filo de mariposa s completo pdf
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El filo de las mariposas
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A comienzos del mes, se entrega dinero
para la compra de flores a los
varios miles de damas de compaa de
todos los palacios. Cuando citan
mi nombre, no estoy presente para contestar.
Estoy adoptando posturas lascivas
delante del emperador, tumbado en su cama.
La vida en el palacio, La dama Hua Jui (Siglo X)
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I
La madrugada llega con el batir de alas,
el filo de las mariposas corta la sombra.
A espaldas de la noche perlan el cuerpo del desconocido
mientras escuchan la voz: amaos los unos a los otros.
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II
Mariposa marina
abres los labios a un amor en cada puerto
sobre tus alas: el beso.
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III
A la noche, la mariposa abre sus alas
-arde en fra pasin-
durante las primeras horas
la luz esconde peligros en su belleza.
La noche, flor de pistilo ardiente
con aroma a frutilla en ptalos de latex,
clava los dientes a la papalota;
su vuelo presagia, en el canto de
sirenas, finsimo horizonte
de la red cazadora.
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IV
Para cazar mariposas falta
una noche sin luna,
en el jardn de las camelias;
los grillos de traje verde cantan,
interpretan sin violines el vals
de la Sonora Margarita: Qu bello
en viejos burdeles.
En menguante madrugada, el ncar
servir de cebo.
La llama arde en las perlas del roco,
migas de pan en el agua.
Los hombres pobrecitos- son nios
en busca de las raras especies.
Buscan amorosos con paciencia
guardarlas en su coleccin privada.
Slo para arrancarles las alas.
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V
El oro de sus cabelleras incendia calles
el alabastro borda en sus vestidos,
en un lenguaje antiguo
con cuentas y canutillos
la ruta al paraso.
Hilos de plata falsa adornan sus cuellos,
afeites rojos para bocas granadas,
vuelan de un lado a otro en el bosque
periferia de la ciudad.
Sus mejillas durazno maduran en el edn
de hambrientos y desolados
pescadores, cazadores de ninfas en las
islas, refugio para el nufrago.
La belleza, flor efmera, duerme en el da.
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VI
Las quimeras las cazan con el miedo
a las diosas las duermen con Narciso.
Alguien sale a bailar noche a noche
a la invocacin de los bosques: no soy yo,
otra sale a pasear entre duendes grises
y lobos azules: La del espejo.
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VI
Desde ese ltimo piso donde erig
la iglesia para oficiar misa en mi cuerpo
hice con mis sueos un abanico,
si hace calor, sirve para soplarse las axilas.
Est hecho de anhelos fresquecitos,
apenas brotaron, los us para teir la tela;
nunca aprend a bordar secretos
de la casa -como hizo mi madre-, an as
tienen verde pastura de los potreros de mi pueblo
el tono ambarino de las hojas con el rayo del sol
a sus espaldas; amarillos los
ciruelos y hasta la guacamaya azul de la ta,
el rojo de las tejas con un pato barcino,
el blanco no vaya a confundirse-
es diferente al de azahares de las novias;
es la pared del bao de la casa con
losetas manchadas de sarro,
el reflejo empuado a mi espalda: el abuelo.
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VII
La tempestad de su cuerpo llovi entre rascacielos;
firmes las edificaciones en medio del desierto,
la ondulacin de caderas al ritmo del merengue
perfila el horizonte.
La confluencia de las soledades bablicas
cabe en cada puo de sus manos;
si todos los caminos conducen a Roma, las
bifurcaciones terminan en sus nalgas.
El tiempo se detiene: tres minutos es diosa en la pista,
Kalyope desata garaones,
veneran la savia selva.
Su forma cifra cdigos de la sabidura:
la Y griega en sus piernas entraa al universo
sobre su seno late la eternidad constante.
La lluvia amaina, Stalin toma vodka en el fondo del vaso,
un son son de timbales batalla nota a nota
con ronca voz le grita a Yesterday sin alcanzarla
Esta ciudad efmera se muere con el da.
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2. Vasija polimorfa en porcelana guinda
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Se ha vuelto cristalino ltimamente
y al deslizarse como una
cinta de humo, suena como una ctara
de diez cuerdas. El sonido
penetra en mi almohada y me hace
pensar en amores pasados. La
melancola no me deja conciliar el sueo.
El arroyo otoal, Hse Tao (768-831)
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Lepidpteras
La mariposa, aunque carga toda la noche
en sus alas, es polilla.
En el reflejo laminado del farol, se ve mariposa;
seis lepidpteras vanidosas alas doradas
apenas vuelan de mesa a mano,
el cielo de porcelana fra,
aroma a te negro
Cae la taza, la muerte vuela.
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Vasija
Las dudas acomodadas a todo lo ancho
tienen la forma de un grano de arroz,
en mi corazn el cielo derrama horizonte
tachoneado de estrellas diminutas, breves
murmullos brillan: son las palabras amorosas.
Este vientre forma de nuez,
-aunque pequeo-
guarda un escritor, un ingeniero,
un arquitecto, una feminista
quiz hasta un cura.
El mundo infinito de millones de rosas,
no caben ni elefantes dibujados
la princesa duea de la galaxia:
mi hogar, mi reino cabe en la punta
del dedo ndice de la mano.
Mi casa es una hoja de papel.
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Ollas y peroles
Al fondo del traspatio: en la mesa de la cocina,
a un costado de los panes y los ajos,
la sombra del da merodea las ollas sobre la estufa.
En la vitrina una jarra, seis vasos,
la tetera de porcelana china;
en la oscuridad, en la esquina de aquella pieza,
en el fondo de la tinaja roja: tmida duerme
la frialdad de los manantiales,
en cada gota en el jarrn de barro
en cada sorbo que ah reposa: la noche,
las perlas sobre las rosas amarillas
el salino sabor a piedras,
el aroma del mar en las races de los rboles
polvo de hieles de nuestros muertos
la lluvia esperada sesenta das en el Verano.
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Agenda
Cada 7 de abril la ciudad nace de nuevo
viene del Sur la bandada de pjaros negros
tras los insectos, langostas petrificadas en las races
cae el azul del cielo y hasta las hojas
avanzan sin el otoo.
Atrs vienen liblulas en transparente vuelo con
alma de mariposa.
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La banca
Una banca vaca en el parque espera soledad,
la acompaan sudores agrios de los obreros
el perfume seco de las solteronas
el talco y lavanda de los jubilados
el polvo de arroz de las seoritas,
todos toman el descanso de la tarde.
En las sombras, los olores mueven
la cola en busca de sus amos.
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Sin nombre
La ciudad carcome el nombre
lo desgasta, le causa osteoporosis.
borra las cejas, la boca,
arrugas pata de gallo;
puedes pedir el lpiz que usan
los ingenieros en las lneas
de las calles, para pintar las ojos
slo si quieres mirar de nuevo-.
En la esquina hay un letrero que pregunta:
cncer o sagitario?