faix la autoficción como teoría y su uso práctico

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Ensayo académico sobre la autoficción como forma literaria de difícil delimitación genérica, que empezó a definirse a partir de 1977, en Francia, cuando Serge Doubrovsky--respondiendo a una problemática planteada por el teórico francés Philippe Lejeune a propósito de la escritura autobiográfica--publicó la novela Fils (paratexto dondeya aparece la ambigüedad a través del doble sentido de la palabra), en cuya contraportadaremite al género literario al que podía pertenecer la obra.

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    La autoficcin como teora y su uso prctico en la enseanza universitaria de la literatura

    Dra FaixUniversidad Etvs Lornd (ELTE) de Budapest, Hungra

    IntroduccIn

    Qu es la autoficcin?

    La autoficcin es una forma literaria de difcil delimitacin genrica que em-pez a definirse a partir de 1977, en Francia, cuando Serge doubrovsky respon-diendo a una problemtica planteada por el terico francs Philippe Lejeune a propsito de la escritura autobiogrfica public la novela Fils (paratexto donde ya aparece la ambigedad a travs del doble sentido de la palabra), en cuya con-traportada remite al gnero literario al que poda pertenecer esta obra: Auto-biografa? no. Ficcin de acontecimientos y de hechos estrictamente reales. Si se quiere, autoficcin, por haber confiado el lenguaje de una aventura a la aventura del lenguaje (doubrovsky, 1977: contraportada).

    En esos mismos aos se produca en Espaa el final de la dictadura franquista y la transicin a la democracia, contexto histrico que ya de por s poda favo-recer el resurgimiento de la escritura autobiogrfica para recuperar la memoria individual o colectiva a travs de la literatura. Sin embargo, la presencia de este tipo de literatura haba empezado a notarse incluso antes, y a partir de los aos setenta y ochenta solamente se acrecienta la escritura personal, bajo la forma de diferentes gneros autorreferenciales (autobiografas, memorias, dia-rios y epistolarios) y la intrusin de lo autobiogrfico en la novela, dndose una infinidad de modos para revelar y ocultar a la vez la identidad del sujeto literario (Molero de la Iglesia, 67). dentro de la larga lista de escritores que po-dramos incluir entre los cultivadores de la autoficcin, en las ltimas dcadas se han considerado pertenecientes a este gnero heterogneo y ambiguo obras de Antonio Muoz Molina, Javier Maras y Enrique Vila-Matas, por mencionar tan solo algunos ejemplos. de ellos, Javier Maras rechaza la etiqueta autoficcin, mientras que Enrique Vila-Matas no solamente la acepta, sino que la convierte en nuevo instrumento ldico de su literatura. Los textos de estos escritores son especialmente tiles y oportunos para la clase debido a que han visto la luz en los ltimos aos, son actuales y remiten, cada uno a su manera, a la poca en la que estamos viviendo.

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    La autoficcin en la enseanza

    En cuanto a la metodologa, el tema pertenece a la didctica de la literatura, un campo de investigacin reciente o en formacin que empieza a lograr cierta inde-pendencia despus de estar en el mundo acadmico espaol muy estrechamente vinculado con la didctica de la lengua 1. En los ltimos aos, ambas se estn nutriendo con nuevas perspectivas o contribuciones metodolgicas que unen, por ejemplo, la didctica de la literatura con las nuevas tecnologas de la informacin, o la didctica de la lengua con la teora y la crtica literarias 2. En mi propuesta tendr importancia fundamental la idea tradicional de que en la enseanza de la literatura es fundamental el enfoque comunicativo (el factor que una la di-dctica de la literatura a la de la lengua), pero me basar sobre todo en los ms recientes desarrollos de la teora y la crtica literarias, e intentar demostrarles que estos ltimos pueden resultar sumamente enriquecedores, puesto que permiten disear actividades didcticas integradoras, interdisciplinarias, que desarrollan e incentivan la lectura de textos literarios, desarrollan la capacidad interpretativa de los estudiantes y promueven, al mismo tiempo, sus aptitudes para la investigacin cientfica.

