exaltación de san juan evangelista, vera-cruz, baeza

21
A ciento cuarenta y cuatro días...

Upload: vera-cruz-baeza

Post on 28-Mar-2016

219 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Exaltación de San Juan Evangelista, por D. Juan García Cuevas, 23 de noviembre de 2013. Cofradía de la Santa Vera-Cruz, Baeza

TRANSCRIPT

A ciento cuarenta y cuatro días...

2

Toma tu cruz, y sígueme. Tomemos nosotros la cruz, y sigámosle.

Cuántas veces hemos oído hablar de la cruz, cuántas veces hemos leído, visto o besado la cruz. Su materialidad, bien sea de madera, de oro, plata o piedras preciosas, ya se encuentre en nuestras plazas, o sobre la cabecera de nuestra cama, ya cuelgue de nuestro cuello, o ya corone una torre o simplemente, ya sea la que hacemos con nuestra propia mano para signarnos sobre nuestro pecho, no tendrían ningún sentido si Él no hubiera cargado con esa cruz y hubiera muerto en ella. Cristo la santificó y desde entonces es veneración, devoción y amor. Y este será el símbolo más elocuente que jamás haya existido, ni podrá existir.

3

La cruz son dos palos que se cruzanun madero que besamosastilla de la suyaes el madero de la vida el que al pecar soportamosno un ingrato trabajo ni enfermedad sin curaes perdón y gracia es amor y dulzuraesa que Él arrastró por la calle de la amargura.

La cruz es también sufrimiento es derrota y es lamentodonde cabe la victoria de vivir creyendoque aún queda la gloria de alcanzar en el cieloesa vida eterna que esperamos con anhelo.

Habla a todos los que sufren sin desprecio ni rencoreshabla a los marginadosa los que le piden favoreshabla al que le escuchasin excusas ni abstenciones.

Esa cruz que en el ochenta y cuatrojunto a un mensaje tan fecundopara que recorriera el mundoentregó a los jóvenes Juan Pablo II.

4

La que hasta Baeza vinopara ser ciudad cirineay como en la antigua Judeaacompañarle en su camino.

La cruz es la esperanza que le habla al oprimido la voz que escucha el desvalido y mano que se tiende al enemigo.

Es la cruz de la Caridad, de la Pazy la que se hace con un olivoes la cruz de San Juan de Ávilaes la sin pecado Concebidaes la cruz de la familia es la cruz de la vidaes la cruz de la Misericordia de los que piden auxiliopara una Buena Muerte entre Columna y martirio.

Es la cruz que cae en la Magdalenaque sin túnica nazarenava soportando el de injusta condenaes la cruz Trinitaria, la Humilde y buenaes la cruz de la Salud y la que hasta al cielo con Ella llevanla que se alza en el Calvarioo esa que en la madrugá porta un sudario.

Pasa la cruz del Pasoque bendice ante el Sagrario a ese Dios que Desciende con tres marías a sus brazos.

5

Expira entre Angustiascuando baja por san Pabloy una madre solaque entre Dolores te está hablado.

Pero está la cruz de la gloriade alcanzar con victoriaesa Resurrección y redenciónla que conmueve a un Niñocuando tiene una ilusión.

La cruz es la esperanza,de convertir el dolor en alegríasu aislamiento, en comuniónsu muerte, en vida.

Ofrece la esperanza ilimitadaa este mundo, a veces sin sentidodel que nos preguntamos tantas cosasporque no encontramos respuesta a lo vivido.

Por eso necesitamosesa cruz que hablede esperanza y fortalezade amor y no violenciacon tolerancia y honestidadde respeto y responsabilidadcon justicia y solidaridad en la fe y la humildadde esta cruz que serála que Dios juzgará cuando nos quiera llevara la gloria de su nombrey de ahí a la eternidad.

6

*

Señor Consiliario de la Agrupación Arciprestal de Hermandades y Cofradías de la ciudad de Baeza, representante de la Agrupación, señor Prioste, Junta de Gobierno y querido Grupo Joven de la Ilustre y Venerable Cofradía de la Santa Vera Cruz. Hermanos todos, buenas noches.

Debo comenzar por devolverle a mi presentador, el mismo cariño y afecto que ha puesto en sus palabras hacia mi persona y que creo me vienen grandes. Gracias.

