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FUNDACIÓN JUAN MARCH Homenaje a Xavier Montsalvatge 10 de febrero de 1982 [Concierto Especial 8]

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FUNDACIÓN JUAN MARCH

Homenaje a

Xavier Montsalvatge

10 de febrero de 1982

[Concierto Especial 8]

Fotocomposición: Induphoto, S. A. Titania, 21. Madrid

Imprime: Royper J. Camarillo, 53-bis. Madrid

HOMENAJE A XAVIER MONTSALVATGE

Dentro de un mes cumplirá Xavier Montsalvatge setenta años, y aunque un homenaje a una personalidad tan destacada de nuestra vida cultural no necesita en realidad pretextos, hemos querido asociar este acto a una fecha tan significativa y entrañable. Compositor y crítico musical, Montsalvatge pertenece a una generación de artistas a caballo entre la crisis del lenguaje decimonónico y la vanguardia de nuestro siglo. En música, todavía la generación anterior podía moverse en ámbitos nacionalistas, mientras que los más jóvenes pudieron permitirse el lujo de una ruptura violenta. Las generaciones intermedias son siempre más íntimamente conflictivas, escogen con frecuencia la evolución y, al faltarles un credo estilístico unitario, han de refugiarse en la individualidad, en la propia personalidad. Este ha sido el marco, a medias servidumbre gustosamente asumida pero no exenta de audacia, en el que se sitúa históricamente la obra de Montsalvatge. Obra refinada, bien hecha, bien conocida y estimada en los ambientes profesionales pero que debería saltar con más frecuencia al concierto y al libro. Hemos encomendado a su único biógrafo, Enrique Franco, la presentación de nuestro homenaje y hemos incluido en él, junto a algunas de sus canciones más conocidas y entrañables, la obra que tanto el propio compositor como la crítica más estima: las Cinco Invocaciones al Crucificado que escribiera por encargo de las Semanas de Música Religiosa de Cuenca.

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PROGRAMA

10 de febrero de 1982. 19,30 horas

I. PRESENTACIÓN DEL HOMENAJE por Enrique Franco

II. CONCIERTO

PRIMERA PARTE

El lagarto está llorando (Canciones de niños) Canco amorosa Oraçao Cuba dentro de un piano (Canciones negras) Punto de habanera (Canciones negras) Vocalizzo (de la ópera Una Voce in off)

SEGUNDA PARTE

Cinco invocaciones al Crucificado De passione Christi Pianto della Madonna La Vierge couronnée Lamentación D'oració de temps

CARMEN BUSTAMANTE (soprano) ANA M.a GOROSTIAGA (piano)

CONJUNTO INSTRUMENTAL DE MADRID Director, JOSE M.a FRANCO GIL

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TEXTOS DE LAS OBRAS CANTADAS

El lagarto está llorando (Federico García Lorca)

El lagarto está llorando, la largarta está llorando. El lagarto y la lagarta con delantalitos blancos han perdido sin querer su anillo de desposados. ¡Ay! su anillito de plomo.

Un cielo grande sin gente montaba en globo a los pájaros ¡Ah! El sol, capitán redondo lleva un chaleco de raso. Miradlos qué viejos son qué viejos son los lagartos. ¡Ay! cómo lloran y lloran. ¡Ay! cómo están llorando.

Canco amorosa (Tomás Garcés)

Voldria ser mariner i durte a la meva vora; La vela iria pel mar con un cavali blanc que corre, el vent posaria olor de fenoli entre les cordes i l'ona es faria en llá, deixant el carni a la proa.

Pasarien els vaixells fent voleiar les banderes. ¿Mariners, cap on aneu, cap on aneu tan de pressa? ¿pot ser cerqueu un tresor perdut en la mar deserta? Pasarien els vaixells fent voleiar les banderes.

Jo els veuria com sen'n van, sense mica de recança. Els teus ulls son mon tresor, poc he de cercarne d'altre. ¡Quina joia, al teu costat, veure la terra allunyarse i seguir en les nits d'agost les estrelles que es desmaien!

On tu giressis l'esguard el vent ens hi portaria, t'escoltarien en la veu els peixos i les gavines els focs ardents de Sant Telm a dalt dels pals s'encendrien i veuries que al teu pas la terra i el mar sospiren.

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Oraçao (Texto anónimo portugués)

Menino Jesus da minha afeiçao vestime de luz o meu coraçao. Vestime de luz, vestime de luar, menino Jesus, amor do meu lar. Vestime de luz a minha oraçao, menino Jesus tao meu amigo foise ao outro dia sem falar comigo. La leva consigo minhas saudades, como passarei cá por estes vales sozinha sem Ele Passarei meus tempos chorando por Ele. Menino Jesus da minha afeiçao vestime de luz o meu coraçao, menino Jesus.

Cuba dentro de un piano (Rafael Alberti)

Cuando mi madre llevaba un sorbete de fresa por sombrero y el humo de los barcos aún era humo de habanero.

Mulata vueltabajera...

Cádiz se adormecía entre fandangos y habaneras y un lori to al piano quería hacer de tenor.

...dime dónde está la flor que el hombre tanto venera.

Mi tío Antonio volvía con aire de insurrecto. La Cabaña y el Príncipe sonaban por los patios de El Puerto. (Ya no brilla la Perla azul del mar de las Antillas. Ya se apagó, se nos ha muerto.)

Me encontré con la bella Trinidad...

Cuba se había perdido y ahora era de verdad. Era verdad, no era mentira. Un cañonero huido llegó cantándolo en guajira.

La Habanera ya se perdió. Tuvo la culpa el dinero...

Calló, cayó el cañonero.

Pero después, pero ¡ah! después fue cuando al Sí lo hicieron Yes.

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Punto de habanera (Nestor Luján)

La niña criolla pasa con su miriñaque blanco. ¡Qué blanco!

