gacetilla curiosa o anuario ilurquense

5/16/2018 Gacetilla Curiosa o Anuario Ilurquense - slidepdf.com

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GACETILLA CURIOSAÓ ANUARIO ILURQUENSE

NOTICIOSO Y UTIL PARA EL BIEN COMUN

Francisco Robles RodríguezEscarbador de la Historia

De Alomartes, Pueblo de Íllora, Granada.



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Nota importante: con el fin de ser fiel a laspublicaciones referidas en estos papeles, se ha

conservado la ortografía y los signos de puntuación decada época y periódico.



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INDICE

Papel I – La Biblioteca Popular de Íllora 1871

Papel II – La feria de Ganados de 1927Papel III – Alomartes, el olvidado en 1887Papel IV – Crónica de Tribunales 1836Papel V – El Diablillo de Íllora 1836Papel VI – Escóznar y los movimientos socialesPapel VII – Brácana y la Condesa de Guadiana 1909

Papel VIII - Parapanda y el Monje Benigno 1889Papel IX – Una Pedanía Real: Obeilar 1906-1917Papel X – Tocón, Caminos de Hierro 1863-1920Papel XI – Castigo de los Secuestradores 1875Papel XII – Wellington y el Soto de Roma en 1920



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PAPEL I

LA BIBLIOTECA POPULAR DE ILLORA

Enhorabuena Íllora, en estos días se cumple el140 Aniversario de la creación de la primeraBiblioteca Popular en el municipio, germen de la

actual Biblioteca Publica Municipal, fue un hitofundamental en el desarrollo cultural de la zona y

apoyo inestimable a losestudiantes de las escuelaslocales que por tratarse deuna zona rural muy

deprimida no tenían acceso aalgo tan fundamental comoun LIBRO.

Las bibliotecas populares fueron un pilar básicodel programa político-educativo de Manuel RuizZorrilla (Ministro de Fomento), en la España de finalesdel siglo XIX.

Su creación y difusión contribuyó a promover elservicio público de lectura, divulgando el manejo de



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los libros entre todos los sectores de la sociedad. ElPueblo de Íllora recibió el día 1 de Julio de 1870 una deestas bibliotecas populares.

El cambio de régimen en la España de 1868provoca una importante reacción popular en todos losámbitos sociales, en lo que concierne a la libertad ypopularización de la enseñanza. Puede decirse que seinicia un periodo de promoción y fomento de la

educación y de la cultura.

La Gaceta de Madrid, del 15 de enero de 1.869 ,hace público el contenido del decreto del 14, firmadopor Ruiz Zorrilla, del que creemos merecen especialatención algunas de sus ideas, que reproducimos a

continuación respetando su ortografía original.

La cultura debe mover el desarrollo de los pueblos:“La fuerza de las naciones está hoy en la mayor suma de ciencia, de riqueza, de bienestar social,de moralidad; todo lo cual proviene y depende en

su mayor parte de la pública ilustración [...]”.

Proclama una cierta desamortización de los archivosde la cultura:

“En antiguos y derruidos monasterios, alejados



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de todo centro de actividad y aun de toda población, en ciudades de escaso vecindario, enlas iglesias y catedrales existen en España

riquezas materiales de enseñanza y estudio,obras de la inteligencia de todos los siglos,valores cuantiosos representados por los libros,los códices y los instrumentos científicos; obrasde destreza y de consumada experienciarepresentada por la infinita variedad de objetos

labrados para las necesidades de la vidahumana, alguno de los cuales protestan por suuso del sitio en que se conservan estérilmente,del mismo modo que el avaro conserva suriqueza ocultándola á toda mirada yapartándola de todo útil movimiento. Allí están

expuestos á todos los peligros y contingenciasdel aislamiento; al fuego del cielo y al robo ámano armada; á las inundaciones y á la estafa; ála destructora obra del tiempo y del abandono,tal vez más temible.

Estos peligros han aconsejado en todas las

naciones cultas la concentración de la riquezaliteraria y artística en los grandes centros devida, donde además de ser útil al país existen

poderosos medios de vigilancia, de conservacióny de defensa, así contra los elementos como



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contra los hombres. […] Los documentos á que se refiere este decreto noson propiedad de ninguna persona ni

corporación: son del pueblo, son de la Nación,son de todos, porque son glorias nacionales ómonumentos en que debe estudiarse la historia

pátria y la verdad de los hechos pasados [...]”.

Sobre los edificios y materiales pedagógicos: resalta

“ El tristísimo estado de los medios materiales deenseñanza en la instrucción primaria” .

“ Apenas hay un pueblo en España que tenga unedificio propio para escuela: en algunas aldeaslos padres no se atreven á enviar sus hijos árecibir la primera instrucción porque temen

catástrofes [...] en muchos puntos el Profesor dalas lecciones cási á la intemperie, en patios ycorrales, teniendo que suspenderlas los días delluvia ó de excesivo frío; en otros sirve de

Escuela el portal de casa del Maestro, ó algunasala de las Casas Consistoriales, en todas faltan

absolutamente las condiciones propias de laenseñanza, los medios de darla con fruto, yaquellos auxilios materiales que son un aliciente

para la juventud, un medio seguro de producir elestímulo, una garantía de progreso y una prueba



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del cuidado que las naciones ponen en lainstrucción de sus hijos [...]”.

El marco legal de las que se llamarán “bibliotecas

populares”, es la Orden del 18 de septiembre de 1869,

firmada por José Echegaray, y publicada el día 22 en laGaceta de Madrid.



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PAPEL II

LA FERIA DE GANADOS DE 1927

Según se publica en elDiario LA LIBERTAD deMadrid del JUEVES 22DE SEPTIEMBRE DE

1927, esta es laprogramación de Fiestasde la Real Feria deGanados.

FERIAS Y FIESTAS

En Íllora se ha ultimado el programa oficial de lasgrandes fiestas y feria de ganados que se celebraránlos días 9, 10 y 11 del próximo mes do Octubre.

El programa de festejos es éste:

Día 9.A las diez de la mañana, entrada de la banda demúsica de Huétor Tajar e Inauguración de la feria deganados en el campo del Ruedo, con asistencia de labanda de música.



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A las cuatro de la tarde, música en el Real de la Feria.A las diez de la noche, castillo de fuegos artificiales,velada en la plaza de la Constitución, calle Real, etc.

Día 10.A las seis de la mañana, diana por la banda.De nueve a once, música en el Real de la Feria.A las cuatro de la tarde, elevación de globos yfantoches, cucañas y música en el Real de la Feria.

A las nueve de la noche, velada, bailes populares yconcierto por la referida banda.

Día 11.A las seis de la mañana, diana.De nueve a once, música en él Real de la Feria.

A las cuatro de la tarde, elevación de globos yfantoches, carreras de burros, etc. Música en el Real dela Feria.A las ocho de la noche, gran verbena andaluza. Veladay conciertopor la banda.

A las doce, disparo de una gran traca valenciana.

Durante estos días, en la plaza, calle Real y otrasadyacentes habrá hermosas iluminaciones, actuandovarias compañías de circo, teatro, etc.



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PAPEL III

ALOMARTES “EL OLVIDADO DE ILLORA” 1887

Alomartes, la mayor pedanía de Íllora, sienteque es la hermana menor del municipio y así loreivindica desde hace mas de 123 años.

Según el Diario La Monarquía (Madrid) del día24 de Noviembre de 1887 y el Diario La Repúblicadel día 29 de Noviembre del mismo año.

Como se puede ver por los periódicos citados nose trata de un problema de “partidos políticos”, uno

monárquico y el otro republicano.

El servicio de correos según los Monárquicos.Ya no se trata solo ni de las cartas que se extravían, nide los valores que se sustraen; hoy hemos de



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ocuparnos del incalificable abandono en que se tiene lacorrespondencia pública; abandono que el Sr. Mansí (Director General de Correos) ve con la más completa

indiferencia.

Suponemos que en el caso de que vamos á ocuparnos,no se nos objetará que el director no es responsable delas gravísimas faltas que cometen sus subordinados,

pues que aquí la falta es exclusivamente suya.

En Alomartes , pueblo de la provincia de Granada, secarece de peatón oficial que conduzca lacorrespondencia y periódicos desde la estación férreamás próxima, distante dos kilómetros de dicho pueblo,que es la de Íllora.

Pero en cambio hay un alguacil muy complaciente. Mediante un estipendio corto se dirige á la próximaestación, recoje la correspondencia de Alomartes, y laconduce al pueblo, cuando tiene tiempo, ó cuando le

parece oportuno.