Igualmente agradecer a las manos de mi buen amigo Fernando Curiel, el magnifico regalo que han tenido a bien plasmar sobre papel. Esta entrañable escena de abrazo, donde se demuestra lo cerca que están dos corazones.

Agradecerles también a ustedes el honrarme con su presencia, y el que acepten mis disculpas pues de sobra sé, que no acertaron en designar a mi persona como voz que promulgase esta exaltación que conmemora los veinticinco años de la Imagen de San Juan Evangelista en nuestra Hermandad.

Si me permiten quisiera comenzar, como así lo hiciera Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud, del pasado verano en Rio de Janeiro;

“No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso que se me ha dado: Jesucristo”.

Pero yo, vengo hablarle a aquellos que ensalzan el nombre de Diosvengo hablarle, al hombrevengo hablarle, al pecadoral indiferente y al justoal cristiano y al amor.

7

Ese que por ti prodiganhijo del creadora los que vinieronpor compromiso o a los que le salió del corazónvengo hablarle a usted, mi Diosno traigo na’ más que mi personapara honrar así tu donese que Tú distea tu hijo el Salvadorpara que llegase a este mundoy traer la salvación.

Fueron doce los que escogióy fueron doce los que enviópara predicar la palabrala que Él les enseñótomaron su cuerpoy bebieron su sangrecon esto les bastó para un día alcanzarel reino que les prometió.

Pero hoy un servidor ha de hablar de un señorese que por amorfue bendito y enaltecidopor Cristo el redentor.

Es el discípulo amadoera un simple pescadorbarbilampiño y el más jovende los que seguían al Salvador.

8

Tiene por emblema un águilasímbolo de su visióny un libro por autordel cuarto evangeliodonde narra a nuestro Dios.

Patrón de teólogos y escritorespero también de la juventudporque así hace honornuestro humilde guiónque los jóvenes alabenel nombre del Señor.

Hermano de Santiago el Mayorson ya veinticinco los años de devociónque con sus manos hizoHernández León.

Es de esta sencilla exaltaciónvista y protagonistade estas palabras que aluden a San Juan Evangelista.

“Dios es amor y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él”. (1 Jn 4, 16).

El Papa emérito, Benedicto, en una de sus audiencias, decía que era muy difícil encontrar texto semejantes a esta frase en otras religiones. Por lo tanto, esas expresiones nos sitúan ante un dato realmente peculiar del cristianismo.

9

Un tema característico de los escritos de san Juan es el amor. Ciertamente Juan no es el único autor de los orígenes cristianos que habla del amor. Dado que el amor es un elemento esencial del cristianismo todos los escritores del Nuevo Testamento hablan de él, aunque con diversos matices. Pero si hemos de saber que fue Juan quien con insistencia y de manera incisiva lo pone de manifiesto en sus líneas principales.

San Juan, como apóstol y amigo de Jesús, nos muestra cuáles son los componentes o fases del amor cristiano, un movimiento caracterizado por tres momentos.

El primero procede de la fuente misma del amor, que el apóstol sitúa en Dios, llegando a afirmar, como hemos escuchado, que “Dios es amor”. Juan es el único autor del Nuevo Testamento que nos da una especie de definición de Dios. Dice que “Dios es Espíritu” o que “Dios es luz”. De esta forma san Juan quiere decir que el elemento esencial constitutivo de Dios es el amor y, por tanto, toda actividad de Dios nace y está marcada por el amor. Todo lo que hace Dios, lo hace por y con amor, aunque no siempre podamos entender inmediatamente el amor en algunas cosas.

Dios ha demostrado concretamente su amor al entrar en la historia humana mediante la persona de Jesucristo, encarnado, muerto y resucitado por nosotros. Este sería el segundo momento constitutivo del amor de Dios. Como escribe Juan;

“Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna”. (Jn 3, 14).

Así, el amor de Dios a los hombre se hace concreto y se manifiesta en el amor de Jesús mismo.

El amor de Jesús por nosotros ha llegado hasta el derramamiento de su sangre por nuestra salvación. El cristiano, al contemplar ese exceso de amor, ha de preguntarse cuál ha de ser su respuesta. Y creo que cada uno de nosotros, hemos de preguntárnoslo siempre de nuevo.