Hola, crespón de tu espuma, marineros contempladla ¡va mojadita de luna que le hace su piel mulata! Niña, no te quejes, tan solo por esta tarde quisiera mandar al agua

Que no se escape de pronto de la cárcel de tu falda, tu cuerpo encierra esta tarde rumor de abrirse de dalia. Niña, no te quejes, tu cuerpo de fruta está dormido en fresco brocado.

Tu cintura vibra fina con la nobleza de un látigo, tu piel huele alegre a limonai y a naranjo. Los marineros te miran y se te quedan mirando.

La niña criolla pasa con su miriñaque blanco. ¡Qué blanco!

CINCO INVOCACIONES AL CRUCIFICADO

1. De passione Christi (Venancio Fortunatus, s. VI)

Vexilla regis prodeunt, fulget crucis mysterium, que carne carnis conditor suspensus est patíbulo.

Confixa clavis viscera, tendens manus, vestigia, redemptionis gratia hic immolata est hostia.

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Quo vulneratus insuper mucrone dirae lanceae, ut nos lavare crimine, manavit unda, sanguine.

Salve ara, salve victima, de passionis gloria, qua vita mortem pertulit et morte vitam reddidit.

2. Pianto della madonna (Jacopone da Todi, s. Xlll)

Figlio, l'alma t'è uscita, figlio de la smarrita, figlio de la sparita, figlio attossecato!

Figlio bianco e vermiglio figlio senza simiglio, figlio, a chi m'appiglio? Figlio, pur m'hai lassato!

Figlio bianco e biondo, figlio volto iocondo, figlio, perché t'ha il mondo, figlio, cosi sprezzato?

Figlio dolze e placente, figlio de la dolente. Figlio, hatte la gente malamente trattato!

3. La Vierge couronnée (Albert Flory, s. XX)

Douze etoiles au front de la Vierge rayonnent; Douze etoiles qui sont douze goutes du sang de la plus belle des couronnes; L'infame couronne d'epines, la couronne de son enfant.

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4. Lamentación (Fr. Iñigo de Mendoza, s. XX)

Fijo mío, ya espirastes: ¡ay, que no puedo valeros! Yo, mi bien, me muero en veros; ¡cuand diferente quedastes, que no puedo conosceros! Vuestra penas fenescieron y las mías començaron, pues mi ojos que las vieron lloren bien, pues que perdieron cuantos bienes desearon.

Pues la causa es conocida de mi nuevo sentimiento, a lo bivo del tormento, mi triste voz te combida, ¡o mundo lleno de viento! Las lágrimas justas son para ti en dolor tan cierto, pues que le diste ocasión desta muerte de pasión con que está en mis ojos muerto!

Conmigo lloren las gentes y los montes agua suden; los rayos del sol se muden y sangre manen las fuentes por las ansias que me acuden. Perded, cielos, el color, y peñas, hazeos pedaços; o mar, brama con temor por mi vida y tu señor, como está muerto en mi braços.

Fijo mío muy precioso más fermoso que la vida, un punto non se me olvida cuand lindo y cuand glorioso te parí de luz vestida; agora cuchillo eres que me das penas extrañas, ¡Llorad conmigo, mugeres, la muerte de mis plazeres y el morir de mis entrañas!

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5. D'Oració de temps (Raimundo Lulio, s. XIII)

Jesucrist, Sènyer, ah, si fos en aquell temps que nasqués vos e vos vesés infant petit, vostres carns nues e poc llit, pobre de draps, pie de bondat! Ah, con fóra enamorat en vos esser, venir, tocar e contra ergull contrastar, veent lo rei del cel e del tro jaer en paubre lliteló! Ah, qui fos en cell temps nutrit que Jesús fo fant petit, a com tots jorns ab ell anas, ab ell estés, ab ell jugàs! Ah, qui volgra als mais haver! E quan Jesús hac sa etat que hom son companyó estés E quan fo lliat a pres, qeu hom son companyó estés en tota la greu passió e en la greu mort! Anc gauig no fo major que cell que hom pogra haver.

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PARTICIPANTES

ENRIQUE FRANCO

Nace en Madrid en 1920. Estudios de piano que termina en 1936 con Rogelio de Villar y perfecciona después con Luis Galve, y de composición con Conrado del Campo.

Su carrera profesional se despliega en una doble ver­tiente, en la radio y en la crítica musical. Trabaja en Radio Madrid y, desde 1950, en Radio Nacional de España, donde es desde hace años director de los Servicios Musi­cales. Como crítico musical aparece su firma en numero­sas revistas, en Arriba desde 1952 y en El País desde su fundación. Tanto en la radio como en el periodismo y en numerosas conferencias contribuye intensamente a la di­fusión de la música de vanguardia española.

Entre sus numerosos escritos, merecen especial men­ción su trabajo sobre «Iberia» de Albéniz en la Rivista Musicale Italiana; «Verdi y La forza del destino», en la revista del Instituto de Estudios Verdianos; la monografía sobre Xavier Montsalvatge (Madrid, 1975); y sus numero­sos ensayos sobre Manuel de Falla, como el dedicado a «Atlántida» con motivo de su estreno y editado por Ri­cordi.

Miembro de numerosos jurados y comisiones naciona­les e internacionales, es igualmente destacable su ininte­rrumpida labor en las notas al programa de los conciertos de la Orquesta Sinfónica de la RTVE durante los siete primeros años de su existencia.

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CARMEN BUSTAMANTE

Realizó sus estudios en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona con la profesora Dolores Frau, ampliándolos posteriormente con la profesora Galli Marcoff.

Obtiene por unanimidad el premio Sta. Cecilia de fin de estudios, iniciando su actividad profesional en el Gran Teatro del Liceo en la temporada 1960/61 con extraordi­nario éxito. A partir de este momento esta actividad se extiende abarcando no solo el campo de la ópera sino también el del oratorio y el del recital.

Compositores españoles como Federico Mompou, Xavier Montsalvatge, Ernesto Halffter, Rafael Ferrer y otros, le han confiado estrenos de sus obras.

