fallecimiento del doctor josé clemente paz en montecarlo
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Fallecimiento del Doctor José Clemente Paz en Montecarlo
El 10 de marzo de 1912, fallecía el Doctor José C. Paz en
Montecarlo; por quien nuestra ciudad y municipio llevan su nombre. Abogado,
diputado y diplomático, fundador del semanario “El Inválido Argentino” y del
diario “La Prensa”.
Al comenzar el siglo XX, José Clemente Paz había confiado la dirección
del diario “La Prensa” a su hijo Ezequiel P. Paz, trasladándose definitivamente
para Europa, encargando al arquitecto francés Louis-Marie Henri Sortais, el
diseño de una mansión frente a la Plaza San Martín, que fue la más grande de
la ciudad y la que no alcanzó a habitar1.
Residía en la ciudad de Montecarlo cuando se produce su fallecimiento
el 10 de marzo de 1912.
Producido el deceso, la noticia fue difundida rápidamente en la
Argentina, a través de todos los periódicos nacionales, especialmente a través
del diario “La Prensa” dirigido por su hijo.
Cumplido el ritual de las exequias en Montecarlo, su familia decidió
trasladar sus restos hacia su última morada, el panteón de la familia Paz en el
Cementerio del Norte, actual Recoleta, en la ciudad de Buenos Aires.
Retrato dibujado de José Clemente Paz
En junio de 1912 sus restos fueron trasladados hasta Boulogne Sur-Mer
para ser embarcados hacia Buenos Aires. En el puerto, su féretro cubierto por
la Bandera Argentina, recibió las honras fúnebres de ministro plenipotenciario.
1 Ver www.museodejosecpaz.com.ar Efemérides Octubre “2 de octubre de 1842, nacimiento de José C.
Paz”
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Formaban la guardia de honor soldados del ejército francés. Despedían
los restos, entre otros, el secretario general de la Prefectura y el alcalde de
Boulogne Sur-Mer, y el Presidente de la Cámara de Comercio, haciendo uso de
la palabra los señores Jules Claretié y Víctor Margueritte. En representación del
gobierno argentino, lo hizo el representante diplomático en Francia, Enrique
Larreta2, quién entre otros conceptos expresó: “Para aquellos que colocan por
encima de todo, en su concepto de vida, los sentimientos caballerescos, estos
despojos mortales son una verdadera reliquia de la lealtad y el honor.
El señor Paz tenía en efecto, es preciso reconocerlo, un alma leal y valerosa, y
su gran energía fue ciertamente expresión de una conciencia firme, siempre
excitada por el ideal”.
Después de relatar la obra emprendida en su juventud, el diario “La
Prensa”, Larreta continuó sus palabras diciendo: “Ciertamente, no es esta la
ocasión de honrar las altas cualidades del espíritu y de corazón del señor Paz
por un relato de su larga vida, toda llena de filantropía y clarividencia.
Esta bandera que ahora envuelve su ataúd, bajo el resplandor de la
inmortalidad de nuestro gran héroe San Martín, en la ciudad de Boulogne Sur-
Mer, las palabras tan conmovedoras que acaban de ser pronunciadas, y
finalmente, la guardia de honor formada por soldados franceses, estos
soldados a quienes se nos enseña en nuestras escuelas a considerar como
hijos predilectos de la gloria, he aquí, señores, el más bello homenaje que se
ha podido rendir al señor José C. Paz, amigo entusiasta de Francia, gran
patriota y luchador sin reproche, cuya vida fue un ejemplo magnifico de varonil
energía, energía creadora de bienestar, de confianza, y, como acaba de decir
el ilustre escritor Jules Claretié, de higiene moral”.
Larreta finalizo sus palabras agradeciendo “al gobierno de la República
Francesa esta nueva señal de amistad hacia nuestro país y me hago intérprete
de mi gobierno dirigiendo la expresión de mi vivo reconocimiento al secretario
general, al alcalde, al presidente de la Cámara de Comercio… por el homenaje
tan elocuente que acaban de rendir a la memoria del señor José C. Paz”.
Sus restos, acompañados por miembros de su familia y amistades,
fueron embarcados en el Cap Finisterre con destino a Buenos Aires.
A principio del mes de julio de 1912 arribaron al puerto los restos
mortales del Doctor José C. Paz. Su fallecimiento tuvo repercusión en todo el
país y su entierro en el cementerio de la Recoleta fue acompañado por una
inmensa multitud3.
La Revista Caras y Caretas, en su edición del 13 de julio de 1912, bajo
el título de “Exequias del Doctor José C. Paz (1912)”, publicaba toda la
2 Francisco Javier Ruiz de Luque “Un argentino ilustre, José C. Paz”, Buenos Aires, 1942 http
3 http://www.acciontv.com.ar/soca/paz/fall/paz1.htm
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información del acontecimiento, desde la llegada al puerto Buenos Aires del
buque con sus restos mortales, hasta su entierro en el Cementerio del Norte.
Revista Caras y Caretas
Con la publicación de abundantes fotografías, la Revista Caras y
Caretas informaba: "El desembarco de los restos mortales del doctor José C.
Paz, traídos desde Europa a bordo del Cap Finisterre, ha servido para que el
público de Buenos Aires exteriorizase de un modo elocuente todo el pesar que
la desaparición de la descollante personalidad produjo en la masa general de la
población de la República.
La multitud que acudió a la dársena norte a presenciar el desembarco de los
despojos del extinto; la nutrida columna que luego siguió al ataúd, cubierto por
el pabellón nacional, a través de diversas calles de la metrópoli; la enorme
concurrencia que asistió a los funerales y la que más tarde tributó a la memoria
del doctor Paz su respeto póstumo en el Cementerio del Norte, constituyeron la
demostración más completa de cómo el pueblo rinde espontáneamente sus
gratitudes a todos los ciudadanos que han sabido poner al servicio de la patria
sus talentos y virtudes.
Los discursos pronunciados en el acto del sepelio del doctor Paz han servido,
por lo demás, para condensar y expresar en forma adecuada el duelo general a
que nos asociamos".
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El Cortejo por el Paseo de Julio (hoy Leandro N. Alem) esquina Viamonte
Aguardando los restos del Dr. José C. Paz en la entrada a la Catedral
Descendiendo el féretro en la Catedral para la misa de réquiem
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El cortejo fúnebre en la puerta del edificio de “La Prensa”
Por la calle Florida hacia la Plaza San Martín
Llegando a la Recoleta
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Juan Pablo Sáenz Valiente, Ministro de Marina, haciendo uso de la palabra
en nombre del Poder Ejecutivo, y
Estanislao S. Zeballos haciendo la oración fúnebre
Depositando los restos del Doctor José C. Paz en el Panteón de la familia