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Francisco Romero Caro Sonia María Ortega Lucea Ana María Pascual Bellosta

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Francisco Romero Caro

Sonia María Ortega Lucea

Ana María Pascual Bellosta

2

EN SÍNTESIS

1) se debe valorar su relación riesgo/beneficio.

2) Las curvas de pulso arterial y yugular aportan En situaciones de urgencia y

emergencia, las medidas de soporte vital básico tendrán siempre prioridad sobre

medidas de monitorización avanzada.

3) La monitorización básica para todo paciente que vaya a ser sometido a cualquier tipo

de anestesia es: Pulsioximetría, ECG, y presión arterial.

4) La información que aporta los monitores de la máquina de anestesia es múltiple y debe

de ser integrada para poder llegar a unas conclusiones clínicas que sean útiles para

poder tomar decisiones en el manejo anestésico del paciente.

5) La curva de capnografía confirma la colocación del tubo endotraqueal en vía aérea

inferior.

6) La monitorización de otros parámetros hemodinámicos y respiratorios dependerá de

las características del paciente y de la cirugía a realizar.

7) Las técnicas de monitorización invasivas (Acceso venoso central y catéteres arteriales)

no son técnicas exentas de complicaciones, por lo que gran cantidad de información

de manera rápida y visual.

8) Existen diversas técnicas y sistemas para la monitorización cardiovascular avanzada.

Es importante conocer las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas.

9) El principal parámetro que se puede monitorizar gracias a las técnicas avanzadas es

el gasto cardiaco (GC).

3

ÍNDICE

Introducción

Monitorización respiratoria

Monitorización cardiovascular

Monitorización hemodinámica avanzada. Bases fisiológicas

4

Introducción

En todo procedimiento en el que se cuente con la presencia de un anestesiólogo se debe de

evaluar continuamente la oxigenación, la ventilación y la circulación del paciente. No hay que

olvidar que en situaciones de urgencia y emergencia las medidas de soporte vital básico

tendrán siempre prioridad sobre medidas de monitorización avanzada2.

a) Oxigenación: El gas inspirado y la sangre deberán tener en todo momento una

concentración adecuada de oxígeno. Para ello se dispone de analizadores de la FiO2

en el aparato de anestesia y un monitor de pulsioximetría. Es necesario recordar que

hay que tener especial cuidado cuando se utilizan técnicas de flujos bajos en circuitos

anestésicos circulares1, pues se hace más probable que se genere una mezcla de

gases hipóxica. Por lo general, la FiO2 va desde el 50% al 100% (0,5-1), según las

necesidades del paciente.

b) Ventilación: Es necesaria la monitorización continua del dióxido de carbono espirado

por el paciente. Para ello se disponen de capnógrafos que dan lugar a la curva de

capnografía en el monitor. En un paciente recién intubado, la presencia de curva de

capnografía confirma la colocación del tubo endotraqueal en la vía aérea inferior. En

un paciente sometido a ventilación mecánica se debe vigilar la clínica (Temperatura,

sudoración, pupilas,etc.), las concentraciones inspiratorias y espiratorias de todos los

gases, las presiones alcanzadas en la vía aérea y la compliance pulmonar. Hay que

recordar la importancia de vigilar la FiCO2 cuando se utilizan circuitos anestésicos

circulares, pues cualquier valor distinto de cero indica que el paciente está reinhalando

dióxido de carbono y que el quelante de CO2 se ha agotado6.

Existen varios modos de ventilación con diversas características y particularidades que

tienen su máxima expresión en los cuidados críticos e intensivos y en pacientes con

intubaciones prolongadas; sin embargo, intraoperatoriamente se utilizan dos modos

básicos de ventilación: ventilación por volumen y ventilación por presión. Los

parámetros fijados por el anestesiólogo en el respirador o ventilador en un modo de

ventilación controlado por volumen son el volumen tidal o corriente (Vt), la frecuencia

respiratoria (FR), la relación inspiración/espiración (I:E) y la presión positiva post-

espiratoria (PEEP). En un modo de ventilación controlado por presión, el anestesiólogo

fija en el respirador la presión máxima a alcanzar en la vía aérea, en vez del volumen

tidal. Utilizando el modo de ventilación controlado por volumen, las presiones en vía

aérea van variando en cada ciclo y se corre el riesgo de generar un barotrauma6. Por

el contrario, en un modo de ventilación controlado por presión, lo que va variando en

cada ciclo es el volumen corriente, y se corre el riesgo de hipoventilar al paciente. De

un modo general, el Vt debe de ser entre 6-9 mL/Kg (500/600 mL para un adulto de

tamaño normal).

5

Las presiones de vía aérea (presión pico y presión plato o meseta) dependen de

muchos factores como la relajación neuromuscular del paciente, la presencia de

patología pulmonar, el diámetro del tubo endotraqueal utilizado, la posición quirúrgica,

la técnica quirúrgica, etc. En cualquier caso, no deben sobrepasar los 30-35 cmH2O.

Unas presiones de vía aérea desproporcionadas en relación con el volumen tidal

establecido es sugestivo de intubación selectiva, generalmente derecha, o de

broncoespasmo. Si al auscultar al paciente el pulmón izquierdo permanece silente y

percibimos ruidos respiratorios en el pulmón derecho será necesario retirar el tubo

endotraqueal unos centímentros. La ausencia de ruidos respiratorios en ambos

pulmones nos hará pensar en otras situaciones como el broncoespasmo.

Otro valor interesante es la compliance o distensibilidad de los pulmones. Valores

bajos pueden indicar atelectasias y, por tanto, alteración en la ventilación/perfusión.

Ello hacen necesario maniobras de reclutamiento que permitan abrir los alveolos

cerrados. Sin embargo, algunas técnicas y maniobras quirúrgicas como la cirugía

laparoscópica, que aumentan las presiones intratorácicas, también harán que los

valores de compliance sean bajos. Del mismo modo, otras situaciones clínicas, como

el edema de pulmón, también dan lugar a valores bajos de compliance.

c) Circulación: Es fundamental asegurar una correcta función circulatoria en todos los

pacientes. Por ello, siempre se dispondrá de electrocardiograma (ECG), siempre se

monitorizará la presión arterial y siempre se visualizará la curva de pulsioximetría.

A modo de resumen, la monitorización básica de todo paciente que va a ser sometido a

cualquier tipo de anestesia (General o locorregional) es: ECG, pulsioximetría y presión arterial

no invasiva (PANI)5. El resto de parámetros y variables se monitorizarán según las

características del paciente y del procedimiento quirúrgico3: Profundidad hipnótica

(BIS®/Entropía®), oxigenación cerebral (Invos®), bloqueo neuromuscular (TOF/DBS), presión

venosa central (PVC), presión arterial invasiva (PAI), presión de arteria pulmonar (Swanz-

Ganz), etc.

MONITORIZACIÓN BÁSICA

Electrocardiograma

Pulsioximetría

Presión arterial no invasiva (PANI)

Tabla 1. Monitorización básica

1 Monitorización Respiratoria.

La monitorización respiratoria asegura una correcta oxigenación y ventilación del paciente.

1.1 Oximetría de pulso o pulsioximetría. Saturación periférica de oxígeno (SpO2)

6

Permite monitorizar la saturación periférica de oxígeno (SpO2) según el grado de absorción

de luz infrarroja de la oxihemoglobina y la desoxihemoglobina. Los pulsioxímetros actuales

combinan esta técnica con una determinación pletismográfica del pulso arterial, por lo que,

además del valor de SpO2, proporciona una curva de onda de pulso que se refleja en el

monitor de anestesia. Forma parte de la monitorización básica que se debe llevar a cabo en

todo paciente que vaya a recibir cualquier tipo de anestesia.

