

vitrales coloreados,

coloridos, doloridos

de tantos escarnios

contemplados.

El CCAN fue el cierre,

el broche el boquerón

de proa. Terminado un

concierto de blues, y

con un micro abierto,

soñamos que no ha-

bían pasado 30 años,

o uno menos, soñamos

que todos los huecos

de ausencia y desola-

ción se rellenaban, se

cubrían.

Los versos se repi-

tieron incluso tras

pedirse un bis a los

participantes. Al fi-

nal volvió el blues,

la canción, las gar-

gantas cerca de rom-

perse, de estallar,

la cabeza nublada.

Pero cuando logramos

irnos a la cama, es-

tábamos tranquilos,

cautivos, señalados. apo

star po

r lo

s lau

rea

do

s

mu

erto

s es d

e c

obard

es, a

pu

esta

po

r lo

s qu

e s

on na

die. Y

a

cierta

.

Page 96: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

96

l año que murió Chita (que era chito).

Ahora que vuelvo a recorrer los

bares y apeaderos; gasolineras

y carreteras polvorientas con

los Balances Parciales, me da la

gana de hacer un balance, más

que parcial del año que se fue y

casi, casi, si me descuido ni fue.

Lo primero que pienso es que

empecé el año enfermo y lo

terminé igual, aunque con unos

11 meses de prórroga de por medio y a través.

Este año no he visto a José Luis Moreno Ruiz y

desde luego no estoy dispuesto a que vuelva a

pasar.

He conocido a mucha gente este año, pero no he

conseguido olvidar ni una sola gente, las cosas

son así.

Este año he visto y escuchado recitar en tres

ocasiones a Eladio Orta y eso es impagable. He

leído el Libro Melón de Martaerre Sobrecueva y lo he metido en

algún recital como que no quería la cosa. He aprendido y leído,

y reído con Xen Rabanal, y con Luis Miguel en la distancia, y

con Vic y Jul, y ando por ahí con Arsel Randez y sus cuervos

disfrutando de sus conciertos.

Pero esto no tiene ni orden ni concierto, y claro no he hablado de

colaborar en Vinalia Trippers, ni de salir en el número póstumo

Ede la Hamaca de Tela, y ser invitado por Nanoediciones a

colaborar en tan magno proyecto, ni de haber realizado las

últimas presentaciones de la 2ª edición de Litro de versos.

Marabuntas poéticas en las que he participado, Las

Ediciones Salvajes, Dolores de poesía en los bares, Edita

Punta Umbría, Voces del Extremo con su anhelada Jam en la

casa de la Retama, terminando el año con la celebración

de Tripulación CCAN, 40 años y no queremos que lo cierren

el fascismo de baja intensidad que manda en León, ni de

la última lectura del año en el Laboratorio

Social de León a la luz de las velas por

corte de luz de los pro-nucleares. Toño

Morala el más íntegro de los poetas, el más

íntegro de los trabajadores.

Y claro a los pocos días de afiliarme

al movimiento Vuelve

Robespierre estalló

el 15M, la indignación

rampante, y allí estuve,

allí fui, no me aparté lo

más mínimo, a pesar de ir

viendo como todos los que

Page 97: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

97

han ido haciendo caja con la indignación se retiran a su escaño, su libro, su cuenta de resultados,

su novia o sea cual sea, lo que ha pillado cada tapado.

El análisis me acerca una vez más invariablemente al ejemplo que supone Buenaventura Durruti,

uno de los últimos revolucionarios íntegros, qué quieren que les diga.

Tampoco he dicho que llevo un mes y tres días de promoción descontrolada de Balances Parciales

y ya hemos paseado por toda Extremadura (nos falta Coria), León y ahora vamos a por Madrid y

Castilla-La Mancha (que esta si tiene guion y no conjunción copulativa como la nuestra).

Y que me pierdo en este año que ha pasado y traspasado y ya estoy con la atención perdida y las

ganas en otra cosa, y había pensado poner enlaces y fotos y cosas, pero no me ha salido y no

quiero y no me da la gana y además que entre la niebla

siempre acaba saliendo el Sol.

Y de cantar, como todos los años impares desde 2007,

Deicidas dimos el cante, cante pisoteado en palabras de

Moisés en mayo, en un cálido y tierno homenaje a nuestro

querido y añorado Chema Baños.

Seguramente me he olvidado de

muchas cosas, otras me las guardo

para mí y mi privacidad, otras se

me olvidarán de olvidarlas, así que

si alguien se siente aludido en el

silencio, ahí abajo tiene un recuadro

para protestar.

Lo. a inmensa ignoranci

a que

ate

soro

es lo que me hace aprender alg

o ca

da d

ía.

Page 98: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

98

La poeta Ana Pérez Cañamares se levanta de mal

humorpor mi parte salgo a la niebla

a pasear la ciudad miniprovincialtodas las peluquerías están

abarrotadasun hombre pide para volver a

Tomellosoun guitarrista desafinado ocupa un

zaguán el autor local ofrece sus libros en el

suelouna pareja rechaza un paquete de

garbanzosla señora que se los quiere dar

no ve que ellos lo que necesitanes fumarse una plata

la última platalos vendedores de la once

vocean que llevan el 13un saxofonista se acompaña con una orquesta

enlatadauna mujer hermosa pisa con garbo

pero temerosaparece en prácticas

yel chiflo vuelve a sonar

siempre suenapero nunca lo veo.

Viernes 13Antología JaMuseu. 2014

De reservaen

casinoy

en la escuela

episcopalde

botellaen

botellaya

nada quedade

los hongoslas

pinturasni

el valorel ardoryla guerra contraelinvasorqueno recogiótu cuerponi te abrazóahoraque brotanpoemas escondidosarrojados al maren botellasde cocacola.

Chiri

cagu

as

Poemash, Deseo de ser piel roja. Vinalia Trippers. 2014

Page 99: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

99

odido

siguemepollo.

Ahora ya nadie recuerda las si-

guemepollo, pero en mi lejana al-

dea, allá donde la selva y los maiza-

les se penetran, cómo las usábamos.

Las cintas, parece ser, antes -mucho

antes- se utilizaban en las solemnida-

des de una fiesta, que aunque oficial-

mente se celebraba en honor de la Virgen

del Puerto, todos sabían que en realidad

era un agasajo a Guparnil y Lucendi, por

haber mantenido unida y en pie la aldea y sus

moradores un año más.

Era tanto lo que les gustaba a las muchachas co-

locarse las cintas a la espalda con los mensajes

-que creímos en nuestra inocencia procaces y no

pasaban en realidad de puerilidades- que en las otras

dos fiestas mayores que se celebraban, la Independen-

cia y la Juntaaguas, comenzaron también a ponerse las

siguemepollo y con el tiempo se fue ampliando el periodo

de utilización de las mismas hasta que, en mis tiempos, las

utilizábamos no menos de dos veces al mes. Y eso fue lo que

causó el problema. La aldea se dividía en dos barrios, y los

habitantes de uno y otro habían sido tocados por la suerte de

forma diferente. Así, mientras los del barrio de la Estación se

habían visto premiados precisamente con el paso del ferrocarril

y la instalación de la estación, que precisamente le

daba nombre, los del barrio de los Maizales llevaban

casi un siglo con la esperanza puesta en la nue-

va cosecha y desde luego que de tanto en tanto

recogían una cosecha excepcional, importante,

pero en la mayoría de ocasiones las inundacio-

nes, o la sequía , o las plagas o las guerras

les habían ido llevando a gravarse hipote-

cariamente para varias generaciones.

Bueno, pues como les decía, la chispa

fue la discusión de las niñas de los dos

barrios sobre qué días eran los ade-

cuados para colocarnos los sigueme-

pollo; unas, que los días que paraba

el tren de los marineros y otras,

que cualquier día menos ese, la

cosa se enconó de tal forma que

se empezarón a ver cintas al

viento en los días más insos-

pechados y si por casuali-

dad quedabas momentánea-

mente en minoría, donde

acababan tus cintas era

en el suelo, pisoteadas

y rasgadas.

J

Page 100: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

100

e non riesco più a camminarein punta di piedi

perché ci mi sono rotti le dita di furtivi.

Se le mie dita si consumanodi sfiorare il vento,

meteora dell’assenza.Se non distinguo la luna delle stelle

per avere gli occhi finiti di non vederti.

Se la solitudine mi tornainvisibile

ed i tulipani si aprono nella notte,desiderandoti.

L’agonia di una lucciola oscura il canto dell’uccello

dell’alba un sibilo impercettibile

quando i grilli non tacciono oramai.

Si ya no puedo andar de puntillas

pues se me han roto los dedosde sigilosos.

Si mis dedos se desgastande acariciar el viento,

meteoro de la ausencia.Si no distingo la luna de las estrellas

pues tengo los ojos agotadosde no verte.

Si la soledad me vuelveinvisible

y los tulipanes se abren en la noche,ansiándote.

La agonía de una luciérnagaoscurece el canto del pájaro

de la madrugadaun silbido imperceptible

cuando los grillos ya no callan.

Leo Moreno Pons ha traducido este poema de Balances Parciales

S

A

Escu

ad

ra d

e la

Org

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zaci

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enil

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añol

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qui

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la

ma

ncil

lan

.

nnapurna.

Page 101: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

101

Σ την χώρα των προνομίων και της ανοησίαςη αγνοια ειναι θεσμόςπου σβήνει την ελπίδα πνίγει την κραυγή

κομματιάζει την επιθυμίααπαξιώνει το ενστικτο

συγκρατώ την οργή μου και περιμένω να δωπόσο ισχυροί είναι οι σπόροι της βλακείας

πόσο ανθεκτική είναι η ραχοκοκαλιά της σαπίλαςδεν γίνεται να κλάψω

βραζω για την αδικία, για την κοροΐδία, περιμένω να δω πόσα απ τα αδερφια θα ξυπνήσουν...

Ελευθερία, παιδεία και ψωμίη χούντα ακομα ζει και βασιλεύει

κι εσύ, αδερφέ μου, με τον ΑΣΕΠ σου.

‘En un país de privilegios y sandeces’, Στην χώρα των προνομίων και της ανοησίας (Stin jora ton pronomíon que tis anoisías), de Felipe Zapico Alonso. Poema no10 de su libro “Litro

de versos”, Λίτρο στίχους (Litro estijús).Traducción de Yiannis Tzakós, Ο Γιαννης Τζακός (Gracias mil al tesalonicense Dimitris Athanasiadis por su ayuda en el último verso). La traducción y todo se lo debo a mi querido amigo Ramiro Psilicosis, que nos ha abandonado en el verano del 14.

En un país de privilegios y sandeces / instaurando la ignorancia de continuo / marchita la esperanza / ahogado el grito, / aplastada el ansia, / abrazando mi dolor / y tú, hermano, opositas.

Page 102: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

102

Um peixe na tua lingua

e um traço de amoras em teus lábios

a tarde cai atordoada

à subjugação dos refletores

o martelo bate na janela

e esta queixa-se acentuadamente.

Não escutarão os teus gritos hoje à noite

Porque a minha paixão derivou para as certezas.

Traducción al portugués de Leo Moreno Pons de

este poema de Balances Parciales

Un pez en tu lengua

y un rastro de moras en tus labios

la tarde cae atónita

ante el avasallamiento de los reflectores

el martillo golpea la ventana

y ésta se queja agudamente.

No escucharán tus gritos esta noche

porque mi pasión ha derivado a las

certezas.

E t vaig fer enrogir insolent

mirant-te des del meu cantó.Mentre les cames em tremolen

amagades darrere de la barra,

m’hagués agradat parlar-tedir-te que m’agradaves

però el teu rubor m’enceniam’encantava.

Traducción al catalán de Leo Moreno

Pons de este poema de Balances

Parciales Te ruboricé insolente

mirándote desde mi esquina. Mientras mis piernas tiemblan

ocultas tras la barra, me hubiera gustado hablarte

decirte que me gustabaspero tu rubor me encendía

me encantaba.

Page 103: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

103

Extraño otoñocon precios por las nubes

yniebla en los establos.

Extraño otoñocon cigüeñas anidando

acampadosin permiso

impertérritas.

Extraño otoño

Extraño otoñoconazahar en un naranjocerca de mi casajunto a la catedral.

Extraño otoñode

desahuciosy

suicidios;de

amora

pesarde

todo.

Extraño otoñodealgaradasy protestasdeapoyo mutuototal;de versosextraños versosque no hablan de golondrinasque incitanyaaestallar.

Felipe Zapico, sumido en la

niebla con la granada en la mano.M emoria.

Esto de la huelga de los camioneros me

recuerda, y yo qué sé por qué, a la que le

hicieron a Salvador Allende preparando la

situación para el golpe de estado de Pinochet.

El desabastecimiento, tal vez sea algo que

llevamos impreso en los genes recientes,

de la guerra civil y el racionamiento de la

posguerra, acaparar por si acaso.

Hoy en España hay millones de litros de

combustible en los depósitos de nuestros

coches, por si acaso.

Los supermercados venden como nunca, para

pertrechar nuestras despensas, por si acaso.

Los medios de comunicación, como es habitual

en ellos, siembran la alarma, el temor, y todos

a comprar, por si acaso.

Mientras leemos las cifras de quienes mueren

por hambre evitable, por no tener acceso a

agua potable, y en un segundo lo olvidamos,

por si acaso.

Page 104: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

104

Conociendo gente que se hace apreciar.

Atravesando la ciclogénesis explosiva por tierras del Cam-

poo, y mientras el coche era zarandeado inmisericordemen-

te, reflexionaba sobre los conocimientos hechos en el in-

fortunio (como decía mi querida Ana de Andrés).

El día antes en Santander conocí a José Alberto González

Celis, un fan de Deicidas y más concretamente del tema Ca-

mionero de fortuna (En la A-66). La charla fue muy agradable,

con cervezas de por medio y muchas informaciones. Cuando

le hablé de mis hazañas como submarinista y mi empleo como

valvulista la cosa subió de tono. Él que entre otras muchas

cosas es marino, me contó que el valvulista es un puesto de

trabajo en los barcos y que los filipinos lo llaman Manifold

Man, por lo que mi blog tiene desde ese día este subtítulo.

Mientras todo esto sucedía, a cientos de kilómetros de allí,

la tormenta de marras me arrancaba dos persianas de la

casa de Badajoz, menos mal que Pepe acudió al rescate, tras

una oportuna llamada de Pilar.

Ahora estoy en capilla para la presentación en Córdoba y me

acaba de llamar Héctor Escobar para de-

cirme que no puede venir y que me tendré

que hacer un autopanegírico.

Bueno, espero conocer en persona a Carmen

y a Valentín y tal vez a Jesús. Así que es-

pero que la postpresentación sea larga y

placentera. Volv

iend

o ve

loz

y

pre

suro

so

de

la

Bahí

a d

e la

s Li

bélu

las,

rum

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cand

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arlo

teña

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Page 105: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

105

Déjate melena, déjatela ya

Déjate melena, déjatela ya

si conmigo tú quieres venir a bailar.Déjate melena, déjatela ya.

Siempre a ti yo quise llevarte a bailar,

cuando voy a mirarte todos me miran mal.

No soy el tipo de chico que le gusta a mamá

con mi negro pelo color de alquitrán.

Ahora con tu melena,

todo me da igual.Guachahachachachacha

Guachechechechecheche

Guachichichichichichichichi

Guachochochochochocho

Guachuchuchuchuchuchu

Si te piso un pie al empezar a bailar

es que a mí el agarrao no me acaba de entrar.

Tus amigos se ríen pero a mí me da igual

al sonar un buen rock tú te vas a enterar

casi sin darte cuenta yo te haré volar.

Déjate melena, déjatela ya

Déjate melena, déjatela ya

si conmigo tú quieres venir a bailar.

Déjate melena, déjatela ya.Deicidas. Landrú Se Divierte.

Pajares-Zapico. 1987.

Déj

ate

mel

ena.

Page 106: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

106

C arreteras nacionales.

Así pues un 6 de septiembre de 2009 doy comienzo a mi ruta por las carreteras nacionales, sin

orden y sin concierto, sin horarios y sin rutas, y sobre todo sin parar, o parando lo mínimo. Me

interesa la carretera, los puentes, ríos, puertos, ventas, ramales, campos, montañas,

paisajes, sobre todo paisajes; lo que se ve mientras conduces, mecido por la

música o la voz de algún o alguna cantamañanas.

La inauguración será la N-502, que parte desde Ávila y termina en

Espiel (Córdoba).

Partiendo de la circunvalación de Ávila nos dirigimos

hacia una salida a tanta vía rápida y rotondal, así

vemos que estamos circulando por la N-110, que no

se parece en nada a la que nosotros buscamos,

pero al cabo de unos kilómetros vemos que un

gran letrero nos indica que estamos en la

N-110 hacia Plasencia y el N-502 hacia

Talavera de la Reina.

Así, a la altura del kilómetro seis

y algo deberemos girar a la

izquierda y ya aparece el primer

punto kilométrico de nuestra

ruta, el 7. A ambos lados de

la carretera se extienden

campos cultivados, y al

fondo se alza Gredos, hoy

con grandes masas de

nubes estacionadas en

sus cumbres, aunque el

s ol

lo inunda

todo, todo y todo.

Enseguida cruzamos

el primer río, el Adaja,

quedando a nuestra derecha, en

desuso, un bonito puente de arco

ojival, de sillares y demás. En estos

primeros pueblos se observa la construcción

con piedra en sillares igualados y teja como

cubierta, por el nombre el pueblo que más me

llama la atención es el de La Hija de Dios, desde

donde la carretera comienza una rápida y vertiginosa

ascensión, que inmediatamente nos sitúa sobre la meseta,

que se extiende hasta el infinito. Y casi sin darnos cuenta

estamos a 1.564 metros de altitud, en el Puerto de Mega.

Ahora circulamos por una planicie, donde vamos a encontrar

La Cueva del Maragato y dos ventas que parecen muy curiosas,

la del Obispo y la de Rasquilla; poco después aparece un desvío

a la derecha hacia el Parador de Gredos, pero no toca.

En breve llegamos al Puerto del Pico, que está un poco más bajo,

a 1.352 metros de altitud (sobre el nivel del mar en Alicante). Y

Page 107: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

107

se abre a sus pies un valle precioso,

el del Tietar. Cruzamos en varias ocasiones la

calzada romana, que se puede usar completa en esta zona.

La carretera desciende serpenteando y rodeada de vegetación,

en algunos lugares quemada, negra, medio muerta, pero los

castaños cuajados de castañas a punto de caer al suelo son

magníficos. Este primer pueblo se llama Cuevas del Valle, y

tiene también innumerables higueras, en estos días cargadas

de higos. El caserío es bonito y parece que algunos corredores

de madera son tradicionales y están respetados.