Resulta, pues, que la correspondencia pública serecibe en Alomartes con cinco ó seis días de retraso.¿Hasta cuándo ha de durar tan calamitoso estado enel ramo da correos?



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Pero hablar de corregir estos abusos, es hablar de lamar. Pues pasemos ahora á otro asunto, desde Dalias

(Almería) á Granada ha tardado cuatro días unacarta, pero al fin llegó á su destino.

Lo que no llegó fué un billete de 25 pesetas queaquella contenía, según lo manifestado á un periódicode Granada por el interesado.

Luego nos extrañaremos de los anuncios que se fijanen las administraciones de correos extranjeras.

El servicio de correos según los Republicanos.

Sr. Mansi: Oiga usted lo que sucede en Alomartes. Siendo un pueblo de 500 vecinos, carece de peatónoficial. Pero en cambio hay en Íllora un alguacil muycomplaciente.



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Mediante una corta retribución se dirige á la próximaestación férrea, recoje la correspondencia de

Alomartes , y la conduce al pueblo, cuando tiene

tiempo, ó cuando le parece oportuno.

Resulta, pues, que la correspondencia pública serecibe en Alomartes con cinco ó seis días de retraso.Hay un suscriptor que recibe los periódicos connueva fechas de retraso. Un vecino puso el día 18 dos

cartas en el buzón del correo de aquella población.

Una de las cartas contenía sellos de franqueo condestino al pago de suscripción de un periódico, y laotra una letra de cambio á favor de una persona deBarcelona, que nunca llegaron a su destino. Eso

parece increíble. Alomartes solo dista dé la estación férrea más próxima, tres kilómetros. El retraso estribaen la falta de peatón oficial.

¿Quiere decirnos el Sr. Mansi, cuándo vá á terminar por culpa suya este calamitoso estado de cosas en

España?



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PAPEL IV

CRONICA DE TRIBUNALES 1836 (I)

Encontrado en EL ESPAÑOL, Diario de lasdoctrinas sociales de Madrid, del mes de Marzo de1836. Se respeta la ortografía y puntuación originales.

Proceso contra José Molina, conocido por “El Tontode Íllora”, por infinidad de robos y otras raterías.

Antes de comenzar esta causa es forzoso dar á conoceral reo principal en ella; es decir al Diablillo, digno enverdad de este nombre. Natural y vecino de, Íllora,

joven, de figura nada común, pues a su aventajadatalla reunía una tez en estremo blanca, pelo y barbanegra y ojos hermosos y de una vivacidad estrema;por su pobreza estaba reducido a hacer mandados enlas casas del pueblo, pasaba por fatuo, y esto escitabala general compasión.

Su agilidad era tal, y su velocidad en la carrera, quehabiéndole encontrado en la cuesta de Velillos unvecino de Moclín, y notado que llevaba medio cerdo ácuestas, se acercó a él, y habiendo tratado de



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aprehenderlo, no lo consiguió á pesar de haberloseguido con su caballo mas de un cuarto de legua. Nogastaba calzado, y solo con una leve ayuda que le

diesen sus compañeros, se encaramaba por las tapias yventanas mas altas.

Fingió la fatuidad con un talento y verdad que porcuatro veces le declararon los facultativos fatuo en elmayor grado.

Hablaba de tú a tu a todo el mundo, hasta a los jueces,y solía hacer preguntas bastante originales.Garabateaba un día en la cárcel con una pluma, yhabiéndolo visto el alcaide, le pregunto: mira diablillo¿estas aprendiendo á escribir? a lo que respondió: si,



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voy á ver si pronto te escribo una carta, pero mira asíque sepa hacer las letras ¿podré prender al escribano?Otra vez preguntó al juez: dime ¿quién puede mas, el

Escribano ó tu? porque yo creo que es él.

Tenia un lenguaje participar, y jamás se contradecía. Alas cosas de oro las llamaba reales grandes colorados;y los duros reales grandes blancos; á las cucharas deplata, que por cierto no dejó de robar bastantes, las

llamaba cucharas blancas.

Su memoria era la mayor de que hay idea, puescuando declaraba los infinitos robos que había hecho,decía una por una , con todas sus señas las alhajas yprendas que había tomado de cada parte, sin decir los

nombres de las cosas, pues afectaba ignorarlos, perodaba una esplicacion á su modo tan clara, que noquedaba la menor duda de lo que quería decir. Sus fechas eran, cuando había habas verdes, cuandohabía cerezas, ó el trigo estaba en las matas secas enuna placeta muy grande.

Llegó a inspirar tal confianza al alcaide de la cárcel,que durante la prosecución del proceso, que tiene trescuartas de alto, le dejaba salir á la calle y volvíapuntualmente. Todos los presos le querían en estremo,



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y estaban siempre alrededor de él oyendo susrelaciones, que con sobrada razón les divertían.

Últimamente, después de haberse declarado que nohabía tal fatuidad, y que solo era un protesto paraeludir la pena que correspondía á sus muchos delitos,se le sentenció por la sala del crimen de la audienciade Granada á diez años de presidio con retención, queno pudo cumplir, porque habiendo sido atacado de

una violenta enfermedad, murió hace poco en elhospital de San Juan de Dios de dicha ciudad.

Sin querer hemos escrito la biografía de un tonto; paraserlo como el, se necesita mas talento que el que tienenalgunos que predican y hablan en estrados.

Veamos la Causa Judicial:Ante D. Francisco García Lafuente, alcalde de Moclín,pareció Gabriel Ruiz Molinero en los olivares deltérmino de dicho pueblo, y dijo: que en la nocheanterior á las doce poco mas ó menos, hallándose

acostado, sintió ruido en el anden de las piedras, creyóle causaría un pollino que tenia y solía soltarse; yvistiéndose, bajó para evitar que hiciese algún daño; sele había apagado el candil y buscó á tientas.



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Al final de la escalera tropezó con un bulto, queconoció ser un hombre; lo asió fuertemente de lacamisa por el pecho, y al mismo tiempo llamaba á

grandes voces á su familia, cuando oyó que le decía elhombre preso: no tengas cuidado, tonto, que soy yo,que vengo á quitarte la harina, porque me lo han dichoesos que están en la puerta. A esto trajeron luz y seencontró que el ladrón era el Diablillo, joven natural yvecino de Íllora, tenido por tonto, el cual le dijo que no

saliese, que lo iban á matar sus compañeros. A lasvoces que dio el Ruiz acudieron varios hombres de lascasas de campo inmediatas, y habiendo registrado lasinmediaciones del molino, solo encontraron unaescopeta vacía, que con el preso se presentó á la justicia.



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Declaración del Diablillo.

ALCALDE. ¿Quién ha preso á V.? ¿cuál es la causa ?

REO. Me prendió dentro de su molino uno que sellama Gabriel, que es tuerto, no mas que porque leestaba robando un costal de harina.

A. ¿Quiénes fueron los compañeros en el tal robo?R. ¿Los compañeros? Toma, yo los diré todos. Mateo

Ramos, los Tejeas, Cristóbal Ramos, Francisco Amigoy un servidor suyo.

A. ¿Se introdujeron todos los nombrados en elmolino? Y si así fue ¿por qué sitio?R. Nadie mas que yo se metió, y fue por la misma

puerta, y los otros sé quedaron fuera esperando quesacara la harina para cargarla en cuatro burros quehabía preparados.

A. ¿Estaba abierta la puerta, ó quién la abrió y conqué herramienta?

R. Nos acercamos á ella todos, y viendo que estabacerrada la empujó Francisco Amigo con un hierro quellevaba preparado con punta por un lado y boca anchapor otro, y era muy gordo y pesaba mucho; y en fin, áfuerza de empujones se abrió; entonces empezó á



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ladrar el perro, y Amigo le echó pan, y cogiéndolo, lometió en el horno, y tapó la puerta con una abulaga.

A. ¿Quién de los compañeros fue el que le mandó losacompañase?R. Todos juntos, y me dieron un pincho de media varade largo, con puño, y me dijeron que si encontrabadormido al molinero se lo clavara y lo matara para queno diese voces; pero yo no quise tomar el pincho.

A. Y los otros ¿llevaban armas?R. ¡Toma! Cada uno llevaba su escopeta cargada conun puñado de pólvora y unas cosas redondicas quepesaban, y otros pedazos con muchas esquinillas. A míme dieron una, y Gabriel Tejea dijo; ¡qué! ese tonto nos

va á fastidiar, y quitándome la escopeta le hurgó á unacosilla que tenia por abajo e hizo pum...............Después me la dio diciendo: bueno es que la lleve paraque haga viso.