Foto 1. Pulsioximetría.

El pulsioxímetro puede sufrir interferencias y dar lugar a artefactos con mucha frecuencia, por

lo que es necesario anteponer la clínica y comprobar la correcta colocación del aparato.

De entre las situaciones que pueden dar lugar a artefactos podemos destacar3:

- Presencia de carboxihemoglobina: Intoxicación con monóxido de carbono. La SpO2

muestra valores altos que pueden ser falsos, es decir, la SpO2 que muestra el monitor

puede ser normal aunque exista una marcada hipoxemia. Hay que recordar que el

monóxido de carbono puede ser generado con la reacción del desflurano con el

quelante de CO2, especialmente cuando se trata de compuestos baritados.

- Presencia de metahemoglobina: El valor de SpO2 es falsamente bajo, es decir,

presenta valores bajos de SpO2 en el pulsioxímetro a pesar de una correcta

oxigenación. La metahemoglobinemia es un trastorno genético de la sangre que da

lugar a cantidades anormalmente altas de este tipo de hemoglobina en la sangre.

- Presencia de colorantes en la zona de medida: Colorante de uñas, esmalte de uñas,

azul de metileno, etc. Tienden a dar lugar a valores falsamente bajos de SpO2 en el

monitor.

- Hipoxemia grave: Cuando la hipoxemia es grave (ej: Sangrado masivo), la SpO2 es

aproximadamente un 15% inferior a la saturación real. Es decir, la saturación real del

paciente es aproximadamente un 15% superior a la marcada en el monitor.

7

- Factores ambientales: Movimientos del paciente, hipotermia, vasoconstricción

periférica, etc. Existen múltiples factores que pueden dar lugar a valores inestables y

variantes de SpO2 en el pulsioxímetro4.

Los oxímetros se calibran durante estudios realizados con personas sanas y convertidas

voluntariamente en hipoxémicas. Por esta razón son bastante precisos (±2%) para las

saturaciones del 80-100%, aunque no tanto para valores inferiores al 70%, valores que por

razones éticas han sido extrapolados. La oximetría es, por tanto, suficiente para identificar los

estados de hipoxemia, pero imprecisa en cuanto a su extensión5,6.

A causa de la forma sigmoidea de la curva de disociación, pueden producirse cambios

considerables de la PaO2 con solo pequeñas variaciones de la SpO2: la mayoría de las veces

se trata de una disminución de la saturación en un paciente con una buena oxigenación basal.

Además, el descenso de la saturación se detecta tras un lapso determinado (de 30 segundos

a 1 minuto), que puede variar en función del sitio en que se encuentra el sensor7.

Los resultados de un metaanálisis indican que la pulsioximetría permite la detección precoz

de una hipoxemia y disminuye su incidencia y gravedad5.

1.2 Presión arterial de oxígeno. PaO2

La presión arterial de oxígeno se puede medir de forma invasiva y no invasiva. La forma no

invasiva consiste en una medición transcutánea mediante un electrodo de Clark3, el cual mide

el oxígeno difundido a través de la piel y desde los capilares próximos. El método invasivo

consiste en obtener una muestra de sangre arterial y analizarla. Se trata de una opción más

completa, pues además de la presión arterial de oxígeno podemos obtener la PaCO2, la

SaO2, el pH, la concentración de hemoglobina, el hematocrito, la concentración de

bicarbonato, etc. Normalmente las muestras de sangre arterial se obtienen de la arteria radial

y en una jeringuilla heparinizada. Algunos factores interfieren en estas mediciones, como

pueden ser la presencia de burbujas en la muestra, la temperatura ambiente y el tiempo

transcurrido desde la extracción hasta el análisis.

1.3 Monitorización de la ventilación. Capnometría y Capnografía

La información que aporta los monitores de la máquina de anestesia es múltiple y debe de ser

integrada para poder llegar a unas conclusiones clínicas que sean útiles para poder tomar

decisiones en el manejo anestésico del paciente2.

A lo largo de todo el circuito anestésico se disponen analizadores que miden en tiempo real

la concentración de los gases y la composición de la mezcla respiratoria. Es fundamental

monitorizar la FiO2, sobre todo cuando se utilizan circuitos anestésicos circulares y técnicas

de bajos flujos; y el EtCO2, es decir, la concentración de dióxido de carbono en el gas

espirado. Este valor depende de muchos factores, tanto ventilatorios, como hemodinámicos,

así como con algunos relacionados con la técnica quirúrgica (Ej. Cirugía laparoscópica). Del

mismo modo existen analizadores para cada uno de los gases anestésicos y agentes volátiles.

8

Cuando se utilizan circuitos circulares se hace fundamental monitorizar también la FiCO2,

pues un valor distinto de cero indica que el paciente está reinhalando dióxido de carbono y

que el quelante de CO2 se ha agotado.

La capnometría y capnografía es la técnica que cuantifica de forma inmediata y continúa la

concentración de dióxido de carbono durante la fase inspiratoria y espiratoria. De este modo

se obtiene un registro numérico (Capnometría) y un registro gráfico (Capnografía). La

obtención de curva de capnografía confirma la colocación del tubo endotraqueal en vía aérea

y consiste en una de las primeras comprobaciones que hay que llevar a cabo tras la intubación

de un paciente. En caso de no obtener curva de capnografía se hace más probable una

intubación esofágica3.

A continuación, se muestra una tabla-resúmen con algunos de los parámetros respiratorios

monitorizados con consideraciones específicas:

Monitorización Consideraciones

EtCO2 35-45 mmHG.

Correcta colocación del TET.

Valores bajos sugieren hipotensión arterial,

embolismo o hiperventilación.

Valores altos sugieren hipoventilación,

reinhalación de CO2, o un estado

hipermetabólico.

FiCO2 Debe ser nulo. Indica reinhalación de CO2 o

agotamiento de la cal.

FiO2 50%-100%. Fijada por el anestesiólogo según

necesidad.

FiSev ó FiDes Fijada por el anestesiólogo en el vaporizador.

EtSev ó EtDes ó CAM Se acerca a la concentración alveolar del

agente inhalatorio.

Presión Pico y Presión Plato <30 cmH2O

Valores elevados indican intubación selectiva,

obstrucción de la vía aérea, limitación a la

expansión del pulmón o broncoespasmo.

VT o Volumen Corriente 6-9 mL/Kg

Frecuencia Respiratoria 10-15 rpm

Compliance Distensibilidad de los pulmones.

Valores bajos indican atelectasia pulmonar,

limitación a la expansión, o patología

pulmonar.

Tabla 2. Parámetros respiratorios

9

Analizando la curva de capnografía típica obtenemos cuatro fases2:

- Fase I: Meseta que corresponde a la inspiración.

- Fase II: Pendiente ascendente que corresponde al inicio de la espiración.

- Fase III: Meseta que corresponde a la espiración. En esta fase se obtiene la

concentración final máxima de dióxido de carbono (EtCO2).

- Fase IV: Pendiente descendente que corresponde al final de la espiración y al inicio

de la inspiración.

Figura 1. Capnograma normal

Hay que recordar que el EtCO2 no se corresponde exactamente con la PaCO2, pues existe

una diferencia arterioalveolar de aproximadamente +5 mmHg.

