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ESCUELA PREPARATORIA REGINA AVALOS NO.267
MATERIA: PROYECTOS INSTITUCIONALES
TEMA: PROYECTO DE INVESTIGACION DEL
FENOMENO SOCIAL: (FEMINICIDIOS EN MEXICO)
EQUIPO: GUTIERREZ ALVARADO DIEGO
VILLALVA GARCIA KARLA
AYALA GAYTAN ALONDRA MONSERRAT
HERNANDEZ AMBROSIO OSCAR
GRUPO: 2°
GRUPO: 2-05
PROFESOR: RENE ROBERTO ISIDRO
INTRODUCCIÓN:
Hace algún tiempo en nuestro país, sobre todo desde este año se le está dando
relevancia a un tema preocupante y que requiere de rápida acción, nos referimos
al delito popularizado como feminicidio.
A diario escuchamos hablar de homicidio, parricidio pero lo que se está haciendo
realmente habitual es el término feminicidio, en circunstancias que es un crimen
que cruza todas las clases sociales y etnias. Este tipo de delito expresa un
sentimiento de posesión y control de las mujeres por parte de los hombres.
Sin duda este flagelo se debe al excesivo machismo que aún perdura en nuestra
en nuestra sociedad, entre otros factores de relevancia, por ejemplo enfocándose
dentro del mismo machismo, una de las principales causas de este tipo de muerte
son los celos, que terminan en este tipo de actuaciones y resultados tan trágicos.
No obstante este problema social existe desde hace muchos años y no sólo en
nuestro país, el tema principal es que ahora está saliendo fuertemente a la luz
pública con el objeto de intentar poner un freno a este dilema que afecta no sólo a
la víctima, sino también a toda su familia y a todos sus cercanos y que por
supuesto nos hace daño a todos como sociedad.
Según las Naciones Unidas: feminicidio es “el asesinato de mujeres como
resultado extremo de la violencia de género, que ocurre tanto en el ámbito privado
como público y, comprende aquellas muertes de mujeres a manos de sus parejas,
ex parejas o familiares, asesinadas por acosadores, agresores sexuales y/o
violadores, así como aquellas que trataron de evitar la muerte de otra mujer y
quedaron atrapadas en la acción feminicida.”
De acuerdo a cifras entregadas por SERNAM el año pasado un total de 45
mujeres fueron asesinadas en Chile por sus cónyuges, parejas o ex parejas.
En este año ya son, en nuestro país, 53 mujeres que han sido asesinadas sólo por
el hecho de ser mujeres.
¿Qué es el Feminicidio?
Independientemente de la edad, escolaridad, clase social, estado civil, religión,
raza o etnia, las mujeres se enfrentan a diversas formas de violencia por su
condición de género, que adquiere diversas expresiones como la violencia
psicológica, física, sexual, económica, patrimonial y feminicida -la que culmina en
el homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres.
El término feminicidio se refiere a los asesinatos de mujeres motivados por el
sexismo y la misoginia, porque implican el desprecio y el odio hacia ellas, porque
ellos sienten que tienen el derecho de terminar con sus vidas, o por la suposición
de propiedad sobre las mujeres. Los feminicidios son la expresión de la violencia
extrema contra las mujeres y niñas. Representa una experiencia de terror
continuo, donde figuran humillación, desprecio, maltrato físico y emocional,
hostigamiento, violencia sexual, incesto, abandono, sin embargo, es importante
precisar que no toda violencia que ocasiona la muerte de una mujer puede ser
considerada como feminicidio, porque cuando el género de la víctima es
irrelevante para la persona que la asesina, se trata de un asesinato no feminicida.
El Feminicidio muestra que la violencia contra las mujeres es social y
generalizada, como resultado de las relaciones de inequidad de género, que no es
"natural" y se genera en un contexto social permisible a esa violencia.
En México, el término ha sido trabajado por la Doctora Julia Monárrez Fragoso,
quien retomando el marco teórico propuesto por de Diana Russell afirma que el
feminicidio es el resultado de la relación inequitativa entre los géneros; la
estructura de poder y el control que tienen los hombres sobre las niñas y mujeres
que les permite disponer sobre sus vidas y sus cuerpos, decidiendo ellos el
momento de la muerte; los motivos a los que se recurre para justificar el asesinato;
los actos violentos que se ejercen en el cuerpo de la víctima; la relación de
parentesco entre la víctima y el victimario; los cambios estructurales que se dan en
la sociedad; la falta de investigación y procuración de justicia por parte de los
aparatos de impartición de justicia; lo que implica necesariamente la
responsabilidad y/o complicidad del Estado.