    El presente trabajo describe los contenidos y el resultado de un curso universita-rio impartido en el departamento de Filologa Hispnica de la universidad Etvs Lornd (ELtE) con participacin de estudiantes hngaros (en cuyo caso se trata tam-bin de una clase que une la enseanza de la literatura con la del espaol como lengua extranjera) y varios estudiantes Erasmus que llegaron desde diferentes univer-sidades espaolas.

    LA tEorA SoBrE LA AutoFIccIn

    Efecto de motivacin

    El libro de Madeleine ouellette-Michalska sobre la autoficcin, evoca las ins-talaciones del fotgrafo estadounidense Spencer tunick, las cuales me parecen perfectas para introducir el tema de manera un poco provocadora, incluso chocan-te, y despertar el inters de los alumnos, motivarlos a que expresen su opinin. El intercambio de ideas e impresiones da lugar ya a partir del primer momento a la interaccin entre los participantes. Las fotografas o instalaciones del fotgrafo

    1 Adems de los aos de publicacin (que datan en su mayora del periodo 2001-2012), lo expresan abiertamente varios autores (Bombini, 2009: 53-74; Cruz Calvo, 2005: 96-111; Leibrandt, 2007: disponible en web, en la pgina http://www.ucm.es/info/especulo/numero36/didalite.html) aunque ya en 1988, Eloy Martos Nez pretenda con-tribuir a establecer los fundamentos cientficos de la Didctica de la Literatura (Martos Nez, 1988: 8).2 En este sentido, debemos destacar la obra de Martina Lpez Casanova y Adriana Fernndez, titulada Ensear literatura: Fundamentos tericos: propuesta didctica, en la cual los autores trazan un breve recorrido por distintas propuestas tericas (como el formalismo o la teora de la recepcin) porque consideran que el tratamiento de los textos literarios requiere una didctica que parta de la teora literaria, tanto en el nivel educativo superior como en el medio (Lpez Casanova - Fernndez, 2005: 32).

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    mencionado representan a multitudes desnudas, colocadas en determinadas pos-turas, y agrupadas en composiciones. Fueron realizadas en grandes ciudades del mundo, entre ellas varias del mundo hispnico, como caracas, Santiago de chile, Mxico d.F. o So Paulo. En mayo de 2007, tunick reuni en el zcalo de Mxico d.F. a cerca de 19.000 personas desnudas que se ofrecieron como voluntarios para formar parte de la composicin (a cambio de una foto firmada por su cola-boracin). observemos bien las imgenes e intentemos contestar, con la ayuda de los estudiantes, algunas preguntas. Se pueden considerar estas fotografas obras de arte? Si lo son, qu expresan? cul pudo ser el objetivo del fotgrafo al rea-lizarlas?

    Podemos plantear algunas posibilidades, algunas incluso estremecedoras. ouellette-Michalska seala, por ejemplo, que adems de la vulnerabilidad del cuerpo, que segn sugiere tunick iba a ser uno de sus objetivos, estas instala-ciones representan el sometimiento de la multitud a una persona determinada, a una especie de lder, el cual dirige el acto, decide todo y mueve a los par-ticipantes desnudos a sus anchas, determinando desde el lugar hasta la postura (a veces humillante) de los cuerpos. La autora evoca a ttulo de ejemplo unas instalaciones en las cuales las masas de cuerpos desnudos, inmviles y pasivos, evocan a los condenados a las cmaras de gas de la Segunda Guerra Mundial.

    observemos estas fotografas y pronto descubriremos, por ejemplo, el contraste entre la presencia humana, multitudinaria y las calles vacas. La fotografa ex-presar el carcter inhumano, fro, de las grandes ciudades? Adems, la multitud compuesta por personas desnudas, forma un espacio bien delimitado, con abso-luto respeto de las lneas rectas como lmites las personas forman una fila a lo largo de una calle o constituyendo un bloque compacto. Se tratar de barreras que no pueden pasar, de obstculos que no pueden vencer? El escenario juega, sin duda, un papel fundamental. otro ejemplo: una multitud desnuda en el interior de un teatro puede hacer referencia al papel de las artes en general (a travs de la obra, los espectadores se ven a s mismos como realmente son). En otra compo-sicin, mujeres desnudas construyen un puente sobre un canal de msterdam. Al tratarse nicamente de mujeres, podemos decir que son ellas las que sustentan el puente para poder pasar de una orilla a otra, lo cual se puede explicar de varias maneras. A travs de estas ideas, y las contribuciones de los estudiantes (que van a ser numerosas, interesantes e igualmente vlidas), podemos llegar a la conclusin de que los cuadros de tunick son mucho ms que la representacin arbitraria de personas desnudas. Son obras de arte en las cuales adems de la fantasa, y a veces tambin del humor, se transmite un mensaje, el cual est estrechamente vinculado con nuestro mundo.