La curva de capnografía ofrece una gran cantidad de información de una manera rápida y

visual. Algunas de las alteraciones más frecuentes son:

a) Hendidura o caída en la meseta o en la pendiente: Indica una respiración espontánea

del paciente. Sugiere falta de relajación neuromuscular o escasa profundidad

hipnótica.

Figura 2. Hendidura en la meseta

10

b) Ausencia de Fase III o ausencia de meseta: Típico de un proceso obstructivo

espiratorio. Esperable en pacientes con EPOC. En pacientes sin patología obstructiva

de base sugiere broncoespasmo o intubación selectiva.

Figura 3. Proceso obstructivo

c) El final de la Fase IV o la Fase I no se encuentran en la línea de base: Indica

reinhalación de dióxido de carbono, por lo que se debe comprobar la FiCO2. Sugiere

agotamiento del quelante de CO2 y necesidad de reposición del mismo.

Figura 4. Reinhalación de CO2

d) Prolongación de la Fase IV o meseta de Fase I inexistente. Sugiere patología pulmonar

restrictiva.

Figura 5. Enfermedad pulmonar restrictiva

11

e) Aumento del EtCO2 por encima de 45 mmHg: Sugiere hipoventilación o aumento de

la producción de dióxido de carbono. Este aumento de la producción de CO2 puede

estar relacionado con procesos hipermetabólicos como la hipertermia maligna; con el

aporte de bicarbonato intravenoso, con la propia técnica quirúrgica (cirugía

laparoscópica), o con el retorno súbito a la circulación sistémica de sangre procedente

de áreas isquémicas, como puede ser el caso de liberación de un torniquete o

manguito de isquemia en cirugía traumatológica.

f) Disminución del EtCO2 por debajo de 25 mmHg: Sugiere hiperventilación, embolismo

pulmonar, o un estado de bajo gasto cardiaco (hipotensión, hipotermia, etc.).

EtCO2 > 45 mmHg EtCO2 < 25 mmHg

Hipoventilación Hiperventilación.

Aumento de la producción de CO2 Embolismo pulmonar

Bicarbonato sódico Hipotensión arterial

Liberación de área isquémica Hipotermia

Cirugía laparoscópica Hipoperfusión pulmonar Tabla 3. Diagnóstico diferencial

Admitiendo que el gasto cardíaco (GC) derecho sea comparable al GC izquierdo, hoy en día

el EtCO2 se recomienda para evaluar la eficacia de una reanimación cardiopulmonar (objetivo

EtCO2>15 mmHg). Un valor EtCO2<14 mmHg a los 20 minutos tiene un pronóstico muy

desfavorable.8 En ausencia de monitorización del GC, el EtCO2 puede suministrar

informaciones adicionales a las de la PANI. Asociados a la saturación arterial estos dos

elementos reflejan más o menos el estado hemodinámico del paciente.

12

2 Monitorización cardiovascular

La anestesia general (AG) o locorregional (ALR) y el acto quirúrgico pueden modificar el

estado hemodinámico e incluso alterar circulaciones regionales preferenciales como las

perfusiones coronarias y cerebrales. Además de la obligación médico legal y de que su uso

está recomendado por las sociedades científicas, la vigilancia hemodinámica con

instrumentos específicos permite reducir el riesgo perioperatorio. Además, está demostrado

el impacto perjudicial de la inestabilidad hemodinámica9. Por último, la optimización

hemodinámica con aparatos cada vez más simples de usar y poco invasivos produce

resultados alentadores en términos de evolución postoperatoria.10

2.1 Electrocardiograma

El electrocardiograma (ECG) consiste en la representación gráfica de la actividad eléctrica del

corazón. De forma estandarizada, se registra a 25 mm por segundo y 10 mm por milivoltio

(mV).

Figura 6. Electrocardiograma

Se trata de una de las medidas de monitorización básica para todos aquellos pacientes que

van a ser sometidos a cualquier tipo de anestesia. Se utiliza para determinar la frecuencia

cardiaca (FC), detectar arritmias, isquemia miocárdica, función de un marcapasos, etc.

Existen dos sistemas de configuración típicos intraoperatorios2:

- Con 3 electrodos: permite monitorizar D-I, D-II y D-III, pero no permite una verdadera

monitorización de las derivaciones precordiales, por lo que su utilizad para detectar

isquemia es limitada.

- Con 5 electrodos: permite monitorizar seis derivaciones distintas. Estas son D-I, D-II,

D-III, aVR, aVF y V5. Es la disposición más frecuente en quirófano.

13

Las dos derivaciones que deben ser registradas de forma simultánea en el monitor son DII y

V5, ya que entre ambas se puede detectar hasta el 95% de los episodios isquémicos

miocárdicos3.

- D-II: Se obtiene un buen complejo QRS y es la que con mayor claridad registra la onda

P. Es especialmente útil para detectar arritmias e isquemia inferior

- V5: Especialmente útil para la detección de fenómenos isquémicos en área anterior y

lateral

Los electrodos que se colocan en el tórax del paciente según un código de colores.

Figura 7. Código de colores para colocación de ECG de 5 electrodos

El ECG se ve fácilmente artefactado por los elementos eléctricos que quirófano (Ej. Bisturí

eléctrico), por el movimiento del paciente, impregnación de los electrodos por fluidos

corporales o antisépticos, mala fijación o despegamiento inadvertido, etc.

Ciertos monitores realizan un análisis continuo de los cambios en el segmento ST,

disparándose una alarma en caso de que sobrepasen los límites establecidos. De forma

global, una depresión del segmento ST igual o superior a 1 mm por debajo de la línea

isoeléctrica o un ascenso superior a 2 mm por encima de esta línea durante más de 20

segundos indican una isquemia miocárdica. En perioperatorio, se señala que la mayoría de

los síndromes coronarios agudos (SCA) corresponde a SCA con ST-11. Del mismo modo,

existe la opción de monitorizar la frecuencia respiratoria (FR) mediante el análisis de la

variación de la impedancia entre los electrodos del ECG con el movimiento del tórax del

paciente durante la respiración. Los factores de riesgo de isquemia peroperatoria son las

causas de desequilibrio entre el suministro insuficiente de O2 como la hipoxia y la anemia,

14

asociadas a un metabolismo miocárdico excesivo con taquicardia. El intervalo corto entre el

primer valor anómalo de troponina y el final de la intervención confirma que los trastornos

metabólicos, inflamatorios y circulatorios del período quirúrgico son el origen de las necrosis

agudas miocárdicas postoperatorias12.

2.2 Presión arterial

Se trata de una de las medidas de monitorización básica para todos aquellos pacientes que

van a ser sometidos a cualquier tipo de anestesia. A modo de recuerdo, la presión arterial

(PA) refleja tanto el volumen de eyección cardíaco como la elasticidad de las paredes

arteriales, de modo que se define como el gasto cardiaco (GC) multiplicado por las

resistencias vasculares sistémicas (RVS).

PA = GC x RVS

Existen dos formas de monitorizar la presión arterial: No Invasiva o Indirecta (PANI), e Invasiva

o Directa3.

a) PA-No Invasiva (PANI): Se utiliza un manguito de presión que se coloca en los brazos

o piernas del paciente. El tamaño del manguito debe de ser adecuado para el tamaño

del brazo de cada paciente. Dicho manguito se infla hasta alcanzar una presión

aproximadamente 20 mmHg superior a la PA sistólica y posteriormente se desinfla. Se

usa la fase I de Korotkoff para determinar la PAS y la fase V para determinar la PAP.

Foto 2. Manguito de PANI.