Causas del feminicidio.
De los puñetazos y patadas se ha pasado a los acuchillamientos, a los martillazos.
La violencia contra la mujer se ha tornado cada vez más brutal. La situación es
preocupante y las medidas adoptadas nunca son suficientes.
Muchas mujeres mueren en manos de sus parejas. Otras milagrosamente logran
sobrevivir aunque las marcas quedarán por siempre en sus cuerpos y el dolor en
el alma.
De acuerdo a la información que brinda el Ministerio de la Mujer las mujeres que
sufren de violencia familiar están en el rango de los 18 y 35 años. Estos mismos
estudios revelan también las zonas de mayor incidencia de ataques.
Las razones que llevan al feminicidio son variadas pero la más común son los
celos. Muchos hombres agresores alegan que los celos los llevan a cometer el
asesinato de sus parejas. Sobre todo si se trata de una supuesta infidelidad.
La segunda causa que lleva a un hombre a perpetrar ese delito es la decisión de
su pareja de separarse, lo que no es aceptado por su agresor. Mientras que el
rechazo o la negación a una relación también es motivo de ataque. La adicción a
las drogas y el alcohol también se cuentan como causantes de la violencia del
hombre hacia la mujer.
Otro motivo es el machismo en la sociedad actual todavía existe un fuerte arraigo
de la población masculina a creer que son superiores a las mujeres lo que
conlleva a la discriminación y el maltrato constante, que regularmente termina en
el feminicidio. El agresor es una persona criada dentro de una cultura machista
cuyo objetivo es mantener el control sobre una mujer hasta lograr su
subordinación.
El hombre machista acusa a la mujer agredida: “Se lo buscó”, “desobedeció”, “no
me atiende”, “no siguió instrucciones”, “ella sabe que no puede”, “tengo que usar
la fuerza para controlarla”, “el que manda soy yo”.
¿Los feminicidios como reacción de un “machismo ofendido?”
En relación con las estructuras sociales, las estructuras machistas son
consideradas como la base de la violencia específica de género. El hecho de que
no se trata sólo de lugares comunes y de prejuicios lo documentan los resultados
de los estudios realizados en 2005 y 2010 por el Consejo Nacional para la
Prevención de la Discriminación (CONAPRED). El menosprecio y la discriminación
contra las mujeres están tan arraigados en la sociedad que el 15% de los hombres
encuestados consideran que es legítimo invertir menos en la educación de las
hijas. El 22% les concedió a las mujeres capacidades menores en el ejercicio de
puestos de alta responsabilidad, y 40% estuvieron de acuerdo con la afirmación de
que las mujeres deberían realizar un trabajo apto para su sexo.3 La discriminación
específica de género en México no sólo se refleja en las desiguales oportunidades
educativas, en el mayor desempleo y en la paga más baja a mujeres adolescentes
y adultas. También se muestra en el hecho de que, en amplios sectores de la
sociedad, la violencia contra las mujeres es considerada normal o, por lo menos,
justificada. Aun cuando casi la totalidad de los hombres encuestados rechazaron
verbalmente la violencia física contra las mujeres, casi una cuarta de ellos opinó
que la causa de las violaciones radica en la conducta provocativa de las víctimas.
Los tipos de violencia identificados en los feminicidios son
causados por los siguientes factores:
a) Violencia física. Desde bofetadas puñetazos, estrangulación y patadas hasta
golpes con bastones porras o látigos uso del fuego o de ácidos para causar dolor
y daños de larga duración e incluso el homicidio.
b) Violencia sexual. Puede focalizarse inicialmente por las violaciones.
c) Violencia psicológica o emocional Consiste en las amenazas los comentarios
degradantes el lenguaje sexista y el comportamiento humillante Toda violencia
física o sexual repercute también sobre el estado mental de la víctima.
¿La sociedad aplica los valores? ¿Qué antivalores se presentan y
son detonante del fenómeno?