Su proyección musical y profesional se complementa con la enseñanza de canto, que ejerce en la escuela «Ars-Nova» de Barcelona y formando parte del jurado del Con­curso Internacional de interpretación musical «Maria Ca­nals».

Posee una interesante discografía que abarca la música antigua, la ópera y el recital, habiéndole sido otorgado el «Orphée d'or» que anualmente concede la Académie Na­tionale Française du Disque Lyrique.

Además de actuar en los centros y en las orquestas más importantes de España, ha cantado en Francia, Italia, Por­tugal, Suiza, Polonia y ha realizado recientemente una importante gira por Extremo Oriente (Hong Kong, China, Japón).

Ha colaborado, dentro del marco del festival de la Opera de Madrid, en el estreno mundial de la ópera «EJ poeta» de Federico Moreno Torraba, incorporando el per­sonaje de Teresa Mancha.

ANA MARIA GOROSTIAGA

Hizo sus primeros estudios musicales en el Conservato­rio de Madrid con su padre y con Enrique Aroca.

Obtiene los Primeros Premios de Solfeo, Música de Cá­mara, Armonía y Piano y los Premios extraordinarios Ma­ría del Carmen y Pedro Masaveu.

Amplía estudios en Roma, bajo la dirección de Guido Agosti; en Siena, asistiendo a los cursos de la Accademia Musicale Chigiana; en París, con Lazare Lévy, etc.

Especializada en Música de Cámara, ha colaborado con grandes figuras nacionales y extranjeras.

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JOSE MARIA FRANCO GIL

Nació en Madrid en 1927, cursando en dicha ciudad sus estudios musicales, a la vez que realizaba la carrera de ingeniero industrial. En 1954 se trasladó a París, donde se especializó en dirección de orquesta con Pierre Dervaux y Jean Fournet, perfeccionándose más tarde en Siena con Carlo Zecchi y en Hilversum con Albert Wolff. En 1960 es nombrado director titular de la Orquesta Nacional de Gua­temala, cargo que desempeñó durante dos años con pleno éxito, efectuando una total reorganización de este con­junto y estrenando con él más de cuarenta obras. En 1964, los miembros de la Orquesta de Cámara de Madrid le elevan al puesto que había dejado vacante la muerte de su fundador, Ataúlfo Argenta. Tres años más tarde, al crearse el grupo ALEA, se hace cargo también de su con­junto instrumental y desde su fundación, en 1971, es cate­drático de la Escuela Superior de Canto, donde monta y dirige numerosas óperas. Ha actuado en repetidas ocasio­nes al frente de la Orquesta Nacional y todos los grandes conjuntos sinfónicos españoles, así como diferentes gru­pos de cámara. Su interés por la producción artística de nuestro tiempo queda plasmado en un sinnúmero de es­trenos, muchos de ellos mundiales, entres los que desta­can por su cantidad e importancia, las obras de composi­tores españoles actuales. Sin olvidar sus actuaciones en Baden-Baden, Colonia, Bruselas, etc., cabe destacar su in­tervención en el Festival Mundial de la SIMC, Festival de Otoño de Varsovia, Festival de España y de América, Fes­tival Internacional de Barcelona, Semanas de Música Reli­giosa de Cuenca, Festivales de SAgaró, Granada y San­tander. Entre sus grabaciones discográficas figura una, de­dicada a la obra de Luis de Pablo, que le hizo acreedor al Gran Premio del Disco de la Academia Charles Cros en 1969, y dos de las más recientes fueron las únicas produ-ciones españolas incluidas entre los «Discos del Año» de la revista «Ritmo» (1979).

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CONJUNTO INSTRUMENTAL DE MADRID

Fue creado a principios de 1975 para protagonizar la serie de conciertos antológicos con los que la Fundación March inauguró su nueva sede. Su estructura básica está constituida por una selección de los mejores instrumen­tistas de la Orquesta Sinfónica de la Radio Televisión Es­pañola, que unen a sus altas dotes técnicas y artísticas un profundo interés por la música de nuestro tiempo. De su historial, breve pero fecundo, destacan el estreno mundial y grabación discográfica de las obras compuestas por Luis de Pablo, Carmelo A. Bernaola y Tomás Marco en home­naje a Antonio Machado y su participación en el Festival de Orleans.

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Xavier Montsalvatge

ESQUEMA DE SU VIDA (por Enrique Franco) BIBLIOGRAFÍA ESENCIAL CATÁLOGO DE SU OBRA ANTOLOGÍA CRÍTICA

ESQUEMA DE SU VIDA, por Enrique Franco

1912

Nace en Gerona, el 11 de marzo.

1916

Muere Enrique Granados.

1920

El día de los Reyes le regalan un violín. Se deciden sus inclinaciones musicales hacia el campo de la interpreta­ción.

1922

Se instala en Barcelona. Iniciación de los estudios musica­les formales. Serán su profesores: Millet (solfeo), Costa y Toldrá (violín), Morera y Pahissa (composición). Muere Felipe Pedrell.

1923

Kowantchina, en el Liceo, le causa una gran impresión. La vida breve, de Falla. Stravinsky en Barcelona: Pájaro de fuego, Ruiseñor, Fuegos artificiales, Fauno y pastora.

1925

La flauta mágica, de Mozart, dirigida por B. Walter, le «arrebató». Muere Juli Garreta.

1926

Falla en Barcelona: Retablo, Concierto. Alexander von Zemlinsky dirige la Orquesta Pau Casais: Preludios cora­les, de Bach-Schoenberg.

1927

Der Freischütz, de Weber. Stravinsky dirige Le Sacre. Muere el pintor Llavanera.

1928

Prokofiev toca el tercer concierto de piano. Homenaje a Turina en la Associació de Música de Cámara.

1929

Dirigen en Barcelona Kleiber, Respighi y Honegger. Festi­vales Sinfónicos Iberoamericanos: Danzas cubanas, de García Caturia; Poemas indígenas y Choros, de Villalobos. Estreno de Canciones y danzas de la isla de Mallorca, de Samper, y Altitud, para violín y piano, de Mompou. Las bodas de Fígaro.