Pero en esta bajada lo que más me sorprende son los olivos,

miles de olivos en Ávila, toma ya. La verdad es que esta bajada

al valle es preciosa, además con otra clase de arboleda, sobre

todo pinos.

Aparece de pronto y sin aviso a la derecha de la carretera,

La Cañada Leonesa Occidental, bueno aparece un cartel

anunciador, después me enteraré de que llevamos muchos

kilómetros juntos. Junto al cartel, se ve la cañada, con sus

metros libres hasta las cercas, pero enseguida desaparece

engullida por las explotaciones agrícolas que encajonan la

carretera y eliminan la cañada.

En una de estas explotaciones veo dos tractores con sus

remolques hasta arriba de sandías, pero no vi las plantas por

ninguna parte.

Ya estamos cruzando la N-5, que ahora se llama A-5 o Autovía

del Suroeste. Llegamos a Talavera de la Reina por andurriales,

Many hours a yearI am a quiet type.Am a quiet typebut with sense

I store and appreciateI feel and I keep on.Want to pay my debt

and thereforeI yell here for everybody

to breakso muchsilence.

Traducido gentilmente por Leo Moreno Pons.

Poema de El ladrón de Peras.

Muchas horas al añosoy un tipo callado.Soy un tipo calladopero con sentido

almaceno y agradezcosiento y perpetúo.

Quiero saldar mi deuday por eso

grito aquí para todospara romper

tantosilencio.

Page 108: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

108

creo que perdido, y atravesamos la ciudad en paralelo un buen trecho al Tajo, que se embalsa

majestuoso.

Dejamos atrás Talavera y comenzamos el tramo en peor estado de toda la ruta, con curvas cerradas

en algunas ocasiones de 40 kms. En primavera debe de ser precioso con los millones de jaras, pero

ahora están muertas, inertes junto a la carretera. En Alcaudete de la Jara, destaca un pequeño

y antiguo complejo industrial, abandonado, con su chimenea de ladrillo en perfecto estado.

Vamos a comenzar a cruzar ríos, todos sin gota de agua, pedregales encauzados,

Gévalo, Tramujoso, Frío y Huso.

De pronto en curvas y más curvas, tapado por pinos, aparece un

embalse, el del Cíjara, y casi de inmediato su presa, por la que

pasamos, dejando a un lado el paredón de hormigón. Poco

más allá tenemos otro embalse, sobre el que cruzamos un

puente, el embalse de García de Sola.

Pero todavía nos quedará un río de piedras, el

Agudo, antes de llegar al agua que corre por

el río camino de Herrera del Duque, dejando

a un lado el indicador a Valdecaballeros,

donde se quiso poner una central

nuclear y se paralizó.

Al poco compartimos unos

kilómetros con la N-430, en

dirección a Valencia, hasta que

nos desviamos a la derecha,

al indicarnos Almadén; estos

serán los kilómetros más

desangelados e inhóspitos,

abrasadores y sin

cobertura en el móvil

durante mucho trecho.

En Almadén, circulamos a

través

de la

Avenida de la

Libertad, y a nuestros

costados queda su pasado

minero, tan antiguo como queramos

remontarnos en el tiempo, el espacio,

el mercurio.

A los pocos kilómetros entramos en Andalucía

y la carretera vuelve a ser más ancha, con mejor

firme, mejor trazado.

Los ríos que vamos a cruzar serán el Guadarramillas y

el Guadalbarbo, ambos con algo de agua incluso en esta

época de gran estiaje.

Cruzamos Alcaracejos, un cruce a caminos, y enfilamos hacia

el final de la ruta, con la vista en Espiel, donde finalizan

los 386 kilómetros de trazado de esta carretera nacional,

que no surgió más que de la unión de diversas carreteras

comarcales sí ha leído usted bien, allá por 1984, imagínese como

serían entonces estas comarcales y se ha establecido como una

comunicación entre Castilla y León con Andalucía, atravesando

Extremadura y Castilla-La Mancha.

Page 109: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

109

res años y

Tres años y

algunos días

que no te veo, que no te veo

tres años y algunos días

de amor sincero y verdaderotres años y

algunos díasque yo te quiero, que yo te quiero.

tres años y algunos díasde amor sincero y verdadero.

Tú sabes que hice cosaspara quererte y no perderte

y mira cómo la historiase fue al garete, se fue al garete.

Tres años y algunos díasque no te veo que no te veo.

Tres años y algunos díasde amor sincero y verdadero.

Tres años y algunos días que no te veo, que no te veo.

Tres años y algunos díasde amor sincero y verdadero.

Tres años y algunos díasque yo te quiero, que yo te quiero.

Tres años y algunos díasde amor sincero y verdadero.

algunos díasYa cuentan por los caminosla historia en verso, y no lo creoEn las tabernas cantan la historia

y una trompeta toca a degüelloamada mía con tu recuerdosin ti me muero, sin ti me muero.Tres años y algunos díasque no te veo que no te veo.Tres años y algunos díasde amor sincero y verdadero.Tres años y algunos días que no te veo, que no te veo.Tres años y algunos díasde amor sincero y verdadero.Tres años y algunos díasque yo te quiero, que yo te quiero.Tres años y algunos díasde amor sincero y verdadero.Tres años y algunos díasque yo te quiero, que yo te quiero.

Page 110: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

110

Una A sola y circunvalada indicarebeldíalibertad

solidaridadincluso amor.

Pero si se repite va invirtiendo su significado

y AA son unas pilas ni grandes ni pequeñas

y el acrónimo de algunas aerolíneas.

Lo peor llega cuando se tripite, y se convierte en algo siniestro

la AAA en Argentina mataba zurdos

la AAA en España mataba a los distintos

perotodavía

no había conocidoel auténtico

terrorla AAA financiera,

bancariaque mata

indiscriminadamentea países enteros.

AAA

El la

drón

de

pera

s, 2

013

y E

xcol

ma

Salv

axe.

201

4

Subirá el IVA mientras paseo por Ferrol

Mentira tras mentira...¿eso no es traición?

¿no merecen la pena de asco?

¿nos merecemos esto?

Creo que si.Hoy interesa más

que un entrenador de fútbol

se vaya a seguir haciéndose millonario

en lugar de esto.Asco de quienes nos

mandany

asco de la mayoríade quienes

merodeanrodeanrodeanrodeanrodeanrodeansub

irá e

l IVA

mie

ntra

s pa

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por F

erro

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014

Page 111: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

111

N 403. Toledo-Adanero.

Recorrida el 29 de marzo de 2009.

nos lleva a arrostrar esta empresa, sin pizca

de espíritu caballeresco ni de otro tipo, tal

vez sólo con el afán de pasar el rato y vivir

para contarlo (en este caso sí que no vale el

lema de mi camiseta de la otra noche de Beber

para contarlo).

Comienza el relato:

Adanero, pueblo ciudad o sitio es de donde

partimos en pos de esta carretera nacional

En l

as m

atem

átic

as s

iem

pre

nos

ind

icar

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ord

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amin

o co

n ár

bole

s a

ambo

s la

dos,

¡qué

po

cos

que

dan¡

U

na

carr

eter

a

une

las

dos

pobl

acio

nes

atra

vesa

ndo

esta

nac

iona

l q

ue l

a pa

rte.

Chop

os d

espl

umad

os,

en g

rupi

tos

de

diez

en

diez

, de

sei

s en

sei

s, d

e ci

en

en c

ien

(bue

no d

e ci

en e

n ci

en n

o ha

y,

aunq

ue q

ueda

bon

ito)

...

pero

cho

pos

desp

lum

ados

, de

lgad

os,

cam

ino

de

hasta más allá del final de la vista, más pinares,

más pinares.

Blasco Sancho queda retirado de la carretera

aunque se pasa junto al cementerio y un enjambre

de antenas de telefonía y de televisión. Y campos

de cereal que quieren crecer, quieren surgir pero

están realmente pequeños.

Un caserío deshilvanado, una iglesia-torre-

Page 112: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

112

Poza

nco

con

otro

cru

cero

de

pied

ra,

mie

ntra

s en

tram

os e

n Sa

nto

Dom

ingo

de l

as P

osad

as y

som

os s

alud

ados

por

un e

norm

e an

unci

o qu

e di

ce “

Caja

de

Ávil

a nu

estr

o in

teré

s la

s pe

rson

as”.

Aqu

í se

m

ezcl

an

dist

into

s ti

pos

de

cons

truc

cion

es u

nas

usan

ado

be,

otra

s

gran

ito,

se

mez

cla

la r

eja

y la

tej

a.

Prim

era

seña

l de

pel

igro

que

vie

nen

los

cier

vos,

aun

que

curi

osam

ente

lo

únic

o qu

e no

s at

aca

es u

n he

licó

pter

o

mil

itar

en

vuel

o ra

sant

e. C

ruza

mos

un

arro

yo s

in n

ombr

e, o

al

men

os n

o ha

mer

ecid

o la

ate

nció

n de

los

señ

ores

de

las

carr

eter

as.

Un a

rroy

o ro

dead

o de

chop

os d

esnu

dos.

de

conc

entr

ació

n d

e ac

cid

ente

s,

som

os

los

últi

mos

d

e un

a la

rga

cola

de

vehí

culo

s ag

olpa

dos

por

la

obra

, lo

s ac

cid

ente

s se

con

cent

ran

en e

l ki

lóm

etro

153

. Y

otro

arr

oyo

inno

min

ado.

Jun

to a

un

soto

ter

min

a

el

tram

o d

e co

ncen

trac

ión

de

acci

den

tes

y pa

rece

que

por

aho

ra

hem

os t

enid

o su

erte

.

El

pais

aje

com

ienz

a a

vari

ar

lige

ram

ente

; a p

esar

de

que

el c

ulti

vo

pred

omin

ante

co

ntin

úa

sien

do

el

cere

al,

el

terr

eno

se

ond

ula.

La

llan

ura

que

no

s ha

pr

eced

ido

com

ienz

a a

ocul

tars

e su

tilm

ente

entr

e la

s lo

mas

y a

lgun

os p

uebl

os s

e

Aparece en este momento la obra nuestra de cada

día, señales amarillas junto al suelo, un hombre con

un mono amarillo agitando una bandera roja arriba

y abajo, bandera roja arriba y abajo, bandera

roja arriba y abajo. Otro arroyo sin nombre, otra

chopera. La obra consiste en este momento en poner

zahorra a ambos lados de la calzada.

Es el instante de entrar en nuestro primer kilómetro

enseñorean en su pequeña altura, siempre a la

sombra de las iglesias, sus campanarios ahora

bajo la protección de las concentraciones de

antenas de telefonía móvil.

Otro soto que dibuja el curso de otro arroyo,

también sin nombre, al menos en el puente

sobre el que lo cruzamos.

Luces de emergencia, luces de divergencia.

Salimos y tenemos una gasolinera a la izquierda

de nuestras pantallas, una gasolinera de estas

de marca desconocida (independientes las

llaman). A la izquierda se ve una instalación

de RENFE, parece algo para cargar vagones de

reparación y cosas de esas.

El paisaje ya ha cambiado, encontramos

dehesa, encinas y más encinas, separadas de

Un

anti

guo

pue

nte

con

pre

tile

s d

e gr

anit

o,

irem

os a

den

trán

do

nos

en l

as c

ons

truc

cio

nes

de

gran

ito

de

man

era

pro

digi

osa.

Lleg

amos

al

pue

blo

que

veí

amos

a l

o le

jos,

y q

ue

tien

e su

s co

sita

s y

sus

aba

lori

os,

mur

os d

e pi

edra

de

gran

ito;

se

trat

a d

e M

ingo

rria

. D

esd

e aq

uí s

e

pue

de

ir a

San

Est

eban

de

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Pato

s y

Tol

baño

s.

Jus

to a

quí

com

ienz

an a

afl

orar

en

los

cam

pos

y

en

las

elev

acio

nes

los

gran

des

b

erro

cale

s,

las

gran

des

ro

cas

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ític

as

eros

iona

das

p

or

sigl

os y

sig

los

de

lluv

ia,

vien

to,

frío

, hi

elo,

craq

uela

ción

; el

pro

duc

to d

e to

do

ello

so

n m

ucha

s

pied

ras

en e

l ca

mp

o, r

ocas

jun

to a

la

carr

eter

a y

mur

os,

mur

os q

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epar

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as h

ijue

las,

mur

os q

ue

sep

aran

el

pre

dio,

la

here

ncia

de

sus

may

ores

.

Page 113: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

113

la carretera por perfectos muros de piedra

y en este momento entramos en el segundo

tramo de concentración de accidentes,

también de un kilómetro de longitud. Una vez

más superamos con éxito el desafío, ahora la

carretera se ondula, se pega al terreno, sube

y baja, las curvas se suceden y las encinas

se ciernen sobre la carretera, sobre el muro

Medina del Campo. Cuando ya nos indica

que Ávila ya la tenemos a 700 metros y

aparece una gran rotonda distribuidora del

tráfico que nos indica Ávila todo recto y

Toledo, Salamanca y Plasencia por la A-51

a la derecha. Seguimos recto ya que es el

recorrido de la N-403. Hacemos dos rotondas

en subvirage lateral amiotrófico, pasamos

pro

piet

ario

. A

hora

apa

rece

a l

a iz

qui

erd

a un

a

vía

de

ferr

ocar

ril,

co

n su

s ca

tena

rias

y c

ada

vez

más

vac

ía,

tod

a ve

z q

ue e

l A

VE a

hora

pas

a

por

Seg

ovia

, au

nque

est

án d

e ob

ras,

dec

enas

de

trav

iesa

s (p

ero

de

horm

igón

) se

rep

arte

n al

lad

o

de

la v

ía a

la

esp

era

de

ser

colo

cad

as.

Veo

gent

e ha

cien

do

dep

orte

, co

rrie

ndo,

im

agin

o

que

ven

drá

n d

esd

e Áv

ila,

co

n su

ro

pa

técn

ica

ajus

tad

a, a

nti

tod

o.

Des

de

aquí

se

ve c

ómo

se v

an d

eshi

lvan

and

o la

s

últi

mas

ni

eves

en

la

s cu

mb

res,

ca

da

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más

cerc

anas

. Es

per

emos

p

oder

ll

egar

ba

stan

te

arri

ba

y

dis

frut

ar

de

esa

niev

e ya

co

n la

pri

mav

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ram

pant

e.

Volv

emos

a p

asar

sob

re l

a lí

nea

férr

ea Á

vila

-

del

ante

del

cem

ente

rio

con

por

tad

a

de

gran

ito,

m

uros

d

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anit

o,

mau

sole

os d

e gr

anit

o so

bre

los

que

sob

resa

le u

na l

inte

rna,

rod

ead

a d

e

cip

rese

s, m

ucho

s ci

pre

ses,

en

tod

o

su e

sple

ndor

y b

elle

za.

Al

fren

te

apar

ece

la

mur

alla

, es

a

mur

alla

mil

enar

ia q

ue p

arec

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rapa

r

a Áv

ila

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o d

ejar

la s

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de

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ism

a.

Gira

mos

a l

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erec

ha y

nos

apa

rece

un

mod

erno

ed

ific

io,

audi

tori

o,

mus

eo

o al

go

así,

re

cubi

erto

d

e

pied

ra e

n m

ovim

ient

o, o

tro

edif

icio

que

se

mue

ve c

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dec

enas

de

aris

tas,

lo q

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abrá

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frid

o lo

s al

bañi

les

para

col

ocar

las.

de

chim

enea

ind

ustr

ial

de

lad

rill

o

mac

izo.

Y a

hora

apa

rece

la

ruta

del

cole

ster

ol,

repl

eta

de

grup

os

de

per

sona

s ac

eler

adas

.

Una

rot

ond

a d

ivid

e el

trá

fico

par

a

la N

-110

y l

a N

-4

03

, y

vol

vem

os a

ver

Gre

dos

co

n un

co

pet

e d

e nu

bes

que

se

abra

za a

las

cim

as.

Seg

uim

os

con

la

dir

ecci

ón

Tole

do

mie

ntra

s

volv

emos

a c

ruza

r el

Ad

aja

que

si

ante

s es

taba

en

cajo

nad

o ah

ora

se

des

parr

ama

por

to

da

la

vega

,

inun

dan

do

junt

os b

rezo

s, j

aram

os,

mar

jale

s,

y

ahor

a es

tam

os

junt

o

a un

a es

pec

ie d

e pl

aza

de

toro

s,

do

nde

está

n lo

s ca

mio

nes

del

Cir

co

Seguimos rodeando la muralla, el río Adaja

aparece a nuestra derecha y lo cruzamos -como

todos los ríos este año viene pletórico- el

Molino de la Losa adorna la ribera allá abajo.

Nos confundimos y en una pequeña rotonda

damos la vuelta, o no, pues no damos la vuelta.

Seguimos a este lado del río. Nos sorprende, en

una ciudad tan ultradecimonónica, ver un resto

Page 114: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

114

Am

eric

ano;

el

edif

icio

deb

e d

e se

r

de

esto

s am

biva

lent

e o

trif

ásic

o,

que

lo

mis

mo

sirv

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ra u

na c

osa

que

para

la

cont

rari

a.

La

sali

da

de

Ávil

a es

un

co

ntin

uo

roto

ndea

r d

e ro

tond

as

que

se

abra

zan

unas

co

n ot

ras

rod

ead

as

de

cons

truc

cio

nes

de

edif

icio

s

horr

oros

os,

unas

d

e ot

ras,

y

m

ás

det

rás

de

las

otra

s y

más

rot

ond

as

que

d

an

acce

so

a m

ás

edif

icio

s

feos

. Al

fin

al u

nos

chal

ets

ados

ados

pre

sunt

uoso

s,

con

pied

ra

pint

ada,

al

fina

l un

as

casi

tas

más

ba

jas

y

senc

illa

s q

ue

son

lo

únic

o q

ue

se

lib

ra e

stét

icam

ente

.

Sub

imos

p

or

dob

le

carr

il,

100

lim

itac

ión

de

velo

cid

ad.

La

roca

aflo

ra c

ada

vez

más

rot

und

a y

all

á

vam

os,

cuan

do

el c

amin

o se

em

pina

de

verd

ad.

Las

cum

bre

s m

ás

elev

adas

q

ued

an

a nu

estr

a d

erec

ha c

on

las

lad

eras

con

sus

pue

blec

itos

que

tac

hona

n

de

blan

co e

l pa

isaj

e, a

quí

y a

llá

des

per

dig

ados

. Y

más

ar

riba

lo

s

jiro

nes

de

niev

e.

Aca

ba

de

apar

ecer

un

tulo

d

e

Cam

ino

de

San

tiag

o,

ya

sab

en

uste

des

q

ue

dich

o ca

min

o pa

sa

abso

luta

men

te p

or t

odos

los

pun

tos

de

la g

eogr

afía

his

pana

.