(El fortalecimiento de la sociedad civil como condición para
logros mayores)
Frente a este trasfondo social y político, lo que pretenden las organizaciones de la
sociedad civil, las y los activistas así como los parientes de las víctimas es hacer
visible la tan difundida violencia contra las mujeres, romper con la cultura del
silencio y el clima de tolerancia y, con base en esto, exigir instrumentos legales
que hagan posible una vida libre de violencia para las mujeres adolescentes y
adultas. En la Constitución mexicana está inscrita la prohibición de la
discriminación específica de género, y el país ha firmado numerosos acuerdos
internacionales contra la violencia contra las mujeres. Sin embargo, la brecha
entre la norma jurídica y la praxis empírica resulta desoladora. Tan sólo entre los
años 2000 y 2006 México ha recibido 140 recomendaciones de organismos
internacionales en relación con la situación de los derechos humanos de las
mujeres; la mayoría de ellas se refiere a los déficits en el ámbito del aparato de
justicia y de la administración pública. Las sentencias de la Corte Interamericana
de Desarrollo en el caso “Campo Algodonero” representan hasta ahora el punto
culminante de la crítica internacional y una base para la mejora de la situación de
las mujeres mexicanas. En este caso de tres mujeres que fueron encontradas
asesinadas en un campo de algodón en Chihuahua la Corte criticó la investigación
y el procesamiento penal deficientes. La Corte juzgó al Estado mexicano en
diciembre de 2009 por violaciones graves a los derechos humanos y lo
comprometió, entre otros puntos, a admitir su responsabilidad, a desarrollar
propuestas jurídicas contra la impunidad y los feminicidios, así como a poner a
disposición las informaciones sobre la desaparición de las mujeres. La Ley
General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, promulgada en
2007, menciona por primera vez el concepto de la violencia feminicida y, de esta
manera, sienta las bases para que se incluya en el análisis la violencia específica
de género. Además la ley prevé, en caso de “alerta de violencia de género”, la
implementación de medidas estatales específicas. Sin embargo, las solicitudes,
hechas desde 2008, para que se active el mecanismo de alerta de género en tres
entidades (Oaxaca, Guanajuato y el Estado de México) fueron rechazadas. Estos
procesos muestran que el compromiso de la sociedad civil por los derechos de las
mujeres así como la presión de organismos internacionales ha dado como
resultado progresos a nivel jurídico. Al mismo tiempo ponen de manifiesto que
esta problemática no puede ser resuelta por el sistema de justicia, sino que
requiere de un cambio fundamental de las relaciones de poder en la sociedad. Los
feminicidios representan un fenómeno complejo, arraigado en condiciones
sociales y políticas específicas. Por esta razón el fortalecimiento de las
organizaciones de la sociedad civil, comprometidas desde hace décadas con el
cambio de estas estructuras, es la condición indispensable para que mejore la
situación de las mujeres en México.
Cifras de los feminicidios en México en los últimos análisis, así
como los lugares en donde más suelen ocurrir:
Hace cinco años 20% de los municipios en México estaban libres de feminicidios;
ahora, apenas 10% puede asegurar que no tienen ese problema.
Como un virus se multiplican los feminicidios en México: rápido y en todas
direcciones. Todavía hace cinco años un 20 por ciento de municipios estaban
libres de este fenómeno, pero hoy apenas diez por ciento del territorio nacional
puede presumir que ahí no se asesinó alguna mujer. A las localidades que eran
seguras también las contagió este mal.
Marco Valdivia advirtió un creciente efecto de contagio de los feminicidios en
el Estudio Nacional sobre las Fuentes, Orígenes y Factores que Reproducen la
Violencia contra las Mujeres, realizado por la Comisión Nacional para Prevenir y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), dependiente de la Secretaría
de Gobernación (Segob).
Un municipio rodeado por localidades con altas tasas de homicidios contra
mujeres, así éste tenga un índice bajo, incrementa su probabilidad de elevar
drásticamente su cifras de asesinatos. Este comportamiento se detectó en 18
municipios (de más de cien mil habitantes) que de un año a otro (2008 a 2009)
pasaron de una condición de violenta Bajo-Alto a Alto-Alto, como: Ojinaga y
Práxedis G. Guerrero, en Chihuahua; Arteaga, en Michoacán; Caborca, en
Sonora; Pánuco de Coronado, en Durango, o Benito Juárez y Petatlán, en
Guerrero.