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1930

Charpentier asiste a la representación de su ópera Luisa. Dirige Vicent d'Indy. Concierto de Rubinstein.

1931

Proclamación de la República. Actuación de Bela Bartok en la «Sala Mozart». Recital de Claudio Arrau. Sesión de­dicada a Eduardo Toldrá: Canciones. La Orquesta Clásica de Madrid presenta obras de la «generación de la Repú­blica»: Bautista, Remacha, Bacarisse, E. y R. Halffter, Pit-taluga, Mantecón, García Ascot. Opera rusa en Olympia. Schoenberg llega a Barcelona. Muere Santiago Rusiñol.

1932

Estatuto de Cataluña. Muere Amadeo Vives. Muere el pin­tor Ramón Casas. Concierto de la niña Alicia de Larrocha (nueve años), en el Ateneo. En la Cultural: Wanda Lan-dowska y Emil Sauer. Festivales Falla y Ernesto Halffter, en el Palau. Schoenberg dirigie sus obras a la Orquesta Casals: Xavier Montsalvatge asiste a los ensayos. Confe­rencias de Roberto Gerhard sobre Schoenberg. Webern di­rige obras suyas, de Schubert y Mahler. Milhaud en Barce­lona: La creación del mundo, Saudades de Brasil, La pauvre Matelot. Nueva temporada de ópera rusa en el Olympia.

1933

Muere Nicolau. Actuación de los «Ballets de Montecarlo», del coronel De Basil. Gran impacto en Xavier Montsal­vatge. Cotillón (Chabrier), Les matelots (Auric), Playas (Français). Concierto-homenaje a Gerhard. Actuación de Chaliapine en Boris Godunov. Edipus Rex, de Stravinsky. Coro de cosacos del Don. Heraldos, de Bacarisse. Recitales de Heifetz. Montsalvatge ha decidido cambiar el violín por la composición, después de un período de dudas. Manolo Hugué talla en barro la cabeza de Xavier Montsalvatge

1934

Premio «Fundación Rabell» a Tres impromptus. Home­naje a Arbós en Barcelona. Liturgia Negra, de Sanjuán. Amaya, de Guridi, en el Liceo. Nueva temporada de los Ballets de Montecarlo. Actuaciones de Fritz Busch, Mis-cha Elman, Fritz Kreisler, Jacques Thibaud y el compositor Korngold.

1935

Recitales de Rachmaninoff y Prokofiev, cuya música le impresiona. Canta Marian Anderson. Casella en la Cultu­ral. Ricardo Strauss en Barcelona. Estreno del Concierto,

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1957

Conferencias: «Gerswin y la ópera norteamericana» y «Sinfonismo en Estados Unidos». Festival de S'Agaró: Poema concertante. Muere Joaquín Serra.

1958

Viaje a Suiza. Premio «Oscar Esplá», a la Partita 1958. Premio «Lluis Millet» al Cant Espiritual sobre poema de Maragall.

1959

Muere Francisco Costa. Continúan los viajes al extranjero. Conferencia en Uruguay del poeta Pereda Valdés, ilus­trada con las Canciones negras.

1960

Estreno del Cant Espiritual, por el Orfeo Catalá. Homenaje de la Hermandad de San Narciso. Semanas Musicales de París: Partita 1958. Cine: Siega verde (Rafael Gil). Versión coral de Canto negro.

1961

Teresa Berganza canta las Canciones negras en el Festival de Aix-en-Provence. Tres variaciones rítmicas. Paisatge del Montseny.

1962

Crítico musical de «La Vanguardia Española». Conferen­cia sobre Debussy. Designación de Académico de San Jorge. Sonatina para Yvette. Danzas concertantes. Estreno de Una voce in off, en el Liceo. Muere Eduardo Toldrá.

1963

Conferencia sobre Ricardo Strauss. I Festival de Música de América y España: Concierto breve.

1965-66

Conferencia sobre «Ese fenómeno que llamamos música». Ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Jorge. Viatge a la lluna, sobre texto de José María Espinás. Festi­val de la S.I.M.C.: Chacona.

1967-68

Conferencia sobre «Música catalana de hoy». Seis audi­ciones de la Partita en España.

1969

Invocaciones al Crucificado, en Cuenca, Madrid y Barce­lona. Presidente de la Junta Asesora de Música de la Di­rección de Bellas Artes. Mueren Pahissa y Anglés.

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1970

Self-Parófrasis, para clarinete y piano. EnGargo de Labe­rinto, por la Comisaría de la Música. Muere Robert Ger­hard. Catedrático de Composición del Conservatorio Su­perior de Barcelona.

1971

Festival de Granada: Laberinto. Orquesta de RTVE: lo re­pite en Madrid.

1972

Serenata a Lydia, en Cadaqués. Sonata Concertante (en-cargo de la Decena Musical de Toledo). Caballero de las Artes de Francia.

1973

Homenaje a Manolo Hugué (encargo de la RTVE). Con­cierto monográfico en el Festival de Barcelona: estreno de la versión de la Serenata, para flauta y orquesta y de la obertura Reflexus. Trabajo en el Homenaje a Falla, sobre versos de García Lorca. Al final de ese año entrega a Teresa Berganza el Soneto sobre texto de García Lorca, escrito en homenaje a Manuel de Falla. Miembro correspondiente de la Sociedad Fede­rico Chopin, de Varsovia.

1974

Sum Vermis, sobre poema de Verdaguer, para piano, dos pianos y dos percusionistas, se estrena en la «II Semana de Música Mediterránea» de Alicante. Intérpretes: Esther Casas, soprano; Antoni Besses y Angel Soler, pianistas; Miguel Badía y Francisco Javier Joaquín, percusionistas. Director, Juan Guinjoan. Compone la versión para cuatro guitarras de las Danzas concertantes.