    Sigamos aludiendo a un fenmeno cotidiano muy actual. Evoquemos cmo en la actualidad el cuerpo desnudo, que normalmente se reserva(ba) al espacio ms ntimo, pasa al espacio pblico, cmo se exhiben los detalles ms ntimos (las relaciones amorosas, las enfermedades, el sueldo y otros detalles personales) en los medios de comunicacin, donde programas de tipo Big Brother el Gran

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    Hermano o The real world muestran a personas que durante varios meses pasan las24 horas del da delante de las cmaras. Estamos preparando el terreno para pasar al mbito de la literatura, donde veremos cmo el desnudarse, no solo fsica sino tambin emocionalmente, pasa a ocupar un lugar cada vez ms relevante. Porque las artes reproducen los fenmenos sociales de nuestra poca. Hoy, los temas ms ntimos (como, por ejemplo, la homosexualidad), que antes no pasa-ban al mbito artstico, o lo hacan de forma camuflada, pueden aparecer en la literatura, en el cine, en el teatro. Este complejo fenmeno social nos conduce, casi sin darnos cuenta, a las posibles causas del auge del gnero autobiogrfico y biogrfico, de las llamadas novelas ntimas, las apariciones del autor en sus ficciones, la tendencia en la literatura actual a la introspeccin, a la subjetividad, a la cada vez mayor protagonismo del yo en los textos.

    Posibilidades interdisciplinarias

    El tema de la autoficcin nos permite tambin trabajar de forma interdiscipli-nar. Evocar, por ejemplo, paralelismos con la pintura. Porque la aparicin de la figura del autor en el texto literario se llev a cabo de forma simultnea a la apari-cin del pintor en su cuadro. Lo seala Manuel Alberca, en su libro El pacto ambi-guo, mencionando algunos cuadros que en clase podemos utilizar perfectamente para ilustrar el proceso de aparicin cada vez ms evidente del artista en su obra. comencemos con Filippo Lippi, uno de los primeros pintores que se dejaron ver en sus lienzos. En su cuadro Disputa con Simn el Mago y La crucifixin de San Pedro (1481-1482) se deja ver pero formando parte de un grupo, casi escondido (aunque mirando hacia el espectador). tambin vale la pena contemplar cuadros de Sandro Boticelli, Albrecht drer (el primer autorretratista que se atrevi a mi-rar de frente al espectador) y rembrandt (quien se representaba continuamente, y en su Portrait de lartiste au chevalet mira ya fijamente hacia el espectador, retratndose con mucho realismo con ojeras, arrugas, la nariz grande y el pelo despeinado, y con los objetos tpicos el pincel y la paleta que abiertamen-te apuntan a su profesin de pintor).

    Las diferentes posibilidades de manifestacin de la autoficcin pueden tambin analizarse en otros mbitos, como la fotografa, el cine, la psicoanlisis, la socio-loga, la msica, pero tambin podemos aceptar otras perspectivas, propuestas por los propios estudiantes. El aprovechamiento de este paralelismo interdisciplinar incluso puede dejarse para el final del curso y podemos dejar que los alumnos interesados analicen un mbito determinado.

