filosofia aqui y ahora iv temporada completa

42
1 Filosofía aquí y ahora IV América Latina: filosofía y colonialismo Con José Pablo Feinmann Canal Encuentro Encuentro 1: La filosofía latinoamericana Encuentro 2: La filosofía europea y América Latina Encuentro 3: Los movimientos de independencia Encuentro 4: Simón Bolívar y la unión latinoamericana Encuentro 5: El pensamiento de José Martí Encuentro 6: La Revolución Mexicana Encuentro 7: José Carlos Mariátegui: regionalismo y centralismo Encuentro 8: Tendencias historiográficas en Argentina Encuentro 9: John William Cooke: el ideólogo de la izquierda peronista Encuentro 10: El Che Guevara Encuentro 11: El marxismo en América Latina I Encuentro 12: El marxismo en América Latina II: Salvador Allende Encuentro 13: ¿Existe la filosofía latinoamericana? ENCUENTRO 1: LA FILOSOFÍA LATINOAMERICANA Sumario 1 Centro y periferia 2 La razón en cuestión 3 Colonialismo e imperialismo 4 ¿Un pensamiento periférico? 1 Centro y periferia Hola, esta es la cuarta entrega, el cuarto ciclo de “Filosofía aquí y ahora”. El cuarto sorprendente ciclo porque cuando empezamos esto que lo empezamos lógicamente en su primer ciclo- no pensábamos que íbamos a llegar ni siquiera a la terminación del primero porque es muy raro hacer Filosofía en televisión. Esa fue la apuesta difícil que hicimos. Y estamos ya en nuestro cuarto ciclo o sea que estamos sorprendidos pero contentos. Este cuarto ciclo se diferencia de los anteriores porque aquí nos vamos a ocupar de un tema específico que nos concierne profundamente. Nos vamos a ocupar de América Latina, el continente en el cual todos nosotros vivimos, malvivimos, sufrimos o gozamos. O sea, el título de esta cuarta entrega es: “América Latina: Filosofía y Colonialismo”. Para analizar la cuestión de la Filosofía y el colonialismo tenemos que ver un poco cómo fue posible el colonialismo, cómo surge el colonialismo. En verdad, para empezar y decirlo claro: vamos a hablar de la modernidad capitalista. La modernidad capitalista tiene un surgimiento fáctico, un surgimiento en los hechos. El surgimiento que tiene en los hechos parte del llamado “Descubrimiento de América” en 1492. Los que defienden los derechos de los pueblos aborígenes de América Latina tienen su propia historia y no aceptan el “ser descubiertos” por los europeos, sino que ya existían antes y no necesitaban ser descubiertos por nadie.

Upload: monica-sanchez

Post on 13-Jul-2015

801 views

Category:

Education


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

1

Filosofía aquí y ahora IV América Latina: filosofía y colonialismo Con José Pablo Feinmann Canal Encuentro

Encuentro 1: La filosofía latinoamericana

Encuentro 2: La filosofía europea y América Latina

Encuentro 3: Los movimientos de independencia

Encuentro 4: Simón Bolívar y la unión latinoamericana

Encuentro 5: El pensamiento de José Martí

Encuentro 6: La Revolución Mexicana

Encuentro 7: José Carlos Mariátegui: regionalismo y centralismo

Encuentro 8: Tendencias historiográficas en Argentina

Encuentro 9: John William Cooke: el ideólogo de la izquierda peronista

Encuentro 10: El Che Guevara

Encuentro 11: El marxismo en América Latina I

Encuentro 12: El marxismo en América Latina II: Salvador Allende

Encuentro 13: ¿Existe la filosofía latinoamericana?

ENCUENTRO 1: LA FILOSOFÍA LATINOAMERICANA Sumario 1 Centro y periferia 2 La razón en cuestión 3 Colonialismo e imperialismo 4 ¿Un pensamiento periférico? 1 Centro y periferia Hola, esta es la cuarta entrega, el cuarto ciclo de “Filosofía aquí y ahora”. El cuarto sorprendente ciclo porque cuando empezamos esto –que lo empezamos lógicamente en su primer ciclo- no pensábamos que íbamos a llegar ni siquiera a la terminación del primero porque es muy raro hacer Filosofía en televisión. Esa fue la apuesta difícil que hicimos. Y estamos ya en nuestro cuarto ciclo o sea que estamos sorprendidos pero contentos. Este cuarto ciclo se diferencia de los anteriores porque aquí nos vamos a ocupar de un tema específico que nos concierne profundamente. Nos vamos a ocupar de América Latina, el continente en el cual todos nosotros vivimos, malvivimos, sufrimos o gozamos. O sea, el título de esta cuarta entrega es: “América Latina: Filosofía y Colonialismo”. Para analizar la cuestión de la Filosofía y el colonialismo tenemos que ver un poco cómo fue posible el colonialismo, cómo surge el colonialismo. En verdad, para empezar y decirlo claro: vamos a hablar de la modernidad capitalista. La modernidad capitalista tiene un surgimiento fáctico, un surgimiento en los hechos. El surgimiento que tiene en los hechos parte del llamado “Descubrimiento de América” en 1492. Los que defienden los derechos de los pueblos aborígenes de América Latina tienen su propia historia y no aceptan el “ser descubiertos” por los europeos, sino que ya existían antes y no necesitaban ser descubiertos por nadie.

Page 2: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

2 Pero, sin embargo, el concepto de “descubrimiento” desde un punto de vista es exacto porque América Latina es “descubierta” por la gula del capitalismo. El capitalismo es un sistema que desde su surgimiento ha intentado siempre globalizarse. El concepto de globalización es de los últimos tiempos (digamos dos décadas tiene, más o menos) pero si nosotros pensamos adónde iba Colón, Colón iba a globalizar el mundo, establecer un sistema-mundo. El capitalismo finalmente establece un sistema-mundo en tanto sistema de circulación de mercancías y sistema de búsqueda de materias primas para fabricar esas mercancías. Lo que se establece aquí es un juego entre los poderosos que son los que conquistan y los que extraen la riqueza y los que entregan la riqueza, los que son saqueados. Entonces nosotros hemos llamado, desde hace mucho tiempo, a los poderosos, el centro, los que habitan la centralidad. Y a los continentes que han sido saqueados por la voracidad del capitalismo europeo los hemos llamado la periferia, la marginalidad o la subalternidad. En realidad hay un pensador cubano –Fernández Retamar- muy conocido, que habla de los países del centro del mundo como países sub-desarrollantes. O sea que habría países subdesarrollados y países sub-desarrollantes, porque los países sub-desarrollantes son eso es que existen los subdesarrollados. No estamos planteando aquí ninguna teoría del monstruo externo y de la inocencia total de los países que han sido saqueados. En los países que han sido saqueados siempre hubo clases aliadas –poderosísimas- al saqueador externo. Ahora, la búsqueda que tiene que emprender América Latina es la búsqueda de una sustantividad. La búsqueda de una identidad. La llegada del colonizador europeo es una llegada típica del colonialismo porque llega con la espada para matar a quienes se opongan y llega con la cruz del catolicismo para evangelizar y conquistar las almas de aquellos que también quieran entregárseles en la modalidad de entregar su alma, ser fieles católicos y no morir. Entonces, la cruz y la espada están en el comienzo. 2 La razón en cuestión Esto que vengo diciendo sobre la comunión entre la cruz y la espada es típico de todo colonialismo. Todo el colonialismo capitalista se ha caracterizado por colonizar en nombre de valores. Y, ahí, desde el comienzo se coloniza en nombre de la religión, en nombre –nada menos que- de Dios. Es decir, llega la cruz con la espada. En realidad la gran justificación de la conquista de América para extraer todo el oro y las riquezas de América es que se llega para evangelizar a los indios, para darles un alma (porque naturalmente no tienen un alma). Entonces los conquistadores, por medio de los clérigos, les van a dar un alma. Luego, cuando la religión pierda su poder, va a ser reemplazada por la razón. Entonces lo que el colonialismo -a partir de Descartes que publica el “Discurso del método” en 1637- hace es poner a la racionalidad en el centro de la historia. Pero pone a la razón en el hombre. El hombre es el que tiene el poder de la racionalidad, el hombre es el que piensa y el hombre es el que encarna la razón. Ahora, como la filosofía europea ha sido el arma y la expresión reflexiva de los intereses históricos y económicos europeos, esta razón va a ser la razón europea. Entonces todo territorio en el cual entre el poder político y económico europeo va a ser un territorio conquistado por la racionalidad. Un ejemplo: si Francia en 1830 entra en Argelia, Argelia tiene la dicha de ser conquistada por la racionalidad francesa que es una parte de la racionalidad de la modernidad occidental capitalista. Ahora bien, hay muchos filósofos que en el siglo XX han cuestionado a esta racionalidad y lo podemos hacer nosotros hoy mismo, desde aquí, desde ahora. ¿Adónde nos está llevando la racionalidad occidental? Este mundo es el mundo que construyó la racionalidad occidental. En este momento se enfrenta con otra civilización que no fue construida por la racionalidad occidental, con el Islam – digamos. Pero lo que enfrenta a la civilización del Islam es la civilización occidental. La civilización occidental hoy está peleando en Irak y está encarnada en el poder de los Estados Unidos que representan al occidente racional, al occidente portador de valores civilizatorios. Hay muchos filósofos que están diciendo que esta racionalidad occidental, instrumental, codiciosa, nos está llevando a un apocalipsis ya visible. ¿Dónde comienza esto? El principal filósofo que ha hecho una crítica a la razón occidental fue Martin Heidegger. Ése es uno de los motivos de su presencia tan contundente –y en mi opinión abusiva- en las academias norteamericanas y en todo el mundo (también en la nuestra). Pero el segundo Heidegger, es decir el Heidegger que sigue al Heidegger de “Ser y tiempo”… hay un Heidegger que escribe “Ser y tiempo” en 1927 y luego Heidegger hace una voltereta y comienza con otro trabajo que consiste en la crítica a la modernidad capitalista. Pero no al estilo de Marx: la modernidad capitalista es injusta porque es expoliadora, porque es explotadora, por la lucha de clases; todo eso a Heidegger no le importa. Lo que Heidegger dice es que la modernidad capitalista está devastando la Tierra, está arrasando la Tierra a través de la técnica. Todo el segundo Heidegger es una crítica a la técnica en tanto devastadora del mundo en que vivimos.

Page 3: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

3 3 Colonialismo e imperialismo En un reportaje que Heidegger dio a Der Spiegel (1966) y pidió que se publicara después de su muerte, termina diciendo: “Esto en lo que el hombre hoy vive ya no es la Tierra”. La expresión es muy válida y los ecologistas se han agarrado legítimamente de esta expresión porque que esto en lo que hoy vivimos ya no sea la Tierra quiere decir que la Tierra está siendo devastada. Y si la Tierra está siendo devastada, el planeta está siendo devastado y entonces tenemos que Estados Unidos se retira del Protocolo de Kioto, y se van a deshelar los polos, y el calentamiento global y la tala del Amazonas, etc. El capitalismo es tan voraz que no se detiene ante nada. Por eso está esa leyenda que dice que antes de salvar a la Tierra van a salvar a los bancos. Porque para salvar a los bancos ahí van corriendo pero la Tierra la están destruyendo. Va a llegar el momento del gran tsunami y ahí se van a dar cuenta de todas las calamidades que hicieron (si es que no están viviendo en otro planeta. Porque uno no se explica cómo están destruyendo tanto éste, si no tienen otro adonde rajarse cuando éste se destruya). El colonialismo no se detiene porque ¿qué es lo que ocurre? Un país que necesita tantos elementos energéticos no los puede encontrar en su propio territorio, entonces tiene que ir a buscarlos afuera. Esto siempre fue así. Cuando Inglaterra necesitaba materias primas baratas, se las dio América Latina y en gran medida la Argentina que fue llamada “el granero del mundo” porque le daba a Inglaterra las vacas, las mieses y el ganado. Pero, en este momento, lo que está haciendo Estados Unidos para asegurarse aquellos productos energéticos por los cuales sus industrias pueden funcionar, el país puede funcionar -fundamentalmente el elemento del petróleo-; ha consistido no ya en lo que hacía el imperialismo. Lo que hacía el Imperialismo era conquistar con la economía. Hay una concepción en donde a partir del siglo XIX los ingleses dicen no hay que entrar más en los países, lo que tenemos que hacer es dominarlos con la economía. Y efectivamente, dominan a los países a través de la economía, con los préstamos, la deuda externa, el endeudamiento de los países laterales, subalternos, periféricos. Pero Estados Unidos está variando esta modalidad, está uniendo el imperialismo con el colonialismo porque si algo caracterizaba al imperialismo era no quedarse en los países que sometía (porque los sometía con la economía, como dije). Esta “guerra contra el terror” que desarrolla Estados Unidos lo ha llevado a instalarse en los territorios que quiere, no sólo combatir, sino que quiere extraer toda la riqueza esencial para mantener sus industrias funcionando. Y también la guerra se hace para que la industria armamentística (que es una industria fundamental en los Estados Unidos) pueda continuar funcionando porque ésa es la máquina que tiene que funcionar. Entonces van, invaden Irak, lo matan a Saddam, se instalan en Irak y ahí se quedan. Ahora quedarse en el país que se ha conquistado es gravísimo porque siempre surge una resistencia nacional que va desgastando al ejército colonizador. Pero, habíamos dicho que la razón occidental no se detiene ante nada. Que el occidente racional, la modernidad capitalista no se va a detener, y sigue instrumentando los mismos valores que se instrumentaron durante la conquista de América. Porque Estados Unidos lo que está diciendo es que cuando llegan sus soldados a Irak, llega a Irak la libertad, la democracia y el republicanismo. Es decir que ellos les están haciendo un enorme favor a los iraquíes porque les están llevando la posibilidad de un orden democrático que van a instalar en ese país sometido por dictaduras desde tiempos difíciles de recordar. O sea que el imperialismo norteamericano, el colonialismo norteamericano que va y se queda ahí sigue instrumentando valores, es decir: somos la democracia, somos la libertad, venimos a librarlos de los dictadores por eso hemos desplazado a Saddam y ustedes tienen la suerte de que nosotros estemos aquí, porque nosotros somos el progreso, somos la modernidad, y ustedes son el atraso, ustedes se han quedado en el siglo XIII y necesitan que nosotros vengamos para modernizarlos. Entretanto, mientras están tan entretenidos con los territorios islámicos –porque también están pensando hacer algo con Irán-, América Latina está como disfrutando de un recreo. El imperio está muy concentrado en determinado lugar del mundo y está debilitado porque ahí no le va bien, entonces en América Latina han comenzado algunos procesos que será interesante analizar. Y los vamos a ir analizando porque esto es para analizar América Latina, la Filosofía y el colonialismo. 4 ¿Un pensamiento periférico? Esta concentración que tiene el imperio bélico-comunicacional norteamericano (en algún momento voy a aclarar porque le digo bélico-comunicacional: porque es un imperio que se basa en gran parte en lo mediático. La comunicación como una gran herramienta de colonización mental en los países en donde quiere penetrar) lo lleva ahora a Irak, está en territorio islámico porque tiene el aval de vengar el 11 de septiembre, lo de las Torres Gemelas, el nine-eleven –como le dicen ellos- y también de impedir un atentado nuevo. Entre tanto en América Latina han surgido preocupaciones para el imperio porque han surgido gobiernos populistas que es algo que los liberales amantes del mercado detestan. Porque el populismo implica ante todo el intervencionismo del Estado en el mercado, y el mercado para el neoliberalismo debe ser libre. La mano de la política no puede entrar en el mercado. Esto ya implica que hay una manera distinta de estar pensando

Page 4: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

4 en el continente latinoamericano frente a los intereses de las clases poderosas, del establishment, que siempre ha tenido relaciones más que aceitadas con el imperio, con Estados Unidos. O sea que el hecho de que se le dé una primacía a la política frente a la economía en lugar de someter la política a la economía (como se hizo durante el gobierno de Carlos Menem en el cual la política desapareció para que la economía se hiciera su “banquete asiático”), esta primera década del siglo XXI, es un esbozo de un pensamiento diferenciado al pensamiento hegemónico de las grandes potencias. Entonces, el pensamiento diferenciado que implican estos procesos de América Latina en estos momentos nos tiene que llevar a preguntarnos si es posible un pensamiento autónomo, enfrentado o distinto o diferenciado del pensamiento del imperio. Nosotros creemos que sí, sino incluso no estaríamos haciendo esto. Creemos –y espero que no lo tomen como una enorme jactancia- que estar haciendo esto implica que existan pequeños micro-emprendimientos de ir logrando un pensamiento situado. El pensamiento situado es el pensamiento de lo local que no es el antónimo de global. Nosotros vamos a decir que la globalización se realiza en América Latina pero toma la forma de la “glocalización”. Es decir que América Latina no se aparta de una concepción globalizada de la historia, esa globalización que dan sobre todo los medios de comunicación –se han globalizado y el mundo es un papelito en donde estamos en cualquier lugar en cualquier momento. Esto enfurecía mucho a Heidegger que decía: el tiempo ya no existe, lo único que existe es la rapidez. Es un concepto muy fascinante: no hay más tiempo, hay rapidez. Ustedes habrán observado que en ambientes como el cine o la televisión o en cualquier oficina cuando alguien dice ¿para cuándo querés esto?, el otro contesta: para ayer -como indicando la rapidez de lo que quiere. Pero “para ayer” es decir “no lo quiero”, en realidad está diciendo un disparate. Porque “ayer” pasó, “ayer” no es. O sea, lo quiero para una temporalidad que ya murió. Esto que lo piensen los piolas que dicen para ayer. Ahora, América Latina tiene que expresar que participa de la ontología que es el planeta. Es decir que hay un SER del planeta, este planeta ES. Pero América Latina tiene que SER de un modo distinto a como el imperio es. Tiene que ser su propio rostro, su propia historia, su propio voluntarismo, su propia capacidad de pensarse y buscarse a sí misma. La tarea de buscarse a uno mismo no es fácil en uno mismo. Pocas personas se buscan a sí mismas. Generalmente las personas viven buscando enajenarse para no reflexionar sobre sí mismas, sobre la vida que llevan, etc. etc. Sobre todo pensemos lo difícil que es para un continente pensarse a sí mismo. Pero lo que nosotros debemos decir es que si América Latina no desarrolla un exhaustivo pensamiento acerca de su historia y de su proyecto actual diferenciándolo del proyecto imperial, del proyecto de las naciones hegemónicas, va a quedar sometida al proyecto imperial. O sea, la tarea actual es pensarnos a nosotros mismos en búsqueda de nuestra propia libertad. Hemos terminado por hoy y nos vamos a ver, sin duda nos vamos a ver. Hasta luego.

ENCUENTRO 2: LA FILOSOFÍA EUROPEA Y AMÉRICA LATINA Sumario 1 El nuevo mundo 2 El sujeto capitalista y la conquista de los entes 3 Capitalismo y razón instrumental 4 Las revoluciones en América Latina 1 El nuevo mundo Tenemos que indagar ahora en una relación muy interesante que es la relación entre la filosofía europea y América Latina. Vamos a partir de la cumbre del pensamiento europeo que es Jorge Guillermo Federico Hegel. Hegel, desde la Universidad de Berlín en 1831, venía dando sus “Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal”. Hay un capítulo que Hegel le dedica al “nuevo mundo”. En la visión olímpica de Hegel –porque es la visión de un Dios olímpico que en ese momento está en la cumbre del pensamiento y es el filósofo oficial de Prusia y de Federico Guillermo –o sea, es un lujosísimo filósofo de la monarquía-; no le va a negar el honor a América Latina de haber salido de las aguas al mismo tiempo que el viejo mundo. En realidad dice: sí, habrán salido de las aguas al mismo tiempo. Sin embargo –dice Hegel- yo observo que en el “nuevo mundo” hay todavía una inmadurez geográfica (ustedes observen el desdén colonialista que hay en esta frase que no le concede al nuevo mundo ni siquiera el haber cerrado geográficamente). Entonces imaginen la enorme superioridad del viejo mundo que viene del alma griega, el helenismo. Los griegos son la base de la filosofía occidental. Hegel va a decir que el “nuevo mundo” no tiene muchas posibilidades de desarrollo todavía, que afortunadamente Europa lo ha incorporado y se verá en el futuro qué va a ocurrir. Y pronostica una guerra, una guerra muy interesante que se ha dado –o no se ha dado, depende de la interpretación que hagamos- entre el “nuevo mundo” del Sur y el “nuevo mundo” del Norte, entre América del Sur y América del Norte.

Page 5: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

5 La cuestión es que Hegel dice que estos territorios deben ser colonizados por Europa para que entren dentro de la Historia Universal. Para Hegel todo aquello que es tomado por Europa es tomado por el Espíritu, por la racionalidad, por la Historia. Hay pueblos sin historia: los pueblos sin historia son aquellos pueblos que no han sido tomados por el avance de la modernidad occidental. Estamos viendo aquí algo muy claro: es la gran concepción hegeliana justificando al colonialismo. Allí donde entra el colonialismo –va a decir Hegel, o lo está diciendo- entra la Historia. Cuando Hegel habla de África más despectivo no puede ser. Y cuando habla del mahometanismo y del Islam también. Dice: el Oriente se acabó, se ha quedado dormido en la pereza islámica. Fijensé qué interesante esto que dice Hegel, “la pereza islámica” se ha quedado dormida y ha expulsado al Islam de la Historia. Bueno, todos sabemos que la aparición del Islam en la Historia ha sido bastante espectacular. Hegel habla de la dialéctica. La dialéctica es una herramienta que no es un método que Hegel le pone a la Historia desde afuera. Hegel va a decir que la dialéctica es el movimiento interno de la Historia. La Historia es dialéctica, como la Historia es dialéctica avanza de negación en negación y finalmente llega a su gran afirmación final que es el Saber Absoluto que se da en la filosofía hegeliana. El gran discípulo de Hegel, el más lúcido de la izquierda hegeliana, va a ser Marx. Marx también va a tener un pensamiento muy concreto acerca de la situación colonial. En El Manifiesto Comunista (1848) Marx desarrolla una admiración por el poder revolucionario de la burguesía que es sorprendente, hasta el punto en que algunos dicen si Marx ha venido a enterrar a la burguesía o a alabarla. A esta burguesía Heidegger le va a encontrar su surgimiento en el cogito cartesiano, en el sujeto cartesiano. Esta burguesía –para Marx- debe expandirse planetariamente. Allí donde entre la burguesía capitalista entra el progreso –va a decir Marx. Incluso Engels tiene un texto que dice: en buena hora Estados Unidos ha conquistado a México porque al conquistarlo va a instalar ahí las modernas relaciones de producción capitalista, y solamente así va a surgir un proletariado industrial que es el que va a hacer finalmente la revolución. Vamos a desarrollar más estos aspectos, los aspectos colonialistas del método dialéctico. 2 El sujeto capitalista y la conquista de los entes La crítica a la modernidad capitalista la encara Heidegger en los libros que siguen a su primera gran obra maestra “Ser y tiempo”. Concretamente, la crítica es la siguiente (no es sólo de Heidegger, a esta altura uno puede adoptarla, cambiarla, pero este punto de vista lo largo Heidegger): con Descartes el hombre capitalista gana su subjetividad y se pone en la centralidad de la Historia. Yo había dicho que el surgimiento fáctico del capitalismo era la conquista de América. Aquí tenemos el surgimiento subjetivo del hombre capitalista. El hombre capitalista está ahora en el centro porque lo único indubitable es el sujeto. Descartes dice: “de lo único que no puedo dudar es de mi duda y si yo dudo es porque yo pienso”, entonces lanza esa famosa consigna: “pienso, luego existo”. Ahora, esta subjetividad capitalista que ya en los hechos está conquistando el planeta fortalece al hombre capitalista porque le da la certeza de que la realidad existe porque la piensa el sujeto. Lo fundamental del idealismo filosófico es deducir la existencia de la realidad a partir del sujeto cognoscente. Y esto surge con Descartes, luego se desarrolla con Kant y con Hegel. Heidegger dice que en ese momento el hombre “olvida al ser” y se consagra a la conquista de los entes. Esto lo vamos a aclarar porque es fácil: que el hombre olvide al ser a nosotros no nos tiene por qué importar demasiado, le importa mucho a Heidegger, digamos. Pero vamos a la cuestión de que el hombre se consagra a la conquista de los entes. Los entes son las cosas. Entonces, Heidegger dice que el hombre capitalista cuya subjetividad surge en Descartes se consagra, a través de la técnica, al dominio de la naturaleza, a la explotación de la naturaleza y a la devastación de la tierra. Heidegger no va a hablar de colonialismo, no va a hablar de explotación, no va a hablar de lucha de clases; es un señor campesino al cual le importa mucho que la tierra sea devastada. Pero está señalando un punto muy importante de la razón occidental: la razón occidental necesita arrasar la tierra para realizar su poder técnico. Necesita arrasar los bosques para construir casas y, como hoy, necesita tener petróleo para que un país enorme funcione y eso determina una guerra. Si hubiera arvejas en Irak, Estados Unidos no estaría allí. Son los proyectos imperiales los que determinan las guerras. Si hubiera petróleo en América Latina tal como hay en Irak, Estados Unidos estaría aquí. El hombre occidental se guía por su razón y hay una explotación racional de la naturaleza. Pero este pensamiento de Heidegger es incompleto porque no señala que ese hombre es el hombre del colonialismo. Heidegger –y, por favor, yo quisiera que escuchen esto claramente- está tan de moda hoy porque es el único pensador de derecha que critica al capitalismo, entonces toda la filosofía que sigue a Heidegger y quiere huir del marxismo cuando ve el colapso inminente –o no tan inminente- de la Unión Soviética, dice lo siguiente: salgamos de Marx porque la Guerra Fría se soluciona a favor de los Estados Unidos… ¿qué otro gran filósofo hizo una crítica a la modernidad capitalista? Bueno, Heidegger –dice Michel Foucault, Deleuze, Derrida, Althusser, el estructuralismo y el posestructuralismo.