1975

Estreno Mundial del Concierto-Capricho, para arpa y or­questa, con Nicanor Zabaleta y la Orquesta Nacional. Di­rector, Rafael Frühbeck de Burgos. Teatro Real de Madrid. Es elegido correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Abandona la dirección y la cola­boración musical en el semanario «Destino». Estreno en Barcelona y otras ciudades españolas del Con­certino uno más trece, para orquesta de cuerdas y violin solista. Lo interpreta la Orquesta de Cámara de Londres, dirigida por Adrián Sunshine. Solista: Gonzalo Cornelias. El mismo año lo interpreta la Orquesta de Cámara Ru­mana con el violinista Stefan Ruha y posteriormente pasa a formar parte del repertorio de muchas otras orquestas

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(De Cámara de Madrid, Solistas de Cataluña, Orquesta Franz Liszt, etc.). Estreno privado (4 de diciembre) en Barcelona de Paráfra­sis concertante para violín y piano, obra basada en tres movimientos de la Sonata Concertante para violoncello (Xavier Turul, violinista; García Morante, pianista). Enrique Franco publica el estudio biográfico Xavier Mont-salvatge. Madrid. Servicios de Publicaciones del Ministe­rio de Educación y Ciencia, 1975. 1976

El día 7 de enero muere en Madrid el maestro Oscar Es­pia, íntimo amigo y colaborador constante de Montsal-vatge en muchas tareas de organización, orientación, jura­dos de concurso, etc. La soprano Carmen Bustamante estrena Vocalizzo para voz, sin texto, y piano. Se trata de un corto fragmento extraído de la ópera Una voce in off.

1977

Estreno en Barcelona, el 11 de mayo, de Microrapsodia, para violoncello y piano, en homenaje a Pau Casals. Intér­pretes: Pedro Corostola y Manuel Carra. Le otorgan la Medalla del Mérito Artístico.

1978

Estreno en el Festival de Granada, 25 de junio, del Con­cierto de) AJbayzin, para clave y orquesta. Intérpretes: Or­questa de la RTVE con García Asensio y el clavecinista Rafael Puyana. Estreno en Madrid, 7-8 de octubre, de esta obra por la misma orquesta con Odón y Rafael Puyana.

1979

Estreno de Fantasía sobre un coral luterano, para órgano y trompeta, intérpretes, Montserrat Torrent y Francisco Brunet en la iglesia de San Pedro de Torredembarra (Ta­rragona) con motivo de la inauguración del órgano ba­rroco restaurado (15 de julio). 25 de julio: estreno de esta obra en el Santuario de la Bien Aparecida de Santander; Heiner Wellnitz (órgano), Ger­hard Strub (trompeta). Primera audición en Barcelona del Concierto del Aibay-zin, con la Orquesta de la Ciudad, Sidney Harth, director y Rafael Puyana, solista.

1980

16 de enero: estreno de Questions and replies, sobre una Canzona de Andrea Grabieli para quinteto de metales por el Grupo Grabieli Brass Ensemble. Barcelona, Salón del Tinell.

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1981

13 de febrero: estreno en Madrid de Metamorfosis en forma de concerto, para guitarra y orquesta. Orquesta Na­cional con Ros Marbá. Solista, Narciso Yepes. )ulio, agosto y septiembre: interpretación, en nueve ciuda­des de Cataluña, del Concertino uno más trece, por la Orquesta Franz Liszt. Interpretación de Questions and Replies en el Festival de Vilabertrán (Gerona), por el Grabieli Brass Ensemble.

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BIBLIOGRAFIA ESENCIAL

Monografías

Franco, Enrique: Xavier Montsalvatge, Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia, Col. Artistas españoles contem­poráneos, 1975.

Querol, Miguel: Xavier MontsaJvatge, en «Die Musik in Geschichte und Gegenwart» (MGG), vol. 9, 1961, col. 536.

Valls Gorina, Manuel: Xavier MontsaJvatge, estudio in­cluido en el disco Ensayo ENY-1, Barcelona, 1976 (Di­vertimentos-sketch 1-3, Sonatine pour Yvette, Cinco In­vocaciones al Crucificado).

Estudios generales

Fernández-Cid, Antonio: La música del siglo XX, Madrid, Fundación Juan March, 1973.

González Sarmiento, Luciano: Diez Semanas de Música Religiosa de Cuenca, Cuenca, Ed. del Instituto de Mú­sica Religiosa, vol. VII, 1971.

Marco, Tomás: Música española de vanguardia, Madrid, Guadarrama, 1970. La música de la España contempo­ránea, Madrid, Temas Españoles, 1970. Historia general de la música, vol. IV, El siglo XX, Madrid, Istmo y Alpuerto, 1978.

Muneta, Jesús María: Cuenca 1962. Renacimiento de la Música Religiosa española, Cuenca, Ed. del Instituto de Música Religiosa, vol. XIV, 1978.

Sopeña Ibáñez, Federico: Historia de la música española contemporánea, Madrid, Rialp, 1958.

Valls Gorina, Manuel: La música catalana contemporania (Visió de conjunt), Proleg de Xavier Montsalvatge, Barcelona, Ed. Selecta, 1960. La música española des­pués de Manuel de Falla, Madrid, Revista de Occidente, 1962. La música actuaJ, Barcelona, Ed. Noguer, 1980.

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Xavier Montsalvatge con Victoria de los Angeles.

CATALOGO DE SU OBRA

I. MUSICA SINFONICA

«Suite» de «La muerte enamorada», 1943. «Egloga del Tajo», para solistas, coros y orquesta (inédita), 1945. «Sinfonía mediterránea», 1949. Intermedios de «Amphitrion», 1950. «Poema concertante», para violin y orquesta, 1951. «Concierto breve», para piano y orquesta, 1953. «Caleidoscopio», 1955. «Partita», 1958. «Cant Espiritual», para coros y orquesta, 1958. «Danzas concertantes», 1962. «Desintegración morfológica de la Chacona de Bach», 1963. «Viatge a la Lluna», narración musical, 1966. «Laberinto», 1971. «Homenaje a Manolo Hugué», cantata para soprano y orquesta, 1972. «Serenata de Cadaqués», para flauta y orquesta, 1973. «Reflexus», obertura, 1973. «Concertino uno más trece», para orquesta de cuerdas y violín solista,

1975. «Concerto-Capriccio», para arpa y orquesta, 1975. «Concierto del Albaycín», para clave y orquesta, 1978. «Metamorfosis en forma de Concerto», para guitarra y orquesta, 1981.