    Un instrumento bsico para la interpretacin

    El siguiente paso debe ser el de la preparacin terica. En cuanto a la teora lite-raria sobre la presencia del autor en el texto, podemos tener como punto de partida el famoso ensayo de roland Barthes sobre La muerte del autor, publicado en el volumen Le bruissement de la langue de 1968, el cual representa el final de la crtica

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    literaria basada en aspectos biogrficos del autor, y dio lugar a la deconstruccin de la nocin clsica de autor. Sin embargo, la desaparicin del autor no fue defi-nitiva, en primer lugar porque ya al ao siguiente, en 1969, en su ensayo titulado Qu es un autor?, Michel Foucault contradeca la postura extrema de Barthes, en segundo lugar porque el propio roland Barthes soprendera algunos aos despus a los lectores y a la crtica publicando Roland Barthes par Roland Barthes (1975), una autobiografa muy especial que utiliza el recurso de la tercera persona narra-tiva para hablar de s mismo, adjuntando al mismo tiempo imgenes de su lbum de fotos, profesional y personal. Vale la pena observar las imgenes y analizar con los estudiantes algunas pginas de este interesante libro. Probablemente, el debate representado por Barthes y Foucault alrededor de la figura del autor jug un papel importante en el fenmeno del renacimiento del autor como sujeto autobiogrfico y la aparicin de este gnero ambiguo y polmico, que parece mezclar novela y autobiografa, la autoficcin.

    tal como lo he expuesto al inicio, el trmino autofiction surgi como respuesta a los planteamientos de Philippe Lejeune, quien en Le pacte autobiographique, publicado en 1975, plantea que habiendo identidad entre narrador y autor dif-cilmente podamos hablar de pacto novelesco. En la clase debemos destacar las ideas claves de Philippe Lejeune, porque constituyen la base de todas las reflexio-nes tericas sobre el tema de la autoficcin y deben de ser el punto de partida para darles una pista de anlisis a los estudiantes. Las ideas de Philippe Lejeune sola-mente en una pequea parte fueron traducidas al espaol (as como al hngaro), por esta razn, podemos completar nuestra bibliografa con textos originales de Lejeune dependiendo de las capacidades (es decir, los conocimientos de francs) del grupo.

    de todas formas, las ideas que se deben presentar y debatir obligatoriamente en la clase son las ya clsicas de Lejeune sobre la autobiografa, muy en especial su definicin del gnero como relato retrospectivo en prosa que una persona real hace de su propia existencia, poniendo nfasis en su vida individual y, en particular, en la historia de su personalidad (Lejeune, 1975: 14) 3, siguiendo con las categoras en las que deben cumplirse los criterios autobiogrficos: la forma del lenguaje, el tema tratado, la situacin del autor, y la posicin del narrador. debemos destacar sus ideas en cuanto a la identidad de autor y narrador, as como entre narrador y personaje principal, que son las condiciones fundamen-tales de la autobiografa. una vez llegados a este punto, planteemos las mismas preguntas que hace Lejeune: cmo se puede expresar en el texto la identidad entre narrador y personaje?, cmo se manifiesta la identidad del autor y del narrador-personaje? y qu significan identidad y parecido? Podemos encontrar y comentar las respuestas con los estudiantes de manera activa. Por ltimo, de-bemos definir lo que entiende Lejeune por pacto autobiogrfico (contrastando el trmino con pacto novelesco y referencial).

    3 Traduccin ma al espaol.

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    Por ltimo, tambin debemos introducir una actividad basada en El pacto ambi-guo, ya evocado, de Manuel Alberca, quien aclara las ideas de Lejeune aadiendo reflexiones muy tiles. Sealemos, por ejemplo, que en el pacto autobiogrfico el autor no solamente cuenta la verdad, sino que le promete al lector contarle la verdad, es decir, se comporta segn dos principios fundamentales: el principio de identidad y de veracidad. A propsito podemos tratar el tema de la identidad no-minal (la importancia del nombre propio) y de la referencialidad externa (es decir, la relacin del texto con la realidad). Adems, los cuadros trazados por Manuel Alberca (que representan las diferentes posibilidades de las novelas del yo) no solamente resultan sumamente enriquecedores desde el punto de vista terico, sino tambin desde el didctico, porque sirven para trabajar de manera muy activa en la clase, permitiendo que observando los cuadros, los estudiantes saquen sus propias conclusiones sobre el tema.

    despus de haber sentado las bases contextuales y tericas del anlisis, vamos a pasar a la aplicacin prctica de la teora en textos literarios concretos.