A. ¿Con qué motivo fue la reunión con esos

hombres? ¿á qué hora? ¿y en qué sitio?R. Estando anoche en el cortijo de los Barrancos quehabita y labra Gabriel Tejea, llegaron los otroscompañeros, y después de haber estado hablando aescondidas de mí, me dijo el Gabriel que entrara en el



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cortijo que se iba á Granada, y escondiéndose detrásde la casa, hizo como que se había ido para que unhombre que se llama Fuentes y había llegado de paso,

no entendiese nada; después entró Tejea y dijo :vámonos á acostar que mañana tengo que madrugarpara ir al Soto á vender madera, á poco volvió á salir ála calle y reunidos en ella todos los compañeros, elFrancisco Amigo determinó que fuesen á robar elmolino en que había mucha harina, muchas granadas

y la molinera era tejedora y podrían traerse el lienzoque tenia puesto en el telar.

A. ¿Donde paran los demás que auxiliaron en elrobo?R. Todos se irían huyendo cuando oyeron las voces del

molinero, pero estarán en el cortijo de los Barrancos,pues allí tienen su guarida y allí esconden las prendasprocedentes de otros robos y hay muchas cosasbonicas!!!

A. ¿Qué clase de cosas son esas?

R. Allí hay almireces, hazadones, ropa, cucharasblancas y otras cosas, y si me lleváis allá yo diré dondeestá todo; y en Íllora también diré muchas casas dondehay escondidas muchas cosas buenas.



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En este estado se suspendió la declaración paracontinuarla cuando conviniese, y no firmó el reo porno saber, manifestando ignorar la edad que tenia. .



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PAPEL V

CRONICA DE TRIBUNALES 1836 (II)

Encontrado en EL ESPAÑOL, Diario de las doctrinassociales de Madrid, del Viernes 11 de Marzo de 1836.Se respeta la ortografía y puntuación originales.

Segunda declaración de José Medina, conocido por eldiablillo o el tonto de Íllora.

Estimulado por el juez para que diga á qué robos haasistido además del que se manifestó en un númeroanterior, qué personas le acompañaron, cuáles fueronlos efectos robados, de qué medios se valieron contodo lo demás que crea conducente á la perfección delsumario, dijo:

Robo del teniente de cura de Tiena. Que en el año pasado por cuando se prendió fuego enla cortijada de Tiena (que fue en el mes de julio) vivíaen ella con su familia Mateo Ramos, hijo de Rogelio yde María Barroso, quienes en el día son vecinos de lavilla de Íllora; y habiéndose presentado el declarante



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en dicha cortijada, por señas que hacia luna, yhabiéndose acostado luego que anocheció en una eradonde había mucha leña y un hombre tendido, pasó

cantando con una guitarra el Ramos á quien conoció eldeclarante, y habiéndole llamado contestó : ¿qué hacesahí, Joseiyo? vente conmigo; lo cual verificóhabiéndole acompañado en tanto que hablaba con unamujer por una ventana.Que después le insinuó si quería entrar con él en casa

del teniente de cura á robar lo que hubiera; quecondescendió y ambos se dirigieron á la citada casa.

Que entraron en ella por unventana baja donde había unospalos y una estera; y habiéndose

subido el Mateo Ramos á lacámara, mandó al Diablillo lellevara cuanto encontrase,especialmente la ropa delclérigo que encontraría sobreuna silla, lo cual verificó

llevándole también un cuchillocon puño blanco, habiéndosedejado en el sitio en que los vio,otro cuchillo y muchas cucharas

blancas; que luego que el Ramos sacó de los bolsillos



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lo que tenían, le devolvió la ropa para que la pusieseen su sitio y así se efectuó, y últimamente quehabiéndosele apagado al que habla una luz que había

tomado de la misma casa para buscar un santo muybonico que quería llevarse, la volvió á poner en dondeestaba y ambos se salieron por la misma ventanadirigiéndose á las casas del Mateo, en las que la madrede este previno al declarante se marchase á Íllora alinstante y no dijese á nadie lo que había hecho,

ofreciéndole que como lo cumpliese y no acusara á suhijo le daría cuartos todos los días.

Robo a D. Andrés Prieto, sacristán de Alomartes.Que otra noche oscura del mismo año, cuando ya nohabía trigo en las eras, el declarante Gabriel Tejea, su

hijo del mismo nombre, Juan Torralva y Bartolo (a) elAhijado, se reunieron en el cortijo de los Barrancos, ydespués de haber cenado juntos, salieron para lapoblación de Alomartes, en la que trataron de robar lacasa del sacristán; con efecto lo verificaron subiendoen ella por las paredes del cementerio que están

contiguas, introduciéndose por una ventana de la casa,quedándose el que declara en lo alto de una tapia paraavisar si venia gente mientras los otros cuatroejecutaban el robo, consistente en una arca queabrieron en corral, ignorando el que habla la clase de



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instrumento con que se hizo , la cual estaba llena deropa de todas clases, ocho cucharas blancas, ochohorcones de lo mismo (así llama á los trinchantes),

una porción de cuchillos, un dige, un cintillo, una cruzmuy grande que decía ser de oro, y la llaman aderezo,y otras varias cosillas con un montón de dineros, yentre ellos algunos colorados; todo lo cual fue conducido al cortijo de los Barrancos, en el quehicieron las partes, de cuyas resultas el Ríos ha tenido

en su casa el cuchillo y servilletas que le encontró la justicia, y que las cucharas y horcones las vendióAnica María, muger del Gabriel Tejea, en una casa deGranada donde hay muchas cósicas bonicas, á la cualsabe el declarante, por haber acompañado á aquella,sin que le hayan dado á él la menor cosa de todo lo

que robaron.

Robo de la carnicería de Íllora.Que en el mismo año, cuando había segadores, pasó eldeclarante por la puerta de una muger, que se llama latía Rogelia, casada con un hombre que pide limosna

por los cortijos; y habiendo entrado á preguntarle sivendía huevos, encontró que estaban con ella elconocido por Maravedí, Bartolo (a) el Ahijado y unamuger que se llama María Antonia (a) la Fantana, loscuales tenían á la vista un canasto grande lleno de



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cuartos, y unas monedas blancas hechas montones,debiendo advertir que también había otro hombrellamado Chirivita, y luego que lo vieron, dijo este:

ahí está el Diablillo, ahí está el Diablillo; y al momento,con mucha precipitación, se levantó la Fantana y sesentó sobre el dinero para ocultarlo, y la tía Rogeliadijo al declarante se marchase á la calle y volvieraluego, que iba a cerrar la puerta para dar de comer álos pollos; y últimamente, que á los tres ó cuatro días

se reunieron todos los hombres en el cortijo delBarranco en una fiesta, bebieron mucho aguardiente ymataron cuatro obejas que trajeron de un sitio llamadoel Higuerón, y que ya borrachos contaron delante delque habla, que el robo de la carnicería había sido deresultas de una riña que la María Antonia tuvo con el

cortador, y en venganza llamó á dichos hombres paraque hiciesen el robo , indicándoles el sitio mas apropósito para la entrada, que fue el corral de D.Francisco Padial, difunto.

No continuamos refiriendo los robos del Diablillo;

pues sería cosa interminable, puesto que son treintalos que en esta segunda declaración descubrió.

En otro correo remitiremos algunos incidentesgraciosos de esta causa.



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PAPEL VI

ESCOZNAR Y LOS MOVIMIENTOSSOCIALES 1873 -1906

En la pedanía de Escóznar se han desarrollado desdefinales del siglo 19 gran cantidad de hechosrelacionados con los movimientos socialesreivindicativos de los jornaleros, sirvan estas noticiasde botón de muestra.



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Sr. Director de La Disensión.Asquerosa, abril 17 de 1873.Muy señor mío y de toda mí consideración, le

estimaría se sirviera poner en ese periódico de sudigna dirección, que el 13 del presente tuvo lugar lamanifestación republicana federal en esta villa, á laque asistió el comité de Íllora y el de su anejo Escóznar con un crecido número de ciudadanos, tremolandotres banderas, y pronunciando dos ciudadanos unos

elegantes discursos que fueron muy aplaudidos. Huboun orden singular, y muchos vivas á la Repúblicafederal y á los actuales jefes de nuestra nación.Entre tanto le repito encarecidamente se digne ponerloen su dicho periódico, dándole anticipadas gracias ydeseándole salud y fraternidad.—El presidente del

comité, Ildefonso Martin García.—Por todos los delcomité, el secretario, Antonio Callejas Pedregosa.