La tendencia nacional es hacia una homogeneización de las tasas de homicidios
de mujeres en todas las zonas del país.
“Puedes ver cómo México va pintándose de rojo”, afirmó Florinda Riquer,
socióloga de la UNAM.
Consideró que una mirilla para poder dimensionar el nivel de agresión contra las
mujeres es la prensa y puso como un ejemplo reciente que durante tres días
continuos, del 16 al 18 de junio, se documentó un nivel inédito de violencia.
Primero observamos imágenes reales (que un celular grabó dentro de una
primaria) en las que un alumno se le abalanzó al cuello de su compañera para
aplicarle una llamada “llave china” hasta dejarla inconsciente. Después el circuito
cerrado de una gasolinera mostró el momento en que un conductor embistió a una
mujer con su camioneta para asesinarla. Al siguiente día, los periódicos
describieron otro aberrante crimen en un hogar, en el que una bebé de cuatro
meses murió asfixiada en la cuna, su madre murió víctima de cuatro disparos y la
empleada doméstica fue degollada.
“El trato que se le da a las mujeres habla del tipo de sociedad que tenemos”,
aseguró Ana Murillo, investigadora y feminista de la Universidad Autónoma de
Sinaloa (UAS).
Estos tres sucesivos hechos violentos ocurrieron en tres diferentes zonas del país:
una el norte (Hermosillo, Sonora), otra en el centro (Cuernavaca, Morelos) y la
última en el sur (Tabasco), como para no dejar duda de que la agresión que se
ejerce contra las mujeres es a diario, por todo México y en cualquier lugar:
escuela, vía pública u hogar, indicó.
Cifras del narcotráfico en los feminicidios:
La guerra contra el crimen organizado también llegó a recrudecer la violencia y a
que se registrara la mayor aceleración de homicidios de mujeres hasta ahora.
Ninguna otra cuestión de seguridad interior se discute actualmente en México con
tanta intensidad como la llamada guerra contra las drogas. Desde que se inició el
combate militarizado estatal contra el narcotráfico, en el año 2006, han perdido la
vida más de 40 mil personas en los enfrentamientos entre fuerzas estatales de
seguridad y el crimen organizado, así como en luchas internas entre los propios
cárteles. La inseguridad a la que se ve confrontada la población es discutida
desde un punto de vista que se centra en el Estado, cuyo principal problema
parecería ser la limitada capacidad de gobierno del Estado mexicano. En este
contexto, pasa a segundo plano otro fenómeno de violencia de envergadura
social: desde la década de 1990 el país al sur del río Bravo registra un alto número
de asesinatos de mujeres que, en su gran mayoría, no son esclarecidos y quedan
impunes.
A partir de 2007 los indicadores de asesinatos se fueron hacia arriba. Hubo
incrementos impresionantes.
Las gráficas de cada año crecen sin poder detenerse o descender. De 2007 a
2008 los feminicidios subieron 30.8 por ciento, entre enero de 2007 y diciembre de
2008 fueron asesinadas violentamente 1.221 mujeres; para el siguiente año 32.5
por ciento y de 2009 a 2010, 19 por ciento, respecto al anterior periodo.
Según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Historia (INEGI), de los años anteriores hasta el 2009 fueron asesinadas 12.636
mujeres.1 La organización de la sociedad civil Observatorio Ciudadano Nacional
del Feminicidio (OCNF), que ha documentado estos asesinatos en 17 de las 32
entidades federativas, señala también la alarmante tendencia a la alza de este
delito. Así, según datos de la organización, en el período comparativo más breve
de enero de 2009 a junio de 2010 eran ya 1.728. En Ciudad Juárez, al norte del
país, ya en 1993 una mujer era asesinada cada 12 días. En la actualidad, en ese
lugar se asesina a una mujer cada 20 horas.
La coincidencia entre el crimen organizado y la proliferación de homicidios de
mujeres fue tal, que un cuarto de todos los asesinatos registrados por el INEGI (36
mil 606) durante 25 años (1985-2010), se cometieron en los últimos cinco años.