    dE LA tEorA A LA APLIcAcIn PrctIcA

    Ejemplos (Juan Mars, Antonio Muoz Molina, Javier Maras, Enrique Vila-Matas...) 4

    de los diferentes escritores que pueden servir de ejemplo para demostrar ya en la prctica las caractersticas de un texto autoficcional, yo he elegido en la clase la presentacin de tres escritores Juan Mars, Enrique Vila-Matas y Javier Maras que sirven para ilustrar, cada uno a su manera, un aspecto diferente de la presencia del autor en el texto y de la autoficcin. El caso de Juan Mars es especial, porque todas sus novelas abundan en elementos autobiogrficos, sin embargo no se pue-den considerar ni autobiografas ni autoficciones.

    El segundo ejemplo, El mal de Montano (2002) de Enrique Vila-Matas, mues-tra que la intertextualidad (con otras obras de la literatura mundial y tambin con las propias del escritor) no solamente arroja luz sobre Vila-Matas y su escritura, sino que le abre mil puertas posibles al lector (y a los estudiantes): en primer lugar porque nos/les incita a leer un sinfn de obras, en segundo lugar porque multiplica las posibilidades de interpretacin. Igualmente podemos basar nues-tra interpretacin en los fuertes vnculos que El mal de Montano mantiene con los diferentes textos del yo, puesto que a partir de la primera pgina del libro, la escritura autobiogrfica est constantemente presente, y reaparece a travs de mltiples formas y reminiscencias en los captulos siguientes. Esta presencia intensa y multifactica del gnero autobiogrfico puede servir de punto de parti-da para observar que en medio de las constantes transformaciones y juegos que minan la confianza del lector, solamente una emocin se mantiene con com-pleta seguridad a lo largo de la obra: la sensacin de miedo, de preocupacin

    4 Las interpretaciones se presentan en los artculos que aparecen en la bibliografa.

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    constante por la enfermedad del mundo de la literatura (y de la cultura) a finales del siglo xx y a principios del siglo xxi.

    Por ltimo, el tercer ejemplo puede ser Javier Maras (autor de un texto de ca-rcter terico sobre el tema Autobiografa y ficcin), y su novela Todas las almas (1989), la cual nos permite emparentar los textos literarios con imgenes sacadas de la realidad (la ciudad de oxford y las diferentes instituciones, desde All Souls college hasta las libreras de la ciudad), y tratar el tema de realidad frente a fic-cin, de autor frente a narrador, por destacar solamente dos aspectos relevantes.

    Presentacin en clase de un autor de libre eleccin (expresin oral)

    despus de la preparacin terica y los ejemplos presentados por el profesor, podemos pasar a la aplicacin prctica de los conocimientos por parte de los propios estudiantes. El tema concreto (es decir, el texto literario a analizar) es de libre eleccin, aunque el profesor puede ayudarles con algunas sugerencias, una lista posible de escritores que se podran analizar (en nuestro caso, la lista con-tena nombres desde Miguel de unamuno y ramn Mara del Valle-Incln, hasta camilo Jos cela, Antonio Muoz Molina o Julio Llamazares), naturalmente siem-pre dentro de lo que corresponda al inters de la clase (en nuestro caso, literatura espaola de los siglos xx y xxi).

    El mtodo didctico es el siguiente: los estudiantes preparan sus estudios en casa, despus realizan una presentacin oral en clase (usando un documento de Powerpoint o una presentacin de tipo Prezi 5 o repartiendo fotocopias con ejem-plos textuales concretos) y despus de haberla hecho, debern tambin entregar su trabajo por escrito. Para ello, tendrn a su disposicin un lapso de tiempo para enriquecer su anlisis con los comentarios hechos en clase, en el momento de la presentacin oral del tema.