01 de febrero de 1894En Íllora, y en la vía férrea de la fábrica de remolachadel señor conde de Benalúa á la estación, ha ocurrido

una sensible desgracia.El maquinista Francisco Contreras Díaz, que guiaba eltren descendente, al pasar por el puente del arroyo deEscóznar, se mareó, y perdiendo el equilibrio cayó dela máquina al tondo del arroyo.



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El fogonero, apercibido de la desgracia, pudo detenerla máquina, descendiendo al arroyo para auxiliar almaquinista con los operarios que en el tren iban,

encontrándolo muerto á consecuencia del golpesufrido al caer de tan gran altura.El maquinista, que era natural de Granada, deja en lamiseria á su mujer y cuatro hijos.

21 de junio de 1902

Granada 21Comisiones de obreros de Escóznar, Asquerosa,Anejos é Íllora se quejaron ayer al Señor Gobernadorde la conducta de los propietarios, exigiéndoles parafacilitarles trabajo la condición de darse de baja en laSociedad «La Obra», condenándoles á morir de

hambre en unión de sus familias en caso de negativa.Él gobernador dimisionario ha enviado á dichosparajes oficiales de la Guardia civil para quecomprueben la denuncia y recomienden a los patronosque concedan indistintamente trabajo á los obreros.

28 de junio de 1906En el Padul, la Guardia Civil busca a los obrerosasociados y les obliga a darse de baja en la sociedadcon insultos y amenazas de ser apaleados yencarcelados.



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Lo mismo ocurre en Villanueva, Alomartes, Asquerosaé infinidad de pueblos mas.Los jueces, al servicio de los caciques, encarcelan a

quien éstos les indican, sin que sirva da nada que alpresidente de la Audiencia les obligue a proceder en justicia.En Asquerosa han preso a muchos asociados, lomismo que en Pinos Puente, y D. José Daza, colono enel primero de dichos pueblos, por ser concejal

republicano y amigo de los obreros, ha sido tambiénreducido a prisión.En Escóznar los atropellos han llegado hasta el puntode que se impide a los asociados a salir de sus casas,estando éstos veinticuatro días parados, haciendo lasfaenas obreros de la Alpujarra, mientras los del

pueblo, por tener constituida una Sociedad, se muerende hambre y no pueden asomares a la calle, pues dehacerlo, son encarcelados por la Guardia Civil.

2 de Octubre de 1902Y consiguieron su propósito, y los obreros asociados,

perseguidos como perros, arrojados de sus tugurios,sin poder encontrar ocupación, imploraban en vanoque les hiciesen justicia, preguntaban sí al asociarse noestaban dentro de la ley, si era licito perseguirlos porejercitar un derecho; pero sólo conseguían que los



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moros del rey conocidos por beneméritos, lesamenazasen con sendas palizas si continuabanasociados, llenándolos de terror con el argumento

convincente del vergajo.

Esto sucedió en muchos aduares, entre ellos de Padul,Escóznar y Alomartes, según puede verse en undocumento-protesta que la federación obrera mandóal visir Montilla, documento que se publicó en el

periódico de Granada ¡Avante! y en el Boletín Obrero,órgano oficial de dicha Federación.



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PAPEL VII

Muerte de la Condesa de Guadiana (1909)

Nota Necrológica recopilada de diversos Diariosdel mes de Julio de 1909, la notoriedad de esta noticiaesta en primer lugar en el Lugar de enterramiento: Brácana; la segunda es la interesante vida de esta

señora, se caso por supuesto canónicamente, en tresocasiones por el fallecimiento de dos de sus maridos.

La condesa de Guadiana, baronesa de la Vega de Hoz,falleció el día 17 de Julio de 1909, al mediodía, á lossetenta y cuatro años de edad, á consecuencia de un

ataque de hemiplejía. La grave dolencia que padecía lacondesa tuvo ayer doloroso término a las doce de lamañana, después de recibir los Sacramentos y labendición de Su Santidad, entregó su alma á Dios. La muerte de la distinguida dama será muy sentida enla sociedad de Madrid, en la cual gozaba grandes

simpatías. Muy aficionada á frecuentar los salones,asistió constantemente á sociedad, hasta que, por susdolencias, se recluyó en su casa.Su amabilidad y trato encantador le conquistaron lasimpatía y el afecto de cuantos la trataron.



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Doña Josefa Dávila Ponce deLeón y Zea de la Cueva y

Medinilla pertenecía á unailustre y antigua familiagranadina, hija de D. LuisDávila-Ponce de León y de laCueva y Dª María de lasAngustias de Zea y Medinilla,

hermana de Dª FranciscaDávila-Ponce de León y Zea que casó con D. JuanUlloa y Valera y de D. Luis Dávila-Ponce de León yZea casado con Dª María de las Mercedes Pérez delPulgar y Romero-Felices. Sobrinas de la finada son lamarquesa de Torremilanos, hija de la señora de Ulloa;

la marquesa de la Conquista y una hermana de éstas.

La condesa de Guadiana estuvo casada en primerasnupcias con el conde de Catres, tío del actual poseedordel título, del marqués de Portago y de la marquesa deVillanueva de Valdueza.

En segundas nupcias con el diplomático D. JoaquínValera y Aceituno que fue Subsecretario de Estado,primo del ilustre autor de «Pepita Jiménez».



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Contrajo terceras nupcias con el ex-senador y ex-gobernador de Sevilla, hombre político—erudito ynotable escritor, D. Enrique de Leguina, barón de la

Vega de Hoz.En 1901 rehabilitó el título de condesa de Guadiana,que perteneció á su familia, con la Grandeza deEspaña. El condado de Guadiana creado en 1711.

Por la casa de la calle de Cervantes, en que vivía la

finada (casa alhajada con muchas obras de arte), handesfilado hoy numerosas personas para dejar sustarjetas de pésame. El cadáver de la condesa ha sidoembalsamado hoy. Amortajado luego con el hábito dela Soledad, fue depositado en el oratorio de la casa,convertido en capilla ardiente, donde se han celebrado

misas esta mañana.

La finada ha dejado dispuesto en su testamento que sela embalsame, que se la amortaje con el habito deNuestra Señora de las Angustias y se la entierre en el

panteón de familia en Brácana (Granada). Uno de

sus albaceas es el conocido diplomático D. ManuelLlorente. La fortuna que poseía del conde de Catres ydel Sr. Valera pasa a los deudos de éstos, y la suya

personal, la reparte entre su viudo, hermana ysobrinos, además de diversos legados para sus amigas,



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servidores, pobres y sufragios.

Mañana, á las seis de la tarde, se verificará la

conducción del cadáver á la estación del Mediodía, para ser trasladado á Brácana (Granada) , donderecibirá sepultura en el panteón de familia.

De todas veras nos asociamos al duelo del conde deGuadiana y de su respetable familia, enviándoles

nuestro sentido pésame.



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PAPEL VIII

Parapanda y el Monje Benigno (1889)

Al poniente de la hermosa ciudad de Granadahay una sierra que, con las de Elvira, Moclín, Alcalá laReal y Loja, limita en aquella dirección la fecunda

llanura y los alegres horizontes de la tierra de MaríaSantísima. La sierra de mi narración se llama Parapanda.Es

grande, elevada, árida y casi inaccesible por suviolenta pendiente. Ni árboles, ni arbustos, ni siquierapastos produce desde que se sube el primer tercio de

su inmensa mole. Tan estéril y escueta es comopródiga y pintoresca su falda. Su nombre viene de una tradición que ha

confirmado y consagrado la experiencia, que sigue degeneración en generación comprobándose con



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seguridad infalible y que ha llegada á producir estepopular apotegma:

Cuando Parapanda se pone la montera,llueve, aunque Dios no quiera.

Efectivamente; cuando Parapanda se pone lamontera, llueve sin remedio, sin falta, siempre.

Pero, ¿qué montera es esa?—preguntará el lector

benévolo y curioso. Ante todo diré que no es unamontera de felpa ó paño, ni de otra tela alguna; que noes una montera gallega ni murciana, pues ya senecesitarían montereros y avíos para fabricar prendatan amplia que alcanzase á cubrir la cumbre de lacolosal montaña..