“Nosotros, por lo menos, no encontramos una referencia directa de que el
narcotráfico sea el que haya dado muerte a las mujeres, más bien sucede en un
contexto de la lucha contra el narcotráfico”, explicó Felipe Mora, de la Universidad
Autónoma de Sonora, encargado de recabar los datos de feminicidios en la región
Noreste del país (Chihuahua, Tamaulipas, Durango, Nuevo León, Coahuila y
Zacatecas).
En esta zona fronteriza, donde el riesgo de homicidios para mujeres aumentó más
de 400 por ciento en la última década, operan al menos siete cárteles de grupos
de narcotraficantes que luchan, desde hace varios años, por las rutas de tránsito
de drogas y estupefacientes hacia Estados Unidos.
En el Noroeste, la región más peligrosa del país: una mujer de 25 a 29 años tiene
un riesgo 61 veces mayor de morir por homicidio que una mujer de la misma edad
de la zona centro de México.
“Es como si en tiempos de guerra hubiera permiso para matar”, definió la
socióloga Florinda Riquer.
En la región del Noreste, recordó la especialista, fue donde el ex presidente Felipe
Calderón concentró la llamada lucha contra el crimen organizado.
La Organización de las Naciones Unidas ha planteado que la violencia se
exacerba contra mujeres y niñas durante y después de conflictos armados. Se
calculó que 70 por ciento de las bajas de inocentes registradas durante los
conflictos vividos en la ex Yugoslavia, Ruanda y Afganistán correspondía a
mujeres y niñas.
Y México no es la excepción. Desde el comienzo de la guerra contra el
narcotráfico se multiplicaron cuatro veces los homicidios por arma de fuego y
explosivos y se triplicó el asesinato por golpes y violación.
Antes de 2007 sólo se usaban armas de fuego en uno de cada tres casos, pero
después de este año se convirtió en la forma de agresión más mortal. Más de la
mitad de mexicanas asesinadas ha muerto por al menos un disparo.
Las necropsias hechas a las víctimas han documentado que en territorio nacional
se emplea mucha saña y los medios más brutales para asesinar mujeres. Es casi
tres veces mayor la proporción de casos en las que se recurrió a un ahorcamiento,
estrangulación, sofocación y ahogamiento en un feminicidio que en el homicidio de
un hombre. También es ligeramente mayor el uso de navajas y cuchillos y si se
compara el género en cadáveres envenenados o quemados son 4.4 veces más
recurrentes las mujeres que los varones.
En México, el alza de tasa de homicidios es una situación sin antecedentes en
ningún país del continente.
Año tras año, mientras el crimen fue apoderándose de los territorios fronterizos, el
Estado de México, que por décadas había ocupado el primer lugar en
feminicidios, bajó hasta el lugar 14 y Chihuahua escaló hasta encabezar la lista en
2008.
Las mujeres asesinadas son predominantemente jóvenes de entre 20 y 40 años,
que en su mayoría realizan trabajos con salarios bajos en empresas maquiladoras,
como en Ciudad Juárez, trabajan en la economía informal, como en el Estado de
México, o son amas de casa. Los pocos casos esclarecidos muestran que los
asesinos tienen un lugar de residencia y un perfil socioeconómico similares al de
sus víctimas. Por añadidura, los espacios geográficos en los que se concentran
los feminicidios presentan también un alto grado de inseguridad y de operaciones
del crimen organizado, aunque no se ha aclarado la relación con este último
factor. La activista Marisela Ortiz aduce que en varios casos por ejemplo, el
asesinato de Sagrario González, cometido en 1998 en Ciudad Juárez y conocido a
nivel nacional existen indicios de que los narcotraficantes encargan los secuestros
de las mujeres. No obstante, los datos insuficientes y las escasas informaciones
proporcionadas por las autoridades estatales no permiten sacar conclusiones
inequívocas sobre el papel desempeñado por los cárteles. En cualquier caso
resulta simplista reducir la compleja interacción de numerosos factores que
desembocan en la violencia contra mujeres a la respuesta estándar del “crimen
organizado”.