Dejamos la última o la penúltima rotonda de

todo este grandísimo polígono constructivo; ya

tenemos las cuestas y curvas que nos van a llevar a

La Paramera. El Monasterio de Sonsoles se dispara

ante la vista y acercándonos se nos aparece la

Residencia Canina Nuestra Señora de Sonsoles;

seguramente Nuestra Señora de Sonsoles estará

muy contenta con la residencia canina.

Una venta, un gran redil, una casa importante

en piedra granítica tallada, aparece a la

izquierda. Al tiempo que nuevas señales nos

indican que los ciervos pueden abalanzarse

sobre nosotros.

El viento sopla inmisericorde en estos

momentos, nos zarandea mientras un sol

tímido no puede abrirse paso entre las nubes,

este año tenemos agua.

Un vallado metálico a mi derecha y las

inconfundibles señales de coto de caza me

ponen de mala leche, al tiempo que entramos

en un nuevo tramo de concentración de

accidentes, en este caso de 3 kilómetros,

al tiempo que pasamos La Paramera con sus

1.352 metros de altitud, aunque la verdad no

tan

com

pact

as q

ue n

i un

avi

ón p

odrí

a cr

uzar

las.

Pasa

mos

ah

ora

por

un

a gr

an

trin

cher

a

pra

ctic

ada

en l

a ro

ca y

se

nos

avis

a d

e p

elig

ro

de

des

pre

ndim

ient

os,

en

el

año

en

que

m

ás

des

pre

ndim

ient

os h

e vi

sto

en m

i vi

da,

me

alar

ma,

me

po

ne e

n al

erta

y l

e p

ong

o el

cas

co a

l co

che

por

si l

os p

edru

scos

.

A

la

izq

uier

da

apar

ece

una

inm

ensa

nu

be

nod

riza

, se

gura

men

te

repl

eta

de

cien

tos

de

ovni

s di

spue

stos

a

tran

sita

r ra

udos

el

ci

elo

terr

estr

e.

Anu

ncio

de

fuen

te,

per

o no

se

ven

ni c

olas

ni

aglo

mer

acio

nes

de

per

sona

l pa

ra

llen

ar

sus

garr

afas

. Lo

que

se v

e es

el

cam

po

ench

arca

do,

llen

o d

e ag

ua u

n ab

reva

der

o co

n su

cho

rrit

o...

Page 115: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

115

lo ha parecido. En un kilómetro se nos reclama

atención ya que tenemos curvas para acá y

curvas para allá.

Sin darnos tiempo a salir de una concentración

de accidentes, nos vemos metidos en otra zona

de avalancha de ciervos. Las cumbres están

cubiertas por la nubes.

Las laderas se cuadriculan con sus muros

la vaca es mansa y tentetieso.

Estas divagaciones nos cogen desprevenidos

ante un nuevo tramo de concentración de

accidentes.

En la bajada de esta cordillera vemos

un pantano, vemos retazos de la antigua

carretera, algunas curvas han sido eliminadas.

Vemos una senda o camino a nuestra izquierda,

div

isor

ios

y s

us a

cota

cio

nes,

y r

esul

tan

unas

lad

eras

par

cela

das

, d

ivid

idas

por

rec

táng

ulos

,

más

o m

enos

im

per

fect

os,

en o

casi

one

s ha

sta

con

lad

os c

urvo

s.

Pasa

mos

so

bre

un

p

uent

e d

e gr

anit

o d

e gr

an

cili

ndra

da,

per

o un

a ve

z m

ás n

o se

nos

ind

ica

sob

re l

o q

ue e

stam

os p

asan

do.

Las

cune

tas

está

n m

uy a

dec

enta

das

y e

ncau

zad

as,

la c

arre

tera

est

á m

uy b

ien,

los

gua

rdar

raíl

es

tien

en s

u zo

na d

e at

enci

ón a

mot

oris

tas,

vam

os

para

fre

nar

el i

mpa

cto

de

los

mot

oris

tas.

Aho

ra l

o q

ue s

e no

s va

n a

abal

anza

r so

n va

cas,

de

los

cier

vos

hem

os p

asad

o al

avi

so d

e p

elig

ro

por

vac

as.

Aun

que

hay

que

señ

alar

que

mie

ntra

s

la a

ctit

ud d

el c

ierv

o es

rea

lmen

te a

gres

iva

la d

e

des

cono

cem

os a

qué

cat

egor

ía,

etni

a

o cu

ltur

a co

rres

po

nde.

Entr

amos

en

El

Ba

rrac

o y

no

vem

os

cicl

ista

s.

Eso

las

luce

s

fest

ivas

cru

zan

la c

alle

-ca

rret

era;

des

cono

cem

os s

i es

por

fie

stas

o p

or

la

Sem

ana

San

ta.

Enor

me

igle

sia

a

nues

tra

der

echa

, una

mol

e d

e gr

anit

o.

A l

a sa

lid

a al

guna

s ca

sas

viej

as q

ue

pod

rían

ten

er s

u en

cant

o p

ero

que

está

n en

tre

rota

s y

ab

and

ona

das

,

fané

s y

des

cang

allá

s.

Los

árb

oles

fl

orec

idos

se

m

ezcl

an

con

los

per

enne

s y

es

to

do

un

esp

ectá

culo

d

e la

na

tura

leza

. Co

n

las

gran

des

cim

as d

etrá

s cu

bier

tas

con

ridí

culo

s tr

amos

de

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álid

os

met

ros

don

de

se

per

mit

e el

adel

anta

mie

nto,

aun

que

se

nece

sita

un f

órm

ula

1,

o un

a m

oto

de

1.0

00

cc

para

pod

er h

acer

lo.

Una

ga

soli

nera

in

dep

endi

ente

,

mar

ca

Jua

njo

-am

aril

la-

, se

pre

sent

a d

e p

ront

o.

Ya

esta

mos

en

el

pa

ntan

o q

ue

veía

mos

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esd

e ar

riba

. Em

bals

e

del

Bur

guil

lo,

un s

itio

inc

reíb

le,

pre

cios

o: E

n el

kil

ómet

ro 1

00

, ya

sólo

no

s re

stan

es

e ce

nten

ar

de

kiló

met

ros

para

lle

gar

a To

led

o.

El

ped

rega

l se

ha

ce

enor

me

y lo

s

frut

ales

se

m

ulti

plic

an

y al

de nubes blancas, enormes, estáticas.

Al salir de la población se nos vuelve a avisar

de un peligro de vacas y sin darnos tiempo a

precavernos, la señal de ciervos nos avisa, y

con tanto aviso de ataques animales vamos con el

corazón en un puño.

Todo ello salpimentado con señales de prohibición

de adelantar y líneas continuas, que se suceden

Page 116: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

116

arriba se ven unas cuantas mimosas, que tiñen de

amarillo el granito y el verde. Todo es muy bonito,

seguramente sea también muy pijo. Lo que no sé es

si estará la chica de la curva por aquí o no.

Vamos abrazando el pantano, nos sale una

desviación al Valle de Iruelas, que seguramente

será una zona preciosa. Hay chalés, no barquitas

de pantano, chalés de tomo y lomo. Pinos, abetos,

Un robledal aparece a nuestra derecha, acotado

por la propia carretera y un bosque de pinos

más arriba, que lo cierra. Pinos de repoblación,

que siempre lo hemos dicho como escupiéndolo,

pero ahora que dejen todos los árboles en sus

sitios, por favor. Un gran depósito elevado para

almacenamiento de sal, o como le dicen ahora

fundentes para ayudar a la viabilidad invernal.

Se termina el robledal. Nos encontramos con una

frut

ales

, el

agu

a os

cura

ref

ulge

, co

n la

s ro

cas

sali

end

o d

el a

gua

hast

a la

lín

ea d

e fl

otac

ión.

Nos

cru

zam

os c

on

la s

egun

da

amb

ulan

cia

del

día

,

con

su s

iren

a, l

uces

y a

balo

rios

.

Aho

ra n

os t

opa

mos

co

n la

des

viac

ión

a Ce

bre

ros,

el p

uebl

o d

el c

hico

est

e...

Suá

rez,

no

sé s

i os

acor

dáis

de

él.

Él n

o.

En e

ste

mom

ento

pas

amos

so

bre

un

gran

via

duc

to

en c

urva

so

bre

el

río

Alb

erch

e. R

ío i

mp

orta

nte,

de

cuan

do

en e

l co

legi

o ap

rend

íam

os (

a ba

se d

e

rep

etir

can

turr

eand

o) t

odos

los

río

s d

e Es

paña

y s

us a

flue

ntes

. Pu

es b

ien

este

cre

o re

cord

ar

que

es

aflu

ente

del

Taj

o.

Al s

alir

de

la c

ont

racu

rva

vem

os u

n p

obl

achó

n

que

se

llam

a El

Tie

mbl

o, “

per

o m

ira

com

o ti

embl

o,

oooo

o”.

Oda a la 12/13Recuerdo cuando echaba agua destilada

enlos

agujeros de las baterias.Recuerdo cuando con un destornillador

una 12/13un poco

de coca-colaen los bornes

yaquello estaba hecho.

Hoy no hay quién encuentre nada de estoestá todo ocultotiene que venirla asistencia

con su desfibrilador de automóvilesy

después a compraruna

batería nuevade rancío abolengo británico

por supuestoy agradecido

de estar en sábadoy poder partir sólo con dos horas de retraso.

Page 117: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

117

viña pequeña, mocha.

Entramos en una zona de pinares y se abre un

gran valle, se ve un pueblo al fondo, las nubes

se van deshilvanando y deshaciendo.

Se suceden las urbanizaciones, setos y

jardineros aprestando la cosa porque ya

está la Semana Santa encima y vendrán desde

Madrid las huestes.

bastones extensibles y su mochila se cruza en

mi camino y allá se pierde en el retrovisor,

que lleves buen camino hasta Santiago,

compañero.

Sin llegar a entrar en San Martín de

Valdeiglesias tomamos una circunvalación

que va bordeando el pueblo con sus rotondas,

adornadas con olivos, y sus desviaciones

Cuan

do

no h

emos

rec

orri

do

aún

ni 1

00

kil

ómet

ros

hay

un

hech

o cu

rios

o, l

os c

hop

os q

ue e

stab

an

allá

p

or

Ávil

a es

taba

n gr

ises

, ca

si

mue

rtos

,

com

atos

os,

aquí

em

piez

an

a re

verd

ecer

su

s

pun

tas,

la

s ho

jas

verd

i-am

aril

las.

M

ient

ras

dej

amos

atr

ás l

a p

rovi

ncia

de

Ávil

a y

fin

alm

ente

la C

omun

idad

de

Cast

illa

y L

eón.

Nos

vam

os a

cerc

and

o a

la p

rovi

ncia

(y

Com

unid

ad

Aut

ónom

a) d

e M

adri

d,

y a

la

pob

laci

ón d

e S

an

Mar

tín

de

Vald

eigl

esia

s.

Y ah

ora

resu

lta

más

curi

osa

la s

eñal

izac

ión

que

nos

ind

ica

que

inc

luso

aquí

en

Mad

rid

, ha

y c

ierv

os d

eseo

sos

de

salt

ar

a la

ca

rret

era

y

emb

esti

r a

los

auto

móv

iles

.

Tod

o es

to s

on

tier

ras

de

past

os,

algu

na v

iña

dis

emin

ada

y

árb

oles

. U

n p

ereg

rino

co

n su

s

com

o la

que

nos

env

ía a

Pla

senc

ia

po

r la

M

-5

01

. O

tra

a Br

unet

e,

Mad

rid

, d

e p

ront

o la

ci

vili

zaci

ón

se

der

roch

a en

ca

rret

eras

q

ue

se

cruz

an,

pue

ntes

y d

esví

os.

A

la

vez

qu

e ve

mos

la

d

esvi

ació

n

pa

ra

Cad

also

d

e lo

s Vi

dri

os,

com

enza

mo

s a

ver

los

ma

ravi

llo

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pino

s pi

ñon

ero

s q

ue

nos

aco

mp

aña

n

con

sus

tro

ncos

im

pre

sio

nant

es y

su

cop

a c

ual

bre

col

giga

nte.

Alg

una

s

mim

osas

sa

lpic

an

el

verd

e d

e lo

s

pino

s co

mp

oni

end

o

una

m

ezcl

a

de

verd

es y

am

ari

llos

. R

esu

mid

o e

n la

hier

ba

qu

e cr

ece

tier

na y

vib

rant

e,

tan

rica

.

Esca

lona

d

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Alb

erch

e,

con

una

mag

nífi

ca

mur

alla

(c

on

cast

illo

-

pala

cio

mud

ejar

). O

livo

s al

inea

dos

,

pod

ados

, en

p

erfe

cta

form

ació

n

para

pa

sar

revi

sta.

M

imos

as,

enci

nas,

set

os,

más

set

os y

flo

res

amar

illa

s, n

o co

nfun

dir

con

flor

es

a m

aría

. Fl

ores

am

aril

las.

Aq

uí p

aram

os a

des

ayun

ar,

que

ya

va s

iend

o ho

ra.

Una

lec

he m

anch

ada

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edia

tos

tad

a co

n ac

eite

.

Seg

uim

os

po

r la

ca

rret

era

unos

cuan

tos

kiló

met

ros

y

com

enza

mos

a ve

r el

Cas

till

o d

e M

aque

da

en l

a

dis

tanc

ia.

Una

nu

eva

esta

ción

d

e se

rvic

io

Sin darnos cuenta entramos en la provincia de

Toledo, en la Comunidad Autónoma de Castilla-

La Mancha.

El pinar se va cerrando en espesura, las copas y

las ramas cierran el bosque y nos ameniza este

tramo con su belleza vegetal.

De pronto sin darnos cuenta dejamos atrás

Escalona, que después comprobaremos que se llama

Page 118: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

118

nara

nja,

Mer

oil.

Y s

e m

e at

raga

nta

la v

ida.

.. s

e m

e at

raga

nta.

Un

cast

illo

d

e ex

in

cast

illo

s,

tu

cast

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de

exin

cas

till

os,

mi

amor

,

tu c

asti

llo

rum

bo

al n

orte

, ru

mb

o al

este

, ru

mb

o al

nor

este

.

El

trig

o se

gún

avan

zam

os

haci

a el

sur

está

más

com

pact

o, m

ás a

lto,

y

mis

lág

rim

as t

ambi

én.

En

Maq

ued

a pa

sam

os

bajo

la

N

-IV

,

conv

erti

da

hoy

en

A-

4.

A l

a d

erec

ha d

e es

ta N

-4

03

, te

nem

os

las

obra

s d

e un

a au

toví

a, q

ue s

erá

la q

ue e

n un

fut

uro

sust

ituy

a a

esta

naci

onal

.

Una

ga

soli

nera

FF

, p

or

aquí

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ás

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mpi

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ever

dec

er d

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a

form

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pec

tacu

lar.

Otr

o in

dic

ador

dic

e Pu

erta

oro

de

Tole

do,

im

agin

o

que

una

urb

aniz

ació

n o

algo

así

. Y

árb

oles

di

sem

inad

os,

hast

a un

as

fro

ndos

idad

es a

llá

a lo

lej

os.

Vill

amie

l d

e To

led

o y

To

led

o y

Barg

as.

Y ap

arec

e un

per

egri

no..

.

per

o d

e vu

elta

, va

en

dire

cció

n a

Tole

do,

co

n su

co

ncha

y s

u b

ord

ón

de

mad

era.

En

este

m

omen

to

atra

vesa

mos

el

río

Gua

dar

ram

a lo

cu

al

nos

coge

por

sor

pre

sa y

por

eso

que

dam

os

imp

resi

ona

dos

. G

ran

vege

taci

ón d

e

rib

era

que

co

mie

nza

a d

esp

unta

r

adelante una de Cepsa que quedará como un islote

entre la nacional y la autovía. Y ya sólo nos restan

17 kilómetros para llegar a Toledo, fin de la ruta.

Encontramos grandes barbechos. Las señales

nos informan de que además de un señor con una

pala, una vaca está dispuesta a arrojarse sobre

nosotros, una salida de camiones, que estemos

atentos, un despeñadero y los chopos por aquí

con sus hojas, no vemos el agua.

Una desviación nos quiere remitir a Madrid y

diversos sitios, así que hacemos caso omiso

y continuamos a Toledo. Una pequeña señal

indica Toledo, pero tampoco hacemos caso, ya

que lo nuestro es seguir siempre recto.

Estamos en lo que es la calzada de la futura

autovía, aunque sólo está en uso un sentido,

fondo allá arriba vemos el Alcazar, que sigue

sin rendirse, y así son las cosas y así se las

hemos contado. Enlazaremos con la N-401

hacia Ciudad Real. El Tajo, aquí está el Tajo,

un precioso molino junto a su cauce, un

puente de mucho ringo-rango. Y no entramos,

no entramos porque nos vamos a recorrer la

Nacional 401.

eso

sí c

on

su r

adar

fij

o (f

ijo

que

te

caza

si

te

des

cuid

as).

Hay

que

ten

er m

ala

lech

e p

ara

po

ner

un r

adar

en

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de

ob

ras,

per

o ya

sab

emos

cóm

o

nos

pro

tege

la

DG

T.

Cuan

do

tod

avía

fa

ltan

7

ki

lóm

etro

s p

ara

term

inar

es

ta

N-

40

3

apar

ece

un

cart

el

que

nos

da

la

bien

veni

da

a To

led

o.

Empi

ezan

a

reco

rtar

se

en

el

hori

zont

e lo

s ca

mp

anar

ios

ecle

sial

es y

res

to d

e to

rres

, in

clus

o ve

mos

los

pri

mer

os a

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gene

rad

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s a

un l

ado,

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á le

jos.

Pasa

mos

so

bre

un

cana

l, s

in n

omb

re n

i na

da

. Y

tene

mos

el

Obs

erva

tori

o G

eofí

sico

del

Ins

titu

to

Geo

gráf

ico

Nac

iona

l d

el

Min

iste

rio

de

Ob

ras

Públ

icas

y T

rans

po

rtes

(as

í se

lla

mó)

. Y

aho

ra

sí,

ya p

asam

os e

l ca

rtel

ofi

cial

de

Tole

do,

al

Page 119: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

119

Han pregu

ntado a

453 mujeres

sobre s

us fingi

mientos

sus menti

ras

sus jad

eos de

metrónom

o

sus éxt

asis pen

sando e

n la qui

nta plan

ta

de el co

rte ingl

és

pero a m

i

sólo me im

portan

los

fingimient

os

de la

454

de mi

454

pero

por

favor, n

o me

digas la

verdad

o miént

eme

Se me de

shace el

alma en

amorada

mientras

me terminas

y mi se

xo rebosa

esclavi

tud des

esperad

a

cuando

la esp

uma de tu

boca

me ahoga

inerte

y la lun

a alumbra t

us seno

s, tus

gemidos

,

tus beso

s torbellin

o.