No hay yermo sin ermitaño, ó no lo habíaantiguamente, que abundaban estos ascéticos varonesen los despoblados montuosos, como adoradores de Jesucristo, ejemplares de la mansedumbre,mantenedores de la oración perpetua y protestaselocuentes y humildes de las vanidades del mundo. Ya

quedan pocos que busquen en la soledad el consuelode sus penas, la libertad de su espíritu, la paz de sucorazón y se consagren totalmente á los trabajos de lapenitencia, á las mortificaciones de la carne por elayuno y el cilicio, á los dolores íntimos de la



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conciencia contrita, á los éxtasis del almacontemplativa y al sublime desprecio de sí mismos.

Uno de éstos ermitaños es el protagonista de mi

narración, fiel y conforme con el testimonio de muchosancianos que le conocieron y hablaron durante largotiempo, hasta que murió y echaron á su cuerpo elúltimo puñado de tierra.

Era aquel varón justo el último de los monjes de

San Rogelio, patrón de Íllora. En un terreno llano,llamado Aznarache, distante una legua de dicha villa,existieron la casa religiosa y el templo en que losmismos se albergaron, ya destruidos, y de los cualesyo he visto las ruinas.

Único superviviente de la extinguida

comunidad, huyó al desierto, y como allí, parahallarle, no tenia que hacer más que subir á la sierra, ála sierra subió y en ella buscó un antro y en élestableció su morada, lejos de los hombres y cerca dolos lobos y de los reptiles, menos peligrosos que ellosalgunas veces.

Arregló como pudo el suelo de la cueva; púsolauna puerta del ruinoso convento, llevada por él á talesalturas; colocó en su dintel amplio sombraje,construido con troncos y jaras, y con una tarima paradormir, una piedra para echar la cabeza, un farol para



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alumbrarse, un botijo para beber y otra piedra parasentarse, se dio por contento y surtido de todo lopreciso, amén de su breviario y de un hermoso

crucifijo de metal que, pendiente de una cadena,llevaba sobre el pecho. No era ciertamente un ajuarcómodo y rico.

Llamábase Benigno , frisaba en los doce lustros,era alto, enjuto de carnes (¡si jamás las comía!), algo

encorvado por la edad y los trabajos, calvo desde lafrente á la coronilla, cabelludo desde ésta á la nuca, ysu cabello y larga barba blancos y brillantes como laplata bruñida. Andaba, apoyado en un fuerte báculo,con majestuosa lentitud por aquellas estrechas yempinadas veredas; se alimentaba de hierbas y de pan

de centeno que algunos bienhechores de los puebloscomarcanos solían enviarle, movidos á compasión porel conocimiento de su pobreza, también solían llevarlecántaros de agua para que la bendijese y comunicasepor este medio virtudes curativas de ciertasenfermedades nerviosas y cutáneas que padecían con

frecuencia las mujeres y niños de las poblaciones delllano, y que no lograban curar médicos, empíricos nisaludadores

Así andaban las cosas antaño por aquellosmontes y sierras, y así también vegetaba el ermitaño



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Benigno , separado de las gentes y de ellas querido yvenerado por sus raras virtudes y el acierto yprudencia de sus consejos, que daba con afable tono

siempre que se los pedían. Pero el tiempo no pasa envano y había llegado á la decrepitud el trogloditapenitente, ya tan débil y apurado, que inspiraba temory pena á sus muchos devotos la cercanía de su muerte.

La cueva del santo ermitaño era una especie de

antro situado al empezar el segundo tercio de la alturatotal del abrupto monte, y ahora añado que á la mitaddel último tercio, ó sea unos 150 metros antes de llegará su cima, se ve una grieta natural que los pocos quehan llegado hasta ella calculan que tendrá 10 metrosde largo y dos de alto, sin poder calcular su

profundidad, porque ni nadie se ha atrevido á entrarni las piedras que han arrojado á su fondo, por duras ygrandes que fuesen, han producido el menor ruido delgolpe de su caída.

Pues bien; esa boca de sima, esa misteriosa bocano sondada parece que bosteza bocanadas de humo ó

de nieblas que se condensan al contacto del aireexterior y se elevan á la superficie de la montaña,parándose en ella antes de crecer y de extenderse porlos espacios. Esto sucede muy raras veces y sólodespués de largas y tenaces sequías, cuando todos los



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aires y todas las nubes han pasado secos y cálidossobre aquellos campos feraces, aquellas vegasfecundas y aquellos bosques, olivares y viñedos de

Granada, que exceden á toda comparación con los máspróvidos de España.

Hace más de un siglo que murió el ermitaño Benigno ; pero antes de su muerte ocurrió una de esasterribles sequías, tan completa y tan larga, que tenía

asolado el país hasta un extremo que no recordabanlos nacidos desgracia semejante. Agotados y exhaustostodos los veneros, fuentes, manantiales, cauces y ríos;paradas las moliendas; abrasados los frutos; lassiembras sin hacer; los pueblos sedientos, yhambrientos, diezmados por las enfermedades

epidémicas más raras y desconocidas; en una palabra,sucedía lo que tiene que suceder á una región dondeno cae en doce meses ni una gota de agua, ni un copode nieve, ni un átomo de rocío.

Allí no había vida ni esperanza; rogativaspúblicas, letanías, rezos, clamores, llantos, ofrendas,

votos, cultos, cuanto constituye, en fin, la fuerza de lafe, cuanto puede interponer el espíritu humano enhonra y gloria de Dios para aplacar su rigorosa justicia, todo estaba hecho por los pueblos afligidos,que habían visto perderse sus sementeras, morir sus



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ganados y desaparecer hasta el último maravedí desus ahorros, suma sagrada de sus privaciones ysacrificios. Clamaban los hombres, lloraban las

mujeres y los niños, y pocos, muy pocos eran los que,dotados de varonil entereza y de resignación cristiana,soportaban la terrible catástrofe sin revelar sus propiasangustias.

En tal estado, súpose la agravación de los

achaques del venerable eremita y acudieron todos losque pudieron á la cueva venerada. Pobláronse todaslas veredas de gentes piadosas que acudían de villas,lugares y cortijadas á oír la última palabra del varón justo y á rendirle el ultimo homenaje de su amor y desu duelo. Éste se hallaba en la puerta, echado en el

suelo, medio arrodillado, medio replegado su cuerposobre sí mismo, con el crucifijo de metal ante sus ojos,llevado con frecuencia á sus labios, que besabanfervientemente los pies de la divina imagen. En pocotiempo vióse rodeado de cientos y cientos de personasá las que podía llamar amigas y que parecían decirle:

—¡Aquí estamos! Hemos venido á pesar de nuestraruina á presenciar vuestra victoria sobre los males deesta vida y vuestro paso á la otra.—¡Gracias, hijos míos! ¡Dios tenga piedad ymisericordia de mi!



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—Y de nosotros, que perecemos.—¡Si, sí! Dios se apiade de vosotros y haga llover sobre vuestros hijos y vuestros corazones las aguas

vivas de que Él es fuente y las de las nubes quedevuelven la vida á los campos y á los manantiales.Vuestras desgracias han acelerado mi fin, porquecomo mías las he mirado y sufrido. ¡Hágase siempre yen todo la voluntad del Altísimo!—¡Amén!—respondieron en coro mil voces llorosas.

—Pues bien: antes de morir quiero y debo deciros unacosa que es cierta y ha sido comprobada por mimultitud de veces, sin que una sola falte. Mirad sobremi choza, allá, cerca de la cumbre, y hallaréis la grietamedrosa que nadie ha osado traspasar, ni intentadoconocer, ni medir: la grieta medrosa que vomita

nubéculas cuando no se ve una en todo el horizonte,nubéculas tenues, ligeras, que parece que han deevaporarse al contacto de las brisas de la altura, ysucede todo lo contrario, y es que suben

pausadamente á la cima, allí se condensan, agrandany extienden, coronándola con sus vaporosos efluvios y

desde allí parten en todas direcciones hasta llenar elespacio y reinar en él inmóviles un cuarto de lunadeshaciéndose en copiosa, constante y menuda lluvia.

Mirad, mirad á la frente de la sierra hendida por esa grieta extraña, y cuando la veáis exhalar nubéculas,



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coronándola de vapores acuosos, creed, yo os lo digo,que vuestro infortunio presente cesará y que tendréisdías de reparación y consuelo.

