fabulas quechuas

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  • 5/23/2018 Fabulas Quechuas

    1/9

    LA MARIPOSA NOCTURNA

    Viva un matrimonio feliz con el primer fruto de sus amores.

    El esposo emprenda sus viajes dejando a su mujer anegada en llanto, pasndose

    las noches en vigilia, hilando. Una noche, desvelado el nio pregunta a su madre:

    Qu era aquello que revolotea- ba a su alrededor y que le hablaba? La madre por

    toda contestacin le dice: Es mi amante, mi carioso compaero que viene a

    hacerme compaa.

    Regres el marido en momentos que haba salido su mujer y se puso a conversar

    con el hijo e interrogarle por lo que haca la madre durante las noches de su

    ausencia. El chicuelo le refiri que vena su amante todas las noches, que se hallaba

    despierta hasta muy tarde, hilando, y que hablaba con l.

    Apenas escuch, se fue a su encuentro y, desbarrancndola, le dio muerte.

    Cierta noche cuando, taciturno con surecuerdo, contemplaba absorto la luz encendida,

    de pronto el muchacho se pone a gritar: All

    est el amante de mi mam, el que la

    acompaaba, sealando la mariposa que sola

    venir cuando su madre velaba.Inmediatamente se dio cuenta del error en que

    haba incurrido y presa de desesperacin muri

    de pesar.

    IPTU

    Kohuanhuan huarmi cuska cahuacurcanak cusi cushila aupak shonkon

    cuyacuynin huahuanhuan.

    Najanirshi taitannninca ilacok, huarminka huaccarcur acchihuan huaraita

    putchacacok. Huc paccashi huambraka mana punuita atipar mamanta jayatchacun:

    imata chai muyupayasukniqui? Mamanka ninshi: chaicca huainami, cuyacuynimi,

    yanakaknimi.

    Olkocak cutiramun huayinta, huarmi ilayaptin, tapupan churintaka, pi

    mamanman shamunkanta, ima rurankantas; uchuclaka rimapacun:huainanhuancakok pakaspa mapucama; shamun mamaman yanakaknin.

    Caita mayarurka, pinacushas huarminta taripa- cun, huanurcachin cutchparachir

    ucrun rakraman.

    Huc tuta punchau pakashi huarmilampita yarpacatchayaptin huaccacur

    acchita ricaicur ricai- cur kayaptin; hualashla kapatchacuipa nin: chaka mamapa

    huainan; shamok, mamata yanakak, iptu parikatchayakta acharayar.

    Chairakshi taitan ilak rurankanta musiarur, laquicuylahuan huanurun.

  • 5/23/2018 Fabulas Quechuas

    2/9

    LOS GORRIONESUn muchacho travieso trep a un rbol aliso y cogi un nido de gorriones.

    La madre de los pjaros, que lo ve, da voces al macho avisndole:

    Oye!, mira a nuestros hijos, an desnuditos, se los lleva ocultndolos bajo el

    poncho! Ay, hijo!

    Hijo mo!

    Qu importa! Deja que se los lleve. Todava hay semilla!

    Ah, qu pena! No digas eso!, porque darlos a luz cuesta trabajo y dolor.

    As son todos ustedes los hombres!

    LA HUACHUA Y LA

  • 5/23/2018 Fabulas Quechuas

    3/9

    ZORRA

    Preguntaba una zorra a la huachua por qu sus hijuelos tienen las patitas

    coloradas. Y sta le contesta:

    Sabrs que acostumbro a ponerlos sobre las brazas y por eso el fuego se las

    enrojece.

    As lo hizo la zorra, quien deseaba para sus hijos patitas encarnadas, pero los

    infelices cachorritos sucumbieron sin dejar ms recuerdo que sus cenizas.

    Encolerizada la zorra, buscaba a la

    malvada huachua; pero sta que la vio

    venir, puso a las espaldas sus polluelos y

    de un vuelo cay al otro lado del ro.As la huachua se libr de la zorra

    poniendo el ro por medio, mientras sta

    buscaba un paso, en la imposibilidad de

    vadearlo.

    Esto nos ensea que debe uno estar

    satisfecho con aquello que la naturaleza le otorga..

    EL SESINO Y EL P STORViajaba de noche un hombre por las punas, sin ms compaa que la de su hermoso

    perro Uchucachi.

    Se entretuvo ste conversando con un agroy, en tanto que aqul, ajeno a todo

    cuidado, prosegua su camino. De pronto sale de una cueva un malhechor y lo

    detiene para matarle.

    Le rog no le hiciera dao; y finalmente como se mostrase inflexible a sus

    splicas, acab por pedirle le concediera la gracia

    de entonar su cancin de despedida.

    Se la otorg, y comenz en alta voz a decir:Uchucachi, ya no volver a verte!

    Uchucachi, ya no te probar!