10

Esa pregunta nos introduce en el tercer movimiento del amor. Al ser destinatarios de un amor que nos precede y supera, estamos llamados al compromiso de una respuesta activa, que para ser adecuada ha de ser una respuesta de amor. Donde Juan nos refiere estas palabras de Jesús;

“Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Como yo os he amado, así amaos también vosotros los unos a los otros”. (Jn 13, 34).

Debe dirigirse a todos sin distinciones, sin excusas ni abstenciones, pues el amor no tiene otra medida, que el no tener medida. Sólo el que ama es feliz.

“Donde hay amor, ahí está Dios”.

Como el buen corazón del Papa que hoy nos guía dice; tengo la certeza de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni lo pasado, ni lo presente, ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios.

Esta realidad del amor fiel que Dios tiene para cada uno de nosotros nos ayuda a afrontar con serenidad y fortaleza el camino de todos los días, que a veces es también lento y cansado. Sólo el pecado del hombre puede interrumpir este vínculo, pero incluso en este caso, Dios siempre buscará al hombre para restaurar con él una unión que perdure también después de la muerte.

Así lo decía Juan, la verdadera riqueza es el amor de Dios, compartido con los hermanos. Escuchémosle, escuchemos y sintamos ese amor que viene de Dios, ¿no lo notan? hace que nosotros lo compartamos con nosotros y nos ayudemos los unos a los otros. Sean siempre generosos con Dios y con los demás, no se pierde nada, y en cambio, es grande la riqueza de vida que se recibe. Nos alienta a dar testimonio de las razones de la esperanza que brota de él, y nos anima, a ofrecer a todos las riquezas inagotables de su amor.

11

Cristo tiene confianza en los jóvenes, como la tuvo en Juan, un joven veinteañero, al que confió el futuro de su propia misión, ir en su nombre para alimentar la llama de amor fraterno que arde en cada uno de nuestros corazones. Seamos como él, vayamos y hagamos discípulos. Vayamos más allá de las fronteras de lo humanamente posible y creemos un mundo de hermanos y hermanas.

Nosotros también tenemos confianza en Cristo, no tenemos miedo de arriesgar con Él la única vida que tenemos, no tenemos miedo a lo que Dios nos pide, porque sabemos que no vamos a ser defraudados. ¡En Él está la alegría!

Así es como el amorresulta de verdad cristianocomo así lo dijoel discípulo amado.

El único de los doceque no murió martirizadoese que Jesústenía abrazadoen la última cenay sentado a su lado.

Fue testigo de la agoníade Cristo junto al olivoal que siguió y nunca echó en el olvido.

El único de los doce que allí en la cruz estaríaacompañando a una madreque nunca abandonaría.

12

Y es por eso que Jesúscon susurro de amor diríaque allí clavado en la cruza su madre entregaría.

Y fue Juan quien recibiótan sublime encargode tomar como madrea la madre del soberano.

Y así ser hijos todos los cristianosque a través de Juan estamos representados.

Y la tomó como suyay Madre del mundo enteroy san Juan, el primero.

Y ahí está a su ladocon vestidos de bordadova de rojo por amory de renaciente primaveraes el verde su color.

Juan, el de joven corazónel discípulo que creyó el que nunca dudóquien acompañó su pasión y fue testigo, de la resurrección.

Ser joven y ser cristiano es posible. ¡Se puede ser apóstol siendo joven!¡Se puede ser cristiano siendo joven!y miren ustedes de ejemplo,a mi grupo joven.

13

He de quitarme el sombreropara hablar de esta genteque es como si fuera de frentecon paso largo un costalero.

Como a la tierra el aguacomo a la sombra el solcomo a un niño un juguetecomo a la corneta un tambores como me hace falta a mi esta gentedentro de mi corazón.

Todos distintos,edad mucha variaciónpero la fe que les muevees digna de admiración.

Ellos que son san juanes de la vidavan con Jesús caminandoa la vera de María. Llevan dentro sangre bañada de caridad y amory es por eso que les hablede su peculiar don.

Don que encontré en esta Hermandady de Dios fue una bendiciónque con verdad y certezame brindaron la grandezade vivir en la oración.

14

Son gente humildebondadosa y gentilcomo los pequeños de nuestro coroque son enanos de mi sentir.

Juntos hemos vividouna fe sedientay hasta hemos rezadobajo una tormenta.

Dios nos ha demostradola grandeza de su seruniéndonos a todosy creyendo aún más en Él.

Venid muchachos venidque quien quiera sentirtiene aquí la puerta abiertaa formar parte de este fin.