Como empujados por una fuerza igual ymisteriosa, retrocedieron todos para ver mejor laelevada hendidura de la sierra y volvieron á avanzarllorando de alegría y gritando:

—¡Hermano Benigno! ¡Hermano Benigno! La sierra

vomita nubes que van formando como un penachosobre su cumbre!i Venid por caridad, conducido en nuestros brazos, áver el maravilloso suceso! ¡Venid y decidnos si esanube es la que habéis visto otras veces fecundar nuestros campos con su jugo! ¡Venid, haciendo un

supremo esfuerzo, á decirnos si esa nube es la nubebienhechora que ha de devolvernos la vida y el pan

para nuestros hijos!—Levantadme... ayudadme... sostenedme...conducidme...; todavía vivo... aun veo y discierno...Yo os diré la verdad... Quiero ver la nubécula ligera

que tantos bienes lleva en su seno... ¡ Llevadme!... ¡ Ayudadme!... Quiero verla para morir tranquilo ydichoso!... Quiero ver que es la nube siemprebienhechora que os envía Dios por desconocidoscaminos para templar los rigores de su justicia y



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multiplicar los dones de su misericordia!...¡Ayudadme!... ¡Llevadme!-—¡Venid! ¡Venid!— gritaron los más ágiles—y con

tanto cuidado como vigor y respeto levantaron ycondujeron al ermitaño Benigno á una roca saliente ycercana, desde la cual podía ver la alta abertura de lamontaña y los escapes nubosos que parecían salir deella impulsados por subterráneas bombas expelentes.— Mirad allí hermano, allí... allí, á la derecha de

vuestra cabeza, muy arriba, muy arriba, cerca de lacima...—¡Sí, sí! ¡Hijos míos! ¡La veo! ¡Gracias á Dios! ¡Esella! Es la nube de la salud y de la abundancia; lanube de la clemencia divina que siempre vi con júbiloy la saludé y la bendije como á una mensajera del

cielo! Sí, sí, hijos míos: esa es la nube que he esperadoun año entero, llamándola con fervorosas oraciones para que os salvara de la desolación y la muerte por lased y el hambre!... Para pan da—dije siempre que lavi aparecer tras de largas sequías. ¡Para pan da! digoahora, y espiro rodeado de vosotros y pidiendo á la

Santísima Virgen María la piedad de su hijo para mialma.

Abrió el santo moribundo los ojos como paraempezar á vivir y los cerró para no abrirlos más, como



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si nunca hubiera vivido.Aquellos campesinos trasladaron el cadáver del

hermano Benigno á la caverna en que había morado

solitario y penitente tantos años, colocáronlo conveneración sobre la dura tarima, dejaron paraguardarle á unos cuantos que se ofrecieron á ello conmás empeño y bajaron á sus pueblos respectivos áconvenir y allegar lo más necesario para darle cristianasepultura.

Fácil era todo esto y pronto se acordó subir porel difunto, celebrar el oficio fúnebre por su eternodescanso en la iglesia parroquial de Íllora y enterrarleen su cementerio al pie de la alta sierra. Subieronprocesionalmente con hachas de viento, recogieron elcuerpo del finado y lo bajaron en el modesto ataúd

parroquial al templo de San Rogelio para verificar aldía siguiente su funeral y su entierro.

Así sucedió, y cuando ya en el camposanto,echaban atribulados las últimas palas de tierra sobre elhermano Benigno, no llovía, que diluviaba, porque lanubecilla se había echo nube, la nube cerrazón y la

cerrazón catarata. Tanta como la tristeza por la muerte del virtuoso

ermitaño fué la alegría de los pueblos falderos deaquella sierra, que celebraron con toda clase de fiestasreligiosas y populares el remedio de sus desgracias.



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Pero la sierra no tenía nombre propio, ó mejordicho, tenía tantos nombres como pueblos hay á su

pie, y así acontecía que la llamaban sierra de Íllora, deAlomartes, de Tocón y otros.

Pensaron, pues, en darla un nombre fijo y propioy reuniéronse en concejo de concejos las eminencias deéstos; agregáronse todos los zahoríes, saludadores y

videntes, y después de largos discursos (que yaempezaban á estilarse), acordaron por unanimidadque se llamase la sierra desde aquel día sierra de

Para-pan-dá, según la frase lacónica del agonizanteermitaño.

Luego el vulgo corrompió la frase, juntó las

palabras, abolió el acento y la llamó Sierra de Parapanda.

Un siglo de experiencias, jamás fallidas, ha dadofuerza de artículo de fe á la creencia de todos losnaturales de aquella región de la provincia de

Granada.

José Salvador de Salvador.Madrid, Febrero 1889.



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PAPEL IX

UNA PEDANIA REAL: OBEILAR 1906-1916

Obeilar, Beilar, Beylar, Beila, estas son lasgrafías mas comunes que se encuentran paraidentificar a la Estación de Íllora-Láchar en losdiferentes diarios del siglo 19 y principios del 20.

En lo que todos están de acuerdo es en que estapedanía, de poco mas de 500 habitantes, tiene el recordnacional de visitas de los Reyes de España y susamigos politicos y diplomaticos en finales del siglo 19hasta nuestros días. Para demostración sirvan estosfragmentos:

1906El Rey (Alfonso XIII) llegó a la estación de Íllora el día5 de noviembre de 1906, ya por la tarde, trasladándosea Láchar en el pequeño ferrocarril que nosotros yaconocemos, tardando en el recorrido unos veinticinco

minutos.El tren se componía de una locomotora llamadaAlcañices y de dos coches, uno destinado al Rey y susacompañantes, de otro vagón y de varías vagonetaspara equipajes. El coche real es un bonito carruaje



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cuyo cuadro se había adquirido en Bruselas yconstruido el resto por el carpintero del Duque deSan Pedro del Galatino con maderas de roble y

castaño de los Bérchules. Exteriormente estaba pintadode blanco. El interior era muy sencillo sin otro adornoque la madera pintada y dos largos asientos en cadauno de los cuales cabían ocho personas. Del techopendía una lámpara de marina. El carruaje tenía unmovimiento muy suave y resultaba sumamente

cómodo.La vía se desarrollaba en pendiente desde Íllora yestaba sombreada por dos filas de arbolado(almendros), cruzando el Genil sobre un puente dehierro.Al pasar por la vid la comitiva real, se divisaban las

luminarias encendidas en los caseríos que sedescubrían a su paso, las cuales presentaban unaspecto fantástico. La vía aparecía profusamenteiluminada con bengalas y hachones.



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1908

En el año de 1908, el rey visitó dos veces Obeilar: unaen febrero y otra en noviembre.

La comitiva partió de Sevilla a las diez de lamañana en un tren especial en el que viajaban el Reyy sus invitados: El duque de Connagaugth (quien

podría ser, en ese momento, aspirante al Tronode Inglaterra como hijo de la reina Victoria queera), Arturo de Sajonia Coburgo-Gota; losduques de Arión, Alba, y Medinaceli; losmarqueses de Viana y Guadalmedina y el condede San Ramón.Llegaron a Obeilar en la tarde del día 31. El rey partióen el ferrocarril del duque hasta la estación de Illora-Láchar. Desde allí, un tren especial lo condujo aSevilla.

La segunda cacería de 1908 tendría lugar entre los días



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26 de noviembre y 2 de diciembre en los cotos deLáchar y Trasmulas. El rey se hospedó en ambaslocalidades. En Trasmulas se alojó en el palacio del

Conde Agrela.El rey partió de Madrid en el expreso de Granada a las20,20 horas del día 25.Llegó a Íllora al día siguiente, 26, trasladándose aLáchar en el ferrocarril que daba servicio a la fábricade azúcar. En el mismo tren viajaba un gran número

de fuerzas de seguridad, desplazadas a los cotos decaza para garantizar la seguridad del rey. En laestación de Íllora esperaban las autoridadesgranadinas para recibirle.

1910

De ahí que la cacería empezara el día 2 de enero de1910, día en que el rey llegó a Granada y, tras oír misaen la iglesia de Santa María de La Alambra, se trasladóa Láchar donde estuvo cazando hasta el día 6 deenero, fecha en que regresó a Madrid en un trenespecial

1912En 1912 se proyectaron nuevas cacerías en Láchar. Eldía 11 de febrero, el rey llegó nuevamente a la Estaciónde Illora-Láchar donde estuvo participando en las



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cacerías organizadas, hasta el día 15 del mismo mes.

1913

En 1913 las cacerías se repartieron entre Trasmulas yLáchar.Los invitados a la cacería de Láchar fueron: Losmarqueses de Viana, Bayamo, Portazgo, yVillaviciosa de Asturias. Los duques de Tarancón,Bivona, y Nájera.