Page 6: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

6 A la vez comienzan a postular la importancia del lenguaje. Esto hace que los filósofos europeos reemplacen la crítica de Marx por la de Heidegger. Ahora, la de Marx señalaba que la modernidad capitalista instauraba una situación injusta, una situación de lucha de clases en la cual una clase dominaba a la otra y la explotaba. Pero Heidegger no señala eso, Heidegger –que va a terminar en un misticismo Zen- lo que dice es que el hombre capitalista a través de la técnica devasta al planeta para conquistarlo, pero el horror va a ser que el hombre capitalista olvida al ser. Y todavía añade algo más extraño: que no sólo el hombre capitalista olvida al ser sino que el ser se retira. Yo, la verdad, esas cosas, los heideggerianos me podrán odiar porque hay todo un enorme club universal de heideggerianos, pero yo no sé adónde se fue el ser. La cuestión es que nunca lo vi, no lo conozco, ni Heidegger lo vio al ser; se ha retirado tanto que nadie sabe dónde está. Lo que sí sabemos es que el hombre capitalista se muere por conquistar los entes y que ésta es la esencia del capitalismo. Pero Marx a los entes los llamó mercancías. Vamos a ver qué es eso y qué diferencia hay entre una actitud y la otra. 3 Capitalismo y razón instrumental Heidegger influye muy fuertemente en dos pensadores muy importantes que son: Adorno y Max Horkheimer. Adorno y Horkheimer escriben en California, a partir de 1940, un libro fundamental, muy difícil, muy extraño que se llama “Dialéctica del Iluminismo”. La “Dialéctica del Iluminismo” va a postular que el Iluminismo, es decir, esa razón que surge con la Revolución Francesa –que es la revolución capitalista y burguesa por excelencia-, esa razón endiosada por los pensadores de la Revolución Francesa, es para ellos lo que llaman la “razón instrumental”. La razón instrumental es lo que Heidegger llama el “tecno-capitalismo”. Entonces, la razón instrumental –para Adorno y Horkheimer- está destinada también a devastar la tierra, a arrasar la tierra, a utilizarla para los beneficios del capitalismo. Lo que hacen con esto Adorno y Horkheimer es cambiar el eje del pensamiento marxista que ya no hace pie en la lucha de clases sino en la relación del hombre con la naturaleza. Antes, en Benjamin, en las “Tesis sobre filosofía de la historia”, él hizo una crítica más profunda que la de Adorno y Horkheimer en la cual va a decir que la historia es la historia de la catástrofe humana. Aquí la crítica a la modernidad ve a la modernidad como la destrucción de la historia humana. Ahora, evidentemente, según lo estamos viendo, esta razón del tecno-capitalismo y esta razón instrumental, si está dispuesta a devastar la tierra, está dispuesta a devastar todo el planeta. En consecuencia ésta es la razón colonialista. La razón colonialista es una razón que busca planetarizarse. Es decir, conquistar todo el planeta. Y esto lo va a decir Sarmiento en uno de los libros más pro-imperiales que ha sido escrito en occidente que es el “Facundo” (1845). Sarmiento está de acuerdo positivamente con el desarrollo de la razón occidental porque –atención- para muchos, que esa razón occidental penetre en los países de la periferia, es su deseo. Desean ser conquistados por esa razón occidental, entrar en el tren de la Historia. Saben que quedarse afuera del desarrollo de la razón occidental es quedarse afuera de la Historia. Entonces, ideólogos de esta razón como Sarmiento ven claramente que aquí en la Argentina la modernidad de occidente las representan las clases portuarias, las clases ilustradas, que se relacionan con los países que están a la vanguardia del desarrollo imperial, fundamentalmente Gran Bretaña y Francia. Con esta certeza de Sarmiento y de Mitre de que ellos encarnan la racionalidad de occidente, conceptualizan al resto del país como aquellos que no la encarnan. Y aquí es donde surge la contradicción que ha instrumentado el desarrollo del colonialismo. La contradicción entre la civilización y la barbarie. El colonialismo se presenta como la civilización. Allí donde entra el colonialismo entra el progreso, la cultura, la progresividad histórica (es decir, aquellos países que se relacionen con los países más desarrollados los van a seguir en un desarrollo que les va a permitir alcanzar a esos países desarrollados). Esta es la postulación de Sarmiento, Mitre y el puerto de Buenos Aires que dejan de lado por completo -conceptualizándolos como barbaros- a todo el resto del país y, tanto al interior mesopotámico como al interior mediterráneo, los arruina con el libre cambio que permite la entrada de las mercancías británicas. Todo esto entra en una crisis terminal y en este país lo que se hace, lo que se construye es una ciudad y no un país. Porque Buenos Aires se adueña de la Historia, y luego de la batalla de Pavón donde Urquiza se la entrega a Mitre, Mitre declara la guerra de policía a las provincias y aniquila al gauchaje federal que pudo haberle dado a la Historia argentina un sentido lateral como quería Alberdi –por ejemplo- que quería un liberalismo integracionista. En cambio el liberalismo fue exterminador y no hubo sentido lateral, hubo un solo sentido que fue el de la burguesía comercial de Buenos Aires y los sectores ganaderos y agrarios aliados a ella. 4 Las revoluciones en América Latina ¿Qué pasó en América Latina? Porque estuvimos viendo qué ocurrió en nuestro país. En la Argentina los sectores dominantes aceptaron acríticamente la modernidad capitalista creyendo que los llevaría al progreso. En todo el resto de América Latina ocurrió algo absolutamente similar. Todas las revoluciones que se hicieron en América Latina –y, por favor, les pido atención a esto porque es muy importante porque por muchos lados se dice algo distinto, incluso pensadores de izquierda o nacional-populares dicen lo mismo que los pensadores

Page 7: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

7 de la derecha tradicional-, los movimientos independentistas fueron para liberarse del poder monopólico monárquico español. Para todos los movimientos independentistas España era el atraso y había que derrotar a los godos para poder entrar en la corriente de la modernidad capitalista. Entonces, se realizan esas revoluciones que en realidad son una lucha para echar al conquistador español y para tener la libertad de comerciar con quien se quiera, sobre todo con Inglaterra. Por eso la causa de la revolución latinoamericana está tan apoyada por Inglaterra. Esto está hegemonizado por las oligarquías de cada país, por las burguesías mercantiles hambrientas de mercancías europeas para enriquecerse con su intermediación. De aquí que todo proyecto de unidad de América Latina haya fracasado por completo porque América Latina no buscó su unidad, buscó lo que se ha llamado su balcanización o su desunión porque todas esas oligarquías no querían unirse. Cada una quería hacer su propio negocio a partir de su propio país. Hubo quienes señalaron esto mostrando que era la sumisión a otro imperio. Salir del imperio español para entrar en el imperio británico. ¿Quiénes fueron? Bueno, podemos hablar del mismo Bolívar, hasta Mariátegui, José Martí, un pensador como Salvador Allende que en Chile expresa este deseo de independencia. Pensadores como Leopoldo Zea, el mexicano, que escribe un libro que se llama “Filosofía de la historia latinoamericana” o los filósofos de la llamada teoría de la dependencia en los años ’70 que son Ghunder Frank, Theotonio Dos Santos, Darcy Ribeiro, etc. Pero los que más hondamente vieron esta cuestión, creo que hay en Bolívar un intento temprano de buscar la unidad del continente latinoamericano. Y, mi teoría, que vamos a desarrollar más adelante porque más adelante vamos a desarrollar a todos estos pensadores: a Mariátegui, a Martí, la Revolución Mexicana… pero creo que en la reunión de Guayaquil Bolívar le debe haber dicho a San Martín algo de sus planes sobre la Gran Colombia. San Martín lo debe haber interpretado como la ambición desmedida de Bolívar para crear la Gran Colombia o la unidad latinoamericana y convertirse en el dictador de ese proyecto. Y, en todo caso, San Martín le habrá dicho que él no había venido a Latinoamérica para eso, que él había venido para liberarla del yugo monárquico español, que esa tarea estaba realizada y que él se despedía porque él había venido para eso. Se negó a entrar en las Guerras Civiles argentinas (1814-1880) (tarea que hizo Lavalle malamente) y parte habiendo cumplido la tarea que había venido a realizar. Las conclusiones que nosotros tenemos que sacar son que en toda América Latina - con distintos matices, a veces muy importantes- se da un mismo proceso de salir de la dominación española para entrar en relaciones económicas y culturales con el imperio británico, con Francia, es decir con la modernidad capitalista. América Latina advierte que el tren de la historia va por ese lado y que el atraso iba por España. Por eso hay que salir de España y entremos en este otro tren que es el del capitalismo progresivo que nos va a llevar a nuestro desarrollo. Gran error porque había dos trenes: un tren en el que iban los países imperiales que metieron a los países que se quisieron integrar en otro tren que llevó al atraso y a la frustración a los países latinoamericanos. De todos modos, la modernidad capitalista en estos momentos está en crisis en todo el planeta porque no ha podido resolver ninguno de los problemas que el marxismo había planteado, ante todo, la desigualdad. Si no resolvió la desigualdad es que no superó realmente al marxismo porque alguien supera algo cuando supera lo que el otro le había cuestionado. Entonces, no se lo ha superado porque lo que se le cuestionó al capitalismo, es decir su desigualdad flagrante, el capitalismo no la ha superado. La desigualdad cada vez crece más y nunca hubo más hambrientos en el mundo. Vamos a desarrollar todo esto, que es penoso pero es necesario, en las siguientes reuniones en que nos encontremos. Hasta luego.

ENCUENTRO 3: LOS MOVIMIENTOS DE INDEPENDENCIA Sumario 1 El tren del “progreso” 2 Bartolomé de Las Casas y la refutación del colonialismo 3 La independencia de España y el papel de Inglaterra 4 Los proyectos de nación 1 El tren del “progreso” En el programa anterior habíamos visto que en la historia se postulaba un tren del “progreso” que estaba encarnado por las naciones metropolitanas y que todas las oligarquías de América Latina se separaron de España para subir a ese tren del progreso que encarnaban Gran Bretaña y Francia, pero sobre todo Gran Bretaña. Ahora, ese tren del progreso no existía, no había un solo tren. Había un tren para las naciones hiperdesarrolladas y las naciones hiperdesarrolladas metieron a todas las naciones periféricas en otro tren. ¿Por qué otro tren? Porque las condenaron a una economía unilateral, al monocultivo. Entonces cada país se sometió a un producto típico: Argentina al trigo, Bolivia al estaño, Chile al cobre, Centroamérica al azúcar. Y

Page 8: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

8 todo eso el imperio inglés lo hizo mantener y las oligarquías de América Latina lo hicieron con mucho gusto porque era muy fácil extraer lo que ya estaba, lo que ya se tenía. En cambio le resultaba muy difícil desarrollar una industria propia que era lo que tenía Inglaterra. Entonces Inglaterra se asume como taller del mundo: yo soy la industria, ustedes sean el monocultivo. Y es así como el desarrollo fue asimétrico por completo porque una industria siempre tiene un valor agregado que la hace valer mucho más que a las materias primas. Esto fue lo que determinó el subdesarrollo y el atraso de América Latina. Ahora bien, quiero dejar claro esto: no es que el capitalismo británico haya sido malvado y los de acá hayan sido ingenuos –o también malvados-. Es el capitalismo. El capitalismo es así. Si ustedes van a ver la película “Wall Street” van a ver que el protagonista dice: la codicia es buena porque la codicia es el alma de la economía. Entonces, no es una lucha de buenos y malos, es una lucha en la cual los intereses toman una determinada relación pero en esa relación de intereses América Latina terminó confinada al monocultivo y al atraso porque no pudo desarrollar una industria propia. Desearon fervorosamente salir de la órbita española porque deseaban entrar en la órbita del progreso histórico. “Hay progreso histórico si ustedes se unen a las potencias que encarnan ese progreso histórico”. Y España dejó de encarnarlo. España lo encarnó en la conquista de América pero fue una encarnación de un movimiento que despertó al sistema capitalista a través de una brutalidad enorme que fue llevada adelante con la espada y la justificación de lo evangélico. A esto, muy meritoriamente se opuso un clérigo español, Bartolomé de Las Casas, que se apiadó tremendamente de los indios masacrados por la conquista de América. Yo no quiero asustarlos, no quiero asustar a nadie, pero la conquista de América fue una masacre de los pueblos originarios. Yo diría que hubo por lo menos 40 millones de muertos en América Latina y fue el arrasamiento de los pueblos originarios de los cuales no quedó casi nada. Bartolomé de Las Casas nos deja su documentación y su palabra adolorida, dice: ¿con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas? Clarísimo lo de Bartolomé: ¡¿con qué autoridad?! Esto la monarquía española lo diría claramente: porque nosotros somos occidente, porque nosotros somos los países de la civilización, por eso hemos venido acá y hemos hecho estas atrocidades Sr. Fraile Bartolomé de Las Casas, que usted está denunciando inútilmente porque la vamos a seguir haciendo. Lo cierto es que la siguieron haciendo y Bartolomé de Las Casas pasa a la historia como un testimoniante que fue sensible al horror de la masacre de los pueblos originarios, pero que no la pudo impedir. Porque mal puede impedir un buen fraile todo un proceso histórico que se basa en la masacre de esos pueblos para lograr la extracción del metálico, del oro que hay en esa tierra que se ha conquistado. 2 Bartolomé de Las Casas y la refutación del colonialismo Es notable lo que ocurre con Fray Bartolomé de Las Casas, porque si uno piensa en todos los clérigos que había en América Latina durante el proceso sanguinario de la conquista española lógicamente uno se pregunta por qué uno sólo tuvo un corazón sensible para decir: ¡Paren la matanza! Y largar frases como: “La matanza tiene como fin último, el oro y las riquezas”. Detengámonos en esta frase porque esta frase es extraordinaria. No la decimos nosotros porque queremos mostrar que hemos sido los buenos y los que hemos sido expoliados; lo dice Bartolomé de Las Casas que era español, que era cura, y dice: las matanzas tenían como fin llevarse el oro y las riquezas. Entraron los conquistadores como lobos, como tigres, como leones, cruelísimos, e impusieron días de hambre y de muerte a todos los indígenas. Para nosotros, Fray Bartolomé de Las Casas, y para todo el pensamiento anticolonialista, es un ejemplo excepcional. Porque todo aquello que el pensamiento de la derecha dice, que la conquista de América fue progresiva y que integró a América al progreso de la humanidad, lo que está diciendo un hombre de Dios -Fray Bartolomé de Las Casas- es: esto no integra nada a la humanidad, lo que se está produciendo aquí es una matanza inclemente que se genera para llevarse las riquezas de América al centro del mundo, a España. Y están buscando también los tesoros del Perú. (Los tesoros del Perú eran un mito a los cuales los conquistadores querían llegar porque se hablaba de una región en la cual estaba acumulado todo el oro de América Latina, de este continente) Ahora, es Bartolomé de Las Casas el que dice que este continente fue saqueado injustamente, injuriado, vejado en nombre de la codicia de la razón occidental, encarnada –en este caso- por los aventureros que fueron los conquistadores españoles. Tampoco queremos pelearnos con España, pero España tiene que asumir que esto fue así. Nosotros no podemos decir otra cosa. Hubo un genocidio para llevarse las riquezas de América Latina a la monarquía española que no supo mucho qué hacer con ellas porque terminaron desarrollando las industrias británicas. Porque, finalmente, a través de los piratas y los robos a los galeones fue Inglaterra la que terminó quedándose con las riquezas de América Latina. Esa conquista se trató de una guerra tiránica. En realidad, los conquistadores que llegaron fueron tiránicos y los curas que llegaron con ellos ayudaron muchísimo a ese genocidio. Esto se va a repetir, se repitió en la Argentina. Pero a ese genocidio el cura viene para evangelizar al indio. Si el indio no acepta la evangelización lo

Page 9: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

9 que no está aceptando es que el alma entre en él. Si el alma no entra en él, al no entrar el alma de Jesús, el conquistador lo puede matar sin ningún remordimiento de conciencia. Entonces, el pensamiento de de Las Casas está refutando la esencia del colonialismo porque la esencia del colonialismo, su bandera dice: con nosotros llega el progreso, llega la civilización, con nosotros América es incorporada al mundo. Y esto es lo que va a decir todo el pensamiento de la derecha: es una bendición, así entró América al mundo. La tierra americana pasa a ser del conquistador. El conquistador se queda con la tierra y mata a los pueblos originarios a los cuales pertenecía la tierra. Es frente a esta situación -que España establece con la conquista- que se rebelan las revoluciones latinoamericanas ya en el siglo XIX. ¿Contra qué se rebelan? Contra los descendientes de aquellos conquistadores que arrasaron con los pueblos originarios. Los que se van a rebelar son los criollos, los criollos que quieren salir de la órbita española para comerciar con las grandes potencias imperiales. Lo hacían a través del contrabando, lo venían haciendo, pero ahora si se hace esta revolución –que tiene como única finalidad echar al colonizador español y lograr una libertad de comercio y no estar sujetos al monopolio de comerciar sólo con Cádiz- podrán comerciar con todo el mundo. 3 La independencia de España y el papel de Inglaterra El pensamiento de José Carlos Mariátegui es muy preciso en señalar que las revoluciones de América Latina no fueron revoluciones en el sentido de cambiar el orden social imperante. Lo que cambiaron fue la burocracia española, a la burocracia española la echaron y pusieron a los criollos a gobernar estos territorios, pero no hubo un cambio en la tenencia de la tierra, por dar un ejemplo. Lo que hubo fue la expulsión de la burocracia hispánica para reemplazarla por los criollos que tomaban las riendas de su propio destino. Esto ocurrió en toda América Latina y permitió que estos territorios se entregaran al comercio libremente (porque antes Inglaterra lo hacía por contrabando). El 25 de mayo de 1810 en la Argentina, en el Río de la Plata habían anclados buques ingleses que festejaron la revolución con cañonazos. Sabían lo que hacían. Iban a entrar, ya no como guerreros como en las torpes invasiones inglesas en 1806-1807, sino que iban a entrar, sobre todo, a través del sistema bancario y a través de las mercancías. Es la lucidez de George Canning que va a decir: bueno, basta de torpezas. Nosotros no tenemos que ser guerreros en América Latina, no tenemos que ir a conquistar esos territorios, los podemos conquistar de otra manera. Los podemos conquistar con la economía. La economía del imperio ha sido el arma más poderosa que ha tenido el imperio de su lado para estos territorios. Estos territorios no son inocentes porque fueron sus clases más acomodadas las que aceptaron lo que Tulio Halperín Donghi –a quiennadie puede acusar de marxista, de izquierdista, o de pequeño idiota latinoamericano- llama “el pacto neocolonial” en su “Historia de América Latina”. Efectivamente, se estable un pacto neocolonial. ¿Cuál es el pacto neocolonial que se establece en América Latina? Inglaterra va a ser el taller del mundo, nos va a proveer de mercancías, de todo lo que nosotros necesitemos que sea elaborado a través de la industria. Y los países de América Latina van a tener que entregar en el intercambio con Inglaterra los productos de su tierra, los productos originarios de su territorio. Argentina entregó su trigo y su ganado. El azúcar fue fundamental en la zona del Caribe. Y hay una muy buena película que usted puede comprar ya inmediatamente o alquilar en su videoclub que es “Queimada” de Guillo Pontecorvo, película en la cual Marlon Brando hace a “Walker” –un agente inglés- que llega a esa isla y les dice: ustedes lo que tienen que hacer es liquidar a todos aquellos que se opongan al proyecto que los va a enriquecer. Y esos burgueses le preguntan: ¿cuál es el proyecto que nos va a enriquecer? Comerciar solamente con nosotros –dice el inglés. Vendernos el azúcar solamente a nosotros y nosotros les vamos a dar todo lo que necesiten. Les vamos a fabricar hasta las tacitas para tomar el té. Porque Inglaterra –esto lo había dicho ya Adam Smith en “La riqueza de las naciones”- tiene que funcionar como el taller del mundo y tiene que tener al mundo como su comprador, como su cliente. Y ese cliente, a la vez, tiene que entregarle a Inglaterra las materias primas para que el imperio pueda llevar adelante sus industrias. Lo que ocurrió con esto –y lo que va a ocurrir-es que una industria siempre tiene valor agregado mientras que un producto primario es primario justamente porque no tiene valor agregado, se lo entrega tal como se lo saca de la tierra. Por eso nuestras oligarquías latinoamericanas fueron infinitamente cómodas, fueron algo así como el amo hegeliano que –dice Hegel- “se evapora en el goce” mientras el esclavo es el que trabaja. Entonces entregaron los productos primarios de América Latina, e Inglaterra les entregó todo lo que necesitaban igual que en el sur de los Estados Unidos. El sur le entregaba algodón a Inglaterra y en el sur hasta los manteles eran hechos en Inglaterra. Esta relación profundamente desigual explota en el crack del ’29 y ahí es donde los países de América Latina se dan cuenta que tomaron un camino equivocado, que el tren de la modernidad no era para ellos.

Page 10: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

10 4 Los proyectos de nación El hecho de que los países de América Latina quedaran confinados a la producción de un solo producto, es decir al monocultivo, establecía una relación de profunda desigualdad entre América Latina y los centros metropolitanos de la economía. Entonces, se careció en América Latina de un proyecto nacional que integrara a los 21 países a través de economías regionales, autónomas, que produjeran auténticamente distintos productos que no fueran importados sino que sirvieran para el desarrollo interno de cada país. No hubo mercado interno. Y mercado interno tiene otro nombre, tiene el nombre de nación. Donde hay un mercado interno hay una nación. Donde hay una nación hay una patria. Donde hay una patria es necesario un Estado. Entonces, en toda América Latina lo que hubo fueron oligarquías que vivieron gozando de la abundancia fácil de los productos primarios, pero no construyeron un país. Construyeron centros urbanos de goce de esas oligarquías. Un país se podría haber construido con el desarrollo integral del país. Es decir, no sometiéndose a un único producto sino desarrollando todos aquellos que el país pudiera desarrollar con lo cual se habría podido crear el mercado interno, se habría podido dar trabajo, no habría sido “necesario” matar a tanta gente sino que se la habría integrado a una economía que podríamos llamar de integración. Pero para integrar económicamente a un país hace falta un mercado interno y una producción para ese mercado interno. Hubo quienes se opusieron siempre a esta fácil economía de mandar a Europa lo primero que tenemos. A ver, ¿qué crece aquí? Aquí crece maíz, mandamos maíz. Hay azúcar, mandamos azúcar. No, no, no. Hubo pensadores, hubo políticos que plantearon otra cosa. Por ejemplo, Salvador Allende nacionaliza el cobre. Esta es una medida fundamental que indignó a Nixon y a la CIA. Apenas Salvador Allende nacionaliza el cobre, Nixon, Kissinger, el diario El Tribuno (que fue uno de los principales diarios que colaboró en la caída de Allende), la ITT y la Pepsicola y el Chase Manhattan Bank dicen: este es un gobierno al que hay que tirarlo abajo. Porque cómo se atreve a nacionalizar el cobre. El cobre no es de Chile, el cobre es para entregarlo a los países que dominan el mercado mundial. Vemos que esto ha ocurrido en todas las épocas. Desde el comienzo la caída del gobierno de Allende es planeada por este tipo de medidas proteccionistas. Siempre se han enfrentado el proteccionismo y el librecambio. ¿Qué es el proteccionismo? El proteccionismo es decir: miren señores, no nos manden máquinas de coser porque la vamos a fabricar nosotros. Eso es proteccionismo económico, y nosotros fabricamos nuestras máquinas de coser en lugar de que nos las envíen los ingleses. Pero se eligió el liberalismo, y el liberalismo qué es: miren, mándennos sus máquinas de coser, estamos abiertos a todo lo que nos quieran mandar y nosotros les enviamos lo que ustedes quieran. ¿Ustedes quieren que seamos monocultivistas? Bueno, para eso somos libres, elegimos libremente ser monocultivistas y ustedes libremente mándennos todos los productos manufacturados que nosotros podríamos hacer si fuéramos proteccionistas, pero ¿cómo vamos a ser proteccionistas? Lo fue el Paraguay, pero porque tuvo un dictador, Francisco Solano López, y cerró el Paraguay. Claro, es cierto, en el Paraguay hubo astilleros, hubo un desarrollo capitalista profundo, independiente, autónomo, por eso tuvimos que arrasar al Paraguay con 600.000 paraguayos muertos (en la Guerra de la Triple Alianza). Y esas cosas hay que hacerlas en nombre del “progreso de la historia”. Incluso el mismísimo Marx va a decir: “¿qué importan los horrores, si los frutos son placeres? No mató a miles de seres de seres, Tamerlán en su reinado.” Con lo cual está diciendo no importa los costos humanos que impliquen la penetración imperialista en los países coloniales. Porque el mismo Marx apoya el desarrollo burgués porque dialécticamente, hegelianamente, cree que de ese desarrollo burgués va a surgir el proletariado industrial que va a llevar a estos países a la liberación. Pero aquí se equivocaba muy seriamente. En cambio, las oligarquías criollas no necesitaban de esa dialéctica. Las oligarquías criollas de todos los países de América Latina dijeron “librecambio”. Librecambio porque con el librecambio nosotros enviamos la materia prima e Inglaterra nos manda los productos manufacturados. En cambio un Estado proteccionista habría defendido la economía nacional y habría llevado a la economía nacional a fabricar autónomamente, internamente, aquellos productos que un mercado interno habría reclamado. Esto no se hizo y los países de América Latina se constituyeron en exterioridad, es decir, dándole la manija central al imperio y sometiéndose al únicoproducto que cada uno de ellos lograba producir. Así América Latina quedó condenada al atraso industrial y ese ha sido su destino tan oscuro en el aspecto económico. Por ende, fue un continente subalterno ante las grandes potencias. Vamos a desarrollar más estos temas, porque no son fáciles, pero lo vamos a hacer. Hasta luego.