Se me ro

mpen los

dedos a

l mirarte

y tu alie

nto cau

tiva mis c

aricias

cuando

yaces d

esnuda

y medio

rota

yo no pu

edo esc

apar al

cautive

rio.

Tus cab

ellos, tu

sonrisa

, tus

malvadas

ocurren

cias

y tu cút

er, tu t

aladro y

lijadora

con tus

hombros y tu

culo

me enamoran

.

Balances Parciales, 2011 y Excolma Salvaxe. 2014

454

o mejor

aun

olvida la

pregunta

olvídate

y

no recue

rdes

por qué

a partir de hoy

te voy a

llamar

454.

Page 120: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

120

Pasa Tiempos.

Sí, es verdad que soy uno de los más famosos

francotiradores que asediaron Sarajevo,

aunque mi lugar de trabajo nunca fue la

llamada avenida de los francotiradores. Yo

no tenía nada contra aquellas personas, yo no

odio a nadie y menos a mis hermanos de fe. Yo

simplemente pasaba el tiempo.

En mi puesto, cerca del aeropuerto siempre

atento, me dediqué durante casi tres años a

pasar el tiempo. Seguía un sistema matemático,

para elegir a quienes disparaba; nunca disparé a

niños, aunque si a mujeres. Contaba en base seis,

dejaba pasar a seis personas, ya fuesen veloces

de esquina a esquina, reptando tras los bordillos,

o escondidos tras los automóviles rotos y varados.

Así cada seis personas que vivían, al menos por esa

vez, otra tenía que morir, y estoy casi seguro de que

todas murieron ya que soy el mejor francotirador, y a

cada disparo que hacía el cuerpo quedaba desmadejado y

mudo, tendido y roto. Y no se movía en todo el proceso que

utilizaban para retirar el cadáver, aunque yo nunca me aproveché de

esa circunstancia, a no ser que apareciesen más de seis personas, porque

entonces no podía dejar mi Pasa Tiempo y al séptimo le tenía que disparar; creo

que esa circunstancia se dio en dos o tres ocasiones.

De todo lo que ocurría llevé un censo, una cuenta, que casi, casi se convirtió en una fórmula matemática

que me ayudó a pasar tantas noches, con la nieve cubriendo nuestras posiciones, con el temor a un

ataque, pero yo pasé el tiempo, contando y contando, sumando de seis en seis más uno y vuelta a

empezar. Incluso esta forma de pasar el tiempo tiene un nombre: suma que te pillo.

Por todo lo expuesto anteriormente, creo que el Tribunal podrá apreciar que en ningún caso mi actuación

haya supuesto ningún crimen contra la humanidad, ni nada por el estilo; como verán simplemente se

trataba de pasar el tiempo.

El Casco.

Me llamo Drovan Patrovic y soy

serbio, bueno serbio y musulmán,

aunque lo de serbio no está tan

claro, desde luego mis abuelos

pertenecieron al glorioso

Imperio Austrohúngaro, y

después de las particiones,

reparticiones y derrotas, se

quedaron en Serbia. Y desde

luego nos hicimos serbios,

muy serbios, ultraserbios. Mi

padre estuvo en las montañas

con Tito, matando alemanes

y ustachas y cimentando la gran Yugoeslavia.

Yo fui un pionero del Partido de los

Trabajadores y ahora que estoy detenido

en Holanda, y el Tribunal Penal

Internacional dice que soy un criminal

de guerra, elevo a los magistrados

el siguiente pliego de

descargo:

Sum

a q

ue t

e pi

llo.

Page 121: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

121

Gay Power.

Chapas en Papalaguindacitas en el Sex-shop.Contactos guía del ocio,máxima discreción.

El inspector de moralvigila tu cama con celosi tomas algo por vía oralse te va a caer el pelo.

Por eso: ¡GAY POWER!

¡GAY POWER!

Cariño hazme un francésahora que ya es de nocheespérate hasta despuésque nos vigilan desde ese coche.

La felación es pecadoun juez de Georgia ordenó.Tirarán a patadas tu puerta,en Sodoma no podrás gozar.

El inspecto

r de moral

vigila tu cama con celo

si tomas algo por vía oral

se te va a caer el pelo.

Por eso:

¡GAY POWER!

¡GAY POWER!

Deicidas. Landrú Se Divierte. Pajares-Zapico. 1987.

Page 122: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

122

Auditosobres

Sobres, sobres, sobres, sobres,Sobres,SobresSobresSobresSobres, sobres, sobres, sobres.

Audito Ría, Ría, Ría

Inter Ná, ná, ná

O

Exter Ná, ná, ná.

Sobres, sobres, sobres, sobres,Sobres,SobresSobresSobresSobres, sobres, sobres, sobres.

Ría, ría, ría

Ná, ná, ná,

Ná, ná, ná.

Auditosobres, auditosobres, auditosobres,Auditosobres, auditosobres, auditosobres,

Ría, ría, ría

Ná, ná, ná,

Ná, ná, ná.

Auditosobres, auditosobres, auditosobres,Auditosobres, auditosobres, auditosobres,

Ría, ría, ría

Ná, ná, ná,

Ná, ná, ná.

Auditosobres,Que sobran,

Auditosobres,Que sobran

Auditosobres,Que sobran,

Auditosobres,Que sobranAudito, RíaAudito Ná,

NáY

Ná.

Page 123: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

123

acabelos no es el Gólgota.

Y volvieron a rasgarse las vestiduras. Después de conocer la Nueva Cocina Vasca,

las Nuevas Tecnologías, El Nuevo Rock Americano, etc., nos encontramos con el

Nuevo Fariseísmo, la Nueva Hipocresía, la ancestral intransigencia, el maniqueísmo

hiriente, la demagogia más brutal. Lo peor de todo ello es que ya no procede exclusivamente de

aquellos que siempre han enarbolado la bandera de la oscuridad y el recelo; ahora

proviene de quienes dicen amar la libertad, la democracia y sobre todo

la libre elección de cada cual. Y se sienten ofendidos, pero no sólo

ellos –que es lo más grave– sino que de su actitud hacen bandera de

toda una comunidad, de un colectivo, volvemos al resurgir de salva

patrias, los ofendidos por todo, el corazón y la mente de un pueblo.

¿Y qué consiguen? Sembrar la discordia y sobre todo que

observemos, caída su careta, su verdadero rostro y conseguir que

no nos vuelvan a engañar.

Ahora reflexionemos y digamos lo que realmente nos parece

sangrante, hiriente y morboso: el incumplimiento de las promesas,

el viraje derechoide, el pesebrismo, la falta de claridad ante el

pueblo; y ahora que ya somos legalmente colonia, y siguiendo

consignas de la nueva Madre Patria, vamos a perseguir al rock

no entreguista, vamos a librar a una parte del pueblo de la

lacra perniciosa, que no se acopla a nuestras ideas, y sobre

todo del tremendo peligro que supone el que pueda despertar

conciencias.

Así pues Cacabelos no es el Gólgota, un concejal socialista

(sic) no es el llorado Jesús de Nazaret y nadie está obligado

a ir a vernos, pero si quieres pecar y divertirte, te

esperamos.

(Texto inédito, ante la dimisión de un concejal del PSOE

en Cacabelos por la contratación de Deicidas para tocar

en las fiestas del pueblo, un jueves santo de 1985).

CInvestigo el sentido

de tus manos

duplicadas…

plegarias inmóviles

antología de caricias remotas,

cercenadas.

Desayuno en la cama,

buenos días,

flores congeladas

revoltijo de saleros sin agujero,

pizca de engaño,

idolatría de la mentira,

un muñón,

un mendrugo,

y el cielo vira

y mi cabeza estalla.

Litro de versos. 2009

Page 124: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

N-

62

5.

Man

sill

a d

e la

s M

ulas

-A

rrio

ndas

.

La mañana en que

Manuel Rivas me

ofreció bizcocho

había comenzado

como cualquier

otra, después de

un día entero en

la calle, cerve-

zas, literatura y

rock.

Acababa de to-

marme una tosta-

da con mermelada

(cosas del norte,

que no sólo no sa-

D e -

cir que

esta nacional va

c o n t r a c o r r i e n -

te del Sella, casi

desde su desem-

bocadura en Ri-

badesella (cerca,

cerca de Arrion-

das) hasta su na-

cimiento junto a

la carretera en

la Fuente del In-

fierno, y desde

Riaño acompaña a

la calzada el pa-

dre Esla, después

de ser domeñado

y remansado en la

maldita presa.

En los primeros ki-

lómetros todo es

caserío y centros

y campamentos de

aventura, con pi-

raguas y salvavi-

das por doquier,

coches en todos

los arcenes y hue-

cos, y pescadores

con la caña a la

espalda, esperan-

do pillar cualquier

pez desprevenido

o pendiente de la

convoca-

b e n

lo que es

la cachuela, sino

que ni siquiera te

ofrecen un buen

chorreón de acei-

te para regar sus

exquisitos panes),

sabe qué puedes

encontrar allí.

Y antes de darme

cuenta estaba en

Arriondas, en una

glorieta con gaso-

linera, tirolina,

pasarela de cuer-

das, piraguas y lo

más importante,

pareja verde-ama-

rilla de picoletos,

que desde luego no

estaban ordenando

el tráfico caótico.

En este momen-

to decidí hacer

la N-625 y lle-

gar hasta Mansilla

de las Mulas. Pero

como no llevaba la

grabadora a mano,

el teléfono lo usa-

ba para hablar y

con tanta curva era

imposible apuntar

lo más mínimo, esta

ruta será de

memoria, y como

se sabe la memo-

ria es engañosa,

mentireira y hasta

embaucadora, así

que no me respon-

sabilizo de nada,

ni siquiera de su

existencia.

En primer lugar

que apenas hay zo-

nas de concentra-

ción de acciden-

tes señalados ya

que prácticamente

es una carrete-

ra diseñada para

provocar acci-

dentes, estrecha,

sin arcén, a veces

más estrecha y en

una continua cur-

va, contracurva

y vuelta a curvar.

Otras señalizacio-

nes como vacas y

ciervos al acecho

no los voy a rese-

ñar ya que es un

sobresalto tras

otro. Y aunque no

tiene señal, hay

que tener cuida-

do porque pueden

saltar los salmo-

nes para cruzar la

calzada.

toria electoral,

por ejemplo.

Así llegamos y

pasamos Cangas

de Onís, donde

el puente romano

(ja) es de postal,

y las casonas son

de quitar el hipo,

lo que quitarían

los que las cons-

truyeron a sus se-

mejantes.…

Zigzaguea sin des-

canso la carre-

tera atravesando

pueblines y casas

aisladas, el Sella

siempre a la de-

recha marcando

nuestro destino en

cualquier curva.

Mención espe-

cial merece Vega

de Cien, más que

nada porque un

despistado, que

venía en sentido

contrario, debió

de entender “Mé-

tele a Cien” pues

así venía, y por mi

carril… un susto,

un cagamento y

asunto resuelto.

Así, con cuidado

Page 125: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

y suerte, comen-

zamos el Desfila-

dero de los Beyos,

que es precio-

so, espectacular,

pero la carre-

tera se estrecha

más (sí, sí más) y

las curvas forman

un sacacorchos…

en medio de esta

belleza está la

Cascada de Agua-

saliu, en esta

época con poco

caudal, pero que

en primavera es

e s p e c t a c u l a r

(digo yo).

Siguiendo, si-

guiendo y sor-

teando guiris

(nacionales o ex-

tranjeros) en-

tramos en León,

porque es donde

se entra en León,

a pesar de cierto

cartelón adminis-

trativo que no sé

qué dice.

La carretera co-

mienza a ponerse

pindia, y subimos

y subimos, y los

robles empiezan a

enseñorearse del

za-

nos, que

empiezan a estar

apetecibles.

Un desvío a la de-

recha nos lleva-

ría a Sabero, por

la N-621, pero

no es esa nuestra

ruta hoy, no es ese

nuestro camino, ni

el Museo de la Si-

derurgia, ni ver

los primeros altos

hornos, ni nada de

eso, ni las escenas

de cine mudo.

En Cistierna se

estrena una cir-

cunvalación que

parece capitalina,

saltando sobre el

río y dejando a la

gris población la-

deada, sola a los

pies de la peñas,

las últimas peñas

antes de entrar en

la ribera, que se

abre y expande,

con sus sotos de

chopos y algún re-

bollar descolocado,

y el rastrojo del

cereal que ya está

a buen re-

pai-

saje y

Sajambre manda y

ordena el territo-

rio. Pasamos junto

a la Fuente del In-

fierno donde nace

el Sella, que nos ha

abrazado durante

todo el camino.

En el Pontón, al-

canzamos la al-

titud máxima del

viaje de ese día,

no olvidar que

habíamos partido

del nivel del mar,

esto es 0 metros.

Hemos subido,

como si nada, has-

ta 1.280 metros

sobre ese 0 que

dejamos atrás no

hace ni una hora.

Antes de darnos

cuenta las colas

del siniestro pan-

tano aparecen, con

la antigua carre-

tera sumergiéndo-

se directa en los

prados inunda-

dos, arrebatados

a punta de cet-

me y porra y ten-

te-tieso.

Cruce con la N-621,

Unquera-León, que

me mira golosita

hacia Cantabria, y

que comparte tra-

zado hacia el sur

durante bastan-

tes kilómetros con

mi N-625, y Nuevo

Riaño, postizo y

alpino, todo car-

tón piedra salvo la

iglesia, que no era

la suya, pero allí

la montaron. Y el

pantano rodeado

del circo de picos

pelados, calizos,

formidables, y los

recuerdos, el las-

tre del pasado, los

tejados tan hundi-

dos, como las almas

de quienes manda-

ron el valle a la

muerte.

Dejamos atrás la

presa, DEMOLI-

CIÓN, pintó du-

rante años, y ya

seguimos al padre

Esla que escapa

tumultuoso abra-

zando la carrete-

ra, con los pue-

blos, las casas, los

campos y los man-

caudo.

Y se entra ahora en

la Comarca de Rue-

da y el adobe y el

tapial se enseño-

rean en el caserío,

y los pueblos se

hacen pequeños y

el Esla se acerca y

se aleja, a su gus-

to de la carretera.

Casi antes del mo-

rir en Mansilla de

las Mulas dejamos

una cárcel, si eso

es lo que es, allí

donde casi no se

ve, allí donde no

molesta a nadie,

allí donde se en-

cierra a personas,

no sé por qué, pero

se las encierra y mi

amigo Jaime Torci-

da hace revistas y

trabaja con ellos.

Y en Mansilla de

las Mulas muere

este camino, mue-

re tributando en

la N-601, muere

donde un gran soto

de chopos recibe

al Esla, que avanza

raudo camino del

Duero, pero esa es

otra historia.

Page 126: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

126

El cielo de Madrid está lleno de vencejos que vuelan entre ac

robá

ticos

y d

anza

rine

s. U

na p

eque

ña t

erra

za, e

l rui

do d

e la

ciu

dad

amortiguado desde las traseras del centro, los tejados y azoteas, los rascacielos por aquí y allá. Y un beso, ¿qué m

ás puedo pedir?

Escuchando ayer Discópolis

de Radio 3, apareció Carmen París pre-

sentando su último trabajo, InCubando,

pensado y creado en Cuba como indica el

título. Habló de uno de los temas, Dis-

tancia espeluznante, y contó que se le

ocurrió leyendo un libro mientras so-

brevolaba el Atlántico a medio camino

entre Cuba y España, y que allí apa-

recía una de las teorías de Einstein

llamada de la Distancia Espeluznan-

te y me flechó, me dejó enamorado

de las palabras, las ideas, en fin

que me he puesto a buscar y re-

sulta que un buen título es fruto

de una mala traducción, ya que la

cosa de Einstein es exactamente

“espeluznante acción a distan-

cia” sobre física quántica...

Resumiendo que el título es

precioso y como dijo el otro e

si non è vero, è ben trovato.

Un botesin remosacostado entre la arena,los juncos,las hierbas.Un botedondeesconden los niñoslas sorpresaspara cuandosean

mayoresy

las necesitenparavivir.

Fotomatón, 2013.

Page 127: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

127

Hace fresco esta mañana, llovizna y el viento despeina los matojos. A mi lado dos hombres en la pendiente varean los olivos para cosechar la aceituna. Es domingo, hace malo, yo estoy a la

intemper

ie p

or p

lace

r, e

llos

por

tra

bajo

. Ol

ivar

es q

ue a

scie

nden

en

las

estr

ibaciones de Sierra Morena, olivares antiguos, fastuosos, olivares cargad

os de vid

a, de futuro aceite, de colores apagados. Olivares, o

liv

ares

.

Page 128: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

128

L ’âge des ténèbres

Acabo de ver, por fin, la Edad de la igno-

rancia de mi admirado Denys Arcand. Uno

de los graves problemas de vivir en las

periferias, y digo periferias porque vivo

en tres, es que el cine de verdad prácti-

camente no se proyecta en estos lugares.

Acabo de ver la película, y desde su tra-

tamiento del guion -qué magnífico guio-

nista es Arcand- hasta la imagen, las

actuaciones, todo es soberbio, la ópera,

las alucinaciones, la soledad, la agonía

de la moral de la ética, el cretinismo,

lo políticamente correcto, los forma-

lismos. El final es tranquilo, apacigua-

do, frente a un lienzo de agua, viento,

cielos y montañas. Pelando manzanas.

Otras tres películas me han encantado de

Arcand, Jesús de Montreal, El declive del

imperio americano (tan importante en mi

vida, ! ! !cuánto me marcó¡ ¡ ¡), y la más re-

ciente Las invasiones bárbaras.

No conozco cronista, ya sea escrito, pin-

tado o cantado, que nos muestre la socie-

dad que padecemos y de la que formamos

parte, más aguda, certera, mordazmente.

Si no lo conoces, búscalo.No

es lo

mis

mo

volu

min

osa

que

volu

ptuo

sa.

rull

as.

Elev

an s

us c

uerp

os a

sust

adiz

os g

razn

and

o as

usta

das

, hu

yen

aunq

ue y

a na

die

se

las

com

e ni

las

mat

a. S

u ru

ido

es m

agní

fico

en

la m

adru

gad

a he

lad

a. L

as b

and

adas

lleg

an e

n m

agna

s fo

rmac

ione

s en

uve

, at

rave

sand

o to

da

la p

enín

sula

y q

ued

and

o

acan

tona

das

acá

y a

llá.

Una

s m

ás a

l no

rte,

muc

has

en l

as d

ehes

as d

el s

ur y

el

oes-

te.