En quirófano se suele utilizar una monitorización automática de la PA. La frecuencia

del ciclado automático de toma de PA se puede ajustar según las necesidades del

paciente, siendo por lo general de 5 minutos en pacientes de bajo riesgo, y cada 3

minutos en pacientes de alto riesgo y durante la inducción anestésica. La medición

automática de la PANI se basa en las pulsaciones arteriales que causan oscilaciones

en la presión registrada por le manguito. Dichas oscilaciones son recogidas por un

15

amplificador y procesadas. El punto donde las oscilaciones detectadas por el manguito

son máximas equivale a la PAM. Los valores de PAS y PAD son calculados por

extrapolación matemática.

La medida de la PA no invasiva (PANI) debe ser evitada en extremidades con

anormalidades vasculares (fístulas arterio-venosas para diálisis, linfadenectomía

previa) y en extremidades quemadas.

La medida del PA según el método no invasivo se puede ver artefactada por diversos

elementos. Por ejemplo, la utilización de manguitos demasiado pequeños, manguitos

mal ajustados, manguitos colocados debajo del corazón, colocados en extremidades

rígidas (tiritona), o en caso de pacientes obesos puede dar lugar a valores falsamente

elevados de PA, es decir, sobreestimados. Por el contrario, la utilización de manguitos

demasiado grandes, manguitos con un desinflado demasiado rápido, o un estado de

hipoperfusión del paciente, pueden dar lugar a valores falsamente bajos de PA, es

decir, infraestimados. En valores extremos pierde exactitud y en presencia de arritmias

la medición es imprecisa, pues la técnica oscilométrica requiere un pulso uniforme.

b) PA- Invasiva o directa: Consiste en introducir un catéter dentro de la luz de una

arteria, generalmente la arteria radial, a través del cual se transmite la PA a un

transductor de presión desechable (TDP) que genera una señal electrónica. Esta señal

electrónica es conducida al monitor y es traducida a unos valores numéricos en mmHg

de PA (TAS y TAD) y a una curva de PA. El transductor debe de ser colocado

aproximadamente a la altura de la aurícula izquierda del paciente. Todo esto permite

el control continuo de la PA y la extracción de muestras de sangre arterial para la

realización de analíticas.

La medida de la PA-Invasiva se encuentra indicada en pacientes con patología

cardiovascular severa y casos de inestabilidad hemodinámica en los que es necesaria

la administración masiva de líquidos o de fármacos vasoactivos en infusión continua.

Del mismo modo también es necesaria cuando se requieren valores relativamente

estables de PA, como en casos de cirugía cardiaca, cirugía vascular, o cirugía

intracraneal. También se encuentra indicada en aquellas cirugías en las que se

prevean cambios hemodinámicos bruscos, como es el caso de feocromocitomas y

tumores carcinoides.

16

Indicaciones para la monitorización de PA-Invasiva

Patología cardiovascular severa

Inestabilidad hemodinámica

Administración masiva de líquidos

Cirugías de alto riesgo de sangrado

Infusión de fármacos vasoactivos

Cirugía cardiaca, cirugía vascular, cirugía intracraneal

Feocromocitomas, tumores carcinoides, etc.

Tabla 4. Indicaciones de PA-Invasiva

Al tratarse de una técnica invasiva, la medida de la PA-Directa no se encuentra exenta

de complicaciones, sobre todo si el cateterismo es prolongado. Entre ellas se

encuentra la trombosis arterial, la isquemia distal, la infección en el sitio de punción,

vasoespasmo, embolia aérea, daño neural y la formación de fístulas y aneurismas.

Factores que predisponen al riesgo de complicaciones son la arterioesclerosis

importante, la Diabetes Mellitus, la intensa vasoconstricción periférica (Enfermedad de

Raynaud, administración a dosis altas de vasopresores), situaciones de bajo gasto

cardiaco y la ausencia de flujo arterial colateral. Es importante realizar la prueba de

Allen antes de la canalización de la arteria radial.

La curva de PA posee una forma característica y de ella puede obtenerse gran

cantidad de información. Analizando dicha curva observamos varias fases1:

1) PA Sistólica máxima: Comienza con la apertura de la válvula aórtica. Esto refleja

la presión sistólica máxima en el ventrículo izquierdo. Se corresponde con la rama

ascendente de la curva.

2) Depresión dicrótica: Se corresponde con el cierre de la válvula aórtica. Marca el

inicio de la diástole.

3) Presión arterial diastólica: Se corresponde con la rama descendente. Se

encuentra relacionada con el nivel de retracción vascular sistémico o de

vasoconstricción.

4) Depresión anacrótica: Se corresponde con la primera fase de la sístole, una

contracción isovolumétrica y posterior apertura de la válvula aórtica.

5) Presión diferencial: Se trata de la diferencia entre la presión arterial sistólica y la

diastólica.

6) Presión arterial media. (PAM): Se trata de la presión media en el árbol arterial a

lo largo de un ciclo cardiaco completo. La sístole dura aproximadamente un tercio

del ciclo cardiaco, y la diástole los otros dos tercios. De este modo, para calcular

la PAM se utiliza la siguiente fórmula: PAM=(PAS+2PAD)/3. Sin embargo, los

monitores de anestesia utilizan algoritmos matemáticos que calculan la PAM en

función del área bajo la curva de PA. La PAM informa del valor de presión con el

que la sangre llega a los tejidos, por lo que indirectamente da información sobre el

17

estado de la perfusión tisular. La mayoría de los tejidos requieren una PAM mayor

de 65 mmHg para una perfusión adecuada.

Figura 8. Curva de PA. I: PAS, II:Incisura dicrótica, III: PAD, IV: Incisura anacrótica

La curva de PA se puede ver afectada por diversos factores que dependen tanto del

paciente como de la técnica utilizada para medir la PA. Todos los transductores de

presión fisiológica presentan una amortiguación. Una amortiguación óptima tiene como

resultado una forma de onda y un valor visualizado fisiológicamente correcto.

Un sistema de presión fisiológica sobreamortiguado dará como resultado una presión

arterial sistólica subestimada y una presión arterial diastólica sobreestimada. Por el

contrario, un sistema de presión fisiológica subamortiguado dará como resultado una

presión arterial sistólica sobreestimada y una presión arterial diastólica subestimada.

Como método simple de evaluación de la respuesta de frecuencia en la cabecera del

paciente puede usarse la prueba de onda cuadrada. Dicha prueba consiste en abrir el

sistema de lavado y observar la onda generada en el monitor. Un sistema óptimamente

amortiguado presentará una onda cuadrada y posteriormente una o dos oscilaciones

antes de volver al trazado normal. Sin embargo, un sistema subamortiguado

presentará más de dos oscilaciones antes de volver al trazado normal, y un sistema

sobreamortiguado no presentará ninguna oscilación antes de volver al trazado normal.

Figura 9. Prueba de “onda cuadrada”. Curva óptimamente amortiguada

La anchura de la onda sistólica proporciona información acerca del estado de la

contractilidad miocárdica y del volumen de eyección cardiaco. Del mismo modo, la

18

posición de la muesca dicrótica informa del estado de las resistencias vasculares

sistémicas, de modo que si se encuentra en una posición alta refleja un estado de

vasoconstricción periférica, y si está en la posición baja sugiere un estado de

vasodilatación13.