Asesinos de mujeres de México y ejemplos del extranjero:
Ted Bundy: era un tipo bien parecido, parecía muy amable y carismático. Sin
embargo, detrás de su bello rostro se escondía la mente retorcida de un asesino
en serie, entre los años 1974 y 1978 Bundy secuestró y asesinó a 30 mujeres
jóvenes en los EE.UU. Ese fue el número de mujeres que lograron descubrieron,
pero expertos coinciden en que podría haber sido responsable de un máximo de
cuarenta desapariciones y asesinatos de los cuales no confeso. Para atraer a sus
víctimas, Bundy a menudo se hacía pasar por discapacitado o se presentaba
como una figura de autoridad. Otras veces, no hacía más que entrar en las casas
de sus víctimas y matarlas mientras dormían. Después de matarlas, él las violaba
y desmembraba, a menudo se llevaba un recuerdo de su víctima (como la cabeza)
para mantenerla en su apartamento por meses. Después de una emocionante
persecución policial, Bundy fue finalmente arrestado y llevado ante la justicia en
1979 y fue asesinado en la silla eléctrica en enero de 1989, en Starke, Florida.
Gary Ridgway: Conocido como el "asesino de Green River", Gary Ridgway
estranguló a por lo menos 71 mujeres en el estado de Washington durante la
década de 1980 y 90. Sus primeras cinco víctimas fueron descubiertas en el río
Verde, de esta forma se ganó su apodo. Fue finalmente arrestado después de que
las pruebas de ADN lo vincularon con varias mujeres desaparecidas, y se llego a
un acuerdo con el fiscal para evitar la pena de muerte, a cambio, Ridgway debía
dar a conocer la ubicación de todos los cuerpos de sus víctimas. Ridgway recogía
a prostitutas y fugitivos, ganaba su confianza, mostrándoles una foto de su hijo, y
luego los estrangulaba, ya sea con sus propias manos o con ligaduras. Solía tener
relaciones sexuales con los cuerpos y luego los arreglaba en varias poses. A
pesar de tener un coeficiente intelectual de sólo 82 años, Ridgway logró evitar ser
atrapado por más de una década hasta que fue finalmente capturado en
noviembre de 2001. Ridgway está todavía vivo y condenado a cadena perpetua
sin posibilidad de libertad condicional en el estado de Washington.
Andrei Chikatilo: Ucraniano de origen soviético, Andrei Chikatilo es un asesino que
fue apodado el "Carnicero de Rostov", "The Ripper Roja" o "El Destripador de
Rostov". Él mató al menos a 52 mujeres y niños entre 1978 y 1990 y fue
condenado en 1992 y ejecutado en 1994. Chikatilo primero mató a una niña de 9
años en 1979, durante esta experiencia, descubrió que sólo podía alcanzar la
satisfacción sexual apuñalando a mujeres y niños hasta la muerte. Chikatilo fue
sospechoso de crímenes dentro y fuera de la cárcel por muchos años, pero nunca
hubo pruebas suficientes para encerrarlo por siempre. Finalmente, fue capturado
por una trampa puesta por la policía en 1990 y confesó haber matado a 36
personas. Fue acusado de matar a 53 mujeres y niños entre 1978 y 1990 y fue
declarado culpable de 52 asesinatos en 1992. En 1994 fue ejecutado por un
disparo detrás de la oreja derecha.
Hermanas González Valenzuela Las Poquianchis:
Estas cuatro hermanas mexicanas protagonizaron uno de los más grandes casos
de proxenetismo femenino. Sobre todo dos de ellas, Delfina y María de Jesús,
fueron responsables de la muerte y tortura de más de 80 mujeres jóvenes.
CONCLUSION:
En conclusión es necesariamente urgente que en un país como México se tomen
medidas inmediatas contra este tipo de abusos contra seres humanos como lo son
las mujeres, y fomentar una cultura más civilizada para que toda la población
cambie su perspectiva y lleve a cabo los valores en una sociedad que le da poco
seguimiento a los mismos, así es como se puede comenzar un mejor mañana,
pero al igual se puede tener autoridades más eficientes que no sean partícipes del
crimen organizado y que logren erradicar estas organizaciones criminales que
hacen objeto a la mujer para abusos de múltiples tipos. También es necesario que
la ONU tenga una plática respecto a este tema tomando como referencia a este
país tan afectado por dicho fenómeno y transmita la información de este problema.