So

n gr

ulla

s y

me

gust

a ve

rlas

com

o la

s ci

güeñ

as,

los

alco

tane

s, l

os b

uitr

es t

an

pars

imo

nios

os y

tod

os l

os p

atos

en

las

tabl

as y

hum

edad

es,

y l

as g

arci

llas

. Y

qué

os

voy

a c

ont

ar d

e la

s ga

rzas

rea

les,

de

las

poc

as c

osas

rea

les

que

me

gust

an.

Y el

mil

ano,

maj

estu

oso

en s

u te

rrit

orio

, m

ient

ras

en a

que

lla

esq

uina

jóv

enes

águ

ilas

dir

imen

sus

dif

eren

cias

co

n vu

elos

rasa

ntes

y z

arpa

zos

al a

ire

de

las

plum

as.

Y lo

s m

irlo

s q

ue m

iran

en

los

jard

ines

cóm

o ll

egan

los

flam

enco

s, c

ada

vez

más

arr

iba,

cad

a ve

z m

ás t

iem

po.

Y a

unq

ue n

o lo

s te

nga

a m

ano,

qui

ero

habl

ar d

e

los

frai

leci

llos

, q

ue s

iem

pre

apa

rece

n co

n el

pic

o ll

eno

de

pec

es…

G

Page 129: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

129

Pien

sas

qu

e

me

tiene

s

re

nd

i do

a

tus

pies

es c

l avi z

ado.

Cree

s

que

sin

ti

estoy

perd

ido,

no sa

bes q

ue te

he en

gaña

do.

Caminas

de es

quina e

n esq

uina

,

aspiras

a

mujer

fatal.

Imag

inas

que

el c

uero y la

gom

ina

te

pued

en

hace

r

inmor

tal.

Me

gusta

que

me

lo p

onga

s difíc

il,

y vo

y a

segu

ir tu ju

ego

hasta

el fin

al.

Que cr

eas q

ue su

fro, que

veas

que lloro

y po

der

pisa

r tu

orgu

llo

cuan

do m

ás t

ranq

uila

estés.

Te lo

hac

es si

empr

e con

otro

s,

mi

turn

o no

lle

ga

jamás

.

Pero es

tate se

gura una

noc

he,

a ti

te

toca

llorar.

Siem

pre co

nmigo

altiva

.

tú so

la te dob

legarás

.

No qu

iero

que

estés d

e rod

illas

,

no

quier

o

ve

rt

e

j am

á s .

M

e

gusta

que me

lo p

onga

s

di f

í ci l

,

y

voy

a

segu

ir tu

jueg

o

hasta

el fin

al.

Que cr

eas

que

sufro

,

que

veas

qu

e llo

ro

y po

der

pisa

r tu or

gullo

cuan

do m

ás tra

nquila

estés.

Circulas

muy

rápida

men

te,

no es

bu

ena

la ve

locid

ad.

Te es

trella

s lo ve

o se

guro,

contra m

í te v

as a

estrella

r.

Nunca

quisi

ste

cree

rme,

ahor

a es

muy

tard

e ya

.

Mira

a

ver

si te co

mpr

ende

algun

o qu

e a

tu

lado

esté.

Me g

usta qu

e me l

o pon

gas d

ifícil

,

y vo

y a

segu

ir tu

jueg

o ha

sta

el fin

al.

Que

crea

s qu

e su

fro,

que

veas

qu

e llo

ro

y po

der

pisa

r tu

orgu

llo

cuan

do

más

tranq

uila

es

s.

Deicidas. Landrú Se Divierte. Pajares-Zapico. 1987.

Me gusta que me lo pongas difícil.(N

ana p

ara deseo

s imposib

les).

Page 130: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

130

umbina.

Con unas gotas decían que la

mujer más desinteresada se

volvía un volcán, un Vesubio.

Como tantas leyendas urba-

nas, para mí se quedó en eso,

porque siempre había alguno

que decía que tenía, que su primo, que su ami-

go, que alguien. Pero vamos, nada de nada ni de

eso ni de lo otro, y además para ponerlo en la

bebida tendría que haber habido alguna chica

cerca de nosotros.

Mucho más tarde hemos

aprendido que las chicas

vienen con todo incorpora-

do… siempre y cuando ellas

quieran, claro.

(Nota. Veo que sigue la le-

yenda, Internet está llena

de páginas y preguntas al

respecto).

A

rre

bato

.

Hoy

la

p

rens

a to

ca

a re

bato

,

cele

bra

ndo

la

recu

-

per

ació

n d

e A

rreb

a-

to.

Aho

ra

resu

lta

que

tod

o el

m

und

o es

fasc

inad

o p

or e

sa p

e-

lícu

la,

que

ha

p

er-

man

ecid

o en

el

ol

vid

o

dur

ante

cas

i 3

0 a

ños.

A m

í m

e en

cant

ó, a

un-

que

no

sé s

i se

guir

á ha

-

cién

dol

o, t

engo

el

DVD

de

El P

aís

y t

odav

ía n

o

he d

ecid

ido

verl

o.

Def

init

ivam

ente

cr

eo

que

es

m

ejor

d

ejar

ca

da

cosa

en s

u ca

jita

cer

ebra

l y

no

me-

near

lo

muc

ho.

Vam

os,

que

se

-

guro

que

la

veo.

Ya

os c

ont

aré.

Tuve

un

bar

que

se

llam

ó A

rre-

bato

, y

afo

rtun

adam

ente

lo

ce-

rró

la p

olic

ía e

n un

co

ncie

rto

de

Card

iaco

s, F

lech

azos

y D

eici

das

.

Y Neperiano.

Acusación, junto al nepotismo, de favorecer

a todo lo relacionado con la base e. Si no lo

entiendes, que sepas que es fundamental para

la arquitectura.

ntre los polos

opuestos y los

polos expuestos

me quedo con

los polos de

limón

E

Page 131: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

131

MartaEl corazón de las mil Martas

(Instrucciones de uso: leer, si se quiere, escuchando Land Of 1000 Dances, por ejemplo esta versión http://www.youtube.com/watch?v=7fa4BfPQiKs). Los corazones de Marta. Neurótica Books. 2014

Marta bombea

corazonesdesde cada esquina de sus

ventrículosregala su energía

conluz

osinluzella siempre está dispuestaaderramar sucorazónsobre todos nosotrossusamigossuscorazonamigosesosa quienesnos

quiere y la queremosy

también se derramaante esos

otrospeor para ellos.

Marta nos regala

corazonesabrigados o desnudos

con cuello vueltoo

en tirantescorazones dilatados

uobsesionadoscon ramajes cuerdascablesespumillón.Marta nos regala y nos tieneen cuentay nos obsequiacada díacada tardea veces ya de noche

con la víscerael músculo

el amory el desgarro

las cancionesque tararea

mientrasbusca

corazonesque nos envuelve

para el sueñoel delirio

Martanos quiereypor esonos ruge coraz

on

es.

Page 132: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

132

as

parede

s

descon

chadas

sirven

de

refugi

o

a ojos

cente

lleante

s

que

tras p

árpado

s arru

gados

y verd

osos

duerm

en el

silenci

o.

En el

techo

las go

teras

Apunta

n dire

ctament

e sobr

e

botes

de pin

tura y

merm

elada,

dentro

de lo

s cual

es est

allan

acompas

adament

e

las go

tas de

barro

.

Observ

ándolo

todo

una m

ecedor

a inm

óvil

barniz

ada de

dolor

y cubi

erta d

e olvid

o.

En la

cama,

siempre

deshe

cha,

se acu

mulan l

os

excrem

entos

de

los ga

tos

L

(A Juan Carlos Pajares). Revista Diente de León. 1981

que

entran

sigilos

os

por la

desve

ncijad

a pue

rta

del ba

lcón.

El espe

jo

velado

carre

te

mantien

e fijas

cuant

as imáge

nes

se han

refle

jado e

n él.

ahora

picado

y suc

io

sólo s

e enfr

enta a

la de

sgarra

da

cortina

de la

venta

na.

Las bo

tellas

alfom

bran e

l suel

o

y en e

l rincó

n más

oscuro

se des

hacen

unos h

uesos

amari

llentos

corona

dos po

r un l

argo

mechón

blanco

.

Page 133: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

133

1. Viaje y trama a la cementera abandonada, decepción ya que hay un nudo de carreteras sobre el lugar.

2. Vuelta a Madrid, decepcionada.

3. Con Gor a los aparatos, descubren en otra de las galerías de fotos un hotel del siglo XIX, en el que tras un viaje por todas las plantas, jardines, etc. descubren una silueta naif dibujada con cal sobre el suelo con una cesta en el lugar de la cabeza. La emoción se ceba en Alicia, que comienza a recopilar información sobre el lugar, prensa en Internet, desaparecidos, desaparecidas. Descubre que no hay nada de nada, pero confirma que el lugar continúa sin demoler (Normandía o Bretaña).

4. Movida familiar, situaciones de tensión y humor escéptico.

5. Acude a un concurso para conseguir dinero para viajar a Bretaña (Pensarlo muy bien).

6. Viaje a Bretaña.7. Se ve que alguien está observando las direcciones de quienes entran en la página de las fotos y, claro, hay dos direcciones que destacan su atención, la de la tienda y la de la casa de GOR.

8. Aeropuerto, un piloto baja del avión, sube a la furgoneta con sus compañeros y desaparece.

9. El piloto (de civil) visita la tienda de Internet. Pero nadie acude a sus páginas.

10. Alicia consulta la pagina desde el hotel camino de Bretaña.

11. El piloto observa la consulta y sonrie.

12. Alicia llega al hotel. Es imposible entrar; todas las entradas están tapadas. Consigue entrar quitando unos ladrillos de una ventana trasera.

13. Recorrido por los pasillos del hotel.14. Una presencia se cierne tras Alicia.

15. Alicia llega al sótano y ve la figura sobre el suelo de ladrillo. Busca a su alrededor y con un pequeño hierro comienza a intentar mover los ladrillos. Al cabo de un rato está despeinada, sudorosa, con la camisa fuera de los pantalones, etc…

16. La presencia se hace tenue, no hay respiraciones, ni cosas de esas de la pelis de miedo.

17. Alicia encuentra algo, se asusta, se detiene, coge impulso y continúa. Con la mano aparta la tierra y saca una muñeca hinchable, rompe a llorar y se da cuenta de que está sola en un lugar remoto, abandonado.

18. La presencia desaparece.

19. Alicia pasea por la playa medi-tando.

20. Sube al tren y se dirige a París.

21. En el andén de la estación baja del vagón y el piloto se tropieza con ella, se disculpa y sigue su camino.

22. Está en la cafetería de la estación leyendo, cansada, derrotada.

23. El piloto observa tras la cristalera superior.

24. Anuncian el tren para España.

25. Alicia se dirige con su maletita hacia las escaleras, sube al tren, busca su compartimento.

26. El piloto sube al tren.

27. Alicia en su compartimento dormita.

28. Sombra del piloto.

29. Compartimento vacío, la ventanilla abierta, las cor-tinas en negro.

30. Fundido en negro.

Fin(Notas de trabajo de guión cinematográfico 2002)

Pregúntale a Alicia. Notas para Pregúntale a Alicia

Page 134: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

134

Prozac

para vivir

el día y orfidal para dormir la

noche, sin sobresaltos nocturnos,

sobresaltos, ahogos, angustia,

ausencia.

Tras varios meses de llantos y asfixia,

había pensado en volverme loco o pedir

pastillas. Tras varios meses de volverme

loco pensé que el llanto no había hecho más

que acentuar mi incipiente presbicia. Tras

varios meses de asfixia y locura cotidiana y

después de marchas solitarias de dos, tres o

cuatro horas.

Con los pies llenos de ampollas, sin amapolas ya en

esta época del año, con los árboles tendiendo sus

ramas a mi paso, y las latas de Acuarios, calientes

y escasas, camino o reviento, y casi, casi me quedo

con el reviento.

Espero en el cine, con el móvil en la mano una llamada,

un susurro, una señal del más acá, porque desde el más

allá ya he tenido demasiadas, o demasiado pocas, en

cualquier caso demasiadas.

Sorprendo a la mente descuidada y rara, pasmosa y agitada

mientras susurro desde mi cuarto, un lugar, una hora, un

quizá podrá ser, un será tal vez, un yo qué sé, un no pudo ser.

Y el tormento llega justo después de la comida, y me tiembla

el alma hasta los labios, y me habita la desazón, la

ignorancia más absoluta

A xfisia

mientras el calor me deshace, me desgrana, acaba conmigo, pero

sólo virtualmente, por desgracia sigo respirando, después

del temblor, después del miedo, después de El Tiempo y la

telenovela, después del sudor, el calor, el horror.

Y si camino por las aceras, desgastadas ya de gentes

perdidas, gentes absurdas, gentes dopadas hasta la

tranquilidad más absoluta, entonces ya no concibo

una vereda, junto a un regato, donde depositar las

balsas de juntos y espinos, y verlas alejarse hacia

el canal.

Arrugas en el alma al despertarme con miedo y asco

a la vez, miedo a todo un nuevo día por delante,

y asco por todo un nuevo día por delante. Y

por detrás, se escurren las horas tan lentas,

con una parsimonia tan desesperante que

desearía no despertar, y quedar arrugado,

acurrucado en un nido, aunque fuese un

nido de víboras, por favor.

No veo más horizonte que llegar a la

noche, tomar mi pastilla y esperar a

que rápidamente el libro caiga de

mis manos, dándome directamente en

la cara, una, dos, tres veces…ya

está. Otra noche sin excursiones

nocturnas, sin aspavientos al

ahogarme, sin dolor al morderme

la lengua, fuerte, cortante;

tanto como para llenarme la

boca de sangre, una sangre

que no se derramará ni

siquiera me servirá para

terminar un poco.

Page 135: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

135

Reco

rro

los

mon

tes

de m

i inf

anci

ade

sde

la

mem

oria

.Re

corr

o lo

s m

onte

s do

nde

vine

a mat

ar la

tosf

erin

a.Re

corr

o lo

s m

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sy el

hor

ror

me

asal

ta a

cad

acu

rva

del c

amin

ode

l sen

dero

todo

lle

node

in

fiern

os a

bier

tos

exca

vand

o y

mat

ando

todo

todo

todo

cam

ino

del a

vern

osi

toen

la o

ficin

a

Infiernos abiertos A Juan Carlos Mestre porplantar cara al mafioso.Revista Ombligo. 2013

prin

cipa

lde

ese

gru

pom

iner

om

afio

soqu

e ha

des

truid

ola

mem

oria

de m

i in

fanc

ia y loqu

e es

peo

rel

fut

uro de

los

árbo

les de

las

águi

las de

los

jaba

lís de

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corz

os.

Ases

inat

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imo

de lu

cro

muc

ho lu

cro.

Infie

rnos

abi

erto

s

Page 136: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

136

ular.

Un tal

Jular.

La prime-

ra noticia

que tuve de

la existen-

cia de un tal Jular, fue

que era comunista, muy

malo por supuesto, que

manipulaba a los estu-

diantes para que se ma-

nifestaran mientras él

con su camarilla (mucho

más tarde supe que era

la célula de dirección)

impartían consignas des-

de la segunda planta de

una cafetería de la capi-

tal leonesa. Qué miedo me

dio, la verdad.

Algo más tarde, o antes,

no lo sé muy bien, supe que

era artista, pintor y esas

cosas. Realizó un cartel

de las fiestas pueblerinas

de San Froilán, en el que

simbolizó a la

dictadura y sus

m a n t e n e d o r e s ,

además de colocar

u n a

banda republicana al lobo.

La carnicería del barrio lu-

ció el cartel incluso después

de que se diese la orden de

retirada.

Después, mucho después

conocí a Manolo y siempre

nos hemos mirado con esa

sorna que nos otorga el

apreciarnos desde el ex-

tremo de nuestras miradas.

Entre una cosa y otra mu-

chos Julares han formado

parte de mi vida, y bien

contento que estoy.

La exposición que se reúne

aquí (y de la que la mayoría

de obras no conocía, nunca

he sido lector de la prensa

comunista) es una magnífica

retrospectiva. Desde Proa

en la que el trazo se sien-

te vigoroso, imagino que

también cuidadoso. Hasta

las caricaturas en las que

siempre asocia el crimen al

elemento, como los misiles

al tal Serra (ahora tendrías

que rodearlo de billetes de

500 euros).

P e r o

no crean ustedes que el

incombustible Manolo Jular

se ha apartado ahora de la

crítica y el humor gráfico,

sólo que ahora no le hace

falta más que su ordenador

y su amor vitriólico por

todos estos gobernantes,

banqueros y mandamases

golfos, ladrones y sin-

vergüenzas que nos des-

gobiernan. Sólo es nece-

sario asomarse a su muro

de facebook, que desde

luego no es de lamenta-

ciones sino de denuncia,

ataque, sosteniendo por

siempre la antorcha de

la crítica y la contra-

corriente.

No quiero terminar sin

advertir antes, que a

mí lo que más me gus-

ta de Manolo Jular son

sus hijas.

as malas compañías suelen tener momentos excitantes ni p

unto

de

com

para

ción

con

las

buen

as s

oled

ades

.L

Texto para la Exposición.

Manuel Jular. Humor

gráfico en Tiempos

revueltos. 2014.

J

Page 137: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

137

Fue un amor a primera prisa

contra la puertaraudoy veloz.

Nadie mencionónombre algunoni un teléfononi un mísero

papel arrugadoaunquenunca olvidaré

susabor rotundo,atesorabaen sus labios

todo

el salitre de todos los mares

y

algún que otro océano.

Cada día hay

menos latas pidiendo un abrelatas,

para qué hablar de abrirlas a

cuchillo.Con lo fácil, el abre fácil,

las latas nos entrenan para

quitar el seguro a las granadas.Pero yo prefiero abrir a cuchillopara que duelapara que sientanla culpa.Todos esosque sonunalataque tantonos molestan.

Excolma Salvaxe. 2014 Excolma Salvaxe. 2014

C írculo polar

πárticoπ

antárticoπ

círculo católicoπ

círculo de lectoresπ

círculo de bellas artesπ

círculo de fuegoπ

círculo de amorπ

círculo concéntricoππpi

piiiii i i i i i i i i i i i i i i i i i i i i i idesconexión.

Fotomatón, 2013.

Page 138: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

Parece ser que sesudas in-ve s t i g a c i o n e s científicas ex-plican por qué, casi siempre, el camino de vuelta se hace más corto a la compresión de nuestro cere-bro, lo celebro.Casi nada más subir al co-che rememoro la versión, in-fructuosa que intenté montar con unos buenos amigos, pero las distancias y los quehace-res no van con las canciones, al final he ter-minado la letra después de mu-cho divagar, la solución me la dio leer a mi querido Vicente Muñoz Álvarez, el tema es On the road again de Willi Nelson, y la tarareo de

madrugada:

On

the road

again/En ruta otra vez

En Ruta otra vez

es temprano y me voy hoy

también

no recuerdo hacia dónde

conduciendo y silbando

esta vez.