II. MUSICA DE CÁMARA

«Suite burlesca», para violín y cuarteto de instrumentos de madera, 1935. «A la moda de 1912», para violin y piano, 1944. «Dos piezas grotescas», para cuarteto, 1946. «Variaciones sobre la Españoleta de Giles Farnaby», para violín y piano,

1946. «Concertino», para piano, violín, viola y violoncello, 1956. «Cuarteto indiano», 1952. «Sketch», para piano y para violín y piano (procede de «A la moda de

1912»), 1953. «Tres danzas inciertas» o «Tres variaciones rítmicas», para trece instru­

mentos de cuerda, 1961. «Self-paráfrasis», para clarinete y piano, 1969. «Sonata concertante», para violoncello y piano, 1972. «Serenata a Lydia», para flauta y piano, 1972.

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«Aureola para una imagen de Ramón Amadeu», para órgano. 1973. «Paráfrasis concertante», para violín y piano, basada en tres movimientos

de la «Sonata Concertante», 1975. «Microrapsodia», para violoncello y piano, 1977. «Fantasia sobre un coral luterano», para órgano y trompeta, 1979. «Questions and replies», para quinteto de metales, sobre una Canzona de

Andrea Gabriele, 1980.

III. MUSICA PARA PIANO

«Divertimentos», 1933. «Tres divertimentos», 1941. «Ritmos», 1942. «Bourrée», 1945. «Divagación», 1950. «Sonatina para Yvette», 1962.

IV. MUSICA VOCAL

«No te abandonaré», para voz y piano, 1945. «Cinco canciones negras», para canto y piano y para canto y orquesta,

1945-46. «Canco amorosa», para voz y piano, 1948. «Canciones negras», nueva versión orquestal, 1949. «Meus irmans», para voz y piano, 1952. «Canciones para niños», 1953. «Paisatge del Montseny», para voz y pequeña orquesta, 1961. «Oraçao» y «Romance que cantaban los serafines», 1965. «Cinco invocaciones al Crucificado», para voz y once instrumentos, 1969. «Soneto», para voz y piano, 1973. «Sum Verbis», para soprano, dos pianos y dos percusionistas, 1974. «Vocalizzo», para voz sin texto y piano, extraído de la ópera «Una voce in

off», 1976.

V. MUSICA ESCÉNICA

«La boda de Reyes Castillo», zarzuela, 1941. «El gato con botas», ópera de magia, 1948. «El jardín de Falerina», de Calderón, música incidental, 1953. «Las mocedades del Cid», de Guillen de Castro, música incidental, 1954. «Una voce in off», ópera romántica, 1962. «Babel, 46», ópera en cuatro actos (inédita), 1966.

VI. MUSICA DE BALLET

«El ángel de la guarda» (inédito), 1936-37. «Divertimento», 1943. «Estudio», 1943. «Camarera 1860», 1943. «Habanera», 1943. «Café-concert», 1943. «La muerte enamorada», 1943. «Leyenda», 1944. «A la moda de 1912», 1944. «Romance de los celos», 1944. «Pastoral», 1944. «Capricho», 1944. «Petenera», 1944. «Flor de azahar», 1945. «Manfred», 1945. «La Venus de Elna», 1946. «Invitación a la contradanza», 1948. «Colombo triunfante», 1951. «Barcelona blues», 1956. «Perlimplinada» (en colaboración con F. Mompou), 1956.

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VII. MUSICA CINEMATOGRAFICA

«Nunca es demasiado tarde». «El frente infinito», 1956. «La cárcel de cristal». «Rapsodia de sangre». «Distrito quinto». «Un vaso de whisky». «Diego Corrientes». «El traje de oro». «Cristina». «Velázquez». «Gaudi». «Siega verde», 1960. «El amor de los amores». «Dos años de vacaciones». «Historia de familia». «España otra vez». VIII. COBLA

«Madrigal en forma de sardana». «Elegía a Juli Garreta», 1946.

IX. TRANSCRIPCIONES

«Habanera», para guitarra (Yepes). «Nana» y «Canto negro», para coro (Gorostidi). «Serenata a Lydia», para flauta y guitarra (Lopategui). «La caña dulce», para tuna. «Danzas concertantes», para cuatro guitarras.

X. RECOPILACIÓN

«Album de habaneras», en colaboración con el escritor Néstor Luján y el pintor José María Prim, 1948.

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ANTOLOGIA CRITICA

TEXTOS DEL COMPOSITOR

Creo en la música indiana, originariamente española, exportada a Ultramar, reimportada a nuestro país y afian­zada en la superficie de la península como una nueva, vaga y evocadora manifestación de la lírica musical. Creo que es un tesoro inapreciable (o malpreciado por los «fol­kloristas») y el que más puede ayudar al compositor cata­lán a desarrollar un arte verdaderamente popular y pro­pio, susceptible de alcanzar, liberado de estrecheces loca­listas, una ancha resonancia universal. Para mí es tan en­trañable, una sardana como una habanera. Con la diferencia de que la sardana sólo ha llegado hasta Deodat de Severac y la habanera hasta Ravel, dando antes la vuelta al mundo.

(3 de abril de 1952.)