Existen formas de onda anómalas de presión arterial que nos informan del estado del

paciente2:

o Presión arterial sistólica elevada o pulso hipercinético: Puede

corresponder con hipertensión sistémica, arterioesclerosis o una insuficiencia

de la válvula aórtica (Pulso de Corrigan).

o Presión arterial sistólica reducida o pulso hipocinético: Puede

corresponderse con una estenosis de la válvula aórtica, estenosis mitral, una

insuficiencia cardiaca, o un estado de hipovolemia.

o Aumento de la presión diferencial: Se da en casos de hipertensión sistémica

y de insuficiencia de la válvula aórtica.

o Disminución de la presión diferencial: Puede corresponder a un

taponamiento cardiaco, una insuficiencia cardíaca congestiva, un shock

cardiogénico, o una estenosis de la válvula aórtica.

o Pulso bisferiens: Consiste en una onda ancha con dos picos sistólicos. Se

corresponde con una insuficiencia de la válvula aórtica o una miocardiopatía

hipertrófica obstructiva.

o Pulso paradójico: Consiste en un descenso de más de 10 mmHg durante la

inspiración. Se da en caso de taponamiento cardíaco, enfermedad crónica

obstructiva de las vías respiratorias, embolia pulmonar, pericarditis constrictiva

o situaciones de dificultad del retorno venoso.

o Pulso alternante: Consiste en pulsos fuertes y débiles de forma alterna. Se da

en caso de insuficiencia cardiaca congestiva o de disfunción miocárdica grave.

o Pulso parvus et tardus: Presenta una onda estrecha y una onda de eyección

retrasada. Se da en casos de estenosis de la válvula aórtica.

o Pulso bigeminado: Causado por extrasístoles ventriculares que aparecen tras

cada latido normal.

2.3 Acceso venoso central. Presión Venosa Central (PVC)

Para monitorizar la PVC es necesario un acceso venoso central. Un catéter venoso central

es, por definición, un catéter cuya punta se ubica en la circulación central. Se considera que

el catéter se encuentra en la posición correcta cuando la punta se halla situada a dos

centímetros de distancia de la aurícula derecha en la vena cava superior. Para comprobar la

correcta colocación del catéter venoso central la punta de dicho catéter es radioopaca, por lo

que tras su colocación se realiza una radiografía de tórax a modo de control. Es importante

19

que la punta de un catéter venoso central nunca quede colocada dentro de la aurícula

derecha, debido al riesgo de perforación cardiaca y del taponamiento cardiaco consiguiente13.

Existen varios tipos de catéteres venosos centrales: tunelizados, no tunelizados de inserción

percutánea, de inserción periférica o implantados. En quirófano generalmente se utilizan

catéteres venosos centrales no tunelizados de inserción percutánea. Estos catéteres se

presentan en diversas configuraciones para facilitar la reposición de volumen, la

administración simultánea de varios medicamentos y la monitorización de la presión venosa

central. Estos catéteres están fabricados de diversos materiales y revestimientos que reducen

la trombogenia, así como las infecciones del torrente sanguíneo relacionadas con los

catéteres.

Foto 3. Vía venosa central.

Los catéteres de luz múltiple permiten la administración de distintos fármacos y la

monitorización a través de un único punto de inserción de acceso venoso. Estos catéteres

pueden ser utilizados para la administración de hemoderivados y compuestos nutricionales.

Es interesante recordar que el flujo que se puede administrar a través de cualquier elemento

tubular depende del diámetro del mismo, de su longitud y de la viscosidad del líquido a

administrar. Por tanto, en caso de necesitar la administración de líquidos o hemoderivados a

un alto flujo es preferible un catéter de gran calibre y escasa longitud.

Otro tipo de dispositivo de acceso venos central son los introductores1. Éstos se utilizan para

dirigir y colocar los catéteres intravasculares, especialmente los catéteres de arteria pulmonar

(CAP, Swanz-Ganz). Estos introductores pueden quedar allí ubicados para servir como

acceso venoso central tras la retirada del CAP. Los introductores pueden utilizarse por sí

mismos como un catéter venoso central de gran calibre para una reposición rápida de

volumen.

20

Foto 4. Introductor de Swan-Ganz.

2.3.1 Aplicaciones de los dispositivos de acceso venoso central.

Los dispositivos de acceso venoso central poseen diversas aplicaciones. De entre ellos

podemos destacar3:

Usos del acceso venoso central

Administración rápida de líquidos

Administración de líquidos que requieran dilución

Administración de fármacos vasoactivos

Administración de fármacos incompatibles

Toma frecuente de muestras de sangre

Monitorización de PVC

Introductores de catéter de PAP

Tabla 5. Usos del acceso venoso central

- Administración rápida de líquidos. Por ejemplo, en casos de hemorragia masiva,

politrauma, cirugía ortopédica compleja, cirugía de grandes vasos, cirugía abdominal

extensa, sepsis, o quemaduras de gran extensión.

- Administración de líquidos intravenosos que requieran dilución dentro del torrente

circulatorio central para evitar daños vasculares. Por ejemplo, quimioterapia o nutrición

parenteral total.

- Administración de fármacos vasoactivos y/o incompatibles

- Toma frecuente de muestras de sangre en pacientes sin vía arterial y/o terapias de

administración sanguínea.

- Pacientes crónicos en los que el acceso venoso periférico es limitado o imposible.

21

- Monitorización de la presión venosa central (PVC) para la evaluación del estado del

líquido intravascular.

- Medición de los niveles de saturación de oxígeno en la sangre de retorno al corazón

(saturación venosa central de O2, SvcO2).

- Monitorización y acceso para un catéter de arteria pulmonar.

El acceso venoso central se puede llevar a cabo a través de la yugular interna, generalmente

derecha, de la vena subclavia, o a través de las venas femorales. También existe la posibilidad

de obtener un acceso venoso central a través de un acceso periférico, generalmente a través

de la vena basílica o cefálica en las extremidades superiores.

Al tratarse de una técnica invasiva, el acceso venoso central posee varias complicaciones. De

entre las más frecuentes podemos destacar la punción o canulación de la arteria carótida por

proximidad a la vena yugular interna. Otras complicaciones menos frecuentes son el

neumotórax (especialmente en casos de acceso venos central a través de vena subclavia), el

hemotórax, la punción o la laceración del conducto torácico, o la embolia gaseosa2. En caso

de acceso venoso central a través de la yugular interna hay que especial precaución con la

formación de hematomas en el cuello. Por ello, no es preferible este tipo de acceso venoso

central en pacientes anticoagulados, antiagregados, con trombopenia o con coagulopatía de

base.

Complicaciones del acceso venoso central

Punción carotídea

Neumotórax

Hemotórax

Embolia

Hematomas cervicales

Punción traqueal

Tabla 6. Complicaciones

Las contraindicaciones relativas para obtener un acceso venoso central son los estados

febriles sin foco determinado, la sepsis recurrente, o un estado de hipercoagulabilidad en el

que el catéter podría servir como foco de trombogenia13.

Para poder reducir al mínimo la frecuencia de estas complicaciones es necesaria una

completa higiene y antisepsia cutánea, así como batas y guantes estériles, con gorro y

mascarilla. Una opción para reducir los eventos adversos es la canalización de accesos

venosos centrales guiados por ecografía.

22

Usos del acceso venoso central

Administración rápida de líquidos

Administración de líquidos que requieran dilución

Administración de fármacos vasoactivos

Administración de fármacos incompatibles

Toma frecuente de muestras de sangre

Monitorización de PVC

Introductores de catéter de PAP

Tabla 5. Usos del acceso venoso central

Complicaciones del acceso venoso central

Punción carotídea

Neumotórax

Hemotórax

Embolia

Hematomas cervicales

Punción traqueal

Tabla 6. Complicaciones

Las mediciones de presión venosa central se llevan a cabo a través de un transductor de

presión, que convierte una señal mecánica en una señal electrónica que es conducida hacia

el monitor y traducida a un valor numérico y a una curva de presión venosa central. Estas

mediciones son extensamente usadas como guía simple y de fácil acceso para la terapia con

líquidos tras hemorragias, traumatismos, sepsis y otros estados de urgencia asociados con

hipovolemia.