Amigos los de ayer

las canciones y las chicas

ya veremos esta vez

haz el equipaje otra vez

Las maletas de zapatos

de un solo pie

y mañana ya veremos dónde,

dónde, dónde

venderé.

En ruta otra vez

por llanuras o montañas

marcharé

en los ríos y los lagos en

los bares a tu lado

cantaré.

A las chicas las dejé

en un valle algo lejano o

tal vez ellas se

quedaron, ellas me

dejaron

como ayer.

Voy corriendo

acelerado, alguna

vez

y los guardias

acechando

escondidos

los malvados, otra

vez.

Recorriendo toda

Iberia estaré

encontrando a los

amigos

cantando en los

caminos

hoy y ayer.

Y no puedo

resistirme a

marcharme hoy

también

Y no puedo

resistirme a

marcharme hoy

también.

una gran realiza-

ción en mi vida du-

rante años, he de-

cidido recorrer las

carreteras nacio-

nales que yo elija,

por supuesto, y vi-

vir para contarlo.

Desde luego elimi-

naremos todas las

carreteras radia-

les que pasan por

Madrid, las seis

magníficas, las seis

carreteras nacio-

nales que se han

duplicado y en al-

gunos tramos hasta

triplicado, incluso

se han peajizado,

eso ya me gusta me-

nos, y encima los

rodeos y vueltas

que nos dan.

Para llegar a nues-

tros puntos de sa-

lida, que desde

luego podrán reali-

zarse en cualquiera

de las direcciones

de estas rutas, de-

beremos recorrer

distancias varia-

bles para ubicar-

nos en la posición

de salida, pero ese

relato lo dejaremos

para otro día.

Bue-

no, deje-

mos las canciones y

volvamos a la ruta, al

viaje, al ir y venir por

este cúmulo de rutas, de

carreteras nacionales,

de caminos y sensacio-

nes. Las canciones de

viajes, los poemas de

caminos, los relatos de

ausencias y rutas, la

memoria de un carrete-

ro, que no engrasa sus

ejes...todo eso y mucho

más acompaña e ilumina

mi camino, el recuerdo

de un trabajo en pro-

ceso sobre carreteras

nacionales.

¿Qué tendrán que tanto

me atraen? Desde hace

años, cuando España

comenzó el cambio, en el

que no la iba a reconocer

ni la madre que la

parió, las carreteras

nacionales eran aque-

llas vías que primero

incorporaron el arcén,

pintura en el centro y

laterales de la calzada,

y señales, muchas seña-

les, en un país cuajado

de herrumbrosas señales

de cuidado con las vacas.

Después de bus-

c a r

CORTO CAMINO DE VUELTA

Page 139: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

Así pues un día

cualquiera y tan

i n si g nif i cante

como el resto de

días doy comien-

zo a mi vuelta

por las carrete-

ras nacionales,

sin orden y sin

concierto, sin

horarios y sin

rutas, y sobre

todo sin parar, o

parando lo míni-

mo. Me interesa

la carretera, los

puentes, ríos,

puertos, ventas,

ramales, campos,

montañas, paisa-

jes, sobre todo

paisajes; lo que

se ve mientras

conduces, meci-

do por la música

o la voz de algún

o alguna canta-

mañanas.

Por favor, abró-

chense el cintu-

rón, enciendan

su navegador (e

intenten hacerle

el menor caso po-

sible), conecten

su móvil al manos

libres, tal vez

tengan cobertu-

ra

y reci-

ban alguna llamada

de números privados,

ofreciéndole la felici-

dad en nombre de todas

las compañías de teleco-

municaciones del mundo

mundial.

Partimos.

Carretera Nacional

N-401.

Nos encontramos con

esta carretera con un

pequeño problema de

identidad, mientras por

un lado se dice que esta

ruta enlaza Burguillos

de Toledo con Ciudad

Real, en el discurrir de

sus puntos kilométricos

tiene más kilómetros,

muchos más y es que en

principio enlazó Madrid

con Ciudad Real, pero a

fuerza de autopistas, se

quedó corta, o coja y ya

sólo se cuenta su cone-

xión Toledo-Ciudad Real.

Esta ruta, camino, vere-

da, se comienza rodeando

Toledo. Y nos desviamos

hacia Ciudad Real por la

indicación de Nacional

401. Aunque estamos en

la A-42, Ciudad Real, y

no nos queda otra,

p e r o

prometemos que intentaremos ir a la N-401 lo an-tes que podamos.Poco a poco va-mos dejando To-ledo atrás, la estación del Ave, el Alcázar, y se-guimos a la Na-cional 401, de-jando la Nacional 400 en dirección a Ocaña, y que en otra ocasión recorreremos.Esta ronda se hace eterna ro-tondeando y dando la vuel-ta. Nubes altas preciosas, blan-cas y cargadas de agua. Pinos junto a olivos, más allá encinas. Un camión lleva todo el producto de la poda.En el kilómetro 77 nos indica a Ciudad Real, pero no sabemos por dónde iremos. Seguimos con este intrépido reportaje, por Castilla-La Man-

sualización, brillo,

contraste... Nada

más ocupar la ha-

bitación se ponía

manos a la obra, y

después dejaba el

aparato puesto du-

rante la corta es-

tancia, ya que mis

estancias siempre

son cortas por las

propias caracte-

rísticas de mi re-

corrido.

Y las pilas, aquella

mujer de la mirada

turbadora llevaba

una gran bolsa de

pilas desordenadas

por colores y cam-

biaba las pilas de

los mandos de unos

hoteles en otros

y así decía que

las pilas que todo

lo veían viajaban

también y contaban

a los aparatos lo

que sucedía en

otros cuartos,

otras estancias,

las soledades y las

pasiones, todo lo

que sucede en esas

anodinas habita-

ciones que al apa-

gar la luz parecen

digerirte.

cha .

Salida a

Sonseca, que será

por donde nos dirigire-

mos a Ciudad Real, se ven

al fondo aerogenerado-

res y montañas como co-

nos perfectos.

Abandonamos la autovía

de los viñedos, y vamos

por la N-401, en obras

y tomamos la dirección

a Ciudad Real, obras,

impresionante, Ciudad

Real a 110. Un área de

servicio que nos da ac-

ceso a un polígono in-

dustrial, viendo la can-

tidad e importancia de

los polígonos industria-

les estamos sopesando el

hacer una serie de po-

lígonos industriales, ya

que los hay en casi todos

los pueblos, de todos los

tamaños y modalidades.

Coincidí en un determi-

nado número de hoteles

de kilómetros con aque-

lla mujer, que tanto me

cautivó en aquella épo-

ca, que dejaba siempre

desintonizados los tele-

visores de los cuartos,

tanto de emisoras como

los ajustes de

v i -

Page 140: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

Burguillos de To-ledo queda fuera de la ruta, a la derecha, vemos que se ha conver-tido en un gran centro residen-cial. Bordeamos Burguillos por la circunvalación.Continuamos y no sabemos hasta dónde nos lle-varán nuestros pasos. Avanza-mos viendo una increíble ali-neación de oli-vos, con pies centenarios, con sus almendros que apuran ya su floración. Olivos perfectos y al fondo, cerrando el paisaje, los montes. Comien-za a haber algu-na zona de cereal que apunta, pero muy pequeño.Ajofrín y Sonse-ca, una pasarela y una gasolinera de Repsol, pero de las desvaídas, con el gris azula-do tan desgasta-

d o

del sol

y la lluvia que casi

parece borrado.

Una imponente masa pé-

trea se sitúa al sur con

un inmenso murallón que

nos dificultará el paso.

Habrá un túnel o algo

para atravesarlo. A la

derecha queda una po-

blación que es Sonseca.

Una gran planta solar

mira al sur en estos mo-

mentos, 11,43. Cargando

sol. A la izquierda el ce-

menterio con cientos de

cipreses.

A la izquierda, muy le-

jos, se ve un castillo,

que incluso en la dis-

tancia se adivina majes-

tuoso. Y más aerogene-

radores enfrentados al

castillo.

Sonseca sur, acceso al

polígono industrial.

Recuerdo los tiempos en

que usaba neumáticos de

segunda mano, siempre

importados de Alemania,

y ese era el problema,

el coche desde el primer

momento cogía modos in-

admisibles y pensaba que

estaba permanen-

t e -

mente en las

autopistas ale-

manas, tan lim-

pias, tan anchas,

tan regadas con

otras sangres.

Todo esto y mu-

cho más que debo

callar observo y

anoto cuidadoso

mientras se cum-

plen los más de

dos millones de

kilómetros re-

corridos en este

deambular per-

petuo sin desti-

no pero siempre

con dirección al

más allá.

Con lo magnífi-cos que son los polígonos in-dustriales me pregunto por qué no aparece junto a la se-ñalización de su acceso el indi-cador de cámara de fotos, ya que son unos platós impresionantes y lugares para fotografiar muy interesantes.A la izquierda aparece una em-

siguen contan-do desde Madrid. Comenzamos a ver esa construcción manchega de pare-dones rodeando la casa, encalados, un gran portalón, que presumimos que da paso a amplios co-rralones.Vemos una pinta-da, que dice No a la dictadura fis-cal, creo que mu-chos podemos estar de acuerdo, aunque espero que sin lle-gar a los extremos de los “patriotas” n orteam e rican os que vuelan un edi-ficio por eso y me-nos. Aunque desde luego No a la dicta-dura fiscal que nos aprieta a los mis-mos y deja de lado a los de siempre. Se nos ofrecen dos caminos para lle-gar a Los Yébenes, por la derecha por un puerto, como camino pintoresco con vistas o por el túnel, elegimos el túnel que es el de la

pre-

sa cuya

razón social es Ca-

rrocerías y Plazas de

toros, así que aquellos

que necesiten una plaza

de toros ya saben dónde

pueden comprarla. So-

bre el kilómetro 101 de

la N-401.

Y ahora hacemos nues-

tra entrada triunfal en

Orgaz, buscaremos el

entierro del Conde de.

Posada de la Cal, un si-

tio de postinete. Un silo

enorme, gasolinera de

Cepsa, fábrica de que-

sos, una iglesia llena

de chapiteles, Arias la

mantequilla, Coopera-

tiva Vinícola Cristo del

Olivo integrada en Caja

Rural con sus depósitos

para el vino, claro. Un

castillo perfecto, con

su torre del homenaje,

y el Conde Orgaz debe

reposar tranquilo en su

cuadro. Dos surtidores

de gasolina que fueron

de Campsa en su momen-

to, el pueblo requiebra,

se dobla, una señal nos

dice Los Yébenes 9, Ciu-

dad Real 84. Como se ve,

los kilómetros

s e

Page 141: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

actual Nacional 401 (unos meses después encon-trándose los tú-neles cerrados, iremos por la ruta pintores-ca, llegando a un crestería de molinos de vien-to y atravesando el pueblo por el centro).Mientras subi-mos vemos una masa de olivos impresionante y que sube por la ladera hasta la mitad. Qué be-lleza la de los olivares viejos. Antes de entrar en el túnel de 900 metros de longitud hemos encontrado va-rado un camión q u i t a n i e v e s , con su enorme pala, y los ban-derines rojos a ambos lados de la misma.Vamos casi en ca-ravana desde que hemos salido de Toledo, pero no

te -

n e m o s

prisa y si pausa

para poder contar todo

lo que vemos.

Las esporas de los car-

dos revolotean sobre la

calzada, y haciendo uso

de sus sistemas de vuelo

y aterrizaje se espar-

cen y algunas, sin duda,

terminarán germinando,

pero ahora me embriaga

la fragancia de las pri-

meras brevas coloreadas

por las picotas del Jer-

te, que degusto mientras

pierdo la mirada al fren-

te, siempre al frente.

Se abre ante nosotros

una enorme vega, donde

al principio predominan

los olivos pero donde

se enseguida se hacen

dueños del paisaje y del

territorio los frutales,

que rompen a florecer

de forma espectacular.

Increíble la enorme can-

tidad de frutales que es-

coltan a ambos lados de

la carretera en perfecta

e inmaculada formación.

Una maravilla, recomen-

dable 100% en esta épo-

ca. Algunos anti-

g u o s

muestran un porte extraor-dinario. Este valle está rodeado por montañas, y re-pleto de oliva-res y frutales. Una peña con un san algo, San Pe-dro, San Juan… y debe ser real-mente imponen-te. A la derecha la vía del Ave, con su catena-ria especial, muy cercana a la ca-rretera, en al-gún momento nos cruzaremos, por arriba, por abajo o por algún lado. Efe c t i va m e n t e la vía nos cruza por un puente, a la salida del mis-mo tenemos a la derecha un cas-tillo bastante bien conservado con alguna de-molición parcial. Tiene una torre del homenaje im-presionante, la muralla es la que tiene algunos

la carretera está Urda y al otro la Estación de Urda, es uno de esos si-tios que tienen la estación separada del pueblo, unos pocos kilómetros, metros o hectóme-tros (por si hay que beber).En estos momentos pasado el punto ki-lométrico 132 vol-vemos a ser amena-zados con que una vaca puede ata-carnos, pondremos mucho cuidado en que la vaca no nos ataque.Aparece lo que pa-rece un hotel de carretera, res-taurante y camas, El Raso. Una gaso-linera de Campsa, pero está cerrada. Los campos están empapados, en-charcados, todo es agua. Cuatro meses lloviendo, nevan-do, granizando. El cereal todavía está muy pequeño.Vemos ahora las ruinas de dos

de-

rrumbes.

En los pueblos diminutos

y mesetarios la hora de

cierre de la gasoline-

ra indica que se abre el

club, bueno el puticlub,

y los colores parpadean

sobre las fachadas, como

cantos de sirenas post-

modernos hacia los que

navegar.

En la nave de las galli-

nas la luz ilumina día y

noche para que los ani-

males sean productivos

hasta la pronta muerte.

Ahora se nos presen-

ta una auténtica venta

manchega, con su corra-

lón, ladrillo encalado,

teja roja, tejados ten-

didos. Seguida de una

antigua casa de camine-

ros, que ahora se llama

centro de apoyo a no sé

qué, completamente res-

taurada.

Y aparece un caminero

con la pala, usándola con

mesura y sin gran ahínco.

Cuando ya se nos aparece

un silo, donde guarda-

ban el grano y los trenes

se lo llevaban. Estación

de Urda, a un lado

de

Page 142: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

grandes ventas, que merecerían una visita y unas fotos.Con un par, des-vío a la pobla-ción El Empera-dor y también el acceso a la Estación de El Emperador.Bosque cerra-do de matorral bajo de enci-na, que empie-za a formar el paisaje, aun-que con grandes claros destina-dos al cultivo del cereal. Durante algo más de un kilómetro vemos una plan-tación de pinos, abetos y cipre-ses, no sabemos si pertenecerán a un antiguo vi-vero o será un parque forestal, esa es la imagen que nos da.

En las mañanas

festivas todos

los lavaderos de

coches de los ex-

trarradios, po-

lí-

g o n o s

y zonas aledañas

se llenan de cientos de

hombrecitos que pulen

y abrillantan delicada-

mente sus automóviles

durante mañanas ente-

ras, mientras algunas

de sus mujeres, compa-

ñeras, amigas ordenan

la casa, abrillantan el

aparador y ponen la

tercera lavadora del fin

de semana. Y las colas

para lavar, abrillantar,

pulir y repulir los autos

ocupan toda la mañana

de estos domingos sin

dios, sin misa, sin espe-

ranza siquiera.

En el k. 145, tenemos la

Venta Andaluza Serrana,

blanca y azul, y entramos

en una zona de bosque de

encina que se cierra a

medida que se encara-

ma por las laderas. Por

nuestra seguridad se nos

informa de que la veloci-

dad está controlada por

radar, con lo cual iremos

como hemos ido todo el

camino, que en este tipo

de vía y en este tramo es

de 100 kilómetros por

hora. En el kiló-

m etro

148,5 está el ra-dar y se nos avisa de que una vaca está al acecho, no sabemos si podremos lidiar con el radar, la vaca y el resto de vehículos; no le deseamos a nadie este trance.Provincia de Ciu-dad Real, y nada más entrar, te-nemos control de velocidad por nuestra seguri-dad, una cruz en memoría de quie-nes ya no están y un disculpen las molestias que estamos obrando para mejorar y tal y tal.Las montañas em-piezan a enseñar las afloracio-nes de roca. En el kilómetro 150 tenemos otro ra-dar, sin cámara de seguridad… (ustedes ya me entienden).Cruzamos el arroyo Los Fres-nos, muy pequeño

voritas, mejor.La vegetación se hace más austera, romero, romero en flor (Lole y Manuel, qué gusto). Aunque en el kilómetro 156 explota de nuevo, prunos, palmeras, rosales, narcisos, y aparece el murete alto de piedra, de más de dos metros de altura, rema-tado con teja, que guarda muy bien lo que se tiene que guardar.

En las afueras de

tantas ciudades

pequeñas o mi-

núsculas apare-

cen formaciones

de coches varados

durante la maña-

na, después las

maestras volverán

a buscarlos y a la

otra semana cam-

bio de auto, ellas

conducirán hasta el

colegio rural, don-

de les han llegado

los puntos que no

crecen y casi nadie

muere, para hacer

un hueco.

pe ro

totalmen-

te fuera de madre. A

continuación el arroyo

Cambrón, no confundir

por favor, con m antes

de b. Un pequeño meren-

dero. Sin tiempo apa-

rece el arroyo Cambro-

nes. Y aparece una zona

con mimosas florecidas

y olivos. Un mesón de El

Toro, más olivos, y en la

loma de la derecha veo el

primer molino de viento,

la verdad es que me hace

ilusión. Sobre el coche

se acaba de abalanzar un

buen número de pétalos

blancos, hace viento, y

se lleva las flores, el

polen, la vida.

Me gusta esta ruta, será

el tiempo, la primave-

ra húmeda. Otra cruz en

memoria de familiares

perdidos en accidentes.

Fuente el Fresno, entra-

mos en esta población

con un recortable de Don

Quijote al lado de la ca-

rretera, y piden aten-

ción por bandas sonoras,

por lo que tendremos el

oído presto a escuchar

lo que pongan y si puede

ser de nuestras

f a -

Page 143: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

143

Por la tarde la

formación cam-

bia y dejan el co-

che los amantes

para transpor-

tarse a minutos

de fugacidad,

tras el cortejo

llegan dos co-

ches y marcha

uno, vuelve uno y

marchan dos.