No preciso las técnicas seriales porque soy rebelde a cualquier academicismo, tanto de derechas como de iz­quierdas. Admiro a Bela Bartok, a Hindemith y, sobre todo, a Stravinsky, al que tengo como prototipo y ejemplo de compositor de mi tiempo. Busco en el contraste entre consonancia-disonancia y tonalidad-atonalidad el fulmi­nante que puede alumbrar mi música. Creo que el arte debe tener ascendiente, época y raza. Con esta fe procuro seguir mi camino.

La música aleatoria me produce una extraña angustia y el vértigo que me asaltaría si me hallase frente a una ven­tana abierta y el vacío absoluto.

Creo en las posibilidades de la electrónica y considero campo más limitado la música concreta.

(Octubre, 1964.)

Nunca he entendido la música como una manifestación radicalmente abstracta y, menos aún, formularia. En cada nota, en cada signo musical que escribimos queda inserto algo de nosotros mismos: de nuestra sinceridad, de nues­tra intimidad, incluso de nuestras faltas, mentiras o cinis­mos, si de tales somos capaces.

(24 de abril de 1969.)

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Personalmente no entiendo por qué, en música, una de­terminada nueva técnica forzosamente ha de invalidar las que le han precedido.

Siempre he escrito, y seguiré escribiendo, sin prejuicios escolásticos.

Tan necesaria me parece la desjerarquización de la to­nalidad como la desmitificación del dodecafonismo.

(24 de abril de 1969.)

La composición de una obra para las «Semanas de Mú­sica Religiosa» de Cuenca ha significado para mí un hala­gador y comprometido encargo que me obligó a enfocar el problema que origina al compositor la creación de una música objetiva y sustancialmente religiosa. Sin duda, el haber acudido a unos textos en distintas lenguas de los místicos occidentales me facilitó el camino hacia un ám­bito expresivo que, no obstante creí, en un principio, que correspondía a la música la misión de hacerlo una plena realidad.

Al escribir estas Cinco invocaciones al Crucificado me propuse que la música fuera como un eco de la intensi­dad dramática de los textos seleccionados, supeditando a este fin cualquier prejuicio estilístico. Hice uso en cada momento de los recursos y de la técnica compositiva que me pareció más adecuada y afín a la significación de los poemas y no me preocupó que en la partitura se filtraran vivencias propias o imágenes subconscientes y acaso tan­genciales del hecho religioso considerado en toda la pro­fundidad. Recuerdos de los años de mi infancia, cuando los desfiles de Semana Santa por las estrechas calles me­dievales de Gerona, mi ciudad, me producían una indeci­ble congoja; la memoria de una impresionante procesión de gitanos en el Sacro Monte granadino; unas transidas y patéticas saetas escuchadas en Murcia y, sobre todo, la estampa indeleble de las calles antiguas y de los templos conquenses en los Días Santos, todo este sustrato creo que, en mayor o menor intensidad, gravita en las Cinco invocaciones, aunque la partitura me parece lo suficiente­mente liberada de propósitos descriptivos o coloristas para que se me pueda acusar por ella de acogerme a unas fórmulas en desuso, impropias de la música de nuestro tiempo.

(1969)

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TEXTOS DE LA CRITICA

La vida de Xavier Montsalvatge está integramente dedi­cada a su doble profesión de compositor y crítico. Cuarti­llas, pentagramas, los conciertos, el Liceo, viajes. Su exis­tencia es su obra, y viceversa. Agudísimo hombre de cul­tura, dispuesto siempre a la fruición de la poesía, la escul­tura, la pintura, la literatura o el teatro, el espíritu del músico está dotado de una singular capacidad receptiva. Como buen catalán, quizá se acentúe en sus gustos una preferencia hacia lo plástico. Incluso cabría decir que de tal predilección hace ambiente.

Id a casa de los Montsalvatge. Desde la entrada os daréis de cara con la pintura y dibujos de Picasso, Nonell, Prim, Ciará, Gris, Nogués, Llimona, Hugué, Gosé, Gimeno o Lla-vaneras; los carteles de Utrillo, Casas, Rusiñol, Riquel, Gual y otros que no me vienen al recuerdo, franceses e ingleses. En lugar preferente la cabeza del joven Xavier que tallara Manolo.

Todo respira buen orden, ritmo sosegado, atmósfera, es­píritu de selección y cordialidad. Por el tono y la decora­ción podemos llamar salones a los que, por su dimensión, no lo serían. Salones, además, porque están dispuestos para convertirse en rincón de entrañable y apiñada tertulia y, de hecho, se convierten con frecuencia.

El hombre es el estilo y el estilo hace el gesto. Como luce moderación en el gesto e inflexiones pausadas en el habla, la exteriorización del «yo» en la vida y en la obra de Montsalvatge se produce con pudor. Tras él habita un alma llena de contemplaciones, un espíritu cordial, hasta condescendiente, por los hombres y las cosas, avivado por un ingenio que jamás llega a rozar los límites de la cruel­dad. La biografía de Montsalvatge no puede hacerse —al modo de su turbulento antecesor don Ramón— desde la aventura o el hecho sensacional, sino a través de la recor­dación y el acercamiento a la vida sencilla de todos los días.

Enrique Franco. Xavier Montsalvatge.

Madrid, 1975.

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Xavier Montsalvatge ocupa un puesto muy de protago­nista en la vida de Barcelona. «Destino», revista de ex­traordinaria divulgación, le tiene como crítico musical y lo que escribe es, sin duda alguna, lo único que en el panorama cotidiano tiene rigor, entusiasmo y clarividen­cia. En la crítica le vemos muy desgajado del espíritu de épocas anteriores: se atreve a ser irónico con el wagne-rismo y presta un continuo servicio a la música contem­poránea. Su postura de crítico aparece muy felizmente condicionada por su obra de excelente compositor. Xavier Montsalvatge procede directamente de lo que llamaríamos línea Stravinsky-París; hasta cierto punto se siente muy ligado con el espíritu de la música europea anterior a la guerra: gusto, tino y sabiduría por el ballet, cariño por las formas depuradas del «jazz», yo diría una cierta inclina­ción por lo exótico en tanto en cuanto le permite construir sobre formas más bien sencillas, un lirismo donde lo exó­tico se hace «personal». Sus años le obligan también a la preocupación por la gran forma. Sin embargo, admitiendo la ejemplaridad del esfuerzo encarnado en la Sinfonía me­diterránea o en el concierto, su acierto más hondo está en esa unión de esquema sencillo e ingenioso, servido lírica­mente por esa «cita anterior de lo exótico». Así, por ejem­plo, el Cuarteto indiano y, sobre todo, sus deliciosas Can­ciones negras, cuya nana tuvo y tiene siempre éxito ex­traordinario.