2.3.2 PVC. Definiciones y curva de pulso venoso yugular

Podemos definir la PVC como la presión hidrostática generada por la sangre dentro de la

aurícula derecha o de las grandes venas torácicas. Su valor normal oscila entre 1 y 8 mmHg

en un paciente ventilando de forma espontánea. La PVC será más elevada cuando el paciente

se le esté aplicando una presión positiva o una PEEP.

Este valor de presión venosa central ofrece una valoración del volumen intraventricular y la

función del hemicardio derecho. La PVC es un sistema de monitorización útil si se reconocen

los factores que la afectan y se comprenden sus limitaciones. Las mediciones continuas son

más útiles que los valores individuales y la respuesta de la PVC a una perfusión de volumen

es una valiosa prueba de la función ventricular derecha. La PVC no proporciona ninguna

indicación directa del llenado del hemicardio izquierdo, pero puede utilizarse como estimación

aproximada de las presiones del lado izquierdo en pacientes con buena función ventricular.

23

Sin embargo, existen muchos factores que influyen sobre los valores de la presión venosa

central, como el rendimiento cardiaco, la volemia, el tono vascular, el tono venoso intrínseco,

el aumento de las presiones intraabdominales o intratorácicas, y la terapia con fármacos

vasopresores. Por ello, el uso de la PVC para evaluar la precarga o la situación de la volemia

del paciente puede no resultar fiable14.

Las ondas generadas y representadas en la curva equivalen al pulso venoso yugular. Este

pulso consta generalmente de tres ondas positivas (a, c y v), y dos depresiones negativas

(valles x e y). Cuando la diástole es prolongada el seno y es seguido de una pequeña onda h

justo antes de la siguiente onda a. El estudio de esta curva puede proporcionar gran cantidad

de información.

Componentes de la onda de pulso yugular1:

- Onda a: ocurre en la telediástole ventricular, se debe a la presión que se genera en la

aurícula derecha tras la contracción auricular.

- Onda c: ocurre en la protosístole ventricular, se debe al desplazamiento del velo de la

válvula tricúspide hacia la aurícula derecha que se produce durante la contracción

isovolumétrica ventricular.

- Seno x: ocurre en la protosístole ventricular. Se debe a la caída de presión en la

aurícula derecha debido a la relajación auricular, y por el desarrollo del colapso

sistólico ventricular.

- Onda v: ocurre en la telesístole ventricular se debe al llenado auricular con la válvula

tricúspide aún cerrada.

- Seno y: ocurre en la prostodiástole ventricular. Se debe a la apertura de la válvula

tricúspide.

- Onda h: ocurre en la mesotelediástole ventricular. Se debe a un llenado ventricular

lento.

Figura 10. Onda de pulso yugular

24

Las anormalidades típicas del pulso venoso yugular son:

- Ondas a cañón: Se da en casos de disociación aurículo-ventricular.

- Onda a gigante y atenuación de la onda y: Hipertrofia ventricular derecha, estenosis

tricuspídea, estenosis pulmonar o hipertensión pulmonar.

- Onda v alta y pérdida del descenso de la onda x: Insuficiencia tricuspídea.

- Pérdida de onda a y del seno x: Fibrilación o flutter auricular.

- Onda x profunda con atenuación de la onda y: Taponamiento cardiaco.

A lo largo de los últimos años ha existido una gran controversia sobre el valor real que puede

tener la PVC en el manejo del paciente. La PVC es ampliamente usada para tener una idea

aproximada de la precarga, y de este modo conocer el estado de la volemia para un correcto

manejo hemodinámico. Sin embargo, se ha demostrado que no debe usarse como marcador

único y definitivo del estado de la volemia, ni tampoco para guiar la fluidoterapia, puesto que

no refleja de modo fiable el volumen intravascular ni la respuesta a la administración de cargas

de volumen14.

3 Monitorización hemodinámica avanzada. Bases fisiológicas

3.1 Bases fisiológicas

El mantenimiento del equilibrio entre el aporte de oxígeno (DO2) y el consumo de oxígeno

(VO2) en los tejidos es esencial para la hemostasia celular, a fin de evitar la hipoxia tisular y

el consiguiente fallo orgánico. El O2 es transportado en la sangre principalmente unido a la

hemoglobina, salvo una pequeña parte que lo hace disuelto en el plasma (PaO2). El

movimiento de oxígeno hacia las células depende inicialmente del gradiente de difusión que

exista entre la pO2 capilar y la pO2 intracelular. Con una PaO2 normal al final del lecho arterial

se establece un gradiente de difusión que hace que el O2 difunda desde el capilar hacia la

célula. A medida que la pO2 del capilar disminuye la hemoglobina se desatura, lo cual facilita

un movimiento continuo y estable de O2 hacia las células1.

25

Figura 11. Aporte/Consumo de O2

La mayor parte del O2 transportado hacia la periferia de las células es utilizado por éstas. El

O2 distribuido a los tejidos es extraído parcialmente por éstos, y el no extraído vuelve al

corazón en la sangre venosa. Las muestras de sangre obtenidas en la arteria pulmonar

permiten conocer el contenido de O2 en sangre venosa (CvO2), pues corresponde al que se

queda después de que todos los tejidos han extraído el O2 necesario para sus funciones

metabólicas.

Si se produce un déficit de O2 en los tejidos el primer mecanismo compensatorio es el

aumento del gasto cardíaco (GC) seguido del incremento de la extracción tisular de O2, lo

cual deriva en una disminución de la cantidad de O2 que retornará al corazón. Por todo ello,

la saturación venosa de O2 (SvO2) disminuirá. Un tercer mecanismo compensatorio es la

formación anaerobia de ATP, lo cual derivará en la aparición de una acidosis láctica.

De un modo esquemático podemos recordar las bases fisiológicas de la monitorización

hemodinámica avanzada de la siguiente forma4:

a) Aporte de O2 (DO2): Es la cantidad de O2 suministrado o transportado a los tejidos en

un minuto. Su valor normal es de 550-650 ml/min/m2. Este DO2 se compone del

contenido arterial de O2 y del gasto cardíaco, y se multiplica por diez para convertir

las unidades, ya que la cantidad de O2 se expresa en dL y el gasto cardíaco en litros.

De esta forma:

DO2 = (CaO2 x GC) x 10.

El aporte adecuado de O2 depende el intercambio gaseoso en los pulmones, del nivel

de hemoglobina, de una saturación de O2 correcta, y de un gasto cardíaco adecuado.

b) Contenido de O2 (CO2): Cantidad de oxígeno transportado en la sangre tanto arterial

como venosa. De esta forma:

26

CaO2 = (1.38 x Hb x SaO2) + (csO2 x PaO2)

CvO2 = (1.38 x Hb x SvO2) + (csO2 x PvO2)

Siendo csO2 el coeficiente de solubilidad del O2 en el plasma (0.0031).

Los valores normales de CaO2 es de 20.1 ml/dL y de CvO2 es de 15.5 ml/dL.

c) Consumo de O2 (VO2): Indica la cantidad de O2 que la célula consume en un minuto.