Los condes de San Román y Peña Ramiro. Y losseñores José Prado Palacios, Justo San Miguel,Manuel Rodríguez Acosta, Quiñones de León y JuanAbril Ramírez de Arellano.

1915

En el mes de enero de 1915, fue al terminar una caceríaen el Coto de Doñana, el día 30 de enero, cuando el reysalió desde Sevilla en tren, para venir a Granada.Posteriormente, vino el Presidente del Gobierno,Eduardo Dato, quien se presentó en el Palacio deTrasmulas, lugar donde se encontraba el monarca. El

tren del duque lo recogió en la estación de Íllora. Elduque no permitió que los periodistas se subieran almismo tren donde viajaba Dato, por lo que ellostuvieron que regresar nuevamente a Trasmulas porotros medios.



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Tras la comida, el propio duque acompañó alPresidente hasta la estación de ferrocarril de Illora-Láchar.

En alguno de estos lugares el rey se entrevistó conTomás Piñar, encargado del duque en Tajarja. A lascuatro de la tarde, recibió al alcalde José Marinetto, alsacerdote Emilio Granados y al administrador delduque en Láchar, Antonio Avilés. A éste último, el

rey le concedió La Gran Cruz de Isabel La Católica.Tras el acto, a las cinco de la tarde, se inició el viaje deregreso a Madrid a bordo del ferrocarril de la fábricaque le llevó hasta la estación de Íllora.Acompañaron al rey en su viaje de vuelta a Madrid, elinfante D. Alfonso, los duques de S. Pedro, de Alba,

de Arión y de Tarancón. Los marqueses de Viana yde Nájera. Los condes de Maceda, de Rincón, deGabia y de Agrela. El Dr. Varela y otros invitados.

1916En 1916 se volverían a celebrar nuevas cacerías en

Láchar. En la prensa se anunciaba que se celebraríanentre el 25 y el 29 de enero de ese año.El rey llegó en la mañana del día 25, después de haberpasado unos días cazando en el coto de Doñana. Salióde Madrid en el expreso de las 20,20 acompañado por



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el infante D. Alfonso y el Príncipe Rainiero deMonaco.Llegaron a Íllora a las doce de la mañana. Fueron

acompañados desde Loja por el duque el diputado LaChica.

1917El día 7 de enero de 1917 se anunciaba en la prensauna próxima cacería del rey en Santa Cruz de Mudela

y Láchar. Salió a las 20,20 horas del 27 de enero de la estación deMadrid. Acompañaban al rey el Marqués de Viana, elconde de Maceda, el duque de Arión y los señoresCárcaga, Santos Suárez, Jacinto Martos, FedericoLuque y el pintor Joaquín Sorolla.

Como anécdota, diremos que el tren del duque quellevaba la comitiva hasta la estación de Íllora, iba conexceso de peso, razón por la que no pudo llegar a laestación ya que le faltaba fuerza para subir la últimarampa.El rey y sus acompañantes tuvieron que hacer el

último trayecto a pie: Todo un símbolo para que sirvade colofón a esta crónica.



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PAPEL X

TOCÓN, CAMINOS DE HIERRO 1863-1920

Si algo ha influenciado en el desarrollo de Tocón hasido su proximidad a la Línea Férrea en el pasado y enla actualidad. Para muestra estas referencias endiversos diarios desde 1863 hasta 1920.

27 de noviembre de 1863—Las obras del ferro-carril de Granada adelantan ensu construcción, en el primer trozo partiendo de lacapital. Se han practicado todas las fábricas que laseguridad y necesidades de la vía exigen desde el

Tocón á Granada, siendo notables los cuatro puentesde hierro de Pinos, Moclín, Béiro y Vacas que estánmontándose en la actualidad. Las estaciones de Íllora,Tocón, Pinos y Atarfe caminan rápidamente á suterminación y la de primer orden de Granada seempezará antes de un mes, teniendo en la actualidad

su extensísima explanación concluida, así comotambién una gran parte de los desagües.

Se está recibiendo ya crecido número de railes ygrande material de hierro, que bien pronto comenzará



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á extenderse sobre las treinta mil traviesas acopiadas,y las que todos los días no cesan de llegar, según loscontratos especiales que tiene hechos la empresa. Las

casillas de los guardas están terminadas casi entotalidad.

21 de febrero de 1869Carretera. Se ha aprobado el proyecto de la deMontefrío á la estación de Tocón, en el ferro-carril de

Campillos á Granada, por su presupuesto de contrata,qué asciende á 322.879.873 escudos; asimismo se hadeclarado de tercer orden dicha carretera al aprobarseel expediente de clasificación

29 de septiembre de 1890

Crímenes y desgracias..El jueves por la tarde ocurrió un incendio en el trenmixto que llega á Granada á las cuatro. Eran las tres ymedia cuando el tren marchaba entre las estaciones deHuetor Tajar y el Tocón, y habiéndose notado quehabía fuego en el interior del furgón de cabeza, que

estaba completamente lleno de fardos, detuvieron lalocomotora, precediéndose á desenganchar todos losvagones, excepto el incendiado, el cual fué remolcadoá toda maquina hasta la estación de Tocón.



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Allí se hicieron grandes esfuerzos para extinguir elfuego, pero como ya éste había tomado grandesproporciones, no se pudo evitar que el wagón quedase

casi completamente destruido, así como casi todas losfardos y mercancías que transportaba, que consistíanen ropas, artículos de droguería y dos pipas de vino.Después salió de nuevo la máquina para enganchar loscoches que habían quedado detenidos, y el trenprosiguió su marcha hasta Granada sin nuevos

accidentes

10 de noviembre de 1890Granada (Brácana).—La vecina Ana Castro Rodríguez,de 65 años de edad, que en la tarde del 22 de Julioúltimo tuvo la desgracia de caerse en un lodazal en el

paso de nivel de Tocón, encontrándose en inminentepeligro de muerte, fué salvada por el cabo NicolásRodríguez Ruiz y guardia Francisco FernándezChacón, quienes la prodigaron toda clase de auxilios yfacilitaron alimentos y ropas con que vestirse.

18 de marzo de 1885Aviso al PublicoRestablecida por completo la circulación por la líneade Almansa á Valencia, esta Compañía tiene el honorde poner en conocimiento del público que ha vuelto á



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reanudarse el servicio especial para trasportesacelerados de tejidos de lana, hilo y algodón que antesde la avería venían efectuándose, saliendo los trenes

de esta capital, los domingos, martes y jueves de cadasemana.Los precios del trasporte de aquellas mercancías desdela estación de Barcelona á las principales de las líneasde Barcelona á las estaciones siguientes:Archidona, Loja, Huetor, Tocón. Íllora, Pinos-Puente,

Atarfe, Granada.. a un precio de 86'70 reales latonelada de 1000 kilos.

22 de julio de 1905La Compañía de Electricidad del río Cacín, hapresentado en la jefatura de Obras públicas de

Granada la Memoria y proyecto de instalación de unalínea eléctrica de alta tensión desde El Tarro á HuetorTajar, Brácana, Tocón, Montefrío y Algarinejo. La electrización en España, continua progresando,afortunadamente, con gran esplendor.

10 de septiembre de 1909Línea de Campillos á Granada.—Estación deArchidona.—Terminación de una casa para cincoagentes.Estación de Riofrio.—Construcción de una casa para



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dos agentes.Estación de Tocón—Se ha construido una casa parados agentes y se ha procedido á la ampliación de vías.

Estación de Atarfe.—Terminación de una casa parados agentes.Estación de Granada.—Construcción de una vía parael lavado de vehículos.

22 de abril de 1920

—En la reunión que se ha celebrado en elAyuntamiento por la Comisión de Abastos, el alcaldemanifestó que están detenidos en la estación de Tocóncinco vagones de harina, destinados a Granada, por noadmitir su facturación el Jefe de aquella estación.



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PAPEL XI

CASTIGO DE LOS SECUESTRADORES 1875

Granada, 13 de agosto de 1875.

Mi estimado amigo: En la noche del 7 al 8último, salió en el ferro-carril de esta ciudad, con

dirección á su posesión de Brácana, para vender unapartida de aceite, D. Bernardo Dávila, hijo del exdiputado y rico propietario D. Luis.