Aparece una in-dicación al Par-que Nacional de Las Tablas de Daimiel, y no podemos evitar hacer una excur-sión para verla por primera vez com pl etam e nte inundada.Volvemos a la N-401, y ya nos encontramos a la altura de Ma-lagón, una cres-tería bastante importante, un gran silo, y un sistema de ac-ceso repleto de rotondas y pasos elevados y con los depósitos para la sal, o funden-tes de cara a la

via-

b i l i d a d

invernal. Dejamos un

bonito polígono indus-

trial, con pena de parar

y olisquear, pero el de-

ber nos llama.

Mientras circunvala-

mos Malagón, entre sus

olivares, vemos un gran

centro de reciclaje Los

estados del Duque, esto

es un Duque que tenía

estados, y suponemos

que aquí traen a reci-

clar al Duque.

Una gasolinera de Pe-

tronor en azul cobalto,

o vaya usted a saber, a

la entrada de Fernán Ca-

ballero, con las vivien-

das protegidas por una

maraña de vegetación. Y

tenemos la obra, no de

cada día, que ya lleva-

mos unas cuantas hoy,

sino de cada hora. Pero

al ser la hora de la co-

mida, las señales es-

tán un tanto escoradas,

sin saber si valen o no,

si imprimen carácter o

todo lo contrario.

Una gran inundación se

ve en la parte derecha

de la calzada, mientras

intentamos sor-

t e a r

falta de manteni-

miento, las señales

defectuosas, las

señales abusivas,

la señales excesi-

vas, los radares,

los picoletos, mos-

sos y ertxainas,

todos iguales en su

sadismo y aumentar

su nómina a final de

mes, en detrimento

de la mía. Y los tú-

neles sin luz, y los

viaductos de lon-

gitudes variables,

y todos y cada uno

de ellos produc-

to de una mordida,

un soborno, y pe-

llizco a nuestros

dineros. Y algunas

obras faraónicas

que se veían en los

márgenes de nues-

tro camino.

Planta potabiliza-dora de Ciudad Real está aquí. Campo con barbecho y cereal apuntando.Vemos las señales que nos indican que el gas o algo pasa bajo la carretera, con su tubito y su color amarillo de aviso, de aviso a

trac-

tores con

sus correspondientes

remolques, y nos ponen

a 70, 50… parados casi.

El campo aparece com-

pletamente inundado,

pensamos que puede ser

el Guadiana que venga

fuera de madre o se-

rán ojos, u ojuelos, o

algo, pero tanta agua

da alegría.

Una bandada de pájaros

ha cruzado la carrete-

ra. 374, 375 aparece un

cartel que dice térmi-

no municipal de Ciudad

Real, zona peligrosa por

riesgo de autocombus-

tión Cruzamos el Gua-

diana y pensamos que las

autocombustiones están

todas apagadas ya.

Pasan las curvas, las

inmensas rectas, los

cambios de rasante, los

peraltes a contrapelo,

los baches y rodadas

de camiones, los puen-

tes que se desmenuzan

a cada pasada, los pa-

letadas de gravilla con

alquitrán que trata de

remediar en tiempos

de crisis la

Qu

e d

elirio

qu

eé d

e litio

y

a

sií ha

sta

el infin

ito

o

el fin d

el bo

te.

'

'

'

Page 144: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

las excavadoras sobre todo. Una azucarera, como casi to-das abandona-da y derruida en buena parte. Una pena, la re-molacha habrá que llevarla a otro sitio.En un monte cer-cano más de 10 antenas de te-lefonía y todo lo que se pueda, como una atala-ya. Ahora ya nos aparece la limi-tación de veloci-dad a 80 kilóme-tros por hora (el que pueda claro).Gasolinera de Repsol con su negro intenso y un indicador nos señala que Ciudad Real se encuentra a 4 kilómetros.Entramos en Ciudad Real, y entramos en una rotonda en la que se nos avisa de que no tene-mos la prefe-rencia, a pesar

d e

h a b e r

venido por una ca-

rretera nacional.

Supermercados, hiper-

mercados, urbanizacio-

nes por aquí, urbaniza-

ciones por allá, un gran

paseo muy arbolado nos

recibe y nos encami-

na al centro de Ciudad

Real, un semáforo nos

obliga a detenernos y

finalizamos este via-

je en el kilómetro 187,

junto a la puerta de

reminiscencias árabes

que reparte al viajero

diferentes opciones de

carreteras nacionales

por las que continuar

la N-420 y la N-430.

Pero eso será otro día.

Talleres, siempre es

necesario recalar en

algún taller para asun-

tos menores, un pin-

chazo, una bombilla que

se cerró para siempre o

otros asuntos de mayor

calado en la cartera,

reparaciones lentas y

sin piezas, las piezas

tardan en llegar de uno

a tres días en cualquier

lugar del mundo,

l a s

autoservicio. Otro

adelanto capita-

lista para ganar

más, ellos claro.

En contadas y go-

zosas ocasiones

el camino aturde,

aturde de tal for-

ma que las formas

se hacen colores y

estos se diluyen,

siempre en direc-

ción al sol ponien-

te, aun cuando esté

amaneciendo. Es en

esas horas incier-

tas en las que no se

sabe qué parte del

día o la noche ven-

cerá, cuando más

favorables son las

condiciones para

sentirte aturdido

y lleno de bonanza

y delirio tempes-

tuoso.

Ocasos, primave-

ras, sucesión de

líneas disconti-

nuas, bordando la

vida, siempre en

movimiento per-

petuo buscando el

fin, al menos un

final sobrevenido.

Nómadas. Playa de

Ákaba. 2013

t o s

e s t a m -

pados sobre la pla-

za de la matrícula, con

el fondo tan blanco y

lustroso. Si las avis-

pas acuden en tropel,

seguramente el invier-

no siguiente será largo

y nevado, pero esa es

otra historia.

Y las gasolineras y sur-

tidores de esos que que-

dan en zonas remotas o

en medio de una ciudad,

casi siempre cerrados

por las deshoras, casi

siempre con un opera-

rio tan desvencijado

como la propia reali-

dad que le circunda. Y

las gasolineras que te

ofrecen loterías, ja-

mones, aceites, almen-

dras, películas XXX,

naranjas (nunca peras),

y toda clase de cosas y

objetos canjeables por

acumulación de pun-

tos acumulados por

la propia esencia del

viaje, por el reposta-

do eterno del depósito

que siempre, siempre

quiere más, se vacía sin

compasión a cada cam-

bio de sentido.

Y el

piezas están en

un lugar desco-

nocido del que

tienen también

que autotrans-

portarse hasta

nuestro vehícu-

lo. Pues en estos

talleres suelo

deleitarme con

los olores a toda

clase de gra-

sas y aceites,

los calendarios

que cuelgan de

las paredes,

los comentarios

procaces de los

mecánicos y con

las avispas, sí,

sí con las avis-

pas. Las avispas

acuden raudas

ante la llegada

de todo nuevo

coche, quieren

comer fresco, se

abalanzan sobre

la el morro del

coche y rebañan

hasta el últi-

mo resto de los

insectos atro-

pellados en el

viaje. Se suelen

dedicar con es-

pecial delecta-

ción a los insec-

Page 145: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

145

Ya verem

os, eso

dije al fin

alYa verem

os, eso

dije p

ara empezar

Ya verem

os, y n

o p

ued

e serYa verem

os, q

ue esta triste can

ciónM

e dig

a, ya veremos

Infinito en tu cabeza esYa veremos, ya veremosInfinito en tu cabeza esYa veremos, ya veremos

Ya veremosYa veremos, fue en el recitalYa veremos, me dices al cambiarYa veremos, no te quieres mojarYa veremos, ya veremos

Ya verem

os, m

e dices cu

ando es verd

adYa verem

os, m

e dices p

or n

o sab

erYa verem

os, si n

o q

uieres q

ued

ar mal

Ya verem

os, ya verem

os

Y la cosa es siempre al revésNo me digas que esto puede serYa veremos, ya veremos

No m

e dig

as más q

ue vas a em

pezar

Ya verem

os, ya verem

os

Si q

uieres q

ued

ar antes d

e acabar

Ya verem

os, ya verem

os

Ya verem

os q

ue to

do p

ued

e serYa verem

os, ya verem

os

No m

e dig

as q

ue

pued

es e

mpez

arYa

vere

mos,

ya

vere

mos

Est

o e

s ah

ora

ya

el f

inal

Ya

vere

mos,

ya

lo v

imos

Ya

lo v

imos,

ya

vere

mos.

Page 146: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

146

toño amarillo.

Está siendo un otoño entre ama-

rillo y gualda. El rojo lo po-

nen los saharauis una vez más.

Como todos aquellos que han dejado las

metralletas (tan-

tos y tantos en

América Latina)

y se fían de las

convenciones, las

naciones desuni-

das o incluso las

unidas, van poco

a poco quedándose

sin fuerza, aun-

que sean muchos

sus argumentos, y

al final lo más que

logran -con los

años- es colocar

a un exguerrillero

como alcalde, in-

cluso de presiden-

te de algún país

desapercibido (con

todos mis respetos

y admiración).

El hecho de vivir a

diario en el hipertexto y en sus enlaces me

hace irme por los Cerros de Úbeda, que la

verdad no me quedan tan lejos.

Si decía al principio que este otoño es ama-

rillo, no sólo lo digo por la mirada biliar

del tal Bene Dicto (del que he conseguido no

hablar en todo el tiempo, antes y durante)

y sus acólitos, todos de mirada amarilla,

falsa, impía.

Pero si estamos

ante un otoño ama-

rillo algo tendrán

que ver la hojas de

los árboles, sobre

todo de los chopos,

que han amarillea-

do muy pronto y

se han resistido

-impertinentes-

a caer al suelo,

a la hojarasca,

para convertirse

en humus, o tier-

no lecho de aman-

tes desesperados.

Esta mañana he

visto grullas vo-

lando, iba en el

coche y no pude

escuchar el es-

truendo que las

acompaña, pero me

ha enternecido la cosa, mientras la tarde ya

es noche y escucho a BB King en sus blues más

honky town, y el sol se perdió (amarillo) tras

las colinas ya hace mucho tiempo.

Ointada. Eso que se pone en

las paredes. Existe desde

la antigüedad. Cuando tiene

varios siglos se le denomi-

na arte rupestre, parietal

o así así. Cuando el bisonte

no tenía nombre, se pinta-

ba uno. Con la evolución ahora se pone bison-

te y ya está. Tampoco hay que mezclar grasas,

pigmentos ni carbones. Los sprays se mangan e

incluso se compran y en un momento se aplican

sobre la pared. Durante muchos años la gen-

te se entrenó en las puertas de los wc. Así es

como vi la primera pintada de mi vida, que me

dejó marcado: “aquí se caga, aquí se mea y si

se tiene tiempo se la menea”. Ahora se hacen

plantillas, se pegan fotocopias, se hace arte

como hace siglos, pero algunos no dan la cara

y otros tienen mucha cara. Algunas nos dejan

sonrisas y otras lágrimas.

P

Page 147: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

147

Siempre

supe

que el

lado más

salvaje

de la vida

y de la

muerte

también

estaba en

lugares muy

cercanos

a las minasy

sus entornos de vicio

y perdición.

Hoy el grisú de una

sociedad

anónima

ha matado

a seis mineros

de repente

sin alarmas

sin canarios

en el pozo

bautizado con el nombre

de un patriarca

de la explotación del

hombre

por otros pocos hombres

y mujeres

desde sus despachos

sus consejos de

administración

sus

ministerios.

Aunque estos mineros

hayan muerto en acto de

servicio

nadie impondrá medallas

sobre sus féretros

abrazarán

presurosos y como sin

querer

a las viudas

a los huérfanos

a las madresy

mañana nadie lamentará

tanta muerte

tanta desolación

tanto abandono

allá abajo

donde todo está oscuro

y vacío

donde han quedado

los sueños

las ilusiones

el jornal

de seis mineros

seis trabajadores

seis paisanos.

Roberto

José Luis Carlos

Manuel

Antonio

Orlando

no

los olvides

no

los olvides

nunca

los olvides.

Grisú S.A.

Historia de mayúsculos nombres comunes(Hay miles de nombres que hacen historia, aquí tenemos tres casos de nombres para no olvidar)

Revista Excodra XX. 2014

Page 148: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

148

No

habéis

tenido

derech

o a

iniciale

s

sólo l

os ric

os

delinc

uentes

gozan

de ese

derec

ho.

Todos

sabem

os vue

stros

nombre

s y ap

ellidos

inclus

o los

de las

meno

res

vuestr

o buzó

n sale

en to

dos lo

s

sitios

la pue

rta pr

ecinta

da de

vuestr

o hoga

r

que di

cen qu

e es d

el ban

co, m

aldito

banco.

No hab

éis te

nido d

erecho

a inic

iales

y

se cue

nta lo

que s

e quie

re

loque

se in

venta

cada c

ual

la vec

ina

el de

la esq

uina

el per

iodista

sin e

scrúpu

los.

Sólo

sé que

la muer

te

os ha

sorpre

ndido

en vue

stra d

ignida

d

en mi in

dignid

ad

y

no

puedo

perdon

arme

que no

supie

ra

vuestr

os nom

bres d

e

vivos

y

los ha

ya ten

ido qu

e

aprend

er

de muer

tos

Enriqu

e,

Concep

ción

y

Tamara

.

Sin inic

iales

Revista Excodra XX. 2014

Page 149: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

149

Que nadie quede sin nombrarTodos tenemos

un nombreel que nosponen nuestrospadresun nombre por el

que nos llaman

un nombre por el

que atendemos

los hermanos

africanos

dejan su nombre

junto a sus

padressus hermanos

sus amigos

sus amores

dejan su nombre

y

ya no lo

recuperarán

ni siquiera

con la muerte

verde y de charol

en la playa de Tarajal

sólosé

que algunos sellamaban

Larios,Blasie.ArmandoYvesque con esa

extraña sensación

entre desesperados

eilusionados

querían una vida.

Les hemos

regalado

una muerte

la más indigna

de las muertes

la muerte

de los inocentesmientrasmuchos

miran

para otro lado

se ponen de lado

algunos incluso

con desprecio.

Revista Excodra XX. 2014

Page 150: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

V ida al margen

E l

d í a

que deci-

dí escribir

el cuento con

el que gané

el concurso de

relatos del ins-

tituto de la Pa-

lomera, creo que

aposté por mucho

más, entre otras co-

sas no volver a par-

ticipar en concursos

literarios, aunque

aquel lo gané y me

llevé las 2.500 pe-

setas de premio,

compartidas con los

colegas en las bode-

gas.

No sabía que

aquello quedaría

latente en mi inte-

rior, que publicaría

un poema en la re-

vista Diente de León y después

nada durante más de 25 años. Aun-

que escribir si hacía, pero para mí,

para mi salvación, para mi vida, para

sobrevivir.

Desde entonces he intentado ganarme

la vida como he podido en las más diver-

sas y en ocasiones absurdas ocupacio-

nes, como estas; limpia cristales,

jefe de sala de bingo,

montador de

pla-

zas de

toros portátiles,

estanquero, camarero, mozo

de espadas, manager de grupos musi-

cales, gestor cultural, actor entre se-

cundario y terciario, fotógrafo, blogue-

ro y profesor universitario que es de lo

que pago las facturas en la actualidad.

Mención aparte merece mi relación con la

música, en la formación de Deicidas, gru-

po de punk rock o rock en el que cabalgué

junto a mis compañeros los años 80,

siempre desde el otro lado,

lejos de listas,

g l a -

mour y

mamarrachadas va-

rias. En esta época es cuando

conocí a varios de los elementos funda-

mentales posteriormente, a Vicente Mu-

ñoz por aquel entonces batería de Vere-

dicto Final y a Xen Rabanal por entonces

Bufa y que además de terminar las reser-

vas de alcohol de los garitos ya se le veía

escritor, no me preguntes por qué.

Después llegaron los vaivenes, el “ase-

gurar” el puto porvenir, que no

sólo no existe sino

que no hay

dios

que lo

asegure, es más lo

único cierto es que las hos-

tias de la vida van cayendo unas sobre

otras y la presión de las mismas hace que

no puedas ni sentir dolor. Renunciando

a cualquier clase de ánimo creativo,

salvo en la más absoluta intimidad.

Después de la catástrofe al intentar

salir a la superficie a conseguir

alguna partícula de aire, retomo

los cuadernos, las libretas

y me encuentro con

una obra acumu-

lada de la que me

proponen que se dé

a conocer. Ha sido

con una cronolo-

gía saltimbanqui

en diversas edito-

riales finalizando

en la autoedición,

aunque no descar-

to participar en

cuanto proyecto

editorial interesan-

te y decente se me

proponga.

Como llego tarde

me muevo sin ce-

sar por toda la

Península, pero

no por todos

los ambientes

l i t e r a r i o s

por supues-

Page 151: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

151

Aquel futuro se truncó

hace más de ocho años

y ni era madrugada siquiera.

Los virus

cercenan el futuro

que nunca

jamás

llegará.

El futuro no está aquí

ni estará

el futuro se descompone ante

nuestros ojos

que casi siempre

miran otra

cosa

esperando que el pasado nos redima

como

caracolas con rancio rumor

de mar.

La Fanzine, 11. 2014

t o ,

las afi-

nidades existen

incluso cuando no tienes ni la

menor idea de por qué. Vuelvo a con-

tactar con mis colegas Vicente y Xen

que han seguido en el ambiente li-

terario, incluso tienen un renombre

entre los excluidos, los al margen,

si incluso podríamos decir del un-

derground (aunque las etiquetas no

me motivan y menos aun las autoeti-

quetas), ellos habían creado el fan-

zine Vinalia Trippers y poco después

comenzarían su segunda época (que

llega a nuestros días).

En un ambiente en el que no hay

dinero que repartir, ni premios que

amañar, enseguida se va tejiendo la

red del aprecio sincero y conoces

y lees y abrazas y quieres a gen-

te como Velpister, David González,

Gsús Bonilla, Ana Pérez Cañama-

res, los Bio-Lentos de Barna, Da-

vid Trashumante, Begoña Abad, Ja-

vier GM, Jorge Molinero, Barrueco,

Eladio Orta, Teresa Naranjo, y un

listado interminable gente que se

agrupa por extrañas afinidades que

nos llevan a sentirnos a gusto com-

partiendo la palabra, colaborando

en extrañas antologías, disparata-

do fanzines, diversas páginas web y

dando guerra en la redes sociales,

somos pandilla, tribu, par-

tida, nunca ma-

fia.

Page 152: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

152

Desde

la primera

foto que vi del

Chouman, siempre en negro y

blanco creo que lo que más me llamó la

atención fue su elegía de la desolación, que se

percibe perfectamente en aquel Dodge contra el

cielo o en mi mirada que intentaba ser salaz, pero

quedaba en desolada, a las espléndidas piernas de

Raquel.