Page 11: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

11

ENCUENTRO 4: SIMÓN BOLÍVAR Y LA UNIÓN LATINOAMERICANA Sumario 1 El Libertador 2 La interpretación de Karl Marx 3 La carta de Jamaica 4 El encuentro en Guayaquil 1 El Libertador Esta es la cuarta entrega de “Filosofía aquí y ahora”. También es el cuarto ciclo de “Filosofía aquí y ahora”. Todos estamos muy contentos de haber llegado hasta acá y pensamos llegar mucho más lejos. Nadie nos puede negar el optimismo. Este cuarto ciclo se llama “Filosofía y colonialismo”. Esta cuarta entrega está dedicada a Simón Bolívar. Una figura muy conocida, demasiado conocida, y como todas las figuras demasiado conocidas, demasiado desconocido también. Demasiado desconocido por las tantas interpretaciones que se han hecho sobre él. En realidad, las interpretaciones siempre caen vertiginosamente sobre los personajes famosos hasta que, finalmente, ya no se sabe cuál elegir. A Bolívar lo que nadie le niega es su condición de Libertador de América Latina del poder hegemónico monárquico español junto a José de San Martín y yo diría también junto al mariscal Antonio José de Sucre. Simón Bolívar nace en 1783 y muere en 1830. No es una vida muy dilatada pero es una vida llena de acontecimientos. Es muy interesante notar que Bolívar muere cuando Juan Manuel de Rosas llega al poder en la Argentina, llega a su primer momento. Juan Manuel de Rosas, una figura sobre la que en algún momento nos vamos a detener. ¿Cuál fue el gran proyecto por el que se lo conoce a Bolívar? A Bolívar se lo conoce por un gran proyecto. Es decir, uno dice Bolívar e inmediatamente resuenan cosas como “la unidad latinoamericana”, el continente que forma un solo bloque frente a todos los otros bloques que puedan enfrentarlo; y también las teorías opuestas, es que realmente Bolívar estaba detrás de eso y qué viabilidad tenía ese proyecto de la América Latina autónoma y unida. Luego es retomado por otros. El que fundamentalmente lo retoma en el siglo XIX es el llamado “Quijote de Los Andes” que es el caudillo catamarqueño Felipe Varela. Felipe Varela hablaba muchísimo de la unidad latinoamericana junto con el caudillo sanjuanino Juan Saá y junto –también- con el mariscal Francisco Solano López y las montoneras del interior mediterráneo. Ahora bien, algunos sospechan un poco de Bolívar. ¿Bolívar era totalmente bueno, generoso, abierto, deseaba lo mejor para América Latina o ese altísimo perfil que siempre cultivó –altísimo, el más alto perfil de todos los guerreros de América Latina (mucho más alto que el de San Martín, infinitamente más alto que el del Sucre)- habla de una gran ambición? ¿Esa gran ambición habla de elementos autoritarios en su carácter? Si hay elementos autoritarios en el carácter y en la formación de Bolívar entonces, ¿sus proyectos políticos de una América Latina unida implicaban que esa América Latina se uniera bajo una dictadura bolivariana? Esto no lo vamos a poder responder porque nada de esto se realizó, ni la dictadura bolivariana ni América Latina se unió ni se ha unido todavía aunque en esa tarea está. Hay muchos trabajos sobre Bolívar e incluso Bolívar es una bandera. Bolívar puede ser la bandera de la libertad, la bandera de la lucha contra el invasor extranjero, la bandera de la defensa de la tierra nacional que está bajo nuestros pies, la bandera del libertador bravío que conduce a los ejércitos para liberar estos territorios de los conquistadores colonialistas. Nosotros nos vamos a ocupar de Bolívar a través de un texto de Karl Marx que causa horror a los marxistas y creo que tienen razón en horrorizarse porque el texto es muy duro con Bolívar. En realidad no tienen razón en horrorizarse porque el texto es totalmente coherente de acuerdo a la visión que Marx tenía de los territorios que estaban fuera del centro del espíritu del occidente europeo. Así que vamos ya a ver qué decía Marx de Simón Bolívar. 2 La interpretación de Karl Marx El texto de Marx que ahora vamos a ver fue un texto muy poco conocido porque recién se lo conoce en 1934. Se lo conoce en la Unión Soviética. Los textos de Marx y Engels sobre el problema colonial no son los más afortunados de su obra. Creo que vale la pena recordar que Engels aplaudió la conquista norteamericana en México porque la idea era que los norteamericanos iban a llevar relaciones de producción más modernas a México de las cuales iba a surgir un proletariado vigoroso, industrial y revolucionario. En tanto que de la pereza mexicana –así lo dice Marx y Engels- no iba a surgir nada. Ahora bien, esto se extiende también a Bolívar y Marx no le ahorra nada, le dice que es un canalla, que es un cobarde, que no hubo nada peor que él en la historia, que fue brutal, que fue miserable. Pero, aparte de estos adjetivos que pudo haber evitado, Marx se lanza a contar la historia de Bolívar. Muchos marxistas nos van a

Page 12: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

12 decir: atención, Marx estaba mal documentado, no hay que tomar en serio ese trabajo porque estaba mal documentado -si bien se documentó en el British Museum donde también se documentó para “El Capital”, para el Bolívar estaba mal documentado-. Esto es un disparate porque es una estupidez decir que Marx era un hombre capaz de documentarse mal, más bien que conocía su trabajo y sabía cómo debía documentarse un escritor, un historiador y un filósofo cuando abordaba un tema. Entonces, comienza a hacer una historia de Bolívar que lo deja mal parado en todas las circunstancias. Dice: no adhiere a la revolución que estalla en Caracas. Viaja a Londres a comprar armas. También a gestionar distintos negocios. La relación Bolívar Inglaterra es constantemente puesta de manifiesto por Marx. Y lo peor que señala Marx –y además es absolutamente cierto, nadie lo deja de señalar- es que Bolívar tiene conflictos con el General Miranda, nada menos que Francisco de Miranda, a quien Bolívar traiciona y entrega. Es que Bolívar se estaba abriendo paso él para protagonizar él la revolución latinoamericana y no quería que viniera Miranda a birlarle ese privilegio y ese puesto. Se convierte en un jefe militar. Uno más, nunca se sabe. Pero nunca puede ser Bolívar uno más. Se transforma en un personaje muy importante en Venezuela –de una enorme personalidad- y comienza a llevar adelante campañas muy exitosas contra los españoles, acompañado siempre por Antonio José de Sucre que era un estratega militar genial. Así es como Bolívar entra en Caracas en agosto de 1813, 3 años después de la Revolución de Mayo en la Argentina. Y, directamente, se proclama Libertador de las provincias occidentales de Venezuela. Esto se lo reprocha Marx, esto que entre y se proclame inmediatamente dictador de Venezuela. Marx describe la entrada de Bolívar en Venezuela como una entrada apoteósica y la imagina como la entrada de un Napoleón. Creo que Marx ve en Bolívar a un Napoleón le petit que lo fastidia mucho y que él le va a bajar los humos a ese general al que tanto se intenta engrandecer. La que da Marx es, por supuesto, una visión eurocéntrica de un general festivo, porque describe a las tropas de Bolívar y al mismo Bolívar como muy entregados a los festejos y a la alegría y a lo dionisíaco y a la embriaguez de los éxitos que se van logrando. Esto, es cierto, es una mirada de un europeo sobre un continente americano que para los europeos siempre fue un continente lleno de vida, lleno de sangre, lleno de alcoholismo, lleno de desborde; hasta que el que hace el gran negocio con esto –y espero que nadie se ofenda- es Gabriel García Márquez cuando escribe “Cien años de soledad” e inventa el “realismo mágico” que es lo que los europeos quieren. ¿Qué quieren los europeos de América Latina? “Que los cerdos vuelen”, les encanta eso. Entonces el realismo mágico se impone durante años y los europeos compran eso. Después empiezan a comprar dictaduras, desaparecidos y todavía están en eso. ¿Por qué? Porque Europa todavía sigue considerando que ella es la racionalidad y América Latina es el desorden, la pasión, lo turbulento. 3 La carta de Jamaica En 1815 Bolívar ya intenta darle un marco orgánico a esta idea que tiene de la unidad latinoamericana. Para esto redacta una “carta de Jamaica” y esta “carta de Jamaica” justamente lo que debe dar son los lineamientos para la unidad latinoamericana y que –y esta es la gran sospecha de todos y la sorpresa casi unívoca- esa unidad latinoamericana Bolívar quiere que sea puesta a sus pies o al menos dirigida por él mismo como caudillo político y militar. Es decir, el asumiría un comando estratégico de la unidad latinoamericana. Ustedes observen a esta altura cómo las oligarquías criollas de todos los países de América Latina estarían mirando a Bolívar como una especie de loco que intentaba unir lo que no quería unirse de ninguna manera porque cada una de las oligarquías de los países de América Latina quería hacer sus propios negocios luego de lograda la independencia. En este sentido, quizás, lo que se puede decir del autoritarismo de Bolívar o que Bolívar era un dictador que quería ponerse al frente de la unidad latinoamericana sea un mal menor ante las oligarquías que querían balcanizar América Latina, desmigajar América Latina y negociar cada una con el imperio. Hay que pensar si un dictador tipo Bolívar, uniendo América Latina, podría haber funcionado. Yo creo que no porque lo que no le gustaba a Inglaterra en el siglo XIX, no caminaba. Sin embargo todavía en medio de estos planes, el poder español sigue vigente en América Latina y Bolívar, que nunca se llevó mal con Inglaterra –igual que Mariano Moreno nunca se llevó mal con Inglaterra, al contrario, en el Plan de operaciones que se le atribuye le piensa ceder a Inglaterra nada menos que la isla de Martín García—. Bolívar incorpora a su ejército a una legión británica que Marx elogia muy mal intencionadamente, porque ustedes observen: todas las acciones que hace Bolívar a partir de ese momento Marx se las atribuye a esta legión extranjera, británica, que Bolívar incorpora a sus tropas. Todo es mérito de ella. Bolívar, a su vez, en la puerta de su tienda pareciera darle la razón a Marx porque pone a dos soldados ingleses para custodiarlo. “Dime a quien pones para que cuide tu vida y te diré en quién confías, en la eficacia de quién confías”, pareciera que Bolívar nos está diciendo yo confío mi vida a la eficacia de dos soldados británicos antes que a la eficacia de dos soldados latinoamericanos. Marx señala que Bolívar se convierte en Presidente, Libertador de Colombia, Protector y Dictador de Perú y Padrino de Bolivia. O sea, son unos cuantos cargos como para que lo desempeñe una sola persona. Pero Bolívar se creía algo mucho más que una sola persona. Bolívar se creía Bolívar. Podríamos decir de Bolívar lo siguiente:

Page 13: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

13 Bolívar, antes de ser Bolívar, ya se creía Bolívar. Entonces, esta ambición y esta seguridad que tiene en sí mismo lo lleva a ponerse al frente de estos proyectos tan tremendamente ambiciosos. En 1824, finalmente, ocurre un hecho glorioso para América Latina que es la Batalla de Ayacucho en la que colaboran muchos jefes del ejército libertador argentino y que la gana Antonio José de Sucre venciendo definitivamente al poder español en América Latina. Yo creo sinceramente que Sucre era muy superior como estratega militar a Bolívar, lo que pasa es que era un hombre de muy bajo perfil, de gran humildad y que simplemente quería cumplir con la tarea para la cual estaba capacitado. Es decir, derrotar a los españoles porque sabía más que ellos acerca del arte de la guerra. Entonces ahí es donde Sucre derrota a los españoles en 1824. 4 El encuentro en Guayaquil El 26 de julio de 1822 hay un encuentro que es “el encuentro de los encuentros del siglo XIX”. Hay varios encuentros que han pasado a la historia. No todos los encuentros pasan a la historia. Yo me encontré con mucha gente y la verdad creo que ninguno pasó a la historia. Pero si se encuentran Bolívar y San Martín en Guayaquil -bueno Guayaquil ha pasado a ser como el misterio de la historia de América Latina-, se encuentran los dos gigantes y qué es lo que ocurre; ocurre lo siguiente: los dos gigantes eran muy distintos, San Martín tenía una estatura apreciable, Bolívar era más bien tirando a bajo, y la ambición de Bolívar iba mucho más allá de la liberación del monopolio español sobre América Latina. La de San Martín creo que no, creo que no porque acá es el momento de conjeturar. Yo no estuve en la reunión de Guayaquil y ninguno estuvo así que todos los que hablen no hacen más que conjeturar. Pero ¿qué es lo que pasa después de la reunión de Guayaquil? Lo que pasa después de la reunión de Guayaquil que arbitrariamente le da el triunfo a Bolívar es que San Martín se retira. En realidad, San Martín se retira porque da por terminada la batalla contra el conquistador colonialista español. Entonces, su tarea ha terminado y se va. Bolívar seguramente le habrá contado en esa entrevista a San Martín los planes de la América Latina unida, los planes de unificar todo el territorio americano, seguramente bajo su conducción, o en todo caso le habrá propuesto compartir la conducción cosa que a San Martín le habrá importado un pito porque San Martín no tenía ambiciones de gobierno, era un militar estrictamente, un estricto militar que vino a realizar una tarea militar y la realizó brillantemente y se va. Bolívar se queda y el encuentro de Guayaquil creo que sería el siguiente: San Martín le habrá dicho a Bolívar que él no creía que sería posible, ni siquiera conveniente, ese proyecto de una unidad latinoamericana. Se lo habrá dicho porque veía que el único capaz de llevarla a cabo era Simón Bolívar. Y si el único capaz de llevarla a cabo era Simón Bolívar, el único capaz de ponerse al frente de la empresa era Simón Bolívar. En consecuencia San Martín se va a su retiro europeo y el ejército libertador retorna y Bolívar continúa con sus emprendimientos geopolíticos. Lavalle somete al ejército libertador como policía interna dentro de la política nacional argentina al utilizar nada menos que a ese ejército para derrocar a Dorrego y fusilarlo. Lavalle es el San Martín que San Martín no quiso ser. Lavalle es el San Martín que San Martín se negó a ser. Un militar no es un policía –le habrá dicho San Martín. Mi tarea como militar fue echar de América Latina al imperio español. No tengo nada más que hacer aquí y jamás desenvainaré mi espada en luchas fratricidas. Sin embargo, ¡ojo!, desenvainó su espada otra vez cuando –insólito hecho- Juan Manuel de Rosas, en la batalla de la Vuelta de Obligado, sorprende a los ingleses ofreciéndole una resistencia denodada y ejemplarmente patriótica, San Martín le envía al Restaurador de las Leyes “el sable que me acompañó durante toda la conquista de Los Andes contra los españoles”. ¡Qué actitud excepcional! Qué reconocimiento enorme hacia Rosas. Otra vez la teoría de que San Martín estaba mal informado, etc. No, no, no. San Martín no estaba mal informado. Le mandó el sable a Rosas porque vio en Rosas -en mil ochocientos cuarenta y pico- una nueva encarnación de la lucha libertaria que él había llevado en sus años jóvenes. En cuanto a Bolívar siguió desarrollando sus buenas relaciones con Inglaterra sobre todo a través de tratados de comercio. Ahora, la idea de la unidad de América Latina no se llevó a cabo nunca, muy sencillamente por la siguiente razón: cuando hay un imperio tan poderoso como el imperio británico en el siglo XIX, no le conviene tener en frente a un bloque de poder como hubiera sido una América Latina unida económica, social, política y bélicamente. En consecuencia, Inglaterra, apoyada en las oligarquías locales, desmembró América Latina. Esa unidad está siendo hoy retomada pero también con enormes luchas internas. Porque el llamado populismo latinoamericano, tan denostado por todos los civilizados del neoliberalismo, está visto como una nueva restauración de la unidad de América Latina.

Page 14: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

14

ENCUENTRO 5: EL PENSAMIENTO DE JOSÉ MARTÍ Sumario 1 Un hombre de acción y de letras 2 La tierra y la patria 3 Morir de cara al sol 4 La poesía de José Martí 1 Un hombre de acción y de letras Esto es Filosofía aquí y ahora. Es nuestro quinto encuentro en el cuarto ciclo, y este quinto encuentro va a estar dedicado a José Martí. José Martí es un hombre complejísimo y completísimo: es poeta, prosista, revolucionario, hombre de acción y hombre de letras. José Martí es una de las personalidades más grandes de América Latina, es un hombre que ha escrito muchísimos libros porque también escribió muchísima prosa periodística ya que viajó mucho y en Estados Unidos y en Europa escribió tal como escribe un intelectual comprometido: escribe mucho. Porque quiere dar su testimonio y como quiere dar su testimonio la compulsión a escribir es muy grande, porque el dar su testimonio a veces lo lleva a la desesperación. A la desesperación de dar su testimonio y que las cosas no cambien. Escribió muchísimos tomos y siempre con una prosa brillante y ejemplar. Cuba y Puerto Rico son las dos últimas colonias americanas que salen de la órbita del imperio español. Su situación actual es totalmente diferenciada y lo ha sido sobre todo a partir de enero de 1959, el triunfo de la revolución cubana; porque en tanto Cuba hace una revolución que rompe con Estados Unidos, Puerto Rico es un Estado Libre Asociado de Estados Unidos. Vamos a concentrarnos entonces en Martí. Martí es un cubano que lucha –como luchó Bolívar, como luchó San Martín, como luchó Lavalle, como luchó Dorrego, como luchó Sucre- contra el dominio español todavía en este último refugio que conserva. También la lucha de Martí es la lucha contra el imperio norteamericano porque ya a esta altura de las cosas lo que Martí ve es que España no significa nada, su debilidad es muy marcada y muy visible, y cuando la debilidad de algo es muy visible significa que es mucho más que una debilidad. Entonces, Martí decide enfocar sus “cañones literarios” –digamos- contra el imperio del norte. Martí siempre escribió en la prensa de todos los países de América Latina, escribió mucho en la Argentina, escribió mucho en el diario “La Nación”, escribió mucho en otros diarios de Chile, de Colombia y, su prosa periodística no es inferior a lo que podríamos llamar su prosa literaria. Ahora hay un ejemplo brillante para que nosotros veamos la influencia de José Martí en la historia de Cuba. Ustedes observen hasta qué punto un intelectual puede ser decisivo en la praxis política por la liberación de su país. Cuando Fidel Castro produce una gran operación (El asalto al Moncada) donde agrede a las tropas del brutal Fulgencio Batista, cuando lo arrestan, cuando lo interrogan le preguntan: digamos, ¿quién es el ideólogo de su movimiento? Y Castro dice: ¿cómo quién es el ideólogo de mi movimiento? José Martí. Lo cual llama poderosamente la atención de sus enemigos pero es realmente un monumento a Martí. Martí tuvo un maestro que era Mendive, que era también un hombre comprometido, de garra, que sabía que no estaba de paso por este mundo. Que estaba en este mundo para interesarse por causas trascendentes que hicieran la libertad del hombre, que hicieran más libre la condición humana, que hicieran mejor, que siempre se podría hacer mejor. En 1868 hay una guerra entre Cuba y España, Martí es muy jovencito, tiene 15 años y ya adhiere a esa guerra. Porque su maestro Mendive le había dicho o lo había adiestrado en la enseñanza como para que el joven se diera cuenta que ahí donde se juegan los destinos de la patria él tenía obligatoriamente que estar. 2 La tierra y la patria Como todo intelectual comprometido que se precie, José Martí comienza en 1869 a editar una revista a partir de la cual va a poder difundir sus ideas que son las ideas libertarias de un cubano que quiere que su país sea libre del yugo español que losomete. Escribe un poema que se llama “Abdala” y en ese poema hay una frase muy poderosa en la cual el joven Abdala le explica a su madre qué es defender a la patria, porque va a defender a la patria. Y para defender a la patria tiene que explicarle a su madre qué es la patria. Entonces, el joven Abdala dice un texto –a través de la pluma de Martí- que es muy conocido, que es virulento, fuerte y que tenemos que decir: el amor, madre, a la patria, no es el amor ridículo a la tierra y a la hierba que pisan nuestras plantas; es el odio invencible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca. Bueno, esto es muy interesante, esto es para hacerse una panzada porque, digamos, durante estos días hay un constante protagonismo de la “Sociedad Rural Argentina” como pocas veces lo hubo y esta gente de la Sociedad Rural se considera la propietaria de la tierra (habría que hacer algo muy interesante: que los que no tienen contrato de compra-venta desde el 1900 para atrás tienen que devolver la tierra porque se la robaron. Se la robaron. Era tal el robo que le decían: bueno m’ijo, súbase a esta caballo y cabalgue hasta que reviente. Cuando lo reviente toda esa tierra es suya. Así se distribuyó la tierra en la Argentina. A partir del 1900 se hicieron los contratos).

Page 15: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

15 Martí es muy lúcido en no confundir la tierra con la patria. La patria no es la tierra, la tierra es la que pisan nuestros pies. La patria es algo que está dentro de nuestros sentimientos, que está en el odio a quien la ataca, que está en la furia de quien quiere ultrajarla. La patria es –para Martí- un compromiso que él asume con Cuba en el cual está dispuesto a dar su vida por ese compromiso que asume por la liberación de su patria. Así es como es encarcelado y es enviado a España y en España escribe un “Alegato contra las prisiones en Cuba”. Estudia mucho en España, estudia Filosofía y Letras, escribe mucho en distintos diarios y finalmente se va de España y llega a Estados Unidos. Estados Unidos lo deslumbra inicialmente -casi podríamos decir que al que no lo deslumbre no es un ser muy sensible, o está demasiado lleno de odio ideológico que le impide una visión. Estados Unidos es un país deslumbrante. Ahora, que estemos en contra de sus políticas, es otro asunto-. Martí queda deslumbrado por los Estados Unidos pero descubre los defectos del capitalismo. Advierte que este capitalismo norteamericano va a ser un capitalismo imperialista, es decir “expansionista”. Un capitalismo que va a salir del territorio donde está asentado en busca de otros territorios. A esto se le llama “colonialismo” y esa búsqueda de otros territorios va a ser la apropiación de América Latina. José Martí es el primero que señala que Estados Unidos tiene un enorme interés de apropiarse de América Latina. No obstante, Estados Unidos no va a ser una política de este tipo y si bien el presidente Monroe va a decir la famosa frase: “América para los americanos”, en realidad se está refiriendo a “todos los americanos”. Es cierto, la traducción que se hace es que el presidente Monroe dice: “América para los americanos del norte”, y efectivamente así ha sido, la penetración norteamericana en América Latina se ha dado no de un modo guerrero, sino fundamentalmente financiero, cultural, económico, político. 3 Morir de cara al sol Martí no dura mucho tiempo vivo en esta guerra. En realidad estaba tan poco dotado para las guerras que en ninguna va a durar demasiado. Además, quería luchar como un soldado con tremenda experiencia. Pese a que le dicen: mire, don José, nosotros necesitamos su cabeza, necesitamos su pluma, necesitamos su pensamiento, no se arriesgue, tenemos mucha gente para ir al frente y luchar con los fusiles. Martí va al frente y muere en el campo de batalla. Ahora, él siempre había dicho –y esto también es muy de un intelectual- que quería morir de cara al sol. Quería morir de cara al sol. Esto de “morir de cara al sol” es una frase de los grandes guerreros de la historia. No quiero morir en una cama, quiero morir embistiendo, quiero morir en una batalla, quiero morir heroicamente. En general, si alguien me lo pregunta a mí yo quiero morir en una cama, un buen lugar, atendido, etc. etc. Pero Martí era un hombre bravo y quería hacerlo y exige morir de cara al sol. “Yo quiero salir del mundo /por la puerta natural / en un carro de hojas verdes / a morir me han de llevar. No me pongan en el oscuro / a morir como un traidor / y soy bueno, y como bueno / moriré de cara al sol.” Claro, si uno escribe un poema justificando así por qué quiere morir de cara al sol, como no darle la razón, que muera de cara al sol. El caso es que sí, murió de cara al sol, murió embistiendo contra las tropas del imperio español. Estados Unidos –entre tanto- conquista el Oeste. Estados Unidos llega tarde al reparto imperialista del mundo porque pasa largo tiempo tratando de conquistar su propio territorio. Esta es la conquista del Oeste que es un hecho muy sangriento en el cual los soldados del Ejército de la Unión masacran a todos los pueblos originarios o los confinan en reservas que tienen para ellos. Esta empresa de Estados Unidos es la que posibilita que los colonos ocupen ese territorio y ese territorio forma parte entonces del mercado interno de la burguesía industrial capitalista del Norte. Lo que se teme es que Estados Unidos se arroje sobre América Latina. Yo estuve en Cuba a fines de 1996 y tuve el gran placer de hablar con Roberto Fernández Retamar que ha sido la gran figura intelectual de la revolución cubana y llegué a su casa –humilde casa- a la tardecita. Era la hora del crepúsculo y había muy poca capacidad eléctrica en ese momento en la isla de Cuba. Fernández Retamar entonces, sin decir nada, trajo unas velas y comimos algo ahí, a la luz de las velas. En la biblioteca había 26, 27 tomos de José Martí. Entonces, llegamos en un momento a hablar de las mujeres de José Martí y yo le pregunté: ¿era mujeriego? Y me dijo: mira –no lo voy a imitar a Fernández Retamar porque es inimitable- no era de caminar mucho. Si había escrito todo eso, no le había quedado mucho tiempo para lo demás. Martí es un ejemplo para América Latina. Es un verdadero ejemplo para América Latina, sus poemas y sus versos sencillos son hermosísimos y son los que dan contenido a esa canción que todos conocen y que es “Guantanamera”: “Yo soy un hombre sencillo / de donde crece la palma / y antes de morirme quiero / echar mis versos del alma.” 4 La poesía de José Martí La poesía de José Martí ha recibido elogios unánimes, elogios universales. Él tiene unos versos sencillos y otros –vamos a decirles no tan sencillos- son más complejos y que, como buen intelectual, eran los que él admiraba más y seguramente eran aquellos por los cuales él quería que lo recordaran. Sin embargo se lo recuerda por

Page 16: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

16 todo, por sus brillantes notas periodísticas, por sus versos sencillos, y por los otros con endecasílabos laboriosos. Los versos sencillos, recién dije uno de ellos, los de la canción “Guantanamera”, y hay otro muy célebre -que se contradice con la idea de patria que habíamos visto en el poema que le cuenta a la madre (“Abdala”)- que es el de la rosa blanca: “Cultivo una rosa blanca / en julio como en enero / para el amigo sincero / que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca el corazón en que vivo / cardo ni ortiga cultivo / cultivo la rosa blanca”. Es decir el juego del poema es que para ambos cultiva una rosa blanca, es un poema pacifista: cultivo una rosa blanca para mi enemigo y para mi amigo. El otro, al plantear la defensa a ultranza de la patria, era más agresivo. La patria es odio invencible a quien la agrede. Hay textos circunstanciales de Martí de una enorme riqueza. Si ustedes quieren pueden consultar el “Diccionario de autores latinoamericanos” de César Aira, que es una muy buena obra, en la cual le dedica una entrada importante a José Martí con elogios que Aira no suele regalar a nadie. Ahora, en cuanto a la concepción que tiene Martí de la herencia de los pueblos originarios es la de un latinoamericano. Esos pueblos originarios son nuestras raíces, han sido aniquilados por la codicia, por la ambición, han sido ultrajados. Llamamos pueblos originarios a aquellos pueblos indígenas que el conquistador español arrasó en la conquista. Martí no era un socialista, no tenía una clara idea del socialismo, pero sí podría ser considerado como un nacionalista popular revolucionario, que en ese momento era todo lo revolucionario que se podía ser. Porque si en política hay que dar dos pasos, lo aconsejable es no dar ni tres ni uno: dar dos. Es tan reaccionario dar tres, como dar uno. Martí pasa a la historia como un escritor que lucha por la libertad, un escritor ejemplar que une su prosa con la carnalidad de su tierra, con la carnalidad de sus propios ideales, que muere muy joven y que sus propios maestros –o quienes debieron ser sus maestros, como Marx, por ejemplo- hubieran apoyado la invasión norteamericana a México y seguramente a Cuba (dentro del esquema dialéctico por el cual donde la burguesía se instala, se instala el progreso). Finalmente Cuba hizo su revolución pero la hizo sin proletariado industrial con lo cual vemos que esos esquemas de Marx y Engels –es cierto, ellos empezaron a renegar tibiamente de ellos al final de sus vidas- no eran necesarios para los países de América Latina. Cuba hace su revolución con su campesinado, y esto es muy importante también para la discusión con la “teoría del foco” y con las guerrillas de América Latina. Cuba contó con el campesinado cubano, no fue el foco de nada el que venció en la revolución. Venció una vanguardia que supo ser la expresión de un pueblo porque estaba unida a ese pueblo. Esto es teóricamente fundamental. Martí queda así, en nuestros corazones, como el ejemplo del intelectual que no solamente escribe sino que escribe para algo, escribe para una causa social. No es necesario que todos los intelectuales escriban para una causa social, pero sí es deseable que todos sientan la causa de la libertad como la causa primera que permite escribir una literatura libre. No hay literatura libre sin una tierra libre. Y esto Martí lo entendió mejor que nadie. Hasta la próxima.