    Uchucachi, no condimentars mi comida!

    Uchucachi, te extraar mi fiambre!

    Uchucachi, adis, adis para siempre!

    Uchucachi , que ste era el nombre del perro, al

    escuchar la llamada angustiosa de su amo, vol

    como el viento, librndole de las manos del

    asesino, a quien cogi por el cuello y estrangul.

  • 5/23/2018 Fabulas Quechuas

    4/9

    EL PUM Y L ZORR

    Haba helado tanto que un pobre puma yaca tiritando de fro al pie de una

    loma, cuando acert a pasar una zorra describiendo piruetas en el aire para entrar

    en calor. Se detiene y le dirige la palabra.

    Oye, compadre!, ya que estamos friolentos vamos a calentarnos azotndonos

    mutuamente; pero eso s, antes nos amarraremos los pies a fin de no encolerizarnos

    y hacernos dao.

    Dicho y hecho. Le toc primero al puma, que at de pies y manos a la zorra y le

    arrim unos cuntos zurriagazos hasta hacerla brincar.

    Le lleg su turno a la zorra, la que, a su vez, atrinc al puma y lo flagel

    despiadadamente. Dejndolo amarrado, huy sin dar o dos a sus lamentos,pues lo supona irritadsimo, y no sin razn, despus de la manera cruel comolo haba zurrado.

    El puma, dolorido y maltratado, logr desasirse como pudo, jurado castigar

    ejemplarmente a la que haba osado burlarse azotando sin compasin al rey de

    los animales. Caminaba en pos de la desvergonzada zorra, cuando a pocos pasos

    la apercibe profundamente dormida tras unas matas de paja. Coge un manojo de

    briznas y se le pone a cosquillar el hocico a la muy taimada, que sacuda su

    poblada cola, exclamando ufana: Chuspi (moscas), fuera, que estoy durmiendo

    despus de haber azotado al puma!. Y repeta: Chuspi, fuera que estoy

    durmiendo despus de haber zurrado al feroz puma!. Con esto lo encolerizaba

    ms, recordndole su afrenta; as que cogindola por el rabo y sin darle tiempo

    para encomendar su alma, la avent barranca abajo, donde se hizo polvo.

    "Nunca debe uno ufanarse de haber cometido una felona; que el castigo no se hace

    esperar"

    unin con la sagacidad haban derrotado a la soberbia.

  • 5/23/2018 Fabulas Quechuas

    5/9

    LA JARACHUPA Y EL UTUSHCURO

    Caminaba distrada una jarachupa cuando

    repar en un utushcuro triste y abatido, que

    presa de hambre iba jadeante arrastrndose

    penosamente por entre las malezas de un

    matorral.

    Oruguita, adnde vas? le pregunt la muca .

    A roer la raz de las yerbas respondi con voz apagada y trmula.Pas el invierno con sus hielos y sequas, sus inclemencias y rigores; vino la

    primavera con sus lluvias y rocos, sus flores y sus frutos.

    Se volvieron nuevamente a encontrar los camaradas, y ya con la cabeza erguida e

    inflado de orgullo el irascible gusano, se deslizaba infautado por entre las caas y

    mazorcas de un tupido maizal, sin dignarse a mirar a la jarachupa, que, sorprendida

    por ese cambio y extraada de tanta arrogancia, le interroga:

    Seor gusano, adnde se est usted yendo?

  • 5/23/2018 Fabulas Quechuas

    6/9

    Irguindose an ms, la enfurecida oruga contest altanera y con mucho nfasis:

    A comer corazn de choclos negros!

    Y tanto y tanto se irgui el guapo utushcuro, que alcanz a divisarlo un chihuacu y

    se lo devor.

    As hay hombres que en la adversidad se arrastran humillndose; pero cuando

    llegan a poseer algo, se yerguen altivos y soberbios olvi- dando lo que fueron.

    Por eso, nios mos, para no correr la desas trosa suerte del utushcuro, es menester

    conservarse siempre humildes y modestos

    EL ZORRO Y EL SAPO

    Como yo nadie corre: acaban de perseguirme cinco rangalidos perros y me veo

    aqu como si tal cosa no hubiera sucedido.

    Qu sera de ti en un percance anlogo al

    que acabo de pasar? le deca cierto zorro a

    un sapo.Seor zorro, es preciso no ser tan

    jactancioso ni alabarse tanto, que, acaso, me

    atrevera a apostarle una carrerita.

    Desgraciado! T no haces otra cosa que saltar en el mismo sitio y no avanzas. Se

    burlaran de m al verme disputando a correr contigo. Pero voy a darte gusto

    quitndote de la cabeza tan des- cabellada pretensin, a fin de que te infles menos

    cuando gritas.