Pasaron los años y pasaron los grupos y todos

querían (y quieren que Chouman) les retrate, para

los carteles, para las postales, para los discos...

pero nosotros fuimos primero, lo siento chicos,

recuerdo el papel Ilford que le traje de Madrid,

pero me estoy yendo por los cerros y colinas.

Decía que Maqroll, que es como firma desde su

conversión al digital, es un apóstol de la desolación

y no tenemos más que ver sus descampados, sus

naves abandonadas y en ruinas, para ver como

arranca la belleza de esos lugares, que dicen que

nos gustan tanto a los de León. Sus sofás y casas

desvencijadas, sus solares, alamedas y hasta la

ropa tendida te hace temer el enfrentarte a todo

ello sin precaverte, sin mirar primero desde una

esquina segura.

Sus viajes, sabemos de sus querencias portuguesas,

con esa luz y esa desolación que puede ser

saudade y la luz del oriente peninsular

y el empedrado y los paisanos y

paisanas y las ganas de

descubrir.

Dejo los retratos para el final, que en realidad es sobre lo que debería de haber hablado todo el rato, pero me gusta desobedecer las órdenes, incluso las indicaciones.

Haciendo un recuento o c l a s i f i c a c i ó n de los retratos por ocupación, profesión o pasión, vemos varios músicos, poetas, un hijo, artistas plásticos, actrices-b a i l a r i n a s -cantantes, un torero, roqueras con tienda de comics, cineastas, el mejor poeta puño en alto, un sobrino, profesores rockabillys, la hija de nuestro profesor de francés (al menos mío), un fotógrafo de ectoplasmas

Des

olac

ión

en n

egro

y b

lanc

o.

Page 153: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

153

este tío no puedes tener queja.

Olaf.Precioso retrato.

Poetas tras los cristales.Buen retrato doble, o triple.

Zapico padre.Mi padre en una foto bella.

Alicia.Encantadora y muy Bestia.

Pepe.Sensacional. Qué retrato más intenso y sencillo.

Y como el s h u t t e r c h a n c e me ha borrado muchos comentarios recuerdo que dije que Uriarte parecía un icono, con Andrei

hospitalarios,

s e c r e t a r i o s

generales del mundo mundial,

personas, labradores, una señora

y vendedores de cadenas y también

alhajas.

Como seguidor diario de tu obra

puedo ahora hacer recuento de

algunos de los comentarios que he

realizado en su momento en algunos

de estos retratos. Son sensaciones,

yo no sé decir obturador, ni casi

diafragma, y mucho menos rad. Pero

cada vez que miro siento y esto es lo

que digo.

Toño.Bueno, bueno, bueno. Te ha enseñado

las entretelas (más lo que le has

sacado tu).

Leopoldo.

La vi en la cámara, tomando una caña

poco antes del rock. Este hombre es

llevado de romería en romería, si él

lo pasa bien, genial....pero lo dudo.

El retrato magistral, incluso más.

Anibal¿Lecter?.

Pedazo de retrato,

Anibal con

Rubliov

a c e c h a n d o

y que Amancio se

esculpió a si mismo para el

retrato.

Y la de Andrés, además de gavierizarlo

absolutamente, y dejarlo desvalido,

sólo puedo decir que lo abrazaría

hasta dejarlo arrugado y que si te

acercas lo suficiente al retrato

podrás oler el pachuli, pero deberás

olerlo con el corazón.

Chouman, gracias por alegrarnos

los ojos y el alma (o lo que sea)

cada dos días con tus fotos. Tu luz

o oscuridad, lo maravilloso o lo

tétrico, lo efímero, lo cotidiano,

contarnos esas historias que

pasaban por allí, a tu lado y casi sin

querer, nos regalas para iluminar

nuestros días.

Señoras y señores, aunque

este artista vive (de

momento) de otra cosa,

no estaría de más que

nos llevásemos uno de sus

retratos a casa, previo pago

por supuesto.

Salud y belleza.

Expo

sici

ón d

e Jr

. Veg

a. 2

011

Page 154: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

154

ColasVi colas para ver la exposición del muerto de moda

Vi colas de ópera y clásica también en el pop

Vi colas en el cine, teatro, basket y fútbol…

Y a mí que me decían que colas sólo había donde aquellos comunistas

Fíjate

Quién da la vez de hoy

Vi colas de cajero automático en fin de semana

Vi colas que te den pastillas seguridad social

Vi colas para buscar buen colegio que no esté muy lejos

Y a mí que me decían que colas sólo había donde aquellos comunistas

Fíjate

Quién da la vez de hoy

Vi colas restaurantes de moda, picar y picar

Vi colas delante de Discos, porteros siempre amables

Vi colas en la puerta del baño esnifar o mear

Y a mí que me decían que colas sólo había donde aquellos comunistas

Fíjate

Quién da la vez de hoy

Vi colas en la cola del paro, revisar y sellar

Colas, a veces y a ratos me cuelo y ya está

Colas, colas, colas

Los Hondos, Zapico.

Page 155: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

155

Yo. Pronombre

personal que

normalmente lo jode

todo. Es hermano del

Ego y a veces se conjuga

inseparablemente con el

yo, mi, me, conmigo.

api. Zapico. Felipe Francisco Zapico Alonso. Ha

terminado de componer esta Etimología un día

como otro cualquiera y desde luego con la

sensación de que no se puede acabar, que todavía

se puede dar una tercera vuelta a alguna letra,

a otro alfabeto, en esta etimología de su vida,

de sus ojos, de su visión del mundo, pequeña,

raquítica, pero es lo que ve, hasta donde le dejan

las gafas de ver de lejos, cuando conduce por las

benditas carreteras nacionales, comarcales,

secundarias e incluso terciarias.

Y este resumen apresurado y exento de sosiego de una vida que ya se

vence hacia allá, a la parte del final, cuando estás seguro de que has vivido

más años de los que te quedan. Que la suerte ha sido adversa y/o favorable,

las hostias han caído sin compasión pero la suerte ha aparecido por

un pasillo en la madrugada, o en unos frenos recién

revisados, o apartándome de los mosquitos. Aquí

presento toda clase de artículos, desde los más

biográficos a los pensamientos, poemas, relatos, micro

ensayos, observaciones, canciones, narraciones, cosas

diversas e inclasificables, diversas y dispersas,

diversas y algunas incluso divertidas, pero

siempre, eso sí, combativas.

Page 156: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

156

Felices sueños, si has llegado hasta aquí, espero que esperes con ganas las Etimolomías (dos). Si eres de los que empieza por el final, primero termina el asunto y después

zzzzzzzzzzzzzzzzz.

ya hablamos.

Page 157: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

ÍNDICE ALFABETICO

Page 158: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición
Page 159: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

# Aflorismo para uberto......

....... 77

Aflorismos ...........

... 35, 82

zapiquismos............

............

... 33

55 ..............

19

63 ...........

............

... 19

454 ...........

............

.......... 117

AA perpetuidad infinita......

...........

56

AAA ...........

............

............

... 108

Acopié ...........

............

...... 36

Acto creativo en el MUSAC............

.... 77

Advierto ...........

............

. 56

Aldo I love you ...........

.......... 73

Allá ...........

............

. 64

Amiga de consolación ..........

29

Angie ...........

............

. 77

Ana ...........

........ 11

Annapurna ...........

............

.......... 98

Apostar ...........

............

..... 93

Aquel ..........

............

... 149

Arrebato ...........

............

......... 128

Auditosobres ...........

.......... 12

0

Auténtica ...........

.... 31

Ave ...........

............

.......... 57

Axfisia ...........

.......... 132

BBanquero .....

...........

38

Benidorm ......... 73

Bennet, Lou ...........

........ 39

Bestialismo alado ........ 44

Bondad Corporativa ...........

....... 62

Buitre, El .........

......... 12

Buscando la Carloteña ..........

102

Bustaid ...........

...........

14

CCacabelos no es el Gólgota......

... 121

Cada día ...........

............

.. 135

Cancún Motel ..........

...... 17

Caño roto ...........

............

........ 38

Carreteras nacionales ..........

104

Casi verano ...........

........ 83

Catarsis ...........

............

....... 78

Cena fría ...........

....... 46

Chica de ayer ...........

............

...... 48

Chiricaguas ...........

............

.. 96

Circulo polar ..........

135

Page 160: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

Ciudad deshilvanada .......... 83

Cloro al clero ...........

............

.. 90

Colas ...........

............

..... 152

Combinación ...........

............

............

... 39

Compañeros de juegos ...........

... 13

Con............

............

............

............

63

Conociendo gente que se hace apreciar .... 102

Consumé ...........

............

............

........ 59

Corazón achatarrado ...........

........ 79

Cornezuelo ...........

............

..... 31

Corto camino de vuelta ...........

.... 136

Cosechadoras ...........

............

............

... 75

Crucifijos, desamortización y librerías ..... 76

Cuando ...........

............

............

54

Culo ...........

............

............

.......... 44

DDam asco .....

............

............

............

. 37, 75

Damasco lejana y sola ...........

..... 27

Dándome ...........

............

.... 63

De bolo en bola ...........

............

.. 57

Deicidas ...........

............

. 20

Déjate melena ...........

............

............

103

Dejemos ...........

............

............

... 21

Deposita ...........

....... 63

Descubro ...........

............

.......... 81

Desolación en negro y blanco ...........

. 150

Desviado ...........

............

...... 39

Digital ..........

............

............

.. 31

Disléxico ...........

............

.... 67

Disturbios ...........

..... 77

Dolores de poesía en los bares ...........

92

Dora ...........

............

............

....... 41

EEl año que murió Chita (que era chito) ....

.... 94

El cielo ...........

............

............

..... 124

El fin ...........

............

... 60

El indiferente ...........

............

... 81

Enero ...........

............

............

...........

63

Engendrando ...........

......... 20

En un abril .........

............

............

... 63

En un pais ...........

......... 99

Entomofilia ...........

............

......... 43

Entre ...........

............

..... 128

Epístola ...........

............

............

... 65

Escaneame ...........

............

...........

67

Escribo ...........

.......... 73

Escuchando ...........

............

......... 124

Espíritu Olímpico ...........

............

........ 62

Estalló ...........

............

............

81

Estertor ...........

............

..... 15

Page 161: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

Estreno, El ..........

............

... 42

Etcétera, etcétera, etcétera ...........

.. 86

Eva ...........

............

............

.... 34, 49

Expertos ...........

............

.. 35

Expolio ...........

............

..... 72

Extraño otoño ...........

............

...... 101

FFacebook .....

............

............

.......... 20

Fea ...........

............

............

.. 54

Fine Young Cannibals ...........

...........

84

Finley ...........

............

.... 38

Fue un amor ...........

............

.... 135

Futbolines ...........

............

............

... 16

GGay Power .....

............

... 119

Goiti ..........

............

...... 23

Grano ...........

............

............

... 44

Grisú S.A. ..........

............

. 145

Grullas ...........

............

...........

.126

HHechicero .....

............

............

...........

67

Houellebecq ...........

............

....... 19

Hubiera ...........

............

.... 56

HTC ...........

............

............

... 68

IIgnorancia .....

............

... 14

Imprevisto, El ..........

............

.......... 70

Infiernos abiertos ...........

...... 133

Insatisfacción ...........

.. 47

Instructor ...........

............

............

.. 22

Introducción ...........

7

Investigo ...........

............

..... 121

J Jodido siguemepollo .....

......... 97

Joplin ...........

............

. 22

Jular ...........

...... 134

KKalashnikov .....

............

............

28

Kilómetro ...........

............

87

Kiosco ...........

........ 60

LL’âge des ténèbres .....

...... 126

La bahía de las Libélulas ...........

. 82

La diferencia ...........

............

. 48

La inmensa ...........

............

........ 95

La tierra para quien la trabaja ......... 88

Page 162: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

Laos ...........

............

............

48

Las amistades ...........

............

......... 63

Las malas ...........

............

............

134

Las paredes ...........

............

... 130

Las persianas ...........

.... 56

Las sobras ...........

.. 78

Litro de versos ...........

......... 26, 52

Lo hice ...........

............

............

80

Lo malo ...........

............

.... 56

Lo nuestro ........56

Los amantes ...........

.... 78

Luna llena de agosto ...........

..... 28

Luna Pena ...........

............

.. 91

MMarta .....

............

.......... 12

9

Martes de resurrección ...........

............

80

Me gusta que me lo pongas difícil .........

.... 137

Me has dejado ...........

............

....... 46

Medusas y sandias ...........

............

..... 74

Memoria ...........

............

......... 101

Memoria. Sombra y regodeo ............

......... 25

Metáfora ...........

............

............

.. 57

Moderno de cartón piedra ........ 69

Mojave ...........

............

....... 37

Muchas ...........

............

............

. 105

Muérdeme aunque te amargue ...........

.. 53

Mus ...........

............

............

38

NN .....

............

............

....... 23

N 341 ...........

............

............

. 26

N 403 ...........

............

.. 109

N 625 ...........

............

............

....... 122

Neperiano ...........

.......... 12

8

Nervios, El ..........

............

....... 39

No es ...........

............

............

..... 126

No hay ...........

............

........ 71

No más ...........

............

. 14

No sabía ...........

............

...46

No solo ...........

............

............62

Nos descerrajamos ...........

70

Nos encanta ...........

............

............

.. 71

Nostalgia ...........

............

......... 25

Nunchacos ...........

............

... 66

OO .....

............

.......... 12

Oda a la 12/13 ...........

............

114

Ogro ...........

............

...... 84

Olivares ...........

............

...........12

5

Olvido sintético ...........

. 30

Oscura, cámara ...........

............

42

Otoño ...........

............

39

Otoño amarillo ...........

.... 144

Oxímoron ...........

.. 38

Page 163: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

Que nadie quede sin nombrar ...........

. 147

Quebec ...........

............

............

36

RRabia .....

............

............

....... 43

Raíles ...........

............

...... 54

Ras ...........

............

............

........ 75

Rasante ...........

............

..... 25

Remaque ...........

............

. 67

Retratos de traviesas ...........

...........

58

Revival ..........

............

............

38

Rosales ...........

............

....... 15

SSe me deshace .....

............

............

..... 117

Se me esfosca ...........

............

..... 77

Se toma la palabra ...........

..... 45

Sesión continua ...........

............

........ 48

Si naciste pa martillo ...........

...... 75

Si quieres bailar ...........

....... 50

Si ya no puedo andar ...........

......... 98

Silla ...........

............

............

...........

40

Sin iniciales ...........

............

. 146

Son los días ...........

............

.... 36

Son los pàdres ...........

............

....... 18

Soy ...........

............

............

............

... 67

Subirá el IVA mientras paseo por Ferrol ... 108

Suma que te pillo ...........

............

........ 118

PPalabras de honor .....

............

. 61

Parajodas ...........

...... 57

Paseando ...........

............

. 64

Pedal Cos ...........

............

.... 85

Periódico ...........

. 38

Pintada ...........

........ 144

Piratas ...........

............

....... 23

Pirulo ...........

............

.. 37

Pobres de solemnidad ...........

...... 74

Podría ...........

............

........ 63

Poema antes de la tormenta ...........

. 89

Poema con chiflo a lo lejos ...........

........ 89

Poetas ...........

............

......... 72

Poetry Blog ...........

............

...........

21

Por qué ...........

............

.... 72

Por razones ...........

............

..........74

Port fin ...........

............

... 67

Post Políngano Epilogar ...........

.... 14

Pregúntale a Alicia ...........

......... 131

Prescrición ...........

... 63

Presente ...........

............

.... 75

Psicopatrias ...........

............

...... 72

QQ, Susie .....

............

............

........ 22

Qué cerca ...........

............

......... 72

Qué delirio ...........

............

141

Page 164: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

TTarzán......

............

............

..... 30

Tal día como hoy ...........

............

...... 24

Tanto ...........

............

............

. 71

Te ruboricé ...........

........... 10

0

The Bestiario ...........

............

........... 4

3

Tiempo ...........

............

....... 76

Todo ...........

............

..... 71

Trabajando ...........

............

...... 16

Trago ...........

............

.........86

Trampa, La ...........

............

............

..... 78

Tres años y algunos días ...........

........ 107

Trompo, tacón, canicas ...........

..... 32

UUn bote .....

............

............

... 124

Un pez ...........

............

..... 100

Una mañana............

... 37

Una semana ...........

............

..... 68

Uno de mayo ...........

............

............

. 55

VVarado .....

............

............

........ 67

Venus ...........

............

........... 38

Vida al margen ...........

............

148

Viernes 13 ...........

............

............

.. 96

Vincent Van Gogh ...........

............

..... 34

Vivimos ...........

............

.... 88

Vómitos neuróticos ...........

............

..... 19

Voz ...........

............

.......... 36

XXen .....

............

............

............

........ 34

XXXVII ...........

............

....... 45

YYa veremos .....

............

............

... 143

Yo ...........

............

............

.. 153

Yumbina ...........

............

............

......... 128

ZZapi ....

............

............

............

... 153

Zumo ...........

............

........ 90

Zzzzzzzzzzz............

............

......... 154

Page 165: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición
Page 166: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición
Page 167: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

EscupidecesTeresa Naranjo Pérez

bookkkbprofenooo bookb

profenoo

Me importaun verso¡ !Alfredo López Nicolás (MINE)

bookbprofenoo

Alfredo López Nicolás (MINE)

GUARACHA DE ISLA VERDE

&GUAGUANCO

DE LAS ISLAS VIRGENES

José Luis Moreno-Ruiz

´

´

Ana Castelbón

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issuu.com/ebookprofeno

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Otros tí tulos:

A

anatomía de un

bolsoteresa naranjo pérez

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Page 168: Etimolomías de Felipe Zapico Alonso. 3ª edición

api. Zapico. Felipe Francisco Zapico Alonso. Ha

terminado de componer esta Etimología un día

como otro cualquiera y desde luego con la

sensación de que no se puede acabar, que todavía

se puede dar una tercera vuelta a alguna letra,

a otro alfabeto, en esta etimología de su vida,

de sus ojos, de su visión del mundo, pequeña,

raquítica, pero es lo que ve, hasta donde le dejan

las gafas de ver de lejos, cuando conduce por las

benditas carreteras nacionales, comarcales,

secundarias e incluso terciarias.

Y este resumen apresurado y exento de sosiego de una vida que ya se

vence hacia allá, a la parte del final, cuando estás seguro de que has vivido

más años de los que te quedan. Que la suerte ha sido adversa y/o favorable,

las hostias han caído sin compasión pero la suerte ha aparecido por

un pasillo en la madrugada, o en unos frenos recién revisados, o

apartándome de los mosquitos. Aquí presento toda clase de

artículos, desde los más biográficos a los pensamientos,

poemas, relatos, micro ensayos, observaciones, canciones,

narraciones, cosas diversas e inclasificables, diversas

y dispersas, diversas y algunas incluso divertidas,

pero siempre, eso sí, combativas.

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