Este valor no puede determinarse directamente, pero es posible calcularlo mediante

la medición de la cantidad de O2 suministrado en el lado arterial frente a la cantidad

presente en el lado venoso, según la ecuación de Fick: VO2 = (GC x CaO2) – (GC x

CvO2) = GC x (CaO2 – CvO2) = GC x Hb x 13.8 x (SaO2 – SvO2).

El valor normal del consumo de O2 es de 200-250 ml/min.

3.1.1 Interpretación de la oximetría venosa (SvO2 y ScvO2).

La oximetría venosa continua es un valor sensible en tiempo real del equilibrio entre el aporte

y consumo de oxígeno2. Los parámetros que con mayor frecuencia son monitorizados son la

saturación venosa mixta de O2 (SvO2) y la saturación venosa central de O2 (ScvO2).

La SvO2 se mide en la arteria pulmonar, donde se ha mezclado la sangre venosa que llega

del corazón derecho procedente de las venas cavas superior e inferior y del seno coronario.

Por el contrario, la ScvO2 se mide en la vena cava superior y recoge la sangre procedente del

cerebro y de las extremidades superiores. En una persona sana la ScvO2 suele ser un 2-5%

más baja que la SvO2 sobre todo debido a la saturación elevada de la sangre venosa renal.

La dificultad técnica propia de la obtención de muestra de sangre de la arteria pulmonar hace

que la ScvO2 se haya convertido en una alternativa aceptable para su valoración4.

SvO2 ScvO2

Sangre de la arteria pulmonar. Sangre de cava superior.

Tabla 7. Procedencia de SvO2 y ScvO2

El valor normal de SvO2 es del 60-80%. Indica una extracción tisular de O2 de

aproximadamente el 25%. El valor normal de ScvO2 es del 70%. Normalmente es un 5%

menor que la SvO2. La vigilancia de la SvO2 como parámetro hemodinámico puede estar

perturbada por fracciones inspiradas de O2 demasiado elevadas que generan presiones

parciales venosas de O2 altas y aumenta artificialmente la SvO215

La monitorización de la ScvO2 permite investigar cada uno de los cuatro factores que influyen

sobre ella. Estos son el GC, la hemoglobina, la SaO2, y el consumo de oxígeno. De un modo

simple un valor bajo de oximetría suele indicar una disminución del aporte de oxígeno o un

aumento del consumo. Del mismo modo, un valor alto de oximetría puede indicar un aumento

27

del aporte de oxígeno o una disminución del consumo. Se acepta que con valores de

saturación venosa de oxígeno inferiores al 50% da comienzo el metabolismo anaerobio.

3.1.2 Tasa de extracción de O2 (TEO2)

La tasa de extracción de O2 proporciona una idea del acoplamiento entre el sistema

cardiovascular y las necesidades celulares, ya que permiten conocer el porcentaje de oxígeno

que extrae la célula de lo que le aporta el sistema cardiovascular. De esta forma: TEO2 = [D

(a – v) O2 / CaO2] siendo D (a- v) O2 la diferencia arteriovenosa de O2. El valor normal de

TEO2 es del 25-30%.

La principal ventaja que aporta este valor es que puede calcularse sin necesidad de conocer

el gasto cardíaco4, de modo que se puede obtener a través de analíticas arteriales.

28

3.2 Métodos de monitorización hemodinámica avanzada

3.2.1 Catéter de arteria pulmonar o catéter de Swan-Ganz (Edwards Lifesciences®)

El fundamento de esta técnica consiste en introducir un catéter específico a través de una

vena de gran calibre hacia la aurícula derecha, el ventrículo derecho, la arteria pulmonar, y

finalmente hacia una arteria lobar. Clásicamente el cálculo del GC se realiza por termodilución,

inyectando un volumen predeterminado de una solución estéril (solución glucosada al 5%)

con una temperatura estable. Con el fin de obtener flujos fiables, es fundamental administrar

al menos tres bolos y verificar que los tres flujos no varíen más del 10%. Para que las medidas

sean precisas se necesita una mezcla completa de la solución con la sangre. Un método

continuo consiste en calentar en la aurícula derecha un filamento de forma reiterada cada 40-

60 segundos con un sensor de temperatura en la parte distal de la arteria pulmonar

A lo largo de los últimos años ha existido cierta controversia acerca de su utilización debido a

que varios estudios han sugerido un posible aumento de la morbi-mortalidad tras su

utilización. Existen varios tipos de catéteres y catéteres de varias luces (2, 4, 5 y 7 luces).

Antes de insertar el catéter se debe comprobar la integridad del balón de enclavamiento con

aire. No se debe usar líquido para esta comprobación ya que sus paredes se harán más

rígidas pudiéndose dañar la vascularización pulmonar.

Para su colocación se sigue la llamada “Regla del 20”4: Una vez conectado al transductor se

introduce unos 20 cm; en ese punto se debe registrar en el monitor el mismo valor que la PVC,

puesto que estará a nivel de la aurícula derecha. A continuación, se infla el balón con lo que

se obtendrá la llamada curva de aurícula derecha. Introduciendo otros 20 cm se obtendrá una

curva de ventrículo derecho; con otros 20 cm se llegará a la arteria pulmonar y una vez allí,

con unos 20 cm más se enclavará el balón. De este modo, se obtiene la presión capilar

pulmonar o de enclavamiento, la cual debe ser recogida en espiración. Una vez obtenida esta

presión se debe desinflar el balón por riesgo de desgarro de la arteria pulmonar.

El catéter de Swan-Ganz permite valorar indirectamente la presión telediastólica del ventrículo

izquierdo, el gasto cardíaco, la precarga, y la respuesta a cargas de volumen junto con el

estado del ventrículo derecho. Del mismo modo, permite medir de modo continuo el gasto

cardíaco basándose en la ley de Fick1: “El gasto cardíaco es deducido por la diferencia de

oxígeno contenido en la sangre arterial y en la sangre venosa mixta que llega a los pulmones”.

Además, gracias a sus múltiples luces se pueden obtener muestras de sangre para el cálculo

de SvO2 (Sangre procedente de la arteria pulmonar) y ScvO2 (sangre procedente del corazón

derecho).

Los valores normales son: PAPS = 15-25 mmHg, PAPD = 5-12 mmHg, PCEP = 5-12 mmHg.

Las indicaciones para la monitorización de la presión de la arteria pulmonar son la disfunción

ventricular grave, la cardiopatía isquémica grave, las valvulopatías graves, sepsis, la cirugía

cardíaca, los aneurismas toraco-abdominales, y el trasplante hepático o pulmonar.

29

Indicaciones para colocación de CAP

Disfunción ventricular grave

Cardiopatía isquémica grave

Valvulopatías graves

Estados de shock

Cirugía cardiaca

Aneurismas toraco-abdominales

Transplante hepático

Transplante pulmonar

Tabla 8. Indicaciones de CAP

3.2.2 Sistema PiCCo® (Pulsion Medical®)

Este sistema de monitorización determina el gasto cardíaco mediante termodilución

transpulmonar y el análisis de contorno de onda de pulso arterial. Se trata de un sistema

mínimamente invasivo ya que sólo requiere un catéter arterial con un sensor de temperatura

y un acceso venoso central. A través de ese acceso venoso central se instila suero fisiológico

frío, y a través del sensor térmico arterial se detecta el descenso de la temperatura de la

sangre. Integrando todos estos datos, mediante la ecuación de Steward-Hamilton, el sistema

PiCCo® obtiene el gasto cardiaco y un índice de función cardíaca (CIF). Del mismo modo el

sistema aporta otros datos como el volumen global al final de la diástole, el volumen de sangre

intratorácico, y el agua extravascular pulmonar4.