Y toma mi mano si necesitas ayudaque es normal que te inquiete la duda.

Coge tu pluma nazarenoque vas a escribir como Juanla historia de tu evangelio. Vente a rezar el credoque en el año de la fepidió el sucesor de Pedro.

15

No importa cuántos somosni cuantos seremospero lo que de verdad sabemoses que vas a sentirque Dios es grandey lo vas a vivir.

*

En esta Hermandad, cada uno de ustedes, a su manera, ha sido un medio que nos ha facilitado a muchos jóvenes tener preparado el camino para encontrar a Jesús. Y este es el servicio más bonito que nuestras hermandades pueden ofrecer, ser discípulos, como lo fue Juan. Preparar el camino para que todos podamos conocer, encontrar y amar al Señor.

Le hablo a quienes cuentanel tiempo por madrugasy que han hecho de este grupouna fe por donde va.

Son relojes en el tiempode una familia cruceraque sueña con soñarte andandoy de fondo una espinaquera.

Cuentan las horas,sin esperar a na si quierapara rezar con los piesen una eterna primavera.

Que está puesta la nocheya solo falta esperarque llegue la horade esa bendita madrugá.

16

Que llega la hora y que esto comienzaque ya van debajo esas almas que albergana la fe y al sentimiento de creer y saber que un amanecer todo comienza.

Que llora hasta el querubínque corona la Catedralde verte madre míaa ti llorar.

Y es que a quien no sobrecojapor esas calles empedráscon el silencia a tu pasoy el frío que va detrásno conoce la dulzura de ver a san Juan consolara la Aurora más hermosade cada madrugá.

Señora, salga usted a la puerta no se vaya usted a perderque en Baeza ya es de día y ha llegao el amanecer.

Vino, esperó y llegócomo viene, espera y llegaesa luz mañaneraque su pena alivió.

Viene con paso largoy con ayuda de Simónun nazareno andante entre promesa y oración.

17

Está enfilando Matillaque en San francisco le espera el solpara alumbrarle la caraal divino redentor entre una nube de inciensoque hasta aquí llega el olorpasa por delantedonde todo se fundó.

Ya con brillante luzapuran los costalerosesos últimos anhelosen la plaza de Santa Cruz.

Ahí viene el consuelodel discípulo abrazandoa la madre que suspiraentre lágrimas de llanto.

Era tal su agoníaque hasta la cera llorabacuando enfila ya de díay el viento le acariciabapor la calle compañía.

Mira costalero, mirasi esto no es maravillaver la cara del Señora través de la canastilla.

Llevas la gracia en tu mantoy eres Rocío en el albacomo al hijo que amala reina del Viernes Santo.

18

Despacio y eleganciay el pie siempre al sonque llevan sobre sus hombrosla sagrada conversación.

Sagrada conversaciónentre abrazo y lamentaciónque va un puñal hiriendo su sagrado corazón.

Y este año te alumbranjunto al evangelistaesas velas que anunciana los nuevos veracrucistas.

Juan, déjame soñarte, puesque quiero como túestar al pie de esa cruzpara volverla a ver.

Quien fuera sudario que vueleo viento que tu semblante acariciacomo esa fina brisaque el rosario de tu mano mece.

Quien fuera manoque alargue el brazo y abraceen una madrugá eternatu cara enmarcá en encaje.

Que son veinticinco primaveraslas que camina Juan a tu veraconsolando tu pena amargacomo cada Semana Santa.

19

Y va llegando la hora...Tu gozo se hace quebranto en el lento amanecereres la rosa escogidaeres bendita mujercuando las tinieblas se escondeny el sol empieza a florecer.

Y va llegando la hora...Tú que eres bienhechorade esta vida soñadoracomo celestial aromadel clavel y la amapola.

De esta Hermandad protectoray de sus jóvenes cautivadoraDios así lo ha dictadoque yo fuera en esta noche, como san Juan a tu lado.

Sé de mi sueño conciliadoraque como un loco enamoradotengo en mi corazón talladoel nombre de una Señoraque es mi Virgen de la Aurora.

20

Por Juan García Cuevas, en Baeza a veintitrés de noviembre y del año de la fe de 2013.

A mis amigos del Grupo Joven de la Vera Cruz.Y al amor que en la ciudad de Córdoba tiene preso mi corazón.

21