La madurez de sus años y de su trabajo le permite una espléndida postura de equilibrio y de comprensión: no desdeña lo que hay de permanente en la gran tradición catalana, pero separando todo lo que pueder ser, incluso históricamente, «anécdota». Si como compositor puede detenerse, como tantos de su generación, delante de los extremos del dodecafonismo, si permanece fiel a la admi­ración por Stravinsky, por el «más allá» expresivo que supone alguna de las músicas de Bartok, no desdeña e intenta comprender el esfuerzo y el bullicio de los más jóvenes compositores catalanes. Su vinculación con Madrid es bastante profunda, como crítico y como compositor.

Federico Sopeña. Historia de la Música

Española Contemporánea. Madrid, 1958.

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En él, como virtudes permanentes, habríamos de resal­tar la claridad y el temperamento latino. Lo es, en su obra, el compositor, sin lugar a dudas, y cela siempre en ella por que no haya confusionismos, pasajes oscuros. Su tacto ha de llevarle a conseguir que todo aquello que se pro­pone quede nítido ante el auditor sensible y que sea re­flejo de sus propios sentimientos. Los de Montsalvatge no se muestran muy externos y desmesurados. Sin llegar a la pura contención de un Mompou, teme el exceso y se vi­gila para impedirlo. Hay, eso sí, un amor soterrado, per­manente, a la región de origen, de vida y actividad, que se observa en las obras a ella rendidas, tales como la deli­ciosa canción de Montseny, tanto como en las que glosan otro paisajes, como la galaica Meus irmans.

Montsalvatge persiste inconmovible en sus devociones por Stravinsky, en el respeto a sus mayores, en el cariño a cuantos, de valía, comienzan. Su posición estética es in­dependiente a ultranza, y sería difícil encasillarle en es­cuelas. De todas formas, lo indudable es que tal indepen­dencia no representa, de ninguna de las maneras, aban­dono, desconocimiento de lo realizado por otros. Se ha dicho que Montsalvatge es un hombre culto, cuyos horizon­tes nunca se cierran dentro de lo estrictamente musical. Es, además, una figura representativa que ocupa en Cata­luña un puesto equivalente al que en Madrid ostentó hasta su muerte reciente una figura tan querida como Ge­rardo Gombau: mentor, amigo, impulsor de los jóvenes.

Interesa destacarlo así: Montsalvatge tiene una posición de compositor independiente. Su instinto artístico, su afán de estar al día, le han acercado a las más modernas corrientes. Diríamos que las respeta, las comprende... y no las adopta por sí mismo. Continúa, salvo episódicos em­pleos seriales, fiel a la tonalidad, y toda su obra es una demostración de esta actitud, pero es el primero cuando llega el momento de estimular a las jóvenes promociones de seguidores por sus particulares caminos propios. Desde que en décadas anteriores nació el grupo de Ma­nuel de Falla hasta los más modernos bloques, algunos de ellos bajo la bandera de las Juventudes Musicales, Mont­salvatge se ha convertido para todos un poco en el her­mano mayor, el que analiza, aconseja y también impulsa con generosidad.

Antonio Fernández Cid. La música española del siglo XX.

Madrid, Fundación Juan March, 1973.

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Recién acabada la guerra civil española (1936-1939), el signo cultural que impuso el vencedor presentó como es­tímulos espirituales básicos el retorno al Siglo de Oro. Unamuno, Ortega y Gasset y García Lorca, en literatura, pasan al desván del silencio; Sert, Miró y Picasso, en artes plásticas, se arrinconan. La intelectualidad emigra. El ideal, en música, se cifra en un académico exaltador de vagas esencias nacionalistas.

Aunque Montsalvatge (Gerona, 11-III-1912) había dado fe de vida creadora en 1934 con una breves páginas de sesgo stravinskyano (Tres impromptus, para piano), en el clima mental sucintamente descrito llega a la mayoría de edad y presenta los primeros atisbos de inquietud renova­dora. No le tentó seguir la senda del nacionalismo estricto que en los inicios de la década de los cuarenta gozaba aún de cierto predicamento (Falla, Turina), ni le sedujeron los retornos clasicizantes que en la propia época estaban a la orden del día (Stravinsky, Hindemith). Publica entonces Tres divertimentos, para piano (sobre temas de autores olvidados) que constituyen el tímido antecedente de una original e insólita proyección del nacionalismo. Acaba de surgir la estética «antillanista», en la que entran en juego y se valoran las cadencias con giros americanos de origen hispánico. En este planteamiento cuenta con un antece­dente ilustre: Milhaud, con quien coincide en el empleo acibarado de la politonalidad.

En el renglón antillanista se inscribe seguidamente el cuaderno Cinco canciones negras, para piano y canto (transcritas después para orquesta) que, por su intención y factura, constituye una pequeña obra maestra de la música contemporánea en el área de la canción. Siguen en la línea Cuarteto indiano (1951) y Concierto breve (1935), para piano y orquesta, con el que se cierra el ciclo antilla­nista, cuyas sugestiones coloristas (de ritmo, de giro o de timbre) asoman esporádicamente en su producción poste­rior de signo abstracto. Cant Espiritual (texto de Maragall, 1956) es la obra de transición.

Manuel Valls. La música actual.

Barcelona, 1980.

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FUNDACIÓN JUAN MARCH Salón de Actos. Castello, 77. Madrid 6

Entrada libre