La técnica PiCCO presenta una muy buena concordancia con la termodilución del catéter

arterial pulmonar16, aunque con algunas diferencias (el catéter arterial mide un GC derecho

más afectado por la ventilación que la termodilución transpulmonar que mide el GC izquierdo).

Sin embargo, este sistema requiere calibraciones frecuentes y los datos obtenidos no son

fiables en casos de taquicardia o de arritmias.

3.2.3 Sistema LiDCo® (LiDCo Group Plc®)

Al igual que PiCCo® utiliza el principio de termodilución pulmonar. Sin embargo, en este caso

se inyecta litio por la vía venosa, que puede ser central o periférica. Posteriormente, mediante

un sensor especial colocado en un catéter arterial se obtiene el gasto cardiaco. Posee los

mismos inconvenientes que el sistema PiCCo®, como la necesidad de calibraciones

frecuentes o la escasa fiabilidad en caso de arritmias4.

30

3.2.4 Doppler esofágico. CardioQ® (Deltex Medical®)

Se trata de un método de monitorización del gasto cardíaco mínimamente invasivo. Se coloca

una sonda en el esófago a unos 35 cm de la arcada dentaria, a nivel de la aorta descendente

aproximadamente, con el transductor fijo y lo más paralelo posible a la aorta. Permite obtener

información sobre la precarga, la contractilidad, y las resistencias vasculares sistémicas

totales. Mide la velocidad de flujo, deduciendo así el flujo en la aorta descendente a partir de

un algoritmo basado en la estatura, el peso y la edad del paciente. Aunque el método es

clínicamente aceptable (error medio del 21% en cirugía torácica), el beneficio reside sobre

todo en la rapidez de detección de los cambios hemodinámicos, con la condición de que la

posición del catéter sea óptima17.

Una de sus principales limitaciones es que sólo estima el flujo que pasa por la aorta

descendente, impidiendo una estimación adecuada del gasto cardíaco en situaciones como:

valvulopatías, taquicardia, gestación o anemia. Del mismo modo, los datos que aportan no

son válidos en casos de patología de la aorta torácica4.

3.2.5 Ecocardiografía transesofágica (ETE)

La ecocardiografía transesofágica permite la visualización en tiempo real del corazón y el

estudio de sus estructuras anatómicas, así como su funcionalidad.

La ETE se encuentra indicada en casos de cirugía cardíaca, cirugías complejas, pacientes

pluripatológicos (ASA-IV), o en estados de shock. Las contraindicaciones absolutas son:

Existencia de varices esofágicas, divertículos esofágicos, estenosis esofágica, vólvulo

gástrico, perforación gástrica, cirugía previa esofágica, o gastrectomía previa.

En la ETE el corazón es visualizado en varios cortes ecográficos. Por un lado, se obtienen

imágenes en un eje largo o longitudinal y por otro lado en un eje corto o transversal. Existe

una guía que recomienda un estudio básico en 20 posiciones distintas.

A modo de resumen en este texto presentamos algunos de los planos ecográficos más

relevantes3:

- 4 cámaras 0º: Se trata de la posición de partida, esta imagen permite tener una idea

global del corazón.

- 5 cámaras: Incluye también el tracto de salida del ventrículo izquierdo con la aorta

ascendente.

- 4 cámaras 60º: Útil para el estudio de la válvula mitral. También se observa el seno

coronario y la orejuela izquierda. Dicha orejuela debe ser estudiada para descartar la

presencia de trombos en su interior. Del mismo modo, se puede medir las velocidades

de flujo en caso de disponer de opción Doppler.

- 2 cámaras 90º: Se observan la pared anterior y la pared inferior del ventrículo

izquierdo, así como la válvula mitral.

31

- 3 cámaras 135º: Se observa el tracto de salida del ventrículo izquierdo, la válvula

aórtica, la raíz aórtica, y en algunos casos la aorta ascendente.

- Eje corto medio esofágico 45º: Se obtiene un eje corto de la válvula aórtica

observándose sus tres velos. Valorando el funcionamiento valvular tanto apertura

como cierre.

- Plano bicava: Se observan la vena cava superior e inferior y ambas aurículas. Es de

especial utilidad para detectar defectos del tabique interauricular.

- Vista transgástrica: Es de especial utilidad para valorar la función del ventrículo

izquierdo. También se observa el ventrículo derecho, por lo que proporciona una idea

de la función biventricular.

- Aorta descendente, aorta ascendente y arco aórtico: Realizando varios movimientos

se obtienen visiones específicas de estas estructuras, para el estudio de la

funcionalidad de cada uno de estos elementos.

3.2.6 Sistema VIGILEO® y PreSep® (Edwards Life Science®)

Este sistema consta de dos partes: Un monitor de lectura que interpreta y muestra la

información denominado VIGILEO®, y un sensor o sonda arterial (Flotrac®). Además, se puede

incorporar un catéter venoso central especial con un sensor de fibra óptica en su punta, el

cual permite la medición de la saturación venosa central de oxígeno. Éste es el sistema

denominado PreSep®, el cual integra sus datos en el monitor de VIGILEO®.

El sistema se basa en el análisis de onda de pulso arterial para determinar el volumen sistólico.

En paciente sometidos a ventilación mecánica proporciona la variación de volumen sistólico

o VVS (Valor normal < 14%), parámetro que puede ayudar a guiar al fluidoterapia y predecir

la respuesta del paciente a la administración de volumen. Del mismo modo, el sistema puede

calcular del valor de las resistencias vasculares sistémicas.

La ventaja principal de este sistema es que es mínimamente invasivo, pues sólo requiere un

catéter arterial. Otra ventaja es que no necesita calibraciones externas puesto que el sistema

se autocalibra internamente.

Los inconvenientes son varios: Los datos son obtenidos al extrapolar la medición en una base

de datos integrada, no permite valorar volúmenes intratorácicos, o que sus datos son poco

fiables si existe arritmia cardiaca o una taquicardia superior a 150 pulsaciones por minuto.

En general, todavía se recomienda usar sistemas calibrados si las variaciones hemodinámicas

son amplias y hay que usar aminas. La curva de PA cruenta está sometida a variaciones

extrínsecas que modifican la señal de PA y por tanto el flujo resultante. Los pacientes bajo

perfusión de aminas vasopresoras (noradrenalina) pueden presentar GC sobrestimados si

sólo se analiza la onda de pulso.18 A pesar de los límites fisiológicos este sistema ha

demostrado ser eficaz en la reducción de morbilidad sin modificar la estancia hospitalaria.19

32

3.2.7 Sistema ECOM®. (Conmed Corporation®)

La bioimpedanciometría consiste en la detección de las variaciones de la impedancia eléctrica

torácica producidas por los desplazamientos de la sangre en cada ciclo cardíaco. El volumen

de eyección ventricular y el GC surgen del análisis de la onda de impedanciometría. Los

algoritmos de medición del GC han ido mejorando a lo largo de los años y recientemente se

han creado dispositivos para la monitorización perioperatoria y la reanimación. Un nuevo

modelo (ECOM) se presenta con sensores en el balón de catéteres de intubación específicos.

Aunque con esta técnica se observan límites considerables de concordancia, la capacidad

para detectar las variaciones del GC está relativamente preservada.20

3.2.8 Monitor Nicom®

Dispositivo de reciente aparición que utiliza la biorreactancia y la impedancia torácica para

estimar el gasto cardíaco y otros parámetros hemodinámicos. Se trata de método no invasivo

que sólo requiere la colocación de cuatro electrodos en el tórax del paciente.

33

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