FUENTES:
http://www.monografias.com/trabajos-pdf5/feminicidio/feminicidio.shtml
http://hoy.com.do/feminicidios-causas-consecuencias-y-soluciones/
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Situación de los derechos de la
mujer en Ciudad Juárez, México: El derecho a no ser objeto de violencia y
discriminación, 7 de marzo de 2003. Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, El acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia en las
Américas, OEA/Ser.L/V/II, Doc. 68, 20 de enero de 2007. Comité de América
Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (cladem),
Feminicidio. Monitoreo sobre femicidio/feminicidio en Bolivia, Ecuador, Paraguay,
Perú y República Dominicana, Lima, 2008, Disponible en:
http://www.cladem.org/espanol/regionales/
Violenciadegenero/Docs/feminicidio2/indexfem.html Comité de Derechos
Humanos, Observación General No. 18: No Discriminación, 11 de septiembre de
1989. Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (cedaw),
Observación General No.19, 1992. Comité para la Eliminación de la
Discriminación contra la Mujer (cedaw), Recomendación General No. 19, 1992.
Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, Informe de
México producido bajo el Art. 8 del protocolo Facultativo de la Convención, 27 de
enero de 2005. Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer,
Observaciones Finales a México, 25 de agosto de 2006. Comité para la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, Observación
General No. 19, Adoptada en la 11a Sesión del Comité, 1992. Comité para la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, Observación
General No. 25, referente a las medidas especiales de carácter temporal. Doval
Pais Antonio, Posibilidades y límites para la formulación de las normas penales,
Universitat de València, España, 1999. Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional, Roma, 17 de julio de 1998. Ferrajoli Luigi, Sobre los Derechos
Fundamentales y sus Garantías, Comisión Nacional de los Derechos Humanos,
México, 2006. Instituto Interamericano de Derechos Humanos (iidh) y Consejo
Centroamericano de Procuradores de Derechos Humanos (ccpdh), I Informe
Regional: Situación y análisis del femicidio en la región centroamericana, San
José, 2006, p. 33, Disponible en: http://www.
NOTICIAS REFERENTES:
ARTICULO PUBLICADO POR LA AUTORA CAROLINA RIVERA
Esta noche puede ser la última de una o varias mujeres que llegaron a Ciudad
Juárez buscando la vida y allá en el norte, se toparon con la muerte. Ciudad
Juárez, lugar de perdición dicen algunos, otros la conocen como la ciudad
nocturna, pero lo que nadie se atreve a decir es que es la ciudad de la muerte.
Desde tiempo atrás Ciudad Juárez ha sido sede de centros nocturnos,
prostitución, corrupción y drogas; todo esto le da la reputación de un lugar inmoral
y al parecer nada bueno para habitar. Una de las obligaciones y responsabilidades
básicas de todo gobierno que pretenda legitimarse, es la seguridad, entendida
como la protección a cada uno de sus ciudadanos. El discurso de Fox cambió
sólo en la lingüística: mexicanos y mexicanas; en la realidad las mujeres
mexicanas siguen, seguimos en desventaja, desprotegidas, inseguras, al margen,
y los hechos en nuestra frontera hablan por sí mismos... Las Muertas de Juárez.
Sin embargo las mujeres llegan al norte, con la esperanza de grandes
posibilidades de empleo, así como una mayor independencia; se ha comprobado
que Ciudad Juárez es una de las muchas ciudades del país donde la importancia
de las labores realizadas por las mujeres es mucho mayor que la de los hombres.
A pesar de esta situación, las mujeres trabajadoras y estudiantes son violadas,
maltratadas y asesinadas sin compasión; alrededor de esta masacre se
desencadenan miles de sospechosos, suposiciones, funcionarios públicos
corruptos, medios de Seguridad pública. Feminicidios en Júarez: Vergüenza
nacional. Tercer lugar Bajo el seudónimo Silvia Elena, Carolina Rivera Vázquez
ganó el tercer lugar del Concurso nacional preuniversitario de ensayo político Tres
problemas, una solución: México. Ella pertenece al Instituto de Estudios
Superiores Patria, A.C. (Campus Pedregal Atizapán, Atizapán de Zaragoza,
Estado de México).