    Interpretacin por escrito de un fragmento de texto (expresin escrita)

    El curso termina con una clase en la cual los estudiantes debern analizar por escrito un fragmento literario que les ha sido entregado por el profesor, preferi-blemente sin decir el nombre del autor y el ttulo de la obra en cuestin. ocultar el nombre del autor e incluso del ttulo de la obra puede resultar sumamente til, porque de esta forma los estudiantes se ven obligados a concentrarse en el texto propiamente dicho. tambin pueden intentar adivinar quin puede ser el autor del texto, basndose en las referencias textuales de carcter autobiogrfico. En nuestro caso, el fragmento provena de Diario de un hombre humillado de Flix de Aza, donde despus de la entrega del anlisis individual del texto, hemos comentado brevemente el paratexto, ya de por s elocuente.

    5 www.prezi.com

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    Las interpretaciones escritas de los estudiantes, sumamente interesantes, han demostrado que el mismo texto puede dar lugar a una multitud de interpretaciones incluso teniendo el mismo punto de partida terico, y tambin, que la teora de la autoficcin sirve para descubrir nuevos aspectos de los textos literarios (los cuales, adems, no necesariamente se refieren al autor propiamente dicho), as como para motivar y entusiasmar a los estudiantes a que lean con atencin, y no teman a deducir y expresar sus propias observaciones sobre los textos.

    concLuSIn. SoBrE LA utILIdAd dE LA AutoFIccIn En cLASE

    En este curso sobre la autoficcin hemos podido avanzar desde los textos te-ricos hasta la aplicacin prctica de los conocimientos, mientras que desde el punto de vista didctico, los estudiantes han tenido la oportunidad de perfeccionar todas las destrezas: la comprensin auditiva (comprensin del discurso, incluso acadmico, del profesor, y el de los dems estudiantes), la comprensin lectora (leyendo textos tericos y literarios), la expresin oral (en todas las clases y, muy en especial, en el momento de hacerse las presentaciones individuales) y la expresin escrita (al elaborar la versin escrita de sus interpretaciones y el trabajo escrito al final del curso). A lo largo del curso es relevante la interaccin oral, tanto entre profesor y estudiantes, como entre los propios estudiantes.

    La teora de la autoficcin solamente en parte es asequible en espaol, por lo tanto, la lectura y comentario de los textos tericos en espaol se deben completar con textos en francs, en ingls y en hngaro, lo cual permite realizar un trabajo es-pecial: dependiendo de la composicin del grupo (la nacionalidad de los estudian-tes y sus conocimientos de idiomas) podemos repartir las lecturas, para que luego todos compartan con los dems sus conocimientos haciendo un resumen terico de lo que han ledo. de esta forma, el saber individual se convierte en una basede conocimientos comn, y la actividad en la que todos deben interactuar permite un mayor grado de intercambio de informacin. Al mismo tiempo, de esta forma podemos tambin elaborar (abierta y conscientemente) un vocabulario especfico multilinge sobre la presencia del autor en el texto literario y, muy en especial, el tema de la autoficcin.

    tomando en consideracin que los textos exhiben no solamente la seas de un autor determinado, sino que, en un sentido ms general, remiten tambin al contexto social en el que nacieron y no solo a travs de lo que dicen sino fun-damentalmente a travs de cmo lo dicen (Lpez casanova-Fernndez, 2005: 16), tambin cabe destacar que el tema contribuye ampliamente al conoci-miento del mundo de los estudiantes, y muy en especial del mundo espaol, y no solamente de ndole literario, sino tambin cultural y socioeconmico. natu-ralmente, el tema de la autoficcin no solamente se vincula con la cultura espa-ola, sino tambin con realidades del mundo entero y que fcilmente se prestan al anlisis, al comentario, nos motivan a expresar nuestra opinin (por ejemplo

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    sobre la presencia y el papel de los medios de comunicacin en la sociedad de hoy, el exhibirse, el desnudarse pblicamente, etc.).

    En cuanto a los textos literarios, siempre resulta interesante indagar las huellas ocultas de un autor concreto y preguntarse sobre sus propsitos y, teniendo en las manos un instrumento terico (que siempre podrn ir ampliando), los estudiantes probablemente se fijarn ms en otros textos literarios, querrn aprovechar las po-sibilidades interpretativas que les ha ofrecido el mundo de la autoficcin. El cur-so se basa en un gnero literario concreto que al final resulta aprovechable en un mbito mucho ms amplio, con muchsimas perspectivas de aprovechamiento.

    BIBLIoGrAFA

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