ENCUENTRO 6: LA REVOLUCIÓN MEXICANA Sumario 1 Tierra y libertad 2 La rebelión y la afirmación de sí 3 Pensamiento y praxis 4 Revolución y después 1 Tierra y libertad Este es el encuentro número 6 de “Filosofía aquí y ahora”. Es el ciclo número 4 de “Filosofía aquí y ahora” y este ciclo está dedicado a “América Latina, Filosofía y Colonialismo”. Hoy nos vamos a ocupar de un hecho muy complejo, muy sobre-determinado, muy difícil, con muchos personajes, con muchos muertos, con muchos tiros, con muchos cañonazos, etc. etc.: La Revolución Mexicana (1910). ¿Qué es una revolución? Porque si vamos a hablar de la Revolución Mexicana tenemos que aclarar qué es una revolución. Una revolución, ante todo, no es una reforma. ¿Cuál es la diferencia entre reforma y revolución? ¿Qué es un reformista? Un reformista es un tipo que quiere cambiar de un determinado sistema algunos de sus aspectos. ¿Qué es un revolucionario? Un revolucionario es alguien que quiere cambiar la totalidad del sistema. Esa es la diferencia. Digamos que el cambio de la particularidad corresponde al reformista, el cambio de la totalidad corresponde al revolucionario. La Revolución Mexicana se propuso cambiar la totalidad de las relaciones de poder en México, eso se propusieron sus líderes, eso se propuso el pueblo que acompañó a esos líderes: cambiar el régimen de

Page 17: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

17 propiedad de la tierra que estaba –como siempre, y como sigue estando- en manos de los grandes terratenientes. La Revolución Mexicana entonces tiene la característica especialísima y en algunos casos emocionante de ser una revolución indígena y campesina. O sea que en México los indígenas, los pueblos originarios, tienen un protagonismo fundamental en la Revolución Mexicana. Estos indígenas, estos restos de los pueblos originarios que habían sobrevivido a la masacre impiadosa de la colonización española, tenían presencia en México. Y como tenían presencia en México habían pasado de la masacre española y de la esclavización española a la esclavización de los terratenientes mexicanos. Triste destino de los pueblos originarios en general en América Latina. México al hacer su revolución se aleja de los Estados Unidos. Estados Unidos se sorprende, qué pasa el México, los mexicanos están haciendo una revolución –dice. Bueno, por supuesto, se están alejando de nosotros. Qué quiere decir que están haciendo una revolución. Quiere decir que se están afirmando a sí mismos. Quiere decir que están diciendo nosotros queremos ser lo que somos, nosotros queremos ser independientes, autónomos, queremos ser propietarios de nuestras tierras, queremos ser mexicanos y queremos que México sea una república libre que no tenga dueños de ningún tipo, ni internos ni externos. La Revolución Mexicana empieza en 1910. El proyecto inicial de la Revolución Mexicana es derrocar a un viejo tirano llamado Porfirio Díaz, hombre terrible, que llevaba 34 años gobernando en México y a su régimen se le decía el “porfiriato”. La consigna del porfiriato era la de “paz y progreso”. Es una consigna para los poderosos porque, en realidad, qué se le puede asegurar a los poderosos más que la paz y el progreso. ¿Por qué? ¿Qué necesita el Capital? Paz. ¿Qué dice el Capital que trae cuando invierte en los países en que invierte? Progreso. Entonces, ¿qué le necesita garantizar un país a los inversores extranjeros? Paz y progreso, muy bien. Por el otro lado están los sometidos: están los pueblos originarios y están los campesinos mexicanos. ¿Qué van a pedir ellos? Piden “tierra y libertad”. Ésta es la consigna de los indios y de los campesinos: queremos la tierra porque la tierra es nuestra, no es de los terratenientes. Los terratenientes se apropiaron de la tierra. La tierra es de los pueblos originarios y debe pertenecer a los campesinos porque ellos son los que la trabajan, los que sufren con ella. En consecuencia lo que pedimos es tierra y libertad porque la posesión de la tierra va a ser la expresión de nuestra libertad. Eso dicen los indios y los campesinos. 2 La rebelión y la afirmación de sí Pero hay que levantarse en armas contra el régimen de Porfirio Díaz porque Porfirio Díaz tenía mucho poder, tenía muchos soldados y tenía muchas armas. Entonces, es Francisco Madero el que se levanta en armas contra Porfirio Díaz. Ahí está entonces Francisco Madero acosando al porfiriato a través de la lucha armada. El porfiriato pierde esta batalla, Francisco Madero derrota a Porfirio Díaz y al derrotarlo qué es lo que hace; bueno, lo que hacen todos los triunfadores, asumen el poder, asume la presidencia. O sea que ahora lo tenemos dentro de la Revolución Mexicana a Francisco Madero como presidente. Esto no gusta a los campesinos porque no les gusta Madero, un hombre más unido al poder burgués terrateniente –y a sí mismo, guarda, que esa es una tendencia muy grande en los líderes- que a los verdaderos intereses populares. Entonces, en la localidad de Morelos, se levanta en armas un gran caudillo popular, uno de los más grandes caudillos populares que dio América Latina: Emiliano Zapata. Zapata se levanta contra Francisco Madero y a Zapata lo siguen los campesinos. Pero, hay inmediatamente una contra-revolución armada por el poder para sofocar este peligrosísimo levantamiento popular de Zapata. La contra-revolución la encabeza un tipo muy sanguinario que se llama Victorino Huerta. Esta es toda la complejidad de la Revolución Mexicana, porque además todos son bravísimos. Huerta da un golpe contra Madero y se adueña del poder y ahí podríamos decir que empieza la Revolución Mexicana que va a tener dos líderes fundamentales: - el que hemos nombrado- Emiliano Zapata, y el otro, el mítico líder de la Revolución Mexicana, Pancho Villa. Tanto Pancho Villa como Emiliano Zapata son los dos grandes líderes de la Revolución Mexicana. Aparece también, junto a Huerta, Carranza, que es otro personaje que está con él, tan brutal, tan sanguinario y tan contra-revolucionario como Huerta. Entonces Zapata y Pancho Villa llaman a la lucha contra Huerta y Carranza. Acá sí estamos en plena revolución. Volvamos a preguntarnos entonces qué actitud humana implica una revolución campesina e indígena. ¿Qué es una revolución? Una revolución es una falta de respeto al poder. Una revolución es, por parte de los sometidos, la aparición de una conciencia crítica que le permite a los sometidos decirles No a aquellos que los someten. La libertad del hombre consiste en este No. Cuando el hombre está sometido, encadenado, sometido a ser casi una cosa, toma una conciencia crítica de su situación y dice No. No señores, esto es injusto. No señores, yo no acepto esto. No señores, yo me levanto contra este orden. No señores, yo hago una revolución. Hay otras interpretaciones de esto, muy modernas, que parten de Nietzsche, como por ejemplo las que están en Gilles Deleuze. Si ustedes leen a Gilles Deleuze, si tienen ganas de leer a Gilles Deleuze, por ejemplo “Mil mesetas” que es un libro recomendable, “Esquizofrenia y capitalismo”, etc. etc. Deleuze parte de Nietzsche y

Page 18: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

18 niega la negación porque dice: hay que partir del Sí. Hay que partir de la afirmación de sí mismo, ante todo, el que va a negar tiene que afirmarse a sí mismo. Pero lo que yo le critico a Deleuze y a Nietzsche, o lo que Deleuze no quiere ver en Nietzsche, es que para Nietzsche la afirmación de sí es la de los aristócratas. ¿Quiénes son los que parten de la afirmación de sí? Los aristócratas, los que nunca dudan de sí mismos. Nietzsche decía que los aristócratas griegos decían: “nosotros los veraces”. ¿Por qué decían “nosotros los veraces”? Porque decían: lo que nosotros decimos es la verdad. En consecuencia partían del sí, de la afirmación de sí mismos. Lo que no entiende Gilles Deleuze –aunque sea francés y se haya leído reverencialmente en la Argentina- es que el No y el Sí se dan juntos. Cuando yo le digo No al opresor, estoy diciendo Sí a mi libertad. Y si esto no se entiende señores, a rajar de la Filosofía, porque este doble movimiento es fundamental para entender el movimiento filosófico. El pensamiento filosófico se caracteriza por entender lo complejo, y lo complejo es que un sometido cuando le dice No al opresor se está diciendo Sí a sí mismo, se está descubriendo a sí mismo, se está asumiendo a sí mismo. ¿Por qué? Porque le dice No a la opresión, le dice Sí a su propia libertad. 3 Pensamiento y praxis El levantamiento zapatista es multitudinario. Al ser multitudinario Zapata logra tener toda una zona de México bajo su dominio revolucionario. Al tenerla bajo su dominio revolucionario lo que comienza a tomar son medida revolucionarias. Crea entonces Juntas Revolucionarias y Comisiones Agrarias encargadas del nuevo reparto de las tierras. Se sancionan entonces las nuevas leyes agrarias y se ocupan las tierras de los terratenientes. Esto es una revolución. Es decir, la propiedad privada es inalienable, es intocable para el capitalismo, es sagrada. En Hegel la propiedad privada es la objetivación de la libertad. Entonces imaginen ustedes el insulto al propietario privado y a la objetivación de su libertad que indios y campesinos le ocupen sus tierras. Pero esas tierras son ocupadas y hay confiscación de esas tierras y hay reparto de esas tierras entre los pobres. La tierra para los pobres. Aquí hay filosofía, aquí hay pensamiento latinoamericano. Todo esto es pensamiento latinoamericano. Quizás el pensamiento latinoamericano tenga la característica de que se ha desarrollado a través de la praxis, a través de la acción y no tanto a través de una literatura escrita. Estas leyes agrarias del zapatismo son ideas, aquí hay ideas. Aquí quizás hay una realización de ideas de cierto marxismo del siglo XIX que se encarnan en las leyes zapatistas, por ejemplo: “la tierra es para el campesino que la trabaja”. Ésta es una convicción profunda del zapatismo. Zapata, a su vez, crea un plan. El plan llamado “Plan de Ayala” (1911) –ustedes observen que también se escriben las ideas-. El “Plan de Ayala” no está en el aire, está escrito y constituye un hecho histórico en el pensamiento latinoamericano. Este “Plan de Ayala” además está respaldado por la acción militante de campesinos y de indios y constituye fundamentalmente el proyecto de restituir las tierras y las aguas a los pobres, a los que la trabajan, a los indios, a los campesinos, a las comunidades originarias que han sido arrasadas desde 1492, aciago día en que Colón puso sus pies en América Latina. Estas leyes del zapatismo hacen pensar que hay un pensamiento latinoamericano, evidencian que hay un pensamiento latinoamericano. Y que este pensamiento en México, en la Revolución Mexicana, se ha dado en la acción porque está sostenido por ejércitos revolucionarios. Ustedes observen que es un pensamiento sostenido por la praxis lo cual nos hace acordar mucho a “La Comuna de París” de 1871 que fue aplastada por Thiers (francés) y por la Prusia de Bismarck, que suspendieron la guerra entre ellos para aplastar a la Comuna de París. Volvemos a México, ¿qué hacen los hacendados? Los hacendados no se quedan cruzados de brazos, los hacendados inmediatamente arman guardias, guardias armadas, o sea escuadrones de la muerte. Estos escuadrones de la muerte tienen por misión ir recorriendo los campos e ir matando a todos los campesinos e indios que encuentren. Se desata una terrible guerra civil con matanzas de los dos lados. No hay piedad de ninguno de los dos lados. No hay ni uno solo de los dos lados que no hayan cometido atrocidades en la Revolución Mexicana. Así Zapata cae muerto en 1919, se quedan sin su líder con todo lo que implica quedarse sin un líder como Zapata. Esto es para las masas como quedarse a la deriva. Y en 1923 es asesinado en Parral Pancho Villa. Estas dos muertes, la de Pancho Villa y la de Zapata, expresan por supuesto la declinación del ímpetu revolucionario de los mexicanos. Esto también debe hacernos entender que en determinado momento las masas ponen su fe en determinados líderes porque estos líderes saben representarlas y pelean junto a ellas y arriesgan su vida junto a ellas y mueren junto a ellas como Pancho Villa y Emiliano Zapata. Ejemplos de líderes revolucionarios que dieron su vida y murieron junto a los que representaban. 4 Revolución y después Hay un lema que dicen todos los mexicanos y lo dicen con mucho dolor: “Hay pobre México, tan lejos de Dios y tan cerquita de los Estados Unidos”. Por supuesto, en todo este alboroto los Estados Unidos tomaron

Page 19: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

19 intervención y amenazaron justamente con intervenir en la Revolución Mexicana, claro que a favor de los poseedores, de los terratenientes. Lo que preocupaba realmente a los Estados Unidos era que México con esa revolución consolidaba su identidad nacional. Y un país que consolida su identidad nacional ya no es tan fácil de colonizar, sino todo lo contrario: una sólida identidad nacional desarrolla el orgullo nacional y desarrolla la posibilidad de rechazar el avasallamiento de un país extranjero colonizador. O sea que la Revolución Mexicana marca la identidad de este país casi para siempre porque también muestra que hay un pueblo que no le teme a la muerte, que los pueblos originarios, que los campesinos, salieron a pelear, salieron a dar la vida por la tierra, por la libertad, respaldando a sus caudillos. Que los caudillos salieron al frente de las masas arriesgando sus vidas y finalmente las perdieron luchando y esas son ideas, como dijimos, como el Plan de Ayala del zapatismo. Y son ideas que se dieron en América Latina encarnada en caudillos populares como Villa y Zapata. Todo esto tuvo una gran influencia, como no podía ser de otro modo, en el Arte y la Literatura mexicanos. Especialmente están “los corridos de las Adelitas”, las Adelitas que unen el amor y el militarismo. ¿Qué eran las Adelitas? Las Adelitas eran las soldaderas, eran las chicas que acompañaban a los soldados y les hacían la vida más alegre mientras la guerra era cada vez más triste. Yo voy a recordar aquí para los que no lo recuerden –y la mayoría no lo recordarán- pero fue una marca de época las versiones del cantante norteamericano Nat King Cole sobre la canción “Adelita”. La canción “Adelita” dice: Si Adelita se fuera con otro / la seguiría por tierra y por mar / si es por mar en un buque de guerra / si es por tierra en un tren militar. (Nat King Cole cantaba esto mismo con acento anglosajón). La canción seguía diciendo: Y si acaso muriera en la guerra / y mi cuerpo en la tierra va a quedar / Adelita por dios te lo ruego / que por mí no vayas a llorar. Esto mató, fue un éxito impresionante en los años ’50 porque Nat King Cole lo cantaba con mucha gracia y cantaba la canción de“Adelita” realmente. Entretanto, Mariano Azuela, uno de los escritores más talentosos de ese momento, escribe una novela fundamental que se llama “Los de abajo” y expone los ideales de los de abajo, expone los ideales de los campesinos y de los pueblos originarios. Se les reprocha a los luchadores de la Revolución Mexicana que no tenían ideología, pero esto es un disparate total porque un movimiento que se propone expropiar la tierra a los terratenientes ¡caramba!, si eso no es ideología díganme qué es ideología. Como el cine de Hollywood nunca está alejado de estas cosas, en 1952 hace una meritoria película (¡Viva Zapata!) dirigida por un notable director, Elia Kazan –que luego fue un buchón del macartismo- protagonizada por Marlon Brando, Jean Peters y Anthony Quinn –que hacía del hermano de Zapata-, Brando hacía de Zapata y Jean Peters su mujer. Jean Peters era una actriz de esa época que luego se casó con Howard Hughes, un ultra millonario y totalmente piantado norteamericano. Se le reprocha a la película que hace de Zapata un héroe purísimo sin contradicciones, cuando en realidad Zapata si había que matar mil tipos los mataba, lo mismo que del otro lado (ya dijimos que la Revolución Mexicana fue un hecho cruento donde hubo atrocidades de ambas partes). Ahora bien, ¿qué pasa con la Revolución Mexicana? Con la Revolución Mexicana lo que pasa es lo que pasa con muchas revoluciones: se la congela, se la mete en un museo. Si usted va a México los guías de turismo lo van a llevar al “Museo de la Revolución Mexicana” y usted no va a poder creer que Zapata y Pancho Villa están en un museo. Raymundo Gleyzer, un director argentino desaparecido por la dictadura desaparecedora, hizo una película que se llamaba “México, la revolución congelada”. Y efectivamente es la revolución congelada, la revolución vital, llena de vida, llena de ideas, llena de estruendo, que hoy reposa mansamente en un museo mientras México se entrega a la desgracia de la droga, la criminalidad y la fiesta de los narcotraficantes. Lamentablemente esta es la realidad. Pero la revolución existió y todo lo que existió, ¡ojo!, puede volver. Hasta luego, nos vemos.

ENCUENTRO 7: JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI: REGIONALISMO Y CENTRALISMO Sumario 1 Pensamiento y militancia 2 “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana” 3 El proceso de liberación de las colonias 4 La cuestión agraria 1 Pensamiento y militancia Este es el encuentro número 7 de nuestro 4º ciclo de “Filosofía aquí y ahora”. El título de nuestro 4º ciclo es “América Latina. Filosofía y colonialismo”. Y el tema de este 4º encuentro es “José Carlos Mariátegui” que es el gran filósofo marxista peruano que a la vez es el más grande filósofo marxista de América Latina. Lo cual les voy a decir -en una tremenda agresión a los filósofos marxistas de América Latina- que no se necesita un mérito

Page 20: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

20 muy extraordinario para serlo, porque en general no han hecho más que repetir las fórmulas más elementales del padre del llamado socialismo científico, es decir de Karl Marx. Pero, en cambio, José Carlos Mariátegui fue mucho más allá. José Carlos Mariátegui hizo la actitud esencial de un intelectual. ¿Cuál es la actitud esencial de un intelectual? Crear. Si un intelectual es marxista, no tiene que tomar la letra del marxismo como un dogma, eso lo puede hacer el cura de una parroquia que está leyendo la biblia y ahí está la palabra divina a la cual él se va a someter. Pero un intelectual no se somete nunca porque si no, no es un intelectual. Un intelectual vive en estado de creatividad y esto es lo que José Carlos Mariátegui hizo frente al marxismo. El libro en el cual se condensa todo este saber, toda esta osadía intelectual de José Carlos Mariátegui es un libro célebre que todos los marxistas de América Latina han leído pero no han tomado su ejemplo. El libro es “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana” de 1928. Ahí Mariátegui consolida su obra más importante. Mariátegui fue un hombre de un pensamiento vigoroso pero de una salud endeble. Este es un caso típico y atípico, digamos. Podríamos decir que Nietzsche fue un tipo así, de un pensamiento vigoroso y una salud endeble. Mariátegui, desde muy niño, tiene problemas muy graves, tiene un problema en la pierna que le causa – bueno, le causa lo que causan este tipo de problemas- una disminución frente a la mirada del otro. La mirada del otro es lo que te hace un rengo. Porque objetivamente, es cierto, uno puede carecer de una pierna, pero carece de una pierna porque los otros lo miran. Esta es la tragedia. Los otros lo miran y el que carece de un miembro a la vista se da cuenta que lo primero que el otro ve en él es lo que él no tiene. En el caso de Mariátegui, una pierna. Como todo intelectual marxista, José Carlos Mariátegui es un intelectual comprometido, es un intelectual que publica sus ideas por medio de la prensa. En realidad, si ustedes quieren conocer mi opinión, yo creo que así debe ser. Que un intelectual no se puede andar escondiendo en ninguna torre de marfil, que no se puede andar escondiendo en ninguna institución –como la universidad, por ejemplo. Sino que realmente tiene que dar su palabra, tiene que dar su opinión, porque para algo ha tenido estudios avanzados. Cuando se tienen estudios avanzados hay una comprensión que suele ser más profunda y más organizativa de la realidad. Esto es lo que hace Mariátegui. Ahora, esto tiene sus riesgos. El riesgo frecuente que tienen los intelectuales es el de ser considerados ideólogos por el poder. Y, para el poder, el ideólogo es muchas veces el causante de todo porque es el que pone –y estas son las palabras del poder- las semillas de la insurrección o de la subversión en la cabeza de la gente. Por eso el presidente Leguía tenía dos caminos: o lo mataba o lo mandaba a Europa. Como no podía matarlo dada la coyuntura política y la importancia que había tomado Mariátegui, lo manda a Europa. Se puede interpretar esto como un exilio o como una expulsión del país. Mariátegui se va a Europa y aprovecha mucho este viaje porque Europa seguía siendo –en ese momento- el centro de la actividad intelectual. Participa de muchos congresos socialistas y conoce a personalidades excepcionales como Togliatti –que va a ser el presidente del Partido Comunista- y Antonio Gramsci. O sea, Mariátegui encuentra la fuente importante de pensadores a los cuales él no sólo admiraba sino que tenía mucho para aprender de ellos. 2 “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana” El tema más apasionante que trata Mariátegui en sus “7 ensayos…” es el de las revoluciones de América Latina. En este sentido su pensamiento es muy original. Esas revoluciones –dice Mariátegui- no fueron revoluciones. Lo que esas revoluciones constituyeron fue salir de la órbita hispánica que realmente monopolizaba el comercio de las colonias de América Latina. Al monopolizar el comercio de las colonias de América Latina, estas colonias quedaban fuera del libre comercio de la modernidad del occidente capitalista. Entonces, para Mariátegui era comprensible que las clases que dominaban a todos estos países quisieran entrar en relación con los países que hegemonizaban este desarrollo occidental capitalista – que eran fundamentalmente Gran Bretaña y Francia. España, además, ya no podía abastecer a las colonias. España era una monarquía en decadencia, una monarquía que podía ser comparada con el “amo hegeliano”, una monarquía destinada al goce y no al trabajo; y en este sentido se contradecía tremendamente con Gran Bretaña que era un imperio dedicado por completo al desarrollo de la industria, a la conquista de los territorios que necesitaba para obtener mercaderías, materias primas para su industria. Entonces, al ver esto, Mariátegui se da cuenta que la cuestión de una América Latina unida no va a ser posible porque Inglaterra no lo va a permitir. Porque Inglaterra unida con las clases sociales nativas de los países americanos no lo van a permitir. Esto quiere decir lo siguiente –y quiero ser claro en este punto-, porque hay un librito de Alvarito Vargas Llosa que se llama “Manual del perfecto idiota latinoamericano” (1996) y su primer capítulo dice así: “ellos son ricos porque nosotros somos pobres”. No, es mentira, Alvarito Vargas Llosa es el “perfecto idiota neoliberal” porque, además, es de esos tipos que son los hijos de un grande y ni siquiera tiene un nombre (como “Alvaro”, sino que es “Alvarito”). Y Alvarito lo que dice es que la queja constante de los países de América Latina es “nosotros somos pobres porque el imperio es rico”. No es así. Nosotros somos pobres porque la clases dominantes de los países subdesarrollados establecen un pacto neocolonial con el

Page 21: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

21 imperio –está claro esto, porque esto hay que entenderlo bien-, y en ese pacto neocolonial las clases hegemónicas de las colonias dejan de lado a todas las demás: que no entren en este pacto neocolonial. El pacto neocolonial lo hacen las burguesías mercantilistas, improductivas e importadoras –porque no producen nada, importan todo- y las oligarquías terratenientes. En Perú, lo que analiza además Mariátegui es el problema de los pueblos originarios, el problema del indio. Porque, ¿qué es lo que había originariamente en América Latina? Había indios. Por eso creo que dije en algún programa que el que no tenga de 1900 para atrás escrituras por las tierras que posee, las tendría que devolver porque es un robo lo que hizo. Es decir, las tierras se conseguían aquí del siguiente modo: le decía a un tipo “montá a caballo y galopá hasta que revientes el caballo”, el tipo iba hasta donde reventaba el caballo y hasta ahí la tierra era suya. Así se conquistó la tierra en el siglo XIX. Por supuesto, esas tierras se las robaron a los pueblos originarios, los cuales fueron aniquilados en todos lados, se los mató aquí, se los mató en Estados Unidos. Lo que ocurre es que aquí se los mató para crear el latifundio, se los mató para repartir las tierras entre muy pocas familias, sabemos lo que fue la llamada “conquista del desierto” de Roca: fue una empresa para lograr el latifundio. Mariátegui cuando analiza el problema de los pueblos originarios marca esto: los pueblos originarios fueron saqueados, se les quitaron sus tierras. Siguió adelante y nosotros vamos a seguir adelante con él. 3 El proceso de liberación de las colonias En su obra fundamental “7 ensayos…”, Mariátegui hace una de las interpretaciones más osadas y más exactas del proceso liberacionista de las colonias hispanoamericanas. Este proceso no fue una revolución para Mariátegui, sino que fue el cambio de la sumisión hacia el monopolio español que ahogaba las economías de América Latina al condenarlas a trabajar únicamente con Cádiz, digamos, con el imperio español que era un imperio en decadencia. Si nosotros nos fijamos en la figura del “amo y el esclavo” de Hegel, España sería el amo que vive del goce mientras que el esclavo trabaja. España, por otra parte, ya no podía abastecer a las colonias porque no tenía ese poder de hacerlo mientras que desde las colonias lo que están viendo es que hay un imperio –que es el imperio británico- que es el que lleva la delantera en eso que llaman “el tren de la historia”, al cual hay que subirse o sino uno se queda atrás. Entonces Mariátegui dice que está bien, que se ha liberado a América Latina del imperio español monárquico decadente y que ahora América Latina se va a integrar –a través de un intercambio cultural y económico- al imperio británico y a Francia, pero fundamentalmente al imperio británico. Mariátegui no deja de ver las cosas que han quedado en el camino, las derrotas que ha implicado todo este proceso, y una de las derrotas más grandes es la del indio. La del indio es una de las derrotas más grandes en toda América Latina. Había un programa liberal –en Perú- para no dejar totalmente de lado el problema de los indios. Lo que ocurre en Perú es lo que ocurrió en Argentina, no hay una nueva clase dirigente, no hay una burguesía democrática y revolucionaria. ¿Qué sería una burguesía democrática y revolucionaria? Sería una burguesía que quiere hacer una revolución porque quiere producir lo que el país necesita. Porque es una burguesía de la producción, una burguesía industrial. Pero la burguesía de los países coloniales es una burguesía meramente intermediaria, trae las mercancías británicas y las introduce en el país arruinando las industrias del país. Esta burguesía está aliada a la aristocracia latifundista. Entre el latifundismo y esta burguesía poderosa, muy fuerte, enriquecida sencillamente por el tráfico de mercancías, hay un poder centralizado, y el problema del indio –dice Mariátegui debió tener una solución social, pero nunca tuvo una solución social el problema del indio. Tuvo otro tipo de soluciones. El indio, en Perú, tuvo un peso que nosotros desconocemos por completo. Lo que propone Mariátegui es que si los indios, los pueblos originarios, tienen que tener una solución social, deben ser ellos los que encaren sus propios problemas. Deben formar “Congresos Indígenas”, algo que aquí fue inimaginable. ¿Qué implica un Congreso Indígena? Un Congreso siempre implica una centralización. Una centralización es una comunicación entre los grupos de distintas regiones que se reúnen en un Congreso para discutir los problemas de cada uno de esos grupos. Justamente un Congreso es el diálogo entre los distintos grupos de pueblos originarios. Hay 4 millones de personas. Pero el número es muy difícil que se transforme en fuerza si no hay una ideología profunda de unificación. ¿Qué es lo que quiero decir con esto? Es que puede haber una fuerza social, puede haber una fuerza política que tenga 40 millones de personas, pero si estas 40 millones de personas no están unidas por una ideología que realmente las contenga, les dé un objetivo, y haga de ese número una fuerza, la cosa no funciona. Ahí es cuando el número deviene fuerza. Pensemos en esto, en cómo el número se transforma en fuerza cuando se fijan objetivos comunes para todos. 4 La cuestión agraria El tema fundamental que va a tratar Mariátegui en los “7 ensayos…” es el tema de la cuestión agraria. El tema de la cuestión agraria es un tema esencialmente injusto porque, por supuesto, siempre el tema de la cuestión