    Ah, seor orgulloso! Yo grito en verdad, pero vos ladris. Qu diferencia existe

    en nuestra voz! A m me conocen y no me huyen; pero quin no se ahuyenta,

    cuando, car... car!, vaga usted por lomas y quebradas. Ah, demonio de Carcaria,

    alabancioso!

  • 5/23/2018 Fabulas Quechuas

    7/9

    Djate de insultos que entre personas decen- tes se arreglan las diferencias con

    buenas palabras.

    Ests dispuesto, seor volador, a portarte?

    Si es as, hasta maana.

    Al da siguiente se present el sapo con un hermoso perro como juez llamado

    Yanajaracha y el zorro suplic a un agroy le sirviera de testigo.

    Dada la voz de partida, el zorro sali a todo escape por sobre las yerbas y malezas;

    pero no bien haba recorrido un corto trayecto cuando oye que gritan: huac!

    Se me ha adelantado el sapo murmura- ba el zorro, y apura; mas un nuevo

    huac! y otro y otros ms, y segua el huac! huac! del sapo, hasta que sin alientos

    lleg a la meta, donde le repeta: huac!

    Avergonzado el zorro confes la partida, excusndose con que se le haban

    enredado las piernas en las yerbas; pero que era otra cosa tratando de correr cerroarriba.

    Cmo sucedi eso?

    El astuto sapo haba apostado, a manera de chasquis , de trecho en trecho en toda

    la travesa a sus compaeros ocultos bajo la yerba, con la con- signa de dar la voz a

    medida que notaran que se iba aproximando el zorro.

    Para un zorro sabiondo hay un sapo malicioso.

    UNA FBULA QUECHUA

    Fue en las vacaciones cuando el abuelo Amador

    decidi relatamos los lindos Cuentos andinos que l

    atesoraba.

    Nosotros felices porque era lo que nos exiga la

    profesora: leer a los autores peruanos.

    Empezar dijo- por contarles una fbula annima

    que nos motiva a valorar nuestra autoestima:

    Era una vanidosa zorra que sinti asco al saber que

    el sapito cazaba moscas. Pero el sapito no se amilan

    por las burlas de la raposa, pues ese era

    su medio para sobrevivir. Es ms, cuando la zorra le

    propuso que sea su sirviente, el sapito lo rechaz

    aduciendo Que ambos eran iguales y Que, incluso, l poda superarla en un evento

    de velocidad. La zorra estall en carcajadas.

    http://3.bp.blogspot.com/-Y-xgoZBhkFs/T20UG937yPI/AAAAAAAACLM/fXi4dv94Sfo/s1600/EL+ZORRO.jpg
  • 5/23/2018 Fabulas Quechuas

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    Perotuvo que aceptar el desafo para no quedar mal ante los dems. Acordaron que

    ella correra por la orilla del ro y el sapito lo hara bajo el agua. La raposa lo llamara

    cada cierto trecho y l contestara: toc, toc! ... As corrieron por tres kilmetros y para

    molestia de la zorra, el sapito siempre contestaba vigoroso a su llamado, mientras

    que ella luca cada vez msagotada.

    Lo ms grave sucedi en la puna. La zorra tena el rostro amoratado por el cansancio.

    Quiso seguir, mas desfalleci en ese instante, mientras que a lo largo del ro iban

    surgiendo un sinfn de sapitos que cantaban felices -toc, toc; toc, toc!- por la

    victoria lograda.

    La autoestima en

    L J R CHUP Y EL UTUSHCURO

    Caminaba distrada una jarachupa cuando repar en un utushcuro triste y abatido,que presa de hambre iba jadeante arrastrndose penosamente por entre las malezas

    de un matorral.

    Oruguita, adnde vas? le pregunt la muca .

    A roer la raz de las yerbas respondi con voz apagada y trmula.

    Pas el invierno con sus hielos y sequas, sus inclemencias y rigores; vino la

    primavera con sus lluvias y rocos, sus flores y sus frutos.

    Se volvieron nuevamente a encontrar los camaradas, y ya con la cabeza erguida e

    inflado de orgullo el irascible gusano, se deslizaba infautado por entre las caas y

    mazorcas de un tupido maizal, sin dignarse a mirar a la jarachupa, que, sorprendidapor ese cambio y extraada de tanta arrogancia, le interroga:

  • 5/23/2018 Fabulas Quechuas

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    Seor gusano, adnde se est usted yendo?

    Irguindose an ms, la enfurecida oruga contest altanera y con mucho nfasis:

    A comer corazn de choclos negros!

    Y tanto y tanto se irgui el guapo utushcuro, que alcanz a divisarlo un chihuacu y

    se lo devor.

    As hay hombres que en la adversidad se arrastran humillndose; pero cuando

    llegan a poseer algo, se yerguen altivos y soberbios olvi- dando lo que fueron.

    Por eso, nios mos, para no correr la desas trosa suerte del utushcuro, es menester

    conservarse siempre humildes y modestos