Terminada la operación mas pronto de lo queera de esperar y próximo á pasar el tren correo,

decidió el joven Dávila pasar el día con un su amigode Loja, y á la noche regresar á Granada, como loefectuó, aunque con la variante de aprovechar para sumas pronto regreso, el tren misto, para lo que le ¡instóel director y acepto con gusto el joven Dávila, por nohaber encontrado en Loja á su amigo, anticipando de

esta manera su regreso.

Mientras el D. Fernando iba camino de Loja,habían llegado á la posesión de Brácana 10 hombresarmados, que después de enterarse de la marcha de



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aquel y de comprar algunos víveres en la cortijada,vagaron por aquellos alrededores.

Alarmados los vecinos de Brácana, avisaron alalcalde de Íllora, que telegrafió al celoso gobernadorcivil, que en el acto se personó en la capitanía general,donde le dijo el dignísimo gobernador militar, Sr. D.

Eugenio Seijas, que ya se habían dado órdenes á los jefes de la Guardia civil para que procuraranapoderarse de gente tan sospechosa. Como habrá V.comprendido, los expedicionarios trataban desecuestrar al Don Fernando Dávila, que se había



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librado por una extraña serie de acasos providenciales,los que, viéndose burlados, lo esperaban en el trencorreo, y que viéndose también defraudados de esta

última esperanza, se dispersaron.

El teniente de la Guardia civil Sr. Brotons,sospechando de cierto vecino de Atarfe, pregunto porel en la estación de este nombre, y noticioso de que enefecto había regresado en el tren correo lo sorprendió

en su cama y lo redujo á prisión, trayéndolo a Granadadonde ya por si mismo, ya por el auxilio de la policíabajo la hábil dirección de D. Francisco Jiménez, jefe deesta, fueron reducidos á prisión todos losexpedicionarios.

Instruidas las primeras diligencias en el pueblode Íllora, allí fueron reunidos los diez, dondeconvictos de su delito ante la realidad de lascircunstancias y al aspecto de tres uniformes de laGuardia Civil que les sorprendieron, tuvieron queconfesar su delito con todas sus circunstancias.

Excitada la ira popular ante aquellos hombres,fué por estremo difícil á la Guardia salvar la vida delos presos, amenazada por la muchedumbre irritada, yasí les sacaron del pueblo, instruido el sumario, para



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ser trasladados á paraje mas seguro.

Pero como, todos estos hechos habían acontecido

produciendo grande escándalo, y como la sociedad delos secuestradores tiene ramificaciones hondas enestas provincias, al atravesar la Guardia con los presosciertos sombríos barrancos cubiertos de espesosolivares, salieron súbitamente doce hombres pararescatar á los presos, y trabado un combate horrible,

murieron en la refriega los cautivos y tres de losacometedores, quedando gravemente contusos dos delos guardias.

Sin permitirme consideración ninguna sobro estefrustrado secuestro, da cierto color al hecho la

circunstancia de que entre los secuestradores muertosse encuentran un sereno de esta capital, el cochero deD. Fernando Pérez del Pulgar y un guardia municipal,generalmente tenido por modelo de honradez y demodestia.

¡Cuan hondas raíces tiene la inmoralidad en estasociedad de aspecto tan brillante y tanasquerosamente corrompida!

Al considerar que esto sucede en Andalucía



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durante el verano, cuando la vida es tan fácil, seespanta el ánimo del mas valiente al pensar en elpróximo invierno, con sus eternas noches, con sus

largos temporales de agua y con el pan á alto precio.

Y es que durante seis años se ha estadopredicando desde periódicos y clubs, y aun desdelugares mas altos, encarnizada guerra á la propiedad,y á la familia, y á la religión, y á todo lo que es

fundamental en toda sociedad medianamenteorganizada, y como una de las consecuencias lógicasde estas predicaciones, tendremos sólidamenteestablecida la sociedad de los secuestradores, conorganización mas extensa de lo que tal vez se figura laimaginación andaluza, naturalmente dada á las

exageraciones.

Formando contraste con estos sucesosespeluznantes, digno capítulo de una novelamelenuda, nuestra ciudad mejora rápidamente en elexterior á mas de las obras llevadas á cabo por el

Ayuntamiento, y de que he hablado á V. en otrasocasiones, está próxima á ser un hecho la calle deMariparda; la Diputación provincial arregla eldeteriorado hospital de San Juan de Dios; el señorgobernador civil hace que el edificio del gobierno



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recobre su aspecto decente; el celosísimo señor rectorembellece la Universidad, y el Sr. D. Julián Elias, jefeeconómico, aunque con reducidísimos recursos,

arregla á maravilla el ex-convento de la Trinidad,arruinado por los cantonales, donde están situadas lasoficinas de hacienda pública.

La sociedad está indudablemente podrida; peroel sepulcro se blanquea cuidadosamente.



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PAPEL XII

LOS DESCENDIENTES DE WELLINGTON YEL SOTO DE ROMA EN 1920

Resumen del artículo aparecido en el Diario La Voz – Madrid, del día 11 noviembre 1920, la trifulca por “La

Torre” viene de lejos...

Hoy se tiende a personificar el héroe en lamuchedumbre.Esa glorificación de un soldado anónimo en Francia eInglaterra simboliza el nuevo espíritu de la época. Hanmuerto los semidioses.



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Todavía hace un siglo, los pueblos eran másrománticos.

He aquí al nuestro premiando los afanes deWellington en la guerra peninsular con un llamadoSoto de Roma, en la provincia de Granada, unverdadero pueblo, donde hoy habitan 1.367 familias. Pero aceptemos, si se quiere, la justicia del obsequio.Dése por supuesto que fue Wellington solo quien

salvó a España del yugo napoleónico, y que se hizobien en remunerarle con el Soto de Roma.¿Es justo, en cambio, que sus nobles descendientessigan cobrando por los siglos de los siglos el esfuerzoy el talento militar del antepasado? En buena ley dederecho natural, esos descendientes debieron haber

intervenido en todas las guerras que ha sostenidodesde entonces el Estado español: las carlistas, lascoloniales y, finalmente, la de Marruecos, como justificación de tan voluminosa prebenda.¡Qué gallardía para el actual duque de Wellington si,abandonando su molicie en Londres, fuese a Xauen a

combatir y vencer decisivamente al moro! Los hijos deesas 1.367 familias del Soto de Roma, que van a moriral Norte de África, le guardarían entonces, en vez desordo rencor, nueva gratitud.



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¿Se quiere, sin embargo, que hagamos otra concesión yque reconozcamos la legitimidad de una herencia yatan larga y poseída tan a distancia? Seamos generosos

y olvidémonos de todo: de que los Wellingtonactuales no han continuado para España las gloriasmilitares de su antecesor; de que son extranjeros, y suabsentismo del Soto de Roma es, por lo tanto,doblemente odioso. Admitamos que los descendientes del duque de

Wellington tienen derecho legítimo a esascuatrocientas mil pesetas de renta que les haproducido en el último año el Soto de Roma. En unsiglo, para hacer las cuentas en números redondos,habrán cobrado, a esa proporción, la bonita suma de40 millones de pesetas. ¿Que es exagerada?

Pongámosla en la mitad: 20 millones. Francamente,para ser herederos del Wellington peninsular no estámal por lo que se refiere a la gratitud de España. Pero esos nobles señores juzgan, por lo visto, que noestán bastante remunerados por su privilegiadacondición de llevar un nombre de grata memoria para

los españoles. Como todo se ha encarecido, los pobresnobles descendientes del libertador aspiran a convertirel dominio directo del Soto de Roma en propiedadabsoluta, para aumentar la renta o para venderla. Yesto ya les parece demasiado a los colonos, al señor



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Moróte, que ha tomado hidalgamente su defensa, y atodos lo españoles imparciales. Por mucho que sea nuestro reconocimiento por el viejo

Wellington, ha de antojársenos excesiva estapretensión de unos nobles extranjeros a quienes nadadebe personalmente España, y si algo debía, ya estápagado con sobrada largueza. Y si los nuevos Wellington insisten en el desmedidopropósito de hacerse dueños absolutos de lo que sólo

relativamente se les había concedido por tributo, no aellos, sino a un antepasado, será menester recordartodo lo que olvidábamos: su absentismo, lo absurdode tal propiedad, que debía haber caducado hacetiempo, y las expropiaciones de Rusia e Italia quedebieran servir de espejo a todas las codicias

indígenas y extranjeras.

LUIS ARAQUISTAIN



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Este Libro se Editó en Íllora el día 14 de Abril de

2011, tanto la Edición en Papel, como esta en formatoelectrónico, son totalmente gratuitas.



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gacetilla curiosa o anuario ilurquense

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