Page 22: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

22 agraria está mal resuelto en América Latina porque la distribución de la tierra en América Latina es terriblemente desigual. El régimen feudal que se caracteriza por una centralización de la tierra en la figura del Señor feudal debió ser reemplazado por las revoluciones latinoamericanas, pero no fue reemplazado. Las tierras siguieron teniendo un carácter centralizado en pocas familias. En el Perú –dice Mariátegui- no hemos tenido en 100 años una clase burguesa. Una clase burguesa sería una clase realmente revolucionaria, productiva y que negociara para vender sus productos en el mercado externo y no importar los productos de la metrópoli. Ahora, esta falta de igualdad en el tratamiento de la tierra es una de las grandes trabas del desarrollo. Por supuesto porque si la tierra pertenece a 10, 15 familias, la tierra no va a ser trabajada. Es decir, la van a trabajar los peones que están a sueldo de esas familias pero el peón no trabaja la tierra del mismo modo cuando la trabaja para el patrón por 30 pesos que cuando la trabaja para sí mismo, para su familia y para mantener su hogar. Mariátegui, por supuesto, y esto es notable, a qué apela, qué es lo que pude solucionar esto: una intervención del Estado. Pero de un Estado revolucionario que haga una reforma agraria. Esto no ocurrió nunca. Lo intentó Artigas, pero no sucedió nunca en América Latina. La oligarquía de América Latina nunca perdió la posesión abundante y extensa de sus tierras. No hubo un Estado intervencionista que interviniera en la distribución de la tierra y dijera: no señores, esto no puede ser. Usted no puede tener 800.000 hectáreas y su vecino 3 hectáreas. Entonces, hay una intervención ahí del Estado que hace una política nacionalista. ¿Por qué una política nacionalista? Porque hace una política para la nación y es una política para todos. Si es una política para todos entonces el Estado dice: mire, señor, usted que tiene 800.000 hectáreas se va a conformar con 100.000. Y hay 700.000 hectáreas que nosotros vamos a repartir entre los pueblos originarios y los campesinos. Imagínense ustedes si se hace esto es la revolución, la subversión pura, el atentado a Dios, a las causas más puras de una nación que ¿cuáles son? Las que justifiquen siempre que los poderosos tengan las tierras de las que se apoderaron en algún momento. Vamos a tratar aquí de ir sintetizando el pensamiento de Mariátegui. Hay en efecto una línea de pensamiento marxista en Mariátegui mezclada con un nacionalismo. Este nacionalismo implica el interés que tiene Mariátegui por el Perú. Mariátegui no es un teórico peruano que se pone a filosofar sobre el marxismo, tampoco es un teórico que aplica el marxismo al Perú como si el marxismo fuera una teoría acabada en sí misma que pudiera ser aplicada a todos los países del planeta igualmente. Lo que hace Mariátegui y lo que lo aleja de la tradición marxista latinoamericana –y especialmente argentina, que es muy seguidora del pensamiento de Marx- es que Mariátegui recrea el marxismo porque es un nacionalista convencido, cosa que no fueron los marxistas argentinos, que no fueron nacionalistas, y que se encontraron con serios problemas para serlo: con Irigoyen, con el peronismo –al cual abominaron por ser un movimiento nacional, popular, populista-. En cambio Mariátegui cree firmemente en su nacionalismo. Cree que en la unión del nacionalismo y el marxismo va a surgir un pensamiento original para su patria el Perú. Entonces, cuáles serían nuestras conclusiones fundamentales para Mariátegui? Mariátegui es el gran teórico marxista de América Latina, su ensayo fundamental es “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana”. Lo que Mariátegui incorpora al marxismo es un genuino nacionalismo peruano que, en lugar de someter a Perú a la teoría marxista, utiliza la teoría marxista para comprender al Perú. Es decir, hay una unidad entre nacionalismo y marxismo que en la Argentina no se vio nunca porque el nacionalismo quedó del lado de los movimientos populares, y los marxistas nunca fueron nacionalistas y confundieron al nacionalismo con el fascismo. Mariátegui no, de ningún modo. Entiende que el nacionalismo es la comprensión de los pueblos originarios, es la comprensión de la necesidad de una reforma agraria, es la comprensión de la crítica al latifundismo, es la comprensión de la crítica a la revolución inconclusa que no se hizo contra España. Y ahí es donde Mariátegui toma su originalidad. La originalidad de Mariátegui –y con esto resumo- es que es un pensador marxista que une al marxismo con el problema profundo de la nación a la cual él quiere comprender. Bueno, fue todo.

Page 23: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

23

ENCUENTRO 8: TENDENCIAS HISTORIOGRÁFICAS EN ARGENTINA Sumario 1 La historia como conflicto 2 El revisionismo histórico y la historiografía liberal 3 FORJA y la década infame 4 Los hechos y las interpretaciones de los hechos 1 La historia como conflicto Este es nuestro encuentro número 8 de “Filosofía aquí y ahora” en su 4ª temporada. El tema que tratamos en esta 4ª temporada es: “América Latina: Filosofía y colonialismo”. El tema que nos va a ocupar hoy y nos va a ocupar fuertemente es el de las tendencias históricas en la Argentina. Que haya distintas tendencias históricas quiere decir que hay distintos puntos de vista sobre la historia. Que haya distintos puntos de vista sobre la historia quiere decir que hay distintas clases sociales que lo sostienen, que hay distintos grupos sociales que tienen distintas miradas y que esas distintas miradas establecen conflictos, antagonismos. O sea que la historia no es un lecho de rosas, la historia es un lecho de conflictos. Y estos conflictos se expresan también en las interpretaciones que cada uno de esos grupos, clases o subclases hacen de la historia. Uno de los grupos que comienza por diferenciarse de la trasnochada historiografía liberal -que había escrito el general Mitre, que después siguió Ricardo Rojas, que José Ingenieros también escribe y cuya cumbre es el “Facundo” sarmientino- es la de la Escuela revisionista que nace a partir del golpe de Uriburu en 1930. El golpe de Uriburu es un golpe que se identifica con el fascismo europeo. Este Uriburu era un general de pocas luces –lo que quizás es una redundancia-, pero hay algunos con más luces… Uriburu muchas no tenía. Como no tenía muchas le pide a Leopoldo Lugones que le redacte la Proclama Revolucionaria. Leopoldo Lugones ya venía hablando de los golpes de Estado en Ayacucho, cuando se festeja el centenario de la batalla de Ayacucho, la batalla en la cual Antonio José de Sucre derrota definitivamente al poder español en América. Entonces, 100 años después, en Lima, Perú, se festeja el centenario de la batalla de Ayacucho. Ahí Leopoldo Lugones lanza un famoso discurso en el cual dice: “ha sonado otra vez, para bien del mundo, la hora de la espada”. Lugones era un gran orador, Lugones era un gran charlataneador, tenía una gran facilidad de palabra y de construcción de conceptos que respondían a la época en que se estaba viviendo. Entonces, en el discurso dice: “así como la espada hizo lo único enteramente logrado que tenemos hasta ahora, es decir, la independencia, ahora es necesario que la espada vuelva a instaurar la jerarquía (palabra bien de la derecha) indispensable que la democracia ha malogrado hasta hoy.” La democracia para Lugones se opone a toda jerarquía, lógico, la democracia no establece jerarquías. Pero para un fascista, un tipo de la derecha, tiene que haber jerarquías. Y un tipo que pide jerarquías odia a la democracia. Entonces Lugones habla de lo que él llama “paparruchas” que son: el pacifismo, el colectivismo y la democracia. Para él son sinónimos de la vacante que el jefe predestinado está dejando y que tiene que ser ocupada. Hay un jefe predestinado a ocupar el lugar que la democracia no puede ocupar. Ese jefe predestinado que anuncia Leopoldo Lugones es José Félix Uriburu y dice que el jefe predestinado –basándose en Nietzsche Lugones, a quien habría ojeado un poco- manda no por la ley, manda por ser el mejor, el derecho de ser el mejor. Es decir, se basa en la concepción que Nietzsche tiene de la aristocracia griega, son los mejores, los veraces, los que deben gobernar. La ley se confunde con la voluntad del hombre predestinado. Hay un hombre predestinado a gobernar y la voluntad de ese hombre es la ley –fijensé qué peligroso que es esto-. El “superhombre” nietzscheano es el que da fundamento a estas ideas lugonianas. En síntesis, el pensamiento fascista es un pensamiento que se basa siempre en una casta privilegiada cuyo privilegio para gobernar consiste ante todo en la aristocraticidad de su espíritu. Son aristócratas espirituales que de su boca sale la verdad y establecen un jefe y ese jefe establece la ley y la ley es la expresión de la voluntad del jefe. No hay parlamento, no hay nada, todas esas son “paparruchas”. Hay un solo lugar de donde surge la ley, de la voluntad del jefe. Esto es fascismo 100 x 100. 2 El revisionismo histórico y la historiografía liberal El revisionismo histórico se caracteriza por una gran carencia: cuando yo reviso algo, dependo de aquello que reviso. El revisionismo histórico se caracterizó todo el tiempo por denostar a la historia oficial e incluso implantar un panteón alternativo. Es decir, si estaba Sarmiento pusieron a Rosas, los caudillos federales se oponían a la burguesía ilustrada de Buenos Aires. Pero, esta visión alternativista no puede crear un suelo originario desde el cual pensar algo absolutamente nuevo. Por eso, desde aquí les decimos a esos pensadores liberales que cada vez que uno dice algo distinto a la trasnochada historia liberal le dicen a uno que es un trasnochado revisionista, pero uno no es un trasnochado

Page 24: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

24 revisionista porque se ha plantado en otro lugar. Yo ya no pienso en la historia liberal, pienso en la historia que estoy pensando autónomamente. En cambio sí, los revisionistas, como hicieron un movimiento inicial de largada estaban determinados a destruir a los héroes, a los próceres de la historiografía liberal. Entonces, como lo maldito siempre tiene ese sabor tan especial, cuando se dirigen hacia el pasado encuentran que nuestros torpes liberales han entronizado a un gran maldito en el pasado como después van a hacer la misma torpeza con Perón; han entronizado como gran maldito de la historia argentina a don Juan Manuel de Rosas de quien José Mármol, un mediocre poeta, dijo “ni el polvo de tus huesos la América tendrá”. Y lo trajo Menem, y se lo dejaron traer a Menem, ¿saben por qué? Porque Menem les dijo: señores, a mí me gusta Rosas –les dijo a los oligarcas de la tierra y de las finanzas- me gusta Rosas, lo quiero traer. Yo, en cambio, voy a hacer todo lo que ustedes me digan. Voy a hacer el plan económico que ustedes me digan, el plan social que ustedes me digan, voy a frenar a la CGT. Ah!, tráigalo a Rosas –le dijeron. Entonces Menem lo trajo a Rosas y lo puso en los billetes de 20 pesos, no paso nada. Pero, hasta ese momento, la maldición de Mármol estaba ahí: “ni el polvo de tus huesos la América tendrá”. Ahora, los revisionistas sí, encuentran en don Juan Manuel de Rosas –ya lo creo que lo encuentran- al líder fuerte, poderoso y romántico del siglo XIX. ¿Por qué? Porque buscan desde Rosas darle un basamento a Uriburu. Nada tenía que ver el pobre Uriburu con don Juan Manuel que ese sí era una figura histórica poderosa. Una de las mejores biografías de JM de Rosas (hasta que tengamos a la de Slavoj Zizek porque se dice que el pensador esloveno que ha venido por la Argentina, estudio algo de historia argentina y quedó deslumbrado por Rosas. Claro, quién no queda deslumbrado por Rosas, lógico, la Batalla de la Vuelta de Obligado, todo el color local que Rosas implica. Incluso Oswald Spengler en “La decadencia de Occidente” (1918), uno de los libros fundamentales del siglo XX, menciona a Rosas en uno de los lugares destacados dentro de los grandes caudillos del siglo XIX), Carlos Ibarguren escribe una biografía de Juan Manuel de Rosas. A los jóvenes de la izquierda peronista la figura de Rosas los fascina porque también es otro prohibido, y además porque el libro negro de la segunda tiranía unía justamente la figura de Rosas y la de Perón. Habían sido los mismos liberales los que habían trazado la línea Rosas-Perón. Pensemos esto, ojo, bien claro tengámoslo: los mismos liberales habían trazado la línea Rosas-Perón al escribir el libro negro de la segunda tiranía. Como habían trazado la línea Mayo-Caseros, es decir, Mayo la libertad, Caseros la dictadura, la infamia, el crimen, “El matadero” de Esteban Echeverría. La izquierda peronista interpreta a Rosas como un caudillo, como un líder antiimperialista lo cual es cierto, Rosas fue un líder antiimperialista. Lo que pasa es que Rosas falló a la cita para lo cual todo lo tenía destinado: modernizar la nación sin traicionar su soberanía. ¿Qué hicieron los liberales? Los liberales modernizaron la nación pero traicionaron su soberanía, modernizaron la nación regalándola, vendiéndola, entregándosela al capital británico, dándole las tierras al capital británico, así modernizaron la nación. Rosas debió modernizar la nación sin entregar su soberanía y para eso estaba destinado pero tenía demasiado odio a los gringos, de modo que hizo una política de resistencia. Lo que no se le puede negar a Rosas es que hizo una política nacional de resistencia lo cual se ve claramente en la gloriosa Batalla de la Vuelta de Obligado. 3 FORJA y la década infame El gobierno de Uriburu dura muy poco porque la oligarquía argentina no quería tener tratos con los gobiernos fascistas europeos porque era liberal “a la británica”. Siempre los tratos de la oligarquía fueron con Gran Bretaña en consecuencia Uriburu dura muy poco y muere a los 2 años en París cómodamente en la cama mientras que Severino Di Giovanni muere fusilado en una penitenciaría gritando: “¡Viva la anarquía!” y el general Uriburu muere muy cómodamente en su cama y “Crítica” titula: “Hoy en París”. Con eso alcanzó para que todo el mundo se enterara. Muerte Uriburu, pero ya estaba muerto el uriburismo, el fascismo. Lugones estaba en una depresión tremenda que lo llevaría al suicidio, también por causas de amor. Y asume un general –cómo describirlo- gordito, siempre simpático, que decía todo el tiempo: “chis”. Como decía “chis” salía siempre sonriendo en todas las fotografías. Uno tiene que decir “chis” o “whisky”, Osvaldo Bayer dice “anarquía”. Pero viene la crisis del ’29 y la Argentina se va a los caños. Ese granero del mundo que tanto festeja la oligarquía agraria argentina, con tanto orgullo, la generación del ’80, un gran país, los ganados y las mieses, se va a los caños. Porque la crisis del ’29 hace cambiar los términos de intercambio, entonces, los productos primarios no valen nada y los productos con valor agregado valen mucho. Inglaterra decide no comprar más las carnes argentinas y Argentina se va al diablo, esa fue la Argentina que construyó la oligarquía, se fue al diablo en 4 días. Entonces, para solucionar esto, Julito Roca, el hijo del “gran conquistador del desierto”, viaja a Inglaterra y hace un acuerdo con las carnes y está la famosa frase que dice: “la Argentina es una de las joyas más valiosas de la corona británica”. Con gran orgullo dice esto Julito Roca.

Page 25: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

25 Frente a esto, frente a esta situación a la cual el teórico José Luis Torres llama “la década infame”, en la cual surgen muchos de los mejores tangos, en la cual surge Discépolo –creo que esto lo hemos visto-; aparece el grupo FORJA. El grupo FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) es un grupo formado por jóvenes radicales que son radicales antipersonalistas, porque el radicalismo se dividía en radicales personalistas (que eran irigoyenistas) y antipersonalistas (que eran alvearistas). Los antipersonalistas eran los radicales adictos al régimen, que perduraron. Los personalistas eran los adictos a Irigoyen. FORJA establece un slogan que es: “Somos una Argentina colonial, queremos ser una Argentina libre”. Sus principales integrantes son figuras brillantes como Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche, Homero Manzi, etc. Todos ellos se nuclean ahí y efectivamente son tipos brillantes. Y los que no tenían formación teórica como Scalabrini Ortiz, se la hacían, se formaban, y Scalabrini Ortiz deja su costado literario que se había plasmado en “El hombre que está solo y espera” y escribe “La historia de los ferrocarriles argentinos” que es un acto totalmente patriótico porque él no estaba destinado a eso, y escribe una muy seria y documentada historia de los ferrocarriles argentinos acerca de cómo fueron entregados y negociados en Gran Bretaña. Jauretche, por su lado, inaugura una ensayística irónica, despiadada, en la que muestra todo lo que logra el humor, todo lo que el humor es capaz de erosionar una ideología tomándole el pelo que es lo que logra Jauretche con la oligarquía argentina. El grupo FORJA confluye finalmente en el primer peronismo pero no logra una inserción muy profunda. Y también tenemos como historiador liberal, del “constitucionalismo liberal” – como le gustaría decirlo a él- a Tulio Halperín Donghi. Ha escrito un libro titulado “Revolución y guerra”, muy valorado, y que después del golpe de Onganía se exilió y se dedicó a escribir libros fundamentalmente antiperonistas con algún sólido basamento, y con algún no-sólido basamento. A mí no me interesan mucho los libros de Halperín Donghi. De este modo vamos a pasar a otra visión que la historia da de los procesos políticos y sociales en la Argentina. Nos vemos. 4 Los hechos y las interpretaciones de los hechos Estos ideólogos que se dedican a revisionar la historia, entre los más importantes figura Hernández Arregui. Hernández Arregui saca, en plena militancia de la juventud peronista, un libro que lo estaban esperando todos, que se imprimían en las facultades y salían folletitos, hasta que finalmente salió el libro que era “La formación de la conciencia nacional”. Lo leyeron todos. Y era un libro en el cual Hernández Arregui mezclaba el marxismo con el peronismo. No es un libro que yo considere felizmente logrado, incluso hay un pasaje sorprendente en el cual Hernández Arregui interpreta la llegada a la Argentina de Milton Eisenhower como la rendición de Milton Eisenhower. Milton Eisenhower llega alrededor del ’53 para verlo a Perón y Hernández Arregui dice que viene a rendirse. Bueno, todo no son estos dislates. Tiene otro libro que es muy lindo: “El ser nacional”. Pero mejor que Hernández Arregui y con muy buena pluma –es el que mejor pluma tiene- es Jorge Abelardo Ramos. Yo he leído siendo niño “Revolución y contra-revolución en la Argentina” y he disfrutado de ese libro como pocos porque estaba bien incluido el marxismo, el trotskismo y la historia argentina. Ramos es como si hubiera recorrido todas las librerías de viejos de Corrientes y se hubiera comprado todos los libros y con todos esos libros hizo “Revolución y contra-revolución en la Argentina”. Lo que hizo después Ramos nosotros aquí lo vamos a olvidar. Ahora Salvador Ferla –shapo- es un tipo purísimo, tenía un kiosco –ustedes se dan cuenta-, don Salvador Ferla vivía porque tenía un kiosco donde vendía chicles, caramelos, chupetines y escribió nada menos que “Mártires y verdugos. La revolución de Valle” (1964), libro que fue decisivo para los montoneros junto con “Operación Masacre” de Rodolfo Walsh. Cuando los montoneros leyeron esos dos libros decidieron empezar el operativo del secuestro y muerte del general Aramburu. Ahora, la historia no es. La historia ocurre, suceden hechos todo el tiempo. Pero lo que son, son las interpretaciones de la historia. Pueden ocurrir miles de cosas, hoy seguramente en la Argentina han ocurrido miles de cosas y ya han surgido 100.000, 200.000 interpretaciones. ¿Qué es lo que pasa? Nietzsche tiene una frase formidable: “no hay hechos, hay interpretaciones”. Y en la interpretación es donde los hechos se juegan. Y en la interpretación es donde los medios de comunicación tienen una importancia fundamental. Por eso el poder se desespera por tener el manejo de los medios porque a través de los medios impone su interpretación de los hechos. Entonces, ¿qué es la verdad? La verdad no existe. La verdad es el poder para imponerla. Aquel que impone su visión de la realidad como “la” visión de la realidad, como “la” verdad, ese ha creado la verdad. Lo que hay que hacer es crear otra verdad que discuta a ésta. Entonces la realidad es un choque de verdades diferenciadas, es un conflicto fascinante de interpretaciones diferenciadas en la cual triunfa la que más poder tiene. Por eso tanta importancia se le da a los medios. Así cada tendencia historiográfica en la Argentina es el esfuerzo, lo más lúcido posible y lo más poderoso posible, por imponer la verdad del grupo que impulsa esa tendencia historiográfica. Por eso hay distintas tendencias historiográficas, porque hay distintas interpretaciones de la realidad. La realidad no da la verdad, la verdad no la dan los hechos, la verdad es una lucha y por eso las distintas versiones historiográficas son versiones que cada grupo diferenciado, en antagonismo con otros grupos, da de la realidad. Por eso hay tantas versiones historiográficas. Hasta luego.

Page 26: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

26

ENCUENTRO 9: JOHN WILLIAM COOKE: EL IDEÓLOGO DE LA IZQUIERDA PERONISTA Sumario 1 Dictadura y revolución 2 El hecho maldito 3 El doble exilio de Perón 4 Las masas y los hechos revolucionarios 1 Dictadura y revolución Este es nuestro encuentro número 9 de “Filosofía aquí y ahora”, nuestro ciclo número 4. En este encuentro número 9 vamos a hablar de John William Cooke, el que podemos considerar como el gran ideólogo de la izquierda peronista. John William Cooke era gordo, era muy gordo, y fue –no a pesar de ser gordo, eso no lo favoreció en nada ni lo perjudicó en nada, era muy inteligente, era brillantísimo- diputado, siendo muy jovencito, del Partido Justicialista en el Congreso durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón. Durante esta presidencia Perón decide tomar una medida terminante con respecto a un diario que lo venía incomodando particularmente que era el diario “La Prensa”. No lo decide tanto Perón sino que Evita es la que le dice: tenemos que hacer algo con este diario, no podemos permitir que todo el tiempo esté hablando mal de nosotros. Y Perón le dice: bueno querida, pero la democracia es así, la libertad de prensa es así, los diarios tienen derecho a decir lo que quieran. Y Evita le dice: bueno pero a mí este diario “La Prensa” me parece que pertenecen a los Gainza Paz. Los Gainza Paz son la oligarquía, la más rancia oligarquía, son enemigos de los obreros, son enemigos de los pobres, son grandes terratenientes y son además sicarios de la United Fruit de Estados Unidos. Así que yo creo que habría que cerrar ese diario. Entonces tiene un diálogo con Apold, Raúl Apold, y Evita le dice: Mira, Apold, hay que cerrar “La Prensa”. Bueno, señora –le dice Apold- eso no es más que una cuestión de distribución. Yo ordeno que no se distribuya más “La Prensa” y listo, “La Prensa” no sale más. Evita le dice que sí. Y le dice: necesito alguien en el Congreso que defienda el cierre de “La Prensa”. Y para eso voy a convocar al diputado John William Cooke. Y Raúl Apold le dice: señora, el diputado John William Cooke es comunista. Pero cómo –dice Evita- no es que la contra dice que Perón es nazi, que vos sos Goebbels y Cooke es comunista. Pero, ¿qué es el peronismo? Señora –le dice Apold- yo no soy nazi pero el diputado Cooke es comunista. Pese a esa opinión del señor Apold, el diputado John William Cooke en marzo de 1951 da un célebre discurso en el Congreso de la Nación en el cual fundamenta ideológicamente el cierre del diario “La Prensa” diciendo que “La Prensa” es enemiga de los intereses obreros y que el peronismo representa en el gobierno a esos intereses obreros a los cuales “La Prensa”, en sus casi 100 años de existencia, se ha opuesto. Y que además “La Prensa” defiende los intereses de la United Fruit, que “La Prensa” está en manos de unos pocos y poderosos terratenientes poseedores de vacas pertenecientes a las altas clases dominantes. Y que cuando “La Prensa” clama por la libertad de prensa está clamando por la libertad de su propia empresa, de su propio poder, de su propia familia, de su propia tradición, de la United Fruit y de las tierras de los Gainza Paz. Esto dice Cooke en el Congreso. El discurso de Cooke pasa a la historia como un discurso virulento de un hombre de izquierda que quería cambios radicales en la base de la sociedad. Cooke se encuentra con Evita y Evita le dice: che, bueno, Apold un poco de razón tiene. Vos sos bastante comunista. No señora, yo no soy comunista. ¿Y yo qué soy? –le dice Evita- ¿yo soy una dictadora como dicen? Vea señora, aclaremos algo, Apold quiere cerrar “La Prensa” porque quiere que el peronismo sea una dictadura. Yo quiero cerrar “La Prensa” porque quiero que el peronismo sea una revolución. Hay algo muy distinto entre esas dos cosas. ¿Y a mí cómo me calificarías? ¿Como una revolucionaria o como una dictadora? Entonces Cooke le dice: señora, cuando una revolución es una dictadura, se justifica. Ahora, cuando una dictadura es meramente una dictadura y nada más, es algo lamentable. De modo señora que mucho cuidado, si usted implanta una dictadura, que sea una revolución. Esto está tomado del film “Eva Perón” que tiene guión original mío, así que lo que dije está en ese film. Es un diálogo densamente ideológico entre Evita, Cooke y el problema entre la dictadura, la revolución, la libertad de prensa y la libertad de los poderosos. 2 El hecho maldito John William Cooke en el Congreso no era una figura fácil. Por ejemplo, cuando Perón en la segunda etapa de su gobierno que es una etapa más abierta al liberalismo económico que al nacional proteccionismo de su primer gobierno, cuando estaba Evita, Perón impulsa un contrato con la Standard Oil de California, una compañía petrolera. Y es Cooke, justamente en el Congreso, quien se opone a ese contrato. Ustedes observen la libertad de John William Cooke que cuando tiene que oponerse a su gobierno, se opone a su gobierno.

Page 27: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

27 Ahora bien, después de los bombardeos criminales del 16 de junio de 1955 en los cuales se bombardea una ciudad abierta, desprotegida, Perón, ante la tragicidad de los acontecimientos, convoca a Cooke y lo pone al frente del Partido Justicialista. Ustedes observen el juego pendular de Perón que ha sido eterno. Y si Perón moría en ese momento, Perón quedaba como el líder revolucionario que había dejado nada menos que a John William Cooke al frente del PJ. Cooke le dice que la única salida que hay, frente al ataque del gorilaje desbocado que a toda costa quiere derrocar a ese gobierno que era un gobierno constitucional, es una salida violenta pero con las masas como protagonistas. O sea, lo que le está diciendo Cooke a Perón –y esto es fundamental- es que hay que armar a las masas. Para que una resistencia popular sea posible, las masas tienen que ser armadas. Pero Perón, como todo líder burgués, no va a armar nunca a las masas. Porque aunque sea un líder popular es un líder burgués y siempre va a tener miedo de que si arma a las masas, las masas pasen sobre él. Vayan más allá de lo que él quiere que vayan. Entonces, ante eso, se retira y toma la famosa cañonera paraguaya que es un acto de huida porque en ese momento la CGT pedía armas, los obreros salían a la calle a pedir armas, en tanto que el líder no quería pelear porque sabía que una lucha de ese tipo, basada en el proletariado, iba más allá que su propia ideología. Cooke va a escribir libros fundamentales en el pensamiento político nacional. Cooke es un hombre de una gran inteligencia. Cooke había leído muy bien a Sartre y no a cualquier Sartre, había leído al Sartre de la “Critica de la razón dialéctica” que no es “El ser y la Nada”, ya es un Sartre denso con una metodología poderosa, y Cooke lee ese texto y elabora su afirmación teórica fundamental que es que la política no parte de una verdad visualizada y conocida por una minoría, sino que parte del conocimiento que tengan de las grandes líneas estratégicas las masas. Son las masas las que deben tener el conocimiento de las grandes líneas estratégicas de lucha y de ahí hay que partir. El error de las vanguardias es trabajar por fuera de las masas, creerse superior a las masas, y creer que la verdad que tienen las vanguardias las tiene que infiltrar en las masas y que esa verdad le permite estar por encima de las masas. Cooke nunca creyó en esto. Para Cooke, que piensa sobre todo al peronismo del ’55 al ’68 que es la fecha en que él muere, el peronismo es lo que él llama “el hecho maldito del país burgués”. Ese peronismo inintegrable del ’55 en adelante, ese peronismo en el que Cooke queda deslumbrado por la huelga del frigorífico Lisandro de la Torre que es una huelga ejemplar, en gran medida porque Perón no la conduce, Perón no tiene nada que ver con esa huelga, porque es la comuna de Matadero, porque es la gente de Matadero respaldando a los obreros del frigorífico Lisandro de la Torre en nombre del peronismo, la lucha de clases y la dignidad del salario obrero. Es el plan Conintes de Frondizi con tanquetas, tanques y 2.000 soldados el que va a aplastar a la huelga más genuina del peronismo sin lugar a dudas, sin burócratas, sin apoyo de Perón, con apoyo barrial de la barriada de Mataderos. Una huelga que es un orgullo fue aplastada por 2.000 soldados y tanques por el Dr. Frondizi, apoyado por los militares por supuesto. 3 El doble exilio de Perón Hay una muy importante correspondencia entre Perón y Cooke que se establece a partir del exilio de Perón y también del exilio de Cooke. Cooke recala finalmente en la Cuba de Castro, Perón se instala definitivamente –para gran disgusto de JWC- en la España de Franco. La correspondencia entre Perón y Cooke se publica en 1972. Es el momento de publicarla porque la militancia juvenil, la izquierda peronista estaba hambrienta de ideología. Estaba hambrienta por conocer el pensamiento de JWC y la respuesta que Perón había tenido por este pensamiento. El valor en boga por ese momento era el de la lucha armada. La lucha armada estaba en boca de todos y era la indudable metodología que iba a derrocar a los regímenes capitalistas serviles del imperialismo norteamericano en América Latina. Esta línea era bajada, por supuesto, por Cuba, por la revolución cubana y el ejemplo era el de la revolución cubana. Si la revolución cubana había logrado derrocar al régimen batistiano, eso quería decir que la guerrilla podía derrocar a los gobiernos de América Latina. Además, había una especie de creencia en un devenir necesario de la historia que era la descolonización. En el prólogo de Jean Paul Sartre al libro de Franz Fanon “Los condenados de la tierra” hay una frase de Sartre que dice: “la descolonización está en camino. Lo único que pueden hacer nuestros mercenarios es demorarla.” Gran error de Sartre, gran error de Sartre que es mi maestro –ahora ya no sé si es mi maestro, pero fue mi maestro-, el filósofo al que más admiro, pero qué significa esto, ¿qué significa que los mercenarios pueden demorar la descolonización?, ¿la descolonización es inevitable? ¿Hay hechos en la historia que son inevitables? No, nada en la historia es inevitable. La historia es azarosa. Lo que prima en la historia es el principio de incertidumbre de Heisenberg. Es decir, la historia es un juego de azar en el que se gana la vida o la muerte de los vencidos –como decía Salvador María del Carril para justificar la muerte de Dorrego. En consecuencia Sartre se equivoca, la descolonización está en marcha pero los mercenarios pueden mucho más que demorarla y pudieron mucho más que demorarla. Ahora bien, entre Perón y Cooke hay un dramático choque de ideas diferenciadas.

Page 28: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

28 Una cosa es lo que piensa Perón y otra cosa lo que piensa Cooke. Lo que Cooke quiere desde Cuba es una revolución socialista, por eso está en Cuba, porque en Cuba se ha hecho una revolución socialista. Lo que Perón quiere no es una revolución socialista, aunque durante esos años, cuando muere el Che Guevara diga, por ejemplo: “ha muerto el mejor de los nuestros”. Pero Perón durante esos años hace un juego pendular en el cual a veces le da manija a la izquierda, a veces manija a la derecha. Perón seguía queriendo su comunidad organizada del ’45. Cooke, entonces, le manda cartas definitivas de una lucidez extraordinaria. Usted –le dice Cooke- no está en Occidente. Usted está en Santa Elena. Esta frase es formidable, es contundente. Yo no sé como Perón no lo mandó al diablo. Pero “usted no está en Occidente. Usted está en Santa Elena”… lo que usted no puede captar, desde donde está, es la vivencia revolucionaria de América Latina. Eso se capta únicamente estando en América Latina. Si usted está en la España de Franco, nunca va a captar lo que está pasando aquí. Es como si Eisenhower hubiera dirigido el desembarco de Normandía desde un campo de concentración. ¿Cómo va a entender usted la revolución latinoamericana desde la España de Franco? Es imposible. Vengase aquí. Usted es un doble exiliado: usted está exiliado por los militares de la Argentina y está exiliado por usted mismo del clima de la revolución que se vive en América Latina. En consecuencia –le dice Cooke- lo que yo le pido es que usted venga a Cuba. Perón no podía ir a Cuba. Si Perón iba a Cuba tenía que someterse a Castro, ante todo. Y tenía que hacer un montón de cosas que Castro le iba a pedir y, estoy seguro, iban a ir más allá de la ideología de Perón. Mientras tanto Franco fue hábil con Perón y no lo molestó mucho. Entonces, como Cooke insiste, no se da cuenta de esto, insiste: venga a Cuba, venga a Cuba. Al final, bueno, lo lamento, me doy cuenta de que todo lo que le estoy diciendo es inútil. 4 Las masas y los hechos revolucionarios La idea de Cooke era en realidad la idea de la izquierda peronista, que no creía tanto en Perón. Porque este es un gran error: la izquierda peronista no creía ciegamente que Perón era un revolucionario socialista, lo que creía era que había que crear hechos revolucionarios en la Argentina para que Perón no tuviera más remedio que aceptarlos. La idea era: si nosotros creamos hechos revolucionarios aquí, Perón, cuando vuelva, los va a tener que aceptar. Pero no podemos estar al margen del peronismo, esta era la idea esencial de la izquierda peronista que la alejaba del foquismo. Por eso la traición de Montoneros, el error es tan grande cuando se autonomiza y cae en el foquismo. Porque la idea esencial de la juventud peronista era entrar en el peronismo porque en el peronismo estaba la clase obrera, estaban las masas. A pesar de que sabían –o no estaba muy seguros- de que las masas quisieran la revolución, porque sabían que las masas peronistas estaban muy acostumbradas al Estado de bienestar peronista, es decir, que las cosas les vinieran de un Estado benefactor que era bueno, que era generoso con esas masas y que les daba todas las conquistas que les dio el primer peronismo que fue formidable con los pobres. Pero consideraban que a lo largo de los años y de todos los hechos que se habían producido, el peronismo debía aggiornarse. En mi novela “La astucia de la razón” hay un encuentro ficcional entre John William Cooke y Rubén Rufino Salamanca (el líder de los mecánicos de Córdoba) en la calle 25 de abril, la calle de los mecánicos. Ahí Salamanca y Cooke discuten y Salamanca le dice: mira viejo, mira gordo, el problema con el peronismo es que los obreros son peronistas. Pero el peronismo no es obrero. Y Cooke, que sabe muy bien lo que le está diciendo Salamanca, le dice: mira Salamanca, eso yo lo sé muy bien, y vos en el fondo me estás diciendo también que Perón no tiene una ideología obrera, que Perón no es socialista. Pero ahora yo te voy a decir algo: me cago en Perón. Y te voy a explicar por qué: porque nosotros aquí en la Argentina le vamos a crear a Perón tantos hechos revolucionarios que no va a tener más remedio que aceptarlos. Porque el peronismo es más que Perón, porque las masas peronistas son más que Perón y a las masas peronistas las estamos organizando nosotros, los militantes de la izquierda peronista. Y le guste o no a Perón, cuando vuelva, el va a tener que aceptar eso. Porque Perón ya no se pertenece, a mí no me importa lo que piense Perón, Perón cuando venga va a aceptar lo que nosotros hayamos hecho de este país. Y nosotros vamos a trabajar tanto revolucionariamente con las masas peronistas, que Perón va a tener que aceptar lo que eligió el pueblo a través de nuestro trabajo militante. Entonces Cooke le dice: esa es mi forma de cagarme en Perón, ¿entendés? No es que no me importe lo que piense Perón, yo sé quizás lo que piensa Perón, pero le vamos a crear hechos tan poderosos que no va a tener más remedio que aceptarlos. Cooke muere en 1968, muere sin asistir –gracias no sé a quién, pobrecito- sin asistir a la debacle del peronismo del tercer regreso de Perón. Sin asistir a la persecución que Perón desata sobre la izquierda peronista. Yo no sé qué hubiera hecho Cooke de haber seguido viviendo, no sé qué opciones políticas hubiera tomado, creo que se hubiera enfrentado muy fuertemente con Perón. Ya se enfrenta en la correspondencia. Pero Cooke es un hombre de una gran inteligencia, de una gran ética, de una gran limpieza moral, es un ejemplo de luchador social, un hombre que realmente amó a los desposeídos y entregó su vida a los desposeídos porque le dedicó su vida a los desposeídos; no es que lo hayan matado, murió de cáncer, pero todo su pensamiento, todas las cosas que dijo, todas las cosas que escribió –y escribió muchas cosas-: el libro de Cooke “Peronismo y revolución” (1971) es un ejemplo de crítica revolucionaria inspirada en la razón dialéctica. De modo que esun gran pensador argentino, para mí es el más inteligente de los pensadores argentinos, sin ninguna duda. Está a miles de kilómetros de Jauretche, Scalabrini, Hernández Arregui. Cooke es otra cosa. Cooke es un pensador al nivel de un Sartre, al nivel de los grandes pensadores socialistas europeos. Fue, además, un gran maestro, un tipo que la peleo a fondo con Perón, que la perdió, pero que le dijo un montón de cosas a Perón que todavía permanecen. Así que salud John William Cooke.

Page 29: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

29

ENCUENTRO 10: EL CHE GUEVARA Sumario 1 El imperialismo y las guerrillas latinoamericanas 2 La revolución cubana 3 Excepcionalidad o vanguardia 4 La teoría del foco revolucionario 1 El imperialismo y las guerrillas latinoamericanas Este es el encuentro número 10 de “Filosofía aquí y ahora IV”. Este encuentro va a ser un tanto explosivo porque, si bien yo tengo una gran admiración y un gran respeto por el personaje que vamos a tratar, tampoco comparto muchas de las ideas que están como fosilizadas acerca de este personaje a quien se lo considera santo y heroico: se dice de él que es San Ernesto de la Higuera porque lo mataron en la escuelita de La Higuera y además es el guerrillero heroico: vamos a hablar de Ernesto “Che” Guevara. Ernesto Guevara surge a la política de un modo excepcional porque en realidad surge como un joven aventurero que sale a recorrer América Latina. Y América Latina, en ese momento, está en una lucha ideológica y práctica –que se va a transformar en práctica, todavía no es tan práctica- contra lo que se llama en ese momento “el imperialismo yanqui”, esa era la fórmula. ¿Por qué imperialismo? Porque a partir del texto de Lenin “El imperialismo, etapa superior del capitalismo”, el colonialismo como concepto entra en desuso. En realidad, el planteo que hace Lenin está basado en Rudolf Hilferding (el libro “El capital financiero” se consigue, léanlo, es muy lindo libro). El libro de Lenin entonces lo que hace es distinguir dos etapas: una etapa por la cual el colonialismo que es un movimiento político de dominación, entra en el país y se instaura en el país. Se queda en el país. Por ejemplo: en 1830 Francia entra en Argelia y ahí se queda. Un hecho fundamental que está ocurriendo en estos momentos es que Estados Unidos ha vuelto al colonialismo porque la guerra de Irak implica quedarse en los territorios que Estados Unidos ha tomado. Pero el imperialismo a partir de la teoría de Lenin –que es la que conoce Guevara es una dominación a través no ya de la dominación territorial sino a través de la dominación de los capitales (segunda etapa). Es un poco la frase de George Canning cuando reniega de las invasiones inglesas y dice: basta, no hay que entrar ahí invadiendo con ejércitos, hay que entrar como mercaderes, como capitalistas. Y, en efecto, el empréstito “Baring” es el símbolo de eso, ahí nace nuestra deuda externa. Nosotros vamos a seguir aquí a Eric Hobsbawn que está considerado como el más grande historiador marxista del siglo XX. Eric Hobsbawn en su “Historia del siglo XX” caracteriza a las guerrillas latinoamericanas de las décadas del ’60, el ’70, como que han sufrido las causas de un error espectacular. Hobsbawn llama a todo lo que se hizo como movimientos guerrilleros en América Latina un error espectacular. Para la izquierda la crítica es siempre incómoda porque, ante todo, en la izquierda hay algo muy emocional que son los muertos. Porque la izquierda tiene mártires y la derecha tiene héroes y estatuas. Y esto es un poco el resultado de las batallas que han ocurrido y que las ha ganado la derecha. Ahora, faltarle el respeto a los mártires, a los hombres que dieron su vida por una causa, es algo que la izquierda siente de inmediato apenas se los critica. Es decir, le cuesta mucho entender que uno critique a alguien que dio la vida por una causa y que, a la vez, ellos no sientan que uno no le está ofreciendo el debido respeto. Pero no es así. No es así de ningún modo. Uno puede respetar a alguien, como a Ernesto Guevara, ¿quién no puede respetar a alguien como Ernesto Guevara? Que se ha transformado, nada menos, que en la figura de la rebelión. El hombre rebelde del siglo XX (el hombre rebelde que analiza Albert Camus en su libro “El hombre rebelde” es sin duda alguna Ernesto Guevara.) Que dice además la frase típica, más hermosa que puede definir a un revolucionario, y él dice: “la virtud más hermosa de un revolucionario es sentir como propia cada injusticia que se cometa en cualquier lugar del mundo”. Esta es una definición excepcional porque no solamente va para el hombre revolucionario, va para cualquiera de nosotros. Cualquiera de nosotros, si se asume como una persona sensible, como una persona unida al mundo y asociada a las víctimas debe sentir cada injusticia que se comete en el mundo como una injusticia que se comete contra sí mismo. Está esa famosa frase: “En cada hombre que muere muero yo porque muere un poco de la humanidad. No preguntes por quién doblan las campanas, doblan por ti.” 2 La Revolución cubana Cuando Ernesto “Che” Guevara parte de Buenos Aires parte en busca de algo pero todavía no sabe en busca de qué. En realidad, parte en busca de un sentido para su vida. Todos aquellos que partimos es porque en el lugar en que estamos no estamos cómodos, porque no encontramos el sentido de nuestras vidas. Por eso Ernesto parte, sale de la Argentina y encuentra, tiene la enorme fortuna de encontrar nada menos que a otro joven como él –un poco mayor- que es Fidel Castro. Fidel Castro ya era una figura muy prestigiosa porque había hecho el asalto al Moncada, un asalto guerrillero muy poderoso. Esto no era mal visto por Estados Unidos porque para Estados Unidos Batista era un dictador

Page 30: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

30 absolutamente incómodo del cual, en realidad, quería librarse. Esto es muy importante. Batista no era un dictador al cual Estados Unidos estuviera decidido a sostener como sostuvo a otros dictadores, a Videla –por ejemplo- sostenido personalmente por Kissinger. Entonces, esta incomodidad del sargento Fulgencio Batista para los Estados Unidos es muy importante para el triunfo de la Revolución cubana y para entender que no tenían en realidad en frente a un enemigo poderoso. Esto es lo que dice Hobsbawn. Lo que dice Hobsbawn es una tesis que también está en otros libros sobre el Che, por ejemplo en el del Pierre kalfon. El libro de Pierre Kalfon dice que en realidad la Revolución cubana no enfrentó a un enemigo poderoso y también lo dice Osvaldo Bayer en “Rebeldía y esperanza”. Entonces, ¿cuál fue el error, la ilusión que cometieron las guerrillas? Creer que con unos pocos guerrilleros se podía derrocar a un Estado. Se podía derrocar y derrotar a un ejército. Cuando, en realidad, nadie se dedicó a estudiar adecuadamente que el ejército batistiano era un ejército sin fe, sin unidad, era un ejército corrupto y que Batista no contaba con el apoyo de los Estados Unidos. Los Estados Unidos deseaban que Batista se fuera porque era impresentable. En consecuencia, Fidel, además, no se conforma con esto. Lo que hace Fidel es, en la marcha hacia La Habana, ir aglutinando al campesinado. Pero no espera que el campesinado venga hacia el foco revolucionario como el galvanizador de la guerrilla, Fidel se mete entre los campesinos y ahí realiza una prédica. Como realiza una prédica los campesinos sienten que esos barbudos que marchan hacia La Habana los representan y se unen a ellos. Entretanto el Che gana la que es su participación más importante en la Revolución cubana, y quizás diría su único triunfo personal, que es la Batalla de Santa Clara. Batista huye de Cuba y llegan en enero de 1959, una fecha gloriosa para América Latina y yo diría que para el mundo, porque la imagen es hermosísima; entran en La Habana –no sé si ustedes han visto las fotos o han visto filmaciones de ese momento que parece inaugural para la felicidad de América Latina- Camilo Cienfuegos, Ernesto “Che” Guevara, Fidel Castro Ruz, entran tomados entre sí, y es el momento de estos tipos jóvenes, estos barbudos han liberado a su país y comienza una etapa germinal para América Latina. En realidad, estos jóvenes guerrilleros militantes representaban la idea de Albert Camus en “El hombre rebelde”. Eran los típicos rebeldes que se sublevaban contra un régimen injusto. O sea que internacionalmente la Revolución cubana tenía todo: tenía el Caribe, tenía la juventud de sus protagonistas, tenía la heroicidad de sus protagonistas, tenía el apoyo del pueblo y tenía la validez de haber echado a un régimen criminal que había matado por lo menos 25.000 personas en los últimos tiempos, lleno de torturadores, en fin, siniestro. Esto hace que todo el mundo vea con enorme simpatía al movimiento de la Revolución cubana que es un movimiento liberacionista que echa a un dictador sanguinario y que seguramente va a llevar a la isla de Cuba a un régimen democrático en armonía con los intereses continentales de los Estados Unidos. 3 Excepcionalidad o vanguardia Vamos a entrar directamente en el pensamiento de Ernesto Guevara. El pensamiento de Ernesto Guevara es un pensamiento y, en efecto, desde hace unos años, creo que Fernández Retamar está trabajando en un texto sobre Ernesto “Che” Guevara como escritor. Posiblemente ya lo haya terminado. La idea fundamental de Guevara está en un pequeño folleto que dice: “La Revolución cubana, ¿excepcionalidad histórica o vanguardia en la revolución de América Latina?” Entre estas dos posiciones es que Guevara estructura su pensamiento. ¿Cuál va a ser la resolución de Guevara? Que la Revolución cubana no es una excepcionalidad y llama a los que sostienen esta tesis “los excepcionalistas” con un desdén tremendo. Lo único que tiene de excepcional la Revolución cubana es la extraordinaria figura de Fidel Castro, pero aparte de eso la Revolución cubana es el modelo y la vanguardia para la revolución en América Latina. Es decir hay una exportabilidad de la Revolución cubana que plantea Ernesto Guevara en este texto. Esta exportabilidad es muy discutible e incluso Osvaldo Bayer en un texto de “Rebeldía y esperanza” le dice a Guevara que tenga cuidado porque en la Argentina las fuerzas de la represión son enormemente más poderosas que en la Cuba de Batista. Y Ernesto Guevara le responde: “son todos mercenarios”. Bien, hay unas enormes diferencias entre Guevara y Castro. En realidad, dos personalidades tan poderosas pareciera que no hubieran podido coincidir en la isla de Cuba. En principio, Ernesto “Che” Guevara no acepta la relación tan cercana, tan carnal, de Castro con la Unión Soviética. Hay una frase que se dice en Cuba que durante muchísimo tiempo se llamó “el cheque” a lo que venía mensualmente de la Unión Soviética hacia Cuba. Pero, además de esto, Castro es un político. Un político es alguien que calcula cuidadosamente cada uno de sus movimientos, que quiere ser alguien que trabaja sobre terreno seguro, que tiene táctica, que tiene estrategia, que hace alianzas con gente con la que no está de acuerdo, que les da abrazos a tipos a los que detesta, por eso esto es hacer política. El Che no hacía política, el Che quería ser un héroe y en este sentido es que le dice finalmente a Fidel: yo ya no tengo lugar en Cuba, me voy. El fundamento que él tiene para su lucha es la liberación de los países de América Latina. Primero se va al Congo donde fracasa en su intento por integrarse a esa revolución, está un tiempo en Praga en donde nadie sabe qué es lo que hace (hay un libro de Abel Posse sobre eso pero no lo recomiendo) y

Page 31: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

31 finalmente lo que trata de proponer Guevara es una metodología de lucha contra el imperialismo. Es decir, una metodología de lucha que implique una filosofía revolucionaria. Para esto se encuentra con –como dice Hobsbawn- el francés que siempre está. Y el francés que siempre está es aquí Régis Debray que es el que escribe un libro que se llama “Revolución en la revolución” y que influye poderosamente en Ernesto “Che” Guevara. Un libro en el cual se desarrolla la teoría del foco insurreccional. ¿Qué dice esta teoría? Esta teoría dice que, sobre todo, en la campaña, pero también como insurrección armada en las ciudades, el foco tiene que ser la vanguardia de la revolución. Es decir, las vanguardias ya no son las masas como en el marxismo. En el marxismo qué ocurría, qué pensaba Agustín Tosco, por ejemplo. Agustín Tosco pensaba: hagamos una huelga, pero hagámosla con todos los obreros de SITRAC, SITRAM, con los obreros de los otros sindicatos. Así hicieron el Cordobazo que fue una manifestación pacífica, obrera, y no una manifestación armada de un foco guerrillero. Pero, lo que piensa Debray en “Revolución en la revolución” es que el proceso debe ser al revés. Que las masas no son las vanguardias, sino que la vanguardia es la vanguardia, que son 8 o 10 tipos que conocen las leyes de la historia. Esto a mí siempre me llamó la atención porque, en principio –esto se creía un poco en los ’60- confieso que a esta altura de los tiempos –y estos tiempos no los ha vivido el Che no sé cuáles son las leyes de la historia. Y hasta preferiría no saberlo porque, de conocerlas, me voy del planeta. Porque pareciera que las leyes de la historia son bastante siniestras. Pero no pareciera que la historia tuviera leyes sino más bien un juego azaroso que estuviera más ligada a la teoría de la incertidumbre de Heisenberg que a la idea de la dialéctica necesaria e inmanente de Hegel y Marx. 4 La teoría del foco revolucionario En ese momento en América Latina había una gran asimetría con el pensamiento europeo lo cual demuestra también la enorme creatividad que había en América Latina, porque América Latina es un continente que siempre está detrás del pensamiento europeo. Sin embargo, en 1966 aparece el libro de Michel Foucault “Las palabras y las cosas” y Michel Foucault postula la tesis de “el hombre ha muerto” que es muy complicada y yo la di en los cursos de Filosofía. En cambio en América Latina el hombre no ha muerto, el hombre tiene que hacer la revolución y buscar al hombre nuevo, construir al hombre nuevo. Así que mal podía entrar Michel Foucault aquí a la Argentina en ese momento. Michel Foucault entró a fines del ’75 con su libro “Vigilar y castigar” que es un libro sobre las prisiones. Y ahí sí ya se veía que el panorama era siniestro y que el tema de las prisiones era de rebelión. Ahora, el libro de Régis Debray “Revolución en la revolución” es un libro que postula la teoría del foco revolucionario que es una grave alteración de la teoría marxista. Para el marxismo, el ejemplo revolucionario es el de la Comuna de París. La Comuna de París no es ningún foco, son todos los obreros de París que se unifican en una comuna para luchar contra la burguesía que encabeza en ese momento Thiers e incluso para luchar también contra Prusia. Pero no siguen a Marx. Debray tiene un poco el delirio de modificar a Marx por la realidad latinoamericana. Bueno, quizás no sea tan delirante, tal vez haya creído que desde América Latina se podía crear una realidad distinta y así, con la teoría del foco, decenas de miles de jóvenes en América Latina se lanzan a la acción guerrillera. La teoría del foco no tiene su punto central en las masas sino que tiene su punto central en la vanguardia, tal como lo dijimos. La vanguardia tiene – hay que decirlo- la soberbia de conocer las leyes de la historia y de estar por encima de las masas y de poder guiarlas. Sin embargo Castro, la Revolución cubana, se había hecho con las masas. Por eso también esto va a contramano de la enseñanza de la Revolución cubana. Castro había apelado a la fuerza de los campesinos, los campesinos siguieron a Castro en Cuba. Y los campesinos delataron a Ernesto Guevara en Bolivia. No sé si esto dice algo de las dos situaciones que se vivieron. Entonces, el error de las guerrillas latinoamericanas según Hobsbawn es creer que la Revolución cubana derrotó a un enemigo sumamente poderoso lo cual no fue así. Los otros gobiernos de América Latina eran mucho más poderosos que el gobierno de Batista, por lo cual la Revolución cubana no era exportable porque era –y que nos perdone el Che- una excepcionalidad en este sentido fundamental: Estados Unidos no iba a permitir otro Castro en América Latina. Si no por qué le pasó a Allende lo que le pasó. Alexander Haig, Kissinger, Nixon, cuando asume Allende deciden desde el primer día derrocarlo porque no quieren otro Fidel Castro en América Latina. Vemos la excepcionalidad de la Revolución cubana que contó con las masas, que tuvo la indiferencia de los Estados Unidos que los dejó hacer y que venció a un régimen despótico, débil, sin convicciones en sus fuerzas armadas. En suma, vamos a concluir aquí. ¿Cuál es la tragedia de Ernesto Guevara y la grandeza de Ernesto Guevara? La grandeza de Ernesto Guevara, y esto es lo que lo mantiene a él como el hombre rebelde, es que aunque él tiene una tesis equivocada, sin embargo es una tesis en la que él cree. Y él se juega la vida por esa tesis. Él va a hacer el foco guerrillero, no manda a nadie a hacer el foco guerrillero. No es como otros jefes revolucionarios conocidos por nosotros que desde México ordenaban contraofensivas y los pobres chicos eran masacrados mientras el líder estaba en México vestido de militar –a lo Galtieri- y ordenando contraofensivas. El Che es muy

Page 32: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

32 disntinto. De aquí que este otro líder “revolucionario” que estoy nombrando no va a tener nunca la grandeza de Guevara. La grandeza de Guevara está en que es un asmático que va a una selva húmeda que lo va a matar solamente por eso pero, además, es un hombre de profundas convicciones que va a dar su vida por esas convicciones. El martirologio no tiene por qué ser exaltado porque si sólo vamos a tener mártires, nunca vamos a ganar. No sé si ustedes conocen el comienzo –y con esto me voy a despedir- de la película de Coppola sobre Patton, cuando Patton dice: “nadie gana una guerra muriendo por la patria. Más bien la gana logrando que el otro muera por la suya.” Ernesto Guevara, aunque se equivoca, encabeza el movimiento de su equivocación y esto lo lleva a una muerte de una “cristicidad” –por decirlo así-, un martirologio crístico que hace de él la poderosa figura que sigue siendo, que es la figura de un rebelde fiel a todas sus convicciones y que no va a renunciar a ninguna y no va a negociar ninguna. Este fue Ernesto Guevara. Gracias.

ENCUENTRO 11: EL MARXISMO EN AMÉRICA LATINA I Sumario 1 El problema colonial 2 ¿Quién lamenta los estragos? 3 La trágica impotencia 4 Las leyes de la historia y la necesariedad 1 El problema colonial Este es nuestro encuentro número 11 de “Filosofía aquí y ahora IV” en el que vamos a tratar el marxismo en América Latina para lo cual vamos a hacer un análisis del pensamiento de Marx acerca del problema colonial. Voy a decir que Marx en realidad, en mi concepto, no se ha lucido en el análisis del problema colonial pero estaba bastante condicionado por su formación hegeliana para no lucirse en esta cuestión, sino para entenderla más bien equivocadamente. Hay en Hegel una concepción dialéctica de la historia que afirma que la historia tiene un devenir necesario, universal, inmanente, dialéctico. Es decir que la historia marcha necesariamente en una dirección. A esto se le llama teleología, telos quiere decir “fin” y logía, estudio: estudio de los fines es lo teleológico. Teleológico es el camino necesario que la dialéctica tiene que recorrer para que la historia se cumpla. La historia, cuando toma Marx esta dialéctica, crea a los propios sepultureros de aquellos movimientos históricos que la han encarnado en determinado momento. Esto, en Hegel, estaba. Hegel había afirmado que había determinados momentos históricos que devenían en lo que Hegel llamaba “positivos”; positivos en el sentido de no tener ya un posible desarrollo. La dialéctica justamente funciona a través de la negatividad. La dialéctica siempre niega para pasar a un nuevo momento. Cuando Marx toma esta idea de la dialéctica hegeliana, la toma del siguiente modo (basándose en la Revolución Francesa): el feudalismo fue negado por la burguesía. Fue necesaria, para que la historia continuara, la burguesía en tanto que la clase más revolucionaria de la historia humana –para Marx, lo dice en “El Capital” y lo dice en “El manifiesto comunista” de 1848-. Pero la burguesía al derrotar al feudalismo crea a su propio sepulturero que es el proletariado industrial. Entonces este es el movimiento dialéctico necesario, interno de la historia. La historia tiene necesariamente este movimiento –dice Marx. Así como la burguesía enterró al feudalismo, va a ser el proletariado industrial –que es el fruto del desarrollo de la burguesía- el que entierre a la burguesía por el movimiento dialéctico de la historia que va de negación en negación. O sea, la burguesía niega al feudalismo y el proletariado niega a la burguesía. Y, en quién deposita Marx esta exquisita tarea de derrotar a la burguesía y llevar a la humanidad hacia una sociedad igualitaria y sin clases: en el proletariado. Así que el proletariado tiene que universalizarse, esta es la trampa de Marx. El proletariado tiene que universalizarse. Ahora, ustedes observen que si el proletariado tiene que universalizarse primero tiene que universalizarse la burguesía. Es decir, toda expansión de la burguesía va a ser bien vista por Marx. No le va a preocupar porque en tanto la burguesía se expanda, de ella, de sus entrañas, va a salir su sepulturero que es el proletariado industrial. Así Engels en 1848 habla de la conquista de México por Estados Unidos. Un texto que a nosotros ahora nos sorprende, pero tenemos que comprender que para Engels la historia debía surgir de la planetarización de la burguesía. Entonces, Engels dice que es extraordinario, es positivo que Estados Unidos conquiste a los perezosos mexicanos, porque Estados Unidos va a llevar a México modernas relaciones de producción capitalista y de estas modernas relaciones de producción capitalista van a surgir los proletarios modernos que van a derrotar a la burguesía y van a instaurar la dictadura del proletariado que va a conducir a la sociedad sin clases.

Page 33: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

33 Esta es la dialéctica tal como la veía Marx. En esta dialéctica de Marx la burguesía juega un papel fundamental: sin burguesía no hay proletariado revolucionario. Entonces Marx tiene que apoyar todas las conquistas de la burguesía porque necesita a la burguesía para que surja de ella el proletariado redentor que Marx necesita. En consecuencia Marx es un impulsor de la burguesía en India, en China, en México –menos en Irlanda aunque, ojo, lo vamos a ver, Irlanda es una colonia blanca y ahí Marx ve bien el problema. 2 ¿Quién lamenta los estragos? Es tan fuerte el pensamiento dialéctico de Marx que justifica hasta los horrores del progreso. Y ojo, el pensamiento colonial de Marx forma un corpus muy importante en su pensamiento, no son 2 o 3 artículos sueltos. Pero, cuando termina el artículo de “La dominación británica en la India” (1853), para justificar los estragos que Inglaterra ha hecho en la India, cita a Goethe y el texto de Goethe es: “¿quién lamenta los estragos si los frutos son placeres? ¿No mató a miles de seres Tamerlán en su reinado?” O sea, hay aquí una justificación de la barbarie en tanto progreso. Si la barbarie implica un progreso, justificada está. O sea, a pesar de todos sus crímenes, Inglaterra es un instrumento del progreso. Un instrumento inconciente, porque la burguesía cree que está triunfando –según Marx-, la burguesía cree que está triunfando y dominando el mundo. Pero en realidad la burguesía está creando la obra maestra que la va a destruir y que es el proletariado. Esto no pasó así, lo sabemos. Pero no vamos a dejar de reconocer que hay otros textos de Marx sobre el colonialismo que implican un reconocimiento mayor. Por ejemplo: “Para ser libre en su casa John Bull necesita esclavizar a los pueblos que están fuera de la frontera de su estado” (Karl Marx). Analicemos esta frase: para ser libre en su casa John Bull (o sea, Inglaterra) necesita esclavizar a todos los otros pueblos que están fuera de su casa: esto es el colonialismo, esto es el imperialismo. Esto recuerda una gran frase de Jean Paul Sartre en el prólogo a Fanon donde dice: “Europa se ha hecho a sí misma fabricando esclavos y monstruos”. Ahora, en el pensamiento de Marx, también quienes intentan defenderlo con toda buena fe, porque hay muchos que tienen una relación pasional con Marx -yo la tuve en algún momento, lo que pasa es que ya no tengo relación pasional con ningún filósofo-, y tratan de defender a Marx diciendo: pero está la cuestión irlandesa, Marx entendió bien la cuestión irlandesa. Sí, Marx entendió bien la cuestión irlandesa, pero tengamos en cuenta que Irlanda era una colonia blanca y Marx entonces dice: “La liberación de Inglaterra depende de la liberación de Irlanda”, porque se da cuenta que Inglaterra al explotar a Irlanda compra a su proletariado interno, pero no ve que en la explotación colonial ocurre lo mismo: es por la explotación colonial que Inglaterra puede comprar a su proletariado interno. En la cuestión irlandesa sí lo ve y esto no lo aplicó al resto del mundo, lo aplicó a la cuestión irlandesa. En todos los otros esquemas de Marx, incluso en el texto terrible que escribe sobre Bolívar, Marx aplica el esquema dialéctico: la burguesía tiene que planetarizarse para que surja el proletariado. Entonces ahí sí la revolución es posible. Al final de su vida hay una carta de la populista rusa Vera Zasulich que mueve un poco a Marx porque le dice: nosotros aquí en la comuna rural rusa ya tenemos el socialismo, qué tenemos que hacer, esperar 50 años de horror de la burguesía para realizar la revolución. Y Marx se siente algo confundido y le dice que no hay que tomar “El Capital” como una teoría necesaria del desarrollo de la historia. No hay una fatalidad histórica -dice Marx. Pero, en realidad, la carta a Vera Zasulich es una carta, mientras que todos los textos de Marx son un corpus, incluso en “El Capital” mismo Marx cita estos textos avalándolos en su obra mayor, en su obra más trascendente. En suma, hay cosas que Marx no vio. La expansión colonial resultó retrograda, resulto infamante para todos los países en los que penetró. No implicó progreso, implicó un atraso catastrófico. Entonces, por otro lado, lo que esencialmente no vio fue que la teoría de la dictadura del proletariado a través del Estado iba a generar dictaduras sanguinarias como por ejemplo la de Stalin. Y terminó por no ver - afortunado él que no lo vio, desdichados nosotros que lo vimos- que después de la Guerra Fría la que se impone es la burguesía neoliberal que es absolutamente despiadada. Pero la burguesía neoliberal -y con esto cierro- no ha triunfado porque un movimiento triunfa cuando soluciona los problemas que le había planteado su opositor. Y el neoliberalismo no ha solucionado ni el problema de la desigualdad, ni el problema del hambre, ni el problema de la explotación; al contrario, los ha agrabado enormemente. O sea, Marx todavía tiene vigencia. 3 La trágica impotencia Contrariamente a don José Carlos Mariátegui de quien habíamos rescatado el nacionalismo peruano que late en las páginas de su libro “7 ensayos...”, los marxistas argentinos trasladan mecánicamente los esquemas de Marx, sobre todo los del “Manifiesto comunista” y algunos otros -no tanto los de “El Capital” porque les costaba más leer “El Capital”, algunos sí han leído “El Capital”.

Page 34: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

34 Quien más inteligente ha sido en trasladar estos esquemas de Marx, y que, sin duda, no le niego que haya leído “El Capital”, fue Milcíades Peña con libros muy valiosos y que por algo uno ha polemizado con ellos. Pero, en Peña, se da la perfecta traslación del pensamiento de Marx a la realidad argentina del siglo XIX. Y esto se puede ver en un libro como “La era de Mitre” (1968), un muy buen libro de Milcíades Peña -esté uno o no de acuerdo- donde él plantea que la única opción que tenía la Argentina era atraso con apoyo popular o progreso con oligarquía e imperialismo. Con oligarquía e imperialismo el avance, el progresismo, era inevitable pero se hacía a expensas de recibir el capital británico. Hay una célebre frase de Mitre que dice: brindo por el capital británico y el esfuerzo argentino. Ahora, hay un movimiento popular en todo el interior argentino que es el movimiento federal que en determinado momento llega a tener un gran poder en las figuras de Felipe Varela, Justo José de Urquiza y el Paraguay (Milcíades Peña valora enormemente el Paraguay porque dice que es el único intento autónomo que hubo en América Latina). Este movimiento de resistencia del interior mediterráneo, Urquiza y el Paraguay fracasa por varias causas. Una es que Urquiza traiciona en la Batalla de Pavón y los caudillos federales son barridos a sangre y fuego, luego de la Batalla de Pavón, en una guerra de policía que Mitre declara a las provincias. Y la oligarquía argentina se entrega así a la vida fácil de entregarle el trigo y las vacas al capital británico. O sea que esta oligarquía no le entrega al país ningún futuro, porque ya lo hemos dicho otras veces y lo vamos a decir ahora: un país tiene futuro cuando crea un mercado interno y una industria para ese mercado interno. Preguntemos: ¿qué podía hacer Ángel Vicente Peñaloza?, ¿qué podía hacer Felipe Varela?, ¿qué podía hacer Juan Facundo Quiroga? ¡Podían hacer muchas cosas! Pocos países de América Latina tuvieron tanta riqueza en el interior (está muy bien dicho el interior, porque este país miró siempre para afuera. La gente de las provincias no quiere que le digan el interior, pero el interior es mirar para adentro). Entonces, lo que hace la oligarquía de Buenos Aires es arrasar con toda la política que le oponían los caudillos federales, y este fue un movimiento tremendamente sanguinario con 2000 gauchos asesinados al frente de asesinos como Ambrosio Sandes, Irrazabal, etc. etc. Milcíades Peña lo que postula es que la derrota de las montoneras federales era inevitable. Y lo postula porque está siguiendo los esquemas de Marx. Lo que ocurre es que el error de Milcíades Peña era creer que la burguesía de Buenos Aires era la burguesía en la que Marx pensaba. Pero Marx pensaba en otro tipo de burguesía, una burguesía dinámica, creadora, industrial, que iba a generar proletarios. La burguesía argentina no generó nada, vivió de la abundancia fácil. Milcíades Peña va a decir que hay una trágica impotencia de las montoneras federales. Aunque Felipe Varela se hubiera instalado en el fuerte de Buenos Aires, no hubiera podido hacer otra cosa más que la que hizo Mitre. Su derrota a manos de la oligarquía era inevitable. No hay nada inevitable en la historia, pero digamos que Milcíades, aferrado a la necesariedad dialéctica de Marx, cree -aunque lo odie a Mitre y lo deteste- y lo justifica, diciendo que Mitre es la necesariedad histórica porque implica la relación de la burguesía argentina con el imperio británico. Entonces, este factor capitalista, para Peña, va a ser progresivo, mucho más progresivo de lo que pudieran imponer las montoneras del interior. Tampoco piensa en una posible conciliación entre las montoneras y Buenos Aires que hubiera dado otro país. Pero, sin embargo, Marx -habrá pensado Peña- habría aplaudido el arrasamiento de la barbarie gaucha a manos de la civilización de la elite cultural de Buenos Aires. No olvidemos: “¿quién lamenta los estragos si los frutos son placeres? ¿No mató a miles de seres Tamerlán en su reinado?” ¿No mató a miles de seres el general Mitre en su reinado? O a Domingo Faustino Sarmiento que, en “Mi Defensa”, dice: “ahora verán ustedes al militar, al asesino”. Estoy hablando del gran autor de “Facundo”. Pero el gran autor de “Facundo” celebró que hayan puesto la cabeza de Ángel Vicente Peñaloza en una pica. La crueldad de Buenos Aires en su campaña punitiva después de la Batalla de Pavón fue escalofriante, y el arrasamiento del Paraguay fue un genocidio: 600.000 muertos. 4 Las leyes de la historia y la necesariedad Nosotros estamos hablando de Argentina, pero ojo, todo esto es para América Latina, todo esto ocurrió en América Latina. Las oligarquías nativas eliminaron a todos los elementos de mestizaje y a todos los pueblos originarios para establecer sus relaciones productivas con el imperio británico y así ocurrió. Así ocurrió la desunión de toda América Latina porque fue un gran triunfo de la diplomacia británica y las oligarquías nativas. En una novela que publiqué en 1990 “La astucia de la razón” hago un encuentro ficcional entre Karl Marx y Felipe Varela, cómo es la cosa: una hora antes de la batalla de Pozo de Vargas Marx aparece en el campamento de Varela. Y Varela le dice: don Marx, que alegría, que bueno tenerlo por aquí. No crea -dice Marx-, porque vengo a decirle que por favor no presente batalla, porque el triunfo de la civilización que representan los Taboada por estar unidos a Buenos Aires es inevitable. Usted, en la batalla que va a dar, don Varela, va a ser derrotado. Y Varela le dice: ¿y por qué voy a ser derrotado? Porque hay leyes de la historia -le dice Marx- y las leyes de la historia dicen que ese ejército que usted tiene en frente, al representar a Buenos Aires, representa el

Page 35: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

35 progreso. Porque Buenos Aires representa el progreso en este país. Y si nos matan a nosotros, a los gauchos -dice Varela- quienes van a venir a reemplazarnos, a pelear contra Mitre por ejemplo. Ah, no, no -dice Marx- cuando a ustedes los derroten la burguesía de Buenos Aires va a instaurar su poder por todo Buenos Aires y ahí va a surgir los proletarios revolucionarios que van a liquidar a esa burguesía. Aha -dice Varela- usted va a ver que a sus proletarios revolucionarios le van a decir lo mismo, le van a decir “no peleen, es inútil, no peleen”. Y se dan un abrazo, es muy emotivo el encuentro y Marx se va y Varela le dice: ¿cómo, no se queda a ver la batalla? No -dice Marx- ya sé el resultado. Esto lo que muestra es que había en Marx una concepción determinista en este aspecto. La dialéctica lo traicionó porque la dialéctica le hizo ver el necesario triunfo histórico de la burguesía. La dialéctica le hizo ver que la burguesía debía triunfar en todas partes para que surgiera el proletariado revolucionario que iba a liberar a los hombres en todo el mundo. Para Marx entonces, Felipe Varela representaba un orden arcaico, un orden pre-capitalista, mientras que Mitre al estar aliado a la Europa capitalista representaba el rostro más progresivo en la República Argentina. De modo que Marx, igual que Milcíades Peña, aunque con dolor diciendo qué pena que mataron a todos los caudillos, cómo fue arrasado el interior... y Peña se conduele con lo que pasó en el Paraguay, pero con el mismo esquema de Marx: qué pena lo que ha hecho Inglaterra en la India, pero no hay más remedio porque la historia tiene que avanzar así, así avanza la dialéctica. Hay una necesariedad. Cuidado entonces con las necesariedades en la historia. Walter Benjamin en sus “Tesis sobre filosofía de la historia” -texto hermético pero excepcional- dice: “nada perjudicó más a la clase obrera alemana que pensar que nadaba a favor de la corriente”. No sé nada nunca a favor de la corriente, al contrario, la corriente hay que hacerla. No hay corriente, la corriente tiene que ser construida militantemente por los pueblos de América Latina. Y quizás estamos viendo algo de eso, ojala estemos viendo algo de eso. Pero no hay corriente en la historia, nada está determinado, nada está escrito, lo único que es real es que los pueblos son los que escriben su propia historia y también los enemigos de los pueblos escriben su historia. Por eso, muchas veces, masacran a los pueblos. Por eso, la lucha por la libertad de los pueblos es la lucha contra los opresores de los pueblos. Esa lucha no está garantizada, no implica un triunfo ya necesario, sino que siempre tiene que hacerse. Ahí, mejor que los mártires son los luchadores. Mejor que los muertos son los vivos. Son necesarios los que quieran vivir para cambiar el mundo, antes que esa idea de “yo quiero dar la vida para cambiar el mundo”. ¡Guarda! Mejor digamos “yo quiero vivir para cambiar el mundo”. Es una óptica nueva pero mucho más positiva porque exalta el valor de la vida y niega la glorificación de la muerte que tanto daño hizo, al menos, en este país.

ENCUENTRO 12: EL MARXISMO EN AMÉRICA LATINA II: SALVADOR ALLENDE Sumario 1 La vía pacífica 2 El golpe 3 La esencia del hombre y la violencia 4 “La historia es nuestra” 1 La vía pacífica Este es el programa número 12 dedicado al marxismo en América Latina y centralizado sobre todo en la figura de don Salvador Allende y el movimiento hacia el socialismo por la vía pacífica y democrática que él y su partido de la Unidad Popular protagonizaron. La figura de Salvado Allende es una figura trágica en América Latina por el final trágico que tuvo y por la infamia descarada con la que se le organizó un golpe manejado desde Estados Unidos y con el apoyo, por supuesto, de la clase política chilena, las clases altas chilenas, el ejército chileno, para impedir su proyecto. El proyecto de Salvador Allende implicaba un proyecto muy original porque era una vía pacífica. En realidad el marxismo no se propone -no se va a encontrar esto en los textos originarios de los padres fundadores del marxismo- la vía pacífica y democrática para llegar al poder. En realidad, las relaciones entre el marxismo y la democracia son muy conflictivas porque en los textos de Marx y de Engels la democracia es una palabra hueca, la democracia es una palabra burguesa porque la democracia es el sistema parlamentario por el cual el burgués, la burguesía, domina a las clases sometidas a través de toda esa caparazón parlamentaria que no es más que el diálogo de los burgueses de la clase burguesa entre sí misma. Ahora, por eso, el marxismo, ya en las páginas finales del Manifiesto Comunista, siempre plantea la toma del poder a través de la violencia. El manifiesto de 1848 de Marx y Engels, sobre todo escrito por Marx, dice que los comunistas no ocultan sus intenciones y sus intenciones son tomar el poder a través de la violencia. Y que todo movimiento que quiera mantenerse una vez que ha tomado el poder, una vez que ha derrocado el orden establecido que es el orden

Page 36: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

36 de la burguesía, debe sostenerse en el poder a través de la aplicación de la autoridad –de la autoridad entendida como la veía Marx en la Revolución Francesa. Y en el texto de Engels titulado “De la autoridad”, Engels dice: señores, no hay nada más autoritario que una revolución. Una revolución implica “bastillazos”. ¿Qué es un “bastillazo”? Es la toma de la Bastilla. Hay que tomar la Bastilla para hacer una revolución. Es el símbolo que implica el derrocamiento de una clase social. Entonces, la Bastilla se toma en la Revolución Francesa a través de la violencia y la violencia, va a postular Marx, sobre todo en el capítulo XXIV de “El Capital” que se llama “La acumulación originaria”, va a hablar de la violencia como la partera de la historia. Y aquí vemos nuevamente la cuestión de la dialéctica en Marx. Es decir, cuando una sociedad está lo suficientemente madura para ser derrocada por otra, dentro de la dialéctica histórica, es la violencia la que resuelve esta situación. O sea, no hay resolución dialéctica sin una acción violenta de una clase que viene a superar a la anterior. Si la burguesía viene a superar a la monarquía –como en la Revolución Francesa- lo hace a través de la violencia y esa violencia es la partera de la historia, la que hace nacer una nueva sociedad, hace nacer la sociedad burguesa. La sociedad burguesa, no bien nace, engendra al proletariado industrial. Y este proletariado industrial, en determinado momento, se alza en armas contra la vieja sociedad y es la violencia la que va a hacer que el proletariado derroque a la burguesía. En verdad, este es un esquema bastante biologicista: es como si la historia fuera una especie de gran madre y necesitara una gran partera y la gran partera fuera la violencia. Pero todo esto tuvo un enorme auge, nadie cuestionó los efectos mecanicistas que había en esta concepción dialéctica que Marx había tomado de Hegel. Ni nadie cuestionó a la dialéctica como partera de la historia, la palabra partera, ¿qué es la palabra partera?, ¿qué es la historia entonces? ¿Una mujer que da a luz constantemente? No, la historia es algo mucho más complejo que eso. Esto no se problematizó. Y el que sí lo problematiza, el que sí trae algo nuevo es Salvador Allende, la Unidad Popular y la postulación de la vía pacífica para llegar al socialismo a través de la democracia. 2 El golpe Desde que Allende asume es impresionante la velocidad vertiginosa con que empieza a prepararse el golpe, casi podríamos decir el mismo día, porque ya se estaba preparando desde antes, es decir, qué vamos a hacer si gana este comunista. Y lo que van a hacer si gana ese comunista es preparar un golpe de Estado para tirarlo porque no pueden tolerar que haya otro comunista en América Latina. Y esta es una muy buena advertencia para los que creen que la Revolución cubana era exportable, no era exportable. Estados Unidos no iba a tolerar otro Castro en América Latina. Entonces, en ese momento gobernaba un señor ampliamente detestable que era Richard Nixon junto a otro señor que era peor todavía que era Henry Kissinger que, en mi opinión y en la de muchos, es el más grande criminal de guerra que anda suelto. Lo que se prepara ahí es una reunión inmediata entre Nixon, Kissinger y el diario “El Mercurio” que es llamado el decano de la prensa chilena y que es el diario de los Edwards. También viaja inmediatamente a Washington la ITT, la Pepsi – ¡la Pepsi!, miren que cosa más linda, tan fresca. No, no, la Pepsi es una compañía muy multinacional como la Coca Cola, no sé por qué no viajó la Coca Cola- y el Chase Manhattan Bank para ver a Nixon. Nixon directamente denomina a Allende una y otra vez como “ese son of a peach”, “ese hijo de puta”. Ese es el delicado vocabulario que Nixon le dedica a Allende. Estamos en medio de la Guerra fría, no hay que olvidar esto. La Guerra fría se dio entre dos grandes bloques, Estados Unidos y la Unión Soviética. Pero Estados Unidos y la Unión Soviética se suponía que no se iban a agredir entre ellos por el poder atómico que cada uno tenía. Entonces, al no poder agredirse los dos grandes bloques de la Guerra fría, las “guerras calientes” se daban en la periferia: Vietnam, Argelia, por ejemplos. Eran todas guerras calientes de la Guerra fría. Eran todas guerras visualizadas por el Occidente como guerras contra el marxismo. La guerra contra el Frente de Liberación Nacional Argelino, los generales franceses lo dicen muy claramente: nosotros no estamos peleando una guerra colonial, estamos peleando una guerra contra el marxismo. Lo mismo que en Vietnam, hay que frenar el marxismo, que Vietnam del Norte no se apodere de Vietnam del Sur: frenar el marxismo. Ahora bien, lo que ocurre también es que Allende para el bloque norteamericano y para el poder chileno que está aliado a ese bloque, representándolo ahí en el lugar en que se da lo caliente de la Guerra fría, era un peligro. Allende comienza a tomar una serie de medidas hacia el socialismo que indica un camino muy preocupante para las clases hegemónicas. La nacionalización del cobre es un hecho decisivo, Chile nunca había nacionalizado el cobre. El cobre pertenecía al libre mercado, pero no pertenecía al Estado. Esa medida de estatización determina a su vez un muy metódico plan de desestabilización: hay que desestabilizar al gobierno de Salvador Allende, hay que tirarlo. Nixon le niega cualquier crédito. Los sectores de la izquierda le van a criticar que Allende pida un crédito a Estados Unidos. Acá cuando Perón pide un crédito a Estados Unidos en 1973, la revista “El descamisado” de los

Page 37: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

37 Montoneros saca un título muy coherente y muy trágicamente gracioso que es el siguiente: “¿Qué pasa? ¿Los yanquis nos financian la liberación?” No estaba mal la pregunta. El desabastecimiento avanza, cada vez hay menos cosas, la gente no puede comprar, le echan la culpa a Allende, todos le echan la culpa a Allende. Comienzan a movilizarse las clases altas. Las “conchetas” chilenas que son de lo peor, son peores que las de aquí todavía, si es posible, y sí, es posible, son peores que las de aquí. El gobierno de Allende se ve acosado por todos lados porque el movimiento de la izquierda revolucionaria que es el MIR se le pone a la izquierda y lo critica desde la izquierda, posición siempre muy fácil: caramba, Allende, qué le pasa. Usted no hace la reforma agraria, usted no está expropiando a los grandes monopolios, usted no está cambiando la estructura social verdadera del país. La izquierda lo critica a Allende y esto a la derecha le viene, en general, muy bien. La izquierda tiene que ser muy lúcida en estos casos y ver dónde tiene que sumar y dónde si se opone en realidad está restando a la estabilidad de un régimen democrático de izquierda al cual tienen que sostener. Piénsenlo bien esto y que lo piensen los que lo tienen que pensar. 3 La esencia del hombre y la violencia Allende cae en 1973. Hay que pensar la importancia que ya tenía la prensa, lo mediático, en la desestabilización de un gobierno. Ahora es mucho mayor el poder mediático, directamente representa la derecha en América Latina y su tarea es impedir que los gobiernos giren hacia medidas populistas distribucionistas e impidan la primacía del mercado. Pero en 1973 “El Mercurio” de Chile, que pertenece a la familia Edwards, está bancado por Estados Unidos. Le da 2 millones de dólares al diario “El Mercurio” para que desestabilice al gobierno de Allende. Y los Edwards están muy contentos, incluso hay un reportaje –voy a decir esto muy breve- que le hacen unas chicas a Agustín Edwards y le preguntan: ¿a usted le parece bien que Pinochet haya prohibido todos los diarios al día siguiente del golpe? Y esto señor Edwards, que parece medio tonto –quiero decir que seguramente eran otros los que manejaban las cosas más macabras del diario, éste ponía el nombre de la familia- dice: pero como no me va a parecer bien, si me eliminan la competencia yo me pongo muy contento. Una respuesta memorable. Entretanto Fidel Castro visita Chile, recorre Chile, mira Chile junto a Allende y la respuesta que le da es: vuelvo a Cuba más radical que nunca. Sólo la acción violenta va a derrocar al capitalismo. O sea, hay una crítica a la vía pacífica de Salvador Allende. Porque el pensamiento de Allende –como dijimos- era estrictamente éste –y esta era la originalidad de don Salvador-: podemos llegar al socialismo a través de la vía pacífica y a través de la democracia. En los ’70 esto era muy problemático y lo sigue siendo. En mi novela “Carter en New York” (2009) hay un diálogo entre Allende y Alexander Haig, es un diálogo ficcional pero los diálogos ficcionales frecuentemente dan más que los diálogos documentales, porque si el autor maneja la situación, la puede recrear con mayor profundidad. La situación es que Haig va a tomar un avión y Allende lo va a despedir, y al final de la conversación que es muy tensa le dice: mire señor presidente yo no sé si usted es bueno –como yo creo- o es tonto. Porque hay una esencia del hombre que para usted es buena. Y Allende le dice: no, usted está insultando a la esencia del hombre general Haig. No, no, no –le dice Haig- yo no tengo por qué insultarla. La esencia del hombre para mí no es buena, es egoísta. Por eso nosotros les vamos a ganar todas las guerras a ustedes porque ustedes creen que el hombre es bueno y el hombre no es bueno. El hombre es un ser esencialmente destructivo que no ha hecho más que matar a lo largo de toda la historia y esa esencia del hombre es la que nosotros los capitalistas asumimos. No le dice Alexander Haig que esto estaba en un libro de Freud donde Freud dice que: “la pulsión de muerte se está imponiendo trágicamente sobre el Eros” (que sería la pulsión del amor). La esencia del hombre sería la esencia de la dominación sobre el otro y la esencia de la destrucción del otro. Y eso es lo que Haig le dice que ellos asumen y que usted pretende que el hombre sea bueno y que llegue al socialismo a través de la vía pacífica. No va a haber vía pacífica porque el hombre no es pacífico. El hombre nació para la guerra y nació para matar. Esta es una polémica que se abrió hace unos años por el filósofo cordobés Oscar del Barco que terminó afirmando el “No matarás” bíblico. Freud se ríe mucho de esas aseveraciones bíblicas, dice: cómo el hombre no va a matar si existe en él la pulsión de muerte. Por qué voy a querer al prójimo tanto como a mí mismo si no sé quién es el prójimo, porai es un personaje detestable el prójimo, ¿cómo lo voy a querer tanto como a mí mismo? Yo sé que soy una buena persona –dice Freud- cómo lo voy a amar tanto como a mí mismo. En todo caso voy a amar más a mi hijo. Esto es “El malestar en la cultura”, un gran libro de Freud de 1930. Lo original del intento de Allende es quizás, es cierto, ir contra la esencia de la condición humana que es esencialmente destructiva y que no es pacífica. Hegel dijo: “la historia avanza por su lado malo”. Allende la quiso hacer avanzar por su lado bueno. Y pareciera que la historia avanza de negación en negación, de catástrofe en catástrofe, de masacre en masacre. Entonces la vía pacífica al socialismo quedaría edulcorada y don Salvador Allende quedaría… bueno, vamos a ver cómo queda porque la izquierda le reprocha que la vía pacífica al socialismo es la vía pacífica al desastre.

Page 38: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

38 Vamos a ver después qué es lo que opina don Salvador Allende, una de las figuras más puras, más formidables del pensamiento de América Latina. 4 “La historia es nuestra” Hasta 2 días antes del 11 de setiembre de 1973 en que se produce el levantamiento que derroca a Allende todavía no se sabía qué militar lo encabezaba. Estaban discutiendo entre los militares a ver quién iba a encabezar el golpe y, sorpresivamente, lo encabeza Augusto Pinochet. Cuando le llega la noticia a Allende, Allende se sorprende: ¿cómo Pinochet si Pinochet es mi amigo? Pero en realidad no era que estaba tan mal informado, es que pareciera que Pinochet en dos días tomó esa decisión y la tomó en serio. La barbarie de los militares y los carabineros chilenos se desata de un modo total, Allende se refugia en “La Moneda”, tiene una metralleta y un casco con él y está el GAP (Grupo de Amigos del Presidente) que son los que se quedan con él a rodearlo hasta el fin. El presidente no se va a ir del palacio de “La Moneda”, se va a quedar ahí y si lo sacan lo van a sacar con “los pies para adelante”. O sea, Allende se queda y se hunde con sus barcos como los capitanes legendarios de tantas historias. Desde “La Moneda” da su último discurso en el cual se revela su pensamiento esperanzador. Este discurso está alimentado por la fe de un devenir necesario de la historia hacia una situación de justicia social que va a llegar pase lo que pase. Entonces Allende dice: yo no voy a renunciar –y en efecto no renuncia-, voy a mantener mi lealtad al pueblo y si es necesario dar mi vida por eso la voy a dar. Como tienen la fuerza, seguramente nos van a poder avasallar. Pero la idea de Allende es que la fuerza la tiene ahora pero no la van a tener siempre. ¿Por qué? Porque no se detiene los procesos sociales –diría Allende. Y esta es la gran discusión, sí se detienen los procesos sociales. La fuerza detiene los procesos sociales. Hay una frase de Sartre que menciono siempre y la debo haber mencionado en algún momento que dice: “La descolonización está en marcha. Lo único que pueden hacer nuestros mercenarios es demorarla”. No, pueden hacer mucho más los mercenarios. En Chile abortaron por completo el proyecto de Allende y Allende insiste: “la historia la hacen los pueblos y es nuestra”. Que es lo que piensa Alexander Haig, que “la historia es nuestra” –dicen Nixon, Alexander Haig y el bloque Occidental. No la hacen los pueblos, la hacemos nosotros con nuestras armas, con nuestro poder, con nuestros marines. Pero “la historia es nuestra”. Allende denuncia que su caída se debe al capital multinacional y a la alianza del capital multinacional con los sectores más poderosos del interior de Chile. Esos sectores poderosos son los de siempre, son los intereses financieros aliados a los intereses multinacionales. Ustedes imaginen que la ITT, el Chase Manhattan Bank, tenían intereses chilenos. Allende sigue insistiendo –claro, es un mensaje final, es un mensaje esperanzador dice: sepan que mucho más temprano que tarde se abrirán de nuevo las grandes alamedas por las que pase el hombre libre. Si nosotros pensamos que el que dice esto está por morir, están bombardeando el lugar donde él dice esto, está rodeado de 12 o 13 tipos que son su grupo de amigos, es admirable el coraje y la convicción moral e ideológica del hombre que está diciendo esto. Entonces, el hombre que está diciendo esto sabe que va a dar su vida por una causa y sabe que su sacrificio no va a ser en vano. Mi sacrificio no va a ser en vano –dice- porque la causa que yo encarno es la del socialismo que puede llegar al poder por la vía pacífica –y quizás en ese momento piensa que también por otra vía… no sé lo que piensa en ese momento-, pero lo que yo encarno es la igualdad para todos. Encarno lo contrario del capitalismo que es un sistema de expoliación, el sistema de la desigualdad. Yo quiero la igualdad –dice Allende y esa es la idea que esencialmente encarno. El pueblo va a tener que defenderse pero tampoco debe sacrificarse –dice Allende que asume que el que se va a sacrificar es él. Ahí es donde él dice su pensamiento. La historia tiene una dirección. Esa dirección es la de la final liberación de los pueblos. Los pueblos van a llegar a su propia historia. Y las grandes alamedas siempre van a continuar abriéndose -aún después de las grandes derrotas- para que por ellas pasen los hombres libres que cada vez van a ser más. Por esas causas Salvador Allende da la vida, no se escapa, no se va, se queda ahí y en efecto lo matan –algunos dicen que se suicida, bueno, puede ser, si vienen 5 carabineros y están a 10 metros, me pego un tiro. La conclusión entonces es que este hombre con esa cara de manso, con esa cara de tipo honesto, inteligente, moral, es un ejemplo para América Latina porque es un ejemplo de aquel que va hasta el final con sus convicciones y el final es dar su vida por la paz. Esto es algo notable que define a don Salvador Allende.

Page 39: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

39

ENCUENTRO 13: ¿EXISTE LA FILOSOFÍA LATINOAMERICANA? Sumario 1 Pensamiento y praxis 2 Un pensamiento situado 3 ¿Hay una ontología de la periferia? 4 América Latina y una praxis política diferenciada 1 Pensamiento y praxis Este es el encuentro número 13 en el cual nos vamos a preguntar algo fundamental: ¿existe la filosofía latinoamericana? La pregunta es esencial porque todo el curso que vinimos haciendo, todos los encuentros que tuvimos giraron alrededor del pensamiento latinoamericano y sus distintas encarnaciones en distintos procesos, en distintos personajes. Lo tuvimos a Bolívar, lo tuvimos al Che, Cooke, Salvador Allende, tuvimos la Revolución Mexicana, lo tuvimos a Mariátegui, es evidente que a través de todo este desarrollo que hicimos hay un pensamiento –sin duda alguna- latinoamericano. ¿Qué es lo que diferenciaría a un pensamiento de una filosofía? Bueno, si nosotros habláramos con Heidegger o con Hans-Georg Gadamer –son personas que consideran que solo los alemanes pueden pensar- estaríamos evidentemente fuera de la filosofía. Heidegger dice: “la filosofía habla en alemán y cuando el resto de los pueblos quiere pensar, tiene que pensar en alemán”. Bueno, yo confieso que estoy liquidado porque siempre el alemán fue una batalla perdida para mí –como para muchos. Entonces, la filosofía latinoamericana no importa que se llame filosofía o qué. Si los alemanes quieren tener una filosofía, que la tengan. Pero si la filosofía es “amor al saber”, la filosofía sería amor al conocimiento. Si el conocimiento no sirve para algo, no sirve para nada. Y ¿para qué tiene que servir el conocimiento? Este fue el gran aporte de Marx en las tesis sobre Feuerbach: uno tiene que conocer algo para transformarlo. O para dejarlo como está –que también es transformarlo, es no transformarlo, validarlo como está- o transformarlo. El conocimiento nunca es ajeno a la praxis. Uno conoce para actuar, lo cual es elemental. Y esto es filosofía, esto es pensamiento, todas las personas que nosotros tratamos a través de este curso y todos los movimientos sociales actuaron sobre la realidad porque pudieron pensar la realidad. Y la acción entre pensamiento y acción fue paralela, no se puede dar una cosa antes y otra después. En realidad, el pensamiento se desarrolla a través de la acción y la acción no es ciega, no hay acciones ciegas, la acción se piensa a medida que se realiza. América Latina es un continente que está en constante devenir, lo ha estado, es un continente que ha sido agredido desde tiempos inmemoriales y su verdadero pensamiento debe ser aquel que se constituyó para oponerse a todo proyecto que sojuzgara a América Latina. Entonces desarrollamos una teoría del pensamiento como conquista de la libertad. Esto es el pensamiento. El pensamiento es siempre crítico. En realidad, todo aquel ser que llega realmente a pensar no puede sino pensar críticamente. Es decir, asumirse él frente a una realidad a la que juzga con total libertad. Una realidad que no lo somete sino que él la piensa y la piensa para estar de acuerdo o no estar de acuerdo. Generalmente esa realidad trata de que el sujeto esté de acuerdo para someterlo, pero con mucha frecuencia –y es lo que hemos visto a lo largo de todas estas reuniones que tuvimos- los sujetos que han pensado libremente, pensaron libremente porque estaban en profundo desacuerdo con la realidad que vivían, y pensaron para transformarla. Nosotros, los americanos y latinoamericanos de hoy, la América Latina de hoy, no desea ser lo que es. Desea ser otra cosa. He aquí la libertad. La libertad es exactamente esto. No la libertad del mercado ni la libertad de los liberales, la libertad metafísica del sujeto. El sujeto es libre, cada uno de nosotros es libre, cuando llega a un punto en que dice: no, yo no quiero ser esto. Esto es lo que quieren que yo sea, pero yo no quiero ser esto, yo quiero ser otra cosa. Y voy a comenzar a ser otra cosa a partir de este mismo momento. Y voy a tratar de unirme a otras personas que también quieran ser otra cosa y ahí vamos a ver qué es lo que pasa, qué es lo que podemos hacer. Porque solo no voy a poder hacer nada. Pero, con otros, es posible. 2 Un pensamiento situado Este es el último encuentro de “Filosofía aquí y ahora IV” que su título ha sido: “América Latina: filosofía y colonialismo”. Entonces, tenemos que tener claro a qué nos referimos con la idea de filosofía y colonialismo. El colonialismo siempre tiene razones filosóficas para justificar su acción conquistadora. La filosofía europea es una filosofía del progreso así que es una filosofía que justifica la acción del colonialismo europeo como una

Page 40: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

40 acción del progreso, de la civilización, de las luces de la razón, es decir, como un avance de la cultura y del espíritu humano. Ahora para nosotros, para América Latina, para la India, para China, para Argelia, ¿significó un avance del espíritu humano que Inglaterra o Francia entraran a colonizar esos países, a extraerle sus riquezas, a extraerle sus materias primas (todos los horrores que sabemos que el colonialismo ha cometido)? El general Bougeaud cuando entra en Argelia lo primero que hace, para asustar a los argelinos, es quemar 500 argelinos vivos. Y le dice a Sarmiento –esto está en los viajes de Sarmiento- “a la barbarie hay que combatirla con la barbarie” (y este mensaje llega hasta Videla). Hay algunos que niegan la posibilidad de un pensamiento periférico y se ponen muy nerviosos, dicen eso es populismo, eso es nacional-populismo, eso es peronismo en última instancia –lo cual a mucha gente la pone desesperada, gente de la academia, digamos, que ocupan cátedras para decir mediocridades, cosas que ya han sido dichas, banalidades que todo el mundo sabe. Es decir, hay una serie de pensadores que lo único que saben hacer es citar a autores europeos, entonces escriben 4 líneas y 14 páginas de citas. Ante todo, el pensamiento de América Latina tiene que ser un pensamiento situado, nosotros estamos aquí. Esto no nos quita nuestra vocación universal, nuestra vocación de pertenecer al espíritu humano, al espíritu occidental, aunque sabemos que somos víctimas del espíritu occidental. Porque el espíritu occidental se consolidó saqueando a las colonias. Si algo diferencia a las colonias de los países centrales es que las colonias no tuvieron colonias para explotar, evidentemente. Entonces el desarrollo nunca puede ser parejo. ¿Dónde están las colonias de las colonias? ¿Alguien conoce las colonias de las colonias? No, las colonias nunca tuvieron colonias. Los que tuvieron colonias fueron los países centrales que desde 1492, cuando llegaron a América Latina, comenzaron a saquear el continente latinoamericano. Y luego entraron en la India, y luego entraron en China y luego entraron donde tuvieron que entrar y se llevaron lo que se tenían que llevar y el desarrollo de estos países fue paupérrimo. Ahora bien, una filosofía latinoamericana no parte del cogito cartesiano. El cogito cartesiano es ese pensamiento de Descartes que pone al hombre en la centralidad de la filosofía en tanto subjetividad. Hay 3 momentos en el capitalismo: uno fáctico que es llegar a América, conquistar América. Otro subjetivo que es el hombre cartesiano: “pienso luego existo”. Este es el hombre capitalista que se pone en la centralidad como hombre que va a dominar el mundo. Y el otro momento es el nietzscheano que es la voluntad de poder. La voluntad de poder para expresarse siempre tiene que tener más poder. Para conservarse hay que conquistar –fíjense qué bien refleja esto el espíritu de un Bush, por ejemplo-. En esta primera etapa, el imperio viene hacia nosotros, en la etapa de la colonización monárquica española. O sea que el pensamiento latinoamericano no parte del orgulloso cogito cartesiano, sino que parte de la experiencia del sometimiento y del genocidio de los pueblos originarios. Y esto que se lo banque el que se lo tenga que bancar, esto fue así. El sometimiento de los pueblos originarios con la excusa de la evangelización fue el punto de partida de América en tanto continente sometido y masacrado. 3 ¿Hay una ontología de la periferia? Abramos este bloque haciendo una pregunta incómoda: ¿hay una ontología de la periferia? ¿Qué es ontología? Ontología es la disciplina filosófica que se ocupa del ser. O sea, ¿hay un ser americano que sea auténticamente, autónomamente americano, y que para ser autónomamente americano sea distinto a otros seres, el ser europeo, el ser oriental? Yo creo que no, que no hay una ontología americana. Lo que hay sí y es lo que hemos visto son proyectos políticos, humillaciones, respuestas, guerras, América Latina que se busca a sí misma, las clases dominantes que siempre buscan la unión con el imperio y la lucha de todos los desdichados, desastrados que han habitado América Latina. Esto hay que marcarles a los europeos que, en mi opinión, están un poco en el aire, están jugando un poco. También a la academia norteamericana en la cual triunfa la french theory, o sea todo el posestructuralismo de Barthes, Derrida. Y, en Europa, están como deslumbrados por la noción de “diferencia”. Es decir, este mundo es tan maravilloso que está lleno de cosas diferentes, es como el cielo estrellado. Y en cada diferencia hay que encontrar esa particularidad que nos enriquece. En un Congreso de filosofía, como “buen salvaje”, yo interrumpí y dije: lo siento mucho, yo vengo de América Latina, y para nosotros hay diferencias pero hay principalmente una diferencia que es la que marca nuestro destino: la diferencia entre los países pobres y los países ricos. Lo que ocurre es que ustedes son países ricos y quizás la condición de países ricos los lleve a entretenerse tanto con la maravilla de las diferencias a las que igualan con la belleza del cielo estrellado. No, las diferencias sí existen, son millones, pero cada diferencia expresa un antagonismo, cada diferencia expresa un conflicto. Una cosa es diferente de otra porque está en conflicto con ella. Puede estar en complementación o en la tarea de complementarse, o puede llegar a un cierto consenso, no vamos a negar esto. Pero, si no, no sería diferencia. Todo esto está sacado del “Manual de lingüística” de Ferdinand de Saussure. Es decir, un elemento del sistema de lingüística nunca es nada en sí mismo porque siempre está relacionado con otro

Page 41: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

41 elemento. Es decir, no puede existir en sí porque siempre existe en relación con otro, esa es la diferencia que se establece en el sistema lingüístico. Pero esa diferencia en el campo social es lucha, agon, es conflicto. Y este conflicto es lo que da dinamismo a la historia. Entonces, nosotros diríamos que una de las categorías fundamentales del pensamiento latinoamericano es asumir que el principal conflicto que nosotros tenemos, padecemos y es el que tenemos que superar, es el de los países ricos y los países pobres. No queremos ser más países pobres, no queremos ser más vasallos de los países ricos, para lo cual no queremos seguir más las recetas de los países ricos. Porque hemos entendido que las recetas de los países ricos están hechas para que nosotros continuemos siendo pobres y ellos continúen siendo ricos. Entonces cuando viene el FMI y nos dice: ustedes tienen que hacer esto, tiene que surgir una natural desconfianza en nosotros y decirles: vea, lo lamentamos muchísimo señores, pero ustedes representan los intereses de los países ricos. No pueden representar nuestros intereses porque nosotros somos parte de los países pobres. Nosotros estamos en conflicto, por lo que tenemos que tener una profunda desconfianza hacia los planes que ustedes nos traen. Porque sospechamos que los planes que ustedes nos traen son planes que les convienen a ustedes. Y lo que a ustedes les conviene es que la situación se mantenga tal como está: ustedes ricos, nosotros pobres. O sea, la vamos a alterar. Y esto es una parte fundamental del pensamiento latinoamericano porque implica su autonomía. Esta autonomía es una autonomía de pensamiento, es una autonomía de afirmación propia y de negación del otro que viene a negarme para afirmarse él. Por eso la historia es conflicto, lucha, y esto es lo que tiene de apasionante la historia. Una historia latinoamericana tiene que ser una historia del conflicto y de la lucha de los países latinoamericanos por discutirle a las grandes potencias lo que las grandes potencias quieren hacer de nosotros. ¡No señores! De nosotros, nosotros vamos a hacer lo que se nos antoje a nosotros. 4 América Latina y una praxis política diferenciada Nosotros dijimos que no hay una ontología de América Latina. En cuanto a una teoría del ser, América Latina no pertenece al ser de un modo distintos al que pertenece Europa o Estados Unidos. Pero, ojo, ¿qué es el ser? Y si yo digo que el ser es praxis, que el ser es acción, que lo propio del hombre es actuar, que lo propio del hombre es hacer la historia. Y si lo propio del hombre es hacer la historia, entonces el ser sería la interacción entre las luchas que llevan adelante los distintos grupos y esas luchas hacen lo que el hombre hace que es la historia. Entonces, si el ser es praxis, habría una praxis política claramente diferenciada en América Latina. América Latina no puede tener la misma praxis que tiene Europa simplemente porque, como dijimos, con bastante ironía, en un bloque anterior, ¿dónde están las colonias de América Latina? América Latina tiene que buscar un camino diferenciado, autónomo, propio. Ese camino está determinado porque América Latina tiene que estar muy atenta a la historia de sus tradicionales despojos y la historia que representaron sus clases dominantes entregándose siempre a los intereses hegemónicos de las grandes potencias, ya sea entregándoles las materias primas como granero del mundo o negociando las carnes vergonzosamente o entrando en el FMI luego de la caída del segundo gobierno peronista o aceptando el Consenso de Washington. Todos esos gestos de América Latina fueron gestos que hicieron perder la autonomía y la identidad de América Latina, pero que tuvieron sus socios, sus representantes, sus ladrones, sus corruptos aquí. Entonces no es que nosotros estemos diciendo: que malos que son los del imperio, que malo es el imperialismo, si no hubiera habido imperialismo seríamos una potencia. No, no, no. No toda la culpa es del tipo de afuera, la culpa es del tipo de adentro que le vende el país, también. Digamos, sin Menem no hay sometimiento al Consenso de Washington. Sin Menem, no hay privatización de YPF. O sea que tiene que haber, en los países de la periferia, una clase formada por un sujeto liberacionista que esté atento a la hegemonía estratégica de la nación. La nación no se debe vender. La nación negocia, la nación habla, dialoga, y esta idea de la nación no es ya quizás la idea de la nación bolivariana, pero por lo menos conserva de la nación bolivariana la dignidad de cada una de las naciones de América Latina. Y si cada una de las naciones de América Latina conserva su dignidad y desde esa dignidad dialoga con las otras, ahí se hace una fortaleza latinoamericana en la cual cada país va entrando en un diálogo con los otros países y se va dando una prioridad a la política. La prioridad a la política es la prioridad al Estado. Voy a decir una frase que para mí es definitiva: los países periféricos nunca han tenido economía, la economía los tuvo a ellos. Esto quiere decir que la economía de los países periféricos siempre estuvo determinada en exterioridad, siempre estuvo determinada desde afuera e incluso manejada desde afuera. Ahora la novedad que se presenta en estos momentos, luego de la revolución mediática que ha hecho el capitalismo triunfante luego de la caída del muro de Berlín, es la revolución comunicacional. Esta revolución comunicacional es el arma más poderosa que tiene la derecha imperial y es la que en efecto usa. Hay filósofos como Jean Baudrillard que ha escrito un libro que se llama “El crimen perfecto” y el libro empieza diciendo: “se ha cometido el crimen perfecto, se asesinó a la realidad”. ¿Qué significa que se asesinó a la realidad? Que la realidad la construyen los medios, y que esa realidad que construyen los medios nos la hacen creer a todos. Entonces, no vemos la realidad, vemos la realidad que las empresas mediáticas nos hacen ver. Y esa realidad es

Page 42: Filosofia aqui y ahora  IV temporada completa

42 la realidad de sus intereses. La realidad es para nosotros, finalmente, la realidad de los intereses de las grandes empresas mediáticas. Entonces, frente a esa revolución, ¿qué es lo que tenemos que oponer? Bueno, lo que tenemos que oponer es lo que siempre el hombre libre ha opuesto a la tiranía que es su afirmación como sujeto libre, su capacidad de decir: no, a mí no me van a someter. Yo no voy a aceptar pasivamente que me digan cómo son las cosas. En todo caso, aquí podemos recurrir a Descartes cuando dijo voy a dudar de todo. Bueno, dudemos de todo porque efectivamente nos están mintiendo. Y para saber que nos están mintiendo tenemos que elaborar nuestra propia verdad que es nuestra propia visión del mundo, nuestra propia conciencia crítica. Y nuestra propia conciencia crítica es aquello que hace de nosotros un ser humano, alguien que habla y no es hablado, que piensa y no es pensado, que interpreta y no es interpretado. Esta es la conclusión de esta cuarta temporada que hemos tenido y esperamos de todo corazón que haya tenido la utilidad de hacernos sentir que América Latina tiene que ser libre, consciente de sí y de su destino comunitario. Agradezco a todos, agradezco al equipo. Todos han sido los mejores colaboradores y les quiero decir a todos que la pase realmente muy bien. Gracias.